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RELACION ES
DE VALORES Y ~

DISTRIBUCION
DE LA REAL
HACIENDA DE
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NUEVA ESPANA,
1744-1748
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336.0972 HJ801
REL.d R4

Relaciones de valores y distribución de la Real Hacienda de Nueva España, 1744-17 48 /


Ernest Sánchez San tiró (estudio introductorio) ; presentación Luis Jáuregui. - México :
Archivo General de la Nación : Instituto Mora : El Colegio de Michoacán : El Colegio
de San Luis, 2014.
Primera edición
61 páginas: 27 cm.; + 1 Disco compacto; 4 ¾ pulgadas. - (Historia económica)

Incluye referencias bibliográficas

l. Finanzas públicas - México - Historia - Siglo XVIII. 2. México (Virreinato) -


Real Hacienda - Historia - Fuentes. 3. México (Virreinato) - Real Hacienda - Historia
- Historiografía. I. Sánchez Santiró, Ernest, editor. II. Jáuregui, Luis, prologuista. III.
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora (México, D.F.). IV. Archivo
General de la Nación (México). V. El Colegio de Michoacán. VI. El Colegio de San Luis
(San Luis Potosí).

Primera edición, 2014

D. R.© 2013, Archivo General de la Nación


Av. Ingeniero Eduardo Molina s/n, Col. Penitenciaría, México D. F., C. P. 15280
<www.agn.gob.mx>

D. R.© 2013, Instituto de Investigaciones Dr.José María Luis Mora


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D. R.© 2013, El Colegio de Michoacán, A. C.


Cenero Público de Investigación CoNACYT
Martínez de Navarrete, núm. 505, Col. Las Fuentes, Zamora, Michoacán, C. P. 59699

D. R.© 2013, El Colegio de San Luis, A. C.


Calle Parque de Macul, núm. 155, Fraccionamiento Colinas del Parque, San Luis Potosí,
S. L. P., C. P. 78299

ISBN: 978-607-9294-27-4 Obra completa


ISBN: 978-607-9294-28-1 Cartoné
ISBN: 978-607-9294-29-8 Facs'milar en CD

Impreso en México/Printed in Mexico


Índice

Presentación
Luis Jáuregui 11
Genealogía, contenido y consecuencias de un documento contable:
las Relaciones de valores y distribución de la Real Hacienda de Nueva España
en el quinquenio de 1744 a 1748
Ernest Sánchez Santiró 15
Principales antecedentes de las Relaciones de valores y distribución
de la Real Hacienda de Nueva España de 1744 a 1748 20
Las Relaciones de valores y distribución de todas las rentas reales en el reino
de la Nueva España, sus provincias adyacentes de la Nueva Galicia, Nueva
Vizcaya, las de Yucatán y Tabasco sacadas de los libros comunes y concordantes
de las cuentas de cada caja, con individualidad de ramos y de sólo
lo verdaderamente cobrado y distribuido por un quinquenio (1744-1748) 29
I. Reales órdenes, decretos, .representaciones y receptas que precedieron
a las Relaciones de valores y distribución de 1744 a 1748 29
II. Explicación del "Méthodo" de las Relaciones de valores
y distribución de 1744 a 1748 33
m. Incorporación de caudales que fueron excluidos en las Relaciones
de valores y distribución de 1739-1743 39
I V. El "tránsito de caudales y su distribución" 41
v. Omisiones en el desglose de las cuentas 44
V I. Orden de las Relaciones de valores y distribución de 1744 a 1748 45
vn ."Cotejo" de caudales entre los quinquenios de 1739 a 1743
y de 1744 a 1748 46
vm . Mapas o extractos 50
Remisión, valoraciones y consecuencias de las Relaciones de valores
y distribución de la Real Hacienda de Nueva España del quinquenio
de 1744 a 1748 53
Fuentes consultadas 56
Facsimilar de la portada de las Relaciones de valores ... 61

CO N TENIDO DEL CD

Relaciones de valores y distribución de todas las rentas reales en el reino


de la Nueva España, sus provincias adyacentes de la Nueva Galicia,
Nueva Vizcaya, las de Yucatán y Tabasco. Sacadas de los libros comunes y
concordantes de las cuentas de cada caja, con individualidad de ramos y
de sólo lo verdaderamente cobrado y distribuido por un quinquenio corrido
desde el primero de enero de 1744 hasta el fin de diciembre de 1748.
Formadas por los contadores ordenadores Don Santiago Abad que lo
es propietario y Don Juan Joseph Ortiz, supernumerario, ambos del Real
Tribunal y Audiencia de Cuentas de México, que se hallan diputados para
el despacho de su mesa de Memorias y Alcances. En virtud de orden
de Su Majestad comunicada por el excelentísimo señor Marqués de la
Ensenada, al excelentísimo señor Conde de Revillagigedo virrey de la Nueva
España y por su disposición, y en consecuencia de cometimiento
para su formación en decreto del referido Real Tribunal de Cuentas 61

Mapa l. Mapa en que únicamente se demuestran con individualidad de ramos


y en cada caja los productos de la Real Hacienda en las provincias de Nueva
España, con el real y efectivo.ingreso y distribución que tuvieron cada una de ellas,
uno y otro en el quinquenio corrido desde primero de enero de mil setecientos
cuarenta y cuatro, hasta fin de diciembre de mil setecientos cuarenta y ocho 579

Mapa 2. Mapa en que sólo se comprehenden los efectivos caudales de la Real


Hacienda, que han tenido todas las cajas de esta Nueva España [y] provincias
adyacentes, así de los sobrados en fin de diciembre de 1743 y de los de esta
naturaleza enviados en este año por varias cajas, y llegaron a las de su destino
en el año d~ 1744. Productos de las rentas en el quinquenio y su total; como
también todos los verdaderos gastos que han tenido las cajas en lo que van
imbíbitos las remisiones a La Habana y reinos de Castilla; y lo consumido
con el motivo de la guerra con la nación británica; a cuyo cuerpo de gastos
se agregan los caudales que sobraron en fin de diciembre de 1748 y los remitidos
de unas cajas en dicho año, que llegaron a las de su destino en el de 1749
con exclusión de lo que en dos cajas pagaron más de lo de sus fondos, con que
se ajuste con los verdaderos valores en todo el quinquenio desde 1° de enero
de 1744 hasta fin de diciembre de 1748 581


Mapa 3. Mapa demostrativo de todos los caudales que han entrado
en todas las cajas de la Nueva España y sus provincias adyacentes, deducidos
de las cuentas y relaciones juradas de los oficiales reales de cada una de ellas,
las cuales comprehenden así las existencias que quedaron en diciembre de 1743,
los productos de todas las rentas, lo remitido de unas a otras, los suplementos
que para las urgencias recibieron, el aumento de cargos por contrapartidas de datas,
el resumen total de los cargos, como las salidas para gastos en dichas provincias,
inclusas las remisiones a La Habana y Castilla, con distinción de lo consumido
con el motivo de la guerra con la nación británica, las datas de envíos de unas
a otras cajas, las devoluciones de los suplementos, las datas de contrapartidas
de cargos, y los caudales líquidos sobrantes en fin de diciembre de 1748,
excluyéndose de las datas aquellas cantidades en que dos de las referidas
cajas se encontraron satisfechas con exceso del fondo que tuvieron, con lo que
se igualan los sumarios, y quedan conformes los cargos con las datas, como se
figura abajo, en todo el quinquenio corrido desde 1° de enero de 1744 hasta fin
de diciembre de 1748 583

Mapa 4. Extracto recopilativo por mayor de todos los caudales que han entrado
en todas las cajas de las provincias de esta Nueva España y salido de ellas en el
quinquenio, conforme a las notas puestas en esta certificación en las finales de
cada caja, así en valores como en distribución; y conferido lo entrado con lo salido
se deducen las sobras de caudales que quedaron en cada una, y pagado más de sus
fondos en de ellas en fin de diciembre de 1748 que son las existencias 585
Presentación

Dedico esta presentación a todos los asistentes


que a lo largo de los años han apoyado las
labores académicas del Instituto.

esde hace varios años, casi desde su fundación en 1981, en el Institu-

D to Mora se investiga y publica sobre el pasado económico de México y


América Latina. Las aportaciones han sido muchas; desde el estudio de
la formaci ón de mercados internos y externos en el periodo colonial, hasta el aná-
lisis de la conformación de las instituciones fiscales en México. Y especialmente
en este último tema es en el que el Instituto se ha esforzado en destacar, con la
colaboración de otros prestigiados centros de investigación pública. Sólo a mane-
ra de ejemplo, el trabajo del Instituto ha generado nuevos conocimientos sobre la
administración fiscal de los albores del México independiente, los análisis sobre
el financi amiento de particulares a la corona de España en las postrimerías de la
dominación colonial, los primeros intentos de modernización fiscal del México
independiente y un largo etcétera.
Parte del trabajo de investigación del Instituto es el descubrimiento y aná-
lisis de fuentes para la investigación histórica. En este esfuerzo quedan inscritos,
por ejemplo, la búsqueda de imágenes para que, con su estudio, se pueda com-
prender mejor el fenómeno social presente y pasado; los ya tradicionales estudios
de historia oral de los que el Instituto es pionero; la publicación y análisis, por
parte de especialistas, de actas, planes políticos, cartas, memorias de gobierno y
tro largo etcétera.
En el trabajo de recuperar fuentes primarias de importancia para la com-
. p rensión d e nuestro pasado, varios académicos del Instituto organizan a alumnos
ybecarios para que se sumerjan en los archivos y -al tiempo que aprenden- orde-
en y clasifiquen una minúscula parte del enorme acervo histórico con que cuenta

11
nuestro país. El trabajo es ingrato porque implica largas horas entre papeles viejos,
polvorientos, a veces con hongos.
Sin embargo, de vez en cuando surge un documento que brinda la enorme
satisfacción de a~rir una ventana más al pasado; uno de esos documentos que, cual
piedra Rosetta, abre el resquicio de un portal que permitirá nuevas investigaciones
y mayor comprensión de un pasado que se creía ya conocido.
Uno de los documentos es el que aquí presentamos. Lleva un título largo y
complejo:

Relaciones de valores y distribución de todas las rentas reales en el reino de la Nueva


España, sus provincias adyacentes de la Nueva Galicia, Niieva Vizcaya, las de Yucatán
y Tabasco. Sacadas de los libros comunes y concordantes de las cuentas de cada caja
con individualidad de ramos y de sólo lo verdaderamente cobrado y distribuido por un
quinquenio corrido desde el primero de enero de 1744 hasta el fin de diciembre de 1748.
Formadas por los contadores ordenadores Don Santiago Abad que lo es propietario
y Don Juan ]oseph Ortiz, supernumerario, ambos del Real Tribunal y Audiencia de
Cuentas de México, que se hallan diputados para el despacho de su mesa de Memorias
y Alcances. En virtud de orden de Su Majestad comunicada por el excelentísimo señor
Marqués de la Ensenada, al excelentísimo señor Conde de Revillagigedo, virrey de la
Nueva España y por su disposición, y en consecuencia de cometimiento para su forma-
ción en decreto del referido Real Tribunal de Cuentas.

Tal y como señala el estudio introductorio de Ernest Sánchez Santiró, se


trata de un diagnóstico solicitado en 1748 por Ensenada al primero de los Re-
villagigedo, quien tres años después entregó el documento que aquí se presenta.
Como era la costumbre, el virrey envió un manuscrito brillantemente encuaderna-
do, para los ojos del monarca. Este ejemplar se encuentra en el Archivo de Indias
de Sevilla. Para el trabajo de las oficinas del virreinato, Revillagigedo conservó una
"copia" manuscrita igualmente bella, aunque sin la magnífica encuadernación del
que se envió a Madrid. Esta copia se conserva en el Archivo General de la Nación
de México. Gracias al impulso del doctor Sánchez Santiró y de la doctora Aurora
Gómez Galvarriato Freer, entonces directora del archivo, es que hoy presentamos
el esfuerzo que en 1748-1751 hicieran los contadores Santiago Abad y Juan José
Ortiz. Honor a los dedicados oficiales del Tribunal de Cuentas novohispano, y al
delicado trabajo del anónimo amanuense que permitió hoy en día tomar la deci-
sión de presentar un facsímil de tan importante documento.
El origen del documento nos lo podemos imaginar con facilidad. Un Fer-
nando VI de Borbón, harto de no tener información fehaciente sobre los ingresos

12 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


y los gastos de la más rica de sus posesiones. ¿Y que implica el hartazgo del monar-
ca? Nada más, pero tampoco nada menos que un hartazgo frente a la inveterada
c stumbre, heredada del descuido de los Austrias sobre aquella tierra americana,
de ocuparse más por vigilar al oficial para que no cayera en actos de corrupción
y de desfalco de los caudales reales (algo que de cualquier modo no se evitaba ni
se evitaría en el futuro cercano ni remoto) que por conocer el verdadero ingreso
y egreso de las tesorerías de Nueva España y, por lógica imperial, del resto de las
posesiones de la monarquía española.
Y podemos imaginarnos que Fernando VI instruye a su ministro Ensenada
que a su vez ordene al virrey de Nueva España elabore un documento en el que
queden claros los montos de ingreso y egreso de las cajas reales del virreinato. El
análisis debía también marcar la diferencia con las partidas contables que se han
consignado en los libros para conocer, en un momento dado, la responsabilidad de
los oficiales reales. De esta forma se podía conocer desde Madrid la información
más relevante en términos de ingresos y gastos.
En la primera aproximación, el documento que hoy presentamos permite
detectar diversas líneas de investigación relevantes. 1 En segundo término, ante las
respuestas que se extraigan del documento de las Relaciones ... se podrán revisar
los resultados de múltiples estudios recientes que hicieron uso de las cartas cuen-
tas. Por último, un conocimiento más detallado de la contabilidad fiscal virreinal
permitirá entender el sistema de dominio y defensa de la corona española sobre tan
vastos territorios. Cada una de estas líneas de investigación es inicialmente explo-
rada por Sánchez Santiró en el estudio introductorio, pero habrá que profundizar
aún más en el análisis de los vericuetos contables de aquellas cuentas que hoy en
día guarda celosamente el Archivo General de la Nación.
El Instituto Mora agradece la colaboración del Archivo, tanto por su vo-
luntad para la publicación de este documento como por el trabajo de reproducirlo

1
En primer lugar, esclarece una pregunta que en forma sencilla reza así: ¿qué revelan las parti-
das contables de cargo y data contenidas en los datos estadísticos de la época? Esta pregunta
surgió en 1976, cuando John J. TePaske y José y Mari Luz Hernández Palomo publicaron,
bajo el sello editorial del Instituto Nacional de Antropología e Historia, las series estadísticas
contenidas en las cartas cuentas de la tesorería de la ciudad de México. Esta información fue
ampliada en 1982 cuando la Universidad de Duke en Carolina del Sur publicó los volúmenes
correspondientes a las cajas de Perú, Alto Perú, Chile, Río de la Plata y Ecuador; en este caso
el trabajo fue del propio TePaske, de Herbert Klein y Kendall Brown. Entre los años 1986 y
1988 el INAH publicó en dos volúmenes las estadísticas de las carcas cuencas de la totalidad del
virreinato de Nueva España.

