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Bibliografía 731
Índice 745
Contenido
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Introducción
La obra que el lector tiene en sus manos surge por las siguientes razones.
Los autores han impartido el curso de teoría de conjuntos en numerosas
ocasiones (incluso con otros nombres, ante la ausencia de cursos de Teoría
de Conjuntos II, III, etc.) en la uami y la unam. En el nivel de licenciatura, es
usual que los estudiantes no puedan seguir un texto en inglés o alemán, de modo
que su estudio se ve dramáticamente limitado. Por supuesto que este problema
es válido no sólo en la teoría de conjuntos, sino en muchas otras disciplinas.
Pero aun en el caso del posgrado, en que los alumnos suelen dominar un idioma
extranjero, es difícil encontrar un texto de teoría de conjuntos que tome a los
alumnos de la teoría elemental y los lleve a entender los nuevos avances en el
área, es decir, un texto de nivel avanzado, que es como nosotros clasificamos
este libro. En consecuencia, pretendemos cubrir dos carencias en la literatura
disponible: un texto en español y, lo que es más importante, una obra que
permita al estudiante de posgrado obtener los conocimientos necesarios para
incorporarse a la investigación. Un libro que no obligue al lector a buscar
nociones, técnicas o resultados previos en un sinfín de revistas o libros, sino
que permita la adquisición gradual pero continua de las ideas necesarias para
cada etapa del aprendizaje.
El presente texto se ha utilizado en numerosos cursos, principalmente en la
uam, en donde se ha retroalimentado con las opiniones de los alumnos, lo que ha
permitido incluir el material necesario y realizar las modificaciones pertinentes.
Otra razón para escribir este libro fue la necesidad de cubrir algunos temas
que casi no se encuentran en otros textos ([Am97] o [Her98], por citar algunos),
o que sólo aparecen en artículos de investigación inaccesibles, por su nivel, para
el lector promedio. Además, el texto es concebido como el primer volumen
de una serie que pretende exponer temas avanzados de la teoría de conjuntos,
fundamentalmente la teoría de modelos internos o modelos núcleo, que ha
merecido gran atención de los estudiosos de la teoría de conjuntos, en buena
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Capítulo Requisito
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5 4, 2
6 2, 4, 5
7 4, 4, 5
8 4, 5
9 4, 5, 8
Def
Usamos la siguiente simbología: = para denotar una definición, J para
marcar el fin de una demostración parcial dentro de una prueba, y 2 para sig-
nificar el fin de una demostración. La notación ∃ !xΦ se lee: existe un único
elemento que satisface la fórmula Φ.
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CAPÍTULO 1
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Das Unendliche hat wie keine andere Frage von jeher so tief das Gemüt
des Menschen bewegt; das Unendliche hat wie kaum eiene andere Idee
auf den Verstand so anregend und fruchtbar gewirkt; das Unendliche
ist aber auch wie kein anderer Begriff so der Aufklärung bedürftig.1
D. Hilbert [Hil25]
Con este apartado queremos conformar un pequeño homenaje a Georg Cantor,
fundador de la teoría de conjuntos, y describir brevemente la historia de la
teoría, al menos en lo que a este libro concierne.
1. Introducción
Más de 100 años han transcurrido desde que apareció la sexta y última parte del
trabajo monumental de Cantor en el Matematische Annalen, Über unendliche
lineare Punktmanichfaltigkeiten. Con este trabajo nació la teoría de conjuntos
y con ella se generó una nueva concepción del infinito en las matemáticas,
concepción que toma forma en la teoría de números transfinitos de Cantor.
Esta teoría fue catalogada por Hilbert como el fruto más maravilloso del
pensamiento matemático y, de hecho, uno de los más grandes logros de la
actividad intelectual humana.
En un principio la teoría de conjuntos fue despreciada e incluso rechazada,
pero al final del siglo xix comenzó a tener algún reconocimiento y uso. Al
conocerse las paradojas de nuevo sufrió rechazo y se puso en duda, pero a pesar
de los obstáculos logró imponerse, y en su forma axiomática actual es uno de
los fundamentos de las matemáticas. La supervivencia de la teoría se debió en
gran medida a la perseverancia de Cantor y a su titánico trabajo.
Los conjuntos sobre los que versa la teoría tienen, en los casos interesantes,
una cantidad infinita de elementos. El concepto de infinito era, sin embargo,
fuente de suspicacias desde la antigüedad. Se conocen las paradojas de Zenón de
Elea (Aquiles y la tortuga). La construcción del continuo a partir de los puntos
que contiene causaba gran desconfianza. El mismo Aristóteles se manifestó
en contra del infinito “real”, pues se consideraba que sólo Dios era apto para
tales ejercicios mentales. Para Galileo y sus contemporáneos era demasiado
1
El infinito ha motivado de manera tan profunda la voluntad de los hombres como ninguna
otra pregunta hasta ahora; el infinito ha influido tanto y tan fructíferamente en el intelecto como
casi ninguna otra idea; pero el infinito también requiere más esclarecimiento que ninguna otra
noción.
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2. La vida de Cantor
Georg Cantor nace el 3 de marzo de 1845 en San Petersburgo, Rusia. Su padre,
George Woldemar Cantor (nacido en Kopenhagen, Dinamarca), un acaudalado
negociante, tenía en esa ciudad un comercio que dirigía desde 1838.
La madre de Georg, Marie Böhm, pertenecía a una familia muy conocida de
artistas, directores de orquesta, pianistas y violinistas. Por cierto que mucha
de esta información se conoce por una situación muy especial. El gobierno de
Hitler ordenó una investigación sobre los antecesores de Cantor, pues se tenía
la sospecha de que era de origen judío. La investigación no encontró ningún
antepasado de tal religión, y de hecho Cantor fue protestante ([PurIl87]).
G. Cantor asistió a la escuela elemental en San Petersburgo y en el año
de 1856 la familia se traslada a Alemania, específicamente a Frankfurt am
Main. En Wiesbaden y Frankfurt, Cantor asiste a la escuela secundaria y
preparatoria. En esta última manifiesta por primera vez su intención de estudiar
matemáticas, lo que es desaprobado en forma tajante por su padre, quien suponía
que la ingeniería era una profesión económicamente más segura. Durante algún
tiempo Cantor asiste en Darmstadt a la escuela superior de ingeniería, pero logra
convencer a su padre de que su verdadera vocación son las matemáticas y en
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convergen al mismo valor para cada x; Cantor restó ambas series para obtener
una representación del 0 también convergente para cada x:
0 = c0 + c1 + c2 + · · · + cn + · · · , (3)
donde c0 = 21 , y c0 = cn sen nx + cos nx.
Un mes antes Cantor había publicado un resultado preliminar ([Can72a]):
Teorema. [Cantor-Lebesgue] Si dos sucesiones infinitas a1 , a2 , . . . , ai , . . .
y b1 , b2 , . . . , bn ,. . . se comportan de tal manera que el límite de an sen nx +
bn cos nx es igual a cero para n creciente y todo valor de x en un intervalo dado
(b < x < a), entonces an y bn convergen a 0 conforme n crece.
En consecuencia, Cantor podía concluir que la representación de 0 involucra
una serie trigonométrica cuyos coeficientes cn y dn , con índice creciente, se
vuelve arbitrariamente pequeña. El teorema de unicidad quedaría probado si
Cantor demostraba que los coeficientes cn y dn eran idénticamente cero para
cada índice. De acuerdo con Riemann, Cantor construyó la función
x·x cn
F (x) = c0 − c1 − · · · − − ··· (4)
2 n·n
La función de Riemann F (x) no sólo es continua en la vecindad de cada x;
también su segunda derivada
F (x + α) + F (x − α) − 2F (x)
Lím
α−→0 α·α
tiende a cero cuando α disminuye.
Cantor observó que el teorema de unicidad se deducía fácilmente sólo si
el corroboraba que F (x) es lineal. De hecho, el 17 de febrero de 1870 escribe
a Schwarz preguntándole si tenía alguna forma de deducir que la función de
Riemann debía tener la forma F (x) = cx+c0 . Schwarz confirma esta suposición
([Schw90], pp. 341-343).
Cantor reformula 4 mediante la definición F (x) = cx + c0 para obtener
x·x c2 cn
c0 − cx − c0 = c1 + 2 + · · · + 2 + · · · (5)
2 2 n
Se reescribe este resultado como
x·x X
c0 − cx − c0 = (an sen nx + bn cos nx)/n2 .
2
Es claro que para que (an sen nx + bn cos nx)/n2 tenga periodo π, el lado
P
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Cantor redujo 5 a
c2 cn
−c0 = c1 + 2
+ · · · + 2 + Rn , (6)
2 n
una ecuación para la cual, dada ε > 0, se podría encontrar un número n tal
que para toda n ≥ m, el valor absoluto de Rn es menor que ε para todo valor
de x. Como la convergencia de Rn es entonces uniforme, se puede utilizar la
conclusión de Weierstraß y multiplicar cada término en 3 por cos n(x − t)dx
para después integrar término a término de −π a π y obtener
cn sen nx + dn cos nx = 0 (7)
y, en consecuencia, cn = 0 = dn . Con ello se establece que la representación
mediante una serie trigonométrica converge para toda x sólo si todos los
coeficientes cn y dn de 3 son cero.
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En la teoría Cantor construye los números reales, define >, =, < y describe el
encaje de los números racionales en los reales.
Simultáneamente a la teoría de los números reales, Cantor desarrolló uno
de los conceptos de la topología de conjuntos: la noción de conjunto derivado.
Si P es un conjunto de números reales, P 0 es el conjunto de puntos de acumu-
lación de P. Recursivamente se define P (n) = (P (n−1) )0 ; Cantor llamó a un
conjunto de n-ésimo tipo si P (n+1) = ∅.
Regresando al teorema de unicidad para representaciones mediante series
trigonométricas, Cantor dedujo que el teorema de unicidad sigue siendo válido
cuando el conjunto de excepciones es un conjunto de n-ésimo tipo (n un natural
arbitrario).
El proceso de formar conjuntos derivados sucesivos condujo a Cantor (y
es relamente el origen de la teoría de conjuntos) a la idea de número ordinal
transfinito. Si formamos los conjuntos derivados P 0 , P 00 , P 000 , . . . de un conjunto
P, se cumple P 0 ⊇ P 00 ⊇ P 000 ⊇ · · · y el conjunto de aquellos puntos que
pertenecen a todos los P (n) se denota P (∞) , es decir,
\
P (∞) = P (n) .
n
El símbolo ∞ representa al primer número ordinal transfinito que Cantor
posteriormente denotó mediante ω. Pero P (∞) también se puede derivar
para obtener P (∞+1) , P (∞+2) , etc. Este razonamiento no se presenta en la
publicación de Cantor de 1872, pero se sabe que él ya tenía esta idea desde
1870.
Los años 1878 a 1884 marcan el punto más alto en la obra de Cantor. En
este periodo se origina su trabajo (en seis partes) Über unendliche linearen
Punktmanigfaltigkeiten. Esta obra contiene los fundamentos de la teoría ge-
neral de conjuntos y una serie de importantes resultados sobre la topología
general. No tiene la forma de un trabajo concluido; más bien es una sucesión
de teoremas en los que las ideas se retoman, se desarrollan y se aclaran cada
vez más.
Zermelo caracteriza estos trabajos como la quintaescencia de la obra de
Cantor.
En la primera parte se clasifican conjuntos lineales de puntos. Se advierte,
sin embargo, que los resultados son válidos también para subconjuntos de Rn .
La transición a espacios más generales se logra hasta el siglo XX con el trabajo
de Felix Hausdorff.
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de tercera clase por parte del gobierno alemán. Sin embargo, en vida nunca
fue elegido para la academia berlinesa, debido a la animosidad de Poincaré.
Cantor comenta la elección de Poincaré para la academia berlinesa en una carta
a Lemoine fechada el 17 de marzo de 1896, en donde toma un pasaje de la obra
Fausto de Goethe: Es tut mir lang schon weh, Daß ich Dich in der Gesellschaft
seh.2
Como académico, Cantor permaneció activo hasta 1911. Durante varios
periodos entre 1900 y 1911, tuvo que pedir licencias por su enfermedad nerviosa.
Su última clase (1910-1911) tuvo como tema la mecánica analítica. Del verano
de 1911 al invierno de 1912-13, Cantor tuvo licencia y en el verano de 1913
fue nombrado profesor emérito.
Para su cumpleaños 70, en 1915 se programó una gran celebración interna-
cional. En julio de 1914 un comité conformado por F. Bernstein, A. Gutzmer,
D. Hilbert y W. Lorey emitió la convocatoria para, entre otras cosas, edificar el
busto de Cantor en mármol; la convocatoria estaba en 4 idiomas y se envió a
todo el mundo. La primera guerra mundial impidió la celebración internacional
y ésta se redujo a una festividad en Alemania, que tuvo lugar en Halle, en la
casa de Cantor. El busto en mármol fue develado y la Sociedad Matemática
Alemana envió la siguiente felicitación:
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En los años setenta (del siglo xix) dos jóvenes italianos, Dini y Ascoli,
retoman el concepto de conjunto derivado y lo utilizan en la teoría de funciones
reales. En 1878 aparecen trabajos de Thomae, Lüroth, Jürgens y Netto, en los
que se pretende demostrar la invariancia de la dimensión respecto a funciones
continuas.
En 1883 se publican trabajos de Bendixson y Phragmen sobre conjuntos
de puntos. También se presentan trabajos relacionados de Harnack y Hölder
utilizando nociones introducidas por Cantor.
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El principio del buen orden y la hipótesis del continuo fueron los resultados
que Cantor más deseó demostrar. Si todo conjunto se puede bien ordenar, a cada
conjunto le podemos asociar un número cardinal y éstos se pueden comparar
entre sí. Para demostrar el principio del buen orden, Zermelo introdujo el
axioma de elección formulándolo de tal forma que se puede asegurar que para
todo conjunto no vacío de conjuntos mutuamente ajenos, existe un conjunto
que contiene exactamente un elemento de cada conjunto. Este axioma es de
una naturaleza muy distinta a la del resto de los axiomas. Los otros axiomas
describen conjuntos o postulan conjuntos muy específicos, mientras que el
axioma de elección postula la existencia de un conjunto que, en la mayoría de
los casos, no se puede describir.
Si se renuncia al axioma de elección, tampoco se puede utilizar el principio
del buen orden, pues ambos son equivalentes. Las discusiones sobre el axioma
de elección y las paradojas condujeron a que se desarrollara una corriente,
el constructivismo, fundamentalmente debida a L. Brouwer, contra la teoría
de conjuntos. Esto provocó una confrontación entre Brouwer y Hilbert. D.
Hilbert formuló su famoso programa de la teoría de la demostración y pretendió
demostrar la consistencia de la lógica y la teoría de conjuntos. Entonces acuñó
su famosa frase: Del paraíso que Cantor logró para nosotros, nadie podrá
expulsarnos.
Una importante adición al sistema axiomático de Zermelo fue propiciada
por A. Fraenkel mediante el axioma de reemplazo, que postula que la imagen
de un conjunto respecto a una función es un conjunto.
En la formulación original de los axiomas, encontramos la noción imprecisa
de propiedad matemática; por ejemplo, para extraer un subconjunto de un
conjunto dado, se decía que el subconjunto contiene precisamente aquellos
elementos del conjunto que satisfacen cierta propiedad matemática. En este
sentido, Zermelo y Fraenkel siempre expresaron que su sistema no era formal
en el sentido de la lógica. Esta falta de formalidad generó otra paradoja, debida
a Russell: el conjunto de palabras del español que se pueden describir con
menos de 19 palabras. Sólo se tiene un número finito de ellas, así que existe un
número natural, el más pequeño posible, que no se puede describir mediante
19 palabras. Pero nosotros lo acabamos de describir con menos de 19 palabras.
Esta paradoja se formuló originalmente en inglés.
Esta situación condujo a Thoralf Skolem a precisar el concepto de propiedad
matemática que se logra mediante un lenguaje de primer orden con una variable
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CAPÍTULO 2
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1. Introducción
En este capítulo presentamos el desarrollo de la teoría básica de conjuntos, con
el objeto de que sirva como referencia para el resto del libro. Se presenta la
demostración de todos los resultados, pero las pruebas seran breves, aunque
absolutamente suficientes para un lector interesado.
Sin embargo, no todo el capítulo contiene resultados elementales. De
hecho, la presentación de la teoría se realiza axiomáticamente, para lo que
se introduce el lenguaje de la teoría de conjuntos (LTC).
1
Por un conjunto entenderemos cualquier colección M de objetos m (llamados elementos
de M) de nuestra percepción o pensamiento, distintos entre sí y bien definidos.
2
Una multiplicidad (una colección) se puede constituir de tal forma que una reunión de todos
sus elementos conduce a una contradicción, con lo que es imposible considerar esta multiplicidad
como una cosa hecha. Tales multiplicidades las llamo absolutamente infinitas o inconsistentes.
Como se concluye fácilmente, por ejemplo, la colección de todo lo imaginable es una tal
multiplicidad;...
Si, por el contrario, la totalidad de los elementos de una multiplicidad se puede pensar
reunida sin contradicción, de tal forma que su reunión en una cosa es posible, la llamo
multiplicidad consistente o conjunto.
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2. Los axiomas
Para construir de manera formal la teoría de conjuntos se deben establecer los
axiomas en que se basa la teoría. Para hacerlo no podemos utilizar el lenguaje
cotidiano, el cual produce inexactitudes inadmisibles en nuestra teoría. En
consecuencia, la primera tarea es definir un nuevo lenguaje poderoso y expresivo
para describir los axiomas. Este lenguaje es un caso particular de la teoría de
lenguajes formales que se desarrollará más ampliamente en el capítulo 4.
Nuestro lenguaje básico será el lenguaje de la teoría de conjuntos LTC, que
consta de lo siguiente:
(i) Relaciones: = (igualdad) y ∈ (pertenencia).
(ii) Conectivos lógicos: ∧ (y) , ∨ (o), ¬ (no), ∃ (existe), ∀ (para todo), ⇒
(implica) y ⇔ (si y sólo si).
(iii) Variables: v0 , v1 , v2 , . . . , vn , . . . (un conjunto numerable3 de símbolos para
variables)
(iv) Paréntesis derecho e izquierdo: (,) y coma “,”.
Usaremos un lenguaje con igualdad, en el que implícitamente se incluyen
los axiomas para la igualdad (es decir, para la 2-relación “=”):
1. ∀ x(x = x) (reflexividad).
2. ∀ x∀ y∀ z(x = y ∧ y = z ⇒ x = z) (transitividad).
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Es decir, para cada número natural n existe una variable vn y toda variable v es alguna vn .
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3. ∀ x∀ y(x = y ⇒ y = x) (simetría).
Una vez que tenemos un lenguaje disponible podemos construir palabras,
es decir, cadenas de símbolos que llamaremos fórmulas.
Las fórmulas de LTC se construyen a partir de las fórmulas atómicas o
primitivas:
(v) Las fórmulas atómicas son cadenas de la forma
(vn = vm ), (vn ∈ vm ).
(vi) Las fórmulas de LTC se generan a partir de las fórmulas atómicas, por
medio de los siguientes esquemas: si Φ y Ψ son fórmulas, también lo son
las cadenas ¬Φ, Φ ∨ Ψ, Φ ∧ Ψ, Φ ⇒ Ψ, Φ ⇔ Ψ, (∃vn Ψ) y (∀vn Ψ).4
Una fórmula es una LTC-fórmula si y sólo si se obtiene de (v) y (vi).
Como ejemplos de fórmulas considere las siguientes:
(1) (vn = vm ) ∧ ∀ vj ∃ vi (vj ∈ vi ).
(2) ∀ vn [(vn = vm ) ∨ (vn ∈ vm ) ∨ (vm ∈ vn )].
(3) ∃ vn [(vm = vj ) ∧ ∀ vj (vj ∈ vi )].
Una subfórmula de una fórmula Φ es una sucesión de símbolos consecutivos
de Φ que forman por sí mismos una fórmula; por ejemplo, en (2) (vn ∈ vm ),
(vm ∈ vm ) son subfórmulas.
Tenemos más ejemplos de fórmulas de LTC:
(4) (∀ v0 ((v0 ∈ v1 ) ⇒ (v0 ∈ v2 )) que expresa la relación (v1 ⊆ v2 ).
(5) (∀ v0 ((v0 ∈ v1 ) ⇔ (∃ v3 ((v0 ∈ vS 3 )∧(v3 ∈ v2 ))))) que indica que el conjunto
v1 es precisamente el conjunto v2 .
(6) (∀ v2 ((v2 ∈ v1 ) ⇔ (v2 = v0 ))) manifiesta la relación v1 = {v0 }.
(7) (∀ v3 ((v3 ∈ v2 ) ⇔ ((v3 = v0 ) ∨ (v3 = v1 )))), que describe la igualdad
v2 = {v0 , v1 }.
(8) (∀ v3 ((v3 ∈ v2 ) ⇔ ((v3 = {v0 }) ∨ (v3 = {v0 , v1 })))), que es la definición
de v2 = (v0 , v1 ).
Una variable vn está acotada en una fórmula Φ de LTC, si está dentro del
alcance de un cuantificador existencial o universal cuya variable es vn , donde
el alcance de un cuantificador es la subfórmula inmediata al cuantificador. Si
en alguna subfórmula de Φ, vn no está acotada, decimos que vn es libre en Φ.
En consecuencia, vn puede aparecer acotada y libre simultáneamente en una
4
El lector notará, en cuanto conozca el teorema de recursión, que ésta es una definición
recursiva.
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Para cada conjunto a y para cada fórmula de LTC Φ, existe un conjunto b que
contiene exactamente aquellos elementos de a que satisfacen Φ. Este axioma
nos permite extraer subconjuntos de un conjunto mediante una fórmula de
LTC.
Pot [Zermelo, 1908] ∀v0 ∃v1 ∀v2 (v2 ∈ v1 ⇔ ∀ v3 (v3 ∈ v2 ⇒ v3 ∈ v0 )). Para
cada conjunto a existe un conjunto b, cuyos elementos son precisamente los
subconjuntos de a.
Inf [Zermelo, 1908]
∃ v0 (∃ v1 (v1 ∈ v0 ∧ ∀ v2 ¬(v2 ∈ v1 )) ∧
∀ v1 ∃ v2 (v1 ∈ v0 ⇒ (v2 ∈ v0 ∧ ∀ v3 (v3 ∈ v2 ⇔
(v3 ∈ v1 ∨ v3 = v1 )))).
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1. Comp.
2. Para cada LTC-fórmula Φ(x, w ~ ), la afirmación ∀ w ~ ∀ a{x : x ∈ a ∧
Φ(x, w~ )} ∈ V es cierta.
3. Para cada término clase A = {x : Φ(x, w~ )}, la afirmación A ∩ a ∈ V es
cierta.
Ahora podemos probar que V no es un conjunto.
Teorema 2.2 (TEC + Comp). 6 No existe el conjunto de todos los conjuntos.
Demostración. No podemos usar fundación. Mostraremos que para todo
conjunto a existe un conjunto x que no pertenece a a. Dado el conjunto a,
definimos x = {y : y ∈ a, y ∈ / y} que resulta un conjunto por Comp. Se
cumple x ∈ / x: si no, x satisfacería la condición para pertenecer a x, en particular
x∈ / x. Así que x ∈ / x. Entonces x no satisface la condición para pertenecer a
x, por lo que x ∈/ a ∨ x ∈ x. Por lo anterior, x ∈ / a.
El axioma de reemplazo Reemp implica que la imagen de un conjunto
respecto a una fórmula que se comporta funcionalmente es un conjunto. Esto
se manifiesta en el siguiente lema, cuya demostración se deja al lector.
Lema 2.3. Las siguientes afirmaciones son equivalentes para una LTC-
fórmula Φ que se comporta funcionalmente:
1. Reemp.
2. Para cada fórmula Φ(x, y, w ~ ), la afirmación
∀w~ (∀ x∀ y1 ∀ y2 (Φ(x, y1 , w
~ ) ∧ Φ(x, y2 , w
~ ) ⇒ y1 = y2 ) ⇒
∀ a{y : ∃ x(x ∈ a ∧ Φ(x, y, w
~ ))} ∈ V )
es cierta.
Podemos pensar que existen “funciones” entre clases propias, las cuales
expresamos mediante LTC-fórmulas. A continuación estudiamos cómo se
comportan estas “funciones”.
Para nuestro próximo lema necesitamos la siguiente notación:
Definición 2.4. Sea F un término clase y x una variable. Definimos el término
clase F (x) como:
F (x) ≡ {z : ∀ y0 (((x0 , y0 ) ∈ F ∧ ∀ y1 ((x, y1 ) ∈ F ⇒ y0 = y1 )) ⇒ z ∈ y0 )}.
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Esto indica que se están suponiendo los axiomas de TEC y Comp. Este tipo de notación
se usará con gran frecuencia.
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~ ) ⇒ y1 = y2 ).
~ ) ∧ Φ(x, y2 , w
∀ x, y1 , y2 (Φ(x, y1 , w (11)
~ (A 6= ∅ ⇒ ∃ x(x ∈ A ∧ A ∩ x = ∅)).
∀w
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Note que si f : x −
→ y, entonces f ⊆ x × y.
Si f : x −
→yyg:y− → z, definimos g ◦ f : x −
→ z mediante
g ◦ f (a) = g(f (a))
para toda a ∈ x.
Sea f : x −
→ y. Si u ⊆ x, definimos la imagen de u respecto a f como el
conjunto
f [u] = {f (a) : a ∈ u};
si v ⊆ y, definimos la imagen inversa o preimagen de v respecto a f como el
conjunto
f −1 [v] = {a ∈ x : f (a) ∈ v}.
(Observe la diferencia entre el uso de corchetes y paréntesis en funciones).
Si f : x −→ y, definimos la restricción de f a u por
f u = {(a, f (a)) : a ∈ u}.
Note que f u es una función con dominio u.
Sea f : x −
→ y. Decimos que f es inyectiva (o uno a uno) si
∀a, b ∈ x(a 6= b ⇒ f (a) 6= f (b)).
Decimos que f es sobre o suprayectiva si
f [x] = y.
Decimos que f es biyectiva si es inyectiva y sobre.
Note que si f : x − → y y v ⊆ y, el conjunto f −1 [v] está definido, no
importa si f es biyectiva o no.
Una vez que contamos con la definición de función, podemos dar una
versión general del producto cartesiano arbitrario.
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3. Órdenes
Las relaciones binarias son especialmente importantes en teoría de conjuntos
y, por supuesto, en toda la matemática.
Hay varias propiedades que son significativas para las relaciones binarias.
Sea R una relación binaria en un conjunto x. Decimos que
• R es reflexiva si (∀ a ∈ x)(aRa);
• R es simétrica si (∀ a, b ∈ x)(aRb ⇒ bRa);
• R es antisimétrica si (∀ a, b ∈ x)([aRb ∧ a 6= b) ⇒ ¬(bRa)];
• R es total si (∀ a, b ∈ x)[(a 6= b) ⇒ (aRb ∨ bRa)].
• R es transitiva si (∀ a, b, c ∈ x)[(aRb ∧ bRc) ⇒ (aRc)].
Una relación binaria en un conjunto es una relación de equivalencia cuando
es reflexiva, simétrica y transitiva. Si R es una relación de equivalencia en un
conjunto x, la clase de equivalencia de un elemento a de x respecto a R se define
como
[a]R = {b ∈ x : aRb}.
Prescindimos del subíndice R en [a]R cuando es claro de qué relación R se
trata.
En esta sección, relación significa relación binaria, es decir, una relación
en un conjunto x, un subconjunto de x2 . Una relación < en un conjunto x es
un orden parcial en x si:
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Lema 3.1. Sea (x, ≤) un conjunto parcialmente ordenado. (x, ≤) está bien
fundado si y sólo si no existe una sucesión {an : n = 1, 2, . . .} de elementos
de x tales que an+1 < an para toda n, es decir, no existe una sucesión
{an : n = 1, 2, . . .} con a0 > a1 > a2 > · · · .
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4. Buen orden
En la sección 3 definimos relaciones en conjuntos que los convierten en
conjuntos bien ordenados. En esta sección consideramos relaciones que
generalizan un buen orden a términos clase. Por supuesto, debemos ser muy
cuidadosos pues un término clase puede no ser un conjunto. Utilizamos
la noción de relación reflexiva, transitiva, etc., en una clase A, como una
generalización obvia de las nociones respectivas definidas para conjuntos.
Definición 4.1. Sean A y R términos clase.
1. R es un orden lineal estricto sobre A, que se denota (OLE(R, A)), si R es
una relación en A reflexiva, transitiva y, para cada par de puntos x, y de A,
se cumple que xRy o yRx o x = y.
2. R es un buen orden sobre A, que se denota BO(R, A), si se satisfacen las
siguientes condiciones:
(a) R es un orden lineal estricto sobre A.
(b) Para cada término clase B, la siguiente afirmación es cierta:
B 6= ∅ ∧ B ⊆ A ⇒ ∃ x(x ∈ B ∧ ∀ y(yRx ⇒ y ∈
/ B)),
es decir, cada subclase no vacía de A tiene un elemento R-mínimo.
En este caso decimos que R bien ordena A.
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3. R es un buen orden fuerte sobre A, que se denota BOF (R, A), cuando
BO(R, A) y además ∀ x(x ∈ A ⇒ {y : y ∈ A ∧ yRx} ∈ V ), es decir, los
R-predecesores de un elemento forman un conjunto. Si sucede lo último
también se dice que R es limitada por la izquierda.
Como es natural, cuando A es un conjunto, la definición anterior se
simplifica y se reduce a la definición que ya habíamos dado:
Lema 4.2. Sea a un conjunto. Las siguientes condiciones son equivalentes:
1. BO(R, a).
2. OLE(R, a) ∧ ∀ b((b ⊆ a ∧ b 6= ∅) ⇒ ∃ x(x ∈ b ∧ ∀ y(yRx ⇒ y ∈ / b))).
3. BOF (R, a).
Demostración.
(1) ⇒ (2). Esto es inmediato, pues b coincide con el término clase B ≡ {x :
x ∈ b}.
(2) ⇒ (3). Del axioma Comp cada término clase B ⊆ a es un conjunto,
así que se obtiene de inmediato la existencia de un elemento R-mínimo en
cada subclase B de a no vacía. De Comp se obtiene, además, {y : y ∈
a ∧ yRx} ∈ V para cada x ∈ a.
(3) ⇒ (1). Es claro.
Este último lema muestra que, para conjuntos, las nociones de buen orden y
buen orden fuerte coinciden. En este caso la propiedad de ser buen orden puede
definirse por medio de la fórmula (2) del lema, que es la definición dada en la
sección 3 y es una fórmula de LTC. En lo sucesivo utilizamos como definición
de buen orden, en el caso de conjuntos, la fórmula del inciso (2) del lema.
La siguiente proposición demuestra que podemos definir la noción de buen
orden fuerte por medio de una fórmula de LTC aun en el caso de clases.
Proposición 4.3. Sean A y R términos clase. Entonces son equivalentes:
1. R es un buen orden fuerte en A.
2. OLE(R, A) ∧ ∀ b((b ⊆ A ∧ b 6= ∅) ⇒ ∃ x(x ∈ b ∧ ∀ y(yRx ⇒ y ∈ / b))) ∧
∀ x(x ∈ A ⇒ {y : yRx} ∈ V ).
(Note que en 2, b es un conjunto).
Demostración.
(1) ⇒ (2). Es inmediato.
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5. Cortaduras
En esta sección presentamos un método de completación de conjuntos lineal-
mente ordenados. Utilizamos cortaduras de Dedekind para efectuar este pro-
ceso.
Definición 5.1. Sea (P, <) un conjunto linealmente ordenado. Un hueco es
una pareja (A, B) de conjuntos tales que:
(a) A y B son subconjuntos de P ajenos entre sí y A ∪ B = P.
(b) Si a ∈ A y b ∈ B entonces a < b.
(c) A no tiene un elemento más grande y B no tiene un elemento más pequeño.
Por ejemplo, sean B = {x ∈ Q : x > 0, x2 > 2} y B = Q − B. Se verifica
fácilmente que (A, B) es un hueco en Q.
Un subconjunto de un conjunto linealmente ordenado P está acotado si
tiene cotas inferior y superior. Un conjunto está acotado por arriba (por abajo)
si tiene una cota superior (inferior).
Sea (A, B) un hueco en un conjunto linealmente ordenado. El conjunto A
está acotado por arriba pues cualquier b ∈ B es cota superior de A. Afirmamos
que A no tiene supremo: si c = sup A, entonces c sería el elemento más grande
de A o el más pequeño de B.
Por otra parte, sean S un conjunto no vacío acotado por arriba y
A = {x : ∃ s ∈ S(x ≤ s)},
B = {x : ∃ s ∈ S(x > s)}.
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El lector puede verificar sin dificultad que la pareja (A, B) satisface las
propiedades (a) y (b) de la definición de hueco. Ahora suponga que S no tiene
supremo. Entonces (A, B) es un hueco, pues el elemento más grande de A o el
más pequeño de B serían el supremo de S.
Definición 5.2. Sea (P, <) un conjunto linealmente ordenado. P es completo
si todo subconjunto S no vacío de P acotado por arriba tiene supremo.
Note que (P, <) es completo si y sólo si no tiene huecos. Los racionales
son un ejemplo de que un conjunto linealmente ordenado denso no es necesa-
riamente completo. No obstante, todo conjunto linealmente ordenado se puede
completar llenando sus huecos y el resultado es esencialemnte único:
Teorema 5.3. Sea (P, <) un conjunto linealmente ordenado denso sin ex-
tremos. Entonces existe un conjunto linealmente ordenado completo (C, ≺)
tal que:
(a) P ⊆ C.
(b) Si p, q ∈ P entonces p < q si y sólo si p ≺ q (≺ coincide con < en P).
(c) P es denso en C, es decir, para cualesquier p, q ∈ P tales que p < q existe
c ∈ C con p ≺ c ≺ q.
(d) C no tiene extremos.
Más aún, (C, ≺) es único (salvo isomorfismos). En otras palabras, si (C∗ , ≺∗ ) es
un conjunto linealmente ordenado denso que satisface (a)–(d), entonces existe
un isomorfismo h entre (C, ≺) y (C∗ , ≺∗ ) tal que h(x) = x para cada x ∈ P.
El conjunto (C, ≺) es la completación de (P, <).
Demostración [Unicidad] Sean (C, ≺) y (C∗ , ≺∗ ) dos conjuntos lineal-
mente ordenos que satisfacen (a)–(d). Mostraremos que existe un isomorfismo
h de C sobre C∗ tal que h(x) = x para cada x ∈ P.
Si c ∈ C, sea Sc = {p ∈ P : p c}. De manera similar, sea
Sc∗ = {p ∈ P : p ∗ c∗ } para c∗ ∈ C∗ . Si S es un subconjunto no vacío de P
acotado por arriba, sea sup S el supremo de S en (C, ≺) y sup∗ S el supremo de
S en (C∗ , ≺∗ ). Note que sup Sc = c, sup∗ Sc∗ = c∗ .
Definimos la función h como: h(c) = sup∗ Sc . Es claro que h es una
función de C en C∗ ; debemos constatar que h es sobre y que
(a) Si c ≺ d entonces h(c) ≺∗ h(d);
(b) h(x) = x para toda x ∈ P.
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Demostración.
(a) x es inductivo, así que ω ⊆ x.
(b) Sea A = {n : Φ(n)}. Entonces A ⊆ ω (por lo que A es un conjunto),
además se tiene:
0∈A
n ∈ A ⇒ n + 1 ∈ A.
De (a) se sigue que A = ω.
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Con ayuda del teorema de recursión 6.10 es posible definir las operaciones
usuales en los números naturales. Definimos las funciones sm para toda m ∈ ω,
mediante:
Observe que para cada m, existe una función con estas propiedades y es
única.
Def
Definición 6.12. m + n = sm (n).
Lema 6.13.
(a) m + n ∈ ω.
(b) (m + n) + p = m + (n + p).
(c) m + n = n + m.
Demostración. Ejercicio.
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Observe que por el teorema de recursión existe, otra vez para cada m, una
función como la de la definición. Para ello necesitamos definir:
F :V −
→ V,
(
x + m, si x ∈ ω;
F (x) =
∅, en otro caso.
Def
Definición 6.15. m · n = pm (n).
Observe que m · 0 = 0, m · (n + 1) = m · n + m.
El siguiente lema resume las propiedades bien conocidas de la multipli-
cación de números naturales.
Lema 6.16.
(a) m · n ∈ ω.
(b) m · (n + p) = m · n + m · p.
(c) (n + p) · m = n · m + p · m.
(d) (m · n) · p = m · (n · p).
(e) 0 · n = 0, 1 · n = n, m · n = n · m.
Demostración. Ejercicio.
7. Ordinales
Recuerde que un buen orden en un conjunto x es un orden lineal en x que
está bien fundado. De acuerdo con nuestra definición, un orden parcial de un
conjunto x está bien fundado si y sólo si todo subconjunto no vacío y de x tiene
un elemento mínimo (es decir, un elemento de y que no tiene predecesores en
y respecto al orden parcial). Pero en el caso de órdenes lineales, un elemento
de un subconjunto y de x será mínimo si y sólo si es el menor elemento de y.
Esto nos permite probar:
Teorema 7.1 (Inducción sobre buenos órdenes). Sea (X, ≤) un conjunto bien
ordenado. Sea E un subconjunto de X tal que
(i) el elemento más pequeño de X es miembro de E;
(ii) para cualquier x ∈ X, si ∀ y[y < x ⇒ y ∈ E], entonces x ∈ E.
Entonces E = X.
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Lema 7.7. A es una clase ordinal si y sólo si (A, ∈ ∩(A × A)) es transitiva,
total y bien fundada.
Demostración. Ejercicio.
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Teorema 7.9. Sean (W1 , <1 ) y (W2 , <2 ) conjuntos bien ordenados isomorfos
a los ordinales α1 , α2 respectivamente, y (W; <) su suma. Entonces (W, <) es
isomorfo al ordinal α1 + α2 .7
Demostración. Probamos el teorema por inducción en α2 .
Si α2 = 0, entonces W2 = ∅, W = W1 y α1 + α2 = α.
Si α2 = β + 1, entonces W2 tiene un mayor elemento a y W(a) es
isomorfo a α1 + β; el isomorfismo se extiende a un isomorfismo entre W y
α1 + α2 = (α1 + β) + 1.
Sea α un ordinal límite. Para cada β < α2 existe un isomorfismo fβ de
α1 + β sobre W(aβ ), donde aβ ∈ W2 ; más aún, fβ es único,Saβ es el β-ésimo
elemento deSW2 , y si β < γ entonces fβ ⊆ fγ . Sea f = β<α1 fβ . Como
α1 + α2 = β<α2 (α1 + β), se deduce que f es un isomorfismo de α1 + α2
sobre W.
En lo sucesivo, Ord(A) significa que A es una clase ordinal. Las clases or-
dinales presentan muchas propiedades similares a las de los números naturales:
para clases ordinales, la relación ∈ tiene las propiedades de < y la relación ⊆
las propiedades de ≤.
Lema 7.10.
(a) Si A y B son clases ordinales, también lo es A ∩ B.
(b) Si Ord(A) y x ∈ A, Ord(x), es decir, todo conjunto que sea elemento de
una clase ordinal, es un número ordinal.
(c) Si Ord(A) y Ord(B), entonces (A ⊆ B ⇔ A ∈ B ∨ A = B).
(d) Si Ord(A) y Ord(B), entonces (A ∈ B ∨ A = B ∨ B ∈ A).
Demostración.
(a) Ejercicio.
(b) Ejercicio.
(c) La dirección “⇐” es obvia pues B es transitiva.
“⇒)”. Sea A ⊆ B. Sin pérdida de generalidad, podemos suponer que
A ⊆ B. Escogemos x ∈ B \ A tal que x ∩ (B \ A) = ∅ (pues B es bien
fundada). Basta probar que x = A.
x ⊆ A) Si y ∈ x, entonces y ∈ x ∈ B, de donde se sigue que y ∈ A, pues
x ∩ (B \ A) = ∅.
7
Véase definición 14.1
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Lema 7.12.
(a) OR es inductiva.
(b) n, ω ∈ OR.
(c) Si x, y son ordinales, entonces x + 1 = y + 1 ⇒ x = y.
Demostración.
(a) 0 ∈ OR es claro. Sea x ∈ OR. Debemos mostrar que x + 1 ∈ OR, es
decir, x ∪ {x} ∈ OR, pero es inmediato mostrar que x ∪ {x} es transitivo
y bien ordenado por ∈.
(b) Es inmediato de las definiciones de n y ω.
(c)
x+1=y+1
x∈y+1∧y ∈x+1
(x ∈ y ∧ y ∈ x) ∨ x = y.
S S
Lema 7.13. A ⊆ OR ⇒ A ∈ OR ∨ A = OR.
S S
Demostración. Basta S
probar que Ord( A). Primero probemos que A
es transitiva: sea x ∈ y ∈ A, así que x ∈ y ∈ z ∈ A para algún
S
z. Entonces
se sigue x S∈ z ∈ A, dado que A ⊆ OR. Por lo tanto, x ∈ S
A. Veamos
ahoraSque A está bien ordenada: para esto basta notar que A ⊆ OR. Sea
x ∈ A; en este caso x ∈ y ∈ A, para alguna y. Entonces x ∈ y y y ∈ OR,
así que x ∈ OR.
S
Recuerde que se supone A ⊆ OR, por lo que A es la cota superior más
pequeña de ASrespecto al buen orden ∈ ∩(OR × OR) de OR, pues por la
definición de A es cierto que
x ∈ A ⇒ x ⊆ ∪A,
(∀ x ∈ A)(x ⊆ y) ⇒ ∪ A ⊆ y.
S
Por lo tanto, escribimos también sup A = A.
Como ejemplos de ordinales tenemos 0, 1 = 0+1, 2 = 1+1, . . . , ω (que es
Def S
un conjunto por el axioma de infinito, ω+1, ω+2, . . . , w·2 = {ω+n : n ∈ ω}
(que se define por recursión sobre ω y es un conjunto por el axioma Reemp).
Def S
Después siguen ω·2+1, ω·2+2, . . . , ω·3 = {ω·2+n : n ∈ ω},. . . , ω·4, . . .
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Def Def
Aun continuamos con ω · ω = ω2 = {ω · n : n ∈ ω}, . . . En lo sucesivo α, β
S
Lema 7.15.
S
(a) α = β∈α (β + 1). S
(b) Si Lím(α), entonces α = β∈α β.
Demostración.
(a) ⊆) Sea β ∈ α. La afirmación se sigue de β ∈ β + 1.
⊇) Si γ ∈ β +1 con β ∈ α, entonces γ ∈ β o γ = β, por lo que concluimos
γ ∈ α.
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(RBF1) R ⊆ A × A.
(RBF2) ∀ u(u 6= ∅ ⇒ ∃ x(x ∈ u ∧ ∀ u(y ∈ u ⇒ ¬yRx))). Es decir, cada
conjunto no vacío tiene un elemento R-mínimo.
(RBF3) ∀ x∃ y(x ∈ y ∧ ∀ z0 ∀ z1 (z0 Rz1 ∧ z1 ∈ y ⇒ z0 ∈ y)). Cada conjunto
x es elemento de un conjunto que contiene a todos sus R-predecesores.
Con RBF (R, A) denotamos la conjunción de las condiciones (RBF1)
a (RBF3).
Demostración.
⇒ ) Dada x, escogemos y con x ∈ y, que es cerrado respecto a sus R-
predecesores de acuerdo con (RBF3). Entonces {z : zRx} ⊆ y, así que
{z : zRx} ∈ V por el axioma Comp.
⇐ ) Definimos por recursión ordinaria sobre ω una función f : ω −
→V
con
f (0) = {z : zRx} ∪ {x} y
[
f (n + 1) = f (n) ∪ {{z0 : z0 Rz1 } : z1 ∈ f (n)}.
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Demostración.
⇒ ) Suponga que existe una función f : ω − → V con la propiedad
f (n + 1)Rf (n) para toda n < ω. Sea u ≡ f [ω], que por Reemp es un
conjunto y no es vacío. De la condición (RBF2) de 8.1, u tiene un elemento
R-mínimo x. Elija n < ω con x = f (n). Entonces f (n + 1)Rx, en oposición
a la minimalidad de x. Por lo tanto, no puede existir tal función f .
⇐ ) Suponga que existe un conjunto u 6= ∅ que no contiene un elemento
R-mínimo, es decir,
∀ x ∈ u∃ y ∈ u(yRx). (*)
Defina, usando recursión ordinaria, una función f : ω −
→ V con
f (0) ∈ u arbitrario y f (n + 1) ∈ {y : y ∈ u ∧ yRf (n)}.
La elección de los valores es posible por AE como a continuación se detalla:
en el caso n = 0 use AE con a = {u}; encuentre b tal que b ∩ u contenga
exactamente un elemento, y escoja f (0) = ∪(b∩u) (observe que ∪{z} = z). En
Def
los casos siguientes proceda de forma análoga con a = {{y : y ∈ u∧yRf (n)}}
(observe que por (*), {y : y ∈ u ∧ yRf (n)} = 6 ∅). De la definición de f se
sigue que f (n + 1)Rf (n) para todo n < ω.
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S
transitivo z con x ⊆ z. Definimos z ≡ {CT (y) : y ∈ x} ∪ {x}. Se sigue
de inmediato que z ∈ V . Además, z es transitivo: sea u ∈ v ∈ z. Si v ∈ x,
entonces u ∈ v ⊆ CT (v) ⊆ z, así que u ∈ z. Si v ∈ CT (y) para alguna
y ∈ x, se sigue u ∈ CT (y) ⊆ z de la transitividad de CT (y) (por hipótesis de
inducción). Por consiguiente, para este caso u ∈ z.
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Teorema 9.3.
V = V.
Demostración. Supongamos V 6= V. Entonces existe x ∈ V \ V. Por
Fund existe un elemento ∈-mínimo x con esta propiedad. Por la minimalidad de
x tenemos x ⊆ V; así que podemos definir una función f : x −→ OR mediante
y 7−→ mín{α : y ∈ Vα }
S
Por Reemp tenemos f [x] ∈ OR; con ello obtenemos α = f [x] ∈ OR. De la
definición de f se sigue x ⊆ Vα . Entonces tenemos x ∈ Vα+1 , lo que contradice
la elección de x.
Si usamos los Vα podemos determinar cuándo una clase es realmente una
clase propia, es decir, no es un conjunto:
Teorema 9.4. Sea A un término clase. Entonces:
(a) A ∈
/ V ⇔ ∀ α∃ β(β > α ∧ A ∩ (Vβ \ Vα ) 6= ∅).
(b) A ∈ V ⇔ ∃ αA ⊆ Vα .
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Las clases propias alcanzan la “cota superior” del universo, su altura no está
acotada, en cambio los conjuntos son parte de un segmento inicial de V .
Demostración. Ya que V se obtiene de la sucesión creciente de los Vα ,
(a) se sigue fácilmente de (b). Sea A ∈ V tal que A ∈ Vα para algún α ∈ OR.
Por la transitividad de Vα se sigue A ⊆ Vα . De manera reciproca, si A ⊆ Vα
tenemos A ∈ Vα+1 ⊆ V .
10. El rango
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Es suficiente mostrar que (1) ran(i) = b y (2) i es inyectiva. Para (1) sea x ∈ b.
Debemos mostrar que x ∈ ran(i). Sin pérdida de generalidad, sea x ∈ r. Puesto
que x ∈ b, entonces x ∈/ g(0). Así que existe n con x ∈ g(n + 1) = f [g(n)], por
lo que x = f (y) = i(y) para alguna y ∈ r. Para (2) sea x 6= y. Sin pérdida de
generalidad x ∈ r, y ∈/ r. Pero entonces i(x) ∈ r, i(y) ∈/ r y, por consiguiente,
i(x) 6= i(y).
Corolario 11.4. Sean a y b conjuntos. Entonces
|a| ≤ |b| ∧ |b| ≤ |a| ⇒ |a| = |b|.
Demostración. Sean f : a − → byg : b − → a inyectivas. Entonces
(g ◦ f )[a] ⊆ g[b] ⊆ a y |(g ◦ f )[a]| = |a|. Del teorema 11.3 se sigue
|b| = |g[b]| = |a|.
Por un número cardinal entenderemos un número ordinal que no es
equipotente a ningún ordinal menor que él.
Definición 11.5. El ordinal α es un número cardinal si es cierto que (∀ β <
α)(|β| =
6 |α|).
En vista del lema 7.10 escribimos α < β para α ∈ β, y α ≤ β para α ⊆ β.
Lema 11.6. Si n, m son números naturales, entonces de |n| = |m| se deduce
que n = m.
Demostración. Ejercicio.
Corolario 11.7. n es un número cardinal.
Demostración. Inmediato del lema 11.6.
De ahora en adelante, con CAR denotamos la clase de los cardinales
infinitos, y con CARD la clase de todos los cardinales.
Lema 11.8. Para todo número natural n,
|n| =
6 |ω|.
Demostración. Supongamos que |n| = |ω| para algún n ⊆ n + 1 ⊆ ω.
Por el teorema de Cantor–Schröder–Bernstein concluimos |n| = |n+1|, lo cual
es absurdo.
Corolario 11.9. ω es un número cardinal. Se acostumbra escribir |ω| = ℵ0 .
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Demostración. Definimos f : α −
→ α + 1 mediante
α,
cuando x = 0;
f (x) = n, cuando x = n + 1;
x, en otro caso.
Entonces f es una biyección entre α y α + 1.
Nuestra intención en este momento es probar que para cada ordinal existe
un cardinal más grande. De hecho ocurre algo más fuerte:
Teorema 11.13. Para todo conjunto a existe un único ordinal α tal que
(∀ β < α)(|β| ≤ |a|) ∧ |α| |a|.
El ordinal α se llama número de Hartog de a, que denotaremos como H(a). Es
decir, el número de Hartog es el menor ordinal que no es equipotente a ningún
subconjunto de A.
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Demostración.
(a) Se prueba fácilmente por inducción sobre α.
(b) Por inducción sobre β: el caso β = 0 es evidente. Para β + 1,
α<β+1 ⇒
α<β∨α =β ⇒
ℵα < ℵβ ∨ ℵα = ℵβ ⇒
ℵα < ℵβ+1 .
Para β límite
α<β ⇒
α < γ, para algún γ < β ⇒
ℵα < ℵγ ≤ ℵβ .
(c) Sea α el menor ordinal con la propiedad β ≤ ℵα . Tal α existe, pues
en otro caso ℵ : OR −→ β sería inyectiva. Mostraremos ℵα ≤ β mediante los
posibles casos de α. El caso α = 0 es claro. Si α = α0 + 1, por la elección de
α se cumple ℵα0 < β. Si α es límite, por la elección de α obtenemos ℵγ < β,
para todo γ < α, de donde se sigue que ℵα = sup{ℵγ : γ < α} ≤ β.
(d) Ejercicio.
Observe que por el inciso (a) del lema anterior, en realidad tenemos ℵ : OR
−
→ CAR.
Asociar un cardinal a cada conjunto es una tarea que no hemos completado.
Esto lo podemos lograr con conjuntos bien ordenados, de acuerdo con el teorema
7.5, pero aún no lo conseguimos para conjuntos arbitrarios. Todo se resuelve si
cualquier conjunto se puede bien ordenar. Para lograrlo, requerimos el axioma
de elección. De hecho necesitamos una formulación equivalente del axioma de
elección. Éste es el propósito de la siguiente sección.
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Demostración. Ejercicio.
Ahora nos ocuparemos de definir el producto de cardinales:
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Demostración. Ejercicio.
Para la suma y el producto de cardinales se cumple la propiedad distributiva:
Lema 13.9. Sean κ, λ, µ cardinales. Entonces:
κ · (λ + µ) = κ · λ + κ · µ.
Demostración. Ejercicio.
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κ + κ = 2 · κ.
κλ
se define como
Y
κ.
α<λ
κλ = |{f : f : λ −
→ κ}|.
{f : f : λ −
→ κ}.
Demostración. Ejercicio.
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Lema 14.10. (a) Si 0 < α ≤ γ entonces existe un ordinal más grande β tal
que α · β ≤ γ.
(b) Si 1 < α ≤ γ, existe un ordinal más grande β tal que αβ ≤ γ.
Demostración. Como α · (γ + 1) ≥ γ + 1 > γ, existe un δ con αδ > γ.
La menor δ tal que α · δ > γ ( o que αδ > γ) debe ser un ordinal sucesor en
vista de la ecuación 12, digamos δ = β + 1. Entonces β es el mayor con la
propiedad de que α · β ≤ γ (respectivamente, αβ ≤ γ).
El siguiente lema es el análogo para ordinales de la dvisión de enteros:
Lema 14.11. Si γ es un ordinal arbitrario y si α 6= 0, entonces existe un único
ordinal β y un único ρ < α tal que γ = α · β + ρ.
Demostración. Sea β el mayor ordinal tal que α · β + ρ = γ (por
el lema 14.10). El ordinal ρ es menor que α pues en otro caso tendríamos
α · (β + 1) = α · β + α ≤ α · β + ρ = γ, lo que contradice que β sea máximo.
Para probar la unicidad, sea γ = α · β1 + ρ1 = α · β2 + ρ2 con
ρ1 , ρ2 < α. Supongamos que β1 < β2 . Entonces β1 + 1 ≤ β2 y tenemos
α · β1 + (α + ρ2 ) = α · (β1 + 1) + ρ2 ≤ α · β2 + ρ2 = α · β1 + ρ1 y por el
lema 14.8(a), ρ1 ≥ α + ρ2 ≥ α, una contradicción. Así, β1 = β2 y ρ1 = ρ2 se
sigue del lema 14.9.
La forma normal de Cantor es el análogo a la expansión decimal de enteros.
Teorema 14.12 (Forma normal de Cantor). Todo ordinal α > 0 se puede
expresar en forma única como
α = ωβ1 k1 + ωβ2 k2 + · · · + ωβn kn ,
donde β1 > β2 > · · · > βn , y k1 > 0, k2 > 0, . . . kn > 0 son finitos.
Note que es posible tener α = ωα .
Demostración. Primero probamos la existencia de la forma normal por
inducción sobre α. El ordinal α = 1 se puede expresar como 1 = ω0 1.
Sea α > 0 arbitrario. Por el lema 14.10(b) existe un β, el más grande
posible, tal que ωβ ≤ α (si α < ω entonces β = 0). De acuerdo con el lema
14.11 existen un único δ y un ρ tales que ρ < ωβ y α = ωβ δ + ρ. Como
ωβ ≤ α, tenemos δ > 0 y ρ < α. Afirmamos que δ es finito. Si δ fuera
infinito, α ≥ ωβ δ ≥ ωβ ω = ωβ+1 , lo que contradice el que β sea máximo.
