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ENERO - FEBRERO DE 1959

Revista Bimestral
Organo oficial del Estado Mayor del Ejército

AÑO Lll N° 288 1959

S U M A R I O
Pág.

LA DEFENSA MOVIL POR LOS


BLINDADOS Tte. Crl. Ramón Valdés M. 7

APRECIACION DE LA SITUACION Mayor Mariano Castro M .... 21

HISTORIA DEL CUERPO DE EJER-


CITO (continuación) Mayor Renato Lazo J 44

OPERACIONES BIOPOLITICAS Crl. (R) Humberto Medina P- 68

EL EJERCITO DURANTE LA ERA


DE LA PACIFICACION DE
ARAUCO (continuación) Edmundo González S. 90

UN ESTUDIO SOBRE LA PERSO-


NALIDAD DE NAPOLEON Mayor Aníbal Salvatierra L. 111

EXPERIENCIAS DE UN VIAJE A
EE. UU. DE NORTEAMERICA .... Mayor Sergio Arellano S 131

AEROLOGIA, FRONTOLOGIA Y
PREVISION DEL TIEMPO (conti-
nuación) Víctor Bravari L 146

C R O N I C A

DIA DE SANTA BARBARA 154

Imp. I. G. M. O|T. 2536-59.


"MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE"

CONSEJO CONSULTIVO

PRESIDENTE DEL CONSEJO:

Jefe del Estado Mayor del Ejército, General de Brigada


don Manuel Montt Martínez

MIEMBROS DEL CONSEJO:


Subjefe del Estado Mayor del Ejército, General de Brigada don
Alfonso Cañas Ruiz-Tagle

Jefe del Departamento de Instrucción, Coronel don Arturo


Silva Dreves

D I R E C T O R
Jefe de la Sección Historia, Biblioteca y Revistas Militares, Tte.
Coronel don Gaspar Lueje Gardeweg

REPRESENTANTE COMERCIAL

Señor Antonio Valenzuela Guzmán


S. E. el Presidente de la República.
Don JORGE ALESSANDRI RODRIGUEZ
El señor Ministro de Defensa Nacional
Don Carlos Vial Infante
LA DEFENSA MOVIL POR BLINDADOS

Tte. Crl. RAMON VALDES MARTINEZ

a) Generalidades

A defensa móvil es sin duda la mayor innovación-táctica


L desarrollada desde la época napoleónica; "entregando de-
liberadamente terreno al adversario en la batalla de
Austerlitz, Napoleón atrajo al enemigo a un terreno y a una
situación táctica desventajosa, logrando derrotarlo.
La defensa móvil ha sido ávidamente aceptada por el arma
blindada debido a que en situaciones defensivas es esta moda-
lidad la que mayor rendimiento puede desarrollar de acuerdo
con las características de movilidad, acción de choque y poder
de fuego.
8 MEMORIAL DEL EJERCITO

Concepto.
La defensa móvil se compone de dos elementos principales
que son: sistema de puntos de apoyo, que no es necesario que
se apoyen mutuamente por el fuego, lo que lo diferencia fun-
damentalmente de la defensa de una posición, y de una poderosa
fuerza móvil de choque que se empeña en destruir al adversario.
Se espera que en la mayoría de los casos que este sistema
de puntos de apoyo sea penetrado por el adversario, y esto es
deseable, ya que el esfuerzo principal o centro de gravedad de
este dispositivo reside en la fuerza de choque, la cual se emplea
después que el enemigo ha empeñado su acción completamente
y haya materializado claramente su centro de gravedad.
Expresándolo en una forma general, puede decirse que la
defensa de una posición es característica de la infantería, mien-
tras que la defensa móvil es característica del arma blindada.

b) Situaciones que justifican una defensa móvil

Todos sabemos que una división blindada ha sido creada


primariamente para acciones ofensivas; sin embargo, determi-
nadas condiciones pueden requerir su empleo en una forma
defensiva. Por ejemplo: cuando una división blindada dentro
de sus operaciones ofensivas, sea persecución, sea explotación
del éxito, puede ser obligada a detener su avance. Cuando el
Cdte. superior estima peligroso exponerla a una penetración
más profunda sin el apoyo más próximo de otras unidades o
bien, fuerzas adversarias hayan cortado sus líneas de comuni-
caciones, o bien, si la división necesita ser reabastecida, etc. En
estas circunstancias la división blindada puede ser obligada
a adoptar una temporal actitud defensiva.

c) Requisitos para la defensa móvil

Que el espacio pueda ser entregado sin resultados decisivos.

La fuerza que ejecuta la defensa móvil tiene un área para


defenderse de manera que deberá ubicar sus fuerzas defensi-
vas muy adelante del terreno o zona a defender. El objeto de
esto es seleccionar y utilizar puntos llaves del terreno en los
cuales ubicar los elementos componentes del sistema de puntos
de apoyo. Además, esto es necesario para procurar amplio
espacio de maniobra donde la fuerza móvil de choque pueda
ser empleada ventajosamente. Estableciéndose bastante ade-
lante del área a defender, la defensa móvil adquiere conside-
rable flexibilidad, procurándose así misma un espacio de elas-
ticidad para cederlo si es necesario.
LA DEFENSA MOVIL POR BLINDADOS 9

El terreno donde se organiza el sistema de puntos de


apoyo no debe ser, en consecuencia, vital, ya que el defensor
puede cederlo todo o parte de él y aún el conjunto deberá estar
en condiciones de conseguir el éxito en la defensa móvil.
Si la fuerza defensora no puede establecerse bastante ade-
lante del área a defender y debe conducir su acción a estrecha
profundidad de la zona asignada, no tiene suficiente espacio
de maniobra y ha perdido la necesaria libertad de movimiento;
por ello, en tal situación el defensor deberá detener al adver-
sario en posiciones defensivas para evitar que el adversario
se posesione del terreno a defender; en consecuencia, no existen
en estas circunstancias las condiciones necesarias para des-
arrollar la defensa móvil y habrá de emplearse el otro tipo de
defensa por falta de este requisito esencial.

La fuerza de choque es móvil y potente.


Este es un requisito extremadamente importante y esta
fuerza debe ser tan considerable cuanto pueda el Cdte. cons-
tituirla. Consiste en una dosificación predominante de tanques
y tiene la misión de atacar y destruir al adversario que ame-
nace la defensa móvil. Esta es una diferencia fundamental
que distingue a la fuerza de choque de la misión asignada a la
reserva en una defensa común y que es la de contratacar
para recuperar el borde delantero de la posición defensiva.
El concepto y empleo de la fuerza de choque, que es el rasgo
sobresaliente y distintivo de la defensa móvil, no debe, pues,
ser confundido jamás con el del contrataque que ejecuta una
reserva.
En consecuencia, recalco la diferencia que existe entre la
defensa normal y la defensa móvil, diferencia que fluye cla-
ramente del empleo de la fuerza de choque y que convierte a
la defensa móvil en una defensa, más que activa, en una de-
fensa atacante y agresiva que viene a resultar en la práctica
un ataque disfrazado por una verdadera emboscada, aprove-
chando la acción defensiva del sistema de puntos de apoyo
para atraer al adversario, hacerlo empeñarse decisivamente
y definir su centro de gravedad para atacarlo en el momento
y lugar más conveniente, para lograr su destrucción; esto es
característica de un verdadero ataque y jamás fue la finalidad
de ninguna acción defensiva.
Las condiciones deben permitir el rápido desplazamiento de
la fuerza de choque.
El ataque de la fuerza de choque es la acción más fuerte
y decisiva de la defensa móvil, si el movimiento de esta fuerza
es dificultado por el terreno, por el tiempo atmosférico o por
10 MEMORIAL DEL EJERCITO

la situación táctica, el éxito será dudoso o bien fallará. La


fuerza de choque debe tener suficiente libertad de maniobra
y movimiento de tal modo que pueda tomar al adversario de
sorpresa y golpearlo con la velocidad del rayo en un lugar y
a una hora inesperada. El Cdte. que elige una zona para con-
ducir su defensa móvil, deberá asegurarse de que no es sola-
mente un buen terreno defensivo para sus puntos de apoyo lo
que necesita, sino que dentro del área exista terreno apropiado
para el ataque de su fuerza de choque.

El Cdte. de una defensa móvil necesita considerable libertad


de acción.
La defensa móvil debe ser ejecutada, por definición, con
extrema flexibilidad. El Cdte. que conduce una defensa móvil
no tiene reservas en todos los escalones para detener al ad-
versario en cualquier parte a lo largo de su frente, sino que
posee solamente un mínimo de fuerzas con las cuales deberá
cumplir su misión. Distribuyendo y maniobrando sus fuerzas
podrá utilizarlas para reforzar, bloquear, amarrar al adver-
sario o ceder de acuerdo con lo que la situación indique. Es
esencial, pues, para el cumplimiento de la misión, que el Cdte.
de una defensa móvil tenga flexibilidad y pueda utilizarla
solamente cuando tiene completa libertad de acción. Debe ser
capaz de maniobrar con sus puntos de apoyo y empeñar sus
fuerzas de choque sin restricciones impuestas por medios na-
turales o artificiales.
Las acciones del sistema de puntos de apoyo deberán capaci-
tar a la fuerza de choque para obtener la superioridad
relativa sobre el atacante.
El sistema de puntos de apoyo, en cumplimiento de su
misión de demorar, detener, repeler o canalizar el ataque ad-
versario, lo situará de manera que facilite y favorezca el ata-
que de la fuerza de choque. Por medio de sus acciones forzará
al adversario a una situación tal que proporcione a la fuerza
de choque ventajas sobre el enemigo. Lo más deseable para
el sistema de puntos de apoyo es que logre canalizar el avance
del ataque enemigo, sin embargo, puede, al detener o repeler
este ataque, obligarlo a sobrepasar ciertos puntos fuertes cau-
sando una dispersión de sus fuerzas de manera que la fuerza
de choque obtenga la superioridad relativa con su masa.
Comentario.
Es indudable que las unidades blindadas, en especial la
división, son sumamente efectivas y poderosas para desarrollar
LA DEFENSA MOVIL POR BLINDADOS 11

una acción netamente defensiva, sin embargo y de acuerda


con las características básicas del arma, está en mucho mejores
condiciones para explotar ventajosamente estas característi-
cas cuando se utiliza en la defensa móvil, para la cual está
idealmente capacitada; la defensa móvil constituye, a su vez,
una acción idealmente concebida para las unidades blindadas.
No nos vamos a extender en detalles sobre la forma de
montar y conducir una defensa móvil en los escalones de la
división blindada, en atención a que son unidades inaplicables
entre nosotros, en cambio vamos a explicar la esencia misma
de los elementos constitutivos de una defensa móvil.

d) Sistema de puntos de apoyo. (croquis 1)


El sistema de puntos de apoyo es uno de los dos elementos
principales de la defensa móvil, el otro es la fuerza de choque..
Una de las más importantes decisiones que un Cdte. debe
tomar al organizar la defensa móvil es la dosificación de las
fuerzas a emplear en el sistema de puntos de apoyo y cuanta
retener para su fuerza de choque. El balance es delicado por
cuanto mientras más se refuerce el sistema de puntos de apoyo
tanto más se debilitará la fuerza de choque, que es la más im-
portante y debe ser la más fuerte.
12 MEMORIAL DEL EJERCITO

Como una regla general puede establecerse que el sistema


de puntos de apoyo debe ser organizado o establecido por in-
fantería blindada reforzada con tanques y la fuerza de choque
por tanques reforzados con infantería.
Puede ocurrir que sea necesario encomendar a tanques
reforzados con infantería la misión de ocupar una parte del
sistema de puntos de apoyo.
El Cdte. que conduce una defensa móvil organizará su
sistema de puntos de apoyo de tal manera que ayude de todas
las maneras posibles para el empleo planificado de la fuerza
de choque.
Un factor que debe considerarse en la ubicación de los
puntos de apoyo dentro del sistema, es la selección y ubicación
del área de ataque para la fuerza de choque. Es altamente
conveniente que las ubicaciones iniciales de ciertos puntos de
apoyo puedan cambiarse después que los planes de ataque para
la fuerza de choque hayan sido definidos.
Al organizar el sistema de puntos de apoyo, el Cdte. de
la defensa móvil deberá considerar varios factores: frente
por cubrir, caminos de aproximación del enemigo dentro de su
área, puntos llaves disponibles para su ocupación, existencias
de obstáculos naturales, fuerza y composición del adversario,
tácticas del adversario, fuerza propia, tiempo disponible para
organizar sus puntos de apoyo, apoyo disponible de ingenieros,
tiempo atmosférico, naturaleza del terreno, etc.

Puntos de apoyo. (Croquis 2)


Cada punto de apoyo tiene la misión de detener, retardar,
repeler o ayudar a canalizar al atacante.
En la doctrina norteamericana los puntos de apoyo están
constituidos normalmente por una compañía reforzada. El
terreno será casi siempre el factor determinante para la dis-
tribución de los pelotones integrantes de una compañía dentro
de cada punto de apoyo. Una compañía debe ser capaz de or-
ganizarse completa en un solo punto del terreno o bien la
compañía ocupar con sus pelotones accidentes separados del
terreno. De esta manera una compañía podrá tener a su cargo
un sector con tres organizaciones, de sus diversos pelotones,
o bien dos organizaciones: una con un pelotón y otra con la
masa de la compañía. Sin importar la forma cómo los pelotones
están desplegados dentro de un punto de apoyo, es indispen-
sable establecer que ellos sí que deben estar apoyados mutua-
mente por el fuego, lo que no significa que deban necesaria-
mente tener acción de fuego sobre todo el frente del pelotón
vecino. En consecuencia, se establece que los pelotones entre
sí no podrán estar separados por más de 700 metros que es la
distancia de fuego efectivo rasante de las ametralladoras.
LA DEFENSA MOVIL POR BLINDADOS 13

En el caso excepcional que una compañía de tanques deba


organizar un punto de apoyo, cada pelotón de tanques deberá
apoyarse mutuamente por el fuego, luego no podrá estar más
lejos de 1.800 a 2.000 metros.
El área de cada punto de apoyo debe ser organizada tan
completamente como el tiempo, el armamento y el material lo
permitan. El personal y las armas deberán estar en abrigos;
minas y alambradas deberán organizarse; si es necesario, los
campos de tiro deberán ser despejados y las posiciones de-
berán mejorarse tanto como el tiempo y la actividad del ad-
versario lo permitan.

Aunque la misión de los puntos de apoyo no es el de man-


tenerse a toda costa, en la conducción de la defensa móvil puede
ser necesario que determinados puntos mantengan un espe-
cífico lugar del terreno y por ello pueden ser sobrepasados por
el adversario o aún rodeados. Todos los puntos de apoyo de-
fenderán sus posiciones con lo mejor de su esfuerzo y habi-
lidad combativa utilizando todos los medios posibles, sin em-
bargo, si así lo ordenara el Cdte. de la defensa móvil, los puntos
de apoyo se moverán a posiciones de cambio (suplementarias)
de manera de bloquear una fuerza enemiga en un área especí-
fica o para reforzar otro punto de apoyo.
El máximo de flexibilidad se obtiene en la defensa móvil
moviendo los puntos de apoyo, de acuerdo con el plan del Cdte.
de ella, a posiciones de cambio o bien para reforzar otros
14 MEMORIAL DEL EJERCITO

puntos de apoyo que están manteniendo un terreno vital para


el plan de la defensa móvil. En cualquiera de estos casos, los
puntos de apoyo se moverán exclusivamente por orden del
Cdte. de la defensa.
Como cada punta de apoyo debe mantener su posición
hasta que se le ordene otra cosa, el Cdte. de él debe organizar
la defensa de su punto tan fuertemente como le sea posible.
Cuando a algún punto de apoyo se le asigna una posición
de cambio, deberá reconocer tanto la nueva posición como la
ruta o las rutas que lo conducen a ella y preparar la ocupación
de la posición de cambio de tal forma que se facilite un rápido
y coordinado movimiento a dicha posición; de esta manera el
Cdte. de la defensa móvil podrá realizar el ideal de ella que
exige gran flexibilidad y rapidez de ejecución; esta es otra
poderosa razón que confirma que el arma blindada es la que
se encuentra en mejores condiciones, por no decir la única,
para ejecutar la defensa móvil.

Aunque el Cdte. de una compañía no tiene autoridad para


mover su punto sin la orden o la aprobación del Cdte. de la
defensa, tiene sin embargo gran flexibilidad para conducir
su defensa dentro de su zona o perímetro, ya que puede mover
sus elementos dentro de su sector a posiciones dé cambio.
LA DEFENSA MOVIL POR BLINDADOS 15

Puestos de observación. (Croquis 3).

Los puestos de observación, que forman parte del sistema


de puntos de apoyo, tienen la misión de observar e informar
las actividades del adversario y ajustar o reglar los fuegos de
apoyo. Los puestos de observación son establecidos por los
puntos de apoyo y responsables ante el Cdte. de la unidad que
los envía. Estos puestos de observación pueden establecerse
por el comandante del punto de apoyo, por los Cdtes. de pe-
lotones integrantes o por ambos.
La ubicación de los puestos de observación se buscará
sobre aquel terreno que facilite su misión y puede ser: delante
del punto de apoyo, entre los puntos de apoyo, detrás de los
puntos de apoyo o dentro de ellos; la exigencia es que estén
en donde mejor puedan observar. Es evidente que normalmente
estarán ubicados lo suficientemente adelante para comunicar
con oportunidad el avance del adversario y demorarlo por me-
dio del fuego de apoyo que ellos mismos ajustan. Una distan-
cia normal es la constituida por 2.000 metros, más o menos,
delante de los puntos de apoyo.

Cada puesto de observación debe poseer varios medios


de comunicaciones, ya que su información es vital y si los otros
medios fallan el puesto de observación debe estar preparado
para enviar, rápidamente un mensajero.
Es deseable que todos ios puestos de observación estén
unidos dentro de una red de comunicaciones de manera que
16 MEMORIAL DEL EJERCITO

las informaciones que ellas transmiten sean recibidas, no sola-


mente por el Cdte. del punto de apoyo, sino también por cada
uno de los Cdtes. de pelotón integrantes, simultáneamente.
Los puestos de observación permanecerán adelante tanto
tiempo como sea posible para ayudar al punto de apoyo antes
de ser retirados por el Cdte. que los estableció.
En la noche los puestos de observación se instalarán donde
mejor puedan detectar las actividades del adversario, sea en
el mismo lugar que ocuparon en el día o más adelante o más
atrás, etc.
Los puestos de observación consistirán normalmente en
un mínimo de dos hombres y normalmente de tres, sin em-
bargo, el Cdte. que los envía puede aumentar esta fuerza en
lo que estime necesario.
Seguridad.
Cada punto de apoyo y cada unidad integrante de él
establecerá su seguridad inmediata como lo estime necesario
de acuerdo con su situación y los medios, a fin de evitar sor-
presas; esta seguridad se organizará prescindiendo de todo
esquema. Cada punto de apoyo mantendrá contacto con los
puntos de apoyo adyacentes en la forma que lo establezca el
Cdte. de la defensa.
Será normal que entre los puntos de apoyo exista una
considerable distancia, ya sea lateral o en profundidad; por
ello, y para disminuir la posibilidad de infiltración del adver-
sario, el contacto entre los puntos de apoyo debe mantenerse
durante el día y en terreno abierto bastará con el contacto
visual, durante la noche o en terreno accidentado puede con-
sistir en patrullas de enlace que pueden ir montadas o des-
montadas, dependiendo naturalmente de la situación y del te-
rreno. Si fuerzas enemigas lograran infiltrarse entre los pun-
tos de apoyo, deberán ser destruidas sin tardanza para evitar
que se organicen en el terreno, y quien disponga las fuerzas
que deben realizar esta tarea, será el Cdte. de la defensa.

e) Fuerza de choque. (Croquis 4)


La misión de la fuerza de choque consiste en destruir al
enemigo que ataca y se constituirá por una fuerte fuerza
móvil a base de tanques.
La fuerza de choque se empeñará para atacar al adver-
sario delante del sistema de puntos de apoyo, dentro de este
sistema o detrás de él. La decisión sobre el momento para em-
plear la fuerza de choque es de extrema importancia, el éxito
o el fracaso de toda la defensa móvil puede radicar en esta
decisión. La fuerza de choque se empeñará para obtener la
LA DEFENSA MOVIL POR BLINDADOS 17

destrucción de la parte más importante de la fuerza adversa-


ria en el momento más oportuno que asegure el éxito.
Es altamente conveniente para la fuerza de choque atacar
al enemigo delante del sistema de puntos de apoyo mientras
se está aprestando para el ataque, lo cual tiene la indudable
defensas, sorprendiéndolo e incidiendo este ataque en el tiempo
ventaja de arrebatarle la iniciativa antes que ataque nuestras
y lugar que dé a nuestras fuerzas de choque una decidida ven-
taja táctica. Para asegurar el éxito de esta maniobra debe
conocerse la composición, fuerza y ubicación del enemigo, lo
que será posible solamente por una precisa información pro-
porcionada por la exploración aérea y terrestre y por la infor-
mación obtenida en el campo de batalla.