PR ESENTACIÓN 13
para su publicación en papel. Igualmente, la comunidad del Instituto agradece
a El Colegio de San Luis y a El Colegio de Michoacán su apoyo para el trabajo
editorial. Investigadores y alumnos de ambas instituciones hermanas, de amplio
prestigio en la investigación histórica, sacarán provecho de este valioso documen~
to que hoy abandona los anaqueles del archivo para consulta y admiración de
propios y extraños.

Luis Jáuregui
Director general
Instituto Mora
Genealogía, contenido y consecuencias
de un documento contable:
las Relaciones de valores y distribución
de la Real Hacienda de Nueva España
en el quinquenio de 1744 a 1748

Ernest Sánchez Santiró*


Instituto Mora

L
a Real Hacienda constituyó una de las estructuras de poder más complejas
de la monarquía católica. Tan extensa y diversa como los múltiples terri-
torios que la conformaron, no pasó inadvertida a los ojos de tratadistas y
políticos de las monarquías europeas, así como de la propia, quienes observaron,
no sin asombro, cómo la corona española logró extraer y distribuir recursos fiscales
a lo largo de sus vastos dominios. 1
Los ingresos obtenidos . mediante esta estructura fiscal compleja le per-
mitieron ocupar un lugar preeminente en la política europea durante el siglo
XVI y la primera mitad del siglo xvn. En este marco, las aportaciones fiscales
efectuadas por los diversos territorios indianos de la corona al erario regio re-
presentaron un elemento clave de la política imperial de la monarquía, en tanto
que generaron un flujo de recursos que nutrió el erario metropolitano, sirvió de
garantía de los préstamos demandados por la corona y financió gran parte del
gasto militar ejercido en las Indias occidentales y orientales. 2 Sin embargo, esta
posición preeminente se perdió tras la guerra de los Treinta Años (1618-1648),

* Quiero agradecer los comentarios y sugerencias de los dos dictaminadores anónimos que revi-
saron este estudio introductorio, así como el apoyo otorgado por las diversas instituciones que
editan el presente libro.
1
Clavero, Tantas, 1986.
2
Para las aportaciones que realizaron los erarios regios indianos en los siglos xvn y xvm, con-
súltese Klein, Finanzas, 1994.

15
en la cual nuevas potencias europeas pasaron a desempeñar este papel, en espe-
cial Francia, Holanda y Gran Bretaña. Las tensiones internas y externas deriva-
das de dicho conflicto fueron seguidas por un declive prolongado en la escena
internacional que acabaría siendo asimilado al débil reinado de Carlos II y que
tendría su colofón en la guerra de Sucesión española (1701-1713), que llevaría al
trono a una nueva dinastía: los Borbones. 3
El largo reinado del primer monarca de la nueva familia reinante, Felipe V
( 1700-1746), estuvo marcado por numerosos eventos bélicos (la guerra de Su-
cesión española, las campañas en Italia, la guerra Anglo-española, la guerra de la
Oreja de Jenkins, la guerra de Sucesión austriaca, etc.) que estuvieron enfocados
a revertir los resultados del Tratado de Utrecht (1713), según el cual la monar-
quía española tuvo que sacrificar una parte considerable de sus dominios europeos
(Flandes, Italia, Gibraltar, Menorca), en aras de consolidar a Felipe V en el trono
español. 4 Conflictos armados que exigieron crecientes recursos fiscales. Para lo-
grarlos, la monarquía católica procedió a una intensa política reformista que, entre
sus diversas facetas, implicó un mayor control sobre los recursos fiscales de las
Indias, en general, y de Nueva España, en particular.
De todos estos conflictos bélicos, hubo uno que tuvo profundas repercu-
siones en el devenir político-militar y fiscal del virreinato novohispano: la guerra
de la Oreja deJenkins (1739-1748). 5 Este evento, que supuso la conflagración
más intensa y larga vivida en el espacio virreinal desde la guerra de los Treinta
Años, llevó hasta sus límites la política fiscal reformista impulsada desde la me-
trópoli por ministros de Indias tan activos e influyentes como José Patiño, José
del Campillo y Cossío y el marqués de la Ensenada, durante los reinados de
Felipe V y Fernando VI. 6
El contexto de la guerra no fue favorable para la corona española en térmi-
nos financieros. En 1739 el erario regio había decretado una suspensión parcial de
pagos en lá metrópoli, la cual tuvo su extensión (si bien muy acotada y parcial) en el

3
Kamen, Guerra, 1974, y España, 1981.
4
Kamen, Felipe, 2000.
5
Sánchez, Corte, 2013.
6
Un conflicto armado de gran intensidad y duración que, por primera vez, tuvo como escenario
central al conjunto de las Indias, y en el cual se dirimió el proyecto británico de quebrar la sobe-
ranía española sobre sus posesiones americanas y asiáticas. Para los eventos bélicos, véase Cerdá,
"Guerrá'. 2008.

16 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


erario novohispano. 7 A todo ello se sumaron los enormes gastos ocasionados con
motivo de la guerra contra Gran Bretaña, 8 que implicaron una demanda creciente
de r~cursos a los reales erarios indianos, en los que el principal baluarte fiscal era
desempeñado por la Real Hacienda de Nueva España.9
Las demandas fiscales no se avenían, en principio, con el conjunto de infor-
mes que arribaban desde la administración novohispana, en tanto que señalaban
situaciones poco alentadoras. Así, dependiendo del virrey y la coyuntura específica,
los ministros de Indias veían cómo desde la más alta instancia virreinal se les infor-
maba que el real erario novohispano era incapaz de satisfacer las demandas de la
corona. Dos ejemplos espaciados en los extremos del reinado de Felipe V permiten
ilustrar esta situación.
A principios del siglo XVIII, en la descripción del erario virreinal que Fer-
nando de Alencastre, virrey duque de Linares, dejó a su sucesor, el marqués de
Valero, fechada en 1716 se señalaba: "La Hacienda Real tiene varios ramos (... ],
y todos j untos no alcanzan a cubrir las obligaciones de la asistencia al reino,
pues (... ] faltan ochocientos mil pesos cada año para cumplir los situados a pre-
sidios, misiones, vinos y aceites de ministros o curas, Armada de Barlovento y
otras cargas:' 1 º
Es decir, en la década de 1710 el fisco virreinal presentaba un notable déficit
para cubrir sus obligaciones en el reino de Nueva España y sus provincias adya-
centes, el Gran Caribe y Filipinas, que se puede estimar cercano a 26%, sobre unos
ingresos anuales estimados en unos 3 070 000 pesos. 11 Pero no sólo eso, a la falta
de recursos para atender estas obligaciones, Alencastre añadía la imposibilidad de
satisfacer ciertas reales órdenes según las cuales "el rey me manda le remita un
millón (de pesos] cada año". Un aspecto en torno al cual informaba al marqués
de Valero: "Sobre cuyo asunto tengo pedido a S. M. declare cuál es la obligación

7
Fernández, "Decreto'; 1977. Para la aplicación tardía, hasta 1744, de este decreto en Nueva
España, véase Sarrablo, Conde, 1966, pp. 259-260.
8
Para las exigencias fiscales derivadas de la guerra contra Gran Bretaña y su conexión con la
guerra de Sucesión austriaca ( 1740-1748 ), consú!tese Arto la, Hacienda, 1982.
9
Para la posición dominante del erario regio novohispano en el conjunto de las Indias durante la
segunda mitad del siglo xvn y a lo largo del siglo xvm, consú!tese Klein, Finanzas, 1994.
10
Torre, Instrucciones, 1991, t. II, p. 783. Cabe indicar que en todo el documento se ha actualizado
la ortografía de la época.
11
El dato preciso de ingresos, proporcionado por Joaquín Maniau en 1794, era de 3 068 410
pesos, y correspondía a los valores de las rentas de la Real Hacienda de Nueva España en el año
de 1712. Maniau, Compendio, 1914.

GENEALOGÍA, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 17


preferible a la satisfacción, pues si para lo principal faltan a cubrirla 800 000 pesos,
mal se puede atender a otras:'
A modo de símil, el corolario era que "la Real Hacienda se gobierna como la
de un mercader quebrado" en la que, intervenido por magistrados - papel desem-
peñado por el virrey- , sólo se podía atender el gasto "más urgente y ejecutivo': 12
Con un análisis muy similar al realizado en España por los ministros de
Felipe V durante los años de 1700 a 1715, las causas del desequilibrio se halla-
ban, según el virrey, en las exigencias fiscales de las guerras imperiales previas a
su gobierno, y en las obligaciones que tenía el erario con un número creciente de
empleados civiles ("magistrados"). A ello se añadían los estipendios religiosos y los
"socorros de España y otros pagamentos extraordinarios': 13
El segundo ejemplo procede de la carta remitida por Pedro Cebrián y Agus-
tín, virrey conde de Fuenclara, al marqués de la Ensenada, ministro de Indias, el
14 de marzo de 174 3. En la misiva, el virrey se hacía eco de una certificación de los
oficiales reales de la caja matriz de México en la que se indicaba que el real erario se
hallaba "alcanzado': ya que el valor anual de las rentas de las cajas reales de la capital
ascendía a 3 383 978 pesos, toda vez que los gastos anuales se elevaban hasta los
5 812 029 pesos, "de suerte que lo que viene a faltar" llegaba a los 2 428 051 pe-
sos.14 Un déficit anual, pues, superior a 40 por ciento.
En este contexto era una tarea casi imposible pretender que la Real Hacien-
da de Nueva España remitiese fondos de manera frecuente y copiosa a la Deposita-
ría de Indias, sita en Cádiz, y, por lo tanto, que fungiese como un soporte financiero
fundamental de la política internacional de la monarquía católica. Algo fundamen-
tal si, como hemos mencionado, tenemos en cuenta que, desde la finalización de la
guerra de Sucesión, la corona tuvo como uno de sus propósitos primordiales rever-
tir las consecuencias territoriales, financieras y mercantiles derivadas del Tratado
de Utrecht ( 1713), lo que implicó una actividad bélica casi constante. De hecho, la
guerra fue un~ nota común durante el reinado de Felipe V. 15

12
Torre, Instrucciones, 1991, t. n, pp. 783-784.
13
Idem. Para la presión ejercida durante la primera mirad del siglo xvm por los gastos de defensa
y la burocracia real en la península, entrevera esta con los intereses de un nutrido grupo de
arrendatarios y asentistas de rentas reales, consúltese Delgado, Aquiles, 2007.
14
Sarrablo, Conde, 1966, pp. 268-269. Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Reales
cédulas originales, vol. 64, exp. 48.
15
Que esta era la política de la corona con su fisco indiano, sin haber aquí distinción entre dinas-
tías gobernantes, queda de manifiesto en las instrucciones que recibió en 1696 el virrey conde

18 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


En este entorno de "penuriá: las autoridades metropolitanas adoptaron res-
puestas múltiples que abarcaron desde la realización de pesquisas, visitas parciales
y visitas generales, 16 pasando por la agilización de las tareas de revisión y glosa de
las cuentas de las cajas reales y las contadurías de rentas que realizaba el Tribunal
de Cuentas de México, 17 la reducción en la venalidad de los cargos de oficiales
reales y contadores, hasta la ampliación de la política de crear órganos especiali-
zados en la recaudación y gestión de rentas específicas (alcabalas, pulques, papel
sellado, azogue, etc.) o la promulgación de nuevos impuestos. 18 Todo ello se vio
complementado por las reiteradas órdenes que se emitieron para que se remitiese
al Consejo de Indias y a los secretarios del despacho homónimo una información
amplia y fi able sobre el estado del erario regio en Nueva España. Sobre este aspecto
es que versa el documento que estamos presentando aquí: las Relaciones de valores
y distribución de la Real Hacienda de Nueva España del quinquenio de 1744 a
1748, elaboradas por el Tribunal de Cuentas de México.

de Moctezuma, último gobernante novohispano de los Habsburgo (1696-1701), donde se le


ordenaba un severo control en los gastos en salarios, la recuperación de todos los atrasos en los
ramos del real erario y que se ideasen nuevos arbitrios para apoyar el envío de fondos a España.
Torre, Instrucciones, 1991, t. n, pp. 762-767.
16
Las décadas de 1720 y 1730 conformaron el núcleo temporal de unas visitas que pretendieron
combatir el contrabando de mercancías de particulares y de efectos de la corona (con una aten-
ción especial al azogue), así como los abusos y excesos de los oficiales reales (cobro de sobornos
y sobretasas, retención de los caudales reales para el uso privado de los oficiales, falta de super-
visión sobre los fi;i.dores de los arrendadores de rentas reales, etc.). Cabe señalar que la eficacia
de las acciones no derivaba tanto de lo que se recuperaba, ya que el monto solía ser escaso, al no
poder cobrarse muchas deudas y con unos tiempos muy·dilatados, sino en dos efectos que se
originaban con motivo de la comisión de visita o la pesquisa. Por una parte, la mejora general de
la recaudación durante el tiempo que duraban y, por la otra, la obtención de una rica informa-
ción que nutría a la autoridad virreinal y metropolitana sobre el desempeño del real erario. Un
juego en el que se ampliaban los interlocutores de la Real Hacienda en el espacio virreinal. Al
respecto, consúltense Gómez, Visitas, 1979, y Bertrand, Grandeza, 2011.
17
Para un panorama general del Tribunal de Cuentas de México durante el reinado de Felipe V,
véanse Navarro,"Real'; 1977, y Bertrand, Grandeza, 2011.
18
De especial relevancia en este punto fue la creación de la "Junta de Medios''. que funcionó entre
1727 y 1730, durante el gobierno del virrey marqués de Casafuerte, que tuvo como misión
primordial la búsqueda de fuentes adicionales de ingresos para el real erario novohispano. Esca-
milla, Intereses, 2011, pp. 229-275.

