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RELACION ES
DE VALORES Y ~
DISTRIBUCION
DE LA REAL
HACIENDA DE
. _,
NUEVA ESPANA,
1744-1748
DEWEY LC
336.0972 HJ801
REL.d R4
Presentación
Luis Jáuregui 11
Genealogía, contenido y consecuencias de un documento contable:
las Relaciones de valores y distribución de la Real Hacienda de Nueva España
en el quinquenio de 1744 a 1748
Ernest Sánchez Santiró 15
Principales antecedentes de las Relaciones de valores y distribución
de la Real Hacienda de Nueva España de 1744 a 1748 20
Las Relaciones de valores y distribución de todas las rentas reales en el reino
de la Nueva España, sus provincias adyacentes de la Nueva Galicia, Nueva
Vizcaya, las de Yucatán y Tabasco sacadas de los libros comunes y concordantes
de las cuentas de cada caja, con individualidad de ramos y de sólo
lo verdaderamente cobrado y distribuido por un quinquenio (1744-1748) 29
I. Reales órdenes, decretos, .representaciones y receptas que precedieron
a las Relaciones de valores y distribución de 1744 a 1748 29
II. Explicación del "Méthodo" de las Relaciones de valores
y distribución de 1744 a 1748 33
m. Incorporación de caudales que fueron excluidos en las Relaciones
de valores y distribución de 1739-1743 39
I V. El "tránsito de caudales y su distribución" 41
v. Omisiones en el desglose de las cuentas 44
V I. Orden de las Relaciones de valores y distribución de 1744 a 1748 45
vn ."Cotejo" de caudales entre los quinquenios de 1739 a 1743
y de 1744 a 1748 46
vm . Mapas o extractos 50
Remisión, valoraciones y consecuencias de las Relaciones de valores
y distribución de la Real Hacienda de Nueva España del quinquenio
de 1744 a 1748 53
Fuentes consultadas 56
Facsimilar de la portada de las Relaciones de valores ... 61
CO N TENIDO DEL CD
•
Mapa 3. Mapa demostrativo de todos los caudales que han entrado
en todas las cajas de la Nueva España y sus provincias adyacentes, deducidos
de las cuentas y relaciones juradas de los oficiales reales de cada una de ellas,
las cuales comprehenden así las existencias que quedaron en diciembre de 1743,
los productos de todas las rentas, lo remitido de unas a otras, los suplementos
que para las urgencias recibieron, el aumento de cargos por contrapartidas de datas,
el resumen total de los cargos, como las salidas para gastos en dichas provincias,
inclusas las remisiones a La Habana y Castilla, con distinción de lo consumido
con el motivo de la guerra con la nación británica, las datas de envíos de unas
a otras cajas, las devoluciones de los suplementos, las datas de contrapartidas
de cargos, y los caudales líquidos sobrantes en fin de diciembre de 1748,
excluyéndose de las datas aquellas cantidades en que dos de las referidas
cajas se encontraron satisfechas con exceso del fondo que tuvieron, con lo que
se igualan los sumarios, y quedan conformes los cargos con las datas, como se
figura abajo, en todo el quinquenio corrido desde 1° de enero de 1744 hasta fin
de diciembre de 1748 583
Mapa 4. Extracto recopilativo por mayor de todos los caudales que han entrado
en todas las cajas de las provincias de esta Nueva España y salido de ellas en el
quinquenio, conforme a las notas puestas en esta certificación en las finales de
cada caja, así en valores como en distribución; y conferido lo entrado con lo salido
se deducen las sobras de caudales que quedaron en cada una, y pagado más de sus
fondos en de ellas en fin de diciembre de 1748 que son las existencias 585
Presentación
11
nuestro país. El trabajo es ingrato porque implica largas horas entre papeles viejos,
polvorientos, a veces con hongos.
Sin embargo, de vez en cuando surge un documento que brinda la enorme
satisfacción de a~rir una ventana más al pasado; uno de esos documentos que, cual
piedra Rosetta, abre el resquicio de un portal que permitirá nuevas investigaciones
y mayor comprensión de un pasado que se creía ya conocido.
Uno de los documentos es el que aquí presentamos. Lleva un título largo y
complejo:
1
En primer lugar, esclarece una pregunta que en forma sencilla reza así: ¿qué revelan las parti-
das contables de cargo y data contenidas en los datos estadísticos de la época? Esta pregunta
surgió en 1976, cuando John J. TePaske y José y Mari Luz Hernández Palomo publicaron,
bajo el sello editorial del Instituto Nacional de Antropología e Historia, las series estadísticas
contenidas en las cartas cuentas de la tesorería de la ciudad de México. Esta información fue
ampliada en 1982 cuando la Universidad de Duke en Carolina del Sur publicó los volúmenes
correspondientes a las cajas de Perú, Alto Perú, Chile, Río de la Plata y Ecuador; en este caso
el trabajo fue del propio TePaske, de Herbert Klein y Kendall Brown. Entre los años 1986 y
1988 el INAH publicó en dos volúmenes las estadísticas de las carcas cuencas de la totalidad del
virreinato de Nueva España.
PR ESENTACIÓN 13
para su publicación en papel. Igualmente, la comunidad del Instituto agradece
a El Colegio de San Luis y a El Colegio de Michoacán su apoyo para el trabajo
editorial. Investigadores y alumnos de ambas instituciones hermanas, de amplio
prestigio en la investigación histórica, sacarán provecho de este valioso documen~
to que hoy abandona los anaqueles del archivo para consulta y admiración de
propios y extraños.