Para amarrar al adversario y atacarlo delante del sis-


tema de puntos de apoyo se requiere un Cdte. agresivo y des-
pierto, que tenga un completo control de la situación y que esté
dispuesto a correr el riesgo calculado para lograr la destruc-
ción del adversario.
El Cdte. que ejecuta una defensa móvil instruirá al Cdte.
de la fuerza de choque para preparar planes de ataque para
M. del E. 2
18 MEMORIAL DEL EJERCITO

el empleo de esta fuerza. En cada caso le indicará su concepto


y especificará áreas para este efecto, entonces el Cdte. de la
fuerza de choque podrá preparar sus planes de detalle que
deberán ser finalmente aprobados por el Cdte. de la defensa.
Estos planes incluirán todos los elementos de control como
son las posiciones de ataque, las líneas de partida, objetivos,
etc., en resumen, igual para cualquier ataque.
Después de la aprobación de los planes, éstos deben ser
ensayados cuidadosamente. Es lógico que la acción adversaria
pueda desbaratar o impedir la ejecución de los planes de ata-
que tal como ellos hayan sido preparados o ensayados, es por
eso que los Cdtes. de todos los escalones deben poseer la capa-
cidad y flexibilidad de reacción para ajustarse a las circuns-
tancias y asegurar el éxito de la fuerza de choque cualquiera
que sea el curso de acción que siga el enemigo.
Al planificar el o los ataques de la fuerza de choque, el
Cdte. de ella tratará siempre de aplastar al adversario contra
un obstáculo en uno de sus flancos, obstáculo que bien puede
ser natural o bien artificial como campos minados, obstáculos
antitanques u otro punto de apoyo. Si el ataque se realiza de
esta manera, sus efectos serán terriblemente destructores y el
éxito decisivo.
En la acción de la fuerza de choque es extremadamente
importante establecer claramente el comando y las relaciones
de mando y al ejecutarse el ataque el Cdte. de la fuerza de apoyo
asume el mando desde el área de su línea de partida para
el ataque hasta su objetivo incluyéndose cualquier otro ele-
mento como aquellos puntos de apoyo que puedan contribuir
o afectar directamente al éxito del ataque.

f) Conducción de la defensa móvil (croquis 5)

Bastante adelante del sistema de puntos de apoyo la aproxi-


mación del enemigo es advertida por los puestos de observa-
ción establecidos por los puntos de apoyo. Estos puestos de
observación informan inmediatamente la aproximación del
enemigo a su respectivo punto de apoyo, información recibida
simultáneamente por todos los elementos integrantes del punto
de apoyo y transmitida al Cdte. inmediatamente superior. Pos-
teriormente los puestos de observación pedirán y ajustarán el
fuego artillero y otros fuegos de apoyo.
A medida que el enemigo continúa su avance y va siendo
necesario, los puestos de observación se retiran sin perder el
contacto visual para permitir que los fuegos de apoyo conti-
núen cayendo sobre el adversario. De ninguna manera se tra-
barán en combate.
A medida que el enemigo penetra dentro del alcance de
las diversas armas del sistema de puntos de apoyo, ellas se
LA DEFENSA MOVIL POR BLINDADOS 19

emplearán al máximo alcance efectivo a fin de causarle bajas


y obligarlo a desplegarse demorando su avance.
Es de vital importancia durante toda la ejecución de la
defensa móvil la transmisión inmediata y precisa de toda la
información pertinente al adversario y a los propios medios,
porque el Cdte. de la defensa deberá basar, necesariamente,
sus decisiones para la conducción de la acción en la informa-
ción que reciba de sus elementos subordinados. En este sentido,
cuanto se diga es poco para recalcar la velocidad con que se
desplazan las acciones de las unidades blindadas, lo que hace
absolutamente indispensable la velocidad y precisión de las
informaciones para que las reacciones de la defensa móvil sean
adecuadamente veloces y acertadas.

Si el enemigo es rechazado por el sistema de puntos de


apoyo, puede ser forzado, al tratar de desviarse de esta re-
sistencia, a un terreno menos favorable para él y más favo-
rable para nuestra fuerza de choque, en esta forma habrá sido
canalizado por nuestro sistema de puntos de apoyo. En esta
circunstancia el Cdte. de la defensa móvil puede decidir mover
aquellos puntos de apoyo no comprometidos en acción a posi-
ciones de cambio, previamente asignadas, para amarrar al
enemigo y entregarlo a la fuerza de choque.
20 MEMORIAL DEL EJERCITO

Cuando el Cdte. de la defensa móvil toma su decisión de


dónde y cuándo atacar al adversario que avanza, ordena al
Cdte. de la fuerza de choque que ejecute el plan de ataque
apropiado a las circunstancias y modificado, si es necesario,
de acuerdo a la situación del momento. '
Con o sin modificaciones del plan de ataque original, la
fuerza de choque ataca, choca y destruye a la fuerza enemiga
por medio de un normal combate ofensivo.
Después de destruir al enemigo, el Cdte. de la defensa
puede restaurar su dispositivo defensivo o bien puede decidir
reorganizar su defensa sobre un terreno favorable más ade-
lante o más atrás o bien continuar su operación de acuerdo
con las órdenes del escalón superior.
g) Comentario final
Con lo expuesto deseo acentuar la afirmación de que la
defensa móvil es intrínsicamente una modalidad perfectamente
diferente de la defensa y tiene más características de ataque,
por cuanto su finalidad única es la destrucción del adversario.
El propósito y los procedimientos de la fuerza de ataque
son totalmente diferentes de las acciones de una reserva en el
contrataque y es por ello que en la actual doctrina americana
y su terminología militar, no se habla o se llama contrataque
a esta ación sino ataque y a la fuerza que lo ejecuta se la
denomina fuerza de choque y no reserva, a fin de alejar toda
duda o confusión a estos respectos.
APEECIACION DE LA SITUACION
DEFINICION DE LA MISION Y CONCEPTO DEL
COMANDANTE
Mayor (salvadoreño) MARIANO
CASTRO MORAN
Ex alumno y Profesor de Táctica
de la Academia de Guerra de Chile.

L general alemán Lothar Rendulic, en su obra "Luchas,


E Victorias y Derrotas", al referirse a la apreciación de
la situación, dice lo siguiente:
"Las muchas situaciones de combate que quedaron para
siempre grabadas en mi memoria, desfilan ante mi visión ante-
rior, casi siempre, sin cohesión y sucediéndose rápidamente;
sin embargo, los pensamientos hallaron puntos en que se detu-
vieron durante algún tiempo. Eran los períodos, a veces cor-
tos, a veces más largos, en los que maduraban las resoluciones
y los momentos en que se tomaron. En la resolución se expre-
sa la voluntad y la intención de un comandante. La resolución
determina el punto de partida de toda acción y su objetivo.
Su conversión en luchas requiere siempre nuevas resoluciones.
De este modo, la resolución se halla en el centro de la conduc-
ción y constituye también su parte más.difícil. Cuando toma-
ba resoluciones por las que debía luchar en el fuero interno,
con frecuencia recordaba las palabras de Napoleón: No hay
capacidad más difícil, pero a la vez más valiosa, que la de
poderse resolver.
"El primer requisito para la formación de resoluciones,
es la apreciación de la situación o de una parte de ella. La
resolución, según sea la seguridad de los elementos de juicio
22 MEMORIAL DEL EJERCITO

obtenidos, su alcance y la dificultad de la propia situación, es


siempre el resultado de una lucha más o menos intensa en lo
íntimo del comandante. Es natural que en los pensamientos
sobre los acontecimientos del pasado, las resoluciones y su
proceso de formación, aparecieran con especial insistencia en
mi memoria".
La apreciación de la situación es un proceso mental que
tiene por objeto analizar, por medio de reflexiones sencillas
lógicas y concretadas a lo esencial, la influencia que ejercen
en las operaciones, los factores básicos que configuran una
situación.
El Art. 103 del R. I. C. 1., dice que "la apreciación de la
situación consiste en un ordenado y lógico examen de los fac-
tores que afectan el cumplimiento de la misión y conduce a
la resolución más conveniente. Es un proceso continuado. Un
cambio en la situación impone, por lo general, una nueva re-
solución, lo cual puede ocurrir en cualquier momento."
Los factores básicos en toda apreciación son:
—misión y situación. Estos factores de ninguna manera
deberán ser analizados aisladamente, sino que, por el contra-
rio, cada uno debe considerarse en función del otro.
Todo comandante al recibir una misión, procederá a su
análisis y deducción del significado que ella tiene, en particu-
lar de la tarea por cumplir y señala sus puntos de vista gene-
rales sobre ella.
Estos puntos de vista constituyen el "concepto del coman-
dante" sobre la misión y situación y comprende la forma en
que, a su juicio, habrá de cumplirse la misión o el propósito
(Art. 10 del R. I. C. 3).
Podemos definir este "concepto del comandante" diciendo
que es la expresión de un amplio curso de acción, que el Cdte.
estima como más apropiado para cumplir la misión o tarea
encomendada.
Es el producto de una breve apreciación y se realiza pi-
diendo antecedentes (no opiniones) a los jefes de Deptos.
fundamentalmente de las tropas propias y adversarias y efec-
tuando análisis por la carta.
Se basa en las primeras reflexiones que le merece la mi-
sión recibida y la situación que vive su unidad, además de los
antecedentes de que disponga (muchas veces limitado). Por
esta razón, normalmente, este concepto no podrá ser completo,
profundo ni detallado.
Materializa la responsabilidad del Cdte.; en consecuencia,
siempre debe existir.
El concepto del Cdte., es la primera fase de la gestación
de la resolución, y, por consiguiente, la primera oportunidad
en qué el Cdte. toma contacto con su C. G. para orientarlo
sobre la misión recibida y encomendada a la unidad, y e x p r e -
APRECIACION DE LA SITUACION 23

sarle su idea general sobre la forma en que podría cumplirse.


Previo a esta reunión, el Cdte. deberá realizar un breve
análisis de la situación que vive su unidad, para formarse una
idea general sobre la forma como ve el cumplimiento do la
misión, dentro de un aspecto relativamente amplio. Para rea-
lizar este análisis puede, si lo estima necesario, pedir antece-
dentes de la siluación a su C. G. El fruto de este análisis ge-
neral, será el concepto del comandante.
Es fundamental que el Cdte., antes de iniciar este trabajo
exclusivamente personal (ya que materializa la responsabili-
dad del Cdte:), necesite tener en claro la misión misma que
ha recibido, es decir, necesita puntualizar claramente todos
los antecedentes que dan forma y precisión a ella, tales como:
—Tarea.
—Objetivo (s).
—Límites de tiempo.
—Límites de espacio.
—Intención superior.
Estos antecedentes es posible que estén consignados en
la misión, en su texto mismo, lo que simplificaría el trabajo;
o bien, puede ser necesario deducirlos o extraerlos de otras
partes del documento en que se imparte la misión (orden de
operaciones, directiva, etc.) o, incluso, de la situación general
que se vive. En cualquier caso, es necesario definir la misión
en forma clara, completándola en su texto original con todos
los antecedentes que es posible disponer en el momento en
que el Cdte. realiza este análisis inicial; (es decir, que conten-
ga las interrogantes de la acción, excepto el "como").
En este estudio se deberá establecer también el orden de
prioridad de los objetivos, cuando la misión exija la obtención
o cumplimiento de más de uno (Ejemplos: cortar las comu-
nicaciones y atacar espaldas; proteger un flanco y cooperar a
la contraofensiva; etc.). Normalmente, estos objetivos tienen
una sucesión lógica; pero, en todo caso, debe haber una auto-
ridad que se pronuncie sobre el orden en que deben ser obte-
nidos, y esta autoridad no puede ser otra que el propio co-
mandante.
Del estudio de la misión, también puede surgir la necesi-
dad o conveniencia que la unidad cumpla previamente una
tarea intermediaria, mediante la cual se facilite, o bien sea una
condición indespensable, para dar satisfacción a la misión
(Ejemplo: una unidad que deba proteger el flanco de otra y
se encuentra a 30 kms. de la zona en que pueda hacerlo, resul-
tará indispensable, realizar previamente una marcha. Si a una
unidad se le ha fijado la conquista de un objetivo durante el
ataque y el Cdte. estima que previo a esto conviene la conquis-
24 MEMORIAL DEL EJERCITO

ta de otro objetivo, que facilitará la obtención del impuesto por


la misión, etc.).
El hecho de que el Cdte. establezca la conveniencia o ne-
cesidad de realizar una tarea intermediaria, tiene como reper-
cución para el trabajo del C. G., en una apreciación táctica
que se abocará al estudio o análisis, de la forma de dar satis-
facción a esta tarea intermediaria, antes que a la principal,
pero siempre dirigida o con la intención de facilitarla.
En resumen, el análisis o estudio de la misión, compren-
dería :
1.— Misión.
A.—Definición de la Misión
1.—Texto completo de la misión (límite de tiempo, de
espacio, intención superior, objetivos, tarea).
2.—Orden de prioridad de los objetivos.
3.—Tarea intermediaria.
Es indispensable que en esta primera fase de la gesta-
ción de la resolución, la misión quede claramente definida,
porque es el primer y básico elemento de coordinación en el
trabajo del C. G. y quien está en mejores condiciones de rea-
lizarlo es el propio comandante. De otra manera, cada Depto.
del (C. G. podría interpretarla según sus propias convenien
cias o ideas, con los resultados fáciles de comprender. Si el
Cdte. desea delegar este estudio en su J. E. M. o en algún
jefe de Depto. (E. 1), es asunto absolutamente personal y
que puede llegar a producirse en casos especiales y justifica-
dos.
Veamos a continuación cómo debe realizarse esta breve
apreciación de la situación, mediante la cual el Gdte. estará
en condiciones de emitir su concepto:
1.—Texto completo de la Misión.
Fin primer lugar, el Cdte. pide antecedentes, no opiniones,
a los jefes de Deptos., fundamentalmente sobre las propias
tropas y el adversario. Luego realiza, sólo o acompañado por
el J. E. M., un breve análisis por la carta, tendiente a abocarse
al estudio de la misión encomendada por el escalón superior,
con el objeto de definir claramente su contenido.
Esta misión, como lo vimos anteriormente, es la primera
parte o aspecto que debe contener el concepto del Cdte. y
"constituye el primer elemento generador de la resolución; fija
un objetivo por alcanzar que el encargado de obtenerlo, no debe
perder jamás de vista". (Art., 105 del R. I. C. 1).
APRECIACION DE LA SITUACION 25

Lo anterior nos indica que la misión constituye la base


y el punto de partida de la apreciación de la situación, es de-
cir, que ésta debe elaborarse considerando en primer término
a la misión y analizando que prescribe y cómo puede ser cum-
plida (siempre que la situación permita determinar esto últi-
mo) . En tal sentido, no debe quedar la mínima duda de la
misión encomendada, la cual debe ser tenida muy especialmen-
te en cuenta.
Esto no significa que debe empezarse por repetir cuál es
la misión, lo que constituye un error muy común sino que debe
analizarse, tomando en cuenta las siguientes interrogantes
(mal llamadas coordenadas de la acción) : quién, qué, cuándo,
cómo, dónde, para qué y objetivo o tarea, las cuales determinan
una mayor o menor definición en la misión.

Veámoslas en detalle:

QUIEN: Es la Unidad (propios medios) que debe cum-


plir la misión. Siempre debe existir en ésta.
QUE: Procedimiento que se adoptará, el cual no siempre
existe en la misión. Si está indicado en ella (el procedimiento),
la misión es ejecutiva. Ejemplo: Con el Dest. Ll. 26, proteja
defensivamente el flanco norte y la espalda de la X. D. E.
CUANDO: Límite de tiempo, inicial y de término, para
el cumplimiento de la misión. Siempre deberá existir en ésta,
o en el texto de la tarea, por lo menos, uno de dichos límites.
Ejemplo: Con el Dest. Ll. 26, proteja defensivamente el flanco
norte y espalda de la X. D. E. hasta el 26. X. 958.
COMO: Forma de ejecutar la misión o de obtener el obje-
tivo (idea de maniobra). Normalmente no existirá en la mi-
sión, ya que es la razón de ser de la apreciación.
DONDE: Límite de espacio. Significa la zona o direccio-
nes en que deberá ejecutarse la misión. Algunas veces, no apa-
recerá en la misión; por lo tanto, deberá deducirse. Ejemplo:
Con el Dest. Ll. 26, proteja defensivamente el flanco norte y
la espalda de la X. D. E. hasta el 26. X. 958., en la zona ge-
neral: A, B, C, D.
OBJETIVO o TAREA: Es el imperativo o razón de ser
de la misión; por lo tanto, siempre debe aparecer en ella.
Ejemplo: Con el Dest. Ll. 26, proteja defensivamente el flanco
norte y la espalda.
PARA QUE: Intención del escalón superior. Es conve-
niente que exista en la misión encomendada, como un medio
de orientar al Cdte. de la unidad encargada de cumplirla, en
el papel que desempeña en el conjunto, lo cual es fundamental
si consideramos que, por circunstancias especiales dicho Cdte.
puede verse obligado a efectuar un cambio de misión, por su
26 MEMORIAL DEL EJERCITO

propia iniciativa. Ejemplo: Con el Dest. Ll. 26 proteja defen-


sivamente el flanco norte y la espalda de la X. D. E. hasta
el 26. X. 958., en la zona general A, B, C, y D, a fin de fadH-
tar la concentración de nuevas fuerzas que permitan el paso
a, una contraofensiva, a partir del 30. X. 958.
Al analizar la misión, desde el punto de vista de estas in-
terrogantes, surgirán algunos vacíos, probablemente en cuan-
to a límites de tiempo o espacio (cuándo, dónde), o en cuanto
a procedimiento (qué) si la misión es resolutiva.
Si la misión es ejecutiva. Ejemplo: Con el Dest. Ll. 12
cierre defensivamente la cuesta "M" hasta el 3. XI. 958., en la
zona general: desde C a B, a fin de asegurar las operaciones
del ler. C: E. en dirección general X, Z, K,. . . En este caso;
sólo falta el cómo, o sea, la forma de ejecutar dicha misión.
Si la misión es resolutiva. Ejemplo: Con el Dest. Ll. 12
cierre la cuesta "M" hasta el 3. XI. 958., a fin de asegurar las
operaciones del ler. C. E. en dirección general X, Z, K. . . .
En este caso faltan:
QUE: Procedimiento.
DONDE: Límite de espacio mínimo y máximo (desde
dónde y hasta dónde).
CÓMO: Ejecución.
CUANDO: Límite inical de tiempo (desde cuándo).
Al término de este análisis, el Cdte. deberá dejar bien es-
tablecidas las diferentes partes que componen el texto de la
misión, o sea, la definición clara de su contenido, concretando:
—Límites de tiempo (desde cuándo y hasta cuándo)
—Límites de espacio (desde dónde y hasta dónde)
—Procedimiento (qué), cuando la situación que se vive
y los antecedentes que posee el Cdte., le permiten pronunciarse
sobre este particular.
Normalmente, la forma de ejecutar la misión (cómo), no
la podrá determinar el Cdte. en su concepto, ya que requiere
un estudio detallado, cuya realización estará a cargo del C. G.
Estudiemos un ejemplo:
I.—Misión (Texto original) : con el Dest. Ll. 20 cierre la
cuesta A y proteja el flanco sur de la X. D. E., hasta el 07.
Dic. 958.
A.—Definición de la Misión
1.—Texto completo de la misión.
Esta misión contiene:
—Unidad que debe actuar: Des. Ll. 20 (Quién)
—Objetivos: cerrar cuesta A y proteger el flanco sur de
la X. D. E.
APRECIACION DE LA SITUACION 27

—Límite de tiempo: sólo se refiere hasta cuándo: 07.


Dic, 958 (Cuándo).
En consecuencia, para que esté completa, falta:
—Límite de espacio: o sea dónde deberá cumplirse la
misión, o en otras palabras, cuál es el espacio en que
puede dársele cumplimiento. (Dónde).
—Límite de tiempo: en cuanto a la iniciación del cumpli-
miento de la misión, o sea, cuándo se debe estar como
mínimo en su cumplimiento. (Cuándo).
—Intención superior: es decir, cuál es la finalidad o para
qué se ha dispuesto esta misión a la unidad. (Para qué).
—La forma de cumplirla: será este trabajo del C. G.
(Cómo).
De dónde se obtienen los antecedentes que le faltan :
De los datos que se consideren en el mismo documento en
que se dió la misión (O!Op., directiva, etc.). el Cdte. puede
resolver y satisfacer las interrogantes o antecedentes que le
faltan a su misión; o bien deducirlas en base a las informa-
ciones que le proporcione su C. G.
Una vez realizado este trabajo, la misión en su texto com-
pleto quedaría:
1.—Texto completo de la misión:
Con el Dest. Ll. 20 cierre la cuesta A y proteja el flatici
S de la X. D. E., a partir del 04. Dic. 958., desde la línea
general B, C, D, y sin ceder al N. de la línea general E-F-G.
hasta el 07. Dic. 958., con el fin de asegurar la retirada de la
X. D. E. a la zona H. I. J. K. (O sea, están contempladas
todas las interrogantes, excepto el Cómo, que será fruto del
trabajo de la unidad (C. G.) que recibe la misión).
En resumen, el análisis de la misión para completar su
texto, no es otra cosa que la incorporación a ella de todos los
antecedentes que es posible obtener en la situación, para orien-
tar, definir, encuadrar y facilitar el trabajo del O. G.
Son tan numerosas y variadas las situaciones que se pue-
den presentar, que no existe una forma común de realizar esta
breve apreciación, o primeras reflexiones, para que el Cdte.
pueda expresar su concepto:
Habrá situaciones que imponen como primera exigencia
de la apreciación, fijar la misión, debido a que ésta se encuen-
tra comprendida en la propia actividad que desarrolla la uni-
dad de trabajo, y por este motivo, no se expresa. Esto sucede
28 MEMORIAL DEL EJERCITO

cuando dicha unidad se desempeña como vanguardia o reta-


guardia. Ejemplo:
El Dest. Ll. 17, recibe del Cdte. de la VIL D. E., una or-
den para la marcha. En ella se indica, entre otros aspectos,
que el Dest. se constituirá como vanguardia de la VIL D. E.,
no señalándosele expresamente su misión, por cuanto está den-
tro de las funciones que indica el Art. 364 del R. I. C. 1, que
textualmente dice:
"La vanguardia garantiza el movimiento de avance del
grueso, evitando sorpresas desde el frente, venciendo débiles
resistencias, (exploración enemiga si la propia unidad de ex-
ploración no ha sido capaz de vencerla, tropas adelantadas,
posiciones adelantadas, puestos avanzados, vanguardias o reta-
guardias enemigas, etc.), eliminando los obstáculos de la mar-
cha y en caso de encuentro con fuerzas superiores, dándole
tiempo y espacio para el alistamiento para el combate, sin com-
prometer la libertad de resolución del Cdte. de las tropas".
Como vemos, es una misión bastante amplia y que difícil-
mente puede cumplirse en todos sus aspectos al mismo tiempo.
Al iniciarse la apreciación, debe fijarse esa misión, en
especial, a aquellas partes que tienen relación con la situación
planteada.
Téngase en cuenta que lo que deberá hacerse en este ejem-
plo, no es una repetición de la misión, por cuanto ella no figura
en la situación.
Otro caso:
Cuando en la situación planteada figura la misión de la
unidad de trabajo, pero también se indica la intención que lle-
va el Cdte. de la misma para cumplirla.
Debemos entender por intención, el propósito o aspira-
ción que tiene un Cdte. al realizar una actitud, un procedi-
miento de combate o cualquier maniobra.
La intención que persigue un Cdte., puede ser aniquilar
a un enemigo en una zona determinada.
Un ataque puede realizarse con la intención de rechazar
al adversario al otro lado de un curso de agua. También es
intención la que tiene un Cdte. cuando con su unidad realiza
una marcha para alcanzar una zona determinada, para desde
allí, iniciar el cumplimiento de la misión. O alcanzar dicha
zona para aprestarse para atacar o para defenderse, o, sim-
plemente, para reposar. Por eso, cuando se marcha, se hace
con una intención. (Ver ejemplo N° 1, en anexo).

