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La radiografía de tórax es una técnica diagnóstica que permite obtener

una imagen del tórax utilizando rayos X a dosis muy bajas, que
atraviesan el cuerpo y dibujan las siluetas de los órganos internos.
Escrito por David Saceda Corralo, Médico Interno Residente, especialista en
Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Qué es la radiografía de tórax

Compartido:
La radiografía de tórax es una prueba diagnóstica que se utiliza muy
frecuentemente en la consulta médica de rutina y también en situaciones de
urgencia. Consiste en la captación de una imagen del tórax gracias a la
utilización de los rayos X, unas ondas electromagnéticas capaces de atravesar
todo el cuerpo y llegar a un detector que mide su presencia en cada punto. De
esta forma, los órganos más solidos no dejan pasar los rayos X (los huesos,
que tienen calcio) y los más livianos permiten su paso (los pulmones, llenos de
aire).

La prueba es muy sencilla y muy barata; además, gracias a ella se obtienen


datos clínicos de gran importancia para emitir un diagnóstico y procurar un
tratamiento correcto a la persona que lo necesite. La prueba no está libre de
riesgos, ya que se utilizan rayos X, que son una fuente de ondas ionizantes
capaces de mutar células y predisponer al cáncer. Sin embargo, el potencial
cancerígeno de esta prueba es extremadamente bajo. De todas las pruebas
radiológicas que se utilizan en medicina (TAC, tránsitos
digestivos, histerosalpingografía, etcétera) es la que menos radiación somete al
paciente, y sus beneficios superan los riesgos teóricos.

Hay varios tipos de radiografías de tórax:


 Anteroposterior (AP): es el tipo de radiografía de tórax más utilizada.
Con ella se consigue una imagen de frente del tórax, con el corazón en
medio y los pulmones a cada lado. En un servicio de Urgencias de
tamaño medio se pueden llegar a realizar más de 400 radiografías AP
de tórax.
 Lateral: los rayos X atraviesan lateralmente el tórax. Gracias a este tipo
de radiografías se puede observar si hay algo detrás del corazón que
estuviese tapado en la AP.
 Espirada: habitualmente las radiografías de tórax siempre se hacen
inspiradas, es decir, con los pulmones llenos de aire y aguantando la
respiración. Pero algunas patologías se ven más fácilmente si la
radiografía se realiza habiendo soltado todo el aire primero.
 Lordótica: se hace de forma oblicua, de abajo a arriba. Así los rayos X
llegan a las puntas superiores de los pulmones sin que las clavículas
molesten.
Se realiza una radiografía de tórax cuando se quiere estudiar el interior del
tórax por multitud de motivos. Algunas de las razones más frecuentes son
estos problemas:
 Disnea: se llama así a la sensación de falta de aire o fatiga, que suele
ser un síntoma de una insuficiencia respiratoria, en la que el oxígeno no
llega a la sangre desde los pulmones.
 Dolor torácico: el dolor en el pecho es un signo de alarma de un infarto
de corazón, y una radiografía nos permite descartar otras causas de
dolor torácico.
 Traumatismo torácico: cuando una persona sufre un golpe en el tórax
una radiografía puede ayudar a detectar fracturas en las costillas y
descartar daño interno.
 Sospecha de neumonía: una persona con tos, flemas y fiebre tiene una
alta probabilidad de padecer una neumonía. La radiografía es
imprescindible para establecer el diagnóstico.
 Sospecha de cáncer de pulmón: es la primera prueba para llegar
al diagnóstico del cáncer pulmonar. Sin embargo, la tomografía
computarizada es la que consigue detectar con más exactitud el cáncer.
Hay que recordar que la radiografía de tórax no es útil para utilizarla
como prueba de detección precoz del cáncer de pulmón en personas
sanas.
 Preparación para una operación: es una prueba imprescindible para
pasar a quirófano, porque permite detectar posibles complicaciones que
hayan pasado desapercibidas.
Si te van a realizar una radiografía de tórax estas son las cuestiones que debes
tener en cuenta:

 Duración: la radiografía de tórax tarda en hacerse unos


instantes. Normalmente estarás en el hospital unos minutos mientras
esperas, te preparas para la prueba, y se realiza.

 Ingreso: la radiografía de tórax puede realizarse de forma


ambulatoria. Puedes someterte a la prueba e irte al poco rato a tu casa.

 ¿Es necesario ir acompañado?: no, no limita a la persona una


vez realizada. Lo normal es que puedas conducir o ir a casa por tu
propio pie después.

 Medicamentos: no es necesario tomar ningún medicamento


previo. Se debe comunicar al médico todas las medicinas que se toman
habitualmente, aunque raramente influirán en el resultado de la prueba.

 Comida: no es necesario permanecer en ayunas antes de la


prueba. Puedes beber y comer todo lo que quieras.

 Ropa: puedes acudir a la cita con la misma ropa de cada día. Si


embargo, para hacer la prueba te pedirán que te quites la ropa que te
cubra el pecho y cualquier collar o joyería que esté en la piel del tórax.
Tenlo en cuenta por si prefieres dejar las cosas de valor en casa.

 Documentos: tan sólo lleva tu tarjeta sanitaria por si tuvieras


que identificarte. No necesitas tu historial médico para la prueba, ni
recibirás documentación al finalizar la misma.

 Embarazo y lactancia: la radiografía de tórax está


absolutamente contraindicada en estas situaciones. Si existe una
mínima posibilidad de estar embarazada no debes someterte a esta
prueba. Habitualmente el médico realiza una prueba de embarazo antes
de realizarla. La lactancia no supone una contraindicación directa.

 Contraindicaciones: el embarazo sería la primera


contraindicación absoluta para realizar esta prueba. No hay otras
contraindicaciones directas.
Las radiografías de tórax no tienen complicaciones reales para las personas
que se someten a ellas. La radiación que implican es mínima y no se
consideran un factor de riesgo para desarrollar cáncer si se utilizan de forma
puntual en años. Los técnicos de rayos y los radiólogos llevan detectores que
miden la radiación acumulada a lo largo de semanas, ya que no deben superar
un límite anual para evitar riesgos.

Las radiografías de tórax no tienen complicaciones reales para las personas


que se someten a ellas. La radiación que implican es mínima y no se
consideran un factor de riesgo para desarrollar cáncer si se utilizan de forma
puntual en años. Los técnicos de rayos y los radiólogos llevan detectores que
miden la radiación acumulada a lo largo de semanas, ya que no deben superar
un límite anual para evitar riesgos.

 Corazón: no debe ocupar más de la mitad del tórax. Cuando supera el


50% del ancho se considera que el corazón es demasiado grande y se
habla de cardiomegalia.
 Pulmones: suelen ser de color negro, con pequeñas trazas grises por los
vasos sanguíneos y los bronquios. Si hay una neumonía o
una insuficiencia cardiaca, se llenarán de líquido parcialmente y se
verán manchas claras. Lo mismo pasa cuando hay un tumor.
 Senos costofrénicos: son los ángulos que forman las costillas con el
diafragma. Están en la parte más lateral y más baja de los pulmones, y
al ser el punto más bajo es el primer sitio donde se acumula líquido en
caso de derrame pleural.
 Mediastino: se encuentra en la parte central del tórax, contiene el
corazón pero también grandes vasos como la arteria aorta y la vena
cava, y ganglios nerviosos y linfáticos.
 Esqueleto: en la radiografía también se ven las costillas, la articulación
del hombro y la columna vertebral. No es la prueba ideal para estudiar
los huesos, pero puede detectar alteraciones.

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