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Introducción v

Capítulo 1. Breve reseña histórica 1


1. Introducción 2
2. La vida de Cantor 3
3. Desarrollo de la teoría de conjuntos por otros matemáticos 19

Capítulo 2. Teoría elemental de conjuntos 29


1. Introducción 30
2. Los axiomas 31
3. Órdenes 43
4. Buen orden 45
5. Cortaduras 47
6. Los números naturales 50
7. Ordinales 56
8. Relaciones bien fundadas 66
9. La jerarquía de Von Neumann 74
10. El rango 76
11. Números cardinales 77
12. Equivalentes del axioma de elección 82
13. Aritmética cardinal 84
14. Aritmética de ordinales y más sobre cardinales 88
15. Conjuntos numerables e innumerables 96
16. Cardinales regulares y singulares 99
17. Sucesiones de ordinales 108
18. Ejercicios 111

Capítulo 3. Cardinales 125


1. Los álef 126
2. Sumas débiles 135
3. Los números beth 142
4. HGC 147
5. Cardinales inaccesibles 149
6. Cubiertas de conjuntos 154
7. Teoría PCF 162
8. Ejercicios 163

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Capítulo 4. Lógica 171


1. Introducción 172
2. Signaturas 173
3. Estructuras matemáticas 174
4. Homomorfismos 177
5. Lenguajes formales 178
6. Términos y fórmulas 180
7. Inducción y recursión sobre la construcción de términos y fórmulas 186
8. Modelos 190
9. La relación de consecuencia lógica 200
10. Modelos y sistemas axiomáticos 205
11. Un cálculo lógico 207
12. El teorema de completud de Gödel 218
13. Conjuntos y relaciones definibles 236
14. Los teoremas de incompletud de Gödel 248
15. Formas normales prenexa y de Skolem 249
16. El teorema de Herbrand 255
17. Ejercicios 260

Capítulo 5. Teoría de modelos 277


1. Modelos infinitos 278
2. Clases elementales y ∆0 -elementales 281
3. Un poco de topología y el teorema de compacidad 285
4. Cadenas de modelos 287
5. Teorías y clases axiomatizables 294
6. Diagramas 297
7. Existencia de subestructuras y extensiones elementales 313
8. Extensiones conservativas y extensiones por definiciones 317
9. Categoricidad 323
10. La teoría ΦAP y la teoría Teo(N) 328
11. Aplicaciones a la teoría de gráficas 338
12. Funciones de Skolem 340
13. Más aplicaciones a campos 343
14. Teorema de consistencia de Robinson 344
15. Indicernibles 352
16. Ejercicios 358

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Capítulo 6. Ultrafiltros y ultraproductos 369


1. Filtros 370
2. Ultrapotencias 383
3. Propiedades de los ultraproductos 392
4. Ejemplos 395
5. Campos real cerrados 399
6. Ejercicios 405

Capítulo 7. Combinatoria infinita 413


1. Introducción 414
2. Funciones normales 415
3. El lema de la raíz 421
4. Clubes y conjuntos estacionarios 426
5. El teorema de Silver 439
6. El principio ♦ y otros principios combinatorios 447
7. 2ℵ0 < 2ℵ1 implica una versión débil de ♦. 463
8. Árboles 474
9. Relaciones flecha 493
10. Cardinales débilmente compactos 504
11. Aplicaciones al álgebra 511
Apéndice 519
12. Ejercicios 521

Capítulo 8. Relativización y absolutez 531


1. Relativización de una fórmula respecto a un ∈-término 532
2. Absolutez de fórmulas 542
3. Relativización de términos respecto a términos 545
4. Absolutez de LTC-términos 552
5. Relativización y absolutez de cardinales 561
6. Pruebas de consistencia relativa 566
7. Principios de reflexión 575
8. Jerarquía de Lévy 592
9. Ejercicios 601

Capítulo 9. El universo construible 607


1. Lenguaje LV 610
2. El universo construible 628

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3. Operaciones de Gödel 635


4. El axioma de constructibilidad 644
5. Axioma de elección en L 657
6. La hipótesis generalizada del continuo en L 665
7. Algunos principios combinatorios en L 672
8. Aplicaciones 681
9. Un ejemplo en teoría de la medida 685
10. Más sobre cardinales débilmente compactos 693
11. 0# 704
12. Ejercicios 715

Bibliografía 731

Índice de símbolos 739

Índice 745
Contenido

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Introducción

La obra que el lector tiene en sus manos surge por las siguientes razones.
Los autores han impartido el curso de teoría de conjuntos en numerosas
ocasiones (incluso con otros nombres, ante la ausencia de cursos de Teoría
de Conjuntos II, III, etc.) en la uami y la unam. En el nivel de licenciatura, es
usual que los estudiantes no puedan seguir un texto en inglés o alemán, de modo
que su estudio se ve dramáticamente limitado. Por supuesto que este problema
es válido no sólo en la teoría de conjuntos, sino en muchas otras disciplinas.
Pero aun en el caso del posgrado, en que los alumnos suelen dominar un idioma
extranjero, es difícil encontrar un texto de teoría de conjuntos que tome a los
alumnos de la teoría elemental y los lleve a entender los nuevos avances en el
área, es decir, un texto de nivel avanzado, que es como nosotros clasificamos
este libro. En consecuencia, pretendemos cubrir dos carencias en la literatura
disponible: un texto en español y, lo que es más importante, una obra que
permita al estudiante de posgrado obtener los conocimientos necesarios para
incorporarse a la investigación. Un libro que no obligue al lector a buscar
nociones, técnicas o resultados previos en un sinfín de revistas o libros, sino
que permita la adquisición gradual pero continua de las ideas necesarias para
cada etapa del aprendizaje.
El presente texto se ha utilizado en numerosos cursos, principalmente en la
uam, en donde se ha retroalimentado con las opiniones de los alumnos, lo que ha
permitido incluir el material necesario y realizar las modificaciones pertinentes.
Otra razón para escribir este libro fue la necesidad de cubrir algunos temas
que casi no se encuentran en otros textos ([Am97] o [Her98], por citar algunos),
o que sólo aparecen en artículos de investigación inaccesibles, por su nivel, para
el lector promedio. Además, el texto es concebido como el primer volumen
de una serie que pretende exponer temas avanzados de la teoría de conjuntos,
fundamentalmente la teoría de modelos internos o modelos núcleo, que ha
merecido gran atención de los estudiosos de la teoría de conjuntos, en buena

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Introducción

medida debido al trabajo de R. B. Jensen. Esta excepcionalmennte bella pero


muy complicada teoría requiere de gran cantidad de conocimientos previos, los
cuales pretendemos cubrir en una serie de dos volúmenes.
Sería poco razonable generar varios textos sólo con el propósito de estudiar
un área específica de la teoría de conjuntos; por ello, cada uno de los volúmenes
está pensado como un compendio de resultados útiles para la teoría de modelos
núcleo y también para cualquier matemático activo en otras áreas, como el
álgebra, la teoría de la medida, la probabilidad o la topología. Los resultados se
presentan en forma sistemática y autosuficiente, es decir, sin que el lector tenga
que referirse a otro texto para obtener una demostración completa, excepción
hecha de las aplicaciones al álgebra o a la topología, en las que se requieren
conocimientos de esas disciplinas.
El libro comienza con un apartado “histórico”. Se considera importante
restablecer la figura de Cantor como fundador e impulsor de la teoría de
conjuntos, quien además introdujo ideas y métodos absolutamente originales.
También se presenta un esbozo de la historia de esta teoría, y se menciona a los
principales personajes que han influido en ella.
En general los estudiantes presentan tal diversidad en su grado de conoci-
miento de la teoría de conjuntos, que es necesario dedicar algunas semanas a
uniformar a la audiencia. Por ello, el capítulo 2 presenta con todo detalle la
teoría elemental de conjuntos, junto con temas fundamentales para la teoría
moderna que en pocas ocasiones aparecen en textos introductorios. Tal es el
caso del tratamiento de clases, de las relaciones bien fundadas, etc., temas
imprescindibles incluso en otras áreas de las matemáticas. Sugerimos al lector
novicio leer con detenimiento ese capítulo, y al experimentado, al menos
hojearlo, pues seguramente encontrará materias desconocidas para él.
El capítulo 3 consiste de un estudio sistemático de la aritmética cardinal,
en particular dentro de la teoría ZFE . Presenta un estudio detallado de los
números álef e introduce los números beth, indispensables en la determinación
de cardinalidades de ciertos sistemas de conjuntos, como ideales, ultrafiltros
o los niveles de las jerarquías de Von Neumann, Gödel o Jensen. Involucra
la exponenciación de cardinales con ayuda de las fórmulas de recursión de
Hausdorff, Tarski y Bernstein, o de la hipótesis (generalizada) del continuo,
para finalmente estudiar cubiertas de conjuntos.
El capítulo 4 es un breve “curso” de lógica matemática que abarca sólo
lo indispensable: estructuras matemáticas, morfismos entre ellas, sintaxis y

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semántica de la lógica de primer orden, un cálculo de secuencias, para continuar


con el teorema de completud de Gödel y el teorema de compacidad. Finalmente
se estudian conjuntos y relaciones definibles. No creimos conveniente remitir al
lector a la abundante literatura sobre esta materia (p. ej., [ToSo95]), pues gene-
ralmente los libros sobre lógica matemática tratan muchos temas innecesarios
para nuestros propósitos.
El único resultado que utilizamos en varias ocasiones y que sólo se
formula pero no se demuestra, es el teorema de incompletud de Gödel, cuya
demostración se pospone para el segundo volumen.
El siguiente capítulo, el 5, está dedicado a los fundamentos de la teoría de
modelos. Se presentan los importantes teoremas de Löwenheim-Skolem, que
aseguran la existencia de modelos de ciertas cardinalidades. Estudiamos teorías,
diagramas, extensiones por definición. También se incluye un breve análisis
de categoricidad. Muchos de estos temas originan líneas de investigación en la
moderna teoría de modelos.
El capítulo de ultraproductos 6 incluye un tratamiento de la teoría de
ultrafiltros extenso como se requiere para desarrollar los ultraproductos. Este
es un método para generar modelos de extraordinaria importancia, por lo que
decidimos conformar un capítulo aparte.
El capítulo 7 se dedica a la combinatoria infinita, es decir, aritmética cardinal
más sofisticada, que en muchos casos da lugar a principios independientes de
ZFE . Incluimos funciones normales, familias casi disjuntas, clubes y conjuntos
estacionarios. Se presenta un extenso tratamiento del principio ♦ y muchas de
sus equivalencias, para continuar con árboles y relaciones flecha o cálculo
de particiones. Finalizamos con cardinales débilmente compactos. El gran
ausente en esta sección es el axioma de Martin, cuyo estudio hemos pospuesto
para el segundo volumen.
Estos capítulos constituyen la primera parte, que pudiéramos llamar de
nivel medio, la cual involucra conocimientos indispensables para cualquier
estudioso de la teoría de conjuntos, pero también para aquellos interesados en
su aplicación en otras áreas.
Con el capítulo 8 se inicia la segunda parte del libro con una categoría más
avanzada. Aquí se estudian temas de teoría de conjuntos fundamentales, tanto
para los lectores que deseen continuar con el método de Forcing, como para
aquellos interesados en modelos núcleo o teoría descriptiva de conjuntos.

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Introducción

En este capítulo se revisa la relativización de fórmulas, y teoremas de gran


importancia, como el del colapso de Mostowski o el de reflexión de Levy-
Montague. Introducimos el concepto de absolutez para fórmulas, presentando
la relativización de los axiomas de nuestra teoría a clases. Finalmente intro-
ducimos una clasificación de las fórmulas del lenguaje de la teoría de conjuntos,
la jerarquía de Levy, que permite determinar cuáles fórmulas son absolutas.
El capítulo 9 constituye la culminación del primer volumen. Presentamos
allí el universo de conjuntos construibles. Para estudiarlo con detalle requerimos
desarrollar un lenguaje, el lenguaje LV , dentro de ZFE , así como varios
resultados sobre absolutez en este lenguaje. Introducimos la jerarquía Lα de
Gödel, por medio de la cual probamos la consistencia relativa del axioma de
elección y de la hipótesis generalizada del continuo. El lector encontrará los dos
métodos de Gödel para construir L. Además, hemos incluido la demostración
de que ambas técnicas son equivalentes.
Cada capítulo tiene al final numerosos ejercicios, especialmente en la parte
básica. Para la parte avanzada el lector experimentado reconocerá que en el texto
se encuentran ocultos muchos ejercicios, disimulados con frases como “es fácil
verificar”, “el lector puede demostrar”, etc. Éstas son “lagunas” intencionales
que el lector debe “llenar”.
Pensamos que se deben intentar tantos ejercicios como sea posible, pero
por ningún motivo debe haber desaliento por la imposibilidad de resolver
algún problema. La capacidad de resolver problemas es un asunto de madurez
matemática. Conforme se avanza en el texto la misma se incrementa y el lector
notará que adquiere más destreza en la solución de ejercicios.
Algunos problemas son precedidos por uno, dos o tres asteriscos, que deno-
tan el grado de complejidad del problema. Ninguno de los ejercicios representa
un problema abierto, pero esto no quiere decir que todos sean sencillos; nada
más alejado de la realidad, pues algunos de ellos son excepcionalmente difíciles
y esto debe ser una motivación adicional para el lector.
En toda obra matemática es usual establecer una serie de convenciones
para facilitar y simplificar la escritura del texto. Aquí no somos ajenos a esta
buena costumbre, y a continuación detallamos algunas convenciones. Aunque
debemos aclarar que en ocasiones las abandonamos, siempre y cuando esto
propicie una mejor comprensión por parte del lector y no produzca confusión.
Por ejemplo, en las demostraciones por inducción sobre la construcción de
fórmulas, se acostumbra utilizar sólo una parte de los conectivos lógicos,

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dejando el resto como conectivos derivados. Nosotros hacemos lo mismo con


la salvedad de que los conectivos considerados básicos pueden variar. Con
esto pretendemos presentar las demostraciones con los conectivos que mejor
ilustren la prueba, dejando los otros casos al lector.
Otra buena costumbre, que respetamos sólo en el primer capítulo (y no en su
totalidad), es usar letras minúsculas para denotar conjuntos (a, b, x, y, etc.). Esto
se ha vuelto común en la teoría de conjuntos moderna, pero cuando un lector de
otras áreas intenta estudiar, por ejemplo, la combinatoria infinita, en ocasiones
encuentra extraña esta práctica, pues es usual en otras disciplinas denotar los
conjuntos mediante letras mayúsculas. Este cambio, que el lector notará en el
primer capítulo y algunos de los restantes, tiene la intención de no introducir
dificultades artificiales en la lectura, para aquellos lectores que busquen en esta
obra alguna materia específica y no pretendan seguirla de principio a fin.
Las referencias dentro de un capítulo serán de la forma (por ejemplo) 3.4,
donde el 3 denota la sección y 4 el número de proposición, lema, teorema
o definición. Si nos referimos a un resultado de otro capítulo, entonces
anteponemos el número de capítulo, por ejemplo: 4.5.7, que se refiere al
resultado 7 de la sección 5 del capítulo 4.
Cómo leer el libro. El capítulo 1 es opcional y no se requiere en el resto
del libro. En cambio el capítulo 2 es indispensable, aunque aquellos lectores
con experiencia previa en teoría de conjuntos pueden consultarlo conforme lo
vayan necesitando, lo mismo que el capítulo 3, que depende del capítulo 2. Para
el resto de los capítulos tenemos las siguientes dependencias:

Capítulo Requisito
4 2
5 4, 2
6 2, 4, 5
7 4, 4, 5
8 4, 5
9 4, 5, 8

Def
Usamos la siguiente simbología: = para denotar una definición, J para
marcar el fin de una demostración parcial dentro de una prueba, y 2 para sig-
nificar el fin de una demostración. La notación ∃ !xΦ se lee: existe un único
elemento que satisface la fórmula Φ.

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Introducción

Porciones de este libro se han utilizado en el curso de Teoría de Conjuntos


en la licenciatura de Matemáticas de la uami, y en la Facultad de Ciencias de
la unam. Del capítulo 4 en adelante se ha utilizado como texto en cursos
de posgrado de teoría de conjuntos y teoría de modelos. En el departamento de
matemáticas de la uami tiene lugar el seminario sobre modelos internos que
sirvió como base para el capítulo de constructibilidad.
De acuerdo con nuestra experiencia, este libro sirve de apoyo en otros
cursos de licenciatura: el capítulo 4 se puede utilizar para el curso de lógica (de
la uami) y el capítulo 2 para el curso de Teoría de Conjuntos I. Los capítulos 3
y 7, en los cursos subsecuentes de teoría de conjuntos. El resto de los capítulos
son más adecuados para cursos de posgrado o seminarios de investigación para
alumnos a punto de terminar la licenciatura en Matemáticas.
Es importante aclarar el uso de algunas palabras en el texto. Para denotar
cardinales históricamente se utiliza la primera letra del alfabeto hebreo ℵ, que
nosotros hemos castellanizado como álef, de acuerdo con su pronunciación real,
donde la sílaba tónica es la primera. Cantor, Gödel, Hilbert y otros utilizaron
la palabra alemana Vollständigkeit, que nosotros utilizamos como completud,
pues no encontramos ninguna razón para usar completitud, como se hace en
algunos textos recientes.
Agradecemos a los alumnos y participantes de los seminarios las numerosas
sugerencias para mejorar el manuscrito y las correcciones efectuadas al mismo.
La experiencia de impartir los cursos mencionados ha sido invaluable para
nosotros, y esperamos que esto se refleje en alguna medida en el texto.
Un agradecimiento muy especial merece el profesor Ronald B. Jensen,
cuyas enseñanzas modificaron enormemente el texto original, en particular los
capítulos 8 y 9. Si aún permanecen errores, son responsabilidad exclusiva de
los autores.
Sólo nos resta expresar nuestro deseo de que el texto sea de utilidad a los
estudiantes y que sirva para motivarlos a continuar sus estudios en esta bellísima
teoría.
Los autores
Coyoacán, 2 de noviembre de 1999.

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CAPÍTULO 1

Breve reseña histórica

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1. Breve reseña histórica

Das Unendliche hat wie keine andere Frage von jeher so tief das Gemüt
des Menschen bewegt; das Unendliche hat wie kaum eiene andere Idee
auf den Verstand so anregend und fruchtbar gewirkt; das Unendliche
ist aber auch wie kein anderer Begriff so der Aufklärung bedürftig.1
D. Hilbert [Hil25]
Con este apartado queremos conformar un pequeño homenaje a Georg Cantor,
fundador de la teoría de conjuntos, y describir brevemente la historia de la
teoría, al menos en lo que a este libro concierne.

1. Introducción
Más de 100 años han transcurrido desde que apareció la sexta y última parte del
trabajo monumental de Cantor en el Matematische Annalen, Über unendliche
lineare Punktmanichfaltigkeiten. Con este trabajo nació la teoría de conjuntos
y con ella se generó una nueva concepción del infinito en las matemáticas,
concepción que toma forma en la teoría de números transfinitos de Cantor.
Esta teoría fue catalogada por Hilbert como el fruto más maravilloso del
pensamiento matemático y, de hecho, uno de los más grandes logros de la
actividad intelectual humana.
En un principio la teoría de conjuntos fue despreciada e incluso rechazada,
pero al final del siglo xix comenzó a tener algún reconocimiento y uso. Al
conocerse las paradojas de nuevo sufrió rechazo y se puso en duda, pero a pesar
de los obstáculos logró imponerse, y en su forma axiomática actual es uno de
los fundamentos de las matemáticas. La supervivencia de la teoría se debió en
gran medida a la perseverancia de Cantor y a su titánico trabajo.
Los conjuntos sobre los que versa la teoría tienen, en los casos interesantes,
una cantidad infinita de elementos. El concepto de infinito era, sin embargo,
fuente de suspicacias desde la antigüedad. Se conocen las paradojas de Zenón de
Elea (Aquiles y la tortuga). La construcción del continuo a partir de los puntos
que contiene causaba gran desconfianza. El mismo Aristóteles se manifestó
en contra del infinito “real”, pues se consideraba que sólo Dios era apto para
tales ejercicios mentales. Para Galileo y sus contemporáneos era demasiado
1
El infinito ha motivado de manera tan profunda la voluntad de los hombres como ninguna
otra pregunta hasta ahora; el infinito ha influido tanto y tan fructíferamente en el intelecto como
casi ninguna otra idea; pero el infinito también requiere más esclarecimiento que ninguna otra
noción.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

peligroso elucubrar sobre tales nociones. No obstante, demostró en 1638 que


hay tantos cuadrados perfectos como números naturales.
A pesar de lo anterior, para las matemáticas era inevitable enfrentarse al
infinito. Conceptos tan naturales como series infinitas conducían a contradic-
ciones sin la noción de infinito. Era necesario introducir números demasiado
grandes para tener límites de cada serie, pero el infinito se contemplaba como
una noción potencial y no real; la distinción clara entre convergencia y diver-
gencia y la formalización del Análisis sin recurrir a magnitudes infinitamente
grandes o pequeñas es un resultado del siglo xix. Para lograrlo se requerían los
conceptos de número y de conjunto de números. B. Bolzano trató en 1851 con
conjuntos infinitos, pero sin distinguirlos con claridad de otras nociones como
número, espacio, tiempo, resultados de operaciones con cantidades infinitas de
factores, etc. Su trabajo introdujo varios resultados aún ahora necesarios, como
que un conjunto infinito es equipotente a uno de sus subconjuntos propios.
No obstante, no podemos hablar de una teoría del infinito de Bolzano, ni
siquiera de una teoría precursora de la teoría de conjuntos de Cantor. Fue éste
quien introdujo las ideas necesarias para elaborar la teoría que hacía falta.

2. La vida de Cantor
Georg Cantor nace el 3 de marzo de 1845 en San Petersburgo, Rusia. Su padre,
George Woldemar Cantor (nacido en Kopenhagen, Dinamarca), un acaudalado
negociante, tenía en esa ciudad un comercio que dirigía desde 1838.
La madre de Georg, Marie Böhm, pertenecía a una familia muy conocida de
artistas, directores de orquesta, pianistas y violinistas. Por cierto que mucha
de esta información se conoce por una situación muy especial. El gobierno de
Hitler ordenó una investigación sobre los antecesores de Cantor, pues se tenía
la sospecha de que era de origen judío. La investigación no encontró ningún
antepasado de tal religión, y de hecho Cantor fue protestante ([PurIl87]).
G. Cantor asistió a la escuela elemental en San Petersburgo y en el año
de 1856 la familia se traslada a Alemania, específicamente a Frankfurt am
Main. En Wiesbaden y Frankfurt, Cantor asiste a la escuela secundaria y
preparatoria. En esta última manifiesta por primera vez su intención de estudiar
matemáticas, lo que es desaprobado en forma tajante por su padre, quien suponía
que la ingeniería era una profesión económicamente más segura. Durante algún
tiempo Cantor asiste en Darmstadt a la escuela superior de ingeniería, pero logra
convencer a su padre de que su verdadera vocación son las matemáticas y en

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1. Breve reseña histórica

1862 comienza sus estudios en la materia en la Universidad de Zürich. Sin


embargo, pocos matemáticos estaban activos en ese centro educativo. En 1863,
Cantor interrumpe sus estudios en Zürich, por la muerte de su padre, y no regresa
más allí. Decide proseguir en Berlín, la capital de Prusia, que era además un
importante centro de actividad económica y cultural.
Destacados profesores pertenecían al cuerpo docente: Weierstraß, Kumer,
Kronecker, Fuch, Arndt y Hoppe. K. Weierstrass impartía cursos sobre los
nuevos resultados en matemáticas, en las áreas de geometría analítica, funciones
elípticas, funciones de Abel y cálculo de variaciones. Kronecker tenía cátedras
sobre teoría de números, teoría de determinantes e integración. En la época
estudiantil de Cantor, Weierstraß y Kronecker tenían todavía una gran amistad,
misma que se deterioró en forma considerable años después.
En 1867 Cantor escribe sus tesis doctoral De aequatonibus secundi gradus
indeterminantis. El trabajo está dedicado a las investigaciones de Lagrange,
Gauß y Legendre sobre ecuaciones diofantinas. Después de obtener el grado de
doctor, permanece algún tiempo en Berlín dada la gran actividad matemática
de la metrópoli. En 1869, recibe la oportunidad de habilitarse en Halle; al
menos en esa época, obtener la habilitación obligaba al gobierno a otorgar una
plaza definitiva al habilitado. Ante esta situación y la dificultad de conseguir
colocación en Berlín, Cantor decide aceptar la propuesta. En Halle entra en
contacto con Heine, quien estaba dedicado a la teoría de series trigonométricas
y motiva a Georg a iniciar una investigaciónen esa dirección.
Cantor inició sus investigaciones con preguntas sobre la unicidad de la
representación de una función mediante series trigonométricas, y poco a poco
se enfrentó a preguntas sobre la totalidad de los números o de los puntos. El
desarrollo de este trabajo motivó la aparición de la teoría de conjuntos de Cantor.
Cantor desarrolló esta teoría en una serie de publicaciones entre 1879 y
1894. Se nota claramente que la teoría de conjuntos estaba en sus primeros
pasos y que su presentación distaba mucho de ser sistemática. Muchos temas
se repiten, la terminología es oscura y contiene muchas reflexiones filosóficas.
Cantor sostuvo un intenso intercambio de ideas con R. Dedekind, que había
introducido o al menos formulado muchos principios de la teoría de conjuntos,
sin haber conformado la teoría. También G. Peano estudió colecciones de
objetos cuando trato de formalizar, mediante la lógica, algunos aspectos de las
matemáticas. Algunos símbolos de la lógica y de la teoría de conjuntos se deben
a él, por ejemplo el de la pertenencia ∈. Pero aparte de estas dos excepciones,

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Figura 1. G. Cantor en 1870.

la teoría de Cantor no provocaba mucho entusiasmo. La demostración de la


existencia de números trascendentes por simple comparación de cardinalidades,
fue recibida con gran recelo y vista como absolutamente artificial. Lejos
de desilusionarse por esta situación, Cantor trató de extender su teoría a la
totalidad de los objetos físicos. También dedicó mucho tiempo a concepciones
teológicas de la noción de infinito, y trató de que sus resultados no estuvieran
en contradicción con los preceptos de la iglesia católica, no obstante que él era
protestante.
A pesar de ello, la teoría no contó con muchas simpatías. Un antiguo amigo
de Cantor, Hermann Schwarz, escribió en una carta a Weierstraß: “¿Qué tiene
que ver el reino de Dios con los números irracionales?”, y expresó serias dudas
sobre la salud mental de Cantor. L. Kronecker, profesor de Cantor, opinaba que
la teoría de conjuntos no era realmente matemática y utilizó toda su influencia
para impedir su avance. De paso obstaculizó en lo posible la obtención por
parte de Cantor de una posición en la Universidad de Berlín, una vez que éste
se había habilitado en Halle.
En esta situación, y después de muchos fracasos al tratar de demostrar la
hipótesis del continuo (HC ), Cantor cae enfermo de los nervios y entra en una
gran depresión. Su primera decaída ocurre en 1884, de la cual se recupera para
ingresar de nuevo a una clínica en otras ocasiones. De hecho, fallece en una
clínica en Halle en 1918.

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1. Breve reseña histórica

Figura 2. Cantor a fines del siglo xix

Los primeros días de la teoría. La teoría de conjuntos como una teoría


bien definida es muy joven. Pocas veces en las matemáticas se puede decir
que una teoría haya sido casi totalmente originada por un solo hombre, pero
éste es el caso en teoría de conjuntos. Cantor consiguió desarrollar la teoría de
conjuntos como una teoría del infinito.
Muchos autores marcan el 7 de diciembre de 1873 como el día en que
nació la teoría de conjuntos. En esta fecha, Cantor envió una carta a Dedekind
con la demostración de que hay “más” números reales que números naturales.
Por primera vez, en esta carta se da una definición precisa de qué significa
“más” entre números de elementos, cuando hay cantidades infinitas de ellos.
Como ya vimos, Cantor estaba dedicado a problemas sobre la unicidad de
la representación de funciones en términos de series trigonométricas. El punto
de partida fue un teorema de E. Heine, que afirma que una función continua
f (x) se puede representar en forma única en el intervalo (−π, π) mediante una
serie trigonométrica uniformemente convergente:
1 X
f (x) = a0 + (an sen nx + bn cos nx).
2
El problema es: dada una función arbitraria representada mediante una
serie trigonométrica, ¿es única esta representación? Heine [Hei70] demostró
el siguiente resultado en 1870:

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Teorema. Una función f (x) continua en general pero no necesariamente


finita se puede representar en una sola forma mediante una serie trigonométrica
como la siguiente:
1 X
f (x) = a0 + (an sen nx + bn cos nx), (1)
2
si la serie se sujeta a la condición de ser uniformemente convergente. La serie
representa a la función en [−π, π].
Posteriormente se debilitaron las hipótesis y se exigía solamente conver-
gencia uniforme y continuidad con una cantidad finita de excepciones. Este
debilitamineto invitaba a la generalización. Mentes tan brillantes como Dirich-
let, Lipschitz y Riemann no pudieron lograrlo, pero G. Cantor aceptó el reto
e introdujo una serie de nociones necesarias para obtener formulaciones más
generales.
Cantor notó que el problema de unicidad no se podía resolver, como se
había supuesto, multiplicando cada término de la serie 1 por cos n(x − t)dx
para después integrar término a término de −π a π. Este proceder requiere no
sólo de la integrabilidad de f (x) sino también de la convergencia uniforme de
la serie para la integración término a término como sigue: si hacemos
f (x) = A0 + A1 + · · · + An + Rn , (2)
para cualquier número ε deberá existir un entero m tal que para n ≥ m el
valor absoluto de Rn sea menor que ε para todos los valores de x que se
estén considerando [Can85]. Sea m(x, ε) el valor m para el que se establece
la convergencia uniforme. Cantor resume las dificultades de los intentos
realizados: no se sabe, para ε dada, si la función m(x, ε) está entre límites
finitos para todos los valores de x. Es fácil ver que si f (x) es discontinua para
x = x1 , la función m(x, ε) para ε constante toma valores que exceden cualquier
límite dado cuando x tiende a x1 .
Con esto quedaba claro qué se podía esperar de la unicidad de la repre-
sentación mediante series trigonométricas en esta forma. En lugar de persistir
en las ideas de Riemann, Cantor mostró cómo una prueba dada por Schwarz se
podría usar para debilitar la convergencia uniforme de los términos del residuo
de una serie especial.
Este resultado permitió a Cantor demostrar que si una función admite una
representación en series trigonométricas, entonces la representación será única:
supongamos que hay dos representaciones para la misma función f (x) que

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1. Breve reseña histórica

convergen al mismo valor para cada x; Cantor restó ambas series para obtener
una representación del 0 también convergente para cada x:
0 = c0 + c1 + c2 + · · · + cn + · · · , (3)
donde c0 = 21 , y c0 = cn sen nx + cos nx.
Un mes antes Cantor había publicado un resultado preliminar ([Can72a]):
Teorema. [Cantor-Lebesgue] Si dos sucesiones infinitas a1 , a2 , . . . , ai , . . .
y b1 , b2 , . . . , bn ,. . . se comportan de tal manera que el límite de an sen nx +
bn cos nx es igual a cero para n creciente y todo valor de x en un intervalo dado
(b < x < a), entonces an y bn convergen a 0 conforme n crece.
En consecuencia, Cantor podía concluir que la representación de 0 involucra
una serie trigonométrica cuyos coeficientes cn y dn , con índice creciente, se
vuelve arbitrariamente pequeña. El teorema de unicidad quedaría probado si
Cantor demostraba que los coeficientes cn y dn eran idénticamente cero para
cada índice. De acuerdo con Riemann, Cantor construyó la función
x·x cn
F (x) = c0 − c1 − · · · − − ··· (4)
2 n·n
La función de Riemann F (x) no sólo es continua en la vecindad de cada x;
también su segunda derivada
F (x + α) + F (x − α) − 2F (x)
Lím
α−→0 α·α
tiende a cero cuando α disminuye.
Cantor observó que el teorema de unicidad se deducía fácilmente sólo si
el corroboraba que F (x) es lineal. De hecho, el 17 de febrero de 1870 escribe
a Schwarz preguntándole si tenía alguna forma de deducir que la función de
Riemann debía tener la forma F (x) = cx+c0 . Schwarz confirma esta suposición
([Schw90], pp. 341-343).
Cantor reformula 4 mediante la definición F (x) = cx + c0 para obtener
x·x c2 cn
c0 − cx − c0 = c1 + 2 + · · · + 2 + · · · (5)
2 2 n
Se reescribe este resultado como
x·x X
c0 − cx − c0 = (an sen nx + bn cos nx)/n2 .
2
Es claro que para que (an sen nx + bn cos nx)/n2 tenga periodo π, el lado
P

izquierdo de la ecuación debe ser periódico. Esto sólo ocurre si c0 = 0 y c = 0.

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Cantor redujo 5 a
c2 cn
−c0 = c1 + 2
+ · · · + 2 + Rn , (6)
2 n
una ecuación para la cual, dada ε > 0, se podría encontrar un número n tal
que para toda n ≥ m, el valor absoluto de Rn es menor que ε para todo valor
de x. Como la convergencia de Rn es entonces uniforme, se puede utilizar la
conclusión de Weierstraß y multiplicar cada término en 3 por cos n(x − t)dx
para después integrar término a término de −π a π y obtener
cn sen nx + dn cos nx = 0 (7)
y, en consecuencia, cn = 0 = dn . Con ello se establece que la representación
mediante una serie trigonométrica converge para toda x sólo si todos los
coeficientes cn y dn de 3 son cero.

Teorema[Can70]. Si una función f (x) de variable real representada


mediante una serie trigonométrica converge para toda x, no existe otra serie
de la misma forma que también converja para cada x.

Un año después Cantor publica un addendum a este trabajo, en el que


demuestra que el teorema de unicidad sigue siendo válido si se permite un
conjunto finito de excepciones para la convergencia de la serie a un valor distinto
de cero.
Una idea importante de Cantor fue plantear la pregunta de si se podría
permitir un conjunto infinito de excepciones, y de ser así, de qué tipo de
conjunto se trataba. En 1872 se publicó un resultado relativo. ([Can72]).
Primero averiguó que la teoría de los números reales no tenía todavía la plenitud
requerida. Cantor escribe en la introducción: Al final me vi obligado, aunque
mayormente sólo como indicaciones, a promover discusiones que servirían
para discernir el comportamiento de magnitudes numéricas que se presentan
como finitas o infintas.
A continuación siguen cuatro páginas sobre la teoría de los números reales
que tan sólo por ellas, Cantor se habría asegurado un lugar destacado en la
historia.
Cantor presentó este tema en una cátedra sobre cálculo diferencial durante el
verano de 1870. Puesto que no se conocía nada sobre esto, debemos suponer que
ninguno de los oyentes reconoció el extraordinario proceso que presenciaban.

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1. Breve reseña histórica

En la teoría Cantor construye los números reales, define >, =, < y describe el
encaje de los números racionales en los reales.
Simultáneamente a la teoría de los números reales, Cantor desarrolló uno
de los conceptos de la topología de conjuntos: la noción de conjunto derivado.
Si P es un conjunto de números reales, P 0 es el conjunto de puntos de acumu-
lación de P. Recursivamente se define P (n) = (P (n−1) )0 ; Cantor llamó a un
conjunto de n-ésimo tipo si P (n+1) = ∅.
Regresando al teorema de unicidad para representaciones mediante series
trigonométricas, Cantor dedujo que el teorema de unicidad sigue siendo válido
cuando el conjunto de excepciones es un conjunto de n-ésimo tipo (n un natural
arbitrario).
El proceso de formar conjuntos derivados sucesivos condujo a Cantor (y
es relamente el origen de la teoría de conjuntos) a la idea de número ordinal
transfinito. Si formamos los conjuntos derivados P 0 , P 00 , P 000 , . . . de un conjunto
P, se cumple P 0 ⊇ P 00 ⊇ P 000 ⊇ · · · y el conjunto de aquellos puntos que
pertenecen a todos los P (n) se denota P (∞) , es decir,
\
P (∞) = P (n) .
n
El símbolo ∞ representa al primer número ordinal transfinito que Cantor
posteriormente denotó mediante ω. Pero P (∞) también se puede derivar
para obtener P (∞+1) , P (∞+2) , etc. Este razonamiento no se presenta en la
publicación de Cantor de 1872, pero se sabe que él ya tenía esta idea desde
1870.
Los años 1878 a 1884 marcan el punto más alto en la obra de Cantor. En
este periodo se origina su trabajo (en seis partes) Über unendliche linearen
Punktmanigfaltigkeiten. Esta obra contiene los fundamentos de la teoría ge-
neral de conjuntos y una serie de importantes resultados sobre la topología
general. No tiene la forma de un trabajo concluido; más bien es una sucesión
de teoremas en los que las ideas se retoman, se desarrollan y se aclaran cada
vez más.
Zermelo caracteriza estos trabajos como la quintaescencia de la obra de
Cantor.
En la primera parte se clasifican conjuntos lineales de puntos. Se advierte,
sin embargo, que los resultados son válidos también para subconjuntos de Rn .
La transición a espacios más generales se logra hasta el siglo XX con el trabajo
de Felix Hausdorff.

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Un primer criterio de clasificación se obtiene del comportamiento de la


derivación sucesiva: si P (n) es vacío para algún n, P se llama de primer género,
y en otro caso de segundo género. Cantor entonces define la noción de conjunto
denso y muestra que los conjuntos de primer género no pueden ser densos
en un intervalo. Otro principio clasificatorio es el de cardinalidad. Cantor
establece que todos los conjuntos de primer género y ciertos del segundo (como
los números racionales o los algebraicos) pertenecen a la clase de conjuntos
numerables, mientras que el continuo (0, 1) no pertenece a esta clase.
En la segunda parte Cantor introduce los conceptos de igualdad entre
conjuntos, subconjunto, conjuntos ajenos, unión e intersección. Su notación no
perduró, pues el denotaba con M(P1 , P2 , P3 , . . . ) la unión y con D(P1 , P2 , . . . )
la intersección de los conjuntos P1 , P2 , P3 , . . . .
La idea principal de esta segunda parte es originar los números ordinales de
la segunda clase (ordinales límite) a partir del concepto de conjunto derivado

\
P (ω) = P (n) .
n=1

Después siguen P (ω) , P (ω+1) , P (ω+2) ,


. . . , luego la ω-derivación de P (ω) , es
T∞
decir, n=1 P (ω+n) , que se denota P (ω·2) . Si proseguimos esta construcción
se obtiene P (ωn0 +n 1 ) para n0 , n1 números naturales. Después de todas las
derivaciones ωn0 + n sigue ω2 :

\
2 n
P (ω ) = P (ω ) .
n=1
n ω
Así se obtienen los números (ωn )ω , ωω+1 , ωω+n , ωω , ωω , etc.
Cantor demostró
que los números recién descritos tienen sentido. Como ejemplo, construye una
partición de un intervalo I en subintervalos Iv cuya longitud tiende a 0 y cuyo
extremo derecho converge a un punto x0 . En el ν-ésimo intervalo Iν se da un
conjunto Pν deSprimer género y ν-tipo 1, es decir, P (ν+1) = ∅, P (ν) 6= ∅.
Entonces P = ∞ (ω) = {x }.
ν=1 Pν es el conjunto requerido: P 0
En la tercera parte Cantor traslada la noción de conjunto derivado a es-
pecies de dimensión n. Después estudia los conjuntos numerables: la unión
numerable de conjuntos numerables es numerable; toda familia de conjuntos
cerrados de Rn sin puntos interiores en común es a lo sumo numerable. Un
fenómeno que Cantor caracterizó como notable es el siguiente: sea G un abierto
de Rn y M un conjunto denso numerable en G. Entonces, para n ≥ 2 y dos

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1. Breve reseña histórica

puntos distintos x, y ∈ G − M existe una curva continua que permanece en


G − M y une a x con y.
La cuarta parte presenta una serie de resultados de la topología de conjuntos.
Cantor llama a un subconjunto P ⊆ Rn aislado cuando no contiene ninguno
de sus puntos de acumulación, es decir, P ∩ P 0 = ∅. Un ejemplo es
P = { n1 : n ∈ N}. Todo conjunto P se puede descomponer en un conjunto
aislado Q y un conjunto R ⊆ P 0 ,
P = Q ∪ R, Q = P − P ∩ P 0 , R = P ∩ P 0 . (8)
Puesto que P (n+1) ⊆ P (n) , para n ≥ 1 la diferencia P (n) − P (n+1) es un conjunto
aislado. Se obtienen las siguientes descomposiciones:
P 0 = (P 0 − P 00 ) ∪ (P 00 − P 000 ) ∪ · · · ∪ (P (n−1) − P (n) ) ∪ P (n) ; (9)
0 0 00 00 000 (ω)
P = (P − P ) ∪ (P − P ) ∪ · · · ∪, P . (10)
Se logran asimismo los siguientes resultados:
• Si P 0 es numerable, también P lo es.
• Todo conjunto de la primera especie (género) es numerable.
• Un conjunto P de la segunda especie para el que P (ω) es numerable, también
es numerable.
Al generalizar este último resultado a números arbitrarios de la segunda
clase (Cantor los llamaba aun símbolos infinitos), se utilizó por primera vez
inducción transfinita sin mencionarlo.
El enunciado general es el siguiente:
Teorema 2.1. Si α es un símbolo infinito, entonces todo conjunto P de la
segunda especie para el que P (α) es numerable, también es numerable.
Como último resultado de esta parte se presenta un conjunto P ⊆ (a, b)
cuyo conjunto derivado es numerable y tiene medida de Jordan nula.
En muchos sentidos el trabajo más importante de Cantor es la quinta parte.
La obra transcurre entre las concepciones fundamentales de la teoría de los
números ordinales y cardinales y observaciones sobre la noción de continuo,
una nueva presentación de su teoría de los números reales, y consideraciones
históricas y filosóficas. Se introducen dos principios relevantes: el primero de
ellos es la adición de 1 a un ordinal dado α, es decir, el paso de α a α + 1.
Para comprender cabalmente el segundo principio se requiere el concepto de
conjunto bien ordenado, que en palabras de Cantor es: Por un conjunto bien

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ordenado se entiende un conjunto bien definido en el que los elementos estén


relacionados mediante una sucesión determinada, de acuerdo con la cual hay
un primer elemento del conjunto y a cada elemento (cuando no es el último de
la sucesión) le sigue otro, así como a cada conjunto finito o infinito le pertenece
un elemento especial, el sucesor en la sucesión de todos los elementos (a menos
que no haya ninguno más en la sucesión) ([Can84] p. 168).
De acuerdo con Cantor, el segundo principio consiste en lo siguiente: Si
tenemos alguna sucesión determinada de números reales enteros para la que
no existe uno más grande, con base en este segundo principio se consigue un
número que se puede considerar como la cota de cada uno de los números, es
decir, el menor número más grande que todos esos números ([Can84], p. 196).
En resumen, el primer principio corresponde aTla formación de P (α+1) a
partir de P (α) y el segundo a la formación de P = i I P (αi ) si {αi : i ∈ I} es
una sucesión de ordinales (I es un conjunto arbitrario de índices).
A continuación, Cantor clasifica los números ordinales y establece una
relación entre los ordinales y los cardinales. La primera clase es la de los
números naturales. Su cardinalidad la denotó Cantor (posteriormente) como
ℵ0 . A continuación aparecen ℵ1 , ℵ2 , . . . . La segunda clase la conforman los
ordinales numerables y la tercera los no numerables.
Fue una gran tragedia para Cantor el no poder demostrar dos problemas
fundamentales en su teoría: la hipótesis del continuo, es decir, la hipótesis que
afirma que 2ℵ0 = ℵ1 , y el principio del buen orden, mediante el cual asociamos
una cardinalidad a cada conjunto.
Cantor estaba absolutamente persuadido de la validez de este último
principio: El concepto de conjunto bien ordenado se muestra como fundamental
para toda la teoría de variedades. Que siempre es posible transformar un
conjunto bien definido en un conjunto bien ordenado lo mostraré en trabajos
futuros, pues me parece fundamental y de múltiples consecuencias por su validez
universal. ([Can32] p. 169).
Cantor no pudo cumplir esta promesa. Una demostración del principio del
buen orden la consiguió Zermelo en 1904.
En la quinta parte Cantor retoma el problema de la HC. Primero trata de
caracterizar aquellos conjuntos que según su opinión representan continuos, es
decir, define la noción de continuo dentro de la teoría de conjuntos.
La sexta y última parte sobre variedades lineales de puntos se concentra en
la investigación de conjuntos de puntos. La meta era sin duda la demostración

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1. Breve reseña histórica

de la HC. Para ello Cantor demuestra 7 resultados fundamentales de la topología


de conjuntos:
1. Un conjunto perfecto no es numerable.
2. Si α es un número de la primera o segunda clase y P (α) = ∅, entonces P
y P 0 son a lo más numerables.
3. Si P 0 es numerable, existe un número α de la primera o segunda clase tal
que P (α) = ∅.
4. Si Ω es el número inicial de la tercera clase, entonces P (Ω) es perfecto si
P 0 no es numerable.
5. Si P 0 no es numerable, entonces P 0 se puede descomponer en un conjunto
perfecto y un conjunto numerable disjuntos; es válido escribir P 0 = R ∪ S,
donde R es numerable y S = P (Ω) es perfecto.
6. Si P 0 no es numerable, existe un número ordinal α más pequeño de la
primera o segunda clase tal que P (α) = P (α+1) , es decir P (α) = P (Ω) .
7. Si R es el conjunto de 5, existe un número α de la primera o segunda clase
tal que R ∩ R(α) = ∅.
(En los teoremas 4–7 P 0 se supone infinito).
Ahora se sabe que Cantor tenía pensada una séptima parte, pero su
enfermedad le impidió desarrollarla.

2.1. Las paradojas.


Antes de continuar, vale la pena profundizar un poco en las paradojas.
La primera paradoja la publicó Burali-Forti en 1897. Burali-Forti demues-
tra que para dos números ordinales arbitrarios a, b se cumple exactamente una
de las relaciones a = b, a < b o b < a. Denota con Ω la colección de todos
los números ordinales así ordenados, que consideró un conjunto, y observó
simplemente que de lo anterior se deduce
Ω + 1 > Ω, Ω + 1 ≤ Ω.
Cantor no reaccionó a este trabajo. Ni en sus publicaciones ni en sus cartas
se menciona algo al respecto.
La siguiente paradoja la publicó Russell (The principles of mathematics I)
en 1903. Russell llega a una contradicción al considerar la prueba de Cantor
de que no existe un número cardinal más grande. Considera la colección de
todos los cardinales como un conjunto y aplica la demostración de Cantor a
este “conjunto”.

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Ambas paradojas se originan al considerar colecciones demasiado “gran-


des” como conjuntos. El problema es entonces, ¿qué colecciones son conjuntos
y cuáles no lo son? Este problema se resuelve al axiomatizar la teoría, de tal
forma que se introducen colecciones como conjuntos (el vacío y un conjunto
infinito) y operaciones para formar nuevos conjuntos. Pero, retornando a
las paradojas, en forma equívoca se consideró y atribuyó como definición de
conjunto la conocida frase de Cantor: Por un conjunto entenderemos cualquier
colección M de objetos m (llamados elementos de M) de nuestra percepción o
pensamiento, distintos entre sí y bien definidos.
Tanto Frege como Dedekind, dos de los principales defensores de las
ideas de Cantor, se mostraron extraordinariamente sorprendidos y tornaron a
la inseguridad cuando conocieron las paradojas. Por el contrario, Cantor no
se sorprendió ni dudó de su teoría. La razón fue que Cantor ya conocía estas
“paradojas” muchos años antes de que las publicaran Burali-Forti y Russell. En
una carta a Hilbert, fechada el 26 de septiembre de 1897, escribe: La totalidad de
todos los álef es una colección que no se puede considerar como un conjunto
bien definido. Si éste fuera el caso, estaríamos en posibilidad de asociarle
un álef que pertenecería y no a esta colección, lo que es una contradicción.
Las colecciones (totalidades) que no se pueden considerar conjuntos (como la
totalidad de álef) las he llamado desde hace años absolutamente infinitas y se
distinguen en forma radical de los conjuntos...
Cantor abunda en estas materias en una carta a Dedekind escrita en el verano
de 1899: Si partimos de la noción de una determinada totalidad (un sistema,
un conjunto) de cosas, surge la necesidad de distinguir entre dos totalidades
(pienso siempre en totalidades determinadas).
Se puede construir una totalidad de tal manera que la colección de todos sus
elementos conduzca a una contradicción, de tal suerte que es imposible pensar
en la totalidad como una unidad, como una cosa acabada. Tales totalidades
las llamo absolutamente infinitas o inconsistentes.
Como es fácil ver, un ejemplo se logra con el conjunto de todo lo imaginable.
Si, por el contrario, la colección de los elementos de una totalidad se puede
obtener sin conducir a una contradicción, es decir, si se puede conformar “una
cosa” bien definida, entonces la llamo totalidad consistente o conjunto.
Otros ejemplos de totalidades inconsistentes señalados por Cantor son el
sistema de los números ordinales y el sistema de todas las clases imaginables
de conjuntos no equivalentes.

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1. Breve reseña histórica

Figura 3. La casa de Cantor en Halle.

Todo lo anterior condujo con mayor energía a la necesidad de una axioma-


tización de la teoría de conjuntos.
Tal axiomatización fue obtenida por E. Zermelo en 1908, basándose en
trabajos propios y de otros autores. Posteriormente, A. Fraenkel y Th. Skolem
añaden el axioma del reemplazo. Estos axiomas se presentan en la presente
obra. El lector encontrará, en la formulación de algunos de los axiomas, quién
los sugirió. Pero es muy claro que la teoría fue concebida y desarrollada en
gran medida por el maestro G. Cantor.
A pesar de sus detractores, la teoría de conjuntos terminó por imponerse
y Cantor es reconocido como uno de los grandes matemáticos de todos los
tiempos.
Los últimos años de Cantor. Con el paulatino reconocimiento de la teoría
de conjuntos, Cantor recibió también numerosas distinciones. En 1901 es
nombrado miembro distinguido de la London Mathematical Society y en 1902
doctor honoris causa de la Universidad de Oslo. En 1904 obtiene la más
alta distinción otorgada por la Royal Society en el área de matemáticas, la
medalla Sylvester. En 1912, la universidad escocesa de St. Andrews le otorga
el doctorado honoris causa, y el Instituto Veneto de Scienze, Lettere ed Arti lo
nombra miembro correspondiente. En 1913 recibe la real orden de la corona

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

de tercera clase por parte del gobierno alemán. Sin embargo, en vida nunca
fue elegido para la academia berlinesa, debido a la animosidad de Poincaré.
Cantor comenta la elección de Poincaré para la academia berlinesa en una carta
a Lemoine fechada el 17 de marzo de 1896, en donde toma un pasaje de la obra
Fausto de Goethe: Es tut mir lang schon weh, Daß ich Dich in der Gesellschaft
seh.2
Como académico, Cantor permaneció activo hasta 1911. Durante varios
periodos entre 1900 y 1911, tuvo que pedir licencias por su enfermedad nerviosa.
Su última clase (1910-1911) tuvo como tema la mecánica analítica. Del verano
de 1911 al invierno de 1912-13, Cantor tuvo licencia y en el verano de 1913
fue nombrado profesor emérito.
Para su cumpleaños 70, en 1915 se programó una gran celebración interna-
cional. En julio de 1914 un comité conformado por F. Bernstein, A. Gutzmer,
D. Hilbert y W. Lorey emitió la convocatoria para, entre otras cosas, edificar el
busto de Cantor en mármol; la convocatoria estaba en 4 idiomas y se envió a
todo el mundo. La primera guerra mundial impidió la celebración internacional
y ésta se redujo a una festividad en Alemania, que tuvo lugar en Halle, en la
casa de Cantor. El busto en mármol fue develado y la Sociedad Matemática
Alemana envió la siguiente felicitación:

A su miembro fundador y primer dirigente doctor Georg Cantor:


Profesor ordinario de matemáticas de la Universidad de Halle en el Saale,
creador de la teoría de conjuntos, quien le dio un sentido claro a la noción de
infinito y con originales y profundos razonamientos influyó en todas las áreas
de las matemáticas, lo felicitamos por su cumpleaños 70 con agradecimiento y
respeto.
Sociedad Matemática Alemana.

En el verano de 1917 Cantor enferma otra vez y se interna en la clínica de


la universidad. Allí muere el 6 de enero de 1918. La consternación de toda la
comunidad matemática la expresa E. Landau en una carta a la esposa de Cantor:
Con gran dolor me entero que su esposo ha muerto. Su pena la comparte todo
el mundo matemático. Él pertenece a los más grandes y geniales matemáticos
de todos los países y de todos los tiempos.
El trabajo de Cantor fue, hasta cierto punto, reconocido en su tiempo.
Su trabajo sobre conjuntos de puntos fue considerado por numerosos autores,
2
Me duele mucho verte en la sociedad.

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1. Breve reseña histórica

Figura 4. G. Cantor pocos meses antes de su muerte.

Figura 5. Cantor con sus esposa en la década de los ochenta


del siglo xix.

citado, y en alguna medida continuado, sobre todo su trabajo sobre la noción de


función. También la distinción entre conjuntos numerables e inumerables fue
propicia para muchos de sus contemporáneos. No fue pequeño el uso que dio
Weierstraß ya en 1874 al concepto de conjunto numerable. Él mismo siguió de
cerca y utilizó trabajos posteriores de Cantor y motivó a éste a usar el principio
de condensación de singularidades de Hankel. No obstante, Weierstraß nunca
se manifestó abiertamente por la teoría de conjuntos, posiblemente porque él
mismo tuvo problemas con Kronecker debido a sus razonamientos en análisis
(p. ej., su teorema sobre la existencia de cotas superiores de un conjunto acotado
de números reales).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

En los años setenta (del siglo xix) dos jóvenes italianos, Dini y Ascoli,
retoman el concepto de conjunto derivado y lo utilizan en la teoría de funciones
reales. En 1878 aparecen trabajos de Thomae, Lüroth, Jürgens y Netto, en los
que se pretende demostrar la invariancia de la dimensión respecto a funciones
continuas.
En 1883 se publican trabajos de Bendixson y Phragmen sobre conjuntos
de puntos. También se presentan trabajos relacionados de Harnack y Hölder
utilizando nociones introducidas por Cantor.

3. Desarrollo de la teoría de conjuntos por otros matemáticos

Consideremos ahora las contribuciones de otros destacados matemáticos a la


teoría de conjuntos. En 1896 Ernst Schröder demostró que el orden entre
cardinalidades es un orden parcial, pero la demostración no estaba completa.
F. Bernstein, alumno de Cantor, al parecer el único que tuvo, encontró una
demostración completa en 1896-97. E. Zermelo descubrió posteriormente que
Dedekind había demostrado el teorema en 1887, pero éste nunca publicó su
demostración. Cantor comunicó la demostración de Bernstein a Borel, quien
la publicó en el libro [Bor98].
En 1904, en Heidelberg, tiene lugar el tercer congreso internacional de
matemáticas, en el que Julius König presentó una demostración de que R
no se podía bien ordenar. Cantor había considerado siempre que todo conjunto
se podía bien ordenar y pensaba que era cuestión de tiempo encontrar una
demostración de este hecho. Esto provocó gran expectación, pues todos
esperaban una reacción de Cantor, quien estaba presente. La situación era
tan extraordinaria que el asunto apareció en los periódicos y el gran Duque de
Baden pidió a Klein que lo mantuviera informado al respecto. La demostración
de König fue inmediatamente desacreditada por Zermelo, quien le encontró
una inexactitud. König utilizó una generalización inexacta de un resultado de
Bernstein. Por cierto que esta inexactitud fue provocada por la existencia de
cardinales singulares.
En septiembre de 1904, Zermelo desarrolló una demostración, durante una
discusión con Erhard Schmidt, de que todo conjunto se puede bien ordenar,
para lo que introdujo el axioma de elección. Comunicó su demostración por
carta a Hilbert, quien de inmediato la publicó ([Zer04]).

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1. Breve reseña histórica

La solución, sin embargo, no conducía a resolver completamente el pro-


blema; por el contrario, propició una acre discusión sobre la aceptabilidad del
axioma de elección.
La teoría de números cardinales y ordinales continuó desarrollándose. G.
Hessenberg [Hess06] y P. Jourdain [Jour08] demostraron que el cuadrado de un
cardinal infinito es él mismo. F. Hausdorff se involucró en un estudio sistemático
de conjuntos ordenados [Haus08]. En mucho se basó en los cardinales regulares
límite (es decir, cardinales débilmente inaccesibles). P. Mahlo [Mah11] trabajó
con cardinales aun más grandes. O. Veblen [Ve08] inició el estudio de las
funciones ordinales o funciones normales. E. Jacobsthal [Jac06] definió
recursivamente las operaciones aritméticas entre números ordinales.
F. Hausdorff generaliza en [Haus08] la hipótesis del continuo de Cantor a
la hipótesis general de los álef, que establece que para cada número cardinal
(de un conjunto infinito bien ordenado) el conjunto potencia tiene la siguiente
cardinalidad. A. Lindenbaum y A. Tarski [LinTar26] formularon la hipótesis
generalizada del continuo (HGC ): para ningún conjunto infinito existe un
conjunto cuya cardinalidad esté entre la cardinalidad del conjunto y la de
su conjunto potencia. En presencia del axioma de elección (que Hausdorff
tenía por válido), ambas formulaciones son equivalentes. Lindenbaum y Tarski
pensaron que de su formulación se deducía el axioma de elección. Una
demostración de ello fue elaborada por W. Sierpinski [Sier47].
Muchas preguntas sobre los fundamentos del análisis, en particular del
concepto de integral, condujeron a la teoría de funciones reales y a la teoría de
la medida, cuyo desarrollo hubiese sido imposible sin la teoría de conjuntos.
En estrecha relación con la teoría de la medida se encuentra la teoría de
conjuntos descriptiva (en la que se obtiene cierta clasificación de conjuntos
de números reales), disciplina que se originó con Borel [Bor98] y [Bor05],
quien introdujo familias de conjuntos que se obtienen de conjuntos abiertos y
cerrados mediante complementos, uniones e intersecciones infinitas, conjuntos
que ahora conocemos como conjuntos de Borel. Si además se considera la
cerradura respecto a la formación de complementos e imágenes continuas, se
obtienen los conjuntos proyectivos [Lus25] y [Sier25].
Hausdorff publica en 1914 su famoso libro [Haus14] que representó el
origen de la topología de conjuntos. En estas condiciones, la teoría de conjuntos
de puntos se separa de la teoría de conjuntos y se convierte en una disciplina
aparte. La teoría de conjuntos y la topología propician un nuevo contexto para

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la geometría diferencial y la teoría de variedades que, debido a la teoría de la


relatividad, eran de gran actualidad. Hermann Weyl [We13] utilizó nociones
de la topología de conjuntos para dar una definición precisa de superficie de
Riemann.
El libro de Hilbert [Hil99] marca el inicio de los métodos axiomáticos
modernos, donde se permiten modelos arbitrarios de un sistema axiomático
dado y el concepto de modelo tiene una estructura de conjunto precisa. En el
álgebra se introduce esta concepción mediante el trabajo de Steinitz [Stein10],
continuado por E. Noether utilizando ideas de R. Dedekind.
Con el fin de evitar las paradojas y con gran confianza en la teoría de
Cantor, E. Zermelo propuso en 1908 una axiomatización. Cuando se utiliza
la teoría de conjuntos sin introducir axiomas, se trata de la teoría elemental de
conjuntos. Zermelo propuso que en lugar de las operaciones arbitrarias que se
realizaban sobre conjuntos, sólo se llevaran a cabo ciertas operaciones dadas
axiomáticamente. De inicio se propone la existencia de dos conjuntos: un
conjunto infinito y un conjunto vacío.
El axioma de extensionalidad establece que un conjunto está determinado
por sus elementos. Los conjuntos con los mismos elementos son iguales.
El axioma de par dice que dados dos conjuntos, existe un tercer conjunto que
los contiene como elementos. Mediante el axioma de unión podemos obtener
un conjunto que consiste en los elementos de cada conjunto de un conjunto.
El axioma de potencia permite obtener el conjunto de subconjuntos de un
conjunto dado. Con el axioma de comprensión podemos extraer subconjuntos
de un conjunto dado. Además, se introducen los axiomas de infinito y de
existencia que establecen la existencia de un conjunto infinito y un conjunto
vacío. Finalmente, se considera el axioma de elección, una de cuyas variantes
implica que el producto cartesiano de conjuntos no vacíos es no vacío.
Con esta axiomatización es imposible hablar del conjunto de todos los con-
juntos, del conjunto de todos los ordinales o del conjunto de todos los cardinales.
La axiomatización de Zermelo no ha permitido hasta el momento el
desarrollo de una contradicción. Tampoco se ha encontrado una inconsistencia a
partir de los axiomas que se añadieron posteriormente (el axioma de reemplazo y
el axioma de fundación). Por supuesto, por el segundo teorema de incompletud
de Gödel, no podemos demostrar que la teoría de conjuntos es consistente
sin apoyarnos en una teoría más fuerte, de la que tampoco sabríamos si es
consistente.

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1. Breve reseña histórica

El principio del buen orden y la hipótesis del continuo fueron los resultados
que Cantor más deseó demostrar. Si todo conjunto se puede bien ordenar, a cada
conjunto le podemos asociar un número cardinal y éstos se pueden comparar
entre sí. Para demostrar el principio del buen orden, Zermelo introdujo el
axioma de elección formulándolo de tal forma que se puede asegurar que para
todo conjunto no vacío de conjuntos mutuamente ajenos, existe un conjunto
que contiene exactamente un elemento de cada conjunto. Este axioma es de
una naturaleza muy distinta a la del resto de los axiomas. Los otros axiomas
describen conjuntos o postulan conjuntos muy específicos, mientras que el
axioma de elección postula la existencia de un conjunto que, en la mayoría de
los casos, no se puede describir.
Si se renuncia al axioma de elección, tampoco se puede utilizar el principio
del buen orden, pues ambos son equivalentes. Las discusiones sobre el axioma
de elección y las paradojas condujeron a que se desarrollara una corriente,
el constructivismo, fundamentalmente debida a L. Brouwer, contra la teoría
de conjuntos. Esto provocó una confrontación entre Brouwer y Hilbert. D.
Hilbert formuló su famoso programa de la teoría de la demostración y pretendió
demostrar la consistencia de la lógica y la teoría de conjuntos. Entonces acuñó
su famosa frase: Del paraíso que Cantor logró para nosotros, nadie podrá
expulsarnos.
Una importante adición al sistema axiomático de Zermelo fue propiciada
por A. Fraenkel mediante el axioma de reemplazo, que postula que la imagen
de un conjunto respecto a una función es un conjunto.
En la formulación original de los axiomas, encontramos la noción imprecisa
de propiedad matemática; por ejemplo, para extraer un subconjunto de un
conjunto dado, se decía que el subconjunto contiene precisamente aquellos
elementos del conjunto que satisfacen cierta propiedad matemática. En este
sentido, Zermelo y Fraenkel siempre expresaron que su sistema no era formal
en el sentido de la lógica. Esta falta de formalidad generó otra paradoja, debida
a Russell: el conjunto de palabras del español que se pueden describir con
menos de 19 palabras. Sólo se tiene un número finito de ellas, así que existe un
número natural, el más pequeño posible, que no se puede describir mediante
19 palabras. Pero nosotros lo acabamos de describir con menos de 19 palabras.
Esta paradoja se formuló originalmente en inglés.
Esta situación condujo a Thoralf Skolem a precisar el concepto de propiedad
matemática que se logra mediante un lenguaje de primer orden con una variable

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libre. Una propiedad matemática es aceptable si se puede describir en el


lenguaje de primer orden. Obtenemos subconjuntos separando los elementos
que al ser sustituidos en la variable libre de la fórmula la hacen cierta.
También a Skolem se debe el primer resultado de la teoría de modelos
para conjuntos. Extendió un resultado de Leopold Löwenheim a conjuntos
de fórmulas infinitos y lo utilizó para demostrar, en 1922, que la teoría de
conjuntos, en caso de ser consistente, tiene un modelo numerable. Esto propicia
una “aparente paradoja”, pues en el modelo se puede demostrar que existe un
cardinal no numerable. Sin embargo, no hay tal paradoja, pues para el modelo
existe un cardinal no numerable porque no tiene suficientes elementos para
demostrar lo contrario, pero en realidad (en el universo de conjuntos) el car-
dinal es numerable. Esto conduce a que el concepto de numerabilidad no sea
absoluto, es decir, puede variar de un modelo a otro. En forma independiente
de Fraenkel, Skolem formuló el axioma de reemplazo.
Rápidamente se reconoció que con la axiomática de Zermelo se podrían
tener conjuntos que no satisfacen la forma de construcción de un conjunto
sencillo. Los conjuntos inusuales se conforman, en cierta medida, a partir
de sí mismos, es decir, se tienen a sí mismos como elementos, o como un
elemento de uno de sus elementos, etc. Esto se conoció debido a un trabajo
de D. Mirimanoff [Mir17], pero en esa época la tendencia era a excluir tales
conjuntos. Incluso Fraenkel, en 1922, propone lo mismo en [Fran22]: un
axioma debería restringir el universo de conjuntos a un dominio, en que los
conjuntos “inusuales” y objetos que no fuesen conjuntos estuviesen excluidos.
Además, menciona explícitamente que en la axiomatización de Hilbert de la
geometría ocurre un axioma de completud, que es un meta-axioma; Fraenkel
fuerza cierta categoricidad (todos los modelos son isomorfos). J. von Neumann
[Neum25] introduce una axiomatización que promueve un axioma restrictivo,
que después en [Neum29] mejora (sin suponer a los números naturales) en su
formulación. Esta descripción se encuentra también en [Zer30]; se trata del
axioma de fundación (también conocido como axioma de regularidad).
El axioma de fundación no es necesario para otras áreas de la matemática.
No produce nuevos conjuntos; por el contrario, excluye objetos de ser conjuntos.
Por ejemplo, no permite un conjunto x con x ∈ x; tampoco permite la
construcción de sucesiones ∈-decrecientes, es decir, de la forma · · · ∈ x3 ∈
x2 ∈ x1 ∈ x0 . Los objetos matemáticos “normales” no se incomodan por el
axioma de fundación.

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1. Breve reseña histórica

Por tanto, podemos circunscribirnos a la teoría de conjuntos pura, conjuntos


formados de conjuntos. Esto excluye los llamados “urelementos”, objetos (sin
elementos) que no son conjuntos, pero que podrían aparecer como elementos
de un conjunto. Con el axioma de extensionalidad, estos objetos se vuelven
intrascendentes. No obstante, gran parte de la teoría de conjuntos moderna
se puede desarrollar en sistemas diferentes de ZFE . Al eliminar ciertos axiomas
puede volverse importante considerar conjuntos con urelementos. Para más
información sobre este particular, el lector puede consultar [Bar75].
La teoría de conjuntos pura de Zermelo-Fraenkel, junto con el axioma de
elección, es lo que conocemos hoy como teoría ZFE o ZF si se excluye el
axioma de elección.
Von Neumann aportó entre 1923 y 1929 una axiomatización de la teo-
ría de conjuntos, con ideas completamente nuevas, axiomatización que influyó
de manera considerable en la teoría de conjuntos moderna. Una contribución
relevante es su obra sobre los números ordinales [Neum23]. Por primera vez
los ordinales no se introducen mediante abstracción elemental, sino que se
identifican con ciertos conjuntos. Un número ordinal es entonces un conjunto
bien ordenado por ∈ y en el que cada elemento es igual al segmento inicial que
determina. Von Neumann introdujo [Neum28] la definición actual de número
cardinal como número ordinal inicial (que no es equipotente a un número ordinal
menor). También formalizó la definición por recursión [Neum28].
En la axiomatización de von Neumann se utilizan funciones como noción
elemental, propuesta que no fructificó pues sus obras son difíciles de leer. No
obstante, motivó los trabajos posteriores de P. Bernays y K. Gödel, quienes
propusieron otra axiomatización de la teoría de conjuntos, conocida actualmente
como teoría NBG (von Neumann-Bernays-Gödel). En cualquier caso, la
formalización adquirida por la teoría de conjuntos la convirtió en una parte
de la lógica matemática.
Von Neumann también utilizó la jerarquía de conjuntos, ahora conocida
como jerarquía de von Neumann [Neum29]. Ésta es una clasificación de
los conjuntos bien fundados que sigue las reglas admisibles para construir
conjuntos. El rango, definido como el primer estrato en el que aparece el
conjunto dado, es un número ordinal. Para pasar de un estrato a otro se recurre
a la operación potencia de un conjunto en el caso de un ordinal sucesor, y es la
unión de los estratos precedentes en el caso de un ordinal límite.

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Zermelo desarrolló otra jerarquía [Zer30] (sobre un conjunto de “urele-


mentos”). Introdujo dominios de conjuntos caracterizados por dos números:
el ancho (es decir, el número de “urelementos”) y la altura (que es un “punto
límite”, es decir, un cardinal inaccesible). El dominio de conjuntos está di-
vidido en estratos (que se indizan mediante ordinales). El paso de un estrato
al siguiente se realiza mediante subconjuntos del estrato previo y, en la etapa
límite, mediante la unión de los estratos precedentes.
Los conceptos modernos de rango, recursión e inducción (no sólo para
números ordinales, sino en general para relaciones bien fundadas) los formula-
ron R. Montague [Mon55] y A. Tarski [Tar55], [Tar55b].
Mientras que la formalización de la teoría de conjuntos continuó desa-
rrollándose, durante mucho tiempo no se obtuvo nada nuevo sobre la hipótesis
(generalizada) del continuo y otros problemas clásicos. Por lo tanto, el resultado
de Gödel (1938) de que la HGC no se puede refutar en ZFE, fue una sensación.
Las primeras publicaciones al respecto fueron [Göd38] y [Göd38b]. Una
presentación más detallada se encuentra en [Göd40]. Gödel renuncia al axioma
de elección y muestra que ZF es relativamente consistente con AE (el axioma de
elección) y con la HGC (hipótesis generalizada del continuo); esto lo consigue
mediante la construcción de un modelo. Definió (usando los axiomas de ZF )
una clase L de conjuntos, la jerarquía constructiva, y demostró que los axiomas
de ZF son ciertos en L lo mismo que el AE . Gödel introdujo una jerarquía de
conjuntos, enumerada mediante ordinales, cuya unión es L. A primera vista
la jerarquía de Gödel es muy similar a la de von Neumann, pero en Gödel el
paso de un estrato al siguiente no contempla la potencia del estrato, sino sólo
aquellos conjuntos que se pueden definir (mediante una fórmula de la lógica
de primer orden) en el estrato. Con esto, la cardinalidad no crece de un estrato
a otro, y ésta es la razón de la validez de la HGC . Para el AE simplemente se
define un buen orden en cada estrato de L, y se utiliza el hecho de que cada
estrato es transitivo.
Por supuesto, quedaba sin responder la pregunta de si se podía demostrar
AE o HGC a partir de ZF. Para AE , Fraenkel demostró que no se podía
probar en ZF usando “urelementos” [Fran27]. A. Lindenbaum y A. Mostowski
retomaron el método [LinMos37] y A. Mostowski lo estudió con detalle en
[Mos39] verificando su validez. Pero de este resultado no se excluye que
podamos probar el AE en ausencia de “urelementos”. E. Mendelson [Men56]

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1. Breve reseña histórica

muestra cómo evitar los “urelementos” en la demostración de la independencia


del AE , usando el hecho de que no son bien fundados.
Paul Cohen cambia radicalmente la situación en 1963, ([Coh63] y
[Coh63b]), cuando demuestra que el axioma de elección no se puede pro-
bar a partir de ZF. De paso también prueba la independencia de la HC de
ZF y que la negación de AE o de HC es relativamente consistente con ZF .
Por lo tanto, estos axiomas son independientes de los otros, es decir, en ZF no
podemos demostrar ni refutar AE o la HC (si ZF es consistente).
Existen modelos de ZF con AE y HGC (Gödel), pero también modelos de
ZF con ¬AE y ¬HGC . La combinación ¬AE y HGC no puede ocurrir, pues el
AE se deduce de la HGC .
El modelo construido por Cohen no podía ser, como el de Gödel, un modelo
interno. Se requería entonces un proceso de extensión que le añadiera algo.
El nuevo modelo se define mediante condiciones auxiliares, que lo fuerzan
a cumplir con ciertas propiedades. El modelo así obtenido se conoce como
extensión genérica.
El trabajo de Cohen resuelve varios problemas abiertos e inyecta energía a
la investigación en teoría de conjuntos. El método de forcing es muy flexible
y se incorpora de inmediato a numerosas investigaciones (J. Shoenfield ofrece
una presentación sencilla del método en [Sho67b]). También renueva el interés
en el modelo interno de Gödel. R. Jensen inicia la generalización del modelo
L. Con esta revolución, las nuevas investigaciones sobre teoría de conjuntos
se desarrollan en términos de teoría de modelos. En este devenir se hace
notorio que la teoría de Zermelo-Fraenkel tenía muchas carencias, lo cual es
comprensible si consideramos que la axiomatización se hizo en los inicios
de la teoría de conjuntos y en ese momento eran pocos los aspectos que se
debían capturar en los axiomas. Mediante los métodos de Skolem, se generaron
numerosos modelos para demostrar principios combinatorios y también para
demostrar que algunos resultados de principios del siglo xx eran los mejores
posibles en ZFE .
Pero esta nueva corriente de investigaciones también generó nuevos axio-
mas. El axioma de constructibilidad de Gödel, V = L, que postula que todo
conjunto es construible, pareció contar con mucha aceptación inicial. Poco
tiempo después se hizo evidente que es un axioma muy restrictivo y que no
permite una descripción intuitiva de los conjuntos. Pero su importancia radica
en que ha servido para demostrar numerosos resultados de consistencia relativa,

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y la jerarquía constructiva se ha generalizado a los llamados modelos núcleo,


que han propiciado otro renacimiento de la teoría de conjuntos.
Otro axioma muy importante es la existencia de cardinales medibles (que
no es compatible con V = L). El axioma de Martin (AM) también ha tenido
gran repercusión en otras áreas, como la topología y la teoría de la medida.
Se han estudiado otros axiomas que debilitan o incluso contradicen el
AE como el axioma de determinancia, el cual postula que ciertas clases de
juegos están determinados.
No obstante, ninguno de estos axiomas ha logrado la categoría de los
axiomas de Zermelo- Fraenkel.
Hemos presentado el desarrollo de la teoría de conjuntos hasta donde abarca
el presente volumen. En el siguiente se considerarán las nuevas aportaciones.

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1. Breve reseña histórica

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CAPÍTULO 2

Teoría elemental de conjuntos

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2. Teoría elemental de conjuntos

Unter eine Menge verstehen wir jede Zussamenfassung M von bes-


timmten, wohlunterschiedenen Objekten m unserer Anschauung oder
unseres Denkens (welche die “Elemente” von M gennant werden) zu
einem Ganzen.1
G. Cantor [Can95]
Eine Vielheit (eines Inbegriffs) kann nämlich so beschaffen sein, daß
die Annahme eines Zusammenseins aller ihrer Elemente auf einen
Widerspruch führt, so daß es unmöglich ist, die Vielheit als eine Einheit,
als ein fertiges Ding aufzufassen. Solche Vielheiten nenne ich absolut
unendliche oder inkonsistente Vielheiten.
Wie man sich liecht überzeugt, ist z. B. der Inbegriff alles
Denkbaren eine solche Vielheit;...
Wenn hingegen die Gesamtheit der Elemente einer Vielheit ohne
Widerspruch als zusammenseiend gedacht werden kann, so daß ihre
Zusammengefaßtwerden zu einem Ding möglich ist, nenne ich sie
konsistente Vielheit oder eine Menge.2
G. Cantor [Can32], p. 443

1. Introducción
En este capítulo presentamos el desarrollo de la teoría básica de conjuntos, con
el objeto de que sirva como referencia para el resto del libro. Se presenta la
demostración de todos los resultados, pero las pruebas seran breves, aunque
absolutamente suficientes para un lector interesado.
Sin embargo, no todo el capítulo contiene resultados elementales. De
hecho, la presentación de la teoría se realiza axiomáticamente, para lo que
se introduce el lenguaje de la teoría de conjuntos (LTC).

1
Por un conjunto entenderemos cualquier colección M de objetos m (llamados elementos
de M) de nuestra percepción o pensamiento, distintos entre sí y bien definidos.
2
Una multiplicidad (una colección) se puede constituir de tal forma que una reunión de todos
sus elementos conduce a una contradicción, con lo que es imposible considerar esta multiplicidad
como una cosa hecha. Tales multiplicidades las llamo absolutamente infinitas o inconsistentes.
Como se concluye fácilmente, por ejemplo, la colección de todo lo imaginable es una tal
multiplicidad;...
Si, por el contrario, la totalidad de los elementos de una multiplicidad se puede pensar
reunida sin contradicción, de tal forma que su reunión en una cosa es posible, la llamo
multiplicidad consistente o conjunto.

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En algunas secciones ocurren conceptos que quizá el lector encontrará por


primera vez: relaciones bien fundadas, cerradura transitiva, la jerarquía de von
Neumann, etc. Entre los temas que aparecen en este capítulo se encuentran el
lenguaje de la teoría de conjuntos que es un ejemplo de un lenguaje formal, los
que se estudiarán con más detalle en el capítulo 4. La jerarquía de von Neumann
es un ejemplo de un modelo para la teoría ZFE , por supuesto suponiendo que
ésta es consistente.
En vista de lo anterior, es recomendable que el lector estudie con atención
este capítulo, al menos aquellas secciones que introducen conceptos nuevos
para él.
Varias ideas mencionadas en este capítulo no encontrarán aplicaciones sino
hasta los capítulos finales, por lo que el lector poco experimentado podrá pensar
que son superfluas. No obstante, hemos pensado que es conveniente introducir
gradualmente estas nociones nuevas.

2. Los axiomas
Para construir de manera formal la teoría de conjuntos se deben establecer los
axiomas en que se basa la teoría. Para hacerlo no podemos utilizar el lenguaje
cotidiano, el cual produce inexactitudes inadmisibles en nuestra teoría. En
consecuencia, la primera tarea es definir un nuevo lenguaje poderoso y expresivo
para describir los axiomas. Este lenguaje es un caso particular de la teoría de
lenguajes formales que se desarrollará más ampliamente en el capítulo 4.
Nuestro lenguaje básico será el lenguaje de la teoría de conjuntos LTC, que
consta de lo siguiente:
(i) Relaciones: = (igualdad) y ∈ (pertenencia).
(ii) Conectivos lógicos: ∧ (y) , ∨ (o), ¬ (no), ∃ (existe), ∀ (para todo), ⇒
(implica) y ⇔ (si y sólo si).
(iii) Variables: v0 , v1 , v2 , . . . , vn , . . . (un conjunto numerable3 de símbolos para
variables)
(iv) Paréntesis derecho e izquierdo: (,) y coma “,”.
Usaremos un lenguaje con igualdad, en el que implícitamente se incluyen
los axiomas para la igualdad (es decir, para la 2-relación “=”):
1. ∀ x(x = x) (reflexividad).
2. ∀ x∀ y∀ z(x = y ∧ y = z ⇒ x = z) (transitividad).
3
Es decir, para cada número natural n existe una variable vn y toda variable v es alguna vn .

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2. Teoría elemental de conjuntos

3. ∀ x∀ y(x = y ⇒ y = x) (simetría).
Una vez que tenemos un lenguaje disponible podemos construir palabras,
es decir, cadenas de símbolos que llamaremos fórmulas.
Las fórmulas de LTC se construyen a partir de las fórmulas atómicas o
primitivas:
(v) Las fórmulas atómicas son cadenas de la forma
(vn = vm ), (vn ∈ vm ).
(vi) Las fórmulas de LTC se generan a partir de las fórmulas atómicas, por
medio de los siguientes esquemas: si Φ y Ψ son fórmulas, también lo son
las cadenas ¬Φ, Φ ∨ Ψ, Φ ∧ Ψ, Φ ⇒ Ψ, Φ ⇔ Ψ, (∃vn Ψ) y (∀vn Ψ).4
Una fórmula es una LTC-fórmula si y sólo si se obtiene de (v) y (vi).
Como ejemplos de fórmulas considere las siguientes:
(1) (vn = vm ) ∧ ∀ vj ∃ vi (vj ∈ vi ).
(2) ∀ vn [(vn = vm ) ∨ (vn ∈ vm ) ∨ (vm ∈ vn )].
(3) ∃ vn [(vm = vj ) ∧ ∀ vj (vj ∈ vi )].
Una subfórmula de una fórmula Φ es una sucesión de símbolos consecutivos
de Φ que forman por sí mismos una fórmula; por ejemplo, en (2) (vn ∈ vm ),
(vm ∈ vm ) son subfórmulas.
Tenemos más ejemplos de fórmulas de LTC:
(4) (∀ v0 ((v0 ∈ v1 ) ⇒ (v0 ∈ v2 )) que expresa la relación (v1 ⊆ v2 ).
(5) (∀ v0 ((v0 ∈ v1 ) ⇔ (∃ v3 ((v0 ∈ vS 3 )∧(v3 ∈ v2 ))))) que indica que el conjunto
v1 es precisamente el conjunto v2 .
(6) (∀ v2 ((v2 ∈ v1 ) ⇔ (v2 = v0 ))) manifiesta la relación v1 = {v0 }.
(7) (∀ v3 ((v3 ∈ v2 ) ⇔ ((v3 = v0 ) ∨ (v3 = v1 )))), que describe la igualdad
v2 = {v0 , v1 }.
(8) (∀ v3 ((v3 ∈ v2 ) ⇔ ((v3 = {v0 }) ∨ (v3 = {v0 , v1 })))), que es la definición
de v2 = (v0 , v1 ).
Una variable vn está acotada en una fórmula Φ de LTC, si está dentro del
alcance de un cuantificador existencial o universal cuya variable es vn , donde
el alcance de un cuantificador es la subfórmula inmediata al cuantificador. Si
en alguna subfórmula de Φ, vn no está acotada, decimos que vn es libre en Φ.
En consecuencia, vn puede aparecer acotada y libre simultáneamente en una
4
El lector notará, en cuanto conozca el teorema de recursión, que ésta es una definición
recursiva.

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fórmula Φ. En los ejemplos anteriores, en (1) vn y vm son libres, mientras que


vj y vi están acotadas. En (3) vj tiene una aparición acotada y otra libre.
De manera intuitiva una fórmula expresa una propiedad de sus variables
libres, mientras que las variables acotadas se utilizan para realizar afirmaciones
existenciales o universales, que se pueden efectuar igualmente con otras
variables acotadas. Por ejemplo,
∃ v0 (v0 ∈ v1 )) ∧ ∃ v1 (v2 ∈ v1 ),
y
∃ v4 (v4 ∈ v1 )) ∧ ∃ v4 (v2 ∈ v4 )
significan lo mismo.
Con Φ(v1 , . . . , vn ) queremos mencionar que las posibles variables libres de
Φ están entre v1 , . . . , vn . Si éste es el caso, Φ(y1 , . . . , yn ) denota la fórmula
que resulta al sustituir yi en cada aparición libre de vi . Tal sustitución es
legítima si ninguna ocurrencia libre de xi está en el alcance de un cuantificador
∃ yi o ∀ yi . La idea es que Φ(y1 , . . . , yn ) diga lo mismo sobre y1 , . . . , yn que
lo expresado por Φ(x1 , . . . , xn ) sobre x1 , . . . , xn ; esto no se cumpliría si la
sustitución acotara algunas de las yi . Por ejemplo, si Φ(v1 , v3 ) es la fórmula
∃ v0 (v0 ∈ v1 ) ∧ (∃ v1 (v2 ∈ v1 )), entonces Φ(v2 , v8 ) es
∃ v0 (v0 ∈ v2 ) ∧ (∃ v1 (v2 ∈ v1 )),
y Φ(v0 , v8 ) es
∃ v0 (v0 ∈ v0 ) ∧ (∃ v1 (v2 ∈ v1 ).
La última sustitución no es legítima pues cambia el significado de Φ. La
afirmación en Φ(v1 , v3 ) “v1 tiene elementos” se transforma en “algún conjunto
es un elemento de sí mismo” en Φ(v0 , v8 ).
En ocasiones hablaremos de la veracidad de una fórmula Φ(~v) o, por
ejemplo, de que la sustitución de y por x en Φ(x) resulta cierta. Será hasta
el capítulo 4 donde se defina de manera formal el concepto de veracidad de
una fórmula en una estructura. Por el momento, el lector debe interpretar la
veracidad de una fórmula Φ(y) en el universo de conjuntos, como el hecho de
que la fórmula Φ expresa una propiedad que resulta cierta para y.
En general usaremos todos los símbolos lógicos mencionados en (ii) para
facilitar la lectura; sin embargo, cuando se trate de efectuar pruebas por
inducción en la construcción de fórmulas, consideraremos ciertos símbolos
como primitivos, definiendo los demás símbolos con base en éstos. Así, ϕ ⇒ ψ

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2. Teoría elemental de conjuntos

es equivalente a ψ ∨ ¬ϕ; ϕ ⇔ ψ es equivalente a ϕ ⇒ ψ ∧ ψ ⇒ ϕ, mientras que


∀ xϕ es equivalente a ¬∃ x¬ϕ.

2.1. La teoría ZFE . Usaremos la siguiente notación para una fórmula Φ


de LTC; escribimos Φ{vj /vi } para denotar la fórmula que se obtiene a partir de
Φ sustituyendo legítimamente en ésta toda aparición libre de vj por vi . Otras
notaciones usuales son:
{a} para {x : x = a}.
{a1 , a2 , . . . , an } para {x : x = a1 ∨ · · · ∨ x = an }.
(a, b) para {{a}, {a, b}}, el par ordenado.
∅ para {x : x 6= x}, el conjunto vacío.
Pot(a) para {x : x ⊆ a}
S
a para {x : ∃ y(x ∈ y ∧ y ∈ a)}.
T
a para {x : ∀ y(y ∈ a ⇒ x ∈ y)}.
a × b para {(x, y) : x ∈ A ∧ y ∈ b}.
La teoría de Zermelo-Fraenkel-axioma de elección (ZFE ) consista de los
siguientes axiomas (el nombre se debe a E. Zermelo y A. Fraenkel, quienes
introdujeron la mayoría de los axiomas):
Ex ∃v0 ∀v1 ¬(v1 ∈ v0 ). Existe un conjunto que no tiene elementos. Mediante
el axioma Ext a continuación, se puede demostrar que el conjunto vacío es
el único conjunto que no tiene elementos; este conjunto se denota como ∅.
Ext [Frege, 1893] ∀v0 ∀v1 (∀v2 (v2 ∈ v0 ⇔ v2 ∈ v1 ) ⇒ v0 = v1 ). Dos
conjuntos son iguales cuando contienen los mismos elementos.
Par ∀v0 ∀v1 ∃v2 ∀v3 (v3 ∈ v2 ⇔ (v3 = v0 ∨v3 = v1 )). Para cada dos conjuntos
existe un tercero, que tiene exactamente a los dos conjuntos originales como
elementos.
Unión [Cantor, 1899; Zermelo, 1908] ∀v0 ∃v1 ∀v2 (v2 ∈ v1 ⇔ ∃v3 (v3 ∈
v0 ∧ v2 ∈ v3 )). La unión de un conjunto es otra vez un conjunto. Si
sólo consideramos estos cuatro axiomas, generamos la teoría elemental de
conjuntos TEC.
Comp [Frege, 1893] Para cada fórmula5 Φ(v0 , v1 , ..., vn ) de LTC es cierta la
afirmación
5
Recuerde que la notación Φ(v0 , v1 , ..., vn ) significa que todas las variables libres de Φ
aparecen entre v0 , ..., vn .

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∀v0 · · · ∀vn ∀vn+1 ∃vn+2 ∀vn+3 (vn+3 ∈ vn+2


⇔ (vn+3 ∈ vn+1 ∧ Φ(vn+3 , v1 , . . . , vn ))).

Para cada conjunto a y para cada fórmula de LTC Φ, existe un conjunto b que
contiene exactamente aquellos elementos de a que satisfacen Φ. Este axioma
nos permite extraer subconjuntos de un conjunto mediante una fórmula de
LTC.
Pot [Zermelo, 1908] ∀v0 ∃v1 ∀v2 (v2 ∈ v1 ⇔ ∀ v3 (v3 ∈ v2 ⇒ v3 ∈ v0 )). Para
cada conjunto a existe un conjunto b, cuyos elementos son precisamente los
subconjuntos de a.
Inf [Zermelo, 1908]
∃ v0 (∃ v1 (v1 ∈ v0 ∧ ∀ v2 ¬(v2 ∈ v1 )) ∧
∀ v1 ∃ v2 (v1 ∈ v0 ⇒ (v2 ∈ v0 ∧ ∀ v3 (v3 ∈ v2 ⇔
(v3 ∈ v1 ∨ v3 = v1 )))).

Existe un conjunto que contiene al conjunto vacío y es cerrado respecto a la


operación sucesor: x 7→ x ∪ {x}. Puesto que se asegura la existencia de un
conjunto con tales propiedades, el lector notará que, de hecho, se establece
la existencia de un conjunto infinito.
Para enunciar el siguiente axioma requerimos una nueva noción (con ~v
denotamos a las variables v1 , . . . , vn ): una fórmula Φ se comporta de manera
funcional si de la veracidad de Φ(~v, x) y de Φ(~v, y) se deduce que x = y.
Reemp [Skolem, 1923; Fraenkel, 1922; con idea original de Cantor, 1899]
Para cada fórmula Φ(v0 , v1 , v2 , . . . , vn+1 ) de LTC en la que no figuren las
variables vn+2 y vn+3 , la siguiente afirmación es cierta:
∀ v2 . . . ∀ vn+1 (∀ v0 ∀ vn+2 ∀ vn+3 ((Φ{v1 /vn+2 } ∧ Φ{v1 /vn+3 }) ⇒
vn+2 = vn+3 ) ⇒ ∀ vn+2 ∃ vn+3 ∀ v1 (v1 ∈ vn+3 ⇔
∃ vn+4 (vn+4 ∈ vn+2 ∧ Φ(vn+4 , v1 , . . . , vn+1 ))).

Si se sustituye cada elemento de un conjunto a por su imagen respecto a una


relación funcional (dada por Φ) se obtiene un conjunto.
Fund [Skolem, 1923; von Neumann, 1925]
Para cada fórmula Φ(v0 , v1 , . . . , vn ) de LTC, en la que no figure la variable

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2. Teoría elemental de conjuntos

vn+1 , la siguiente afirmación es cierta


∀ v1 . . . ∀ vn (∃ vn+1 Φ(v0 , v1 , . . . , vn ) ⇒
∃ vn+1 (Φ(vn+1 , v1 , . . . , vn ) ∧ ∀ vn+2 (vn+2 ∈ vn+1 ⇒
¬Φ{vn+1 /vn+2 }))).

Si una propiedad es cierta para al menos un conjunto, entonces la propiedad


es cierta para algún conjunto y no es cierta para los elementos de este conjunto
(es decir, hay un testigo más pequeño para la propiedad). En particular, si
Φ(x, y) es la fórmula x ∈ y, el axioma asegura que todo conjunto tiene un
elemento ∈-mínimo.
El sistema descrito por los axiomas anteriores (de Ex a Fund) se conoce como
teoría ZF. A la teoría ZF sin el axioma Pot la denotaremos como ZF − .
AE [Beppo Levi, 1902; Schmidt, 1904]
∀ v0 ∃ v1 ((∀ v2 (v2 ∈ v0 ⇒ ∃ v3 v3 ∈ v2 ) ∧
∀ v4 ∀ v5 ((v4 ∈ v0 ∧ v5 ∈ v0 ∧ ¬v4 = v5 ) ⇒ ¬∃ v3 (v3 ∈ v4 ∧
v3 ∈ v5 ))) ∧
∀ v2 (v2 ∈ v0 ⇒ ∃ v3 (v3 ∈ v2 ∧ v3 ∈ v1 ∧
∀ v4 ((v4 ∈ v2 ∧ v4 ∈ v1 ) ⇒ v4 = v3 )))).
Para cada conjunto no vacío a formado de conjuntos ajenos entre sí, existe
un conjunto b que interseca cada elemento de a en exactamente un elemento.
Note que los axiomas Comp, Reemp y Fund son en realidad esquemas
(infinitos) de axiomas, pues para cada fórmula Φ de LTC obtenemos una
instancia del axioma. Más adelante (teorema 8.7.10) demostraremos que la
teoría ZF y, en consecuencia, ZFE , no se pueden presentar mediante un número
finito de axiomas.
Para la teoría de ZFE , los conjuntos son entidades completas. Los axiomas
describen cómo construir y manipular esas entidades. Sabemos que un conjun-
to es una colección de objetos, objetos que son a su vez conjuntos. La pregunta
es: ¿toda colección de objetos es un conjunto?
Por objeto entendemos un conjunto, pero ¿qué es una colección? ¿po-
dremos decir que toda fórmula de nuestro lenguaje determina un conjunto?
La respuesta es no. Por ejemplo, la colección V de todos los conjuntos no
es un conjunto, lo que demostraremos en breve. Sin embargo, la colección se

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puede describir mediante una fórmula de nuestro lenguaje, a saber:


V = {x : x = x},
Def
donde Φ(v0 ) = v0 = v0 es la fórmula en cuestión.
Por lo tanto, existen colecciones (clases) que se pueden describir mediante
una fórmula, pero que no son conjuntos. La teoría ZFE no explica cómo trabajar
con tales colecciones.
Para formalizar el uso de clases en ZFE (aunque esta teoría no las re-
conozca), se puede incluir nuestra teoría dentro de otra más amplia que admita
la presencia de clases y que considere a ZFE como una subteoría. Los objetos
en esta teoría más amplia (llamada teoría de clases) se conocen como clases.
Todos los conjuntos son clases. También existen colecciones de conjuntos,
por ejemplo V , que no son conjuntos y que se conocen como clases propias.
La teoría más conocida para trabajar con clases es la teoría de von Neumann-
Bernays-Gödel (NBG). No obstante, nosotros vamos a tratar con clases dentro
de ZFE ; aunque no permite, de hecho no reconoce, la existencia de objetos
que no sean conjuntos, podemos incorporar clases como una forma de abreviar
expresiones que serían demasiado largas sin su uso. En este sentido extendemos
nuestro contexto para incorporar clases, pero de tal forma que toda afirmación
que contenga clases se puede reemplazar por otra expresión, posiblemente más
larga, que no contenga ninguna referencia a ellas. Dada cualquier fórmula Φ(vn )
de nuestro lenguaje, cuyos miembros se refieren a conjuntos, la colección
{x : Φ(x)}
de todas las x que satisfacen Φ la llamaremos término clase. Todos los
conjuntos resultan ser términos clase: si a es un conjunto, entonces
a = {x : x ∈ a}.
Pero no todas las clases son conjuntos, como ya se mencionó.
Como las clases propias no son conjuntos, no podemos trabajar con ellas
de modo tan sencillo como lo hacemos con los conjuntos. Por ejemplo, no
podemos preguntarnos si una clase propia es miembro de otra, pero podemos
reducir esta pregunta a conjuntos. Las clases son colecciones que presentan
muchas propiedades similares a los conjuntos y si trabajamos con cierto cuidado,
se pueden manipular clases como lo hacemos con conjuntos. No requerimos
extender nuestra teoría pues sólo utilizaremos las clases como abreviaciones.

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2. Teoría elemental de conjuntos

Sea A el término clase


A = {x : Φ(x)}.
Al utilizar el término clase A sólo evitamos mencionar en forma explícita la
fórmula Φ(v). Por ejemplo, si escribimos a ∈ A, significa simplemente Φ(a);
así, a hace cierta la fórmula Φ. Otro ejemplo: si
A = {x : Φ(x)}
B = {x : Ψ(x)},
en lugar de escribir
∀ x(Φ(x) ⇔ Ψ(x)),
podemos poner A = B. En el mismo sentido escribimos A ⊆ B, para
∀ x(Φ(x) ⇒ Ψ(x)).

Necesitamos las siguientes definiciones:


• Rel(R) significa que R es una 2-relación o relación binaria, es decir, un
conjunto de parejas ordenadas. Formalmente R ⊆ V × V y si A es un
término clase con R ⊆ A × A, decimos que R es una relación en A.
Escribimos uRv para significar que u está en relación con v, según R, es
decir, (u, v) ∈ R;
• dom(R) para {x : ∃ y(xRy)}, el dominio de R;
• ran(R) para {y : ∃ x(xRy)}, el rango de R;
• R  A para {u ∈ R : ∃ x, y(u = (x, y)∧x ∈ A)}, R con dominio restringido
a A;
• Fun(f ) para Rel(f ) ∧ ∀ x, y, z((x, y) ∈ f ∧ (x, z) ∈ f ⇒ y = z), f es una
función;
• f: A− → B para Fun(f ) ∧ Dom(f ) = A ∧ Ran(f ) ⊆ B, f es una función
de A en B;
• AB para {f : f : A − → B}, la colección de todas las funciones de A en B.
• F [z] = {f (x) : x ∈ z}.
Ahora desarrollemos algunas equivalencias para ciertos axiomas de ZFE ,
caracterizaciones que nos serán de gran utilidad más adelante.
El siguiente lema es fácil de probar y su demostración se deja al lector.
Recuerde que w ~ representa las variables w1 , w2 , . . . , wn .
Lema 2.1. Los siguientes esquemas son equivalentes:

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1. Comp.
2. Para cada LTC-fórmula Φ(x, w ~ ), la afirmación ∀ w ~ ∀ a{x : x ∈ a ∧
Φ(x, w~ )} ∈ V es cierta.
3. Para cada término clase A = {x : Φ(x, w~ )}, la afirmación A ∩ a ∈ V es
cierta.
Ahora podemos probar que V no es un conjunto.
Teorema 2.2 (TEC + Comp). 6 No existe el conjunto de todos los conjuntos.
Demostración. No podemos usar fundación. Mostraremos que para todo
conjunto a existe un conjunto x que no pertenece a a. Dado el conjunto a,
definimos x = {y : y ∈ a, y ∈ / y} que resulta un conjunto por Comp. Se
cumple x ∈ / x: si no, x satisfacería la condición para pertenecer a x, en particular
x∈ / x. Así que x ∈ / x. Entonces x no satisface la condición para pertenecer a
x, por lo que x ∈/ a ∨ x ∈ x. Por lo anterior, x ∈ / a.
El axioma de reemplazo Reemp implica que la imagen de un conjunto
respecto a una fórmula que se comporta funcionalmente es un conjunto. Esto
se manifiesta en el siguiente lema, cuya demostración se deja al lector.
Lema 2.3. Las siguientes afirmaciones son equivalentes para una LTC-
fórmula Φ que se comporta funcionalmente:
1. Reemp.
2. Para cada fórmula Φ(x, y, w ~ ), la afirmación
∀w~ (∀ x∀ y1 ∀ y2 (Φ(x, y1 , w
~ ) ∧ Φ(x, y2 , w
~ ) ⇒ y1 = y2 ) ⇒
∀ a{y : ∃ x(x ∈ a ∧ Φ(x, y, w
~ ))} ∈ V )
es cierta.
Podemos pensar que existen “funciones” entre clases propias, las cuales
expresamos mediante LTC-fórmulas. A continuación estudiamos cómo se
comportan estas “funciones”.
Para nuestro próximo lema necesitamos la siguiente notación:
Definición 2.4. Sea F un término clase y x una variable. Definimos el término
clase F (x) como:
F (x) ≡ {z : ∀ y0 (((x0 , y0 ) ∈ F ∧ ∀ y1 ((x, y1 ) ∈ F ⇒ y0 = y1 )) ⇒ z ∈ y0 )}.
6
Esto indica que se están suponiendo los axiomas de TEC y Comp. Este tipo de notación
se usará con gran frecuencia.

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2. Teoría elemental de conjuntos

F (x) es exactamente lo que se espera, es decir, se comporta como función.

Proposición 2.5. Sean F y A términos clase y F : A −


→ V . Entonces
∀ x ∈ A∀ y((x, y) ∈ F ⇔ y = F (x)).
Por lo anterior tenemos derecho a llamar a F (x) el valor de la “función” F en
el punto x.

Demostración. “ ⇒ ”. Sea (x, y) ∈ F ; debemos probar y = F (x).


⊆) Sea z ∈ y. Entonces ((x, y) ∈ F ∧∀ y1 ((x, y1 ) ∈ F ⇒ y = y1 )) ⇒ z ∈ y.
Para y0 6= y ocurre en todo caso ((x, y0 ) ∈ F ∧ ∀ y1 ((x, y1 ) ∈ F ⇒ y0 =
y1 )) ⇒ z ∈ y0 , pues la premisa (a saber (x, y0 ) ∈ F ) es falsa. Así que z
satisface la condición que define a F (x).
⊇) Sea z ∈ F (x). Entonces z satisface la condición que define a F (x). En
particular ((x, y) ∈ F ∧ ∀ y1 ((x, y1 ) ∈ F ⇒ y = y1 )) ⇒ z ∈ y. Dado que F es
una función y (x, y) ∈ F , la premisa es verdadera; por lo tanto, z ∈ y.
“⇐”. Dado que F : A − → V y x ∈ A, existe exactamente una ȳ con
(x, ȳ) ∈ F . Por lo ya demostrado, ȳ = F (x). Por hipótesis tenemos también
y = F (x), de donde se desprende y = ȳ, y así (x, y) ∈ F .

Observe que si F no está unívocamente determinada en la posición x, es


decir, si existen y1 y y2 con y1 6= y2 , y tanto (x, y1 ) ∈ F como (x, y2 ) ∈ F ,
entonces F (x) = V . Aquí V quiere decir valor indeterminado: en este caso,
para cada y0 la afirmación ∀ y1 ((x, y1 ) ∈ F ⇒ y0 = y1 ) es falsa, así que
∀ y0 (((x, y0 ) ∈ F ∧ ∀ y1 ((x, y1 ) ∈ F ⇒ y0 = y1 )) ⇒ z ∈ y0 ) es verdadera
pues la premisa es falsa. Por tanto, cada z ∈ V satisface la condición que
define a F (x), es decir, F (x) = V .
El siguiente resultado expresa que la imagen de un conjunto respecto a una
función, es un conjunto.

Lema 2.6 (TEC ). Los siguientes esquemas son equivalentes:


(1) Reemp.
(2) Para cada término clase F = {z : ψ(z, w
~ )}, la afirmación
~ ∀ a(Fun(F ) ⇒ F [a] ∈ V )
∀w
es cierta.

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Demostración. Supongamos TEC .


(1) ⇒ (2). Sea F como en (2). Hacemos explícitas las variables libres w ~ de F
escribiendo Fw~ . Definimos Φ(x, y, w~ ) como la fórmula (y = Fw~ (x)). Suponga
que se tienen los conjuntos w~ y a y que Fw~ es función. Aplicamos Reemp a Φ
con los parámetros w~ y a. Ya que F es “funcional” se satisface la premisa de la
afirmación correspondiente en Reemp, así que {y : ∃ x(x ∈ a ∧ Φ(x, y, w ~ ))} ∈
V . Como {y : ∃ x(x ∈ a ∧ Φ(x, y, w ~ ))} = F [a], todo queda demostrado.
(2) ⇒ (1). Sea Φ(x, y, w~ ) una fórmula de LTC. Dados los conjuntos w ~ y a,
ocurre

~ ) ⇒ y1 = y2 ).
~ ) ∧ Φ(x, y2 , w
∀ x, y1 , y2 (Φ(x, y1 , w (11)

Definimos la clase F como


Def
F = {z : ∃ x∃ y(z = (x, y) ∧ Φ(x, y, w
~ ))}.

De (11) se sigue que F es función. Además, por hipótesis F [a] ∈ V y es fácil


~ ))} = F [a]. Queda entonces demostrado el
ver que {y : ∃ x(x ∈ a ∧ Φ(x, y, w
lema.

También para el axioma Fund podemos encontrar una caracterización en


términos de clases, cuya sencilla demostración se deja al lector.

Lema 2.7 (TEC ). Las siguientes afirmaciones son equivalentes:


1. Fund.
~ )}, la afirmación
2. Para cada término clase A ≡ {x : Φ(x, w

~ (A 6= ∅ ⇒ ∃ x(x ∈ A ∧ A ∩ x = ∅)).
∀w

En cuanto al axioma de elección, tenemos la siguiente caracterización


inmediata, cuya demostración también queda al lector:

Lema 2.8 (TEC ). Las siguientes condiciones son equivalentes:


1. AE .
2. ∀ a∃ b((∅ ∈
/ a ∧ ∀ x1 ∀ x2 ((x1 ∈ a ∧ x2 ∈ a ∧ x1 6= x2 ) ⇒ x1 ∩ x2 =
∅)) ⇒ ∀ x(x ∈ a ⇒ ∃ y (b ∩ x = {y}))).

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2. Teoría elemental de conjuntos

2.2. Funciones. Una n-función en un conjunto x es una (n + 1)-relación


R en x, tal que para toda n-ada (a1 , . . . , an ) ∈ dom R existe exactamente una
b ∈ ran R tal que (a1 , . . . , an , b) ∈ R. Como es usual, si R es una n-función en
x y a1 , . . . , an , b ∈ x son tales que (a1 , . . . , an , b) ∈ R, escribimos
R(a1 , . . . , an ) = b.

Note que si f : x −
→ y, entonces f ⊆ x × y.
Si f : x −
→yyg:y− → z, definimos g ◦ f : x −
→ z mediante
g ◦ f (a) = g(f (a))
para toda a ∈ x.
Sea f : x −
→ y. Si u ⊆ x, definimos la imagen de u respecto a f como el
conjunto
f [u] = {f (a) : a ∈ u};
si v ⊆ y, definimos la imagen inversa o preimagen de v respecto a f como el
conjunto
f −1 [v] = {a ∈ x : f (a) ∈ v}.
(Observe la diferencia entre el uso de corchetes y paréntesis en funciones).
Si f : x −→ y, definimos la restricción de f a u por
f  u = {(a, f (a)) : a ∈ u}.
Note que f  u es una función con dominio u.
Sea f : x −
→ y. Decimos que f es inyectiva (o uno a uno) si
∀a, b ∈ x(a 6= b ⇒ f (a) 6= f (b)).
Decimos que f es sobre o suprayectiva si
f [x] = y.
Decimos que f es biyectiva si es inyectiva y sobre.
Note que si f : x − → y y v ⊆ y, el conjunto f −1 [v] está definido, no
importa si f es biyectiva o no.
Una vez que contamos con la definición de función, podemos dar una
versión general del producto cartesiano arbitrario.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Sea {xi : i ∈ I} una familia de conjuntos. El producto cartesiano de esta


familia de conjuntos se define como
Y [
xi = {f : (f : I −
→ xi ), (∀ i ∈ I)(f (i) ∈ xi )}.
i∈I i∈I
Q
Si x = xi , para toda i ∈ I escribimos xI en lugar de i∈I xi .

3. Órdenes
Las relaciones binarias son especialmente importantes en teoría de conjuntos
y, por supuesto, en toda la matemática.
Hay varias propiedades que son significativas para las relaciones binarias.
Sea R una relación binaria en un conjunto x. Decimos que
• R es reflexiva si (∀ a ∈ x)(aRa);
• R es simétrica si (∀ a, b ∈ x)(aRb ⇒ bRa);
• R es antisimétrica si (∀ a, b ∈ x)([aRb ∧ a 6= b) ⇒ ¬(bRa)];
• R es total si (∀ a, b ∈ x)[(a 6= b) ⇒ (aRb ∨ bRa)].
• R es transitiva si (∀ a, b, c ∈ x)[(aRb ∧ bRc) ⇒ (aRc)].
Una relación binaria en un conjunto es una relación de equivalencia cuando
es reflexiva, simétrica y transitiva. Si R es una relación de equivalencia en un
conjunto x, la clase de equivalencia de un elemento a de x respecto a R se define
como
[a]R = {b ∈ x : aRb}.
Prescindimos del subíndice R en [a]R cuando es claro de qué relación R se
trata.
En esta sección, relación significa relación binaria, es decir, una relación
en un conjunto x, un subconjunto de x2 . Una relación < en un conjunto x es
un orden parcial en x si:

(i) < es antirreflexiva, es decir, ∀p ∈ x¬(p < p).


(ii) < es transitiva.
(x, <) o simplemente x es un conjunto parcialmente ordenado si < es un orden
parcial en x. Un orden parcial < es un orden lineal o total si < es total. Si <
es un orden parcial, escribimos a ≤ b si a = b ∨ a < b. En lo sucesivo, ≤
denotará un orden parcial.
Si (p, <) es un conjunto parcialmente ordenado, x un subconjunto de p y
a ∈ p, entonces

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2. Teoría elemental de conjuntos

• a es un elemento máximo de x si a ∈ x ∧ (∀ y ∈ x)(a ≮ y);


• a es un elemento mínimo de x si a ∈ x ∧ (∀ y ∈ x)(y ≮ a);
• a es el mayor elemento de x si a ∈ x ∧ (∀ y ∈ x)(y ≤ a);
• a es el menor elemento de x si a ∈ x ∧ (∀ y ∈ x)(a ≤ y);
• a es una cota superior de x si (∀ y ∈ x)(y ≤ a);
• a es una cota inferior de x si (∀ y ∈ x)(a ≤ y);
• a es el supremo de x si a es la menor cota superior de x;
• a es el ínfimo de x si a es la mayor cota inferior de x.
El supremo (ínfimo) de x (si existe) se denota por sup x (ínf x). Note que
si x está linealmente ordenado por <, entonces un elemento máximo de x es
su mayor elemento (en forma similar para el elemento mínimo). Un conjunto
parcialmente ordenado (x, ≤) está bien fundado si todo subconjunto no vacío
de x tiene un elemento mínimo. En ocasiones diremos que la relación ≤ está
bien fundada.

Lema 3.1. Sea (x, ≤) un conjunto parcialmente ordenado. (x, ≤) está bien
fundado si y sólo si no existe una sucesión {an : n = 1, 2, . . .} de elementos
de x tales que an+1 < an para toda n, es decir, no existe una sucesión
{an : n = 1, 2, . . .} con a0 > a1 > a2 > · · · .

Demostración. Suponga que (x, ≤) no está bien fundado. Sea y ⊆ x


un subconjunto sin elemento mínimo. Sea a0 ∈ y. Como a0 no es elemento
mínimo, debe existir a1 ∈ y con a0 > a1 . Repetimos el razonamiento, esta vez
con a1 , para encontrar a2 ∈ y con a1 > a2 y así sucesivamente. Procediendo
en forma recursiva encontramos una sucesión decreciente a0 > a1 > a2 > . . .
Hemos utilizado el teorema de recursión sobre los naturales (teorema 6.10),
que se prueba más adelante en este capítulo.
Ahora suponga que existe una sucesión a0 > a1 > a2 > . . . y sea y el
conjunto {a0 , a1 , a2 , . . .}. Resulta claro que y no tiene elemento mínimo.

Definición 3.2. Sean (x, ≤) y (y, l) conjuntos parcialmente ordenados. Dec-


imos que x es isomorfo a y (en símbolos x ∼ = y) si existe una biyección f : x
−→ y tal que a ≤ b ⇔ f (a) l f (b) para todo a, b ∈ x.

La relación ⊆ en cualquier colección de conjuntos es un orden parcial en


esa colección. De hecho, esta relación es el único orden parcial posible (salvo
isomorfismos), como se demuestra a continuación:

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Teorema 3.3 (Representación de conjuntos parcialmente ordenados).


Sea (x, ≤) un conjunto parcialmente ordenado. Entonces existe un conjunto y
de subconjuntos de x tal que (x, ≤) ∼
= (y, ⊆).
Demostración. Para cada a ∈ x, sean za = {b ∈ x : b ≤ a} y
y = {za : a ∈ x}. Definimos una función π de x a y mediante π(a) = za . Es
claro que π es una biyección. Más aún, a1 ≤ a2 ⇔ za1 ⊆ za2 , así que π es un
isomorfismo entre (x, ≤) y (y, ⊆).
Definición 3.4. Un buen orden en un conjunto x es un orden bien fundado y
lineal en x. Un conjunto bien ordenado es una pareja (x, ≤) tal que ≤ es un
buen orden en x.
La noción de conjunto bien ordenado debe ser familiar para el lector, pero
este concepto se generaliza a clases propias, lo cual da origen la siguiente
sección.

4. Buen orden
En la sección 3 definimos relaciones en conjuntos que los convierten en
conjuntos bien ordenados. En esta sección consideramos relaciones que
generalizan un buen orden a términos clase. Por supuesto, debemos ser muy
cuidadosos pues un término clase puede no ser un conjunto. Utilizamos
la noción de relación reflexiva, transitiva, etc., en una clase A, como una
generalización obvia de las nociones respectivas definidas para conjuntos.
Definición 4.1. Sean A y R términos clase.
1. R es un orden lineal estricto sobre A, que se denota (OLE(R, A)), si R es
una relación en A reflexiva, transitiva y, para cada par de puntos x, y de A,
se cumple que xRy o yRx o x = y.
2. R es un buen orden sobre A, que se denota BO(R, A), si se satisfacen las
siguientes condiciones:
(a) R es un orden lineal estricto sobre A.
(b) Para cada término clase B, la siguiente afirmación es cierta:
B 6= ∅ ∧ B ⊆ A ⇒ ∃ x(x ∈ B ∧ ∀ y(yRx ⇒ y ∈
/ B)),
es decir, cada subclase no vacía de A tiene un elemento R-mínimo.
En este caso decimos que R bien ordena A.

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2. Teoría elemental de conjuntos

3. R es un buen orden fuerte sobre A, que se denota BOF (R, A), cuando
BO(R, A) y además ∀ x(x ∈ A ⇒ {y : y ∈ A ∧ yRx} ∈ V ), es decir, los
R-predecesores de un elemento forman un conjunto. Si sucede lo último
también se dice que R es limitada por la izquierda.
Como es natural, cuando A es un conjunto, la definición anterior se
simplifica y se reduce a la definición que ya habíamos dado:
Lema 4.2. Sea a un conjunto. Las siguientes condiciones son equivalentes:
1. BO(R, a).
2. OLE(R, a) ∧ ∀ b((b ⊆ a ∧ b 6= ∅) ⇒ ∃ x(x ∈ b ∧ ∀ y(yRx ⇒ y ∈ / b))).
3. BOF (R, a).

Demostración.
(1) ⇒ (2). Esto es inmediato, pues b coincide con el término clase B ≡ {x :
x ∈ b}.
(2) ⇒ (3). Del axioma Comp cada término clase B ⊆ a es un conjunto,
así que se obtiene de inmediato la existencia de un elemento R-mínimo en
cada subclase B de a no vacía. De Comp se obtiene, además, {y : y ∈
a ∧ yRx} ∈ V para cada x ∈ a.
(3) ⇒ (1). Es claro.
Este último lema muestra que, para conjuntos, las nociones de buen orden y
buen orden fuerte coinciden. En este caso la propiedad de ser buen orden puede
definirse por medio de la fórmula (2) del lema, que es la definición dada en la
sección 3 y es una fórmula de LTC. En lo sucesivo utilizamos como definición
de buen orden, en el caso de conjuntos, la fórmula del inciso (2) del lema.
La siguiente proposición demuestra que podemos definir la noción de buen
orden fuerte por medio de una fórmula de LTC aun en el caso de clases.
Proposición 4.3. Sean A y R términos clase. Entonces son equivalentes:
1. R es un buen orden fuerte en A.
2. OLE(R, A) ∧ ∀ b((b ⊆ A ∧ b 6= ∅) ⇒ ∃ x(x ∈ b ∧ ∀ y(yRx ⇒ y ∈ / b))) ∧
∀ x(x ∈ A ⇒ {y : yRx} ∈ V ).
(Note que en 2, b es un conjunto).
Demostración.
(1) ⇒ (2). Es inmediato.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(2) ⇒ (1). Sea B un término clase no vacío contenido en A. Fijemos x ∈ B.


Por hipótesis
{y : y ∈ A ∧ yRx} = {y : yRx} ∈ V,
así que de Comp, aplicado al término clase {y : y ∈ A ∧ yRx} ∩ B = b,
obtenemos el conjunto b. Distinguimos dos casos:
Caso 1. b = ∅. Aquí x es un elemento R-mínimo de B, pues de yRx
y y ∈ B se sigue y ∈ b.
Caso 2. b 6= ∅. Existe, por hipótesis, un elemento R-mínimo x0 ∈ b;
entonces x0 ∈ B y {y : y ∈ A ∧ yRx0 } ∩ B es un conjunto b0 , que satisface
la condición del caso 1. Por lo tanto, x0 es un elemento R-mínimo de B.

5. Cortaduras
En esta sección presentamos un método de completación de conjuntos lineal-
mente ordenados. Utilizamos cortaduras de Dedekind para efectuar este pro-
ceso.
Definición 5.1. Sea (P, <) un conjunto linealmente ordenado. Un hueco es
una pareja (A, B) de conjuntos tales que:
(a) A y B son subconjuntos de P ajenos entre sí y A ∪ B = P.
(b) Si a ∈ A y b ∈ B entonces a < b.
(c) A no tiene un elemento más grande y B no tiene un elemento más pequeño.
Por ejemplo, sean B = {x ∈ Q : x > 0, x2 > 2} y B = Q − B. Se verifica
fácilmente que (A, B) es un hueco en Q.
Un subconjunto de un conjunto linealmente ordenado P está acotado si
tiene cotas inferior y superior. Un conjunto está acotado por arriba (por abajo)
si tiene una cota superior (inferior).
Sea (A, B) un hueco en un conjunto linealmente ordenado. El conjunto A
está acotado por arriba pues cualquier b ∈ B es cota superior de A. Afirmamos
que A no tiene supremo: si c = sup A, entonces c sería el elemento más grande
de A o el más pequeño de B.
Por otra parte, sean S un conjunto no vacío acotado por arriba y
A = {x : ∃ s ∈ S(x ≤ s)},
B = {x : ∃ s ∈ S(x > s)}.

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2. Teoría elemental de conjuntos

El lector puede verificar sin dificultad que la pareja (A, B) satisface las
propiedades (a) y (b) de la definición de hueco. Ahora suponga que S no tiene
supremo. Entonces (A, B) es un hueco, pues el elemento más grande de A o el
más pequeño de B serían el supremo de S.
Definición 5.2. Sea (P, <) un conjunto linealmente ordenado. P es completo
si todo subconjunto S no vacío de P acotado por arriba tiene supremo.
Note que (P, <) es completo si y sólo si no tiene huecos. Los racionales
son un ejemplo de que un conjunto linealmente ordenado denso no es necesa-
riamente completo. No obstante, todo conjunto linealmente ordenado se puede
completar llenando sus huecos y el resultado es esencialemnte único:
Teorema 5.3. Sea (P, <) un conjunto linealmente ordenado denso sin ex-
tremos. Entonces existe un conjunto linealmente ordenado completo (C, ≺)
tal que:
(a) P ⊆ C.
(b) Si p, q ∈ P entonces p < q si y sólo si p ≺ q (≺ coincide con < en P).
(c) P es denso en C, es decir, para cualesquier p, q ∈ P tales que p < q existe
c ∈ C con p ≺ c ≺ q.
(d) C no tiene extremos.
Más aún, (C, ≺) es único (salvo isomorfismos). En otras palabras, si (C∗ , ≺∗ ) es
un conjunto linealmente ordenado denso que satisface (a)–(d), entonces existe
un isomorfismo h entre (C, ≺) y (C∗ , ≺∗ ) tal que h(x) = x para cada x ∈ P.
El conjunto (C, ≺) es la completación de (P, <).
Demostración [Unicidad] Sean (C, ≺) y (C∗ , ≺∗ ) dos conjuntos lineal-
mente ordenos que satisfacen (a)–(d). Mostraremos que existe un isomorfismo
h de C sobre C∗ tal que h(x) = x para cada x ∈ P.
Si c ∈ C, sea Sc = {p ∈ P : p  c}. De manera similar, sea
Sc∗ = {p ∈ P : p ∗ c∗ } para c∗ ∈ C∗ . Si S es un subconjunto no vacío de P
acotado por arriba, sea sup S el supremo de S en (C, ≺) y sup∗ S el supremo de
S en (C∗ , ≺∗ ). Note que sup Sc = c, sup∗ Sc∗ = c∗ .
Definimos la función h como: h(c) = sup∗ Sc . Es claro que h es una
función de C en C∗ ; debemos constatar que h es sobre y que
(a) Si c ≺ d entonces h(c) ≺∗ h(d);
(b) h(x) = x para toda x ∈ P.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Para establecer que h es sobre, sea c∗ ∈ C∗ arbitraria. Entonces c∗ =


sup Sc∗ , y si hacemos c = sup Sc∗ entonces Sc = Sc∗ y c∗ = h(c). Si c ≺ d,
entonces (teniendo en cuenta que P es denso en C) existe p ∈ P tal que
c ≺ p ≺ d. Se verifica fácilmente que sup∗ Sc ≺∗ sup∗ Sp ≺∗ sup∗ Sd y por lo
tanto h(c) ≺∗ h(d). De aquí concluimos que h es un isomorfismo. Finalmente,
si x ∈ P, entonces x = sup Sx = sup∗ Sx y por consiguiente h(x) = x. J
Para probar la existencia de la completación introducimos las cortaduras
de Dedekind.
Definición 5.4. Una cortadura es una pareja (A, B) de conjuntos tales que
(a) A y B son ajenos entre sí, no vacíos y A ∪ B ⊆ P.
(b) Si a ∈ A y b ∈ B entonces a < b.
Note que un hueco es una cortadura y que, como P es denso, no es posible
que A tenga un elemento más grande y simultáneamente B tenga un menor
elemento. En cualquier caso el supremo de A existe: en el primer caso el
supremo es el mayor elemento de B, y en el otro caso el supremo es el mayor
elemento de A. Por lo tanto, consideramos sólo el primer caso y descartamos
las cortaduras en las que A tiene un elemento más grande.
Definición 5.5. Una cortadura (A, B) es de Dedekind si A no tiene un elemento
más grande.
Existen dos tipos de cortaduras de Dedekind (A, B):
(a) Aquellas en las que B = {x ∈ P : x ≥ p} para alguna p ∈ P; la denotamos
(A, B) = [p].
(b) Huecos.
Consideremos el conjunto C de todas las cortaduras de Dedekind (A, B) de
(P, <) y ordenemos C como se describe a continuación:
(A, B)  (A0 , B0 ) si y sólo si A ⊆ A0 .
Se constata de inmediato que (C, ) es un conjunto linealmente ordenado.
Si p, q ∈ P son tales que p < q, entonces [p] ≺ [q], así que el conjunto
linealmente ordenado (P 0 , ≺), donde P 0 = {[p] : p ∈ P} es isomorfo a (P, <).
Queremos probar que (C, ≺) es una completación de (P 0 , ≺). Como (P, <) y
(P 0 , ≺) son isomorfos, se sigue que (P, <) tiene una completación. Es suficiente
mostrar que:
(c’) P 0 es denso en (C, ≺).

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2. Teoría elemental de conjuntos

(d’) C no tiene extremos.


(e) (C, ≺) es completo.
Para verificar que P 0 es denso en C, sean c, d ∈ C tales que c ≺ d, es decir,
c = (A, B), d = (A0 , B0 ) y A ⊆ A0 . Sea p ∈ P con la propiedad de que p ∈ A0
yp∈ / A. Más aún, podemos suponer que p no es el menor elemento de B.
Entonces (A, B) ≺ [p] ≺ (A0 , B0 ) y, por consiguiente, P 0 es denso en C. Esto
también demuestra que (C, ≺) es un conjunto ordenado denso.
En forma similar, si (A, B) ∈ C, entonces existe p ∈ B que no es el me-
nor elemento de B y se cumple (A, B) ≺ [p]. Por lo tanto, C no tiene un mayor
elemento. Por razones análogas, C no tiene menor elemento. Para mostrar que
C es completo, sea S un subconjunto no vacío de C acotado por arriba. En
consecuencia, existe (A0 , B0 ) ∈ C tal que A ⊆ A0 siempre que (A, B) ∈ S.
Para encontrar el supremo de S, sean
[
AS = {A : (A, B) ∈ S},
y
\
BS = P − AS = {B : (A, B) ∈ S}.
Es fácil corroborar que (AS , BS ) es una cortadura de Dedekind: As no tiene un
elemento mayor pues ninguno de los As lo tiene.
Como AS ⊇ A para cada (A, B) ∈ S, (AS , BS ) es una cota superior de
S; corroboramos que (AS , BS ) es la menor cota superior de S. Si (A, B)
es una Scota superior de S, entonces A ⊆ A para toda (A, B) ∈ S, y así
AS = {A : (A, B) ∈ S} ⊆ A. Por lo tanto, (AS , BS )  (A, B). En
consecuencia, (AS , BS ) es el supremo de S.

6. Los números naturales


Zermelo definió los números naturales como sigue: 0 = ∅, 1 = {∅},
2 = {{∅}}, 3 = {{{∅}}} y así sucesivamente. Una desventaja de esta
definición es que no se puede generalizar a números ordinales, los cuales
introducimos después, y existía la necesidad de generalizar el proceso y
continuar a cantidades transfinitas. Por lo tanto, J. von Neumann propuso
representar el número n mediante un conjunto de exactamente n elementos, a
saber:
Def
n = {0, 1, . . . , n − 1}.

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Con esto obtenemos


0=∅
n + 1 = {0, 1, . . . , n}
= {0, 1, . . . , n − 1} ∪ {n}.
En consecuencia definimos:
Definición 6.1. 0 = ∅, x + 1 = x ∪ {x}.
En particular, 1 = 0 + 1, 2 = 1 + 1, 3 = 2 + 1.
La clase de los números así construidos debe ser un conjunto, lo que se
verifica por el axioma de infinito.
Definición 6.2. El término clase A es inductivo si
∅ ∈ A ∧ ∀ y(y ∈ A ⇒ y ∪ {y} ∈ A).
Es claro que la intersección de una familia de conjuntos inductivos es
inductiva. Así que el axioma de infinito dice que existe un conjunto inductivo.
T
Definición 6.3. ω = {x : x es inductivo}. Donde ω es el conjunto de los
números naturales.
Con gran frecuencia denotaremos a los números naturales también con N.
Observe que ω es efectivamente un conjunto, 0 ∈ ω, y que si y ∈ ω, entonces
y + 1 ∈ ω.
Con n, m denotaremos en lo sucesivo números naturales. En particular,
∀ nΦ(n) significa ∀ x(x ∈ ω ⇒ Φ(x)); del mismo modo, ∃ nΦ(n) significa
∃ x(x ∈ ω ∧ Φ(x)) y {n : Φ(n)} quiere decir {x : x ∈ ω ∧ Φ(x)}, donde
Φ es una fórmula de LTC.
Nuestro primer teorema importante es el teorema de inducción en ω que
proporciona un método para demostrar propiedades inherentes a los números
naturales.
Teorema 6.4 (Inducción en ω).
(a) Supongamos que x ⊆ ω, 0 ∈ x y ∀ n(n ∈ x ⇒ n + 1 ∈ x); entonces x = ω.
Es decir, si un subconjunto de ω que contiene al 0, y siempre que contiene
a n también n + 1 le pertenece, el conjunto en cuestión es ω.
(b) Para cada fórmula Φ(x) de LTC, es cierto que
Φ(0) ∧ ∀ n(Φ(n) ⇒ Φ(n + 1)) ⇒ ∀ nΦ(n).

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2. Teoría elemental de conjuntos

Demostración.
(a) x es inductivo, así que ω ⊆ x.
(b) Sea A = {n : Φ(n)}. Entonces A ⊆ ω (por lo que A es un conjunto),
además se tiene:
0∈A
n ∈ A ⇒ n + 1 ∈ A.
De (a) se sigue que A = ω.

El siguiente lema describe las principales propiedades de los números


naturales.
Definición 6.5. Un conjunto a es transitivo si para todo x ∈ a se cumple
x ⊆ a.
Lema 6.6.
(a) n es transitivo.
(b) ω es transitivo.
(c) n∈/ n.
(d) n ⊆ m + 1 ⇔ n ⊆ m ∨ n = m + 1.
(e) n ⊆ m ⇔ n ∈ m ∨ n = m.
(f) n ⊆ m ∨ m ⊆ n.
(g) n ∈ m ∨ n = m ∨ m ∈ n.
(h) n + 1 6= ∅.
(i) n + 1 = m + 1 ⇒ n = m.
Demostración. Ejercicio.
También se puede proceder con otros tipos de inducción; el primero asegura
que si tenemos un subconjunto de naturales para el cual es cierto que si todos
los números menores que un cierto natural le pertenecen, ello implica que el
natural pertenece al conjunto, entonces nuestro conjunto inicial son todos los
naturales. El segundo tipo de inducción expresa lo mismo, pero para cierta
propiedad válida para números naturales.
Teorema 6.7 (Principio de inducción fuerte).
(a) Supongamos que x ⊆ ω; ∀ n[∀ m(m ∈ n ⇒ m ∈ x) ⇒ n ∈ x] ⇒ x = ω.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(b) Si Φ es una fórmula de LTC,


∀ n[∀ m(m ∈ n ⇒ Φ(m)) ⇒ Φ(n)] ⇒ ∀ nΦ(n).
Demostración.
(b) Suponga cierto
∀ n[∀ m(m ∈ n ⇒ Φ(m)) ⇒ Φ(n)];
en este caso se dice que Φ(n) es progresiva. Se demostrará que ∀ m(m ∈
n ⇒ Φ(m)) por inducción sobre n. Para n = 0 es evidente. Supongamos
que es cierto para n y lo demostramos para n + 1: por hipótesis de
inducción sabemos que ∀ m(m ∈ n ⇒ Φ(m)). Sea m ∈ n + 1. Entonces
m ∈ n ∨ m = n. En el caso m ∈ n, se deduce Φ(m) de la hipótesis de
inducción y, en el caso m = n, se desprende Φ(n) porque Φ es progresiva y
por la hipótesis de inducción. Finalmente, de la primera suposición y con
lo recién demostrado se concluye que ∀nΦ(n).
Def
(a) Se desprende de (b) con Φ(y) = y ∈ x.

El siguiente teorema enuncia el axioma Fund para los naturales. Sin


embargo, damos una demostración a partir de la definición de ω.
Teorema 6.8 (Principio del menor elemento para ω).
(a) Supongamos que ∅ 6= x ⊆ ω, entonces ∃ n(n ∈ x ∧ n ∩ x = ∅). Es decir,
todo subconjunto de ω tiene un elemento menor.
(b) ∃ nΦ(n) ⇒ ∃ n[Φ(n) ∧ ¬∃ m(m ∈ n ∧ Φ(m))].
Demostración.
(b) Se cumple por el teorema 6.7 (b) que
∀ n[∀ m(m ∈ n ⇒ ¬Φ(m)) ⇒ ¬Φ(n)] ⇒ ∀ n¬Φ(n).
Por contrapositiva:
∃ nΦ(n) ⇒ ∃ n[Φ(n) ∧ ∀ m(m ∈ n ⇒ ¬Φ(m))]
∃ nΦ(n) ⇒ ∃ n[Φ(n) ∧ ¬∃ m(m ∈ n ∧ Φ(m))].
Def
(a) Se sigue de (b) con Φ(y) = y ∈ x.

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2. Teoría elemental de conjuntos

Como es natural, la relación de pertenencia es bien fundada al restringirse


a los naturales:
Lema 6.9. La relación ∈ ∩(ω × ω) es una relación transitiva y bien fundada
en ω.
Demostración. Sea ∅ 6= a ⊆ ω. Debemos mostrar que ∃ n(n ∈
a ∧ n ∩ a = ∅). Éste es el principio del elemento más pequeño. Lo demás es
obvio, pues n es transitivo.
Ahora procedemos a probar el teorema de recursión sobre los números
naturales.
Teorema 6.10 (Recursión sobre ω). Sea F : V −
→ V . Para todo c ∈ V existe
exactamente una función f : ω −
→ V , tal que
f (0) = c
∀ i ∈ ω [f (i + 1) = F (f (i))]. (*)
Demostración.
(a) Unicidad. Suponga que f0 , f1 son funciones de ω en V que satisfacen
(*). Por inducción se demuestra que f0 (i) = f1 (i) para toda i ∈ ω; en
consecuencia, f0 = f1 .
(b) Existencia. De modo intuitivo obtenemos f mediante aproximaciones
f  1 = {(0, c)}, f  2 = {(0, c), (1, F (c))}, . . .
Formalmente, g es una aproximación si existe j ∈ ω con la siguiente
propiedad:
dom g = j + 1
ran g ⊆ V
g(0) = c (**)
∀ i ∈ ω(i < j ⇒ g(i + 1) = F (g(i))).
Es fácil verificar que dos aproximaciones coinciden en la intersección
de sus dominios. Por lo tanto,
∀ g, h(g, h aproximaciones ⇒ g ⊆ h ∨ h ⊆ g). (1)
Mediante inducción sobre j se obtiene
∀ j∃ g(g es una aproximación ∧ dom g = j + 1). (2)

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Para j = 0, tomamos g = {(0, c)} y si g es una aproximación con


dom g = j +1, entonces g ∪{(j +1, F (g(j))} es una aproximación con do-
minio igual a j + 1. Definimos

g(x),

 donde g es una aproximación con
H(x) = x ∈ dom g, si x ∈ ω.


∅, en otro caso.
Por (1) y (2) H es una función. Se verifica que f = H  ω satisface los
requerimientos del teorema.

Con ayuda del teorema de recursión 6.10 es posible definir las operaciones
usuales en los números naturales. Definimos las funciones sm para toda m ∈ ω,
mediante:

Definición 6.11. sm (0) = m, sm (n + 1) = sm (n) + 1.

Observe que para cada m, existe una función con estas propiedades y es
única.
Def
Definición 6.12. m + n = sm (n).

Note que como sm (1) = sm (0 + 1) = sm (0) + 1 = m + 1, nuestra definición


coincide para n = 1 con nuestra terminología. Además, m + 0 = m y
m + (n + 1) = (m + n) + 1.

Lema 6.13.
(a) m + n ∈ ω.
(b) (m + n) + p = m + (n + p).
(c) m + n = n + m.

Demostración. Ejercicio.

Para definir la multiplicación requerimos funciones similares a las sm .

Definición 6.14. Para cada m ∈ ω, definimos las funciones pm mediante


pm (0) = 0,
pm (n + 1) = pm (n) + m.

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2. Teoría elemental de conjuntos

Observe que por el teorema de recursión existe, otra vez para cada m, una
función como la de la definición. Para ello necesitamos definir:
F :V −
→ V,
(
x + m, si x ∈ ω;
F (x) =
∅, en otro caso.
Def
Definición 6.15. m · n = pm (n).
Observe que m · 0 = 0, m · (n + 1) = m · n + m.
El siguiente lema resume las propiedades bien conocidas de la multipli-
cación de números naturales.
Lema 6.16.
(a) m · n ∈ ω.
(b) m · (n + p) = m · n + m · p.
(c) (n + p) · m = n · m + p · m.
(d) (m · n) · p = m · (n · p).
(e) 0 · n = 0, 1 · n = n, m · n = n · m.
Demostración. Ejercicio.

7. Ordinales
Recuerde que un buen orden en un conjunto x es un orden lineal en x que
está bien fundado. De acuerdo con nuestra definición, un orden parcial de un
conjunto x está bien fundado si y sólo si todo subconjunto no vacío y de x tiene
un elemento mínimo (es decir, un elemento de y que no tiene predecesores en
y respecto al orden parcial). Pero en el caso de órdenes lineales, un elemento
de un subconjunto y de x será mínimo si y sólo si es el menor elemento de y.
Esto nos permite probar:
Teorema 7.1 (Inducción sobre buenos órdenes). Sea (X, ≤) un conjunto bien
ordenado. Sea E un subconjunto de X tal que
(i) el elemento más pequeño de X es miembro de E;
(ii) para cualquier x ∈ X, si ∀ y[y < x ⇒ y ∈ E], entonces x ∈ E.
Entonces E = X.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Suponga que E 6= X. Sea x el menor elemento del


conjunto no vacío X − E. Por (i), x no es el menor elemento de X. Pero
por la elección de x, se cumple que y < x ⇒ y ∈ E. Por lo tanto, de (ii) se
sigue que x ∈ E, lo cual es una contradicción.
El teorema 7.1 nos permite probar resultados por inducción en un conjunto
bien fundado.
A continuación aislaremos lo que tienen en común todos los conjuntos bien
ordenados, empezando por comparar conjuntos bien ordenados.
Teorema 7.2. Sean (X, ≤) un conjunto bien ordenado y Y ⊆ X. Si f : X
→ Y es un isomorfismo, entonces para toda x ∈ X, x ≤ f (x).

Demostración. Sea E = {x ∈ X : f (x) < x}. Debemos probar que
E = ∅. Suponga lo contrario. Entonces E tiene un elemento menor x0 . Como
x0 ∈ E, se sigue que f (x0 ) < x0 . Sea x1 = f (x0 ). Como x1 < x0 , aplicamos
f para concluir f (x1 ) < f (x0 ). Así que f (x1 ) < x1 . Por lo tanto, x1 ∈ E.
Pero x1 < x0 , lo que contradice la elección de x0 como el menor miembro
de E.
Teorema 7.3. Sean (X, ≤), (X0 , ) conjuntos bien ordenados. Si (X, ≤) ∼ =
→ X0 .
(X0 , ), entonces existe exactamente un isomorfismo f : X −
Demostración. Sean f : X − → X0 , g : X − → X0 isomorfismos.
−1
Definimos h = f ◦ g. Es fácil ver que h es un isomorfismo de X a X.
Así, por el teorema 7.2, x ≤ h(x) para toda x ∈ X. Si ahora aplicamos f ,
obtenemos que para toda x ∈ X, f (x)  f (h(x)) = g(x). En forma similar,
g(x)  f (x) para toda x ∈ X. En consecuencia f = g, y la prueba está
completa.
Se debe notar que el resultado anterior no es siempre válido para dos
conjuntos linealmente ordenados el buen orden es imprescindible. Por ejemplo,
sean Z el conjunto de todos los enteros y ≤ el orden usual en Z. Para cualquier
entero m, la función fm : Z − → Z, definida por fm (n) = n + m, es un
0
isomorfismo, y m 6= m implica fm 6= fm0 .
Observe que si m < 0, entonces fm (n) < n, así que este ejemplo muestra
que el teorema 7.2 también requiere buen orden.
Sean (X, ≤) un conjunto bien ordenado y a ∈ X. El segmento inicial Xa
de X, determinado por a, es el conjunto
Xa = {x ∈ X : x < a}.

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2. Teoría elemental de conjuntos

En ocasiones usaremos la notación X(a) en lugar de Xa , cuando esta última


resulte incómoda por el contexto.
Teorema 7.4. Sea (X, ≤) un conjunto bien ordenado. No existe un isomor-
fismo de X sobre un segmento inicial suyo.
Demostración. Suponga que f es un isomorfismo entre X y Xa , para
alguna a ∈ X. Por el teorema 7.2, x ≤ f (x) para toda x ∈ X; en particular,
a ≤ f (a). Pero ran(f ) = Xa , así que f (a) ∈ Xa , lo que implica f (a) < a, una
contradicción.

Ahora llegamos a uno de los teoremas más importantes de la teoría de


conjuntos bien ordenados.
Teorema 7.5. Si W1 y W2 son conjuntos bien ordenados, entonces ocurre
exactamente uno de los siguientes casos:
(a) W1 es isomorfo a W2 ;
(b) W1 es isomorfo a un segmento inicial de W2 ;
(c) W2 es isomorfo a un segmento inicial de W1 .
Demostración. Para u ∈ Wi (i = 1, 2), usamos esta vez Wi (u) para
denotar el segmento inicial de Wi determinado por u. Sea
f = {(x, y) ∈ W1 × W2 : W1 (x) es isomorfo a W2 (y)}.
Es fácil ver que f es una función inyectiva. Si h es un isomorfismo entre W1 (x)
y W2 (y) y x0 < x, entonces W1 (x0 ) y W2 (h(x0 )) son isomorfos. Se sigue que f
preserva el orden.
Si dom(f ) = W1 y ran(f ) = W2 , entonces (a) ocurre.
Si y1 < y2 y y2 ∈ ran(f ), entonces y1 ∈ ran(f ). Así que si ran(f ) 6= W2
y y0 es el menor elemento de W2 − ran(f ), se cumple que ran(f ) = W2 (y0 ).
Necesariamente dom(f ) = W1 , pues en otro caso tendríamos (x0 , y0 ) ∈ f ,
donde x0 es el menor elemento de W1 − dom(f ). Así que el caso (b) es cierto.
En forma análoga, si dom(f ) 6= W1 , entonces (c) ocurre.
En vista del teorema 7.4, los tres casos son mutuamente exclusivos y la
prueba está terminada.

Ahora introducimos la importante noción de número ordinal. Recuerde


que una clase A es transitiva si para toda x ∈ A, x ⊆ A.

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Definición 7.6. A es una clase ordinal si A es transitiva y ∈ ∩(A × A) es


un buen orden fuerte en A. Las clases ordinales que son conjuntos se llaman
números ordinales. Así que un número ordinal es un conjunto transitivo bien
ordenado por ∈. Definimos
Def
OR = {x : x es un número ordinal}.

Requerimos una caracterización más adecuada de las clases ordinales.

Lema 7.7. A es una clase ordinal si y sólo si (A, ∈ ∩(A × A)) es transitiva,
total y bien fundada.

Demostración. Ejercicio.

El siguiente resultado es de gran trascendencia en la teoría de conjuntos y,


en cierta medida, es la culminación de la teoría de los conjuntos bien ordenados.

Teorema 7.8 (Teorema de enumeración). Todo conjunto bien ordenado es


isomorfo a un único ordinal. Este ordinal se conoce como el tipo ordinal
del conjunto.

Demostración. La unicidad se desprende del teorema 7.4. Dado un


conjunto bien ordenado W, encontramos un ordinal y un isomorfismo como
sigue: sea F (x) = α si α es isomorfo al segmento inicial de W determinado
por x. Si tal α existe, es único. Por Reemp F [W] es un conjunto. Para cada
x ∈ W, tal α existe (en otro caso, considere el menor x para el cual α no existe
para llegar a una contradicción). Si γ es el menor ordinal tal que γ ∈ / F [W],
entonces F [W] = γ y tenemos un isomorfismo de W sobre γ.

Podemos definir la suma de dos conjuntos bien ordenados y obtener el


ordinal asociado a la suma.
Supongamos que (W1 , <1 ) y (W2 , <2 ) son conjuntos bien ordenados dis-
juntos; definimos la suma W1 + W2 como el conjunto bien ordenado (W, <),
donde W = W1 ∪W2 y <=<1 en W1 , <=<2 en W2 y w1 < w2 para cualesquier
w1 ∈ W1 , w2 ∈ W2 .

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2. Teoría elemental de conjuntos

Teorema 7.9. Sean (W1 , <1 ) y (W2 , <2 ) conjuntos bien ordenados isomorfos
a los ordinales α1 , α2 respectivamente, y (W; <) su suma. Entonces (W, <) es
isomorfo al ordinal α1 + α2 .7
Demostración. Probamos el teorema por inducción en α2 .
Si α2 = 0, entonces W2 = ∅, W = W1 y α1 + α2 = α.
Si α2 = β + 1, entonces W2 tiene un mayor elemento a y W(a) es
isomorfo a α1 + β; el isomorfismo se extiende a un isomorfismo entre W y
α1 + α2 = (α1 + β) + 1.
Sea α un ordinal límite. Para cada β < α2 existe un isomorfismo fβ de
α1 + β sobre W(aβ ), donde aβ ∈ W2 ; más aún, fβ es único,Saβ es el β-ésimo
elemento deSW2 , y si β < γ entonces fβ ⊆ fγ . Sea f = β<α1 fβ . Como
α1 + α2 = β<α2 (α1 + β), se deduce que f es un isomorfismo de α1 + α2
sobre W.
En lo sucesivo, Ord(A) significa que A es una clase ordinal. Las clases or-
dinales presentan muchas propiedades similares a las de los números naturales:
para clases ordinales, la relación ∈ tiene las propiedades de < y la relación ⊆
las propiedades de ≤.
Lema 7.10.
(a) Si A y B son clases ordinales, también lo es A ∩ B.
(b) Si Ord(A) y x ∈ A, Ord(x), es decir, todo conjunto que sea elemento de
una clase ordinal, es un número ordinal.
(c) Si Ord(A) y Ord(B), entonces (A ⊆ B ⇔ A ∈ B ∨ A = B).
(d) Si Ord(A) y Ord(B), entonces (A ∈ B ∨ A = B ∨ B ∈ A).
Demostración.
(a) Ejercicio.
(b) Ejercicio.
(c) La dirección “⇐” es obvia pues B es transitiva.
“⇒)”. Sea A ⊆ B. Sin pérdida de generalidad, podemos suponer que
A ⊆ B. Escogemos x ∈ B \ A tal que x ∩ (B \ A) = ∅ (pues B es bien
fundada). Basta probar que x = A.
x ⊆ A) Si y ∈ x, entonces y ∈ x ∈ B, de donde se sigue que y ∈ A, pues
x ∩ (B \ A) = ∅.
7
Véase definición 14.1

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A ⊆ x) Si y ∈ A, entonces también y ∈ B. Se sigue que x ∈ y ∨x = y ∨y ∈


x. Los primeros dos casos son impensables pues obtendríamos
x ∈ A.
(d) Si Ord(A) y Ord(B), deducimos Ord(A ∩ B) por el inciso (a). De (c) se
deduce
[(A ∩ B ∈ A) ∨ (A ∩ B = A)] ∧ [(A ∩ B ∈ B) ∨ (A ∩ B = B)].
Después de distribuir, recibimos:
(A ∩ B ∈ A ∩ B) ∨ (A ∈ B) ∨ (B ∈ A) ∨ (A = B).
El primer caso A ∩ B ∈ A ∩ B no puede ocurrir pues A ∩ B está bien
fundada.

Note que el inciso (d), aplicado a conjuntos, implica que la relación ∈ es


un orden lineal.
A pesar de que las clases ordinales se comportan como conjunto, OR no
es un conjunto:
Lema 7.11.
(a) Ord(OR).
(b) OR no es un conjunto.
(c) OR es la única clase ordinal propia.
Demostración.
(a) OR es transitiva por el lema 7.10 (b). Mostremos que OR está bien fundada.
Sea a ⊆ OR, a 6= ∅. Escogemos x ∈ a. Sin pérdida de generalidad
podemos suponer que x ∩ a 6= ∅. Ya que x está bien fundado, existe
y ∈ x ∩ a con y ∩ x ∩ a = ∅. Se sigue que y ∈ a y y ∩ a = ∅; lo último
se debe a que y ⊆ x, pues y ∈ x y x es transitivo.
(b) Supongamos que OR es un conjunto. De (a) se sigue que OR ∈ OR, lo
que contradice el axioma de fundación.
(c) Supongamos que Ord(A) y que A no es un conjunto. Por el lema 7.10 (d)
se sigue que
A ∈ OR ∨ A = OR ∨ OR ∈ A.
El primer y tercer caso se excluyen, pues A, respectivamente OR, serían
conjuntos.

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Lema 7.12.
(a) OR es inductiva.
(b) n, ω ∈ OR.
(c) Si x, y son ordinales, entonces x + 1 = y + 1 ⇒ x = y.
Demostración.
(a) 0 ∈ OR es claro. Sea x ∈ OR. Debemos mostrar que x + 1 ∈ OR, es
decir, x ∪ {x} ∈ OR, pero es inmediato mostrar que x ∪ {x} es transitivo
y bien ordenado por ∈.
(b) Es inmediato de las definiciones de n y ω.
(c)
x+1=y+1
x∈y+1∧y ∈x+1
(x ∈ y ∧ y ∈ x) ∨ x = y.

S S
Lema 7.13. A ⊆ OR ⇒ A ∈ OR ∨ A = OR.
S S
Demostración. Basta S
probar que Ord( A). Primero probemos que A
es transitiva: sea x ∈ y ∈ A, así que x ∈ y ∈ z ∈ A para algún
S
z. Entonces
se sigue x S∈ z ∈ A, dado que A ⊆ OR. Por lo tanto, x ∈ S
A. Veamos
ahoraSque A está bien ordenada: para esto basta notar que A ⊆ OR. Sea
x ∈ A; en este caso x ∈ y ∈ A, para alguna y. Entonces x ∈ y y y ∈ OR,
así que x ∈ OR.
S
Recuerde que se supone A ⊆ OR, por lo que A es la cota superior más
pequeña de ASrespecto al buen orden ∈ ∩(OR × OR) de OR, pues por la
definición de A es cierto que
x ∈ A ⇒ x ⊆ ∪A,
(∀ x ∈ A)(x ⊆ y) ⇒ ∪ A ⊆ y.
S
Por lo tanto, escribimos también sup A = A.
Como ejemplos de ordinales tenemos 0, 1 = 0+1, 2 = 1+1, . . . , ω (que es
Def S
un conjunto por el axioma de infinito, ω+1, ω+2, . . . , w·2 = {ω+n : n ∈ ω}
(que se define por recursión sobre ω y es un conjunto por el axioma Reemp).
Def S
Después siguen ω·2+1, ω·2+2, . . . , ω·3 = {ω·2+n : n ∈ ω},. . . , ω·4, . . .

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Def Def
Aun continuamos con ω · ω = ω2 = {ω · n : n ∈ ω}, . . . En lo sucesivo α, β
S

y γ representan números ordinales.


α es un ordinal sucesor si ∃ β(α = β + 1). α es ordinal límite si α no es
cero ni tampoco sucesor. Escribimos
Lím(α) ⇔ α 6= 0 ∧ ¬∃ β(α = β + 1).
Evidentemente, para todo ordinal α se cumple que α = 0, o α es límite o α es
sucesor.
Lema 7.14.
(a) Lím(α) ⇔ α 6= 0 ∧ ∀ β(β ∈ α ⇒ β + 1 ∈ α).
(b) Lím(ω).
(c) Lím(α) ⇒ ω ⊆ α.
Demostración.
(a) ⇒ ) Sea β ∈ α. Entonces β + 1 ∈ α ∨ β + 1 = α ∨ α ∈ β + 1. El
segundo caso β + 1 = α está excluido por hipótesis. En el tercer caso se
sigue α ∈ β ∨ α = β; ambos son imposibles pues β ∈ α. Por lo tanto,
β + 1 ∈ α.
⇐) Sea α 6= 0 y suponga que ∀ β(β ∈ α ⇒ β + 1 ∈ α). Si α no es límite,
entonces α = β + 1. Deducimos que β ∈ α y con ello α ∈ α, lo que no
puede ocurrir.
(b) Se sigue de (a), pues ω es inductivo.
(c) Supongamos que Lím(α). Mostraremos que n ∈ α mediante inducción
sobre n. Se cumple 0 ∈ α ∨ 0 = α ∨ α ∈ 0, donde los casos segundo
o tercero son impensables. Por hipótesis de inducción n ∈ α, así que
n + 1 ∈ α por el inciso (a).

Lema 7.15.
S
(a) α = β∈α (β + 1). S
(b) Si Lím(α), entonces α = β∈α β.
Demostración.
(a) ⊆) Sea β ∈ α. La afirmación se sigue de β ∈ β + 1.
⊇) Si γ ∈ β +1 con β ∈ α, entonces γ ∈ β o γ = β, por lo que concluimos
γ ∈ α.

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2. Teoría elemental de conjuntos

(b) ⊆) Sea γ ∈ α. Entonces se deduce γ ∈ γ + 1 ∈ α.


⊇) Sea γ ∈ β ∈ α. Se desprende que γ ∈ α.

Teorema 7.16 (Inducción transfinita sobre OR).


∀ α(α ⊆ B ⇒ α ∈ B) ⇒ OR ⊆ B.
Demostración. Suponga que OR 6⊆ B. Sea α el menor ordinal que no
pertenece a B; entonces α ⊆ B, lo que implica por hipótesis que α ∈ B, una
contradicción.
Corolario 7.17 (Variantes de inducción sobre OR). Sea Φ una fórmula de
LTC.
Primera variante:
Φ(0) ∧ ∀ α(Φ(α) ⇒ Φ(α + 1)) ∧ ∀ α(Lím(α)
∧ ∀ β(β ∈ α ⇒ Φ(β)) ⇒ Φ(α)) ⇒ ∀ αΦ(α).
Es decir, si tenemos una propiedad para números ordinales que es cierta
para el 0, de su validez en un ordinal se deduce su validez en el sucesor;
y de su veracidad en β para todo ordinal β < α se concluye su veracidad
en α (α límite), entonces podemos decir que es cierta en todo ordinal.
Segunda variante:
∀ α[∀ β(β ∈ α ⇒ Φ(β)) ⇒ Φ(α)] ⇒ ∀ αΦ(α).
Tercera variante (Principio del menor elemento para OR):
∃ αΦ(α) ⇒ ∃ α[Φ(α) ∧ ¬∃ β(β ∈ α ∧ Φ(β))],
que es el axioma Fund para números ordinales.
Demostración. La tercera forma se obtiene de la segunda por contrapo-
sitiva. Además, la primera se obtiene con facilidad de la segunda forma, y ésta
Def
se deduce del teorema 7.16 con B = {α : Φ(α)}.
Teorema 7.18 (Esquema de recursión para ordinales). Sean H : OR × V
→ V un término clase y λ un ordinal. Entonces existe una única función

f :λ−→ V tal que para toda α ∈ λ,
f (α) = H(α, f  α).

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Notemos que en el enunciado del teorema, implícitamente estamos cuan-


tificando sobre todas las funciones H que conforman una clase. Esto no es
posible en ZFE . Sin embargo, si consideramos una función arbitraria pero fija,
H, podemos evadir la dificultad. Sea Φ(v0 , v1 , v2 ) la fórmula de LTC que define
a H. Esto es, para α ∈ OR y x, y ∈ V ,
H(α, x) = y ⇔ Φ(α, x, y).
Lo que dice el teorema es que si tenemos la fórmula Φ, podemos probar en
ZF que existe una única función f : λ −→ V tal que para toda α ∈ λ,
Φ(α, f  α, f (α)).
Así que nuestro teorema es propiamente un esquema de teoremas, uno para
cada H.
Demostración. Unicidad. Supongamos que µ ≤ λ y fi : µ −
→ V,
i = 1, 2, son tales que para toda α < µ,
fi (α) = H(α, fi  α).
Por inducción sobre µ. Para µ = 0, el resultado es trivial. Sea µ > 0 y
supongamos que el resultado es cierto para todo µ0 < µ, lo que significa que
para µ0 < µ, f1  µ0 = f2  µ0 . Si µ es un ordinal límite, se deduce que
f1 = f2 . En otro caso, µ = ν + 1. Entonces tenemos, por la hipótesis de
inducción, f1  ν = f2  ν. Por lo tanto,
f1 (ν) = H(ν, f1  ν) = H(ν, f2  ν) = f2 (ν);
así,
f1 = (f1  ν) ∪ {(ν, f1 (ν))} = (f2  ν) ∪ {(ν, f2 (ν))} = f2 .
Ahora debemos probar la existencia. Sea M la clase
M = {f : (∃ µ ≤ λ)[(f : µ −
→ ν) ∧ (∀ α ∈ µ)(f (α) = H(α, f  α))]}.
Para probar nuestro teorema, basta exhibir una función f ∈ M tal que
dom(f ) = λ.
Afirmación 1. Sean f, g ∈ M, µ = dom(f ) y ν = dom(g), y suponga que
µ < ν. Entonces f = g  µ.
Demostración de la afirmación 1. Para toda α ∈ µ, tenemos
f (α) = H(α, f  α)
g(α) = H(α, g  α).

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2. Teoría elemental de conjuntos

En consecuencia, f = g  µ por la primera parte de la demostración. J


Definimos
A = {µ : (∃ f ∈ M)(dom(f ) = µ)}.
Mostraremos que λ ∈ A. Supongamos lo contrario, y entonces λ ∈ (λ + 1) \ A.
Sea µ el menor elemento de (λ + 1) \ A. Así µ ≤ λ y para cada ν < µ, existe
f ∈ M con dom(f ) = ν. Por la afirmación, para cada ν < µ, sea F (ν) la única
F ∈ M tal que dom(F ) = ν. Por Reemp F [µ] es un conjunto. Sea
[
f0 = F [µ].
Es fácil probar, con ayuda de la afirmación, que f0 es función. Más aún, para
cada ν < µ, f0  ν = F (ν), así que para toda ν < µ, tenemos
(∀ α < ν)(f0 (α) = H(α, f0  α)).
Si µ es límite, esto implica que f0 ∈ M y dom(f0 ) = µ, contrario a la
elección de µ. Así que µ debe ser sucesor, µ = ν + 1. Ahora hacemos
f00 = f0 ∪ {(ν, H(ν, f0 ))}.
Entonces f0 ∈ M y dom(f00 ) = µ, una contradicción y terminamos la
demostración.
Una vez que hemos demostrado el teorema 7.18, el lector notará que hay
una gran similitud en las demostraciones de los teoremas de recursión que
hemos presentado. El propósito de la siguiente sección es presentar un teorema
de recursión más general, identificando lo que tienen en común los teoremas
anteriores de recursión.

8. Relaciones bien fundadas


En este apartado desarrollamos una generalización de los teoremas de recursión
e inducción en los números naturales. En tales teoremas se utiliza el hecho de
que la pertenencia es un buen orden fuerte. Sin embargo, esta propiedad la
exhiben otras relaciones y podemos demostrar el teorema de recursión para
ellas. Aquí suponemos ciertos los axiomas de ZFE sin el axioma Pot, es decir,
la teoría ZF − .
La siguiente definición generaliza la noción de buen orden fuerte a rela-
ciones.
Definición 8.1. Sean R y A términos clase. R es bien fundada en A, cuando
se satisfacen las siguientes condiciones:

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(RBF1) R ⊆ A × A.
(RBF2) ∀ u(u 6= ∅ ⇒ ∃ x(x ∈ u ∧ ∀ u(y ∈ u ⇒ ¬yRx))). Es decir, cada
conjunto no vacío tiene un elemento R-mínimo.
(RBF3) ∀ x∃ y(x ∈ y ∧ ∀ z0 ∀ z1 (z0 Rz1 ∧ z1 ∈ y ⇒ z0 ∈ y)). Cada conjunto
x es elemento de un conjunto que contiene a todos sus R-predecesores.
Con RBF (R, A) denotamos la conjunción de las condiciones (RBF1)
a (RBF3).

Primero analicemos con detalle esta definición, encontrando formulaciones


equivalentes.

Lema 8.2 (ZFE − ). La condición (RBF3) es equivalente a


(RBF3’) ∀ x{z : zRx} ∈ V .

Demostración.
⇒ ) Dada x, escogemos y con x ∈ y, que es cerrado respecto a sus R-
predecesores de acuerdo con (RBF3). Entonces {z : zRx} ⊆ y, así que
{z : zRx} ∈ V por el axioma Comp.
⇐ ) Definimos por recursión ordinaria sobre ω una función f : ω −
→V
con
f (0) = {z : zRx} ∪ {x} y
[
f (n + 1) = f (n) ∪ {{z0 : z0 Rz1 } : z1 ∈ f (n)}.

Observe que los términos de la derecha son conjuntos por hipótesis,


S
Reemp
y Unión. Por Reemp sabemos ahora que f [ω] ∈ V , así que y ≡ f [ω] ∈ V
por el axioma de unión. El conjunto y es el requerido por (RBF3’): como
x ∈ f (0), entonces se cumple x ∈ y; si z1 ∈ y y z0 Rz1 , entonces z1 ∈ f (n)
para alguna n < ω y con ello z0 ∈ f (n + 1), así que z0 ∈ y.

Si aceptamos el axioma de elección, podemos mostrar que la condición


(RBF2) es equivalente a la afirmación de que no hay R-cadenas decrecientes
infinitas. Formalmente:

Lema 8.3 (ZFE − ). La condición (RBF2) de la definición 8.1 es equivalente a


(RBF2’) ¬∃ f (f : ω −
→ V ∧ ∀ n < ω[f (n + 1)Rf (n))].

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2. Teoría elemental de conjuntos

Demostración.
⇒ ) Suponga que existe una función f : ω − → V con la propiedad
f (n + 1)Rf (n) para toda n < ω. Sea u ≡ f [ω], que por Reemp es un
conjunto y no es vacío. De la condición (RBF2) de 8.1, u tiene un elemento
R-mínimo x. Elija n < ω con x = f (n). Entonces f (n + 1)Rx, en oposición
a la minimalidad de x. Por lo tanto, no puede existir tal función f .
⇐ ) Suponga que existe un conjunto u 6= ∅ que no contiene un elemento
R-mínimo, es decir,
∀ x ∈ u∃ y ∈ u(yRx). (*)
Defina, usando recursión ordinaria, una función f : ω −
→ V con
f (0) ∈ u arbitrario y f (n + 1) ∈ {y : y ∈ u ∧ yRf (n)}.
La elección de los valores es posible por AE como a continuación se detalla:
en el caso n = 0 use AE con a = {u}; encuentre b tal que b ∩ u contenga
exactamente un elemento, y escoja f (0) = ∪(b∩u) (observe que ∪{z} = z). En
Def
los casos siguientes proceda de forma análoga con a = {{y : y ∈ u∧yRf (n)}}
(observe que por (*), {y : y ∈ u ∧ yRf (n)} = 6 ∅). De la definición de f se
sigue que f (n + 1)Rf (n) para todo n < ω.

Este último teorema no es casualidad. Se desprende de un hecho general:


Lema 8.4. Sean A y R términos clase. Entonces (BOF (R, A) ⇔ OLE(R, A)
∧ RBF (R, A)). En particular, si R es un buen orden fuerte en A, entonces R
está bien fundada en A.
Demostración.
“ ⇒ ” Claramente se cumple (RBF1). Para probar (RBF2), tomamos u 6= ∅,
b = u ∩ A. Si b = ∅, entonces cada elemento x de u es como se pide en
(RBF2); si b 6= ∅, entonces por la propiedad de buen orden existe un elemento
R-mínimo como el que pide (RBF2). La validez de (RBF3’) se sigue de
(
∅, cuando x ∈
/ A;
{z : zRx} =
{z : z ∈ A ∧ zRx}, cuando x ∈ A.
Ya que R es un buen orden fuerte, la clase inferior es un conjunto.
“⇐”. Es evidente, pues las condiciones para ser un buen orden fuerte se
deducen de OLE(R, A), así como de (RBF2) y (RBF3’).

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Note que por definición y en vista de la condición equivalente (RBF3’), la


pertenencia ∈ es una relación bien fundada, formalmente R∈ ≡ {(x, y) : x ∈
y}. Lo mismo ocurre con <: R< ≡ {(x, y) : x ∈ OR ∧ y ∈ OR ∧ x ∈ y} es
bien fundada en OR. Probaremos estos hechos sin utilizar recursión ordinaria,
en su lugar usamos un teorema más general de recursión cuya existencia nos
permitirá demostrar algunos resultados necesarios.
Teorema 8.5 (Esquema inductivo para ∈). Sea Φ(x, w
~ ) una fórmula de LTC.
Entonces, la siguiente afirmación es válida:
~ )) ⇒ Φ(x, w
∀ x(∀ y ∈ x(Φ(y, w ~ )) ⇒ ∀ xΦ(x, w
~ ).
Si para cualquier conjunto x la validez de la propiedad Φ en x se sigue de su
validez en todos los elementos de x, entonces Φ es válida para todo conjunto.
Demostración. Sean w ~ ∈ V arbitrarias. Si Φ no fuese cierta para todo
conjunto, existe algún conjunto x para el cual ¬Φ(x, w ~ ). De acuerdo con Fund,
existe un elemento ∈-mínimo x con ¬Φ(x, w ~ ). Pero entonces Φ es válida para
toda y ∈ x. Por hipótesis, Φ es válida para x, es decir, Φ(x, w~ ), lo que contradice
nuestra suposición sobre x.
Si se utiliza el método presentado en este teorema, se dice que hacemos
una ∈-inducción.
Recuerde que un conjunto x es transitivo si para todo y ∈ x se cumple que
y ⊆ x. El que un conjunto x sea transitivo lo denotamos por Trans(x). Con
el principio inductivo recién demostrado podemos construir un supraconjunto
transitivo (el más pequeño posible) para cada conjunto.
Teorema 8.6. Sea x ∈ V . Entonces definimos el conjunto
CT (x) ≡ ∩{z : x ⊆ z ∧ Trans(z)}.
CT (x) es el conjunto transitivo más pequeño que contiene a x y es la clausura
transitiva de x.
Demostración. Es fácil demostrar que la intersección de conjuntos tran-
sitivos es transitiva. De la definición de CT (x) se obtiene que dicho conjunto
es mínimo, así que sólo debemos probar que CT (x) ∈ V . Esto lo realizamos
por ∈-inducción. Suponga que es cierto CT (y) ∈ V para toda y ∈ x. Ahora, la
intersección de una clase no vacía de conjuntos es un conjunto (esto se deduce
fácilmente pues la intersección está presente en cualquiera de los elementos de
la clase). En consecuencia, basta demostrar que existe al menos un conjunto

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2. Teoría elemental de conjuntos

S
transitivo z con x ⊆ z. Definimos z ≡ {CT (y) : y ∈ x} ∪ {x}. Se sigue
de inmediato que z ∈ V . Además, z es transitivo: sea u ∈ v ∈ z. Si v ∈ x,
entonces u ∈ v ⊆ CT (v) ⊆ z, así que u ∈ z. Si v ∈ CT (y) para alguna
y ∈ x, se sigue u ∈ CT (y) ⊆ z de la transitividad de CT (y) (por hipótesis de
inducción). Por consiguiente, para este caso u ∈ z.

Ahora demostraremos las propiedades anunciadas de ∈ y <.


Teorema 8.7.
(a) ∈ es bien fundada en V .
(b) < es bien fundada en OR.
Aquí hemos identificado ∈ con {(x, y) : x ∈ y} y < con {(x, y) : x ∈ OR ∧ y ∈
OR ∧ x ∈ y}.
Demostración.
(a) La existencia de un elemento ∈-mínimo en u 6= ∅ se sigue inmediatamente
de Fund con la fórmula de LTC Φ ≡ x ∈ u. Sea x ∈ V arbitrario y hagamos
y = CT ({x}); entonces x ∈ y y cuando z0 es un ∈-predecesor de z1 , donde
z1 ∈ y, ocurre que z0 ∈ y por la transitividad de y. Con esto demostramos
(a).
(b) Si u 6= ∅, entonces en el caso u ∩ OR = ∅ cada elemento de u es
<-mínimo en u. En el caso u ∩ OR 6= ∅ el elemento <-mínimo de u
es mín(u ∩ OR) = ∩(u ∩ OR). Si x ∈ V , entonces, por lo visto con
anterioridad, y = CT ({x}) es cerrado respecto a ∈-predecesores y, por
consiguiente, respecto a <-predecesores. Con ello queda demostrado (b).

Hemos presentado dos ejemplos importantes de relaciones bien fundadas.


Ahora nos dedicaremos a la teoría general de las relaciones bien fundadas. Pri-
mero presentamos una extensión de Fund a dichas relaciones.
~ ) una fórmula de LTC.
Teorema 8.8. Sean A y R términos clase y Φ(x, w
Suponga que R es bien fundada en A. Entonces
~ )) ⇒ ∃ x(x ∈ A ∧ Φ(x, w
∃ x0 (x0 ∈ A ∧ Φ(x0 , w ~ ))).
~ ) ∧ ∀ y(yRx ⇒ ¬Φ(y, w
Si la propiedad Φ es cierta para algún elemento de A, entonces existe un testigo
R-mínimo de Φ en A.

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Demostración. Transformamos el problema de encontrar un elemento


R-mínimo en una clase, en el problema de encontrar un elemento R-mínimo en
un conjunto no vacío u.
Sean w ~ ∈ V arbitrarias. Elegimos un x0 ∈ A con Φ(x0 , w~ ). Por (RBF3)
escogemos y ∈ V , con x0 ∈ y, tal que y contiene todos sus R-predecesores.
Entonces u = y ∩ {x : x ∈ A ∧ Φ(x, w ~ )} es un conjunto no vacío (x0 ∈ u), y
por (RBF2) tiene un elemento R-mínimo x. Ya que cada R-predecesor x0 de x
está en A, pues R ⊆ A × A, y como x pertenece a y, que Φ(x0 , w~ ) fuera cierta
0
conduciría a x ∈ u, lo que contradice la minimalidad de x. En consecuencia,
x es el elemento R-mínimo que buscamos.
Ahora deducimos un principio de inducción para relaciones bien fundadas.
~ ) una fórmula de LTC tales
Teorema 8.9. Sean A y R términos clase y Φ(x, w
que R es bien fundada en A. Entonces
∀ x ∈ A(∀ y(yRx ⇒ Φ(y, w
~ )) ⇒ Φ(x, w
~ )) ⇒ ∀ x ∈ AΦ(x, w
~ ).
Si del hecho de que una propiedad matemática sea válida para todos los
elementos R-predecesores de un conjunto, se desprende la validez de la
propiedad en ese conjunto, entonces la propiedad es cierta para todo conjunto
de A.
Demostración. Sean w ~ ∈ V . Si la afirmación del teorema fuera falsa,
habría, por el teorema 8.8, un testigo R-mínimo x ∈ A de ¬Φ(x, w ~ ). Para
cada R-predecesor y de x debe ocurrir Φ(y, w ~ ). De aquí se sigue, por hipótesis,
~ ) en oposición a ¬Φ(x, w
Φ(x, w ~ ). Por lo tanto, la afirmación debe ser cierta.
Ahora vamos a formular y demostrar la generalización del esquema de
recursión para números naturales y ordinales.
Teorema 8.10 (ZF − ). Sean A, R y G términos clase. Entonces existe un
término clase F tal que ocurre lo siguiente:
(a) Cuando R es bien fundada en A y G : A × V −
→ V , entonces F : A −
→ V,
y es válida la ecuación de recursión
∀ x ∈ A F (x) = G(x, {F (z) : zRx}).
(b) (Unicidad). Con las hipótesis de (a) se cumple que si F 0 es un término
clase tal que F 0 : A −→ V , y F 0 satisface la ecuación de recursión
∀ x ∈ A F (x) = G(x, {F 0 (z) : zRx}), entonces F = F 0 .
0

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F es el término canónico obtenido mediante G por R-recursión sobre A.


Demostración.
(a) Note que tanto A como G no son necesariamente conjuntos, por lo que
debemos proceder mediante “aproximaciones” que sí sean funciones. Con-
sideremos (A, R, G)-aproximaciones f del término F que queremos construir.
Estas aproximaciones son funciones f : u − → V , donde u ⊆ A y f satisface
la ecuación recursiva en u, es decir, ∀ x ∈ u f (x) = G(x, {f (z) : zRx}) (aquí
debemos suponer que u contiene todos sus R-predecesores; en otro caso podría
no estar definido {f (z) : zRx} para x ∈ u). Mostramos que dos aproximaciones
cualesquiera son compatibles (coinciden en la intersección de sus dominios) y
verificamos que se puede cubrir todo A con aproximaciones, es decir, que si
x ∈ A, entonces x está en el dominio de una aproximación. En consecuencia,
F será la unión de todas las aproximaciones.
Definimos
Apr(f, G) ≡ ∃ u(u ⊆ A ∧ ∀ x ∈ u∀ y(yRx ⇒ y ∈ u) ∧
f :u−
→ V ∧ ∀ x ∈ u[f (x) = G(x, {f (y) : yRx})]),
y llamemos a la función f de Apr(f, G) S
una (A, R, G)-aproximación. Defi-
nimos un término clase F como F ≡ {f : Apr(f, G)}. Con ello sabemos
quién es F . Suponga ahora que R está bien fundada en A y que G : A × V
−→ V.
Afirmación 1. Dos aproximaciones cualesquiera son compatibles.
Demostración de la afirmación 1. Sean f : u − → V, g : u − → V tales
que Apr(f, G) y Apr(g, G). Sea w ≡ u ∩ v. Si f  w 6= g  w, entonces
existe, por el esquema 8.8, un elemento R-mínimo x ∈ w con f (x) 6= g(x), de
manera que para cada zRx ocurre f (z) = g(z). Dado que G se comporta como
función, se sigue que G(x, {f (z) : zRx}) = G(x, {g(z) : zRx}), y como f , g
son aproximaciones, tenemos f (x) = g(x). Esto contradice la elección de x.J
Afirmación 2. ∀ x ∈ A∃ f (Apr(f, G) ∧ x ∈ dom(f )).
Demostración de la afirmación 2. Efectuamos una R-inducción. Sea
x ∈ A y supongamos que cada elemento z con zRx está en el dominio
de alguna aproximación. Construyamos f con Apr(f, G) y x ∈ dom(f ).
Para zRx definimos unaT
aproximación (por la afirmación 1 y la hipótesis
de inducción) fz = {f : Apr(f, G) ∧ z ∈ dom(f )} (recuerde que no
contamos
S
con el axioma de elección). Además, z ∈ dom(fz ). Ahora, sea
f = {fz : zRx} ∪ {(x, G(x, {fz (x) : zRx}))}. Entonces f ∈ V por los

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axiomas de unión y Reemp (con la asociación z 7→ fz ). Usamos la afirmación


1 para obtener fácilmente que f es una aproximación y x ∈ dom(f ). J
Con ayuda de las dos afirmaciones se obtiene que F es como se requiere.
(b) Esta parte se prueba en forma totalmente similar a la afirmación 1.

Observe que el término clase canónico F en el esquema de recursión está


asociado en forma única a G. Podriamos definir F aún en el caso de que G
no se comporte como función, pero no se podría asegurar mucho sobre F . El
esquema de recursión para ordinales se deduce del teorema 8.10. (Véase el
ejercicio 82.)

Proposición 8.11. (Esquema de recursión para ordinales [segunda versión])


Sean G : V − → V, H : V − → V y a un conjunto. Existe una única función
F : OR −
→ V tal que
F (0) = a,
F (α + 1) = G(F (α)),
F (α) = H(F  α), para Lím(α).
S
Demostración. Primero recordemos que (α + 1) = α.
Nuestro objetivo es, para a, G y H dadas, encontrar G0 tal que
G0 (0) = a,
G0 (F  α + 1) = G(F (α)),
G0 (F  α) = H(F  α), para Lím(α).

Definimos una función G0 : V −


→ V mediante
 S
G((x( dom(x))),

 cuando ∃ β(dom(x) = β + 1);
0
G (x) = H(x), cuando Lím(dom(x));


a, en otro caso.

Por el teorema 7.18 existe una única F : OR −


→ V tal que para toda α:
F (α) = G0 (F  α).
Claramente, esta propiedad de F es equivalente a lo que requerimos.

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9. La jerarquía de Von Neumann


Con ayuda de los esquemas de recursión, específicamente el esquema de
recursión sobre ordinales que hemos derivado en el teorema 7.18, construiremos
la jerarquía de von Neumann que, como se verá, es una sucesión creciente de
conjuntos que “atrapa” a todos los conjuntos. En esta sección trabajaremos en
el sistema ZF .
Definición 9.1. Definimos la jerarquía de von Neumann
hVα : α ∈ ORi
por <-recursión en OR como sigue:
(i) V0 = ∅.
(ii) Vα+1 =
S
Pot(Vα ).
(iii) Vδ = α<δ Vα para δ un ordinal límite.
Probemos las primeras propiedades de la jerarquía de von-Neumann.
Teorema 9.2.
(a) Vα es transitivo.
(b) β < α ⇒ Vβ ∈ Vα .
(c) β ≤ α ⇒ Vβ ⊆ Vα .
(d) Vα ∩ OR = α. En particular, α ∈ Vα+1 .
Demostración.
(a) Llevamos a cabo una inducción sobre α: Para α = 0, V0 = ∅ es
transitivo.
Para α = β + 1, sea x ∈ y ∈ Vα . Por definición de Vα tenemos
Vα = Pot(Vβ ). Entonces y ∈ Vα implica y ⊆ Vβ y, por lo tanto, x ∈ Vβ .
Por hipótesis de inducción Vβ es transitivo, así que x ⊆ Vβ ; en consecuencia,
x ∈ Vβ+1 .
Para α límite, el conjunto Vα es transitivo por ser la unión de conjuntos
transitivos.
(b) Por inducción sobre α se verifica con facilidad que ∀ β < α (Vβ ∈ Vα ).
(c) Se sigue inmediatamente de (a) y (b).
(d) Efectuamos inducción sobre α.
Para α = 0, V0 ∩ OR = ∅ es claro pues V0 = ∅.
Para α = β +1, por hipótesis de inducción Vβ ∩OR = β. Debemos probar
Vβ+1 ∩ OR = β + 1.

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⊆) Si γ ∈ Vβ+1 , entonces γ ⊆ Vβ por definición de Vβ+1 . Usando la


hipótesis de inducción, deducimos γ ⊆ β, es decir, γ ∈ β + 1.
⊇) Sea γ < β + 1. Si γ < β, se sigue de la hipótesis de inducción que
γ ∈ Vβ , así que γ ∈ Vβ+1 . Como la hipótesis de inducción y la definición
de Vβ+1 implican que β ∈ Vβ+1 , se deduce que γ ∈ Vβ+1 también en el caso
γ = β.
Para α límite, si γ ∈ Vα , por definición de Vα , tenemos γ ∈ Vβ para algún
β < α; por hipótesis de inducción obtenemos entonces γ < β, así que γ < α.
Por otro lado, tomemos γ < α, así que por hipótesis de inducción, γ ∈ Vγ+1 .
Sabemos que Vγ+1 ⊆ Vα , de donde γ ∈ Vα . Con esto terminamos el caso
límite y el inciso (d).
Con este último teorema hemos demostrado que los conjuntos Vα (α ∈
OR) forman una sucesión creciente en el sentido de la inclusión, y que Vα
“determina” la clase OR hasta el número ordinal α (se dice que Vα tiene altura
ordinal α). El siguiente teorema muestra que cada conjunto aparece en la
sucesión de los Vα . En este sentido, la jerarquía de von Neumann estratifica el
universo de conjuntos. Siguiendo este orden de ideas podemos decirSque los Vα
determinan segmentos iniciales del universo de conjuntos. Sea V = α∈OR Vα .

Teorema 9.3.
V = V.
Demostración. Supongamos V 6= V. Entonces existe x ∈ V \ V. Por
Fund existe un elemento ∈-mínimo x con esta propiedad. Por la minimalidad de
x tenemos x ⊆ V; así que podemos definir una función f : x −→ OR mediante
y 7−→ mín{α : y ∈ Vα }
S
Por Reemp tenemos f [x] ∈ OR; con ello obtenemos α = f [x] ∈ OR. De la
definición de f se sigue x ⊆ Vα . Entonces tenemos x ∈ Vα+1 , lo que contradice
la elección de x.
Si usamos los Vα podemos determinar cuándo una clase es realmente una
clase propia, es decir, no es un conjunto:
Teorema 9.4. Sea A un término clase. Entonces:
(a) A ∈
/ V ⇔ ∀ α∃ β(β > α ∧ A ∩ (Vβ \ Vα ) 6= ∅).
(b) A ∈ V ⇔ ∃ αA ⊆ Vα .

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Las clases propias alcanzan la “cota superior” del universo, su altura no está
acotada, en cambio los conjuntos son parte de un segmento inicial de V .
Demostración. Ya que V se obtiene de la sucesión creciente de los Vα ,
(a) se sigue fácilmente de (b). Sea A ∈ V tal que A ∈ Vα para algún α ∈ OR.
Por la transitividad de Vα se sigue A ⊆ Vα . De manera reciproca, si A ⊆ Vα
tenemos A ∈ Vα+1 ⊆ V .

10. El rango

Definición 10.1. Definimos por ∈-recursión una función rg : V −


→ OR
mediante
rg(x) = sup{rg(y) : y ∈ x};
rg(x) es el rango de x.
La definición de rango contiene una pequeña inexactitud en su formulación:
usando el teorema de recursión obtenemos una función cuyo contradominio
no está especificado con exactitud. En la definición hemos introducido como
contradominio OR y hemos utilizado el término sup en la determinación de
rg(x), que sólo tiene sentido si sabemos de antemano que los valores rg(y)
están en OR, para y ∈ x. La forma correcta de proceder es la siguiente:
S
Definimos rg : V − → V por ∈-recursión, mediante rg(x) ≡ {rg(y) ∪
{rg(y)} : y ∈ x}, y mostramos por ∈-inducción que rg(x) ∈ OR para todo
x ∈ V . Entonces
S
rg(y) ∪ {rg(y)} = rg(y) + 1, y para A ⊆ OR ocurre que
sup(A) = {α + 1 : α ∈ A}. Hemos encontrado la función requerida en la
definición 10.1.
Teorema 10.2. Las siguientes afirmaciones son ciertas.
(a) x ∈ y ⇒ rg(x) < rg(y).
(b) x ⊆ y ⇒ rg(x) ≤ rg(y).
(c) ∀ α ∈ OR(rg(α) = α).
(d) ∀ α ∈ OR(rg(Vα ) = α).
Demostración.
(a) Se sigue inmediatamente de la definición.
(b) Se sigue de (a).
(c) Se verifica fácilmente por inducción sobre α.

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(d) Observe que la desigualdad “≥” se deduce de inmediato de α ⊆ Vα . La


desigualdad “≤” se obtiene por inducción sobre α.

Ahora podemos probar la relación entre la función rango y la jerarquía de


von Neumann.
Teorema 10.3 (ZF ). Se cumple Vα = {x : rg(x) < α}.
Demostración. Elaboramos una inducción sobre α ∈ OR.
Para α = 0. El caso es claro.
Para α = β + 1. Si x ∈ Vα , tenemos x ⊆ Vβ , así que rg(x) ≤ rg(Vβ ) =
β < α. Por otra parte, si rg(x) < α, entonces rg(y) < rg(x) ≤ β para y ∈ x.
De la hipótesis de inducción se sigue x ⊆ Vβ , es decir, x ∈ Vα .
Para α límite. De x ∈ Vα se sigue x ∈ Vβ para alguna β < α. Por lo tanto,
de la hipótesis de inducción, rg(x) < α cuando x ∈ Vα . Si recíprocamente
Def
β = rg(x) < α, entonces, por hipótesis de inducción, x ∈ Vβ+1 ⊆ Vα .
Corolario 10.4 (ZF ).
rg(x) = mín{α : x ∈ Vα+1 } = mín{α : x ⊆ Vα }.
Corolario 10.5 (ZF ). Sea A un término clase. A es una clase propia si y sólo
si rg(A) = OR, es decir, ∀ α∃ x(x ∈ A ∧ rg(x) > α).

11. Números cardinales


En esta sección estudiamos los números cardinales, de gran trascendencia en la
teoría de conjuntos. La idea es asignar un “tamaño” a cada conjunto. Este
tamaño es la “cantidad” de elementos del conjunto. Esto es sencillo para
conjuntos finitos y se obtiene una generalización para conjuntos infinitos. De
paso podemos distinguir entre diversos “infinitos”. Primero definimos cómo
comparar dos conjuntos por tamaño.
Definición 11.1. Sean a y b conjuntos.
|a| ≤ |b| ⇔ ∃ f (f : a −
→ b ∧ f inyectiva),
|a| = |b| ⇔ ∃ f (f : a −
→ b ∧ f biyectiva),
|a| < |b| ⇔ |a| ≤ |b| ∧ |a| =
6 |b|,
b Def Def
a = ab = {f : f : b −
→ a}.

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Dos conjuntos a y b son equipotentes si |a| = |b|. |a| es la cardinalidad de


a.
Lema 11.2.
(a) |a × b| = |b × a|.
(b) |a (b c)| = |a×b c|.
(c) |Pot(a)| = |a {0, 1}|.
(d) (Cantor) |a| < |Pot(a)|.

Demostración. (a)–(c) se dejan como ejercicio. Para (d), sea f : a


→ Pot(a) tal que f (x) = {x}, que es inyectiva. Suponga que tenemos una

biyección g : a −
→ Pot(a). Considere
Def
b = {x : x ∈ a ∧ x ∈
/ g(x)}.
Entonces b ⊆ a, así que b = g(x0 ) para alguna x0 ∈ a. Se sigue que
x0 ∈ g(x0 ) ⇔ x0 ∈
/ g(x0 ), lo cual es una contradicción.
El inciso (d) es uno de los grandes teoremas de la teoría de conjuntos. En
su demostración se utiliza el método ahora conocido como el primer argumento
diagonal de Cantor.
El siguiente teorema nos permite demostrar que ≤ es un orden parcial entre
cardinalidades.
Teorema 11.3 (Cantor-Schröder-Bernstein). Si a ⊆ b ⊆ c y |a| = |c|,
entonces |b| = |c|.
Demostración. Sea f : c − → a una biyección y r = c \ b. Definimos
recursivamente g : ω −
→ V mediante
g(0) = r,
g(n + 1) = f [g(n)].
Además, definimos
Def [
r= g(n),
n
ei:c−
→ b por
(
Def f (x), cuando x ∈ r,
i(x) =
x, cuando x ∈
/ r.

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Es suficiente mostrar que (1) ran(i) = b y (2) i es inyectiva. Para (1) sea x ∈ b.
Debemos mostrar que x ∈ ran(i). Sin pérdida de generalidad, sea x ∈ r. Puesto
que x ∈ b, entonces x ∈/ g(0). Así que existe n con x ∈ g(n + 1) = f [g(n)], por
lo que x = f (y) = i(y) para alguna y ∈ r. Para (2) sea x 6= y. Sin pérdida de
generalidad x ∈ r, y ∈/ r. Pero entonces i(x) ∈ r, i(y) ∈/ r y, por consiguiente,
i(x) 6= i(y).
Corolario 11.4. Sean a y b conjuntos. Entonces
|a| ≤ |b| ∧ |b| ≤ |a| ⇒ |a| = |b|.
Demostración. Sean f : a − → byg : b − → a inyectivas. Entonces
(g ◦ f )[a] ⊆ g[b] ⊆ a y |(g ◦ f )[a]| = |a|. Del teorema 11.3 se sigue
|b| = |g[b]| = |a|.
Por un número cardinal entenderemos un número ordinal que no es
equipotente a ningún ordinal menor que él.
Definición 11.5. El ordinal α es un número cardinal si es cierto que (∀ β <
α)(|β| =
6 |α|).
En vista del lema 7.10 escribimos α < β para α ∈ β, y α ≤ β para α ⊆ β.
Lema 11.6. Si n, m son números naturales, entonces de |n| = |m| se deduce
que n = m.
Demostración. Ejercicio.
Corolario 11.7. n es un número cardinal.
Demostración. Inmediato del lema 11.6.
De ahora en adelante, con CAR denotamos la clase de los cardinales
infinitos, y con CARD la clase de todos los cardinales.
Lema 11.8. Para todo número natural n,
|n| =
6 |ω|.
Demostración. Supongamos que |n| = |ω| para algún n ⊆ n + 1 ⊆ ω.
Por el teorema de Cantor–Schröder–Bernstein concluimos |n| = |n+1|, lo cual
es absurdo.
Corolario 11.9. ω es un número cardinal. Se acostumbra escribir |ω| = ℵ0 .

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Lema 11.10. ω ≤ α ⇒ |α + 1| = |α|.

Demostración. Definimos f : α −
→ α + 1 mediante

α,

 cuando x = 0;
f (x) = n, cuando x = n + 1;


x, en otro caso.
Entonces f es una biyección entre α y α + 1.

Corolario 11.11. Si ω ≤ α y α es un número cardinal, entonces α es un


ordinal límite.

Demostración. Supongamos que α es sucesor, es decir, tiene la forma


α = β + 1. Entonces ω ≤ β < α, por ello, |β| = |β + 1|, lo que contradice la
suposición de que α es un cardinal.

Lema 11.12. Si a es un conjunto de cardinales, entonces


Def [
sup(a) = a
es un cardinal.

Demostración. Si no fuese cierta la conclusión


S
del lema, existiría un
α < sup(a) con |α| = | sup(a)|. Por lo que α ∈ a y entonces α ∈ β ∈ a para
algún cardinal
S
β. Por el teorema de Cantor-Schröder-Bernstein
S
concluimos de
α ⊆ β ⊆ a y |α| = |β| que |α| = | a|. Puesto que α < β y β es un
cardinal, esto no es posible.

Nuestra intención en este momento es probar que para cada ordinal existe
un cardinal más grande. De hecho ocurre algo más fuerte:

Teorema 11.13. Para todo conjunto a existe un único ordinal α tal que
(∀ β < α)(|β| ≤ |a|) ∧ |α|  |a|.
El ordinal α se llama número de Hartog de a, que denotaremos como H(a). Es
decir, el número de Hartog es el menor ordinal que no es equipotente a ningún
subconjunto de A.

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Demostración. La unicidad es evidente. Para la existencia, sean


Def
w = {(b, r) : b ⊆ a y r es un buen orden en b}
y γ(b, r) el único ordinal asociado isomorfo a (b, r). Entonces {γ(b, r) : (b, r) ∈
w} es un subconjunto propio y transitivo de OR (teniendo en cuenta el teorema
7.5) y, por lo tanto, es un ordinal α. Debemos probar que
(a) β < α ⇒ |β| ≤ |α|,
(b) |α|  |a|.
Para (a). Sea β < α. Entonces β es isomorfo a algún γ(b, r) con (b, r) ∈ w,
así que existe una biyección f : β −
→ b.
Para (b). Supongamos que f : α − → a es inyectiva. Entonces α = γ(b, r)
Def
para algún b ⊆ a (b = ran(f )); por ello α ∈ α, lo que no puede ocurrir.

Observe que el número de Hartog de a es un cardinal. Porque si α es


el número de Hartog de a y β < α, en caso de que |β| = |α| ocurriría
|α| = |β| ≤ |a|, lo cual no puede ser.
También note que H(β) es el menor cardinal α mayor que β.
Vamos a definir ahora la importante función álef ( que en realidad es un
término clase que se comporta como función).
Definición 11.14. Definimos recursivamente la “función” álef ℵ : OR −
→V
mediante
ℵ0 = ω0 = ω,
ℵα+1 = ωα+1 = H(ℵα ),
ℵα = ωα = sup{ℵβ : β < α} para α límite.
Se acostumbra usar ωα para operaciones entre ordinales y ℵα cuando se trata
con cardinales.
Lema 11.15.
(a) ℵα es un cardinal.
(b) α < β ⇒ ℵα < ℵβ .
(c) ∀ β(β cardinal ∧ ω ≤ β ⇒ ∃ α(β = ℵα )). Es decir, todo cardinal infinito
es un álef.
(d) Para todo ordinal α, |α| ≤ ℵα .

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2. Teoría elemental de conjuntos

Demostración.
(a) Se prueba fácilmente por inducción sobre α.
(b) Por inducción sobre β: el caso β = 0 es evidente. Para β + 1,
α<β+1 ⇒
α<β∨α =β ⇒
ℵα < ℵβ ∨ ℵα = ℵβ ⇒
ℵα < ℵβ+1 .
Para β límite
α<β ⇒
α < γ, para algún γ < β ⇒
ℵα < ℵγ ≤ ℵβ .
(c) Sea α el menor ordinal con la propiedad β ≤ ℵα . Tal α existe, pues
en otro caso ℵ : OR −→ β sería inyectiva. Mostraremos ℵα ≤ β mediante los
posibles casos de α. El caso α = 0 es claro. Si α = α0 + 1, por la elección de
α se cumple ℵα0 < β. Si α es límite, por la elección de α obtenemos ℵγ < β,
para todo γ < α, de donde se sigue que ℵα = sup{ℵγ : γ < α} ≤ β.
(d) Ejercicio.

Observe que por el inciso (a) del lema anterior, en realidad tenemos ℵ : OR

→ CAR.
Asociar un cardinal a cada conjunto es una tarea que no hemos completado.
Esto lo podemos lograr con conjuntos bien ordenados, de acuerdo con el teorema
7.5, pero aún no lo conseguimos para conjuntos arbitrarios. Todo se resuelve si
cualquier conjunto se puede bien ordenar. Para lograrlo, requerimos el axioma
de elección. De hecho necesitamos una formulación equivalente del axioma de
elección. Éste es el propósito de la siguiente sección.

12. Equivalentes del axioma de elección


Interrumpimos nuestro estudio de números cardinales para obtener afirmaciones
equivalentes al axioma de elección, una de las cuales nos permitirá asociar un
cardinal a cada conjunto.
Teorema 12.1. Las siguientes afirmaciones son equivalentes:

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(a) El axioma de elección AE , expresado en la forma (véase el ejercicio 91):


/ x ⇒ ∃ f (f : x −
∀ x[∅ ∈ → ∪x ∧ (∀ y ∈ x)(f (y) ∈ y))].
(b) El principio del buen orden (PBO):
∀ a∃ r(r es un buen orden en a).
(c) El lema de Zorn (LZ): en cada conjunto parcialmente ordenado (P, <) con
la propiedad de que cada subconjunto suyo <-linealmente ordenado (una
cadena) tiene una cota superior, existe un elemento máximo.
Demostración. LZ ⇒ PBO. Dado a, sea
P = {f : ∃ α ∈ OR(f : α −
→ a inyectiva )} ⊆ Pot(H(a) × a).
Ordenamos parcialmente
S
P con $. SSea L ⊆ P un subconjunto linealmente
ordenado. Entonces L ∈ P. Así que L es una cota superior de L. Mediante
LZ obtenemos un elemento máximo f0 ∈ P. Es evidente que f0 es entonces
una biyección entre un ordinal α0 y a. Esta función f0 induce un buen orden
en a.
PBO
S
⇒ AE . Supongamos que ∅ ∈ / x. Por el PBO existe un buen orden
< en x. Para cada y ∈ x, nuestra relación < induce un buen orden en y.
Definamos
[
f :x −
→ x,
y 7→ mín{y}.
Es claro que f (y) ∈ y.
AE ⇒ LZ. Sea < un orden parcial en P 6= ∅. Suponemos que ∀ L(L ⊆
P ∧ L <-linealmente ordenado ⇒ L tiene una cota superior en P). Por AE
existe una función de elección f en Pot(P) \ {∅}, es decir, una función
f : Pot(P) \ {∅} − → Pot(P) tal que f (A) ∈ A para toda A ⊆ P, A 6= ∅. Sea
z∈/ P. Definimos F : OR − → V mediante
F (α) =
(
f ({y : y ∈ P, y es cota superior de F [α] ∧ y ∈
/ F [α]}), si {. . .} =
6 ∅;
z, en otro caso.
Se afirma que ∃ ρ(F (ρ) = z): en otro caso, F : OR − → P es inyectiva, lo
Def
que contradice que P es un conjunto. Definamos ρ0 = mín{ρ : F (ρ) = z}.
F [ρ0 ] es linealmente ordenado y F [ρ0 ] ⊆ P. Por hipótesis existe una cota

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superior y0 ∈ P de F [ρ0 ]. Ahora mostraremos que y0 es un elemento maximal


en P. Supongamos que y0 < y para algún y ∈ P. Entonces y es cota superior
de F [ρ0 ] y y ∈
/ F [ρ0 ]. Esto contradice la definición de ρ0 .

13. Aritmética cardinal


Ya que tenemos disponible el principio del buen orden, podemos asociar un
cardinal a cada conjunto:

Teorema 13.1 (ZFE ). A cada conjunto le corresponde exactamente un nú-


mero cardinal.

Demostración. La unicidad es clara. Para la existencia, sea < un buen


orden en a (por el PBO); entonces existe un ordinal γ isomorfo a a (por el
teorema de enumeración 7.8). Por lo tanto, el conjunto {τ : |τ| = |a|} no es
vacío y en consecuencia mín{τ : |τ| = |a|} es un cardinal, el cardinal asociado
a a.

El cardinal asociado al conjunto es la cardinalidad del conjunto. Dado un


conjunto a, de acuerdo con la demostración del teorema 13.1 existen un número
cardinal β y una función biyectiva f : β − → a. En consecuencia, β, el cardinal
asociado al conjunto a, es su cardinalidad pues si |a| = |b|, entonces β también
es el cardinal asociado a b. Por consiguiente, |a| = |b| si y sólo si la cardinalidad
de a es igual a la cardinalidad de b, y |a| ≤ |b| si y sólo si la cardinalidad de
a es menor o igual que la cardinalidad de b. Por lo tanto, podemos tomar |a|
como una representación de la cardinalidad de a.

Definición 13.2. El conjunto a es finito si existe una biyección entre a y un


número natural n; en otro caso es infinito.

Por AE se deduce que a es finito si y sólo si |a| < ω.


Una vez que hemos probado que todo cardinal es un álef y que todo álef es
un cardinal (lema 11.15), podemos definir operaciones entre cardinales.
En esta sección se definen las operaciones usuales entre números cardinales
y se estudian algunas de sus propiedades principales.
Comenzamos con la suma de cardinales:

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Definición 13.3. Sea hκα : α < βi una sucesión de cardinales. La suma


cardinal X
κα
α<β
se define como
[


(κα × {α})
α<β
donde los cardinales se consideran como conjuntos.
Usando biyecciones es fácil probar que (¡el lector debe hacerlo!)

[
X
κα =
Aα ,
α<β α<β

donde {Aα : α < β} es cualquier conjunto de conjuntos mutuamente ajenos,


con |Aα | = κα para toda α < β.
P
Escribimos κ0 + κ1 en lugar de α<2 κα . Entonces:
κ + λ = |(κ × {0}) ∪ (λ × {1})|.
Los dos siguientes lemas son inmediatos de la definición, y la demostración
se deja al lector.
La suma es asociativa y conmutativa:
Lema 13.4. Sean κ, λ, µ cardinales. Entonces:
(i) κ + (λ + µ) = (κ + λ) + µ;
(ii) κ + λ = λ + κ.
Demostración. Ejercicio.
Podemos reordenar una sucesión de cardinales y su suma no varía:
Lema 13.5. Sean hκα : α < βi una sucesión de cardinales y hλγ : γ < δi
una reordenación de esta sucesión. Entonces
X X
κα = λγ .
α<β γ<δ

Demostración. Ejercicio.
Ahora nos ocuparemos de definir el producto de cardinales:

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2. Teoría elemental de conjuntos

Definición 13.6. Si hκα : α < βi es una sucesión de cardinales, el producto


cardinal se define como

Y Y
κα = Aα ,
α<β α<β
donde hAα : α < βi es una sucesión de conjuntos con |Aα | = κα , para toda
α < β.
Mediante biyecciones se demuestra fácilmente que el producto no depende
de la elección de la sucesión hAα : α < βi.
Q Q
Escribimos κ0 · κ1 en lugar de α<2 κα . Dado que α<2 Aα es isomorfo
al producto cartesiano “usual”:
A0 × A1 = {(a0 , a1 ) : a0 ∈ A0 ∧ a1 ∈ A1 },
se cumple que
κ · λ = |κ × λ|.
Los siguientes lemas se siguen con facilidad de las definiciones:
La multiplicación cardinal es asociativa y conmutativa. Formalmente:
Lema 13.7. Sean κ, λ, µ cardinales. Entonces:
(i) κ · (λ · µ) = (κ · λ) · µ;
(ii) κ · λ = λ · κ.
Demostración. Ejercicio.
Si reordenamos una sucesión de cardinales, su producto no cambia:
Lema 13.8. Si hκα : α < βi es cualquier sucesión de cardinales y si
hλγ : γ < δi es una reordenación de esta sucesión, entonces
Y Y
κα = λγ .
α<β γ<δ

Demostración. Ejercicio.
Para la suma y el producto de cardinales se cumple la propiedad distributiva:
Lema 13.9. Sean κ, λ, µ cardinales. Entonces:
κ · (λ + µ) = κ · λ + κ · µ.
Demostración. Ejercicio.

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También es fácil ver que

κ + κ = 2 · κ.

Otra operación fundamental es la exponenciación de cardinales.

Definición 13.10. Si κ, λ son cardinales, la potencia cardinal

κλ

se define como
Y
κ.
α<λ

Se sigue inmediatamente que

κλ = |{f : f : λ −
→ κ}|.

En ocasiones se escribe λ κ para denotar al conjunto

{f : f : λ −
→ κ}.

Con esta notación, tenemos


κλ = |λ κ|.

Algunas propiedades de la exponenciación cardinal se resumen en el


siguiente lema:

Lema 13.11. Sean κ, λ, µ cardinales. Entonces:


(i) κλ · κµ = κ(λ+µ) ;
(ii) κλ · µλ = (κ · µ)λ ;
(iii) (κλ )µ = κ(λ·µ) .

Demostración. Ejercicio.

Como el lector notará, no sólo la suma y multiplicación de cardinales se


comportan como en el caso finito, sino que también la potencia cardinal.

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14. Aritmética de ordinales y más sobre cardinales


En esta sección definimos las principales operaciones aritméticas para núme-
ros ordinales, no necesariamente cardinales. Como se verá, estas operaciones
entre ordinales no se comportan tan bien como entre cardinales.
Recuerde que el sucesor S(x) del conjunto x es x ∪ {x} y, para ordinales α,
se denota por α + 1.
Ahora podemos definir la suma de ordinales:
Definición 14.1. Sean α, β y γ números ordinales.
Def
α + 0 = α,
Def
α + (β + 1) = (α + β) + 1,
Def
α + β = sup{α + γ : γ < β} cuando β es límite.
Formalmente definimos s : OR −
→ V mediante
Def
sα (0) = α,
Def
sα (β + 1) = sα (β) + 1,
Def [
sα (β) = ran(sβ  β) cuando β es límite,
Def
y α + β = sα (β).
Las principales propiedades de la suma se presentan en el siguiente teorema,
cuya demostración se deja al lector:
Lema 14.2. Sean α, β y γ ordinales.
(a) α + β ∈ Or.
(b) 0 + β = β.
(c) ∃ α, β(α + β 6= β + α).
(d) β < γ ⇒ α + β < α + γ.
(e) Existen α, β, γ con α < β, pero α + γ ≮ β + γ.
(f) α ≤ β ⇒ α + γ ≤ β + γ.
(g) Si α ≤ β, entonces existe exactamente un γ con α + γ = β.
(h) Si β es límite, también lo es α + β.
(i) (α + β) + γ = α + (β + γ).
Demostración. Ejercicio.

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Ahora toca el turno a la multiplicación de ordinales.


Definición 14.3. Sean α, β, γ ordinales.
Def
α · 0 = 0,
Def
α · (β + 1) = (α · β) + α
Def
α · β = sup{α · γ : γ < β} cuando β es límite.
Escribimos αβ en lugar de α · β.
Las propiedades de la multiplicación ordinal se resumen en el siguiente
lema, cuya demostración se deja al lector:
Lema 14.4.
(a) αβ ∈ OR.
(b) 0β = 0, 1β = β.
(c) ∃ α, β(αβ 6= βα).
(d) 0 < α ∧ β < γ ⇒ αβ < αγ.
(e) Existen α, β, γ con 0 < γ y α < β, pero αγ ≮ βγ.
(f) α ≤ β ⇒ αγ ≤ βγ.
(g) Si 0 < α y β es límite, también αβ es límite.
(h) α(β + γ) = αβ + αγ.
(i) Existen α, β, γ con (α + β)γ 6= αγ + βγ.
(j) αβ = 0 ⇒ α = 0 ∨ β = 0.
(k) (αβ)γ = α(βγ).
(l) Si 0 < β, existen ordinales únicos γ, ρ tales que α = βγ + ρ y ρ < β.
Demostración. Ejercicio.
Corolario 14.5. Todo número ordinal α se puede representar en la forma
α = ωγ + n, donde n es un número natural y n = 0 si y sólo si α = 0 o α es
límite.
Demostración. Sólo debemos probar que para cada γ se cumple ωγ = 0
o ωγ es límite. En el caso γ = 0 esto es obvio. Para γ + 1 se tiene que
ω(γ + 1) = ωγ + ω es límite de acuerdo con el lema 14.4(h). Para γ límite se
cumple que ωγ es límite por el mismo lema, inciso (g).
También podemos definir la exponenciación ordinal:

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Definición 14.6. Sean α, β, γ ordinales.


(
0 Def 0, cuando α = 0;
α =
1, en otro caso,
Def
αβ+1 = αβ α,
Def
αβ = sup{αγ : γ < β} cuando β es límite.
En el siguiente lema el lector encontrará las principales propiedades de la
exponenciación ordinal:
Lema 14.7.
(a) αβ ∈ OR.
(b) 0β = 0, 1β = β.
(c) 1 < α ∧ β < γ ⇒ αβ < αγ .
(d) Existen ordinales α, β y γ con 1 < γ y 1 < α < β, pero αγ 6< βγ .
(e) α ≤ β ⇒ αγ ≤ βγ .
(f) Si 1 < α y β es límite, también lo es αβ .
(g) αβ+γ = αβ αγ .
(h) αβγ = (αβ )γ .
(i) 1 < α ⇒ β ≤ αβ .
Demostración. Ejercicio.
Lema 14.8. (a) Si α1 , α2 y β son ordinales, entonces α1 < α2 si y sólo si
β + α1 < β + α2 .
(b) Para cualesquier ordinales α1 , α2 y β, β+α1 = β+α2 si y sólo si α1 = α2 .
(c) (α + β) + γ = α + (β + γ) para cualesquier ordinales α, β y γ.
Demostración. (a) Primero usamos inducción transfinita sobre α2 para
mostrar que α1 < α2 implica β + α1 < β + α2 . Supongamos que α2 es un
ordinal mayor que α1 y que α1 < δ implica β + α1 < β + δ para toda δ < α2 .
Si α2 es un ordinal sucesor, entonces α2 = δ + 1, donde δ ≥ α1 . Por hipótesis
de inducción en el caso δ > α1 , y trivialmente en el caso δ ≥ α1 , obtenemos
β + α1 ≤ β + δ < (β + δ) + 1 = β + (δ + 1) = β + α2 .
Si α2 es un ordinal límite, entonces α1 + 1 < α2 y tenemos β + α1 <
(β + α1 ) + 1 = β + (α1 + 1) ≤ sup{β + δ : δ < α2 } = β + α2 .
Para probar el recíproco, supongamos que α + α1 < β + α2 . Si α2 < α1 , la
implicación ya demostrada probaría que β + α2 < β + α1 . Como α1 = α2 es

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imposible pues implicaría β + α2 = β + α1 , concluimos que α1 < α2 porque


< es lineal.
(b) Se sigue de (a): si α1 6= α2 , entonces α1 < α2 o α2 < α1 y, en
consecuencia, β + α1 < β + α2 o β + α2 < β + α1 . Si α1 = α2 , trivialmente
α1 + β = α2 + β.
(c) Procedemos por inducción sobre γ. Si γ = 0, entonces (α + β) + 0 =
α+β = α+(β+0). Supongamos que la igualdad ocurre para γ y la probaremos
para γ + 1:
(α + β) + (γ + 1) = [(α + β + γ] + 1
= [α + (β + γ] + 1
= α + [(β + γ) + 1]
= α + [β + (γ + 1)].
(Hemos usado la hipótesis de inducción en el segundo paso y la definición de
supremo en las restantes).
Finalmente, sea γ un ordinal γ distinto de cero. Entonces (α + β) + γ =
sup{(α + β) + δ : δ < γ} = sup{α + (β + δ) : δ < γ}. Observe que
sup{β + δ : δ < γ} = β + γ y que β + γ es un ordinal límite (si ξ < β + γ,
entonces ξ ≤ β + δ para algún δ < γ y entonces ξ + 1 ≤ (β + δ) + 1 =
β + (δ + 1) < β + γ pues γ es límite).
Falta probar que sup{α + (β + δ) : δ < γ} = sup{α + ξ : ξ < β + γ}
pues β + γ = sup{β + δ : δ < γ}, y tenemos (α + β) + γ = sup{α + ξ : ξ <
β + γ} = α + (β + γ), otra vez por la definición de suma.
Lema 14.9. Si α ≤ β, entonces existe un único ordinal ξ tal que α + ξ = β.
Demostración. Como α es un segmento inicial del conjunto bien orde-
nado β (o α = β), el teorema 7.9 implica que β = α + ξ, donde ξ es el tipo
ordinal del conjunto β − α = {ν : α ≤ ν < β}. Por el lema 14.8(b), el ordinal
ξ es único.

Primero debemos notar que las funciones ordinales α + β, α · β y αβ son


continuas en la segunda variable. Si γ es límite y β = supν<γ βν , entonces
α + β = sup(α + βν ), α · β = sup(α · βν ), αβ = sup αβν . (12)
ν<γ ν<γ ν<γ

Esto se sigue de las definiciones correspondientes.

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Lema 14.10. (a) Si 0 < α ≤ γ entonces existe un ordinal más grande β tal
que α · β ≤ γ.
(b) Si 1 < α ≤ γ, existe un ordinal más grande β tal que αβ ≤ γ.
Demostración. Como α · (γ + 1) ≥ γ + 1 > γ, existe un δ con αδ > γ.
La menor δ tal que α · δ > γ ( o que αδ > γ) debe ser un ordinal sucesor en
vista de la ecuación 12, digamos δ = β + 1. Entonces β es el mayor con la
propiedad de que α · β ≤ γ (respectivamente, αβ ≤ γ).
El siguiente lema es el análogo para ordinales de la dvisión de enteros:
Lema 14.11. Si γ es un ordinal arbitrario y si α 6= 0, entonces existe un único
ordinal β y un único ρ < α tal que γ = α · β + ρ.
Demostración. Sea β el mayor ordinal tal que α · β + ρ = γ (por
el lema 14.10). El ordinal ρ es menor que α pues en otro caso tendríamos
α · (β + 1) = α · β + α ≤ α · β + ρ = γ, lo que contradice que β sea máximo.
Para probar la unicidad, sea γ = α · β1 + ρ1 = α · β2 + ρ2 con
ρ1 , ρ2 < α. Supongamos que β1 < β2 . Entonces β1 + 1 ≤ β2 y tenemos
α · β1 + (α + ρ2 ) = α · (β1 + 1) + ρ2 ≤ α · β2 + ρ2 = α · β1 + ρ1 y por el
lema 14.8(a), ρ1 ≥ α + ρ2 ≥ α, una contradicción. Así, β1 = β2 y ρ1 = ρ2 se
sigue del lema 14.9.
La forma normal de Cantor es el análogo a la expansión decimal de enteros.
Teorema 14.12 (Forma normal de Cantor). Todo ordinal α > 0 se puede
expresar en forma única como
α = ωβ1 k1 + ωβ2 k2 + · · · + ωβn kn ,
donde β1 > β2 > · · · > βn , y k1 > 0, k2 > 0, . . . kn > 0 son finitos.
Note que es posible tener α = ωα .
Demostración. Primero probamos la existencia de la forma normal por
inducción sobre α. El ordinal α = 1 se puede expresar como 1 = ω0 1.
Sea α > 0 arbitrario. Por el lema 14.10(b) existe un β, el más grande
posible, tal que ωβ ≤ α (si α < ω entonces β = 0). De acuerdo con el lema
14.11 existen un único δ y un ρ tales que ρ < ωβ y α = ωβ δ + ρ. Como
ωβ ≤ α, tenemos δ > 0 y ρ < α. Afirmamos que δ es finito. Si δ fuera
infinito, α ≥ ωβ δ ≥ ωβ ω = ωβ+1 , lo que contradice el que β sea máximo.
Sea entonces β1 = β y k1 = δ.