2.—Orden de prioridad de los objetivos.

Habrá casos en que la característica de la misión recibi-


da impone un análisis de ella, más profundo.
APRECIACION DE LA SITUACION 29

Se presentarán estos casos, normalmente, cuando la uni-


dad de trabajo actúe independientemente y reciba una misión
que tiene dos o tres objetivos que deberán cumplirse en forma
sucesiva.
En este caso, el análisis de la misión deberá realizarse
para determinar cuál de ellos es el más importante, o sea, seña-
lar un orden de prioridad. El objetivo más importante regirá
la actividad de combate de la unidad.
Además de lo indicado anteriormente, deberá hacerse
otro análisis, para determinar hasta cuándo debe cumplirse
el primer objetivo y cuándo se iniciará el cumplimiento del
segundo.
De no proceder así, se corre el grave riesgo de preparar-
se para el cumplimiento del primer objetivo y no adoptar,
oportunamente, todas las medidas necesarias para estar en las
mejores condiciones de cumplir el segundo objetivo.
Puede presentarse también el caso, que la obtención del
primer objetivo haya sido sobrepasada por los acontecimien-
tos y debe procederse directamente a la obtención del segundo.
Ejemplo de una misión con más de un objetivo por cum-
plir:
Proteja el flanco y coopere a la decisión de la Div., evi-
tando que rojos se retiren en dirección A, B, C.
Hay tres objetivos:
—Proteger el flanco.
—Cooperar a la decisión.
—Cortar retirada.
Estos objetivos, seguramente, están relacionados o ligados
unos con otros; pero, según sea la situación, el Cdte. deberá
establecer un orden de prioridad para lograrlos. Este orden
estará acondicionado a:
—Importancia táctica de los objetivos entre ellos.
—Influencia de unos sobre otros.
—Influencia que tengan sobre la acción de conjunto.
—Secuencia o ligamento lógico entre ellos.
Otro ejemplo:
Conquiste las alturas en . . . manténgalas hasta el
a fin de distraer fuerzas del adversario en esa dirección.
Tres objetivos:
—Conquistar una zona.
—Mantenerla.
—Distraer fuerzas.
30 MEMORIAL DEL EJERCITO

Estudiemos varios casos en que los objetivos pueden


cumplirse sucesivamente: (Ver ejemplos N°s 2, 3 y 4, en
anexo).
En el ejemplo de la página 26, la misión contiene dos ob-
jetivos :
—Cerrar la cuesta A; y
—Proteger el flanco S. de la X. D. E.
Es necesario que de acuerdo con la situación, el coman-
dante determine cuál es el orden de prioridad que en su cum-
plimiento tendrán estos objetivos, porque en el caso de que no
sea posible cumplirlos simultáneamente, es necesario resol-
verlos separadamente y en un orden de prioridad que conduzca
con mayor efectividad al cumplimiento integral de la misión.
En este ejemplo se podría indicar en el N° 2 lo siguiente:
2.—Orden de prioridad de los objetivos.
1°—Cerrar la cuesta A.
2°—Proteger el flanco S. de la X. D. E.
Esto significa que el C. G. trabajará en su apreciación,
fundamentalmente dirigida a la obtención del primer objetivo,
sin perder de vista el segundo.
3.—Tareas intermediarias.
Cuando la obtención del objetivo impuesto por la misión,
implique el logro previo o simultáneo de otro objetivo que no
figure en la misión, dará origen a una tarea, intermediaria.
Ejemplo: El Dest. Ll. 3, tiene como objetivo señalado por
la misión, cerrar una cuesta que ya está ocupada por un ad-
versario inferior. Para darle cumplimiento a dicho objetivo,
el Dest., tiene previamente que:
1°—Conquistar la cuesta.
2°—Ocuparla y mantenerla.
En la situación planteada en el ejemplo N° 1, en anexo,
el Cdte. del Dest. Ll. 13, para cumplir con el objetivo que le
señala la misión (proteger el flanco N. de la II. D. E.), y se-
gún la intención del Cdte. tiene que destruir o, por lo menos,
rechazar al Bat. rojo, para posteriormente organizarse defen-
sivamente en el margen O. del curso de agua. La destrucción
o rechazo del Bat. rojo, constituye una tarea intermediaria.
En el mismo ejemplo de la página 26, si nosotros supone-
mos que el Dest. Ll. 20 se encontrara a 30 kms. de la zona
APRECIACION DE LA SITUACION 31

mínima (límite de espacio) en que debe cerrar la cuesta A ne-


cesariamente surge una táctica intermediaria, o sea, realizar
previamente un desplazamiento. En consecuencia, el punto 3
quedaría:
3.—Tarea intermediaria.—Realizar previamente una
marcha desde la zona en que me encuentro hasta la línea mí-
nima.

Situaciones que imponen un cambio de misión por propia


iniciativa.
Habrá situaciones en que el Cdte., desde el comienzo de
la apreciación que hace para emitir su concepto, se verá obli-
gado a cambiar de misión por propia iniciativa, debido a que los
acontecimientos han sobrepasado las posibilidades de cumplir
con la misión original.
Estos casos constituyen, lógicamente, la excepción y se
producirán, normalmente, cuando la unidad de trabajo actúe
independientemente y la situación se presente en forma tal
que el comandante de dicha unidad haya perdido, transitoria-
mente, la comunicación con el Cdo. superior que le ha impuesto
la misión.
También puede presentarse esta circunstancia, aunque
exista dicha comunicación, cuando el Cdte. de la unidad de tra-
bajo deba tomar una resolución de inmediato y establecer el
contacto con el Cdo. superior, le demande un tiempo tal que
el adversario pueda aprovecharlo en su favor, para tomar con-
tramedidas. (Ver ejemplos N°s 5 y 6, en anexo).

B.—Concepto del Comandante

Una vez definida la misión, el Cdte. estará en condiciones


de continuar su análisis, para formarse el concepto de la acción
u operación.
Este concepto podemos definirlo diciendo que es la idea
general sobre la forma en que puede dársele cumplimiento a
la misión encomendada, y se materializa formulando el proce-
dimiento de combate o la actitud que se estima como más con-
veniente para llevar a cabo el imperativo de la misión. En
otras palabras, es la expresión de un amplio "curso de acción",
que el Cdte. estima como más apropiado para cumplir con
la tarea que se le ha impuesto.
Este procedimiento o actitud que se enuncia en el con-
cepto del Cdte., por lo general, no comprenderá aspectos de
ejecución, ya que esto será el resultado del trabajo del Cuartel
General (apreciación de la situación por los diferentes depar-
tamentos) .
32 MEMORIAL DEL EJERCITO

Según sean los antecedentes de que disponga el Cdte. para


hacer su análisis y de acuerdo con la magnitud de la situación
que se viva, el concepto del Cdte. puede tener los siguientes
alcances:
1°—Puede constituir una Resolución definitiva.
En este caso, el proceso de gestación de la resolución se
detiene en esta fase, y se procederá,de inmediato a la elabora-
ción de los documentos ejecutivos. Esto sucederá, normalmen-
te, en las actividades de la conducción, o sea, durante el des-
arrollo de la acción; por ejemplo cuando la unidad de trabajo
se encuentra en la ejecución del combate que la lleva al cum-
plimiento de la misión y se le presenta un nuevo problema por
resolver. Si dicha unidad de trabajo se encuentra en esta si-
tuación, quiere decir que el Cdte. de la misma ha efectuado
una apreciación previa para fijar la mejor forma de cumplir
la misión encomendada y ha adoptado una resolución, que es,
precisamente, la que está en ejecución. Por lo tanto, el análi-
sis no deberá hacerse para precisar qué prescribe la misión
y cómo puede ser cumplida, sino que determinar si su cumpli-
miento es posible aún con la resolución tomada anteriormen-
te, si deben tomarse otras medidas, o si la situación que se
vive aconseja cambiar dicha resolución. (Ver ejemplos N°s 7
y 8, en anexo).

2"—Puede llegar a formular o exponer un procedimiento o ac-


titud táctica definitiva (sin detalles de ejecución).
En tal caso,- el Cuartel General trabajará en su aprecia-
ción de situación respectiva. La forma de ejecutar dicho proce-
dimiento y los cursos de acción estarán dirigidos a este as-
pecto. Sucederá lo anterior, cuando la misión, situación y an-
tecedentes, permitan al Cdte. pronunciarse por una actitud,
con seguridad sobre ella. Además existen objetivos que invo-
lucran el procedimiento (ejemplos: conquistar una zona; re-
chazar o amarrar a un adversario, no puede realizarse sino
mediante un procedimiento ofensivo).

3°—Puede no llegar a pronunciarse sobre un procedimiento


determinado, dejando libertad para que su C. G. estudie y pro-
ponga el mejor.
Será éste el caso cuando el Cdte. no disponga de antece-
tes muy completos, o bien, necesite un análisis más detallado;
y, por consiguiente, sería prematuro adoptar un pronuncia-
miento definitivo. En tal caso, el C. G. realizará su aprecia-
APRECIACION DE LA SITUACION 33

ción, consultando en los cursos de acción, todos los procedimien-


tos o actividades tácticas que puedan dar solución a la misión
encomendada.

C.—Otros aspectos que sea necesario destacar o requisitos


especiales que convenga dejar establecidos para el trabajo de
los Departamentos.

El Cdte., al efectuar la reunión de sus jefes de Deptos. y


asesores, para emitir su concepto, puede agregar a lo expresa-
do anteriormente, algunas recomendaciones, advertencias u
otros aspectos, tendientes a cimentar mejor su idea o encauzar
el trabajo del C. G. hacia un alineamiento común en todos los
Deptos., respecto a detalles que pueden tener influencia en la
resolución final. (Ejemplo: condiciones previas que requeriría
la adopción de otro procedimiento que el pensado, requisitos
especiales que debe reunir determinada ejecución de un pro-
cedimiento).
En consecuencia, el esquema final de los aspectos que se-
rían analizados por el Cdte. para exponer en esta reunión su
concepto —el cual constituye la primera fase en la gestación de
la resolución— sería:

/.—Misión.

A.—Definición de la misión.

1.—Texto completo de la misión.


2.—Orden de prioridad de la objetivos.
3.—Tarea intermediaria.
B.—Concepto del comandante.
C.—Otros aspectos.

II.—Continuación del esquema de la apreciación de la Sit.

Enunciado el concepto del Cdte., el Cuartel General está en


condiciones de realizar sus particulares apreciaciones (apre-
ciación de los Deptos.), para posteriormente hacer sus propo-
siciones al Cdte. No es necesario que los Deptos. realicen una
nueva apreciación sobre la misión, sino que deberán conside-
rar el concepto del comandante.

M. del E. 3
34 MEMORIAL DEL EJERCITO

A N E X O
EJEMPLO N° 1.
El Dest. Ll. 13, tiene la misión de proteger el flanco norte
de la II. D. E. y marcha en dos columnas con la intención de
alcanzar la margen O. del curso de agua, para organizarse de-
fensivamente en ella. A una hora determinada (0800 hrs.), el
Cdte. del Dest. recibe una información en la cual se le indica
que un adversario apreciado en un Batallón, ha iniciado el
franqueo del curso de agua (ver gráfico 1).
Como se puede observar, la situación ha variado, ya que
no es la misma cuando adoptó la resolución de marchar con la
intención de alcanzar el curso de agua.
En este caso, el Cdte. del Dest. deberá analizar si la mi-
sión es aún posible de cumplir desde el lugar que pensaba al-
canzar, de acuerdo con la intención que tenía.
Seguramente, y dada la relación de fuerza, el Cdte. deter-
minará que es factible lograr el propósito de alcanzar el curso
de agua, mediante un ataque contra el adversario apreciado
en un Bat.
APRECIACION DE LA SITUACION 35

Si, en cambio, las fuerzas adversarias que han iniciado el


franqueó del curso de agua, han sido estimadas en dos Regtos.
con Art., la intención del Cdte. del Dest. Ll. 13, no es realiza-
ble y, por lo tanto, la misión habrá de cumplirse en otra zona.
El análisis irá encaminado, entonces, a fijar dicha zona.
Cabe hacer resaltar, que en caso planteado, hay que con-
siderar la existencia de dos elementos: misión e intención.
La primera (proteger el flanco norte de la II. D. E.), es
el imperativo impuesto por el escalón superior, que no puede
modificarse y debe ser cumplido en la mejor forma. En cam-
bio, la segunda (alcanzar la margen O. del curso de agua
para organizarse defensivamente en ella), es el propósito del
Cdte. del Dest. y puede suprimirse cuando se determine que
no es ventajoso llevarlo a cabo. En otras palabras, no debe pro-
curarse cumplir en cualquier forma y a toda costa, la ínter-
ción, olvidándose de la misión.

EJEMPLO N° 2.

La III. D. E. avanza en una columna para atacar a un


adversario que lo hace en sentido contrario.
El Dest. Ll. 7, marcha como vanguardia y se encuentra a
6 Kms., aproximadamente, de un curso de agua, cuando recibe
del Cdte. de la III. D. E. la siguiente orden:
"El grueso de la Div. ha sido atacado por la aviación ene-
miga y no podrá reanudar la marcha hasta dentro de tres ho-
ras. La vanguardia continuará avanzando, con la misión de
asegurar al grueso el franqueo del curso de agua por el puen-
te y su posterior ramificación, después de cruzarlo".
El Dest. Ll. 7, continúa su marcha y a una hora determi-
nada (12.00 hrs.) cuando inicia con un grueso el paso por el
puente, un avión de observación informa que fuerzas adversa-
rias apreciadas en un Regto, de Inf. con Art., avanza ramifi-
cado en la forma que indica el gráfico 2.
El Cdte. del Dest. Ll. 7, al realizar el análisis de la misión,
determinará que tiene dos exigencias (objetivos), las .cuales
estarán materializadas por distintos espacios a ganar al otro
lado del río. ya que el espacio para asegurar el franqueo del
grueso de la Div. por el puente, es mucho menor que el nece-
sario para permitir su ramificación.
Si se asegura este último espacio, ambas exigencias (ob-
jetivos), podrán cumplirse simultáneamente, pero en el caso
planteado,' debido a que el adversario se encuentra a poca dis-
tancia del curso de agua y con mayor alistamiento para el
combate, el segundo objetivo, es muy difícil de asegurar, ya
que tendríamos que enfrentarnos contra un adversario equiva-
lente, recién ramificado y en espacio bastante amplio con re-
36 MEMORIAL DEL EJERCITO

lación a nuestros medios. Por lo tanto, al tratar de alcanzarlo,


pondríamos en peligro, el cumplimiento de nuestro primer ob-
jetivo (asegurar el franqueo del grueso de la Div. por el
puente).
El Cdte. del Dest., al hacer este análisis, llegará a la con-
clusión de que el objetivo más importante de cumplir, es el
primero.

III. D. E. azul, se retira perseguido por rojos superiores.


Dest. Mot. 7 azul, avanza en dos columnas, con la misión
de atacar el flanco sur de las fuerzas rojas que efectúan la
persecución directa, para facilitar la retirada de la masa de
la III. D. E. y, posteriormente, retardar la persecución indi-
recta del adversario.
A una hora determinada (1000 hrs.), el Cdte. del Dest.
Mot. 7, recibe un parte de un avión de observación, en el cual
le expresa la situación general a esa hora y que es la que apa-
rece en el gráfico 3.
Dicho Cdte. deberá reflexionar sobre la mejor forma de
cumplir con los dos objetivos que le señala la misión: uno,
facilitar la retirada de la III. D. E., y el otro, retardar la per-
secución indirecta del adversario.
Como en este caso, lo que gravita es el factor tiempo, pri-
mero habrá que precisar hasta cuándo se llevará a cabo el
APRECIACION DE LA SITUACION 37

cumplimiento del primer objetivo y luego, desde qué momento


se iniciará el segundo.
¿Cuándo podemos decir que se habrá cumplido con el pri-
mer objetivo? Cuando la musa de la II. Div. D. E. haya lo-
grado franquear en curso de agua, interponiendo este obstáculo
al adversario.
Una vez calculado el tiempo que se necesitará para este-
objeto, el cual será corto debido a que la masa de la Div. se
encuentra próxima al curso de agua, quedará determinado el
momento en que deberá iniciarse el cumplimiento del segundo-
objetivo.
En vista de lo anterior, no convendrá empeñarse en un
ataque muy profundo al flanco de las fuerzas adversarias que
persiguen a la Div., ni tampoco será aconsejable efectuar dicho
ataque con la masa de nuestros medios, con el objeto de faceitar
el repliegue de ellos y quedar en buenas condiciones de retardar
la persecución indirecta de rojos.
38 MEMORIAL DEL EJERCITO

EJEMPLO N° 4.
Cuando uno de los objetivos que señala la mision, ha sido
sobrepasado por los acontecimientos:
Estudiemos 1a misma situación, del ejemplo N° 3, con la
diferencia de que la masa de la III Div. ya ha franqueado el
curso de agua y, que se pronuncia una,.persecución indirecta
por parte de rojos, con fuerzas móviles. (Gráfico 4).
En este caso, el Cdte. de Dest. Mot. 7, deberá analizar
que el ataque al flanco de las fuerzas adversarias que,ejecutan
la persecución directa, ya no es necesario, por cuanto la Div-
ha logrado una situación favorable al interponer a rojos el
obtaculo del curso de agua, el cual, convenientemente., apro-
véchadg puede retardar dicha persecución y ganar tiempo pa-
ra. alejarse del adversario.En consecuencia, se procederá de
inmediato a darle,. cumplimiento.,al segundo objetivo.
APRECIACION DE LA SITUACION 39

EJEMPLO N°5.
La I. D. E. azul, ataca a rojos inferiores.
Ante la comprobación de que el adversario ha iniciado
la retirada, el Gr. de Cab. Div., recibe la orden de efectuar la
persecución indirecta, interponiéndose a rojos en el río "A",
para facilitar a la I. D. E., lograr una decisión sobre ellos.
A una hora determinada (0700 hrs.), el Cdte. del Gr. de
Cab. Div. alcanza con sus primeros elementos al río "A". En
este momento, recibe un parte de un avión de observación, en
el cual le informa que rojos en retirada, han iniciado el fran-
queo del río por varios lugares. El contacto por radio con el
Cdte. de la I. D. E. no se puede lograr.
Como puede observarse en el gráfico 5, los acontecimien-
tos han sobrepasado las posibilidades de que el Cdte. del Gr.
de Cab. Div. pueda cumplir con la misión encomendada y ha
perdido transitoriamente el enlace con el Cdte. de la I. D. E.
Por lo tanto, dicho Cdte. debrá fijarse una nueva misión por
propia iniciativa.
Los aspectos a tomar en cuenta, y en los cuales deberá
tasarse, para adoptar una nueva misión, son los liguientes:

1.—En su primera misión.


2.—En la intención del Cdo. superior, o en la misión de
la unidad que éste comanda.
3.—Cuando no sea posible basarse en su primitiva misión
y desconozca lo expresado en el número 2, en aquello
que pueda servir mejor a las conveniencias del con-
junto.