Sea entonces β1 = β y k1 = δ.
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Más aún,
[
P= Pξ .
ξ<κ
Para probar esto, suponga que (α, β) ∈ Pξ , donde ξ < κ. Así que α+β = ξ,
lo que implica α, β < κ, y por consiguiente (α, β) ∈ P. Recíprocamente, sea
α, β < κ. Así que los conjuntos Pξ , ξ < κ forman una partición de P.
Para cada ξ < κ definimos un buen orden <ξ de Pξ mediante
(α, β) <ξ (α0 , β0 ) ⇔
[máx{α, β} < máx{α0 , β0 }]
∨ [máx{α, β} = máx{α0 , β0 }] ∧ (α < α0 )
∨ [máx{α, β} < máx{α0 , β0 } ∧ (α = α0 )] ∧ (α = α0 ∧ β < β0 )].
Después definimos un buen orden <∗ de P mediante:
(α, β) <∗ (α0 , β0 ) ⇔ [(α, β) ∈ Pξ ∧ (α0 , β0 ) ∈ Pη ∧ ξ < η] ∨
∨ [(α, β), (α0 , β0 ) ∈ Pξ ∧ (α, β) <ξ (α0 , β0 )].
Sea θ el tipo ordinal de (P, <∗ ). Como |P| > κ, tenemos θ > κ. Se sigue
entonces que existe un punto (α0 , β0 ) en P tal que el tipo ordinal de (Q, <∗ ) es
κ, donde
Q = {(α, β) ∈ P : (α, β) <∗ (α0 , β0 )}.
Elegimos ξ0 < κ con (α0 , β0 ) ∈ Pξ0 . Entonces α0 + β0 = ξ0 . En
consecuencia, si (α, β) ∈ Q, se cumple (α, β) <∗ (α0 , β0 ), es decir, α, β ≤ ξ0 .
Por consiguiente,
Q ⊆ (ξ0 + 1) × (ξ0 + 1).
Pero ξ0 + 1 < κ, así que |ξ0 + 1| < κ, y obtenemos
|Q| ≤ |ξ0 + 1| · |ξ0 + 1| < κ,
contrario a que el tipo ordinal de (Q, <∗ ) es κ. La prueba está completa.
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Demostración.
(a) Para mostrar que Z es numerable, basta considerar la siguiente biyección:
f :N− → Z definida mediante
f (0) = 0,
f (2n + 1) = −n,
f (2n) = n.
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(b) Para probar la numerabilidad de Q, note que todo número racional tiene
la forma p/q con p, q ∈ Z y p, q primos relativos. Esta representación es
única, con lo que logramos encajar Q en Z × Z, es decir, considerar a Q
como subconjunto de Z × Z. Puesto que este último conjunto es numerable
de acuerdo con teorema 15.1, Q es numerable.
(c) Si mostramos que (0, 1] ⊆ R no es numerable, R mismo no será numerable.
Probemos que para cada sucesión a1 , a2 , . . . de números reales distintos,
con 0 < an ≤ 1, existe un número real d, 0 < d ≤ 1 que no aparece
en la sucesión de los ai . Esto se consigue mediante el segundo argumento
diagonal de Cantor. Todo número real 0 < x ≤ 1 se puede representar como
una fracción decimal infinita 0.x1 x2 x3 . . . (por ejemplo, 21 = 0.49999 . . . ,
1 = 0.999 . . . ) y de hecho en forma única. La sucesión a1 , a2 , a3 , . . . la
podemos enumerar como
Teorema 15.4.
(a) |R| = 2ℵ0 .
(b) El conjunto de los números irracionales tienen cardinalidad 2ℵ0 .
(c) El conjunto de todos los conjuntos infinitos de números naturales tiene
cardinalidad 2ℵ0 .
(d) El conjunto de todas las funciones inyectivas de N sobre N tiene cardina-
lidad 2ℵ0 .
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Demostración.
(a) Recuerde que si x ∈ R, entonces x = ± . . . y3 y2 y1 .z1 z2 z3 . . . con
zi , yi ∈ N, así que cada x ∈ R se puede asociar a una sucesión de naturales
< y1 , y2 , y3 , . . . , z1 , z2 , z3 , . . . >. En consecuencia, R ⊆ NN . Pero
|NN | = ℵ0ℵ0 = 2ℵ0 (de acuerdo con el Teorema 16.10). Por lo tanto,
|R| ≤ 2ℵ0 .
Por otro lado, ya vimos que todo número real x, 0 ≤ x ≤ 1 tiene una
representación decimal consistente en números naturales. Sea S el conjunto
de todos los números reales en (0, 1], cuya expansión decimal consiste sólo
de ceros y unos. El conjunto S está en correspondencia biunívoca con
{0, 1}N que tiene cardinalidad 2ℵ0 . Por consiguiente, |R| ≥ 2ℵ0 .
(b) Sea P el conjunto de los números irracionales. Observe que R = Q ∪ P y
que Q ∩ P = ∅, por lo que |R| = |Q| + |P|, es decir 2ℵ0 = ℵ0 + |P|, de
donde se deduce que |P| = 2ℵ0 , de acuerdo con el corolario 14.14.
(c) Primero debemos probar que el conjunto de subconjuntos finitos de N es
numerable. Pero este conjunto no es otra cosa que el conjunto de todas las
sucesiones finitas en N, suc(N). Además
[
suc(N) = Nn ,
n<ω
de donde se desprende que |suc(N)| = ℵ0 .
Para probar la afirmación en (c), note que Pot(N) tiene cardinalidad
2ℵ0 (Lema 16.9) y que consiste en todos los subconjuntos finitos de N y de
todos los subconjuntos infinitos de N. Por lo ya demostrado, resulta claro
que el conjunto de subconjuntos infinitos de N debe tener cardinalidad 2ℵ0 .
(d) Sea P el conjunto de todas las funciones inyectivas de N sobre N. Como
P ⊆ NN , es evidente que |P| ≤ 2ℵ0 . Sean A y B conjuntos de todos los
números pares e impares, respectivamente. Si X ⊆ E es infinito, definimos
una función fX : N − → N como sigue:
fX (2k) = el k-ésimo elemento de X (k ∈ N)
fX (2k + 1) = el k-ésimo elemento de N \ X (k ∈ N).
Note que B ⊆ N \ X es infinito, así que fX es una biyección de N sobre
N. Más aún, es fácil probar que si X1 6= X2 , entonces fX1 = fX2 . Entonces,
tenemos una correspondencia biunívoca entre los subconjuntos infinitos de
A y ciertos elementos de P. Como hay 2ℵ0 subconjuntos infinitos de A,
|P| ≥ 2ℵ0 , como se requiere.
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Definición 16.1.
(a) Un conjunto x ⊆ κ es cofinal en κ si sup(x) = κ.
Def
(b) cf (κ) = mín{|x| : x ⊆ κ ∧ x es cofinal en κ} es la cofinalidad de κ.
(c) κ es regular si cf (κ) = κ.
(d) κ es singular si cf (κ) < κ.
P
Demostración.
P
Por una parte, κα ≤ κ para cada α < λ, así que
α<λ κ α ≤ α<λ κ ≤ κ · λ.
P P
Por
P
otra parte, notemos que λ = α<λ 1 ≤ α<λ κα . También tenemos
κ ≤ α<λ κα ; puesto que κ es el P supremo de los κα , todo ordinal
P
γ menor que
κ es menor que algún κα y κα ≤P α<λ κα ; por lo tanto, κ ≤ α<λ κα . Como
κ y λ son menores o iguales que α<λ κα , se deduce que κ · λ no es mayor que
P
α<λ κα . Del teorema de Cantor-Schröder-Bernstein obtenemos la afirmación
del teorema.
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Teorema 16.4.
(a) ω = ℵ0 es regular.
(b) ℵα+1 es regular.
(c) Si β es límite y β < ℵβ , entonces ℵβ es singular.
Demostración.
(a) Si ω es singular, cf (ω) < ω. Entonces existiría un conjunto x ⊆ ω con
|x| = n y sup(x) = ω. Pero esto no es posible.
(b) Supongamos que ℵα+1 es singular. Entonces cf (ℵα+1 ) ≤ ℵα . Por lo tanto,
existe x ⊆ ℵα+1 con |x| ≤ ℵα y sup(x) = ℵα+1 . Pero en tal caso,
[
ℵα+1 =
x
≤ máx{|x|, sup{|y| : y ∈ x}}
≤ ℵα ,
lo que no puede ocurrir.
(c) Sea β un ordinal límite con β < ℵβ . Entonces ℵβ = sup{ℵγ : γ < β} y
tenemos que |{ℵγ : γ < β}| = |β| < ℵβ . Así que ℵβ es singular.
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Def
Sea f = F cf (κ). Se observa fácilmente que:
1. α < β < cf (κ) ⇒ f (α) < f (β) ∧ g(α) < f (β).
2. ran(f ) ⊆ κ.
3. ran(f ) es cofinal en κ.
Entonces ran(f ) es el conjunto x deseado.
Lema 16.6. Un cardinal infinito κ es singular si y sólo si existe un cardinal
λ < κ y un conjuntoS {sξ : ξ < λ} de subconjuntos de κ tales que |sξ | < κ para
cada ξ < λ, y κ = ξ<λ sξ . (De hecho, el menor cardinal λ que satisface la
condición es igual a cf (κ).)
Demostración. Si κ es singular, entonces existe una sucesión creciente
{αξ : ξ < cf (κ)}, cuyo supremo es κ. Sean λ = cf (κ) y sξ = αξ para todo
ξ < λ.
Si la condición es cierta, sea λ <Sκ el menor cardinal para el cual existe
una familia {sξ : ξ < λ} tal que κ = ξ<λ sξ y |sξ | < κ para cada ξ < λ. Para
S
todo ξ < λ, sea βξ el tipo ordinal de ν<ξ sν . La sucesión hβξ : ξ < λi es no
decreciente y, por la minimalidad de λ, βξ < κ para todo ξ < λ. Mostraremos
que el supremo de los βξ es κ, con lo que habremos demostrado cfS (κ) ≤ λ.
Sea β = supξ<λ βξ . Existe una función inyectiva f de κ = ξ<λ sξ en
λ × β: si α ∈ κ, sea f (α) = (ξ, γ), donde ξ es el menor ξ con α ∈ sξ y γ es
el tipo ordinal de sξ ∩ α. Como λ < α y |λ × β| = λ · |β|, se desprende que
β = κ.
Corolario 16.7. Si κ es un cardinal infinito, cf (κ) es un cardinal regular.
Demostración. cf (cf (κ)) ≤ cf (κ) es evidente. Debemos mostrar que
cf (κ) ≤ cf (cf (κ)). Por el lema 16.5 existen x, f con x ⊆ κ, sup(x) = κ
y f : cf (κ) − → x un isomorfismo. Además, existe y ⊆ cf (κ) con
sup(y) = cf (κ) y |y| = cf (cf (κ)). Se deduce fácilmente que {f (α) : α ∈ y}
es cofinal en κ. De aquí que
cf (κ) ≤ |{f (α) : α ∈ y}|
= |y|
= cf (cf (κ)).
Teorema 16.8 (König). Sea κ un cardinal infinito. Entonces κ < |κcf (κ) |.
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Demostración. Claramente
κ+ · 2κ ≤ (κ+ )κ · 2κ = (κ+ )κ ,
por lo que 2κ ≤ (κ+ )κ .
Por otro lado:
(κ+ )κ ≤ (2κ )κ (pues κ+ ≤ 2κ )
= 2κ·κ
= 2κ .
Def
Como |R| = 2ℵ0 = c, la hipótesis del continuo responde a la pregunta de
cuántos números reales existen.
Se demuestra que HC es independiente de ZFE ; es decir, tanto HC como su
negación son imposibles de demostrar en ZFE . Esta demostración se efectúa
en dos partes: la primera en este volumen, en el capítulo de constructibilidad;
y la segunda en el volumen II, mediante el método de Forcing.
El siguiente teorema de König es uno de los pocos resultados que establece
una relación entre productos y sumas cardinales mediante una desigualdad
estricta.
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Una consecuencia del teorema 16.12 es que podemos obtener cierta infor-
mación sobre 2ℵ0 , para lo que requerimos:
Demostración. Sea λ = cf P
(κ). Podemos encontrar cardinales κα < κ,
para toda α < λ, tales que κ = α<β κα . Como κα < κ para toda α < β, por
el teorema 16.12 logramos
X Y
κ= κα < κ = κλ ,
α<β α<β
como se requiere.
cf (2κ ) > κ,
y en particular,
cf (2ℵ0 ) > ℵ0 .
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P
Demostración. Sea κ = i<cf (κ) κi , donde κi < κ para toda i < cf (κ).
En consecuencia,
λ
Y Y
κλ ≤ κi = κλi
i<cf (κ) i<cf (κ)
Y [
≤ ( αλ )
i<cf (κ) α<κ
[
=( αλ )cf (κ)
α<κ
λ cf (κ)
≤ (κ ) = κλ .
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(b)
(ℵα )
ℵα < |ℵcf
α | teorema de König
ℵ
≤ |ℵαβ |
≤ |Pot(ℵα )| como en (a).
(c)
|Pot(ℵβ )| = |{0, 1}ℵβ |
ℵ
≤ |ℵαβ |
≤ |{0, 1}ℵβ ·ℵα |
= |{0, 1}ℵβ |
= |Pot(ℵβ )|.
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así que es suficiente demostrar que |ℵβ γ| ≤ ℵα para γ < α. Sea entonces
γ < α.
|ℵβ γ| ≤ |{0, 1}ℵ·γ |
≤ |{0, 1}ℵβ ·ℵδ | para alguna δ con |γ| ≤ ℵδ < ℵα
(
|Pot(ℵδ )|, cuando β < δ
≤
|Pot(ℵβ )|, cuando δ ≤ β
(
ℵδ+1 , cuando β ≤ δ
=
ℵβ+1 , cuando δ ≤ β
≤ ℵα .
Lema 17.1. Sea λ un ordinal límite y sea hαξ : ξ < λi una sucesión creciente
de ordinales. Esta sucesión tiene un límite (único); el límite es
[
Lím αξ = αξ .
ξ<λ
ξ<λ
S
Demostración. Si α = ξ<λ αξ . Debemos probar que este α satisface
α = SLímξ<λ αξ . Para ello, sea β < α. Como la sucesión es creciente y
α = ξ<α αξ , entonces β ∈ αξ0 para algún ξ0 < λ y β ∈ αξ para todo ξ > ξ0 ,
así que para todo ζ con ξ0 < ζ < λ se cumple que β < αζ ≤ α, es decir, se
cumple la definición de Límξ<λ αξ = α.
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Demostración. Ejercicio.
Lema 17.3. Sean λ un ordinal límite y hαξ : ξ < λi, hβζ : ζ < λi sucesiones
crecientes tales que
(a) (∀ ξ < λ)(∃ ζ < λ)(βζ > αξ ),
(b) ((∀ ζ < λ)(∃ ξ < λ)(αξ > βζ ).
Entonces
Lím αξ = Lím βζ .
ξ<λ ζ<λ
Demostración. Ejercicio.
Lema 17.4. Sean λ un ordinal límite y hαξ : ξ < λi una sucesión de ordinales.
Para cada µ < λ, sea X
σµ = αξ .
ξ<µ
Entonces X
αξ = Lím σµ .
µ<λ
ξ<λ
Demostración. Ejercicio.
Sea f : λ −→ λ y α ∈ λ un ordinal límite. Decimos que f es continua en
α si y sólo si
f (α) = Lím f (ξ).
ξ<α
Por ejemplo, la función identidad en λ es continua en todo ordinal límite
menor que λ.
Una función f : λ − → λ es normal si preserva el orden y es continua en
todo ordinal límite menor que λ.
Para funciones normales podemos demostrar un resultado análogo al de las
funciones reales:
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Demostración.
S S
Si κ = Límξ<λ αξ y η = Límξ<λ f (αξ ), entonces
κ= ξ<λ ξα y η = ξ<λ f (αξ ). Debemos mostrar que f (κ) = λ.
S
Por hipótesis, f (Límξ<λ αξ ) = f ( ξ<λ αξ ) = f (κ) con κ < µ y
S
Límξ<λ f (αξ ) = ξ<λ f (αξ ). Como hαξ : ξ < λi es creciente y λ es límite, κ
debe ser límite, por lo que
[
f (κ) = f ( αξ )
ξ<λ
= Lím f (ξ) = Lím f (αξ ) = λ.
ξ<λ ξ<λ
Sea f : λ −
→ λ, decimos que α ∈ λ es un punto fijo de f si f (α) = α.
como se requiere.
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18. Ejercicios
1. Demuestre que para todo conjunto x, existe un único conjunto y tal que
z ∈ y si y sólo si z ∈ x, y Φ(x), donde Φ es una fórmula de LTC con una
variable libre x.
2. Muestre que Pot(x) ⊆ x es falso para todo conjunto x. En particular,
Pot(x) 6= x. Esto demuestra que no existe el conjunto de todos los
conjuntos. [Sugerencia: Considere z = {y ∈ x : y ∈ / y}.]
3. Sean s 6= ∅ y a conjuntos.
(a) Defina T1 = {y ∈ Pot(a) : y = a ∩ x para algún x ∈ s}, y pruebe que
[
a ∩ (∪s) = T1 .
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17. Sea P = {(r, γ) ∈ R × R : r > 0}, donde R son los números reales.
Consideramos a los elementos de P como las coordenadas polares de puntos
en el plano, y definimos una relación en P mediante: (r, γ) ∼ (r 0 , γ 0 ) si y
sólo si γ −γ 0 es un múltiplo entero de 2π. Muestre que ∼ es una relación de
equivalencia en P (dos elementos de P son ∼-equivalentes precisamente en
el caso en que son las coordenadas polares del mismo punto). Muestre que
cada clase de equivalencia contiene una única pareja (r, γ) con 0 ≤ γ < 2π.
El conjunto de tales parejas es, por tanto, un conjunto de representantes
para ∼.
18. (a) Sea R un orden parcial en x. Pruebe que R−1 es un orden parcial en x,
y para y ⊆ x a es el menor elemento de y respecto a R−1 si y sólo si a
es el mayor elemento de y respecto a R.
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23. Pruebe que no existe una función f : ω − → ω tal que f (n) > f (n + 1) para
toda n ∈ ω.
24. Sea s una sucesión infinita de elementos de a, donde a está linealmente
ordenado por l. Suponga que sn l sn+1 para toda n ∈ ω. Pruebe que
n < m implica sn l sm para cualesquier n, m ∈ ω.
25. Sean (a, l) un conjunto linealmente ordenado y p, q ∈ a. Decimos que q
es sucesor de p, si p l q y no existe r ∈ a tal que p l r l q. Note que cada
p ∈ a tiene a lo sumo un sucesor. Suponga que (a, l) no es vacío y tiene
las siguientes propiedades:
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46. Sean α, β ∈ OR. Para f : β − → α, sea s(f ) = {ξ < β : f (ξ) 6= 0}. Sea
S(β, α) = {f : f : β − → α ∧ s(f ) es finito}. Defina l en S(β, α) como
sigue: f lg si y sólo si existe ξ0 < β, tales que f (ξ0 ) < g(ξ0 ) y f (ξ) = g(ξ)
para toda ξ > ξ0 . Muestre que (S(β, α), l) es isomorfo a (αβ , <).
47. Si x es infinito y bien ordenable, entonces x tiene buenos órdenes no
isomorfos.
48. Demuestre que |a| < |a| + H(a) para todo conjunto A.
49. Demuestre el lema 6.6.
50. Demuestre el lema 6.13.
51. Demuestre el lema 6.16.
52. Demuestre el lema 7.7.
53. Demuestre el lema 7.10.
54. Demuestre las siguientes propiedades:
(a) |(a × b) × c| = |a × (b × c)|.
(b) Si s ⊆ t, entonces |s a| ≤ |t a|; en particular |n a| ≤ |m a| si n ≤ m.
[Sugerencia: Considere las funciones que tienen un valor constante fijo
en t \ s.]
(c) |t| ≤ |t s| si |s| ≥ 2. [Sugerencia: tome u, v ∈ s y para cada r ∈ t,
considere fr : t − → s tal que fr (r) = u y fr (x) = v en otro caso.]
55. En este ejercicio se obtiene una prueba alternativa del teorema de Cantor-
Bernstein-Schröder 11.3.
Sean a un conjunto y F una función de Pot(a) en Pot(a). Un conjunto
x ⊆ a es un punto fijo de F si F (a) = a. La función F es monótona si
x ⊆ y implica F (x) ⊆ F (y).
(a) Sea F : Pot(a) − → Pot(a) monótona. Entonces F tiene un punto fijo.
[Sugerencia: Sea T = {x ⊆ a : F (x) ⊆ x}. Pruebe que T 6= ∅. Sea
x = ∩T . Demuestre que x ∈ T, F (x) ∈ T . Concluya que F (x) ⊆ x es
imposible.]
(b) Dé una prueba del teorema 11.3. [Sugerencia: Sea F : Pot(c)
−→ Pot(c) definida como F (x) = (c − b) ∪ f [x], donde f es una
biyección entre a y c. Muestre que F es monótona. Sea C un punto
fijo de F , es decir, C = (c − b) ∪ f [C], y sea D = c − C. Defina g
como
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(
f (x), si x ∈ C,
g(x) =
x, si x ∈ D.
Muestre que g es una biyección entre c y b.]
(c) Pruebe que x es el menor punto fijo de F ; es decir, si F (x) = x para
alguna x ⊆ a, entonces x ⊆ x.
56. Sin usar AE pruebe que si un conjunto a puede ser linealmente ordenado,
entonces toda familia de subconjuntos finitos de a tiene una función de
elección.
57. Sin usar AE muestre que si un conjunto a se puede bien ordenar, entonces
Pot(a) se puede ordenar linealmente.
58. Una familia de conjuntos a tiene carácter finito si: x ∈ a si y sólo si
todo subconjunto finito de x pertenece a a. Pruebe que el lema de Zorn
es equivalente al siguiente principio (lema de Tukey): toda familia de
conjuntos de carácter finito tiene un elemento ⊆-maximal.
59. Muestre que si todo conjunto es equipotente a un ordinal, entonces es cierto
el axioma de elección.
60. Pruebe que si para cualesquier conjuntos a, b se cumple |a| ≤ |b| o |b| ≤ |a|,
entonces es cierto el axioma de elección.
61. Recuerde que una fórmula Φ del LTC es bien fundada si:
∀ x[∃ v(x 6= ∅ ⇒ v ∈ x ∧ ∀ z ∈ x¬Φ(z, v)) ∧
∃ u(x ⊆ u ∧ ∀ w, y(y ∈ u ∧ Φ(w, y) ⇒ w ∈ u))].
Suponga que Φ(x, y) es una fórmula de LTC bien fundada. Muestre
que se puede definir una función rango general ρ Φ que satisface:
[
ρ Φ (x) = {ρ Φ (y) + 1 : Φ(x, y)},
y
(i) ρ Φ (x) es un ordinal para cada x.
(ii) Φ(x, y) ⇒ ρ Φ (x) < ρ Φ (y).
Muestre que si existe una función ρ Φ que satisface (i) y (ii), entonces
se cumple
∀ x[∃ v(x 6= ∅ ⇒ v ∈ x ∧ ∀ z ∈ x¬Φ(z, v))].
62. Recuerde que una relación R es asimétrica en un conjunto x si para
cualesquier conjuntos u, v ∈ x, ¬(uRv ∧ vRu).
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Sea ZF1 la teoría que consiste en los axiomas Ext, Fund, Sub, Ex, Par,
Pot, Unión; mientras que ZF2 es ZF1 junto con Reemp.
Muestre que usando los axiomas de ZF1 podemos probar que si R bien
ordena x, entonces R es transitiva y asimétrica en x.
63. Con la notación del ejercicio 62, defina
Def
E(x) = {(y, z) : y, z, ∈ x ∧ y ∈ z}.
Muestre que en ZF1 podemos probar que si x es un ordinal, entonces
E(x) bien ordena x y que si R está bien fundada en z, entonces la fórmula
(x, y ∈ z ∧ xRy) está bien fundada.
64. Sea F (x, y) una fórmula. Muestre que existe un Vβ , para β arbitrariamente
grande, que es cerrado respecto a F (vista como función); es decir, en
ZF podemos probar que
∀ α∃ β[β ≥ α ∧ ∀ x ∈ Vβ (F [x] ∈ Vβ )]. (*)
Use (*) para mostrar en ZF que para cualquier fórmula χ(x, z),
∀ x ∈ y∃ zχ(x, z) ⇔ ∃ u∀ x ∈ y∃ z ∈ uχ(x, z).
65. Pruebe el principio del buen orden sin usar Reemp, es decir, dentro de la
teoría ZF1 con el AE .
[Sugerencia: Suponga que z es el conjunto dado y f una función de
elección para Pot(z). Defina el conjunto Γ de todos los buenos órdenes
(x, R) tales que:
(i) x ⊆ Z, R ⊆ (x × x) y R bien ordena x.
(ii) Para toda w ∈ x, w = f (z \ xw ), donde xw es el segmento inicial
en w respecto al orden R.
Muestre que para cualesquier dos miembros de Γ, uno es un segmento
inicial del otro (o son iguales). (Primero muestre, sin usar Reemp, que para
cualesquier dos buenos órdenes, uno es isomorfo a un segmento inicial del
otro o a la totalidad del otro). Γ ⊆ (Pot(z) × Pot(z × z)), por lo que Γ es
un conjunto sin usar Reemp. Ahora, sea (Y, s) la unión de Γ, es decir,
[ [
Y= {x : ∃ R((x, R) ∈ Γ}, s= {R : ∃ x((x, R) ∈ Γ)}.
Muestre que s bien ordena Y y que (Y, s) ∈ Γ; obtenga una contradicción
de la suposición Y 6= x.]
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α ≤ β ⇒ α + 1 ≤ β + 1.
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90. ¿Cuál es el significado de las siguientes dos funciones (F, G)? (ϕ1 , ϕ2 , ϕ
son LTC-fórmulas y ∈ {∧, ∨, ⇒ , ⇔, ¬})
(a)
F (vn ) = 0
F ((ϕ1 ϕ2 )) = F (ϕ1 ) + F (ϕ2 ) + 1
F ((¬ϕ)) = F (ϕ) + 1.
(b)
G(vn ) = 1
G((¬ϕ)) = G(ϕ) + 3
G((ϕ1 ϕ2 )) = G(ϕ1 ) + G(ϕ2 ) + 3.
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95. Sea F el conjunto de todos los números racionales que tienen expansión
decimal con sólo una cantidad finita de dígitos distintos de cero. Muestre
que F es denso en Q.
96. Sea D el conjunto de todos los números m/2n (los racionales diádicos) con
m ∈ Z y n ∈ N. Muestre que D es denso en Q.
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CAPÍTULO 3
Cardinales
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3. Cardinales
1. Los álef
En esta sección estudiamos varias propiedades de los álef (sumas, exponen-
ciación, fórmulas recursivas, etc.). Comencemos con sumas de álef.
Teorema 1.1. Para todo ordinal α se cumple
X
ℵξ = ℵα . (14)
ξ≤α
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Teorema
S
1.3. Sean α límite, ϕ : α −
→ OR una función creciente y λ =
ξ<α ϕ(ξ). Entonces
X
ℵϕ(ξ) = ℵλ .
ξ<α
Demostración. Ejercicio.
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3. Cardinales
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Entonces X
αβ = αηβ .
η<ξ
Sea f ∈ αβ , entonces f (ζ) < α pues ζ < β; existen ordinales η(ζ) < ξ tales
que f (ζ) < αη(ζ) para ζ < β. Hagamos η = supζ<β η(ζ). Entonces η < ξ
porque β < cf (ξ), y de aquí f ∈ αηβ .
Se sigue que αβ ⊆ η<ξ αηβ , así que αβ ≤ η<ξ αηβ .
S P
S
Corolario 1.6. Si ϕ es una función creciente de α en OR, λ = ξ<α ϕ(ξ) y
β < cf (α); entonces X ℵβ
ℵ
ℵλ β = ℵϕ(ξ) .
ξ<α
Demostración. Ejercicio.
Una simple generalización de la fórmula de recursión de Hausdorff (uno
de cuyos casos particulares es la fórmula de Bernstein) es la siguiente.
Teorema 1.7 (Fórmula generalizada de Hausdorff). Para toda n < ω es
cierta la siguiente igualdad:
ℵ ℵ
β
ℵα+n = ℵαβ · ℵα+n . (22)
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3. Cardinales
por lo que,
|ω | ℵ
ℵα < ℵα cf (α) = ℵαcf (α) ≤ ℵℵασ .
Si ocurriese ℵα = µℵσ , se cumpliría
2
ℵαℵσ = µℵσ = µℵσ = ℵα ,
lo que es una contradicción.
Demostración. Ejercicio.
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Del teorema 1.14 se sigue, en particular, que para ningún cardinal µ y para
ningún ordinal β ocurren las igualdades
ℵω = µ ℵ β , ℵωω = µℵβ , ℵα = µ ℵ β .
También se sigue del teorema que si ℵωn = µℵβ , entonces β sólo puede ser
0, 1, . . . , n − 1. De hecho, cf (ωn ) = ωn y entonces para β ≥ n la ecuación
ℵωn = µℵβ
no tiene lugar.
Teorema 1.16. Para que se cumpla 2ℵα = ℵβ es necesario y suficiente que β
sea el menor ordinal ξ con la propiedad ℵℵξ α < ℵℵξ+1
α
.
ℵα
ℵγℵα = (2ℵα )ℵα = 2ℵα = ℵγ < ℵγ+1 ,
una contradicción.
Por lo tanto, si 2 < ℵβ ≤ 2ℵα , obtenemos
(2ℵα )ℵα = 2ℵα ≤ ℵℵβα < ℵβ+1
ℵα
,
y
ℵβ+1 > 2ℵα
por lo que 2ℵα = ℵβ .
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3. Cardinales
Demostración. Si 2ℵα = ℵβ ,
ℵℵβα = (2ℵα )ℵα = 2ℵα = ℵβ .
Si γ < β, entonces
ℵγ < 2ℵα ≤ ℵℵγ α .
Por otra parte, si β es el menor ordinal ξ con ℵℵξ α = ℵξ , no ocurre 2ℵα < ℵβ ,
pues si así fuera tendríamos 2ℵα = ℵγ , γ < β y ℵℵγ α = ℵγ (por el teorema 1.16),
una contradicción. Entonces, si 2 < ℵβ ≤ 2ℵα ,
2ℵα ≤ ℵℵβα = ℵβ ≤ (2ℵα )ℵα = 2ℵα .
Claramente
[
Eα ⊆ Eξ , (2)
ξ<α
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De (3) y (4)
ℵ X ℵ
ℵα β = ℵξ β .
ξ<α
2. Sumas débiles
Lema 2.2.
µ η µ P
(a) Si µ ≤ η, κ^ ≤ κ^ = κ^ + µ≤ξ<η κξ .
λ λ
(b) Si µ ≤ η, µ^ ≤ η^ .
η
(c) Si η ≥ 2, µ^ ≥ µ.
λ
(d) Si µ ≥ 2, µ^ ≥ λ.
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3. Cardinales
Teorema 2.3.
0 1
µ^ = 0, µ^ = 1.
η
Si η ≥ 2, entonces µ^ ≥ µ. Además, si µ ≥ ℵ0 y 2 ≤ η ≤ ℵ0 , entonces
η
µ^ = µ.
Demostración. La primera parte es trivial. Probaremos la última afir-
mación: si η es finito, el resultado es inmediato pues µη = µ. Si η = ℵ0 ,
entonces η X
µ^ = µn ≤ ℵ0 · µ = µ.
n<ℵ0
Demostración.
λ λ
(a) Para todo ρ < λ, se cumple κ^ ≥ κρ ≥ 2ρ > ρ, por lo que κ^ ≥ λ.
(b) Sea ρ0 < λ. Entonces
λ X X X
κ^ = κρ = κρ + κρ .
ρ<λ ρ<ρ0 ρ0 ≤ρ<λ
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3. Cardinales
Demostración.
α α α α
(a) Sea α^ = α. Entonces α ≤ 2^ ≤ α^ = α, por lo que α = 2^ .
Además, α ≤ cf (α) (pues recordemos que α < αcf (α) ), ya que α > cf (α)
α
implicaría α^ > α. En resumen, α es un cardinal regular.
α
Recíprocamente, si α = 2^ y α es regular, entonces
α α α α
α ^ ≤ 2^ ^ = 2^ = α.
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α
(b) Si α = α^ o α es un cardinal regular límite fuerte, resulta claro que
α α α
α = 2^ . Recíprocamente, sea α = 2^ . Si α es regular, entonces α = α^
por el inciso (a). Supongamos que α es singular y probemos que α es un
cardinal límite fuerte. Si no fuera éste el caso, existiría un cardinal β tal
que cf (α) ≤ β < α y α ≤ 2β . Entonces 2β = α y
β
α < αcf (α) ≤ αβ = 2β = 2β = α.
Nuestro próximo resultado relaciona las sumas débiles con una propiedad
de grandes cardinales (véase el Lema 7.9.10):
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3. Cardinales
λ λ
entonces µ^ ≤ µ, y por contrapositiva tenemos que si µ^ > µ, entonces
λ > cf (µ).
Al igual que obtuvimos la implicación inversa de 2.6, probemos que son
λ
equivalentes las fórmulas λ > cf (µ) y µ^ > µ, para cada λ. Queremos
mostrar que en presencia de (i) (o de (ii)) se cumple
λ
λ > cf (µ) ⇔ µ^ > µ.
µ
Supongamos que 2^ = µ. El cardinal µ no puede ser finito, pues no se
cumpliría (i). Entonces µ ≥ ℵ0 . Por el ejercicio 12, se tiene que
µ λ µ
(2^ )^ = 2^ = µ si λ ≤ cf (µ).
En este caso µ λ µ
λ
µ^ ≤ (2^ )^ = 2^ = µ.
λ
Lo que hemos probado es que si λ ≤ cf (µ), entonces µ^ ≤ µ.
λ
Falta demostrar que si µ^ ≤ µ, entonces λ ≤ cf (µ). Pero notemos que si
λ
λ > cf (µ), siempre µ^ > µ, pues sabemos que µ < µcf (µ) y µ < µλ para
todo λ ≥ cf (µ). Construimos la contrapositiva
λ
µ^ ≤ µ implica λ ≤ cf (µ),
lo que se quería demostrar.
Continuamos con las propiedades de las sumas débiles.
α cf (α) α
Lema 2.11. Si α ≥ ℵ0 y κ ≥ 2, entonces κ^ ^ = κ^ .
Demostración. Es suficiente probar que
α β α
κ^ = κ^ , para β < cf (α),
porque entonces,
α cf (α) X α β
κ^ ^ = κ^
β<cf (α)
X α
= κ^
β<cf (α)
α α
= κ^ · cf (α) = κ^ ,
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α
pues α ≤ κ^ .
α β
Sean β < cf (α) y f ∈ κ^ . En consecuencia,
α X
f (ζ) ∈ κ^ = κγ
γ<α
para ζ < β, y de aquí que exista un γ(ζ) < α tal que f (ζ) ∈ κγ(ζ) para
ζ < β. Sea γ = supζ<β γ(ζ). Entonces γ < α, ya que β < cf (α) y tenemos
f (ζ) ∈ κγ(ζ) ⊆ κγ . Por lo tanto,
α β X β X α
κ^ ≤ κγ = κγ = κ^ ,
γ<α γ<α
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P
(a) Recuerde el teorema de König y la igualdad ℵα = ξ<ωcf (α) µξ , para
0 < µξ < ℵα . Como µξ < ℵα , para cada ξ < ωcf (α) se cumple
X Y ω
ℵα = µξ < < ωcf (α) ℵα = ℵα cf (α) .
ξ<ωcf (α) ξ
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(i) i0 = ω = ℵ0 .
(ii) Si ξ es un ordinal, entonces
iξ+1 = 2iξ .
(iii) Si ξ es un ordinal límite (mayor que cero), entonces
X
iξ = iη .
η<ξ
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3. Cardinales
Como los números beth son cardinales, para todo ordinal α existe un ordinal
π(α) tal que
iα = ℵπ(α) .
Note que π : OR −→ OR es un término clase. La siguiente propiedad es
obvia:
Lema 3.4. Si α < β entonces π(α) < π(β).
Teorema 3.5. La función π es continua. En consecuencia es normal.
S
Demostración. Sea α límite y λ = ξ<α π(ξ). Entonces
1.3 X X
ℵλ = ℵπ(ξ) = iξ = iα .
ξ<α ξ<α
Por lo tanto, λ = π(α).
Corolario 3.6. Si el ordinal α no es límite, entonces cf (α) ≤ π(α).
Demostración. Si cf (α) = δ y ϕ es una función creciente de ωδ en OR
tal que [
α= ϕ(ξ),
ξ<ωδ
entonces [ [
π(α) = π(ϕ(ξ)) = ψ(ξ),
ξ<ωδ ξ<ωδ
donde ψ = π ◦ ϕ es creciente. Por consiguiente, π(α) ≥ ωδ ≥ δ.
Teorema 3.7. Si π(γ + 1) no es un ordinal límite, π(γ + 1) > γ; si π(γ + 1)
es límite, cf (π(γ + 1)) > γ.
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Se sigue que
ℵ
iαβ ≤ iα + iα = iα .
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3. Cardinales
y
Y Y
2ℵπ(ϕ(ξ)) = iϕ(ξ+1) ≤
ξ<γ ξ<γ
ℵ
≤ iα|γ| = iαcf (α)
ℵ
≤ iαβ ,
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P
Demostración. Como iξ = η<ξ iη , tenemos cf (iξ ) ≤ cf (ξ) (¿por
qué?). Si β < cf (ξ) entonces, de la fórmula de recursión de Tarski 1.5:
ℵ X ℵ X ℵ
iξ β = iη β = β
iη+1 =
η<ξ η<ξ
X ℵβ
= 2iη =
η<ξ
X ℵβ X
= 2iη = 2iη =
β≤η<ξ β≤η<ξ
X
= iη+1 .
β≤η<ξ
ℵ
Por el teorema 3.8, iξ β = iξ lo que indica que β ≤ cf (iξ ) para toda
β < cf (ξ); en consecuencia, cf (ξ) ≤ cf (iξ ).
4. HGC
Si aceptamos la HGC , muchos de los resultados anteriores se simplifican de
manera considerable. Por ejemplo, podemos estimar con exactitud el valor de la
función π y, en consecuencia, describir con mayor precisión el comportamiento
de ciertas potencias de los números beth.
Teorema 4.1 (HGC ).
(a) π(α) = α, para todo ordinal α.
(b) Si α es límite, entonces
(
i iα , para β < cf (α)
iα β = (29)
iα+1 , para cf (α) ≤ β ≤ α.
Demostración.
(a) Es evidente que π(0) = 0. Si π(α) = α, entonces ℵπ(α+1) = iα+1 por
definición y iα+1 = 2iα = 2ℵπ(α) = 2ℵα . Por consiguiente (con la HGC ),
ℵπ(α+1) = ℵα+1 , lo que implica que π(α + 1) = α + 1. Finalmente, si λ
es límite y si π(α) = α para todo α < λ, entonces
X X
ℵπ(λ) = ℵπ(ξ) = ℵξ = ℵλ ,
ξ<λ ξ<λ
y así π(λ) = λ.
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3. Cardinales
(iv)
X i X
Sα,β = iα ξ = iα = iα · |β| = iα .
ξ<β ξ<β
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5. Cardinales inaccesibles
En esta sección estudiamos las primeras propiedades de grandes cardinales,
es decir, propiedades que involucran a ciertos cardinales cuya existencia no se
puede demostrar en ZFE . La demostración de este hecho se efectúa en un
volumen posterior.
Definición 5.1.
(1) El cardinal µ es débilmente inaccesible si µ 6= 0 y si satisface:
[B1] Si X es un conjunto arbitrario de cardinalidad < µ y cada
elemento x ∈ X está asociado a un cardinal ηx < µ, entonces
X
ηx < µ.
x∈X
[B2] Si η < µ, existe un cardinal ρ tal que η < ρ < µ. Es decir, µ
es un cardinal límite regular.
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y por [B3], !ρ
X
ηx < µ.
x∈X
Por otro lado, !ρ
Y X
ηx ≤ ηx ,
x∈X x∈X
Q
entonces concluimos que x∈X ηx < µ y µ satisface [B5].
Recíprocamente, supongamos que µ 6= 0 satisface [B5]. La condición
[B3] es un caso particular de [B5] por la desigualdad de König,
X Y
ηx < ηx .
x∈X x∈X
(Excluyendo los casos en que ηx = 1 para toda x ∈ X, o ηx = 0 para alguna
x ∈ X, que se resuelven en forma trivial.) Por lo tanto, µ 6= 0 y satisface [B1]
y [B3].
Ahora caracterizamos a los cardinales inaccesibles, para lo que necesitamos
dos resultados auxiliares.
Lema 5.6. Si el cardinal infinito µ satisface [B1], entonces para todo ρ 6= 0
X
µρ = µ · ηρ .
η<µ
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3. Cardinales
Si α es límite:
ℵ X ℵ X
µ ρ = ℵα γ ≤ ℵξ γ ≤ ηρ ,
ξ<α ℵ0 ≤η<µ
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3. Cardinales
6. Cubiertas de conjuntos
En esta sección estudiamos varias propiedades combinatorias de conjuntos
y subconjuntos asociadas con la posibilidad de cubrir un conjunto mediante
subconjuntos de menor cardinalidad.
Necesitamos algunos resultados combinatorios:
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3. Cardinales
por lo que
X
|ξ|
X X
|ξ|
X κ
λ = λ = λβ = λ^ .
ξ<κ β<κ ξ∈β+ \β β<κ
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3. Cardinales
Pot(X) ∈ Nξ+1 .
De (4) y (iii) se obtiene de inmediato:
(5) Si ℵα satisface [B4] y X ∈ M, entonces Pot(X) ∈ M. Por lo tanto,
el conjunto M satisface [D2].
(III) Primero mostremos que
(6) |M| ≥ ℵα .
Basándonos en (iii), (6) es cierta si existe un ξ < ωα para el que
[
Nη ≥ ℵα .
η<ξ
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3. Cardinales
Ahora usamos el lema 5.7 para deducir que ℵα satisface [B6]; ωα debe
ser regular, es decir,
(13) ℵα = ℵcf (α) .
De (11) y (12) deducimos que existe un ξ, 0 < ξ < ωα , para el que
[
X⊆ Nη ;
η<ξ
en vista de (1), (ii) y (iii), concluimos que X ∈ Nξ y X ∈ M.
(IV) Para probar [D4], consideremos la implicación:
(15) Si X ∈ Nξ , X ⊆ M.
Si 0 < ξ < ωα , (15) se obtiene directamente de (ii) y (iii). Para ξ = 0
en general (15) no es válido. Pero si N = ∅, de (i) se sabe que N0 contiene
al vacío como único elemento; con esta hipótesis, (15) es válido también
para ξ = 0 y, por consiguiente, para cada ξ < ωα . Con base en (iii)
obtenemos:
(16) Si X ∈ M, X ⊆ M.
Supongamos que N = ∅ y que ℵα satisface [B6]. Entonces ocurren
las afirmaciones (9), (16) y [D3]; estas tres condiciones se pueden reducir
a una sola fórmula:
M = {X ⊆ M : |X| < |M|}.
Por lo tanto,
(17) Si N = ∅ y ℵα satisface [B6], entonces M satisface la fórmula
[D4]:
M = {X ⊆ M : |X| < |M|}.
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3. Cardinales
ρ
(2) |W| = 2ρ < |W| = 22 .
Las desigualdades (1) y (2) propician 2ρ < µ. El cardinal µ satisface
entonces [B4]. Con base en el lema 6.5 se concluye de [D3] que µ también
satisface [B6]. En este punto podemos usar el teorema 5.9 para afirmar que µ
es infinito inaccesible. Ya que N ∈ M, por [D2] ocurre que Pot(N) ⊆ M y, por
lo tanto, µ = |M| > η = |N|. En consecuencia, µ tiene todas las propiedades
deseadas.
Ahora usamos los resultados anteriores para caracterizar a los cardinales
inaccesibles.
Teorema 6.7. El cardinal µ 6= 2 (respectivamente infinito) es inaccesible si
y sólo si existe una familia no vacía M de cardinalidad µ que satisface [D1],
[D2] y [D3].
Las condiciones [D1] y [D3] se pueden sustituir por [D4].
Demostración. Para mostrar la primera parte, basta hacer η = 0 en el
teorema 6.6; si, por el contrario, se quiere mostrar que se pueden sustituir [D1]
y [D3] por [D4], se utiliza el lema 6.4 con N = ∅: la afirmación de ese lema
implica que la familia M no sólo satisface [D1], [D2] y [D3] sino también
[D4]. Por otro lado, [D1] y [D3] son obvias consecuencias de [D4]; así que si
M satisface [D2] y [D4], entonces µ debe ser distinto de 2 (por la primera parte
del teorema) e inaccesible.
7. Teoría PCF
En esta parte presentamos una muy breve recopilación de algunos resultados
obtenidos mediante la técnica pcf (posibles cofinalidades), desarrollada por
Shelah y algunos de sus estudiantes y colaboradores durante los últimos años.
Una cuestión importante acerca de esta técnica es que se elaboró para demostrar
resultados de la aritmética cardinal en ZFE . La presentación que aquí hacemos
es sólo ilustrativa y no contiene ningún detalle o demostración.
Se trata simplemente de llamar la atención del lector hacia una nueva
técnica que abre numerosas líneas de investigación. Para el lector interesado
recomendamos las siguientes obras: [BuMa91], [Je92], [Sh94] y [Je95].
Teorema 7.1 (Shelah, 1989). Si 2ℵn < ℵω para todo número natural n,
entonces
2 ℵ ω < ℵℵ 4 .
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Teorema 7.2 (Shelah, 1994). Suponga que λ es el primer cardinal que satis-
face
λcf (λ) > λ+ + 2cf (λ) .
Entonces λ > 2ℵ0 , cf (λ) = ℵ0 y (∀ µ < λ)[µℵ0 ≤ µ+ + 2ℵ0 ].
Éstos son algunos ejemplos de los resultados que se pueden obtener con
la teoría pcf. El lector debe notar que la exponenciación cardinal dista mucho
de ser una teoría acabada. Por el contrario, tanto la nueva teoría pcf como las
técnicas ya conocidas de forcing (Vol. II) y de modelos internos (este volumen
y el segundo), proporcionan poderosas herramientas para profundizar en esta
área.
8. Ejercicios
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3. Cardinales
10. (**) Sin la HGC demuestre que existe un cardinal límite µ que satisface
las condiciones (i), (ii) y (iii) del teorema 2.10; el menor cardinal que lo
satisface es ℵ0 . Muestre que el siguiente es
ℵ0
ℵ0 + 2 ℵ 0 + 2 2 + ··· .
11. Demuestre el corolario 1.15.
12. Demuestre las siguientes igualdades:
µ µ
(a) Si µ ≥ ℵ0 , (2^ )λ = 2^ para 1 ≤ λ ≤ cf (µ).
µ λ µ
(b) (2^ )^ = 2^ para 2 ≤ λ ≤ cf (µ).
13. Demuestre las siguientes afirmaciones:
(a) ℵς(α) ≥ β ≥ 2, implica ℵβα = ℵα .
ℵβ+1
(b) Si γ ≥ 2, κ ^ = κℵβ .
ℵβ ℵcf (β)
(c) Si κ ≥ 2, κ ^ ≥ ℵβ ^ .
[Sugerencia: (c) Considere los casos β = 0, β límite y β sucesor. Para el
caso β límite
ℵ X ℵ X ℵ X ℵ
ℵβ ξ = ℵη ξ = ℵη ξ + ℵη ξ ∀ ξ < cf (β).
η<β η≤ξ ξ<ηβ
ℵ P ℵ
Si η ≤ ξ, ℵη ξ = 2ℵξ , lo cual implica η≤ξ ℵη ξ ≤ 2ℵξ · |ξ + 1| ≤
2 ℵ ξ ℵξ = 2 ℵ ξ .
ℵ ℵ
Si ξ < η se obtiene ℵη ξ ≤ ℵη η = 2ℵη .
Justifique que
ℵ X X
ℵβ ξ ≤ 2 ℵ ξ + 2 ℵη ≤ 2ℵη ∀ ξ < cf (β).
ξ<η<β η<β
Además
ℵβ X
2^ ≥ 2 ℵη ,
η<β
y
ℵβ
ℵ
ℵβξ ≤ 2 ^ , para ξ < cf (β).
Por otra parte,
ℵβ
ℵnβ = ℵβ = 2 ^ si 0 < n < ℵ0 .
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ℵβ
Así que ℵκβ ≤ 2 ^ si κ < ℵcf (β) .
Deduzca que
ℵcf (β) X ℵβ ·ℵcf (β)
ℵβ ^ = ℵβ ≤ 2 ^ ,
κ<ℵcf (β)
ℵβ ℵβ ℵβ ℵcf (β) ℵβ
ya que ℵcf (β) ≤ ℵβ ≤ 2 ^ y 2 ^ · ℵcf (β) = 2 ^ . Además, ℵβ ^ ≤ 2^.
ℵβ ℵβ ℵβ ℵcf (β)
Por hipótesis κ ≥ 2, entonces κ ^ ≥ 2 ^ y κ ^ ≥ ℵβ ^ .]
14. Demuestre las siguientes igualdades:
ℵβ ℵβ
(a) Si κ ≥ 2 y γ < cf (β), entonces (κ ^ )ℵγ = κ ^ .
ℵβ
(b) Si κ ≥ 2 y cf (β) ≤ γ ≤ β, entonces (κ ^ )ℵγ = κℵβ .
ℵβ ℵγ
(c) Si κ ≥ 2 y β ≤ γ, entonces (κ ^ )ℵγ = κ ^ .
ℵβ ℵβ
(d) Si κ ≥ 2 y γ ≤ cf (β), entonces (κ ^ )ℵγ = κ ^ .
ℵβ ℵγ ℵβ+1
(e) Si κ ≥ 2 y cf (β) < γ ≤ β + 1, entonces (κ ^ ) ^ = κ ^ = κℵβ .
ℵβ ℵγ ℵγ
(f) Si κ ≥ 2 y β < γ, entonces (κ ^ ) ^ = κ ^ .
[Sugerencia:
(a) Primero demuestre
ℵβ ℵ1 X X
κ ^ = κ^ + κℵξ = κℵ0 + κℵξ ,
1≤ξ<β 1≤ξ<β
de donde se sigue
ℵβ X
κ^ = κℵξ . (i)
ξ<β
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3. Cardinales
Concluya que
!ℵγ
ℵβ X Y
κ ^ = κℵ(αη ,η) (iii)
α∈S η<ωγ
y, por lo tanto,
!ℵγ P
ℵβ X Y X [ ℵαη ]
κ^ = κℵαη = κ η<ωγ
. (iv)
α∈S η<ωγ α∈S
Por hipótesis ℵP
γ < ℵcf (β) ; además, ℵαη < ℵβ si η < ωγ y α ∈ S.
Concluya que η<ωγ ℵαη < ℵβ y por (i)
P ℵβ
[ ℵαη ]
κ η<ωγ
≤ κ^,
para α ∈ S.
ℵ
Note |S| = (β)ℵγ ≤ ℵβγ .
ℵcf (β)
Por otro lado, ℵγ < ℵcf (β) , lo que implica |S| ≤ ℵβ ^ . Además,
! ℵcf (β)
ℵβ ℵβ
κ ^ ≤κ ^ · ℵβ ^ .
ℵβ ℵcf (β)
Muestre que κ ^ ≥ ℵβ ^ ; deduzca que
!ℵγ
ℵβ ℵβ
κ^ ≤ κ^,
y concluya la igualdad.]
15. Demuestre que
ℵℵ1 0 = 2ℵ0 · ℵ1
y que
ℵℵ0 1 = 2ℵ1 .
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CAPÍTULO 4
Lógica
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4. Lógica
1. Introducción
Cuando hojeamos cualquier libro moderno de lógica, incluyendo este capítulo,
se observa la naturaleza puramente matemática y técnica del material. Para
algunos lectores esto puede ser inesperado si consideran a la lógica como
una disciplina filosófica. Aun más extraño puede resultar que el estudio de la
lógica requiere de gran madurez matemática y del conocimiento de numerosas
nociones de la teoría de conjuntos. Pero esto obedece al desarrollo formal de
la disciplina, que sirve como base para todas las matemáticas.
Las matemáticas son exactas en el sentido de que todos sus términos,
definiciones, reglas, pruebas, etc. tienen un significado preciso. Esto es
especialmente válido cuando detrás de esta teoría se encuentra la lógica
matemática y la teoría de conjuntos, como se acostumbra hacer en la matemática
contemporánea. Este aspecto de las matemáticas es, quizá, lo que más las
distingue de otras disciplinas científicas. Otra característica distintiva es
que su esencia es mucho más abstracta que el lenguaje ordinario: números,
líneas, planos, conjuntos, no son nociones concretas como computadora,
persona, escuela, etc. En matemáticas, los conceptos implican de antemano
un cierto grado de abstracción y conforme son más refinados, su abstracción
aumenta. Los resultados matemáticos son absolutos, no se pueden cuestionar
por evidencia empírica como en cualquier otra ciencia. Por supuesto, se puede
discutir la aplicabilidad de una cierta teoría matemática, pero no la teoría misma.
En este aspecto sí influye el razonamiento y la evidencia con que se cuente.
El uso de notación simbólica es una característica importante de las matemá-
ticas, y está muy relacionado con su naturaleza exacta, libre de ambigüedades,
pero más aún con el desarrollo de las matemáticas como un lenguaje formal.
Por todo lo anterior, es natural presentar a la lógica matemática como lo
hacemos en este capítulo y como se hace en muchos libros modernos. Como
nuestro objeto de estudio es un lenguaje formal, trabajamos en dos niveles de
lenguaje: el metalenguaje informal, en el que se desarrolla la totalidad de la
discusión, y el lenguaje objeto que es el sujeto de estudio. Este último está
definido como parte del universo de conjuntos. Es importante tener clara la
diferencia entre lenguaje y metalenguaje. Pero también se debe tener en cuenta
que muchas veces tomamos los argumentos del metalenguaje ordinario y los
trasladamos al lenguaje formal.
La discusión se desarrolla en la lógica de primer orden. En la primera
sección introducimos la noción de signatura y continuamos con estructuras
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2. Signaturas
Consideremos algunos ejemplos. Podemos pensar en el conjunto de los
números enteros Z como un grupo aditivo, como un semigrupo multiplicativo o
como un anillo. Podemos pasar de una a otra interpretación si especificamos los
elementos neutros y ciertas operaciones. En nuestros tres ejemplos pensamos en
los números enteros como (0; +), (1; ·) y (0, 1; +, ·) respectivamente. También
podemos considerar la operación de resta “−” y una relación de orden “<”. De
estas operaciones y elementos distinguidos depende el tipo de estructura de que
estemos hablando en Z.