Luis Jáuregui
Director general
Instituto Mora
Genealogía, contenido y consecuencias
de un documento contable:
las Relaciones de valores y distribución
de la Real Hacienda de Nueva España
en el quinquenio de 1744 a 1748
L
a Real Hacienda constituyó una de las estructuras de poder más complejas
de la monarquía católica. Tan extensa y diversa como los múltiples terri-
torios que la conformaron, no pasó inadvertida a los ojos de tratadistas y
políticos de las monarquías europeas, así como de la propia, quienes observaron,
no sin asombro, cómo la corona española logró extraer y distribuir recursos fiscales
a lo largo de sus vastos dominios. 1
Los ingresos obtenidos . mediante esta estructura fiscal compleja le per-
mitieron ocupar un lugar preeminente en la política europea durante el siglo
XVI y la primera mitad del siglo xvn. En este marco, las aportaciones fiscales
efectuadas por los diversos territorios indianos de la corona al erario regio re-
presentaron un elemento clave de la política imperial de la monarquía, en tanto
que generaron un flujo de recursos que nutrió el erario metropolitano, sirvió de
garantía de los préstamos demandados por la corona y financió gran parte del
gasto militar ejercido en las Indias occidentales y orientales. 2 Sin embargo, esta
posición preeminente se perdió tras la guerra de los Treinta Años (1618-1648),
* Quiero agradecer los comentarios y sugerencias de los dos dictaminadores anónimos que revi-
saron este estudio introductorio, así como el apoyo otorgado por las diversas instituciones que
editan el presente libro.
1
Clavero, Tantas, 1986.
2
Para las aportaciones que realizaron los erarios regios indianos en los siglos xvn y xvm, con-
súltese Klein, Finanzas, 1994.
15
en la cual nuevas potencias europeas pasaron a desempeñar este papel, en espe-
cial Francia, Holanda y Gran Bretaña. Las tensiones internas y externas deriva-
das de dicho conflicto fueron seguidas por un declive prolongado en la escena
internacional que acabaría siendo asimilado al débil reinado de Carlos II y que
tendría su colofón en la guerra de Sucesión española (1701-1713), que llevaría al
trono a una nueva dinastía: los Borbones. 3
El largo reinado del primer monarca de la nueva familia reinante, Felipe V
( 1700-1746), estuvo marcado por numerosos eventos bélicos (la guerra de Su-
cesión española, las campañas en Italia, la guerra Anglo-española, la guerra de la
Oreja de Jenkins, la guerra de Sucesión austriaca, etc.) que estuvieron enfocados
a revertir los resultados del Tratado de Utrecht (1713), según el cual la monar-
quía española tuvo que sacrificar una parte considerable de sus dominios europeos
(Flandes, Italia, Gibraltar, Menorca), en aras de consolidar a Felipe V en el trono
español. 4 Conflictos armados que exigieron crecientes recursos fiscales. Para lo-
grarlos, la monarquía católica procedió a una intensa política reformista que, entre
sus diversas facetas, implicó un mayor control sobre los recursos fiscales de las
Indias, en general, y de Nueva España, en particular.
De todos estos conflictos bélicos, hubo uno que tuvo profundas repercu-
siones en el devenir político-militar y fiscal del virreinato novohispano: la guerra
de la Oreja deJenkins (1739-1748). 5 Este evento, que supuso la conflagración
más intensa y larga vivida en el espacio virreinal desde la guerra de los Treinta
Años, llevó hasta sus límites la política fiscal reformista impulsada desde la me-
trópoli por ministros de Indias tan activos e influyentes como José Patiño, José
del Campillo y Cossío y el marqués de la Ensenada, durante los reinados de
Felipe V y Fernando VI. 6
El contexto de la guerra no fue favorable para la corona española en térmi-
nos financieros. En 1739 el erario regio había decretado una suspensión parcial de
pagos en lá metrópoli, la cual tuvo su extensión (si bien muy acotada y parcial) en el
3
Kamen, Guerra, 1974, y España, 1981.
4
Kamen, Felipe, 2000.
5
Sánchez, Corte, 2013.
6
Un conflicto armado de gran intensidad y duración que, por primera vez, tuvo como escenario
central al conjunto de las Indias, y en el cual se dirimió el proyecto británico de quebrar la sobe-
ranía española sobre sus posesiones americanas y asiáticas. Para los eventos bélicos, véase Cerdá,
"Guerrá'. 2008.
7
Fernández, "Decreto'; 1977. Para la aplicación tardía, hasta 1744, de este decreto en Nueva
España, véase Sarrablo, Conde, 1966, pp. 259-260.
8
Para las exigencias fiscales derivadas de la guerra contra Gran Bretaña y su conexión con la
guerra de Sucesión austriaca ( 1740-1748 ), consú!tese Arto la, Hacienda, 1982.
9
Para la posición dominante del erario regio novohispano en el conjunto de las Indias durante la
segunda mitad del siglo xvn y a lo largo del siglo xvm, consú!tese Klein, Finanzas, 1994.
10
Torre, Instrucciones, 1991, t. II, p. 783. Cabe indicar que en todo el documento se ha actualizado
la ortografía de la época.