Analicemos estos tres aspectos en el caso planteado:


Veamos, en primer término, la misión primitiva. Esta le
exigía interponerse a rojos en el río "A", para cortar su reti-
rada y facilitar a la I. D. E., lograr una decisión sobre ellos.
Si bien es cierto que ya no es posible hacerlo sobre el río "A",
puede lograrse en una zona ubicada más al O., es decir que,
en principio, el Cdte. del Gr. de Cab. Div., no debe perder la
idea de continuar la persecución, teniendo siempre en cuenta,
además, la intención del Cdte. de la I. D.E.
Si suponemos que dicho Cdte. no procede en esta forma,
sino que decide atacar a rojos en retirada, en el lugar donde
se encuentran, este ataque se llevaría a cabo sobre el flanco
de algunos elementos adversarios, mientras la masa prosegui-
ría su retirada tomando en cuenta que la I. D. E. no está aún
en situación de obligar a rojos a presentar combate.
40 MEMORIAL DEL EJERCITO

EJEMPLO N°6.
La I. D. E. azul, ataca desde hace tres días a fuerzas rojas
inferiores.
El Cdte. del Gr. de Cab. Div. recibe la orden de despla-
zarse durante la noche del 5|6, con la misión de atacar a las
08.00 hrs. de mañana 6, el flanco sur de rojos, con la intención
de buscar una decisión sobre ellos, conjuntamente con el ata-
que frontal de la I. D. E.
A las 06.00 hrs. del día 6, el Gr. de Cab. Div. que avanza en
dos columnas, alcanza la zona indicada en el gráfico 6. A esta
hora, recibe un parte de un avión de observación, en el cual
se le informa que él adversario ha iniciado su retirada. No se
puede lograr comunicación con el Cdte. de la I. D. E.
Prácticamente, el flanco de la posición enemiga, ya no
existe, y el tiempo que le demandará al Gr. de Cab. Div. al-
canzar la zona en alrededores de "A", para desde allí iniciar
el ataque en dirección "B", será aprovechado por el adversa-
rio para ganar más espacio hacia el este. De llevarse a cabo
dicho ataque, es probable que caiga solamente sobre las tropas
de retaguardia enemigas. Es decir, que en este caso, también
ios acontecimientos han sobrepasado las posibilidades de que
APRECIACION DE LA SITUACION 41

el Cdte. del Gr. de Cab. Div. pueda cumplir con la misión en-
comendada, y, por lo tanto, debe cambiarla por su propia ini-
ciativa.
Como lo vimos en el ejemplo N° 5, dicho Cdte. deberá te-
ner en cuenta los aspectos ya indicados, pero, en este caso, él
no podrá basarse en su misión primitiva, por cuanto al hacerlo,
tendría que llevar el ataque en una dirección parecida a la
A — B, con lo cual, según vimos anteriormente, no conseguirá
ningún éxito.
La intención del Cdte. de la I. D. E. de lograr una deci-
sión sobre el adversario, en la zona donde se encontraba, ya no
es posible; por lo tanto, el Cdte. del Gr. de Cab. Div. deberá
basarse en aquello que pueda servir mejor a las conveniencias
del conjunto, o sea, iniciar la persecución indirecta para im-
pedir que el enemigo, en retirada, logre organizar defensi-
vamente en una nueva posición.
APRECIACION DE LA SITUACION 43

se encuentra en la ejecución del ataque y previo a éste, su


Cdte. realizó una apreciación de la situación para determinar
la mejor forma de llevarlo a cabo con el fin de cumplir la mi--
sión encomendada, disponiendo, entre otras medidas, que el
centro de gravedad del ataque sea llevado en la faja del
I Bat.
La situación planteada, que da origen a otra apreciación,
tiene que analizarse no orientada a cambiar el centro de gra-
vedad, ya que no tiene influencia sobre éste y por lo tanto
las medidas adoptadas deben mantenerse —sino que tomar
otras para evitar la amenaza sobre el ala libre, entre las cua-
les podríamos mencionar el empleo del III Bat., contra dichas
reservas enemigas.

EJEMPLO N° 8.
Cuando desde el comienzo de la apreciación hay que cam-
biar las medidas adoptadas anteriormente:
Si en la situación planteada en el ejemplo 7, el Cdte. del
Dest. Ll. 6 comprueba de que el ataque progresa más fácil-
mente en la faja del II. Bat., el cual no lleva el centro de gra-
vedad, la apreciación de dicho Cdte. deberá comenzar por si
es conveniente o no cambiar dicho centro de gravedad; es de-
cir, que en este caso, el análisis se iniciará para fijar si el
cumplimiento de la misión deberá lograrse cambiando las me-
didas tomadas a raíz de la anterior resolución.
46 MEMORIAL DEL EJERCITO

—2 depósitos de remonta móvil.


—8 hospitales de campaña.
—Eventual:
. 1 batallón de zapadores.
. 1 sección de aerostación.
La fuerza total del C. E. alemán era el siguiente:
—Combatientes:
. 36.000 hombres.
. 9.000 caballos.
. 1.200 carruajes.
. 160 piezas de Art.
—Con servicios, incluyendo columnas de munición y trenes
de transporte:
. 41.000 hombres.
. 14.000 caballos.
. 2.400 carruajes.
. 160 piezas de Art.
Francia:
C. E.:
—C. G. de C. E.
—2 D. I.
—1 Brig. Cab. del C. E.
—1 Regto. de Art. del C. E. (12 baterías).
—1 compañía de zapadores.
—1 compañía de pontoneros.
—1 compañía parque.
—Ambulancia de C. E.
—8 hospitales de campaña.
—1 parque de artillería, con:
. 1 depósito de remonta móvil.
. 7 columnas de munición de Art,
. 5 columnas de munición de Inf.
. 3 secciones de parque.
—1 convoy administrativo, con:
. 1 correo de campaña.
. 1 legión de gendarmería.
. Pagaduría, etc.
. 4 columnas de víveres.
. parque de ganado.
. panadería de campaña.
. vestuario de reserva.
. sección de obreros de administración.
La fuerza total del C. E. francés era similar a la del C. E.
alemán, pero con menor potencia de fuego, ya que contaba con
120 piezas de Art. solamente, en vez de 160, como tenía el C. E.
alemán.
HISTORIA DEL CUERPO DE EJERCITO 47

Francia 1914

Austria:

C. E.:

— C . G. y e s c o l t a , c o n :
. 1 compañía.
. 1 sección de c a b a l l e r í a .
—2 D. I. activas.
—1 D. I. de Landwehr.
48 MEMORIAL DEL EJERCITO

—1 Regto. de Art. pesada (cañones u obuses).


—1 batallón de zapadores.
—1 tren ligero de puentes.
—1 sección de telégrafos.
—1 sección de teléfonos.
—1 columna de útiles.
—1 parque municiones.
—1 escuadrón de tren.
—1 hospital de campaña.
—1 convoy de subsistencias.
—1 panadería de campaña.
—Depósito de ganado.
—Depósito de ganado enfermo.
Eventual:
. 1 sección de aerostación.
La fuerza total del C. E. austríaco era la siguiente:
—Combatientes:
. 40.000 hombres.
. 1.400 caballos.
—Con servicios:
. 57.000 hombres.
. 13.000 caballos.
Italia:

CE.:
—2 D. I. activas.
—1 D. I. milicia móvil.
La fuerza total del C. E. italiano era la siguiente:
. 50.000 hombres.
. 8.300 caballos.
Rusia:

En la I Guerra Mundial, la organización militar rusa pre-


senta dos etapas bien diferenciadas.
La primera es el período imperial. El Ejército ruso tiene
la organización que ya conocemos, con algunas variantes que
veremos a continuación. Este lapso dura desde 1914 a 1917, es-
tando al mando de las fuerzas moscovitas el tío del Zar, Gran
Duque Nicolás Romanoff.
La segunda corresponde al período soviético. Bajo el man-
do de León Trotsky, los ejércitos rojos luchan contra las tropas
rusas blancas de Denikin y del barón Wrangel. La organiza-
ción está adaptada a las circunstancias y a los medios. disponi-
bles. Se trata de suplir con entusiasmo y resolución la caren-
cia de personal profesional y de elementos adecuados. No se
HISTORIA DEL CUERPO DE EJERCITO 49

pueden encontrar antecedentes fidedignos sobre este período,


ya que los textos soviéticos tratan de aminorar los medios ro-
jos, para hacer más patente el mérito de sus victorias; y al mis-
mo tiempo, sólo se encuentran libros de historia en que no es
posible separar la parte de verdad de la propaganda. Por esta
razón, no se cuenta con autores que puedan proporcionar datos
50 MEMORIAL DEL EJERCITO

precisos y verídicos sobre la organización del C. E. en la época


indicada.
En lo referido a la época zarista de la I Guerra Mundial,
se ha podido establecer, de acuerdo con una "Relación del E. M.
ruso, desde el 1° VIII. al 24. XI. 1914", que la organización ru-
sa en lo referido al C. E., era la siguiente:
Los C. E. rusos tenían, en general, la misma organización
estable que presentaban en el período anterior a la I Guerra
Mundial.
Así, encontramos los siguientes tipos de C. E.:
—I Ejército:
. C. E. de la Guardia Imperial:
: 1 Div. de Cab. de la Guardia.
: 11 Div. de Cab. de la Guardia.
. Los demás C. E. de este Ejército, constituidos por 2 Div.
de infantería.
—IX Ejército:
. CE. de la Guardia Imperial:
: 11 Div. de infantería de la Guardia.
: III Div. de infantería de la Guardia.
. Los demás C. E. de este Ejército, también constituidos
a 2 D. 1.
—II Ejército:
. 23 C. E.:
: II Div. de infantería.
: III Div. de infantería.
: I Brig. de tiradores.
. Los demás C. E. de este Ejército, constituidos a 2 D. I.,
sin brigada de tiradores.
En las organizaciones expuestas, se pueden observar varios
aspectos de interés, en lo referido a nuestro tema:
—Infantería:
Siguen haciéndose presentes las dos tendencias vistas en el
período anterior. Unos mantienen el C. E. binario y otros adop-
tan el C. E. ternario en forma normal o eventual.
Debido a la modalidad especial de la guerra de posicio-
nes, en que las grandes unidades se, encontraban completamente
encuadradas, no se presentaba el problema de hacer al C. E.
más o menos fuerte, de acuerdo con las misiones diversas que
puede recibir en la guerra de movimiento. En este conflicto, la
única misión fundamental era la defensa. El ataque se presen-
taba en forma ocasional, en forma de contraataques, o bien, de
HISTORIA DEL CUERPO DE EJERCITO 51

costosas ofensivas preparadas sobre la base de enormes canti-


dades de material. El C. E. tenía su zona de acción encuadra-
da en la del Ejército. No se le presentaba oportunidad al Cdte.
de C. E. de actuar en forma variada, combinando los medios
de su unidad. Por esta razón, si acaso era necesario enfrentar
al adversario en un sector más fuerte, se angostaban las fajas,
dando mayor densidad a las tropas ocupantes, y no aumentan-
do los medios integrantes del C. E. Si se necesitaban más fuer-
zas, se colocaba otro C. E. contiguo, o dos C. E., si es que era
necesario. En síntesis, la guerra de posiciones influyó en el C.
E., en el aspecto de la magnitud (número de D. I. constitutivas)
dejando en el espíritu de los mandos militares la idea de que el
C. E. podía mantenerse como unidad de estructura estable, en
lo referido a su infantería integrante.
—Caballería:
Se ha visto en las organizaciones expuestas que hay países
que consideran en la estructura del C. E. una unidad operativa
de caballería, mientras otros no la contemplan.
Esta era la teoría, que se seguía manteniendo en la regla-
mentación. En la práctica, la caballería desapareció, no sólo de
los C. E., sino que en general de las fuerzas de ambos bandos
en lucha, por las características propias de la guerra de posi-
ciones y de las imposiciones derivadas de la existencia de un
frente continuo, apoyado en ambas alas, que no daba margen
a la maniobra.
—Artillería:
Se observa que Alemania considera como artillería de C. E.
sólo una batería de obuses pesados. Esta característica de que el
C. E. tenga obuses pesados es la materialización de la tendencia
de dar al C. E. una artillería de mayor calibre que la de las 1). 1.
Francia, en cambio, contemplaba en su C. E. un Regto. de
Art. a 12 baterías, lo que indicaría una potencia de fuego muy
superior a la del C. E. alemán (Art. de C. E.).
Esta diferencia era aparente. En la realidad, la guerra de
posiciones obligó a un aumento enorme de la artillería en el
conjunto. Pero, en general, en ambos bandos, la artillería más
pesada estaba en manos de los Cdtes. de Ejército, quienes la
asignaban a determinados sectores donde la situación lo reque-
ría.
Por otra parte, si se examina la estructura de los C. E. ale-
mán y francés, resulta que el primero contaba con 160 piezas de
Art., y el segundo, con 120 solamente, lo que indica una poten-
cia de fuego superior en el alemán. La artillería de C. E. era
superior en el francés. La Art. de D. I. era muy superior en el
alemán. Y en el conjunto, tenía más artillería el C. E. alemán.
En "consecuencia, se puede deducir que las IX I. ponían cer-
ca del frente mayor número de bocas de fuego. Y el C. E., dis-
52 MEMORIAL DEL EJERCITO

poniendo de la Art. pesada que le asignaba el Ejército, estaba


en condiciones de apoyar eficazmente a sus divisiones.
—Armas técnicas:
Se aprecia en las organizaciones expuestas que en los C. E.
aparecen secciones de telegrafistas, y en el C. E. austríaco una
sección de telefonistas. Es el resultado del progreso técnico, uni-
do a las exigencias de buenos enlaces permanentes, indispensa-
bles en todo tipo de guerra.
También se observa una sección de aerostación eventual en
el C. E. alemán y en el austríaco. Es la consecuencia del aumen-
to de artillería en la guerra de posiciones. La artillería reque-
ría de buenos observatorios. Al no proporcionarlos el terreno
se recurrió al empleo de globos cautivos, manejados por esta
sección de aerostación.
—Servicios:
Llama la atención que el C. E. austríaco cuente con 17.000
hombres y 11.600 caballos para los servicios. Esto se debía a las
columnas de transporte, necesarias para las unidades que ope-
raban en las fronteras del N.E. y del E. del Imperio, con esca-
sas vías de comunicación y de mala calidad las existentes.
En síntesis, la I Guerra Mundial, en lo referido al C. E.,
no marcó cambios fundamentales. Se mantuvieron, en general,
las tendencias anteriores al conflicto, salvo en lo referido a la
caballería integrante, que fue suprimida en la realidad, por ra-
zones obvias.
Otras modificaciones orgánicas, como el aumento de armas
automáticas, se presentaron en el nivel de los escalones, regi-
miento y división de infantería.

PERIODO ENTRE LA I Y LA II GUERRA MUNDIAL


(1918 - 1939)

En este lapso cristalizan definitivamente los conceptos re-


lacionados con los requisitos que debe reunir el C. E.
Son, fundamentalmente, los siguientes:
—Profundidad de marcha: 1 jornada (marchando por un
camino).
—Capacidad para desplazarse con oportunidad y rapidez
suficientes para tomar parte todos los medios en el com-
bate conjunto del C E .
—Que el C. E. tenga fuerzas de magnitud (en número de
efectivos) para estar en condiciones de cumplir sus mi-
siones. Pero no tan grande que el C. E. se vea en la ne-
cesidad de fraccionarse para combatir y subsistir.
En general, la fuerza del C. E. se fijó en un promedio de
35.000 a 40.000, incluyendo los servicios.
HISTORIA DEL CUERPO DE EJERCITO 53

Los distintos países europeos, a los cuales se agrega ya


EE. UU. de N. A., enfocaron el problema desde su ángulo par-
ticular, con los siguientes resultados:
Francia:
Mantiene en sus manos el laurel de la potencia vencedora.
Su ejército aparece en el mundo entero como el mejor y el más
eficaz. Pero, en realidad, debido a los altos mandos demasiado
apegados a lo existente, el ejército francés no trata de escudri-
ñar el futuro, sino que se aferra al pasado.
En consecuencia, Francia mantiene las organizaciones y
doctrinas derivadas de las experiencias de la I Guerra Mundial.
Esta actitud francesa se refleja en todos los escalones, motivo
por el cual no se observan variaciones en sus medios terrestres.
Alemania:
A pesar de que el tratado de Versalles la ha dejado con un
ejército muy reducido, hay marcada inquietud profesional, de-
rivada del lógico deseo de revancha. Jefes de visión y energía,
como Guderian, tratan de renovar el ambiente.
Esta renovación se orientó hacia las unidades mecanizadas.
Una vez logrado por Guderian el apoyo del Führer, los altos je-
fes, de tendencias conservadoras en lo profesional, se ven obli-
gados a aceptar las nuevas ideas. Así nacieron, sucesivamente,
los regimientos, las divisiones y, finalmente, los cuerpos blin-
dados.
Esta misma nueva orientación de los medios bélicos, con-
dicionando una nueva modalidad de la conducción táctica y ope-
rativa, hizo que en Alemania, igual que en Francia, el C. E. de
infantería mantuviera una estructura similar a la expuesta an-
teriormente, en base a 2 ó 3 D. I. Sin embargo, con el norte de
la guerra de movimiento ante ellos, los militares alemanes con-
sideraron la eventualidad de incrementar los medios del C. E.,
de acuerdo con las misiones por cumplir.
Además, debido al progreso de la aviación, se eliminó de la
estructura del C. E. la sección aerostación a base de globos cau-
tivos, siendo reemplazados por aviones de reducida velocidad,
aptos para fines de observación en beneficio de la artillería y
otras tropas terrestres (avión Storch).

Italia:
También mantuvo sus C. E. con una organización similar
a la que tenía al final de la I Guerra Mundial, con la supresión
de los medios de aerostación, por razones similares a las que
tuvo Alemania para hacerlo.
54 MEMORIAL DEL EJERCITO

EE. UU. de N. A.:


Este país mantiene la organización de su Ejército en di-
visiones.
En general, en este período se puede expresar que el C. E.
va perdiendo importancia relativa. Después de años de experi-
mentación y discusión, se ha llegado a establee las condiciones
para estructurar el C. E. Finalmente, se puede decir que en las
grandes potencias se marca la tendencia a estructurar el C. E.
con fuerzas de infantería variables y con fuertes medios de las
otras armas.

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


(1939 - 1945)

En este conflicto se acusa aún más una tendencia que co-


menzó a hacerse presente a fines del siglo XIX: el C. E. va per-
diendo importancia como gran unidad; las enormes magnitudes
de los ejércitos, en que se reúne la masa de la población de 19 a
50 años de un país, obliga a constituir unidades de la amplitud
no sólo de ejércitos, sino que de grupos de Ejércitos. El C. E.
baja a la categoría de unidad táctica encuadrada, con excepción
de los cuerpos blindados, que mantienen la autonomía que an-
tiguamente tenía la caballería independiente.
En general, en todas las potencias se mantiene la organi-
zación del C. E. en forma similar a la del período interbélico
de 1919 a 1939.
Hay aspectos de interés en este conflicto, en relación con
la fuerza y empleo de los C. E. en ambos bandos, tanto del Eje
como de los aliados. Se detallan a continuación:
EE. UU. de N. A.:
El Ejército de esta potencia, al expandirse con la guerra,
tuvo que dejar su organización en divisiones y crear las unida-
des operativas superiores.
El C. E. normal norteamericano contaba con un promedio
de 4 divisiones de infantería, con un mínimo de 2 a 3 Div. de
infantería. Sin embargo, el mando no vacilaba en incrementar
los medios de un C. E. cuando la situación o la misión lo reque-
rían.
Esta flexibilidad de la estructura del C. E. norteamerica-
no se demostró en diversas oportunidades, siendo las más no-
tables las siguientes:
El 7 C. E. se empleó con 7 divisiones de infantería en
la ruptura de Saint-Lo, en Normandía:
HISTORIA DEL CUERPO DE EJERCITO 55

Estados Unidos 1939

. El m i s m o ,7 C. E . , q u e h a b í a r e d u c i d o s u s m e d i o s una
v e z c u m p l i d a su m i s i ó n en N o r m a n d í a , volvió a c o n t a r con 7
d i v i s i o n e s e n e l e n v o l v i m i e n t o d e l a s f u e r z a s a l e m a n a s del m a -
r i s c a l Model, e n e l R u h r .
56 MEMORIAL DEL EJERCITO

Inglaterra 1939

Alemania:
En la campaña de Africa; el mariscal Rommel tuvo en un
principio el mando de un C. E. a dos divisiones (una blindada y.
una motorizada) : este fue el Afrika korps (Cuerpo de Afri-
ca). Sin embargo, y a pesar de haber un Cdte. de las fuerzas
italianas en el teatro, de hecho Rommel mandó las divisiones
fascistas como si formaran parte de su C. E.
HISTORIA BEL CUERPO DE EJERCITO 57

Alemania 1939

Posteriormente, Rommel mandó 7 divisiones, en la campa-


ña de invierno, en Cirenaica (1942), en un frente de 480 Kms.
Hacia el final de la campaña de Africa, en El Alamein,
Rommel llegó a mandar 12 divisiones y 1 brigada de paracaidis-
tas. Estas unidades estaban orgánicamente constituidas en va-
rios C. E., de acuerdo Con el siguiente detalle:
—Africa Korps:
. 15 Div. Panzer.
60 MEMORIAL DEL EJERCITO

Es decir, la reserva del C. E. no lo integra, sino que se


encuentra en manos del Cdte. de Ejército, a disposición del
Cdte. de C. E. a partir de un momento determinado.

EE. UU. de N. A.:

De acuerdo con las experiencias de la II Guerra Mundial,


el Ejército norteamericano organizó sus C. E. con medios fuer-
tes, dotándolo de elementos blindados propios.
En 1950, la organización del C. E. era la siguiente, y con
ella fueron las fuerzas N. A. a la guerra de Corea:

C. E.:
—Tropas de CE.
. C. G.
. Brigada de ingenieros con:
.. 2 grupos de Ing.
.. 1 Comp. topográfica.
. Batallón de telecomunicaciones.
. Regto. de Cab. blindado con:
. . 3 Bat. de Rec. Bl.
. Regto. de tanques con:
. . 3 Bat. de Tqs. Pes.
. Artillería de cuerpo con:
. . 4 grupos de Art.
. . 1 batería de Observ.
—Unidades Operativas.
. 3 divisiones de infantería.
. 1 división blindada.