La elección de los símbolos de operaciones y de los elementos (constantes)
se realiza mediante una signatura.
Definición 2.1. Una signatura1 σ es un cuarteto (R, F, K, τ) que consiste de
un conjunto R de símbolos de relación, un conjunto F de símbolos de función,
un conjunto K de símbolos de constante y una función signatura τ : R ∪ F
−→ N. Los conjuntos K, F y R siempre se considerarán ajenos entre sí. Los
elementos de K ∪ R ∪ F se conocen como símbolos no lógicos. Con frecuencia
identificamos una signatura con el conjunto de símbolos no lógicos. Por lo tanto,
|R ∪ F ∪ K| es la cardinalidad de σ, |σ|. Los símbolos de relación unaria son
predicados. Recuerde que una n-relación en un conjunto A es un subconjunto de
An . En la definición de signatura se habla de funciones, relaciones y constantes,
sin especificar ningún conjunto; sólo se habla de los símbolos.
La función signatura asocia un número natural n a cada símbolo de relación
o función. Este número n es la aridad del símbolo, es decir, si τ(f ) = n,
1
La palabra signatura, en una de sus acepciones, se refiere a los símbolos utilizados en la
clasificación bibliotecaria; en nuestro caso la signatura representa el “alfabeto no lógico”, como
se verá posteriormente. Por esta lejana similitud decidimos utilizar dicha palabra.
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4. Lógica
3. Estructuras matemáticas
Si consideramos al conjunto de los números reales con la multiplicación y el
orden allí definidos, enfrentamos un ejemplo de estructura matemática. De
hecho, podemos distinguir dos elementos especiales, dos constantes, a saber,
el 1 y el 0, que tienen propiedades muy particulares. También otros objetos
matemáticos se pueden representar en la forma
un conjunto no vacío + relaciones
+ funciones + constantes,
por ejemplo, grupos, anillos, módulos o un espacio topológico (interpre-
tando conjuntos abiertos (subconjuntos del espacio) como una sucesión de 1-
relaciones). Primero determinamos la signatura en cuestión y entonces damos
una interpretación adecuada. Esto motiva la siguiente definición:
Definición 3.1. Dada una signatura σ = (K, F, R, τ), una estructura (mate-
mática) es un cuarteto
A = hA, (RA : R ∈ R), (f A : f ∈ F), (cA : c ∈ K)i,
donde:
1. A es un conjunto no vacío, llamado universo de A.
2. Para cada R ∈ R, RA ⊆ Aτ(R) es una τ(R)-relación en A.
3. Para cada f ∈ F, f A : Aτ(f ) −
→ A, es una τ(f )-función en A.
4. Para cada c ∈ K, cA ∈ A. cA es un elemento de A.
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4. Homomorfismos
Toca el turno al estudio de funciones entre estructuras, lo que nos dará un
criterio para discriminar cuándo dos estructuras son “iguales” (isomorfas). Para
ello presentamos una serie de definiciones sobre funciones entre estructuras;
conforme se pide más a estas funciones, se obtiene una mayor semejanza entre
las estructuras en cuestión.
Considere una función h : A − → A0 entre los universos de dos estructuras
que tienen el mismo tipo.
Definición 4.1. Si 1 ≤ n < ω y ~x ∈ An , definimos h(~x) por recursión sobre
n como sigue:
Def
n = 1. h((x)) = (h(x)).
n = m + 1. Cada ~x ∈ Am+1 es de la forma ~x = (y, z) con y ∈ Am y z ∈ A.
Def
Definimos h(~x) = (h(y), h(z)).
La definición anterior simplemente formaliza cómo calcular el valor de
una función en una n-ada de elementos del dominio: h(x0 , . . . , xn−1 ) =
(h(x0 ), . . . , h(xn−1 )); así se justifica el abuso de notación al escribir h(x0 , . . . ,
xn−1 ).
Definición 4.2. Sean A, A0 dos L-estructuras. La función h es un homomor-
fismo de A en A0 si ocurre lo siguiente:
→ A0 ;
(i) h : A −
0
(ii) (∀ R ∈ R)(∀ ~x ∈ Aτ(R) )(RA~x ⇒ RA h(~x));
0
(iii) (∀ f ∈ F)(∀ ~x ∈ Aτ(f ) )(h(f A (~x)) = f A (h(~x)));
0
(iv) (∀ c ∈ K)(h(cA ) = cA ).
En este caso escribimos h : A − → A0 .
Note que en la definición de homomorfismo se pide que si ocurre la relación
en el dominio, también debe acontecer en el rango. Pero no necesariamente
el recíproco. Si también pedimos el recíproco y que la función sea inyectiva,
tenemos un encaje:
Definición 4.3. h es un encaje de A en A0 cuando ocurre lo siguiente:
(i) h : A −→ A0 ;
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4. Lógica
(ii) h es inyectiva;
0
(iii) (∀ R ∈ R)(∀ ~x ∈ Aτ(R) )(RA~x ⇔ RA h(~x)).
En este caso escribimos h : A ,→ A0 y decimos que A se encaja en A0 .
Si además de todo lo anterior pedimos que la función sea sobre obtenemos
un isomorfismo:
Definición 4.4. h es un isomorfismo de A sobre A0 si
(i) h : A ,→ A0 ;
(ii) h es biyectiva.
En este caso escribimos h : A ∼= A0 y decimos que A es isomorfa a A0 . Si
∼
anotamos A = A , entendemos que existe un isomorfismo entre A y A0 .
0
00 Def
así que f A = f A A00 τ(f ) define una función de A00 τ(f ) en A00 . Como además
0
0 00 0
cA = h(cA ) ∈ A00 , para c ∈ K, definimos cA = cA y podemos construir la
estructura mencionada:
00 00 00
A00 = hA00 , (RA : R ∈ R), (f A : f ∈ F), (cA : c ∈ K)i.
De esta definición se sigue de inmediato que A00 es una subestructura de A0 y
que h : A ∼
= A00 .
5. Lenguajes formales
En esta sección definimos de manera general los lenguajes formales. Si bien ya
conocemos el lenguaje de una estructura, que es un caso particular de lenguaje
formal, aquí damos la definición general que se usa tanto en lógica como en
teoría de autómatas. Para expresar e investigar propiedades internas de las
estructuras debemos definir un lenguaje formal, el cual expresará solamente
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4. Lógica
6. Términos y fórmulas
Fijemos un lenguaje L = (R, F, K, τ). Definimos un alfabeto AL adecuado para
este lenguaje tal que mediante reglas prescritas las palabras formadas con este
alfabeto, que llamamos fórmulas y términos, expresen las propiedades internas
de cada estructura A con L(A) = L.
Definición 6.1. El alfabeto AL de L es el conjunto que contiene exactamente
los siguientes elementos:
• Símbolos lógicos:
– Conectivos: ∧ (y, conjunción). ¬, (negación), ∨ (o, disyunción), ⇒
(implicación), ⇔ (equivalencia).
– Cuantificadores: ∀ (universal), ∃ (existencial).
– Igualdad: =˙ (hemos puesto un punto sobre el símbolo =, para evitar
confusión entre la igualdad en el lenguaje y el metalenguaje).
– Variables: para cada n < ω el elemento vn .
– Símbolos auxiliares: paréntesis ( ) y coma ,.
• Símbolos no lógicos: son los símbolos de L.
El símbolo de igualdad es prescindible. Si se incluye, como en este caso,
se dice que tenemos un lenguaje con igualdad.
Ahora establecemos qué es un término del lenguaje L (los términos
identifican elementos del universo). Para ello necesitamos una generalización
de la función concatenación a:
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→ A∗ .
Definición 6.2. Sean A un alfabeto, n < ω y s : n −
(a) Mediante recursión sobre i ≤ n, definimos el elemento
s(0)a . . . as(i − 1)
de A∗ como sigue:
Def
en el caso i = 0, sea s(0)a . . . as(0 − 1) = 2;
Def
en el caso i = j +1, sea s(0)a . . . as(i−1) = (s(0)a . . . as(j −1))as((j +
1) − 1).
Def
(b) Si i ≤ j ≤ n, sea s(i)a . . . as(j) = si,j (0)a . . . asi,j ((j − i + 1) − 1),
Def
→ A∗ está definida mediante si,j (k) = s(i + k) para
donde si,j : (j − i + 1) −
0 ≤ k ≤ (j − i).
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Def
(c) Equivalencia: (ϕ⇔ψ) = ((ϕ ⇒ ψ)∧(ψ ⇒ ϕ)).
Def
(d) Cuantificación existencial: ∃ vn ϕ = ¬∀ vn ¬ϕ.
Las siguientes abreviaturas son de gran utilidad:
Definición 6.8.
(a) Sean n < ω, x1 , . . . , xn ∈ {vi : i < ω}, Q1 , . . . , Qn ∈ {∀ , ∃ } y
ϕ ∈ Fml(L). Definimos recursivamente Qn xn . . . Q1 x1 ϕ ∈ Fml(L),
Def Def
mediante Q0 x0 . . . Q1 x1 ϕ = ϕ y Qn+1 xn+1 . . . Q1 x1 ϕ = Qn+1 xn+1
Qn xn . . . Q1 x1 ϕ.
(b) Sea
V
n < ω y, para i < n, W
sea ϕi ∈ Fml(L). Definimos por recursión
ϕ
i<n i (respectivamente, i<n ϕi ) mediante
^ Def _ Def
ϕi = ∀ v0 (v0 =v0 ), ϕi = ¬∀ v0 (v0 =v0 ),
i<0 i<0
^ Def _ Def
ϕi = ϕi = ϕ0 ,
i<1 i<1
^ Def ^ _ Def _
ϕi = ( ϕi ∧ϕn+1 ), (respectivamente ϕi = ( ϕi ∨ϕn+1 )),
i<n+1 i<n i<n+1 i<n
cuando n ≥ 1.
Las definiciones se eligieron de tal forma que para toda n < ω (incluido el
caso n = 0) es válido
^ ^
|= ϕi ⇔ ( ϕi ∧ϕn+1 )
i<n+1 i<n
así como
_ _
|= ϕi ⇔ ( ϕi ∨ϕn+1 ),
i<n+1 i<n
donde |= se define en la sección 8.
Ahora analicemos la construcción de términos y fórmulas, comenzando
con los términos:
Lema 6.9. Sea s ∈ Term(L).
(a) s es una variable o un símbolo de constante, o existen una f ∈ F y una
r : τ(f ) −
→ Tm(L) tales que s = f r(0)a . . . ar(τ(f ) − 1).
(b) s 6= 2, es decir, la palabra vacía no es un término.
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Def
Caso ϕ = ¬ϕ1 , con ϕ1 ∈ Fml(L). Como ψ v ϕ, entonces ψ también
comienza con ¬, es decir, ψ = ¬ψ1 para alguna ψ1 ∈ Fml(L). En tal caso
ψ1 v ϕ1 y nϕ1 < nϕ = n, así que por hipótesis de inducción concluimos
que ψ1 = ϕ1 , de donde ψ = ϕ.
Def
Caso ϕ = ∀ vl ϕ1 , con l < ω y ϕ1 ∈ Fml(L). Este caso se trata en forma
análoga al caso previo.
Con esto queda demostrada la afirmación (1). J
El lema queda demostrado.
El siguiente lema establece que la descomposición de fórmulas en subfór-
mulas es única.
Teorema 6.13 (Unicidad en la lectura de fórmulas).
Toda fórmula se puede descomponer de manera única en subfórmulas. Es
decir, si ϕ ∈ Fml(L), entonces es cierta exactamente una de las siguientes
afirmaciones:
(i) Existen exactamente dos s1 , s2 ∈ Tm(L), tales que ϕ = s1 =s
˙ 2.
(ii) Existe exactamente una R ∈ R y una s : τ(R) − → Tm(L) tales que
ϕ = Rs(0) . . . s(t(R) − 1).
(iii) Existen exactamente dos ψ, ξ ∈ Fml(L), tales que ϕ = (ψ∧ξ).
(iv) Existe exactamente una ψ ∈ Fml(L) tal que ϕ = ¬ψ.
(v) Existen exactamente una n < ω y una ψ ∈ Fml(L) tales que ϕ = ∀ vn ψ.
Demostración. Ejercicio.
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Def
Demostración. T = {s ∈ Tm(L) : Φ(s)} satisface (T1), (T2) y (T3). Por
la ⊆-minimalidad de Tm(L), se cumple T = Tm(L).
Note que usamos como símbolos primitivos ∧ , ¬ , ⇒ , los otros símbolos son
derivados. Así lo haremos en lo sucesivo, a menos que se describa otro acuerdo.
El teorema establece que una propiedad matemática Φ es cierta para todo L-
término, si es cierta para toda variable y todo símbolo de constante y si, para
cada f ∈ F, de la validez de Φ para los términos s(0), . . . , s(τ(f ) − 1) se sigue
la validez de Φ para fs(0) . . . s(τ(f ) − 1).
Tenemos un resultado análogo para las fórmulas.
Teorema 7.2 (Inducción sobre la construcción de fórmulas).
Sea Φ una propiedad acerca de fórmulas expresable como una LTC-fórmula.
Suponga que:
(i) Toda fórmula atómica de L cumple Φ;
(ii) Para cualesquier L-fórmulas ψ y ϕ que cumple Φ, se cumple que ψ ∧ ϕ y
¬ϕ validan Φ.
(iii) Si ψ es una L-fórmula que cumple con Φ, entonces para toda n < ω la
L-fórmula ∀ vn ψ cumple Φ.
Entonces toda L-fórmula tiene Φ.
Es decir, una propiedad matemática se cumple para todas las fórmulas: si se
cumple para todas las fórmulas atómicas; si de la validez de esta propiedad para
alguna fórmula, se sigue su veracidad para la negación de la fórmula y para cada
cuantificación de la misma; y si de la veracidad de esta propiedad para cada dos
fórmulas, se sigue su validez para la conjunción de ellas.
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Observe que para realizar de modo formal esta recursión, debemos definir
Def
Gvar = {(x, {x}) : x ∈ V },
Def
Gconst = {(x, ∅) : x ∈ V },
y
Def [
Gfun = {((j, f, g), ran(g)) : j, f, g ∈ V }.
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8. Modelos
Toca el turno a la semántica. Hasta este punto hemos considerado sólo propie-
dades sintácticas. Introdujimos lenguajes formales para expresar propiedades
internas de las estructuras, es decir, propiedades de las relaciones, funciones y
constantes de A dentro de A. Ahora debemos interpretar los términos y fór-
mulas del lenguaje L como enunciados sobre ciertas relaciones, funciones y
constantes de A. Las variables se deben asociar con elementos de A.
En este libro presentamos dos métodos para interpretar fórmulas en es-
tructuras. El primero utiliza valuaciones y es el más usual en lógica. El se-
gundo método consiste en la expansión del lenguaje, al cual se añaden nuevas
constantes y es propio de teoría de modelos. Más adelante presentamos la
demostración de la equivalencia de ambos procedimientos.
El método de valuaciones es el siguiente:
Definición 8.1. La función β es una valuación en A, si β : {vn : n < ω}
−
→ A.
Fijemos una valuación arbitraria β en A.
Definición 8.2. Sea t ∈ Tm(L) un término arbitrario. Definimos recursiva-
mente la interpretación de s en A respecto a la valuación β, denotada t A [β]
como sigue:
Def
(i) vnA [β] = β(vn );
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Def
(ii) cA [β] = cA ;
Def
(iii) (fs(0) . . . s(τ(f ) − 1))A [β] = f A (s(0)A [β], . . . , s(τ(j) − 1)A [β]).
Así que un término se interpreta en A, de tal forma que cada símbolo de
función (de constante) se sustituye por la función (la constante) correspondiente
de A, y cada variable se sustituye por el elemento determinado por β en A.
Para definir la interpretación de una fórmula en una estructura A, debemos
modificar las valuaciones.
Definición 8.3. Sea β una valuación en A, a ∈ A y n < ω. Entonces definimos
la valuación β(vn /a) en A mediante:
(
Def β(vm ), cuando m 6= n
β(vn /a) =
a, cuando m = n.
En consecuencia, β(vn /a) se distingue de β solamente en que la variable
vn se evalúa como a.
Con nuestra nueva definición de valuación podemos definir la relación de
satisfacción |=, de gran trascendencia en el resto del libro.
Definición 8.4. (Definición de satisfacción, Tarski, 1936). Sea ϕ ∈ Fml(L)
una L-fórmula arbitraria. Definimos recursivamente la relación A |= ϕ[β]
como sigue:
˙ 2 [β]) si y sólo si s1A [β] = s2A [β];
(i) A |= (s1 =s
(ii) A |= Rs(0) . . . s(τ(R)−1)[β] si y sólo si RA (s(0)A [β], . . . , s(τ(i)−1)A [β]);
(iii) A |= (ϕ1 ∧ϕ2 )[β] si y sólo si A |= ϕ1 [β] y A |= ϕ2 [β];
(iv) A |= ¬ϕ[β] si y sólo si A 6|= ϕ[β];
(v) A |= ∀ vn ϕ[β] si y sólo si, para toda a ∈ A , A |= ϕ[β(vn /a)].
Decimos que A satisface ϕ respecto a β o también que ϕ es cierta en A respecto
a β, cuando A |= ϕ[β].
Para formalizar la definición de A |= ϕ[β] en el ámbito del teorema de
recursión, se puede proceder como sigue. Definimos una función BA : Fml(L)
−→ V para fórmulas, con ayuda del teorema de recursión como:
˙ 2 ) = {β : s1A [β] = s2A [β]};
(i) BA (s1 =s
Def
(ii) BA (Rs(0) . . . s(τ(R) − 1)) = {β : RA (s(0)A [β], . . . , s(τ(R) − 1)A [β])};
Def
(iii) BA ((ϕ1 ∧ϕ2 )) = BA (ϕ1 ) ∩ BA (ϕ2 );
Def
(iv) BA (¬ϕ) = {β : β ∈ / BA (ϕ)};
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Def
(v) BA (∀ vn ) = {β : ∀ a ∈ A(β(vn /a) ∈ BA (ϕ))}.
Definimos entonces A |= ϕ[β] si y sólo si β ∈ BA (ϕ).
Según nuestra construcción A |= ϕ[β] es una LTC-fórmula con parámetros
A, ϕ y β.
Ejemplo 8.5. Considere la signatura σ = (∅, {f+ }, {c0 }, {(+, 2)}), la σ-
estructura
A = hR, +, 0i
Def
y la fórmula ϕ = ∀ v0 (f+ v0 v1 =v0 ). La fórmula ϕ es cierta en A para una
valuación β si y sólo si se cumple que para toda a ∈ R , a + β(v1 ) = a. (Éste
es exactamente el caso cuando β(v1 ) = 0).
Generalizamos la relación de satisfacción a conjuntos de fórmulas.
Definición 8.6. Sean Φ ⊆ Fml(L) y β una valuación en A. A satisface
Φ mediante β si A satisface cada fórmula de Φ mediante β. En símbolos:
A |= Φ[β] si para toda ϕ ∈ Φ , A |= ϕ[β].
La validez de la relación A |= ϕ[β] depende del valor de la valuación en
una cantidad finita de variables vn , donde las vn son las variables libres de ϕ.
Más aún, la validez de la relación A |= ϕ[β] en A depende solamente de un
número finito de relaciones RA , funciones f A y constantes cA correspondientes
a los símbolos R, f, c que figuran en ϕ.
Lema 8.7 (Lema de coincidencia).
Sea A una L-estructura. Supongamos que la L0 -estructura A0 y la L1 -
estructura A1 son expansiones de A. Además, sea β0 una valuación en A0
y β1 una valuación en A1 . Las siguientes afirmaciones son ciertas:
(a) Para todo s ∈ Tm(L), si β0 var(s) = β1 var(s) entonces sA0 [β0 ] =
sA1 [β1 ].
(b) Para toda ϕ ∈ Fml(L), si β0 lib(ϕ) = β1 lib(ϕ) entonces A0 |= ϕ[β0 ]
si y sólo si A1 |= ϕ[β1 ].
Demostración. Ejercicio.
Corolario 8.8.
(a) La validez de A |= ϕ[β] depende solamente de los valores (un número
finito) de β lib(ϕ), de un número finito de relaciones {RA : R ∈ ran(ϕ)},
de un número finito de funciones {f A : f ∈ ran(ϕ)} y de un número finito
de constantes {cA : c ∈ ran(ϕ)}.
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Demostración.
Def Def Def Def
(a) Sean R0 = R∩ran(ϕ), F0 = F ∩ran(ϕ), K0 = K∩ran(ϕ), τ 0 = τ R0 ∪F0
Def
y L0 = (R0 , F0 , K0 , τ 0 ). Además, sea β0 una valuación arbitraria en A0 con
β0 lib(ϕ) = β lib(ϕ). Sea A0 el L0 -reducto de A. Del lema de
coincidencia 8.7 (con A0 en lugar de A y A0 ; A en lugar de A1 ), deducimos
que A |= ϕ[β] si y sólo si A0 |= ϕ[β]). De aquí se sigue inmediatamente
la afirmación.
(b) Se sigue de (a) pues lib(ϕ) = ∅.
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Demostración.
(a) Por inducción sobre la construcción de términos.
t = c. Puesto que cA [γ] = c, para cada valuación γ, este caso es evidente.
t = y. Si y = x, entonces
(x{x/s})A [β] = sA [β] = β(x/sA [β])(x) = xA [β(x/sA [β])].
Si y 6= x, entonces
(y{x/s})A [β] = yA [β] = β(y) = β(x/sA [β])(y) = yA [β(x/sA [β])].
t = ft0 . . . tτ(f )−1 . En este caso
(ft0 . . . tτ(f )−1 ){x/s})A [β] = (ft0 {x/s}, . . . , tτ(f )−1 {x/s})A [β]
= f A t0 {x/s}A [β] . . . tτ(f )−1 {x/s}A [β]
= f A t0A [β(x/sA [β])] . . . tτ(f
A A
)−1 [β(x/s [β])]
HI
= (ft0 . . . tτ(f )−1 )A [β(x/sA [β])].
Con esto queda demostrado (a).
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para toda fórmula atómica ϕ y toda n-ada ~a. Suponga que RA (a0 , a1 ).
Escribimos ~a en lugar de (a0 , a1 ). Con ello A |= Rx0 x1 [~a]. Entonces (*)
implica B |= Rx0 x1 [h(~a)], lo que, por definición de satisfacción, conduce
a RB (h(a0 ), h(a1 )) como se requiere. Por lo tanto, h es un homomorfismo.
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Sea
Def
LOLD = ({R}, ∅, ∅, {(R, 2)}).
ΦOLD contiene exactamente los siguientes enunciados:
(i) ∀ v0 ¬ Rv0 v0 (antirreflexividad);
(ii) ∀ v0 ∀ v1 (¬ v0 =v
˙ 1 ⇒ (Rv0 v1 ∨ Rv1 v0 )) (tricotomía);
(iii) ∀ v0 ∀ v1 ∀ v2 ((Rv0 v1 ∧ Rv1 v2 ) ⇒ Rv0 v2 ) (transitividad);
(iv) ∀ v0 ∀ v1 ∃ v2 (Rv0 v1 ⇒ (Rv0 v2 ∧ Rv2 v1 )) (densidad);
(v) ∀ v0 ∃ v1 ∃ v2 (Rv1 v0 ∧ Rv0 v2 ) (ausencia de extremos).
ΦOLD axiomatiza la clase de modelos de los órdenes lineales densos sin
extremos.
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A |= ϕ β(x/sA [β]) . De lo anterior se concluye, en vista de que ϕ, s son
compatibles, que A |= ϕ{x/s}.
La validez de la regla de monotonía es evidente.
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Demostración. Sea
Def
U = {(Φ, ϕ) ∈ Pot(Fml(L)) × Fml(L) :
existe una derivación de ϕ a partir de Φ}.
Debemos mostrar U =`L .
Para (⊆). Sea U 0 ⊆ Pot(Fml(L)) × Fml(L) un conjunto que satisface las
reglas del cálculo de sucesiones. Demostramos por inducción sobre n que:
(*) Si ϕ tiene una derivación a partir de Φ de longitud n + 1, entonces
(Φ, ϕ) ∈ U 0 .
De (*) se concluye que U ⊆ U 0 .
Demostración de (*). Sea ((Φi , ϕi ) : i ≤ n) una derivación de ϕ a partir de
Φ. Ya que esta deducción está formada, especialmente en la posición i = n,
de acuerdo con la condición Υ, (Φn , ϕn ) se obtuvo de anteriores por medio de
alguna de las reglas (RI), . . . , (⊆) en 11.2. Además, ϕn = ϕ y Φn ⊆ Φ. Ahora
distinguimos qué regla se utilizó para obtener (Φn , ϕn ). Si se usó (RI), entonces
ϕ = ϕn ∈ Φn ⊆ Φ o ϕ = s=s, ˙ para alguna s ∈ Tm(L). Ya que U 0 satisface la
regla de inicio del cálculo de secuencias, se concluye que (Φ, ϕ) ∈ U 0 . Respecto
de las otras reglas consideremos, por ejemplo, el caso en que (Φn , ϕn ) se obtuvo
mediante (∧3). En este caso existen j1 , j2 < n con Φj1 = Φn , Φj2 = Φn , así
como ϕ = ϕn = (ϕj1 ∧ϕj2 ). Entonces h(Φi , ϕi ) : i ≤ j1 i es una derivación
de ϕj1 a partir de Φn , y h(Φi , ϕi ) : i ≤ j2 i es una derivación de ϕj2 a partir de
Φn . Por hipótesis de inducción es cierto, por lo tanto, que (Φn , ϕj1 ) ∈ U 0 y
(Φn , ϕj2 ) ∈ U 0 . Puesto que U 0 satisface la regla (∧3), se concluye que
(Φn , (ϕj1 ∧ϕj2 )) ∈ U 0 .
| {z }
=ϕ
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Si tenemos en cuenta la parte (a) del corolario 11.9, escribimos una prueba
formal h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni también de la siguiente manera:
1. Φ0 ` ϕ0
..
.
n + 1. Φn ` ϕn .
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1. Φ, ¬¬ϕ, ¬ϕ ` ¬ϕ (RI)
2. Φ, ¬¬ϕ, ¬ϕ ` ¬¬ϕ (RI)
3. Φ, ¬¬ϕ, ¬ϕ ` ϕ ((¬1) en 1 y 2)
4. Φ, ¬¬ϕ, ϕ ` ϕ (RI)
5. Φ, ¬¬ϕ ` ϕ ((¬2) en 3 y 4).
Con lo que queda demostrado el lema.
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Φ ` r =s
˙ Φ ` s=t
˙
(c) (transitividad de =).
˙
Φ ` r =t
˙
Demostración.
(a) Sea x ∈ Var \ var(r). Entonces t =r ˙ = (x=r){x/t}
˙ y s=r
˙ = (x=r){x/s}.
˙
Obtenemos:
1. Φ ` t =s
˙ (premisa)
2. Φ ` (x=r) ˙ xt (premisa)
3. Φ ` (x=r) ˙ xs (= ˙ en 1 y 2).
(b)
1. Φ ` r =s
˙ (premisa)
2. Φ ` r =r
˙ (RI)
3. Φ ` s=r
˙ ((a) en 1 y 2).
(c)
1. Φ ` r =s
˙ (premisa)
2. Φ ` s=t
˙ (premisa)
3. Φ ` s=r
˙ ((b) en 1)
4. Φ ` r =t
˙ ((a) en 3 y 2).
Teorema 11.12.
Φ ` ϕ0 Φ ∪ {ϕ0 } ` ϕ1
(a) (modus ponens).
Φ ` ϕ1
Φ ∪ {ϕ0 } ` ϕ1
(b) (contrapositiva).
Φ ∪ {¬ϕ1 } ` ¬ϕ0
Φ ∪ {¬ϕ} ` ψ Φ ∪ {¬ϕ} ` ¬ψ Φ ∪ {ϕ} ` ψ Φ ∪ {ϕ} ` ¬ψ
(c) ;
Φ`ϕ Φ ` ¬ϕ
(principio de prueba por contradicción).
Demostración.
1. Φ ` ϕ0 (premisa)
2. Φ, ϕ0 ` ϕ1 (premisa)
3. Φ, ¬ϕ0 ` ϕ0 ((⊆) en 1)
(a)
4. Φ, ¬ϕ0 ` ¬ϕ0 (RI)
5. Φ, ¬ϕ0 ` ϕ1 ((¬1) en 3 y 4)
6. Φ ` ϕ1 ((¬2) en 2 y 5).
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1. Φ, ϕ0 ` ϕ1 (premisa)
2. Φ, ¬ϕ1 , ϕ0 ` ϕ1 ((⊆) en 1)
3. Φ, ¬ϕ1 , ϕ0 ` ¬ϕ1 (RI)
(b)
4. Φ, ¬ϕ1 , ϕ0 ` ¬ϕ0 ((¬1) en 2 y 3)
5. Φ, ¬ϕ1 , ¬ϕ0 ` ¬ϕ0 (RI)
6. Φ, ¬ϕ1 ` ¬ϕ0 ((¬2) en 4 y 5).
(c) Probamos la primera regla, y la segunda se prueba de modo similar.
1. Φ, ¬ϕ ` ψ (premisa)
2. Φ, ¬ϕ ` ¬ψ (premisa)
3. Φ, ¬ϕ ` ϕ ((¬1) en 1 y 2)
4. Φ, ϕ ` ϕ (RI)
5. Φ ` ϕ ((¬2) en 3 y 4).
Φ`ϕ
Lema 11.13. Si para todo conjunto de fórmulas Φ se tiene , entonces
Φ`ψ
para todo conjunto de fórmulas Φ se cumple Φ, ϕ ` ψ.
Demostración.
1. Φ, ϕ ` ϕ (RI)
2. Φ, ϕ ` ψ (hipótesis en 1).
Demostración. Ejercicio.
Φ ∪ {ϕ} ` ψ
Corolario 11.15. .
Φ ` (ϕ ⇒ ψ)
Demostración. Ejercicio.
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Definición 12.1.
(a) El conjunto de fórmulas Φ es L-consistente, en símbolos ConL (Φ), si existe
ϕ ∈ Fml(L) tal que Φ 0L ϕ.
(b) Φ es L-inconsistente si, para toda ϕ ∈ Fml(L), se cumple Φ `L ϕ.
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4. Lógica
Demostración.
(a)
⇒ ) damos una prueba para Φ, ¬ ϕ `L ⊥:
1. Φ ` ϕ (hipótesis)
2. Φ, ∀ x(x=x) ˙ `ϕ ((⊆) en 1)
3. Φ, ¬ ϕ ` ⊥ (contrapositiva en 2)
⇐)
1. Φ, ¬ ϕ ` ⊥ (hipótesis)
2. Φ, ¬ ϕ ` ¬ ⊥ (puesto que
Φ ∪ {¬ ϕ}
es inconsistente,
se puede derivar
cualquier fórmula).
3. Φ ` ϕ (principio de prueba
por contradicción en 1 y 2).
(b) En vista de (a) es suficiente probar que Φ ∪ {¬ ¬ ϕ} es L-inconsistente si
y sólo si Φ ∪ {ϕ} es L-inconsistente.
⇒)
1. Φ, ϕ ` ¬ ¬ ϕ (Lema 11.10)
2. Φ, ¬ ¬ ϕ ` ⊥ (hipótesis)
3. Φ, ϕ, ¬ ¬ ϕ ` ⊥ ((⊆) en 2)
4. Φ, ϕ ` ⊥ (modus ponens en 1 y 3).
⇐ ) Intercambiamos, en la demostración precedente, los papeles de ϕ y
¬ ¬ ϕ.
Una pregunta natural es ¿qué relación subsiste entre los conceptos “consis-
tente” y “satisfacible”? Ahora respondemos la pregunta:
Teorema 12.8. Sea Φ ⊆ Fml(L). Si Sat(Φ), entonces ConL (Φ).
Demostración. Supongamos que A |= Φ. Si Φ fuera L-inconsistente,
tendríamos Φ `L ⊥ pues `L ⊆|=L , así que Φ |= ⊥ y en particular A |= ⊥. Lo
último significa que existe un a ∈ A tal que a 6= a, lo cual es absurdo.
12.1. El teorema de existencia de modelos. En esta sección mostramos
que el recíproco del teorema 12.8 también es válido: todo conjunto consistente
tiene un modelo. Nuestra idea es construir un modelo para cada conjunto
consistente en fórmulas.
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Demostración.
⇒ ) Si son ciertas (H0) y (H1), entonces ConL (Ψ): si existiera ϕ ∈ Fml(L)
con Ψ `L ϕ y Ψ `L ¬ ϕ, entonces por (H0) ϕ, ¬ ϕ ∈ Ψ, que contradice
(H1). Por otro lado, por (H1) Ψ contiene una de las fórmulas ϕ o ¬ ϕ para
cada fórmula ϕ ∈ Fml(L), así que Ψ es ⊆-máxima respecto a los subconjuntos
L-consistentes de Fml(L).
⇐ ) Sea Ψ maximal L-consistente.
(1) (H0) es cierta.
Demostración de (1). Sea ϕ ∈ Fml(L). Debemos mostrar Ψ `L ϕ si y
sólo si ϕ ∈ Ψ. Supongamos Ψ `L ϕ. Para verificar que ϕ ∈ Ψ, basta probar,
por la maximalidad de Ψ, que Ψ ∪ {ϕ} es consistente. Si no fuese consistente,
tendríamos la siguiente derivación de ⊥ a partir de Ψ:
1. Ψ, ϕ ` ⊥ (inconsistencia supuesta de Ψ ∪ {ϕ})
2. Ψ ` ϕ (hipótesis)
3. Ψ ` ⊥ (modus ponens)
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f A (s, t) = fst
Def
Tomamos A = Tm(L)/ v como universo del modelo buscado. Definimos
las interpretaciones de los símbolos de relación, función y constante de la
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siguiente forma:
RA t0 . . . tτ(R)−1 si y sólo si Rt0 . . . tτ(R)−1 ∈ Ψ;
Def
f A (t0 , . . . , tτ(f )−1 ) = f (t0 , . . . , tτ(f )−1 );
Def
cA = c.
Para probar que todo está bien definido, debemos mostrar que las defini-
ciones sólo dependen de la clase de equivalencia y no de los representantes.
Esto se sigue inmediatamente de:
Lema 12.13.
(a) Si para toda j < τ(R), tj v sj , entonces
Rt0 . . . tτ(R)−1 ∈ Ψ si y sólo si ΨRs0 . . . sτ(R)−1 .
(b) Si para toda j < τ(f ), tj v sj , entonces
ft0 . . . tτ(f )−1 v fs0 . . . sτ(f )−1 .
Demostración. (a) Por razones de simetría, basta probar la dirección
( ⇒ ). Supongamos entonces que
Rt0 . . . tτ(R)−1 ∈ Ψ, es decir, Ψ ` Rt0 . . . tτ(R)−1 .
Probamos por inducción sobre j ≤ τ(R) que
Ψ ` Rs0 . . . sj−1 tj . . . tτ(R)−1 .
(Así, para j = τ(R) se obtiene Ψ ` Rs0 . . . sτ(R)−1 )
j = 0. Esto ocurre por hipótesis. (Observe que t0 . . . t0−1 = 2).
j > 0. De
Ψ ` tj−1 =s
˙ j−1 y Ψ ` Rs0 . . . sj−2 tj−1 . . . tτ(R)−1
se sigue por la regla (=) del cálculo de sucesiones:
Ψ ` Rs0 . . . sj−2 sj−1 tj . . . tτ(R)−1 ,
así que
Ψ ` Rs0 . . . sj−1 tj . . . tτ(R)−1 .
Con esto queda demostrado (a).
(b) Probamos por inducción sobre i ≤ τ(f ):
Ψ ` ft0 . . . tτ(f )−1 =fs
˙ 0 . . . si−1 ti . . . tτ(f )−1 ;
Para i = τ(f ) se obtiene la afirmación deseada.
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Def
Caso ϕ = s=r.
˙ Tenemos
A |= ϕ[β] si y sólo si sA [β] = r A [β]
si y sólo si s = r
si y sólo si s v r
si y sólo si s=r
˙ ∈Ψ
si y sólo si ϕ ∈ Ψ.
Def
Caso ϕ = Rt0 . . . tτ(R)−1 . Entonces se obtiene
A |= ϕ[β] si y sólo si RA t0A [β] . . . tτ(R)−1
A
[β])
si y sólo si RA (t0 . . . tτ(R)−1 )
si y sólo si Rt0 . . . tτ(R)−1 ∈ Ψ
si y sólo si ϕ ∈ Ψ.
Def
Caso ϕ = (ϕ1 ∧ ϕ2 ). Se cumple
A |= ϕ[β] si y sólo si (A |= ϕ1 [β] y A |= ϕ2 [β])
si y sólo si (por H. I.)(ϕ1 ∈ Ψ y ϕ2 ∈ Ψ)
si y sólo si (por H0)(Ψ ` ϕ1 y Ψ ` ϕ2 )
si y sólo si (por regla ∧3) Ψ ` (ϕ1 ∧ ϕ2 )
si y sólo si (por H0) ϕ ∈ Ψ.
Def
Caso ϕ = ¬ ψ. Se deduce
A |= ϕ[β] si y sólo si A 6|= ψ[β]
si y sólo si (por H. I.) ψ ∈
/Ψ
si y sólo si (por H1) ¬ ψ ∈ Ψ
si y sólo si ϕ ∈ Ψ.
Def
Caso ϕ = ∀ vn ψ. Ya que A = {t : t ∈ Tm(L)} y por (H3) cada
término es v-equivalente a un símbolo de constante, A consiste en las clases
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Def
Además, sea ΓL = {ϕx : x ∈ Var ∧ ϕ ∈ Fml(L)}. Para Φ ⊆ Fml(L) sea
Def
Φ0 = Φ ∪ ΓL .
Queremos mostrar que Φ0 es L0 -consistente si Φ es L-consistente. Para
ello requerimos transformar una derivación de ⊥ a partir de Φ0 en L0 , en
una derivación de ⊥ a partir de Φ en L; en cierto sentido, debemos eliminar
las nuevas constantes. Para ello debemos sustituir los símbolos de constante
adicionales por variables.
Definición 12.19. Sean z ∈ Var y c un símbolo de constante de L(C).
(a) Para r ∈ Tm(L(C)) definimos recursivamente la sustitución r{c/z} me-
diante
Def
y{c/z} = y
(
0 Def c0 , si c0 =
6 c
c {c/z} = 0
z, si c = c;
Def
(ft0 . . . tτ(f )−1 ){c/z} = ft0 {c/z} . . . tτ(f )−1 {c/z}.
(b) Para ϕ ∈ Fml(L(C)) definimos recursivamente la sustitución ϕ{c/z}
mediante
Def
˙ 2 ){c/z} = t1 {c/z}=t
(t1 =t ˙ 2 {c/z};
Def
(Rt0 . . . tτ(R)−1 ){c/z} = Rt0 {c/z} . . . tτ(R)−1 {c/z};
Def
(ψ1 ∧ ψ2 ){c/z} = (ψ1 {c/z}∧ ψ2 {c/z});
Def
(¬ ψ){c/z} = ¬ (ψ{c/z});
Def
(∀ yψ){c/z} = ∀ y(ψ{c/z}).
Def
(c) Para Φ ⊆ Fml(L(C)), sea Φ{c/z} = {ϕ{c/z} : ϕ ∈ Φ}.
La primera etapa para transformar derivaciones en L0 en derivaciones en L
es eliminar las nuevas constantes.
Lema 12.20 (Eliminación de constantes). Sean L un lenguaje y c un nuevo
símbolo de constante. Además, sea Φ ⊆ Fml(L(c)) y ϕ ∈ Fml(L(c)). Si
Φ `L(c) ϕ, entonces Φ{c/z} `L ϕ{c/z} para todas las z ∈ Var con excepción
de un número finito de ellas.
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Def
Demostración. Sea ∆ = h(Φi , ϕi ) : i ≤ ni una derivación de
Φ `L(c) ϕ.
Def S
Sea Z = {var(Φi ∪ {ϕi }) : i ≤ n}. Entonces Z es finito. Mostramos que
para z ∈ Var \ Z obtenemos una derivación de Φ{c/z} `L ϕ{c/z} mediante
Def
∆0 = h(Φi {c/z}, ϕ{c/z}) : i ≤ ni.
Puesto que Φn ⊆ Φ, ϕn = ϕ, Φi ⊆ Fml(L(c)) es finito y ϕi ∈ Fml(L(c))
para i ≤ n, es claro que Φn {c/z} ⊆ Φ{c/z}, ϕn {c/z} = ϕ{c/z}, Φi {c/z} ⊆
Fml(L) es finito y ϕi {c/z} ∈ Fml(L) para i ≤ n. Falta verificar que la
secuencia está bien formada en cada posición i ≤ n. Sea i ≤ n arbitraria.
Entonces, en la posición i de la sucesión ∆ tenemos uno de los siguientes casos:
Caso 1. (RI), es decir, ϕi ∈ Φi o existe s ∈ Tm(L(c)) tal que ϕi = s=s. ˙
Entonces ϕi {c/z} ∈ Φi {c/z} o ϕi {c/z} = s{c/z}=s{c/z}
˙ con s{c/z} ∈
Tm(L). En consecuencia, (RI) aparece en la posición i de ∆0 .
Caso 2. (∧1), es decir, existen j < i y ψ ∈ Fml(L(c)) tales que
(Φj = Φi y ϕj = (ϕi ∧ ψ)). Entonces (Φj {c/z} = Φi {c/z} y ϕj {c/z} =
(ϕi {c/z}∧ ψ{c/z})), donde ψ{c/z} ∈ Fml(L). Así que (∧1) aparece en
la posición i de ∆0 .
Caso 3. Ocurre (∧2), (∧3), (¬1) o (¬2). Para estas alternativas se procede
como en el caso 2.
Caso 4. (∀ 1), es decir, existen j < i, ϕ ∈ Fml(L(c)) y s ∈ Tm(L(c)) tales
que Φj = Φi , ϕj = ∀ xϕ, (ϕ, s son compatibles) y ϕi = ϕ{x/s}.
Def Def
Sea ϕ0 = ϕ{c/z} y s0 = s{c/z}. Entonces ϕ0 ∈ Fml(L), s0 ∈ Tm(L)
Def
así como ϕj {c/z} = ∀ xϕ0 . Dado que var(ϕ) ⊆ var(ϕj ) ⊆ Z, z ∈ / Z y que
ϕ, s son compatibles, también ϕ0 , s0 son compatibles. Ya que z ∈
/ var(ϕj )
y z 6= x, se sigue que
ϕi {c/z} = (ϕ{x/s}){c/z} = (ϕ{c/z}){x/s0 } = ϕ0 {x/s0 }.
Con lo que (∀ 1) aparece en la posición i de ∆0 .
Caso 5. (∀ 2), es decir, existen j < i, ϕ ∈ Fml(L(c)) y y ∈ Var tales que
(Φj = Φi , ϕj = ϕ{x/y}, y ∈ / lib(Φi ) ∪ var(ϕ) y ϕi = ∀ xϕ).
En este caso podemos suponer, sin pérdida de generalidad, que y 6= z:
esto se debe a que var(ϕj ) ⊆ Z y z ∈ / Z, lo que es cierto cuando
y ∈ var(ϕj ); si y ∈
/ var(ϕj ) (entonces ϕj = ϕ y x ∈
/ lib(ϕ)), sustituimos
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El lema anterior nos sirve para eliminar una sola constante de una
derivación. Como en general necesitamos eliminar más constantes, requeri-
mos el siguiente resultado:
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1. Ψ `Lω ∀ xϕ (RI)
2. Ψ `Lω ϕ{x/c} (∀ 1).
En vista de (H0), concluimos ϕ{x/c} ∈ Ψ de (2).
(⇐) Sea ϕ{x/c} ∈ Ψ para cada símbolo de constante c de Lω . Sea
Def
c = cx,¬ ϕ . Entonces ϕ{x/c} ∈ Ψ, y de la derivación
1. Ψ `Lω ϕ{x/c} (RI)
2. Ψ, ϕ{x/c} `Lω ¬ ¬ ϕ{x/c} (Lema 11.10)
3. Ψ `Lω ¬ ¬ ϕ{x/c} (modus ponens)
se sigue que ¬ ¬ ϕ{x/c} ∈ Ψ por (H0). Como ϕ ∈ Fml(Lω ) y x ∈ Var,
entonces ϕx ∈ Φω ⊆ Ψ (por (1)). Así, (¬ϕ)x ∈ / Ψ (por (H1)). Pero
Def
(¬ϕ)x = ¬¬¬∀ x¬¬ϕ ∧ ¬¬ϕ{x/c}.
Puesto que ¬¬ϕ{x/c} ∈ Ψ, se debe cumplir (por ∧3) que ¬¬¬∀ x¬¬ϕ
/ Ψ, que por (H1) significa ¬ ¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ ∈ Ψ. Entonces obtenemos la
∈
siguiente derivación:
1. Ψ `Lω ¬ ¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ
2. Ψ, ¬ ¬ ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ (11.10)
3. Ψ `Lω ¬ ¬ ∀ x¬ ¬ ϕ (modus ponens)
4. Ψ `Lω ∀ x¬ ¬ ϕ (similar a 1–3).
Así que tenemos ∀ x¬ ¬ ϕ ∈ Ψ. De la derivación
1. ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ∀ x¬ ¬ ϕ (RI)
2. ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ¬ ¬ ϕ{x/z} ((∀ 1) en 1; z ∈ Var \ var(ϕ))
3. ∀ x¬ ¬ ϕ, ¬ ¬ ϕ{x/z} `Lω ϕ{x/z} (Lema 11.10)
4. ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ϕ{x/z} (modus ponens en 2 y 3)
5. ∀ x¬ ¬ ϕ `Lω ∀ xϕ ((∀ 2) en 4)
6. Ψ `Lω ∀ xϕ ((⊆) en 5),
obtenemos (por (H0)) ∀ xϕ ∈ Ψ, lo que se quería mostrar.
Para (H3). Sea s ∈ Tm(Lω ). Pretendemos demostrar la existencia de un
símbolo de constante c de Lω , con s=c˙ ∈ Ψ. Sea x ∈ Var \ var(s). De la
derivación
1. ∀ x ¬ x=s ˙ `Lω ∀ x¬ x=s
˙ (RI)
2. ∀ x¬ x=s ˙ `Lω ¬ s=s
˙ ((∀ 1) en 1)
3. ∀ x¬ x=s ˙ `Lω s=s
˙ (RI)
4. ∅ `Lω ¬ ∀ x¬ x=s ˙ (prueba por contrad. 2 y 3)
5. Ψ `Lω ¬ ∀ x¬ x=s ˙ ((⊆) en 4),
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Def
Entonces Ψ = Ψγ es un elemento ⊆-maximal de Z = {Ψ ⊆ Fml(Lω ) :
Ψ ⊇ Φω y ConLω (Ψ)}: la Lω -consistencia se sigue directamente de la
definición; la maximalidad se obtiene así: sea Ψ0 ∈ Z con Ψ ⊆ Ψ0 . Para
ϕ ∈ Ψ0 , digamos ϕ = ϕα , se tiene Ψα ∪ {ϕα } ⊆ Ψ0 , y entonces es consistente.
Con ello, ϕα ∈ Ψα+1 ⊆ Ψ. Se sigue que Ψ0 ⊆ Ψ, por lo cual Ψ = Ψ0 .
Podemos originar un buen orden en Fml(Lω ) (sin el axioma de elección);
por ejemplo, si L (y con ello, tanto Lω como Fml(Lω )) es numerable: una
biyección f de un conjunto numerable a sobre ω induce un buen orden mediante
Def
x < y = f (x) < f (y).
En este punto podemos establecer la relación entre la consistencia y
satisfacibilidad de un conjunto de fórmulas. Recuerde que si un conjunto de
fórmulas es satisfacible, también es consistente.
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De 12.8 obtenemos:
Corolario 12.25. Sea L un lenguaje y Φ ⊆ Fml(L). Entonces
ConL (Φ) si y sólo si Sat(Φ).
Un análisis del modelo de Henkin permitirá al lector concluir que:
Corolario 12.26 (Löwenheim-Skolem decreciente). Si Φ es satisfacible, en-
tonces Φ tiene un modelo de cardinalidad no mayor que |L|.
Demostración. Sea A como en la demostración del teorema 12.24.
Entonces
|A| = |{s̄ : s ∈ Tm(Lω )}| ≤ |Tm(Lω )| ≤ |Lω | = |L|.
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Corolario 12.28.
|=L =`L .
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Lema 13.1. Sean A, B L-estructuras y suponga que hA,~ai, hB, ~bi son L(~c)-
estructuras. Entonces un homomorfismo f : hA,~ai −→ hB, ~bi es lo mismo que
un homomorfismo f : A − ~
→ B, tal que f (~a) = b. De la misma forma, un
~
encaje f : hA,~ai ,→ hB, bi es lo mismo que un encaje f : A ,→ B tal que
f (~a) = ~b.
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~
La definición es correcta, pues shA,~ai = t hB,bi implica hA,~ai |= s=t,˙ así
~ hB, ~bi hB,~bi
que hB, bi |= s=t
˙ por (a). En consecuencia, s =t . Entonces f es
un homomorfismo por (a) y el lema 9.5, lo que demuestra (b). Como todo
homomorfismo f de hA,~ai a hB, ~bi debe satisfacer 32, f es único en (b). El
recíproco (b) ⇒ (a) se sigue directamente del lema 9.5.
El argumento para encajes y (c) es similar, usando el lema 9.5.
El lema 13.2 no menciona de manera explícita el diagrama de Robinson, así
que hagámoslo ahora: suponga que ~a genera A. Por la implicación (a) ⇒ (b)
el lema nos dice que A se puede transformar homomórficamente en un reducto
B, siempre que B |= diag+ (A). De modo similar, la última parte del lema dice
que si B = diag(A), A se puede encajar en un reducto de B.
13.1. Conjuntos definibles. Cada L-fórmula con n variables define una
n-relación en cada L-estructura. En la teoría de modelos es más importante la
relación definida por una fórmula, que la fórmula en sí. Por lo tanto, la construc-
ción sintáctica de una fórmula tiene interés en tanto tenga alguna influencia en
la relación que ella define. Así que dos fórmulas que definan la misma relación
en toda estructura son iguales, desde el punto de vista de la teoría de modelos.
Recuerde que Fmln (L) denota la colección de todas las L-fórmulas con a lo
sumo n variables libres.
Sea A una L-estructura. Para ψ ∈ Fmln (L) (n > 0) denotamos con ψ(A)
el conjunto definido en A por ψ, es decir, el conjunto {~a ∈ An : A |= ψ(~a)}.
En ocasiones, este conjunto se llama conjunto solución de ψ en A.
Definición 13.3. Un conjunto B ⊆ An es definible (en A) si está definido por
una fórmula ϕ ∈ Fmln (L). Una n-relación en A es definible (en A) si, vista
como subconjunto de An , es definible en A.
Si ψ(~x, ~y) ∈ Fmln+l (L) (donde ~x es una n-ada y ~y una l-ada de variables), y
si ~c es una l-ada de elementos de A, llamamos a ψ(~x, ~c) una valuación de ψ(~x, ~y).
Mediante ψ(A, ~c) se denota el conjunto {~a ∈ An : A |= ψ(~a, ~c)} definido por
la valuación ψ(~x, ~c).
En esta situación ~c son los parámetros del conjunto definido. Un subcon-
junto B ⊆ An es definible con parámetros (en A) si existe una L-fórmula ψ y
una l-ada ~c de elementos de A tales que ψ(~x, ~c) define el conjunto B en A.
Decimos que dos fórmulas ϕ(x0 , . . . , xn−1 ) y ψ(x0 , . . . , xn−1 ) son equiva-
lentes en la L-estructura A si A |= ∀ ~x(ϕ(~x) ⇔ ψ(~x)). Otra forma de decirlo es
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Demostración. Ejercicio.
Teorema 13.6. Sean σ una signatura para la cual K = F = R = ∅, y A
una L-estructura (de hecho, A es simplemente un conjunto). Sea X ⊆ A y Y
un subconjunto de A definible en A por una L-fórmula con parámetros en X.
Entonces Y es un subconjunto de A o el complemento en A de un subconjunto
de X.
Demostración. La demostración se obtiene de inmediato del lema 13.5.
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No vale la pena tratar de formalizar aquí qué significa “al menos tan
fuerte como AP”. Para nuestro propósito inmediato es suficiente saber que este
concepto realmente tiene una definición precisa, y que ZFE y toda extensión
axiomatizable de AP o ZFE son al menos tan fuertes como AP. Esto también
es cierto para ZF .
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Def
Sea ϕ = (φ0 ∨ φ00 ) y nc(φ) > 0, por ejemplo, nc(φ0 ) > 0. Por hipótesis de
inducción existe una fórmula Cxχ en forma normal prenexa para φ0 . Sea y una
variable que no aparece en Cxχ o en φ00 . Se puede mostrar con facilidad que
Cxχ ∼ Cyχ{y/x},
y por 2 y 5 obtenemos
φ = (φ0 ∨ φ00 ) ∼ (Cxχ{y/x} ∨ φ00 )
∼ Cy(χ{y/x} ∨ φ00 ).
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Sean Tmk (Φ) la subestructura de A(Φ) con universo Tmk (Φ) y βkΦ una
valuación en Tmk (Φ) tal que
βkΦ (vi ) = βΦ (vi )(= vi ) para i < k (40)
y para i ≥ k
(
v0 , si n 6= 0;
βkΦ (vi ) =
c, si k = 0,
donde, en el caso k = 0, c es un símbolo de constante. Finalmente, sea
Ak (Φ) = Tmk (Φ)
con la valuación βkΦ .
En virtud de 40, lo siguiente es cierto para t ∈ Tmk (L) y ϕ ∈ Fmlk (L):
t A(Φ) [βkΦ ] = t A(Φ) [βΦ ] = t
A(Φ) |= ϕ[βkΦ ] si y sólo si A(Φ) |= ϕ[βΦ ].
Puesto que Ak (Φ) ⊆ A(Φ), concluimos que
Lema 16.3.
(a) t Ak (Φ) = t para t ∈ Tmk (L) y por lo tanto t A0 (Φ) = t para t ∈ Tm0 (L).
(b) Para fórmulas sin cuantificadores ψ ∈ Fmlk (L):
A(Φ) |= ψ si y sólo si Ak (Φ) |= ψ.
(c) Para fórmulas universales ψ ∈ Fmlk (L) si A(Φ) |= ψ, entonces Ak (Φ) |=
ψ; en particular, para k = 0, si A(Φ) |= ψ, entonces A0 (Φ) |= ψ.