11
El dato preciso de ingresos, proporcionado por Joaquín Maniau en 1794, era de 3 068 410
pesos, y correspondía a los valores de las rentas de la Real Hacienda de Nueva España en el año
de 1712. Maniau, Compendio, 1914.
12
Torre, Instrucciones, 1991, t. n, pp. 783-784.
13
Idem. Para la presión ejercida durante la primera mirad del siglo xvm por los gastos de defensa
y la burocracia real en la península, entrevera esta con los intereses de un nutrido grupo de
arrendatarios y asentistas de rentas reales, consúltese Delgado, Aquiles, 2007.
14
Sarrablo, Conde, 1966, pp. 268-269. Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Reales
cédulas originales, vol. 64, exp. 48.
15
Que esta era la política de la corona con su fisco indiano, sin haber aquí distinción entre dinas-
tías gobernantes, queda de manifiesto en las instrucciones que recibió en 1696 el virrey conde
Como punto previo hay que señalar el papel que desempeñaba la contabilidad
como mecanismo de control por parte de las autoridades políticas y hacendarias
de la corona, en especial el Tribunal de Cuentas de México y el virrey, en el caso
de Nueva España, y del Consejo y los secretarios de Indias, en el de la metrópoli. 19
Bajo este criterio, cabe señalar que la contabilidad que llevaban los oficiales
reales de las cajas reales y los ministros de las contadurías de rentas de la Real
Hacienda de Nueva España se basaba en el llamado "método" de partida simple
de cargo y data. Unos registros que quedaban asentados en dos modalidades de
instrumento contable, a saber: los libros manuales y los libros comunes.
Mientras los libros manuales iban registrando por sus fechas las diversas
entradas y salidas de caudales en las cajas reales, según la fórmula de "cuenta y
razón'; los libros comunes procedían, primero, a la clasificación de los asientos
contables según los ramos del real erario (alcabalas, tributos, novenos reales, pul-
ques, etc.) y, segundo, en cada uno de ellos se ordenaban los asientos según las
fechas en que se realizaban las operaciones. Normalmente, al final de los libros
comunes aparecía el "sumario" de los ramos de cargo y data, el cual constituía la
pieza central de la "carta cuentá' que era remitida a las autoridades capitalinas y
metropolitanas al acabar el año. 20
Sin embargo, tanto los libros manuales como los comunes, así como las
cartas-cuentas ( resúmenes, por lo general anuales, de los cargos y datas de las cajas
reales y las contadurías de rentas que emanaban de los libros comunes) presenta-
ban una doble naturaleza. La primera, y más conocida, remitía a su función como
instrumentos contables en los que se recogían las entradas y salidas de caudales de
las diversas tesorerías que conformaban el real erario. La segunda, menos tratada,
el ser herramientas para el control de los oficiales reales que gestionaban dichos
19
En una renovada visión sobre la construcción de los aparatos de gobierno de las monarquías
europeas, con sus proyecciones en los espacios coloniales, durante la época moderna se ha ido
conformando una nueva historiografía de la contabilidad que, más allá del estudio de los instru-
mentos contables per se, se enmarca en una historia de las técnicas y mecanismos de control de
los poderes públicos. Al respecto, destacamos la obra colectiva coordinada por Anne Dubet y
Marie-Laure Legay. Dubet y Legay, Comptabilité, 2011.
20
Para esca división entre libros manuales y comunes, consúlrese Jáuregui, Real, 1999. Para la
recopilación de la mayor masa documental de la Real Hacienda en las Indias con base en los
sumarios de las cartas cuentas, véase TePaske y Klein, Ingresos, 1986-1988.
21
Donoso,"Nuevo'; 1999, p. 824.
22
En 1590, Salvador Solórzano, en su obra Libro de Caxa y Manual de Cuentas de Mercaderes, y
otras personas con la declaración dellos, señalaba que la expresión "cargo" se utilizaba en "libros de
pliegos horadados y en cuentas que se toman por autoridad judicial". Idem. Las cursivas son mías.
23
La expresión "nos hacemos cargo" fue una constante en los libros de cargo y data de la Real Ha-
cienda. Así, por ejemplo, en el libro común de la caja de México de 1747 aparece: "Existencias.
En 7 de enero de 1747 nos hacemos cargo de cuatrocientos noventa y cuatro mil setenta y nueve
pesos cinco tomines y ocho y medio granos, que el día treinta y uno de diciembre del año próxi-
mo pasado de mil setecientos cuarenta y seis se hallaron existentes en esta Caja Real y en la Real
Casa de Moneda de esta Corte". AGN, Caja Matriz, 1329, f. 2. Las cursivas son mías.
24
Estas "Relaciones" son conocidas gracias a su aparición junto a un memorial que Alejandro de
la Vega, oficial de la Secretaría del Despacho Universal de Hacienda y antiguo componente
de la Junta de Guerra de Sevilla, elevó a Fernando VI (muy probablemente a instancias del
marqués de la Ensenada) en 1752, titulado: "Contiene cuatro puntos utilísimos y advertencias
conducentes al reparo de la Corona en materias de Real Hacienda expuestas y dedicadas a la
Majestad del Sr. Don Fernando 6° por D. Alejandro de la Vega''. Archivo Histórico Nacional
(en adelante AHN), Estado, libro núm. 917. Para una semblanza de Alejandro de la Vega y sus
ideas hacendarías, véanse Delgado, Aquiles, 2007, pp. 33-35 y 106, y Quimeras, 2009, pp. 82-95.