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Si ρ = 0, entonces α = ωβ1 k1 está en forma normal. Si ρ > 0 entonces,


por hipótesis de inducción,
ρ = ωβ2 k2 + · · · + ωβn kn ,
para ciertos β2 > · · · > βn y k2 , . . . , kn > 0 finitos. Como ρ < ωβ1 ,
tenemos ωβ2 ≤ ρ < ωβ1 y por consiguiente β1 > β2 . Se sigue que
α = ωβ1 k1 + · · · + ωβn kn están en forma normal y γ > β1 ; entonces α < ωγ .
Para probar la unicidad, primero observamos que si β < γ entonces
ωβ k < ωγ para toda k finita: esto se debe a que ωβ k < ωβ ω = ωβ+1 ≤ ωγ . De
esto se sigue fácilmente que si α = ωβ1 k1 + · · · + ωβn kn está en forma normal
y γ > β1 , entonces α < ωγ .
Para demostrar la unicidad de la forma normal usamos inducción sobre
α. Para α = 1 la expansión 1 = ω0 1 es claramente única. Sea α =
ωβ1 k1 + · · · + ωβn kn = ωγ1 l1 + · · · + ωγm lm . La observación previa implica que
β1 = γ1 . Si tenemos α = δk1 +ρ = δl1 +σ, como ρ < δ y σ < δ, el lema 14.11
implica que k1 = l1 y ρ = σ. Por hipótesis de inducción, la función normal
para ρ es única, así que m = n, β2 = γ2 , . . . , βn = γn , k2 = l2 , . . . , kn = ln ,
con lo que deducimos que la forma normal es única.
Note que las nociones de suma, producto y exponenciación de cardinales
y ordinales se reducen a las nociones usuales cuando los cardinales y ordinales
son finitos. Por lo tanto, en el caso finito la aritmética cardinal coincide con
la ordinal. Pero esto no es cierto en general, pues la suma y el producto de
cardinales son conmutativos, lo que no ocurre con los ordinales.
Las operaciones aritméticas definidas entre cardinales tienen todas las
propiedades algebraicas de sus correpondientes casos finitos. Sin embargo,
el caso infinito presenta características totalmente inesperadas. De hecho, la
aritmética cardinal es en cierto sentido trivial:
Teorema 14.13 (Hessenberg). Sea κ ≥ ℵ0 . Entonces κ · κ = κ2 = κ.
Demostración. Suponga que no se da la igualdad. Sea κ el cardinal
infinito más pequeño tal que κ · κ 6= κ. Por lo tanto, para todos los cardinales
λ < κ se cumple λ · λ = λ < κ.
Sea P = κ × κ. Entonces |P| = κ · κ > κ. Para cada ξ < κ, sea
Pξ = {(α, β) ∈ P : α + β = ξ}.
Claramente, ξ 6= ζ implica Pξ ∩ Pζ = ∅.

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2. Teoría elemental de conjuntos

Más aún,
[
P= Pξ .
ξ<κ

Para probar esto, suponga que (α, β) ∈ Pξ , donde ξ < κ. Así que α+β = ξ,
lo que implica α, β < κ, y por consiguiente (α, β) ∈ P. Recíprocamente, sea
α, β < κ. Así que los conjuntos Pξ , ξ < κ forman una partición de P.
Para cada ξ < κ definimos un buen orden <ξ de Pξ mediante
(α, β) <ξ (α0 , β0 ) ⇔
[máx{α, β} < máx{α0 , β0 }]
∨ [máx{α, β} = máx{α0 , β0 }] ∧ (α < α0 )
∨ [máx{α, β} < máx{α0 , β0 } ∧ (α = α0 )] ∧ (α = α0 ∧ β < β0 )].
Después definimos un buen orden <∗ de P mediante:
(α, β) <∗ (α0 , β0 ) ⇔ [(α, β) ∈ Pξ ∧ (α0 , β0 ) ∈ Pη ∧ ξ < η] ∨
∨ [(α, β), (α0 , β0 ) ∈ Pξ ∧ (α, β) <ξ (α0 , β0 )].
Sea θ el tipo ordinal de (P, <∗ ). Como |P| > κ, tenemos θ > κ. Se sigue
entonces que existe un punto (α0 , β0 ) en P tal que el tipo ordinal de (Q, <∗ ) es
κ, donde
Q = {(α, β) ∈ P : (α, β) <∗ (α0 , β0 )}.
Elegimos ξ0 < κ con (α0 , β0 ) ∈ Pξ0 . Entonces α0 + β0 = ξ0 . En
consecuencia, si (α, β) ∈ Q, se cumple (α, β) <∗ (α0 , β0 ), es decir, α, β ≤ ξ0 .
Por consiguiente,
Q ⊆ (ξ0 + 1) × (ξ0 + 1).
Pero ξ0 + 1 < κ, así que |ξ0 + 1| < κ, y obtenemos
|Q| ≤ |ξ0 + 1| · |ξ0 + 1| < κ,
contrario a que el tipo ordinal de (Q, <∗ ) es κ. La prueba está completa.

Hemos demostrado que el producto de cardinales es trivial; ahora toca el


turno a la suma, que también se simplifica enormemente:

Corolario 14.14. Sean κ, λ cardinales, κ ≤ λ, λ ≥ ℵ0 . Entonces κ + λ =


κ · λ = λ.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Tenemos que


λ≤κ+λ≤λ+λ=2·λ≤λ·λ=λ
y
λ ≤ κ · λ ≤ λ · λ = λ.
El resultado se sigue de inmediato.
Denotamos por κ+ el menor cardinal mayor que κ, el sucesor (como
cardinal) de κ.
Corolario 14.15. Sea κ ≥ ℵ0 . Entonces
κ+ = |{α : κ ≤ α < κ+ }|,
es decir, el conjunto de ordinales de cardinalidad κ tiene cardinalidad κ+ .
Demostración. Tenemos las siguientes igualdades:
κ+ = |{α : α < κ+ }|
= |{α : α < κ} ∪ {α : κ ≤ α < κ+ }|
= |{α : α < κ}| + |{α : κ ≤ α < κ+ }|
= κ + |{α : κ ≤ α < κ+ }|.
Por el corolario 14.14, debemos tener
κ+ = |{α : κ ≤ α < κ+ }|,
como se requiere.
Corolario 14.16. Sea κ un cardinal infinito. La unión de a lo sumo κ conjuntos
de cardinalidad a lo sumo κ, tiene cardinalidad a lo sumo κ. En particular,
la unión de una familia a lo sumo numerable de conjuntos numerables es
numerable.

Demostración. Si |Aα | ≤ κ, para cada α < λ, donde λ ≤ κ, entonces


[
| Aα | ≤ κ · λ ≤ κ · κ = κ,
α<λ
como se pide.
Corolario 14.17. Para cualesquier α, β,
ℵα + ℵβ = ℵα · ℵβ = ℵmáx(α,β) .
Demostración. Ejercicio muy simple.

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2. Teoría elemental de conjuntos

15. Conjuntos numerables e innumerables


Recuerde que un conjunto a es numerable si existe una biyección f : N −
→ a.
En esta sección se presentan resultados que indican que ciertos conjuntos
usuales son numerables. También se presentan ejemplos de subconjuntos de R
innumerables.
Teorema 15.1. Si a y b son conjuntos numerables, entonces a × b es nume-
rable.
Demostración. Es suficiente probar que |N×N| = |N|, es decir, construir
una biyección de N × N sobre N.
Considere la función
f (k, n) = 2k · (2n + 1) − 1.
Se deja al lector corroborar que f es una biyección.

Por inducción se demuestra el siguiente corolario:


Corolario 15.2. Si a1 , a2 , . . . , an son conjuntos numerables, lo mismo se
puede decir de a1 × a2 × . . . × an .
Los resultados anteriores nos permiten demostrar la numerabilidad de
los conjuntos de números enteros y racionales. Mostraremos además que el
conjunto de números reales no es numerable.
Teorema 15.3.
(a) El conjunto de los números enteros Z es numerable.
(b) El conjunto de los números racionales Q es numerable.
(c) El conjunto R de los números reales es innumerable.

Demostración.
(a) Para mostrar que Z es numerable, basta considerar la siguiente biyección:
f :N− → Z definida mediante
f (0) = 0,
f (2n + 1) = −n,
f (2n) = n.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(b) Para probar la numerabilidad de Q, note que todo número racional tiene
la forma p/q con p, q ∈ Z y p, q primos relativos. Esta representación es
única, con lo que logramos encajar Q en Z × Z, es decir, considerar a Q
como subconjunto de Z × Z. Puesto que este último conjunto es numerable
de acuerdo con teorema 15.1, Q es numerable.
(c) Si mostramos que (0, 1] ⊆ R no es numerable, R mismo no será numerable.
Probemos que para cada sucesión a1 , a2 , . . . de números reales distintos,
con 0 < an ≤ 1, existe un número real d, 0 < d ≤ 1 que no aparece
en la sucesión de los ai . Esto se consigue mediante el segundo argumento
diagonal de Cantor. Todo número real 0 < x ≤ 1 se puede representar como
una fracción decimal infinita 0.x1 x2 x3 . . . (por ejemplo, 21 = 0.49999 . . . ,
1 = 0.999 . . . ) y de hecho en forma única. La sucesión a1 , a2 , a3 , . . . la
podemos enumerar como

0.a11 a12 a13 . . .


0.a21 a22 a23 . . .
0.a31 a32 a33 . . .
.........

Mediante los elementos de la diagonal (a11 , a22 , a33 , . . . ) formamos


una nueva fracción decimal d 0 = 0.a11 a22 a33 . . . que pertenece a (0, 1]. A
partir de d 0 construimos un número d ∈ (0, 1], haciendo que cada cifra se
sustituya por un número natural bn arbitrario distinto de an y 0. El número
d = 0.b1 b2 b3 . . . es diferente de cada an , pues difiere de éste en la n-ésima
cifra.

Ciertos conjuntos de números reales son innumerables como lo mostramos


a continuación:

Teorema 15.4.
(a) |R| = 2ℵ0 .
(b) El conjunto de los números irracionales tienen cardinalidad 2ℵ0 .
(c) El conjunto de todos los conjuntos infinitos de números naturales tiene
cardinalidad 2ℵ0 .
(d) El conjunto de todas las funciones inyectivas de N sobre N tiene cardina-
lidad 2ℵ0 .

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2. Teoría elemental de conjuntos

Demostración.
(a) Recuerde que si x ∈ R, entonces x = ± . . . y3 y2 y1 .z1 z2 z3 . . . con
zi , yi ∈ N, así que cada x ∈ R se puede asociar a una sucesión de naturales
< y1 , y2 , y3 , . . . , z1 , z2 , z3 , . . . >. En consecuencia, R ⊆ NN . Pero
|NN | = ℵ0ℵ0 = 2ℵ0 (de acuerdo con el Teorema 16.10). Por lo tanto,
|R| ≤ 2ℵ0 .
Por otro lado, ya vimos que todo número real x, 0 ≤ x ≤ 1 tiene una
representación decimal consistente en números naturales. Sea S el conjunto
de todos los números reales en (0, 1], cuya expansión decimal consiste sólo
de ceros y unos. El conjunto S está en correspondencia biunívoca con
{0, 1}N que tiene cardinalidad 2ℵ0 . Por consiguiente, |R| ≥ 2ℵ0 .
(b) Sea P el conjunto de los números irracionales. Observe que R = Q ∪ P y
que Q ∩ P = ∅, por lo que |R| = |Q| + |P|, es decir 2ℵ0 = ℵ0 + |P|, de
donde se deduce que |P| = 2ℵ0 , de acuerdo con el corolario 14.14.
(c) Primero debemos probar que el conjunto de subconjuntos finitos de N es
numerable. Pero este conjunto no es otra cosa que el conjunto de todas las
sucesiones finitas en N, suc(N). Además
[
suc(N) = Nn ,
n<ω
de donde se desprende que |suc(N)| = ℵ0 .
Para probar la afirmación en (c), note que Pot(N) tiene cardinalidad
2ℵ0 (Lema 16.9) y que consiste en todos los subconjuntos finitos de N y de
todos los subconjuntos infinitos de N. Por lo ya demostrado, resulta claro
que el conjunto de subconjuntos infinitos de N debe tener cardinalidad 2ℵ0 .
(d) Sea P el conjunto de todas las funciones inyectivas de N sobre N. Como
P ⊆ NN , es evidente que |P| ≤ 2ℵ0 . Sean A y B conjuntos de todos los
números pares e impares, respectivamente. Si X ⊆ E es infinito, definimos
una función fX : N − → N como sigue:
fX (2k) = el k-ésimo elemento de X (k ∈ N)
fX (2k + 1) = el k-ésimo elemento de N \ X (k ∈ N).
Note que B ⊆ N \ X es infinito, así que fX es una biyección de N sobre
N. Más aún, es fácil probar que si X1 6= X2 , entonces fX1 = fX2 . Entonces,
tenemos una correspondencia biunívoca entre los subconjuntos infinitos de
A y ciertos elementos de P. Como hay 2ℵ0 subconjuntos infinitos de A,
|P| ≥ 2ℵ0 , como se requiere.

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16. Cardinales regulares y singulares


Un cardinal de la forma κ+ es un cardinal sucesor. Por ejemplo, 1, 2, 3, . . .
son cardinales sucesores. También lo son ℵ1 , ℵ2 y ℵ3 . De hecho, un cardinal
infinito es un cardinal sucesor si y sólo si es de la forma ℵα+1 para algún ordinal
α; o lo que es lo mismo, un cardinal infinito ℵγ es un cardinal sucesor si y sólo
si el índice γ es un ordinal sucesor. Un cardinal que no es sucesor se llama
cardinal límite. Ejemplos de cardinales límite son 0, ℵ0 , ℵω , ℵω+ω , ℵω·ω , ℵω1 .
Cualquier cardinal no numerable ℵγ es un cardinal límite si y sólo si el índice
γ es un ordinal límite o es cero.
La noción de cofinalidad es de extraordinaria importancia en la exponen-
ciación cardinal y en otras nociones de la teoría de conjuntos.

Definición 16.1.
(a) Un conjunto x ⊆ κ es cofinal en κ si sup(x) = κ.
Def
(b) cf (κ) = mín{|x| : x ⊆ κ ∧ x es cofinal en κ} es la cofinalidad de κ.
(c) κ es regular si cf (κ) = κ.
(d) κ es singular si cf (κ) < κ.

Ahora clasifiquemos los álef en términos de regularidad y singularidad,


para lo que requerimos antes un resultado técnico:

Teorema 16.2. Sean λ un cardinal infinito, κα (α < λ) números cardinales


distintos de cero y κ = sup{κα : α < λ}. Entonces
X
κα = λ · κ = λ · sup{κα : α < λ}.
α<λ

P
Demostración.
P
Por una parte, κα ≤ κ para cada α < λ, así que
α<λ κ α ≤ α<λ κ ≤ κ · λ.
P P
Por
P
otra parte, notemos que λ = α<λ 1 ≤ α<λ κα . También tenemos
κ ≤ α<λ κα ; puesto que κ es el P supremo de los κα , todo ordinal
P
γ menor que
κ es menor que algún κα y κα ≤P α<λ κα ; por lo tanto, κ ≤ α<λ κα . Como
κ y λ son menores o iguales que α<λ κα , se deduce que κ · λ no es mayor que
P
α<λ κα . Del teorema de Cantor-Schröder-Bernstein obtenemos la afirmación
del teorema.

Una consecuencia inmediata es:

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2. Teoría elemental de conjuntos

Corolario 16.3. Si κi (i ∈ I) son números cardinales, y si |I| ≤ sup{κi : i ∈


I}, entonces X
κi = sup κi .
i∈I i∈I

Teorema 16.4.
(a) ω = ℵ0 es regular.
(b) ℵα+1 es regular.
(c) Si β es límite y β < ℵβ , entonces ℵβ es singular.
Demostración.
(a) Si ω es singular, cf (ω) < ω. Entonces existiría un conjunto x ⊆ ω con
|x| = n y sup(x) = ω. Pero esto no es posible.
(b) Supongamos que ℵα+1 es singular. Entonces cf (ℵα+1 ) ≤ ℵα . Por lo tanto,
existe x ⊆ ℵα+1 con |x| ≤ ℵα y sup(x) = ℵα+1 . Pero en tal caso,
[
ℵα+1 =

x
≤ máx{|x|, sup{|y| : y ∈ x}}
≤ ℵα ,
lo que no puede ocurrir.
(c) Sea β un ordinal límite con β < ℵβ . Entonces ℵβ = sup{ℵγ : γ < β} y
tenemos que |{ℵγ : γ < β}| = |β| < ℵβ . Así que ℵβ es singular.

Por definición, para cada cardinal infinito κ podemos encontrar un subcon-


junto x ⊆ κ, cuya cardinalidad es igual a cf (κ); es decir, se puede establecer
una biyección entre x y cf (κ). Ahora mostraremos que incluso podemos tomar
una biyección que sea un isomorfismo.
Lema 16.5. Sea κ un cardinal infinito. Entonces existe un subconjunto x ⊆ κ
cofinal en κ e isomorfo a cf (κ).
Demostración. Sean y ⊆ κ, sup(y) = κ, |y| = cf (κ) y g : cf (κ) −
→y
una biyección. Por recursión transfinita definimos:
F : OR −→ V,
F (α) = sup(F [α] ∪ g[α]) + 1.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Def
Sea f = F  cf (κ). Se observa fácilmente que:
1. α < β < cf (κ) ⇒ f (α) < f (β) ∧ g(α) < f (β).
2. ran(f ) ⊆ κ.
3. ran(f ) es cofinal en κ.
Entonces ran(f ) es el conjunto x deseado.
Lema 16.6. Un cardinal infinito κ es singular si y sólo si existe un cardinal
λ < κ y un conjuntoS {sξ : ξ < λ} de subconjuntos de κ tales que |sξ | < κ para
cada ξ < λ, y κ = ξ<λ sξ . (De hecho, el menor cardinal λ que satisface la
condición es igual a cf (κ).)
Demostración. Si κ es singular, entonces existe una sucesión creciente
{αξ : ξ < cf (κ)}, cuyo supremo es κ. Sean λ = cf (κ) y sξ = αξ para todo
ξ < λ.
Si la condición es cierta, sea λ <Sκ el menor cardinal para el cual existe
una familia {sξ : ξ < λ} tal que κ = ξ<λ sξ y |sξ | < κ para cada ξ < λ. Para
S
todo ξ < λ, sea βξ el tipo ordinal de ν<ξ sν . La sucesión hβξ : ξ < λi es no
decreciente y, por la minimalidad de λ, βξ < κ para todo ξ < λ. Mostraremos
que el supremo de los βξ es κ, con lo que habremos demostrado cfS (κ) ≤ λ.
Sea β = supξ<λ βξ . Existe una función inyectiva f de κ = ξ<λ sξ en
λ × β: si α ∈ κ, sea f (α) = (ξ, γ), donde ξ es el menor ξ con α ∈ sξ y γ es
el tipo ordinal de sξ ∩ α. Como λ < α y |λ × β| = λ · |β|, se desprende que
β = κ.
Corolario 16.7. Si κ es un cardinal infinito, cf (κ) es un cardinal regular.
Demostración. cf (cf (κ)) ≤ cf (κ) es evidente. Debemos mostrar que
cf (κ) ≤ cf (cf (κ)). Por el lema 16.5 existen x, f con x ⊆ κ, sup(x) = κ
y f : cf (κ) − → x un isomorfismo. Además, existe y ⊆ cf (κ) con
sup(y) = cf (κ) y |y| = cf (cf (κ)). Se deduce fácilmente que {f (α) : α ∈ y}
es cofinal en κ. De aquí que
cf (κ) ≤ |{f (α) : α ∈ y}|
= |y|
= cf (cf (κ)).

Teorema 16.8 (König). Sea κ un cardinal infinito. Entonces κ < |κcf (κ) |.

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2. Teoría elemental de conjuntos

Demostración. κ = |κ1 | ≤ |κcf (κ) | es obvia. Derivamos una contradic-


ción de la suposición de que existe una biyección f : κ −→ κcf (κ) . De acuerdo
con el lema 16.5, existen x ⊆ κ tal que sup(x) = κ y un isomorfismo g : cf (κ)
→ x. Para cada α < cf (κ) se cumple g(α) < κ; por consiguiente,

|{f (γ)(α) : γ < g(α)}| ≤ |g(α)| < κ,
así que {f (γ)(α) : γ < g(α)} $ κ. Definamos
h : cf (κ) −
→ κ,
Def
h(α) = mín(κ \ {f (γ)(α) : γ < g(α)}).
Obtenemos una contradicción si mostramos que para toda γ < κ es cierto
f (γ) 6= h. Sea entonces γ < κ. Escogemos una α < cf (κ) con γ < g(α), y
entonces h(α) 6= f (γ)(α) por la construcción de h.
Lema 16.9. Para cualquier cardinal κ,
2κ = |Pot(κ)|.
Demostración. Por definición,
2κ = |{f : f : κ −
→ 2}|.
Pero existe una correspondencia inyectiva entre los conjuntos {f : f : κ −
→ 2}
y Pot(κ), asociando cada conjunto X ⊆ κ con su función característica χκ : κ
→ 2, definida por

χX (ξ) = 1 ⇔ ξ ∈ X.
La afirmación se sigue entonces inmediatamente.
Teorema 16.10. Sean κ, λ cardinales, λ infinito, κ ≤ λ. Entonces
κλ = 2λ .
Demostración. Es evidente que 2λ ≤ κλ . Probaremos que κλ ≤ 2λ .
Como λ es infinito y κ ≤ λ, κ · λ = λ. Sea j : λ × κ −
→ λ una biyección. Para
cada función h : λ −→ κ tenemos formalmente h ⊆ λ × κ, así que podemos
definir G(h) = j[h]. Por lo tanto, G(h) ⊆ λ. Es claro que G : κλ −→ Pot(λ)
es inyectiva. Obtenemos
κλ = |λ κ| ≤ |Pot(λ)| = 2λ ,
y la prueba termina.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Por el teorema 16.10, si λ es infinito, el comportamiento de κλ es conocido


cuando κ varía hasta λ. Para κ > λ, la situación es impredecible salvo en raras
ocasiones como la siguiente:

Teorema 16.11. Sea κ un cardinal infinito. Entonces


(κ+ )κ = 2κ .

Demostración. Claramente
κ+ · 2κ ≤ (κ+ )κ · 2κ = (κ+ )κ ,
por lo que 2κ ≤ (κ+ )κ .
Por otro lado:
(κ+ )κ ≤ (2κ )κ (pues κ+ ≤ 2κ )
= 2κ·κ
= 2κ .

Acerca de la exponenciación cardinal sólo se puede decir muy poco. Por


ejemplo, aunque sabemos que 2ℵ0 es un cardinal, no sabemos cuál es, es decir,
no sabemos qué ordinal α hace cierta la ecuación 2ℵ0 = ℵα . Los axiomas de
ZFE no son suficientes para determinar tal α. Cantor estaba persuadido de que
la respuesta es α = 1 y durante muchos años trató de demostrar su hipótesis,
ahora conocida como hipótesis del continuo:
2 ℵ 0 = ℵ1 . Hipótesis del continuo (HC )

Def
Como |R| = 2ℵ0 = c, la hipótesis del continuo responde a la pregunta de
cuántos números reales existen.
Se demuestra que HC es independiente de ZFE ; es decir, tanto HC como su
negación son imposibles de demostrar en ZFE . Esta demostración se efectúa
en dos partes: la primera en este volumen, en el capítulo de constructibilidad;
y la segunda en el volumen II, mediante el método de Forcing.
El siguiente teorema de König es uno de los pocos resultados que establece
una relación entre productos y sumas cardinales mediante una desigualdad
estricta.

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2. Teoría elemental de conjuntos

Teorema 16.12 (König). Sean β un ordinal y κα , λα cardinales tales que


κα < λα , para toda α < β. Entonces
X Y
κα < λα .
α<β α<β

Demostración. La demostración se hace en dos etapas: en la primera


establecemos la desigualdad ≤. En la segunda probamos la desigualdad estricta.
Definimos [  Y
f : κα × {α} − → λα ,
α<β α<β
Q
tomando como f (ξ, γ) al elemento de α<β λα que toma como valor ξ ∈ λα
en la posición γ, y cero en otra parte. Es decir,
(
ξ, si ν = γ,
f (ξ, γ)(ν) =
0, en otro caso.
Es obvio que f es inyectiva. Por lo tanto,
X Y
κα ≤ λα . (*)
α<β α<β

Ahora suponga que se presenta la igualdad en (*). Sea φ la biyección


asociada, es decir, [  Y
φ: κα × {α} − → λα .
α<β α<β
Para α < β, sea φα la proyección de φ sobre λα , es decir,
φα (ξ, γ) = φ(ξ, γ)(α).
Entonces
φα  (κα × {α}) : κα × {α} −→ λα .
Como κα < λα y |κα × {α}| = κα , la función φα  (κα × {α}) no puede ser
sobre. Por lo tanto, existe δα ∈ λα \ φα [κα × {α}]. Sea
σ = hδα : α < βi.
Q
En consecuencia, σ ∈ α<β λα , así que para ciertos ξ, α se debe cumplir
σ = φ(ξ, α). En particular,
δα = φ(ξ, α)(α) = φα (ξ, α) ∈ φα [κα × {α}],
lo que es absurdo.

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Una consecuencia del teorema 16.12 es que podemos obtener cierta infor-
mación sobre 2ℵ0 , para lo que requerimos:

Corolario 16.13. Para todo cardinal infinito κ,

κcf (κ) > κ.

Demostración. Sea λ = cf P
(κ). Podemos encontrar cardinales κα < κ,
para toda α < λ, tales que κ = α<β κα . Como κα < κ para toda α < β, por
el teorema 16.12 logramos
X Y
κ= κα < κ = κλ ,
α<β α<β

como se requiere.

Teorema 16.14. Para cualquier cardinal infinito κ,

cf (2κ ) > κ,

y en particular,
cf (2ℵ0 ) > ℵ0 .

Note que entonces 2ℵ0 6= ℵω , 2ℵ0 6= ℵω+ω , etc.

Demostración. Suponga que cf (2κ ) ≤ κ. Entonces definimos λ = 2κ


para obtener
κ
λcf (λ) = λcf (2 ) ≤ λκ = (2κ )κ = 2κ·κ = 2κ = λ,

contrario al corolario 16.13.

Lema 16.15. Si κ es un cardinal límite y λ ≥ cf (κ), entonces


!cf (κ)
[
λ λ
κ = α .
α<κ

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2. Teoría elemental de conjuntos

P
Demostración. Sea κ = i<cf (κ) κi , donde κi < κ para toda i < cf (κ).
En consecuencia,
 λ
Y Y
κλ ≤  κi  = κλi
i<cf (κ) i<cf (κ)
Y [
≤ ( αλ )
i<cf (κ) α<κ
[
=( αλ )cf (κ)
α<κ
λ cf (κ)
≤ (κ ) = κλ .

Podemos generalizar la hipótesis del continuo:


Definición 16.16 (Hipótesis generalizada del continuo (HGC )). La hipótesis
generalizada del continuo (HGC) es la afirmación: Para todo ordinal α, se
cumple 2ℵα = ℵα+1 .
También la hipótesis generalizada del continuo resulta ser independiente
de los axiomas ZFE , y esta independencia se probará en los dos volúmenes del
presente libro.
Suponiendo HGC podemos demostrar algunos resultados sobre la exponen-
ciación cardinal, pero antes requerimos el siguiente resultado:
Teorema 16.17.

(a) Si ℵβ ≤ ℵα , entonces ℵα ≤ ℵαβ ≤ |Pot(ℵα )| = 2ℵα .

(b) Si cf (ℵα ) ≤ ℵβ ≤ ℵα , entonces ℵα < ℵαβ ≤ |Pot(ℵα )| = 2ℵα .
Demostración.
(a)

ℵα ≤ |ℵαβ |
≤ |ℵβ ({0, 1})ℵα |
= |{0, 1}ℵβ ·ℵα |
= |{0, 1}ℵα | pues ℵβ ≤ ℵα
= |Pot(ℵα )|.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(b)
(ℵα )
ℵα < |ℵcf
α | teorema de König

≤ |ℵαβ |
≤ |Pot(ℵα )| como en (a).
(c)
|Pot(ℵβ )| = |{0, 1}ℵβ |

≤ |ℵαβ |
≤ |{0, 1}ℵβ ·ℵα |
= |{0, 1}ℵβ |
= |Pot(ℵβ )|.

Teorema 16.18 (HGC ).



(a) ℵβ < cf (ℵα ) ⇒ ℵα = ℵαβ

(b) cf (ℵα ) ≤ ℵβ ≤ ℵα ⇒ ℵαβ = ℵα+1 .

(c) ℵα ≤ ℵβ ⇒ ℵαβ = ℵβ+1 .

Demostración. (b) se sigue del teorema 16.17 usando HGC .


(a) Sea ℵβ < cf (ℵα ). Considere primero
ℵ [
ℵα β = {ℵβ γ : γ < ℵα }.
Esto se ve fácilmente: la contención “⊇” es obvia. Para la contención “⊆”
sea f : ℵβ − → ℵα . Ya que |f [ℵβ ]| ≤ ℵβ < cf (ℵα ), concluimos que
sup(f [ℵβ ]) < γ < ℵα para algún γ, así que f : ℵβ −
→ γ.
Se obtiene entonces

ℵα ≤ ℵαβ por el teorema 16.17
[
=| {γ ℵβ : γ < ℵα }|
≤ máx{|ℵα |, sup |γ ℵβ |},
γ<ℵα

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2. Teoría elemental de conjuntos

así que es suficiente demostrar que |ℵβ γ| ≤ ℵα para γ < α. Sea entonces
γ < α.
|ℵβ γ| ≤ |{0, 1}ℵ·γ |
≤ |{0, 1}ℵβ ·ℵδ | para alguna δ con |γ| ≤ ℵδ < ℵα
(
|Pot(ℵδ )|, cuando β < δ

|Pot(ℵβ )|, cuando δ ≤ β
(
ℵδ+1 , cuando β ≤ δ
=
ℵβ+1 , cuando δ ≤ β
≤ ℵα .

17. Sucesiones de ordinales


Sean λ un ordinal límite y hαξ : ξ < λi una sucesión de ordinales. Decimos
que
α = Lím αξ
ξ<λ
si y sólo si
(∀ β < α)(∃ ξ < λ)(∀ ζ)(ξ < ζ < λ ⇒ β < αζ ≤ α).
Si tal α existe, claramente es único y lo llamamos el límite de la sucesión
hαξ : ξ < λi. El próximo lema muestra que muchas sucesiones realmente
tienen límite.

Lema 17.1. Sea λ un ordinal límite y sea hαξ : ξ < λi una sucesión creciente
de ordinales. Esta sucesión tiene un límite (único); el límite es
[
Lím αξ = αξ .
ξ<λ
ξ<λ
S
Demostración. Si α = ξ<λ αξ . Debemos probar que este α satisface
α = SLímξ<λ αξ . Para ello, sea β < α. Como la sucesión es creciente y
α = ξ<α αξ , entonces β ∈ αξ0 para algún ξ0 < λ y β ∈ αξ para todo ξ > ξ0 ,
así que para todo ζ con ξ0 < ζ < λ se cumple que β < αζ ≤ α, es decir, se
cumple la definición de Límξ<λ αξ = α.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Los siguientes resultados establecen propiedades que se desprenden direc-


tamente de la definición de límite, por lo que su demostración se deja como
ejercicio.
Lema 17.2. Sean λ, µ ordinales límite y f : µ − → λ una función que preserva
el orden y tal que Límξ<µ f (ξ) = λ. Sea {αξ : ξ < λ} una sucesión creciente.
Entonces
Lím αξ = Lím αf (ξ) .
ξ<λ ξ<µ

Demostración. Ejercicio.
Lema 17.3. Sean λ un ordinal límite y hαξ : ξ < λi, hβζ : ζ < λi sucesiones
crecientes tales que
(a) (∀ ξ < λ)(∃ ζ < λ)(βζ > αξ ),
(b) ((∀ ζ < λ)(∃ ξ < λ)(αξ > βζ ).
Entonces
Lím αξ = Lím βζ .
ξ<λ ζ<λ

Demostración. Ejercicio.
Lema 17.4. Sean λ un ordinal límite y hαξ : ξ < λi una sucesión de ordinales.
Para cada µ < λ, sea X
σµ = αξ .
ξ<µ
Entonces X
αξ = Lím σµ .
µ<λ
ξ<λ

Demostración. Ejercicio.
Sea f : λ −→ λ y α ∈ λ un ordinal límite. Decimos que f es continua en
α si y sólo si
f (α) = Lím f (ξ).
ξ<α
Por ejemplo, la función identidad en λ es continua en todo ordinal límite
menor que λ.
Una función f : λ − → λ es normal si preserva el orden y es continua en
todo ordinal límite menor que λ.
Para funciones normales podemos demostrar un resultado análogo al de las
funciones reales:

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2. Teoría elemental de conjuntos

Lema 17.5. Sean f : µ − → µ una función normal y λ ∈ µ un ordinal


límite. Si hαξ : ξ < λi es una sucesión creciente de ordinales en µ y
Límξ<λ hαξ : ξ < λi < µ, entonces
f (Lím αξ ) = Lím f (αξ ).
ξ<λ ξ<λ

Demostración.
S S
Si κ = Límξ<λ αξ y η = Límξ<λ f (αξ ), entonces
κ= ξ<λ ξα y η = ξ<λ f (αξ ). Debemos mostrar que f (κ) = λ.
S
Por hipótesis, f (Límξ<λ αξ ) = f ( ξ<λ αξ ) = f (κ) con κ < µ y
S
Límξ<λ f (αξ ) = ξ<λ f (αξ ). Como hαξ : ξ < λi es creciente y λ es límite, κ
debe ser límite, por lo que
[
f (κ) = f ( αξ )
ξ<λ
= Lím f (ξ) = Lím f (αξ ) = λ.
ξ<λ ξ<λ

Sea f : λ −
→ λ, decimos que α ∈ λ es un punto fijo de f si f (α) = α.

Lema 17.6. Sea F : OR − → OR un término clase normal. Para toda α existe


un punto fijo γ de F tal que γ > α.

Demostración. Sea α un ordinal arbitrario. Si F (α) = α, no hay nada


que demostrar. Supongamos que F (α) 6= α. Claramente F (α) > α. Por
recursión definimos una función g : ω −
→ OR tal que
g(0) = α
g(n + 1) = F (g(n)).
Mediante inducción sobre ω se prueba fácilmente que g preserva el orden.
Entonces
γ = Lím g(n).
n<ω
Note que γ > g(0) = α. Terminaremos si probamos que F (γ) = γ. Como
F es normal,
F (γ) = F (Lím g(n)) = Lím F (g(n)) = Lím g(n + 1) = γ,
n<ω n<ω n<ω

como se requiere.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

El teorema 17.6 no es válido, en general, si f : λ −→ λ. Por ejemplo, la


función f : ω − → ω definida por f (n) = n + 1 no tiene puntos fijos.
Para finalizar la sección presentamos un buen orden fuerte en el término
clase OR × OR de parejas ordenadas. Con este orden, α × α es un segmento
inicial de OR × OR para cada ordinal α. Más aún, con este orden OR × OR
es isomorfo a OR y tenemos una “función” inyectiva Ξ de OR × OR sobre
OR. Como resultado, el tipo ordinal de α × α es precisamente α para muchos
ordinales α.
Si α, β, γ y δ son ordinales, definimos
(α, β) < (γ, δ) ⇔ máx{α, β} < máx{γ, δ}
∨ (máx{α, β} = máx{γ, δ} ∧ α < γ) (13)
∨ (máx{α, β} = máx{γ, δ} ∧ α = γ ∧ β < δ).
Es fácil verificar (Ejer. 86) que < es un buen orden fuerte.
Para cada α, α × α es el segmento inicial determinado por α. Definimos
Ξ(α, β) = tipo ordinal{(ξ, η) : (ξ, η) < (α, β)}.
En esta situación, Ξ es una función inyectiva de OR × OR sobre OR y
(α, β) < (γ, δ) ⇔ Ξ(α, β) < Ξ(γ, δ).
Note que Ξ[ω] = ω y como Ξ(α) = Ξ[α × α] es una función creciente de
α, se cumple Ξ(α) ≥ α para todo ordinal α. Sin embargo, Ξ[α × α] = α para
ordinales α arbitrariamente grandes (Ejer. 87).

18. Ejercicios

1. Demuestre que para todo conjunto x, existe un único conjunto y tal que
z ∈ y si y sólo si z ∈ x, y Φ(x), donde Φ es una fórmula de LTC con una
variable libre x.
2. Muestre que Pot(x) ⊆ x es falso para todo conjunto x. En particular,
Pot(x) 6= x. Esto demuestra que no existe el conjunto de todos los
conjuntos. [Sugerencia: Considere z = {y ∈ x : y ∈ / y}.]
3. Sean s 6= ∅ y a conjuntos.
(a) Defina T1 = {y ∈ Pot(a) : y = a ∩ x para algún x ∈ s}, y pruebe que
[
a ∩ (∪s) = T1 .

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2. Teoría elemental de conjuntos

(b) Defina T2 = {y ∈ Pot(a) : y = a \ x para algún x ∈ s}, y pruebe que


\
a \ ∪s = T2 ,
[
a \ ∩s = T2 .

4. Demuestre que el axioma Fund implica las siguientes afirmaciones. ¿Qué


otros axiomas requiere para probarlas?
(a) ∀ x(x 6= ∅ ⇒ ∃ y ∈ x∀ z ∈ x(z ∈ / y)). [Sugerencia: suponga lo
contrario y considere {x}.]
(b) ∀ x(x ∈
/ x).
(c) No existe una sucesión finita hx0 , x1 , . . . , xn i tal que x0 ∈ x1 ∈ · · · ∈
xn ∈ x0 .
(d) No existe una sucesión infinita hxn : n ∈ ωi tal que xn+1 ∈ xn para
todo n ∈ ω.
5. Demuestre el lema 2.1.
6. Demuestre el lema 2.3.
7. Demuestre el lema 2.6.
8. En TEC +Comp, demuestre que si X es un término clase no vacío, entonces
∩X ∈ V . En particular, si x, y ∈ V , x∩y ∈ V y si x 6= ∅, entonces ∩x ∈ V .
S
9. Pruebe que (a, b) ∈ Pot(Pot({a, b})) y que a, b ∈ (a, b). De manera más
general, si a, b ∈ x, entonces (a, b) ∈ Pot(Pot(x)).
10. Pruebe que (a, b), (a, b, c) y (a, b, c, d) existen para cualesquier conjuntos
a, b, c y d.
11. Para dar una definición alternativa de pareja ordenada, elija dos conjuntos
diferentes 2 y M (p. ej. 2 = ∅, M= {∅}) y defina (a, b) = {{a, 2}, {b, M
}}.
Demuestre que (a, b) = (a0 , b0 ) si y sólo si a = a0 y b = b0 . Defina
ternas ordenadas.
S S
12. S
SeaSR una relación binaria; muestre que dom R ⊆ ( R), ran R ⊆
( R). Concluya que dom R y ran R existen.
13. Sean R, S relaciones.
(a) Muestre que R−1 y S ◦ R existen.
(b) Sean a, b conjuntos. Muestre que a × b existe.
14. Sea R una relación binaria y a, b conjuntos. Pruebe:

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(a) R[a ∪ b] = R[a] ∪ R[b].


(b) R[a ∩ B] ⊆ R[a] ∩ R[b].
(c) R[a \ b] ⊇ R[a] \ R[b].
(d) Dé un ejemplo que muestre que no se da la igualdad en los incisos (b)
y (c).
(e) Pruebe los incisos (a)–(d) con R−1 en lugar de R.
(f) R−1 [R[a]] ⊇ a y R[R−1 [b]] ⊇ B; encuentre ejemplos que demuestren
la imposibilidad de la igualdad.
15. Pruebe que a × b = ∅ si y sólo si a = ∅ o b = ∅.
16. Sean f una función y Fa un conjunto para cada a ∈ x, y demuestre:
(a)
" #
[ [
f Fa = f [Fa ],
a∈x a∈x
" # " #
[ [ \ \
−1 −1
f Fa = f [Fa ], f Fa ⊆ f [Fa ],
a∈x a∈x a∈x a∈x
" #
\ \
−1
f Fa = f −1 [Fa ].
a∈x a∈x
(b) Pruebe la siguiente forma de la ley distributiva:
  !
\ [ [ \
 Fa,b  = Fa,f (a) .
a∈x b∈y f ∈yx a∈x

17. Sea P = {(r, γ) ∈ R × R : r > 0}, donde R son los números reales.
Consideramos a los elementos de P como las coordenadas polares de puntos
en el plano, y definimos una relación en P mediante: (r, γ) ∼ (r 0 , γ 0 ) si y
sólo si γ −γ 0 es un múltiplo entero de 2π. Muestre que ∼ es una relación de
equivalencia en P (dos elementos de P son ∼-equivalentes precisamente en
el caso en que son las coordenadas polares del mismo punto). Muestre que
cada clase de equivalencia contiene una única pareja (r, γ) con 0 ≤ γ < 2π.
El conjunto de tales parejas es, por tanto, un conjunto de representantes
para ∼.
18. (a) Sea R un orden parcial en x. Pruebe que R−1 es un orden parcial en x,
y para y ⊆ x a es el menor elemento de y respecto a R−1 si y sólo si a
es el mayor elemento de y respecto a R.

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2. Teoría elemental de conjuntos

(b) De igual manera para supremo e ínfimo.


19. Sea a = Pot(x), x 6= ∅. Pruebe: S
(a) Cualquier s ⊆ a tiene un supremo en el orden ⊆a , a T
saber sup s = s.
(b) Cualquier s ⊆ a tiene un ínfimo en ⊆a ; ínf s = s si s 6= ∅; ínf
∅ = x.
20. Sea Fn(X, Y ) el conjunto
S
de funciones entre un subconjunto de X y Y , es
decir, Fn(X, Y ) = Z⊆X Y Z . Defina una relación ≤ en Fn(X, Y ) por
f ≤g si y sólo si f ⊆ g.
(a) Pruebe que ≤ es un orden parcial en Fn(X, Y ).
(b) Sea F ⊆ Fn(X, Y ). Muestre que S
sup F existe si y sólo si F es un
sistema compatible y sup F = F , donde: dos funciones f, g son
compatibles si f (x) = g(x), para toda x ∈ dom f ∩ dom g.
21. Muestre que si (P, <) y (Q, l) son conjuntos parcialmente ordenados
isomorfos y < es un orden lineal, entonces también l es un orden lineal.
22. Demuestre la siguiente variante del teorema de recursión 6.10: sea S un
conjunto. Recuerde que suc(S) es el conjunto de sucesiones finitas en S.
Dada cualquier función g : suc(S) − → S existe una única sucesión f : N
−→ S tal que
f (n) = g(f  n), ∀ n ∈ N.
[Sugerencia: Use el teorema de recursión para definir la sucesión hFn : n ∈
ωi = hf  n : n ∈ ωi. Defina entonces
F0 = hi
Fn+1 = Fn ∪ {hn, g(Fn )i∀ n ∈ ω}.]

23. Pruebe que no existe una función f : ω − → ω tal que f (n) > f (n + 1) para
toda n ∈ ω.
24. Sea s una sucesión infinita de elementos de a, donde a está linealmente
ordenado por l. Suponga que sn l sn+1 para toda n ∈ ω. Pruebe que
n < m implica sn l sm para cualesquier n, m ∈ ω.
25. Sean (a, l) un conjunto linealmente ordenado y p, q ∈ a. Decimos que q
es sucesor de p, si p l q y no existe r ∈ a tal que p l r l q. Note que cada
p ∈ a tiene a lo sumo un sucesor. Suponga que (a, l) no es vacío y tiene
las siguientes propiedades:

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(a) Todo p ∈ a tiene un sucesor.


(b) Todo subconjunto no vacío de a tiene un l-menor elemento.
(c) Si p ∈ a no es el l-menor elemento de a, entonces p es el sucesor de
algún q ∈ a.
Pruebe que (a, l) es isomorfo a (ω, <). Muestre que la conclusión no
es necesariamente cierta si omitimos alguna de estas condiciones.
26. Sean (a, l) un conjunto linealmente ordenado y suc(a) el conjunto de todos
las sucesiones finitas en a. Defina ≺ en suc(a) mediante
ha0 , . . . , am−1 i ≺ hb0 , . . . , bn−1 i
si y sólo si existe k < m tal que ai = bi para toda i < k, y ak l bk o
bk no está definida (es decir, k = n < m). Pruebe que ≺ es un orden
lineal. Si |a| ≥ 2, ≺ no es un buen orden. Si a = N, ≺ es el orden de
Kleene-Brouwer de suc(a); es un orden lineal denso sin elemento menor y
como elemento mayor la sucesión vacía.
27. Un conjunto x es Dedekind-infinito si existe una función inyectiva de x
sobre uno de sus subconjuntos propios. Un conjunto es Dedekind-finito si
no es Dedekind-infinito.
(a) Todo conjunto numerable no finito es Dedekind-infinito.
(b) Si x contiene un subconjunto infinito numerable, x es Dedekind-
infinito.
(c) Si x es Dedekind-infinito, contiene un subconjunto numerable.
28. Si un conjunto linealmente ordenado p tiene un subconjunto denso nume-
rable, entonces |p| ≤ 2ℵ0 .
29. Demuestre el lema 13.7.
30. Demuestre el lema 13.8.
31. Demuestre el lema 13.9.
32. El conjunto de todas las funciones discontinuas de R a R tiene cardinalidad

22 0 . Demuéstrelo.
33. Encuentre una biyección entre R × R y R.
34. Sea Fn el conjunto de todas las funciones de un subconjunto de R en R. Se
define la operación lím en Fn como sigue: lím(hfi : i ∈ Ni) = f , donde
f (x) = lími− →∞ fi (x) siempre que el límite a la derecha de la igualdad
exista, y está indefinida en otro caso. Los elementos de la cerradura del
conjunto de todas las funciones continuas respecto a la operación lím se

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2. Teoría elemental de conjuntos

conocen como funciones de Baire. Muestre que las funciones de Baire no


son necesariamente continuas. En particular, muestre que las funciones
características de los enteros y racionales son funciones de Baire.
35. Muestre que existen 2ℵ0 relaciones que son buenos órdenes en los números
naturales.
36. Muestre que un conjunto x es transitivo si ySsólo si x ⊆ Pot(x), y también
que un conjunto x es transitivo si y sólo si x ⊆ x.
37. Pruebe que un ordinal α es un número natural si y sólo si todo subconjunto
no vacío de α tiene un elemento máximo.
38. Demuestre que si un conjunto X de ordinales no tiene un elemento más
grande, entonces sup X es un ordinal límite.
39. (a) Muestre que todo elemento x ∈ Vω es finito.
(b) Si x, y ∈ Vω , entonces {x, y} ∈ Vω .
(c) Si x es un subconjunto finito de Vω , entonces x ∈ Vω .
(d) Si a ∈ Vω y f es una función en a tal que f (x) ∈ Vω , para todo x ∈ a,
entonces f [x] ∈ Vω .
40. Simplifique:
(a) (ω + 1) + ω.
(b) ω + ω2 .
(c) (ω + 1) · ω2 .
41. Sean α, β, ξ ∈ OR, α ≤ β. La ecuación α + ξ = β tiene una única
solución. La ecuación ξ + α = β puede tener 0, 1 o una cantidad infinita
de soluciones.
42. Encuentre el menor α > ω tal que ξ + α = α, para toda ξ < α.
43. Si α1 , α2 , β ∈ OR y β 6= 0, entonces α1 < α2 si y sólo si β · α1 < β · α2 .
Además, β · α1 = β · α2 si y sólo si α1 = α2 .
44. Si (α, <) con α ∈ OR es isomorfo a un conjunto x ⊆ R (con el orden usual
heredado de R), entonces α es a lo sumo numerable.
45. Encuentre el menor ordinal ξ tal que:
(a) ω + ξ = ξ.
(b) ω · ξ = ξ, ξ 6= 0.
(c) ωξ = ξ.
[Sugerencia: sea ξ0 = 0, ξn+1 = ωξn , ξ = sup{ξn : n ∈ ω}.]

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

46. Sean α, β ∈ OR. Para f : β − → α, sea s(f ) = {ξ < β : f (ξ) 6= 0}. Sea
S(β, α) = {f : f : β − → α ∧ s(f ) es finito}. Defina l en S(β, α) como
sigue: f lg si y sólo si existe ξ0 < β, tales que f (ξ0 ) < g(ξ0 ) y f (ξ) = g(ξ)
para toda ξ > ξ0 . Muestre que (S(β, α), l) es isomorfo a (αβ , <).
47. Si x es infinito y bien ordenable, entonces x tiene buenos órdenes no
isomorfos.
48. Demuestre que |a| < |a| + H(a) para todo conjunto A.
49. Demuestre el lema 6.6.
50. Demuestre el lema 6.13.
51. Demuestre el lema 6.16.
52. Demuestre el lema 7.7.
53. Demuestre el lema 7.10.
54. Demuestre las siguientes propiedades:
(a) |(a × b) × c| = |a × (b × c)|.
(b) Si s ⊆ t, entonces |s a| ≤ |t a|; en particular |n a| ≤ |m a| si n ≤ m.
[Sugerencia: Considere las funciones que tienen un valor constante fijo
en t \ s.]
(c) |t| ≤ |t s| si |s| ≥ 2. [Sugerencia: tome u, v ∈ s y para cada r ∈ t,
considere fr : t − → s tal que fr (r) = u y fr (x) = v en otro caso.]
55. En este ejercicio se obtiene una prueba alternativa del teorema de Cantor-
Bernstein-Schröder 11.3.
Sean a un conjunto y F una función de Pot(a) en Pot(a). Un conjunto
x ⊆ a es un punto fijo de F si F (a) = a. La función F es monótona si
x ⊆ y implica F (x) ⊆ F (y).
(a) Sea F : Pot(a) − → Pot(a) monótona. Entonces F tiene un punto fijo.
[Sugerencia: Sea T = {x ⊆ a : F (x) ⊆ x}. Pruebe que T 6= ∅. Sea
x = ∩T . Demuestre que x ∈ T, F (x) ∈ T . Concluya que F (x) ⊆ x es
imposible.]
(b) Dé una prueba del teorema 11.3. [Sugerencia: Sea F : Pot(c)
−→ Pot(c) definida como F (x) = (c − b) ∪ f [x], donde f es una
biyección entre a y c. Muestre que F es monótona. Sea C un punto
fijo de F , es decir, C = (c − b) ∪ f [C], y sea D = c − C. Defina g
como

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2. Teoría elemental de conjuntos

(
f (x), si x ∈ C,
g(x) =
x, si x ∈ D.
Muestre que g es una biyección entre c y b.]
(c) Pruebe que x es el menor punto fijo de F ; es decir, si F (x) = x para
alguna x ⊆ a, entonces x ⊆ x.
56. Sin usar AE pruebe que si un conjunto a puede ser linealmente ordenado,
entonces toda familia de subconjuntos finitos de a tiene una función de
elección.
57. Sin usar AE muestre que si un conjunto a se puede bien ordenar, entonces
Pot(a) se puede ordenar linealmente.
58. Una familia de conjuntos a tiene carácter finito si: x ∈ a si y sólo si
todo subconjunto finito de x pertenece a a. Pruebe que el lema de Zorn
es equivalente al siguiente principio (lema de Tukey): toda familia de
conjuntos de carácter finito tiene un elemento ⊆-maximal.
59. Muestre que si todo conjunto es equipotente a un ordinal, entonces es cierto
el axioma de elección.
60. Pruebe que si para cualesquier conjuntos a, b se cumple |a| ≤ |b| o |b| ≤ |a|,
entonces es cierto el axioma de elección.
61. Recuerde que una fórmula Φ del LTC es bien fundada si:
∀ x[∃ v(x 6= ∅ ⇒ v ∈ x ∧ ∀ z ∈ x¬Φ(z, v)) ∧
∃ u(x ⊆ u ∧ ∀ w, y(y ∈ u ∧ Φ(w, y) ⇒ w ∈ u))].
Suponga que Φ(x, y) es una fórmula de LTC bien fundada. Muestre
que se puede definir una función rango general ρ Φ que satisface:
[
ρ Φ (x) = {ρ Φ (y) + 1 : Φ(x, y)},
y
(i) ρ Φ (x) es un ordinal para cada x.
(ii) Φ(x, y) ⇒ ρ Φ (x) < ρ Φ (y).
Muestre que si existe una función ρ Φ que satisface (i) y (ii), entonces
se cumple
∀ x[∃ v(x 6= ∅ ⇒ v ∈ x ∧ ∀ z ∈ x¬Φ(z, v))].
62. Recuerde que una relación R es asimétrica en un conjunto x si para
cualesquier conjuntos u, v ∈ x, ¬(uRv ∧ vRu).

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Sea ZF1 la teoría que consiste en los axiomas Ext, Fund, Sub, Ex, Par,
Pot, Unión; mientras que ZF2 es ZF1 junto con Reemp.
Muestre que usando los axiomas de ZF1 podemos probar que si R bien
ordena x, entonces R es transitiva y asimétrica en x.
63. Con la notación del ejercicio 62, defina
Def
E(x) = {(y, z) : y, z, ∈ x ∧ y ∈ z}.
Muestre que en ZF1 podemos probar que si x es un ordinal, entonces
E(x) bien ordena x y que si R está bien fundada en z, entonces la fórmula
(x, y ∈ z ∧ xRy) está bien fundada.
64. Sea F (x, y) una fórmula. Muestre que existe un Vβ , para β arbitrariamente
grande, que es cerrado respecto a F (vista como función); es decir, en
ZF podemos probar que
∀ α∃ β[β ≥ α ∧ ∀ x ∈ Vβ (F [x] ∈ Vβ )]. (*)
Use (*) para mostrar en ZF que para cualquier fórmula χ(x, z),
∀ x ∈ y∃ zχ(x, z) ⇔ ∃ u∀ x ∈ y∃ z ∈ uχ(x, z).
65. Pruebe el principio del buen orden sin usar Reemp, es decir, dentro de la
teoría ZF1 con el AE .
[Sugerencia: Suponga que z es el conjunto dado y f una función de
elección para Pot(z). Defina el conjunto Γ de todos los buenos órdenes
(x, R) tales que:
(i) x ⊆ Z, R ⊆ (x × x) y R bien ordena x.
(ii) Para toda w ∈ x, w = f (z \ xw ), donde xw es el segmento inicial
en w respecto al orden R.
Muestre que para cualesquier dos miembros de Γ, uno es un segmento
inicial del otro (o son iguales). (Primero muestre, sin usar Reemp, que para
cualesquier dos buenos órdenes, uno es isomorfo a un segmento inicial del
otro o a la totalidad del otro). Γ ⊆ (Pot(z) × Pot(z × z)), por lo que Γ es
un conjunto sin usar Reemp. Ahora, sea (Y, s) la unión de Γ, es decir,
[ [
Y= {x : ∃ R((x, R) ∈ Γ}, s= {R : ∃ x((x, R) ∈ Γ)}.
Muestre que s bien ordena Y y que (Y, s) ∈ Γ; obtenga una contradicción
de la suposición Y 6= x.]

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2. Teoría elemental de conjuntos

66. Demuestre el lema de Zorn en ZF1 + AE . [Sugerencia: Use la idea del


ejercicio 65, con Γp0 como los buenos órdenes (X, R), tales que
(i) X ⊆ P, R bien ordena X y R es < ∩(X × X) (donde (P, <) es el
conjunto parcialmente ordenado).
(ii) p0 es el primer elemento de X respecto a R, y para p ∈ X, si p 6= p0 ,
entonces p = f (U(Xp )), donde Xp es el segmento inicial respecto a R,
U(Y ) = {p ∈ P : ∀ y ∈ Y (y < p)} es el conjunto de todas las cotas
superiores estrictas de Y para Y ⊆ P, y f es una función de elección en
Pot(P).]
67. Use el AE para probar que todo orden parcial se puede extender a un orden
lineal; es decir, si R es un orden parcial en P, muestre que existe un
S ⊆ (P × P) tal que R ⊆ S y S es un orden lineal en P. [Sugerencia:
Use alguna forma de principio máximo, por ejemplo el lema de Zorn, para
encontrar un orden parcial máximo en P que extienda R.]
68. Use el axioma de elección para mostrar que todo orden lineal (x, <) tiene
un subconjunto cofinal y que está bien ordenado por <.
69. El axioma de elecciones dependientes es

∀ x∃ y(xRy) ⇒ ∀ x∃ f [Fun(f ) ∧ dom(f ) = ω ∧ f (0) = x


∧ ∀ n < ω(f (n)Rf (n + 1))],

es decir, si la relación R no tiene elementos máximos, entonces comenzando


con cualquier elemento existe una sucesión infinita con sus miembros en
la relación R. Pruebe este axioma partiendo del AE .
70. Demuestre el lema 11.6. [Sugerencia: Use inducción sobre n.]
71. Demuestre el lema 13.5.
72. Demuestre el lema 13.11.
73. Demuestre el corolario 14.17.
74. Demuestre el lema 14.2. [Sugerencias: (a) y (b), por inducción sobre β.
Para (c) considere 1 + ω y ω + 1; (d) por inducción sobre γ; para (e),
0 < 1, pero 0 + ω = ω = 1 + ω; (f) primero pruebe que no existe β con
α < β < α + 1. A continuación muestre que siempre ocurre

α ≤ β ⇒ α + 1 ≤ β + 1.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Concluya el resultado por inducción sobre γ. (g) la unicidad se sigue de


(d); para la existencia considere el menor γ con β ≤ α + γ. (h) Use la
caracterización dada en 7.14(a); (i) inducción sobre γ.]
75. Demuestre el lema 14.4. [Sugerencia: (a) y (b) por inducción sobre β; (c)
observe primero que para todo n ∈ ω, es cierto que nω = sup{nm : m <
ω} = ω. Muestre que 2ω = ω, pero que ω2 = ω(1 + 1) = ω1 + ω =
ω + ω > ω.
(d) Por inducción sobre γ; (e) observe que 0 < ω y 1 < 2, pero
1ω = ω = 2ω.
(f) Por inducción sobre γ. (g) Utilice la caracterización de ordinales
límite dada en el lema 7.14(a).
(h) Inducción sobre γ; (i) (1 + 1)ω = 2ω = ω, pero 1ω + 1ω = ω + ω.
(j) Si 0 < α, β, entonces 1 ≤ α, β, por lo que se deduce 0 < 1·1 ≤ αβ;
(k) inducción sobre γ.
(l) Existencia: sea γ el menor ordinal tal que α ≤ βγ. Unicidad,
suponga βγ1 + ρ1 = βγ2 + ρ2 con ρ1 , ρ2 < β. Sin pérdida de generalidad
γ1 < γ2 , entonces de βγ1 < βγ1 + β deduzca βγ1 + ρ1 < βγ2 + ρ2 .]
76. Demuestre el lema 14.7. [Sugerencias: (a) y (b) por inducción sobre β; (c)
sea 1 < α y muestre que β < γ ⇒ αβ < αγ por inducción sobre γ.
(d) Pruebe que para 1 < n es cierto que nω = sup{nm : m < ω} = ω
y, por lo tanto, 2ω = ω = 3ω .
(e) Demuestre que α ≤ β ⇒ αγ ≤ βγ por inducción sobre γ.
(f) Utilice la caracterización dada en el lema 7.14.
(g) Por inducción sobre γ; (h) por inducción sobre γ; (i) por inducción
sobre β.]
77. Demuestre el lema 17.1.
78. Demuestre el lema 17.2.
79. Demuestre el lema 17.3.
80. Demuestre el lema 17.5.
81. Sea (X, <) un conjunto linealmente ordenado. La topología del orden en
X es la topología que se genera al considerar como sub-base todos los
conjuntos de la forma {x ∈ X : x < a} y {x ∈ X :> a}, para a en X.
(a) Demuestre que la topología del orden en X es la topología más pequeña
con la propiedad de que para cualesquier a, b ∈ X, si a < b, existen

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2. Teoría elemental de conjuntos

vecindades U de a y V de b tales que U < V ; es decir, x < y siempre


que x ∈ U, y ∈ V .
(b) Pruebe que si X es conexo respecto a la topología del orden, entonces
X es completo como conjunto linealmente ordenado; es decir, todo
subconjunto no vacío con cota superior tiene supremo.
(c) En el conjunto linealmente ordenado ω1 , sea α ∈ ω1 . Demuestre que
{α} es aislado si y sólo si α es sucesor.
(d) Pruebe que ω y ω1 son espacios Hausdorff.
(e) Sea λ un cardinal con la topología del orden. Muestre que una función
f :λ− → λ es continua en α, en el sentido de la definición de la página
109, si y sólo si es continua respecto a la topología del orden.
82. Demuestre que el esquema de recursión para ordinales se deduce del
teorema 8.10.
83. Demuestre que si ℵα es un cardinal límite no numerable, entonces cf (ωα ) =
cf (α) y ωα es el supremo de una sucesión cofinal hωξ : ξ < cf (αi de
cardinales.
84. Demuestre que toda relación bien fundada R en un término clase A es
transitiva.
85. Demuestre la siguiente variante del teorema de recursión para relaciones
bien fundadas.
Sea R una relación bien fundada sobre el término clase A y G : V
→ V . Entonces existe una única función F : A −
− → V tal que

∀ x ∈ A(F (x) = G(F  {z : zRx})).

86. Verifique que la relación 13 es un buen orden fuerte en OR × OR.


87. Demuestre que para cada ordinal β existe un ordinal α mayor que β tal que
Ξ[α × α] = α (función definida en la página 111). También demuestre
que Ξ es una función normal.
88. Mediante el teorema de inducción en ω, defina una función que “cuente”
el número de paréntesis en una fórmula ϕ de LTC, por inducción sobre la
construcción de ϕ. Note que el número de paréntesis en la fórmula (ϕ1 ϕ2 )
es 2, más el número de paréntesis en ϕ1 , más el número de paréntesis en
ϕ2 .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

89. ¿Qué hace la función f , donde f tiene las siguientes propiedades?


(ϕ, ϕ1 , ϕ2 son LTC-fórmulas)
f (ϕ1 ϕ2 ) = f (ϕ1 ) + f (γ) para ∈ {∧, ∨, ⇒ , ⇔, ¬}.
f (¬ϕ) = f (ϕ)
f (vn ) = 1 para n ∈ ω.

90. ¿Cuál es el significado de las siguientes dos funciones (F, G)? (ϕ1 , ϕ2 , ϕ
son LTC-fórmulas y ∈ {∧, ∨, ⇒ , ⇔, ¬})
(a)
F (vn ) = 0
F ((ϕ1 ϕ2 )) = F (ϕ1 ) + F (ϕ2 ) + 1
F ((¬ϕ)) = F (ϕ) + 1.
(b)
G(vn ) = 1
G((¬ϕ)) = G(ϕ) + 3
G((ϕ1 ϕ2 )) = G(ϕ1 ) + G(ϕ2 ) + 3.

91. Demuestre que el enunciado del axioma de elección que se presenta en la


página 36 es equivalente al enunciado del axioma de elección en el teorema
12.1.
92. Muestre que (A, B), donde A = {x ∈ Q : x ≤ 0 ∨ (x > 0 ∧ x2 < 2)},
B = {x ∈ Q : x > 0 ∧ x2 > 0}, es un hueco en (Q, <).
93. Sea 0.a1 a2 a3 · · · infinita pero no periódica. Sea
A = {x ∈ Q : x ≤ 0.a1 a2 a3 · · · ak para alguna k ∈ N+ },
y
B = {x ∈ Q : x ≥ 0.a1 a2 a3 · · · ak para toda k ∈ N+ }.
Muestre que (A, B) es un hueco en (Q, <).
94. Muestre que un conjunto linealmente ordenado denso (P, <) es completo
si y sólo si todo subconjunto S ⊆ P acotado por abajo tiene ínfimo.

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2. Teoría elemental de conjuntos

95. Sea F el conjunto de todos los números racionales que tienen expansión
decimal con sólo una cantidad finita de dígitos distintos de cero. Muestre
que F es denso en Q.
96. Sea D el conjunto de todos los números m/2n (los racionales diádicos) con
m ∈ Z y n ∈ N. Muestre que D es denso en Q.

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CAPÍTULO 3

Cardinales

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3. Cardinales

En este capítulo presentamos resultados y construcciones que dependen en gran


medida del concepto de cardinal y que se utilizarán en numerosas ocasiones a
lo largo de este libro.
Se estudian nociones sobre cardinales y otras propiedades combinatorias
de conjuntos. Debe tenerse en cuenta que son resultados muy técnicos y que
requieren gran habilidad por parte del lector en el manejo de conceptos como
cofinalidad, exponenciación cardinal, hipótesis del continuo, etc.
Al final del capítulo aparecen algunos resultados sobre aritmética cardinal
obtenidos recientemente mediante una nueva técnica llamada pcf (posibles
cofinalidades). Esto es ilustrativo de que la aritmética cardinal, lejos de ser
un campo cerrado y gris, ha generado nuevas ideas y abierto varias líneas de
investigación.
El origen y desarrollo de los resultados de este capítulo se remontan a los
orígenes de la teoría de conjuntos; muchos de ellos son de principios del siglo xx
y se deben en gran medida a G. Cantor, A. Tarski, F. Hausdorff y F. Bernstein.
Iniciamos con un estudio más cuidadoso de los álef, para continuar con el
concepto de suma débil. Después aparecen los números beth y los cardinales
inaccesibles, para terminar con propiedades de cubierta de conjuntos.

1. Los álef
En esta sección estudiamos varias propiedades de los álef (sumas, exponen-
ciación, fórmulas recursivas, etc.). Comencemos con sumas de álef.
Teorema 1.1. Para todo ordinal α se cumple
X
ℵξ = ℵα . (14)
ξ≤α

Demostración. Puesto que para ξ ≤ α, ℵξ ≤ ℵα y


|α| ≤ ℵα ,
entonces X
ℵξ ≤ ℵα · ℵα = ℵα ,
ξ≤α
lo que implica el teorema, pues se verifica fácilmente que
X
ℵα ≤ ℵξ .
ξ≤α

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Teorema 1.2. Si el ordinal α es sucesor, digamos α = β + 1, entonces


X
ℵξ = ℵβ . (15)
ξ<α

Por otra parte, si α es límite mayor que cero,


X
ℵξ = ℵα . (16)
ξ<α

Demostración. Sea α = β + 1. Entonces


X X
ℵξ = ℵξ = ℵβ .
ξ<α ξ≤β

Suponga que α es límite; entonces


[ X
ℵα = | sup{ℵξ : ξ < α}| = | ℵξ | ≤ ℵξ ,
ξ<α ξ<α

lo que implica 16, pues por 14


X
ℵξ ≤ ℵα .
ξ<α

En forma similar se demuestra el siguiente teorema:

Teorema
S
1.3. Sean α límite, ϕ : α −
→ OR una función creciente y λ =
ξ<α ϕ(ξ). Entonces
X
ℵϕ(ξ) = ℵλ .
ξ<α

Demostración. Ejercicio.

A continuación presentamos una serie de fórmulas de recursión para el


cálculo de potencias de álef.

Teorema 1.4 (Fórmula de recursión de Hausdorff).


ℵ ℵ
β
ℵα+1 = ℵαβ · ℵα+1 . (17)

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3. Cardinales

Demostración. Tenemos 2 casos.


Caso 1. α + 1 ≤ β. Entonces
ℵ ℵ
β
ℵα+1 = 2 ℵ β = ℵα β . (18)
Por otro lado, como
ℵα+1 ≤ ℵβ < 2ℵβ ,
también tenemos

ℵαβ · ℵα+1 = 2ℵβ · ℵα+1 ≤ 2ℵβ · 2ℵβ = 2ℵβ +ℵβ = 2ℵβ . (19)
De 18 y 19 deducimos que
ℵ ℵ ℵ ℵ
β
ℵα+1 = 2ℵβ = ℵαβ ≤ ℵαβ · ℵα+1 ≤ 2ℵβ = ℵα+1
β
,
lo que implica 17.
Caso 2. β < α + 1. En esta situación,
ℵ ℵ ℵ
ℵαβ ≤ ℵα+1
β
y ℵα+1 ≤ ℵα+1
β
, (20)
ℵ ℵ
de donde ℵαβ · ℵα+1 ≤ ℵα+1 β
.
Falta demostrar la desigualdad inversa. Para este fin considere el conjunto
ωβ
ωα+1 . Mostraremos que
ω [
β
ωα+1 ⊆ ξ ωβ . (21)
ξ<ωα+1

Esto sucede porque si ϕ es una función de ωβ < ωα+1 en ωα+1 , su rango


no es cofinal en ωα+1 pues ωα+1 es regular. Así que existe un ordinal ξ < ωα+1
que contiene todos los elementos del rango de ϕ; por lo tanto, ϕ ∈ ξ ωβ .

Como |ξ| ≤ ℵα para ξ < ωα+1 , se sigue que |ξ ωβ | ≤ ℵαβ .
Por consiguiente, de 21


ℵ ωβ [ X ℵ
β
ℵα+1 = |ωα+1 | ≤ ξ ωβ ≤ |ξ ωβ | ≤ ℵαβ · ℵα+1 .
ξ<ωα+1 ξ<ωα+1

La siguiente fórmula permite expresar la potencia de un cardinal en términos


de sumas.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Teorema 1.5 (Fórmula de recursión de Tarski). Sean α y β cardinales con α


límite, β > 0 y ξ un ordinal límite
P
tal que β < cf (ξ). Sea {αη : η < ξ} un
conjunto de cardinales tales que η<ξ αη = α y
αζ < αη para ζ < η < ξ,
αη < α para η < ξ.

Entonces X
αβ = αηβ .
η<ξ

Demostración. Note que sup{αη : η < ξ} = α, ya que si hubiese un


γ < α con αη < γ para η < ξ, entonces ξ ≤ γ y
X
αη ≤ γ · |ξ| < α.
η<ξ

Sea f ∈ αβ , entonces f (ζ) < α pues ζ < β; existen ordinales η(ζ) < ξ tales
que f (ζ) < αη(ζ) para ζ < β. Hagamos η = supζ<β η(ζ). Entonces η < ξ
porque β < cf (ξ), y de aquí f ∈ αηβ .
Se sigue que αβ ⊆ η<ξ αηβ , así que αβ ≤ η<ξ αηβ .
S P

Para la desigualdad recíproca note que ξ ≤ α. Por lo tanto,


X
αηβ ≤ αβ · |ξ| = αβ .
η<ξ

S
Corolario 1.6. Si ϕ es una función creciente de α en OR, λ = ξ<α ϕ(ξ) y
β < cf (α); entonces X ℵβ

ℵλ β = ℵϕ(ξ) .
ξ<α

Demostración. Ejercicio.
Una simple generalización de la fórmula de recursión de Hausdorff (uno
de cuyos casos particulares es la fórmula de Bernstein) es la siguiente.
Teorema 1.7 (Fórmula generalizada de Hausdorff). Para toda n < ω es
cierta la siguiente igualdad:
ℵ ℵ
β
ℵα+n = ℵαβ · ℵα+n . (22)

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3. Cardinales

Demostración. Para n = 1, la ecuación 22 es la fórmula de recursión de


Hausdorff. Ahora suponga que 22 es válida para un cierto n. Reemplazamos
α por α + n en 17, para obtener
ℵ ℵ
β
ℵα+n+1 = ℵα+n
β
· ℵα+n+1 .
Así que por la hipótesis de inducción,
ℵ ℵ ℵ
β
ℵα+n+1 = ℵαβ · ℵα+n · ℵα+n+1 = ℵαβ · ℵα+n+1 .

Si hacemos α = 0 en 22, obtenemos la fórmula de Bernstein:


Corolario 1.8 (Fórmula de Bernstein). Para n < ω se cumple

ℵn β = 2ℵβ · ℵn . (23)
Teorema 1.9. Si α ≥ β la siguiente fórmula es válida
ℵ X
β
ℵα+1 = |µ|ℵβ α ≥ β.
µ<ωα+1

Demostración. Para cada sucesión {ση : η < ωβ } de ordinales menores


que ωα+1 , existe un ordinal µ < ωα+1 tal que ση < µ para toda η < ωβ , así
que [
ωβ
ωα+1 = µωβ .
µ<ωα+1
Por lo tanto,
ℵ X
β
ℵα+1 ≤ |µ|ℵβ .
β<ωα+1
Además,
X ℵ ℵ +1 ℵ
|µ|ℵβ ≤ ℵα+1
β
· ℵα+1 = ℵα+1
β
= ℵα+1
β
.
µ<ωα+1

La siguiente fórmula extiende en cierta medida la fórmula de recursión de


Hausdorff:
Teorema 1.10. Si |γ| ≤ ℵβ , entonces
ℵ ℵ |γ|
β
ℵα+γ = ℵαβ · ℵα+γ . (24)

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Procedemos por inducción sobre γ: para γ = 0, ℵ0α = 1


y 24 es válida. Supongamos que 24 es válida para |γ| ≤ ℵβ ; entonces, con
ayuda del teorema 1.4, obtenemos
ℵ ℵ ℵ |γ|
β
ℵα+γ+1 = ℵα+γ
β
· ℵα+γ+1 = ℵαβ · ℵα+γ · ℵα+γ+1
ℵ ℵ
(25)
|γ+1| |γ+1|
= ℵαβ · ℵα+γ · ℵα+γ+1 = ℵαβ · ℵα+γ+1 .
Así que 24 es válida para γ + 1.
Si λ es límite y 24 es válida para todo γ < λ, entonces |λ| ≤ ℵβ ; por lo
tanto, X Y
ℵα+λ = ℵα+γ < ℵα+γ ;
γ<λ γ<λ
entonces
 ℵ β
ℵβ Y
ℵα+λ ≤ ℵα+γ 
γ<λ
Y ℵ
 Y ℵ |γ|

= β
ℵα+γ = ℵαβ · ℵα+γ
γ<λ γ<λ
ℵβ |λ| Y
 
|γ|
= ℵα · ℵα+γ
γ<λ
ℵ ·λ |λ|·λ
≤ ℵαβ ℵα+λ
ℵ |λ|
= ℵαβ · ℵα+λ .
Por otro lado,
ℵ |λ| ℵ ℵ ℵ
ℵαβ · ℵα+λ ≤ ℵα+λ
β β
· ℵα+λ = ℵα+λ
β
.
Lo que termina la demostración.
Corolario 1.11. Si |α| ≤ ℵβ ,

ℵαβ = 2ℵβ · ℵ|α|
α .

Demostración. En 24 sustituimos γ por α y α por 0, para obtener


ℵ ℵ
ℵαβ = ℵ0 β · ℵ|α|
α =2
ℵβ
· ℵα|α| .

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3. Cardinales

Corolario 1.12. Si ω ≤ α < ω1 y β es arbitrario,



ℵαβ = 2ℵβ · ℵℵα0 .

Demostración. Inmediata del teorema de Bernstein 1.8 y del hecho de


que |α| = ℵ0 , |α| ≤ ℵβ .

Sabemos que ℵαβ es una cardinal para cualesquier ordinales α, β. Lo que
pocas veces podemos contestar es si ℵα es una potencia de ℵβ . Los siguientes
resultados ofrecen respuestas parciales a este problema.

Teorema 1.13. Si γ < β < α y ℵα no es una potencia de ℵβ , entonces ℵα no


es una potencia de ℵγ .

Demostración. Si ℵα = ℵηγ , para η como un cardinal, se cumpliría


ℵηγ ≤ ℵηβ ≤ ℵηα = (ℵηγ )η = ℵηγ .
Por lo tanto, ℵηβ = ℵηγ = ℵα . Esto contradice la hipótesis.

Teorema 1.14. Si σ ≥ cf (α), entonces ℵα 6= µℵσ para todo cardinal µ.

Demostración. Si α es sucesor > 0, entonces cf (α) = α, así que


2ℵσ > ℵσ ≥ ℵα , por lo que µℵσ > ℵα , pues µ ≥ 2.
Si α es límite, existe una sucesión creciente {αξ : ξ < ωcf (α) } con α límite,
y
X
ℵα = ℵαξ ,
ξ<ωcf (α)

por lo que,
|ω | ℵ
ℵα < ℵα cf (α) = ℵαcf (α) ≤ ℵℵασ .
Si ocurriese ℵα = µℵσ , se cumpliría
2
ℵαℵσ = µℵσ = µℵσ = ℵα ,
lo que es una contradicción.

Corolario 1.15. Si σ ≥ cf (α), entonces ℵℵασ > ℵα .

Demostración. Ejercicio.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Del teorema 1.14 se sigue, en particular, que para ningún cardinal µ y para
ningún ordinal β ocurren las igualdades
ℵω = µ ℵ β , ℵωω = µℵβ , ℵα = µ ℵ β .
También se sigue del teorema que si ℵωn = µℵβ , entonces β sólo puede ser
0, 1, . . . , n − 1. De hecho, cf (ωn ) = ωn y entonces para β ≥ n la ecuación
ℵωn = µℵβ
no tiene lugar.
Teorema 1.16. Para que se cumpla 2ℵα = ℵβ es necesario y suficiente que β
sea el menor ordinal ξ con la propiedad ℵℵξ α < ℵℵξ+1
α
.

Demostración. Supongamos que 2ℵα = ℵβ ; entonces


ℵα
ℵβℵα = (2ℵα )ℵα = 2ℵα = ℵβ < ℵβ+1 ≤ ℵβ+1 ;
si γ < β, se cumple que
ℵα
2ℵα ≤ ℵℵγ α ≤ ℵγ+1 ≤ ℵβℵα = 2ℵα ,
y
ℵℵγ α = ℵℵγ+1
α
.
ℵα
Ahora supongamos que β es el menor ordinal ξ con ℵξ < ℵξ+1 , así que
2 ℵα ℵ
≮ ℵβ pues en otro caso se tendría 2 = ℵγ para algún γ < β, por lo que
α

ℵα
ℵγℵα = (2ℵα )ℵα = 2ℵα = ℵγ < ℵγ+1 ,
una contradicción.
Por lo tanto, si 2 < ℵβ ≤ 2ℵα , obtenemos
(2ℵα )ℵα = 2ℵα ≤ ℵℵβα < ℵβ+1
ℵα
,
y
ℵβ+1 > 2ℵα
por lo que 2ℵα = ℵβ .

Teorema 1.17. Para que se cumpla 2ℵα = ℵβ es necesario y suficiente que β


sea el menor ordinal ξ con ℵℵξ α = ℵξ .

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3. Cardinales

Demostración. Si 2ℵα = ℵβ ,
ℵℵβα = (2ℵα )ℵα = 2ℵα = ℵβ .
Si γ < β, entonces
ℵγ < 2ℵα ≤ ℵℵγ α .

Por otra parte, si β es el menor ordinal ξ con ℵℵξ α = ℵξ , no ocurre 2ℵα < ℵβ ,
pues si así fuera tendríamos 2ℵα = ℵγ , γ < β y ℵℵγ α = ℵγ (por el teorema 1.16),
una contradicción. Entonces, si 2 < ℵβ ≤ 2ℵα ,
2ℵα ≤ ℵℵβα = ℵβ ≤ (2ℵα )ℵα = 2ℵα .

Por consiguiente, ℵβ = 2ℵα .


ℵ P ℵ
Teorema 1.18. Sea α un ordinal límite. Si β < cf (α), ℵαβ = ξ<α ℵξ β .

Demostración. Sea Eξ el conjunto de todas las ωβ -sucesiones en ωξ .


Entonces

|Eξ | = ℵξ β . (1)

Claramente
[
Eα ⊆ Eξ , (2)
ξ<α

y sea hση : η < ωβ i una sucesión en Eα . La condición β < cf (α) = cf (ωα )


implica que existe un ordinal ωξ que satisface
ωξ < ωα , ση < ωξ para η < ωβ .
Así que la sucesión hση : η < ωβ i pertenece a Eξ (ξ < α). De (1) y (2)
concluimos
ℵ X ℵ
ℵα β ≤ ℵξ β . (3)
ξ<α

La desigualdad inversa es evidente:


X ℵ ℵ ℵ ℵ
ℵξ β ≤ ℵαβ · |α| ≤ ℵαβ · ℵα = ℵαβ . (4)
ξ<α

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

De (3) y (4)
ℵ X ℵ
ℵα β = ℵξ β .
ξ<α

2. Sumas débiles

En lo sucesivo utilizaremos las letras ρ, κ, λ, µ, η, β y σ para representar


cardinales.

Definición 2.1. Si µ, η y ρ son cardinales, definimos


η Def X
µ^ = µρ .
ρ<η

La suma se efectúa sólo sobre los cardinales ρ menores que η, no sobre


todos los ordinales, así que el resultado es un cardinal.
A continuación presentamos una serie de resultados que destacan las
principales propiedades de las sumas débiles.

Lema 2.2.
µ η µ P
(a) Si µ ≤ η, κ^ ≤ κ^ = κ^ + µ≤ξ<η κξ .
λ λ
(b) Si µ ≤ η, µ^ ≤ η^ .
η
(c) Si η ≥ 2, µ^ ≥ µ.
λ
(d) Si µ ≥ 2, µ^ ≥ λ.

Demostración. (a), (b) y (c) son consecuencias obvias de la definición


de suma débil.
(d) El resultado es trivialmente cierto si λ ≤ ℵ0 , por lo que nos concen-
tramos en el caso:
λ = ℵβ , con β 6= 0.

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3. Cardinales

De acuerdo con la definición (además β ≤ ℵβ ),


λ ℵβ X
µ^ = µ ^ ≥ µ ℵξ
ξ<β
X
ℵξ
≥ 2
ξ<β
X
≥ ℵξ+1
ξ<β
= ℵβ .

Teorema 2.3.
0 1
µ^ = 0, µ^ = 1.
η
Si η ≥ 2, entonces µ^ ≥ µ. Además, si µ ≥ ℵ0 y 2 ≤ η ≤ ℵ0 , entonces
η
µ^ = µ.
Demostración. La primera parte es trivial. Probaremos la última afir-
mación: si η es finito, el resultado es inmediato pues µη = µ. Si η = ℵ0 ,
entonces η X
µ^ = µn ≤ ℵ0 · µ = µ.
n<ℵ0

Teorema 2.4. Supongamos que κ ≥ 2 y que λ ≥ ℵ0 . Entonces


λ
(a) κ^ ≥ λ.
λ P
(b) κ^ = ρ para toda ρ < λ.
ρ0 ≤ρ<λ κ

Demostración.
λ λ
(a) Para todo ρ < λ, se cumple κ^ ≥ κρ ≥ 2ρ > ρ, por lo que κ^ ≥ λ.
(b) Sea ρ0 < λ. Entonces
λ X X X
κ^ = κρ = κρ + κρ .
ρ<λ ρ<ρ0 ρ0 ≤ρ<λ

Como κβ ≤ κρ0 , para toda β < ρ0 ,


X
κρ = ρ · sup{κρ : ρ < ρ0 } ≤ κρ0 .
ρ<ρ0

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Con esto logramos establecer que


λ X X X
κ^ = κρ + κρ = κρ .
ρ<ρ0 ρ0 ≤ρ<λ ρ0 ≤ρ<λ
Con lo que termina la demostración.
η+
Teorema 2.5. Si µ ≥ 2, µ ^ = µη . Si además cf (η) < η, entonces
η+
µ ^ = µη = µ.
Demostración. Para ρ ≤ η, µρ ≤ µη implica que
η+
µ ^ ≤ µη · η+ = µη .
η
Para probar la segunda afirmación note que como µ^ = µ, µρ = µ para todo
ρ < η. Si µη > µ, η sería el menor ordinal con esta propiedad, por lo que,
de acuerdo con la definición de la función ς (Definición 2.12 posterior) y con
el lema 2.13(b), se tendría cf (η) = η, que es una contradicción. Entonces
η η+
µη = µ = µ^ = µ ^ .
λ
Teorema 2.6. Si λ > cf (µ), entonces µ^ > µ.
Demostración. Sabemos que λ > cf (µ) y que
λ X
µ^ = µρ . (26)
ρ<λ
Tenemos dos casos:
Caso 1. λ > µ. Aquí aparece como sumando en 26 µµ = 2µ > µ.
Caso 2. λS≤ µ. Existe una sucesión hβξ : ξ < cf (µ)i de cardinales con
βξ < µ y ξ<cf (µ) βξ = µ. Entonces en 26 aparece como sumando µµ , pues
sup{βξ : ξ < cf (µ), cf (µ) < λ} es µ.
El siguiente resultado proporciona alguna información sobre las potencias
de cardinales incluyendo una descomposición.
Proposición 2.7.
P
(a) Si 0 < λ < cf (µ), entonces µλ = µ o µλ = κ<µ κλ .
P
(b) Si µ ≥ ℵ0 , entonces µλ = µ · κ<µ κλ para λ ≤ µ.
Demostración.

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3. Cardinales

(a) Si µλ 6= µ, entonces µλ > µ, además µλ ≥ κλ para toda κ < µ, por lo


que
X
κλ ≤ µλ · µ = µλ .
κ<µ
P
Ahora debemos probar la otra desigualdad: µλ ≤ κ<µ κλ . Necesitamos
P
una función inyectiva f : µλ − → κ<µ κλ . Pero esto es muy sencillo:
simplemente note que si f es una función de λ en µ, entonces tenemos una
función de λ en κ para alguna κ < µ, pues λ < cf (µ). El lector puede
llenar los detalles sin dificultad.
(b)
X
µ· κλ ≤ µ · µ · sup{κλ : κ < µ} ≤ µ · µ · µλ = µλ .
κ<µ
P
Para la otra desigualdad µλ ≤ µ · κ<µ κλ , note que si f es una función
de λ en µ, se puede ver como una función en un κ, con κ < µ, o bien sobre
µ. Resta observar que µ · λ = µ.

Definición 2.8. Un cardinal µ es límite fuerte si para todo λ < µ se cumple


2λ < µ.

Teorema 2.9. Sea α un cardinal infinito. Entonces,


α α
(a) α = α^ si y sólo si α = 2^ y α es un cardinal regular.
α α
(b) α = 2^ si y sólo si α = α^ o α es un cardinal límite fuerte.
Por lo tanto, existen cardinales α de cofinalidad arbitrariamente grande con
α
la propiedad α = 2^ .

Demostración.
α α α α
(a) Sea α^ = α. Entonces α ≤ 2^ ≤ α^ = α, por lo que α = 2^ .
Además, α ≤ cf (α) (pues recordemos que α < αcf (α) ), ya que α > cf (α)
α
implicaría α^ > α. En resumen, α es un cardinal regular.
α
Recíprocamente, si α = 2^ y α es regular, entonces
α  α α α
α ^ ≤ 2^ ^ = 2^ = α.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

α
(b) Si α = α^ o α es un cardinal regular límite fuerte, resulta claro que
α α α
α = 2^ . Recíprocamente, sea α = 2^ . Si α es regular, entonces α = α^
por el inciso (a). Supongamos que α es singular y probemos que α es un
cardinal límite fuerte. Si no fuera éste el caso, existiría un cardinal β tal
que cf (α) ≤ β < α y α ≤ 2β . Entonces 2β = α y
 β
α < αcf (α) ≤ αβ = 2β = 2β = α.

Nuestro próximo resultado relaciona las sumas débiles con una propiedad
de grandes cardinales (véase el Lema 7.9.10):

Teorema 2.10. Si µ 6= 2, entonces las siguientes aseveraciones son equiva-


lentes:
µ
(i) 2^ = µ.
(ii) No existe λ para la que λ < µ < 2λ .
Cada una de las condiciones (i) y (ii) tiene como consecuencia que:
λ
(iii) Las fórmulas λ > cf (µ) y µ^ > µ son equivalentes para cada λ.

Demostración. Podemos suponer que µ ≥ ℵ0 , pues de otra forma la


demostración sería trivial. La equivalencia de (i) y (ii) se deduce fácilmente de
µ
la definición de 2^ :
P
⇒ ) Supongamos que µ = κ<µ 2κ . Si existiera λ con λ < µ < 2λ ,
µ µ
entonces 2λ aparecería como sumando en 2^ y tendríamos
P
2^ P
> µ.
λ
⇐ ) Si 2 ≤ µ para toda λ < µ, entonces λ<µ 2 ≤ λ
λ<µ µ =
µ · µ = µ. Para λ
la otra desigualdad, como 2 > λ, para toda λ, entonces
P λ ≥P
λ<µ 2 λ<µ λ = µ · µ = µ.
λ
Ahora supongamos que (i) es cierto y probemos (iii). Note que µ^ ≤ µ para
cada λ ≤ cf (µ). Esto se deduce de la proposición 2.7 para λ < cf (µ), y si
λ = cf (µ), observe que si κ < cf (µ) ocurre que µκ ⊆ κ × η ⊆ µ × µ, para
cierto η < µ; por lo tanto, µκ ≤ µ y como
cf (µ) X
µ ^ = µκ
κ<cf (µ)

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3. Cardinales

λ λ
entonces µ^ ≤ µ, y por contrapositiva tenemos que si µ^ > µ, entonces
λ > cf (µ).
Al igual que obtuvimos la implicación inversa de 2.6, probemos que son
λ
equivalentes las fórmulas λ > cf (µ) y µ^ > µ, para cada λ. Queremos
mostrar que en presencia de (i) (o de (ii)) se cumple
λ
λ > cf (µ) ⇔ µ^ > µ.
µ
Supongamos que 2^ = µ. El cardinal µ no puede ser finito, pues no se
cumpliría (i). Entonces µ ≥ ℵ0 . Por el ejercicio 12, se tiene que
µ λ µ
(2^ )^ = 2^ = µ si λ ≤ cf (µ).
En este caso µ λ µ
λ
µ^ ≤ (2^ )^ = 2^ = µ.
λ
Lo que hemos probado es que si λ ≤ cf (µ), entonces µ^ ≤ µ.
λ
Falta demostrar que si µ^ ≤ µ, entonces λ ≤ cf (µ). Pero notemos que si
λ
λ > cf (µ), siempre µ^ > µ, pues sabemos que µ < µcf (µ) y µ < µλ para
todo λ ≥ cf (µ). Construimos la contrapositiva
λ
µ^ ≤ µ implica λ ≤ cf (µ),
lo que se quería demostrar.
Continuamos con las propiedades de las sumas débiles.
 α cf (α) α
Lema 2.11. Si α ≥ ℵ0 y κ ≥ 2, entonces κ^ ^ = κ^ .
Demostración. Es suficiente probar que
 α β α
κ^ = κ^ , para β < cf (α),
porque entonces,
 α cf (α) X  α β
κ^ ^ = κ^
β<cf (α)
X α
= κ^
β<cf (α)
α α
= κ^ · cf (α) = κ^ ,

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

α
pues α ≤ κ^ .
 α β
Sean β < cf (α) y f ∈ κ^ . En consecuencia,
α X
f (ζ) ∈ κ^ = κγ
γ<α

para ζ < β, y de aquí que exista un γ(ζ) < α tal que f (ζ) ∈ κγ(ζ) para
ζ < β. Sea γ = supζ<β γ(ζ). Entonces γ < α, ya que β < cf (α) y tenemos
f (ζ) ∈ κγ(ζ) ⊆ κγ . Por lo tanto,
 α β X β X α
κ^ ≤ κγ = κγ = κ^ ,
γ<α γ<α

como se requiere, pues la otra desigualdad es inmediata.


Los argumentos usados en la demostración del lema 2.11 pueden ser de
gran utilidad para los lectores que se encuentren resolviendo los problemas del
fin de este capítulo.
Del lema se sigue que si κ es un cardinal infinito regular, entonces
 κ κ κ κ
2^ ^ = 2^ = κ^ .
κ  κ κ κ κ
pues κ^ ≤ 2^ ^ = 2^ ≤ κ^ .
La siguiente definición introduce una función ordinal de utilidad más
adelante.
Definición 2.12. Sea ς(α) el más pequeño de los ordinales η tales que ℵα <

ℵα η .
Las principales propiedades de la función ς se describen a continuación:
Lema 2.13.
(a) ς(α) ≤ cf (α).
(b) cf (ς(α)) = ς(α).
(c) Las siguientes condiciones son equivalentes:
(1) β < ς(α);

(2) ℵα = ℵαβ ;
(3) existe κ tal que ℵα = κℵβ .
Demostración.

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3. Cardinales

P
(a) Recuerde el teorema de König y la igualdad ℵα = ξ<ωcf (α) µξ , para
0 < µξ < ℵα . Como µξ < ℵα , para cada ξ < ωcf (α) se cumple
X Y ω
ℵα = µξ < < ωcf (α) ℵα = ℵα cf (α) .
ξ<ωcf (α) ξ

(b) Expresamos ℵς(α) como una suma:


X
ℵς(α) = µξ , (1)
ξ<ωcf (ς(α)

donde 0 < µξ < ℵς(α) para ξ < ωcf (ς(α) .


De (1) concluimos
P
ℵ ξ<cf (ς(α))
µξ Y µ
ℵας(α) = ℵα = ℵα ξ (2)
ξ<cf (ς(α))
µ
Por la definición de ς(α) deducimos ℵα ξ = ℵα , para ξ < ωcf (ς(α)) , por
lo que de (2)
ℵ ℵ
ℵας(α) = ℵαcf (ς(α)) . (3)
El resultado en (3) nos dice algo importante: por la definición ς(α)
podemos concluir

ℵα < ℵας(α) = ℵαcf (ς(α)) .

Entonces ℵα < ℵαcf (ς(α)) , así que cf (ς(α)) ≥ ς(α). La otra desigualdad
ς(α) ≤ cf (ς(α)) siempre ocurre, por lo que cf (ς(α)) = ς(α).
(c) Las condiciones (1) y (2) son equivalentes por definición de ς(α). La
equivalencia de (2) y (3) se obtiene de la fórmula (κβ )β = κβ .

3. Los números beth


Estrechamente relacionados con los cardinales límite fuerte están los números
beth que definimos a continuación. Entre las varias aplicaciones de los números
beth se encuentran el cálculo de la cardinalidad de algunos niveles de las
jerarquías de von Neumann, Gödel y Jensen, así como el cálculo de ciertas
cardinalidades de familias de conjuntos. Ambas aplicaciones se presentan en
capítulos posteriores.
Definición 3.1. Los números beth se definen recursivamente como sigue:

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(i) i0 = ω = ℵ0 .
(ii) Si ξ es un ordinal, entonces
iξ+1 = 2iξ .
(iii) Si ξ es un ordinal límite (mayor que cero), entonces
X
iξ = iη .
η<ξ

Ahora presentamos las primeras propiedades de los números beth. Note


que todo número beth es un cardinal.
Lema 3.2.
(a) ξ ≤ iξ , para todo ordinal ξ.
i
(b) Si α ≤ β, entonces iα β = iβ+1 .

(c) Si α + 1 > β, iα+1 = iα+1 .
Demostración.
(a) Por inducción sobre ξ: 0 ≤ ω = i0 . Para ξ límite suponemos β ≤ iβ ,
para todo ordinal β < ξ; entonces
X [
iξ = iβ ≥ β = ξ.
β<ξ β<ξ

Para ξ = α + 1, iξ = iα+1 = 2iα . Como por hipótesis de inducción


α ≤ iα < 2iα , se concluye que α + 1 ≤ 2iα = iξ , lo que termina la
demostración de (a).
(b)
 iβ
i
iβ+1 = 2iβ ≤ iα β ≤ 2iα = 2iβ = iβ+1 .
(c)
i
β
iα+1 = 2iα iβ = 2iα = 2iα+1 .

Dada la definición de los números beth, es natural suponer que no son


menores que los respectivos álef:
Teorema 3.3. Para todo ordinal α se cumple
ℵα ≤ iα . (1)

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3. Cardinales

Demostración. Procedemos por inducción. Por definición, ℵ0 = i0 .


Supongamos que (1) es válida para todo ordinal β < α. Si α = γ + 1, entonces
ℵα = ℵγ+1 ≤ 2ℵγ ≤ 2iγ = iγ+1 = iα .
Si α es límite, por definición de ℵα e hipótesis de inducción logramos la
desigualdad deseada:
[ X
ℵα = ℵγ ≤ iγ = iα .
γ<α γ<α

Como los números beth son cardinales, para todo ordinal α existe un ordinal
π(α) tal que
iα = ℵπ(α) .
Note que π : OR −→ OR es un término clase. La siguiente propiedad es
obvia:
Lema 3.4. Si α < β entonces π(α) < π(β).
Teorema 3.5. La función π es continua. En consecuencia es normal.
S
Demostración. Sea α límite y λ = ξ<α π(ξ). Entonces
1.3 X X
ℵλ = ℵπ(ξ) = iξ = iα .
ξ<α ξ<α
Por lo tanto, λ = π(α).
Corolario 3.6. Si el ordinal α no es límite, entonces cf (α) ≤ π(α).
Demostración. Si cf (α) = δ y ϕ es una función creciente de ωδ en OR
tal que [
α= ϕ(ξ),
ξ<ωδ
entonces [ [
π(α) = π(ϕ(ξ)) = ψ(ξ),
ξ<ωδ ξ<ωδ
donde ψ = π ◦ ϕ es creciente. Por consiguiente, π(α) ≥ ωδ ≥ δ.
Teorema 3.7. Si π(γ + 1) no es un ordinal límite, π(γ + 1) > γ; si π(γ + 1)
es límite, cf (π(γ + 1)) > γ.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. La primera parte es obvia ya que π es creciente. Supon-


gamos que π(γ + 1) es límite y que δ = cf (π(γ + 1)). Si fuera cierto que
δ ≤ γ, entonces (por el Corolario 1.15)
γ ℵ
ℵπ(γ+1) < ℵπ(γ+1)
sería también cierto, es decir,

γ
iγ+1 < iγ+1 = 2iγ ·ℵγ = 2iγ = iγ+1 ,
lo que es imposible, y en consecuencia δ > γ.

El siguiente teorema (y su corolario) proporciona una estimación de la


potencia de los números beth.

Teorema 3.8. Si α > 0 es límite


(
ℵ iα , si β < cf (α)
iαβ = (27)
iα+1 , si cf (α) ≤ β ≤ π(α).

Demostración. Supongamos que β < cf (α). Claramente es suficiente



mostrar que iαβ ≤ ℵα . Pero
ℵ X ℵ X ℵ
β
ℵπ(α) = β
ℵπ(ξ) ≤ β
ℵπ(ξ+1) .
ξ<α ξ<α

La última suma se puede descomponer en dos partes, Σ0 y Σ00 ; en la primera


suma, ξ es tal que π(ξ + 1) ≤ β y, en la segunda, es tal que β < π(ξ + 1).

Puesto que ℵαβ = 2ℵβ si α ≤ β, se sigue que la suma Σ0 es igual a 2ℵβ ; y
como ℵβ ≤ iβ < icf (α) ≤ iα , tenemos
Σ0 ≤ |β| · iα ≤ iβ · iα = iα ;

La segunda suma es igual a iξ+1
β
= 2iξ ·ℵβ ≤ 2iξ ·iξ+1 = iξ+2 , pues
ℵβ < ℵπ(ξ+1) = iξ+1 . Así que
X
Σ00 ≤ iξ+2 ≤ iα |α| = iα .
ξ<α

Se sigue que

iαβ ≤ iα + iα = iα .

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3. Cardinales

Ahora supongamos que ϕ es una función creciente de ωcf (α) = γ en OR,


con α igual al supremo de los valores de ϕ y con cf (α) ≤ β ≤ π(α). Entonces
ℵ 2
iαβ ≤ iαℵπ (α) = iiα α ≤ 2iα = iα+1 .

Por otra parte,


P
[ ℵπ(ϕ(ξ)) ]
iα+1 = 2iα = 2ℵπ(α) = 2 ξ<γ ,

y
Y Y
2ℵπ(ϕ(ξ)) = iϕ(ξ+1) ≤
ξ<γ ξ<γ

≤ iα|γ| = iαcf (α)

≤ iαβ ,

lo que demuestra el teorema.

Un resultado inmediato del teorema 3.8 es el siguiente corolario:

Corolario 3.9. Si α es un ordinal límite, entonces



iα ,

 si π(β) < cf (α)
i
iα β = iα+1 , si cf (α) ≤ π(β) ≤ π(α) (28)


i ,
β+1 si β ≤ α.

Note que si se conociera a la función π con mayor precisión, podríamos


mejorar la estimación de las potencias de los números beth.
Una conjetura natural es que cf (iξ ) = cf (ξ), como ocurre con los álef;
esto es cierto para ξ límite:

Teorema 3.10. Si ξ es límite, entonces cf (iξ ) = cf (ξ).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

P
Demostración. Como iξ = η<ξ iη , tenemos cf (iξ ) ≤ cf (ξ) (¿por
qué?). Si β < cf (ξ) entonces, de la fórmula de recursión de Tarski 1.5:
ℵ X ℵ X ℵ
iξ β = iη β = β
iη+1 =
η<ξ η<ξ
X ℵβ
= 2iη =
η<ξ
X  ℵβ X
= 2iη = 2iη =
β≤η<ξ β≤η<ξ
X
= iη+1 .
β≤η<ξ

Por el teorema 3.8, iξ β = iξ lo que indica que β ≤ cf (iξ ) para toda
β < cf (ξ); en consecuencia, cf (ξ) ≤ cf (iξ ).

4. HGC
Si aceptamos la HGC , muchos de los resultados anteriores se simplifican de
manera considerable. Por ejemplo, podemos estimar con exactitud el valor de la
función π y, en consecuencia, describir con mayor precisión el comportamiento
de ciertas potencias de los números beth.
Teorema 4.1 (HGC ).
(a) π(α) = α, para todo ordinal α.
(b) Si α es límite, entonces
(
i iα , para β < cf (α)
iα β = (29)
iα+1 , para cf (α) ≤ β ≤ α.
Demostración.
(a) Es evidente que π(0) = 0. Si π(α) = α, entonces ℵπ(α+1) = iα+1 por
definición y iα+1 = 2iα = 2ℵπ(α) = 2ℵα . Por consiguiente (con la HGC ),
ℵπ(α+1) = ℵα+1 , lo que implica que π(α + 1) = α + 1. Finalmente, si λ
es límite y si π(α) = α para todo α < λ, entonces
X X
ℵπ(λ) = ℵπ(ξ) = ℵξ = ℵλ ,
ξ<λ ξ<λ
y así π(λ) = λ.

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3. Cardinales

(b) Es una consecuencia de (a) y del teorema 3.8.

El siguiente teorema describe una operación similar a la de la suma débil,


pero para números beth, así como sus principales propiedades.
Teorema 4.2 (HGC ). Si
X i
Sα,β = iα ξ ,
ξ<β
entonces,
(i) Sα,δ+1 = iαiδ .
(ii) Sγ+1,β = iγ+1 si β < γ + 1 y β es límite.
(iii) Sγ+1,β = iβ si β > γ + 1 y β es límite.
(iv) Sα,β = iα si α y β son límites y β < cf (α).
(v) Sα,β = iα+1 si α y β son límites y cf (α) < β ≤ α.
(vi) Sα,β = iβ si α y β son límites y β > α.
Demostración.
(i) Como |δ| ≤ iδ , tenemos que
X i
iαiδ ≤ iα ξ ≤ iiα δ · |δ| = iiα δ .
ξ<δ+1

(ii) Por definición


X X
Sγ+1,β = 2iγ ·iξ = 2iγ
ξ<β ξ<β
X
= iγ+1
ξ<β
= |β| · iγ+1 = iγ+1 .
(iii) De manera similar tenemos
X
Sγ+1,β = iγ+1 + iξ+1 = iβ .
γ+1<ξ<β

(iv)
X i X
Sα,β = iα ξ = iα = iα · |β| = iα .
ξ<β ξ<β

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(v) En forma análoga,


X i
Sα,β = iα + iα ξ
cf (α)≤ξ<β
= iα + |β − cf (α) · iα+1 |
= iα+1 .
(vi) De la fórmula elemental (recuerde que κµ = 2µ si κ ≤ µ),
i
iα ξ = iξ+1 ;
para α < ξ, se sigue que
X i X
Sα,β ≥ iα ξ = iξ+1 = iβ .
α≤ξ<β α≤ξ<β
Por otra parte, es claro que
X i X i X i
iα ξ ≤ iα ξ + iα ξ
ξ<β ξ<α α≤ξ<β
X
≤ |α| · iα+1 + |β| · iξ+1
ξ<β
≤ iβ .
La HGC sólo se utilizó en los incisos (iv) y (v).

5. Cardinales inaccesibles
En esta sección estudiamos las primeras propiedades de grandes cardinales,
es decir, propiedades que involucran a ciertos cardinales cuya existencia no se
puede demostrar en ZFE . La demostración de este hecho se efectúa en un
volumen posterior.
Definición 5.1.
(1) El cardinal µ es débilmente inaccesible si µ 6= 0 y si satisface:
[B1] Si X es un conjunto arbitrario de cardinalidad < µ y cada
elemento x ∈ X está asociado a un cardinal ηx < µ, entonces
X
ηx < µ.
x∈X
[B2] Si η < µ, existe un cardinal ρ tal que η < ρ < µ. Es decir, µ
es un cardinal límite regular.

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3. Cardinales

(2) El cardinal µ es (fuertemente) inaccesible si µ 6= 0 y si satisface [B1], así


como la siguiente condición:
[B3] Si η < µ y ρ < µ, entonces ηρ < µ.
Note que para satisfacer [B3], µ no puede ser finito mayor que 2. Por lo
tanto, un cardinal es inaccesible si es límite fuerte y regular. Ahora presentamos
una serie de resultados que desarrollan las propiedades de los cardinales recién
definidos. El primero de ellos es trivial:
Lema 5.2. El cardinal µ satisface [B2] si y sólo si µ = 0 o µ es límite.
Lema 5.3. Si el cardinal µ satisface la condición [B4] siguiente, también
satisface [B2]. Si µ 6= 2, entonces [B3] y [B4] son equivalentes, donde:
[B4] Si ρ < µ, entonces 2ρ < µ.
Demostración. Es inmediato que si µ satisface [B4] también satisface
[B2]. Probemos la segunda afirmación, para lo cual consideramos un cardinal
µ 6= 2. Si µ satisface [B3] o [B4] entonces µ = 0, 1 o µ es infinito.
Supongamos que µ satisface [B4] (o [B2]). Si µ = 0, satisface claramente
[B3]. Si µ es infinito, deducimos [B3] de [B4] en la siguiente forma: sea
η < µ y ρ < µ; como ηρ < µ, teniendo en cuenta [B4] concluimos que
2ηρ < µ; por otro lado, ηρ ≤ (2η )ρ = 2ηρ y se concluye ηρ < µ.
Finalmente, [B4] es un caso particular de [B3].
Un resultado inmediato es:
Teorema 5.4. Para que µ 6= 2 (respectivamente infinito) sea inaccesible, es
necesario y suficiente que µ 6= 0 satisfaga [B1] y [B4].
Teorema 5.5. El cardinal µ es inaccesible si y sólo si µ 6= 0 y si satisface la
siguiente condición:
[B5] Si X es un conjunto de cardinalidad < µ y cada elemento x ∈ X está
asociado a un cardinal ηx < µ, entonces
Y
ηx < µ.
x∈X

Demostración. Sea µ inaccesible. Supongamos que a cada elemento x


de un conjunto X de cardinalidad |X| = ρ < µ se asocia un cardinal ηx < µ.
Por [B1], X
ηx < µ
x∈X

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

y por [B3], !ρ
X
ηx < µ.
x∈X
Por otro lado, !ρ
Y X
ηx ≤ ηx ,
x∈X x∈X
Q
entonces concluimos que x∈X ηx < µ y µ satisface [B5].
Recíprocamente, supongamos que µ 6= 0 satisface [B5]. La condición
[B3] es un caso particular de [B5] por la desigualdad de König,
X Y
ηx < ηx .
x∈X x∈X
(Excluyendo los casos en que ηx = 1 para toda x ∈ X, o ηx = 0 para alguna
x ∈ X, que se resuelven en forma trivial.) Por lo tanto, µ 6= 0 y satisface [B1]
y [B3].
Ahora caracterizamos a los cardinales inaccesibles, para lo que necesitamos
dos resultados auxiliares.
Lema 5.6. Si el cardinal infinito µ satisface [B1], entonces para todo ρ 6= 0
X
µρ = µ · ηρ .
η<µ

Demostración. En general es válido que


X
µ· ηρ ≤ µ · µρ · µ,
η<µ
de donde
X
µ· ηρ ≤ µρ . (1)
η<µ
Para probar la desigualdad inversa:
X
µρ ≤ µ · ηρ , (2)
η<µ
debemos distinguir tres casos: ρ < ℵ0 , ℵ0 ≤ ρ < µ o ρ ≥ µ.
Caso 1. Si ρ es finito, (2) es claramente cierto pues µρ = µ.
Caso 2. Si ρ es infinito menor que µ, digamos µ = ℵα y ρ = ℵγ , entonces
como µ es regular, γ < cf (α) = α.

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3. Cardinales

Si α es límite:
ℵ X ℵ X
µ ρ = ℵα γ ≤ ℵξ γ ≤ ηρ ,
ξ<α ℵ0 ≤η<µ

de donde se obtiene (2).


Si α = β + 1, usamos la fórmula de recursión de Hausdorff para
obtener:
ℵ ℵ
µρ = ℵβ+1
γ
= ℵβγ · ℵβ+1 = µ · ℵρβ ,
de lo cual se obtiene (2).
Caso 3. Si ρ ≥ µ, es bien conocido que µρ = 2ρ , de donde se sigue la
desigualdad (2).
De las desigualdades (1) y (2) obtenemos el resultado deseado.
A continuación presentamos una caracterización de la regularidad.
Lema 5.7. Todo cardinal µ que satisface:
[B6] Si 0 < ρ < µ, entonces µρ = µ,
también satisface [B1].
Demostración. Supongamos que µ satisface [B6]. Sea X un conjunto
arbitrario de cardinalidad |X| = ρ < µ, y a cada elemento x ∈ X se asocia un
cardinal ηx < µ. Hagamos µx = µ para x ∈ X. Ya que ηx < µx , se sigue que
X Y
ηx < µx = µρ
x∈X x∈X
y teniendo en cuenta [B6] X
ηx < µ,
x∈X
por lo que µ satisface [B1].
Supongamos ahora HGC y consideremos un cardinal µ que satisfaga [B1].
Si µ es finito, entonces µ debe ser 0,1 o 2; cada uno de estos números satisface
la condición [B6].
Supongamos entonces que µ es infinito y 0 < ρ < µ. Por el lema 5.6
ocurre que
X X X
µρ = µ · ηρ ≤ µ · (2η )ρ = µ · 2η·ρ . (1)
η<µ η<µ η<µ

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Si η < µ y ρ < µ, entonces ηρ < µ y de la HGC es fácil concluir que


µρ ≤ µ · µ · µ ≤ µ.
Puesto que µ ≤ µρ es obvio, concluimos que µρ = µ, es decir, se satisface
[B6]. Por consiguiente, en presencia de HGC las condiciones [B1] y [B6] son
equivalentes. Pero podemos probar que esto es equivalente a HGC .
Deducimos HGC de la afirmación:
(2) Todo cardinal que satisface [B1] debe satisfacer [B6].
Para este fin, consideremos un ordinal arbitrario α. Dado que ωα+1 es
regular, µ = ℵα+1 satisface [B1]. Por la hipótesis (2), ℵα+1 satisface la
condición [B6]; para ρ = ℵα obtenemos
ℵℵα+1
α
= ℵα+1 .
Sabemos (Teorema 2.16.11) que esta fórmula es equivalente a 2ℵα = ℵα+1 ,
lo que demuestra la HGC .
Teorema 5.8. El cardinal µ es inaccesible si y sólo si µ 6= 0 y satisface las
condiciones [B3] y [B6].
Demostración. Si el cardinal µ es inaccesible, satisface las condiciones
[B1] y [B3] por definición. Entonces µ es igual a 2 o infinito. El cardinal
µ = 2 satisface la condición [B6]. Si µ es infinito, se obtiene, del lema 5.6, la
fórmula: X
µρ = µ · ηρ .
η<µ
Para cada ρ > 0, si ρ < µ, llegamos, con ayuda de [B3], a
µρ ≤ µ · µ · µ = µ,
y además µρ = µ. El cardinal satisface otra vez [B6].
Si µ 6= 0 satisface [B3] y [B6], obtenemos directamente del lema 5.7 que
µ es inaccesible.
Introducimos otra condición para inaccesibilidad.
Teorema 5.9. Para que el cardinal µ 6= 2 (respectivamente infinito) sea
inaccesible, es necesario y suficiente que µ 6= 0 y que satisfaga tanto [B4]
como [B6].
Se puede sustituir [B4] por la siguiente afirmación:
[B7]: No existe cardinal ρ para el que 2ρ = µ.

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3. Cardinales

Demostración. Todo cardinal inaccesible 6= 2 satisface [B4] y [B6]. De


[B4] se desprende de inmediato [B7] (por la desigualdad ρ < 2ρ ).
Ahora supongamos que el cardinal µ 6= 0 satisface [B6] y [B7]. Del lema
5.7, µ satisface también la condición [B1].
De [B7] se obtiene inmediatamente que µ > 2. Si ρ < µ, entonces
2ρ ≤ µρ y, por lo tanto, 2ρ ≤ µ de acuerdo con [B6]. Por [B7] 2ρ 6= µ,
entonces 2ρ < µρ y, en consecuencia, 2ρ < µ por [B6] y µ es inaccesible.

Enunciamos una condición más para la inaccesibilidad.


Teorema 5.10. Para que un cardinal µ 6= 2 (respectivamente infinito) sea
inaccesible es necesario y suficiente que µ 6= 0 y que satisfaga la condición
[B4] y la siguiente condición:
[B8] Si ρ 6= 0, entonces µρ = µ · 2ρ .
Demostración. Según el teorema 5.9, todo cardinal inaccesible µ satis-
face [B4] y [B6]. Si 0 < ρ < µ, obtenemos 2ρ < µ = µρ y, por lo tanto,
(1) µρ = µ · 2ρ .
Pero si ρ ≥ µ, es conocido que µ ≤ µρ = 2ρ , de donde se obtiene otra
vez (1). Así que la fórmula (1) es cierta para todo ρ 6= 0; µ satisface entonces
la condición [B8].
Supongamos la afirmación recíproca, el cardinal µ 6= 0 satisface [B4] y
[B8]. Para cada número cardinal ρ, 0 < ρ < µ, tenemos 2ρ < µ y ocurre (1);
es claro que µ es infinito, así que µρ = µ. Por consiguiente, µ satisface la
condición [B6]. En vista del teorema 5.9, µ resulta ser inaccesible.
Para finalizar esta sección, queremos hacer notar que un cardinal ℵα regular
y límite debe satisfacer [
ℵα = ℵαβ = ℵα .
β<α
Como ℵα es regular α ≥ ℵα y siempre ocurre α ≤ ℵα .

6. Cubiertas de conjuntos
En esta sección estudiamos varias propiedades combinatorias de conjuntos
y subconjuntos asociadas con la posibilidad de cubrir un conjunto mediante
subconjuntos de menor cardinalidad.
Necesitamos algunos resultados combinatorios:

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Con mucha frecuencia usaremos la siguiente notación: si A es un conjunto


y κ un cardinal,
[A]κ = {X ⊆ A : |X| = κ}
[A]≤κ = {X ⊆ A : |X| ≤ κ}
[A]<κ = {X ⊆ A : |X| < κ}.

Lema 6.1. Sean λ y κ cardinales:


(a) Si ℵ0 + κ ≤ λ, entonces |[λ]κ | = λκ .
κ
(b) Si ℵ0 + κ ≤ λ+ , entonces |[λ]<κ | = λ^ .
(c) Si ℵ0 + κ ≤ λ, entonces
|{f ∈ λA : A ∈ [λ]κ , f es inyectiva }| = λκ .
(d) Si ℵ0 + κ ≤ λ+ , entonces
κ
|{f ∈ λA : A ∈ [λ]<κ , f es inyectiva}| = λ^ .
P κ
(e) Si 2 ≤ λ, entonces |ξ| = λ^ .
ξ<κ λ
κ
(f) 2 ≤ λ, entonces κ ≤ λ^ .
Demostración.
(a) Si A ∈ [λ]κ , existe una biyección fA : κ −
→ A. Definimos
φ : [λ]κ −
→ λκ
mediante la fórmula φ(A) = fA . Claramente φ es inyectiva y, por lo tanto,
|[λ]κ | ≤ λκ .
Recuerde que una función es un conjunto de parejas ordenadas, es decir,
λκ ⊆ [κ × λ]κ ,
así que
λκ ≤ |[κ × λ]κ | = |[λ]κ |.
(b) El conjunto [λ]κ es la unión de la familia {[λ]β : β < κ}. Por lo tanto,
X β
|[λ]<κ | = λβ = λ^ ,
β<κ
por el inciso (a).

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3. Cardinales

(c) Sea E = {f ∈ λA : |A| = κ y f es inyectiva }. Para A ∈ [λ]κ sean


EA = {f ∈ λA : f es inyectiva} y eA : A −
→ λ la inclusión. Entonces
|EA | ≤ λκ ,
S
para A ∈ [λ]κ y E = {EA : A ∈ [λ]κ }; de aquí que
X
|E| ≤ {|EA | : A ∈ [λ]κ } ≤ λκ · λκ = λκ ,
por la parte (a). Ahora sea
φ : [λ]κ −
→ E, φ(A) = eA .
Entonces φ es inyectiva y con el inciso (a) deducimos:
|E| ≥ |[λ]κ | = λκ .
(d) Se sigue de la parte (c).
(e) Para cardinales β obtenemos 1 ≤ |β+ \ β| ≤ β+ ≤ 2β y |ξ| = β, para
ξ ∈ β+ \ β. Así
X X
λ|ξ| = λβ = λβ · |β+ \ β| = λβ ,
ξ∈β+ \β ξ∈β+ \β

por lo que
 
X
|ξ|
X X
|ξ| 
X κ
λ =  λ = λβ = λ^ .
ξ<κ β<κ ξ∈β+ \β β<κ

(f) De la parte (e) tenemos


X κ κ
κ≤ 2|ξ| = 2^ ≤ λ^ .
ξ<κ

Nuestro primer resultado proporciona condiciones para la cerradura de


ciertas familias de subconjuntos. Usamos las condiciones [B1]–[B7] de la
sección 5.
Lema 6.2. Sea M un conjunto arbitrario de cardinalidad µ. Para que el
cardinal µ 6= 2 satisfaga [B6], es necesario y suficiente que M satisfaga la
condición:
[C1] M tiene la misma cardinalidad que el conjunto [M]<|M| .

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Demostración. El caso trivial µ < ℵ0 no vale la pena considerarlo, pues


es obvio que el cardinal finito µ > 2 no satisface [B6] o [C1].
Sea µ ≥ ℵ0 . Es fácil probar que el conjunto [M]<|M| tiene cardinalidad
X
µρ ,
ρ<µ
por lo que la condición [C1] es equivalente a
X
µ= µρ . (1)
ρ<µ
Esta fórmula se deduce directamente de [B6],
X
µ≤ µρ ≤ µ · µ = µ.
ρ<µ
También es sencillo obtener la implicación inversa, de manera que las
condiciones [B6] y (1) (respectivamente [C1]) son equivalentes.
Teorema 6.3. Sea M un conjunto arbitrario de cardinalidad µ. El cardinal
µ 6= 2 (respectivamente infinito) es inaccesible si M no es vacío y si satisface
[C1] y la siguiente condición:
[C2] No existe un conjunto P tal que M tenga la misma cardinalidad que
Pot(P).
Demostración. El resultado se sigue del teorema 5.9 y del lema 6.2 (en
realidad la condición [C2] expresa lo mismo que [B7]).
Lema 6.4. Sean α un ordinal y N un conjunto arbitrario de cardinalidad
menor que ℵα ; a cada ordinal ξ < ωα está asociado un conjunto Nξ tal que
(i) N0 = Pot(N). S
(ii) Nξ = {X : X ⊆ η<ξ Nη , |X| < ℵα }, para cada ξ tal que 0 < ξ < ωα .
Si además tenemos
S
(iii) M = ξ<ωα Nξ ,
entonces ocurre lo siguiente:
(I) M satisface la condición
[D1] Si X ∈ M y X ⊆ Y , entonces Y ∈ M.
(II) Si µ = ℵα satisface [B4], entonces M satisface:
[D2] Si X ∈ M, Pot(X) ∈ M.
(III) Si µ = ℵα satisface [B6], entonces |M| = ℵα y se satisface:
[D3] Si X ⊆ M y |X| < |M|, X ∈ M.

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3. Cardinales

(IV) Si N = ∅ y ℵα satisface [B6], entonces M satisface:


[D4] M = {X : X ⊆ M ∧ |X| < |M|}.
Demostración.
(I) De (i) y (ii) se obtiene inmediatamente:
(1) Si ξ < ωα , X ∈ Nξ y Y ⊆ X, entonces Y ∈ Nξ . Teniendo en
cuenta (iii) deducimos que:
(2) Si X ∈ M y Y ⊆ X, entonces Y ∈ M; en otras palabras, M satisface
[D1].
(II) Se desprende de (i)–(iii) que
(3) |X| < ℵα para cada X ∈ Nξ , ξ < ωα , y en general para todo
X ∈ M.
Supongamos que ℵα satisface [B4]. Si el conjunto X tiene cardina-
lidad ρ < ℵα , el conjunto potencia de X tiene cardinalidad 2ρ < ℵα .
Considerando esto último, obtenemos de (1), (3) y (ii) que:
(4) Si ℵα satisface [B4] y ξ < ωα , así como X ∈ Nξ , entonces
[
Pot(X) ⊆ Nξ ⊆ Nη ,
η<ξ+1
|Pot(X)| < ℵα

Pot(X) ∈ Nξ+1 .
De (4) y (iii) se obtiene de inmediato:
(5) Si ℵα satisface [B4] y X ∈ M, entonces Pot(X) ∈ M. Por lo tanto,
el conjunto M satisface [D2].
(III) Primero mostremos que
(6) |M| ≥ ℵα .
Basándonos en (iii), (6) es cierta si existe un ξ < ωα para el que


[
Nη ≥ ℵα .


η<ξ

Si no existe tal ξ, concluimos de (ii) que


[
Nξ = {X : X ⊆ Nη },
η<ξ

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para cada ξ, 0 < ξ < ωα ; de aquí se obtiene inmediatamente que cada


familia Nξ tiene cardinalidad mayor que la de la unión de las familias
precedentes, S por lo que se cumple:
(7) Nξ \ η<ξ Nη 6= ∅ para cada ξ, 0 < ξ < ωα .
Por otra parte, de (iii) seobtiene la fórmula:

S S
(8) M = N0 ∪ 0<ξ<ωα Nξ \ η<ξ Nη .
Teniendo en cuenta (7) se determina, mediante (8), la descomposición
de M en ℵα subfamilias no vacías; por consiguiente, M satisface (6).
De (3) y (6) logramos:
(9) Si X ∈ M, entonces |X| < |M|.
Ahora supongamos que ℵα satisface [B6]. Mediante recursión trans-
finita mostraremos que:
(10) |Nξ | ≤ ℵα ,
para cada ξ < ωα . Si ξ = 0 y hacemos |N| = ρ, se obtiene de (i) que Nξ
tiene cardinalidad 2ρ ; pero como ρ < ℵα , de [B6] llegamos a:
|N| = 2ρ ≤ ℵρα ≤ ℵα .
Supongamos que 0 < ξ < ωα y que todas las familias Nη , con
η < ξ,tiene n cardinalidad ≤ ℵα , entonces


[
Nη = ν ≤ ℵα · |ξ| ≤ ℵα · ℵα = ℵα .


η<ξ

Si ν < ℵα , concluimos de (ii) que


[
Nξ = {X : X ⊆ Nη }
η<ξ

y, por consiguiente, |Nξ | = 2ν , de donde deducimos (como en el caso


ξ = 0) la fórmulaS
(10). Pero si ν = ℵα , usamos el lema 6.2 con
µ = ℵα , M = η<ξ Nη , con lo que logramos (otra vez por (ii) y [B6]) que
|Nξ | = ℵα . Con esto hemos demostrado (10) para todo ξ < ωα .
De (iii) se sigue que |M| ≤ ℵα · ℵα = ℵα ; junto con (6) obtenemos
(11) |M| = ℵα .
Ahora consideremos una familia arbitraria X ⊆ M de cardinalidad
menor que la cardinalidad de |M|. De acuerdo con (iii) y (11) concluimos
que S
(12) X ⊆ ξ<ωα Nξ y |X| < ℵα .

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3. Cardinales

Ahora usamos el lema 5.7 para deducir que ℵα satisface [B6]; ωα debe
ser regular, es decir,
(13) ℵα = ℵcf (α) .
De (11) y (12) deducimos que existe un ξ, 0 < ξ < ωα , para el que
[
X⊆ Nη ;
η<ξ
en vista de (1), (ii) y (iii), concluimos que X ∈ Nξ y X ∈ M.
(IV) Para probar [D4], consideremos la implicación:
(15) Si X ∈ Nξ , X ⊆ M.
Si 0 < ξ < ωα , (15) se obtiene directamente de (ii) y (iii). Para ξ = 0
en general (15) no es válido. Pero si N = ∅, de (i) se sabe que N0 contiene
al vacío como único elemento; con esta hipótesis, (15) es válido también
para ξ = 0 y, por consiguiente, para cada ξ < ωα . Con base en (iii)
obtenemos:
(16) Si X ∈ M, X ⊆ M.
Supongamos que N = ∅ y que ℵα satisface [B6]. Entonces ocurren
las afirmaciones (9), (16) y [D3]; estas tres condiciones se pueden reducir
a una sola fórmula:
M = {X ⊆ M : |X| < |M|}.
Por lo tanto,
(17) Si N = ∅ y ℵα satisface [B6], entonces M satisface la fórmula
[D4]:
M = {X ⊆ M : |X| < |M|}.

Toca el turno a la búsqueda de relaciones entre las condiciones [D] y [B].


Lema 6.5. Para que el cardinal µ 6= 2 satisfaga [B6], es necesario y suficiente
que exista una familia M de cardinalidad µ que satisfaga [D3]. En tal caso,
se puede sustituir [D3] por [D4].
Demostración. El caso µ < ℵ0 es sencillo: sólo hay dos cardinales
µ 6= 2 que satisfacen [B6], a saber, µ = 0 y µ = 1; existen sólo dos familias
finitas que satisfacen [D3] (respectivamente [D4]): el conjunto vacío y la familia
que contiene como único elemento al conjunto vacío.
Sea µ ≥ ℵ0 y µ = ℵα . Hacemos N = ∅ y definimos por recursión la fa-
milia Nξ , para ξ < ωα mediante las fórmulas (i) y (ii) del lema 6.4. Según la

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fórmula (iii) se determina la familia M. Supongamos que µ satisface [B6]. De


la afirmación del lema 6.4 sabemos que el sistema M tiene cardinalidad µ, con
lo que se satisface la fórmula [D4] y con mayor razón la condición [D3], que
es una consecuencia de [D4].
Recíprocamente, supongamos que M tiene cardinalidad µ = ℵα y que
satisface [D3]. De [D3] se sigue que la familia
N = [X]|M|
es una subfamilia de M. Por otro lado, M es equipotente con una subfamilia
de N:
P = [M]1 .
Mediante el lema 6.2 concluimos que µ = |M| satisface [B6].
En relación con el lema 6.5, se debe observar que la condición [B6] para
µ = ℵα+1 se reduce a
ℵα
ℵα+1 = ℵα+1 (respectivamente 2ℵα = ℵα+1 ).
(Véase la demostración del lema 5.7.) En particular, si hacemos µ = ℵ1 ,
resulta que la HC es equivalente a: existe un conjunto M de cardinalidad ℵ1
que satisface [D3] (respectivamente [D4]).
Teorema 6.6. Sean µ 6= 2 un cardinal y N un conjunto de cardinalidad η. El
cardinal µ es infinito, inaccesible y mayor que η si y sólo si existe una familia
M de cardinalidad µ que satisface [D1], [D2], [D3] y tiene como elemento a
N.

Demostración. Supongamos que el cardinal µ 6= 2 es infinito, inacce-


sible y mayor que η. A partir del conjunto N construimos la familia M en la
forma descrita en el lema 6.4. Puesto que µ satisface [B4] y [B6] (Teorema
5.9), entonces M tiene cardinalidad µ y satisface [D1], [D2] y [D3]; de las
fórmulas (i) y (ii) (Lema 6.4) concluimos que N ∈ M.
Recíprocamente, sea M una familia de cardinalidad µ que satisface [D1],
[D2], [D3] y tiene como elemento a N. Ya que M 6= ∅, entonces µ 6= 0.
Consideremos un cardinal ρ < µ. Existe una familia X ⊆ M de cardinalidad
|X| = ρ; según [D3], X ∈ M. Hacemos U = Pot(X) y W = Pot(U).
Por [D2] U ∈ M; de [D1] se sigue que W ⊆ M; por consiguiente,
(1) |W| ≤ |M| = µ.
Por otro lado, tenemos

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3. Cardinales

ρ
(2) |W| = 2ρ < |W| = 22 .
Las desigualdades (1) y (2) propician 2ρ < µ. El cardinal µ satisface
entonces [B4]. Con base en el lema 6.5 se concluye de [D3] que µ también
satisface [B6]. En este punto podemos usar el teorema 5.9 para afirmar que µ
es infinito inaccesible. Ya que N ∈ M, por [D2] ocurre que Pot(N) ⊆ M y, por
lo tanto, µ = |M| > η = |N|. En consecuencia, µ tiene todas las propiedades
deseadas.
Ahora usamos los resultados anteriores para caracterizar a los cardinales
inaccesibles.
Teorema 6.7. El cardinal µ 6= 2 (respectivamente infinito) es inaccesible si
y sólo si existe una familia no vacía M de cardinalidad µ que satisface [D1],
[D2] y [D3].
Las condiciones [D1] y [D3] se pueden sustituir por [D4].
Demostración. Para mostrar la primera parte, basta hacer η = 0 en el
teorema 6.6; si, por el contrario, se quiere mostrar que se pueden sustituir [D1]
y [D3] por [D4], se utiliza el lema 6.4 con N = ∅: la afirmación de ese lema
implica que la familia M no sólo satisface [D1], [D2] y [D3] sino también
[D4]. Por otro lado, [D1] y [D3] son obvias consecuencias de [D4]; así que si
M satisface [D2] y [D4], entonces µ debe ser distinto de 2 (por la primera parte
del teorema) e inaccesible.

7. Teoría PCF
En esta parte presentamos una muy breve recopilación de algunos resultados
obtenidos mediante la técnica pcf (posibles cofinalidades), desarrollada por
Shelah y algunos de sus estudiantes y colaboradores durante los últimos años.
Una cuestión importante acerca de esta técnica es que se elaboró para demostrar
resultados de la aritmética cardinal en ZFE . La presentación que aquí hacemos
es sólo ilustrativa y no contiene ningún detalle o demostración.
Se trata simplemente de llamar la atención del lector hacia una nueva
técnica que abre numerosas líneas de investigación. Para el lector interesado
recomendamos las siguientes obras: [BuMa91], [Je92], [Sh94] y [Je95].
Teorema 7.1 (Shelah, 1989). Si 2ℵn < ℵω para todo número natural n,
entonces
2 ℵ ω < ℵℵ 4 .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Note la extraña aparición del subíndice 4.

Teorema 7.2 (Shelah, 1994). Suponga que λ es el primer cardinal que satis-
face
λcf (λ) > λ+ + 2cf (λ) .
Entonces λ > 2ℵ0 , cf (λ) = ℵ0 y (∀ µ < λ)[µℵ0 ≤ µ+ + 2ℵ0 ].

Tenemos resultados aun más extraños:

Teorema 7.3 (Shelah, 1994).


(1) ℵℵω0 < ℵω4 + (2ℵ0 )+ .
(2) ℵℵω11 < ℵω5 + (2ℵ1 )+ .

Éstos son algunos ejemplos de los resultados que se pueden obtener con
la teoría pcf. El lector debe notar que la exponenciación cardinal dista mucho
de ser una teoría acabada. Por el contrario, tanto la nueva teoría pcf como las
técnicas ya conocidas de forcing (Vol. II) y de modelos internos (este volumen
y el segundo), proporcionan poderosas herramientas para profundizar en esta
área.

8. Ejercicios

1. Demuestre el lema 5.2.


λ
2. Pruebe que si λ ≥ ℵ0 , entonces 2λ ≤ 22 .
^

3. Demuestre, suponiendo HGC , que el cardinal λ es débilmente inaccesible


si y sólo si es inaccesible.
4. Demuestre el teorema 1.3.
5. Demuestre el corolario 1.6.
6. Demuestre el teorema 2.3.
7. Demuestre el teorema 2.6.
8. Demuestre la proposición 2.7.
9. Demuestre que las condiciones (i), (ii) y (iii) del teorema 2.10 son equi-
valentes si µ ≥ ℵ0 es un cardinal sucesor. De lo anterior deduzca que es
cierto (i) ( (ii) o (iii) ) para todo cardinal µ ≥ ℵ0 .

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3. Cardinales

10. (**) Sin la HGC demuestre que existe un cardinal límite µ que satisface
las condiciones (i), (ii) y (iii) del teorema 2.10; el menor cardinal que lo
satisface es ℵ0 . Muestre que el siguiente es
ℵ0
ℵ0 + 2 ℵ 0 + 2 2 + ··· .
11. Demuestre el corolario 1.15.
12. Demuestre las siguientes igualdades:
µ µ
(a) Si µ ≥ ℵ0 , (2^ )λ = 2^ para 1 ≤ λ ≤ cf (µ).
µ λ µ
(b) (2^ )^ = 2^ para 2 ≤ λ ≤ cf (µ).
13. Demuestre las siguientes afirmaciones:
(a) ℵς(α) ≥ β ≥ 2, implica ℵβα = ℵα .
ℵβ+1
(b) Si γ ≥ 2, κ ^ = κℵβ .
ℵβ ℵcf (β)
(c) Si κ ≥ 2, κ ^ ≥ ℵβ ^ .
[Sugerencia: (c) Considere los casos β = 0, β límite y β sucesor. Para el
caso β límite
ℵ X ℵ X ℵ X ℵ
ℵβ ξ = ℵη ξ = ℵη ξ + ℵη ξ ∀ ξ < cf (β).
η<β η≤ξ ξ<ηβ
ℵ P ℵ
Si η ≤ ξ, ℵη ξ = 2ℵξ , lo cual implica η≤ξ ℵη ξ ≤ 2ℵξ · |ξ + 1| ≤
2 ℵ ξ ℵξ = 2 ℵ ξ .
ℵ ℵ
Si ξ < η se obtiene ℵη ξ ≤ ℵη η = 2ℵη .
Justifique que
ℵ X X
ℵβ ξ ≤ 2 ℵ ξ + 2 ℵη ≤ 2ℵη ∀ ξ < cf (β).
ξ<η<β η<β

Además
ℵβ X
2^ ≥ 2 ℵη ,
η<β
y
ℵβ

ℵβξ ≤ 2 ^ , para ξ < cf (β).
Por otra parte,
ℵβ
ℵnβ = ℵβ = 2 ^ si 0 < n < ℵ0 .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

ℵβ
Así que ℵκβ ≤ 2 ^ si κ < ℵcf (β) .
Deduzca que
ℵcf (β) X ℵβ ·ℵcf (β)
ℵβ ^ = ℵβ ≤ 2 ^ ,
κ<ℵcf (β)

ℵβ ℵβ ℵβ ℵcf (β) ℵβ
ya que ℵcf (β) ≤ ℵβ ≤ 2 ^ y 2 ^ · ℵcf (β) = 2 ^ . Además, ℵβ ^ ≤ 2^.
ℵβ ℵβ ℵβ ℵcf (β)
Por hipótesis κ ≥ 2, entonces κ ^ ≥ 2 ^ y κ ^ ≥ ℵβ ^ .]
14. Demuestre las siguientes igualdades:
ℵβ ℵβ
(a) Si κ ≥ 2 y γ < cf (β), entonces (κ ^ )ℵγ = κ ^ .
ℵβ
(b) Si κ ≥ 2 y cf (β) ≤ γ ≤ β, entonces (κ ^ )ℵγ = κℵβ .
ℵβ ℵγ
(c) Si κ ≥ 2 y β ≤ γ, entonces (κ ^ )ℵγ = κ ^ .
ℵβ ℵβ
(d) Si κ ≥ 2 y γ ≤ cf (β), entonces (κ ^ )ℵγ = κ ^ .
ℵβ ℵγ ℵβ+1
(e) Si κ ≥ 2 y cf (β) < γ ≤ β + 1, entonces (κ ^ ) ^ = κ ^ = κℵβ .
ℵβ ℵγ ℵγ
(f) Si κ ≥ 2 y β < γ, entonces (κ ^ ) ^ = κ ^ .
[Sugerencia:
(a) Primero demuestre
ℵβ ℵ1 X X
κ ^ = κ^ + κℵξ = κℵ0 + κℵξ ,
1≤ξ<β 1≤ξ<β

de donde se sigue
ℵβ X
κ^ = κℵξ . (i)
ξ<β

Para simplificar, defina ℵ(ξ,η) = ℵξ . De (i) concluya que


 ℵ γ
ℵβ X Y X
(κ ^ )ℵγ =  κℵξ  = κℵ(ξ,η) . (ii)
ξ<β n<ωγ ξ<β

Sea S la colección de todas las ωγ -sucesiones de ordinales α que


satisfacen la condición αη < β, para η < ωγ .

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3. Cardinales

Concluya que
!ℵγ
ℵβ X Y
κ ^ = κℵ(αη ,η) (iii)
α∈S η<ωγ

y, por lo tanto,
!ℵγ P
ℵβ X Y X [ ℵαη ]
κ^ = κℵαη = κ η<ωγ
. (iv)
α∈S η<ωγ α∈S

Por hipótesis ℵP
γ < ℵcf (β) ; además, ℵαη < ℵβ si η < ωγ y α ∈ S.
Concluya que η<ωγ ℵαη < ℵβ y por (i)
P ℵβ
[ ℵαη ]
κ η<ωγ
≤ κ^,
para α ∈ S.

Note |S| = (β)ℵγ ≤ ℵβγ .
ℵcf (β)
Por otro lado, ℵγ < ℵcf (β) , lo que implica |S| ≤ ℵβ ^ . Además,
! ℵcf (β)
ℵβ ℵβ
κ ^ ≤κ ^ · ℵβ ^ .

ℵβ ℵcf (β)
Muestre que κ ^ ≥ ℵβ ^ ; deduzca que
!ℵγ
ℵβ ℵβ
κ^ ≤ κ^,

y concluya la igualdad.]
15. Demuestre que
ℵℵ1 0 = 2ℵ0 · ℵ1
y que
ℵℵ0 1 = 2ℵ1 .

16. Demuestre que X


ℵγℵ0 = ℵℵξ 0 .
ξ<γ

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

17. Demuestre que iα = |Vω+α |.


18. La HGC se puede escribir en la forma: para η infinito, η ≤ µ ≤ 2η implica
η = µ o µ = 2η . Muestre que en ZF el AE se sigue de HGC. [Sugerencia:
Demuestre que todo cardinal se puede bien ordenar. Defina ℵ(η) para
|H(x)| y |x| = η.

Primero muestre que ℵ(µ) ≤ 22 para todo cardinal µ. Tome x con
|x| = µ y sea y el conjunto de todos los subconjuntos de Pot(x) que están
bien ordenados por ⊆; sea Y el conjunto de las clases de equivalencia de y,
obtenidas mediante la relación de isomorfismo entre estos conjuntos bien
ordenados. Muestre que Y ⊆ Pot(Pot(Pot(x))) y que ℵ(x) es equipotente
a Y.
Ahora note que si ℵ0 ≤ µ, entonces 1 + µ = µ y, por lo tanto,
2µ + µ = 2µ ;
µ µ
22 + 2µ = 22 ;
2µ µ 2µ
22 + 22 = 22 .
Entonces use HGC en
µ µ
22 ≤ ℵ(µ) + 22
2µ µ
≤ 22 + 22

= 22
y muestre que si
µ 2µ
ℵ(µ) + 22 = 22 ,

entonces ℵ(µ) = 22 , usando
σ + σ = σ ⇒ (2σ = σ + ρ ⇒ 2δ = ρ). (*)
Como ℵ(µ) está bien ordenado, esto implica que µ se puede bien ordenar
µ 2µ
ya que µ < 2µ < 22 < 22 . Sin embargo, si
µ µ
ℵ(µ) + 22 = 22 ,
µ
entonces ℵ(µ) ≤ 22 , y repita el argumento en
µ
2µ ≤ ℵ(µ) + 2µ ≤ 22 .

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3. Cardinales

Otra vez, si ℵ(µ) + 2µ = 2µ , repita el argumento en


µ ≤ ℵ(µ) + µ ≤ 2µ ;
esta vez sabemos que µ < ℵ(µ) + µ. Para considerar el caso de un cardinal
η para el cual no se sabe si ℵ0 ≤ η, ponga µ = ℵ0 + η. El argumento
anterior muestra que µ se puede bien ordenar y, por lo tanto, η.
Para probar (*), note que como σ + σ = σ, tenemos
2σ · 2σ = 2σ+σ = 2σ .
Así que si ρ + σ = 2σ , entonces sea f : P ∪ Q − → Pot(Q) × Pot(Q)
una biyección, donde P, Q tienen cardinalidad ρ, σ respectivamente, y son
ajenos. Entonces, como por el teorema de Cantor la proyección de f [Q]
sobre la primera coordenada no es Pot(Q), se cumple que el tipo ordinal de
Pot(Q) es menor o igual que el de P. Ahora, si η no es tal que η + η = η,
tomamos µ = ℵ0 · η y note que η ≤ µ y µ + µ = µ. (En realidad, se
puede suponer sin el AE que si σ + 1 = σ, entonces ρ + σ = 2σ implica
ρ = 2σ ).]
Q
19. Evalúe la cardinalidad de 0<α<ω1 α.

20. Si 2ℵβ ≥ ℵα , entonces ℵαβ = 2ℵβ .
21. Sean α límite y cf (ℵβ ) < ℵα . Muestre que si ℵξ ≤ ℵα , para toda ξ < α,

entonces ℵαβ = ℵα .
Q
22. Si n < ω, entonces n<ω ℵn = 2 ℵ β .
Q
23. Pruebe que n<ω ℵn = ℵℵω0 .
24. Pruebe que
ℵωℵ1 = ℵωℵ0 · 2ℵ1 .
25. Demuestre
Q
(a) 0<n<ω n = 2ℵ0 .
Q
(b) n<ω ℵn = ℵωℵ0 .
Q ℵ0
(c) α<ω+ω ℵα = ℵω+ω .
26. (*) Demuestre que si κ es un ordinal límite, entonces
κ
2κ = (2^ )cf (κ) .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

27. Definimos la siguiente variante de suma débil:


X
κλ = ηλ ,
` η<κ

donde la suma se toma sólo sobre cardinales menores que κ. En este


ejercicio se demuestran las principales propiedades de esta operación.
Demuestre las siguientes afirmaciones:
(a) Si µ ≤ µ1 y 0 < η ≤ η1 , entonces µη ≤ µ1 η1 .
` `
(b) µη ≥ η (µ ≥ 3).
`
(c) µη ≤ µη .
`

(d) ℵα+1 ℵβ = ℵαβ .
`
(e)
( ℵ
ℵβ ℵα β si β < cf (α)
ℵα =
` 2 ℵβ si β ≥ α.
(f) Sea α un ordinal límite y cf (α) ≤ β < α, entonces

ℵα ≤ ℵα ℵβ ≤ ℵαβ .
`

(g) µℵβ ≥ ν si y sólo si 3 ≤ µ ≤ ℵ0 o µ = ℵα con α límite o µ = ℵα+1


`
con β ≥ ς(α).
28. Muestre que la HGC es equivalente a cada una de las siguientes afirma-
ciones:
ℵα
(1) Para todo α ∈ OR, ℵα+1 < ℵℵα+2
α
.

(2) Para todo α ∈ OR, ℵα+1 = ℵα+1 .
(3) Para todo α ∈ OR, todo conjunto M con |M| = ℵα+1 es equipotente
al conjunto de todos los subconjuntos X ⊆ M con |X| < |M| (es decir,
ℵα+1
^
ℵα+1 = ℵα+1 ).
ℵα
(4) Para toda α ∈ OR, 2 ^ = ℵα .
(5) Para todo α ∈ OR, ς(α) = cf (α).

(6) Para todo ordinal α, ℵαcf (α) = ℵα+1 .
P |µ|
(7) Para todo ordinal α, ℵα = µ<ωcf (α) ℵα .

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3. Cardinales

29. Suponga la HGC para demostrar que:


(a) 
ℵα ,

 si β < cf (α)
ℵβ
ℵα+1 = ℵα+1 , si cf (α) ≤ β ≤ α
` 

ℵ
β+1 , si β ≥ α.
(b) (
ℵβ ℵα , si α es límite y β < α
ℵα =
` ℵβ+1 , si α es límite y β ≥ α.

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CAPÍTULO 4

Lógica

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4. Lógica

1. Introducción
Cuando hojeamos cualquier libro moderno de lógica, incluyendo este capítulo,
se observa la naturaleza puramente matemática y técnica del material. Para
algunos lectores esto puede ser inesperado si consideran a la lógica como
una disciplina filosófica. Aun más extraño puede resultar que el estudio de la
lógica requiere de gran madurez matemática y del conocimiento de numerosas
nociones de la teoría de conjuntos. Pero esto obedece al desarrollo formal de
la disciplina, que sirve como base para todas las matemáticas.
Las matemáticas son exactas en el sentido de que todos sus términos,
definiciones, reglas, pruebas, etc. tienen un significado preciso. Esto es
especialmente válido cuando detrás de esta teoría se encuentra la lógica
matemática y la teoría de conjuntos, como se acostumbra hacer en la matemática
contemporánea. Este aspecto de las matemáticas es, quizá, lo que más las
distingue de otras disciplinas científicas. Otra característica distintiva es
que su esencia es mucho más abstracta que el lenguaje ordinario: números,
líneas, planos, conjuntos, no son nociones concretas como computadora,
persona, escuela, etc. En matemáticas, los conceptos implican de antemano
un cierto grado de abstracción y conforme son más refinados, su abstracción
aumenta. Los resultados matemáticos son absolutos, no se pueden cuestionar
por evidencia empírica como en cualquier otra ciencia. Por supuesto, se puede
discutir la aplicabilidad de una cierta teoría matemática, pero no la teoría misma.
En este aspecto sí influye el razonamiento y la evidencia con que se cuente.
El uso de notación simbólica es una característica importante de las matemá-
ticas, y está muy relacionado con su naturaleza exacta, libre de ambigüedades,
pero más aún con el desarrollo de las matemáticas como un lenguaje formal.
Por todo lo anterior, es natural presentar a la lógica matemática como lo
hacemos en este capítulo y como se hace en muchos libros modernos. Como
nuestro objeto de estudio es un lenguaje formal, trabajamos en dos niveles de
lenguaje: el metalenguaje informal, en el que se desarrolla la totalidad de la
discusión, y el lenguaje objeto que es el sujeto de estudio. Este último está
definido como parte del universo de conjuntos. Es importante tener clara la
diferencia entre lenguaje y metalenguaje. Pero también se debe tener en cuenta
que muchas veces tomamos los argumentos del metalenguaje ordinario y los
trasladamos al lenguaje formal.
La discusión se desarrolla en la lógica de primer orden. En la primera
sección introducimos la noción de signatura y continuamos con estructuras

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

matemáticas y el estudio de funciones entre estructuras (homomorfismos, en-


cajes, etc.). En las secciones siguientes se desarrollan los conceptos de modelo,
satisfacción y consecuencia. Más adelante, abandonamos momentáneamente
la parte semántica para pasar al desarrollo de un cálculo de secuencias. Nuestro
objetivo principal son los teoremas de completud de Gödel y de compacidad.
A continuación enunciamos sin demostración el teorema de incompletud de
Gödel. Proseguimos con la construcción de la forma normal prenexa, con la
eskolemización y con el teorema de Herbrand.

2. Signaturas
Consideremos algunos ejemplos. Podemos pensar en el conjunto de los
números enteros Z como un grupo aditivo, como un semigrupo multiplicativo o
como un anillo. Podemos pasar de una a otra interpretación si especificamos los
elementos neutros y ciertas operaciones. En nuestros tres ejemplos pensamos en
los números enteros como (0; +), (1; ·) y (0, 1; +, ·) respectivamente. También
podemos considerar la operación de resta “−” y una relación de orden “<”. De
estas operaciones y elementos distinguidos depende el tipo de estructura de que
estemos hablando en Z.
La elección de los símbolos de operaciones y de los elementos (constantes)
se realiza mediante una signatura.
Definición 2.1. Una signatura1 σ es un cuarteto (R, F, K, τ) que consiste de
un conjunto R de símbolos de relación, un conjunto F de símbolos de función,
un conjunto K de símbolos de constante y una función signatura τ : R ∪ F
−→ N. Los conjuntos K, F y R siempre se considerarán ajenos entre sí. Los
elementos de K ∪ R ∪ F se conocen como símbolos no lógicos. Con frecuencia
identificamos una signatura con el conjunto de símbolos no lógicos. Por lo tanto,
|R ∪ F ∪ K| es la cardinalidad de σ, |σ|. Los símbolos de relación unaria son
predicados. Recuerde que una n-relación en un conjunto A es un subconjunto de
An . En la definición de signatura se habla de funciones, relaciones y constantes,
sin especificar ningún conjunto; sólo se habla de los símbolos.
La función signatura asocia un número natural n a cada símbolo de relación
o función. Este número n es la aridad del símbolo, es decir, si τ(f ) = n,
1
La palabra signatura, en una de sus acepciones, se refiere a los símbolos utilizados en la
clasificación bibliotecaria; en nuestro caso la signatura representa el “alfabeto no lógico”, como
se verá posteriormente. Por esta lejana similitud decidimos utilizar dicha palabra.

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4. Lógica

decimos que se trata de una n-función. Podemos considerar a los símbolos


de constante como 0-funciones, y extender la función signatura definiendo
τ 0 (c) = 0 para toda c ∈ K.
En general para presentar una signatura se escriben explícitamente los
símbolos no lógicos. Por ejemplo: σ = (0, 1; +, ·; <) con τ(+) = τ(·) =
τ(<) = 2, que define una signatura con símbolos de constante 0 y 1, símbolos
de 2-función +, ·, y una 2-relación <. Prescindimos de la función signatura
siempre que sea superflua.
Ahora supongamos que tenemos una signatura σ. En cada conjunto M po-
demos describir un “significado” de σ en M, si escogemos elementos de M para
cada símbolo de constante y también asociamos funciones y relaciones en M,
para cada símbolo de función y relación. Cada “significado” como el descrito
determina una estructura de la signatura dada. Esto es el motivo de la siguiente
sección.

3. Estructuras matemáticas
Si consideramos al conjunto de los números reales con la multiplicación y el
orden allí definidos, enfrentamos un ejemplo de estructura matemática. De
hecho, podemos distinguir dos elementos especiales, dos constantes, a saber,
el 1 y el 0, que tienen propiedades muy particulares. También otros objetos
matemáticos se pueden representar en la forma
un conjunto no vacío + relaciones
+ funciones + constantes,
por ejemplo, grupos, anillos, módulos o un espacio topológico (interpre-
tando conjuntos abiertos (subconjuntos del espacio) como una sucesión de 1-
relaciones). Primero determinamos la signatura en cuestión y entonces damos
una interpretación adecuada. Esto motiva la siguiente definición:
Definición 3.1. Dada una signatura σ = (K, F, R, τ), una estructura (mate-
mática) es un cuarteto
A = hA, (RA : R ∈ R), (f A : f ∈ F), (cA : c ∈ K)i,
donde:
1. A es un conjunto no vacío, llamado universo de A.
2. Para cada R ∈ R, RA ⊆ Aτ(R) es una τ(R)-relación en A.
3. Para cada f ∈ F, f A : Aτ(f ) −
→ A, es una τ(f )-función en A.
4. Para cada c ∈ K, cA ∈ A. cA es un elemento de A.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

La signatura σ también se conoce como el lenguaje de A o el tipo de A y


Def
se denota L(A). |A| = |A| es la cardinalidad de A.
En lo sucesivo, cuando hablemos de estructuras A, B, C, sus universos serán
A, B y C respectivamente.
Ejemplo 3.2. La estructura de los números reales se puede describir como
hR, RA A A A A
< , f+ , f· , c0 , c1 i,
donde la signatura consta de R = {R< }, F = {f+ , f· } K = {c0 , c1 } y
la función signatura es τ(R< ) = τ(f+ ) = τ(f· ) = 2. El lenguaje de esta
estructura es entonces
({R< }, {f+ , f· }, {c0 , c1 }, {(R< , 2), (f+ , 2), (f· , 2)}).
Ahora estudiemos las relaciones entre dos estructuras:
Def
A = hA, (RA : R ∈ R), (f A : f ∈ F), (cA : c ∈ K), i
Def A A A
A0 = hA0 , (R0 : R0 ∈ R0 ), (f 0 : f 0 ∈ F0 ), (c0 : c ∈ K0 )i.
Def Def
Para abreviar definimos L = L(A) y L0 = L(A0 ). τ es la función signatura
de L, y τ 0 es la función signatura de L0 .
Definición 3.3. Decimos que A es un L-reducto de A0 , denotado A = A0  L,
o que A0 es una L-expansión de A, si ocurre lo siguiente:
(i) A = A0 ;
(ii) R ⊆ R0 , F ⊆ F0 , K ⊆ K0 ;
(iii) τ ⊆ τ 0 (es decir, τ = τ 0  R ∪ F);
(iv) (∀ R ∈ R)(RA = R0 A ), (∀ f ∈ F)(f A = f 0 A ), (∀ c ∈ K)(cA = c0 A ).
Si conocemos A0 , entonces A está bien determinada por (i)–(iv). Si son
ciertos los incisos (ii) y (iii) de la definición 3.3, llamamos a L un reducto de
L0 y a L0 una expansión de L, y escribimos L ⊆ L0 .
Con mucha frecuencia expandiremos una estructura A añadiéndole nuevas
constantes. Para este fin introducimos una abreviación conveniente:
Definición 3.4. Sean A una L-estructura, C = {ai : i ∈ I} ⊆ A y
L0 = L ∪ {ci : i ∈ I}, donde para cada i ∈ I, ci ∈ / L. Definimos hA, Ci
0 0
o hA, (c : c ∈ C)i como la expansión A de A tal que para toda i ∈ I, ciA = ai .

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4. Lógica

Una vez definidas las estructuras, podemos hablar de subestructuras o


superestructuras:

Definición 3.5. Decimos que A es una subestructura de A0 (en símbolos


A ⊆ A0 ) y que A0 es una superestructura de A, (A0 ⊇ A) si ocurre lo siguiente:
(i) L = L0 ;
(ii) A ⊆ A0 ;
0
(iii) (∀ R ∈ R)(RA = RA ∩ Aτ(R) );
0
(iv) (∀ f ∈ F)(f A = f A  Aτ(f ) );
0
(v) (∀ c ∈ K)(cA = cA ).

Note que las nociones de reducto y subestructura son distintas. Es posible


obtener un reducto eliminando relaciones, funciones y constantes de la signatura
original, pero conservando intacto el universo. En tal situación un reducto tiene
signatura diferente al de la signatura original. En cambio, una subestructura
tiene la misma signatura que la estructura correspondiente. El universo de
esta estructura es un subconjunto (posiblemente propio) del universo de la
estructura original; sus relaciones y funciones son restricciones al universo de
la subestructura de las originales en la estructura. En particular, el universo
de la subestructura es cerrado respecto a las funciones de la estructura origi-
0
nal: f A [Aτ(f ) ] ⊆ A, para toda f ∈ F. Las constantes de la estructura y
subestructura son idénticas: el universo de la subestructura contiene todas las
constantes de la estructura.
La igualdad de objetos en el universo de una L-estructura es una propiedad
tan básica que debiera ser posible expresarla en cualquier lógica. Sin embargo,
hasta ahora esto no es posible. Para remediarlo introducimos el símbolo = en
los lenguajes L de primer orden; de esta forma, cada lenguaje contiene una
2-relación que se interpreta en una L-estructura A como {(a, a) : a ∈ A}.
Tratamos a “=” como una 2-relación y le damos el significado que
pretendemos mediante axiomas.
Los siguientes L-enunciados son los axiomas que definen a “=”
1. ∀ x(x = x) (reflexividad).
2. ∀ x∀ y(x = y ⇒ y = x) (simetría).
3. ∀ x∀ y∀ z(x = y ∧ y = z ⇒ x = z) (transitividad).
4. ∀ x1 · · · ∀ xn ∀ y1 · · · ∀ yn (x1 = y1 ∧ · · · ∧ xn = yn ⇒ fx1 · · · xn =
fy1 · · · yn ), para todo símbolo de n-función f de la signatura de L.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

5. ∀ x1 · · · ∀ xn ∀ y1 · · · ∀ yn (x1 = y1 ∧ · · · ∧ xn = yn ⇒ Px1 · · · xn ⇒ Py1


· · · yn ), para todo símbolo de n-predicado de la signatura de L.

4. Homomorfismos
Toca el turno al estudio de funciones entre estructuras, lo que nos dará un
criterio para discriminar cuándo dos estructuras son “iguales” (isomorfas). Para
ello presentamos una serie de definiciones sobre funciones entre estructuras;
conforme se pide más a estas funciones, se obtiene una mayor semejanza entre
las estructuras en cuestión.
Considere una función h : A − → A0 entre los universos de dos estructuras
que tienen el mismo tipo.
Definición 4.1. Si 1 ≤ n < ω y ~x ∈ An , definimos h(~x) por recursión sobre
n como sigue:
Def
n = 1. h((x)) = (h(x)).
n = m + 1. Cada ~x ∈ Am+1 es de la forma ~x = (y, z) con y ∈ Am y z ∈ A.
Def
Definimos h(~x) = (h(y), h(z)).
La definición anterior simplemente formaliza cómo calcular el valor de
una función en una n-ada de elementos del dominio: h(x0 , . . . , xn−1 ) =
(h(x0 ), . . . , h(xn−1 )); así se justifica el abuso de notación al escribir h(x0 , . . . ,
xn−1 ).
Definición 4.2. Sean A, A0 dos L-estructuras. La función h es un homomor-
fismo de A en A0 si ocurre lo siguiente:
→ A0 ;
(i) h : A −
0
(ii) (∀ R ∈ R)(∀ ~x ∈ Aτ(R) )(RA~x ⇒ RA h(~x));
0
(iii) (∀ f ∈ F)(∀ ~x ∈ Aτ(f ) )(h(f A (~x)) = f A (h(~x)));
0
(iv) (∀ c ∈ K)(h(cA ) = cA ).
En este caso escribimos h : A − → A0 .
Note que en la definición de homomorfismo se pide que si ocurre la relación
en el dominio, también debe acontecer en el rango. Pero no necesariamente
el recíproco. Si también pedimos el recíproco y que la función sea inyectiva,
tenemos un encaje:
Definición 4.3. h es un encaje de A en A0 cuando ocurre lo siguiente:
(i) h : A −→ A0 ;

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4. Lógica

(ii) h es inyectiva;
0
(iii) (∀ R ∈ R)(∀ ~x ∈ Aτ(R) )(RA~x ⇔ RA h(~x)).
En este caso escribimos h : A ,→ A0 y decimos que A se encaja en A0 .
Si además de todo lo anterior pedimos que la función sea sobre obtenemos
un isomorfismo:
Definición 4.4. h es un isomorfismo de A sobre A0 si
(i) h : A ,→ A0 ;
(ii) h es biyectiva.
En este caso escribimos h : A ∼= A0 y decimos que A es isomorfa a A0 . Si

anotamos A = A , entendemos que existe un isomorfismo entre A y A0 .
0

El lector debe notar que la presencia de un isomorfismo entre dos estructuras


las hace indistinguibles como tales.
Si podemos encajar una estructura A en una estructura A0 , entonces
podemos considerar a A como subestructura de A0 . Formalmente:
Def
Teorema 4.5. Si h : A ,→ A0 , entonces A00 = ran(h) es el universo de una
subestructura A00 de A0 tal que A ∼
= A00 .
Demostración. h es el isomorfismo requerido si definimos A00 de la
00 Def 0
siguiente manera. Para R ∈ R, sea RA = RA ∩ A00 τ(R) . Sea f ∈ F. Para ~y =
h(~x) ∈ A00 τ(f ) (con ~x ∈ Aτ(f ) ) se tiene f A (~y) = f A (h(~x)) = h(f A (~x)) ∈ A00 ,
0 0

00 Def
así que f A = f A  A00 τ(f ) define una función de A00 τ(f ) en A00 . Como además
0

0 00 0
cA = h(cA ) ∈ A00 , para c ∈ K, definimos cA = cA y podemos construir la
estructura mencionada:
00 00 00
A00 = hA00 , (RA : R ∈ R), (f A : f ∈ F), (cA : c ∈ K)i.
De esta definición se sigue de inmediato que A00 es una subestructura de A0 y
que h : A ∼
= A00 .

5. Lenguajes formales
En esta sección definimos de manera general los lenguajes formales. Si bien ya
conocemos el lenguaje de una estructura, que es un caso particular de lenguaje
formal, aquí damos la definición general que se usa tanto en lógica como en
teoría de autómatas. Para expresar e investigar propiedades internas de las
estructuras debemos definir un lenguaje formal, el cual expresará solamente

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

enunciados sobre los elementos del universo y no sobre subconjuntos arbitrarios


de éste (característica que define los lenguajes como lenguajes de primer orden):
el lenguaje objeto mencionado en la introducción. Como ejemplo de lenguaje
formal ya conocemos el lenguaje LTC construido en el capítulo 2.
Definición 5.1. Un alfabeto A es un conjunto no vacío. Cada x ∈ A se llama
símbolo o letra de A. Sea
Def Def [ Def
A∗ = <ω A = n
A = {f : ∃ n < ω f : n −
→ A}.
n<ω

A∗ es la estrella de Kleene de A. Una cadena w ∈ A∗ se llama cadena o palabra


Def Def
sobre A, |w| = dom(w) es la longitud de w. 2 = ∅ denota la palabra vacía.
En lo sucesivo identificamos el símbolo a ∈ A con la palabra ha : i < 1i ∈
A∗ . Así que podemos suponer A ⊆ A∗ . Una cadena f = hf (i) : i < ni ∈ A∗
se escribe en ocasiones en la forma f (0)f (1) · · · f (n − 1).
Podemos definir operaciones y relaciones entre palabras:
Definición 5.2. Sean v, w ∈ A∗ .
(a) Definimos la concatenación de v y w mediante
Def Def
vaw = vw = v ∪ {(|v| + i, w(i)) : i < |w|}.
Definimos la adición de un símbolo a ∈ A a v mediante
Def Def
vaa = va = va{(|v| + 1, a)}.
(b) Decimos que v es un segmento inicial de w, denotado v v w, si ∃ m ≤
dom(w) (v = w  m).
Lema 5.3. Sea A un alfabeto. Entonces |A∗ | = |A| + ℵ0 .

Demostración. Sea a ∈ A. Dado que ha : i < ni ∈ A∗ , para cada n < ω


y A ⊆ A∗ se cumple máx{|A|, ℵ0 } ≤ |A∗ |.
Por otro lado,
X X
|A∗ | ≤ |n A| = |A|n ≤ ℵ0 · (|A| + ℵ0 ) = máx{|A|, ℵ0 }.
n<ω n<ω
|{z}
≤|A|+ℵ0

Con lo que queda demostrado el lema.

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4. Lógica

Ya habíamos definido lo que es el lenguaje de una estructura. Sin embargo,


podemos definir el concepto de lenguaje independientemente del concepto de
estructura.
Definición 5.4. Un lenguaje formal es un cuarteto (R, F, K, τ) donde R, F y
K son conjuntos mutuamente ajenos y τ es una función: τ : R ∪ F − → ω.
Observe que el lenguaje L(A) de una estructura A es un lenguaje formal.
Pasemos ahora a describir la cardinalidad de un lenguaje.
Definición 5.5. Sea L = (R, F, K, τ) un lenguaje. Entonces |L| = |R ∪ F ∪
K| + ℵ0 es la cardinalidad del lenguaje L.
Note que hemos sumado ℵ0 pues queremos que las variables (una cantidad
infinita, pero numerable) se consideren dentro del lenguaje.

6. Términos y fórmulas
Fijemos un lenguaje L = (R, F, K, τ). Definimos un alfabeto AL adecuado para
este lenguaje tal que mediante reglas prescritas las palabras formadas con este
alfabeto, que llamamos fórmulas y términos, expresen las propiedades internas
de cada estructura A con L(A) = L.
Definición 6.1. El alfabeto AL de L es el conjunto que contiene exactamente
los siguientes elementos:
• Símbolos lógicos:
– Conectivos: ∧ (y, conjunción). ¬, (negación), ∨ (o, disyunción), ⇒
(implicación), ⇔ (equivalencia).
– Cuantificadores: ∀ (universal), ∃ (existencial).
– Igualdad: =˙ (hemos puesto un punto sobre el símbolo =, para evitar
confusión entre la igualdad en el lenguaje y el metalenguaje).
– Variables: para cada n < ω el elemento vn .
– Símbolos auxiliares: paréntesis ( ) y coma ,.
• Símbolos no lógicos: son los símbolos de L.
El símbolo de igualdad es prescindible. Si se incluye, como en este caso,
se dice que tenemos un lenguaje con igualdad.
Ahora establecemos qué es un término del lenguaje L (los términos
identifican elementos del universo). Para ello necesitamos una generalización
de la función concatenación a:

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→ A∗ .
Definición 6.2. Sean A un alfabeto, n < ω y s : n −
(a) Mediante recursión sobre i ≤ n, definimos el elemento
s(0)a . . . as(i − 1)
de A∗ como sigue:
Def
en el caso i = 0, sea s(0)a . . . as(0 − 1) = 2;
Def
en el caso i = j +1, sea s(0)a . . . as(i−1) = (s(0)a . . . as(j −1))as((j +
1) − 1).
Def
(b) Si i ≤ j ≤ n, sea s(i)a . . . as(j) = si,j (0)a . . . asi,j ((j − i + 1) − 1),
Def
→ A∗ está definida mediante si,j (k) = s(i + k) para
donde si,j : (j − i + 1) −
0 ≤ k ≤ (j − i).

Se puede mostrar fácilmente que para s : n − → A∗ y j ≤ i ≤ n ocurre:


s(0)a . . . as(i − 1) = (s(0)a . . . as(j − 1))a(s(j)a . . . as(i − 1)).
Como ejemplo de esta extraña función considere: s : 5 − → A∗ , con s(0) = (,
s(1) = vn , s(2) = =,
˙ s(3) = vm y s(4) = ), que da lugar a la expresión:
(vn =v
˙ m ).

Acordemos el siguiente método simplificado de escritura: en lugar de


fs(0)a . . . a s(τ(f ) − 1), escribimos solamente fs(0) . . . s(τ(f ) − 1); en lugar
de Ras(0)a . . . as(τ(R) − 1), escribimos Rs(0) . . . s(τ(R) − 1).

Definición 6.3. El conjunto Tm(L) de los L-términos es el ⊆-menor subcon-


junto de A∗L que cumple con:
(T1) Para toda n < ω, vn ∈ Tm(L), es decir, toda variable es un término;
(T2) Para toda c ∈ K, c ∈ Tm(L), es decir, toda constante es un término;
(T3) Para cualesquier f ∈ F y s : τ(f ) − → Tm(L), fs(0) . . . s(τ(j)−1) ∈ Tm(L),
es decir, si t0 , . . . , tn−1 son términos y f es un símbolo de n-función,
entonces ft0 · · · tn−1 es un término.
T
Observe que Tm(L) = {B ⊆ A∗L : B satisface (T1), (T2) y (T3)}.
Como ejemplos de términos tenemos: v1 , c5 , fv1 v2 v3 .
Las fórmulas más simples son aquellas en las que no aparecen conectivos o
cuantificadores. Se llaman fórmulas primitivas o atómicas:

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4. Lógica

Definición 6.4. El conjunto de las fórmulas atómicas o primitivas en L, At(L),


se define como
Def
At(L) = {s1 =s
˙ 2 : s1 ∈ Tm(L) ∧ s2 ∈ Tm(L)} ∪
(30)
∪ {Rs(0)a · · · as(τ(i) − 1) : R ∈ R ∧ s : τ(i) −
→ Tm(L)}.
Así que las fórmulas atómicas son de la forma, por ejemplo, s=r
˙ o Rs1 s2 s3 ,
donde s, s1 , s2 , s3 son términos.
Las fórmulas de nuestro lenguaje se construyen con base en las fórmulas
atómicas usando conectivos y cuantificadores:
Definición 6.5. El conjunto Fml(L) de las L-fórmulas es el ⊆-menor subcon-
junto de A∗L para el que se cumple lo siguiente:
(F1) At(L) ⊆ Fml(L);
(F2) Para cualesquier ϕ, ψ ∈ Fml(L), (ϕ∧ψ) ∈ Fml(L).
(F3) Para toda ϕ ∈ Fml(L), ¬ϕ ∈ Fml(L).
(F4) Para cualesquier n < ω y ϕ ∈ Fml(L), ∀ vn ϕ ∈ Fml(L).
Como ejemplos de fórmulas tenemos: (v1 =v ˙ 2 )∧ ∀ v2 (Rv2 v1 ), ∀ v1 (v1 =
v2 ) ∨ (Rv1 v2 ).
Se ha descrito el lenguaje Lωω . Los subíndices ω indican que las fórmulas
tienen un número finito de conectivos y un número finito de cuantificadores.
Existen otros lenguajes, como L∞ω , en los que podemos usar una cantidad
numerable de conectores y un número finito de cuantificadores; estos lenguajes
se conocen como infinitarios. Ahora es claro lo que significa Lκκ , para todo
cardinal κ. En particular, Lκ0 es un lenguaje en el que las fórmulas no involucran
cuantificadores.
Lema 6.6. Sea L un lenguaje. Entonces |L| = |Fml(L)|.
Demostración. Dado que Fml(L) ⊆ A∗L , se deduce que |Fml(L)| ≤
|A∗L | = |A∗L | + ℵ0 = |L|. Por otro lado, puesto que para cada R ∈ R, f ∈ F,
c ∈ K y n < ω, es cierto Rv0 · · · v0 ∈ Fml(L), fv0 . . . v0 =fv
˙ 0 . . . v0 ∈ Fml(L),
c=c
˙ ∈ Fml(L), así como vn =v ˙ n ∈ Fml(L), y se obtiene |L| ≤ |Fml(L)|.
Por último introducimos relaciones entre conectivos y cuantificadores.
Definición 6.7. Sean ϕ, ψ ∈ Fml(L).
Def
(a) Disyunción: (ϕ∨ψ) = ¬(¬ϕ∧¬ψ).
Def
(b) Implicación: (ϕ ⇒ ψ) = (¬ϕ∨ψ).

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Def
(c) Equivalencia: (ϕ⇔ψ) = ((ϕ ⇒ ψ)∧(ψ ⇒ ϕ)).
Def
(d) Cuantificación existencial: ∃ vn ϕ = ¬∀ vn ¬ϕ.
Las siguientes abreviaturas son de gran utilidad:
Definición 6.8.
(a) Sean n < ω, x1 , . . . , xn ∈ {vi : i < ω}, Q1 , . . . , Qn ∈ {∀ , ∃ } y
ϕ ∈ Fml(L). Definimos recursivamente Qn xn . . . Q1 x1 ϕ ∈ Fml(L),
Def Def
mediante Q0 x0 . . . Q1 x1 ϕ = ϕ y Qn+1 xn+1 . . . Q1 x1 ϕ = Qn+1 xn+1
Qn xn . . . Q1 x1 ϕ.
(b) Sea
V
n < ω y, para i < n, W
sea ϕi ∈ Fml(L). Definimos por recursión
ϕ
i<n i (respectivamente, i<n ϕi ) mediante
^ Def _ Def
ϕi = ∀ v0 (v0 =v0 ), ϕi = ¬∀ v0 (v0 =v0 ),
i<0 i<0
^ Def _ Def
ϕi = ϕi = ϕ0 ,
i<1 i<1
^ Def ^ _ Def _
ϕi = ( ϕi ∧ϕn+1 ), (respectivamente ϕi = ( ϕi ∨ϕn+1 )),
i<n+1 i<n i<n+1 i<n
cuando n ≥ 1.
Las definiciones se eligieron de tal forma que para toda n < ω (incluido el
caso n = 0) es válido
^ ^
|= ϕi ⇔ ( ϕi ∧ϕn+1 )
i<n+1 i<n

así como
_ _
|= ϕi ⇔ ( ϕi ∨ϕn+1 ),
i<n+1 i<n
donde |= se define en la sección 8.
Ahora analicemos la construcción de términos y fórmulas, comenzando
con los términos:
Lema 6.9. Sea s ∈ Term(L).
(a) s es una variable o un símbolo de constante, o existen una f ∈ F y una
r : τ(f ) −
→ Tm(L) tales que s = f r(0)a . . . ar(τ(f ) − 1).
(b) s 6= 2, es decir, la palabra vacía no es un término.

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(c) Para todo s0 ∈ Tm(L), si s0 6= s entonces no es cierto que s0 v s ni s v s0 .


Es decir, si tenemos dos términos distintos ninguno de ellos es segmento
inicial del otro.
(d) Para cualesquier m, n < ω, si tenemos dos funciones r : m − → Tm(L),
0
r:n− → Tm(L) tales que r(0)a . . . ar(m − 1) = r (0)a . . . ar 0 (n − 1)),
0

entonces m = n y para toda i < m se tiene r(i) = r 0 (i). Es decir, la función


que define un término es única.
Demostración. Ejercicio.
Teorema 6.10 (Unicidad en la lectura de términos).
Los términos se descomponen de manera única en subtérminos. Es decir, si
s ∈ Tm(L), entonces ocurre exactamente una de las siguientes afirmaciones:
(i) Existe exactamente una n < ω tal que s = vn ;
(ii) Existe exactamente una c ∈ K tal que s = c;
(iii) Existen exactamente una f ∈ F y una r : τ(f ) − → Tm(L) tal que
s = fr(0) . . . r(τ(f ) − 1).
Demostración. Es inmediato del inciso (a) del lema 6.9.
A continuación probamos que las fórmulas se pueden descomponer en
forma única. Comencemos con las fórmulas atómicas:
Lema 6.11.
(a) Tm(L) ∩ At(L) = ∅. Es decir, ningún término puede ser una fórmula
atómica ni viceversa.
(b) Para cualesquier s1 , s2 , s10 , s20 ∈ Tm(L), si s1 =s
˙ 2 v s10 =s
˙ 20 entonces s1 = s20
0
y s2 = s2 .
(c) Para cualesquier R, R0 ∈ R, s : τ(R) − → Tm(L) y s0 : τ(R0 ) − → Tm(L), si
Rs(0) . . . s(τ(R) − 1) v R s (0) . . . s (t(R0 ) − 1) entonces R = R0 y para
0 0 0

toda n < τ(R)) se cumple s(n) = s0 (n).


(b) y (c) expresan que la función que describe una fórmula es única.
Demostración. Ejercicio.
Lema 6.12.
(a) Tm(L) ∩ Fml(L) = ∅. Es decir, ningún término es fórmula ni viceversa.
(b) Sea ϕ ∈ Fml(L). Entonces ϕ ∈ At(L) o ϕ = (ψ∧ξ) para algunas
ψ, ξ ∈ Fml(L) o ϕ = ¬ψ con ψ ∈ Fml(L), o existe n < ω con ϕ = ∀ vn ψ
tal que ψ ∈ Fml(L).

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(c) Sean ϕ, ψ ∈ Fml(L). Si ψ v ϕ, entonces ψ = ϕ.

Demostración. Si eliminamos de Fml(L) el conjunto Tm(L), así como


todos los elementos que no son de la forma especificada por (b), el conjunto F
resultante satisface (F1) a (F4) de 6.5; por lo tanto, debido a la ⊆-minimalidad
de Fml(L), F coincide con Fml(L). Así que en realidad no se puede eliminar
ningún elemento de Fml(L). Por consiguiente, (a) y (b) son válidas.
Para demostrar (c), denotemos con nϕ el número de conectivos y cuan-
Def
tificadores en ϕ ∈ Fml(L). Es decir, nϕ = |{i < |ϕ| : ϕ(i) ∈ {¬, ∧, ∀ }}|.
Primero demostramos la siguiente afirmación, de donde se deduce inmediata-
mente (c):
Para cualesquier n < ω, ϕ, ψ ∈ Fml(L),
(31)
si n = nϕ y ψ v ϕ, entonces ψ = ϕ.
Demostración de la afirmación 31: por inducción sobre n < ω.
Caso n = 0. Sea nϕ = 0 y ψ v ϕ. Así, tanto ϕ como ψ son fórmulas
atómicas, pues no contienen conectivos o cuantificadores. Entonces son
posibles dos subcasos:
Def
Caso ϕ = s1 =s ˙ 2 con s1 , s2 ∈ Tm(L). Dado que ψ v ϕ, ψ
no comienza con un símbolo de relación y debe tener la forma
Def
ψ = s10 =s
˙ 20 , con s10 , s20 ∈ Tm(L). Por el lema 6.11(b) se cumple
entonces que s10 = s1 y s20 = s2 , de donde se sigue ϕ = ψ.
Def
Caso ϕ = Rs(0) . . . s(τ(R) − 1), con R ∈ R y s : τ(R) − → tm(L).
Def
En este caso se debe tener ψ = Rs0 (0) . . . s0 (τ(R) − 1), con s0 : τ(R)
−→ Tm(L). Por el lema 5.3(c) logramos s(n) = s0 (n) para toda
n < τ(R), de donde se sigue ψ = ϕ.

Hipótesis de inducción. Suponga que la afirmación se ha demostrado para


toda m < n y sean ψ, ϕ ∈ Fml(L), con nϕ = n y ψ v ϕ (naturalmente
nψ ≤ n). Por (b) son posibles tres casos:
Def
Caso ϕ = (ϕ1 ∧ϕ2 ) con ϕ1 , ϕ2 ∈ Fml(L). Ya que ψ v ϕ, ψ debe
comenzar también con “(”. Por (b), ψ es de la forma ψ = (ψ1 ∧ψ2 ) con
ψ1 , ψ2 ∈ Fml(L). Entonces ψ1 v ϕ1 o ϕ1 v ψ1 . Dado que nϕ1 < nϕ = n,
respectivamente, nψ1 ≤ nψ ≤ n. Por la hipótesis de inducción se tiene
ψ1 = ϕ1 , y esto implica ψ = ϕ.

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4. Lógica

Def
Caso ϕ = ¬ϕ1 , con ϕ1 ∈ Fml(L). Como ψ v ϕ, entonces ψ también
comienza con ¬, es decir, ψ = ¬ψ1 para alguna ψ1 ∈ Fml(L). En tal caso
ψ1 v ϕ1 y nϕ1 < nϕ = n, así que por hipótesis de inducción concluimos
que ψ1 = ϕ1 , de donde ψ = ϕ.
Def
Caso ϕ = ∀ vl ϕ1 , con l < ω y ϕ1 ∈ Fml(L). Este caso se trata en forma
análoga al caso previo.
Con esto queda demostrada la afirmación (1). J
El lema queda demostrado.
El siguiente lema establece que la descomposición de fórmulas en subfór-
mulas es única.
Teorema 6.13 (Unicidad en la lectura de fórmulas).
Toda fórmula se puede descomponer de manera única en subfórmulas. Es
decir, si ϕ ∈ Fml(L), entonces es cierta exactamente una de las siguientes
afirmaciones:
(i) Existen exactamente dos s1 , s2 ∈ Tm(L), tales que ϕ = s1 =s
˙ 2.
(ii) Existe exactamente una R ∈ R y una s : τ(R) − → Tm(L) tales que
ϕ = Rs(0) . . . s(t(R) − 1).
(iii) Existen exactamente dos ψ, ξ ∈ Fml(L), tales que ϕ = (ψ∧ξ).
(iv) Existe exactamente una ψ ∈ Fml(L) tal que ϕ = ¬ψ.
(v) Existen exactamente una n < ω y una ψ ∈ Fml(L) tales que ϕ = ∀ vn ψ.
Demostración. Ejercicio.

7. Inducción y recursión sobre la construcción de términos y fórmulas


La construcción tan especial de los términos y fórmulas permite incorporar
demostraciones por inducción y definiciones por recursión.
Teorema 7.1 (Inducción sobre la construcción de términos).
Sea Φ una propiedad acerca de términos expresable como una LTC-fórmula.
Suponga que:
(i) Para toda n < ω, vn cumple con Φ y para toda c ∈ K, c valida Φ ;
(ii) Para toda f ∈ F y toda función s : τ(f ) −
→ Tm(L); si para cada i < τ(f ),
s(i) cumple con Φ, entonces Φ se cumple para fs(0) . . . s(τ(f ) − 1).
Entonces Φ es cierta para todo s ∈ Tm(L).

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Def
Demostración. T = {s ∈ Tm(L) : Φ(s)} satisface (T1), (T2) y (T3). Por
la ⊆-minimalidad de Tm(L), se cumple T = Tm(L).
Note que usamos como símbolos primitivos ∧ , ¬ , ⇒ , los otros símbolos son
derivados. Así lo haremos en lo sucesivo, a menos que se describa otro acuerdo.
El teorema establece que una propiedad matemática Φ es cierta para todo L-
término, si es cierta para toda variable y todo símbolo de constante y si, para
cada f ∈ F, de la validez de Φ para los términos s(0), . . . , s(τ(f ) − 1) se sigue
la validez de Φ para fs(0) . . . s(τ(f ) − 1).
Tenemos un resultado análogo para las fórmulas.
Teorema 7.2 (Inducción sobre la construcción de fórmulas).
Sea Φ una propiedad acerca de fórmulas expresable como una LTC-fórmula.
Suponga que:
(i) Toda fórmula atómica de L cumple Φ;
(ii) Para cualesquier L-fórmulas ψ y ϕ que cumple Φ, se cumple que ψ ∧ ϕ y
¬ϕ validan Φ.
(iii) Si ψ es una L-fórmula que cumple con Φ, entonces para toda n < ω la
L-fórmula ∀ vn ψ cumple Φ.
Entonces toda L-fórmula tiene Φ.
Es decir, una propiedad matemática se cumple para todas las fórmulas: si se
cumple para todas las fórmulas atómicas; si de la validez de esta propiedad para
alguna fórmula, se sigue su veracidad para la negación de la fórmula y para cada
cuantificación de la misma; y si de la veracidad de esta propiedad para cada dos
fórmulas, se sigue su validez para la conjunción de ellas.

Demostración. Se demuestra en forma análoga al teorema de inducción


sobre términos.
De igual modo podemos probar un teorema de recursión para términos y
fórmulas.
Teorema 7.3 (Recursión sobre la construcción de términos).
Sean Gvar , Gconst , Gfun : V −
→ V . Entonces existe una única función
H : Fml(L) −→ V con:
(i) Para toda n < ω, H(vn ) = Gvar (vn );
(ii) Para toda c ∈ K, H(c) = Gconst (c);

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(iii) Para toda f ∈ F y toda s : τ(f ) −


→ Tm(L), se cumple que
H(fs(0) . . . s(τ(f ) − 1)) = Gfun (f, s, (H(s(i)) : i < τ(f )).
Demostración. Definimos
Def
T0 = {vn : n < ω} ∪ K,
Def
Tn+1 = Tn ∪ {fs(0) . . . s(τ(f ) − 1) : f ∈ F ∧ s : τ(f ) −
→ Tn },
Def S
entonces Tm(L) = n<ω Tn . Puesto que los términos se descomponen de forma
única, se puede definir H  Tn fácilmente, por recursión sobre ω, de manera
que sean válidos (i), (ii) y (iii). Con ello se asegura la existencia de H.
Tenemos un teorema similar para fórmulas:
Teorema 7.4 (Recursión sobre la construcción de fórmulas).
Sean Gat , G∧ , G¬ , G∀ : V −
→ V . Entonces existe exactamente una función
H : Fml(L) −
→V
con:
(i) Para toda L-fórmula atómica ϕ, H(ϕ) = Gat (ϕ);
(ii) Para cualesquier L-fórmulas ϕ, ψ, H((ϕ∧ψ)) = G∧ (ϕ, ψ, H(ϕ), H(ψ));
(iii) Para toda L-fórmula ϕ, H(¬ϕ) = G¬ (ϕ, H(f ));
(iv) Para cualquier L-fórmula ψ y n < ω, H(∀vn ψ) = G∀ (n, ψ, H(ψ)).
Demostración. Se demuestra en forma análoga al teorema de recursión
sobre la construcción de términos.
Ejemplos de aplicación de los teoremas de recursión los proporcionan las
siguientes definiciones.
Intuitivamente resulta claro cómo determinar las variables que aparecen en
un término. Para formalizar esta idea procedemos como a continuación:
Definición 7.5. Para t ∈ Tm(L) definimos recursivamente el conjunto de
variables de t, var(t), como sigue:
var(vn ) = {vn },
var(c) = ∅,
[
var(fs(0) . . . s(τ(f ) − 1)) = var(s(i)).
i<τ(f )

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Observe que para realizar de modo formal esta recursión, debemos definir
Def
Gvar = {(x, {x}) : x ∈ V },
Def
Gconst = {(x, ∅) : x ∈ V },

y
Def [
Gfun = {((j, f, g), ran(g)) : j, f, g ∈ V }.

En forma similar podemos definir los conjuntos de variables y variables


libres de una fórmula.

Definición 7.6. Sean ϕ ∈ Fml(L) y n < ω. En la expresión ∀ xϕ decimos


que ϕ es el alcance del cuantificador ∀ . Decimos que vn está acotada en ϕ si
∀ vn aparece en ϕ, es decir, existe i < |ϕ| − 1 con ϕ(i) = ∀ y ϕ(i + 1) = vn
y ϕ está en el alcance del cuantificador. Recuerde que ϕ es una palabra (una
sucesión de símbolos). Una variable que no está acotada es libre. En este orden
de ideas, una variable es libre en una fórmula si tiene una presencia libre. Una
variable es acotada en una fórmula si tiene una presencia acotada.

Observe que una variable puede aparecer libre en ϕ y también acotada.


Considere, por ejemplo, v0 en
Def
ϕ = (v0 =v
˙ 2 )∧(∀ v0 (v1 =v
˙ 0 )).

Definición 7.7. Para ϕ ∈ Fml(L) definimos recursivamente el conjunto de


variables de ϕ, var(ϕ), y el conjunto de variables libres de ϕ, lib(ϕ), como
sigue:
Def Def
(i) var(s1 =s
˙ 2 ) = lib(s1 =s
˙ 2 ) = var(s1 ) ∪ var(s2 );
Def
(ii) var(Rs(0) . . . s(τ(R) − 1)) = lib(Rs(0) . . . s(τ(R) − 1))
Def S
= j<τ(R) var(s(j));
Def Def
(iii) var((ϕ∧ψ)) = var(ϕ) ∪ var(ψ); lib((ϕ∧ψ)) = lib(ϕ) ∪ lib(ψ);
Def
(iv) var(¬ϕ) = var(ϕ); lib(¬ϕ) = lib(ϕ);
Def Def
(v) var(∀ vn ϕ) = var(ϕ) ∪ {vn }; lib(∀ vn ϕ) = lib(ϕ) \ {vn }.
Def S
Si Φ ⊆ Fml(L), entonces lib(Φ) = {lib(ϕ) : ϕ ∈ Φ} es el conjunto de las
variables libres de Φ.

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4. Lógica

Observe que lib(ϕ) consta de las variables de ϕ que, en al menos una


posición, no aparecen dentro del alcance de un cuantificador, como se había
definido.
En ocasiones es conveniente restringirse a ciertas variables libres. Defini-
mos, por lo tanto:
Definición 7.8. Para n < ω, sea
Def
Fmln (L) = {ϕ ∈ Fml(L) : lib(ϕ) ⊆ {vn : i < n}}.
Entonces Fml0 (L) es el conjunto de todas las fórmulas que no tienen variables
libres, y se llama conjunto de L-enunciados.
Ocasionalmente, en lugar de las variables vn usamos las letras x, y, z, . . .
(muchas veces con subíndices). La notación ϕ(x1 , . . . , xn ) significa que
ϕ ∈ Fml(ϕ) y lib(ϕ) ⊆ {x1 , . . . , xn }.

8. Modelos
Toca el turno a la semántica. Hasta este punto hemos considerado sólo propie-
dades sintácticas. Introdujimos lenguajes formales para expresar propiedades
internas de las estructuras, es decir, propiedades de las relaciones, funciones y
constantes de A dentro de A. Ahora debemos interpretar los términos y fór-
mulas del lenguaje L como enunciados sobre ciertas relaciones, funciones y
constantes de A. Las variables se deben asociar con elementos de A.
En este libro presentamos dos métodos para interpretar fórmulas en es-
tructuras. El primero utiliza valuaciones y es el más usual en lógica. El se-
gundo método consiste en la expansión del lenguaje, al cual se añaden nuevas
constantes y es propio de teoría de modelos. Más adelante presentamos la
demostración de la equivalencia de ambos procedimientos.
El método de valuaciones es el siguiente:
Definición 8.1. La función β es una valuación en A, si β : {vn : n < ω}

→ A.
Fijemos una valuación arbitraria β en A.
Definición 8.2. Sea t ∈ Tm(L) un término arbitrario. Definimos recursiva-
mente la interpretación de s en A respecto a la valuación β, denotada t A [β]
como sigue:
Def
(i) vnA [β] = β(vn );

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Def
(ii) cA [β] = cA ;
Def
(iii) (fs(0) . . . s(τ(f ) − 1))A [β] = f A (s(0)A [β], . . . , s(τ(j) − 1)A [β]).
Así que un término se interpreta en A, de tal forma que cada símbolo de
función (de constante) se sustituye por la función (la constante) correspondiente
de A, y cada variable se sustituye por el elemento determinado por β en A.
Para definir la interpretación de una fórmula en una estructura A, debemos
modificar las valuaciones.
Definición 8.3. Sea β una valuación en A, a ∈ A y n < ω. Entonces definimos
la valuación β(vn /a) en A mediante:
(
Def β(vm ), cuando m 6= n
β(vn /a) =
a, cuando m = n.
En consecuencia, β(vn /a) se distingue de β solamente en que la variable
vn se evalúa como a.
Con nuestra nueva definición de valuación podemos definir la relación de
satisfacción |=, de gran trascendencia en el resto del libro.
Definición 8.4. (Definición de satisfacción, Tarski, 1936). Sea ϕ ∈ Fml(L)
una L-fórmula arbitraria. Definimos recursivamente la relación A |= ϕ[β]
como sigue:
˙ 2 [β]) si y sólo si s1A [β] = s2A [β];
(i) A |= (s1 =s
(ii) A |= Rs(0) . . . s(τ(R)−1)[β] si y sólo si RA (s(0)A [β], . . . , s(τ(i)−1)A [β]);
(iii) A |= (ϕ1 ∧ϕ2 )[β] si y sólo si A |= ϕ1 [β] y A |= ϕ2 [β];
(iv) A |= ¬ϕ[β] si y sólo si A 6|= ϕ[β];
(v) A |= ∀ vn ϕ[β] si y sólo si, para toda a ∈ A , A |= ϕ[β(vn /a)].
Decimos que A satisface ϕ respecto a β o también que ϕ es cierta en A respecto
a β, cuando A |= ϕ[β].
Para formalizar la definición de A |= ϕ[β] en el ámbito del teorema de
recursión, se puede proceder como sigue. Definimos una función BA : Fml(L)
−→ V para fórmulas, con ayuda del teorema de recursión como:
˙ 2 ) = {β : s1A [β] = s2A [β]};
(i) BA (s1 =s
Def
(ii) BA (Rs(0) . . . s(τ(R) − 1)) = {β : RA (s(0)A [β], . . . , s(τ(R) − 1)A [β])};
Def
(iii) BA ((ϕ1 ∧ϕ2 )) = BA (ϕ1 ) ∩ BA (ϕ2 );
Def
(iv) BA (¬ϕ) = {β : β ∈ / BA (ϕ)};

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4. Lógica

Def
(v) BA (∀ vn ) = {β : ∀ a ∈ A(β(vn /a) ∈ BA (ϕ))}.
Definimos entonces A |= ϕ[β] si y sólo si β ∈ BA (ϕ).
Según nuestra construcción A |= ϕ[β] es una LTC-fórmula con parámetros
A, ϕ y β.
Ejemplo 8.5. Considere la signatura σ = (∅, {f+ }, {c0 }, {(+, 2)}), la σ-
estructura
A = hR, +, 0i
Def
y la fórmula ϕ = ∀ v0 (f+ v0 v1 =v0 ). La fórmula ϕ es cierta en A para una
valuación β si y sólo si se cumple que para toda a ∈ R , a + β(v1 ) = a. (Éste
es exactamente el caso cuando β(v1 ) = 0).
Generalizamos la relación de satisfacción a conjuntos de fórmulas.
Definición 8.6. Sean Φ ⊆ Fml(L) y β una valuación en A. A satisface
Φ mediante β si A satisface cada fórmula de Φ mediante β. En símbolos:
A |= Φ[β] si para toda ϕ ∈ Φ , A |= ϕ[β].
La validez de la relación A |= ϕ[β] depende del valor de la valuación en
una cantidad finita de variables vn , donde las vn son las variables libres de ϕ.
Más aún, la validez de la relación A |= ϕ[β] en A depende solamente de un
número finito de relaciones RA , funciones f A y constantes cA correspondientes
a los símbolos R, f, c que figuran en ϕ.
Lema 8.7 (Lema de coincidencia).
Sea A una L-estructura. Supongamos que la L0 -estructura A0 y la L1 -
estructura A1 son expansiones de A. Además, sea β0 una valuación en A0
y β1 una valuación en A1 . Las siguientes afirmaciones son ciertas:
(a) Para todo s ∈ Tm(L), si β0  var(s) = β1  var(s) entonces sA0 [β0 ] =
sA1 [β1 ].
(b) Para toda ϕ ∈ Fml(L), si β0  lib(ϕ) = β1  lib(ϕ) entonces A0 |= ϕ[β0 ]
si y sólo si A1 |= ϕ[β1 ].
Demostración. Ejercicio.
Corolario 8.8.
(a) La validez de A |= ϕ[β] depende solamente de los valores (un número
finito) de β  lib(ϕ), de un número finito de relaciones {RA : R ∈ ran(ϕ)},
de un número finito de funciones {f A : f ∈ ran(ϕ)} y de un número finito
de constantes {cA : c ∈ ran(ϕ)}.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(b) Si ϕ es un L-enunciado entonces la validez de A |= ϕ[β] no depende de β.

Demostración.
Def Def Def Def
(a) Sean R0 = R∩ran(ϕ), F0 = F ∩ran(ϕ), K0 = K∩ran(ϕ), τ 0 = τ  R0 ∪F0
Def
y L0 = (R0 , F0 , K0 , τ 0 ). Además, sea β0 una valuación arbitraria en A0 con
β0  lib(ϕ) = β  lib(ϕ). Sea A0 el L0 -reducto de A. Del lema de
coincidencia 8.7 (con A0 en lugar de A y A0 ; A en lugar de A1 ), deducimos
que A |= ϕ[β] si y sólo si A0 |= ϕ[β]). De aquí se sigue inmediatamente
la afirmación.
(b) Se sigue de (a) pues lib(ϕ) = ∅.

En vista del lema 8.7 podemos convenir lo siguiente:


(a) Sea s ∈ Tm(L) y var(s) ⊆ {v0 , . . . , vn−1 }. Si ai = β(vi ) para i < n,
escribimos sA [a0 , . . . , an−1 ] en lugar de sA [β], con lo que indicamos que
sólo importa cómo se evalúan las variables v0 , . . . , vn−1 y de hecho sus
valores son a0 , . . . , an−1 , que son elementos de A.
(b) Sea ϕ ∈ Fmln (L) (respectivamente, Φ ⊆ Fmln (L)). Si ai = β(vi )
para i < n, escribimos A |= ϕ[a0 , . . . , an−1 ] en lugar de A |= ϕ[β]
(respectivamente, A |= Φ[a0 , . . . , an−1 ] en lugar de A |= Φ[β]).
La siguiente definición es de gran importancia.
Definición 8.9. Si ϕ es un enunciado, tal que existe una valuación β con
A |= ϕ[β], decimos que A es modelo de ϕ o que ϕ es verdadero en A y
escribimos A |= ϕ. En forma análoga, definimos A |= Φ para un conjunto de
enunciados Φ.
Observe que la propiedad “tener modelo” es exclusiva de enunciados, no
de fórmulas en general.

En este punto es importante precisar qué se entiende por sustitución de


un término en las variables (variables libres) de un cierto término (fórmula).
Para ello fijemos un lenguaje L = (R, F, K, τ). Como abreviación usamos
Var = {vn : n < ω}.
Definición 8.10. Sean x ∈ Var y s, t ∈ Tm(L).

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4. Lógica

(a) Definimos recursivamente la sustitución t{x/s} mediante


(
Def y, si y 6= x
y{x/s} =
s, si y = x;
Def
c{x/s} = c;
Def
(ft0 . . . tτ(f )−1 ){x/s} = ft0 {x/s} . . . tτ(f )−1 {x/s}.
(b) Para ϕ ∈ Fml(L) definimos recursivamente la sustitución ϕ{x/s} mediante
Def
˙ 2 ){x/s} = t1 {x/s}=t
(t1 =t ˙ 2 {x/s}
Def
(Rt0 . . . tτ(R)−1 ){x/s} = Rt0 {x/s} . . . tτ(R)−1 {x/s}
Def
(ψ ∧ ϕ){x/s} = ψ{x/s} ∧ ϕ{x/s}
Def
(¬ψ){x/s} = ¬(ψ{x/s})
(
Def ∀yψ, si y = x
(∀yψ){x/s} =
∀y(ψ{x/s}), si y 6= x.

Según esto, t{x/s} es el término que se obtiene sustituyendo en t cada


presencia de x por s, y ϕ{x/s} es la fórmula que se obtiene sustituyendo en ϕ
cada presencia libre de x por s.
Ejemplo 8.11. Considere el lenguaje de la teoría de grupos, donde 0 representa
Def
al elemento neutro y + la operación del grupo. Sea ϕ = (∃ u(u + z=0)∧∃
˙ z(u +
z=0)).
˙ Entonces
ϕ{z/x + y} = (∃ u(u + (x + y)=0)∧∃
˙ z(u + z=0)).
˙
Al realizar una sustitución puede ocurrir que una variable de un término que
se está sustituyendo aparezca en el alcance de un cuantificador y sea la variable
a cuantificar, lo que no es conveniente. Según nuestra intuición ϕ{x/s} debe
ser un caso especial de ϕ; si ϕ es válida en un modelo A para cada valua-
ción β, entonces ϕ{x/s} debe ser válida en ese modelo para cada valuación.
Consideremos, por ejemplo, en el contexto de la teoría de grupos, la fórmula
ϕ = ∃ x(x+z=0), ˙ entonces es válido Z |= ∃ x(x+z=0)[β]
˙ para cada valuación
β. Sin embargo,
Z 6|= ϕ{z/x + y}[β],

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(donde ϕ{z/x + y} = ∃ x(x + (x + y)=0)) ˙ si β(y) = 1. En tal situación,


pretendemos considerar solamente sustituciones que no den lugar a tales
patologías. Esto se consigue con la siguiente definición.

Definición 8.12. Sean ϕ ∈ Fml(L) y s ∈ Tm(L). ϕ, s son compatibles si


ninguna variable acotada de ϕ aparece en s.

En cierto sentido, el siguiente teorema establece que ϕ{x/s} es un caso


particular de ϕ cuando ϕ y s son compatibles.

Teorema 8.13 (Sustitución). Sean A una L-estructura, β una valuación en A,


x ∈ Var y s ∈ Tm(L).
(a) Si t ∈ Tm(L), entonces
t{x/s}A [β] = t A [β(x/sA [β])].
(b) Si ϕ ∈ Fml(L) tal que ϕ y s son compatibles, entonces
A |= ϕ{x/s}[β] si y sólo si A |= ϕ[β(x/sA [β])].

Demostración.
(a) Por inducción sobre la construcción de términos.
t = c. Puesto que cA [γ] = c, para cada valuación γ, este caso es evidente.
t = y. Si y = x, entonces
(x{x/s})A [β] = sA [β] = β(x/sA [β])(x) = xA [β(x/sA [β])].
Si y 6= x, entonces
(y{x/s})A [β] = yA [β] = β(y) = β(x/sA [β])(y) = yA [β(x/sA [β])].
t = ft0 . . . tτ(f )−1 . En este caso

(ft0 . . . tτ(f )−1 ){x/s})A [β] = (ft0 {x/s}, . . . , tτ(f )−1 {x/s})A [β]
= f A t0 {x/s}A [β] . . . tτ(f )−1 {x/s}A [β]
= f A t0A [β(x/sA [β])] . . . tτ(f
A A
)−1 [β(x/s [β])]
HI
= (ft0 . . . tτ(f )−1 )A [β(x/sA [β])].
Con esto queda demostrado (a).

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4. Lógica

(b) Por inducción sobre la construcción de fórmulas.


Def
ϕ = t1 =t
˙ 2.
A |= (t1 =t
˙ 2 ){x/s}[β] si y sólo si A |= (t1 {x/s})[β]=(t
˙ 2 {x/s})[β]
si y sólo si (t1 {x/s})A [β] = (t2 {x/s})A [β]
si y sólo si (por (a)) t1A [β(x/sA [β])] = t2A [β(x/sA [β])]
˙ 2 [β(x/sA [β])].
si y sólo si A |= t1 =t
Def
ϕ = Rt0 . . . tτ(R)−1 .
A |= (Rt0 . . . tτ(R)−1 ){x/s}[β]
si y sólo si RA (t0 {x/s}A [β] . . . tτ(R)−1 {x/s}A [β])
si y sólo si (por (a)) RA (t0A [β(x/sA [β])] . . . tτ(R)−1
A
[β(x/sA [β])])
si y sólo si A |= Rt0 . . . tτ(R)−1 [β(x/sA [β])].
Def
ϕ = (ψ1 ∧ψ2 ).
A |= (ψ1 ∧ψ2 ){x/s}[β] si y sólo si A |= (ψ{x/s}∧ψ2 {x/s})[β]
si y sólo si A |= ψ1 {x/s}[β] y A |= ψ2 {x/s}[β]
h i
si y sólo si (por H. I.) A |= ψ1 β(x/sA [β])
h i
y A |= ψ2 β(x/sA [β])
h i
si y sólo si A |= (ψ1 ∧ψ2 ) β(x/sA [β]) .
Def
ϕ = ¬ψ. Este caso se trata en forma similar al caso anterior.
ϕ = ∀ yψ. Aquí distinguimos dos subcasos.
Subcaso 1. y = x. Tenemos lo siguiente:
A |= (∀ yψ){x/s}[β] si y sólo si
A |= ∀ yψ[β] si y sólo si (pues x = y ∈
/ lib(∀ yψ))
h i
A |= ∀ yψ β(x/sA [β]) .
Subcaso 2. y 6= x. Primero mostramos que
(1) si a ∈ A y β es una valuación en A, entonces
 
β(y/a)(x/sA β(y/a) ) = β(x/sA [β])(y/a).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Prueba de (1). Es claro que ambas valuaciones coinciden en las variables


z tales que z ∈ Var \ {x}. Ya que ϕ y s son compatibles, y ∈ / var(s).
Entonces
    y∈var(s)
/
β(y/a)(x/sA β(y/a) )(x) = sA β(y/a) = A
s [β]
x6=y
 
= β(x/sA [β]) (y/a)(x).
Con lo que todos los casos quedan demostrados. J
Ya que cada variable acotada en ψ también lo está en ϕ, tanto ϕ, s como
ψ, s son compatibles. Se deduce entonces que
A |= (∀ yψ){x/s}[β] si y sólo si A |= ∀ y(ψ{x/s})[β]
 
si y sólo si para toda a ∈ A, A |= ψ{x/s} β(y/a)
si y sólo si (por H. I.) para toda a ∈ A,
h  i
A |= ψ (β(y/a))(x/sA β(y/a) )
si y sólo si (por (1)) para toda a ∈ A,
h i
A |= ψ β(x/sA [β])(y/a)
h i
si y sólo si A |= ∀ yψ β(x/sA [β]) .

Toca el turno a la presentación de otro procedimiento para asignar valores


de verdad a fórmulas del L-lenguaje. Recuerde el lector la definición 3.4 sobre
la adición de nuevos símbolos de constante a una estructura.
Sean A una L-estructura y M ⊆ A un subconjunto. Para cada a ∈ M

escogemos un nuevo símbolo de constante, que denotamos a y definimos
◦ ◦ ◦
M = {a : a ∈ M}. Entonces L(M) es la expansión de L mediante nuevas
constantes de M. Para una L-estructura arbitraria B y una función f : M

→ B, denotamos con (B, f [M]) la L(M)-estructura en la que todo símbolo de

◦ ◦ ◦
constante a ∈ M se interpreta como f (a). La L(M)-estructura que se genera
de A, en el caso f = idM para M ⊆ A, se denota por (A, M).

Definición 8.14. Un término cerrado es un término que no tiene variables.

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4. Lógica

Recuerde que A es el universo de A. Procedamos a definir el valor de un



L(A)-término cerrado en (A, A):

Definición 8.15. Si A es una L-estructura y t un término cerrado en L(A),
Def ∗
definimos el valor de t en A∗ = (A, A), en símbolos t A , como sigue:

(i) Si t es el símbolo de constante c ∈ K, t A = cA .
◦ ∗
(ii) Si t es la constante a para a ∈ A, t A = a.

(iii) Si t es el término ft0 . . . tn−1 para n ∈ N, f ∈ F, τ(f ) = n y L(A)-términos
cerrados t0 , . . . , tn−1 , entonces
∗ ∗ ∗
t A = f A (t0A , . . . , tn−1
A
).

Esta evaluación es una función del conjunto de los L(A)-términos cerrados

a A. La valuación de los L(A)-enunciados en A∗ es, en cambio, una función

de Fml0 (L(A)) al conjunto {verdadero, falso}. La veracidad de un enunciado
la definimos en seguida:

Definición 8.16. Si A es una L-estructura, la veracidad del L(A)-enunciado ϕ
Def
en A∗ = (A, A), en símbolos A∗ |= ϕ, se define recursivamente a continuación
(si A∗ |= ϕ, decimos que ϕ es verdadera en A∗ o que ϕ es válida en A∗ ):

Sean R ∈ R, τ(R) = n, t0 , . . . , tn−1 L(A)-términos cerrados, ψ, ψ1 , ψ2
◦ ◦
L(A)-enunciados y ϑ una L(A)-fórmula con a lo sumo una variable libre.
∗ ∗
(i) A∗ |= (t1 =t
˙ 2 ) si t1A = t2A .
∗ A∗ ).
(ii) A∗ |= R(t0 , . . . , tn−1 ), si RA (t0A , . . . , tn−1
(iii) A∗ |= ¬ψ, si A∗ 6|= ψ, es decir, si no es cierto que A∗ |= ψ.
(iv) A∗ |= ψ1 ∧ ψ2 , si A∗ |= ψ1 y A∗ |= ψ2 .
◦ ◦
(v) A∗ |= ∀ xϑ si para toda a ∈ A, A∗ |= ϑ{x/a}, donde ϑ{x/a} es la fórmula

que se obtiene al sustituir en ϑ toda presencia libre de x por a.
Sean A una L-estructura y ~a = (a0 , . . . , an−1 ) ∈ An (n bien puede ser 0 o
incluso ~a ser vacía).
Si t = t(x0 , . . . , xn−1 ) es un L-término, entonces el valor de t respecto a ~a
◦ ◦
en A, denotado t A (~a), es el elemento t{~x/~a} donde A∗ = (A, A) y t{~x/~a} es el
◦ ◦ ◦
L(A)-término cerrado t{x0 /a0 , . . . , xn−1 /an−1 }.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Si ϕ = ϕ(x0 , . . . , xn−1 ) es una L-fórmula, decimos que la n-ada ~a =


(a0 , . . . , an−1 ) satisface la fórmula ϕ en A, en símbolos A |= ϕ(a0 , . . . , an−1 ),

si A∗ |= ϕ{~x/~a}.
Extendemos la notación de la definición a conjuntos arbitrarios de fórmulas
Φ(~x) = {ϕi (~x) : i ∈ I} con las mismas variables libres ~x: A |= Φ(~a) si
A |= ϕi (~a) para toda i ∈ I.
Una L-fórmula ϕ es satisfacible en A si existe una n-ada de elementos de
A que satisface a ϕ en A. La fórmula ϕ es válida (o cierta) en A, A |= ϕ si
toda n-ada de elementos de A satisface a ϕ en A. En general, una fórmula ϕ es
satisfacible si existe una L-estructura A que la satisface, y ϕ es universalmente
válida, |= ϕ, si es cierta en toda L-estructura. Una fórmula no satisfacible se
conoce como contradictoria.
El siguiente lema establece una relación entre modelos y expansiones de
lenguaje.
Lema 8.17 (Coincidencia en la extensión de lenguajes). Sean L ⊆ L0 len-
guajes y B una L0 -estructura. Para toda L-fórmula ϕ(~x) y toda n-ada ~a de B,
se cumple que
B |= ϕ(~a) si y sólo si A |= ϕ(~a),
donde A = B  L es un reducto de B.

Demostración. Sea L = (K, F, R, τ). Primero se demuestra para L-tér-


minos t = t(~x) que
t B (~a) = t A (~a), (*)
por inducción en la construcción del término.
Como ejemplo, sean t0 , . . . , tn−1 L-términos para los que (*) es cierto
(hipótesis de inducción) y sea f ∈ F un símbolo de n-función. Debemos
mostrar que (*) es cierta para t = ft0 . . . tn−1 . Se cumple tiB (~a) = tiA (~a)
para i < n por hipótesis de inducción, pero en estas condiciones f B = f A
(definición de reducto); por consiguiente, t B (~a) = t A (~a).
Después se demuestra la afirmación del lema por inducción sobre la
construcción de fórmulas. Otra vez consideramos un caso como ejemplo; los
demás son sencillos.
Sea ϑ una L-fórmula para la cual la afirmación es cierta (hipótesis de
inducción). Debemos mostrar que la afirmación también es cierta para ϕ(~x) =
∃ y ϑ(~x, y). Por definición, B |= ϕ(~a) si y sólo si B |= ϑ(~a, b) para alguna

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4. Lógica

b ∈ B. Esto último es equivalente a A |= ϑ(~a, b) para alguna b ∈ B, si y sólo


si (por H.I.) A |= ϕ(~a).

9. La relación de consecuencia lógica


Ya que disponemos de la relación de satisfacción, podemos definir otra impor-
tante relación: la de consecuencia lógica. Puede ocurrir que un conjunto de
fórmulas no se satisfaga en toda estructura. Pero si siempre que se satisface en
una estructura, también es cierta una fórmula ϕ (en la misma estructura), dire-
mos que el conjunto de fórmulas implica lógicamente a ϕ, o que ϕ se deduce
del conjunto de fórmulas.
Definición 9.1. Sean Φ ⊆ Fml(L) y ϕ ∈ Fml(L).
Φ |= ϕ significa que para toda L-estructura A y para toda valuación β,
si A |= Φ[β] entonces A |= ϕ[β].
Si Φ |= ϕ, decimos que Φ implica lógicamente a ϕ o también que ϕ es
consecuencia lógica de Φ.
Note el uso del símbolo |= en la noción de consecuencia. No se contradice
con el significado que antes le habíamos asignado. Cuando a la izquierda está
una estructura, nos referimos al concepto de modelo o satisfacción. En el caso
de implicación lógica, a la izquierda siempre está un conjunto de fórmulas.
Si ϕ, ϕ1 , . . . , ϕn ∈ Fml(L), entonces escribimos ϕ1 , . . . , ϕn |= ϕ en lugar de
{ϕ1 , . . . , ϕn } |= ϕ.
Definición 9.2. Sea ϕ ∈ Fml(L). La fórmula ϕ es universalmente válida si
es verdadera en toda estructura o, lo que es lo mismo, si es consecuencia lógica
del conjunto vacío de fórmulas, lo que denotamos por |= ϕ.
Un conjunto Φ de fórmulas es satisfacible si tiene un modelo:
Definición 9.3. Sea Φ ⊆ Fml(L). Φ es satisfacible, en símbolos Sat(Φ),
si existe una L-estructura A y una valuación β tales que A |= Φ[β]. Sea
ϕ ∈ Fml(L). La fórmula ϕ es satisfacible si {ϕ} es satisfacible.