El siguiente lema es clave para la demostración del teorema de Herbrand:
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así que tiAk (Θ) = t i y concluimos que para cualesquier t1 , . . . , tm ∈ Tmk (L),
AΘ
k |= ϕ[β(t 1 , . . . , t m /x1 , . . . , xm )].
∀ x1 · · · xm ϕ
` ψ{y1 , . . . , yn /t11 , . . . , t1n } ∨ · · · ∨ ψ{y1 , . . . , yn /tj1 , . . . , tjn }.
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Como caso particular del lema 16.4 y del teorema de Herbrand, tenemos el
siguiente corolario:
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17. Ejercicios
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con |A| = {0, 1}, cA = 0, f¬A (i) = 1 − i, f∧A (i, j) = mín{i, j},
f∨A (i, j) = máx{i, j}, f A⇒ (i, j) = máx{1 − i, j}. Demuestre que:
(a) Cada función F : {0, 1}n − → {0, 1} es representable en el lenguaje
L0 asociado a la signatura σ 0 = {f¬ , f∧ , f∨ }, es decir, existe un L0 -
término t tal que F (ξ(v1 ), . . . , ξ(vn )) = t A [ξ], para toda valuación ξ.
(b) Demuestre (a) con σ 0 = {c⊥ , f ⇒ }.
(c) Existe una función F : {0, 1} − → {0, 1} que no se puede representar
mediante un L00 -término, donde L00 es el lenguaje asociado a la
signatura σ 00 = {f ⇒ , f∨ }.
20. Suponga que la signatura σ contiene un símbolo P de 1-relación y un
símbolo f de 1-función. Si L es el lenguaje asociado a σ, demuestre que:
(a) |= ∃ x(Pfx ⇒ Px).
(b) No existe un L-término t tal que |= Pft ⇒ Pt.
21. Sea σ = {R, f } con R una 2-relación y f una 1-función. Demuestre que
el conjunto de fórmulas:
Σ = {∀ v1 Rv1 v1 , ∃ v1 ∀ v2 ¬Rv1 fv2 , ∀ v1 ∀ v2 (Rfv1 fv2 ⇒ Rv1 v2 )}
tiene un modelo infinito, pero no tiene modelos finitos.
22. La signatura σ contiene un símbolo P de 1-relación y un símbolo f de
1-función. Si L es el lenguaje asociado a σ, demuestre:
(a) Existen L-términos s, t tales que ` (Pfs ⇒ Ps) ∨ (Pft ⇒ Pt).
(b) ` ∃ x(Pfx ⇒ Px).
23. Sean , δ, x, y, z variables distintas; f, h símbolos de 1-función y < un
símbolo de 2-relación. Demuestre que
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( ⇒ 4) ¬¬ϕ ⇒ ϕ.
(∀ 1) ∀ xϕ ⇒ ϕ{x/t}, si ϕ, t son compatibles.
(∀ 2) ∀ x(ϕ ⇒ ψ) ⇒ (∀ xϕ ⇒ ∀ xψ).
(∀ 3) ϕ ⇒ ∀ xϕ, si x no es variable libre de ϕ.
(ϕ es una generalización de ψ si ϕ tiene la forma ∀ x1 · · · ∀ xn ψ (n ≥ 0).
Escribimos Γ `H ϕ (ϕ es derivable en el cálculo de Hilbert a partir de Γ) si
ϕ se puede derivar a partir de Γ∪H usando sólo modus ponens. Demuestre
lo siguiente:
(a) Γ ∪ {ϕ} `H ϕ ⇒ ψ.
(b) Si Γ `H ϕ y x no es variable libre en Γ, entonces Γ `H ∀ xϕ.
(c) Γ `H ϕ si y sólo si Γ ` ϕ.
25. Demuestre el lema 6.9. [Sugerencia: Para el inciso (a) demuestre que
Def
T = {vn : n < ω} ∪ {ck : k ∈ K} ∪
∪ {fj ar(0)a . . . ar(t(j) − 1) : j ∈ J ∧ r : t(j) −
→ Tm(L)}
satisface las condiciones (T1), (T2) y (T3) (con T en lugar de Tm(L)) y use
la ⊆-minimalidad de Tm(L).
Para (c) use inducción sobre |s| < ω.]
26. Demuestre el teorema 6.10.
27. Demuestre el lema 6.11.
28. Demuestre el teorema 6.13. [Sugerencia: De acuerdo con el lema 6.12(b)
son posibles cinco casos: ϕ = s1 =s˙ 2 , ϕ = Rs(0) . . . s(τ(R) − 1), ϕ(0) = (,
ϕ(0) = ¬ y ϕ(0) = ∀ . Investigue cada caso.]
29. Demuestre el lema 8.7. [Sugerencia: Por inducción sobre la construcción
de términos y fórmulas.]
30. Demuestre el lema 11.11(c).
31. Demuestre el lema 11.13.
32. Demuestre el teorema 11.14.
33. Demuestre el corolario 11.15.
34. Sea σ una signatura finita con L como el lenguaje asociado y A como
un conjunto finito. Muestre que hay solamente un número finito de L-
estructuras con A como dominio.
35. Sea σ = {+, ·, 0, 1, <} una signatura con +, · funciones binarias, 0, 1
constantes y < una 2-relación. Sean A = hN, +, ·, 0, 1, <i (el lector ya no
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∀ v1 (fv0 v1 =v
˙ 0 ),
∃ v0 ∀ v1 (fv0 v1 =v
˙ 1 ),
∃ v0 (Pv0 ∧ ∀ v1 (Pfv0 v1 )),
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(5) .
ϕ |= ∃ xϕ
Las fórmulas de Horn sin variables libres se conocen como enunciados de
Horn. Demuestre Q
que si ϕ es un enunciado de Horn y si cada Ai es modelo
de ϕ, entonces i∈I Ai |= ϕ (véase Ejer. 43[d]). [Sugerencia: Enuncie y
demuestre un resultado similar para fórmulas de Horn.]
52. Sea σ una signatura finita y L el lenguaje asociado. Sea A una L-
estructura finita. Muestre que existe una L-fórmula ϕA , cuyos modelos
son precisamente las L-estructuras isomorfas a A.
53. Sea σ = {+, ·, 0}, donde +, · son 2-funciones, 0 una constante y L el
lenguaje asociado.
(a) Demuestre que la relación < (“menor que”) es elementalmente definible
en la L-estructura hR, +, ·, 0i (con las interpretaciones usuales). Es
decir, existe una fórmula ϕ ∈ Fml2 (L) tal que para toda a, b ∈ R,
hR, +, ·, 0i |= ϕ[a, b] si y sólo si a < b.
(b) La relación < no es elementalmente definible en hR, +, 0i. [Sugeren-
cia: Trabaje con un automorfismo adecuado de hR, +, 0i.]
54. Sean ρ una 1-función en R y ∆ la 2-función distancia en R, es decir,
∆(r0 , r1 ) = |r0 − r1 | para r0 , r1 ∈ R. Si usamos los símbolos de función f
(para ρ) y d (para ∆), podemos considerar hR, +, ·, 0, 1, <, ρ, ∆i como una
estructura para la signatura {+, ·, 0, 1, <} ∪ {f, d}. Con estos símbolos,
formalice los siguientes enunciados:
(a) Todo número real positivo tiene raíz cuadrada positiva.
(b) Si ρ es estrictamente creciente, ρ es inyectiva.
(c) ρ es uniformemente continua en R.
(d) Para toda x, si ρ es diferenciable en x, ρ es continua en x.
55. Sea σ = {R} donde R es una 2-relación. Formalice los siguientes
enunciados:
(a) R es una relación de equivalencia con al menos dos clases de equiva-
lencia.
(b) R es una relación de equivalencia con una clase de equivalencia que
contiene más de un elemento.
56. Un conjunto M de números naturales es un espectro si existe una signatura
σ (con lenguaje L) y un L-enunciado ϕ tal que
M = {n ∈ N : ϕ tiene un modelo con exactamente n elementos}.
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Demuestre lo siguiente.
(a) Todo subconjunto finito de N es un espectro.
(b) Para toda m ≥ 1, el conjunto de números > 0 que son divisibles entre
m es un espectro.
(c) El conjunto de números no primos > 0 es un espectro.
(d) El conjunto de números primos es un espectro.
57. Sea σ una signatura y K una clase de L-estructuras. Suponga que A, B ∈ K
y, para toda estructura C ∈ K, existen homomorfismos f : A − →Cyg:B
→ C. Muestre que existe un único homomorfismo de A a B.
−
58. Sean A, B L-estructuras, X un subconjunto de A, f : hXiA −→ By
g : hXiA −
→ B homomorfismos. Muestre que si f X = g X, entonces
f = g.
59. Pruebe la siguiente afirmación, donde A, B, C estructuras son L-estructuras.
(a) Todo homomorfismo f : A − → C se puede factorizar como f = hg,
para un homomorfismo sobre g : A − → B y una extensión h : B − →C
(la estructura B es una extensión).
f -C
A
@
g@ h
@
R
@
B
La L-estructura (única) B se conoce como la imagen de g, im g.
Más generalmente decimos que una L-estructura B es una imagen
homomórfica de A si existe un homomorfimo sobre g : A −
→ B.
(b) Todo encaje f : A ,→ C se puede factorizar como f = hg, donde g es
una extensión y h es un isomorfismo.
60. Sean A y B L-estructuras con A ⊆ B. Una retracción de B a A es un
homomorfismo f : B − → A tal que f (a) = a para todo elemento a ∈ A.
Muestre que:
(a) Si f : B −→ A es una retracción, entonces f es idempotente, es decir,
ff = f 2 = f .
(b) Si B es una L-estructura y f un endomorfismo de B tal que f 2 = f ,
f es una retracción de B a una subestructura A de B.
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61. Sea σ una signatura finita sin símbolos de función, con L el lenguaje
asociado.
(a) Muestre que toda L-estructura finitamente generada es finita.
(b) Muestre que para cada n < ω existe una cantidad finita (módulo iso-
morfismos) de L-estructuras con cardinalidad n.
62. (***) Dé un ejemplo de una estructura de cardinalidad ℵ2 que tiene una sub-
estructura de cardinalidad ℵ0 , pero no una subestructura de cardinalidad ℵ1 .
63. Sea B una L-estructura y Y un conjunto de elementos de B. Muestre que
el universo de hY iB consiste en aquellos elementos de B de la forma t B [~b],
para algún término t(~x) de L y una n-ada de elementos de Y .
64. Sean A y B L-estructuras, ~a elementos que generan a A y f una función de
A en B. Muestre que f es un homomorfismo si y sólo si, para toda fórmula
atómica ϕ(~x) de L, A |= ϕ[~a] implica B |= ϕ[f (~a)].
65. Sean A, B L-estructuras y â una sucesión de elementos de A. Sea g una
función de los elementos de â a B tal que para todo enunciado primitivo
ϕ de L(â), hA, âi |= ϕ implica hB, g(â)i |= ϕ. Muestre que g tiene una
única extensión a un homomorfismo g0 : hâiA −→ B.
~
66. Sean hA,~ai y hB, bi L(~c)-estructuras que satisfacen exactamente los
mismos enunciados de L(~c). Suponga también que las L-estructuras A y B
se generan por ~a y ~b, respectivamente. Muestre que existe un isomorfismo
f :A− → B tal que f (~a) = ~b.
67. Exhiba fórmulas adecuadas para probar que el conjunto de los números
pares es un conjunto Σ00 en N. Demuestre lo mismo para el conjunto de
números primos.
68. Una gráfica consiste en un conjunto V (los vértices) y un conjunto E (el
conjunto de bordes), donde cada borde es un conjunto de dos vértices
distintos. Un borde {v, w} une los vértices v y w. Una forma natural de
convertir una gráfica G en una L-estructura es como sigue: los elementos
de G (el universo) son los vértices. Existe una relación binaria RG tal que
la pareja ordenada (v, w) está en RG si y sólo si existe un borde que une v
a w. Sea G una gráfica cuyos vértices son todos los conjuntos {m, n} de
exactamente dos números naturales. Si a, b son vértices, a está unido a b si
a ∩ b 6= ∅ y a 6= b. Muestre que G no es minimal, pero tiene una cantidad
infinita de subconjuntos minimales.
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CAPÍTULO 5
Teoría de modelos
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5. Teoría de modelos
En este capítulo tratamos con detalle una de las ramas más fructíferas de la
lógica: la teoría de modelos. Esta teoría se encarga de clasificar estructuras
matemáticas, funciones y conjuntos por medio de fórmulas lógicas. Las
estructuras se pueden clasificar de acuerdo con los enunciados lógicos que
son ciertos en ellas. El término modelo proviene de que una estructura A es
modelo de un enunciado ϕ si ϕ es cierta en A, previa formalización de lo que
entendemos por esta certeza. Los matemáticos dedicados a la teoría de modelos
buscan formas de construir modelos de un enunciado dado; así que gran parte
de la teoría se dedica al desarrollo de modelos y sólo una pequeña parte a la
clasificación.
En 1973 C. Chang y J. Keisler, en la primera edición de su famoso libro
[CK90], caracterizaron a la teoría de modelos como
álgebra universal + lógica.
Esta afirmación no es absolutamente cierta , pero da una clara idea de cómo se
trabaja en la teoría de modelos.
Algunos de los más importantes éxitos de la teoría de modelos han sido
teoremas acerca de la existencia de soluciones de ecuaciones sobre campos,
tema que no trataremos en este libro.
Otros temas de la teoría de modelos (estructuras matemáticas, funciones
entre ellas, etc.) ya se trataron en el capítulo 4. Es conveniente que el
lector revise esos resultados antes de iniciar la lectura de este capítulo. En
él desarrollaremos una parte muy pequeña de la teoría, pero en buena medida
se incluyen los temas que resultan fundamentales para la investigación moderna
en teoría de modelos.
Es importante aclarar que la teoría de modelos que se estudiará en este
capítulo se refiere a modelos que son conjuntos. La mayoría de las pruebas de
consistencia que trataremos en capítulos subsecuentes involucran “modelos”
que en realidad son clases propias. Sin embargo, algunas técnicas de este
capítulo se generalizan para incorporar también este tipo de modelos.
1. Modelos infinitos
Nuestros primeros resultados establecen condiciones para la existencia de
modelos infinitos o de una cardinalidad arbitrariamente grande.
Fijemos un lenguaje L = (R, F, K, τ) y Φ ⊆ Fml(L). Definimos
ModL (Φ) = {A : A |= Φ}.
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Def
Demostración. Supongamos que A |= Φ[γ] y sea λ = |A| ≥ ℵ0 . Sea
κ ≥ λ. Debemos mostrar que Φ tiene un modelo de cardinalidad ≥ κ. Para ello
añadimos a L un nuevo símbolo de constante cα para cada α < κ y considere
Def
el conjunto de fórmulas Φκ = Φ ∪ {¬cα =c
˙ β : α < β < κ}. Si I ⊆ κ es finito,
Def
Φκ (I) = Φ ∪ {¬cα = cβ : α < β ∧ α, β ∈ I} es satisfacible en una expansión
de A (puesto que |A| ≥ ℵ0 , podemos elegir elementos cα ∈ A distintos entre
sí para α ∈ I, que interpretan a las cα para α ∈ I). De la satisfacibilidad
de Φκ (I) se obtiene la satisfacibilidad finita de Φκ , de tal forma que Φκ es
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5. Teoría de modelos
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Ejemplo 2.4. Un grupo G = h◦, ei (es decir, un modelo de ΦGr , véase la pág.
206) es libre de torsión si para cada 1 ≤ n < ω y cada g ∈ G, g 6= e, se cumple
g ◦ · · · ◦ g 6= e.
| {z }
n veces
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5. Teoría de modelos
Demostración. K = ModL (Σ) para algún conjunto Σ implica por 1.1 que
hay estructuras infinitas en K. Esto contradice la hipótesis de que K contienen
sólo estructuras finitas.
Así que la clase de los grupos finitos y la de los campos finitos no son
elementales.
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5. Teoría de modelos
se desprende que
\ \
Mod(σ) ∩ Mod(¬ϕ) = ∅,
σ∈Σ ϕ∈Φ
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Por otro lado, la clase Mod(Σ1 ) cubre la clase Mod(γA ) con esta propiedad.
Otra vez obtenemos un subconjunto finito que cubre a Mod(Σ1 ), es decir, existen
A1 , . . . , An ∈ Mod(Σ1 ) con
Finalmente hacemos
γ ∗ = (γA1 ∨ · · · ∨ γAn ),
con lo que concluimos la demostración.
4. Cadenas de modelos
Nuestro propósito en esta sección será construir modelos. Una de las primeras
operaciones para formar nuevos modelos a partir de “viejos” es la unión de
cadenas de modelos.
Definición 4.1. Sea κ un cardinal dado. Para cada α < κ sea Aα una L-
estructura tal que Aα ⊆ Aβ para α < β. Tal sucesión de modelos hAα : α < κi
se llama cadena de L-estructuras.
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5. Teoría de modelos
S
Definimos en α<κ Aα una L-estructura como sigue:
Def [
RA = RAα ;
α<κ
[
A Def
f = f Aα ;
α<κ
A Def A0
c =c .
De la relación Aα ⊆ AS
β se sigue fácilmente que realmente tenemos definida
una L-estructura sobre α<κ Aα . Esta estructura se denota con
[
Aα
α<κ
y la llamamos unión de las Aα . De la construcción se sigue inmediatamente:
S
Lema 4.2. Para α < κ se cumple Aα ⊆ β<κ Aβ .
Uno de los resultados más importantes sobre cadenas de modelos es que
la unión de una cadena es modelo de un Π2 -enunciado si cada elemento de la
cadena lo es.
Teorema 4.3. Sea ϕ un Π2 -enunciado de L, es decir, un enunciado de la forma
ϕ = ∀ x1 , . . . , xm ∃ y1 , . . . yn ψ(x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn ),
donde ψ ∈ Fml(L) no S
tiene cuantificadores. Entonces, si Aα |= ϕ para toda
α < κ, es cierto que α<κ Aα |= ϕ.
Def S S
Demostración. Sean A = α<κ Aα el universo de α<κ Aα , y a1 ,
. . . , am ∈ A arbitrarios. Entonces existe una α < κ con a1 , . . . am ∈ Aα .
Puesto que Aα |= ϕ, existen b1 , . . . , bn ∈ Aα con
Aα |= ψ[a1 , . . . , am , b1 , . . . bn ].
S
Ya que Aα ⊆ β<κ Aβ y dado que ψ está libre de cuantificadores, se deduce
que [
Aβ |= ψ[a1 , . . . , am , b1 , . . . , bn ],
β<κ
S
así que β<κ Aβ |= ∃ y1 . . . yn ψ(x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn )[a1 , . . . am ]. En vista
de que los a1 , . . . , am se eligieron arbitrariamente, se sigue que
[
Aβ |= ∀ x1 · · · xm ∃ y1 · · · yn ψ(x1 , . . . , xm , y1 , . . . , yn ),
β<κ
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5. Teoría de modelos
(vi) ∀ v0 ∀ v1 ∀ v2 f· v0 f· v1 v2 =f
˙ · f· v0 v1 v2 (asociatividad de la multiplicación).
(vii) ∀ v0 f· v0 1=v
˙ 0 (1 es elemento neutro de la multiplicación).
(viii) ∀ v0 (¬(v0 =0)
˙ ⇒ ∃ v1 (f· v0 v1 =1)) ˙ (existencia de un inverso multiplicativo).
(ix) ∀ v0 ∀ v1 ∀ v2 f· v0 f+ v1 v2 =f
˙ + f· v0 v1 f· v0 v2 (distributividad).
(x) ¬(0=1).
˙
Φcamp axiomatiza la clase de los modelos de los campos y se llama la teoría
de los campos.
Teorema 4.6. Sea K un campo. Entonces existe una cerradura algebraica de
K, es decir, un campo K que contiene a K tal que
(a) K es algebraicamente cerrado, es decir, todo polinomio de grado n sobre
K tiene un cero, para toda n ∈ N.
(b) K es algebraico sobre K; es decir, cada elemento de K es algebraico sobre
K, por tanto, es el cero de un polinomio no trivial con coeficientes en K.1
Se cumple además |K| = |K| + ℵ0 .
Demostración. Remitimos al lector a [Hu74] para algunos detalles alge-
braicos.
Primero nos convenceremos de que cada polinomio tiene ceros en un cierto
supracampo algebraico del campo de sus coeficientes:
(1) Si L es un campo y p ∈ L[x] es un polinomio no constante con
coeficientes en L, existe un supracampo Lp de L que es algebraico sobre L
y en el que p tiene un cero. Se cumple |Lp | ≤ |L| + ℵ0 .
Demostración de (1). Obtenemos un supracampo de L si dividimos L[x]
entre el ideal generado por un factor irreducible q de p. En este supracampo p
tiene un cero a. El campo L(a), que consiste exactamente en los valores f (a)
(f ∈ L[x]), es una extensión algebraica de L a un supracampo en el que p tiene
un cero. Además |L(a)| ≤ |L| + ℵ0 . J
Ahora construimos un supracampo L0 para cada campo L, mediante cadenas
de modelos, en el que cada polinomio no constante tiene al menos un cero:
(2) Sea L un campo. Entonces existe un supracampo L0 de L tal que
(a) todo polinomio no constante p ∈ L[x] tiene un cero en L0 ;
(b) L0 es algebraico sobre L;
(c) |L0 | ≤ |L| + ℵ0 .
1
También se acostumbra decir que la extensión K ⊆ K es algebraica.
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y obtenemos un campo que satisface (a) y (b) (la prueba de (b) corresponde a la
prueba de que la extensión L ⊆ Lα es algebraica, si δ es límite); (c) se deduce
directamente de
X
|L0 | ≤ |Lα | ≤ κ · (|L| + ℵ0 ) = |L| + ℵ0 .
α<κ
| {z }
=κ
J
Si iteramos la construcción de (2) ℵ0 -veces encontramos el campo re-
querido: definimos
Def
K0 = K
Def
Kn+1 = K0n ;
Def [
K= Kn .
n<ω
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Definición 4.8.
(a) Sea i < ω. Definimos por recursión sobre n < ω el LAr -término vin
mediante vi0 = 1 y vin+1 = f· vin vi .
2
es decir, el coeficiente de la mayor potencia es 1.
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6. Diagramas
A. I. Malcev desarrolló los métodos que a continuación presentamos, para
generalizar propiedades de subgrupos finitamente generados a grupos más ar-
bitrarios. El lector interesado puede consultar [Mal71] para obtener aplica-
ciones. Nosotros sólo desarrollaremos algunos resultados sobre diagramas que
nos serán posteriormente de utilidad.
Lema 6.1. Sean A y B L-estructuras. A ⊆ B si y sólo si:
(i) A ⊆ B y A es cerrado respecto a las funciones;
(ii) para toda L-fórmula atómica ϕ y para toda n-ada de elementos de A, es
cierto que
A |= ϕ(~a), si y sólo si B |= ϕ(~a).
Demostración. Se obtiene del lema 4.9.5.
Ahora introducimos algunos conceptos útiles en lo sucesivo.
Definición 6.2. Sean A y B L-estructuras y ∆ una clase de fórmulas. Si
para todo enunciado ϕ ∈ ∆ ∩ Fml0 (L) de A |= ϕ, se sigue que B |= ϕ, es
decir si Teo∆ (A) ⊆ Teo∆ (B), escribimos A V∆ B. La relación A ≡∆ B
significa A V∆ B y B V∆ A. Si Fml0 (L) ⊆ ∆, eliminamos el subíndice ∆.
∆
f :A− → B significa f : A −
→ B y para toda ϕ ∈ ∆ ∩ Fml(L) y toda n-ada
de elementos de A, de A |= ϕ(~a) se deduce que B |= ϕ(f [~a]). Si ∆ = {ϕ},
∆
eliminamos las llaves. En este orden de ideas, f : A ,→ B significa que f es
∆
un encaje y f : A −
→ B.
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◦ ◦
Mediante un razonamiento similar se demuestra (B, f [A]) VΠ1 (A, A).
Definición 6.9. Sea T una L-teoría. La clase ModL (T) es cerrada respecto a
subestructuras si para cualesquier L-estructuras A, B con A ⊆ B, de B |= T
se sigue que A |= T. En tal caso también se dice que T es cerrada respecto a
subestructuras.
Observe que si ModL (T) es cerrada respecto a subestructuras también lo
es respecto a encajes, es decir, de A ,→ B y B |= T se concluye que A |= T,
pues existe B0 ⊆ B isomorfa a A y de B0 ⊆ T se deduce A |= T de acuerdo
con el teorema 6.7.
Por el lema 6.8 sabemos que las Π1 -teorías son cerradas respecto a subes-
tructuras. Probaremos el recíproco, pero necesitamos el siguiente resultado.
Lema 6.10. Sean Σ ⊆ Fml0 (L), ϕ ∈ Fmln (L) y ~c una n-ada de símbolos de
constante que no pertenecen a L. Entonces
~◦
Σ |=L(~c) ϕ(c) implica Σ |=L ∀ ~xϕ(~x).
Demostración. Sea A una L-estructura modelo de Σ. Debemos probar
que A |= ϕ(~a) para toda n-ada ~a de A. Expandemos A a una L(~c)-estructura A∗
∗
si hacemos ~cA = ~a, es decir, si A∗ = (A,~a). Ya que A |= Σ, también A∗ |= Σ
~◦
porque Σ consista de L-enunciados. Si A∗ |= ϕ(c), A |= ϕ[~a].
En el caso particular en el que ϕ(~x) tiene la forma ψ(~x) ⇒ ϑ, con ϑ un
L-enunciado, obtenemos que Σ |=L(~c) ϕ(~c) implica Σ |=L (∃ ~xψ(~x) ⇒ ϑ) pues
las L-fórmulas ∀ ~x(ψ(~x) ⇒ ϑ) y ∃ ~xψ(~x) ⇒ ϑ son lógicamente equivalentes.
Lema 6.11. Suponga que T y T0 son L-teorías. Las siguientes afirmaciones
son equivalentes:
(i) Todo modelo de T se encaja en un modelo de T0 .
(ii) T0Π1 = T0 ∩ Π1 ⊆ T.
Demostración. Note que si T1 y T2 son L-teorías, T1 ⊆ T2 si y sólo si
para toda L-estructura A
A |= T2 implica A |= T1 .
Sea ϕ ∈ T0Π1 .
Entonces por definición ϕ pertenece a la cerradura deductiva
de T ∩ Π1 y como T0 ∩ Π1 |= ϕ, existen ψ1 , . . . , ψn ∈ T0 ∩ Π1 tales que
0
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A
@
@ f
@
R
@
h B
g
?
C
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Fml(L)
Observe que A ≺ B es equivalente con A ⊆ B e idA : A ,→ B. Por
◦
ello, nuestra definición de A ≺ B se convierte ahora en A |= ϕ(~a) si y sólo si
◦
B |= ϕ(~a).
Además, A ≺ B es equivalente con A ⊆ B y para toda n ∈ N y
ϕ ∈ Fmln (L) ocurre ϕ(B) ∩ An = ϕ(A); es decir, los conjuntos definibles en
A son la intersección de A con los definibles en B. Para conjuntos definibles
paramétricamente se obtiene, en el caso en que los parámetros pertenezcan a
A: para toda ϕ ∈ Fmln+m y ~c ∈ Am es cierto que ϕ(B, ~c) ∩ An = ϕ(A, ~c).
Mediante el siguiente truco sencillo se puede reducir la relación entre encaje
(elemental) e isomorfía a la existencia de una extensión (elemental) que por
razones técnicas puede ser muy útil.
Lema 6.19. Sean A y B L-estructuras.
(1) Si A ,→ B, existe una L-estructura B0 ∼
= B con A ⊆ B0 .
Fml(L)
(2) Si A ,→ B, existe una L-estructura B0 ∼ = B con A ≺ B0 .
Demostración.
(1) Basta una modificación de la prueba para (2), lo que queda como ejercicio
al lector.
(2) Sin pérdida de generalidad, podemos suponer A ∩ B = ∅. Para la función
Fml(L)
f dada f : A ,→ B construimos una función g : B ∼ = B0 . Para c ∈ B
hacemos g(c) = c si c ∈ B \ f [A], y g(c) = f −1 (c) si c ∈ f [A]; g es una
Def
biyección de B sobre B0 = (B \ f [A]) ∪ A. Interpretamos los símbolos
0
no lógicos en B como la imagen respecto a g de los correspondientes en
B y obtenemos con ello una L-estructura B0 con g : B ∼ = B0 . Entonces
gf es la identidad en A, y del lema 6.17(1) sabemos que esta función es
elemental, es decir, A ≺ B0 .
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Demostración.
(1) Sean A y B conjuntos infinitos, A un subconjunto de B, A0 ⊆ A un
subconjunto finito y c ∈ B. Buscamos un automorfismo de B (simplemente
una biyección de B sobre sí mismo) que deje fijo A0 y transforme c en un
d ∈ A. Sin pérdida de generalidad, c ∈ / A0 (sino hacemos d = c y
f = idB ).
Ya que A es infinito y A0 es finito, existe una d ∈ A \ A0 . Hacemos
f B \ {c, d} = idB\{c,d} , f (d) = c y f (c) = d. Del corolario 6.23 se
obtiene ahora la afirmación.
(2) Sea A ⊆ Q un subconjunto finito y c ∈ R. Buscamos una d ∈ Q y
un automorfismo que preserve el orden de λ, que mande c en d y deje
fijo A. Como en (1), sin pérdida de generalidad, c ∈ / A. El conjunto
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Una vez que hemos visto cómo podemos discriminar si ciertas funcio-
nes son elementales, en la siguiente sección “construiremos” diversas funciones
elementales.
No obstante, antes trataremos propiedades generales de teorías y desarro-
llaremos algunos métodos para investigar la clase de sus modelos.
Recuerde que A ≡ B quiere decir, para L-estructuras, que Teo(A) =
Teo(B).
Teorema 6.26. Para una L-estructura A las siguientes condiciones son equi-
valentes.
(i) Para cualesquier L-estructuras A, B tales que B ≡ A, se cumple
B∼ = A.
(ii) A es finita.
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En relación con modelos finitos, existe una técnica relacionada con la teoría
de juegos que permite decidir equivalencia elemental (véase [MiMa99]).
Teorema 6.27. Una teoría T es completa si y sólo si todos sus modelos son
equivalentes.
Una consecuencia inmediata del teorema 6.27 es que una teoría completa
tiene a lo sumo un modelo finito.
Corolario 6.28. Una teoría completa tiene modelos finitos si y sólo si tiene
un solo modelo (salvo isomorfismos).
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Ahora podemos generalizar el teorema 8.5 de tal manera que, para toda
fórmula de la extensión por definición T(L0 ) de una teoría T, tenemos una
L(T)-fórmula equivalente. Es decir, los nuevos símbolos se pueden reemplazar
los nuevos símbolos por sus definiciones.
Teorema 8.6. Sea T(L0 ) una extensión de T por definiciones. Entonces, para
cada L0 -fórmula ϕ existe una L(T)-fórmula ϕT tal que
T(L0 ) |= ϕ ⇔ ϕT .
Demostración. En la primera etapa probaremos que para cualquier L0 -
término t existe una L(T)-fórmula ψ t tal que
T(L0 ) |= (t =x)
˙ ⇔ ψt para x ∈
/ lib(t), (45)
Def
por inducción en la construcción de t. Si t es un L-término, hacemos ψ t = (t =x).
˙
Si t = c ∈ K0 \ K, entonces existe una L-fórmula ϕc tal que T |= ∃ !xϕc y
Def
T(L0 ) |= ϕc (c). Hacemos ψ c = ϕc . Entonces, si c = x obtenemos ψ c a partir
de ϕc {x/c}. Por otra parte, si ψ c concluimos c = x a partir de T(L) |= ∃ !xψ c
y T(L0 ) |= ψ c (c). De aquí que
T(L0 ) |= (c=x)
˙ ⇔ ψc.
Si t = fs1 · · · sn , entonces, por hipótesis de inducción, existen fórmulas ψ si
tales que
T(L0 ) |= (si =x)
˙ ⇔ ψ si (46)
para i ∈ {1, . . . , n}. Si f ∈ / F, existe una L(T)-fórmula ϕf tal que
f
lib(ϕ ) = {x1 , . . . , xn , y},
T(L0 ) |= ∀ x1 , · · · xn ∃ !yϕf ,
y
T(L0 ) |= ∀ x1 · · · xn ϕf (fx1 · · · xn ). (47)
Definimos
Def
ψ t = ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn ) ∧ ϕf (x)).
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Así que
T(L0 ) |= fs1 · · · sn =x
˙ ⇔ ψt . (48)
Para demostrar la ecuación 48, observe que por la ecuación 46 tenemos
T(L0 ) |= ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn )). (49)
Por otra parte, también es cierto
T(L0 ) |= fs1 · · · sn =x
˙ ∧ x1 =s
˙ 1 ∧ · · · ∧ xn =s
˙ n
(50)
⇒ fx1 · · · xn =x.
˙
De las ecuaciones 46, 47 y 50 concluimos que
T(L0 ) |=(fs1 · · · sn =x
˙ ∧ ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn ))
⇒ ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn ) ∧ ϕf (x) ),
que, junto con la ecuación 49, da lugar a
T(L0 ) |= (fs1 · · · sn =x)
˙ ⇒ ψt .
Para la dirección opuesta observe que por las ecuaciones 45 y 46 tenemos
T(L0 ) |= ϕf (x) ⇒ fx1 · · · xn =x.
˙
Así que
T(L0 ) |= ∃ x1 · · · xn (s1 =x ˙ n ∧ ϕf (x) ) ⇒ fs1 · · · sn =x
˙ 1 ∧ · · · ∧ sn =x ˙
que, junto con 50, implican
T(L0 ) |= ψ t ⇒ fs1 · · · sn =x.
˙
Si f ∈ F, hacemos
ψ t = ∃ x1 · · · xn (ψ s1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ sn (xn ) ∧ fx1 · · · xn =x)
˙
y podemos demostrar, como antes, que T(L0 ) |= fs1 · · · sn =x˙ ⇔ ψ t . Esto
termina la prueba de la ecuación 45.
Ahora probamos: para una fórmula atómica Pt1 · · · tn existe una L(T)-
fórmula ψ tal que
T(L0 ) |= Pt1 · · · tn ⇔ ψ. (51)
/ R, existe una L(T )-fórmula ϕP (x1 , . . . , xn ) con lib(ϕP ) = {x1 , . . . xn }
Si P ∈
y
T(L0 ) |= ∀ x1 · · · xn (Px1 · · · xn ⇔ ϕP ). (52)
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Hacemos
Def
ψ = ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ) ∧ ϕP )
y si P ∈ R, podemos simplemente definir ϕP = Px1 · · · xn , es decir,
Def
ψ = ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ) ∧ Px1 · · · xn ),
donde ψ ti son las fórmulas dadas por la ecuación 47. Por consiguiente,
T(L0 ) |= Pt1 · · · tn ⇔ ψ,
ya que
T(L0 ) |= ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ))
y
T(L0 ) |=Pt1 · · · tn ∧ ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ))
⇒ ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ) ∧ ϕP ).
De acuerdo con las ecuaciones 46 y 52, es cierto que
T(L0 ) |= Pt1 · · · tn ⇒ ψ,
y la dirección opuesta también es válida pues
T(L0 ) |= ∃ x1 · · · xn (ψ t1 (x1 ) ∧ · · · ∧ ψ tn (xn ) ∧ ϕP ) ⇒ Pt1 · · · tn
por las ecuaciones 52 y 46. De la ecuación 51 obtenemos: para cualquier
L0 -fórmula ϕ existe una L(T)-fórmula ϕT tal que
T(L0 ) |= ϕ ⇔ ϕT (53)
definiendo ϕT recursivamente mediante las cláusulas:
1. (Pt1 · · · tn )T = ψ, donde ψ está dada en la ecuación 51.
2. (ϕ ∧ ψ)T = ϕT ∧ ψ T .
3. (¬ϕ)T = ¬(ϕT ).
4. (∃ xϕ)T = ∃ x(ϕT ).
Por un sencilla inducción sobre la construcción de ϕ, se puede demostrar
la ecuación 53.
Corolario 8.7. Sea T(L0 ) una extensión de T por definiciones. Para toda
L0 -fórmula ϕ existe una L(T)-fórmula ϕT tal que
T(L0 ) |= ϕ si y sólo si T |= ϕT .
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9. Categoricidad
Una teoría es categórica para un cardinal λ o λ-categórica si tiene exactamente
un modelo de cardinalidad λ (salvo isomorfismos).
Una L-teoría es categórica si es categórica en una cierta cardinalidad ≥ |L|.
Una L-teoría es totalmente categórica si posee un modelo infinito y en cada
cardinalidad tiene exactamente un modelo (salvo isomorfías).
Una L-teoría es totalmente categórica (de acuerdo con el Corolario 7.3)
si y sólo si es categórica en toda cardinalidad λ ≥ |L| y en toda cardinalidad
λ < |L| en la que tenga modelo. En particular, una teoría totalmente categórica
es categórica.
El siguiente teorema se debe a Łoś [Loś54] y Vaught [Vau54].
Teorema 9.1 (Prueba de Łoś-Vaught). Una teoría categórica es completa si y
sólo si tiene únicamente modelos infinitos.
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con |J| = ℵ1 y su subcampo generado B0 . Como |I| = |J|, existe una biyección
g:I− → J que podemos usar para construir un isomorfismo de A a B.
Como B tiene característica 0, los racionales se encajan en B. Sea
f : Q ,→ B el encaje. Extendemos f como sigue: para cada α ∈ I, sea
f (aα ) = bg(α) , que transforma la base trascendente de A en la base trascendente
de B.
Ahora extendemos f a una función de A0 sobre B0 : cada elemento de A0
está dado por
p(aα1 , . . . , aαm )
,
q(aα1 , . . . , aαm )
donde p y q son polinomios con coeficientes racionales y las a son miembros
de la base trascendente. Supongamos que f transforma dicho elemento en
p(ag(α1 ) , . . . , ag(αm ) )
q(ag(α1 ) , . . . , ag(αm )
donde p y q son polinomios cuyos coeficientes son las imágenes respecto a f
de los coeficientes racionales de p y q. La extensión final de f a A y B se
obtiene de la unicidad de las cerraduras algebraicas.
Teorema 9.4. Sea Σ0 un conjunto de enunciados en el lenguaje de la teoría de
campos que son ciertos en campos algebraicamente cerrados de característica
arbitrariamente grande. Entonces Σ0 es cierto en algún campo algebraicamente
cerrado de característica cero.
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Definición 10.1.
(1) Sea A un modelo de la aritmética, es decir, de Teo(N). Los elementos finitos
o estándar de A son los elementos de la forma a = nA , para algún número
natural n; los elementos restantes se llaman no estándar o infinitos.
(2) Para cualquier modelo A de Teo(N), sea
Af = {a ∈ A : a es finito } = {nA : n ∈ N}.
(3) Un modelo A de Teo(N) es estándar si carece de elementos no estándar. En
otro caso es un modelo no estándar.
Construiremos un modelo no estándar de la aritmética, es decir, una
estructura elementalmente equivalente a la estructura hN, +, ·, 0, 1i de los
número naturales, pero no isomorfa a ella. Para estudiar con mayor facilidad esta
estructura, “expandemos” N con la 2-relación del orden natural <, y añadimos
◦
una constante n para cada natural n que, por supuesto, se interpretará como n.
Obtenemos una estructura N0 :
◦
N0 = hN, <, +, ·, 0, 1, hn : n < ωii.
Escogemos para cada n < ω un nuevo símbolo de constante cn , y entonces el
conjunto
Def ◦
Ψ = Teo(N0 ) ∪ {Rnc0 : n < ω} ∪ {Rcm cn : m < n < ω},
donde R se interpreta como < es finitamente satisfacible: todo subconjunto
finito está contenido en un conjunto de la forma
Def ◦
Ψ(N) = Teo(N0 ) ∪ {Rnc0 : n < N} ∪ {Rcm cn : m < n < N},
donde N < ω. Expandimos N0 a una estructura N00 interpretando cn como
N + n, para obtener un modelo de Ψ(N). Supongamos que A |= Ψ y que B
es el LAr -reducto de A. Puesto que ΦAP ⊆ Teo(N) ⊆ Ψ, se cumple que
B |= ΦAP y B es elementalmente equivalente a N. Hacemos
Def ◦A Def
X = {n : n < ω}, Y = {cnA : n < ω}
y denotamos el orden en B otra vez con <. Con esto B tiene la siguiente forma
0| A < 1A < 2{zA < 3A < · · }· < · · · < c0A < c1A < c2A < c3A < · · · < · · ·
| {z }
=X =Y
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5. Teoría de modelos
que no se puede derivar de ΦAP , resultó muy dificil de desarrollar. Fue logrado
en los años 70 por J. Paris y L. Harrington [PaHa77]. Ellos desarrollaron una
generalización del teorema de Ramsey, que es cierta en N pero que no se puede
derivar de ΦAP .
Teorema 10.3.
(a) Para todo modelo estándar A de Teo(N) existe un único isomorfismo f : N
−
→ A.
(b) Ningún modelo no estándar es isomorfo a N.
Demostración. (a) Sea A un modelo estándar de la aritmética. Puede
haber a lo sumo un isomorfismo de N a A: si f : N − → A, debemos tener
A A
f (0) = 0 , f (1) = 1 , etc. Por lo tanto, definimos la función i de N a A por
i(n) = nA , para todo número natural n.
La función i es una biyección: como A es un modelo estándar, i es sobre. Si
n y m son dos números naturales distintos, entonces n 6= m; en consecuencia,
N |= n 6= m, por lo que nA 6= mA , así que i(n) 6= i(m). Por consiguiente, i es
inyectiva
La biyección i es un isomorfismo: mostraremos que i(n+m) = i(n)+A i(m),
dejando la formulación y prueba de las afirmaciones correspondientes para ·, <,
al lector.
Sea k = n + m. Entonces N |= k = n + m y kA = nA +A mA , así que
i(k) = i(m) +A i(n). Esto completa la prueba de (a).
(b) Suponga que f : A − → N es un isomorfismo. Como A no es estándar,
existe a ∈ A tal que para todo número natural n,
a 6= nA .
Sea f (a) = k. Entonces f (a) 6= kA , así que N |= (f (a) 6= k), o N |= k 6= k,
lo cual es una contradicción.
10.0.1. Estructura de los modelos no estándar. En este apartado estable-
cemos que hay muchos modelos no estándar de Teo(N). Sin embargo, todos
ellos comparten una estructura básica. Para analizar A, debemos tener en cuenta
que todo enunciado que es válido en N también es válido en A. Recíprocamente,
si ϕ no es válida en N, entonces ¬ϕ es válida en N y por lo tanto en A, así que
ϕ no es válida en A.
En resumen, para todo enunciado ϕ, A |= ϕ si y sólo si N |= ϕ.
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por lo que
así, en particular
A |= (b 6= 0 ∧ b 6= S0 ∧ · · · ∧ b 6= S n 0 ⇒ b > S n 0).
A |= (b > S n 0),
es decir, A |= b > a.
Demostración.
(a) Se cumplen las siguientes equivalencias:
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Teorema 10.14.
(1) Para cualesquier a < b ∈ A, si a/ ∼< b/ ∼, entonces existe un elemento
c ∈ A tal que a/ ∼< c/ ∼< b/ ∼.
(2) A = hA/ ∼, <i tiene un primer elemento, pero no segundo elemento ni
último elemento.
Demostración. (1) Sea a < b. Como A |= ∀ x∀ y∃ z(z+z = x +y ∨z+
z = x + Sy), existe c ∈ A tal que A |= c + c = a + b o A |= c + c = a + Sb.
Sin pérdida de generalidad podemos suponer que c + c = a + b (en otro
caso, reemplazamos b por S A b en el resto de la demostración). Por lo tanto,
c es la media aritmética de a y b. Mostraremos que
a/ ∼< c/ ∼
(la prueba de c/ ∼< b/ ∼ es similar).
Puesto que A |= ∀ x∀ y∀ z(x ≤ y ∧ z + z = x + y ⇒ x ≤ z), tenemos
a ≤ c y, por consiguiente, a/ ∼≤ c/ ∼. Suponga, para llegar a una
contradicción, que a/ ∼= c/ ∼. Entonces para algún número natural n,
A |= S n a = c. Pero para toda n
A |= ∀ x∀ y∀ z(x + y = z + z ∧ z = S n x ⇒ y = S 2n x),
así que A |= b = S 2n a, a ∼ b, una contradicción.
(2) Af es el primer elemento de A/ ∼, ya que A |= ∀ x¬(x < 0). No puede
haber un segundo elemento porque para cualquier elemento infinito b ∈ A,
por (1) existe c ∈ A tal que Af < c/ ∼< b/ ∼.
Finalmente, dado a ∈ A−Af , a+a no puede estar en la misma clase que
a, porque para todo número natural n, A |= ∀ x(x + x = S n x ⇒ x = S n 0).
Como A |= a + a > a, no existe una clase de equivalencia que sea la menor
de todas.
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Proposición 12.3.
Si un conjunto de L-enunciados Φ tiene funciones de Skolem incorporadas,
entonces Φ es completa respecto a modelos; es decir, siempre que A, B son
L-modelos de Φ y A ⊆ B, entonces A ≺ B.
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Proposición 12.4.
Sea Φ un conjunto de L-enunciados. Entonces existen una expansión L de
L y una extensión Φ de Φ (Φ es un conjunto de L-enunciados) tales que Φ
tiene funciones de Skolem incorporadas. Más aún, todo modelo de Φ tiene una
expansión que es un modelo de Φ.
Demostración. Ejercicio.
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∆
(b) Existe un modelo B |= Φ y una función f : A −
→ B.
Es decir, si Φ = Teo(B), obtenemos
∆
→ B0 ≡ B.
A V∆ B si y sólo si existe f : A −
∆
Demostración. (b) ⇒ (a). Sea f : A − → B |= Φ. Si φ ∈ ∆ y es válida
en A, φ también es válida en B y, por lo tanto, es consistente con Φ.
(a) ⇒ (b) Considere Teo∆ (A, A). Los modelos (B, {f (a) : a ∈ A})
∆
corresponden a f : A −
→ B. Buscamos un modelo de Φ ∪ Teo∆ (A, A). Para
ello usamos compacidad. Si Φ∪Teo∆ (A, A) no fuera finito satisfacible, existiría
◦ ◦
δ(~a) ∈ Teo∆ (A, A) (∆ es cerrado respecto a conjunciones) tal que Φ ` ¬δ(~a).
Def
Por el lema 4.12.20 logramos Φ ` ∀ ~x¬δ(~x). Entonces φ = ∃ ~xδ(~x) es un
∆-enunciado cierto en A inconsistente con Φ, una contradicción con (a).
Teorema 14.3. Sean Φ1 , Φ2 conjuntos de L-enunciados. Las siguientes
afirmaciones son equivalentes.
(a) Existe un enunciado universal, es decir, de la forma ∀ ~xϕ, con ϕ sin
cuantificadores que separa Φ1 de Φ2 .
(b) Si A1 es un modelo de Φ1 y A2 es modelo de Φ2 , A2 no puede ser
subestructura de A1 .
Demostración. (a)⇒(b). Sean φ un enunciado universal que separa Φ1
de Φ2 , A1 un modelo de Φ1 y A2 una subestructura de A1 . Puesto que A1 es
modelo de Φ1 , A2 también es modelo de φ (Teorema 6.12), por lo que A2 no
puede ser modelo de Φ2 .
(b)⇒(a) Sean A1 y A2 modelos de Φ1 y Φ2 respectivamente, que no se
pueden separar mediante un enunciado universal, es decir A2 V∃ A1 . Del
lema 14.2 (note que A V∃ B implica que A es subestructura de B) se deduce
que A2 tiene una supraestructura A01 elementalmente equivalente a A1 . A01 es
modelo de Φ1 , lo que contradice (b).
Definición 14.4. Las fórmulas Π2 tienen la forma
∀ ~x∃ ~yψ
con ψ sin cuantificadores.
Definición 14.5. Un conjunto Φ de enunciados es inductivo si la unión de
cada familia dirigida de modelos de Φ es un modelo de Φ (una familia Ai , i ∈ I
es dirigida si para cualesquier, j, k ∈ I existe l ∈ I tal que j ≤ l, k ≤ l).
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(A+ + ~
0 , A0 ) |= ϕ̃[d].
L+
2 = L2 ∪ {ca : a ∈ A0 } ∪ {cb : b ∈ B0 }.
(B+ + ~
0 , B0 ) |= ψ(b).
Podemos expandir (B+ +
0 , B0 ) a un modelo F interpretando cada cxi como
bi ; en tal situación F |= σ y Teo(B+ +
0 , B0 ) ∪ {σ} es consistente.
Sea G |= Teo(A1 , A1 )∪Teo(B0 , B0+ ). Por el lema del diagrama elemental
+ + +
B0 es elementalmente encajable en G L+
+ +
2 . Así que existe un L2 -modelo
B+ + +
1 con B0 ≺ B1 y un isomorfismo h : B1 −
+
→ G L+ 2 . Mediante h
+
expandimos B1 a un modelo B1 isomorfo a G. Sea B∗1 = B01 L∗ . Otra vez
0
por el lema del diagrama elemental, tenemos que A∗1 se encaja elementalmente
en B∗1 . Sean f1 : A∗1 ,→ B∗1 y a ∈ A0 ; mostraremos que f0 (a) = f1 (a). Por
definición B∗0 |= ca =f ˙ 0 (a),entonces B+ 0 |= ca =f˙ 0 (a). Como B+ 0 ≺ B1 ,
+
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L1 es el lenguaje de ϕ en el sentido de que L1 ⊆ L y todo símbolo en ϕ pertenece a L1 .
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15. Indicernibles
Sean X un conjunto, < un orden lineal en X, n ∈ N+ y (X)n el conjunto
de todas las n-adas estrictamente crecientes de elementos de X; así que
(x1 , . . . , xn ) ∈ (X)n si y sólo si x1 < · · · < xn y x1 . . . , xn ∈ X.
Sea f una función con dominio (X)n . Decimos que un subconjunto Y de
X ((Y, <) ⊆ (X, ⊆)) es f indicernible, o que Y es un conjunto de indicernibles
para f , si para cualesquier n-adas ~a, ~b de (Y )n , f (~a) = f (~b); en otras palabras,
si f es constante en (Y )n .
Un caso particular de gran importancia es el siguiente. Sean n ∈ Nn y
Φ(x1 , . . . , xn ) un conjunto de L-fórmulas. Supongamos que X es un conjunto
de elementos de A el dominio de la L-estructura A y que < es un orden lineal
en X. Decimos que (X, <) es una sucesión Φ- indicernible en A, o que X es
un conjunto de indicernibles para A si para toda fórmula ϕ ∈ Φ y toda pareja
~a, ~b ∈ (X)n :
A |= ϕ[~a] ⇔ A |= ϕ[~b]. (56)
Como lo mencionamos, éste es un caso particular de la definición de f -
→ 2|L| de tal forma
indicernibles pues podemos escoger una función f : (X)n −
que
∀~a, ~b ∈ (X)n , f (~a) = f (~b) ⇔ la ecuación 56 es cierta ∀ ϕ ∈ Φ. (57)
Entonces (X, <) es f -indicernible si y sólo si es Φ-indicernible.
Ejemplo 15.1. Sea V un espacio vectorial, X una base de V y < un orden
lineal en X. En consecuencia, X es ϕ(x1 , . . . , xn )-indicernible para toda L-
fórmula ϕ, donde L es el lenguaje apropiado para espacios vectoriales: si a, b
son elementos de (X)n , como X es una base de V , existe un automorfismo de
V que transforma ~a en ~b. Por lo tanto, V |= ϕ[~a] ⇔ V |= ϕ[~b].
El conjunto X en el ejemplo es indicernible en un sentido más amplio.
Supongamos que A es una L-estructura, X es un conjunto de elementos de
A linealmente ordenado por < y (X, <) es {ϕ}-indicernible simultáneamente
para toda L-fórmula ϕ(~x); decimos que (X, <) es una sucesión indicernible en
A. El ejemplo muestra que una base de un espacio vectorial siempre es un
conjunto indicernible. El lector puede verificar que una base de trascendencia
en un campo algebraicamente cerrado es un conjunto indicernible.
El siguiente teorema será de utilidad en lo sucesivo.
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Véase la construcción del modelo canónico al final del libro.
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F (f ) : F (η) ,→ F (ξ)
haciendo F (f )(t F (η) (~a)) = t F (ξ) (f (~a)), para cada L-término t y cada ~a ∈ (η)n .
Esta definición satisface EM3, así que F es una EM-función. Construimos F
de tal forma que Teo(F ) coincide con Teo(A, ω) en todas las fórmulas atómi-
cas de L. Sea G otra EM-función con esta propiedad. Para todo orden lineal
η, toda L-fórmula atómica ψ(~x) y toda n-ada creciente ~a de η, F (η) |= ψ(~a) si
y sólo si G(η) |= ψ(~a). Como η genera tanto a F (η) como a G(η), podemos
definir un isomorfismo iη : F (η) − → G(η) mediante iη (t F (η) (~a)) = t G(η) (~a).
Tomando t como x0 , iη es la identidad en η. Por el mismo argumento, F (ω) se
puede identificar con A.
Lema 15.7. Sea F una EM-función y supongamos que Teo(F (ω)) es una L-
teoría de Skolem. Entonces para toda L-fórmula φ(~x), φ o ¬φ ∈ Teo(F ). En
particular, todas las L-estructuras F (η) son elementalmente equivalentes y en
cada estructura F (η), η es una sucesión de indicernibles.
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16. Ejercicios
1. Dé una prueba de cada uno de los siguientes teoremas de la teoría de grupos
(con ◦ denotamos el símbolo de 2-función, mientras que e es el símbolo de
constante y ∗ es la 1-función):
(a) ∀ x(x ◦ x = e) ⇒ ∀ x∀ y(x ◦ y = y ◦ x).
(b) ∀ x[(x∗ )∗ = x].
(c) ∀ x∀ y∃ z(x = y ◦ z).
(d) ∀ x∀ y∃ z(x = z ◦ y).
(e) ∃ y∀ x(x ◦ y = y ◦ x).
2. Para cada uno de los siguientes LGr -enunciados, muestre que tanto él como
su negación no son teoremas de la teoría de grupos.
(a) ∀ x∀ y[∃ z(x ◦ z = z ◦ y) ⇒ x ◦ y = y ◦ x].
(b) ∃ y∀ x(x ◦ y = y ◦ x∗ ).
(c) ∃ x∃ y[x 6= y ∧ ∀ z(z = x ∨ z = y)].