Para el contexto de estas "Relaciones'; en el marco del ascenso al poder de José Patiño, así como
sus repercusiones en Nueva España, consúltese Escamilla, Intereses, 2011.
25
AH N, Estado, libro núm. 917, s. f.
26
Idem.
27
Ide m. Las cursivas son mías.
28
Como señalaron los ministros de la caja real: "Los oficiales reales de la Real Hacienda de esta
Nueva España, y caja de México, por el Rey N.S. (que Dios guarde) en obedecimiento del
Superior Decreto del Excmo. Sr. Marqués de Casafuerte, caballero del Orden de Santiago, co-
mendador de Adelfa en la de Alcántara, del Consejo de S.M. en el Supremo de Guerra, Capitán
general de los Ejércitos, virrey, Gobernador y Capitán general de esta Nueva España, y presiden-
te de la Real Audiencia, de ella, de diez y ocho de agosto de este presente año, en que nos manda
que respecto a lo conveniente que es el que se tenga presente el estado en que se hallaban los
ramos de Real Hacienda en fin de diciembre de mil setecientos y veinte y uno, y el que tienen al
presente, hasta fin de diciembre de corriente año para deducir el aumento que se haya reconocido
en ellos:' AGN, Impresos oficiales, vol. 2, exp. 2. Las cursivas son mías.
29
Idem .
30
Este resultado se obtiene de la simple comparación entre la certificación de los oficiales reales de
la caja de México de 1731 y los sumarios de cargo asentados en las cartas cuentas de la misma
tesore ría recopilados por John J. TePaske y Herbert S. Klein. TePaske y Klein, Ingresos, 1986-
1988.
31
Para los eventos bélicos del conflicto, consúltese Cerdá,"Guerrá; 2008.
32
AGN, Reales cédulas originales, vol. 64, exp. 48.
33
Carca del marqués de la Ensenada al virrey Fuenclara firmada en Aranjuez a 15 de mayo de
1744. Idem. Las cursivas son mías.
34
Para una renovada historiografía sobre los situados en el imperio español, consúltense Marichal
y Grafensrein, Secreto, 2012, y Carrara y Sánchez, G~1erra, 2012.
35
Lamentablemente no hemos podido hallar estas relaciones en las búsquedas que hemos efec-
tuado en el Archivo General de Indias de Sevilla, en el Archivo General de la Nación de México
38
AG N , Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f.
39
Idem. Las cursivas son mías.
40
Mientras no se indique lo contrario, todas las citas se refieren a la misma fuente: AGN, Archivo
Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f.
41
Fonseca, Auditoría, 2007, pp. 85-122.
42
Para apreciar e:I desempeño de estos contadores a mediados del siglo xvnr, consúltense AGN,
Indiferente virreinal, caja 133, exp. 22 y caja 6007, exp. 114, y AGN, Reales cédulas originales,
vol. 71, exp. 97 y vol. 234, exp. 66.
43
Bertrand, Grandeza, 2011, pp.148-150 y 174-175, y Navarro,"Real'; 1977.
44
En la edición de 1803 del diccionario de la RAE se indican varios significados: "libro en que se
asientan las condenaciones pecuniarias hechas por algún consejo'; "Lo mismo que receta, orden
que por escrito, etc:'; "Lo mismo que receta, por la relación de partidas que se pasan de una con-
taduría a otrá'. Real, Diccionario, 1803, p. 721. En el contexto de las Relaciones de 1744-1748 se
refiere a una orden escrita.
45
AG N, Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f.
46
Para apreciar los términos en los cuales Fernando Dávila de Madrid cumplió el decreto del
Tribunal de Cuentas de México, consúltese AGN, Indiferente Virreinal, caja 5381i exp. 52.
47
AG N, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Las cursivas son mías. En la edición de
1734, el Diccionario de la Real Academia señalaba: "Methodo. F.m. El modo, orden y arte de
obrar, discurrir o enseñar. Es voz latina Methodus." Reali Diccionario, 1734, t. IV, p. 561.
Los cargos son de diverso origen y emanación, siendo el primero el de las existencias
del año antecedente, el segundo es de los productos de las rentas corrientes y acci-
dentales, el tercero es de aquellos caudales que reciben unas cajas, enviadas de otras,
el cuarto es de los suplementos o préstamos que entran en las cajas y el quinto es de
las contrapartidas de las datas; suponiendo que de estos cinco diferentes cargos, solos
los dos primeros de existencias y productos es el caudal verdadero y efectivo, porque los
tres posteriores son de precisión para la buena cuenta de los oficiales reales. 48
Lo mismo milita con las datas, que también emanan de diversa naturaleza: siendo
la primera de lo que realmente se consume en las cajas y pensiones que tiene la Real
Hacienda en estos Dominios, incluso lo que se destina para los Reinos de Castilla;
48
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Las cursivas son mías.
49
Esta afirmación debe ser matizada, ya que no es lo mismo trabajar con las cartas cuentas de una
caja específica que con las elaboradas para el conjunto de las tesorerías novohispanas. Mientras
que la posible doble contabilidad y las contrapartidas entre el cargo y la data se pueden controlar
de forma más o menos sencilla, mediante la desagregación de ciertos ramos (v. g., remesas de ... ,
envíos de ... , buenas cuentas, real hacienda en común, etc.), esa operación se vuelve casi imposible
sin acudir a los libros comunes de cargo y data si lo que se pretende es obtener una visión de
conjunto del erario virreinal.