Lema 9.4. Es cierto que Φ |= ϕ si y solamente si no se cumple Sat(Φ∪{¬ϕ}).


En particular, |= ϕ si y sólo si no se cumple Sat(¬ϕ).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. ⇒ ) Supongamos la validez de Φ |= ϕ y que Φ ∪ {¬ϕ}


es satisfacible en A respecto a la valuación β. Entonces A |= ¬ϕ[β], así que
A 6|= ϕ[β]. Por otra parte, es cierto que A |= Φ[β], lo cual conduce a A |= ϕ[β]
puesto que Φ |= ϕ, con lo que obtenemos una contradicción.
⇐ ) Supongamos ahora que Φ 6|= ϕ. Entonces existe una L-estructura A y
una valuación β en A tal que A |= Φ[β] y A 6|= ϕ[β] son válidas. Lo último es
equivalente a A |= ¬ϕ[β]. En resumen tenemos A |= Φ ∪ {¬ϕ}[β], es decir,
Sat(Φ ∪ {¬ϕ}). Con esto queda demostrado el lema.
Nuestra siguiente tarea será describir el comportamiento de términos y
fórmulas respecto a homomorfismos.
Lema 9.5. Sean A y B L-estructuras y h : A − → B.
(a) Si h es un homomorfismo, entonces, para todo término t(~x) de L y toda
n-ada ~a de A,
h(t A [~a]) = t B [h(~a)].
(b) h es un homomorfismo si y sólo si para toda fórmula atómica ϕ(~x) de L y
toda n-ada de elementos de A,
A |= ϕ[~a] implica que B |= ϕ[h(~a)]. (*)
(c) h es un encaje si y sólo si para toda fórmula atómica ϕ(~x) de L y toda
n-ada de elementos de A,
A |= ϕ[~a] si y sólo si B |= ϕ[h(~a)]. (**)
Demostración.
(a) Se prueba fácilmente por inducción en la construcción de t, usando la
definición de la valuación de términos.
(b) Suponga primero que h es un homomorfismo. Como ejemplo típico
suponga además que ϕ(~x) = Rst, donde s(~x) y t(~x) son términos. Suponga
que A |= ϕ[~a]. Entonces
RA (sA [~a], t A [~a]).
Por (a) y el hecho de que h es un homomorfismo:
(sB [h(~a)], t B [h(~a)]) = (h(sA [~a]), h(t A [~a])) ∈ RB .
En consecuencia, B |= ϕ[h(~a)] por la definición de satisfacción. En
esencia, la misma prueba funciona para cualquier fórmula atómica ϕ.
Para el recíproco, otra vez tomamos un ejemplo. Suponga que (*) es válido

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4. Lógica

para toda fórmula atómica ϕ y toda n-ada ~a. Suponga que RA (a0 , a1 ).
Escribimos ~a en lugar de (a0 , a1 ). Con ello A |= Rx0 x1 [~a]. Entonces (*)
implica B |= Rx0 x1 [h(~a)], lo que, por definición de satisfacción, conduce
a RB (h(a0 ), h(a1 )) como se requiere. Por lo tanto, h es un homomorfismo.

(c) Se prueba de manera similar.

Definición 9.6. Una literal es una fórmula atómica o la negación de una


fórmula atómica; si la literal no tiene variables la llamamos literal cerrada.

Corolario 9.7. Sea A y B L-estructuras y f : A − → B. Entonces f es un


encaje si y sólo si, para toda literal ϕ(~x) de L y toda n-ada ~a de An , se cumple:
A |= ϕ[~a] implica que B |= ϕ[f (~a)].
Demostración. Es inmediata del lema 9.5(c).
Lema 9.8. Sea B una L-estructura y X ⊆ B. Entonces las siguientes
afirmaciones son equivalentes:
(a) X = A para alguna subestructura A ⊆ B, donde A = |A|.
(b) Para toda constante c de L, cB ∈ X; para toda n > 0, todo símbolo f de
n-función y toda n-ada de elementos de X, f B (~a) ∈ X.
Si (a) y (b) son ciertas, A es única.
Demostración. Supongamos que (a) es cierta. Entonces para todo
símbolo de constante c de L, cB = cA ; pero cA ∈ A = X, así que cB ∈ X. De
modo similar, para cada símbolo de n-función f de L y cada n-ada de elementos
~a de X, ~a es una n-ada en A y f B (~a) = f A (~a) ∈ A = X. Esto prueba (b).
Recíprocamente, si (b) es cierta, podemos definir A haciendo A = X,
c = cB para cada constante c de L, f A = f B  Xn para cada símbolo de
A

n-función f de L, y RA = RB ∩ Xn para cada símbolo de n-relación R de L.


Entonces A ⊆ B; más aún, ésta es la única definición posible de A, puesto que
requerimos que A ⊆ B y A = X.
Sea B una L-estructura y Y un conjunto de elementos de B. Se sigue
fácilmente del lema 9.8 que existe una única subestructura (la más pequeña
posible) A de B, cuyo dominio contiene a Y ; A se conoce como la subestructura
de B generada por Y , o la envolvente de Y en B, en símbolos A = hY iB . Y es

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

un conjunto de generadores para A. Una estructura B es finitamente generada


si B es de la forma hY iB para algún conjunto finito Y . Podemos estimar la
cardinalidad de una estructura hY iB , en términos de la cardinalidad de Y y de
L.
Teorema 9.9. Sea B una L-estructura y Y un conjunto de elementos de B.
Entonces
|hY iB | ≤ |Y | + |L|.
Demostración. Construiremos hY iB de manera explícita, con lo que se
probarán la unicidad y la existencia al mismo tiempo. Definimos un conjunto
Ym ⊆ B, para cada m < ω, por inducción:
Y0 = Y ∪ {cB : c es una constante de L},
Ym+1 = Ym ∪ {f B (~a) : para alguna n > 0, f es un símbolo de n-función
y ~a es una n-ada de elementos de Ym .}
S
Finalmente hacemos X = m<ω Ym . Resulta claro que X satisface la condición
(b) del lema 9.8, así que existe una única subestructura A de B con X = A. Si
A0 es una subestructura de B con Y ⊆ A0 , entonces por inducción sobre m se
prueba que Ym está contenido en A0 (por la implicación (a) ⇒ (b) en el lema
9.8), con lo que X ⊆ A0 . Por consiguiente, A es la subestructura más pequeña
de B cuyo dominio contiene a Y , es decir, A = hY iB .
Para estimar la cardinalidad de A, hacemos κ = |Y | + |L|. Claramente
|Y0 | ≤ κ. Para cada n fija, si Z es un subconjunto de B de cardinalidad ≤ κ,
entonces el conjunto
{f B (~a) : f es un símbolo de n-función de L y ~a ∈ Zn }
tiene cardinalidad no mayor que κ · κn = κ, pues κ es infinito. Por lo tanto,
si |Ym | ≤ κ, entonces |Ym+1 | ≤ κ + κ = κ. Por inducción sobre m, cada
|Ym | ≤ κ y |X| ≤ ω · κ = κ. Como |hY iB | = |X| por definición, esto prueba
el teorema.

Nuestro interés original fue definir la veracidad de L-enunciados en L-


estructuras. Ocupémonos entonces de hacerlo:
Hemos definido dos formas de interpretar fórmulas en L-estructuras: la
primera mediante valuaciones y la segunda extendiendo el lenguaje L. Para
probar la equivalencia de ambas requerimos la siguiente convención: si una

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4. Lógica

L-fórmula ϕ es cierta en la L-estructura A respecto a la primera forma,


escribiremos A |=I ϕ, y respecto a la segunda como A |=II ϕ.
Definición 9.10. Una L-fórmula es II-satisfacible en la L-estructura A si
existe una n-ada de elementos de A (de longitud n adecuada al número de
variables libres de ϕ) que II-satisface ϕ en A. La fórmula ϕ es válida (o cierta)
en A y escribimos A |=II ϕ, cuando toda n-ada (n el número de variables libres
de ϕ) satisface a ϕ en A.
En general, una L-fórmula ϕ es universalmente válida (o lógicamente
válida), en símbolos |=II ϕ, cuando es cierta en cada L-estructura no vacía.
Toca el turno a la demostración de la equivalencia de ambas estructuras.
Teorema 9.11. Sean ϕ una L-fórmula y A una L-estructura. Si ϕ es I-
satisfacible en A, entonces ϕ es II-satisfacible en A.
Demostración. Como ϕ es I-satisfacible, existe una valuación β tal que
A |=I ϕ[β] con β(vi ) = ai . Entonces obviamente la n-ada (a0 , . . . , an−1 )
II-satisface a ϕ en A, es decir,
~◦
A∗ |= ϕ{~x/a}
y, por lo tanto, A |=II ϕ(~a).
Teorema 9.12. Sean ϕ(~x) una L-fórmula y A una L-estructura. Si existe una
n-ada de elementos de A tal que A |=II ϕ(~a), entonces existe una valuación β
tal que A |=I ϕ[β].
Demostración. Basta definir la valuación con β(xi ) = ai , para 0 ≤ i <
n.
El siguiente corolario es una consecuencia inmediata de los teoremas 9.12
y 9.11:
Corolario 9.13. Una L-fórmula ϕ es I-satisfacible si y sólo si es II-satisfacible.
Si ϕ es un L-enunciado, entonces |=I ϕ si y sólo si |=II ϕ.
Con este corolario hemos establecido la equivalencia de ambas definiciones
de interpretación. En lo sucesivo escogeremos libremente alguna de las dos, de
acuerdo con nuestra conveniencia; cuando no se establezca cuál se está usando,
el lector puede elegir la más adecuada al contexto.

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10. Modelos y sistemas axiomáticos


En muchas áreas de las matemáticas se investigan estructuras con ciertas
propiedades comunes. Por ejemplo, se estudian órdenes lineales, grupos,
campos, etc. Ahora investiguemos los modelos (que en general conforman
clases propias) de cierta teoría.
Definición 10.1.
(a) Sea Φ ⊆ Fml0 (L).
Def
ModL (Φ) = {A : A es una L-estructura y A |= Φ}
es la clase de L-modelos de Φ.
(b) Sea K una clase de L-estructuras. K es axiomatizable cuando existe un
conjunto Φ ⊆ Fml0 (L) con K = ModL (Φ); Φ es entonces un sistema de
axiomas para K.
Ahora definimos algunas clases de modelos:
10.1. La clase de modelos de los conjuntos infinitos.
Considere L∅ = (∅, ∅, ∅, ∅), el lenguaje vacío. Fml0 (∅) consiste
(esencialmente) en afirmaciones sobre variables: para 1 ≤ n < ω, sea
Def ^
ϕ≥n = ∃ v0 . . . ∃ vn−1 ¬(vi =v
˙ j ).
i<j<n
Def
A |= ϕ≥n es cierta si y sólo si |A| ≥ n. La fórmula ϕ=n = (ϕ≥n ∧¬ϕ≥n+1 )
formaliza la afirmación de que el universo de una estructura tiene exactamente
n elementos. Una estructura A es modelo de todas las afirmaciones ϕ≥n si y
sólo si el universo de A es infinito. Esto valida la siguiente definición:
Def
Definición 10.2. Φ∞ = {ϕ≥n : 1 ≤ n < ω} axiomatiza la clase de modelos
de las estructuras infinitas, es decir, los conjuntos infinitos.

10.2. La clase de modelos de las relaciones de equivalencia.


Def
Sea LEq = ({R}, ∅, ∅, {(R, 2)}). Sea
Def
ΦEq = {∀ v0 Rv0 v0 , ∀ v0 ∀ v1 (Rv0 v1 ⇒ Rv1 v0 ),
∀ v0 ∀ v1 ∀ v2 ((Rv0 v1 ∧Rv1 v2 ) ⇒ Rv0 v2 )}.
ΦEq axiomatiza la clase de modelos de las relaciones de equivalencia (cuyo
campo, es decir, la unión de su dominio y su rango, es un conjunto).

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4. Lógica

10.3. La clase de modelos de los grupos. Sea


Def
LGr = (∅, {f }, {e}, {(f, 2)}).
El conjunto ΦGr consta de los siguientes LGr -enunciados:
(i) ∀ v0 ∀ v1 ∀ v2 ffv0 v1 v2 =fv
˙ 0 fv1 v2 (asociatividad).
(ii) ∀ v0 (fev0 =v
˙ 0 ∧fv0 e=v˙ 0 ) (propiedad del elemento neutro).
(iii) ∀ v0 ∃ v1 fv0 v1 =e
˙ (existencia del elemento inverso por la derecha).
ΦGr axiomatiza la clase de modelos de grupos.
10.4. La clase de modelos de los grupos abelianos. Definimos ΦAGr
mediante
Def
ΦAGr = ΦGr ∪ {∀ v0 v1 fv0 v1 =fv
˙ 1 v0 }.
ΦAGr axiomatiza la clase de modelos de los grupos abelianos y se llama teoría
de los grupos abelianos.
10.5. La clase de modelos de la aritmética de Peano.
Def
Sea LAr = (∅, {f+ , f· }, {c0 , c1 }, {(f+ , 2), (f· , 2)}) el lenguaje de la aritméti-
ca. El conjunto ΦPA consiste en los siguientes LAr -teoremas:
(i) ∀ v0 ¬(f+ v0 c1 =c
˙ 0 );
(ii) ∀ v0 f+ v0 c0 =v
˙ 0;
(iii) ∀ v0 f· v0 c0 =c
˙ 0;
(iv) ∀ v0 ∀ v1 (f+ v0 c1 =f
˙ + v1 c1 ⇒ v0 =v ˙ 1 );
(v) ∀ v0 ∀ v1 f+ v0 f+ v1 c1 =f
˙ + f+ v0 v1 c1 ;
(vi) ∀ v0 ∀ v1 f· v0 f+ v1 c1 =f
˙ + f· v0 v1 v0 ;
(vii) Esquema de inducción:
Para cada n < ω y cada ϕ ∈ Fmln+1 (LAr ), se tiene el enunciado
∀ v0 . . . ∀ vn−1 ((ϕ{vn /c0 }∧∀ vn (ϕ ⇒ ϕ{vn /f+ vn c1 } ⇒ ∀ vn ϕ).
Si una propiedad que se puede expresar mediante una fórmula del lenguaje
LAr de la aritmética, es cierta para el elemento neutro 0, y de la validez de
esta propiedad para algún elemento x se deduce su validez para el elemento
x + 1, entonces la propiedad es cierta para todo elemento.
El esquema de inducción (vii) sustituye al axioma Fund de la teoría de
conjuntos.
ΦAP se llama aritmética de Peano y formaliza la clase de modelos de la
aritmética de Peano; también suele denotarse como AP. Un modelo de ΦAP lo
constituyen los números naturales con las operaciones y constantes usuales.

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10.6. La clase de modelos de los órdenes lineales densos sin extremos.

Sea
Def
LOLD = ({R}, ∅, ∅, {(R, 2)}).
ΦOLD contiene exactamente los siguientes enunciados:
(i) ∀ v0 ¬ Rv0 v0 (antirreflexividad);
(ii) ∀ v0 ∀ v1 (¬ v0 =v
˙ 1 ⇒ (Rv0 v1 ∨ Rv1 v0 )) (tricotomía);
(iii) ∀ v0 ∀ v1 ∀ v2 ((Rv0 v1 ∧ Rv1 v2 ) ⇒ Rv0 v2 ) (transitividad);
(iv) ∀ v0 ∀ v1 ∃ v2 (Rv0 v1 ⇒ (Rv0 v2 ∧ Rv2 v1 )) (densidad);
(v) ∀ v0 ∃ v1 ∃ v2 (Rv1 v0 ∧ Rv0 v2 ) (ausencia de extremos).
ΦOLD axiomatiza la clase de modelos de los órdenes lineales densos sin
extremos.

11. Un cálculo lógico


Por un momento dejamos la parte semántica de nuestro estudio para retornar a
los asuntos sintácticos; en realidad, pretendemos establecer una relación entre
ambas partes.
La forma en que un matemático procede para desarrollar una teoría
matemática principia al obtener un panorama general de la teoría; se trata de
averiguar qué proposiciones se deducen de sus axiomas. Para mostrar que
una proposición se sigue de los axiomas, se debe encontrar una prueba. Hasta
ahora sólo hemos definido lo que significa que una fórmula ϕ sea consecuencia
lógica de un conjunto de fórmulas Φ. Sin embargo, ¿qué relación existe entre
encontrar una prueba de ϕ a partir de Φ y el hecho de que Φ |= ϕ? Más aún,
no hemos definido formalmente lo que entendemos por una prueba.
Rara vez un matemático aprende, desde sus estudios iniciales, qué es una
demostración, al menos en su definición formal; sin embargo, los métodos que
utiliza coinciden con esta última. En esta sección nuestro principal objetivo
es presentar formalmente qué entendemos por demostración matemática, y en
particular qué significa probar que una fórmula ϕ se deduce lógicamente de un
conjunto de fórmulas Φ.
Nuestra forma de proceder será descubrir lo que se conoce como deducción
natural. En una prueba matemática se pasa de un enunciado al siguiente y
así sucesivamente hasta alcanzar la afirmación del teorema. Los enunciados
con los que se cuenta dependen de las hipótesis. Éstas pueden ser hipótesis
del teorema o hipótesis adicionales temporales. Por ejemplo, si se quiere

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4. Lógica

probar una afirmación ϕ por contradicción, se añade ¬ϕ a las hipótesis y, si se


obtiene una contradicción, entonces ϕ se ha probado, y se elimina la suposición
adicional ¬ϕ.
Esta observación nos permite describir una etapa en una prueba: se listan
las hipótesis y la afirmación correspondiente. Si llamamos a la lista (sucesión)
de fórmulas una secuencia, entonces podemos usar secuencias para caracterizar
“las etapas de una prueba”.
Por ejemplo, “la etapa” con suposición ϕ1 , . . . , ϕn y afirmación ϕ se traduce
en la secuencia ϕ1 · · · ϕn ϕ. La secuencia ϕ1 · · · ϕn es el antecedente y ϕ es el
consecuente de la secuencia ϕ1 · · · ϕn ϕ.
A grandes rasgos, ésta es la idea de la definición de prueba que queremos
introducir.
Ahora pasamos a definir formalmente todas las nociones involucradas.

Reglas de un cálculo de secuencias. Iniciamos la descripción de nuestro


cálculo de secuencias. Vamos a proponer una serie de reglas que nos permiten
pasar de una etapa a la siguiente en una demostración, mediante la deducción
de una fórmula a partir de fórmulas previas.
Para presentar las reglas, utilizamos con frecuencia la siguiente definición:
Definición 11.1. Sean ψ, ϕ1 , . . . , ϕn y ϕ L-fórmulas dadas. Entonces
ϕ1 · · · ϕn Def
(ψ) = ((ϕ1 ∧ · · · ∧ ϕn ∧ ψ) ⇒ ϕ).
ϕ
Es decir, de las premisas ϕ1 , . . . , ϕn se puede deducir la conclusión ϕ en
presencia de la condición adicional ψ.
Puesto que el cálculo lógico debe corresponder sintácticamente a la relación
semántica de consecuencia, tiene sentido aislar propiedades adecuadas de la
relación de consecuencia para construir el cálculo lógico. El siguiente teorema
recopila estas propiedades. Decimos que una regla es válida si recupera la
relación de consecuencia: siempre que las premisas sean ciertas también lo es
la conclusión (al interpretarse en un modelo). Usamos la siguiente notación
para describir las reglas: por ejemplo, la tercera regla de conjunción es
Φ |= ϕ1 Φ |= ϕ2
.
Φ |= (ϕ1 ∧ ϕ2 )
Esto significa que las premisas se encuentran encima de la raya y la conclu-
sión debajo y que de las premisas Φ |= ϕ1 y Φ |= ϕ2 se deduce la conclusión

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Φ |= (ϕ1 ∧ ϕ2 ). Al lado de la raya se ponen condiciones adicionales que se


deben satisfacer para establecer la conclusión.
Teorema 11.2. Las siguientes reglas son válidas:
Regla de inicio (RI): Si ϕ ∈ Φ o existe s ∈ Tm(L) tal que ϕ = s=s,
˙
entonces se tiene la siguiente regla:
.
Φ |= ϕ
Primera regla de conjunción (∧1):
Φ |= (ϕ1 ∧ϕ2 )
.
Φ |= ϕ1
Segunda regla de conjunción (∧2):
Φ |= (ϕ1 ∧ϕ2 )
.
Φ |= ϕ2
Tercera regla de conjunción (∧3):
Φ |= ϕ1 Φ |= ϕ2
.
Φ |= (ϕ1 ∧ϕ2 )
Regla de contradicción (¬1):
Φ |= ϕ Φ |= ¬ϕ
.
Φ |= ψ
Regla de casos (¬2):
Φ ∪ {ψ} |= ϕ Φ ∪ {¬ψ} |= ϕ
.
Φ |= ϕ
Regla de instanciación (∀1): Si ϕ, s son compatibles, entonces
Φ |= ∀ xϕ
.
Φ |= ϕ{x/s}
Regla universal (∀2): Si y ∈
/ lib(Φ) ∪ var(ϕ), entonces
Φ |= ϕ{x/y}
.
Φ |= ∀ xϕ
Regla de igualdad ((=)): Si ϕ ∈ At(L), entonces
Φ |= r =s
˙ Φ |= ϕ{x/r}
.
Φ |= ϕ{x/s}

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4. Lógica

Regla de monotonía (⊆): Si Φ ⊆ Φ0 , entonces


Φ |= ϕ
.
Φ0 |= ϕ
Las reglas anteriores se conocen como reglas del cálculo de secuencias.

Demostración. La validez de las reglas RI, ∧1, ∧2 e ∧3 se comprueba


fácilmente.
Regla de contradicción. Si Φ |= ϕ y Φ |= ¬ϕ, entonces Φ no es satisfacible.
Por lo anterior y de la definición de |=, se obtiene Φ |= ψ para cada
ψ ∈ Fml(L).
Regla de casos. Sea A |= Φ. Entonces se cumple A |= ψ o A 6|= ψ, es decir,
A |= ¬ψ. Así que A |= Φ ∪ {ψ} o A |= Φ ∪ {¬ψ}. Como Φ ∪ {ψ} |= ϕ
(respectivamente, Φ ∪ {¬ψ} |= ϕ) se sigue en ambos casos A |= ϕ, lo que
se quería probar.
Regla de instanciación. Supongamos Φ |= ∀ xϕ y sean ϕ, s compatibles.
Sea β tal que A |= Φ[β]. Entonces A |= ∀ xϕ[β], es decir, para toda
a ∈ A,hA |= ϕ[β(x/a)].
i Puesto que sA [β] ∈ A se tiene, en particular,
A |= ϕ β(x/sA [β]) . Ya que ϕ, s son compatibles, esto implica (por 8.13)
que A |= ϕ{x/s}[β].
Regla universal. Supongamos Φ |= ϕ{x/y}, donde y ∈ / lib(Φ) ∪ var(ϕ).
Supongamos que A |= Φ[β]; se tiene que demostrar que A |= ∀ xϕ[β],
es decir, para toda a ∈ A, A |= ϕ[β(x/a)]. Sea entonces a ∈ A. Dado
que A |= Φ[β] y y ∈ / lib(Φ), se deduce que A |= Φ[β(y/a)]. En vista
de que Φ |= ϕ{x/y}, esto implica que A |= ϕ{x/y}[β(y/a)]. Pero
/ var(ϕ), así que ϕ, y son
y h∈ i compatibles; por lo tanto, se sigue que A |=
A A

ϕ β(y/a)(x/y [β(y/a)]) . Teniendo en cuenta que y β(y/a) = a,
deducimos que A |= ϕ[β(y/a)(x/a)].
 Finalmente, como y ∈ / var(ϕ),
concluimos A |= ϕ β(x/a) .
Regla de igualdad. Sea ϕ ∈ At(L) y supongamos Φ |= r =s, ˙ así como
Φ |= ϕ{x/r}. Si A |= Φ[β], entonces es cierto que r A [β] = sA [β] y A |=
ϕ{x/r}[β]. Ya que ϕ esh atómica, ϕ iy r son compatibles. A |= ϕ{x/r}[β]
es equivalente a A |= ϕ β(x/r A [β]) y como r A [β] = sA [β], tenemos que

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

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A |= ϕ β(x/sA [β]) . De lo anterior se concluye, en vista de que ϕ, s son
compatibles, que A |= ϕ{x/s}.
La validez de la regla de monotonía es evidente.

Definición 11.3. Sea U ⊆ Pot(Fml(L)) × Fml(L). U satisface las reglas del


cálculo de secuencias si son válidas las reglas del teorema 11.2, teniendo en
cuenta que cada LTC-fórmula del tipo Φ |= ϕ se sustituye por (Φ, ϕ) ∈ U.
Lo que significa esta definición es que, por ejemplo, si (Φ, ϕ1 ), (Φ, ϕ2 ) ∈ U,
entonces también (Φ, ϕ1 ∧ ϕ2 ) ∈ U. Otro ejemplo: si (Φ, ∀ xϕ) ∈ U, entonces
(Φ, ϕ{x/s}) ∈ U, para todo término s compatible con ϕ.
Para L fijo identificamos |=L en forma canónica con un subconjunto de
Pot(Fml(L)) × Fml(L):
Definición 11.4.
Def
|=L = {(Φ, ϕ) : Φ ⊆ Fml(L) ∧ ϕ ∈ Fml(L) ∧ Φ |= ϕ}.

De acuerdo con el teorema 11.2 podemos concluir:


Lema 11.5. |=L satisface las reglas del cálculo de sucesiones.
Si tenemos una familia de conjuntos que satisfacen las reglas del cálculo de
secuencias, su intersección claramente satisface también estas reglas. En este
orden de ideas, es pertinente la siguiente definición:
Definición 11.6.
(a) `L es el subconjunto más pequeño de
Pot(Fml(L)) × Fml(L)
que satisface las reglas del cálculo de secuencias. En lugar de (Φ, ϕ) ∈`L ,
simplemente escribimos Φ `L ϕ o también Φ ` ϕ si no hay ambigüedad.
(b) La fórmula ϕ se deduce o es demostrable a partir de Φ si Φ `L ϕ.
Del lema 11.5 se recupera el siguiente resultado, el cual establece que el
cálculo de secuencias es correcto, es decir, si existe una prueba de ϕ a partir de
Φ, entonces Φ implica lógicamente ϕ.

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Teorema 11.7 (Teorema de correctud).


`L ⊆|=L .

11.1. La relación de derivación. La validez de las reglas del cálculo de


secuencias significa que cada fórmula ϕ, que se puede deducir de Φ mediante
estas reglas, también es consecuencia lógica de Φ. El concepto de “validez”
se interpreta como: en principio se pueden elegir para el cálculo de sucesiones
reglas totalmente arbitrarias; sin embargo, estas reglas tienen sentido cuando
son en cierta medida “demostrables” en la “realidad”. Un cálculo de sucesiones
es inútil si se pueden derivar resultados, es decir fórmulas, que en el plano
del modelo no son ciertas, es decir, cuando la deducibilidad no implica la
consecuencia. En forma positiva: un cálculo es correcto si de Φ sólo se pueden
derivar propiedades que siempre son ciertas en presencia de Φ.
Considere la siguiente condición Υ:
Existen n < ω y una sucesión h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni tales que Φn ⊆ Φ, ϕn = ϕ
y, para toda i ≤ n, Φi ⊆ Fml(L), ϕi ∈ Fml(L) y |Φi | < ℵ0 ; y para toda
i ≤ n, (Φi , ϕi ) se obtuvo de etapas anteriores, (Φj , ϕj ) para j < i por medio
de alguna de las reglas RI, ∧1, ∧2, ∧3, ¬1, ¬2, ∀ 1, ∀ 2, = o ⊆.
Debe quedar claro qué significa la frase “se obtuvo de etapas anteriores”,
por ejemplo, (Φi , ϕi ) se obtuvo de la regla ¬2 si existen j1 , j2 < i y ψ ∈ Fml(L)
tales que Φj1 = Φi ∪ {ψ}, Φj2 = Φi ∪ {¬ψ}, ϕj1 = ϕi y ϕj2 = ϕi . De modo
similar con las otras reglas.
Una sucesión h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni con las propiedades recién mencionadas se
llama derivación, deducción o también prueba formal de ϕ a partir de Φ.
Es importante que el lector reconozca lo que establece la condición Υ. A
partir de un conjunto de fórmulas Φ, derivamos la fórmula ϕ usando las reglas
del cálculo de secuencias. Para pasar de una etapa a otra utilizamos las hipótesis,
o las fórmulas hasta ese punto deducidas, y alguna de las reglas. La última etapa
debe dar lugar a la fórmula por demostrar ϕ.
El siguiente teorema nos dice que con ayuda del cálculo de secuencias,
en un número finito de etapas y considerando Φ, podemos averiguar si de un
conjunto Φ se puede deducir una fórmula ϕ.

Teorema 11.8. Φ `L ϕ si y sólo si se cumple la condición Υ.

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Demostración. Sea
Def
U = {(Φ, ϕ) ∈ Pot(Fml(L)) × Fml(L) :
existe una derivación de ϕ a partir de Φ}.
Debemos mostrar U =`L .
Para (⊆). Sea U 0 ⊆ Pot(Fml(L)) × Fml(L) un conjunto que satisface las
reglas del cálculo de sucesiones. Demostramos por inducción sobre n que:
(*) Si ϕ tiene una derivación a partir de Φ de longitud n + 1, entonces
(Φ, ϕ) ∈ U 0 .
De (*) se concluye que U ⊆ U 0 .
Demostración de (*). Sea ((Φi , ϕi ) : i ≤ n) una derivación de ϕ a partir de
Φ. Ya que esta deducción está formada, especialmente en la posición i = n,
de acuerdo con la condición Υ, (Φn , ϕn ) se obtuvo de anteriores por medio de
alguna de las reglas (RI), . . . , (⊆) en 11.2. Además, ϕn = ϕ y Φn ⊆ Φ. Ahora
distinguimos qué regla se utilizó para obtener (Φn , ϕn ). Si se usó (RI), entonces
ϕ = ϕn ∈ Φn ⊆ Φ o ϕ = s=s, ˙ para alguna s ∈ Tm(L). Ya que U 0 satisface la
regla de inicio del cálculo de secuencias, se concluye que (Φ, ϕ) ∈ U 0 . Respecto
de las otras reglas consideremos, por ejemplo, el caso en que (Φn , ϕn ) se obtuvo
mediante (∧3). En este caso existen j1 , j2 < n con Φj1 = Φn , Φj2 = Φn , así
como ϕ = ϕn = (ϕj1 ∧ϕj2 ). Entonces h(Φi , ϕi ) : i ≤ j1 i es una derivación
de ϕj1 a partir de Φn , y h(Φi , ϕi ) : i ≤ j2 i es una derivación de ϕj2 a partir de
Φn . Por hipótesis de inducción es cierto, por lo tanto, que (Φn , ϕj1 ) ∈ U 0 y
(Φn , ϕj2 ) ∈ U 0 . Puesto que U 0 satisface la regla (∧3), se concluye que
(Φn , (ϕj1 ∧ϕj2 )) ∈ U 0 .
| {z }

Finalmente, dado que U 0 satisface la monotonía y que Φn ⊆ Φ, deducimos


que (Φ, ϕ) ∈ U 0 . J
Para (⊇). Debemos mostrar que U satisface las reglas del cálculo de
secuencias. Dado que para ϕ ∈ Φ∪{s=s : s ∈ Tm(L)}, se tiene una derivación
h(Φ ∪ {ϕ}, ϕ) : i < 1i de ϕ a partir de Φ, U satisface la regla (RI). Para las
otras reglas demostramos, por ejemplo, que U satisface la regla de casos; las
demás se tratan en forma similar. Supongamos cierto (Φ ∪ {ψ}, ϕ) ∈ U y
(Φ ∪ {¬ψ}, ϕ) ∈ U. Sean h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni una derivación de ϕ a partir de
Φ ∪ {ψ} y h(Ψi , ψi ) : i ≤ mi una derivación de ϕ a partir de Φ ∪ {¬ψ}. En

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4. Lógica

vista de la regla (⊆) podemos suponer que Φn = Φ0 ∪ {ψ} y Ψm = Φ0 ∪ {¬ψ},


para un conjunto finito Φ0 ⊆ Φ.
Note que por la definición del concepto “derivación”, Φn ⊆ Φ ∪ {ψ} y
Ψm ⊆ Φ ∪ {¬ψ} son conjuntos finitos. Definimos h(Θi , θi ) : i ≤ m + n + 2i
mediante:

(Φi , ϕi ), cuando i ≤ n


Def
(Θi , θi ) = (Ψ
i−(n+1) , ψi−(n+1) ), cuando n + 1 ≤ i ≤ (n + 1) + m

(Φ0 , ϕ),

cuando i = n + m + 2.
((Θi , θi ) : i ≤ m + n + 2) es una derivación de ϕ a partir de Φ: que las pro-
piedades correspondientes para hΘi , θi i se satisfacen, se sigue inmediatamente
de que h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni (respectivamente, h(Ψi , ψi ) : i ≤ ji) son deriva-
ciones; puesto que Θn = Φn = Φ0 ∪ {ψ} = Θn+m+2 ∪ {ψ}, Θn+m+1 =
Ψm = Φ0 ∪ {¬ψ} = Θn+m+2 ∪ {¬ψ}, así como θn = ϕn = ϕ = θn+m+2 y
θn+m+1 = ψm = ϕ = θn+m+2 , la sucesión conforme a (¬2), en la posición
i = n + m + 2, está bien formada. Por lo tanto, U satisface (¬2).
Corolario 11.9.
(a) Sea h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni una prueba formal. Entonces h(Φi , ϕi ) : i ≤ ji es
una prueba formal de ϕj a partir de Φj para cada j ≤ n. En particular,
es cierto que Φj ` ϕj .
(b) Φ `L ϕ si y sólo si existe Φ0 ⊆ Φ tal que |Φ0 | < ℵ0 y Φ0 `L ϕ.
Demostración.
(a) Se sigue de inmediato de la condición Υ y del teorema 11.8.
(b) ⇒ ) Sea h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni una deducción de ϕ a partir de Φ. Entonces,
Def
Φ0 = Φn es un subconjunto finito de Φ y ϕn = ϕ. De (a) ocurre además
0
Φ `L ϕ.
⇐ ) Se sigue directamente de la regla de monotonía.

Si tenemos en cuenta la parte (a) del corolario 11.9, escribimos una prueba
formal h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni también de la siguiente manera:
1. Φ0 ` ϕ0
..
.
n + 1. Φn ` ϕn .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Para justificar una etapa, escribimos en el renglón correspondiente, entre


paréntesis, la regla utilizada. En lugar de Φ ∪ {ϕ}, escribimos frecuentemente
Φ, ϕ.
Lema 11.10. Φ, ϕ ` ¬¬ϕ y Φ, ¬¬ϕ ` ϕ.
Demostración.
1. Φ, ϕ, ¬ϕ ` ϕ (RI)
2. Φ, ϕ, ¬ϕ ` ¬ϕ (RI)
3. Φ, ϕ, ¬ϕ ` ¬¬ϕ ((¬1) en 1 y 2)
4. Φ, ϕ, ¬¬ϕ ` ¬¬ϕ (RI)
5. Φ, ϕ ` ¬¬ϕ ((¬2) en 3 y 4).

1. Φ, ¬¬ϕ, ¬ϕ ` ¬ϕ (RI)
2. Φ, ¬¬ϕ, ¬ϕ ` ¬¬ϕ (RI)
3. Φ, ¬¬ϕ, ¬ϕ ` ϕ ((¬1) en 1 y 2)
4. Φ, ¬¬ϕ, ϕ ` ϕ (RI)
5. Φ, ¬¬ϕ ` ϕ ((¬2) en 3 y 4).
Con lo que queda demostrado el lema.

11.2. Reglas derivadas. Tenemos a nuestra disposición las reglas del


teorema 11.2, que son suficientes para nuestros propósitos. Sin embargo, para
facilitar las demostraciones y no repetir de manera inecesaria ciertos razona-
mientos, introducimos algunas reglas derivadas que involucran deducciones
previamente hechas y que se utilizan con frecuencia en las demostraciones.
Pueden pensarse como abreviaciones de razonamientos.
Las reglas derivadas son aquellas que se deducen de las reglas fundamen-
tales. Se pueden utilizar en demostraciones para abreviar las mismas. Para
demostrar que las reglas derivadas son correctas, debemos mostrar que de
las premisas se obtiene la conclusión uilizando sólo reglas previamente de-
mostradas.
Lema 11.11.
Φ ` t =s
˙ Φ ` t =r
˙
(a) .
Φ ` s=r
˙
Φ ` r =s
˙
(b) (simetría de =).
˙
Φ ` s=r
˙

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4. Lógica

Φ ` r =s
˙ Φ ` s=t
˙
(c) (transitividad de =).
˙
Φ ` r =t
˙
Demostración.
(a) Sea x ∈ Var \ var(r). Entonces t =r ˙ = (x=r){x/t}
˙ y s=r
˙ = (x=r){x/s}.
˙
Obtenemos:
1. Φ ` t =s
˙ (premisa)
2. Φ ` (x=r) ˙ xt (premisa)
3. Φ ` (x=r) ˙ xs (= ˙ en 1 y 2).
(b)
1. Φ ` r =s
˙ (premisa)
2. Φ ` r =r
˙ (RI)
3. Φ ` s=r
˙ ((a) en 1 y 2).
(c)
1. Φ ` r =s
˙ (premisa)
2. Φ ` s=t
˙ (premisa)
3. Φ ` s=r
˙ ((b) en 1)
4. Φ ` r =t
˙ ((a) en 3 y 2).

Teorema 11.12.
Φ ` ϕ0 Φ ∪ {ϕ0 } ` ϕ1
(a) (modus ponens).
Φ ` ϕ1
Φ ∪ {ϕ0 } ` ϕ1
(b) (contrapositiva).
Φ ∪ {¬ϕ1 } ` ¬ϕ0
Φ ∪ {¬ϕ} ` ψ Φ ∪ {¬ϕ} ` ¬ψ Φ ∪ {ϕ} ` ψ Φ ∪ {ϕ} ` ¬ψ
(c) ;
Φ`ϕ Φ ` ¬ϕ
(principio de prueba por contradicción).

Demostración.
1. Φ ` ϕ0 (premisa)
2. Φ, ϕ0 ` ϕ1 (premisa)
3. Φ, ¬ϕ0 ` ϕ0 ((⊆) en 1)
(a)
4. Φ, ¬ϕ0 ` ¬ϕ0 (RI)
5. Φ, ¬ϕ0 ` ϕ1 ((¬1) en 3 y 4)
6. Φ ` ϕ1 ((¬2) en 2 y 5).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

1. Φ, ϕ0 ` ϕ1 (premisa)
2. Φ, ¬ϕ1 , ϕ0 ` ϕ1 ((⊆) en 1)
3. Φ, ¬ϕ1 , ϕ0 ` ¬ϕ1 (RI)
(b)
4. Φ, ¬ϕ1 , ϕ0 ` ¬ϕ0 ((¬1) en 2 y 3)
5. Φ, ¬ϕ1 , ¬ϕ0 ` ¬ϕ0 (RI)
6. Φ, ¬ϕ1 ` ¬ϕ0 ((¬2) en 4 y 5).
(c) Probamos la primera regla, y la segunda se prueba de modo similar.
1. Φ, ¬ϕ ` ψ (premisa)
2. Φ, ¬ϕ ` ¬ψ (premisa)
3. Φ, ¬ϕ ` ϕ ((¬1) en 1 y 2)
4. Φ, ϕ ` ϕ (RI)
5. Φ ` ϕ ((¬2) en 3 y 4).

Φ`ϕ
Lema 11.13. Si para todo conjunto de fórmulas Φ se tiene , entonces
Φ`ψ
para todo conjunto de fórmulas Φ se cumple Φ, ϕ ` ψ.

Demostración.
1. Φ, ϕ ` ϕ (RI)
2. Φ, ϕ ` ψ (hipótesis en 1).

Con frecuencia usaremos el lema 11.13 sin mencionarlo.

Teorema 11.14 (Leyes de De Morgan).


Φ ` ¬(ϕ∧ψ) Φ ` (¬ϕ∨¬ψ)
(a) , .
Φ ` (¬ϕ∨¬ψ) Φ ` ¬(ϕ∧ψ)
Φ ` ¬(ϕ∨ψ) Φ ` (¬ϕ∧¬ψ)
(b) , .
Φ ` (¬ϕ∧¬ψ) Φ ` ¬(ϕ∨ψ)

Demostración. Ejercicio.

Φ ∪ {ϕ} ` ψ
Corolario 11.15. .
Φ ` (ϕ ⇒ ψ)

Demostración. Ejercicio.

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4. Lógica

12. El teorema de completud de Gödel


En esta sección consideramos un lenguaje fijo L = (R, F, K, τ).
En la última sección hemos demostrado que el cálculo de secuencias es
correcto: las fórmulas que podemos derivar de un conjunto de fórmulas Φ
son también consecuencia lógica de Φ (`L ⊆|=L ). El objetivo de esta sección
es demostrar la completud del cálculo de sucesiones: las reglas del cálculo
de sucesiones son suficientes para al menos poder probar todo enunciado que
es consecuencia lógica de un conjunto de fórmulas Φ (|=L ⊆`L ). Estas dos
afirmaciones juntas dicen que el concepto semántico de consecuencia lógica y
el sintáctico de derivabilidad son equivalentes: |=L =`L .

Definición 12.1.
(a) El conjunto de fórmulas Φ es L-consistente, en símbolos ConL (Φ), si existe
ϕ ∈ Fml(L) tal que Φ 0L ϕ.
(b) Φ es L-inconsistente si, para toda ϕ ∈ Fml(L), se cumple Φ `L ϕ.

Para analizar el concepto de (in-)consistencia es útil introducir el enunciado


“contradictorio”:
Def
Definición 12.2. ⊥ = ¬ ∀ x(x=x)
˙ se llama falso.

Un conjunto de fórmulas es inconsistente si y sólo si de él se puede


derivar una contradicción (es decir, dos enunciados contradictorios entre sí)
respectivamente, si se puede derivar a partir de él el enunciado contradictorio:

Teorema 12.3. Las siguientes condiciones son equivalentes:


(i) Φ es L-inconsistente;
(ii) No es cierto que ConL (Φ);
(iii) Existe ϕ ∈ Fml(L), tal que Φ `L ϕ y Φ `L ¬ ϕ);
(iv) Φ `L ⊥.

Demostración. Las equivalencias de (i) y (ii), y de (i) y (iii) son evidentes.


(iii) implica (iv). Sea ϕ como en (iii). Entonces
1. Φ ` ϕ (hipótesis)
2. Φ ` ¬ ϕ (hipótesis)
3. Φ ` ⊥ ((¬1) en 1 y 2),
es una derivación de ⊥ a partir de Φ.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(iv) implica (i). Suponga Φ ` ⊥ y ϕ ∈ Fml(L). Por 11.9 existe un


subconjunto finito Φ0 ⊆ Φ con Φ0 ` ⊥. Sea y ∈ Var \ (lib(Φ0 ) ∪ {x}).
(Se tiene Var \ (lib(Φ0 ) ∪ {x}) 6= ∅ porque lib(Φ0 ) ∪ {x} es un conjunto
finito.) Entonces tenemos la siguiente derivación de ϕ a partir de Φ:
1. Φ0 ` ¬ ∀ x=x˙ (elección de Φ0 )
2. Φ0 ` (x=x){x/y}
˙ (RI)
3. Φ0 ` ∀ x(x=x)˙ ((∀ 2) en 2)
4. Φ0 ` ϕ ((¬1) en 1 y 3)
5. Φ ` ϕ ((⊆) en 4),
con lo que queda demostrado el teorema.
Corolario 12.4. El conjunto de fórmulas Φ es inconsistente si y sólo si existe
Φ0 ⊆ Φ tal que |Φ0 | < ℵ0 y Φ0 es inconsistente.
Demostración. Φ es L-inconsistente si y sólo si Φ `L ⊥, si y sólo si (por
11.9) existe Φ0 ⊆ Φ tal que |Φ| < ℵ0 y Φ0 `L ⊥ si y sólo si existe Φ0 ⊆ Φ tal
que |Φ0 | < ℵ0 y Φ0 es L-inconsistente.

Dada su importancia, asociamos otra vez 12.4 y 11.9, la consistencia y la


derivabilidad tienen “carácter finito”:
Teorema 12.5 (Compacidad).
(a) Φ `L ϕ si y sólo si existe Φ0 ⊆ Φ tal que |Φ| < ℵ0 y Φ0 `L ϕ.
(b) ConL (Φ) si y sólo si para todo Φ0 ⊆ Φ si |Φ| < ℵ0 entonces ConL (Φ0 ).

Corolario 12.6. Sea {Φi : i ∈ I} un Sconjunto linealmente ordenado por ⊆


de conjuntos L-consistentes. Entonces i∈I Φi es L-consistente.
Demostración.
S
Si la unión no fuera consistente, existiría un conjunto
finito Φ0 ⊆ i∈I Φi , que es L-inconsistente. Ya que {Φi : i ∈ I} es un
conjunto linealmente ordenado por ⊆, se cumple Φ0 ⊆ Φi para alguna i ∈ I.
Así que Φi sería L-inconsistente, lo que se opone a la hipótesis.

Ahora proporcionamos una caracterización para inconsistencia.


Teorema 12.7.
(a) Φ `L ϕ si y sólo si Φ ∪ {¬ ϕ} es L-inconsistente.
(b) Φ `L ¬ ϕ si y sólo si Φ ∪ {ϕ} es L-inconsistente.

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4. Lógica

Demostración.
(a)
⇒ ) damos una prueba para Φ, ¬ ϕ `L ⊥:
1. Φ ` ϕ (hipótesis)
2. Φ, ∀ x(x=x) ˙ `ϕ ((⊆) en 1)
3. Φ, ¬ ϕ ` ⊥ (contrapositiva en 2)
⇐)
1. Φ, ¬ ϕ ` ⊥ (hipótesis)
2. Φ, ¬ ϕ ` ¬ ⊥ (puesto que
Φ ∪ {¬ ϕ}
es inconsistente,
se puede derivar
cualquier fórmula).
3. Φ ` ϕ (principio de prueba
por contradicción en 1 y 2).
(b) En vista de (a) es suficiente probar que Φ ∪ {¬ ¬ ϕ} es L-inconsistente si
y sólo si Φ ∪ {ϕ} es L-inconsistente.
⇒)
1. Φ, ϕ ` ¬ ¬ ϕ (Lema 11.10)
2. Φ, ¬ ¬ ϕ ` ⊥ (hipótesis)
3. Φ, ϕ, ¬ ¬ ϕ ` ⊥ ((⊆) en 2)
4. Φ, ϕ ` ⊥ (modus ponens en 1 y 3).
⇐ ) Intercambiamos, en la demostración precedente, los papeles de ϕ y
¬ ¬ ϕ.

Una pregunta natural es ¿qué relación subsiste entre los conceptos “consis-
tente” y “satisfacible”? Ahora respondemos la pregunta:
Teorema 12.8. Sea Φ ⊆ Fml(L). Si Sat(Φ), entonces ConL (Φ).
Demostración. Supongamos que A |= Φ. Si Φ fuera L-inconsistente,
tendríamos Φ `L ⊥ pues `L ⊆|=L , así que Φ |= ⊥ y en particular A |= ⊥. Lo
último significa que existe un a ∈ A tal que a 6= a, lo cual es absurdo.
12.1. El teorema de existencia de modelos. En esta sección mostramos
que el recíproco del teorema 12.8 también es válido: todo conjunto consistente
tiene un modelo. Nuestra idea es construir un modelo para cada conjunto
consistente en fórmulas.

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12.1.1. Conjuntos de Henkin. Primero investigamos conjuntos de fór-


mulas Ψ que tienen propiedades especiales y con cuya ayuda es posible, en
forma muy sencilla, construir un modelo de Ψ. Estos conjuntos se llaman
conjuntos de Henkin. Mostraremos que todo conjunto consistente se puede
agrandar a un conjunto de Henkin. Lo que hacemos es probar que para cada
conjunto L-consistente Φ, existe un lenguaje L∗ ⊃ L y un conjunto de Henkin
Ψ ⊆ Fml(L∗ ) tal que Φ ⊆ Ψ. El L-reducto de un modelo de Ψ es un modelo
de Φ.
Definición 12.9. Sea L = (R, F, K, τ) un lenguaje y Ψ ⊆ Fml(L). Ψ es un
conjunto de Henkin si se satisfacen las siguientes condiciones:
(H0) Para toda ϕ ∈ Fml(L), Ψ `L ϕ si y sólo si ϕ ∈ Ψ;
(H1) Para toda ϕ ∈ Fml(L), ¬ ϕ ∈ Ψ si y sólo si ϕ ∈ / Ψ;
(H2) Para cualesquier ϕ ∈ Fml(L) y n < ω, ∀vn ϕ ∈ Ψ si y sólo si para toda
c ∈ K, ϕ{vn /c} ∈ Ψ;
(H3) Para toda t ∈ Tm(L) existe c ∈ K tal que t =c
˙ ∈ Ψ.
Encontramos una caracterización equivalente.
Proposición 12.10. (H0)∧(H1) es equivalente con el enunciado Ψ es maxi-
mal L-consistente, es decir, Ψ es ⊆-máximo en el conjunto {Λ : Λ ⊆
Fml(L) ∧ ConL (Λ)}.

Demostración.
⇒ ) Si son ciertas (H0) y (H1), entonces ConL (Ψ): si existiera ϕ ∈ Fml(L)
con Ψ `L ϕ y Ψ `L ¬ ϕ, entonces por (H0) ϕ, ¬ ϕ ∈ Ψ, que contradice
(H1). Por otro lado, por (H1) Ψ contiene una de las fórmulas ϕ o ¬ ϕ para
cada fórmula ϕ ∈ Fml(L), así que Ψ es ⊆-máxima respecto a los subconjuntos
L-consistentes de Fml(L).
⇐ ) Sea Ψ maximal L-consistente.
(1) (H0) es cierta.
Demostración de (1). Sea ϕ ∈ Fml(L). Debemos mostrar Ψ `L ϕ si y
sólo si ϕ ∈ Ψ. Supongamos Ψ `L ϕ. Para verificar que ϕ ∈ Ψ, basta probar,
por la maximalidad de Ψ, que Ψ ∪ {ϕ} es consistente. Si no fuese consistente,
tendríamos la siguiente derivación de ⊥ a partir de Ψ:
1. Ψ, ϕ ` ⊥ (inconsistencia supuesta de Ψ ∪ {ϕ})
2. Ψ ` ϕ (hipótesis)
3. Ψ ` ⊥ (modus ponens)

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4. Lógica

Por lo tanto, Ψ es inconsistente, una contradicción. La dirección (⇐) es


inmediata de (RI).J
Para probar (H1) fijemos ϕ ∈ Fml(L). Ya que Ψ es maximal L-consistente,
ϕ∈/ Ψ es equivalente a la L-inconsistencia de Ψ∪{ϕ}. Lo último es equivalente
(por 12.7) a Ψ `L ¬ ϕ, y esto es equivalente por (H0) a ¬ ϕ ∈ Ψ, con lo que
queda demostrado (H1).

12.1.2. Un modelo para los conjuntos de Henkin. Nuestra meta es


construir un modelo para cada conjunto de Henkin.
Sea Ψ un conjunto de Henkin. Construiremos un modelo de Ψ. Nuestra
idea es tomar como universo del modelo el conjunto Tm(L) de todos los
términos. Las relaciones, funciones y constantes se deben interpretar en la
forma canónica; por ejemplo, si s, t son términos y f es un símbolo de 2-
función, fst es un término. En el modelo debemos definir una función f A que
interpreta a f . Para definir sus valores en el dominio del modelo, hacemos

f A (s, t) = fst

Aquí aparece un problema: puede ocurrir que dos términos s, t sean


diferentes como sucesiones de símbolos (así s 6= t), pero iguales vistos desde Ψ,
o sea, Ψ `L s=t;
˙ es decir, son sintácticamente distintos, pero semánticamente
iguales. En tal caso se tiene s 6= t, pero s=t
˙ ∈ Ψ. Para evadir esta dificultad
identificamos en Tm(L) todos los elementos que son iguales respecto a Ψ. Esto
se lleva a cabo formalmente mediante una relación de equivalencia v en Tm(L)
y el paso de Tm(L) a Tm(L)/ v.

Definición 12.11. Para s, t ∈ Tm(L) definimos s v t si y solamente si


s=t
˙ ∈ Ψ.

Lema 12.12. v es una relación de equivalencia en Tm(L). La clase de


equivalencia de s ∈ Tm(L) se denota con s.

Demostración. Ya que por (RI) ocurre Ψ `L s=s, ˙ entonces v es


reflexiva. Además, por el lema 11.11 v es simétrica y transitiva.

Def
Tomamos A = Tm(L)/ v como universo del modelo buscado. Definimos
las interpretaciones de los símbolos de relación, función y constante de la

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

siguiente forma:
RA t0 . . . tτ(R)−1 si y sólo si Rt0 . . . tτ(R)−1 ∈ Ψ;
Def
f A (t0 , . . . , tτ(f )−1 ) = f (t0 , . . . , tτ(f )−1 );
Def
cA = c.
Para probar que todo está bien definido, debemos mostrar que las defini-
ciones sólo dependen de la clase de equivalencia y no de los representantes.
Esto se sigue inmediatamente de:
Lema 12.13.
(a) Si para toda j < τ(R), tj v sj , entonces
Rt0 . . . tτ(R)−1 ∈ Ψ si y sólo si ΨRs0 . . . sτ(R)−1 .
(b) Si para toda j < τ(f ), tj v sj , entonces
ft0 . . . tτ(f )−1 v fs0 . . . sτ(f )−1 .
Demostración. (a) Por razones de simetría, basta probar la dirección
( ⇒ ). Supongamos entonces que
Rt0 . . . tτ(R)−1 ∈ Ψ, es decir, Ψ ` Rt0 . . . tτ(R)−1 .
Probamos por inducción sobre j ≤ τ(R) que
Ψ ` Rs0 . . . sj−1 tj . . . tτ(R)−1 .
(Así, para j = τ(R) se obtiene Ψ ` Rs0 . . . sτ(R)−1 )
j = 0. Esto ocurre por hipótesis. (Observe que t0 . . . t0−1 = 2).
j > 0. De
Ψ ` tj−1 =s
˙ j−1 y Ψ ` Rs0 . . . sj−2 tj−1 . . . tτ(R)−1
se sigue por la regla (=) del cálculo de sucesiones:
Ψ ` Rs0 . . . sj−2 sj−1 tj . . . tτ(R)−1 ,
así que
Ψ ` Rs0 . . . sj−1 tj . . . tτ(R)−1 .
Con esto queda demostrado (a).
(b) Probamos por inducción sobre i ≤ τ(f ):
Ψ ` ft0 . . . tτ(f )−1 =fs
˙ 0 . . . si−1 ti . . . tτ(f )−1 ;
Para i = τ(f ) se obtiene la afirmación deseada.

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4. Lógica

i = 0. En este caso la afirmación se deduce de la regla (RI).


i > 0. En este caso se procede en forma similar a la demostración
de (a).

En vista del lema 12.13, las definiciones de relaciones, funciones y


constantes son correctas y obtenemos una L-estructura A. Definimos una
Def
valuación β en A mediante β(vn ) = vn ; verificamos que A |= Ψ[β].
Teorema 12.14. Para t ∈ Tm(L) se cumple t A [β] = t.
Demostración. Por inducción sobre la construcción de términos.
Def
t = vn . Se cumple vnA [β] = β(vn ) = vn .
t = c. Se tiene cA [β] = cA = c.
t = ft0 . . . tτ(f )−1 . En este caso ocurre
(ft0 . . . tτ(f )−1 )A [β] = f A (t0A [β] . . . tτ(f
A
)−1 [β])
HI
= f A (t0 , . . . , tτ(f )−1 )
Def
= ft0 . . . tτ(f )−1 ,
lo que queríamos demostrar.

Finalmente probamos que nuestra L-estructura A es modelo de Ψ para la


valuación β.
Teorema 12.15.
A |= Ψ[β].
Def
Demostración. Para ϕ ∈ Fml(L), sea nϕ = |{i < |ϕ| : ϕ(i) ∈
{∧ , ¬ , ∀ }}| el número de conectivos y cuantificadores en ϕ (recuerde que
ϕ es formalmente una función ϕ : n − → AL ). Demostramos por inducción
sobre nϕ < ω que
A |= ϕ[β] si y sólo si ϕ ∈ Ψ. (1)
De aquí se sigue inmediatamente la afirmación. Sea entonces n < ω y suponga
que la afirmación (1) se ha probado para toda ψ ∈ Fml(L) con nψ < n. Sea
ϕ ∈ Fml(L) con nϕ = n. Distinguimos los cinco casos posibles:

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Def
Caso ϕ = s=r.
˙ Tenemos
A |= ϕ[β] si y sólo si sA [β] = r A [β]
si y sólo si s = r
si y sólo si s v r
si y sólo si s=r
˙ ∈Ψ
si y sólo si ϕ ∈ Ψ.
Def
Caso ϕ = Rt0 . . . tτ(R)−1 . Entonces se obtiene
A |= ϕ[β] si y sólo si RA t0A [β] . . . tτ(R)−1
A
[β])
si y sólo si RA (t0 . . . tτ(R)−1 )
si y sólo si Rt0 . . . tτ(R)−1 ∈ Ψ
si y sólo si ϕ ∈ Ψ.
Def
Caso ϕ = (ϕ1 ∧ ϕ2 ). Se cumple
A |= ϕ[β] si y sólo si (A |= ϕ1 [β] y A |= ϕ2 [β])
si y sólo si (por H. I.)(ϕ1 ∈ Ψ y ϕ2 ∈ Ψ)
si y sólo si (por H0)(Ψ ` ϕ1 y Ψ ` ϕ2 )
si y sólo si (por regla ∧3) Ψ ` (ϕ1 ∧ ϕ2 )
si y sólo si (por H0) ϕ ∈ Ψ.
Def
Caso ϕ = ¬ ψ. Se deduce
A |= ϕ[β] si y sólo si A 6|= ψ[β]
si y sólo si (por H. I.) ψ ∈

si y sólo si (por H1) ¬ ψ ∈ Ψ
si y sólo si ϕ ∈ Ψ.
Def
Caso ϕ = ∀ vn ψ. Ya que A = {t : t ∈ Tm(L)} y por (H3) cada
término es v-equivalente a un símbolo de constante, A consiste en las clases

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4. Lógica

de equivalencia de los símbolos de constante:


A = {c : c ∈ K}.
Con ello obtenemos
 
A |= ϕ[β] si y sólo si para toda a ∈ A, A |= ψ β(vn /a)
 
si y sólo si para toda c ∈ K, A |= ψ β(vn /c)
h i
si y sólo si para toda c ∈ K, A |= ψ β(vn /cA [β])
si y sólo si para toda c ∈ K, A |= ψ{vn /c}[β]
recuerde: ck , ψ son compatibles
si y sólo si (por H. I.) para toda c ∈ K, ψ{vn /c} ∈ Ψ
si y sólo si (por H2) ∀ vn ψ ∈ Ψ
si y sólo si ϕ ∈ Ψ.
Con esto hemos investigado todos los casos posibles y el teorema queda
demostrado.
En vista de lo anterior concluimos fácilmente:
Corolario 12.16. Si Ψ es un conjunto de Henkin, entonces Ψ y cada subcon-
junto de Ψ son satisfacibles.
La siguiente etapa es extender cada conjunto Φ consistente a un conjunto de
Henkin. Para ello fijamos un lenguaje L = (R, F, K, τ). Para poder satisfacer
(H3), debemos agregar constantes a L.
Definimos nuestros nuevos símbolos de constante. Simplemente recorde-
mos la definición:
Definición 12.17. Sea L = (R, F, K, τ) un lenguaje y C un conjunto con
Def
C ∩ (R ∪ F ∪ K) = ∅. Sea L(C) = (R, F, K ∪ C, τ). En el caso especial
|C| = 1, escribimos L(c) en lugar de L(C) y denotamos al nuevo símbolo de
constante con c.
Def Def
Definición 12.18. Sea CL = {cx,ϕ : x ∈ Var ∧ ϕ ∈ Fml(L)} y L0 = L(CL ).
L0 contiene entonces un nuevo símbolo de constante para cada variable x y cada
L-fórmula ϕ. Para ϕ ∈ Fml(L) y x ∈ Var, sea
Def
ϕx = (∃ xϕ ⇒ ϕ{x/cx,ϕ }).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Def
Además, sea ΓL = {ϕx : x ∈ Var ∧ ϕ ∈ Fml(L)}. Para Φ ⊆ Fml(L) sea
Def
Φ0 = Φ ∪ ΓL .
Queremos mostrar que Φ0 es L0 -consistente si Φ es L-consistente. Para
ello requerimos transformar una derivación de ⊥ a partir de Φ0 en L0 , en
una derivación de ⊥ a partir de Φ en L; en cierto sentido, debemos eliminar
las nuevas constantes. Para ello debemos sustituir los símbolos de constante
adicionales por variables.
Definición 12.19. Sean z ∈ Var y c un símbolo de constante de L(C).
(a) Para r ∈ Tm(L(C)) definimos recursivamente la sustitución r{c/z} me-
diante
Def
y{c/z} = y
(
0 Def c0 , si c0 =
6 c
c {c/z} = 0
z, si c = c;
Def
(ft0 . . . tτ(f )−1 ){c/z} = ft0 {c/z} . . . tτ(f )−1 {c/z}.
(b) Para ϕ ∈ Fml(L(C)) definimos recursivamente la sustitución ϕ{c/z}
mediante
Def
˙ 2 ){c/z} = t1 {c/z}=t
(t1 =t ˙ 2 {c/z};
Def
(Rt0 . . . tτ(R)−1 ){c/z} = Rt0 {c/z} . . . tτ(R)−1 {c/z};
Def
(ψ1 ∧ ψ2 ){c/z} = (ψ1 {c/z}∧ ψ2 {c/z});
Def
(¬ ψ){c/z} = ¬ (ψ{c/z});
Def
(∀ yψ){c/z} = ∀ y(ψ{c/z}).
Def
(c) Para Φ ⊆ Fml(L(C)), sea Φ{c/z} = {ϕ{c/z} : ϕ ∈ Φ}.
La primera etapa para transformar derivaciones en L0 en derivaciones en L
es eliminar las nuevas constantes.
Lema 12.20 (Eliminación de constantes). Sean L un lenguaje y c un nuevo
símbolo de constante. Además, sea Φ ⊆ Fml(L(c)) y ϕ ∈ Fml(L(c)). Si
Φ `L(c) ϕ, entonces Φ{c/z} `L ϕ{c/z} para todas las z ∈ Var con excepción
de un número finito de ellas.

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4. Lógica

Def
Demostración. Sea ∆ = h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni una derivación de
Φ `L(c) ϕ.
Def S
Sea Z = {var(Φi ∪ {ϕi }) : i ≤ n}. Entonces Z es finito. Mostramos que
para z ∈ Var \ Z obtenemos una derivación de Φ{c/z} `L ϕ{c/z} mediante
Def
∆0 = h(Φi {c/z}, ϕ{c/z}) : i ≤ ni.
Puesto que Φn ⊆ Φ, ϕn = ϕ, Φi ⊆ Fml(L(c)) es finito y ϕi ∈ Fml(L(c))
para i ≤ n, es claro que Φn {c/z} ⊆ Φ{c/z}, ϕn {c/z} = ϕ{c/z}, Φi {c/z} ⊆
Fml(L) es finito y ϕi {c/z} ∈ Fml(L) para i ≤ n. Falta verificar que la
secuencia está bien formada en cada posición i ≤ n. Sea i ≤ n arbitraria.
Entonces, en la posición i de la sucesión ∆ tenemos uno de los siguientes casos:
Caso 1. (RI), es decir, ϕi ∈ Φi o existe s ∈ Tm(L(c)) tal que ϕi = s=s. ˙
Entonces ϕi {c/z} ∈ Φi {c/z} o ϕi {c/z} = s{c/z}=s{c/z}
˙ con s{c/z} ∈
Tm(L). En consecuencia, (RI) aparece en la posición i de ∆0 .
Caso 2. (∧1), es decir, existen j < i y ψ ∈ Fml(L(c)) tales que
(Φj = Φi y ϕj = (ϕi ∧ ψ)). Entonces (Φj {c/z} = Φi {c/z} y ϕj {c/z} =
(ϕi {c/z}∧ ψ{c/z})), donde ψ{c/z} ∈ Fml(L). Así que (∧1) aparece en
la posición i de ∆0 .
Caso 3. Ocurre (∧2), (∧3), (¬1) o (¬2). Para estas alternativas se procede
como en el caso 2.
Caso 4. (∀ 1), es decir, existen j < i, ϕ ∈ Fml(L(c)) y s ∈ Tm(L(c)) tales
que Φj = Φi , ϕj = ∀ xϕ, (ϕ, s son compatibles) y ϕi = ϕ{x/s}.
Def Def
Sea ϕ0 = ϕ{c/z} y s0 = s{c/z}. Entonces ϕ0 ∈ Fml(L), s0 ∈ Tm(L)
Def
así como ϕj {c/z} = ∀ xϕ0 . Dado que var(ϕ) ⊆ var(ϕj ) ⊆ Z, z ∈ / Z y que
ϕ, s son compatibles, también ϕ0 , s0 son compatibles. Ya que z ∈
/ var(ϕj )
y z 6= x, se sigue que
ϕi {c/z} = (ϕ{x/s}){c/z} = (ϕ{c/z}){x/s0 } = ϕ0 {x/s0 }.
Con lo que (∀ 1) aparece en la posición i de ∆0 .
Caso 5. (∀ 2), es decir, existen j < i, ϕ ∈ Fml(L(c)) y y ∈ Var tales que
(Φj = Φi , ϕj = ϕ{x/y}, y ∈ / lib(Φi ) ∪ var(ϕ) y ϕi = ∀ xϕ).
En este caso podemos suponer, sin pérdida de generalidad, que y 6= z:
esto se debe a que var(ϕj ) ⊆ Z y z ∈ / Z, lo que es cierto cuando
y ∈ var(ϕj ); si y ∈
/ var(ϕj ) (entonces ϕj = ϕ y x ∈
/ lib(ϕ)), sustituimos

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

y por y0 ∈ Var \ (Z ∪ {z}): tenemos ϕj = ϕ = ϕ{x/y0 } dado que


x ∈/ lib(ϕ), y y0 ∈ / lib(Φi ) ∪ var(ϕ) pues éste es un subconjunto de
Z. (Note que var(ϕ) ⊆ var(ϕi ) ⊆ Z). Supongamos entonces y 6= z.
Def
Sea ϕ0 = ϕ{c/z}. Entonces ϕ0 ∈ Fml(L) y ϕi {c/z} = ∀ xϕ0 . Ya que
y∈/ lib(Φi ) ∪ var(ϕ) ∪ {z} se tiene y ∈ / lib(Φi {c/z}) ∪ var(ϕ0 ). En vista
de que z 6= x, al pertenecer x a Z se sigue que
ϕj {c/z} = (ϕ{x/y}){c/z} = ϕ0 {x/y}.
Por lo tanto, (∀ 2) ocurre en la posición i de ∆0 .
Caso 6. (=), es decir, existen j1 , j2 < i, ϕ ∈ At(L(c)) y r, s ∈ Tm(L) tales
que (Φj1 = Φi , Φj2 = Φi , ϕj1 = r =s,˙ ϕj2 = ϕ{x/r} y ϕi = ϕ{x/s}).
Podemos suponer, sin pérdida de generalidad, que x 6= z: escogemos
Def
una variable x0 ∈ / var(ϕ) ∪ {x, z} y consideramos ϕ̃ = ϕ{x/x0 }. Entonces
ϕ̃ ∈ At(L(c)). Puesto que para t ∈ Tm(L(c)), ϕ{x/x0 }{x0 /t} = ϕ{x/t},
como se puede probar fácilmente por inducción sobre la construcción
de las fórmulas atómicas, podemos trabajar con ϕ̃ en lugar de ϕ y con
x0 en lugar de x, así que de hecho podemos considerar que x 6= z.
Def Def Def
Sea ϕ0 = ϕ{c/z}, r 0 = r{c/z} y s0 = s{c/z}. Entonces ϕ0 ∈ At(L) y
r 0 , s0 ∈ Tm(L). Además, ϕj1 {c/z} = r 0 =s
˙ 0 . Dado que x 6= z, se deduce
que
ϕj2 {c/z} = (ϕ{x/r}){c/z} = (ϕ{c/z}){x/r 0 } = ϕ0 {x/r 0 },
así como
ϕi {c/z} = (ϕ{x/s}){c/z} = (ϕ{c/z}){x/s0 } = ϕ0 {x/s0 }.
Por lo que (=) aparece en la posición i de ∆0 .
Caso 7. Ocurre (⊆), es decir, existe j < i tal que (Φj ⊆ Φi y ϕj = ϕi ). En
este caso (Φj {c/z} ⊆ Φi {c/z} y ϕj {c/z} = ϕi {c/z}), lo que indica que
(⊆) ocurre en la posición i de ∆0 .
Con esto queda demostrado que ∆0 es una prueba de Φ{c/z} `L
ϕ{c/z}.

El lema anterior nos sirve para eliminar una sola constante de una
derivación. Como en general necesitamos eliminar más constantes, requeri-
mos el siguiente resultado:

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4. Lógica

Corolario 12.21. Sea Φ ⊆ Fml(L(C)) y ϕ ∈ Fml(L(C)). Si C0 ⊆ C, de tal


forma que Φ ⊆ Fml(L(C0 )) y ϕ ∈ Fml(L(C0 )), entonces Φ `L(C) ϕ implica
que Φ `L(C0 ) ϕ. En particular, ConL(C0 ) (Φ) conduce a ConL(C) (Φ), para cada
C0 ⊆ C, con Φ ⊆ Fml(L(C0 )).
Demostración. Sea h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni una prueba de Φ `L(C) ϕ. Ya
que Φi ∪ {ϕi } es un subconjunto finito de Fml(L(C)), existe un subconjunto
Def S
finito Ci de C con Φi ∪ {ϕ} ⊆ Fml(L(Ci )). Sea C00 = C0 ∪ i≤n Ci . Entonces
C00 \ C0 es finito y Φi ∪ {ϕi } ⊆ Fml(L(C00 )). Con esto hemos probado que
Φ `L(C00 ) ϕ. Ahora, si c ∈ C00 \ C0 , entonces Φ{c/z} = Φ y ϕ{c/z} = ϕ.
Mediante el uso sucesivo del lema sobre eliminación de constantes (un número
finito de veces), podemos quitar de C00 los elementos que no pertenecen a C0
y, por lo tanto, lograr una derivación de ϕ a partir de Φ también respecto al
lenguaje reducido. De Φ `L(C00 ) ϕ llegamos, después de un número finito de
etapas, a Φ `L(C00 ∩C0 ) ϕ, por lo que Φ `L(C0 ) ϕ pues C0 = C00 ∩ C0 .
Sobre la afirmación de la consistencia: si Φ ⊆ Fml(L(C0 )), entonces
Φ ∪ {⊥} ⊆ Fml(L(C0 )), de tal forma que por lo recién demostrado, Φ `L(C) ⊥
implica Φ `L(C0 ) ⊥. Esto significa precisamente que
ConL(C0 ) (Φ) implica ConL(C) (Φ).

Hemos hecho la última reflexión para poder mostrar que la formación de


conjuntos de fórmulas L-consistentes en la definición 12.18 conduce a conjuntos
de fórmulas L0 -consistentes.
Teorema 12.22. ConL (Φ) implica ConL0 (Φ0 ).
Demostración. Supongamos que ConL (Φ) y que Φ0 es L0 -inconsisten-
te. Entonces Φ0 `L0 ⊥. Por el teorema de finitud para ` (12.5), existe un
subconjunto finito Φ00 ⊆ Φ0 con Φ00 `L0 ⊥. Se afirma que
Φ00 * Φ. (1)
Demostración de (1). Si Φ00 ⊆ Φ tendríamos Φ `L0 ⊥. Por el corolario
12.21 se desprende que Φ `L ⊥, pues Φ ∪ {⊥} ⊆ Fml(L(∅)) y L(∅) = L.
En tal situación Φ sería L-inconsistente, lo que contradice nuestra hipótesis.J
En vista de (1) Φ00 = Φ0 ∪ {ϕixi : i ≤ n}, donde Φ0 ⊆ Φ, n < ω y, para
i ≤ n, ϕi ∈ Fml(L), así como xi ∈ Var. Podemos suponer que Φ00 se elige de

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

tal forma que n es la menor posible. Entonces


Def
Ψ = Φ0 ∪ {ϕxi : i < n} es L0 -consistente. (2)
Def Def Def
Con ϕ = ϕn , x = xn logramos Ψ, ϕx `L0 ⊥. Mediante L00 = L({cxi ,ϕi :
i ≤ n}), por el corolario 12.21, se obtiene Ψ, ϕx `L00 ⊥. Por el lema sobre
eliminación de constantes se consigue la existencia de una variable z con z ∈
/
x Def 0 Def
lib(Ψ)∪var(ϕ) y Ψ, ϕ {c/z} `L01 ⊥, donde c = cx,ϕ y L1 = L({cxi ,ϕi : i < n}).
A causa de
ϕx {c/z} = (∃ xϕ ⇒ ϕ{x/c}){c/z}
= (∃ xϕ ⇒ ϕ{x/z})
= (¬ ¬ ∀ x¬ ϕ ∨ ϕ{x/z})
= ¬ (¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ϕ∧ ¬ ϕ{x/z})
concluimos que Ψ ∪ {¬ (¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ϕ∧ ¬ ϕ{x/z})} es L01 -inconsistente. Por
definición esto es equivalente a
Ψ `L01 (¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ϕ∧ ¬ ϕ{x/z}).
Con lo anterior obtenemos la siguiente derivación:
1. Ψ `L01 (¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ϕ∧ ¬ ϕ{x/z}) (por lo recién demostrado)
2. Ψ `L01 ¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ϕ ((∧1) en 1)
3. Ψ, ¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ϕ `L01 ¬ ∀ x¬ ϕ (Lema 11.10)
4. Ψ `L01 ¬ ∀ x¬ ϕ (modus ponens 2 y 3)
5. ΨL01 ¬ ϕ{x/z} ((∧2) en 1)
6. Ψ `L1 ∀ x¬ ϕ
0 ((∀ 2) en 5,
note que z ∈ / lib(Ψ) ∪ var(¬ϕ)).
0
De 4 y 6 se obtiene que Ψ es L1 -inconsistente. Así que Ψ `L01 ⊥, de donde,
en vista de que L0 ⊇ L01 , se cumple Ψ `L01 ⊥. Por ello Ψ es L0 -inconsistente,
lo que contradice (2). Por lo tanto, la suposición de que Φ0 es L0 -inconsistente
conduce a una contradicción, lo que demuestra el teorema.

Una vez concluidos los preparativos podemos demostrar el siguiente lema,


que nos permite extender todo conjunto consistente de fórmulas a un conjunto
de Henkin.

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4. Lógica

Teorema 12.23. Sean L = (R, F, K, τ) un lenguaje y Φ ⊆ Fml(L) un


conjunto de fórmulas consistente. Entonces existe un lenguaje L∗ ⊇ L y
un conjunto de Henkin Ψ ⊆ Fml(L∗ ) que extiende Φ, es decir, Φ ⊆ Ψ.
Demostración. Definimos recursivamente una ⊆-cadena (Ln : n ≤ ω)
de lenguajes y una ⊆-cadena (Φn : n ≤ ω) de conjuntos consistentes, mediante
Def Def
L0 = L, Φ0 = Φ
Def Def
Ln+1 = (Ln )0 , Φn+1 = (Φn )0 , cuando n < ω,
Def [ Def [
Lω = Ln , Φω = Φn .
n<ω n<ω
De la definición de la operación 0 (véase 12.18) se sigue de manera directa
que, para n < m ≤ ω, L ⊆ Ln ⊆ Lm así como Φ ⊆ Φn ⊆ Φm . Para n ≤ ω,
es cierto que Φn ⊆ Fml(Ln ) y Φn es Ln -consistente: para n < ω, esto se
sigue inductivamente de 12.22; para n = ω, note que para cada m < ω existe
un conjunto Cm tal que Lω = Lm (Cm ). De ConLm (Φm ) se deduce (de 12.21)
ConLω (Φm ), pues Φm ⊆ Fml(Lm ). La sucesión (Φm : m < ω) es entonces una
cadena de conjuntos de fórmulas Lω -consistentes, cuya unión es Lω -consistente
(por 12.6). Además,
x ∈ Var y ϕ ∈ Fml(Lω ) implica ϕx ∈ Φω . (1)
Demostración de (1). Ya que en ϕ sólo aparecen un número finito de
símbolos de constantes, entonces ϕ ∈ Fml(Ln ) para n < ω y, por tanto,
ϕx ∈ Φn+1 . J
Def
Considere ahora Z = {Ψ ⊆ Fml(Lω ) : Ψ ⊇ Φω y ConLω (Ψ)}. Z es
un conjunto no vacío que ordenamos inductivamente por ⊆ (la unión de una
⊆-cadena en Z es un elemento ⊆-maximal de esta cadena en Z). Por el lema
de Zorn, existe un elemento ⊆-maximal Ψ de Z. Entonces Φ ⊆ Φω ⊆ Ψ. El
teorema queda demostrado si probamos lo siguiente:
Ψ es un conjunto de Henkin. (2)
Demostración de (2). Ya que Ψ es claramente maximal Lω -consistente y
esta propiedad es equivalente a (H0) ∧ (H1), (H0) y (H1) son válidas para Ψ.
Para (H2): Sea ϕ ∈ Fml(Lω ), x ∈ Var. Debemos probar que ∀ xϕ ∈ Ψ si
y sólo si para cada símbolo de constante c de Lω es cierto que ϕ{x/c} ∈ Ψ.
( ⇒ ) Supongamos ∀ xϕ ∈ Ψ y sea c un símbolo de constante de Lω .
Entonces,

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

1. Ψ `Lω ∀ xϕ (RI)
2. Ψ `Lω ϕ{x/c} (∀ 1).
En vista de (H0), concluimos ϕ{x/c} ∈ Ψ de (2).
(⇐) Sea ϕ{x/c} ∈ Ψ para cada símbolo de constante c de Lω . Sea
Def
c = cx,¬ ϕ . Entonces ϕ{x/c} ∈ Ψ, y de la derivación
1. Ψ `Lω ϕ{x/c} (RI)
2. Ψ, ϕ{x/c} `Lω ¬ ¬ ϕ{x/c} (Lema 11.10)
3. Ψ `Lω ¬ ¬ ϕ{x/c} (modus ponens)
se sigue que ¬ ¬ ϕ{x/c} ∈ Ψ por (H0). Como ϕ ∈ Fml(Lω ) y x ∈ Var,
entonces ϕx ∈ Φω ⊆ Ψ (por (1)). Así, (¬ϕ)x ∈ / Ψ (por (H1)). Pero
Def
(¬ϕ)x = ¬¬¬∀ x¬¬ϕ ∧ ¬¬ϕ{x/c}.
Puesto que ¬¬ϕ{x/c} ∈ Ψ, se debe cumplir (por ∧3) que ¬¬¬∀ x¬¬ϕ
/ Ψ, que por (H1) significa ¬ ¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ ∈ Ψ. Entonces obtenemos la

siguiente derivación:
1. Ψ `Lω ¬ ¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ
2. Ψ, ¬ ¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ (11.10)
3. Ψ `Lω ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ (modus ponens)
4. Ψ `Lω ∀ x¬ ¬ ϕ (similar a 1–3).
Así que tenemos ∀ x¬ ¬ ϕ ∈ Ψ. De la derivación
1. ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ∀ x¬ ¬ ϕ (RI)
2. ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ¬ ¬ ϕ{x/z} ((∀ 1) en 1; z ∈ Var \ var(ϕ))
3. ∀ x¬ ¬ ϕ, ¬ ¬ ϕ{x/z} `Lω ϕ{x/z} (Lema 11.10)
4. ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ϕ{x/z} (modus ponens en 2 y 3)
5. ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ∀ xϕ ((∀ 2) en 4)
6. Ψ `Lω ∀ xϕ ((⊆) en 5),
obtenemos (por (H0)) ∀ xϕ ∈ Ψ, lo que se quería mostrar.
Para (H3). Sea s ∈ Tm(Lω ). Pretendemos demostrar la existencia de un
símbolo de constante c de Lω , con s=c˙ ∈ Ψ. Sea x ∈ Var \ var(s). De la
derivación
1. ∀ x ¬ x=s ˙ `Lω ∀ x¬ x=s
˙ (RI)
2. ∀ x¬ x=s ˙ `Lω ¬ s=s
˙ ((∀ 1) en 1)
3. ∀ x¬ x=s ˙ `Lω s=s
˙ (RI)
4. ∅ `Lω ¬ ∀ x¬ x=s ˙ (prueba por contrad. 2 y 3)
5. Ψ `Lω ¬ ∀ x¬ x=s ˙ ((⊆) en 4),

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4. Lógica

se sigue que ¬ ∀ x¬ x=s


˙ ∈ Ψ por (H0), de tal forma que (H1) implica
∀ x¬ x=s
˙ ∈/ Ψ. Por (H2) existe un símbolo de constante c de Lω tal que
¬ (x=s){x/c}
˙ / Ψ. Así ¬ c=s
∈ ˙ ∈/ Ψ, es decir, ¬ ¬ c=s
˙ ∈ Ψ por (H1). Entonces
se puede probar que c=s
˙ ∈ Ψ, lo que se quería demostrar. J
Concluimos la demostración del teorema.

En la construcción del teorema del conjunto de Henkin, que extiende el


conjunto consistente de fórmulas, se utilizó el axioma de elección en la forma
del lema de Zorn. Se puede renunciar al uso del axioma de elección, si se da un
buen orden para Fml(Lω ): en este caso Fml(Lω ) = {ϕα : α < γ}, donde γ es el
tipo ordinal de Fml(Lω ) y α 7→ ϕα es el inverso del isomorfismo de Mostowski
(Lema 8.6.13). Definimos recursivamente una sucesión hΨα : α ≤ γi mediante
Def
Ψ0 = Ψω ;
(
Def Ψα ∪ {ϕα }, cuando ConLω (Ψα ∪ {ϕα })
Ψα+1 =
Ψα , en otro caso
Def [
Ψδ = Ψα , cuando δ es límite.
α<δ

Def
Entonces Ψ = Ψγ es un elemento ⊆-maximal de Z = {Ψ ⊆ Fml(Lω ) :
Ψ ⊇ Φω y ConLω (Ψ)}: la Lω -consistencia se sigue directamente de la
definición; la maximalidad se obtiene así: sea Ψ0 ∈ Z con Ψ ⊆ Ψ0 . Para
ϕ ∈ Ψ0 , digamos ϕ = ϕα , se tiene Ψα ∪ {ϕα } ⊆ Ψ0 , y entonces es consistente.
Con ello, ϕα ∈ Ψα+1 ⊆ Ψ. Se sigue que Ψ0 ⊆ Ψ, por lo cual Ψ = Ψ0 .
Podemos originar un buen orden en Fml(Lω ) (sin el axioma de elección);
por ejemplo, si L (y con ello, tanto Lω como Fml(Lω )) es numerable: una
biyección f de un conjunto numerable a sobre ω induce un buen orden mediante
Def
x < y = f (x) < f (y).
En este punto podemos establecer la relación entre la consistencia y
satisfacibilidad de un conjunto de fórmulas. Recuerde que si un conjunto de
fórmulas es satisfacible, también es consistente.

Teorema 12.24 (Existencia de modelos). Sea L un lenguaje y Φ ⊆ Fml(L).


Entonces
ConL (Φ) ⇒ Sat(Φ).

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Demostración. Sea Ψ ⊇ Φ un conjunto de Henkin. Por 12.16, Ψ es


satisfacible. Supongamos que A0 |= Ψ[β] y sea A el L-reducto de A0 . Ya
que por el lema de coincidencia 8.7, la relación de satisfacción sólo depende
de la interpretación de los símbolos de funciones, constantes y relaciones que
aparecen en el conjunto de fórmulas, así como de la valuación de las variables
libres, deducimos A |= Φ[β].

De 12.8 obtenemos:
Corolario 12.25. Sea L un lenguaje y Φ ⊆ Fml(L). Entonces
ConL (Φ) si y sólo si Sat(Φ).
Un análisis del modelo de Henkin permitirá al lector concluir que:
Corolario 12.26 (Löwenheim-Skolem decreciente). Si Φ es satisfacible, en-
tonces Φ tiene un modelo de cardinalidad no mayor que |L|.
Demostración. Sea A como en la demostración del teorema 12.24.
Entonces
|A| = |{s̄ : s ∈ Tm(Lω )}| ≤ |Tm(Lω )| ≤ |Lω | = |L|.

12.2. El teorema de completud de Gödel y sus consecuencias. Ahora


probemos uno de los principales resultados de la lógica de predicados. El
teorema se debe a Gödel [Göd30], pero la demostración que presentamos aquí
se debe a Henkin [Hen49].
Teorema 12.27 (Teorema de completud de Gödel).
|=L ⊆`L .
Demostración. Sea Φ ⊆ Fml(L) , ϕ ∈ Fml(L) y supongamos Φ 0L ϕ.
Por el teorema 12.7 Φ ∪ {¬ ϕ} es L-consistente. En vista del teorema 12.24 se
cumple que Φ ∪ {¬ ϕ} es satisfacible. Digamos que A |= (Φ ∪ {¬ ϕ})[β].
Entonces A |= Φ[β] y A 6|= ϕ[β], así que Φ 6|= ϕ, lo que se quería
demostrar.

El teorema de completud de Gödel junto con el teorema 11.7 implican la


completud del cálculo de secuencias:

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4. Lógica

Corolario 12.28.
|=L =`L .

Del teorema de finitud para ` 12.5 obtenemos el teorema de finitud para


|=:

Teorema 12.29 (Teorema de finitud, teorema de compacidad).


(a) Φ |=L ϕ si y sólo si existe un conjunto Φ0 ⊆ Φ tal que |Φ0 | < ℵ0 y
Φ0 |=L ϕ.
(b) Sat(Φ) si y sólo si para todo conjunto Φ0 ⊆ Φ, si |Φ0 | < ℵ0 entonces
Sat(Φ0 ).

Demostración. Se sigue directamente del teorema de finitud para `, pues


` y |= así como Sat(·) y Con(·) coinciden, de acuerdo con 12.25 y 12.28.

Con frecuencia llamaremos finitamente satisfacible a un conjunto de fór-


mulas cuyos subconjuntos finitos son satisfacibles. La parte (b) del teorema
12.29 dice que un conjunto de fórmulas es satisfacible si y sólo si es finitamente
satisfacible.
El teorema de completud de Gödel es el resultado principal de este capítulo
y se utilizará implícitamente en numerosas ocasiones futuras.

13. Conjuntos y relaciones definibles


Recordemos la expansión de un lenguaje mediante la adición de constantes.
Suponga que en una L-estructura~a es una n-ada de elementos de A. Escogemos
una sucesión ~c de símbolos de constantes nuevos. Formamos una nueva
signatura σ 0 añadiendo las constantes ~c a K, es decir, formamos un nuevo
conjunto K0 = K ∪ {c0 , . . . , cn−1 }. Con esta nueva signatura construimos
un nuevo lenguaje que denotamos como L(~c). Si A es una L-estructura, con
el nuevo lenguaje formamos la L(~c)-estructura hA,~ai interpretando los nuevos
hA,~ai Def
símbolos de constante en la forma canónica ci = ai . De la misma forma, si B
es otra L-estructura y ~b es una n-ada de elementos de B de la misma longitud que
~c, formamos una nueva L(~c)-estructura hB, ~bi. Cuando se añaden constantes
a la signatura, las nuevas constantes y los elementos que las interpretan se
conocen como parámetros.
De la definición, el lector podrá probar sin dificultad el siguiente lema:

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Lema 13.1. Sean A, B L-estructuras y suponga que hA,~ai, hB, ~bi son L(~c)-
estructuras. Entonces un homomorfismo f : hA,~ai −→ hB, ~bi es lo mismo que
un homomorfismo f : A − ~
→ B, tal que f (~a) = b. De la misma forma, un
~
encaje f : hA,~ai ,→ hB, bi es lo mismo que un encaje f : A ,→ B tal que
f (~a) = ~b.

Si ~a es una sucesión de elementos de A, decimos que ~a genera A, en


símbolos A = h~aiA , si A está generada por los elementos de ~a (véase la página
202). Suponga que A es una L-estructura, que hA,~ai es una L(~c)-estructura y
que ~a genera A. Entonces todo elemento de A es de la forma t hA,~ai (véase la
demostración del Teorema 9.9 ) para algún término cerrado t de L(~c). Recuerde
que una literal es una fórmula atómica o la negación de una de tales fórmulas.
El conjunto de todas las literales cerradas de L(~c) que son ciertas en hA,~ai se
llama diagrama de Robinson de A, en símbolos diag(A). El conjunto de todos
los enunciados atómicos o primitivos de L(~c) que son ciertos en hA,~ai es el
diagrama positivo de A, en símbolos diag+ (A).

Lema 13.2 (Lema del diagrama). Sean A, B L-estructuras, ~c una sucesión de


símbolos de constante, hA,~ai y hB, ~bi L(~c)-estructuras. Entonces las siguientes
aseveraciones son equivalentes:
(a) Para todo enunciado atómico ϕ de L(~c), si hA,~ai |= ϕ entonces hB, ~bi |=
ϕ.
(b) Existe un homomorfismo f : h~aiA −→ B tal que f (~a) = ~b.
El homomorfismo f en (b) es único (si existe); f es un encaje si y sólo
si:
(c) Para todo enunciado primitivo ϕ de L(~c), hA,~ai |= ϕ si y sólo si
hB, ~bi |= ϕ.

Demostración. Supongamos (a). Como la función inclusión encaja h~aiA


en A, podemos reemplazar A por h~aiA . Así que sin pérdida de generalidad
podemos suponer que A = h~aiA . Por el lema 13.1, para probar (b) es suficiente
encontrar un homomorfismo f : hA,~ai − → hB, ~bi. Definimos f como sigue:
ya que ~a genera A, cada elemento de A es de la forma t hA,~ai para algún término
cerrado t de L(~c). Definamos
~
f (t hA,~ai ) = t hB,bi . (32)

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4. Lógica

~
La definición es correcta, pues shA,~ai = t hB,bi implica hA,~ai |= s=t,˙ así
~ hB, ~bi hB,~bi
que hB, bi |= s=t
˙ por (a). En consecuencia, s =t . Entonces f es
un homomorfismo por (a) y el lema 9.5, lo que demuestra (b). Como todo
homomorfismo f de hA,~ai a hB, ~bi debe satisfacer 32, f es único en (b). El
recíproco (b) ⇒ (a) se sigue directamente del lema 9.5.
El argumento para encajes y (c) es similar, usando el lema 9.5.
El lema 13.2 no menciona de manera explícita el diagrama de Robinson, así
que hagámoslo ahora: suponga que ~a genera A. Por la implicación (a) ⇒ (b)
el lema nos dice que A se puede transformar homomórficamente en un reducto
B, siempre que B |= diag+ (A). De modo similar, la última parte del lema dice
que si B = diag(A), A se puede encajar en un reducto de B.
13.1. Conjuntos definibles. Cada L-fórmula con n variables define una
n-relación en cada L-estructura. En la teoría de modelos es más importante la
relación definida por una fórmula, que la fórmula en sí. Por lo tanto, la construc-
ción sintáctica de una fórmula tiene interés en tanto tenga alguna influencia en
la relación que ella define. Así que dos fórmulas que definan la misma relación
en toda estructura son iguales, desde el punto de vista de la teoría de modelos.
Recuerde que Fmln (L) denota la colección de todas las L-fórmulas con a lo
sumo n variables libres.
Sea A una L-estructura. Para ψ ∈ Fmln (L) (n > 0) denotamos con ψ(A)
el conjunto definido en A por ψ, es decir, el conjunto {~a ∈ An : A |= ψ(~a)}.
En ocasiones, este conjunto se llama conjunto solución de ψ en A.
Definición 13.3. Un conjunto B ⊆ An es definible (en A) si está definido por
una fórmula ϕ ∈ Fmln (L). Una n-relación en A es definible (en A) si, vista
como subconjunto de An , es definible en A.
Si ψ(~x, ~y) ∈ Fmln+l (L) (donde ~x es una n-ada y ~y una l-ada de variables), y
si ~c es una l-ada de elementos de A, llamamos a ψ(~x, ~c) una valuación de ψ(~x, ~y).
Mediante ψ(A, ~c) se denota el conjunto {~a ∈ An : A |= ψ(~a, ~c)} definido por
la valuación ψ(~x, ~c).
En esta situación ~c son los parámetros del conjunto definido. Un subcon-
junto B ⊆ An es definible con parámetros (en A) si existe una L-fórmula ψ y
una l-ada ~c de elementos de A tales que ψ(~x, ~c) define el conjunto B en A.
Decimos que dos fórmulas ϕ(x0 , . . . , xn−1 ) y ψ(x0 , . . . , xn−1 ) son equiva-
lentes en la L-estructura A si A |= ∀ ~x(ϕ(~x) ⇔ ψ(~x)). Otra forma de decirlo es

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que dos fórmulas son equivalentes en A si y sólo si definen la misma relación


en A. En este sentido,
V
dos conjuntos
V
finitos de fórmulas Φ(~x) y Ψ(~x) son
equivalentes en A si Φ(~x) y Ψ(~x) definen la misma relación en A.
Ejemplo 13.4.
(a) Sea N = hω, +N , ·N i una (∅, {+, ·}, ∅, {(+, 2), (·, 2)})-estructura. Los
siguientes conjuntos son definibles:
(i) {1} = {x : (∀ y)(y · x = y)}.
(ii) {5} = {x : (∃ y)(∀ zy · z = z ∧ y + y + y + y + y = x)}.
(iii) {p : p es primo } ∪ {1} = {x : (∀ y)(∀ z)(y · z = x ⇒ y = x ∨ z =
x)}.
(iv) {p : p es primo }, usando (i) y (iii).
(b) Sea A = hR, {+R , ·R }, 0i una LAr -estructura, donde R es el conjunto de
los números reales y la suma y el producto se consideran en ese conjunto.
Entonces los siguientes conjuntos son definibles:
(i) R∗ = {x : (∃ y)(y · y = x)}.
(ii) {x}, para cualquier número algebraico x (¿por qué?).
Lema 13.5. Sean A una L-estructura, X un conjunto de elementos de A y
Y una relación en A. Suponga que Y es definible por alguna L-fórmula con
parámetros en X. Para todo automorfismo f de A, si f deja fijo X (es decir,
f (x) = x, para toda x ∈ X), entonces para todo elemento a ∈ A, a ∈ Y si y
sólo si f (a) ∈ Y .

Demostración. Ejercicio.
Teorema 13.6. Sean σ una signatura para la cual K = F = R = ∅, y A
una L-estructura (de hecho, A es simplemente un conjunto). Sea X ⊆ A y Y
un subconjunto de A definible en A por una L-fórmula con parámetros en X.
Entonces Y es un subconjunto de A o el complemento en A de un subconjunto
de X.
Demostración. La demostración se obtiene de inmediato del lema 13.5.

Note que en este teorema, todos los subconjuntos finitos de X y sus


complementos en A se pueden definir mediante L-fórmulas con parámetros en
X. El conjunto {a0 , . . . , an−1 } está definido por la fórmula x = a0 ∨ · · · ∨ x =

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4. Lógica

an−1 (que es ⊥ si el conjunto es vacío); la negación de esta fórmula proporciona


una definición para su complemento.
La situación en el teorema 13.6 es mucho más común de lo que se esperaría.
Decimos que una estructura A es minimal si A es infinita, pero los únicos
subconjuntos de A que son definibles mediante una L-fórmula con parámetros
son los finitos o los complementos de conjuntos finitos. En general, un conjunto
X ⊆ A que es definible mediante una fórmula de primer orden con parámetros
es minimal si X es infinito y para todo conjunto Z primer orden definible en A
con parámetros, X ∩ Z o X − Z es finito.
Lema 13.7. Sean A una L-estructura y f un automorfismo de A. Si Y ⊆ An
es definible, entonces Y es invariante respecto a f , es decir,
{(f (a1 ), . . . , f (an )) : (a1 , . . . , an ) ∈ Y } = Y.
Demostración. Suponga que (a1 , . . . , an ) ∈ An , y que Y está definido
por la L-fórmula ψ(x1 , . . . , xn ). Entonces
(a1 , . . . , an ) ∈ Y si y sólo si A |= ψ(a1 , . . . , an )
si y sólo si A |= ψ(f (a1 ), . . . , f (an )) si y sólo si (f (a1 ), . . . , f (an )) ∈ Y,
pues f es un isomorfismo.
Ejemplo 13.8. Mostramos que la relación Q = {(m1 , m2 , m3 ) : m1 + m2 =
m3 } no es definible en hN, ·N i.
El teorema fundamental de la aritmética asegura que cada número se puede
escribir en forma única como el producto de potencias de números primos. En
este sentido, si n es un número natural, sea
n = p1k1 · · · pkl l .
Definimos el automorfismo f : N − → N que cambia el 3 por el 5 en la
representación de n. Por ejemplo,
f (3) = 5
f (3 · 5) = 5 · 3 = 15
f (55 ) = 35
f (22 ) = 22 .
Si Q fuera definible,
Q = {(f (a1 ), . . . , f (an )) : (a1 , . . . , an ) ∈ Q},

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de acuerdo con el lema 13.7. Considere (3, 2, 5) ∈ Q. Entonces (f (3), f (2),


f (5)) = (5, 2, 3) ∈ Q, lo cual es una contradicción.
Para ilustrar la utilidad de las ideas recién introducidas considere una
función f : A − → B. La imagen f (A) de A respecto a f se puede definir
mediante la equivalencia
y ∈ f (A) si y sólo si ∃ x[f (x) = y] (33)
Sea Γ la gráfica de f , un subconjunto de A × B definido por la condición
f (x) = y. La equivalencia 33 exhibe el hecho de que f (A) es la proyección de
Γ respecto a la proyección π de la segunda coordenada.
Algunas equivalencias lógicas simples capturan los hechos matemáticos
que parecen complicados si no se usa la notación lógica. Por ejemplo, la
equivalencia
∀ yϕ(x, y) si y sólo si ¬∃ y¬ϕ(x, y)
muestra que el conjunto definido por ∀ yϕ(x, y) se puede obtener del conjunto
Φ = {(x, y) ∈ A × B : ϕ(x, y)} tomando primero el complemento en
A × B, después proyectándolo en la primera coordenada y finalmente tomando
el complemento de ese conjunto en A. Esta técnica es especialmente útil
cuando tratamos con nociones lógicas complicadas tales como continuidad o
diferenciablidad expresadas en la forma usual mediante ε y δ.
Una fórmula ϕ(x, y) que define un subconjunto de A × B en ocasiones se
puede ver como una fórmula sobre tríos (x, y, z), donde z varía en un conjunto C;
en este caso ϕ(x, y) define un subconjunto de A × B × C. En tales situaciones
escribimos ϕ(x, y, z). Esto es similar a lo que ocurre en álgebra, donde se
piensa que un polinomio p(x, y) depende de 3 variables, x, y, z, en el que todos
los monomios en los que aparece z tienen coeficiente 0.
También es útil considerar fórmulas que se obtienen mediante sustitución.
Sea f : A −→ B una función y Γ la gráfica de f . La condición ϕ(x, f (x)) define
un subconjunto S de A. Esta condición es equivalente a
∃ y[f (x) = y ∧ ϕ(x, y)].
Por lo tanto, S se puede obtener al aplicar la proyección π a Γ ∩ Φ, donde
π(x, y) = x es la proyección de A × B sobre la primera coordenada.
Definición 13.9. Sea X un conjunto no vacío. Un sistema definidor en X es
una sucesión S = hSm : m ∈ Ni tal que para cada m ≥ 0:

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4. Lógica

1. Sm es un álgebra booleana de subconjuntos de Xm que contiene los


conjuntos ∅ y Xm como elementos;
2. Si A ∈ Sm , entonces X × A y A × X pertenecen a Sm+1 ;
3. {(a1 , . . . , am ) ∈ Xm : a1 = am } ∈ Sm ;
4. Si A ∈ Sm+1 , entonces π(A) ∈ Sm , donde π : Xm+1 −
→ Xm es la función
proyección sobre las primeras m coordenadas;
Si A ⊆ Xm , decimos que A pertenece a S si A ∈ Sm . Si A ⊆ Xm , B ⊆ Xn
yf :A− → B es una función, decimos que f pertenece a S si la gráfica de f
pertenece a S.
Sean A una L-estructura y S un subconjunto de A. Escribimos D(A, S)
para el sistema hSm : m ∈ Ni, donde para cada m ≥ 0, Sm es la colección de
todos los subconjuntos de Am que son S-definibles en M.
Proposición 13.10. Sea A una L-estructura y S un subconjunto de A. En-
tonces D(A, S) es un sistema definidor en A.
Demostración. Ejercicio.
El proximo resultado es el recíproco a la proposición 13.10 y afirma que
cada sistema definidor es cerrado respecto a definibilidad. Si X es un conjunto
no vacío y A ⊆ Xk , entonces para cada m ≥ 0 consideramos a Am como un
subconjunto de Xkm .
Teorema 13.11. Sea X un conjunto no vacío y S un sistema definidor en
X. Sea A una L- estructura y S un subconjunto de A. Supongamos que los
siguientes conjuntos pertenecen a S:
(i) A;
(ii) {cA } para cada símbolo de constante;
(iii) {s} para toda s ∈ S;
(iv) RA para cada símbolo de relación R;
(v) La gráfica de f A para cada símbolo de función f .
Entonces todo conjunto S-definible en A pertenece a S.
Antes de probar el teorema 13.11 presentamos algunos hechos básicos que
nos serán de utilidad. Para los siguientes lemas fijemos un conjunto X no vacío
y un sistema definidor S en X.
Lema 13.12. Si A y B pertenecen a S, entonces A × B pertenecen a S.

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Demostración. Supongamos que A ⊆ Xm y B ⊆ Xn . Entonces


A × B = (A × Xn ) ∩ (Xm × B).
La condición (2) de la definición 13.9 (utilizada repetidamente) seguida de la
condición (1) implican que el conjunto pertenece a S.

Lema 13.13. Para cualesquier 1 ≤ i < j ≤ m el conjunto diagonal


∆m (i, j) = {(a1 , . . . , an ) ∈ Xm : a1 = aj }
pertenece a S.

Demostración. Sea k = j − i + 1. La condición (3) en la definición 13.9


propicia que el conjunto diagonal ∆k (1, j − i + 1) pertenezca a S, y
∆m (i, j) = Xi−1 × ∆k (1, j − i + 1) × Xm−j .
Este conjunto pertenece a S por la condición (2) de la mencionada definición.
(Véase también el lema 13.12).

Lema 13.14. Sean B ∈ Sn e i(1), . . . , i(n) ∈ {1, . . . , m}. Entonces el


conjunto A ⊆ Xm definido por
A = {(a1 , . . . , am ) ∈ Xm : (ai(1) , . . . , ai(n) ) ∈ B}
pertenece a S.

Demostración. Note que para cualesquier a1 , . . . , am ∈ X, (a1 , . . . , am )


∈ A si y sólo si
∃ y1 · · · yn (xi (1) = y1 ∧ · · · ∧ xi(n) = yn ∧ (y1 , . . . , yn ) ∈ B.
Sean ∆j el conjunto diagonal ∆m+n (i(j), m + j) y πj : Xm+j −
→ Xm+j−1 la
función proyección sobre las primeras coordenadas para cada j = 1, . . . , n.
Las condiciones implican que
A = π1 (· · · πn (D1 ∩ · · · Dn ∩ (Xm × B)) · · · ).
De la definición13.9 y el lema 13.13 se obtiene A ∈ S.

Lema 13.15. Supongamos que A ⊆ Xm , B ⊆ Xn y C ⊆ Xp son miembros


de S. Sean f : A − → Byg : B − → C funciones que pertenecen a S. La
composición g ◦ f : A −
→ C pertenece a S.

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4. Lógica

Demostración. Sean ~x variables que varían sobre Xm , ~y sobre Xn y ~z


sobre Xn . Se usan el lema 13.14 y la equivalencia
(~x, ~z) ∈ Γ(g ◦ f ) ⇔ ∃ y((x, y) ∈ Γ(f ) ∧ (y, z) ∈ Γ(g)).

Lema 13.16. Supongamos que A ⊆ Xm pertenece a S. Sea f =


→ Xn una función con funciones coordenadas fj : A −
(f1 , . . . , fn ) : A − → X.
La función f pertenece a S si y sólo si todas las funciones coordenadas fj
pertenecen a S.
Demostración. ⇒) Fijemos j (1 ≤ j ≤ n) y sea πj : Xn − → X la
función proyección definida por πj (x1 , . . . , xn ) = xj . Usamos el lema 13.13
para probar que πj pertenece a S ya que su gráfica es un conjunto diagonal.
Notemos además que fj = πj ◦ f , por lo que el lema 13.15 completa la prueba
de esta dirección.
⇐) Supongamos que x varía en Xm y y = (y1 , . . . , yn ) varía en Xn . La
gráfica de f está definida por la equivalencia
(x, y) ∈ Γ(f ) ⇔ ((X, y) ∈ Γ(f1 ) ∧ · · · ∧ (x, yn ) ∈ Γ(fn )).
Si las funciones f1 , . . . , fn perteneces a S, la equivalencia junto con el
lema 13.14 y la condición (1) de la multicitada definición 13.9 muestran que f
pertenece a S.
Ahora podemos demostrar el teorema:
Demostración del teorema 13.11. Sin pérdida de generalidad podemos
suponer que el conjunto de parámetros S ⊆ A es vacío. Para reducir el caso
general a éste sólo requerimos añadir nuevos símbolos de constante {cs : s ∈ S}
a la signatura de L y expandir A a (A, S).
Sean A como en el enunciado y S cualquier sistema definidor al que per-
tenecen todos los conjuntos listados en el teorema. Debemos probar que todo
conjunto ∅-definible en A pertenece a S.
Sea k tal que A ⊆ Xk . Como se observó antes, consideramos Am como
subconjunto de Xkm para cada m ≥ 0.
Primero probamos el enunciado por inducción en la construcción del L-
término t:
Sean x1 , . . . , xn una sucesión de variables distintas que incluyen todas las
variables de t; la función t A : Am − → A definida por la interpretación de t en A
pertenece al sistema definidor S.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

En la etapa básica de esta inducción, t es un símbolo de constante o una


variable xi . En el primer caso la gráfica de la función t A es Am × {cA }; en el
segundo caso la intersección de Am+1 con k conjuntos diagonales. En cualquier
evento, esto muestra que la gráfica pertenece a S.
Para la etapa inductiva, consideremos la situación en la que t tiene la
forma f (t1 , . . . , tm ) donde f es un símbolo de n-función y t1 . . . , tn son L-
términos para los que el enunciado es cierto. Sea G : Am − → An la función,
A
cuyas funciones coordenadas son tj , j = 1, . . . , n. El lema 13.15 indica que
t A = f A ◦ G pertenece a S. Esto completa la etapa inductiva de la afirmación
sobre los L-términos.
Ahora demostraremos la siguiente afirmación sobre fórmulas ϕ de donde
se deduce inmediatamente el teorema 13.11; la prueba es por inducción en la
construcción de fórmulas.
Sea x1 , . . . , xn una sucesión de variables distintas que incluyen a todas las
variables libres de ϕ. El conjunto
ϕ(A) = {(a1 , . . . , an ) ∈ Am : A |= ϕ[a1 , . . . , an ]}
pertenece al sistema definidor S.
En la etapa base de la inducción ϕ es una fórmula atómica de la forma
Rt1 · · · tn , donde R es un símbolo de n-relación y t1 , . . . , tn son L-términos (R
puede ser la igualdad).
Sea G : Am − → An la función definida usando los términos t1 , . . . , tn .
Como se mostró, G pertenece a S. Observemos que ϕ(A) está definido por la
equivalencia
(a1 , . . ., an ) ∈ ϕ(A) ⇔
∃ y1 · · · yn ((a1 , . . . , am , y1 , . . . , yn ) ∈ Γ(G) ∧ (y1 , . . . , yn ) ∈ RA ).

(Estrictamente hablando, note que cada ∃ yj es una sucesión de k cuantificadores


existenciales sobre X). Esto muestra que ϕ(A) es el resultado de aplicar kn
proyecciones al conjunto
Γ(G) ∩ (M m × RA ),
lo que muestra que éste pertenece a S.
Ahora consideremos los casos en los que ϕ se constituye de fórmulas ψ1 , ψ2
usando conectivos lógicos. Tenemos una lista x1 , . . . , xm de variables distintas
que incluyen a todas las variables libres de ψ1 , ψ2 . Usamos la hipótesis de

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inducción en ψ1 y ψ2 para concluir que los conjuntos ψ1 (A) y ψ2 (A), ambos


subconjuntos de Am , pertenecen a S. Se sigue inmediatamente de (1) de la
definición 13.9 que ϕ(A) también pertenece a S.
Def
El otro caso en la forma de ϕ es ϕ = ∃ yψ. Podemos suponer que y no
está entre las variables x1 , . . . , xm . Aplicamos la hipótesis de inducción a la
fórmula ψ y a las variables x1 , . . . , xm , y. Evidentemente ϕ(A) = π(ψ(A)),
donde π : Am+1 − → Am es la proyección de las primeras m coordenadas. La
condición (4) de la definición 13.9 promueve la pertenencia de ϕ(A) a S.
Una consecuencia del teorema 13.11 es que todo sistema definidor S es de
la forma D(A, ∅) para alguna estructura A. Por ejemplo, podemos tomar los
conjuntos pertenecientes a S como relaciones básicas en una estructura A. El
teorema 13.11 asegura que los conjuntos ∅-definibles (1)–(4) en la definición
13.9 caracterizan completamente a los sistemas de conjuntos ∅- definibles en
estructuras A.
Para caracterizar los sistemas definidores de la forma D(A, A), donde A es
una L-estructura, es suficiente añadir la condición
(5) Si A ∈ Sm+n y (a1 , . . . , am ) ∈ Xm , entonces A(a1 , . . . , am ) pertenecen
a Sn , donde
A(a1 , . . . , am ) = {(x1 , . . . , xm ) ∈ Xm : (a1 , . . . , am , x1 , . . . , xn ) ∈ A}.

En forma equivalente, podemos añadir la condición:


(50 ) Para cada s ∈ X, {s} ∈ S.
Sea X un conjunto no vacío. Dados dos sistemas definidores S(1) y S(2)
en X, decimos que S(2) contiene a S(1), S(1) ⊆ S(2), si S(1)m ⊆ S(2)m para
toda m ≥ 0. Esto define un orden parcial en la colección de todos los sistemas
definidores en X. Cualquier familia {S(i) : i ∈ I} de sistemas definidores en
X tiene una cota inferior S más grande que cualquier otra en la colección de
todos los sistemas definidores en X, a saber,
\
Sm = {S(i)m : i ∈ I} para cada m.

Suponga que F = hFm : m ∈ Ni, donde Fm es una familia de subconjuntos


de Xm para cada m ≥ 0. Obviamente existe al menos un sistema definidor S
en X que contiene a F: sea S la menor cota superior (intersección) de todos
los sistemas definidores en X que contienen a F. Llamamos a éste el sistema
definidor en X generado por F.

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Corolario 13.17. Sea A una L-estructura y S ⊆ A. Entonces D(A, S) es el


sistema definidor en A generado por los conjuntos (ii)–(v) del teorema 13.11.
Demostración. Ejercicio.
13.2. Un poco de aritmética.
Los subconjuntos definibles de los números naturales han sido estudiados
con detalle por su importancia en la teoría de recursión.
Ejemplo 13.18. Como el conjunto recursivo de los números naturales, usamos
la estructura N = hω, <, +, ·, 0, 1i.
Tomemos N como modelo de la aritmética de Peano (pág. 206); sea L el
lenguaje asociado. Escribimos (∀ x < y)ϕ, (∃ x < y)ϕ como abreviaciones
de ∀ x(x < y ⇒ ϕ) y ∃ x(x < y ∧ ϕ) respectivamente. Los cuantificadores
(∀ x < y) y (∃ x < y) se llaman cuantificadores acotados. Esto se estudiará
con mucho más detalle en el capítulo 8. Definimos una jerarquía de L-fórmulas
como sigue:
(a) Una L-fórmula de L es Π00 o, lo que es lo mismo, es Σ00 si todos sus
cuantificadores son acotados.
(b) Una fórmula es Π0k+1 si es de la forma ∀ ~xψ, para alguna Σ0k -fórmula ψ.
(La n-ada ~x puede ser vacía).
(c) Una fórmula es Σ0k+1 si es de la forma ∃ ~xψ, para alguna Π0k -fórmula ψ.
(La n-ada ~x puede ser vacía).
Por ejemplo, una Σ03 -fórmula consiste en tres bloques de cuantificadores,
∃ ~x∀ ~y∃ ~z, seguidos de una fórmula que contiene sólo cuantificadores acotados.
Dado que los bloques pueden ser vacíos, toda Π0k -fórmula también es una Σ0k+1 -
fórmula y una Π0k+1 -fórmula.
Sea ~x = (x0 , . . . , xn−1 ). Un conjunto N de n-adas de números naturales
es una Π0k -relación (respectivamente, una Σ0k -relación) si es definible mediante
una Π0k -fórmula ϕ (respectivamente, una Σ0k -fórmula). Decimos que N es una
∆0k -relación si es tanto una Π0k -relación como una Σ0k -relación. Una relación es
aritmética si es Σ0k para alguna k. Por lo tanto, las relaciones aritméticas son
las definibles mediante fórmulas de primer orden. Un teorema fundamental de
Kleene dice que las ∆10 relaciones son precisamente las relaciones recursivas, y
las Σ01 -relaciones son las relaciones recursivamente enumerables. Otro teorema
de Kleene dice que para cada k < ω existe una relación R que es Σ0k+1 , pero no
es Σ0k ni Π0k , lo que implica que la jerarquía se mantiene creciendo.

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14. Los teoremas de incompletud de Gödel


En esta sección presentamos versiones de los teoremas de incompletud de
Gödel únicamente con fines ilustrativos, pues los utilizaremos con frecuencia.
La demostración de los mismos se pospone hasta el volumen II, en donde se
incorporan junto con un estudio detallado de la teoría de recursión.
Sea LAr el lenguaje de la aritmética de Peano. Consideremos N como una
LAr -estructura. Decimos que si N |= ϕ, entonces ϕ es cierta respecto a la
aritmética. Es obvio, entonces, el significado de la frase ϕ es falsa respecto a
la aritmética. Sea Teo(N) el conjunto de fórmulas ϕ que son ciertas en N.
Teorema 14.1 (Primer teorema de incompletud de Gödel).
Sea T un conjunto de LAr -enunciados. Supongamos que T es axiomatizable y
que T ⊆ Teo(N). Entonces existe un enunciado ϕ tal que T 0 ϕ y T 0 ¬ϕ, es
decir, T es incompleta.
Este teorema implica que es imposible descubrir todos los enunciados
verdaderos de la aritmética en una forma puramente “mecánica”. En otras
palabras, si elaboramos una lista Σ de LAr -enunciados, al menos ocurre una de
las tres siguientes opciones:
(a) Σ no contiene todos los enunciados ciertos de la aritmética.
(b) No existe un procedimiento mecánico que nos permita verificar qué enun-
ciados pertenecen a Σ.
(c) Σ contiene un enunciado aritmético falso.
Una variante del primer teorema de incompletud de Gödel es la siguiente:
Teorema 14.2. (Primer teorema de incompletud de Gödel, segunda versión).
Sea T un conjunto de LAr -enunciados consistente y axiomatizable, tal que
AP ⊆ T . Entonces T no es completo.
Esta versión proporciona un poco más de información, ya que Teo(N) es
una de las muchas extensiones consistentes de AP.
Ahora es tiempo de enunciar el segundo teorema de incompletud:
Teorema 14.3. (Segundo teorema de incompletud de Gödel) Sea T un con-
junto de LAr -enunciados axiomatizable y tal que T es al menos tan fuerte como
AP. Entonces existe un LAr -enunciado Con(T ) que asegura la consistencia de
T y tal que, a menos que T sea inconsistente, Con(T ) no es demostrable en T .

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No vale la pena tratar de formalizar aquí qué significa “al menos tan
fuerte como AP”. Para nuestro propósito inmediato es suficiente saber que este
concepto realmente tiene una definición precisa, y que ZFE y toda extensión
axiomatizable de AP o ZFE son al menos tan fuertes como AP. Esto también
es cierto para ZF .

Corolario 14.4. ZF no puede probar su propia consistencia, es decir, ZF 0


Con(ZF ).

Por lo tanto, dado que trabajamos en ZF (o en ZFE ) no podemos asegurar


que nuestra teoría (ZF ) sea consistente. Es por ello que se presentan pruebas
de consistencia relativa (véase Cap. 8, Sec. 6), esto es, probamos que si
ZF es consistente, la adición de ciertos LTC-enunciados a ZF no destruye la
consistencia, en símbolos:
Con(ZF ) ⇒ Con(ZF + φ),
donde φ es un LTC-enunciado. Como ejemplos de tales LTC-enunciados,
podemos señalar el axioma de elección AE , la hipótesis del continuo HC , la
hipótesis generalizada del continuo HGC o el axioma de constructibilidad V=L,
que se estudiará más adelante. Para probar tales consistencias relativas, siempre
se supone que ZF es consistente.

15. Formas normales prenexa y de Skolem

En esta sección asociamos a cada L-fórmula otra L-fórmula en forma normal.


Ambas resultan ser equivalentes.
Sea Φ un conjunto de L-fórmulas y [Φ] la cerradura de Φ respecto a la
negación y disyunción de fórmulas en Φ. Por supuesto, Φ ⊆ [Φ].

Lema 15.1. Sean Φ(x0 , . . . , xn−1 ) un conjunto de L-fórmulas, A, B L-


estructuras y a0 , . . . , ar−1 ∈ A, b0 , . . . , br−1 ∈ B. Si
A |= φ[a0 , . . . , an−1 ] si y sólo si B |= φ[b0 , . . . , bn−1 ] (34)

es válido para todo φ ∈ Φ, entonces 34 es válida para toda φ ∈ [Φ].

Demostración. Inmediata de la definición de [Φ].

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Lema 15.2. Sea Φ = {φ0 , . . . , φn } un conjunto de fórmulas. Entonces toda


fórmula en [Φ] satisfacible es lógicamente equivalente a una fórmula de la
forma
(ψ0,0 ∧ · · · ∧ ψ0,n ) ∨ · · · ∨ (ψk,0 ∧ · · · ∧ ψk,n ), (35)
donde k < 2n+1 y para i ≤ k, j ≤ n se cumple ψi,j = φj o ψi,j = ¬φj . En
particular, hay solamente una cantidad finita de L- fórmulas en [Φ] que no son
lógicamente equivalentes entre sí.

Así que toda fórmula en [Φ] es lógicamente equivalente a una disyunción


de conjunciones de fórmulas de {φ0 , . . . , φn , ¬φ0 , . . . , ¬φn }.

Demostración. Escogemos r tal que Φ ⊆ Fmlr (L). Para una L-


estructura A y ~a = (a0 , . . . , ar−1 ) ∈ Ar , sea
ψA,~a = ψ0 ∧ · · · ∧ ψn , (36)
donde (
φi , si A |= φi [~a];
ψi =
¬φi , si A |= ¬φi [~a].
Entonces
A |= ψ(A,~a) [~a] (37)
y ψ(A,~a) es un conjunto de la forma 35. Más aún, para cualesquier B y
b0 , . . . , br−1 ∈ B
B |= ψ(A,~a)[~b], (38)
si y sólo si para i = 0, . . . , n
A |= φi [~a] si y sólo si B |= φi [~b],
si y sólo si para toda φ ∈ [Φ]:
A |= φ[~a] si y sólo si B |= φ[~b].
De la ecuación 36 se sigue que
{ψ(A,~a) : A es una L-estructura y ~a ∈ Ar }
tiene a lo sumo 2n+1 elementos.

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La prueba estará completa si mostramos que toda φ ∈ [Φ] satisfacible es


lógicamente equivalente a la disyunción χ de una cantidad finita de fórmulas
del conjunto:
{ψ(A,~a) : A es una L-estructura,~a ∈ Ar , A |= φ[~a]}.
Escribimos
_
χ= {ψ(A,~a) : A es una L-estructura,~a ∈ Ar , A |= φ[~a]},
donde es claro que se trata de una disyunción finita.
Para verificar la equivalencia entre φ y χ supongamos, primero, que
B |= φ[~b]. Entonces ψ(B,~b) es un miembro de la disyunción χ. Como
B |= ψ ~ [~b], se deduce que B |= χ[~b].
(B,b)
Recíprocamente, si B |= χ[~b], por definición de χ existen una L- estructura
A y ~a ∈ Ar tales que A |= φ[~a] y B |= ψ[~b]. Entonces, por 38, ~b
satisface las mismas fórmulas de [Φ] en B que ~a satisface en A. En particular,
B |= φ[~b].
Una fórmula que es disyunción de conjunciones de literales está en forma
normal disyuntiva.
Como corolario al lema 15.2 obtenemos el siguiente resultado:
Teorema 15.3 (Forma normal disyuntiva). Si φ es una L-fórmula sin cuantifi-
cadores, entonces φ es lógicamente equivalente a una fórmula en forma normal
disyuntiva.
Demostración. Sea φ como en la hipótesis. Si φ no es satisfacible,
entonces φ es lógicamente equivalente a ¬(v0 =v ˙ 0 ). Si φ es satisfacible y
ψ0 , . . . , ψn son sus subfórmulas atómicas, entonces φ ∈ [{ψ0 , . . . , ψn }]. Por
consiguiente, el teorema se desprende del lema 15.2.
Ahora queremos considerar fórmulas que pueden involucrar cuantifi-
cadores, para ello las escribimos en forma normal prenexa, es decir, en la
forma
C0 x0 · · · Cm−1 xm−1 ψ0 ,
donde Ci ∈ {∀ , ∃ } para i < m y ψ0 no tiene cuantificadores. C0 x0 · · · Cm−1
xm−1 es el prefijo y ψ0 es la matriz.
La pregunta es si realmente podemos escribir cualquier fórmula en forma
normal prenexa. Afortunadamente es el caso:

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Teorema 15.4 (Forma normal prenexa). Toda L-fórmula φ es lógicamente


equivalente a una fórmula ψ en forma normal prenexa con lib(φ) = lib(ψ).
Demostración. Primero consideremos algunas propiedades elementales
de la equivalencia lógica. Mediante φ ∼ ψ expresamos que φ y ψ son
lógicamente equivalentes.
1. Si φ ∼ ψ, entonces ¬φ ∼ ¬ψ.
2. Si φ0 ∼ ψ0 y φ1 ∼ ψ1 , entonces (φ0 ∨ φ1 ) ∼ (ψ0 ∨ ψ1 ).
3. Si φ ∼ ψ y C ∈ {∀ , ∃ }, entonces Cxφ ∼ Cxψ.
4. ¬∃ xφ ∼ ∀ x¬φ, ¬∀ xφ ∼ ¬∃ x¬φ.
5. Si x ∈
/ lib(ψ), entonces (∃ xφ ∨ ψ) ∼ ∃ x(φ ∨ ψ), (∀ xφ ∨ ψ) ∼ ∀ x(φ ∨ ψ),
(ψ ∨ ∃ xφ) ∼ ∃ x(ψ ∨ φ) y (ψ ∨ ∀ xφ) ∼ ∀ x(ψ ∨ φ).
Después, damos un método para transformar una fórmula dada a la
Def
forma normal prenexa utilizando 1-5. Por ejemplo, si ϕ = ¬∃ xPx ∨ ∀ xRx.
Procedemos de la siguiente manera:
¬∃ xPx ∨ ∀ xRx ∼ ∀ x¬Px ∨ ∀ xRxpor 2 y 4
∼ ∀ x¬Px ∨ ∀ yRy ya que ∀ xRx ∼ ∀ yRy por 2
∼ ∀ x(¬Px ∨ ∀ yRy)por 5
∼ ∀ x∀ y(¬Px ∨ Ry) por 3 y 5.
En el caso general procedemos como a continuación se detalla.
Para φ ∈ Fml(L), sea nc(φ) la cantidad de cuantificadores de φ. Por
inducción en n probamos que: (∗)n para cada φ con nc(φ) ≤ n existe una
L-fórmula ψ en forma normal prenexa tal que φ ∼ ψ, lib(φ) = lib(ψ) y
nc(φ) = nc(ψ).
Queda al lector probar la afirmación lib(φ) = lib(ψ).
n = 0: si nc(φ) = 0, φ no tiene cuantificadores y hacemos φ = ψ.
n > 0: Mostraremos (∗)n por inducción en la construcción de φ. Suponga-
mos que nc(φ) ≤ n. Los casos sin cuantificadores son evidentes. Si φ = ¬φ0 y
nc(φ) > 0, entonces nc(φ0 ) = nc(φ) > 0 y por hipótesis de inducción una fór-
mula, para φ0 , de la forma Cxχ en forma normal prenexa (con nc(Cxχ) = nc(φ)
y χ puede contener cuantificadores). Por 1 y 4, φ ∼ C−1 x¬χ (donde ∀ −1 = ∃
y ∃ −1 = ∀ ). Como nc(¬χ) = nc((Cxχ) − 1 = nc(φ) − 1 ≤ n − 1, existe una
fórmula ψ lógicamente equivalente a ¬χ que está en forma normal prenexa tal
que nc(ψ) = nc(¬χ). Por 3, C−1 xψ es una fórmula lógicamente equivalente φ
con las propiedades requeridas.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Def
Sea ϕ = (φ0 ∨ φ00 ) y nc(φ) > 0, por ejemplo, nc(φ0 ) > 0. Por hipótesis de
inducción existe una fórmula Cxχ en forma normal prenexa para φ0 . Sea y una
variable que no aparece en Cxχ o en φ00 . Se puede mostrar con facilidad que
Cxχ ∼ Cyχ{y/x},
y por 2 y 5 obtenemos
φ = (φ0 ∨ φ00 ) ∼ (Cxχ{y/x} ∨ φ00 )
∼ Cy(χ{y/x} ∨ φ00 ).

Como nc(χ{y/x} ∨ φ00 ) = nc(φ) − 1 ≤ n − 1, podemos encontrar


una fórmula ψ en forma normal prenexa que es lógicamente equivalente a
(χ{y/x} ∨ φ00 ). Cyψ tiene la propiedad requerida.
Def
Sea φ = ∃ xφ0 . Como nc(φ0 ) ≤ n − 1, existe una fórmula ψ 0 en forma
normal prenexa que es lógicamente equivalente a φ0 . En tal caso ∃ xψ 0 es una
fórmula en forma normal prenexa que por 3 es lógicamente equivalente a φ y
tiene la misma cantidad de cuantificadores que φ.

Si φ y ψ son fórmulas tales que φ es satisfacible si y sólo si ψ lo es, decimos


que φ y ψ son equivalentes respecto a satisfacción (ers). Si en el teorema 15.4
la condición de equivalencia lógica se debilita a ψ |= φ y a ers, la fórmula ψ se
puede escoger, adicionalmente, universal, es decir, de tal forma que su prefijo
contenga sólo cuantificadores universales.
Consideremos el siguiente ejemplo: sea φ la L-fórmula ∀ x∃ yRxy.
Def
Añadimos un símbolo de 1-función f a L, y sea ψ = ∀ xRxf (x). Entonces
ψ es universal y ψ |= ϕ. Por otra parte, sea A un L-modelo de ∀ x∃ yRxy.
Como para cada a ∈ A tenemos un elemento b ∈ A con RA (a, b), podemos ele-
gir una interpretación f A de f de tal suerte que RA (a, f A (a)) para toda a ∈ A,
es decir, A0 |= ∀ xRxf (x), donde A0 es una L0 -estructura, donde L0 = L ∪ {f }.
Por lo tanto, ∀ xRxf (x) también tiene un modelo.

Teorema 15.5 (Forma normal de Skolem). A cada L-fórmula φ le podemos


asociar una fórmula universal ψ en forma normal prenexa con ψ |= φ y
lib(φ) = lib(ψ), tal que φ y ψ son equivalentes respecto a satisfacción. Además
de los símbolos de φ, la fórmula ψ puede involucrar símbolos adicionales de
función o de constante.

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Demostración. Describimos como construir ψ a partir de φ. La fórmula


ψ se conoce como forma normal de Skolem de φ.
Sea φ una L-fórmula. De acuerdo con el teorema 15.4, podemos suponer
que φ está en forma normal prenexa, digamos
φ = C1 x1 · · · Cm xm φ0 ,
donde φ0 no tiene cuantificadores. Procedemos por inducción en la cantidad
de cuantificadores existenciales en el prefijo de φ.
Si no hay cuantificadores existenciales hacemos ψ = φ. Para la etapa
inductiva, sea φ de la forma
φ = ∀ x1 · · · xk ∃ xk+1 Ck+2 xk+2 · · · Cm xm φ0 .
Podemos suponer que las variables x1 , . . . , xk son distintas. Sea
φ1 = Ck+2 xk+2 · · · Cm xm φ0
y sea f un nuevo símbolo de k-función si k 6= 0 y un símbolo de constante si
k = 0.
Mostramos que con
ψ 0 = ∀ x1 · · · ∀ xk φ1 {fx1 · · · xk /xk+1 }
se cumple:
1. Si φ es satisfacible, también ψ 0 lo es.
2. ψ 0 |= φ.
Con esto terminamos: puesto que el prefijo de ψ 0 contiene menos cuantifi-
cadores existenciales que el prefijo de φ, la hipótesis de inducción proporciona
una fórmula ψ en forma normal de Skolem, tal que
3. ψ 0 y ψ son ers y lib(ψ 0 ) = lib(ψ).
4. ψ |= ψ 0 .
Como lib(ψ 0 ) = lib(φ), 1-4 dan lugar a que ψ sea una fórmula con las
propiedades requeridas.
Para probar 1, sea A una L-estructura modelo de φ. Entonces para
cualesquier a1 , . . . , ak ∈ A se cumple
A |= ∃ xk+1 φ1 {a1 , . . . , ak /x1 , . . . , xk },
por lo que podemos escoger un símbolo de función f con interpretación f A ,
tal que para cualesquier a1 , . . . , ak ∈ A:
A0 |= φ1 {a1 , . . . , ak , fx1 · · · xk /x1 , . . . , xk+1 },

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con A0 una L0 -estructura y L0 = L ∪ f .


En consecuencia, A0 es un modelo de ∀ x1 · · · ∀ xk φ1 {fx1 · · · xk /xk+1 } y
0
ψ es satisfacible.
Para probar 2, sea A0 un modelo de ψ 0 . Para cualesquier a1 , . . . , ak ∈ A
A0 |= φ1 {a1 , . . . , ak , fx1 · · · xk /x1 , . . . , xk+1 },
y por ello
A |= ∃ xk+1 φ1 {a1 , . . . , ak /x1 , . . . , xk }
lo que implica que el reducto de A0 es un modelo de φ.

16. El teorema de Herbrand


Para demostrar el teorema de completud en la sección 12 construimos un modelo
muy especial cuyos elementos son formalmente las expresiones sintácticas que
aparecen en un cierto conjunto de fórmulas. Así, a cada conjunto Φ de fórmulas
le asignamos una interpretación AΦ con valuación βΦ . Con este fin introdujimos
una relación de equivalencia ∼ en el conjunto Tm(L):
˙ 0 ∈ Φ.
t ∼ t 0 si y sólo si t =t
Como los conjuntos de fórmulas considerados en esa ocasión son conjuntos de
˙ 0 se deduce t =t
Henkin, de Φ ` t =t ˙ 0 ∈ Φ. Ahora estamos en una situación más
general, por lo que definimos
t ∼ t0 si y sólo si ˙ 0.
Φ ` t =t (39)
En resumen, tenemos como universo el conjunto Tm(L)/ ∼ y definimos β
como β(vi ) = vi (i ∈ N); para interpretar, por ejemplo, un símbolo de 1-función
hacemos f A (t) = ft, y un símbolo de 1-relación R
RA = {t ∈ A : Φ ` Rt}.
El lector no tendrá dificultad en probar el siguiente lema:
Lema 16.1. (a) La relación ∼ es de equivalencia en Tm(L).
(b) La relación ∼ es compatible con los símbolos en L en el siguiente
sentido:
Si t1 ∼ t10 , . . . , tn ∼ tn0 entonces para todo símbolo de n-función f se
cumple
ft1 · · · tn ∼ ft10 · · · tn0 ;

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4. Lógica

y para cualquier símbolo de n-relación R es cierto que


Φ ` Rt1 · · · tn si y sólo si Φ ` Rt10 · · · tn0 .
Sean t la clase de equivalencia de t respecto a ∼ y A(Φ) = {t : t ∈ Tm(L)},
el universo de la estructura A(Φ), donde para todo símbolo de n-relación R,
RA(Φ) t 1 · · · t n si y sólo si Φ ` Rt1 · · · tn ,
para todo símbolo de n-función f
Def
f A(Φ) (t 1 , . . . , t n ) = ft1 · · · tn ,
para todo símbolo de constante c
cA(Φ) = c;
y finalmente
βΦ (x) = x.
La siguiente proposición es inmediata.
Proposición 16.2.
(a) Para todo L-término t, t A(Φ) [βΦ ] = t.
(b) Para toda fórmula atómica ϕ:
A(Φ) |= ϕ[βΦ ] si y sólo si Φ ` ϕ.
(c) Para toda fórmula ϕ y cualesquier variables distintas x1 , . . . , xn :
(i) A(Φ) |= ∃ x1 · · · xn ϕ[βΦ ] si y sólo si existen L-términos t1 , . . . , tn tales
que A(Φ) |= ϕ[β( xt11 ,... ,xn
,... ,tn )].
(ii) A(Φ) |= ∀ x1 · · · xn ϕ[β] si y sólo si para cualesquier L- términos
,... ,xn
t1 , . . . , tn , A |= ϕ[β( xt11 ,... ,tn )].

Para fórmulas de la forma ∃ x1 · · · xn ϕ o de la forma ∀ x1 · · · xn ϕ, supon-


dremos que las variables x1 , . . . , xn son distintas.
Definimos el conjunto
Tmk (L) = {t ∈ Tm(L) : var(t) ⊆ {v1 , . . . , vk−1 }}.
Consideremos la subestructura de A(Φ) con universo
Tmk (Φ) = {t : t ∈ Tmk (L)}.
Para asegurar la existencia de tal conjunto en el caso k = 0, supondremos
en lo sucesivo que si k = 0, entonces la signatura de L contiene al menos

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

un símbolo de constante. Tmk (Φ) es el universo de una subestructura de


A(Φ) pues es cerrado respecto a funciones y contiene todos los símbolos de
constante: si c es un símbolo de constante, entonces c ∈ Tmk (L) y por lo tanto
c ∈ Tmk (Φ). Si f es un símbolo de n-función y a1 , . . . , an ∈ Tmk (Φ), digamos
a1 = t 1 , . . . , an = t n para ciertos términos pertenecientes a t1 . . . , tk ∈ Tmk (L),
entonces
f A(Φ) (a1 , . . . , an ) = f A(φ) (t 1 , . . . , t n )
⇔ ft1 · · · tn ∈ Tmk (Φ).

Sean Tmk (Φ) la subestructura de A(Φ) con universo Tmk (Φ) y βkΦ una
valuación en Tmk (Φ) tal que
βkΦ (vi ) = βΦ (vi )(= vi ) para i < k (40)
y para i ≥ k
(
v0 , si n 6= 0;
βkΦ (vi ) =
c, si k = 0,
donde, en el caso k = 0, c es un símbolo de constante. Finalmente, sea
Ak (Φ) = Tmk (Φ)
con la valuación βkΦ .
En virtud de 40, lo siguiente es cierto para t ∈ Tmk (L) y ϕ ∈ Fmlk (L):
t A(Φ) [βkΦ ] = t A(Φ) [βΦ ] = t
A(Φ) |= ϕ[βkΦ ] si y sólo si A(Φ) |= ϕ[βΦ ].
Puesto que Ak (Φ) ⊆ A(Φ), concluimos que
Lema 16.3.
(a) t Ak (Φ) = t para t ∈ Tmk (L) y por lo tanto t A0 (Φ) = t para t ∈ Tm0 (L).
(b) Para fórmulas sin cuantificadores ψ ∈ Fmlk (L):
A(Φ) |= ψ si y sólo si Ak (Φ) |= ψ.
(c) Para fórmulas universales ψ ∈ Fmlk (L) si A(Φ) |= ψ, entonces Ak (Φ) |=
ψ; en particular, para k = 0, si A(Φ) |= ψ, entonces A0 (Φ) |= ψ.
El siguiente lema es clave para la demostración del teorema de Herbrand:

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4. Lógica

Lema 16.4. Para un conjunto Φ ⊆ Fmlk (L) de fórmulas universales en forma


normal prenexa las siguientes afirmaciones son equivalentes:
(a) Φ es satisfacible.
Def
(b) El conjunto Φ0 = {ϕ{x1 , . . . , xn /t1 , . . . , tn } : ∀ x1 · · · xm ϕ ∈ Φ, ϕ sin
cuantificadores, t1 , . . . , tm ∈ Tmk (L)} es satisfacible.

Demostración. De (a) se obtiene (b) pues siempre es cierto que


∀ x1 , · · · xm ϕ |= ϕ{x1 , . . . , xm /t1 , . . . , tm } para t1 , . . . , tm ∈ Tmk (L).
Para probar (b) ⇒ (a) observemos que el teorema de compacidad implica
que es suficiente considerar L finito. Sea S finito y Φ0 satisfacible y por lo tanto
consistente. Como Φ0 ⊆ Fmlk (L), lib(Φ) es finito. Por consiguiente existe Θ
con Φ0 ⊆ Θ ⊆ Fml(L), que es un conjunto de Henkin.
De acuerdo con el teorema 12.15, Θ tiene un modelo A0 (Θ) con A(Θ)
su L-reducto, y entonces A(Θ) |= Φ0 . Como Φ0 consiste en fórmulas sin
cuantificadores, Ak (Θ) es modelo de Φ0 (de acuerdo con el lema 16.1[b]). Por
lo tanto, todas las fórmulas ∀ x1 · · · xn ϕ ∈ Φ con ϕ sin cuantificadores cumple
con: para cualesquier t1 , . . . , tm ∈ Tmk (L),
Ak (Θ) |= ϕ{x1 , . . . , xm /t1 , . . . , tm };

así que tiAk (Θ) = t i y concluimos que para cualesquier t1 , . . . , tm ∈ Tmk (L),

k |= ϕ[β(t 1 , . . . , t m /x1 , . . . , xm )].

Como Ak (Θ) = {t : t ∈ Tmk (L)}, obtenemos Ak (Θ) |= ∀ x1 · · · xm ϕ. En


síntesis, Ak (Θ) es modelo de Φ.

Teorema 16.5 (Herbrand). Sea k ∈ N y supongamos que L contiene al


menos un símbolo de constante en el caso k = 0. Para fórmulas ∀ x1 · · · xm ϕ
y ∃ y1 · · · yn ψ de Fmlk (L) con ϕ, ψ sin cuantificadores y variables distintas
x1 , . . . , xm , y1 , . . . yn , las siguientes afirmaciones son equivalentes:
(a) ∀ x1 · · · xm ϕ ` ∃ y1 · · · yn ψ.
(b) Existen j ≥ 1 y términos ti1 , . . . , tin , . . . , tj1 , . . . , tjn ∈ Tmk (L) tales que

∀ x1 · · · xm ϕ
` ψ{y1 , . . . , yn /t11 , . . . , t1n } ∨ · · · ∨ ψ{y1 , . . . , yn /tj1 , . . . , tjn }.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(c) Existen i, j ≥ 1 y términos s11 , . . . , s1m , . . . , si1 , . . . , sim , t11 , . . . , t1n , . . . ,


tj1 , . . . , tjn ∈ Tmk (L) con
ϕ{x1 , . . . , xm /s11 , . . . , s1m } ∧ · · · ∧ ϕ{x1 , . . . , xm /si1 , . . . sim }
` ψ{y1 , . . . , yn /t11 , . . . , t1n } ∨ · · · ∨ ψ{y1 , . . . , yn /tj1 , . . . , tjn }.

Demostración. Como ∀ x1 · · · xm ϕ ` ϕ{x1 , . . . , xm /s11 , . . . , s1m } y


ψ{y1 , . . . , yn /t11 , . . . , t1n } ` ∃ y1 · · · yn ψ,
obtenemos fácilmente (b) a partir de (c) y (a) a partir de (b). En consecuencia,
resta probar que (a) implica (c). Supongamos que ∀ x1 , · · · , xm ϕ ` ∃ y1 · · · yn ψ.
Así que el conjunto {∀ x1 · · · xm ϕ, ¬∃ y1 · · · yn ψ} no es satisfacible, y tampoco
lo es el conjunto {∀ x1 , · · · , xm ϕ, ∀ y1 , · · · , yn ¬ψ}. En vista del lema 16.4
podemos concluir que
{ϕ{x1 , . . . , xm /s11 , . . . , s1m } : s11 , . . . , s1m ∈ Tmk (L)} ∪
∪ {¬ψ{y1 , . . . , yn /t11 , . . . , t1n }, . . . , ¬ψ{y1 , . . . , yn /tj1 , . . . , tjn }}
no es satisfacible. Por consiguiente,
ϕ{x1 , . . . , xm /s11 , . . . , s1m } ∧ · · · ∧ ϕ{x1 , . . . , xm /si1 , . . . , sim } |=
|= ψ{y1 , . . . , yn /t11 , . . . , t1n } ∨ · · · ∨ ψ{y1 , . . . , yn /tj1 , . . . , tjn },
por lo que (c) es cierto.

Como caso particular del lema 16.4 y del teorema de Herbrand, tenemos el
siguiente corolario:

Corolario 16.6. Sea ∀ x1 · · · xn ϕ ∈ Fmlk (L) con ϕ sin cuantificadores.


(a) Las siguientes afirmaciones son equivalentes:
(i) Sat(∀ x1 · · · xn ϕ).
(ii) Sat({ϕ{x1 , . . . , xn /t1 , . . . , tn } : t1 , . . . , tn ∈ Tmk (L)}.
(b) Las siguientes afirmaciones son equivalentes:
1. ` ∃ x1 · · · xn ϕ.
2. Existen j ≥ 1 y términos t11 , . . . , t1n , . . . , tj1 , . . . , tjn ∈ Tmk (L) tales
que
` ϕ{x1 , . . . , xn /t11 , . . . , t1n } ∨ · · · ∨ ϕ{x1 , . . . , xn /tj1 , . . . , tjn }.

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4. Lógica

17. Ejercicios

1. Sea A 6= ∅ un conjunto. Dé ejemplos de estructuras cuyo universo sea el


conjunto potencia de A.
2. Sea V un espacio vectorial sobre el campo K. Represente a V mediante
una estructura. Es más fácil tomar como universo el conjunto de vectores
V y encontrar una manera adecuada para representar la multiplicación por
escalares.
3. Para cada uno de los siguientes conjuntos, dé una estructura cuyo universo
sea el conjunto dado y que tenga al menos una relación, una función y una
constante.
(a) Q[x]. El anillo de polinomios con coeficientes en Q.
(b) RR . El conjunto de funciones f : R −→ R.
(c) Suc = {hxn in∈N | xn ∈ R}, el conjunto de sucesiones de números
reales.
4. Sea P un conjunto de sı́mbolos de proposición. Construya una estructura
que represente a la lógica proposicional, cuyas proposiciones atómicas son
los elementos de P.
5. Sean A = hQ, +, ·, hA , 1, 21 i y B = hZ, ·, +, hA , −1, 3i, donde f A = + =
gB , gA = · = f B , aA = 1, aB = −1, bA = 21 , bB = 3, hA
cumple hA ( pq ) = pq , hA (0) = 0 y hB cumple hB (m) = −m. Sean
β : Var −→ Q tal que β(x) = 13 , β(y) = 2, β(z) = 41 y β0 : Var −→ Z tal
que β0 (x) = −2, β0 (y) = −4, β0 (z) = 5.
Evalúe los siguientes términos en A, según β, y en B, según β0 .
(a) f (b, h(b)).
(b) g(h(a), g(b, x)).
(c) h(f (x, y)).
(d) f (h(z), g(z, b)).
(e) h(g(a, x)).
6. Considere las siguientes interpretaciones.
A = hZ, |, QA , +, ·, −, −1, 0i donde P A =| (la relación de divisibilidad),
QA es la relación “ser primo”, f A = +, gA = ·, hA = −, aA =
−1, bA = 0.
B = hQ, >, QA , +, ·, /, 13 , 25 i donde P B = >, QB es la relación “tener
denominador primo”, f B = ·, gB = /, hB = +, aB = 31 , bB = 25 .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

C = hR, P A , QA , +, ·, /, π, 4i donde P A (x, y) si y sólo si x + y ∈ Q,


QA (x) si y sólo si x es irracional, f A = /, gA = +, hA = ·, aA =
π, bA = 4.
Conteste con cierto o falso, demostrando o dando un contraejemplo.
(a) A |= ∀x∀y(Pxy ⇒ Pyx)[β] para cualquier β.
(b) A |= ∀y(P(f (a, a), y) ⇒ ∃z(h(b, y) = f (z, z)))[β] para cualquier β.
(c) A |= ∀x∀y∀z(Qx∧P(x, g(y, z)) ⇒ P(x, y)∨P(x, z))[β] para cualquier
β.
(d) A |= (Q(x) ∧ P(x, u))[β] para β(x) = 3, β(u) = 17.
(e) A |= (Q(h(a, y)) ∨ P(a, h(x, y)))[β] para β(x) = 16, β(y) = 3.
(f) B |= ∀x∀z(Q(x) ∧ z = g(f (a, f (a, a)), x) ⇒ Q(z)))[β] para cualquier
β.
(g) B |= ∃yP(f (b, b), y)[β] para cualquier β.
(h) B |= Q(h(a, f (a, b)))[β] para cualquier β.
(i) B |= (Q(x) ⇒ Q(h(x, h(a, h(a, a)))))[β] para β(x) = 97 .
(j) B |= ∃y∃x(Q(x) ∧ Q(y) ∧ ¬Q(g(x, y)))[β] para cualquier β.
(k) C |= ∃y∃z¬P(y, h(z, z))[β] para cualquier β.
(l) C |= ∃x∀yP(x, y)[β] para cualquier β. √
(m) C |= (P(a, b) ∨ Q(f (b, z)))[β] para β(x) = 2.
(n) C |= ∃xP(a, x)[s] para cualquier β.
(o) C |= ∃y(Q(y) ∧ ¬P(y, g(x, x)))[β] para β(x) = e.
7. Demuestre que las siguientes condiciones son equivalentes:
(a) A |= (ϕ ⇒ ψ)[β].
(b) Si A |= ϕ[β], entonces A |= ψ[β].
8. Demuestre que las siguientes condiciones son equivalentes:
(a) A |= (ϕ ⇔ ψ)[β].
(b) A |= ϕ[β] si y sólo si A |= ψ[β].
9. Pruebe que A 6|= ¬ϕ[β] si y sólo si A |= ϕ[β].
10. Pruebe que ϕ(x1 , . . . , xn ) es satisfacible si y sólo si ∃x1 . . . ∃xn ϕ es satis-
facible.
11. Para cada uno de los siguientes enunciados L-fórmulas, encuentre una L-
estructura en la que la L-fórmula sea cierta y otra L-estructura en la cual
sea falsa.
(a) ∀ x(Px ∧ Qx ⇒ Rx).
(b) ∃ x(Px ∧ ¬Qx ∧ ¬Rx).

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4. Lógica

(c) ∀ x(Px ⇒ Qxa) ⇒ (∃ y)(Py ∧ Ry ∧ ¬Qxy).


(d) ∃ x∀ y(Px ∧ Ry ∧ Sxy ∧ ∃ z(Pz ∧ Rx ∧ ¬Qxaz)).
(e) ∀ xRxf (x) ∧ ∀ x∀ y(Rxy ⇒ Ryx) ∧ ∀ x∀ y∀ z(Rxy ∧ Ryz ⇒ Rxz).
12. Para cada uno de los siguientes conjuntos de L-fórmulas, encuentre una
L-estructura en la que la última fórmula es falsa, pero las otras son ciertas.
(a) {∀ x∀ y(Px ∧ Py ⇒ Rxy), ∃ xPx, ∃ xPf (x), ∃ xRf (x)x}.
(b) {∀ x∀ y(Px ∧ Py ⇒ Pf (x, y)), ∃ x(Px ∧ ¬Qx),
∀ x(Px ⇒ ∃ y(Py ∧ ¬Qf (x, y))}.
(c) {∀ x[Ax ∧ Bx ⇒ ∀ y(By ∧ Cy ⇔ Dxy)], ∃ x[Ax ∧ Bx ∧ ∀ y(By ∧ Ey ⇔
¬Dxy)], ∃ x(Ax ∧ Bx ∧ ¬Ex)}.
13. En cada uno de los siguientes incisos, a partir del conjunto de premisas
dé una prueba (usando las reglas válidas del cálculo de secuencias) de
la conclusión. Las letras a, b, c, . . . representan símbolos de constante;
x, y, z son variables; f, g, . . . símbolos de función; P, Q, R, . . . símbolos de
relación.
(a) Premisas: ∀ x(Ax ⇒ Bx ∨ Cx), ∀ x(Bx ⇒ Cx)
Conclusión: ∀ x(Ax ⇒ Cx).
(b) Premisas: ∀ x∀ y∀ z(Rxz ∧ Ryz ⇒ Rxy), ∀ xRxf (x).
Conclusión: Rab ∧ Rbc ⇒ Rac.
(c) Premisas: ∀ x∀ y(Rxy ∧ Ryx ⇒ Sxy)
Conclusión: ∀ x∀ y[∀ z(Rxz ∧ Ryz) ⇒ Sxy].
14. Muestre que cada uno de los siguientes conjuntos de fórmulas son incon-
sistentes, dando una prueba de una contradicción.
(a) {∀ x(Px ⇒ Qx), ∀ x(Px ⇒ ¬Qx), Pa}.
(b) {∀ x∀ y(Px ∧ Qy ⇒ Rxy), ∀ x(Qx ⇒ ¬Rxa), Pa ∧ Qa}.
(c) {∀ x[Px ⇒ ∀ y(Qy ⇒ Rxy)], ∀ x(Tx ⇒ Qx), ∀ x∀ y∀ z(Rxy
∧ Ryz ⇒ Rxz), Pa ∧ Sb ∧ Tc ∧ ¬Rab, ∀ x(Sx ⇒ Rcx)}.
(d) {∀ x∀ y(Qx ∨ Txy ⇒ Py), ∀ x[Rx ⇒ ∀ y(Py ⇒ Qa ∧ Sxya)],
Rb ∧ Tbc, ∀ x(Pc ⇒ ¬Sbcx)}.
15. A partir de las premisas, dé una demostración de la conclusión:
(a) Premisas: ∃ x[Qx ∧ ∀ y(Py ⇒ Rxy)], ∀ x[Px ⇒ ∀ y(Qy ∧
Sy ⇒ ¬Ryx)].
Conclusión: ∃ xPx ⇒ ∃ x¬Sx.
(b) Premisas: ∃ x[Px ∧ ∀ y(Py ∧ Rxy ⇒ Qya)], ∃ x(Px ∧ ¬Qxa),
∃ x(¬Px ∧ Qxa).
Conclusión: ∃ x∃ y(Px ∧ Py ∧ ¬Rxy).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(c) Premisas: ∀ x∀ y(Dx ∧ Ey ⇒ Fxy), ∀ x∀ y(Dx ∧ Fxy ⇒ Gy).


Conclusión: ∃ xDx ⇒ ∀ x(Ex ⇒ Gx).
(d) Premisas: ∀ x∀ y(Px ⇔ Sxy), ∀ x∀ y(Rxy ⇒ Qy),
∀ x(Qx ⇒ Tx), ∃ xTx ⇒ ∀ y∀ zRyz.
Conclusión: ∀ x[∃ y(Px ∧ Rxy) ⇔ ∃ z(Qz ∧ Sxz)].
16. Un argumento con premisas Γ y conclusión ϕ es válido si y sólo si, para
todo L-modelo A de Γ∪{ϕ} y toda n-ada~a de elementos de A, si~a satisface
Γ, entonces ~a satisface ϕ. En otro caso el argumento es inválido. Para cada
uno de los siguientes argumentos, si el argumento es válido, dé una prueba
formal de la conclusión a partir de las premisas; si es inválido, encuentre
un L-modelo contraejemplo.
(a) Premisas: ∀ x(Ax ⇒ Cx), ∀ x(Bx ⇒ Dx), ∃ xAx, ∃ x¬Dx.
Conclusión: ∃ x(Cx ∧ ¬Bx).
(b) Premisas: ∃ x(Ax ∧ Bx ∧ ¬Cx), ∃ x(Bx ∧ ¬Cx ∧ Dx).
Conclusión: ∃ x(Ax ∧ Dx).
(c) Premisas: ∀ x∀ y∀ z(Rxy ∧ Ryz ⇒ Rxz), ∀ xRxx, ∀ x∀ y
∃ z(Rxz ∧ Ryz).
Conclusión: ∀ x∀ y(Rxy ∨ Ryx).
17. Para los siguientes conjuntos de fórmulas, si son consistentes encuentre un
L-modelo para cada uno de ellos; si son inconsistentes dé una prueba de
una contradicción.
(a) {∀ x(Ax ⇒ Cx), ∀ x(Bx ⇒ Cx), ∃ x(Ax ∧ ¬Bx)}.
(b) {∀ x[Ux ∧ Vx ⇒ Wx], ∃ x(Ux ∧ Wx), ∀ x[Vx ⇒ (Ux ⇒ ¬Wx)],
∀ x(Ux ⇒ ¬Vx)}.
(c) {∀ x∀ y(Rxy ⇒ Ryx), ∀ x∀ y∀ z(Rxy ∧ Ryz ⇒ Rxz),
∃ x¬Rxx}.
18. Suponga que el lenguaje L está asociado a una signatura σ que contiene
los símbolos de relación R, R1 , R2 . Demuestre o contradiga lo siguiente:
(a) ∀ xRx |= Rt (t es un L-término arbitrario).
(b) Rx |= ∀ xRx.
(c) |= ∃ x(Rx ⇒ ∀ xRx).
(d) ∀ x(R1 x ∨ R2 x) |= (∀ xR1 x) ∨ (∀ xR2 x).
19. Sean c⊥ un símbolo de constante, f¬ un símbolo de 1-función, f∧ , f∨ , f ⇒
símbolos de 2-función. Suponga que L es el lenguaje asociado a la
signatura que contiene exactamente esos símbolos y que A es la L-estructura

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4. Lógica

con |A| = {0, 1}, cA = 0, f¬A (i) = 1 − i, f∧A (i, j) = mín{i, j},
f∨A (i, j) = máx{i, j}, f A⇒ (i, j) = máx{1 − i, j}. Demuestre que:
(a) Cada función F : {0, 1}n − → {0, 1} es representable en el lenguaje
L0 asociado a la signatura σ 0 = {f¬ , f∧ , f∨ }, es decir, existe un L0 -
término t tal que F (ξ(v1 ), . . . , ξ(vn )) = t A [ξ], para toda valuación ξ.
(b) Demuestre (a) con σ 0 = {c⊥ , f ⇒ }.
(c) Existe una función F : {0, 1} − → {0, 1} que no se puede representar
mediante un L00 -término, donde L00 es el lenguaje asociado a la
signatura σ 00 = {f ⇒ , f∨ }.
20. Suponga que la signatura σ contiene un símbolo P de 1-relación y un
símbolo f de 1-función. Si L es el lenguaje asociado a σ, demuestre que:
(a) |= ∃ x(Pfx ⇒ Px).
(b) No existe un L-término t tal que |= Pft ⇒ Pt.
21. Sea σ = {R, f } con R una 2-relación y f una 1-función. Demuestre que
el conjunto de fórmulas:
Σ = {∀ v1 Rv1 v1 , ∃ v1 ∀ v2 ¬Rv1 fv2 , ∀ v1 ∀ v2 (Rfv1 fv2 ⇒ Rv1 v2 )}
tiene un modelo infinito, pero no tiene modelos finitos.
22. La signatura σ contiene un símbolo P de 1-relación y un símbolo f de
1-función. Si L es el lenguaje asociado a σ, demuestre:
(a) Existen L-términos s, t tales que ` (Pfs ⇒ Ps) ∨ (Pft ⇒ Pt).
(b) ` ∃ x(Pfx ⇒ Px).
23. Sean , δ, x, y, z variables distintas; f, h símbolos de 1-función y < un
símbolo de 2-relación. Demuestre que

{∀ ∃ δ∀ x(x < δ ⇒ fx < ), ∀ ∃ z∀ y(z < y ⇒ hy < )} `


∀ ∃ z∀ y(z < y ⇒ fhy < ).
24. Sea H el conjunto que consta de todas las generalizaciones de fórmulas de
la forma
(∧1) ϕ ∧ ψ ⇒ ϕ.
(∧2) ϕ ∧ ψ ⇒ ϕ.
(∧3) ϕ ⇒ (ψ ⇒ ϕ ∧ ψ).
( ⇒ 1) ϕ ⇒ ϕ.
( ⇒ 2) ϕ ⇒ (ψ ⇒ ϕ).
( ⇒ 3) (ϕ ⇒ (ψ ⇒ ϑ)) ⇒ ((ϕ ⇒ ψ) ⇒ (ϕ ⇒ ϑ)).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

( ⇒ 4) ¬¬ϕ ⇒ ϕ.
(∀ 1) ∀ xϕ ⇒ ϕ{x/t}, si ϕ, t son compatibles.
(∀ 2) ∀ x(ϕ ⇒ ψ) ⇒ (∀ xϕ ⇒ ∀ xψ).
(∀ 3) ϕ ⇒ ∀ xϕ, si x no es variable libre de ϕ.
(ϕ es una generalización de ψ si ϕ tiene la forma ∀ x1 · · · ∀ xn ψ (n ≥ 0).
Escribimos Γ `H ϕ (ϕ es derivable en el cálculo de Hilbert a partir de Γ) si
ϕ se puede derivar a partir de Γ∪H usando sólo modus ponens. Demuestre
lo siguiente:
(a) Γ ∪ {ϕ} `H ϕ ⇒ ψ.
(b) Si Γ `H ϕ y x no es variable libre en Γ, entonces Γ `H ∀ xϕ.
(c) Γ `H ϕ si y sólo si Γ ` ϕ.
25. Demuestre el lema 6.9. [Sugerencia: Para el inciso (a) demuestre que
Def
T = {vn : n < ω} ∪ {ck : k ∈ K} ∪
∪ {fj ar(0)a . . . ar(t(j) − 1) : j ∈ J ∧ r : t(j) −
→ Tm(L)}
satisface las condiciones (T1), (T2) y (T3) (con T en lugar de Tm(L)) y use
la ⊆-minimalidad de Tm(L).
Para (c) use inducción sobre |s| < ω.]
26. Demuestre el teorema 6.10.
27. Demuestre el lema 6.11.
28. Demuestre el teorema 6.13. [Sugerencia: De acuerdo con el lema 6.12(b)
son posibles cinco casos: ϕ = s1 =s˙ 2 , ϕ = Rs(0) . . . s(τ(R) − 1), ϕ(0) = (,
ϕ(0) = ¬ y ϕ(0) = ∀ . Investigue cada caso.]
29. Demuestre el lema 8.7. [Sugerencia: Por inducción sobre la construcción
de términos y fórmulas.]
30. Demuestre el lema 11.11(c).
31. Demuestre el lema 11.13.
32. Demuestre el teorema 11.14.
33. Demuestre el corolario 11.15.
34. Sea σ una signatura finita con L como el lenguaje asociado y A como
un conjunto finito. Muestre que hay solamente un número finito de L-
estructuras con A como dominio.
35. Sea σ = {+, ·, 0, 1, <} una signatura con +, · funciones binarias, 0, 1
constantes y < una 2-relación. Sean A = hN, +, ·, 0, 1, <i (el lector ya no

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4. Lógica

debe tener problemas con el abuso notacional al denotar la interpretación


de cada sı́mbolo como él mismo) y β(vn ) = 2n para n ≥ 0. ¿Cómo se
interpretan las siguientes fórmulas?
(a) ∃ v0 (v0 + v0 =v˙ 1 );
(b) ∃ v0 (v0 · v0 =v
˙ 1 );
(c) ∃ v1 (v0 =v
˙ 1 );
(d) ∀ v0 ∃ v1 (v0 =v
˙ 1 );
(e) ∀ v0 ∀ v1 ∃ v2 (v0 < v2 ∧ v2 < v1 ).
36. Sea P un símbolo de 1-relación y f un símbolo de 2-función. Para cada
una de las siguientes fórmulas:

∀ v1 (fv0 v1 =v
˙ 0 ),
∃ v0 ∀ v1 (fv0 v1 =v
˙ 1 ),
∃ v0 (Pv0 ∧ ∀ v1 (Pfv0 v1 )),

encuentre una interpretación que las satisfaga y otra que no lo haga.


37. Una L-fórmula que no contiene ¬, ⇒ o ⇔ es positiva. Muestre que para
toda L-fórmula positiva existe una interpretación que la satisface.
38. Para ϕ, χ, ψ ∈ Fml(L) muestre que:
(a) (ϕ ∨ ψ) |= χ si y sólo si ϕ |= χ y ψ |= χ;
(b) |= (ϕ ⇒ ψ) si y sólo si ϕ |= ψ.
39. Muestre que ∃ x∀ yϕ |= ∀ y∃ xϕ y ∀ y∃ xRxy 6|= ∃ x∀ yRxy.
40. Decimos que dos fórmulas ϕ, ψ son lógicamente equivalentes, en símbolos
ϕ ≡ ψ, si ϕ |= ψ y ψ |= ϕ. Pruebe lo siguiente:
(a) ∀ (ϕ∧ ψ) ≡ (∀ xϕ∧ ∀ xψ).
(b) ∃ (δ ∨ ψ) ≡ (∃ xϕ ∨ ∃ xψ).
(c) ∀ x(ϕ ∨ ψ) ≡ (ϕ ∨ ∀ xψ), x ∈/ lib(ϕ).
(d) ∃ x(ϕ∧ ψ) ≡ (ϕ∧ ∃ xψ), x ∈/ lib(ϕ).
(e) Muestre que (c) y (d) no se pueden demostrar sin la suposición
x∈ / lib(ϕ).
41. Sea ϕ y ψ fórmulas tales que ϕ ≡ ψ. Sea χ 0 la fórmula que se obtiene de
χ al reemplazar todas las subfórmulas de la forma ϕ por ψ.
(a) Defina la función 0 por recursión sobre fórmulas.
(b) Muestre que para toda χ, χ ≡ χ 0 .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

42. Un conjunto Φ de enunciados es independiente si no existe ϕ ∈ Φ tal que


Φ\{ϕ} |= ϕ. Muestre que los axiomas de la teoría de grupos y los axiomas
de la teoría de relaciones de equivalencia son independientes.
43. Sean A, B L-estructuras para una signatura σ dada. Sea A × B, el
producto directo de A con B, es decir, la L-estructura con dominio A × B,
determinada por las siguientes condiciones: Para toda n-relación R y
(a1 , b1 ), . . . , (an , bn ) ∈ A × B,
RA×B (a1 , b1 ) · · · (an , bn ) ⇔ RA a1 · · · an y RB b1 · · · bn ;
para toda n-función f y (a1 , b1 ), . . . , (an , bn ) ∈ A × B,
Def
f A×B ((a1 , b1 ), . . . , (an , bn )) = (f A (a1 , . . . , an ), f B (b1 , . . . , bn ));
y para c ∈ K,
Def
cA×B = (cA , cB ).
Demuestre lo siguiente:
(a) Si las L-estructuras A y B son modelos de la teoría de grupos, A × B
también lo es.
(b) Si las L-estructuras A y B son modelos de la teoría de relaciones de
equivalencia, A × B también lo es.
(c) Generalice la definición de producto de dos L-estructuras a una familia
arbitraria de L-estructuras.
44. Demuestre que las siguientes reglas son derivables (a partir del cálculo de
secuencias):
Φ`ϕ Φ ` ¬¬ϕ
(a) (b)
Φ ` ¬¬ϕ Φ`ϕ
Φ`ϕ Φ ` ¬ϕ Φ ` ψ
(c) (d) .
Φ ` (ϕ ∨ ψ) Φ ` (ϕ ⇒ ψ)

45. Decida si las siguientes reglas son válidas:


`ϕ `ψ Φ`ϕ Φ`ψ
(a) (b)
` ∃ xϕ ∃ xψ Φ ` ∀ xϕ Φ ` ∃ xψ
Φ ` ϕ{x/f (y)}
(c)
Φ ` ∀ xϕ
si f es 1-función, y f , y no aparecen en Φ o ∀ xϕ.

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4. Lógica

46. Muestre que las siguientes reglas son derivables.


Φ ` ∀ xϕ Φ ` ¬ ∃ x¬ ϕ
(a) (b)
Φ ` ϕ{x/t} Φ ` ϕ{x/t}
Φ ` ∀ xϕ Φ ` ϕ{x/t}
(c) (d)
Φ`ϕ Φ ` ∀ xϕ
Φ ` ϕ{x/y}
(e) y∈
/ lib(Φ, ∀ xϕ)
Φ ` ∀ xϕ
Φ`ϕ Φ`ϕ
(f ) (g) x∈
/ lib(Φ).
Φ ` ∀ xϕ Φ ` ∀ xϕ

47. Defina ` como la regla


.
Φ ` ∃ xϕ Φ ` xϕ
Determine si ` es una regla derivable.
48. Sea σ = {R} con R como un símbolo de 1-relación, L como el lenguaje
asociado, y sea Φ = {∃ xRx} ∪ {¬ Ry : y ∈ Var}. Muestre que:
(a) Φ es satisfacible y, por lo tanto, consistente.
(b) Para ningún término t ∈ Tm(L), Φ ` Rt.
(c) Si A es un modelo de Φ, entonces A \ {t A : t ∈ Tm(L)} no es vacío.
49. Sea σ = {R} con R un símbolo de 1-relación, x, y ∈ Var, x 6= y. Para
Φ = {Rx ∨ Ry}, muestre que: Φ 0 Rx y Φ 0 ¬Rx.
50. Sea σ una signatura arbitraria. Decimos que un conjunto de fórmulas
contiene testigos si para toda fórmula de la forma ∃ xϕ existe un L-
término t tal que Φ ` (∃ xϕ ⇒ ϕ{x/t}). Sea Φ = {v0 =t ˙ : t ∈
Tm(L)} ∪ {∃ v0 ∃ v1 ¬ v0 =v˙ 1 }. Muestre que Φ es consistente y que no
existe un conjunto consistente en Fml(L) que contenga a Φ y tenga testigos.
51. Las fórmulas que son derivables mediante las siguientes reglas se conocen
como fórmulas de Horn:
(1) si n ∈ N y ϕ1 , . . . , ϕn , ϕ son atómicas.
(¬ ϕ0 ∨ · · · ∨ ¬ ϕn ∨ ϕ)
(2) si n ∈ N y ϕ0 , . . . , ϕn son atómicas.
¬ ϕ0 ∨ · · · ∨ ¬ ϕn
(3) .
ϕ, ψ |= (ϕ∧ ψ)
(4) .
ϕ |= ∀ xϕ

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(5) .
ϕ |= ∃ xϕ
Las fórmulas de Horn sin variables libres se conocen como enunciados de
Horn. Demuestre Q
que si ϕ es un enunciado de Horn y si cada Ai es modelo
de ϕ, entonces i∈I Ai |= ϕ (véase Ejer. 43[d]). [Sugerencia: Enuncie y
demuestre un resultado similar para fórmulas de Horn.]
52. Sea σ una signatura finita y L el lenguaje asociado. Sea A una L-
estructura finita. Muestre que existe una L-fórmula ϕA , cuyos modelos
son precisamente las L-estructuras isomorfas a A.
53. Sea σ = {+, ·, 0}, donde +, · son 2-funciones, 0 una constante y L el
lenguaje asociado.
(a) Demuestre que la relación < (“menor que”) es elementalmente definible
en la L-estructura hR, +, ·, 0i (con las interpretaciones usuales). Es
decir, existe una fórmula ϕ ∈ Fml2 (L) tal que para toda a, b ∈ R,
hR, +, ·, 0i |= ϕ[a, b] si y sólo si a < b.
(b) La relación < no es elementalmente definible en hR, +, 0i. [Sugeren-
cia: Trabaje con un automorfismo adecuado de hR, +, 0i.]
54. Sean ρ una 1-función en R y ∆ la 2-función distancia en R, es decir,
∆(r0 , r1 ) = |r0 − r1 | para r0 , r1 ∈ R. Si usamos los símbolos de función f
(para ρ) y d (para ∆), podemos considerar hR, +, ·, 0, 1, <, ρ, ∆i como una
estructura para la signatura {+, ·, 0, 1, <} ∪ {f, d}. Con estos símbolos,
formalice los siguientes enunciados:
(a) Todo número real positivo tiene raíz cuadrada positiva.
(b) Si ρ es estrictamente creciente, ρ es inyectiva.
(c) ρ es uniformemente continua en R.
(d) Para toda x, si ρ es diferenciable en x, ρ es continua en x.
55. Sea σ = {R} donde R es una 2-relación. Formalice los siguientes
enunciados:
(a) R es una relación de equivalencia con al menos dos clases de equiva-
lencia.
(b) R es una relación de equivalencia con una clase de equivalencia que
contiene más de un elemento.
56. Un conjunto M de números naturales es un espectro si existe una signatura
σ (con lenguaje L) y un L-enunciado ϕ tal que
M = {n ∈ N : ϕ tiene un modelo con exactamente n elementos}.

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4. Lógica

Demuestre lo siguiente.
(a) Todo subconjunto finito de N es un espectro.
(b) Para toda m ≥ 1, el conjunto de números > 0 que son divisibles entre
m es un espectro.
(c) El conjunto de números no primos > 0 es un espectro.
(d) El conjunto de números primos es un espectro.
57. Sea σ una signatura y K una clase de L-estructuras. Suponga que A, B ∈ K
y, para toda estructura C ∈ K, existen homomorfismos f : A − →Cyg:B
→ C. Muestre que existe un único homomorfismo de A a B.

58. Sean A, B L-estructuras, X un subconjunto de A, f : hXiA −→ By
g : hXiA −
→ B homomorfismos. Muestre que si f  X = g  X, entonces
f = g.
59. Pruebe la siguiente afirmación, donde A, B, C estructuras son L-estructuras.
(a) Todo homomorfismo f : A − → C se puede factorizar como f = hg,
para un homomorfismo sobre g : A − → B y una extensión h : B − →C
(la estructura B es una extensión).
f -C
A
@
g@ h
@
R
@
B
La L-estructura (única) B se conoce como la imagen de g, im g.
Más generalmente decimos que una L-estructura B es una imagen
homomórfica de A si existe un homomorfimo sobre g : A −
→ B.
(b) Todo encaje f : A ,→ C se puede factorizar como f = hg, donde g es
una extensión y h es un isomorfismo.
60. Sean A y B L-estructuras con A ⊆ B. Una retracción de B a A es un
homomorfismo f : B − → A tal que f (a) = a para todo elemento a ∈ A.
Muestre que:
(a) Si f : B −→ A es una retracción, entonces f es idempotente, es decir,
ff = f 2 = f .
(b) Si B es una L-estructura y f un endomorfismo de B tal que f 2 = f ,
f es una retracción de B a una subestructura A de B.

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61. Sea σ una signatura finita sin símbolos de función, con L el lenguaje
asociado.
(a) Muestre que toda L-estructura finitamente generada es finita.
(b) Muestre que para cada n < ω existe una cantidad finita (módulo iso-
morfismos) de L-estructuras con cardinalidad n.
62. (***) Dé un ejemplo de una estructura de cardinalidad ℵ2 que tiene una sub-
estructura de cardinalidad ℵ0 , pero no una subestructura de cardinalidad ℵ1 .
63. Sea B una L-estructura y Y un conjunto de elementos de B. Muestre que
el universo de hY iB consiste en aquellos elementos de B de la forma t B [~b],
para algún término t(~x) de L y una n-ada de elementos de Y .
64. Sean A y B L-estructuras, ~a elementos que generan a A y f una función de
A en B. Muestre que f es un homomorfismo si y sólo si, para toda fórmula
atómica ϕ(~x) de L, A |= ϕ[~a] implica B |= ϕ[f (~a)].
65. Sean A, B L-estructuras y â una sucesión de elementos de A. Sea g una
función de los elementos de â a B tal que para todo enunciado primitivo
ϕ de L(â), hA, âi |= ϕ implica hB, g(â)i |= ϕ. Muestre que g tiene una
única extensión a un homomorfismo g0 : hâiA −→ B.
~
66. Sean hA,~ai y hB, bi L(~c)-estructuras que satisfacen exactamente los
mismos enunciados de L(~c). Suponga también que las L-estructuras A y B
se generan por ~a y ~b, respectivamente. Muestre que existe un isomorfismo
f :A− → B tal que f (~a) = ~b.
67. Exhiba fórmulas adecuadas para probar que el conjunto de los números
pares es un conjunto Σ00 en N. Demuestre lo mismo para el conjunto de
números primos.
68. Una gráfica consiste en un conjunto V (los vértices) y un conjunto E (el
conjunto de bordes), donde cada borde es un conjunto de dos vértices
distintos. Un borde {v, w} une los vértices v y w. Una forma natural de
convertir una gráfica G en una L-estructura es como sigue: los elementos
de G (el universo) son los vértices. Existe una relación binaria RG tal que
la pareja ordenada (v, w) está en RG si y sólo si existe un borde que une v
a w. Sea G una gráfica cuyos vértices son todos los conjuntos {m, n} de
exactamente dos números naturales. Si a, b son vértices, a está unido a b si
a ∩ b 6= ∅ y a 6= b. Muestre que G no es minimal, pero tiene una cantidad
infinita de subconjuntos minimales.

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4. Lógica

69. Una L-estructura A es O-minimal si L contiene un símbolo ≤ que ordena


linealmente A, de tal forma que todo subconjunto de A que sea primer orden
definible con parámetros es la unión de una cantidad finita de intervalos de
la forma (a, b), {a}, (−∞, b), (a, ∞), donde a, b son elementos de A. Una
teoría es O-minimal si todos sus modelos lo son. Sea A un modelo de
orden lineal (la signatura tiene una 2-relación ≤) con el tipo ordinal de los
números racionales. Muestre que A es O-minimal.
70. Sea A un espacio vectorial de dimensión infinita sobre un campo finito.
Muestre que A es minimal y que los únicos conjuntos ∅-definibles en A
son ∅, {0} y A.
71. Sean ~x una n-ada de variables y ϕi (~x, ~y) (i < n) fórmulas de L. Muestre
que existe una fórmula ψ(~x, ~y, w
~ ) de L tal que para toda L-estructura A
con al menos dos elementos, y todo conjunto ~a de elementos en A, el
conjunto de todas las relaciones de la forma ψ(An ,~a, ~b) con ~b en A, es
exactamente el conjunto de todas las relaciones de la forma ϕi (Ak ,~a) con
i < n. [Sugerencia: Sea w ~ = (w0 , . . . , wn ) y defina ψ(Ak ,~a, c0 , . . . , cn )
como ϕi (Ak ,~a), cuando cn = ci y cn 6= cj (i 6= j).]
72. Sea L un lenguaje para la teoría de los grupos abelianos y p un número
primo. Sea A la suma directa de una cantidad infinita de copias de Z(p2 ),
el grupo cíclico de orden p2 . Muestre que:
(a) El subgrupo de elementos de orden ≤ p es ∅-definible y minimal.
(b) El conjunto de elementos de orden p2 es ∅-definible pero no minimal.
73. Sea A una L-estructura, X ⊆ A. Denotamos con Aut{X} A al conjunto
{h ∈ Aut A : h[X] = X}. Demuestre que AutX A es un subgrupo normal
del grupo Aut{X} A, donde AutX A es el conjunto de automorfismos que
al restringirlos a X se convierten en la identidad. ¿Qué ocurre si en lugar
de pedir h[X] = X se exige h[X] ⊆ X?
74. Encuentre una estructura con un homomorfismo biyectivo que no sea un
automorfismo.
75. Si tenemos una familia {Ai : i ∈ I} de L-estructuras
Q
(véase el Ejer. 43[d]),
podemos definir su producto cartesiano A = i∈I Ai . Si Ai = Aj , para
cualesquier i, j ∈ I, el producto
Q
se denota AI .
(a) Demuestre que A = i∈I Ai es no numerable, en tanto ninguna de las
Ai sea vacía y para una infinidad de índices i ∈ I, Ai tiene al menos
dos elementos.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(b) Encuentre un encaje e : A ,→ AI con pi e = idA para todo i ∈ I, donde


pi : A −
→ Ai es la proyección canónica.
76. Sea L = (K, F, R, τ 0 ) un lenguaje. Para toda c ∈ K escoja un nuevo
símbolo de 1-relación Pc , y para todo sı́mbolo de n-función f ∈ F escoja
un nuevo símbolo de n + 1-relación Rf .
Sea R∗ = R ∪ {Pc : c ∈ C} ∪ {Rf : f ∈ F} y L∗ el lenguaje con
símbolos no lógicos R∗ . Para una L-estructura A, sea A◦ una L∗ -estructura
con el mismo universo, para la cual:

RA = RA para toda R ∈ R,
A◦ |= Pc (d), si y sólo si cA = d para toda c ∈ K y
A◦ |= Rf (~a, b), si y sólo si f A (~a) = b para toda f ∈ F.
Demuestre que A y A◦ tiene los mismos conjuntos definibles.
77. Sea ϕ(v0 , . . . , vq ) una L-fórmula. Demuestre que existe otra L-fórmula
ψ(v0 , . . . , vq ) tal que
(i) ψ tiene exactamente las mismas presencias de variables libres y aco-
tadas que ϕ.
(ii) ψ puede contener ∧, ¬ y ∃ , pero ningún otro conectivo o cuantificador.
(iii) |= ∀ v0 · · · vq (ϕ ⇔ ψ).
[Sugerencia: Por inducción sobre la construcción de ϕ.]
78. Muestre que:
(a) |= ∃ u(ϕ ∨ ψ) ⇔ ∃ uϕ ∨ ∃ uψ.
(b) Suponga que u no es libre en ϕ. Muestre que |= ∃ u(ϕ ∧ψ) ⇔ ϕ ∧∃ uψ
y |= ∀ u(ϕ ∨ ψ) ⇔ ϕ ∨ ∀ uψ.
79. En un lenguaje que tiene un símbolo de 1-relación, encuentre:
(a) Fórmulas ϕ, ψ, para las cuales ∀ u(ϕ∨ψ) no es lógicamente equivalente
a ∀ uϕ ∨ ∀ uψ.
(b) Fórmulas ϕ, ψ para las cuales ∃ u(ϕ ∧ ψ) no es equivalente ∃ uϕ ∧ ∃ uψ.
80. Sea ϕ la siguiente fórmula:
[∀ xP(x, x) ∧ ∀ x∀ y∀ z(P(x, y) ∧ P(y, z) ⇒ P(x, z)) ∧
∀ x∀ y(P(x, y) ∨ P(y, x))] ⇒ [∃ x∀ yP(x, y)].
Pruebe que todo modelo finito es un modelo de ϕ, pero que existen modelos
infinitos que no satisfacen ϕ.
81. Use el lenguaje de la teoría de grupos para encontrar:

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4. Lógica

(a) Un enunciado ϕ tal que, para todo modelo A de nuestro lenguaje,


A |= ϕ si y sólo si A es un grupo.
(b) Muestre que si ϕ es un enunciado tal que todo grupo infinito es un
modelo de ϕ, entonces existe un grupo finito que es modelo de ϕ.
82. Demuestre la proposición 13.10.
83. Demuestre el corolario 13.17.
84. Sean A, S y S como en el enunciado del teorema 13.11 y A ⊆ Am un
conjunto S-definible en A.
(a) Use el corolario 13.17 para probar que A se puede obtener de
los conjuntos básicos (ii)–(v) del teorema 13.11 junto con los conjuntos
diagonales {(a1 , . . . , am ) ∈ Am : a1 = am } mediante una sucesión
finita de operaciones básicas; estas operaciones básicas son complementos,
intersección, producto cartesiano con A y proyección, como se especifica
en la definición 13.9.
(b) Formule y demuestre una versión uniforme de este resultado de la
forma: toda L- fórmula es lógicamente equivalente a una en la cual . . .
85. Sea S un sistema definidor en el conjunto X 6= ∅.
(a) Encuentre un lenguaje L y una L-estructura A tal que S es el sistema
definidor D(U, ∅) de todos los conjuntos ∅-definibles en A.
(b) Sea I un conjunto finito y A ∈ Sm la unión de los conjuntos Ai ∈ Sm
para toda i ∈ I. Muestre que una función f : A − → Xn pertenece a S si y
sólo si todas sus restricciones f  Ai pertenecen a S.
(c) Sean A ⊆ Xm+n , x ∈ Xm y Ax = {y ∈ Xn : (x, y) ∈ A}. Muestre
que si A ∈ S y k ∈ N, entonces {x ∈ Xm : |Ax | ≤ k} ∈ S.
(d) Sean A, B, C conjuntos, f : A × B − → C miembros de S. Muestre
{a ∈ A : f (a, ·) : B − → C es inyectiva } y {a ∈ A : f (a, ·) : B
−→ C es sobre} pertenecen a S.
(e) Suponga que X = R y que la relación de orden {(x, y) ∈ R2 :
x < y} pertenece a S. Suponga además que A ⊆ Rm pertenece a S.
Muestre que la cerradura topológica A de A y el interior int(A) de A en
Rm pertenecen a S.
(f) Suponga que X = R y que la relación de orden {(x, y) ∈ R2 : x <
y} pertenece a S. Supongamos que la función f : Rm+1 − → R pertenece a
S. Muestre que el conjunto
A = {a ∈ Rm : f (a, t) −
→ l(a) cuando t −
→ +∞}

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

→ R así definida también pertenece


pertenece a S, y la función límite l : A −
a S.
86. Demuestre el lema 14.1.
87. Sean φ un enunciado y ψ un enunciado universal que se obtiene de la
demostración del teorema 15.5. Además, sea ψ ∈ Fml0 (L0 ) con L ⊆ L0 .
Muestre que para toda L-estructura A las siguientes afirmaciones son
equivalentes.
1. A |= φ.
2. Existe una L0 -expansión A0 de A que es modelo de ψ.
88. (Forma normal conjuntiva) Muestre que: si φ no tiene cuantificadores,
entonces φ es lógicamente equivalente a una fórmula que es una conjunción
de disyunciones de literales.
89. Sean S un símbolo de relación de un lenguaje S y φ ∈ Fml0 (L) de la forma
∃ x0 · · · ∃ xn ∀ y0 · · · ∀ ym ψ,
con ψ sin cuantificadores. Muestre que todo modelo de φ contiene una
subestructura con a lo sumo n + 1 elementos que también es un modelo
de φ. Concluya que el enunciado ∀ x∃ yRxy no puede ser lógicamente
equivalente a un enunciado de la misma forma que φ.
Def
90. Sea L = {R, c} con R un símbolo de 1-relación y ϕ = ∀ x(Rx ∨ ¬Rx).
Muestre que:
(a) ` ∃ yϕ.
(b) Sean j ≥ 1 y t1 , . . . , tj ∈ Tm(L) arbitrarios, 6` ϕ{y/t1 }∨· · ·∨ϕ{y/tj }.

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CAPÍTULO 5

Teoría de modelos

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5. Teoría de modelos

En este capítulo tratamos con detalle una de las ramas más fructíferas de la
lógica: la teoría de modelos. Esta teoría se encarga de clasificar estructuras
matemáticas, funciones y conjuntos por medio de fórmulas lógicas. Las
estructuras se pueden clasificar de acuerdo con los enunciados lógicos que
son ciertos en ellas. El término modelo proviene de que una estructura A es
modelo de un enunciado ϕ si ϕ es cierta en A, previa formalización de lo que
entendemos por esta certeza. Los matemáticos dedicados a la teoría de modelos
buscan formas de construir modelos de un enunciado dado; así que gran parte
de la teoría se dedica al desarrollo de modelos y sólo una pequeña parte a la
clasificación.
En 1973 C. Chang y J. Keisler, en la primera edición de su famoso libro
[CK90], caracterizaron a la teoría de modelos como
álgebra universal + lógica.
Esta afirmación no es absolutamente cierta , pero da una clara idea de cómo se
trabaja en la teoría de modelos.
Algunos de los más importantes éxitos de la teoría de modelos han sido
teoremas acerca de la existencia de soluciones de ecuaciones sobre campos,
tema que no trataremos en este libro.
Otros temas de la teoría de modelos (estructuras matemáticas, funciones
entre ellas, etc.) ya se trataron en el capítulo 4. Es conveniente que el
lector revise esos resultados antes de iniciar la lectura de este capítulo. En
él desarrollaremos una parte muy pequeña de la teoría, pero en buena medida
se incluyen los temas que resultan fundamentales para la investigación moderna
en teoría de modelos.
Es importante aclarar que la teoría de modelos que se estudiará en este
capítulo se refiere a modelos que son conjuntos. La mayoría de las pruebas de
consistencia que trataremos en capítulos subsecuentes involucran “modelos”
que en realidad son clases propias. Sin embargo, algunas técnicas de este
capítulo se generalizan para incorporar también este tipo de modelos.

1. Modelos infinitos
Nuestros primeros resultados establecen condiciones para la existencia de
modelos infinitos o de una cardinalidad arbitrariamente grande.
Fijemos un lenguaje L = (R, F, K, τ) y Φ ⊆ Fml(L). Definimos
ModL (Φ) = {A : A |= Φ}.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Generalmente ModL (Φ) es una clase propia.


Teorema 1.1. Si ModL (Φ) contiene un modelo de cardinalidad ≥ n para
cada número natural n, entonces ModL (Φ) contiene un modelo infinito. Más
aún, en estas condiciones ModL (Φ) contiene un modelo de cardinalidad ≥ κ
para cada cardinal κ.

Demostración. Sea κ un cardinal arbitrario. Para cada α < κ añadimos a


Def
L un nuevo símbolo de constante cα . Sea Φκ = Φ ∪ {¬(cα =c
˙ β ) : α < β < κ}.
Mostraremos que si I ⊆ κ es finito, entonces
Def
Φκ (I) = Φ ∪ {¬cα =c
˙ β : α < β, α, β ∈ I} es satisfacible. (1)
Def
Demostración de (1). Sean n = |I| y A ∈ ModL (Φ) con |A| ≥ n. Entonces
A |= Φ[γ] para una cierta valuación γ. Escogemos cα ∈ A para α ∈ I, de
tal forma que cα 6= cβ para α 6= β. (Ya que |A| ≥ n = |I|, esto es posible).
Def Def
Sea A(I) = (A, (cα : α ∈ I)). Puesto que cαA(I) [γ] = cα , se sigue entonces que
A(I) |= Φκ (I).J
Ya que cada subconjunto finito de Φκ está contenido en un conjunto del
tipo Φκ (I), donde I ⊆ κ es un conjunto finito, se sigue de (1) que Φκ es
finitamente satisfacible. Por el teorema de compacidad, Φκ es satisfacible.
Def
Sean Aκ |= Φκ [γ], cα = cαAκ [γ] y A el L-reducto de Aκ . Entonces A |= Φ[γ].
Dado que Aκ |= ¬cα =c ˙ β para α < β < κ, los elementos cα son distintos
entre sí en el universo de Aκ y, por ello, en el universo de A. En consecuencia,
|A| ≥ κ.
Teorema 1.2. Si ModL (Φ) contiene un modelo infinito, entonces contiene
modelos arbitrariamente grandes.

Def
Demostración. Supongamos que A |= Φ[γ] y sea λ = |A| ≥ ℵ0 . Sea
κ ≥ λ. Debemos mostrar que Φ tiene un modelo de cardinalidad ≥ κ. Para ello
añadimos a L un nuevo símbolo de constante cα para cada α < κ y considere
Def
el conjunto de fórmulas Φκ = Φ ∪ {¬cα =c
˙ β : α < β < κ}. Si I ⊆ κ es finito,
Def
Φκ (I) = Φ ∪ {¬cα = cβ : α < β ∧ α, β ∈ I} es satisfacible en una expansión
de A (puesto que |A| ≥ ℵ0 , podemos elegir elementos cα ∈ A distintos entre
sí para α ∈ I, que interpretan a las cα para α ∈ I). De la satisfacibilidad
de Φκ (I) se obtiene la satisfacibilidad finita de Φκ , de tal forma que Φκ es

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5. Teoría de modelos

satisfacible por el teorema de compacidad. Exactamente como en la prueba del


teorema 1.1, obtenemos del L-reducto de un modelo de Φκ un modelo de Φ,
cuya cardinalidad no es menor que κ.

Nuestro siguiente teorema es uno de los resultados fundamentales en la


teoría de modelos; establece que si un conjunto de L-fórmulas tiene un modelo
infinito, entonces tiene modelos de cualquier cardinalidad κ ≥ |L|. Note que
en los teoremas previos no se asegura que se tengan modelos de una cierta
cardinalidad.
Teorema 1.3 (Teorema de Löwenheim-Skolem creciente).
Si Φ ⊆ Fml(L) tiene un modelo infinito, entonces tiene modelos de cardinalidad
κ para cada κ ≥ |L|.
Demostración. Extendemos L con nuevos símbolos de constante cα (α <
Def
κ) a un lenguaje Lκ . Como en la demostración de 1.1, Φκ = Φ ∪ {¬ cα =c ˙ β:
α < β < κ} es satisfacible. Del corolario 4.12.26 se sabe que Φκ tiene un
modelo Aκ , de cardinalidad no mayor que |Lκ |. Se cálcula fácilmente que
|Lκ | = |L| + κ = κ. Por la definición de Φκ , |Aκ | ≥ κ. En resumen, |Aκ | = κ.
El L-reducto de Aκ propicia un modelo de Φ de cardinalidad κ.
Corolario 1.4. Cada conjunto satisfacible de L-fórmulas que tenga un modelo
infinito posee un modelo de cardinalidad |L|. En particular, cada conjunto de
fórmulas satisfacible de un lenguaje numerable que tenga un modelo infinito
posee un modelo con universo numerable.
Una consecuencia importante del corolario 1.4 es que suponiendo la
consistencia de ZF (o ZFE ), entonces estas teorías tienen modelos numerables.
El teorema de Löwenheim-Skolem muestra una de las fronteras de la lógica
de primer orden: un conjunto satisfacible de fórmulas de la lógica de primera
clase no puede “fijar” una cardinalidad infinita. Con esto queremos decir que no
podemos distinguir cardinalidades demostrando que ciertos conjuntos tienen un
modelo de una cardinalidad dada y no de otra. Otra consecuencia es que cada
teoría Φ que tiene un modelo infinito posee modelos que se distinguen entre
sí, es decir, que no son isomorfos. Esto restringe la posibilidad de axiomatizar
clases de modelos: si L es un lenguaje y A una L-estructura infinita, entonces
Def
K = {B : B es una L-estructura , B ∼ = A} no es axiomatizable, pues K sólo
contiene modelos de cardinalidad |A|.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Mientras que la lógica de primer orden no puede fijar cardinalidades


infinitas, sí las finitas: con ayuda de los L-enunciados ϕ≥n respectivamente
ϕ=n (véase la pág. 205) se puede decir que todo modelo de un sistema de
axiomas Φ tiene cardinalidad al menos n o que todos los modelos de Φ tienen
cardinalidad n. Pero es imposible formalizar que un sistema de axiomas sólo
puede tener modelos finitos: por el teorema 1.1 todo sistema de axiomas,
con modelos de cardinalidad finita arbitraria, tiene un modelo infinito. Esto
tiene como consecuencia que, por ejemplo, la clase de los grupos finitos no es
axiomatizable en la lógica de primer orden.
Ésta y otras restricciones han conducido a considerar lenguajes más genera-
les que el de la lógica de primer orden. Sin embargo, ganar más expresibilidad
tiene como consecuencia la pérdida de ciertas propiedades. Considere, por
ejemplo, la lógica de segundo orden: en ella podemos cuantificar no sólo sobre
los elementos del universo sino también sobre las relaciones. Es decir, se tienen
dos clases de variables: vn para individuos y Vm para relaciones.
En la lógica de segundo orden se puede dar un teorema ϕfin , cuyos modelos
son precisamente las estructuras con universos finitos. Por otro lado, el teorema
de compacidad no es válido para esta lógica. En resumen, los lenguajes de orden
superior pueden mejorar las posibilidades del lenguaje de primer orden pero no
comparten todas sus ventajas.
En adelante, como generalización de la notación L(A) usamos, para una
clase arbitraria de fórmulas ∆ y un conjunto A de constantes que no aparecen
en ∆, la notación ∆(A) para la clase de todas las fórmulas de ∆ que se obtienen
de sustituir variables por constantes de A.

2. Clases elementales y ∆0 -elementales


En esta sección nos dedicaremos al problema de axiomatizar una clase de
estructuras.
Si tenemos dos clases de estructuras axiomatizables podemos tratar de
distinguirlas o clasificarlas, de acuerdo a si se axiomatiza mediante un número
finito de axiomas. En el caso finito, podemos decir que la clase se axiomatiza
por un solo enunciado (la conjunción de los axiomas).
Definición 2.1. Sea K una clase de L-estructuras.
(a) K es elemental o finitamente axiomatizable si existe un L-enunciado ϕ tal
que K = ModL (ϕ).

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5. Teoría de modelos

(b) K es ∆-elemental o axiomatizable si existe un conjunto de enunciados Φ


tal que K = ModL (Φ).
Note que cada clase elemental es ∆-elemental. Toda clase ∆-elemental
ModL (Φ) es la intersección de clases elementales:
\
ModL (Φ) = ModL (ϕ);
ϕ∈Φ

también observe que una clase ∆-elemental, que no es elemental, es axiomati-


zable pero no finitamente axiomatizable.
Como ejemplos de clases elementales el lector puede verificar que lo son las
clases de las relaciones de equivalencia, de los grupos y de los grupos abelianos.
Entre las clases ∆-elementales se encuentran la clase de los conjuntos infinitos
y la aritmética de Peano.
Para poder clasificar las clases ∆-elementales primero investigaremos con
más detalle las propiedades de las clases elementales.
Teorema 2.2. Sea K una clase de L-estructuras.
(a) K es elemental si y sólo si tanto K como su clase complementaria:
Def
K∗ = {A : A es una L-estructura, A ∈
/ K}
son ∆-elementales.
(b) Si K = ModL (Φ), entonces K es elemental si y sólo si existe un subconjunto
finito Φ0 de Φ con K = ModL (Φ0 ).
Demostración. (a) ⇒ ) Sea K elemental, digamos K = ModL (ϕ).
Entonces K∗ = ModL (¬ ϕ).
⇐) Sean K y K∗ clases ∆-elementales, digamos K = ModL (Φ) y K∗ =
ModL (Φ∗ ) con Φ, Φ∗ ⊆ Fml0 (L). Si K no fuera elemental, existiría para cada
subconjunto finito Φ0 ⊆ Φ una L-estructura A con A |= Φ0 pero A 6|= Φ. Lo
/ K, por lo que A ∈ K∗ y A |= Φ∗ . En consecuencia,
último significa que A ∈

Φ ∪ Φ es finitamente satisfacible y posee (por el teorema de compacidad
4.12.29) un modelo A. Puesto que K ∩ K∗ = ∅, esto no es posible. Por lo
tanto, K debe ser elemental.
(b) Sea K elemental, digamos K = ModL (ϕ). Ya que también K =
ModL (Φ), se sigue que Φ |= ϕ. Del teorema de compacidad sabemos que exis-
te un subconjunto finito Φ0 ⊆ Φ con Φ0 |= ϕ. Así que ModL (Φ0 ) ⊆ ModL (ϕ).
Dado que Φ0 ⊆ Φ se cumple ModL (Φ) ⊆ ModL (Φ0 ). En resumen ModL (Φ0 ) =
ModL (Φ) = K, como se afirmó. La otra dirección es obvia.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Ahora podemos clasificar clases de estructuras como no elementales o no


Def
∆-elementales (es decir, no axiomatizables). Recuerde que Φ∞ = {ϕ≥n : i ≤
n < ω}.
Lema 2.3. Si Φ es una L-teoría que tiene modelos de cardinalidad finita
arbitrariamente grande, entonces ModL (Φ ∪ Φ∞ ), la clase de los modelos
infinitos de Φ, no es elemental. La clase K de los modelos finitos de Φ no es
∆-elemental.
Demostración. Por el teorema 1.1, Φ tiene un modelo infinito, así que
Φ ∪ Φ∞ es satisfacible. Si ModL (Φ ∪ Φ∞ ) fuera elemental, existiría por 2.2(b)
un subconjunto finito Φ0 de Φ ∪ Φ∞ que axiomatiza ModL (Φ ∪ Φ∞ ). Entonces
existe un n0 < ω con ϕ≥n ∈ / Φ0 para todo n ≥ n0 . Escogemos un modelo finito
A de Φ de cardinalidad ≥ n0 . Por lo tanto, A ∈ ModL (Φ0 ) \ ModL (Φ ∪ Φ∞ ),
que contradice la suposición de que Φ axiomatiza ModL (Φ∪Φ∞ ). Finalmente,
si tuviésemos K = ModL (Ψ), entonces Ψ tendría un modelo infinito por
1.1, es decir ModL (Ψ) \ K 6= ∅, una contradicción. Por lo tanto, K no es
axiomatizable.

Ejemplo 2.4. Un grupo G = h◦, ei (es decir, un modelo de ΦGr , véase la pág.
206) es libre de torsión si para cada 1 ≤ n < ω y cada g ∈ G, g 6= e, se cumple
g ◦ · · · ◦ g 6= e.
| {z }
n veces

Para mostrar que la clase de los grupos libres de torsión es ∆-elemental,


definimos primero, recursivamente para 1 ≤ n < ω, el término v0n mediante
Def
v01 = v0 ;
Def
v0n+1 = fv0n v0 ;
y definimos
Def
˙ ⇒ ¬v0n =e).
ϑn = ∀ v0 (¬v0 =e ˙
Entonces la clase de grupos libres de torsión se axiomatiza por
Def
Φ = ΦGr ∪ {ϑn : 1 ≤ n < ω}.
Pero esta clase no es elemental: si lo fuera sería axiomatizable por un
subconjunto finito Φ0 de Φ. Entonces existiría un n0 < ω tal que ϑn ∈
/ Φ0 para

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5. Teoría de modelos

toda n > n0 . Sea p un número primo, p > n0 . Entonces Z/pZ es un modelo


de Φ0 . Pero este grupo no es libre de torsión. J
Existen una gran cantidad de estructuras finitamente axiomatizables, por
ejemplo los grupos, los grupos abelianos, los dominios enteros, los campos, los
campos de característica fija p 6= 0, los campos ordenados, retículos, etc. De
hecho todas estas estructuras están definidas como la clase de modelos de ciertos
sistemas finitos de axiomas. Sin embargo, existen colecciones de estructuras
que no son elementales. Un ejemplo lo propicia el siguiente lema.
Lema 2.5. Sea K la colección de estructuras isomorfas a una misma estruc-
tura infinita A. Entonces K no es elemental.
Demostración. Supongamos que K = ModL (Σ) para algún conjunto
Σ. Como A es infinito, obtenemos una extensión elemental A0  A tal que
|A0 | > |A| de acuerdo con el teorema de Löwenheim-Skolem. A y A0 no
pueden ser isomorfas, y en consecuencia A0 ∈
/ K,
A0 |= Teo(A, A) y Teo(A, A) ⊇ Teo(A) ⊃ Σ,
lo cual demuestra que A0 |= Σ en oposición a nuestra suposición.
De hecho, hemos probado un resultado mucho más fuerte que lo que el
lema 2.5 promete. Lo que realmente hemos demostrado es:
Teorema 2.6. Sea K una clase de estructuras de cardinalidad κ ≥ ℵ0 .
Entonces K no es elemental
Los resultados 2.5 y 2.6 exhiben algunas limitaciones en la caracteriza-
ción de estructuras mediante sistemas axiomáticos de primer orden. Como
consecuencia del lema 2.5 obtenemos:
Teorema 2.7. Sea K una clase de estructuras finitas de cardinalidad arbi-
trariamente grande. Entonces K no es una clase elemental.

Demostración. K = ModL (Σ) para algún conjunto Σ implica por 1.1 que
hay estructuras infinitas en K. Esto contradice la hipótesis de que K contienen
sólo estructuras finitas.
Así que la clase de los grupos finitos y la de los campos finitos no son
elementales.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

3. Un poco de topología y el teorema de compacidad


Considere un lenguaje L y un conjunto Σ de L-enunciados. Las siguientes pro-
piedades son inmediatas (en el resto de este apartado eliminamos el superíndice
L de la clase Mod):
• Mod(∃ x¬(x=x))
˙ =∅
• Mod(∀ x(x=x))
˙ = Mod (la clase de todas las L-estructuras)
• Mod(¬ϕ) = Mod − Mod(ϕ)
• Mod(ϕ ∧ ψ) = Mod(ϕ) ∩ Mod(ψ)
• Mod(ϕ ∨ ψ)T= Mod(ϕ) ∪ Mod(ψ)
• Mod(Σ) = ϑ∈Σ Mod(ϑ)
La familia de las clases Mod(ϕ) con ϕ un enunciado es cerrado respecto a
intersecciones finitas y puede servir como la base de una topología para Mod.
En consecuencia, llamaremos a una subclase de Mod abierta si es la unión
arbitraria de clases de la forma Mod(ϕ) con ϕ un L-enunciado, es decir, los
conjuntos abiertos son de la forma
[
Mod(ϕ),
ϕ∈Φ

donde Φ es una clase de L-enunciados. Las clases cerradas, como complemen-


tos de conjuntos abiertos, tienen la forma
\
Mod(¬ϕ),
ϕ∈Φ

es decir, son también clases de modelos similares a las que acabamos de


describir; simplemente defina Σ = {6= ϕ : ϕ ∈ Φ}. Observe que en el
sentido de la teoría de conjuntos ModL es una clase propia. La introducción
de una topología en ModL no es formalmente posible. Sin embargo, dejemos
a un lado este pequeño obstáculo teniendo en cuenta que es posible proceder
de tal manera que se elimine realmente la dificultad: por ejemplo, podemos
considerar a ModL como aquellas L-estructuras contenidas en un conjunto M
dado. Se escoge M lo suficientemente grande para que se puedan realizar en el
todas las operaciones conjuntistas necesarias.
Primero estableceremos que el espacio Mod con la topología recién descrita
es Hausdorff. Escribimos A ≡ B cuando A ∈ Mod(σ) si y sólo si B ∈ Mod(σ)
para todo L-enunciado σ.

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5. Teoría de modelos

Si A ≡ B, entonces A y B pertenecen a cada conjunto abierto Mod(σ),


por lo que A no se puede separar de B. Sin embargo, es fácil construir dos
estructuras no isomorfas A, B para las cuales A ≡ B: sea A una L-estructura
Def
infinita y B tal que A = B pero de mayor cardinalidad.
Teorema 3.1. Sea Σ un conjunto de L-enunciados. S
Entonces es válido el
teorema de Heine-Borel en ModL (Σ), es decir, si ϕ∈Φ Mod(ϕ) es una cubierta
de ModL (Σ), entonces existen ϕ1 , . . . , ϕn ∈ Φ con
ModL (Σ) ⊆ ModL (ϕ1 ) ∪ · · · ∪ ModL (ϕn ).
S
Aquí ϕ∈Φ Mod(ϕ) es una cubierta de ModL (Σ) en el sentido de que toda
L-estructura en ModL (Σ) pertenece a ModL (ϕ) para alguna ϕ ∈ Φ.
Demostración. Por hipótesis
\ [
Mod(σ) ⊆ Mod(ϕ)
σ∈Σ ϕ∈Φ

se desprende que
\ \
Mod(σ) ∩ Mod(¬ϕ) = ∅,
σ∈Σ ϕ∈Φ

es decir, el conjunto Σ ∪ {¬ϕ : ϕ ∈ Φ} no tiene L-modelos. Por el teorema de


compacidad 12.5, debe existir un subconjunto finito de Σ ∪ {¬ϕ : ϕ ∈ Φ} que
no tenga L-modelo. En particular existen ϕ1 , . . . , ϕn ∈ Φ tales que
Mod(Σ) ∩ Mod(¬ϕ1 ) ∩ · · · ∩ Mod(6= ϕn ) = ∅.
Pero esto significa precisamente que
Mod(Σ) ⊆ Mod(ϕ1 ) ∪ · · · ∪ Mod(ϕn ).

Del teorema 3.1 podemos derivar el siguiente lema de separación:


Lema 3.2. Sean Σ1 , Σ2 , Γ conjuntos de L-enunciados tales que ModL (Σi )
6= ∅ para i = 1, 2. Si para cada A ∈ ModL (Σ1 ) y para cada B ∈ ModL (Σ2 )
existe γ ∈ Γ con la propiedad de que A |= γ y B |= ¬γ, entonces existe γ ∗ tal
que
ModL (Σ1 ) ⊆ ModL (γ ∗ ) y ModL (Σ2 ) ⊆ ModL (¬γ ∗ ),
donde γ ∗ es una disyunción finita de conjunciones finitas de elementos de Γ.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Primero fijamos una L-estructura A ∈ Mod(Σ1 ) y es-


cogemos para cada B ∈ ModL (Σ2 ) un γB tal que A ∈ Mod(γB ) y B ∈
Mod(¬γB ). Las clases Mod(¬γB ) forman una cubierta abierta de Mod(Σ2 ).
En vista del teorema 3.1 podemos asegurar que existen B1 , . . . , Bm ∈ Mod(Σ2 )
tales que

Mod(¬γB1 ) ∪ · · · ∪ Mod(¬γBm ) = Mod(¬(γB1 ∧ · · · ∧ γBm ))

cubre a Mod(Σ2 ). Definimos γA = (γB1 ∧ · · · ∧ γBm ), por lo que

A ∈ Mod(γA ), y Mod(Σ2 ) ⊆ Mod(¬γA ).

Por otro lado, la clase Mod(Σ1 ) cubre la clase Mod(γA ) con esta propiedad.
Otra vez obtenemos un subconjunto finito que cubre a Mod(Σ1 ), es decir, existen
A1 , . . . , An ∈ Mod(Σ1 ) con

Mod(Σ1 ) ⊆ Mod(γA1 ) ∪ · · · ∪ Mod(γAn ) = Mod(γA1 ∨ · · · ∨ γAn ).

Pero también es cierto que

Mod(Σ2 ) ⊆ Mod(¬γA1 ) ∩ · · · ∩ Mod(¬γAn ) = Mod(¬(γA1 ∨ · · · ∨ γAn )).

Finalmente hacemos
γ ∗ = (γA1 ∨ · · · ∨ γAn ),
con lo que concluimos la demostración.

Hemos demostrado que Mod es un espacio Hausdorff.

4. Cadenas de modelos
Nuestro propósito en esta sección será construir modelos. Una de las primeras
operaciones para formar nuevos modelos a partir de “viejos” es la unión de
cadenas de modelos.

Definición 4.1. Sea κ un cardinal dado. Para cada α < κ sea Aα una L-
estructura tal que Aα ⊆ Aβ para α < β. Tal sucesión de modelos hAα : α < κi
se llama cadena de L-estructuras.

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5. Teoría de modelos

S
Definimos en α<κ Aα una L-estructura como sigue:
Def [
RA = RAα ;
α<κ
[
A Def
f = f Aα ;
α<κ
A Def A0
c =c .
De la relación Aα ⊆ AS
β se sigue fácilmente que realmente tenemos definida
una L-estructura sobre α<κ Aα . Esta estructura se denota con
[

α<κ
y la llamamos unión de las Aα . De la construcción se sigue inmediatamente:
S
Lema 4.2. Para α < κ se cumple Aα ⊆ β<κ Aβ .
Uno de los resultados más importantes sobre cadenas de modelos es que
la unión de una cadena es modelo de un Π2 -enunciado si cada elemento de la
cadena lo es.
Teorema 4.3. Sea ϕ un Π2 -enunciado de L, es decir, un enunciado de la forma
ϕ = ∀ x1 , . . . , xm ∃ y1 , . . . yn ψ(x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn ),
donde ψ ∈ Fml(L) no S
tiene cuantificadores. Entonces, si Aα |= ϕ para toda
α < κ, es cierto que α<κ Aα |= ϕ.
Def S S
Demostración. Sean A = α<κ Aα el universo de α<κ Aα , y a1 ,
. . . , am ∈ A arbitrarios. Entonces existe una α < κ con a1 , . . . am ∈ Aα .
Puesto que Aα |= ϕ, existen b1 , . . . , bn ∈ Aα con
Aα |= ψ[a1 , . . . , am , b1 , . . . bn ].
S
Ya que Aα ⊆ β<κ Aβ y dado que ψ está libre de cuantificadores, se deduce
que [
Aβ |= ψ[a1 , . . . , am , b1 , . . . , bn ],
β<κ
S
así que β<κ Aβ |= ∃ y1 . . . yn ψ(x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn )[a1 , . . . am ]. En vista
de que los a1 , . . . , am se eligieron arbitrariamente, se sigue que
[
Aβ |= ∀ x1 · · · xm ∃ y1 · · · yn ψ(x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn ),
β<κ

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

lo que se quería demostrar.


Una consecuencia inmediata del teorema 4.3 es:
Corolario 4.4. Si K es una clase de L-estructuras axiomatizable mediante una
teoría Φ que sólo consiste en Π2 -enunciados, entonces K es cerrada respecto a
uniones de cadenas; es decir,S
si κ es un cardinal y hAα : α < κi es una cadena
de modelos en K, también α<κ Aα pertenece a K.
De hecho, también el recíproco es cierto: si K es cerrada respecto a uniones
de cadenas, K es axiomatizable mediante un conjunto que consta sólo de Π2 -
enunciados, resultado que probaremos más adelante.
Ejemplo 4.5. Existe una cadena de modelos A0 ⊆ A1 ⊆ · · · cuyos elementos
son modelos de un conjunto de enunciados (completo), pero cuya unión A no
satisface estos enunciados.
Para exhibir la cadena usamos una signatura con un símbolo de 2-relación
<. Sea A0 = {0, 1, 2, . . .}, y en general sea
Def
An = {−n, . . . , −1, 0, 1, 2, . . .}
con la interpretación usual de <. Entonces
(1) Para toda n, An ∼= A0 , usando el isomorfismo que transforma x en x + n.
(2) En consecuencia,
S
Teo(A0 ) = Teo(A1 ) = · · ·
(3) A = n<ω An = {. . . , −2, −1, 0, 1, 2, . . .} es un modelo linealmente
ordenado que satisface un conjunto de enunciados diferente al que satisface
cada An . En particular, A |= ∀ x∃ yy < x. Aunque cada An tiene un elemento
mínimo A no tiene un elemento mínimo ya qué los An no concuerdan en qué
elemento es el mínimo.
Como un ejemplo del uso de cadenas de modelos probaremos la existencia
de la cerradura algebraica de todo campo (véase [PiVi99]). Para ello presenta-
mos primero la teoría de campos.
La teoría de campos
La LAr -teoría (véase pág. 206) ΦCamp consiste en los siguientes enunciados:
(i) ∀ v0 ∀ v1 f+ v0 v1 =f
˙ + v1 v0 (conmutatividad de la suma).
(ii) ∀ v0 v1 v2 f+ v0 f+ v1 v2 =f
˙ + f+ v0 v1 v2 (asociatividad de la suma).
(iii) ∀ v0 f+ v0 0=v
˙ 0 (0 es el elemento neutro para la suma).
(iv) ∀ v0 ∃ v1 f+ v0 v1 =0
˙ (existencia de un elemento inverso para la suma).
(v) ∀ v0 ∀ v1 f· v0 v1 =f
˙ · v1 v0 (ley conmutativa de la multiplicación).