3. Determine si cada uno de los siguientes conjuntos de enunciados es
consistente con los axiomas de la teoría de relaciones de equivalencia; si
resulta consistente, dé un modelo; si no es así, dé un modelo contraejemplo.
(a) {∀ x∀ y(Px ∧ Py ⇔ Exy), ∃ x∃ y(x 6= y)}.
(b) {∃ y∀ x(f (x) = f (y)), ∀ x∀ y(f (x) = f (y) ⇒ x = y), ∀ x
∃ y¬Exy}.
4. Sea Γ la L-teoría que tiene como axiomas los siguientes enunciados: (L
es el lenguaje asociado a la signatura σ que consiste en un símbolo ◦ de
2-función, un símbolo e de constante)
(B1) ∀ x∀ y∀ z[x ◦ (y ◦ z) = (x ◦ y) ◦ z].
(B2) ∀ x(x ◦ e = x).
(B3) ∀ x∀ y∃ z(x ◦ z = y ∧ z ◦ x = y).
(a) Dé una prueba de cada uno de los siguientes teoremas de Γ:
(i) ∀ x∀ y∀ z(x ◦ z = y ◦ z ⇒ x = y).
(ii) ∀ x∀ y∀ z(z ◦ x = z ◦ y ⇒ x = y).
(iii) ∀ x∃ y(x ◦ y = e).
(iv) ∀ x∀ y∀ z(x ◦ y = e ∧ x ◦ z = e ⇒ y = z).
(b) Introduzca un nuevo símbolo de 1-función h y un axioma (B4) que
implique que h es la operación “inverso”.
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(b) El resultado en (a) parece dar lugar a una paradoja pues (W4) afir-
ma que cada conjunto de elementos tiene un elemento R-menor. Esto
implica que no hay cadenas infinitas R-descendentes. ¿Cómo explica usted
está aparente paradoja?
8. Demuestre las siguientes afirmaciones:
(a) Si Γ es un conjunto de enunciados, entonces para todo enunciado ϕ
se tiene que Γ ∪ {ϕ} o Γ ∪ {¬ϕ} es consistente.
(b) Suponga que ϕ es el enunciado:
∀ x∀ y∀ z[Rxx ∧ (Rxy ∨ Ryx) ∧ (Rxy ∧ Ryz ⇒ Rxz)] ⇒ ∃ y∀ xRyx.
Pruebe que ϕ es verdadero en toda estructura del lenguaje de ϕ que
tenga universo finito, pero que ϕ no es demostrable.
(c) Suponga que ψ es un L-enunciado que no contiene cuantificadores
y tampoco constantes ni símbolos de función.
(i) Suponga que x1 , x2 , . . . , xn son las únicas variables libres en ψ, y
suponga que ϕ es el enunciado ∀ x1 ∀ x2 · · · ∀ xn ψ. Pruebe que ` ϕ si
y sólo si ϕ es cierta en toda estructura de su lenguaje cuyo universo
tiene a lo sumo n elementos.
(ii) Suponga que x1 , x2 , . . . , xn son las únicas variables libres en ψ y
suponga que ϕ es el enunciado ∃ x1 ∃ x2 · · · ∃ xn ψ. Pruebe que ` ϕ si
y sólo si ϕ es cierto en toda estructura de su lenguaje cuyo universo
tenga un solo elemento.
(iii) Suponga que x1 , x2 , . . . , xn , y1 , . . . , ym son las únicas variables li-
bres en ψ y que ϕ es el enunciado ∀ x1 ∀ x2 · · · ∀ xn ∃ y1 ∃ y2 · · · ∃ ym ψ.
Pruebe que ` ϕ si y sólo si ϕ es cierto en toda estructura de su lenguaje
cuyo universo tenga a lo más n elementos.
9. Sea L1 una extensión por definiciones de T y L2 una extensión por
definiciones de T(L1 ). Pruebe que L2 es una extensión por definiciones de
T.
10. Sea T una L-teoría consistente y ∆ un conjunto de enunciados tales que
ϕ1 , . . . , ϕn ∈ ∆ ⇒ ϕ1 ∨ · · · ∨ ϕn ∈ ∆.
Muestre la equivalencia de las siguientes afirmaciones:
1. T tiene un sistema de axiomas Γ ⊆ ∆, es decir, T |= Γ y Γ |= T.
2. Para cualesquier L-estructuras A, A0 se cumple
A |= T y ∀ ϕ ∈ ∆(A |= ϕ ⇒ A0 |= ϕ) ⇒ A0 |= T.
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17. Sea L un lenguaje con igualdad que contiene sólo un símbolo de 1-predicado
P. La teoría T debe determinar que P es cierto para una cantidad infinita
de objetos y es falsa para una cantidad infinita de objetos,
(a) Dé una axiomatización de T.
(b) Pruebe que T es ℵ0 -categórica.
(c) Pruebe que T no es κ-categórica para ningún κ no numerable.
18. Sean A = (Q, <Q ) y A0 = (R, <R ) las L-estructuras de los números
racionales y reales, respectivamente. Demuestre las siguientes afirma-
ciones:
(a) Si g : R − → R es biyectiva y monótona estrictamente creciente,
entonces para cualesquier r1 , . . . , rn ∈ R se cumple
A0 |= ϕ[r1 , . . . , rn ] ⇔ A0 |= ϕ[g(r1 ), . . . , g(rn )].
(b) Para q1 , . . . , qn ∈ Q y r ∈ R existe una biyección monótona
estrictamente creciente g : R − → R con
g(r) ∈ Q ∧ g(q1 ) = q1 , . . . , g(qn ) = qn .
(c) A ≺ A0 .
(d) A ∼
6= A0 .
19. Un conjunto I 6= ∅ de isomorfismos parciales de A a A0 tiene la propiedad
de “ida y vuelta”, es decir,
1. ∀ f ∈ I∀ x ∈ S∃ g ∈ I(f ⊆ g ∧ x ∈ dom(g)).
2. ∀ f ∈ I∀ y ∈ S 0 ∃ g ∈ I(f ⊆ g ∧ y ∈ ran(g)).
f ⊆ g denota que g extiende a f en el siguiente sentido:
dom(f ) ⊆ dom(g) ∧ ∀ x ∈ dom(f )(f (x) = g(x)).
Puebe que A ∼
= A0 .
20. Sea hKi : i ∈ Ii una colección de clases elementales y sea K ⊇ ∩i∈I Ki
una clase finitamente axiomatizable. Muestre que existe una subcolección
finita hKi : i ∈ I0 i, I0 ⊆ I tal que K ⊇ ∩i∈I0 Ki .
21. Sea hKn : n ∈ Ni una sucesión de clases finitamente axiomatizables tales
que para toda n ∈ N, Kn+1 es una subclase propia de Kn . Pruebe que
∪n∈N Kn no es finitamente axiomatizable.
22. Demuestre que la relación Φ |= ϕ es cierta si y sólo si Φ |=L ϕ para el
menor lenguaje L que contenga a Φ y ϕ. Por lo tanto, es válido eliminar
el símbolo L.
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47. Sean A una L-estructura y ϕ ∈ Fmln (L) (n > 0) con ϕ(A) infinito.
Entonces, para cada cardinal κ con κ ≥ |L| existe una L-estructura B ≡ A
de cardinalidad κ con |ϕ(B)| = κ.
48. Si Φ es un conjunto finito de fórmulas y ϕ una fórmula, se cumple
Φ(c) |= ϕ(c) ⇒ Φ |= ϕ.
49. Muestre que para todo LAr -término constante t existe un número natural
n tal que t A = (S n (0))A , donde A es un modelo no estándar de la
aritmética. Por lo tanto, los términos constantes siempre representan
elementos estándar. (Para la notación asociada véase la pág. 331.)
50. En referencia a la notación de la página 331, demuestre que la función i : N
→ Af es un isomorfismo.
−
51. Con la notación de la página 335 demuestre que la relación < realmente
define un orden lineal en el conjunto A/ ∼, cuyo menor elemento es
0/ ∼= Af .
En forma similar, demuestre que ∼ respeta la adición:
Si a ∼ a0 y b ∼ b0 , entonces a + b ∼ a0 + b0
así que podemos definir la adición entre clases de equivalencia mediante
a/ ∼ +b/ ∼= (a + b)/ ∼. Muestre que si a ∼ a0 y b ∼ b0 , entonces
a + b ∼ a0 + b 0 .
52. Suponga que A es un modelo no estándar de la aritmética. Defina una
operación ⊕ en A/ ∼ (notación de la pág. 335) tal que para cualesquier
a, b ∈ A se cumple
(a + b)/ ∼= (a/ ∼) ⊕ (b/ ∼).
Muestre que no puede haber una operación binaria en A/ ∼ que satisfaga
(a b)/ ∼= (a/ ∼) (b/ ∼).
[Sugerencia: Considere a ∈ A − A0 , b1 = 0, b2 = 1.]
53. Sea A un modelo no estándar de aritmética. Muestre que
(1) Existe un elemento a ∈ A tal que para todo número primo p se cumple
A |= S p 0|a.
(2) Existe un elemento de a ∈ A, a > 1 tal que para ningún número primo
p se satisface A |= S n 0|a.
Fml(L)
54. Demuestre que de A ,→ B se deduce A ≡ B.
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CAPÍTULO 6
Ultrafiltros y ultraproductos
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6. Ultrafiltros y ultraproductos
1. Filtros
Los filtros en conjuntos son una de las construcciones más útiles en cuanto a sus
aplicaciones en diversas áreas: topología, álgebra y teoría de la medida, entre
otras. A continuación presentamos su definición y propiedades principales.
Definición 1.1. Sea S un conjunto no vacı́o. Un filtro sobre S es una colección
F de subconjuntos de S que cumple las siguientes condiciones:
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1. S ∈ F y ∅ ∈/ F.
2. Si X, Y ∈ F entonces X ∩ Y ∈ F.
3. Si X ∈ F y X ⊆ Y ⊆ S entonces Y ∈ F.
Ejemplo 1.2. El conjunto F = {S} es el filtro trivial sobre S y es el filtro más
pequeño sobre S.
Sean S un conjunto infinito y A ⊆ S, A 6= ∅. La colección FA = {X ⊆
S | A ⊆ X} es un filtro sobre S llamado filtro principal generado por A. Si
A = {a} para algún a ∈ S, entonces el filtro principal FA es ⊆-máximo.
Después veremos que hay filtros máximos y no principales.
El filtro F = {X ⊆ S | S −X es finito} es el filtro de los conjuntos cofinitos
de S si S es infinito, y es un filtro no principal porque si A ∈ F, entonces, al
tomar un subconjunto propio suficientemente grande X ⊂ A de manera que X
sea cofinito, X ∈ F.
Definición 1.3. Sea G un conjunto. Decimos que G tiene laTpropiedad de
intersección finita (pif) si para todo subconjunto finito H de G, H 6= ∅.
Se sigue de la definición que cada filtro posee la propiedad de intersección
finita; además, si G es un subconjunto de un filtro F entonces G tiene la pif.
Recíprocamente, cada conjunto que tenga la pif es subconjunto de un filtro, tal
como lo asegura el siguiente lema.
Lema 1.4. Sea G 6= ∅ una colección de subconjuntos de S tal que G tiene la
pif. Entonces hay un filtro F sobre S tal que G ⊆ F.
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6. Ultrafiltros y ultraproductos
Ya hemos visto que hay filtros principales maximales, es decir, existen ul-
trafiltros principales; pero ¿existirán ultrafiltros no principales, es decir, ultra-
filtros que no estén generados por un elemento s ∈ S? La respuesta es sı́. Sea
S un conjunto infinito y F el filtro de los cofinitos de S. Si U es un ultrafiltro
y extiende a F, entonces U no puede ser principal puesto que el filtro de los
cofinitos no es principal. Ası́ que para encontrar un ultrafiltro no principal basta
con encontrar un ultrafiltro que extienda al filtro de los cofinitos. El inverso
también es cierto; si U es un ultrafiltro no principal, entonces extiende al filtro
de los cofinitos puesto que cada X ∈ U es infinito, de acuerdo con el lema 1.10.
Culminaremos la sección presentando el teorema del ultrafiltro debido a
Tarski. Este teorema utiliza el axioma de elección; además, se sabe que no
puede ser probado en ZF. Veamos primero un lema.
S
Lema 1.7. Si C es una ⊆-cadena de filtros sobre S, entonces C es un filtro
sobre S.
Demostración. Ejercicio.
Teorema 1.8 (Tarski). Todo filtro sobre S puede extenderse a un ultrafiltro.
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2. Ultrapotencias
Los ultraproductos son estructuras nuevas que se conforman a partir de estruc-
turas ya conocidas. Los ingredientes son: una familia {Ai | i ∈ I} de L-
estructuras para una signatura fija σ con su lenguaje asociado
Q
L y un ultrafiltro
U sobre I. El resultado es una nueva L-estructura denotada i∈I Ai /U y conoci-
da como ultraproducto de {Ai | i ∈ I} sobre U. La definición del ultraproducto
Q Q
i∈I Ai /U se hace en dos pasos: primero definimos el producto directo i∈I Ai
y después formamos una imagen homomorfa mediante U. Antes de seguir con
la definición, recordemos lo que es un producto cartesiano o producto directo
de conjuntos.
En lo sucesivo fijamos una signatura σ = (R, F, K, τ) y su lenguaje
asociado L.
Definición 2.1. Sea {Ai | i ∈ I} una familia
Q
de conjuntos; definimos el
producto directo de {Ai | i ∈ I}, denotado i∈I Ai , como el siguiente conjunto
de funciones: Y [
Ai = {a : I −→ Ai | a(i) ∈ Ai }.
i∈I i∈I
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Demostración.
- Claramente ∼ es reflexiva pues como para toda i ∈ I, Ai |= a(i) = a(i),
entonces ka=ak˙ = I ∈ F.
- La simetrı́a resulta obvia pues ka=bk
˙ = kb=ak.
˙
- La transitividad también es inmediata pues si ka=bk,
˙ kb=ck
˙ ∈ F, entonces
ka=bk
˙ ∩ kb=ck ˙ ∈ F y como ka=bk ˙ ∩ kb=ck
˙ ⊆ ka=ck,
˙ entonces
ka=ck
˙ ∈ F.
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Lema 2.8.
Q
Sean t(x1 , . . . , xn ) un término con n variables, U un ultrafiltro sobre
I, U = i∈I Ai /U y (a1 , . . . , an ) una n-ada de elementos de dom(U). Entonces
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• ϕ = t1 =t
˙ 2.
˙ 2 )[~a/U] ⇔ t1U [~a/U] = t2U [~a/U]
U |= (t1 =t
⇔ t1P [~a]/U = t2P [~a]/U (por el lema 2.8)
⇔ t1P (~a)
∼ t2P (~a)
˙ 2 (~a)k ∈ U.
⇔ kt1 (~a)=t
• ϕ = R(t1 , . . . , tn ). Es análogo al caso anterior.
2. Paso inductivo.
• ϕ = ¬ψ.
U |= ϕ[~a/U] ⇔ U 6|= ψ[~a/U]
⇔ kψ(~a)k ∈/U (por HI)
⇔ I \ kψ(~a)k ∈ U (pues U es ultrafiltro)
⇔ k¬ψ(~a)k ∈ U (por la Proposición 2.4)
⇔ kϕ(~a)k ∈ U.
• ϕ = ψ ∧ χ.
U |= ϕ[~a/U] ⇔ U |= ψ[~a/U] y U |= χ[~a/U]
⇔ kψ(~a)k ∈ U y kχ(~a)k ∈ U (por HI)
⇔ kψ(~a)k ∩ kχ(~a)k ∈ U(pues U es filtro)
⇔ k(ψ ∧ χ)(~a)k ∈ U (Prop. 2.4)
⇔ kϕ(~a)k ∈ U.
• ϕ = ∃xψ(x, ~y).
Q
U |= ϕ[~a/U] ⇔ U |= ψ(b/U,~a/U) para alguna b ∈ dom( i∈I Ai )
Q
⇔ kψ(b,~a)k ∈ U para alguna b ∈ dom( i∈I Ai )
(por HI)
⇔ k∃xψ(x,~a)k ∈ U (por la Proposición 2.4)
⇔ kϕ(~a)k ∈ U.
Con lo que queda demostrado el teorema.
Como primera aplicación del teorema de Łoś, damos otra demostración del
teorema de compacidad 12.29. El lector debe advertir que este ejemplo no es
una aplicación artificial del teorema de Łoś: la demostración que tenemos del
teorema de compacidad (Teorema 4.12.29) hace uso del cálculo de secuencias.
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Ejemplo 2.14. Para un número primo fijo p la clase de todos los campos de
característica p es elemental pues se puede definir añadiendo el enunciado
Def
ϕp = ∀ xpx = 0.
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Es bien conocido (p. ej., véase [Jac64]) que un campo K se puede ordenar
si y sólo si K es formalmente real, es decir, −1 no es la suma de cuadrados de
elementos en K.
Para un entero positivo fijo n sea ψn el enunciado
∀ x1 · · · xn (−1 6= x12 + · · · + xn2 ).
Proposición 2.17. Los campos formalmente reales conforman una clase axio-
matizable pero no elemental.
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4. Ejemplos
A continuación presentamos algunos ejemplos del uso de las ultrapotencias en
el álgebra.
Ejemplo 4.1. Sea σ = h+, 0, (+, 2)i una signatura y L el lenguaje asociado
a ella. La clase de los grupos abelianos de torsión no es axiomatizable. Para
demostrar esta afirmación construiremos un ultraproducto libre de torsión de
grupos abelianos de torsión. Si la clase en cuestión fuera axiomatizable, cada
factor satisfaría los axiomas y así lo haría también el ultraproducto.
Sea Gn el grupo cíclico de orden n + 1Qpara cada n ∈ ω. Se afirma que si
U esQun ultrafiltro libre sobre ω, entonces n<ω Gn /U no es de torsión. Sea
g ∈ n<ω Gn /U tal que g(n) tiene orden n + 1 para cada n ∈ ω. Para cualquier
m > 0, si ϕm (x) es la fórmula
x + x +{z· · · + x} = 0;
|
m sumandos
Q
entonces, por el teorema de Łoś, i<ω Gi /U 6|= ϕm [gU ] ya que el conjunto
{n ∈ ω : Gn |= ϕmQ[g(n)]} es finito y no pertenece a U. Por lo tanto, gU no
tiene orden finito y i<ω Gi /U no es de torsión.
Este método de probar que una clase no es axiomatizable no siempre
funciona, pues existen clases cerradas respecto a ultraproductos que no son
axiomatizables:
Definición 4.2. Una clase K de L-estructuras es seudoelemental si
K = {A : A |= ϕ}
para algún L0 -enunciado, donde L0 ⊇ L.
Ejemplo 4.3. Sea n ∈ ω si A es la clase de todos los grupos isomorfos al grupo
lineal general de orden n sobre un campo fijo F; entonces A es cerrada respecto
a ultraproductos. Es suficiente probar que A es seudoelemental, de acuerdo con
el ejercicio 29. Expandimos el lenguaje L asociado a la signatura σ = (◦, e) a
L0 asociado a la signatura σ 0 = {◦, e, +, ∗, 0, 1, πij }, donde +, ∗ son símbolos
de 2-función, 0,1 son símbolos de constante, y πij , 1 ≤ i, j ≤ n son símbolos de
1-función.
Sea A0 la clase de todas las L0 -estructuras A que satisfacen las siguientes
propiedades (el lector las podrá expresar fácilmente como L0 -enunciados):
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- Dos elementos a1 , a2 ∈ A son iguales si y sólo si πij (a1 ) = πij (a2 ), para
cualesquier i, j (por lo que los elementos de A son matrices de n × n).
- La unión F de los rangos de las πij forma un campo con respecto a +, ∗, 0
y 1.
- La matriz e es la matriz identidad.
- La operación ◦ es la multiplicación de matrices.
- Los elementos de A son precisamente las matrices n × n sobre F que son
invertibles.
El lector podrá verificar que con la expansión L0 así definida, A resulta
seudoelemental, es decir, existe un L0 -enunciado ϕ que axiomatiza A.
Así que la clase A es cerrada respecto a ultraproductos, pero no es axioma-
tizable de acuerdo con un resultado de Sabbagh [Sab69] que lo demuestra para
n = 1; sin embargo, se generaliza fácilmente a n arbitraria.
Las ultrapotencias también encuentran aplicaciones en la teoría de campos,
como lo muestra el siguiente ejemplo.
Ejemplo 4.4. Sea P un conjunto infinito de números primos y U un ultrafiltro
libre en P. Para cada p ∈ P sea Fp la cerradura algebraica del campo primo
Q
Fp con p elementos. Considere el ultraproducto K = p∈P Fp /U. Para todo
p ∈ P, la propiedad de tener característica p se puede expresar mediante el LAr -
enunciado ∀ x(px = 0). Por lo tanto, como U es libre, K tiene característica
0. Como cada factor es algebraicamente cerrado, el teorema de Łoś implica
que K mismo es algebraicamente cerrado. Es fácil verificar que |K| = 2ℵ0 .
Puesto que dos campos algebraicamente cerrados de la misma característica y
cardinalidad no numerable son isomorfos (de acuerdo con el famoso teorema
de Steinitz; véase [PiViZa00] para una demostración corta del teorema de
Steinitz), podemos concluir que K es isomorfo a C.
Teorema 4.5. Dos campos K, M algebraicamente cerrados son elemental-
mente equivalentes si y sólo si tienen la misma característica.
Demostración. Supongamos que K, M son elementalmente equivalentes
y que la característica de K es p > 0. Entonces K y M satisfacen el LAr -
enunciado ∀ x(px = 0), por lo que M tiene característica p (¿qué pasa si
p = 0?).
Recíprocamente, supongamos que K y M tienen la misma carcterística.
De acuerdo con el corolario de Löwenheim-Skolem, (7.3), existe un campo
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Así que una propiedad expresable en nuestro lenguaje LAr que es cierta en
un campo algebraicamente cerrado, es válida en todo campo algebraicamente
cerrado de la misma característica. La pregunta ahora es si podemos transferir
propiedades entre campos de diversas características.
Teorema 4.6 (Principio de transferencia). Sea ϕ un LAr -enunciado. Las si-
guientes afirmaciones son equivalentes.
(i) ϕ es cierto en algún (en todo) campo algebraicamente cerrado de carac-
terística 0.
(ii) Existe una cantidad infinita de números primos p tales que ϕ es cierto en
algún (en todo) campo algebraicamente cerrado de característica p.
(iii) Existe un conjunto E de números primos tales que ϕ es cierto en algún (en
todo) campo algebraicamente cerrado de característica p ∈ / E.
Demostración. Sean P un conjunto infinito de números primos, U un
ultrafiltro sobre P y Fp la cerradura algebraica de Fp . Si σ es cierta en Fp para
toda p ∈ P, se desprende del teorema de Łoś y del isomorfismo
Y
C∼
= Fp /U,
p∈P
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donde r + 2s = n y αi , βj ∈ K0 .
f es positivo en el orden de K si y sólo si el número de factores negativos
en el lado derecho de la ecuación 67 es par. Aplicando ϕ a la ecuación 67 y
usando la ecuación 66, obtenemos f > 0 si y sólo si ϕ(f ) > 0.
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Lema 5.6. Sea A = hA, +, ·, <A , 0, 1i un campo ordenado tal que cada
elemento positivo de A es la suma de cuadrados de elementos de A. Sea
B un campo que contiene al reducto de A a {+, ·, 0, 1} como subcampo y tal
que el cero no es la suma de cuadrados (distintos de cero) en B.
Sea b ∈ B − A tal que no es la suma de cuadrados de elementos de B.
Entonces existe un orden <B en B que extiende al orden <A y b <B 0.
Demostración. Es suficiente encontrar un conjunto P ⊆ B de “elementos
positivos” de B con las siguientes propiedades:
1. −b ∈ P.
2. 0 ∈/ P.
3. c2 ∈ P para toda c ∈ B.
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4. P es cerrado respecto a +.
5. Para toda c ∈ B − {0}, c ∈ P o −c ∈ P.
Nuestra primera propuesta para P es P0 :
Xl m
X
P0 = c2 − dj2 b : l, m ∈ N, ci ∈ B, dj ∈ B no todos cero .
i=1 j=1
Afirmamos que (1)–(4) se cumplen para P0 : (1) y (3) son obvias. Para
(2), notemos que si m
P 2 Pl 2
j=1 dj b = i=i ci , entonces, por el lema 5.5, b
sería la suma de cuadrados. (4) es cierta por definición de P0 y puesto que
ci2 (−dj2 b) = −(ci dj )2 b y (−dj2 b)(−dk2 b) = (dj dk b)2 .
Ahora construimos versiones adecuadas de P0 para que se verifique (5):
suponga que P0 ⊆ P1 , P1 satisface (1)–(4) y c ∈ / P1 . Definamos P2 como
{p(−c) : p es un polinomio con coeficientes en P1 }.
Es fácil verificar que −c ∈ P2 , P1 ⊆ P2 y que (1), (3), (4) son ciertas en P2 . Para
(2) supongamos que p(−c) = 0 y derivemos una contradicción. Consideremos
expansiones pares e impares para obtener
p(x) = q(x2 ) + xr(x2 ),
para polinomios q y r con coeficientes en P1 . Si r(c2 ) = 0, entonces q(c2 ) = 0
pero q(c2 ) está en P1 , lo que es una contradicción. Por otra parte, si r(c2 ) 6= 0
entonces
0 = p(−c) = q(c2 ) − cr(c2 ),
lo cual significa que
2
2 2 1
c = q(c )r(c )
r(c2 )
y como cada factor en el lado derecho pertenece a P1 , llegamos a una
contradicción.
Ya que tenemos P definimos <B como sigue:
c1 <B c2 si y sólo si c2 − c1 ∈ P.
Para cada a ∈ A, si 0 <A a entonces a es una suma de cuadrados y por (3) y
(4) a ∈ P. Así, <B extiende al orden <A .
Lema 5.7. Todo campo ordenado se puede encajar como subestructura de un
campo real-cerrado.
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Afirmamos que
T ∪ diag(Am ) ∪ Σm
es satisfacible.
De acuerdo con el teorema de compacidad es suficiente encontrar, para cada
subconjunto finito {τ1 , . . . , τk } de Σm , un modelo C tal que Am ⊆ C y
C |= T ∪ {τ1 , . . . , τk }.
Por ψn , obtenemos un modelo B1 con Am ⊆ B1 y B1 |= T ∪ {σn }. Por la
afirmación, obtenemos un modelo B2 con B1 ⊆ B2 y B2 |= T ∪ {τ1 }. Otra
vez por ψn , obtenemos B3 tal que B2 ⊆ B3 y B3 |= T ∪ {σn }. Una vez más
usamos la afirmación para obtener B4 con B3 ⊆ B4 |= T∪{τ2 }. Continuamos
con este proceder para conseguir modelos de T, Am ⊆ B1 ⊆ · · · ⊆ B2k , con
B2j |= τj . Ya que cada τj es existencial, B2k es un modelo de cada τj .
Sea D |= T∪diag(Am )∪Σm . Usamos el lema del diagrama para obtener un
Am+1 con Am ⊆ Am+1 , Am+1 |= T y Am+1 |= Σm que satisfaga las propiedades
requeridas sobre polinomios en Am .
Sea B la unión de la cadena. Como T es una Π2 -teoría, B |= T y B |= σn+1
por construcción. Hemos demostrado ψn+1 .
Para concluir la demostración del lema, probaremos la afirmación 1.
Demostración de la afirmación 1. Si p(x) = 0 para alguna x tal que
a < x < d entonces hacemos B = A. En otro caso introducimos un nuevo
elemento b a A, donde
b = sup{t ∈ A : t < d ∧ p(t) < 0}.
Es fácil verificar que b 6= d.
Ahora probaremos que el polinomio p no se puede factorizar en A si
A |= σn . Supongamos que p(x) = q(x)s(x); la definición de b nos permite
encontrar a1 y d1 con a1 < b < d1 y p(a1 ) < 0 < p(d1 ) y de tal suerte que
ningún otro, excepto posiblemente b, q y s, tiene raíces en el intervalo entre a1 y
d1 . Como p(a1 )p(d1 ) < 0, q(a1 )q(d1 ) < 0 o s(a1 )s(d1 ) < 0 y q, s tienen grado
no mayor que n, forzando a que b sea un elemento de A. El hecho de que p
es irreducible sobre A significa que podemos extender hA, +, ·, 0, 1i mediante
cocientes de polinomios en b de grado no mayor que n para formar un campo
hB, +, ·, 0, 1i en la forma usual. Los detalles se dejan al lector.
Note que la construcción no puede obligar a que q(b) = 0 para ningún
polinomio q(x) con coeficientes en A de grado ≤ n. Esto se debe a que podemos
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tener tal q(x) de grado mínimo y dividirlo entre p(x) para obtener
p(x) = q(x)s(x) + r(x),
donde el grado de r es menor que el grado de q. Esto significa que r(x) = 0 y
p se podría factorizar en A.
Ahora debemos expandir hB, +, ·, 0, 1i a un campo ordenado B preservando
el orden de A. Aquí nos ayuda el hecho de que si q es un polinomio de grado
a lo sumo n con coeficientes en A, entonces existen a1 y a2 en A tales que
a1 < b < a2 y q no cambia de signo entre a1 y a2 ; esto se debe a que A |= σn .
Quedan demostrados la afirmación y el teorema.
6. Ejercicios
T
1. Si F es una familia no vacía de filtros en un conjunto S, entonces {F :
F ∈ F} es un filtro en S.
2. Sea U un ultrafiltro en S. Muestre que la colección V de conjuntos
X ⊆ S × S definida por X ∈ V si y sólo si {a : {b : (a, b) ∈ X} ∈ U} ∈ U
es un ultrafiltro en S × S.
3. Sea U un ultrafiltro en S y f : S − → T . Muestre que la colección W de
conjuntos X ⊆ T , definida mediante X ∈ W si y sólo si f −1 [X] ∈ U, es
un ultrafiltro en T .
4. Un ultrafiltro no principal U en ω es un p-punto si para toda sucesión
decreciente A0 ⊇ A1 ⊇ . . . ⊇ An ⊇ . . . de conjuntos en U existe X ∈ U
tal que X − An es finito.
Un ultrafiltro no principal U en ω es un ultrafiltro de Ramsey si para
toda partición {P1 , P2 } de [ω]2 existe un conjunto homogéneo (véase la
pág. 494) H ∈ U. La existencia de ultrafiltros Ramsey o de p-puntos no
puede probarse o refutarse en ZFE .
Muestre que todo ultrafiltro Ramsey es un p-punto. [Sugerencia: Dada
A0 ⊂ A1 ⊂ · · · ⊂ An ⊂ · · · en U, sea {n, k} (n < k) en P1 si y sólo si
k ∈ An . Demuestre que si H ∈ U es homogéneo, entonces no es el caso
que [H]2 ⊆ P2 , y así [H]2 ⊆ P1 .]
5. Si (P, <) es un conjunto linealmente ordenado numerable y si U es un p-
punto sobre P, muestre que existe X ∈ U tal que el tipo ordinal de X
es ω o ω∗ (X tiene tipo ordinal ω∗ si y sólo si X = {xn : n < ω} y
x0 > x1 > · · · > xn > · · · )
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6. Ultrafiltros y ultraproductos
15. Demuestre que existe una familia A ⊆ ωω de cardinalidad 2ℵ0 tal que:
(1) Si f ∈ A y n ∈ ω, entonces f (n) < 2n .
(2) Si f, g ∈ A y f 6= g, entonces {n ∈ ω : f (n) = g(n)} es finito.
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Q
Para ello, suponga que h = (hn /U : n ∈ ω) ∈ ( κi /U)ω . Defina
h∗i ∈ κif (i) mediante
h∗i (n) = hn (i) para cada n ∈ f (i).
Q
Defina g ∈ κi haciendo
g(i) = gi (h∗i ), ∀ i ∈ I,
y finalmente haga
φ(h) = g/U.
Q
Si h, h0 son elementos distintos de ( κi /U)ω , entonces
φ(h) = g/U ∧ φ(h0 ) = g0 /U
6 h0n /U y
para alguna n ∈ ω, hn /U =
X = {i ∈ I : hn (i) 6= h0n (i)} ∈ U.
Sea Y = {i ∈ I : n ∈ f (i)}; por hipótesis Y ∈ U, lo que implica X∩Y ∈ U.
Tome i ∈ X ∩ Y . Entonces hn (i) 6= h0n (i) y n ∈ f (i). Por lo tanto,
0 0
hi (n) 6= hi∗ (n), por lo que h∗i 6= hi∗ . Como gi es inyectiva, se sigue que
∗
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6. Ultrafiltros y ultraproductos
27. Q
Sea F un filtro propio sobre
Q
I. Si cada Ai se encaja en Bi , entonces
i∈I
Q
Ai /F se encaja en i∈I Q i /F. Si cada Ai es isomorfa a Bi , enton-
B
ces i∈I Ai /F es isomorfo a i∈I Bi /F.
28. Sea U un ultrafiltro en I. Si Ai ≡ Bi para toda i ∈ I, entonces
Y Y
Ai /U ≡ Bi /U.
i∈I i∈I
Q
Si Ai se encaja elementalmente
Q
en Bi para toda i ∈ I, entonces i∈I Ai /U
se encaja elementalmente en i∈I Bi /U.
29. Una clase de L-modelos K es seudoelemental si para alguna expansión L0
de L y alguna clase ∆-elemental K0 de L0 -estructuras, K es la clase de todos
los reductos de modelos de K0 a L. Pruebe que toda clase seudoelemental
es cerrada respecto a ultraproductos.
30. Sean K una clase de L-estructuras y M la clase de todas las L- estructuras A
tales que A es elementalmente equivalente a un ultraproducto de miembros
de K. Pruebe que M es una clase ∆-elemental y es la más pequeña que
contiene a K.
31. Sean K y M dos clases de modelos, T1 la teoría de K y T2 la teoría de
M. Pruebe que T1 ∪ T2 es consistente si y sólo si algún ultraproducto
de elementos de K es elementalmente equivalente a algún ultraproducto de
miembros de M.
32. Sea (Aα : α < β) una cadena elemental de modelos, es decir, una cadena
de modelos entre los cuales se presenta la relación A0 ≺ A1 ≺ . . . ≺
Aα ≺ . . . . Sea U un ultrafiltro no principal en β tal que para cada
S
α < β,
el conjunto {γ : α ≤ γ < β} pertenece a U. Pruebe que α<β Aα es
Q
elementalmente encajable en el ultraproducto α<β Aα /U.
33. Muestre que ninguna de las siguientes clases de modelos es cerrada respecto
a la equivalencia elemental:
(i) La clase de los grupos con torsión.
(ii) La clase de los grupos simples.
(iii) La clase de los grupos libres.
34. Suponga que la signatura no tiene símbolos de constante o de función.
Pruebe que todo modelo A se puede encajar en algún ultraproducto de
submodelos finitos de U.
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35. Sea {F
Qi
: i ∈ I} una familia de campos. Forme el producto directo
R = i∈I Fi . R es un anillo. Para cada ultrafiltro U en I, sea
MU = {f ∈ R : {i ∈ I : f (i) = 0} ∈ U}.
Pruebe lo siguiente:
(i) Para cada U, MU es un ideal (algebraico) máximo en R.
(ii) Para todo ideal (algebraico) máximo M en R, existe un ultrafiltro U en
I tal que M = MU . Q
(iii) El ultraproducto i∈I Fi /U es isomorfo al campo cociente R/M.
Así que los ultraproductos de campos son esencialmente lo mismo que los
cocientes de producto directo de campos. Muestre que ocurre algo similar
para anillos con división.
36. Sea U un ultrafiltro y sea A × B el producto directo de A con B. Pruebe
que
Y Y Y
(A × B)/U ∼ = A/U × B/U.
i∈I i∈I i∈I
un sistema de ecuaciones
Q
lineales (donde J es cualquier conjunto finito).
(i) Para cada aj ∈ i∈I Mi ,
X
rkj xkj = (aj )U (j ∈ J)
k≤nj
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6. Ultrafiltros y ultraproductos
Q
tiene solución en i∈I Mi /U si y sólo si el conjunto de i ∈ I tal que
X
rkj xkj = aj (i) (j ∈ J)
k≤nj
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CAPÍTULO 7
Combinatoria infinita
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1. Introducción
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2. Funciones normales
Motivo de esta sección es el estudio de funciones entre ordinales, principal-
mente las funciones llamadas normales que ya fueron mencionadas en el capí-
tulo 3 durante el desarrollo del los números Beth. Tales funciones merecen un
estudio más detallado, que aquí presentamos en parte.
Sea Ω un ordinal límite o Ω = OR. Por ejemplo, Ω = ω1 = ℵ1 . Con
α, β, γ, ε, ξ, η, ζ denotaremos elementos de Ω. Una función f : Ω − → Ω
es creciente si de α < β se sigue f (α) < f (β). La función f es continua si
f (α) = supξ<α f (ξ) para cada ordinal límite α. f es normal si es continua y
creciente.
Lema 2.1. Para toda función creciente f se cumple que α ≤ f (α).
Demostración. Por inducción sobre α. Caso α = 0, 0 ≤ f (0). Caso
α + 1, α ≤ f (α) < f (α + 1), por lo que α + 1 ≤ f (α + 1). Caso α límite,
α = supξ<α ξ ≤ supξ<α f (ξ) ≤ f (α).
Una clase B ⊆ Ω es acotada si sup(B) ∈ Ω. Una clase A ⊆ Ω es cerrada
si para cada subclase acotada B ⊆ A es cierto que sup(B) ∈ A. Las clases
cerradas y no acotadas se conocen como normales.
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Lema 2.5 (Veblen). Sea (Aγ : γ < β) con β límite T como una sucesión
decreciente de clases normales. Entonces la intersección γ<β Aγ es normal.
Def
Demostración. La intersección no está acotada: sea α un ordinal y δγ =
Def
mín{ξ ∈ Aγ : ξ > α}. Entonces (δγ : γ < β) es creciente. Sea δ = supγ<β δγ .
Por lo tanto,
T
δ ∈ Aγ para cada γ < β, ya que las Aγ decrecen. Por consiguiente,
α < δ ∈ γ<β Aγ .
T
Para la cerradura, sea B ⊆ γ∈β Aγ una clase acotada. Entonces
B ⊆ Aγ T para cada γ < β y en consecuencia sup(B) ∈ Aγ , por lo que
sup(B) ∈ γ<β Aγ .
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7. Combinatoria infinita
Del lema 2.6 se sigue que hγ (hβ (ξ)) = hβ (ξ) para toda γ < β.
Obtenemos otra función normal λβ como sigue: de cada clase normal hβ [Ω]
tomamos el menor punto fijo. La clase así formada es otra vez normal, y la
podemos enumerar mediante una función normal. Esta función normal asocia
a cada β el ordinal hβ (0).
Lema 2.7. Si h es una función normal con 0 < h(0) (h es la función
generadora), entonces también λβ (hβ (0)) es una función normal.
Demostración. Primero mostramos que
β < γ ⇒ hβ (0) < hγ (0),
por inducción sobre γ. Sea β < γ y note que 0 < hβ (0) por hipótesis
de inducción o, en el caso β = 0, por hipótesis. En consecuencia, 0 no
es punto fijo de hβ y, por lo tanto, 0 < hγ (0). De esto se sigue que
hβ (0) < hβ (hγ (0)) = hγ (0).
Def
Ahora probamos que λβ (hβ (0)) es continua: sea δ = supβ<γ hβ (0) para γ
Def
límite. Debemos probar que δ = hγ (0). Ya que hβ (0) ∈ hα [Ω] para todo
α ≤ Tβ < γ y puesto que hα [Ω] es cerrado, ocurre δ ∈ hα [Ω] así que
δ ∈ α<γ hα [Ω] = hγ [Ω] y, por consiguiente, δ ≥ hγ (0). Por otro lado,
hβ (0) < hβ (hγ (0)) = hγ (0) y entonces δ ≤ hγ (0).
Los puntos fijos de esta función, es decir, los ordinales α con hα (0) = α, son
los ordinales fuertemente críticos. Su función de orden se denota usualmente
con Γ. Por definición, Γ0 = Γ(0), el menor ordinal β para el que ϕβ (0) = β.
Ahora queremos generalizar la forma normal de Cantor mediante el uso de
la jerarquía de Veblen (en lugar de ωξ ). Para encontrar la representación de un
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Demostración. (⇐). (1) Si β0 < β1 y α0 < hβ1 (α1 ), ocurre hβ0 (α0 ) <
hβ0 (hβ1 (α1 )) = hβ1 (α1 ). Si β0 = β1 y α0 < α1 , se sigue que hβ0 (α0 ) <
hβ1 (α1 ). Si β0 > β1 y hβ0 (α0 ) < α1 , deducimos que hβ0 (α0 ) = hβ1 (hβ0 (α0 )) <
hβ1 (α1 ).
(2) Se obtiene en forma similar.
( ⇒ ). Si el lado derecho de (1) es falso, entonces
α1 ≤ hβ0 (α0 ), si β1 < β0 ;
α1 ≤ α0 , si β1 = β0 ;
h (α ) ≤ α , si β1 > β0 .
β1 1 0
Por lo tanto, de acuerdo con ( ⇒ ) en (1), hβ0 (α0 ) < hβ1 (α1 ) o hβ1 < hβ0 (α0 ),
con lo que concluimos que hβ1 (α1 ) 6= hβ0 (α0 ).
Corolario 2.9. Si β0 ≤ β1 , hβ0 (α) ≤ hβ1 (α).
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3. El lema de la raíz
El lema de la raíz debe su nombre al hecho de que para una familia de conjuntos
con ciertas propiedades, existe un conjunto común a todos los miembros de la
familia. Esta parte común se llama raíz. Antes de probar el lema requerimos un
resultado que es uno de los pilares de toda la combinatoria infinita, un principio
llamado principio de las cajas, que generaliza una situación muy conocida en
combinatoria finita: si tenemos m palomas y n nidos (m > n), necesariamente
alguno de los nidos deberá albergar a más de una paloma si queremos que todas
tengan un hogar.
Teorema 3.1 (Principio de las cajas). Sean κ un cardinal regular, λ otro car-
dinal con λ < κ y f : κ − → λ. Entonces existe z ⊆ κ con |z| = κ para el que
ocurre lo siguiente: ∀ α, β ∈ z f (α) = f (β).
1
Un ordinal α es un número principal aditivo si α 6= 0 y de β, γ < α se sigue β + γ < α.
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κ
Demostración. Por el teorema 3.2.9, la hipótesis implica κ = κ^ , así
que tenemos κ subconjuntos de cardinalidad menor que κ. Sea I = {x ⊆ κ :
κ T
sup(x) < κ}. Como 2^ = κ, |I| = κ. Si X ⊆ κ, sea AX = {X α : α < κ}.
Si |X| = κ, se cumple |AX | = κ. Si X 6= Y , |AX ∩ AY | < κ; fijamos una β tal
que ¬(β ∈ X ⇔ β ∈ Y ), y entonces
\
AX AY ⊆ {X ∩ α : α ≤ β}.
Sea A = {AX : X ⊆ κ ∧ |X| = κ}; en consecuencia, |A| = 2κ y A es una
familia casi ajena de subconjuntos de I. Si f es una función inyectiva de I sobre
κ, {f [A] : A ∈ A} es una familia casi ajena de 2κ subconjuntos de κ.
Pasemos ahora el estudio de conjuntos de ordinales cerrados y no acotados.
En lo sucesivo fijamos un cardinal infinito κ de cofinalidad no numerable.
Definición 4.4. Un subconjunto C de κ es un club2 si:
(i) C es cerrado, es decir, para todo Y ⊆ C, si sup Y ∈ κ, entonces sup Y ∈ C.
(ii) C no es acotado, es decir, sup C = κ.
Como ejemplo considere los segmentos terminales del cardinal κ, es decir,
conjuntos del tipo {α : α ≥ β} para algún β < κ. Si A no está acotado en κ,
el conjunto A0 = {α < κ : α = sup(α ∩A)} de los puntos de acumulación de A
es un club: para mostrar que no está acotado, comencemos con un β < κ. Ya que
A no está acotado, encontramos una sucesión β < α0 < α1 < · · · < αn < · · ·
de elementos de A. Dado que la cofinalidad de κ no es numerable, el supremo
de las αi está en κ y pertenence a A0 . Si κ es un cardinal límite, el conjunto de
los cardinales menores de κ es un club.
2
Del inglés closed and unbounded. Utilizamos esta nomenclatura pues está muy difundida
en la literatura, y creemos que el lector sólo ganaría en confusión si empleáramos alguna
traducción al español.
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κ, existe βm+1 > βm tal que f (x) ∈ βm+1 para todo x ∈ βm n . Si hacemos
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S
y el ordinal α = n∈ω αn . Ahora, dado que f es creciente, α ≥ γ. Pero
además, la continuidad de f implica que
[ [ [
f (α) = f (β) = f (αn ) = ℵn+1 = α;
β<α n∈ω n∈ω
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5. El teorema de Silver
Como ya se mencionó, es poco lo que se puede decir sobre la exponenciación
cardinal. El uso de HC o HGC ayuda en algunos casos. En esta sección
probaremos el teorema de Silver (véase [Sil74]) en ZFE , que asegura que la
HGC es cierta en algunos casos. La demostración original de Silver involucra
un hermosa construcción usando teoría de modelos. Posteriormente, Baum-
gartner y Prikry [BaPr76] eliminaron la parte de la teoría de modelos en la
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ℵα 7→ 2ℵα .
Teorema 5.2. Sea κ un cardinal singular tal que la función continuo debajo
de κ es finalmente constante, es decir, existe γ0 < κ tal que
Entonces 2κ = 2γ0 .
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κ
entonces existe γ0 tal que cf (κ) ≤ γ0 < κ y 2^ = 2γ0 , pues
κ γ0 X γ
2^ = 2 ^ + 2^
γ0 ≤γ<κ
X γ
= 2^
γ0 ≤γ<κ
γ0
=κ·2 (∗)
γ0
=2 .
(*) ocurre pues si κ > 2γ0 , como κ es singular, existe µ < κ, µ > 2γ0 y
2µ > µ > 2γ0 , una contradicción con nuestra hipótesis. En consecuencia,
κ cf (κ) cf (κ)
2κ = 2^ = 2γ0 = 2γ0 .
Observación 5.3.
(a) Si κ es un cardinal sucesor, 2κ = (גκ).
(b) Si κ es un cardinal límite y si la función continuo es finalmente constante
κ κ κ
debajo de κ, 2κ = 2^ · (גκ), pues si κ es singular 2κ = 2^ y 2^ ≥ κcf (κ)
por el ejercicio 3.12, si κ es regular se sigue de (**).
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Demostración.
κ
(a) Si κ es singular, por el lema 5.1, 2κ es igual a λ o a λcf (λ) , donde λ = 2^ .
Lo último es cierto si 2α no es finalmente constante debajo de κ. Entonces
κ
cf (λ) = cf (κ), y como 2cf (κ) < 2^ = λ pues cf (κ) es uno de los
κ
sumandos en 2^ , tenemos λcf (λ) = λ+ por la HCS.
(b) Probamos 72 por inducción sobre κ, para λ fija. Sea κ > 2λ . Si κ es un
cardinal sucesor, κ = ν+ , entonces νλ ≤ κ (por la hipótesis de inducción)
y κλ = (ν+ )λ = ν+ · νλ = κ, por la fórmula de recursión de Hausdorff
(Teorema 2.22).
Si κ es un cardinal límite, por consiguiente, νλ < κ paraPtoda ν < κ.
Entonces κλ = κ si λ < cf (κ), pues en este caso κλ = ν<κ |ν|λ =
κ · κ = κ. κλ = κcf (κ) , si λ ≥ cf (κ) por el lema 2.16.15. En el último
caso, 2cf (κ) ≤ 2λ < κ, y por la HCS, κcf (κ) = κ+ .
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Será hasta el volumen dos en que el lector conozca la definición de gran cardinal. Mientras
tanto, mantenemos el suspenso.
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♦l : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es un
subconjunto numerable de Pot(ω) y para toda X ⊆ ω1 , existe un ordinal
lı́mite α tal que X ∩ α ∈ Sα .
♦‘ : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es
un subconjunto numerable de Pot(ω) y para toda X ⊆ ω1 , el conjunto
{α ∈ ω1 |(X ∩ α) ∈ Sα } es estacionario en ω1 .
0
♦× : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es un
subconjunto numerable de Pot(α×α) y para todo X ⊆ ω1 ×ω1 , el conjunto
{α ∈ ω1 |(X ∩ (α × α)) ∈ Sα } es estacionario en ω1 .
♦× : existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα ⊆ α × α
y para todo X ⊆ ω1 × ω1 , el conjunto {α ∈ ω1 |(X ∩ (α × α)) = Sα } es
estacionario en ω1 .
♦f : existe una sucesión de funciones hhα |α < ω1 i (hα : α → α) tal que
para toda función f : ω1 → ω1 , el conjunto {α ∈ ω1 |f α = hα } es
estacionario.
0 0
Teorema 6.7. Los principios ♦1 , ♦1 , ♦l , ♦‘, ♦× , ♦× y ♦f son
equivalentes al principio ♦.
Demostración. a) ♦ ⇒ ♦1 : es trivial.
0
b) ♦1 ⇒ ♦1 :
Si hSα |α < ω1 i es una ♦1 -sucesión, entonces es claro que la sucesión
0
hTα |α < ω1 i definida por Tα = {Sα } es una ♦1 -sucesión.
0
c) ♦1 ⇒ ♦l :
0
Sea hSα |α < ω1 i una ♦1 -sucesión. Para cada α < ω1 , definimos Tα como
[
Tα = {X ∩ α|X ∈ Sα+n }.
n∈ω
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d) ♦l ⇒ ♦‘:
Sea hSα |α < ω1 i una ♦l -sucesión. Definimos una función h : ω1 −
→ ω1 ,
por h(ν) = 2ν. Observe que si α es lı́mite, entonces
h α : α −→ α, y ran(h ω1 \α ) ∩ α = ∅.
Para cada α < ω1 , definimos Tα ⊆ Pot(α) de la siguiente manera:
Tα = {h−1 [X]|X ∈ Sα }.
Es claro que Tα es numerable, pero además, hTα |α < ω1 i es una ♦‘-sucesión:
sea X ⊆ ω1 , y se debe demostrar que el conjunto
E = {α ∈ ω1 |X ∩ α ∈ Tα }
es estacionario en ω1 . Sea, pues, C un club de ω1 . Observe que se puede
encoger a C de tal manera que
(∀α ∈ C)(lím(α)) ∧ (∀α, β ∈ C)(α < β ⇒ α + ω · ω ≤ β),
y que no pierda su propiedad de ser club en ω1 . Ası́, sin pérdida de gene-
ralidad, supondremos que C cumple con dichas propiedades. Sea, entonces,
hcν |ν < ω1 i la enumeración canónica de C. Ahora, sea Z0 ⊆ ω1 tal que satis-
face la siguiente definición por inducción sobre ω1 : Z0 ∩ C0 = ∅; si Z0 ∩ cν se
ha definido, considere una enumeración hτnν |n ∈ ωi del conjunto
{τ ∈ ω1 | lím(τ) ∧ (cν < τ < cν+1 )}
ν |m < ωi del conjunto
y una enumeración hXm
[
Sτnν .
n∈ω
Para cada m ∈ ω, diremos que cν + 2m + 1 ∈ Z0 si y sólo si dicho ordinal
no pertenece a Xm ν . Ası́, queda definido Z ∩ c
0 ν+1 , y para el caso lı́mite la
definición es la usual. Ahora, sean Z1 = h[X] y Z = Z0 ∪ Z1 ; ası́, Z ⊆ ω1 y
Z0 consiste en aquellos ordinales en Z que son impares y Z1 en los elementos
de Z que son pares.
Por hipótesis, se sabe que existe un ordinal lı́mite α tal que Z ∩ α ∈ Sα .
Aseguramos que α ∈ C; en caso de que esto no se cumpliera, se tendrı́a
que existe ν < ω1 tal que cν < α < cν+1 ; ası́, para algún n ∈ ω existiría
α = τnν . Continuando el argumento, dado que Z ∩ α ∈ Sα , se debe cumplir que
Z ∩ α = Xm ν (para algún m ∈ ω); por lo tanto (según la construcción anterior),
cν + 2m + 1 ∈ Z si y sólo si cν + 2m + 1 ∈ Z0
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si y sólo si cν + 2m + 1 ∈ ν
/ Xm
si y sólo si cν + 2m + 1 ∈
/ Z ∩ α,
lo cual es una contradicción, pues como α es lı́mite, cν + 2m + 1 ∈ α. Ası́, se
debe tener que α ∈ C. Pero como
X ∩ α = h−1 [Z1 ] ∩ α = h−1 [Z] ∩ α = h−1 [Z ∩ α],
según la definición de Tα , se concluye que Z ∩ α ∈ Tα .
e) ♦‘ ⇒ ♦ב :
Sea hSα |α < ω1 i una ♦‘-sucesión, y sea h : ω1 −
→ ω1 × ω1 una función
biyectiva con la propiedad de que si α es un ordinal lı́mite menor que ω1 ,
entonces h α : α − → α × α será una biyección. Definimos la sucesión
hTα |α < ω1 i de la siguiente manera:
(
{h[X]|X ∈ Sα } si α es lı́mite,
Tα =
∅ si α es sucesor.
Aseguramos que la ω1 -sucesión recién definida es una ♦ב -sucesión. De la
definición de esta sucesión se sigue directamente que para toda α ∈ ω, Tα es
un subconjunto numerable de Pot(α × α).
Ahora, sean X ⊆ ω1 × ω1 y C un club en ω1 , y definimos el conjunto X‘
como X‘ = h−1 [X]. Luego, (por hipótesis) el conjunto
E‘ = {α < ω1 |(X‘ ∩ α) ∈ Sα }
es estacionario en ω1 y como el conjunto L(< ω1 ) formado por los ordinales
lı́mites menores que ω1 es (trivialmente) un club de ω1 , se tiene que (gracias
al Lema 4.14) el conjunto E‘ ∩ L(< ω1 ) es estacionario en ω1 . Ası́, existe un
ordinal lı́mite α0 ∈ C tal que (X‘ ∩ α0 ) ∈ Sα0 . Como α0 es lı́mite, la definición
de Tα0 implica que h[X‘ ∩ α0 ] es un elemento de Tα0 . Pero
h[X‘ ∩ α0 ] = h[X‘] ∩ h[α0 ]
= X ∩ (α0 × α0 );
ası́, X ∩ (α0 × α0 ) ∈ Tα0 , es decir, el conjunto
E = {α < ω1 |X ∩ (α × α) ∈ Tα }
es estacionario en ω1 .
f ) ♦ב ⇒ ♦× .
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que
X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn0 .