G ENEALOGÍ A, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 19


Principales antecedentes de las Relaciones de valores y distribución
de la Real Hacienda de Nueva España de 1744 a 1748

Como punto previo hay que señalar el papel que desempeñaba la contabilidad
como mecanismo de control por parte de las autoridades políticas y hacendarias
de la corona, en especial el Tribunal de Cuentas de México y el virrey, en el caso
de Nueva España, y del Consejo y los secretarios de Indias, en el de la metrópoli. 19
Bajo este criterio, cabe señalar que la contabilidad que llevaban los oficiales
reales de las cajas reales y los ministros de las contadurías de rentas de la Real
Hacienda de Nueva España se basaba en el llamado "método" de partida simple
de cargo y data. Unos registros que quedaban asentados en dos modalidades de
instrumento contable, a saber: los libros manuales y los libros comunes.
Mientras los libros manuales iban registrando por sus fechas las diversas
entradas y salidas de caudales en las cajas reales, según la fórmula de "cuenta y
razón'; los libros comunes procedían, primero, a la clasificación de los asientos
contables según los ramos del real erario (alcabalas, tributos, novenos reales, pul-
ques, etc.) y, segundo, en cada uno de ellos se ordenaban los asientos según las
fechas en que se realizaban las operaciones. Normalmente, al final de los libros
comunes aparecía el "sumario" de los ramos de cargo y data, el cual constituía la
pieza central de la "carta cuentá' que era remitida a las autoridades capitalinas y
metropolitanas al acabar el año. 20
Sin embargo, tanto los libros manuales como los comunes, así como las
cartas-cuentas ( resúmenes, por lo general anuales, de los cargos y datas de las cajas
reales y las contadurías de rentas que emanaban de los libros comunes) presenta-
ban una doble naturaleza. La primera, y más conocida, remitía a su función como
instrumentos contables en los que se recogían las entradas y salidas de caudales de
las diversas tesorerías que conformaban el real erario. La segunda, menos tratada,
el ser herramientas para el control de los oficiales reales que gestionaban dichos

19
En una renovada visión sobre la construcción de los aparatos de gobierno de las monarquías
europeas, con sus proyecciones en los espacios coloniales, durante la época moderna se ha ido
conformando una nueva historiografía de la contabilidad que, más allá del estudio de los instru-
mentos contables per se, se enmarca en una historia de las técnicas y mecanismos de control de
los poderes públicos. Al respecto, destacamos la obra colectiva coordinada por Anne Dubet y
Marie-Laure Legay. Dubet y Legay, Comptabilité, 2011.
20
Para esca división entre libros manuales y comunes, consúlrese Jáuregui, Real, 1999. Para la
recopilación de la mayor masa documental de la Real Hacienda en las Indias con base en los
sumarios de las cartas cuentas, véase TePaske y Klein, Ingresos, 1986-1988.

20 RELAC[ONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


recursos, quienes, a su vez, elaboraban estos documentos. Esta segunda caracterís-
ti:a amerita un tratamiento más pormenorizado.
En su Instrucción de 1784 para la introducción del sistema de partida doble,
Francisco Machado Fiesco, contador general de Indias, señaló la necesidad de esta-
blecer un sistema en el que la contabilidad se llevase según los conceptos de "debe
y haber'; lo que implicaba abandonar el modelo de "cargo y data'; que era el que
existía hasta entonces, ya que "el Cargo y la Data se contrae más comúnmente al
que lleva las cuentas, y así se pone en el Cargo lo que recibe, y en la Data pone lo que
paga. Pero Intituladas las cuentas con los nombres de los Ramos, son estos y no el
O ficial Real, los que se apersonan, y es más consiguiente usar el nombre de Debe
para cargarles lo que por ello se paga, y del Haber lo que se cobra por su cuenta:' 21
Bajo este criterio, los libros de cargo y data eran instrumentos de control
sobre el comportamiento de los oficiales reales en el manejo de los ramos del real
erario, con el propósito de personalizar e individualizar las posibles responsabili-
dades en el manejo de los fondos de la corona. D e ahí que tuvieran una nomenclatu-
ra judicial,22 según la cual el oficial real que recibía unos fondos que pertenecían a la
Real Hacienda o a un particular (por ejemplo, la fianza para el pago de gravámenes
- entre varias posibilidades-), se hacían cargo de ellos. 23 Por tanto, eran recursos
sobre los cuales adquirían una responsabilidad frente a una autoridad judicial su-
perior: el T ribunal de Cuentas de la ciudad de México. De igual forma, cuando
entregaban esos recursos a otra autoridad o a un particular y quedaba registrado
ese acto en una partida de la data, en ese momento se estaban "descargando" de la
responsabilidad que habían adquirido al recibirlos.
Las consecuencias de la doble naturaleza de los libros de cargo y data a
efectos de una contabilidad que pretendiese establecer los "verdaderos" ingresos y
los efectivos egresos del real erario eran mayúsculas, en la medida en que los re-
gistros no sólo mostraban el pago de las obligaciones fiscales de los causantes y los

21
Donoso,"Nuevo'; 1999, p. 824.
22
En 1590, Salvador Solórzano, en su obra Libro de Caxa y Manual de Cuentas de Mercaderes, y
otras personas con la declaración dellos, señalaba que la expresión "cargo" se utilizaba en "libros de
pliegos horadados y en cuentas que se toman por autoridad judicial". Idem. Las cursivas son mías.
23
La expresión "nos hacemos cargo" fue una constante en los libros de cargo y data de la Real Ha-
cienda. Así, por ejemplo, en el libro común de la caja de México de 1747 aparece: "Existencias.
En 7 de enero de 1747 nos hacemos cargo de cuatrocientos noventa y cuatro mil setenta y nueve
pesos cinco tomines y ocho y medio granos, que el día treinta y uno de diciembre del año próxi-
mo pasado de mil setecientos cuarenta y seis se hallaron existentes en esta Caja Real y en la Real
Casa de Moneda de esta Corte". AGN, Caja Matriz, 1329, f. 2. Las cursivas son mías.

G ENEALOGÍA, C ONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 21


gastos que realizaba la Real Hacienda en una tesorería sino también la recepción
de fondos procedentes de otras tesorerías y la salida de recursos hacia otras tantas,
además de ciertas contrapartidas entre ramos del real erario.
La consecuencia última de la doble naturaleza de los libros de cargo y
data y, como producto de los mismos, de las cartas cuentas de la Real Hacienda,
radicaba en que de su consulta global no se podía conocer el valor de los ramos
de la Real Hacienda, es decir, los ingresos, ni su distribución, es decir, los gastos
del real erario.
Ante esta problemática y con el propósito de obtener un panorama general
sobre el estado de la Real Hacienda en general, y del virreinato de Nueva España en
particular, es que se tiene que entender la elaboración de otra modalidad de docu-
mentos por parte de las autoridades hacendarías destinada a facilitar el conocimien-
to que demandaban y necesitaban las autoridades a la hora de determinar los ingre-
sos y egresos del real erario en los diversos territorios. Documentos que recibieron
diferentes denominaciones según la autoría y contenido, tales como certificaciones,
relaciones, informes o, simplemente, resúmenes de cuentas del real erario. Con la
presentación de algunos casos, incidiendo en su origen, autoría, temporalidad y con-
tenido pretendemos mostrar la continuidad, pero también las novedades, presentes
en las Relaciones de valores y distribución del quinquenio de 1744 a 1748.
En primer lugar, acudimos a la Relación de valores y cargas anuales de los
reinos de Nueva España y Perú elaboradas por Joseph Manuel de Liaño e Isi-
dro de Velasco Montoya, contadores del Consejo Real de las Indias en 1726. 24 ,
Ciñendo nuestra exposición a la sección denominada "Relación de los valores
de la Real Hacienda en las cajas reales de México y demás sufragáneas, con las
cargas anuales y sus residuos ...': se aprecian - como indica el título- tres obje-
tivos básicos de los contadores. En primer lugar, establecer los "valores': es decir
los ingresos de las cajas reales según sus rentas. Así, por ejemplo, en el caso de

24
Estas "Relaciones" son conocidas gracias a su aparición junto a un memorial que Alejandro de
la Vega, oficial de la Secretaría del Despacho Universal de Hacienda y antiguo componente
de la Junta de Guerra de Sevilla, elevó a Fernando VI (muy probablemente a instancias del
marqués de la Ensenada) en 1752, titulado: "Contiene cuatro puntos utilísimos y advertencias
conducentes al reparo de la Corona en materias de Real Hacienda expuestas y dedicadas a la
Majestad del Sr. Don Fernando 6° por D. Alejandro de la Vega''. Archivo Histórico Nacional
(en adelante AHN), Estado, libro núm. 917. Para una semblanza de Alejandro de la Vega y sus
ideas hacendarías, véanse Delgado, Aquiles, 2007, pp. 33-35 y 106, y Quimeras, 2009, pp. 82-95.
Para el contexto de estas "Relaciones'; en el marco del ascenso al poder de José Patiño, así como
sus repercusiones en Nueva España, consúltese Escamilla, Intereses, 2011.

22 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


la caja de G uadalajara se asentaba: "El ingreso de estas Cajas se compone de los
diezmos de plata de azogue y fuego, de los quintos del oro, del derecho de seño-
reaje, de tributos reales, alcabalas, azogues, Armada de Barlovento, media anata,
oficios vendibles, salings, mesadas eclesiásticas, papel sellado, vino de cocos y
otros accidentales:' 25
En segundo lugar, se determinaban los gastos fijos, es decir, "sin incluir los
accidentales" que en ese momento, y en la misma caja, eran: "Las cargas de estas
cajas son los salarios de la (Real] Audiencia, los de los oficiales reales, los de los
alcaldes mayores, los estipendios de doctrinas y misiones, el situado del presidio de
Santa Fe, cabeza del reino de la Nueva México, y del presidio de Sinaloa:' 26
Finalmente, se obtenía el saldo que, en caso de ser positivo, se convertía en
un "residuo" que era trasladado a la caja matriz de México: "De suerte que regulado
en la expresada forma su valor y cargas, parece importar su ingreso en cada un año
168 378 pesos 4 tomines y 7 granos, y sus cargas 115 184 pesos 4 tomines y 9
granos, y quedarán de residuo para enterarse en las cajas de México 53 193 pesos
.
7 tomines y 10 granos."27
A la luz de este contenido, es pateµte que las Relaciones de 1726 no utili-
zaban como base para la información del estado del real erario novohispano "el
cargo y la data" de las cajas reales sino "los valores y las cargas" que en un año
común tenían las rentas y las cajas reales. Todo ello con un propósito: determi-
nar los excedentes que, en última instancia, podrían ser diferidos al real erario
metropolitano.
Sin embargo, en esta panorámica general sobre la Real Hacienda en las
cajas reales de México y sus sufragáneas se pueden apreciar dos debilidades fun-
damentales. La primera, la fuerte agregación en los valores y las cargas, ya que
sólo se enumeraban los rubros y se apuntaba el monto total. La segunda, la plu-
ralidad y diversidad de fuentes a la hora de determinar los valores y las cargas,
es decir, los ingresos y los egresos del real erario. Así, los datos de la caja de
G uadalajara se originaban en una certificación de los oficiales reales de 1697, con
datos del quinquenio previo, en las relaciones de los oficiales reales de los años
1702 a 1704 y en un resumen de cuentas de 1712. Mientras esto sucedía en la
caja tapatía, en la de Zacatecas las fuentes eran las cuentas de los años 1699 a
1702 y 1704 y las certificaciones de los oficiales reales de 1711. En la de Durango

25
AH N, Estado, libro núm. 917, s. f.
26
Idem.
27
Ide m. Las cursivas son mías.

G ENEALOGÍA, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 23


eran las relaciones juradas de los oficiales reales del periodo 1719-1723 y en la de
México, por incorporar otro caso, eran los libros manuales de los oficiales reales
del periodo 1717 -1721. Es decir, no existía desglose ni homogeneidad en el ins-
trumento contable y en la temporalidad, de ahí que los montos de los valores y
las cargas del real erario que aparecían asentados en la relación de los contadores
del Consejo Real de las Indias de 1726 no pudiesen cumplir de forma solvente
con las funciones informativas y de control que se esperaba de ellas.
El segundo caso al que acudimos es la certificación de los oficiales reales de la
caja de México de 1731, elaborada a instancias del virrey marqués de Casafuerte.
El propósito de este documento consistía en mostrar a las autoridades metropoli-
tanas el hecho de que, tras diez años detentando el cargo de virrey, la salud finan-
ciera del virreinato había mejorado como resultado, por una parte, del incremento
en los ingresos y, por la otra, del control y la reducción del gasto ordinario. 28
En principio, el decreto virreinal sólo implicaba la comparación de los da-
tos de 1721 con los de 1731, sin embargo los oficiales reales presentaron una
certificación de los ingresos de la caja matriz mucho más extensa, al presentar los
datos de cuatro quinquenios consecutivos (1711-1716, 1717-1721, 1722-1726
y 1727 -1731), con lo cual pretendían contrastar el desempeño del real erario
novohispano durante la década de gobierno de Casafuerte con el decenio previo.
Asimismo, la certificación estuvo acompañada de una certificación de los "aho-
rros" y de ciertos documentos que mostraban una mejoría en el control aduanal
(era el caso de los comisos de contrabando realizados en los puertos de Veracruz
y Acapulco). El resultado era notable. Por el lado de los ingresos originados en
los remates de asientos, rentas y oficios, así como en los productos de los ramos
de Real Hacienda que reconocían a la caja matriz, la recaudación en los dos
últimos quinquenios se había elevado en 543 280 pesos, mientras que con mo-
tivo de los "ahorros que ha tenido la Real Hacienda" en minoración de plazas y

28
Como señalaron los ministros de la caja real: "Los oficiales reales de la Real Hacienda de esta
Nueva España, y caja de México, por el Rey N.S. (que Dios guarde) en obedecimiento del
Superior Decreto del Excmo. Sr. Marqués de Casafuerte, caballero del Orden de Santiago, co-
mendador de Adelfa en la de Alcántara, del Consejo de S.M. en el Supremo de Guerra, Capitán
general de los Ejércitos, virrey, Gobernador y Capitán general de esta Nueva España, y presiden-
te de la Real Audiencia, de ella, de diez y ocho de agosto de este presente año, en que nos manda
que respecto a lo conveniente que es el que se tenga presente el estado en que se hallaban los
ramos de Real Hacienda en fin de diciembre de mil setecientos y veinte y uno, y el que tienen al
presente, hasta fin de diciembre de corriente año para deducir el aumento que se haya reconocido
en ellos:' AGN, Impresos oficiales, vol. 2, exp. 2. Las cursivas son mías.