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5. Teoría de modelos

(vi) ∀ v0 ∀ v1 ∀ v2 f· v0 f· v1 v2 =f
˙ · f· v0 v1 v2 (asociatividad de la multiplicación).
(vii) ∀ v0 f· v0 1=v
˙ 0 (1 es elemento neutro de la multiplicación).
(viii) ∀ v0 (¬(v0 =0)
˙ ⇒ ∃ v1 (f· v0 v1 =1)) ˙ (existencia de un inverso multiplicativo).
(ix) ∀ v0 ∀ v1 ∀ v2 f· v0 f+ v1 v2 =f
˙ + f· v0 v1 f· v0 v2 (distributividad).
(x) ¬(0=1).
˙
Φcamp axiomatiza la clase de los modelos de los campos y se llama la teoría
de los campos.
Teorema 4.6. Sea K un campo. Entonces existe una cerradura algebraica de
K, es decir, un campo K que contiene a K tal que
(a) K es algebraicamente cerrado, es decir, todo polinomio de grado n sobre
K tiene un cero, para toda n ∈ N.
(b) K es algebraico sobre K; es decir, cada elemento de K es algebraico sobre
K, por tanto, es el cero de un polinomio no trivial con coeficientes en K.1
Se cumple además |K| = |K| + ℵ0 .
Demostración. Remitimos al lector a [Hu74] para algunos detalles alge-
braicos.
Primero nos convenceremos de que cada polinomio tiene ceros en un cierto
supracampo algebraico del campo de sus coeficientes:
(1) Si L es un campo y p ∈ L[x] es un polinomio no constante con
coeficientes en L, existe un supracampo Lp de L que es algebraico sobre L
y en el que p tiene un cero. Se cumple |Lp | ≤ |L| + ℵ0 .
Demostración de (1). Obtenemos un supracampo de L si dividimos L[x]
entre el ideal generado por un factor irreducible q de p. En este supracampo p
tiene un cero a. El campo L(a), que consiste exactamente en los valores f (a)
(f ∈ L[x]), es una extensión algebraica de L a un supracampo en el que p tiene
un cero. Además |L(a)| ≤ |L| + ℵ0 . J
Ahora construimos un supracampo L0 para cada campo L, mediante cadenas
de modelos, en el que cada polinomio no constante tiene al menos un cero:
(2) Sea L un campo. Entonces existe un supracampo L0 de L tal que
(a) todo polinomio no constante p ∈ L[x] tiene un cero en L0 ;
(b) L0 es algebraico sobre L;
(c) |L0 | ≤ |L| + ℵ0 .

1
También se acostumbra decir que la extensión K ⊆ K es algebraica.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración de (2). Sea κ = |L[x]|(= |L| + ℵ0 ) y (pα : α < κ) una


enumeración de todos los polinomios no constantes con coeficientes en L.
Definimos una cadena hLα : α < κi de campos mediante
Def
L0 = L;
Def
Lα+1 = Lαpα ;
Def [
Lδ = Lα , cuando δ es límite.
α<δ

Ya que Φcamp consta de sólo Π2 -teoremas, nuestra definición conduce, en


cada etapa límite, a un campo de acuerdo al corolario 4.4. Si usamos el hecho de
que para campos M1 ⊆ M2 ⊆ M3 , la extensión M1 ⊆ M3 es algebraica si y
sólo si las extensiones M1 ⊆ M2 y M2 ⊆ M3 son algebraicas, podemos probar
fácilmente por inducción sobre α que las extensiones L ⊆ Lα son algebraicas.
Por inducción, se prueba que |Lα | ≤ |L| + ℵ0 . Definimos
Def [
L0 = Lα
α<κ

y obtenemos un campo que satisface (a) y (b) (la prueba de (b) corresponde a la
prueba de que la extensión L ⊆ Lα es algebraica, si δ es límite); (c) se deduce
directamente de
X
|L0 | ≤ |Lα | ≤ κ · (|L| + ℵ0 ) = |L| + ℵ0 .
α<κ
| {z }

J
Si iteramos la construcción de (2) ℵ0 -veces encontramos el campo re-
querido: definimos
Def
K0 = K
Def
Kn+1 = K0n ;
Def [
K= Kn .
n<ω

Se verifica, de manera similar a la demostración en (2), que la extensión


K ⊆ K es algebraica. K es algebraicamente cerrado pues los coeficientes
de un polinomio arbitrario no constante p ∈ K[x] están en algún Kn , y por

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5. Teoría de modelos

construcción tiene un cero en Kn+1 = K0n (y por consiguiente en K). La


cardinalidad de |K| se calcula como sigue: por un lado, en vista de (2)(c):
|Kn | ≤ |K| + ℵ0 ,
de donde concluimos
|K| ≤ ℵ0 · (|K| + ℵ0 ) = |K| + ℵ0 .
Por otro lado, |K| ≤ |K| pues K ⊆ K. Además ℵ0 ≤ |K|, ya que un campo
finito no puede ser algebraicamente cerrado. Por lo tanto,
|K| = |K| + ℵ0
y concluimos la demostración del teorema.

En este punto presentamos otra aplicación de las cadenas de modelos para


probar que la clase de los campos algebraicamente cerrados no es finitamente
axiomatizable. Primero probamos:
Lema 4.7. Para cada n < ω existe un supracampo Qn de Q tal que
(a) todo polinomio p ∈ Qn [x] de grado ≤ n tiene un cero en Qn ;
(b) Qn no es algebraicamente cerrado.

Demostración. Sea Q la cerradura algebraica de Q. Por 4.6 Q es


numerable. Sea (ak : k < ω) una enumeración de Q. Para n < ω formamos
Def
una cadena hQni : i < ωi de subcampos de Q como sigue: sea Qn0 = Q.
Supongamos que Qni ya está definido. Existe entonces un k tal que ak ∈ / Qni ,
n
que es el cero de un polinomio de grado ≤ n de Qi [x]; escogemos la menor de
Def Def
tales k y definimos Qni+1 = Qni (ak ). Si no existe tal k, definimos Qni+1 = Qni .
Def S P
Hacemos entonces Qn = i<ω Qni . Si p(x) = j≤m bj xj es un polinomio de
grado ≤ n con coeficientes en Qn , existe i < ω con b0 , . . . , bm ∈ Qni . Ya que
Q es algebraicamente cerrado, existe j < ω tal que aj es un cero de p. De
la construcción del campo se sigue fácilmente que aj+1 ∈ Qni+j . Así que p
tiene un cero en Qn . Queda demostrado (a). Para probar (b) necesitamos los
siguientes hechos algebraicos (demostraciones en [Hu74]):
Si K ⊆ L son campos, entonces L es un espacio vectorial sobre K. La
dimensión de este espacio vectorial se denota con [L : K] y se llama grado de
la extensión del campo. Si L = K(a), donde a es algebraico sobre K, entonces

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

[L : K] es el menor grado posible de un polinomio no constante mónico2 con


coeficientes en K, que tiene como cero a a. El polinomio de grado mínimo es
único y se llama polinomio mínimo de a sobre K. En el caso K1 ⊆ K2 ⊆ K3
ocurre:
[K3 : K1 ] = [K3 : K2 ][K2 : K1 ].
De aquí se sigue: si L = K(a1 , . . . , am ), donde a1 , . . . , am son algebraicos
sobre K, entonces [L : K] es divisible entre el grado del polinomio mínimo de
a1 , pues entonces
[L : K] = [K(a1 , . . . , am ) : K(a1 , . . . , am−1 )] · · · [K(a1 ) : K].

Para demostrar (b), supongamos que Qn es cerrado algebraicamente.


Entonces Qn = Q. Fijemos un número primo q arbitrario, q > n. Sea a
un elemento arbitrario de Q cuyo polinomio mínimo sobre Q tiene grado q (p.
ej., el cero del polinomio p(x) = xq − 2). Puesto que a ∈ Q = Qn , existe un
i < ω con a ∈ Qni con i el menor con tal propiedad. Ya que para j < ω, Qnj+1
se obtiene de Qnj mediante la adición de un cero de un polinomio de grado ≤ n;
deducimos que [Qnj+1 : Qnj ] ≤ n < q. En vista de que

[Qni : Q] = [Qni : Qni−1 ] · · · [Qn1 : Qn0 ],


se sigue que q no está entre los factores del lado derecho y, por lo tanto, no
puede dividir el producto. Así que q - [Qni : Q]. Dado que [Qni : Q] < ω y
a ∈ Qni , existe un número finito b1 , . . . , bm que son algebraicos sobre Q, tales
que Qni = Q(a, b1 , . . . , bm ). Acabamos de mostrar que en este caso [Qni : Q] es
divisible entre el grado del polinomio mínimo de a, es decir, q|[Qni : Q]. Esta
contradicción muestra que Qn no puede ser algebraicamente cerrado.

Para nuestro siguiente teorema sobre campos algebraicamente cerrados ne-


cesitamos introducir la teoría de los campos algebraicamente cerrados. Primero
definimos los siguientes LAr -términos:

Definición 4.8.
(a) Sea i < ω. Definimos por recursión sobre n < ω el LAr -término vin
mediante vi0 = 1 y vin+1 = f· vin vi .

2
es decir, el coeficiente de la mayor potencia es 1.

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5. Teoría de modelos

(b) Definimos por recursión sobre n < ω, n ≥ 1, los LAr -enunciados ψn


mediante
Def X
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ψn = ∀ v0 · · · vn ∃ vn+1 (¬(vn =0)
˙ ⇒ f· vi vn+1 =0).
˙
i<n+1

(el enunciado ψn significa que todo polinomio de grado n tiene un cero).


Def
La LAr -teoría Φcac = Φcamp ∪ {ψn : 1 ≤ n ∧ n < ω} axiomatiza la clase
de modelos de los campos algebraicamente cerrados y se llama teoría de los
campos algebraicamente cerrados.

Teorema 4.9. La clase de los campos algebraicamente cerrados no es ele-


mental.

Demostración. Supongamos que la clase de los campos algebraicamente


cerrados es finitamente axiomatizable. Entonces por 2.2 existe un subconjunto
/ Φ0 para
finito Φ0 de Φcac que axiomatiza esta clase. Existe n < ω tal que ψm ∈
n 0
toda m > n. De acuerdo con el teorema 4.6, Q es un modelo de Φ pero no es
modelo de Φcac , lo que contradice la suposición de que Φ0 axiomatiza la clase
de los campos algebraicamente cerrados.

5. Teorías y clases axiomatizables


Recuerde que la notación Φ |= ϕ indica que ϕ es consecuencia lógica de
Φ. Mediante Φ|= denotamos el conjunto de todas las posibles consecuencias
lógicas de Φ, es decir Φ|= = {ϕ ∈ Fml0 (L) : Φ |= ϕ}. Este conjunto se conoce
como la cerradura deductiva de Φ (en L). Un conjunto Φ de enunciados es
deductivamente cerrado si Φ|= = Φ.
Dos conjuntos de L-enunciados Φ0 y Φ1 son equivalentes módulo un
conjunto de L-enunciados Φ (o Φ-equivalentes), si Φ ∪ Φ0 y Φ ∪ Φ1 tienen
la misma cerradura deductiva en L. Las fórmulas ∅-equivalentes se conocen
también como lógicamente equivalentes. Estas definiciones se deben a Tarski
[Tar30] (véase Ejer. 22).
Por supuesto, un conjunto de L-enunciados es consistente si y sólo si tiene
un modelo. Una contradicción en L es un L-enunciado de la forma ϕ∧¬ϕ. Note
que un conjunto de L-enunciados es consistente cuando no podemos deducir
una contradicción de él.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Definición 5.1. Una L-teoría T es un conjunto de L-enunciados consistente


y deductivamente cerrado. La cardinalidad |T| se define como la cardinalidad
de L.
Definición 5.2. Sea K una clase de L-estructuras; la L-teoría de K o la teoría
de K es el conjunto Teo(K) (o también TeoL (K)) de todos los L-enunciados
que son ciertos en todas las estructuras de K, es decir,
Teo(K) = {ϕ ∈ Fml0 (L) : para toda L-estructura A ∈ K, A |= ϕ}.
Escribimos Teo(A) en lugar de Teo({A}) y llamamos a este conjunto la L-teoría
de A.
Nuestro primer resultado sobre teorías proporciona un criterio para decidir
cuándo un conjunto de enunciados es una teoría.
Lema 5.3. Un conjunto de enunciados consistente T es una teoría si y sólo si
T = Teo(Mod T).

Demostración. Para cualquier conjunto de enunciados T se cumple


T ⊆ Teo(Mod T).
Supongamos ahora que T es deductivamente cerrado y ϕ ∈ Teo(Mod T). En
tal caso ϕ será cierta en todo modelo de T, es decir, ϕ es consecuencia lógica
de T y, por lo tanto, ϕ pertenece a T.
Para una teoría T denotamos mediante T∞ a la teoría de la clase de todos
los modelos infinitos de T. Observe que si ϕ ∈ Fml0 (L), se cumple que
Teo(A) |= ϕ si y sólo si A |= ϕ.
Con nuestra definición se presenta una patología: para K = ∅, Teo(K) =
Fml0 (L); en ese caso, Teo(K) no es realmente una teoría en el sentido de nuestra
definición. Sin embargo, en todos los demás casos se comprueba fácilmente
que se trata de una teoría según nuestra definición y que, en particular, contiene
todos los L-enunciados universalmente válidos.
Definición 5.4. Si T es una teoría y ∆ una clase arbitraria de fórmulas,
Def
T∆ = (T ∩ ∆)|= es la ∆-sección de T. Escribimos Teo∆ (K) para Teo(K)∆ y
la llamamos ∆-teoría de K.

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5. Teoría de modelos

Ahora consideremos conjuntos de enunciados consistentes y máximos.


Tales conjuntos son naturalmente deductivamente cerrados y por lo tanto,
son teorías. Pero se trata de teorías muy especiales, de teorías máximas (es
decir, teorías que no están contenidas propiamente en otra teoría). Esto propicia
la siguiente definición:
Definición 5.5. Una L-teoría T es completa si contiene todo L-enunciado o
su negación, es decir, cuando ϕ ∈ T o ¬ϕ ∈ T para toda ϕ ∈ Fml0 (L).
El siguiente lema describe las principales propiedades de las teorías com-
pletas.
Lema 5.6. Las siguientes propiedades son equivalentes para toda L-teoría T.
(i) T es completa.
(ii) T es una L-teoría máxima.
(iii) T es un conjunto de L-enunciados consistente y máximo.
(iv) T = Teo(A) para toda L-estructura que satisface A |= T.
(v) T = Teo(A) para alguna L-estructura A con la propiedad de que A |= T.
Demostración. (i) ⇒ (ii). Si T es completa, todo L-enunciado ϕ, que
unido con T forme un conjunto consistente, debe pertenecer a T. Así que T es
una teoría máxima. La implicación (ii) ⇒ (iii) y su recíproco son claros.
Si A es un modelo de T, entonces T ⊆ Teo(A). Si T es además máxima,
debe ocurrir la igualdad, lo que demuestra la implicación (iii) ⇒ (iv).
(iv) ⇒ (v) es obvio.
Falta probar que (v) implica (i), para lo cual basta observar que para todo
L-enunciado ϕ, ϕ o ¬ϕ pertenece a Teo(A).
Puesto que todo conjunto consistente posee un modelo, se concluye el
siguiente corolario:
Corolario 5.7 (Lindenbaum). Todo conjunto de L-enunciados consistente
está contenido en una L-teoría.
Este resultado se debe a Lindenbaum, aunque él no lo publicó. Fue Tarski
quien primero lo presentó en [Tar30]. Lindenbaum murió en Białistok, Polonia,
en una prisión durante la ocupación alemana en los años 40 del siglo xx.
Si una L-teoría T está contenida en una L-teoría T0 completa, T0 se conoce
como la completación de T (en L).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

No todas las teorías son completas. El conjunto de todos los L-enunciados


universalmente válidos constituye una teoría, la teoría de la clase de todas
las estructuras no vacías, lo que se verifica fácilmente. Existen L-estructuras
de cardinalidad finita arbitraria pues en cada conjunto no vacío A se puede
definir una L-estructura A, por ejemplo asignándole un mismo valor a todos los
términos, y fijar la interpretación en A de todos los otros símbolos no lógicos
arbitrariamente. Sea ϕn el enunciado que afirma la existencia de exactamente
n elementos. El conjunto ∅|= ∪ {ϕn } es consistente para toda n > 0, y ya que
ϕn ∧ ϕm es inconsistente para n 6= m, ninguno de los enunciados ϕn puede
ser universalmente válido, es decir, no puede pertenecer a ∅|= , y tampoco su
negación. En consecuencia, ∅|= es una teoría incompleta.

6. Diagramas
A. I. Malcev desarrolló los métodos que a continuación presentamos, para
generalizar propiedades de subgrupos finitamente generados a grupos más ar-
bitrarios. El lector interesado puede consultar [Mal71] para obtener aplica-
ciones. Nosotros sólo desarrollaremos algunos resultados sobre diagramas que
nos serán posteriormente de utilidad.
Lema 6.1. Sean A y B L-estructuras. A ⊆ B si y sólo si:
(i) A ⊆ B y A es cerrado respecto a las funciones;
(ii) para toda L-fórmula atómica ϕ y para toda n-ada de elementos de A, es
cierto que
A |= ϕ(~a), si y sólo si B |= ϕ(~a).
Demostración. Se obtiene del lema 4.9.5.
Ahora introducimos algunos conceptos útiles en lo sucesivo.
Definición 6.2. Sean A y B L-estructuras y ∆ una clase de fórmulas. Si
para todo enunciado ϕ ∈ ∆ ∩ Fml0 (L) de A |= ϕ, se sigue que B |= ϕ, es
decir si Teo∆ (A) ⊆ Teo∆ (B), escribimos A V∆ B. La relación A ≡∆ B
significa A V∆ B y B V∆ A. Si Fml0 (L) ⊆ ∆, eliminamos el subíndice ∆.

f :A− → B significa f : A −
→ B y para toda ϕ ∈ ∆ ∩ Fml(L) y toda n-ada
de elementos de A, de A |= ϕ(~a) se deduce que B |= ϕ(f [~a]). Si ∆ = {ϕ},

eliminamos las llaves. En este orden de ideas, f : A ,→ B significa que f es

un encaje y f : A −
→ B.

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5. Teoría de modelos

El siguiente lema será de gran utilidad para “separar” modelos o conjun-


tos de enunciados; también para encontrar fórmulas equivalentes sin cuantifi-
cadores.

Lema 6.3. Sean Σ∪Γ∪{ϕ} ⊆ Fml0 (L), γ0 un elemento de Γ que no es válido


en ningún L-modelo de Σ, y γ1 un elemento de Γ que es válido en todos los
modelos de Σ. Supongamos además que para cualesquier modelos A, B de Σ
si A VΓ B, entonces A Vϕ B. En tal situación existe una disyunción finita
γ ∗ de conjunciones de elementos de γ tal que Σ |= (ϕ ⇔ γ ∗ ).

Demostración. En el lema 3.2 hacemos Σ1 = Σ ∪ {ϕ} y Σ2 = Σ ∪ {¬ϕ}.


Si Mod(Σ1 ) = ∅, entonces es cierto Σ |= (ϕ ⇔ γ0 ); si Mod(Σ2 ) = ∅, también
ocurre Σ |= (ϕ ⇔ γ1 ). Si A ∈ Mod(Σ1 ) y B ∈ Mod(Σ2 ), no puede ocurrir
A Vϕ B y tampoco A VΓ B. Por consiguiente, existe γ ∈ Γ con A |= γ y
B |= ¬γ. Por el lema 3.2 sabemos que existe una disyunción finita de elementos
de Γ con Mod(Σ1 ) ⊆ Mod(γ ∗ ) y Mod(Σ2 ) ⊆ Mod(¬γ ∗ ). De aquí obtenemos,
para A ∈ Mod(Σ), por un lado que
A |= ϕ implica A |= γ ∗
y por otro
A |= ¬ϕ implica A |= ¬γ ∗ .
Así que para toda A ∈ Mod(Σ) se cumple
A |= (ϕ ⇔ γ ∗ ).

A continuación introducimos la importante noción de equivalencia elemen-


tal, una propiedad que aproxima la isomorfía.

Definición 6.4. Dos L-estructuras A y B son elementalmente equivalentes,


cuando A ≡ B, es decir, cuando Teo(A) = Teo(B).
Sean A, B L-estructuras. Una función f : A −
→ B es elemental de A a B
Fml(L)
si f : A ,→ B. En tal caso decimos que A es elementalmente encajable en
Fml(L)
B, en símbolos A ,→ B.
Fml(L)
Note que de A ,→ B se deduce A ≡ B (véase Ejer. 54).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Definición 6.5. Sea A una L-estuctura. El diagrama diag(A) de A es el


conjunto de todos los L(A)-enunciados primitivos y sus negaciones que son
ciertos en A, es decir
diag(A) = {ϕ(~a) : A |= ϕ(~a), ϕ ∈ Fml(L) es atómica,~a ∈ An } ∪
∪ {¬ϕ(~a) : A |= ¬ϕ(~a), ϕ ∈ Fml(L) es atómica,~a ∈ An }.
El diagrama de A es el conjunto de todas las literales cerradas de L(A)
que son ciertas en A. El resultado principal sobre el diagrama es el lema del
diagrama, que ya presentamos en otro contexto (véase el Lema 4.13.2). Con sc
denotamos el conjunto de L-fórmulas sin cuantificadores.
Lema 6.6 (Lema del diagrama). Sean A y B L-estructuras y f : A −
→ B.
sc
(1) f : A − → B es un encaje si y sólo si f : A − → B, si y sólo si
Fml(L)
(B, f [A]) |= diag(A). En particular, de f : A − → B se desprende
que f : A ,→ B.
(2) A se encaja en B si y sólo si existe una L(A)-expansión de B que es modelo
de diag(A).
Demostración. (1) Sea ∆ el conjunto de todas las fórmulas atómicas y
negaciones de fórmulas atómicas. El lector puede verificar fácilmente que las
siguientes equivalencias son ciertas: f : A − → B es un encaje si y sólo si
sc ∆
f :A− → B. Esto último es claramente equivalente
→ B, si y sólo si f : A −
con (B, f [A]) |= diag(A).
(2) Se sigue de (1), puesto que si B0 es una L(A)-extensión de B con
0
◦B
B0 |= diag(A), definimos f (a) = a para toda a ∈ A y obtenemos que f : A
→ B es un encaje.

Como se mencionó, la equivalencia elemental es muy cercana a la isomorfía
(aunque en general es más débil), como lo expresa el siguiente resultado.
Fml(L)
Teorema 6.7. Si f : A ∼
= B, entonces f : A ,→ B, en particular A ≡ B.
sc
Demostración. Notemos primero que f : A − → B, así que para toda
fórmula ϕ sin cuantificadores y para toda n-ada ~a de elementos de A, se cumple
que
A |= ϕ(~a) si y sólo si B |= ϕ(f [~a]). (*)

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5. Teoría de modelos

Mostraremos, inductivamente sobre la construcción de ϕ, que (*) es cierta para


toda ϕ ∈ Fml(L). El único caso que vale la pena considerar es cuando ϕ tiene
la forma ∃ xψ(x,~a) para alguna ψ ∈ Fmln+1 (L) y ~a ∈ An . Debemos mostrar
que de
A |= ψ(b,~a) si y sólo si A |= ψ(f (b), f [~a]),
para toda b ∈ A se deduce
A |= ∃ xψ(x,~a) si y sólo si B |= ∃ xψ(x, f [~a]).
Pero A |= ∃ xψ(x,~a) si y sólo si existe b ∈ A con A |= ψ(b,~a), y por
hipótesis también B |= ψ(f (b), f [~a]). Puesto que f es sobre, lo último
es equivalente a que exista un c ∈ B tal que B |= ψ(c, f [~a]), y por lo
tanto, equivalente con B |= ∃ xψ(x, f [~a]). Con ello hemos demostrado
Fml(L)
f : A ,→ B, y A ≡ B se obtiene como caso especial para enunciados.
Del teorema 6.7 obtenemos la siguiente consecuencia:
Para toda estructura A existe una estructura B, B |= Teo(A) y ajena a A.
Simplemente construimos una biyección f de A sobre un conjunto ajeno arbi-
trario B y definimos sobre B una estructura B, mediante las correspondientes
imágenes inversas; en tal situación se presenta f : A ∼
= B y, por consiguiente,
B |= Teo(A) por el teorema 6.7.
Consideremos una implicación del lema 6.6. Con Π1 denotamos la clase
de todas las L-fórmulas en las que aparece como cuantificador solamente ∀ .
◦ ◦
Lema 6.8. Si f : A ,→ B, B VΠ1 A, así como (B, f [A]) VΠ1 (A, A).
Demostración. Si f : A −
→ B es un encaje, debemos probar que
◦ ◦
B VΠ1 A y que (B, f [A]) VΠ1 (A, A). Sea ψ ≡ ∀ ~yϕ(~x, ~y) con ϕ sin
cuantificadores y supongamos que es cierta en B; debemos mostrar que es
cierta en A, es decir, A |= ∀ ~yϕ(~x, ~y). Es suficiente exhibir que

A |= ϕ(~x, ~b) para toda ~b ∈ An .

Pero A |= ϕ(~x, ~b) si para toda ~a ∈ Am A |= ϕ[~a, ~b].
Sean ~a ∈ Am y ~b ∈ An . Como B |= ∀ ~yϕ(~x, ~y), deducimos que
B |= ϕ[f (~a), f (~b)], por lo que no puede ocurrir A |= ¬ϕ[~a, ~b], pues por el
lema 6.6(1) implicaría B |= ¬ϕ[f (~a), f (~b)], una contradicción.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

◦ ◦
Mediante un razonamiento similar se demuestra (B, f [A]) VΠ1 (A, A).

Definición 6.9. Sea T una L-teoría. La clase ModL (T) es cerrada respecto a
subestructuras si para cualesquier L-estructuras A, B con A ⊆ B, de B |= T
se sigue que A |= T. En tal caso también se dice que T es cerrada respecto a
subestructuras.
Observe que si ModL (T) es cerrada respecto a subestructuras también lo
es respecto a encajes, es decir, de A ,→ B y B |= T se concluye que A |= T,
pues existe B0 ⊆ B isomorfa a A y de B0 ⊆ T se deduce A |= T de acuerdo
con el teorema 6.7.
Por el lema 6.8 sabemos que las Π1 -teorías son cerradas respecto a subes-
tructuras. Probaremos el recíproco, pero necesitamos el siguiente resultado.
Lema 6.10. Sean Σ ⊆ Fml0 (L), ϕ ∈ Fmln (L) y ~c una n-ada de símbolos de
constante que no pertenecen a L. Entonces
~◦
Σ |=L(~c) ϕ(c) implica Σ |=L ∀ ~xϕ(~x).
Demostración. Sea A una L-estructura modelo de Σ. Debemos probar
que A |= ϕ(~a) para toda n-ada ~a de A. Expandemos A a una L(~c)-estructura A∗

si hacemos ~cA = ~a, es decir, si A∗ = (A,~a). Ya que A |= Σ, también A∗ |= Σ
~◦
porque Σ consista de L-enunciados. Si A∗ |= ϕ(c), A |= ϕ[~a].
En el caso particular en el que ϕ(~x) tiene la forma ψ(~x) ⇒ ϑ, con ϑ un
L-enunciado, obtenemos que Σ |=L(~c) ϕ(~c) implica Σ |=L (∃ ~xψ(~x) ⇒ ϑ) pues
las L-fórmulas ∀ ~x(ψ(~x) ⇒ ϑ) y ∃ ~xψ(~x) ⇒ ϑ son lógicamente equivalentes.
Lema 6.11. Suponga que T y T0 son L-teorías. Las siguientes afirmaciones
son equivalentes:
(i) Todo modelo de T se encaja en un modelo de T0 .
(ii) T0Π1 = T0 ∩ Π1 ⊆ T.
Demostración. Note que si T1 y T2 son L-teorías, T1 ⊆ T2 si y sólo si
para toda L-estructura A
A |= T2 implica A |= T1 .
Sea ϕ ∈ T0Π1 .
Entonces por definición ϕ pertenece a la cerradura deductiva
de T ∩ Π1 y como T0 ∩ Π1 |= ϕ, existen ψ1 , . . . , ψn ∈ T0 ∩ Π1 tales que
0

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5. Teoría de modelos

ψ1 ∧ · · · ∧ ψn |= ϕ y podemos sustituir ϕ por ψ = ψ1 ∧ · · · ∧ ψn ∈ T0 ∩ Π1 , así


que ϕ ∈ T0 ∩ Π1 . Obviamente, si ϕ ∈ T0 ∩ Π1 , entonces ϕ ∈ (T0 ∩ Π1 )|= .
Ahora debemos probar TΠ1 ⊆ T.
Sean A un modelo de T, ϕ ∈ T0Π1 y B |= T0 . En consecuencia, B |= ϕ.
Por (i) existe un encaje f : A ,→ B y de acuerdo con el lema 6.8, B VΠ1 A,
por lo que A |= ϕ, lo que se quería demostrar.
(ii) ⇒ (i). Supongamos que T0Π1 ⊆ T y A |= T. Corroboramos que
existe una L-estructura B con B |= T0 y A ,→ B. De acuerdo con el
lema del diagrama, esto es equivalente a la consistencia de T0 ∪ diag(A).
Si fuera inconsistente, existirían ϕ1 (~a1 ), . . . , ϕn (~an ) ∈ diag(A) tales que
T0 ∪ {ϕ1 (~a1 ), . . . , ϕn (~an )} es inconsistente. Por consiguiente,
T0 |= ¬(ϕ1 (~a1 ) ∧ · · · ∧ ϕn (~an )) = ¬ϕ1 (~a1 ) ∨ · · · ∨ ϕn (~an ).
Sin pérdida de generalidad, sea ~a = ~a1 ∪ · · · ∪ ~an y suponemos que estos
símbolos no pertenecen al lenguaje de T0 .
Por el lema 6.10, T0 |= ∀ ~x(¬ϕ1 (~x) ∨ · · · ¬ϕ(~x)), por lo que ∀ ~x(¬ϕ1 (~x) ∨
· · · ∨ ¬ϕn (~x)) ∈ T0 . Puesto que ¬ϕ1 (~x) ∨ · · · ∨ ¬ϕn (~x) no tiene cuantificadores,
∀ ~x(¬ϕ1 (~x)∨· · ·∨¬ϕn (~x)) ∈ Π1 y en consecuencia ∀ ~x(¬ϕ1 (~x)∨· · ·∨¬ϕn (~x)) ∈
T0Π1 . Como A |= T y TΠ1 ⊆ T, entonces A |= ∀ ~x(¬ϕ1 (~x) ∨ · · · ∨ ¬ϕn (~x)), esto
es, A |= ∀ ~x¬(ϕ1 (~x) ∧ · · · ∧ ϕn (~x)), pero cada ϕi ∈ diag(A), es decir, A |= ϕi (~x)
(ϕi no puede ser la negación de una fórmula atómica), una contradicción.
El caso T = T0Π1 demuestra que los modelos de la parte T0Π1 de una teoría
T0 (módulo isomorfismos) son exactamente subestructuras de modelos de T0 .
Teorema 6.12 (Łós, Tarski). Sea T una L-teoría, Φ(~x) ⊆ Fmln (L). Las
siguientes afirmaciones son equivalentes.
(i) Φ(~x) es T-equivalente a un conjunto de Π1 -fórmulas Ψ de L con las mismas
variables libres ~x, es decir, para toda L-estructura A tal que A |= T se

cumple que para toda n-ada ~a de elementos de A A |= Φ(~a) si y sólo si

A |= Ψ(~a).
(ii) Para cualesquier L-estructuras A y B de T y ~a ∈ An se cumple: si A ⊆ B
◦ ◦
y B |= Φ(~a), entonces A |= Φ(~a).
Demostración. De acuerdo con ejercicio 56, basta demostrar que (ii)
es cierto si y sólo si Φ(~c) es equivalente (módulo T) a un conjunto de Π1 -
enunciados de L(~c) (donde ~c son nuevos símbolos de constante). Un conjunto

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

de fórmulas Σ es equivalente a otro conjunto Σ0 módulo Ψ si para toda L-


estructura A, con A |= Ψ se cumple
A |= Σ si y sólo si A |= Σ0 .
Sean A∗ , B∗ L(~c)-estructuras con A∗ ⊆ B∗ , sus L-reductos A y B cumplen
con A ⊆ B y existe ~a ∈ An con A∗ = (A,~a) y B∗ = (B,~a).
Por otro lado, de ~a ∈ An y A ⊆ B se sigue que (A,~a) ⊆ (B,~a) (vistas
como L(~c)-estructuras). Por lo tanto, (ii) es equivalente a que el conjunto de
L(~c)-enunciados Φ(~c) es cerrado respecto a subestructuras, cuyos L-reductos
son modelos de T.
Si Φ(~c) es equivalente (módulo T) a un conjunto de Π1 -enunciados,
entonces (ii) se obtiene del lema 6.8 para L(~c).
Para el recíproco note que T ∪ Φ(~c) es inconsistente, no tiene modelos
y es equivalente a T ∪ Ψ(~c) (T ∪ Ψ(~c) no puede tener modelos, pues serían
submodelos de modelos de (T ∪ Φ(~c)). Por lo tanto, sea Ψ(~c) la Π1 -parte de
(T ∪ Φ(~c))|= (en L(~c)). Por la observación previa, los modelos de Ψ(~c) son
L(~c)-subestructuras de modelos de T ∪ Φ(~c) (propiamente son subestructuras
de modelos de (T ∪ Φ(~c))|= , pero todo modelo de esta cerradura deductiva es
modelo de T ∪ Φ). Los modelos de T ∪ Ψ(~c) son, por hipótesis, modelos de
T ∪ Φ(~c). Por consiguiente, T ∪ Φ(~c) y T ∪ Ψ(~c) son equivalentes, es decir,
Φ(~c) y Ψ(~c) son T-equivalentes.
Corolario 6.13. Una L-fórmula ϕ(~x) es equivalente a una Π1 -fórmula módulo
una L-teoría si y sólo si para cualesquier L-estructuras A, con A |= T y B |= T,

de A ⊆ B se concluye: para toda n-ada ~a de elementos de A, si B |= ϕ(~a),

entonces A |= ϕ(~a).
Demostración. De acuerdo con el teorema de compacidad, por el inciso
(i) del teorema 6.12 obtenemos una cantidad finita de Π1 -fórmulas, de hecho,
una sola Π1 -fórmula, cuando Φ = {ϕ}, pues la conjunción finita de Π1 -
fórmulas es una Π1 -fórmula.
Corolario 6.14 (Principio de conservación de Łoś-Tarski). Una teoría es ce-
rrada respecto a subestructuras si y sólo si es una Π1 -teoría.

Demostración. Sea Φ la teoría en cuestión (n = 0) y tome T = ∅|= en


el teorema 6.12.

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5. Teoría de modelos

Ejemplo 6.15. En la signatura (·, e) no se puede Π1 -axiomatizar la teoría de


grupos, ya que las subestructuras en esta signatura son subsemigrupos con
unidad.
Puesto que las Σ1 -fórmulas (fórmulas de la forma ∃ x1 · · · ∃ xn ϕ, con
ϕ sin cuantificadores), son negaciones de Π1 -fórmulas (y recíprocamente),
obtenemos por contrapositiva en el lema 6.8 que si f : A ,→ B, entonces
A VΣ1 B; es decir, los Σ1 -enunciados se preservan en expansiones.
6.1. Funciones elementales. Antes de retomar nuestro estudio sobre fun-
ciones elementales, consideremos primero una relación simple entre estructuras
de la misma signatura.
La equivalencia elemental es más débil que la isomorfía. Sin embargo, toda
función elemental es un encaje, por lo que se acostumbra llamar a las funciones
elementales también encajes elementales. El recíproco no es cierto en general,
es decir, no todo encaje es una función elemental.
En forma análoga al lema del diagrama podemos describir funciones
elementales mediante ciertas teorías completas.
Lema 6.16 (Diagramas elementales).
Sean A y B L-estructuras.
(1) Una función f : A − → B es elemental si y sólo si (A, A) ≡ (B, f [A]), si y
sólo si (B, f [A]) |= Teo(A, A).
Fml(L)
(2) A ,→ B si y sólo si B tiene una expansión que es un modelo de
Teo(A, A).
Por esta analogía, Teo(A, A) se llama también diagrama elemental de A.
Demostración.
Fml(L) Fml(L)
(1) f : A ,→ B significa lo mismo que f : A − → B, y también lo
mismo que (A, A) ≡ (B, f [A]). Por la completud de Teo(A, A), lo último
es equivalente a (B, f [A]) |= Teo(A, A).
(2) se sigue de (1) como en el lema del digrama.

Es útil introducir los diagramas, bien conocidos en álgebra:


El significado del diagrama en la figura 1 es el siguiente: A, B y C son
estructuras de la misma signatura, f : A − → B, g : B − → C, h : A −
→ C. Si

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A
@
@ f
@
R
@
h B

g
?
C

Figura 1. Diagrama conmutativo.

gf = h, es decir, g(f (a)) = h(a) para toda a ∈ A, se dice que el diagrama


conmuta.
Lema 6.17. En relación con el diagrama de la figura 1, se tienen las siguientes
afirmaciones:
(1) Si f y g son elementales, h también lo es.
(2) Si g y h son elementales, también lo es f .
(3) Si f y h son elementales, g no es necesariamente elemental.
Demostración. f es elemental si y sólo si (A, A) ≡ (B, f [A]); también
ocurre lo correspondiente para g. De la transitividad de la equivalencia
elemental y de (C, g[f [A]]) ≡ (C, h[A]) se obtiene (1).
(2) Ya que junto con (B, B) ≡ (C, g[B]) y X ⊆ B también es cierto que
(B, X) ≡ (C, g[X]), entonces
(A, A) ≡ (C, h[A]) ≡ (C, g[f [A]]) ≡ (B, f [A]).
(3) Construimos un contrajemplo. Sea A una L-estructura infinita. La teoría
Teo(A, A) tiene, por el teorema de Löwenheim-Skolem creciente (Teorema 1.3),
un modelo B∗ de cardinalidad estrictamente más grande que la de A. Si B es
Fml(L)
el L-reducto de B∗ obtenemos, por el lema 6.16, f : A ,→ B. Hacemos
Fml(L)
C = A y h = idA , y entonces también logramos h : A ,→ C. Por cuestiones
Fml(L)
de cardinalidad no puede ocurrir B ,→ C (pues las funciones elementales
son inyectivas). Para probar (3) basta encontrar g : B −
→ C con gf = h. Para
ello, sea L= el lenguaje con igualdad asociado a la signatura vacía. Entonces

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5. Teoría de modelos

cada función es un homomorfismo y, por lo tanto, podemos definir g(b) = a,


cuando f (a) = b, y g(b) = c para c ∈ A arbitraria en otro caso. Entonces el
diagrama conmuta.
En esta oportunidad consideramos el caso particular en el que la función
identidad es elemental. Primero introducimos la noción de subestructura
elemental.
Definición 6.18 (Tarski [Tar57]). Sean A, B L-estructuras y ∆ una clase de
fórmulas. A ≺ ∆ B significa que A ⊆ B y que para toda ϕ ∈ ∆ ∩ Fml(L) y
las correspondientes n-adas (quiza vacías) de elementos de A se cumple que:
◦ ◦
si B |= ϕ(~a) entonces A |= ϕ(~a). Si ∆ contiene a Fml(L), escribimos A ≺ B
y decimos que A es una subestructura elemental (o un submodelo elemental)
de B o que B es una expansión elemental de A.
Trivialmente, siempre ocurre A ≺ A, y A ≺ ∆ B es claramente
equivalente con (B, A) V∆(A) (A, A).
Si Γ es la clase de todas las negaciones de fórmulas de ∆, entonces A ≺ ∆ B
Γ
es equivalente a A ⊆ B e idA : A − → B.
Note que si A, B son L-estructuras y A ≺ B, entonces A ⊆ B: debemos
verificar que A ⊆ B, lo cual ocurre por definición; para todo símbolo de relación
R, RA = RB ∩ Aτ(R) ; para ello supongamos que τ(R) = n y que ~a es una n-ada
de elementos de A:

~a ∈ RA , si y sólo si A |= R(~a),
◦ ◦
como ~a ∈ Aτ(R) y A ⊆ B, si B |6 = R(~a), por hipótesis A 6|= R(~a), esto es una
contradicción.

Recíprocamente, si B |= R(~a), para ~a ∈ Aτ(R) , por definición de

subestructura elemental, A |= R(~a), así que ~a ∈ RA .
En forma similar, probamos que para todo símbolo de función f se cumple
f A (a) = f B  Aτ(f ) .
Para los símbolos de constante debemos probar que ∀ c ∈ K(cA = cB ).

Considere la fórmula ϕ ≡ c=x. ˙ Si B |= ϕ(a), entonces cA = a, y por

definición A |= ϕ(a), es decir, cA = a = cB , con lo cual hemos demostrado
que
A ≺ B implica A ⊆ B.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Fml(L)
Observe que A ≺ B es equivalente con A ⊆ B e idA : A ,→ B. Por

ello, nuestra definición de A ≺ B se convierte ahora en A |= ϕ(~a) si y sólo si

B |= ϕ(~a).
Además, A ≺ B es equivalente con A ⊆ B y para toda n ∈ N y
ϕ ∈ Fmln (L) ocurre ϕ(B) ∩ An = ϕ(A); es decir, los conjuntos definibles en
A son la intersección de A con los definibles en B. Para conjuntos definibles
paramétricamente se obtiene, en el caso en que los parámetros pertenezcan a
A: para toda ϕ ∈ Fmln+m y ~c ∈ Am es cierto que ϕ(B, ~c) ∩ An = ϕ(A, ~c).
Mediante el siguiente truco sencillo se puede reducir la relación entre encaje
(elemental) e isomorfía a la existencia de una extensión (elemental) que por
razones técnicas puede ser muy útil.
Lema 6.19. Sean A y B L-estructuras.
(1) Si A ,→ B, existe una L-estructura B0 ∼
= B con A ⊆ B0 .
Fml(L)
(2) Si A ,→ B, existe una L-estructura B0 ∼ = B con A ≺ B0 .
Demostración.
(1) Basta una modificación de la prueba para (2), lo que queda como ejercicio
al lector.
(2) Sin pérdida de generalidad, podemos suponer A ∩ B = ∅. Para la función
Fml(L)
f dada f : A ,→ B construimos una función g : B ∼ = B0 . Para c ∈ B
hacemos g(c) = c si c ∈ B \ f [A], y g(c) = f −1 (c) si c ∈ f [A]; g es una
Def
biyección de B sobre B0 = (B \ f [A]) ∪ A. Interpretamos los símbolos
0
no lógicos en B como la imagen respecto a g de los correspondientes en
B y obtenemos con ello una L-estructura B0 con g : B ∼ = B0 . Entonces
gf es la identidad en A, y del lema 6.17(1) sabemos que esta función es
elemental, es decir, A ≺ B0 .

El siguiente teorema de Abraham Robinson resolvió finalmente un viejo


problema sobre infinitesimales en el cálculo.
Teorema 6.20 (Principio de Leibniz). Existe un campo ordenado ∗ R llamado
hiperreales, que contiene propiamente los números reales R y un número
infinitesimal tal que toda afirmación sobre los números reales que es cierta
en R también es cierta en ∗ R.

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5. Teoría de modelos

Demostración. Sea A = hR, <, +, ·, 0, 1i. Para formalizar la afirmación


del teorema probaremos que existe un modelo B, en el mismo lenguaje L de A
con un universo llamado ∗ R, tal que A ≺ B y existe b ∈ ∗ R tal que 0 < b < a
para toda a ∈ R positiva.
Para cada número real a introducimos un nuevo símbolo de constante ca ;
también añadimos otro nuevo símbolo de constante d. Sea Σ el conjunto de
enunciados en el lenguaje expandido definido por
Teo((A, R ∪ {d})) ∪ {0 < d < ca : a es un número real positivo}.
Podemos obtener un modelo C |= Σ por el teorema de compacidad. Sea C 0 el
L-reducto de C. Por el lema del diagrama 6.6, A se encaja elementalmente en
C 0 , por lo que existe una L-estructura B tal que C 0 ∼
= B y A ≺ B.

La idea de este resultado es extremadamente útil para comprender el cálculo.


Un elemento x ∈ ∗ R es un infinitesimal si −r < x < r para cada r ∈ R positiva.
0 es infinitesimal. Dos elementos x, y ∈ R están infinitamente cerca, x ≈ y, si
x − y es un infinitesimal. Note que x es un infinitesimal si y sólo si x ≈ 0. Un
elemento x ∈ ∗ R es finito si −r < x < r para algún r ∈ R positivo. En otro
caso es infinito.
Cada elemento finito x ∈ ∗ R está infinitamente cerca de algún número real,
llamado parte estándar de x, est(x).
Para diferenciar f , para cada ∆x ∈ ∗ R generamos ∆y = f (x + ∆x) − f (x).
Entonces f 0 (x) = est( ∆y ∆x ) siempre que exista y sea el mismo para cada
infinitesimal ∆x 6= 0.
El conocido lema de incrementos establece que si y = f (x) es diferenciable
en x y ∆x ≈ 0, entonces ∆y = f 0 (x)∆x + ∆x para algún infinitesimal . J
El siguiente teorema justifica que al demostrar inductivamente la propiedad
de ser subestructura elemental, todas las etapas de inducción, excepto la del
cuantificador existencial, son triviales. Además proporciona un criterio que se
usa con frecuencia para determinar si una subestructura es elemental. En este
libro lo utilizaremos en numerosas ocasiones.

Teorema 6.21 (Prueba de Tarski-Vaught). Sean A y B L-estructuras. A ≺


B si y sólo si A ⊆ B y se satisface la siguiente condición:
(TV) Para cualesquier n < ω, ϕ ∈ Fmln+1 (L) y n-ada ~a de elementos de

A, si B |= ∃ xϕ(x, ~a), entonces existe una b ∈ A con B |= ϕ[b,~a].

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Para la dirección no trivial mostramos inductivamente


sobre la construcción de ψ ∈ Fml(L) que
◦ ◦
A |= ψ(~a) si y sólo si B |= ψ(~a). (*)
para todo conjunto (correspondiente) ~a de elementos de A.
Puesto que A ⊆ B, (*) es cierta para toda fórmula atómica ψ, de donde
se obtiene (*) inductivamente para fórmulas ψ arbitrarias sin cuantificadores.

Falta demostrar (*) para ψ(~a) de la forma ∃ xϕ(x, ~a).

A |= ∃ xϕ(x, ~a) si y sólo si existe b ∈ A con A |= ϕ(b,~a), y por hipótesis
de inducción, si y sólo si b ∈ A con B |= ϕ[b,~a] que por (TV), es equivalente

con B |= ∃ xϕ(x, ~a).
La prueba de Tarski-Vaught afirma que A ≺ B si y sólo si A ⊆ B y para
toda n < ω, para cualquier fórmula ψ(x, ~x) ∈ Fmln+1 (L) y toda n-ada ~a de
◦ ◦
elementos de A, es cierto que: si ψ(B, ~a) 6= ∅, A ∩ ψ(B, ~a) 6= ∅.
Corolario 6.22. Sean A, B dos L-estructuras y A ⊆ B de tal forma que se
satisface la condición (TV).
Entonces A es cerrado respecto a los símbolos no lógicos y la restricción
A de B a A es una subestructura elemental de B.
Demostración. Tan sólo necesitamos probar la cerradura. Considere para

ello (TV) con las fórmulas x=c ˙ (~a) (f ∈ F y ~a ∈ An ).
˙ (c ∈ K) y x=f
La siguiente condición suficiente (pero no necesaria) para que una subes-
tructura sea elemental se desprende directamente de la prueba TV.
Corolario 6.23. Sean A, B L-estructuras con A ⊆ B. Si para todo conjunto
finito A0 ⊆ A y cada c ∈ B existe un automorfismo f ∈ AutA0 (B) = {f ∈
Aut(B) : f  A0 = idA0 } con f (c) ∈ A, entonces A ≺ B.
Demostración. Sean n < ω, ϕ ∈ Fmln+1 (L) y ~a una n-ada de elementos

de A con B |= ∃ xϕ(x, ~a). Debemos mostrar que existe b ∈ A con B |= ϕ[b,~a].

De B |= ∃ xϕ(x, ~a) obtenemos un c ∈ B con B |= ϕ[c,~a]. Escogemos f ∈
Aut~a (B) con f (c) ∈ A. Ya que f es elemental, se deduce B |= ϕ[f (c), f [~a]]
a partir de B |= ϕ[c,~a], es decir, B |= ϕ[f (c),~a].

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5. Teoría de modelos

Ejemplo 6.24. Sean R un anillo, X, Y conjuntos infinitos de indeterminadas


sobre R con X ⊆ Y y R[X], R[Y ] los correspondientes anillos de polinomios
sobre R, considerados en la signatura apropiada para anillos σ = {+, −, ·, 0, 1}.
Entonces R[X] ≺ R[Y ].
De acuerdo con el corolario 6.23 es suficiente mostrar que para cualesquiera
a1 , . . . , am ∈ R[X] y puntos b ∈ R[Y ] existe un automorfismo de R[Y ] que deja
fijos a a1 , . . . , am y manda a b en R[X]. Sea {x1 , . . . , xn } el conjunto de todas
las indeterminadas que aparecen en a1 , . . . , am junto con todos los miembros de
X que aparecen en b; sea {Y1 , . . . , Ym } el conjunto de todas la indeterminadas
de b que pertenecen a Y − X. Note que ambos conjuntos deben ser finitos, pues
son indeterminadas de una cantidad finita de polinomios. Defina una biyección
f0 : Y − → Y que fije X1 , . . . , Xn y que mande cada Yi a alguna indeterminada
en X. Como X es infinito, tal biyección debe existir. La biyección f 0 tiene una
extensión canónica f : R[Y ] − → R[Y ] que es un automorfismo de R[Y ]. Note
que f fija a1 , . . . am y manda a b dentro de R[X].
Para mostrar la utilidad de los resultados anteriores, consideremos dos
ejemplos:
Teorema 6.25.
(1) Todo subconjunto infinito A de un conjunto B es (visto como L= -estruc-
tura) una subestructura elemental.
(2) Denotemos con η el orden de los números racionales y con λ el de los
números reales (como L< -estructuras); entonces, η ≺ λ.

Demostración.
(1) Sean A y B conjuntos infinitos, A un subconjunto de B, A0 ⊆ A un
subconjunto finito y c ∈ B. Buscamos un automorfismo de B (simplemente
una biyección de B sobre sí mismo) que deje fijo A0 y transforme c en un
d ∈ A. Sin pérdida de generalidad, c ∈ / A0 (sino hacemos d = c y
f = idB ).
Ya que A es infinito y A0 es finito, existe una d ∈ A \ A0 . Hacemos
f  B \ {c, d} = idB\{c,d} , f (d) = c y f (c) = d. Del corolario 6.23 se
obtiene ahora la afirmación.
(2) Sea A ⊆ Q un subconjunto finito y c ∈ R. Buscamos una d ∈ Q y
un automorfismo que preserve el orden de λ, que mande c en d y deje
fijo A. Como en (1), sin pérdida de generalidad, c ∈ / A. El conjunto

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

A∪{c} descompone R en un número finito de intervalos mutuamente ajenos


semiabiertos por la izquierda. Consideremos aquellos intervalos vecinos
que tienen a c como punto frontera, es decir, intervalos de la forma (a, c] y
(c, b] para algunos a, b ∈ A. Sea d ∈ Q ∩ (a, b] elegido arbitrariamente.
Entonces existe un automorfismo que respeta el orden de (a, b], que mande
c en d (p. ej. f (x) = a+(x−a) d−a b−d
c−a para x ∈ (a, c] y f (x) = b−(b−x) b−c
para x ∈ (c, b]). La extensión de esta biyección mediante la identidad en
R \ (a, b] arroja la biyección que requerimos, de donde (usando el corolario
6.23) se deduce la afirmación.

Una vez que hemos visto cómo podemos discriminar si ciertas funcio-
nes son elementales, en la siguiente sección “construiremos” diversas funciones
elementales.
No obstante, antes trataremos propiedades generales de teorías y desarro-
llaremos algunos métodos para investigar la clase de sus modelos.
Recuerde que A ≡ B quiere decir, para L-estructuras, que Teo(A) =
Teo(B).
Teorema 6.26. Para una L-estructura A las siguientes condiciones son equi-
valentes.
(i) Para cualesquier L-estructuras A, B tales que B ≡ A, se cumple
B∼ = A.
(ii) A es finita.

Demostración. La clase de las estructuras a las cuales una estructura


dada es isomorfa está unívocamente determinada por su diagrama. Si A es
una estructura finita con universo A = {a0 , . . . , an−1 } en el lenguaje de una
signatura finita, entonces el diagrama de A es finito, y por ello es axiomatizable
mediante un solo enunciado ϕ(~a). Entonces A es el único modelo (salvo
isomorfismos) del enunciado ∃ ~xϕ(~a), y se obtiene (i). Si, por el contrario,
la signatura de A es infinita, entonces el diagrama no puede ser finitamente
axiomatizable (en el caso más simple podría haber una infinidad de símbolos
de constante, en el que todas se interpretan como el mismo elemento en A).
Formamos entonces la conjunción ϕ∆ (a0 , . . . , an−1 ), para cada subconjunto
finito ∆ de diag(A), de todos los enunciados de ∆ y establecemos que A es el
único modelo (salvo isomorfías) de {∃ ~xϕ∆ (~x) : ∆ ⊆ diag(A), |∆| < ℵ0 } y se
sigue (i) también en este caso.

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5. Teoría de modelos

Si ambas estructuras son infinitas, entonces sus teorías tienen modelos


arbitrariamente grandes (por el teorema de Löwenheim-Skolem creciente), que
por supuesto son elementalmente equivalentes. Al elegir estas estructuras de
distinta cardinalidad impedimos que sean isomorfas.

En relación con modelos finitos, existe una técnica relacionada con la teoría
de juegos que permite decidir equivalencia elemental (véase [MiMa99]).

Como veremos a continuación, existe una sólida relación entre completud


y equivalencia elemental.

Teorema 6.27. Una teoría T es completa si y sólo si todos sus modelos son
equivalentes.

Demostración. Claramente, de A |= T se deduce que T ⊆ Teo(A). Si


T es completa, se presenta la igualdad T = Teo(A), y también Teo(A) =
Teo(B), es decir, A ≡ B, para cualesquier A, B |= T.
Si T no es completa, entonces T ⊆ Teo(A) para una estructura arbitraria
A |= T y existe una ϕ ∈ Teo(A) \ T. Ya que entonces T 6|= ϕ, también
T ∪ {¬ϕ} tiene un modelo B. A y B son, por tanto, dos modelos de T que no
son elementalmente equivalentes.

Una consecuencia inmediata del teorema 6.27 es que una teoría completa
tiene a lo sumo un modelo finito.

Corolario 6.28. Una teoría completa tiene modelos finitos si y sólo si tiene
un solo modelo (salvo isomorfismos).

Demostración. Si una teoría T tiene un modelo de cardinalidad n < ω,


entonces la fórmula que asegura la existencia de exactamente n elementos
pertenece a T, y con ello cualquier otro modelo tiene la misma cardinalidad.
Puesto que T es completa, todos sus modelos son elementalmente equivalentes,
y para estructuras finitas ≡ es equivalente a ∼
=. Recíprocamente, si T tiene un
solo modelo, por el teorema de Löwenheim-Skolem T no puede tener modelos
infinitos.

Ahora presentamos una generalización de función elemental.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Definición 6.29. Sean A, B, L-estructuras y f una función de un subconjunto


X de A a B. Decimos que f es elemental con respecto a A y B si para toda
fórmula ϕ(x1 , . . . , xm ) de L y cualesquier a1 , . . . , an ∈ X se cumple que
A |= ϕ[a1 , . . . , am ] si y sólo si B |= [f (a1 ), . . . , f (am )].

Note que la diferencia con la definición de función elemental es que los


elementos ai los tomamos de un subconjunto (que puede ser propio) X de A.
El lector puede verificar sin dificultad que si f es elemental en el sentido
recién mencionado, debe ser necesariamente inyectiva.
Teorema 6.30. Supongamos que X ⊆ A, f : X − → B y f es elemental
respecto a las L- estructras A y B. Entonces existen expansiones elementales
A0  A y B0  B y un isomorfismo f 0 : A0 −→ B0 tal que f = g  X.
Demostración. Note que f −1 es una función elemental de f [X] ⊆ B
en A. Por lo tanto y en vista del teorema 7.5, existen una extensión elemental
B1  B y un encaje elemental f1 : A − → B tal que f1  X = f .
Otra vez usamos el teorema 7.5 para obtener una extensión elemental
A1  A y un enecaje elemental g1 : B1 − → A1 tal que g1 (f1 (a)) = a
para toda a ∈ A. Usamos este procedimiento inductivamente para obtener
encajes elementales: (Ai , X) ≺ (Ai+1 , X), fi : (Ai , X) − → (Bi+1 , f [X])
y gi :S (Bi , f [X]) − →S(Ai , X) (i ∈ N) con B0 = B y A0 = A. Sean
A0 = n∈N An y B0 = n∈N Bn . Claramente, A ≺ A0 y B ≺ B0 . Definimos
además las funciones f 0 : A0 − → B 0 y g0 : B 0 −→ A0 mediante f 0 = ∪fn y
0
g = ∪gn . Ambas funciones resultan ser encajes y son inversas una de otra.
Por lo tanto, f 0 es un isomorfismo cuya restricción a A coincide con f .

7. Existencia de subestructuras y extensiones elementales


Primero construiremos subestructuras elementales. Note que por el teorema
6.26 las estructuras finitas sólo se tienen a sí mismas como subestructuras
o expansiones elementales. Afortunadamente no ocurre lo mismo para las
estructuras infinitas.
Teorema 7.1 (Löwenheim-Skolem decreciente para ≺ ).
Toda L-estructura infinita A posee subestructuras elementales de cardinalidad
no mayor que |L|.

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5. Teoría de modelos

Más aún, todo subconjunto A0 de A está contenido en una subestructura


elemental de A con cardinalidad no mayor que |L| + |A0 | ( y con ello A posee
subestructuras elementales de toda cardinalidad κ tal que |L| ≤ κ ≤ |A|.
Demostración. La primera afirmación se sigue obviamente de la segunda
para A0 = ∅. Además, ambas afirmaciones son redundantes para |A| ≤ |L|,
pues A ≺ A.
Sea entonces A0 ⊆ A y |A| > |L|, y hacemos κ = |L| + |A0 |. Para
i < ω escogemos sucesivamente conjuntos Ai ⊆ A de cardinalidad κ tales que
A0 ⊆ A0 ⊆ A1 ⊆ · · · ⊆ Ai ⊆ · · · y así sucesivamente, de tal forma que para
toda i < ω es cierto que
(*) Si ϕ ∈ Fml1 (Ai ) y A |= ∃ xϕ, existe una a ∈ Ai+1 con A |= ϕ(a).
La elección de las Ai se logra como sigue: comenzamos con un subconjunto
arbitrario A0 de A con cardinalidad κ, que contenga a A0 . Si ya tenemos Ai ,
añadimos a Ai para cada ϕ(x) de Fml(Ai ) tal que A |= ∃ xϕ(x), un bϕ ∈ A
arbitrario que cumpla A |= ϕ(bϕ ), y llamamos Ai+1 al conjunto así definido.
Ya que |Fml(Ai )| = |L| + |Ai | = κ, hemos añadido a lo sumo κ elementos
bϕ , es decir, κ = |Ai | ≤ |Ai+1 | ≤ κ + |Ai | = κ.
S
Definimos B = i<ω Ai . Obviamente B tiene cardinalidad κ. De (*) se
deduce que B es cerrado respecto a funciones y contiene todas las constantes
de la signatura, es decir, podemos considerar canónicamente a B como una L-
subestructura B ⊆ A. Falta demostrar que B ≺ A. Esto se sigue del criterio
TV. Sea n < ω, ϕ ∈ Fmln+1 (L) y ~a una n-ada de elementos de B tales que

A |= ∃ xϕ(x, ~a). Buscamos un b ∈ B con A |= ϕ[b,~a]. Pero ~a está contenida
S ◦
en algún Ak (k < ω), pues B = i<ω Ai . Ya que entonces ϕ(x, ~a) ∈ Fml1 (Ak ),
por (*) existe un b ∈ Ak+1 ⊆ B con A |= ϕ[b,~a].
Ejemplo 7.2. Sea G un grupo infinito simple. Mostraremos que para todo
cardinal infinito λ ≤ |G|, G tiene un subgrupo de cardinalidad λ simple.
El lenguaje de la teoría de grupos es numerable, así que por el teorema
de Löwenheim-Skolem decreciente, G tiene un submodelo elemental H de
cardinalidad λ. Claramente H es un subgrupo de G. Debemos mostrar que H
es simple, para ello basta probar que si a, b ∈ H y b 6= 1, entonces a está en
el subgrupo normal generado por b. Como G es simple, esto es cierto en G.
Supongamos, por ejemplo, que
G |= ∃ y∃ z(a = y−1 byz−1 b−1 z).

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Como H ≺ G, el mismo enunciado es cierto en H. Por lo tanto, existen


c, d ∈ H tales que a = c−1 bcd −1 b−1 d como se requiere.

El siguiente corolario se debe a L. Löwenheim [Lö15] y Th. Skolem [Sk20].

Corolario 7.3 (Löwenheim-Skolem). Toda L-teoría tiene un modelo de car-


dinalidad no mayor que |L|. Toda L-teoría que tenga un modelo infinito tiene
un modelo de cada cardinalidad mayor o igual que |L|.

Demostración. Sea A un modelo de la L-teoría T. Todo modelo finito


de T tiene cardinalidad menor que |L|. Si T tiene un modelo infinito, por el
teorema de Löwenheim-Skolem creciente T tiene un modelo A de cardinalidad
≥ κ para cada cardinal κ ≥ |L|. El teorema 7.1 proporciona una subestructura
elemental de A de cardinalidad κ, que por supuesto es modelo de T.

7.1. Paradoja de Skolem. Sea L∈ un lenguaje en la signatura que sólo


tiene el símbolo de 2-relación ∈. En este lenguaje se puede formalizar la teoría
de conjuntos como lo hicimos en el capítulo 1. Si ZFE es consistente (lo que no
podemos demostrar), tiene un modelo numerable. Por el teorema de Cantor, el
conjunto potencia de un conjunto A tiene cardinalidad estrictamente mayor que
|A|. Así que existen conjuntos no numerables en el modelo numerable. Esta
aparente contradicción constituyó una motivación para Skolem en su intento
por perfeccionar la axiomatización de la teoría de conjuntos. La solución de
esta “paradoja” radica en que la no numerabilidad en nuestro modelo numerable
no significa lo mismo que la no numerabilidad “en el mundo real”, es decir,
en la metateoría. El que un conjunto no sea numerable significa que no existe
una biyección entre el conjunto y ω. En nuestro modelo numerable no existen
suficientes biyecciones, por lo que algunos conjuntos resultan no numerables
desde el punto de vista de nuestro modelo ([Sk22]).
Si utilizamos el teorema de Löwenheim-Skolem creciente en diagramas
elementales, obtenemos extensiones elementales arbitrariamente grandes. Me-
diante la siguiente aplicación del teorema 7.1 podemos incluso describir exac-
tamente la cardinalidad.

Teorema 7.4 (Löwenheim-Skolem creciente para ≺ ).


Sea A una L-estructura infinita y κ ≥ |L|+|A|. Entonces A tiene una expansión
elemental de cardinalidad κ.

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5. Teoría de modelos

Demostración. La L(A)-teoría Teo(A, A) tiene un modelo B∗ de cardi-


nalidad κ de acuerdo con el corolario 7.3, pues |L(A)| ≤ |L| + |A| ≤ κ. Sea B
Fml(L)
el L-reducto de B∗ . Entonces se sigue (usando el Lema 6.16) que A ,→ B.
Ahora usamos el lema 6.19 para encontrar una B0 ∼ = B con A ≺ B0 .
Todavía podemos mejorar este teorema.
Teorema 7.5. Sea K un conjunto arbitrario de L-estructuras elementalmente
equivalentes. Para cada cardinal
κ ≥ |K| + |L| + sup (|A|)
A∈K
Fml(L)
existe una L-estructura B de cardinalidad κ con A ,→ B para toda A ∈ K.
Para cada A0 ∈ K se puede escoger B de tal forma que A0 ≺ B.
Demostración. El resultado se obtiene mediante el lema 6.19. Conside-
remos [
T = {Teo(A, A) : A ∈ K},
donde, sin pérdida de generalidad, para A, A0 ∈ K con A 6= A0 se escogen
◦ ◦0
los conjuntos de nuevas constantes {a : a ∈ A} y {a : a0 ∈ A0 } disjuntos.
Como en la demostración del teorema 7.4, basta probar que T es consistente.
Sea ∆ un subconjunto finito de T. Ya que los diagramas individuales son
completos, en particular cerrados respecto a conjunciones finitas, podemos
suponer que ∆ = {ϕi : i < n} con ϕi ∈ Teo(Ai , Ai ) para ciertas Ai ∈ K
(i < n) tales que Ai 6= Aj para i < j < n. Entonces, para toda i < n existen
un número mi < ω, una fórmula ϕi0 ∈ Fmlmi (L) y una mi -ada ~ai de Ai tales

que ϕi tiene la forma ϕi0 (~a). Por la elección (ajena) de las constantes, los ~ai son
mutuamente ajenos (como conjuntos), y por ello podemos considerar que los
~xi son ajenos entre sí. Por lo tanto,
^ ^
|= ∃ ~x0 · · · ~xn−1 ϕi0 (~xi ) ⇔ ∃ ~xi ϕi0 (~xi ),
i<n i<n
y por consiguiente cada modelo de la conjunción a la derecha es un modelo de
∆. Para toda i < n es cierto que ϕi ∈ Teo(Ai , Ai ), así que Ai |= ∃ ~xi ϕi0 (~xi ). Lo
último es un L-enunciado, que en vista de A0 ≡ Ai también es cierto en A0 .
Con ello A0 es un modelo de ∆ y, por lo tanto, T es consistente, lo que conduce
a la afirmación que queríamos demostrar.

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Finalmente y para concluir nuestros razonamientos obtenemos:

Corolario 7.6. Para todo conjunto K de modelos de una teoría T existe un


modelo de T en el que cada modelo de K se puede encajar elementalmente. En
particular, para estructuras arbitrarias A0 , A1 , si A0 , A1 |= T, entonces existe
Fml(L) Fml(L)
B tal que B |= T con A0 ,→ B y A1 ,→ B, donde incluso se puede
lograr A0 ≺ B.

Demostración. Por el teorema 6.27 todos los modelos de una teoría


completa son elementalmente equivalentes, así que podemos usar el teorema 7.5
pues si K es un conjunto de estructuras, entonces el supremo de {|A| : A ∈ K}
existe y es un cardinal.

8. Extensiones conservativas y extensiones por definiciones


Sea L un lenguaje de primer orden. Recuerde que una L-teoría es un conjunto
consistente de L-enunciados deductivamente cerrado. Si bien los resultados de
esta sección se refieren a L-teorías, en la mayoría de los casos el lector puede
verificar sin dificultad que los resultados siguen siendo válidos si en lugar de
teoría usamos simplemente un conjunto de L-enunciados.

Definición 8.1. Si ϕ es una L-fórmula y T una teoría tal que T |= ϕ, entonces ϕ


es demostrable en T, y también se dice que ϕ es un teorema de T. El lenguaje de
una teoría es L(T) = {KT , FT , RT , τ}, donde KT , FT y RT son respectivamente
los conjuntos de símbolos de constantes, funciones y relaciones que aparecen
en los enunciados de T.

Una estructura A que satisface todos los enunciados de T es un T-modelo.


Un ejemplo es la teoría de grupos ΦGr . Dado que en todo grupo G se
cumple G |= ∀ x(e · x=x),
˙ el enunciado
∀ x(e · x=x)
˙
es un teorema de ΦGr . Como hay grupos no conmutativos, el enunciado
∀ x∀ y(x · y=y
˙ · x)
no es un teorema de ΦGr .

Definición 8.2. Suponga que L ⊆ L0 son lenguajes de primer orden.

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5. Teoría de modelos

(a) Una L0 -teoría T0 es una extensión de una L-teoría T si todo T-teorema es


también un T0 -teorema, es decir,
T |= ϕ implica T0 |= ϕ
para todo L-enunciado ϕ.
(b) Una extensión T0 de T es conservativa si para todo L-enunciado ϕ se cumple
T0 |= ϕ implica T |= ϕ.
Teorema 8.3. Suponga que T es una L-teoría y T0 es una L0 -teoría tales que
todo T-modelo se extiende a un T0 -modelo. Entonces T0 es conservativa sobre
T.
Demostración. Sean L = L(T), L0 = L(T0 ) y ϕ un L-enunciado tal
que T0 |= ϕ. Si A es un T-modelo, se extiende a un T0 -modelo A0 . Entonces
A0 |= ϕ, A es el L-reducto de A0 y ϕ está en Fml(L). Así que, por el lema
4.8.17, A |= ϕ. Por lo tanto, T |= ϕ.
En matemáticas es práctica común definir nuevas funciones y relaciones
y probar teoremas usando esas definiciones. Por lo general, suponemos
que no hay diferencia si usamos esas nuevas definiciones o no. Con la
siguiente definición formalizamos este proceso y el teorema posterior justifica
el procedimiento.
Definición 8.4. Sea T una teoría con lenguaje L = L(T). Un lenguaje
L0 = {K0 , F0 , R0 , τ 0 } es una extensión de L mediante definiciones si se
satisfacen las siguientes condiciones:
1. L ⊆ L0
2. Para toda c ∈ K0 \ K existe una fórmula ϕc tal que
lib(ϕc ) = {x} y T |= ∃ x(ϕc ∧ (∀ y(ϕc (y) ⇒ y=x))),
˙
denotada por brevedad T |= ∃ !xϕc (x).
3. Para todo símbolo de n-función f ∈ F 0 \ F existe una L(T)-fórmula ϕf
tal que
lib(ϕf ) = {x1 , . . . , xn , y} y T |= ∀ x1 , . . . xn ∃ !yϕf .
4. Para todo símbolo de n-relación P ∈ R0 \ R existe una L(T)-fórmula ϕp
tal que
lib(ϕP ) = {x1 , . . . , xn }.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Si L0 es una extensión por definición de una teoría T, entonces T(L0 ) es la


teoría que contiene exactamente lo siguiente:
1. Todos los enunciados en T, es decir, T ⊆ T(L0 ).
2. Todos los enunciados ϕc {x/c} para c ∈ K0 \ K.
3. Todos los enunciados ∀ x1 · · · xn ϕc (fx1 · · · xn ) para f ∈ F 0 \ F.
4. Todos los enunciados ∀ x1 · · · xn (Px1 · · · xn ⇔ ϕP ) para P ∈ R0 \ R.
Naturalmente, la importancia de una extensión por definición es que la
teoría resultante sea conservativa sobre la original.
Teorema 8.5. Si L0 es una extensión de T por definiciones, entonces T(L0 ) es
conservativa sobre T.

Demostración. Sea A un T-modelo. Basta extender A a un T(L0 )-modelo


A0 .Para obtener una L0 -estructura, primero debemos interpretar los símbolos
en L0 que no pertenecen a L.
1. Si c ∈ A0 \A, entonces existe una fórmula ϕc tal que T |= ∃ !xϕc . Puesto
que A |= T, también tenemos A |= ∃ !xϕc que significa que existe un único
0
elemento s ∈ A tal que A |= ϕc (s). Hacemos cA = s. Entonces, obviamente
A0 |= ϕc (c). (41)
2. Sea f ∈ F 0 \ F un símbolo de n-función. Entonces existe una L(T)-
fórmula ϕf tal que
A |= ∀ x1 · · · xn ∃ !yϕf . (42)
Definimos
0
f A (s1 , . . . , sn ) = t si A |= ϕf (s1 , . . . , sn , t).
Esto define una función, pues para s1 , . . . , sn ∈ S arbitrarios existe exactamente
una t tal que A |= ϕf [s1 , . . . , sn , t] por la ecuación 42. Obviamente se cumple
A0 |= ∀ x1 , . . . xn ϕf (fx1 · · · xn ). (43)
3. Para P ∈ R0 \ R una, n-relación, tenemos una L(T )-fórmula ϕP tal que
lib(ϕP ) = {x1 , . . . , xn }. Definimos
0
P A = {(s1 , . . . , sn ) ∈ An : A |= ϕP (s1 , . . . , sn )}
para obtener
A0 |= ∀ x1 · · · xn (Px1 · · · xn ⇔ ϕP ). (44)

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5. Teoría de modelos

De las ecuaciones 41, 43 y 44 deducimos que A0 es un T(L0 )-modelo. Por


lo tanto, y en vista de 8.3, T(L0 ) es una extensión conservativa de T.

Ahora podemos generalizar el teorema 8.5 de tal manera que, para toda
fórmula de la extensión por definición T(L0 ) de una teoría T, tenemos una
L(T)-fórmula equivalente. Es decir, los nuevos símbolos se pueden reemplazar
los nuevos símbolos por sus definiciones.
Teorema 8.6. Sea T(L0 ) una extensión de T por definiciones. Entonces, para
cada L0 -fórmula ϕ existe una L(T)-fórmula ϕT tal que
T(L0 ) |= ϕ ⇔ ϕT .
Demostración. En la primera etapa probaremos que para cualquier L0 -
término t existe una L(T)-fórmula ψ t tal que
T(L0 ) |= (t =x)
˙ ⇔ ψt para x ∈
/ lib(t), (45)
Def
por inducción en la construcción de t. Si t es un L-término, hacemos ψ t = (t =x).
˙
Si t = c ∈ K0 \ K, entonces existe una L-fórmula ϕc tal que T |= ∃ !xϕc y
Def
T(L0 ) |= ϕc (c). Hacemos ψ c = ϕc . Entonces, si c = x obtenemos ψ c a partir
de ϕc {x/c}. Por otra parte, si ψ c concluimos c = x a partir de T(L) |= ∃ !xψ c
y T(L0 ) |= ψ c (c). De aquí que
T(L0 ) |= (c=x)
˙ ⇔ ψc.
Si t = fs1 · · · sn , entonces, por hipótesis de inducción, existen fórmulas ψ si
tales que
T(L0 ) |= (si =x)
˙ ⇔ ψ si (46)
para i ∈ {1, . . . , n}. Si f ∈ / F, existe una L(T)-fórmula ϕf tal que
f
lib(ϕ ) = {x1 , . . . , xn , y},
T(L0 ) |= ∀ x1 , · · · xn ∃ !yϕf ,
y
T(L0 ) |= ∀ x1 · · · xn ϕf (fx1 · · · xn ). (47)
Definimos
Def
ψ t = ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn ) ∧ ϕf (x)).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Así que
T(L0 ) |= fs1 · · · sn =x
˙ ⇔ ψt . (48)
Para demostrar la ecuación 48, observe que por la ecuación 46 tenemos
T(L0 ) |= ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn )). (49)
Por otra parte, también es cierto
T(L0 ) |= fs1 · · · sn =x
˙ ∧ x1 =s
˙ 1 ∧ · · · ∧ xn =s
˙ n
(50)
⇒ fx1 · · · xn =x.
˙
De las ecuaciones 46, 47 y 50 concluimos que
T(L0 ) |=(fs1 · · · sn =x
˙ ∧ ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn ))
⇒ ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn ) ∧ ϕf (x) ),
que, junto con la ecuación 49, da lugar a
T(L0 ) |= (fs1 · · · sn =x)
˙ ⇒ ψt .
Para la dirección opuesta observe que por las ecuaciones 45 y 46 tenemos
T(L0 ) |= ϕf (x) ⇒ fx1 · · · xn =x.
˙
Así que
T(L0 ) |= ∃ x1 · · · xn (s1 =x ˙ n ∧ ϕf (x) ) ⇒ fs1 · · · sn =x
˙ 1 ∧ · · · ∧ sn =x ˙
que, junto con 50, implican
T(L0 ) |= ψ t ⇒ fs1 · · · sn =x.
˙
Si f ∈ F, hacemos
ψ t = ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn ) ∧ fx1 · · · xn =x)
˙
y podemos demostrar, como antes, que T(L0 ) |= fs1 · · · sn =x˙ ⇔ ψ t . Esto
termina la prueba de la ecuación 45.
Ahora probamos: para una fórmula atómica Pt1 · · · tn existe una L(T)-
fórmula ψ tal que
T(L0 ) |= Pt1 · · · tn ⇔ ψ. (51)
/ R, existe una L(T )-fórmula ϕP (x1 , . . . , xn ) con lib(ϕP ) = {x1 , . . . xn }
Si P ∈
y
T(L0 ) |= ∀ x1 · · · xn (Px1 · · · xn ⇔ ϕP ). (52)

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5. Teoría de modelos

Hacemos
Def
ψ = ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ) ∧ ϕP )
y si P ∈ R, podemos simplemente definir ϕP = Px1 · · · xn , es decir,
Def
ψ = ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ) ∧ Px1 · · · xn ),
donde ψ ti son las fórmulas dadas por la ecuación 47. Por consiguiente,
T(L0 ) |= Pt1 · · · tn ⇔ ψ,
ya que
T(L0 ) |= ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ))
y
T(L0 ) |=Pt1 · · · tn ∧ ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ))
⇒ ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ) ∧ ϕP ).
De acuerdo con las ecuaciones 46 y 52, es cierto que
T(L0 ) |= Pt1 · · · tn ⇒ ψ,
y la dirección opuesta también es válida pues
T(L0 ) |= ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ) ∧ ϕP ) ⇒ Pt1 · · · tn
por las ecuaciones 52 y 46. De la ecuación 51 obtenemos: para cualquier
L0 -fórmula ϕ existe una L(T)-fórmula ϕT tal que
T(L0 ) |= ϕ ⇔ ϕT (53)
definiendo ϕT recursivamente mediante las cláusulas:
1. (Pt1 · · · tn )T = ψ, donde ψ está dada en la ecuación 51.
2. (ϕ ∧ ψ)T = ϕT ∧ ψ T .
3. (¬ϕ)T = ¬(ϕT ).
4. (∃ xϕ)T = ∃ x(ϕT ).
Por un sencilla inducción sobre la construcción de ϕ, se puede demostrar
la ecuación 53.
Corolario 8.7. Sea T(L0 ) una extensión de T por definiciones. Para toda
L0 -fórmula ϕ existe una L(T)-fórmula ϕT tal que
T(L0 ) |= ϕ si y sólo si T |= ϕT .

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Demostración. Tomemos ϕT como en el teorema 8.6. Entonces


T(L0 ) |= ϕ si y sólo si ϕT . (54)
Así que si T(L0 ) |= ϕ, entonces T(L0 ) |= ϕT que implica T |= ϕT por el
teorema 8.5, pues ϕT es una L(T)-fórmula. Por otra parte, si T |= ϕT , entonces
T(L0 ) |= ϕT , de donde se deduce que T(L0 ) |= ϕ por la ecuación 54.

9. Categoricidad
Una teoría es categórica para un cardinal λ o λ-categórica si tiene exactamente
un modelo de cardinalidad λ (salvo isomorfismos).
Una L-teoría es categórica si es categórica en una cierta cardinalidad ≥ |L|.
Una L-teoría es totalmente categórica si posee un modelo infinito y en cada
cardinalidad tiene exactamente un modelo (salvo isomorfías).
Una L-teoría es totalmente categórica (de acuerdo con el Corolario 7.3)
si y sólo si es categórica en toda cardinalidad λ ≥ |L| y en toda cardinalidad
λ < |L| en la que tenga modelo. En particular, una teoría totalmente categórica
es categórica.
El siguiente teorema se debe a Łoś [Loś54] y Vaught [Vau54].
Teorema 9.1 (Prueba de Łoś-Vaught). Una teoría categórica es completa si y
sólo si tiene únicamente modelos infinitos.

Demostración. Una teoría categórica completa no puede tener modelos


finitos (Corolario 6.27), ya que por definición tiene modelos infinitos y éstos no
pueden ser elementalmente equivalentes a modelos finitos (véase el Teorema
6.26).
Para la otra dirección, sea T una L-teoría λ-categórica con λ ≥ |L| que
sólo posee modelos infinitos, y supongamos que A, B |= T. Del teorema 6.27
sabemos que basta probar que A ≡ B. Por el teorema de Löwenheim-Skolem
(Corolario 7.3) escogemos estructuras A0 ≡ A, B0 ≡ B con |A0 | = |B0 | = λ.
Por la λ-categoricidad de T A0 y B0 son isomorfos, y en consecuencia A0 ≡ B0 .
De aquí se sigue A ≡ B.
Otra forma de enunciar el criterio de Tarski-Vaught es la siguiente: Una
teoría T que no tiene modelos finitos y es κ-categórica para alguna κ ≥ |L| es
completa.
Presentamos la siguiente aplicación a la teoría de campos algebraicamente
cerrados.

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5. Teoría de modelos

Recuerde que la característica de un campo es el número primo p menor


tal que
1
|
· · + 1} = 0,
+ ·{z
p sumandos
suponiendo que tal p existe; si no existe tal p, el campo tiene característica 0.
Por ejemplo, Q, R y C tiene característica 0. Los campos de característica p
incluyen a los campos Fp de tamaño p (los campos primos de Galois).
Teorema 9.2. La teoría de los campos algebraicamente cerrados de carac-
terística cero es completa.
De hecho, el teorema es cierto para la característica arbitraria p; véase por
ejemplo [PiVi99].
Demostración. La demostración se obtiene inmediatamente del teorema
9.1 y del siguiente lema.

Lema 9.3. Dos campos algebraicamente cerrados de característica cero y


cardinalidad ℵ1 son isomorfos.

Demostración. Sea A un campo con esas características que contiene los


racionales
Q = hQ, +, ·, 0, 1i,
3
como un subcampo primo. En forma similar a como se encuentra una base
para un espacio vectorial, podemos encontrar una base trascendente para A, es
decir, un conjunto {aα : α ∈ I} ⊆ A tal que A es la cerradura algebraica del
subcampo A0 generado por {aα : α ∈ I}, pero ningún aβ está en la cerradura
algebraica del subcampo generado por los restantes: {aα : α ∈ I ∧ α 6= β}.
Ya que el subcampo generado por un subconjunto numerable es numera-
ble y la cerradura algebraica de un subcampo numerable también es numerable,
debemos tener que la base trascendente es no numerable. Puesto que |A| = ℵ1 ,
de hecho debemos tener que |I| = ℵ1 .
Ahora sea B otro campo algebraicamente cerrado de característica 0 y de
cardinalidad ℵ1 . Como antes, obtenemos una base trascendente {bβ : β ∈ J}
3
Sea Fp el campo que se genera de Zp mediante multiplicación de congruencias. Estos
campo se llaman campos primos de característica p; Q es un campo primo de característica 0.
Recuerde que todo campo de característica 0 contiene un subcampo isomorfo a Q. Todo campo
de característica p (p un número primo) contiene un subcampo isomorfo a Fp .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

con |J| = ℵ1 y su subcampo generado B0 . Como |I| = |J|, existe una biyección
g:I− → J que podemos usar para construir un isomorfismo de A a B.
Como B tiene característica 0, los racionales se encajan en B. Sea
f : Q ,→ B el encaje. Extendemos f como sigue: para cada α ∈ I, sea
f (aα ) = bg(α) , que transforma la base trascendente de A en la base trascendente
de B.
Ahora extendemos f a una función de A0 sobre B0 : cada elemento de A0
está dado por
p(aα1 , . . . , aαm )
,
q(aα1 , . . . , aαm )
donde p y q son polinomios con coeficientes racionales y las a son miembros
de la base trascendente. Supongamos que f transforma dicho elemento en
p(ag(α1 ) , . . . , ag(αm ) )
q(ag(α1 ) , . . . , ag(αm )
donde p y q son polinomios cuyos coeficientes son las imágenes respecto a f
de los coeficientes racionales de p y q. La extensión final de f a A y B se
obtiene de la unicidad de las cerraduras algebraicas.
Teorema 9.4. Sea Σ0 un conjunto de enunciados en el lenguaje de la teoría de
campos que son ciertos en campos algebraicamente cerrados de característica
arbitrariamente grande. Entonces Σ0 es cierto en algún campo algebraicamente
cerrado de característica cero.

Demostración. Es una consecuencia obvia del teorema 4.6.


Ejemplo 9.5. Sea C el campo de los números complejos. Toda función
→ Cm es sobre, donde una función polinomial es
polinomial inyectiva f : Cm −
una función de la forma
f (x1 , . . . , xm ) = (p1 (x1 , . . . , xm ), . . . , pm (x1 , . . . , xm ))
y cada pi es un polinomio en las variables x1 , . . . , xm .
El grado de f se define como grad(f ) = máx{grad(pi ) : 1 ≤ i ≤ m}.
Sean L = LAr y Λm,n el L-enunciado que expresa que “cada función
polinomial de m variables de grado < n e inyectiva es sobre”. Queremos probar
que existen campos algebraicamente cerrados de característica arbitrariamente
grande que satisfacen Σ = {Λm,n : m, n ∈ N} para aplicar los teoremas 9.2 y
9.4 y el hecho de que C es un campo algebraicamente cerrado.

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5. Teoría de modelos

Sea p un número primo y Fp el campo primo de Galois de tamaño p. La


cerradura algebraica Fp es la unión numerable de una cadena de campos finitos:
Fp = A0 ⊆ A1 ⊆ A2 ⊆ · · · ⊆ Ak ⊆ Ak+a ⊆ · · ·
que se obtiene recursivamente añadiendo raíces de polinomios.
Para cualquier función polinomial f : (Fp )m − → (Fp )m inyectiva y elemen-
tos b1 , . . . , bm ∈ Fp , existe algún Ak que contiene todos los b1 , . . . , bm así como
todos los coeficientes de f . Como f es inyectiva, f  Am m → Am es una
k : Ak − k
función polinomial inyectiva, por lo que, en vista de que Am k es finito, f  Ak
m

es sobre y existen a1 , . . . , am ∈ Ak tales que f (a1 , . . . , am ) = (b1 , . . . , bm ). Así


que para cada número primo p y cualesquier m, n ∈ N, Λm,n es verdadera en
un campo de característica p, es decir, hF̃p , +, ·, 0, 1i satisface Σ.
Ejemplo 9.6.
(1) Si consideramos el lenguaje L= , es decir, el que sólo tiene la 2-relación
= y la teoría asociada T= de todos los conjuntos (vistos como L= -estruc-
turas), tendremos un ejemplo de una teoría totalmente categórica (y posee
exactamente un modelo en cada cardinalidad finita distinta de 0 [salvo iso-
morfismos]). T∞ = también es totalmente categórica, y en consecuencia
completa.
(2) [Cantor] La teoría de los órdenes lineales densos sin extremos es ℵ0 -
categórica y por lo tanto completa, pues posee modelos infinitos: sean A y B
modelos numerables de la teoría de los ordenes lineales densos (pág. 207).
Para simplificar denotamos las relaciones de orden en ambas estructuras
mediante <. Sean A = {an : n < ω} y B = {bn : n < ω}, donde, sin
pérdida de generalidad, podemos suponer que am 6= an y bm 6= bn para
m 6= n. Definimos recursivamente una función A − → B, “viajando” entre
A y B:
Etapa 1. “Ida”: n < ω es par. Hacemos
An = {k < ω : h(ak ) ya está definido}
Def
y k(n) = mín(ω \ An ). Definimos h(ak ). Para esto distinguimos tres casos:
(1a) ak(n) < ak para todo k ∈ An . Ya que B tiene un menor elemento,
existe un menor l(n) < ω con bl(n) < h(ak ) para toda k ∈ An . Hacemos
h(ak(n) ) = bl(n) .
(1b) ak(n) > an para toda k ∈ An . Este caso se maneja en forma similar al
caso (1a).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(1c) Existen k1 , k2 ∈ An con ak1 < ak(n) < ak2 . Escogemos k1 , k2 ∈ An


de tal forma que ak1 < ak(n) < ak2 y no existe ningún elemento ak con
k ∈ A − n entre ak1 y ak2 . Por la densidad del orden en B y puesto que
h  {ak : k ∈ An } respeta el orden por definición, existe un l < ω con
Def
h(ak1 ) < bl < h(ak2 ). Sea l(n) el menor de tales l; hacemos h(ak(n) ) = bl(n) .
Con esto concluimos la etapa de “ida”.
Etapa 2. “vuelta”: n < ω es impar. Hacemos Bn = {l < ω : bl ∈
Def
{h(ak(m) : m < n}} y l(n) = mín(ω \ Bn ). Definimos h−1 (bl(n) ). Aquí
distinguimos tres casos:
Caso (2a): bl(n) < bl para todo l ∈ Bn . En forma dual existe un índice
Def
menor k(n) con ak(n) < h−1 (bl ) para todo l ∈ Bn ; hacemos h(ak(n) ) = bl(n) .
Caso (2b) bl(n) > bl para todo l ∈ Bn . Este caso se trata como el caso (2a).
Caso (2c) existen l1 , l2 ∈ Bn con bl1 < bl(n) < bl2 . Escogemos (dual al
caso (1c)) l1 , l2 ∈ Bn con bl1 < bl(n) < bl2 y {bl : l ∈ B − n} ∩ {b ∈ B :
bl1 < b < bl2 } = ∅ y encontramos un menor k(n) < ω con h−1 (bl1 ) <
Def
ak(n) < h−1 (bl2 ). Hacemos h(ak(n) ) = bl(n) . Con esto concluimos la etapa
de “vuelta”. Se verifica fácilmente que h es una biyección entre A y B que
respeta el orden.
El lector debe observar que el razonamiento que acabamos de desarro-
llar no se puede generalizar a cardinalidades no numerables. Si κ > ℵ0 ,
ΦOLD tiene la mayor cantidad posible (2κ ) de modelos no isomorfos: para
acotar el número de clases isomorfas de estructuras de un lenguaje L, basta
determinar cuántas L-estructuras existen que tienen como universo a κ. Se
cálcula fácilmente que la cantidad está acotada por 2κ cuando κ ≥ |L|.
De hecho, lo anterior ocurre para cada teoría que contenga los axiomas
de un orden lineal. Este resultado se desprende un teorema de Shelah [Sh71].

Łoś conjeturó (1954) que si una teoría en un lenguaje numerable es


categórica en una cardinalidad no numerable, también es categórica en cualquier
otra cardinalidad no numerable. Morley [Mor65] demostró que la conjetura
de Łoś es cierta. Así que para teorías completas numerables sólo hay tres
posibilidades en categoricidad: ℵ0 -categoricidad, pero no categoricidad no
numerable; categoricidad no numerable (λ-categoricidad para toda λ > ℵ0 ),
pero no categoricidad numerable; y categoricidad total (categoricidad en toda
cardinalidad infinita). La demostración y una discusión más amplia se presentan
en el segundo volumen.

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5. Teoría de modelos

10. La teoría ΦAP y la teoría Teo(N)

Definición 10.1.
(1) Sea A un modelo de la aritmética, es decir, de Teo(N). Los elementos finitos
o estándar de A son los elementos de la forma a = nA , para algún número
natural n; los elementos restantes se llaman no estándar o infinitos.
(2) Para cualquier modelo A de Teo(N), sea
Af = {a ∈ A : a es finito } = {nA : n ∈ N}.
(3) Un modelo A de Teo(N) es estándar si carece de elementos no estándar. En
otro caso es un modelo no estándar.
Construiremos un modelo no estándar de la aritmética, es decir, una
estructura elementalmente equivalente a la estructura hN, +, ·, 0, 1i de los
número naturales, pero no isomorfa a ella. Para estudiar con mayor facilidad esta
estructura, “expandemos” N con la 2-relación del orden natural <, y añadimos

una constante n para cada natural n que, por supuesto, se interpretará como n.
Obtenemos una estructura N0 :

N0 = hN, <, +, ·, 0, 1, hn : n < ωii.
Escogemos para cada n < ω un nuevo símbolo de constante cn , y entonces el
conjunto
Def ◦
Ψ = Teo(N0 ) ∪ {Rnc0 : n < ω} ∪ {Rcm cn : m < n < ω},
donde R se interpreta como < es finitamente satisfacible: todo subconjunto
finito está contenido en un conjunto de la forma
Def ◦
Ψ(N) = Teo(N0 ) ∪ {Rnc0 : n < N} ∪ {Rcm cn : m < n < N},
donde N < ω. Expandimos N0 a una estructura N00 interpretando cn como
N + n, para obtener un modelo de Ψ(N). Supongamos que A |= Ψ y que B
es el LAr -reducto de A. Puesto que ΦAP ⊆ Teo(N) ⊆ Ψ, se cumple que
B |= ΦAP y B es elementalmente equivalente a N. Hacemos
Def ◦A Def
X = {n : n < ω}, Y = {cnA : n < ω}
y denotamos el orden en B otra vez con <. Con esto B tiene la siguiente forma
0| A < 1A < 2{zA < 3A < · · }· < · · · < c0A < c1A < c2A < c3A < · · · < · · ·
| {z }
=X =Y

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

El conjunto X contiene al 0 y es cerrado respecto a sucesores, pero X 6= B.


X no se puede definir mediante una fórmula de ΦAP , pues obtendríamos una
contradicción con el esquema de inducción de ΦAP .
A continuación constatamos que B es un modelo no estándar de la
aritmética, y en consecuencia N y B no son isomorfos. Ya que una isomorfía
es un encaje sobre, nuestra afirmación es una consecuencia inmediata de
◦A
Si h : N ,→ B, se cumple h(n) = n . En particular h no es sobre. (*)
Demostración de (*). Por inducción sobre n:
n = 0. Ya que 0 es un símbolo de constante de LAr , h(0) = h(0N ) = 0B = 0A .
n = 1. En forma similar, se deduce que h(1) = 1A .
◦ ◦ ◦B ◦B
n = m + 1. Puesto que n = f+ m1 ∈ Teo(N0 ), se cumple que n = m ⊕ 1B ,
donde ⊕ denota la suma en B. Puesto que h, que es un morfismo, conmuta con
la suma en N y en B, se deduce que
◦A ◦A
h(n) = h(m + 1) = h(m) ⊕ h(1) = m ⊕ 1A = n .
con lo que queda demostrado (*).J
En vista del teorema de Löwenheim-Skolem decreciente, podemos suponer
que B es numerable, con lo que hemos demostrado:
Teorema 10.2 (Teorema de Skolem). Existen modelos numerables no están-
dar de la aritmética.
Una pregunta natural es ¿qué relación existe entre ΦAP y Teo(N)? Por
supuesto, Teo(N) |= ΦAP . ¿Será cierto también ΦAP |= Teo(N)? Si éste
fuera el caso tendríamos una axiomatización de Teo(N) (respectivamente, de la
clase de modelos determinada por Teo(N)). Sin embargo, la pregunta se debe
contestar con un no, e incluso se puede mostrar algo más: Teo(N) no tiene un
sistema de axiomas Φ tal que para ϕ ∈ Fml0 (LAr ) mediante un algoritmo finito
se puede decidir en un número finito de etapas si ϕ ∈ Φ o no. En particular no
existe un algoritmo que decida si tal enunciado es cierto o no en N (es decir, si
pertenece o no a Teo(N)).
ΦAP no es completa y, por lo tanto, no es κ-categórica para κ ≥ ℵ0 .
De ΦAP 6|= Teo(N) se desprende la existencia de un modelo A de ΦAP y un
ϕ ∈ Teo(N) con A |= ΦAP ∪ {¬ϕ}. Por otro lado, ΦAP ∪ {ϕ} es consistente
como subconjunto de Teo(N). Así que no puede ocurrir ΦAP ` ϕ y tampoco
ΦAP ` ¬ϕ. Un ejemplo de un enunciado “matemático” ϕ, válido en N pero

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5. Teoría de modelos

que no se puede derivar de ΦAP , resultó muy dificil de desarrollar. Fue logrado
en los años 70 por J. Paris y L. Harrington [PaHa77]. Ellos desarrollaron una
generalización del teorema de Ramsey, que es cierta en N pero que no se puede
derivar de ΦAP .
Teorema 10.3.
(a) Para todo modelo estándar A de Teo(N) existe un único isomorfismo f : N

→ A.
(b) Ningún modelo no estándar es isomorfo a N.
Demostración. (a) Sea A un modelo estándar de la aritmética. Puede
haber a lo sumo un isomorfismo de N a A: si f : N − → A, debemos tener
A A
f (0) = 0 , f (1) = 1 , etc. Por lo tanto, definimos la función i de N a A por
i(n) = nA , para todo número natural n.
La función i es una biyección: como A es un modelo estándar, i es sobre. Si
n y m son dos números naturales distintos, entonces n 6= m; en consecuencia,
N |= n 6= m, por lo que nA 6= mA , así que i(n) 6= i(m). Por consiguiente, i es
inyectiva
La biyección i es un isomorfismo: mostraremos que i(n+m) = i(n)+A i(m),
dejando la formulación y prueba de las afirmaciones correspondientes para ·, <,
al lector.
Sea k = n + m. Entonces N |= k = n + m y kA = nA +A mA , así que
i(k) = i(m) +A i(n). Esto completa la prueba de (a).
(b) Suponga que f : A − → N es un isomorfismo. Como A no es estándar,
existe a ∈ A tal que para todo número natural n,
a 6= nA .
Sea f (a) = k. Entonces f (a) 6= kA , así que N |= (f (a) 6= k), o N |= k 6= k,
lo cual es una contradicción.
10.0.1. Estructura de los modelos no estándar. En este apartado estable-
cemos que hay muchos modelos no estándar de Teo(N). Sin embargo, todos
ellos comparten una estructura básica. Para analizar A, debemos tener en cuenta
que todo enunciado que es válido en N también es válido en A. Recíprocamente,
si ϕ no es válida en N, entonces ¬ϕ es válida en N y por lo tanto en A, así que
ϕ no es válida en A.
En resumen, para todo enunciado ϕ, A |= ϕ si y sólo si N |= ϕ.

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La diferencia entre A y N radica en el hecho de que algunas propiedades


de N no son expresables en LAr . Por ejemplo, considere la 1-operación S y
añádala a la signatura de LAr ; la fórmula
∀ x(x = 0 ∨ x = S(0) ∨ x = S(S(0)) ∨ · · · )
es válida en N si interpretamos S como el sucesor S(n) = n + 1, pero no lo es
en Teo(N), pues S no está en LAr .
Sabemos mucho acerca de los elementos estándar de A, porque ellos se re-
presentan mediante términos constantes, así que existen enunciados que se
refieren a ellos. Por ejemplo, si a = (SS0)A , b = (SSSS(0))A , es cierto que
a+A a = b. Pero conocemos muy poco sobre los elementos no estándar, porque
no tenemos enunciados que los refieran, excepto mediante cuantificadores. Por
ejemplo, para todo elemento (estándar o no) a se sabe que a ≥ 0A .
Para el resto de este apartado, fijemos un modelo no estándar A, y sea N el
modelo estándar. Defina i : N − → A por i(n) = (S n (0))A .
De acuerdo con el ejercicio (50), i es un isomorfismo entre N y Af =
hAf , +, ·, 0, Si (donde S realmente es la función S A restringida a Af ; lo mismo
ocurre para las funciones restantes).
Proposición 10.4. Si a ∈ Af , b ∈ A − Af , entonces a <A b.
Demostración. Requerimos la siguiente notación: sea x una variable,
para todo número natural n definimos una fórmula ψn con variable libre x. Sea
Def
ψ0 la fórmula x 6= 0. Si ψn ya está definida, sea ψn+1 = (ψn ∧ x 6= S n+1 0). Por
ejemplo, ψ3 es la fórmula
x 6= 0 ∧ x 6= S0 ∧ x 6= SS0 ∧ x 6= SSS0.
En lugar de ψn escribimos
(x 6= 0 ∧ · · · ∧ x 6= S n 0).
Note que para cualquier número natural n
N |= ∀ x((x 6= 0 ∧ · · · ∧ x 6= S n 0) ⇔ x > S n 0).
La prueba de este hecho se efectúa por inducción sobre n; es muy sencilla y se
deja al lector.
Sea a = (S n 0)A , donde n ∈ N es un número natural. Tenemos entonces
N |= ∀ x(x 6= 0 ∧ x 6= S0 ∧ · · · ∧ x 6= S n 0 ⇒ x > S n 0),

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por lo que

A |= ∀ x(x 6= 0 ∧ x 6= S0 ∧ · · · ∧ x 6= S n 0 ⇒ x > S n 0);

así, en particular

A |= (b 6= 0 ∧ b 6= S0 ∧ · · · ∧ b 6= S n 0 ⇒ b > S n 0).

Como A |= (b 6= 0 ∧ b 6= S0 ∧ · · · ∧ b 6= S n 0), deducimos que

A |= (b > S n 0),

es decir, A |= b > a.

Sea LAra el lenguaje asociado a la signatura σ 0 , donde σ 0 es la signatura


del lenguaje LAr junto con el símbolo de función S (la función sucesor).

Proposición 10.5. Sea ϕ(x) una LAra -fórmula; entonces:

(a) A |= ϕ[a] para toda a ∈ Af si y sólo si A |= ϕ[b] para toda b ∈ A.


(b) A |= ϕ[b] para alguna b ∈ A−Af si y sólo si A |= ϕ[a] para una cantidad
infinita de a ∈ Af .
(c) A |= ϕ[b] para toda b ∈ A − Af si y sólo si A |= ϕ[a] para toda a ∈ Af
excepto una cantidad finita.

Demostración.
(a) Se cumplen las siguientes equivalencias:

A |= ϕ[a] para toda a ∈ Af ⇔ para toda n ∈ N, A |= ϕ(S n 0)


⇔ para toda n ∈ N, N |= ϕ(S n 0)
⇔ para toda n ∈ N, N |= ϕ(n)
⇔ N |= ∀ xϕ(x)
⇔ A |= ∀ xϕ(x).

(b) Se sigue de (c).

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(c) Se tienen las siguientes equivalencias:


Para toda b ∈ A − Af ,
A |= ϕ(b) ⇒ para toda b ∈ A − Af , A |= (∀ x(x > b ⇒ ϕ(x)))
⇒ existe b ∈ A, A |= (∀ x(x > b ⇒ ϕ(x)))
⇒ A |= ∃ y∀ x(x > y ⇒ ϕ(x))
⇒ N |= ∃ y∀ x(x > y ⇒ ϕ(x))
⇒ existe k ∈ N tal que para toda n > k, n ∈ N, N |= ϕ(k).
Recíprocamente, si para toda n > k, N |= ϕ(n), entonces
N |= ∀ x(x > S k 0 ⇒ ϕ(x)) implica A |= ∀ x(x > S k 0 ⇒ ϕ(x)),
así que para toda b ∈ A − Af es cierto que A |= ϕ[b].
Corolario 10.6. La expresión “x es finito” no se puede describir mediante
una LAr -fórmula.
Demostración. Suponga que ϕ(x) es una fórmula tal que para toda a ∈ A,
A |= ϕ[a] si y sólo si a ∈ Af . Esto contradice la proposición 10.5(a).
Definición 10.7. Sea s = S A : A −
→ A la función sucesor de A, y defina la
función predecesor p : A −
→ A por
(
b, si y sólo si A |= a > 0, y s(b) = a
p(a) =
0, si a = 0A .
Ésta es una definición correcta, pues
N |= ∀ x(x 6= 0 ⇒ ∃ !ySy = x),
por lo que
A |= ∀ x(x 6= 0 ⇒ ∃ !ySy = x).
Ya hemos definido una función predecesor en A, pero también podemos
definir una sustracción: la fórmula ∀ x∀ y(x ≤ y ⇒ ∃ !zx + z = y) pertenece a
Teo(N), así que es válida en A.
Por lo tanto, para toda a ≤ b ∈ A,
A |= ∃ !z(a + z = b),
por lo que podemos hacer b − a = el único c ∈ A que satisface A |= a + c = b.

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5. Teoría de modelos

En forma similar, podemos extender todas las demás funciones definibles


de N a A. También relaciones que son definibles mediante fórmulas se pueden
extender en forma natural de N a A.
En A podemos definir las siguientes relaciones:
Definición 10.8.
x∼y ⇔ para algún número natural n, sn (x) = y, o sn (y) = x.
Proposición 10.9.
(1) ∼ es una relación de equivalencia.
(2) 0 ∼ x si y sólo si x ∈ Af . Por consiguiente, la relación ∼ no es definible
por ninguna fórmula en nuestro lenguaje.
(3) Todas las clases de equivalencia son convexas, es decir,
si a < b < c y a ∼ c, entonces a ∼ b.
Demostración. (1) y (2) son inmediatos y se dejan como ejercicio al
lector.
Si hubiese una fórmula ϕ(x, y) tal que A |= ϕ[a, b] ⇔ (a ∼ b), entonces
se cumpliría a ∈ Af ⇔ A |= a ∼ 0, lo que contradice el corolario 10.6.
(3) Suponga que A |= S n a = c. (S n c = a es imposible, pues A |= S n c =
a ⇒ c ≤ a). Puesto que

N |= ∀ x∀ y∀ z[x < y < z ∧ S n x =


z ⇒ (y = Sx ∨ y = SSx ∨ · · · ∨ y = S n−1 x)],
se debe cumplir
A |= a < b < c ∧ S n a = c ⇒ (b = Sa ∨ b = SSa ∨ · · · ∨ b = S n−1 a).
(Note que la fórmula en la línea precedente se debe definir por inducción
sobre n.)
Definición 10.10.
(1) Dado a ∈ A, sea a/ ∼ la clase de equivalncia de a:
a/ ∼= {b ∈ A : a ∼ b}.
(2) Sea A/ ∼ el conjunto de todas las clases de equivalencia:
A/ ∼= {a/ ∼: a ∈ A}.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Como las clases de equivalencia son convexas, podemos definir un orden


lineal en las clases de equivalencia.
Definición 10.11. Sean A, B dos clases de equivalencia distintas. Decimos
que A < B si para algún elemento a ∈ A y para algún elemento b ∈ B se
cumple a < b.
Para cualesquier dos clases de equivalencia A, B, escribimos A ≤ B si
A < B o A = B.
Proposición 10.12. Si A < B son dos clases de equivalencia como en la
definición 10.11, se cumple que para toda a ∈ A y para toda b ∈ B: a < b.
Así que podemos definir:
a/ ∼< b/ ∼ si y sólo si a 6∼ b, y a < b.
Demostración. Suponga que no se cumple la afirmación de la proposi-
ción; entonces b < a y a0 < b0 , donde a, a0 ∈ A, b, b0 ∈ B. Tenemos dos
casos: b < a0 , entonces b < a0 < b0 , así que por la proposición 10.9(3) debe
presentarse la situación a ∼ b y A = B, una contradicción. El otro caso es
b > a0 ; entonces a0 < b < a y otra vez A = B.
Proposición 10.13.
(1) Si a pertenece a Af , entonces a/ ∼= Af ∼ = N.
(2) Si a ∈ A − Af , ha/ ∼, <, si es isomorfo a hZ, <, σi, donde Z son los
enteros, s es la restricción de S A a a/ ∼ y σ es la función sucesor en los
enteros.
Demostración.
(1) Se deja como ejercicio al lector.
(2) La clase a/ ∼ contiene exactamente los elementos
. . . , p2 (a), p(a), a, s(a), s2 (a), . . . ,
y considere la función que transforma elementos positivos n ∈ Z en sn (a),
los enteros negativos −n en pn (a) y cero en a. Esta función respeta la
relación < y la función sucesor.
Note, sin embargo, que este isomorfismo no es único, pues se puede
elegir cualquier otro elemento b ∼ a como la imagen de 0. Además, Z
tiene una estructura adicional que no se puede encontrar en a/ ∼. No
existe un elemento distinguido en a/ ∼ que tome el papel del 0, y no existe
operación que corresponda a la suma (o a la multiplicación) en Z.

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5. Teoría de modelos

Teorema 10.14.
(1) Para cualesquier a < b ∈ A, si a/ ∼< b/ ∼, entonces existe un elemento
c ∈ A tal que a/ ∼< c/ ∼< b/ ∼.
(2) A = hA/ ∼, <i tiene un primer elemento, pero no segundo elemento ni
último elemento.
Demostración. (1) Sea a < b. Como A |= ∀ x∀ y∃ z(z+z = x +y ∨z+
z = x + Sy), existe c ∈ A tal que A |= c + c = a + b o A |= c + c = a + Sb.
Sin pérdida de generalidad podemos suponer que c + c = a + b (en otro
caso, reemplazamos b por S A b en el resto de la demostración). Por lo tanto,
c es la media aritmética de a y b. Mostraremos que
a/ ∼< c/ ∼
(la prueba de c/ ∼< b/ ∼ es similar).
Puesto que A |= ∀ x∀ y∀ z(x ≤ y ∧ z + z = x + y ⇒ x ≤ z), tenemos
a ≤ c y, por consiguiente, a/ ∼≤ c/ ∼. Suponga, para llegar a una
contradicción, que a/ ∼= c/ ∼. Entonces para algún número natural n,
A |= S n a = c. Pero para toda n
A |= ∀ x∀ y∀ z(x + y = z + z ∧ z = S n x ⇒ y = S 2n x),
así que A |= b = S 2n a, a ∼ b, una contradicción.
(2) Af es el primer elemento de A/ ∼, ya que A |= ∀ x¬(x < 0). No puede
haber un segundo elemento porque para cualquier elemento infinito b ∈ A,
por (1) existe c ∈ A tal que Af < c/ ∼< b/ ∼.
Finalmente, dado a ∈ A−Af , a+a no puede estar en la misma clase que
a, porque para todo número natural n, A |= ∀ x(x + x = S n x ⇒ x = S n 0).
Como A |= a + a > a, no existe una clase de equivalencia que sea la menor
de todas.

Hemos demostrado que existen modelos no estándar y que cualesquier dos


modelos estándar son isomorfos. ¿Será cierto también que cualesquier dos mo-
delos no estándar son isomorfos? La respuesta es no. De hecho, hay “muchos”
modelos numerables no isomorfos de Teo(N).
Teorema 10.15. Existe una cantidad no numerable de modelos de Teo(N) no
isomorfos entre sí.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Dada una enumeración A0 , A1 , . . . de modelos de Teo(N),


construiremos un modelo que no es isomorfo a ninguno de los que están en la
lista. Para ello usaremos el hecho de que todo conjunto infinito tiene una can-
tidad no numerable de subconjuntos.
Sea P ⊆ N el conjunto de los números primos. Para todo número natural
n y cualquier a ∈ An sea
An,a = {p ∈ P : An |= S p0 |a},
donde τ1 |τ2 es una abreviación de ∃ zτ1 · z = τ2 .
Cada An,a es un subconjunto de P. An,a es el conjunto de aquellos primos
que dividen a a en el modelo An . Note que An,a puede ser finito o infinito.
Para cada n existe una cantidad numerable de conjuntos An,a y, como hay
una cantidad numerable de naturales, el conjunto
{An,a : a ∈ An , n ∈ N}
es numerable. Pero sabemos que existe una cantidad no numerable de sub-
conjuntos de P. De aquí que exista un conjunto B ⊆ P que es diferente de
cualquiera de los An,a .
Fijemos ese conjunto B. Entonces
B⊆P y ∀ n ∈ N∀ a ∈ An B 6= An,a .
Dado este conjunto B, construiremos un modelo de Teo(N) que no es isomorfo
a ningún An .
Sea L0 el lenguaje L expandido mediante un símbolo de constante c. Sea
Γ = Teo(N) ∪ {S p 0|c : p ∈ B} ∪ {¬S p 0|c : p ∈ P − B}.
Γ es consistente: por el teorema de compacidad es suficiente mostrar que to-
do subconjunto finito es consistente. Sea Γ0 ⊆ Γ finito. Mostraremos que Γ0
es consistente. Existe una cantidad finita de primos p ∈ B tales que la fórmula
S p 0|c pertenece a Γ0 . Sea n el producto de esos primos. Definimos un L0 -
modelo A mediante A  L = N y cA = n. Es claro que A |= Teo(N), por lo
que para probar A |= Γ0 debemos mostrar
A |= Γ0 ∩ ({S p |c : p ∈ B} ∪ {¬S p |c : p ∈
/ B}).
Para p ∈ / B, sabemos que p - n, así que A |= (p - n). Si p ∈ B,
(S p 0|c)
∈ Γ0 , entonces por definición p|n, así que A |= p|n. Por lo tanto, Γ es
consistente.

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5. Teoría de modelos

Sean A un modelo de Γ y b = cA . Para finalizar la prueba del teorema,


mostremos que A  L no es isomorfo a ningún An .
Suponga que f : A −→ An es un isomorfismo. Sea a = f (b). Entonces
para toda p ∈ P,
p ∈ B ⇔ A |= (S p 0)|c
⇔ A |= (S p 0)|b
⇔ An |= (S p 0)|a
⇔ p ∈ An,a .
En consecuencia, B = An,a , lo que contradice la elección de B.

11. Aplicaciones a la teoría de gráficas


En esta sección usaremos los hechos que se presentaron en este capítulo para
trabajar en el ámbito de la teoría de gráficas (véase el Ejer. 4.68).
La signatura que usaremos para la teoría de gráficas tiene un símbolo de 2-
relación E. Sea L el lenguaje asociado a esta signatura. La L-teoría de gráficas
contiene los siguientes axiomas, denotados con ∆:
(1) ∀ x∀ yExy ⇔ Eyx
(2) ∀ x¬Exx
Una gráfica es, por supuesto, un modelo de la teoría de gráficas. Usaremos
un famoso teorema de Appel y Haken que afirma que toda gráfica finita plana
se puede 4-colorear. La teoría de modelos nos permitirá pasar a un contexto
infinito. Recuerde que una gráfica plana es aquella que se puede encajar o
dibujar en el plano euclideano, y que 4-colorear significa que a cada vértice de
la gráfica se le puede asociar uno de 4 colores de tal forma que ningún borde
tenga el mismo color en ambos extremos.
Sea A una gráfica infinita plana. Introducimos 4 nuevos símbolos de 1-
relación R, G, B, Y para los cuatro colores. Queremos probar que existe una
expansión A0 de A tal que A0 |= σ, donde σ es el siguiente enunciado en el
lenguaje extendido:
∀ x[Rx ∨ Gx ∨ Bx ∨ Yx] ∧ ∀ x[Rx ⇒ ¬(Gx ∨ Bx ∨ Yx)] ∧ · · ·
∧ ∀ x∀ y¬(Rx ∧ Ry ∧ Exy)) ∧ · · ·
que nos asegura que la interpretación de R, G, B, Y 4-coloree la gráfica.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Sea Σ = ∆ ∪ {σ}. Todo subconjunto finito de Σ tiene un modelo, basado


en un subconjunto finito apropiado de A. Por el teorema de compacidad,
obtenemos un modelo B con B |= Σ. Como B |= σ, las interpretaciones de
R, G, B y Y 4-colorean B. Por el lema 6.16, A se encaja en el reducto C de B,
y este isomorfismo proporciona la 4-coloración de A.
Una gráfica con la propiedad de que toda pareja de vértices están conectados
por un borde es completa. En el otro extremo, un gráfico sin bordes es discreto.
Un teorema importante en combinatoria finita asegura que la mayoría de las grá-
ficas contiene un ejemplo de una u otra subgráfica. Una subgráfica de una gráfica
es un submodelo de la teoría de gráficas.
Corolario 11.1 (Ramsey). Para cada n ∈ N existe un r ∈ N tal que si G es
una gráfica con r vértices, entonces G contiene una subgráfica completa con
n vértices o una subgráfica discreta con n vértices.
Demostración. Afirmación 1. Cada gráfica infinita A contiene una
subgráfica infinita completa o una subgráfica infinita discreta.
Demostración de la afirmación 1. Es obvio que tenemos sólo dos posibili-
dades:
(1) Existe un subconjunto infinito X ⊆ A tal que para todo x ∈ X existe un
conjunto finito FX ⊆ X tal que Exy para toda y ∈ X − FX .
(2) Para todo conjunto infinito X ⊆ A existe un x ∈ X y un conjunto infinito
Y ⊆ X tal que ¬Exy para toda y ∈ Y .
Si ocurre (1), escogemos recursivamente x1 ∈ X, x2 ∈ X − Fx1 , x3 ∈
A − (Fx1 ∪ Fx2 ), etc. para obtener una subgráfica infinita completa. Si ocurre
(2), elegimos x0 ∈ A y Y0 ⊆ A con la propiedad, para que a continuación,
mediante recursión, elijamos x1 ∈ Y0 y Y1 ⊆ Y0 , x2 ∈ Y1 y Y2 ⊆ Y1 , y así
sucesivamente para obtener una subgráfica infinita discreta.J
Ahora usamos la teoría de modelos para pasar del caso finito al infinito. Sea
σ el enunciado de la teoría de gráficas que asegura que no existe una subgráfica
completa de tamaño n.
∀ x1 · · · ∀ xn [¬Ex1 x2 ∨ ¬Ex1 x3 ∨ · · · ∨ ¬Exn−1 xn ].
Sea ψ el enunciado que asegura que no existen subgráficas discretas de
tamaño n:
∀ x1 · · · ∀ xn [Ex1 x2 ∨ Ex2 x3 ∨ · · · ∨ Exn−1 xn ].
Sea Ψ el conjunto que consiste en σ, ψ y los axiomas de la teoría de gráficas.
Si no existe una r como en el corolario de Ramsey, entonces Ψ tiene modelos

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5. Teoría de modelos

finitos arbitrariamente grandes, por lo cual Ψ tiene un modelo infinito, lo que


contradice la suposición.

12. Funciones de Skolem


En esta sección presentamos un método de construir modelos mediante las
llamadas funciones de Skolem.
Dado un lenguaje L, lo expandemos a L∗ añadiendo nuevos símbolos de
función. Sea F una función del conjunto de todas las fórmulas de la forma
Def
ψ = (∃ x)ϕ de L a un nuevo conjunto de símbolos de función Fψ . Supongamos
que F es inyectiva y que si ψ tiene exactamente n variables libres, entonces Fψ
es un símbolo de n-función (de Skolem). La expansión
L ∪ {Fψ : ψ = (∃ x)ϕ, ϕ ∈ Fml(L)}
es la expansión de Skolem de L, que se denotará en lo sucesivo por L∗ .
Evidentemente, |L∗ | = |L|. La teoría de Skolem ΣL del lenguaje L en el
lenguaje L∗ tiene los siguientes L∗ -enunciados como axiomas: sea ψ = (∃ x)ϕ
una L-fórmula y suponga que lib(ψ) = {x1 , . . . , xn }. Sean y1 , . . . , yn variables
que no aparecen en ψ. Entonces el enunciado
∀ y1 · · · ∀ yn (ψ(y1 , . . . , yn ) ⇒ ϕ(Fψ (y1 , . . . , yn ), y1 , . . . , yn )),
es un axioma de ΣL .
Sea A una L-estructura. Una expansión A∗ de A es una expansión de
Skolem de A si A∗ |= ΣL . Si T es un conjunto de L-enunciados, entonces la
expansión de Skolem de T, que denotaremos T∗ , es la teoría que tiene como
axiomas T ∪ ΣL , es decir,
T∗ = Teo(Mod(T ∪ ΣL )).
Proposición 12.1.
(i) Todo L-modelo A tiene una expansión de Skolem A∗ .
(ii) Si T es un conjunto consistente de L-enunciados, su expansión de Skolem
T∗ es L∗ -consistente.
(iii) Sean A, B L-estructuras y A∗ , B∗ sus respectivas L∗ -expansiones de
Skolem. Si A∗ ⊆ B∗ , entonces A ≺ B.
Demostración. (i) Sean A una L-estructura y ψ = (∃ x)ϕ. Supongamos
que lib(ψ) = {x1 , . . . , xn }. Definimos la interpretación FψA como sigue:
primero bien ordenamos A; después, si A |= ψ[a1 , . . . , an ], entonces

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

FψA (a1 , . . . , an ) es el primer elemento de A tal que A |= ϕ[a, a1 , . . . , an ],


y si A 6|= ψ[a1 , . . . , an ], entonces FψA (a1 , . . . , an ) se elige arbitrariamente.
Es fácil verificar que con esta interpretación obtenemos una expansión de
Skolem A∗ de A.
(ii) Se sigue inmediatamente de (i).
(iii) Se sigue de la prueba TV (Teorema 6.21).

Sean A∗ una expansión de Skolem de A y X ⊆ A. La envolvente de Skolem


de X en A∗ es el conjunto más pequeño Y tal que X ⊆ Y ⊆ A, Y contiene
todas las constantes de L y es cerrado respecto a todas las funciones en A∗ . Sea
H(X) la envolvente de Skolem de X y es el universo de H(X), la subestructura
generada por H(X) en A.

Proposición 12.2. Sean A∗ una expansión de Skolem de A, X ⊆ A. Entonces


la envolvente de Skolem H(X) es un submodelo elemental de A. Además,
|H(X)| ≤ |X| + |L|.

Demostración. Sea H(X)∗ la estructura generada por H(X) en A∗ . Es


evidente que H(X)∗ ⊆ A∗ . Puesto que H(X)∗ es una expansión de H(X) en L∗ ,
el resultado se sigue de la proposición 12.1(iii).

Un conjunto de L-enunciados Φ tiene funciones de Skolem incorporadas


si y sólo si para toda fórmula ψ = (∃ x)ϕ con lib(ψ) = {x1 , . . . , xn } existe un
L-término tψ (x1 , . . . , xn ) tal que
Φ ` ∀ y1 · · · ∀ yn (ψ(y1 , . . . , yn ) ⇒ ϕ(tψ (y1 , . . . , yn ), y1 , . . . , yn )), (55)
donde las variables y1 , . . . , yn no aparecen en ψ o en tψ .
Note que los términos tψ son precisamente Fψ .

Proposición 12.3.
Si un conjunto de L-enunciados Φ tiene funciones de Skolem incorporadas,
entonces Φ es completa respecto a modelos; es decir, siempre que A, B son
L-modelos de Φ y A ⊆ B, entonces A ≺ B.

Demostración. Como A es una subestructura de B, A es cerrada respecto


a todos los L-términos tψ . El resultado se sigue de la prueba TV.

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5. Teoría de modelos

Proposición 12.4.
Sea Φ un conjunto de L-enunciados. Entonces existen una expansión L de
L y una extensión Φ de Φ (Φ es un conjunto de L-enunciados) tales que Φ
tiene funciones de Skolem incorporadas. Más aún, todo modelo de Φ tiene una
expansión que es un modelo de Φ.

Demostración. Comenzamos con el lenguaje L = L0 para definir una


sucesión creciente de expansiones Ln , mediante Ln+1 = (Ln )∗ . Note que
para cada n, la teoría de Skolem ΣLn es un conjunto de Ln+1 -enunciados.
S S
Sea L = n<ω Ln y Φ el conjunto de axiomas Φ ∪ n<ω ΣLn . Puesto que
toda L-fórmula involucra a lo sumo una cantidad finita de símbolos, notemos
que Φ tiene funciones de Skolem incorporadas. Mediante la proposición 12.1
efectuamos inducción para probar que todo modelo de Φ tiene una expansión
que es un modelo de Φ.

Los términos tψ se llaman funciones de Skolem.

Teorema 12.5. Supongamos que Φ es un conjunto de L-enunciados que


tienen funciones de Skolem incorporadas. Módulo Φ, cada L-fórmula ϕ(~x)
(~x no vacío) es equivalente a una L-fórmula ϕ(~x) sin cuantificadores.

Demostración. Note que la fórmula ϕ(tψ (y1 , . . . , yn ), y1 , . . . , yn ) implica


lógicamente ∃ xϕ(x, ~y), así que de hecho, en la ecuación 55 podemos escribir
Φ ` ∀ ~y(∃ x(ψ(x, ~y) ⇔ ϕ(tψ (~y), ~y).
Con esta equivalencia, una simple inducción sobre la construcción de ϕ arroja
el resultado deseado.

Corolario 12.6. En la proposición 12.4 podemos añadir lo siguiente. Su-


pongamos que ϕ(~x) es una L-fórmula prenexa de la forma Cψ(~x, ~y), donde C
es la matriz de cuantificadores y ψ no tiene cuantificadores. Entonces ϕ es
equivalente módulo Φ a una Π1 -fórmula θ(~x) tal que
(a) θ es de la forma C0 ψ(~x, ~t), donde C0 consiste en los cuantificadores
universales en C y ~t son L0 -términos.
(b) ` ∀ ~x(θ ⇒ ϕ)

Demostración. Ejercicio.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

13. Más aplicaciones a campos

Proposición 13.1. Sean R y S anillos (o módulos, o campos) y supongamos


que existe una familia Φ de isomorfismos de subanillos (o submódulos, o
subcampos) de R sobre subanillos (o submódulos, o subcampos) de S que
satisface las siguientes condiciones:
(i) Para cada ϕ ∈ Φ y cada r ∈ R, existe ϕ0 ∈ Φ que extiende a ϕ de tal
forma que r ∈ dom ϕ0 .
(ii) Para toda ϕ ∈ Φ y toda s ∈ S, existe ϕ0 ∈ Φ que extiende a ϕ de tal forma
que s pertenece a ran ϕ0 .
Entonces R y S son elementalmente equivalentes.

Demostración. (Note que aparece el argumento de “ida y vuelta” de


Cantor). Usaremos el hecho de que todo enunciado σ con variables x1 , . . . , xn
se puede expresar en forma prenexa C1 x1 , · · · Cn xn ψ, donde Ci ∈ {∀ , ∃ } y ψ
no tiene cuantificadores. Sin pérdida de generalidad podemos suponer que σ
tiene la forma
∀ x1 ∃ y1 ∀ x2 ∃ y2 · · · ∀ xn ∃ yn ψ(x1 , y1 , . . . , xn , yn ),
donde ψ no tiene cuantificadores. Supongamos que σ es cierto en S y probemos
que también lo es en R. Para a1 ∈ R arbitrario escogemos una función ϕ1 ∈ Φ
que tenga a a1 en su dominio. Por hipótesis, existe s1 ∈ S tal que
∀ x2 ∃ y2 · · · ∀ xn ∃ yn ψ(ϕ(a1 ), s1 , . . . , xn , yn )
es cierta en S.
Escogemos una función ϕ10 ∈ Φ con s1 en su rango, es decir, s1 = ϕ10 (b1 )
para alguna b1 ∈ R. Repetimos este procedimiento insertando un elemento
arbitrario a2 ∈ R en lugar de x2 y conseguimos un elemento b2 ∈ R para
deducir finalmente que
∀ a1 ∃ b1 ∀ a2 ∃ b2 · · · ∀ an ∃ bn ψ(a1 , b1 , . . . , an , bn )
es cierto en R.

Proposición 13.2. Si K y L son campos algebraicamente cerrados de la


misma característica y ambos de grado de trascendencia infinito sobre sus
campos primos, entonces K y L son elementalmente equivalentes.

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5. Teoría de modelos

Demostración. Basta probar que K y L satisfacen las condiciones de la


proposición 13.1. Sea Φ la familia de todos los isomorfismos de subcampos
K0 de K en L, donde el grado de trascendencia de K0 sobre su campo primo es
finito (o cero). Debemos verificar (i) y (ii) de la mencionada proposición.
Sea ϕ : K0 −→ L0 un elemento de Φ y a ∈ K. Si a ∈ K0 , no hay nada que
probar. Si a ∈/ K0 y a es trascendente sobre K0 , sea b un elemento en L que es
trascendente sobre L0 . Tal elemento existe pues el grado de trascendencia de L
sobre su campo primo es infinito. Extendemos ϕ a un isomorfismo ϕ0 : K0 (a)
−→ L0 (b). Si a ∈ K0 y a es algebraico sobre K0 , existe un elemento b ∈ L tal
que el polinomio mínimo de a en K0 se transforma mediante ϕ en el polinomio
mínimo de b sobre L0 (aquí se usa que L sea algebraicamente cerrado). También
en este caso ϕ se puede extender a un isomorfismo ϕ0 : K0 (a) − → L0 (b). Esto
muestra que se cumple la condición (i). La condición (ii) se demuestra mediante
un argumento dual al usado para la condición (i).

14. Teorema de consistencia de Robinson

Lema 14.1 (Separación). Sean Φ1 , Φ2 conjuntos de L-enunciados consis-


tentes, H un conjunto de L-enunciados cerrado respecto a ∧, ∨ y que contiene
los enunciados cierto y falso: >, ⊥ respectivamente. Las siguientes afirma-
ciones son equivalentes:
(a) Existe φ ∈ H tal que
Φ1 ` φ y Φ2 ` ¬φ.
(b) Para cualesquier modelos A1 de Φ1 y A2 de Φ2 existe φ ∈ H tal que
A1 |= φ y A2 |= ¬φ.
Decimos que en (a) φ separa a Φ1 y Φ2 y que en (b) separa a A1 y A2 .

Demostración. La sencilla demostración queda como ejercicio al lector.


(Se sigue directamente del Lema 3.1).

Lema 14.2. Sean Φ un conjunto de enunciados, A una estructura y ∆ un


conjunto de fórmulas cerrado respecto a cuantificación existencial, conjunción
y sustitución de variables. Las siguientes afirmaciones son equivalentes.
(a) Todos los enunciados φ ∈ ∆ válidos en A1 son consistentes con Φ.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado


(b) Existe un modelo B |= Φ y una función f : A −
→ B.
Es decir, si Φ = Teo(B), obtenemos

→ B0 ≡ B.
A V∆ B si y sólo si existe f : A −

Demostración. (b) ⇒ (a). Sea f : A − → B |= Φ. Si φ ∈ ∆ y es válida
en A, φ también es válida en B y, por lo tanto, es consistente con Φ.
(a) ⇒ (b) Considere Teo∆ (A, A). Los modelos (B, {f (a) : a ∈ A})

corresponden a f : A −
→ B. Buscamos un modelo de Φ ∪ Teo∆ (A, A). Para
ello usamos compacidad. Si Φ∪Teo∆ (A, A) no fuera finito satisfacible, existiría
◦ ◦
δ(~a) ∈ Teo∆ (A, A) (∆ es cerrado respecto a conjunciones) tal que Φ ` ¬δ(~a).
Def
Por el lema 4.12.20 logramos Φ ` ∀ ~x¬δ(~x). Entonces φ = ∃ ~xδ(~x) es un
∆-enunciado cierto en A inconsistente con Φ, una contradicción con (a).
Teorema 14.3. Sean Φ1 , Φ2 conjuntos de L-enunciados. Las siguientes
afirmaciones son equivalentes.
(a) Existe un enunciado universal, es decir, de la forma ∀ ~xϕ, con ϕ sin
cuantificadores que separa Φ1 de Φ2 .
(b) Si A1 es un modelo de Φ1 y A2 es modelo de Φ2 , A2 no puede ser
subestructura de A1 .
Demostración. (a)⇒(b). Sean φ un enunciado universal que separa Φ1
de Φ2 , A1 un modelo de Φ1 y A2 una subestructura de A1 . Puesto que A1 es
modelo de Φ1 , A2 también es modelo de φ (Teorema 6.12), por lo que A2 no
puede ser modelo de Φ2 .
(b)⇒(a) Sean A1 y A2 modelos de Φ1 y Φ2 respectivamente, que no se
pueden separar mediante un enunciado universal, es decir A2 V∃ A1 . Del
lema 14.2 (note que A V∃ B implica que A es subestructura de B) se deduce
que A2 tiene una supraestructura A01 elementalmente equivalente a A1 . A01 es
modelo de Φ1 , lo que contradice (b).
Definición 14.4. Las fórmulas Π2 tienen la forma
∀ ~x∃ ~yψ
con ψ sin cuantificadores.
Definición 14.5. Un conjunto Φ de enunciados es inductivo si la unión de
cada familia dirigida de modelos de Φ es un modelo de Φ (una familia Ai , i ∈ I
es dirigida si para cualesquier, j, k ∈ I existe l ∈ I tal que j ≤ l, k ≤ l).

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5. Teoría de modelos

Teorema 14.6. Sean Φ1 , Φ2 conjuntos de enunciados. Las siguientes propo-


siciones son equivalentes.
(a) Existe un Π2 -enunciado que separa Φ1 de Φ2 .
(b) Ningún modelo de Φ2 es la unión de una cadena (o una familia dirigida)
de modelos de Φ1 .
Demostración. (a) ⇒ (b) Sean φ un Π2 -enunciado que separa Φ1 de Φ2 ,
{Ai : i ∈ I} una familia dirigida de modelos de Φ1 y B la unión de los
Ai . Puesto que los Ai son modelos de φ1 , B también es modelo de φ: sea
φ = ∀ ~x∃ ~yψ(~x, ~y). Si ~a ∈ B, existe un Ai que contiene a ~a. Como φ es cierto
en Ai , ∃ ~yψ(~a, ~y) es cierto en Ai . Al ser ∃ yψ(~a, ~y) una fórmula Σ1 , también es
cierta en B. Ya que B |= φ, B no puede ser modelo de Φ2 .
¬(a) ⇒ ¬(b). Si (a) fuera cierto, eixistirían modelos A y B de Φ1 y Φ2
que no se pueden separar mediante Π2 -enunciados, así que (Σ2 -fórmulas son
equivalentes a negaciones de Π2 -fórmulas):
B0 VΣ2 A.

De acuerdo con el lema 14.2 existe f : B0 −→ A0 , con A0 ≡ A. Podemos
suponer que B0 ⊆ A0 y que f es la inclusión. Entonces
(A0 , B) V∃ (B0 , B).
Usamos otra vez el lema 14.2 para obtener una supraestructura (B1 , B) de
Def
(A0 , B) tal que (B1 , B) = (B0 , B), es decir B0 ≺ B1 y (B0 ⊆ A0 ⊆ B1 ).
| {z }

Ahora usamos el mismo procedimiento y obtenemos dos supraestructuras
Def
A1 ⊆ B2 con A1 = A y B1 ≺ B2 . Finalmente generamos una cadena
B0 ⊆ A0 ⊆ B1 ⊆ A1 ⊆ B2 ⊆ A3 ⊆ · · ·
| {z }| {z }| {z }
≺ ≺ ≺
Def
con Ai = A y Bi ≺ Bi+1 .
Sea B la unión de los Ai . Como B también es la unión de la cadena
elemental Bi , B es una extensión elemental de B0 y, por lo tanto, es un modelo
de Φ2 . Los Ai son modelos de Φ1 , por lo que logramos un contraejemplo de
(b).
Corolario 14.7. Sea Φ un conjunto de enunciados.
1. Sea φ un enunciado. Las siguientes afirmaciones son equivalentes.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(a) Existe un Π2 -enunciado equivalente a φ módulo Φ.


(b) Sean
A0 ⊆ A1 ⊆ · · ·
modelos de Φ y su unión B también modelos de Φ. Entonces φ es
cierta en B cuando φ es cierta en cada Ai .
2. Φ es inductiva si y sólo si Φ es axiomatizable mediante Π2 - enunciados.
Demostración. (1) En el corolario 5.4.4 se prueba (a) ⇒ (b). De-
mostraremos (b) ⇒ (a). Considere
Φ1 = Φ ∪ {φ} y Φ2 = Φ ∪ {¬φ}.
(b) afirma que la unión de una clase de modelos de Φ1 no puede ser modelo
de Φ2 . Por el teorema 14.6 podemos separar Φ1 de Φ2 mediante un Π2 -
enunciado ψ. De Φ ` ψ se sigue que Φ1 ` (φ ⇒ ψ) y de Φ2 ` ¬ψ se deduce
que Φ2 ` (¬φ ⇒ ¬ψ).
(2) Ya sabemos que los conjuntos de Π2 -enunciados son inductivos.
Supongamos que Φ es inductivo y que φ es un axioma de Φ. Si B es la
unión de modelos de Φ, B no puede ser modelo de ¬φ. Por el teorema 14.6
existe un Π2 -enunciado ψ tal que Φ ` ψ y ¬φ ` ¬ψ y todos los axiomas de Φ
se siguen de
ΦΠ2 = {ψ : Φ ` ψ, ψ ∈ Π2 }.

Pasemos ahora al motivo de la sección, la demostración del teorema de


Robinson.
Teorema 14.8 (Consistencia [Robinson]). Sean L1 , L2 lenguajes y L = L1 ∩
L2 . Supongamos que Φ1 , Φ2 son conjuntos consistentes de L1 -, respectiva-
mente L2 -fórmulas. Entonces Φ1 ∪ Φ2 es L-consistente si y sólo si no existe
ningún enunciado σ de L tal que Φ1 |= σ y Φ2 |= ¬σ.
Demostración. La dirección ⇒ es obvia. Trataremos la dirección ⇐.
Debemos demostrar que Φ1 ∪ Φ2 es satisfacible. El primer escalón en la
demostración es:
Afirmación 1. Φ1 ∪ {σ : σ ∈ Fml0 (L), Φ2 |= σ} es consistente.
Demostración de la afirmación 1. En vista del teorema de compacidad y
considerando conjunciones, es suficiente mostrar que si Φ1 |= σ1 y Φ2 |= σ2
con σ2 ∈ Fml0 (L), entonces {σ1 , σ2 } es consistente. Pero esto es cierto pues

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5. Teoría de modelos

en caso contrario tendríamos σ1 |= ¬σ2 , de donde se deduce que Φ1 |= ¬σ2 y


que ¬σ2 sería un enunciado de L, lo que contradice la hipótesis.J
La idea de la demostración es la siguiente: para construir un modelo de
Φ1 ∪Φ2 construiremos modelos A |= Φ1 y B |= Φ2 y un isomorfismo f : A  L
→ B  L. Usaremos f para trasladar las interpretaciones de los símbolos en

L1 − L de A a B, logrando de este modo una expansión B∗ de B al lenguaje
L1 ∪ L2 . Finalmente probaremos que B∗  L1 ∼ = A y B∗  L2 ∼ = B, de donde

concluimos que B |= Φ1 ∪ Φ2 .
El resto de la prueba estará dedicado a construir A, B y f . Las L-estructuras
A y B serán uniones de cadenas elementales An , Bn y f la unión de las
fn : An ,→ Bn .
Comenzamos con n = 0.
Afirmación 2. Existen modelos A0 |= Φ1 , B |= Φ2 y un encaje elemental
f0 : A0  L ,→ B0  L.
Demostración de la afirmación 2. Mediante la afirmación 1 definimos
A0 |= Φ1 ∪ {σ : σ ∈ Fml0 (L), Φ2 |= σ}.
Primero probamos que Teo(A0  L, A0 ) ∪ Φ2 es satisfacible. Otra vez
por compacidad es suficiente probar que si σ ∈ Teo(A0  L, A0 ), entonces
Φ2 ∪ {σ} es satisfacible.
Para tal σ, sean ca0 , . . . , can los símbolos de constante de L(A0 ) − L que
aparecen en σ.
Sea ϕ la L-fórmula que se obtiene reemplazando cada cai por una variable
ui . Claramente
A0  L |= ϕ[~a] implica A0  L |= ∃ ~uϕ.
Por la definición de A0 no puede ocurrir que Φ2 |= ¬∃ ~uϕ, así que existe
un L2 -modelo D de Φ2 con D |= ∃ ~uϕ. Por consiguiente, hay elementos
~ Expandimos D a un L2 ∪ L(A0 )-modelo
d0 , . . . , dn ∈ D tales que D |= ϕ[d].
D interpretando cada cai como di . Entonces D∗ |= σ y D∗ |= Φ2 ∪ {σ}.

Sean B∗0 |= Teo(A0  L, A0 ) ∪ Φ2 y B0 = B0  L2 . Claramente,


B0 |= Φ2 . Como B0  L se puede expandir a un modelo de Teo(A0  L, A0 ),
el lema 6.16 asegura la existencia de un encaje
f0 : A  L ,→ B0  L,
lo que termina la demostración de la afirmación 2.J

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Afirmación 3. Para cada n ≥ 0 existen modelos An+1 |= Φ1 y Bn+1 |= Φ2


y un encaje elemental fn+1 : An+1  L ,→ Bn+1  L tales que An ≺ An+1 ,
Bn ≺ Bn+1 , fn+1 extiende a fn y Bn ⊆ ran(fn+1 ).
Antes de probar la afirmación 3, consideremos S sus consecuencias.
S
Su-
pongamos
S
que la afirmación 3 es cierta; sea A = n∈N A n , B n∈N B n y
f = n∈N fn . De acuerdo con el ejercicio 15, A |= Φ1 y B |= Φ2 . Concluimos
la prueba del teorema verificando sin dificultad que f : A  L − → B  L es un
isomorfismo.
Demostración de la afirmación 3. Por inducción sobre n. Probaremos el
caso de n = 0 y dejamos el caso general al lector, pues el caso de n arbitraria
es muy similar al caso n = 0.
Afirmación 4. Existen modelos A1 |= Φ1 y B |= Φ2 y un encaje elemental
f1 : A1  L ,→ B1  L tal que A0 ≺ A1 , B0 ≺ B1 , f1 extiende a f0 y
B0 ⊆ ran(f1 ).
Demostración de la afirmación 4. Sea A+ 0 la expansión de A0 a L1 =
+

L1 ∪ {ca : a ∈ A0 }, interpretando cada ca como a ∈ A0 ; A+ o es precisamente


(A0 , A0 ). El diagrama elemental de U0+ es Teo(A+ 0 , A+
0 ). Sea B+ 0 la expansión
de B0  L al lenguaje
L∗ = L ∪ {ca : a ∈ A0 } ∪ {cb : b ∈ B0 },
interpretando cada ca como f0 (a) ∈ B0 y cada cb como b ∈ B0 . Queremos
probar que Teo(A+ + ∗
0 , A0 ) ∪ Teo(B0 ) es consistente. Por el teorema de com-
pacidad, es suficiente probar que Teo(A+ +
0 , A0 ) ∪ {σ} es consistente para cada
σ ∈ Teo(B∗0 ).
Para dicho enunciado σ sean ca0 , . . . , cam , cb0 , . . . , cbm todos los símbolos
de constante que aparecen en σ pero no en L. Sea ϕ(u0 , . . . , um , w0 , . . . , wm ) la
fórmula de L que se obtiene de σ remplazando cada símbolo cai por la variable
ui y cada símbolo de constante cbi por la variable wi . Tenemos B∗0 |= σ así que
B0  L |= ϕ[f0 (a0 ), . . . , f0 (am ), b0 , . . . , bn ];
en consecuencia,
~ ϕ[f0 (a0 ), . . . , f0 (am )].
B0  L |= ∃ w
Como f0 es un encaje elemental, se cumple
~ ϕ[~a].
A0  L |= ∃ w

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5. Teoría de modelos

Sea ϕ̃(~w) la fórmula de L+ 1 que se obtiene reemplazando las apariciones de


~ ) por cai ; entonces A+
ui en ϕ(~u, w 0 |= ∃ w~ ϕ̃. Por supuesto,
(A+ +
0 , A0 ) |= ∃ w
~ ϕ̃
y esto significa que existen d0 , . . . , dn ∈ A+
0 = A1 tales que

(A+ + ~
0 , A0 ) |= ϕ̃[d].

Ahora podemos expander (A+ +


0 , A0 ) a un modelo D interpretando cada cbi
como di para obtener D |= σ, y entonces Teo(A+ +
0 , A0 ) ∪ {σ} es consistente.
Sea E |= Teo(A+ + ∗
0 , A0 ) ∪ Teo(B0 ). Por el lema del diagrama elemental, A0
+
+ + +
es elementalmente encajable en E  L1 . Así que existe un L1 -modelo A1 con
A0 ≺ A+ +
1 y un isomorfismo g : A1 − → E  L+ 1 . Usando g expandemos A1 a un
+

modelo A01 isomorfo a E. Sea A01  L+ , y se cumple entonces A∗1 |= Teo(B+ 0 ).


Ahora queremos probar que Teo(A+ 1 , A+
1 ) ∪ Teo(B +
0 , B0
+
) es satisfacible,
donde B+ ∗
0 es la expansión común de B0 y B0 al lenguaje

L+
2 = L2 ∪ {ca : a ∈ A0 } ∪ {cb : b ∈ B0 }.

Por el teorema de compacidad es suficiente mostrar que


Teo(B+
0 , B0 ) ∪ {σ}
es consistente para cada σ en Teo(A∗1 , A∗1 ). Sean cx0 , . . . , cxn los símbolos de
constante que aparecen en σ pero que no pertenecen a L∗ . Sea ψ(~u) la fórmula
de L∗ que se obtiene de σ reemplazando cada cxi por una variable ui . Como
(A∗i , A∗1 ) |= σ, se logra que A∗1 |= ψ(~x), y en consecuencia A∗1 |= ∃ ~uψ.
Por lo tanto, A∗1 |= Teo(B∗0 ) y Teo(B∗0 ) es una teoría completa en el lenguaje
L , por lo que ∃ ~uψ pertenece a Teo(B∗0 ). En consecuencia, B∗0 |= ∃ ~uψ, y

(B+ + ~
0 , B0 ) |= ψ(b).
Podemos expandir (B+ +
0 , B0 ) a un modelo F interpretando cada cxi como
bi ; en tal situación F |= σ y Teo(B+ +
0 , B0 ) ∪ {σ} es consistente.
Sea G |= Teo(A1 , A1 )∪Teo(B0 , B0+ ). Por el lema del diagrama elemental
+ + +

B0 es elementalmente encajable en G  L+
+ +
2 . Así que existe un L2 -modelo
B+ + +
1 con B0 ≺ B1 y un isomorfismo h : B1 −
+
→ G  L+ 2 . Mediante h
+
expandimos B1 a un modelo B1 isomorfo a G. Sea B∗1 = B01  L∗ . Otra vez
0

por el lema del diagrama elemental, tenemos que A∗1 se encaja elementalmente
en B∗1 . Sean f1 : A∗1 ,→ B∗1 y a ∈ A0 ; mostraremos que f0 (a) = f1 (a). Por
definición B∗0 |= ca =f ˙ 0 (a),entonces B+ 0 |= ca =f˙ 0 (a). Como B+ 0 ≺ B1 ,
+

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

B+1 |= ca =f˙ 0 (a) y así B∗1 |= ca =f ˙ 0 (a). En consecuencia, A+ 0 |= (ca =a)


˙ y
puesto que A0 ≺ A1 , concluimos que A+
+ +
1 |= (ca =a)
˙ y A∗ |= (c =a).
1 1 ˙
Ya que f1 es elemental, B∗1 |= (f0 (a)=f ˙ 1 (a)), por lo que f0 (a) = f1 (a).
En resumen, f1 extiende a f0 .
Sea b ∈ B0 ; mostraremos que b = f1 (a) para alguna a ∈ A1 . Por
definición tenemos B∗0 |= (b=c ˙ b ) así que B+ 0 |= (cb =b).
˙ Como B+ 0 ≺ B1 ,
+
+
B1 |= (b=c ˙ b ) y B∗1 |= (b=c
˙ b ). Por otra parte, puesto que ∃ v1 (v1 =c
˙ b ) siempre
∗ ∗
˙ b ). Ya que f1 es elemental, B1 |= (f1 (a)=c
es satisfacible, A1 |= ∃ v1 (v1 =c ˙ b)
por lo que B∗1 |= (b=f ˙ 1 (a)) y b = f1 (a). Concluimos que B0 = ran(f1 ).
Sean A1 = A1  L1 y B1 = B+ 1  L2 . Obtenemos A0 ≺ A1 y B0 ≺ B1 ,
y que f1 : A1  L − → B1  L es un encaje elemental.
Como consecuencia del teorema de Robinson podemos derivar el siguiente
resultado debido a Craig.

Teorema 14.9 (Interpolación de Craig). Sean ϕ, ψ L-enunciados tales que


ϕ |= ψ. Entonces existe un enunciado θ con las siguientes propiedades:
1. ϕ |= θ y θ |= ψ.
2. Todo símbolo de relación, función o constante que aparece en θ ocurre
tanto en ϕ como en ψ.

Demostración. Supongamos ϕ |= ψ. Sea L1 el lenguaje4 de ϕ, L2


el de ψ y L = L1 ∩ L2 . Es suficiente mostrar que T0 |= ψ, donde
T0 = {σ ∈ L : ϕ |= σ}, pues si esto es cierto, existe un subconjunto finito Φ
de T0 tal que Φ |= ψ. Tomamos θ como la conjunción de las fórmulas en Φ
para obtener el enunciado buscado.
Si T0 6|= ψ, entonces T0 ∪ {¬ψ} es consistente. Sea T1 una extensión
completa en L2 de T0 ∪ {¬ψ} y T los L-enunciados de T1 , entonces T es
un conjunto completo en L. Afirmamos que T ∪ {ϕ} es consistente en L1 .
Si no, existe un enunciado σ ∈ T tal que ϕ |= ¬σ. Pero en esa situación
¬σ ∈ T0 ⊆ T1 , lo que implica ¬σ ∈ T , una contradicción. En vista
del teorema de consistencia de Robinson para T1 y T ∪ {ϕ}, el conjunto
T ∪ T1 ∪ {ϕ} resulta satisfacible. En particular, {ϕ, ¬ψ} es satisfacible, lo
que es una contradicción.

4
L1 es el lenguaje de ϕ en el sentido de que L1 ⊆ L y todo símbolo en ϕ pertenece a L1 .

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5. Teoría de modelos

15. Indicernibles
Sean X un conjunto, < un orden lineal en X, n ∈ N+ y (X)n el conjunto
de todas las n-adas estrictamente crecientes de elementos de X; así que
(x1 , . . . , xn ) ∈ (X)n si y sólo si x1 < · · · < xn y x1 . . . , xn ∈ X.
Sea f una función con dominio (X)n . Decimos que un subconjunto Y de
X ((Y, <) ⊆ (X, ⊆)) es f indicernible, o que Y es un conjunto de indicernibles
para f , si para cualesquier n-adas ~a, ~b de (Y )n , f (~a) = f (~b); en otras palabras,
si f es constante en (Y )n .
Un caso particular de gran importancia es el siguiente. Sean n ∈ Nn y
Φ(x1 , . . . , xn ) un conjunto de L-fórmulas. Supongamos que X es un conjunto
de elementos de A el dominio de la L-estructura A y que < es un orden lineal
en X. Decimos que (X, <) es una sucesión Φ- indicernible en A, o que X es
un conjunto de indicernibles para A si para toda fórmula ϕ ∈ Φ y toda pareja
~a, ~b ∈ (X)n :
A |= ϕ[~a] ⇔ A |= ϕ[~b]. (56)
Como lo mencionamos, éste es un caso particular de la definición de f -
→ 2|L| de tal forma
indicernibles pues podemos escoger una función f : (X)n −
que
∀~a, ~b ∈ (X)n , f (~a) = f (~b) ⇔ la ecuación 56 es cierta ∀ ϕ ∈ Φ. (57)
Entonces (X, <) es f -indicernible si y sólo si es Φ-indicernible.
Ejemplo 15.1. Sea V un espacio vectorial, X una base de V y < un orden
lineal en X. En consecuencia, X es ϕ(x1 , . . . , xn )-indicernible para toda L-
fórmula ϕ, donde L es el lenguaje apropiado para espacios vectoriales: si a, b
son elementos de (X)n , como X es una base de V , existe un automorfismo de
V que transforma ~a en ~b. Por lo tanto, V |= ϕ[~a] ⇔ V |= ϕ[~b].
El conjunto X en el ejemplo es indicernible en un sentido más amplio.
Supongamos que A es una L-estructura, X es un conjunto de elementos de
A linealmente ordenado por < y (X, <) es {ϕ}-indicernible simultáneamente
para toda L-fórmula ϕ(~x); decimos que (X, <) es una sucesión indicernible en
A. El ejemplo muestra que una base de un espacio vectorial siempre es un
conjunto indicernible. El lector puede verificar que una base de trascendencia
en un campo algebraicamente cerrado es un conjunto indicernible.
El siguiente teorema será de utilidad en lo sucesivo.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Proposición 15.2. Sea (P, ≤) un conjunto infinito parcialmente ordenado.


Entonces P contiene un conjunto infinito linealmente ordenado o P contiene
un conjunto infinito de elementos incomparables entre sí.
Demostración. Introducimos un buen orden ≺ en P y definimos una
función F : [P]2 −→ 3 como sigue: siempre que a ≺ b, F (a, b) = 0 si a < b o
F (a, b) = 1 si b < a; F (a, b) = 2 si a y b son <-incomparables. En este punto
aplicamos el teorema de Ramsey 7.9.1.

15.1. Modelos de Ehrenfeucht-Mostowski. En esta sección construire-


mos modelos sobre conjuntos linealmente ordenados de tal forma que las pro-
piedades de este conjunto linealmente ordenado controlen las características
del modelo.
Trabajaremos sobre conjuntos linealmente ordenados (η, <η ) y, si no hay
ambigüedad, hablaremos simplemente del conjunto linealmente ordenado η.
Usamos letras griegas para estos conjunto, pues en buena medida estamos
interesados en tipos ordinales asociados a estos órdenes. Las variables η, ζ, ξ
denotarán conjuntos linealmente ordenados. Decimos que una L-estructura A
contiene al conjunto η si η ⊆ A; posiblemente no exista otra relación entre <η
y A, es decir <η no tiene que representar una 2-relación de la signatura de L.
Una función Ehrenfeucht-Mostowski (una EM-función) es una función F
de una clase de órdenes lineales a una familia de L-estructuras, es decir, F (η)
es una L-estructura que satisface las siguientes propiedades:
EM1 Para cada conjunto linealmente ordenado η, la L-estructura F (η) contiene
a η como conjunto de generadores.
EM2 Para cada encaje f : η ,→ ξ existe un encaje F (f ) : F (η) ,→ F (ξ) que
extiende a f .
EM3 Para cualesquier encajes f : η ,→ ξ y g : ξ ,→ ζ, F (gf ) = F (g) ◦ F (f ),
y para todo conjunto linealmente ordenado η, F (idη ) = idF (η) .
Por ejemplo, si f es un automorfismo de un conjunto linealmente ordenado η,
entonces F (f ) : F (η) −→ F (η) es un automorfismo que extiende a f . Por EM1
F (η) contiene a η. Decimos que η es el espinazo de F (η) y como éste genera a
F (η), cada elemento de F (η) es de la forma (véase el Ejer. 4.63) t F (η) (~a) para
algún L-término t(x0 , . . . , xn−1 ) y alguna ~a ∈ (η)n .
Las dos propiedades esenciales de las EM-funciones son el deslizamiento
(se pueden “deslizar” elementos alrededor del espinazo) y el estiramiento
(podemos estirar el espinazo).

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5. Teoría de modelos

Teorema 15.3 (Deslizamiento). Sean F una EM-función, ~a, ~b n-adas cre-


cientes en los conjuntos linealmente ordenados η y ξ, respectivamente. En-
tonces para toda L-fórmula sin cuantificadores φ(x0 , . . . , xn−1 ) se cumple
F (η) |= φ[~a] si y sólo si F (ξ) |= φ[~b].
Demostración. Encontramos un conjunto linealmente ordenado ζ y en-
cajes f : η −
→ζyg:ξ −→ ζ tales que f (~a) = g(~b). Considere el diagrama
F (f ) F (g)
F (η) −→ F (ζ) ←− F (ξ). (58)
~◦
Supongamos que F (η) |= φ[a] y recordemos que los encajes preservan
~◦
fórmulas sin cuantificadores, así que F (ζ) |= φ[f (a)]. Entonces F (ζ) |=
φ[g(~b)] y, por lo tanto, F (ξ) |= φ(~b).
Una consecuencia inmediata del teorema 15.3 es:
Corolario 15.4. Si F es una EM-función y ζ es un conjunto linealmente
ordenado, entonces ζ es una sucesión φ-indicernible en F (ζ) para toda fórmula
φ sin cuantificadores.
Supongamos que A es una L-estructura y η un conjunto linealmente
ordenado contenido en A. Definamos la teoría de η en A, Teo(A, η), como el
conjunto de todas las L-fórmulas φ(~x) tales que A |= φ[~a] para toda a ∈ (η)n .
La teoría de la EM-función F en L, Teo(F ), se define como el conjunto de
todas las L-fórmulas φ(~x) tales que para todo conjunto linealmente ordenado η
y toda ~a ∈ (η)n , F (η) |= φ[~a]. Como toda L-fórmula tiene una cantidad finita
de variables libres, el teorema 15.3 asegura que Teo(F ) contiene exactamente
las mismas fórmulas sin cuantificadores que Teo(F (η), η) para todo η. Pero
podemos decir más:
Lema 15.5. Sea F una EM-función; supongamos que η es un conjunto
linealmente ordenado infinito y φ es un Π1 -enunciado de L válido en F (η).
Entonces φ ∈ Teo(F ).
Demostración. Supongamos que φ es ∀ ~xψ(~x) con ψ sin cuantificadores.
Sea ζ un conjunto linealmente ordenado y ~a una n-ada de elementos de F (ζ);
debemos mostrar que F (ζ) |= ψ[~a]. Ya que ζ genera a F (ζ), existe un suborden
finito ζ0 de ζ con ~a en el universo de F (ζ0 ). Como η es infinito, existe un encaje
f : ζ0 −→ η. Por hipótesis; F (f )(~a) satisface ψ en F (η); así, F (ζ0 ) |= ψ[~a] ya
que ψ no tiene cuantificadores. Entonces F (ζ) |= ψ[~a].

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Un conjunto T de L-enunciados atómicos que satisfacen la siguiente


condición se llama =-cerrado en L:
1. Para todo L-término cerrado t, t =t˙ ∈ T.
2. Si φ(~x) es una L-fórmula atómica y la ecuación s=t
˙ ∈ T , entonces φ(s) ∈ T
si y sólo si φ(t) ∈ T .
El lema 15.5 implica que Teo(F ) se puede recuperar de Teo(F (ω), ω). Pero,
de hecho, la totalidad de F se recupera de F (ω) (salvo isomorfismos).

Teorema 15.6 (Estiramiento). Sea σ una signatura, L su lenguaje asociado


y A una L-estructura que tiene al conjunto linealmente ordenado ω como
conjunto de generadores. Si ω es una sucesión φ-indicernible en A para toda
L-fórmula atómica φ, entonces existe una EM- función F tal que A = F (ω).
Esta función F es única módulo el isomorfismo natural de funciones; es
decir, si G es otra EM-función con esta propiedad, entonces para cada conjunto
linealmente ordenado η existe un isomorfismo iη : F (η) − → G(η) que es la
identidad en η.

Demostración. Para construir F tomamos cualquier conjunto lineal-


mente ordenado η, por ejemplo el ordinal η. Definimos un conjunto S(η)
de L(η)-enunciados atómicos. Sea φ un L(η)-enunciado atómico, y entonces
φ se puede escribir como ψ(~c) para alguna L-fórmula atómica ψ(~x) y c ∈ (η)n .
Para φ en S(η), ψ(~x) ∈ Teo(A, ω). La elección de ψ no es única (pueden exis-
tir varibales redundantes en ~x), pero un sencillo argumento con deslizamiento
muestra que la definición es correcta.
Se afirma que S(η) es cerrado respecto a = en L(η). Claramente S(η)
contiene t =t ˙ para todo L-término cerrado t, ya que x0 =x ˙ 0 ∈ Teo(A, ω).
Supongamos que S(η) contiene a ψ(s(~c), ~c) y a s(~c) = t(~c), donde ψ(s(~x), ~x)
es una fórmula atómica de L y ~c ∈ (η)n . Entonces para toda ~a ∈ (ω)n ,
A |= ψ(s(~a),~a) ∧ s(~a) = t(~a), así que ψ(t(~x), ~x) ∈ Teo(A, ω) y, por lo tanto,
ψ(t(~c), ~c) ∈ S(η). Esto prueba la afirmación.
Ahora definimos F (η) como el L-reducto del modelo canónico5 de S(η).
Como x0 =x / Teo(A, ω), los elementos aF (η) con a ∈ η son distintos entre
˙ 1 ∈
sí, y podemos identificar cada aF (η) con a. Entonces F (η) contiene a η como
conjunto de generadores. Sea F : η − → ξ un encaje de órdenes lineales.

5
Véase la construcción del modelo canónico al final del libro.

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5. Teoría de modelos

Entonces para cada fórmula atómica ψ(~x) de L y cada n-ada ~a creciente en η,

F (η) |= ψ(~a) ⇔ ψ(~x) ∈ Teo(A, ω) ⇔ F (ξ) |= ψ(f (~a)). (59)

Se sigue del lema del diagrama que podemos definir un encaje

F (f ) : F (η) ,→ F (ξ)

haciendo F (f )(t F (η) (~a)) = t F (ξ) (f (~a)), para cada L-término t y cada ~a ∈ (η)n .
Esta definición satisface EM3, así que F es una EM-función. Construimos F
de tal forma que Teo(F ) coincide con Teo(A, ω) en todas las fórmulas atómi-
cas de L. Sea G otra EM-función con esta propiedad. Para todo orden lineal
η, toda L-fórmula atómica ψ(~x) y toda n-ada creciente ~a de η, F (η) |= ψ(~a) si
y sólo si G(η) |= ψ(~a). Como η genera tanto a F (η) como a G(η), podemos
definir un isomorfismo iη : F (η) − → G(η) mediante iη (t F (η) (~a)) = t G(η) (~a).
Tomando t como x0 , iη es la identidad en η. Por el mismo argumento, F (ω) se
puede identificar con A.

Si Φ es un conjunto de enunciados, un modelo de Ehrenfeucht-Mostowski


de Φ (en caso de existir) es una L-estructura de la forma F (η) que es modelo de
Φ, donde F es una EM-función. En la práctica, los reductos de F (η) se conocen
también como modelos de Ehrenfeucht-Mostowski. En lo que sigue trataremos
de encontrar tales modelos.

Lema 15.7. Sea F una EM-función y supongamos que Teo(F (ω)) es una L-
teoría de Skolem. Entonces para toda L-fórmula φ(~x), φ o ¬φ ∈ Teo(F ). En
particular, todas las L-estructuras F (η) son elementalmente equivalentes y en
cada estructura F (η), η es una sucesión de indicernibles.

Demostración. Una teoría de Skolem está axiomatizada por Π1 -enun-


ciados y, módulo la teoría, toda fórmula es equivalente a una fórmula sin
cuantificadores. Si usamos el lema 15.5 y el teorema 15.3, terminamos la
demostración.

Teorema 15.8 (Ehrenfeucht-Mostowski). Sea A una L-estructura tal que


Teo(A) es una teoría de Skolem. Supongamos que A contiene un orden lineal
infinito η. (El orden <η puede no ser la interpretación de una 2-relación en
L). Entonces existe una EM-función F en L cuya teoría contiene a Teo(A, η).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Sea ~c una sucesión (ci : i ∈ ω) de nuevos símbolos de


constante distintos. Sea T el siguiente conjunto de L(~c)-enunciados:
φ[~a] ⇔ φ[~b] para cada L-fórmula φ(~x) y cualesquier ~a, ~b ∈ (~c)n . (60)
φ(c0 , . . . , cn+1 ) para cada fórmula φ(~x) ∈ Teo(A, η). (61)
Afirmamos que T tiene un modelo. Habremos demostrado esta afirmación
si probamos que todo subconjunto finito de T tiene un modelo. Sea U
subconjunto finito de T . Las fórmulas φ(~x) en las ecuaciones 60 y 61 que
aparecen en U se pueden listar como φ0 , . . . , φm−1 y para algún k ∈ N,
los nuevos símbolos de constante que aparecen en U se encuentran entre
c0 , . . . , ck−1 . Añadiendo variables redundantes en el extremo derecho, de ser
necesario, podemos escribir cada φi como φi (x0 , . . . , xn−1 ). Si ~a, ~b ∈ (η)n ,
escribimos ~a ∼ ~b si
A |= φj [~a] ⇔ A |= φj [~b] ∀ j < m. (62)
Entonces ∼ es una relación de equivalencia en (η)n con una cantidad finita
de clases de equivalencia. Mediante el teorema de Ramsey 7.9.1 podemos
obtener una sucesión creciente ~e = (ej : j < 2k) en η tal que cualesquier dos
n-adas crecientes de ~e están en la misma clase de equivalencia respecto a ∼. Si
interpretamos cada cj como ej (j < k), podemos convertir A en un modelo de
U. Escogemos ~e de longitud 2k para tener espacio para variables redundantes
en φi . Hemos probado la afirmación.
Sea B un modelo de T . Como la fórmula x0 6= x1 pertenece a Teo(A, η),
los elementos ciB son distintos entre sí, así que podemos identificar cada ciB con
el número i, y B contiene a ω. Sea C la subestructura de B  L generada por ω.
Por el lema 15.7, Teo(A, η) ⊆ Teo(B  L, ω). En particular, Teo(B  L) es una
teoría de Skolem, por lo que C ≺ B  L. Se sigue que Teo(A, η) ⊆ Teo(C, ω).
Por el lema 60, ω es una sucesión indicernible en C. El teorema se deduce del
teorema 15.6 y del lema 15.7
El teorema 15.8 implica que toda teoría con modelos infinitos tiene modelos
de Ehrenfeucht-Mostowski con espinazo de cualquier tipo ordinal, aunque
debemos “eskolemizar” la teoría antes de construir sus modelos.

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5. Teoría de modelos

16. Ejercicios

1. Dé una prueba de cada uno de los siguientes teoremas de la teoría de grupos
(con ◦ denotamos el símbolo de 2-función, mientras que e es el símbolo de
constante y ∗ es la 1-función):
(a) ∀ x(x ◦ x = e) ⇒ ∀ x∀ y(x ◦ y = y ◦ x).
(b) ∀ x[(x∗ )∗ = x].
(c) ∀ x∀ y∃ z(x = y ◦ z).
(d) ∀ x∀ y∃ z(x = z ◦ y).
(e) ∃ y∀ x(x ◦ y = y ◦ x).
2. Para cada uno de los siguientes LGr -enunciados, muestre que tanto él como
su negación no son teoremas de la teoría de grupos.
(a) ∀ x∀ y[∃ z(x ◦ z = z ◦ y) ⇒ x ◦ y = y ◦ x].
(b) ∃ y∀ x(x ◦ y = y ◦ x∗ ).
(c) ∃ x∃ y[x 6= y ∧ ∀ z(z = x ∨ z = y)].
3. Determine si cada uno de los siguientes conjuntos de enunciados es
consistente con los axiomas de la teoría de relaciones de equivalencia; si
resulta consistente, dé un modelo; si no es así, dé un modelo contraejemplo.
(a) {∀ x∀ y(Px ∧ Py ⇔ Exy), ∃ x∃ y(x 6= y)}.
(b) {∃ y∀ x(f (x) = f (y)), ∀ x∀ y(f (x) = f (y) ⇒ x = y), ∀ x
∃ y¬Exy}.
4. Sea Γ la L-teoría que tiene como axiomas los siguientes enunciados: (L
es el lenguaje asociado a la signatura σ que consiste en un símbolo ◦ de
2-función, un símbolo e de constante)
(B1) ∀ x∀ y∀ z[x ◦ (y ◦ z) = (x ◦ y) ◦ z].
(B2) ∀ x(x ◦ e = x).
(B3) ∀ x∀ y∃ z(x ◦ z = y ∧ z ◦ x = y).
(a) Dé una prueba de cada uno de los siguientes teoremas de Γ:
(i) ∀ x∀ y∀ z(x ◦ z = y ◦ z ⇒ x = y).
(ii) ∀ x∀ y∀ z(z ◦ x = z ◦ y ⇒ x = y).
(iii) ∀ x∃ y(x ◦ y = e).
(iv) ∀ x∀ y∀ z(x ◦ y = e ∧ x ◦ z = e ⇒ y = z).
(b) Introduzca un nuevo símbolo de 1-función h y un axioma (B4) que
implique que h es la operación “inverso”.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(c) Muestre que cada uno de los siguientes enunciados es consecuencia


lógica de {B1, B2, B3, B4} dando una prueba:
(i) ∀ x(x ◦ h(x) = e).
(ii) ∀ x(x ◦ h(x) = h(x) ◦ x).
(iii) ∀ x∀ y(h(x ◦ y) = h(y) ◦ h(x)).
(d) Dé un modelo A = hA, ◦, ei de Γ tal que
(i) A tenga dos elementos.
(ii) A tenga tres elementos.
(iii) A |= ∀ x∀ y(x ◦ y = x ∨ x ◦ y = y).
(e) Muestre que cada uno de los siguientes conjuntos de fórmulas es
inconsistente con Γ (h es como en el inciso [b]).
(i) ∃ x∃ y(x 6= y), ∀ x(x ◦ x = x).
(ii) ∃ x∃ y(x 6= y)(x 6= y), ∀ x∀ y(x ◦ y = x ∨ x ◦ y = y).
(iii) ∃ x∃ y(h(x) = h(y) ∧ x 6= y).
5. ¿Qué axiomas se deben añadir a la teoría de grupos para asegurar que todo
modelo A = hA, ◦, ei satisfaga lo siguiente?
(i) A tiene exactamente dos elementos.
(ii) A tiene exactamente tres elementos.
(iii) A es un grupo linealmente ordenado.
6. Sea ϕ un LGr -enunciado. Suponga que para cada número natural n existe
un grupo con al menos n elementos en el que ϕ es cierto. Pruebe que debe
existir un grupo infinito en el que ϕ es cierto.
7. Sea Γ la teoría de una relación bien fundada; es decir, el único símbolo no
lógico de Γ es un símbolo de 2-relación R, y Γ tiene los siguientes axiomas:
(W1) ∀ x¬(Rxx).
(W2) ∀ x∀ y∀ z(Rxy ∧ Ryz ⇒ Rxz).
(W3) ∀ x∀ y(Rxy ∨ Ryx ∨ x = y).
(W4) Si ϕ es una fórmula en el lenguaje de Γ con exactamente una variable
libre x tal que y no ocurre en ϕ. Entonces el siguiente enunciado es
un axioma:
∃ xϕ(x) ⇒ ∃ x[ϕ(x) ∧ ∀ y(ϕ(y) ⇒ ¬yRx)].
(a) Pruebe que existe un modelo de Γ que tiene una cadena infinita
R-descendente:
· · · Rx4 Rx3 Rx2 Rx1 .

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5. Teoría de modelos

(b) El resultado en (a) parece dar lugar a una paradoja pues (W4) afir-
ma que cada conjunto de elementos tiene un elemento R-menor. Esto
implica que no hay cadenas infinitas R-descendentes. ¿Cómo explica usted
está aparente paradoja?
8. Demuestre las siguientes afirmaciones:
(a) Si Γ es un conjunto de enunciados, entonces para todo enunciado ϕ
se tiene que Γ ∪ {ϕ} o Γ ∪ {¬ϕ} es consistente.
(b) Suponga que ϕ es el enunciado:
∀ x∀ y∀ z[Rxx ∧ (Rxy ∨ Ryx) ∧ (Rxy ∧ Ryz ⇒ Rxz)] ⇒ ∃ y∀ xRyx.
Pruebe que ϕ es verdadero en toda estructura del lenguaje de ϕ que
tenga universo finito, pero que ϕ no es demostrable.
(c) Suponga que ψ es un L-enunciado que no contiene cuantificadores
y tampoco constantes ni símbolos de función.
(i) Suponga que x1 , x2 , . . . , xn son las únicas variables libres en ψ, y
suponga que ϕ es el enunciado ∀ x1 ∀ x2 · · · ∀ xn ψ. Pruebe que ` ϕ si
y sólo si ϕ es cierta en toda estructura de su lenguaje cuyo universo
tiene a lo sumo n elementos.
(ii) Suponga que x1 , x2 , . . . , xn son las únicas variables libres en ψ y
suponga que ϕ es el enunciado ∃ x1 ∃ x2 · · · ∃ xn ψ. Pruebe que ` ϕ si
y sólo si ϕ es cierto en toda estructura de su lenguaje cuyo universo
tenga un solo elemento.
(iii) Suponga que x1 , x2 , . . . , xn , y1 , . . . , ym son las únicas variables li-
bres en ψ y que ϕ es el enunciado ∀ x1 ∀ x2 · · · ∀ xn ∃ y1 ∃ y2 · · · ∃ ym ψ.
Pruebe que ` ϕ si y sólo si ϕ es cierto en toda estructura de su lenguaje
cuyo universo tenga a lo más n elementos.
9. Sea L1 una extensión por definiciones de T y L2 una extensión por
definiciones de T(L1 ). Pruebe que L2 es una extensión por definiciones de
T.
10. Sea T una L-teoría consistente y ∆ un conjunto de enunciados tales que
ϕ1 , . . . , ϕn ∈ ∆ ⇒ ϕ1 ∨ · · · ∨ ϕn ∈ ∆.
Muestre la equivalencia de las siguientes afirmaciones:
1. T tiene un sistema de axiomas Γ ⊆ ∆, es decir, T |= Γ y Γ |= T.
2. Para cualesquier L-estructuras A, A0 se cumple
A |= T y ∀ ϕ ∈ ∆(A |= ϕ ⇒ A0 |= ϕ) ⇒ A0 |= T.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

[Sugerencia: Para la dirección importante sea Γ = {ϕ ∈ ∆ : T |= ϕ}.


Para probar Γ |= T, defina para cualquier A0 arbitrario con A0 |= T el
conjunto
Σ = {¬ϕ : A0 |= ¬ϕ, ϕ ∈ ∆}.
Muestre la consistencia de T ∪ Σ y deduzca la premisa de 2.]
11. Sea L un lenguaje de primer orden con solamente el símbolo no lógico =.
Determine un criterio fácil tal que, para cualesquier L-estructuras A, A0 ,
decida si A ∼
= A0 .
12. Sea A una L-estructura y X ⊆ A. Defina
\
A0 = {A0 : A0 ⊆ A ∧ X ⊆ A0 }.
(a) Pruebe que existe una subestructura A0 de A con dominio A0 .
(b) Muestre que
A0 = {t A [s1 , . . . , sn ] : t es un L-término y s1 , . . . , sn ∈ X}.
13. Si T es un conjunto de fórmulas positivas (es decir, fórmulas que se
construyen a partir de fórmulas atómicas y ∧, ∨, ∀ , ∃ ), entonces T se
preserva respecto a epimorfismos, es decir, si
A1 |= ϕ[s1 , . . . , sn ]
y e es un epimorfismo sobre A2 ,
A2 |= ϕ[e(s1 ), . . . , e(sn )]
para toda ϕ ∈ T .
14. Sean A0 ⊆ A1 ⊆ A2 L-estructuras. Demuestre o contradiga:
(a) A0 ≺ A1 y A1 ≺ A2 ⇒ A0 ≺ A2 .
(b) A0 ≺ A1 y A0 ≺ A2 ⇒ A1 ≺ A2 .
(c) A0 ≺ A2 y A1 ≺ A2 ⇒ A0 ≺ A1 .
15. (Lema de Tarski). Sea hAn : n ∈ Ni una sucesión de L-estructuras con
An ≺ An+1 para toda n ∈ N. Demuestre que para toda n ∈ N,
[
An ≺ Ai .
i∈N

16. Sean A, A0 L-estructuras con A ⊆ A0 . Demuestre que A ≺ A0 si y sólo


si para cualquier fórmula ϕ y cualesquier s1 , . . . , sn ∈ A se cumple: si
existe un s0 ∈ A0 con A0 |= ϕ[s1 , . . . , sn , s0 ], entonces existe un s ∈ A con
A0 |= ϕ[s1 , . . . , sn , s].

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5. Teoría de modelos

17. Sea L un lenguaje con igualdad que contiene sólo un símbolo de 1-predicado
P. La teoría T debe determinar que P es cierto para una cantidad infinita
de objetos y es falsa para una cantidad infinita de objetos,
(a) Dé una axiomatización de T.
(b) Pruebe que T es ℵ0 -categórica.
(c) Pruebe que T no es κ-categórica para ningún κ no numerable.
18. Sean A = (Q, <Q ) y A0 = (R, <R ) las L-estructuras de los números
racionales y reales, respectivamente. Demuestre las siguientes afirma-
ciones:
(a) Si g : R − → R es biyectiva y monótona estrictamente creciente,
entonces para cualesquier r1 , . . . , rn ∈ R se cumple
A0 |= ϕ[r1 , . . . , rn ] ⇔ A0 |= ϕ[g(r1 ), . . . , g(rn )].
(b) Para q1 , . . . , qn ∈ Q y r ∈ R existe una biyección monótona
estrictamente creciente g : R − → R con
g(r) ∈ Q ∧ g(q1 ) = q1 , . . . , g(qn ) = qn .
(c) A ≺ A0 .
(d) A ∼
6= A0 .
19. Un conjunto I 6= ∅ de isomorfismos parciales de A a A0 tiene la propiedad
de “ida y vuelta”, es decir,
1. ∀ f ∈ I∀ x ∈ S∃ g ∈ I(f ⊆ g ∧ x ∈ dom(g)).
2. ∀ f ∈ I∀ y ∈ S 0 ∃ g ∈ I(f ⊆ g ∧ y ∈ ran(g)).
f ⊆ g denota que g extiende a f en el siguiente sentido:
dom(f ) ⊆ dom(g) ∧ ∀ x ∈ dom(f )(f (x) = g(x)).
Puebe que A ∼
= A0 .
20. Sea hKi : i ∈ Ii una colección de clases elementales y sea K ⊇ ∩i∈I Ki
una clase finitamente axiomatizable. Muestre que existe una subcolección
finita hKi : i ∈ I0 i, I0 ⊆ I tal que K ⊇ ∩i∈I0 Ki .
21. Sea hKn : n ∈ Ni una sucesión de clases finitamente axiomatizables tales
que para toda n ∈ N, Kn+1 es una subclase propia de Kn . Pruebe que
∪n∈N Kn no es finitamente axiomatizable.
22. Demuestre que la relación Φ |= ϕ es cierta si y sólo si Φ |=L ϕ para el
menor lenguaje L que contenga a Φ y ϕ. Por lo tanto, es válido eliminar
el símbolo L.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

23. Demuestre que Fml0 (L) es el único conjunto deductivamente cerrado e


inconsistente de L-enunciados.
24. Sean T y T0 teorías en L. Demuestre que T0 ⊆ T si y sólo si para toda
L-estructura A es cierto A |= T ⇒ A |= T0 .
25. Demuestre que Σ axiomatiza la teoría T si y sólo si Σ y T son lógicamente
equivalentes, es decir, Σ|= = T.
26. La teoría T es una ∆-teoría si y sólo si T ⊆ T∆ (si y sólo si T = T∆ ).
27. Si A es isomorfa a una estructura de una clase elemental K, entonces
A pertenece a K. [Sugerencia: Use inducción sobre la construcción de
fórmulas para probar que las L-estructuras isomorfas poseen la misma L-
teoría.]
28. Axiomatice la clase de todos los espacios vectoriales sobre un campo en
K. Busque una signatura adecuada.
29. Use la notación del ejercicio 4.76. Sea Σ = {∃ !xPc (x) : c ∈ K} ∪
{∀ ~x∃ !yRf (~x, y) : f ∈ F} ⊆ Fml0 (L)∗ . Demuestre que
Mod(Σ) = {A∗ : A es una L-estructura}.
30. Demuestre el lema 6.1.

31. Si ∆ ⊆ Fml0 (L), entonces f : A − → B si y sólo si A V∆ B y f : A − → B.

32. f :A− → B si y sólo si f : A − → B, donde ∆ = At(L).
33. Un homomorfismo f : A − → B es un homomorfismo fuerte si para
toda n ∈ N, para toda n-relación R ∈ R y b0 , . . . , bn−1 ∈ f [A] con
RB (b0 , . . . , bn−1 ), existen elementos a0 , . . . , an−1 ∈ A con f (ai ) = bi
(i < n) tales que RA (a0 , . . . , an−1 ).
Demuestre: si ∆ ⊆ Fml(L) contiene todas las fórmulas atómicas y
todas las negaciones de relaciones (es decir, fórmulas de la forma ¬R(~x)

con R ∈ R), entonces de f : A − → B, se deduce que f es un homomorfismo
fuerte.

34. f :A− → B es inyectiva si y sólo si f : A − → B para ∆ = {¬(x=y)}.
˙
35. Si ∆ ⊆ Fml0 (L) contiene junto con cada enunciado también su negación,
entonces de A V∆ B se sigue A ≡∆ B.
36. Si ∆ ⊆ Fml(L) contiene junto con cada fórmula también su negación, de

f :A− → B se sigue que para toda ϕ ∈ ∆ y toda n-ada ~a de A es cierto
que A |= ϕ[~a] si y sólo si B |= ϕ[f (~a)].
37. Use el lema del diagrama para demostrar que si dos estructuras A y B son
Fml(L)
→ B, en particular A ≡ B. [Sugerencia:
isomorfas, entonces f : A −

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5. Teoría de modelos

Demuestre por inducción sobre la construcción de ϕ que (*) es cierta para


toda L-fórmula ϕ, donde
A |= ϕ[~a] ⇔ B |= ϕ[f (~a)].] (*)
38. Demuestre que los conjuntos definibles permanecen invariantes respecto a
automorfismos, es decir, si A es una L-estructura y f es un automorfismo
en A, entonces f [ψ(A)] = ψ(A) para toda L-fórmula ψ. [Sugerencia:
Inmediato del Ejer. 37.]
39. Demuestre que para A ⊆ B es cierto que
Teosc (A, A) = Teosc (B, A),
y también Teosc (B, A) ⊆ (diag(A))|= .
40. Demuestre que dos estructuras isomorfas son elementalmente equivalentes.
41. Una L-teoría T es completa si y sólo si de ϕ ∨ ψ ∈ T se sigue que ϕ ∈ T
o ψ ∈ T.
42. Sean A, B y C L-estructuras. Demuestre las siguientes propiedades:
(i) A ≺ B si y sólo si A ⊆ B y (A, A) ≡ (B, A).
Fml(L)
(ii) f : A ,→ B si y sólo si existe una L-estructura A0 ≺ B con
f :A∼= A0 .
(iii) Si A ≺ B entonces A ≡ B.
(iv) A ≺ A.
(v) Si A ≺ B ≺ C, A ≺ C.
(vi) Si A ⊆ B ≺ C y A ≺ C, A ≺ B.
43. Demuestre que los encajes entre espacios vectoriales de dimensión infinita
son elementales.
44. Sea T una L-teoría, P un símbolo nuevo de relación o predicado, y L0 el
lenguaje que se genera de L al añadir P.
Encuentre una L0 -teoría T0 tal que los modelos de T0 sean las L0 -
estructuras A0 en la siguiente forma: el L-reducto A de A0 es modelo de
T, el conjunto P(A0 ) es cerrado respecto a los símbolos no lógicos de L,
y con ello la L-subestructura de A con universo P(A0 ) es un subestructura
elemental de A.
45. Demuestre mediante el orden ω de N que el criterio dado en el corolario
6.23 no es una condición necesaria. [Sugerencia: Demuestre que cada
automorfismo de una extensión elemental de ω deja fijo al conjunto ω.]
46. Demuestre el corolario 12.6.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

47. Sean A una L-estructura y ϕ ∈ Fmln (L) (n > 0) con ϕ(A) infinito.
Entonces, para cada cardinal κ con κ ≥ |L| existe una L-estructura B ≡ A
de cardinalidad κ con |ϕ(B)| = κ.
48. Si Φ es un conjunto finito de fórmulas y ϕ una fórmula, se cumple
Φ(c) |= ϕ(c) ⇒ Φ |= ϕ.
49. Muestre que para todo LAr -término constante t existe un número natural
n tal que t A = (S n (0))A , donde A es un modelo no estándar de la
aritmética. Por lo tanto, los términos constantes siempre representan
elementos estándar. (Para la notación asociada véase la pág. 331.)
50. En referencia a la notación de la página 331, demuestre que la función i : N
→ Af es un isomorfismo.

51. Con la notación de la página 335 demuestre que la relación < realmente
define un orden lineal en el conjunto A/ ∼, cuyo menor elemento es
0/ ∼= Af .
En forma similar, demuestre que ∼ respeta la adición:
Si a ∼ a0 y b ∼ b0 , entonces a + b ∼ a0 + b0
así que podemos definir la adición entre clases de equivalencia mediante
a/ ∼ +b/ ∼= (a + b)/ ∼. Muestre que si a ∼ a0 y b ∼ b0 , entonces
a + b ∼ a0 + b 0 .
52. Suponga que A es un modelo no estándar de la aritmética. Defina una
operación ⊕ en A/ ∼ (notación de la pág. 335) tal que para cualesquier
a, b ∈ A se cumple
(a + b)/ ∼= (a/ ∼) ⊕ (b/ ∼).
Muestre que no puede haber una operación binaria en A/ ∼ que satisfaga
(a b)/ ∼= (a/ ∼) (b/ ∼).
[Sugerencia: Considere a ∈ A − A0 , b1 = 0, b2 = 1.]
53. Sea A un modelo no estándar de aritmética. Muestre que
(1) Existe un elemento a ∈ A tal que para todo número primo p se cumple
A |= S p 0|a.
(2) Existe un elemento de a ∈ A, a > 1 tal que para ningún número primo
p se satisface A |= S n 0|a.
Fml(L)
54. Demuestre que de A ,→ B se deduce A ≡ B.

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5. Teoría de modelos

55. Entre L-estructuras la equivalencia elemental es más débil que la isomorfía,


pero todo encaje elemental es un encaje. Demuestre que el recíproco no es
necesariamente cierto.
56. Sean Σ un conjunto de L-enunciados Φ(~x) y Ψ(~x) conjuntos de L-fórmulas
con variables libres ~x = {x0 , . . . , xn−1 }; Φ, Ψ son equivalentes módulo Σ
si y sólo si para alguna (toda) extensión L(~c) y una n-ada de nuevos símbolos
de constante ~c ocurre que Ψ(~c) y Φ(~c) son equivalentes módulo Σ.
57. Sea T una L-teoría. ModL (T) es cerrada respecto a expansiones (o cerrada
respecto a encajes) si para cualesquier L-estructuras A y B con A ,→ B,
de A |= T se sigue B |= T.
Demuestre:
(a) una L-fórmula ϕ(~x) es equivalente a una Σ1 -fórmula módulo una
L-teoría T si y sólo si para cualesquier L-estructuras A, B, con A |= T y
ϕ
B |= T, de A ⊆ B se puede concluir A − → B, es decir, para toda n-ada ~a
de elementos de A si A |= ϕ[~a], entonces B |= ϕ[~a].
(b) Sea ϕ un L-enunciado. ModL (ϕ) (respectivamente Mod(T) para
una L-teoría T finitamente axiomatizable) es cerrada respecto a expansiones
si y sólo si ϕ es equivalente a un Σ1 -enunciado (respectivamente a una Σ1 -
teoría).
(c) Sea ∆ un conjunto de L-enunciados cerrado respecto a disyunciones
finitas, es decir, si ϕ0 , . . . , ϕn−1 ∈ ∆, también ϕ0 ∨ · · · ∨ ϕn−1 pertenece a
∆.
Una L-teoría T es una ∆-teoría (es decir, T ⊆ T∆ ) si y sólo si para
cualesquier estructuras A, B con A |= T y B |= Teo∆ (A) es cierto que
B |= T (se puede considerar que A y B son ajenas). [Sugerencia: ⇒ es
trivial. Para la otra dirección, supongamos que B |= T∆ . Se debe probar
que B |= T. Para ello sólo se requiere una L-estructura con B |= Teo∆ (A).
Sea ¬∆ = {¬δ : δ ∈ ∆}. Si T ∪ Teo¬∆ (B) es consistente, existe tal A. ]
(d) [Teorema de conservación de Łoś] Sea T una L-teoría. ModL (T) es
cerrada respecto a expansiones si y sólo si T es una Σ1 -teoría. [Sugerencia:
En el texto se observó que si una Σ1 -teoría cumple con Mod(T), es cerrada
respecto a encajes. Para el recíproco, sea T una L-teoría cerrada respecto
a expansiones. Demuestre que
(*) Para cualesquier estructuras A, B con B |= Teo∃ (A), Teo(B) ∪
diag(A) es consistente.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Para probar (*): sea ϕ(~a) una conjunción de enunciados de diag(A);


entonces ϕ no tiene cuantificadores, ~a ∈ An y A |= ϕ[~a]. Por lo tanto, A |=
∃ ~xϕ(~x), así que ∃ ~xϕ(~x) ∈ Teo∃ (A). Ya que B |= Teo∃ (A), B |= ∃ ~xϕ(~x).
Existe ~b ∈ Bn con B |= ϕ(~b), por lo que (B, ~b) |= Teo(B) ∪ {ϕ(~a)}. De
lo anterior concluya (*).
Puesto que T es una Σ1 -teoría, basta probar (en vista del inciso [c])
que B |= T para toda A |= T y toda B |= TeoΣ1 (A). Sean A, B con esas
propiedades. Por (*) Teo(B) ∪ diag(A) tiene un modelo, cuyo L-reducto
B0 cumple con A ,→ B0 y B ≡ B0 . De lo primero se sigue B0 |= T y de
lo último B |= T.
58. Pruebe que la teoría del grupo abeliano Q es κ-categórica si y sólo si κ es
no numerable. Esta teoría es completa.
59. Muestre que la teorı́a de los grupos abelianos infinitos de exponente primo
(es decir, aquellos grupos abelianos infinitos que satisfacen ∀ x(px = 0))
es totalmente categórica y que esta teoría es completa.
60. Pruebe que si un conjunto de L-enunciados T tiene funciones de Skolem
incorporadas y A es un modelo de T, entonces Teo(A, A) también tiene
funciones de Skolem incorporadas.
61. Para toda L-fórmula ϕ existe una L∗ -fórmula universal ψ tal que
` ψ⇒ϕ y ΣL ` ϕ ⇒ ψ.
(Una fórmula ϑ es universal si tiene la forma ∀ x1 · · · ∀ xn ϕ, donde ϕ0 no
tiene cuantificadores y lib(ϕ0 ) ⊆ {x1 , . . . , xn }.)
62. Sea A = hω, ≤i. Muestre que A tiene dos expansiones de Skolem que no
son elementalmente equivalentes en L∗ . Ası́ la expansión de Skolem de
Teo(A) no es completa.
63. Suponga que en el teorema 6.30 tenemos A = B. Muestre que podemos
construir A0 y B0 iguales. Esto demuestra lo siguiente: sea X ⊆ A y
supongamos que f : X − → A es elemental con respecto a A y A. Entonces
f se puede extender a un automorfismo de alguna extensión elemental de
A.
64. Sean A, B L-estructuras, X ⊆ A, f : X − → B, muestre que f es elemental
con respecto a A y B si y sólo si (A, X) ≡ (B, f [X]). En particular, si
existe una función f : X −→ B que es elemental con respecto a A y B para
algún subconjunto X de A (inclusive X = ∅), entonces A ≡ B.
65. Sean g un isomorfismo entre A y B y f la restricción de g a un subconjunto
X de A. Muestre que f es elemental respecto a A y B.

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5. Teoría de modelos

66. Considere espacios vectoriales sobre Q como L-estructuras donde L es el


lenguaje asociado a la signatura con símbolos no lógicos +, 0, Fq para toda
q ∈ Q. Cada Fq se interpreta como la multiplicación escalar por q en el
espacio vectorial V . Supongamos que W es un Q-espacio vectorial y V es
un Q-subespacio vectorial de W. Muestre que V ≺ W.
67. El teorema de consistencia de Robinson 14.8 se formuló originalmente
como a continuación: sean Φ1 , Φ2 conjuntos consistentes de L1 -, L2 -
enunciados, respectivamente, y Φ ⊆ Φ1 ∪ Φ2 un conjunto completo
de enunciados en el lenguaje L1 ∩ L2 . Entonces Φ es L1 ∪ L2 -consistente.
Muestre que esta formulación es equivalente al teorema 14.8. Por supuesto,
un conjunto Φ de enunciados es completo si para toda ϕ ∈ Fml0 (L), Φ |= ϕ
o Φ |= ¬ϕ.
68. Muestre que si f es elemental respecto a A y B, g es elemental respecto a
B y C y si el rango de g está contenido en el dominio de f , entonces f ◦ g
es elemental respecto a A y C.
69. Muestre que si f es elemental respecto a A y B, entonces f −1 es elemental
respecto a B y A.
70. Sea L un lenguaje y L0 una expansión mediante constantes de L. Muestre
que si T es una L-teoría de Skolem, entonces T es una L0 -teoría de Skolem.
71. Suponga que T es una L-teoría y que para toda L-fórmula ϕ(~x, y) sin
cuantificadores con ~x 6= ∅, existe un L-término t tal que T contiene el
enunciado
∀ ~x(∃ yϕ(~x, y) ⇒ ϕ(~x, t(~x)).
(a) Muestre que T tiene funciones de Skolem.
(b) Muestre que para cualquier L-teoría T0 , con T ⊆ T0 , entonces T0
es equivalente a una Π1 -teoría.
72. Sea A una L-estructura con funciones de Skolem. Suponga que X es un
conjunto de elementos que generan a A, y que < es un orden lineal de X
(no necesariamente expresable en L). Muestre que todo elemento de A
tiene la forma t A (~c) para algún L-término t(~x) y ~c ∈ (X)n .

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CAPÍTULO 6

Ultrafiltros y ultraproductos

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

En este capítulo nos ocuparemos de los ultraproductos. Los ultraproductos


son estructuras que se obtienen a partir de modelos ya existentes y permiten
controlar algunas de sus propiedades. Requerimos una familia {Ai : i ∈ I}
de L-estructuras
Q
y un ultrafiltro U sobre I. A partir de esto logramos una nueva
L-estructura i∈I Ai /U, que es el ultraproducto de la familia {Ai : i ∈ I}
respecto a U. Los ultraproductos tienen varias características importantes que
los distinguen. La primera es que el ultraproducto se define en términos de
estructuras y un ultrafiltro; su definición no usa recursión o fórmulas lógicas,
figura muy apreciada por los algebristas. Sin embargo, los resultados de la teoría
de modelos están presentes en el ultraproducto, escondidos en la elección del
ultrafiltro. De hecho, frecuentemente la construcción del ultrafiltro involucra
fórmulas lógicas o recursión.
Existe una regla simple para determinar completamente la teoría del
ultraproducto en términos del ultrafiltro y de las teorías de las estructuras que lo
constituyen. Se trata precisamente del teorema de Łoś. Además, la formación
de ultraproductos conmuta con la formación de reductos. Esto significa que
la interpretación de cada símbolo de L en el ultraproducto es independiente
de la interpretación de los otros símbolos, ası́ que podemos añadir o eliminar
símbolos de la signatura sin afectar el resto del ultraproducto. Este hecho tiene
numerosas aplicaciones, una de las cuales es que se pueden formar extensiones
elementales en las que es posible controlar la cardinalidad de ciertos conjuntos
definibles.
Al inicio del capítulo estudiaremos filtros y ultrafiltros, herramienta fun-
damental para la construcción de ultraproductos. Presentamos la teoría con
el detalle necesario para describir los ultraproductos y para calcular su cardi-
nalidad en algunos casos. Sin embargo, varios hechos sobre ultrafiltros que
aparecen en este capítulo serán de utilidad también en el capítulo 7.
Para un estudio más detallado de ultraproductos, el lector puede consultar
[BeSl69], [CK90] y [Hod97].

1. Filtros
Los filtros en conjuntos son una de las construcciones más útiles en cuanto a sus
aplicaciones en diversas áreas: topología, álgebra y teoría de la medida, entre
otras. A continuación presentamos su definición y propiedades principales.
Definición 1.1. Sea S un conjunto no vacı́o. Un filtro sobre S es una colección
F de subconjuntos de S que cumple las siguientes condiciones:

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

1. S ∈ F y ∅ ∈/ F.
2. Si X, Y ∈ F entonces X ∩ Y ∈ F.
3. Si X ∈ F y X ⊆ Y ⊆ S entonces Y ∈ F.
Ejemplo 1.2. El conjunto F = {S} es el filtro trivial sobre S y es el filtro más
pequeño sobre S.
Sean S un conjunto infinito y A ⊆ S, A 6= ∅. La colección FA = {X ⊆
S | A ⊆ X} es un filtro sobre S llamado filtro principal generado por A. Si
A = {a} para algún a ∈ S, entonces el filtro principal FA es ⊆-máximo.
Después veremos que hay filtros máximos y no principales.
El filtro F = {X ⊆ S | S −X es finito} es el filtro de los conjuntos cofinitos
de S si S es infinito, y es un filtro no principal porque si A ∈ F, entonces, al
tomar un subconjunto propio suficientemente grande X ⊂ A de manera que X
sea cofinito, X ∈ F.
Definición 1.3. Sea G un conjunto. Decimos que G tiene laTpropiedad de
intersección finita (pif) si para todo subconjunto finito H de G, H 6= ∅.
Se sigue de la definición que cada filtro posee la propiedad de intersección
finita; además, si G es un subconjunto de un filtro F entonces G tiene la pif.
Recíprocamente, cada conjunto que tenga la pif es subconjunto de un filtro, tal
como lo asegura el siguiente lema.
Lema 1.4. Sea G 6= ∅ una colección de subconjuntos de S tal que G tiene la
pif. Entonces hay un filtro F sobre S tal que G ⊆ F.

Demostración. Sea F la colección de subconjuntos X de S con la


propiedad de que hay un subconjunto finito de G, digamos {X1 , . . . , Xn } tal
que X1 ∩ . . . ∩ Xn ⊆ X.
Obviamente, S ∈ F; además, ∅ ∈ / F pues G tiene la pif. La tercera
condición de la definición de filtro resulta clara. Para la segunda condición
tomemos X, Y tales que para algunos conjuntos X1 , . . . , Xn , Y1 , . . . , Ym ∈ G
se tiene X1 ∩ . . . ∩ Xn ⊆ X y Y1 ∩ . . . ∩ Ym ⊆ Y ; entonces X1 ∩ . . . ∩ Xn ∩ Y1 ∩
. . . ∩ Ym ⊆ Y ⊆ X ∩ Y , y por lo tanto X ∩ Y ∈ F. Ası́ que F es un filtro.
El filtro construido en el lema anterior es el filtro mı́nimo que contiene al
conjunto G.
Definición 1.5. Un filtro U sobre S es un ultrafiltro si para cada X ⊆ S,
X ∈ U o S − X ∈ U.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

De manera equivalente, un ultrafiltro puede definirse como un filtro máximo


respecto a la inclusión, según el siguiente lema.
Lema 1.6. Un filtro F sobre S es un ultrafiltro si y sólo si es un filtro máximo
sobre S.

Demostración. ⇒ ) Supongamos que F es ultrafiltro y sea F 0 un filtro tal


que F ⊆ F 0 . Si la contención fuera propia, entonces existirı́a un X ⊆ S tal que
X ∈ F 0 − F y como F es ultrafiltro, entonces S − X ∈ F y por lo tanto
S − X ∈ F 0 , de donde tendrı́amos que X ∩ (S − X) = ∅ ∈ F 0 , lo cual es
absurdo.
⇐ ) Sea F un filtro que no es ultrafiltro. Entonces existe X ⊆ S tal que ni
X ni S − X pertenecen a F. Sea G = F ∪ {X}, y afirmamos que G tiene la pif.
Si X1 , . . . , Xn ∈ F, entonces Y = X1 ∩ . . . ∩ Xn ∈ F; además, Y ∩ X 6= ∅,
de lo contrario Y ⊆ S − X, lo que implicaría S − X ∈ F. Por lo tanto,
X1 ∩ . . . ∩ Xn ∩ X 6= ∅, lo cual significa que G = F ∪ {X} tiene la pif. Ası́ que
por el lema 1.4 existe un filtro F 0 tal que G ⊆ F 0 , es decir, F no es un filtro
maximal.

Ya hemos visto que hay filtros principales maximales, es decir, existen ul-
trafiltros principales; pero ¿existirán ultrafiltros no principales, es decir, ultra-
filtros que no estén generados por un elemento s ∈ S? La respuesta es sı́. Sea
S un conjunto infinito y F el filtro de los cofinitos de S. Si U es un ultrafiltro
y extiende a F, entonces U no puede ser principal puesto que el filtro de los
cofinitos no es principal. Ası́ que para encontrar un ultrafiltro no principal basta
con encontrar un ultrafiltro que extienda al filtro de los cofinitos. El inverso
también es cierto; si U es un ultrafiltro no principal, entonces extiende al filtro
de los cofinitos puesto que cada X ∈ U es infinito, de acuerdo con el lema 1.10.
Culminaremos la sección presentando el teorema del ultrafiltro debido a
Tarski. Este teorema utiliza el axioma de elección; además, se sabe que no
puede ser probado en ZF. Veamos primero un lema.
S
Lema 1.7. Si C es una ⊆-cadena de filtros sobre S, entonces C es un filtro
sobre S.
Demostración. Ejercicio.
Teorema 1.8 (Tarski). Todo filtro sobre S puede extenderse a un ultrafiltro.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Sean F0 un filtro sobre S y P el conjunto de todos los


filtros F sobre S tales que F0 ⊆ F. Considere el orden parcial ⊆ en P.
Claramente,
S
P es no vacı́o y si C es una cadena
S
en P, entonces por el lema
1.7 C es un filtro sobre S, de manera que C es una cota superior de C que
pertenece a P. El lema de Zorn asegura que existe un elemento maximal U en
P y U es un ultrafiltro por el lema 1.6.
Lema 1.9. Si F es un filtro principal, entonces F es un ultrafiltro si y sólo si
el conjunto que genera a F consiste solamente en un elemento.
Demostración. Suponga que x ∈ S y F = {X ⊆ S : x ∈ X}. Para cada
X ⊆ S, ya sea x ∈ X o x ∈ S − X, entonces F es un ultrafiltro.
Recíprocamente,
T
supongamos que F es un ultrafiltro principal y que
X0 = {X : X ∈ F} contiene dos elementos x, y. Como F es un ultrafiltro,
{x} o S − {x} está en F. En el primer caso y ∈ / X0 y en el segundo caso
x∈/ X0 . Esta contradicción muestra que X0 contiene un solo elemento.
Este lema muestra que si S tiene cardinalidad κ, existen precisamente κ
ultrafiltros principales distintos en S. Por supuesto, si S es finito, todos los ul-
trafiltros en S son principales (véase Ejer.6)
El siguiente lema muestra que los ultrafiltros no principales contienen sólo
conjuntos infinitos.
Lema 1.10. Un ultrafiltro no principal contiene solamente conjuntos infinitos.
Demostración. Sea U un ultrafiltro que contiene conjuntos finitos. Sea
X un conjunto de cardinalidad mínima en U. Como U es propio, X no es
vacío. Mostraremos que X contiene un único elemento. Supongamos lo
contrario: digamos que x, y pertenecen a X. Como X es de cardinalidad
mı́nima en U entonces {x} ∈ / U, por lo que S − {x} ∈ U. Por lo tanto,
X ∩ (S − {x}) = X − {x} ∈ U. Pero X − {x} contiene menos elementos que
X pues X es finito, lo que contradice nuestra elección de X. Esto demuestra
que X contiene exactamente un elemento, digamos x. Se sigue que U es el
ultrafiltro principal generado por x.
Como ya vimos, el filtro de los conjuntos cofinitos se extiende a un ultrafiltro
no principal. Sean U un ultrafiltro no principal en S y X, Y subconjuntos
de S tales que X − Y es finito y X ∈ U. Entonces podemos concluir que
Y ∈ U: puesto que X − Y es finito, S − (X − Y ) ∈ U; por consiguiente,
X ∩ {S − (X − Y )} = X ∩ Y ∈ U. Pero X ∩ Y ⊆ Y , lo cual indica que Y ∈ U.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Ya hemos demostrado que existe al menos un ultrafiltro no principal en


un conjunto infinito S. Suponga que |S| = κ. Entonces |Pot(S)| = 2κ . Un
κ
ultrafiltro en S es un subconjunto de Pot(S). Existen 22 subconjuntos de Pot(S)
κ
y, por lo tanto, pueden existir a lo sumo 22 ultrafiltros no principales en S. El
siguiente teorema muestra que ésta es realmente la cardinalidad del conjunto
de ultrafiltros no principales.
Definición 1.11. Si S es un conjunto infinito, Fin(S) es el conjunto de
subconjuntos finitos de S.
κ
Teorema 1.12. Si S es un conjunto infinito de cardinalidad κ, existen 22
ultrafiltros no principales en S.
Demostración. Como S es infinito, |Fin(S)| = κ y Fin(Fin(S)) tiene
cardinalidad también igual a κ.
Puesto que S es infinito existen dos subconjuntos distintos A, B de cardi-
nalidad κ cuya unión es S y f una función biyectiva de A sobre B. Si X ⊆ A,
sea
X+ = X ∪ (B − {f (x) : x ∈ X}),
así que X+ es X unido con aquellos elementos de B que no están en la imagen de
X respecto a f . Supongamos que X, Y ⊆ A y X 6= Y . Entonces X − Y o Y − X
es no vacío. Si x ∈ X − Y , x ∈ X+ − Y + , y si x ∈ Y − X, f (x) ∈ X+ − Y + .
En cualquier caso, X+ 6⊆ Y + . Hemos demostrado que
X, Y ⊆ A ∧ X 6= Y ⇒ X+ 6⊆ Y + . (63)
Sea
S = Fin(S).
S también tiene cardinalidad κ y sea
A = {S − Fin(X+ ) : X ⊆ A}.
Entonces A ⊆ Pot(S) y, por 63, A tiene cardinalidad 2κ .
Supongamos que
X = S − Fin(X+ ) ∈ A
y que Y es un subconjunto finito de A que no contiene a X. Digamos que
Y = {S − Fin(Yi+ ) : i ≤ n}.
Para i ≤ n, X 6= Yi y, en consecuencia, por 63, X+ 6⊆ Yi+ .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Sea g(i) un elemento de X+ − Yi+ , y sea


U = {g(i) : i ≤ n}.
U es un subconjunto finito de X+ y, por lo tanto, no pertenece a X. Por
construcción, para i ≤ n, U * Yi+ , por lo que U pertenece a S − Fin(Yi+ ), así
que U ∈ ∩Y. Hemos demostrado entonces que
\
X ∈ A ∧ Y ∈ Fin(A) ∧ X ∈
/ Y⇒ Y * X. (64)
Sea
I = Fin(S).
Otra vez I tiene cardinalidad κ. Sea
B = {Fin(X) : X ∈ A},
con lo que B ⊆ Pot(I) y B tiene cardinalidad 2κ . Sean
X = {Fin(Xi ) : i ≤ m}
y
Y = {Fin(Yj ) : j ≤ n}
subconjuntos finitos ajenos de B. Entonces, para cada i ≤ m,
Xi ∈
/ {Yj : j ≤ n}
T
y por 64 existe un elemento, digamos h(i), en j≤n Yj − Xi . Sea
V = {h(i) : i ≤ m}.
V es un subconjunto finito de cada Yj y, por consiguiente,
\ \
V∈ Fin(Yj ) = Y.
j≤n
S
V no es subconjunto de ningún Xi y, en consecuencia, V ∈
/ X. Por lo tanto,
hemos mostrado que
\ [
si X, Y son ajenos y contenidos en B, entonces Y* X. (65)
Para Z ⊆ B, sea
Z∗ = (B − Z) ∪ {I − X : X ∈ Z}.
Si Z1 , Z2 ⊆ B y Z1 6= Z2 , claramente existe X ⊆ I con X ∈ Z∗1 e I − X ∈ Z∗2 .
κ
Así que existen 22 conjuntos distintos Z∗ , cada uno correspondiendo a cada
subconjunto de B.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Supongamos que Z ⊆ B y sea


{X1 , . . . , Xm , I − Y1 , . . . , I − Yn }
un subconjunto finito de Z∗ tal que Xi ∈/ Z para i ≤ m, y Yi ∈ Z para j ≤ n.
Por 65,
X1 ∩ · · · ∩ Xm * Yi ∪ · · · ∪ Yn ,
de donde se sigue que
X1 ∩ · · · ∩ Xm ∩ (I − Y1 ) ∩ · · · ∩ (I − Yn ) 6= ∅.
Esto exhibe que Z∗ tiene la propiedad de la intersección finita. En consecuencia,
se puede extender a un ultrafiltro UZ en I. Por lo antes observado, Z1 6= Z2
κ
implica que UZ1 6= UZ2 por lo que {UZ : Z ⊆ B} es una familia de 22
ultrafiltros en I. Como I tiene la misma cardinalidad que S, podemos encontrar
una biyección entre S e I y transformar los ultrafiltros de I en ultrafiltros de
κ
S. Como existen a lo sumo κ ultrafiltros principales en S, debemos tener 22
ultrafiltros no principales en S.
Definición 1.13. Un ultrafiltro U en un conjunto S es uniforme si todos los
conjuntos en U tienen la misma cardinalidad que S:
En todo conjunto infinito existe al menos un ultrafiltro uniforme, como lo
asegura el siguiente lema.
Lema 1.14. Si S es un conjunto infinito, existe un ultrafiltro uniforme en S.

Demostración. Sea κ la cardinalidad de S y A el conjunto de todos los


subconjuntos de S cuyos complementos tienen cardinalidad < κ. Entonces
X ∈ A si y sólo si X ⊆ S y |S − X| < κ. Se verifica fácilmente que A tiene
la pif, por lo que se puede extender a un ultrafiltro U en S. Claramente, este
ultrafiltro no contiene conjuntos de cardinalidad menor que κ y es, por lo tanto,
uniforme.

De hecho, todo ultrafiltro uniforme debe contener los conjuntos de A, y


recíprocamente todo ultrafiltro que contenga a A es uniforme.
Es obvio que en un conjunto numerable la familia de ultrafiltros no
principales coincide con la familia de los ultrafiltros uniformes. El recíproco
de esta afirmación también es cierto.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Lema 1.15. Sea S un conjunto infinito. La familia de ultrafiltros no principales


en S y la familia de ultrafiltros uniformes en S coinciden si y sólo si S es
numerable.
Demostración. Por lo dicho, sólo una dirección no es trivial. Suponga-
mos que S tiene cardinalidad κ no numerable. Sea λ un cardinal menor que κ
y J un subconjunto de S de cardinalidad λ. Sea
G = {X ⊆ S : J − X es finito}.
Se comprueba fácilmente que G tiene la pif y contiene todos los subconjuntos
de A (el conjunto de la prueba del lema 1.14). Por lo tanto, G se puede extender
a un ultrafiltro no principal U en S. En particular, J ∈ G ⊆ U, así que U no es
uniforme.
El motivo de este capítulo es la construcción de ultraproductos que son
cierto tipo de modelos; los ultrafiltros principales no dan lugar a nuevos modelos
mediante ultraproductos y los ultrafiltros uniformes son realmente los únicos
que debemos considerar para los ultraproductos, como veremos posteriormente.
Definición 1.16. Un ultrafiltro U en el conjunto S es ℵ0 -completo
T
si para toda
familia {Xn : n < ω} de elementos de U, su intersección {Xn : n < ω}
también pertenece a U. U es ℵ0 -incompleto si no es ℵ0 -completo.
La definición se puede generalizar a un cardinal infinito κ. U es κ-completo
si
T
para cualquier familia de conjuntos Xξ ∈ U con ξ < κ se tiene que
{Xξ : ξ < κ} también pertenece a U. U es κ-incompleto si no es κ-completo.