En otras palabras, se afirma que existen F un conjunto estacionario en ω1 y
n0 ∈ ω tales que
n0
F ⊆ EX = {α ∈ ω1 |X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn0 }.
Para demostrar esta afirmación, se define una función f : EX −→ ω1 con la
propiedad de que el conjunto
(
mín{n ∈ ω|X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn }, si ω ≤ α;
f (α) =
0, si α < ω.
Observe que la función f es regresiva, y como el conjunto EX es estacionario
en ω1 , el lema de Fodor garantiza la existencia de un elemento n0 ∈ ω en la
imagen de f tal que el conjunto
F = {α ∈ EX |f (α) = n0 }
es estacionario en ω1 .
Ahora, para cada n ∈ ω y para cada α < ω1 , definimos el conjunto
Uαn = {(λ, γ) ∈ α × α|((λ, γ), n) = Tαn }
y aseguramos que existe m ∈ ω tal que la sucesión hUαm |α < ω1 i es una ♦× -
sucesión. Veamos cómo es esto: suponga, por el contrario, que para toda n ∈ ω
existen Xn ⊆ (ω1 × ω1 ) y un club Cn de ω1 tal que si α ∈ Cn , entonces
Xn ∩ (α × α) 6= Uαn .
Con esta hipótesis, si definimos los conjuntos
S
X = n∈ω (Xn × {n})
T
C = n∈ω Cn se tendrı́a que existe n0 ∈ ω y que existe α ∈ C tal que
X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn0 .
Esto último resulta de aplicar la afirmación demostrada arriba (la que garantiza,
haciendo uso del lema de Fodor, la existencia de un conjunto estacionario F ),
a los conjuntos X y C recién definidos (observe que en virtud del lema 4.8, el
conjunto C es un club de ω1 ). Pero si X ∩ ((α × α) × ω) = Tαn0 , entonces
Uαn0 = {(λ, γ) ∈ α × α|((λ, γ), n) ∈ [X ∩ ((α × α) × ω)]}.
Por lo tanto, se tendrı́a que
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0 0
Claramente, ♦f ⇒ ♦‘F ⇒ ♦1F y ♦f ⇒ ♦1F ⇒ ♦1F . Ası́, para demostrar
que estos principios son equivalentes a ♦, será suficiente con demostrar que
0 0
♦1F ⇒ ♦1 , resultado que a continuación demostramos:
Teorema 6.8.
0 0
♦F1 ⇒ ♦1 .
0
Demostración. Sea hFα : α < ω1 i una ♦F1 -sucesión. Para cada α, sea
Fα = {fnα : n < ω} una enumeración de los elementos de Fα . Definimos
Snα = {ν ∈ α : fnα (ν) = 0} y Sα = {Snα : n < ω}. Se verifica fácilmente,
aplicando la hipótesis a la función caracterı́stica de un subconjunto X ⊆ ω1
arbitrario, que hSα : α < ω1 i es una ♦3 -sucesión.
El siguiente resultado que presentamos en esta sección aporta un nuevo
equivalente del diamante bajo la suposición de la hipótesis del continuo. El
siguiente principio se conoce con el nombre de Principio de Ostaszewski y se
denota con ♣:
Existe una sucesión hAα : Lím(α), 0 < α < ω1 i tal que para cada α, Aα
es el rango de una ω-sucesión (aα : ω → α) cofinal en α. Para todo X ⊆ ω1
no acotado en ω1 , existe α tal que Aα ⊆ X ∩ α.
Ostaszewski observó que el principio ♦ implica su principio:
Teorema 6.9 (Ostaszewski).
♦ ⇒ ♣.
Demostración. Sea hSα : α < ω1 i una ♦-sucesión. Para α < ω1 lı́mite
y distinto de cero, seaSaα : ω → α una función cofinal en α que cumpla con la
propiedad de que si ( Sα = α), entonces (ran(aα ) = Aα ⊆ Sα ).
Aseguramos que la sucesión hAα | lím(α)∧0 < α < ω1 i es una ♣-sucesión:
sea X ⊆ ω1 no acotado en ω1 , y sea C el conjunto club de ω1 formado por
todos los puntos lı́mite de X. Ahora, por hipótesis de inducción, el conjunto
E = {α ∈ ω1 |X ∩ α = Sα }
es un conjunto estacionario en ω1 . Ası́, existe α ∈ C con X ∩ α = Sα , pero
como α ∈ C, en realidad se tiene que
[
lím(α) y (X ∩ α) = α,
S
es decir, Sα = α. Por lo tanto, según la definición de Aα , se concluye que
Aα ⊆ Sα , es decir, Aα ⊆ X ∩ α.
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⇐) Sea hSα | lím(α) y 0 < α < ω1 i una ♣-sucesión. Por la hipótesis del
continuo se sabe que el conjunto
[
AC(ω1 ) = Pot(α)
α<ω1
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S
Ahora, según su definición, Sα = {Xν ∩ α|ν ∈ Aα }, por lo que al aplicar lo
establecido arriba se cumple que
[ [
{Xν ∩ α|ν ∈ Aα } = (Xλδ(n) ∩ α);
n∈ω
pero dado S
que para n, m ∈ ω, si n < m entonces Xλδ(n) ⊆ Xλδ(m) , y además,
dado que ( n∈ω λδ(n) ) = λδ = α, se concluye que
[ [ [
(Xλδ(n) ∩ α) = (Xλδ(n) ∩ λδ(n) ) = Xλδ(n) +1 = X ∩ α.
n∈ω n∈ω n∈ω
Es decir, se ha demostrado que Sα = X ∩ α para algún α infinito (en realidad
lı́mite) y, por lo tanto, se probó el principio ♦1 que es equivalente a ♦.
S. Shelah [Sh98] demuestra que ♣ no implica ♦, por lo que ♣ y ♦ no son
equivalentes en ZFE . A pesar de este resultado, ♣ es muy cercano a ♦:
Teorema 6.11. Sea hSα : α es límite ∧ 0 < α < ω1 i una ♣-sucesión. Si
X ⊆ ω1 no está acotado, entonces {α ∈ ω1 : Sα ⊆ X} es estacionario en ω1 .
Demostración. Sean X ⊆ ω1 no acotado y C ⊆ ω1 un club. Mostraremos
que Sα ⊆ X para alguna α ∈ C. Definamos hyν : ν < ω1 i por inducción como
sigue:
y0 es el menor elemento de X;
Sea yν+1 el menor elemento de X tal que para alguna α ∈ C, yν < α <
yν+1 ;
yλ = supν<λ yν , si λ es límite.
Sea Y = {yν+1 : ν < ω1 }. Entonces Y es un subconjunto no acotado
de X, así que para algún ordinal límite α, Sα ⊆ Y . Como Y ⊆ X, Sα ⊆ X.
Ahora, sup Sα = α, por lo que sup(Y ∩ α) = α. Por la construcción de Y ,
sup(C ∩ α) = α. Por lo tanto, como C es cerrado en ω1 , α ∈ C, y finalizamos
la prueba.
Haciendo algunas modificaciones al principio del diamante, se pueden
obtener otros principios combinatorios. En algunos casos estas modificaciones
pueden llevar a nuevos principios que tienen implicaciones que el propio
diamante no posee; en otros casos, las modificaciones pueden llevar a principios
contradictorios.
Como primera modificación, se podrı́a pensar en cambiar el término
estacionario (del principio ♦) por el término club. Es decir, modificar ♦ para
obtener el siguiente principio:
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Existe una sucesión hSα |α < ω1 i (donde para cada α < ω1 , Sα ⊆ α) tal que
para cualquier conjunto X ⊆ ω1 , el conjunto
{α ∈ ω1 |X ∩ α = Sα }
es un club de ω1 .
Llamaremos ♦! a este principio y demostraremos que es inconsistente con
la teorı́a de conjuntos, es decir, que del conjunto de enunciados ZF + ♦! se
deriva una contradicción.
Teorema 6.12. El enunciado ♦! es inconsistente con la teorı́a de conjuntos.
Demostración. Sean X y Y subconjuntos de ω1 tales que X 6= Y . Si se
supone el enunciado ♦!, tendrı́amos que los conjuntos
CX = {α < ω1 |X ∩ α = Sα } y
CY = {α < ω1 |Y ∩ α = Sα }
son conjuntos club de ω1 . Ası́, el lema 4.8 implica que el conjunto
C = CX ∩ CY es un club de ω1 . Pero este conjunto debe ser acotado, pues
C = {α < ω1 |X ∩ α = Y ∩ α},
y en caso de que éste no fuese acotado, se tendrı́a que X = Y , contradiciendo
ası́ la elección de X y Y . Por lo tanto, C debe ser un club acotado, lo cual es
absurdo.
En términos de la versión ♦0 del principio diamante, se puede obtener
un principio combinatorio nuevo si aseguramos que el conjunto estacionario
(del cual se asegura su existencia para cada X ⊆ ω1 ) contiene un club de ω1 .
Llamamos ♦∗ a este principio y lo enunciamos formalmente:
Existe una sucesión hSα |α < ω1 i tal que para cada α < ω1 , Sα es un subcon-
junto a lo sumo numerable de Pot(α) y para todo X ⊆ ω1 existe un conjunto
club CX de ω1 tal que
CX ⊆ {α ∈ ω1 |X ∩ α ∈ Sα }.
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Esto define gωn+k ∈ 2ω1 para toda k ∈ ω. Por hipótesis, existen funciones
fωn+k ∈ 2ω1 tales que Aωn+k =T{α ∈ ω1 : F (fωn+k α) = gωn+k (α)} ∈ F,
para cada k. Sea Cn+1 ⊆ Cn ∩ k<ω Aωn+k un club.
Claramente, para cada g ∈ 2ω1 podemos efectuar tales definiciones. Sea
gν , fνg , ν < ωω, y Cng , n < ω la sucesión así definida comenzando con g.
g
0
con βα,n , etc. como antes, y definimos Mα,n de manera similar para g0 . Por
definición,
H(Mγρ ,n ) = hgωn+k (γρ ) : k < ωi.
Sin embargo, γρ ∈ C, lo que implica que H(Mγρ ,n ) = hF (fωn+k γρ ) : k < ωi.
Así que por hipótesis de inducción obtenemos H(Mγρ ,n ) = hF (fω,n+k 0 γρ :
k < ωi; invirtiendo las implicaciones anteriores para la deducción con g0
se obtiene H(Mγρ ,n ) = H(Mγ0 ρ ,n ). De aquí que H sea inyectiva, y tenemos
Mγρ ,n = Mγ0 ρ ,n . En particular, βγρ ,n = βγ0 ρ ,n . Pero esto es cierto para toda n, y
se cumple γρ+1 = supn<ω βγρ ,n y γρ+1 0 = supn<ω βγ0 ρ ,n . Por ello, γρ+1 = γρ+10 .
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Más aún, como Mγρ ,n = Mγ0 ρ ,n , tenemos gν βγρ ,n = gν0 βγρ ,n para toda n,
así que gν γρ+1 = gν0 γρ+1 para toda ν < ωω, y de la misma manera para
fν , fν0 . Con esto termina la prueba.
Ahora generalizamos ~ a otros cardinales.
Definición 7.4. Sea E un subconjunto estacionario de un cardinal regular no
numerable κ. Mediante ~κ (E) denotamos el siguiente principio:
Dada α ∈ E, sea Pα : P(α) −→ 2; y existe una función ρ : E −
→ 2 tal que para
todo X ⊆ κ, {α ∈ E : Pα (X ∩ α) = ρ(α)} es estacionario en κ.
Otra vez Eα es pequeño si ~κ (E) es cierto.
Así, Pα parte los subconjuntos de α en 2 clases y ~κ (E) nos permite
predecir, no lo que será X ∩ α, sino si pertenecen al primer o segundo miembro
de la partición denotada por Pα .
Teorema 7.5. ~ω1 (ω1 ) implica 2ℵ0 < 2ℵ1 .
Demostración. Suponga que ~ω1 (ω1 ) es cierto, pero que 2ℵ0 = 2ℵ1 . Sea
C = ω1 − ω. Entonces existe una función inyectiva G : 2C − → 2ω . Para cada
α > ω, defina Pα como sigue: si σ : α − → 2, Pα (σ) = 0 si y sólo si existe τ : ω1
−→ 2 tal que σ ⊆ τ, τ(α) = 0 y G(τ C) = σ ω. Sea ρ la función predicha
por ~ω1 (ω1 ) para esta familia de funciones partición. Definimos η : ω1 − →2
mediante η ω = G((1 − ρ) C) y η C = (1 − ρ) C. Por hipótesis, existe
α > ω tal que Pα (η α) = ρ(α); esto conduce a una contradicción: primero
suponga que ρ(α) = 1. Entonces, η(α) = (1 − ρ)(α) = 0, una contradicción.
Suponga que ρ(α) = 0. Entonces por definición de Pα , existe una función τ
que extiende a η α tal que τ(α) = 0 y G(τ C) = η ω = G(((1 − ρ) C);
lo último implica que τ C = η C, ya que G es inyectiva; así que τ = η, lo
cual es una contradicción pues 0 = τ(α) = η(α) = (1 − ρ)(α) = 1.
Por lo tanto, ω1 no es pequeño si y sólo si 2ℵ0 < 2ℵ1 .
Es tiempo de regresar a los conjuntos estacionarios e introducir nuevas
nociones.
Proposición 7.6. Suponga que F es un filtro κ-completo en κ = λ+ que
contiene al filtro cofinito. Sea S
S ⊆ κ tal que κ − S ∈
/ F . Entonces existe
una descomposición de S, S = β<κ Sβ en conjuntos ajenos entre sí tales que
κ − Sβ ∈/ F.
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Teorema 7.8. Suponga que κ = λS+ y que ~ω1 (ω1 ) es cierto. Entonces existe
una descomposición de E, E = β∈κ Eβ , en κ subconjuntos no pequeños
mutuamente ajenos.
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Demostración.
(a) Evidente.
(b) Sean Cξ , ξ < α conjuntos cerrados y no acotados; con α < κ mostraremos
que
\
C= Cξ
ξ<α
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8. Árboles
La teoría de árboles forma una parte indispensable en el desarrollo de la combi-
natoria infinita, con numerosas aplicaciones en el álgebra y la topología general.
En esta sección presentamos las definiciones y los resultados fundamentales de
la teoría. Para empezar, estudiamos el problema de Souslin, que aunque en su
primera formulación no parece tener relación con árboles, después se verá que
ambos están estrechamente relacionados.
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(vii) sea (X, ≤) un orden denso, se dice que (X, ≤) es separable si existe Y ⊆ X
tal que Y es denso en X y numerable.
En 1920, M. Souslin planteó la pregunta: ¿Podemos debilitar estas condi-
ciones y aún caracterizar a R? Para formular el problema requerimos algunos
antecedentes.
Teorema 8.2 (Cantor). Si (X, ≤) es un continuo linealmente ordenado y
separable, entonces (X, ≤) es isomorfo a R (con el orden usual de R).
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Lo que se hizo fue agregar una “copia” de Q a cada punto final de X (observe que
X̂ hereda la propiedad de Souslin). Por otro lado, es claro que la identidad en
X es un encaje en X̂ (esto es, es inyectiva y preserva el orden). A continuación
obtenemos la compleción mediante cortaduras de Dedekind.
Llamemos X∗ a la compleción de X̂. Aplicamos la hipótesis de Souslin
(que en este caso es la hipótesis de nuestra demostración) a X∗ (observe que X∗
es un continuo ordenado que satisface la propiedad de Souslin) para concluir
que X∗ es isomorfo a R. Así deducimos que existe un encaje f de X en R, a
saber, la restricción del isomorfismo entre R y X∗ .
A continuación definiremos, en términos del encaje f , un subconjunto
denso y numerable de X. Sea hqi |i ∈ ωi una enumeración de los racionales.
Para cada i, j ∈ ω definimos dij como f −1 (x), donde se elige a x del conjunto
(qi , qj ) ∩ f [X] siempre y cuando éste no sea vacío. En otro caso definimos dij
como algún elemento de X. Observe que si tomamos x < y ∈ X, entonces
existe z ∈ X tal que x < z < y, luego f (x) < f (z) ∧ f (z) < f (y), por
lo que existen qi , qj ∈ Q tales que f (x) < qi < f (z) < qj < f (y). Así,
(qi , qj ) ∩ f [X] 6= ∅, por lo que dij tiene la propiedad de que su imagen está
entre qi y qj . De aquí se tiene que x < dij < y. Podemos concluir que
D = {dij |i, j ∈ ω} es un conjunto denso numerable de X.
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SE = S ∪ E,
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Definimos
[
T∗ = {t ∈ Tα : t ∼α sα }.
α<ω1
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El siguiente teorema establece, con ayuda del lema 8.9, que la existencia
de líneas de Souslin es equivalente a la existencia de árboles de Souslin. Será
pues este teorema el que permita la reformulación de la hipótesis de Souslin en
términos de árboles.
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par hS(x), <α+1 i debe ser isomorfo a los racionales (con el orden usual), donde
x ∈ Tα (0 < α < ω1 ) y
S(x) = {y ∈ Tα+1 : y > x}.
Luego, definimos el orden <L en L de la siguiente manera:
C <L D si y sólo si C(d(C, D)) <d(C,D) D(d(C, D)),
donde d(C, D) = mín{α < mín(h(C), h(D))|C(α) 6= D(α)}. (Observe que
por el hecho de que T es normal, la unicidad de lı́mites asegura que el ordinal
d(C, D) siempre es un ordinal sucesor.) Veamos pues que en realidad el orden
<L es un orden denso en L (es claro que éste orden es lineal):
Sean C, D ∈ L tales que C <L D; ası́, si α = d(C, D), se tiene que
C(α) <α D(α). Pero debido a la elección del orden <α , se puede garantizar
la existencia de un elemento e de Tα tal que C(α) <α e <α D(α). Ahora, si
consideramos la cadena E como aquella que se obtiene al extender la cadena
{x ∈ T |x ≤ e} a una cadena máxima, entonces
d(C, E) = α = d(E, D).
Concluimos que C(α) <α E(α) <α D(α) y, por lo tanto, que
C <L E <L D.
Para demostrar que L cumple con la propiedad de Souslin, definimos, para
cada intervalo I = (C, D) en L, una cadena EI en L como aquella que se
obtiene al extender de manera máxima la cadena {x ∈ T |x ≤ eI }, donde eI es
un elemento de T que tiene la propiedad
C(d(C, D)) <d(C,D) eI <d(C,D) D(d(C, D)).
Claramente, EI ∈ I; ası́, si I y J son intervalos ajenos en L, entonces EI 6∈ J y
EJ 6∈ I. Por ello, los elementos eI y eJ de T son incomparables en T . Luego,
como no existen cadenas no numerables en T , cualquier familia de intervalos
mutuamente ajenos en L debe ser numerable.
Por último, para demostrar que L no es separable, suponga, por el contrario,
que existe A ⊆ L numerable y denso en L. Definimos γ como
γ = sup{d(C, D) < ω1 : (C, D ∈ A) ∧ (C 6= D)}.
(Se debe observar que γ < ω1 , pues A es numerable.) Luego, sean w ∈ Tγ y
x, y, z ∈ S(w) (S(w) definido arriba) tales que x <α+1 y <α+1 z, y considere
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Lema 8.12. Suponga que existe un ℵ1 -árbol T que no tiene ramas cofinales
ni anticadenas no numerables. Entonces existe un árbol de Souslin (encajado
en T ).
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Lema 8.18. Existe una familia de Kurepa si y sólo si existe un conjunto T tal
que |T | = ω1 y existe una familia F ⊆ Pot(T ) tal que |F| = ω2 y
(∀X ⊆ T )(|X| < ω1 ⇒ |FX | < ω1 ),
donde FX = {X ∩ A : A ∈ F}.
Demostración. La implicación (⇒) es trivial pues la misma familia de
Kurepa funciona (recuerde que ω1 es regular).
Para la implicación inversa, considere un conjunto T y una familia F
con las caracterı́sticas descritas. Sea h : T −→ ω1 una biyección; ası́, si
F 0 = {h[A]|A ∈ F}, entonces |F 0 | = ω2 . Ahora, dado α < ω1 , observe que
|Fα0 | = |{h[A] ∩ α : A ∈ F}| = |{h[A ∩ h−1 (α)] : A ∈ F}|
= |{A ∩ h−1 (α) : A ∈ F}| = Fh−1 (α) < ω1 .
Por lo tanto, concluimos que F 0 ⊆ Pot(ω1 ) es una familia de Kurepa.
Teorema 8.19. Existe un árbol de Kurepa si y sólo si existe una familia de
Kurepa.
Demostración. ⇒) Sean T un árbol de Kurepa y F ⊆ Pot(T ) el conjunto
formado por todas la ω1 -ramas de T . Como |T | = ω1 y |F| = ω2 , para
demostrar que existe una familia de Kurepa, según el lema anterior sólo hace
falta demostrar que para cualquier ω1 -rama numerable, el conjunto FX también
es numerable. Sea, pues, C una ω1 -rama numerable de T . Ahora, como ω1 es
regular, debe existir ℵ < ω1 tal que
(∀x ∈ X)(Alt(x) < α);
así, |FX | ≤ |Tα | < ω1 .
⇐) Sea F una familia de Kurepa. Para cada B ∈ F, construimos χB como la
función caracterı́stica de B en α, para ası́ obtener el árbol de Kurepa:
[
T = {χB : B ∈ Fα },
α<ω1
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Observe que para toda ν < ω1 se cumple que αν < βν < αν+1 , pues si
αν+1 = βν , se tendrı́a que αν = αν+1 , lo cual es falso; por otro lado, es claro
que αν < βν . Ası́, como αν+1 ∈ B, entonces αν+1 ∈ Bν , es decir, xν ∩ ℵν+1
es no acotado en αν . Ahora, considere el siguiente conjunto:
x = {βν : ν < ω1 }
(observe que este conjunto es no acotado en ω1 ). De las observaciones anteriores
se sigue que:
x ∩ αν+1 = {βξ |ξ < ν + 1} ⊆ βν + 1;
por lo tanto, como αν+1 es lı́mite, se tiene que βν + 1 < αν+1 y por lo que el
conjunto X ∩ αν+1 es acotado en αν+1 . Por consiguiente, dado que xν ∩ αν+1
es no acotado en αν+1 , se cumple que x 6= xν para toda ν < ω1 .
Habremos terminado la demostración si mostramos que x ∈ F, pues
estarı́amos contradiciendo la existencia de la sucesión hxν : ν < ω1 i. Bajo
este espı́ritu continuamos la demostración, encaminada a probar que x ∈ F.
Según la definición de F, se tiene que x ∈ F si x ∩ α ∈ Mα para toda µ ∈ ω1 .
Sea µ ∈ ω1 , en caso de que x ∩ α sea finito, es directo el hecho de que
x ∩ α ∈ Mα , pues dado que α ⊆ Mα , los axiomas de Par y Unión (en Mα )
garantizan la construcción (en Mα ) de dicho conjunto. Supondremos pues que
x ∩ α es infinito y demostraremos que x ∩ β ∈ Mα para cierto β ≤ α que tenga
la propiedad de que el conjunto (x ∩ α) \ (x ∩ β) sea finito. Observe que si
demostramos lo anterior, entonces se podrá afirmar que x ∩ α ∈ Mα , pues Mα
es modelo de ZF − .
S S
Sea β ≤ α definido por β = {ξ ≤ α : (x ∩ ξ) = ξ}, es decir, β es el
mayor punto lı́mite de x ∩ α. Por la definición de β, es claro que x ∩ α difiere
de x ∩ β en un número finito de puntos. Por ello, según la observación anterior,
sólo falta demostrar que x ∩ β ∈ Mα .
Para demostrar esto, primero observe que (como β es un punto lı́mite de
x ∩ α) β es un punto lı́mite de x y que x es un subconjunto de C; por lo tanto,
β es a su vez un punto lı́mite de C. Pero como C es club de ω1 , se concluye
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9. Relaciones flecha
Uno de los principios fundamentales de la combinatoria infinita es el siguiente:
si tenemos una descomposición de un conjunto infinito en un número finito de
partes, alguna de estas partes debe contener un número infinito de elementos.
En otras palabras: si A es infinito y f : A − → m es una función de A a un
número natural m, entonces f es constante en un subconjunto infinito de A. El
teorema de Ramsey es una generalización de este principio.
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Proposición 9.3.
2ℵ0 9 (ℵ1 )22 .
Demostración. El conjunto de los números reales tiene cardinalidad 2ℵ0 .
Sea < el orden natural sobre R y ≺ un buen orden sobre R. Definimos f : [R]2
−→ 2, asociando el valor 1 a todo conjunto b de dos elementos si < y ≺ coinciden
en b; en otro caso asignamos el valor 0. Si B ⊆ R es f -homogéneo, B es un
subconjunto de R, que se puede bien ordenar con < o con <−1 . Tales conjuntos
son a lo sumo numerables pues si B = {rα : α < δ} es una enumeración de B,
para todo α + 1 < δ existe un racional qα entre rα y rα+1 . Como sólo existe una
cantidad numerable de racionales, δ debe ser numerable, por lo que no puede
existir un conjunto B ⊆ R que sea f -homogéneo y de cardinalidad ℵ1 .
Note que de la demostración de la proposición 9.3 se deduce que
2ℵ0 9 (κ)22
para todo κ ≥ ℵ1 . Pero esto es cierto en general, es decir, si κ 9 (µ)νρ , entonces
κ 9 (λ)νρ para toda λ ≥ µ.
También existe una versión del teorema de Ramsey para cardinales finitos:
Teorema 9.4. Sean m, l, k números naturales. Existe un número natural n tal
que
n− → (m)kl .
Demostración. Suponga que m, l, k ∈ N \ {0} son tales que n 6− → (m)kl
para toda n ∈ N. Esto significa que para toda n ∈ N existe una coloración
f : [n]k −
→ l que no tiene un subconjunto homogéneo de tamaño m. Sea
k
F = {f : ∃ n ∈ N, f ∈ l[n] , 6 ∃ un conjunto homogéneo
de tamaño m para f }.
Considere el conjunto parcialmente ordenado (F, ⊆), que claramente resulta
ser un árbol T en el que Tr son todas las funciones f ∈ F con dominio [k+r−1]k .
Nuestra suposición implica que todo nivel del árbol (F, ⊆) no es vacío. Por
otra parte, ya que sólo tenemos una cantidad finita de funciones de [r + k − 1]k
en l, cada nivel del árbol es finito. El lema de König 8.6 implica que el árbol
(F, ⊆) tiene una rama infinita.
Sean B una rama infinita de (F, ⊆) y g = ∪B. Se verifica sin dificultad que
(a) g es una función de [ω]k en l;
(b) g [n]k ∈ F para toda n ∈ ω.
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Antes de probar el teorema, note que puesto que κ+ −→ (κ+ )1κ , se sigue
por inducción y el teorema 9.6 que:
Corolario 9.7 (Erdös–Rado).
(in (κ))+ −→ (κ+ )n+1
κ ,
donde los números κ-beth se definen recursivamente por i0 (κ) = κ y in+1 (κ) =
2in (κ) .
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Demostración.
µ un cardinal κ-inaccesible, λ < κ y βi < µ para i < λ. Hacemos
(a) SeanP
β = i<λ βi y del hecho de que λ < κ ≤ cf (µ) concluimos β < µ. Así,
Y
βi ≤ βλ < µ.
i<λ
Para el recíproco, aplicamos (*) con βi = β para i < λ.
(b) Si µ+ es κ-inaccesible y λ < κ, entonces µλ < µ+ ; así, µλ = µ y tenemos
κ κ
µ^ = λ<κ µλ ≤ µ · κ = µ. Si µ = µ^ , λ < µ y β < µ+ , entonces
P
κ
βλ ≤ µλ ≤ µ^ = µ.
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y puesto que µ es regular y sup{eξ (ī) : ξ < µ} = µ, existe un ordinal ψ(ζ) < µ
tal que [
sup{ξ < µ : ξ ∈ f (ψ(ζ 0 ))} < eψ(ζ) (ī).
ζ 0 <ζ
Esto completa la definición recursiva. Hacemos
A = {ψ(ζ) : ζ < µ}.
Observe que si ξ ∈ f (ψ(ζ)) y η̄ < ξ, entonces eψ(ζ) (i) < ξ para i < ī, y de
aquí eψ(ζ) (ī) ≤ ξ para ζ < µ; es decir, eψ(ζ) (ī) es el menor elemento de f (ψ(ζ))
en µ \ (η̄ + 1).
Se sigue de (ii) que
f (ψ(ζ 0 )) ∩ f (ψ(ζ)) ∩ (µ \ (η̄ + 1)) = ∅, para ζ 0 < ζ < µ,
que junto con (**) implican (b).
(b) ⇒ (a). Supongamos que existen cardinales β < µ y λ < κ con µ ≤ βλ .
+
Sea L ⊆ βλ tal que |L| = µ; note que L ⊆ [λ × β]λ . Sea
+
→ [λ × β]λ ⊆ [µ]<κ ,
f :µ−
una función inyectiva con la propiedad de que f [µ] = L. De la condición (a)
deducimos que existen A ∈ Pot(µ) y J ∈ [µ]<κ con
|A| = µ
f (ξ) ∩ f (ξ 0 ) = J, para ξ < ξ 0 < µ, ξ, ξ 0 ∈ A.
Como |A| > β, claramente existen ξ, ξ 0 ∈ A con ξ < ξ 0 < µ y φ(i) < β para
i < λ tales que
f (ξ)(i) = f (ξ 0 )(i).
Entonces hi, φ(i)i ∈ f (ξ) ∩ f (ξ 0 ) = J para toda i < λ y ξ, ξ 0 ∈ A con
ξ < ξ 0 < µ, de donde obtenemos A = {∅}, una contradicción.
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Una interpretación de la condición (b) del teorema es: para toda familia
{Aξ : ξ < µ} de conjuntos tales que |Aξ | < κ para ξ < µ, existen un conjunto
J y un subconjunto A de µ tal que
|A| = µ,
Aξ ∩ Aξ 0 = J para ξ < ξ 0 < µ, ξ, ξ 0 ∈ A.
Lema 9.11.
(a) S(X) ≤ d(X)+ .
(b) Si X es un espacio infinito, ℵ1 ≤ S(X).
Demostración.
(a) Sea D un subconjunto denso en X tal que |D| = d(X) y sea C una familia
celular en X. Para toda C ∈ C, sea pC ∈ C ∩ D. La función C 7→ pc es
inyectiva de C en D. Así que |C| ≤ d(X) para toda familia celular C en X,
por lo que S(X) ≤ d(X)+ .
(b) Notemos que si Y es un espacio infinito, existe un subconjunto abierto U
no vacío de Y tal que |Y \ U| ≥ ℵ0 ; U es la cerradura de U.
Recursivamente definimos una sucesión
S
{Un : n < ω}S
tal que Un es
un subconjunto abierto no vacío de X \ k<n U k y |X \ k≤n U k | ≥ ℵ0
para n ∈ ω.
Entonces {Un : n < ω} es una familia celular en X y ℵ0 ≤ S(X).
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Definición
Q
9.12. Sean {Xi : i ∈ I} una familia de espacios, X el conjunto
i∈I Xi y κ un cardinal infinito. La topología κ-producto en X es la topología
que tiene como base (canónica) la familia de todos los subconjuntos U de X de
la forma
Y
U= Ui ,
i∈I
Ui es abierto en Xi para i ∈ I,
|R(U)| < κ,
Q
donde R(U) = {i ∈ I : Ui 6= Xi }. Con i∈I Xi (κ) o X(κ) denotamos al
espacio producto con la κ-topología.
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ξ ξ 0
Sea i(ξ, ξ 0 ) ∈ I tal que para {ξ, ξ 0 } ∈ [(2µ )+ ]2 , Ui(ξ,ξ 0 ) ∩Ui(ξ,ξ 0 ) = ∅. Definamos
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Para mostrar que T tiene altura κ, debemos probar que para cada µ ∈ C
existe una función regresiva inyectiva fµ : µ ∩ C −→ µ. Demostraremos esto
por inducción sobre µ.
Si µ ∩ C tiene un máximo ν, reemplazamos fν por fν0 (β) = fν (β) + 1. La
función fν0 sigue siendo regresiva, pero nunca toma el valor cero. La función
fµ = fν0 ∪ {(ν, 0)} es la función buscada, de lo contrario µ ∩ C sería un club
en µ y existiría una función normal α 7→ κα de λ = cf (µ) a µ ∩ C cuya
imagen sería cofinal en µ. Supongamos que λ < κ0 y utilicemos la abreviación
gα = fκα . Para ν ∈ µ ∩ C definimos
αα + gα+1 (ν), si κα < ν < κα+1
fµ (ν) = ω ,
g0 (ν) si ν < κ0
α + 1, si ν = κα .
Entonces fµ es regresiva e inyectiva.
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Hemos visto que ℵ1 6− → (ℵ1 )22 . Del teorema de Ramsey se deduce que toda
partición {P0 , P1 } de [ℵ1 ]2 tiene un conjunto homogéneo. Sin embargo, ¿puede
ocurrir que no exista un conjunto homogéneo no numerable de color 1 ni un
conjunto homogéneo de color 0? Con nuestra nueva simbología, el problema
es: ¿es cierto que ℵ1 6− → (ω1 , ω)2 ?
El siguiente teorema da respuesta a esta pregunta, pero no sólo por esto es
útil. Es uno de los teoremas del cálculo de particiones que más trascendencia
ha tenido en la topología general (véase p. ej. [TVHR97]).
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Nuestra tarea siguiente es deducir que todo módulo λ-libre es libre mediante
el teorema 11.11. Recuerde que un módulo M es λ-libre si y sólo si M es κ-libre
para todo cardinal regular κ < λ. Necesitaremos el hecho de que un módulo
κ+ -libre es κ-libre fuerte. Para ello recurriremos a un juego.
Fijemos un cardinal regular κ y un módulo M. Definimos el κ-juego de
Shelah en M. Los jugadores I y II mueven en forma alternada guiándose por
los elementos de ω, empezando I. El jugador I tira Pn un subconjunto de M de
cardinalidad < κ; el jugador II mueve Nn un submódulo <κ -generado de M;
requerimos que para toda n ∈ ω,
Nn−1 ∪ Pn ⊆ Nn
(N−1 = {0}). El jugador II gana el juego si y sólo si para toda n, Nn y Nn /Nn−1
son libres; en otro caso, I gana. Es inmediato que M es κ-libre fuerte si y sólo si
II tiene una estrategia ganadora en este juego. En efecto, si M es κ-libre fuerte
y M como en la definición respectiva, entonces la estrategia ganadora de II es
escoger los Nn de M de tal forma que Nn /Nn−1 es libre. Recíprocamente, si
II tiene una estrategia ganadora podemos definir M como el conjunto de todos
los movimientos de II en la partida que transcurre de acuerdo con la estrategia
ganadora.
El κ-juego de Shelah es claramente abierto, por lo que este juego está
determinado.
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Apéndice
En este apéndice presentamos, en forma muy breve, las principales definiciones
y resultados principales relativos al estudio de ideales.
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Si S es un conjunto no numerable,
{X ⊆ S : |X| ≤ ℵ0 }
es un σ-ideal en S.
De manera similar, si κ > ω es regular y |S| ≥ κ, entonces
{X ⊆ S : |X| < κ}
es el ideal κ-completo más pequeño en S que contiene todos los singuletes {a}.
Un filtro F en un cardinal κ es normal si es cerrado respecto a intersecciones
diagonales, es decir,
Xα ∈ F, α < κ ⇒ 4α<κ Xα ∈ F.
Un ideal I en κ es normal si el filtro dual es normal.
Un ideal I σ-completo es σ-saturado si:
(i) {x} ∈ I para toda x ∈ S.
(ii) Toda familia mutuamente ajena de subconjuntos X ⊆ S que no pertenecen
a I es a lo sumo numerable.
En forma análoga definimos un ideal κ-saturado.
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12. Ejercicios
λ límite. Por el lema 4.8, todos lo C(α) son clubes para cada club C y
α < cf (κ). Demuestre que κ(α) = {ωα β : β < κ} para toda α < κ.
6. Dados dos subconjuntos A, B de κ un cardinal regular, decimos que A ≡ B
si A ∩ C = B ∩ C para algún club C. Muestre que la relación ≡ es de
equivalencia en Pot(κ). En las relaciones A ⊆ B, A ∩ B ≡ C, A ∪ B ≡ C,
y κ \ A ≡ B podemos sustituir A, B y C por conjuntos ≡-equivalentes.
Demuestre que Pot(κ)/ ≡ es un álgebra booleana. La intersección diagonal
D de una familia {Aα } está caracterizada (módulo ≡) por:
1. (D/ ≡) ⊆ (Aα / ≡) para toda α.
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Xn = Z1 ∩ Sa10 ∩ · · · ∩ Sa1n−1 .
Pruebe que Xn ∈ U y que es infinito. Escoja an ∈ Xn distinto de los
a0 , . . . , an−1 . Demuestre finalmente que [H]2 ⊆ P1 .]
11. Muestre que si κ > 2ω , el espacio 2κ (donde 2 = {0, 1} tiene la topología
discreta) no es separable. [Sugerencia: Si D ⊆ 2κ es numerable, muestre
que existen α < β tales que ∀ f ∈ D(f (α) = f (β))].
12. Si en el ordinal ω1 + 1 se introduce la topología del orden, muestre que el
producto (ω1 + 1)ω es un ejemplo de espacio compacto Hausdorff, que es
la unión de ω1 conjuntos cerrados densos en ninguna parte. Muestre que la
bola unitaria en un espacio de Hilbert no separable con la topología débil
es otro ejemplo de tales espacios. [Sugerencia: Para (ω1 + 1)ω , considere
el conjunto
{f : ∀ n(f (x) 6= ω1 ⇒ f (n) ≤ α)}.]
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CAPÍTULO 8
Relativización y absolutez
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8. Relativización y absolutez
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Def
7. (∀vi ψ)W = ∀vi (vi ∈ W ⇒ ψ W )
Def
8. (∃vi ψ)W = ∃vi (vi ∈ W ∧ ψ W ).
Si Φ es un conjunto de fórmulas, entonces ΦW denota al conjunto {ϕW |ϕ ∈ Φ}.
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8. Relativización y absolutez
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(a) x ∩ W = x;
(b) ∀y ((y ∈ x ∧ ϕ) ⇒ ψ) ⇔ ∀y ∈ W ((y ∈ x ∧ ϕ) ⇒ ψ);
(c) ∃y (y ∈ x ∧ ϕ) ⇔ ∃y ∈ W (y ∈ x ∧ ϕ).
⇒ ∀a ∈ W {y | ∃x ∈ a ϕW (x, y, w
~ )} ∩ W ∈ W).
(i) FundW . Es decir, si ψ es una instancia de Fund, entonces ψ W .
(j) Axioma de elección:
AE W ⇔ ∀a ∈ W (∅ ∈
/ a ∧ ∀x, y ∈ a (x 6= y ⇒ x ∩ y = ∅))
⇒ ∃b ∈ W ∀x ∈ a ∃z (b ∩ x = {z}).
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8. Relativización y absolutez
donde la última afirmación de pertenencia se debe a que CompW . Así, (g) queda
demostrado.
(h) Sea ϕ(x, y, w~ ) una LTC-fórmula y ψ la instancia de Reemp construida
con ϕ. Al relativizar obtenemos lo siguiente:
ψ W ⇔ ∀~ ~ ) ⇒ y = y0 )
~ ) ∧ ϕW (x, y0 , w
w ∈ W(∀x, y, y0 ∈ W (ϕW (x, y, w
⇒ ∀a ∈ W {y | ∃x ∈ a ϕW (x, y, w
~ )} ∩ W ∈ W),
w (∃x ϕ(x, w
ψ ⇔ ∀~ ~ ) ⇒ ∃x (ϕ(x, w
~ ) ∧ ∀y ∈ x ¬ϕ(y, w
~ ))).
w ∈ W (∃x ∈ W ϕW (x, w
ψ0 ⇔ ∀~ ~)
~ ) ∧ ∀y ∈ x ¬ϕW (y, w
⇒ ∃x ∈ W (ϕW (x, w ~ ))));
∀a ∈ W ∃b ∈ W((∀x ∈ W (x ∈ a ⇒ ∃y ∈ W y ∈ x) ∧
∀x ∈ W∀y ∈ W ((x ∈ a ∧ y ∈ a ∧ x 6= y) ⇒ ¬∃z ∈ W (z ∈ x ∧ z ∈ y)))
⇒ ∀x ∈ W (x ∈ a ⇒ ∃y ∈ W (y ∈ x ∧ y ∈ b ∧
∀z ∈ W ((z ∈ x ∧ z ∈ b) ⇒ z = y)))).
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∀a ∈ W ∃b ∈ W((∀x (x ∈ a ⇒ ∃y y ∈ x) ∧
∀x∀y ((x ∈ a ∧ y ∈ a ∧ x 6= y) ⇒ ¬∃z (z ∈ x ∧ z ∈ y))) ⇒
∀x (x ∈ a ⇒ ∃y (y ∈ x ∧ y ∈ b ∧ ∀z ((z ∈ x ∧ z ∈ b) ⇒ z = y)))).
Pero esto último es válido por AE , de manera que (j) queda demostrado. Con
lo cual el teorema queda probado.
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8. Relativización y absolutez
consiguiente, [
|Vβ | = | λγ | < κ,
γ<β
con lo que el lema queda demostrado.
Pasamos ahora al análisis anunciado.
Teorema 1.8 (ZFE ). Sea α ∈ OR, α > 0. Entonces:
(a) ExVα , ExtVα , (Unión)Vα , CompVα , FundVα y AE Vα
(b) Si α > ω, entonces Inf Vα .
(c) Si lím(α), entonces ParVα y PotVα .
(d) Si α = ω o α es un cardinal inaccesible, entonces ReempVα .
Demostración. Nos serviremos del teorema 1.6. (a) Por la transitividad
de Vα se sigue inmediatamenteSExVα , ExtVα y FundVα . Para demostrar (Unión)Vα
fijemos α ∈ Vα . Si y ∈ a, existe x ∈ a tal que y ∈ x, por lo que
rg(y) < rg(x) < rg(a) y esto implica rg(y) + 1 ≤ rg(a). Podemos entonces
afirmar que
[ [
rg( a) = sup {rg(y) + 1 | y ∈ a} ≤ rg(a) < α,
S S
por lo que rg( a) < α, es decir, a ∈ Vα . Por lo tanto, (Unión)Vα , debido al
teorema 1.6.
La validez de CompVα se obtiene así: sean a, w ~ ∈ Vα y ϕ(x, w
~ ) una fórmula
de LTC. Como {x ∈ a | ϕ (x, w Vα ~ )} ⊆ a, entonces rg({x ∈ a | ϕVα (x, w~ )}) ≤
V
rg(a) < α, es decir, {x ∈ a | ϕ (x, w
α ~ )} ∈ Vα .
Para demostrar AE Vα fijemos a ∈ Vα como un conjunto no vacío de
conjuntos ajenos. Por AE existe un b ∈ V tal que b tiene, con cada elemento
de a, uno y sólo un elemento en común. Para eliminar de b todos los elementos
Def S
“inútiles” ( aquellos que no son elementos de a) hacemos b0 = {x∩b | x ∈ a}.
Entonces b0 es un conjunto que tiene S
exactamente un elemento en comúnS
con
cada elemento de a; además b0 ⊆ a, de lo cual se sigue rg(b0 ) ≤ rg( a) ≤
rg(a) < α. Así que b0 ∈ Vα y AE Vα queda demostrado.
(b) Si α > ω entonces ω ∈ Vα , pues ω ∈ Vω+1 ⊆ Vα , por lo que Inf Vα .
(c) Supongamos que lím(α). Sean a, b ∈ Vα , por lo que rg(a), rg(b) < α;
esto implica que rg(a) + 1, rg(b) + 1 < α, por ser α límite. Así que
rg({a, b}) = máx {rg(a) + 1, rg(b) + 1} < α
y con esto {a, b} ∈ Vα , es decir, ParVα .
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8. Relativización y absolutez
2. Absolutez de fórmulas
Para transmitir el concepto de subestructura elemental a modelos clase de LTC-
teorías, introducimos el concepto de fórmula absoluta.
Intuitivamente, una fórmula es absoluta si lo que expresa no cambia de
significado al interpretarla en diferentes modelos. Considere por ejemplo la
siguiente versión del axioma de infinito:
∃x (0 ∈ x ∧ ∀y ∈ x(s(y) ∈ x)).
En él tenemos dos nociones previamente definidas que son 0 y s(x). La intuición
nos dice que el axioma es cierto en Vω+1 (si tomamos x = ω) y es falso en
Vω , pero la prueba rigurosa requiere que nos cercioremos si 0 y s(x) significan
lo mismo en Vω+1 y Vω que en V . Si esto sucede diremos que 0 y s(x) son
nociones absolutas. En esta sección desarrollamos este concepto de manera
formal.
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8. Relativización y absolutez
0 0 0
(¬ϕ)W ). Análogamente, tenemos ∀x1 , . . . , xn ∈ W (ϕW ∧ ψ W ⇔ ϕW ∧ ψ W ),
0
es decir, ∀x1 , . . . , xn ∈ W ((ϕ ∧ ψ)W ⇔ (ϕ ∧ ψ)W ).
(c) Primero observe que, debido a la transitividad de W, se cumple
y ∈ W ⇒ y ∩ W = y ∩ W 0. (1)
Sean ϕ ≡ ϕ(x, y, ~z) y y, ~z ∈ W. Entonces
(∀x ∈ y ϕ(x, y, ~z))W ⇔ ∀x ∈ y ∩ W ϕ(x, y, ~z)W
0
⇔ ∀x ∈ y ∩ W ϕ(x, y, ~z)W
(por la W − W 0 -absolutez de ϕ)
0
⇔ ∀x ∈ y ∩ W 0 ϕ(x, y, ~z)W (por (1))
0
⇔ (∀x ∈ y ϕ(x, y, ~z))W .
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así como ^ 0 0 0
(ΨW ) ⇒ ∀~x ∈ W 0 (ϕW ⇔ ψ W ).
V V 0
Puesto que por hipótesis (ΨW ), (ΨW ) son válidas para ~x ∈ W, se cumple
0 0
ϕW (~x) ⇔ ψ W (~x) y ϕW (~x) ⇔ ψ W (~x), de manera que
0 0
(ϕW (~x) ⇔ ψ W (~x)) ⇔ (ψ W (~x) ⇔ ϕW (~x)),
(ψ∈Σ0 )
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8. Relativización y absolutez
˙ 0.
(b) ϕ ≡ y=u
ϕ(t0 , y)W ⇔ (y = t0 )W ⇔ (∀z (z ∈ y ⇔ z ∈ t0 ))W
⇔ ∀z ∈ W ((z ∈ y)W ⇔ (z ∈ t0 )W )
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ y ⇔ z ∈ t0W ) (por el caso (a))
⇔ ∀z (z ∈ y ⇔ z ∈ t0W ) (pues t0W , y ⊆ W)
⇔ ϕW (t0W , y).
(c) ϕ ≡ u0 ∈ y. Para y ∈ W se deduce
ϕ(t0 , y)W ⇔ (t0 ∈ y)W ⇔ (∃z (z = t0 ∧ z ∈ y))W
⇔ ∃z ∈ W ((z = t0 )W ∧ z ∈ y)
⇔ ∃z ∈ W (z = t0W ∧ z ∈ y) (por el caso (b))
⇔ ∃z (z = t0W ∧ z ∈ y) (pues y ⊆ W)
⇔ ϕW (t0W , y).
(d) ϕ ≡ u0 ∈ u1 .
ϕ(t0 , t1 )W ⇔ (t0 ∈ t1 )W ⇔ (∃z (z = t0 ∧ z ∈ t1 ))W
⇔ ∃z ∈ W ((z = t0 )W ∧ (z ∈ t1 )W )
⇔ ∃z ∈ W (z = t0W ∧ z ∈ t1W ) (por los casos (a) y (b))
⇔ ∃z (z = t0W ∧ z ∈ t1W ) (pues t1 ⊆ W)
⇔ ϕW (t0W , t1W ).
(e) ϕ ≡ u0 =u
˙ 1.
ϕ(t0 , t1 )W ⇔ (t0 = t1 )W ⇔ (∀z (z ∈ t0 ⇔ z ∈ t1 ))W
⇔ ∀z ∈ W ((z ∈ t0 )W ⇔ (z ∈ t1 )W )
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ t0W ⇔ z ∈ t1W ) (por el caso (a))
⇔ ∀z (z ∈ t0W ⇔ z ∈ t1W ) (pues tiW ⊆ W)
⇔ ϕW (t0W , t1W ).
- Paso inductivo.
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(a) ϕ ≡ ¬ϕ0 .
ϕ(t0 , . . . , tn−1 , ~y)W ⇔ ¬(ϕ0 (t0 , . . . , tn−1 , ~y)W )
⇔ ¬(ϕ0W (t0W , . . . , tn−1
W ,~ y)) (por H.I.)
W W W
⇔ ϕ (t0 , . . . , tn−1 , ~y).
(b) ϕ ≡ ϕ0 ∧ ϕ1 .
Es análogo al caso anterior.
(c) ϕ ≡ ∃zϕ0 (u0 , . . . , un−1 , z, ~y). Entonces para ~y ∈ W se tiene
ϕ(t0 , . . . , tn−1 , ~y)W ⇔ ∃z ∈ W (ϕ0 (t0 , . . . , tn−1 , z, ~y))W
⇔ ∃z ∈ W ϕ0W (t0W , . . . , tn−1
W , z, ~ y) (por H.I.)
W W W
⇔ ϕ (t0 , . . . , tn−1 , ~y),
con lo cual queda demostrado el teorema.
El siguiente corolario muestra que t W juega el mismo papel en W que t
en V .
Corolario 3.3. Sean Φ(~x, ~y) un conjunto de fórmulas de LTC, ϕ(u0 , . . . , un−1 ,
~y) una LTC-fórmula y t0 (~x), . . . , tn−1 (~x) términos clase. Sea W 6= ∅ un término
transitivo que no tiene variables en común con ti , Φ y ϕ. Suponga además ΦW
y
Φ ` ϕ(t0 (~x), . . . , tn−1 (~x), ~y).
Entonces
∀~x ∈ W ∀~y ∈ W ϕW (t0W , . . . , tn−1 W
, ~y).
Demostración. Usando el teorema de compacidad, podemos suponer que
Φ es finita. Mediante el lema del modelo obtenemos
^
∀~x ∈ W∀~y ∈ W ( ΦW ⇒ ϕ(t0 , . . . , tn−1 , ~y)W ).
Como ΦW , entonces el consecuente de la implicación es válido y, mediante el
lema de relativización, es igual a ϕW (t0W , . . . , tn−1
W ,~y).
Para terminar esta sección, obtenemos la relativización de algunos términos
de interés.
Lema 3.4. Sean W transitivo y x, x1 , . . . , xn , y ∈ W. Entonces:
(a) ∅SW = ∅, V S
W = W.
(b) ( x)W = x.
(c) Pot(x)W = Pot(x) ∩ W.
(d) {x1 , . . . , xn }W = {x1 , . . . , xn }.
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8. Relativización y absolutez
(e) (x, y)W = (x, y) ∩ W. Si ParW entonces (x, y)W = (x, y).
(f) (x + 1)W = x + 1.
(g) ORW = OR ∩ W.
(h) Si ω ∈ W entonces ωW = ω.
Demostración.
(a) ∅W = {x ∈ W : x 6= x} = ∅ y V W = {x ∈ W : x = x} = W.
(b)
[
( x)W = {z : ∃y (y ∈ x ∧ z ∈ y)}W
= {z ∈ W : ∃y ∈ W (y ∈ x ∧ z ∈ y)}
= {z ∈ W : ∃y (y ∈ x ∩ W ∧ z ∈ y)}
= {z : ∃y (y ∈ x ∩ W ∧ z ∈ y)}
(porque z ∈ y ∈ W ⇒ z ∈ W)
[ [
= (x ∩ W) = x.
(c)
Pot(x)W = {z : ∀y (y ∈ z ⇒ y ∈ x)}W
= {z ∈ W : ∀y ∈ W (y ∈ z ⇒ y ∈ x)}
= {z ∈ W : ∀y (y ∈ z ⇒ y ∈ x)}
(porque y ∈ z ∧ z ∈ W ⇒ y ∈ W)
= Pot(x) ∩ W.
(d) {x1 , . . . , xn }W = {z ∈ W : z = x1 ∨ . . . ∨ z = xn } = {x1 , . . . , xn }.
(e)
(x, y)W = {z : z = {x} ∨ z = {x, y}}W
= {z ∈ W : (z = {x} ∨ z = {x, y})W }
= {z ∈ W : z = {x}W ∨ z = {x, y}W }
(por el lema de relativización)
= {z ∈ W : z = {x} ∨ z = {x, y}} (por (d))
= (x, y) ∩ W.
Además, si ParW entonces {x}, {x, y} ∈ W, lo cual conduce a (x, y) ∩ W =
(x, y).
(f) (x + 1)W = {z ∈ W : z ∈ x ∨ z = x} = {z : z ∈ x ∨ z = x} = x + 1.
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Ind(x)W ⇔ (∅ ∈ x ∧ ∀y (y ∈ x ⇒ y + 1 ∈ x))W
⇔ ∅W ∈ x ∧ ∀y ∈ W (y ∈ x ⇒ (y + 1)W ∈ x)
(lema de relativización)
⇔ ∅ ∈ x ∧ ∀y ∈ W (y ∈ x ⇒ y + 1 ∈ x) (por (a) y (f))
⇔ ∅ ∈ x ∧ ∀y (y ∈ x ⇒ y + 1 ∈ x) (por la transitividad de W)
⇔ Ind(x).
lo cual conduce a
ωW = {x : ∀y (Ind(y) ⇒ x ∈ y)}W
= {x ∈ W : ∀y ∈ W (Ind(y) ⇒ x ∈ y)}.
Lema 3.5. Sea W transitivo tal que ParW . Sean A, B, F ∈-términos tales que
si alguno es una variable, entonces pertenece a W. Entonces,
(a) (A × B)W = AW × BW .
(b) dom(F )W = dom(F W ).
(c) ran(F )W = ran(F W )
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8. Relativización y absolutez
(b) Como ParW , entonces (x, y)W = (x, y) para x, y ∈ W. Así que tenemos
dom(F )W = {x : ∃y (x, y) ∈ F }W = {x ∈ W : (∃y (x, y) ∈ F )W }
= {x ∈ W : ∃y ∈ W ((x, y)W ∈ F W )}
(lema de relativización)
= {x ∈ W : ∃y ∈ W (x.y) ∈ F W }
(porque x, y ∈ {x, y} ∈ (x, y) ∈ F W ⊆ W,
implica x, y ∈ W )
= {x : ∃y (x, y) ∈ F W }
= dom(F W ).