Tal como se expuso en la parte referente al período ante-


rior, el Ejército de EE. UU. consideraba que el C. E. actuaría
normalmente encuadrado en el Ejército; sin embargo, no des-
cartaba la posibilidad de que operara independientemente, pro-
veyéndolo de los servicios necesarios.
HISTORIA DEL CUERPO DE EJERCITO 61

En 1956, y sobre la base de las experiencias de Corea y


los últimos progresos, EE. UU. ha modificado la estructura
de su C. E., que tiene la siguiente organización:
C. E. "tipo".
—Tropas de C. E.
. C. G. del C. E.
. Grupo de combate de ingenieros, con:
.. 2 compañías de Ing. de combate.
. Compañías de observación de campaña del cuerpo de in-
genieros.
. Compañía topográfica de ingenieros.
. Batallón de transmisiones.
. Comp. de policía militar.
. Regto. de Cab. blindado, con:
.. 3 batallones de Recon. Blind.
. Grupo blindado, con:
. . 3 batallones de tanques pesados.
. Artillería de C. E., con:
. . C E . de Art. de C. E.
. . Batallón Art. Cpñ. cañón 280 mm.
. . Bat. de cohetes de Art. Cpñ. 762 mm. Automóvil.
(autopropulsado).
.. Bat. Art. Cpñ. obús 105 mm. automóvil.
.. Bat. cohetes Art. Cpñ. 4,5" remolcado.
. . Bat. Art. Cpñ. mortero 4,2".
.. Batallón de Observ. de Art. de Cpñ.
.. Batería de proyectores de Art. Cpñ.
. . Grupo de Art. de campaña (a 4 Batr.)
. . Grupo de Art. AA. (a 2 baterías).
—Unidades Operativas.
. 3 divisiones de infantería.
. 1 división blindada.
En la actualidad (1957), según informes proporcionados
por un oficial recién llegado de Fort Leavenworth, el Ejército
de EE. UU. tendría considerado un C. E. de características
62 MEMORIAL DEL EJERCITO.

aún más especializadas que el anterior, para la guerra nuclear.


llevada a cabo con mayores medios que los que dispone el C. E.
de 1956.
Se trataría de una unidad muy móvil, de gran capacidad
de dispersión y de reunión en el terreno. No se dispone de ma-
yores antecedentes, por cuanto las clases relacionadas con gue-
rra nuclear son exclusivamente para oficiales norteamericanos.
Considerando las organizaciones expuestas, llegamos a la
conclusión de que el C. E. actual, en EE. UU. consta de una ma-
sa de infantería (3 D. I.) motorizada,; de una masa de artillería
que de 1950 a 1956 ha incrementado enormemente la potencia
de fuego del C. E llegando incluso a poner en manos de su
Cdte. la capacidad de emplear proyectiles nucleares (cañón de
280. mm.).. . .
Y si examinamos el C. E. francés, vemos que esta gran
unidad es sólo un marco en que las divisiones van siendo cam-
biadas a medida que se desgastan excesivamente para seguir
manteniendo su eficiencia de combate. Las misiones las recibe
el C. E.; pero el C. E. que cumple la misión es otro que el que
la recibe. Se han mantenido inalterables el mando y sus ase-
sores, pero las unidades constitutivas pueden haber cambiado
integralmente.
Se estima que la organización francesa adolece de un gra-
ve defecto: considera al C. E. sólo como una especie de má-
quina, en que las Divisiones serían las piezas activas: a medida
que éstas se desgastan, son reemplazadas. No se aprovecha una
de las fuerzas más fundamentales de los ejércitos, como es la
fuerza moral. Podrá existir cuando más en forma integral el
espíritu de cuerpo en la división, pero no podrá haberlo en el
C. E., puesto que sus unidades constitutivas pueden ser muy
diferentes al comienzo y al final de una operación; y tanto más
al principio y al fin de una guerra.
Se corre el riesgo de crear en la masa combatiente la idea
de que determinados C. E. (y por tanto sus Cdtes., que serán
lo único estable del C. E., junto con sus asesores) son verda-
deras máquinas destructoras de hombres. Bajará la moral, dis-
minuiría la eficiencia de combate, con los consiguientes per-
juicios.
Por otra parte, el hecho de que el Cdte. sepa que sus divi-
siones constitutivas le van a ser reemplazadas cuando se des-
gasten, podría crear en ese jefe de C. E. la mentalidad de un
jugador de ajedrez que supiera que sus piezas le van a ser re-
emplazadas a medida que el adversario las coma. Además de
poder conducir a la temeridad, o de exigir un control muy cer-
cano del Cdte. de Ejército, se pierde de vista que las unidades
están constituidas por hombres, y que los hombres son en fin
de cuentas la máxima riqueza de un país.
HISTORIA DEL CUERPO DE EJERCITO 63

Esta modalidad francesa parece olvidar que lo que gana las


guerras es finalmente el factor humano con un respaldo mate-
rial adecuado, y con una sólida moral; y no se obtienen las vic-
torias con sabias combinaciones de tipo más bien mecanicista.
La organización norteamericana se estima como mucho
más flexible y adecuada para enfrentar situaciones diversas.
El Cdte. de C. E. tiene en su mano un conjunto de medios que
le permitirían amarrar con su Infantería, maniobrar con sus
medios blindados y golpear abrumadoramente al adversario
con la gran potencia de fuego de la Artillería de C. E.
Resulta curioso observar que esta estructura del C. E.
N. A. tiene una extraordinaria similitud con el C. E. que or-
ganizó por primera vez el genial Emperador, que contaba con
una masa de infantería, con una unidad de caballería que per-
mitía maniobrar al Cdte. de C. E. hacia la espalda del adver-
sario, y con medios de artillería que permitían apoyar el total
de la maniobra del C. E.

SUD AMERICA
(1957)

Para completar este estudio de la historia del C. E., se han


reunido antecedentes sobre los países limítrofes: Argentina
Bolivia y Perú.
Argentina:
En la organización del Ejército de este país no aparecen
los C. E. Sin embargo, al analizar la constitución de sus uni-
dades operativas mayores, vemos que hay tres ejércitos, cons-
tituidos, en lo fundamental, como sigue:
—ler. Ejército:
III D.E.
IV D.E.
VII D.E.
—2°Ejército:
. V D. E.
. Agrupación de montaña.
—3er. Ejército:
. 1 D. E. Mot.
. II D. E. Mot.
64 MEMORIAL DEL EJERCITO

En forma similar a los nipones en la guerra ruso-japonesa,


la unidad operativa Ejército tiene en realidad la constitución
de un C. E., que en conjunto integrarían la unidad operativa
mayor Ejército.
Se confirma esta conclusión por contar este país, fuera
de los tres ejércitos indicados, con una división blindada y tres
divisiones de caballería, que en conjunto forman un Cuerpo de
Caballería, con igual categoría que el 1°, 2° y 3er. Ejércitos y
con igual dependencia del Alto Mando que ellos.
Por otra parte, las unidades de artillería, zapadores, teleco-
municaciones, agua, etc., dependientes directamente del Alto
Mando, se engloban dentro de la categoría de tropas de Ejér-
cito.
Las razones expuestas permiten concluir que las unidades
operativas ejército de las fuerzas argentinas son sólo C. E. con
un nombre más ampuloso.

Perú:

No cuenta con la unidad operativa C. E. en su organiza-


ción de paz. Tampoco hay antecedentes para suponer que los
constituya en caso de conflicto.
Las regiones militares en que se encontraba dividido el
territorio hasta hace algún tiempo, y que contaban con varías
divisiones ligeras en su zona jurisdiccional, no respondían a
un concepto operativo, sino que a necesidades-logísticas y ad-
ministrativas de tiempo de paz. Nunca tuvieron el carácter de
un C. E., ni aún en embrión. Por lo demás, en la actualidad
han desaparecido.

El Ejército del Perú se encuentra constituido por:


— 1 D. E.
— 1 Div. de selva.
— 1 Div. blindada.
— 6 divisiones ligeras.

Si bien esta organización con una serie de unidades de tipo


división y destacamento dependiendo del Alto Mando podría
dar mayor flexibilidad a la conducción, la atención logística
de estas unidades crearía problemas de gran magnitud, al fal-
tar el escalón logístico por excelencia, el C. E. y hacerse muy
difícil, por razones de transporte especialmente, la atención
directa por el escalón Ejército o por el escalón F F . AA.
HISTORIA DEL CUERPO DE EJERCITO 65

Bolivia:
Hasta hace corto tiempo existían, igual que en el Perú,
las regiones militares, de carácter administrativo y logístico
de tiempo de paz. .
En la actualidad, el Ejército, boliviano está constituido
en D. E. (6 D. E ) , dependientes directamente del Cdo., en
Jefe del Ejército. Bolivia no cuenta con, C. E. Sus D. E. no se
encuentran totalmente organizadas, en parte debido a la falta
de medios, y parcialmente a causa de los acontecimientos po-
líticos internos de los últimos años.
Se estima, por estas razones, qué aun cuando se tuviera
la intención de organizarlos, pasará un lapso más o menos pro-
longado antes de que los C. E. bolivianos pudieran ser una
realidad.

Chile:
En nuestro país, el C. E. es aceptado sin discusiones. Se
le estudia en la Academia de Guerra y se trabaja con esta
unidad en el III Año del Curso Regular de dicho instituto.
Su organización está prevista en los distintos teatros para
el caso de conflicto. Durante la paz, las misiones de planifica-
ción de los respectivos C. E. recaen sobre uno de los Cdtes. de
división del T. O.
Comparando los países cuya organización militar se ha ex-
puesto, se deduce que Chile se encontraría en mejores condi-
ciones en este aspecto que Perú y Bolivia, que no tienen nin-
guna organización tipo C. E. en sus fuerzas militares.
En cambio, Chile se encontraría en desventaja con res-
pecto a Argentina. Mientras Chile tendiía que organizar sus
C. E., materializando los planes respectivos, Argentina cuenta
con la facilidad de tener sus Ejércitos (C. E.) constituidos
desde la paz, con las consiguientes ventajas.

CONCLUSIONES
Fuera de las conclusiones parciales que se han ido dejan-
do estampadas al final de cada período en que se ha dividido
la historia del C. E., cabe destacar algunas conclusiones de
carácter general, algunas de ellas históricas, y otras orienta-
das a nuestro caso nacional.
1.—El C. E. es una unidad operativa que nació de la ne-
cesidad de manejar grandes masas de tropas, producto éstas
del cambio de la guerra de profesionales del siglo XVIII a la
nación en armas del siglo XIX.
M. del E. 5
66 MEMORIAL DEL EJERCITO

Las evidentes ventajas que trajo para la conducción llevó


a las potencias a adoptarlo.
2.—El C. E. nació como unidad de lista de tropas; fue
durante más de un siglo unidad de formación de guerra y fi-
nalmente terminó volviendo a ser unidad de lista de tropas.
Los objetivos que guiaron a su creador fueron olvidados
durante muchos años, y sólo en la actualidad se ha vuelto a
estructurar un C. E._ que, con diferentes medios, responde al
espíritu genial del Emperador.
3.—El C. E., en su primera organización formal, en tiem-
pos de Napoleón I, contaba con medios de infantería y artille-
ría que le daban potencia, y con elementos de caballería que
le facilitaban la maniobra..
Era una unidad en condiciones de llevar a buen éxito sus
propias batallas.
El C. E. moderno (1956 - EE. UU. de N. A.) cuenta tam-
bién con una masa de infantería y artillería y tanques pesa-
dos que le dan potencia, y con una división blindada que le per-
mite maniobrar; y puede llevar a buen éxito sus propias ba-
tallas.
4.—Nuestro C. E. nacional, en consecuencia, deberá con-
tar en lista de tropas con una unidad móvil, que de acuerdo
con el T. O. podría ser una unidad operativa de caballería o
mecanizada, que le dé capacidad de maniobra.
5.—El C. E. ha ido disminuyendo de importancia con el
tiempo, terminando por ser en las grandes potencias una uni-
dad táctica de ejecución y maniobra. En cambio, en esos mis-
mos países han ido tomando incremento unidades superiores,
los Ejércitos y los Grupos de Ejércitos, por las (mismas razo-
nes que llevaron a la creación del C. E.
Para los países sudamericanos, el C. E. es unidad de caracte-
rísticas. Por su importancia en relación con la magnitud de
las fuerzas de estas naciones, podría homologarse a los Grupos
de Ejércitos en las grandes potencias.
6.—La antigua teoría prusiana de las regiones militares
de que cada región debía estar en condiciones de movilizar un
C. E., tiene importancia para Sudamérica, y en especial para
Chile.
La falta de buenos medios de comunicación, el desarrollo
marginal de los países sudamericanos, la necesidad del domi-
nio del mar y su relatividad, indican la conveniencia de lograr
tal descentralización que cada C E . esté en condiciones de mo-
vilizarse totalmente dentro del T. O. en que le corresponderá
actuar. Así, el ecumene, que en Chile es el Valle Central, vería
aliviada su tarea al no tener que proporcionar los medios para
movilizar al total de los C. E. que constituyan las fuerzas del
HISTORIA DEL CUERPO DE EJERCITO 67

país. Con ello se ganaría alistamiento, y se haría mucho más


rápida la movilización.
7.—Como el desideratum anterior exige un desarrollo to-
tal del país, incluyendo los teatros extremos, es necesario,
mientras tanto, poner en práctica otras medidas. Entre ellas,
una de grandes beneficios sería la constitución de los C. E.
desde tiempo de paz, evitándose el tener que organizarlos en
los difíciles momentos de la movilización.
8.—Se ha visto en este trabajo cómo la clara idea que
llevó a Napoleón a crear el C. E. fué oscurecida por las suce-
sivas generaciones de militares profesionales que vinieron des-
pués necesitándose más de un siglo para que la idea primitiva
volviera a ser apreciada y aplicada.
Como una conclusión de carácter general para terminar
este trabajo, se deja establecida la ventaja que se puede obte-
ner de un estudio bien orientado de la Historia. Con ello, se
habrían podido evitar decenios de tanteo y error, para llegar
finalmente a la mejor solución, que estaba al alcance de todos
los profesionales que hubieran querido ver lo que claramente les
mostraban las campañas del Emperador.
En idéntica forma, pueden existir en los hechos del pasa-
do muchas soluciones simples y geniales a problemas bélicos
de todo orden, que pueden ser la inspiración para abrir nuevas
huellas a los profesionales de las armas.
OPERACIONES BIOPOLITICAS
Coronel de Estado Mayor (R) HUMBERTO MEDINA PARKER

I.—Exordio

I NCLUSO para el observador menos perspicaz resulta


evidente que el momento actual del mundo es de crisis
global. El fenómeno de ataxis abarca hoy todos los
aspectos de la vida organizada, incluyendo las ideas y las
creencias.
Al tratar de analizar sus orígenes, nos encontramos en un
punto situado cronológicamente a cinco siglos de nuestros días.
Se dio por entonces un hecho trascendental: el hombre del
medioevo, aquel que se veía a sí mismo como peregrino a través
de un mundo transitorio que no era más que el camino hacia
Dios.
Y así llegó el día, en que al hacer un alto y mirar en torno
suyo, descubrió que también la vida terrenal era bella y merecía
ser vivida y gozada en sus aspectos gratos, ya que él, según
testimonio divino, era el rey de la creación.
Adoptando esta nueva actitud, dejó de ser el caminante
resignado y se convirtió en el dueño de aquel mundo por el
que caminaba. Pero asustado de su propia audacia, creyó que
no podía hacerlo dentro de los principios que hasta entonces
habían informado su mundo espiritual.
Y fue entonces cuando su rebeldía de peregrino, confun-
diendo el fin con los medios, se tradujo en dos fenómenos: el
Renacimiento y la Reforma. A través de esta última y del
humanismo llegó más tarde al racionalismo, que lo condujo
a su vez al triunfo de la Convención y después al liberalismo.
El capitalismo, triunfante en el siglo décimo noveno (XIX),
constituyó la culminación del proceso, y a renglón seguido
comenzó el descenso inevitable; primero, porque no todos po-
OPERACIONES BIOPOLITICAS 69

dían "enriquecerse" encuadrándose en la burguesía victoriosa,


y entonces se inició la crisis a través de la rebelión de los
excluidos.
Así nació la ideología comunista, renació pujante la lucha
de clases, comenzó a esbozarse el predominio del Estado sobre
el individuo y se oyeron los primeros crujidos anunciadores
del resquebrajamiento del armazón económico.
En seguida vino la Primera Guerra Mundial, que fue el
corolario lógico de un planteamiento adverso a las ideas y
sistemas que parecieron un día incontrovertibles. Después de
esta conflagración recrudece la ideología comunista, que in-
vade primero Europa y después el mundo y que entre pactos,
alianzas y conflictos de su Estado Euroasiático, se desangra
primero y sale fortalecida después de la Segunda Guerra
Mundial, hasta que con la aparición del potencial atómico da
un compás de espera planificada a su ideología, que conver-
tida hoy en fuerza, amenaza a la civilización.
Bosquejada la cronología de esta crisis, que no es otra
cosa que el "fenómeno entrópico de la política del mundo en
acción", nos queda por señalar, que si bien es cierto que la
"entropía" altera, quebranta y por último destruye a los po-
deres del Estado, existe un "proceso taxiológico", o sea, de
orden, que debe dominar la dinámica espacial, para darle
soberanía y estabilidad a los gobiernos.
El deseo de contrarrestar los efectos de tragedia humana,
que ha alcanzado el fenómeno entrópico y el de controlar el
poder pavoroso del átomo, ha hecho que el pensamiento cien-
tífico agrupara en un solo núcleo la red de interrelaciones
de los distintos dominios del saber, formando así una ciencia
que con el nombre de Biopolítica tiene por finalidad la de
promover el bienestar y la felicidad del nombre y al mismo
tiempo organizar sus comunidades, y gobernarlas con libertad
y dignidad.

II.—La Biopolítica (1)


La "Biopolítica" tiene por objeto la lucha contra la ley
natural de la desorganización o "ley ataxiológica", asegurando
el orden, la salud, el bienestar y la felicidad de las colectivi-
dades humanas, considerando su libertad y su dignidad.
Cuando la "ley ataxiológica", o sea la "ley del desorden",
domina las fuerzas de orden, la "Biopolítica" tiene que actuar
(pragmáticamente) contra las fuerzas entrópicas dominan-
tes, con una técnica estatal adecuada.

(1) Actualmente esta Ciencia Estatal controla: 4 subreinos; 8 ramas; 16


subramas; 32 ciencias de ler. orden; 64 de 2" orden; 128 de 3er. or-
den y 256 técnicas.
70 MEMORIAL DEL EJERCITO

La "Biopolítica" se divide en tres ramas fundamentales


a saber:
1°—La "Ambientología" o ciencia de los medios ambientes.
2°—La "Demología" o ciencia de la población, y
3°—La "Taxiología" o ciencia de la organización.
La, "Ambientología" es la ciencia de los medios ambien-
tes naturales o artificiales y ejerce su influencia sobre el ser
humano y sobre los seres vivos en general. Se subdivide a su
vez en diversas ramas técnicas a saber:
a) Mesología telúrica (Bioclimatología, Geografía Física,
Humana, étc) ;
b) Mesología biológica;
c) Mesología social;
d) Mesología cultural, y
e) Mesología sanitaria.
LA "Demología" es la ciencia que tiene por objeto el es-
tudio de la distribución, organización, adaptación, reproduc-
ción, desarrollo, vitalidad, crecimiento, sanidad y control de
las poblaciones, considerada como un conjunto.
La "Demología" se divide a su vez en diversas y nume-
rosas sub ramas y sus respectivas técnicas, a saber:
a) Antropología;
b) Etnografía;
c) Bioestadística;
d) Biotipología;
e) Demogenética;
f) Eugenesia;
g) Demopatología, y
h) Medicina social.
La "Taxiología", es la ciencia de la organización, el arte
y técnica de distribuir las cosas, los hombres y los medios, de
manera que rindan al máximo, dentro del mayor orden y el
menor desgaste de personas, materiales y tiempo. Es la cien-
cia fundamental del Gobierno. Comprende varias técnicas, a
saber:
a) Planificación;
b) Estructuración;
c) Ejecución;
d) Coordinación, y
e) Control.
En síntesis, tenemos un continente, el medio ambiente,
del que se ocupa la "Ambientología", un contenido, la pobla-
ción, de la que se ocupa la "Demología" y un ordenamiento
estático y dinámico, que es tarea concreta de la "Taxiología"
o ciencia de la organización, que proporciona una estructura
a la población y a su Gobierno, a fin de ser científicamente
defendida contra las "fuerzas entrópicas" dominantes.
OPERACIONES BIOPOLITICAS 71

III.—Factores considerados en el trabajo aplicado


Para este trabajo, se ha considerado la aplicación prác-
tica que tiene la "Biopolítica", y para lo cual se han tomado
los siguientes factores:
1°—Factores reales.
a) Ambientología de Corea del Sur.
b) Demología de Corea del Sur.
c) Fenómeno ataxiológico de su conflicto con Corea del
Norte.

2°—Factores supuestos.
a) Ayuda estatal de una nación a otra nación, sin con-
siderar los espacios:
—Político,
—Jurídico, y
—Estatal, que le son propios.
b) Planificación de las operaciones.
c) Organización del mando.
d) Las "Operaciones Biopolíticas".
—La "Situación" dada en las "Operaciones Biopolíticas"
corresponden a la realidad o sea a la forma en que se presen-
taron los diversos "fenómenos entrópicos" durante este con-
flicto.
—El "Propósito" de este trabajo, es dar a conocer las
bondades de esta ciencia "Biopolítica", en uno de los aspectos
más interesantes, o sea, cómo habría sido la aplicación de su
técnica taxiológica.