Lema 1.17. Un ultrafiltro principal es κ-completo para toda κ.


Demostración. Si U está generado por {x}, entoncesTpara cualquier
ξ : ξ < κ} de elementos de U tenemos que {x} ⊆ {Xξ : ξ < κ}.
colección {XT
Por lo tanto, {Xξ : ξ < κ} ∈ U.
La pregunta natural es: ¿existen ultrafiltros no principales que sean ℵ0 -
completos? A continuación logramos una respuesta completa para conjuntos
numerables.
Lema 1.18. Si S es un conjunto de cardinalidad κ, entonces no existen
ultrafiltros no principales κ-completos en S.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Demostración. Sean {xξ : ξ < κ} una enumeración de S y U un


ultrafiltro no principal en S. Para ξ < κ, sea Xξ =TS − {xξ }. Como U es
no principal, los conjuntos Xξ pertenecen a U. Pero ξ<κ Xξ = ∅, que no es
miembro de U. Por consiguiente, U no es κ-completo.
Una consecuencia obvia es:
Corolario 1.19. Todo ultrafiltro no principal en un conjunto numerable es
ℵ0 -incompleto.
La pregunta sobre la existencia de ultrafiltros ℵ0 -completos no principales
en conjuntos no numerables es un problema muy famoso en teoría de conjuntos.
A continuación introduciremos el concepto de cardinal medible en términos de
ultrafiltros, y algunas de sus propiedades. Sin embargo, posponemos hasta
el segundo volumen un estudio más detallado y otras caracterizaciones de los
cardinales medibles.
Definición 1.20. Un cardinal κ es medible si κ es no numerable y existe un
ultrafiltro no principal en κ que sea λ-completo para toda λ < κ.
Aquellos lectores familiarizados con la teoría de la medida notarán que si
U es un ultrafiltro en S, entonces la función
µ : Pot(S) −
→ {0, 1},
definida por (
1, si X ∈ U,
µ(X) =
0, si X ∈ / U,
es una medida bivaluada en S que no es trivial, si U es no principal y es λ-aditiva,
si U es λ-completo. En consecuencia, κ es un cardinal medible si y sólo si κ
es no numerable y existe una medida no trivial bivaluada en κ que es λ-aditiva
para cada λ < κ. Por ello a este tipo de cardinales se les llama medibles.
Diremos que un cardinal κ es ℵ0 -medible si existe un ultrafiltro no principal
ℵ0 -completo en κ. Por lo general se usa medible para nuestra noción de
cardinal ℵ0 -medible, pero el siguiente teorema resta importancia a tal distinción.
Requerimos la siguiente caracterización de ultrafiltros κ-completos.
Lema 1.21. Sea U un ultrafiltro en S. U es κ-completo si y sólo si para todo
λ ≤ κ y toda partición {Xξ : ξ < λ} de S existe un único ξ0 < λ tal que
Xξ0 ∈ U.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Supongamos que U es κ-completo, λ ≤ κ y {Xξ : ξ < λ}


es una partición de S.
Puesto que los Xξ son mutuamente ajenos, a lo sumo uno de ellos pertenece
a U. Suponga que ninguno pertenece a U. Entonces para ξ < λ, tenemos que
S − Xξ ∈ U. Como U es κ-completo, se cumple lo siguiente:
\ [
(S − Xξ ) = S − Xξ = S − S = ∅ ∈ U,
ξ<λ ξ<λ

lo que contradice el hecho de que U es propio.


El recíproco se prueba en forma similar (véase el Ejer. 7).

Teorema 1.22. Existen cardinales medibles si y sólo si existen cardinales ℵ0 -


medibles.

Demostración. Como todo cardinal medible es ℵ0 -medible, solamente


debemos probar una dirección. Supongamos que existen cardinales ℵ0 -
medibles y sea κ el menor de tales cardinales. Por el lema 1.18, κ debe ser
no numerable.
Sea U un ultrafiltro no principal ℵ0 -completo en κ. Mostraremos que U es
λ-completo para cada λ < κ. Suponga lo contrario; entonces existe λ < κ con
la propiedad de que U es λ-incompleto. De acuerdo con el lema 1.21, existe
una partición {Xξ : ξ < λ} de κ tal que para cada ξ < λ, Xξ ∈/ U.
S S
Sea I = {Xξ : ξ < λ} y para A ⊆ I, sea A = {Xξ : ξ ∈ A}.
Definimos la colección E de subconjuntos de I por
[
E = {A ⊆ I : A ∈ U}.
Claramente, I ∈ E y ningún subconjuntoSfinito de I pertenece
S S
a E. Supongamos
que
S
A ∈ E y A ⊆ B ⊆ I. Entonces A ∈ U y A ⊆ B. Por lo tanto,
B ∈ U y, en consecuencia, B ∈ E.
S S S S
Si A ⊆ I, A∪ (I −A) = κ. En consecuencia, A ∈ U o (I −A) ∈ U
pero, por supuesto, no ambos. Entonces A ∈ E o I − A ∈ E, pero no ambos.
S
Finalmente suponga que para cada n ∈ ω, An ∈ E. Para n ∈ ω,
n∈ω An ∈ U, lo que implica, en vista de la ℵ0 -completud de U, que
!
\ [
An ∈ U.
n∈ω n∈ω

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Puesto que los conjuntos en I son mutuamente ajenos,


! !
\ [ [ \
An = An ,
n∈ω n∈ω n∈ω n∈ω
T
de donde se sigue que n∈ω An ∈ E.
Hemos demostrado que E es un ultrafiltro no principal ℵ0 -completo en I.
Como I tiene cardinalidad λ < κ, esto contradice nuestra elección de κ.
Podemos concluir que U es λ-completo para cada λ < κ y que κ es, por
tanto, un cardinal medible.
Lema 1.23. Sean U un ultrafiltro en S y κ el menor cardinal tal que U es
κ-incompleto. Entonces existe una sucesión hXξ : ξ < κi de elementos de U
tal que:
(1) TXη ⊆ Xξ , si ξ ≤ η < κ.
(2) ξ<κ Xξ = ∅.
Demostración. Como U es κ-incompleto,
T
existe una familia {Yξ : ξ < κ}
de elementos de U tales que Y = ξ<κ Yξ ∈ / U. Así que S − Y ∈ U. Para
ξ < κ, sea \
Xξ = (S − Y ) ∩ Yζ .
ζ<ξ
Como |ξ| < κ, U es |ξ|-completo y Xξ ∈ U. Claramente, (1) es cierto y
finalmente
\ \
Xξ = (S − Y ) ∩ Yξ = (S − Y ) ∩ Y = ∅.
ξ<κ ξ<κ
Esto completa la prueba.
Ahora introducimos el concepto de ultrafiltro regular, cuya importancia se
hará patente cuando consideremos cardinalidades de ultraproductos.
Definición 1.24. Decimos que U es un ultrafiltro regular en S si existe una
biyección f : S −→ Fin(S) tal que para cada s ∈ S,
{j ∈ S : s ∈ f (j)} ∈ U.
Note que siempre existe una biyección entre S y Fin(S), pero esta biyección
no necesariamente cumple la condición de la definición.
Es importante identificar las relaciones que existen entre los ultrafiltros
regulares y las otras clases de ultrafiltros.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Lema 1.25. Sea S un conjunto infinito. Entonces existe un ultrafiltro regular


en S. Todo ultrafiltro regular en S es ℵ0 -incompleto y uniforme.

Demostración. Sea f una biyección de S sobre Fin(S). Para cada i ∈ S,


sea
Ei = {j ∈ S : i ∈ f (j)}.
Mostraremos que la familia E = {Ei : i ∈ S} tiene la pif.
Sea {Ei1 , . . . , Ein } un subconjunto finito de E e {i1 , . . . , in } es un subcon-
junto finito de S, por lo que es la imagen f (i0 ) para alguna i0 ∈ S. Para j ≤ n,
ij ∈ f (i0 ), y en consecuencia
i0 ∈ Ei1 ∩ · · · ∩ Ein .
Por consiguiente, E tiene la pif y se puede extender a un ultrafiltro U en S.
Por nuestra construcción, U es un ultrafiltro regular.
Ahora suponga que U es un ultrafiltro regular en S. Entonces existe una
función f : S −→ Fin(S) tal que para i ∈ S,
{j ∈ S : i ∈ f (j)} ∈ U.
Por hipótesis, cada Xn pertenece a U, pero obviamente
\
Xn = {j ∈ S : ∀ n ∈ ω, in ∈ f (j)} = ∅
n∈ω

y no pertenece a U. Esto muestra que U es ℵ0 -incompleto.


Falta probar que U es uniforme. Suponga que X ⊆ S y |X| < |S|.
Claramente,
[
f (i) < |S|,



i∈X
S
y por lo tanto, existe algún j0 ∈ I − i∈X f (i). Si, para i ∈ S, j0 ∈ f (i),
entonces i ∈
/ X. Se sigue que
{i ∈ S : j0 ∈ f (i)} ⊆ S − X.
Como {i ∈ S : j0 ∈ f (i)} ∈ U, podemos concluir que S − X ∈ U y así X ∈
/ U.
Esto demuestra que U es uniforme.
No se sabe si todo ultrafiltro ℵ0 -incompleto uniforme es regular. No
obstante, el caso de un conjunto numerable es más simple.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Lema 1.26. Sea S = {in : n ∈ ω} un conjunto numerable y U un ultrafiltro


no principal en S. Existe una sucesión hXn : n ∈ ωi de subconjuntos de S
tales que
(1) X0 = S,
(2) para cada n, Xn+1 ⊆ Xn , y Xn − Xn+1 es infinito,
(3) para
T
cada n, Xn ∈ U,
(4) n∈ω Xn = ∅.
Demostración. Sea X0 = S. Suponga que k < ω, y que para cada n ≤ k
se han definido los Xn de forma que satisfagan (1)–(3) y
(5) para m < n, im ∈
/ Xn .
Sean Ak , Bk conjuntos infinitos ajenos cuya unión es Xk . Como Xk ∈ U, Ak
o Bk pertenece a U. Si Ak ∈ U, entonces también Ak − {ik } y sea Xk+1 este
conjunto. Si Ak ∈ / U, Bk ∈ U y Bk − {ik } ∈ U, sea Xk+1 este conjunto. En
cualquier caso, hemos encontrado conjuntos Xn para n ≤ k + 1 de tal forma
que se satisfacen (1)–(3) y (5). Por inducción, para toda n podemos encontrar
un conjunto Xn tal
T
que se satisfacen esas condiciones. Como cada Xn satisface
(5), se sigue que n∈ω Xn = ∅ y la prueba está completa.
Lema 1.27. Si U es un ultrafiltro no principal en el conjunto numerable
S = {in : n ∈ ω}, entonces U es regular.

Demostración. Sea hXn : n ∈ ωi la sucesión de conjuntos dada por el


lema 1.26. Para cada n ∈ ω, sea Yn la colección de todos aquellos subconjuntos
finitos de S que contienen a cada ik con k < n. Claramente,
(1) Y0 = Fin(S),
para cada n, Yn+1 ⊆ Yn y Yn − Yn+1 es infinito,
(2) T
(3) n∈ω Yn = ∅.
Para
S
cada n, sean fn : Xn − Xn+1 − → Yn − Yn+1 una función inyectiva y
f = {fn : n ∈ ω}. En vista de las propiedades de los conjuntos Xn y Yn ,
f : S −→ Fin(S) es una función biyectiva.
Para cada n ∈ ω, si i ∈ Xn+1 entonces f (i) ∈ Yn+1 y, por lo tanto, in ∈f (i).
En consecuencia,
Xn+1 ⊆ {i ∈ S : in ∈ f (i)},
pero Xn+1 ∈ U, de donde {i ∈ S : in ∈ f (i)} ∈ U. Esto muestra que U es
regular.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Lema 1.28. Sea S un conjunto numerable. Entonces las familias de ultrafiltros


no principales ℵ0 -incompletos, uniformes y regulares sobre S coinciden.
Demostración. Es inmediata a partir de los lemas 1.15, 1.18 y 1.27.

2. Ultrapotencias
Los ultraproductos son estructuras nuevas que se conforman a partir de estruc-
turas ya conocidas. Los ingredientes son: una familia {Ai | i ∈ I} de L-
estructuras para una signatura fija σ con su lenguaje asociado
Q
L y un ultrafiltro
U sobre I. El resultado es una nueva L-estructura denotada i∈I Ai /U y conoci-
da como ultraproducto de {Ai | i ∈ I} sobre U. La definición del ultraproducto
Q Q
i∈I Ai /U se hace en dos pasos: primero definimos el producto directo i∈I Ai
y después formamos una imagen homomorfa mediante U. Antes de seguir con
la definición, recordemos lo que es un producto cartesiano o producto directo
de conjuntos.
En lo sucesivo fijamos una signatura σ = (R, F, K, τ) y su lenguaje
asociado L.
Definición 2.1. Sea {Ai | i ∈ I} una familia
Q
de conjuntos; definimos el
producto directo de {Ai | i ∈ I}, denotado i∈I Ai , como el siguiente conjunto
de funciones: Y [
Ai = {a : I −→ Ai | a(i) ∈ Ai }.
i∈I i∈I

Ahora definimos el producto directo de una familia de L-estructuras.


Definición 2.2. QSea {Ai | i ∈ I} una familia de L-estructuras. Definimos el
producto directo i∈I Ai como la siguiente L-estructura P:
Q
1. dom(P) = i∈I dom(Ai )
S
2. Para cada sı́mbolo de constante c ∈ K, cP : I −→ i∈I dom(Ai ) cumple
con cP (i) = cAi .
3. Para cada sı́mbolo de n-función f ∈ F y cada n-ada (a0 , . . . , an−1 ) ∈
dom(P)n ,
f P (a0 , . . . , an−1 ) = b si y sólo si b(i) = f Ai (a0 (i), . . . , an−i (i)).
4. Para cada sı́mbolo de n-relación R ∈ R y cada n-ada (a0 , . . . , an−1 ) ∈
dom(P)n ,
RP (a0 , . . . , an−1 ) si y sólo si para toda i ∈ I, RAi (a0 (i), . . . , an−1 (i)).

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Para terminar la definición de ultraproducto necesitamos la siguiente


definición:
Definición 2.3. Sea ϕ(~x) una L-fórmula y ~a una n-ada de elementos de
dom(P). Definimos el valor booleano de ϕ(~a), denotado kϕ(~a)k, como1
kϕ(~a)k = {i ∈ I | Ai |= ϕ(~a(i))}.
Tenemos las siguientes propiedades del valor booleano.
Proposición 2.4. Sean ϕ(~x), ψ(~x) fórmulas y ~a una n-ada de elementos de
Q
i∈I Ai . Entonces
1. k¬ϕ(~a)k = I \ kϕ(~a)k.
2. kϕ(~a) ∧ ψ(~a)k = kϕ(~a)k ∩ kψ(~a)k.
3. kϕ(~a) ∨ ψ(~a)k = kϕ(~a)k ∪ kψ(~a)k. Q Q
4. Para toda (n − 1)-ada de elementos de i∈I Ai y toda b ∈ i∈I Ai , se
cumple kϕ(b,~
Q
a)k ⊆ k∃xϕ(x,~a)k.
5. Existe b ∈ i∈I Ai tal que kϕ(b,~a)k = k∃xϕ(x,~a)k.
Demostración. Las afirmaciones (1) a (4) son consecuencia directa de la
definición.
Q
Vamos a demostrar (5), para lo cual basta demostrar que hay un
b ∈ i∈I Ai tal que kϕ(b,~a)k ⊇ k∃xϕ(x,~a)k.
Para cada i ∈ k∃xϕ(x,~a)k existe ci ∈ Ai tal que Ai Q|= ϕ(ci ,~a(i)).
Mediante el axioma de elección tomemos un elemento b ∈ i∈I Ai tal que
si i ∈ k∃xϕ(x,~a)k, se cumple b(i) = ci ; y si j ∈ I \ k∃xϕ(x,~a)k, b(j) es
cualquier elemento de Aj .
Sea i ∈ k∃xϕ(x,~a)k, es decir, Ai |= ∃xϕ(x,~a(i)). Por la elección de b(i)
tenemos Ai |= ϕ(b(i),~a(i)). Por lo tanto, i ∈ kϕ(b,~a)k.
La construcción de un ultraproducto se hace mediante una relación de
equivalencia que definimos en seguida.
Definición 2.5. Sea I un conjunto no vacı́o
Q
y F un filtro sobre I. Definimos
la relación de equivalencia ∼ sobre dom( i∈I Ai ) como
a ∼ b si y sólo si ka=bk
˙ ∈F

Proposición 2.6. ∼ es una relación de equivalencia.


1
Q
Debe quedar claro que si ~a = (a0 , . . . , an−1 ) es una n-ada de elementos de i∈I
Ai ,
entonces ~a(i) significa siempre (a0 (i), . . . , an−1 (i)).

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Demostración.
- Claramente ∼ es reflexiva pues como para toda i ∈ I, Ai |= a(i) = a(i),
entonces ka=ak˙ = I ∈ F.
- La simetrı́a resulta obvia pues ka=bk
˙ = kb=ak.
˙
- La transitividad también es inmediata pues si ka=bk,
˙ kb=ck
˙ ∈ F, entonces
ka=bk
˙ ∩ kb=ck ˙ ∈ F y como ka=bk ˙ ∩ kb=ck
˙ ⊆ ka=ck,
˙ entonces
ka=ck
˙ ∈ F.

A la clase de equivalencia de a módulo un filtro F la denotamos mediante


a/F.
Mediante esta relación de equivalencia y el producto directo de L-
estructuras, vamos a definir una nueva L-estructura.
Definición 2.7. Sean {Ai | i ∈ I} una Q
Q
familia de L-estructuras y P =
i∈I Ai . Definimos el producto reducido i∈I Ai /F como la siguiente σ-
estructura U:
1. dom(U) = {a/F | a ∈ dom(P)}
2. Para cada sı́mbolo de constante c ∈ K, cU = cP /F.
3. Para cada símbolo de n-función f ∈ F y cada n-ada (a0 /F, . . . , an−1 /F) ∈
dom(U)n ,
f U (a0 /F, . . . , an−1 /F) = f P (a0 , . . . , an−1 )/F.
4. Para cada símbolo de n-relación R ∈ R y cada n-ada (a0 /F, . . . ,
an−1 /F) ∈ dom(U)n ,
RU (a0 /F, . . . , an−1 /F) si y sólo si ~bR(a0 , . . . , an−1 ) ∈ F
Q
Si U es un ultrafiltro entonces la estructura i∈I Ai /U es el ultraproducto
Q
de
{Ai | i ∈ I} sobre U. Si tenemos Ai = A para toda i ∈ I, entonces i∈I A/F
se denota con AI /F y es una potencia reducida de A o una ultrapotencia si F
es un ultrafiltro.
Como siempre que se utilizan relaciones de equivalencia, el lector debe
cerciorarse de que la definición es independiente del representante (véase el
Ejer. 8).
El siguiente lema muestra cómo se interpretan los términos en un ultrapro-
ducto.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Lema 2.8.
Q
Sean t(x1 , . . . , xn ) un término con n variables, U un ultrafiltro sobre
I, U = i∈I Ai /U y (a1 , . . . , an ) una n-ada de elementos de dom(U). Entonces

t U [a1 /U, . . . , an /U] = b/U si y sólo si


b(i) = {i ∈ I : tiA [a1 (i), . . . , an (i)]} ∈ U,

es decir, t U [a1 /U, . . . , an /U] = t P [a1 , . . . , an ]/U.

Demostración. Por inducción sobre la construcción de términos. Sea


~a = (a1 , . . . , an ).
t = c. t U [~a/U] = cU [~a/U] = cU = cP /U = t P [~a]/U.
t = x1 . t U [~a/U] = x1U [~a/U] = a1 /U y claramente a1 (i) = x1Ai [a1 (i)]. Por
lo tanto, a1 /U = x1P [~a]/U = t P [~a]/U.
t = f (t1 , . . . , tn ). La hipótesis de inducción es tjU [~a/U] = tjP [~a]/U para
1 ≤ j ≤ n.

f (t1 , . . . , tn )U [~a/U] = f U (t1U [~a/U], . . . , tnU [~a/U])


= f U (t1P [~a]/U, . . . , tnP [~a]/U)
= f P (t1P [~a], . . . , tnP [~a])/U
= f (t1 , . . . , tn )P [~a]/U = t P [~a]/U.

Ahora presentamos el teorema fundamental de ultraproductos debido a


Jersy Łoś.

Teorema 2.9 (Łoś). Sean {Ai | i ∈ I} una familia de Q


L-estructuras, U un
ultrafiltro sobre I y ~a una n-ada de elementos de dom( i∈I Ai /U). Entonces
Y
Ai /U |= ϕ(~a/U) si y sólo si kϕ(~a)k ∈ U.
i∈I
Q
Demostración. Sea U = i∈I Ai /U. La Q prueba es por inducción sobre
la construcción de las fórmulas. Otra vez P = i∈I Ai .

1. ϕ es una fórmula atómica.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

• ϕ = t1 =t
˙ 2.
˙ 2 )[~a/U] ⇔ t1U [~a/U] = t2U [~a/U]
U |= (t1 =t
⇔ t1P [~a]/U = t2P [~a]/U (por el lema 2.8)
⇔ t1P (~a)
∼ t2P (~a)
˙ 2 (~a)k ∈ U.
⇔ kt1 (~a)=t
• ϕ = R(t1 , . . . , tn ). Es análogo al caso anterior.
2. Paso inductivo.
• ϕ = ¬ψ.
U |= ϕ[~a/U] ⇔ U 6|= ψ[~a/U]
⇔ kψ(~a)k ∈/U (por HI)
⇔ I \ kψ(~a)k ∈ U (pues U es ultrafiltro)
⇔ k¬ψ(~a)k ∈ U (por la Proposición 2.4)
⇔ kϕ(~a)k ∈ U.
• ϕ = ψ ∧ χ.
U |= ϕ[~a/U] ⇔ U |= ψ[~a/U] y U |= χ[~a/U]
⇔ kψ(~a)k ∈ U y kχ(~a)k ∈ U (por HI)
⇔ kψ(~a)k ∩ kχ(~a)k ∈ U(pues U es filtro)
⇔ k(ψ ∧ χ)(~a)k ∈ U (Prop. 2.4)
⇔ kϕ(~a)k ∈ U.
• ϕ = ∃xψ(x, ~y).
Q
U |= ϕ[~a/U] ⇔ U |= ψ(b/U,~a/U) para alguna b ∈ dom( i∈I Ai )
Q
⇔ kψ(b,~a)k ∈ U para alguna b ∈ dom( i∈I Ai )
(por HI)
⇔ k∃xψ(x,~a)k ∈ U (por la Proposición 2.4)
⇔ kϕ(~a)k ∈ U.
Con lo que queda demostrado el teorema.
Como primera aplicación del teorema de Łoś, damos otra demostración del
teorema de compacidad 12.29. El lector debe advertir que este ejemplo no es
una aplicación artificial del teorema de Łoś: la demostración que tenemos del
teorema de compacidad (Teorema 4.12.29) hace uso del cálculo de secuencias.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

La demostración mediante ultraproductos no requiere de este cálculo. En lo


que a teoría de modelos concierne, no se necesita el cálculo de secuencias, pero
sí el teorema de compacidad.
Teorema 2.10 (Compacidad). Sea M un conjunto de L-enunciados. En-
tonces M tiene un modelo si y sólo si todo subconjunto finito de M tiene un
modelo.
Demostración. ⇒ ) Es trivial.
⇐ ) Supongamos que todo subconjunto finito N ⊆ M tiene un modelo,
digamos AN . Sea I = {N ⊂ M | N es finito}. Q
Vamos a construir un ultrafiltro
U tal que para toda ϕ ∈ M se cumpla que i∈I Ai /U |= ϕ; de esta manera
el ultraproducto será modelo de todo M. Utilizando el teorema de Łoś, basta
construir un ultrafiltro U tal que kϕk = {N ∈ I | AN |= ϕ} pertenezca a U.
Observe que {N | ϕ ∈ N} ⊆ kϕk puesto que si ϕ ∈ N, entonces
AN |= ϕ. Ası́ que basta construir un ultrafiltro que contenga los conjuntos
ϕ = {N | ϕ ∈ N}, y para esto último, utilizando el lema 1.4 y el teorema 1.8,
basta mostrar que esta colección tiene la pif. Pero esto es inmediato, puesto
que si ϕ1 , . . . , ϕm ∈ M entonces {ϕ1 , . . . , ϕm } ∈ ϕ1 ∩ . . . ∩ ϕm .
Nuestra siguiente aplicación caracteriza las nociones de clase elemental
y equivalencia elemental en términos de ultraproductos. Una clase de L-
estructuras K es cerrada respecto a equivalencia elemental si para toda A ∈ K,
A ≡ B, implica que Q
B ∈ K. La clase K es cerrada respecto a ultraproductos si
todo ultraproducto i∈I Ai /U de una familia de L-estructuras Ai ∈ K pertenece
a K.
Teorema 2.11. Sea K una clase arbitraria de L-estructuras. Entonces:
(i) K es una clase ∆-elemental para una L-teoría T, es decir, K = Mod L (T) si
y sólo si K es cerrada respecto a ultraproductos y equivalencia elemental.
(ii) K es elemental si y sólo si tanto K como su complemento son cerrados
respecto a ultraproductos y equivalencia elemental.
Demostración.
(i) ⇒ ) Obviamente, toda clase ∆-elemental es cerrada respecto a la equiva-
lencia elemental.
Q
El teorema de Łós muestra que si Ai |= ϕ para toda
i ∈ I, entonces i∈I Ai /U |= ϕ. Así que toda clase ∆-elemental también
es cerrada respecto a ultraproductos.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

⇐ ) Sea K una clase de modelos cerrada respecto a ultraproductos


y equivalencia elemental. Sea T el conjunto de todos los L-enunciados
que son válidos en A para toda A ∈ K. Entonces T es una L-teoría y
cualquier A ∈ K es modelo de T, es decir, K ⊆ Mod L (T). Veamos ahora
que Mod L (T) ⊆ K. Sean B ∈ Mod L (T), Σ el conjunto de todos los
enunciados ciertos en B e I = Fin(Σ), el conjunto de subconjuntos finitos
de σ. Para cada i = {ϕ1 , . . . , ϕn } ∈ I, existe Ai ∈ K que es modelo de
i, pues en caso contrario el enunciado ¬(ϕ1 ∧ · · · ∧ ϕn ) pertenecería a T
y sería falso en B. Para cada i ∈ I escogemos un modelo de i, digamos
Ai ∈ K. Análogamente
Q
a la prueba del teorema 2.10, podemos encontrar
un ultraproducto i∈I Ai /U Q
que es modelo de Σ. Dado que K es cerrado
respecto a ultraproductos, ∈I Ai /U ∈ K. Por la construcción
Q
de Σ, todo
modelo de Σ es elementalmente equivalente a B, así que ∈I Ai /U ≡ B
y como K es cerrado bajo equivalencia elemental, concluimos que B ∈ K.
Por lo tanto, K = Mod L (T), es decir, K es una clase ∆-elemental.
(ii) Se sigue de (i) y del teorema 2.10.

Una pregunta natural es ¿qué sucede con los ultraproductos en el caso de


que A ≡ B? Una respuesta la proporciona el siguiente teorema.
Teorema 2.12 (Keisler-Shelah). Si A y B son dos L-estructuras, entonces las
siguientes condiciones son equivalentes.
1. A ≡ B.
2. Existe un conjunto I y un ultrafiltro U sobre I tales que AI /U ∼
= BI /U.
Demostración. La demostración se pospone hasta el volumen II.
Teorema 2.13. Una clase K de L-estructuras es elemental si y sólo si
es ∆-elemental y su complemento es cerrado respecto a la formación de
ultraproductos.
Demostración. Si tanto K como su complemento Kc son elementales,
ambas son cerradas respecto a la formación de ultraproductos.
Recíprocamente, supongamos que K y su complemento tienen esa pro-
piedad. Por el teorema de Keisler-Shelah sabemos que tanto K como su
complemento son cerrados respecto a equivalencia elemental, por lo que K
es ∆-elemental de acuerdo con el teorema 2.11. Afirmamos que para algu-
na ϕ ∈ Φ = Teo(K) la clase Mod(ϕ) coincide con K. Si no es cierto,

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

para cada ϕ ∈ Φ encontramos un Aϕ ∈ Mod(ϕ) que también pertenece al


complemento de K. Los conjuntos
Jϕ = {ψ ∈ Φ : Aψ |= ϕ}
pertenecen a algún ultrafiltro F (noteQque Jϕ1 ∩ Jϕ2 = Jϕ1 ∧ϕ2 ) en Φ. De
acuerdo con el teorema de Łoś, A = ψ∈Φ Aψ /F es un modelo de Teo(K),
así que A ∈ K por el teorema 2.11. Como el complemento de K es cerrado
respecto a la formación de ultraproductos, pertenece al complemento de K, una
contradicción.

Ejemplo 2.14. Para un número primo fijo p la clase de todos los campos de
característica p es elemental pues se puede definir añadiendo el enunciado
Def
ϕp = ∀ xpx = 0.

Los campos de característica 0 se pueden definir añadiendo la familia de


negaciones ¬ϕp , p primo, y en consecuencia forma una clase axiomatizable.
Por otra parte, los campos de carecterística 6= 0Qno son cerrados respecto a
ultraproductos, ya que el ultraproducto no trivial p∈P F/F sobre el campo F
es un campo de característica 0. Por lo tanto, los campos de característica 0
forman una clase axiomatizable pero no elemental.

Ejemplo 2.15. Un campo es cerrado separable si no tiene una extensión


algebraica separable propia. Un campo K es cerrado separable si y sólo si se
satisface la siguiente familia de enunciados: todo polinomio f (x) ∈ K[x], para
el que existen polinomios a(x), b(x) ∈ K[x] tales que a(x)f (x) + b(x)f 0 (x) = 1
y máx (grado(a), grado(b)) = 1 ≤ grado(f ) tiene una raíz en K. (f 0 (x) es la
derivada de f (x) con respecto a x).
Por consiguiente, la clase de los campos algebraicamente cerrados separa-
bles es axiomatizable. Se sigue del teorema 4.9 que esta clase no es elemental.
Ya vimos que los campos algebraicos de la misma característica son elemen-
talmente equivalentes si y sólo si sus índices [K : Kp ] y [L : Lp ] son infinitos
o finitos e iguales. Véase [Ers67].

Ejemplo 2.16. La clase de todos los campos es finita axiomatizable (en la


clase de todos los anillos); en particular, es axiomatizable ya que los campos se
pueden definir mediante el enunciado
∀ x(x 6= 0 ⇒ ∃ y(x · y = 1).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Es bien conocido (p. ej., véase [Jac64]) que un campo K se puede ordenar
si y sólo si K es formalmente real, es decir, −1 no es la suma de cuadrados de
elementos en K.
Para un entero positivo fijo n sea ψn el enunciado
∀ x1 · · · xn (−1 6= x12 + · · · + xn2 ).

Claramente, K es formalmente real si y sólo si K satisface ψn para toda


n ∈ N. Por lo tanto, los campos formalmente reales conforman una clase
axiomatizable.

Proposición 2.17. Los campos formalmente reales conforman una clase axio-
matizable pero no elemental.

Demostración. Debemos verificar solamente que la clase de campos


formalmente reales no es elemental; para ello considere, en un campo K que no
es formalmente real, el menor natural n tal que −1 es la suma de n cuadrados
de elementos de K. Este número es conocido como el nivel de K. Se puede
demostrar ([Rib72]) que el nivel de un campo no ordenable es una potencia
de 2, y recíprocamente que toda potencia de 2 es el nivel de un campo. Para
cada t ∈ N sea Kt un campo de nivel 2t y sea F un ultrafiltro libre en N.
Por el teoremaQde Łoś concluimos que −1 no es la suma de cuadrados en el
ultraproducto n∈N Kt /F, por lo tanto, este ultraproducto es formalmente real,
lo que demuestra la afirmación.

La siguiente aplicación muestra que todo modelo A es elementalmente


encajable en toda ultrapotencia de A en forma natural. Sean I un conjunto
no vacío, U Q
un ultrafiltro sobre I y A una L-estructura. El encaje natural
d : A −→ ∈I Ai /U es la función d tal que d(a) es la clase de equivalencia de
la función constante con valor a, es decir,
d(a) = {a : i ∈ I}/U.
Q
El rango de d se denota con d[A] y la restricción de ∈I Ai /U a d[A] con d(A).
Este encaje es excepcionalmente importante en el estudio de ultraproductos.

Corolario 2.18. Sea A una L-estructura Q


y U un ultrafiltro en I. Entonces el
encaje natural de A en la ultrapotencia ∈I Ai /U es un encaje elemental.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Demostración. Mediante elQuso del teorema 4.9.5(c) basta probar que


A |= ϕ[a1 , . . . , an ] si y sólo si Ai /U |= ϕ[d(a1 ), . . . , d(an )], para toda
fórmula atómica ϕ. Sean ϕ(x1 , . . . , xn ) una L-fórmula atómica y a1 , . . . , an ∈
A. Por el teorema de Łoś, las siguientes afirmaciones son equivalentes:
Y
Ai /U |= ϕ[d(a1 ), . . . , d(an )] ⇔
i∈I
{i ∈ I : A |= ϕ[a1 , . . . , an ]} ∈ U ⇔
A |= ϕ[a1 , . . . , an ],
lo que concluye la demostración.
Así pues, d es un isomorfismo
Q
entre A y d(A); d(A) es una subestructura
elemental de la ultrapotencia ∈I Ai /U.

3. Propiedades de los ultraproductos


En esta sección estudiaremos propiedades de los ultraproductos que no están
relacionadas con el lenguaje L, sino solamente con su estructura.
Decimos que las parejas (S, U) y (S 0 , U 0 ) (donde U, U 0 son ultrafiltros sobre
S y S 0 respectivamente) son isomorfas si existe una biyección π : S −→ S 0 tal
que para todo X ⊆ S,
X ∈ U ⇔ π[X] ∈ U 0 .
Si |S| = |S 0 | U y U 0 son ultrafiltros principales, entonces (S, U) es isomorfo
a(S 0 , U 0 ).
El lema 1.28 podría sucitar la falsa idea de que la observación sigue
siendo cierta si U y U 0 son ultrafiltros no principales. Un simple argumento de
cardinalidad muestra que esto no es cierto.
Lema 3.1. Si S es infinito, existen ultrafiltros no principales U, U 0 en S tales
que (S, U) no es isomorfa a (S, U 0 ).
Demostración. Sea S un conjunto de cardinalidad κ, y U un ultrafiltro
no principal en S. Sea P el conjunto de todas las biyecciones de S en S. P
tiene cardinalidad 2κ . Si π ∈ P, sea π[U] = {π[X] : X ∈ U}. Entonces
{(S, π[U]) : π ∈ P} es la familia de todas las parejas isomorfas a (S, U).
κ
Esta familia tiene cardinalidad 2κ , pero por el teorema 1.12 existen 22 parejas
(S, U 0 ) con U 0 como un ultrafiltro no principal. Por consiguiente, existe un
κ
ultrafiltro (de hecho hay 22 ) no principal U 0 en S tal que (S, U) no es isomorfo
a (S, U 0 ).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Suponga que (S, U) es una pareja y G ⊆ S. Entonces definimos


U  G = {X ∩ G : X ∈ U}.
Lema 3.2. Si (S, U) es una pareja y G ∈ U, entonces (G, U  G) también es
una pareja, y para todo X ⊆ S,
X ∈ U ⇔ X ∩ G ∈ U  G.
Demostración. Ejercicio.
Teorema 3.3. Sean {Ai : i ∈ I} una familia de L-estructuras, (I, U) una
pareja y G ∈ U; entonces
Y Y
Ai /U ∼
= Ai /(U  G).
i∈I i∈G

Demostración. Definimos la función


Y Y
h: Ai /U −
→ Ai /(U  G)
i∈I i∈G
Q Q
como sigue: si f ∈ i∈I Ai , entonces f  G ∈ i∈G Ai es la restricción de f
a G. Sea
h(f/U) = (f  G)/U  G.
Q Q
h transforma Ai /U sobre Ai /(U  G); mostraremos que h es un
isomorfismo. Debemos verificar las condiciones de la definición 4.4.4. Por
supuesto, h es biyectiva. Como ejemplo consideremos Q
la condición para
símbolos de relación R. Sea T la interpretación de R en i∈I Ai /U  G.
RU (a1 /U, . . . , an /U) ⇔ {i ∈ I : RAi (a1 (i), . . . , an (i))} ∈ U
⇔ {i ∈ I : RAi (a1 (i), . . . , an (i))} ∩ G ∈ U  G
⇔ {i ∈ G : RA1 (a1 (i), . . . , an (i))} ∈ U  G
⇔ T (a1  G/U  G, . . . , an  G/U  G)
⇔ T (h(a1 /U), . . . , h(an /U)).
Así que h es un isomorfismo.
Corolario 3.4. Si U es un ultrafiltro principal en I, entonces para alguna
k ∈ I, Y
Ai /U ∼= Ak .
i∈I

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Demostración. Como U es principal, está generado por algún k ∈ I, y


{k} ∈ U. Por el teorema 3.3,
Y Y
Ai /U ∼= Ai /(U  {k}) ∼
= Ak .
i∈I i∈{k}

Este corolario muestra que los ultrafiltros principales no generan nuevos


modelos mediante ultraproductos, ası́ que en lo sucesivo sólo consideraremos
ultrafiltros no principales.
Corolario 3.5. Sea U un ultrafiltro no principal en I. Existe un subconjun-
to J de I y un ultrafiltro uniforme U 0 en J tal que para cualquier familia
{Ai : i ∈ I} de L-estructuras,
Y Y
Ai /U ∼
= Ai /U 0 .
i∈I i∈J

Demostración. Sean κ = mín{µ | ∃A ∈ U(|A| = µ)} y J cualquier


conjunto en U de cardinalidad κ. Por el teorema 3.3, para cualquier familia
{Ai : i ∈ I} de estructuras se tiene
Y Y
Ai /U ∼
= Ai /G,
i∈I i∈I
donde G = U  J. Para cualquier X ∈ U se cumple X ∩ J ∈ U y, por lo tanto
(por la elección de κ), X ∩ J tiene cardinalidad κ. Como todos los elementos
de G son de esta forma, G es un ultrafiltro uniforme.
El corolario 3.4 se puede generalizar de la siguiente forma:
Lema 3.6. Si A es una L-estructura de cardinalidad ≤ κ y U es un ultrafiltro
κ-completo en I, entonces
AI /U ∼
= A.
Demostración. Es suficiente probar que el encaje canónico d : A ,→
AI /U es sobre.
Suponga que a/U ∈ AI /U. Para cada a0 ∈ A, sea
Xa0 = {i ∈ I : a(i) = a0 }.
El conjunto {Xa0 : a0 ∈ A} es una partición de I en a lo sumo κ conjuntos ajenos.
Por el lema 1.21, existe un único a0 ∈ A tal que Xa0 ∈ U. En consecuencia,
a/U = d(a0 ). Esto muestra que AI /U = d[A], lo que completa la prueba.

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4. Ejemplos
A continuación presentamos algunos ejemplos del uso de las ultrapotencias en
el álgebra.
Ejemplo 4.1. Sea σ = h+, 0, (+, 2)i una signatura y L el lenguaje asociado
a ella. La clase de los grupos abelianos de torsión no es axiomatizable. Para
demostrar esta afirmación construiremos un ultraproducto libre de torsión de
grupos abelianos de torsión. Si la clase en cuestión fuera axiomatizable, cada
factor satisfaría los axiomas y así lo haría también el ultraproducto.
Sea Gn el grupo cíclico de orden n + 1Qpara cada n ∈ ω. Se afirma que si
U esQun ultrafiltro libre sobre ω, entonces n<ω Gn /U no es de torsión. Sea
g ∈ n<ω Gn /U tal que g(n) tiene orden n + 1 para cada n ∈ ω. Para cualquier
m > 0, si ϕm (x) es la fórmula
x + x +{z· · · + x} = 0;
|
m sumandos
Q
entonces, por el teorema de Łoś, i<ω Gi /U 6|= ϕm [gU ] ya que el conjunto
{n ∈ ω : Gn |= ϕmQ[g(n)]} es finito y no pertenece a U. Por lo tanto, gU no
tiene orden finito y i<ω Gi /U no es de torsión.
Este método de probar que una clase no es axiomatizable no siempre
funciona, pues existen clases cerradas respecto a ultraproductos que no son
axiomatizables:
Definición 4.2. Una clase K de L-estructuras es seudoelemental si
K = {A : A |= ϕ}
para algún L0 -enunciado, donde L0 ⊇ L.
Ejemplo 4.3. Sea n ∈ ω si A es la clase de todos los grupos isomorfos al grupo
lineal general de orden n sobre un campo fijo F; entonces A es cerrada respecto
a ultraproductos. Es suficiente probar que A es seudoelemental, de acuerdo con
el ejercicio 29. Expandimos el lenguaje L asociado a la signatura σ = (◦, e) a
L0 asociado a la signatura σ 0 = {◦, e, +, ∗, 0, 1, πij }, donde +, ∗ son símbolos
de 2-función, 0,1 son símbolos de constante, y πij , 1 ≤ i, j ≤ n son símbolos de
1-función.
Sea A0 la clase de todas las L0 -estructuras A que satisfacen las siguientes
propiedades (el lector las podrá expresar fácilmente como L0 -enunciados):

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

- Dos elementos a1 , a2 ∈ A son iguales si y sólo si πij (a1 ) = πij (a2 ), para
cualesquier i, j (por lo que los elementos de A son matrices de n × n).
- La unión F de los rangos de las πij forma un campo con respecto a +, ∗, 0
y 1.
- La matriz e es la matriz identidad.
- La operación ◦ es la multiplicación de matrices.
- Los elementos de A son precisamente las matrices n × n sobre F que son
invertibles.
El lector podrá verificar que con la expansión L0 así definida, A resulta
seudoelemental, es decir, existe un L0 -enunciado ϕ que axiomatiza A.
Así que la clase A es cerrada respecto a ultraproductos, pero no es axioma-
tizable de acuerdo con un resultado de Sabbagh [Sab69] que lo demuestra para
n = 1; sin embargo, se generaliza fácilmente a n arbitraria.
Las ultrapotencias también encuentran aplicaciones en la teoría de campos,
como lo muestra el siguiente ejemplo.
Ejemplo 4.4. Sea P un conjunto infinito de números primos y U un ultrafiltro
libre en P. Para cada p ∈ P sea Fp la cerradura algebraica del campo primo
Q
Fp con p elementos. Considere el ultraproducto K = p∈P Fp /U. Para todo
p ∈ P, la propiedad de tener característica p se puede expresar mediante el LAr -
enunciado ∀ x(px = 0). Por lo tanto, como U es libre, K tiene característica
0. Como cada factor es algebraicamente cerrado, el teorema de Łoś implica
que K mismo es algebraicamente cerrado. Es fácil verificar que |K| = 2ℵ0 .
Puesto que dos campos algebraicamente cerrados de la misma característica y
cardinalidad no numerable son isomorfos (de acuerdo con el famoso teorema
de Steinitz; véase [PiViZa00] para una demostración corta del teorema de
Steinitz), podemos concluir que K es isomorfo a C.
Teorema 4.5. Dos campos K, M algebraicamente cerrados son elemental-
mente equivalentes si y sólo si tienen la misma característica.
Demostración. Supongamos que K, M son elementalmente equivalentes
y que la característica de K es p > 0. Entonces K y M satisfacen el LAr -
enunciado ∀ x(px = 0), por lo que M tiene característica p (¿qué pasa si
p = 0?).
Recíprocamente, supongamos que K y M tienen la misma carcterística.
De acuerdo con el corolario de Löwenheim-Skolem, (7.3), existe un campo

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

K0 tal que K0 ≡ K y |K0 | = ℵ1 . De manera similar, existe un campo M 0


elementalmente equivalente a M y de cardinalidad ℵ1 . Como ambos campos
tienen la misma característica y son algebraicamente cerrados, usamos de nuevo
el teorema de Steinitz para certificar que son isomorfos. En consecuencia, K y
M son elementalmente equivalentes.

Así que una propiedad expresable en nuestro lenguaje LAr que es cierta en
un campo algebraicamente cerrado, es válida en todo campo algebraicamente
cerrado de la misma característica. La pregunta ahora es si podemos transferir
propiedades entre campos de diversas características.
Teorema 4.6 (Principio de transferencia). Sea ϕ un LAr -enunciado. Las si-
guientes afirmaciones son equivalentes.
(i) ϕ es cierto en algún (en todo) campo algebraicamente cerrado de carac-
terística 0.
(ii) Existe una cantidad infinita de números primos p tales que ϕ es cierto en
algún (en todo) campo algebraicamente cerrado de característica p.
(iii) Existe un conjunto E de números primos tales que ϕ es cierto en algún (en
todo) campo algebraicamente cerrado de característica p ∈ / E.
Demostración. Sean P un conjunto infinito de números primos, U un
ultrafiltro sobre P y Fp la cerradura algebraica de Fp . Si σ es cierta en Fp para
toda p ∈ P, se desprende del teorema de Łoś y del isomorfismo
Y
C∼
= Fp /U,
p∈P

que ϕ es cierto en C. Esto demuestra (ii) ⇒ (i) e (i) ⇒ (iii). La implicación


(iii) ⇒ (ii) es obvia.

Finalmente, consideremos ultraproductos de módulos de donde se despren-


den resultados sorprendentes. Consideremos a los módulos como L-estructuras
modelo de la teoría de módulos.
Proposición 4.7. Sean {Mi : i ∈ I} una familia de R-módulos Q
y U un
ultrafiltro κ-completo en I tal que |R| < κ. Si G es un subgrupo de Q i∈I Mi /U
de cardinalidad menor que κ, entonces existe un encaje φ : G − → i∈I Q i
M tal
que πQ ◦ φ es la identidad en G. Aquí π es la función canónica de i∈I Mi
sobre i∈I Mi /U.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Demostración. Para cada elemento g ∈ G, elegimos un representante xg


Q
en i∈I Mi . Entonces para g, h ∈ G y r ∈ R, los conjuntos
Yg,h = {i ∈ I : xg (i) + xh (i) = xg+h (i)}
y
Yr,g = {i ∈ I : rxg (a) = xrg (i)},
pertenecen a U. Como U es κ-completo, el conjunto
\
Y = ∩{Yg,h : g, h ∈ G} ∩ {Yr,g : r ∈ R, g ∈ G}
también pertenece a U. Definimos φ mediante
(
xg (i), si i ∈ I
φ(g)(i) =
0, en otro caso.
Se verifica fácilmente que φ es la función buscada.
Q
Si Bi es un subconjunto
Q
del módulo Mi para
Q
cada i ∈ I, entonces Qi∈I Bi
es un subconjunto de i∈I Mi ; denotamos
Q
con Qi∈I Bi /U la imagen Q
de i∈I Bi
respecto a la función canónica π Q
: i∈I Mi −→ i∈I Mi /U; es decir, i∈I Bi /U
es
Q
el conjunto de elementos de i∈I Mi /U representados por un elemento de
i∈I Bi .

Lema 4.8. Si Bi es un subconjunto linealmente independiente


Q
del módulo Mi
para cada i ∈ I, entonces para todo ultrafiltro
Q
U en I, i∈I Bi /U es un
subconjunto linealmente independiente de i∈I Mi /U.
Demostración.
Q
Suponga lo contrario: sean (xo )U , . . . , (xn )U elementos
de i∈I Bi /U tales que
diferentesP Q
existen elementos distinto de cero r0 , . . . , rn
de R con j≤n rj (xj )U = 0 en i∈I Mi /U. Entonces
Def X
Y = {i ∈ I : rj xj (i) = 0 en Mi }
j≤n

pertenece a U, como también


Def
Zj,k = {i ∈ I : xj (i) 6= xk (i)}
para j 6= k (pues (xj )U 6= (xk )U ). Por lo tanto,
Def \
W =Y∩ Zj,k
j6=k

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

es un elemento de U, así que W no es vacío. Para cualquierPi ∈ W, puesto que


Bi es linealmente independiente, los xj (i) son distintos y j≤n rj xj (i) = 0,
concluimos que rj = 0 para toda j.
Teorema 4.9. Sea U un ultrafiltro κ-completo sobreQI, donde κ > |R| + ℵ0 .
Si Mi es un módulo libre para cada i ∈ I, entonces i∈I Mi /U es un módulo
libre.
Q
Demostración. Sea Bi una base de Mi .QPor el lema 4.8, i∈I Bi /U es
un subconjunto linealmente independiente
Q
/U, así que necesitamos
de i∈I MiQ
solamente probar que genera a i∈I Mi /U. Sea y ∈ i∈I Mi . Para cualquier
n + 1-ada ~r = (r0 , . . . , rn ) ∈ Rn+1 , sea
Def X
Y (~r) = {i ∈ I : ∃ x0 (i), . . . , xn (i) ∈ Bi (y(i) = rj xj (i))}.
j≤n
S
Como cada Bi genera a Mi , {Y (~r) : ~r ∈ Rn+1 , n ∈ ω} = I. Por la hipótesis
sobre |R|, existen menos de κ sucesiones. Por
P
lo tanto, existe ~r = (r0 , . . . , rn )
tal que Y (~r) pertenece a U. Entonces yU = j≤n rj (xj )U , donde xj (i) se define
P
de manera que y(i) = j≤n rj xj (i) para i ∈ Y (~r).

5. Campos real cerrados

Definición 5.1. Sea K un campo y ≤ un orden lineal en K; K es un campo


ordenado si ab ∈ K+ = {x ∈ K : x > 0} para cualesquier a, b ∈ K+ y para
cualesquier x, y, z ∈ K con x < y se cumple x + z < y + z.
Definición 5.2. Un conjunto linealmente ordenado E es un η1 -conjunto si para
cualesquier dos subconjuntos a lo sumo numerables A y B, con a < b para toda
a ∈ A y toda b ∈ B, existe un elemento x ∈ E que satisface a < x < b para
toda a ∈ A y toda b ∈ B.
En particular, tomando A = ∅ o B = ∅ se sigue que un η1 -conjunto no
tiene subconjuntos numerables coiniciales o cofinales.
Un campo es real-cerrado si está ordenado y no tiene una extensión
algebraica ordenada propia. En forma equivalente, un campo ordenado K es
real-cerrado si su complexificación KC es algebraicamente cerrada; también
en forma equivalente, si todo elemento positivo en K es el cuadrado de algún
elemento en K y todo polinomio sobre K de grado impar tiene una raíz en K.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Un campo real-cerrado tiene un orden único ≤ (como campo ordenado)


que se define haciendo que los elementos positivos sean los cuadrados de ele-
mentos del campo. Un campo real-cerrado K es un η1 -campo si el conjunto
universo del campo K con el orden del campo es un η1 -conjunto.
El lector puede verificar que si F es un ultrafiltro libre en N, KN /F es un
η1 -campo real-cerrado si K es un campo real-cerrado.
Proposición 5.3. Si K y L son η1 -campos real-cerrados, entonces son ele-
mentalmente equivalentes.
Demostración. Es suficiente probar que se satisfacen las condiciones de
la propisición 13.1.
Sea Φ la familia de todos los isomorfismos de subcampos real-cerrados
numerables de K sobre subcampos real-cerrados numerables de L. Sea ϕ : K0
−→ L0 un isomorfismo de Φ y c ∈ K. Queremos extender ϕ a un isomorfismo
en Φ que tenga a c en su dominio.
Si c ∈ K0 , no hay nada que probar. Si c ∈
/ K entonces c es trascendente
sobre K0 pues K0 es real-cerrado. Sea A = {a ∈ K0 : a < c} y
B = {b ∈ K0 : c < b}. Ya que ϕ preserva el orden, ϕ(A) < ϕ(B). Los
conjuntos ϕ[A] y ϕ[B] son numerables y L es un η1 -campo; por lo tanto, existe
un elemento c ∈ L tal que
ϕ[A] < c < ϕ[B]; (66)
c∈ / L0 , por lo que c es trascendente sobre L0 . La función ϕ se extiende a un
isomorfismo ϕ : K0 (c) − → L0 (c) definido mediante ϕ(c) = c. Se afirma que ϕ
preserva el orden. Es suficiente mostrar que un elemento
f = k0 + k1 c · · · + kn cn ∈ K0 [c], k0 , . . . , kn ∈ K0 ,
es positivo en el orden de K si y sólo si ϕ(k0 ) + ϕ(k1 )c + · · · + ϕ(kn )cn es
positivo en el orden de L. Podemos suponer que kn > 0 (en el orden de K).
Como K0 es real-cerrado, podemos escribir
r
Y s
Y
f = kn (c − αi ) [(c − βj )2 + γj2 ], (67)
i=1 j=1

donde r + 2s = n y αi , βj ∈ K0 .
f es positivo en el orden de K si y sólo si el número de factores negativos
en el lado derecho de la ecuación 67 es par. Aplicando ϕ a la ecuación 67 y
usando la ecuación 66, obtenemos f > 0 si y sólo si ϕ(f ) > 0.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Entonces ϕ preserva el orden y es un isomorfismo de K0 (c) a L0 (c), por lo


que se extiende a un isomorfismo ϕ0 de la cerradura real de K0 (c) (dentro de
K) sobre la cerradura real de L0 (c) (dentro de L). Estas cerraduras reales son
numerables, así que la condición (i) se satisface. Mediante un argumento dual
se verifica la condición (ii).
Ahora podemos demostrar el famoso teorema de Tarski sobre equivalencia
elemental de campos real-cerrados.
Teorema 5.4 (Tarski). Cualesquier dos campos real-cerrados son elemental-
mente equivalentes.
Demostración. Sean K y L dos campos real cerrados. Si F es un
ultrafiltro en N, entonces KN /F y LN /F son η1 -campos real-cerrados, de
acuerdo con el ejercicio 42. Por la proposición 5.3, los ultraproductos KN /F
y LN /F son elementalmente equivalentes. Como K ≡ KN /F y L ≡ LN /F,
concluimos que K ≡ L por el teorema de Keisler-Shelah.
Ahora pretendemos probar que todo campo ordenado se puede encajar en
un campo real-cerrado.
Lema 5.5. El inverso de una suma de cuadrados es una suma de cuadrados.
Demostración. La demostración es evidente, por ejemplo:
2 2
a2 + b 2
 
1 a b
2 2
= 2 2 2
= 2 + 2 .
a +b (a + b ) a + b2 a + b2

Lema 5.6. Sea A = hA, +, ·, <A , 0, 1i un campo ordenado tal que cada
elemento positivo de A es la suma de cuadrados de elementos de A. Sea
B un campo que contiene al reducto de A a {+, ·, 0, 1} como subcampo y tal
que el cero no es la suma de cuadrados (distintos de cero) en B.
Sea b ∈ B − A tal que no es la suma de cuadrados de elementos de B.
Entonces existe un orden <B en B que extiende al orden <A y b <B 0.
Demostración. Es suficiente encontrar un conjunto P ⊆ B de “elementos
positivos” de B con las siguientes propiedades:
1. −b ∈ P.
2. 0 ∈/ P.
3. c2 ∈ P para toda c ∈ B.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

4. P es cerrado respecto a +.
5. Para toda c ∈ B − {0}, c ∈ P o −c ∈ P.
Nuestra primera propuesta para P es P0 :
 
Xl m
X 
P0 = c2 − dj2 b : l, m ∈ N, ci ∈ B, dj ∈ B no todos cero .
 
i=1 j=1

Afirmamos que (1)–(4) se cumplen para P0 : (1) y (3) son obvias. Para
(2), notemos que si m
P 2 Pl 2
j=1 dj b = i=i ci , entonces, por el lema 5.5, b
sería la suma de cuadrados. (4) es cierta por definición de P0 y puesto que
ci2 (−dj2 b) = −(ci dj )2 b y (−dj2 b)(−dk2 b) = (dj dk b)2 .
Ahora construimos versiones adecuadas de P0 para que se verifique (5):
suponga que P0 ⊆ P1 , P1 satisface (1)–(4) y c ∈ / P1 . Definamos P2 como
{p(−c) : p es un polinomio con coeficientes en P1 }.
Es fácil verificar que −c ∈ P2 , P1 ⊆ P2 y que (1), (3), (4) son ciertas en P2 . Para
(2) supongamos que p(−c) = 0 y derivemos una contradicción. Consideremos
expansiones pares e impares para obtener
p(x) = q(x2 ) + xr(x2 ),
para polinomios q y r con coeficientes en P1 . Si r(c2 ) = 0, entonces q(c2 ) = 0
pero q(c2 ) está en P1 , lo que es una contradicción. Por otra parte, si r(c2 ) 6= 0
entonces
0 = p(−c) = q(c2 ) − cr(c2 ),
lo cual significa que
 2
2 2 1
c = q(c )r(c )
r(c2 )
y como cada factor en el lado derecho pertenece a P1 , llegamos a una
contradicción.
Ya que tenemos P definimos <B como sigue:
c1 <B c2 si y sólo si c2 − c1 ∈ P.
Para cada a ∈ A, si 0 <A a entonces a es una suma de cuadrados y por (3) y
(4) a ∈ P. Así, <B extiende al orden <A .
Lema 5.7. Todo campo ordenado se puede encajar como subestructura de un
campo real-cerrado.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Es suficiente probar que para todo campo ordenado A


existe un campo ordenado B tal que A ⊆ B y para cada número natural n ≥ 1,
B |= σn donde σn es el enunciado en el lenguaje de la teoría de campos que
establece:
Si p es un polinomio de grado a lo sumo n y w < y es tal que p(w) < 0 <
p(y), entonces existe una x con w < x < y y p(x) = 0.
Considere el enunciado ψn ≡ para cualquier campo ordenado A existe un
campo ordenado B tal que A ⊆ B y B |= σn .
ψ1 es cierta pues todo campo ordenado A es modelo de σ1 . Probamos que
para cada n, ψn ⇒ ψn+1 . Dado cualquier modelo A |= T, donde T es la teoría
de campos ordenados, construiremos una cadena de modelos
A ⊆ B1 ⊆ B2 ⊆ · · · ⊆ Bn ⊆ Bn+1 ⊆ · · ·
tal que cada Bn |= T ∪ {σn }. Sea B la unión de la cadena. Puesto que T es una
Π1 -teoría, B es modelo de T. Además, la naturaleza de los enunciados σn nos
permite concluir que para cada n, B |= σn y entonces B |= T ∪ {σn : n ∈ N}.
Resta probar que para cada n, ψn ⇒ ψn+1 .
Afirmación 1 Si A |= T ∪ {σn } y p es un polinomio de grado a lo más n + 1
con coeficientes en A y a < d son elementos de A tales que p(a) < 0 < p(d);
entonces existe un modelo B con A ⊆ B, B |= T y existe b ∈ B, a < b < d
y p(b) = 0.
Antes de probar la afirmación 1, veamos cómo nos auxilia en la prueba de
ψn ⇒ ψn+1 . Sea A |= T, y usamos la afirmación 1 para construir un modelo B
tal que A ⊆ B y B |= σn+1 .
Primero construimos una cadena de modelos de T
A ⊆ A0 ⊆ · · · · · · ⊆ Am ⊆ Am+1 ⊆ · · ·
tales que para cada m y cada polinomio p de grado a lo sumo n + 1 con
coeficientes en Am y cada pareja a, d de elementos de Am con p(a) < 0 < p(d),
existe b ∈ Am+1 tal que a < b < d y p(b) = 0.
Supongamos que hemos construido Am ; para obtener Am+1 , sea Σm el
conjunto de todos los L(Am )-enunciados Σ1 de de la forma
∃ x(ca < x ∧ x < cd ∧ p(x) = 0),
donde p es un polinomio de grado a lo sumo n + 1 y con la propiedad de que
ca , cd y los coeficientes del polinomio p son símbolos de constante de L(Am ) y
(Am , Am ) |= p(ca ) < 0 ∧ 0 < p(cd ).

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Afirmamos que
T ∪ diag(Am ) ∪ Σm
es satisfacible.
De acuerdo con el teorema de compacidad es suficiente encontrar, para cada
subconjunto finito {τ1 , . . . , τk } de Σm , un modelo C tal que Am ⊆ C y
C |= T ∪ {τ1 , . . . , τk }.
Por ψn , obtenemos un modelo B1 con Am ⊆ B1 y B1 |= T ∪ {σn }. Por la
afirmación, obtenemos un modelo B2 con B1 ⊆ B2 y B2 |= T ∪ {τ1 }. Otra
vez por ψn , obtenemos B3 tal que B2 ⊆ B3 y B3 |= T ∪ {σn }. Una vez más
usamos la afirmación para obtener B4 con B3 ⊆ B4 |= T∪{τ2 }. Continuamos
con este proceder para conseguir modelos de T, Am ⊆ B1 ⊆ · · · ⊆ B2k , con
B2j |= τj . Ya que cada τj es existencial, B2k es un modelo de cada τj .
Sea D |= T∪diag(Am )∪Σm . Usamos el lema del diagrama para obtener un
Am+1 con Am ⊆ Am+1 , Am+1 |= T y Am+1 |= Σm que satisfaga las propiedades
requeridas sobre polinomios en Am .
Sea B la unión de la cadena. Como T es una Π2 -teoría, B |= T y B |= σn+1
por construcción. Hemos demostrado ψn+1 .
Para concluir la demostración del lema, probaremos la afirmación 1.
Demostración de la afirmación 1. Si p(x) = 0 para alguna x tal que
a < x < d entonces hacemos B = A. En otro caso introducimos un nuevo
elemento b a A, donde
b = sup{t ∈ A : t < d ∧ p(t) < 0}.
Es fácil verificar que b 6= d.
Ahora probaremos que el polinomio p no se puede factorizar en A si
A |= σn . Supongamos que p(x) = q(x)s(x); la definición de b nos permite
encontrar a1 y d1 con a1 < b < d1 y p(a1 ) < 0 < p(d1 ) y de tal suerte que
ningún otro, excepto posiblemente b, q y s, tiene raíces en el intervalo entre a1 y
d1 . Como p(a1 )p(d1 ) < 0, q(a1 )q(d1 ) < 0 o s(a1 )s(d1 ) < 0 y q, s tienen grado
no mayor que n, forzando a que b sea un elemento de A. El hecho de que p
es irreducible sobre A significa que podemos extender hA, +, ·, 0, 1i mediante
cocientes de polinomios en b de grado no mayor que n para formar un campo
hB, +, ·, 0, 1i en la forma usual. Los detalles se dejan al lector.
Note que la construcción no puede obligar a que q(b) = 0 para ningún
polinomio q(x) con coeficientes en A de grado ≤ n. Esto se debe a que podemos

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

tener tal q(x) de grado mínimo y dividirlo entre p(x) para obtener
p(x) = q(x)s(x) + r(x),
donde el grado de r es menor que el grado de q. Esto significa que r(x) = 0 y
p se podría factorizar en A.
Ahora debemos expandir hB, +, ·, 0, 1i a un campo ordenado B preservando
el orden de A. Aquí nos ayuda el hecho de que si q es un polinomio de grado
a lo sumo n con coeficientes en A, entonces existen a1 y a2 en A tales que
a1 < b < a2 y q no cambia de signo entre a1 y a2 ; esto se debe a que A |= σn .
Quedan demostrados la afirmación y el teorema.

6. Ejercicios
T
1. Si F es una familia no vacía de filtros en un conjunto S, entonces {F :
F ∈ F} es un filtro en S.
2. Sea U un ultrafiltro en S. Muestre que la colección V de conjuntos
X ⊆ S × S definida por X ∈ V si y sólo si {a : {b : (a, b) ∈ X} ∈ U} ∈ U
es un ultrafiltro en S × S.
3. Sea U un ultrafiltro en S y f : S − → T . Muestre que la colección W de
conjuntos X ⊆ T , definida mediante X ∈ W si y sólo si f −1 [X] ∈ U, es
un ultrafiltro en T .
4. Un ultrafiltro no principal U en ω es un p-punto si para toda sucesión
decreciente A0 ⊇ A1 ⊇ . . . ⊇ An ⊇ . . . de conjuntos en U existe X ∈ U
tal que X − An es finito.
Un ultrafiltro no principal U en ω es un ultrafiltro de Ramsey si para
toda partición {P1 , P2 } de [ω]2 existe un conjunto homogéneo (véase la
pág. 494) H ∈ U. La existencia de ultrafiltros Ramsey o de p-puntos no
puede probarse o refutarse en ZFE .
Muestre que todo ultrafiltro Ramsey es un p-punto. [Sugerencia: Dada
A0 ⊂ A1 ⊂ · · · ⊂ An ⊂ · · · en U, sea {n, k} (n < k) en P1 si y sólo si
k ∈ An . Demuestre que si H ∈ U es homogéneo, entonces no es el caso
que [H]2 ⊆ P2 , y así [H]2 ⊆ P1 .]
5. Si (P, <) es un conjunto linealmente ordenado numerable y si U es un p-
punto sobre P, muestre que existe X ∈ U tal que el tipo ordinal de X
es ω o ω∗ (X tiene tipo ordinal ω∗ si y sólo si X = {xn : n < ω} y
x0 > x1 > · · · > xn > · · · )

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

6. Demuestre que todo ultrafiltro en un conjunto finito S es principal.


7. Demuestre que si U es un ultrafiltro en κ, κ es un cardinal no numerable y
para todo λ ≤ κ y toda partición {Xξ : ξ < λ} de κ existe un único ξ0 < λ
tal que Xξ0 ∈ U; y entonces U es κ-completo.
8. Demuestre que la definición de ultraproducto no depende de la elección de
representantes.
9. Demuestre el lema 3.2.
10. Si n es un cardinal finito y U cualquier ultrafiltro en un conjunto infinito I,
demuestre que
|nI /U| = n.
11. Sean ni un cardinal finito para cada i ∈ I, donde I es un conjunto
infinito, y U un ultrafiltro en I. Si para alguna n < ω, se tiene que
{i ∈ I : ni = n} ∈ U, entonces
Y
| ni /U| = n.

12. Si {ni : i ∈ I} es un conjunto acotado de cardinales finitos y U un ultrafiltro


en I, entonces
Y
| ni /U| es finito.
13. Si {ni : i ∈ I} es una familia de cardinales finitos y U es un ultrafiltro
ℵ0 -completo en I, entonces
Y
| ni /U| es finito.

14. Sea {ni : i ∈ I} una familia de cardinales finitos y U un ultrafiltro en I tal


que ninguno de los conjuntos
Xn = {i ∈ I : ni = n}
pertenece a U. Entonces
Y
2 ℵ0 ≤ | ni /U|.

15. Demuestre que existe una familia A ⊆ ωω de cardinalidad 2ℵ0 tal que:
(1) Si f ∈ A y n ∈ ω, entonces f (n) < 2n .
(2) Si f, g ∈ A y f 6= g, entonces {n ∈ ω : f (n) = g(n)} es finito.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

16. Sean {ni : i ∈ I} una familia numerable de cardinales finitos y U un


ultrafiltro en I. Si para alguna n ∈ ω {i ∈ I : ni = n} ∈ U, entonces
Y
| ni /U| = n;
en otro caso Y
| ni /U| = 2ℵ0 .
17. Si U es ℵ0 -completo, demuestre que
|ωI /U| = ℵ0 .
Si U es ℵ0 -incompleto, entonces
|ωI /U| ≥ 2ℵ0 .
En particular, si |I| = ℵ0 y U es ℵ0 -incompleto,
|ωI /U| = 2ℵ0 .

18. Si los cardinales κi son infinitos y U es ℵ0 -incompleto, entonces


Y
2 ℵ0 ≤ | κi /U|.
19. Demuestre que si U es un ultrafiltro ℵ0 -incompleto en I, existe una función
→ [ω]<ℵ0
f :I−
tal que para cada n ∈ ω,
{i ∈ I : n ∈ f (i)} ∈ U.
[Sugerencia: Sea {Xn : n ∈ ω} una sucesión decreciente de elementos de
U con intersección vacía; podemos suponer que X0 = I. Para i ∈ I, defina
f (i) = {n ∈ ω : i ∈ Xn }].
20. (Keisler). Si U es un ultrafiltro ℵ0 -incompleto y cada κi es infinito,
demuestre que
Y Y
[| κi /U|]ω = | κi /U|.
[Sugerencia: Sea f la función del ejercicio 19. Para cada i ∈ I existe una
función inyectiva gi : κif (i) −→ κi . Defina una función
Y ω Y
φ: κi /U −
→ κi /U.

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Q
Para ello, suponga que h = (hn /U : n ∈ ω) ∈ ( κi /U)ω . Defina
h∗i ∈ κif (i) mediante
h∗i (n) = hn (i) para cada n ∈ f (i).
Q
Defina g ∈ κi haciendo
g(i) = gi (h∗i ), ∀ i ∈ I,
y finalmente haga
φ(h) = g/U.
Q
Si h, h0 son elementos distintos de ( κi /U)ω , entonces
φ(h) = g/U ∧ φ(h0 ) = g0 /U
6 h0n /U y
para alguna n ∈ ω, hn /U =
X = {i ∈ I : hn (i) 6= h0n (i)} ∈ U.
Sea Y = {i ∈ I : n ∈ f (i)}; por hipótesis Y ∈ U, lo que implica X∩Y ∈ U.
Tome i ∈ X ∩ Y . Entonces hn (i) 6= h0n (i) y n ∈ f (i). Por lo tanto,
0 0
hi (n) 6= hi∗ (n), por lo que h∗i 6= hi∗ . Como gi es inyectiva, se sigue que

g(i) 6= g0 (i). Así,


X ∩ Y ⊆ {i ∈ I : g(i) 6= g0 (i)} = Z.
Z ∈ U y concluya que g/U =6 g0 /U. Muestre que φ es inyectiva y, en
consecuencia, Y Y
[| κi /U|]ω = | κi /U|.]
21. Si κ es un cardinal infinito y U es un ultrafiltro ℵ0 -incompleto en I,
demuestre que
|κI /U|ω = |κI /U|.
22. Demuestre: si λ es infinito y κ ≥ λ, existe un subconjunto X de κI de
cardinalidad mayor que λ tal que si f, g ∈ X y f 6= g, entonces
|{i ∈ I : f (i) = g(i)}| < λ. (1)
[Sugerencia: Sea {xη : η < λ} una enumeración de I. Sea Y la familia de
todos los subconjuntos de κI que satisfacen (1). Aplique el lema de Zorn
para encontrar un elemento máximo X en Y . Demuestre que |X| > λ:
suponga lo contrario, y enumere X como {fξ : ξ < λ}. Defina una función
g ∈ κI como sigue: g(x0 ) = 0. Ya definida g(xη ) para toda η < ζ < λ,
el conjunto {fξ (xζ ) : ξ < ζ} tiene cardinalidad menor que λ. Sea λξ el

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

menor de tales elementos de κ. g(xξ ) = λξ . Muestre que g(xξ ) 6= fξ (xζ )


siempre que ξ < ζ < λ. Sea f un elemento de X, f = fµ . El conjunto
{i ∈ I : fµ (i) = g(i)} ⊆ {xξ : ξ ≤ µ} tiene cardinalidad menor que λ.
Así X ∪ {g} satisface (1), lo cual contradice la elección de X].
23. Si κ ≥ γ ≥ ℵ0 y U es un ultrafiltro uniforme en I, demuestre que
|κI /U| > γ.

24. Si κ es infinito y U es un ultrafiltro regular en I, demuestre que


|κI /U| = κγ .
[Sugerencia: Basta probar que κγ ≤ |κI /U|. Sea A el conjunto de
sucesiones finitas en κ. |A| = κ, por lo que basta probar que κγ ≤ |AI /U|
mediante la construcción de una función inyectiva de κI en AI /U.
Sea φ una inyección de I en Fin(I) tal que para cada j ∈ I,
Jj = {i ∈ I : j ∈ φ(i)} ∈ U.
Sean < un orden lineal de I y f ∈ κI . Construya la función f ∗ ∈ AI : para
i ∈ I, φ(i) es {i0 , . . . , ik } ⊆ I con i0 < i1 < · · · < ik . Haga
f ∗ (i) = (f (i0 ), . . . , f (ik )).
Sea h(f ) = f ∗ /U. Demuestre que h es inyectiva: sean f, g ∈ κI distintas.
Sean j ∈ I, con f (j) 6= g(j), i ∈ Im j ∈ φ(i) = {i0 , . . . , j, . . . , ik } e
i0 < · · · < j < · · · < ik . Entonces
f ∗ (i) = (f (i0 ), . . . , f (j), . . . , f (ik )),
y
g∗ (i) = (g(i0 ), . . . , g(j), . . . , g(ik )),
de manera que f ∗ (i) 6= g∗ (i). De aquí deduzca que f ∗ /U = 6 g∗ /U, es
decir, h(f ) 6= h(g)].
25. En la definición 2.2 se define el Q
producto directo de L-estructuras. De-
muestre
Q
que el producto directo i∈I Ai es isomorfo al ultraproducto trivial
i∈I A i /U, donde U = {I}.
Q
26. Si D, E son filtros propios
Q
sobre I y D ⊆ E, entonces i∈I Ai /E es la ima-
gen homomorfa de i∈I Ai /D. Así que todo ultraproducto es una imagen
homomórfica del producto directo de modelos Ai .

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

27. Q
Sea F un filtro propio sobre
Q
I. Si cada Ai se encaja en Bi , entonces
i∈I
Q
Ai /F se encaja en i∈I Q i /F. Si cada Ai es isomorfa a Bi , enton-
B
ces i∈I Ai /F es isomorfo a i∈I Bi /F.
28. Sea U un ultrafiltro en I. Si Ai ≡ Bi para toda i ∈ I, entonces
Y Y
Ai /U ≡ Bi /U.
i∈I i∈I
Q
Si Ai se encaja elementalmente
Q
en Bi para toda i ∈ I, entonces i∈I Ai /U
se encaja elementalmente en i∈I Bi /U.
29. Una clase de L-modelos K es seudoelemental si para alguna expansión L0
de L y alguna clase ∆-elemental K0 de L0 -estructuras, K es la clase de todos
los reductos de modelos de K0 a L. Pruebe que toda clase seudoelemental
es cerrada respecto a ultraproductos.
30. Sean K una clase de L-estructuras y M la clase de todas las L- estructuras A
tales que A es elementalmente equivalente a un ultraproducto de miembros
de K. Pruebe que M es una clase ∆-elemental y es la más pequeña que
contiene a K.
31. Sean K y M dos clases de modelos, T1 la teoría de K y T2 la teoría de
M. Pruebe que T1 ∪ T2 es consistente si y sólo si algún ultraproducto
de elementos de K es elementalmente equivalente a algún ultraproducto de
miembros de M.
32. Sea (Aα : α < β) una cadena elemental de modelos, es decir, una cadena
de modelos entre los cuales se presenta la relación A0 ≺ A1 ≺ . . . ≺
Aα ≺ . . . . Sea U un ultrafiltro no principal en β tal que para cada
S
α < β,
el conjunto {γ : α ≤ γ < β} pertenece a U. Pruebe que α<β Aα es
Q
elementalmente encajable en el ultraproducto α<β Aα /U.
33. Muestre que ninguna de las siguientes clases de modelos es cerrada respecto
a la equivalencia elemental:
(i) La clase de los grupos con torsión.
(ii) La clase de los grupos simples.
(iii) La clase de los grupos libres.
34. Suponga que la signatura no tiene símbolos de constante o de función.
Pruebe que todo modelo A se puede encajar en algún ultraproducto de
submodelos finitos de U.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

35. Sea {F
Qi
: i ∈ I} una familia de campos. Forme el producto directo
R = i∈I Fi . R es un anillo. Para cada ultrafiltro U en I, sea
MU = {f ∈ R : {i ∈ I : f (i) = 0} ∈ U}.
Pruebe lo siguiente:
(i) Para cada U, MU es un ideal (algebraico) máximo en R.
(ii) Para todo ideal (algebraico) máximo M en R, existe un ultrafiltro U en
I tal que M = MU . Q
(iii) El ultraproducto i∈I Fi /U es isomorfo al campo cociente R/M.
Así que los ultraproductos de campos son esencialmente lo mismo que los
cocientes de producto directo de campos. Muestre que ocurre algo similar
para anillos con división.
36. Sea U un ultrafiltro y sea A × B el producto directo de A con B. Pruebe
que
Y Y Y
(A × B)/U ∼ = A/U × B/U.
i∈I i∈I i∈I

37. Sea U un ultrafiltro no principal en ω. Q


Pruebe que para todo conjunto
infinito A, el encaje natural d : A −→ i∈I A/U es un encaje propio.
Pruebe lo mismo suponiendo que el conjunto de índices I se puede partir
en una cantidad numerable de conjuntos, ninguno de los cuales pertenece
a U.
38. Si U es un ultrafiltro en I que es ω1 -incompleto, entonces para cualesquier
módulos MQi (i ∈ I) cualquier familia de ecuaciones Q
lineales con coefi-
cientes en i∈I Mi /U que es finitamente soluble en i∈I Mi /U (es decir,
cualquierQsubconjunto finito de ecuaciones de la familia es soluble) es so-
luble en i∈I Mi /U.
39. Sea U un ultrafiltro en I, Mi (i ∈ I) una familia de R-módulos y
X
rkj xkj = yj (j ∈ J)
k≤nj

un sistema de ecuaciones
Q
lineales (donde J es cualquier conjunto finito).
(i) Para cada aj ∈ i∈I Mi ,
X
rkj xkj = (aj )U (j ∈ J)
k≤nj

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6. Ultrafiltros y ultraproductos

Q
tiene solución en i∈I Mi /U si y sólo si el conjunto de i ∈ I tal que
X
rkj xkj = aj (i) (j ∈ J)
k≤nj

tiene una solución en Mi pertenece a U.


(ii) Si U es κ-completo, (i) es cierto para cualquier conjunto de cardina-
lidad menor que κ.
40. Si λ > |R|, entonces un ultraproducto de R-módulos sin torsión con
respecto a un ultrafiltro λ-completo no es de torsión. [Sugerencia: Si
fi : MiQ− → R, para i ∈ I, son homomorfismos,Q
entonces, usando notación
obvia, i∈I fi /U es un homomorfismo de i∈I Mi /U a R.]
41. Decimos que un R-módulo M es κ-sin torsión si todo submódulo de
cardinalidad menor que κ no tiene torsión. Pruebe que ZI /U es κ-sin
torsión si U es un filtro κ-completo en I.
42. Si F es un ultrafiltro libre en N, KN /F es un η1 -campo real cerrado si K
es un campo real cerrado.

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CAPÍTULO 7

Combinatoria infinita

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7. Combinatoria infinita

1. Introducción

Este capítulo trata sobre algunos métodos sofisticados de la aritmética cardinal


y ordinal. Varios de los temas de la combinatoria infinita son generalizaciones
del caso finito. Sin embargo, muchos principios combinatorios se basan en
propiedades de cardinales infinitos, ya sea en la regularidad o en el hecho de
que un cardinal sea límite o sucesor.
Quizá el origen de la combinatoria infinita se encuentre en el teorema
de Ramsey, que en su forma más simple, publicada en 1930, establece que
si ponemos los bordes de una gráfica infinita y completa en dos clases,
entonces existe una subgráfica infinita y completa cuyos bordes, en su totalidad,
pertenecen a la misma clase.
El cálculo de particiones, parte fundamental de este capítulo, fue impulsado
por una serie de generalizaciones del teorema de Ramsey. La primera extensión
importante tomó forma como el teorema de Erdös-Dushnik-Miller, el cual
establece que para un cardinal infinito arbitrario κ, si ponemos los bordes de una
gráfica completa de cardinalidad κ en dos clases, la primera clase contiene una
gráfica completa de cardinalidad κ o la segunda contiene una gráfica completa
infinita.
Un resultado previo de Sierpiński afirma que en el caso κ = 2ℵ0 no
podemos esperar que cualquiera de las clases contenga una gráfica completa no
numerable.
En sus orígenes, entre quienes más contribuyeron al desarrollo de esta
teoría, principalmente en el cálculo de particiones, se encuentran Erdös, Hajnal
y Rado con algunas aportaciones de Specker. En lo que respecta a árboles, en
gran medida desarrollaron esta área Kurepa y Souslin (aunque no propiamente
en términos de árboles). De gran trascendencia fue el resultado de G. Fodor
para los aspectos que conciernen a funciones regresivas, clubes y conjuntos
estacionarios.
Una gran revolución se originó con la aparición de los métodos de forcing
y de los modelos internos, desarrollados por Cohen, Solovay, Jensen y Devlin.
Grandes matemáticos como J. Baumgartner, F. Galvin, J. Larson, R. Laver, E.
Miller, K. Prikry y S. Shelah aportaron enormemente a este campo. En este
periodo se origina un fuerte interés en árboles, familias casi disjuntas, clubes y
otras manifestaciones combinatorias como el axioma de Martin (AM), ♦ y 2.
La principal aplicación de estos principios se encuentra en la demostración de la

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

consistencia relativa de varios resultados de la teoría de conjuntos, la topología


general, el álgebra y la teoría de la medida.
En este capítulo revisaremos algunos de estos temas. La primera sección
trata sobre funciones entre ordinales, funciones normales, puntos fijos y
representación de ordinales. A continuación presentamos el lema de la raíz
en la sección 3 para pasar al estudio de conjuntos estacionarios, incluyendo
los teoremas de Fodor y Solovay. La siguiente sección considera el estudio
de familias casi ajenas; continuamos con un detallado estudio del principio
♦ y algunas de sus variantes. Motivo de la siguiente sección es el cálculo
de particiones (o relaciones flecha), para seguir con el estudio de cardinales
débilmente compactos y el teorema de Erdös-Dushnik-Miller.
Una aclaración muy importante es que hemos dejado fuera de nuestro
análisis varios temas que con todo derecho debieron considerarse. Algunas
de estas omisiones se explican por la imposibilidad física de incluir todo lo
posible. Pero en el caso específico del axioma de Martin, su ausencia se debe a
que, junto con el método de forcing con el que está estrechamente relacionado,
hemos pospuesto su estudio hasta el segundo volumen.

2. Funciones normales
Motivo de esta sección es el estudio de funciones entre ordinales, principal-
mente las funciones llamadas normales que ya fueron mencionadas en el capí-
tulo 3 durante el desarrollo del los números Beth. Tales funciones merecen un
estudio más detallado, que aquí presentamos en parte.
Sea Ω un ordinal límite o Ω = OR. Por ejemplo, Ω = ω1 = ℵ1 . Con
α, β, γ, ε, ξ, η, ζ denotaremos elementos de Ω. Una función f : Ω − → Ω
es creciente si de α < β se sigue f (α) < f (β). La función f es continua si
f (α) = supξ<α f (ξ) para cada ordinal límite α. f es normal si es continua y
creciente.
Lema 2.1. Para toda función creciente f se cumple que α ≤ f (α).
Demostración. Por inducción sobre α. Caso α = 0, 0 ≤ f (0). Caso
α + 1, α ≤ f (α) < f (α + 1), por lo que α + 1 ≤ f (α + 1). Caso α límite,
α = supξ<α ξ ≤ supξ<α f (ξ) ≤ f (α).
Una clase B ⊆ Ω es acotada si sup(B) ∈ Ω. Una clase A ⊆ Ω es cerrada
si para cada subclase acotada B ⊆ A es cierto que sup(B) ∈ A. Las clases
cerradas y no acotadas se conocen como normales.

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7. Combinatoria infinita

Note que si Ω = ω1 , entonces cada B ⊆ Ω es un conjunto, y B es acotado


si y sólo si B es numerable. Si Ω = OR, entonces B es acotada si y sólo si B
es un conjunto.
En vista del isomorfismo de Mostowski (que demostraremos posterior-
mente [pág. 574]), para cada A ⊆ OR existe un isomorfismo único de una
clase de ordinales sobre A, es decir, f : OR − → A respectivamente f : α
−→ A. A este isomorfismo lo llamaremos función orden de A. Esta función
orden se puede pensar sencillamente como una enumeración de los elementos
de A.
Lema 2.2. El rango de una función normal es una clase normal. Recíproca-
mente, la función orden de una clase normal es una función normal.

Demostración. Sea f una función normal de Ω en Ω. f [Ω] no está


acotado, pues para cada α se cumple α ≤ f (α). Ahora mostraremos que f [Ω]
es cerrado. Sea B = {f (ξ) : ξ ∈ A} acotado, es decir, sup(B) ∈ Ω. Puesto
que ξ ≤ f (ξ), A está acotado. Debemos mostrar que sup(B) = f (α) para
alguna α. Si A tiene un elemento maximal, terminamos. En otro caso, sea
Def
α = sup(A). Claramente α es un límite. Por lo tanto, f (α) = supξ<α f (ξ) =
supξ∈A f (ξ) = sup(B).
Recíprocamente, sea A cerrada y no acotada. Definimos una función
f : Ω − → A, donde Ω es un ordinal límite o OR, por recursión transfinita
a continuación:
Def
f (α) = mín{γ ∈ A : ∀ ξ(ξ < α ⇒ f (ξ) < γ)}.
f está bien definida pues A no está acotada. Claramente f es una función de
orden de A y, por lo tanto, creciente. Falta probar que f es continua. Sea α
un ordinal límite. Ya que f [α] está acotado (se sigue de f (ξ) < f (α) para
ξ < α) y A es cerrada, y es válido que supξ∈α f (ξ) ∈ A; por definición,
f (α) = supξ∈α f (ξ). En consecuencia, f es una función que enumera, por lo
que es el isomorfismo de Mostowski (por unicidad).
Definición 2.3. sea f una “función” de la clase A en sí misma. Un elemento
p ∈ A es un punto fijo de f si f (p) = p.
Las funciones normales tienen realmente muchos puntos fijos:
Lema 2.4. Los puntos fijos de una función normal forman una clase normal.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Sea f una función normal. Para cada ordinal α obtene-


mos un punto fijo β ≥ α de ϕ mediante
Def
β = sup{f n (α) : n ∈ N},
donde f n = f ◦ f ◦ · · · ◦ f . Así que la clase de los puntos fijos de f no está
| {z }
nveces
acotada. Pero además es cerrada, pues para cada clase B de puntos fijos de f
se cumple que f (sup(B)) = sup{f (α) : α ∈ B} = sup(B), es decir, sup(B)
es un punto fijo de f .

La función de orden de la clase de los puntos fijos de una función normal


se conoce (de acuerdo con Veblen [Ve08]) como la primera derivada f 0 de f .

Lema 2.5 (Veblen). Sea (Aγ : γ < β) con β límite T como una sucesión
decreciente de clases normales. Entonces la intersección γ<β Aγ es normal.
Def
Demostración. La intersección no está acotada: sea α un ordinal y δγ =
Def
mín{ξ ∈ Aγ : ξ > α}. Entonces (δγ : γ < β) es creciente. Sea δ = supγ<β δγ .
Por lo tanto,
T
δ ∈ Aγ para cada γ < β, ya que las Aγ decrecen. Por consiguiente,
α < δ ∈ γ<β Aγ .
T
Para la cerradura, sea B ⊆ γ∈β Aγ una clase acotada. Entonces
B ⊆ Aγ T para cada γ < β y en consecuencia sup(B) ∈ Aγ , por lo que
sup(B) ∈ γ<β Aγ .

Ahora podemos definir la jerarquía de Veblen de funciones normales.


Partimos de una función normal arbitraria dada h : Ω − → Ω. Utilizamos
recursión transfinita para definir una función normal hβ : Ω −
→ Ω para cada
β ∈ Ω:
Def
h0 = h,
Def
hβ+1 = (hβ )0
\
Para β límite, sea hβ la función orden para hγ [Ω].
γ<β

Lema 2.6. Sea β > 0. Entonces hβ es la función orden de la clase de todos


los puntos fijos comunes de todas las hγ para γ < β.

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7. Combinatoria infinita

Demostración. Debemos mostrar que hβ [Ω] = {ξ : ∀ γ(γ < β ⇒


hγ (ξ) = ξ)}.
(⊆). Se prueba por inducción transfinita sobre β. En el caso β + 1 cada
hβ+1 (α) es un punto fijo de hβ y, por lo tanto (por hipótesis de inducción), es
un punto fijoTde todas las hγ para γ < β. Si β es límite, la afirmación se sigue
de hβ [Ω] = γ<β hγ [Ω].
(⊇). Sea ξ con ∀ γ(γ < β ⇒ hγ (ξ) = ξ). Si β es sucesor, entonces
ξ ∈ hβ [Ω] por la definición de hβ . Si β es límite, entonces ξ ∈ ∩γ<β hγ [Ω] =
hβ [Ω].

Del lema 2.6 se sigue que hγ (hβ (ξ)) = hβ (ξ) para toda γ < β.
Obtenemos otra función normal λβ como sigue: de cada clase normal hβ [Ω]
tomamos el menor punto fijo. La clase así formada es otra vez normal, y la
podemos enumerar mediante una función normal. Esta función normal asocia
a cada β el ordinal hβ (0).
Lema 2.7. Si h es una función normal con 0 < h(0) (h es la función
generadora), entonces también λβ (hβ (0)) es una función normal.
Demostración. Primero mostramos que
β < γ ⇒ hβ (0) < hγ (0),
por inducción sobre γ. Sea β < γ y note que 0 < hβ (0) por hipótesis
de inducción o, en el caso β = 0, por hipótesis. En consecuencia, 0 no
es punto fijo de hβ y, por lo tanto, 0 < hγ (0). De esto se sigue que
hβ (0) < hβ (hγ (0)) = hγ (0).
Def
Ahora probamos que λβ (hβ (0)) es continua: sea δ = supβ<γ hβ (0) para γ
Def
límite. Debemos probar que δ = hγ (0). Ya que hβ (0) ∈ hα [Ω] para todo
α ≤ Tβ < γ y puesto que hα [Ω] es cerrado, ocurre δ ∈ hα [Ω] así que
δ ∈ α<γ hα [Ω] = hγ [Ω] y, por consiguiente, δ ≥ hγ (0). Por otro lado,
hβ (0) < hβ (hγ (0)) = hγ (0) y entonces δ ≤ hγ (0).

Los puntos fijos de esta función, es decir, los ordinales α con hα (0) = α, son
los ordinales fuertemente críticos. Su función de orden se denota usualmente
con Γ. Por definición, Γ0 = Γ(0), el menor ordinal β para el que ϕβ (0) = β.
Ahora queremos generalizar la forma normal de Cantor mediante el uso de
la jerarquía de Veblen (en lugar de ωξ ). Para encontrar la representación de un

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ordinal en términos de funciones, requerimos una serie de resultados técnicos


previos.
Lema 2.8.

α0 < hβ1 (α1 ), si β0 < β1 ;


hβ0 (α0 ) < hβ1 (α1 ) ⇔ α <α ,
0 1 si β0 = β1 ; (1)


h (α ) < α , si β0 > β1 .
β0 0 1
y

α0 = hβ1 (α1 ),

 si β0 < β1 ;
hβ0 (α0 ) = hβ1 (α1 ) ⇔ α =α ,
0 1 si β0 = β1 ; (2)


h (α ) = α , si β0 > β1 .
β0 0 1

Demostración. (⇐). (1) Si β0 < β1 y α0 < hβ1 (α1 ), ocurre hβ0 (α0 ) <
hβ0 (hβ1 (α1 )) = hβ1 (α1 ). Si β0 = β1 y α0 < α1 , se sigue que hβ0 (α0 ) <
hβ1 (α1 ). Si β0 > β1 y hβ0 (α0 ) < α1 , deducimos que hβ0 (α0 ) = hβ1 (hβ0 (α0 )) <
hβ1 (α1 ).
(2) Se obtiene en forma similar.
( ⇒ ). Si el lado derecho de (1) es falso, entonces

α1 ≤ hβ0 (α0 ), si β1 < β0 ;


α1 ≤ α0 , si β1 = β0 ;


h (α ) ≤ α , si β1 > β0 .
β1 1 0

En consecuencia, mediante ( ⇒ ) (intercambiando 0 y 1) hβ1 (α1 ) < hβ0 (α0 )


respectivamente hβ1 (α1 ) = hβ0 (α0 ), con lo que deducimos ¬(hβ0 (α0 ) <
hβ1 (α1 )).
Si el lado derecho de (2) es falso, entonces

α0 6= hβ1 (α1 ), si β0 < β1 ;


α 6= α ,
0 1 si β0 = β1 ;


h (α ) 6= α , si β0 > β1 .
β0 0 1

Por lo tanto, de acuerdo con ( ⇒ ) en (1), hβ0 (α0 ) < hβ1 (α1 ) o hβ1 < hβ0 (α0 ),
con lo que concluimos que hβ1 (α1 ) 6= hβ0 (α0 ).
Corolario 2.9. Si β0 ≤ β1 , hβ0 (α) ≤ hβ1 (α).

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Demostración. Supongamos que β0 < β1 . Por el lema 2.8 (para ≤),


basta demostrar que α ≤ hβ1 (α1 ). Pero esto es inmediato del hecho de que
para toda función creciente h, α ≤ h(α).
Corolario 2.10. Si hβ0 (α0 ) = hβ1 (α1 ), entonces α0 = α1 y β0 = β1 cuando
α0 < hβ0 (α0 ) y α1 < hβ1 (α1 ).
Demostración. Si β0 = β1 , entonces del lema 2.8 se sigue que α0 = α1 .
Si β0 < β1 , por el lema 2.8 se deduce que α0 = hβ1 (α1 ) = hβ0 (α0 ), lo que
contradice nuestra hipótesis. Si β1 < β0 , se procede en forma similar.
Corolario 2.11. Si h es una función normal con 0 < h(0), todo punto fijo α de
h = h0 se puede representar unívocamente en la forma α = hβ (α) con α0 < α.
Demostración. Por el lema 2.7, α + 1 ≤ hα+1 (0) y, por lo tanto,
α < hα+1 (α). Sea β el mínimo con α < hβ (α). Por hipótesis, 0 < β.
Ya que α es punto fijo de todas las hγ con γ < β, α = hβ (α0 ) para alguna α0 .
De α < hβ (α) deducimos α0 < α.
Unicidad: sea α = hβ1 (α1 ) con α1 < α. Entonces α1 < hβ1 (α1 ),
así β ≤ β1 por la elección de β. Si tuviésemos β < β1 , se seguiría
hβ (α) = hβ (hβ1 (α1 )) = hβ1 (α1 ) = α, en contradicción con la elección de
β. Por lo tanto, β = β1 y por ello α1 = α.
En este momento ya podemos demostrar la representación de un número
ordinal mediante funciones normales. Supondremos que la función normal
inicial h0 = h es la exponenciación con base ω.
Teorema 2.12 (h-forma normal). Sea h0 (ξ) = ωξ . Entonces cada número
ordinal α se puede representar en forma única como
α = hβ1 (α1 ) + · · · + hβn (αn ),
con hβ1 (α1 ) ≥ · · · ≥ hβn (αn ) y αi < hβi (αi ) para i = 1, . . . , n.
Demostración. Existencia. Primero escribimos α en la forma normal de
Cantor α = h0 (δ1 ) + · · · + h0 (δn ) con δ1 ≥ · · · ≥ δn . Aquellos sumandos con
δi < h0 (δi ) no se cambian; los otros sumandos satisfacen δi = h0 (δi ) y, por el
corolario 2.11, pueden ser sustituidos por hβ (α0 ) con α0 < hβ (α0 ).
Unicidad: sea
α = hβ1 (α1 ) + · · · + hβn (αn )
= hβ10 (α10 ) + · · · + hβm0 (αm
0
)

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y supongamos que ambas representaciones son distintas.


Puesto que ninguna representación puede ser una extensión de la otra, existe
un i ≤ n, m con (βi , αi ) 6= (βi0 , αi0 ). Sin pérdida de generalidad, podemos
suponer que i = 1. Si tuviésemos hβ1 (α1 ) < hβ10 (α10 ), se cumpliría (en vista de
que hβ10 (α10 ) es un número principal aditivo1 y hβ1 (α1 ) ≥ · · · ≥ hβn (αn ))
hβ1 (α1 ) + · · · + hβn (αn ) < hβ10 (α10 ) + · · · + hβm0 (αm
0
),
lo que no es posible.
Falta probar que en el caso α < Γ0 , es cierto βi < hβi (αi ) para i = 1, . . . , n.
Supongamos que hβi (αi ) ≤ βi para alguna i. Entonces obtenemos
hβi (0) ≤ hβi (αi ) ≤ βi ≤ hβi (0).
Así, hβi (0) = βi ; en consecuencia,
Γ0 ≤ βi = hβi (0) ≤ hβi (αi ) ≤ αi .

Esta jerarquía de funciones normales fue extendida por Veblen [Ve08] a


funciones con más de un argumento. Schütte [Schü54] estudió con detalle
tales funciones. Bachmann generalizó la jerarquía de Veblen usando el primer
ordinal no numerable ω1 .

3. El lema de la raíz
El lema de la raíz debe su nombre al hecho de que para una familia de conjuntos
con ciertas propiedades, existe un conjunto común a todos los miembros de la
familia. Esta parte común se llama raíz. Antes de probar el lema requerimos un
resultado que es uno de los pilares de toda la combinatoria infinita, un principio
llamado principio de las cajas, que generaliza una situación muy conocida en
combinatoria finita: si tenemos m palomas y n nidos (m > n), necesariamente
alguno de los nidos deberá albergar a más de una paloma si queremos que todas
tengan un hogar.
Teorema 3.1 (Principio de las cajas). Sean κ un cardinal regular, λ otro car-
dinal con λ < κ y f : κ − → λ. Entonces existe z ⊆ κ con |z| = κ para el que
ocurre lo siguiente: ∀ α, β ∈ z f (α) = f (β).
1
Un ordinal α es un número principal aditivo si α 6= 0 y de β, γ < α se sigue β + γ < α.

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Demostración. Supongamos que no es cierta la conclusión. Para γ < λ


se cumple entonces |f −1 [{γ}]| < κ. De la regularidad de κ se sigue que
Def S S
αλ = sup f −1 [{γ}] < κ. Por otro lado, κ = γ<λ f −1 [{γ}] ⊆ γ<λ αλ ⊆ κ.
Así que {αγ : γ < λ} es un conjunto no acotado en κ de cardinalidad ≤ λ < κ.
Esto contradice la regularidad de κ.
3.1. ∆-sistemas.
Una familia A es un ∆-sistema si existe un conjunto r tal que a ∩ b = r
para cualesquier a, b ∈ A, a 6= b. Si |A| ≥ 2, el conjunto r es único para A y
se conoce como raíz.
Teorema 3.2. Toda familia no numerable de conjuntos finitos contiene un
∆-sistema no numerable.
Demostración. Sea n > 0 un natural, y considere la siguiente afirmación:
(∆n ) Todo subconjunto no numerable B ⊆ [ω1 ]n contiene un ∆-sistema no
numerable.
Afirmación 1. (∆n ) es cierta para toda n.
Demostración de la afirmación 1. Por inducción sobre n > 0. Para
empezar, note que todo B como en (∆1 ) es un ∆-sistema con raíz ∅. Ahora
suponga que (∆n ) es cierta, y sea B = {bξ : ξ < ω1 } ⊆ [ω1 ]n+1 . Para exhibir
un ∆-sistema contenido en B, distinguimos dos casos:
Caso 1. Para cada α ∈ ω1 , el conjunto {b ∈ B : α ∈ b} es
numerable. En esta S
ocasión, para cada C ⊆ ω1 numerable, el conjunto
{ξ < ω1 : bξ ∩ η∈C bη 6= ∅} es numerable. Definimos recursivamente
una función h : ω1 −
→ ω1 como sigue:
h(0) = 0
[
h(ξ) = mín{η : bη ∩ bh(ζ) = ∅}.
ζ<ξ

La familia A = {bh(ξ) : ξ < ω1 } es un ∆-sistema con raíz ∅.


Caso 2. Existe un α ∈ ω1 tal que |{b ∈ B : α ∈ b}| = ℵ1 . Fijemos tal α.
Sea C = {b ∈ B : α ∈ b} y C0 = {b \ {α} : b ∈ C}. Por (∆n ) existe un ∆-
sistema no numerable A0 ⊆ C0 . Sean r la raíz de A0 y A = {a ∪ {α} : a ∈ A0 }.
Éste es un ∆-sistema con raíz r ∪ {α}.
La conclusión del teorema se sigue de (∆n ): dada cualquier familia no
numerable B de conjuntos finitos, a cada miembro b de la familia B le asociamos
un natural n, el tamaño de b. Puesto que ω1 es regular, debe existir un natural

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n y una subfamilia C de B no numerable tal que |c| = n para toda c ∈ C. Por


(∆n ) encontramos un ∆-sistema para C que es un ∆-sistema para B.
El teorema 3.2 se puede generalizar como a continuación.
Teorema 3.3 (Teorema del ∆-sistema). Sean κ, λ cardinales infinitos tales
κ
que λ es regular y se cumple la desigualdad ν^ < λ para cualquier cardinal
ν < λ. Si B es un conjunto de cardinalidad al menos λ tal que |b| < κ para
todo b ∈ B, existe un ∆-sistema A ⊆ B con |A| = λ.
Demostración. Sean κ, λ y B como en las hipótesis. Observe que éstas
implican κ < λ.
Sin pérdida de generalidad, podemos suponer que |B| = λ. Ya que todo
elementoS
de B tiene cardinalidad menor que λ, nos podemos restringir al caso
en que B ⊆ λ.
Cada b ∈ B es un conjunto de ordinales de tipo ordinal menor que κ. Por la
regularidad de λ y puesto que κ < λ, existe un ordinal ρ < κ y un subconjunto
C ⊆ B de cardinalidad λ tales que todo c ∈ C tiene tipo ordinal ρ.PPara ver
esto, sea Bρ = {b ∈ B : to(b) = ρ}; entonces B = ∪ρ<κ Bρ y |B| = ρ<κ Bρ ,
por lo que algún Bρ debe tener cardinalidad λ. Fijemos tales ρ y C. Por la
κ S
hipótesis ν^ < λ, C es cofinal en λ. Enumeremos C = {cξ : ξ < λ} y para
ζ < ρ y c ∈ C, sea c(ζ) el ζ-ésimo elemento de c. Por la regularidad de λ,
existe una ζ < ρ tal que {c(ζ) : c ∈ C} no está acotado en λ. Sea ζ0 el menor
de tales ζ y definamos
α0 = sup{c(η) + 1 : c ∈ C, η < ζ0 }.
Entonces α0 < λ y c(η) < α0 para toda c ∈ C, y η < ζ0 .
Definimos recursivamente una función h : λ −
→ λ mediante
h(0) = mín{ξ : cξ (ζ0 ) > α0 },
[
h(α) = mín{ξ : cξ (ζ0 ) > {ch(γ) (δ) : γ < α ∧ δ < ρ}}.
Observe que h es estrictamente creciente. Sea D = {ch(α) : α < λ} y note
que la intersección de cualesquier dos elementos de D es un subconjunto de α0 ,
pues dos de tales elementos sólo se pueden intersecar “antes” de sus ζ0 -ésimos
elementos. κ
Como |α0 |^ < λ, por hipótesis existe un subconjunto E ⊆ D de
cardinalidad λ y un conjunto r ⊆ α0 tal que para cualesquiera e1 , e2 ∈ E,
e1 ∩ e2 = r. Para verificar esto, note que |ch(α1 ) ∩ ch(α2 ) | < κ y esta intersección

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está contenida en α0 ; como tenemos λ posibles parejas a intersecar y a cada


intersección está asociado un subconjunto de α0 , debe existir la r mencionada.
E es el ∆-sistema requerido con raíz r.

3.2. Aplicaciones. A continuación presentamos algunas aplicaciones a


la topología. El lector no versado en esta área es requerido a consultar los
conceptos involucrados en la obra [En89] o, en el peor de los casos, evadir
estos ejemplos.
Todos los espacios topológicos, que en lo sucesivo llamaremos simplemente
espacios, se consideran de Tikhonov, aunque en ocasiones esta condición es
inecesariamente fuerte.

Definición 3.4. Sea µ un cardinal y X un espacio. Se dice que X tiene calibre


µ si siempre que se tenga una colección OTde abiertos en X con |O| = µ, existe
una subfamilia O0 de O con |O0 | = µ y O0 6= ∅.

Note que un espacio topológico puede tener muchos calibres. La impor-


tancia de la noción de calibre se resalta en el siguiente teorema:
Q
Teorema 3.5. Sea µ un cardinal regular no numerable y sea X = α∈A Xα ,
donde cada uno de los espacios Xα tiene calibre µ. Entonces X tiene calibre
µ.

Demostración. Dada una colección O de abiertos enTX con |O| = µ,


debemos encontrar una subfamilia O0 de O con |O0 | = µ y O0 6= ∅.
Sea entonces O = {Uλ : λ < µ} y podemos suponer que los conjuntos Uλ
son no vacíos y básicos de la forma
Y Y
Uλ = Uλ (α) × Xα ,
α∈Sλ α∈A\Sλ

donde, para cada λ, el conjunto Sλ es finito (puede ser vacío) contenido en A


y pα (Uλ ) es un subconjunto abierto propio de Xα (pα es la proyección de X
sobre Xα ).
También podemos suponer que Uλ1 6= Uλ2 siempre que λ1 , λ2 sean distintos
y menores que µ. Por el teorema 3.2, existen un conjunto F y un subconjunto
Λ0 de µ con |Λ0 | = µ, para los cuales Sλ1 ∩ Sλ2 = F siempre que λ1 , λ2 sean
elementos distintos de Λ0 . Consideremos dos casos:

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Caso 1. F = ∅. Entonces para cada α ∈ A tenemos α ∈ Sλ para a lo


sumo una λ ∈ Λ0 . Elegimos
(
un elemento de pα (Uλ ), si α ∈ Sλ para alguna λ ∈ Λ0 ;
rα = S
un elemento arbitrario de Xα , si α ∈
/ λ∈Λ0 Sλ .

Entonces r = {rα : α ∈ A} ∈ ∩{Uλ : λ ∈ Λ0 } como se requiere.


Caso 2. F 6= ∅. Puesto que el producto finito de espacios
Q
con calibre
µ tiene claramente calibre
Q
µ, y cada uno de los conjuntos α∈F α (Uλ ) con
p
λ ∈ Λ0 es abierto
Q
en X
α∈F α , existe un subconjunto M de Λ 0 con |M| = µ y

un punto r en α∈F Xα tales que


!
\ Y
r∈ pα (Uλ ) .
λ∈ M α∈F

Ahora, para cada α ∈ A \ F tenemos α ∈ Sλ para a lo sumo una λ ∈ M (de


hecho, para a lo sumo una λ ∈ Λ0 ). Escogemos

rα ,

 si α ∈ F ;
qα = un elemento de pα (Uλ ), si α ∈
/ F ∧ α ∈ Sλ para algún λ ∈ M;

un punto arbitrario en X , si F ∪ (S

α λ∈M Sλ );
T
por lo que q = {qα : α ∈ A} ∈ {Uλ : λ ∈ M} como se requiere.

Ejemplo 3.6. Sea µ un cardinal débilmente inaccesible, es decir, un cardinal


regular y límite, y para cada cardinal
Q
κ < µ sea Xκ un espacio discreto de
cardinalidad κ. Definimos Xκ = κ<µ Xκ . Entonces c(X) = µ (c(X) es la
celularidad) y c(X) no se alcanza, es decir |O| < µ para toda colección O de
abiertos no vacíos ajenos entre sí en X.
Cada uno de los espacios Xκ para κ < µ tiene calibre µ: si O es una
colección de abiertos no vacíos de Xκ con |O| = µ, entonces definimos
O(x) = {U ∈ O : x ∈ U}.
S
Para cada x ∈ Xκ se observa que, dado que µ es regular y O = x∈Xκ O(x),
existe x ∈ Xκ con |O(x)| = µ. Por el teorema 3.5 el espacio X tiene calibre
µ, así que c(x) ≤ µ y ninguna colección de subconjuntos abiertos no vacíos
mutuamente ajenos puede tener µ elementos.

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7. Combinatoria infinita

Falta demostrar que c(X) ≥ µ. Esto es evidente porque si κ < µ y pκ es


la proyección de X sobre Xκ , entonces la familia
{pκ−1 (x) : x ∈ Xκ },
que tiene κ elementos, es una familia de abiertos no vacíos ajenos entre sí en
X.

4. Clubes y conjuntos estacionarios


En la sección 2 se introdujo el concepto de clase normal. En esta sección
describiremos dos tipos de subconjuntos “grandes” de cardinalidad κ y exten-
deremos el concepto de clase normal a cardinales.
Para empezar, estudiaremos las familias casi ajenas.
4.1. Familias casi ajenas.
Definición 4.1. Sea κ un cardinal infinito. Si x, y ⊆ κ, x y y son casi ajenos
si |x ∩ y| < κ. Una familia casi ajena es un conjunto A ⊆ Pot(κ) tal que
∀ x ∈ A(|x| = κ) y cualesquier dos elementos distintos de A son casi ajenos.
Una familia máxima casi ajena es una familia casi ajena A que no está contenida
propiamente en otra familia B casi ajena.
Existe una gran diferencia entre familias casi ajenas y familias ajenas. En
un cardinal κ una familia ajena no puede tener más de κ elementos. En cambio,
para ciertos κ podemos encontrar familias casi ajenas de cardinalidad 2κ .
Teorema 4.2. Sea κ ≥ ω un cardinal regular; entonces:
(a) Si A ⊆ Pot(κ) es una familia casi ajena y |A| = κ, entonces A no es
máxima.
(b) Existe una familia casi ajena máxima B ⊆ Pot(κ) de cardinalidad
≥ κ+ .

Demostración. (b) se sigue directamente de (a) y del lema de Zorn: sea


A ⊆ Pot(κ) una familia ajena (o casi ajena) de cardinalidad κ, y sea B ⊃ A
una familia casi ajena máxima; entonces |B| > κ por (a).
(a)
S
se demuestra de la siguiente forma: sean A = {Aξ : ξS < κ} y Bξ =
Aξ \ η<ξ Aη . Los conjuntos Bξ no son vacíos pues Bξ = Aξ \ η<ξ (Aξ ∩ Aη ),
S
|Aξ | = κ, y | η<ξ (Aξ ∩ Aη )| < κ por la regularidad de κ. Elegimos βξ ∈ Bξ .
Por lo tanto, todos los βξ son distintos ya que los conjuntos Bξ son ajenos, por
lo que D = {βξ : ξ < κ} tiene cardinalidad κ. Si βξ ∈ Aη , η ≥ ξ, se cumple

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

D ∩ Aη ⊆ {βξ : ξ ≤ η}. En consecuencia, D y Aη son casi ajenos para toda


η.
Respecto a la cardinalidad de familias casi ajenas, tenemos la siguiente
estimación:
κ
Teorema 4.3. Si κ ≥ ω y 2^ = κ, entonces existe una familia casi ajena
A ⊆ Pot(κ) con |A| = 2k .

κ
Demostración. Por el teorema 3.2.9, la hipótesis implica κ = κ^ , así
que tenemos κ subconjuntos de cardinalidad menor que κ. Sea I = {x ⊆ κ :
κ T
sup(x) < κ}. Como 2^ = κ, |I| = κ. Si X ⊆ κ, sea AX = {X α : α < κ}.
Si |X| = κ, se cumple |AX | = κ. Si X 6= Y , |AX ∩ AY | < κ; fijamos una β tal
que ¬(β ∈ X ⇔ β ∈ Y ), y entonces
\
AX AY ⊆ {X ∩ α : α ≤ β}.
Sea A = {AX : X ⊆ κ ∧ |X| = κ}; en consecuencia, |A| = 2κ y A es una
familia casi ajena de subconjuntos de I. Si f es una función inyectiva de I sobre
κ, {f [A] : A ∈ A} es una familia casi ajena de 2κ subconjuntos de κ.
Pasemos ahora el estudio de conjuntos de ordinales cerrados y no acotados.
En lo sucesivo fijamos un cardinal infinito κ de cofinalidad no numerable.
Definición 4.4. Un subconjunto C de κ es un club2 si:
(i) C es cerrado, es decir, para todo Y ⊆ C, si sup Y ∈ κ, entonces sup Y ∈ C.
(ii) C no es acotado, es decir, sup C = κ.
Como ejemplo considere los segmentos terminales del cardinal κ, es decir,
conjuntos del tipo {α : α ≥ β} para algún β < κ. Si A no está acotado en κ,
el conjunto A0 = {α < κ : α = sup(α ∩A)} de los puntos de acumulación de A
es un club: para mostrar que no está acotado, comencemos con un β < κ. Ya que
A no está acotado, encontramos una sucesión β < α0 < α1 < · · · < αn < · · ·
de elementos de A. Dado que la cofinalidad de κ no es numerable, el supremo
de las αi está en κ y pertenence a A0 . Si κ es un cardinal límite, el conjunto de
los cardinales menores de κ es un club.
2
Del inglés closed and unbounded. Utilizamos esta nomenclatura pues está muy difundida
en la literatura, y creemos que el lector sólo ganaría en confusión si empleáramos alguna
traducción al español.

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También κ es un club en κ. Decimos que α es un punto límite de C ⊆ κ


si para todo β < α existe γ ∈ C tal que β < γ < α, es decir, α es un punto
de acumulación de C. Ası́, se puede decir que un conjunto C es cerrado en κ si
contiene todos sus puntos límite. El lector puede verificar que cuando C es un
club, el conjunto
C∗ = {α ∈ C : α es punto límite de C}
también es un club. Más aún, si X es un subconjunto no acotado de un cardinal
regular no numerable, entonces X∗ es un club:
Lema 4.5. Sea κ un cardinal regular no numerable. Si X es un subconjunto
no acotado de κ, entonces el conjunto formado por todos los puntos lı́mite de
X es un club de κ.
Demostración. Sea A el conjunto de puntos lı́mite de X. El conjunto A
es no acotado en κ:
Sea γ < κ. Por recursión sobre ω definimos: β0 = γ, una vez definido βn ,
sabemos que existe α ∈ X tal que βn < α, y definimos βn+1 como dicha α.
S
Ahora, sea β = n∈ω βn , y puesto que
{βn |n ∈ ω \ {∅}} ⊆ X ∩ β,
S S S
entonces β = n∈ω βn ≤ (X ∩ β) ≤ β, es decir, β = (X ∩ β), lo cual
implica que β ∈ A; pero como β > γ, hemos demostrado que A es no acotado
en κ.
El conjunto A es cerrado en κ: sea γ < κ un punto lı́mite de A.
Demostraremos que γ ∈ A, es decir, que γ es un punto lı́mite de X. Sea
β ∈ γ, y buscamos ν ∈ (X ∩ γ) tal que β S
< ν. Por la elección de γ sabemos
que existe λ ∈ A tal que β < λ < γ; ası́, (X ∩ λ) = λ y (β < λ < γ). Luego,
existe ν ∈ (X ∩ λ) tal que β ≤ ν. Pero como X ∩ λ ⊆ X ∩ γ ocurre que dicho
ν ∈ (X ∩ γ) y β ≤ ν. Concluimos ası́ que γ es un punto lı́mite de X, es decir,
que γ ∈ A.
Ejemplo 4.6. Sean κ un cardinal regular no numerable, f : κn − → κ para
alguna n ≥ 1 y C = {σ ∈ κ : f (x) ∈ σ∀ x ∈ σ n }. Se afirma que C es un
club en κ; si σ ∈ κ, σ n = (σ, σ, . . . , σ) ∈ κn . Es claro que C es cerrado en κ.
Para probar que no está acotado debemos mostrar que para toda β ∈ κ existe
α > β tal que α ∈ C. Definimos una sucesión creciente de βm como sigue:
sea β0 = β; si βm se ha definido, como la cardinalidad de βm n es menor que

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

κ, existe βm+1 > βm tal que f (x) ∈ βm+1 para todo x ∈ βm n . Si hacemos

α = sup{βm : m ∈ N}, es claro que α ∈ C.


Por otro lado, esto demuestra que existe un club de subconjuntos de κ que
es cerrado respecto a f .
Es conveniente describir ciertas propiedades de los clubes, tarea que a
continuación realizamos.
Lema 4.7. La intersección de dos clubes es un club.
Demostración. Es claro que la intersección de conjuntos cerrados es
cerrada. Sean C y D clubes y γ un elemento de κ. Escogemos una sucesión
creciente γ < α0 < β0 < α1 < β1 < · · · de elementos αi ∈ C y βi ∈ D.
Entonces supi<ω αi = supi<ω βi pertenece a C ∩D. Por lo tanto, la intersección
es no acotada.
Note que el lema 4.7 se generaliza inmediatamente a un número finito
de clubes. En particular, la familia de todos los clubes es una base filtro3 y
podemos generar un “filtro de clubes” (véase el Cap. 6). Es claro que la
intersección de cualquier cantidad de clubes en κ es cerrada en κ, pero puede
ser no acotada. Por ejemplo, si λ = cf (γ) y f : λ −
→ γ tiene rango cofinal en
γ, seaTCα = {ν ∈ γ : ν > f (α} para cada α ∈ λ; entonces cada Cα es un club,
pero {Cα : α ∈ λ} es vacío. Sin embargo, tenemos el siguiente resultado
positivo:
Lema 4.8. La intersección de menos que cf (κ) clubes es un club.
Demostración. Sea µ un cardinal menor que κ y {Cα : α < µ} una
familia de clubes. Mostraremos, por inducción sobre µ, que la intersección D
de los Cα no está acotada. El caso µ finito se sigue del lema 4.7.
T
Sea µ infinito
y γ < cf (κ). Por hipótesis de inducción, todos los Dα = β<α Cβ no están
acotados. Definimos recursivamente f : µ − → κ mediante
Def
f (α) = {ε ∈ Dα : ε ≥ γ; ε es mayor que cualquier elemento def [α]}.
La función f está bien definida pues f [α] no puede ser cofinal en κ. Dado
que µ es límite, δ = supα<µ f (α) para cada β < µ y de hecho es igual al
supβ<α<µ f (α); como supremo de elementos de Cβ , δ pertenece a todos los Cβ
y es mayor que γ.
3
Una familia de conjuntos no vacíos es una base filtro si la intersección de cualesquier dos
elementos de la familia contiene un elemento también de la familia.

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Sea {Aα : α < κ} una familia de subconjuntos de κ. La intersección


diagonal de los Aα se define como
 
 \ 
∆α Aα = α<κ:α∈ Aβ .
 
β<α

Teorema 4.9. Si κ es un cardinal regular no numerable, la intersección


diagonal de clubes es un club.
Demostración. Sea D la intersección diagonal de la familia de clubes
{Cα : α < κ}. El conjunto D es cerrado: sea α = sup(D ∩ α) < κ un ordinal.
Fijemos un β < α. Entonces α es el supremo de ordinales miembros de D
que están entre β y α. Sin embargo, todos estos ordinales están en Cβ ; por
consiguiente, α pertenece a Cβ . Concluimos que α ∈ D.
D no está acotado: dado β ∈ κ, debemos encontrar un α ∈ C tal que α > β.
Definimos una sucesión de βn por inducción sobre n ∈ ω: β0 = β; si βn se ha
definido, elegimos βn+1 > βn tal que βn+1 ∈ Cβn . Sea α = sup{βn : n ∈ ω}.
Entonces, para cualquier ν < α existe m con βm ≥ ν ∈ Cβn ⊆ Cβm ⊆ Cν ; por
consiguiente, α = sup{βn : n > m} pertenece a Cν .

En relación con los resultados de la segunda sección, podemos establecer


el siguiente lema que remite a las funciones normales:
Lema 4.10. Sean κ un cardinal regular no numerable y f : κ −→ κ una
función normal. El conjunto
{α ∈ κ|f (α) = α}
es un club de κ.
Demostración. Sean A = {α ∈ κ|f (α) = α} y γ < κ un punto lı́mite
de A; ası́,
[ [ [
f (γ) = f (α) = f (α) = α = γ.
α<γ α∈A∩γ α∈A∩γ
Por lo tanto γ ∈ A, y queda demostrado el hecho de que A es cerrado en κ.
Para demostrar que A es no acotado, tome γ < κ arbitrario y considere la
siguiente sucesión definida por recursión:
α0 = γ; αn+1 = f (αn ),

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

S
y el ordinal α = n∈ω αn . Ahora, dado que f es creciente, α ≥ γ. Pero
además, la continuidad de f implica que
[ [ [
f (α) = f (β) = f (αn ) = ℵn+1 = α;
β<α n∈ω n∈ω

es decir, hemos encontrado α ∈ A tal que γ ≤ α.


También hay otras formas de obtener clubes en términos de funciones:
Lema 4.11. Sea κ un cardinal regular no numerable, y sea h : κ −→ κ. El
conjunto A definido por
A = {α ∈ κ|(∀β < α)(h(β) < α)}
es un club de κ.
S
Demostración. Sea γ un punto lı́mite de A. Como (A ∩ γ) = γ, para
cada ν < γ existe un ordinal λν ∈ A ∩ γ tal que ν < λν ; ası́, h(ν) < λν < γ
para toda ν < γ, lo cual implica que A es cerrado en κ.
Para demostrar que A es no acotado en κ, considere γ ∈ κ arbitrario y la
siguiente sucesión:
α0 = γ; αn+1 = mín{λ ∈ κ|h[αn ] ⊆ λ}.
S
Si α = n∈ω ℵn , entonces α ≥ γ y α ∈ A.
Definición 4.12. Un subconjunto S de κ es estacionario si intersecta todo club
en κ.

Proposición 4.13. Sea κ un cardinal regular no numerable. Entonces existe


una familia A ⊆ Pot(κ) de cardinalidad 2κ tal que A − B es estacionario en
κ para todo A, B ∈ A, A 6= B.
Demostración. Sea hEα : α < κi una sucesión de subconjuntos ajenos
estacionarios de κ (Teorema 4.27 más adelante). Sea F ⊆ Pot(κ) una familia
de cardinalidad 2κ tal que S A \ B 6= ∅ para todo A, B ∈ F con A 6= B. Para
A ∈ F definimos EA = {Eα : α ∈ A}. Entonces A = {EA : A ∈ F}
satisface la conclusión de la proposición.
Lema 4.14. Sean κ un cardinal regular no numerable, E un conjunto esta-
cionario en κ y C un club de κ. El conjunto intersección E ∩ C es estacionario
en κ.

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Demostración. Si D es un club cualquiera de κ, entonces sabemos (por


el Lema 4.8) que C ∩ D es de nuevo un club de κ; ası́ E ∩ (C ∩ D) 6= ∅, es
decir, (E ∩ C) ∩ D 6= ∅.
S
Lema 4.15. Si λ < cf (κ) y {Xν : ν < κ} es estacionario en κ, existe ν < λ
tal que Xν es estacionario en κ.
Demostración. Si no fuese cierta la afirmación,
T
entonces
 S para cada ν
existe un club Cν con Cν ∩Xν = ∅. Pero entoncesS ν<λ Cν ∩ ν<λ Xν = ∅,
que
T
es una contradicción de la hipótesis de que ν<λ Xν es estacionario, pues
ν<λ Cν es un club.

Los tres últimos teoremas se pueden expresar en términos de conjuntos


estacionarios: la unión de dos conjuntos no estacionarios es un conjunto no es-
tacionario. La unión de menos que cf (κ) conjuntos no estacionarios no es
estacionaria. Finalmente, la unión diagonal
[
{α < κ : α ∈ Aβ }
β<α

de una familia {Aα } de conjuntos no estacionarios no es estacionaria: para


cada α, sea Cα un club ajeno a Aα , entonces la unión diagonal de los Aα es
ajena a la intersección diagonal ∆α Cα . Otra formulación de esta afirmación
es el teorema de Fodor:
Teorema 4.16 (Fodor). Sean S un subconjunto estacionario del cardinal no
numerable y regular κ y f : S −
→ κ una función regresiva, es decir, f (α) < α
para toda α ∈ S. Entonces f es constante en un subconjunto estacionario de
S.
Demostración. Sea S la unión diagonal de los Aα = {β ∈ S :
f (β) = α}. Ya que S es estacionario, alguno de los conjuntos Aα debe ser
estacionario.
En conjuntos no estacionarios S que no contengan al 0 siempre existen
funciones regresivas f que no toman el mismo valor un número cofinal de
veces: si C es un club ajeno a S, definimos f (s) = máx(s ∩ C).
Definición 4.17. Sea κ un cardinal regular no numerable. Si E es un
subconjunto de κ, definimos
E0 = {γ ∈ κ : cf (γ) > ℵ0 , E ∩ γ es estacionario en γ}.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Decimos que E es disperso si E0 = ∅.


Ejemplo 4.18. Para cualquier cardinal regular ρ < κ, sea Eρ = {α ∈ κ :
cf (α) = ρ}. Entonces Eρ es un subconjunto estacionario de κ: dado un club
C en κ, podemos definir fácilmente por recursión una función normal f : κ
→ C tal que f (ρ) es un miembro de C de cofinalidad ρ, por lo que pertenece a

Eρ ; así, C ∩ Eρ 6= ∅. Si κ = ℵ1 , Eℵ0 es un club; de hecho, Eℵ0 es el conjunto
de ordinales límite menores que ℵ1 . Para κ > ℵ1 , Eρ no contiene un club pues
cualquier club contiene elementos de todas las posibles cofinalidades menores
que κ. Si κ = λ+ , donde λ es regular, Eλ es un subconjunto disperso de κ
pues para cualquier γ ∈ κ de cofinalidad no numerable existe un club γ con
elementos de toda cofinalidad menor que cf (γ) ≤ λ.

Proposición 4.19. Suponga que F es un filtro κ-completo en κ = λ+ que


contiene al filtro cofinito.
S
Sea S ⊆ κ tal que κ \ S ∈
/ F . Entonces existe una
descomposición S = β∈κ Sβ , en κ subconjuntos Sβ mutuamente ajenos, tal
que para toda β, κ \ Sβ ∈ / F.
Demostración. Para cada α < κ, escogemos una función gα : λ −
→α
sobre. Para toda ν ∈ λ, β ∈ κ, sea
Sβν = {α ∈ S : gα (ν) = β}.
Afirmamos que existe un ν tal que {Sβν : β ∈ κ, κ \ Sβν ∈ / F } tiene
S ν
cardinalidad κ. Primero fijamos β, y sea Yβ = {Sβ : ν ∈ λ}; entonces
Yβ = {α ∈ κ : α > β} ∩ S. Ya que las gα son suprayectivas, F es κ-completo
y contiene al filtro cofinito; las hipótesis implican que {α ∈ κ : α > β} ∈ F .
Así que κ \ Yβ no pertenece a F . Puesto que F es κ-completo, existe ν(β) tal
que κ \ Sβν(β) ∈
T
/ F (en otro caso, κ \ Yβ = ν κ \ Sβν pertenecería a F ).
Sabemos que β varía sobre κ y ν(β) varía sobre λ que es menor que κ, por
lo que existe ν ∈ λ tal que ν = ν(β) para κ elementos β, que es exactamente
nuestra afirmación.
Sean ν como en la afirmación, I = {β ∈ κ : κ \ Sβν ∈ / F} y
S
W = S \ {Sβν : β ∈ I}. Note que para ν fija, los Sβν son ajenos entre sí.
Sean µ el primer elemento de I, Sµ = Sµν ∪ W y para β ∈ I \ {µ} Sβ = Sβν .
S
Entonces, S = β∈I Sβ es la descomposición requerida.
A continuación definiremos dos nuevos conceptos de gran utilidad en
álgebra: el de κ-filtración y el de coloración de una “escala”.

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Definición 4.20. Sea A un conjunto de cardinalidad no mayor que κ. Una κ-


filtración de A es una sucesión hAν : ν < κi tal que para cualesquier, µ, ν < κ:

(1) La cardinalidad de Aν es menor que κ.


(2) µ < ν implica Aµ ⊆ Aγ .
S
(3) (Continuidad) si ν es límite menor que κ, Aν = τ<ν Aτ .
S
(4) A = ν<κ Aν .
Observación 4.21. Las filtraciones de un conjunto son “casi” únicas. Suponga
que {A0ν : ν < κ} es otra κ-filtración de A. Se afirma que
C = {ν ∈ κ : Aν = A0ν } (*)
es un club en κ.
Está claro que C es cerrado en κ (por la continuidad de las filtraciones).
Para probar que C no está acotado, sea β ∈ κ, y defina β0 = β; si βn
se ha definido y n es impar (respectivamente par), sea βn+1 > βn elegido
de tal manera que Aβn ⊆ A0βn+1 (respectivamente A0βn ⊆ Aβn+1 ); esto es
posible por las condiciones (1), (4) y la regularidad de κ. Entonces, si
α = sup{βn : n es impar} = sup{βn : n es par}, tenemos Aα = A0α ; así
que α ∈ C. Más generalmente, si {Bν : ν < κ} es una κ-filtración de otro
conjunto de cardinalidad κ y Θ : A −→ B es sobre, entonces existe un club tal
que para ν ∈ C, Θ[Aν ] = Bν .
Si f : An − → A, justo como en el ejemplo 4.18, se puede mostrar que
{ν < κ : Aν es cerrado respecto a f }
es un club en κ. Si Θ : κ −→ A es tal que para toda ν, Θ(ν) ∈ Aν , entonces
existe un conjunto estacionario S de tal forma que f es constante en S, que es
una modificación del teorema de Fodor.
La filtraciones tienen muchas aplicaciones en álgebra, o donde los elemen-
tos de las filtraciones son subgrupos (o subanillos, submódulos). Trataremos
a continuación el caso de grupos κ-libres. Un grupo G es κ-libre si todo sub-
grupo de cardinalidad menor que κ es libre. Para tales grupos se puede escoger
la filtración canónica, es decir, tal que cada elemento Gν es κ-puro en G o
Gν+1 /Gν no es libre, donde un subgrupo H de G es κ-puro en G si siempre
que H ⊆ K ⊆ G y |K/H| < κ, entonces H es un sumando directo de K.
Así que Gν es κ-puro en G si y sólo si Gµ /Gν es libre para todo µ < ν.
Es fácil mostrar que existe una κ-filtración canónica: sean {Gν : ν < κ} una

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filtración en G y µ = 0. En general, si µν se ha elegido, quedan dos casos: si


Gµν es κ-puro, entonces sea µν+1 = µν +1; si Gµν no es κ-puro, elegimos µν+1
tal que Gµν+1 /Gµν no sea libre. Para ordinales límite λ, sea µλ = supν<λ µν .
Por lo tanto, {Gµν : ν < κ} es una filtración canónica.
Otro ejemplo refiere a módulos ≤κ -generados (véase pág. 511). Todo
módulo ≤κ -generado tiene una κ-filtración canónica {Mν : ν < κ} con la
propiedad de que Mν es un submódulo <κ -generado de M.
Sea X = {xµ : µ < κ} un conjunto de generadores para M. Simplemente
tomamos Mν = hxµ : µ < νi para obtener la filtración buscada.
Lema 4.22. Sean κ un cardinal regular no numerable y M un módulo ≤κ -
generado. Entonces:
(i) M tiene una κ-filtración.
(ii) Si {Mν : ν ∈ κ} y {Mν0 : ν ∈ κ} son dos filtraciones de M, existe un
club C en κ tal que para toda ν ∈ C, Mν = Mν0 .
Demostración. (i) Sea X = {xµ : µ < κ} un conjunto generador para
M. La κ-filtración buscada la determinan los conjuntos Mν = hxµ : µ < νi.
(ii) La prueba se basa en un argumento enteramente similar al de la
observación 4.21.
Definición 4.23. Sea E un subconjunto de ω1 consistente en ordinales límite.
Si δ ∈ E, una escala en δ es una función ηδ : ω − → δ que es estrictamente
creciente y tiene rango cofinal en δ. Un sistema de escalas en E es una familia
η = {ηδ : δ ∈ E} tal que cada ηδ es una escala en δ.
El teorema de Fodor implica que si E es estacionario en ω1 , entonces los
miembros de un sistema de escalas dado no pueden ser ajenos: dado un sistema
de escalas η, para una n fija definimos fn : E − → ω1 mediante fn (δ) = ηδ (n).
Esta función es regresiva, por lo que existe una α y un subconjunto estacionario
E0 de E tal que para toda δ ∈ E0 , ηδ (n) = α.
Lema 4.24. Supongamos que λ = µ+ y µ = µℵ0 . Para todo conjunto
estacionario S ⊆ λ que consiste enteramente en ordinales de cofinalidad ω,
existe un sistema de escalas {ηδ : δ ∈ S} tal que para todo club C ⊆ λ, el
conjunto {δ ∈ S : ηδ [ω] ⊆ C} es estacionario.
Demostración. Para δ ∈ S sea {ηiδ : i < µ} una enumeración de
{η : η es una familia creciente de ω a δ con límite δ}.

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Para i < µ, sea ηi = {ηiδ : δ ∈ S}.


Afirmamos que una de las ηi satisface la conclusión del lema. Si no
fuera así, para cada i < µ existe un club Ci ⊆ λ Ttal que el conjunto
Ti = {δ ∈ S : ηiδ [ω] ⊆ Ci } no es estacionario. Sea C = i<µ Ci . Escogemos
δ ∈ S, que es un punto límite de C. Así que para algún i, ηi [ω] ⊆ C ⊆ Ci , lo
que es una contradicción.
Para un cardinal λ ≥ 2, una λ-coloración de un sistema de escalas η en E
es una familia c = {cδ : δ ∈ E} tal que cδ : ω − → λ. Podemos pensar que λ es
un conjunto de “colores” y que cδ es una coloración de ηδ (n) con el color cδ (n).
Queremos uniformar esta coloración en el sentido de que c asigne un color fijo
a cada ordinal α independientemente de la o las escalas en las que α aparezca.
En vista de lo recién demostrado con el teorema de Fodor, no podemos esperar
lograrlo en general porque podemos tener ηδ (n) = ηγ (m) = α con δ 6= γ
y podría ocurrir cδ (n) 6= cγ (m). Por ello usamos una noción modificada: la
uniformación de una coloración c de un sistema de escalas η en E es una
pareja (f, f ∗ ) donde f : ω1 − → λ, f ∗ : E − → ω y para toda δ ∈ E y toda

n ≥ f (δ), si α = ηδ (n), entonces f (α) = cδ (n). Si tal pareja existe, decimos
que c se puede uniformar. Posteriormente veremos que suponiendo ♦(E), no
toda (η, λ)-uniformación es cierta. Sin embargo, suponiendo una variante del
axioma de Martin (MA(ℵ1 )), entonces sí es cierta, lo que probaremos en el
segundo volumen.
Para que exista la pareja es suficiente con tener alguno de los miembros de
la pareja, es decir, ya sea f de tal forma que para toda δ ∈ E, f (ηδ (n)) = cδ (n),
para toda n con un número finito de excepciones, o f ∗ tal que para toda δ,
α ∈ E, si n ≥ f ∗ (δ), m ≥ f ∗ (α) y ηδ (n) = ηα (m), entonces cδ (n) = cα (m).
Si tenemos f , entonces f ∗ (δ) se puede definir como el menor n tal que
f (ηδ (m)) = cδ (m) para toda m ≥ n. Por otra parte, si tenemos f ∗ escogemos
cualquier f tal que f (ηδ (n)) = cδ (n) para toda n ≥ f ∗ (δ). Decimos que la
(η, λ)-uniformación es cierta si toda λ-coloración de η se puede uniformar.
Nuestro siguiente objetivo es introducir un juego basado en conjuntos
estacionarios y clubes. El lector puede consultar [Hod97] o [MiMa99] para
conocer sobre juegos y teoría de modelos.
Sea A un subconjunto de ω1 . El A-juego se efectúa entre dos competidores
I y II. Si I escoge un ordinal α0 de ω1 , II escoge un ordinal mayor α1 de ω1 ,
entonces I escoge α2 > α1 , y así sucesivamente, todo en ω1 . Después de ω
etapas I gana si supi<ω αi ∈ A; en otro caso, II vence. Una estrategia ganadora

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

para I es una prescripción que determina la tirada de I dependiendo de las tiradas


previas, con lo que I debe ganar sin importar lo que haga II. Por lo tanto, una
estrategia ganadora es una familia (fn : n < ω) de funciones fn : ω1n −→ ω1 tales
que para toda sucesión α0 < α1 < α2 < . . . con α2n = fn (α1 , . . . , α2n−1 ), su
supremo está en A. Una estrategia ganadora para II se define de manera similar.

Un juego está determinado si alguno de los jugadores tiene una estrategia


ganadora. Un juego es cerrado en el siguiente caso: cualquier partida
(aα : α < λ) es una partida ganadora para I si para toda δ < λ, (aα : α < δ)
se puede extender a una partida ganadora para I. En forma similar, un juego es
abierto cuando ocurre lo siguiente: toda partida (aα : α < δ) del juego es una
partida ganadora para II si para toda δ < λ, (aα : α < δ) se puede extender a
una partida ganadora para II.
El siguiente es una consecuancia de las definiciones previas:
Teorema 4.25. Todo juego abierto o cerrado está determinado.
Demostración. Consideremos sólo el caso de juegos cerrados. Supon-
gamos que el jugador II no tiene una estrategia ganadora. Describiremos una
estrategia ganadora para I. En toda etapa ordinal par I mueve de tal forma que
II no tiene una estrategia ganadora para este juego y después de que I ha tirado.
La suposición de que II no tiene una estrategia ganadora significa que existe
una tirada para I en cada etapa. Como el juego es cerrado, I gana la partida.
Teorema 4.26. El jugador I (respectivamente II) tiene una estrategia gana-
dora si y sólo si A (respectivamente ω1 \ A) contiene un club.

Demostración. Mostramos la afirmación para I. Supongamos que A


contiene el club C; I escoge simplemente como α2n un elemento de C mayor
que α2n−1 . Esto siempre es posible pues C no está acotado. Ya que C es
cerrado, el supremo de los αi así elegidos pertenece a C.
Recíprocamente, sea (fn ) una estrategia ganadora para I. Llamaremos a un
ordinal α < ω1 cerrado si para toda n se cumple
α1 , . . . , αn < α ⇒ fn (α1 , . . . , αn ) < α.
Afirmación. El conjunto C de todos los ordinales cerrados es un club.
Demostración de la afirmación. Es fácil ver que C es cerrado. Sea β0 un ordinal
arbitrario de ω1 . Definimos recursivamente
βi+1 = máx{βi , sup(∪fn [βin ])},

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7. Combinatoria infinita

y entonces supi<ω βi ∈ C.J


Sea D el conjunto de los ordinales límite de ω1 y α ∈ C ∩ D. Dejamos
que I juegue con su estrategia. Como α es límite II, puede elegir un α2n+1 < α
después de α2n < α. Toda la partida se desarrolla debajo de α, pues α es
un ordinal cerrado. Si II escoge finalmente un ordinal suficientemente grande,
α será el supremo de la sucesión. Dado que I debe ganar el juego, α ∈ A.
Entonces A contiene el club C ∩ D.

En consecuencia, II no tiene estrategia ganadora si A es estacionario. Un


juego está determinado si I o II tiene una estrategia ganadora. El siguiente
teorema asegura la existencia de juegos de este tipo no determinados.

Teorema 4.27 (Solovay). Todo cardinal regular κ no numerable se puede


descomponer en κ conjuntos estacionarios ajenos entre sí.

Demostración. Sea S el conjunto (estacionario) de los ordinales límite


en κ de cofinalidad ω. Para cada α ∈ S escogemos una sucesión estrictamente
creciente hδiα : i < ωi que converge a α.
Fijemos β < κ. Para cada α del estacionario S \ β existe un n(α) con
α
δn(α) > β. De acuerdo con la “la versión estacionaria” del lema 4.8, existe un
nβ tal que el conjunto
Rβ = {α ∈ (S \ β) : n(α) = nβ }
es estacionario. Si utilizamos el teorema 4.16 con la función regresiva α 7→ δnαβ
y obtenemos un conjunto estacionario Sβ ⊆ Rβ en el que esta función es
constante y toma el valor δβ .
Ya que siempre se tiene δβ > β, el conjunto de los δβ es cofinal en κ y
tiene entonces cardinalidad κ. Por lo tanto, existe un subconjunto I de κ de
cardinalidad κ para el que todos los δβ (β ∈ I) son distintos.
Puesto que cf (κ) > κ, existe un n tal que el conjunto J = {β ∈ I : nβ =
n} tiene cardinalidad κ. En consecuencia, los conjuntos estacionarios Sβ para
β ∈ J son ajenos entre sí, pues si α ∈ Sβ , entonces δnα = δβ .

Corolario 4.28. Cada κ con cardinalidad no numerable se puede descom-


poner en cf (κ) subconjuntos estacionarios mutuamente ajenos.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Sean C un club en κ isomorfo a cf (κ) (Lema 2.16.5) y


f : cf (κ) −→ C el isomorfismo. Si los Sα son subconjuntos estacionarios ajenos
entre sí de cf (κ), los f [Sα ] son subconjuntos ajenos estacionarios de κ. Los
f [Sα ] también son estacionarios ajenos entre sí pues, debido a la continuidad
de f , para cada club D en κ, f −1 (D) es un club en cf (κ).
Ya que todos los conjuntos estacionarios de κ tienen intersección no vacía
con C, κ no puede tener más que |C| = cf (κ) subconjuntos estacionarios.
Con los conceptos recién introducidos restringidos a ω1 podemos definir
varias nociones de tamaño para subconjuntos de ω1 . Por ejemplo, un conjunto
numerable sería pequeño. Es evidente que un club es muy grande. Como los
conjuntos estacionarios son necesariamente cofinales en ω1 , entonces no son
pequeños, y de hecho son los conjuntos más grandes después de los clubes. Todo
club es un conjunto estacionario, y los conjuntos estacionarios presentan muchas
de las propiedades útiles de los clubes. No todos los conjuntos no acotados
son estacionarios, y no todos los conjuntos estacionarios son clubes, puesto
que todo estacionario se puede descomponer en ℵ1 subconjuntos estacionarios
ajenos entre sí, de acuerdo con el teorema 4.27. De hecho, frecuentemente se
considera a los conjuntos estacionarios como “casi” clubes.
Se pueden caracterizar los subconjuntos estacionarios de ω1 como aquellos
conjuntos que son “potencialmente clubes”. Estas ideas se formalizan en
el siguiente teorema, cuya demostración excede los límites de este primer
volumen. El lector puede consultar una demostración en [De79, pág. 52].
Teorema 4.29. Sea E ⊆ ω1 . Entonces E es estacionario si y sólo si existe
una extensión W del universo V tal que ωjW = ω1 y W |= (E contiene un club).
Entendemos por extensión del universo a una clase transitiva que contenga a
V y que satisfaga todos los axiomas de ZFE . En este caso, ω1W es precisamente
el ordinal ω1 según W (véase el Cap. 8).

5. El teorema de Silver
Como ya se mencionó, es poco lo que se puede decir sobre la exponenciación
cardinal. El uso de HC o HGC ayuda en algunos casos. En esta sección
probaremos el teorema de Silver (véase [Sil74]) en ZFE , que asegura que la
HGC es cierta en algunos casos. La demostración original de Silver involucra
un hermosa construcción usando teoría de modelos. Posteriormente, Baum-
gartner y Prikry [BaPr76] eliminaron la parte de la teoría de modelos en la

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demostración. El teorema de Silver afirma que si la HGC se cumple en una


cantidad suficiente de cardinales debajo de un cardinal µ, también se cumple
en µ. La demostración se descompone en varios lemas para facilitar su lectura.
Próximos a abordar el teorema de Silver, debemos concentrarnos en el
análisis de la exponenciación cardinal. En el siguiente caso, el valor de 2κ
está determinado por los valores de la función continuo debajo de κ, donde la
función continuo está definida mediante

ℵα 7→ 2ℵα .

Más adelante requerimos el siguiente lema técnico.

Lema 5.1. Si κ es un cardinal límite, entonces


κ
2κ = (2^ )cf (κ) .
P
Demostración. Sea κ = i<cf (κ) κi , donde κi < κ para toda i. Entonces
P
κ κi
2 =2 i<cf (κ) =
Y Y κ
= 2κi ≤ 2^
i<cf (κ) i<cf (κ)
 κ cf (κ) cf (κ) κ
= 2^ ≤ 2κ pues claramente 2^ ≤ 2κ
= 2κ .

Teorema 5.2. Sea κ un cardinal singular tal que la función continuo debajo
de κ es finalmente constante, es decir, existe γ0 < κ tal que

2γ = 2γ0 para toda γ tal que γ0 ≤ γ < κ.

Entonces 2κ = 2γ0 .

Demostración. Si κ es un cardinal singular que satisfaga la suposición


del teorema, sin pérdida de generalidad podemos suponer que γ0 ≥ cf (κ),

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κ
entonces existe γ0 tal que cf (κ) ≤ γ0 < κ y 2^ = 2γ0 , pues
κ γ0 X γ
2^ = 2 ^ + 2^
γ0 ≤γ<κ
X γ
= 2^
γ0 ≤γ<κ
γ0
=κ·2 (∗)
γ0
=2 .
(*) ocurre pues si κ > 2γ0 , como κ es singular, existe µ < κ, µ > 2γ0 y
2µ > µ > 2γ0 , una contradicción con nuestra hipótesis. En consecuencia,
 κ cf (κ) cf (κ)
2κ = 2^ = 2γ0 = 2γ0 .

Supongamos que κ es un cardinal límite y que la función continuo debajo


κ P
de κ no es finalmente constante; sea λ = 2^ = β<κ 2β .
Por supuesto, cf (κ) = cf (λ):Pes claro que λ ≥ κ, así que cf (λ) ≥ cf (κ).
Por otra parte, puesto que λ = β≤κ 2β , la sucesión (2β : β ≤ cf (κ)) es
cofinal en λ, por lo que cf (κ) ≥ cf (λ). Por el lema 5.1,
 κ cf (κ)
2κ = 2^ = λcf (λ) . (*)
Si κ es un cardinal regular, entonces κ = cf (κ), y como 2κ = κκ , se cumple
2κ = κcf (κ) . (**)
Las ecuaciones (*) y (**) muestran que la función continuo se puede definir
en términos de la función Gimel ‫ג‬:
‫(ג‬κ) = κcf (κ) .

Observación 5.3.
(a) Si κ es un cardinal sucesor, 2κ = ‫(ג‬κ).
(b) Si κ es un cardinal límite y si la función continuo es finalmente constante
κ κ κ
debajo de κ, 2κ = 2^ · ‫(ג‬κ), pues si κ es singular 2κ = 2^ y 2^ ≥ κcf (κ)
por el ejercicio 3.12, si κ es regular se sigue de (**).

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(c) Si κ es un cardinal límite y si la función continuo debajo de κ no está


κ
acotada en κ, 2κ = ‫(ג‬2^ ).
Hemos demostrado que ‫(ג‬κ) > κ y cf (‫(ג‬κ)) > cf (κ) para toda κ. Por
lo tanto, si κ es regular, ‫(ג‬κ) = 2κ . Si κ es singular, la función ‫(ג‬κ) está
determinada por el comportamiento de ‫ ג‬debajo de κ.
Un cardinal singular κ es acotado si
λcf (κ) ≥ κ, (68)
para alguna λ < κ. κ es acotado en el caso en que κ ≤ ‫(ג‬λ) para alguna λ < κ
de cofinalidad no mayor que cf (κ).
Un cardinal singular límite fuerte no es acotado, pues es fácil verificar que
ν
λ < κ para cualesquier λ, ν < κ si κ es límite fuerte, pero pueden existir
cardinales singulares que no sean límites fuertes ni acotados (p. ej. ℵω si
2ℵ0 = ℵ1 y 2ℵ1 > ℵω ). Si κ es un cardinal singular acotado y es cierto 68 para
alguna λ < κ, entonces
κcf (κ) = λcf (κ) , (69)
pues λcf (κ) ≤ κcf (κ) ≤ (λcf (κ) )cf (κ) = λcf (κ) , y el valor de ‫(ג‬κ) está
determinado por la potencia de cardinales más pequeños.
Si un cardinal singular no es límite fuerte, ‫(ג‬κ) satisface la siguiente
condición: si κ ≤ ‫(ג‬λ) para algún λ < κ tal que cf (κ) ≤ cf (λ),
‫(ג‬κ) ≤ ‫(ג‬λ), (70)
lo que es obvio pues κcf (κ) ≤ (λcf (λ) )cf (κ) = λcf (λ) .
Considere la siguiente hipótesis, la hipótesis de los cardinales singulares
HCS:
Para todo cardinal singular κ, si 2cf (κ) < κ, entonces κcf (κ) = κ+ .
Es evidente que la HCS se deriva de la HGC (Teorema 2.16.18[b]). Si 2cf (κ) ≥ κ,
κcf (κ) = 2cf (κ) , por el teorema 2.16.17. Si 2cf (κ) < κ, entonces κ+ es el menor
valor posible de κcf (κ) .
Si conocemos la función continuo en cardinales regulares y si sabemos el
valor de κcf (κ) en cardinales singulares, podemos determinar κλ para toda κ y
λ. En el caso en que la HCS sea cierta, la aritmética cardinal es particularmente
simple.
Lema 5.4. Suponga que la HCS es cierta:

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(a) Si κ es un cardinal singular,


 κ
2^ ,


si la función continuo es
κ
2 = constante debajo de κ (71)

 κ +
 2^ , en otro caso.

(b) Si κ, λ son cardinales infinitos,



λ si 2λ ≥ κ.
2 ,


λ
κ = κ, si 2λ < κ y λ < cf (κ) (72)

κ+ ,

si 2λ < κ y λ ≥ cf (κ).

Note que el tamaño de κλ en 72 es el menor posible: es necesario que


κλ ≥ κ y κλ ≥ 2λ . Más aún, como cf (κλ ) > λ, es necesario que κλ > κ
siempre que λ ≥ cf (κ).

Demostración.
κ
(a) Si κ es singular, por el lema 5.1, 2κ es igual a λ o a λcf (λ) , donde λ = 2^ .
Lo último es cierto si 2α no es finalmente constante debajo de κ. Entonces
κ
cf (λ) = cf (κ), y como 2cf (κ) < 2^ = λ pues cf (κ) es uno de los
κ
sumandos en 2^ , tenemos λcf (λ) = λ+ por la HCS.
(b) Probamos 72 por inducción sobre κ, para λ fija. Sea κ > 2λ . Si κ es un
cardinal sucesor, κ = ν+ , entonces νλ ≤ κ (por la hipótesis de inducción)
y κλ = (ν+ )λ = ν+ · νλ = κ, por la fórmula de recursión de Hausdorff
(Teorema 2.22).
Si κ es un cardinal límite, por consiguiente, νλ < κ paraPtoda ν < κ.
Entonces κλ = κ si λ < cf (κ), pues en este caso κλ = ν<κ |ν|λ =
κ · κ = κ. κλ = κcf (κ) , si λ ≥ cf (κ) por el lema 2.16.15. En el último
caso, 2cf (κ) ≤ 2λ < κ, y por la HCS, κcf (κ) = κ+ .

Observe que por (b), HCS es equivalente a la afirmación κλ ≤ 2λ · κ+ para


cualesquier cardinales infinitos κ, λ.

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Por un resultado de Jensen, la HCS es cierta a menos que un axioma de


grandes cardinales4 sea verdadero, ¬HCS ⇒ 0# . Para más sobre la HCS véase
[Gi91a], [Gi91b], [Gi89], [Mitch1] y [Mitch2].
Por otro lado, si cierto gran cardinal existe, se puede mostrar que la HCS
es independiente de ZFE .
Procederemos a continuación con la demostración del teorema de Silver:

Teorema 5.5 (Silver). Sea κ un cardinal singular de cofinalidad no numerable.


Si 2µ = µ+ para un conjunto estacionario de cardinales µ menores que κ,
entonces 2κ = κ+ .

Probaremos este teorema en el resto de esta sección.


Sea E ⊆ κ un conjunto estacionario de números cardinales µ para los que
2µ = µ+ . Escogemos una sucesión estrictamente creciente (κα : α < cf (κ))
de cardinales infinitos, cuyo supremo es κ. Entonces
S = {α < cf (κ) : κα ∈ E}
es estacionario en cf (κ).
Sean f, g funciones de λ a λ. Decimos que f y g son casi ajenas si existe
α0 < λ tal que f (α) 6= g(α) para toda α ≥ α0 . Una familia F de funciones de
λ en λ es una familia casi ajena si cualesquier dos funciones f, g ∈ F son casi
ajenas.
A cada subconjunto A de κ le asociamos la función
Y
fA = hA ∩ κα : α ∈ Si ∈ Pot(κα ). (73)
α∈S

La familia de funciones fA es casi ajena.


El teorema 5.5 se deduce del siguiente:

Teorema 5.6. Sea λ un cardinal regular no numerable. Sea α 7→ κα una


función normal de λ a la clase de los cardinales con supremo κ. Supongamos
que λ < κ. Para cada α de un subconjunto estacionario S0 de λ tenemos
conjuntos Aα deQcardinalidad no mayor que κ+ α . Entonces cada subconjunto
casi disjunto de α∈S0 Aα tiene cardinalidad no mayor que κ+ .

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Será hasta el volumen dos en que el lector conozca la definición de gran cardinal. Mientras
tanto, mantenemos el suspenso.

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Note que de la hipótesis sobre la existencia de la función normal de λ a κ


se deduce 2λ ≤ κ.
Demostración del teorema 5.5 a partir del teorema 5.6: sea S0 = {µ <
λ : 2µ = µ+ }, λ = cf (µ). Encontramos la sucesión hκα : α < λi ⊆ S0
normal de cardinales con supremo κ. Para cada µ ∈ S0 , sea Aµ = Pot(µ),
entonces |Aµ | ≤ µ+ .
Para cada A ⊆ κ definimos la función fA como en la ecuación 73, fA : κ
−→ Pot(κ). Note que si A, B ⊆ κ y A 6=QB, fA y fB son casi ajenas. Sea
F = {fA : A ⊆ κ}, y entonces F ⊆ µ<λ Aµ , lo que Q
es inmediato de
la definición de producto cartesiano; recuerde que f ∈ µ<λ Aµ si f : λ
→ µ<λ Aµ , f (µ) ∈ Aµ para toda µ < λ. Por el teorema 5.6, |F| ≤ κ+
S

implica que |Pot(κ)| ≤ κ+ .
Para la demostración del teorema 5.6 requerimos el siguiente lema:
Lema 5.7. Sean λ y κ como en el teorema 5.6. Además, para cada α de un
subconjunto estacionario S de λ tenemos conjuntos
Q
Bα de cardinalidad no
mayor que κα . Entonces cada subconjunto de α∈S Bα casi disjunto tiene
cardinalidad no mayor que κ.
Demostración. Sea F una familia casi ajena de funciones. Entonces cada
f ∈ F está determinado por sus valores en ordinales límite de S. Ya que el
conjunto de los ordinales límite de S es estacionario, podemos suponer que S
consiste sólo en ordinales límite y que Bα = κα .
Sea f ∈ F. Entonces f (α) < κα para cada α ∈ S. Existe entonces un
βα < α con f (α) < κβ . Por el teorema de Fodor (4.16), existe un subconjunto
estacionario Sf de S y un ordinal β tal que f (α) < κβ para toda α ∈ Sf . En
vista de que F es casi ajena, f se determina con f  Sf . Cada f  Sf pertenece
a [
T = {T µ : T ⊆ λ, µ < κ}.
κ
Puesto que µ|T | ≤ µλ ≤ 2máx{µ,λ} ≤ 2^ = κ para todo T ⊆ λ y µ < κ, se
cumple
|T| ≤ κ · 2λ · κ = κ.

Ahora continuamos la demostración del teoremaQ5.6. Podemos suponer


que Aα = κ+α . Sea F0 un subconjunto casi ajeno de α∈S0 Aα . Definimos la

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relación < en F0 mediante:


f < g ⇔ existe un club C con f (α) < g(α) ∀ α ∈ S0 ∩ C.
Afirmación 1. < es un orden parcial.
Demostración de la afirmación 1. < es irreflexiva pues el conjunto S0 ∩ C
es no vacío y es transitiva, ya que la intersección de dos clubes es un club.J
Afirmación 2. Para toda g0 ∈ F0 se cumple |{f : g 6< f }| ≤ κ.
Demostración de la afirmación 2. Si g ≮ f , el conjunto
{α ∈ S0 : g(α) < f (α)} ∪ (λ \ S0 )
no contiene ningún club, así que el conjunto {α ∈ S0 : f (α) ≤ g(α)} es
estacionario. Puesto que F0 es casi ajena, también es cierto que
S = {α ∈ S0 : f (α) < g(α)}
es estacionario (si suponemos que f 6= g). f pertenece entonces a
Y
FS = {f ∈ F0 : f  S ∈ g(α)}.
α∈S

Puesto que una f ∈ FS está determinada por f  S y el conjunto de las


funciones f  S(f ∈ F0 ) es casiSajeno, se sigue del lema 5.7 que |FS | ≤ κ.
Por consiguiente, {f : g 6< f } = {FS : S ⊆ S0 , S estacionario } ∪ {g} tiene
cardinalidad no mayor que 2λ κ = κ. J
Finalmente, el teorema 5.6 se deduce del siguiente lema:
Lema 5.8. Sea < un orden parcial en un conjunto P. Si para toda p ∈ P, el
conjunto
Pq = {q ∈ P : p ≮ q}
tiene cardinalidad no mayor que κ, entonces P tiene cardinalidad no mayor
que κ+ .
Demostración. Aplicamos el lema de Zorn al conjunto de todas las
funciones estrictamente monótonas f : δ − → P ordenadas por inclusión
(propia). Sea f0 : δ0 − → P máxima. Entonces para cada q ∈ P existe
un α < δ0 con f0 (α) 6< q. Se cumple P = ∪α<δ0 Pf0 (α) y, por lo tanto,
|P| ≤ κ|δ0 | = máx{κ, |δ0 |}. Pero como f0 [α] ⊆ Pf0 (α) para toda α < δ0 ,
entonces todos los α < δ0 tienen cardinalidad no mayor que κ. Se concluye
que δ0 ≤ κ+ .

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6. El principio ♦ y otros principios combinatorios


En muchas construcciones recursivas se deben predecir los posibles obstáculos;
cuando se conocen, se pueden evadir. Una forma de lograrlo es mediante
principios de predicción. El primer uso de un principio de predicción es la
construcción hecha por Dushnik-Miller en 1940 de un subconjunto de R denso
que no tiene automorfismos (de orden) no triviales. Para la demostración se
utiliza el hecho de que si X es un subconjunto denso de R y f : X − → X
es un automorfismo de orden, entonces f tiene una extensión única fˆ a un
automorfismo de orden de R. Además, cualquier automorfismo de orden de
R está determinado por sus valores en Q. Puesto que hay (2ℵ0 )ℵ0 = 2ℵ0
funciones de Q a R, enumeramos todos los automorfismos de orden de R
mediante {fi : i < 2ℵ0 }. Por ello, si X es un subconjunto denso de R, el
conjunto de los automorfismos de X está contenido en {fi  X : i < 2ℵ0 }.
La construcción del conjunto requerido X se logra mediante recursión en 2ℵ0
etapas, donde en la etapa i+1 se evita que fi sea un automorfismo de orden de X,
“se destruye” al automorfismo. Con más exactitud, se construyen dos conjuntos
ajenos A , B por recursión
S i i S
sobre i de tal forma que el conjunto requerido X
será Ai , mientras que Bi forma un conjunto de elementos prohibidos. Sea
A−1 = Q y B−1 = ∅. Tomamos uniones en ordinales límite. En la etapa
i + 1, escoja ai ∈ / Ai ∪ {ai }. Sea Ai+1 = Ai ∪ {ai } y
/ Bi tal que fi (ai ) ∈
Bi+1 = Bi ∪ {fi (ai )}.
En esta construcción fue posible encontrar todas las funciones que queremos
eliminar y continuar la recursión lo suficiente para eliminarlas todas.
En muchas ocasiones esto no es posible, y es cuando puede ser útil el
principio diamante.
En la siguiente sección estudiaremos los árboles, una generalización de los
ordinales. Algunos de los problemas en la construcción de árboles con ciertas
propiedades se resolvieron mediante el principio diamante, principio combi-
natorio que apareció en repetidas ocasiones. R. Jensen aisló este principio
y lo llamó principio ♦. Su utilización se ha generalizado a otros problemas
de la teoría de conjuntos, la topología general y el álgebra. En esta sección
presentamos el principio, algunas de sus variantes y su aplicación. En breve
demostraremos que ♦ ⇒ HC y en el capítulo 9 se demostrará que (V = L) ⇒ ♦.
En [De73] se muestra cómo obtener ♦ mediante forcing; de hecho, si W es
una extensión booleana de V mediante la adición de un subconjunto genérico
de ω1 (es decir, usando subconjuntos numerables de ω1 como condiciones de

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forcing), entonces ♦ es válido en W. También en [De73] se demuestra que


HC ; ♦, un resultado debido a Jensen. Por lo tanto, ♦ es un extensión estricta
de HC consistente con ZFE .
Definición 6.1. Sea E un subconjunto estacionario de un cardinal regular
no numerable κ. Por ♦κ (E) entenderemos el siguiente principio: existe una
sucesión hWα : α ∈ Ei de conjuntos tales que para cada α ∈ E, Wα ⊆ α y
para todo X ⊆ κ, {α ∈ E : Wα = X ∩ α} es estacionario en κ.
Una sucesión hWα : α ∈ Ei que satisface esas hipótesis es una ♦κ (E)-
sucesión. El principio ♦κ (κ) se denota como ♦κ . A su vez, el principio ♦ω1 (E)
se escribe ♦(E) y ♦ω1 se denota simplemente como ♦.
Una ♦κ (E)-sucesión predice lo que son las intersecciones de X con α y, sin
importar cómo se escoja X, la predicción es correcta para un conjunto grande
de α. En 1972 R. B. Jensen demostró que ZF + V = L implica que ♦κ (E) es
cierto para todo κ regular no numerable y todo conjunto estacionario E ⊆ κ;
por lo tanto, ♦κ (E) es consistente con ZFE , pero no es demostrable desde
ZFE . Es obvio que si E ⊆ E0 y ♦κ (E) es cierto, también lo es ♦κ (E0 ).
Nuestro próximo lema proporciona una formulación alternativa, muy
conveniente, de los principios diamante en términos de κ-filtraciones.
Lema 6.2 (♦κ (E)).
(i) Para cualquier conjunto A de cardinalidad κ y cualquier κ- filtración
{Aν : ν < κ} de A, existe una familia {Yα : α ∈ E} tal que para
cada α ∈ E, Yα ⊆ Aα y para todo X ⊆ A, {α ∈ E : Yα = X ∩ Aα } es
estacionario en κ.
(ii) Para cualesquier conjuntos A de cardinalidad κ y B de cardinalidad no
mayor que κ, y toda κ-filtración {Aν : ν ∈ κ} y {Bν : ν ∈ κ} de A y
B respectivamente, existe una familia {gα : α ∈ E} tal que para cada
α ∈ E, gα es una función de Aα en Bα y para toda función f : A −
→ B,
{α ∈ E : f  Aα = gα } es estacionario en κ.
Demostración.
(i) Existe un club C tal que para toda ν ∈ C, |Aν+ \ Aν | = |ν+ \ ν| (véase el
Ejer. 36). Definimos por recursión transfinita una biyección θ : κ −
→ A tal
que para toda ν ∈ C, θ[ν] = Aν . Si hWα : α ∈ Ei es una ♦κ (E)-sucesión,
hacemos Yα = θ[Wα ] para α ∈ E ∩ C y Yα arbitrario para α ∈ E \ C;
entonces {Yα : α ∈ E} tiene las propiedades requeridas.

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(ii) La clave para la demostración es considerar las funciones de A en B como


subconjuntos de A × B. Aplicamos (i) a la κ-filtración {Aν × Bν : ν ∈ κ}
de A × B para obtener la familia {Yα : α ∈ E}. Si Yα (⊆ Aα × Bα ) es una
función de Aα en Bα , sea gα = Yα ; en otro caso, sea gα arbitraria. Dada
f : A − → B, existe un club C tal que para ν ∈ C, f [Aν ] ⊆ Bν , y por
lo tanto f ∩ (Aα × Bα ) = f  Aα . Entonces es claro, por la elección de
{Yα : α ∈ E}, que {gα : α ∈ E} tiene las propiedades deseadas.

Si el contexto es apropiado, nos referiremos a {Xα : α ∈ E} y {gα :


α ∈ E}, con las propiedades dadas en el lema, como ♦κ (E)-sucesiones. El
siguiente lema muestra que ♦ implica la HC .
Proposición 6.3. Si κ = λ+ , ♦κ implica 2λ = λ+ . En particular, ♦ implica
2 ℵ 0 = ℵ1 .
Demostración. Sea hWα : α ∈ κi una ♦κ -sucesión. Para todo X ⊆ λ
existe un conjunto estacionario E de κ tal que para todo α ∈ E, X ∩ α = Wα .
De aquí que exista una α > λ tal que X∩α = Wα ; pero en este caso, X = X∩α,
así que todo subconjunto de λ aparece en la sucesión {Wα : α ∈ κ}. Por ello,
la cardinalidad 2λ de Pot(λ) es ≤ κ = λ+ .

Gregory [Gre76] y Shelah [Sh81] han demostrado que la hipótesis genera-


lizada del continuo implica ♦κ para todo κ sucesor mayor que ℵ1 . Sin embargo,
no es cierto que la HGC implique ♦. Lo que sı́ podemos asegurar es que la
HC es equivalente a una forma debilitada de ♦:
Lema 6.4. La hipótesis del continuo es equivalente a la siguiente afirmación:
Existe una ω1 -sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es un
subconjunto numerable de Pot(α), y para cualquier X ⊆ ω1 , se tiene que
(∀α < ω1 )(∃β < ω1 )(α ≤ β ∧ X ∩ α ∈ Sβ ).
S
Demostración. ⇒ ) Sea AC(ω1 ) = α<ω1 Pot(α) el conjunto formado
por todos aquellos subconjuntos numerables (y, por lo tanto, todos aquellos
acotados) de ω1 . Dado que la hipótesis del continuo se supone válida el
conjunto AC(ω1 ) tiene cardinal igual a ℵ1 . Ahora, sea h : AC(ω1 ) −→ ω1
una enumeración de los elementos de AC(ω1 ) con la propiedad de que para
todo X ∈ AC(ω1 ), se tiene que h(X) ≥ mín{α < ω1 |X ⊆ α}.

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Definimos, pues, la sucesión hSα |α < ω1 i de forma tal que


{Sα |α < ω1 } = {{X}|X ∈ AC(ω1 )}
y que Sα = {X} si y sólo si h(X) = α. Observe que:
1. Para cada α < ω1 , Sα es un subconjunto numerable de Pot(α).
2. Si X ⊆ ω1 y α < ω1 , entonces X ∩ α ⊆ α; luego, h(X ∩ α) = β ≥ α,
ası́ que Sβ = {X ∩ α} (para algún β ≥ α). De aquí se concluye que
X ∩ α ∈ Sβ .
⇐) Sea X ∈ Pot(ω) y sea α = ω + 1; ası́, para dicho X y para dicho α,
existe un ordinal β mayor que ω tal que X ∩ α ∈ Sβ , es decir, X ∈ Sβ . Por lo
tanto, [
Pot(ω) ⊆ Sβ ,
β<ω1
lo cual implica que
[
|Pot(ω)| ≤ | Sβ | ≤ ℵ1 · ℵ0 = ℵ1 .
β<ω1

Como ejemplo de los usos del diamante, presentamos el que se mencionó


de que no toda coloración se puede uniformar.
Proposición 6.5. Suponga que ♦(E) es cierto para algún subconjunto esta-
cionario de ordinales límite en ω1 . Entonces, para cualquier sistema de escalas
η en E existe una 2-coloración de η que no se puede uniformar.
Demostración. En el lema 6.2(ii) sea A = ω1 , Aν = ν y B = Bν = 2.
Sea hgα : α ∈ Ei la correspondiente ♦(E)-sucesión. Consideremos las
funciones gα como “predicciones” de las funciones f : ω1 − → 2, y definamos la
coloración de manera que eliminemos la posibilidad de que f se convierta en
la primera coordenada de una pareja uniformadora (f, f ∗ ). Para cada α ∈ E,
defina (
1, si {n : gα (ηα (n)) = 0} es infinito
cα (k) =
0, en otro caso,
para toda k ∈ ω (así que cα es una función constante). Se afirma que
c = {cα : α ∈ E} no se puede uniformar: suponga que existe una uniformación
(f, f ∗ ). Por el lema 6.2(ii) existe α ∈ E (incluso un conjunto estacionario de
tales α) tal que f  α = gα . Consideremos dos casos: que exista f (ηα (n)) = 0,

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para una infinidad de n, o que no exista. En el primer caso hemos definido


cα (k) = 1 para toda k, así que para una infinidad de n, f (ηα (n)) 6= cα (n); en el
segundo caso hemos definido cα (k) = 0 para toda k, así que existe una cantidad
infinita de n tales que f (ηα (n)) 6= cα (n). En cualquier caso, llegamos a una
contradicción con la definición de uniformación.

En nuestra segunda aplicación usamos el diamante para predecir clubes.


Proposición 6.6. Sea E0 un subconjunto de ordinales límite de ω1 y suponga
que ♦(E0 ) es cierto. Dados dos conjuntos estacionarios E0 y E1 de ω1 , existe
un sistema de escalas η en E0 tal que para todo club C existe α ∈ E0 con la
propiedad de que para toda n, ηα (n) ∈ C ∩ E1 .

Demostración. Sea hWα : α ∈ E0 i una ♦(E0 )-sucesión. Usamos estas


predicciones del club C para definir nuestras escalas. Si Wα ∩ E1 es cofinal en
α, sea ηα arbitrario. Dado un club C, C ∩ E1 no está acotado en ω1 ya que E1
es estacionario en ω1 . Sea
D = {δ ∈ ω1 : δ = sup Y para algún subconjunto
Y ⊆ C ∩ E1 tal que δ ∈
/ Y }.
Es decir, D es un conjunto de puntos límite de la cerradura de C ∩ E1 .
Entonces es fácil ver que D es un club, así que por la definición de una ♦(E0 )-
sucesión, existe δ ∈ D ∩ E0 tal que C ∩ δ = Wδ . Por la elección de δ en D,
Wδ ∩ E1 (= C ∩ δ ∩ E1 ) es cofinal en δ, así que hemos definido ηδ de tal forma
que para toda n, ηδ (n) ∈ C ∩ E1 .

Ahora presentaremos una serie de formulaciones equivalentes a ♦. Cada


una de estas formas (equivalentes entre sí), que enunciaremos a continuación,
permite un acercamiento al principio ♦. Las diversas formas de expresar el
principio ♦ ayudan a entender su esencia y, más aún, podrı́an llegar a aportar a
la razón nuevos criterios para discernir acerca de la admisibilidad de ♦.
Considere los siguientes enunciados:
♦1 : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα ⊆ α y para
toda X ⊆ ω1 , existe un ordinal infinito α tal que X ∩ α = Sα .
0
♦1 : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es un
subconjunto numerable de Pot(ω) y para toda X ⊆ ω1 , existe un ordinal
infinito α tal que X ∩ α ∈ Sα .

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♦l : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es un
subconjunto numerable de Pot(ω) y para toda X ⊆ ω1 , existe un ordinal
lı́mite α tal que X ∩ α ∈ Sα .
♦‘ : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es
un subconjunto numerable de Pot(ω) y para toda X ⊆ ω1 , el conjunto
{α ∈ ω1 |(X ∩ α) ∈ Sα } es estacionario en ω1 .
0
♦× : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es un
subconjunto numerable de Pot(α×α) y para todo X ⊆ ω1 ×ω1 , el conjunto
{α ∈ ω1 |(X ∩ (α × α)) ∈ Sα } es estacionario en ω1 .
♦× : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα ⊆ α × α
y para todo X ⊆ ω1 × ω1 , el conjunto {α ∈ ω1 |(X ∩ (α × α)) = Sα } es
estacionario en ω1 .
♦f : existe una sucesión de funciones hhα |α < ω1 i (hα : α → α) tal que
para toda función f : ω1 → ω1 , el conjunto {α ∈ ω1 |f α = hα } es
estacionario.
0 0
Teorema 6.7. Los principios ♦1 , ♦1 , ♦l , ♦‘, ♦× , ♦× y ♦f son
equivalentes al principio ♦.
Demostración. a) ♦ ⇒ ♦1 : es trivial.
0
b) ♦1 ⇒ ♦1 :
Si hSα |α < ω1 i es una ♦1 -sucesión, entonces es claro que la sucesión
0
hTα |α < ω1 i definida por Tα = {Sα } es una ♦1 -sucesión.
0
c) ♦1 ⇒ ♦l :
0
Sea hSα |α < ω1 i una ♦1 -sucesión. Para cada α < ω1 , definimos Tα como
[
Tα = {X ∩ α|X ∈ Sα+n }.
n∈ω

Es claro que Tα es un subconjunto numerable de Pot(α); pero, además,


0
hTα |α < ω1 i es una ♦l -sucesión: sea X ⊆ ω1 ; por hipótesis (♦1 ), existe
α ≥ ω tal que X ∩ α ∈ Sα . Si α es lı́mite hemos terminado; si no, entonces
sabemos que existe un ordinal lı́mite γ y un natural distinto de cero n tal que
α = γ + n. Ası́, dado que
[
X∩α ∈ Sγ+n ,
n∈ω
se tiene que (X ∩ α) ∩ γ ∈ Tγ , es decir, X ∩ γ ∈ Tγ .

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d) ♦l ⇒ ♦‘:
Sea hSα |α < ω1 i una ♦l -sucesión. Definimos una función h : ω1 −
→ ω1 ,
por h(ν) = 2ν. Observe que si α es lı́mite, entonces
h α : α −→ α, y ran(h ω1 \α ) ∩ α = ∅.
Para cada α < ω1 , definimos Tα ⊆ Pot(α) de la siguiente manera:
Tα = {h−1 [X]|X ∈ Sα }.
Es claro que Tα es numerable, pero además, hTα |α < ω1 i es una ♦‘-sucesión:
sea X ⊆ ω1 , y se debe demostrar que el conjunto
E = {α ∈ ω1 |X ∩ α ∈ Tα }
es estacionario en ω1 . Sea, pues, C un club de ω1 . Observe que se puede
encoger a C de tal manera que
(∀α ∈ C)(lím(α)) ∧ (∀α, β ∈ C)(α < β ⇒ α + ω · ω ≤ β),
y que no pierda su propiedad de ser club en ω1 . Ası́, sin pérdida de gene-
ralidad, supondremos que C cumple con dichas propiedades. Sea, entonces,
hcν |ν < ω1 i la enumeración canónica de C. Ahora, sea Z0 ⊆ ω1 tal que satis-
face la siguiente definición por inducción sobre ω1 : Z0 ∩ C0 = ∅; si Z0 ∩ cν se
ha definido, considere una enumeración hτnν |n ∈ ωi del conjunto
{τ ∈ ω1 | lím(τ) ∧ (cν < τ < cν+1 )}
ν |m < ωi del conjunto
y una enumeración hXm
[
Sτnν .
n∈ω
Para cada m ∈ ω, diremos que cν + 2m + 1 ∈ Z0 si y sólo si dicho ordinal
no pertenece a Xm ν . Ası́, queda definido Z ∩ c
0 ν+1 , y para el caso lı́mite la
definición es la usual. Ahora, sean Z1 = h[X] y Z = Z0 ∪ Z1 ; ası́, Z ⊆ ω1 y
Z0 consiste en aquellos ordinales en Z que son impares y Z1 en los elementos
de Z que son pares.
Por hipótesis, se sabe que existe un ordinal lı́mite α tal que Z ∩ α ∈ Sα .
Aseguramos que α ∈ C; en caso de que esto no se cumpliera, se tendrı́a
que existe ν < ω1 tal que cν < α < cν+1 ; ası́, para algún n ∈ ω existiría
α = τnν . Continuando el argumento, dado que Z ∩ α ∈ Sα , se debe cumplir que
Z ∩ α = Xm ν (para algún m ∈ ω); por lo tanto (según la construcción anterior),

cν + 2m + 1 ∈ Z si y sólo si cν + 2m + 1 ∈ Z0

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si y sólo si cν + 2m + 1 ∈ ν
/ Xm
si y sólo si cν + 2m + 1 ∈
/ Z ∩ α,
lo cual es una contradicción, pues como α es lı́mite, cν + 2m + 1 ∈ α. Ası́, se
debe tener que α ∈ C. Pero como
X ∩ α = h−1 [Z1 ] ∩ α = h−1 [Z] ∩ α = h−1 [Z ∩ α],
según la definición de Tα , se concluye que Z ∩ α ∈ Tα .
e) ♦‘ ⇒ ♦ב :
Sea hSα |α < ω1 i una ♦‘-sucesión, y sea h : ω1 −
→ ω1 × ω1 una función
biyectiva con la propiedad de que si α es un ordinal lı́mite menor que ω1 ,
entonces h α : α − → α × α será una biyección. Definimos la sucesión
hTα |α < ω1 i de la siguiente manera:
(
{h[X]|X ∈ Sα } si α es lı́mite,
Tα =
∅ si α es sucesor.
Aseguramos que la ω1 -sucesión recién definida es una ♦ב -sucesión. De la
definición de esta sucesión se sigue directamente que para toda α ∈ ω, Tα es
un subconjunto numerable de Pot(α × α).
Ahora, sean X ⊆ ω1 × ω1 y C un club en ω1 , y definimos el conjunto X‘
como X‘ = h−1 [X]. Luego, (por hipótesis) el conjunto
E‘ = {α < ω1 |(X‘ ∩ α) ∈ Sα }
es estacionario en ω1 y como el conjunto L(< ω1 ) formado por los ordinales
lı́mites menores que ω1 es (trivialmente) un club de ω1 , se tiene que (gracias
al Lema 4.14) el conjunto E‘ ∩ L(< ω1 ) es estacionario en ω1 . Ası́, existe un
ordinal lı́mite α0 ∈ C tal que (X‘ ∩ α0 ) ∈ Sα0 . Como α0 es lı́mite, la definición
de Tα0 implica que h[X‘ ∩ α0 ] es un elemento de Tα0 . Pero
h[X‘ ∩ α0 ] = h[X‘] ∩ h[α0 ]
= X ∩ (α0 × α0 );
ası́, X ∩ (α0 × α0 ) ∈ Tα0 , es decir, el conjunto
E = {α < ω1 |X ∩ (α × α) ∈ Tα }
es estacionario en ω1 .
f ) ♦ב ⇒ ♦× .

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Sea hSα |α < ω1 i una ♦ב -sucesión. Construiremos una sucesión


hTα |α < ω1 i de tal forma que
1. Tα ⊆ Pot((α × α) × ω).
2. |Tα | ≤ ℵ0 .
3. Para toda X ⊆ ((ω1 × ω1 ) × ω), el conjunto
EX = {α ∈ ω1 |X ∩ ((α × α) × ω) ∈ Tα }
es estacionario en ω1 .
Sea h : (ω1 × ω1 ) − → ((ω1 × ω1 ) × ω) una biyección con la propiedad
de que si α es un ordinal lı́mite menor que ω1 , entonces la restricción de h a
(α × α) (h (α×α) ) es una biyección entre α × α y (α × α) × ω.
Definimos, pues, dicha sucesión: para α < ω1 sea
(
{h[X]|X ∈ Sα }, si α es lı́mite;
Tα =
∅, si α es sucesor.
Veamos si hTα |α < ω1 i cumple las propiedades mencionadas: los puntos 1 y 2
se cumplen trivialmente. Para demostrar que se cumple la propiedad enunciada
en el punto 3, considere un conjunto X ⊆ (ω1 × ω1 ) × ω arbitrario, la definición
del conjunto EX y un club C ⊆ ω1 en ω1 . Luego, definimos X‘ como la imagen
inversa del conjunto X bajo la función h (es decir, X‘ = h−1 [X]). Observe
que, por hipótesis, el conjunto
E‘ = {α ∈ ω1 |X‘ ∩ (α × α) ∈ Sα }
debe ser estacionario en ω1 . Ası́, al igual que en la demostración del caso
anterior, existe α0 un ordinal lı́mite menor que ω1 tal que α0 ∈ E‘∩C. Es decir,
existe un ordinal α0 , lı́mite y menor que ω1 tal que α0 ∈ C y X‘∩(α0 ×α0 ) ∈ Sα0 .
Sin embargo, esto último implica que h[X‘ ∩ (α0 × α0 )] ∈ Tα0 , y como
h[X‘∩(α0 ×α0 )] = X∩((α0 ×α0 )×ω) se cumple que X∩((α0 ×α0 )×ω) ∈ Tα0 ,
es decir, E ∩ C 6= ∅ y queda demostrada la afirmación del punto 3.
Ahora, para cada α < ω1 considere una enumeración hTαn |n < ωi de todos
los elementos de Tα (en caso de que Tα sea finito agregue ceros). Observe que
Tαn ⊆ (α × α) × ω y que para todo X subconjunto de ((ω1 × ω1 ) × ω) y para
todo α ∈ EX , existe nα < ω tal que
X ∩ ((α × α) × ω) = Tαnα .
Más aún, afirmamos que para cada X ⊆ ((ω1 × ω1 ) × ω) existe un conjunto
F ⊆ ω1 estacionario en ω1 y existe n0 ∈ ω tal que para todo α ∈ F , se tiene

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que
X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn0 .
En otras palabras, se afirma que existen F un conjunto estacionario en ω1 y
n0 ∈ ω tales que
n0
F ⊆ EX = {α ∈ ω1 |X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn0 }.
Para demostrar esta afirmación, se define una función f : EX −→ ω1 con la
propiedad de que el conjunto
(
mín{n ∈ ω|X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn }, si ω ≤ α;
f (α) =
0, si α < ω.
Observe que la función f es regresiva, y como el conjunto EX es estacionario
en ω1 , el lema de Fodor garantiza la existencia de un elemento n0 ∈ ω en la
imagen de f tal que el conjunto
F = {α ∈ EX |f (α) = n0 }
es estacionario en ω1 .
Ahora, para cada n ∈ ω y para cada α < ω1 , definimos el conjunto
Uαn = {(λ, γ) ∈ α × α|((λ, γ), n) = Tαn }
y aseguramos que existe m ∈ ω tal que la sucesión hUαm |α < ω1 i es una ♦× -
sucesión. Veamos cómo es esto: suponga, por el contrario, que para toda n ∈ ω
existen Xn ⊆ (ω1 × ω1 ) y un club Cn de ω1 tal que si α ∈ Cn , entonces
Xn ∩ (α × α) 6= Uαn .
Con esta hipótesis, si definimos los conjuntos
S
X = n∈ω (Xn × {n})
T
C = n∈ω Cn se tendrı́a que existe n0 ∈ ω y que existe α ∈ C tal que
X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn0 .
Esto último resulta de aplicar la afirmación demostrada arriba (la que garantiza,
haciendo uso del lema de Fodor, la existencia de un conjunto estacionario F ),
a los conjuntos X y C recién definidos (observe que en virtud del lema 4.8, el
conjunto C es un club de ω1 ). Pero si X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn0 , entonces
Uαn0 = {(λ, γ) ∈ α × α|((λ, γ), n) ∈ [X ∩ ((α × α) × ω)]}.
Por lo tanto, se tendrı́a que

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Uαn0 = {(λ, γ) ∈ α × α|((λ, γ), n) ∈ X}


= {(λ, γ) ∈ α × α|((λ, γ), n) ∈ (Xn × {n})}.
Es decir, Uαn0 = Xn ∩(α ×α) con α ∈ Cn , derivamos así una contradicción.
Por consiguiente, se puede asegurar que para algún m ∈ ω, la sucesión
hUαm |α < ω1 i es una ♦× -sucesión.
g) ♦× ⇒ ♦f .
Sea hSα |α < ω1 i una ♦× -sucesión. Definimos la sucesión hAα |α < ω1 i
donde para cada α < ω1 , Aα es una función de α en α definida de tal suerte
que para cada γ < α,
(
mín{λ < α|(γ, λ) ∈ Sα }, si γ ∈ dom(Sα );
Aα (γ) =
∅, si γ ∈
/ dom(Sα ).
(Observe que dom(Sα ) ⊆ dom(Aα ) y en caso de que Sα sea una función,
Sα = Aα dom(Sα ) .) Aseguramos que la sucesión hAα |α < ω1 i es una ♦f -
sucesión. Veamos: si f es una función de ω1 en ω1 , entonces, por hipótesis, se
cumple que el conjunto
E = {α < ω1 |f ∩ (α × α) = Sα }
es estacionario en ω1 . Luego, por el lema 4.11 se sabe que el conjunto
C = {α < ω1 |(∀γ < α)(f (γ) < α)}
es un club de ω1 , y, de nuevo, gracias al lema 4.14, sabemos que el conjunto
E ∩ C es estacionario. Recordemos que lo que nos interesa demostrar es que
el conjunto
E‘ = {α ∈ ω1 |f α = Aα }
es estacionario en ω1 , pero esto se sigue de que (E ∩ C) ⊆ E‘. Para demostrar
esto último, observe que si α ∈ E ∩ C entonces f α = f ∩ (α × α) y
f ∩ (α × α) = Sα , es decir,
f α = Sα .
Esto implica que Sα es una función con dominio igual a α, pero antes se observó
(después de la definición de Aα ) que con estas hipótesis, el conjunto Aα coincide
con Sα , que a su vez coincide con f α . En consecuencia, α ∈ E‘ y, por lo
tanto, E‘ es estacionario en ω1 .
h) ♦f ⇒ ♦.

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Sea hhα |α < ω1 i una ♦f -sucesión. Definimos la siguiente ω1 -sucesión:


para α < ω1 , se define
Sα = {γ ∈ α|hα (γ) > 0}.
Afirmamos que la sucesión hSα |α < ω1 i recién definida es una ♦-sucesión.
Claramente, para cada α < ω1 , Sα ⊆ α. Luego, sea X ⊆ ω1 y considere la
función caracterı́stica de X en ω1 , es decir, la función XX : ω1 −→ ω1 definida
de la siguiente manera:
(
1, si α ∈ X;
XX (α) =
0, si α ∈
/ X.
Ahora, por hipótesis, se tiene que el conjunto
E = {α ∈ ω1 |XX α = hα }
es estacionario en ω1 , pero como la función XX α es la misma que X(X∩α) (la
función caracterı́stica de X ∩ α en ω1 ), se cumple que
E = {α ∈ ω1 |X(X∩α) = hα }.
Para demostrar que el conjunto
E‘ = {α ∈ ω1 |X ∩ α = Sα }
es estacionario en ω1 , será suficiente con demostrar que E ⊆ E‘ (pues E es
estacionario en ω1 ). Sea pues α ∈ E; ası́, X(X∩α) = hα , lo cual implica que
X ∩ α = Sα . Hemos demostrado que E ⊆ E‘, y agregando que E es estaciona-
rio, concluimos lo que se buscaba en esta demostración: que E‘ es estacionario
en ω1 .
Con respecto a la versión ♦f del principio ♦, es posible enunciar los
0
principios ♦‘, ♦1 y ♦1 en términos de funciones; veamos cómo:
Considere los siguientes principios:
♦‘F : existe una sucesión hFα |α < ω1 i tal que Fα ⊆ αα , |Fα | ≤ ℵ0 y tal que
para toda función f : ω1 → ω1 , el conjunto {α ∈ ω1 |f α ∈ Fα } es
estacionario.
♦1F : existe una sucesión hfα : α < ω1 i tal que fα : α − → α y siempre que
f : ω1 −→ ω1 , existe una α ≥ ω tal que f  α = fα .
0
♦F1 : existe una sucesión hFα : α < ω1 i tal que Fα ⊆ αα , |Fα | ≤ ℵ0 , y siempre
que f : ω1 −→ ω1 , existe una α ≥ ω tal que f  α ∈ Fα .

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0 0
Claramente, ♦f ⇒ ♦‘F ⇒ ♦1F y ♦f ⇒ ♦1F ⇒ ♦1F . Ası́, para demostrar
que estos principios son equivalentes a ♦, será suficiente con demostrar que
0 0
♦1F ⇒ ♦1 , resultado que a continuación demostramos:
Teorema 6.8.
0 0
♦F1 ⇒ ♦1 .
0
Demostración. Sea hFα : α < ω1 i una ♦F1 -sucesión. Para cada α, sea
Fα = {fnα : n < ω} una enumeración de los elementos de Fα . Definimos
Snα = {ν ∈ α : fnα (ν) = 0} y Sα = {Snα : n < ω}. Se verifica fácilmente,
aplicando la hipótesis a la función caracterı́stica de un subconjunto X ⊆ ω1
arbitrario, que hSα : α < ω1 i es una ♦3 -sucesión.
El siguiente resultado que presentamos en esta sección aporta un nuevo
equivalente del diamante bajo la suposición de la hipótesis del continuo. El
siguiente principio se conoce con el nombre de Principio de Ostaszewski y se
denota con ♣:
Existe una sucesión hAα : Lím(α), 0 < α < ω1 i tal que para cada α, Aα
es el rango de una ω-sucesión (aα : ω → α) cofinal en α. Para todo X ⊆ ω1
no acotado en ω1 , existe α tal que Aα ⊆ X ∩ α.
Ostaszewski observó que el principio ♦ implica su principio:
Teorema 6.9 (Ostaszewski).
♦ ⇒ ♣.
Demostración. Sea hSα : α < ω1 i una ♦-sucesión. Para α < ω1 lı́mite
y distinto de cero, seaSaα : ω → α una función cofinal en α que cumpla con la
propiedad de que si ( Sα = α), entonces (ran(aα ) = Aα ⊆ Sα ).
Aseguramos que la sucesión hAα | lím(α)∧0 < α < ω1 i es una ♣-sucesión:
sea X ⊆ ω1 no acotado en ω1 , y sea C el conjunto club de ω1 formado por
todos los puntos lı́mite de X. Ahora, por hipótesis de inducción, el conjunto
E = {α ∈ ω1 |X ∩ α = Sα }
es un conjunto estacionario en ω1 . Ası́, existe α ∈ C con X ∩ α = Sα , pero
como α ∈ C, en realidad se tiene que
[
lím(α) y (X ∩ α) = α,
S
es decir, Sα = α. Por lo tanto, según la definición de Aα , se concluye que
Aα ⊆ Sα , es decir, Aα ⊆ X ∩ α.

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Posteriormente Devlin demostró que ♣ es equivalente a ♦ en presencia de


HC:
Teorema 6.10 (HC).
♦ ⇔ ♣.
Demostración. ⇒) esta demostración es justamente la del teorema ante-
rior. Recuerde que, además, el principio ♦ implica la hipótesis del continuo.

⇐) Sea hSα | lím(α) y 0 < α < ω1 i una ♣-sucesión. Por la hipótesis del
continuo se sabe que el conjunto
[
AC(ω1 ) = Pot(α)
α<ω1

formado por todos los subconjuntos acotados de ω1 tiene cardinalidad ℵ1 . Sea


hXν |ν < ω1 i una enumeración de AC(ω1 ) tal que cada X ∈ AC(ω1 ) aparezca
ℵ1 veces en dicha enumeración. Para cada 0 < α < ω lı́mite definimos
[
Sα = {Xν ∩ α|ν ∈ Aα },
y para α sucesor o cero, definimos Sα = ∅. Demostraremos que la sucesión
hSα |α < ω1 i es una ♦1 -sucesión (en el teorema se demostró que ♦1 es
equivalente a ♦).
Sea X ⊆ ω1 , y definimos una ω1 -sucesión hλν |ν < ω1 i por inducción sobre
ω1 , de la siguiente manera:
λ0 = ω;
λν+1 = mín{λ > λν |X ∩ λν = Xλ };
S
λδ = ν<δ λν , para lím(δ).
Observe que el conjunto C = {λν |ν < ω1 } es un club de ω1 : C es no acotado,
pues λν 6= λδ si ν 6= δ. C S es cerrado, ya que para γ < ω1 punto lı́mite de C
existe δ lı́mite tal que α = ν<δ λν = λδ ∈ C.
Según nuestra hipótesis (♣), existe α lı́mite tal que Aα ⊆ C. Ası́, como
Aα es el rango de una ω-sucesión aα que es cofinal en α, por un lado α debe
ser un punto lı́mite de C, y por lo tanto existe δ lı́mite tal que α = λδ . Por
otro lado, para cada n ∈ ω, aα (n) ∈ C, así que debe existir una ω-sucesión
hδ(n)|n ∈ ωi cofinal en δ tal que
Aα = {λδ(n) |n ∈ ω}.

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S
Ahora, según su definición, Sα = {Xν ∩ α|ν ∈ Aα }, por lo que al aplicar lo
establecido arriba se cumple que
[ [
{Xν ∩ α|ν ∈ Aα } = (Xλδ(n) ∩ α);
n∈ω
pero dado S
que para n, m ∈ ω, si n < m entonces Xλδ(n) ⊆ Xλδ(m) , y además,
dado que ( n∈ω λδ(n) ) = λδ = α, se concluye que
[ [ [
(Xλδ(n) ∩ α) = (Xλδ(n) ∩ λδ(n) ) = Xλδ(n) +1 = X ∩ α.
n∈ω n∈ω n∈ω
Es decir, se ha demostrado que Sα = X ∩ α para algún α infinito (en realidad
lı́mite) y, por lo tanto, se probó el principio ♦1 que es equivalente a ♦.
S. Shelah [Sh98] demuestra que ♣ no implica ♦, por lo que ♣ y ♦ no son
equivalentes en ZFE . A pesar de este resultado, ♣ es muy cercano a ♦:
Teorema 6.11. Sea hSα : α es límite ∧ 0 < α < ω1 i una ♣-sucesión. Si
X ⊆ ω1 no está acotado, entonces {α ∈ ω1 : Sα ⊆ X} es estacionario en ω1 .
Demostración. Sean X ⊆ ω1 no acotado y C ⊆ ω1 un club. Mostraremos
que Sα ⊆ X para alguna α ∈ C. Definamos hyν : ν < ω1 i por inducción como
sigue:
y0 es el menor elemento de X;
Sea yν+1 el menor elemento de X tal que para alguna α ∈ C, yν < α <
yν+1 ;
yλ = supν<λ yν , si λ es límite.
Sea Y = {yν+1 : ν < ω1 }. Entonces Y es un subconjunto no acotado
de X, así que para algún ordinal límite α, Sα ⊆ Y . Como Y ⊆ X, Sα ⊆ X.
Ahora, sup Sα = α, por lo que sup(Y ∩ α) = α. Por la construcción de Y ,
sup(C ∩ α) = α. Por lo tanto, como C es cerrado en ω1 , α ∈ C, y finalizamos
la prueba.
Haciendo algunas modificaciones al principio del diamante, se pueden
obtener otros principios combinatorios. En algunos casos estas modificaciones
pueden llevar a nuevos principios que tienen implicaciones que el propio
diamante no posee; en otros casos, las modificaciones pueden llevar a principios
contradictorios.
Como primera modificación, se podrı́a pensar en cambiar el término
estacionario (del principio ♦) por el término club. Es decir, modificar ♦ para
obtener el siguiente principio:

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Existe una sucesión hSα |α < ω1 i (donde para cada α < ω1 , Sα ⊆ α) tal que
para cualquier conjunto X ⊆ ω1 , el conjunto
{α ∈ ω1 |X ∩ α = Sα }
es un club de ω1 .
Llamaremos ♦! a este principio y demostraremos que es inconsistente con
la teorı́a de conjuntos, es decir, que del conjunto de enunciados ZF + ♦! se
deriva una contradicción.
Teorema 6.12. El enunciado ♦! es inconsistente con la teorı́a de conjuntos.
Demostración. Sean X y Y subconjuntos de ω1 tales que X 6= Y . Si se
supone el enunciado ♦!, tendrı́amos que los conjuntos
CX = {α < ω1 |X ∩ α = Sα } y
CY = {α < ω1 |Y ∩ α = Sα }
son conjuntos club de ω1 . Ası́, el lema 4.8 implica que el conjunto
C = CX ∩ CY es un club de ω1 . Pero este conjunto debe ser acotado, pues
C = {α < ω1 |X ∩ α = Y ∩ α},
y en caso de que éste no fuese acotado, se tendrı́a que X = Y , contradiciendo
ası́ la elección de X y Y . Por lo tanto, C debe ser un club acotado, lo cual es
absurdo.
En términos de la versión ♦0 del principio diamante, se puede obtener
un principio combinatorio nuevo si aseguramos que el conjunto estacionario
(del cual se asegura su existencia para cada X ⊆ ω1 ) contiene un club de ω1 .
Llamamos ♦∗ a este principio y lo enunciamos formalmente:
Existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es un subcon-
junto a lo sumo numerable de Pot(α) y para todo X ⊆ ω1 existe un conjunto
club CX de ω1 tal que
CX ⊆ {α ∈ ω1 |X ∩ α ∈ Sα }.

Como demostraremos en el capı́tulo de constructibilidad, este principio no


es contradictorio con la teorı́a de los conjuntos pues se cumple en el modelo
L. Por otro lado, es claro que este principio implica al principio diamante en
su forma ♦0 , ya que si un subconjunto de ω1 contiene un club, entonces dicho
conjunto es estacionario. Pero además, haciendo uso de los métodos de forcing

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iterado, se puede demostrar que ♦∗ es una extensión propia de ♦, es decir,


que el principio diamante no implica al principio ♦∗ . Esto se logra, como
es de esperarse, garantizando la existencia de un modelo de ZF + ♦ + ¬♦∗ .
Por último, agregamos al principio ♦∗ una propiedad más, para ası́ obtener el
principio ♦+ que a continuación enunciamos:
Existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es un subcon-
junto a lo sumo numerable de Pot(α) y para todo X ⊆ ω1 existe un club CX de
ω1 tal que
CX ⊆ {α ∈ ω1 |X ∩ α ∈ Sα } ∩ {α ∈ ω1 |CX ∩ α ∈ Sα }.

Claramente, este principio implica al principio ♦∗ y, por lo tanto, al


principio diamante. Más aún, de nuevo éste es una extensión propia de ♦∗ .
En particular, el principio ♦+ implica cierta propiedad de árboles llamada
hipótesis de Kurepa (véase la Sec. 8 del presente capı́tulo), mientras que ♦∗
es consistente con la negación de dicha hipótesis, es decir, este último no la
implica.
Finalmente presentamos algunas extensiones de ♦:
Definición 6.13. Sea κ un cardinal regular y E un subconjunto estacionario
de κ. Por ♦∗κ (E) entenderemos el siguiente principio: existe una familia
{Sα : α ∈ E} tal que cada Sα es un subconjunto de Pot(α) de cardinalidad
< κ y para todo X ⊆ κ existe un club C ⊆ κ tal que X ∩ α ∈ Sα para toda
α ∈ C ∩ E.
Decimos que {Sα : α ∈ E} es una ♦∗κ (E)-sucesión.

7. 2ℵ0 < 2ℵ1 implica una versión débil de ♦.


Como hemos visto, el principio ♦ enuncia la existencia de funciones fα : α
→ 2 = {0, 1}, α < ω1 tales que para toda función f : ω1 −
− → 2, el conjunto
{α < ω1 : f  α = fα } es un subconjunto estacionario de ω1 . Como veremos
en el capítulo 9, ♦ es cierto en presencia de V = L. Sabemos que ♦ implica HC
pero no recíprocamente. Devlin y Shelah [DeShe78] formularon un principio
más débil que ♦:
Sea ~ la siguiente afirmación:
ω1
→ 2 existe una g ∈ 2ω1 tal que para cualquier
Para cada función F : 2 ^ −
ω
f ∈ 2 , el conjunto {α ∈ ω1 : F (f  α) = g(α)} es estacionario.
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Por supuesto que para ciertas F la existencia de la función g requerida en


~ puede ser evidente (p. ej. si F es constante). Pero realmente ~ es una
afirmación muy fuerte. Es fácil ver (Ejer. 21) que ♦ implica ~.
ω1
Si S ⊆ ω1 , denotamos con ~(S) la afirmación: para cualquier F = 2 ^
−→ 2 existe g ∈ 2ω1 tal que para toda f ∈ 2ω1 , el conjunto {α ∈ S : F (f 
α) = g(α)} es estacionario. De acuerdo con el ejercicio 22, si ~(S) es una
afirmación cierta, S es un conjunto estacionario. Llamamos a un subconjunto
S de ω1 pequeño si ~(S) es falsa. Se demostrará que los conjuntos pequeños
forman un ideal normal.
En los siguientes párrafos utilizaremos los conceptos de ideal y ultrafiltro
que el lector puede revisar en el capítulo 6 y en el apéndice al final de este
capítulo.
Sea F el filtro en ω1 generado por los clubes de ω1 e I el ideal dual. Por lo
tanto, I es el ideal de los subconjuntos de ω1 no estacionarios. Tanto F como
I son normales. Decimos que un conjunto S ⊆ ω1 es pequeño si existe una
ω1
función F : 2 ^ −→ 2 tal que para toda g ∈ 2ω1 existe f ∈ 2ω1 con la propiedad
de que {α ∈ S : F (f  α) = g(α)} ∈ I. Sea L la colección de todos los
subconjuntos pequeños de ω1 . Claramente, ~ es equivalente a la afirmación
ω1 ∈/ L.
Teorema 7.1. L es un ideal normal en ω1 .

Demostración. Es obvio que si S 0 ⊆ S ∈ L, entonces S 0 ∈ L. Basta


entonces demostrar que si {Sν : ν < ω1 } ⊆ L, entonces S = {α ∈ ω1 : (∃ ν <
α)(α ∈ Sν )} ∈ L. Sea Fν el testigo de que Sν es pequeño para cada ν. Sean
h : ω1 × ω1 − → ω1 una biyección y C = {α ∈ ω1 : h[α × α] = α}. Se verifica
sin dificultad que C es un club en ω1 .
ω1
Definamos F : 2 ^ − → 2 como sigue. Sea f ∈ 2α , α < ω1 . Si
α ∈ C y existe ν < α con α ∈ Sν , elegimos el menor de tales ν y hacemos
F (f ) = Fν (f # ), donde f # ∈ 2α está definida por f # (τ) = f (h(ν, τ)). En los
otros casos hacemos F (f ) = 0.
Sea g ∈ 2ω1 dada. Construimos una f ∈ 2ω1 para la cual {α ∈ S : F (f 
α) = g(α)} ∈ I, con lo que se demuestra que S ∈ L. Para cada ν < ω1 ,
Sν es pequeño respecto a Fν , así que podemos encontrar fν ∈ 2ω1 tal que
Nν = {α ∈ Sν : Fν (fν  α) = g(α)} ∈ I. Como I es normal, N = {α ∈ ω1 :
(∃ ν < α)(α ∈ Nν )} ∈ I. Definimos f ∈ 2ω1 mediante f (h(ν, τ)) = fν (τ)

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para cada ν, τ. Suponga que {α ∈ S : F (f  α) = g(α)} ∈ / I. Así, como


C es un club, E = {α ∈ S ∩ C : F (f  α) = g(α)} ∈ / I. Pero suponga
que α ∈ E. Como α ∈ S, podemos encontrar ν < α con α ∈ Sν . Sea ν
el menor de éstos. Entonces, por definición, F (f  α) = Fν ((f  α)# ). Por
lo tanto, como α ∈ E, Fν ((f  α)# ) = g(α). Pero para todas las τ < α,
(f  α)# (τ) = (f  α)(h(ν, τ)) = f (h(ν, τ)) = fν (τ). En consecuencia
(f  α)# = fν  α, propiciando que Fν (fν  α) = g(α). Por lo tanto, α ∈ Nν .
Hemos demostrado que si α ∈ E, (∃ ν < α)(α ∈ Nν ). En otras palabras,
E ⊆ N. Pero esto implica E ∈ I lo que es absurdo. Esto demuestra que
S ∈ L.

Una consecuencia inmediata es que:

Corolario 7.2. ~ es válida si y sólo si L es un ideal normal no trivial en ω1 .

Ahora probaremos el resultado principal de esta sección: ~ se deduce de


2ℵ0 < 2ℵ1 . Obviamente, la hipótesis 2ℵ0 < 2ℵ1 es más débil que HC .

Teorema 7.3. Suponga que 2ℵ0 < 2ℵ1 . Entonces ~ es cierto.

Demostración. Suponga que ~ es falso. Entonces ω1 ∈ L, así que


ω1
podemos encontrar F : 2 ^ − → 2 tal que para toda g ∈ 2ω1 existe f ∈ 2ω1 con
{α ∈ ω1 : F (f  α) = g(α)} ∈ F (dada la g, sea f la función asociada a 1 − g
[módulo 2] por la definición de L).
Fijemos una correspondencia unívoca H entre el conjunto de todas las
sucesiones de la forma hα, g0 , f0 , . . . , gν , fν , . . . : ν < βi, donde α, β < ω1 ,
gν , fν ∈ 2α para toda ν < β, y el conjunto 2ω .
Dada g ∈ 2ω1 , elegimos f ∈ 2ω1 tal que {α ∈ ω1 : F (f  α) = g(α)} ∈ F,
y sea C ⊆ ω1 un club con la propiedad de que si α ∈ C, F (f  α) = g(α). Por
recursión sobre n ∈ ω, definimos funciones gν , fν ∈ 2ω1 , ν < ω · n y clubes
Cn ⊆ ω1 tales que siempre que ν < ω · n, Cn ⊆ {α ∈ ω1 : F (f  α) = gν (α)}.
Etapa 1 (n = 1) Para cada ν < ω, sea gν = g, fν = f , Cν = C.
Etapa n + 1 (n ≥ 1) Para cada ω < ω1 , sea βα,n el menor elemento de Cn
mayor que α y hagamos
hgωn+k (α) : k < ωi =
H(βα,n , g0  βα,n , f0  βα,n , . . . , gν  βα,n fν  βα,n , . . . : ν < ωn).

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7. Combinatoria infinita

Esto define gωn+k ∈ 2ω1 para toda k ∈ ω. Por hipótesis, existen funciones
fωn+k ∈ 2ω1 tales que Aωn+k =T{α ∈ ω1 : F (fωn+k  α) = gωn+k (α)} ∈ F,
para cada k. Sea Cn+1 ⊆ Cn ∩ k<ω Aωn+k un club.
Claramente, para cada g ∈ 2ω1 podemos efectuar tales definiciones. Sea
gν , fνg , ν < ωω, y Cng , n < ω la sucesión así definida comenzando con g.
g

Establezcamos una relación de equivalencia E en 2ω1 por: gEg0 si y sólo


si: 0
(i) mín( n<ω Cng ) = mín( n<ω Cng ) = γ;
T T
0 0
(ii) gνg  γ = gνg  γ y fνg  γ = fνg  γ para toda ν < ωω.
No es dificil notar que la relación de equivalencia E tiene a lo sumo 2ℵ0
clases de equivalencia. Pero 2ℵ0 < 2ℵ1 y hay 2ℵ1 posibles funciones g, por lo
que podemos encontrar funciones g, g0 tales que g 6= g0 y gEg0 .
0 0
En lo sucesivo escribiremos gν , fν , Cn en lugar de gνg , fνg , Cng y gνg , fνg ,
0
Cng en lugar de gν0 , fν0 , Cn0 . Definimos C = n<ω Cn , C0 = n<ω Cn0 . Sea
T T

hγρ : ρ < ω1 i una enumeración de C, y hγρ0 : ρ < ω1 i una enumeración de C0 .


Probaremos por inducción sobre ρ que γρ = γρ0 y que para todo ν < ωω,
gν  γρ = gν0  γρ , fν  γρ = fν0  γρ . Claramente, esto propiciará la
contradicción deseada pues, en particular, tendríamos g = g0 = g00 = g0 ,
contrario a g 6= g0 .
Para ρ = 0, la igualdad requerida ocurre pues gEg0 . Para ρ límite, la
etapa de inducción es trivial porque γρ = supσ<ρ γσ , γρ0 = supσ<ρ γσ0 . Así que
supongamos ahora las igualdades para ρ. Las probaremos para ρ + 1.
Para cada n y cada α < ω1 , sea
Mα,n = (βα,n , g0  βα,n , f0  βα,n , . . . , gν  βα,n , fν  βα,n , . . . : ν < ωn),

0
con βα,n , etc. como antes, y definimos Mα,n de manera similar para g0 . Por
definición,
H(Mγρ ,n ) = hgωn+k (γρ ) : k < ωi.
Sin embargo, γρ ∈ C, lo que implica que H(Mγρ ,n ) = hF (fωn+k  γρ ) : k < ωi.
Así que por hipótesis de inducción obtenemos H(Mγρ ,n ) = hF (fω,n+k 0  γρ :
k < ωi; invirtiendo las implicaciones anteriores para la deducción con g0
se obtiene H(Mγρ ,n ) = H(Mγ0 ρ ,n ). De aquí que H sea inyectiva, y tenemos
Mγρ ,n = Mγ0 ρ ,n . En particular, βγρ ,n = βγ0 ρ ,n . Pero esto es cierto para toda n, y
se cumple γρ+1 = supn<ω βγρ ,n y γρ+1 0 = supn<ω βγ0 ρ ,n . Por ello, γρ+1 = γρ+10 .

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Más aún, como Mγρ ,n = Mγ0 ρ ,n , tenemos gν  βγρ ,n = gν0  βγρ ,n para toda n,
así que gν  γρ+1 = gν0  γρ+1 para toda ν < ωω, y de la misma manera para
fν , fν0 . Con esto termina la prueba.
Ahora generalizamos ~ a otros cardinales.
Definición 7.4. Sea E un subconjunto estacionario de un cardinal regular no
numerable κ. Mediante ~κ (E) denotamos el siguiente principio:
Dada α ∈ E, sea Pα : P(α) −→ 2; y existe una función ρ : E −
→ 2 tal que para
todo X ⊆ κ, {α ∈ E : Pα (X ∩ α) = ρ(α)} es estacionario en κ.
Otra vez Eα es pequeño si ~κ (E) es cierto.
Así, Pα parte los subconjuntos de α en 2 clases y ~κ (E) nos permite
predecir, no lo que será X ∩ α, sino si pertenecen al primer o segundo miembro
de la partición denotada por Pα .
Teorema 7.5. ~ω1 (ω1 ) implica 2ℵ0 < 2ℵ1 .
Demostración. Suponga que ~ω1 (ω1 ) es cierto, pero que 2ℵ0 = 2ℵ1 . Sea
C = ω1 − ω. Entonces existe una función inyectiva G : 2C − → 2ω . Para cada
α > ω, defina Pα como sigue: si σ : α − → 2, Pα (σ) = 0 si y sólo si existe τ : ω1
−→ 2 tal que σ ⊆ τ, τ(α) = 0 y G(τ  C) = σ  ω. Sea ρ la función predicha
por ~ω1 (ω1 ) para esta familia de funciones partición. Definimos η : ω1 − →2
mediante η  ω = G((1 − ρ)  C) y η  C = (1 − ρ)  C. Por hipótesis, existe
α > ω tal que Pα (η  α) = ρ(α); esto conduce a una contradicción: primero
suponga que ρ(α) = 1. Entonces, η(α) = (1 − ρ)(α) = 0, una contradicción.
Suponga que ρ(α) = 0. Entonces por definición de Pα , existe una función τ
que extiende a η  α tal que τ(α) = 0 y G(τ  C) = η  ω = G(((1 − ρ)  C);
lo último implica que τ  C = η  C, ya que G es inyectiva; así que τ = η, lo
cual es una contradicción pues 0 = τ(α) = η(α) = (1 − ρ)(α) = 1.
Por lo tanto, ω1 no es pequeño si y sólo si 2ℵ0 < 2ℵ1 .
Es tiempo de regresar a los conjuntos estacionarios e introducir nuevas
nociones.
Proposición 7.6. Suponga que F es un filtro κ-completo en κ = λ+ que
contiene al filtro cofinito. Sea S
S ⊆ κ tal que κ − S ∈
/ F . Entonces existe
una descomposición de S, S = β<κ Sβ en conjuntos ajenos entre sí tales que
κ − Sβ ∈/ F.