50
La constatación de esta problemática, con el llamado a combinar de forma integral las cartas
cuentas y los libros de cargo y data, ha sido reiterada por la historiografía, empezando por los
propios pioneros en la sistematización de las cartas cuentas: John Jay TePaske y Herbert S.
Klein. Al respecto, consúlcense Serrano,"Metodología'; 2006, y Folchi y López,"lngresos'; 2010.
Fuente: "Mapa demostrativo de todos los caudales que han entrado en todas las cajas de la Nueva España y sus provincias adyacentes·; AGN, Archiv
stórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Se han omitido los granos. El orden de las cajas es el que aparece en el documento.
Bajo estos parámetros cabe entender el resultado al que llegaron los conta-
dores ordenadores a fin de aportar la información que solicitaba la corona: "Con
cuya suposición, y para que sólo queden en estas Relaciones los verdaderos caudales y sus
distribuciones se entresacarán las partidas que proceden de existencias, remisiones,
préstamos y contrapartidas, que unidas e incorporadas se hallarán en las cuentas de
los oficiales reales, y se asentarán con separación en notas a las finales de cada caja. 51
Una vez explicada la diferencia entre cargo/ data y valor/ distribución, y ha-
biendo dejado asentado que se iban a consignar estos últimos conceptos, Santiago
Abad y Juan Joseph Ortiz describieron cómo construyeron la contabilidad de las
distintas caj as reales del erario novohispano.
En primer lugar, se manifestó la existencia que hubo en diciembre de 174 3
en cada caja real o tesorería. Luego, se llevaron las cuentas de la caja "continuado y
sucesivo de año en año y ramo por ramo, 52 el verdadero y real producto del quinque-
nio, así de lo que entró en las cajas, como de aquel que se le dio expendio sin recono-
cerlas, por órdenes de los virreyes". Posteriormente aparecía la suma del quinquenio
y, tras ello, "la agregación (donde la hubiere con notas) de aquel caudal ya referido y
obrado en fin de 174 3, de los recibidos por vía de suplementos, remisiones de otras
cajas, y los cargos de contrapartidas, que los oficiales se hicieron': Esta agregación
se realizaba no porque fuese "real y efectivo producto del quinquenio': sino porque
las cifras del valor y distribución consignadas en la relación estaban "desunidas de
entre los cargos y datas, para contestación y conformidad con los libros de dichos
oficiales reales y sus cuentas¡ cuya integridad y precisión hace necesario un aumento
de caudal y distribución mental, y escripto (sic], no físico y real':5 3
A continuación, los contadores explicaban el contenido del término "con-
trapartidas': Por este rubro cabía entender un asiento contable que registraba un
mero movimiento de caudales que duplicaban los cargos y las datas, sin constituir
por ello un verdadero ingreso o egreso. En este sentido, señalaron: "Y lo mismo es
en las contrapartidas, porque si entra una cantidad a la caja en depósito se hacen
cargo de ella los oficiales reales en este ramo, y la dan en data luego que se le da apli-
cación, volviéndose a hacer cargo de ella en aquel ramo a que se destinó, con cuyo
hecho es necesario que haya dos cargos y una data que no aumenta en la realidad el
valor y distribución:' 54
51
AG N , Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f. Las cursivas son mías.
52
Una organización, pues, que remitía a la que aparecía en lo~ libros comunes de cargo y data.
53
AG N , Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f.
54
Idem. Las cursivas son mías.
Nos encontramos pues lejos de un sistema fiscal que hiciese del recurso fi-
nanciero una fuente reiterada y continua de sus ingresos. 58 Algo que en el caso de
55
Valle, "Consulado''. 1997, y Marichal, Bancarrota, 1999.
56
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Las cursivas son mías.
57
AGN, Caja Matriz, vol. 732, f.133.
58
Que esta actitud perduró por largo tiempo en el real erario novohispano, se constata en el estu-
dio que realizó Carlos Marichal sobre la deuda pública novohispana durante el último cuarto
Para mostrar la más completa información del quinquenio de 1744 a 1748, los
contadores del Tribunal de Cuentas de México agregaron cuatro partidas que ha-
bían sido excluidas por el oidor Fernando Dávila de Madrid.
La primera de ellas fue los caudales de la "limosna de la Bula de la Santa
Cruzada': Las razones aducidas fueron el hecho de que sus fondos tenían "efectiva
entrada y salida en las cajas; y cargo y data sus oficiales reales': a pesar de que su ad-
ministración y cobranza corría por manos de un subdelegado, comisario y tribunal
y, también, porque se trataba de un caudal que pertenecía a la Real Hacienda y so-
bre ellos intervenía el ~irrey de Nueva España. De igual forma, también incluyeron
los productos de la Real Casa de Moneda, con base en el mismo criterio: "por ser
del siglo XVIII y la primera década del siglo xrx. Una actitud que, ante las necesidades finan-
cieras de la metrópoli y las guerras coloniales, en especial la de las Trece Colonias, se quebraría
durante el gobierno del virrey Martín de Mayorga a principios de la década de 1780. Marichal,
Bancarrota, 1999, pp.103-104 y 114.
59
Marichal, Bancarmta, 1999, y Torres, "Incertidumbre'; 2008, pp. 279-282 y Precio, 2013, pp.
281-408.