24 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


sueldos de presidios internos, en las compañías de infantería y caballería, en la
guarnición del real palacio y en los gastos para el apresto, carena y tornaviaje del
G aleón de Filipinas, lo ahorrado ascendía a 195 184 pesos 2 reales. De forma
que "de la suma al margen, monta el aumento anual y el ahorro que producen las
citadas certificaciones, los mismos setecientos treinta y ocho mil cuatrocientos
sesenta y cuatro pesos tres tomines dos granos [ ... ] lo cual se hace para la más
breve y clara inteligencia, por ser el fin, el saber el Aumento general y Anual que
de todo resulta:' 29
La voluntad de comprobar la buena gestión del erario regio bajo el gobierno
de Casafuerte es notoria en este colofón, así como sus debilidades.
En el caso de los ingresos, lo único que hicieron los oficiales reales de la
caja matriz fue consignar los cargos que aparecían en los libros comunes de la caja
real, por lo tanto no se hizo distinción entre los ingresos (o valores) que indicasen
un verdadero incremento del real erario y los cargos de los oficiales reales de la
tesorería mexicana que, como ya señalamos, bien podían mostrar esos valores pero
también las remesas originadas en otras tesorerías o los cargos por contrapartidas
de la data en varios ramos, como en el caso de los depósitos. Es decir, simplemente
copiaron los sumarios de cargo de las cartas cuentas. 30
Por lo que hace a los gastos, en lugar de mostrar su volumen total y su dis~
t ribución durante los quinquenios considerados, los oficiales reales se limitaron
a señalar "los ahorros" logrados a partir de las reducciones en las plazas militares
existentes y en la minoración de los sueldos estipulados en las ordenanzas. Con
ello no se podía percibir si, efectivamente, durante el gobierno del virrey Casafuer~
te se había producido una minoración en los egresos ordinarios y, por lo tanto,
q edaba un remanente superior susceptible de ser remitido a la metrópoli.
El tercer ejemplo, mucho más relevante por sus implicaciones futuras, fue~
ron las Relaciones de valores y distribución del quinquenio de 1739 a 1743, que
realizó el oidor de la Real Audiencia de México, Fernando Dávila de Madrid, a
instancias del virrey conde de Fuenclara. Aquí se hace necesaria una contextuali~
zación más prolija.

29
Idem .
30
Este resultado se obtiene de la simple comparación entre la certificación de los oficiales reales de
la caja de México de 1731 y los sumarios de cargo asentados en las cartas cuentas de la misma
tesore ría recopilados por John J. TePaske y Herbert S. Klein. TePaske y Klein, Ingresos, 1986-
1988.

G EN EALOGÍA, C ONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 25


Después de tomar posesión del cargo de virrey en julio de 174 2, Pedro de
Cebrián y Agustín, conde de Fuenclara, enfrentó las contingencias derivadas de la
guerra contra Gran Bretaña. Un conflicto, como vimos, de alta intensidad en las
Indias que venía de 1739 y que estaba provocando la elevación de los gastos de
guerra. 31 En este contexto, y tras haber recibido a principios de la década de 1730
los informes favorables sobre la situación del real erario novohispano por parte
del virrey marqués de Casafuerte, las autoridades metropolitanas veían ahora que
las noticias no eran tan halagüeñas. En especial, como tratamos al inicio de esta
exposición, sobresalía la misiva enviada por el virrey Fuenclara al marqués de la
Ensenada, ministro de Indias, en marzo de 1743, en la que se señalaba que las cajas
reales de México mostraban un déficit anual de 2 428 051 pesos. 32
Para disgusto del virrey, el marqués de la Ensenada le informó que dicha
carta no había sido del agrado del monarca "por la confusión, poca legalidad, nin-
guna justificación y muchos falsos supuestos con que la formaron" los oficiales rea-
les de la caja de México. En vista de todo ello, la corona, por conducto del ministro
de Indias, le ordenaba en mayo de 1744 el siguiente cometido:

He resuelto, a consulta de mi Consejo de las Indias [... ] que se proceda al examen


y averiguación de los libros y papeles del cargo de los enunciados oficiales reales de
las cajas de esa ciudad, liquidando y confrontando el verdadero estado de los valores
de mi Real Hacienda de esas provincias; y que se formen relaciones de todo, con
distinción de ramos y para que se remitan al referido mi Consejo la noticia de lo
que resultare de estas diligencias, a fin de tomar en su vista las providencias que
más convengan. 33

Como la principal preocupación en el momento eran los negocios de la


guerra con Gran Bretaña, el monarca estableció una terna de sujetos que consi-
deraba eran aptos para cumplir el encargo. La composición y prelación fue como
sigue: Francisco Fernández Molinillo, del Consejo de Indias, que había viajado con
Fuenclara desde España en 174 2 para apoyarlo en las tareas de Hacienda y en las
de la Secretaría del virreinato; Fernando Dávila de Madrid, oidor de la Audien-
cia de México, y Antonio Andreu, fiscal del crimen de dicho tribunal. Tras haber

31
Para los eventos bélicos del conflicto, consúltese Cerdá,"Guerrá; 2008.
32
AGN, Reales cédulas originales, vol. 64, exp. 48.
33
Carca del marqués de la Ensenada al virrey Fuenclara firmada en Aranjuez a 15 de mayo de
1744. Idem. Las cursivas son mías.

26 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


declinado Fernández Molinillo, la tarea fue asignada al oidor de la audiencia mexi-
ana, quien, efectivamente, llevó a buen puerto la real orden.
Las decisiones adoptadas por Fernando Dávila de Madrid marcarían mu-
chos de los informes que se realizarían en los años siguientes sobre el estado de la
Real Hacienda de Nueva España. Una de las primeras fue establecer la tempora-
lidad del informe. Se optó por presentar los datos de un quinquenio, frente a la
mezcla de tiempos que había en la Relación de valores y cargas anuales de los con-
tadores del Consejo de Indias de 1726 o la comparación mucho más amplia (por
decenios) de la certificación de los oficiales reales de la caja de México de 1731. Los
años escogidos fueron de 1739 a 1743.
En segundo lugar se determinó la territorialidad del informe. Se desechó
aportar datos de un área vasta, como ocurrió con el informe de 1726, que agrupó
los datos por virreinatos en sentido lato, lo que derivó en que, por ejemplo, los va-
lores y las cargas de las cajas reales del reino de Nueva España, así como los de sus
cajas sufragáneas, apareciesen junto a los valores y las cargas de las cajas reales de la
capitanía general de Guatemala (Comayagua - Honduras-, Nicaragua, Sonsonate
y Guatemala) y los de las cajas reales que en la época del informe recibían remesas
desde Nueva España, los denominados situados (Filipinas, Santiago de Cuba, La
H abana, Puerto Rico, San Agustín de la Florida y Santo Domingo). 34 De igual
fo rma, se evitó limitar la información a los datos de caja matriz de México, omi-
tiendo pues la información del resto del reino, como realizaron los oficiales reales
de la caja de México en la certi4cación de 1731. La opción de Fernando Dávila de
Madrid consistió en establecer un criterio jurídico-fiscal, a saber: incluir la infor-
mación de todas las cajas que estuviesen sometidas al control directo del Tribunal
de Cuentas de México, lo que delimitaba un territorio formado por el reino de
México y las provincias "adyacentes" (ese era el término empleado en la época) de
N ueva Galicia, Nueva Vizcaya, Tabasco y Yucatán.
En tercer lugar, el oidor descartó construir su informe a partir de los "cargos
y datas" de las cajas reales, ya que con ello no se atendía a la exigencia real que bus-
caba tener "el verdadero estado de los valores de mi Real Hacienda de esas provin-
cias': De ahí que el informe que elaboró se titulase "Relaciones de valores y distri-
bución de la Real Hacienda de Nueva España en el quinquenio de 1739-1743':3 5

34
Para una renovada historiografía sobre los situados en el imperio español, consúltense Marichal
y Grafensrein, Secreto, 2012, y Carrara y Sánchez, G~1erra, 2012.
35
Lamentablemente no hemos podido hallar estas relaciones en las búsquedas que hemos efec-
tuado en el Archivo General de Indias de Sevilla, en el Archivo General de la Nación de México

GENEALOGÍA, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CON TABLE 27


Finalmente, en cuarto lugar, el oidor acompañó su informe con un conjunto
de relaciones en las que se determinaban las cédulas y órdenes reales, así como los
mandamientos virreinales a partir de los cuales se efectuaban los distintos pagos
con cargo al real erario novohispano. Es decir, cómo se distribuían los valores de la
Real Hacienda.
Por los datos recabados en las relaciones del cuaderno de mercedes y situa-
dos que pagaba el real erario novohispano, sabemos que Fernando Dávila de Ma-
drid todavía estaba recabando y asentando información en 1746, dos años después
de haber recibido la instrucción. 36 Consideramos que el documento pudo haberse
remitido a España a finales de ese mismo año o bien en 1747. Sin embargo, de lo
que sí tenemos constancia es del hecho de que dichas relaciones motivaron una
consulta del Consejo de Indias al marqués de la Ensenada, ministro de Indias, en
j ulio de 1748. 37
Con estos tres ejemplos se pueden apreciar los problemas que tenían las
autoridades virreinales y metropolitanas para obtener una información veraz,
transparente y de fácil uso que les mostrase el estado general del real erario novo-
hispano. Asimismo, se constata cómo en aras de obtener dicho panorama se fueron
ensayando diversas modalidades de reportes ( relaciones, certificaciones, etc.), así
como distintos interlocutores (los contadores del Consejo de Indias, los oficiales
de las cajas reales, los oidores de la Audiencia de México). Hacia mediados del si-
glo xvm parecía que se había dado con una modalidad, las relaciones de valores y
distribución, que venía a cumplir con las exigencias de información que arribaban
de los ministros de Indias. En este contexto es que cabe entender la elaboración del
documento que estamos presentando aquí.

y en el Archivo Histórico Nacional de Madrid. Toda la información que aquí aportamos se ha


obtenido a partir de correspondencia entre diversas autoridades de Nueva España y de estas con
las de la metrópoli, así como de escuetas referencias que en ciertos decretos y órdenes reales se
hacen a dicho informe. Sólo hemos podido localizar dos de las secciones que componían las Re-
laciones de valores y distribución de 1739-1743: las relaciones de juros y las de mercedes y situados
que satisfacía la Real Hacienda de Nueva España. Al respecto, consúltese Archivo General de
Indias (en adelante AG r), México, leg. 1958.
36 Así se trasluce de alguna de las escrituras que aparecen en los cuadernos de mercedes y simados.
Idem.
37
AGI, México, leg. 2027, f. l.

28 RELACIONES DE VALORES y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


Las Relaciones de valores y distribución de todas las rentas reales en el
reino de la Nueva España, sus provincias adyacentes de la Nueva Galicia,
N ueva Vizcaya, las de Yucatán y Tabasco. Sacadas de los libros comunes y
concordantes de las cuentas de cada caja, con individualidad de ramos y de sólo
lo verdaderamente cobrado y distribuido por un quinquenio (1744-1748)

T ras mostrar algunos de los principales antecedentes que precedieron a la realiza-


ción del informe sobre el estado de la Real Hacienda de Nueva España durante el
quinquenio de 1744 a 1748, sintetizamos a continuación los hechos más relevan-
tes que se produjeron en el proceso de realización de dicho documento y a estruc-
turar, a modo de índice, su contenido.

I. REALE S ÓRDENES, DECRETOS, REPRESENTACIONES Y RECEPTAS QUE

P RECED IE RON A LAS RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE 1744 A 1748

En una carta del marqués de la Ensenada a Juan Francisco de Güemes y Horcasi-


tas, conde de Revillagigedo, virrey de Nueva España, fechada el 24 de septiembre
de 1748, se le notificaba la decisión tomada por el monarca, en julio de dicho año,
en el sentido de que procediese a la elaboración de una noticia sobre el estado del
real erario novohispano que diese cuenta del quinquenio que iba de 1744 a 1748,
siguiendo la conformidad del informe elaborado por el oidor Fernando Dávila de
Madrid para el lustro previo. Asimismo, para facilitar la tarea, se ordenaba que
dicho oidor pasase "desde luego todos los papeles, documentos y minutas que se
hayan tenido presentes para la formación del expresado quinquenio (1739-1743]
al Tribunal mayor de Cuentas de esa ciudad, para que en él se tengan y conserven
con la custodia que corresponde". 38
Una vez asentada la orden real, se manifestaba el procedimiento a seguir:

Q ue con arreglamiento al método, circunstancias y claridad con que se hizo el re-


ferido quinquenio, haga VE se forme por el expresado Tribunal de Cuentas, con
la mayor exactitud, el correspondiente, desde 1° de enero de 1744 hasta fin de di-
ciembre del presente de 1748, de suerte que por él se venga en pleno conocimiento
de los ramos de Real Hacienda, sus productos en cada año, caja en que entraron,
obligaciones de ellas, gastos ordinarios y extraordinarios, con las demás circuns-

38
AG N , Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f.

GENEALOGÍ A, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOC UMENTO CONTABLE 29


rancias, notas y prevenciones que se consideraron necesarias a la mayor claridad y
distinción de cada caja. 39

Es decir, un nuevo encargado, el Tribunal de Cuentas de México y no la Real


Audiencia, debía acometer la tarea. Destaca sobremanera la insistencia en el tipo
de información requerida, la cual debía aportar "exactitud': "pleno conocimiento':
"claridad y distinción". Por la sola reiteración en este perfil cabe apreciar los pro-
blemas que tenían las autoridades metropolitanas para conocer el estado del real
erario en las Indias.
La transmisión de la información también quedaba apuntada de forma pre-
cisa en la carta de Ensenada al ordenar que el Tribunal de Cuentas de México
debería enviar por triplicado dichas relaciones al virrey y este haría lo propio al
monarca por medio del ministro de Indias. Es decir, "las noticias" deberían llegar
de forma directa a Ensenada sin pasar previamente por el Consejo de Indias, de
manera que sólo él informaría al soberano.
Además de la propia búsqueda de información, en la carta de Ensenada a
Revillagigedo se señalaba otra motivación. Tras conocerse el "verdadero" estado
del real erario en cuanto a valores y distribución, el ministro de Indias esperaba
del virrey que procediese a una reducción de los gastos que se cargaban a la Real
Hacienda de Nueva España. No sólo de aquellos extraordinarios ocasionados
con motivo de la guerra de la Oreja de Jenkins, sino también de "los que no se
considerasen precisos': es decir, había que reducir los gastos ordinarios. Para ello
ya se contaría con un pa~ámetro a partir del cual se podrían comparar los resul-
tados: las relaciones del quinquenio de 17 44 a 1748, de manera que "en adelante
la Real Hacienda [pudiese estar) con menos cargas que las que demuestren en el
referido quinquenio': 40
Tras conocerse la orden real apareció un decreto del virrey, fechado el 17 de
febrero de 1749, en el que se ordenaba al Tribunal de Cuentas la confección de las
relaciones. De igual manera, se mandaba que el oidor Dávila de Madrid pasase los
papeles, documentos y minutas empleados para el informe del quinquenio anterior.
Como derivación del decreto virreinal, el Real Tribunal de Cuentas de Mé-
xico emitió a su vez un decreto, con fecha del 26 de febrero de 1749, en el que

39
Idem. Las cursivas son mías.
40
Mientras no se indique lo contrario, todas las citas se refieren a la misma fuente: AGN, Archivo
Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f.