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Demostración. Para cada α < κ, elegimos una función sobre gα : λ


→ α. Para cualesquier ν ∈ λ, β ∈ κ, sea

Sβν = {α ∈ S : gα (ν) = β}.
Afirmamos que existe ν tal que {Sβν : β ∈ κ, κ − Sβν ∈ / F } tiene cardinalidad
S ν
κ. Primero fijamos β y sea Yβ = {Sβ : ν ∈ λ}; entonces Yβ = {α ∈ κ :
α > β} ∩ S, ya que las gα son sobre. Como F es κ-completo y contiene al
filtro cofinito, las hipótesis implican que {α ∈ κ : α > β} ∈ F ; así, κ − Yβ no
pertenece a F . Puesto que F es κ-completo, existe ν(β) tal que κ − Sβν(β) ∈ /F
T ν
(en otro caso, κ − Yβ = ν κ − Sβ pertenecería a F ). Ahora β varía sobre
κ y ν(β) varía sobre λ < κ, por lo que existe ν ∈ λ tal que ν = ν(β) para κ
ordinales β, que es lo que se afirmaba.
Sean ν como en la afirmación, I = {β ∈ κ : κ − Sβν ∈ / F} y
S
W = S − {Sβν : β ∈ I}. Note que, para ν fija, las Sβν son mutuamente
ajenas. Sea µ el primer elemento
S
de I, Sµ = Sµν ∪ W; para β ∈ I − {µ}, sea
ν
Sβ = Sβ . Entonces S = β∈I Sβ es la descomposición buscada.

Definición 7.7. Decimos que X ⊆ γ es coestacionario si γ−X es estacionario;


X es delgado si no es estacionario.

Teorema 7.8. Suponga que κ = λS+ y que ~ω1 (ω1 ) es cierto. Entonces existe
una descomposición de E, E = β∈κ Eβ , en κ subconjuntos no pequeños
mutuamente ajenos.

Demostración. Sea F = {X ⊆ κ : κ − X es pequeño}. Por la


proposición 7.6, es suficiente probar que F es un filtro κ-completo en κ.
Si X ⊆ Y y X ∈ F , entonces Y ∈ F ya que si κ − X es pequeño,
κ − Y ⊆ κ − X también lo es. Falta demostrar que F es cerrado respecto
a intersecciones de familias de tamaño menor que κ. Para esto es suficiente
mostrar que si {Sν S: ν < λ} es una familia de subconjuntos pequeños de
κ, entonces S = ν<λ Sν sigue siendo pequeño. Para cada ν < λ sea
P ν = {pνα : α ∈ Sν } una familia de funciones partición, cada una de las
cuales atestigua que ~κ (Sν ) falla; es decir, para toda ρ : Sν −
→ 2 existe Z ⊆ κ
tal que {α ∈ Sν : pνα (Z ∩ α) = ρ(α)} es delgado.
Elijamos una biyección θ : κ × λ − → κ. Entonces existe un club C tal
que para α ∈ C, θ[α × λ] = α. Definamos las funciones partición Pα (α ∈ S)

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que usaremos para mostrar que S es pequeño. Dada α ∈ S ∩ C, sea ν el menor


tal que α ∈ Sν ; entonces, para cualquier Y ⊆ α sea
Pα (Y ) = pνα ({µ ∈ κ : θ(µ, ν) ∈ Y }).
(Si α ∈ S − C, se toma Pα arbitraria.) Ahora, dada ρ : S − → 2, sabemos
ν
que ρ  Sν no es una función diamante débil para {pα : α ∈ Sν }, es decir,
no satisface la definición de ~κ (E), así que existen Zν ⊆ κ y un club Cν con
Cν ∩ {α ∈ Sν : pνα (Zν ∩ α) = ρ(α)} = ∅.
Sea
Z = {θ(µ, ν) : µ ∈ Zν , ν < λ}.
Mostraremos que ρ no es una función diamante débil para {Pα : α ∈ S}
probando que
\
C∩ Cν ∩ {α ∈ S : Pα (Z ∩ α) = ρ(α)} = ∅.
ν<λ
Suponga que α pertenece a C ∩ S. Sea ν el menor ordinal tal que α ∈ Sν .
Por la definición de Pα , Pα (Z ∩ α) = pνα (Zν ∩ α). Pero entonces, si
α ∈ Cν , pνα (Zν ∩ α) 6= ρ(α), así que α no pertenece al último conjunto en
la intersección.
Con ayuda de ♦ podemos probar un importante resultado sobre familias
casi ajenas constituidas de conjuntos estacionarios.
Teorema 7.9 (♦). Existe una familia de 2κ subconjuntos de κ estacionarios
casi ajenos.
Demostración. Sea hAα : α < κi una ♦-sucesión. Para cada A ⊆ κ, sea
SA = {α < κ : A ∩ α = Aα }. (74)
Si A1 , A2 ⊆ κ, A1 6= A2 , y sea α < κ tal que (α ∈ A1 y α ∈
/ A2 ) o (α ∈
/ A1 y
α ∈ A2 ). Si β ∈ SA1 y β ∈ SA2 , A1 ∩ β = Aβ = A2 ∩ β, por lo que β < α;
en consecuencia,
SA1 ∩ SA2 ⊆ α. (75)
Por lo tanto,
{SA : A ⊆ κ}
es una familia de 2κ subconjuntos estacionarios casi ajenos.

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En el segundo volumen estudiaremos con detalle algunos grandes cardi-


nales. Si κ es un gran cardinal, por ejemplo, uno medible, los clubes en κ
desempeñan un papel preponderante en muchas investigaciones sobre κ. Por
ello, a continuación introducimos en el conjunto [λ]<κ una construcción análoga
a la de los clubes.
Sea κ un cardinal regular y λ ≥ κ un cardinal. Un conjunto D ⊆ [λ]<κ
está dirigido si para cualesquier P1 , P2 ∈ D existe P ∈ D tal que P1 ∪ P2 ⊆ P.
Un conjunto D ⊆ [λ]<κ es una cadena si D = {Pα : α < γ} con
P0 ⊆ P1 ⊆ · · · ⊆ Pα ⊆ · · · , α < γ.
Definición 7.10. Un conjunto C ⊆ [λ]<κ esScerrado si para toda cadena no
vacía D ⊆ C tal que |D| < κ, se cumple que {P : P ∈ D} ∈ C.
C no está acotado si
∀ P ∈ [λ]<κ ∃ Q[P ⊆ Q ∧ Q ∈ C].
Un conjunto S ⊆ [λ]<κ es estacionario si S ∩C 6= ∅ para todo conjunto cerrado
y no acotado C ⊆ [λ]<κ .
En lo sucesivo, por ccna entenderemos un conjunto cerrado y no acotado
en [λ]<κ .
Sea F el filtro generado por los conjuntos cerrados y no acotados.
Teorema 7.11.
(a) Los conjuntos P̃ = {Q ∈ [λ]<κ : Q ⊇ P} son ccna.
(b) La intersección de menos que κ ccna es un ccna. Por lo tanto, F es un
filtro κ-completo en [λ]<κ .
(c) La intersección diagonal de conjuntos cerrados y no acotados es cerrada
y no acotada; por lo tanto, F es normal.
(d) Si S es estacionario y f regresiva en S, entonces f es constante en algún
subconjunto estacionario de S.

Demostración.
(a) Evidente.
(b) Sean Cξ , ξ < α conjuntos cerrados y no acotados; con α < κ mostraremos
que
\
C= Cξ
ξ<α

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

es cerrado y no acotado. Podemos suponer que C0 ⊇ C1 ⊇ · · · ⊇ Cξ ⊇


·S· · . C es cerrado y no acotado: sea D ⊆ C una cadena, |D| < κ.SEntonces
D ∈ Cξ para cada ξ, y ya que Cξ es cerrado, se deduce que D ∈ C.
Para exhibir que C no es acotado, considere un P ∈ [λ]<κ . Como C0 no
es acotado, existe P0 ⊇ P tal que P0 ⊆ C0 . De manera similar, S
existe
P1 ⊇ P0 tal que P1 ∈ C1 y en general podemos encontrar Pξ ⊇ η<ξ Pη
tal que Pξ ∈ Cξ para toda ξ < α. Sea
[
Q= Pξ .
ξ<α

Para cada ξ, Q ∈ Cξ pues Cξ es cerrado, así que Q ∈ C. Por consiguiente,


C no es acotado.
(c) Sean Cα conjuntos cerrados y no acotados para cada α < λ. Sea
C = 4α<λ Cα = {P ∈ [λ]<κ : P ∈ Cα ∀ α ∈ P}.
Para
S
probar que C es cerrado, sea D ⊆ C una cadena, |D| < κ. S
Fijemos
α ∈ D. Sea D0 = {Q ∈ D : α ∈ Q}, que es no vacío pues α ∈ D. D0
es una cadena y |D0 | < κ. Así, D0 ⊆ α ya que si Q ∈ D0 entonces α ∈ Q,
S 0
por
S 0
lo que
S
Q ∈ Cα . Ahora,
S
como Cα es cerrado, S D ∈ Cα . Es claro que
S
D = D. Por ello, SD ∈ Cα . Para un α ∈ D arbitrario se cumple
D ∈ Cα ; por lo tanto, D ∈ C y en consecuencia C es cerrado.
Para mostrar que C no es acotado, sea P ∈T[λ]<κ . En vista de
(b) podemos
T
escoger P0 ⊇ P tal que P0 ∈ α∈P Cα , P1 tal que
P1 ∈ α∈P0 Cα , y así sucesivamente. Sea
[
Q= Pn . (76)
n<ω

Obviamente, Q ⊇ P. Afirmamos que Q ∈ C: para cualquier α ∈ Q


existe m tal que para toda n ≥ m, α ∈ P , y entonces Pn+1 ∈ Cα para toda
Sn∞
n ≥ m. Como Cα es cerrado y Q = n=m Pn+1 , tenemos Q ∈ Cα . Así
que Q ∈ Cα para cualquier α ∈ Q, lo que implica Q ∈ C, y C no está
acotado.
(d) Sea f una función regresiva en un conjunto estacionario S. Para llegar a
una contradicción, supongamos que para toda γ < λ, el conjunto
{P ∈ S : f (p) = γ} (77)

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7. Combinatoria infinita

no es estacionario, es decir, existe un ccna Cγ tal que f (p) 6= γ siempre


que p ∈ Cγ ∩ S. Definimos
C = 4α<λ Cα .
Afirmamos que C ∩ S = ∅, contrario a la suposición de que S es
estacionario. Suponga que C ∩ S no es vacío y escoja P ∈ C ∩ S. Como
P ∈ C, tenemos P ∈ Cα para cada α ∈ P y como también P ∈ S, se
cumple f (p) 6= α para cada α ∈ P. En otras palabras, f (p) ∈/ P, una
contradicción.

Ahora pretendemos considerar descomposiciones de conjuntos estaciona-


rios de [λ]<κ .
Es un problema abierto si el siguiente teorema es cierto para κ límite.
Teorema 7.12. Sean κ un cardinal sucesor y λ ≥ κ un cardinal regular.
Entonces todo conjunto estacionario S ⊆ [λ]<κ es la unión de λ subconjuntos
estacionarios ajenos.
Demostración. Probaremos el teorema para el caso ℵ1 . Se pide al lector
probarlo en el caso general κ = µ+ . Para todo P ∈ [λ]<ℵ1 sea
P = {αnP : n ∈ ω}
una enumeración del conjunto P. Primero probaremos que existe alguna n tal
que para toda γ < λ el conjunto
{P ∈ S : αnP ≥ γ} (78)
es estacionario. En otro caso, para toda n existe γn < λ tal que el conjunto 78
no es estacionario, es decir, existe un conjunto cerrado y no acotado Cn tal que
para toda P ∈ Cn ∩ S, se cumple αnP < γn . Así, si definimos
\
γ = sup γn C= Cn
n n

tenemos αnP < γ para todo P ∈ C ∩ S y toda n, es decir, P ⊆ γ para todo


P ∈ C ∩ S, contrario al hecho de que C ∩ S es estacionario.
Ahora, sea f una función en S definida por
f (P) = αnP ,

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donde n es como antes. Ya que f es regresiva en S, f es constante en algún


subconjunto estacionario de S. Más aún, puesto que
∀ γ < λ {P ∈ S : f (P) ≥ γ} es estacionario,
tenemos que
∀ γ∃ δ ≥ γ {P ∈ S : f (P) = δ} es estacionario.
Obviamente, si δ1 6= δ2 , los conjuntos estacionarios correspondientes
f −1 (δ1 ) y f −1 (δ2 ) son ajenos. Ya que λ es regular, esto proporciona λ
subconjuntos estacionarios de S.
Finalmente introducimos un principio combinatorio (♠), que es una
adaptación de ♦ a nuestro contexto.
Definición 7.13. El principio ♠ es el siguiente enunciado: existe una familia
{AP : P ∈ [λ]<κ } con la siguiente propiedad: para todo A ⊆ λ, el conjunto
{P ∈ [λ]<κ : A ∩ P = Ap } (79)
es estacionario.
Se puede probar (véase [Je73]) que ♠ es consistente con ZFE .
Proposición 7.14 (♠). Existe una familia de 2λ subconjuntos estacionarios de
[λ]<κ tales que cualesquiera dos de ellos tienen intersección no estacionaria.
Demostración. Sea {AP : P ∈ [λ]<κ } una familia que satisface ♠. Para
cada A ⊆ λ, sea
SA = {P ∈ [λ]<κ : A ∩ P = AP }.
Si A1 , A2 ⊆ λ, A1 6= A2 , sea α < λ tal que (α ∈ A1 y α ∈
/ A2 ) o (α ∈ A2 y
α∈ / A1 ). Si P ∈ SA1 ∩ SA2 , entonces A1 ∩ P = AP = A2 ∩ P, así que α ∈
/ P;
en consecuencia,
SA1 ∩ SA2 ⊆ {P ∈ [λ]<κ : α ∈
/ P},
donde el conjunto a la derecha en la contención no es estacionario. Por lo tanto,
{SA : A ⊆ λ}
es una familia de 2λ subconjuntos estacionarios con las propiedades requeridas.

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8. Árboles
La teoría de árboles forma una parte indispensable en el desarrollo de la combi-
natoria infinita, con numerosas aplicaciones en el álgebra y la topología general.
En esta sección presentamos las definiciones y los resultados fundamentales de
la teoría. Para empezar, estudiamos el problema de Souslin, que aunque en su
primera formulación no parece tener relación con árboles, después se verá que
ambos están estrechamente relacionados.

8.1. El problema de Souslin. El problema de Souslin tiene su origen en


un teorema clásico de Cantor que caracteriza la línea real (salvo isomorfismos)
como un continuo ordenado sin extremos que tiene un subconjunto denso
numerable. Para investigar este problema requerimos varios preliminares.
Definición 8.1. Sea (X, ≤) un conjunto linealmente ordenado.
(i) (X, ≤) es un orden denso si
(∀x, y ∈ X)[(x < y) → (∃z ∈ X)(x < z < y)];
(ii) Y ⊆ X es un intervalo de X si y sólo si existen x, y ∈ X tales que
Y = {z ∈ X : x < z < y}
(en tal caso, Y se denota como (x, y));
(iii) (X, ≤) es un orden completo si (X, ≤) es un orden denso tal que para todo
intervalo I de X y para todo Y ⊆ I, se tiene que
(∃z ∈ X)[z = mín{z ∈ X : ∀y ∈ Y (z ≥ y)}]
∧(∃x ∈ X)[x = máx{x ∈ X : ∀y ∈ Y (x ≤ y)}]
(en tal caso, dicha z se llama supremo de Y y x ínfimo de Y );
(iv) (X, ≤) es abierto si no tiene puntos extremos, es decir, si y sólo si
(∀x ∈ X)(∃y, z ∈ X)[(y < x) ∧ (x < z)];
(v) sea (X, ≤) un orden denso; se dice que (X, ≤) es un continuo ordenado si
es un orden completo y abierto;
(vi) sea (X, ≤) un orden denso, se dice que Y ⊆ X es denso en X si se cumple
lo siguiente:
(∀x, z ∈ X)[x < z → (∃y ∈ Y )(z < y < x)];

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(vii) sea (X, ≤) un orden denso, se dice que (X, ≤) es separable si existe Y ⊆ X
tal que Y es denso en X y numerable.
En 1920, M. Souslin planteó la pregunta: ¿Podemos debilitar estas condi-
ciones y aún caracterizar a R? Para formular el problema requerimos algunos
antecedentes.
Teorema 8.2 (Cantor). Si (X, ≤) es un continuo linealmente ordenado y
separable, entonces (X, ≤) es isomorfo a R (con el orden usual de R).

Demostración. Ejemplo 5.9.6(2).


Definición 8.3. Sea (X, ≤) un conjunto linealmente ordenado. Se dice que
(X, ≤) tiene la propiedad de Souslin si y sólo si toda familia de intervalos de X
ajenos entre sí es numerable.
Problema de Souslin. ¿Todo continuo ordenado que satisface la propiedad de
Souslin es isomorfo a R?
Aunque Souslin no publicó ningún indicio de que él creyera en la posibilidad
de una contestación afirmativa al problema, es común referir la hipótesis de
Souslin como una respuesta afirmativa a la pregunta.
Hipótesis de Souslin HS. Si (X, ≤) es un continuo ordenado que satisface
la propiedad de Souslin, entonces (X, ≤) es isomorfo a R.
Ahora se sabe que el problema de Souslin no se puede resolver en ZFE aún
si se supone la HGC . Para fines prácticos, demostraremos que la hipótesis de
Souslin se puede enunciar eliminando dos hipótesis: la de ser completo y la
de ser abierto, es decir, la hipótesis de continuidad.
Teorema 8.4. Las siguientes afirmaciones son equivalentes:
(i) HS.
(ii) Si (X, ≤) es un orden denso que satisface la propiedad de Souslin, entonces
es separable.
Demostración. (ii)⇒(i) es trivial. Para demostrar (i)⇒(ii), sea (X, <X )
un orden denso que satisface la propiedad de Souslin. Definiremos un encaje
(que preserva el orden) de (X, <X ) en R. En el caso en que (X, <X ) tenga
puntos finales (es decir, que no sea abierto) extendemos (X, <X ) a un orden

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denso (X̂, <X̂ ) y abierto: sea X̂ = X ∪ (Q \ {0}) y definimos <X̂ de la siguiente


manera,


(a ∈ Q− ∧ b ∈ Q+ ) ∨

(a ∈ Q− ∧ b ∈ X)






(a ∈ X ∧ b ∈ Q+ )


a <X̂ b ⇔


(a, b ∈ X ∧ a <X b) ∨

(a, b ∈ Q− ∧ a <Q b)



 ∨

(a, b ∈ Q+ ∧ a <Q b).

Lo que se hizo fue agregar una “copia” de Q a cada punto final de X (observe que
X̂ hereda la propiedad de Souslin). Por otro lado, es claro que la identidad en
X es un encaje en X̂ (esto es, es inyectiva y preserva el orden). A continuación
obtenemos la compleción mediante cortaduras de Dedekind.
Llamemos X∗ a la compleción de X̂. Aplicamos la hipótesis de Souslin
(que en este caso es la hipótesis de nuestra demostración) a X∗ (observe que X∗
es un continuo ordenado que satisface la propiedad de Souslin) para concluir
que X∗ es isomorfo a R. Así deducimos que existe un encaje f de X en R, a
saber, la restricción del isomorfismo entre R y X∗ .
A continuación definiremos, en términos del encaje f , un subconjunto
denso y numerable de X. Sea hqi |i ∈ ωi una enumeración de los racionales.
Para cada i, j ∈ ω definimos dij como f −1 (x), donde se elige a x del conjunto
(qi , qj ) ∩ f [X] siempre y cuando éste no sea vacío. En otro caso definimos dij
como algún elemento de X. Observe que si tomamos x < y ∈ X, entonces
existe z ∈ X tal que x < z < y, luego f (x) < f (z) ∧ f (z) < f (y), por
lo que existen qi , qj ∈ Q tales que f (x) < qi < f (z) < qj < f (y). Así,
(qi , qj ) ∩ f [X] 6= ∅, por lo que dij tiene la propiedad de que su imagen está
entre qi y qj . De aquí se tiene que x < dij < y. Podemos concluir que
D = {dij |i, j ∈ ω} es un conjunto denso numerable de X.

En consecuencia, la hipótesis de Souslin niega la existencia de conjuntos


densamente ordenados que tengan la propiedad de Souslin pero que no sean
separables. A continuación damos nombre a dichos conjuntos:

Definición 8.5. Una lı́nea de Souslin es un orden denso que no es separable y


que satisface la propiedad de Souslin.

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De aquí que la hipótesis de Souslin (HS) puede ser enunciada de la siguiente


manera:
No existen las lı́neas de Souslin.
Es conveniente enunciar este problema en términos de órdenes parciales,
en particular, de aquellos denominados árboles.
Un árbol es un conjunto parcialmente ordenado (T, ≤T ) tal que para todo
t ∈ T , el conjunto tˆ = {s ∈ T : s <T t} está bien ordenado. Así que podemos
considerar a los árboles como una generalización natural de los ordinales. La
altura (AltT (t)) de t en (T, ≤T ) es el tipo ordinal de tˆ. El nivel α de T es el
conjunto Tα = {t ∈ T : AltT (t) = α}. Frecuentemente identificaremos a
(T, ≤T ) con T . La altura Alt(T ) de T es mín{α : Tα = ∅}. Como todo árbol
T es un conjunto parcialmente ordenado bien fundado, podemos introducir los
niveles de T también de la siguiente manera: si X es un subconjunto de T
entonces X0 denota el conjunto de todos los elementos mínimos de X. Por
inducción sobre α se verifica fácilmente que
Tα = (T \ ∪{Tβ : β < α})0 .
Todo subconjunto de T se puede considerar como un subárbol de T . Note que
si U es un subárbol de T , entonces AltU (t) ≤ AltT (t) para todo t ∈ U, y que en
general Uα 6⊆ Tα . Sin embargo, si U es un segmento inicial de T , es decir, si
tˆ ⊆ U para toda t ∈ U, entonces para toda α se cumple Uα = Tα ∩ U, es decir,
AltU (t) = AltT (t) para todo t ∈ U. Si A es un conjunto de ordinales, entonces
un ejemplo típico de subárbol de T es el conjunto T  A = ∪{Tα : α ∈ A}.
Si t ∈ T , entonces T t = {s ∈ T : t ≤T s} es otro ejemplo de un subárbol.
Observe que en ambos casos, T  A y T t , es fácil calcular las alturas de sus
elementos.
Una rama de un árbol T es una cadena (un subconjunto linealmente
ordenado) máximo de T . Una trayectoria de T es cualquier cadena de T que
es a su vez un segmento inicial de T . Una α-cadena de T es una cadena de tipo
ordinal α. En forma similar se definen α-rama y α-trayectoria.
Un buen ejemplo de árbol infinito es el conjunto S de todas las sucesiones
finitas de 0 y 1 ordenadas por ⊆:
[
S= {2n : n < ω}.
Claramente, AltS (s) = |s| para s ∈ S. Por lo tanto, Sn = 2n para todo n < ω, y
Alt(S) = ω. Observe que toda rama de S tiene la forma {f  n : n < ω}, donde

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f ∈ 2ω . Por lo tanto, el conjunto de todas las ramas de S tiene cardinalidad 2ℵ0 .


Tenemos entonces un fenómeno muy interesante: un árbol S de altura ω y con
todos sus niveles finitos, pero con 2ℵ0 ω-ramas. Después veremos que una ge-
neralización de esto, incluso al primer cardinal no numerable, propicia una afir-
mación que no se puede decidir en ZFE. Si E ⊆ ω 2, sea

SE = S ∪ E,

ordenado por ⊆. Si E no es numerable, entonces SE es un árbol de Cantor.


Extendemos esta definición y decimos que T es un árbol de Cantor si y sólo si
T es isomorfo a un subárbol no numerable de S(ω2 ) .
S
La restricción del árbol T a β<α Tβ se denota con T  α.
Sea θ un ordinal, y λ un cardinal. Un árbol T es un (θ, λ)-árbol si
(i) (∀ α < θ)(Tα 6= ∅);
(ii) Tθ = ∅;
(iii) (∀ α < θ)(|Tα | < λ).
Es decir, un (θ, λ)-árbol tiene altura θ y anchura menor que λ. Un árbol T
tiene límites únicos si siempre que α es un ordinal límite y x, y ∈ Tα , si x̂ = ŷ,
entonces x = y.
Un (θ, λ)-árbol T es normal si
(i) |T0 | = 1;
(ii) (∀α < λ)(∀x ∈ Tα )(|{y ∈ Tα+1 |y > x}| = ℵ0 ).
(iii) (∀ α < β)(∀ x ∈ Tα )(∃ y ∈ Tβ )(x <T y);
(iv) (∀ α < θ)(Lím(α) ⇒ (∀ x, y ∈ Tα )(x̂ = ŷ ⇒ x = y), es decir, tiene límites
únicos.
Si κ es un cardinal infinito, un κ-árbol es un (κ, κ)-árbol.
Una pregunta muy natural acerca de árboles es: ¿cuándo un árbol dado T
debe tener una rama cofinal?, es decir ¿cuándo contiene una rama que intersecte
todos sus niveles? Es claro que nos podemos restringir al caso en que Alt T = κ
es un cardinal. También es fácil concluir que podemos suponer que |Tα | < κ
para todo α < κ. Así que nos podemos restringir a κ-árboles. Si κ es un
cardinal singular, entonces es claro que existe un κ- árbol sin ramas cofinales
(véase el Ejer. 72). Por consiguiente, el único caso no trivial es cuando κ es un
cardinal regular. En el caso κ = ℵ0 , tenemos la siguiente respuesta positiva:

Teorema 8.6 (König). Todo ℵ0 -árbol tiene una rama cofinal.

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Demostración. Sea T un ℵ0 -árbol. Por inducción sobre n < ω, elegimos


tn ∈ Tn tal que T tn es infinito y tn <T tn+1 . Entonces {tn : n < ω} es una rama
cofinal de T .
Una anticadena en un árbol T es un subconjunto de T cuyos elementos son
<T - incomparables entre sí.
Resulta que una generalización del teorema de König para el caso κ = ℵ1 es
falsa, es decir, existen ℵ1 -árboles sin ramas cofinales. Tales árboles se conocen
como árboles de Aronszajn. En general, un árbol κ-Aronszajn es un κ-árbol
sin ramas cofinales. Recuerde que λ<κ es el conjunto de todas las funciones
f :µ− → λ, para toda µ < κ.
Teorema 8.7. Existe un árbol de Aronszajn.
Demostración. Considere el árbol hT, <i, donde
T = {s ∈ ω<ω1 : s es inyectiva},
y la relación < se define como la contención propia, es decir, s < t si y sólo si
t extiende como función a s. Observe que la altura de T es ω1 , pues para cada
α < ω1 existe una función inyectiva de α en ω. Además, T no tiene cadenas
no
S
numerables, pues si existiese una cadena C no numerable en T , entonces
C serı́a una función inyectiva de ω1 en ω, y por último, observe que para
ω ≤ α < ω1 se tiene que |Tα | = ℵ1 . Ası́, este último hecho asegura que
el árbol T no es un ω1 -árbol, aunque está cerca de ser Aronszajn. Sólo hace
falta reducir el cardinal de los niveles Tα a ℵ0 . Para lograr esto, definiremos un
subárbol T ∗ de T que cumple con las propiedades que exige la definición de
ω1 -árbol.
Primero, para cada α < ω1 definimos una relación ∼α de equivalencia
sobre el conjunto α ω:
Sean s, t ∈ α ω. s ∼α t si y sólo si el conjunto {ξ < α|s(ξ) 6= t(ξ)} es finito.
Ahora, para cada α < ω1 definiremos sα ∈ T con las siguientes propieda-
des:
(i) sα ∈ α ω,
(ii) α < β ⇒ sα ∼α sβ α ,
(iii) |ω − ran(sα )| = ω.
Si definimos s0 = ∅ claramente s0 cumple con las propiedades enunciadas.
Suponiendo que sα está definido, sea sα+1 = sα_ hα, ni, donde n ∈ (ω\ran(sα )).
De la definición de sα+1 , es directo que (i) y (iii) se cumplen en este caso;

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aplicando la transitividad de la relación ∼γ es inmediato que si γ < β(= α +1),


entonces sγ ∼γ sβ γ .
Ahora, para definir sα en el caso en que α es lı́mite, suponemos definido a
sγ (γ < α). Se fija una sucesión numerable hαn |n ∈ ωi estrictamente creciente,
de ordinales menores que α, que converja en α. Sea t0 = sα0 e inductivamente
definimos
S
tn ∈ Tαn de manera que (tn ∼αn sαn ) y tn+1  αn = tn . Luego, sea
t = n∈ω tn . Por último, definimos sα como la siguiente función en α:
sα (αn ) = t(α2n ); sα (ξ) = t(ξ) cuando ξ ∈
/ {αn : n ∈ ω}.
Claramente sα ∈ ωα , y sα es 1 − 1 (esto último se sigue del hecho de que t
es 1 − 1). Ası́, sα satisface (i). Luego, (ii) se sigue de los siguientes hechos
(fácilmente verificables):
(∀γ < α)∃αn (γ < αn < α),
(∀γ < α)(sα γ ∼γ t γ ),
(∀γ < α)(∀x, y ∈ ωα )[(x ∼α y) ⇒ (x  γ ∼γ y  γ),
(∀n ∈ ω)(∀γ < αn )(tn  γ ∼γ sγ),
(∀n ∈ ω)(t  αn = tn ).
Por último, (iii) se sigue de la siguiente observación:
{t(α2n+1 ) : n ∈ ω} ⊂ (ω − ran(sα )).

Definimos
[
T∗ = {t ∈ Tα : t ∼α sα }.
α<ω1

Haciendo uso de la propiedad (ii) se puede corroborar que en realidad T ∗ es un


subárbol de T . Este árbol T ∗ es un ω1 -árbol, pues por la propiedad (i), para
cada α < ω1 , sα ∈ Tα∗ y, por lo tanto,
Tα∗ = {t ∈ Tα : t ∼α sα } =
6 ∅.
Además, Tω∗1 ⊆ Tω1 = ∅. Y por la observación que hicimos al inicio con
respecto a que en T no hay cadenas no numerables, se concluye que T ∗ es un
árbol de Aronszajn.

A pesar del último teorema, son posibles algunas generalizaciones del


teorema de König:

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Teorema 8.8 (Kurepa). Sea κ un cardinal regular y sea T un árbol de altura


κ tal que para alguna λ < κ, |Tα | < λ para toda α < κ. Entonces T tiene una
rama cofinal.
Demostración. Podemos suponer que λ es un cardinal regular. Para cada
δ < κ con cf (δ) = λ elegimos arbitrariamente tδ ∈ Tδ . Para cada δ < κ con
cf (δ) = λ, escogemos sδ <T tδ con la propiedad de que T sδ ∩ Tδ = {tδ }.
Claramente, tal sδ existe pues en caso contrario tendríamos |Tδ | ≥ λ, lo cual es
una contradicción. Por el lema de Fodor, podemos encontrar un subconjunto
estacionario A ⊆ {δ < κ : cf (δ) = λ} y γ < κ tal que AltT (sδ ) = γ para
toda γ ∈ A. Como |Tγ | < λ < κ, podemos suponer que para alguna s ∈ Tγ ,
sδ = s para δ ∈ A. Ahora es fácil ver que {tδ : δ ∈ A} es una κ-cadena, es
decir, un subconjunto linealmente ordenado de cardinalidad κ. Esto completa
la prueba.
Ahora estamos en posibilidad de definir la noción de árbol de Souslin como
aquellos ω1 -árboles en los que todas sus cadenas y anticadenas son numerables.
Se puede observar que un árbol de Souslin siempre es un árbol de Aronszajn.
Arriba se definieron por separado (y en particular para κ = ω1 ) las nociones
de ω1 -árbol y ω1 -árbol normal. Lo que a continuación veremos es que cuando
se tiene un árbol de Souslin, poseemos también un árbol de Souslin normal.
Es decir, el hecho de que exista un ω1 -árbol sin anticadenas ni cadenas no
numerables garantiza la existencia de un árbol con las mismas caracterı́sticas
(Souslin), pero que además es normal. Este resultado facilita mucho el manejo
de la demostración de la equivalencia entre la existencia de líneas y árboles de
Souslin.
Lema 8.9. Sea hT, ≤i un árbol de Souslin. Existe T ∗ tal que hT ∗ , ≤T ∗ i es un
árbol de Souslin normal.
Demostración. Definimos T 1 ⊆ T como
T 1 = {x ∈ T : |T (x)| > ℵ0 }.
Observe que T 1 6= ∅, que T 1 es un árbol de Souslin y que además T 1 ∩ T0 6= ∅.
Ahora, tomando x0 ∈ T 1 ∩ T0 arbitrario, definimos el árbol T 2 como T 2 =
T 1 (x0 ), el segmento inicial determinado por x0 en T . Una vez más, se debe
observar que T 2 es un árbol de Souslin que (por la regularidad de ω1 ) satisface
las propiedades (a) y (c) de normalidad. Para garantizar la unicidad de lı́mites
(propiedad [iv] de normalidad), consideremos lo siguiente: para cada cadena

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7. Combinatoria infinita

C en T 2 de la forma C = x̂ = ẑ agregamos un nodo ac tal que para toda z ∈ C,


z < ac y tal que
∀x[(∀z ∈ C)(x > z) ⇒ ac < x].
Por último, para garantizar la existencia de ω sucesores (propiedad [ii]) se
considera el árbol T 3 definido como
T 3 = {x ∈ T 2 : Lím(AltT 2 (x))}.
Claramente, T 3 es un árbol de Souslin que satisface las propiedades de
normalidad.

El siguiente teorema establece, con ayuda del lema 8.9, que la existencia
de líneas de Souslin es equivalente a la existencia de árboles de Souslin. Será
pues este teorema el que permita la reformulación de la hipótesis de Souslin en
términos de árboles.

Teorema 8.10. Existe una línea de Souslin si y sólo si existe un árbol de


Souslin.

Demostración. ⇐) Sean hT̂ , <T̂ i un árbol de Souslin y hT, <T i un árbol


de Souslin normal (el lema anterior garantiza su existencia). Considere el
conjunto
L = {C ⊆ T : C es una cadena máxima deT }.
Ahora, como en T todas las cadenas son numerables, sabemos que para cada
C ∈ L existe un ordinal h(C) tal que h(C) < ω1 y
(∀α < h(C))(|Tα ∩ C| = 1) ∧ (∀α ≥ h(C))(Tα ∩ C = ∅).
Además, como T es normal, h(C) no puede ser sucesor, por lo que h(C) es
un ordinal lı́mite menor que ω1 . Luego, para cada C ∈ L y cada α < h(C),
definimos C(α) como el único elemento de Tα ∩ C.
La idea que continúa es la de demostrar que el conjunto L es una línea de
Souslin. A continuación probaremos que bajo la definición de cierto orden <L
en L, el par hL, <L i cumple con las propiedades de Souslin y densidad, pero
que no es separable.
Para definir el orden citado en L, consideramos primero un orden <α en
Tα (para cada 0 < α < ω1 ) isomorfo al orden usual de los números racionales
(recuerde que cada uno de dichos Tα tienen cardinalidad ℵ0 ). Pero además el

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par hS(x), <α+1 i debe ser isomorfo a los racionales (con el orden usual), donde
x ∈ Tα (0 < α < ω1 ) y
S(x) = {y ∈ Tα+1 : y > x}.
Luego, definimos el orden <L en L de la siguiente manera:
C <L D si y sólo si C(d(C, D)) <d(C,D) D(d(C, D)),
donde d(C, D) = mín{α < mín(h(C), h(D))|C(α) 6= D(α)}. (Observe que
por el hecho de que T es normal, la unicidad de lı́mites asegura que el ordinal
d(C, D) siempre es un ordinal sucesor.) Veamos pues que en realidad el orden
<L es un orden denso en L (es claro que éste orden es lineal):
Sean C, D ∈ L tales que C <L D; ası́, si α = d(C, D), se tiene que
C(α) <α D(α). Pero debido a la elección del orden <α , se puede garantizar
la existencia de un elemento e de Tα tal que C(α) <α e <α D(α). Ahora, si
consideramos la cadena E como aquella que se obtiene al extender la cadena
{x ∈ T |x ≤ e} a una cadena máxima, entonces
d(C, E) = α = d(E, D).
Concluimos que C(α) <α E(α) <α D(α) y, por lo tanto, que
C <L E <L D.
Para demostrar que L cumple con la propiedad de Souslin, definimos, para
cada intervalo I = (C, D) en L, una cadena EI en L como aquella que se
obtiene al extender de manera máxima la cadena {x ∈ T |x ≤ eI }, donde eI es
un elemento de T que tiene la propiedad
C(d(C, D)) <d(C,D) eI <d(C,D) D(d(C, D)).
Claramente, EI ∈ I; ası́, si I y J son intervalos ajenos en L, entonces EI 6∈ J y
EJ 6∈ I. Por ello, los elementos eI y eJ de T son incomparables en T . Luego,
como no existen cadenas no numerables en T , cualquier familia de intervalos
mutuamente ajenos en L debe ser numerable.
Por último, para demostrar que L no es separable, suponga, por el contrario,
que existe A ⊆ L numerable y denso en L. Definimos γ como
γ = sup{d(C, D) < ω1 : (C, D ∈ A) ∧ (C 6= D)}.
(Se debe observar que γ < ω1 , pues A es numerable.) Luego, sean w ∈ Tγ y
x, y, z ∈ S(w) (S(w) definido arriba) tales que x <α+1 y <α+1 z, y considere

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7. Combinatoria infinita

cadenas máximas Ex , Ey , Ez que contengan, repectivamente, a x, y y z. De aquı́


que las cadenas Ex , Ey y Ez están ordenadas en L, de la siguiente manera:
Ex <L Ey <L Ez ,
pero como además hemos supuesto que A es denso en L, deben existir cadenas
C, D en A tales que
Ex <L C <L Ey <L D <L Ez ,
concluimos: d(C, D) > γ, una contradicción.
⇒) Sea hL, <L i una lı́nea se Souslin. Construiremos T como un subconjunto
del conjunto
{I ∈ P(L) : I es un intervalo en L}
tal que hT, ⊇i sea un árbol de Souslin. La construcción se efectúa por niveles:
Sea T0 = {L}. Para definir Tα+1 en términos de Tα , consideremos, primera-
mente, los siguientes inrtervalos:
I0 = {y ∈ I|y <L x(I)},
I1 = {y ∈ I|x(I) ≤L y},
donde I es un intervalo de L con al menos dos elementos distintos, y x(I) es
un punto interior de I. Definimos Tα+1 de la siguiente manera:
Tα+1 = {I0 : I ∈ Tα ∧ |I| > 1} ∪ {I1 |I ∈ Tα ∧ |I| > 1}.
Para α lı́mite, definimos:
Tα = {∩r : r es una α − rama de T α y tal que | ∩ r| > 1}.
(Recuerde que, en este caso, una rama es una sucesión decreciente de intervalos
de L.) Por último, definimos
[
T = Tα .
α<ω1

Demostraremos a continuación que hT, ⊇i es un árbol de Souslin, es decir,


demostraremos que
1. Tω1 = ∅.
2. (∀α < ω1 )(0 < |Tα | < ω1 ).
3. T no tiene cadenas no numerables.
4. T no tiene anticadenas no numerables.

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Por reducción al absurdo, demostraremos a continuación el punto 3: sea B una


cadena no numerable de T (supondremos que B es máxima). Consideremos
hIα |α < ω1 i la enumeración canónica de los primeros ω1 elementos de B, y
definamos:
A0 = {α < ω1 : (∀y ∈ Iα+1 )(y <L x(Iα ))}.
A1 = {α < ω1 : (∀y ∈ Iα+1 )(x(Iα ) ≤L y)}.
Ası́, A0 ∪ A1 = ω1 y A0 ∩ A1 = ∅, por lo que se tiene que A0 o A1 es no
numerable. Si suponemos, sin pérdida de generalidad, que A0 es no numerable,
y definimos, para α ∈ A0 , el intervalo Jα de L como
Jα = (x(Iβ ), x(Iα )),
donde β = mín{β ∈ A0 |β > α}, tendremos que x(Iβ ) <L x(Iα ). Por lo tanto,
la colección {Jα |α ∈ A0 } es una colección de ω1 intervalos abiertos, distintos
y mutuamente ajenos de L. Una contradicción con el hecho de que L es una
línea de Souslin.
Para demostrar 4 (es decir, que T no tiene anticadenas no numerables), es
suficiente con observar que, en caso de que existiera una anticadena tal, de la
forma A = {Iα |α < ω1 }, es posible elegir elementos xα , yα ∈ Iα (para cada
α < ω1 ) tales que xα <L yα y que la colección {(xα , yα )|α < ω1 } de intervalos
abiertos de L viole la propiedad de Souslin en L, es decir, que sea una colección
no numerable de intervalos abiertos y mutuamente ajenos de L.
Observe que el punto 3 se sigue directamente del punto anterior y del hecho
de que |T | > ℵ0 . Esto último se cumple pues el conjunto {x(I)|I ∈ T } es denso
en L y, por lo tanto (L no es separable), no numerable, de donde T tampoco lo
es.
Por último, el punto 1 se cumple gracias a la validez del punto 2 en T y al
hecho de que todas las cadenas son numerables.

Si utlizamos un principio de predicción como ♦ (ahora bien conocido


para nosotros), podemos mostrar que existe un árbol de Souslin, con lo
que demostramos adicionalmente que la existencia de árboles de Souslin es
consistente con ZFE .

Teorema 8.11 (Jensen). Suponga que ♦ es cierto. Entonces existe un árbol


de Souslin.

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7. Combinatoria infinita

Demostración. Por recursión sobre los niveles construiremos un árbol de


Souslin T̆ = (ω1 , < ). La recursión se lleva a cabo de tal forma que α < β
T̆ T̆
implique α < β y, para cada α < ω1 , T̆  α es un (α, ω1 )-árbol normal.
Sea T̆ 0 = {0}. Si T̆  (α + 1) está definido, obtenemos T̆ α+1 como sigue.
Los elementos de Tα son ordinales numerables, y por ello T̆ α tiene un buen
orden canónico. Procediendo de esta forma en T̆ α con este orden, para cada
x ∈ T̆ α ponemos como inmediatos sucesores a los siguientes dos ordinales
no utilizados aún en T̆ α+1 . Esto define T̆  (α + 2). Si T̆  (α + 1) era un
((α + 1), ℵ1 )-árbol, entonces T̆  (α + 2) será claramente un ((α + 2), ℵ1 )-árbol
normal. Falta el caso en el que T̆  α está definido, y es un (α, ℵ1 )-árbol normal
para α < ω1 límite. Como queremos que T̆  (α + 1) sea un ((α + 1), ℵ1 )-árbol
normal, sabemos que sólo podemos añadir un punto en T̆ α para extender cada
rama cofinal de T̆  α. (Por la normalidad y el hecho de que cf (α) = ℵ0 ,
para todo punto x ∈ T̆  α debe haber una rama cofinal de T̆  α que contiene
a x). El problema es decidir qué rama de T̆  α extender. Como debemos
tener |T̆ α | = ℵ0 , no podemos extender todas ellas pues hay 2ℵ0 . Para tomar la
decisión, usamos una ♦-sucesión hSα : α < ω1 i. Consideremos Sα . Si Sα no
es una anticadena maximal de T̆  α, y bx es una rama cofinal arbitraria de T̆  α
que contiene a x, para cada x ∈ T̆  α, sea T̆ α las extensiones mediante un
punto de cada bx . Como el buen orden canónico de los puntos x ∈ T̆  α(⊆ ω1 )
induce un buen orden de los bx , podemos hacerlo en forma canónica usando el
siguiente intervalo disponible de ordinales. Suponga que Sα es una anticadena
maximal de T̆  α. Entonces, para cada x ∈ T̆  α podemos encontrar x0 ∈ Sα
tal que x y x0 son T̆ -comparables. Sea x00 el T̆ -mayor de x, x0 . Para cada
x ∈ T̆  α, sea bx una rama arbitraria cofinal de T̆  α que contiene a x00 . T̆ α
consiste en las extensiones unipuntuales de cada bx . Note que, en cualquiera de
los casos anteriores, T̆  (α + 1) es claramente un ((α + 1), ℵ1 )-árbol normal.
Además, si Sα es una anticadena maximal de T̆  α, entonces todo punto en T̆ α
es comparable con algúnS
punto de Sα abajo de él. Esto completa la definición
del árbol. Sea T̆ = α<ω1 T̆  α. Claramente T̆ es un ℵ1 -árbol con dominio
ω1 . Mostraremos que T̆ es de Souslin. Es suficiente con demostrar que toda an-
ticadena maximal de T̆ es numerable. Supongamos lo contrario, y sea A una
anticadena maximal no numerable de T̆ . Por supuesto, el conjunto
C ={α ∈ ω1 : α es límite, T̆  α = T̆ ∩ α,
A ∩ α es una anticadena maximal de T̆  α}

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es cerrado y cofinal en ω1 . Esto se demuestra fácilmente usando sólo el hecho


de que cada T̆  α es numerable y cf (ω1 ) > ω. Así que por ♦ podemos
encontrar α ∈ C tal que A ∩ α = Sα . Como α ∈ C, α es límite, T̆  α = T̆ ∩ α,
y Sα es una anticadena maximal de T̆  α. Por construcción, todo elemento
de T̆ α está encima de algún elemento de Sα . Entonces x está encima de algún
y ∈ T̆ α . Por lo observado, sabemos que existe z ∈ Sα debajo de y. Pero
z ∈ A ∩ α y x ∈ A está encima de z, lo que contradice el hecho de que A es
una anticadena de T̆ . Terminamos la demostración.

Lema 8.12. Suponga que existe un ℵ1 -árbol T que no tiene ramas cofinales
ni anticadenas no numerables. Entonces existe un árbol de Souslin (encajado
en T ).

Demostración. Sean T como se afirma y T 0 = {x ∈ T : ∀ β >


Alt(x)(∃ y ∈ Tβ )(x <T y)}. Se observa sin dificultad que T 0 es un ℵ1 -árbol
sin ramas cofinales ni anticadenas inumerables, tal que Tα0 ⊆ Tα para todo
α, y que además satisface el inciso (iii) del requerimiento de normalidad.
Sea x0 un miembro arbitrario de T00 y hagamos T 00 = {x ∈ T 0 : x0 ∈
x}. Entonces T 00 tiene las mismas propiedades mencionadas que T 0 , pero
adicionalmente satisface la condición (i) de normalidad. Por recursión sobre
α < ω1 , definimos una función estrictamente creciente f : ω1 − → ω1 tal
que f (0) = 0, f (α) = supβ<α f (β) si α es límite, y f (α + 1) es el menor
β > f (α) tal que (∀ x ∈ Tf00(α) )(∃ y1 , y2 ∈ Tβ00 )(y1 6= y2 , x <T y1 , x <T y2 ).
S
Definamos T ∗ = α<ω1 Tf00(α+1) . En consecuencia, T ∗ es un (ℵ1 , ℵ1 )- árbol
sin ramas cofinales ni anticadenas inumerables, tal que T ∗ satisface (i)–(iii) de
la definición de normalidad. En particular, como T 00 no tenía ramas cofinales
y satisface (iii), T ∗ está bien definido. Finalmente, por recursión sobre los
niveles de T ∗ , es fácil obtener un subárbol de T ∗ que satisfaga la condición (iv)
de normalidad. Por supuesto, este árbol es de Souslin. Simplemente escojamos
(por inducción en los niveles) una extensión límite de cada rama límite que
tenga una extensión. Queda demostrado el lema.

Vale la pena especializar un poco la noción de árbol de Aronszajn, lo que


nos permite obtener una caracterización adecuada de los árboles de este tipo.

Definición 8.13. Un árbol normal T de tamaño ℵ1 es un árbol de Aronszajn


especial si T es la unión de una cantidad numerable de sus anticadenas.

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7. Combinatoria infinita

Claramente, todo árbol de Aronszajn especial es en particular de Aronszajn.


Si T = (T, ≤T ) es un árbol y X = (X, ≤X ) es un conjunto parcialmente
ordenado, decimos que T es X-encajable si existe f : T − → X tal que x <T y
implica f (x) <X f (y). La función f encaja T en X.
Los árboles encajables en R (en Q) son (precisamente) los árboles (espe-
ciales) de Aronszajn, como se demuestra a continuación.
Teorema 8.14. Sea T un ℵ1 -árbol normal, es decir un (ω1 , ω1 )-árbol normal.
(i) T es Q-encajable si y sólo si T es un árbol especial de Aronszajn.
(ii) Si T es R-encajable, entonces T es de Aronszajn y todo subconjunto no
numerable de T contiene una anticadena no numerable de T .
Demostración. (i) Sea f un encaje de T en Q. Para cada q ∈ Q, sea
Aq =S {x ∈ T : f (X) = q}. Entonces cada Aq es una anticadena en T y
T = q∈Q Aq .
S
Recíprocamente, sea T = n∈N An , donde las anticadenas An son ajenas
entre sí. Definimos un encaje f : T − → Q como sigue: para cada x ∈ A0
sea f (x) = 0. Para x ∈ A1 , f (x) = 1 (respectivamente f (x) = −1) si x no
está debajo (respectivamente está debajo) de un punto de A0 . Continuamos de
esta forma, haciendo por ejemplo f (x) = − 21 si x es un punto de A2 que está
encima de A1 pero debajo de A0 . Claramente, f es el encaje requerido.
(ii) Si T es R-encajable entonces toda rama de T debe ser numerable, por
lo que T es de Aronszajn. Sea U ⊆ T no numerable. U hereda la estructura
de árbol de T con nuevos niveles Uα . Podemos suponer que Uα 6= ∅ para toda
α < ω1 , sino habríamos terminado, pues en tal caso alguno de los Uα (de los
cuales contamos con una cantidad no numerable) debe ser no numerable. Sea
U ∗ = Uα<ω1 Uα+1 .
Si f encaja T (y por lo tanto U) en R, sea g tal que g(x) ∈ Q y
f (y) < g(x) ≤ f (x) siempre que x está en algún Uα+1 y y es su predecesor
en Uα . Entonces g encaja U ∗ en Q. Por consiguiente, U ∗ es la unión de una
cantidad numerable de anticadenas, una de las cuales es no numerable.
8.2. La hipótesis de Kurepa. En este apartado se desarrolla una impor-
tante aplicación del principio ♦+ ; se establece la existencia de cierto tipo de
árboles llamados árboles de Kurepa bajo la suposición de ♦+ . Al igual que en
el caso de la demostración de la existencia de al menos un árbol de Souslin
en términos del principio ♦, en este caso se podrá establecer la existencia de al
menos un árbol de Kurepa bajo la hipótesis de ♦+ .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

La pregunta por la existencia de dichos árboles se vislumbra a partir del


estudio de los árboles Aronszajn.
Ahora también existen (según ZFE ) ω1 -árboles que no son Aronzajn, esto
es, que tienen ω1 -ramas; más aún, el siguiente es ejemplo de un ω1 -árbol con
ℵ1 , ω1 -ramas:
Ejemplo 8.15. Considere el árbol hT, ⊂i, donde
T = {s ∈ 2<ω1 : “el conjunto S −1 (1) es finito”}.
Ası́, uno podrı́a preguntarse si existen ω1 -árboles con más de ℵ1 , ω1 -ramas.
Es bajo este espı́ritu que definimos la noción de árbol de Kurepa:
Definición 8.16. Se dice que un ω1 -árbol T es un árbol de Kurepa si T tiene
ℵ2 o más ω1 -ramas.
Y la hipótesis de Kurepa es la siguiente afirmación:
Hipótesis de Kurepa (HK): Existe un árbol de Kurepa.
Esta afirmación es consistente con la teorı́a de los conjuntos, pero, más
aún, es independiente de dicha teorı́a (la demostración de la consistencia de
la negación de la hipótesis de Kurepa hace uso del método de forcing iterado
(véase [Ku80, Cap. VIII]). Ahora, para demostrar que HK es consistente con
ZF , se demuestra primeramente (a continuación) que el principio ♦+ implica
la existencia de árboles de Kurepa, es decir, implica HK. Posteriormente se
demuestra (capítulo de constructibilidad, Lema 7.7) que ♦+ se cumple en el
universo L. Para facilitar la demostración de la primera parte, introducimos
ciertas nociones para ası́ poder establecer la HK en términos de cierto tipo de
familias:
Definición 8.17. Se dice que un subconjunto F de Pot(ω1 ) es una familia de
Kurepa si |F| = ℵ2 , y para toda α < ω1 el conjunto
Fα = {x ∩ α : x ∈ F}
es numerable.
El paso siguiente será demostrar que la hipótesis de Kurepa es equivalente
a afirmar la existencia de una familia de Kurepa. Pero antes demostramos un
lema que ayuda a clarificar esta demostración:

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Lema 8.18. Existe una familia de Kurepa si y sólo si existe un conjunto T tal
que |T | = ω1 y existe una familia F ⊆ Pot(T ) tal que |F| = ω2 y
(∀X ⊆ T )(|X| < ω1 ⇒ |FX | < ω1 ),
donde FX = {X ∩ A : A ∈ F}.
Demostración. La implicación (⇒) es trivial pues la misma familia de
Kurepa funciona (recuerde que ω1 es regular).
Para la implicación inversa, considere un conjunto T y una familia F
con las caracterı́sticas descritas. Sea h : T −→ ω1 una biyección; ası́, si
F 0 = {h[A]|A ∈ F}, entonces |F 0 | = ω2 . Ahora, dado α < ω1 , observe que
|Fα0 | = |{h[A] ∩ α : A ∈ F}| = |{h[A ∩ h−1 (α)] : A ∈ F}|
= |{A ∩ h−1 (α) : A ∈ F}| = Fh−1 (α) < ω1 .
Por lo tanto, concluimos que F 0 ⊆ Pot(ω1 ) es una familia de Kurepa.
Teorema 8.19. Existe un árbol de Kurepa si y sólo si existe una familia de
Kurepa.
Demostración. ⇒) Sean T un árbol de Kurepa y F ⊆ Pot(T ) el conjunto
formado por todas la ω1 -ramas de T . Como |T | = ω1 y |F| = ω2 , para
demostrar que existe una familia de Kurepa, según el lema anterior sólo hace
falta demostrar que para cualquier ω1 -rama numerable, el conjunto FX también
es numerable. Sea, pues, C una ω1 -rama numerable de T . Ahora, como ω1 es
regular, debe existir ℵ < ω1 tal que
(∀x ∈ X)(Alt(x) < α);
así, |FX | ≤ |Tα | < ω1 .
⇐) Sea F una familia de Kurepa. Para cada B ∈ F, construimos χB como la
función caracterı́stica de B en α, para ası́ obtener el árbol de Kurepa:
[
T = {χB : B ∈ Fα },
α<ω1

donde <T está definido como la contención ⊂ de conjuntos.


Ahora sólo falta demostrar que el principio ♦+ implica la existencia de una
familia de Kurepa, es decir, la hipótesis de Kurepa. Esta demostración hace
uso de nociones que remiten a los conjuntos H(κ) (conjuntos κ-hereditarios)
definidos en el capítulo 8, sección 6; el uso de estos conjuntos se centra en

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el hecho de que para ciertos cardinales κ, dichos conjuntos son modelos de la


teorı́a ZF − (véase el Teorema 8.7.17).
Teorema 8.20. El principio ♦+ implica la hipótesis de Kurepa.
Demostración. Se busca demostrar la existencia de una familia F ⊆
Pot(ω1 ) tal que |F| = ω2 y |F  µ| ≤ ℵ0 (para todo µ < ω1 ).
Sea hSα : α < ω1 i una ♦+ -sucesión; definimos una familia {Mα : α < ω1 }
de subestructuras elementales (numerables) de H(ω1 ) de la siguiente manera.
Para α < ω1 , sea Mα ≺ H(ω1 ) tal que
i) Mα sea numerable, y
S
ii) (α + 1) ∪ ( β≤α Sβ ) ⊆ Mα .
La existencia de dicha familia está garantizada por el corolario al lema 9.6.2.
Debido al lema 8.18, se puede garantizar que para cada α < ω1 , Mα es modelo
de ZF − . Ahora, sea
F = {x ⊆ ω1 : (∀α < ω1 )(x ∩ α ∈ Mα )}.
Observe que Fα ⊆ Mα , pues si y ∈ Fα , entonces y = x ∩ α con x ∈ F; ası́,
x ∩ α ∈ Mµ . Por lo tanto, dado que Mα es numerable, entonces Fα también lo
es. En consecuencia, para demostrar que F es una familia de Kurepa, sólo falta
demostrar que el cardinal de dicha familia es ℵ2 . A continuación demostramos,
por reducción al absurdo, este hecho. Supondremos pues que el cardinal de
F es ℵ1 . Observe que ω1 ∈ F; por lo que el conjunto formado por aquellos
subconjuntos no acotados de ω1 que pertenecen a F es no vacío, y se puede
definir una enumeración hxν |ν < ω1 i (no necesariamente inyectiva) de los
subconjuntos no acotados de ω1 que pertenecen a F.
Luego, para cada ν < ω1 , sea Bν el conjunto de puntos lı́mite de xν que
es un club en ω1 (Lema 4.5). Por consiguiente, la intersección diagonal B0 de
la familia {Bν |ν < ω1 } es un club de ω1 (véase el Teorema 4.9), y como el
conjunto B00 formado por los ordinales lı́mites menores que ω1 es también un
club de ω1 , podemos concluir que el conjunto:
\
B = B0 ∩ B00 = {α ∈ ω1 : Lím(α) ∧ (α ∈ Bν )}
ν<ω

es un club de ω1 . Ahora, si se aplica el principio ♦+ al conjunto B, se puede


asegurar la existencia de un club C de ω1 tal que
(∀α ∈ C)[(B ∩ α ∈ Sα ) ∧ (C ∩ α ∈ Sα )].

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7. Combinatoria infinita

Sea D la intersección de B y del conjunto de puntos lı́mite de C, entonces D


es un club de ω1 . Consideramos ahora la enumeración monótona hµν |ν < ω1 i
del conjunto D y definimos para cada ν < ω1 , el ordinal
\
βν = (C \ (αν + 1)).

Observe que para toda ν < ω1 se cumple que αν < βν < αν+1 , pues si
αν+1 = βν , se tendrı́a que αν = αν+1 , lo cual es falso; por otro lado, es claro
que αν < βν . Ası́, como αν+1 ∈ B, entonces αν+1 ∈ Bν , es decir, xν ∩ ℵν+1
es no acotado en αν . Ahora, considere el siguiente conjunto:
x = {βν : ν < ω1 }
(observe que este conjunto es no acotado en ω1 ). De las observaciones anteriores
se sigue que:
x ∩ αν+1 = {βξ |ξ < ν + 1} ⊆ βν + 1;
por lo tanto, como αν+1 es lı́mite, se tiene que βν + 1 < αν+1 y por lo que el
conjunto X ∩ αν+1 es acotado en αν+1 . Por consiguiente, dado que xν ∩ αν+1
es no acotado en αν+1 , se cumple que x 6= xν para toda ν < ω1 .
Habremos terminado la demostración si mostramos que x ∈ F, pues
estarı́amos contradiciendo la existencia de la sucesión hxν : ν < ω1 i. Bajo
este espı́ritu continuamos la demostración, encaminada a probar que x ∈ F.
Según la definición de F, se tiene que x ∈ F si x ∩ α ∈ Mα para toda µ ∈ ω1 .
Sea µ ∈ ω1 , en caso de que x ∩ α sea finito, es directo el hecho de que
x ∩ α ∈ Mα , pues dado que α ⊆ Mα , los axiomas de Par y Unión (en Mα )
garantizan la construcción (en Mα ) de dicho conjunto. Supondremos pues que
x ∩ α es infinito y demostraremos que x ∩ β ∈ Mα para cierto β ≤ α que tenga
la propiedad de que el conjunto (x ∩ α) \ (x ∩ β) sea finito. Observe que si
demostramos lo anterior, entonces se podrá afirmar que x ∩ α ∈ Mα , pues Mα
es modelo de ZF − .
S S
Sea β ≤ α definido por β = {ξ ≤ α : (x ∩ ξ) = ξ}, es decir, β es el
mayor punto lı́mite de x ∩ α. Por la definición de β, es claro que x ∩ α difiere
de x ∩ β en un número finito de puntos. Por ello, según la observación anterior,
sólo falta demostrar que x ∩ β ∈ Mα .
Para demostrar esto, primero observe que (como β es un punto lı́mite de
x ∩ α) β es un punto lı́mite de x y que x es un subconjunto de C; por lo tanto,
β es a su vez un punto lı́mite de C. Pero como C es club de ω1 , se concluye

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que β ∈ C. En consecuencia, por la elección de C, es cierto que


(B ∩ β ∈ Sβ ) ∧ (C ∩ β ∈ Sβ ).
Y como β ≤ α, la definición de Mα garantiza que tanto B ∩ β como C ∩ β
sean elementos
S
de Mα . Luego, según la definición de β, existe un ordinal λ tal
que β = ν<λ βν ; ası́, se tiene que
[
{µν |ν < λ} = {γ ∈ (B ∩ β) : γ = ((C ∩ β) ∩ γ)},

pues γ = µν para ν < λ si y sólo si γ < β, γ ∈ B y γ es un punto lı́mite de C,


pero como γ < β, lo anterior es equivalente a decir que γ es un punto lı́mite de
C∩β. Ası́, como Mα es modelo de ZF − , el hecho de que (B∩β), (C∩β) ∈ Mα
garantiza la existencia del conjunto {αν : ν < λ} en Mα , es decir,
{αν : ν < λ} ∈ Mα .
Sin embargo, como para ν < λ la definición de βν es equivalente a
\
βν = ((C ∩ β) \ (αν + 1)),

se concluye (de nuevo haciendo uso del hecho de que Mα es modelo de ZF − )


que
x ∩ β = {βν : ν < λ} ∈ Mα .

9. Relaciones flecha
Uno de los principios fundamentales de la combinatoria infinita es el siguiente:
si tenemos una descomposición de un conjunto infinito en un número finito de
partes, alguna de estas partes debe contener un número infinito de elementos.
En otras palabras: si A es infinito y f : A − → m es una función de A a un
número natural m, entonces f es constante en un subconjunto infinito de A. El
teorema de Ramsey es una generalización de este principio.

Teorema 9.1 (Ramsey). Sea A un conjunto infinito y f : [A]n − → m.


Entonces existe un subconjunto infinito de A f -homogéneo, es decir, un
subconjunto infinito B ⊆ A para el que f es constante en [B]n .

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7. Combinatoria infinita

Demostración. Probamos el teorema por inducción sobre n. Para n = 0


no hay nada que demostrar, pues f es constante sobre [A]n = {∅}. Sea n > 0.
Definimos recursivamente una sucesión decreciente A0 ⊃ A1 ⊃ · · · de
subconjuntos infinitos de A y una sucesión a0 , a1 , . . . de elementos de A con
ai ∈ Aj ⇔ i ≥ j.
Comenzamos con A0 = A. Supongamos que ya se construyó Ai .
Escogemos un elemento arbitrario ai ∈ Ai . Definimos fi : [Ai \ {ai }]n−1
−→ m mediante fi (b) = f ({ai } ∪ b). Como Ai+1 , escogemos un subconjunto
infinito fi -homogéneo de Ai \ {ai }.
Sea mi el valor que toma fi en [Ai+1 ]n−1 . Entonces, para cada k < m
el conjunto B = {ai : mi = k} es f -homogéneo: cada subconjunto de n
elementos c de B tiene la forma {ai } ∪ b para alguna b ∈ [Ai+1 ]n−1 . Se tiene
f (c) = fi (b) = k. Existe entonces una k < m tal que mi = k para una cantidad
infinita de i ∈ ω. B es infinito para esta k.
Éste es el primer ejemplo de un teorema del cálculo de particiones, motivo
de esta sección. Una familia P = {Pi : i ∈ I} es una partición de [X]ρ (ρ un
cardinal) si
[
{Pi : i ∈ I} = [X]ρ , Pi ∩ Pk = ∅ para i, k ∈ I, i 6= k.

Sea fP : [X]ρ − → I la función (única) f con f −1 (i) = Pi para toda i ∈ I. Lla-


memos a fP la coloración canónica asociada con P. Recíprocamente, existe
una partición canónica de [X]ρ asociada con la coloración f : [X]ρ − → σ. Un
conjunto Y es homogéneo para la partición P (así como para la coloración fP
asociada con ella) si existe un i0 ∈ I tal que [Y ]ρ ⊆ Pi0 .
Definición 9.2. Sean κ, µ, ρ y ν cardinales. Escribimos
→ (µ)ρν ,
κ−
si para cada función f : [κ]ρ −
→ ν existe un subconjunto f -homogéneo de κ
de cardinalidad µ.
Otra forma de expresarlo es: siempre que X sea un conjunto de cardinalidad
κ, I un conjunto de cardinalidad ν y P = {Pi : i ∈ I} una partición de [X]ρ ,
existe Y ⊆ X con |Y | = µ que es homogéneo para P. El teorema de Ramsey
→ (ω)nm para cualesquier números naturales n, m. Si µ < cf (κ)
se traduce a ω −
→ (κ)1µ , lo que se comprueba fácilmente.
para un cardinal infinito κ, entonces κ −
Para exponentes mayores, la afirmación no es necesariamente correcta:

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Proposición 9.3.
2ℵ0 9 (ℵ1 )22 .
Demostración. El conjunto de los números reales tiene cardinalidad 2ℵ0 .
Sea < el orden natural sobre R y ≺ un buen orden sobre R. Definimos f : [R]2
−→ 2, asociando el valor 1 a todo conjunto b de dos elementos si < y ≺ coinciden
en b; en otro caso asignamos el valor 0. Si B ⊆ R es f -homogéneo, B es un
subconjunto de R, que se puede bien ordenar con < o con <−1 . Tales conjuntos
son a lo sumo numerables pues si B = {rα : α < δ} es una enumeración de B,
para todo α + 1 < δ existe un racional qα entre rα y rα+1 . Como sólo existe una
cantidad numerable de racionales, δ debe ser numerable, por lo que no puede
existir un conjunto B ⊆ R que sea f -homogéneo y de cardinalidad ℵ1 .
Note que de la demostración de la proposición 9.3 se deduce que
2ℵ0 9 (κ)22
para todo κ ≥ ℵ1 . Pero esto es cierto en general, es decir, si κ 9 (µ)νρ , entonces
κ 9 (λ)νρ para toda λ ≥ µ.
También existe una versión del teorema de Ramsey para cardinales finitos:
Teorema 9.4. Sean m, l, k números naturales. Existe un número natural n tal
que
n− → (m)kl .
Demostración. Suponga que m, l, k ∈ N \ {0} son tales que n 6− → (m)kl
para toda n ∈ N. Esto significa que para toda n ∈ N existe una coloración
f : [n]k −
→ l que no tiene un subconjunto homogéneo de tamaño m. Sea
k
F = {f : ∃ n ∈ N, f ∈ l[n] , 6 ∃ un conjunto homogéneo
de tamaño m para f }.
Considere el conjunto parcialmente ordenado (F, ⊆), que claramente resulta
ser un árbol T en el que Tr son todas las funciones f ∈ F con dominio [k+r−1]k .
Nuestra suposición implica que todo nivel del árbol (F, ⊆) no es vacío. Por
otra parte, ya que sólo tenemos una cantidad finita de funciones de [r + k − 1]k
en l, cada nivel del árbol es finito. El lema de König 8.6 implica que el árbol
(F, ⊆) tiene una rama infinita.
Sean B una rama infinita de (F, ⊆) y g = ∪B. Se verifica sin dificultad que
(a) g es una función de [ω]k en l;
(b) g  [n]k ∈ F para toda n ∈ ω.

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7. Combinatoria infinita

El teorema de Ramsey implica la existencia de un subconjunto infinito A de


ω que es homogéneo para g. Sean a0 < · · · < an−1 los primeros m elementos
de A, y n = am−1 + 1. Entonces {a0 , . . . , an−1 } es un conjunto homogéneo de
tamaño m para g  [n]k , lo que contradice (b) y la definición de F .
El teorema de Erdös-Rado, que probaremos en esta sección, muestra que
→ (µ)nν . Para
para cada µ, cada ν y cada natural n existe un cardinal κ con κ −
su demostración requerimos algunos antecedentes.
Un árbol T se llama λ-ramificado si para cada rama b el conjunto
N(b) = {x : x̂ = b}
κ
de sucesores de b tiene cardinalidad a lo sumo λ. Por ejemplo, λ^ es un árbol λ-
ramificado. Para un elemento x de T escribimos también N(x) para el conjunto
de sucesores inmediatos de x̂ ∪ {x}. Es claro que N(x) = {y ∈ Tα+1 : x < y}
si x ∈ Tα .
Lema 9.5. Sean κ un cardinal infinito y T un árbol con Alt(T ) ≤ κ. Si T es
κ
λ-ramificado (para λ > 1), se cumple |T | ≤ λ^ .
Demostración. Escogemos una inyección fb : N(b) − → λ para cada
rama b. Asociamos a cada x ∈ Tα (α < Alt(T )) una función gx : (α + 1) −
→λ
mediante
gx (β) = fT (xβ) (x  β).
Si x 6= y, gx 6= gy : sea β ≤ α mínimo con x  β 6= y  β. Entonces
κ
T(xβ) = T(yβ) y, por lo tanto, gx (β) 6= gy (β). Se sigue que |Tα | ≤ λ|α+1| ≤ λ^
κ κ
y de aquí que |T | ≤ |Alt(T )| · λ^ = λ^ .
Teorema 9.6. Sea ν ≤ κ. Entonces, de κ+ −→ (µ)nν se deduce que
(2κ )+ −→ (µ)n+1
ν .

Antes de probar el teorema, note que puesto que κ+ −→ (κ+ )1κ , se sigue
por inducción y el teorema 9.6 que:
Corolario 9.7 (Erdös–Rado).
(in (κ))+ −→ (κ+ )n+1
κ ,

donde los números κ-beth se definen recursivamente por i0 (κ) = κ y in+1 (κ) =
2in (κ) .

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Demostración del teorema 9.6. Sea A un conjunto de cardinalidad


(2κ )+ con un buen orden ≺. Sean f : [A]n+1 − → ν y B un subconjunto de A y
a un elemento de A \ B. El tipo de a es una función t(a/B) : [B]n − → ν definida
mediante t(a/B)(b) = f (b∪{a}). Sea a ∈ A. Definiremos recursivamente una
“función” (un término clase) ga : OR − → A, donde gα (a) es el menor elemento
de A \ ga [α] que tiene el mismo tipo que a en gα [α]. Dado que gα es inyectiva,
la recursión debe detenerse en algún ordinal δa para el que ga (δa ) = a. Por
lo tanto, ga está definida en δa + 1. Transformamos A en un árbol, definiendo
a < b si gα es un segmento inicial propio de gb . La altura de a es entonces
exactamente δa .
Si A(a) = A(b) (los segmentos iniciales determinados por a y b, respecti-
vamente), δa = δb y ga coincide con gb en δa . Si a 6= b, a y b deben ser de
tipo diferente en ga [δa ]. Mostraremos que Alt(A) es mayor que κ+ : en caso
contrario todos los δa serían menores que κ+ y habría a lo sumo νκ ≤ 2κ tipos
diferentes sobre ga [δa ]. El árbol sería entonces 2κ -ramificado y del lema 9.5 se
+
seguiría |A| ≤ (2κ )<κ = 2κ . Pero hemos supuesto |A| = (2κ )+ .
Sea a un elemento de altura κ+ . De κ+ −→ (µ)nν se deduce que A(a) tiene
un subconjunto de B de cardinalidad µ tal que t(a/B) es una función constante.
Sea ε el valor de la función. Si c ∈ [B]n+1 , escribimos c = b ∪ {x} para un
subconjunto b de A(x) de n elementos. Ya que a y x tienen el mismo tipo sobre
A(x), f (c) = f (b ∪ {x}) = f (b ∪ {a}) = ε. B es entonces f -homogéneo.

A continuación presentamos una importante variación del teorema de


Erdös-Rado, pero antes requerimos los siguientes preliminares:
Definición 9.8. Sean β y κ cardinales. β es κ-inaccesible si γ λ < β siempre
que γ < β y λ < κ.
Note que si β > 2 y β es κ-inaccesible, κ ≤ β. Así que un cardinal β es
inaccesible si y sólo si es κ-inaccesible para toda κ < β.
Lema 9.9.
(a) Si ω ≤ µ y κ ≤ cf (µ), entonces µ es κ-inaccesible si y sólo si se satisface
la siguiente condición: si λ < κ y βi < α para i < λ, entonces
Y
βi < µ. (*)
i<λ
κ
(b) Si ω ≤ µ, entonces µ+ es κ-inaccesible si y sólo si µ = µ^ .

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Demostración.
µ un cardinal κ-inaccesible, λ < κ y βi < µ para i < λ. Hacemos
(a) SeanP
β = i<λ βi y del hecho de que λ < κ ≤ cf (µ) concluimos β < µ. Así,
Y
βi ≤ βλ < µ.
i<λ
Para el recíproco, aplicamos (*) con βi = β para i < λ.
(b) Si µ+ es κ-inaccesible y λ < κ, entonces µλ < µ+ ; así, µλ = µ y tenemos
κ κ
µ^ = λ<κ µλ ≤ µ · κ = µ. Si µ = µ^ , λ < µ y β < µ+ , entonces
P
κ
βλ ≤ µλ ≤ µ^ = µ.

Ahora presentamos otra versión del teorema de Erdös-Rado.


Teorema 9.10. Sean µ un cardinal regular infinito y κ < µ. Las siguientes
afirmaciones son equivalentes:
(a) µ es κ-inaccesible.
(b) Para toda función f : µ − → [µ]<κ existen conjuntos J ∈ [µ]<κ y
A ∈ Pot(µ) tales que
|A| = µ.
f (ξ) ∩ f (ξ 0 ) = f (ξ 0 ) = J para ξ < ξ 0 < α, ξ, ξ 0 ∈ A.
Demostración. (a) ⇒ (b). Como µ es regular, existe un ordinal ρ < κ
tal que
|{ξ < µ : f (ξ) tiene tipo ordinal ρ}| = µ.
Sin pérdida de generalidad, podemos suponer que f (ξ) tiene tipo ordinal ρ para
toda ξ < µ.
Existe un único isomorfismo de orden eξ : ρ −
→ f (ξ) para ξ < µ. Hacemos
ηi = sup{eξ (i) : ξ < µ} para i < ρ
η = sup{ηi : i < ρ}.
Es claro que ηi ≤ ηj para i < j < ρ. Hay dos posibilidades que debemos
considerar.
Caso 1. η < µ. Así, f (ξ) ⊆ η + 1 para ξ < µ y por ello
→ [η + 1]|ρ| .
f :µ−

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Como |η + 1| < µ, |ρ| < κ y µ es inaccesible, tenemos |[η + 1]||ρ| =


|η + 1||ρ| < µ. Como µ es un cardinal regular, sabemos que existe un conjunto
J ∈ [η + 1]|ρ| y A ∈ Pot(µ) tal que
|A| = µ
|{ξ < µ : f (ξ) = J}| = µ.
Entonces se satisfacen los requerimientos del teorema.
Caso 2. η = µ. Como κ < µ = cf (µ), existe i < ρ tal que ηi = µ.
Hacemos
ī = mín{i < ρ : ηi = µ}.
Así que sup{eξ (ī) : ξ < µ} = µ y existe una función inyectiva φ : µ −
→µ
que preserva el orden tal que
eφ(ξ) (ī) < eφ(ξ 0 ) (ī) para ξ < ξ 0 < µ.
sup{eφ(ξ) (ī) : ξ < µ} = µ.
Sin pérdida de generalidad y sin cambiar ī podemos suponer que φ es la
identidad en µ. En consecuencia,
eξ (ī) < eξ 0 (ī) para ξ < ξ 0 < µ. (*)
Definimos
η̄ = sup{ηi : i < ī}
(por lo que η̄ = 0 si ī = 0); como ī < ρ < µ y ηi < µ para i < ī y µ es regular,
se deduce que η̄ < µ. Afirmamos que existe J ⊆ η̄ + 1 y B ∈ Pot(µ) tal que
|B| = µ,
f (ξ) ∩ (η̄ + 1) = J para ξ ∈ B.
+
En efecto, la función ξ 7→ f (ξ) ∩ (η̄ + 1) es una función de µ en [η̄ + 1]|ρ| .
+
Además, |[η̄ + 1]|ρ| | < µ ya que |η̄ + 1| < µ, |ρ| < κ y µ es κ-inaccesible.
Como µ es regular, existe J ⊆ η̄ + 1 tal que
|{ξ < µ : f (ξ) ∩ (η̄ + 1) = J}| = µ,
lo que demuestra la afirmación. Sin pérdida de generalidad y sin cambiar ī (por
[*]), suponemos que
f (ξ) ∩ (η̄ + 1) = J para ξ < µ. (**)

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Ahora definimos un conjunto de ordinales {ψ(ζ) : ζ < µ} menores que µ


de tal forma que
(i) ψ(0) = S0
(ii) si ξ ∈ ζ 0 <ζ f (ψ(ζ 0 )), entonces ξ < eψ(ζ) (ī) para ζ < µ.
Procedemos recursivamente. Hacemos ψ(0) = 0; si 0 < ζ < µ y si ψ(ζ)
está definido para ζ 0 < ζ, entonces note que
[ X
| f (ψ(ζ 0 ))| ≤ |f (ψ(ζ))| ≤ |ρ| · |ζ| < µ,
ζ 0 <ζ ζ 0 <ζ

y puesto que µ es regular y sup{eξ (ī) : ξ < µ} = µ, existe un ordinal ψ(ζ) < µ
tal que [
sup{ξ < µ : ξ ∈ f (ψ(ζ 0 ))} < eψ(ζ) (ī).
ζ 0 <ζ
Esto completa la definición recursiva. Hacemos
A = {ψ(ζ) : ζ < µ}.
Observe que si ξ ∈ f (ψ(ζ)) y η̄ < ξ, entonces eψ(ζ) (i) < ξ para i < ī, y de
aquí eψ(ζ) (ī) ≤ ξ para ζ < µ; es decir, eψ(ζ) (ī) es el menor elemento de f (ψ(ζ))
en µ \ (η̄ + 1).
Se sigue de (ii) que
f (ψ(ζ 0 )) ∩ f (ψ(ζ)) ∩ (µ \ (η̄ + 1)) = ∅, para ζ 0 < ζ < µ,
que junto con (**) implican (b).
(b) ⇒ (a). Supongamos que existen cardinales β < µ y λ < κ con µ ≤ βλ .
+
Sea L ⊆ βλ tal que |L| = µ; note que L ⊆ [λ × β]λ . Sea
+
→ [λ × β]λ ⊆ [µ]<κ ,
f :µ−
una función inyectiva con la propiedad de que f [µ] = L. De la condición (a)
deducimos que existen A ∈ Pot(µ) y J ∈ [µ]<κ con
|A| = µ
f (ξ) ∩ f (ξ 0 ) = J, para ξ < ξ 0 < µ, ξ, ξ 0 ∈ A.
Como |A| > β, claramente existen ξ, ξ 0 ∈ A con ξ < ξ 0 < µ y φ(i) < β para
i < λ tales que
f (ξ)(i) = f (ξ 0 )(i).
Entonces hi, φ(i)i ∈ f (ξ) ∩ f (ξ 0 ) = J para toda i < λ y ξ, ξ 0 ∈ A con
ξ < ξ 0 < µ, de donde obtenemos A = {∅}, una contradicción.

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Una interpretación de la condición (b) del teorema es: para toda familia
{Aξ : ξ < µ} de conjuntos tales que |Aξ | < κ para ξ < µ, existen un conjunto
J y un subconjunto A de µ tal que
|A| = µ,
Aξ ∩ Aξ 0 = J para ξ < ξ 0 < µ, ξ, ξ 0 ∈ A.

9.1. Aplicaciones a la topología. Una familia celular en un espacio


topológico X es una familia de abiertos no vacíos mutuamente ajenos de X.
El número de Souslin de X, S(X) es el menor cardinal µ tal que no existe una
familia celular en X con µ elementos. No confundir con c(X), que denota el
cardinal µ más pequeño tal que toda familia celular en X tiene cardinalidad no
mayor que µ. Por lo tanto, c(X) < S(X).
Por otro lado d(X), la densidad de X, denota la cardinalidad del conjunto
denso más pequeño de un espacio X.
Una sencilla aplicación del lema de Zorn propicia que toda familia celular
esté contenida en una familia celular maximal.
Es claro que si Y es denso en X, S(X) = S(Y ).

Lema 9.11.
(a) S(X) ≤ d(X)+ .
(b) Si X es un espacio infinito, ℵ1 ≤ S(X).

Demostración.
(a) Sea D un subconjunto denso en X tal que |D| = d(X) y sea C una familia
celular en X. Para toda C ∈ C, sea pC ∈ C ∩ D. La función C 7→ pc es
inyectiva de C en D. Así que |C| ≤ d(X) para toda familia celular C en X,
por lo que S(X) ≤ d(X)+ .
(b) Notemos que si Y es un espacio infinito, existe un subconjunto abierto U
no vacío de Y tal que |Y \ U| ≥ ℵ0 ; U es la cerradura de U.
Recursivamente definimos una sucesión
S
{Un : n < ω}S
tal que Un es
un subconjunto abierto no vacío de X \ k<n U k y |X \ k≤n U k | ≥ ℵ0
para n ∈ ω.
Entonces {Un : n < ω} es una familia celular en X y ℵ0 ≤ S(X).

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7. Combinatoria infinita

Si el número de Souslin de un espacio X es a lo sumo ℵ1 (de modo


equivalente, si c(X) = ℵ0 ), decimos que X satisface la condición de cadena
numerable, que usualmente se denota ccc.
Recordemos la definición de la topología κ-producto en un producto de
espacios.

Definición
Q
9.12. Sean {Xi : i ∈ I} una familia de espacios, X el conjunto
i∈I Xi y κ un cardinal infinito. La topología κ-producto en X es la topología
que tiene como base (canónica) la familia de todos los subconjuntos U de X de
la forma
Y
U= Ui ,
i∈I
Ui es abierto en Xi para i ∈ I,
|R(U)| < κ,
Q 
donde R(U) = {i ∈ I : Ui 6= Xi }. Con i∈I Xi (κ) o X(κ) denotamos al
espacio producto con la κ-topología.

Lema 9.13. Sean κ ≥ ℵ0 , {Xi : i ∈ I} una familia de espacios, U y V


subconjuntos abiertos básicos de X(κ) y J un conjunto tal que R(U) ∩ R(V ) ⊆
J ⊆ I. Las siguientes afirmaciones son equivalentes:
(a) U ∩ V = ∅;
(b) existe i ∈ J tal que Ui ∩ Vi = ∅;
(c) J =6 Q∅ ∧ pJ (U)Q∩ pJ (V ) = ∅, donde pJ es la proyección, es decir,
pJ : i∈I Xi − → j∈J Xj .

Demostración. (a) ⇒ (b). Suponga que (b) es falso y sea X un elemento


de X(κ) tal que
xi ∈ Ui ∩ Vi si i ∈ J,
xi ∈ Ui si i ∈ R(U) \ J,
xi ∈ Vi si i ∈ R(V ) \ J.
Entonces x = {xi : i ∈ I} ∈ U ∩ V y (a) es falso.
(b) ⇒ (c). Es obvio.
(c) ⇒ (a). Si x ∈ U ∩ V y J 6= ∅ entonces xJ ∈ pJ [U] ∩ pJ [V ].

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Teorema 9.14. Supongamos que ℵ0 ≤ κ < µ con µ como un cardinal regular


y κ-inaccesible,
Q
y sea {Xi : i ∈ I} una familia de espacios no vacíos. Entonces,
S( i∈I Xi ) ≤ µ si y sólo si S((XJ )(κ) ) ≤ µ para J ∈ [I]<κ .
Demostración. ( ⇒ ). Es claro, pues si para algún J ∈ [I]<κ la familia
C es una familia celular en (XJ )(κ) , entonces {p−1 J (U) : U ∈ C} es una fami-
lia celular en (XI )(κ) .
Para el recíproco, suponga que {U ξ : ξ < µ} es una familia celular de
conjuntos básicos en (XI )(κ) . De acuerdo con el teorema de Erdös-Rado 9.10,
aplicándolo a la familia {R(U ξ ) : ξ < µ}, existe un conjunto J y un subconjunto
A de µ con |A| = µ tal que
R(U ξ ) ∩ R(U ξ ) = J
si ξ, ξ 0 son elementos distintos de A. El lema 9.13 implica que J 6= ∅ y que
{πJ [U ξ ] : ξ ∈ A} es una familia celular en (XJ )(κ) .
Teorema 9.15. Si ℵ0 ≤ κ < µ y µ es regular, entonces las siguientes
afirmaciones son equivalentes:
(a) µ es κ-inaccesible.
(b) Si {Xi : i ∈ I} es una familia de espacios con d(Xi ) < µ para i ∈ I,
entonces S((X)(κ) ) ≤ µ.
Demostración. (a) ⇒ (b). Sea J ⊆ IQcon |J| < κ y para i ∈ J sea Di
denso en Xi con |Di | < µ. Hacemos D = i∈J Di y notamos que D es denso
en (XJ )(κ) y que |D| < µ por (a). Así S((XJ )(κ) ) ≤ µ por el lema 9.11(a), por
lo que el teorema 9.14 implica (b).
(b) ⇒ (a). Sea β < µ y λ < κ. Puesto que λ < κ, se sigue que el
espacio (βλ )(κ) es discreto. Para cualquier espacio discreto X se cumple que
S(X) = |X|+ ; por consiguiente, de la condición (b) se deduce que
|βλ |+ ≤ µ, es decir βλ < µ.

Teorema 9.16. Si µ ≥ ℵ0 y {Xi : i ∈ I} es una familia de espacios tales que


S(Xi ) ≤ µ+ para i ∈ I, entonces S((X)(µ+ ) ) ≤ (2µ )+ .

Demostración. Supongamos que existe una familia celular {U ξ : ξ <


de subconjuntos básicos de (X)(µ+ ) ≤ (2µ )+ y usemos el lema 9.13.
(2µ )+ }

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ξ ξ 0
Sea i(ξ, ξ 0 ) ∈ I tal que para {ξ, ξ 0 } ∈ [(2µ )+ ]2 , Ui(ξ,ξ 0 ) ∩Ui(ξ,ξ 0 ) = ∅. Definamos

I(ξ) = {i(ξ, ξ 0 ) : ξ 0 < (2µ )+ , ξ 0 6= ξ},


para ξ < (2µ )+ . Como
0
i(ξ, ξ 0 ) ∈ R(U ξ ) ∩ R(U ξ )
para {ξ, ξ 0 } ∈ [(2µ )+ ]2 , tenemos
|I(ξ)| ≤ |R(U ξ )| ≤ µ
para ξ < (2µ )+ . Sea {iξ,η : η < µ} un buen orden de I(ξ) para ξ < (2µ )+ y
hagamos
Pη,η0 = {{ξ, ξ 0 } ∈ [(2µ )+ ]2 : ξ < ξ 0 , iξ,η = iξ 0 ,η0 }
para (η, η0 ) ∈ µ × µ. Dado que
 2 [
(2µ )+ = Pη,η0 ,
(η,η0 )∈µ×µ

podemos concluir del caso particular (2µ )+ −


→ (µ+ )2µ del teorema de Erdös-
Rado 9.10, que existe un subconjunto A de (2µ )+ y (η̄, η̄0 ) ∈ µ × µ tal que
|A| = µ+
[A]2 ⊆ Pη̄,η̄0 .
Así que existe ī ∈ I tal que si {ξ, ξ 0 } ∈ [A]2 y ξ < ξ 0 , entonces
I(ξ, ξ 0 ) = iξ,η̄ = iξ 0 ,η̄0 = ī,
y, por lo tanto,
0
Uīξ ∩ Uīξ = ∅.
En consecuencia, µ+ = |A| < S(Xī ), una contradicción que completa la
prueba.

10. Cardinales débilmente compactos


Como se recordará, los cardinales regulares, límite y no numerables se conocen
como débilmente inaccesibles, y aquellos cardinales κ que además cumplen con
2µ < κ para todo µ < κ son cardinales (fuertemente) inaccesibles. Mediante
la relación flecha, podemos introducir un nuevo tipo de cardinales.

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Definición 10.1. Un cardinal no numerable κ es débilmente compacto si


κ −→ (κ)22 .
Lema 10.2. Los cardinales débilmente compactos son (fuertemente) inacce-
sibles.
Demostración. Sea κ un cardinal débilmente compacto. Supongamos
que κ es la unión ajena de cf (κ) conjuntos Aα (α < cf (κ)), cada uno con
cardinalidad menor que κ. Definimos f : [κ]2 − → 2 mediante f ({β, γ}) = 0 si
β y γ están en el mismo Aα , y f ({β, γ}) = 1 en otro caso. Sea B homogéneo de
cardinalidad κ. Como B no puede estar contenido en uno de los conjuntos Aα ,
los elementos de B pertenecen a distintos Aα . Por lo tanto, κ = |B| ≤ cf (κ),
lo que demuestra la regularidad.
Si κ no es fuertemente inaccesible, existe µ < κ con 2µ ≥ κ. Escogemos µ
como el mínimo con esta propiedad y tenemos 2ν < κ para toda ν < µ. Ya que
µ
κ es regular, existe λ < κ con 2ν ≤ λ para toda ν < µ, así que 2^ ≤ λ. En el
lema 10.3 construiremos un conjunto de cardinalidad 2µ linealmente ordenado
que tiene un subconjunto denso de cardinalidad λ. Con una demostración
→ (λ+ )22 . De esto se
análoga a la de la proposición 9.3 se muestra que 2µ 6−
sigue que κ 6− 2
→ (κ)2 .
Lema 10.3. Para todo cardinal µ infinito existe un conjunto linealmente
µ
ordenado de cardinalidad 2µ con un subconjunto denso de cardinalidad 2^ .
µ+
Demostración. Consideremos el árbol T = 2 ^ . Introducimos en T un
orden lineal mediante
f ≤ g ⇔ (f ⊆ g ∨ (f (α) < g(α) ∧ f  α = g  α,
para alguna α ∈ dom(f ) ∩ dom(g))).
µ+
Sean f < g en 2 ^ y α < µ maximal con f  α = g  α = h. Entonces
µ
h∪{(α, 1)} está entre f y g. Por lo tanto, 2^ es denso en T . T tiene cardinalidad
2µ .
Teorema 10.4. Para un cardinal no numerable κ las siguientes condiciones
son equivalentes:
1. κ es débilmente compacto.

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7. Combinatoria infinita

2. κ −→ (κ)nν para todo n ∈ ω y ν < κ.


3. κ es fuertemente inaccesible y no existe un κ-árbol de Aronszajn.
Se dice que un cardinal κ para el que no exista un κ-árbol de Aronszajn
tiene la propiedad del árbol.

Demostración. (2) ⇒ (1) es evidente.


(1) ⇒ (3). Sea (T, <) un árbol de altura κ cuyos niveles tienen cardinalidad
menor que κ. Escogemos para cada rama b un orden lineal ≺0 del conjunto
de sucesores N(b). Entonces podemos ordenar linealmente T como en la
demostración del lema 10.3, mediante
x ≺ y ⇔ ((x < y) ∨ (x  α ≺0 y  α ∧
T(xα) = T(yα) para algún α < mín{h(x), h(y)})).
Este orden lineal tiene la siguiente propiedad: para cualesquier x, y ∈ Tα ,
x < x0 , y < y 0 , x ≺ y ⇒ x0 ≺ y 0 .
Como κ es débilmente compacto, T tiene un subconjunto bien ordenado por ≺
o por ≺−1 de cardinalidad κ. Ambos casos son simétricos. Supongamos que
hxβ : β < κi es una sucesión propia ≺-creciente. Mantengamos un α < κ
fijo. Ya que κ es regular (10.2), existen menos que κ elementos xβ con altura
a lo sumo α y, por lo tanto, para β suficientemente grande la altura de xβ es
mayor que α. Por las propiedades especiales de ≺, la sucesión xβ  α es mo-
nótona creciente para β suficientemente grande. Otra vez, de la regularidad de
κ podemos concluir que la sucesión de los xβ  α es finalmente constante. Sea
yα ∈ Tα este valor constante. El conjunto de los yα (α < κ) es una rama de
longitud κ.
(3) ⇒ (2). Probaremos que κ −→ (κ)nν para toda n ∈ ω y ν < κ por
inducción sobre n. Claramente, κ −→ (κ)1ν es válido para todo cardinal regular.
La demostración de la etapa inductiva de n a n + 1 se sigue de la
demostración del teorema 9.6: sean A un conjunto de cardinalidad κ, bien
ordenado por ≺. Sea f : [A]n+1 − → ν dada, B un subconjunto de A y a un
elemento de A\B. El tipo t(a/B) de a sobre B se define como en la demostración
mencionada. Para cada a ∈ A, definimos ga : (δa + 1) − → A recursivamente:
1. ga (α) es el menor elemento de A \ ga [α] con el mismo tipo sobre ga [α]
que a.
2. ga (δa ) = a.

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Mediante a ≤ b ⇔ ga ⊆ gb se obtiene un orden sobre A que lo convierte


en un árbol con Alt(a) = δa .
Afirmamos que A tiene una rama b0 de longitud κ: si Alt(A) > κ,
hacemos b0 = A(a) para un elemento a de altura κ. Supongamos entonces
que Alt(A) ≤ κ y fijemos α < κ. Entonces existe para toda α con Alt(a) < α
a lo sumo máx{ω, ν|δa | } (≤ máx{ω, ν|α| }) tipos sobre ga [δa ] (máx{ω, ν|δa | } ≤
máx{ω, ν|α| }). Del lema 9.5 se sigue que |Aα | ≤ máx{ω, ν|α| } < κ. Debemos
tener entonces Alt(A) = κ, y, como no existe un κ-árbol de Aronszajn, debe
existir una rama b0 de longitud κ.
De κ −→ (κ)nν se sigue que b0 tiene un subconjunto b de cardinalidad κ, de
tal forma que t(a/b) es una función constante. Entonces b es f -homogéneo.

Note que en la demostración de (3) ⇒ (2) no utilizamos la regularidad de


κ (véase el Ejer. 26).
El siguiente teorema muestra que debajo de cada cardinal débilmente
compacto existe una cantidad cofinal de cardinales fuertemente inaccesibles.
Recuerde que un cardinal κ límite es un límite fuerte si 2µ < κ para todo µ < κ.

Teorema 10.5. Todo cardinal κ débilmente compacto es un cardinal Mahlo.


Es decir, el conjunto de todos los cardinales fuertemente inaccesibles menores
que κ es estacionario en κ.

Demostración. Sea κ fuertemente inaccesible y supongamos que el con-


junto de cardinales fuertemente inaccesibles menores que κ no es estacionario.
Entonces, dado que el conjunto de todos los cardinales límites fuertes es un club
en κ, el conjunto de los cardinales regulares menores que κ no es estacionario.
Así que existe un club C de cardinales singulares (no numerables) en κ. Como
κ es regular, C tiene tipo ordinal κ.
Sea T el conjunto de todas las funciones definidas en segmentos iniciales
propios de C. Mediante inclusión podemos ordenar T y convertirlo en un
árbol. Demostraremos que T es un κ-árbol de Aronszajn. Tα consiste en todas
las funciones de T con dominio µ ∩ C, donde µ es el α-ésimo elemento de T .
Tenemos entonces |Tα | ≤ µµ < κ. Una rama de longitud κ propiciaría una
función inyectiva y regresiva sobre C. Pero esto es imposible de acuerdo con
el teorema de Fodor (κ es regular).

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7. Combinatoria infinita

Para mostrar que T tiene altura κ, debemos probar que para cada µ ∈ C
existe una función regresiva inyectiva fµ : µ ∩ C −→ µ. Demostraremos esto
por inducción sobre µ.
Si µ ∩ C tiene un máximo ν, reemplazamos fν por fν0 (β) = fν (β) + 1. La
función fν0 sigue siendo regresiva, pero nunca toma el valor cero. La función
fµ = fν0 ∪ {(ν, 0)} es la función buscada, de lo contrario µ ∩ C sería un club
en µ y existiría una función normal α 7→ κα de λ = cf (µ) a µ ∩ C cuya
imagen sería cofinal en µ. Supongamos que λ < κ0 y utilicemos la abreviación
gα = fκα . Para ν ∈ µ ∩ C definimos

αα + gα+1 (ν), si κα < ν < κα+1


fµ (ν) = ω ,
g0 (ν) si ν < κ0


α + 1, si ν = κα .
Entonces fµ es regresiva e inyectiva.

Hemos obtenido resultados del tipo κ − → (λ)ρσ para λ arbitrariamente


grande. La pregunta natural es si ρ puede ser infinito. La respuesta es no:

Teorema 10.6. Para cada cardinal infinito κ, κ 9 (ℵ0 )2ℵ0 .


Demostración. Sea ≺ un buen orden en [κ]ℵ0 . Definamos una función
f : [κ]ℵ0 −
→ 2 mediante
f (X) = 0 ⇔ ∀ Y ∈ [X]ℵ0 , X ≺ Y.
Mostraremos que f no tiene un conjunto homogéneo. Suponga que X es un
conjunto infinito homogéneo para f . Sea X∗ el elemento ≺ -mínimo de [X]ℵ0 .
Entonces f (X∗ ) = 0, y la homogeneidad de X implica que f (Y ) = 0 para
todo Y ∈ [X]ℵ0 . Considere una sucesión hYi : i < ωi de conjuntos numerables
de X tales que Yi es un subconjunto propio de Yi+1 para cada i < ω. Como
f (Yi ) = 0, la elección de f implica que Yi+1 ≺ Yi para todo i < ω. Por lo tanto,
hYi : i < ωi es una sucesión estrictamente decreciente en ([κ]ℵ0 , ≺ ), lo que
contradice que este conjunto esté bien ordenado.
En vista de que no obtuvimos nada con superíndices infinitos, trataremos
de averiguar qué podemos lograr con superíndices de la forma < ω.
→ (λ)<ω
Definición 10.7. Sean κ, λ, σ cardinales. El símbolo κ − σ es la
afirmación: siempre que {fn : n ∈ ω \ {0}} es una familia de funciones

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

tales que fn : [κ]n −


→ σ, existe un conjunto A ⊆ κ de cardinalidad λ que es
simultáneamente homogéneo para todas las fn .

Por la exigencia de “simultaneidad”, la relación κ − → (λ)<ω


σ es mucho más
fuerte que la afirmación ∀ n ∈ ω \ {0} (κ − n
→ (λ)σ ).
Sea λ un cardinal infinito. El menor κ tal que κ − → (λ)<ω2 se conoce co-

mo cardinal Erdös, y se denota κ(λ). Si κ − → (κ)2 , entonces κ se conoce como
cardinal Ramsey. Se puede demostrar [Kan94] que κ(ω) (si existe) es mayor
que el primer cardinal débilmente compacto, y que λ < µ implica κ(λ) < κ(µ),
por lo que el primer cardinal Ramsey es mayor que cualquier miembro de la
sucesión κ(ω), κ(ω1 ), . . . , κ(ωω ), . . . .
Si P = {Pi : i < σ} es una partición del conjunto [X]n , decimos que un
conjunto A ⊆ X es homogéneo de color i, o i-homogéneo si [A]n ⊆ Pi , es
decir, si la coloración inducida toma el valor i para todo a ∈ [A]n . Requerimos
la siguiente notación:

Definición 10.8. Sean n ∈ (ω \ {0}), σ ∈ OR, κ, λi cardinales para i < σ.


El símbolo κ − → (λi )ni<σ significa: para toda partición P = {Pi : i < σ} de
[κ]n existe un i < σ y un conjunto homogéneo A de color i y cardinalidad λi .

Hemos visto que ℵ1 6− → (ℵ1 )22 . Del teorema de Ramsey se deduce que toda
partición {P0 , P1 } de [ℵ1 ]2 tiene un conjunto homogéneo. Sin embargo, ¿puede
ocurrir que no exista un conjunto homogéneo no numerable de color 1 ni un
conjunto homogéneo de color 0? Con nuestra nueva simbología, el problema
es: ¿es cierto que ℵ1 6− → (ω1 , ω)2 ?
El siguiente teorema da respuesta a esta pregunta, pero no sólo por esto es
útil. Es uno de los teoremas del cálculo de particiones que más trascendencia
ha tenido en la topología general (véase p. ej. [TVHR97]).

Teorema 10.9 (Erdös-Dushnik-Miller). Sea κ un cardinal infinito. Entonces


κ−→ (κ, ℵ0 )2 .

Demostración. Sean κ un cardinal infinito y P = {P0 , P1 } una partición


de κ. Para α ∈ κ definimos
B(α) = {β < κ : {α, β} ∈ P1 }.
Afirmación 1. Si para todo A ∈ [κ]κ existe α ∈ A tal que |B(α) ∩ A| = κ,
entonces existe un conjunto homogéneo para P de color 1.

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7. Combinatoria infinita

Demostración de la afirmación 1. Sea F : [κ]κ −


→ κ una función tal que
|B(F (A)) ∩ A| = κ para cada A ∈ dom(F ). Definimos recursivamente
C0 = κ;
Cn+1 = {α ∈ Cn : F (Cn ) < α, {F (Cn ), α} ∈ P1 }.
El conjunto {F (Cn ) : n ∈ ω} es infinito y homogéneo de color 1. J
Supongamos que no hay un conjunto homogéneo de color 1, y encon-
traremos que debe existir un conjunto homogéneo de color 0 y tamaño κ. La
afirmación 1 nos permite encontrar un A ∈ [κ]κ tal que |B(α) ∩ A| < κ para
toda α ∈ A. Fijemos tal A para el resto de la demostración.
Caso 1. κ es regular. Es fácil verificar que existe una sucesión
S
estrictamente
creciente hγα : α < κi de elementos de A tales que γα > sup β<α B(γβ ) para
toda α < κ, y el resultado se obtiene inmediatamente.
Caso 2. κ es singular. Sean λ = cf (κ) y hκξ : ξ < λi una sucesión creciente
cofinal en κ. Trataremos de reducir este caso al anterior. Escogemos la sucesión
mencionada de tal forma que cada κξ es regular y κ0 > λ. Sea {Xξ : ξ < λ}
una partición de A tal que |Xξ | = κξ para toda ξ < λ. De acuerdo con el caso
1, para cada ξ podemos elegir Cξ ∈ [Xξ ]κξ que sea homogéneo de color 0 para
P. S
Sea C = ξ<λ Cξ . Éste es un conjunto de tamaño κ, y C ∩ Xξ es 0-
homogéneo para cada ξ. Más aún, |B(α) ∩ C| < κ para todo α ∈ C. Sin
embargo, los conjuntos B(α) pueden ser realmente extraños; en particular,
podría ocurrir que B(α) ∩ Cξ 6= ∅ para toda ξ 6= α. Lo único que sabemos
es que para ξ suficientemente grande, el conjunto B(α) ∩ Cξ tendrá un tamaño
menor que el de Cξ . Por desgracia, la condición “suficientemente grande”
puede diferir para distintas α, incluso para α del mismo Cξ .
Para ξ, η ∈ λ definimos
Cξ,η = {α ∈ Cξ : |B(α) ∩ C| < κη }.
S
Note que Cξ = η<λ Cξ,η . Como κξ es regular y mayor que λ, existe algún
δ(ξ) con |Cξ,δ(ξ) | = κξ . Más aún, existe un conjunto L ∈ [λ]λ tal que
∀ ξ, η ∈ L(ξ < η ⇒ δ(ξ) ≤ η).
S
Observe que el conjunto ξ∈C Cξ,δ(ξ) tiene cardinalidad κ. Definimos final-
mente
[ [
E= (Cη,δ(η) \ {B(α) : ∃ ξ < η(ξ ∈ L ∧ α ∈ Cξ,δ(ξ) )}).
η∈L

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Es fácil demostrar que E tiene cardinalidad κ y es 0-homogéneo para P.

11. Aplicaciones al álgebra


A continuación presentamos varias aplicaciones de los principios combinatorios
recién introducidos al álgebra. El lector puede consultar alguna de las siguientes
referencias para revisar los conceptos involucrados: [Pre88], [JenLen89],
[Wis91], [Ka82] y [EkMe90]. Para nuestras aplicaciones requerimos una serie
de definiciones previas.

Definición 11.1. Sea κ un cardinal infinito. Un grupo G es κ-separable si todo


subconjunto de G de cardinalidad < κ está contenido en un sumando directo
libre de G. Un grupo ℵ0 -separable se conoce en ocasiones como localmente
libre o simplemente separable. Un grupo es hereditariamente separable si
todos sus subgrupos son separables (él incluido).
Un grupo G es κ-libre si todo subgrupo de G de cardinalidad < κ es libre.

No podemos extender la definición de grupo κ-libre automáticamente a


módulos, pues encontramos dos dificultades. Primero, κ puede ser más pequeño
que la cardinalidad del anillo R, por lo que puede no existir ningún submódulo
distinto de cero de cardinalidad menor que κ; esto se puede remediar fácilmente
considerando el tamaño de los conjuntos generadores de submódulos, en lugar
del tamaño de los submódulos mismos. El segundo problema es más serio:
puede ocurrir que incluso un módulo libre no sea κ-libre si requerimos que
todo submódulo de tamaño menor que κ sea libre. Por ello recurrimos a las
siguientes definiciones.
Decimos que un submódulo N de M es <κ -generado (respectivamente
≤κ -generado) si está generado por algún X ⊆ M (es decir, N = hXi) de
cardinalidad < κ (respectivamente ≤ κ).

Definición 11.2. Sea κ es un cardinal regular no numerable. Diremos que un


módulo M es κ-libre si existe un subconjunto C ⊆ Pot(M) que satisface:
(1) Todo elemento de C es un submódulo libre de M <κ -generado.
(2) Todo subconjunto de M de cardinalidad menor que κ está contenido en un
elemento de C.
(3) C es cerrado respecto a uniones de cadenas ⊆-bien ordenadas de longitud
menor que κ.

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7. Combinatoria infinita

Note que se requiere la regularidad de κ para que la definición sea aceptable:


si κ fuera singular, podríamos tener un submódulo que no fuera <κ -generado,
pero sí la unión de una cadena de longitud menor que κ de módulos <κ -
generados.
Si λ es singular, decimos que el módulo M es λ-libre si M es κ-libre para
todo cardinal κ < λ regular.
Definición 11.3. Un R-módulo M es fuertemente κ-libre si existe un conjunto
M de submódulos libres de M <κ -generados que contienen a {0} y tales que:
para todo subconjunto S de M de cardinalidad menor que κ y cualquier N ∈ M,
existe N 0 ∈ M tal que N ∪ S ⊆ N 0 y N 0 /N es libre.
Dado un grupo libre de torsión M y un subgrupo N de M, sea N∗ = {a ∈
M : ra ∈ N para algún r 6= 0 ∈ Z}; N∗ es la cerradura pura de N, que es el
subgrupo más pequeño puro de M que contiene a N. Si S es un subconjunto de
M, hSi∗ es la cerradura pura de hSi, el subgrupo generado por S; en ocasiones
se le refiere como la cerradura pura de S.
El siguiente criterio de Pontryagin es de gran utilidad.
Teorema 11.4 (Criterio de Pontryagin). Para todo grupo M, las siguientes
afirmaciones son equivalentes:
(a) M es ℵ1 -libre.
(b) M es libre de torsión y todo subconjunto finito de M está contenido en un
subgrupo finito-generado de M.
(c) Todo subconjunto finito de M está contenido en un subgrupo puro y libre
de M.
Demostración. (a) ⇒ (b). M es libre de torsión, pues en caso contrario
M contendría un grupo finito de torsión y no podría ser ℵ1 -libre. Sea S un
subconjunto de M. Si hSi∗ no es finito generado, entonces existe un subgrupo
N de hSi∗ que contiene a S, generado por un subconjunto numerable y que no
es finito generado. En tal caso N no es libre, ya que tiene rango finito pero
no es finito generado. Esto contradice (a).
(b) ⇒ (c). Esto es obvio, en vista del teorema fundamental de los grupos
abelianos finito generados que afirma que todo grupo sin torsión finito generado
es libre.
(c) ⇒ (d). Si N es un subgrupo de M de rango finito y S es un subconjunto
máximo independiente de N, entonces N está contenido en todo subgrupo puro
que contenga a S, y por (c) en un subgrupo libre, por lo que N es libre.

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(d) ⇒ (a). Dado un subgrupo A de M generado por un subconjunto


numerable, debemos mostrar que A es libre. Sea {an : n ∈ ω} un conjunto
de generadores
S
de A, y para cada n sea NS n = h{am : m < n}i∗ . Entonces
A ⊆ n∈ω Nn , por lo que basta probar que n∈ω Nn es libre. Pero por (d) cada
Nn es libre y por lo tanto, finito generado; entonces Nn+1 /Nn es finito generado.
Nn+1 /N
Sn
no tiene torsión pues Nn es puro en M, y por lo tanto es libre. Se
sigue que n∈ω Nn es libre: cada Nn+1 /Nn es libre, así que podemos construir,
paraScada n, una base Bn de M Sn
de tal suerte que Bn ⊆ Bn+1 , de donde resulta
que n∈ω Bn es una base de n∈ω Nn .

En consecuencia, un grupo separable es ℵ1 -libre, y un grupo libre es κ-


separable para toda κ.
Dado un grupo libre de torsión M y un subgrupo N de M, sea N∗ = {a ∈
M : ra ∈ N para algún r 6= 0 ∈ Z}; N∗ es la cerradura pura de N, que es el
subgrupo más pequeño puro de M que contiene a N. Si S es un subconjunto de
M, hSi∗ es la cerradura pura de hSi, el subgrupo generado por S; en ocasiones
se le denomina como la cerradura pura de S.
Una filtración de un grupo ℵ1 -separable A es una cadena S
continua {Aν :
ν < ω1 } tal que A0 = 0 (0 es el elemento neutro), A = ν<ω1 Aν , y para
toda ν < ω1 , Aν+1 es un sumando directo libre y numerable de A. En
consecuencia, una filtración es una clase especial de ℵ1 -filtración. Note que si
Def
E = {ν < ω1 : lím(ν), Aν+1 /Aν no es libre},
entonces Γ(A) = Ẽ (véase el Ejer. 35): para cualquier µ > ν Aµ /Aν ∼ =
Aµ /Aν+1 ⊕ Aν+1 /Aν ya que Aµ /Aν+1 es libre; así, Aµ /Aν no es libre si y sólo
si Aν+1 /Aν no es libre.
Recuerde que si B es un subgrupo de A, una proyección de A en B es un
homomorfismo que es la identidad en B; tal proyección existe si y sólo si B es
un sumando directo de A.
La mayoría de los ejemplos que construiremos serán subgrupos A de un Q-
módulo D de dimensión ℵ1 . Fijamos este módulo D que supondremos con base
X∪Y , donde X = {xν,n : ν ∈ ω1 , n ∈ ω} y Y = {yδ,n : δ < ω1 , lím(δ), n ∈ ω}.
La filtración estándar de A se define como: Aν , la cerradura pura en A de la
intersección de A con
{xµ,n : µ < ν, n ∈ ω} ∪ {yδ,n : δ < ν, δ < ω1 , Lím(ν), n ∈ ω}.

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7. Combinatoria infinita

En ocasiones construiremos un segundo grupo A0 dentro de un Q-módulo D0 ,


0 y y0 .
cuya base consiste en elementos xν,n δ,n

Lema 11.5. Sea κ un cardinal regular no numerable. Un módulo ≤κ -generado


es κ-libre si y sólo si tiene una κ-filtración {Mν : ν < κ} consistente en módulos
libres.
Def
Demostración. Si M tiene tal filtración, entonces C = {Mν : ν < κ} sa-
tisface las propiedades (1)–(3) de la definición de κ-filtración. Recíprocamente,
dada C como en la definición, sea X como en la demostración del lema 4.22(i);
entonces elija, para cada ordinal sucesor ν, un elemento Mν de C que contenga
a {xµ : µ < ν}, S el cual existe por la definición de módulo κ-libre. Para ν
límite, sea Mν = µ<ν Mµ , que pertenece a C. Como todo elemento de C es
libre, la demostración ha concluido.
Para la siguiente proposición usaremos el invariante Γ definido en el
ejercicio 35.
Proposición 11.6. Sea κ un cardinal regular inumerable. Si M es un módulo
˜ la clase
κ-libre ≤ κ-generado, entonces M es libre si y sólo si Γ(M) = 0 (= ∅,
de equivalencia del conjunto vacío).
Demostración. Supongamos primero que M es libre. Sea B = hbν : ν <
αi una base (donde α ≤ κ), y sea Mν = hbµ : µ < νi para cada ν < κ.
Entonces {Mν : ν < κ} es una κ-filtración tal que cada Mν es un sumando libre
de M. Para esta filtración, E (véase el Ejer. 35) es claramente vacío.
Recíprocamente, suponga que Γ(M) = 0. Fijemos una κ-filtración
{Mν : ν < κ} de M que consiste en módulos libres, y sea E como en el
ejercicio 35. Entonces, para cada ν en C, {µ > ν : Mµ /Mν no es libre} no
es estacionario, es decir, existe un club Cν que tiene intersección vacía con el
conjunto. Sea D la intersección de C con la intersección diagonal de los Cν :
D = C ∩ {µ < κ : µ ∈ ∩{Cν : ν < µ}}.
Note que
Para cualquier ν < µ, si µ, ν ∈ D, entonces Mµ /Mν es libre, (*)
ya que µ ∈ Cν . D es un club, por lo que {Mν : ν ∈ D} es una cadena continua.
Usamos (*) para construir inductivamente una base BSν ∈ Mν para cada ν ∈ D,
de tal forma que para ν ≤ µ, Bν ⊆ Bµ . Entonces, ν<κ Bν será una base de
M.

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Usaremos frecuentemente el hecho, probado al final de la demostración de


la proposición 11.6, que si {Mν : ν < α} es una cadenaScontinua de módulos
libres tales que Mν+1 /Mν es libre para toda ν, entonces ν<α Mν es libre.
Sean M un módulo y N un submódulo de M. Decimos que N es κ-puro
en M si L/N es libre siempre que L es un submódulo de M que contiene a N
tal que L/N es <κ -generado, o de manera equivalente, M/N es κ-libre.

Proposición 11.7. Sean R un dominio ideal principal y M un R-módulo.


Entonces M es κ-libre fuerte si y sólo si M es κ-libre y todo subconjunto
de M de cardinalidad < κ está contenido en un submódulo de M κ-puro y
<κ -generado.

Demostración. El que la condición es suficiente es claro pues podemos


tomar como M, de la definición de módulo λ-libre fuerte, la familia de todos
los submódulos de M <κ -generados y κ-puros.
Para el recíproco, sea M como en la definición de módulo κ-libre fuerte.
Como todo submódulo <κ -generado está contenido en algun miembro de M,
y todo miembro de M es libre, se deduce que todo submódulo <κ -generado es
libre. Para completar esta disertación es suficiente mostrar que todo elemento
de M es κ-puro. Sea N ⊆ L tal que N ∈ M y L está <κ -generado. Entonces
existe N 0 ∈ M que contiene a N ∪ L tal que N 0 /N es libre. Pero entonces L/N
es libre pues es un submódulo de N 0 /N.

Sea J un conjunto y κ un cardinal regular ≤ |J|. Para cada Y ∈ [J]<κ ,


sean UY = {X ∈ [J]<κ } y Fκ (J) el filtro en [J]<κ generado por {UY : Y ∈
[J]<κ }. Entonces Fκ (J) es un filtro κ-completo, puesTpara cualquier cardinal
λ < κSy cualesquier conjuntos Yν (ν < λ) en [J]<κ , ν<λ UYν ⊇ UW donde
W = ν<λ Yν que tiene cardinalidad < κ.

Ejemplo 11.8. Sean R un dominio entero en el que todo ideal es principal, λ


un cardinal no numerable y κ un cardinal Lλω -compacto (definición en pág.
699). Si M es un R-módulo κ-libre (de cardinalidad arbitraria), entonces M es
libre. En efecto, primero note que κ ≥ λ. Sea J el universo de M, I = [J]<κ y
F = Fκ (J) (véase la notación previa). Para toda Y ∈ I, hY i es un submódulo de
M de cardinalidad < κ, así que es libre. Por la hipótesis en κ, QF está contenida
en un ultrafiltro λ-completo U. Formamos el ultraproducto Y ∈I hY i/U que
denotamos M ∗ . Entonces, por el ejemplo 6.4.9 M ∗ es libre. Defina una función

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7. Combinatoria infinita

→ M ∗ como sigue: para cualquier a ∈ M, sea ϕ(a) = aU , donde


ϕ:M−
(
a, si a ∈ Y ,
a(Y ) =
0, en otro caso.
Sea a ∈ Y para alguna Y ∈ I, por lo que a(Z) = a para todo Z ∈ UY . Por lo
tanto, ϕ es un encaje. Como M ∗ es libre, M es isomorfo a un submódulo de
M ∗ y por las hipótesis sobre R, M es libre.
Del ejemplo 11.8 se sigue que si κ es un cardinal Lω1 ω - compacto, entonces
todo grupo abeliano κ-libre (de cardinalidad arbitraria) es libre.
Un cardinal κ tiene la propiedad de compacidad, para R, si todo R-módulo
≤κ -generado y κ-libre es libre.
De acuerdo con el ejercicio 74, el siguiente lema es cierto:
Lema 11.9. Sean κ un cardinal débilmente compacto y {Sν : ν < κ} un
conjunto de subconjuntos estacionarios de κ. Entonces existe un conjunto
estacionario T conformado por cardinales regulares < κ tal que para toda
λ ∈ T y toda ν < λ, Sν ∩ λ es estacionario en λ.
Con ayuda de este lema podemos mostrar:
Teorema 11.10. Sea κ un cardinal compacto débil. Si M es un módulo ≤κ -
generado que es κ- libre, entonces M es libre.
Demostración. Suponga que el resultado es falso y que M es un con-
traejemplo. Sea {Mν : ν < κ} una κ-filtración como en el lema 11.5. Sin
pérdida de generalidad podemos suponer que M0 = {0}. Más aun, podemos
suponer que Mν es ≤|ν|+ℵ0 -generado para toda ν. Esto se puede lograr, por
ejemplo, construyendo nuevas filtraciones, esta vez con los mismos submódulos
pero con segmentos más largos en los que la filtración permanece fija en un
submódulo dado hasta que la cardinalidad del índice alcanza el tamaño del
siguiente miembro de la filtración original. Para esta filtración, sea E ⊆ κ
como en el ejercicio 35. Por el ejercicio mencionado, E es estacionario en κ.
Para cada ν ∈ E, sea
Sν = {µ > ν : µ < λ, Mµ /Mν no es libre},
un conjunto estacionario en λ. E ∩ λ también es estacionario en λ. El ejercicio
35 implica que Mλ no es libre, una contradicción.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Teorema 11.11. Sean λ un cardinal singular y M un módulo ≤κ -generado


tal que existe un cardinal µ < λ con la propiedad de que para todo µ < κ < λ,
M es κ+ -libre fuerte. Entonces M es libre.

Demostración. Escogemos una sucesión creciente {κi : i < cf (λ)}


de cardinales con límite λ y de tal forma que κ0 ≥ máx{µ, cf (λ)}. Elijamos
también un conjunto G generador de M de cardinalidad λ, que podemos escribir
como la unión de una cadena continua de subconjuntos Gi (i < cf (λ)), donde
|Gi | = κi . Definimos subconjuntos Cin , Xin de M para i < cf (λ), n < ω por
inducción en n (simultáneamente para toda i). Si Bin es el submódulo generado
por Xin , podemos requerir que para toda i y n:
1. Gi ⊆ Bin ⊆ hCin i ⊆ Bin+1 ;
2. Xin es una base de Bin , y Xin+1 ⊇ Xin ;
3. |Cin |, |Xin | ≤ κi y Cin+1 ⊇ Cjn para toda j ≤ i;
n n+3 n+2
4. hCSi i ⊆ hCi ∩ Xi+1 i; y
5. n
{h n∈ω Ci i : i < cf (λ)} es una cadena continua.
Suponga por el momentoS
que ya efectuamos la construcción. Para cada
i < cf (λ), sea Ci = n∈ω C n . Por 5 los hC i forman una cadena continua.
Si i S
Más aún, por 1 y 2, hCi i = n∈ω Bin tiene una base Xi = n∈ω Xin ; y por 4,
hC i está generado por Ci ∩ Xi+1 , S
Si
así que hCi+1 i/hCi i es libre.
S
Por lo tanto,
i<cf (λ) hCi i es libre. Pero por 1, i<cf (λ) hCi i contiene a i<cf (λ) Gi , por lo
que es igual a M.
Resta llevar a cabo la construcción. Como M es κ+ i -libre fuerte, existe
un conjunto Mi que cumple la definición de κi -libre fuerte: cada N ∈ Mi
es ≤i - generado y libre, y para todo subconjunto X de cardinalidad κi existe
un N 0 ∈ Mi tal que N 0 ⊇ N ∪ X y N 0 /N es libre. Efectuamos nuestra
construcción de tal forma que cada Bin pertenezca a Mi . Para comenzar, sean
Bi0 un elemento de Mi que contiene a Gi , Xi0 una base de Bi0 y {bi,α 0 :α<κ}
i
0
una enumeración de Xi . Supongamos que para alguna n y cualquier i se ha
definido Xik para toda k ≤ n y Cik se ha definido también para toda k < n.
Supongamos también que fijamos la enumeración {bi,α k : α < κi } de Xik .
n−1 n−1
Escogemos Yin ⊆ Xi+1 de tal suerte que hYin i ⊇ Bi+1 ∩ Cin−1 y |Yin | ≤ κ.
S
Sea Cin = Xin ∪ Yin ∪ j≤i Cjn−1 ∪ {bj,α n : j < cf (λ), α < κ }. Note que
i
n
hay solamente κi elementos bj,α ya que κi ≥ cf (λ); aquí entra en acción la
singularidad de λ. Finalmente escogemos Bin+1 ∈ Mi de forma que se satisfaga

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7. Combinatoria infinita

1 y Bin+1 /Bin es libre; esto es posible por las propiedades de Mi . Entonces


podemos elegir una base Xin+1 de Bin+1 que extiende a Xin , y la enumeramos.
Esto completa la etapa inductiva de la construcción. Falta corroborar 4 y 5.
n+1 n+2 n+2
Para 4, Cin ⊆ Ci+1 ⊆ Bi+1 , por lo que Ci ⊆ Bi+1 ∩ Cin+2 ⊆ hYin+3 i y
n+3 n+3 n+2
Yi ⊆ Ci ∩ Xi+1 . Además, 5 es cierta pues para todo límite j < cf (λ),
[ [ [
h Cjn i = Bjn = n
h{bj,α : α < κj }i
n∈ω n∈ω n∈ω
[ [ [ [
n
= h{bj,α : α < κi }i ⊆ h Cin i.
n∈ω i<j i<j n∈ω

Nuestra tarea siguiente es deducir que todo módulo λ-libre es libre mediante
el teorema 11.11. Recuerde que un módulo M es λ-libre si y sólo si M es κ-libre
para todo cardinal regular κ < λ. Necesitaremos el hecho de que un módulo
κ+ -libre es κ-libre fuerte. Para ello recurriremos a un juego.
Fijemos un cardinal regular κ y un módulo M. Definimos el κ-juego de
Shelah en M. Los jugadores I y II mueven en forma alternada guiándose por
los elementos de ω, empezando I. El jugador I tira Pn un subconjunto de M de
cardinalidad < κ; el jugador II mueve Nn un submódulo <κ -generado de M;
requerimos que para toda n ∈ ω,
Nn−1 ∪ Pn ⊆ Nn
(N−1 = {0}). El jugador II gana el juego si y sólo si para toda n, Nn y Nn /Nn−1
son libres; en otro caso, I gana. Es inmediato que M es κ-libre fuerte si y sólo si
II tiene una estrategia ganadora en este juego. En efecto, si M es κ-libre fuerte
y M como en la definición respectiva, entonces la estrategia ganadora de II es
escoger los Nn de M de tal forma que Nn /Nn−1 es libre. Recíprocamente, si
II tiene una estrategia ganadora podemos definir M como el conjunto de todos
los movimientos de II en la partida que transcurre de acuerdo con la estrategia
ganadora.
El κ-juego de Shelah es claramente abierto, por lo que este juego está
determinado.

Proposición 11.12. Sea κ un cardinal regular y M un módulo que es κ+ -libre.


Entonces M es κ- libre fuerte.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Por lo visto antes, es suficiente mostrar que I no tiene


una estrategia ganadora en el κ-juego de Shelah en M. Fijemos una estrategia
s para I, es decir, s es una función que propicia una sucesión finita:
P0 , N0 , P1 , N1 , . . . , Pk , Nk
de tiradas, donde P0 = s(∅) y Pi = s(N0 , . . . , Ni−1 ) para 0 < i ≤ k, s escoge
el siguiente movimiento de I, s(N0 , . . . , Nk ). Debemos mostrar que II le gana
a s. Sea C como en la definición 11.2. Construiremos, por inducción en ν, una
κ-filtración {Nν : ν < κ} conformada por submódulos de M. En cada etapa
elegimos un elemento Aν de C que contenga a Nν y un conjunto {aτµ : τ < κ}
de generadores de Aν .
Es tiempo de efectuar la construcción. Fijemos una biyección ϕ de κ − {0}
a κ × κ tal que para toda ν, si ϕ(ν) = (µ, τ) entonces µ < ν. Supongamos
que Nµ , Aµ , y {aτµ : τ < κ} se han elegido para cada µ < ν para alguna ν.
Si ν es límite simplemente tomamos uniones. En otro caso, escogemos Nν de
manera que contenga a aτµ , donde ϕ(ν − 1) = (µ, τ), y de tal forma que también
contenga a s(∅) y a s(Nµ0 , . . . , Nµk ) siempre que µ0 < · · · < µk < ν . Esto
es posible ya que hay menos que κ de tales sucesiones. Elegimos Aν ∈ C que
contenga Nν . Esto completa la etapa inductiva.
S S
Sea N = ν<κ Nν = ν<κ Aν . Entonces N ∈ C, por lo que N es libre; sea
B una base de N. Existe un club C ⊆ κ tal que para ν ∈ C, Nν está generado
por Nν ∩ B, así que Nν es libre. La estrategia de II para vencer a s es mover Nν
con ν ∈ C: si ν0 < ν1 < · · · es una sucesión de elementos de C, entonces
s(∅), Nν0 , s(Nν0 ), Nν1 , s(Nν0 , Nν1 ), . . .
es una partida ganadora para II. Por consiguiente, s no es una estrategia ganadora
para I.

Una consecuencia inmediata de la proposición 11.12 es:

Teorema 11.13. Sean λ un cardinal singular y M un módulo ≤λ generado


que además es λ- libre. Entonces M es libre.

Apéndice
En este apéndice presentamos, en forma muy breve, las principales definiciones
y resultados principales relativos al estudio de ideales.

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7. Combinatoria infinita

Definición 11.14. Un ideal es un conjunto S es una familia I de subconjuntos


de S tal que
(i) ∅ ∈ I;
(ii) si X, Y ∈ I, X ∪ Y ∈ I;
(iii) si X, Y ⊆ S, X ∈ I, Y ⊆ Y , entonces Y ∈ I.
Consideraremos sólo ideales propios:
(iv) S ∈ / I.
Un ideal I en S es primo si para todo X ⊆ S, X ∈ I o S − X ∈ I.
Si I es un ideal en S, F = {X : S − X ∈ I} es un filtro, el filtro dual a I. Un
ideal numerablemente
S
completo (σ-ideal) es un ideal I para el cual, si Xn ∈ I
para toda n ∈ ω, n∈ω Xn ∈ I.
Más generalmente, si κ es un cardinal regular e I un ideal en S, entonces
I es un ideal κ-completo si siempre que {Xα : α < γ} es una familia de
subconjuntos de S, γ < κ, Xα ∈ I para toda α < γ; entonces
[
Xα ∈ I.
α<γ

Si S es un conjunto no numerable,
{X ⊆ S : |X| ≤ ℵ0 }
es un σ-ideal en S.
De manera similar, si κ > ω es regular y |S| ≥ κ, entonces
{X ⊆ S : |X| < κ}
es el ideal κ-completo más pequeño en S que contiene todos los singuletes {a}.
Un filtro F en un cardinal κ es normal si es cerrado respecto a intersecciones
diagonales, es decir,
Xα ∈ F, α < κ ⇒ 4α<κ Xα ∈ F.
Un ideal I en κ es normal si el filtro dual es normal.
Un ideal I σ-completo es σ-saturado si:
(i) {x} ∈ I para toda x ∈ S.
(ii) Toda familia mutuamente ajena de subconjuntos X ⊆ S que no pertenecen
a I es a lo sumo numerable.
En forma análoga definimos un ideal κ-saturado.

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12. Ejercicios

1. Sea B un conjunto no numerable de subconjuntos finitos de ω1 . Muestre


que existe un subconjunto numerable N ⊆ ω1 tal que todo b ∈ B que no
sea subconjunto de N es un miembro de algún ∆-sistema no numerable
A ⊆ B con raíz r ⊆ N.
2. Encuentre otra demostración al teorema 3.2. Proceda como se indica a
continuación: sin pérdida de generalidad, podemos suponer que la familia
no numerable de conjuntos finitos es B = {Bα : α < ω1 } y Bα ⊆ ω1 para
todo α < ω1 . Sea C el conjunto de los α < ω1 tales que máx Bξ < α
siempre que ξ < α. Pruebe que C es un club en ω1 . Para cada k ≤ n,
sea Sk = {α ∈ C : |Bα ∩ α| = k}; muestre que existe al menos un Sk
estacionario. Para cada m = 1, . . . , k, sea fm (α) = el m-ésimo elemento
de Aα ; se cumple fm (α) en Sk . Use el teorema de Fodor para encontrar
un subconjunto estacionario T ⊆ Sk y un conjunto A (de tamaño k) tal
que Bα ∩ α = A para toda α ∈ T . Demuestre que {Bα : α ∈ T } es un
∆-sistema.
(**) ¿Se puede generalizar la construcción recién mencionada para dar
otra prueba al teorema 3.3?
3. Suponga la HC y sea S = {sα : α < ω2 } una familia de ℵ2 conjuntos
numerables. Pruebe que existe un ∆-sistema A ⊆ S tal que |A| = ℵ2 .
4. (**) Muestre que existe una familia A de ωω -subconjuntos finitos tal que
ninguna subfamilia B ⊆ A de cardinalidad ωω forma un ∆-sistema.
5. Para un subconjunto A de κ definimos A(α) mediante recursión sobre α:
A(0) = A, A(α+1) = (A(α) )0 (véase la pág. 427) y A(λ) = α<λ A(α) para
T

λ límite. Por el lema 4.8, todos lo C(α) son clubes para cada club C y
α < cf (κ). Demuestre que κ(α) = {ωα β : β < κ} para toda α < κ.
6. Dados dos subconjuntos A, B de κ un cardinal regular, decimos que A ≡ B
si A ∩ C = B ∩ C para algún club C. Muestre que la relación ≡ es de
equivalencia en Pot(κ). En las relaciones A ⊆ B, A ∩ B ≡ C, A ∪ B ≡ C,
y κ \ A ≡ B podemos sustituir A, B y C por conjuntos ≡-equivalentes.
Demuestre que Pot(κ)/ ≡ es un álgebra booleana. La intersección diagonal
D de una familia {Aα } está caracterizada (módulo ≡) por:
1. (D/ ≡) ⊆ (Aα / ≡) para toda α.

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7. Combinatoria infinita

2. De (E/ ≡) ⊆ (Aα / ≡) para toda α, se sigue que


(E/ ≡) ⊆ (D/ ≡).
En consecuencia, la intersección diagonal sólo depende (módulo ≡)
del conjunto {Aα / ≡: α < κ}, que es el ínfimo de los Aα / ≡ en el álgebra
booleana Pot(κ)/ ≡.
7. Sea λ un cardinal regular no numerable. La asignación α 7→ κα propicia una
función normal de λ a la clase de los cardinales con supremo κ. Suponga
κ
que λ < κ = 2^ . Además, para cada α elemento de un subconjunto
estacionario S0 de λ, se tiene un conjunto Aα deQcardinalidad no mayor que
κ++ . Entonces cada subconjunto casi ajeno de α∈S0 Aα tiene cardinalidad
no mayor que κ++ .
8. Sea κ un cardinal singular de cofinalidad no numerable. Si 2µ = µ++
para algún conjunto estacionario de cardinales µ menores que κ, entonces
también ocurre 2κ ≤ κ++ .
9. Un orden parcial (P, <) es un buen orden parcial si < está bien fundada y
no existe un conjunto infinito de elementos incomparables. Muestre que
un orden parcial es un buen orden parcial si y sólo si para cada sucesión
hpi : i < ωi existen índices i < j con pi ≤ pj .
10. Una partición de [A]n es una pareja de conjuntos ajenos P1 y P2 tales que
[A]n = P1 ∪ P2 . Un conjunto H ⊆ A es homogéneo para una partición
{P1 , P2 } de [A]n si [H]n ⊆ P1 o [H]n ⊆ P2 . Demuestre la siguiente
versión del teorema de Ramsey: si S es un conjunto infinito, entonces toda
partición de [S]2 tiene un conjunto infinito homogéneo. [Sugerencia: Sea U
un ultrafiltro libre en S y P1 , P2 una partición de [S]2 . Para cada a ∈ S, sea
Sa1 = {b ∈ S : b 6= a ∧ {a, b} ∈ P1 };
Sa2 = {b ∈ S : b 6= a ∧ {a, b} ∈ P2 }.
Muestre que exactamente uno de estos conjuntos pertenece a U. Sean
Z1 = {a ∈ S : Sa1 ∈ U},
Z2 = {a ∈ S : Sa2 ∈ U}.
Demuestre que alguno de los conjuntos Z1 , Z2 pertenece a U, digamos Z1 .
Encuentre un conjunto infinito H ⊆ S tal que [H]2 ⊆ P1 . Para construir
H, suponga que tenemos ya n elementos en H; considere el conjunto

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Xn = Z1 ∩ Sa10 ∩ · · · ∩ Sa1n−1 .
Pruebe que Xn ∈ U y que es infinito. Escoja an ∈ Xn distinto de los
a0 , . . . , an−1 . Demuestre finalmente que [H]2 ⊆ P1 .]
11. Muestre que si κ > 2ω , el espacio 2κ (donde 2 = {0, 1} tiene la topología
discreta) no es separable. [Sugerencia: Si D ⊆ 2κ es numerable, muestre
que existen α < β tales que ∀ f ∈ D(f (α) = f (β))].
12. Si en el ordinal ω1 + 1 se introduce la topología del orden, muestre que el
producto (ω1 + 1)ω es un ejemplo de espacio compacto Hausdorff, que es
la unión de ω1 conjuntos cerrados densos en ninguna parte. Muestre que la
bola unitaria en un espacio de Hilbert no separable con la topología débil
es otro ejemplo de tales espacios. [Sugerencia: Para (ω1 + 1)ω , considere
el conjunto
{f : ∀ n(f (x) 6= ω1 ⇒ f (n) ≤ α)}.]

13. (Hausdorff) Muestre que existe un (ω1 , ω1∗ )-hueco en Pot(ω)/Fin, es


decir, encuentre aα , bα ∈ Pot(ω) para α < ω1 tales que aα ⊂∗ bα ,
α < β ⇒ (aα ⊂∗ aβ ∧bβ ⊂∗ bα ), y ¬∃ c∀ α(aα ⊂∗ c ⊂∗ bα ), donde a ⊂∗ b
si |a\b| < ℵ0 y |b\a| = ℵ0 . [Sugerencia: Encuentre aα , bα recursivamente
tales que para cada α < ω1 y n < ω, |{ξ < α : (aα \ bξ ) ⊆ n}| < ω.]
14. Considere ω1 con la topología del orden, y sea f : ω1 − → R continua.
Muestre que
∃ α < ω1 ∀ β > α(f (β) = f (α)).
[Sugerencia: Para ε > 0 fijo, y cada α límite, existe una g(α) < α tal que
f varía menos que ε en (g(α), α].]
15. Sea κ > ℵ0 regular. Muestre que existen subconjuntos estacionarios
Sα ⊆ κ para α < κ tales que α < β ⇒ Sβ ⊆ Sα si la intersección diagonal
de los Sα es {0}.
16. Sea A un conjunto de cardinales infinitos tales que para todo cardinal regular
λ, A ∩ λ no es estacionario en λ. Muestre que existe una función inyectiva
g en A tal que ∀ α ∈ A(g(α) < α).
17. El cardinal κ es Mahlo fuerte si κ es fuertemente inaccesible y {α < κ :
α es regular} es estacionario en κ. Muestre que para tal κ,
{α < κ : α es fuertemente inaccesible}
es estacionario en κ.

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7. Combinatoria infinita

18. (**) Suponga que κ es fuertemente inaccesible y no existen árboles κ-


Aronszajn. Muestre que si S es un subconjunto estacionario de κ, existe
un cardinal regular λ < κ tal que S ∩ λ es estacionario en λ. [Sugerencia:
Si no es así, encuentre un κ-árbol T en el que una trayectoria en T genera
una función inyectiva g en S tal que ∀ α ∈ S(g(α) < α).]
19. El cardinal κ es hipermahlo fuerte si κ es Mahlo fuerte y
{α < κ : α es Mahlo fuerte}
es estacionario en κ. De la misma manera definimos hiper-hipermahlo,
etc. Muestre que si κ es débilmente compacto, entonces κ es Mahlo fuerte,
hipermahlo, hiper-hipermahlo, etc. [Sugerencia: Use el Ejer. 18.]
20. Muestre que la siguiente versión de ♦ es inconsistente con ZFE : existen
Aα ⊆ α para α < ω1 tales que para todo conjunto estacionario A ⊆ ω1 ,
∃ α ∈ A(A ∩ α = Aα ).
21. Demuestre que ♦ implica ~. [Sugerencia: Si hfα : α < ω1 i es una
♦-sucesión, dada F defina g(α) = F (fα ).]
22. Demuestre que si ~(S) es cierto, S debe ser estacionario.
23. Sea C(S) el principio: si para cada ordinal límite δ ∈ S existe una sucesión
hηαδ : α < ωi que converge a δ, y si kα ∈ 2ω , entonces para alguna k ∈ 2ω1
ocurre que para toda δ ∈ S, k(ηα (n)) = kδ (n) para todas las n excepto un
número finito. Muestre que ¬C(ω1 ) es una consecuencia de ♦(S). (***)
Muestre que HC implica ¬C(ω1 ).
24. Sea F el filtro en ω1 generado por los clubes en ω1 e I el ideal dual a F.
Demuestre que tanto F como I son normales. En particular, F e I son
numerablemente completos.
25. Suponga que λ es un cardinal y que λℵ0 < 2ℵ1 . Demuestre que para toda
ω1
F : λ^ − → 2 existe una función g ∈ 2ω1 tal que para toda f ∈ λω1 ,
{α < ω1 : F (f  α)} es estacionario. [Sugerencia: La prueba es
absolutamente similar a la demostración del teorema 7.3].
26. (**) Si no existe un κ-árbol de Aronszajn, entonces κ es regular.
27. El espacio del ejemplo 3.6 no es compacto, pero el método de prueba
nos permite construir, para un cardinal débilmente inaccesible, un espacio
compacto Hausdorff para el cual c(Y ) = µ y c(Y ) no se alcanza. Encuentre
el espacio Y mencionado. [Sugerencia: Tome como Xκ la compactificación
Yκ de Xκ .]

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28. Demuestre que si un espacio X es separable, c(X) = ℵ0 .


29. Demuestre
Q
que si Xi (i ∈ I) son espaciosQ
tales que para todo J ⊆ I finito,
X
i∈J i tiene celularidad ℵ 0 , entonces i∈I Xi también tiene celularidad
numerable.
Q
30. Muestre que si κ ≤ 2ℵ0 y Xα son separables para α < κ, entonces α<κ Xα
es separable.
31. Muestre que el espacio 2ℵ1 tiene celularidad ℵ0 y existe una sucesión de
abiertos hUα : α < ω1 i tal que si α < β, Uα ⊂ Uβ .
32. (**) Demuestre que un subgrupo puro de un grupo separable es separable.
33. Demuestre que el grupo G es separable si y sólo si todo elemento de G es
miembro de un sumando cíclico de G.
34. Pruebe que un grupo separable es libre de torsión y que un grupo libre de
torsión es ℵ1 -libre.
35. Sea κ un cardinal regular y M un módulo κ-libre ≤κ -generado. Sea
{Mν : ν < κ} una κ-filtración de M. Sea
E = {ν < κ : {µ > ν : Mµ /Mν no es libre } es estacionario en κ}.

Defina Γκ (M) como Ẽ, la clase de equivalencia de E, es decir:


Γκ (M) = {X ⊆ κ : ∃ un club C ⊆ κ, X ∩ C = E ∩ C}.
Pruebe que Γκ (M) no depende de la elección de la κ-filtración.
Demuestre que si κ es un cardinal regular no numerable y M es un
módulo κ-libre ≤κ -generado, entonces M es libre si y sólo Γκ (M) = 0 (= ∅
la clase de equivalencia del conjunto vacío). Si κ es claro en el contexto,
escribimos Γ(M). [Sugerencia: Si M es libre, sean B = {bν : ν < α}
una base (α ≤ κ) y Mν = hbµ : µ < νi para cada ν < κ. {Mν : ν < κ}
es una κ-filtración, y E = ∅.
Recíprocamente, Γκ (M) = 0. Fije una κ-filtración {Mν : ν < κ} de
M consistente en módulos libres. E no es estacionario, y sea C el club
contraejemplo. Para cada ν ∈ C, {µ > ν : Mµ /Mν no es libre} no es
estacionario. Sean Cν el club contraejemplo y D la intersección de C con
la intersección diagonal de los Cν . Note que
para cualquier ν < µ, si µ, ν ∈ D, Mµ /Mν es libre , (*)

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7. Combinatoria infinita

pues µ ∈ Cν . Muestre que {Mν : ν ∈ D} es una cadena continua. Usando


(*) construya recursivamente una
S
base Bν de Mν para cada ν ∈ D tal que
si ν ≤ µ, Bν ⊆ Bµ . Entonces ν<κ Bν es una base para M.]
36. Si {Aν : ν < κ} es una κ-filtración en un conjunto A de cardinalidad κ (un
cardinal regular), demuestre que existe un club C en κ tal que para toda
ν ∈ C, |Aµ \ Aν | = |µ \ ν| (donde µ representa al ínf{α ∈ C : α > ν}).
37. Sean κ un cardinal regular y {Aν : ν < κ} una κ-filtración en un conjunto A
de cardinalidad κ. Pruebe que si S es un conjunto estacionario en κ y Θ : S
→ A es tal que para toda α, Θ(α) ∈ Aα , entonces existe un subconjunto

estacionario S 0 ⊆ S tal que Θ  S 0 es constante.
38. Para un sistema de escalas η en un conjunto estacionario E ⊆ ω1 , si c
es la coloración en η definida por cδ (n) = ηδ (n + 1), entonces c no se
puede uniformar. [Sugerencia: Si (f, f ∗ ) es una uniformación, aplique el
Def
ejercicio 37 a Θ(δ) = (f ∗ (δ), ηδ (f ∗ (δ))).]
39. Si E es un subconjunto estacionario de un cardinal regular κ, f, g son
funciones de E en κ tales que para toda ν ∈ E, f (ν) 6= g(ν), entonces existe
un subconjunto estacionario E0 de E tal que {f (ν) : ν ∈ E0 } ∩ {g(ν) : ν ∈
E0 } = ∅. [Sugerencia: Existe un conjunto estacionario E1 ⊆ E tal que
para toda µ, ν ∈ E1 , f (µ) < µ ⇔ f (ν) < ν y g(µ) < µ ⇔ g(ν) < ν; por
el teorema de Fodor, existe un subconjunto estacionario E2 ⊆ E1 tal que
si f (ν) < ν para toda ν ∈ E1 entonces f  E2 es constante, y en forma
similar para g; existe un club C tal que para toda α ∈ C y toda ν < α,
f (ν) < α y g(ν) < α; sea E0 = E2 ∩ C.]
40. Para cualesquier dos árboles T1 y T2 , defina un juego J(T1 , T2 ) como sigue:
el jugador I elige elementos de T1 formando una sucesión estrictamente
creciente en T1 , y II lo hace de modo similar en T2 . El primer jugador que
no pueda mover pierde. Sea T un árbol, el árbol T 0 conformado por los
segmentos iniciales de ramas de T , ordenadas parcialmente por inclusión.
Demuestre que II tiene una estrategia ganadora en el juego G(T, T 0 ).
41. Si E ⊆ κ es un subconjunto estacionario de ordinales límite y X es un sub-
conjunto no estacionario de E, podemos elegir, para toda γ ∈ X, un club Cγ
en γ tal que para toda β 6= γ en X, Cβ ∩ Cγ = ∅. [Sugerencia: Demuestre
por inducción sobre sup X que podemos elegir los Cγ tales que ínf Cγ es
mayor que cualquier ν < ínf X fijo.]

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

42. Con la notación del ejercicio 35, sean M, Mν , E, E0 , y C. Pruebe que si


ν ∈ C ∩ E, entonces ν ∈ E0 . [Sugerencia: Para mostrar que {µ > ν :
Mµ0 /Mν0 no es libre} es estacionario, considere cualquier club C0 , y note
que
C ∩ C0 ∩ {µ > ν : Mµ /Mν no es libre } = 6 ∅.]
43. (**) Demuestre que todo grupo numerable A se puede escribir como una
suma directa: A = N ⊕ F , donde F es libre y N ∗ (= Hom(N, Z)) = 0. N
es único. [Sugerencia: N = ∩{Núcleo g : g ∈ A∗ }.]
44. Demuestre que el producto de grupos ℵ1 -libres es ℵ1 -libre.
45. Suponga que κ es un cardinal regular límite. Suponga que M es un módulo
≤κ -generado, que no es <κ -generado, y M es λ-libre para todo λ < κ.
(i) Para toda λ < κ existe un conjunto X de cardinalidad λ++ que no
esta contenido en ningún submódulo ≤λ -generado. [Sugerencia: Suponga
lo contrario. Escoja una cadena estrictamente creciente Ni (i < λ++ ) de
submódulos ≤λ++ -generados tales que para toda i impar, Ni es ≤λ -generado
Def
y N = ∪ Ni es libre (tal cadena existe pues M es λ+++ -libre). Como N es
un módulo libre tal que todo subconjunto de cardinalidad λ+ está contenido
en un submódulo ≤λ -generado, N es ≤λ -generado.]
46. Si β es tal que 2ℵα = ℵα+β para toda α, entonces β < ω. [Sugerencia:
Sean β ≥ ℵ0 y α el menor con α + β > β. Si 0 < α ≤ β, y α es límite, sea
κ = ℵα+α ; como cf (κ) = cf (α) ≤ α < κ, κ es singular. Para cada ξ < α,
ξ + β = β1 , y así 2ℵα+ξ = ℵα+ξ+β = ℵα+β . Pruebe que 2κ = ℵα+β , una
contradicción ya que ℵα+β < ℵα+α+β .]
47. Si κ es un cardinal singular, ‫(ג‬κ) es 2cf (κ) o ‫(ג‬λ), donde λ es el menor
cardinal tal que λ ≥ cf (κ) que satisface λcf (κ) ≥ κ.
48. Demuestre que si 2ℵ0 > ℵω , ℵℵω0 = 2ℵ0 .
49. Pruebe que si 2ℵ1 = ℵ2 y ℵωℵ0 > ℵω1 , ℵℵω01 = ℵωℵ0 .
50. Muestre que si 2ℵ0 ≥ ℵω1 , entonces ‫(ג‬ℵω ) = 2ℵ0 y ‫(ג‬ℵω1 ) = 2ℵ1 .
51. Si κ es singular y no acotado, pruebe que cf (‫(ג‬κ)) ≥ que el menor β tal
que λβ > κ, para alguna λ < κ. En particular, si κ es límite fuerte,
cf (‫(ג‬κ)) > κ. [Sugerencia: Como κ no es acotado, β > cf (κ) si
cf (κ) ≤ γ < β. Puesto que λγ < κ para todo λ < κ, tenemos que
κγ = κcf (γ) . Sin embargo, cf (κγ ) > γ.]
52. Muestre que si 2ℵ1 = ℵ2 , ℵℵω0 6= ℵω1 .

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7. Combinatoria infinita

53. (***) Demuestre la siguiente generalización del teorema de Silver: sea κ


un cardinal singular, sea cf (κ) ≥ ω1 y suponga que λcf (κ) < κ para toda
λ < κ. Si hαα : α < cf (κ)i es una sucesión normal de cardinales tales
que supα<cf (κ) κα = κ, y si el conjunto
(κα )
{α < cf (κ) : κcf
α = κ+
α}
es estacionario, entonces κcf (κ) = κ+ . [Sugerencia: Demuestre primero la
siguiente afirmación: suponga que ℵαℵ1 < ℵω1 para toda α < ω1 . Sea F
una familia casi ajena de funciones
Y
F⊆ Aα
α<ω1
tales que el conjunto
{α < ω1 : |Aα | ≤ ℵα+1 }
es estacionario. Entonces |F| ≤ ℵω1 +1 . Con esta afirmación, suponga
(ℵα )
que ℵαℵ1 < ℵω y que ℵcf α = ℵα+1 para un conjunto estacionario de
elementos α; se debe mostrar que ℵℵω11 = ℵω1 +1 . Para toda h : ω1 −
→ ℵω1 ,
sea fh = hhα : α < ω1 i, donde dom(hα ) = ω1 y
(
h(ξ), si h(ξ) < ℵα
hα (ξ) =
0, en otro caso,
y sea F = {fh : h ∈ ℵωω11 }. Pruebe que si h 6= g, fh y fg son casi ajenas y
que Y
F⊆ ℵωα 1 .
α<ω1
Así, |F| ≤ ℵω+1 y, por lo tanto, |ℵωω11 | = ℵω1 +1 . Para el caso general, se
debe mostrar que
(κ)
{α < cf (κ) : κcf
α = κ+
α}
es estacionario. Note que el conjunto
C = {α : α es límite, (∀ λ < κα )λcf (κ) < κα }
es cerrado y no acotado en cf (κ); si α ∈ C, entonces cf (κα ) < cf (κ).
Concluya que καcf (κ) = κ+ .]
54. Si β < ω1 , si 2ℵ1 < ℵω1 y si ℵαℵ0 ≤ ℵα+β para un conjunto estacionario de
elementos α, entonces ℵℵω11 ≤ ℵω1 +β .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

55. Si 2ℵ0 ≤ ℵα+2 es cierta para todo cardinal de cofinalidad ω, entonces


también se cumple para todo cardinal singular.
56. Si ℵ1 ≤ cf (ℵη ) < ℵη , si β < cf (ℵη ) y si 2ℵα ≤ ℵα+β para toda α < η,
entonces 2ℵη ≤ ℵη+β .
57. Si 2ℵω1 +α < ℵω1 +α+α para toda α < ω1 , entonces 2ℵω1 +ω1 < ℵω1 +ω1 +ω1 .]
58. Si ℵ1 ≤ cf (κ) < κ y si λcf (κ) < κ para toda λ < κ, entonces κcf (κ) < ℵγ ,
donde γ = (|η|cf (κ) )+ .
59. Con ♦0 (E) denotamos el siguiente principio: existe una familia {Sα : α ∈
E} tal que para cada α ∈ E, Sα es un subconjunto numerable de α, y para
todo X ⊆ ω1 , {α ∈ E : X ∩ α ∈ Sα } es estacionario en ω1 .
Pruebe que ♦0 (E) es equivalente a ♦(E) (en ZFE ). [Sugerencia:
Suponga ♦0 y muestre que existen subconjuntos Yα,n de α×ω tales que para
todo X ⊆ ω1 ×ω, {α ∈ E : X∩(α ×ω) ∈ {Yα,n : n ∈ ω}} es estacionario.
Entonces muestre que para alguna n, {{ν ∈ α : (ν, n) ∈ Yα,n } : α ∈ E} es
una ♦-sucesión.]
κ (E) es cierto y κ es sucesor, existe una descomposición de E,
60. Si ♦S
E = β∈κ Eβ , en κ subconjuntos ajenos tales que para todo β ∈ κ, ♦κ (Eβ ).
61. Use ♦(E) para demostrar que existe un sistema de escalas η en E tal que
para todo club C existe δ ∈ C ∩ E con ηδ (n) ∈ C ∩ E para una cantidad
infinita de n ∈ ω.
62. Demuestre el corolario 7.2.
63. Sean κ, λ, ρ, κ0 , ρ 0 , σ 0 cardinales tales que κ0 ≥ κ, λ0 ≤ λ, ρ 0 ≤ ρ y σ 0 ≤ σ.
0
Muestre que si κ − → (λ)ρσ , entonces κ0 − → (λ0 )ρσ 0 .
→ (3)22 .
64. Muestre que 6 −
→ (3)22 .
65. Construya una partición adecuada para mostrar que 5 6−
66. Un subconjunto A ⊆ ω es relativamente grande si |A| ≥ mín A. Es-

cribimos n − → (m)kl si para toda coloración f : [n]k −
→ l existe un con-
junto homogéneo relativamente grande de tamaño al menos m. Demuestre
que [Harrington-Paris] para toda m, k, l ∈ N \ {0} existe n ∈ N tal que

n− → (m)kl .
Q
67. Si µ ≥ ℵ0 y X = i∈I Xi con |Xi | ≥ 2 para i ∈ I, |I| > 2µ , muestre que
d(X) > µ.

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7. Combinatoria infinita

68. Para un cardinal infinito µ, el logaritmo de µ, log µ, es el menor cardinal β


tal que µ < 2β . Demuestre que si {Xi : i ∈ I} es una familia de espacios
con |Xi | ≥ 2 para i ∈ I, |I| ≥ ℵ0 , entonces
Y
d( Xi ) = máx{log |I|, sup{d(Xi ) : i ∈ I}}.
i∈I
69. Muestre que ω 6−→ (ω)<ω2 .
70. Sea κ un cardinal infinito, f : κ −
→ κ.
(a) Muestre que existe X ∈ [κ]κ tal que f (α) ≤ f (β) siempre que α, β ∈ X
cumplan con α < β.
(b) Muestre que si κ es regular, existe Y ∈ [κ]κ tal que f  Y es constante
o estrictamente creciente.
71. Sean T un ℵ1 -árbol y P un conjunto linealmente ordenado. T es P-
encajable si y sólo si existe una función f : T − → P que preserva el
orden. Casos importantes son cuando P = Q o P = R.
(a) Muestre que un ℵ1 -árbol T es Q-encajable si y sólo si existen antica-
denas An , n < ω, de T tales que
[
T = An .
n<ω
(b) Muestre que si un ℵ1 -árbol T es R-encajable, T es un árbol de Aronszajn
pero no de Souslin. [Sugerencia: Use el inciso (a).]
(c) Construya un ℵ1 -árbol Q-encajable. [Sugerencia: Use el árbol con-
struido en el teorema 8.7].
(d) Muestre que ♦ implica la existencia de un árbol R-encajable que no es
Q-encajable.
72. Dado un cardinal singular κ, construya un κ-árbol sin ramas cofinales.
73. Sea δ un ordinal límite. Una coloración de [δ]2 es una función de [δ]2 a
algún conjunto finito C “de colores”. La coloración es aditiva si existe
una función π : C × C − → C tal que si a < b < c en δ entonces
f (a, c) = π(f (a, b), f (b, c)). Muestre que si f es una coloración aditiva
de [δ]2 , entonces existe un subconjunto cofinal de δ que es f -indiscernible.
74. Demuestre el lema 11.9. [Sugerencia: Utilice la proposición 9.10.11].

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CAPÍTULO 8

Relativización y absolutez

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8. Relativización y absolutez

En este capítulo trabajaremos principalmente con el lenguaje LTC. Primero


estudiaremos las fórmulas del lenguaje desde el punto de vista de su validez en
diversos modelos de la teoría. Para ello debemos describir cómo relativizar
una fórmula a un modelo, con lo que podemos establecer la validez de la
fórmula en diversas estructuras. Este proceso es necesario pues los modelos
de ZFE generalmente no son conjuntos sino clases propias. Como aplicación,
estudiamos la relativización de nociones como cardinalidad, cofinalidad, etc.
También se estudia la relativización de los axiomas de ZFE, lo que nos permitirá
demostrar resultados de consistencia relativa. Posteriormente introducimos
ciertas clases (H(κ), OD, HOD) que sirven como modelos de ZFE o de
fragmentos suyos.
Posteriormente describiremos una clasificación de todas las fórmulas de
LTC en términos de cuantificadores, la llamada jerarquía de Levy.

1. Relativización de una fórmula respecto a un ∈-término


Un concepto importante de la teoría axiomática de conjuntos es el de rela-
tivización de LTC-una fórmula.
Con ayuda de este concepto podemos definir “modelos” de la teoría de
conjuntos cuyo universo sea un término clase y no un conjunto. Además,
podemos determinar (en algunos casos) qué propiedades se preservan al pasar
de un modelo a otro. Recuerde que un término clase es una clase de la forma
{x : φ(x)}, donde φ(x) es una LTC-fórmula.
Definición 1.1. Un ∈-término es una variable o un término clase.

Definición 1.2. Sean W un ∈-término y ϕ una fórmula de LTC tales que ϕ y


W no tienen variables libres en común. Definimos la relativización de ϕ con
respecto a W, denotada por ϕW , mediante recursión sobre la construcción de
fórmulas de LTC como sigue:
Def
˙ j )W = vi =v
1. (vi =v ˙ j
Def
2. (vi ∈ vj )W = vi ∈ vj
Def
3. (¬ψ)W = ¬ψ W
Def
4. (ψ ∧ χ)W = ψ W ∧ χ W
Def
5. (ψ ∨ χ)W = ψ W ∨ χ W
Def
6. (ψ ⇒ χ)W = ψ W ⇒ χ W

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Def
7. (∀vi ψ)W = ∀vi (vi ∈ W ⇒ ψ W )
Def
8. (∃vi ψ)W = ∃vi (vi ∈ W ∧ ψ W ).
Si Φ es un conjunto de fórmulas, entonces ΦW denota al conjunto {ϕW |ϕ ∈ Φ}.

1.1. Lema del modelo. La validez de una fórmula ϕ relativizada al término


W puede interpretarse como la validez de la fórmula ϕ en el “modelo” (W, ∈),
aunque W no es en general un conjunto; con el siguiente lema demostraremos
que si bien W no es un modelo en el sentido estricto, puesto que no es un
conjunto, se comporta como si lo fuera. Este lema será de gran relevancia en
toda la teoría posterior, y el lector debe estar seguro de entenderlo antes de
proseguir.
Lema 1.3 (Lema del modelo). Sean Φ(x1 , . . . , xn ) un conjunto finito de fór-
mulas de LTC y ϕ(x1 , . . . , xn ) una fórmula de LTC tales que Φ ` ϕ. Si W es
un término que no tiene variables en común con Φ ni con ϕ, entonces
^
ZF ` W 6= ∅ ⇒ ∀x1 ∈ W . . . ∀xn ∈ W ( ΦW ⇒ ϕW ).
Demostración. Como Φ ` ϕ, nuestra definición de derivación asegu-
ra que existen conjuntos de fórmulas Φ0 , . . . , Φn−1 y fórmulas ϕ0 , . . . , ϕn−1
tales que Φn−1 = Φ, ϕn−1 = ϕ y para 1 ≤ i ≤ n − 1, Φi ` ϕi . Supongamos
que Φi = Φi (yi0 , . . . , yimi ) y ϕi = ϕi (zi0 , . . . , zini ). Podemos suponer, sin
perder generalidad, que W no tiene variables en común con Φi ni con ϕi .
Vamos a demostrar por inducción fuerte sobre i que
ZF ` W 6= ∅ ⇒
^
∀yi1 ∈ W . . . ∀yimi ∈ W∀zi1 ∈ W, . . . ∀zini ∈ W ( ΦW W
i ⇒ ϕi ).
La hipótesis de inducción es para toda j < i. Hay que analizar varios casos de
acuerdo con la manera en que se obtuvo Φi ` ϕi .
• Φi ` ϕi es instancia de la regla de inicio (RI), es decir, ϕi pertenece a Φi o
ϕi ≡ vk =v ˙ k )W = vk =v
˙ k . En cualquier caso la prueba es trivial, pues (vk =v ˙ k
W
o ϕi pertenece a Φ . W

• Φi ` ϕi es instancia de alguna de las reglas ∧1, ∧2, ∧3, ¬1, ¬2 o =. Como


ejemplo veamos el caso de la regla ¬1. En tal caso existen j, k < i tales que
ϕk = ¬ϕj y Φi ` ϕj , Φi ` ¬ϕj . La hipótesis de inducción nos permite
V V W
concluir que ΦW i ⇒ ϕj y
W Φ ⇒ ¬ϕjW , y como ϕjW ∧ ¬ϕjW ⇒ ϕkW ,
V W i W
entonces deducimos que Φi ⇒ ϕk .

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8. Relativización y absolutez

• Φi ` ϕi es instancia de alguna de las reglas ∀1, ∀2. Observemos primero


que si tenemos dos fórmulas ψ(v1 , . . . , vr ), χ(u, u1 , . . . , uk ), entonces
∀v1 ∈ W . . . ∀vr ∈ W∀u1 ∈ W . . . ∀uk ∈ W (ψ ⇒ ∀u ∈ W χ) implica que
∀v1 ∈ W . . . ∀vr ∈ W∀u1 ∈ W . . . ∀uk ∈ W∀u ∈ W (ψ ⇒ χ), puesto
que u no está libre en ψ.
Analicemos el caso de la regla ∀1. Existen j < i y χ ≡ χ(zi1 ,
. . . , zi(ni −1) , z) tales que ϕj = ∀zχ y ϕi = χ{z/zin1 }, donde zini no
figura acotada en χ. Por la hipótesis de inducción podemos V W
concluir que
∀yi1 ∈ W . . . ∀yimi ∈ W∀zi1 ∈ W, . . . ∀zi(ni −1) ∈ W ( Φi ⇒ (∀zχ)W )
y como (∀zχ)W ≡ ∀z ∈ Wχ W , utilizando la observación anterior
concluimos que ∀yi1 ∈ W . . . ∀yimi ∈ W∀zi1 ∈ W, . . . ∀zi(ni −1) ∈ W∀z ∈
V
W ( ΦW W
i ⇒ χ ), lo cual es claramente equivalente a
∀yi1 ∈ W . . . ∀yimi ∈ W∀zi1 ∈ W, . . . ∀zi(ni −1) ∈ W∀zini ∈ W
^
( ΦW W
i ⇒ χ {z/zini }),
que es lo que se quiere demostrar.
Los casos restantes se dejan al lector.
En presencia del lema del modelo podemos abusar de la notación y escribir
hW, ∈i |= ϕ en lugar de ϕW .
Puesto que W se comporta como un modelo de la lógica de primer orden,
podemos demostrar una afirmación del tipo ϕW mostrando “dentro de W” la
afirmación ϕ. Expliquemos esto formalmente.
Lema 1.4. Sean W un término transitivo, χ(~x) una fórmula y ~y ∈ W. Si existe
un conjunto T de enunciados y un conjunto finito Φ(~x) de fórmulas tales que
T W , Φ(~y)W y T ∪ Φ(~x) ` χ(~x), entonces χ(~y)W .
Demostración. Sea T0 ⊆ T unVsubconjunto finito tal que T0 ∪ Φ(~x) `
χ(~x). El lema del modelo implica
V
que (T0 ∪Φ(~x))W ⇒ χ(~x)W para toda ~x ∈ W
y como T0 , entonces tenemos Φ(~x)W ⇒ χ(~x)W para toda ~x ∈ W. Además,
W

como Φ(~y)W , podemos concluir que χ(~y)W .


1.2. Relativización de los axiomas de ZFE. En esta sección investigamos
en qué condiciones se cumplen los axiomas de ZFE en los “modelos” hW, ∈i.
Estamos interesados en términos clase transitivos.
Lema 1.5. Sean W 6= ∅ un término clase transitivo, x ∈ W y ϕ, ψ LTC-
fórmulas. Entonces

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(a) x ∩ W = x;
(b) ∀y ((y ∈ x ∧ ϕ) ⇒ ψ) ⇔ ∀y ∈ W ((y ∈ x ∧ ϕ) ⇒ ψ);
(c) ∃y (y ∈ x ∧ ϕ) ⇔ ∃y ∈ W (y ∈ x ∧ ϕ).

Demostración. (a) Como W es transitivo, se sigue que para x ∈ W,


x ⊆ W, lo cual implica x ∩ W = x.
(b) es consecuencia inmediata de (a), ya que y ∈ x ⇔ y ∈ W ∧ y ∈ x.
(c) es análogo a (b).
Las condiciones necesarias y suficientes para la validez de los axiomas de
ZFE en un término clase transitivo se exponen en el siguiente teorema:
Teorema 1.6 (ZF ). Sea W 6= ∅ un término clase transitivo. Entonces
(a) ExW .
(b) ExtW .
(c) ParW ⇔ ∀a ∈ W ∀b ∈SW {a, b} ∈ W.
(d) (Unión)W ⇔ ∀a ∈ W a ∈ W.
(e) ~ ), entonces
Si ψ es la instancia de Comp construida con la fórmula ϕ(x, w
w ∈ W ∀a ∈ W {x ∈ a | ϕW (x, w
ψ W ⇔ ∀~ ~ )} ∈ W
(f) PotW ⇔ ∀a ∈ W Pot(a) ∩ W ∈ W.
(g) Inf W ⇔ ∃a ∈ W (∅ ∈ a ∧ ∀x ∈ a (x + 1 ∈ a))
En particular: ω ∈ W ⇒ Inf W e [(Inf W ∧ CompW ) ⇒ ω ∈ W].
(h) ReempW se cumple si y sólo si para cada LTC-fórmula ϕ(x, y, w
~ ) se tiene
que:
∀~
w∈W (∀x, y, y0 ∈ W (ϕW (x, y, w
~ ) ∧ ϕW (x, y0 , w
~ ) ⇒ y = y0 )

⇒ ∀a ∈ W {y | ∃x ∈ a ϕW (x, y, w
~ )} ∩ W ∈ W).
(i) FundW . Es decir, si ψ es una instancia de Fund, entonces ψ W .
(j) Axioma de elección:
AE W ⇔ ∀a ∈ W (∅ ∈
/ a ∧ ∀x, y ∈ a (x 6= y ⇒ x ∩ y = ∅))

⇒ ∃b ∈ W ∀x ∈ a ∃z (b ∩ x = {z}).

Demostración. (a) Tenemos que ExW ⇔ ∃x ∈ W ∀y ∈ W (y ∈ / x);


usando el lema 1.5(a) podemos escribir ∀y ∈ W y ∈ / x, es decir,
/ x ⇔ ∀y y ∈

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8. Relativización y absolutez

∀y ∈ W y ∈ / x ⇔ x = ∅; por lo tanto, tenemos ExW ⇔ ∃x ∈ W (x = ∅), así


que basta demostrar que ∅ ∈ W. Para esto demostraremos antes que
(1) x 6= ∅ ⇒ ∅ ∈ CT (x).1
demostraremos (1) mediante ∈-inducción.
Sea x ∈ V ; si x = ∅, no hay nada que demostrar. Si no, sea y ∈ x. Si
y = ∅, (1) queda demostrado; en otro caso, como y 6= ∅ entonces, por hipótesis
de inducción, ∅ ∈ TC(y) y como TC(y) ⊆ TC(x), (1) queda demostrado.
Tomemos ahora x ∈ W; si x = ∅, ya acabamos; si x 6= ∅ , por (1),
∅ ∈ TC(x) ⊆ W, de donde ∅ ∈ W y (a) queda demostrado.
(b) Tenemos ExtW ⇔ ∀a, b ∈ W (a = b ⇔ ∀x ∈ W (x ∈ a ⇔ x ∈ b)) y
por el lema 1.5(b), se sigue que, para a, b ∈ W
∀x ∈ W (x ∈ a ⇔ x ∈ b) ⇔ ∀x (x ∈ a ⇔ x ∈ b)
de donde deducimos
ExtW ⇔ ∀a, b ∈ W (a = b ⇔ a ⊆ b ∧ b ⊆ a);
como estamos en presencia de ZF , esto último se satisface por Ext, por lo
que (b) queda demostrado.
(c) ParW ⇔ ∀a, b ∈ W ∃c ∈ W ∀x ∈ W (x ∈ c ⇔ x = a ∨ x = b). Del
lema 1.5(b) se sigue
∀x ∈ W (x ∈ c ⇔ x = a ∨ x = b) ⇔ ∀x (x ∈ c ⇔ x = a ∨ x = b),
para a, b, c ∈ W. Además, el lado izquierdo de esta equivalencia significa que
c = {a, b}; por lo tanto,
ParW ⇔ ∀a ∈ W ∀b ∈ W {a, b} ∈ W
y (c) queda demostrado.
(d) Se tiene (Unión)W ⇔ ∀a ∈ W ∃b ∈ W ∀x ∈ W (x ∈ b ⇔ ∃y ∈
W (y ∈ a ∧ x ∈ y)). Con ayuda del lema 1.5, se sigue que para a, b ∈ W:
∀x ∈ W (x ∈ b ⇔ ∃y ∈ W (y ∈ a ∧ x ∈ y)) ⇔
∀x (x ∈ b ⇔ ∃y (y ∈ a ∧ x ∈ y))
S
y el lado izquierdo de esta bicondicional es equivalente a b = a. Por lo tanto,
[
W
(Unión) ⇔ ∀a ∈ W a∈W
1
Recuerde que la cerradura transitiva CT (x) de x es el mínimo conjunto transitivo que
contiene a x.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

y (d) queda demostrado.


(e) De la definición de ψ se sigue que
w∀a∃b∀x (x ∈ b ⇔ x ∈ a ∧ ϕ(x, w
ψ ⇔ ∀~ ~ )),
de manera que si relativizamos, obtenemos
w ∈ W∀a ∈ W∃b ∈ W∀x ∈ W (x ∈ b ⇔ x ∈ a ∧ ϕW (x, w
ψ W ⇔ ∀~ ~ ))
y en vista del lema 1.5(b), en el lado derecho de esta equivalencia se tiene
∀x (x ∈ b ⇔ ψ), que significa precisamente b = {x | ψ} = {x ∈ a |
ϕW (x, w
~ )}, por lo que (e) queda demostrado.
(f) Es análogo a (e), con la equivalencia
PotW ⇔ ∀a ∈ W∃b ∈ W∀x ∈ W (x ∈ b ⇔ ∀y ∈ W (y ∈ x ⇒ y ∈ a)).
(g) Inf W es equivalente a
∃a ∈ W(∃x ∈ W (x ∈ a ∧ ∀y ∈ W y ∈
/ x) ∧ ∀x ∈ W(x ∈ a ⇒
∃y ∈ W (y ∈ a ∧ ∀z ∈ W (z ∈ y ⇔ z = x ∨ z ∈ x)));
además, mediante el lema 1.5(c) y lo que probamos para ExW , concluimos que
∃x ∈ W (x ∈ a ∧ ∀y ∈ W y ∈
/ x) ⇔ ∃x (x ∈ a ∧ x = ∅),
es decir, ∅ ∈ a. Aplicamos de nuevo el lema 1.5(b) y (c), para deducir que si
a ∈ W entonces
∀x ∈ W (x ∈ a ⇒ ∃y ∈ W (y ∈ a ∧ ∀z ∈ W (z ∈ y ⇔ z = x ∨ z ∈ x)))
⇔ ∀x (x ∈ a ⇒ ∃y (y ∈ a ∧ ∀z (z ∈ y ⇔ z = x ∨ z ∈ x)));
pero el lado izquierdo de la bicondicional equivale a ∀x ∈ a (x + 1 ∈ a); por
lo tanto,
Inf W ⇔ ∃a ∈ W (∅ ∈ a ∧ ∀x ∈ a (x + 1 ∈ a)).
De aquí resulta inmediato que ω ∈ W implica Inf W .
Supongamos ahora que Inf W + CompW . Sea a ∈ W tal que ∅ ∈ a y
a es cerrado bajo la función sucesor x + 1. Sea s(x) ≡ ∃y ∈ x ∀z ∈
x (z ∈ y ∨ z = y) la fórmula que afirma que x es un sucesor; con
ayuda de 1.5(a) tenemos que s(x)W ⇔ s(x) para cualquier x ∈ W. Sea
ψ(x) ≡ x=∅ ˙ ∨ (s(x) ∧ ∀y ∈ x (y 6= ∅ ⇒ s(y)), a partir de que sW ⇔ s y
del lema 1.5(a) deducimos que ψ(x)W ⇔ ψ(x) para cualquier x ∈ W, por lo
que
ω = {n | ψ(n)} = {n ∈ a | ψ(n)} = {n ∈ a | ψ W (n)} ∈ W,

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8. Relativización y absolutez

donde la última afirmación de pertenencia se debe a que CompW . Así, (g) queda
demostrado.
(h) Sea ϕ(x, y, w~ ) una LTC-fórmula y ψ la instancia de Reemp construida
con ϕ. Al relativizar obtenemos lo siguiente:

w ∈ W(∀x, y, y0 ∈ W (ϕW (x, y, w


ψ W ⇔ ∀~ ~ ) ∧ ϕW (x, y0 , w
~ ) ⇒ y = y0 )
⇒ ∀a ∈ W ∃b ∈ W ∀y ∈ W (y ∈ b ⇔ ∃x ∈ a ∩ W ϕW (x, y, w
~ ))).

En vista del lema 1.5(a) tenemos a ∩ W = a; además, con la definición de b en


el consecuente de la implicación principal del lado derecho de la equivalencia,
obtenemos

ψ W ⇔ ∀~ ~ ) ⇒ y = y0 )
~ ) ∧ ϕW (x, y0 , w
w ∈ W(∀x, y, y0 ∈ W (ϕW (x, y, w
⇒ ∀a ∈ W {y | ∃x ∈ a ϕW (x, y, w
~ )} ∩ W ∈ W),

por lo que (h) queda demostrado.


(i) Sea ψ la instancia de Fund obtenida con ϕ(x, w
~ ), es decir,

w (∃x ϕ(x, w
ψ ⇔ ∀~ ~ ) ⇒ ∃x (ϕ(x, w
~ ) ∧ ∀y ∈ x ¬ϕ(y, w
~ ))).

Sea ψ0 la instancia de Fund construida con la fórmula x ∈ W ∧ w ~ ∈


W ∧ ϕW (x, w ~ ). Observe que para y ∈ x ∈ W y w ~ ∈ W se cumple que
¬(x ∈ W ∧ w ~ ∈ W ∧ ϕW (x, w ~ )) ⇔ ¬ϕW (y, w
~ ). Ahora utilizamos lo anterior
en la definición de ψ0 para concluir que

w ∈ W (∃x ∈ W ϕW (x, w
ψ0 ⇔ ∀~ ~)
~ ) ∧ ∀y ∈ x ¬ϕW (y, w
⇒ ∃x ∈ W (ϕW (x, w ~ ))));

pero el lado derecho de la equivalencia es precisamente ψ W , de modo que


ψ W ⇔ ψ0 y como ψ0 es válida por Fund, (i) queda demostrado.
(j) AE W es equivalente a

∀a ∈ W ∃b ∈ W((∀x ∈ W (x ∈ a ⇒ ∃y ∈ W y ∈ x) ∧
∀x ∈ W∀y ∈ W ((x ∈ a ∧ y ∈ a ∧ x 6= y) ⇒ ¬∃z ∈ W (z ∈ x ∧ z ∈ y)))
⇒ ∀x ∈ W (x ∈ a ⇒ ∃y ∈ W (y ∈ x ∧ y ∈ b ∧
∀z ∈ W ((z ∈ x ∧ z ∈ b) ⇒ z = y)))).

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A través de múltiples aplicaciones del lema 1.5(b) y (c) se sigue de manera


análoga al análisis para Inf W que la fórmula anterior es equivalente a

∀a ∈ W ∃b ∈ W((∀x (x ∈ a ⇒ ∃y y ∈ x) ∧
∀x∀y ((x ∈ a ∧ y ∈ a ∧ x 6= y) ⇒ ¬∃z (z ∈ x ∧ z ∈ y))) ⇒
∀x (x ∈ a ⇒ ∃y (y ∈ x ∧ y ∈ b ∧ ∀z ((z ∈ x ∧ z ∈ b) ⇒ z = y)))).
Pero esto último es válido por AE , de manera que (j) queda demostrado. Con
lo cual el teorema queda probado.

A continuación analizaremos la jerarquía de von Neumann con ayuda


del teorema 1.6, es decir, veremos qué se necesita para que un estrato de la
jerarquía sea modelo de algunos axiomas de ZFE. Por ejemplo, se sabe que
Vω es modelo de ZFE −Inf, de manera que el razonamiento ingenuo diría
que basta subir un estrato y habremos conseguido un modelo de ZFE. El
problema es que Vω+1 no valida Reemp; es más, como veremos más adelante,
la condición para que un estrato sea modelo de Reemp es que su índice sea un
cardinal (fuertemente) inaccesible, pero si I es la afirmación “existe un cardinal
(fuertemente) inaccesible”, entonces demostraremos Con(ZFE) ⇒ Con(ZFE
+¬I), donde Con(T) significa que T es consistente. Así que el problema no es
nada trivial.
Para demostrar la validez de Reemp en la jerarquía de von Neumman,
necesitaremos el siguiente lema.

Lema 1.7. Sea κ un cardinal fuertemente inaccesible. Entonces


∀β < κ (|Vβ | < κ).

Demostración. Por inducción transfinita hasta κ. β = 0. Es trivial,


|V0 | = 0 < κ
β = γ + 1. Sea λ = |Vγ |. Por la hipótesis de inducción se sigue que λ < κ,
lo que junto con la inaccesibilidad de κ propicia 2λ < κ. En consecuencia,
|Vβ | = |Pot(Vγ )| = 2λ < κ.
Def
Lím(β). Para γ < β, hacemos λγ = |Vγ | y como β < κ, entonces λγ < κ
(por HI). Además, κ es regular, por lo que Σγ<β λγ = |β| · supγ<β λγ < κ. Por

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8. Relativización y absolutez

consiguiente, [
|Vβ | = | λγ | < κ,
γ<β
con lo que el lema queda demostrado.
Pasamos ahora al análisis anunciado.
Teorema 1.8 (ZFE ). Sea α ∈ OR, α > 0. Entonces:
(a) ExVα , ExtVα , (Unión)Vα , CompVα , FundVα y AE Vα
(b) Si α > ω, entonces Inf Vα .
(c) Si lím(α), entonces ParVα y PotVα .
(d) Si α = ω o α es un cardinal inaccesible, entonces ReempVα .
Demostración. Nos serviremos del teorema 1.6. (a) Por la transitividad
de Vα se sigue inmediatamenteSExVα , ExtVα y FundVα . Para demostrar (Unión)Vα
fijemos α ∈ Vα . Si y ∈ a, existe x ∈ a tal que y ∈ x, por lo que
rg(y) < rg(x) < rg(a) y esto implica rg(y) + 1 ≤ rg(a). Podemos entonces
afirmar que
[ [
rg( a) = sup {rg(y) + 1 | y ∈ a} ≤ rg(a) < α,
S S
por lo que rg( a) < α, es decir, a ∈ Vα . Por lo tanto, (Unión)Vα , debido al
teorema 1.6.
La validez de CompVα se obtiene así: sean a, w ~ ∈ Vα y ϕ(x, w
~ ) una fórmula
de LTC. Como {x ∈ a | ϕ (x, w Vα ~ )} ⊆ a, entonces rg({x ∈ a | ϕVα (x, w~ )}) ≤
V
rg(a) < α, es decir, {x ∈ a | ϕ (x, w
α ~ )} ∈ Vα .
Para demostrar AE Vα fijemos a ∈ Vα como un conjunto no vacío de
conjuntos ajenos. Por AE existe un b ∈ V tal que b tiene, con cada elemento
de a, uno y sólo un elemento en común. Para eliminar de b todos los elementos
Def S
“inútiles” ( aquellos que no son elementos de a) hacemos b0 = {x∩b | x ∈ a}.
Entonces b0 es un conjunto que tiene S
exactamente un elemento en comúnS
con
cada elemento de a; además b0 ⊆ a, de lo cual se sigue rg(b0 ) ≤ rg( a) ≤
rg(a) < α. Así que b0 ∈ Vα y AE Vα queda demostrado.
(b) Si α > ω entonces ω ∈ Vα , pues ω ∈ Vω+1 ⊆ Vα , por lo que Inf Vα .
(c) Supongamos que lím(α). Sean a, b ∈ Vα , por lo que rg(a), rg(b) < α;
esto implica que rg(a) + 1, rg(b) + 1 < α, por ser α límite. Así que
rg({a, b}) = máx {rg(a) + 1, rg(b) + 1} < α
y con esto {a, b} ∈ Vα , es decir, ParVα .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Por otra parte,


rg(Pot(a) ∩ Vα ) ≤ rg({x | x ⊆ a})
= sup {rg(x) + 1 | x ⊆ a} < rg(a) + 1 < α,
donde la penúltima desigualdad se debe a que rg(x) ≤ rg(a). De este modo,
Pot(a) ∩ Vα ∈ Vα . Por lo tanto, PotVα .
(d) Supongamos ahora que α es un cardinal fuertemente inaccesible.
Fijemos una fórmula ϕ(x, y, w ~ ∈ Vα tal que
~ ) de LTC y w
∀x, y, y0 (ϕVα (x, y, w ~ ) ⇒ y = y0 ).
~ ) ∧ ϕVα (x, y0 , w
Sea a ∈ Vα . Entonces existe β < α con a ∈ Vβ . Puesto que ϕVα se
comporta como función, existe para cada x ∈ a a lo sumo un y(x) ∈ Vα
tal que ϕVα (x, y(x), w
~ ); en caso de que para alguna x no exista tal y hacemos
y(x) = ∅. Sea τ(x) = rg(y(x)). Se tiene τ(x) < α y se sigue que
rg({y | ∃x ∈ a ϕVα (x, y, w
~ )} ∩ Vα ) ≤ rg({y(x) | x ∈ a})
= sup {τ(x) + 1 | x ∈ a}.
Ahora utilizamos el lema 1.7: dado que a ⊆ Vβ , se concluye |a| < α y por la
regularidad de α se sigue que
sup {τ(x) + 1 | x ∈ a} < α.
~ )} ∩ Vα ∈ Vα , lo cual valida ReempVα .
Por lo tanto, {y | ∃x ∈ a ϕVα (x, y, w
Para el caso α = ω se argumenta de manera análoga.
Corolario 1.9. Es válido (ZFE − Inf)Vω . Si κ es un cardinal fuertemente
inaccesible, entonces ZFEVκ .
A continuación obtenemos el resultado anunciado acerca de cardinales
fuertemente inaccesibles.
Teorema 1.10. La existencia de cardinales fuertemente inaccesibles no es
demostrable en ZFE . Más aún, no es posible mostrar que la existencia de
cardinales fuertemente inaccesibles sea consistente con ZFE . Esto es, si
Def
I = ∃κ (κ fuertemente inaccesible), entonces:
(a) ZFE 0 I.
(b) Con(ZFE) ⇒ Con(ZFE + ¬I).
(c) ZFE 0 Con(ZFE) ⇒ Con(ZFE + I).

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8. Relativización y absolutez

Demostración. Probaremos esto con ayuda del segundo teorema de


incompletud de Gödel.
(a) Se tiene ZFE ` ∀κ (κ fuertemente inaccesible ⇒ ZFEVκ ). Suponga-
mos que ZFE ` I. Sea κ0 = mín {κ | κ es fuertemente inaccesible}; entonces
ZFE ` κ0 es fuertemente inaccesible, por lo que se concluye ZFE ` ZFEVκ0 ,
es decir, ZFE ` Con(ZFE), lo que contradice el teorema de incompletud de
Gödel.
(b) Es inmediato de (a).
(c) Supongamos lo contrario. En tal caso, del corolario 1.9 se concluye que
ZFE + I ` ZFEVκ .
Por lo tanto, ZFE + I ` Con(ZFE), lo cual, junto con la hipótesis de que
ZFE ` [Con(ZFE) ⇒ Con(ZFE + I)],
nos lleva a
ZFE + I ` Con(ZFE + I),
contradiciendo nuevamente el segundo teorema de incompletud de Gödel.

Observe que de (c) se sigue que es desconocido (y esperamos que así


permanezca) si ZFE + I es consistente.

2. Absolutez de fórmulas
Para transmitir el concepto de subestructura elemental a modelos clase de LTC-
teorías, introducimos el concepto de fórmula absoluta.
Intuitivamente, una fórmula es absoluta si lo que expresa no cambia de
significado al interpretarla en diferentes modelos. Considere por ejemplo la
siguiente versión del axioma de infinito:
∃x (0 ∈ x ∧ ∀y ∈ x(s(y) ∈ x)).
En él tenemos dos nociones previamente definidas que son 0 y s(x). La intuición
nos dice que el axioma es cierto en Vω+1 (si tomamos x = ω) y es falso en
Vω , pero la prueba rigurosa requiere que nos cercioremos si 0 y s(x) significan
lo mismo en Vω+1 y Vω que en V . Si esto sucede diremos que 0 y s(x) son
nociones absolutas. En esta sección desarrollamos este concepto de manera
formal.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Definición 2.1. Sean W, W 0 ∈-términos y ϕ(x1 , . . . , xn ) una LTC-fórmula que


no tiene variables en común con W ni con W 0 . Decimos que ϕ es W − W 0 -
absoluta si
0
∀x1 . . . ∀xn (ϕW (x1 , . . . , xn ) ⇔ ϕW (x1 , . . . , xn )).
En particular, a las fórmulas W − V -absolutas las llamamos simplemente W-
absolutas.
Observe que una fórmula ϕ(x1 , . . . , xn ) de LTC es W-absoluta si y sólo si
∀x1 , . . . , xn ∈ W (ϕW ⇔ ϕ).

Si W ⊆ W 0 y sustituimos las variables libres de ϕ con parámetros x1 , . . . , xn


de W, entonces la W − W 0 -absolutez de ϕ significa precisamente que
hW, ∈i |= ϕ[x1 , . . . , xn ] ⇔ hW 0 , ∈i |= ϕ[x1 , . . . , xn ].
Como primer resultado concerniente al concepto de absolutez, enunciamos
el siguiente lema, cuya demostración queda al lector.
Lema 2.2. Sean W, W 0 términos clase tales que W ⊆ W 0 , Γ un conjunto de
enunciados de LTC y φ, ψ fórmulas de LTC tales que M, N son modelos de Γ y
Γ ` ∀~x(φ(~x) ↔ ψ(~x)).
Con estas hipótesis, φ es W − W 0 -absoluta si y sólo si ψ lo es.
Demostración. Ejercicio.
¿Qué fórmulas son absolutas? La primera respuesta la proporciona el
siguiente lema
6 W ⊆ W 0 ∈-términos. Entonces:
Lema 2.3. Sean ∅ =
(a) Las fórmulas atómicas son W − W 0 -absolutas.
(b) Si ϕ, ψ son W − W 0 -absolutas, entonces ¬ϕ y ϕ ∧ ψ también lo son, por lo
que ϕ ∨ ψ, ϕ ⇒ ψ y ϕ ⇔ ψ son W − W 0 -absolutas.
(c) Si W es transitivo y ϕ es W − W 0 -absoluta, también lo es ∀x ∈ y ϕ; por
consiguiente, ∃x ∈ y ϕ es W − W 0 -absoluta.
0
Demostración. (a) Es claro, pues ϕW ≡ ϕ ≡ ϕW .
0
(b) De las hipótesis se sigue que ∀x1 , . . . , xn ∈ W (¬(ϕW ) ⇔ ¬(ϕW )), lo
cual, por definición de relativización, equivale a ∀x1 , . . . , xn ∈ W ((¬ϕ)W ⇔

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8. Relativización y absolutez

0 0 0
(¬ϕ)W ). Análogamente, tenemos ∀x1 , . . . , xn ∈ W (ϕW ∧ ψ W ⇔ ϕW ∧ ψ W ),
0
es decir, ∀x1 , . . . , xn ∈ W ((ϕ ∧ ψ)W ⇔ (ϕ ∧ ψ)W ).
(c) Primero observe que, debido a la transitividad de W, se cumple
y ∈ W ⇒ y ∩ W = y ∩ W 0. (1)
Sean ϕ ≡ ϕ(x, y, ~z) y y, ~z ∈ W. Entonces
(∀x ∈ y ϕ(x, y, ~z))W ⇔ ∀x ∈ y ∩ W ϕ(x, y, ~z)W
0
⇔ ∀x ∈ y ∩ W ϕ(x, y, ~z)W
(por la W − W 0 -absolutez de ϕ)
0
⇔ ∀x ∈ y ∩ W 0 ϕ(x, y, ~z)W (por (1))
0
⇔ (∀x ∈ y ϕ(x, y, ~z))W .

El lema muestra que, respecto a la absolutez, las fórmulas de LTC que


juegan un papel importante son aquellas cuyos cuantificadores están acotados
por conjuntos, es decir, las fórmulas Σ0 que pronto se definirán formalmente
(véase la Sec. 8); por el momento tenemos el siguiente corolario:
Corolario 2.4. Sean W, W 0 términos, W 6= ∅, W ⊆ W 0 y W transitivo.
Entonces cada fórmula Σ0 que no tiene variables en común con W ni con
W 0 es W − W 0 -absoluta.
En realidad podemos debilitar este último resultado a fórmulas ΣT0 , es decir,
fórmulas ϕ equivalentes a fórmulas Σ0 según T; esto es, fórmulas tales que
T ` ∀~x (ϕ ⇔ ψ), donde ψ es una fórmula Σ0 . Esto lo asegura el siguiente
teorema.
Teorema 2.5 (TEC ). Sean W, W 0 , ∈-términos, W ⊂ W 0 , W 6= ∅, W
0
transitivo y T un conjunto de fórmulas que contiene a TEC tal que T W , T W .
Entonces, cada ΣT0 -fórmula que no comparte variables con W ni con W 0 es
W − W 0 absoluta.
Demostración. Sean ϕ(~x) una ΣT0 -fórmula, ψ(~x) una Σ0 -fórmula tales
que T ` ∀~x (ϕ ⇔ ψ) y Ψ un subconjunto finito de T tal que Ψ ` ∀~x (ϕ ⇔ ψ).
Aplicamos el lema del modelo para lograr
^
(ΨW ) ⇒ ∀~x ∈ W (ϕW ⇔ ψ W )

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

así como ^ 0 0 0
(ΨW ) ⇒ ∀~x ∈ W 0 (ϕW ⇔ ψ W ).
V V 0
Puesto que por hipótesis (ΨW ), (ΨW ) son válidas para ~x ∈ W, se cumple
0 0
ϕW (~x) ⇔ ψ W (~x) y ϕW (~x) ⇔ ψ W (~x), de manera que
0 0
(ϕW (~x) ⇔ ψ W (~x)) ⇔ (ψ W (~x) ⇔ ϕW (~x)),
(ψ∈Σ0 )

que es lo que se quería demostrar.


Muchas fórmulas usadas frecuentemente en el lenguaje de la teoría de
conjuntos son Σ0 -fórmulas. En el lema 8.4 se dan algunos ejemplos importantes.

3. Relativización de términos respecto a términos


En un modelo clase W cada término t da lugar a un término t W , al que llamamos
interpretación de t en W.
Definición 3.1. Sea t(~x) un término y W un ∈-término tales que t y W no tienen
variables en común. Definimos la relativización t W de t a W como sigue:
(a) Si t es una variable, entonces t W = t.
(b) Si t = {v : ϕ(v, ~x)}, entonces t W = {v ∈ W : ϕW (v, ~x)}.
El siguiente lema es de gran utilidad cuando se necesita relativizar una
fórmula, y muestra que esta relativización funciona de manera adecuada.
Lema 3.2 (Lema de relativización).
Sean ϕ(u0 , . . . , un−1 , ~y) una fórmula de LTC y t0 (~x), . . . , tn−1 (~x) términos clase.
Sea W un término transitivo. Además, supongamos que ti y ϕ no tienen
variables en común con W. Entonces
∀~x ∀~y ∈ W (ϕ(t0 , . . . , tn−1 , ~y)W ⇔ ϕW (t0W , . . . , tn−1
W
, ~y)).
Demostración. Por inducción sobre la construcción de términos.
Sea ti = {v : ψi (v, ~x)}.
- Base de la inducción. Hay que analizar 5 casos:
(a) ϕ ≡ y ∈ u0 .
ϕ(t0 , y)W ⇔ (y ∈ t0 )W ⇔ ψ0 (y, ~x)W
⇔ y ∈ W ∧ ψ0W (y, ~x) (observe que y ∈ W por hipótesis)
⇔ y ∈ t0W ⇔ ϕW (t0W , y).

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8. Relativización y absolutez

˙ 0.
(b) ϕ ≡ y=u
ϕ(t0 , y)W ⇔ (y = t0 )W ⇔ (∀z (z ∈ y ⇔ z ∈ t0 ))W
⇔ ∀z ∈ W ((z ∈ y)W ⇔ (z ∈ t0 )W )
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ y ⇔ z ∈ t0W ) (por el caso (a))
⇔ ∀z (z ∈ y ⇔ z ∈ t0W ) (pues t0W , y ⊆ W)
⇔ ϕW (t0W , y).
(c) ϕ ≡ u0 ∈ y. Para y ∈ W se deduce
ϕ(t0 , y)W ⇔ (t0 ∈ y)W ⇔ (∃z (z = t0 ∧ z ∈ y))W
⇔ ∃z ∈ W ((z = t0 )W ∧ z ∈ y)
⇔ ∃z ∈ W (z = t0W ∧ z ∈ y) (por el caso (b))
⇔ ∃z (z = t0W ∧ z ∈ y) (pues y ⊆ W)
⇔ ϕW (t0W , y).
(d) ϕ ≡ u0 ∈ u1 .
ϕ(t0 , t1 )W ⇔ (t0 ∈ t1 )W ⇔ (∃z (z = t0 ∧ z ∈ t1 ))W
⇔ ∃z ∈ W ((z = t0 )W ∧ (z ∈ t1 )W )
⇔ ∃z ∈ W (z = t0W ∧ z ∈ t1W ) (por los casos (a) y (b))
⇔ ∃z (z = t0W ∧ z ∈ t1W ) (pues t1 ⊆ W)
⇔ ϕW (t0W , t1W ).
(e) ϕ ≡ u0 =u
˙ 1.
ϕ(t0 , t1 )W ⇔ (t0 = t1 )W ⇔ (∀z (z ∈ t0 ⇔ z ∈ t1 ))W
⇔ ∀z ∈ W ((z ∈ t0 )W ⇔ (z ∈ t1 )W )
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ t0W ⇔ z ∈ t1W ) (por el caso (a))
⇔ ∀z (z ∈ t0W ⇔ z ∈ t1W ) (pues tiW ⊆ W)
⇔ ϕW (t0W , t1W ).
- Paso inductivo.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(a) ϕ ≡ ¬ϕ0 .
ϕ(t0 , . . . , tn−1 , ~y)W ⇔ ¬(ϕ0 (t0 , . . . , tn−1 , ~y)W )
⇔ ¬(ϕ0W (t0W , . . . , tn−1
W ,~ y)) (por H.I.)
W W W
⇔ ϕ (t0 , . . . , tn−1 , ~y).
(b) ϕ ≡ ϕ0 ∧ ϕ1 .
Es análogo al caso anterior.
(c) ϕ ≡ ∃zϕ0 (u0 , . . . , un−1 , z, ~y). Entonces para ~y ∈ W se tiene
ϕ(t0 , . . . , tn−1 , ~y)W ⇔ ∃z ∈ W (ϕ0 (t0 , . . . , tn−1 , z, ~y))W
⇔ ∃z ∈ W ϕ0W (t0W , . . . , tn−1
W , z, ~ y) (por H.I.)
W W W
⇔ ϕ (t0 , . . . , tn−1 , ~y),
con lo cual queda demostrado el teorema.
El siguiente corolario muestra que t W juega el mismo papel en W que t
en V .
Corolario 3.3. Sean Φ(~x, ~y) un conjunto de fórmulas de LTC, ϕ(u0 , . . . , un−1 ,
~y) una LTC-fórmula y t0 (~x), . . . , tn−1 (~x) términos clase. Sea W 6= ∅ un término
transitivo que no tiene variables en común con ti , Φ y ϕ. Suponga además ΦW
y
Φ ` ϕ(t0 (~x), . . . , tn−1 (~x), ~y).
Entonces
∀~x ∈ W ∀~y ∈ W ϕW (t0W , . . . , tn−1 W
, ~y).
Demostración. Usando el teorema de compacidad, podemos suponer que
Φ es finita. Mediante el lema del modelo obtenemos
^
∀~x ∈ W∀~y ∈ W ( ΦW ⇒ ϕ(t0 , . . . , tn−1 , ~y)W ).
Como ΦW , entonces el consecuente de la implicación es válido y, mediante el
lema de relativización, es igual a ϕW (t0W , . . . , tn−1
W ,~y).
Para terminar esta sección, obtenemos la relativización de algunos términos
de interés.
Lema 3.4. Sean W transitivo y x, x1 , . . . , xn , y ∈ W. Entonces:
(a) ∅SW = ∅, V S
W = W.

(b) ( x)W = x.
(c) Pot(x)W = Pot(x) ∩ W.
(d) {x1 , . . . , xn }W = {x1 , . . . , xn }.

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8. Relativización y absolutez

(e) (x, y)W = (x, y) ∩ W. Si ParW entonces (x, y)W = (x, y).
(f) (x + 1)W = x + 1.
(g) ORW = OR ∩ W.
(h) Si ω ∈ W entonces ωW = ω.
Demostración.
(a) ∅W = {x ∈ W : x 6= x} = ∅ y V W = {x ∈ W : x = x} = W.
(b)
[
( x)W = {z : ∃y (y ∈ x ∧ z ∈ y)}W
= {z ∈ W : ∃y ∈ W (y ∈ x ∧ z ∈ y)}
= {z ∈ W : ∃y (y ∈ x ∩ W ∧ z ∈ y)}
= {z : ∃y (y ∈ x ∩ W ∧ z ∈ y)}
(porque z ∈ y ∈ W ⇒ z ∈ W)
[ [
= (x ∩ W) = x.
(c)
Pot(x)W = {z : ∀y (y ∈ z ⇒ y ∈ x)}W
= {z ∈ W : ∀y ∈ W (y ∈ z ⇒ y ∈ x)}
= {z ∈ W : ∀y (y ∈ z ⇒ y ∈ x)}
(porque y ∈ z ∧ z ∈ W ⇒ y ∈ W)
= Pot(x) ∩ W.
(d) {x1 , . . . , xn }W = {z ∈ W : z = x1 ∨ . . . ∨ z = xn } = {x1 , . . . , xn }.
(e)
(x, y)W = {z : z = {x} ∨ z = {x, y}}W
= {z ∈ W : (z = {x} ∨ z = {x, y})W }
= {z ∈ W : z = {x}W ∨ z = {x, y}W }
(por el lema de relativización)
= {z ∈ W : z = {x} ∨ z = {x, y}} (por (d))
= (x, y) ∩ W.
Además, si ParW entonces {x}, {x, y} ∈ W, lo cual conduce a (x, y) ∩ W =
(x, y).
(f) (x + 1)W = {z ∈ W : z ∈ x ∨ z = x} = {z : z ∈ x ∨ z = x} = x + 1.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(g) Es fácil ver que la fórmula Trans(x) ∧ OLE(x, ∈ x) es Σ0 y, por lo


tanto, es W − V -absoluta. Se sigue que

ORW = {x : Trans(x) ∧ OLE(x, ∈ x)}W


= {x ∈ W : (Trans(x) ∧ OLE(x, ∈ x))W }
= {x ∈ W : (Trans(x) ∧ OLE(x, ∈ x))}
(por la absolutez de la fórmula que lo define)
= OR ∩ W.

(h) Sea Ind(x) la fórmula que expresa que x es inductivo. Para x ∈ W se


tiene

Ind(x)W ⇔ (∅ ∈ x ∧ ∀y (y ∈ x ⇒ y + 1 ∈ x))W
⇔ ∅W ∈ x ∧ ∀y ∈ W (y ∈ x ⇒ (y + 1)W ∈ x)
(lema de relativización)
⇔ ∅ ∈ x ∧ ∀y ∈ W (y ∈ x ⇒ y + 1 ∈ x) (por (a) y (f))
⇔ ∅ ∈ x ∧ ∀y (y ∈ x ⇒ y + 1 ∈ x) (por la transitividad de W)
⇔ Ind(x).

lo cual conduce a

ωW = {x : ∀y (Ind(y) ⇒ x ∈ y)}W
= {x ∈ W : ∀y ∈ W (Ind(y) ⇒ x ∈ y)}.

Si en esta última igualdad escogemos y = ω, obtenemos ωW ⊆ ω. Además,


de la definición de ω, (ω ⊆ W) pues ω ∈ W, se sigue inmediatamente que
ω ⊆ ωW .

Lema 3.5. Sea W transitivo tal que ParW . Sean A, B, F ∈-términos tales que
si alguno es una variable, entonces pertenece a W. Entonces,

(a) (A × B)W = AW × BW .
(b) dom(F )W = dom(F W ).
(c) ran(F )W = ran(F W )

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8. Relativización y absolutez

Demostración. (a) Tenemos que A × B = {z : ∃x, y (x ∈ A ∧ y ∈


B ∧ z = (x, y))}. Aplicamos el lema de relativización para obtener lo siguiente:
z ∈ (A × B)W ⇔ z ∈ W ∧ ∃x, y ∈ W (x ∈ AW ∧ y ∈ BW ∧ z = (x, y)W )
⇔ z ∈ W ∧ ∃x, y ∈ W (x ∈ AW ∧ y ∈ BW ∧ z = (x, y))
(pues ParW ).
⇔ ∃x, y ∈ W (x ∈ AW ∧ y ∈ BW ∧ z = (x, y))
(pues ParW ).
⇔ ∃x, y (x ∈ AW ∧ y ∈ BW ∧ z = (x, y))
(ya que AW , BW ⊆ W)
⇔ z ∈ AW × BW .

(b) Como ParW , entonces (x, y)W = (x, y) para x, y ∈ W. Así que tenemos
dom(F )W = {x : ∃y (x, y) ∈ F }W = {x ∈ W : (∃y (x, y) ∈ F )W }
= {x ∈ W : ∃y ∈ W ((x, y)W ∈ F W )}
(lema de relativización)
= {x ∈ W : ∃y ∈ W (x.y) ∈ F W }
(porque x, y ∈ {x, y} ∈ (x, y) ∈ F W ⊆ W,
implica x, y ∈ W )
= {x : ∃y (x, y) ∈ F W }
= dom(F W ).
(c) Es análogo a (b).
Corolario 3.6. Sean W, A, B, F como en el lema 3.5 y TEC W . Entonces
1. Rel(F )W ⇔ Rel(F W ).
2. Fun(F )W ⇔ Fun(F W ).
3. (dom(F ) = A)W ⇔ dom(F W ) = AW .
4. (ran(F ) ⊆ B)W ⇔ ran(F W ) ⊆ BW .
5. (F : A −→ B)W ⇔ F W : AW −→ BW . En particular, se cumple
W
(A B)W = (A )(BW ) ∩ W.
6. Si F W : AW −→ BW , entonces F (x)W = F W (x) para cualquier x ∈ AW .

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Demostración.
(a) Rel(F )W ⇔ (∀z (z ∈ F ⇒ ∃x, y (z = (x, y))))W
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ F W ⇒ ∃x, y ∈ W (z = (x, y)W ))
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ F W ⇒ ∃x, y ∈ W (z = (x, y))) (pues ParW )
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ F W ⇒ ∃x, y (z = (x, y)))
(porque x, y ∈ {x, y} ∈ z ∈ W implica x, y ∈ W )
⇔ ∀z (z ∈ F W ⇒ ∃x, y z = (x, y)) (ya que F W ⊆ W )
⇔ Rel(F W ).
(b) Análogo a (a) a partir de
Fun(F ) ⇔ Rel(F ) ∧ ∀x, y, y0 ((x, y) ∈ F ∧ (x, y0 ) ∈ F ⇒ y = y0 ).
(c) De la misma manera, a partir de
dom(F ) = A ⇔ ∀x (x ∈ A ⇔ ∃y (x, y) ∈ F ).
(d) Análogo a (c).
(e) La primera afirmación se sigue de
F : A −→ B ≡ Fun(F ) ∧ dom(F ) = A ∧ ran(F ) ⊆ B
y de lo ya demostrado. La segunda afirmación se obtiene como sigue:
(BA )W = {f ∈ W : (f : A −→ B)W }
= {f ∈ W : f W : AW −→ BW } (por la primera afirmación)
W W
= {f ∈ W : f : A −→ B } (relativización de la variable f )
(AW )
= (BW ) ∩ W
(f) Sabemos que
TEC ` (F : A −→ V ) ⇒ ∀x (x ∈ dom(F )
(1)
⇒ ∀y ((x, y) ∈ F ⇔ y = F (x)))
y usando TEC W concluimos que tal afirmación sigue siendo cierta al relativi-
zarla a W. Como (F : A −→ V )W es válida, por (e) y el lema de relativización
tenemos que
∀x ∈ W (x ∈ dom(F W ) ⇒ ∀y ∈ W ((x, y) ∈ F W ⇔ y = F (x)W )). (2)

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8. Relativización y absolutez

Tomemos x ∈ AW = dom(F W ) y sea y = F W (x), entonces por (1), con F W


en lugar de F y AW en lugar de A, se cumple que (x, y) ∈ F W . Esto implica,
usando (2), que y = F (x)W ; por lo tanto, F (x)W = F W (x).
Con lo cual se concluye la demostración.
Para terminar la sección enunciaremos un último corolario con resultados
conocidos.
Corolario 3.7. Sea W un término transitivo no vacío tal que TEC W . En-
tonces, para x, y ∈ W se cumple
(a) ∅
S
∈ W.
(b) y ∈ W.
(c) {x, y} ∈ W.
(D) (x, y) ∈ W.
(e) x + 1 ∈ W.
(f) Si además ReempW y f ∈ W, entonces dom(f ) ∈ W y ran(f ) ∈ W.

Demostración. Se deja como ejercicio al lector.

4. Absolutez de LTC-términos
Considere dos términos transitivos W, W 0 tales que W ⊆ W 0 . Si t(~x) es cualquier
otro término, entonces t(~x) define un objeto matemático conocido al “evaluar”
en el valor ~x.
0
Para ~x ∈ W también tenemos dos objetos matemáticos, t W (~x) y t W (~x). Si
para cada elección de ~x ∈ W estos dos objetos se comportan de igual forma,
diremos que el término t es W −W 0 -absoluto, donde comportarse igual respecto
a W y W 0 significa
0
(a) t W (~x) ∈ W ⇔ t W (~x) ∈ W 0 .
0
(b) t W (~x) ∈ W ⇒ t W (~x) = t W (~x).
Formalicemos este criterio:
Definición 4.1. Sean W, W 0 términos y t W (~x) un término que no tiene variables
en común con W ni con W 0 . Decimos que t es W − W 0 -absoluto si
(i) ∃y (y = t(~x)) es W − W 0 -absoluta.
(ii) y = t(~x) es W − W 0 -absoluta.
Suponemos que y no figura en W, en W 0 ni en t.

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Esta definición coincide con la motivación, como lo asegura el siguiente


lema:
Lema 4.2. Sean W, W 0 términos transitivos, con W ⊆ W 0 , entonces
t es W − W 0 -absoluto si y sólo si para todo ~x ∈ W se cumplen (a) y (b).

Demostración.
⇒ ) Sea U un término transitivo cualquiera que no comparta variables con t;
entonces
t U (~x) ∈ U ⇔ ∃y ∈ U (y = t(~x)) ⇔ (∃y (y = t(~x)))U .
Utilizamos (i), con W y W 0 en lugar de U, para lograr
0 0
t W (~x) ∈ W ⇔ (∃y (y = t(~x)))W ⇔ (∃y (y = t(~x)))W ⇔ t W (~x) ∈ W 0 .
(i)

Así hemos demostrado (a).


Para (b) sean ~x ∈ W y t W (~x) ∈ W. En vista de que tenemos t W (~x) ∈ W,
podemos concluir (∃y (y = t(~x)))W .
Sea y = t W (~x) y observe que, por (ii), la siguiente fórmula es válida:
0
y = t W (~x) ⇔ y = t W (~x).
Dado que se cumple el lado izquierdo de esta equivalencia, necesariamente
0 0
y = t W (~x), lo cual implica que t W (~x) = t W (~x).

⇐ ) Supongamos (a) y (b). Sean ~x ∈ W, y lo siguiente es válido usando el


lema de relativización y (a):
(∃y (y = t(~x)))W ⇔ ∃y ∈ W (y = t W (~x))) ⇔ t W (~x) ∈ W
0 0
⇔ t W (~x) ∈ W 0 ⇔ . . . ⇔ (∃y (y = t(~x))))W ,
(a)
por lo que se cumple (i).
Tomemos ahora y ∈ W y supongamos que (y = t(~x))W o, lo que es
0
equivalente, t W (~x) = y ∈ W. Mediante (b) deducimos t W (~x) = t W (~x) = y ∈
0
W. Por lo tanto, (y = t(~x))W , de acuerdo con el lema de relativización. Así
0
que (y = t(~x))W ⇒ (y = t(~x))W .
0 0
Supongamos ahora que (y = t(~x))W . Como t W (~x) = y ∈ W ⊆ W 0 ,
por (a) concluimos que t W (~x) ∈ W, de manera que, utilizando (b), obtenemos
0
t W (~x) = y, es decir, (y = t(~x))W . Por lo tanto, (y = t(~x))W ⇒ (y = t(~x))W y
(ii) queda demostrado.

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8. Relativización y absolutez

A continuación ejemplificamos los conceptos anteriores. Ya mostramos


que ωU = ω para cualquier término transitivo U tal que ω ∈ U, utilizando la
siguiente definición:
ω = {x : ∀y (Ind(y) ⇒ x ∈ y)}.
Ahora bien, para los términos transitivos Vα con α ∈ OR, se tiene que

 Vα si α ≤ ω;

ω =

ω si α > ω.
Puesto que si α ≤ ω, la inexistencia de elementos inductivos en Vα obliga a
que la fórmula sea válida para cualquier elemento de Vα y si α > ω, entonces,
como ω ∈ Vω+1 , concluimos que ω ∈ Vα .
En resumen:
(a) Si m ≤ n ≤ ω, entonces el término ω es Vm − Vn -absoluto ya que
ωVm ∈/ Vm , ωVn ∈/ Vn .
(b) Si m ≤ ω < α, entonces el término ω no es Vm − Vα -absoluto pues
ωVm ∈/ Vm pero ωVα ∈ Vα , lo que contradice al inciso (a) de la definición.
(c) Si ω < α < β, entonces el término ω es Vα − Vβ -absoluto debido a que
ω ∈ Vα , ωVβ ∈ Vβ y ωVα = ωVβ .