IV.—Trabajo aplicado de Biopolítica

EXAMEN DE LA SITUACION BIOPOLITICA DE LA


REPUBLICA DE COREA DEL SUR EL DIA X DEL MES
DE ENERO DE 1951
1.—Misión
El organismo que establecerá el "Plan Biopolítico - Corea",
ha sido estructurado con el propósito de administrar una ayuda
civil reshabilitadora para Corea del Sur.
Tendrá por misión, la rehabilitación biopolítica de la Re-
pública, para lo cual deberá en primer lugar, reconfortar los
valores demólógicos de su población, evitando las enfermeda-
des, el hambre y el desasosiego, y en segundo lugar, restaurar
72 MEMORIAL DEL EJERCITO

progresivamente los espacios ambientólogicos del país, para


devolver la confianza y seguridad a sus pobladores, con lo que
se ayudará a su pueblo en la lucha por crear una economía
estable.
2.—Situación demológica.
Los índices antropológicos y etnográficos de Corea del
Sur, arrojan un remanente de estos factores en su población,
que la hacen aparecer como carente de tenacidad física, de
energía intelectual y de laboriosidad creadora, que no le per-
miten tener una vocación directiva, en materia de cultura, lo
que constituye el principal obstáculo para un robustez in-
trínseca del potencial humano de esta República.
Su Bioestadística señala:
—Población: 16 a 20 millones de habitantes (incluyendo
4 millones de refugiados del Norte).
—Densidad: 2.000 habitantes por Km2. (95.570 Km2).
Comparativamente la Provincia de Santiago tiene 104 habi-
tantes por Km2. (1.269 Km2.).
Las características biotipológicas, de los funcionarios co-
rtanos que han permanecido en sus puestos, que es lo que más
nos interesa, pueden resumirse así: "conocimiento de las ne-
cesidades de las poblaciones", en sus respectivas zonas, en
cuanto se refiere a alimentos, socorro, salud y viviendas; tam-
bién tienen un conocimiento razonable de las posibilidades del
país, para realizar su futura rehabilitación económica.
Con motivo de la guerra, las manifestaciones vitales de
su pueblo, como son su demogenética y eugenesia, han sufrido
alteraciones, en cuanto se refiere a controles.
La demopatología de su población ha recrudecido con mo-
tivo de la guerra. Grandes masas de gente, verdaderas hordas
humanas, desarraigadas, emigran hacia el Sur, coincidiendo
la búsqueda de sus sectores de refugio, con las zonas super-
pobladas. Los delitos provocados por la neurosis de guerra,
por el hambre y por el desasosiego, han tomado nuevos incre-
mentos.
En cuanto se refiere a Medicina Social, la desnutrición,
la falta de viviendas adecuadas y la congestión, fomentan en
estos instantes la pestilencia que trae consigo las contamina-
ciones de la viruela, del tifus y de la fiebre tifoidea.
La situación a este respecto es gravísima, por cuanto las
normas de salud y sanidad normalmente pobres, están des-
cendiendo a niveles peligrosamente bajos.
3.—Situación ambientólogica.
Después de la estabilización del frente de guerra en el pa-
ralelo 38, el país ha quedado con una superficie de 95.570 Km2.
OPERACIONES BIOPOLITICAS 73

(aproximadamente la de las provincias de Coquimbo, Acon-


cagua, Valparaíso, Santiago, O'Higgins, Colchagua y Curicó,
consideradas en un conjunto).
Las condiciones bioclimatológicas normalmente favorables
en otras estaciones, declinan con el rigor de este invierno (ene-
ro), lo que ha hecho aumentar la susceptibilidad a las enfer-
medades de la población, motivada especialmente por la es-
casez de ropa de abrigo adecuada, viviendas y alimentos.
La explotación de los recursos biontológicos (flora y fau-
na) del país, se ha mantenido en límites estrechos. En las pro-
vincias del N., gran parte de las cosechas, especialmente las
de arroz, se han perdido, por la falta de brazos y abandono
de los predios. La caza de ciervos y jabalíes, se ha intensifi-
cado para el aprovechamiento de su carne.
La estructura social de la República pasa por una aguda
crisis. Fuera del gran número de personas desarraigadas, los
desamparados y los huérfanos de la guerra, forman legión,
ya que las instituciones de beneficencia pública, prácticamente
han desaparecido.
El ritmo cultural del país ha sufrido un colapso, los índi-
ces de destrucción material de su paisaje son muy elevados
y la postración espiritual de su pueblo, es muy notoria.
La situación sanitaria, en lo que se refiere a las instala-
ciones hospitalarias, la mayoría ha sido requisada, para las
fuerzas armadas, y las asignadas para la atención de la pobla-
ción civil, mantienen constantemente completa su capacidad.
En cuanto a saneamiento, las reducidas instalaciones que
existían en algunas ciudades han sido destruidas por efecto
de los bombardeos, lo que ha hecho recrudecer las epidemias
en algunos centros urbanos, que se han visto saturados con
las aglomeraciones.
El abastecimiento de agua se ha reducido en un 50% por
la destrucción de sus fuentes de captación, lo que ha repercu-
tido en la incidencia de las enfermedades transmisibles, que
han permanecido, hasta este momento, sin controlar, lo que
es una grave amenaza de contaminación para las tropas del
8° Ejército.

4.—Organización estatal del país


Para los efectos de las medidas taxiológicas, en el des-
arrollo de las operaciones biopolíticas, se considerará la ac-
tual estructuración estatal de Corea del Sur que, como se sabe,
está formada por nueve provincias y su capital la ciudad de
Seul.
Cada provincia tiene un Gobierno provincial encabezado
por un Gobernador, nombrado por el Presidente de Corea del
Sur.
MEMORIAL DEL EJERCITO

Nuestra organización considerará, para el mejor des-


arrollo lie este Plan Biopolítico, las normas administrativas,
establecidas por los gobernadores provinciales y locales, con
las variantes que la técnica taxiológica aconseje. Variante que
debe ser comunicada a estas autoridades por intermedio de la
Oficina de Enlace con el Gobierno Civil.
5.—Limites de acción.
Los límites de nuestra acción rehabilitadora civil, serán
los siguientes:
—Límite N.: Línea de retaguardia del 8° Ejército.
—Límite S.: Provincia insular I.
—Límite E.: Litoral oriental del país.
—Límite O.: Litoral occidental del país.
6.—Zonas de prioridad de la acción.
Nuestro plan biopolítico dará prioridad de mayor des-
arrollo a aquellas zonas más afectadas por las operaciones mi-
litares, como han sido las provincias limítrofes con Corea del
N.: A. B. y C.
7.—Gravitación de la acción.
El buen éxito de todo el esfuerzo de rehabilitación de
nuestro plan gravitará en gran parte sobre las "Oficinas de
Operaciones Provinciales", cuyo jefe y asesores en "demolo-
gía" y "ambientología" ejecutarán la "operación taxiológica"
encomendada, valiéndose a la vez de la cooperación de los fun-
cionarios locales, a los que se le solicitarán oportunamente los
recursos estatales que la operación requiere.

8.—Decisión.
En cumplimiento a la misión asignada, el Director del
Plan Biopolítico-Corea decide:
a) Proporcionar la rehabilitación biopolítica de la Repú-
blica de Corea del Sur, considerando para su realización, los
siguientes factores:
—Reconfortar los valores demológicos de su población,
por medio de una adecuada campaña sanitaria, a fin de de-
volverle su fe en el vivir.
—Reestructurar progresivamente sus espacios ambiento-
lógicos, con el propósito de darle debida protección y seguridad
a sus pobladores, y ayudar a su pueblo en la lucha de crear
una economía estable.
b) Organizar el mando para el desarrollo del Plan Biopo-
lítico-Corea.
OPERACIONES BIOPOLITICAS 75

—Departamento Taxiológico.—Misión: Planificar y es-


tructurar las operaciones, que como resultado de los "estudios
o proyectos encomendados" por la Dirección, eleven a su con-
sideración, los departamentos Demológico y Ambientológico.
—Central Coordinadora.—Misión: Coordinar las opera-
ciones con los elementos disponibles para su ejecución, de ma-
nera de distribuir su personal, elementos y medios, a fin de
que tengan el mejor rendimiento, dentro del mayor orden y
del menor desgaste de personas, materiales y tiempo.
—Oficinas de Operaciones Provinciales.—Misión: Ejecu-
tar las diversas "operaciones" encomendadas por la Dirección
del Plan Biopolítico-Corea, en la forma en que han sido planea-
das y coordinadas. Por E j . : "Preservar la salud y prevenir
así como dominar las enfermedades de la población civil" de
su jurisdicción; "proporcionar las condiciones específicas a los
medios ambientes de los pobladores civiles"; "abastecimientos,
(agua, etc.) : reparación y construcción de viviendas" sanea-
miento (aislamiento de las aguas negras, para evitar conta-
minaciones, etc.). Controlar, tanto la ejecución de la operación
de parte de las "oficinas de operaciones" (interiores o portua-
rias) como el "propósito que se desea lograr", que es de res-
ponsabilidad jurisdiccional. Dentro de sus misiones asignadas,
considerará de preferencia, aquella que tiene relación con la
"ayuda inmediata" o sea de "Escalonamiento de refuerzo técni-
co", que la Dirección del Plan Biopolítico-Corea proporciona
y que lo desplaza hacia cualquier zona afectada por la acción
bélica. Además considerará la protección de sus instalaciones
y personal en trabajo, con la fuerza militar asignada, para los
casos que así lo requieran.
—Oficinas de Operaciones del Interior.—Misión: Las mis-
mas de las Oficinas de Operaciones Provinciales, agregando a
la coordinación de las operaciones, la ayuda de los funciona-
rios civiles locales.
—Oficinas de Operaciones Portuarias.—Misión: Las mis-
mas de los Grupos provinciales, considerando las restricciones,
que le impone su misión específica, para lo cual dará cumpli-
miento a las "Instrucciones" sobre: Cuadros de tonelaje de
desembarco, programa de desembarco y cuadros de priori-
dades.
c) Realizar las operaciones biopolíticas correspondientes.
9.—Estudios encomendados.
a) Departamento Demológico.
Comprenderán todas las materias, que dicen relación con
su ciencia (Demología), sus diversas y numerosas subramas
y sus respectivas técnicas, que en materia de Antropología
76 MEMORIAL DEL EJERCITO

por ejemplo, va desde el estudio del ''Hombre en su conjunto"


como ser:
—Su forma exterior y órganos: su funcionamiento en vi-
da; su asociación con sus semejantes: su expresión y comuni-
cacion de su pensamiento; su tendencia emigratoria y sus res-
tos y recuerdos, pasando por el estudio de su '"Fisiognomía" o
sea su "mímica", pasando por la "Cranioscopia" — configura-
ción del cráneo de un grupo de individuos y su "apariencia
corporal", por la "Frenología", que determina sus "inclinacio-
nes mentales", hasta la "Antropología Criminal", que estudia
el conocimiento de la delincuencia, constituida por una clase
especial de hombres, que por anomalías orgánicas o físicas y
su alteración morbosa, con motivo de la guerra, representan
en la población coreana, sus primitivos núcleos de razas salvajes.
El procedimiento a emplear, según las circunstancias, de-
termina "las recomendaciones", y decimos recomendaciones,
por cuanto en materia de "conducto regular", pueden éstas
sufrir variaciones, tanto de parte del Departamento Taxioló-
gico, como de la Dirección del Plan Biopolítico-Corea.
Para un caso específico sobre esta materia, como ser el
"recrudecimiento de la criminalidad", la técnica "Taxiotímica"
llamada "ley de ordenación" o sea la manera como "deben ser
dispuestos los objetos o los hechos, para atacar el "fenómeno
entrópico", sería dispuesta con "operaciones" de orden "taxio-
nómica" que comprende medidas "de orden de generalidad",
"de composición", de "evolución" y de "previsión", de esta
clase de delitos, basadas especialmente en el estudio de la pro-
porción en que se registran los crímenes en general y las va-
rias clases de crímenes en particular, en la población coreana,
clasificándose por regiones y determinándose el espacio y tiem-
po con que se han desarrollado, o sea, su "frecuencia".
Con estudios sobre Etnografía, que se refieren como to-
dos sabemos a la comunidad de lengua, arte, creencias, estilos,
usos y costumbres del pueblo coreano del sur, transmitidos
por su educación y ambiente tradicional.
Con estudios sobre Bioestadística, que por su caracterís-
tica científica y utilitaria, en su primer aspecto elige y clasi-
fica los hechos, preparando el camino para la investigación de
Jas causas y en el segundo aspecto, otorga el conocimiento dé
las condiciones desfavorables y sus causas, a fin de que pue-
dan ser corregidas o eliminadas.
Con estudios de Biotipología, que se refieren a materias
"morfológicas" que van desde la "masa corporal" de un con-
junto de individuos, hasta sus caracteres raciales dominantes.
Con estudios de "Dinámica humoral", que comprenden des-
de sus "grupos sanguíneos", su "orientación neurovegetativa",
su "energía" y "velocidad funcional", hasta su "diatesis mor
bosa dominante".
OPERACIONES BIOPOLITICAS 77

Con estudios sobre su "desarrollo intelectivo", de su aten-


ción, memoria, concentración mental, inteligencias (concretas,
abstractas y fantásticas), imaginación, hasta su pensamiento
analítico.
Con estudios del "desarrollo de su moral", que va desde su
"esfera instintiva, sentimental, sensibilidad psíquica, emotivi-
dad, velocidad en reacciones psíquicas, autodominio, sentido
crítico y aptitud extravertida", hasta la "introvertida", que es
la característica del pueblo coreano.
Con estudios sobre Demogenética, que comprende materias
sobre "genética de la transmisión de los caracteres", "genética
del desarrollo", con las leyes que gobiernan "la estructura ge-
nética de la población", en este caso coreana, y con otros estu-
dios de la "herencia", con los "genes" o factores, que se trans-
miten inalterados a través de las generaciones, manteniendo
así el parecido de los individuos, hasta los cambios "cromosó-
nicos" y las "mutaciones", que suministran la base material de
su evolución, incluyendo los factores del ambiente, para la con-
tinuidad de la especie.
Con estudios sobre Demo patología, ciencia que se refiere
a las "enfermedades del cuerpo social de las poblaciones", sus
"dificultades de índole morbosa", que se oponen a su desarro-
llo y las reglas para distinguir los "grupos normales" de los
que no lo son, considerando también para esto los "elementos
espirituajes" que le son propios.
Con estudios sobre Eugenesia, que es el conjunto de me-
didas adoptables para obtener que la procreación dé origen
a individuos bien constituidos, evitando así la degeneración
de la raza. Y por último, con estudios sobre Medicina Social,
que comprenden proyectos de Higiene y de Medicina, aplicados
a la comunidad o a extensos grupos de personas.
b) Departamento Ambientológico.
Comprenderá, a su vez, todas las ramas de la "Mesología".
o sea, sobre los "medios ambientes", naturales y artificiales y
su influencia sobre el individuo y de los seres vivos en general.
Con estudios que comprenden desde la Bioclimatología
aplicada al potencial humano coreano, en que se determina co-
mo las influencias de su clima afectan su crecimiento, su ra-
pidez de desarrollo, su resistencia a las infecciones, a la ferti-
lidad de sus cuerpos y de sus mentes, y por último, cuál es el
monto de la "energía utilizable", para su pensamiento y acción,
considerando especialmente el estado de guerra de la Nación.
Con estudios sobre "Fundamentos biológicos", que relacio-
nan, por ejemplo, las condiciones del medio ambiente coreano,
con las funciones vitales de sus organismos animales y vege-
tales y el "trabajo fisológico" que desarrollan.
78 MEMORIAL DEL EJERCITO

Con estudios sobre Geoeconomía de Corea del Sur, en los


que se establecen los "rendimientos" de sus productos alimen-
ticios y sus escasos artículos manufacturados, ya que los ma-
nantiales de energía y materias primas minerales para su in-
dustria, quedaron en poder de Corea del Norte, y que es el
principal motivo, donde radica la más sensible debilidad eco-
nómica del país.
Con estudios sobre "Mesología Social", que se refieren pri-
meramente al número y clasificación de sus instituciones so-
ciales existentes y en seguida a los "esfuerzos sociales" que
se necesitan para:
—Restablecer y aumentar el trabajo del obrero agrícola
a fin de lograr una mayor producción de alimentos.
—Formar de nuevo el bienestar de su población, por me-
dio de un apoyo financiero en generosa escala, que le permita
disminuir los gastos de su vida, de explotación de sus peque-
ños predios, de reconstrucción progresiva y saneamiento de
sus hogares domésticos, considerando en seguida:
—La contribución de los patrones en materia de salarios
y de beneficios y por último;
—La ayuda que se recomienda para que el Estado pueda
restablecer y aumentar el standard de vida del pueblo coreano.
Con estudios sobre "Mesología Cultural", que compara la
disciplina orgánica de su paisaje natural, con la indisciplina
de su pueblo sostenida hasta ayer, por su "opulencia adorme-
cedora" y su "indigencia perniciosa", que han sido los factores
negativos para una evolución progresista, de sus instituciones
culturales. La prioridad de estos estudios está en la elabora-
ción de un "programa", en el cual se establecen cursos abre-
viados de profesionales y de técnicos, para que participen en
el desarrollo del Plan Biopolítico-Corea, y para lo cual se rea-
nudará la docencia en la Universidad de Seúl.
Finalmente con estudios que se refieren a su "Mesología
Sanitaria", como ser:
—Instalaciones sanitarias (salubridad).
—Construcciones de Ingeniería Sanitaria (saneamiento).
—Exploraciones Sanitarias (control).

10.—Proyectos elegidos.

Para nuestro "Trabajo Aplicado", elegiremos algunos


"estudios" que materializados en "proyectos", resolverán los
"problemas ataxiológicos", que se han producido, con motivo
del conflicto.
OPERACIONES' BIOPOLITICAS 79

11.—-Operaciones biopolíticas.
Antes de entrar a conocer las "operaciones biopolíticas",
en este caso "rehabilitadoras", que para este "Trabajo Apli-
cado" hemos elegido, daremos a conocer primeramente sus
características.
—Operación Tipo A.— (De acción momentánea).
Son aquellas que se ejecutan prontamente, contra el "fe-
nómeno entrópico instantáneo".
—Operación Tipo B.— (De acción progresiva).
Son aquellas que van aumentando su eficacia contra el
fenómeno "ataxiológico", considerando el tiempo y el espacio.
—Operación Tipo C.— (De acción experimental).
Son aquellas que prueban teórica y prácticamente las bon-
dades racionales y de acción de una operación determinada,
para eliminar el fenómeno de ataxis.
—Operaciones Tipo D.— (De acción eventual).
Son aquellas que se planifican en previsión de los "feno-
menos entrópicos" que se producirán.
Estas operaciones A, B, C y D a su vez pueden ir com-
binadas, en forma simultáneas o bien superpuestas al tratarse
de una misma zona.
Ahora estableceremos las "Operaciones Biopolíticas", que
hemos considerado, para este Trabajo Aplicado.
a) Operación derivada de "necesidades intrabiológi-
cas" (alimentos).
—Operación N° 1 — Tipo A.— (Acc. momentánea)
en las Provs. A, B y C, frontera con Corea del N. — 22
ds. mes. XII. 1950.
—Suministro de alimentos.
—Situación.
Pobladores y refugiados, que hace pocos días vieron
sucumbir su mundo y que emprendieron su evacuación,
por carreteras interminables, aun más pobres y desespe-
rados que antes.
80 MEMORIAL DEL EJERCITO

Un gran porcentaje de esta gente está atacada de


"Psiconeurosis Colectiva", de temor y de fatiga de actuar,
producida por los sufrimientos y por el hambre. Que se
ha agudizado con el "beriberi" a consecuencia de una
alimentación casi exclusiva de arroz "descascarado".
—Sincronización.
—N° de personas diarias; alimentadas:
768.000 personas.
—Zonas de suministro: 10 zonas.
—Primeros 2 días: porción "D" (3 barras de choco-
late concentrado).
Total: 1.536.000 porciones (lanzadas en paracaídas
en las zonas: I a X.
—10 días siguientes: porción "K" (carne conserva-
da, tabletas leche malteada y galletas alimenticias).
Total: 7.680.000 porciones lanzadas 25% en para-
caídas, en las zonas I y II, 75% con aviones transporte
en las zonas III y IV. Estableciendo "control de distribu-
ción", (autoridades locales, notificadas).
—Ultimos 10 días: Porción "C" y "D" (carne, ver-
dura, galletas, azúcar, café soluble y 2 barras de chocola-
te concentrado).
Total: 7.680.000 porciones. (Barcos almacenes
Pto. Jinsen — FF. CC. a Seúl).
Total porciones repartidas: 16.890.000.
—Propósito que se habría logrado. Nutrir momen-
táneamente a esta masa de población preparándoles pos-
teriormente "bases de alimentación estables".
b) Operación derivada de necesidades "Peribioló-
gieas". (Cuerpo humano).
—Operación N° 2 —Tipo B. (Acción Progres.). (En
las provincias A, B y C ) .
—Atención enfermedades transmisibles. (Enero de
1951 a Enero de 1953).
—Situación.
Incidencia de estas enfermedades contagiosas en es-
tas provincias sin controlar, y que aumentaron su pobla-
ción de 5 millones a 6 millones con los refugiados del N.
OPERACIONES BIOPOLITICAS 81

Fue de:
— 36.900 casos de viruela.
— 33.000 casos de tifus.
— 75.000 casos de tifoidea.
— 50.000 (1) casos fiebre "F-C".
194.900 contaminados.

—Sincronización.
Dentro del período de 24 meses.
20.000.000 de personas recibieron;
56.000.000 de Inmunizaciones.

(La Vacuna Antitífica-Paratífica son: 3 por persona).