30 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


encargaba a una dependencia específica el cumplimiento de la real orden: la mesa
'e memorias del tribunal, compuesta por contadores ordenadores.
El T ribunal de Cuentas, como máxima instancia fiscalizadora de las actua-
ciones de los oficiales y ministros de las diferentes cajas reales, contadurías de ren-
tas y de la Real Casa de Moneda de Nueva España, era un organismo compuesto
por 26 miembros en 1744. La cima del tribunal la ocupaba el regente, una figura
que estaba encargada de dirigir el régimen interno de la institución y de mantener
las relaciones con el resto de dependencias de la Real Hacienda, en especial con los
oficiales de las cajas reales y la Real Casa de Moneda. 41 Inmediatamente después
se hallaban los cuatro contadores de cuentas ( también denominados contadores
mayores), quienes debían auditar las cuentas anuales presentadas por los oficiales
de las cajas reales, las contadurías de rentas y la ceca mexicana. A la par de estos
cargos se encontraba el alguacil mayor, proveído de vara de justicia. El siguiente
escalón era ocupado por cuatro contadores de resultas quienes inicialmente tenían
la encomienda de glosar las cuentas atrasadas. Sin embargo, poco a poco, durante
el siglo XV II, se fueron encargando también de apoyar en la glosa de las cuen-
tas que se presentaban anualmente; algo que en principio era un cometido de los
contadores mayores. En quinto lugar hallamos seis contadores ordenadores que,
como su nombre indica, se encargaban de organizar la documentación presentada
por los oficiales reales de las cajas reales y de las contadurías según la normativa,
de forma que esta quedase expedita para ser auditada por los contadores mayores
y de resultas. Por debajo de estos cargos ( regente, contadores de planta y alguacil
mayor) se hallaba el personal de apoyo del tribunal en materia contenciosa y ad-
ministrativa (era el caso del tesorero de gastos de estrados, el contador ordenador
interino y el portero).
Los dos contadores ordenadores designados para llevar adelante las relacio-
nes fueron el contador propietario Santiago Abad y el contador supernumerario
Juan Joseph Ortiz, que estaban encargados de las mesa de memorias y alcances. Se
trataba, pues, de sujetos que ocupaban los lugares menos destacados en términos
de rango y salario en el Tribunal de Cuentas de México a mediados del siglo xvm,
sin contar al personal subalterno. 42

41
Fonseca, Auditoría, 2007, pp. 85-122.
42
Para apreciar e:I desempeño de estos contadores a mediados del siglo xvnr, consúltense AGN,

Indiferente virreinal, caja 133, exp. 22 y caja 6007, exp. 114, y AGN, Reales cédulas originales,
vol. 71, exp. 97 y vol. 234, exp. 66.

GENEALOGÍ A, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 31


A continuación de este decreto del Tribunal de Cuentas, apareció una
representación de los contadores de la mesa de memorias de dicha instancia,
fechada el 7 de marzo de 1749, en la que tomaban nota del encargo encomen-
dado ("la formación de la certificación del quinquenio que se pide por SM de
todo lo que han producido sus rentas en esta Nueva España, y también de todas
las cargas, a que están afectas, comprehensivo desde primero de enero de 1744
hasta fin de diciembre de 1748"), al igual que la instrucción de seguir el "méto-
do, circunstancias y claridad" que empleó Fernando Dávila de Madrid. En esta
representación resalta la manifestación hecha por los contadores ordenadores en
la que señalaban que no eran precisos los documentos empleados por el oidor de
la Audiencia de México, ya que en el propio tribunal "se hallan los instrumentos
de donde hemos de sacar lo concerniente a ella, pues están todas las cuentas de
las cajas de esta Nueva España".
La referencia es importante ya que pone de manifiesto tres hechos. En pri-
mer lugar, la existencia de un organismo capaz de concentrar la información fiscal
de todo el virreinato en la medida en que el conjunto de las cajas reales y con-
tadurías de rentas estaban obligadas a remitir su contabilidad (copias de libros
manuales y comunes, así como de las cartas cuentas) al Tribunal de Cuentas de
México. En segundo lugar, el hecho de que, a mediados del siglo xvm, la función
de revisión y glosa de la contabilidad de las tesorerías novohispanas no presentaba
retraso. Algo que contrastaba con los enormes rezagos (en ocasiones superiores
a dos décadas) que había a principios del siglo xvm. 43 En la medida en que ha-
bía mejorado la eficiencia del tribunal era que podía emprender desde sus propias
fuentes de información la realización del informe solicitado por el marqués de la
Ensenada. Todo ello, y como tercer factor, aportaba una gran homogeneidad a las
fuentes que iban a servir de base para la tarea.
La única petición que efectuaron los contadores ordenadores fue la de que el
virrey emitiese una recepta 44 según la cual el oidor Fernando Dávila de Madrid les
remitiese el tanto o la copia de la certificación que realizó sobre el quinquenio de

43
Bertrand, Grandeza, 2011, pp.148-150 y 174-175, y Navarro,"Real'; 1977.
44
En la edición de 1803 del diccionario de la RAE se indican varios significados: "libro en que se
asientan las condenaciones pecuniarias hechas por algún consejo'; "Lo mismo que receta, orden
que por escrito, etc:'; "Lo mismo que receta, por la relación de partidas que se pasan de una con-
taduría a otrá'. Real, Diccionario, 1803, p. 721. En el contexto de las Relaciones de 1744-1748 se
refiere a una orden escrita.

32 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


1739 a 1743.45 Una instrucción que el Tribunal de Cuentas emitió con fecha de 7
de marzo de 1749, y que fue cumplida por el oidor en abril de ese año.46
En poco más de seis meses y medio estuvo todo dispuesto para que la real
orden de Fernando VI, transmitida por el ministro de Indias al virrey de Nueva
España, pudiese empezar a ejecutarse. En este sentido es de suma importancia
atender a las decisiones adoptadas por los contadores Santiago Abad y Juan Joseph
Ortiz con miras a cumplir el mandato de la corona. En la medida en que no siguie-
ron en toda su extensión el método y circunstancias que empleó Dávila de Madrid,
se vieron obligados a introducir una extensa explicación como preámbulo a las
relaciones de 1744 a 1748 en la que mostraron cómo se había procedido. A esta
sección nos referimos a continuación.

n. ExPLI CACIÓN DEL "MÉTHODo" DE LAS RELACIONES DE VALORES

Y DISTRIB UCIÓN DE 1744 A 1748

El título de esta sección es de destacar, y así lo hicieron los propios contadores


cuando la rotularon: "Explicación del Methodo que llevan y del orden y partes de
que se componen estas Relaciones de valores y distribución de la Real Hacienda,
en el quinquenio desde 1° de enero de 1744 hasta fin de diciembre de 1748:'47
Como indica el encabezado, los contadores creyeron conveniente explicar
cómo se llevaban las cuentas de las cajas reales, posteriormente cuál era la diferen-
cia que había entre cargo y valor de las rentas y entre data y distribución de caudales
para, a continuación, evidenciar el resultado de emplear unos u otros conceptos.
Tras ello, los ministros de la corona pudieron sintetizar el contenido de las cuentas
de las cajas, la razón de que se hubiesen elaborado ciertos extractos que resumían
la información y, finalmente, la realización de un cotejo o comparación entre los
resultados de las relaciones de 1744-1748 con los del quinquenio anterior.
En torno a la forma en que se llevaban las cuentas de las cajas reales, los
contadores indicaron:

45
AG N, Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f.
46
Para apreciar los términos en los cuales Fernando Dávila de Madrid cumplió el decreto del
Tribunal de Cuentas de México, consúltese AGN, Indiferente Virreinal, caja 5381i exp. 52.
47
AG N, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Las cursivas son mías. En la edición de

1734, el Diccionario de la Real Academia señalaba: "Methodo. F.m. El modo, orden y arte de
obrar, discurrir o enseñar. Es voz latina Methodus." Reali Diccionario, 1734, t. IV, p. 561.

GENEALOGÍA, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS UE UN DOCUMENTO CONTABLE 33


En fin de cada año se observa inviolablemente hacer ajustamiento y corte de caja en
cada una de las cajas de esta Nueva España y provincias adyacentes de las cuentas
de sus oficiales reales, concertando los cargos y las datas, y cerrando las que han
corrido de todo el año, y lo que sobre puja del cargo a la data de existencias, se
repiten cargo, por primera partida en la del subsecuente año, por darlas en data en
el anterior.

Es decir, bajo el sistema de partida simple y de articulación de los instru-


mentos contables a partir de las categorías "cargo y data'; se disponía un sistema
de cuentas anuales. Tras ello, venía la explicación de ambos conceptos y sus di-
ferencias con los de valor y distribución, lo cual constituye uno de los principales
méritos del documento que estamos presentando. Así, al tratar sobre los "cargos';
los contadores ordehadores afirmaron:

Los cargos son de diverso origen y emanación, siendo el primero el de las existencias
del año antecedente, el segundo es de los productos de las rentas corrientes y acci-
dentales, el tercero es de aquellos caudales que reciben unas cajas, enviadas de otras,
el cuarto es de los suplementos o préstamos que entran en las cajas y el quinto es de
las contrapartidas de las datas; suponiendo que de estos cinco diferentes cargos, solos
los dos primeros de existencias y productos es el caudal verdadero y efectivo, porque los
tres posteriores son de precisión para la buena cuenta de los oficiales reales. 48

Es decir, el ingreso "verdadero y efectivo" se componía de las existencias del


año anterior y de los productos de las rentas de la corona, no así de las remesas
entre tesorerías, ni de las contrapartidas de datas, ni de los préstamos. Dejando
ahora la complejidad que implica el no considerar los préstamos como un ingreso,
los contadores reales afirmaron que las remesas y las contrapartidas de datas eran
"para la buena cuenta de los oficiales': Es decir, asientos contables que registraban
el movimiento de los caudales y las compensaciones entre los cargos y las datas.
Lo propio acontecía con las datas. Sobre ellas, los contadores Abad y Ortiz
afirmaron:

Lo mismo milita con las datas, que también emanan de diversa naturaleza: siendo
la primera de lo que realmente se consume en las cajas y pensiones que tiene la Real
Hacienda en estos Dominios, incluso lo que se destina para los Reinos de Castilla;

48
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Las cursivas son mías.

34 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


la segunda es de aquellos caudales que se remiten de unas cajas a otras, la tercera
es de las devoluciones de los préstamos o suplementos, y la cuarta es por contra-
partidas de cargos; y de todas estas diversas datas, sólo la primera es la verdadera,
por ser lo que realmente se consume en pagamentos y otras distribuciones, pues las
otras tres aunque son precisas e indispensables para las formalidades de las cuen-
tas, verdaderamente no son consumos, porque una es de caudal, que aunque sale de
unas cajas, vuelve a entrar en otras; otra es de los que se devuelve por lo que antes se
prestó y la otra es para igualar los cargos por contrapartida, y ni los cargos y datas
de estas naturalezas no le añaden ni minoran a la Real Hacienda.

Los efectos de una contabilidad construida a partir de estos conceptos era


de grandes proporciones si comparamos los totales de cargo y data asentados en
los libros comunes de las cajas reales novohispanas del quinquenio 1744-17 48 con
las cantidades consignadas como valor y distribución en las Relaciones de ese mis-
mo quinquenio. Así, ciñendo nuestro ejemplo a la variable del cargo, tenemos el
panorama que se muestra en el cuadro l.
Sin entrar ahora en los pormenores de un cuadro que refleja las cuentas del
quinquenio de 1744 a 1748, es palpable el impacto de una contabilidad que no sólo
registraba los ingresos fiscales obtenidos por las tesorerías reales en sus distritos
sino también el movimiento de caudales entre las cajas reales y las compensaciones
entre partidas contables, además de las existencias y los préstamos. Frente a un in-
greso efectivo de, aproximadamente, 29 millones de pesos durante el quinquenio
citado, los libros de cargo y data consignaban una suma superior a los 61 millones y
medio. Esa era la cantidad que reflejaban los libros de cargo y data y, por lo tanto, las
cartas cuentas. De ahí su "inutilidad" para conocer el verdadero valor de los ingresos
del real erario. 49 La misma situación ocurría con las datas respecto de los egresos. 50

49
Esta afirmación debe ser matizada, ya que no es lo mismo trabajar con las cartas cuentas de una
caja específica que con las elaboradas para el conjunto de las tesorerías novohispanas. Mientras
que la posible doble contabilidad y las contrapartidas entre el cargo y la data se pueden controlar
de forma más o menos sencilla, mediante la desagregación de ciertos ramos (v. g., remesas de ... ,
envíos de ... , buenas cuentas, real hacienda en común, etc.), esa operación se vuelve casi imposible
sin acudir a los libros comunes de cargo y data si lo que se pretende es obtener una visión de
conjunto del erario virreinal.
50
La constatación de esta problemática, con el llamado a combinar de forma integral las cartas
cuentas y los libros de cargo y data, ha sido reiterada por la historiografía, empezando por los
propios pioneros en la sistematización de las cartas cuentas: John Jay TePaske y Herbert S.
Klein. Al respecto, consúlcense Serrano,"Metodología'; 2006, y Folchi y López,"lngresos'; 2010.