El siguiente lema proporciona algunos términos absolutos:


Lema 4.3. Sean W, W 0 términos transitivos no vacíos, con W ⊆ W 0 , tales que
0
TEC W y TEC W . Entonces los siguientes términos son W − W 0 -absolutos:
(a) ∅,
S
V
(b) y
(c) {x, y}
(d) (x, y)
(e) x+1
(f) Si además CompW , entonces dom(f ) y ran(f ) son W − W 0 -absolutos.
(g) Si además ω ∈ W o Inf W + SubW , entonces ω es W − W 0 -absoluto.

Demostración. Se deja como ejercicio al lector.

4.1. Absolutez de términos definidos por recursión. En esta sección


investigamos la absolutez de términos definidos con ayuda del esquema general
de recursión, y para ello necesitaremos del siguiente lema.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Lema 4.4 (ZF − ). Sea U un término clase transitivo no vacío tal que (ZF − )U .
Sean A, R, G términos clase y F el término canónico obtenido mediante G por
R-recursión sobre A.
Si (BF (A, R) ∧ G : A × V ⇒ V )U entonces
BF (AU , RU ), GU : AU × U ⇒ U y F U : AU ⇒ U.
Además, para cualquier a ∈ AU se cumple que
{F U (b) : bRU a} ∈ U y F (a)U = F U (a) = GU (a, {F U (b) : bRU a})
y en el caso de que a ∈ U \ AU , F (a)U = U ∈
/ U.
Demostración. (a) Por demostrar BF (AU , RU ).
(BF1) RU ⊆ AU × AU . Por hipótesis tenemos que (R ⊆ A × A)U
debido a BF (A, R)U , de manera que con ayuda de los lemas del modelo y
de relativización suceden las siguientes equivalencias:
(R ⊆ A × A)U ⇔ (∀z (z ∈ R ⇒ z ∈ A × A))U
⇔ ∀z ∈ U (z ∈ RU ⇒ z ∈ AU × AU )
⇔ ∀z (z ∈ RU ⇒ z ∈ AU × AU ) (pues RU ⊆ U)
⇔ RU ⊆ AU × AU .
Por lo tanto, RU ⊆ AU × AU .
(BF2) ∀u (u 6= ∅ ⇒ ∃x (x ∈ u∧∀y (y ∈ u ⇒ ¬yRx))). Sea u ∈ V, u 6= ∅,
y consideramos dos casos:
1. u \ AU 6= ∅. Sea x ∈ u \ AU y entonces x es un elemento RU -mínimo de
U puesto que yRU x implica x ∈ ran(RU ) ⊆ AU , de donde x ∈ AU , lo cual
es absurdo.
2. u ⊆ AU .
Sea χ el término canónico definido mediante H por R-recursión sobre A,
donde
H = {((x, f ), sup ran(f )) : x ∈ A ∧ f : x −→ OR}
∪ {((x, f ), ∅) : x ∈ A ∧ ¬(f : x −→ OR)}.
Puesto que BF(A,R), entonces, por el esquema general de recursión se
cumple, en presencia de ZF − :
χ : A −→ OR y χ(x) = sup{χ(y) : yRx} para toda x ∈ A.
Además, es cierto que
ZF − ` BF (A, R) ⇒ (χ : A −→ OR ∧ ∀x, y ∈ A (yRx ⇒ χ(y) ∈ χ(x))).

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8. Relativización y absolutez

Ahora bien, como (ZF − )U y BF (A, R)U tenemos que

χ U : AU −→ OR ∩ U ∧ ∀x, y ∈ AU (yRU x ⇒ χ U (y) ∈ χ U (x))).

Consideremos una x ∈ U de tal manera que

χ U (x) = mín {χ U (y) : y ∈ u}.

Afirmamos que x es un elemento RU -mínimo de u. De lo contrario, si


y ∈ u y yRU x entonces χ U (y) ∈ χ U (x), contradiciendo la minimalidad de
χ U (x). Por lo tanto, x es el elemento mínimo requerido.
(BF3) ∀x ({z : zRU x} ∈ V ). Como BF (A, R)U , en particular se cumple
(∀x {z : zRx} ∈ V )U y tenemos las siguientes equivalencias:

(∀x {z : zRx} ∈ V )U ⇔ ∀x ∈ U ({z : zRU x} ∈ U)


⇔ (z ∈ {z} ∈ (z, x) ∈ RU ⊆ U))
∀x ({z : zRU x} ∈ U)
(pues U ⊆ V )
⇔ ∀x ({z : zRU x} ∈ V ).

Así que BF 3 se cumple. Por lo tanto, hemos demostrado BF (AU , RU ).


(b) Queremos demostrar GU : AU × U −→ U. Es trivial, a partir de la
hipótesis (G : A × V −→ V )U , ya que

(G : A × V −→ V )U ⇒ GU : (A × V )U −→ V U ⇒ GU : AU × U −→ U.

(c) Por demostrar F U : AU −→ U. A partir del esquema general de


recursión y de la definición del término F (a), lo siguiente es válido:
ZF − ` (BF (A, R) ∧ G : A × V −→ V ) ⇒
(F : A −→ V ∧ ∀a ∈ A ∃y (y = (F (b) | bRa) ∧ F (a) = G(a, y))
∧ ∀a (a ∈
/ A ⇒ F (a) = V )).

De esta manera, utilizando las hipótesis (ZF − )U y ( BF (A, R) ∧


G : A × V ⇒ V )U , concluimos que
[F : A −→ V ∧ ∀a ∈ A ∃y (y = (F (b) | bRa) ∧ F (a) = G(a, y)) ∧
/ A ⇒ F (a) = V )]U .
∀a (a ∈

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Con ayuda del lema de relativización llegamos a


F U : AU −→ U∧
∀a ∈ AU ∃y ∈ U (y = (F (b) | bRa)U ∧ F U (a) = GU (a, y))∧
/ AU ⇒ F (a)U = U).
∀a ∈ U (a ∈
En particular, tenemos que F U : AU −→ U.
(d) Debemos mostrar que si a ∈ U, entonces (F (b) | bRa)U = (F U (b) |
bRU a).
Sea a ∈ U, y se cumplen las siguientes igualdades:
(F (b) | bRa)U = {z : ∃b, y ((bRa ∧ y = F (b) ∧ z = (b, y))}U
= {z ∈ U : ∃b, y ∈ U (bRU a ∧ y = F (b)U ∧ z = (b, y))}
(b ∈ dom(RU ) ⊆ AU = dom(F U ),
por lo que F (b)U = F U (b))
= {z ∈ U : ∃b, y ∈ U (bRU a ∧ y = F U (b) ∧ z = (b, y))}
(z = (b, y) ∈ U, pues b, y ∈ U y ParU )
= {z : ∃b, y ∈ U (bRU a ∧ y = F U (b) ∧ z = (b, y))}
(pues b, y ∈ AU ⊆ U, porque (b, y) ∈ RU ⊆ AU × AU )
= {z : ∃b, y (bRU a ∧ y = F U (b) ∧ z = (b, y))}
= (F U (b) | bRU a).
Por lo tanto, hemos demostrado lo deseado.
(e) Debemos mostrar que (F U (b) | bRU a) ∈ U. Es inmediato, usando lo
demostrado en (c) y (d).
(f) Por demostrar que si a ∈ U, entonces F (a)U = F U (a) = GU (a, (F U (b) |
U
bR a)). Pero
F (a)U = F U (a) = GU (a, (F (b) | bRa)U ) = GU (a, (F U (b) | bRU a)).
(c) (d)

(g) Queremos demostrar que si a ∈ / AUentonces F (a)U = U ∈/ U, lo que


es inmediato a partir de (c). Con lo cual queda demostrado el lema.
Ahora ya podemos demostrar el resultado anunciado sobre absolutez de
términos definidos recursivamente.
Teorema 4.5 (ZF − ). Sean W, W 0 términos transitivos no vacíos, con W ⊆
0
W 0 , tales que (ZF − )W y (ZF − )W . Sean A, R, G términos clase tales que

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8. Relativización y absolutez

(*) (BF (A, R) ∧ G : A × V −→ V )W .


0
(**) (BF (A, R) ∧ G : A × V −→ V )W .
Sea F el término canónico obtenido mediante G por R-recursión sobre A. Si
lo siguiente es válido:
(a) Las fórmulas x ∈ A, yRx son W − W 0 -absolutas.
0
(b) ∀a ∈ A ∀y ∈ W (GW (a, y) = GW (a, y)).
(c) W es cerrado respecto a R-predecesores, según W 0 ; es decir,
0
∀x ∈ W ∀y ∈ W 0 ((yRx)W ⇒ y ∈ W),
entonces el término F (a) es W − W 0 -absoluto.
Demostración. Con las hipótesis del teorema se cumplen las afirmaciones
del lema 4.4.
Primero vamos a demostrar, mediante RW -inducción, que
0
a ∈ AW ⇒ F W (a) = F W (a). (i)
Sea a ∈ AW . Como la fórmula x ∈ A es W − W 0 -absoluta, se tiene que
0
a ∈ AW y por el lema 4.4 obtenemos
0 0 0 0
F W (a) = GW (a, y) con y = (F W (b) | bRW a),
0
con lo cual se concluye que y ∈ W 0 , puesto que W 0 |= ZF − y F W (b) ∈ W 0
0 0 0
para toda bRW a. Si bRW a, entonces (bRa)W ; así, utilizando la hipótesis (c),
concluimos que b ∈ W ya que a ∈ W.
0
Como a, b ∈ W y (bRa)W , se sigue que (bRa)W , es decir, bRW a por la
absolutez de yRx. En consecuencia,
0
y = (F W (b) | bRW a)
0
(H.I. F W (b) = F W (b))
= (F W (b) | bRW a)
de donde, por el lema 4.4, y ∈ W y
0 0
F W (a) = GW (a, y) = GW (a, y) = F W (a).
(b)

Por lo tanto, (i) queda demostrado.


0
Ahora bien, si a ∈ W \ AW entonces, como W ⊆ W 0 y a ∈ / AW (por la
0
W − W 0 -absolutez de x ∈ A ) a ∈ W 0 \ AW , y el lema 4.4 nos permite concluir
que
0
F (a)W = W ∈/ W y F (a)W = W 0 ∈ / W 0.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

En conclusión, hemos demostrado que


0
(a) para todo a ∈ W (F (a)W ∈ W ⇔ F (a)W ∈ W 0 );
0
(b) para todo a ∈ W (F (a)W ∈ W ⇒ F (a)W = F (a)W ).
Así que, por el lema 4.2, el término F (a) es W − W 0 -absoluto.
Corolario 4.6 (ZF − ). Sean W, W 0 términos transitivos no vacíos, con W ⊆
0
W 0 , tales que (ZF − )W y (ZF − )W .
(a) Sea G un término clase tal que (G : OR × V −→ V )W y (G : OR × V −→
0
V )W . Sea F el término canónico obtenido mediante G por <-recursión
sobre OR. Si se cumple que
0
∀α ∈ OR ∩ W ∀y ∈ W (GW (a, y) = GW (a, y)),
entonces F (a) es W − W 0 -absoluto.
(b) Sea G un término clase tal que (G : OR × V −→ V )W y (G : OR × V −→
0
V )W . Sea F el término canónico obtenido mediante G por ∈-recursión
sobre V . Si se cumple que
0
∀a, y ∈ W (GW (a, y) = GW (a, y)),
entonces F (a) es W − W 0 -absoluto.

Demostración. Basta ver que se cumplen las hipótesis del teorema 4.5.
0
(a) Como (ZF − )W , (ZF − )W y ZF − ` BF (OR, <), entonces las hipótesis
(*) y (**) del teorema 4.5 se cumplen. Como la fórmula x ∈ OR es ΣTec 0 , la
fórmula x < y ≡ x ∈ OR ∧ y ∈ OR ∧ x ∈ y es ΣTec 0 y, por lo tanto, es
0
W − W -absoluta, es decir, se cumple la hipótesis (a) del teorema. Debido a
que ORW = OR ∩ W, también es cierta la hipótesis (b) del teorema.
0
Además, si x ∈ W, y ∈ W 0 entonces (y < x)W , lo que conlleva a
y ∈ x ∈ W; por lo tanto, y ∈ W en vista de la transitividad de W. La
hipótesis (c) se cumple.
(b) Es análogo.
Como una aplicación del teorema 4.5 demostramos que la función rango
es W − W 0 -absoluta.
Teorema 4.7 (ZF − ). Sean W, W 0 términos transitivos no vacíos, con W ⊆
0
W 0 , tales que (ZF − )W y (ZF − )W . Entonces el término rg(a) es W − W 0 -
absoluto. En particular, se tiene que rg(a) = rgW (a) ∈ W para cualquier
a ∈ W.

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8. Relativización y absolutez

Demostración. rg es el término canónico obtenido mediante G por ∈-


recursión sobre V , donde
Def
G = {((x, f ), sup ran(f )) : f : x −→ OR} ∪
{((x, f ), ∅) : ¬ (f : x −→ OR)}.
0
Puesto que (ZF − )W , (ZF − )W y ZF − ` G : V × V −→ V , se tiene que
0
(G : V × V ∈ V )W y (G : V × V ∈ V )W . En particular, GW : W × W −→ W.
Puesto que
ZF − ` y = G(x, f ) ⇔ y ∈ OR ∧
((f : x −→ y ∧ ∀z ∈ y ¬(f : x −→ z)) ∨ (¬(f : x −→ y) ∧ y = ∅))
0
y (ZF − )W,W , mediante la relativización de las fórmulas arriba citadas, para
x, f, y ∈ W obtenemos2
y = GW (x, f ) ⇔ y ∈ OR ∩ W ∧
((f : x −→ y ∧ ∀z ∈ y ¬(f : x −→ z)) ∨ (¬(f : x −→ y) ∧ y = ∅))
y
0
y = GW (x, f ) ⇔ y ∈ OR ∩ W 0 ∧
((f : x −→ y ∧ ∀z ∈ y ¬(f : x −→ z)) ∨ (¬(f : x −→ y) ∧ y = ∅)).
Por lo tanto, para x, f, y ∈ W se cumple que
0
y = GW (x, f ) ⇔ y = GW (x, f ).
Dado que GW (x, f ) ∈ W, podemos fijar y = GW (x, f ) para obtener
0
GW (x, f ) = GW (x, f ). Por último, mediante el corolario 4.6(b) obtenemos
que rg(a) es W − W 0 -absoluto.
Corolario 4.8 (ZF − ). Sea W un término transitivo no vacío, con (ZF − )W .
Entonces,
∀α ∈ OR ∩ W (VαW = Vα ∩ W).
Demostración.
VαW = {x : rg(x) < α}W = {x ∈ W : rg(x)W } = Vα ∩ W.
La última igualdad se justifica porque rg(x)W = rg(x).
2
Nótese que la fórmula h : u −→ v es W − W 0 -absoluta.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

5. Relativización y absolutez de cardinales


En esta sección investigamos el comportamiento de números cardinales respecto
a la relativización. CARD es la clase de todos los cardinales y CAR la clase de
todos los cardinales infinitos.
Teorema 5.1. Sea W un término transitivo no vacío tal que ZFEW y x ∈ W.
Entonces
biy
(a) |x|W = mı́n {α ∈ OR : ∃f ∈ W (f : x −→ α)}.
(b) ∀α ∈ OR ∩ W (ω ≤ α ⇒ ω ≤ |α|W ≤ α).
(c) CARW = {|z|W : z ∈ W ∧ |z|W ≥ ω} = {ℵW α : α ∈ OR ∩ W}.
(d) W
CARD = ω ∪ CAR . W

(e) ∀α ∈ OR ∩ W, (α+ )W = mı́n {κ ∈ CARW : κ > α}.


(f) ∀α ∈ OR ∩ W ∀κ ∈ CARW (κ = ℵW + W W
α ⇔ (κ ) = ℵα+1 ).

Demostración. (a) |x| = {β : β ∈ OR ∧ ∀α ((α ∈ OR ∧ ∃f, f :


biy
x −→ α) ⇒ β ∈ α)}. Entonces
|x|W = {β ∈ W : β ∈ ORW ∧ ∀α ∈ W ((α ∈ ORW ∧ ∃f ∈ W,
biy
f : x −→ α) ⇒ β ∈ α)}
= {β : β ∈ OR ∩ W ∧ ∀α ((α ∈ OR ∩ W ∧ ∃f ∈ W,
biy
f : x −→ α) ⇒ β ∈ α)}
biy
= mı́n {α ∈ OR ∩ W : ∃f ∈ W f : x −→ α}.
La primera igualdad se debe a la absolutez de la biyección y la segunda a
que α ∈ OR ∩ W implica α ∈ W.
Finalmente, como f ∈ W conduce a que ran(f ) ∈ W, necesariamente
α ∈ W, por lo que
biy
|x|W = mı́n {α ∈ OR : ∃f ∈ W (f : x −→ α)}.
(b) Como ZFE ` ∀α ∈ OR (ω ≤ α ⇒ ω ≤ |α| ≤ α), utilizamos los
lemas de relativización y del modelo para obtener
∀α ∈ ORW (ωW ≤ α ⇒ ωW ≤ |α|W ≤ α),
es decir, ∀α ∈ OR ∩ W (ω ≤ α ⇒ ω ≤ |α|W ≤ α).
(c) El hecho de que si α ∈ CAR entonces ZFE ` ∃x (|x| = α) implica
que |x|W ∈ W para toda x ∈ W.

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8. Relativización y absolutez

De la definición CAR = {α : ω ≤ α, ∃z (α = |z|)} obtenemos


CARW = {α ∈ W : ωW ≤ α ∧ ∃z ∈ W (α = |z|W )}
= {α : ω ≤ α ∧ ∃z ∈ W (α = |z|W )}
= { |z|W : z ∈ W ∧ ω ≤ |z|W }.
W
α : α ∈ OR ∩ W}, usamos que ZFE y que
Para demostrar que CARW = {ℵW
ZFE ` ∀κ (κ ∈ CAR ⇔ ∃α ∈ OR (κ = ℵα )).
Como ZFEW entonces, relativizando, obtenemos que
∀κ ∈ W (κ ∈ CARW ⇔ ∃α ∈ ORW (κ = ℵW
α )),
de donde se concluye inmediatamente lo deseado.
(d) El resultado se obtiene inmediatamente al relativizar la siguiente
afirmación:
ZFE ` ∀κ (κ ∈ CARD ⇔ κ < ω ∨ κ ∈ CAR).
(e) De ZFE ` ∀α ∈ OR (α+ ∈ CAR ∧ α < α+ ∧ ∀κ ∈ CAR (α < κ ≤
α+ ⇒ κ = α+ )) se sigue, con ayuda de los lemas del modelo y relativización,
que
∀α ∈ OR ∩ W ((α+ )W ∈ CARW ∧ α < (α+ )W ∧
∀κ ∈ CARW ((α < κ ≤ (α+ )W ) ⇒ κ = (α+ )W ),
es decir,
∀α ∈ OR ∩ W ((α+ )W = mı́n {κ ∈ CARW : κ > α}).
(f) En forma similar, a partir de ZFE ` ∀α ∈ OR ∀κ ∈ CAR (κ = ℵα ⇔
κ+ = ℵα+1 ).
Con lo cual queda todo demostrado.
En lo que respecta a las relaciones entre los cardinales de dos modelos,
tenemos lo siguiente.
Teorema 5.2. Sean W, W 0 términos transitivos no vacíos, con W ⊆ W 0 , tales
0
que ZFEW y ZFEW . Sea x ∈ W y entonces
0
(a) |x| ≤ |x|W ≤ |x|W .
0
(b) x ∈ CARW ⇒ x ∈ CARW .
(c) La LTC-fórmula “x es finito” es W − W 0 -absoluta.
(d) ℵW W0
0 = ℵ0 .

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biy
Demostración. (a) Sean A = {α ∈ OR : ∃f ∈ W, f : x −→ α}, B =
biy biy
{α ∈ OR : ∃f ∈ W 0 , f : x −→ α}, C = {α ∈ OR : ∃f, f : x −→ α}.
Como W ⊆ W 0 ⊆ V , tenemos que A ⊆ B ⊆ C, lo cual implica que
mı́n C ≤ mı́n B ≤ mı́n A, pero esto indica precisamente que (utilizando el
0
Teorema 5.1[a]) |x| ≤ |x|W ≤ |x|W .
0
(b) Sea x ∈ CARW ∩ W (recuerde que por hipótesis x ∈ W); como
ZFE ` ∀α ∈ CAR (|α| = α),
entonces |x| W0 0
= x, así que, utilizando (a), obtenemos x = |x|W ≤ |x|W ≤
x. Por lo tanto, |x|W = x y, con ayuda del teorema 5.1(c), concluimos que
x ∈ CARW .
(c) Es suficiente considerar el caso W 0 = V (¿Por qué?).
Como ZFEW , ZFE ` (x es finito ⇔ |x| < ω) y ωW = ω, entonces
∀x ∈ W ( (x es finito )W ⇔ |x|W < ω),
así que basta demostrar
∀x ∈ W (|x|W < ω ⇔ |x| < ω).
⇒ ) Es inmediato a partir de (a): |x| < |x|W < ω.
⇐ ) Por contrapositiva. Sean x ∈ W y κ = |x|W ≥ ω. Queremos
biy
demostrar que |x| ≥ ω. Tomemos f ∈ W, f : x −→ κ y supongamos que
biy
|x| < ω; entonces existen n ∈ ω y g ∈ V tales que g : n −→ x, pero en tal caso
biy
f ◦ g : n −→ κ, lo cual es absurdo, por la elección de κ. Por lo tanto, |x| ≥ ω.
(d) Es trivial pues ZFE ` ℵ0 = ω y ω es un término absoluto.
Así queda todo demostrado.
En el siguiente lema observamos el comportamiento de algunos enunciados
de LTC que involucran cardinales.
Lema 5.3. Sea W un término transitivo no vacío tal que ZFEW . Entonces:
(a) ∀κ ∈ CARDW ∀µ(µ = (κ+ )W ⇒ (cf (µ)W = µ ∧ (µ es regular)W )).
(b) Sea κ = ℵW W
α y entonces, para cualquier α ∈ OR , se cumple lo siguiente:
ℵ W
(i) (2 ) = (2 ) .
α κ W

(ii) (ωℵα )W = (ωκ )W .


(iii) (ORℵα )W = (ORκ )WS .
W
(c) ∀x ∈ W (x ⊆ CARD ⇒ x ∈ CARD W ).
S
(d) ∀x ∈ W (x ⊆ CAR ∧ x 6= ∅ ⇒ x ∈ CARW ).
W

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8. Relativización y absolutez

Demostración. (a) Se obtiene de manera análoga a la demostración del


teorema 5.1(e), con ayuda de
ZFE ` ∀κ ∈ CARD ∀µ (µ = κ+ ⇒ cf (µ) = µ ∧ µ es regular).

(b) Como ejemplo demostraremos (iii):


W
(ORℵα )W = (ORW )(ℵα )
(cor. 3.6)
= (ORW )κ ∩ W (por la definición de relativización
de variables κ = κW )
W)
= (ORW )(κ ∩W
= (ORκ )W
(cor. 3.6)
S
(c) Es inmediato, tomando en cuenta que el término x es W-absoluto y
utilizando nuestro ya conocido truco con
[
ZFE ` ∀x (x ⊆ CARD ⇒ x ∈ CARD).

(d) De manera análoga a (c), mediante la absolutez de ∅ y


[
ZFE ` ∀x (x ⊆ CAR ∧ x 6= ∅ ⇒ x ∈ CAR).

Con ello queda todo demostrado.

A continuación presentamos un par de resultados concernientes al compor-


tamiento de la cofinalidad al relativizarla.

Teorema 5.4. Sea W un término transitivo no vacío tal que ZFEW . Sea
γ ∈ ORW tal que lím(γ).3 Entonces
(a) cf (γ) = mı́n { |z|W : z ∈ W ∧ z es no acotado en γ};
(b) ω ≤ cf (γ)W ≤ γ.

Demostración. (a) Sabemos que


cf (γ) = {β ∈ OR : ∀z (z ⊆ γ ∧ z es no acotado en γ ⇒ β ∈ |z| )},

3
Por lo tanto, lím(γ)W .

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de donde, utilizando la absolutez de las fórmulas z ⊆ γ y “z es no acotado en


γ”, se sigue que
cf (γ)W = {β ∈ ORW : ∀z ∈ W (z ⊆ γ ∧ z es no acotado en
γ ⇒ β ∈ |z|W )}
= {β : β ∈ OR ∩ W ∧ ∀z ∈ W (z ⊆ γ ∧ z
es no acotado en γ ⇒ β ∈ |z|W }
= mín { |z|W : z ∈ W ∧ z es no acotado en γ}.
(b) Se demuestra de la manera usual a partir de
ZFE ` ∀γ (Lím(γ) ⇒ ω ≤ cf (γ) ≤ γ).

Para terminar la sección, exponemos el siguiente teorema sobre la cofina-


lidad de ordinales.
0
Teorema 5.5. Sean W, W 0 términos transitivos no vacíos con ZFEW , ZFEW .
Sea γ ∈ ORW un ordinal límite. Entonces
0
(a) cf (γ) ≤ cf (γ)W ≤ cf (γ)W ;
0
(b) (γ es regular )W ⇒ (γ es regular )W .

Demostración.
(a) Se procede de manera análoga a la demostración del teorema 5.2(a), con
0 0
las desigualdades |z| ≤ |z|W , para z ∈ W 0 y |z|W ≤ |z|W , z ∈ W. Además,
se utiliza la absolutez de “z es no acotado en γ”:
cf (γ) = mín{|z| : z ∈ V ∧ z es no acotado en γ}
≤ mín{ |z| : z ∈ W 0 ∧ z es no acotado en γ}
0
≤ mín{ |z|W : z ∈ W 0 ∧ z es no acotado en γ}
0
= cf (γ)W
0
≤ mín{ |z|W : z ∈ W ∧ z es no acotado en γ}
≤ mín{ |z|W : z ∈ W ∧ z es no acotado en γ}
= cf (γ)W .

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8. Relativización y absolutez

0 0 0
(b) (γ es regular )W implica (cf (γ) = γ)W , de donde cf (γ)W = γ. De
esto se sigue, mediante (a) y el teorema 5.4(b), que
0
γ = cf (γ)W ≤ cf (γ)W ≤ γ.
Por lo tanto, γ = cf (γ)W . Es decir, (γ = cf (γ))W o, de manera equivalente,
(γ es regular )W .
Así queda todo demostrado.

6. Pruebas de consistencia relativa


Una teoría axiomática es consistente si sus axiomas no son contradictorios, es
decir, si dentro de la teoría no se pueden probar contradicciones. El teorema
de incompletud de Gödel afirma que ninguna teoría axiomática, al menos tan
poderosa como la aritmética de Peano, puede probar su consistencia. Esto es, si
existe una prueba de consistencia de la teoría en cuestión, necesariamente utiliza
métodos que no son formalizables dentro de ella; por ejemplo, la aritmética de
Peano AP es consistente pero tal prueba utiliza, además de los axiomas de
AP, el axioma de inducción transfinita IT (ε0 ) hasta un ordinal muy especial
llamado ε0 ; dichos axiomas obviamente conforman una teoría más fuerte, de
manera que lo que realmente se tiene es una prueba de consistencia relativa
de la forma Con(AP + IT (ε0 )) ⇒ Con(AP). Para un detallado estudio de esta
prueba de consistencia relativa, véase [Mi97].
Las pruebas de consistencia relativa en teoría de conjuntos siempre se
basan en una teoría que por lo general es ZF o ZFE. En este sentido, tales
pruebas difieren de la prueba de consistencia de la aritmética en que se supone la
consistencia de una teoría más debil, es decir, se está trabajando dentro de cierta
teoría para probar la consistencia de la misma junto con algún axioma adicional.
Es imposible mostrar la consistencia absoluta de ZF o teorías relacionadas
teniendo como única herramienta a ZF. Por otra parte, si asumimos que ZF o
ZFE es consistente, podríamos preguntarnos si la teoría sigue siendo consistente
al agregar un axioma.
Sea T una teoría matemática —en nuestro caso T es ZF o ZFE— y sea
A un axioma adicional. Decimos que T + A es relativamente consistente con
respecto a T o que A es consistente con T si se cumple la siguiente implicación:
Con(T) ⇒ Con(T + A).

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Si A y ¬A son consistentes con T, entonces decimos que A es independiente


de T. La pregunta ¿es A consistente con T? es equivalente a preguntarnos si
T ` ¬A, siempre y cuando T sea consistente.
6.1. El método de modelos internos.
Definición 6.1. Sea W un término clase. Decimos que W es un modelo interno
de ZF si W 6= ∅, W es transitivo y para cada axioma ϕ de ZF se cumple ϕW .
Los modelos internos permiten construir pruebas de consistencia relativa
como lo establece el siguiente teorema, comúnmente llamado lema fundamental
de modelos internos. En particular, estaremos trabajando con un modelo interno
de alguna extensión de ZF . Bajo la construcción de modelos internos, es decir,
la definición en LTC de la clase transitiva que resultará ser dicho modelo interno,
subyace un método para obtener resultados de consistencia relativa.
Teorema 6.2 (Lema fundamental de modelos internos). Sean Γ, Σ conjuntos
de enunciados de LTC, φ un LTC-enunciado y W un término clase tal que
(i) Γ ` ∃x(x ∈ W);
(ii) Γ ` σ W , para todo σ ∈ Σ.
Con estas hipótesis, se tiene que
(a) si Σ ` φ, entonces Γ ` φW ;
(b) Con(Γ) implica Con(Σ).
Demostración. (a) Sea φ un enunciado de LTC tal que Σ ` φ, y sea
h(Φ0 , φ0 ), . . . , (Φn , φn )i una derivación de φ a partir de Σ, es decir, Φn = Σ,
φn = φ y para cada i = 0, . . . , n, (Φi , φi ) se obtuvo por la regla (RI) o se
obtuvo de anteriores aplicando una regla del cálculo de secuencias. Así, si
se considera la sucesión φ0W , . . . , φnW de fórmulas relativizadas, es claro que
si φi ∈ Σ o φi ≡ t =t, ˙ entonces Γ ` φiW , por (ii) en el primer caso y por
(RI) en el segundo. De igual manera, si φi se obtuvo a partir de φ0 , . . . , φi−1
aplicando una regla del cálculo de secuencias, entonces φiW se obtiene a partir de
W aplicando la misma regla. Así, el argumento inductivo garantiza
φ0W , . . . , φi−1
que φnW = φW es un teorema de Γ.
(b) Si Σ es inconsistente, entonces existe φ un enunciado de LTC tal que
de Σ se deriva φ ∧ ¬φ; luego, aplicando (a), se tiene que en Γ es teorema
(φ ∧ ¬φ))W , pero según la definición de relativización, se tiene que
Γ ` φW ∧ ¬(φW ).

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8. Relativización y absolutez

Es decir, Γ es inconsistente.
Según la notación de este teorema, para Σ = Γ ∪ {σ} (donde σ es algún
enunciado de LTC) se tiene que la consistencia de Γ implica la consistencia de
Γ ∪ {σ} y, por lo tanto, que Γ 0 ¬σ siempre y cuando Γ sea consistente. Es así
como se relacionan las nociones de modelo interno y de consistencia relativa.
El siguiente corolario es de gran utilidad:
Corolario 6.3 (ZF ). Sea W un modelo interno de ZF y φ un LTC-enunciado
tal que ZF ` φW . Entonces
Con(ZF ) ⇒ Con(ZF + ϕ).

Demostración. Sean Γ = ZF y Σ = ZF + φ en el teorema 6.2.


Utilizando este corolario podemos construir pruebas de consistencia relativa
con ayuda del método de modelos internos, como sigue: sea ϕ un enunciado
para el que se quiere demostrar su consistencia con ZF; ejemplos importantes
del enunciado ϕ son: el axioma de elección AE , la hipótesis del continuo HC , la
hipótesis generalizada del continuo HGC , el axioma de Martin AM, la hipótesis
de Souslin HS y el axioma de constructibilidad V = L. El método consiste en
construir, en presencia de ZF, un término transitivo no vacío W que sea modelo
interno de ZF y tal que ZF ` ϕW . De esta manera tenemos Con(ZF) y, por el
corolario 6.3, podemos concluir Con(ZF + ϕ).
A continuación desarrollamos un criterio para determinar si un término
clase dado es un modelo interno de ZF , para lo cual necesitamos los siguientes
conceptos.
Definición 6.4. Sea W un término clase.
(a) W es casi universal si y sólo si ∀x (x ⊆ W ⇒ ∃y ∈ W x ⊆ y).
(b) W es Σ0 -cerrado si y sólo si para cada fórmula Σ0 , ϕ(x, ~y) se tiene que
∀a, ~y ∈ W ({x : x ∈ a ∧ ϕ(x, ~y)} ∈ W).
Definición 6.5. Para cada LTC-fórmula ϕ definimos una fórmula Σ0 , denotada
como ϕ, sustituyendo en ϕ cada cuantificador ∃x por ∃x ∈ vj , donde para cada
cuantificador se elige una nueva variable vj .
Formalmente,
(a) x = y ≡ x = y.
(b) x ∈ y ≡ x ∈ y.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(c) ¬ψ ≡ ¬ψ.
(d) ψ ∧ χ ≡ ψ ∧ χ.
(e) ∃xψ ≡ ∃x ∈ vj ψ (donde vj no figura en ψ).

El siguiente lema es necesario para verificar el axioma (Reemp).

Lema 6.6 (ZF ). Sean W un término clase transitivo y casi universal,


ϕ(x1 , . . . , xm ) una LTC-fórmula y ϕ(x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn ) su Σ0 -fórmula
correspondiente. Entonces

∀x ∈ W ∃y1 , . . . , yn ∈ W ∀x1 , . . . , xm ∈ x (ϕW (x1 , . . . , xm ) ⇔


ϕ(x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn )).

Demostración. Por inducción sobre la construcción de fórmulas.


Los casos ϕ atómica, negación y conjunción son simples y se dejan al lector.
Procedemos a demostrar el caso ϕ ≡ ∃v ψ(v, x1 , . . . , xm ).
Para fijar la designación de las variables, sean
ψ = ψ(v, x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn−1 ) y ϕ
= ∃v ∈ yn ψ(v, x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn−1 ).
Sea x ∈ W. Definimos para x1 , . . . , xm ∈ x el siguiente ordinal,
Def
α(x1 , . . . , xm ) = mín ({rg(v) : v ∈ W ∧ ψ W (v, x1 , . . . , xm )}) + 1,
donde mín ∅ = 0, y
Def
F (x1 , . . . , xm ) = {v : v ∈ W ∧ ψ W (v, x1 , . . . , xm )} ∩ Vα(x1 ,...,xm ) .4
Se cumple que F (x1 , . . . , xm ) ⊆ W, F (x1 , . . . , xm ) ∈ V y F : xm −→ V .
S
Fijemos x0 = x ∪ F [xm ]. Debido a la transitividad de W se sigue que
x0 ⊆ W, pues x ∈ W implica x ⊆ W. Por la casi universalidad de W, existe
x0 ∈ W tal que x0 ⊆ x0 y de la definición de x0 se sigue que
∀x1 , . . . , xm ∈ x (∃v ∈ Wψ W (v, x1 , . . . , xm )
(1)
⇔ ∃v ∈ x0 ψ W (v, x1 , . . . , xm )).

4
De esta manera obligamos a que F (x1 , . . . , xm ) ∈ V . Este procedimiento se conoce como
el truco de Scott.

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8. Relativización y absolutez

Mediante la hipótesis de inducción para x0 ∈ W, elijamos y1 , . . . , yn−1 ∈ W


tales que
∀v, x1 , . . . , xm ∈ x0 (ψ W (v, x1 , . . . , xm )
(2)
⇔ ψ(v, x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn−1 )).
Fijemos yn = x0 ; entonces, para x1 , . . . , xm ∈ x0 se sigue
ϕW (x1 , . . . , xm ) ⇔ ∃v ∈ W ψ W (v, x1 , . . . , xm )
⇔ ∃v ∈ x0 ψ W (v, x1 , . . . , xm )
por (1)
⇔ ∃v ∈ yn ψ(v, x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn−1 )
por (2)
⇔ ϕ(x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn ).
Así queda todo demostrado.

Ahora podemos enunciar el criterio anticipado.

Teorema 6.7 (ZF ). Sea W un término clase. Si W es transitivo, casi universal


y Σ0 -cerrado, entonces W es un modelo interno de ZF .

Demostración.
(1) W es transitivo por hipótesis.
(2) Por demostrar W 6= ∅. Como ∅ ⊆ W y W es casi universal, entonces
∃y ∈ W(∅ ⊆ y). Por lo tanto, W 6= ∅.
(3) Por demostrar ZF W . Para este propósito nos serviremos del teorema 1.6.
ExW . Trivial a partir de la transitividad de W 6= ∅
ExtW . Inmediato por la transitividad de W.
FundW . Es claro, pues W 6= ∅ y es transitivo.
ParW . Sean a, b ∈ W; como {a, b} ⊆ W y W es casi universal, existe
z ∈ W con {a, b} ⊆ z, por lo que {a, b} = {x ∈ z : x = a ∨ x = b}, que
claramente pertenece a W porque W es Σ0 -cerrado. S
(Unión)W . Sea aS∈ W; por la transitividad de W tenemos que a ⊆ W.
Sea z ∈ W tal que a ⊆ z (talSz lo proporciona la casi universalidad de
W), entonces podemos escribir a = {y ∈ z : ∃x ∈ a (y ∈ x)} de donde,
por la Σ0 -cerradura de W, puesto que la fórmula que
S
define al término clase
de la derecha de la igualdad es Σ0 , tenemos que a ∈ W.

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CompW . Sean a, w ~ ∈ W. En vista del lema 6.6 encontramos


y1 , . . . , yn ∈ W tales que
{x ∈ a : ϕW (x, w ~ , y1 , . . . , yn )},
~ )} = {x ∈ a : ϕ(x, w
y como ϕ es Σ0 , el conjunto del lado derecho de la igualdad pertenece a
W, por lo que
{x ∈ a : ϕW (x, w
~ )} ∈ W.
W
Pot . Sea a ∈ W. Tenemos Pot(a) ∩ W ∈ V y Pot(a) ∩ W ⊆ W.
Como W es casi universal, tomemos z ∈ W tal que Pot(a) ∩ W ⊆ z; así,
Pot(a) ∩ W = {x ∈ z : ∀y ∈ x (y ∈ a)},
de manera que la Σ0 -cerradura de W asegura que Pot(a) ∩ W ∈ W.
Inf W . Se demostrará algo más fuerte que es OR ⊆ W, de manera que
ω ∈ W, e Inf W .
Se procede por contradicción. Supongamos que OR 6⊆ W y sea
Def
α = OR ∩ W, por lo que α ∈ OR, puesto que α es un conjunto transitivo
de ordinales, debido a la transitividad de W. Como W es casi universal,
tomemos z ∈ W tal que α ⊆ z. Así, tenemos que α = z ∩ OR. Sea ψ(x)
una ΣTEC
0 -fórmula equivalente a la fórmula x ∈ OR dada por el lema 8.4;
entonces se sigue que α = {x ∈ z : ψ(x)} y la Σ0 -cerradura de W permite
concluir α ∈ W.
Por otra parte, de la definición de α se sigue que α ∈
/ OR ∩ W puesto
que α ∈ / α y, como α ∈ OR, se concluye que α ∈ / W, lo cual es absurdo.
Por lo tanto, OR ⊆ W.
ReempW .
Sea ϕ(x, y, w ~ ) una LTC-fórmula. Sean a, w~ ∈ W de manera que
~ ) ∧ ϕW (x, y0 , w
∀x, y, y0 (ϕW (x, y, w ~ ) ⇒ y = y0 ).
Aplicando Reemp a la fórmula y ∈ W ∧ ϕW (x, y, w
~ ) tenemos que
b = {y : ∃x (x ∈ a ∧ (y ∈ W ∧ ϕW (x, y, w
~ )))} ∈ V
y como b ⊆ W, la casi universalidad de W nos permite tomar z ∈ W tal
que b ⊆ z, de donde, utilizando que CompW , se sigue que
b = {y ∈ z : ∃x (x ∈ a ∧ (y ∈ W ∧ ϕW (x, y, w
~ )))} ∈ W
o en forma equivalente {y ∈ W : ∃x ∈ a ϕW (x, y, w
~ )} ∈ W.
Con ello queda demostrado que ZF .
W

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8. Relativización y absolutez

6.2. El colapso de Mostowski. Ya hemos visto que un término transitivo


es de gran ayuda en cuestiones de relativización y absolutez. En esta sección
veremos cómo en ciertos casos podemos obtener, a partir de un término dado,
un término transitivo isomorfo al original.
Definición 6.8. Sean R1 , R2 relaciones en los términos clase A y B, respec-
tivamente. Una función F : A − → B es un R1 -R2 -homomorfismo de A en B,
si
(∀x ∈ A)(∀y ∈ A)[xR1 y ⇒ F (x)R2 F (y)].
Una “biyección” F : A −→ B es un R1 -R2 -isomorfismo de A sobre B si F es
un R1 -R2 -homomorfismo de A sobre B y F −1 es un R2 − R1 -homomorfismo
de B sobre A.
Nuestra intención es establecer isomorfismos entre clases, con una cierta
relación R cualquiera y una clase transitiva con la relación de pertenencia ∈.
Empezamos con dos teoremas sencillos pero de gran utilidad.
Teorema 6.9 (Primer teorema del isomorfismo). Sean hM1 , ∈i, hM2 , ∈i dos
estructuras isomorfas y π el isomorfismo; entonces, para cualquier fórmula
φ(x0 . . . , xn ) y cualesquier a0 . . . , an ∈ M1 se cumple que
hM1 , ∈i |= φ[a0 , . . . , an ] ⇔ hM2 , ∈i |= φ[π(a0 ), . . . , π(an )].

Demostración. Ejercicio.
Teorema 6.10 (Segundo teorema del isomorfismo). Si hM1 , ∈i, hM2 , ∈i son
dos estructuras transitivas isomorfas mediante π, entonces M1 = M2 y
π = idM1 .
Demostración. Ejercicio.
Definición 6.11. Sea R una relación bien fundada en V . Mediante R-recursión
obtenemos una función πR dada por
πR (x) ≡ {πR (y) : yRx}.
(Note que en πR (x) tenemos definida una ∈-relación). La función πR es la
función colapso de R.
En seguida encontramos las propiedades más importantes de la función
colapso.

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Definición 6.12. Sea R una relación sobre un término clase A. Decimos que
A es R-transitivo si sucede lo siguiente:
∀x∀y(x ∈ A ∧ yRx ⇒ y ∈ A).
R es extensional en A si
∀x∀y((x ∈ A ∧ y ∈ A) ⇒ ({z : zRx} = {z : zRy} ⇒ x = y)).
Lema 6.13. Sea R una relación bien fundada en A. Entonces:
(i) πR : A − → πR [A] es un R-∈-homomorfismo de A sobre πR [A].
(ii) Si A es transitivo, entonces πR [A] ∈ OR o πR [A] = OR.
(iii) Si B es transitivo y τ : A −
→ B es un R-∈-isomorfismo, entonces τ = πR .
(iv) Si R es extensional, entonces πR es un R-∈-isomorfismo.
Demostración.
(i) Por definición de πR sucede πR (x) ∈ πR (y) para xRy. Así que
tenemos un R− ∈-homomorfismo que por definición es sobre. Mostraremos
que πR [A] es transitivo. Si u ∈ v ∈ πR [A], entonces existe x ∈ A con
u ∈ v = πR (x) = {πR (y) : yRx}. Por lo tanto, u ∈ πR [A].
(ii) Demostraremos
a ∈ A ⇒ π(a) ∈ OR, (**)
por R-inducción. Por hipótesis de inducción tenemos πR [â] ⊆ OR, donde
â = {y : yRa}. Si u ∈ v ∈ πR [â], entonces existe algún y con yRa tal que
v = πR (y) y por ello u ∈ πR (y) = {πR (z) : zRy}. Así que u = πR (z)
para algún z tal que zRa y, en consecuencia, u ∈ πR [â]. Por lo tanto,
πR [â] es transitivo y bien ordenado por ∈, de donde πR [â] ∈ OR. Dado
que πR (a) = πR [â], entonces πR (a) ∈ OR.
(iii) Sea a ∈ A y x ∈ τ(a). Puesto que B es transitivo, x ∈ B y por ello
existe un u ∈ A tal que τ(u) = x ∈ τ(a). Ya que τ −1 es un ∈-R-homomorfismo,
deducimos que uRa. De lo último obtenemos τ(a) ⊆ τ[â]. Si x ∈ τ[â], existe
v con vRa y x = τ(v). Pero entonces x = τ(v) ∈ τ(a). Así, τ(a) = τ[â] y τ
satisface la ecuación recursiva para πR .
(iv) πR : A −→ πR [A] es un R-∈-homomorfismo suprayectivo por (i). Para
obtener la inyectividad mostramos que
πR (a) = πR (b) ⇒ a = b
por R-inducción. Tenemos πR (a) = πR (b) ⇔ πR [â] = πR [b̂]. De la hipótesis
de inducción se deduce â = b̂, y por la extensionalidad de R obtenemos que

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8. Relativización y absolutez

a = b. Por consiguiente, πR es una biyección y resta probar que πR−1 es un ∈-


R-homomorfismo. Tenemos πR (u) ∈ πR (v); entonces existe una a tal que aRv
y πR (u) = πR (a). Por el carácter inyectivo de iR se concluye que u = a y, por
lo tanto, uRv.
La aplicación más importante para la función colapso se alcanza cuando la
∈-relación es bien fundada y extensional en un término clase A, pues en este
caso, según el inciso (iv) del lema anterior, tenemos un isomorfismo entre la
clase original y una clase transitiva con la relación de pertenencia. Aquí usamos
Def
por brevedad πA en lugar de π∈∩(A×A) y llamamos a π[A] = πA [A] el colapso
de Mostowski de la clase A.
El lector puede demostrar a partir del lema 6.13 el siguiente teorema
fundamental:
Teorema 6.14 (El colapso de Mostowski). Sean A y R términos clase. Exis-
ten términos clase B y π tales que:
(a) Si R es estrictamente bien fundada y extensional en A, entonces B es
transitivo, π : A −→ B es una “biyección” y para cualesquier x, y:
(X ∈ A ∧ y ∈ B) ⇒ (xRy ⇔ π(x) ∈ π(y)).
(b) Si R es estrictamente bien fundada y extensional en A, B0 , π 0 son
términos clase tales que B0 es transitivo y π 0 es un R− ∈-isomorfismo de A
sobre B0 ; entonces B = B0 y π = π 0 .
Corolario 6.15. Sean A, B y π-términos clase, A y B transitivos, π : A −
→B
un ∈ − ∈-isomorfismo. Entonces B = A y π es la identidad en A, π(x) = x
para toda x ∈ A.
Demostración. Por la unicidad en el teorema 6.14(b) obtenemos B = A
y π = id  A.
Note que si tenemos dos términos clase distintos A y B, entonces no puede
existir un ∈ − ∈-isomorfismo entre ellos. En particular, para números ordinales
se cumple lo siguiente.
Corolario 6.16. Si α y β son números ordinales distintos, entonces no existe
una biyección entre ellos que preserve el orden.
Si en el corolario 6.15 hacemos B = A, entonces todo término clase tiene
exactamente un ∈ − ∈-isomorfismo definible (es decir, representable mediante

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un término clase {x : ϕ(x)}), a saber, la identidad. Como V es transitivo,


podemos concluir que no hay un ∈ − ∈-automorfismo de V en V , excepto la
identidad.
Si R es un buen orden y x̂ = ŷ, se sigue que x = y porque tanto xRy como
yRx conducen a la contradicción x ∈ ŷ = x̂, es decir, xRx o, respectivamente,
y ∈ x̂ = ŷ, es decir, yRy. Así que todo buen orden siempre es extensional, y
del lema 6.13 obtenemos el siguiente teorema:
Teorema 6.17. Si R es un buen orden en A, entonces πR es un R-∈-
isomorfismo y tenemos πR [A] = OR o πR [A] ∈ OR. Se concluye πR [A] ∈
OR si y sólo si A es un conjunto.

7. Principios de reflexión
Los principios de reflexión son, en cierta forma, la contraparte del teorema de
Löwenheim-Skolem. Mientras que este teorema afirma que cualquier modelo
tiene un submodelo elemental más pequeño, el principio de reflexión de Lévy-
Montague proporciona, para un número finito de fórmulas de LTC, un conjunto
M que se comporta como un submodelo elemental del universo respecto a
las fórmulas dadas. Esto es, en ZFE es demostrable que dado un conjunto
finito de fórmulas de LTC ϕ1 , . . . , ϕn , existe un conjunto transitivo M tal que
M |= ϕ1 , . . . , ϕn . La idea consiste en encontrar un conjunto M tal que cada
fórmula es absoluta para M. En particular, si ϕ es un enunciado de LTC entonces
ϕM ⇔ ϕ, así que si ϕ es un axioma de ZFE tendremos ϕM . Los principios de
reflexión se dan para cualquier jerarquía acumulativa, noción que definimos en
seguida.
Definición 7.1. Una clase {Hα : α ∈ OR} es una jerarquía acumulativa si
se cumplen las siguientes condiciones:
(H1 ) [Hα ⊆ SHα+1 ⊆ Pot(Hα )] para todo α ∈ OR.
(H2 ) [Hα = ξ<α Hξ ], para todo ordinal límite α.
S
Sea H = ξ∈OR Hξ .
Como ejemplo de jerarquía acumulativa tenemos, por supuesto, la jerarquía
de von Neumann.
Lema 7.2. Si {Hα : α ∈ OR} es una jerarquía acumulativa, entonces
(i) α ≤ β ⇒ Hα ⊆ Hβ .
(ii) Hα es transitivo para todo α ∈ OR, por lo que también H es transitiva.

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8. Relativización y absolutez

(iii) K ∈ V ∧ K ⊆ H ⇒ (∃α ∈ OR)[K ⊆ Hα ].


Demostración.
(i) Se sigue por inducción sobre β.
(ii) Si x ∈ Hα ⊆ Hα+1 ⊆ Pot(Hα ), entonces x ∈ Pot(Hα ), es decir, x ⊆ Hα ,
lo que demuestra la transitividad de Hα . La transitividad de H es entonces
evidente por ser la unión de clases transitivas.
(iii) Para x ∈ H definimos
Def
rgH = ínf{α : x ∈ Hα }. (80)
Def
Sea α = sup{rgH (x) : x ∈ K}. Dado que K ∈ V , se tiene α ∈ OR y
por (i), K ⊆ Hα .

El siguiente lema es de utilidad para demostrar el primer principio de


reflexión.
Lema 7.3. Sea {Hα : α ∈ OR} una jerarquía acumulativa y φ(x, u1 , . . . , un )
una fórmula de LTC. Definimos
Def
Kφ = {α ∈ OR : (∀a1 ∈ Hα ) . . . (∀an ∈ Hα )
[H |= ∃yφ[y, a1 , . . . , an ] ⇔ (∃b ∈ Hα )H |= φ(b, a1 , . . . , an )]};
entonces Kφ es un club.
Demostración. Para ~a ∈ Hn sea
(
inf{α : (∃b ∈ Hα )[H |= φ[b,~a]]}, cuando éste existe
k(~a) =
0, en otro caso.
Entonces
~a ∈ Hn ∧ H |= ∃yφ(y,~a) ⇒ (∃b ∈ Hk(~a) )[H |= φ[b,~a]]. (i)
Primero mostramos que la clase Kφ no está acotada. Para ello, sea β ∈ OR.
Definimos
α0 = β
αm+1 = sup{αm + 1, sup{k(~a) : ~a ∈ Hαn m }}
y
α = sup αm .
m<ω

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Entonces, por definición,


αm < αm+1 (ii)
y
~a ∈ Hαn ⇒ k(~a) < α, (iii)
S
pues para ~a ∈ Hαn = m<ω Hαn m existe un m < ω con ~a ∈ Hαn m . Así,
k(~a) ≤ αm+1 < α.
De (iii) y (i) obtenemos
~a ∈ Hαn ∧ H |= ∃yφ(y,~a) ⇒ (∃b ∈ Hα )[H |= φ[b,~a]]. (iv)

En vista de que podemos deducir H |= ∃yφ(y,~a) de H |= φ[b,~a] para


b ∈ Hα ⊆ H, de (iv) se desprende que
α ∈ Kφ . (v)
Por lo tanto, Kφ no está acotado.
Para probar que Kφ es cerrado, sea U ⊆ Kφ un conjunto acotado en Kφ .
Sea α = sup U. Habremos terminado si mostramos α ∈ U. Supongamos que
no; entonces es fácil probar (¡el lector debe hacerlo!) que α es un ordinal límite.
Si ~a ∈ Hαn , existe β ∈ α ∩ U con ~a ∈ Hβn . Si H |= ∃yφ(y,~a), sabiendo que
β ∈ U ⊆ Kφ , se deduce la existencia de b ∈ Hβ ⊆ Hα con H |= φ[b,~a].
Ya que H |= ∃yφ(y,~a), se concluye inmediatamente de H |= φ[b,~a] (para
b ∈ Hα ), que α ∈ Kφ .

Teorema 7.4 (Principio de reflexión para fórmulas de LTC).


Sea {Hα : α ∈ OR} una jerarquía acumulativa. Para cada fórmula φ(x1 ,
. . . , xn ) de LTC, existe una clase Ref (φ) no acotada y cerrada en OR, para
la que se cumple
(∀α ∈ Ref (φ))(∀~a ∈ Hα )[H |= φ[~a] ⇔ Hα |= φ[~a]].
Ref (φ) es la clase reflejo de φ.

Demostración. Elaboramos la demostración mediante inducción en la


construcción de la fórmula φ(~x), restringiéndonos a los conectivos ¬, ∧ y ∃.
Def
Si φ(~x) ≡ (xi ∈ xj ) o φ(~x) ≡ (xi = xj ), hacemos Ref (φ) = OR.

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8. Relativización y absolutez

Si φ(~x) ≡ ¬χ(~x) y α ∈ Ref (χ), entonces para ~a ∈ Hα :


H |= φ[~a] ⇔ H 6|= χ[~a]
⇔ Hα 6|= χ[~a]
⇔ Hα |= ¬χ[~a]
⇔ Hα |= φ[~a]
Def
y definimos Ref (φ) = Ref (χ). Por hipótesis de inducción, Ref (χ) es un club.
Def
Si φ(~x) ≡ φ1 (~x) ∧ φ2 (~x), hacemos Ref (φ) = Ref (φ1 ) ∩ Ref (φ2 ).
Por hipótesis de inducción tanto Ref (φ1 ) como Ref (φ2 ) son clubes y la
intersección de clubes es un club, así que Ref (φ) es un club.
Si φ(~x) ≡ ∃yχ(y, ~x) y α ∈ Ref (χ) ∩ Kχ , entonces para ~a ∈ Hα :
H |= ∃yχ(y,~a) ⇔ (∃b ∈ Hα )[H |= χ[b,~a]]
⇔ (∃b ∈ Hα )[Hα |= χ[b,~a]]
⇔ Hα |= ∃yχ[y,~a].
Por hipótesis de inducción, Ref (χ) es un club y Kχ es un club por el lema
Def
7.3. Hacemos Ref (φ) = Ref (χ) ∩ Kχ , que es un club.
La jerarquía de von Neumann conforma una jerarquía acumulativa. Por lo
tanto, podemos formular el principio de reflexión para V .
Corolario 7.5 (Principio de reflexión de Lévy-Montague).
Sean ϕ1 , . . . , ϕn fórmulas de LTC. Entonces la siguiente afirmación se puede
probar en ZF :

(∀α ∈ OR)(∃β ∈ OR, β > α)


[lím(β) ∧ (∀~v ∈ Vβ )[ϕ1 , . . . , ϕn son Vβ absolutas]].
En cuanto a cualquier jerarquía acumulativa, tenemos el siguiente resultado:
Lema 7.6. Si {Hα : α ∈ OR} es una jerarquía acumulativa con la propiedad
α < β ⇒ Hα ∈ Hβ ;
entonces H |= (Reemp)loc , donde (Reemp)loc es el axioma de reemplazo local:

∀~u∀a{∀x[x ∈ a ⇒ ∃yφ(x, y, ~u)] ⇒ ∃a∀x[x ∈ a ⇒ ∃y(y ∈ a ∧ φ(x, y, ~u))]}.

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Demostración. Sean φ(x, y, ~u) una fórmula de LTC, ~a ∈ Hn , y b ∈ H


tales que
H |= (∀x ∈ b)∃yφ(x, y,~a).
Def
Si α = sup{rgH (b), rgH (a1 ), . . . , rgH (an )} entonces existe, de acuerdo con el
teorema 7.4, un β ≥ α tal que
Hβ |= (∀x ∈ b)∃yφ(x, y,~a).
Dado que Hα ∈ H se desprende, otra vez por el teorema 7.4, que
H |= (∃z)(∀x ∈ b)(∃y ∈ z)φ(x, y,~a).

Como corolario obtenemos el siguiente:


Corolario 7.7. En la jerarquía de von Neumann se cumple el axioma
(Reemp)loc .
Ahora podemos derivar un principio de reflexión que es independiente
de las jerarquías acumulativas, usando el hecho de que V es modelo de ZF .
Conseguiremos este principio de reflexión mediante el siguiente lema.
Lema 7.8 (AE ). Sean φ1 , . . . , φm fórmulas de LTC. Para cada conjunto M0
existe un supraconjunto M ⊇ M0 con
|M| ≤ ℵ0 · |M0 |,
de manera que para i = 1, . . . , m
(∀~a ∈ M)[(∃b ∈ M)φi (~a, b) ⇔ ∃bφi (~a, b)]
es verdadera.
S
Demostración. Argumentamos en V = α∈OR Vα . Como ya se ha
observado, {Vα : α ∈ OR} es una jerarquía acumulativa. Por el lema 7.3
existen clubes Kφi para i = 1, . . . , m. Entonces
Def
K = Kφ1 ∩ · · · ∩ Kφm
es también un club. Ya que M0 es un conjunto, existe α ∈ K con M0 ∈ Vα . En
consecuencia, del lema 7.3 obtenemos que
(∀~a ∈ Vα )[∃yφi (~a, y) ⇔ (∃y ∈ Vα )φi (~a, y)]. (i)

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8. Relativización y absolutez

Sea f una función de elección5 para Vα+1 . Para ~a ∈ Vαn sea


gi (~a) = {b ∈ Vα : φi (~a, b)} ∈ Vα+1 .
Ahora definimos una familia {Mk : k < ω} por recursión sobre k. M0 está
dado.
m
[
Mk+1 = Mk ∪ {f (gi (~a)) : ~a ∈ Mkn ∧ gi (~a) 6= ∅}.
i=1
Además, sea
[
M≡ Mk .
k∈ω
Por inducción sobre k se obtiene inmediatamente
Mk ⊆ Mk+1 ⊆ Vα . (ii)
También sucede que
M ⊆ Vα . (iii)
De la definición de Mk se deduce
~a ∈ Mkn ∧ (∃y ∈ Vα )φi (~a, y) ⇒ f (gi (~a)) ∈ Mk+1 ∧ φi (~a, f (gi (~a))),
de donde podemos concluir
~a ∈ Mkn ∧ (∃y ∈ Vα )φi (~a, y) ⇒ (∃y ∈ M)φi (~a, y). (iv)
De (i) y (iv) obtenemos
(∀~a ∈ M n )[∃yφi (~a, y) ⇒ (∃y ∈ M)φi (~a, y)]. (v)
Ya que la dirección recíproca en (v) es trivialmente cierta, resta sólo calcular la
cardinalidad de M. Tenemos
[ X
|M| = | Mk | ≤ |Mk |
k<ω k<ω
= ℵ0 · sup(|Mk |).
k<ω

Mostraremos por inducción sobre k que


|Mk | ≤ ℵ0 |M0 |.
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Es decir, una función que a cada subconjunto de Vα+1 le asocia un elemento de Vα+1 .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Para k = 0 es claro, y de la hipótesis de inducción se obtiene


m
X
|Mk+1 | ≤ |Mk | + |{f (gi (~a)) : ~a ∈ Mkn }|
i=1
≤ |Mk | + (m · |Mk |) ≤ ℵ0 · |M0 |.

Del lema 7.8 se desprende que cada conjunción finita de fórmulas, que
se satisface en el universo, se refleja a un conjunto, es decir, es válida en un
conjunto. Profundizamos este hecho en el siguiente teorema.
Teorema 7.9 (Principio de reflexión restringido).
Sea m > 0. Para cada conjunto M0 existe un supraconjunto M ⊇ M0 con
|M| = ℵ0 · |M0 | tal que
(∀~a ∈ M n )[φ[~a] ⇔ M |= φ[~a]]
para todas las fórmulas φ de complejidad ≤ m (es decir, φ contiene a lo
sumo m símbolos lógicos) en las que figuran libres a lo sumo las variables
x1 , x2 , . . . , xn .
Demostración. Ya que tratamos con un conjunto finito de fórmulas de
complejidad restringida, podemos utilizar el lema 7.8. Por ello existe un
conjunto M ⊇ M0 con |M| ≤ ℵ0 · |M0 | tal que
∃yψ(~a, y) ⇔ (∃y ∈ M)ψ(~a, y) (i)
es cierta para cada n-ada ~a de elementos de M y cada fórmula ψ(~x, y) de
complejidad ≤ m. Entonces también
φ(~a) ⇔ φ(~a)M
para toda n-ada ~a y cualesquier fórmulas φ(x1 , . . . , xn ) de complejidad ≤ m,
por inducción sobre la complejidad de φ. Esto es claro para fórmulas atómicas.
Los casos φ ≡ φ1 ∧ φ2 y φ ≡ ¬φ1 se obtienen, como es usual, de la hipótesis
de inducción. Sea φ ≡ ∃yψ(~x, y). Por (i) y la hipótesis de inducción, podemos
derivar
∃yψ(~a, y) ⇔ (∃y ∈ M)ψ(~a, y)
⇔ (∃y ∈ M)ψ(~a, y)M
⇔ (∃yψ(~a, y))M . 2

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8. Relativización y absolutez

El siguiente teorema es una consecuencia del teorema de reflexión:


Teorema 7.10. ZF no es finitamente axiomatizable, es decir, no existe un
conjunto finito de teoremas Σ tal que
ZF ` ϕ ⇔ Σ ` ϕ.
Demostración. Supongamos que existe una cantidad finita de axiomas
ϕ0 , . . . , ϕn tales que
ϕ0 , . . . , . . .n ` ZF .
Entonces existe un ordinal α para el cual ϕiVα para i ≤ n. Sea α el mínimo
con esta propiedad. De acuerdo con el teorema de reflexión de Levy-Montague,
se cumple
ZF ` ∃ κ ∈ OR∃ x(x = Vκ ∧ (ϕ0 ∧ · · · ∧ ϕn−1 )x ).
Puesto que ϕ0 ∧ · · · ∧ ϕn ` ZF , se deduce que
ϕ0 ∧ · · · ∧ ϕn ` ∃ κ ∈ OR∃ x(x = Vκ ∧ (ϕ0 ∧ · · · ϕn )x ).
Ya que (ϕ0 ∧ · · · ∧ ϕn )Vα , del lema del modelo se sigue
(∃ κ ∈ OR∃ x(x = Vκ ∧ (ϕ0 ∧ · · · ∧ ϕn )x ))Vα ,
que después de relativizar queda como
∃ κ ∈ OR ∩ Vα ∃ x ∈ Vα (x = (Vκ )Vα ∧ (ϕ0 ∧ · · · ∧ ϕn )x ). (81)
(Observe que (ϕ0 ∧ · · · ∧ ϕn )x es una Σ0 -fórmula). Por el corolario 4.8,
(Vκ )Vα = Vκ ∩ Vα = Vmín{κ,α} . Podemos lograr este resultado porque ZF Vα es
cierto, pues ϕ0 , . . . , ϕn ` ZF y (ϕ0 ∧ · · · ∧ ϕn )Vα .
Como κ ∈ Vα ∩ OR = α, se deduce que κ < α, así (Vκ )Vα = Vκ . De la
ecuación 81 se deduce
(ϕ0 ∧ · · · ∧ ϕn )Vκ ,
y puesto que κ < α, se contradice la minimalidad de α. Queda demostrado el
teorema.
Terminamos la sección con un teorema que será de gran utilidad para la
siguiente sección:
Teorema 7.11 (ZFE ). Sean ϕ0 (x1 . . . , xr ), . . . , ϕn−1 (x1 . . . , xr ) LTC-fórmu-
las. Entonces existe W ∈ V tal que W es numerable y ϕ0 , . . . , ϕn−1 son
W-absolutas.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Podemos suponer, sin perder generalidad, que el conjunto


de fórmulas es cerrado respecto a subfórmulas. El teorema de reflexión
garantiza la existencia de α ≥ ω tal que cada ϕi es Vα -absoluta. Tomemos
un buen orden <α de Vα (mediante el axioma de elección). Definimos para
i < n la función fi : Vαr −→ Vα como sigue:

fi (x1 , . . . , xr ) =

0 0 0
{v ∈ Vα : ψ(~x){xj /v} ∧ ∀v (v <α v ⇒ ¬ψ(~x){xj /v })},


si ϕi ≡ ∃xj ψ(~x);


∅, en otro caso.
fi (~x) contiene a lo sumo un elemento y para el caso en que ϕi ≡ ∃xj ψ para
~x ∈ Vα , se cumple lo siguiente:
∃xj ψ(~x) ⇔ ∃xj ∈ fi (~x)ψ(~x). (82)
⇒ ) Como el conjunto es cerrado respecto a subfórmulas, entonces ψ =
ϕk para alguna k < i. De la Vα -absolutez de ϕi y ϕk se sigue que
∃xj ψ(~x) ⇒ (∃xj ϕk (~x))Vα ⇒ ∃xj ∈ Vα ϕkVα (~x) ⇒ ∃xj ∈ fi (~x) ϕk (~x).
⇐ ) Es inmediato.
Definamos ahora una sucesión creciente de conjuntos como sigue:
W0 = {∅}
S S
Wm+1 = {m} ∪ Wm ∪ f0 [Wmr ] ∪ . . . ∪ fn−1 [Wmr ].
S
Por último, sea W = Wm ; claramente, W es un subconjunto numerable de
m∈ω
Vα . Con ayuda de (82) se demuestra fácilmente que cada ϕi es W-absoluta.

7.1. Consistencia relativa del axioma de fundación. Como primera


aplicación del método de modelos internos, mostraremos que el axioma de
fundación
S
Fund es consistente con ZF − Fund . El modelo interno será la clase
V = α∈OR Vα , que es la unión de la jerarquía de Von Neumann. Recordemos
que en la construcción de esta clase no utilizamos el axioma de fundación; éste
se usó para probar que V = V. Sin embargo, al no tener el axioma de fundación
disponible, solamente sabemos que V ⊆ V .
Lema 7.12. ∀x (x ∈ V ⇔ x ⊂ V)

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8. Relativización y absolutez

Demostración.
⇒ ) Esto es inmediato pues V es transitiva.
⇐ ) Sean x ⊂ V y α = sup{rg(y) + 1 : y ∈ x}; entonces x ⊂ Vα , por lo
que x ∈ Vα+1 . Por lo tanto, x ∈ V.
Teorema 7.13 (ZF −Fund ). V es modelo de ZF .
Demostración. Nos serviremos del teorema 6.7. Así que basta probar
que V es casi universal y Σ0 -cerrado.
V es casi universal. Sea x ⊆ V. Por el lema 7.12, tenemos que x ∈ V y
claramente x ⊆ x. Por lo tanto, V es casi universal.
Demostremos que V es Σ0 -cerrado. Sean ϕ(x, ~y) una Σ0 -fórmula y a, ~y ∈
V. Entonces {x ∈ a : ϕ(x, ~y)} ⊆ a ∈ V, por lo que {x ∈ a : ϕ(x, ~y)} ∈ V.
Así que V es Σ0 -cerrado.
Observe que en sentido estricto no podíamos utilizar el teorema 6.7 pues
éste se prueba en presencia de ZF , pero como en su demostración Fund sólo
se utiliza para probar FundW , entonces podemos restringirnos a ZF − Fund.
Debido a ello, tenemos que probar Fund directamente. Para esto basta demostrar
que para cualquier término clase W, (W 6= ∅ ⇒ ∃x ∈ W (W ∩ x = ∅))V , que
es equivalente a probar que si W ∩ V 6= ∅ ⇒ ∃x ∈ W ∩ V (W ∩ x = ∅), por la
absolutez de ∩. Así que sea W tal que W ∩ V 6= ∅ y tomemos x ∈ W ∩ V de
rango mínimo, y es claro entonces que W ∩ x = ∅. Por lo tanto, FundV .
Hemos conseguido el primer modelo interno; ahora veamos más ejemplos.
7.2. Consistencia relativa de ZF − . En esta sección desarrollamos en
ZFE modelos internos de ZFE − .
Definición 7.14. Sea κ un cardinal infinito y definamos el término clase
H(κ) como H(κ) = {x : |CT (x)| < κ}. Los elementos de H(κ) son los
conjuntos hereditarios de cardinal < κ o κ-hereditarios. H(ω) es el conjunto
de conjuntos hereditariamente finitos, y H(ω1 ) es el conjunto de conjuntos
hereditariamente numerables.
Cada H(κ) es un conjunto de acuerdo con el siguiente lema.
Lema 7.15. Para cualquier κ ∈ CAR. H(κ) ⊆ Vκ .
Demostración. Sea x ∈ H(κ) . Vamos a mostrar que rg(x) < κ. Sean
t = CT (x) y S = {rg(y) : y ∈ t}. Afirmamos que S es un ordinal.
Supongamos que no y sea α el mínimo ordinal que no está en S; en tal caso se

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tiene α ⊆ S. Si α 6= S, sean β el mínimo ordinal de S mayor que α y y ∈ t


con rg(y) = β. Como t es transitivo se cumple ∀z ∈ y (rg(z) < α), por lo que
β = rg(y) = sup{rg(z) + 1 : z ∈ y} ≤ α, lo cual es una contradicción. Por
lo tanto, α = S.
Observe que α = rg(x) = {rg(y) : y ∈ CT (x)}. Puesto que |t| < κ,
α < κ; además x ⊆ t ⊆ Vα , por lo que rg(x) ≤ α < κ. Es decir, x ∈ Vκ .

En la mayoría de los casos la contención es propia, por ejemplo Pot(ω) ∈


Vω1 \ H(ω1 ).
A continuación mostramos algunas propiedades de H(κ) .
Lema 7.16. Sea κ ∈ CAR.
(a) H(κ) es transitivo.
(b) H(κ) ∩ OR = κ.
(c) Si x, y ∈ H(κ) , entoncesS
{x, y} ∈ H(κ) .
(d) Si x ∈ H(κ) , entonces x ∈ H(κ) .
(e) Si x ∈ H(κ) y y ⊆ x, entonces y ∈ H(κ) .
(f) (AE ) Si κ es regular, entonces ∀x (x ∈ H(κ) ⇔ x ⊆ H(κ) ∧ |x| < κ).

Demostración.
(a) Si x ∈ H(κ) , para cualquier y ∈ x se tiene CT (y) ⊆ CT (x). Por lo
tanto, x ⊆ H(κ) .
(b) Si α ∈ κ entonces CT (α) = α ⊂ κ, por lo que α ∈ H(κ); además,
es claro que α ∈ OR. Recíprocamente, si α ∈ H(κ) ∩ OR entonces
|α| = |CT (α)| < κ. Por lo tanto, α ∈ κ.
(c) Es inmediato a partir de CT ({x, y}) = {x, y} ∪ CT (x) ∪ CT (y).
S S
S
(d) Como x ⊆ CT (x), entonces CT ( x) ⊆ CT (x). En consecuencia,
x ∈ H(κ) .
(e) Resulta inmediato pues si y ⊆ x, entonces CT (y) ⊆ CT (x).
(f) Supongamos que κ es regular.
⇒ ) Es obvio.
S
⇐ ) Como CT (x) = x ∪ {CT (y) : y ∈ x}, entonces CT (x) es la unión
de menos que κ conjuntos de cardinalidad menor que κ, así que CT (x) tiene
cardinalidad menor que κ (por AE ) pues κ es regular.

Si κ es regular, entonces conseguimos un modelo interno de ZFE− de


acuerdo con el siguiente teorema.

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8. Relativización y absolutez

Teorema 7.17 (ZFE ). Si κ ∈ CAR es un cardinal regular, entonces H(κ) es


modelo de ZFE− .
Demostración. Como H(κ) es transitivo (por el Lema 7.16[a]), nos
serviremos del teorema 1.6.
ExH(κ) ya que H(κ) es transitivo.
ExtH(κ) pues H(κ) es transitivo.
ParH(κ) se demostró mediante el lema 7.16(c).
UniónH(κ) se demostró en el lema 7.16(d).
CompH(κ) : sean a, w ~ ∈ H(κ) y {x ∈ a : ϕH(κ) (x, w~ )} ⊆ a. Aplicamos
el lema 7.16(e) para obtener {x ∈ a : ϕH(κ) (x, w ~ )} ∈ H(κ) . Por lo tanto,
CompH(κ) .
Inf H(κ) , ya que ω ∈ H(κ) .
ReempH(κ) : de acuerdo con el lema 7.16(f), basta verificar que si ϕ(x, y, w
~)
es una fórmula que se comporta como función y a, w~ ∈ W, entonces {y : ∃x ∈
a ϕH(κ) (x, y, w ~ )} ∩ H(κ) ⊆ H(κ) y |{y : ∃x ∈ a ϕH(κ) (x, y, w~ )} ∩ H(κ) | <
κ. Pero esto es claro.
FundH(κ) pues H(κ) es transitivo.
AE H(κ) : como ya demostramos que (ZF − )H(κ) y la fórmula BO(y, x) es
absoluta para modelos transitivos de ZF − (el lector debe cerciorarse de esta
afirmación), entonces basta mostrar que ∀x ∈ H(κ) ∃y ∈ H(κ) BO(y, x). Sea
x ∈ H(κ) , y por AE existe y ⊆ x × x tal que BO(y, x). Entonces y ⊆ H(κ)
por 7.16(c). Así que y ∈ H(κ) por 7.16(f).
¿Cuándo es H(κ) un modelo interno de ZFE? El siguiente teorema
proporciona una respuesta.
Teorema 7.18. (ZFE) Si κ > ω es regular, entonces las siguientes condi-
ciones son equivalentes.
(a) ZFEH(κ) .
(b) H(κ) = Vκ .
(c) κ es fuertemente inaccesible.
Demostración.
(b) ⇔ (c). ⇒ ) Por contrapositiva. Si κ no es fuertemente inaccesible,
entonces existe λ < κ tal que 2λ ≥ κ. Esto implica que Pot(λ) ∈ Vκ \ H(κ) .
Por lo tanto, H(κ) 6= Vκ .
⇐ ) Basta ver que Vκ ⊆ H(κ) . Sea x ∈ Vκ , es decir, rg(x) = α < κ. Esto

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implica que CT (x) ⊆ Vα , por lo que |CT (x)| ≤ |Vα | < κ. Aquí la desigualdad
estricta se debe a que κ es fuertemente inaccesible, por lo que utilizamos el
lema 1.7.
(b) ⇒ (a). Usaremos el teorema 1.6(f). Basta ver que PotH(κ), es decir que
∀a ∈ H(κ) (Pot(a) ∩ H(κ) ) ∈ H(κ) . Pero esto es obvio, pues H(κ) = Vκ .
(a) ⇒ (c). Usando el lema 7.16(e) y CompH(κ) podemos debilitar la
condición de que se cumpla PotH(κ) a ∀x ∈ H(κ) (Pot(x) ∈ H(κ) ). Si κ
no es fuertemente inaccesible, entonces existe λ < κ tal que 2λ ≥ κ. Así que
Pot(λ) ∈ Vκ \ H(κ) . Por consiguiente, H(κ) 6|= Pot.
Si tomamos un cardinal regular κ que no sea fuertemente inaccesible (es
decir, cualquier cardinal regular conocido), podemos concluir que
Con(ZFE) ⇒ Con(ZFE− + ¬Pot).
De esta manera, el axioma de potencia es independiente de los otros axiomas
de ZFE . De hecho, tomando κ = ω1 obtenemos una afirmación más fuerte.
Corolario 7.19. Con(ZFE) ⇒ Con(ZFE− + ∀x(|x| ≤ ℵ0 )).
Demostración. Consideramos el modelo H(ω1 ) de ZFE− . Si x ∈
H(ω1 ), entonces x es numerable y cualquier función suprayectiva f : ω −→ x
pertenece a H(ω1 ). Por lo tanto, (|x| ≤ ℵ0 )H(ω1 ) .
7.3. Consistencia relativa de ZFE. Es esta sección presentamos como un
modelo interno para ZFE la clase HOD de los conjuntos hereditarios definibles
por ordinales. Obviamente, sólo trabajaremos con ZF .
Informalmente, un conjunto A es definible por ordinales si y sólo si es
definible a partir de una sucesión finita de ordinales; es decir, si y sólo si existen
α1 , . . . , αn ∈ OR y una LTC-fórmula ϕ(y, ~x) tales que
∀y (y ∈ A ⇔ ϕ(y, α1 , . . . , αn )).

Sea OD la clase de conjuntos definibles por ordinales. Observe que


OR ⊆ OD pues cada ordinal es definible por la fórmula y=x.
˙

La definición que acabamos de enunciar no está dentro de ZF . Para evadir


esta dificultad OD se define como el siguiente término clase.
OD = {x : ∃α ∈ OR ∃ϕ ∈ Fml2 (LTC)
∃β < α (x ∈ Vα ∧ ∀y ∈ Vα (y = x ⇔ hVα , ∈i |= ϕ[y, β]))}.

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8. Relativización y absolutez

El siguiente teorema garantiza que la definición formal coincida con la


definición intuitiva.
Definición 7.20. Sean {ϕi : i ∈ ω} una enumeración del conjunto
Fml2 (LTC). Definimos la fórmula Defi(v0 , ϑ, i, α) como
Defi(v0 , ϑ, i, α) ≡ v0 ∈ Vϑ ∧ ∀v1 ∈ Vϑ (v1 = v0 ⇔ hVϑ , ∈i |= ϕi [v1 , α]).
Teorema 7.21.
(a) Si x ∈ OD , entonces existen ϑ ∈ OR, i < ω y α < ϑ tales que
∀v0 (v0 = x ⇔ Defi(v0 , ϑ, i, α)). En tal caso decimos que (ϑ, i, α) define
a x.
(b) Si x es definible mediante α1 , . . . , αn ∈ OR por la fórmula ϕ(v0 , . . . , vn ),
entonces x ∈ OD .
Demostración. (a) Por la definición formal de OD existen ϑ ∈ OR, i <
ω y α < ϑ tales que Defi(x, ϑ, i, α). En particular tenemos que x ∈ Vϑ , y como
también se cumple que ∀v1 ∈ Vϑ (v1 = v0 ⇔ hVϑ , ∈i |= ϕi [v1 , α]), entonces,
al reemplazar v1 por x obtenemos que hVϑ , ∈i |= ϕi [x, α], pues obviamente
x = x. Ahora bien, si v0 es tal que Defi(v0 , ϑ, i, α), sustituimos nuevamente
v1 por x para obtener x = v0 ⇔ hVϑ , ∈i |= ϕi [x, α], y como el lado derecho de
esta equivalencia es válido, podemos concluir que x = v0 .
(b) Basta con obtener una fórmula χ y ϑ, α ∈ OR tales que
∀y ∈ Vϑ (y = x ⇔ hVϑ , ∈i |= χ[y, α]).
Consideremos el término clase OR<ω = {s : ∃n < ω, s : n −→ OR}.
Definimos un buen orden para OR<ω mediante s0 ≺ s1 si y sólo si
(s0 ⊆ s1 ∧ s0 6= s1 ) ∨ (dom(s0 ) =
dom(s1 ) ∧ ∃i < dom(s0 ) (s0  i = s1  i ∧ s0 (i) < s1 (i))).
Sea g el isomorfismo de Mostowski para ≺. Por el teorema 6.17 se tiene que
g[OR<ω ] = OR. Sea h : OR −→ OR<ω el inverso del isomorfismo de
Mostowski. Considere la siguiente fórmula:
χ(V0 , α) ≡
∃v1 , . . . , ∃vn (v1 = h(α)(0) ∧ . . . ∧ vn = h(α)(n − 1) ∧ ϕ(v0 , . . . , vn )).
Sea α ∈ OR tal que h(α) : n −→ OR; para 1 ≤ i ≤ n se cumple
h(α)(i) = αi+1 (recuerde que α1 , . . . , αn están fijos). Mediante el principio de

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reflexión de Lévy-Montague 7.5, tomamos un ordinal ϑ tal que x, α ∈ Vϑ y


∀y(y = x ⇔ χ(v0 , vn+1 )) es Vϑ -absoluta.
Como se sabe que ∀y(y = x ⇔ χ(v0 , α)), podemos deducir que ∀y ∈
Vϑ (y = x ⇔ χ Vϑ (v0 , α)). Pero esto es equivalente a ∀y ∈ Vϑ (y = x ⇔ hVϑ , ∈
i |= χ[y, α]). Por lo tanto, x ∈ OD .
El siguiente lema nos será de utilidad posteriormente.
Lema 7.22. Si x se define mediante la LTC fórmula ϕ(v0 , . . . , vn ) con
parámetros ~x ∈ OD , entonces x ∈ OD .
Demostración. Supongamos que ϕi (vi , α ~ ) define a xi mediante α
~ ∈ OR,
es decir, vi = xi ⇔ ϕi (vi , α
~ ). Entonces la fórmula
∃v1 , . . . , vn (ϕ1 (v1 , α
~ ) ∧ . . . ∧ ϕn (vn , α
~ ) ∧ ϕ(v0 , . . . , vn ))
~.
define a x mediante α
Podría conjeturarse que OD es un modelo interno de ZF ; de hecho, ya
obtuvimos que ParOD , UniónOD y PotOD . Para nuestra desgracia, OD no
tiene por qué ser transitivo, así que ninguna de las herramientas que hemos
desarrollado sirve en este caso. De hecho, el axioma de extensionalidad es
falso en OD a menos que V = OD , situación que, aunque consistente, es poco
probable.
Para obtener un modelo no sólo de ZF sino también de ZFE, construimos
la clase de conjuntos hereditarios definibles por ordinales que son aquellos
conjuntos x ∈ OD tales que los elementos de x, los elementos de los elementos
de x, etc., pertenecen a OD .
Definición 7.23. La colección de los conjuntos hereditarios definibles por
ordinales, denotada como HOD, se define mediante el siguiente término clase:
HOD = {x : CT({x}) ⊆ OD }.
Observe que se cumple OR ⊆ HOD ⊆ OD . Veamos que HOD es un
modelo interno de ZF , para lo cual nos serviremos del teorema 6.7.
Teorema 7.24. (ZF ) HOD es un modelo interno de ZF .
Demostración. HOD es transitivo. Sean x ∈ y ∈ HOD . Como
y ∈ CT ({y}), entonces y ⊆ CT ({y}) pues CT ({y}) es transitivo; además,
puesto que x ∈ y, {x} ⊆ CT ({y}), por lo que CT ({x}) ⊆ CT ({y}). Ahora

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8. Relativización y absolutez

bien, como y ∈ HOD entonces CT ({y}) ⊆ OD , así que CT ({x}) ⊆ OD, es


decir, x ∈ HOD .
HOD es Σ0 -cerrado. Sean ϕ(u, v1 , . . . , vn ) una fórmula Σ0 y x, x1 , . . . ,
xn ∈ HOD . En esta situación tenemos que z = {u ∈ x : ϕ(u, x1 , . . . , xn )}
se define a partir de x, x1 , . . . , xn mediante la fórmula ψ(v0 , v, v1 , . . . , vn ) ≡
∀u (u ∈ v0 ⇔ u ∈ v ∧ ϕ(u, v1 , . . . , vn )). Así que por el lema 7.22,
podemos concluir que z ∈ OD . Como por hipótesis x ∈ HOD , entonces
CT ({x}) ⊆ OD y se cumple
CT ({z}) = {z} ∪ CT (z) ⊆ {z} ∪ CT (x) ⊆ {z} ∪ CT ({x}) ⊆ OD .
Por lo tanto, HOD es Σ0 -cerrado.
HOD es casi universal. Sea x ⊆ HOD ; tenemos que mostrar que existe y ∈
HOD tal que x ⊆ y. Como V = V, por el axioma de fundación existe α ∈ OR
tal que x ⊆ Vα ∩HOD . Así que basta demostrar que Vα ∩HOD ∈ HOD . Puesto
que CT ({Vα ∩ HOD }) = {Vα ∩ HOD } ∪ (Vα ∩ HOD ), por la transitividad de
Vα , y Vα ∩ HOD ⊆ HOD ⊆ OD basta mostrar que Vα ∩ HOD ∈ OD , pero
esto último resulta de la fórmula
ϕ(v0 , v1 ) ≡ ∀u(u ∈ v0 ⇔ u ∈ Vv1 ∧ CT ({u}) ⊆ OD ).
Por lo tanto, HOD es un modelo interno de ZF .
Para terminar con lo planeado, basta ver que AE HOD .
Teorema 7.25. Se cumple que AE HOD .
Demostración. Primero vamos a definir un buen orden <T para OD . Sea
T = {(ϑ, i, α) : ϑ ∈ OR ∧ i ∈ ω ∧ α ∈ ϑ}. Definimos un buen orden en T
mediante el orden lexicográfico:
(ϑ, i, α) <T (ϑ0 , j, α0 ) si y sólo si
ϑ < ϑ0 ∨ (ϑ = ϑ0 ∧ i < j) ∨ (ϑ = ϑ0 ∧ i = j ∧ α < α0 ).
A partir de <T definimos un orden para OD como sigue. Sean x, x0 ∈ OD .
x <OD x0 si y sólo si
∃t ∈ T (t define a x ∧ ∀t 0 ∈ T (t 0 define a x0 ⇒ t <T t 0 )).
Es fácil ver que <OD define un buen orden sobre OD (véase el Ejer. 29).
Tomemos a ∈ HOD tal que a es un conjunto no vacío de conjuntos no vacíos
Def
ajenos entre sí. Sea b = {y : ∃x ∈ a(y es un elemento <OD −mínimo de x)};

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

b se eligió de tal forma que sus elementos son los mínimos de los elementos de
a. Para demostrar que AE HOD , basta ver que b ∈ HOD . Como b se definió
mediante a ∈ OD , tenemos que b ∈ OD por el lema 7.22. Dado que a ∈ HOD
S S
y UniónHOD seSsigue que S a ∈ HOD, es decir, CT ({ a}) ⊆ OD . Así que de
CT (b) ⊆ CT ( a) ⊆ CT ({ a}) se concluye que CT (b) ⊆ OD . Finalmente,
como CT ({b}) = {b} ∪ CT (b), deducimos que CT ({b}) ⊆ OD, es decir,
b ∈ HOD . Por lo tanto, AE HOD .
Con ayuda del método de modelos internos logramos el siguiente corolario.
Corolario 7.26 (Gödel). Con(ZF ) ⇒ Con(ZFE).
Debemos aclarar que Gödel obtuvo el resultado mediante el modelo interno
L conocido como universo constructivo, que estudiaremos ampliamente en el
capítulo de constructibilidad.

7.4. Método de los modelos transitivos numerables. Mediante el co-


lapso de Mostowski obtenemos el siguiente resultado, que es el fundamento
para el método de los modelos transitivos numerables.
Teorema 7.27. Sea T un conjunto infinito de LTC-enunciados que contiene a
ZFE. Sea T0 un subconjunto finito de T . Entonces
T ` ∃M (|M| = ℵ0 ∧ Trans(M) ∧ T0M ).

Demostración. Supongamos T , por lo que se tiene ZFE. Sin pérdida de


generalidad, podemos suponer que Ext pertenece a T0 . Mediante el teorema
7.11 podemos tomar un conjunto numerable W tal que cada ϕ ∈ T0 es W-
absoluta. Tomemos R = ∈ W. Como R es bien fundada en W, para cada x
se cumple que {y : yRx} = x ∩ W ∈ V y no hay una R-sucesión infinita
decreciente que pueda inducir una ∈-sucesión del mismo tipo, puesto que las
últimas no existen. Por lo tanto, se cumple Ext y, por la manera en que se eligió
W, Ext es W-absoluta. Entonces ExtW y esto implica que R es extensional, de
manera que podemos utilizar el teorema del colapso de Mostowski. Sea M el
colapso de Mostowski de W y π : W −→ M el isomorfismo de Mostowski
para (W, R). Mediante inducción sobre las fórmulas en el metalenguaje, es fácil
demostrar que
∀~x ∈ W (ϕW (~x) ⇔ ϕM (π(~x))).

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8. Relativización y absolutez

En particular, para cada LTC-enunciado ϕ se cumple ϕW ⇔ ϕM . Además,


de la suposición de que cada enunciado ϕ de T0 se cumple y es W-absoluto, se
sigue que ϕM . Esto era lo que se quería demostrar.
Para que este resultado sea útil en pruebas de consistencia relativa, se
introduce una constante nueva M que es testigo de la fórmula ∃M (|M| =
ℵ0 ∧ Trans(M) ∧ T0M ) y dado un conjunto T de LTC-enunciados tal que
ZFE ⊆ T , denotamos con TM a la lista T + |M| = ℵ0 + Trans(M) + T M ; con
esto obtenemos el siguiente corolario.
Corolario 7.28. Si Con(T ), entonces Con(TM ).
Demostración. Supongamos que TM es inconsistente. Por el teorema de
compacidad existe un subconjunto finito T0 ⊆ T tal que (T0 )M es inconsistente.
Por lo tanto, T0 ` ¬ (|M| = ℵ0 ∧ Trans(M) ∧ T0M ). Mediante el lema de
eliminación de constantes para la lógica 12.20 obtenemos T0 ` ¬ (|x| =
ℵ0 ∧ Trans(x) ∧ T0x ) de donde, por la regla de generalización concluimos que
T0 ` ∀x¬ (|x| = ℵ0 ∧ Trans(x) ∧ T0x ). Por consiguiente, T ` ¬∃x (|x| =
ℵ0 ∧ Trans(x) ∧ T0x ), lo cual contradice el teorema 7.27. Así que TM es
consistente.
Terminamos la sección con un principio para pruebas de consistencia
relativa.
Teorema 7.29. Sea T un conjunto de LTC-enunciados tal que ZFE ⊆ T . Sea
T 0 otro conjunto de LTC-enunciados tal que para cada lista finita T00 ⊆ T 0 es
0
cierto que TM ` ∃M 0 ((T00 )M ∧ M 0 6= ∅). Si Con(T ), entonces Con(T 0 ).
Demostración. Supongamos que T 0 es inconsistente. Entonces existe un
subconjunto finito T00 de T 0 que es inconsistente. Por lo tanto, T00 ` x 6= x. El
V 0 0
lema del modelo nos dice que ZF ` M 0 6= ∅ ⇒ ( (T00 )M ⇒ (∀x (x 6= x))M )
0
y, por hipótesis, TM ` ∃M 0 ((T00 )M ∧ M 0 6= ∅). En consecuencia, para tal M 0 ,
TM ` M 0 6= ∅ ∧ ∀x ∈ M 0 (x 6= x), por lo que TM es inconsistente y, por el
corolario 7.28, T es inconsistente.

8. Jerarquía de Lévy
En secciones anteriores se ha establecido que para ciertas estructuras, algunas
fórmulas del lenguaje LTC son absolutas; por ejemplo, las fórmulas primitivas
de LTC son absolutas para las estructuras estándar.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

La noción de absolutez está relacionada con la estructura lógica de las


fórmulas de LTC. A. Lévy dio una clasificación de las fórmulas de LTC en la
cual se establece esta relación.
Definición 8.1. (Por recursión sobre ω):
(a) Una LTC-fórmula es Σ0 y Π0 si todos sus cuantificadores son acotados.
(b) Una LTC-fórmula Φ es Σn+1 (Πn+1 ) si es de la forma
∃~xΨ(~x) (∀~xΨ(~x)),
donde Ψ es una fórmula Πn (Σn ).
Para establecer la conexión entre la clasificación anterior y la noción de
absolutez, es necesario definir una contraparte semántica de dicha clasificación.
Definición 8.2. Sea T una subteoría de ZF (que en particular puede ser ZF )
y sea Φ una LTC-fórmula.
(a) Φ es ΣTn (ΠTn ) si existe una LTC-fórmula Ψ en Σn (Πn ) tal que
T ` Φ ⇔ Ψ.
(b) Φ es ∆Tn si es ambas, ΣTn y ΠTn .
El siguiente teorema relaciona la jerarquía de Lévy con la noción de
absolutez.
Teorema 8.3. Sean T una subteoría de ZF (posiblemente ZF ), M una clase
transitiva tal que ΘM para todo axioma Θ de T, y Φ una fórmula cualquiera de
LTC. Con estas hipótesis, se puede afirmar lo siguiente:
(a) Si Φ es ΣT0 , entonces Φ es absoluta (para M).
(b) Si Φ es ΣT1 , entonces Φ es U-absoluta.
(c) Si Φ es ΠT1 , entonces Φ es D-absoluta.
(d) Si Φ es ∆T1 , entonces Φ es absoluta, donde U-absoluta significa que si Φ es
válida una clase transitiva M, entonces es cirto en el universo. La fórmula
Φ es D-absoluta si siempre que es válida O el universo, también lo es en
M.
Demostración. (a) Supongamos que las variables libres de Φ están entre
las variables de ~v y sea Ψ(~v) una fórmula Σ0 tal que
T ` Φ ⇔ Ψ.

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8. Relativización y absolutez

Ya que T es una subteoría de ZF , por generalización se cumple que


T ` ∀~v(Φ ⇔ Ψ).
Además, puesto que ΘM para todo Θ en T, aplicando la parte (1) del lema
fundamental de modelos internos 6.2 concluimos
T ` (∀~v(Φ ⇔ Ψ))M .
(Con la notación del teorema 6.2, se aplica a T = Γ = Σ.) Esto significa que
T ` (∀~v ∈ M)(ΦM ⇔ ΨM ).
Ahora, para demostrar que
(∀~v ∈ M)(ΦM ⇔ Φ)
(es decir, que Φ es absoluta), podemos suponer, sin pérdida de generalidad, que
Φ es una fórmula Σ0 . Del lema 2.2 (aplicado al hecho de que T ` ∀~v(Φ ⇔ Ψ))
se sigue que Ψ es absoluta si y sólo si Φ lo es.
Continuamos la demostración por inducción sobre la construcción de Φ:
si Φ es una fórmula primitiva, la demostración es trivial pues sabemos que las
fórmulas primitivas de LTC son absolutas para estructuras estándar. Si Φ es de
la forma Φ1 ∧ Φ2 o de la forma ¬Φ0 , también se sigue trivialmente que Φ es
absoluta haciendo uso de la hipótesis de inducción y aplicando la definición de
relativización para la negación y la conjunción. Para el caso en que Φ es de la
forma (∃x ∈ y)Φ0 (x, y,~v) , se tiene que (Φ(y,~v))M es de la forma
∃x ∈ M(x ∈ y ∧ (Φ0 (x, y,~v))M ).
De aquí que dadas y y ~v en M, si (Φ(y,~v))M entonces
(∃x ∈ y)(Φ0 (x, y,~v))M .
Así, para alguna x ∈ y se cumple (Φ0 (x, y,~v))M , que por hipótesis de inducción
es equivalente a Φ0 (x, y,~v). Por lo tanto,
(∃x ∈ y)Φ0 (x, y,~v),
que es equivalente a Φ(y,~v). Luego, dadas y y ~v en M, si Φ(y,~v), entonces
(∃x ∈ y)Φ0 (x, y,~v); así, para algún x ∈ y se cumple que Φ0 (x, y,~v), pero como
M es transitiva, y ∈ M y x ∈ y se tiene que x ∈ M. Por lo tanto, haciendo uso de
la hipótesis de inducción (Φ0 (x, y,~v))M , lo cual implica (∃x ∈ y)(Φ0 (x, y,~v))M ,
que es equivalente a (Φ(y,~v))M .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(b) Por el mismo argumento que en la parte (a), podemos suponer, sin
pérdida de generalidad, que Φ es Σ1 . Sea Φ(~v) la fórmula (∃~u)Φ0 (~u,~v), donde
Φ0 es una fórmula Σ0 . Ahora, si se supone que para algún v ∈ M, se cumple
(Φ(~v))M y para algún ~u ∈ M, (Φ0 (~u,~v))M . Luego, aplicando la parte (a) a la
fórmula anterior (que es Σ0 ), se concluye Φ0 (~u,~v). Por lo tanto, (∃~u)Φ0 (~u,~v),
es decir, Φ(~v).
(c) Como antes, supondremos que Φ es Π1 . Sea Φ(~v) la fórmula
(∀~u)Φ0 (~u,~v), donde Φ0 es Σ0 . Supongamos que Φ(~v) para algún ~v ∈ M.
En particular, se tiene que para todo ~u ∈ M se cumple Φ0 (~u,~v), y aplicando el
resultado (a) a esta fórmula, se concluye (Φ0 (~u,~v))M . De lo anterior se sigue
(∀~u ∈ M)Φ0 (~u,~v)M , que es equivalente a Φ(~v)M .
(d) Se deduce de los anteriores.
A continuación ofrecemos una lista de fórmulas Σ0 .
Teorema 8.4. Las siguientes fórmulas (escritas formalmente en LTC) son Σ0
(y por lo tanto absolutas para modelos transitivos):
(a) x = y, (b) x ∈ y,
(c) x ⊆ y, (d) y = {x},
(e) y = {x1 , x2 }, (f) y = {x1 , ..., xn },
(g) y = (x1 , x2 ), (h) y = (x1 , ..., xn ),
(i) y = (x)ni (para toda i = 1, ...n), (j) z = xS∩ y,
(k) z = xT∪ y, (l) y = x,
(m) y = x, (n) y = x \ z,
(o) y = x ∪ {x}, (p) “x es una pareja ordenada”,
(q) “x es una n-ada” (r) “x es una relación sobre y”,
(s) “x es una función”, (t) y = dom(x),
(u) y = ran(x), (v) y = x(z),
(w) y = x[z], (x) y = x|z,
(y) y = x × z, (z) y = x−1 ,
(aa) Or(x), (bb) lím(x),
(cc) sucesor(x), (dd) “x es un número natural”,
(ee) “x es una sucesión”, (ff) x : y → z,
(gg) x : y ⇔ z.
Demostración. Demostraremos el teorema para algunas de las fórmulas;
las restantes se dejan como ejercicio. Para (a) y (b), el teorema es trivial. Para

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8. Relativización y absolutez

(c), considere la fórmula (∀z ∈ x)[z ∈ y]. Para (e), considere la fórmula
(∀x ∈ y)(x = x1 ∨ x = x2 ) ∧ (x1 ∈ y ∧ x2 ∈ y).
Para (g), considere la fórmula
(∃z ∈ y)(z = {x1 }) ∧
(∃z ∈ y)(z = {x1 , x2 }) ∧ (∀z ∈ y)(z = {x1 } ∨ z = {x1 , x2 }).
Para (k), (l) y (o), las fórmulas
(∀w ∈ z)(w ∈ x ∨ w ∈ y) ∧ (x ⊆ z ∧ y ⊆ z);
(∀w ∈ x)(w ⊆ y) ∧ (∀z ∈ y)(∃w ∈ x)(z ∈ w);
(x ∈ y) ∧ (x ⊆ y) ∧ (∀w ∈ y)(w ∈ x ∨ w = x).
Para (p), la fórmula
S
(∃z ∈ w)(∃y ∈ w)(w = x ∧ x = (y, z)).
Para (r), la fórmula
(∀w ∈ x)(∃v ∈ y)(∃u ∈ y)[w = (u, v)].
Para (t), la fórmula
[[
(∀u ∈ y)(∃v ∈ x)[(u, v) ∈ x] ∧
[[ [[
(∀u ∈ x)(∀v ∈ x)[(u, v) ∈ x ⇒ u ∈ y].
Para (y), la fórmula
(∀u ∈ y)(∀v ∈ z)[(u, v) ∈ x] ∧ (∀w ∈ x)(∃u ∈ y)(∃v ∈ z)[w = (u, v)].
Por último, para (aa) y (cc) considere las fórmulas
(∀z ∈ x)(∀y ∈ z)(y ∈ x) ∧ (∀z ∈ x)(∀y ∈ x)(z = y ∨ z ∈ y ∨ y ∈ z);
OR(x) ∧ (∃y ∈ x)(∀z ∈ x)(z ∈ y ∨ z = y).
Corolario 8.5. La fórmula “x es un conjunto finito” es Σ1 .
Demostración. Observe que la relación “x es finito” se define con la
fórmula
biy
∃n∃f (Nat(n) ∧ f : x −→ n),
donde Nat(n) es la Σ0 -fórmula que define la relación de ser número natural y
biy
f :x−
→ n define la relación “f es una función biyectiva de x en n”. Luego, por

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

biy
el teorema anterior, se tiene que tanto Nat(n) como f : x −
→ n son Σ0 y, por lo
tanto, la fórmula deseada es Σ0 .
El siguiente teorema ofrece varias propiedades de cerradura para los niveles
de la jerarquía de Lévy, propiedades que se usarán bastante en lo sucesivo.
Teorema 8.6. Sea T una teoría para el lenguaje de la teoría de conjuntos.
Sean Φ, Ψ fórmulas de LTC.
(1) Si Φ, Ψ son ΣT0 ; también lo son Φ ∧ Ψ, Φ ∨ Ψ, ¬Φ.
(2) Si Φ es ΣTn (ΠTn ), entonces ¬Φ es ΠTn (ΣTn ).
(3) Φ es ∆Tn si y sólo si Φ y ¬Φ son ΣTn .
(4) Si Φ, Ψ son ΣTn ; también lo son Φ ∧ Ψ, Φ ∨ Ψ, ∃xΦ, (∃x ∈ y)Φ.
(5) Si Φ, Ψ son ΠTn ; también lo son Φ ∧ Ψ, Φ ∨ Ψ, ∀xΦ, (∀x ∈ y)Φ.
(6) Si Φ, Ψ son ∆Tn ; también lo son Φ ∧ Ψ, Φ ∨ Ψ, ¬Φ.
(7) Si m < n, entonces ΣTm ∪ ΠTm ⊆ ∆Tn .
Demostración.
(1) Se sigue trivialmente.
Los siguientes incisos del teorema se demostrarán por inducción sobre
n:
(2) Suponiendo que Φ es ΣT1 , existe Φ0 (x) en Σ0 tal que
T ` Φ ⇔ ∃xΦ0 (x).
Así, T ` ¬Φ ⇔ ∀x¬Φ0 (x), donde (por el inciso 1) ¬Φ0 (x) es Σ0 . Por lo
tanto, ¬Φ es Π1 .
En general, si
T ` Φ ⇔ ∃xΦ0 (x),
con Φ0 una fórmula Πn−1 , entonces
T ` Φ ⇔ ∀x¬Φ0 (x).
Pero por hipótesis inductiva, ¬Φ0 es Σn−1 , por lo que Φ es Πn . El caso en
que Φ es Πn es totalmente análogo.
(3) Se sigue directamente del inciso anterior.
(4), (5) Sean Φ0 (z, x) y Ψ0 (u) fórmula Σ0 , tales que
T ` Φ ⇔ ∃zΦ0 (z, x),
T ` Ψ ⇔ ∃uΨ0 (u).
Así,

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8. Relativización y absolutez

T ` Φ ∧ Ψ ⇔ ∃z∃u(Φ0 (z, x) ∧ Ψ0 (u)),


T ` Φ ∨ Ψ ⇔ ∃z∃u(Φ0 (z, x) ∨ Ψ0 (u)),
T ` ∃xΦ ⇔ ∃z∃x(Φ0 (z, x)),
T ` (∃x ∈ y)Φ ⇔ ∃z∃x(x ∈ y ∧ Φ0 (z, x)).
En los cuatro casos, las fórmulas de la derecha del bicondicional,
son (por 1) Σ0 . Por lo tanto, las cuatro fórmulas del lado izquierdo del
condicional son Σ1 . De aquí se sigue también el caso n = 1 del inciso 5,
aplicando el inciso 2; por ejemplo, si Φ y Ψ son Π1 , entonces ¬Φ y ¬Ψ
son Σ1 . Tomando en cuenta lo recién demostrado, se sigue que Φ ∧ Ψ es
Σ1 , y al tomar la negación de esta última fórmula se obtiene la fórmula
equivalente Φ ∨ Ψ, que por 2 es Π1 .
En el caso general de inducción, para demostrar 4 se hace uso de la
hipótesis de inducción de 5 (y viceversa), y la conclusión se sigue de igual
manera que en el caso n = 1.
(6) Esta propiedad se sigue directamente de 3, 4 y 5.
(7) Para demostrar esta propiedad, se debe observar que es suficiente con
agregar cuantificadores (ya sea ∃ o ∀ según sea necesario) que cuantifiquen
una variable nueva que no aparezca en la fórmula equivalente, ya sea al
inicio de la cadena de cuantificadores no acotados o al final de ésta.

Lema 8.7. La fórmula


BF(x, y) ≡ “x es una relación bien fundada sobre y”,
es ∆ZF
1 .

Demostración. Recuerde que la definición de que la relación E es bien


fundada en X(BF(E, X)) es
Φ(E, X) ∧ ∀A[A ⊆ X ∧ A 6= ∅ ⇒ (∃a ∈ A)(∀x ∈ A)¬E(x, a)],
donde Φ(E, X) es la fórmula Σ0 (dada por el Teorema 8.4) que define la relación
“E es una relación sobre X”. Ahora, con ayuda de los teoremas 8.4 y 8.6, se
concluye que esta fórmula es Π1 . Por otro lado, en ZF se puede demostrar que
una relación E es bien fundada sobre un conjunto X si y sólo si
∃f [f : X → OR ∧ (∀x ∈ X)(∀y ∈ X)(E(x, y) ⇒ f (x) < f (y))].

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De aquí que (por los Teoremas 8.4 y 8.6) la fórmula sea ΣZF
1 y, por lo tanto,
∆ZF
1 .
Dada una fórmula Φ de LTC, usaremos la siguiente notación:
(a) Φ((x)0 , ~z) para denotar la fórmula
(∃u ∈ x)(∃a ∈ u)(∃b ∈ u)[x = (a, b) ∧ Φ(a, ~z)].
(b) Φ((x)1 , ~z) para denotar la fórmula
(∃u ∈ x)(∃a ∈ u)(∃b ∈ u)[x = (a, b) ∧ Φ(b, ~z)].
(c) Φ((x)ni , ~z) para denotar la fórmula,

(∃u ∈ x)(∃a0 ∈ u)(∃a1 ∈ u) . . . (∃an−1 ∈ u)


[x = (a0 , a1 , . . . , an−1 ) ∧ Φ(ai , ~z)].

(En general, para una fórmula de LTC de la forma Φ(x1 , . . . , xn , ~z) se puede
definir la fórmula Φ((x)n0 , (x)n1 , . . . (x)nn−1 , ~z)).
(d) Φ(x(y), ~z) es la fórmula
Fun(x) ∧ [(∃w ∈ x)(∃u ∈ w)(∃v ∈ u)[(v 6= y) ∧ w = (y, v) ∧ Φ(v, ~z)]
∨[(∃w ∈ x)(∀u ∈ w)(∀v ∈ u)((v = y) ∧ W = (y, y) ∧ Φ(y, ~z))].
En términos de las anteriores definiciones establecemos el siguiente lema,
cuya demostración es trivial:
Lema 8.8. Si Φ(x, ~z) es una fórmula Σ0 , entonces también lo son las fórmulas
Φ((x)0 , ~z), Φ((x)1 , ~z), Φ((x)ni , ~z) y Φ(x(y), ~z).
En el siguiente teorema se supone en forma tácita la unicidad de las parejas
ordenadas, por lo que requerimos extensionalidad.
Teorema 8.9. (Contracción de cuantificadores).
Sea T una teoría para LTC tal que sus axiomas incluyan los axiomas de vacío,
extensionalidad y par. Sea n ≥ 1 y sea Φ(~z) una fórmula de LTC.
(a) Si Φ(~z) es Σn , entonces existe una fórmula Ψ(~y, ~z) que es Σ0 y tal que
T ` Φ(~z) ⇔ ∃x1 ∀x2 ∃x3 · · · − xn Ψ(y1 , . . . , yn , ~z).
(b) Si Φ(~z) es Πn , entonces existe una fórmula Ψ(~y, ~z) Σ0 tal que
T ` Φ(~z) ⇔ ∀x1 ∃x2 ∀x3 · · · − xn Ψ(y1 , . . . , yn , ~z).

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8. Relativización y absolutez

Demostración. (a) Como Φ(~z) es una fórmula Σn , entonces es de la


forma
∃x1,1 ∃x1,2 . . . ∃x1,m1 ∀x2,1 ∀x2,2 . . . ∀x2,m2 · · · − xn,1 − xn,2 · · · − xn,mn Θ(~x, ~z).
Ahora, sea Ψ(~y, ~z) la siguiente fórmula:
(y1 es una m1 -ada)∧(y2 es una m2 -ada)∧ · · · ∧(yn es una mn -ada)
m1
∧Θ[(y1 )0m1 , . . . , (y1 )m1 −1
, (y2 )m2 m2 mn
0 , . . . , (y2 )m2 −2 , . . . , (yn )mn −1 , ~
z].
De la proposición anterior se concluye que Ψ es Σ0 . Además, es claro que
T ` Φ(~z) ⇔ ∃y1 ∀y2 ∃y3 · · · − yn Ψ(y1 , y2 , . . . , yn , ~z).
La demostración del caso (b) es completamente análoga.
Las propiedades de clausura para los niveles de la jerarquía de Lévy,
establecidas en el terorema 8.6, se pueden extender, para el caso en que T=ZF ,
a dos propiedades más:
Teorema 8.10.
1. Si Φ es una fórmula Σn , entonces (∀x ∈ y)Φ es ΣZF
n .
2. Si Φ es una fórmula Πn , entonces (∃x ∈ y)Φ es ΠZF
n .

Demostración. Demostraremos (a) y (b) simultáneamente por inducción


sobre n: si n = 0, en ambos casos no hay nada que demostrar. Luego, sea Φ
una fórmula Σn+1 . Por el teorema anterior se sabe que existe una fórmula Ψ
que es Πn y tal que
ZF ` Φ ⇔ ∃zΨ.
Así, por generalización logramos
ZF ` (∀x ∈ y)Φ ⇔ (∀x ∈ y)∃zΨ.
Ahora quisiéramos acotar la variable z por un conjunto u. Sea f : y → V
definida por
(
{z|Ψ(x, z) ∧ z de rango mínimo}, si ∃zΨ(x, z);
f (x) =
∅, si no existe tal z.
S
Claramente, f (x) ∈ V para toda x ∈ y. Sea u = f (x). Se cumple entonces
x∈y
que
ZF ` (∀x ∈ y)∃zΨ ⇔ ∃u(∀x ∈ y)(∃z ∈ u)Ψ.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Por lo tanto,
ZF ` (∀x ∈ y)Φ ⇔ ∃u(∀x ∈ y)(∃z ∈ u)Ψ.
Pero, por hipótesis de inducción aplicada a Ψ (que es una fórmula Πn ),
(∃z ∈ u)Ψ es una fórmula ΠZF n . Luego, aplicando el teorema 8.6, se tiene
que (∀x ∈ y)(∃z ∈ u)Ψ es una fórmula ΠZF n . Por lo tanto, la fórmula
∃u(∀x ∈ y)(∃z ∈ u)Ψ es una fórmula ΣZF n+1 , lo cual implica que (∀x ∈ y)Φ es
también una fórmula ΣZF
n+1 .
Ahora suponga que Φ es Πn+1 . Por el teorema 8.6, ¬Φ es ΣZFn+1 . Aplicando
a esta fórmula el inciso anterior tenemos que (∀x ∈ y)¬Φ también es una
fórmula ΣZF ZF
n+1 . De aquí se tiene que ¬(∃x ∈ y)Φ es Σn+1 . Por último,
aplicando de nuevo el teorema, se concluye que (∃x ∈ y)Φ es una fórmula
ΠZFn+1 .

9. Ejercicios

1. Investigue qué axiomas de ZF son verdaderos en OR.


2. (AE ). Sea κ un cardinal fuertemente inaccesible. Verifique que los
siguientes sean absolutos para Vκ .
(a) Pot(x).
(b) ωα .
(c) iα .
(d) Vα .
(e) cf (α).
(f) α es fuertemente inaccesible.
3. En ZFE − Fund verifique el ejercicio 1 para V y para ∃α (α es fuertemente
inaccesible).
4. Si κ es inaccesible, entonces ∃M(|M| = ℵ0 ∧ ZFEM ). [Sugerencia: Como
hVκ , ∈i es un modelo de ZFE , por el teorema de Löwenheim-Skolem,
existe un modelo numerable de ZFE. Ası́ que existe E ⊆ ω × ω tal
que A = hω, Ei es un modelo de ZFE. Verifique que (A es un modelo
numerable de ZFE )Vκ ].
5. Demuestre el lema 2.2.
6. Demuestre el corolario 2.4.
7. Demuestre el corolario 3.7.

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8. Relativización y absolutez

8. Demuestre el lema 4.3.


9. Demuestre los teoremas de isomorfismo 6.9 y 6.10.
κ
10. (AE ) Muestre que si κ > ω, entonces |H(κ) | = 2^ .
11. (AE ) Muestre que si κ > ω, entonces H(κ) = Vκ si y sólo si κ = iκ .
12. Si κ es un cardinal inaccesible, entonces existe un α < κ tal que
hVα , ∈i ≺ hVκ , ∈i.
Más aún, el conjunto {α < κ : hVα , ∈i ≺ hVκ , ∈i} es un club. [Sugerencia:
Construya funciones de Skolem h para Vκ y sea α = lím αn , donde
αn+1 < κ cumple que h  Vαn ⊆ Vαn +1 para cada h.]
13. Sea HA = {x ∈ A : x ⊆ HA}. Si A es la clase de los conjuntos
finitos, denotamos HA como HF. Pruebe que HF = Vω . Sea HC =
H{X : |X| ≤ ℵ0 }. Para cada α ∈ OR, sea Hα = HC ∩ Vα . Pruebe
que HS 0 = ∅, Hα+1 = {X ⊆ Hα : |X| ≤ ℵ0 } y para γ lı́mite,
Hγ = α<γ Hα .
14. (ZFE ) Muestre que HC = Hω1 .
15. (ZF ) (∗) Muestre que HC = Hω2 . [Sugerencia: Muestre S que para toda
A ∈ SHC se cumple |rg(A)| ≤ ℵ1 . Como rg(A) = n<ω {rg(x) :
x ∈ n A} basta encontrar de manera uniforme para toda A ∈ HC
funciones FnA tales que FnA transforma al conjunto ω1n+1 en el conjunto
S
{rg(x) : x ∈ n A}. Sean F0A (α) el α-ésimo elemento del conjun-
to {rg(x) : x ∈ A} y Fn+1 A (α , . . . , α
0 n+1 ) el αn+1 -ésimo elemento del
X
conjunto {Fn (α0 , . . . , αn ) : X ∈ A}.]
16. (ZFE ) Muestre que HC es un modelo transitivo de ZFE − . (AE se necesita
para mostrar que UniónHC .)
17. La teorı́a de conjuntos de Zermelo Z es ZF − Reemp. Muestre que si
γ > ω es un ordinal lı́mite, entonces Vγ es un modelo para Z; además,
si AE entonces AE Vγ .
18. (AE ). Muestre que para toda κ > ω, H(κ) es modelo de Z − Pot. Muestre
que Pot es cierto en H(κ) si y sólo si κ = iγ para algún ordinal lı́mite γ.
Muestre que Reemp falla en H(iω ).
19. Argumente en Z y muestre que A × B existe para cualesquier conjuntos
A, B. [Sugerencia: A × B ⊆ Pot(Pot(A ∪ B)). Muestre que en Z se

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

pueden desarrollar las propiedades básicas de funciones y buenos órdenes,


ası́ como las propiedades básicas de ω, R y C.]
20. Encuentre un enunciado ϕ tal que para cualquier β ∈ OR, si ϕ es Vβ -
absoluta entonces β = ωβ . Después obtenga una fórmula ψ(x) tal que para
cualquier conjunto transitivo M 6= ∅, si ψ(x) es absoluta para M entonces
M = Vβ para alguna β tal que β = ωβ . [Sugerencia: ϕ será suficiente
para garantizar en ZF que ∀α(ωα existe). ψ(x) puede ser ϕ ∧ x = Vα .]
21. Muestre que la relación BF (A, R) es absoluta para modelos tránsitivos de
ZF − .
22. Sea F : V −→ V una “función” de V sobre V . Sea E ⊆ V × V tal que
xEy si y sólo si x ∈ F (y). Muestre dentro de ZFE que hV, Ei es un modelo
de ZFE − Fund. Tenga cuidado con las relativizaciones; recuerde que en
este caso ∈ se interpreta como E.
23. Use el ejercicio anterior para mostrar la consistencia de ZFE − Fund +
∃x(x = {x}), asumiendo la consistencia de ZFE. [Sugerencia: Sean
F (0) = 1, F (1) = 0. De la misma manera, muestre la consistencia de
ZFE − Fund + ∃x∃y(x = {y} ∧ y = {x} ∧ x 6= y).]
24. Suponga Con(ZFE) y demuestre la consistencia de ZFE − Fund más la
siguiente versión del teorema del colapso de Mostowski: Si R es extensional
en A, entonces hA, Ri ∼ = hM, ∈i para algún conjunto transitivo M. Observe
que no se pide que R sea bien fundada.
25. Muestre que no existe un subconjunto finito S ⊆ ZFE − Fund con el que
se pueda probar en ZFE − Fund que BO(A, R) es absoluta para modelos
transitivos de S. [Sugerencia: Use el ejercicio anterior y algo de teorı́a de
modelos.]
26. Para cualquier conjunto A, definimos la jerarquı́a acumulativa V (α, A)
como sigue:
V (0, A) = {A} ∪ CT (A)
V (α + 1, A) = SPot((V (α, A))
V (γ, A) = α<γ V (α, A).
S
Sea BF (A) = α∈OR V (α, A).
Muestre que, en ZF − Fund, BF (A) es un modelo transitivo de ZF − Fund
y que AE implica AE BF (A) .

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8. Relativización y absolutez

27. Muestre que Con(ZF − Fund) ⇒ Con(V = BF (U)), donde U es un


conjunto infinito tal que ∀x ∈ U (x = {x}).
28. (Fraenkel-Mostowski). Muestre que Con(ZF − Fund) ⇒ Con(ZF −Fund
+ ¬AE ). [Sugerencia: Suponga que V = BF (U) como en el ejercicio 27.
Sea G el grupo de permutaciones de U y para B ⊆ U sea
GB = {π ∈ G : ∀x ∈ B(π(x) = x)}.
Para π ∈ G defina un “automorfismo” π? : V −→ V tal que π? (x) = π(x)
para x ∈ U y para toda y, π? (y) = {π? (z) : z ∈ y}. Sean
A = {y : ∃B ⊆ U(|B| < ℵ0 ∧ ∀π ∈ GB (π? (y) = y))}
y HA = {y ∈ A : CT (y) ⊆ A}. Muestre que HA es un modelo transitivo
de ZF − Fund + 00 U no puede bien ordenarse 00 .]
29. Demuestre que <OD define un buen orden sobre OD .
30. Muestre que las siguientes condiciones son equivalentes:
(a) V = OD .
(b) V = HOD .
(c) OD es transitivo.
(d) ExtOD .
[Sugerencia: para cualquier α, se cumple Vα ∈ OD y Vα ∩ OD ∈ OD .]
31. Si F es una función definible en OR, entonces ran(F ) ⊆ OD . Ası́ que
OD es la máxima clase para la que existe un correspondencia definible e
inyectiva con OR.
32. Use el ejercicio anterior para mostrar que HOD es la máxima clase transitiva
modelo de ZF para la que existe una correspondencia definible e inyectiva
con OR.
33. Muestre que existe una conjunción finita φ de axiomas de ZF que cumple
lo siguiente: si M es una clase propia transitiva tal que φM , entonces ZF M .
[Sugerencia: Utilice algún principio de reflexión con M ∩ Vα .]
34. Encuentre una fórmula ϕ(x) tal que cualquier clase transitiva no vacı́a que
refleje a ϕ(x) sea no numerable.
35. Para M transitivo definimos OD (M) como la clase de conjuntos definibles
mediante un número finito de elementos de OR∪M ∪{M}. Defina OD (M)
y HOD (M) y muestre que ZF HOD (M) . Muestre que AE HOD (M) si y sólo
si M tiene un buen orden en HOD (M).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

36. Demuestre que las fórmulas que definen a las relaciones: (d), (f), (h), (i),
(j), (m), (n), (q), (s), (u),(v), (w), (x), (z), (bb), (dd), (ee), (ff) y (gg), del
teorema 8.4 son Σ0 .
37. Demuestre que ω es ∆ZF
0 .
38. Demuestre que |X| ≤ |Y |, |X| = |Y | y α = cf(β) son ΣZF
1 .
39. Demuestre que las funciones α + β y α · β son ∆ZF
1 .
40. Demuestre que CT(x), Ar (para r < ω) y Vω son ∆ZF
1 .
41. Demuestre que las fórmulas Lím(κ), Reg(κ) e Inacc(κ) son ΠZF 1 , donde
Lím(κ), Reg(κ) e Inacc(κ) denotan las relaciones: “κ es un cardinal lı́mite”,
“κ es un cardinal regular” y “κ es un cardinal inaccesible”, respectivamente.
42. Demuestre que las siguientes formulaciones son ∆ZF
0 :
• Trans(x) ≡ “x es transitivo”.
• S(x) “el sucesor de x”.
• x “es un conjunto ordenado”.
• x “es un conjunto linealmente ordenado”.
43. Demuestre que “x es numerable” es Σ1 .
44. Demuestre que |x| ≤ |y|, |x| = |y| son Σ1 .
45. Demuestre que la suma y el producto ordinal son ∆1 .
46. Muestre que si G es una Σn -función (n ≥ 1) y F está definida por ∈-
recursión usando G, entonces F es una Σn -función.
47. Demuestre que la función rg(x) es ∆1 .
48. Decimos que un conjunto X es definible en un conjunto Y si

X = {x ∈ Y : ϕ(x)}
para alguna LTC-fórmula. Suponga que no todo ordinal es definible y
muestre que “X es definible” no se puede expresar en LTC.
49. Si X ∈ OD, muestre que existe un ordinal γ tal que X es un subconjunto
definible en hVγ , ∈i. Por lo tanto, OD es la clase de todos los X definibles
en algún Vγ .
50. Pruebe que si F es una función definible en OR, entonces ran(F ) ⊆ OD.
En consecuencia, OD es la clase más grande para la que existe una
correspondencia inyectiva definible con OR.

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8. Relativización y absolutez

51. Demuestre que HOD es el modelo transitivo más grande de ZF para el que
existe una correspondencia inyectiva con OR.

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CAPÍTULO 9

El universo construible

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En este capítulo examinaremos una de las más grandes contribuciones a la teoría


de conjuntos dada por el extraordinario matemático K. Gödel, contribución que
generó una revolución en la teoría y motivó también importantes aportaciones
de otros investigadores. Podríamos aventurarnos a afirmar que después del
origen de la teoría, desarrollada por Cantor, y de su axiomatización, desarrollada
por Zermelo, Fraenkel y Skolem, el universo construible de Gödel (más
generalmente, el método de modelos internos originado por Gödel) y el método
de forcing han sido las dos aportaciones más importantes en el siglo xx.
En octubre de 1935 Gödel informa a von Neumann que ha logrado
demostrar la consistencia relativa del axioma de elección más los axiomas de
ZF haciendo uso de un modelo interno L (del inglés Law) de ZF y verificando
que el axioma de elección es válido en él. De inmediato, Gödel conjeturó que
también la HC sería válida en L, pero pronto enfermó y pudo dar la demostración
hasta dos años después, probando de hecho que la HGC es cierta en L. Además,
Gödel observó que L era una rica fuente de ejemplos para la teoría descriptiva
de conjuntos.
El resultado de Gödel representa un desarrollo intelectual continuo que
se inicia con su célebre teorema de incompletud que lo motivó a hacer
especulaciones posteriores sobre grandes cardinales. Gödel escribía [Göd31]:
La verdadera razón para la incompletud inherente en todo sistema formal de
las matemáticas es que la formación de tipos superiores se puede continuar en
forma infinita... mientras que en cualquier sistema formal está disponible sólo
una cantidad numerable de ellos. Por esto se puede mostrar que la proposición
indecidible aquí construida se vuelve decidible siempre que se añadan tipos
superiores apropiados (por ejemplo, el tipo ω al sistema de la aritmética de
Peano). Una situación análoga prevalece para el sistema axiomático de la
teoría de conjuntos.
La primera descripción que Gödel dio de L en [Göd38] muestra la idea
original de su construcción: Este modelo, hablando informalmente, consiste
en todos los conjuntos “matemáticamente construibles”, donde construible
se debe entender en sentido semiintuicionista que excluye procedimientos
impredicativos. Esto significa que los conjuntos construibles se definen como
aquellos conjuntos que se pueden obtener mediante la jerarquía ramificada
de Russell, si ésta se extiende para incluir ordenes transfinitos. La extensión
a órdenes transfinitos tiene como consecuencia que el modelo satisfaga los

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axiomas impredicativos de la teoría de conjuntos, puesto que el axioma de


reducibilidad se puede probar para órdenes suficientemente grandes.
Gödel consideró su jerarquía como una extensión transfinita de la de
Russell, que se puede construir formalmente en el lenguaje Lωω . Aunque ésta
es una jerarquía de definiciones impredicativas (es decir, se cuantifica sobre
dominios de objetos previamente formados), la idea de Gödel fue extender
la indización de tipos superiores mediante ordinales, lo cual permite que
se satisfagan los axiomas de ZFE . Gödel hace hincapié en la continuidad
histórica: la alusión al axioma fallido de Russell de reducibilidad es una
referencia clara a la rectificación: si x ∈ Lλ y λ es un cardinal en L, entonces
para cualquier y ⊆ x en L existe γ < λ con x ∈ Lγ . Así se reduce en L el
impacto de la operación impredicativa potencia de un conjunto, dando lugar a
la consistencia de la HGC .
En otra ocasión Gödel comenta acerca de su resultado sobre la HC :
[...] había un obstáculo especial que realmente hacía imposible para los
constructivistas descubrir mi prueba de consistencia. Es el hecho de que la
jerarquía ramificada, que ha sido inventada específicamente para propósitos
constructivos, se usa en una forma enteramente no constructiva.
En su monografía [Göd40], basada en conferencias impartidas en Princeton
durante el invierno de 1938-39, Gödel da otra presentación de L. Esta vez,
L se genera conjunto por conjunto con recursión transfinita en términos de 8
conjuntos elementales de generadores, una especie de números de Gödel. Estos
generadores se basan en una axiomatización de segundo orden del esquema de
separación de Bernays [Bern37]. Dando una rigurosa formalización de su
construcción metamatemática, Gödel enfatizó cómo ésta da lugar a un modelo
interno y a pruebas de consistencia relativa finitarias. En particular, no fue
necesaria una apelación externa a cardinales inaccesibles. Más aún, la nueva
presentación hace aparente el fuerte constraste entre la formación elemental de
conjuntos y la extensión de los ordinales.
Sin embargo, Gödel mismo consideraba a L solamente como un artefacto
para dar demostraciones de consistencia relativa, pero en los años sesenta,
R. Jensen desarrolla la teoría de estructura fina para L de interés intrínseco,
motivando una nueva rama de la teoría de conjuntos estrechamente relacionada
con la teoría de modelos: la teoría de modelos núcleo. Desde entonces, el
estudio de la constructibilidad y sus generalizaciones se ha convertido en una
de las principales corrientes de investigación de la teoría de conjuntos. Es

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importante hacer patente que esta nueva corriente de investigación, lejos de


pretender imponer el axioma de constructibilidad, lo que intenta es la creación
de nuevos modelos de ZFE que permitan probar la consistencia relativa de
enunciados que se originan en forma natural en diversas áreas y el aislamiento
de nuevos principios combinatorios.

1. Lenguaje LV
En esta sección desarrollaremos, desde la teoría de conjuntos, un lenguaje
formal para la propia teoría de conjuntos. Este lenguaje permitirá expresar
ciertas nociones metaconjuntistas dentro de la teoría de conjuntos. En rigor,
lo que nos interesa es expresar la noción de “conjunto X-definible” (para
ciertos conjuntos X) en el lenguaje de la teorı́a de los conjuntos (LTC).
Metamatemáticamente, dado un conjunto X, se dice que un subconjunto Y de
X es X-definible si existen una fórmula φ(v0 , v1 , . . . , vn ) de LTC y elementos
x1 , . . . , xn de X tales que
Y = {u ∈ X|hX, ∈i |= φ[u, x1 , . . . , xn ]}.
Ası́, para lograr definir esta noción metateórica en LTC es necesario definir
relaciones tales como: “ser fórmula de LTC con parámetros en X”, “ser
satisfacible en hX, ∈i”, etc. La idea del método en cuestión es, por un lado,
construir un lenguaje análogo a LTC, de tal manera que los sı́mbolos de este
lenguaje sean a su vez conjuntos, para que nociones metateóricas como las
mencionadas correspondan a relaciones entre conjuntos. Y por otro lado,
demostrar que algunas de estas relaciones (involucradas en la definición de X-
definible) son relaciones definidas por ciertas fórmulas de la jerarquı́a de Lévy
que poseen ciertas caracterı́sticas de absolutez.
Iniciamos pues con la notación que usaremos para definir los lenguajes LX :
1. La sucesión s con dominio {0} y rango {x} se denota con hxi.
2. La sucesión s con dominio {0, 1, . . . , n − 1} y valores s(i) = xi (i =
0, . . . , n − 1) se denota con hx0 , . . . , xn−1 i.
3. Si s = hx0 , . . . , xn−1 i, r = hy0 , . . . , ym−1 i son sucesiones finitas, entonces
la concatenación de las sucesiones s, r:
hx0 , . . . , xn−1 , y0 , . . . , ym−1 i,
se denota con s_ r.

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4. Si s es una sucesión finita, entonces ksk denota el máximo elemento del


dominio de s. Observe que en este caso se tiene que ksk = dom(s) − 1
donde, por supuesto, dom(s) es un ordinal.
A continuación damos la definición del lenguaje LV y posteriormente
definiremos un “sublenguaje” de éste.
Definición 1.1 (Lenguaje LV ).
1. Variables: para cada n ∈ ω, el conjunto (2, n) es una variable, que será
denotada por vn .
2. Sı́mbolos de constante: para cada conjunto x, el conjunto (3, x) es un

sı́mbolo de constante que se denota por x.
3. Fórmulas primitivas o atómicas: las fórmulas primitivas o atómicas son
las sucesiones de la forma
h0, 4, x, y, 1i y h0, 5, x, y, 1i,
donde x y y son variables o sı́mbolos de constante de LV . Estas fórmulas
serán denotadas por (x ∈ y) y (x=y)˙ respectivamente.
4. Las fórmulas del lenguaje se construyen por recursión a partir de las
primitivas, haciendo uso de las siguientes reglas:
(a) Si φ y ψ son fórmulas de LV , entonces también lo es la siguiente
sucesión:
h0, 6i_ φ_ ψ _ h1i
que será denotada por (φ ∧ ψ).
(b) Si φ es una fórmula de LV , entonces también lo es la siguiente
sucesión:
h0, 7i_ φ_ h1i
que será denotada por (¬φ).
(c) Si φ es una fórmula y u es una variable de LV , entonces también lo
es la siguiente sucesión:
h0, 8, ui_ φ_ h1i,
que será denotada por (∃uφ).
Observe que, informalmente, a los sı́mbolos de relación ∈, =
˙ corresponden
los conjuntos 4, 5 respectivamente, a los sı́mbolos de puntuación (, ) los
conjuntos 0, 1 y a los sı́mbolos lógicos ∧, ¬ y ∃ los conjuntos 6, 7 y 8 res-
pectivamente. En este lenguaje, a diferencia de LTC, tenemos un conjunto de

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sı́mbolos de constante que por cierto es muy grande: uno por cada conjunto.
Conforme avancemos en esta sección incluiremos, para cada conjunto X, un
sublenguaje LX de LV para el cual habrá solamente un sı́mbolo de constante
por cada elemento de X.
De la definición anterior se sigue directamente el siguiente lema, que
establece la expresabilidad en LTC de las relaciones metateóricas básicas:
Lema 1.2. Las propiedades de LV : “ser variable de LV ”, “ser sı́mbolo de
constante de LV ” y “ser fórmula primitiva de LV ”. se definen (respectiva-
mente) con las siguientes Σ0 fórmulas de LTC:
Def
1. Var(x) = [x es un par ordenado]∧[(x)0 = 2]∧[(x)1 es un número natural].
Def
2. Cte(x) = [x es un par ordenado] ∧ [(x)0 = 3].
Def
3. Prim(x) = [x es una función] ∧ [dom(x) = 5] ∧ [x(0) = 0] ∧ [x(1) =
4 ∨ x(1) = 5]
∧[Var(x(2)) ∨ Cte(x(2))] ∧ [Var(x(3)) ∨ Cte(x(3))] ∧ [x(4) = 1].
(Observe que en realidad las fórmulas del lema anterior son Σ0 .) El siguiente
paso es construir una fórmula de LTC que defina la propiedad metateórica de
“ser fórmula de LV ”. Para lograrlo, es necesario demostrar que las nociones
que intervienen en su definición son expresables en LTC y que de hecho son
absolutas para ciertas estructuras. Para conseguirlo, hace falta demostrar que las
fórmulas que definen dichas nociones están en aquellos estratos de la jerarquı́a
de Lévy que dan ciertas garantías de absolutez.
Lema 1.3. La propiedad “ser una sucesión finita” es definible por una fórmula
Σ0 de LTC (que llamaremos Sucefin(x)).
Demostración. Sea Sucefin(x) la siguiente fórmula de LTC,
[x es una sucesión] ∧ (∀u ∈ dom(x))[u es un número natural]
∧(∃v ∈ dom(x))(∀u ∈ dom(x))[u ∈ v ∨ u = v].
Claramente, esta fórmula define la propiedad mencionada. Ahora, para
demostrar que Sucefin(x) es Σ0 , observe que las subfórmulas: [x es una suce-
sión], [u es un número natural] y [u ∈ v ∨ u = v] son Σ0 y que expresiones
tales como
(∀u ∈ dom(x))Φ(u)
pueden ser reemplazadas por expresiones de la forma
(∀z ∈ x)Φ((z)0 ),

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que son Σ0 , pues por el lema 8.8.8 sabemos que si Φ(z) es Σ0 , entonces Φ((z)0 )
también lo es. Ası́, se concluye que la fórmula Sucefin(x) puede escribirse en
LTC como una fórmula Σ0 .
A continuación definimos algunas fórmulas de LTC que describen la forma
en la que se construyen las fórmulas de LV . Con ||Θ|| denotamos la longitud
(dominio) de la sucesión Θ.
Sea F∈ (θ, x, y) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ [dom(θ) = 5] ∧ [θ(0) = 0] ∧ [θ(1) = 4]
∧[θ(2) = x] ∧ [θ(3) = y] ∧ [θ(4) = 1].
Sea F= (θ, x, y) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ [dom(θ) = 5] ∧ [θ(0) = 0] ∧ [θ(1) = 5]
∧[θ(2) = x] ∧ [θ(3) = y] ∧ [θ(4) = 1].
Sea F∧ (θ, φ, ψ) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ Sucefin(φ) ∧ Sucefin(ψ)
∧[dom(θ) = dom(φ) + dom(ψ) + 3] ∧ [θ(0) = 1] ∧ [θ(1) = 6]
∧[θ(||θ||) = 1] ∧ (∀i ∈ dom(φ))[φ(i) = θ(i + 2)]
∧(∀i ∈ dom(ψ))[ψ(i) = θ(i + dom(φ) + 2)].
Sea F¬ (θ, φ) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ Sucefin(φ) ∧ [dom(θ) = dom(φ + 3)]
∧[θ(0) = 0] ∧ [θ(1) = 7] ∧ [θ(||θ||) = 1]
∧(∀i ∈ dom(φ))[φ(i) = θ(i + 2)].
Sea F∃ (θ, φ, u) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ Sucefin(φ) ∧ [dom(θ) = dom(φ) + 4]
∧[θ(0) = 0] ∧ [θ(1) = 8] ∧ [θ(2) = u]
∧[θ(||θ||) = 1] ∧ (∀i ∈ dom(φ))[φ(i) = θ(i + 3)].

Observación 1.4. De las definiciones de las fórmulas anteriores, se deduce


que si x, y son variables o sı́mbolos de constante de LV , φ y ψ fórmulas de LV
y u una variable de LV , entonces:
F∈ (θ, x, y) ⇔ θ es la LV − f órmula (x ∈ y).
F= (θ, x, y) ⇔ θ es la LV − f órmula (x = y).
F∧ (θ, φ, ψ) ⇔ θ es la LV − f órmula (φ ∧ ψ).

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F¬ (θ, φ) ⇔ θ es la LV − f órmula (¬φ).


F∃ (θ, u, φ) ⇔ θ es la LV − f órmula (∃uφ).

Lema 1.5 (ZF ). Las LTC-fórmulas F∈ , F= , F∧ , F¬ , F∃ son Σ0 .


Demostración. Dado que todas las subfórmulas que aparecen en las
definiciones de estas fórmulas son Σ0 , al aplicar el mismo razonamiento
de la demostración del lema anterior (para acotar con un conjunto a los
cuantificadores que aparecen en la forma (∀i ∈ dom(φ))(∃i ∈ dom(φ))), se
concluye que las fórmulas son Σ0 .
Si φ es una fórmula de LV , debe existir una sucesión finita f de n + 1
en el conjunto de fórmulas de LV definida por f (i) = ψi , donde ψn = φ y
para cada i, ψi es una fórmula primitiva o se obtuvo por una o dos fórmulas de
la lista ψ1 , . . . ψi−1 aplicando alguna de las reglas de generación de fórmulas.
Ası́, la sucesión f describe la forma en que se construyó φ. A continuación
escribiremos una fórmula Const(φ, f ) de LTC que dice que φ se construyó a
partir de la sucesión de fórmulas f . Sea Const(φ, f ) la siguiente fórmula:
Sucefin(f ) ∧ [ψ||f || = φ] ∧ (∀i ∈ dom(f ))[Prim(ψi ) ∨ (∃j, k ∈
i)F∧ (ψi , ψj , ψk )
∨(∃j ∈ i)F¬ (ψi , ψj ) ∨ (∃j ∈ i)(∃u ∈ ran(φ)(Var(u)) ∧ F∃ (ψi , u, ψj ))].
Lema 1.6. La fórmula Const(φ, f ) es Σ0 .
Demostración. Sólo es necesario revisar que expresiones de la forma
(∀i ∈ dom(ψ))(∃j, k ∈ i)F∧ (ψi , ψj , ψk )
son Σ0 . Esta expresión se puede escribir como
(∀i ∈ dom(ψ))(∃j, k ∈ i)(∃a, b, c ∈ ran(ψ))
[(a = ψi ) ∧ (b = ψj ) ∧ (c = ψk ) ∧ F∧ (a, b, c)],
que al aplicar las demostraciones anteriores, claramente se reconoce como una
fórmula Σ0 .
Observe que a partir de la definición de Const(φ, f ) se tiene que
φ es una f órmula de LV ⇔ (∃f )Const(φ, f ).
De aquı́ que exista una fórmula Σ1 , a saber: ∃f Const(φ, f ), que define la noción
de ser fórmula de LV .

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Ahora, al analizar la complejidad lógica de las nociones sintácticas de


LV , nos interesa fundamentalmente demostrar varios resultados de absolutez
referidos a estas nociones. En el caso de las nociones que hemos demostrado
son Σ0 no hay problema (esto debido al Teorema 8.8.3). Pero para nociones que
no son Σ0 , tales como la de ser fórmula de LV , no es suficiente con saber que
el concepto es Σ1 , pues esto sólo garantiza la U-absolutez (véase el Teorema
8.8.3). Para poder asegurar la absolutez completa se requiere, según el teorema
8.8.3, de una definición Π1 equivalente.
A continuación escribiremos una fórmula de LTC, Suc(u, a, n) que define
la relación: “u es el conjunto de todas las m-sucesiones de elementos de a
para toda m < n”. Buscamos una definición Σ1 , de tal manera que sea posible
demostrar que esta definición Σ1 sea equivalente, en ZF , a una definición Π1 ,
para ası́ concluir que dicha definición es ∆ZF
1 , y por lo tanto, absoluta para todos
los modelos transitivos de ZF .
Obtendremos la definición Σ1 deseada, al hacer que los elementos de u
se construyan por etapas, generando primero las 1-sucesiones, luego las 2-
sucesiones, etc. (La función f que aparece en la siguiente fórmula enumera
estos conjuntos de sucesiones finitas.)
Sea Suc(u, a, n) la siguiente fórmula de LTC:
(∃f )[Sucefin(f ) ∧ (n es un número natural) ∧ (dom(f ) = n)
[
∧ (u = ran(f ))
∧ (∀i ∈ dom(f ))(∀x ∈ f (i))(Sucefin(x) ∧ (dom(x) = i)
∧ (∀j ∈ i)(x(j) ∈ a))
∧ (∀i ∈ dom(f ))(∀j ∈ i)(∀x ∈ f (j))(∀p ∈ a)
(i = j + 1 ⇒ x ∪ {(p, i)} ∈ f (i))].
Es claro que esta fórmula es Σ1 . Además, en el siguiente lema demostraremos
que Suc(u, a, n) es equivalente a una fórmula Π1 según ZF .
Antes de pasar a este lema, es prudente revisar la estructura sintáctica de
esta fórmula: lo que dicen las tres primeras líneas es que existe una enumeración
f de algunos conjuntos S
de m-sucesiones de elementos de a (con m < n), y dado
el hecho de que u = ran(f ), todos los elementos de u son m sucesiones de
elementos de a (con m < n). Sólo falta ver que toda m-sucesión de a (m < n)
es un elemento de u, es decir, si r es una m-sucesión de elementos de a, entonces
r ∈ f (i) para algún i < n (por cierto i = m). En las últimas dos líneas de

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la fórmula se garantiza que f enumera a exactamente todas las m-sucesiones


de elementos de a (m < n), y que cada m-sucesión de elementos de a está
justamente en f (m).
Lema 1.7. La fórmula de LTC Suc(u, a, n) es ∆ZF
1 .

Demostración. Observe que


ZF ` (∀a)(∀n ∈ ω)(∃u)Suc(u, a, n),
y obviamente también se tiene que
ZF ` (∀a)(∀n)(∀u)(∀v)[Suc(u, a, n) ∧ Suc(v, a, n) ⇒ u = v].
Por lo tanto,

ZF ` Suc(u, a, n) ⇔
[(n es un número natural) ∧ ∀z[(¬Suc(z, a, n)) ∨ z = u]].
Haciendo uso del teorema 8.8.6, se sigue que la expresión a la derecha del
bicondicional es Π1 .
Ahora ya estamos listos para escribir una fórmula de LTC Fml(x) tal que
Fml(x) ⇔ x es una f órmula de LV .
Como mencionamos antes, la forma más obvia de hacer esto es a partir de
la fórmula
(∃f )Const(x, f ).
Tomémosla como la fórmula Fml(x) deseada. En el lema 1.6 se vio que
Const(x, f ) es Σ0 , por lo que la fórmula Fml(x) es Σ1 . Ahora demostraremos
que además esta fórmula es equivalente, según ZF , a una fórmula Π1 .
Lema 1.8. La fórmula Fml(x) de LTC es ∆ZF
1 .

Demostración. Primero, daremos un conjunto A(x) que acote al cuan-


tificador ∃f . Sea A(x) el siguiente conjunto:
[ [
[ ran(x)m+1 ]n+1 .
n∈dom(x) m∈dom(x)

Por un lado sabemos que


((∃f ∈ A(x))Const(x, f )) ⇒ ∃f Const(x, f ),

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pero además, si x ∈ LV y existe f tal que Const(x, f ), entonces


f : r −→ ran(f ), (r < dom(x))
tal que para cada k < r se cumple f (k) = ψk , donde ψk es una fórmula en la
construcción de x, lo cual implica que
ψk : s −→ ran(x), (s < dom(x));
ası́, [
m+1
f : r −→ [ ran(x)],
m∈dom(x)
por lo que dicha f debe ser un elemento de A(x). Por consiguiente,
∃f Const(x, f ) ⇔ (∃f ∈ A(x))Const(x, f ).
Por otro lado, en ZF se puede demostrar que existe dicho conjunto, es decir,

ZF ` ∀x∃y[y = A(x)].
De aquı́ se sigue que
ZF ` Fml(x) ⇔ Sucefin(x) ∧ ∀u∀v[Suc(u, ran(x), dom(x) + 2)
∧Suc(v, u, dom(x) + 2) ⇒ (∃f ∈ v)Const(x, f )].
Con lo que se concluye que Fml(x) es equivalente, según ZF, a una fórmula
Π1 .

A continuación se define la restricción del lenguaje LV a una clase X cual-


quiera:
Definición 1.9. Dada una clase X, LX es el sublenguaje de LV que se obtiene

al eliminar todos los sı́mbolos de constante z tales que z ∈
/ X.
Como caso particular, se define Lu cuando u es un conjunto. En el caso del
conjunto vacı́o, L∅ se denota con L. Ası́, L es un lenguaje formal análogo a LTC
dentro de la misma teorı́a de conjuntos. En lo que resta de esta sección estaremos
particularmente interesados en los lenguajes Lu , donde u es un conjunto.
Definición 1.10. Dado un conjunto u, la fórmula de LTC Cte(x, u) se define
como la fórmula
Cte(x) ∧ ((x)1 ∈ u).

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Las fórmulas Prim(x, u) y Fml(x, u) se definen de la misma manera que


Prim(x) y Fml(x), excepto que donde aparece la fórmula Cte(x) se reemplaza
por Cte(x, u). Claramente, de esta definición se sigue que

Fml(x, u) ⇔ x es una f órmula de Lu .

A continuación enunciamos un lema que establece el carácter absoluto (para


modelos transitivos de ZF ) de las fórmulas anteriores:

Lema 1.11.

(i) Las fórmulas Cte(x, u) y Prim(x, u) son Σ0 .


(ii) La fórmula Fml(x, u) es ∆ZF
1 .

Demostración. (i) La demostración es directa, pues en el primer caso


tanto Cte(x) como (x)1 ∈ u son Σ0 , y en el segundo caso se reemplaza una
subfórmula Σ0 de un fórmula Σ0 por una subfórmula Σ0 .
(ii) Observe que el único cambio (con respecto a Fml(x)) que se hace es
reemplazar la subfórmula Prim(x) de Const(φ, f ) por la subfórmula Prim(x, u),
que es Σ0 ; así, la fórmula Const(φ, f ) es Σ0 . Por lo tanto, Fml(x, u) es Σ1 . El
proceso que llevamos a cabo para acotar el cuantificador ∃f por A(x) se puede
efectuar de la misma manera. Concluimos que Fml(x, u) es ∆1 .

El proṕosito siguiente es definir una fórmula (que llamaremos Lib(φ, x))


de LTC tal que

Lib(φ, x) ⇔ “φ es una fórmula de LV y x es el conjunto de todas


las variables que aparecen libres en φ”.

Escribimos dicha fórmula para posteriormente estudiar su estructura


sintáctica.
Sea Lib(φ, x) la siguiente fórmula de LTC:

∃ψ∃f [Const(φ, ψ) ∧ Sucefin(f ) ∧ (dom(f ) = dom(ψ) ∧ (x = f (||f ||))


∧ (∀i ∈ dom(f ))[(∃j, k ∈ i)[F∧ (ψi , ψj , ψk ) ∧ (f (i) = f (j) ∪ f (k))]

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∨ (∃j ∈ i)[F¬ (ψi , ψj ) ∧ (f (i) = f (j))]


∨ (∃j ∈ i)(∃u ∈ ran(φ))[Var(u) ∧ F∃ (ψi , u, ψj ) ∧ (f (i) = f (j) \ {u})]
∨ [Prim(ψi ) ∧ [[Var((ψi )2 ) ∧ Var((ψi )3 ) ∧ (f (i) = {(ψi )2 , (ψi )3 })]
∨ [Var((ψi )2 ) ∧ Cte((ψi )3 ) ∧ (f (i) = {(ψi )2 })]
∨ [Cte((ψi )2 ) ∧ Var((ψi )3 ) ∧ (f (i) = {(ψi )3 })]
∨ [Cte((ψi )2 ) ∧ Cte((ψi )3 ) ∧ (f (i) = ∅)].
Ahora revisaremos la estructura sintáctica de esta fórmula. En primer
término, la sucesión ψ que aparece es la que enumera las fórmulas de la
construcción de φ. La sucesión f es la que va acumulando, en cada i, el
conjunto de variables libres que aparecen en la fórmula ψi de la construcción
de φ.
Revisando con cuidado la estructura sintáctica de la fórmula Lib(φ, x), se
observa que dicha fórmula es Σ1 . (Sólo hace falta observar que cada una de
las subfórmulas de Lib(φ, x) es Σ0 o Σ1 .) En el siguiente lema veremos que
Lib(φ, x) es, además, equivalente, en ZF , a una fórmula Π1 de LTC.
Lema 1.12. La fórmula Lib(φ, x) es ∆ZF
1 .

Demostración. Claramente,
ZF ` Lib(φ, x) ⇔ [Fml(φ) ∧ ∀z[(¬Lib(φ, z)) ∨ z = x]].
Ahora, la segunda parte de la conjunción es claramente Π1 y la primera es
equivalente a una fórmula Π1 en ZF . Por lo tanto, Lib(φ, x) es equivalente, en
ZF , a una fórmula Π1 .

A continuación definiremos una fórmula de LTC (Sust(φ0 , φ, v, t)) que


establece la relación:
“φ0 es la fórmula (de LV ) que se obtiene al sustituir en la fórmula φ (de
LV ) todas las ocurrencias de la variable libre v (de LV ) en la fórmula φ, por la
constante t (de LV )”.
Para llegar a la definición de esta fórmula, necesitamos adoptar un pro-
cedimiento similar al usado en la definición de la fórmula Lib(φ, x): tomar la
sucesión ψ tal que Const(φ, ψ) (que enumera las fórmulas de la construcción
de φ). A partir de esta sucesión, se sustituye cada aparición libre de la varia-
ble v por la constante t. Si aparece un cuantificador sobre v en alguna etapa

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de la construcción, se deben eliminar todas las sustituciones hechas sobre las


apariciones de v que ahora están al alcance del cuantificador.
Para hacer más fácil la definición de esta fórmula, es recomendable
considerar primero la restrición de Sust(φ0 , φ, v, t) a fórmulas primitivas φ.
Sea S(φ0 , φ, v, t) la restricción mencionada, definida por
Prim(φ0 ) ∧ Prim(φ) ∧ Var(v) ∧ Cte(t)
∧ [[F= (φ, (φ)2 , (φ)3 ) ∧ [[(φ)2 6= v ∧ (φ)3 6= v ∧ (φ0 = φ)]
∨ [(φ)2 = v ∧ (φ)3 6= v ∧ F= (φ0 , t, (φ)3 )]
∨ [(φ)2 6= v ∧ (φ)3 = v ∧ F= (φ0 , (φ)2 , t)]
∨ [(φ)2 = v ∧ (φ)3 = v ∧ F= (φ0 , t, t)]]]
∨ [F∈ (φ, (φ)2 , (φ)3 ) ∧ [(φ)2 6= v ∧ (φ)3 6= v ∧ (φ0 = φ)]
∨ [(φ)2 = v ∧ (φ)3 6= v ∧ F∈ (φ0 , t, (φ)3 )]
∨ [(φ)2 6= v ∧ (φ)3 = v ∧ F∈ (φ0 , (φ)2 , t)]
∨ [(φ)2 = v ∧ (φ)3 = v ∧ F∈ (φ0 , t, t)]]].

Note que la fórmula S(φ0 , φ, v, t) es Σ0 . Ahora, con ayuda de ésta, definimos


la fórmula Sust(φ0 , φ, v, t) deseada:
Fml(φ0 ) ∧ Fml(φ) ∧ Var(v) ∧ Const(t) ∧ ∃ψ∃θ[Const(φ, ψ)
∧ Sucefin(θ) ∧ (dom(θ) = dom(ψ)) ∧ (θ||θ|| = φ0 )
∧ (∀i ∈ dom(ψ))[(∃j, k ∈ i)(F∧ (ψi , ψj , ψk ) ∧ (F∧ (θi , θj , θk ))
∨ (∃j ∈ i)(F¬ (ψi , ψj ) ∧ F¬ (θi , θj ))
∨ (∃j ∈ i)(∃u ∈ rang(φ))(Var(u) ∧ (u 6= v)
∧ (F∃ (ψi , u, ψj ) ∧ F∃ (θi , u, θj ))
∨ (∃j ∈ i)(F∃ (ψi , v, ψj ) ∧ (θi = ψi ))
∨ S(θi , ψi , v, t)]].

En esta fórmula, la sucesión θ realiza el proceso de sustitución en cada


fórmula de la construcción de φ, dejando sin sustituir la variable cuando ésta
es acotada.
Observe que en esta definición todos los cuantificadores que aparecen,
excepto los dos primeros existenciales, son acotados, y además, todas las

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subfórmulas son Σ0 , de donde se sigue que la fórmula Sust(φ0 , φ, v, t) es Σ1 .


Más aún:
Lema 1.13. La fórmula Sust(φ0 , φ, v, t) de LTC es ∆ZF
1 .

Demostración. De nuevo es claro que

ZF ` Sust(φ0 , φ, v, t) ⇔
Fml(φ) ∧ Var(v) ∧ Const(t) ∧ ∀ψ[(¬Sust(ψ, φ, v, t)) ∨ ψ = φ0 ].
Puesto que la expresión del lado derecho del bicondicional es Π1 , queda
demostrado el lema.

Con ayuda de las fórmulas que hasta el momento hemos definido, es posible
definir (en LTC) la noción de satisfacción (verdad) para los lenguajes Lu . Esto
es, definiremos una fórmula Sat(u, φ) tal que

Sat(u, φ) ⇔ “φ es un enunciado de Lu que es verdadero en la estructura


hu, ∈icon la interpretación canónica.”
La idea que motiva la definición de esta fórmula es la siguiente: sea
f : ω −→ Pot(Lu ) tal que f (0) es el conjunto de todas las fórmulas primitivas
de Lu , y en general sea f (i + 1) el conjunto de las fórmulas de Lu que están
en f (i) más aquellas que se pueden obtener a partir de las fórmulas de f (i)
por una aplicación de alguno de los tres esquemas de construcción. Luego,
sea g : ω −→ Pot(Lu ) la función tal que g(i) es el conjunto de las fórmulas
de f (i) que no tienen variables libres y que son verdaderas en hu, ∈i. Ası́, g
proporcionará todos los enunciados de Lu que son verdaderos en hu, ∈i.
La fórmula Sat(u, φ) se obtendrá considerando el proceso descrito, de tal
manera que se pueda verificar si φ está o no en g(i) (cuando φ esté en f (i)).
Para definir Sat(u, φ), primero definiremos la restricción de la fórmula para las
fórmulas φ (de Lu ) primitivas.
Sea E(u, φ) la siguiente fórmula:
◦ ◦ ◦ ◦
(∃x, y ∈ u)[(x ∈ y) ∧ F∈ (φ, x, y)] ∨ [(∃x ∈ u)F= (φ, x, x)].
Claramente se tiene que
E(u, φ) ⇔ Prim(φ, u)∧ [“φ es verdadera en la estructura hu, ∈i00 ].

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Por otro lado, es fácil verificar que la fórmula E(u, φ) es Σ0 : es suficiente


◦ ◦
con observar que expresiones de la forma (∃x ∈ u)F= (φ, x, x) se deben sustituir
por

(∃x ∈ u)(∃y ∈ ran(φ))(y = x ∧ F= (φ, y, y)).
Finalmente definimos una fórmula, S(u, φ), que expresa, en LTC, la noción
de que φ es un enunciado de Lu verdadero en hu, ∈i. Dado que esta fórmula
no será Σ1 , no la consideraremos como la fórmula buscada (pues queremos que
ésta sea ∆ZF
1 ) pero sı́ como una precursora.
Sea S(u, φ) la siguiente fórmula:
(u 6= ∅) ∧ Fml(φ, u) ∧ ∃f ∃g[Sucefin(f ) ∧ Sucefin(g)
∧ (dom(f ) = dom(g))
∧ (φ ∈ g(||g||)) ∧ ∀ψ(ψ ∈ f (0) ⇔ Prim(ψ, u))
∧ ∀ψ(ψ ∈ g(0) ⇔ E(u, ψ))
∧ (∀j ∈ dom(f ))(∀i ∈ j)∀ψ[ψ ∈ f (i + 1) ⇔ (ψ ∈ f (i))
∨ (∃θ 0 , θ ∈ f (i))F∧ (ψ, θ 0 , θ)
∨ (∃θ ∈ f (i))F¬ (ψ, θ)
∨ (∃θ ∈ f (i))(∃v ∈ ran(ψ))(Var(v) ∧ F∃ (ψ, v, θ))]
∧ (∀j ∈ dom(g))(∀i ∈ j)∀ψ[ψ ∈ g(i + 1) ⇔ (ψ ∈ g(i))
∨ (∃θ 0 , θ ∈ g(i))F∧ (ψ, θ 0 , θ) ∨ (∃θ ∈ f (i))(θ ∈
/ g(i) ∧ F¬ (ψ, θ))
∨ (∃θ ∈ f (i))(∃v ∈ ran(ψ))(∃x ∈ u)(∃θ 0 ∈ g(i))

[Var(v) ∧ F∃ (ψ, v, θ) ∧ Sust(θ 0 , θ, v, x)]]].
Esta fórmula S(u, φ) define claramente la relación de satisfacción requerida,
pero tal como mencionamos, dicha fórmula no es Σ1 (en realidad es Π2 ). El
problema es el cuantificador ∀ψ que aparece cuatro veces y los cuantificadores
no acotados (∃f, ∃g) que aparecen en la subfórmula

Sust(θ 0 , θ, v, x).
Como quiera que sea, este problema se puede solucionar acotando todos
estos cuantificadores, de tal manera que no se pierda la expresabilidad de la
noción de verdad.
A continuación definiremos, por pasos, el conjunto que acotará los cuan-
tificadores no acotados de la fórmula S(u, φ):

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1. Sea w1 (u, φ) el siguiente conjunto:


[ ◦
[9 ∪ {vi |i ∈ w} ∪ {x|x ∈ u}]n+1
m∈ dom(φ)

2. Sea w2 (u, φ) el siguiente conjunto:


[
[w1 (u, φ)]n+1
n∈ dom(φ)

3. Sea w(u, φ) = w1 (u, φ) ∪ w2 (u, φ).


Observe que w1 (u, φ) contiene todas las fórmulas (de Lu ) de la misma longitud
que φ, es decir, todas las fórmulas ψ de Lu tales que dom(ψ) = dom(φ), y el
conjunto w2 (u, φ) contiene todas las sucesiones finitas de fórmulas de w1 (u, φ)
con dominio menor o igual que el dominio de φ.
Ası́, es posible acotar con w(u, φ) los cuantificadores anteriormente men-
cionados sin alterar la expresabilidad de la fórmula S(u, φ), pues las variables
cuantificadas por estos cuantificadores (f, g, ψ) son sucesiones de fórmulas
de longitud menor o igual que la de φ, o bien son fórmulas de longitud menor
o igual que la de φ.
Sea S 0 (u, φ, w) la fórmula que se obtiene de S(u, φ) al acotar todos los
cuantificadores no acotados por el conjunto w(u, φ). Después de esto, ya
estamos listos para definir la fórmula Sat(u, φ) deseada.
Sea Sat(u, φ) la siguiente fórmula:

∃w∃x∃y∃a∃b∃t[(a = {x|x ∈ u}) ∧ (t = ω) ∧ (b = {vi |i ∈ t})
∧ Suc(x, 9 ∪ a ∪ b, dom(φ) + 1) ∧ Suc(y, x, dom(φ) + 1)
∧ (w = x ∪ y) ∧ S 0 (u, φ, w)],
donde la subfórmula t = ω debe ser reemplazada por la fórmula
Or(t) ∧ lím(t) ∧ (∀i ∈ t)[(∃j ∈ i)(i = j + 1) ∨ (∀j ∈ i)(j 6= i)].
Luego, por las observaciones hechas antes acerca del conjunto w(u, φ), es claro
que
Sat(u, φ) ⇔ φ es un enunciado de Lu que es verdadero en hu, ∈i.
Además, se tiene que Sat(u, φ) es Σ1 , y más aún:
Lema 1.14. La fórmula Sat(u, φ) de LTC es ∆ZF
1 .

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Demostración. De las observaciones anteriores, concluimos que


ZF ` ¬Sat(u, φ) ⇔ ¬[Fml(φ, u) ∧ Lib(φ, ∅)] ∨ ∃θ[F¬ (θ, φ) ∧ Sat(u, θ)].
La primera subfórmula del lado derecho de la equivalencia es ∆ZF
1 y la segunda
ZF
es Σ1 , de donde se tiene que ¬Sat(u, φ) es Σ1 , hecho que implica que Sat(u, φ)
es ΠZF ZF
1 . Por lo tanto, la Σ1 -fórmula Sat(u, φ) es ∆1 .

Observación 1.15. Con frecuencia nos referiremos al enunciado


Sat(u, φ) con la expresión: |=u φ.

Como lo hemos señalado, la colección de conjuntos que constituyen “las


fórmulas” de L proporcionan un análogo de las fórmulas del lenguaje LTC.
Dada una fórmula Φ de LTC podemos construir un conjunto φ tal que, de
acuerdo con la “sintaxis” de L (desarrollada hasta el momento), tiene la misma
estructura lógica que tiene Φ. En este contexto, el siguiente resultado indica
cómo es que la noción formal de satisfacción, recién definida, corresponde a la
genuina noción de verdad.

Teorema 1.16. Sean Φ(v0 , . . . , vn ) una fórmula de LTC y φ(v0 , . . . , vn ) su


contraparte en L (en el sentido recién descrito). Ası́,
◦ ◦
ZF ` ∀u(∀x0 ∈ u) . . . (∀xn ∈ u)[Φu (x0 , . . . , xn ) ⇔ Sat(u, φ(x0 , . . . , xn ))].

Demostración. La demostración se hará por inducción sobre la construc-


ción de Φ (y, por lo tanto, de φ). Sea u un conjunto y sean x0 , x1 , . . . , xn ∈ u.
1. (a) Φ(x, y) = x ∈ y, ası́,
Φu (x, y) ⇔ (x ∈ y)u ⇔ x ∈ y
◦ ◦ ◦ ◦
⇔ E(u, φ(x, y)) ⇔ Sat(u, φ(x, y)
(b) Φ(x, y) = x=y. ˙ Este caso es análogo al anterior.
2. (a) Φ(x0 , . . . , xn ) = Φ0 (x0 , . . . , xn ) ∧ Φ1 (x0 , . . . , xn ). En este caso se
tiene que
Φu (x0 , . . . , xn ) ⇔ Φu0 (x0 , . . . , xn ) ∧ Φu1 (x0 , . . . , xn )
◦ ◦ ◦ ◦
⇔ Sat(u, φ0 (x0 , . . . , xn )) ∧ Sat(u, φ1 (x0 , . . . , xn ))
◦ ◦
⇔ Sat(u, φ(x0 , . . . , xn )).
(b) Φ(x0 , . . . , xn ) = ¬Φ0 (x0 , . . . , xn ). Este caso se resuelve de manera
similar al anterior.

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(c) Φ(x0 , . . . , xn ) = ∃zΦ0 (z, x0 , . . . , xn ), ası́,


(∃zΦ0 (z, x0 , . . . , xn ))u ⇔ (∃z ∈ u)Φu0 (z, x0 , . . . , xn )
◦ ◦ ◦
⇔ Φu0 (z, x0 , . . . , xn ) ⇔ Sat(u, φ(z, x0 , . . . , xn ))
◦ ◦
⇔ Sat(u, ∃zφ(z, x0 , . . . , xn )).

Observe que este resultado es un esquema de teoremas para LTC y establece


la equivalencia entre la genuina noción de verdad para una fórmula Φ de LTC
y la noción matemática de satisfacibilidad para una “fórmula” φ de L.
En analogı́a con LTC definiremos la “jerarquı́a de Lévy” para las fórmulas
de LV . Por razones de conveniencia técnica, sólo se admitirá, en cada etapa de
la jerarquı́a, un solo cuantificador en lugar de bloques de cuantificadores, como
lo hicimos para LTC.
Definición 1.17. (Por recursión sobre ω):
1. Una fórmula φ de LV es Σ0 (o Π0 ) si todos los cuantificadores están
acotados, ya sea por una variable o por una constante de LV .
2. Una fórmula φ de LV es Σn+1 (Πn+1 ) si es de la forma ∃vm ψ (¬∃vm ψ),
donde ψ es una fórmula Πn (Σn ).
A continuación definimos una fórmula de LTC, FmlΣ0 (φ), que define la
relación: “φ es una fórmula de LV que es Σ0 ”.
Sea FmlΣ0 (φ) la siguiente fórmula:
Fml(φ) ∧ (∀i ∈ dom(φ))[(φi = 0 ∧ φi+1 = 8 ∧ Var(φi+2 ))
⇒ (φi+3 = 0 ∧ φi+4 = 6 ∧ φi+5 = 0 ∧ φi+6 = 4
∧φi+7 = φi+2 ∧ (Cte(φi+8 ) ∨ Var(φi+8 )) ∧ φi+9 = 1)].
De igual manera, definimos FmlΣ0 (φ, u) sustituyendo las apariciones de la
subfórmula Cte(φ) por Cte(φ, u).
Observe que estas dos fórmulas son Σ1 . Pero además
Lema 1.18. Las fórmulas FmlΣ0 (φ) y FmlΣ0 (φ, u) son ∆ZF
1 .
Demostración. La demostración es inmediata a partir del hecho de que
la subfórmula Fml(φ) es ∆ZF
1 y de que todas las demás subfórmulas son Σ0 . El
mismo razonamiento se aplica a la fórmula FmlΣ0 (φ, u).
El siguiente resultado afirma que también existen fórmulas que definen la
relación de “ser una fórmula Σn (Πn ) de LV o de L00u :

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Σn Πn
Lema 1.19. Dado n ≥ 1, existen fórmulas ∆ZF
1 : Fml (φ), Fml (φ),
Σn Πn
Fml (φ, u) y Fml (φ, u) tales que
FmlΣn (φ) ⇔ φ es una fórmula Σn de LV .
FmlΠn (φ) ⇔ φ es una fórmula Πn de LV .
FmlΣn (φ, u) ⇔ φ es una fórmula Σn de Lu .
FmlΠn (φ, u) ⇔ φ es una fórmula Πn de Lu .
Demostración. Sea Φ0 la fórmula que sigue del único cuantificador
acotado en la fórmula FmlΣ0 (φ). Sea FmlΣ1 (φ) la fórmula
Fml(φ) ∧ [φ(0) = 0 ∧ φ(1) = 8 ∧ Var(φ(2))] ∧ (∀i ∈ dom(φ))(i > 2 ⇒ Φ0 )
y sea FmlΠ1 (φ) la fórmula
Fml(φ) ∧ [φ(0) = 0 ∧ φ(1) = 7 ∧ φ(2) = 0 ∧ φ(3) = 8 ∧ Var(φ(4))]
∧(∀i ∈ dom(φ))(i > 2 ⇒ Φ0 ).
Claramente estas fórmulas son, al igual que FmlΣ0 (φ), ∆ZF
1 . Ası́, para cada
n se puede construir FmlΣn a partir de las anteriores.
A continuación se establece una relación entre los lenguajes L y LTC muy
importante y que se usará mucho en las siguientes secciones.
Lema 1.20. Sean Φ(~x) una fórmula Σ0 de LTC y φ(~x) su contraparte en L.
~◦
ZF ` ∀M(∀~x ∈ M)[Trans(M) ⇒ (Φ(~x) ⇔ Sat(M, φ(x)))].
Demostración. Sean Φ(~x) una fórmula Σ0 , M un conjunto transitivo y
x1 , . . . , xn ∈ M. Como Φ es Σ0 y M es transitivo, Φ es absoluta para M, es
decir,
(∀~z ∈ M)(Φ(~z) ⇔ ΦM (~z)),
en particular, para x1 , . . . , xn se tiene que (Φ(x1 , . . . , xn ) ⇔ ΦM (x1 , . . . , xn )).
Entonces logramos la equivalencia
◦ ◦
Φ(x1 , . . . , xn ) ⇔ ΦM (x1 , . . . , xn ) ⇔ Sat(M, φ(x1 , . . . , xn )),
lo que se querı́a demostrar.
Terminamos esta sección estableciendo que el conjunto Def(X) es definible
en LTC. Más adelante se demostrarán los resultados de absolutez involucrados
en la definición de este conjunto. Primero recordamos su definición metateórica:

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Definición 1.21. Sean X un conjunto y Y ⊆ X. Se dice que Y es X-definible


si y sólo si existe una fórmula Φ(v0 , v1 , . . . , vn ) de LTC, y existen x1 , . . . , xn
elementos de X tales que
Y = {a ∈ X|hX, ∈i |= Φ(a, x1 , . . . , xn )}.

En vista de los resultados establecidos hasta el momento, en particular


el teorema 1.16, la definición de “ser X-definible” se puede reescribir de la
siguiente manera:

Definición 1.22. Sean X un conjunto y Y un subconjunto de X; se dice que Y


es X-definible si existe una fórmula φ(v0 ) de LX tal que

Y = {a ∈ X|Sat(X, φ(a))}.
En forma equivalente, si

Y = {a ∈ X| |=X φ(a)}.

Ahora sı́ podemos definir el conjunto Def(X):

Definición 1.23. Sea X un conjunto; el conjunto Def(X) se define de la


siguiente manera:
Def(X) = {Y ⊆ X|Y es X − definible}.

Por último se establece la expresabilidad de dicha noción en LTC:

Lema 1.24. La función Def(X) está bien definida, y su definición es la


siguiente:
Z = Def(X) ⇔ (∀Y ∈ Z)(∃φ)[Fml(φ, X) ∧ Lib(φ, {v0 })

∧ (Y = {a ∈ X|∃ψ(Sust(ψ, φ, v0 , a) ∧ Sat(X, ψ))})]
∧ ∀Y ((∃φ)[Fml(φ, X) ∧ Lib(φ, {v0 })

∧ (Y = {a ∈ X|∃ψ(Sust(ψ, φ, v0 , a) ∧ Sat(X, ψ))}) ⇒ (Y ∈ Z)].

Demostración. Es directa; las primeras dos líneas aseguran que Z ⊆


Def(X) y las restantes que Def(X) ⊆ Z.

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9. El universo construible

2. El universo construible
En esta sección llevaremos a cabo un segundo paso para establecer la con-
sistencia relativa de la hipótesis generalizada del continuo y del axioma de
elección con respecto a los axiomas de ZF . Esto es, definiremos la estructura
jerárquica L mencionada en la introducción del capı́tulo y demostraremos que
dicha estructura es modelo de los axiomas de ZF .
En primer lugar, debemos definir la jerarquı́a de los conjuntos construibles
hLα |α ∈ ORi, en forma rigurosa, haciendo uso de los conceptos definidos en
la sección anterior; en segundo lugar estableceremos las propiedades básicas
de dicha jerarquı́a. Por último demostraremos que el universo construible L,
definido en términos de la jerarquı́a construible, es un modelo interno de ZF .
Comenzamos con la definición de la jerarquı́a construible hLα |α ∈ ORi:
Definición 2.1. (Por recursión sobre α ∈ OR) jerarquı́a construible.
1. L0 = ∅,
2. Lα+1 =S
Def(Lα ),
3. Lα = γ<α Lγ para α lı́mite.
Esta jerarquı́a es una función bien definida (en el sentido de clases) de la
teorı́a de ZF . Por lo tanto, la clase L definida por
[
L= Lα
α∈OR
es una clase bien definida. A esta clase se le llama universo construible (de
Gödel).
Los elementos de L son los conjuntos construibles.
Con el siguiente lema establecemos los resultados básicos de la jerarquı́a
construible. Entre otras cosas, estas propiedades facilitarán la demostración
de que L es modelo interno de ZF . En secciones posteriores se establecerán
algunas otras propiedades interesantes de la jerarquı́a construible.
Lema 2.2. Sean α, γ y β ordinales. Los siguientes son teoremas de ZF :
1. Si γ ≤ α, entonces Lγ ⊆ Lα .
2. Lα es transitivo.
3. L es transitiva.
4. Lα ⊆ Vα .
5. L ∩ α = Lα ∩ OR = α.
6. Si α < β, entonces α, Lα ∈ Lβ .

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7. OR ⊆ L.
8. Si α ≤ ω, entonces Lα = Vα .
9. Si ω ≤ α, entonces |Lα | = |α|.
Demostración. Demostraremos 1 y 2 simultáneamente por inducción
sobre α.
1 y 2. (a) Para α = 0 el caso es trivial.
(b) Para α lı́mite, 1 es directo y 2 se sigue de la hipótesis de que Lγ es tran-
sitivo para toda γ < α, pues la unión arbitraria de conjuntos transitivos es
transitivo.
(c) Para α = β + 1, suponemos que 1 y 2 se cumplen para β. Para
demostrar que 1 se cumple para α, es suficiente con demostrar que Lβ ⊆ Lα ,
pues si γ < α entonces γ ≤ β y por la hipótesis de inducción, habremos
terminado. Sea x ∈ Lβ ; entonces, por la hipótesis de inducción para 2, se tiene
que como Lβ es transitivo, entonces x ⊆ Lβ . Luego,
x = {y ∈ Lβ |(y ∈ x)},
pero como la fórmula y ∈ x es Σ0 y como (por hipótesis de inducción) Lβ es
transitivo, el lema 1.20 implica que
◦ ◦
x = {y ∈ Lβ | |=Lβ y ∈ x}.
Ası́, se cumple que x ∈ Def(Lβ ) = Lα . Para demostrar 2 en este último
caso, sea y ∈ x ∈ Lα ; dado que
x ∈ Lα = Def(Lβ ) ⊆ Pot(Lβ ),
se deduce x ⊆ Lβ y y ∈ Lβ , luego, por 1, concluimos que y ∈ Lα .
3. Directo de 2.
4. (Por inducción sobre α).
(a) Para α = 0 se tiene que
L0 = V0 = ∅.
(b) Para α lı́mite, se cumple que
[ [
Lα = Lγ y que Vα = Vγ .
γ<α γ<α

Pero, por hipótesis de inducción, se sabe que Lγ ⊆ Vγ para toda γ < α; por lo
tanto,
Lα ⊆ Vα .

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9. El universo construible

(c) Para α = β + 1, observe que si Lβ ⊆ Vβ , entonces


Lα = Def(Lβ ) ⊆ Pot(Lβ ) ⊆ Pot(Vβ ) = Vα .
5. Por inducción sobre α demostraremos que Lα ∩OR = α; la otra igualdad
se sigue directamente de ésta.
Para α = 0, es trivial el hecho de que L0 ∩ OR = 0 = L ∩ 0.
Para α lı́mite,
[ [
Lα ∩ OR = [ Lγ ] ∩ OR = [Lγ ∩ OR],
γ∈α γ∈α
S
que, por hipótesis de inducción, es igual a γ∈α γ, que es justamente α.
Para el caso sucesor, α = β + 1, suponemos que Lβ ∩ OR = β. Ahora,
como Lβ ⊆ Lα ⊆ Pot(Lβ ), se cumple que
β ⊆ Lα ∩ OR ⊆ Pot(Lβ ) ∩ OR.
De acuerdo con la hipótesis de inducción sabemos que Pot(Lβ ) ∩ OR ⊆ α,
pues si γ ∈ Pot(Lβ ) ∩ OR, entonces γ ≤ β ∈ α. De aquí se concluye que
Lα ∩ OR ⊆ α.
Para demostrar la otra contención, es suficiente con mostrar que
β ∈ Lα ,
pues si γ < α entonces γ ≤ β, lo que conducirı́a a que γ ∈ Lα ∩ OR (esto
último porque Lα es transitivo y γ ∈ OR). Por hipótesis de inducción:
β = Lβ ∩ OR = {x ∈ Lβ |Or(x)},
pero dado que la fórmula “Or(x)” es Σ0 y que Lβ es transitivo, podemos aplicar
el lema 1.20, para concluir que

β = {x ∈ Lβ | |=Lβ Or(x)}.
Ası́, β ∈ Def(Lβ ) = Lα . La otra igualdad se sigue directamente del hecho de
que para cualquier α, α ⊆ Lα ⊆ L.
6. Por 1 es suficiente con demostrar que α, Lα ∈ Lα+1 , pues si α < β
entonces α + 1 ≤ β y por 1 se tendrı́a que Lα+1 ⊆ Lβ . Ası́, para demostrar
que Lα ∈ Lα+1 , considere el siguiente hecho:
Lα = {x ∈ Lα |x = x};

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entonces, por el lema 1.20, se tiene que


◦ ◦
Lα = {x ∈ Lα | |=Lα x = x}
(pues “x = x” es Σ0 y Lα transitivo). Ası́, Lα ∈ Def(Lα ) = Lα+1 .
La demostración de que α ∈ Lα+1 ya se hizo durante la demostración del
inciso anterior:

(Lα ∩ OR = α) ⇒ (α = {x ∈ Lα | |=Lα Or(x)}),
de donde se deduce que α ∈ Def(Lα ) = Lα+1 .
7. Es directo de 6:
(α ∈ OR) ⇒ (α ∈ Lα+1 ⊆ L).
8. El caso α < ω se demostrará por inducción finita. Para α = 0 es trivial,
pues L0 = 0 = V0 .
Sea α = n + 1 y supondremos que Ln = Vn ; entonces
Ln+1 = Def(Ln ) = Def(Vn ) ⊆ Pot(Vn ) = Vn+1 .
Ahora, para demostrar que Vn+1 ⊆ Ln+1 , sea x ∈ Vn+1 , y entonces x ⊆ Vn =
Ln . Por lo tanto, existen a1 , . . . , am ∈ Ln tales que x = {a1 , . . . , am } y en
consecuencia:
x = {z ∈ Ln |z = a1 ∨ · · · ∨ z = am },
que por el lema 1.20 implica que
◦ ◦ ◦ ◦
x = {z ∈ Ln | |=Ln z = a1 ∨ · · · ∨ z = am }.
Por consiguiente, x ∈ Ln+1 , concluyendo ası́ que Ln+1 = Vn+1 . Para el caso
α = ω, observe que
[ [
Vω = Vn = Ln = Lω .
n<ω n<ω

9. Por el inciso 5 deducimos de α ⊆ Lα que |α| ≤ |Lα | para toda α.


Demostraremos, por inducción sobre α ≥ ω, que |Lα | ≤ |α|: para α = ω se
tiene que
|Lω | = |Vω | = ω.
En el caso en que α es lı́mite, bajo la suposición de que |Lγ | ≤ |γ| se deduce
[ X X
|Lα | = | Lγ | ≤ |Lγ | ≤ |γ| = |α|.
γ<α γ<α γ<α

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9. El universo construible

Finalmente, para el caso en que α = β + 1, supondremos que |Lβ | = |β|, de


donde concluimos que
|Lα | = |Def(Lβ )| ≤ |Lβ | · ω = |β| · ω = |β| = |β + 1|.

Finalizamos la sección demostrando que L es un modelo interno de ZF .


Es decir, dado cualquier axioma Φ de ZF , en ZF se demuestra ΦL .
Teorema 2.3. La clase L es un modelo interno de ZF .
Demostración. Para cada axioma Φ de ZF demostraremos, desde ZF ,
ΦL .
(Ex)L , (Ext)L y (Fund)L se siguen del teorema 8.1.6
(Unión)L . Se debe demostrar que
[∀x∃y∀z(z ∈ y ⇔ (∃u ∈ x)(z ∈ u))]L .
Esto es, dado x ∈ L debemos encontrar y ∈ L tal que
(∀z ∈ L)(z ∈ y ⇔ (∃u ∈ x)(z ∈ u)).
Pues si se demuestra que para cada z ∈ L existe u ∈ x con las caracterı́sticas
descritas, dicha u debe estar en L puesto que L es transitiva.
S
Ahora, por el
axioma de unión, sabemos que existe y tal que y = x. Luego, dado que
x ∈ L, existe un ordinal α tal que x ∈ Lα . Puesto que Lα es transitivo, y ⊆ Lα ,
y por lo tanto,
y = {z ∈ Lα : (∃v1 ∈ x)(z ∈ v1 )};
más aún, dado que Lα es transitivo y que la fórmula que define a y en la ecuación
anterior es Σ0 , se puede aplicar el lema 1.20 para obtener la siguiente igualdad:
◦ ◦
y = {z ∈ Lα :|=Lα (∃v1 ∈ x)(z ∈ v1 )},
concluyendo ası́ que
y ∈ Def(Lα ) = Lα+1 ⊆ L.
S
Sin embargo, puesto que y = x, es cierta la siguiente afirmación:
∀z(z ∈ y ⇔ (∃u ∈ x)(z ∈ u)).
En particular,
(∀z ∈ L)(z ∈ y ⇔ (∃u ∈ x)(z ∈ u)).

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(Par)L se debe demostrar que


L
[∀x∀y∃z∀u((u ∈ z) ⇔ ((u=x)
˙ ∨ (u=y)))]
˙ .
Dados x, y ∈ L, buscamos encontrar z ∈ L tal que
(∀u ∈ L)[((u ∈ z) ⇔ (u = x) ∨ (u = y))]L .
Pero como las fórmulas primitivas son absolutas, lo que debemos demostrar
para dicha z es (∀u ∈ L)((u ∈ z) ⇔ (u = x) ∨ (u = y)). Ahora sabemos (por
el axioma de par) que existe z tal que ∀u((u ∈ z) ⇔ (u = x) ∨ (u = y)).
Para demostrar que z ∈ L, observe que z es un subconjunto de Lα ; ası́,
z = {u ∈ Lα : (u = x) ∨ (u = y)}, y aplicando el lema 1.20 se deduce
◦ ◦
que z = {u ∈ Lα :|=Lα u = x ∨ u = y}, de donde concluimos que
z ∈ Def(Lα ) = Lα+1 ⊆ L.
(Inf )L se deduce del teorema 8.1.6(g), pues por el lema 2.2(6) sabemos
que
ω ∈ Lω+1 ⊆ L.
(Pot)L . Se debe demostrar que
[∀x∃y∀z[z ∈ y ⇔ z ⊆ x]]L .
Esto es, dado x ∈ L debemos encontrar y ∈ L tal que
(∀z ∈ L)(z ∈ y ⇔ z ⊆ x).
Por el axioma de potencia sabemos que existe y1 tal que
y1 = Pot(x).
Luego, por el axioma de comprensión aplicado a la fórmula z ∈ L y al conjunto
y1 , existe un conjunto y tal que
y = {z ∈ y1 : z ∈ L}.
Ahora, para demostrar que y ∈ L, sea
f : y −→ OR
definida por f (z) = mín{α ∈ OR : z ∈ Lα }. Por el axiomaSde reemplazo,
f [y] es un conjunto (de ordinales), y por el axioma de unión, f [y] = α es
un conjunto y por lo tanto un ordinal. Ası́, por el lema 2.2 (5) sabemos que
y ⊆ Lα .

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Por lo tanto, según la definición de y


y = {z ∈ Lα : z ⊆ x},
y al aplicar el lema 1.20 llegamos a
◦ ◦
y = {z ∈ Lα :|=Lα z ⊆ x} ∈ Def(Lα ) = Lα+1 .
Por lo tanto, y ∈ L y claramente
(∀z ∈ L)(z ∈ y ⇔ z ⊆ x).
(Comp)L . Sea Φ(v0 , . . . , vn ) en LTC; se debe demostrar que
[∀x∀v1 . . . ∀vn ∃y∀z[(z ∈ y) ⇔ (z ∈ x) ∧ Φ(z, a1 , . . . , an )]]L .
Sean x, a1 , . . . , an ∈ L; debemos encontrar y ∈ L tal que
(∀z ∈ L)[(z ∈ y) ⇔ (z ∈ x) ∧ ΦL (z, a1 , . . . , an )].
Sea A = {x, a1 , . . . , an } y sea
f : A −→ OR
definida por f (u) = mín{α ∈ OR : u ∈ Lα }; entonces, por los axiomas de
reemplazo y unión, sabemos que
[
α= f [A]
es un ordinal. Luego, aplicando el principio de reflexión 8.7.4 a la jerarquı́a
construible, existe un ordinal lı́mite β tal que β > α y:
(∀~z ∈ Lβ )[ΦL (~z) ⇔ ΦLβ (~z)].
Ahora, sea φ la fórmula correspondiente a Φ en L, y sea
◦ ◦ ◦ ◦ ◦
y = {z ∈ Lβ :|=Lβ [φLβ (z, a1 , . . . , an ) ∧ (z ∈ x)]}.
Entonces, y ∈ Def(Lβ ) = Lβ+1 ⊆ L y además, por el teorema 1.16:
y = {z ∈ Lβ : ΦLβ (z, a1 , . . . , an ) ∧ (z ∈ x)}.
Ası́, por la elección de β según el principio de reflexión se cumple que
y = {z ∈ x : φL (z, a1 , . . . , an )}.
Por lo tanto, dado que y ∈ L, para cualquier z ∈ L,
(z ∈ y) ⇔ (z ∈ x) ∧ ΦL (z, a1 , . . . , an ).

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(Reemp)L Debemos demostrar que dada una fórmula Φ(v0 , . . . , vn ) de LTC,


es válida la siguiente afirmación:

[∀v2 . . . ∀vn [∀x∃y(Φ(x, y, v2 , . . . , vn ) ∧ ∀z(Φ(x, z, v2 , . . . , vn ) ⇒ y = z))


⇒ ∀u∃v(∀x ∈ u)(∃y ∈ v)Φ(x, y, v2 , . . . , vn )]]L .
Sean a2 , . . . , an ∈ L y supongamos que

(∀x ∈ L)(∃y ∈ L)
(ΦL (x, y, a2 , . . . , an ) ∧ (∀z ∈ L)ΦL (x, z, a2 , . . . , an ) ⇒ y = z);
debemos demostrar que dada u ∈ L, existe v ∈ L tal que

(∀x ∈ u)(∃y ∈ v)ΦL (x, y, a2 , . . . , an ).


Sean u ∈ L y f : u −→ OR definida por

f (x) = mín{α ∈ OR : (∃y ∈ Lα ) ∧ ΦL (x, y, a2 , . . . , an )}.


S
De nuevo, por los axiomas de reemplazo y unión, sabemos que α = f [u] es
un ordinal. Ahora, sea v = Lα ; entonces v ∈ L y además

(∀x ∈ u)(∃y ∈ v)ΦL (x, y, a2 , . . . , an ).

3. Operaciones de Gödel

En esta sección definiremos el universo construible L desde una perspectiva más


cercana a la definición que presenta Gödel en su monografı́a de 1940 [Gödel
1940]. El teorema fundamental de esta sección establece la equivalencia entre
las dos definiciones que se ofrecen en el presente capı́tulo. Los resultados de
esta sección serán, además, de gran ayuda para demostrar una de las propiedades
fundamentales que remite al carácter absoluto de los estratos de la jerarquı́a en
algunos casos (Teorema 4.23). Este resultado es fundamental para demostrar
(entre otros) el teorema de condensación (Teorema 6.1).
Comenzamos con una lista de funciones llamadas operaciones primitivas
de Gödel.

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Definición 3.1. Las siguientes funciones se conocen como operaciones pri-


mitivas de Gödel:
F1 (X, Y ) = {X, Y }
F2 (X, Y ) = X × Y
F3 (X, Y ) = X \ Y
F4 (X, Y ) = X ∩ Y
F5 (X, Y ) = {(u, v) : u ∈ X ∧ v ∈ Y ∧ u ∈ v}
[
F6 (X, Y ) = X
F7 (X, Y ) = dom(X)
F8 (X, Y ) = {(u, v) : (v, u) ∈ X}
F9 (X, Y ) = {(u, v, w) : (u, w, v) ∈ X}
F10 (X, Y ) = {(u, v, w) : (v, w, u) ∈ X}.

Una relación R es Σn si {~x : R~x} = {~x : ϕ(~x)}, donde ϕ es una Σn -fórmula.


Una función F es una Σn -función si la relación y = F (~x) es una Σn -relación.
Observe que, con ayuda del teorema 8.8.4, fácilmente se reconoce que las
funciones primitivas de Gödel son Σ0 . A continuación definimos el mı́nimo
conjunto que es cerrado respecto las diez operaciones anteriores y que contiene
un conjunto dado; más adelante este conjunto se ligará con la noción de
definibilidad.

Definición 3.2. Sea M un conjunto, y definimos la cerradura de Gödel para


M (cl(M)) por recursión sobre ω, de la siguiente manera:

cl0 (M) = M,
clk+1 (M) = clk (M) ∪ F1 [clk (M) × clk (M)] ∪ · · · ∪ F10 [clk (M) × clk (M)],
S
cl(M) = k∈ω clk (M).

En el discurso que sigue entendemos por operación de Gödel (o G-función)


todas aquellas funciones que se obtengan aplicando reiteradamente (un número
finito de veces) la operación de composición, iniciando con las operaciones
primitivas de Gödel. El siguiente lema establece la relación que existe entre la
cerradura de Gödel (para un conjunto dado) y el conjunto de las imágenes de
las G-funciones (definidas en dicho conjunto):

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Lema 3.3. Sea M un conjunto. Los conjuntos


A = {F(x1 . . . . , xn ) : (x1 , . . . , xn ) ∈ M n ∧ F es una G − función}
y cl(M) son iguales.
Demostración. Demostraremos por inducción finita que: a ∈ cl(M)
⇒ a ∈ A.
Para k = 0, a ∈ M. Pero F6 (F1 (a, a))) = a. Si a ∈ clk+1 (M) y a ∈ clk (M),
/ clk (M), se cumple
entonces, por hipótesis de inducción, a ∈ A. Si a ∈
a ∈ Fi [clk (M) × clk (M)]
(para algún i = 1, . . . , 10); es decir, existen s, t ∈ clk (M) tales que a = Fi (s, t).
Por hipótesis de inducción, s, t ∈ A, esto es, existen Fs y Ft G-funciones,
con s = Fs (~a) y t = Ft (~a). Puesto que, Fi (Fs , Ft ) es una G-función y
a = Fi (Fs , Ft )(~a). Deducimos a ∈ A y cl(M) ⊆ A.
La otra contención se demostrará por inducción sobre la construcción de las
G-funciones. Sea F(~x) ∈ A, si F es primitiva, la definición de cl(M) asegura
que F(~x) ∈ cl(M). Si se supone que G1 y G2 son G-funciones (definidas
en M) que están en cl(M) y tales que F(~x) = Fi (G1 (x~1 ), G2 (x~2 )), para algún
i = 1, . . . , 10, y si G1 (~x1 ) y G2 (~x2 ) están en clk (M) (para algún k < ω), entonces
F(~x) está en clk+1 (M) ⊂ cl(M). Por lo tanto, queda demostrada la igualdad
entre cl(M) y A.
Definición 3.4. Se dice que una fórmula φ(~x) es normal si
˙ no aparece en la fórmula;
(i) el sı́mbolo “=”
(ii) la presencia del sı́mbolo “∈”, si ocurre, es en la forma
xi ∈ xj ,
donde i 6= j;
(iii) la presencia del sı́mbolo “∃” aparece en la forma
(∃xm+1 ∈ xi )ψ(x1 , . . . , xm+1 ),
donde i ≤ m.
A lo que buscamos llegar con los siguientes resultados es a establecer que a
todas las Σ0 -fórmulas φ de LTC corresponde una G-función que está definida en
términos de φ. Para lograrlo, es necesario establecer ciertos lemas y definiciones
previos.

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Lema 3.5. Si φ(~x) es una fórmula Σ0 , entonces existe una fórmula normal
φN (~x) tal que
∀x1 . . . ∀xn [φ(~x) ⇔ φN (~x)].
Demostración. Las fórmulas de la forma x=y
˙ pueden reemplazarse con
(∀u ∈ x)(u ∈ y) ∧ (∀u ∈ y)(u ∈ x).
Las fórmulas de la forma x ∈ x se reemplazan con
(∃u ∈ x)(u ≈ x).
Por último, se debe observar que las variables que aparecen cuantificadas
en φ pueden renombrarse, de tal suerte que la variable con mayor subı́ndice sea
la que aparezca cuantificada.
A continuación definimos el concepto de G − f órmula, para luego
establecer la relación existente entre algunas fórmulas y las operaciones de
Gödel:
Definición 3.6. Una fórmula φ(x1 , . . . , xn ) G-fórmula si existe una n-opera-
ción de Gödel Fφ tal que
Fφ (a1 , . . . , an ) =
{(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ φ(x1 , . . . , xn )}.
Teorema 3.7. Si n > 0 y φ(x1 , . . . , xn ) es una fórmula Σ0 , entonces φ es una
G-fórmula.
Demostración. Haremos uso del lema 3.5 y demostraremos el resultado
para fórmulas normales.
Sea φ(x1 , . . . , xn ) una fórmula Σ0 y normal. Suponga que el teorema es
válido para todas las subfórmulas de φ.
Caso 1. φ es atómica y, por lo tanto, de la forma xi ∈ xj . Demostración
por inducción para n ≥ 2:
(a) Para n = 2, observe que {(x1 , x2 ) : (x1 ∈ a1 )∧(x2 ∈ a2 )∧(x1 ∈ x2 )} =
F5 (a1 , a2 ), y {(x1 , x2 ) : (x1 ∈ a1 ) ∧ (x2 ∈ a2 ) ∧ (x2 ∈ x1 )} = F8 (F3 (a1 , a2 )).
(b) n > 2 y j, i 6= n. Por hipótesis de inducción, existe F una G-función,
tal que {(x1 , . . . , xn−1 ) : [(x1 , . . . , xn−1 ) ∈ (a1 × · · · × an−1 )] ∧ (xi ∈ xj )} =
F(a1 , . . . , an−1 ).
De aquı́ se sigue que {(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ (xi ∈
xj )} = F(a1 , . . . , an−1 ) × an .

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(c) n > 2 y j, i 6= n − 1. Del inciso anterior sabemos que existe F, una


G-función tal que {(x1 , . . . , xn , xn−1 ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ (xi ∈
xj )} = F(a1 , . . . , an ).
Observe que como (x1 , . . . , xn , xn−1 ) = ((x1 , . . . , xn−2 ), xn , xn−1 ), entonces
{(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ (xi ∈ xj )} =
F9 (F(a1 , . . . , an )).
(d) n > 2, i = n − 1 y j = n. Por el inciso (a) se cumple que
{(xn−1 , xn ) : [(xn−1 , xn ) ∈ (an−1 × an )] ∧ (xn−1 ∈ xn )} = F5 (an−1 , an );
por lo tanto,
{((xn−1 , xn ), (x1 , . . . , xn−2 )) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧
(xn−1 ∈ xn )} = F5 (an−1 , an ) × (a1 × · · · × an−2 ).
Sea F la G-función F5 (an−1 , an ) × (a1 × · · · × an−2 ). Observe que
((xn−1 , xn ), (x1 , . . . , xn−2 )) = (xn−1 , xn , (x1 , . . . , xn−2 )),
y que
(x1 , . . . , xn ) = ((x1 , . . . , xn−2 ), xn−1 , xn ).
Podemos entonces concluir que
{(x1 , . . . , xn ), : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ (xn−1 ∈ xn )} =
F10 (F5 (an−1 , an )).
(e) Análogo al anterior.
Caso 2. φ(x1 , . . . , xn ) es una negación de la forma ¬ψ(x1 , . . . , xn ). Por
hipótesis de inducción, existe F una G-función tal que
{(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ φ(x1 , . . . , xn )} =
F(a1 , . . . , an ).
Pero claramente,
{(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ ψ(x1 , . . . , xn )} =
(a1 × · · · × an ) \ F(a1 , . . . , an ).
Esta última función es fácilmente reconocible como una G-función.

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Caso 3. φ(x1 , . . . , xn ) es una conjunción de la forma α(x1 , . . . , xn ) ∧


β(x1 , . . . , xn ). Por hipótesis de inducción, sabemos que existen F2 (a1 , . . . ,
an ) y F2 (a1 , . . . , an ), G-funciones tales que
{(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ α(x1 , . . . , xn )} =
F1 (a1 , . . . , an )
y que
{(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ β(x1 , . . . , xn )} =
F2 (a1 , . . . , an ).
Por lo tanto,
{(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ φ(x1 , . . . , xn )} =
F1 (a1 , . . . , an ) ∩ F2 (a1 , . . . , an ).
De nuevo, esta última es fácilmente reconocible como una G-función.
Caso 4. φ(x1 , . . . , xn ) es de la forma
∃xn+1 ((xn+1 ∈ xi ) ∧ ψ(x1 , . . . , xn , xn+1 ).
Ahora, por hipótesis de inducción, se sabe que existe F(a1 , . . . , an ), una G-
función tal que
{(x1 , . . . , xn ) : (x1 , . . . , xn ) ∈ a1 × · · · × an ∧ (xn+1 ∈ xi ∧
ψ(x1 , . . . , xn+1 ))} = F(a1 , . . . , an+1 ).
Afirmamos que
{(x1 , . . . , xn ) : (x1 , . . . , xn ) ∈ a1 × · · · × an ∧ φ(x1 , . . . , xn )} =
[
(a1 × · · · × an ) ∩ dom(F(a1 , . . . , an , ai )).
Veamos: sean x = (x1 , . . . , xn ) y a = a1 × · · · × an . Ası́, para toda x ∈ a
se cumplen las siguientes equivalencias:
φ(x) ⇔ (∃y ∈ xi )ψ(x, y)
[
⇔ ∃y(y ∈ xi ∧ ψ(x, y) ∧ y ∈ ai )
[
⇔ x ∈ dom({(x, y) ∈ a × ai : (y ∈ xi ∧ ψ(x, y)}).
Queda demostrada la afirmación, y por lo tanto el teorema.

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Recuerde que Def(M) es el conjunto de todos los subconjuntos de M que


se pueden definir a partir de una fórmula relativizada a M y con parámetros en
M. A continuación se establece una de las dos implicaciones entre las nociones
de definibilidad y de cerradura de Gödel.
Lema 3.8. Si M es un conjunto, entonces
Def(M) ⊆ cl(M ∪ {M}) ∩ Pot(M).
Demostración. Sea a ∈ Def(M). Existen una fórmula φ de LTC y
(z1 , . . . , zn ) ∈ M n tales que
a = {x ∈ M : φM (z1 , . . . , zn , x)}.
Sea ψ(M, z1 , . . . , zn , x) = φM (z1 , . . . , zn , x). Ası́,
a = {x ∈ M : ψ(M, z1 , . . . , zn , x)}.
Observe que ψ(M, z1 , . . . , zn , x) es una fórmula Σ0 . Por lo tanto, en vista del
teorema 3.7,
ψ(M, z1 , . . . , zn , x)
es una G-fórmula, es decir, existe F(A, B1 , . . . , Bn , C), una G-función tal que
F(A, B1 , . . . , Bn , C) = {(M, z1 , . . . , zn , x) :
[(M, z1 , . . . , zn , x) ∈ (A × B1 × · · · × Bn × C)] ∧ ψ(M, z1 , . . . , zn , x)}.
Sean
A = F1 (M, M) = {M}
B1 = F1 (z1 , z1 ) = {z1 }
..
.
Bn = F1 (zn , zn ) = {zn }
C = M.
Entonces
F 0 (z1 , . . . , zn , M) = F(F1 (M, M), F1 (z1 , z1 ), . . . , F1 (zn , zn ), M)
= {(M, z1 , . . . , zn , x) : [(M, z1 , . . . , zn , x)
∈ ({M} × {z1 } × · · · × {zn } × M)] ∧
φM (z1 , . . . , zn , x)}.

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Lo anterior implica que


F7 (F8 (F 0 (z1 , . . . , zn , M))) = {x ∈ M : φM (z1 , . . . , zn , x)} = a.
Por lo tanto, a ∈ (cl(M ∪ {M}) ∩ Pot(M)).
La otra contención se cumple para conjuntos transitivos. Sin embargo, para
demostrar esto requerimos del siguiente lema.
Lema 3.9.
1. Para i = 1, . . . , 10, la relación Fi (X, Y ) = Z es Σ0 .
2. Si F es una operación de Gödel y φ(x) es una fórmula Σ0 de LTC, entonces
las relaciones
(a) u ∈ F(X1 , . . . , Xn );
(b) (∀u ∈ F)φ(u), (∃u ∈ F)φ(u);
(c) Z = F(X1 , . . . , Xn );
(d) φ(F),
son Σ0 .
Demostración. La parte 1 es directa de la definición 3.1 y (tal como se
mencionó) del teorema 8.8.4.
La demostración de 2 se hará por inducción simultánea sobre la construcción
de F. La base de inducción se sigue directamente de 1. Suponga que F es
de la forma Fi (G1 , G2 ) y que tanto G1 como G2 cumplen con las propiedades
(a)-(d). Demostraremos, solamente para los casos i = 1, 2, 6, que F cumple
las propiedades (a)-(d); los otros casos se demuestran siguiendo el mismo
razonamiento:
S
a) Las relaciones u ∈ {G1 , G2 }, (u ∈ (G1 × G2 )) y (u ∈ G1 ) están
definidas, respectivamente, por las fórmulas
(u = G1 ) ∨ (u = G2 ),
(∃x ∈ G1 )(∃y ∈ G2 )(u = (x, y)),
(∃y ∈ G1 )(u ∈ y).
La primera fórmula se reconoce como Σ0 si se aplica la hipótesis de
inducción de (c). La segunda y la tercera fórmulas también lo son, en vista
de la hipótesis de inducción de (b).
S
b) Las fórmulas (∀u ∈ {G1 , G2 })φ(u), (∀u ∈ G1 × G2 )φ(u), y (∀u ∈
G1 )φ(u) son, respectivamente, equivalentes a las siguientes fórmulas:
φ(G1 ) ∧ φ(G2 ),

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(∀u ∈ y)(Rel(y) ∧ dom(y) = G1 ∧ ran(y) = G2 ⇒ φ(u)),


(∀u ∈ y)(y ∈ G1 ⇒ φ(u)).
La primera fórmula es Σ0 al aplicar la hipótesis de inducción de (c). La
segunda lo es al aplicar la hipótesis de inducción de (d), y la última también lo
es por la hipótesis de inducción de (a).
c) En este caso, observemos que la relación Z = F se define por la fórmula
(∀u ∈ Z)(u ∈ F) ∧ (∀u ∈ F)(u ∈ Z),
la cual se reconoce como Σ0 debido a los incisos (a) y (b) ya demostrados.
d) En la fórmula φ(F), F aparece en φ en alguna de las siguientes formas:
u ∈ F,
F ∈ u,
Z = F,
(∀u ∈ F),
(∃u ∈ F).
Si se observa que la fórmula (F ∈ u) puede ser reemplazada por la fórmula
(∃y ∈ u)(y = F), entonces se afirma que cada una de las apariciones de F en
la Σ0 -fórmula φ se reemplaza por fórmulas Σ0 , obteniendo ası́ una Σ0 -fórmula
equivalente a φ(F).
Es a partir de este lema que se obtiene la igualdad entre los conjuntos
Def(M) y cl(M ∪ {M}) ∩ Pot(M), para M transitivo. Dado que el último
conjunto es claramente definible en la teorı́a de los conjuntos, se puede
establecer la noción de definibilidad en términos de dichos conjuntos; en
particular, para el caso que nos interesa, el de la jerarquı́a construible, se puede
redefinir de la siguiente manera:
L0 = ∅
Lα+1 = cl(Lα ∪ {Lα }) ∩ Pot(Lα )
[
Lδ = Lα si lím(α)
α<δ
[
L= Lα .
α∈OR
En vista del siguiente teorema, ambas definiciones de la jerarquı́a construi-
ble son equivalentes, por lo que en algunos momentos se usará esta definición,
como es el caso de los lemas 4.19 y 4.22 de la siguiente sección.

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9. El universo construible

Teorema 3.10. Si M es un conjunto transitivo, entonces


Def(M) = cl(M ∪ {M}) ∩ Pot(M).
Demostración. La contención
Def(M) ⊆ cl(M ∪ {M}) ∩ Pot(M)
es el lema 3.8.
Para demostrar la otra contención procedemos de la siguiente manera: sean
F una operación de Gödel, M un conjunto transitivo y w1 , . . . , wn en M tales que
F(M, w1 , . . . , wn ) ⊆ M. En esta situación, F(M, w1 , . . . , wn ) se puede escribir
de la siguiente forma:
F(M, w1 , . . . , wn ) = {u ∈ M : φ(u, M, w1 , . . . , wn )},
donde φ(u, M, w1 , . . . , wn ) es la Σ0 -fórmula (dada por el lema anterior) que
define la relación
u ∈ F(M, w1 , . . . , wn ).
Ahora, como M es transitivo y todas las cotas de los cuantificadores de φ
son M o u o wi , entonces todas las cotas de los cuantificadores de φ pueden
reemplazarse por M, por lo que F(M, w1 , . . . , wn ) se puede expresar como
F(M, w1 , . . . , wn ) = {u ∈ M : φ1M (u, w1 , . . . , wn )},
donde φ1 es la fórmula que se obtuvo al hacer el reemplazo mencionado en φ.
Esto implica, según el lema 1.20, que
◦ ◦ ◦
F(M, w1 , . . . , wn ) = {u ∈ M :|=M φ1 (u, w1 , . . . , wn )}.
De aquı́ que F(M, w1 , . . . , wn ) ∈ Def(M), y concluimos que
cl(M ∪ {M}) ∩ Pot(M) ⊆ Def(M).

4. El axioma de constructibilidad
El axioma de constructibilidad es el enunciado que afirma que todo conjunto
es construible. En términos metateóricos, este enunciado corresponde a la
expresión: “V = L”. Sin embargo, en términos formales el axioma de
constructibilidad es el siguiente:
∀x(∃α ∈ OR)(x ∈ Lα ).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

En esta sección demostraremos que L es un modelo interno de ZF +V = L.


Para establecer lo anterior, sólo hace falta demostrar que
ZF ` (V = L)L .
Ahora, esto sucede si y sólo si ZF ` V L = LL y dado que V L = L (8.3.4), el
trabajo que desarrollaremos en esta sección está centrado en la demostración
del hecho de que LL = L. Esto se logrará demostrando que L es absoluta para
cierta clase de LTC-estructuras M a la que pertenece L, es decir, demostrando
que
(L ∈ M) ∧ (∀M ∈ M)(LM = L).
Para lograrlo, es suficiente mostrar que la propiedad se cumple para todos
los estratos de la jerarquı́a constructiva. Para ello demostramos que existe
una fórmula H(x, α) de LTC que es ∆ZF 1 y que es la definición, en LTC, del
enunciado metateórico “x = Lα ”. En tal situación,
L = {y : ∃x∃α(y ∈ x ∧ H(x, α)}.
Comencemos con los requisitos para poder definir dicha fórmula. En primer
término, es necesario definir una fórmula Sucf(x, y) de LTC tal que
Sucf(x, y) ⇔ y es el conjunto de todas las sucesiones finitas de elementos
de x.
Definición 4.1. Sea Sucf(x, y) la siguiente fórmula de LTC:
∃f [(f es una función ) ∧ (dom(f ) = ω)
[
∧ (f (0) = ∅) ∧ (y = ran(f ))
∧ (∀n ∈ ω)(∀s ∈ f (n + 1))(∃t ∈ f (n))(∃a ∈ x)(s = t ∪ {(n, a)})
∧ (∀n ∈ ω)(∀s ∈ f (n))(∀a ∈ x)(∃t ∈ f (n + 1))(t = s ∪ {(n, a)})].
Observe que la fórmula Sucf(x, y) sı́ define la propiedad mencionada; f
es una función que a cada
S
n asocia el conjunto de todas las n−sucesiones de
elementos de x, ası́ y = ran(f ) es el conjunto de todas las sucesiones finitas
de elementos de x.
Lema 4.2. La fórmula Sucf(x, y) es ∆ZF
1 .
Demostración. La fórmula Sucf(x, y), tal como aparece en la definición,
es Σ1 ; para asegurarlo es necesario hacer explı́citas las apariciones de ω, como
en “∀n ∈ ω”. Para llevar a cabo esto, agregamos el prefijo
∃w(Omega(w))

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9. El universo construible

(donde Omega(w) es la definición en LTC de ω) a la fórmula Sucf(x, y), para


después reemplazar cada aparición de ω por w.
Ahora se debe encontrar una fórmula Π1 equivalente a Sucf(x, y) en ZF .
Mediante el teorema de recursión es fácil construir, para cada conjunto x (desde
ZF ), una función f como la que aparece en Sucf(x, y). En consecuencia,

ZF ` ∀x∃ySucf(x, y).
También del teorema de recursión se desprende que dicha y debe ser la
única con esa propiedad, de donde se concluye que

ZF ` Sucf(x, y) ⇔ ∀z[Sucf(x, z) ⇒ (z = y)],


por lo que Sucf(x, y) es ∆ZF
1 .

A continuación se define una fórmula P(x, y) tal que P(x, y) ⇔ y es el


conjunto de todos los subconjuntos finitos de x.
Definición 4.3. Sea P(x, y) la siguiente fórmula de LTC:
∃z[Sucf(x, z) ∧ y = {ran(u) : u ∈ z}].
Claramente esta definición de P(x, y) tiene la propiedad mencionada. Pero
más aún, esta fórmula es ∆ZF
1 :

Lema 4.4. La fórmula P(x, y) es ∆ZF


1 .

Demostración. Procedemos de manera similar a la demostración del lema


anterior. Tal como aparece, la fórmula P(x, y) es Σ1 ; sólo es necesario verificar
que el término
y = {ran(u) : u ∈ z}
escrito en LTC es Σ1 . Por otro lado se cumple

ZF ` ∀x∃y P(x, y),


y dicha y debe ser única. En consecuencia,

ZF ` P(x, y) ⇔ ∀z[P(x, z) ⇒ z = y],


por lo que P(x, y) es ∆ZF
1 .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Para demostrar que existe la fórmula H(α, x) (mencionada al inicio de la


sección) con las propiedades descritas, es necesario demostrar que existe una
definición ∆ZF
1 (en LTC) de la relación
v = Def(u).
Comenzaremos con una primera aproximación a la definición (un poco más
explı́cita que la dada en la sección 2).
Definición 4.5. Sea A(u, v) la siguiente fórmula de LTC:

(∀x ∈ v)∃φ[Fml(φ, u) ∧ Lib(φ, {v0 }) ∧ (x ⊆ u)



∧ (∀z ∈ u)(z ∈ x ⇔ ∃ψ(Sust(ψ, φ, v0 , z) ∧ Sat(u, ψ)))]
∧ ∀φ[(Fml(φ, u) ∧ Lib(φ, {v0 }))
⇒ (∃x ∈ v)[(x ⊆ u) ∧ (∀z ∈ u)(z ∈ x)

⇔ ∃ψ(Sust(ψ, φ, v0 , z) ∧ Sat(u, ψ)))]].
Claramente, A(u, v) define la relación que nos interesa, pero también es
claro que esta fórmula no es siquiera Σ1 . Es necesario acotar los cuantificadores
que aparecen no acotados en la definición anterior por una sola cota. Para
encontrar esta cota, es necesario un desarrollo similar al que se llevó a cabo en
la sección 1 para construir la fórmula Sat(u, φ); en ese caso se encontró una
cota para todos los cuantificadores no acotados de S(u, φ). Pero como esa cota
no es suficientemente grande para los cuantificadores de A(u, v), construiremos
una extensión, esto es, un conjunto que acote los cuantificadores de A(u, v) y
los de S(u, φ). Redefinimos A(u, v) como la fórmula que se obtiene de A(u, v)
al sustituir las apariciones de Sat(u, φ) por la fórmula S(u, φ), y ésta se denotará
con B(u, v). Ahora, dado que S(u, φ) es equivalente a Sat(u, φ), se tiene que
A(u, v) es equivalente a B(u, v).
A continuación buscaremos una cota para todos los cuantificadores no
acotados de B(u, v). Sea C(u, v, w) la fórmula que se obtiene al acotar todos los
cuantificadores no acotados de B(u, v) por el conjunto w incluyendo aquellos
que aparecen en las subfórmulas “Sust”, “Lib” y “Fml”. Ası́, si w es un conjunto,
entonces C(u, v, w) será Σ0 .
Se define K(u) a partir de los conjuntos k0 (u), k1 (u), k2 (u), k3 (u) de la
siguiente manera:

1. k0 (u) = 9 ∪ {vi : i ∈ ω} ∪ {x : x ∈ u}.