(c) Es análogo a (b).
Corolario 3.6. Sean W, A, B, F como en el lema 3.5 y TEC W . Entonces
1. Rel(F )W ⇔ Rel(F W ).
2. Fun(F )W ⇔ Fun(F W ).
3. (dom(F ) = A)W ⇔ dom(F W ) = AW .
4. (ran(F ) ⊆ B)W ⇔ ran(F W ) ⊆ BW .
5. (F : A −→ B)W ⇔ F W : AW −→ BW . En particular, se cumple
W
(A B)W = (A )(BW ) ∩ W.
6. Si F W : AW −→ BW , entonces F (x)W = F W (x) para cualquier x ∈ AW .
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Demostración.
(a) Rel(F )W ⇔ (∀z (z ∈ F ⇒ ∃x, y (z = (x, y))))W
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ F W ⇒ ∃x, y ∈ W (z = (x, y)W ))
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ F W ⇒ ∃x, y ∈ W (z = (x, y))) (pues ParW )
⇔ ∀z ∈ W (z ∈ F W ⇒ ∃x, y (z = (x, y)))
(porque x, y ∈ {x, y} ∈ z ∈ W implica x, y ∈ W )
⇔ ∀z (z ∈ F W ⇒ ∃x, y z = (x, y)) (ya que F W ⊆ W )
⇔ Rel(F W ).
(b) Análogo a (a) a partir de
Fun(F ) ⇔ Rel(F ) ∧ ∀x, y, y0 ((x, y) ∈ F ∧ (x, y0 ) ∈ F ⇒ y = y0 ).
(c) De la misma manera, a partir de
dom(F ) = A ⇔ ∀x (x ∈ A ⇔ ∃y (x, y) ∈ F ).
(d) Análogo a (c).
(e) La primera afirmación se sigue de
F : A −→ B ≡ Fun(F ) ∧ dom(F ) = A ∧ ran(F ) ⊆ B
y de lo ya demostrado. La segunda afirmación se obtiene como sigue:
(BA )W = {f ∈ W : (f : A −→ B)W }
= {f ∈ W : f W : AW −→ BW } (por la primera afirmación)
W W
= {f ∈ W : f : A −→ B } (relativización de la variable f )
(AW )
= (BW ) ∩ W
(f) Sabemos que
TEC ` (F : A −→ V ) ⇒ ∀x (x ∈ dom(F )
(1)
⇒ ∀y ((x, y) ∈ F ⇔ y = F (x)))
y usando TEC W concluimos que tal afirmación sigue siendo cierta al relativi-
zarla a W. Como (F : A −→ V )W es válida, por (e) y el lema de relativización
tenemos que
∀x ∈ W (x ∈ dom(F W ) ⇒ ∀y ∈ W ((x, y) ∈ F W ⇔ y = F (x)W )). (2)
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8. Relativización y absolutez
4. Absolutez de LTC-términos
Considere dos términos transitivos W, W 0 tales que W ⊆ W 0 . Si t(~x) es cualquier
otro término, entonces t(~x) define un objeto matemático conocido al “evaluar”
en el valor ~x.
0
Para ~x ∈ W también tenemos dos objetos matemáticos, t W (~x) y t W (~x). Si
para cada elección de ~x ∈ W estos dos objetos se comportan de igual forma,
diremos que el término t es W −W 0 -absoluto, donde comportarse igual respecto
a W y W 0 significa
0
(a) t W (~x) ∈ W ⇔ t W (~x) ∈ W 0 .
0
(b) t W (~x) ∈ W ⇒ t W (~x) = t W (~x).
Formalicemos este criterio:
Definición 4.1. Sean W, W 0 términos y t W (~x) un término que no tiene variables
en común con W ni con W 0 . Decimos que t es W − W 0 -absoluto si
(i) ∃y (y = t(~x)) es W − W 0 -absoluta.
(ii) y = t(~x) es W − W 0 -absoluta.
Suponemos que y no figura en W, en W 0 ni en t.
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Demostración.
⇒ ) Sea U un término transitivo cualquiera que no comparta variables con t;
entonces
t U (~x) ∈ U ⇔ ∃y ∈ U (y = t(~x)) ⇔ (∃y (y = t(~x)))U .
Utilizamos (i), con W y W 0 en lugar de U, para lograr
0 0
t W (~x) ∈ W ⇔ (∃y (y = t(~x)))W ⇔ (∃y (y = t(~x)))W ⇔ t W (~x) ∈ W 0 .
(i)
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Lema 4.4 (ZF − ). Sea U un término clase transitivo no vacío tal que (ZF − )U .
Sean A, R, G términos clase y F el término canónico obtenido mediante G por
R-recursión sobre A.
Si (BF (A, R) ∧ G : A × V ⇒ V )U entonces
BF (AU , RU ), GU : AU × U ⇒ U y F U : AU ⇒ U.
Además, para cualquier a ∈ AU se cumple que
{F U (b) : bRU a} ∈ U y F (a)U = F U (a) = GU (a, {F U (b) : bRU a})
y en el caso de que a ∈ U \ AU , F (a)U = U ∈
/ U.
Demostración. (a) Por demostrar BF (AU , RU ).
(BF1) RU ⊆ AU × AU . Por hipótesis tenemos que (R ⊆ A × A)U
debido a BF (A, R)U , de manera que con ayuda de los lemas del modelo y
de relativización suceden las siguientes equivalencias:
(R ⊆ A × A)U ⇔ (∀z (z ∈ R ⇒ z ∈ A × A))U
⇔ ∀z ∈ U (z ∈ RU ⇒ z ∈ AU × AU )
⇔ ∀z (z ∈ RU ⇒ z ∈ AU × AU ) (pues RU ⊆ U)
⇔ RU ⊆ AU × AU .
Por lo tanto, RU ⊆ AU × AU .
(BF2) ∀u (u 6= ∅ ⇒ ∃x (x ∈ u∧∀y (y ∈ u ⇒ ¬yRx))). Sea u ∈ V, u 6= ∅,
y consideramos dos casos:
1. u \ AU 6= ∅. Sea x ∈ u \ AU y entonces x es un elemento RU -mínimo de
U puesto que yRU x implica x ∈ ran(RU ) ⊆ AU , de donde x ∈ AU , lo cual
es absurdo.
2. u ⊆ AU .
Sea χ el término canónico definido mediante H por R-recursión sobre A,
donde
H = {((x, f ), sup ran(f )) : x ∈ A ∧ f : x −→ OR}
∪ {((x, f ), ∅) : x ∈ A ∧ ¬(f : x −→ OR)}.
Puesto que BF(A,R), entonces, por el esquema general de recursión se
cumple, en presencia de ZF − :
χ : A −→ OR y χ(x) = sup{χ(y) : yRx} para toda x ∈ A.
Además, es cierto que
ZF − ` BF (A, R) ⇒ (χ : A −→ OR ∧ ∀x, y ∈ A (yRx ⇒ χ(y) ∈ χ(x))).
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8. Relativización y absolutez
(G : A × V −→ V )U ⇒ GU : (A × V )U −→ V U ⇒ GU : AU × U −→ U.
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Demostración. Basta ver que se cumplen las hipótesis del teorema 4.5.
0
(a) Como (ZF − )W , (ZF − )W y ZF − ` BF (OR, <), entonces las hipótesis
(*) y (**) del teorema 4.5 se cumplen. Como la fórmula x ∈ OR es ΣTec 0 , la
fórmula x < y ≡ x ∈ OR ∧ y ∈ OR ∧ x ∈ y es ΣTec 0 y, por lo tanto, es
0
W − W -absoluta, es decir, se cumple la hipótesis (a) del teorema. Debido a
que ORW = OR ∩ W, también es cierta la hipótesis (b) del teorema.
0
Además, si x ∈ W, y ∈ W 0 entonces (y < x)W , lo que conlleva a
y ∈ x ∈ W; por lo tanto, y ∈ W en vista de la transitividad de W. La
hipótesis (c) se cumple.
(b) Es análogo.
Como una aplicación del teorema 4.5 demostramos que la función rango
es W − W 0 -absoluta.
Teorema 4.7 (ZF − ). Sean W, W 0 términos transitivos no vacíos, con W ⊆
0
W 0 , tales que (ZF − )W y (ZF − )W . Entonces el término rg(a) es W − W 0 -
absoluto. En particular, se tiene que rg(a) = rgW (a) ∈ W para cualquier
a ∈ W.
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biy
Demostración. (a) Sean A = {α ∈ OR : ∃f ∈ W, f : x −→ α}, B =
biy biy
{α ∈ OR : ∃f ∈ W 0 , f : x −→ α}, C = {α ∈ OR : ∃f, f : x −→ α}.
Como W ⊆ W 0 ⊆ V , tenemos que A ⊆ B ⊆ C, lo cual implica que
mı́n C ≤ mı́n B ≤ mı́n A, pero esto indica precisamente que (utilizando el
0
Teorema 5.1[a]) |x| ≤ |x|W ≤ |x|W .
0
(b) Sea x ∈ CARW ∩ W (recuerde que por hipótesis x ∈ W); como
ZFE ` ∀α ∈ CAR (|α| = α),
entonces |x| W0 0
= x, así que, utilizando (a), obtenemos x = |x|W ≤ |x|W ≤
x. Por lo tanto, |x|W = x y, con ayuda del teorema 5.1(c), concluimos que
x ∈ CARW .
(c) Es suficiente considerar el caso W 0 = V (¿Por qué?).
Como ZFEW , ZFE ` (x es finito ⇔ |x| < ω) y ωW = ω, entonces
∀x ∈ W ( (x es finito )W ⇔ |x|W < ω),
así que basta demostrar
∀x ∈ W (|x|W < ω ⇔ |x| < ω).
⇒ ) Es inmediato a partir de (a): |x| < |x|W < ω.
⇐ ) Por contrapositiva. Sean x ∈ W y κ = |x|W ≥ ω. Queremos
biy
demostrar que |x| ≥ ω. Tomemos f ∈ W, f : x −→ κ y supongamos que
biy
|x| < ω; entonces existen n ∈ ω y g ∈ V tales que g : n −→ x, pero en tal caso
biy
f ◦ g : n −→ κ, lo cual es absurdo, por la elección de κ. Por lo tanto, |x| ≥ ω.
(d) Es trivial pues ZFE ` ℵ0 = ω y ω es un término absoluto.
Así queda todo demostrado.
En el siguiente lema observamos el comportamiento de algunos enunciados
de LTC que involucran cardinales.
Lema 5.3. Sea W un término transitivo no vacío tal que ZFEW . Entonces:
(a) ∀κ ∈ CARDW ∀µ(µ = (κ+ )W ⇒ (cf (µ)W = µ ∧ (µ es regular)W )).
(b) Sea κ = ℵW W
α y entonces, para cualquier α ∈ OR , se cumple lo siguiente:
ℵ W
(i) (2 ) = (2 ) .
α κ W
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Teorema 5.4. Sea W un término transitivo no vacío tal que ZFEW . Sea
γ ∈ ORW tal que lím(γ).3 Entonces
(a) cf (γ) = mı́n { |z|W : z ∈ W ∧ z es no acotado en γ};
(b) ω ≤ cf (γ)W ≤ γ.
3
Por lo tanto, lím(γ)W .
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Demostración.
(a) Se procede de manera análoga a la demostración del teorema 5.2(a), con
0 0
las desigualdades |z| ≤ |z|W , para z ∈ W 0 y |z|W ≤ |z|W , z ∈ W. Además,
se utiliza la absolutez de “z es no acotado en γ”:
cf (γ) = mín{|z| : z ∈ V ∧ z es no acotado en γ}
≤ mín{ |z| : z ∈ W 0 ∧ z es no acotado en γ}
0
≤ mín{ |z|W : z ∈ W 0 ∧ z es no acotado en γ}
0
= cf (γ)W
0
≤ mín{ |z|W : z ∈ W ∧ z es no acotado en γ}
≤ mín{ |z|W : z ∈ W ∧ z es no acotado en γ}
= cf (γ)W .
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0 0 0
(b) (γ es regular )W implica (cf (γ) = γ)W , de donde cf (γ)W = γ. De
esto se sigue, mediante (a) y el teorema 5.4(b), que
0
γ = cf (γ)W ≤ cf (γ)W ≤ γ.
Por lo tanto, γ = cf (γ)W . Es decir, (γ = cf (γ))W o, de manera equivalente,
(γ es regular )W .
Así queda todo demostrado.
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Es decir, Γ es inconsistente.
Según la notación de este teorema, para Σ = Γ ∪ {σ} (donde σ es algún
enunciado de LTC) se tiene que la consistencia de Γ implica la consistencia de
Γ ∪ {σ} y, por lo tanto, que Γ 0 ¬σ siempre y cuando Γ sea consistente. Es así
como se relacionan las nociones de modelo interno y de consistencia relativa.
El siguiente corolario es de gran utilidad:
Corolario 6.3 (ZF ). Sea W un modelo interno de ZF y φ un LTC-enunciado
tal que ZF ` φW . Entonces
Con(ZF ) ⇒ Con(ZF + ϕ).
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(c) ¬ψ ≡ ¬ψ.
(d) ψ ∧ χ ≡ ψ ∧ χ.
(e) ∃xψ ≡ ∃x ∈ vj ψ (donde vj no figura en ψ).
4
De esta manera obligamos a que F (x1 , . . . , xm ) ∈ V . Este procedimiento se conoce como
el truco de Scott.
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Demostración.
(1) W es transitivo por hipótesis.
(2) Por demostrar W 6= ∅. Como ∅ ⊆ W y W es casi universal, entonces
∃y ∈ W(∅ ⊆ y). Por lo tanto, W 6= ∅.
(3) Por demostrar ZF W . Para este propósito nos serviremos del teorema 1.6.
ExW . Trivial a partir de la transitividad de W 6= ∅
ExtW . Inmediato por la transitividad de W.
FundW . Es claro, pues W 6= ∅ y es transitivo.
ParW . Sean a, b ∈ W; como {a, b} ⊆ W y W es casi universal, existe
z ∈ W con {a, b} ⊆ z, por lo que {a, b} = {x ∈ z : x = a ∨ x = b}, que
claramente pertenece a W porque W es Σ0 -cerrado. S
(Unión)W . Sea aS∈ W; por la transitividad de W tenemos que a ⊆ W.
Sea z ∈ W tal que a ⊆ z (talSz lo proporciona la casi universalidad de
W), entonces podemos escribir a = {y ∈ z : ∃x ∈ a (y ∈ x)} de donde,
por la Σ0 -cerradura de W, puesto que la fórmula que
S
define al término clase
de la derecha de la igualdad es Σ0 , tenemos que a ∈ W.
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Demostración. Ejercicio.
Teorema 6.10 (Segundo teorema del isomorfismo). Si hM1 , ∈i, hM2 , ∈i son
dos estructuras transitivas isomorfas mediante π, entonces M1 = M2 y
π = idM1 .
Demostración. Ejercicio.
Definición 6.11. Sea R una relación bien fundada en V . Mediante R-recursión
obtenemos una función πR dada por
πR (x) ≡ {πR (y) : yRx}.
(Note que en πR (x) tenemos definida una ∈-relación). La función πR es la
función colapso de R.
En seguida encontramos las propiedades más importantes de la función
colapso.
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Definición 6.12. Sea R una relación sobre un término clase A. Decimos que
A es R-transitivo si sucede lo siguiente:
∀x∀y(x ∈ A ∧ yRx ⇒ y ∈ A).
R es extensional en A si
∀x∀y((x ∈ A ∧ y ∈ A) ⇒ ({z : zRx} = {z : zRy} ⇒ x = y)).
Lema 6.13. Sea R una relación bien fundada en A. Entonces:
(i) πR : A − → πR [A] es un R-∈-homomorfismo de A sobre πR [A].
(ii) Si A es transitivo, entonces πR [A] ∈ OR o πR [A] = OR.
(iii) Si B es transitivo y τ : A −
→ B es un R-∈-isomorfismo, entonces τ = πR .
(iv) Si R es extensional, entonces πR es un R-∈-isomorfismo.
Demostración.
(i) Por definición de πR sucede πR (x) ∈ πR (y) para xRy. Así que
tenemos un R− ∈-homomorfismo que por definición es sobre. Mostraremos
que πR [A] es transitivo. Si u ∈ v ∈ πR [A], entonces existe x ∈ A con
u ∈ v = πR (x) = {πR (y) : yRx}. Por lo tanto, u ∈ πR [A].
(ii) Demostraremos
a ∈ A ⇒ π(a) ∈ OR, (**)
por R-inducción. Por hipótesis de inducción tenemos πR [â] ⊆ OR, donde
â = {y : yRa}. Si u ∈ v ∈ πR [â], entonces existe algún y con yRa tal que
v = πR (y) y por ello u ∈ πR (y) = {πR (z) : zRy}. Así que u = πR (z)
para algún z tal que zRa y, en consecuencia, u ∈ πR [â]. Por lo tanto,
πR [â] es transitivo y bien ordenado por ∈, de donde πR [â] ∈ OR. Dado
que πR (a) = πR [â], entonces πR (a) ∈ OR.
(iii) Sea a ∈ A y x ∈ τ(a). Puesto que B es transitivo, x ∈ B y por ello
existe un u ∈ A tal que τ(u) = x ∈ τ(a). Ya que τ −1 es un ∈-R-homomorfismo,
deducimos que uRa. De lo último obtenemos τ(a) ⊆ τ[â]. Si x ∈ τ[â], existe
v con vRa y x = τ(v). Pero entonces x = τ(v) ∈ τ(a). Así, τ(a) = τ[â] y τ
satisface la ecuación recursiva para πR .
(iv) πR : A −→ πR [A] es un R-∈-homomorfismo suprayectivo por (i). Para
obtener la inyectividad mostramos que
πR (a) = πR (b) ⇒ a = b
por R-inducción. Tenemos πR (a) = πR (b) ⇔ πR [â] = πR [b̂]. De la hipótesis
de inducción se deduce â = b̂, y por la extensionalidad de R obtenemos que
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7. Principios de reflexión
Los principios de reflexión son, en cierta forma, la contraparte del teorema de
Löwenheim-Skolem. Mientras que este teorema afirma que cualquier modelo
tiene un submodelo elemental más pequeño, el principio de reflexión de Lévy-
Montague proporciona, para un número finito de fórmulas de LTC, un conjunto
M que se comporta como un submodelo elemental del universo respecto a
las fórmulas dadas. Esto es, en ZFE es demostrable que dado un conjunto
finito de fórmulas de LTC ϕ1 , . . . , ϕn , existe un conjunto transitivo M tal que
M |= ϕ1 , . . . , ϕn . La idea consiste en encontrar un conjunto M tal que cada
fórmula es absoluta para M. En particular, si ϕ es un enunciado de LTC entonces
ϕM ⇔ ϕ, así que si ϕ es un axioma de ZFE tendremos ϕM . Los principios de
reflexión se dan para cualquier jerarquía acumulativa, noción que definimos en
seguida.
Definición 7.1. Una clase {Hα : α ∈ OR} es una jerarquía acumulativa si
se cumplen las siguientes condiciones:
(H1 ) [Hα ⊆ SHα+1 ⊆ Pot(Hα )] para todo α ∈ OR.
(H2 ) [Hα = ξ<α Hξ ], para todo ordinal límite α.
S
Sea H = ξ∈OR Hξ .
Como ejemplo de jerarquía acumulativa tenemos, por supuesto, la jerarquía
de von Neumann.
Lema 7.2. Si {Hα : α ∈ OR} es una jerarquía acumulativa, entonces
(i) α ≤ β ⇒ Hα ⊆ Hβ .
(ii) Hα es transitivo para todo α ∈ OR, por lo que también H es transitiva.
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Del lema 7.8 se desprende que cada conjunción finita de fórmulas, que
se satisface en el universo, se refleja a un conjunto, es decir, es válida en un
conjunto. Profundizamos este hecho en el siguiente teorema.
Teorema 7.9 (Principio de reflexión restringido).
Sea m > 0. Para cada conjunto M0 existe un supraconjunto M ⊇ M0 con
|M| = ℵ0 · |M0 | tal que
(∀~a ∈ M n )[φ[~a] ⇔ M |= φ[~a]]
para todas las fórmulas φ de complejidad ≤ m (es decir, φ contiene a lo
sumo m símbolos lógicos) en las que figuran libres a lo sumo las variables
x1 , x2 , . . . , xn .
Demostración. Ya que tratamos con un conjunto finito de fórmulas de
complejidad restringida, podemos utilizar el lema 7.8. Por ello existe un
conjunto M ⊇ M0 con |M| ≤ ℵ0 · |M0 | tal que
∃yψ(~a, y) ⇔ (∃y ∈ M)ψ(~a, y) (i)
es cierta para cada n-ada ~a de elementos de M y cada fórmula ψ(~x, y) de
complejidad ≤ m. Entonces también
φ(~a) ⇔ φ(~a)M
para toda n-ada ~a y cualesquier fórmulas φ(x1 , . . . , xn ) de complejidad ≤ m,
por inducción sobre la complejidad de φ. Esto es claro para fórmulas atómicas.
Los casos φ ≡ φ1 ∧ φ2 y φ ≡ ¬φ1 se obtienen, como es usual, de la hipótesis
de inducción. Sea φ ≡ ∃yψ(~x, y). Por (i) y la hipótesis de inducción, podemos
derivar
∃yψ(~a, y) ⇔ (∃y ∈ M)ψ(~a, y)
⇔ (∃y ∈ M)ψ(~a, y)M
⇔ (∃yψ(~a, y))M . 2
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fi (x1 , . . . , xr ) =
0 0 0
{v ∈ Vα : ψ(~x){xj /v} ∧ ∀v (v <α v ⇒ ¬ψ(~x){xj /v })},
si ϕi ≡ ∃xj ψ(~x);
∅, en otro caso.
fi (~x) contiene a lo sumo un elemento y para el caso en que ϕi ≡ ∃xj ψ para
~x ∈ Vα , se cumple lo siguiente:
∃xj ψ(~x) ⇔ ∃xj ∈ fi (~x)ψ(~x). (82)
⇒ ) Como el conjunto es cerrado respecto a subfórmulas, entonces ψ =
ϕk para alguna k < i. De la Vα -absolutez de ϕi y ϕk se sigue que
∃xj ψ(~x) ⇒ (∃xj ϕk (~x))Vα ⇒ ∃xj ∈ Vα ϕkVα (~x) ⇒ ∃xj ∈ fi (~x) ϕk (~x).
⇐ ) Es inmediato.
Definamos ahora una sucesión creciente de conjuntos como sigue:
W0 = {∅}
S S
Wm+1 = {m} ∪ Wm ∪ f0 [Wmr ] ∪ . . . ∪ fn−1 [Wmr ].
S
Por último, sea W = Wm ; claramente, W es un subconjunto numerable de
m∈ω
Vα . Con ayuda de (82) se demuestra fácilmente que cada ϕi es W-absoluta.
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Demostración.
⇒ ) Esto es inmediato pues V es transitiva.
⇐ ) Sean x ⊂ V y α = sup{rg(y) + 1 : y ∈ x}; entonces x ⊂ Vα , por lo
que x ∈ Vα+1 . Por lo tanto, x ∈ V.
Teorema 7.13 (ZF −Fund ). V es modelo de ZF .
Demostración. Nos serviremos del teorema 6.7. Así que basta probar
que V es casi universal y Σ0 -cerrado.
V es casi universal. Sea x ⊆ V. Por el lema 7.12, tenemos que x ∈ V y
claramente x ⊆ x. Por lo tanto, V es casi universal.
Demostremos que V es Σ0 -cerrado. Sean ϕ(x, ~y) una Σ0 -fórmula y a, ~y ∈
V. Entonces {x ∈ a : ϕ(x, ~y)} ⊆ a ∈ V, por lo que {x ∈ a : ϕ(x, ~y)} ∈ V.
Así que V es Σ0 -cerrado.
Observe que en sentido estricto no podíamos utilizar el teorema 6.7 pues
éste se prueba en presencia de ZF , pero como en su demostración Fund sólo
se utiliza para probar FundW , entonces podemos restringirnos a ZF − Fund.
Debido a ello, tenemos que probar Fund directamente. Para esto basta demostrar
que para cualquier término clase W, (W 6= ∅ ⇒ ∃x ∈ W (W ∩ x = ∅))V , que
es equivalente a probar que si W ∩ V 6= ∅ ⇒ ∃x ∈ W ∩ V (W ∩ x = ∅), por la
absolutez de ∩. Así que sea W tal que W ∩ V 6= ∅ y tomemos x ∈ W ∩ V de
rango mínimo, y es claro entonces que W ∩ x = ∅. Por lo tanto, FundV .
Hemos conseguido el primer modelo interno; ahora veamos más ejemplos.
7.2. Consistencia relativa de ZF − . En esta sección desarrollamos en
ZFE modelos internos de ZFE − .
Definición 7.14. Sea κ un cardinal infinito y definamos el término clase
H(κ) como H(κ) = {x : |CT (x)| < κ}. Los elementos de H(κ) son los
conjuntos hereditarios de cardinal < κ o κ-hereditarios. H(ω) es el conjunto
de conjuntos hereditariamente finitos, y H(ω1 ) es el conjunto de conjuntos
hereditariamente numerables.
Cada H(κ) es un conjunto de acuerdo con el siguiente lema.
Lema 7.15. Para cualquier κ ∈ CAR. H(κ) ⊆ Vκ .
Demostración. Sea x ∈ H(κ) . Vamos a mostrar que rg(x) < κ. Sean
t = CT (x) y S = {rg(y) : y ∈ t}. Afirmamos que S es un ordinal.
Supongamos que no y sea α el mínimo ordinal que no está en S; en tal caso se
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Demostración.
(a) Si x ∈ H(κ) , para cualquier y ∈ x se tiene CT (y) ⊆ CT (x). Por lo
tanto, x ⊆ H(κ) .
(b) Si α ∈ κ entonces CT (α) = α ⊂ κ, por lo que α ∈ H(κ); además,
es claro que α ∈ OR. Recíprocamente, si α ∈ H(κ) ∩ OR entonces
|α| = |CT (α)| < κ. Por lo tanto, α ∈ κ.
(c) Es inmediato a partir de CT ({x, y}) = {x, y} ∪ CT (x) ∪ CT (y).
S S
S
(d) Como x ⊆ CT (x), entonces CT ( x) ⊆ CT (x). En consecuencia,
x ∈ H(κ) .
(e) Resulta inmediato pues si y ⊆ x, entonces CT (y) ⊆ CT (x).
(f) Supongamos que κ es regular.
⇒ ) Es obvio.
S
⇐ ) Como CT (x) = x ∪ {CT (y) : y ∈ x}, entonces CT (x) es la unión
de menos que κ conjuntos de cardinalidad menor que κ, así que CT (x) tiene
cardinalidad menor que κ (por AE ) pues κ es regular.
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implica que CT (x) ⊆ Vα , por lo que |CT (x)| ≤ |Vα | < κ. Aquí la desigualdad
estricta se debe a que κ es fuertemente inaccesible, por lo que utilizamos el
lema 1.7.
(b) ⇒ (a). Usaremos el teorema 1.6(f). Basta ver que PotH(κ), es decir que
∀a ∈ H(κ) (Pot(a) ∩ H(κ) ) ∈ H(κ) . Pero esto es obvio, pues H(κ) = Vκ .
(a) ⇒ (c). Usando el lema 7.16(e) y CompH(κ) podemos debilitar la
condición de que se cumpla PotH(κ) a ∀x ∈ H(κ) (Pot(x) ∈ H(κ) ). Si κ
no es fuertemente inaccesible, entonces existe λ < κ tal que 2λ ≥ κ. Así que
Pot(λ) ∈ Vκ \ H(κ) . Por consiguiente, H(κ) 6|= Pot.
Si tomamos un cardinal regular κ que no sea fuertemente inaccesible (es
decir, cualquier cardinal regular conocido), podemos concluir que
Con(ZFE) ⇒ Con(ZFE− + ¬Pot).
De esta manera, el axioma de potencia es independiente de los otros axiomas
de ZFE . De hecho, tomando κ = ω1 obtenemos una afirmación más fuerte.
Corolario 7.19. Con(ZFE) ⇒ Con(ZFE− + ∀x(|x| ≤ ℵ0 )).
Demostración. Consideramos el modelo H(ω1 ) de ZFE− . Si x ∈
H(ω1 ), entonces x es numerable y cualquier función suprayectiva f : ω −→ x
pertenece a H(ω1 ). Por lo tanto, (|x| ≤ ℵ0 )H(ω1 ) .
7.3. Consistencia relativa de ZFE. Es esta sección presentamos como un
modelo interno para ZFE la clase HOD de los conjuntos hereditarios definibles
por ordinales. Obviamente, sólo trabajaremos con ZF .
Informalmente, un conjunto A es definible por ordinales si y sólo si es
definible a partir de una sucesión finita de ordinales; es decir, si y sólo si existen
α1 , . . . , αn ∈ OR y una LTC-fórmula ϕ(y, ~x) tales que
∀y (y ∈ A ⇔ ϕ(y, α1 , . . . , αn )).
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b se eligió de tal forma que sus elementos son los mínimos de los elementos de
a. Para demostrar que AE HOD , basta ver que b ∈ HOD . Como b se definió
mediante a ∈ OD , tenemos que b ∈ OD por el lema 7.22. Dado que a ∈ HOD
S S
y UniónHOD seSsigue que S a ∈ HOD, es decir, CT ({ a}) ⊆ OD . Así que de
CT (b) ⊆ CT ( a) ⊆ CT ({ a}) se concluye que CT (b) ⊆ OD . Finalmente,
como CT ({b}) = {b} ∪ CT (b), deducimos que CT ({b}) ⊆ OD, es decir,
b ∈ HOD . Por lo tanto, AE HOD .
Con ayuda del método de modelos internos logramos el siguiente corolario.
Corolario 7.26 (Gödel). Con(ZF ) ⇒ Con(ZFE).
Debemos aclarar que Gödel obtuvo el resultado mediante el modelo interno
L conocido como universo constructivo, que estudiaremos ampliamente en el
capítulo de constructibilidad.
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8. Jerarquía de Lévy
En secciones anteriores se ha establecido que para ciertas estructuras, algunas
fórmulas del lenguaje LTC son absolutas; por ejemplo, las fórmulas primitivas
de LTC son absolutas para las estructuras estándar.
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(b) Por el mismo argumento que en la parte (a), podemos suponer, sin
pérdida de generalidad, que Φ es Σ1 . Sea Φ(~v) la fórmula (∃~u)Φ0 (~u,~v), donde
Φ0 es una fórmula Σ0 . Ahora, si se supone que para algún v ∈ M, se cumple
(Φ(~v))M y para algún ~u ∈ M, (Φ0 (~u,~v))M . Luego, aplicando la parte (a) a la
fórmula anterior (que es Σ0 ), se concluye Φ0 (~u,~v). Por lo tanto, (∃~u)Φ0 (~u,~v),
es decir, Φ(~v).
(c) Como antes, supondremos que Φ es Π1 . Sea Φ(~v) la fórmula
(∀~u)Φ0 (~u,~v), donde Φ0 es Σ0 . Supongamos que Φ(~v) para algún ~v ∈ M.
En particular, se tiene que para todo ~u ∈ M se cumple Φ0 (~u,~v), y aplicando el
resultado (a) a esta fórmula, se concluye (Φ0 (~u,~v))M . De lo anterior se sigue
(∀~u ∈ M)Φ0 (~u,~v)M , que es equivalente a Φ(~v)M .
(d) Se deduce de los anteriores.
A continuación ofrecemos una lista de fórmulas Σ0 .
Teorema 8.4. Las siguientes fórmulas (escritas formalmente en LTC) son Σ0
(y por lo tanto absolutas para modelos transitivos):
(a) x = y, (b) x ∈ y,
(c) x ⊆ y, (d) y = {x},
(e) y = {x1 , x2 }, (f) y = {x1 , ..., xn },
(g) y = (x1 , x2 ), (h) y = (x1 , ..., xn ),
(i) y = (x)ni (para toda i = 1, ...n), (j) z = xS∩ y,
(k) z = xT∪ y, (l) y = x,
(m) y = x, (n) y = x \ z,
(o) y = x ∪ {x}, (p) “x es una pareja ordenada”,
(q) “x es una n-ada” (r) “x es una relación sobre y”,
(s) “x es una función”, (t) y = dom(x),
(u) y = ran(x), (v) y = x(z),
(w) y = x[z], (x) y = x|z,
(y) y = x × z, (z) y = x−1 ,
(aa) Or(x), (bb) lím(x),
(cc) sucesor(x), (dd) “x es un número natural”,
(ee) “x es una sucesión”, (ff) x : y → z,
(gg) x : y ⇔ z.
Demostración. Demostraremos el teorema para algunas de las fórmulas;
las restantes se dejan como ejercicio. Para (a) y (b), el teorema es trivial. Para
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(c), considere la fórmula (∀z ∈ x)[z ∈ y]. Para (e), considere la fórmula
(∀x ∈ y)(x = x1 ∨ x = x2 ) ∧ (x1 ∈ y ∧ x2 ∈ y).
Para (g), considere la fórmula
(∃z ∈ y)(z = {x1 }) ∧
(∃z ∈ y)(z = {x1 , x2 }) ∧ (∀z ∈ y)(z = {x1 } ∨ z = {x1 , x2 }).
Para (k), (l) y (o), las fórmulas
(∀w ∈ z)(w ∈ x ∨ w ∈ y) ∧ (x ⊆ z ∧ y ⊆ z);
(∀w ∈ x)(w ⊆ y) ∧ (∀z ∈ y)(∃w ∈ x)(z ∈ w);
(x ∈ y) ∧ (x ⊆ y) ∧ (∀w ∈ y)(w ∈ x ∨ w = x).
Para (p), la fórmula
S
(∃z ∈ w)(∃y ∈ w)(w = x ∧ x = (y, z)).
Para (r), la fórmula
(∀w ∈ x)(∃v ∈ y)(∃u ∈ y)[w = (u, v)].
Para (t), la fórmula
[[
(∀u ∈ y)(∃v ∈ x)[(u, v) ∈ x] ∧
[[ [[
(∀u ∈ x)(∀v ∈ x)[(u, v) ∈ x ⇒ u ∈ y].
Para (y), la fórmula
(∀u ∈ y)(∀v ∈ z)[(u, v) ∈ x] ∧ (∀w ∈ x)(∃u ∈ y)(∃v ∈ z)[w = (u, v)].
Por último, para (aa) y (cc) considere las fórmulas
(∀z ∈ x)(∀y ∈ z)(y ∈ x) ∧ (∀z ∈ x)(∀y ∈ x)(z = y ∨ z ∈ y ∨ y ∈ z);
OR(x) ∧ (∃y ∈ x)(∀z ∈ x)(z ∈ y ∨ z = y).
Corolario 8.5. La fórmula “x es un conjunto finito” es Σ1 .
Demostración. Observe que la relación “x es finito” se define con la
fórmula
biy
∃n∃f (Nat(n) ∧ f : x −→ n),
donde Nat(n) es la Σ0 -fórmula que define la relación de ser número natural y
biy
f :x−
→ n define la relación “f es una función biyectiva de x en n”. Luego, por
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biy
el teorema anterior, se tiene que tanto Nat(n) como f : x −
→ n son Σ0 y, por lo
tanto, la fórmula deseada es Σ0 .
El siguiente teorema ofrece varias propiedades de cerradura para los niveles
de la jerarquía de Lévy, propiedades que se usarán bastante en lo sucesivo.
Teorema 8.6. Sea T una teoría para el lenguaje de la teoría de conjuntos.
Sean Φ, Ψ fórmulas de LTC.
(1) Si Φ, Ψ son ΣT0 ; también lo son Φ ∧ Ψ, Φ ∨ Ψ, ¬Φ.
(2) Si Φ es ΣTn (ΠTn ), entonces ¬Φ es ΠTn (ΣTn ).
(3) Φ es ∆Tn si y sólo si Φ y ¬Φ son ΣTn .
(4) Si Φ, Ψ son ΣTn ; también lo son Φ ∧ Ψ, Φ ∨ Ψ, ∃xΦ, (∃x ∈ y)Φ.
(5) Si Φ, Ψ son ΠTn ; también lo son Φ ∧ Ψ, Φ ∨ Ψ, ∀xΦ, (∀x ∈ y)Φ.
(6) Si Φ, Ψ son ∆Tn ; también lo son Φ ∧ Ψ, Φ ∨ Ψ, ¬Φ.
(7) Si m < n, entonces ΣTm ∪ ΠTm ⊆ ∆Tn .
Demostración.
(1) Se sigue trivialmente.
Los siguientes incisos del teorema se demostrarán por inducción sobre
n:
(2) Suponiendo que Φ es ΣT1 , existe Φ0 (x) en Σ0 tal que
T ` Φ ⇔ ∃xΦ0 (x).
Así, T ` ¬Φ ⇔ ∀x¬Φ0 (x), donde (por el inciso 1) ¬Φ0 (x) es Σ0 . Por lo
tanto, ¬Φ es Π1 .
En general, si
T ` Φ ⇔ ∃xΦ0 (x),
con Φ0 una fórmula Πn−1 , entonces
T ` Φ ⇔ ∀x¬Φ0 (x).
Pero por hipótesis inductiva, ¬Φ0 es Σn−1 , por lo que Φ es Πn . El caso en
que Φ es Πn es totalmente análogo.
(3) Se sigue directamente del inciso anterior.
(4), (5) Sean Φ0 (z, x) y Ψ0 (u) fórmula Σ0 , tales que
T ` Φ ⇔ ∃zΦ0 (z, x),
T ` Ψ ⇔ ∃uΨ0 (u).
Así,
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De aquí que (por los Teoremas 8.4 y 8.6) la fórmula sea ΣZF
1 y, por lo tanto,
∆ZF
1 .
Dada una fórmula Φ de LTC, usaremos la siguiente notación:
(a) Φ((x)0 , ~z) para denotar la fórmula
(∃u ∈ x)(∃a ∈ u)(∃b ∈ u)[x = (a, b) ∧ Φ(a, ~z)].
(b) Φ((x)1 , ~z) para denotar la fórmula
(∃u ∈ x)(∃a ∈ u)(∃b ∈ u)[x = (a, b) ∧ Φ(b, ~z)].
(c) Φ((x)ni , ~z) para denotar la fórmula,
(En general, para una fórmula de LTC de la forma Φ(x1 , . . . , xn , ~z) se puede
definir la fórmula Φ((x)n0 , (x)n1 , . . . (x)nn−1 , ~z)).
(d) Φ(x(y), ~z) es la fórmula
Fun(x) ∧ [(∃w ∈ x)(∃u ∈ w)(∃v ∈ u)[(v 6= y) ∧ w = (y, v) ∧ Φ(v, ~z)]
∨[(∃w ∈ x)(∀u ∈ w)(∀v ∈ u)((v = y) ∧ W = (y, y) ∧ Φ(y, ~z))].
En términos de las anteriores definiciones establecemos el siguiente lema,
cuya demostración es trivial:
Lema 8.8. Si Φ(x, ~z) es una fórmula Σ0 , entonces también lo son las fórmulas
Φ((x)0 , ~z), Φ((x)1 , ~z), Φ((x)ni , ~z) y Φ(x(y), ~z).
En el siguiente teorema se supone en forma tácita la unicidad de las parejas
ordenadas, por lo que requerimos extensionalidad.
Teorema 8.9. (Contracción de cuantificadores).
Sea T una teoría para LTC tal que sus axiomas incluyan los axiomas de vacío,
extensionalidad y par. Sea n ≥ 1 y sea Φ(~z) una fórmula de LTC.
(a) Si Φ(~z) es Σn , entonces existe una fórmula Ψ(~y, ~z) que es Σ0 y tal que
T ` Φ(~z) ⇔ ∃x1 ∀x2 ∃x3 · · · − xn Ψ(y1 , . . . , yn , ~z).
(b) Si Φ(~z) es Πn , entonces existe una fórmula Ψ(~y, ~z) Σ0 tal que
T ` Φ(~z) ⇔ ∀x1 ∃x2 ∀x3 · · · − xn Ψ(y1 , . . . , yn , ~z).
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Por lo tanto,
ZF ` (∀x ∈ y)Φ ⇔ ∃u(∀x ∈ y)(∃z ∈ u)Ψ.
Pero, por hipótesis de inducción aplicada a Ψ (que es una fórmula Πn ),
(∃z ∈ u)Ψ es una fórmula ΠZF n . Luego, aplicando el teorema 8.6, se tiene
que (∀x ∈ y)(∃z ∈ u)Ψ es una fórmula ΠZF n . Por lo tanto, la fórmula
∃u(∀x ∈ y)(∃z ∈ u)Ψ es una fórmula ΣZF n+1 , lo cual implica que (∀x ∈ y)Φ es
también una fórmula ΣZF
n+1 .
Ahora suponga que Φ es Πn+1 . Por el teorema 8.6, ¬Φ es ΣZFn+1 . Aplicando
a esta fórmula el inciso anterior tenemos que (∀x ∈ y)¬Φ también es una
fórmula ΣZF ZF
n+1 . De aquí se tiene que ¬(∃x ∈ y)Φ es Σn+1 . Por último,
aplicando de nuevo el teorema, se concluye que (∃x ∈ y)Φ es una fórmula
ΠZFn+1 .
9. Ejercicios
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36. Demuestre que las fórmulas que definen a las relaciones: (d), (f), (h), (i),
(j), (m), (n), (q), (s), (u),(v), (w), (x), (z), (bb), (dd), (ee), (ff) y (gg), del
teorema 8.4 son Σ0 .
37. Demuestre que ω es ∆ZF
0 .
38. Demuestre que |X| ≤ |Y |, |X| = |Y | y α = cf(β) son ΣZF
1 .
39. Demuestre que las funciones α + β y α · β son ∆ZF
1 .
40. Demuestre que CT(x), Ar (para r < ω) y Vω son ∆ZF
1 .
41. Demuestre que las fórmulas Lím(κ), Reg(κ) e Inacc(κ) son ΠZF 1 , donde
Lím(κ), Reg(κ) e Inacc(κ) denotan las relaciones: “κ es un cardinal lı́mite”,
“κ es un cardinal regular” y “κ es un cardinal inaccesible”, respectivamente.
42. Demuestre que las siguientes formulaciones son ∆ZF
0 :
• Trans(x) ≡ “x es transitivo”.
• S(x) “el sucesor de x”.
• x “es un conjunto ordenado”.
• x “es un conjunto linealmente ordenado”.
43. Demuestre que “x es numerable” es Σ1 .
44. Demuestre que |x| ≤ |y|, |x| = |y| son Σ1 .
45. Demuestre que la suma y el producto ordinal son ∆1 .
46. Muestre que si G es una Σn -función (n ≥ 1) y F está definida por ∈-
recursión usando G, entonces F es una Σn -función.
47. Demuestre que la función rg(x) es ∆1 .
48. Decimos que un conjunto X es definible en un conjunto Y si
◦
X = {x ∈ Y : ϕ(x)}
para alguna LTC-fórmula. Suponga que no todo ordinal es definible y
muestre que “X es definible” no se puede expresar en LTC.
49. Si X ∈ OD, muestre que existe un ordinal γ tal que X es un subconjunto
definible en hVγ , ∈i. Por lo tanto, OD es la clase de todos los X definibles
en algún Vγ .
50. Pruebe que si F es una función definible en OR, entonces ran(F ) ⊆ OD.
En consecuencia, OD es la clase más grande para la que existe una
correspondencia inyectiva definible con OR.
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51. Demuestre que HOD es el modelo transitivo más grande de ZF para el que
existe una correspondencia inyectiva con OR.
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1. Lenguaje LV
En esta sección desarrollaremos, desde la teoría de conjuntos, un lenguaje
formal para la propia teoría de conjuntos. Este lenguaje permitirá expresar
ciertas nociones metaconjuntistas dentro de la teoría de conjuntos. En rigor,
lo que nos interesa es expresar la noción de “conjunto X-definible” (para
ciertos conjuntos X) en el lenguaje de la teorı́a de los conjuntos (LTC).
Metamatemáticamente, dado un conjunto X, se dice que un subconjunto Y de
X es X-definible si existen una fórmula φ(v0 , v1 , . . . , vn ) de LTC y elementos
x1 , . . . , xn de X tales que
Y = {u ∈ X|hX, ∈i |= φ[u, x1 , . . . , xn ]}.
Ası́, para lograr definir esta noción metateórica en LTC es necesario definir
relaciones tales como: “ser fórmula de LTC con parámetros en X”, “ser
satisfacible en hX, ∈i”, etc. La idea del método en cuestión es, por un lado,
construir un lenguaje análogo a LTC, de tal manera que los sı́mbolos de este
lenguaje sean a su vez conjuntos, para que nociones metateóricas como las
mencionadas correspondan a relaciones entre conjuntos. Y por otro lado,
demostrar que algunas de estas relaciones (involucradas en la definición de X-
definible) son relaciones definidas por ciertas fórmulas de la jerarquı́a de Lévy
que poseen ciertas caracterı́sticas de absolutez.
Iniciamos pues con la notación que usaremos para definir los lenguajes LX :
1. La sucesión s con dominio {0} y rango {x} se denota con hxi.
2. La sucesión s con dominio {0, 1, . . . , n − 1} y valores s(i) = xi (i =
0, . . . , n − 1) se denota con hx0 , . . . , xn−1 i.
3. Si s = hx0 , . . . , xn−1 i, r = hy0 , . . . , ym−1 i son sucesiones finitas, entonces
la concatenación de las sucesiones s, r:
hx0 , . . . , xn−1 , y0 , . . . , ym−1 i,
se denota con s_ r.
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sı́mbolos de constante que por cierto es muy grande: uno por cada conjunto.
Conforme avancemos en esta sección incluiremos, para cada conjunto X, un
sublenguaje LX de LV para el cual habrá solamente un sı́mbolo de constante
por cada elemento de X.
De la definición anterior se sigue directamente el siguiente lema, que
establece la expresabilidad en LTC de las relaciones metateóricas básicas:
Lema 1.2. Las propiedades de LV : “ser variable de LV ”, “ser sı́mbolo de
constante de LV ” y “ser fórmula primitiva de LV ”. se definen (respectiva-
mente) con las siguientes Σ0 fórmulas de LTC:
Def
1. Var(x) = [x es un par ordenado]∧[(x)0 = 2]∧[(x)1 es un número natural].
Def
2. Cte(x) = [x es un par ordenado] ∧ [(x)0 = 3].
Def
3. Prim(x) = [x es una función] ∧ [dom(x) = 5] ∧ [x(0) = 0] ∧ [x(1) =
4 ∨ x(1) = 5]
∧[Var(x(2)) ∨ Cte(x(2))] ∧ [Var(x(3)) ∨ Cte(x(3))] ∧ [x(4) = 1].
(Observe que en realidad las fórmulas del lema anterior son Σ0 .) El siguiente
paso es construir una fórmula de LTC que defina la propiedad metateórica de
“ser fórmula de LV ”. Para lograrlo, es necesario demostrar que las nociones
que intervienen en su definición son expresables en LTC y que de hecho son
absolutas para ciertas estructuras. Para conseguirlo, hace falta demostrar que las
fórmulas que definen dichas nociones están en aquellos estratos de la jerarquı́a
de Lévy que dan ciertas garantías de absolutez.
Lema 1.3. La propiedad “ser una sucesión finita” es definible por una fórmula
Σ0 de LTC (que llamaremos Sucefin(x)).
Demostración. Sea Sucefin(x) la siguiente fórmula de LTC,
[x es una sucesión] ∧ (∀u ∈ dom(x))[u es un número natural]
∧(∃v ∈ dom(x))(∀u ∈ dom(x))[u ∈ v ∨ u = v].
Claramente, esta fórmula define la propiedad mencionada. Ahora, para
demostrar que Sucefin(x) es Σ0 , observe que las subfórmulas: [x es una suce-
sión], [u es un número natural] y [u ∈ v ∨ u = v] son Σ0 y que expresiones
tales como
(∀u ∈ dom(x))Φ(u)
pueden ser reemplazadas por expresiones de la forma
(∀z ∈ x)Φ((z)0 ),
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que son Σ0 , pues por el lema 8.8.8 sabemos que si Φ(z) es Σ0 , entonces Φ((z)0 )
también lo es. Ası́, se concluye que la fórmula Sucefin(x) puede escribirse en
LTC como una fórmula Σ0 .
A continuación definimos algunas fórmulas de LTC que describen la forma
en la que se construyen las fórmulas de LV . Con ||Θ|| denotamos la longitud
(dominio) de la sucesión Θ.
Sea F∈ (θ, x, y) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ [dom(θ) = 5] ∧ [θ(0) = 0] ∧ [θ(1) = 4]
∧[θ(2) = x] ∧ [θ(3) = y] ∧ [θ(4) = 1].
Sea F= (θ, x, y) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ [dom(θ) = 5] ∧ [θ(0) = 0] ∧ [θ(1) = 5]
∧[θ(2) = x] ∧ [θ(3) = y] ∧ [θ(4) = 1].
Sea F∧ (θ, φ, ψ) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ Sucefin(φ) ∧ Sucefin(ψ)
∧[dom(θ) = dom(φ) + dom(ψ) + 3] ∧ [θ(0) = 1] ∧ [θ(1) = 6]
∧[θ(||θ||) = 1] ∧ (∀i ∈ dom(φ))[φ(i) = θ(i + 2)]
∧(∀i ∈ dom(ψ))[ψ(i) = θ(i + dom(φ) + 2)].
Sea F¬ (θ, φ) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ Sucefin(φ) ∧ [dom(θ) = dom(φ + 3)]
∧[θ(0) = 0] ∧ [θ(1) = 7] ∧ [θ(||θ||) = 1]
∧(∀i ∈ dom(φ))[φ(i) = θ(i + 2)].
Sea F∃ (θ, φ, u) la siguiente fórmula de LTC,
Sucefin(θ) ∧ Sucefin(φ) ∧ [dom(θ) = dom(φ) + 4]
∧[θ(0) = 0] ∧ [θ(1) = 8] ∧ [θ(2) = u]
∧[θ(||θ||) = 1] ∧ (∀i ∈ dom(φ))[φ(i) = θ(i + 3)].
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ZF ` Suc(u, a, n) ⇔
[(n es un número natural) ∧ ∀z[(¬Suc(z, a, n)) ∨ z = u]].
Haciendo uso del teorema 8.8.6, se sigue que la expresión a la derecha del
bicondicional es Π1 .
Ahora ya estamos listos para escribir una fórmula de LTC Fml(x) tal que
Fml(x) ⇔ x es una f órmula de LV .
Como mencionamos antes, la forma más obvia de hacer esto es a partir de
la fórmula
(∃f )Const(x, f ).
Tomémosla como la fórmula Fml(x) deseada. En el lema 1.6 se vio que
Const(x, f ) es Σ0 , por lo que la fórmula Fml(x) es Σ1 . Ahora demostraremos
que además esta fórmula es equivalente, según ZF , a una fórmula Π1 .
Lema 1.8. La fórmula Fml(x) de LTC es ∆ZF
1 .
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ZF ` ∀x∃y[y = A(x)].
De aquı́ se sigue que
ZF ` Fml(x) ⇔ Sucefin(x) ∧ ∀u∀v[Suc(u, ran(x), dom(x) + 2)
∧Suc(v, u, dom(x) + 2) ⇒ (∃f ∈ v)Const(x, f )].
Con lo que se concluye que Fml(x) es equivalente, según ZF, a una fórmula
Π1 .
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Lema 1.11.
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Demostración. Claramente,
ZF ` Lib(φ, x) ⇔ [Fml(φ) ∧ ∀z[(¬Lib(φ, z)) ∨ z = x]].
Ahora, la segunda parte de la conjunción es claramente Π1 y la primera es
equivalente a una fórmula Π1 en ZF . Por lo tanto, Lib(φ, x) es equivalente, en
ZF , a una fórmula Π1 .
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ZF ` Sust(φ0 , φ, v, t) ⇔
Fml(φ) ∧ Var(v) ∧ Const(t) ∧ ∀ψ[(¬Sust(ψ, φ, v, t)) ∨ ψ = φ0 ].
Puesto que la expresión del lado derecho del bicondicional es Π1 , queda
demostrado el lema.
Con ayuda de las fórmulas que hasta el momento hemos definido, es posible
definir (en LTC) la noción de satisfacción (verdad) para los lenguajes Lu . Esto
es, definiremos una fórmula Sat(u, φ) tal que
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Σn Πn
Lema 1.19. Dado n ≥ 1, existen fórmulas ∆ZF
1 : Fml (φ), Fml (φ),
Σn Πn
Fml (φ, u) y Fml (φ, u) tales que
FmlΣn (φ) ⇔ φ es una fórmula Σn de LV .
FmlΠn (φ) ⇔ φ es una fórmula Πn de LV .
FmlΣn (φ, u) ⇔ φ es una fórmula Σn de Lu .
FmlΠn (φ, u) ⇔ φ es una fórmula Πn de Lu .
Demostración. Sea Φ0 la fórmula que sigue del único cuantificador
acotado en la fórmula FmlΣ0 (φ). Sea FmlΣ1 (φ) la fórmula
Fml(φ) ∧ [φ(0) = 0 ∧ φ(1) = 8 ∧ Var(φ(2))] ∧ (∀i ∈ dom(φ))(i > 2 ⇒ Φ0 )
y sea FmlΠ1 (φ) la fórmula
Fml(φ) ∧ [φ(0) = 0 ∧ φ(1) = 7 ∧ φ(2) = 0 ∧ φ(3) = 8 ∧ Var(φ(4))]
∧(∀i ∈ dom(φ))(i > 2 ⇒ Φ0 ).
Claramente estas fórmulas son, al igual que FmlΣ0 (φ), ∆ZF
1 . Ası́, para cada
n se puede construir FmlΣn a partir de las anteriores.
A continuación se establece una relación entre los lenguajes L y LTC muy
importante y que se usará mucho en las siguientes secciones.
Lema 1.20. Sean Φ(~x) una fórmula Σ0 de LTC y φ(~x) su contraparte en L.
~◦
ZF ` ∀M(∀~x ∈ M)[Trans(M) ⇒ (Φ(~x) ⇔ Sat(M, φ(x)))].
Demostración. Sean Φ(~x) una fórmula Σ0 , M un conjunto transitivo y
x1 , . . . , xn ∈ M. Como Φ es Σ0 y M es transitivo, Φ es absoluta para M, es
decir,
(∀~z ∈ M)(Φ(~z) ⇔ ΦM (~z)),
en particular, para x1 , . . . , xn se tiene que (Φ(x1 , . . . , xn ) ⇔ ΦM (x1 , . . . , xn )).
Entonces logramos la equivalencia
◦ ◦
Φ(x1 , . . . , xn ) ⇔ ΦM (x1 , . . . , xn ) ⇔ Sat(M, φ(x1 , . . . , xn )),
lo que se querı́a demostrar.