GENEALOG Í A, CONTENI-DO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 35


Cuadro l. Composición del cargo total de las caj as reales de la Nueva España y sus provincias adyacentes,
1744-1748 (en pesos)

Producto de las Remisiones en tre


jas Ex istencias rentas caJas Préstamos Contrapartidas Total

adalajara 1133 248.2 1133 248.2


catecas 4 965.3 1700093.5 1705059.1
anajuato 260 555.6 2 905 927.6 3 166 483.4
rango 202113.3 1202 598.4 1404 712.0
mbrerete 22 621.7 561 716.2 584 338.1
chuca 28 428.7 645 077.6 673 506.6
n Luis Potosí 9 485.0 281175.1 290 660.2
mapán 18 514.6 218 274.5 236 789.4
basco 27 924.0 27 924.0
mpeche 19 513.4 233 215.1 41113.3 15 800.0 309 642.1
érida 13 454.1 216 001.7 8 000.0 10 550.0 248 006.1
apulco 12 785.2 306 792.1 279 463.2 599 040.6
sa de Moneda 1668 323.4 3 563 163.5 5 231487.2
xico 747 071.4 12 208 364.4 9 450 871.7 1 708 350.0 25 659.1 24 140 317.1
racruz 248 380.4 2 578 697.1 16 828 591.3 70 000.0 768 962.1 20 294 631.2
que no entró en cajas 1277 668.4 1277 668.4
tal 3 256 214.3 29 059 939.5 26 608 040.0 1804 700.0 794 621.2 61 523 515.4

Fuente: "Mapa demostrativo de todos los caudales que han entrado en todas las cajas de la Nueva España y sus provincias adyacentes·; AGN, Archiv
stórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Se han omitido los granos. El orden de las cajas es el que aparece en el documento.
Bajo estos parámetros cabe entender el resultado al que llegaron los conta-
dores ordenadores a fin de aportar la información que solicitaba la corona: "Con
cuya suposición, y para que sólo queden en estas Relaciones los verdaderos caudales y sus
distribuciones se entresacarán las partidas que proceden de existencias, remisiones,
préstamos y contrapartidas, que unidas e incorporadas se hallarán en las cuentas de
los oficiales reales, y se asentarán con separación en notas a las finales de cada caja. 51
Una vez explicada la diferencia entre cargo/ data y valor/ distribución, y ha-
biendo dejado asentado que se iban a consignar estos últimos conceptos, Santiago
Abad y Juan Joseph Ortiz describieron cómo construyeron la contabilidad de las
distintas caj as reales del erario novohispano.
En primer lugar, se manifestó la existencia que hubo en diciembre de 174 3
en cada caja real o tesorería. Luego, se llevaron las cuentas de la caja "continuado y
sucesivo de año en año y ramo por ramo, 52 el verdadero y real producto del quinque-
nio, así de lo que entró en las cajas, como de aquel que se le dio expendio sin recono-
cerlas, por órdenes de los virreyes". Posteriormente aparecía la suma del quinquenio
y, tras ello, "la agregación (donde la hubiere con notas) de aquel caudal ya referido y
obrado en fin de 174 3, de los recibidos por vía de suplementos, remisiones de otras
cajas, y los cargos de contrapartidas, que los oficiales se hicieron': Esta agregación
se realizaba no porque fuese "real y efectivo producto del quinquenio': sino porque
las cifras del valor y distribución consignadas en la relación estaban "desunidas de
entre los cargos y datas, para contestación y conformidad con los libros de dichos
oficiales reales y sus cuentas¡ cuya integridad y precisión hace necesario un aumento
de caudal y distribución mental, y escripto (sic], no físico y real':5 3
A continuación, los contadores explicaban el contenido del término "con-
trapartidas': Por este rubro cabía entender un asiento contable que registraba un
mero movimiento de caudales que duplicaban los cargos y las datas, sin constituir
por ello un verdadero ingreso o egreso. En este sentido, señalaron: "Y lo mismo es
en las contrapartidas, porque si entra una cantidad a la caja en depósito se hacen
cargo de ella los oficiales reales en este ramo, y la dan en data luego que se le da apli-
cación, volviéndose a hacer cargo de ella en aquel ramo a que se destinó, con cuyo
hecho es necesario que haya dos cargos y una data que no aumenta en la realidad el
valor y distribución:' 54

51
AG N , Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f. Las cursivas son mías.
52
Una organización, pues, que remitía a la que aparecía en lo~ libros comunes de cargo y data.
53
AG N , Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f.
54
Idem. Las cursivas son mías.

GENEALOGÍA , CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CON TABLE 37


Gracias a estos ejemplos, es posible apreciar cómo el sistema de cargo y data
estaba ideado para llevar un control sobre el movimiento de los caudales de la Real
Hacienda y para la identificación de quienes eran responsables de su custodia pero
no para obtener una información clara y rápida sobre el estado del real erario.
Tras explicar estos conceptos, los contadores del Tribunal de Cuentas argu-
mentaron por qué los "suplementos" (es decir, préstamos sin intereses) 55 que reci-
bía la corona y que eran depositados en las cajas reales no constituían ni un valor
ni una distribución de caudales. Sobre este aspecto, afirmaron: "como tampoco cre-
cen los suplementos, ni sus devoluciones, porque la entrada y salida que en dichos
libros consta por cargo y data, es precisión de la cuenta, pero no valor de la Real
H acienda, ni distribución, sino caudal ajeno, ·recibido y devuelto por oficiales reales:' 56
En este breve texto se aprecia que el préstamo era conceptuado como algo
ajeno al real erario, una contingencia que había que evitar y a la que había que
acudir sólo cuando no había otra opción. En este sentido, la justificación expedi-
da por el virrey conde de Fuenclara en 1744 para la solicitud de un suplemento
es nítida:

En 4 de marzo de 17 44 años. Atendiendo el Excelentísimo conde de Fuenclara,


virrey de este Reino, a la falta de caudales del Real Erario, y precisión que se pide, la
defensa y conservación de los Dominios de la América Septentrional y la escuadra
que se debe mantener [... ] y carecer de medios con que socorrer prontamente los
Presidios de Barlovento y la escuadra del Teniente General D. Rodrigo de Torres,
y no habiendo fondos de que echar mano para ejecutarlo[ ... ], se ha valido Su Ex-
celencia para ocurrir al reparo de este riesgo de la fidelidad y Amor de los vecinos
de esta Capital, especialmente del Cuerpo del Comercio, pidiéndoles que anticipen
y presten a S.M. las cantidades que les sea posible (... ] bajo la calidad y obligación
de que se les han_ de pagar y volver de los fondos de Real Hacienda con la mayor
brevedad que sea posible... 57

Nos encontramos pues lejos de un sistema fiscal que hiciese del recurso fi-
nanciero una fuente reiterada y continua de sus ingresos. 58 Algo que en el caso de

55
Valle, "Consulado''. 1997, y Marichal, Bancarrota, 1999.
56
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Las cursivas son mías.
57
AGN, Caja Matriz, vol. 732, f.133.
58
Que esta actitud perduró por largo tiempo en el real erario novohispano, se constata en el estu-
dio que realizó Carlos Marichal sobre la deuda pública novohispana durante el último cuarto

38 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


la monarquía española sólo se pretendió establecer y de manera muy paulatina con
la creación del"Fondo Vitalicio" en 1769 y las posteriores emisiones de vales reales
de las que, en principio, el erario regio novohispano debía quedar al margen. 59
Con todas estas aclaraciones, los contadores ordenadores consideraron que
se respondía a lo mandado por la corona, ya que en cada caja

llevarán partidas de su verdadero producto y distribución en el quinquenio, exclu-


yendo los caudales que se han recibido en unas, de que ya se lleva valor en las que
lo remitieron, y de esta manera, y con la precisa agregación, se vendrá en conoci-
miento de los q.udales sobrantes, del quinquenio antecedente, lo que las rentas
produjeron en este, los suplementos que se hicieron a la Real Hacienda por sus
urgencias, las remisiones de unas cajas a otras, y las contrapartidas de oficiales rea-
les, y se hará patente al final de estas Relaciones en cuatro extractos o Mapas en
que se manifiesten. 60

I II. lNCORPORACIÓN DE CAUDALES QUE FUERON EXCLUIDOS

E N LAS R ELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE 1739 A 1743


:;'

Para mostrar la más completa información del quinquenio de 1744 a 1748, los
contadores del Tribunal de Cuentas de México agregaron cuatro partidas que ha-
bían sido excluidas por el oidor Fernando Dávila de Madrid.
La primera de ellas fue los caudales de la "limosna de la Bula de la Santa
Cruzada': Las razones aducidas fueron el hecho de que sus fondos tenían "efectiva
entrada y salida en las cajas; y cargo y data sus oficiales reales': a pesar de que su ad-
ministración y cobranza corría por manos de un subdelegado, comisario y tribunal
y, también, porque se trataba de un caudal que pertenecía a la Real Hacienda y so-
bre ellos intervenía el ~irrey de Nueva España. De igual forma, también incluyeron
los productos de la Real Casa de Moneda, con base en el mismo criterio: "por ser

del siglo XVIII y la primera década del siglo xrx. Una actitud que, ante las necesidades finan-
cieras de la metrópoli y las guerras coloniales, en especial la de las Trece Colonias, se quebraría
durante el gobierno del virrey Martín de Mayorga a principios de la década de 1780. Marichal,
Bancarrota, 1999, pp.103-104 y 114.
59
Marichal, Bancarmta, 1999, y Torres, "Incertidumbre'; 2008, pp. 279-282 y Precio, 2013, pp.
281-408.
60
Más adelante trataremos sobre estos "mapas" o "extractos''.

G E NEALOGÍA, C O NTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 39


hoy el fructo [sic] de esta caja uno de los miembros del cuerpo de la Real hacienda,
en estos dominios''. En tercer lugar, se incorporaron los caudales de la caja de Ma-
nila. Una agregación que merece una explicación más detallada.
Como indicaron los contadores ordenadores, la caja real de Manila no en-
viaba recursos a la de México. Sin embargo, desde la caja matriz sí se remitía una
ayuda anual para los gastos de la administración real, los presidios militares y los
estipendios religiosos de las islas Filipinas vía la caja de Acapulco. En la medida en
que este gasto estaba fijado de antemano (siempre que no hubiese contingencias
extraordinarias, como era el caso de una guerra), todos los ingresos que arrojasen
las rentas reales en las Filipinas deberían rebajarse de la ayuda que debía remitir la
caja de México. Este punto arroja luz sobre la afirmación de que los ingresos mani-
las eran un valor "en sentido negativo" para la caja de México:

...
Aunque la caja de Manila no envía caudal alguno efectivo a la de México, crece no
obstante el valor de esta, en modo negativo, y por una necesaria suposición, porque
se descuenta del situado de aquellas Islas, lo que en ellas y de su caja se halla satis-
fecho, según la cuenta que sus oficiales reales envían a la de México, y tanto menos
remiten estos. Pero siendo preciso que en los libros de la caja mexicana haya cons-
tancia e individual razón de todo el situado es necesario que en ellos, y sus corres-
pondientes ramos, se hagan cargo de aquellas pagas que hicieron los oficiales reales
de Manila, como si se recibieran en México, y que den en data toda la importancia
del íntegro situado, con cuyo hecho se envuelve en el valor de la caja de México, y
su distribución, aquella cantidad que en la citada cuenta consta haberse recibido y
pagado por la de Manila. 61

Finalmente, también incluyeron los caudales de los valores y las distribu-


ciones reahzadas "fuera de caja''. En todos los casos se trataba de fondos pertene-
cientes a la caja real de México que, sin embargo, no entraron en la caja matriz
ni fueron erogados desde ella, sino que se gestionaron directamente desde las
administraciones de las diversos ramos del real erario, tal es el caso de la renta de
alcabalas, la de pulques, la de novenos reales o la de tributos, por citar los cuatro
casos más frecuentes. 62

61
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Para el funcionamiento y evolución del
situado en Filipinas, véase Alonso, "Ayuda'; 2012.
62
Sobre el ramo de tributos, los contadores Abad y Ortiz señalaron: "También se añadirán en la
clase de lo que no entra en cajas, todos los importes de los vínculos perpetuos en Mayorazgo,

40 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


11
I V. EL TRÁ N SITO DE CAUDALES Y SU DISTRIBUCIÓN"

Una vez definidas las categorías básicas que articulaban las relaciones, esto es, el
valor y la distribución de las rentas de la Real Hacienda de Nueva España, los con-
tadores del T ribunal de Cuentas de México pasaron a explicar cómo circulaban los
caudales entre las cajas reales.
En primer lugar, asentaron la existencia de nueve cajas reales que remitían
sus excedentes a la caja matriz de México una vez satisfechos los gastos locales.
Como afirmaron los contadores:

Las cajas de Guadalajara, Zacatecas, Guanajuato, Durango, Sombrerete, Pachu-


ca, San Luis Potosí, Zimapán y Tabasco ( después de hechos todos sus legítimos
ocurrentes gastos, y pagados los sueldos de ministros y demás, que sobre sí tienen)
hacen remisión de todos sus caudales de residuo a la caja matriz de México, en
donde incorporados con los de su pertenencia y producción, y de su universal cuer-
po, reparte en pagamentos a las pensiones y cargas que le están impuestas y hace
remisiones a otras cajas.

Posteriormente apuntaron un movimiento similar, en este caso de la caja


matriz de México a las de Veracruz y Acapulco, que eran deficitarias, con miras
a que pudiesen cubrir los gastos que tenían asignados. En el caso de la caja de
la Mar del Sur (Acapulco ), el pago del gasto militar del puerto, el derivado del
Galeón de Manila y el s'tuado de Filipinas, mientras que en la del Golfo de Mé-
xico (Veracruz) los gastos consignados fueron los del gobierno local, la Hacienda
y guarniciones del puerto y el castillo de San Juan de Ulúa, así como los situados
de Barlovento (que en la época eran los de La Habana, Santiago de Cuba, Puerto
Rico, Santo Domingo, San Agustín de la Florida, Santa Rosa Punta de Sigüenza y

concedidos a los descendientes del emperador Moctezuma, situados en tributarios de varios


pueblos de esta Nueva España; las donaciones que íntegramente de otros pueblos, así a Dña.
Isabel Moctezuma, hija del emperador Moctezuma, como a otros interesados, que disfrutan
los tributos, conforme a los tributarios que existen en los referidos pueblos. Y aunque se rela-
cionarán las jurisdicciones de alcaldías que en esta Nueva España se le concedieron al Excmo.
Marqués del Valle, duque de Terranova, que goza íntegramente los tributos de los tributarios de
ellas, no se sacarán sus importes, mediante a no tenerse noticia de ellos, por correr la recauda-
ción de estas rentas, con total independencia de las oficinas reales, sólo se apunta para noticia:·
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f.

G ENEALOGÍA, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CO N TABLE 41


Cumaná) y las remesas que se mandaban a la Depositaría de Indias, en Cádiz (las
llamadas "remesas a los reinos de Castilla").
Paralelo a este sistema, estaban los envíos que efectuaban entre sí las cajas
reales de la provincia de Yucatán, la de Campeche y Mérida, las cuales se apoya-
ban mutuamente en caso de haber descubiertos en sus cuentas. Sólo de forma
esporádica remitían o recibían subsidios de y hacia la caja real de Veracruz. Así lo
describieron Abad y Ortiz:

La enunciada caja de Veracruz, en ocasiones, y con órdenes de los virreyes, remite y


provee a las dos cajas de Mérida y Campeche, en urgencias extraordinarias, y cuan-
do necesitan de mayor cantidad de la de sus productos, los cuales sólo alcanzan
a cubrir los gastos ocurrentes y pagas que en ellas están diputadas, remitiéndose
estas dos recíprocamente de una a otra, conforme la falta que cada una tiene de
caudal para dar cumplimiento a sus pensiones, y sin que les queden residuos de que
hacer misiones a otras cajas, y si en alguna ocasión acontece, es directamente a la de
Veracruz, con destino para los Reinos de España. 63

Este movimiento de caudales queda sintetizado en el diagrama l.