Casos fatales: 9.745 Ps. ( 5 % ) .
—Propósito que se habría logrado en febrero de 1953,
la incidencia de estas enfermedades descendiera en un
96%.
c) Operación derivada de sus "necesidades" "Meta-
biológicas". (Bienestar moral-trabajo).
—Operación N° 3 — Tipo C. (Acc. Experimental).
(En la ciudad de Jenchu — 1.200 Pers. diversas clases).
—Comprobación en el campo ideológico. (De Julio
a Diciembre de 1951).

—Situación.
Hombre — masa coreano respondiendo a las excita-
ciones externas, actúa preponderantemente, con una dis-
posición de tipo "Introvertido".

—Sincronización.
—La rebeldía de su retraimiento, soportada estoica-
mente ante el conflicto, hace que transitoriamente escon-

(1) Fiebre - "Fluvial de Corea".


M. del E. 6
82 MEMORIAL DEL EJERCITO

da esta disposición, y para lo cual, sonríe, halaga, presta


servicios y aparece preocupándose por los demás.
—Ante la demagogia extremista, comunista, que la
aprecia extravertida, (por cuanto obra bajo la influencia
de un complejo de poder), su aptitud vital introvertida la
rechaza.
—He aquí la hostilidad producida, contra la minoría
de tipo extravertido, que representa la ideología comu-
nista del pueblo coreano.
—A la libertad de su espíritu se ha opuesto la tira-
nía del aspecto económico, recrudecida con la guerra, que
hace que su triunfo dentro de sí, se vea amargado por la
derrota en lo exterior.
Propósito que se habría logrado. Con una ayuda eco-
nómica inmediata, su rehabilitación para el trabajo, ele-
vando así su espíritu de "lucha por la vida", que estaba
desvanecido.

—Operación N° 4 — Tipo D. (Acc. Eventual).


—Pauperismo en ¡a región X.
—Situación.
Las aglomeraciones de los refugiados llegados del
N., que están saturadas de depresión moral, de abandono
y de cinismo, pueden traducirse en una indigencia de
"carácter permanente", o sea en una "pobreza ocumula-
da", dadas sus "placas de corrupción" y "focos de infec-
ción moral", que al establecerse, en determinadas zonas
del territorio, pueden llegar a constituir una "epidemia
de miseria", dada su gran fuerza contagiosa.

—Sincronización.

Acción taxiológica prudente, enérgica y persistente,


que comprenda:
—Ayuda en sus necesidades inmediatas (alimenta-
ción, ropa, salubridad y saneamiento). (Higiene Pers. y
enseres).
—Evacuaciones especiales, hacia "zonas de emplaza-
miento", con liberalidad de recursos, para lograr la reha-
bilitación de sus fuerzas evolutivas, por medio de:
—Una acondicionada cultura material.
—Una adecuada tecnología con renumeración por su
trabajo, para estimular su acción social y su acervo espi-
ritual.
OPERACIONES BIOPOLITICAS 83

Propósito que se habría logrado. Inculcar a estos re-


fugiados un espíritu de cohesión colectivo y disposición
para el trabajo, una vez lograda su rehabilitación moral
y material.

—Operación N° 5 — Tipo A-B. (Acc. Moment. y


Pro).
—Asistencia, Higiene, Vivienda y Saneamiento. (III. 51,
II. 53).
—Situación.

Subido porcentaje de habitantes, especialmente de los


desplazados, que exhibían deterioradas vestifnentas y des-
aseo; con carencia de voluntad, para alimentarse, conser-
var la salud y precaverse contra las enfermedades, sin
viviendas, y si las había, estaban deterioradas, coincidien-
do con la obstrucción que tenían sus obras de saneamiento.

—Sincronización. (En la zona de emplazamiento).

—En la operación de "acción momentánea":

—Protección contra el frío, mediante: ropa adecua-


da, mantas y comodidades indispensables para el aloja-
miento.
—Higiene colectiva: Abastecimiento de agua. dre-
najes para instalaciones higiénicas.
Alimentación adecuada.
—Trabajo colectivo.
—Reposo suficiente.
—Entretenimiento (necesidades parabiológicas).
—En la operación de "acción progresiva''.

—Barracas para abastecimientos.


—Barracas y grupos de casas "R-S" para alojamiento.
—Obras de saneamiento en la zona.
—Propósito que se habría logrado.

—En las 15 zonas de emplazamiento. (Con capaci-


dad para: 30.000 Pers. c|u.), pudieron damnificarse, en
el curso de 2 años, un total de: 450.000 personas con tra-
bajo clasificado.
84 MEMORIAL DEL. EJERCITO

—Operación N° — Tipo A — C. (Acc. Momen. v


Exp.).
—Inseminación artificial y de control biológico.
—Situación.
El deficiente estado de la ganadería, motivado por la
guerra y por carecer el país de bases ambientológicas
esenciales, para su desarrollo en gran escala y la falta
de importación de hembras y de sementales apropiados,
hicieron que el plan Biopolítico-Corea incluyera la prác-
tica de ''inseminación artificial" en el ganado vacuno, téc-
nica que era desconocida en el país.
Por otra parte, el deseo de promover el desarrollo de
las "leguminosas", por medio del cultivo de "bacterios
puros" adaptados a ellas, sin necesidad de abonos nitro-
genados, hizo que se estableciera la "investigación ento-
mológica".
—Sincronización. (En las 2 operaciones).
—Adiestramiento del personal.
—Conocimiento del método por los funcionarios na-
cionales y agricultores.
—Equipo de laboratorio y aplicación de las respec-
tivas técnicas.
—Propósito que se habría logrado.
—En la "inseminación artificial".
—Queda de manifiesto que en 3 años la técnica de
extracción, transporte y aplicación del semen, habrían me-
jorado los porcentajes de fertilidad de las vacas, en un
50%.
—En el ''control biológico".
—En 3 años la cosecha habría aumentado en un 70%
y lo que es más importante, habría disminuido la impor-
tación de abonos en un 25%.
—Esta operación habría producido reducción del
transporte marítimo, (ganado importado y abonos), dán-
dole prioridad al de alimentación.
—Operación N° 7 — Tipo A-D (Moment. y Event.).
—Salubridad y pedología (En la Prov. F. —
1951-61.
—Situación.
La salubridad para los niños coreanos debía abarcar
desde la aplicación de la "Práctica sanitaria"; con el ob-
OPERACIONES BIOPOLITICAS 85

jeto de preservar su salud, prevenir y dominar sus enfer-


medades incluyendo la higiene, como aplicar la "pedolo-
gía" y "pedotropía", o sea, el "conocimiento fisico moral
e intelectual". (Orientación de su enseñanza, hasta como
se dispone su adecuada nutrición.

—Sincronización.

—Organización de los "grupos salvadores de niños"


(huérfanos y extraviados).
—Establecer zona de rehabilitación. (Establecimien-
tos de educación y barracas especiales).
—Higiene escolar. (Antropométrica y fisiológica).
—Psicología pedagógica y médica: Ortofrenia, Neu-
rología y Psiquiatría).
—Pedología experimental y aplicada.
—Didáctica experimental.
—Pedotropía: Higiene alimenticia — Distribución
de: 10.000.000 de porciones "P-E-V", en 1953. (Progra-
ma "UNICEF" — Fondo Internacional de Socorro a la
Infancia).

—Propósito que se habría logrado.

—Que las incidencias de las enfermedades de los ni-


ños coreanos sería actualmente insignificante.
—Que la aplicación por personal especializado de la
técnica "Pedológica" y "Pedotrófica" incluyendo el pro-
grama "UNICEF", habría logrado índices muy halaga-
dores.

—Operación N° 8 — Tipo B-C (Prog. y Experim.).

—"Política alimentaria" y "aumento de la producción


agrícola". (Regiones agrícolas desde 1951 a 1961).
—Situación.
Dado el estado de subnutrición de la población del país,
su "Política alimentaria" se basará en cumplir las "Metas"
para el abastecimiento adecuado de alimentos y en el desarro-
llo progresivo del "Programa para el aumento de la produc-
ción agrícola".
86 MEMOBIAL DEL EJERCITO

—Sincronización.

—Para la Operación B.

—Criterio biológico para todas las acciones destinadas a


solucionar el problema de la alimentación.
—Asegurar cuotas mínimas en las zonas productoras de
alimentos (para los pobladores).
—Corrección de los defectos alimentarios nacionales.
—Acción de control: Educativa, Punitiva y en todo mo-
mento Técnica.

—Para la Operación C.

—Ejecución del programa de "aumento de la producción


agrícola", elaborado por la "FAO" y la "CEALO". (Comisión
Económica para Asia y el Lejano Oriente).
—Ejecución del programa "COINA" "Comisión Interna-
cional del arroz).

—Propósitos que se habría logrado.

—Eliminar la subnutrición en la población.


—Los programas de "Asistencia técnica" habrían aumen-
tado la producción agrícola y Corea del Sur se habría abaste-
cido a sí misma para 1961.

—Operación N° 9.— Tipo B-D (Prog. y E v e n t ) .


—Fomento de las pesquerías. En las provincias- H
e I. A partir de 1953).

—Situación.

La paralización de las faenas de pesca con motivo del


conflicto, fué una de las causas de la escasez de alimen-
tos en las provincias del litoral.
—A partir de mediados de 1953 se reanudó en Corea
del Sur la explotación de sus ricas pesquerías.
—Para lograr que su población disponga de abun-
dante pescado se dispuso: Operación B.
—Rehabilitación y nuevas instalaciones en los puer-
tos pesqueros a y b.
—Reemplazo progresivo de parte de la flota "con
barcos pesqueros a vela", por embarcaciones motorizadas
tipo "Clíperes (50 Tn.).
OPERACIONES BIOPOLITICAS 87

—Construcción de 2 modernas aldeas de pescadores


una en cada puerto y de 2 plantas de fabricación de ha-
rina de pescado.
—Poner en servicio 4 buques pesqueros de 400 Tn.
c|u., 2 para el Mar Amarillo y 2 para el mar del Japón,
dotados con instalaciones para congelar pescado.

—Operación D.

—"Localización de peces desde el aire", con helicóp-


teros "Heller-360" y
—"Pesca empleando la electricidad" (con manguera
de succión en forma de embudo y 2 electrodos).
—Propósito que se habría logrado.
—Que la población de Corea del Sur dispusiera de
abundante alimento a base de pescado, que es fresco nu-
tritivo y que no está expuesto a ser destruido.
—La rehabilitación de los transportes, con que se
habría llevado este producto hasta las zonas de consumo,
del interior de la República.
V.—Conclusión
Al poner término a este trabajo de divulgación, que com-
prende en lo estatal, el saber de una Ciencia y el hacer de una
nueva técnica, no me ha guiado otro propósito que dar la
primicia de esta disciplina científica que abarcando todos los
dominios del conocimiento humano, aprecia, previene y elimina
los fenómenos entrópicos, que presenta de por sí la Naturaleza,
como las tendencias ataxiológicas, que se apoderan de la vida
y del espíritu de los hombres.
Esta ciencia que se vale de un obstinado sistema para
arrancar a la vida y la naturaleza sus secretos profundos
y sus leyes señeras, es la que hoy está logrando, que sus valio-
sas investigaciones localicen las fuerzas entrópicas, que pre-
tenden aniquilar las fuentes creadoras de la Humanidad, y al
hacerlo, hemos visto, cómo su Técnica Biopolítica, saturada de
comprensión dinámica, busca sus causas, advierte sus peligros
y señala su "acción taxiológica" para eliminarlos, en benefi-
cio y seguridad de la estirpe, y para lo cual explora en sus
colectividades, sus síntomas patológicos, abarcando su método,
desde la investigación de su raíz biológica, hasta su psicología
ancestral, consiguiendo, con esto, la gradación en sus organis-
mos, que al imprimirles un sentido, un alma y una moral, les
señala a los pueblos los derroteros de su progreso y de su feli-
cidad.
88 MEMORIAL DEL EJERCITO

Al transcribir este Trabajo Aplicado, habéis podido ima-


ginar, el desarrollo del fenómeno entrópico, producido en
Corea del Sur, y la significación que tuvo esta ataxis, en la
Bicronología de su pueblo y en la pléyade de sus ámbitos.
Nunca una lucha ha tenido consigo en tan poco tiempo,
tantos sufrimientos, tanta devastación y tanta miseria a un
pueblo, y muy rara vez las partes beligerantes se habían com-
batido con un odio tan feroz, como los coreanos del norte y los
del sur del Paralelo 38.
Corea, como todos sabemos, estaba unida, antes de la Se-
gunda Guerra Mundial, y presentó durante más de una gene-
ración un frente muy fuerte contra la anexión japonesa. Un
paralelo limítrofe en un mapa y 5 años de fanática propagan-
da comunista, bastaron para dividir a esta Nación en dos
grupos irreconciliables que se quisieron exterminar uno a
otro, con inhumana crueldad.
También habéis podido apreciar la importancia que tie-
ne para la vida de los habitantes de un país y de su territorio,
que exista una técnica como la Biopolítica, capaz de rehabili-
tar la vida de un pueblo, sobre el cual cayó un aluvión en-
trópico, que como hemos visto, devastó su territorio y puso en
peligro su existencia como Nación.
Nación, cuyos anales biocronológicos recientes, la hacen
aparecer como desgarrada por las fuerzas entrópicas y que
luchó desesperadamente por crear algo que pudiera atenuar
los sufrimientos, que hacían de su vida un nido de miseria.
Y ese algo fué la Biopolítica, que con su técnica pudo contri-
buir a desvanecer en el espíritu del pueblo coreano, las visio-
nes entrópicas de sus bombardeos y de sus incendios, del es-
panto que guiaba sus caravanas de refugiados, del hambre
con el que especulaban los agiotistas, en los poblados cercanos
a la tragedia y el de los merodeadores, que despojaban a las
mujeres y a los desvalidos.
La Biopolítica es la técnica integral del hombre, que siste-
matiza las leyes de la vida y la conducta humana, a los fines
de una organización estatal científica, la cual tiene un solo ob-
jetivo: (el bienestar y felicidad de los pueblos, basado en su li-
bertad y en su dignidad.
Ratifican el objetivo de esta técnica los acuerdos suscri-
LOS en 1956, por los jefes de Estado de las Naciones del Con-
tinente, en la "Declaración de Panamá", que en líneas gene-
rales establece:
(1) " El destino de América es desarrollar una civilización
" que haga reales y efectivos el concepto de libertad
" humana. . .
" . . . e l anhelo de que la humanidad alcance niveles
" superiores en su evolución espiritual y material y
OPERACIONES BIOPOLITICAS 89

" el postulado de que todas las naciones, puedan vi-


" vir en paz y con dignidad".
(4) " En un mundo en que la dignidad de la persona, sus
" derechos fundamentales y los valores espirituales
" de la humanidad están gravemente amenazados por
" fuerzas totalitarias, léase entrópicas (comunistas)
" ajenas a la tradición de nuestros pueblos y sus
" instituciones. América, mantiene el designio supre-
" mo de su historia: ser baluarte de la libertad del
" hombre y de la independencia de las naciones".
(5). " Una América unida, fuerte y generosa no sólo ha de
" promover bienestar del Continente; sino habrá de
" contribuir a lograr para el mundo, los beneficios
" de una paz fundada en la justicia y en la liber-
" tad...".

Otros conceptos sobre el bienestar y la felicidad, expresados


por uno de los mandatarios más ilustres del mundo (el Presiden-
te Dwight Eisenhower), con ocasión de las reformas en la
Organización de Estados Americanos (OEA), le dan tam-
bién un gran valor práctico a la técnica Biopolítica, cuando
expresó:
" Desde el día de la creación, la esperanza más querida de
" hombres y mujeres ha sido dejar a sus hijos algo mejor
" de lo que ellos han disfrutado". . .
" Esa esperanza representa una chispa de la divinidad
" en el corazón humano. . .
" Con demasiada frecuencia desde el comienzo, esas es-
" peranzas han sido frustradas dejando lugar a la amar-
" gura
" En realidad nuestra Organización, que no puede ser
" estática, debe aplicar el concepto dinámico al bienestar y
" progreso materiales. . .
" La paz y libertad de una Nación nunca pueden ser te-
" n i d a s por descontadas...
" Por consiguiente, así como nuestras Naciones han con-
" venido en unirse para combatir la agresión armada, unámo-
" nos para encontrar los medios que permitan a nuestros pue-
" blos combatir los estragos de la pobreza, de la ignorancia y
" de la enfermedad . . .
EL EJEECITO DURANTE LA ERA DE LA
PACIFICACION DE ARAUCO
Por EDMUNDO GONZALEZ S.

(Continuación)

3.—Disposiciones orgánicas y administrativas


(1861-1878)

N I la campaña de pacificación de la Araucanía ni la guerra


con España (1865-1966) interrumpieron, en absoluto, el
desarrollo progresivo del Ejército. Ellas fueron, más
bien, un verdadero estímulo para su perfeccionamiento como
instrumento de defensa y de seguridad interior y exterior.
A comienzo de 1861, la institución —que hasta el año an-
terior contaba con 4.277 plazas— era reducida a 3.093, de
acuerdo con la siguiente distribución:

Batallón Buin 1° de línea 400 pl.


Batallón 2" de línea 400 pl.
Batallón 3" de línea 400 pl.
Batallón 4° de línea 400 pl.
Batallón 7" de línea 400 pl.
Regimiento Cazadores a caballo 286 pl.
Regimiento Granaderos a caballo 286 pl.
Escuela Militar 37 pl.
Total: 3.093 pl.
Habían sido disueltos el batallón 5° de línea, el escuadrón
Carabineros de los Andes y la 7° compañía del Buin 1° de línea.
A pesar de las esperanzas que abrigaba el Gobierno res-
pecto de la tranquilidad de la frontera, estimó conveniente de-
jar bien guarnecidos sus puntos más importantes, a fin de lle-
var nuevamente la confianza a sus pobladores, que se habían
EL EJERCITO DURANTE LA ERA . . . 91

visto obligados a abandonar sus cultivos como consecuencia de


las incursiones continuas de los araucanos. En efecto, el regi-
miento Cazadores a caballo fue destinado a guarnecer Los An-
geles ; parte del batallón 2" de línea, el departamento de Arau-
co; el 4° de línea, Nacimiento; el 3" de línea, Chillán y una
compañía de artillería, distribuida en los diferentes fuertes.
Respecto de la dotación de alumnos de la Escuela Militar,
el Ministro de Guerra advierte —en su memoria de 1862— que,
aumentado considerablemente el cuerpo de oficiales con motivo
de las campañas de 1859, fueron disminuidas las vacantes pa-
ra las nuevas promociones de egresados de la Escuela Militar.
De allí, también, él decreto de 4 de febrero de 1862, que redu-
jo de 40 a 25 el número de cadetes efectivos del establecimiento.
Por otra parte, preocupado el Gobierno de dar la debida
importancia a la formación de la oficialidad del. Ejército, co-
misionó a su director para elaborar un nuevo y más moderno
reglamento orgánico. La Escuela comenzó a funcionar, enton-
ces, a base de tres secciones, principales: la Escuela Preparato-
ria, el Curso General y el Curso Especial. La Escuela Preparato-
ria tendría como misión "preparar a estudios superiores a los jóve-
nes que aspiran a ser cadetes, así como también a los que pretendan in-
gresar en clase de supernumerarios y pensionistas a los estudios del cur-
so jeneral".
El Curso General debería proporcionar "los conocimientos pro-
fesionales necesarios" respecto de las diversas armas y el Curso Especial
estaba destinado "a formar ingenieros militares y oficiales de artillería
que posean también los conocimientos que requiere la carrera de ingenie-
ro geógrafo".
La Memoria de Guerra de 1863 transcribe el informe ele-
vado por el jefe de las operaciones en la frontera araucana al
Ministro del ramo. Según dicho informe, la división de opera-
ciones estaba distribuida, ese año, en la siguente forma:
Plaza de Los Angeles:
—3 compañías del batallón 7° de línea.
—1 compañía del regimiento Granaderos a caballo.
—media compañía de artillería.
Plaza de Nacimiento:
—1 compañía del batallón 7" de línea.
—1 piquete de artillería.
Plaza de Angol:
—batallón 4° de línea.
—1 piquete de Granaderos a caballo.
—1 piquete de artillería.
Plaza de Negrete:
—2 compañías del batallón 7" de línea.
—1 piquete de Granaderos a caballo.
Plaza de Mulchén:
—5 compañías del batallón Buin 1° de línea.
92 MEMORIAL DEL EJERCITO

—1 compañía del regimiento Granaderos a caballo.