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9. El universo construible

2. k1 (u) = “el conjunto de sucesiones finitas de miembros de k0 (u).”


3. k2 (u) = “el conjunto de sucesiones finitas de k1 (u).”
4. k3 (u) = “el conjunto de sucesiones finitas de subconjuntos finitos del
conjunto {vi : i ∈ ω}.”
5. K(u) = k1 (u) ∪ k2 (u) ∪ k3 (u).
Es claro que este conjunto acota los cuantificadores no acotados de
B(u, v), incluyendo aquellos que aparecen en las fórmulas S(u, φ), Fml(u, φ),
Sust(ψ, φ, x, y) y Lib(φ, x).
A continuación definimos una fórmula, K(u, w), que define a este conjunto
en LTC:

Definición 4.6. Sea K(u, w) la siguiente fórmula:


(∃a, b, c, d, e, f )[[(∀z ∈ d)Var(z) ∧ (∀i ∈ ω)(vi ∈ d)]

∧ (∀z ∈ e)Const(z, u) ∧ (∀z ∈ u)(z ∈ e)]
∧ [Sucf(a, 9 ∪ d ∪ e)]
∧ [Sucf(b, a)]
∧ [Pot(f, d) ∧ Sucf(c, f )]
∧ [w = a ∪ b ∪ c]].

De esta definición deducimos que


K(u, w) ⇔ w = K(u).
Ahora, sea D(u, v) la fórmula
∃w[K(u, w) ∧ C(u, v, w)].
Esta fórmula expresa la existencia de un conjunto w (precisamente K(u) (y que
además, v = Def(u), puesto que dicho w acota todos los cuantificadores de la
fórmula B(u, v)) sin perder su significado semántico. Es claro que
D(u, v) ⇔ v = Def(u),
donde, además, D(u, v) es una fórmula Σ1 (pues C(u, v, w) es Σ0 y K(u, w)
es Σ1 ). Más aún, al igual que con las fórmulas anteriores, también se tiene el
siguiente lema:

Lema 4.7. La fórmula D(u, v) de LTC es ∆ZF


1 .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. Observe que para cualquier conjunto u se puede de-


mostrar (en ZF ) que existen conjuntos w y v tales que w = K(u) y v = Def(u);
además, dichos conjuntos son únicos para u. En consecuencia,
ZF ` ∀u∃!v[D(u, v)],
por lo que logramos
ZF ` D(u, v) ⇔ ∀z[D(u, z) ⇒ z = v].
De aquí se concluye que D(u, v) es ∆ZF
1 .

A continuación definimos una fórmula, que llamaremos E(α, f ), tal que


E(α, f ) ⇔ f = (Lγ : γ ≤ α).
Es decir, f es “la función” de OR en V tal que f (α) = Lα .
Definición 4.8. Sea E(α, f ) la siguiente fórmula de LTC:
Or(α) ∧ (f es una función ) ∧ (dom(f ) = α + 1) ∧
[
(f (0) = ∅) ∧ (∀γ ∈ dom(f ))[((lím(γ) ∧ γ > 0) ⇒ (f (γ) = f (δ)))
δ<γ
∧ (sucesor(γ) ⇒ D(f (γ), f (γ − 1)))].
Es claro que esta fórmula expresa el hecho de que f es una función con
dominio α + 1 y tal que para cada γ ≤ α, f (γ) = Lγ . Más aún, podemos
demostrar lo siguiente:
Lema 4.9. La fórmula E(α, f ) es Σ1 y ∆ZF
1 .

Demostración. Si sustituimos la aparición de la expresión


[
f (γ) = f (δ)
δ<γ

por la fórmula
(∀x ∈ f (γ))(∃δ ∈ γ)(x ∈ f (δ)) ∧ (∀δ ∈ γ)(f (δ) ⊆ f (γ)),
es claro que se obtiene una fórmula Σ1 (esto es claro si se sustituye el
cuantificador
(∀γ ∈ dom(f ))(. . . )
por
∃w(w = dom(f )) ∧ (∀γ ∈ w)(. . . )).

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9. El universo construible

Para comprobar que E(α, f ) es ∆ZF


1 , es necesario demostrar que

ZF ` ∀α∃f [E(α, f )].


Pero, haciendo uso del teorema de recursión, sabemos que para cada ordinal
α es posible definir una única función
f : α + 1 −→ ran(f ),
tal que (∀γ ∈ dom(f ))(f (γ) = Lγ ). En consecuencia,
ZF ` E(α, f ) ⇔ ∀g[E(α, g) ⇒ g = f ].
Por lo tanto, E(α, f ) es ∆ZF
1 .

Según el lema anterior, en el caso en que M sea un modelo interno de ZF ,


[E(α, f )]M ⇔ f = (LM
γ : α ≤ α).
Ahora ya estamos en posibilidad de describir una fórmula de LTC que defina
la relación metateórica “x = Lα ”.
Definición 4.10. Sea H(α, x) la siguiente fórmula de LTC:
∃f [E(α, f ) ∧ (x = f (α))].
Es claro que esta fórmula es Σ1 y que además define la relación mencionada.
Pero también es posible demostrar que esta fórmula es absoluta para modelos
(clase) transitivos de ZF, es decir, se tiene el siguiente lema:
Lema 4.11. La fórmula H(α, f ) es ∆ZF
1 .

Demostración. Es claro que


ZF ` ∀α∃!x[H(α, x)].
Usando el mismo argumento que hemos aplicado antes, concluimos que H(α, x)
es ∆ZF
1 .

Una vez definida esta fórmula, sólo falta mostrar que para cierta clase de
modelos de ZF (que incluye a L), el universo construible es absoluto. Esto se
condensa en el siguiente lema y su respectivo corolario.
Lema 4.12. Sea M la clase de todos los modelos internos de ZF . Entonces,
para toda M en M y para todo α ∈ OR, se cumple que
[H(α, x)]M ⇒ x = Lα .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Demostración. En la demostración del lema anterior mencionamos que,


a partir del teorema de recursión, es posible mostrar que
ZF ` ∀α∃x[H(α, x)].
Por consiguiente, dada M ∈ M, el teorema fundamental de modelos
internos asegura que

ZF ` (∀α ∈ M)(∃x ∈ M)[H(α, x)]M .


Ahora, sea α ∈ OR, dado que M es modelo interno de ZF , OR ⊆ M y por
lo tanto α ∈ M. Sea x ∈ M tal que H(α, x)M ; entonces, por el lema anterior,
ZF ` (∀β ∈ M)(∀y ∈ M)[H(β, y) ⇔ [H(β, y)]M ];
en particular, esto es cierto para α y x. Por lo tanto se cumple H(α, x), lo que
implica x = Lα .
Corolario 4.13. Si M un modelo interno de ZF (que contenga la clase de los
ordinales), entonces para todo α ∈ OR, Lα ∈ M.
Demostración. Directa de los lemas previos.
Corolario 4.14. La clase L es el mı́nimo modelo interno (que contiene a la
clase de los ordinales) de ZF .
Demostración. Inmediata del corolario 4.13.
Corolario 4.15. Sea M ∈ M y α ∈ OR; entonces
(i) LMα = Lα .
(ii) LM = L.
(iii) LL = L.
Demostración. (i) Dado que M ∈ M, α ∈ M; ası́, sabemos que existe x
en M tal que [H(α, x)]M y esto, por definición de H(α, x), implica que existe
f = (LM M
γ : γ ≤ α) en M tal que x = f (α) = Lα , pero por el lema 4.12
sabemos que x = Lα , y concluimos
Lα = LM
α .
(ii) Por (i) sabemos que
[ [
LM = LM
α = Lα = L.
α∈OR α∈OR

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9. El universo construible

(iii) Éste es el caso particular para L, pues L ∈ M.


Teorema 4.16. ZF ` (V = L)L .
Demostración.
(V = L)L ⇔ V L = LL .
Como V L = L, se tiene que
(V = L)L ⇔ L = LL ,
pero por el corolario 4.15, inciso (iii), se sabe que LL = L; ası́,
(V = L)L ⇔ L = L.
Puesto que en ZF L = L es un teorema, hemos terminado la demostración.
Corolario 4.17. Con(ZF ) ⇒ Con(ZF + V = L).
Demostración. Aplicar el lema fundamental de modelos internos.
A continuación se lleva a cabo el desarrollo necesario para establecer el
carácter absoluto de la fórmula H(γ, x) con respecto a los estratos Lα , cuando
α es lı́mite y mayor que ω. Este resultado será de gran utilidad en las siguientes
secciones, en particular para la demostración del lema de condensación.
Iniciamos con la definición de cierto tipo de conjuntos transitivos:
Definición 4.18. Se dice que un conjunto transitivo M es adecuado si cumple
lo siguiente:
(a) M es cerrado respecto a las operaciones de Gödel.
(b) Si U ∈ M, entonces {Fi (x, y) : (x, y ∈ U) ∧ i = 1, . . . , 10} ∈ M.
(c) α ∈ M ⇒ hLγ : γ < αi ∈ M.
(d) ω ∈ M.
Es para estos conjuntos que la fórmula H(α, x) es absoluta:
Lema 4.19. Si M es un conjunto adecuado, entonces la relación x = Lα es
absoluta para M.
Demostración. Reescribimos la fórmula H(α, y) que define la relación
y = Lα :
H(α, y) ⇔ ∃f (E(α, f ) ∧ (α, y) ∈ f ),

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

donde
E(f, α) ⇔ Or(α) ∧ Fun(f ) ∧ (dom(f ) = α + 1) ∧ ((∅, ∅) ∈ f )
[
∧ (∀γ ≤ α)[lím(γ) ⇒ (γ, ran(f  γ) ∈ f ]
∧ (∀γ < α)[(γ + 1, Def(f (γ))) ∈ f ].
Demostramos pues que la fórmula H(α, y) es absoluta para M. Observe
que
[H(α, y)]M ⇔ (∃f ∈ M)[[OR(α) ∧ Fun(f ) ∧ (dom(f ) = α + 1)
∧ ((0, 0) ∈ f )
[
∧ (∀γ ≤ α)[lím(γ) ⇒ (γ, [ ran(f γ )]M ) ∈ f ]
∧ (∀γ < α)[(γ + 1, [Def(f (γ))]M ) ∈ f ]
∧ (y, α) ∈ f ].
S
Dado que las relaciones X y ran(X) son absolutas para M (pues M es
transitivo y ambas relaciones son Σ0 ), será suficiente con demostrar que:
1) La función Def(U) es absoluta para M.
2) Para toda α ∈ M, si γ ≤ α entonces f  γ ∈ M.
3) Para toda α ∈ M, si γ ≤ α entonces f (γ) ∈ M.
Para demostrar (1) recordamos la siguiente definición de Def(U) dada en
este capı́tulo:
Def(U) = cl(U ∪ {U}) ∩ Pot(U),
S
donde cl(W) = ran(G(W)) y la función G(W) está definida por recursión de
la siguiente manera:
G0 (W) = W
Gn+1 (W) = Gn (W) ∪ {Fi (x, y) : x, y ∈ Gn (W) ∧ i = 1, . . . , 10}.
A continuación, demostraremos que la relación x ∈ Def(U) es absoluta
para M, de donde concluiremos que la función Def(U) también lo es. Sean
x, U ∈ M; ası́:
x ∈ Def(U) ⇔ x ⊆ U ∧ (∃n ∈ ω)(x ∈ Gn (U ∪ {U})),
y, por lo tanto,
(x ∈ Def(U))M ⇔ x ⊆ U ∧ (∃n ∈ ω)([x ∈ Gn (U ∪ {U})]M ).

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9. El universo construible

Observe que la definición de M garantiza la existencia en M de todos los


ordinales finitos. Además, ωM = ω ∈ M. Luego,
(x ∈ Def(U))M ⇔ x ⊆ U ∧ (∃n ∈ ω)[∃y(y = Gn (U ∪ {U}) ∧ x ∈ y)]M
⇔ x ⊆ U ∧ (∃n ∈ ω)
[(∃y ∈ M)([y = Gn (U ∪ {U})]M ∧ x ∈ y)].
Mostremos que la función G(W) es absoluta para M: sean W, y, n ∈ M;
ası́,
Gn (W) = y ⇔ ∃f [Fun(f ) ∧ (n ∈ ω) ∧ (dom(f ) = n + 1) ∧ (f (0) = W)
∧ (∀m < n)(f (m + 1) = f (m) ∪ {Fi (x, y) : x, y ∈ f (m)
∧ i = 1, . . . , 10}) ∧ f (n) = y].
En consecuencia,
[Gn (W) = y]M ⇔ (∃f ∈ M)[Fun(f ) ∧ (n ∈ ω) ∧ (dom(f ) = n + 1)
∧ (f (0) = V ) ∧ (∀m < n)(f (m + 1) = f (m)
∪ {Fi (x, y) : x, y ∈ f (m) ∧ i = 1, . . . , 10}M )
∧ f (n) = y].
Pero como para cada m < n, la propiedad (b) de ser adecuado implica
(haciendo una sencilla demostración por indución finita), f (m) ∈ M, el
conjunto
{Fi (x, y) : (x, y ∈ f (m)) ∧ i = 1, . . . , 10}
está en M, y en consecuencia,
[Gn (W) = y]M ⇔ (∃f ∈ M)[Fun(f ) ∧ (n ∈ ω) ∧ (dom(f ) = n + 1)
∧ (f (0) = W) ∧ (∀m < n)(f (m + 1)
= f (m) ∪ {Fi (x, y) : x, y ∈ f (m) ∧ i = 1, . . . , 10})
∧ f (n) = y].
Por otro lado, dado que f (m) ∈ M (para cada m < n) y M es cerrada
repecto a las funciones de Gödel, dicha función f , definida en n + 1, está en
M (para cada n ∈ ω). Por lo tanto,
[Gn (W) = y]M ⇔ Gn (W) = y,

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

de donde concluimos la absolutez de G(W) para M. Por consiguiente, dado


que U ∪ {U} ∈ M para toda U ∈ M, se concluye que si x, U ∈ M, entonces
(x ∈ Def(U))M ⇔ x ⊆ U ∧ (∃n ∈ ω)[x ∈ Gn (U ∪ {U})).
Es decir, la relación x ∈ Def(u) es absoluta para M. Se sigue que la relación
Z = Def(U) es absoluta para M.
A continuación, demostraremos (2). Es decir, demostraremos que si α es
un elemento de M y γ ≤ α, entonces f  γ ∈ M, donde la función f es la
dada en la definición de H(α, y).
La propiedad (2) se deduce del hecho de que
f  γ = hLν : ν < γi,
que por hipótesis está en M.
S
La propiedad
S
(3) se obtiene de f (γ) = ran(f γ ) = Lγ y de que las
relaciones X, ran(X) son absolutas para M. Por lo tanto, al aplicar (2) se
concluye que f (γ) ∈ M.
Ası́, hemos demostrado la absolutez de la función x = Lα , para M
adecuado.
Observe que en el transcurso de la demostración, también hemos probado
que la fórmula E(f, α) es absoluta para conjuntos adecuados. Este hecho se
usará en la demostración del lema 4.22.
Corolario 4.20. Si M es un conjunto adecuado, entonces la relación x ∈ Lα
es absoluta para M.
Demostración. Sean α, x ∈ M, y entonces
x ∈ Lα ⇔ ∃y(H(α, y) ∧ (x ∈ y))
⇔ (∃y ∈ M)([H(α, y)]M ∧ (x ∈ y)).
Esto último se cumple, por un lado, porque H(α, y) es absoluta para M, y por
otro lado, porque si existe y tal que y = Lα y α ∈ M, y es un elemento de
M.
Corolario 4.21. Si M es un conjunto adecuado, entonces
M |= (V = L) ⇔ M = Lα ,
para algún ordinal lı́mite α mayor que ω.

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Demostración. Primero observe que si α = o(M) = OR ∩ M, entonces


α es lı́mite y mayor que ω. Ahora, suponga que M |= (V = L), es decir, que
(∀x ∈ M)(∃β ∈ M)[x ∈ Lβ ]M .
Dado que la relación x ∈ Lγ es absoluta para M, podemos deducir
(∀x ∈ M)(∃β ∈ M)(x ∈ Lβ ).
Ası́, [
M= {Lβ : β ∈ o(M)} = Lo(M) .
Por otro lado, si se supone que M = Lα con α lı́mite mayor que ω, entonces
se tiene que
(∀x ∈ M)(∃β ∈ M)(x ∈ Lβ ).
De nuevo, por la absolutez de la relación x ∈ Lβ (para M),
(∀x ∈ M)(∃β ∈ M)[x ∈ Lβ ]M .
Es decir, M |= (V = L).
Lema 4.22. Sea α un ordinal mayor que ω. Si el ordinal α es lı́mite, entonces
el conjunto Lα es adecuado.
Demostración. Sea α > ω un ordinal lı́mite.
El hecho de que ω ∈ Lα se cumple trivialmente, pues α > ω. Ası́, queda
demostrado que Lα cumple con la propiedad (d).
Para demostrar (a), observe que si Fi (X, Y ) es una operación primitiva de
Gödel, y x, y ∈ Lα , entonces Fi (x, y) ∈ Lβ+4 ∈ Lα , donde β < α es el
máximo de los L-rangos de x y y.
Para (b), considere U ∈ Lα y Fi (X, Y ) como una operación primitiva de
Gödel. Según la demostración anterior, si x, y ∈ U entonces Fi (x, y) ∈ Lβ+4 ,
donde β es el L- rango de U. De aquı́ que el conjunto
Zi = {Fi : x, y ∈ U} = {z : (∃x ∈ U)(∃y ∈ U)(z = Fi (x, y))},
sea un subconjunto de Lβ+4 . Por lo tanto, dado que (para cada i = 1, . . . , 10)
la fórmula φi (z), definida por
(∃x ∈ U)(∃y ∈ U)(z = Fi (x, y)),
es Σ0 (véase el Lema 3.9); se concluye que
Z = {z ∈ Lβ+4 : [φ1 (z) ∨ · · · ∨ φ10 (z)]Lβ+4 },

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lo cual implica, según el teorema 1.16, que


Z ∈ Def(Lβ+4 ) = Lβ+5 ∈ Lα ,
que es lo que se querı́a demostrar.
Por último, para demostrar (c) mostraremos por inducción que para α lı́mite
((β < α) ∧ lím(β)) ⇒ f  β = hLγ : γ < βi ∈ Lα .
Observe que si α = ω, entonces para toda n ∈ ω, f  n ∈ Lω , pues Lω es
cerrado repecto
S
a par y unión. Ahora, sea β lı́mite tal que ω < β < α; luego:
f  β = A, donde A = {f  γ : γ < β}. Observe que además
A = {z ∈ Lβ : (∃g ∈ Lβ )(∃γ < β)(G(g, γ) ∧ z = g)}.
Pero según la observación que hicimos al final de la demostración del lema
4.19, se deduce que
A = {z ∈ Lβ : (∃g ∈ Lβ )(∃γ < β)(G(g, γ) ∧ z = g)Lβ },
por lo que al aplicar el teorema 1.16, se concluye que
A = {z ∈ Lβ :|=Lβ (∃g ∈ Lβ )(∃γ < β)(G(g, γ) ∧ z = g)},
S
por lo tanto, A ∈ Lβ+1 y, en consecuencia, f  β = A ∈ Lβ+3 ⊂ Lα .
Terminamos así la demostración por inducción. Ahora, si β ∈ Lα y β es
sucesor, se sigue de lo recién demostrado y del hecho de que Lα es cerrado bajo
las operaciones de par y de unión que f  β ∈ Lα .
De este lema y del corolario 4.21 se sigue directamente el siguiente teorema:
Teorema 4.23. Si α es un ordinal lı́mite mayor que ω, entonces, para toda
γ < α,
LγLα = Lγ .

5. Axioma de elección en L
En esta sección demostraremos que L es un modelo interno de ZF +AE , es
decir,
ZF ` AE L ,
lo que nos llevará a establecer la consistencia relativa de ZF + AE .
Para demostrar que AE L es teorema de ZF , es suficiente con demostrar
que

ZF ` [∀A∃R[(R ⊆ A × A) ∧ R bien ordena a A]]L .

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La demostración se efectuará usando el teorema fundamental de los mode-


los internos. Esto es, demostraremos que

ZF + V = L ` ∀A∃R[(R ⊆ A × A) ∧ R bien ordena a A],


de donde concluimos que AE L es teorema de ZF .
En primer término es necesario definir una relación <L que bien ordene
L, de tal suerte que para cada α ∈ OR, la restricción de <L a Lα (<Lα ) bien
ordene a Lα . Ası́, bajo la hipótesis de que todo conjunto es construible (es
decir, ∀x(∃α ∈ OR)(x ∈ Lα )) y del hecho de que los Lα son transitivos, se
podrá concluir que todo conjunto es bien ordenable.
Para definir la relación de orden <L de una manera directa, es necesario
establecer el siguiente lema:
Lema 5.1. Sean α ∈ OR y s x ∈ Lα+1 . Existe una fórmula φ(v0 , . . . , vn ) del
lenguaje L y existen ordinales γ1 , . . . , γn < α tales que
◦ ◦ ◦
x = {z ∈ Lα :|=Lα φ(z, Lγ1 , . . . , Lγn )}.
Demostración. (Por inducción sobre α).
(a) Para α = 0 no es necesario demostrar nada, ya que ∅ es el único conjunto x
posible.
(b) Sea α > 0 y suponga que el lema se cumple para β < α. Ahora, si
x ∈ Lα+1 , entonces existe (por definición de Lα+1 ) una fórmula ψ(v0 , . . . , vn )
de L y existen p1 , . . . , pn en Lα tales que
◦ ◦ ◦
x = {z ∈ Lα :|=Lα φ(z, p1 , . . . , pn )}.
Sea γ el máximo de los L-rangos de las pi , es decir, sea γ el mínimo ordinal
tal que p1 , . . . , pn ∈ Lγ+1 . Ası́, γ < α, y por hipótesis de inducción,
para cada i = 1, . . . , n existen una fórmula ψi (v0 , . . . , vk(i) ) de L y ordinales
γ1i , . . . , γk(i)
i < γ tales que
◦ ◦ ◦
pi = {z ∈ Lγ :|=Lγ ψi (z, Lγ i , . . . , Lγ i )}.
1 k(i)

Ahora, para cada i = 1, . . . , n definimos ψ̂i (v0 , . . . , vk(i) , vk(i)+1 ) como la


fórmula de L que se obtiene al acotar todos los cuantificadores no acotados de
ψi por vk(i)+1 . Luego, se cumple que
◦ ◦ ◦ ◦ ◦ ◦
pi = {z ∈ Lα :|=Lα [(z ∈ Lγ ) ∧ ψ̂i (z, Lγ i , . . . , Lγ i , Lγ )]}.
1 k(i)

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Para verificar esto último, es necesario hacer uso del teorema 1.16 y del
lema 1.20. Se aplica el teorema 1.16 a la fórmula Ψi (v0 , . . . , vn ), que es la
correspondiente a ψi (v0 , . . . , vn ) en LTC, para ası́ concluir que
L
pi = {z ∈ Lγ : Φi γ (z, Lγ i , . . . , Lγ i )}.
1 k(i)

Por otro lado, sea Ψ̂i (v0 , . . . , vn , vn+1 ) la fórmula correspondiente a


ψ̂i (v0 , . . . , vn , vn+1 ) en LTC. Claramente Ψ̂i es Σ0 ; ası́, y mediante el lema
1.20, llegamos a
◦ ◦ ◦ ◦
Ψ̂i (z, Lγ i , . . . , Lγ i , Lγ ) ⇔|=Lα Ψ̂i (z, Lγ i , . . . , Lγ i , Lγ ).
1 k(i) 1 k(i)

Pero además, sabemos que la siguiente equivalencia es cierta:


L
Ψ̂i (z, Lγ i , . . . , Lγ i , Lγ ) ⇔ Ψi γ (z, Lγ i , . . . , Lγ i ).
1 k(i) 1 k(i)

Por último, al aplicar el lema 1.20 a la fórmula x ∈ y de LTC y al conjunto


transitivo Lα se concluye que
◦ ◦
(z ∈ Lγ ) ⇔ [|=Lα (z ∈ Lγ )].
A partir de la afirmación anterior, deducimos


x = {z ∈ Lα :|=Lα ∃p1 . . . ∃pn [ψ(z, p1 , . . . , pn )
◦ ◦ ◦ ◦
∧ ∀v[(v ∈ p1 ) ⇔ (v ∈ Lγ ∧ ψˆ1 (v, Lγ 1 , . . . , Lγ 1 , Lγ ))]
1 k(1)

∧ ......
◦ ◦ ◦ ◦
∧ ∀v[(v ∈ pn ) ⇔ (v ∈ Lγ ∧ ψˆn (v, Lγ1n , . . . , Lγk(n)
n , Lγ ))]]},

por lo que el lema queda demostrado.

Con ayuda de este lema podemos establecer un buen orden para L.


Primeramente se establecen buenos órdenes para las fórmulas de L y para las
sucesiones finitas de ordinales, respectivamente. Esto llevará a la definición de
un buen orden para L.
Definimos una relación de orden “<• ” para las fórmulas de L, que por
cierto son sucesiones finitas de conjuntos. Sea k la función con dominio

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9 ∪ {vn : n ∈ ω} definida por


(
n + 9, si x = vn [= (2, n)];
k(x) =
x, si x ∈ 9.
Definición 5.2. Sean φ y ψ en L; entonces, φ <• ψ si y sólo si
(i) φ es un segmento inicial de ψ, o
(ii) k(φ(i)) < k(ψ(i)), donde i = mín{i ∈ dom(φ) ∩ dom(ψ) : φ(i) 6=
ψ(i)}.
Es fácil verificar que esta relación bien ordena a L. A continuación se
define un buen orden (<∗ ) para las sucesiones finitas de ordinales:
Definición 5.3. Sean s y t sucesiones finitas de ordinales; entonces, s <∗ t si
y sólo si
(i) dom(s) < dom(t), o
(ii) s(i) < t(i), donde i = mín{j ∈ dom(s) = dom(t) : s(j) 6= t(j)},
cuando dicho conjunto es no vacı́o.
Usando el lema anterior y las relaciones recién definidas, estamos en
posibilidad de introducir un buen orden para L:
Definición 5.4. Sean x, y ∈ L; entonces, x <L y si y sólo si
(1) el L-rango de x es menor que el L-rango de y, o
(2) existe α tal que x, y ∈ Lα+1 \Lα y sucede alguna de las dos condiciones
siguientes:
(*) la <• -mı́nima fórmula φ(v0 , . . . , vn ) de L para la cual existen ordinales
γ1 , . . . , γn < α tales que
◦ ◦ ◦
x = {z ∈ Lα :|=Lα φ(z, Lγ1 , . . . , Lγn )}
<• -precede a la mı́nima fórmula ψ(v0 , . . . , vn ) de L tal que existen ordinales
δ1 , . . . , δn < α con
◦ ◦ ◦
y = {z ∈ Lα :|=Lα ψ(z, Lδ1 , . . . , Lδn )},
o
(**) las fórmulas φ y ψ de (*) coinciden, pero la <∗ -mı́nima n-sucesión de
ordinales hγ1 , . . . , γn i menores que α, tal que
◦ ◦ ◦
x = {z ∈ Lα :|=Lα φ(z, Lγ1 , . . . , Lγn )}

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<∗ -precede a la mı́nima n-sucesión de ordinales hδ1 , . . . , δn i menores que α


con
◦ ◦ ◦
y = {z ∈ Lα :|=Lα φ(z, Lδ1 , . . . , Lδn )}.

Al igual que en los otros casos, es fácil verificar que la relación <L en
realidad bien ordena la clase L. El trabajo que se desarrolla a continuación
se centra en la investigación de la estructura lógica de este buen orden. Para
alcanzar una definición de <L en LTC, comenzamos definiendo una fórmula
que define la relación metateórica:
φ es una fórmula de L, y t es una sucesión finita de ordinales menores que
α, n = dom(t); las variables de φ son v0 , . . . , vn y
◦ ◦ ◦
x = {z ∈ Lα :|=Lα φ(z, Lt(0) , . . . , Lt(n−1) )}.

Definición 5.5. Sea N(α, x, φ, t) la siguiente fórmula de LTC:

∃u∃f ∃n∃ψ[Fml(φ, ∅) ∧ Sucefin(t) ∧ (dom(t) = n)


∧ Or(α) ∧ (∀i ∈ n)(t(i) ∈ α)
∧ Lib(φ, u) ∧ (f : n + 1 ←→ u) ∧ (∀i ∈ n + 1)(f (i) = vi )
∧ Sucefin(ψ) ∧ (dom(ψ) = n + 1) ∧ (ψ(0) = φ)

∧ (∀i ∈ n)Sust(ψ(i + 1), ψ(i), vi+1 , Lt(i) ) ∧ (x ⊆ Lα )

∧ (∀z ∈ Lα )(z ∈ x ⇔ ∃θ(Sust(θ, ψ(n), v0 , z) ∧ Sat(Lα , θ)))].

A continuación describimos una fórmula que define, en LTC, el hecho


de que φ es la <• -mı́nima fórmula de L tal que para alguna sucesión finita
t de ordinales, se tiene que N(α, x, φ, t). Pero antes es necesario definir dos
fórmulas <• (φ, ψ) y <∗ (s, t) de LTC, que definan a las relaciones <• y <∗
respectivamente.

Definición 5.6. (i) Sea <• (φ, ψ) la siguiente fórmula de LTC:

∃f [[Fml(φ, ∅) ∧ Fml(ψ, ∅) ∧ (∀i ∈ dom(φ))((φ(i) = ψ(i))


∧ (dom(φ) < dom(ψ)))] ∨ [f : 9 ∪ {vi : i ∈ ω} ←→ ω

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∧ (∀a ∈ dom(f ))((a ∈ 9) ⇒ (f (a) = a))


∧ (∀i ∈ ω)((a = vi ) ⇒ (f (a) = 9 + i))
∧ (∃i ∈ dom(φ) ∩ dom(ψ))(φ(i) 6= ψ(i)
∧ (∀j ∈ dom(φ) ∩ dom(ψ))(φ(j) 6= ψ(j) ⇒ i ≤ j)
∧ f (φ(i)) < f (ψ(i)))]].

(ii) Sea <∗ (s, t) la siguiente fórmula de LTC:


Sucefin(s) ∧ Sucefin(t) ∧ (∀i ∈ dom(s))(s(i) ∈ OR)
∧ (∀i ∈ dom(t))(t(i) ∈ OR) ∧ [(dom(s) < dom(t))]
∨ [(dom(s) = dom(t)) ∧ (∃j ∈ dom(s))((∀i ∈ j)(s(i) = t(i))
∧ (s(j) < t(j)))].

Definición 5.7. Sea M(α, x, φ) la siguiente fórmula de LTC:


(∃t)N(α, x, φ, t) ∧ ∀φ̂[(∃tˆ)N(α, x, φ̂, tˆ) ⇒ ((φ <• φ̂) ∨ (φ = φ̂))].

Ahora definimos una fórmula de LTC que dice que t es la <∗ -mı́nima
sucesión de ordinales menores que α tal que N(α, x, φ, t).

Definición 5.8. Sea P(α, x, φ, t) la siguiente fórmula de LTC:


N(α, x, φ, t) ∧ (∀tˆ)[N(α, x, φ, tˆ) ⇒ (t ≤∗ tˆ)].

Definición 5.9. Sea Q(x, y, α) la siguiente fórmula de LTC:


[[(x ∈ Lα+1 ) ∧ (y ∈ Lα+1 ) ∧ (x ∈
/ Lα ) ∧ (y ∈
/ Lα )]
∧ [∃φ, ψ[M(α, x, φ) ∧ M(α, y, ψ) ∧ (φ <• ψ)]]
∨ ∃φ[M(α, x, φ) ∧ M(α, y, φ)
∧ ∃s, t[P(α, x, φ, s) ∧ P(α, y, φ, t) ∧ (s <∗ t)]].

Después de estas últimas definiciones, podemos describir una fórmula de


LTC que defina la relación <L :
ˆ
Definición 5.10. Sea BO(x, y) la siguiente fórmula de LTC:
∃α[(x ∈ Lα ) ∧ (y ∈
/ Lα )] ∨ (∃α)Q(x, y, α).

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Todos los cuantificadores que aparecen no acotados en la fórmula Q(x, y, α)


pueden ser acotados por Lmáx{ω,α+4} . Verificar que esto en realidad sucede;
puede aparecer como un trabajo verdaderamente exhaustivo, pues se debe
ˆ
verificar en todas las subfórmulas de BO(x, y) (que por cierto son, en su gran
mayorı́a, Σ1 ). Sin embargo, en gran parte de ellas (p. ej., Sucefin(t), Lib(α, u))
es claro que los existenciales pueden ser acotados por Lω .
Ahora, sea R(x, y, α, w) la fórmula que se obtiene de Q(x, y, α) al acotar
todos los cuantificadores no acotados de Q(x, y, α) por w. Ası́, R(x, y, α, w)
es Σ0 y además obtenemos una fórmula equivalente a BO(x, ˆ y) que expresa la
relación x <L y:
Definición 5.11. Sea BO(x, y) la siguiente fórmula de LTC:
∃α[(x ∈ Lα ) ∧ (y ∈
/ Lα )] ∨ (∃α)(∃w)[(w = Lmáx(ω,α+4) ) ∧ R(x, y, α, w)].
Sea bo(x, y) la fórmula de L correspondiente a la LTC-fórmula BO(x, y).
Lema 5.12. Sea α > ω, α lı́mite y sean x, y ∈ Lα ; entonces
◦ ◦
BO(x, y) ⇔|=Lα bo(x, y).
Demostración. En primer término demostraremos que
BO(x, y) ⇔ BOLα (x, y)
para que al aplicar el teorema 1.16 se pueda concluir que
◦ ◦
BO(x, y) ⇔|=Lα bo(x, y).
Observe que
∃γ[(x ∈ Lγ ) ∧ (y ∈
/ Lγ )] ∨ (∃γ)(∃w)[(w = Lmáx(ω,γ+4) ) ∧ R(x, y, γ, w)]
es equivalente a
(i) (∃γ ∈ Lα )[(x ∈ Lγ ) ∧ (y ∈
/ Lγ )]
∨(∃γ ∈ Lα )(∃w ∈ Lα )[(w = Lmáx(ω,γ+4) ) ∧ R(x, y, γ, w)].
Esto se debe a que α es lı́mite y x, y ∈ Lα , por lo que los L-rangos de x
y y son menores que α. También se usa el hecho de que α es mayor que ω.
Pero más aún, dado que α es lı́mite mayor que ω, al aplicar el teorema 4.23 se
deduce que para toda β < α
(x = Lβ )Lα ⇔ (x = Lβ ).

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De aquı́ que (i) sea equivalente a

(∃γ ∈ Lα )[(x ∈ Lγ )Lα ∧ (y ∈


/ Lγ )Lα ]
∨ (∃γ ∈ Lα )(∃w ∈ Lα )[(w = Lmáx(ω,γ+4) )Lα ∧ RLα (x, y, γ, w)],

(recuerde que R(x, y, γ, w) es Σ0 ). Concluimos que

BO(x, y) ⇔ BOLα (x, y).

Por lo tanto, al aplicar el teorema 1.16 queda demostrado el lema.

Con ayuda de este lema se puede definir un buen orden para cada Lα donde
α es un ordinal lı́mite mayor que ω:

Lema 5.13. Si α es un ordinal lı́mite mayor que ω y Bα = {(x, y) ∈ L2α :|=Lα


◦ ◦
bo(x, y)}, entonces

ZF ` Bα es un buen orden para Lα .

Lema 5.14. ZF + V = L ` ∀A∃R[(R ⊆ A × A) ∧ R bien ordena A].

Demostración. Sea A un conjunto, y entonces existe α lı́mite mayor que


ω tal que A ∈ Lα . Luego, Bα  A ⊆ A2 y dado que Lα es transitivo, también
se tiene que
Rα  A bien ordena a A.

Corolario 5.15. ZF + V = L ` AE .

Una aplicación más del teorema fundamental de modelos internos propicia


el siguiente teorema (y su corolario):

Teorema 5.16. ZF ` AE L .

Corolario 5.17. Con(ZF ) ⇒ Con(ZF + AE ).

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6. La hipótesis generalizada del continuo en L


Para demostrar que en ZF es teorema HGC L , haremos uso (igual que en
la sección anterior) del teorema fundamental de los modelos internos y de-
mostraremos que HGC es teorema de ZFE +(V = L), es decir, demostraremos
(suponiendo V = L) que para todo cardinal infinito κ, se cumple : Pot(κ) :≤
κ+ . Para lograrlo, es suficiente mostrar que dado un cardinal infinito κ,
cualquier subconjunto de κ es un elemento de Lκ+ (véase el Lema 6.4). Ahora,
la demostración de este lema se presenta sencilla, una vez que se han demostrado
el lema de condensación y el lema 6.2.
Teorema 6.1. (Lema de condensación). Sea α un ordinal lı́mite. Si
X ≺1 Lα ,
entonces existen únicos π y β tales que β ≤ α y:
(i) π : hX, ∈i ∼
= hLβ , ∈i;
(ii) si Y ⊆ X y Y es transitivo, entonces π Y = id Y .
Demostración. Primero demostraremos que si X es un conjunto que
satisface las hipótesis del enunciado del teorema, entonces X es extensional, es
decir, satisface el axioma de extensionalidad:
Sean x, y ∈ X tales que x 6= y y Φ(v1 , v2 ) la siguiente fórmula Σ1 :
∃z(z ∈ v1 ⇔ z 6∈ v2 ).
Demostraremos que
ΦX (x, y).
Dado que X ≺1 Lα , se cumple la siguiente equivalencia:
ΦX (x, y) ⇔ ΦLα (x, y).
Pero como Lα es transitivo, ΦLα (x, y), por lo que ΦX (x, y). Hemos demostrado
que
(∀x, y ∈ X)(x 6= y ⇒ (∃z ∈ X)(z ∈ x ⇔ z ∈ / y)),
X
que es equivalente a Ext .
Una vez demostrado que X es extensional, mostraremos a continuación que
se cumple el teorema para el caso en que α = ω: primero observe cómo es
que haciendo una simple inducción sobre m ∈ ω, se puede demostrar que
(∀m ∈ ω)(Lm ⊆ X).

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9. El universo construible

Veamos: el caso en que m = 0 es directo (∅ ⊆ X). Ahora, sea x ∈ Lm+1 ,


entonces existen a1 , . . . , ak ∈ Lm tales que
x = {a1 , . . . , ak },
pero por hipótesis de inducción a1 , . . . , ak ∈ X. Ahora, consideremos la
fórmula Φ(v1 , . . . , vk ) de LTC, cuya definición es
∃x[(y1 ∈ x) ∧ · · · ∧ (yk ∈ x) ∧ (∀z ∈ x)[(z = y1 ) ∨ · · · ∨ (z = yk )]].
Dado que Φ es Σ1 y dado que X ≺1 Lα , tenemos la siguiente equivalencia:
ΦX (a1 , . . . , ak ) ⇔ ΦLα (a1 , . . . , ak ),
y como Lα es modelo del axioma de par, deducimos
ΦLα (a1 , . . . , ak ).
Podemos concluir que existe x ∈ X tal que
x = {a1 , . . . , ak },
y como X es extensional, hemos demostrado que Lm+1 ⊆ X. Ahora, ya
que mostramos que para toda m ∈ ω se cumple Lm ⊆ X, entonces es cierto que
Lω ⊆ X. Por lo que si α = ω, se concluye que
Lα ⊆ X ⊆ Lα .
Ası́, para α = ω queda demostrado el teorema. De ahora en adelante
supondremos que α > ω.
Ya que X es extensional, podemos aplicar el lema del colapso (Lema 8.6.13)
para concluir que existe una única clase transitiva M y un único π tal que
(π : X ∼
= M) ∧ ∀Y [(Y ⊆ X ∧ Y es transitivo ) ⇒ π  Y = id  Y )].
A continuación demostraremos que M = Lβ para un (único) ordinal lı́mite
β ≤ α:
Observe que como la fórmula H(u, γ) que define la relación u = Lγ es ∆ZF
1 ,
el lema de contracción de cuantificadores asegura que existe una Σ0 -fórmula
Φ(z, u, γ) de LTC tal que
T = {Ex, Ext, Par} ` ∀u∀γ(H(u, γ) ⇔ ∃zΦ(z, u, γ)).
Luego, por el lema 8.2.2, y como Lα es modelo de T, H(u, γ) es absoluta para
Lα si y sólo si ∃zΦ(z, u, γ) lo es. Pero como H(u, γ) es absoluta para Lα (pues

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Lα es adecuado), se concluye que ∃zΦ(z, u, γ) también lo es. De tal modo, se


obtiene la siguiente equivalencia:
∀u(∀γ < α)(H(u, γ) ⇔ u ∈ Lα ∧ (∃z ∈ Lα )ΦLα (z, u, γ)),
lo cual implica que
∀γ < α(∃u, z ∈ Lα )ΦLα (z, u, γ). (1)
Ahora, sea γ ∈ M tal que Or M (γ). Luego, Or X (π −1 (γ)), lo que implica
que Or Lα (π −1 (γ)), de donde π −1 (γ) < α. Por (1) se concluye que existen
u, z ∈ Lα tales que Φ(z, u, π −1 (γ)). De nuevo, haciendo uso del hecho de que
X ≺1 Lα y aplicando el isomorfismo π, se concluye que
(∃z, u ∈ M)ΦM (z, u, γ).
Queda demostrado el siguiente hecho:
(∀γ ∈ M)(∃z ∈ M)(∃u ∈ M)ΦM (z, u, γ).
Pero como Φ es Σ0 y M es transitivo, lo que en realidad se tiene es que
(∀γ ∈ M)(∃z ∈ M)(∃u ∈ M)Φ(z, u, γ),
que por elección de Φ es equivalente a
(∀γ ∈ M)(Lγ ∈ M). (2)
Ahora, sea β = o(M) = OR ∩ M. Como M es transitivo, β ∈ OR; de
aquı́ se sigue (usando [2]) que
(∀γ < β)(Lγ ∈ M)
y, por lo tanto, [
Lγ ⊆ M.
γ<β
A continuación demostraremos que β es un ordinal lı́mite y que la otra
contención también es válida, para ası́ concluir que Lβ = M.
S
Primero observe que como Lα = γ<α Lγ y dado que ∃zΦ(z, u, γ) es
absoluta para Lα , se tiene que
(∀x ∈ Lα )[∃γ∃u∃zΦ(z, u, γ) ∧ x ∈ u)]Lα .
Luego, aplicando π −1 y siguiendo el mismo proceso desarrollado arriba, se
concluye que
(∀x ∈ M)(∃γ ∈ M)(∃u ∈ M)(∃z ∈ M)[Φ(z, u, γ) ∧ x ∈ u)]Lα .

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Otra vez, puesto que M es transitivo y que tanto Φ como x ∈ u son Σ0 , lo


anterior implica que
(∀x ∈ M)(∃γ ∈ M)(∃u ∈ M)(∃z ∈ M)[Φ(z, u, γ) ∧ x ∈ u)],
de donde se concluye, por la elección de Φ, que
(∀x ∈ M)(∃γ ∈ M)(x ∈ Lγ ).
Pero por definición de β,
(∀x ∈ M)(∃γ < β)(x ∈ Lγ ),
lo que en otras palabras significa que
[
M⊆ Lγ .
γ<β

Por último, demostraremos que Lím(β). Como Lím(α), entonces


(∀γ < α)[∃λ(γ < λ)]Lα ,
lo que implica que (haciendo uso de los métodos ya conocidos),
(∀γ ∈ M)[∃λ(γ < λ)]M ,
que por la elección que hicimos de β y por la absolutez de la fórmula γ < λ,
se concluye que
(∀γ < β)[(∃λ < β)(γ < λ)]Lα ,
por lo que Lím(β). En conclusión,
M = Lβ .

Hasta el momento hemos demostrado que


π : hX, ∈i ∼
= hLβ , ∈i.
con β ≤ α y π únicos. La parte (ii) del teorema se sigue directamente del
teorema del colapso de Mostowski.

Más adelante seguiremos usando los métodos de este importante teorema


para demostrar, por ejemplo, la validez de ciertos principios en el universo L.

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Lema 6.2. Sea α un ordinal lı́mite mayor que 0, sea X ⊆ Lα y sea M ⊆ Lα


constituido por aquellos elementos de Lα que pueden definirse en Lα a partir
de elementos de X (esto es, a ∈ M si y sólo si a es el único elemento de Lα tal

que |=Lα φ(a) para alguna fórmula φ(v0 ) de LX ). Entonces,
X ⊆ M ≺ Lα .
Además, M es la mı́nima subestructura elemental de Lα que contiene a X.

Demostración. Si α = ω, se pueden aplicar argumentos similares a los


usados en la primera parte de la demostración del lema de condensación, para
mostrar que M = Lα y que la única subestructura elemental de Lα es Lα
mismo. Ası́ que en adelante se supondrá que α > ω. En primer lugar, para

cada x ∈ X, x es definible en Lα por la fórmula x = v0 de LX ; ası́,
X ⊆ M.

Para demostrar que M ≺ Lα haremos uso del criterio TV de Tarski-Vaught


(Teorema 5.6.21) para una subestructura elemental, es decir, demostraremos
que para cualquier fórmula φ(v0 ) de LX ,
◦ ◦
[|=Lα ∃xΦ(x)] ⇒ (∃x ∈ M)[|=Lα φ(x)].

Sean φ(v0 ) una fórmula de LX y ψ(v0 ) la fórmula de LX definida por


ψ(v0 ) ≡ φ(v0 ) ∧ ∀v1 (v1 <L v0 ⇒ ¬φ(v1 )).
◦ ◦
Suponga que |=Lα ∃xφ(x), entonces |=Lα ∃xψ(x), pero además dicha x debe ser
única en Lα , por lo que x ∈ M, pero en virtud de la definición de ψ(v0 ) también

se tiene que para dicha x, |=Lα φ(x). Queda ası́ demostrado que M ≺ Lα .
Para demostrar la mimimalidad de M, supondremos que X ⊆ N ≺ Lα
y demostraremos que M ⊆ N. Sea x ∈ M, y entonces existe una fórmula

φ(v0 ) de LX tal que |=Lα φ(x); además, x es el único elemento de Lα con esta
propiedad. Luego, como M ⊆ Lα , lo anterior implica que
|=Lα ∃v0 φ(v0 ).
Pero como N es una subestructura elemental de Lα y x ∈ X ⊆ N, se cumple
que
|=N ∃v0 φ(v0 ).

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Ası́, existe y ∈ N tal que |=N φ(y). Puesto que N ≺ Lα , lo anterior implica

|=Lα φ(y). Pero se observó que x era el único en Lα con esta propiedad, ası́
que x = y. De ahí que x ∈ N.
Corolario 6.3. Sean α un ordinal lı́mite (distinto de 0), X ⊆ Lα y M ≺ Lα
definidos en el lema 6.2. Para dicha M se cumple
|M| = máx(|X|, ω).
Demostración. Como LX tiene máx(|X|, ω) fórmulas, es válido: |M| ≤
máx(|X|, ω). Pero por otro lado, también es cierto que máx(|X|, ω) ≤ |M|.
Con ayuda de los resultados anteriores se puede establecer la esencia de la
hipótesis generalizada del continuo en L:
Lema 6.4. Suponga V = L. Sea κ un cardinal, si x es un subconjunto acotado
de Lκ (es decir, existe α < κ tal que x ⊆ Lα ), entonces x ∈ Lκ .
Demostración. Para κ ≤ ω el resultado es trivial, pues en ese caso
Lκ = Vκ . Sean κ > ω, α < κ tal que ω ≤ α y x ⊆ Lα . Si λ es un ordinal
lı́mite con κ ≤ λ y x ∈ Lλ , según el corolario anterior existe M ⊆ Lλ tal que
M ≺ Lλ , Lα ∪ {x} ⊆ M y |M| = |Lα |. Ahora, por el lema de condensación,
existe un único isomorfismo π : M ∼ = Lγ (para un único ordinal γ ≤ λ) tal que
si Y ⊆ M es transitivo, entonces π  Y = id  Y . Ası́, como Lα ∪ {x} es un
subconjunto transitivo de M, π(x) = x. Por lo tanto, x ∈ Lγ . Pero además
|γ| = |Lγ | = |π[M]| = |M| = |Lα | = |α| < κ,
de donde se concluye que γ < κ, y por lo tanto que x ∈ Lκ .
Teorema 6.5. ZF + V = L ` HGC .
Demostración. Sean κ un cardinal infinito y x ⊆ κ. Como κ < κ+ , el
lema anterior asegura que x ∈ Lκ+ . Ası́, Pot(κ) ⊆ Lκ+ . De aquí se concluye
que
∀κ(2κ ≤ |Lκ+ | = κ+ ).

Una vez más, mediante el lema fundamental de modelos internos, se


obtienen los siguientes corolarios:
Corolario 6.6. ZF ` HGC L .

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Corolario 6.7. Si ZF es consistente, también lo es ZF + HGC .


Por último, el siguiente teorema establece que bajo la hipótesis del axio-
ma de constructibilidad (y con ayuda de varios lemas demostrados hasta el
momento), existe una gran cantidad de estratos de la jerarquı́a construible de
conjuntos que son modelos de ZF − .
Teorema 6.8 (V = L). Si κ es un cardinal regular no numerable, entonces la
estructura hLκ , ∈i es modelo de los axiomas de ZF − .
Demostración. La demostración del teorema estará referida a la de-
mostración del teorema 2.3, en el cual se probó que L es un modelo interno de
ZF .
Los axiomas de extensionalidad y fundación se cumplen en Lκ , pues esta
estructura es transitiva y estándar.
La demostración de que los axiomas de par y unión se cumplen en Lκ es la
misma que las respectivas en el teorema 2.3; solamente es necesario cambiar
las apariciones de L por Lκ . Observe que esto es posible dado que κ es un
ordinal lı́mite.
El axioma de infinito se cumple en Lκ pues κ es no numerable, lo cual
implica que ω ∈ Lκ .
Para demostrar los axiomas de comprensión y reemplazo relativizados a
Lκ , es necesario observar, primero, que dado que κ es un cardinal regular, se
cumple en Lκ la siguiente propiedad:
∀X(X ∈ Lκ ⇔ X ⊂ Lκ ∧ |X| < κ).
Este hecho es cierto debido a la regularidad de κ por el lema 6.4, pues si X es un
subconjunto de Lκ , cuya cardinalidad es menor que κ, entonces existe α < κ
tal que X ⊆ Lα (aquı́ se usa la regularidad de κ). Luego, haciendo uso del
lema 6.4, se concluye que X ∈ Lκ (observe que aquı́ se hace uso del axioma
de constructibilidad). Por otro lado, si X ∈ Lκ , entonces X ∈ Lα para algún
α < κ, y por lo tanto la cardinalidad de X es menor que κ. Por último, es claro
que la transitividad de Lκ implica que X ⊂ Lκ .
Ası́, con ayuda de esta afirmación, demostramos el axioma de comprensión
relativizado a Lκ . Se debe demostrar que para toda fórmula Φ(u,~v), es cierta
la afirmación
~ )))]Lκ .
p∀x∃y∀z((z ∈ y) ⇔ ((z ∈ x) ∧ Φ(z, p
[∀~

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Sean pues p~ , x ∈ Lκ . Puesto que L es modelo de comprensión, sabemos que


existe y ∈ L tal que
~ )]L }.
y = {z ∈ x : [φLκ (z, p
Pero como el corolario al lema 4.12 asegura que Lκ es absoluto para L, se
cumple
y = {z ∈ x : φLκ (z, p
~ )}.
Para terminar la demostración, sólo falta mostrar que y ∈ Lκ . Aquı́
es donde hacemos uso de la afirmación mencionada: como y ⊆ Lκ y la
cardinalidad de y es menor o igual que la de x, cuya cardinalidad es menor
que κ (pues x ∈ Lκ ), la cardinalidad del subconjunto y de Lκ es menor que κ,
y se concluye que y ∈ Lκ .
Para el caso del axioma de reemplazo, se debe demostrar que para cualquier
fórmula Φ(u, v, w~ ) de LTC:
p[∀u∃v[Φ(u, v, p
[∀~ ~ ) ⇒ v = w)
~ ) ∧ ∀w(Φ(u, w, p
~ )]]Lκ .
⇒ ∀x∃y(∀u ∈ x)(∃v ∈ y)Φ(u, v, p

Suponga que
[∀~
p[∀x∃y(Φ(x, y, p ~ ) ⇒ y = z))]Lκ ,
~ ) ∧ ∀z(Φ(x, z, p
y sean p
~ , x ∈ Lκ . Si definimos
y = {v ∈ Lκ : (∃u ∈ x)ΦLκ (u, v, p
~ )},
entonces (∀u ∈ x)(∃v ∈ y)ΦLκ (u, v, p
~ )). Sólo hace falta demostrar que y ∈ Lκ ;
para lograr esto se debe observar que, al igual que en el caso anterior, y es un
subconjunto acotado de Lκ y por lo tanto (Lema 6.4) pertenece a Lκ .

7. Algunos principios combinatorios en L


Presentamos tres pruebas de consistencia relativa. De ellas concluiremos que
en ZF no se pueden refutar los principios combinatorios ♦, ♦+ y ♦∗ .
Para iniciar con las pruebas de consistencia relativa necesitamos de algunos
resultados ligados a los lemas 6.2, 6.4 y al teorema 6.8.

Lema 7.1 (V = L). Si M ≺ Lω1 , entonces M es transitivo.

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S
Demostración. Sea x ∈ M; ası́, x ∈ Lω1 = γ<ω1 Lγ , lo cual implica
que x ∈ Lγ para algún γ < ω1 . Luego, como |Lγ | ≤ |γ| + ω y Lγ es transitivo,
x es a lo sumo numerable, y existe cuando menos una función suprayectiva de
ω sobre x. Sea f la <L -mı́nima de tales funciones. Observe que f ⊆ Lβ (con
β = máx{ω, γ}) y que dicha β < ω1 . El lema 6.4 asegura que f ∈ Lω1 , y si
F (f ) es la fórmula
f es una función suprayectiva de ω sobre x,
entonces F (f ) se puede expresar en el lenguaje Lω1 mediante una fórmula Σ0 ,
cuya única constante es x0 , y además la función f (definida arriba) satisface
dicha definición. Ası́, como M ≺ Lω1 y x ∈ M, se tiene que f ∈ M. Pero,
más aún, f (n) ∈ M (para cada n ∈ ω), pues ω ⊆ M. Se concluye que
f [ω] = x ⊆ M, es decir, M es transitivo.
Lema 7.2 (V = L). Si M ≺ Lω1 , entonces M = Lα para algún α ≤ ω1 .
Demostración. El lema de condensación asegura que existen α y π únicos
tales que π : M ∼ = Lα , con α ≤ ω1 . El lema anterior asegura que con nuestras
hipótesis, M debe ser transitivo; y M ⊆ Lα , y como π es la identidad cuando
se le restringe a conjuntos transitivos, se concluye que M = Lα .
Lema 7.3 (V = L). Si κ es un cardinal mayor que ω1 y M ≺ Lκ , entonces
existe α ≤ ω1 tal que M ∩ Lω1 = α.
Demostración. Primero observe que ω1 ∈ M, pues ω1 ∈ Lκ y ω1 es
definible por la fórmula
biy biy
→ x)) ∧ ¬∃f (f : ω −
(∀x ∈ u)(∃f (f : ω − → u).
Ası́, ω1X = ω1Lκ = ω1 . De igual manera, Lω1 ∈ M, pues la fórmula
H(ω1 , x) ≡ x = Lω1 ) es absoluta para M, Lκ y el teorema 4.23 asegura que
H(ω1 , x) es absoluta para Lκ ; ası́, LM Lκ
ω1 = Lω1 = Lω1 . Deducimos

M ∩ Lω1 = {x ∈ M : (x ∈ Lω1 )M }.
Luego, si φ(~x) es una fórmula de LTC y ~x ∈ M ∩ Lω1 , entonces
φ(~x)Lω1 ⇔ (φ(~x)Lω1 )Lκ ;
además, dado que M es una subestructura elemental de Lκ , se satisface
(φ(~x)Lω1 )Lκ ⇔ (φ(~x)Lω1 )X .

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Pero, según la observación de arriba, esta última fórmula es equivalente a


φ(~x)M∩Lω1 . Por lo tanto, es cierto que M ∩ Lω1 es una subestructura elemental
de Lω1 . Si se aplica este último hecho al lema 7.2, se concluye que existe
α ≤ ω1 tal que M ∩ Lω1 = Lα .

Teorema 7.4. El axioma de constructibilidad implica el principio diamante


(V = L ⇒ ♦).

Demostración. Por recursión sobre α < ω1 , definimos la siguiente ω1 -


sucesión de parejas de subconjuntos de ω1 :

1. (S0 , C0 ) = (∅, ∅);


2. (Sα+1 , Cα+1 ) = (α + 1, α + 1);
3. Si α es lı́mite, definimos (Sα , Cα ) como la <L -mı́nima pareja (S, C) tal que
(a) S ⊆ α,
(b) C es un club de α,
(c) (∀ψ ∈ C)(S ∩ ψ 6= Sψ ).
En caso de que dicha pareja no exista se define:
(Sα , Cα ) = (α, α).

Afirmamos que la sucesión hSα : α < ω1 i es una ♦-sucesión (es decir, es


la sucesión de la cual asegura su existencia el principio ♦).
Demostraremos esta afirmación por reducción al absurdo. Se supone la
existencia de un conjunto X ⊆ ω1 y un club C ⊆ ω1 en ω1 tal que

(∀α ∈ C)(X ∩ α 6= Sα ).

Sea pues (X, C) la <L -mı́nima pareja con dicha propiedad.


Observe que la sucesión h(Sα , Cα ) : α < ω1 i se define en Lω2 por la fórmula
H(f ):

(f es una función ) ∧ (dom(f ) = ω1 ) ∧ (rango(f ) ⊆ ω1 × ω1 )


∧ (f (∅) = (∅, ∅)) ∧ (∀α ∈ ω1 )[(sucesor(α) ⇒ f (α) = (α, α))
∧ (lím(α) ∧ ∃S∃C((S, C) ⊆ α × α ∧ clubα (C)
∧ (∀γ < α)(γ ∈ C ⇒ S ∩ γ 6= f (γ)))
⇒ ∃Ŝ∃Ĉ((Ŝ, Ĉ) ⊆ α × α ∧ clubα (Ĉ)

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∧ (∀γ < α)(γ ∈ Ĉ ⇒ Ŝ ∩ γ 6= f (γ))) ∧ f (α) = (Ŝ, Ĉ)


⇒ (f (α) <L (S, C)))
∧ (lím(α) ∧ ¬(∃S∃C((S, C) ⊆ α × α ∧ clubα (C)
∧ (∀γ < α)(γ ∈ C ⇒ S ∩ γ 6= f (γ)))
⇒ (f (α) = (α, α))].
De igual manera es fácil ver que la pareja (X, C) también es definible en Lω2 .
Sea M un conjunto numerable tal que ω1 ∈ M y M ≺ Lω2 (el Lema 6.2 y su
Corolario 6.3 garantizan la existencia de dicha subestructura). Luego, el lema
de condensación asegura que existe un único β ≤ ω2 y un único isomorfismo
π : hM, ∈i − → hLβ , ∈i (observe que el ordinal β debe ser menor que ω1 , pues
M es numerable). El lema 7.3 sostiene que existe α ≤ ω1 tal que M ∩Lω1 = Lα
(aquı́ se usa la hipótesis: V = L); ası́, M ∩ ω1 = α, y este ordinal α debe ser el
mı́nimo ordinal numerable que no está en M. Por lo tanto, π(ω1 ) = α; además,
como Lα ⊆ M es transitivo, para todo x ∈ Lα , π(x) = x. Más aún:
π(X) = X ∩ α,
π(C) = C ∩ α,
π(hSγ : γ < ω1 i) = hSγ : γ < αi,
π(hCγ : γ < ω1 i) = hCγ : γ < αi.
Como mencionamos antes, la pareja (X, C) es definible en Lω2 ; ası́:
Lω2 |= (X, C) es la <L -mı́nima pareja de subconjuntos de ω1 con la propiedad
“C es un club en ω1 y (∀γ ∈ C)(X ∩ γ 6= Sγ )”.
Por la elección de M, la siguiente afirmación es válida:
M |= “(X, C) es el <L -mı́nimo par de subconjuntos de ω1 tal que
C es un club en ω1 y (∀γ ∈ C)(X ∩ γ 6= Sγ )”.
Dadas las características del isomorfismo π, se concluye que
Lβ |= “(X ∩ α, C ∩ α) es la <L -mı́nima pareja de subconjuntos de α
tal que C ∩ α es un club en α
y (∀γ ∈ (C ∩ α))((X ∩ α) ∩ γ 6= Sγ )”.
En consecuencia, la absolutez de la definición de (X, C) y de la definición
de (Sα , Cα ) implican que
X ∩ α = Sα y C ∩ α = Cα ,

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puesto que
Lβ |= C ∩ α es no acotado en α.
C ∩ α es en realidad no acotado en α; esto implica, en vista de que C es cerrado
en ω1 , que α ∈ C. Por definición de la pareja (X, C), X ∩ α 6= Sα , concluimos
la contradicción:
(X ∩ α 6= Sα ) ∧ (X ∩ α = Sα ).

Corolario 7.5. La consistencia de la teorı́a ZFE + HGC + (V = L) + ♦ se


obtiene de la consistencia de la teorı́a ZF .
Teorema 7.6. El axioma de constructibilidad implica el principio ♦∗ (V =
L ⇒ ♦∗ ).
Demostración. Considere la siguiente función f : ω1 −
→ ω1 , definida
por
f (α) = mín{γ < ω1 : (γ > α) ∧ (|=Lα α es numerable)}.
Luego, para cada α < ω1 , se define una ω1 -sucesión hSα : α < ω1 i dada por
Sα = Pot(α) ∩ Lf (α) .
Observe que, como |Lf (α) | = |f (α)| < ℵ1 , para cada α < ω1 , Sα es un
subconjunto numerable de Pot(α). A continuación demostraremos que la
sucesión hSα : α < ω1 i es una ♦∗ -sucesión.
Sea X ⊆ ω1 . El lema 6.4 implica que X ∈ Lω2 . Ahora, el corolario 6.3
asegura que ({X} es un subconjunto de Lω2 ) existe una subestructura elemental
M de Lω2 , mı́nima, que contiene a {X} (es decir, que X ∈ M) y con la propiedad
|M| = máx(|{X}|, ω) = ℵ0 .
Definimos, por recursión sobre ω1 , una sucesión hNν : ν < ω1 i de subestruc-
turas elementales de Lω2 :
(i) N0 = M (la estructura M mencionada arriba).
(ii) Definimos Nν+1 (en términos del Lema 6.2 y el Corolario 6.3) como la
mínima subestructura elemental de Lω2 , tal que Nν ∪ {Nν } ⊆ Nν+1 .
S
(iii) Si δ es lı́mite, definimos: Nδ = ν<δ Nν .
Observe que al igual que N0 , el cardinal de todas las subestructuras Nν es
ℵ0 . Ası́, el lema 7.3 asegura que para cada ν < ω1 , existe αν tal que
Nν ∩ Lω1 = Lαν .

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Por lo tanto, Nν ∩ ω1 = αν . Note que αν < ω1 , pues según el lema 7.3,


ω1 ∈ Nν . Además, αν es el primer cardinal numerable que no está en Nν .
Afirmamos que el conjunto C = {αν : ν < ω1 } es el club de ω1 que
buscamos. Primero debemos demostrar que C es en realidad un club de ω1 .
El conjunto C es cerrado: sea γ un punto lı́mite de C, es decir, γ < ω1
lı́mite tal que
[
(C ∩ γ) = γ.
Para γ se cumple
[
αν = γ.
αν <γ
Por otro lado, la construcción de las subestructuras Nν y la definición de
los ordinales αν garantizan que
[
αγ = αν .
ν<γ

Por último, dado que para cada ν < ω1 , ν < αν , concluimos que
[ [
αγ = αν ≤ αν = γ ≤ αγ .
ν<γ αν <γ

Es decir, γ = αγ y, por lo tanto, γ ∈ C.


El hecho de que C sea no acotado se sigue trivialmente de la observación
de que para toda ν < ω1 , ν ≤ αν .
Ahora demostramos que C es el club que buscamos, es decir, mostramos
que para toda α ∈ C, X ∩ α ∈ Sα : sea pues α ∈ C. Existe ν < ω1 tal que
αν = α y para dicha ν, el lema de condensación asegura que existen β ≤ ω2 y
un isomorfismo: π : Nν ∼ = Lβ , con las siguientes propiedades:
π  αν = id  αν ,
π(ω1 ) = αν ,
π(X) = X ∩ αν .
Por lo tanto, X ∩ αν ∈ Lβ . Pero la definción de la función f asegura que
|=Lf (αν ) αν es numerable.
L
Por otro lado, como π(ω1 ) = αν (es decir, ω1 β = αν ), se tiene que
|=Lβ αν es no numerable,

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ası́ que Lβ debe estar contenido propiamente en Lf (αν ) (pues la relación “no
numerable” es D-absoluta). Por lo tanto, β < f (αν ), y como X ∩ αν ∈ Lβ ,
entonces X ∩ αν ∈ Lf (αν ) . Puesto que X ∩ αν ∈ Pot(αν ), de la definición de
Sαν se sigue que X ∩ αν ∈ Sαν .
Teorema 7.7. El axioma de constructibilidad implica el principio ♦+ . (V =
L ⇒ ♦+ ).
Demostración. Sea f : ω1 −
→ ω1 una función definida por
f (α) = mín{γ : (α < γ), (α ∈ Lγ ), (Lγ ≺ Lω1 )}.
Definimos, para cada α < ω1 , el conjunto Sα mediante
Sα = Pot(α) ∩ Lf (α) .
En primer lugar, se debe observar que las definiciones anteriores llevan a
que estos mismos conjuntos (f y Sα , respectivamente) estén en Lω2 (pues estas
definciones pueden ser expresadas por fórmulas absolutas cuyos parámetros
claramente están en Lω2 ). Demostraremos a continuación que la sucesión
hSα : α < ω1 i es una ♦+ -sucesión.
Supongamos, por el contrario, que existe X ⊆ ω1 tal que para todo club C
de ω1 existe α ∈ C para el que no se cumple
(X ∩ α ∈ Sα ) ∧ C ∩ α ∈ Sα ).
Sea X el <L -mı́nimo conjunto con la propiedad. (Observe que el conjunto
X también puede definirse en Lω2 a partir de esta misma definición.) A
continuación definiremos, por recursión sobre ω1 , una familia de subestructuras
elementales de Lω2 :
(i) Definimos N0 como la mı́nima subestructura elemental de Lω2 .
(ii) Se define Nν+1 como la mı́nima subestructura elemental de Lω2 tal que
Nν ∪ {Nν } ⊆ Nν+1 .
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(iii) Si δ es lı́mite Nδ = ν<δ Nν .
Al igual que en la demostración del teorema 7.6, se prueba que las
estructuras Nν son todas numerables, y, de igual manera, el lema 7.3 asegura
que para cada ν < ω1 existe αν < ω1 , con αν = Nν ∩ ω1 , y αν es el mı́nimo
ordinal numerable que no está en Nν .
Ahora, de acuerdo con el lema de condensación, para cada ν < ω1 existe
un único ordinal βν y un único isomorfismo πν : Nν ∼
= Lβν tal que

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πν (ω1 ) = αν , y πν (X) = X ∩ αν .
Sea B = {βν : ν < ω1 }. Como B es no acotado en ω1 (para cada ν < ω1 ,
se tiene que ν ≤ αν < βν ), el conjunto formado por los puntos lı́mite de B
es un club de ω1 . Llamamos C a dicho conjunto y demostramos que C es un
contraejemplo a nuestra hipótesis hecha por reducción al absurdo. Es decir,
demostraremos que
(∀α ∈ C)((X ∩ α ∈ Sα ) ∧ (C ∩ α ∈ Sα )).
Sea α ∈ C. Debido a la definición de C, existe un ordinal lı́mite γ < ω1 tal que
[
α= βν .
ν<γ

Pero además, α = αγ :
Primero observe que αν < βν (para toda ν < ω1 ), pues πν (ω1 ) = αν ∈ Lβν .
Por otro lado, observe que para cualquier ν < ω1 la definición de Lβν está dada
en términos de Nν , y dicha definición es absoluta para Lω2 . Ası́, como Nν+1 es
una subestructura elemental de Lω2 y Nν ∈ Nν+1 , el axioma de comprensión
en Lω2 asegura que βν ∈ Nν+1 y, por lo tanto, βν < αν+1 . Hemos concluido,
que para toda ν < ω1 ,
αν < βν < αν+1 .
Por lo tanto, tomando supremos para ν < γ, se concluye que
αγ ≤ α ≤ αγ .
Es decir, hemos demostrado que α = αγ .
Ahora, aplicando un argumento similar al usado en la demostración del
teorema 7.6, se puede concluir que βγ < f (α) pues dado que
|=Lf (α) α es numerable

y que α = αγ = ω1 γ , se debe cumplir que Lf (α) contiene propiamente a Lβγ ;
en consecuencia, βγ < f (α). De α = αγ se sigue que
X ∩ α = πγ (X) ∈ Lβγ .
Debido a que βγ < Lf (α) , podemos concluir
(X ∩ α) ∈ (Lf (α) ∩ α) = Sα .
Ahora, para demostrar que C ∩ α ∈ Sα , claramente es suficiente mostrar que
{βν : ν < ω1 } ∈ Lf (α) .

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Para probarlo hacemos uso del teorema 6.8, para ası́ poder afirmar que Lf (α)
es modelo de ZF − . En vista de que Lf (α) es modelo de ZF − , se puede definir
dentro de Lf (α) una sucesión hMν : ν < γi de subestructuras elementales de
Lβν (en adelante se considera la igualdad β = βγ ) de la siguiente manera:
(i) M0 es la mı́nima subestructura elemental de Lβ ;
(ii) Mν+1 es la mı́nima subestructura elemental M de Lβ tal que Mν ∪
{Mν } ⊆ Mν+1 ;
S
(iii) si δ es lı́mite, Mδ = ν<δ Mν .
Aun dentro de Lf (α) , se puede hacer uso del lema de condensación en Lf (α)
y definir (para cada ν < γ) los isomorfismos:
π 0 : Mν ∼
ν = Lβ0 . ν

Dado que la sucesión de estructuras Mν y de isomorfismos πν0 está definida en


Lf (α) , se cumple que
hβν0 : ν < γi ∈ Lf (α) .
Lo que a continuación queremos demostrar es que βν0 = βν , y concluir que
{βν : ν < γ} ∈ Lf (α) .
Observe que Nν ≺ Nγ ≺ Lω2 (para ν < γ), por lo que es posible redefinir
el primer γ-segmento de la sucesión hNν : ν < γi en términos de Nγ en lugar
de Lω2 . Es decir, se puede redefinir que
(i) N0 es la mı́nima subestructura elemental de Nγ ;
(ii) Nν+1 es la mı́nima subestructura elemental N de Nγ tal que Nν ∪{Nν } ⊆
Nν+1 ;
S
(iii) si δ es un ordinal lı́mite menor que γ, Nδ = ν<δ Nν .
A partir del isomorfismo πγ ∼ = Lβ se puede demostrar, por inducción sobre
γ, que
πγ  Nν : Nν ∼
= Mν .
Luego, a partir de la sucesión de isomorfismos:
π −1 : Lβ ∼
ν = Mν ,
ν

π −1
N ν
: Mν ∼
= Nν ,
πν0 ∼
: Nν = Lβ0 . ν

podemos concluir que


−1
(πν0 ◦ π Nν
◦πν−1 ) : Lβν ∼
= Lβν0 ,

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es decir, que las estructuras transitivas Lβν0 y Lβν son isomorfas. Por lo tanto,
el segundo teorema del isomorfismo 6.10 asegura que
Lβν0 = Lβν
y finalmente, βν = βν0 para cada ν < γ.

8. Aplicaciones
En el capítulo 7 estudiamos el problema de Souslin principalmente en términos
de árboles. A continuación presentamos una solución en su formulación
original.
Teorema 8.1 (V=L). Existe un conjunto linalmente ordenado (Y, ≤) con las
siguientes propiedades:
(i) ≤ es un orden lineal denso sin extremos.
(ii) Y satisface la propiedad de Souslin.
(iii) (Y, ≤) no es isomorfo a R.
En lo inmediato probaremos este teorema, pero primero requerimos algunos
resultados auxiliares.
Notemos que el siguiente resultado implica el teorema 8.1 en donde con-
sideramos que todo conjunto parcialmente ordenado es un espacio topológico
con la topología del orden.
Lema 8.2 (V=L). Existe un conjunto linealmente ordenado (X, ≤) tal que
(i) ≤ es un orden lineal denso sin extremos;
(ii) todo subconjunto de X cerrado y denso en ninguna parte es numerable;
(iii) X no es separable, es decir, no tiene un subconjunto denso numerable.
Demostración del teorema 8.1 a partir del lema 8.2. Sea (X, ≤) como en
el lema 8.2 y (Y, ≤) su compleción de Dedekind. Es inmediato que Y satisface
(i) y (iii) del teorema 8.1. Supongamos que falla la condición 8.1(ii). Se sigue
que X no satisface la propiedad de Sosulin. Sea entonces {(ai , bi ) : i ∈ I} una
familia no numerable de intervalos abiertos ajenos entre sí de X. Por el principio
máximo de Hausdorff (o el lemaSde Zorn), podemos suponer que esta familia
es máxima. Hacemos K = X − i∈I (ai , bi ). K es cerrado y denso en ninguna
parte en X, pero {ai : i ∈ I} ⊆ K así que K es no numerable, lo que viola
8.2(ii). Por lo tanto, Y satisface las condiciones 8.1(i)–(iii). Suponga que no
se satisface 8.1(iv), y entonces (Y, ≤) es isomorfo a R. En consecuencia, X es

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isomorfo a un subespacio de R, lo que implica que X es separable, contrario a


8.2(iii).
Supongamos V = L y construyamos por inducción un conjunto ordenado
(X, ≤) como en 8.2. Por supuesto, el orden en los puntos de X es el importante,
no su naturaleza, por lo que podemos considerar que X es el conjunto ω1 .
Definimos primero el orden en ω y lo extendemos a ω + ω, posterioriormente a
ω + ω + ω, y así sucesivamente. En lo sucesivo α y β denotan ordinales límite
menores que ω1 .
Por inducción sobre α definimos un orden <∗α en α con las siguientes
propiedades:
(i) <∗α es un orden lineal denso sin puntos extremos;
(ii) si α < β, entonces <∗α =<∗β ∩(α × α).
Para comenzar tomamos <∗ω como cualquier orden de ω isomorfo
S
a Q. Si β
es el límite de un conjunto de ordinales límite, hacemos <∗β = α<β <∗α que por
S
(ii) satisfará (i) y (ii). Una vez que hemos terminado definimos <∗ = α<ω1 <∗α
para obtener el orden requerido en ω1 (es decir en X). Es inmediato que <∗
satisface la condición 8.2(i). Así que debemos definir <∗β+ω a partir de <∗β
asegurando en cada caso que se cumplen 8.2(ii) y (iii).
Asegurar que 8.2(iii) se cumple es fácil; basta evitar que para ninguna
β < ω1 ocurra que β es denso en (ω1 , <∗ ): como cf (ω1 ) = ω1 , si A ⊆ ω1
es numerable, entonces A ⊆ β para alguna β < ω1 , así que si A fuera denso
en (ω1 , <∗ ), β sería denso en (ω1 , <∗ ). En resumen, el problema es lograr
que β no sea denso en (ω1 , <∗β ). Supongamos que queremos definir <∗β+ω
a partir de <∗β . Sea Dβ una cortadura de Dedekind propia en (β, <∗β ) (es
decir, un segmento inicial propio de (β, <∗β ) sin cota superior mínima). Como
(β, < β∗ ) es numerable y un orden lineal denso, es isomorfo a Q por el teorema
de Cantor, por lo que no tendremos dificultad en encontrar tal Dβ . Definimos
<∗β+ω ordenando los ordinales β + n (n ∈ ω) en forma isomorfa a Q y ponemos
esta copia de Q donde está el hueco en la parte superior de Dβ . En consecuencia,
para cada n ∈ ω tendremos
Dβ <∗β+ω β + n <∗β+ω β − Dβ .
Por lo tanto, β no será denso en β + ω y, por supuesto, tampoco en ω1 .
Ahora mostramos que después de escoger las cortaduras Dβ cuidadosa-
mente, podemos asegurar que 8.2(ii) se cumple. La idea es aplicar el teorema

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de categoría de Baire para evadir ciertos conjuntos cerrados y densos en ninguna


parte. Precisemos estas ideas.
Sean E un subconjunto cerrado y denso en ninguna parte de Q, y D una
cortadura de Dedekind propia en Q. Decimos que D evita K si existen números
racionales a < b con a ∈ D y [a, b] ∩ K = ∅.

Lema 8.3. Sean Kn (n ∈ N) subconjuntos de Q cerrados y densos en ninguna


parte. Existe una cortadura de Dedekind propia que evita cada Kn .

Demostración. Se trata realmente de un caso particular del teorema de


Baire. Las cerraduras de los conjuntos Kn en R son cerrados y densos en
ninguna parte; así que existe un número irracional x que no pertenece a la
cerradura de ninguno de los conjuntos Kn . Tomemos como D la cortadura
definidad por x.

Como (β, <∗β ) es isomorfo a Q, el lema 8.3 es adecuado para este orden.
Debemos especificar qué subconjuntos de β cerrados y densos en ninguna parte
queremos evitar. Aquí aparece la necesidad de un principio de predicción, por
lo que aprovechamos la hipótesis V = L para usar el principio ♦.
Sea {Sα : α < ω1 } una ♦-sucesión. Para definir <∗β+ω usamos 8.3 para
obtener Dβ y evitar todos los conjuntos Sα , α ≤ β que sean subconjuntos
de β cerrados y densos en ninguna parte. Una vez que hemos completado la
definición del conjunto ordenado, falta sólo probar que es el que 8.2 reclama.
Solamente debemos verificar 8.2(ii), en vista de nuestras observaciones previas.
Sea K ⊆ ω1 un subconjunto cerrado y denso en ninguna parte en (ω1 , <∗ ).
Debemos probar que K es numerable.
Queremos encontrar un ordinal numerable α para el cual K = K ∩ α. Para
ello utilizamos ♦. Escogemos un club C ⊆ ω1 adecuado y elegimos α ∈ C
para el cual K ∩ α = Sα ; ahora estamos en posición de encontrar α.
→ ω1 de tal suerte que para cada
Definamos dos funciones f, g : ω1 −
ν ∈ ω1 − K,

f (ν) <∗ ν <∗ g(ν) y (f (ν), g(ν))∗ ∩ K = ∅.

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→ ω1 con la propiedad
También definimos dos funciones h, k : ω1 × ω1 −
de que siempre que ν <∗ τ,
h(ν, τ), k(ν, τ) ∈ (ν, τ)∗ ;
h(ν, τ) ∈
/ K;
k(ν, τ) ∈ K siempre que K ∩ (ν, τ)∗ 6= ∅.
Sea

C = {α ∈ ω1 : Lím(α), ∀ ν < α(f (ν) < α, g(ν) < α)),


∀ ν, τ < α(h(ν, τ) < α, h(ν, τ) < α)}.
Lema 8.4.
(i) C es un club en ω1 ;
(ii) si α ∈ C, entonces α es un ordinal límite;
(iii) K ∩ α es cerrado y denso en ninguna parte en α para cada α ∈ C.
Demostración. (i) y (ii) son inmediatos de la definición de C. Para probar
(iii), si α ∈ C y puesto que C es cerrado respecto a f y g, K ∩ α es denso en
ninguna parte en α.

Por ♦ fijemos un ordinal α ∈ C tal que K ∩ α = Sα .


Lema 8.5. Sea β ≥ α. Entonces
(i) K ∩ β = K ∩ α,
(ii) si α ∈ β − K, existen ν, τ ∈ α con ν <∗ γ <∗ y (ν, τ)∗ ∩ K = ∅.
Demostración. Por inducción sobre β. Para β = α usamos la cerradura
de α respecto a f y g, mientras que la etapa inductiva en etapas límite es trivial.
Supongamos que el resultado es cierto para β. Lo probaremos para β + ω. Por
la hipótesis de inducción, Sα = K ∩β es cerrado y denso en ninguna parte en β,
así que por construcción Dβ evita Sα . Entonces existen α <∗ γ < γ 0 en β tales
que [γ, γ 0 ] ∩ K ∩ β = ∅ y todos los ordinales β + n(n ∈ ω) pertenecen a (γ, γ 0 ).
Sean ν, τ, ν0 , τ 0 < α de acuerdo en el inciso (ii) de la hipótesis de inducción
(es decir, parte (ii) del lema) aplicada a γ y γ 0 respectivamente. Entonces
(ν, τ 0 ) ∩ K ∩ α = ∅, por lo que α es cerrado respecto a κ, (ν, τ 0 )∗ ∩ K = ∅.
Pero como todos los ordinales β + n (n ∈ ω) están en (ν, τ 0 )∗ , (i) y (ii) se siguen
inmediatamente en β + ω.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

S
Por (i) del lema 8.5 tenemos K = β (K ∩ β) = K ∩ α. Por consiguiente,
K ⊆ α. En particular, K es numerable. Con esto terminamos la prueba del
lema 8.2.

9. Un ejemplo en teoría de la medida


En esta sección investigaremos el siguiente problema: ¿Existe un conjunto no
numerable X y una medida definida en Pot(X)?
Por supuesto, es suficiente considerar números cardinales κ en lugar de
un conjunto arbitrario X. En lo sucesivo entendemos que una medida en un
cardinal κ es una medida definida en todos los subconjuntos de κ.
Sean µ una medida en un cardinal no numerable κ y λ un cardinal no
numerable. Decimos que µSes λ-aditiva si para toda familia {Aν : ν < λ} de
conjuntos de medida cero, ν<λ Aν tiene medida cero. Así que por definición,
toda medida es ℵ1 -aditiva.
Supongamos que µ es una medida en un cardinal no numerable κ. Clara-
mente existe un cardinal más grande λ tal que µ es λ-aditiva. Por lo anterior,
λ ≥ ℵ1 y como κ es la unión de singuletes, λ ≤ κ. Por definición de λ, existe
un conjunto A ⊆ κ de medida positiva que es la unión de λ conjuntos disjuntos
de medida cero: [
A= Aν .
µ<λ
Definimos una función f : A − → λ mediante f (a) = ν si y sólo si a ∈ Aν .
Para B ⊆ λ, hacemos
µ(f −1 [B])
σ(B) = .
µ(A)
Se verifica fácilmente que σ es una medida λ-aditiva en λ. Por lo tanto,
definimos una medida µ en un cardinal κ como fuerte si es κ-aditiva; hemos
probado el siguiente lema:
Lema 9.1. Supongamos que para algún cardinal no numerable existe una
medida definida en todos los subconjuntos de κ. Entonces existe un cardinal no
numerable λ ≤ κ con una medida fuerte definida en todos sus subconjuntos.
En consecuencia, para demostrar que en ningún cardinal no numerable
existe una medida (definida en todos sus subconjuntos), es suficiente mostrar
que en ningún cardinal inumerable existe una medida fuerte. Como primera
etapa demostraremos que si existe una medida fuerte en el cardinal inumerable

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κ, entonces κ es un cardinal inaccesible. Recordemos que un cardinal


inaccesible es un cardinal regular y límite.
Fijemos una medida fuerte µ en un cardinal no numerable κ.

Lema 9.2. Si ξ < κ, entonces {α : α < ξ} tiene medida cero.

Demostración. Se sigue de que µ es fuerte.

Lema 9.3. κ es regular.

Demostración. Supongamos lo contrario. Entonces existen λ < κ y


ordinales κν < κ, ν < λ tales que
[
κ= κν .
ν<λ

Pero, por el lema 9.2, µ(κν ) = 0 para toda ν < λ. Como µ es fuerte, obtenemos
µ(κ) = 0, una contradicción.

Decimos que µ es normal si siempre que B ⊆ κ tiene medida positiva y


f :B− → κ es tal que f (ξ) < ξ para toda ξ ∈ B, existe B0 ⊆ B de medida
positiva tal que f es constante en B0 .
Como primera etapa en nuestra demostración probaremos que nuestra
medida µ es normal. Antes requerimos algunas definiciones.
Sea f : A − → κ donde A ⊆ κ. Decimos que f es casi acotada si existe
λ < κ tal que {ξ ∈ A : f (ξ) > λ} tiene medida cero. Decimos que f
nunca es acotada si para cada λ < κ, {ξ ∈ A : f (ξ) ≤ λ} tiene medida
cero. La función f es incompresible si nunca es acotada y siempre que B ⊆ A
tiene medida positiva y g : B − → κ, g(ξ) < f (ξ) para toda ξ ∈ B, entonces
g es casi acotada. Note que si A tiene medida cero, entonces toda función f
es simultáneamente casi acotada, nunca acotada e incompresible, por lo que
todos estos conceptos tienen relevancia cuando A tiene medida positiva.

Lema 9.4. Sea f : A − → κ nunca acotada. Podemos escribir a A como la


unión de conjuntos ajenos B y C tales que
(1) f  B es incompresible;
(2) existe una función g : C −
→ κ tal que g(ξ) < f (ξ) para toda ξ ∈ C y tal
que g nunca es acotada.

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Demostración. Mediante el lema de Zorn, obtenemos una familia


máxima
F = {(Ci , gi ) : i ∈ k}
con las siguientes propiedades:
1. Ci ⊆ A tiene medida positiva.
2. gi : Ci − → k nunca es acotada.
3. ξ ∈ Ci , entonces gi (ξ) < f (ξ).
4. Si i, j son elementos distintos de k, entonces Ci ∩ Cj = ∅.
Por 1 y 4, k debe ser numerable (en caso contrario, para algún número positivo n,
Ci tendría medida mayor que n1 para una cantidad no numerable de i, contrario
a que la medida es finita). Hacemos
[ [
C= Ci g= gi .
i∈k i∈k
Como k es numerable, g nunca es acotada. Claramente, ξ ∈ C implica
g(ξ) < f (ξ). Definimos B = A − C. Si B tiene medida cero, f  B es
trivialmente incompresible; si B tiene medida positiva, la maximalidad de F
implica que f  B es incompresible.
Lema 9.5. Existe una función incompresible f : κ −
→ κ.
Demostración. Definimos una sucesión de conjuntos {An : n ∈ ω}
y funciones kn : An − → κ por inducción en n. Para comenzar hacemos
A0 = κ y sea h0 la función identidad en κ. (De acuerdo con el Lema 9.2,
h0 nunca es acotada). Supongamos que n = k + 1 y que hemos definido Ak
y hk : Ak −→ κ nunca acotada. Aplicamos el lema 9.4 a Ak y kn para obtener
un conjunto Ak+1 ⊆ Ak y una función hk+1 − → k que nunca es constante, tales
que hk+1 (ξ) < hk (ξ) para ξ ∈ Ak+1 y hk  Ak = Ak+1 es incompresible.
T
Mostraremos que ∞ n=1 An = ∅. Supongamos lo contrario, y sea ξ es
miembro de esta intersección. Entonces h0 (ξ) > h1 (ξ) > · · · , así que
{hn (ξ) : n ∈ ω} es una sucesión estrictamente decreciente de ordinales, lo
cual no es posible.
Por lo anterior,

[
κ= (An − An+1 )
n=1
es una unión disjunta y podemos definir h : κ − → κ mediante h(ξ) = hn (ξ) si
y sólo si ξ ∈ An − An+1 . Se verifica que h es incompresible.

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Sean h : κ − → κ incompresible. Definimos una función ν : Pot(κ)


→ [0, 1] mediante

ν(A) = µ(h−1 [A]).
Se corrobora sin esfuerzo que ν es una medida fuerte en κ. Probaremos que
ν es normal. Supongamos que A tiene ν-medida positiva y que g : A − → κ es tal
que g(ξ) < ξ para todo ξ ∈ A. Sea B = h−1 [A]. Entonces B tiene µ-medida
positiva. Sea f = g ◦ h, así f : B − → κ. Si γ ∈ B, f (γ) = g(h(γ)) < h(γ).
Como h es incompresible, existe λ < κ para la cual {γ ∈ B : f (γ) ≤ λ} tiene
µ-medida positiva.
Puesto que µ es fuerte y λ < κ, existe λ0 ≤ λ tal que D = {γ ∈ B :
f (γ) = λ0 } tiene µ-medida positiva. Sea E = {γ ∈ A : g(γ) = λ0 }. Entonces
γ ∈ D ⇔ g(h(γ)) = λ0 ⇔ h(γ) ∈ E. Así, D = h−1 [E]. Por lo tanto, E tiene
ν-medida positiva. Pero E ⊆ A y g es constante en E.

Lema 9.6. Supongamos que A tiene medida positiva. Sea h : A −


→ κ tal que
h(ξ) < ξ para todo ξ ∈ A. Entonces h es casi acotada.

Demostración. Sea E = {λ < κ : h−1 [{λ}]}, que tiene medida positiva.


Claramente, E debe ser numerable. Sea B = {γ ∈ A : h(γ) ∈ / E}. B debe
tener medida cero: en caso contrario, existen λ < κ y B0 ⊆ B de medida
positiva tales que h(γ) = λ para λ ∈ B0 , que conduce a λ ∈ E, contrario a la
definición de B.
Como κ es regular, λ0 = sup(E) < κ. Pero
{γ ∈ A : h(γ) > λ0 } ⊆ B.
Por consiguiente, κ es casi acotado.

Lema 9.7. Para casi toda α ∈ κ, α es un cardinal regular.

Demostración. Supongamos que no es así. Sea E = {α : cf (α) < α}, y


entonces E tiene medida positiva. Por lo tanto, por la normalidad, existe λ < κ
tal que E1 = {α : cf (α) = λ} tiene medida positiva.
Para cada α ∈ E1 escogemos una función hα : λ − → α tal que
sup(hα [λ]) = α. Definimos una función gξ : E1 − → κ para cada ξ < λ
mediante gξ (α) = hα (ξ) < α. Aplicamos el lema 9.6 a gξ para obtener
un conjunto Nξ de medida cero y un ordinal γξ < κ tal que gξ (α) ≤ γξ si
α ∈ E1 − Nξ . Hacemos γ = sup{γξ : ξ < λ}. Como κ es regular, γ < κ.

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Defina E2 = E1 − ξ<λ Nξ . Puesto que µ es fuerte, µ(E2 ) > 0. Ahora, para
α ∈ E2 ,
α = sup{gξ (α) : ξ < λ} ≤ sup{γ1 : ξ < γ} ≤ γ.
Así, E2 ⊆ {α : α < γ}. Como µ(E2 ) > 0, esto contradice el lema 9.2.
Teorema 9.8. κ es inaccesible.
Demostración. Ya sabemos que κ es regular; si no fuera inaccesible, sería
sucesor, digamos κ = λ+ . Entonces
{α : α es regular} ⊆ {α : α ≤ λ},
así que por el lema 9.2 {α : α es regular} tiene medida cero, contrario al lema
9.7.
Puesto que todo cardinal inaccesible es mayor que ℵ1 , el teorema 9.8 da una
demostración de un teorema de Ulam que afirma: [HC] no existe una extensión
de la medida de Lebesgue a todos los subconjuntos de reales. De la proposición
5.12.2 se obtiene fácilmente el siguiente resultado.
Lema 9.9. Sea L un lenguaje asociado a una signatura con una cantidad a lo
más numerable de símbolos de relación, sin símbolos de constante o función.
Sea A una L-estructura, entonces existen funciones
S
f1 , f2 , . . . de A en A tales
que para cualquier conjunto X ⊆ A, si B = ∞ n=1 fn [X] y si B es la estructura
generada por B, entonces B ≺ A y X ⊆ B.

Teorema 9.10. Sean κ un cardinal inumerable que porta una medida fuerte,
L un lenguaje como en el lema 9.9 que contiene un símbolo Ũ de 1-relación y
A una L- estructura de cardinalidad no menor que κ, tal que la interpretación
U A de Ũ tiene cardinalidad menor que κ. Entonces existe una L-estructura B,
con B ≺ A tal que |B| = κ y |U B | ≤ ℵ0 .
Antes de proceder con la demostración del teorema 9.10 requerimos del
siguiente resultado. Recuerde que (κ)n representa la conjunto de n-adas
crecientes de elementos de κ
Lema 9.11. Sean κ un cardinal inumerable, µ una medida fuerte normal en κ
y f : (κ)n −
→ λ < κ. Entonces existe un conjunto D ⊆ κ de medida 1 tal que
|f [(D)n ]| ≤ ℵ0 .

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9. El universo construible

Demostración. Por inducción en n.


Caso 1. n = 1. Sea E = {ξ : f −1 [{ξ}] tiene medida positiva}.
Claramente, E es numerable. Sea N = {γ : f (γ) ∈ / E}. Como f (ξ) < λ < κ
para toda ξ, la normalidad de µ implica que µ(N) = 0. Así, D = κ − N es
satisfactorio.
Caso 2. n = k + 1. Para cada α, definimos una función hα : (κ)k −
→ λ por
(
f (α1 , x1 , . . . , xk ), si α < x1
hα (x1 , . . . , xk ) =
0, en otro caso.
Por hipótesis de inducción podemos encontrar un conjunto Dα de medida
uno tal que Dα ⊆ κ − α y |hα [(Dα )k ]| ≤ ℵ0 . Sea Sα = hα [(Dα )k ], por lo que
|Sα | ≤ ℵ0 . Sean sα : ω − → Sα funciones sobre y para cada n, gn : κ − →λ
definida mediante
gn (α) = sα (n).
Del caso 1 sabemos que existe un conjunto Nn de medida cero y un conjunto
numerable En ⊆ κ tal que
α ∈ κ − Nn ⇒ gn (α) ∈ En .
Hagamos

[
F =κ− Nn
n=0

[
E= En .
n=0

Entonces µ(F ) = 1, E es numerable y para toda n,


α∈F ⇒ gn (α) ∈ E.
En consecuencia, si α ∈ F
Sα = {sα (n) : n ∈ ω} = {gn (α) : n ∈ ω} ⊆ E.
Definimos \
D = {γ ∈ F : γ ∈ Dα }.
α<γ

Probaremos que f [(D)n ] ⊆ E. Sean x ∈ (D)n , α = mín(x) y y ∈ (D)k ,


con la propiedad de que x = {α} ∪ y. Por definición de D, y ∈ (Dα )k . Así,

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

f (x) = hα (y) ∈ Sα . Pero α ∈ D ⊆ F , así que Sα ⊆ E. Por lo tanto, f (x) ∈ E


y f [(D)n ] ⊆ E.
Por consiguiente, es suficiente mostrar que µ(D) = 1. Supongamos lo
contrario; entonces
\
D0 = {γ ∈ F : γ ∈ / Dα }
α<γ

tiene medida positiva. Definamos g : D0 → κ mediante



g(γ) = mínα<γ {γ ∈
/ Dα }.
Entonces g(γ) < γ para todo γ ∈ D0 , y en vista de la normalidad de µ, existe
un conjunto D00 ⊆ D0 de medida positiva tal que g es constante en D00 , digamos
con valor α0 . En consecuencia,
γ ∈ D00 ⇒ γ∈
/ Dα0 .
Pero Dα0 tiene medida 1, lo que es imposible y la prueba está completa.

Demostración del teorema 9.10.


En vista del lema 9.11, basta observar lo siguiente. Sin pérdida de
generalidad podemos suponer que A es un cardinal y, por lo tanto, κ ⊆ A.
Fijamos una sucesión {fn : n ∈ ω} de funciones de Skolem para A de acuerdo
con el lema 9.9. Supongamos que fn es una k(n)-función. Definimos una
k(n)-función f n de κk(n) a U A mediante:

fn (x1 , . . . , xk(n) ) =
(
fn (x1 , . . . , xk(n) ), si es un elemento de U A ;
un elemento arbitrario de U A , en otro caso.

Para probar el teorema 9.10 es suficiente encontrar un subconjunto X de κ de


cardinalidad κ tal que |f n [X]| ≤ ℵ0 para toda n, pues en tal caso el rango de las
funciones fn en X será el dominio de la subestructura requerida. Introduzcamos
funciones extra f n , si es necesario, para conseguir que las funciones f n sean
conmutativas (es decir, el orden en el que operan sobre el argumento es
irrelevante) y que si xi = xj para cualesquier i, j con 1 ≤ i < j ≤ k(n),
entonces para alguna m con k(m) = k(n) − 1,
f n (x1 , . . . , xk(n) ) = f n (x1 , . . . , xj−1 , xj+1 , . . . , xk(n) ).

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9. El universo construible

Hemos reducido el problema a demostrar lo siguiente: sea una sucesión de


funciones f : (κ)k(n) −
→ λ, donde λ < κ. Entonces existe un subconjunto X
de κ de cardinalidad κ tal que
|fn [(X)k(n) ]| ≤ ℵ0 para toda n.
Note que por conveniencia hemos reemplazado al conjunto U A por su cardi-
nalidad λ. Como la intersección de una cantidad numerable de conjuntos de
medida 1 tiene medida 1, el teorema 9.10 se sigue del lema 9.11.
Lema 9.12 (V = L). Si κ es un cardinal infinito y x ⊆ κ, entonces x ∈ Lκ+ .
S
Demostración. Como V = α Lα , existe un cardinal λ con x ∈ Lλ . Por
el teorema de Löwenheim-Skolem, podemos encontrar un submodelo elemental
hN, ∈, =i ≺ hLλ , ∈, =i tal que {α : α < κ}∪{x} ⊆ N y |N| = κ. Por el lema
de condensación existe π : hN, ∈, =i ∼
= hLγ , ∈, =i. Ahora, |Lγ | = |N| = κ.
Como |Lξ | = |ξ| para todo ordinal infinito ξ, podemos concluir que γ < κ+ .
Por lo tanto, Lγ ⊆ Lκ+ . Pero x ∈ N y x ⊆ κ = {α : α < κ} ∈ N, así
que π(x) = x. Entonces x ∈ π[N] = Lγ , propiciando que x ∈ Lκ+ como se
requiere.
Finalmente llegamos a la solución del problema de medida:
Teorema 9.13 (V = L). Sea κ un cardinal no numerable. Entonces no existe
una medida fuerte en κ.
Demostración. Supongamos lo contrario y denotemos con µ la medida
normal fuerte en κ.
De acuerdo con el lema 9.12,
hLκ , Lω1 , ∈, =i |= ϕ[ω], (83)
donde ϕ es la fórmula ∀ x(c ⊆ y ⇒ P(x)). Lω1 interpreta el símbolo de 1-
relación P, así que P(x) se interpreta como x ∈ Lω1 y ω interpreta la variable
libre y. Para mostrar que la ecuación 83 es válida debemos saber que dice
ϕ al interpretarse en hLκ , Lω1 , ∈, =i: expresa que Lω1 contiene todos los
subconjuntos de ω que sabemos es cierto por el lema 9.12.
Por el teorema 9.10 existe un conjunto N de cardinalidad κ tal que
|N ∩ Lω1 | ≤ ℵ0 y hN, Lω1 , ∩N, ∈, =i ≺ hLκ , Lω1 , ∈, =i. Claramente
hN, ∈, =i ≺ hLκ , ∈, =i, así que, por el lema de condensación, sea
π : hN, ∈, =i ∼= hLγ , ∈, =i.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Entonces |γ| = |Lγ | = |N| = κ y γ ≥ κ. De hecho, se puede probar que


γ = κ. Sea W = π[Lω1 ∩ N], y en consecuencia |W| ≤ ℵ0 . Por supuesto,
π : hN, Lω ∩ N, ∈, =i ∼
1 = hLγ , W, ∈, =i.
Ahora
hLκ , Lω1 , ∈, =i |= ϕ[ω], (84)
por lo que
hN, Lω1 ∩ N, ∈, =i |= ϕ[ω], (85)
y si aplicamos π,
hLγ , W, ∈, =i |= ϕ[π(ω)]. (86)
Todo entero positivo n es definible en Lκ mediante un LTC-enunciado. Por
lo tanto, y puesto que hN, ∈, =i ≺ hLκ , ∈, =i, N contiene a N. DE manera
similar, ω es un elemento de N. Por las propiedades de π, π(ω) = ω. De la
ecuación 86 se sigue
hLγ , W, ∈, =i |= ϕ[ω], (87)
lo que significa que en Lγ todos los subconjuntos de ω están en W. Pero γ ≥ κ,
así que Lγ contiene todos los subconjuntos de ω. Entonces la ecuación 87
implica que W contiene todos los subconjuntos de ω. Pero W es numerable,
una contradicción.
Corolario 9.14 (V = L). En ningún conjunto X no numerable existe una
medida definida en todos los subconjuntos de X.

10. Más sobre cardinales débilmente compactos


En esta sección estudiaremos en forma muy breve una extensión de los lenguajes
de primer orden, lenguajes que hemos considerado siempre. Este sucinto
estudio dista mucho de ser completo y sólo lo desarrollaremos lo suficiente
para incorporar a nuestro bagaje algunos tipos de grandes cardinales. Para más
información respecto a este tipo de lenguajes, recomendamos al lector las obras
[Karp64], [Kei71] y [Dick74].
Suponga que λ, κ son cardinales infinitos. Entonces Lλκ es el lenguaje que
se obtiene de añadir dos nuevos tipos de operaciones lógicas a un lenguaje
usual de primer orden L. Sin embargo, para L supondremos que cuenta con

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9. El universo construible

una cantidad infinita de variables, suficientemente grande para permitir las


operaciones que a continuación describimos. También permitimos símbolos
de relación y función de aridad infinita.
(1) Suponga que {φξ : ξ < ζ} es un conjunto de Lλκ -fórmulas con ζ < λ;
entonces
^
φξ
ξ<ζ

y
_
φξ
ξ<ζ

son fórmulas de Lλκ . La interpretación de las mismas en una L-estructura A


es la usual: la conjunción es cierta en A si cada φξ , ξ < ζ es cierta en A. La
disyunción es cierta en A si alguna φξ es cierta en A.
(2) Suponga que {xξ : ξ < ζ} es un conjunto de variables con ζ < κ y φ
es una Lλκ -fórmula; entonces

∀ (xξ )ξ<ζ φ

y
∃ (xξ )ξ<ζ φ

son Lλκ -fórmulas. La interpretación en una L-estructura A es la siguiente: la


fórmula ∀ (xξ )ξ<ζ φ es cierta en A si y sólo si es cierta en A para toda valuación
de las variables {xξ : ξ < ζ}, manteniendo fija la valuación para las variables
libres restantes; la fórmula ∃ (xξ )ξ<ζ φ es cierta en A si y sólo si φ es cierta para
alguna de tales valuaciones.
En este orden de ideas, nuestros lenguajes usuales L son Lωω -lenguajes.
La propiedad distintiva de Lωω es que es compacto, es decir, si Σ es un conjunto
de Lωω -enunciados, entonces Σ tiene un modelo si y sólo si todo subconjunto
finito de Σ tiene un modelo. Para lenguajes infinitarios no tenemos, en general,
un ánalogo al teorema de compacidad. Consideremos algunos ejemplos de este
acontecer.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

◦ ◦
Ejemplo 10.1. Considere el lenguaje Lλ+ ,κ ({cµ : µ < λ+ } ∪ {d ν : ν < λ}).
El conjunto de fórmulas
_ ◦ ◦
Γ={ ˙ d ν ) : µ < λ+ } ∪
(c µ =
ν<λ
◦ ◦
∪ ˙ cµ 0 )
{¬(cµ = : µ 6= µ0 , µ, µ0 < λ+ }

es claramente inconsistente, pues no tiene modelo (el último enunciado exige



λ+ interpretaciones diferentes para las constantes cµ , mientras que los primeros
enunciados exigen que estas interpretaciones provengan de un conjunto de

cardinalidad a lo más λ, las interpretaciones de las λ constantes d ν ).
Pero también es claro que todo subconjunto de Γ de cardinalidad menor
que λ+ tiene un modelo. Así que el lenguaje Lλ+ κ no es compacto para ninguna
κ.

En vista del ejemplo 10.1 podemos decir que el lenguaje Lλ+ κ es (λ+ , λ+ )-
no compacto, donde un lenguaje es (ζ, η)-no compacto si existe un conjunto de
enunciados de cardinalidad ζ del lenguaje que no tiene modelo, pero cualquier
subconjunto de enunciados de cardinalidad menor que η tiene modelo.

Ejemplo 10.2. Al lenguaje Lλ+ κ añadimos símbolos de 0-relación Pη,i para


η < λ, i < 2, y formamos el conjunto de enunciados
^ ^
Γ={ (Pη,0 ∨ Pη,1 } ∪ {¬ Pη,f (η) : f ∈ 2λ }.
η<λ η<λ

Entonces Γ no tiene modelo, pues para satisfacer el primer enunciado


debemos tener una función f : λ −
→ 2 tal que Pη,f (η) sea cierta para cada η < λ;
pero el enunciado del segundo conjunto correspondiente a esta f debe ser falso.
No obstante, todo subconjunto propio de Γ tiene modelo. Esto demuestra que
la parte propocicional del lenguaje Lλ+ κ es (2λ , 2λ )-no compacto.

Ejemplo 10.3. Suponga que el lenguaje Lλλ (λ > ℵ0 ) tiene un símbolo de


2-relación < y sea BO el enunciado
^
∀ x, y(x < y ∨ y < x ∨ x=y)
˙ ∧ ¬∃ (xn )n<ω ( xn+1 < xn )).
n<ω

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Entonces todo modelo de BO debe interpretar < como un buen orden. Sea
φη (x) la fórmula
^ ^ _
∃ (xν )ν<η [( (xζ < xξ )) ∧ ∀ z(z < x ⇒ (z=x
˙ ξ ))].
ξ<η ζ<ξ ξ<η

Entonces en una estructura hρ, <, . . .i, donde ρ es un ordinal, los elementos
ξ satisfacen φη (x) si y sólo si ξ = η, ya que debe tener predecesores de tipo
ordinal η.
S
Ahora suponga que λ es un cardinal singular, digamos λ = ξ<α νξ , donde
|α| < λ y |νξ | < λ. Sea P un símbolo de 1-relación, y considere el conjunto
de enunciados
_ _
Γ = {BO} ∪ { ∃ (xζ )ζ<νξ [∀ z(Pz ⇒ (z=x
˙ ζ ))]} ∪
ξ<α ζ<νξ

∪ {∃ z(Pz ∧ φη (z)) : η < λ}.


Entonces Γ no tiene modelo, pues un modelo debería tener la forma
hρ, <, Ri con ρ un ordinal y R ⊆ ρ que interprete a P, y para satisfacer los
enunciados ∃ z(Pz ∧ φη (z)) para η < λ, debemos tener η ∈ R para η < λ, así
que λ ⊆ R. Pero el segundo enunciado dice que R tiene a lo sumo νξ miembros
para algún ξ < α, y |νξ | < λ, lo que es una contradicción. No obstante,
cualquier subconjunto de Γ de cardinalidad menor que λ tiene modelo; por lo
que Lλλ es (λ, λ)- no compacto.
Una Lκκ -extensión elemental es la generalización obvia de extensión
elemental, usando todas las Lκκ -fórmulas en lugar de sólo las L-fórmulas.
Antes de retomar el estudio de los cardinales débilmente compacto es
conveniente establecer una propiedad de los cardinales medibles (que se
definieron en el Cap. 6).
Teorema 10.4. Todo cardinal medible es inaccesible.
Demostración. Recuerde que un cardinal es inaccesible si es no nume-
rable, regular y límite fuerte. Sea κ un cardinal medible y U un ultrafiltro libre
κ-completo en κ.
Sea I el ideal primo (es decir, κ no pertenece a I) dual al ultrafiltro U. Todo
singulete pertenece a I, y por κ- completud, todo X ⊆ κ de cardinalidad menor
que κ pertenece a I. Si κ fuera singular, el conjunto κ pertenecería a I por
κ-completud. Por lo tanto, κ es regular.

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Supongamos que κ no es límite fuerte. Por consiguiente, existe λ < κ tal


que 2λ ≥ κ, así que existe un conjunto S ⊆ {0, 1}λ de cardinalidad κ. En S
existe un ultrafiltro V libre y κ-completo. Para cada α < λ, exactamente uno
de los conjuntos
{f ∈ S : f (α) = 0} y {f ∈ S : f (α) = 1} (88)
pertenece a V ; digamos que ese conjunto es Xα . T En consecuencia, para cada
α < λ se tiene Xα ∈ V , y por κ-completud, X = α<λ Xα también pertenece
a V . Pero existe a lo sumo una función f en S que pertenece a todos los Xα ; el
valor de f en α está determinado por la elección de los conjuntos en 88. Por
consiguiente, |X| ≤ 1, una contradicción pues V es libre.
A. Tarski [Tar62] formuló dos generalizaciones naturales de la compacidad
de Lωω .
Definición 10.5. Una colección de Lλµ -enunciados es satisfacible si y sólo si
tiene un modelo; es ν-satisfacible si y sólo si toda subfamilia de cardinalidad
menor que ν es satisfacible. Para κ > ω,
κ es compacto fuerte si cualquier familia de Lκκ -enunciados es κ-satisfacible,
si y sólo si es satisfacible.
κ es débilmente compacto si todo conjunto de Lκκ -enunciados usando a lo
sumo κ símbolos no lógicos es satisfacible, si y sólo si es κ-satisfacible.

Proposición 10.6. κ es compacto fuerte si y sólo si para cualquier conjunto


S, todo filtro κ-completo en S se puede extender a un ultrafiltro κ-completo en
S.
Demostración. Suponga que κ es compacto fuerte y que F es un filtro
κ-completo en un conjunto S. Usando como nuevos símbolos de constante

X ⊆ S para todo X ⊆ S, sea Σ la Lκκ -teoría de hS ∪ Pot(S), ∈, {X : X ⊆ S}i

junto con los enunciados c ∈ X para toda X ∈ F, donde c es un nuevo símbolo
de constante. Σ es κ-satisfacible ya que F es κ-completo, por lo que sea A un
modelo de Σ por compacidad fuerte. Definimos U mediante

X∈U ⇔ X ⊆ S ∧ A |= (c ∈ X).
Es fácil verificar que U es un ultrafiltro en S que extiende a F y que Σ contiene
los Lκκ -enunciados que aseguran que U es κ-completo.

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9. El universo construible

Recíprocamente, note que κ debe ser regular: en caso contrario, la κ-


completud implicaría la κ+ -completud para filtros. Pero entonces, si U es un
ultrafiltro κ-completo sobre κ+ extendiendo el filtro κ-completo (de hecho, κ+ -
completo) {X ⊆ κ+ : |κ+ − X| < κ+ }, entonces U también sería κ+ -completo
y κ+ sería medible, lo que contradice el teorema 10.4.
Suponga que Σ = {σα : α < λ} es una familia κ-satisfacible de Lκκ -
enunciados. ParaV
toda x ∈ [λ]<κ , sea Ax una estructura en el lenguaje de Σ
tal que Ax |= α∈x σα . Puesto que disponemos de Aλ podemos suponer que
λ ≥ κ. Como
{{x ∈ [λ]<κ : y ⊆ x} : y ∈ [λ]<κ }
genera un filtro κ-completo en [λ]<κ por la regularidad de κ, sea U un ultrafiltro
κ-completo
Q
en [λ]<κ que extiende a este filtro. Considere el ultraproducto
A = P Ax /U, donde P = [λ]<κ . De acuerdo con el ejercicio 33, el teorema
de Łoś es cierto para Lκκ -ultraproductos módulo ultrafiltros κ-completos, por
lo que para toda α < λ,
{x ∈ [λ]<κ : Ax |= σα } ⊇ {x ∈ [λ]<κ : α ∈ x} ∈ U.
En consecuencia, A |= σα .
Corolario 10.7. Si κ es compacto fuerte, entonces κ es medible.
Demostración. κ es regular, de acuerdo con el teorema 10.4. El filtro
{X ⊆ κ : |κ − X| < κ} es κ-completo, y puesto que se extiende a un ultrafiltro
κ-completo se verifica que κ es medible.
Proposición 10.8. Si κ es medible entonces también es compacto débil.
Demostración. Suponga que Σ es una familia κ-satisfacible de Lκκ -
enunciados con no más de κ símbolos no lógicos. En tal situación es fácil
κ
probar que |Σ| ≤ κ^ . Pero como los cardinales medibles son inaccesibles,
|Σ| ≤ κ. Enumeramos Σ como {σα : α < κ} y procedemos como en la
proposición 10.6:
V
Para cada β < κ sean Aβ |= α<β σα , U un ultrafiltro κ-completo sobre κ
Q
y A = β<κ Aβ /U. Entonces para cualquier α < κ,
{β < κ : Aβ |= σα } ⊇ {β < κ : β > α} ∈ U,
por lo que A |= σα .
Pero compacidad débil implica inaccesibilidad:

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Proposición 10.9. Todo cardinal débilmente compacto es inaccesible.


Demostración. Para mostrar que κ es regular, supongamos lo contrario
y sea X ⊆ κ no acotado pero de cardinalidad menor que κ. Entonces, para
símbolos de constante distintos cα y dαi para α < λ e i < 2,
^ _
{ ˙ α0 ∨ cα =d
[(cα =d ˙ α1 ) ∧ dα0 6= dα1 ]} ∪ { (cα 6= dαf (α) ) : f ∈ 2λ }
α<λ α<λ
no es satisfacible, pues toda interpretación de {cα : α < λ} correspondería a una
función de λ en 2 diferente de todo miembro de 2λ , pero con un razonamiento
similar cualquier subconjunto propio es satisfacible, una contradicción.
Una ligera generalización de cardinal compacto es: un cardinal κ es Lλω -
compacto si para todo conjunto S, todo filtro κ-completo en S se puede extender
a un ultrafiltro λ-completo en S. Por supuesto, Lλω -compacto implica Lµω -
compacto si λ ≥ µ, y κ es compacto fuerte si y sólo si κ es Lκω -compacto. Si
κ es Lλω -compacto, entonces todo cardinal ≥ κ es Lλω -compacto.
H. Keisler estableció el siguiente resultado, que generaliza el uso del
teorema de compacidad en la obtención de extensiones propias de modelos.
Teorema 10.10. El cardinal κ es débilmente compacto si sólo si para todo
R ⊆ Vk existe un conjunto transitivo X 6= Vκ y un S ⊆ X tal que
hVκ , ∈, Ri ≺ hX, ∈, Si.
En este caso R y S interpretan al mismo símbolo de función, con R ⊆ Vκ
y S ⊆ X. Observe que la exigencia de transitividad de X implica que κ ∈ X.
Demostración. Primero suponemos que κ es débilmente compacto; en

este caso |Vκ | = κ. Considere símbolos de constantes c y x para cada x ∈ Vκ ,
para obtener la Lκκ -teoría Σ de

hVκ , ∈, R, {x : x ∈ Vκ }i

junto con los enunciados OR(c) y (c 6= α) para cada α < κ. Claramente Σ
es κ-satisfacible y por compacidad débil también es satisfacible. Obviamente
el axioma de extensionalidad pertenece a Σ y como la propiedad de ser bien
fundado es expresable en Lω1 ω1 , Σ tiene un enunciado que expresa que ∈ está
bien fundada. Ahora podemos aplicar el lema 8.6.13 para obtener un modelo
transitivo
hX, ∈, S, {x : x ∈ Vκ }, γi,

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donde γ interpreta a c. Para toda x ∈ Vκ , Σ contiene el enunciado


◦ _ ◦
∀ v(v ∈ x ⇔ v=
˙ y).
y∈x

Mediante una sencilla inducción en el rango podemos probar que x ∈ Vκ implica


x = x. Claramente γ es un ordinal ≥ κ, así que X 6= Vκ ; por lo tanto, hX, ∈, Si
satisface todos los requisitos.
Para el recíproco debemos trabajar un poco más. Antes el lector debe revisar
la construcción del lenguaje LV en el capítulo 9. Cada fórmula del lenguaje
se asocia con cierta sucesión de números naturales. Esta sucesión es el codigo
de la fórmula. Este proceso se conoce como aritmetización de fórmulas y fue
utilizado por Gödel en la demostración de su famoso teorema de incompletud.
Primero demostraremos que la hipótesis del teorema implica que κ es
inaccesible: supongamos que µ < κ, que F : µ − → κ tiene rango cofinal
y que tenemos una extensión propia hVκ , ∈, F i ≺ hX, ∈, Si con X transitivo.
Entonces ∃ x(F [µ] ⊆ x) es falsa en la primera estructura pero ∃ x(S[µ] ⊆ x)
es cierta en la segunda, lo que es una contradicción.
Ahora supongamos que existe ν < κ tal que κ ≤ 2ν . Entonces 2ν ≤ |Vν+1 |
y Vν+1 ∈ Vκ y otra vez podemos usar una biyección G : Vν+1 − → κ para llegar
a una contradicción.
Observe que para todo cardinal inaccesible λ los siguientes teoremas de
“Löwenheim-Skolem” para el lenguaje Lλλ se demuestran, con los argumentos
correspondietes, como en el caso del lenguaje Lωω :
(i) Si σ es un Lλλ -enunciado satisfacible, entonces tiene un modelo de
cardinalidad menor que λ.
(ii) Si Σ es un conjunto de cardinalidad a lo sumo λ satisfacible de Lλλ -
enunciados, entonces tiene un modelo de cardinalidad a lo sumo λ.
Suponga que Σ es un conjunto de Lκκ -enunciados κ-satisfacibles que
involucran a lo sumo κ símbolos no lógicos.
El lenguaje Lκκ correspondiente tiene κ fórmulas, pues κ es inaccesible,
por lo que podemos aritmetizar el lenguaje de tal forma que los códigos de
las fórmulas sean miembros de Vκ y definir la relación de satisfacción para
estructuras (elementos de Vκ ) como un conjunto de Vκ . Sea R1 ⊆ Vκ el codigo
de la relación de satisfacción y construyamos Σ como un subconjunto de Vκ
mediante la aritmetización. Sea R2 : κ − → Σ sobre; entonces por (i),
hVκ , ∈, R1 , R2 i |= ∀ α(R2 [α] tiene un modelo).

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Por la propiedad de extensión en la hipótesis (con hR1 , R2 i codificada por un


mismo subconjunto de Vκ ) podemos lograr hVκ , ∈, R1 , R2 i ≺ hX, ∈, S1 , S2 i,
una extensión propia con X transitivo. Puesto que es una subestructura
elemental, S2 [κ] = R2 [κ] = Σ y hX, ∈ S1 , S2 i |= Σ tiene un modelo. Pero κ es
inaccesible, así que hVκ , ∈i y, por lo tanto, hX, ∈i son modelos de ZFE; puesto
que X es transitivo y κ ∈ X, hX, ∈i |= “κ es inaccesible”. Se sigue de (ii) que
hX, ∈, S1 , S2 i |= Σ tiene un modelo A con A ⊆ κ.
Finalmente, podemos suponer que la Lκκ -relación de satisfacción S1 para
κ
A se preserva de X a V (de hecho es absoluta), pues κ^ ⊆ Vξ ⊆ X y como en
el caso de Lωω la relación de satisfacción para A es Σ1 (y también Π1 ). Por
consiguiente, A realmente es un modelo de Σ en V .

Aunque hX, ∈i |= “κ es inaccesible”, en general no se puede aseverar que


hX, ∈i |= “κ es débilmente compacto”: X puede no contener todos los modelos
necesarios de conjuntos de enunciados κ-satisfacibles; en caso contrario, puesto
que hX, ∈i es subestructura elemental de hVκ , ∈i que es modelo de ∃ α(α es
débilmente compacto), existiría realmente un cardinal débilmente compacto
menor que κ, lo que no sería cierto si κ es el cardinal débilmente compacto más
pequeño.
Proposición 10.11. Suponga que κ es débilmente compacto. Entonces:
(a) Si A es un conjunto estacionario en κ, existe un cardinal inaccesible λ < κ
tal que A ∩ λ es estacionario en λ.
(b) Si Aα es estacionario en κ para cada α < κ, entonces existe un cardinal
inaccesible λ < κ tal que Aα ∩ λ es estacionario en λ para cada α < λ.
Demostración. (a) Supongamos lo contrario: para cada ξ < κ, ξ no es
inaccesible o existe un club Cξ en ξ tal que Cξ ∩ A = ∅. Sea R : κ − → Vκ
definida mediante: R(ξ) = Cξ si ξ es inaccesible e igual al vacío en otro
caso. Por el teorema 10.10 (con hA, Ri codificado por un conjunto en Vκ ), sea
hVκ , ∈, A, Ri ≺ hX, ∈, B, Si una extensión propia con X transitivo. Entonces
hX, ∈, B, Si |=κ es inaccesible ∧
S(κ) es un club en κ ∧ S(κ) ∩ B = ∅.
En tal situación, S(κ) realmente es un club, y como B ∩ κ = A, S(κ) ∩ A = ∅,
lo que contradice la suposición de que A es estacionario.

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(b) El argumento es similar; en este caso usamos la hipótesis Cξ ∩ Aα = ∅


para algún α < ξ y A = {(α, β) : β ∈ Aα }.

A estas alturas el lector debe estar alarmado o con una sonrisa maliciosa,
pues en el capítulo 7 se definieron los cardinales débilmente compactos como
aquellos κ para los cuales se cumple κ −→ (κ)22 . Por otro lado, en esta sección
se definió un cardinal débilmente compacto de otra manera. Para bien de la
ciencia, de los autores y de este libro, ambas definiciones son equivalentes.
Recuerde que en el capítulo 7, teorema 10.4, se demuestra que un cardinal es
débilmente compacto (en el viejo sentido) si y sólo si tiene la propiedad del
árbol. A continuación mostramos que un cardinal es débilmente compacto (de
acuerdo con la nueva definición, pág. 697), si y sólo si tiene la propiedad del
árbol, lo cual asegura que todo sigue bien. Antes, y como es natural, necesitamos
definir una construcción muy especial llamada límite directo y requerimos de
un lema previo.
Un conjunto dirigido es un conjunto parcialmente ordenado (S, ≤) tal que
para cualesquier, i, j ∈ S existe una k ∈ S con i ≤ k y j ≤ k. Un sistema
dirigido es una pareja hhMi : i ∈ Si, hfij : i ≤ jii, donde hS, ≤i es un conjunto
dirigido, cada Mi es una L-estructura y cada fij : Mi − → Mj es un encaje
elemental tal que fij = fjk ◦ fij para i ≤ j ≤ k (así que cada fii es la identidad
en Mi ).
Un límite directo es una L-estructura M para la que existen encajes
elementales fi : Mi − → M, i ∈ S con fi = fj ◦ fij para i ≤ j y tal que:
para cada x en el domino de M, x ∈ ran(fi ) para alguna i ∈ S.
La siguiente proposición resalta la importancia del esta nueva noción.

Proposición 10.12. Suponga que hhMi : i ∈ Si, hfij : i ≤ jii es un sistema


dirigido y M es un límite directo con encajes elementales correspondientes
fi : Mi − → M. Suponga que N es una L-estructura tal que existen encajes
elementales gi : Mi −→ N que satisfacen gi = gj ◦ fij para i ≤ j. Entonces
→ N tal que gi = g ◦ fi .
existe un encaje elemental g : M −

Demostración. Para definir g, si x ∈ M, digamos x = fi (x) para alguna


i ∈ S y x en el dominio de Mi , hacemos g(x) = gi (x). Se verifica fácilmente
que g está bien definida y es un encaje elemental.

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Lema 10.13. Suponga que κ es inaccesible y R ⊆ Vκ . Entonces


{α < κ : hVα , ∈, R ∩ Vα i ≺ hVκ , ∈, Ri}
es un club en κ.
Demostración. La cerradura es inmediata. Para mostrar que no es
acotado en κ, sea α < κ arbitrario. Defina αn < κ para n ∈ ω por recursión:
sea α0 = α. Dada αn < κ, definimos αn+1 como el menor β ≥ αn tal que para
cualesquier y1 , . . . , yk ∈ Vαn y hVκ , ∈, Ri |= ∃ v0 ϕ[y1 , . . . , yk ] para alguna
fórmula ϕ, existe x ∈ Vβ tal que hVκ , ∈, Ri |= ϕ[x, y1 , . . . , yk ]. Como κ es
inaccesible, |Vκ | < κ y αn+1 < κ. Finalmente, sea α = sup{αn : n ∈ ω}.
Entonces hVκ , ∈, R ∩ Vα i ≺ hVκ , ∈, Ri usando la prueba TV.
Ahora sí, nuestra equivalencia salvadora es el siguiente teorema:
Teorema 10.14. Las siguientes afirmaciones son equivalentes para todo
cardinal κ > ω.
(a) κ es compacto débil (de acuerdo con la definición de la pág. 697).
(b) κ es inaccesible y tiene la propiedad del árbol.
Demostración. (a) ⇒ (b). Compacidad débil implica inaccesibilidad.
Para mostrar que κ tiene la propiedad del árbol usamos un argumento de
compacidad: sea (T, <T ) un κ-árbol. A cada t ∈ T asociamos un símbolo de 0-
predicado Pt , y considere
W
la siguiente colección de Lκω -enunciados consistente
en: disyunciones {Pt : t ∈ Tα } para α < κ, y ¬(Pt ∧ Pt 0 ) para t, t 0 ∈ T que
sean <T -incomparables. Como T tiene altura κ, esta colección de κ enunciados
es κ-satisfacible. Por compacidad débil, es satisfacible y tiene un modelo A.
Por lo tanto, {t ∈ T : A |= Pt } es una rama cofinal en T .
(b) ⇒ (a). Usaremos la equivalencia del teorema 10.10. Suponga entonces
que R ⊆ Vκ ; debemos encontrar un conjunto transitivo X 6= Vκ y un conjunto
S ⊆ X tales que hVκ , ∈, Ri ≺ hX, ∈, Si. Por la inaccesiblidad de κ y el lema
10.13, el conjunto
{α < κ : hVκ , ∈, R ∩ Vα i ≺ hVκ , ∈, Ri}
es un club en κ; sea hαξ : ξ < κi una enumeración creciente de este conjunto.
Definiremos un árbol (T, <T ). Fijemos un conjunto completo de funciones
de Skolem para hVκ , ∈ Ri y envolventes de Skolem para todo X ⊆ Vκ . Para
αξ < β < κ, sea
H(ξ, β) = la envolvente de Skolem de Vαξ ∪ {β} en hVκ , ∈, Ri

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9. El universo construible

tal que
hVgaξ , ∈, R ∩ Vαξ i ≺ H(ξ, β).
Definamos H(ξ, β) ≈ H(ξ, β) ⇔ ξ < ξ y existe un isomorfismo entre las
dos estructuras que deja fijo a Vαξ y transforma β en β.
Claramente, ≈ es una relación de equivalencia y denotamos con [H(ξ, β)]
la clase de equivalencia de H(ξ, β). Los elementos de nuestro árbol T son
las clases [H(ξ, β)]. Finalmente introducimos un orden <T : [H(ξ, β)] <T
[H(ξ, β] ⇔ ξ < ξ, β ≤ β y H(ξ, β) es isomorfo a la envolvente de Skolem de
Vαξ ∪ {β} en H(ξ, β).
Con esta definición (T, <T ) se convierte en un árbol; note que Tξ =
{[H(ξ, β)] : αξ < β < κ}. En realidad se trata de un κ-árbol, lo que se
|V |
deduce de que κ es inaccesible, pues hay a lo sumo 2 αξ < κ envolventes de
Skolem (módulo isomorfismos) generados por Vαξ ∪ {x}.
Por la propiedad del árbol existe una κ-rama {[H(ξ, βξ )] : ξ < κ} en
T . Por definición de <T , siempre que ξ ≤ η < κ existe un encaje elemental
iξη : H(ξ, βξ ) −
→ H(η, βη ) que deja fijo a Vαξ e iξη (βξ ) = βη . Por construcción,
ξ ≤ η ≤ ρ < κ implica que iξρ = iηρ ◦ iξη . En consecuencia, podemos formar
el límite directo y está bien fundado pues cf (κ) > ω. El colapso de Mostowski
es entonces una extensión elemental hX, ∈, Si de hVκ , ∈, Ri. Como los βξ se
identifican con un ordinal β ∈ X con β ≥ κ, la estructura hX, ∈, Si es la que
se requiere.

11. 0#
En esta última sección del libro presentamos una serie de nociones que serán, en
cierta medida, el motivo de la parte conjuntista en el siguiente volumen. La meta
es establecer una relación entre grandes cardinales y el universo construible.
Propiamente lo que se logra es que si una cierta propiedad de grandes cardinales
(0# ) no es cierta, entonces el universo V es muy similar a L. El principio 0#
es el primer artefacto que nos expulsa de L. Su origen se encuentra en los
trabajos de Ehrenfeucht y Mostowski sobre indicernibles, y su relación con L
fue descrita por R. Jensen mediante su famoso teorema de cubierta.
Nuestro primer resultado se origina en la aplicación de propiedades de par-
tición a la obtención de indicernibles; podríamos decir que es una suerte de
generalización del teorema de Ramsey. Recuerde que la notación β − → (α)<ω δ
significa que para toda f : [β] <ω −→ δ existe H ∈ [β]α homogénea para f , es
 
decir, | [H]n | ≤ 1 para toda n ∈ ω.

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Teorema 11.1 (Silver). Sea α un ordinal límite infinito, κ −→ (α)<ω


2 si y sólo
si para toda L- estructura A con L un lenguaje numerable y κ ⊆ A, existe un
conjunto de indicernibles X ∈ [κ]α para A.
Demostración. Sea {ϕn : n ∈ ω} una enumeración de las L-fórmulas de
tal forma que lib(ϕn ) ⊆ {v1 , . . . , vk(n) }, donde k(n) ≤ n. Definamos f : [κ]<ω
−→ 2 mediante
(
0, A |= ϕn [ξ1 , . . . , ξk(n) ];
f (ξ1 , . . . , ξn ) =
1, en otro caso.
Entonces cualquier conjunto X homogéneo para f cuyo tipo ordinal es un
ordinal límite es un conjunto de indicernibles para A.
Recíprocamente, supongamos que f : [κ]<ω − → 2 y X es un conjunto de
indicernibles para la L-estructura hκ, c, {f  [κ]n : n ∈ ω}i. Entonces X es
homogéneo para f .
Existe una fórmula BO(x, y) (Definición 5.11) que define, en L, un buen
orden <L tal que para toda δ > ω límite, x, y ∈ Lδ , x <L y, si y sólo si
Lδ |= BO(x, y).
Para cada LTC-fórmula ϕ(~v) definimos el término canónico de Skolem tϕ
para ϕ mediante BO como sigue:
tϕ (v1 , . . . , vm ) = v0 ⇔ (∀ vm+2 ¬ϕ(vm+2 , v1 , . . . , vm ) ∧ v0 = ∅) ∨
∨ (ϕ(v0 , v1 , . . . , vm ) ∧ ∀ vm+1 (ϕ(vm+1 , v0 ) (89)
⇒ ¬ϕ(vm+1 , v1 , . . . , vn ))).
Es decir, tϕ (v1 , . . . , vm ) “escoge” el primer elemento (respecto a <L ) que
hace cierta a ϕ (en caso de existir alguna).
Para cualquier LTC-estructura M = hM, Ei que satisfaga el requisito de
estar bien ordenado por <L (p. ej., si M es elementalmente equivalente a algún
hLδ , Ei con δ un ordinal límite mayor que ω), considere la correspondiente
expansión
hM, E, {tϕM : ϕ ∈ Fml(LTC)}i,
donde la interpretación de tϕM es la función de Skolem para ϕ tal que
tϕM (x1 , . . . , xm ) es el menor y (respecto a BO) que satisface M |= ϕ[y1 , x1 , . . . ,
xm ], si existe alguno.
Note que {tϕM : ϕ ∈ Fml(LTC)} es cerrado respecto a la composición de
funciones.

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9. El universo construible

Si X ⊆ M, la envolvente de Skolem de X en M tiene como dominio al


conjunto
{tϕM (x1 , . . . , xm ) : ϕ es una LTC-fórmula y x1 , . . . , xm ∈ X}.

Este conjunto coincide con la colección de x ∈ M tales que {x} es definible


en M mediante parámetros en X, ya que esta colección está contenida en
cualquier subestructura elemental de M que contenga a X. En lo sucesivo,
un término de Skolem significa una de las tϕ .
Para simplificar, sea L∗ = LTC({cn : n ∈ ω}). También en el resto de la
sección entenderemos por una EM-teoría la L∗ -teoría de alguna estructura del
tipo
hLδ , ∈, {xk : k ∈ ω}i,

donde δ es un ordinal límite > ω y {xk : k ∈ ω} es una sucesión de ordinales


indicernibles para hLδ , ∈i. Observe que para cualquier ordinal límite δ > ω,
cualquier sucesión de ordinales indicernibles para hLδ , ∈i determina en forma
única una EM-teoría: simplemente tome la teoría de hLδ , ∈, {xk : k ∈ ω}i para
cualquier subsucesión creciente {xk : k ∈ ω} indicernible.

Teorema 11.2. Supongamos que T es una L-teoría con modelos infinitos y


(X, <) es un conjunto linealmente ordenado. Existe un modelo M de T tal que
X está contenido en M y es un conjunto de indicernibles para M.

Demostración. Expandimos el lenguaje de T introduciendo nuevas cons-


tantes cx para cada x ∈ X, y considere la teoría
T = T ∪ {cx 6= cy : x 6= y ∧ x, y ∈ X}
∪ {ϕ(cx1 , . . . , cxn ) ⇔ ϕ(cy1 , . . . , cyn ) : ϕ(v1 , . . . , vn )
es una L-fórmula y x1 < · · · < xn , y1 < · · · < yn
son elementos de X}.

Es suficiente mostrar que T es consistente, y para ello basta probar que todo
subconjunto finito de T es satisfacible.
Supongamos que S ⊆ T es finito. Sean A un modelo infinito de T,
{ai : i ∈ ω} miembros distintos de A y m el número de nuevos símbolos de
constante que aparecen en las fórmulas en S; para k ≤ m definimos fk ∈ [ω]k

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mediante
fk (i1 , . . . , ik ) = {ϕ(v1 , . . . , vk ) : ϕ(cx1 , . . . , cxk ) ⇔ ϕ(cy1 , . . . , cyk ) ∈ S ∧
∧ A |= ϕ[ai1 , . . . , aik ]}.
Como S es finito, el rango de fk es finito y podemos aplicar el teorema de
Ramsey m veces para encontrar un H ∈ [ω]ω homogéneo para cada fk . Por
lo tanto, A satisface S para cualesquier m elementos de {ai : i ∈ H} como las
interpretaciones de los nuevos símbolos de constante que aparecen en S en el
orden creciente correspondiente.
Si T es una L∗ -teoría, T− denota su restricción a LTC, es decir, eliminamos
de T los enunciados ϕ que contengan algún símbolo de constante ck .
Lema 11.3. Suponga que T es una EM-teoría. Para cualquier α existe un
modelo M = M(T, α) de T− único (salvo ismomorfismos) tal que:
(a) Existe un conjunto X de ordinales de M con tipo ordinal α (respecto a
M) que constituye un conjunto de indicernibles para M. Más aún, para
cualquier LTC-fórmula ϕ(~v), ~x ∈ (X)n satisface ϕ en M exactamente
cuando ϕ(c0 , . . . , cn ) ∈ T.
(b) La envolvente de Skolem de X en M pertenece a M.
Demostración. Por definición, T tiene al menos un modelo infinito, así
que la prueba del teorema 11.2 muestra que hay un modelo que satisface (a).
Si en este modelo tomamos la envolvente de Skolem de los indicernibles
como un modelo M, éste satisface (b).
Ahora supongamos que hay dos de tales modelos M y M, con correspon-
dientes conjuntos de indicernibles X y X. Como X y X tienen tipo ordinal α,
sea h : X − → X un isomorfismo de orden. Extendemos h a un isomorfismo
entre M y M: por (b), cualquier elemento de M es de la forma t M (x1 , . . . , xn )
para algún término de Skolem t y x1 , . . . , xn ∈ X; de manera similar para M y
X. Por lo tanto, es suficiente mostrar que la función h̃ dada por

h̃(t M (x1 , . . . , xn )) = t M (h(x1 ), . . . , h(xn ))


es un isomorfismo: para cualquier fórmula ϕ(v1 , . . . , vn ) y toda n-ada
(x1 , . . . , xn ) ∈ (X)n se cumple
M |= ϕ(x1 , . . . , xn ) ⇔ ϕ(c0 , . . . , cn−1 ) ∈ T ⇔
⇔ M |= ϕ(h(x1 ), . . . , h(xn )).

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9. El universo construible

Como los términos de Skolem son definibles, usamos fórmulas específicas


que aseguran la igualdad de los términos de Skolem para verificar que h̃ está
bien definida, es decir, no depende de la descripción de los términos y que
es inyectiva. Así mismo, preserva la relación de pertenencia y es claramente
sobre.
Es especialmente afortunada la situación en la que M del lema 11.3 está
bien fundado; en tal caso tiene un colapso de Mostowski transitivo que debe
tener la forma de hLδ , ∈i por el lema de condensación. En este caso, M se
identifica con hLδ , ∈i y más simple con Lδ .
Lema 11.4. Supongamos que T es una EM-teoría. Entonces M(T, α) está
bien fundado para toda α si y sólo si
(I) M(T, α) está bien fundado para toda α < ω1 .
Demostración. Supongamos que para alguna α,
M(T, α) = hM, Ei
no está bien fundado. Sea
hai : i ∈ ωi ∈ M ω con ai+1 Eai para toda i ∈ ω.
Cada ai es de la forma t hM,Ei (x1 , . . . , xj ) para algún término de Skolem
t e indicernibles x0 , . . . , xj , así que sea Y un conjunto que consiste en los
indicernibles involucrados en estos términos. Si η es la envolvente de Skolem
de Y en M(T, α), entonces η no está bien fundado; de hecho, η ∼ = M(T, β),
donde β < ω1 es el tipo ordinal de Y .
Este resultado motiva el uso de propiedades de partición para obtener EM-
teorías cuyos modelos son bien fundados y arbitrariamente grandes:
Lema 11.5. Sea κ un cardinal con la propiedad κ −→ (ω1 )<ω 2 . Entonces
existe una EM- teoría T tal que M(T, α) está bien fundado para toda α < ω1 .
Demostración. De acuerdo con el teorema 11.1, Lκ tiene un conjunto
no numerable de ordinales indicernibles. Sea T la EM-teoría correspondiente.
Entonces, para cualquier α < ω1 , M(T, α) está bien fundado ya que es isomorfa
a la envolvente de Skolem en Lκ de los primeros α indicernibles.
Lema 11.6. Si existe una EM-teoría tal que M(T, α) está bien fundado para
todo α < ω1 , entonces Pot(ω)L es numerable.

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Demostración. M(T, ω1 ) = Lδ para alguna δ ≥ ω1 , así que Pot(ω)L ⊆


Lδ . En particular, si a ∈ Pot(ω)L , entonces a = t Lδ (x0 , . . . , xn ) para algún
término de Skolem t e indicernibles x0 < · · · < xn . Sea hzi : i ∈ ωi una
enumeración creciente de los primeros ω indicernibles. Como cada k ∈ ω es
definible,
k ∈ t Lδ (x0 , . . . , xn ) ⇔ k ∈ t Lδ (z0 , . . . , zn ),
y por lo tanto, a = t Lδ (z0 , . . . , zn ). Puesto que existen una cantidad numerables
de tales formas, Pot(ω)L debe ser numerable.
Las hipótesis del lema 11.5 implican la existencia de una EM-teoría que
satisface condiciones adicionales de las que podemos obtener buen provecho.
De acuerdo con la prueba del lema 11.5:
(i) ρ es el menor ordinal límite tal que Lρ tiene un conjunto de ordinales
indicernibles con tipo ordinal ω.
(ii) H es el conjunto de indicernibles con los ω elementos menores.
(iii) T0 es la correspondiente EM-teoría.
Lema 11.7. La siguiente condición es cierta para T = T0 .
(II) Para cualquier n-término de Skolem t, T incluye el enunciado
t(c0 , . . . , cn−1 ) ∈ OR ⇒ t(c0 , . . . , cn−1 ) < cn .
Demostración. Supongamos lo contrario, es decir,
t(c0 , . . . , cn−1 ) ∈ OR ∧ cn ≤ t(c0 , . . . , cn−1 )
pertenece a T0 para alguna t. Sean z0 < · · · < zn−1 los primeros n miembros
de nuestro conjunto fijo A de indicernibles para Lρ , H = H − {z0 , . . . , zn−1 } y
δ = t Lρ (z0 , . . . , zn−1 ) < ρ. De acuerdo con nuestra hipótesis y por propiedades
de los indicernibles, δ se puede considerar un ordinal límite (porque si δ = δ+k,
donde δ es un ordinal límite y k ∈ ω, entonces t(c0 , . . . , cn−1 ) se puede
reemplazar por t(c0 , . . . , cn−1 ) − k) y H ⊆ δ.
Ahora probaremos que H es un conjunto de indicernibles para Lδ , lo
que contradice la elección mínima de ρ: supongamos que x1 < · · · < xm y
y1 < · · · < ym pertenecen a H. Entonces para cualquier fórmula ϕ(v1 , . . . , vm )
Lδ |= ϕ[x1 , . . . , xn ] (90)
es equivalente a Lρ |= ϕLδ [x1 , . . . , xn ]; esta relativización es posible pues
Lδ ⊆ Lρ son transitivos.

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9. El universo construible

Note que Lδ es definible en Lρ con δ como parámetro, e incorporando la


definición de δ, la ecuación 90 es equivalente a
Lρ |= ϕ[x1 , . . . , xm , z0 , . . . , zn−1 ]
para alguna ϕ. En forma similar,
Lδ |= ϕ[y1 , . . . , ym ] si y sólo si Lρ |= ϕ[y1 , . . . , ym , z0 , . . . , zn−1 ].
Por lo tanto, puesto que H es indicernible para Lρ , H es indicernible para
Lδ .

Podemos enunciar la siguiente caracterización que se desprende de lo ya


mostrado.
Lema 11.8. Una EM-teoría satisface la condición (II) del lema 11.7 si y sólo
si para cualquier ordinal límite α el conjunto de indicernibles que corresponde
a M(T, α) es cofinal en los ordinales de la estructura.
Lema 11.9. La siguiente condición es cierta para T = T0 .
(III) Para cualquier (m + n + 1)-término de Skolem t, T incluye el enunciado

t(c0 , . . . , cm+n ) ⇒
t(c0 , . . . , cm+n ) = t(c0 , . . . , cm−1 , cm+n+1 , . . . , cm+2n+1 ).
Por un simple razonamiento con indicernibles, la conclusión se puede
reemplazar por
t(c0 , . . . , cm+n ) = t(c0 , . . . , cm−1 , ck1 , . . . , ckn+1 )
para cualesquier k1 < · · · < kn+1 con m ≤ k; de hecho, utilizaremos (III) en
esta forma.

Demostración. Se puede suponer que


t(c0 , . . . , cm+n ) < cm
S
pertence a T0 . Sea H = {Sξ : ξ < ω1 } una partición en conjuntos que
consisten en elementos consecutivos de H y tal que |S0 | = m, |Sη | = n + 1 y
máx(Sξ ) < mín(Sη ) para 0 ≤ ξ < η < ω1 .
Mediante t(S0 , . . . , Sξ ), para 0 < ξ < ω1 denotamos t Lρ (x0 , . . . ,
xm−1 , y0ξ , . . . , ynξ ), donde S0 = {x0 , . . . , xm−1 } y Sξ = {y0ξ , . . . , ynξ } en orden

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creciente. Por la propiedad de los indicernibles, basta deducir una contradicción


de la suposición
t(S0 , Sξ ) 6= t(S0 , Sη )
para algún (y por lo tanto para cualquier) 0 < ξ < η < ω1 .
Si t(S0 , Sξ ) > t(S0 , Sη ) para 0 < ξ < η < ω1 , existiría una sucesión
infinita y decreciente de ordinales. Por otra parte, si t(S0 , Sξ ) < t(S0 , Sξ ) para
0 < ξ < η < ω1 , es fácil notar que {t(S0 , Sξ ) : 0 < ξ < ω1 } sería un conjunto
de indicernibles para Lρ . Sin embargo, el primer elemento y0ω de Sω es el
ω-ésimo elemento de H y t(S0 , Sω ) < y0ω por nuestra hipótesis inicial, lo que
contradice el que los elementos de H sean los ω menores posibles.
A continuación analizaremos en detalle las EM-teorías T que satisfacen las
condiciones (I)-(III). Para tal T y cualquier α, por el momento
hιT,α : ξ < αi
denota la sucesión correspondiente y creciente de indicernibles para M(T, α).
(III) implica la siguiente afirmación.
Lema 11.10. Si T es una EM-teoría que satisface (I)-(III) y ω ≤ α ≤ β con
α un ordinal límite, entonces la envolvente de Skolem de {ιξT,β : ξ < α} en
M(T, β) es Lι , donde ι = ιαT,β . En consecuencia,
M(T, α) = Lι y ιξT,α = ιξT,α ∀ ξ < α.

Demostración. Sea N la envolvente mencionada de Skolem. Es sufi-


ciente mostrar que ORN = ιαT,β ; en particular N es transitivo, y la segunda
afirmación se sigue de la definición y unicidad de M(T, α). Para simplificar la
demostración, prescindiremos de los superíndices T, β en los indicernibles.
Si σ es un ordinal en N, para algún término de Skolem t y ξ0 < · · · <
ξn−1 < α,
σ = t M(T,β) (ιξ0 , . . . , ιξn−1 ) < ιξn < ια ,
por (II) y ya que α es límite.
Recíprocamente, si τ < ια entonces
τ = uM(T,β) (ιζ0 , . . . , ιζm−1 , ιη0 , . . . , ιηn ) < ια ,
para algún término de Skolem u e indicernibles en orden creciente con ζm−1 <
α ≤ η0 .

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Por (III),
τ = uM(T,β) (ιζ0 , . . . , ιζm−1 , ιζm+1 , . . . , ιζm+n+1 ),
que pertenece a N ya que α es un ordinal límite.
Así que para cualquier EM-teoría T que satisfaga (I)-(III) y cualquier ξ,
tiene sentido definir
ιξT = ιξT,α para algún (cualquier) ordinal límite α > ξ,
e
I T = {ιξT : ξ ∈ OR}.
Lema 11.11. Supongamos que T es una EM-teoría que satisface (I)-(III).
Entonces
(a) LιT ≺ LιT cuando ξ < ζ.
ξ ζ
(b) |Lξ | = |ξ| + ℵ0 para todo ξ.
(c) I T es una clase cerrada y no acotada de ordinales.
(d) Para todo ordinal λ > ω, ιλT = λ ∈ I T , por lo que M(T, λ) = Lλ .
(e) Si T es una EM-teoría que satisface (I)-(III), entonces T = T.
Demostración. (a) Para ordinales infinitos ξ < ζ, (a) se deduce del lema
11.10. En consecuencia, es cierto para ξ < ζ arbitrario mediante un argumento
con indicernibles, dentro de algún LιT suficientemente grande.
β
(b) Si α es un ordinal límite infinito, LιαT es elemento de la envolvente de
Skolem de {ιξT : ξ < α} de acuerdo con el lema 11.10. Por lo tanto, |ιαT | = |α|
y (b) se sigue para toda ξ.
(c) También se deduce del argumento anterior pues {ιξT : ξ < α} es cofinal
en ιαT por el lema 11.8.
(d) es una consecuencia de (b) y (c).
(e) Note que T es la teoría de hLωω , ∈, {ωn+1 : n ∈ ω}i por (d), y por lo
tanto está en T.
Si suponemos (a) y (d), L resulta la unión de la cadena elemental {Lλ : λ >
ω es un cardinal}, así que la relación de satisfacción para L se puede definir
en ZFE mediante
L |= ϕ[a1 , . . . , an ] ⇔ Lλ |= ϕ[a1 , . . . , an ]

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

para algún (cualquier) λ > ω con a1 , . . . , an ∈ Lλ .


En particular, es posible dar una definición de veracidad para L mediante
L |= σ ⇔ Lω1 |= σ,
para enunciados σ. En consecuencia, el conjunto de enunciados cierto en L es
construible. No se puede definir en L por la imposibilidad de definir veracidad,
pues ω1 (el auténtico) al ser indicernible no es definible en L.
Lema 11.12. Supongamos que T es una EM-teoría que satisface (I)-(III).
Entonces
(a) LιT ≺ L para todo ξ;
ξ
(b) C es una clase cerrada y no acotada de ordinales indicernibles para L tal
que la envolvente de Skolem de C en L también pertenece a L si y sólo si
C = I T.
Demostración. Sólo falta verificar la dirección ⇒ de (b). Notemos que
C ∩ I T es infinito, así que la EM-teoría correspondiente a C es T. Sea h : C
−→ I T una biyección que preserva el orden. Se sigue del argumento de unicidad
del lema 11.3 que h se extiende a un isomorfismo h̃ : L − → L. Pero entonces h̃
debe ser la identidad (en caso contrario, movería algún ordinal, quitándolo de
su rango). Por lo tanto, C = I T .
Con el lema 11.11(e) a la mano, podemos definir:
0# es la única EM-teoría que satisface (I)–(III),
si existe alguna. En resumen, 0# existe si hay alguna EM-teoría que satisfaga
(I)–(III).
Mediante la correspondiente aritmetización, 0# se puede considerar como
un subconjunto de ω, y su existencia se traduce como la presencia de cierto
subconjunto de números naturales.
Lema 11.13 (Silver).
(a) 0# existe si y sólo si algún Lδ tiene un conjunto inumerable de indicernibles.
Por lo tanto, si κ −→ (ω1 )<ω 2 para algún cardinal κ (p. ej., si κ es medible),
entonces 0# existe.
(b) 0# existe si y sólo si existe una clase I de ordinales caracterizada por:
I es una clase cerrada y no acotada de indicernibles para L tal que la
envolvente de Skolem de I en L pertenece a L. Más aún, si hιξ : ξ ∈ ORi es
la enumeración creciente de I y tiene las siguientes propiedades: si ξ ≤ ζ,

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9. El universo construible

entonces Lιξ ≺ L y |ιξ | = |ξ|+ℵ0 tal que I contiene solamente cardinales


no numerables, y para cualquier ordinal límite α ≥ ω la envolvente de
Skolem en Lιξ de {ιξ : ξ < α} pertenece a Lια .

Demostración. Se sigue directamente de los lemas 11.11 y 11.12 (elimi-


nando el superíndice T).

En resumen, la existencia de 0# es un principio (intrínseco) que proporciona


un método para construir L usando una teoría y una clase de ordinales
indicernibles como generadores.

Teorema 11.14. Supongamos que M es un modelo interno de ZFE , α < ω1M


y κ −→ (α)<ω <ω M
δ . Entonces (κ −→ (α)δ ) . Por lo tanto,

Con(ZFE + ∃ κ∀ α < ω1 (κ −→ (α)<ω


2 )

implica
#
Con(ZFE + ∃ κ∀ α < ω1 (κ −→ (α)<ω
2 ) + 0 no existe ).

Demostración. Supongamos que f : [κ]<ω − → δ con f ∈ M. Debe


existir un X ∈ M con tipo ordinal α y homogéneo para f . Como α < ω1M , sea
g:ω− → α una biyección con g ∈ M. Sea
D = {d : d es una inyección que preserva el orden , d : g[n] −
→ κ,
para algún n cuyo rango es homogéneo para f }
y definimos un orden parcial ≺ en D mediante
d ≺ d si y sólo si d ⊃ d.
ω ω
Como g ∈ M y (κ^ )M = κ^ , (D, ≺ ) ∈ M.
Es simple verificar que el siguiente enunciado es un teorema de ZFE:
≺ no está bien fundado si y sólo si existe X de tipo ordinal α homogéneo para
f.
Así que ≺ no está bien fundado en V . Pero en tal situación, ≺ no está
bien fundado en M por absolutez, y, en consecuencia, aplicando el lema 11.13
a M se propicia el resultado buscado. La última afirmación se sigue al tomar
M = L en el lema 11.6 (no existe una EM-teoría que satisfaga (I)L ).

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

Note que M sólo necesita ser modelo de un teorema de ZFE suficientemente


fuerte para probar el argumento dado en la demostración del teorema 11.14, y
que el superíndice < ω se puede reemplazar por n para cualquier n ∈ ω.
Si M es un modelo interno
M
η −→ (α)<ω
2 ,
asegura que para toda función f : [η]<ω −→ 2 tal que f ∈ M, existe X ∈ [η]α
(no necesariamente en M) homogéneo para f .
Aquí concluye nuestra investigación sobre 0# ; resta sólo mencionar que
una de las consecuencias más importantes de 0# es la relación que establece
entre V y L, de acuerdo con el teorema de cubierta de Jensen ([DeJen5]):
Si 0# no existe entonces L cubre a V , es decir,
(∀ x ⊆ OR)(∃ y ∈ L)(x ⊆ y ∧ |y| ≤ |x| + ℵ1 ).
Si L cubre a V , existe una estrecha relación entre L y V . Por el teorema
de Jensen, el universo tiene trazos de comportamiento construible o debemos
aceptar propiedades de grandes cardinales equivalentes a “0# existe”.
De hecho, este teorema de cubierta dio origen a la teoría de modelos núcleo.
El modelo núcleo primigenio es L, al que siguió el modelo K de Jensen y Dodd
[DoJen81], [DoJen82], [DoJen82b], un modelo construible que aproxima
un modelo con cardinales medibles. En el volumen 2 veremos que, si exis-
te un cardinal medible, entonces V 6= L. El modelo K satisface la propiedad
de cubierta:
Si no existe un modelo interno con un cardinal medible, entonces K cubre
a V.
El modelo núcleo K constituyó un gran avance en la obtención de modelos
internos más grandes. Aunque ya se conocían modelos internos con cardinales
medibles, no tenían la aproximación adecuada al universo. La construcción
de modelos núcleo con otro tipo de grandes cardinales es motivo de intensa
actividad en el presente.

12. Ejercicios

1. Sea L un lenguaje que no tiene símbolos de función ni de constante (por ej.


LTC). Sea T una L-teoría y A una L-estructura. Entonces A se encaja en
algún modelo de T si y sólo si toda subestructura finita de A se encaja
en algún modelo de T.

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9. El universo construible

2. Muestre que para todo L-modelo infinito A, existe un modelo B de


Def
cardinalidad |L| tal que A = B y no todo elemento de B es una constante
de B.
3. Sea A un L-modelo infinito arbitrario y κ ≥ |L|. Existe un modelo B,
Def
A = B y tal que para toda fórmula ϕ(x); si ϕ(x) se satisface por una cantidad
infinita de elementos de B, entonces ϕ(x) se satisface por κ elementos
diferentes de B.
4. Sean M y N modelos de una LTC-teoría T tales que M ⊆ N y
T ` ∀ x1 · · · xn (Φ(x1 , . . . , xn ) ⇔ Ψ(x1 , . . . , xn )).
Entonces, Φ es absoluta para M, N si y sólo si Ψ lo es.
5. (a) Demuestre que para α > ω,
|Lα | = |Vα | ⇔ α = iα .
(b) Demuestre que si V = L y α > ω, entonces
Lα = Vα ⇔ α = iα .

6. Sea hHα : α ∈ ORi una jerarquı́a acumulativa de conjuntos


S
tal que para
cada α ∈ OR, Def(H) ⊆ Hα+1 . Demuestre que H = α∈OR Hα es un
modelo de ZF.
7. Decimos que un conjunto a es definible0 si existe una fórmula Φ(x) de
LTC tal que
∀x(Φ(x) ↔ x = a).
¿Es posible definir, en LTC, la relación de ser definible0 ?
8. Sean X y A conjuntos. Se define Def A (X) como el conjunto de todos los
subconjuntos de X que son definibles en la estructura hX, ∈, A ∩ Xi por

una fórmula con una sola variable libre del lenguaje LX (A).
Sea A un conjunto; la clase L[A] se define por recursión de la siguiente
manera:
(i) L[A]0 = ∅.
(ii) L[A]α+1 = Def A (L[A]α ). S
(iii) Para γ esSlı́mite, L[A]γ = α<γ L[A]α .
(iv) L[A] = α∈OR L[A]α .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(a) Demuestre que:


(i) Si γ ≤ α, entonces L[A]γ ⊆ L[A]α .
(ii) L[A]α es transitivo.
(iii) L[A] es transitiva.
(iv) L[A]α ⊆ Vα .
(v) L[A] ∩ α = L[A]α ∩ On = α.
(vi) Si α < β, entonces α, L[A]α ∈ L[A]β .
(vii) On ⊆ L[A].
(viii) Si α ≤ ω, entonces L[A]α = Vα .
(ix) Si ω ≤ α, entonces |L[A]α | = |α|.
(b) Demuestre que L[A] es un modelo interno de ZF.
9. Demuestre que la relación <• bien ordena las fórmulas de L.
10. Demuestre que la relación <∗ bien ordena la clase de las sucesiones finitas
de ordinales.
11. Demuestre que la relación <L bien ordena L.
12. Demuestre que existe una fórmula BO(x, y, a) en LTC tal que
ZF ` {(x, y)|BO(x, y, a) es un buen orden para L[a]}.

13. Demuestre AE L[A] .


14. Sea α un ordinal límite mayor que ω.
(a) Demuestre que para toda γ < α se tiene que: (Lγ )Lα = Lγ . Por lo
tanto, LLα = Lα .
(b) Demuestre que H(u, γ) es absoluta para Lα .
15. Demuestre que si α es un ordinal lı́mite mayor que ω, y X ≺1 L[A]α ,
entonces existen π, β únicos tales que
π:X∼
= L[π[A ∩ X]]β .
16. Demuestre que si A ∈ L[A]γ , γ < α, α < ω, α lı́mite y L[A]γ ⊆ X ≺1
L[A]α , entonces existen únicos π y β tales que
π:X∼
= L[A]β .
17. Demuestre que si V = L[A], donde A es un subconjunto de un cardinal
infinito κ, entonces 2λ = λ+ para todo cardinal κ ≤ λ.

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9. El universo construible

18. Un conjunto M es suceptible si es transitivo y satisface las siguientes


condiciones:
• (∀ x, y ∈ M)({x,
S
y} ∈ M);
• (∀ x ∈ M)( x ∈ M);
• ω ∈ M;
• (∀ x, y ∈ M)(x × y ∈ M);
• Si R ⊆ M es una relación definible mediante una Σ0 -fórmula con
parámetros en M, entonces (∀ x ∈ M)(R ∩ x ∈ M).
La teorı́a básica de los conjuntos TBC es aquella que parte de los siguientes
axiomas:
• Ext
• Ind: ∀~a(∀x((∀y ∈ x)Φ(y,~a) ⇒ Φ(x,~a)) ⇒ ∀xΦ(x,~a)), donde Φ es una
fórmula de LTC.
• Unión
• Inf
• Prod: ∀x∀y∃z∀u(u ∈ z ⇔ (∃a ∈ x)(∃b ∈ y)(u = (a, b)))
• Σ0 -Comp: ∀~a∀x∃y∀z(z ∈ y ⇔ z ∈ x ∧ Φ(~a, z)), donde Φ es una Σ0
fórmula de LTC.
(a) Demuestre que un conjunto suceptible es modelo de la teoría TBC.
(b) Una estructura hM, ∈, Ai es susceptible si M es un conjunto susceptible
y A∩u ∈ M para todo u ∈ M. Pruebe que para cualquier ordinal límite
α > ω, la estructura
hLα [A], ∈, A ∩ Lα [A]i
es suceptible.
19. Una función f : V n − → V es primitivo-recursiva (p.r) si está generada
(mediante composición) por los siguientes esquemas:
(i) f (x1 , . . . , xn ) = xi (1 ≤ i ≤ n);
(ii) f (x1 , . . . , xn ) = {xi , xj } (1 ≤ i, j ≤ n);
(iii) f (x1 , . . . , xn ) = xi − xj (1 ≤ i, j ≤ n);
(iv) f (x1 , . . . , xn ) = h(g1 (x1 , . . . , xn ), . . . , gk (x1 , . . . , xn )), donde h, g1 ,
. . . , gk son p.r. y donde
z ∈ h(y) ⇒ rg(z) < rg(y).
Las funciones generadas por los esquemas (i)–(v) se conocen como
rudimentarias y desempeñan un papel fundamental en la teoría de la
estructura fina.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

(a) Demuestre que las siguientes funciones son p.r.:


[
f (x1 , . . . , xn ) = xi (1 ≤ i ≤ n);
f (x1 , . . . , xn ) = xi ∪ xj (1 ≤ i, j ≤ n);
f (x1 , . . . , xn ) = {x1 , . . . , xn };
f (x1 , . . . , xn ) = (x1 , . . . , xn );
f (x1 , . . . , xn ) = ∅.
(b) Muestre que si la función f (y, x1 , . . . , xn ) es p.r., también lo es la
función g(y, x1 , . . . , xn ) = (f (z, x1 , . . . , xn ) : z ∈ y).
Una relación R ⊆ V n es p.r. si existe una función p.r. f : V n − → V tal
que
R = {(x1 , . . . , xn ) : f (x1 , . . . , xn ) 6= ∅}.
(c) Demuestre lo siguiente:
(i) Si f y R son p.r., también lo es
(
f (x1 , . . . , xn ), si R(x1 , . . . , xn )
g(x1 , . . . , xn ) =
∅, si ¬R(x1 , . . . , xn ).
(ii) R es p.r. si y sólo si χR (la función característica de R) es p.r.
(iii) R es p.r. si y sólo si ¬R es p.r.
(iv) Sean fi : V n − → V p.r. para i = 1,S. . . , m y Ri ⊆ V n p.r. para
i, . . . , m, tales que Ri ∩ Rj = ∅ para i 6= j y m n
i=1 Ri = V . Defina f : V
n

−→ V mediante
f (x1 , . . . , xn ) = fi (x1 , . . . , xn ) ⇔ Ri (x1 , . . . , xn );
entonces f es p.r.
(v) Si R(y, x1 , . . . , xn ) es p.r., también lo es
f (y, x1 , . . . , xn ) = {z ∈ y : R(z, x1 , . . . , xn )}.
(vi) Sea R(y, x1 , . . . , xn ) p.r. tal que
(∀ x1 · · · xn )(∃ !y)R(y, x1 , . . . , xn ).
Defina f mediante
(
z ∈ y tal que R(z, x1 , . . . , xn ), si existe tal z
f (y, x1 , . . . , xn ) =
∅, si no existe tal z.
Entonces f es p.r.

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9. El universo construible

(vii) Si R(y, x1 , . . . , xn ) es p.r., también lo es

(∃ z ∈ y)R(z, x1 , . . . , xn ).
S
Tm
(viii) Si R ⊆ V n son p.r. para i = 1, . . . , m, también lo son m
i=1 Ri y
i=1 Ri .
(ix) Las funciones (x)0 , (x)1 , dom(x), ran(x) son p.r.
(x) Las relaciones x = y y x ∈ y son p.r.
(d) Muestre que si f : V n − → V es p.r., existe una Σ1 -fórmula Φ de
LTC tal que

y = f (x1 , . . . , xn ) ⇔ Φ(y, x1 , . . . , xn ).

(e) Muestre que las funciones ordinales α + 1, α + β, α · β, αβ son p.r.


(f) Sea f (y, x1 , . . . , xn ) p.r. Mediante recursión, defina las funciones
ν
f , ν ∈ OR por

f 0 (y, x1 , . . . , xn ) = y;
f ν+1 (y, x1 , . . . , xn ) = f (f ν (y, x1 , . . . , xn ), x1 , . . . , xn );
[
f λ (y, x1 , . . . , xn ) = f ν (y, x1 , . . . , xn ), si Lím(λ);
ν<λ

Sea g la función

g(ν, y, x1 , . . . , xn ) = f ν (y, x1 , . . . , xn ).

Muestre que g es p.r.


(g) Muestre que la función cerradura transitiva CT (x) es p.r.
(h) Muestre que cualquier predicado definido por una Σ0 -fórmula de
LTC es p.r. [Sugerencia: Use inducción sobre fórmulas; utilice (c) (iii),
(vii) y (viii).]
(i) Muestre que las siguientes funciones son p.r.:
• f (u) = {x : Cte(x, u)};
• f (u =) = {x : Var(x)};
• f (u) = {x : Fml(x, u)};
• f (u) = {x : Sat(u, x)};
• f (u) = Def (u).
(j) Muestre que la función (Lν : ν ∈ OR) es p.r.

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

20. La teoría Kripke-Platek (KP) es la LTC-teoría cuyos axiomas son los de


TBC junto con el esquema de Σ0 colección, Σ0 -Col:
∀~a[∀ x∃ yΦ(y, x,~a) ⇒ ∀ u∃ v(∀ x ∈ u)(∃ y ∈ v)Φ(y, x,~a)],
donde Φ es un Σ0 -fórmula de LTC. Un conjunto admisible es un conjunto
susceptible M tal que para cualquier relación R ⊆ M × M definible
mediante una Σ0 -fórmula con parámetros en M, si
(∀ x ∈ M)(∃ y ∈ M)R(y, x),
entonces para cualquier u ∈ M existe v ∈ M tal que
(∀ x ∈ u)(∃ y ∈ v)R(y, x).
Muestre que un conjunto admisible es un modelo de KP.
21. Investigaremos el siguiente problema: conforme α varía entre los ordinales
límite, ¿cuántos conjuntos de L-enunciados son teorías de algún Lα ?
(a) Sea Σ el conjunto de todos los conjuntos de L-enunciados de la
forma
{ϕ :|=Lα ϕ}
para algún ordinal límite α. Muestre que
|Σ| ≤ |ω1L |.
¿Será cierto también que |Σ|L ≤ |ω1L |L ?
(b) Sea (ϕn : n < ω) la enumeración lexicográfica de los enunciados
de L como se hizo para encontrar un buen orden de L. Muestre que no
existe una fórmula ϕ(v0 ) de L tal que

|=Lα ϕn ⇔|=Lα ϕ(n).
[Sugerencia: Use diagonalización. Sea (ψn : n < ω) la enumeración
lexicográfica de las L-fórmulas cuya variables libres son a lo sumo v0 .
Considere la fórmula
“v0 es un número natural” ∧ ∃ k[“k es un número natural”
∧ (ϕk = ∗ψv0 (v0 )∗) ∧ ¬ϕ(k)],
donde ∗ψm (n)∗ denota la fórmula que se obtiene de ψm (v0 ) reemplazando
toda ocurrencia libre de v0 por el término que denota el entero n.]
(c) Muestre que |σ| = |ω1L |. [Sugerencia: Primero reduzca el problema
a demostrar que |Σ| > ω. Después suponga que |Σ|L = ω y sea T el <L -
menor subconjunto de ω × ω tal que (T [{n}] : n < ω) enumera todos los

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9. El universo construible

miembros de Σ mediante la enumeración (ϕn : n < ω) de L-enunciados


en (b). Ahora considere la L-teoría de LωL y busque una contradicción
1
con (b).]
Una solución alternativa a la pregunta original se puede obtener
exhibiendo un conjunto no acotado A ⊆ ω1L tal que siempre que α, β ∈ A
y α 6= β, entonces las teorías de Lα y Lβ son diferentes. Esto se puede
hacer como sigue:
(d) Haga
A = {α ∈ ω1L : Lím(α) ∧ todo elemento de Lα es definible
(sin el uso de parámetros) en Lα }.

Muestre que A no es acotado en ω1L .


(e) Muestre que si α, β ∈ A son distintos, entonces Lα y Lβ tienen
teorías diferentes. [Sugerencia: Use (b)].
22. Se sabe que es consistente con ZFE que todo árbol de Aronszajn es Q-
encajable (véase el Ejer. 7.71). Muestre que si V = L, existe un árbol de
Aronszjan R-encajable que no es Q-encajable. [Sugerencia: Tome como
elementos de T el conjunto de sucesiones inyectivas numerables de enteros,
cuyos rangos son cofinitos en ω, ordenadas por inclusión. Construya T
por recursión en los niveles para que satisfaga la siguiente condición: si
α < β < ω1 y s ∈ Tα y σ es un conjunto finito de enteros ajeno a ran(s),
existe t ∈ Tβ tal que s ⊆ t y σ ∩ ran(t) = ∅.
Use V = L para asegurar que si f : T − → A fuera un encaje, existiría
un ordinal límite α < ω1 tal que para cada x ∈ Tα , existe y ∈ T , y <T x
tal que f (y) = f (x).]
23. Suponga que V = L[A], donde A ⊆ ω1 . Pruebe que ♦ es válido.
[Sugerencia: Para cada ordinal límite α, sea (Sα , Cα ) la <L[A]∩α -menor
pareja de subconjuntos de α en L[A ∩ α] tal que Cα es un club en α y
Sα ∩ γ 6= Sγ para toda γ ∈ Cα , siempre que sea posible. Prosiga como en
la demostración de que ♦ es válido en presencia de V = L.]
24. (a) Suponga que V = L[A], donde A ⊆ ω1 . Pruebe que ♦+ es válido.
[Sugerencia: Defina δ : ω1 −→ ω1 por casos, dependiendo de A. Si
ω1 = ω1L[A∩ω1 ] para alguna α < ω1 , sea α0 el menor de tales α y
sea δ(α) = ω1 ∩ Mα , donde Mα es el menor con M ≺ Lω1 [A] y
α, α0 ∈ M. En otro caso, sea δ(α) = ω3L[A∩α] (que es numerable en

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

virtud de 23), y sea α0 = ω. Para α < ω1 , sea α̃ = máx{α, α0 }.


Defina Sα = Pot(α) ∩ Lδ(α) [A ∩ α]. Prosiga como en la demostración
de que ♦+ es válido, pero sólo hay un caso, y no dos, por considerar.]
(b) Pruebe que si no hay árboles de Kurepa, entonces ω2 es inaccesible
en L. [Sugerencia: Use (a), junto con un argumento de absolutez
concerniente a árboles de Kurepa.]
25. Demuestre que si M es transitivo, entonces cl(M) también lo es.
26. Demuestre que si M es una clase extensional y cerrado bajo las operaciones
de Gödel, y π es el isomorfismo dado por el teorema del colapso, entonces
π(Fi (X, Y )) = Fi (π(X), π(Y )),
para i = 1, . . . , 10 y para todo X, Y ∈ M.
27. Si M es un conjunto transitivo y Fi es una función primitiva de Gödel tal
que Fi (a, b) ⊆ M, entonces
Fi (a, b) = Fi (a ∩ M, b ∩ M).
28. Sean Fi una operación primitiva de Gödel, M un conjunto transitivo y
a, b ∈ Def(M). Pruebe que
Fi (a, b) ∩ M ∈ Def(M).
29. Muestre directamente que el primer cardinal (fuertemente) inaccesible no
es débilmente compacto. [Sugerencia: Suponga que κ es el primer cardinal
inaccesible y escriba fórmulas de Lκκ usando sólo las relaciones ∈, =˙ que
expresen:
(a) El universo está bien fundado y satisface el axioma de extensionalidad.
(b) Existe un ordinal más grande.
(c) Cada ordinal es numerable o accesible (es decir, singular o menor o
igual que la potencia de algún ordinal menor).
(d)γ El universo es cerrado respecto a subconjuntos de cardinalidad ≤ γ
(aquí se requiere un cuantificador universal ∀ (xξ )ξ<γ ).
Si Γ es {(a), (b), (c)} ∪ {(d)γ : γ < κ}, muestre que Γ no tiene modelo,
pero cualquier subconjunto de cardinalidad < κ tiene un modelo].
30. Muestre que los cardinales débilmente compactos (sin suponer que son in-
accesibles) deben ser débilmente Mahlo, débilmente hipermahlo, etcétera.
[Sugerencia: Suponga que A ⊆ α es un club pero no contiene cardinales

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9. El universo construible

regulares. Escriba Lαα -fórmulas con un símbolo adicional de 1-relación P


para expresar:
• El universo está bien fundado.
• P es una clase cerrada y no acotada de ordinales no regulares.
• P(δ) para cada δ ∈ A, es decir, ∃ x(φδ (x)∧P(x)), donde φδ (x) describe
a δ como en el ejemplo 10.3.
• Existe un ordinal más grande.
Muestre que este conjunto no tiene modelo pero que cualquier subconjunto
de cardinalidad < α tiene un modelo, así que α no es débilmente compacto.
Este proceso se puede continuar para obtener enunciados cada vez más
fuertes, sin límite (véase [Ha64])].
31. Muestre que si α = βγ para β, γ < α, entonces α no es débilmente
compacto. [Sugerencia: Suponga que f : α − → βγ es una biyección;
añada una 3-relación P a Lαα y escriba fórmulas que expresen:
• El universo está bien fundado y satisface extensionalidad.
• Para cada ordinal δ, P(δ, x, y) define una función gδ : γ −
→ β, si y sólo
si δ 6= δ0 , entonces gδ 6= gδ0 .
• Para cualesquier δ, ζ, η tales que f (δ)(ζ) = η, la fórmula

∃ x, y, z(φδ (x) ∧ φζ (y) ∧ φη (z) ∧ P(x, y, z)),

(donde φδ (x), etc., como en el Ej. 10.3).


• Existe un ordinal más grande.
Muestre que este conjunto de fórmulas no tiene modelo, pero si α
es regular, cualquier subconjunto de cardinalidad menor que α tiene un
modelo].
32. Demuestre que las siguientes afirmaciones son equivalentes.
(a) Para cualquier subconjunto U ⊆ Vκ , la estructura hVκ , ∈, Ui tiene un
extensión elemental propia hA, ∈ U 0 i, donde κ ∈ A y A es transitivo.
(b) Para cualquier n-relación R en κ, hκ, <, Ri tiene una Lκκ - extensión
elemental hα, <, Ri con κ < α.
33. Demuestre el teorema de Łoś para Lκκ lenguajes, tomando el ultraproducto
módulo un ultrafiltro κ-completo.
34. Demuestre que las siguientes afirmaciones son equivalentes:
(a) 0# existe.
L
(b) Para todo cardinal λ > ω, λ −→ (λ)<ω
2 .

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

L
(c) Para algún η, η −→ (ω1 )<ω
2 .
35. Demuestre que Vω es un modelo de ZF − Inf .
36. Muestre que Lω = Vω .
37. Sea (Hα : α ∈ OR) una jerarquía acumulativa y suponga que para cada α,
Def (Hα ) ⊆ Hα+1 . Demuestre que
[
H= Hα
α∈OR

es un modelo de ZF .
38. Sea M un término clase transitivo. Demuestre lo siguiente:
(a) Si M |= |X| ≤ |Y |, entonces |X| ≤ |Y |.
(b) Si α ∈ M y si α es un cardinal, entonces M |= “α es un cardinal”.
39. La operación clausura transitiva CT (x) es absoluta para modelos transitivos
de ZF .
40. Si M es un modelo transitivo de ZF y es un conjunto, entonces LM = Lα ,
donde α es el mínimo ordinal que no pertenece a M.
41. En el volumen II estudiaremos con detalle la jerarquía de Jensen que a
continuación definimos: sea (Jα : α ∈ OR) una jerarquía acumulativa
definida como:
J0 = ∅
[
Jα = Jβ α un ordinal límite
β<α
Jα+1 = cl(Jα ∪ {Jα }),
donde cl es la cerradura respecto a las operaciones primitivas de Gödel.
Muestre lo siguiente:
Jα es transitivo para toda α ∈ OR.
(a) S S
(b) α∈OR Jα es un modelo de ZF (así que L ⊆ α∈OR Jα ).
La fórmula K(α) = Jα es absoluta para L, y en consecuencia L =
(c) S
α∈OR Jα .
(d) La clase C = {α : Jα = Lα } es cerrada y no acotada.
42. Si M es un modelo transitivo de ZF , entonces Vω ⊆ M, por lo que “x es
finito” es absoluto para M.

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43. S
Si {Mi : i ∈ I} es una cadena de conjuntos transitivos adecuados, entonces
i∈I Mi es transitivo y adecuado.
44. Para toda β ≥ ω, existe α ≥ β tal que |α| = |β| y Lα es adecuado.
Aun más, si κ es un cardinal regular no numerable, entonces {α < κ :
Lα es adecuado} es un club κ.
45. Sea M un modelo transitivo de ZF− . Entonces M es adecuado.
46. Si α ≥ ω y X es un conjunto construible contenido en α. Muestre que
x ∈ Lβ , donde β es el menor cardinal en L mayor que α.
47. Si X ∈ L, entonces X ∈ Lα , donde α es el menor cardinal infinito en L
mayor que |CT (X)|L .
48. Si κ es un cardinal no numerable y regular en L, entonces Lκ es un modelo
de ZF− .
49. Si κ es inaccesible en L, entonces Lκ = VκL = Vκ ∩ L y Lκ es un modelo
de ZFE +(V=L).
50. Si Lα es adecuado y X ≺ hLα , ∈i, entonces X es isomorfo a algún
Lβ , β ≤ α.
51. Si Lα es adecuado, entonces el modelo hLα , ∈i tiene funciones de Skolem
definibles. Por lo tanto, para todo X ⊆ Lα , existe un modelo M ≺ hLα , ∈i
(el más pequeño posible) tal que X ⊆ M.
52. (V=L) Si M ≺ hLω1 , ∈i, entonces M = Lα para algún α.
53. (V=L) Si M ≺ hLω2 , ∈i, entonces ω1 ∩ M = α, para algún α ≤ ω1 .
54. Demuestre que la fórmula ϕ(x) ≡ “x es numerable” es Σ1 . También
pruebe que |X| ≤ |Y | y |X| = |Y | son Σ1 .
55. Muestre que la función CT (X) es ∆1 .
56. Si G es una Σn -función (n ≥ 1) y F se define por ∈-inducción usando G,
entonces F es una Σn -función.
57. La función F (x) = rg(x) es ∆1 .
58. Sea σ un teorema de ZF y P(x) una propiedad U-absoluta para todo modelo
transitivo de Σ; entonces P(x) es Σ1 . [Sugerencia: P(x) ⇔ ∃ M(M
transitivo, x ∈ M, M |= σ ∧ P(x)].
59. Demuestre que la siguiente función es primitivo recursiva y ∆1 .
hM, Ei 7→ {(ϕ,~a) : ϕ ∈ Fml(LTC),~a ∈ M n , hM, Ei |= ϕ[~a]}.

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60. Si M es un conjunto cerrado respecto a las operaciones de Gödel y la


función CT (X), entonces CT (X) es una ∆1 -función en M.
61. (ZFE ) Sea σ un teorema de ZFE tal que σ implica Ext, y sea P(x) una
propiedad U-absoluta para modelos transitivos de σ. Entonces P(x) es
Σ1 en HC. [Sugerencia: P(x) ⇔ ∃ M numerable tal que X ∈ M y
M |= σ ∧ P(x) ⇔ ∃ M numerable y transitivo, X ∈ M y M |= σ ∧ P(x)].
62. Si σ es Σ1 es un enunciado cierto en hHC, ∈i, entonces σ es cierto en
hHCL , ∈i.
63. Si M es un conjunto transitivo, entonces M ≺ 0 V .
64. Sea n un número natural. Para todo conjunto M0 existe M ⊇ M0 tal que
M ≺ nV .
65. Muestre que el orden <L bien ordena Lκ , κ ≥ ω con tipo ordinal κ.
66. Pruebe que si κ es inaccesible débil (en V ), entonces κ es inaccesible en
L. Deduzca que no podemos encontrar una demostración en ZF de la
existencia de cardinales inaccesibles débiles.
67. Muestre que los ordinales γ < ω para los cuales L ∩ Vγ = Lγ son
precisamente los cardinales para los cuales se cumple γ = ℵγ .
68. Demuestre que si Con(ZFE + “existe un cardinal inaccesible”) implica
Con(ZFE + ∀ α∃ β > α(Lβ |= ZF )).
69. Sean X un conjunto transitivo y Y ⊆ X. Decimos que Y es un subconjunto
de X definible pequeño,
S
si Y ∈ Def (X) y para alguna X ∈ Y , Y =
Pot(X) ∩ X o Y = X o Y = f [X] para alguna función f ∈ Def (X).
Muestre que si Def0 (X) es el conjunto de todos los subconjuntos de X
definibles pequeños, entonces Def0 (X) es ∆ZF
1 .
70. Suponga que X es un conjunto transitivo que tiene a ω como miembro.
Defina

T0 (X) = X
Tα+1 = Def0 (Tα (X))
[
Tλ (X) = Tα (X) para lím(λ)
α<λ
[
T = Tα (X).
α∈OR

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Demuestre que T (X) es un modelo de ZF y que si M es un modelo transitivo


de ZF , con X ∈ M, entonces T M (X) = T (X). Deduzca que T (X) es el
modelo más pequeño de ZF que contiene a X; en particular, si X = ω∪{ω},
entonces T (X) = Lξ0 , el modelo más pequeño de ZF. Concluya que no
podemos probar que Def0 (Tα (X)) ⊆ Tα (X) para ninguna X. [Sugerencia:
Muestre que TαM (X) = Tα (X) por inducción para toda α ∈ M y note que
Def0 (T M (X)) ⊆ T M (X), ya que éste es un modelo de ZF ].
71. Muestre que OD(X) y HOD(X) son ΣZF 2 , donde OD(X) si y sólo si para
alguna fórmula ϕ y ordinales α
~ , X es el único conjunto tal que ϕ(X, α
~ ) es
cierta. HOD(X) es la fórmula CT (X) ⊆ OD(X).
72. Sea X el término clase {Vα : α ∈ OR} y sea Y la cerradura de X respecto
a las funciones de Gödel. Muestre que Y = OD.
73. Demuestre que OD ∩ Pot(ω) = HOD ∩ Pot(ω) es el subconjunto más
grande de Pot(ω) con un buen orden definible.
74. El n-tipo de una n-nada a0 , . . . , an−1 de elementos de una estructura A es el
conjunto de L-fórmulas Φ(v0 , . . . , vn−1 ) tales que A |= Φ[a0 , . . . , an−1 ].
Decimos que A realiza el n-tipo Φ si A |= Φ. Muestre que si A es infinita,
entonces Teo(A) tiene modelos arbitrariamente grandes pero que realiza a
lo sumo λ n-tipos distintos, donde λ es la cardinalidad del lenguaje de A.
75. Muestre que para alguna teoría T (con un orden definible <) cualquier
0
estructura A modelo de T tal que <A es infinito, tiene una extensión
0
elemental A0 en el cual <A no está bien fundado. Deduzca que ningún
conjunto de axiomas de primer orden puede asegurar que una relación dada
es un buen orden en todo modelo de los axiomas, a menos que implique
que la relación es finita.
76. Un cardinal κ es un cardinal Rowbottom si siempre que A = hA, U, . . .i
es una estructura de un lenguaje numerable, |A| = κ, U ⊆ A y |U < κ;
entonces A tiene una subestructura elemental B = hB, U 0 , . . .i con |B| = κ,
|U 0 | ≤ ℵ0 . Muestre que todo cardinal Ramsey es un cardinal Rowbottom,
donde κ es un cardinal Ramsey si κ −→ (κ)<ω 2 . Demuestre que ω no es un
cardinal Ramsey.
77. Muestre que si existe un cardinal Rowbottom, entonces |Pot(ω)∩L| = ℵ0 y
que ℵ1 es inaccesible. [Sugerencia: Use la estructura hLκ , Pot(α) ∩ L, {β :
β ≤ α}i, donde κ es Rowbottom y α < ω1 , para probar que Pot(α) ∩ L

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es numerable y, por lo tanto, ω1 6= (α+ )L ; recuerde que HGCL , por lo que


los inaccesibles son inaccesibles débiles y viceversa].
78. Muestre que κ es un cardinal Rowbottom si y sólo si para cualquier
f : [κ]<ω −→ λ, donde λ < κ, existe un conjunto X ⊆ κ con |X| = κ tal

que |f [[X] ]| ≤ ℵ0 .

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Índice de símbolos

(X)n , 346 | · |, 74
(κ)n , 682 | σ |, 169
{a1 , . . . , an }, 31
A(u, v), 640 cl(M), 629
A, 170 [a]R , 40
A∗ , 194 cf (κ), 96
[A]κ , 150 ◦, 39
ℵ, 78 Comp, 32
ℵα , 78 a, 175, 176
ℵ0 , 78 s_ r, 604
AL , 176 AB , 35
AltT (t), 470 Φ |= ϕ, 196
Alt(T ), 470 |=L , 207
AM, 408 ConL (Φ), 214
[A]≤κ , 150 Const(φ, f ), 607
[A]<κ , 150 Con(T), 532
AP, 202, 244
c, 100
A0  L, 170
◦ (x, <), 40
a, 193 CT (x), 66
At(L), 177 Cte(x, u), 611
Aut{X} A, 268 Cte(x), 605
AutX A, 268 2, 408
AE, 33, 79 {a}, 31
V = L, 638 ∅, 31
c(X), 494
iα , 138
BF (A), 597
BO(R, A), 42 ς(α), 136
BOF (R, A), 43 Def(X), 620
Def0 (x), 720
hAα : α < κi, 283 ∆(A), 276
CAR, 76 ∆0k , 243
CARD, 76 ∆Tn , 586

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Índice de símbolos

h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni, 208 ⊥, 214


♦, 408, 440, 454, 456, 478 ⊥, 216

diag(A), 233, 294 f :A− → B, 292
diag+ (A), 233 ∆
f : A ,→ B, 292
♦1 , 444
F (x), 37
♦1 , 444
0

F [z], 35
♦κ (E), 441
Fa , 364
♦∗κ (E), 456
f [u], 39
♦f , 444
f −1 [v], 39
♦1F , 452
, v
♦1F , 452
0

J, v
♦‘F , 452 Fin(S), 367
♦l , 444 κ− → (µ)ρν , 487
♦‘, 444 κ− → (λi )ni<σ , 502
♦× , 444 → (λ)<ω
0 κ− σ , 501
♦× , 444 Fml(x), 610

♦ , 455 FmlΣ0 (φ), 618
♦+ , 456 FmlΣ0 (φ, u), 618
dom(·), 35 FmlΣn (φ), 619
2ℵ0 , 94 Fml(x, u), 611
d(X), 494 FmlΠn (φ), 619
Fml0 (L), 185
E(α, f ), 643
Fml(L), 177
L(~c), 232
Def Fmln (L), 185
= ,v f  u, 39
xI , 40 F, 168
⇔, 28 Fun(·), 35
≡, 293 f : A −→ B, 35
⇔, 176, 178 Fund, 32, 50, 61, 109, 202
≡, 262
A∗ , 174 ‫(ג‬κ), 434
Ex, 31 Υ, 208
∃, 28, 176, 178
hA, Ci, 171 H(α, x), 644
(B, f [M]), 193 HA, 595
(A, M), 193 HA, 595
Ext, 31 H(a), 77
HC, 595
F= , 606 HC, 100
F∃ , 606 HCS, 435
F∈ , 606 h : A ,→ A0 , 173
F¬ , 606 HF , 595
F∧ , 606 HGC, 103

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

h:A− → A0 , 173 Lib(φ, x), 612


H, 260 lib(ϕ), 185

R, 302 Límξ<λ αξ , 105
h:A∼ = A0 , 173 ◦
L(M), 193
H(κ) , 578 | w |, 174
HK, 482 LTC, 27
HOD , 581, 583 LZ, 80
HOD (M), 598
HS, 468 A |= ϕ, 189
H(X), 335 |=, 187
H(X), 335 A∗ |= ϕ, 194
A |=II ϕ, 200
=, 28, 172
|=u φ, 617
=,
˙ 176
A |=I ϕ, 200
≈, 604
ModL (Φ), 201, 274
⇒ , 28, 176, 178 ◦
V∆ , 292 M, 193
ínf x, 41
Inf, 32 n, 48
∆ N, 48
Tα Aα , 423 NBG, 34
a, 31
t A [β], 186 ¬, 28
t A (~a), 194 ksk, 604

=, 41, 173
∨, 28, 176, 178
K(u, w), 642 OD , 581
K, 168 W (M), 598
OD
ϕ , 179
i<n i
L, 175 ω, 48, 78
LAra , 326 ωα , 78
L(C), 222 OLE(R, A), 42
LAr , 202
L(A), 170 P(x, y), 639, 640
LEq , 201 2, 174
LGr , 202 Par, 31
Lκκ , 178 (S, U), 385
L, 611 (a, b), 31
LV , 604 PBO, 80
LX , 611 pcf, 157
LOLD , 203 ∈, 28
Lωω , 178 Φ(v1 , . . . , vn ), 30
L(T), 312 ΦAP , 202
L∅ , 201 Φcac , 289
L∗ , 334 Φcamp , 285

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Índice de símbolos

ΦW , 526 RBF (R, A), 64


ΦEq , 201 R, 93
ΦGr , 202 Reemp, 32
ΦAGr , 202 (Reemp)loc , 572
ϕ=n , 201, 276 (=), 205
Φ∞ , 201 (⊆), 206
ϕ≥n , 201, 276 ¬1, 205
Φ|= , 289 ¬2, 205
ΦOLD , 203 RI, 205
Φ{vj /vi }, 31 ∀1, 205
ϕW , 526 ∀2, 205
ϕx , 223 ∧1, 205
Φ((x)0 , ~z), 592 ∧2, 205
Φ((x)1 , ~z), 592 ∧3, 205
Φ((x)ni , ~z), 592 Rel(·), 35
Φ(x(y), ~z), 592 v, 218
Π00 , 243 R  A, 35
Π1 , 295 rg(·), 73
Πn , 586 R, 168
Π0k+1 , 243
πR , 566 Sat(u, φ), 614, 617
ΠTn , 586 Sat(Φ), 196
Pot(a), 31 A |= ϕ[β], 187
Comp, 32 A |= ϕ(~a), 195
AI /F , 379 sc, 294
~, 456 v, 175
Prim(x, u), 611 Σ00 , 243
Prim(x), 605 Σ0k , 243
~(S), 457 Σn , 586
a × b, 31 ΣTn , 586
Q
x , 40 σ, 168
i∈I i
A × B, 263 ≺ , 301
Q
Ai , 376 ≺ ∆ , 300
i∈I
Q h~aiA , 233
A /F , 378
i∈I i hY iB , 199
`H , 261
Sucefin(x), 606
`L , 207
Sucf(x, y), 639
ψ(A), 234
suc(S), 111
ψ(A, ~c), 234
Suc(u, a, n), 608
hx0 , . . . , xn i, 603
Q, 93
♠, 466
ρ Φ , 115 Sα,β , 143
η
ran(·), 35 µ^ , 130

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado


κλ , 164 x, 604
`
sup x, 41
ϕ{x/s}, 190 V 28, 176
∧,
ϕ , 179
i<n i
Sust(φ0 , φ, v, t), 613
t{x/s}, 190 Z, 596
S(X), 494 Z, 93
∗ ZF , 33
t A , 194 ZF 2 , 115
τ, 168 ZFE , 31
T∆ , 290 ZF − , 33
TEC, 31 ZF 1 , 115
Teo∆ (K), 290
Teo(K), 290
TeoL (K), 290
Teo(N), 244
{x : Φ(x)}, 34
tˆ, 470
Tm(L), 177
Trans(x), 66
♣, 452, 454
TV, 303
t W , 538
Q
S i∈I Ai /U, 363, 376, 379
a, 31
Unión, 31
∀, 28, 176

V , 34
Vα , 71
V (α, A), 597
|= ϕ, 196
kϕ(~a)k, 377
β, 186
β(vn /a), 187
Var, 189
var(ϕ), 185
vn , 176
vn , 28
var(t), 184
Var(x), 605
V, 72, 577

X(κ) , 495

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Índice

G-fórmula, 635 válido, 262


G-función, 634 aritmética
consistencia de la, 564
absolutez de Peano, 247, 328
de cardinales, 558 aritmética
de fórmulas, 540 cardinal, 84
de un término, 550, 552, 558 ordinal, 88
del rango, 557 axioma
álef, 81, 126, 146, 166 de fundación, 581
alfabeto, 178, 179 independencia de un, 564
altura constructibilidad, 642
ordinal, 75 de comprensión, 35, 39
árbol, 474 de elección, 167, 233
altura, 474 de elección, 36, 41, 83, 118
anticadena, 476, 484 de elecciones dependientes, 120
cadena, 474 de existencia, 34
de Aronszajn, 476, 485, 504, 521 de extensionalidad, 34
de Cantor, 475 de fundación, 36, 41, 112
de Kurepa, 485, 486 para los naturales, 53
de Souslin, 478, 482, 484 para ordinales, 64
encajable, 485, 527 de infinito, 35
especial de par, 34
de Aronszajn, 485 de potencia, 35
κ-, 475 de reemplazo, 35, 39, 40
límite único, 475 de unión, 34
normal, 475, 483, 485 reemplazo local, 576
rama, 474 axiomas
cofinal, 475, 484 de la teoría de conjuntos, 31
ramificado, 493 axiomatización
(θ, λ)-, 475 finita, 579
trayectoria, 474
argumento borde, 271

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Índice

buen orden, 116, 117, 234 medible, 375, 376, 693


fórmula de LTC, 46 producto, 104
fuerte, 45, 68 Ramsey, 506, 725
regular, 99, 101, 138, 150, 602
cálculo Rowbottom, 725
de secuencias, 208, 217 singular, 99
reglas, 208 sucesor, 99
cadena, 178 suma, 104
de modelos, 286 cardinalidad, 78, 84
elemental de modelos, 408 propiedades, 78
campo, 289 ccna, 467
algebraicamente cerrado, 289, 291, 322, celularidad, 498, 522
324 cerradura
característica, 322 algebraica, 323
de caracteristica 0, 388 deductiva, 293
extensión, 289 pura, 509, 510
formalmente real, 388 transitiva, 69, 602
ordenado, 397 cerradura de Gödel, 633
real cerrado, 397 clase, 37
separablemente cerrado, 388 axiomatizable, 204, 281, 282
cardinal cerrada
acotado, 439 respecto a equivalencia elemental, 386
ℵ0 -medible, 376 respecto a ultraproductos, 386
aritmética, 85 cerrada y acotada, 413
Lλω -compacto, 696 de equivalencia, 43
compacto de modelos, 204
fuerte, 694 axiomatizable, 280, 288
débilmente de campos, 289
compacto, 502, 504, 694 de conjuntos infinitos, 205
inaccesible, 149, 422, 521 de grupos, 205
del continuo, 105 de grupos abelianos, 205
exponenciación, 132, 162, 168, 437 de la aritmética de Peano, 206
exponenciación, 103, 106 de ordenes lineales densos, 206
fuertemente de relaciones de equivalencia, 205
inaccesible, 150, 502, 520, 584 de todos los modelos, 284
hipermahlo, 521 ∆-elemental, 281, 282, 386
inaccesible, 150, 153, 154, 157, 161, elemental, 281, 283, 360, 361, 386
536, 602 elementalmente equivalente, 386, 408
κ-inaccesible, 494 finitamente axiomatizable, 281, 284, 360
límite, 99, 602 normal, 413, 415
fuerte, 138, 150, 439, 504 operaciones, 38
Mahlo, 504 ordinal, 59
fuerte, 520 propia, 37

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

reflejo, 575 inconsistente, 217, 218


relación de orden, 45 maximal consistente, 221
seudoelemental, 393, 408 satisfacible, 220, 226, 234, 236, 279
transitiva, 59 de Henkin, 220, 221, 224, 231, 232
club, 424, 426, 434, 436, 443, 445, 448, Dedekind-infinito, 115
518 deductivamente cerrado, 293
en [λ]<κ , 467, 468 definible, 238, 239, 273, 305
filtro, 521 con parámetros, 305
cofinalidad, 99, 105 parámetro, 238
relativización de la, 562 primer orden, 239
colapso definible por ordinales, 585
de Mostowski, 571, 600 delgado, 465
color, 507 dirigido, 699
coloración, 433, 447 equipotente, 78, 118
canónica, 491 estacionario, 428–430, 432, 435, 441,
colores, 433 442, 519, 520
completación en [λ]<κ , 467, 469
de un conjunto ordenado, 48 juego, 433
concatenación, 180 η1 , 397
conjunto, 36 finito, 84
X-definible, 624 hereditariamente finito, 582
acotado, 47 hereditariamente numerable, 582
por abajo, 47 hereditario, 582
por arriba, 47 homogéneo, 490
adecuado, 650 simultaneamente, 506
admisible, 718 inductivo, 51
bien infinito, 35, 84, 370, 374
fundado, 44 intersección, 34
ordenado, 45, 46 linealmente
coestacionario, 465 ordenado, 502
cofinal, 99 linealmente ordenado, 678
completo, 48 minimal, 239
construible, 625 operaciones, 34
cubierta, 155 ordenado
de enunciados isomorfismo, 44
deductivamente cerrado, 315 parcialmente ordenado, 43, 474
consistente, 295 pequeño, 461
de fórmulas potencia, 111
consistente, 217, 218, 220, 226, 231, recursivo, 246
234 satisfacible, 200
deductivamente cerrado, 294 solución, 238
equivalentes, 293 susceptible, 715
finitamente satisfacible, 236 transitivo, 52

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Índice

unión, 34 de constantes, 227


vacío, 34 encaje, 200, 201, 237, 270, 297, 305, 314,
consecuencia, 208 327
lógica, 199 canónico, 392
consistencia, 536 elemental, 297, 408
absoluta, 564 entre estructuras, 177
de ZFE, 539 natural, 389, 409
relativa, 563 enunciado, 189, 237, 298
de ZF − Fund + ¬AE , 601 atómico, 237
de la aritmética, 564 consistente, 293
de ZF − , 582 de Horn, 269
de ZFE, 585 independiente, 266
del axioma de fundación, 581 primitivo, 237
principio de, 589 envolvente
constante de Skolem, 339
adición, 280 escala, 432, 448
contradicción, 218 sistema, 432, 447
coordenadas espacio
polares, 113 calibre, 421, 422
cortadura, 49 conexo, 122
de Dedekind, 49 de Hilbert, 520
cota de Tikhonov, 421
inferior, 44 hausdorff, 286
superior, 44 vectorial, 272
criterio espectro, 269
de Pontryagin, 509 esquema
cuantificador, 182, 189, 194 inductivo
acotado, 247 ∈, 69
alcance, 188 estrategia
ganadora, 434
∆-sistema, 419, 518
densidad, 498 estrella de Kleene, 178
derivación, 212, 227 estructura
diagrama, 298, 315 de los modelos no estándar, 329
de Robinson, 236 elementalmente equivalente, 297, 314,
elemental, 303 326, 362
dominio, 38 isomorfa, 177
lenguaje, 178
elemento matemática, 174
maximal, 44 minimal, 239, 272
mayor, 44 O-minimal, 272
menor, 44 producto, 266, 272
minimal, 44 directo, 407
eliminación reducto, 201

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

∈-término, 529 de LTC, 111, 118


η1 -conjunto, 397 fórmulas
expansión atómicas, 32
de Skolem, 338 de LTC, 32
elemental, 305, 314 familia
exponenciación ajena, 435
de cardinales, 87 máxima, 423
de ordinales, 89 carácter
extensión finito, 118
elemental, 305 casi ajena, 423, 424, 442, 466
por definición, 318, 321, 358 celular, 498, 500
de funciones
fórmula, 181, 182, 184, 193, 201 casi ajena, 441
ΣTEC
0 , 542 de Kurepa, 486
absoluta, 539 κ-filtración, 431, 445
atómica, 181, 183 filtración, 510, 522
de Bernstein, 130, 132 continuidad, 431
de Horn, 268 estandar, 510
de recursión filtro, 368, 370, 382
de Hausdorff, 127, 152 cofinito, 370
de Tarski, 129, 147 de los cofinitos, 368
deducible, 211, 212 en [λ]<κ , 467
∆0 , 602 máximo, 369
∆n , 602 maximo, 368
demostrable, 211 principal, 368
generalizada trivial, 368
de Hausdorff, 129 forma
interpretación, 190 normal
lógicamente de Cantor, 92
equivalente, 266 disyuntiva, 251
modelo de, 190 prenexa, 251
normal, 634 fórmulas
parámetro, 191, 239 equivalentes
positiva, 266 respecto a satisfacción, 253
primitiva, 181 función
relativizada, 530 colapso, 570
Πm n , 247 continua, 144, 413
Σm n , 247 continuo, 437, 439
satisfacible, 200 ς, 141
universalmente válida, 200 de orden, 415
fórmulas diferenciable, 307
equivalentes, 238 elemental, 297, 303, 304, 306
fórmula respecto a estructuras, 311

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Índice

Gimel, 438 del continuo, 103


normal, 412, 414, 415, 417 generalizada
representación, 417 del continuo, 106, 107
regresiva, 429 hiperreales, 306
función, 38, 42 homomorfismo, 200, 201, 272, 569
aproximación, 54, 65, 72 entre estructuras, 176, 236, 237
biyectiva, 42, 102, 104, 115 fuerte, 361
clase, 40 huéco, 520
compatible, 114 hueco, 47
continua, 109
de Baire, 116 ideal, 461
imagen, 42 normal, 461
inversa, 42 imagen
inyectiva, 42 homomórfica, 270
normal, 109, 111 independencia
rango, 76, 118 de Pot, 584
propiedades, 76 inducción
restricción, 42 en fórmulas, 186
sobre, 42 en términos, 185
suprayectiva, 42 ínfimo, 44, 114
funciones infinitesimal, 306
de Skolem, 338 interpretación, 190, 208, 266
incorporadas, 339 intersección
diagonal, 426, 467
gráfica, 271
intervalo, 471
grupo
invariante
cíclico, 272
Γ, 522
libre
isomorfismo, 44, 100, 117, 167, 270
de torsión, 282
entre estructuras, 177
localmente
propiedades, 57
libre, 508
puro, 522
separable, 508, 522 jerarquı́a
hereditariamente, 508 de von Neumann, 74, 116
κ-, 508 propiedades, 74
jerarquía
hipótesis acumulativa, 573
de Kurepa, 486 de Veblen, 414, 416
de los cardinales singulares, 439, 440 de von Neumann, 536
de Souslin, 472 juego, 433
del continuo, 457, 462, 521 abierto, 434
generalizada cerrado, 434
del continuo, 147, 152, 163, 167, 472 determinado, 434, 435
hipótesis en árboles, 523

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

lógica matriz, 251


de segundo orden, 280 medida, 376
lı́nea bivaluada, 376
de Souslin, 473 modelo, 190, 192, 200, 208, 222, 278, 279
lema cadena, 286, 291
de relativización, 542 de Henkin, 224, 235
de coincidencia, 191 elementalmente equivalente, 311
de la raíz, 419, 518 encajable, 389
de Tarski, 359 estándar de la aritmética, 328, 329
de Zorn, 83, 120, 233 finito, 311
del diagrama, 237, 298, 362 infinito, 278, 279, 282, 294, 313
del modelo, 530 lema del, 530
fundamental de modelos internos, 564 no estándar de la aritmética, 328, 329
lenguaje, 181, 189, 193, 220, 278 numerable, 325
cardinalidad, 179 transitivo numerable, 588
compacto, 691 unión, 287
con igualdad, 180 modus ponens, 216
de primer orden, 178
de una teoría, 316 número
estructura, 236 de Hartog, 117
expansión, 198, 236 de Souslin, 498
formal, 31, 178, 179 ordinal, 116
infinitario, 181, 690 números
Lλκ , 690 beth, 142, 145, 148
LTC, 31 propiedades, 143
teoría de grupos, 193 naturales, 116, 269
leyes primos, 270, 271
de De Morgan, 217 racionales, 272, 323, 492
límite reales, 116, 174, 269, 306, 492
directo, 699 caracterización, 472
literal, 201, 298 número
longitud cardinal, 79, 84
de palabra, 178 operaciones, 80
de Hartog, 80
método ordinal, 59, 62
de modelos internos, 565 números
módulo naturales, 50
fuertemente operaciones, 55
κ-libre, 509 reales, 103
generado nivel
<κ , 508 de uncampo, 388
libre números
κ-, 508 racionales

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Índice

diádicos, 124 de reflexión


de Levy, 575
operación de transferencia, 394
sucesor, 51 del buen orden, 83, 119
operaciones de Gödel, 633 ♦, 521, 526
primitivas, 633 ♦0 (E), 526
orden ~, 521
completo, 471 diamante, 445, 460
denso, 471 problema
Kleene-Brouwer, 115 de Souslin, 471, 472, 678
lineal, 43, 114, 115, 326 producto
parcial, 43, 113, 120 cartesiano, 42, 112, 117, 380
total, 43
de cardinales, 85
ordinal
de ordinales, 89
aritmética, 116
directo, 380
cerrado, 435
de estructuras, 407
exponenciación, 90
reducido, 382
lı́mite, 63, 116
propiedad
multiplicación, 89
de la intersección finita, 368, 369, 374,
sucesión, 108
378
sucesor, 63, 88
de Sosulin, 472
suma, 88
proyección, 510
palabra, 178 prueba
par de Loś-Vaught, 321
ordenado, 34 de Tarski-Vaught, 307, 313, 322
paradoja formal, 212, 214
de Skolem, 313 punto
pareja fijo, 110, 111, 414
ordenada, 112 límite, 425
uniformizante, 447
partición, 491 raíz, 419
canónica, 491 rango, 38, 76
polinómio absolutez del, 557
minimal, 292 recursión
prefijo, 251 en fórmulas, 187
primer en términos, 187
argumento diagonal de Cantor, 78 reducto, 279
principio reflexión
C(S), 521 para LTC, 574
de conservación de Łos-Tarski, 302 principio de, 576
de las cajas, 419 principio de Lévy, 575
de Leibnitz, 306 principio restringido, 578
de predicción, 444 principios de, 572

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

regla restricción, 38
de casos, 209 retracción, 270
de conjunción
primera, 208 símbolo
segunda, 209 de constante, 172
tercera, 209 de función, 172
de contradicción, 209 de LTC, 31
de igualdad, 209 de relación, 172
de inicio, 208 no lógico, 173
de monotonía, 209 satisfacción, 191
del cálculo de fórmulas, 191
de secuencias, 210 segmento
derivable, 267 inicial, 58, 474
segundo
derivada, 215
argumento
universal, 209
diagonal de Cantor, 97
válida, 267
semántica, 189
válida, 208, 211
signatura, 172, 174, 236, 239
reglas
finita, 265
del cálculo
sistema
de secuencias, 209
de escalas, 523
relación
definidor, 241
elementalmente definible, 269
dirigido, 699
flecha, 491, 501, 505
subárbol, 474
Πmn , 247
subestructura, 175
Σmn , 247
elemental, 305, 307, 309, 312, 389
relación, 38, 42
generada, 202, 236
antisimétrica, 43
subfórmula, 185, 266
bien
submodelo
fundada, 59, 66
elemental, 305
binaria, 43, 112
Sucefin(x), 609
de equivalencia, 43 sucesor, 88
funcional, 35 suma
reflexiva, 43 cardinal, 84
simétrica, 43 débil, 135, 137, 139, 156, 164, 166
total, 43 ordinal, 88
transitiva, 43 superestructura, 175
relación supremo, 44, 114
asimétrica, 118 sustitución, 193, 226
relativización, 529
de la cofinalidad, 562 término, 180, 182, 193, 201, 265
de cardinales, 558 Σ0 -cerrado, 566
de un término, 542 absoluto, 550, 552, 558
de una fórmula, 530 casi universal, 566

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Índice

cerrado, 197, 236 de completud


equivalente, 222 de Gödel, 235, 236
interpretación, 190 del cálculo de secuencias, 235
variables en, 188 de correctud, 211
término de Erdös-Dushnik-Miller, 506
clase, 38, 112, 144 de Erdös-Rado, 493, 495
teorı́a de existencia
de Zermelo, 600 de modelos, 234
teoría, 294, 309, 362, 386 de finitud, 235
categórica, 321 de Fodor, 429, 523
completa, 295, 310, 315, 321 de Heine-Borel, 285
conservativa, 316, 317 de Herbrand, 257, 258
consistente, 563 de Hessenberg, 93
∆ de incompletud
de una clase, 295 de Gödel, 247
de Bernays-Gödel, 37 de inducción
de campos, 288, 324, 408 en buenos ordenes, 56
de conjuntos infinitos, 205
en los naturales, 51
de grupos, 266
en ordinales, 64
de los campos
en relaciones bien fundadas, 71
algebraicamente cerrados, 322
de isomorfismo
de relaciones de equivalencia, 266
primer, 569
de Skolem, 338
segundo, 570
elemental
de Jensen, 482
de conjuntos, 34
de König, 101, 104
extensión, 316
por definición, 316 de König (árboles), 475
finita, 310 de Keisler-Shelah, 387
incompleta, 296 de Kleene, 247
lógicamente equivalente, 361 de Kurepa (en árboles), 478
pcf, 162 de Löwenheim-Skolem, 313
Π2 -, 288 creciente, 279
TEC, 34 creciente para ≺ , 314
totalmente categórica, 321 decreciente, 235
Zermelo-Fraenkel-Axioma de elección, decreciente para ≺ , 312
34 de Ramsey, 328, 490
teorema, 189 finito, 492
de Keisler-Shelah, 387 de recursión, 191
Cantor-Schröder-Bernstein, 78 de recursión
de Lós, 384 en los naturales, 54, 114
de Baire, 680 en ordinales, 122
de Cantor, 117, 325, 472 en relaciones bien fundadas, 71
de compacidad, 219, 235, 385 de representación

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Conjuntos y modelos. Curso avanzado

de conjuntos parcialmente ordenados, valor


45 booleano, 381
de Silver, 436, 441, 524 valuación, 190, 196, 199, 200, 234, 238
de Skolem, 328 variable
de Tarski, 370, 399 acotada, 32, 188, 273
del colapso de Mostowski, 600 compatible, 194, 196
del ∆-sistema, 420 libre, 32, 188, 273
término en una fórmula, 188
clase, 37
testigo, 268
tipo
ordinal, 59
topología, 285
del orden, 121, 520, 678
producto, 499

ultrafiltro, 369, 370, 389, 461, 520


ℵ0 -completo, 374, 405
ℵ0 -incompleto, 374, 378, 405
de Ramsey, 403
κ-incompleto, 375
κ-completo, 375, 376, 404
κ-incompleto, 377
no principal, 369, 371, 374, 375, 380,
390
p-punto, 403
principal, 369, 370, 390, 403
producto, 403
regular, 378, 380
uniforme, 373, 374, 378, 380, 391, 407
ultrapotencia, 383, 389
ultraproducto, 367, 380, 381, 383, 384,
386, 404
unión
diagonal, 429
unión
conjuntos
numerables, 95
universo
constructivo, 588
universo construible, 625
universo de conjuntos V, 37, 39, 111

vértice, 271

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