Terminamos esta sección estableciendo que el conjunto Def(X) es definible
en LTC. Más adelante se demostrarán los resultados de absolutez involucrados
en la definición de este conjunto. Primero recordamos su definición metateórica:
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9. El universo construible
2. El universo construible
En esta sección llevaremos a cabo un segundo paso para establecer la con-
sistencia relativa de la hipótesis generalizada del continuo y del axioma de
elección con respecto a los axiomas de ZF . Esto es, definiremos la estructura
jerárquica L mencionada en la introducción del capı́tulo y demostraremos que
dicha estructura es modelo de los axiomas de ZF .
En primer lugar, debemos definir la jerarquı́a de los conjuntos construibles
hLα |α ∈ ORi, en forma rigurosa, haciendo uso de los conceptos definidos en
la sección anterior; en segundo lugar estableceremos las propiedades básicas
de dicha jerarquı́a. Por último demostraremos que el universo construible L,
definido en términos de la jerarquı́a construible, es un modelo interno de ZF .
Comenzamos con la definición de la jerarquı́a construible hLα |α ∈ ORi:
Definición 2.1. (Por recursión sobre α ∈ OR) jerarquı́a construible.
1. L0 = ∅,
2. Lα+1 =S
Def(Lα ),
3. Lα = γ<α Lγ para α lı́mite.
Esta jerarquı́a es una función bien definida (en el sentido de clases) de la
teorı́a de ZF . Por lo tanto, la clase L definida por
[
L= Lα
α∈OR
es una clase bien definida. A esta clase se le llama universo construible (de
Gödel).
Los elementos de L son los conjuntos construibles.
Con el siguiente lema establecemos los resultados básicos de la jerarquı́a
construible. Entre otras cosas, estas propiedades facilitarán la demostración
de que L es modelo interno de ZF . En secciones posteriores se establecerán
algunas otras propiedades interesantes de la jerarquı́a construible.
Lema 2.2. Sean α, γ y β ordinales. Los siguientes son teoremas de ZF :
1. Si γ ≤ α, entonces Lγ ⊆ Lα .
2. Lα es transitivo.
3. L es transitiva.
4. Lα ⊆ Vα .
5. L ∩ α = Lα ∩ OR = α.
6. Si α < β, entonces α, Lα ∈ Lβ .
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7. OR ⊆ L.
8. Si α ≤ ω, entonces Lα = Vα .
9. Si ω ≤ α, entonces |Lα | = |α|.
Demostración. Demostraremos 1 y 2 simultáneamente por inducción
sobre α.
1 y 2. (a) Para α = 0 el caso es trivial.
(b) Para α lı́mite, 1 es directo y 2 se sigue de la hipótesis de que Lγ es tran-
sitivo para toda γ < α, pues la unión arbitraria de conjuntos transitivos es
transitivo.
(c) Para α = β + 1, suponemos que 1 y 2 se cumplen para β. Para
demostrar que 1 se cumple para α, es suficiente con demostrar que Lβ ⊆ Lα ,
pues si γ < α entonces γ ≤ β y por la hipótesis de inducción, habremos
terminado. Sea x ∈ Lβ ; entonces, por la hipótesis de inducción para 2, se tiene
que como Lβ es transitivo, entonces x ⊆ Lβ . Luego,
x = {y ∈ Lβ |(y ∈ x)},
pero como la fórmula y ∈ x es Σ0 y como (por hipótesis de inducción) Lβ es
transitivo, el lema 1.20 implica que
◦ ◦
x = {y ∈ Lβ | |=Lβ y ∈ x}.
Ası́, se cumple que x ∈ Def(Lβ ) = Lα . Para demostrar 2 en este último
caso, sea y ∈ x ∈ Lα ; dado que
x ∈ Lα = Def(Lβ ) ⊆ Pot(Lβ ),
se deduce x ⊆ Lβ y y ∈ Lβ , luego, por 1, concluimos que y ∈ Lα .
3. Directo de 2.
4. (Por inducción sobre α).
(a) Para α = 0 se tiene que
L0 = V0 = ∅.
(b) Para α lı́mite, se cumple que
[ [
Lα = Lγ y que Vα = Vγ .
γ<α γ<α
Pero, por hipótesis de inducción, se sabe que Lγ ⊆ Vγ para toda γ < α; por lo
tanto,
Lα ⊆ Vα .
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(∀x ∈ L)(∃y ∈ L)
(ΦL (x, y, a2 , . . . , an ) ∧ (∀z ∈ L)ΦL (x, z, a2 , . . . , an ) ⇒ y = z);
debemos demostrar que dada u ∈ L, existe v ∈ L tal que
3. Operaciones de Gödel
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cl0 (M) = M,
clk+1 (M) = clk (M) ∪ F1 [clk (M) × clk (M)] ∪ · · · ∪ F10 [clk (M) × clk (M)],
S
cl(M) = k∈ω clk (M).
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Lema 3.5. Si φ(~x) es una fórmula Σ0 , entonces existe una fórmula normal
φN (~x) tal que
∀x1 . . . ∀xn [φ(~x) ⇔ φN (~x)].
Demostración. Las fórmulas de la forma x=y
˙ pueden reemplazarse con
(∀u ∈ x)(u ∈ y) ∧ (∀u ∈ y)(u ∈ x).
Las fórmulas de la forma x ∈ x se reemplazan con
(∃u ∈ x)(u ≈ x).
Por último, se debe observar que las variables que aparecen cuantificadas
en φ pueden renombrarse, de tal suerte que la variable con mayor subı́ndice sea
la que aparezca cuantificada.
A continuación definimos el concepto de G − f órmula, para luego
establecer la relación existente entre algunas fórmulas y las operaciones de
Gödel:
Definición 3.6. Una fórmula φ(x1 , . . . , xn ) G-fórmula si existe una n-opera-
ción de Gödel Fφ tal que
Fφ (a1 , . . . , an ) =
{(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ φ(x1 , . . . , xn )}.
Teorema 3.7. Si n > 0 y φ(x1 , . . . , xn ) es una fórmula Σ0 , entonces φ es una
G-fórmula.
Demostración. Haremos uso del lema 3.5 y demostraremos el resultado
para fórmulas normales.
Sea φ(x1 , . . . , xn ) una fórmula Σ0 y normal. Suponga que el teorema es
válido para todas las subfórmulas de φ.
Caso 1. φ es atómica y, por lo tanto, de la forma xi ∈ xj . Demostración
por inducción para n ≥ 2:
(a) Para n = 2, observe que {(x1 , x2 ) : (x1 ∈ a1 )∧(x2 ∈ a2 )∧(x1 ∈ x2 )} =
F5 (a1 , a2 ), y {(x1 , x2 ) : (x1 ∈ a1 ) ∧ (x2 ∈ a2 ) ∧ (x2 ∈ x1 )} = F8 (F3 (a1 , a2 )).
(b) n > 2 y j, i 6= n. Por hipótesis de inducción, existe F una G-función,
tal que {(x1 , . . . , xn−1 ) : [(x1 , . . . , xn−1 ) ∈ (a1 × · · · × an−1 )] ∧ (xi ∈ xj )} =
F(a1 , . . . , an−1 ).
De aquı́ se sigue que {(x1 , . . . , xn ) : [(x1 , . . . , xn ) ∈ (a1 × · · · × an )] ∧ (xi ∈
xj )} = F(a1 , . . . , an−1 ) × an .
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4. El axioma de constructibilidad
El axioma de constructibilidad es el enunciado que afirma que todo conjunto
es construible. En términos metateóricos, este enunciado corresponde a la
expresión: “V = L”. Sin embargo, en términos formales el axioma de
constructibilidad es el siguiente:
∀x(∃α ∈ OR)(x ∈ Lα ).
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ZF ` ∀x∃ySucf(x, y).
También del teorema de recursión se desprende que dicha y debe ser la
única con esa propiedad, de donde se concluye que
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por la fórmula
(∀x ∈ f (γ))(∃δ ∈ γ)(x ∈ f (δ)) ∧ (∀δ ∈ γ)(f (δ) ⊆ f (γ)),
es claro que se obtiene una fórmula Σ1 (esto es claro si se sustituye el
cuantificador
(∀γ ∈ dom(f ))(. . . )
por
∃w(w = dom(f )) ∧ (∀γ ∈ w)(. . . )).
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Una vez definida esta fórmula, sólo falta mostrar que para cierta clase de
modelos de ZF (que incluye a L), el universo construible es absoluto. Esto se
condensa en el siguiente lema y su respectivo corolario.
Lema 4.12. Sea M la clase de todos los modelos internos de ZF . Entonces,
para toda M en M y para todo α ∈ OR, se cumple que
[H(α, x)]M ⇒ x = Lα .
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donde
E(f, α) ⇔ Or(α) ∧ Fun(f ) ∧ (dom(f ) = α + 1) ∧ ((∅, ∅) ∈ f )
[
∧ (∀γ ≤ α)[lím(γ) ⇒ (γ, ran(f γ) ∈ f ]
∧ (∀γ < α)[(γ + 1, Def(f (γ))) ∈ f ].
Demostramos pues que la fórmula H(α, y) es absoluta para M. Observe
que
[H(α, y)]M ⇔ (∃f ∈ M)[[OR(α) ∧ Fun(f ) ∧ (dom(f ) = α + 1)
∧ ((0, 0) ∈ f )
[
∧ (∀γ ≤ α)[lím(γ) ⇒ (γ, [ ran(f γ )]M ) ∈ f ]
∧ (∀γ < α)[(γ + 1, [Def(f (γ))]M ) ∈ f ]
∧ (y, α) ∈ f ].
S
Dado que las relaciones X y ran(X) son absolutas para M (pues M es
transitivo y ambas relaciones son Σ0 ), será suficiente con demostrar que:
1) La función Def(U) es absoluta para M.
2) Para toda α ∈ M, si γ ≤ α entonces f γ ∈ M.
3) Para toda α ∈ M, si γ ≤ α entonces f (γ) ∈ M.
Para demostrar (1) recordamos la siguiente definición de Def(U) dada en
este capı́tulo:
Def(U) = cl(U ∪ {U}) ∩ Pot(U),
S
donde cl(W) = ran(G(W)) y la función G(W) está definida por recursión de
la siguiente manera:
G0 (W) = W
Gn+1 (W) = Gn (W) ∪ {Fi (x, y) : x, y ∈ Gn (W) ∧ i = 1, . . . , 10}.
A continuación, demostraremos que la relación x ∈ Def(U) es absoluta
para M, de donde concluiremos que la función Def(U) también lo es. Sean
x, U ∈ M; ası́:
x ∈ Def(U) ⇔ x ⊆ U ∧ (∃n ∈ ω)(x ∈ Gn (U ∪ {U})),
y, por lo tanto,
(x ∈ Def(U))M ⇔ x ⊆ U ∧ (∃n ∈ ω)([x ∈ Gn (U ∪ {U})]M ).
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5. Axioma de elección en L
En esta sección demostraremos que L es un modelo interno de ZF +AE , es
decir,
ZF ` AE L ,
lo que nos llevará a establecer la consistencia relativa de ZF + AE .
Para demostrar que AE L es teorema de ZF , es suficiente con demostrar
que
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Para verificar esto último, es necesario hacer uso del teorema 1.16 y del
lema 1.20. Se aplica el teorema 1.16 a la fórmula Ψi (v0 , . . . , vn ), que es la
correspondiente a ψi (v0 , . . . , vn ) en LTC, para ası́ concluir que
L
pi = {z ∈ Lγ : Φi γ (z, Lγ i , . . . , Lγ i )}.
1 k(i)
◦
x = {z ∈ Lα :|=Lα ∃p1 . . . ∃pn [ψ(z, p1 , . . . , pn )
◦ ◦ ◦ ◦
∧ ∀v[(v ∈ p1 ) ⇔ (v ∈ Lγ ∧ ψˆ1 (v, Lγ 1 , . . . , Lγ 1 , Lγ ))]
1 k(1)
∧ ......
◦ ◦ ◦ ◦
∧ ∀v[(v ∈ pn ) ⇔ (v ∈ Lγ ∧ ψˆn (v, Lγ1n , . . . , Lγk(n)
n , Lγ ))]]},
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Al igual que en los otros casos, es fácil verificar que la relación <L en
realidad bien ordena la clase L. El trabajo que se desarrolla a continuación
se centra en la investigación de la estructura lógica de este buen orden. Para
alcanzar una definición de <L en LTC, comenzamos definiendo una fórmula
que define la relación metateórica:
φ es una fórmula de L, y t es una sucesión finita de ordinales menores que
α, n = dom(t); las variables de φ son v0 , . . . , vn y
◦ ◦ ◦
x = {z ∈ Lα :|=Lα φ(z, Lt(0) , . . . , Lt(n−1) )}.
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Ahora definimos una fórmula de LTC que dice que t es la <∗ -mı́nima
sucesión de ordinales menores que α tal que N(α, x, φ, t).
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Con ayuda de este lema se puede definir un buen orden para cada Lα donde
α es un ordinal lı́mite mayor que ω:
Corolario 5.15. ZF + V = L ` AE .
Teorema 5.16. ZF ` AE L .
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◦
Ası́, existe y ∈ N tal que |=N φ(y). Puesto que N ≺ Lα , lo anterior implica
◦
|=Lα φ(y). Pero se observó que x era el único en Lα con esta propiedad, ası́
que x = y. De ahí que x ∈ N.
Corolario 6.3. Sean α un ordinal lı́mite (distinto de 0), X ⊆ Lα y M ≺ Lα
definidos en el lema 6.2. Para dicha M se cumple
|M| = máx(|X|, ω).
Demostración. Como LX tiene máx(|X|, ω) fórmulas, es válido: |M| ≤
máx(|X|, ω). Pero por otro lado, también es cierto que máx(|X|, ω) ≤ |M|.
Con ayuda de los resultados anteriores se puede establecer la esencia de la
hipótesis generalizada del continuo en L:
Lema 6.4. Suponga V = L. Sea κ un cardinal, si x es un subconjunto acotado
de Lκ (es decir, existe α < κ tal que x ⊆ Lα ), entonces x ∈ Lκ .
Demostración. Para κ ≤ ω el resultado es trivial, pues en ese caso
Lκ = Vκ . Sean κ > ω, α < κ tal que ω ≤ α y x ⊆ Lα . Si λ es un ordinal
lı́mite con κ ≤ λ y x ∈ Lλ , según el corolario anterior existe M ⊆ Lλ tal que
M ≺ Lλ , Lα ∪ {x} ⊆ M y |M| = |Lα |. Ahora, por el lema de condensación,
existe un único isomorfismo π : M ∼ = Lγ (para un único ordinal γ ≤ λ) tal que
si Y ⊆ M es transitivo, entonces π Y = id Y . Ası́, como Lα ∪ {x} es un
subconjunto transitivo de M, π(x) = x. Por lo tanto, x ∈ Lγ . Pero además
|γ| = |Lγ | = |π[M]| = |M| = |Lα | = |α| < κ,
de donde se concluye que γ < κ, y por lo tanto que x ∈ Lκ .
Teorema 6.5. ZF + V = L ` HGC .
Demostración. Sean κ un cardinal infinito y x ⊆ κ. Como κ < κ+ , el
lema anterior asegura que x ∈ Lκ+ . Ası́, Pot(κ) ⊆ Lκ+ . De aquí se concluye
que
∀κ(2κ ≤ |Lκ+ | = κ+ ).
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Suponga que
[∀~
p[∀x∃y(Φ(x, y, p ~ ) ⇒ y = z))]Lκ ,
~ ) ∧ ∀z(Φ(x, z, p
y sean p
~ , x ∈ Lκ . Si definimos
y = {v ∈ Lκ : (∃u ∈ x)ΦLκ (u, v, p
~ )},
entonces (∀u ∈ x)(∃v ∈ y)ΦLκ (u, v, p
~ )). Sólo hace falta demostrar que y ∈ Lκ ;
para lograr esto se debe observar que, al igual que en el caso anterior, y es un
subconjunto acotado de Lκ y por lo tanto (Lema 6.4) pertenece a Lκ .
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S
Demostración. Sea x ∈ M; ası́, x ∈ Lω1 = γ<ω1 Lγ , lo cual implica
que x ∈ Lγ para algún γ < ω1 . Luego, como |Lγ | ≤ |γ| + ω y Lγ es transitivo,
x es a lo sumo numerable, y existe cuando menos una función suprayectiva de
ω sobre x. Sea f la <L -mı́nima de tales funciones. Observe que f ⊆ Lβ (con
β = máx{ω, γ}) y que dicha β < ω1 . El lema 6.4 asegura que f ∈ Lω1 , y si
F (f ) es la fórmula
f es una función suprayectiva de ω sobre x,
entonces F (f ) se puede expresar en el lenguaje Lω1 mediante una fórmula Σ0 ,
cuya única constante es x0 , y además la función f (definida arriba) satisface
dicha definición. Ası́, como M ≺ Lω1 y x ∈ M, se tiene que f ∈ M. Pero,
más aún, f (n) ∈ M (para cada n ∈ ω), pues ω ⊆ M. Se concluye que
f [ω] = x ⊆ M, es decir, M es transitivo.
Lema 7.2 (V = L). Si M ≺ Lω1 , entonces M = Lα para algún α ≤ ω1 .
Demostración. El lema de condensación asegura que existen α y π únicos
tales que π : M ∼ = Lα , con α ≤ ω1 . El lema anterior asegura que con nuestras
hipótesis, M debe ser transitivo; y M ⊆ Lα , y como π es la identidad cuando
se le restringe a conjuntos transitivos, se concluye que M = Lα .
Lema 7.3 (V = L). Si κ es un cardinal mayor que ω1 y M ≺ Lκ , entonces
existe α ≤ ω1 tal que M ∩ Lω1 = α.
Demostración. Primero observe que ω1 ∈ M, pues ω1 ∈ Lκ y ω1 es
definible por la fórmula
biy biy
→ x)) ∧ ¬∃f (f : ω −
(∀x ∈ u)(∃f (f : ω − → u).
Ası́, ω1X = ω1Lκ = ω1 . De igual manera, Lω1 ∈ M, pues la fórmula
H(ω1 , x) ≡ x = Lω1 ) es absoluta para M, Lκ y el teorema 4.23 asegura que
H(ω1 , x) es absoluta para Lκ ; ası́, LM Lκ
ω1 = Lω1 = Lω1 . Deducimos
M ∩ Lω1 = {x ∈ M : (x ∈ Lω1 )M }.
Luego, si φ(~x) es una fórmula de LTC y ~x ∈ M ∩ Lω1 , entonces
φ(~x)Lω1 ⇔ (φ(~x)Lω1 )Lκ ;
además, dado que M es una subestructura elemental de Lκ , se satisface
(φ(~x)Lω1 )Lκ ⇔ (φ(~x)Lω1 )X .
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(∀α ∈ C)(X ∩ α 6= Sα ).
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puesto que
Lβ |= C ∩ α es no acotado en α.
C ∩ α es en realidad no acotado en α; esto implica, en vista de que C es cerrado
en ω1 , que α ∈ C. Por definición de la pareja (X, C), X ∩ α 6= Sα , concluimos
la contradicción:
(X ∩ α 6= Sα ) ∧ (X ∩ α = Sα ).
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Por último, dado que para cada ν < ω1 , ν < αν , concluimos que
[ [
αγ = αν ≤ αν = γ ≤ αγ .
ν<γ αν <γ
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ası́ que Lβ debe estar contenido propiamente en Lf (αν ) (pues la relación “no
numerable” es D-absoluta). Por lo tanto, β < f (αν ), y como X ∩ αν ∈ Lβ ,
entonces X ∩ αν ∈ Lf (αν ) . Puesto que X ∩ αν ∈ Pot(αν ), de la definición de
Sαν se sigue que X ∩ αν ∈ Sαν .
Teorema 7.7. El axioma de constructibilidad implica el principio ♦+ . (V =
L ⇒ ♦+ ).
Demostración. Sea f : ω1 −
→ ω1 una función definida por
f (α) = mín{γ : (α < γ), (α ∈ Lγ ), (Lγ ≺ Lω1 )}.
Definimos, para cada α < ω1 , el conjunto Sα mediante
Sα = Pot(α) ∩ Lf (α) .
En primer lugar, se debe observar que las definiciones anteriores llevan a
que estos mismos conjuntos (f y Sα , respectivamente) estén en Lω2 (pues estas
definciones pueden ser expresadas por fórmulas absolutas cuyos parámetros
claramente están en Lω2 ). Demostraremos a continuación que la sucesión
hSα : α < ω1 i es una ♦+ -sucesión.
Supongamos, por el contrario, que existe X ⊆ ω1 tal que para todo club C
de ω1 existe α ∈ C para el que no se cumple
(X ∩ α ∈ Sα ) ∧ C ∩ α ∈ Sα ).
Sea X el <L -mı́nimo conjunto con la propiedad. (Observe que el conjunto
X también puede definirse en Lω2 a partir de esta misma definición.) A
continuación definiremos, por recursión sobre ω1 , una familia de subestructuras
elementales de Lω2 :
(i) Definimos N0 como la mı́nima subestructura elemental de Lω2 .
(ii) Se define Nν+1 como la mı́nima subestructura elemental de Lω2 tal que
Nν ∪ {Nν } ⊆ Nν+1 .
S
(iii) Si δ es lı́mite Nδ = ν<δ Nν .
Al igual que en la demostración del teorema 7.6, se prueba que las
estructuras Nν son todas numerables, y, de igual manera, el lema 7.3 asegura
que para cada ν < ω1 existe αν < ω1 , con αν = Nν ∩ ω1 , y αν es el mı́nimo
ordinal numerable que no está en Nν .
Ahora, de acuerdo con el lema de condensación, para cada ν < ω1 existe
un único ordinal βν y un único isomorfismo πν : Nν ∼
= Lβν tal que
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πν (ω1 ) = αν , y πν (X) = X ∩ αν .
Sea B = {βν : ν < ω1 }. Como B es no acotado en ω1 (para cada ν < ω1 ,
se tiene que ν ≤ αν < βν ), el conjunto formado por los puntos lı́mite de B
es un club de ω1 . Llamamos C a dicho conjunto y demostramos que C es un
contraejemplo a nuestra hipótesis hecha por reducción al absurdo. Es decir,
demostraremos que
(∀α ∈ C)((X ∩ α ∈ Sα ) ∧ (C ∩ α ∈ Sα )).
Sea α ∈ C. Debido a la definición de C, existe un ordinal lı́mite γ < ω1 tal que
[
α= βν .
ν<γ
Pero además, α = αγ :
Primero observe que αν < βν (para toda ν < ω1 ), pues πν (ω1 ) = αν ∈ Lβν .
Por otro lado, observe que para cualquier ν < ω1 la definición de Lβν está dada
en términos de Nν , y dicha definición es absoluta para Lω2 . Ası́, como Nν+1 es
una subestructura elemental de Lω2 y Nν ∈ Nν+1 , el axioma de comprensión
en Lω2 asegura que βν ∈ Nν+1 y, por lo tanto, βν < αν+1 . Hemos concluido,
que para toda ν < ω1 ,
αν < βν < αν+1 .
Por lo tanto, tomando supremos para ν < γ, se concluye que
αγ ≤ α ≤ αγ .
Es decir, hemos demostrado que α = αγ .
Ahora, aplicando un argumento similar al usado en la demostración del
teorema 7.6, se puede concluir que βγ < f (α) pues dado que
|=Lf (α) α es numerable
Lβ
y que α = αγ = ω1 γ , se debe cumplir que Lf (α) contiene propiamente a Lβγ ;
en consecuencia, βγ < f (α). De α = αγ se sigue que
X ∩ α = πγ (X) ∈ Lβγ .
Debido a que βγ < Lf (α) , podemos concluir
(X ∩ α) ∈ (Lf (α) ∩ α) = Sα .
Ahora, para demostrar que C ∩ α ∈ Sα , claramente es suficiente mostrar que
{βν : ν < ω1 } ∈ Lf (α) .
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Para probarlo hacemos uso del teorema 6.8, para ası́ poder afirmar que Lf (α)
es modelo de ZF − . En vista de que Lf (α) es modelo de ZF − , se puede definir
dentro de Lf (α) una sucesión hMν : ν < γi de subestructuras elementales de
Lβν (en adelante se considera la igualdad β = βγ ) de la siguiente manera:
(i) M0 es la mı́nima subestructura elemental de Lβ ;
(ii) Mν+1 es la mı́nima subestructura elemental M de Lβ tal que Mν ∪
{Mν } ⊆ Mν+1 ;
S
(iii) si δ es lı́mite, Mδ = ν<δ Mν .
Aun dentro de Lf (α) , se puede hacer uso del lema de condensación en Lf (α)
y definir (para cada ν < γ) los isomorfismos:
π 0 : Mν ∼
ν = Lβ0 . ν
π −1
N ν
: Mν ∼
= Nν ,
πν0 ∼
: Nν = Lβ0 . ν
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es decir, que las estructuras transitivas Lβν0 y Lβν son isomorfas. Por lo tanto,
el segundo teorema del isomorfismo 6.10 asegura que
Lβν0 = Lβν
y finalmente, βν = βν0 para cada ν < γ.
8. Aplicaciones
En el capítulo 7 estudiamos el problema de Souslin principalmente en términos
de árboles. A continuación presentamos una solución en su formulación
original.
Teorema 8.1 (V=L). Existe un conjunto linalmente ordenado (Y, ≤) con las
siguientes propiedades:
(i) ≤ es un orden lineal denso sin extremos.
(ii) Y satisface la propiedad de Souslin.
(iii) (Y, ≤) no es isomorfo a R.
En lo inmediato probaremos este teorema, pero primero requerimos algunos
resultados auxiliares.
Notemos que el siguiente resultado implica el teorema 8.1 en donde con-
sideramos que todo conjunto parcialmente ordenado es un espacio topológico
con la topología del orden.
Lema 8.2 (V=L). Existe un conjunto linealmente ordenado (X, ≤) tal que
(i) ≤ es un orden lineal denso sin extremos;
(ii) todo subconjunto de X cerrado y denso en ninguna parte es numerable;
(iii) X no es separable, es decir, no tiene un subconjunto denso numerable.
Demostración del teorema 8.1 a partir del lema 8.2. Sea (X, ≤) como en
el lema 8.2 y (Y, ≤) su compleción de Dedekind. Es inmediato que Y satisface
(i) y (iii) del teorema 8.1. Supongamos que falla la condición 8.1(ii). Se sigue
que X no satisface la propiedad de Sosulin. Sea entonces {(ai , bi ) : i ∈ I} una
familia no numerable de intervalos abiertos ajenos entre sí de X. Por el principio
máximo de Hausdorff (o el lemaSde Zorn), podemos suponer que esta familia
es máxima. Hacemos K = X − i∈I (ai , bi ). K es cerrado y denso en ninguna
parte en X, pero {ai : i ∈ I} ⊆ K así que K es no numerable, lo que viola
8.2(ii). Por lo tanto, Y satisface las condiciones 8.1(i)–(iii). Suponga que no
se satisface 8.1(iv), y entonces (Y, ≤) es isomorfo a R. En consecuencia, X es
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Como (β, <∗β ) es isomorfo a Q, el lema 8.3 es adecuado para este orden.
Debemos especificar qué subconjuntos de β cerrados y densos en ninguna parte
queremos evitar. Aquí aparece la necesidad de un principio de predicción, por
lo que aprovechamos la hipótesis V = L para usar el principio ♦.
Sea {Sα : α < ω1 } una ♦-sucesión. Para definir <∗β+ω usamos 8.3 para
obtener Dβ y evitar todos los conjuntos Sα , α ≤ β que sean subconjuntos
de β cerrados y densos en ninguna parte. Una vez que hemos completado la
definición del conjunto ordenado, falta sólo probar que es el que 8.2 reclama.
Solamente debemos verificar 8.2(ii), en vista de nuestras observaciones previas.
Sea K ⊆ ω1 un subconjunto cerrado y denso en ninguna parte en (ω1 , <∗ ).
Debemos probar que K es numerable.
Queremos encontrar un ordinal numerable α para el cual K = K ∩ α. Para
ello utilizamos ♦. Escogemos un club C ⊆ ω1 adecuado y elegimos α ∈ C
para el cual K ∩ α = Sα ; ahora estamos en posición de encontrar α.
→ ω1 de tal suerte que para cada
Definamos dos funciones f, g : ω1 −
ν ∈ ω1 − K,
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→ ω1 con la propiedad
También definimos dos funciones h, k : ω1 × ω1 −
de que siempre que ν <∗ τ,
h(ν, τ), k(ν, τ) ∈ (ν, τ)∗ ;
h(ν, τ) ∈
/ K;
k(ν, τ) ∈ K siempre que K ∩ (ν, τ)∗ 6= ∅.
Sea
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Por (i) del lema 8.5 tenemos K = β (K ∩ β) = K ∩ α. Por consiguiente,
K ⊆ α. En particular, K es numerable. Con esto terminamos la prueba del
lema 8.2.
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Pero, por el lema 9.2, µ(κν ) = 0 para toda ν < λ. Como µ es fuerte, obtenemos
µ(κ) = 0, una contradicción.
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Defina E2 = E1 − ξ<λ Nξ . Puesto que µ es fuerte, µ(E2 ) > 0. Ahora, para
α ∈ E2 ,
α = sup{gξ (α) : ξ < λ} ≤ sup{γ1 : ξ < γ} ≤ γ.
Así, E2 ⊆ {α : α < γ}. Como µ(E2 ) > 0, esto contradice el lema 9.2.
Teorema 9.8. κ es inaccesible.
Demostración. Ya sabemos que κ es regular; si no fuera inaccesible, sería
sucesor, digamos κ = λ+ . Entonces
{α : α es regular} ⊆ {α : α ≤ λ},
así que por el lema 9.2 {α : α es regular} tiene medida cero, contrario al lema
9.7.
Puesto que todo cardinal inaccesible es mayor que ℵ1 , el teorema 9.8 da una
demostración de un teorema de Ulam que afirma: [HC] no existe una extensión
de la medida de Lebesgue a todos los subconjuntos de reales. De la proposición
5.12.2 se obtiene fácilmente el siguiente resultado.
Lema 9.9. Sea L un lenguaje asociado a una signatura con una cantidad a lo
más numerable de símbolos de relación, sin símbolos de constante o función.
Sea A una L-estructura, entonces existen funciones
S
f1 , f2 , . . . de A en A tales
que para cualquier conjunto X ⊆ A, si B = ∞ n=1 fn [X] y si B es la estructura
generada por B, entonces B ≺ A y X ⊆ B.
Teorema 9.10. Sean κ un cardinal inumerable que porta una medida fuerte,
L un lenguaje como en el lema 9.9 que contiene un símbolo Ũ de 1-relación y
A una L- estructura de cardinalidad no menor que κ, tal que la interpretación
U A de Ũ tiene cardinalidad menor que κ. Entonces existe una L-estructura B,
con B ≺ A tal que |B| = κ y |U B | ≤ ℵ0 .
Antes de proceder con la demostración del teorema 9.10 requerimos del
siguiente resultado. Recuerde que (κ)n representa la conjunto de n-adas
crecientes de elementos de κ
Lema 9.11. Sean κ un cardinal inumerable, µ una medida fuerte normal en κ
y f : (κ)n −
→ λ < κ. Entonces existe un conjunto D ⊆ κ de medida 1 tal que
|f [(D)n ]| ≤ ℵ0 .
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fn (x1 , . . . , xk(n) ) =
(
fn (x1 , . . . , xk(n) ), si es un elemento de U A ;
un elemento arbitrario de U A , en otro caso.
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y
_
φξ
ξ<ζ
∀ (xξ )ξ<ζ φ
y
∃ (xξ )ξ<ζ φ
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◦ ◦
Ejemplo 10.1. Considere el lenguaje Lλ+ ,κ ({cµ : µ < λ+ } ∪ {d ν : ν < λ}).
El conjunto de fórmulas
_ ◦ ◦
Γ={ ˙ d ν ) : µ < λ+ } ∪
(c µ =
ν<λ
◦ ◦
∪ ˙ cµ 0 )
{¬(cµ = : µ 6= µ0 , µ, µ0 < λ+ }
En vista del ejemplo 10.1 podemos decir que el lenguaje Lλ+ κ es (λ+ , λ+ )-
no compacto, donde un lenguaje es (ζ, η)-no compacto si existe un conjunto de
enunciados de cardinalidad ζ del lenguaje que no tiene modelo, pero cualquier
subconjunto de enunciados de cardinalidad menor que η tiene modelo.
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Entonces todo modelo de BO debe interpretar < como un buen orden. Sea
φη (x) la fórmula
^ ^ _
∃ (xν )ν<η [( (xζ < xξ )) ∧ ∀ z(z < x ⇒ (z=x
˙ ξ ))].
ξ<η ζ<ξ ξ<η
Entonces en una estructura hρ, <, . . .i, donde ρ es un ordinal, los elementos
ξ satisfacen φη (x) si y sólo si ξ = η, ya que debe tener predecesores de tipo
ordinal η.
S
Ahora suponga que λ es un cardinal singular, digamos λ = ξ<α νξ , donde
|α| < λ y |νξ | < λ. Sea P un símbolo de 1-relación, y considere el conjunto
de enunciados
_ _
Γ = {BO} ∪ { ∃ (xζ )ζ<νξ [∀ z(Pz ⇒ (z=x
˙ ζ ))]} ∪
ξ<α ζ<νξ
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A estas alturas el lector debe estar alarmado o con una sonrisa maliciosa,
pues en el capítulo 7 se definieron los cardinales débilmente compactos como
aquellos κ para los cuales se cumple κ −→ (κ)22 . Por otro lado, en esta sección
se definió un cardinal débilmente compacto de otra manera. Para bien de la
ciencia, de los autores y de este libro, ambas definiciones son equivalentes.
Recuerde que en el capítulo 7, teorema 10.4, se demuestra que un cardinal es
débilmente compacto (en el viejo sentido) si y sólo si tiene la propiedad del
árbol. A continuación mostramos que un cardinal es débilmente compacto (de
acuerdo con la nueva definición, pág. 697), si y sólo si tiene la propiedad del
árbol, lo cual asegura que todo sigue bien. Antes, y como es natural, necesitamos
definir una construcción muy especial llamada límite directo y requerimos de
un lema previo.
Un conjunto dirigido es un conjunto parcialmente ordenado (S, ≤) tal que
para cualesquier, i, j ∈ S existe una k ∈ S con i ≤ k y j ≤ k. Un sistema
dirigido es una pareja hhMi : i ∈ Si, hfij : i ≤ jii, donde hS, ≤i es un conjunto
dirigido, cada Mi es una L-estructura y cada fij : Mi − → Mj es un encaje
elemental tal que fij = fjk ◦ fij para i ≤ j ≤ k (así que cada fii es la identidad
en Mi ).
Un límite directo es una L-estructura M para la que existen encajes
elementales fi : Mi − → M, i ∈ S con fi = fj ◦ fij para i ≤ j y tal que:
para cada x en el domino de M, x ∈ ran(fi ) para alguna i ∈ S.
La siguiente proposición resalta la importancia del esta nueva noción.
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tal que
hVgaξ , ∈, R ∩ Vαξ i ≺ H(ξ, β).
Definamos H(ξ, β) ≈ H(ξ, β) ⇔ ξ < ξ y existe un isomorfismo entre las
dos estructuras que deja fijo a Vαξ y transforma β en β.
Claramente, ≈ es una relación de equivalencia y denotamos con [H(ξ, β)]
la clase de equivalencia de H(ξ, β). Los elementos de nuestro árbol T son
las clases [H(ξ, β)]. Finalmente introducimos un orden <T : [H(ξ, β)] <T
[H(ξ, β] ⇔ ξ < ξ, β ≤ β y H(ξ, β) es isomorfo a la envolvente de Skolem de
Vαξ ∪ {β} en H(ξ, β).
Con esta definición (T, <T ) se convierte en un árbol; note que Tξ =
{[H(ξ, β)] : αξ < β < κ}. En realidad se trata de un κ-árbol, lo que se
|V |
deduce de que κ es inaccesible, pues hay a lo sumo 2 αξ < κ envolventes de
Skolem (módulo isomorfismos) generados por Vαξ ∪ {x}.
Por la propiedad del árbol existe una κ-rama {[H(ξ, βξ )] : ξ < κ} en
T . Por definición de <T , siempre que ξ ≤ η < κ existe un encaje elemental
iξη : H(ξ, βξ ) −
→ H(η, βη ) que deja fijo a Vαξ e iξη (βξ ) = βη . Por construcción,
ξ ≤ η ≤ ρ < κ implica que iξρ = iηρ ◦ iξη . En consecuencia, podemos formar
el límite directo y está bien fundado pues cf (κ) > ω. El colapso de Mostowski
es entonces una extensión elemental hX, ∈, Si de hVκ , ∈, Ri. Como los βξ se
identifican con un ordinal β ∈ X con β ≥ κ, la estructura hX, ∈, Si es la que
se requiere.
11. 0#
En esta última sección del libro presentamos una serie de nociones que serán, en
cierta medida, el motivo de la parte conjuntista en el siguiente volumen. La meta
es establecer una relación entre grandes cardinales y el universo construible.
Propiamente lo que se logra es que si una cierta propiedad de grandes cardinales
(0# ) no es cierta, entonces el universo V es muy similar a L. El principio 0#
es el primer artefacto que nos expulsa de L. Su origen se encuentra en los
trabajos de Ehrenfeucht y Mostowski sobre indicernibles, y su relación con L
fue descrita por R. Jensen mediante su famoso teorema de cubierta.
Nuestro primer resultado se origina en la aplicación de propiedades de par-
tición a la obtención de indicernibles; podríamos decir que es una suerte de
generalización del teorema de Ramsey. Recuerde que la notación β − → (α)<ω δ
significa que para toda f : [β] <ω −→ δ existe H ∈ [β]α homogénea para f , es
decir, | [H]n | ≤ 1 para toda n ∈ ω.
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Es suficiente mostrar que T es consistente, y para ello basta probar que todo
subconjunto finito de T es satisfacible.
Supongamos que S ⊆ T es finito. Sean A un modelo infinito de T,
{ai : i ∈ ω} miembros distintos de A y m el número de nuevos símbolos de
constante que aparecen en las fórmulas en S; para k ≤ m definimos fk ∈ [ω]k
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mediante
fk (i1 , . . . , ik ) = {ϕ(v1 , . . . , vk ) : ϕ(cx1 , . . . , cxk ) ⇔ ϕ(cy1 , . . . , cyk ) ∈ S ∧
∧ A |= ϕ[ai1 , . . . , aik ]}.
Como S es finito, el rango de fk es finito y podemos aplicar el teorema de
Ramsey m veces para encontrar un H ∈ [ω]ω homogéneo para cada fk . Por
lo tanto, A satisface S para cualesquier m elementos de {ai : i ∈ H} como las
interpretaciones de los nuevos símbolos de constante que aparecen en S en el
orden creciente correspondiente.
Si T es una L∗ -teoría, T− denota su restricción a LTC, es decir, eliminamos
de T los enunciados ϕ que contengan algún símbolo de constante ck .
Lema 11.3. Suponga que T es una EM-teoría. Para cualquier α existe un
modelo M = M(T, α) de T− único (salvo ismomorfismos) tal que:
(a) Existe un conjunto X de ordinales de M con tipo ordinal α (respecto a
M) que constituye un conjunto de indicernibles para M. Más aún, para
cualquier LTC-fórmula ϕ(~v), ~x ∈ (X)n satisface ϕ en M exactamente
cuando ϕ(c0 , . . . , cn ) ∈ T.
(b) La envolvente de Skolem de X en M pertenece a M.
Demostración. Por definición, T tiene al menos un modelo infinito, así
que la prueba del teorema 11.2 muestra que hay un modelo que satisface (a).
Si en este modelo tomamos la envolvente de Skolem de los indicernibles
como un modelo M, éste satisface (b).
Ahora supongamos que hay dos de tales modelos M y M, con correspon-
dientes conjuntos de indicernibles X y X. Como X y X tienen tipo ordinal α,
sea h : X − → X un isomorfismo de orden. Extendemos h a un isomorfismo
entre M y M: por (b), cualquier elemento de M es de la forma t M (x1 , . . . , xn )
para algún término de Skolem t y x1 , . . . , xn ∈ X; de manera similar para M y
X. Por lo tanto, es suficiente mostrar que la función h̃ dada por
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t(c0 , . . . , cm+n ) ⇒
t(c0 , . . . , cm+n ) = t(c0 , . . . , cm−1 , cm+n+1 , . . . , cm+2n+1 ).
Por un simple razonamiento con indicernibles, la conclusión se puede
reemplazar por
t(c0 , . . . , cm+n ) = t(c0 , . . . , cm−1 , ck1 , . . . , ckn+1 )
para cualesquier k1 < · · · < kn+1 con m ≤ k; de hecho, utilizaremos (III) en
esta forma.
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Por (III),
τ = uM(T,β) (ιζ0 , . . . , ιζm−1 , ιζm+1 , . . . , ιζm+n+1 ),
que pertenece a N ya que α es un ordinal límite.
Así que para cualquier EM-teoría T que satisfaga (I)-(III) y cualquier ξ,
tiene sentido definir
ιξT = ιξT,α para algún (cualquier) ordinal límite α > ξ,
e
I T = {ιξT : ξ ∈ OR}.
Lema 11.11. Supongamos que T es una EM-teoría que satisface (I)-(III).
Entonces
(a) LιT ≺ LιT cuando ξ < ζ.
ξ ζ
(b) |Lξ | = |ξ| + ℵ0 para todo ξ.
(c) I T es una clase cerrada y no acotada de ordinales.
(d) Para todo ordinal λ > ω, ιλT = λ ∈ I T , por lo que M(T, λ) = Lλ .
(e) Si T es una EM-teoría que satisface (I)-(III), entonces T = T.
Demostración. (a) Para ordinales infinitos ξ < ζ, (a) se deduce del lema
11.10. En consecuencia, es cierto para ξ < ζ arbitrario mediante un argumento
con indicernibles, dentro de algún LιT suficientemente grande.
β
(b) Si α es un ordinal límite infinito, LιαT es elemento de la envolvente de
Skolem de {ιξT : ξ < α} de acuerdo con el lema 11.10. Por lo tanto, |ιαT | = |α|
y (b) se sigue para toda ξ.
(c) También se deduce del argumento anterior pues {ιξT : ξ < α} es cofinal
en ιαT por el lema 11.8.
(d) es una consecuencia de (b) y (c).
(e) Note que T es la teoría de hLωω , ∈, {ωn+1 : n ∈ ω}i por (d), y por lo
tanto está en T.
Si suponemos (a) y (d), L resulta la unión de la cadena elemental {Lλ : λ >
ω es un cardinal}, así que la relación de satisfacción para L se puede definir
en ZFE mediante
L |= ϕ[a1 , . . . , an ] ⇔ Lλ |= ϕ[a1 , . . . , an ]
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implica
#
Con(ZFE + ∃ κ∀ α < ω1 (κ −→ (α)<ω
2 ) + 0 no existe ).
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12. Ejercicios
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−→ V mediante
f (x1 , . . . , xn ) = fi (x1 , . . . , xn ) ⇔ Ri (x1 , . . . , xn );
entonces f es p.r.
(v) Si R(y, x1 , . . . , xn ) es p.r., también lo es
f (y, x1 , . . . , xn ) = {z ∈ y : R(z, x1 , . . . , xn )}.
(vi) Sea R(y, x1 , . . . , xn ) p.r. tal que
(∀ x1 · · · xn )(∃ !y)R(y, x1 , . . . , xn ).
Defina f mediante
(
z ∈ y tal que R(z, x1 , . . . , xn ), si existe tal z
f (y, x1 , . . . , xn ) =
∅, si no existe tal z.
Entonces f es p.r.
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9. El universo construible
(∃ z ∈ y)R(z, x1 , . . . , xn ).
S
Tm
(viii) Si R ⊆ V n son p.r. para i = 1, . . . , m, también lo son m
i=1 Ri y
i=1 Ri .
(ix) Las funciones (x)0 , (x)1 , dom(x), ran(x) son p.r.
(x) Las relaciones x = y y x ∈ y son p.r.
(d) Muestre que si f : V n − → V es p.r., existe una Σ1 -fórmula Φ de
LTC tal que
y = f (x1 , . . . , xn ) ⇔ Φ(y, x1 , . . . , xn ).
f 0 (y, x1 , . . . , xn ) = y;
f ν+1 (y, x1 , . . . , xn ) = f (f ν (y, x1 , . . . , xn ), x1 , . . . , xn );
[
f λ (y, x1 , . . . , xn ) = f ν (y, x1 , . . . , xn ), si Lím(λ);
ν<λ
Sea g la función
g(ν, y, x1 , . . . , xn ) = f ν (y, x1 , . . . , xn ).
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L
(c) Para algún η, η −→ (ω1 )<ω
2 .
35. Demuestre que Vω es un modelo de ZF − Inf .
36. Muestre que Lω = Vω .
37. Sea (Hα : α ∈ OR) una jerarquía acumulativa y suponga que para cada α,
Def (Hα ) ⊆ Hα+1 . Demuestre que
[
H= Hα
α∈OR
es un modelo de ZF .
38. Sea M un término clase transitivo. Demuestre lo siguiente:
(a) Si M |= |X| ≤ |Y |, entonces |X| ≤ |Y |.
(b) Si α ∈ M y si α es un cardinal, entonces M |= “α es un cardinal”.
39. La operación clausura transitiva CT (x) es absoluta para modelos transitivos
de ZF .
40. Si M es un modelo transitivo de ZF y es un conjunto, entonces LM = Lα ,
donde α es el mínimo ordinal que no pertenece a M.
41. En el volumen II estudiaremos con detalle la jerarquía de Jensen que a
continuación definimos: sea (Jα : α ∈ OR) una jerarquía acumulativa
definida como:
J0 = ∅
[
Jα = Jβ α un ordinal límite
β<α
Jα+1 = cl(Jα ∪ {Jα }),
donde cl es la cerradura respecto a las operaciones primitivas de Gödel.
Muestre lo siguiente:
Jα es transitivo para toda α ∈ OR.
(a) S S
(b) α∈OR Jα es un modelo de ZF (así que L ⊆ α∈OR Jα ).
La fórmula K(α) = Jα es absoluta para L, y en consecuencia L =
(c) S
α∈OR Jα .
(d) La clase C = {α : Jα = Lα } es cerrada y no acotada.
42. Si M es un modelo transitivo de ZF , entonces Vω ⊆ M, por lo que “x es
finito” es absoluto para M.
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9. El universo construible
43. S
Si {Mi : i ∈ I} es una cadena de conjuntos transitivos adecuados, entonces
i∈I Mi es transitivo y adecuado.
44. Para toda β ≥ ω, existe α ≥ β tal que |α| = |β| y Lα es adecuado.
Aun más, si κ es un cardinal regular no numerable, entonces {α < κ :
Lα es adecuado} es un club κ.
45. Sea M un modelo transitivo de ZF− . Entonces M es adecuado.
46. Si α ≥ ω y X es un conjunto construible contenido en α. Muestre que
x ∈ Lβ , donde β es el menor cardinal en L mayor que α.
47. Si X ∈ L, entonces X ∈ Lα , donde α es el menor cardinal infinito en L
mayor que |CT (X)|L .
48. Si κ es un cardinal no numerable y regular en L, entonces Lκ es un modelo
de ZF− .
49. Si κ es inaccesible en L, entonces Lκ = VκL = Vκ ∩ L y Lκ es un modelo
de ZFE +(V=L).
50. Si Lα es adecuado y X ≺ hLα , ∈i, entonces X es isomorfo a algún
Lβ , β ≤ α.
51. Si Lα es adecuado, entonces el modelo hLα , ∈i tiene funciones de Skolem
definibles. Por lo tanto, para todo X ⊆ Lα , existe un modelo M ≺ hLα , ∈i
(el más pequeño posible) tal que X ⊆ M.
52. (V=L) Si M ≺ hLω1 , ∈i, entonces M = Lα para algún α.
53. (V=L) Si M ≺ hLω2 , ∈i, entonces ω1 ∩ M = α, para algún α ≤ ω1 .
54. Demuestre que la fórmula ϕ(x) ≡ “x es numerable” es Σ1 . También
pruebe que |X| ≤ |Y | y |X| = |Y | son Σ1 .
55. Muestre que la función CT (X) es ∆1 .
56. Si G es una Σn -función (n ≥ 1) y F se define por ∈-inducción usando G,
entonces F es una Σn -función.
57. La función F (x) = rg(x) es ∆1 .
58. Sea σ un teorema de ZF y P(x) una propiedad U-absoluta para todo modelo
transitivo de Σ; entonces P(x) es Σ1 . [Sugerencia: P(x) ⇔ ∃ M(M
transitivo, x ∈ M, M |= σ ∧ P(x)].
59. Demuestre que la siguiente función es primitivo recursiva y ∆1 .
hM, Ei 7→ {(ϕ,~a) : ϕ ∈ Fml(LTC),~a ∈ M n , hM, Ei |= ϕ[~a]}.
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T0 (X) = X
Tα+1 = Def0 (Tα (X))
[
Tλ (X) = Tα (X) para lím(λ)
α<λ
[
T = Tα (X).
α∈OR
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Índice de símbolos
(X)n , 346 | · |, 74
(κ)n , 682 | σ |, 169
{a1 , . . . , an }, 31
A(u, v), 640 cl(M), 629
A, 170 [a]R , 40
A∗ , 194 cf (κ), 96
[A]κ , 150 ◦, 39
ℵ, 78 Comp, 32
ℵα , 78 a, 175, 176
ℵ0 , 78 s_ r, 604
AL , 176 AB , 35
AltT (t), 470 Φ |= ϕ, 196
Alt(T ), 470 |=L , 207
AM, 408 ConL (Φ), 214
[A]≤κ , 150 Const(φ, f ), 607
[A]<κ , 150 Con(T), 532
AP, 202, 244
c, 100
A0 L, 170
◦ (x, <), 40
a, 193 CT (x), 66
At(L), 177 Cte(x, u), 611
Aut{X} A, 268 Cte(x), 605
AutX A, 268 2, 408
AE, 33, 79 {a}, 31
V = L, 638 ∅, 31
c(X), 494
iα , 138
BF (A), 597
BO(R, A), 42 ς(α), 136
BOF (R, A), 43 Def(X), 620
Def0 (x), 720
hAα : α < κi, 283 ∆(A), 276
CAR, 76 ∆0k , 243
CARD, 76 ∆Tn , 586
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Índice de símbolos
F [z], 35
♦κ (E), 441
Fa , 364
♦∗κ (E), 456
f [u], 39
♦f , 444
f −1 [v], 39
♦1F , 452
, v
♦1F , 452
0
J, v
♦‘F , 452 Fin(S), 367
♦l , 444 κ− → (µ)ρν , 487
♦‘, 444 κ− → (λi )ni<σ , 502
♦× , 444 → (λ)<ω
0 κ− σ , 501
♦× , 444 Fml(x), 610
∗
♦ , 455 FmlΣ0 (φ), 618
♦+ , 456 FmlΣ0 (φ, u), 618
dom(·), 35 FmlΣn (φ), 619
2ℵ0 , 94 Fml(x, u), 611
d(X), 494 FmlΠn (φ), 619
Fml0 (L), 185
E(α, f ), 643
Fml(L), 177
L(~c), 232
Def Fmln (L), 185
= ,v f u, 39
xI , 40 F, 168
⇔, 28 Fun(·), 35
≡, 293 f : A −→ B, 35
⇔, 176, 178 Fund, 32, 50, 61, 109, 202
≡, 262
A∗ , 174 (גκ), 434
Ex, 31 Υ, 208
∃, 28, 176, 178
hA, Ci, 171 H(α, x), 644
(B, f [M]), 193 HA, 595
(A, M), 193 HA, 595
Ext, 31 H(a), 77
HC, 595
F= , 606 HC, 100
F∃ , 606 HCS, 435
F∈ , 606 h : A ,→ A0 , 173
F¬ , 606 HF , 595
F∧ , 606 HGC, 103
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◦
κλ , 164 x, 604
`
sup x, 41
ϕ{x/s}, 190 V 28, 176
∧,
ϕ , 179
i<n i
Sust(φ0 , φ, v, t), 613
t{x/s}, 190 Z, 596
S(X), 494 Z, 93
∗ ZF , 33
t A , 194 ZF 2 , 115
τ, 168 ZFE , 31
T∆ , 290 ZF − , 33
TEC, 31 ZF 1 , 115
Teo∆ (K), 290
Teo(K), 290
TeoL (K), 290
Teo(N), 244
{x : Φ(x)}, 34
tˆ, 470
Tm(L), 177
Trans(x), 66
♣, 452, 454
TV, 303
t W , 538
Q
S i∈I Ai /U, 363, 376, 379
a, 31
Unión, 31
∀, 28, 176
V , 34
Vα , 71
V (α, A), 597
|= ϕ, 196
kϕ(~a)k, 377
β, 186
β(vn /a), 187
Var, 189
var(ϕ), 185
vn , 176
vn , 28
var(t), 184
Var(x), 605
V, 72, 577
X(κ) , 495
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regla restricción, 38
de casos, 209 retracción, 270
de conjunción
primera, 208 símbolo
segunda, 209 de constante, 172
tercera, 209 de función, 172
de contradicción, 209 de LTC, 31
de igualdad, 209 de relación, 172
de inicio, 208 no lógico, 173
de monotonía, 209 satisfacción, 191
del cálculo de fórmulas, 191
de secuencias, 210 segmento
derivable, 267 inicial, 58, 474
segundo
derivada, 215
argumento
universal, 209
diagonal de Cantor, 97
válida, 267
semántica, 189
válida, 208, 211
signatura, 172, 174, 236, 239
reglas
finita, 265
del cálculo
sistema
de secuencias, 209
de escalas, 523
relación
definidor, 241
elementalmente definible, 269
dirigido, 699
flecha, 491, 501, 505
subárbol, 474
Πmn , 247
subestructura, 175
Σmn , 247
elemental, 305, 307, 309, 312, 389
relación, 38, 42
generada, 202, 236
antisimétrica, 43
subfórmula, 185, 266
bien
submodelo
fundada, 59, 66
elemental, 305
binaria, 43, 112
Sucefin(x), 609
de equivalencia, 43 sucesor, 88
funcional, 35 suma
reflexiva, 43 cardinal, 84
simétrica, 43 débil, 135, 137, 139, 156, 164, 166
total, 43 ordinal, 88
transitiva, 43 superestructura, 175
relación supremo, 44, 114
asimétrica, 118 sustitución, 193, 226
relativización, 529
de la cofinalidad, 562 término, 180, 182, 193, 201, 265
de cardinales, 558 Σ0 -cerrado, 566
de un término, 542 absoluto, 550, 552, 558
de una fórmula, 530 casi universal, 566
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