Es patente el papel medular que desempeñaba la caja real de México, en
tanto caja matriz del virreinato de Nueva España. Ella concentraba no sólo los
recursos que se generaban en el inmenso territorio que tenía adscrito como ju-
risdicción (grosso modo, gran parte del obispado de Michoacán, los de Puebla y
O axaca, así como el de la diócesis de México, con excepción de los ramos fiscales
fincados en la minería de metales preciosos que se recaudaban en las cajas reales
de San Luis Potosí, Pachuca y Zimapán), sino que también absorbía, como ya
hemos señalado, los excedentes que se generaban en las cajas reales del centro y el
septentrión novohispanos. Asimismo, la caja matriz enfrentaba una gran diver-
sidad de gastos en su territorio pero también cubría los déficits de las dos cajas
reales que financiaban los situados de las posesiones de la corona en el Lejano
Oriente (Filipinas e islas Marianas), el Gran Caribe y las remesas enviadas al real
erario metropolitano, a saber: Acapulco y Veracruz. Por tanto, las Relaciones de
valores y distribución de la Real Hacienda de Nueva España del quinquenio de
17 44 a 1748 son un claro ejemplo de la potente centralización lograda por el real

63
Idem.

42 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


Diagrama l. Movimientos de caudales en la Real Hacienda de Nueva España, 1744-17 48

Cajas reales:
Guadalajara, Zacatecas, Guanajuato, Durango, Sombrerete,
Pachuca, San Luis Potosí, Zimapán y Tabasco

''
Caja real ~
Caja matriz ~
Caja real
-.....
de Acapulco de México - de Veracruz

~
- - /
- /
/
--- -- -
~

Caja real Caja real


de Campeche ~
- de Mérida
~

Fuente: AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. La línea continua en las flechas indica el envío periódico de excedentes, la discont
envío extraordinario de recursos.
erario sobre los ramos fiscales de la corona en el transcurso de la primera mitad
del siglo xvm. 64

V. ÜMISIONES EN EL DESGLOSE DE LAS CUENTAS

Los contadores ordenadores del Tribunal de Cuentas de México también dejaron


constancia de las omisiones o faltantes en los que incurrieron en el momento de
realizar su cometido. El primer aspecto omitido fue el confeccionar un cuader-
no separado para mostrar los gastos ocasionados con motivo de la guerra "con la
Nación Británicá: La razón de ello era doble: "porque a más de referir las cajas, y
partes donde fueron, y expresarse en este cuerpo de distribución, en que tuvieron
consumo, se sacan en columna aparte, con rótulo que previene haber sido gastadas
con este motivo, en la cual se pueden ver': 65
Es decir, ya se registraba este gasto en cada una de las cajas reales y, poste-
riormente, se sintetizaba esta distribución de caudales en los extractos que acom-
pañaban a las relaciones.
El segundo aspecto hacía referencia a los "gastos de factoríá' de la caja real
de México por lo menuda y prolija que era esta erogación. En palabras de los
contadores:

No se expone tampoco por menor en que consumió el factor oficial real de esta caja
de México las cantidades de dinero que por los oficiales sus compañeros se le en-
tregaron, en virtud de órdenes de los virreyes, porque fuera hacer voluminosa esta
certificación, pues se compone su distribución de multitud de partidas de las espe-
ciales compras en menudencias, y para venirse en conocimiento de cuáles efectos y
fines fueron los que [sic] en que se consumieron, se hará relación en estas, bien que
en este tribunal cuando se glosan las cuentas que presenta el factor, se examinan
prolijamente los cargos y datas en que fueron gastadas, con comprobación de ins-
trumentos jurídicos que las califican. 66

Finalmente, también se omitieron las notas marginales que acompañaban


la relación del oidor Fernando Dávila de Madrid, al igual que el conjunto de reales

64
Para este tema, consúltese Sánchez, Corte, 2013, pp. 305-308.
65
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f.
66
Idem.

44 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


cédulas y órdenes de distribución que aparecían en su trabajo. Todo esto era para
"excusar repetición'; de forma que únicamente se enumeraban los que se hubiesen
emitido con posterioridad a 1743. 67

V I. ÜRDEN DE LAS RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE 1744 A 1748

La certificación de valores y distribución efectuada por los contadores del Tribunal


de Cuentas de México dividió su exposición entre los valores de las cajas reales y
las distribuciones. En el caso de los primeros, el encabezado que les daba inicio
señalaba: "Valores de todas las rentas reales de los reinos de Nueva España, Ga-
licia y Vizcaya y provincias de Yucatán y Tabasco, sacadas de los libros comunes
de las cajas que reconocen al Tribunal de Cuentas de México, correspondientes al
quinquenio desde primero de enero de 1744 hasta fin de diciembre de 1748. In
D ei nomine Amen:'
Mientras que en la distribución de los fondos del real erario, la fórmula era:

Distribución de los caudales de la Real Hacienda de cada una de las cajas de los
reinos de Nueva España, Galicia y Vizcaya y provincias de Yucatán y Tabasco
en pagamentos de salarios, sueldos, pensiones y gastos en estos dominios y en
remisiones a los presidios de La Habana, islas de Barlovento, Filipinas y Reinos
de Castilla en el quinquenio que corre desde 1º de enero de 1744 hasta fin de
diciembre de 1748. 68

Asimismo, en cada uno de estos rubros se dispuso la información según las


cajas reales, que siguió el orden que se muestra en el cuadro 2.
Tras disponer este orden en los valores y distribución, al final de cada rubro
aparecían consignados los ingresos y los egresos que se habían ejercido "fuera de
caja". De igual forma, al final de la sección de los valores de la Real Hacienda de
Nueva España de 1744 a 1748 se introdujo el "sumario general" de todas las cajas,

67
En este sentido es relevante la consulta de dos de las secciones que componían las Relaciones de
valores y distribución de 1739-1743 que, como vimos, hacían referencia a los mandatos por los
cuales se satisfacían los juros y las mercedes y situados de la Real Hacienda de Nueva España.
Al respecto, consúltese AGI, México, leg. 1958.
68
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f. Las cursivas son del original.

GE NEALOGÍA, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 45


Cuadro 2. Orden de aparición de las cajas reales en las Relaciones de valores
y distribución de 1744~ 1748

Caja real

l. Guadalajara 8. Tabasco
2. Zacatecas 9. Campeche
3. Durango 10. Mérida
4. Sombrerete 11.Acapulco
5.Pachuca 12. Real Casa de Moneda de México
6. San Luis Potosí 13.México
7.Zimapán 14. Veracruz

Fuente: AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f.

con el cual se podía observar el "verdadero" ingreso total del real erario en dicho
periodo (véase cuadro 3).
De modo similar se procedió con los datos de distribución de las rentas
reales, de manera que aparecieron resumidos también en un "sumario general" de
distribución (véase cuadro 4 ).

11
vu."CoTEJ0 DE CAUDALES ENTRE LOS QUINQUENIOS DE 1739 A 1743
Y DE 1744 A 1748

Una vez desplegada toda la información de los valores y la distribución de caudales


de la Real Hacienda de Nueva España durante el quinquenio de 1744 a 1748, así
como los sumarios generales, los contadores Santiago Abad y Juan Joseph Ortiz
procedieron a cotejar los resultados de dicho quinquenio con el elaborado por el
oidor Fernando Dávila de Madrid para el quinquenio de 1739 a 1743.
En aras de hacer compatibles los rubros a comparar, los contadores del Tri~
bunal de Cuentas tuvieron que incorporar los datos de una serie de ramos que
habían sido omitidos, como vimos, en la certificación del oidor de la Audiencia de
México. Por ello, a la suma general de la certificación de Dávila de Madrid, que
ascendía a 22 449 402 pesos durante el quinquenio de 1739 a 1743, le agregaron
2 926 909 pesos 6 reales como rendimientos de la Real Casa de Moneda de Mé~
xico, 609 608 pesos 6 reales de la limosna de la Bula de Santa Cruzada, 178 3 34
pesos 5 reales de "lo desfalcado del situado de Filipinas que en ella hubo de rentas

46 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


'
Cuadro 3. "Sumario general de los productos de las rentas reales de todas las cajas de esta Nueva España y demás reinos
y provincias, rendidos en los cinco años que van contenidos"

Cajas reales Valores (en pesos)

Guadalajara 1133 248.2


Zacatecas 1700093.5
Guanajuato 2 905 927.6
Durango 1202 598.4
Sombrerete 561 716.2
Pachuca 645 077.6
San Luis Potosí 281175.1
Zimapán 218 274.5
Tabasco 27 924.0
Campeche 233 215.1
Mé~ida 216 001.7
Acapulco 306 792.1
Casa de Moneda 3 563 163.5
Caja de México 12 208 364.4
Caja de Veracruz 2 578 697.1
Caudal que no entró en Cajas 1277 668.4
"Suma y montan todas las partidas de las cajas de las rentas de estos dominios de la Nueva España así las que
entraron efectivamente en las cajas, como las que no las reconocieron, la gruesa de veinte y nueve millones
cincuenta y nueve mil novecientos treinta y nueve pesos, cinco tomines nueve granos y medio, producidas en
el discurso del precitado quinquenio desde 1 º de enero de 17 44 hasta fin de diciembre de 1748, cuyo caudal
se dará distribuido en los pagamentos y demás que se relacionará en todo lo subsecuente:' 29 059 939.5

Fuente: AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Se han omitido los granos.
Cuadro 4 . "Sumario general de todo lo distribu ido de los caudales de cada una de las caj as de esta Nueva España y demás
reinos y provincias en el quinquenio que corre desde 1 º de enero de 1744 hasta fin de diciembre de 1748"

Cajas Reales Distribución (en pesos)

Guadalajara 175 275.50


Zacatecas 78 957.20
Guanajuato 73 315.30
Durango 54 555.50
Sombrerete 34 487.30
Pachuca 14 035.00
San Luis Potosí 19 710.30
Zimapán 10 054.20
Tabasco 6 064.50
Campeche 276 871.70
Mérida 181 746.50
Acapulco 593 829.50
Casa de Moneda 1444489.1
Caja de México 6 490 231.3
Veracruz 19 270 353.3
Caudal que no entró en Cajas 1137105.4
"Suma toda la distribución hecha de las rentas de SM en todas las cajas de las provincias
que corresponden a esta Nueva España en el quinquenio que corrió desde 1° de enero de
1744 hasta fin de diciembre de 1748, así consumido en estos Dominios, como remitido a
La H abana y Reinos de Castilla la cantidad de 29 861 783 pesos O [reales] 0.9/12 granos" 29 861183.0

Fuente: AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f. Se han omitido los granos.
y, por eso, tanto menos remitido" y 140 311 pesos 2 reales de "fuera de caja': Todo
ello sumaba la cantidad de 26 304 566 pesos 5 reales. A este monto, los contado-
res Abad y Ortiz le descontaron 1 795 227 pesos 7 reales de préstamos en dicho
quinquenio, lo cual arrojaba una cifra final de 24 509 338 pesos 3 reales, que era
"la gruesa de las rentas del quinquenio" de 1739 a 1743. 69
Una vez equiparados los conceptos que componían los valores de las rentas
en ambos periodos, los contadores procedieron a cotejar las cifras. Así, de la com-
paración surgía una evidencia: la elevación de los valores en el quinquenio de 1744
a 1748 frente al quinquenio anterior en tanto que en aquel la gruesa de caudales
sumó 29 059 939 pesos 9 reales, mientras que entre 1739 y 1743 ascendió a los
ya citados 24 509 338 pesos 3 reales, lo cual arrojaba un aumento de 4 550 600
pesos 7 reales, es decir, un incremento del orden de 18.5%. Con este resultado, el
virrey conde de Revillagigedo podía demostrar a la corona que durante su gestión
se había mejorado el estado del real erario de Nueva España.
Con este escueto dato finalizan de una manera un tanto abrupta las Relacio-
nes de valores y distribución de todas las rentas reales en el reino de la Nueva España,
sus provincias adyacentes de la Nueva Galicia, Nueva Vizcaya, las de Yucatány Tabas -
co. Sacadas de los libros comunes y concordantes de las cue~tas de cada caja, con indivi-
dualidad de ramos y de sólo lo verdaderamente cobrado y distribuido por un quinquenio
corrido desde el primero de enero de 1744 hasta el fin de diciembre de 1748. Formadas
por los contadores ordenadores Don Santiago Abad que lo es propietario y Don Juan
Joseph Ortiz, supernumerario, ambos del Real Tribunal y Audiencia de Cuentas de
México que se hallan diputados para el despacho de su mesa de Memorias y Alcances.
En virtud de orden de Su Majestad comunicada por el excelentísimo señor Marqués de
la Ensenada, al excelentísimo señor Conde de Revillagigedo, virrey de la Nueva España
y por su disposición, y en consecuencia de cometimiento para su formación en decreto
del referido Real Tribunal de Cuentas. 70
Sin embargo, en la copia de las relaciones que se mandó al marqués de la
Ensenada, ministro de Indias, había un colofón que decía: "Hecho en el Real Tri-
bunal y Audiencia de Cuentas de México a treinta de octubre de mil setecientos
cincuenta y un años. Santiago Abad = Juan Joseph Ortiz:'11

69
Id(m. Se han omitido los granos.
70
Esta es la transcripción completa del título de la portada de la relaciones de 1744 a 1748.
71
AG I, México, leg. 2027, f. 341. La copia existente en el Archivo General de Indias en Sevilla
ostenta un formato más noble (calidad y tamaño del papel, cuidado en la caligrafía, iluminación
de la portada y los encabezamientos, encuadernación en terciopelo, etcétera).

GENEALOGÍA, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 49


V III. MAPAS o EXTRACTOS

Como ya señalamos, las Relaciones de valores y distribución de la Real Hacienda


de Nueva España del quinquenio de 1744 a 1748 fueron acompañadas de cuatro
"mapas o extractos" en los cuales se sintetizó la voluminosa información que apa~
reda en ellas.
El primero, indicaron los contadores Abad y Ortiz, "vendrá a contener todos
los productos de la Real Hacienda y su distribución, en todo el quinquenio, por
ramos y cajas en donde fueron': 72 Es decir, se agrupó la información de los valores y
distribución a partir de los ramos de fiscales de la Real Hacienda y las cajas reales
(o en su defecto, "fuera de cajá'). En concreto se trataba de 56 ramos de valores y
distribución (véase cuadro 5).
El título de dicho extracto era: "Mapa en que únicamente se demuestran
con individualidad de ramos y en cada caja los productos de la Real Hacienda en
las Provincias de Nueva España, con el real y efectivo ingreso y distribución que
t uvieron cada una de ellas, uno y otro en el quinquenio corrido desde primero de
enero de mil setecientos cuarenta y cuatro, hasta fin de diciembre de mil setecien~
tos cuarenta y ocho:'73
En el segundo mapa, los contadores pretendieron mostrar por cajas reales y
años, los productos del quinquenio, así como los caudales que hubo "de sobras" en
diciembre de 174 3, para confrontarlo con lo distribuido de igual manera (es decir,
por tesorerías y por años). Estos rubros fueron acompañados por lo erogado con
motivo de la guerra con Gran Bretaña y los sobrantes que quedaron en 1748. Este
documento se rotuló:

Mapa en que sólo se comprehenden los efectivos caudales de la Real Hacienda, que
han tenido todas las cajas de esta Nueva España [y] Provincias adyacentes, así de
los sobrados en fin de diciembre de 17 4 3 y de los de esta naturaleza enviados en
este año por varias cajas, y llegaron a las de su destino en el año de 1744. Productos
de las rentas en el quinquenio y su total; como también todos los verdaderos gastos
que han tenido las cajas en lo que van imbíbitos las remisiones a La Habana y Rei-
nos de Castilla; y lo consumido con el motivo de la Guerra con la Nación Británica;
a cuyo cuerpo de gastos se agregan los caudales que sobraron en fin de diciembre
de 1748 y los remitidos de unas cajas en dicho año, que llegaron a las de su destino

72
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Las cursivas son mías.
73
Idem. Así en los restantes tres mapas o extractos.