60
Más adelante trataremos sobre estos "mapas" o "extractos''.
...
Aunque la caja de Manila no envía caudal alguno efectivo a la de México, crece no
obstante el valor de esta, en modo negativo, y por una necesaria suposición, porque
se descuenta del situado de aquellas Islas, lo que en ellas y de su caja se halla satis-
fecho, según la cuenta que sus oficiales reales envían a la de México, y tanto menos
remiten estos. Pero siendo preciso que en los libros de la caja mexicana haya cons-
tancia e individual razón de todo el situado es necesario que en ellos, y sus corres-
pondientes ramos, se hagan cargo de aquellas pagas que hicieron los oficiales reales
de Manila, como si se recibieran en México, y que den en data toda la importancia
del íntegro situado, con cuyo hecho se envuelve en el valor de la caja de México, y
su distribución, aquella cantidad que en la citada cuenta consta haberse recibido y
pagado por la de Manila. 61
61
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Para el funcionamiento y evolución del
situado en Filipinas, véase Alonso, "Ayuda'; 2012.
62
Sobre el ramo de tributos, los contadores Abad y Ortiz señalaron: "También se añadirán en la
clase de lo que no entra en cajas, todos los importes de los vínculos perpetuos en Mayorazgo,
Una vez definidas las categorías básicas que articulaban las relaciones, esto es, el
valor y la distribución de las rentas de la Real Hacienda de Nueva España, los con-
tadores del T ribunal de Cuentas de México pasaron a explicar cómo circulaban los
caudales entre las cajas reales.
En primer lugar, asentaron la existencia de nueve cajas reales que remitían
sus excedentes a la caja matriz de México una vez satisfechos los gastos locales.
Como afirmaron los contadores:
63
Idem.
Cajas reales:
Guadalajara, Zacatecas, Guanajuato, Durango, Sombrerete,
Pachuca, San Luis Potosí, Zimapán y Tabasco
''
Caja real ~
Caja matriz ~
Caja real
-.....
de Acapulco de México - de Veracruz
~
- - /
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~
Fuente: AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. La línea continua en las flechas indica el envío periódico de excedentes, la discont
envío extraordinario de recursos.
erario sobre los ramos fiscales de la corona en el transcurso de la primera mitad
del siglo xvm. 64
No se expone tampoco por menor en que consumió el factor oficial real de esta caja
de México las cantidades de dinero que por los oficiales sus compañeros se le en-
tregaron, en virtud de órdenes de los virreyes, porque fuera hacer voluminosa esta
certificación, pues se compone su distribución de multitud de partidas de las espe-
ciales compras en menudencias, y para venirse en conocimiento de cuáles efectos y
fines fueron los que [sic] en que se consumieron, se hará relación en estas, bien que
en este tribunal cuando se glosan las cuentas que presenta el factor, se examinan
prolijamente los cargos y datas en que fueron gastadas, con comprobación de ins-
trumentos jurídicos que las califican. 66
64
Para este tema, consúltese Sánchez, Corte, 2013, pp. 305-308.
65
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f.
66
Idem.
Distribución de los caudales de la Real Hacienda de cada una de las cajas de los
reinos de Nueva España, Galicia y Vizcaya y provincias de Yucatán y Tabasco
en pagamentos de salarios, sueldos, pensiones y gastos en estos dominios y en
remisiones a los presidios de La Habana, islas de Barlovento, Filipinas y Reinos
de Castilla en el quinquenio que corre desde 1º de enero de 1744 hasta fin de
diciembre de 1748. 68
67
En este sentido es relevante la consulta de dos de las secciones que componían las Relaciones de
valores y distribución de 1739-1743 que, como vimos, hacían referencia a los mandatos por los
cuales se satisfacían los juros y las mercedes y situados de la Real Hacienda de Nueva España.
Al respecto, consúltese AGI, México, leg. 1958.
68
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f. Las cursivas son del original.
Caja real
l. Guadalajara 8. Tabasco
2. Zacatecas 9. Campeche
3. Durango 10. Mérida
4. Sombrerete 11.Acapulco
5.Pachuca 12. Real Casa de Moneda de México
6. San Luis Potosí 13.México
7.Zimapán 14. Veracruz
con el cual se podía observar el "verdadero" ingreso total del real erario en dicho
periodo (véase cuadro 3).
De modo similar se procedió con los datos de distribución de las rentas
reales, de manera que aparecieron resumidos también en un "sumario general" de
distribución (véase cuadro 4 ).
11
vu."CoTEJ0 DE CAUDALES ENTRE LOS QUINQUENIOS DE 1739 A 1743
Y DE 1744 A 1748
Fuente: AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Se han omitido los granos.