50 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIB UCIÓ N DE LA REA L HACIE N DA DE NUE VA ES PAÑA, 1744-1748


Cuadro 5. Ramos de valores y distribución de la Real Hacienda de Nueva
España,1744~1748

l. Salarios y mercedes 29. Donativo


2. Estipendios espirituales 30. Asiento de pulques
3. Gastos de guerra y misiones 31. Asiento de nieve
4. Situado de Filipinas 32. Asiento dejuego de gallos
5. Diezmos del oro 33. Asiento de cordobanes
6. Diezmos de la plata 34. Asiento de alumbres
7. Señoreajes del oro y la plata 35. Asiento de pólvora
8. Diezmos de la abadía de Pánuco 36. Asiento de naipes
9. Valor y Retes de azogues 37. Efectos remisibles a España
10. Reales alcabalas 38. Fábrica de Real Palacio de México
11. Reales tributos 39. Fábrica de la catedral de México
12. Armada de Barlovento 40. Desagüe de Huehuetoca
13. Alcances de cuentas 41. Penas de cámara
14. Limosna de la Bula de Santa Cruzada 4 2. Reales salinas
15. Vacantes de obispados 43. Derechos de almojarifazgo
16. Vacantes menores 44. D 0 de los galeones de Filipinas
17. Mesadas eclesiásticas 45. Dº de almirantazgo
18. Subsidio eclesiástico 46. Dº de avería
19. Reales novenos 47. Dº de la grana, añil y vainilla
20. Derecho de media anata 48. Represalia de ingleses
21. Réditos de censos 49. Dº de escuderaje y real de manta
22. Valor del papel sellado 50. Dº de palo de tinta
23. Extraordinario 51. Dº de anclaje y buques
24. Rentas de tierras 52. Dº de montado
25. Oficios vendibles 53. Producto de los marcos de oro amonedados
26. Derechos del vino, aguardiente y vinagre 54. Producto de los marcos de plata amonedados
27. Multas y condenaciones 55. Depósitos
28. Comisas 56. Remisiones a los Reinos de Castilla

"D0 " es igual a "Derecho/ s''. Se sigue el orden que aparece en el primer mapa.
Fuente: AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f.

GENEALOGÍ A, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CON-TABLE 51


en el de 1749 con exclusión de lo que en dos cajas pagaron más de lo de sus fondos,
con que se ajuste con los verdaderos valores en todo el quinquenio desde 1° de
enero de 1744 hasta fin de diciembre de 1748. 74

En el tercer extracto se agruparon los excedentes de 174 3 con los productos


del quinquenio, es decir, los" verdaderos valores". A todo ello se agregó en columnas
separadas el resto de partidas que aparecían en los libros de cargo (las remisiones
entre las cajas reales, los suplementos y las contrapartidas), con lo cual se obtenía
el total del cargo. De igual manera, en la sección de la distribución de caudales,
además de consignar los gastos del quinquenio, se indicó lo erogado con motivo
de "la Guerra con los Ingleses': lo enviado de unas cajas a otras, las devoluciones
por suplementos y las datas de contrapartida, incluyendo asimismo una data total.
Este instrumento se tituló:

Mapa demostrativo de todos los caudales que han entrado en todas las cajas de la
Nueva España y sus provincias adyacentes, deducidos de las cuentas y relaciones
juradas de los oficiales reales de cada una de ellas, las cuales comprehenden así las
existencias que quedaron en diciembre de 1743, los productos de todas las ren-
tas; lo remitido de unas a otras, los suplementos que para las urgencias recibieron,
el aumento de cargos por contrapartidas de datas, el resumen total de los cargos,
como las salidas para gastos en dichas provincias, inclusas las remisiones a La Ha-
bana y Castilla, con distinción de lo consumido con el motivo de la Guerra con la
Nación Británica; las datas de envíos de unas a otras cajas, las devoluciones de los
suplementos, las datas de contrapartidas de cargos, y los caudales líquidos sobran-
tes en fin de diciembre de 1748, excluyéndose de las datas aquellas cantidades en
que dos de las referidas cajas se encontraron satisfechas con exceso del fondo que
tuvieron, con lo que se igualan los sumarios, y quedan conformes los cargos con
las datas, como se figura abajo, en todo el quinquenio corrido desde 1° de enero de
1744 hasta fin de diciembre de 1748.

74
En este segundo mapa, como en el tercero que mostraremos a continuación, se incluyeron las
remesas que mandaron los erarios regios de Guatemala, Cumaná y Caracas, por medio de la
caja de Veracruz, para nutrir los fondos de la Depositaría de Indias, ubicada en Cádiz, durante
el quinquenio de 1744-1748. Sin embargo, como dejaron asentado los contadores del Tribunal
de Cuentas de México, estos fondos no podían considerarse como propios del reino de Nueva
España y sus provincias adyacentes, de forma que sólo se incorporaban a los mapas para dejar
constancia de la totalidad de los cargos y datas de los oficiales reales de la caja de Veracruz.

52 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NuEVA EsPAÑA, 1744-1748


Finalmente, se añadió un cuarto extracto que venía "a contener en resumen
y en conjunto" el cargo y la data de las cajas reales durante el quinquenio de 1744
a 1748 con el fin de localizar "los residuos de caudales" que quedaron en diciembre
de 1748, que venían a ser las existencias que se incorporaban a las cuentas de 1749.
Este mapa se llamó:

Extracto recopilativo por mayor de todos los caudales que han entrado en todas
las Cajas de las provincias de esta Nueva España y salido de ellas en el quinquenio,
conforme a las Notas puestas en esta certificación en las finales de cada caja, así en
valores como en distribución; y conferido lo entrado con lo salido se deducen las
sobras de caudales que quedaron en cada una, y pagado más de sus fondos en de
ellas en fin de Diciembre de 1748 que son las existencias.

Remisión, valoraciones y consecuencias de las Relaciones de valores


y distribución de la Real Hacienda de Nueva España del quinquenio
de 1744 a 1748

En marzo de 1751, cuando hacía más de dos años y medio que se había ordenado
elaborar las relaciones del quinquenio de 1744 a 1748, el marqués de la Ensenada
señaló en una misiva al virrey conde de Revillagigedo que dicha real orden todavía
no había sido cumplida. De igual manera, le informaba que el monarca esperaba
una diligente respuesta por ser un instrumento que el soberano necesitaba"tenerlo
presente".75 Finalmente, el 6 de diciembre de 1751 Revillagigedo remitió un "ca-
joncito con la certificación del quinquenio que se mandó formar a ese Tribunal
de Cuentas':7 6 La valoración del trabajo realizado no pudo ser más positiva ya que

habiendo sido de la probación del Rey la citada certificación por su claridad, pun-
tualidad y trabajo lo participo a VE de su Real orden para su inteligencia, a fin
de que VE prevenga al referido Tribunal de Cuentas vaya formando el siguiente
quinquenio para poderle remitir luego que pueda estar acabado por lo mucho que

75
AG N, Reales cédulas originales, vol. 71, exp. 74, y AGI, México, leg.1506.
76
Es decir, apenas un mes y pocos días después de que los contadores Santiago Abad y Juan Joseph
Ortiz firmasen las relaciones, el 30 de octubre de 175 l.

G ENEALOGÍA , CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 53


conduce al Real servicio tenerse presente. Dios guarde a VE muchos años. Aran-
juez, 27 de abril de 1752. El marqués de la Ensenada al conde de Revillagigedo. 77

Además de la aprobación regia, dada la calidad del trabajo realizado hallamos


una consecuencia notable: el Tribunal de Cuentas de México debía emprender sin
demora un ejercicio similar para el quinquenio siguiente, esto es 1749-1753, con lo
que se evidenciaba la voluntad sistematizadora que en materia de información sobre
la Real Hacienda de Nueva España emprendieron las autoridades metropolitanas en
aras de obtener un control más efectivo sobre el real erario novohispano. 78
La destitución del marqués de la Ensenada en 1754 79 menguó el ímpetu
refo rmista que se promovía desde las más altas instancias del gobierno de la coro-
na, al menos hasta 1761 con motivo de la entrada de España en el conflicto bélico
que enfrentaba a Gran Bretaña y Francia desde 1756 en el marco de lo que sería
conocido como la guerra de los Siete Años (1756-1763 ). Un enfrentamiento que
derivó en la pérdida temporal a manos inglesas de plazas militares y mercantiles
tan relevantes como La Habana y Manila en 1762, y que llevaría a un reforzamien-
to de la presión reformista en materia militar y hacendaría de la mano de un nuevo
soberano, Carlos III, y de un visitador general de Nueva España, José de Gálvez.
Sin embargo, los logros obtenidos con las Relaciones de valores y distri-
bución de la Real Hacienda de Nueva España del quinquenio de 1744 a 1748 no
se perderían. De hecho marcaron e inspiraron la estructura y contenido de una
diversidad de reportes que se elaboraron con posterioridad sobre el estado del real
erario novohispano. De esta forma, cuando se analiza el conjunto de informes y
memorias de gobierno que dejaron los virreyes de Nueva España a sus sucesores,
tal y como señalaban las Leyes de Indias, destaca por su precisión y calidad la rela-
ción que elaboró el virrey conde de Revillagigedo en 1755 para su sucesor, Agustín
de Ahumada y Villalón, marqués de las Amarillas. En ella, además de tratar de
fo rma pormenorizada sobre las diversas figuras fiscales, incluyó un párrafo en el
que resumía de forma global los distintos ramos que componían el real erario no-
vohispano. La enumeración de Revillagigedo asentaba:

77
AGN, Reales cédulas originales, vol. 72, exp. 43. Las cursivas son mías.
78
De hecho, en 1753 se reiteraba la orden de elaborar las relaciones del quinquenio subsecuente.
AGN, Reales cédulas originales, vol. 73, exp. 102.
79
Para una síntesis biográfica del marqués de la Ensenada, así como un análisis de sus proyectos
de reforma en materia de defensa y Hacienda, consúlrese Gómez, Proyecto, 1996.

54 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


La Real Hacienda consta de diversos ramos, que son los derechos de plata y oro,
los diezmos de la abadía de Pánuco, el valor de los azogues, las reales alcabalas,
los tributos, las limosnas de la bula de la Santa Cruzada, las vacantes mayores de
obispado y menores de prebendados, las mesadas y subsidios eclesiásticos, los no-
venos, el derecho de media anata, el producto de papel sellado, las ventas de tierras,
los oficios vendibles, la contribución de vino, vinagre y aguardiente, las multas y
condenaciones, los comisos, los donativos, asientos de pulques, de nieve, de gallos,
de cordobanes, de pólvora, de alumbres, de naipes, de las salinas, los derechos de
almojarifazgo, del almirantazgo, del galeón de Filipinas, de avería, de grana, añil y
vainilla, de palo de tinta, de anclaje y buque, del montado, de escuderaje, y el pro-
ducto o utilidad de la plata y oro que se amoneda. 80

Esta enumeración prolija era la síntesis de lo logrado con las relaciones de


1751 del Tribunal de Cuentas de México en materia de conocimiento sobre los
ingresos de la Real Hacienda de Nueva España.
Asimismo, se puede rastrear la permanencia de este documento en el Li-
bro de la razón general de Real Hacienda elaborado por Fabián Fonseca y Carlos
de Urrutia entre 1791 y 1793 por instancia del segundo conde de Revillagigedo,
virrey de Nueva España. Como parte de la obra, se insertó en la introducción un
cuadro general titulado "Estado de valores y distribución que tuvieron los ramos de
Real Hacienda del Reino de Nueva España destinados a sufragar los gastos co-
munes y generales de ella en el quinquenio de 1785 a 1789, según los estados que
anualmente presenta la contaduría mayor de cuentas:' 81
Sintomáticamente, el reporte no se construyó a partir de los conceptos "car-
go y data" sino con los de "valor y distribución': con miras a obtener una noticia
precisa sobre los ingresos y los egresos del real erario. Este sería también el modelo
que se seguiría para elaborar el estado de las rentas de Nueva España durante el
quinquenio de 1795 a 1799, el cual ha sido muy empleado por la historiografía
para mostrar el estado del erario regio en la antesala del proceso insurgente. 82

80
Torre, Instrucciones, 1991, t. II, pp. 821-822.
81
"Estado núm. r; Fonseca yUrrutia, Historia, 1845, t. 1, s. f. Las cursivas son mías.
82
En este último caso, el binomio "valores y distribución" se amplió y reformuló como "valores,
gastos y líquido": "Extracto general de valores, gastos y líquido de los ramos comunes y particu-
lares de la Real Hacienda de Nueva España deducido el año común por el quinquenio corrido
desde el de 1795 al de 1799, formado para satisfacer a lo prevenido en Real Orden de 3 de se-
tiembre de 1809:' AGI, México, leg. 1145, fs. 663-665, y AGN, Historia, vol. 600, fs. 88-89v. Para
su empleo por la historiografía consúltense Marichal, Bancarrota, 1999, y Sánchez, "Peso·; 2011.

GENEALOGÍ A, CONTENIDO Y CONSECUENCIAS DE UN DOCUMENTO CONTABLE 55


Con estas notas introductorias esperamos haber logrado transmitir al lector
la relevancia del documento contable de la Real Hacienda de Nueva España que
ahora ve la luz editorial. Una publicación, fruto de un esfuerzo institucional colec-
tivo, que pone en valor la provisión de materiales de archivo para el conocimiento
y análisis del pasado fiscal de nuestro país. 83

Fuentes consultadas

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AGN Archivo General de la Nación, México.
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Clavero, Bartolomé, Tantas personas como estados. Por una antropología política de la
historia europea, Madrid, Tecnos, 1986.

83
De hecho, empieza a haber trabajos que hacen del empleo de esca información una fuente clave
para la explicación del estado del real erario novohispano durante la primera mitad del siglo
xvm. Al respecto, consúltese Sánchez, Corte, 2013.

56 RELACIONES DE VALORES Y DISTRIBUCIÓN DE LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPAÑA, 1744-1748


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FORMADAS
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61
RELACIONES
DE VALORES Y
DISTRIBUCIÓN
DE LA REAL
HACIENDA DE
NUEVA ESPAÑA,
1744-1748
se terminó de imprimir el 31 de marzo de 2014,
en los talleres de Impresión y Diseño, Suiza 23 bis,
colonia Portales, 03570, México, D. F.
Edición realizada-~i;:argo de la Subdirección de Publicaciones del
Instituto Mora. En ella participaron: corrección de estilo, Gustavo Villalobos;
corrección de pruebas, Estela García y Javier Ledesma;
diseño de portada e interiores y edición de material gráfico, Marco Ocampo;
cuidado de la edición, Gustavo Villalobos y Yolanda R. Martínez.

La edición consta de 1 000 ejemplares.

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