Cuadro 4 . "Sumario general de todo lo distribu ido de los caudales de cada una de las caj as de esta Nueva España y demás
reinos y provincias en el quinquenio que corre desde 1 º de enero de 1744 hasta fin de diciembre de 1748"
Fuente: AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol.1381, s. f. Se han omitido los granos.
y, por eso, tanto menos remitido" y 140 311 pesos 2 reales de "fuera de caja': Todo
ello sumaba la cantidad de 26 304 566 pesos 5 reales. A este monto, los contado-
res Abad y Ortiz le descontaron 1 795 227 pesos 7 reales de préstamos en dicho
quinquenio, lo cual arrojaba una cifra final de 24 509 338 pesos 3 reales, que era
"la gruesa de las rentas del quinquenio" de 1739 a 1743. 69
Una vez equiparados los conceptos que componían los valores de las rentas
en ambos periodos, los contadores procedieron a cotejar las cifras. Así, de la com-
paración surgía una evidencia: la elevación de los valores en el quinquenio de 1744
a 1748 frente al quinquenio anterior en tanto que en aquel la gruesa de caudales
sumó 29 059 939 pesos 9 reales, mientras que entre 1739 y 1743 ascendió a los
ya citados 24 509 338 pesos 3 reales, lo cual arrojaba un aumento de 4 550 600
pesos 7 reales, es decir, un incremento del orden de 18.5%. Con este resultado, el
virrey conde de Revillagigedo podía demostrar a la corona que durante su gestión
se había mejorado el estado del real erario de Nueva España.
Con este escueto dato finalizan de una manera un tanto abrupta las Relacio-
nes de valores y distribución de todas las rentas reales en el reino de la Nueva España,
sus provincias adyacentes de la Nueva Galicia, Nueva Vizcaya, las de Yucatány Tabas -
co. Sacadas de los libros comunes y concordantes de las cue~tas de cada caja, con indivi-
dualidad de ramos y de sólo lo verdaderamente cobrado y distribuido por un quinquenio
corrido desde el primero de enero de 1744 hasta el fin de diciembre de 1748. Formadas
por los contadores ordenadores Don Santiago Abad que lo es propietario y Don Juan
Joseph Ortiz, supernumerario, ambos del Real Tribunal y Audiencia de Cuentas de
México que se hallan diputados para el despacho de su mesa de Memorias y Alcances.
En virtud de orden de Su Majestad comunicada por el excelentísimo señor Marqués de
la Ensenada, al excelentísimo señor Conde de Revillagigedo, virrey de la Nueva España
y por su disposición, y en consecuencia de cometimiento para su formación en decreto
del referido Real Tribunal de Cuentas. 70
Sin embargo, en la copia de las relaciones que se mandó al marqués de la
Ensenada, ministro de Indias, había un colofón que decía: "Hecho en el Real Tri-
bunal y Audiencia de Cuentas de México a treinta de octubre de mil setecientos
cincuenta y un años. Santiago Abad = Juan Joseph Ortiz:'11
69
Id(m. Se han omitido los granos.
70
Esta es la transcripción completa del título de la portada de la relaciones de 1744 a 1748.
71
AG I, México, leg. 2027, f. 341. La copia existente en el Archivo General de Indias en Sevilla
ostenta un formato más noble (calidad y tamaño del papel, cuidado en la caligrafía, iluminación
de la portada y los encabezamientos, encuadernación en terciopelo, etcétera).
Mapa en que sólo se comprehenden los efectivos caudales de la Real Hacienda, que
han tenido todas las cajas de esta Nueva España [y] Provincias adyacentes, así de
los sobrados en fin de diciembre de 17 4 3 y de los de esta naturaleza enviados en
este año por varias cajas, y llegaron a las de su destino en el año de 1744. Productos
de las rentas en el quinquenio y su total; como también todos los verdaderos gastos
que han tenido las cajas en lo que van imbíbitos las remisiones a La Habana y Rei-
nos de Castilla; y lo consumido con el motivo de la Guerra con la Nación Británica;
a cuyo cuerpo de gastos se agregan los caudales que sobraron en fin de diciembre
de 1748 y los remitidos de unas cajas en dicho año, que llegaron a las de su destino
72
AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f. Las cursivas son mías.
73
Idem. Así en los restantes tres mapas o extractos.
"D0 " es igual a "Derecho/ s''. Se sigue el orden que aparece en el primer mapa.
Fuente: AGN, Archivo Histórico de Hacienda, vol. 1381, s. f.
Mapa demostrativo de todos los caudales que han entrado en todas las cajas de la
Nueva España y sus provincias adyacentes, deducidos de las cuentas y relaciones
juradas de los oficiales reales de cada una de ellas, las cuales comprehenden así las
existencias que quedaron en diciembre de 1743, los productos de todas las ren-
tas; lo remitido de unas a otras, los suplementos que para las urgencias recibieron,
el aumento de cargos por contrapartidas de datas, el resumen total de los cargos,
como las salidas para gastos en dichas provincias, inclusas las remisiones a La Ha-
bana y Castilla, con distinción de lo consumido con el motivo de la Guerra con la
Nación Británica; las datas de envíos de unas a otras cajas, las devoluciones de los
suplementos, las datas de contrapartidas de cargos, y los caudales líquidos sobran-
tes en fin de diciembre de 1748, excluyéndose de las datas aquellas cantidades en
que dos de las referidas cajas se encontraron satisfechas con exceso del fondo que
tuvieron, con lo que se igualan los sumarios, y quedan conformes los cargos con
las datas, como se figura abajo, en todo el quinquenio corrido desde 1° de enero de
1744 hasta fin de diciembre de 1748.
74
En este segundo mapa, como en el tercero que mostraremos a continuación, se incluyeron las
remesas que mandaron los erarios regios de Guatemala, Cumaná y Caracas, por medio de la
caja de Veracruz, para nutrir los fondos de la Depositaría de Indias, ubicada en Cádiz, durante
el quinquenio de 1744-1748. Sin embargo, como dejaron asentado los contadores del Tribunal
de Cuentas de México, estos fondos no podían considerarse como propios del reino de Nueva
España y sus provincias adyacentes, de forma que sólo se incorporaban a los mapas para dejar
constancia de la totalidad de los cargos y datas de los oficiales reales de la caja de Veracruz.
Extracto recopilativo por mayor de todos los caudales que han entrado en todas
las Cajas de las provincias de esta Nueva España y salido de ellas en el quinquenio,
conforme a las Notas puestas en esta certificación en las finales de cada caja, así en
valores como en distribución; y conferido lo entrado con lo salido se deducen las
sobras de caudales que quedaron en cada una, y pagado más de sus fondos en de
ellas en fin de Diciembre de 1748 que son las existencias.
En marzo de 1751, cuando hacía más de dos años y medio que se había ordenado
elaborar las relaciones del quinquenio de 1744 a 1748, el marqués de la Ensenada
señaló en una misiva al virrey conde de Revillagigedo que dicha real orden todavía
no había sido cumplida. De igual manera, le informaba que el monarca esperaba
una diligente respuesta por ser un instrumento que el soberano necesitaba"tenerlo
presente".75 Finalmente, el 6 de diciembre de 1751 Revillagigedo remitió un "ca-
joncito con la certificación del quinquenio que se mandó formar a ese Tribunal
de Cuentas':7 6 La valoración del trabajo realizado no pudo ser más positiva ya que
habiendo sido de la probación del Rey la citada certificación por su claridad, pun-
tualidad y trabajo lo participo a VE de su Real orden para su inteligencia, a fin
de que VE prevenga al referido Tribunal de Cuentas vaya formando el siguiente
quinquenio para poderle remitir luego que pueda estar acabado por lo mucho que
75
AG N, Reales cédulas originales, vol. 71, exp. 74, y AGI, México, leg.1506.
76
Es decir, apenas un mes y pocos días después de que los contadores Santiago Abad y Juan Joseph
Ortiz firmasen las relaciones, el 30 de octubre de 175 l.
77
AGN, Reales cédulas originales, vol. 72, exp. 43. Las cursivas son mías.
78
De hecho, en 1753 se reiteraba la orden de elaborar las relaciones del quinquenio subsecuente.
AGN, Reales cédulas originales, vol. 73, exp. 102.
79
Para una síntesis biográfica del marqués de la Ensenada, así como un análisis de sus proyectos
de reforma en materia de defensa y Hacienda, consúlrese Gómez, Proyecto, 1996.
80
Torre, Instrucciones, 1991, t. II, pp. 821-822.
81
"Estado núm. r; Fonseca yUrrutia, Historia, 1845, t. 1, s. f. Las cursivas son mías.
82
En este último caso, el binomio "valores y distribución" se amplió y reformuló como "valores,
gastos y líquido": "Extracto general de valores, gastos y líquido de los ramos comunes y particu-
lares de la Real Hacienda de Nueva España deducido el año común por el quinquenio corrido
desde el de 1795 al de 1799, formado para satisfacer a lo prevenido en Real Orden de 3 de se-
tiembre de 1809:' AGI, México, leg. 1145, fs. 663-665, y AGN, Historia, vol. 600, fs. 88-89v. Para
su empleo por la historiografía consúltense Marichal, Bancarrota, 1999, y Sánchez, "Peso·; 2011.
Fuentes consultadas
ARCHIVOS
BIBLIOGRAFÍA
83
De hecho, empieza a haber trabajos que hacen del empleo de esca información una fuente clave
para la explicación del estado del real erario novohispano durante la primera mitad del siglo
xvm. Al respecto, consúltese Sánchez, Corte, 2013.
Serrano Álvarez, José Manuel, "Metodología en el análisis de las cajas reales: téc-
nicas para estudios de la administración militar en el siglo xvm" en Juan
José Sánchez Baena y Lucía Provencio Garrigós (eds.), El Mediterráneo y
América: Actas del XI Congreso de la Asociación Española de Americanistas,
Murcia, Editorial Regional de Murcia, 2006, t. II, pp. 953-967.
TePaske, John J. y Herbert S. Klein, Ingresos y egresos de la Real Hacienda de Nueva
España, 2 vols., México, INAH, 1986-1988.
Torre Villar, Ernesto de la (coord.), Instrucciones y memorias de los virreyes novo his-
panos, México, Editorial Porrúa, 1991, 2 tt.
RFJKLIONES
DEVALORES
Y DISTRIBUZION
Rea1es
Je, todas las Rentas ei1-e.1 R~yno cle- ia . .;
liilu~va Biy~ fus JJrovincias a4yacente.8 de la. Nueva~
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Nueva Vizcaya, h1s de YUGlt:m,-,y'1abafco.
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61
RELACIONES
DE VALORES Y
DISTRIBUCIÓN
DE LA REAL
HACIENDA DE
NUEVA ESPAÑA,
1744-1748
se terminó de imprimir el 31 de marzo de 2014,
en los talleres de Impresión y Diseño, Suiza 23 bis,
colonia Portales, 03570, México, D. F.
Edición realizada-~i;:argo de la Subdirección de Publicaciones del
Instituto Mora. En ella participaron: corrección de estilo, Gustavo Villalobos;
corrección de pruebas, Estela García y Javier Ledesma;
diseño de portada e interiores y edición de material gráfico, Marco Ocampo;
cuidado de la edición, Gustavo Villalobos y Yolanda R. Martínez.