Plaza de Lebu:
—2 compañías de la brigada de infantería de marina.
—1 piquete de Granaderos a caballo.
Plaza de Concepción:
—1 compañía del regimiento Granaderos a caballo.
La Memoria de Guerra de 1864 informa que, procedentes
de Francia, se recibieron los siguientes elementos encargados
el año anterior:
2.500 fusiles rayados.
500 fusiles rayados con sable-bayoneta.
3.000 correajes blancos para infantería.
800 carabinas con correaje.
500 pistolas de caballería.
1.000 sables con tiro.
M uniciones en gran cantidad.
Se realizó, además, un nuevo encargo, destinado a satisfa-
cer las necesidades del Ejército, consistente en:
6.000 fusiles rayados.
1.000 fusiles rayados con sable-bayoneta.
7.000 fornituras completas.
2 baterías completas de cañones rayados de montaña,
sus albardones, cajas, material de repuesto, etc.
100 proyectiles por pieza.
1 máquina para arrancar y poner aletas a los proyec-
tiles.
1.500 qq. de pólvora de guerra para fusil.
600 qq. de pólvora de guerra para cañón.
300.000 tiros a bala de fusil.
1.000.000 de cápsulas fulminantes.
Respecto de los fuertes, el Ministro de Guerra advierte —
en la Memoria citada— que el Gobierno tenía el propósito de
poner en estado de defensa los principales de ellos. Para lo cual,
se habían trasladado a los puertos de Valparaíso, Talcahuano,
Valdivia, Lota, Coronel y Ancud, los ingenieros necesarios pa-
ra levantar los planos y elaborar los presupuestos correspon-
dientes.
A mediados del año 1865 la oficialidad del Ejército estaba
distribuida en los diferentes grados, en la siguiente forma:
Generales de división 3
Generales de brigada 2
Coroneles 10
Tenientes coroneles 33
Sargentos mayores 50
EL EJERCITO DURANTE LA E R A . . . 93

Capitanes 117
Ayudantes mayores 28
Tenientes 80
Subtenientes y alféreces 136
TOTAL 459
Entre estos oficiales había los siguientes de procedencia
extranjera:
Argentinos 5; Franceses 2; Peruanos 3; Uruguayo 1.
II
Rotas las hostilidades entre Chile y España, el 24 de sep-
tiembre de 1865, el Gobierno tomó todas aquellas medidas in-
herentes a la defensa del territorio. Su atención se fijó, desde
luego, en la necesidad de proveer a la seguridad del litoral,
siendo una de sus primeras medidas el nombramiento de Co-
mandantes Generales de Armas en aquellas provincias que lle-
gan al mar. Investidos ellos de las facultades que les otorgaba
la Ordenanza; puestos en servicio los elementos de defensa; de-
clarados en estado de asamblea las provincias de Arauco, Chi-
loé y Llanquihue y —en general— los departamentos del litoral;
llamados al servicio activo los cuerpos cívicos que poseían ar-
mamento y preparada la organización de otros, la acción do los
funcionarios citados se demostró enérgica y eficaz, de acuerdo
con la situación.
La fuerza armada con que contaba la República en esos
momentos alcanzaba a la exigua suma de 3.083 plazas, confor-
me a la ley que la fijaba anualmente. Debiendo atender a la
seguridad de los muchos puertos, caletas y puntos de fácil ac-
ceso de nuestra costa, el Gobierno se vió obligado a decretar
el aumento del Ejército, usando de la facultad que le concedía
la ley de 24 de septiembre de 1865. Los batallones de infante-
ría fueron elevados a 844 plazas; el regimiento de artillería
aumentó sus 6 compañías a 8, para un total de 840 plazas; la
brigada de Gendarmes, que cubría las guardias de la capital,
elevó su fuerza a 840 y pasó a formar parte del Ejército, como
batallón 8° de línea. Se procedió, por último, a la organización
de los batallones 9°, 10° y 11° de línea.
Llamado el pueblo a integrar las fuerzas de defensa, res-
pondió ampliamente en un plazo por demás breve. Alcanzaron,
así, las fuerzas del Ejército a 7.504 plazas, siendo ocupada una
parte de ellas en cubrir las plazas de la frontera y la otra, en
aquellas zonas del litoral más expuestas. He aquí las guarni-
ciones :
Batallón Buin 1° de línea: Santiago.
Batallón 2° de línea: Caldera y Coquimbo.
Batallón 3° de línea: Chiloé.
94 MEMORIAL DEL EJERCITO

Batallón 4° de línea: Copiapó, Santiago y algunas plazas


fronterizas.
Batallón 7" de línea: Concepción y Talcahuano.
Batallón 8° de línea: Coquimbo.
Batallón 9° de línea: Chiloé.
Batallones 10° y 11° de línea: Valparaíso.
Regimiento Cazadores a caballo: Santiago.
Regimiento Granaderos a caballo: Los Angeles.
Regimiento de artillería: Valparaíso, Caldera, Coquimbo,
Talcahuano, Valdivia y Chiloé. P. M. en Santiago.
La Escuela Militar, por su parte, contribuyó a que el au-
mento se realizara en un tiempo mínimo, al suministrar al
Ejército 50 oficiales de un valer militar satisfactorio. Las nu-
merosas vacantes dejadas por las promociones, quedaron pro-
vistas tan pronto se abrió el establecimiento en el año de 1866,
excediendo —en mucho— a la demanda de los años anteriores:
el número de alumnos llegó a 101.
A raíz del bombardeo de Valparaíso, por la escuadra es-
pañola, el Gobierno resolvió la fortificación del puerto, bajo la
dirección del cuerpo de ingenieros militares. Al iniciarse los
trabajos, este cuerpo contaba con un número muy limitado de
oficiales (13, de coronel a subteniente), siendo necesario recu-
rrir al nombramiento de algunos ingenieros civiles. Aparejado
a la construcción o reparación de las fortificaciones, iba el pro-
blema relativo a la adquisición de cañones de artillería. Era
preciso adquirirlos en el extranjero o fabricarlos en el país,
apelando a la industria privada o estableciendo una fundición
de artillería por cuenta del Estado. Algunos de los estableci-
mientos del ramo en Valparaíso pusieron manos a la obra; pe-
ro hubieron de renunciar a sus intentos por no contar con los
elementos necesarios para el caso.
Mientras tanto, se dispuso la construcción de un estableci-
miento de fundición en Limache. La obra se llevó a cabo con
gran celeridad y, contando el establecimiento con bronce, má-
quinas a vapor, herramientas y demás útiles, se iniciaron los
trabajos de rigor. En poco tiempo la fundición suministró pie-
zas del calibre de 300, aun cuando el resultado fue negativo,
debido, tal vez, a la mala calidad del hierro. De todos modos,
el Gobierno se propuso hacer de la fundición de Limache una
fábrica, no sólo de cañones, sino de toda clase de armas y pro-
yectiles.
Respecto de adquisiciones en el exterior, luego de grandes
dificultades de todo orden, fue posible procurarse el número
suficiente de cañones, llegando —a mediados de 1866— 2 ba-
terías rayadas de montaña de Europa.
Los fuertes de Corral, Niebla, Amargos, San Carlos y Man-
sera en Valdivia, fueron suficientemente artillados. Su guarni-
ción : 1 compañía de artillería, de la brigada cívica de la mis-
ma arma del puerto de Corral; batallón cívico de Valdivia y 3
EL EJERCITO DURANTE LA E R A . . . 95

compañías del batallón de la Unión. Iguales obras se empren-


dieron en los fuertes de Agüi, Chaicura, Balcacura y San An-
tonio (Chiloé), habiéndose construido, además, varias baterías
en puntos donde su presencia se hacía necesaria para la defen-
sa de Ancud. Los cañones de estos fuertes eran casi todos lisos
y de escaso alcance y, por supuesto, de ningún efecto contra
los buques blindados.
La guarnición de Ancud contaba con las siguientes fuer-
zas:
Batallón 3° de línea 840 plazas
Batallón 9° de línea 840 plazas
2 batallones de guardias nacionales 800 plazas
Artilleros de línea 100 plazas
Cívicos 150 plazas
TOTAL 2.730 plazas
Además, 400 hombres en Castro, Quinchao y 50 en Cha-
cao y Hanco.
III
Hacia 1867, la fundición de Limache había suministrado
7 cañones de bronce rayados, de 100 lbs. y remitido a las for-
tificaciones de Valparaíso, 6 cureñas de fierro; un gran núme-
ro de rieles para plataformas, una máquina pescante para mon-
tar cañones y las herramientas necesarias para el trabajo de
los fuertes. Corregidos los defectos pequeños que se notaron en
las primeras pruebas de los cañones, los resultados siguientes
fueron por demás satisfactorios. Se estimó conveniente limitar
el calibre de las piezas a 100 lbs., temiendo que la fricción de
los proyectiles de hierro o acero deteriorara su rayado, por no
tener el bronce la dureza suficiente.
La fábrica de Limache se ocupó, también, de la elabora-
ción de munición de guerra, economizando el Fisco sumas con-
siderables. Se hicieron balas de hasta 600 lbs.
El citado año de 1867 contaba el país con el número sufi-
ciente de piezas de artillería, trabajadas en las más acredita-
das fábricas europeas, amén de los cañones fundidos en Lima-
che y en Valparaíso.
A mediados de 1868 estaban casi terminados los trabajos
de fortificación emprendidos en Valparaíso, en 1866. De los 13
fuertes que componían la defensa del puerto —sin contar a la
batería Chacabuco— 9 estaban completamente concluidos y en-
tregados al Departamento de Artillería. Estaban armados con
85 cañones de los calibres 600, 450, 300, 200, 120, 68 y 60. Los
otros cuatro (Bueras, Andes, Maipú y Pudeto), tenían su do-
tación completa de 36 cañones de los calibres expresados.
96 MEMORIAL DEL EJERCITO

Por esta misma época se prestaba especial atención al


arreglo, buen funcionamiento y economía de los hospitales mi-
litares. El de Santiago recibió mejoras importantes en sus di-
ferentes pabellones. En la frontera fue preciso improvisar hos-
pitales en algunas de las salas de los cuarteles. Además del de
Mulchén, se establecieron uno en Angol y otros, en el fuerte de
Chiguaihue, de numerosa guarnición. A la plaza de Toltén fue
enviado un médico con un bien provisto botiquín. Los hospita-
les de Mulchén, Angol y Chiguaihue fueron dotados de un boti-
cario, cada uno y siendo la adquisición de medicamentos en ex-
tremo costosa en el país, el Gobierno encargó a Europa un sur-
tido para el consumo de nuestros hospitales militares.
La Memoria de Guerra de ese año (1868) informaba, tam-
bién, respecto de la suficiente dotación de artillería de los fuer-
tes de Valparaíso, Corral y Ancud; de la cantidad de 75 piezas
de campaña en el parque de artillería, algunas de las cuales al
servicio de los cuerpos de esta arma de la Guardia Nacional.
Agregando a ello los 12 cañones de campaña y los 12 de mon-
taña entregados por la fábrica de Limache, su total alcanzaba
a 99.
Se acababan de recibir, por otra parte, 6.000 fusiles de
transformación (Gevelot y Chassepot) comprados a Francia,
del mismo sistema adoptado por este país, en vista de la apa-
rición del fusil de aguja prusiano. Se adquirieron, también en
Francia, 12.000 carabinas Minié, que —sumadas a los 6.000
fusiles y a las 1.000 carabinas Minié adquiridos anteriormente
— alcanzaban a las 19.000 piezas de armamento menor, carga-
bles por la culata mediante un sistema sencillo, amén del ar-
mamento rayado de dotación del Ejército y de los antiguos fu-
siles lisos transformables —en su mayoría— en fulminantes
para el servicio de los cuerpos cívicos.
Se recibieron, asimismo, 600 carabinas Spencer para ca-
ballería.

IV

Autorizado el Gobierno, por ley de 21 de agosto de 1868,


para aumentar en 1.500 plazas las fuerzas del Ejército, hasta
completar un total de 5.018, ellas alcanzaban, sin embargo, has-
ta 4.290 plazas solamente, según el detalle que sigue:

Batallón Buin 1° de línea Exist. 569 Faltan 71


Batallón 2° de línea 555 85
Batallón 3° de línea 509 " 131
Batallón 4° de línea 516 " 124
Batallón 7° de línea 568 72
Brigada de Toltén 291 3
EL EJERCITO DURANTE LA ERA . . . 97

Regimiento Granaderos a caballo 280 " 6


Regimiento Cazadores a caballo 352 " 74
Regimiento de artillería 642 " 162
" 4.290 pl. " 728
Conforme a lo que hemos visto a través del presente tra-
bajo, nunca fue posible —en tiempo de paz— completar las do-
taciones de las unidades, a causa de las deserciones y del licen-
ciamiento de la tropa que cumplía su tiempo. A ello había que
agregar la extracción de obreros, en esos años, para traba-
jos emprendidos fuera del país, como el ferrocarril en el Pe-
rú, bajo la dirección de Mr. Meiggs o las salitreras de Tarapa-
cá y Antofagasta.
La Memoria de Guerra de 1869 dedica tres páginas para
exponer al Congreso la conveniencia de estimular a los oficia-
les, suboficiales y soldados del Ejército que, abnegadamente, lu-
chan en la frontera para incorporar a la civilización los terri-
torios situados entre el Bío-Bío y el Toltén. Uno de los estímu-
los consistiría en aumentar el sueldo de la tropa. "El servicio de
todo jénero y por demás pesado que tiene que hacer el soldado en esos
lugares, donde con frecuencia tiene que abandonar el instrumento con
que trabaja en las obras de fortificaciones, para tomar el fusil y batirse
con el enemigo; el subido precio que ahí alcanzan los artículos más nece-
sarios; las privaciones de toda clase a que está sujeto y que en vano
trataría de minorar con el corto haber de que puede disponer, lo hacen
acreedor a que se piense en mejorar su suerte; aumentándole el sueldo
que actualmente goza".
Otra manera de recompensar al Ejército de la frontera
habría consistido —según la Memoria de Guerra— en la repar-
tición de ciertos lotes de terreno, de acuerdo con el sueldo men-
sual de cada oficial, suboficial o soldado, conforme puede verse
en el cuadro que a continuación se desarrolla:
Sueldo Mens. Hectárea
General de división $ 375 1.125 —
General de brigada 333.33 999 — 99
Coronel 266.66 799 — 98
Teniente coronel 198.33 594 — 99
Sargento mayor 154.16 462 — 48
Cirujano de 1° clase 75 225
Cirujano de 2° clase 29 87
Capitán 85 255
Ayudante 70.83 212 — 49
Teniente 60.83 182 — 49
Subteniente 51.66 154 — 98
M. del E. 7
98 MEMORIAL DEL EJERCITO

Sargento 1° 17 51
Sargento 2° 15 45
Cabo 1° 12 36
Cabo 2° 11 33
Soldado 9 27
La misma Memoria se ocupa extensamente de la situa-
ción de los oficiales del arma de ingenieros y comienza ad-
virtiendo que ellos han estado constantemente ocupados en
trabajos de la frontera y provincias de Santiago y de Valpa-
raíso. Terminados los fuertes Andes, Maipú, Pudeto y Callao
—en Valparaíso— el cuerpo de ingenieros los entregó al De-
partamento de -Artillería. Se encargó, además:
a) de la construcción, en el fuerte Ciudadela, de un edi-
ficio destinado a conservar el valioso material de artillería de
la plaza de Valparaíso;
b) de los planos para arsenales de marina y Escuela Na-
val ;
c) de levantar un plano topográfico de la población de
Valparaíso y de la costa que se extiende entre los fuertes Ran-
cagua y Callao;
d) del cálculo de la superficie de cada uno de los fuertes
de Valparaíso;
e) en Santiago:
—conclusión del cuartel ocupado por el batallón Buin 1°
de línea.
—arreglo del cuartel que ocupa el regimiento Cazadores
a caballo.
—levantamiento del terreno fiscal al costado de la igle-
sia de San Borja y proyecto para su parcelación.
f) en la frontera:
—reparación de los antiguos fuertes;
—construcción de nuevos fuertes en los puntos de que se
ha tomado posesión últimamente;
—exploración del río Imperial.
La Memoria advierte, a continuación, la imperiosa nece-
sidad de conceder una gratificación a los oficiales que inte-
gran el Cuerpo de Ingenieros. "Tan pronto como se principiaron
las obras de fortificación en Valparaíso y desde que se iniciaron las
operaciones en el territorio araucano, se ha hecho palpable la desven-
tajosa posición que ocupan sus oficiales. En efecto, los oficiales del
cuerpo de ingenieros desempeñan comisiones fuera de la capital, sin
que por esto se les abone gratificación de ninguna clase, careciendo de
alojamiento en cuarteles y de la economía q. proporciona a los demás
oficiales del ejército el sistema de arranchamiento, teniendo también
que sufragar con sus sueldos todos los gastos que les ocasiona la mo-
vilidad a que están sujetos por la naturaleza de sus ocupaciones, y de-
biendo gratificar, además, a los ayudantes que empleen en sus opera-
ciones".
EL EJERCITO DURANTE LA ERA . . . 99

"De este modo los oficiales de ingenieros militares, se encuentran


en una condición inferior a la que ocupan, respectivamente, los de igual
graduación en el ejército y sin tener como éstos la espectativa de los
ascensos, que no pueden tener lugar sino de tarde en tarde por la re-
ducida dotación del cuerpo".
Durante el año 1868 y primera mitad de 1869 la fundi-
ción de Limache suministró al Ejército, entre otros muchos ar-
tículos, los siguiente:
—1 batería de 6 cañones de bronce, calibre de a 4, para
montaña, con sus útiles correspondientes;
—14 cureñas completas;
—4 máquinas para lanzar cohetes de guerra;
—un número considerable de granadas de mano;
—balas de distintas dimensiones y sistemas;
—lanzas de caballería.
A través de la Memoria de 1870, el Ministro de Guerra
insiste, nuevamente, en la precaria situación económica de los
miembros del Ejército de la frontera. "Allí el militar lucha contra
numerosos inconvenientes. Los trabajos de fosos, escarpes de cerros y
barrancas, laboreo de maderas y otras pesadas faenas, dan ocupación
constante al Ejército. El estado de agitación de las tribus rebeldes ha-
ce con harta frecuencia que el soldado deje de la mano el instrumento
de trabajo para asir el de guerra y entre a soportar los riesgos y con-
trastes de campañas en que se espone la vida al frente del enemigo y se
arrostran molestias producidas por largas jornadas por caminos cenago-
sos o sendas intransitables".
"En el invierno se hace doblemente aflictiva la situación. Los tem-
porales y frecuentes lluvias traen la carestía en el mercado, y el deterio-
ro y a veces la destrucción completa de aquellas prendas de vestuario
que está obligado el soldado a costear de su peculio".
En la misma memoria el Ministro hace resaltar la im-
portancia —tanto para las operaciones militares como para el
progreso de las ciudades— de la construcción de una red tele-
gráfica que, partiendo de Angol, recorriera los fuertes de la
línea del Malleco. hasta Nacimiento. Su realización sería eco-
nómica para el Fisco, al aprovecharse una cantidad considera-
ble de alambre fiscal depositado en Nacimiento y al extraer —
con el personal de tropa— la madera para los postes, de las
montañas de Rucapillán y Curaco.
La Memoria de Guerra de 1872 se refiere a los estudios
hechos por la Superioridad para dotar al Ejército de los más
modernos medios de combate. En virtud de acertadas indicacio-
nes del Ministro Plenipotenciario de Chile en Gran Bretaña y
del ex cónsul de Bélgica en Chile, el Gobierno se decidió por
el fusil Comblain, reputado como lo más perfecto en la materia.
Para la artillería se pidieron 2 baterías de montaña con sus
arneses completos, 4 cañones de campaña, con 4.000 cargas y
accesorios y 6 ametralladoras con sus respectivas municiones.
100 MEMORIAL DEL EJERCITO

Para la infantería, fusiles Comblain, hasta completar 8.000 y


para la caballería, 1.000 sables y 1.500 carabinas Winchester y
municiones.
Después de serios y prolongados estudios en materia de
armamento, realizados por la comisión de oficiales en Europa,
a las órdenes del coronel don Emilio Sotomayor, en Inglaterra,
Bélgica y Prusia, el jefe de la comisión recomienda los cañones
Krupp, de la fábrica de Essen. En consecuencia, fueron adqui-
ridos 2 baterías de montaña y 4 cañones de campaña Krupp,
con sus municiones y arneses completos. Fueron adquiridos,
además, 6 ametralladoras Gatling, en la casa Amstrong y Com-
pañía, de Londres. .
Nuevamente, el Ministro de Guerra se refiere a la aflic-
tiva situación por que atraviesa el Cuerpo de Ingenieros y ad-
vierte que es sensible que permanezca con su dotación incom-
pleta, lo que acarrea fatigas excesivas sobre los oficiales, que
—mal remunerados— buscan una posición más holgada en la
vida civil, tan pronto han satisfecho sus compromisos con el
Gobierno. El cuerpo estaba integrado por 1 coronel, coman-
dante general, 3 tenientes coroneles, 2 sargentos mayores, 1 ca-
pitán, 3 tenientes y 3 subtenientes. Las vacantes ascendían a 5.
Pasa, en seguida, a preocuparse de la maestranza de Lima-
che, advirtiendo que su creación se hizo indispensable con mo-
tivo del conflicto con España, en 1865-66. "La esperiencia ha ma-
nifestado que la patriótica idea que se tuvo en vista ha encontrado en
la práctica dificultades casi insuperables, o por lo menos, de tal natura-
leza que las armas que se fabriquen en el país tendrán un costo excesivo
y serán siempre inferiores a las que podamos obtener en Europa o Es-
tados Unidos".
"Sin tomar en cuenta la falta de buenos materiales y de obreros
competentes, una fábrica de armas no podría subsistir estando limitada
a fabricar esclusivamente las que nuestro país pudiera necesitar. En al-
gunos meses de trabajo la maestranza podría elaborar las necesarias
para muchos años. El Estado se vería obligado a sostener un estableci-
miento costoso por el personal de su administración y por su maquinaria
para emplearlo muy de tarde en tarde. En estas condiciones, fácil es
comprender que las armas que se fabricasen costarían excesivamente ca-
ras y a esa desventaja es muy posible se uniese la de no tener la perfec-
ción de las que se elaboran en las fábricas de Europa o Estados Unidos".
"El Gobierno cree llegado el caso —advierte algo más adelante— de
tomar respecto de este establecimiento una resolución definitiva y para
hacerlo sólo espera el resultado de la visita que debe practicar el inspec-
tor de ese establecimiento".
Efectivamente, realizada la visita y elevado el informe co-
rrespondiente, la maestranza de Limache quedó en receso, pri-
meramente y fue rematada a una empresa industrial, más
tarde.
EL EJERCITO DURANTE LA ERA . .. 101

En el año de 1874 el Ejército alcanzaba las siguientes do-


taciones :
Batallón Buin 1° de línea 363 plazas
Batallón 2° de línea 378 plazas
Batallón 3° de línea 386 plazas
Batallón 4° de línea 354 plazas
Batallón 7° de línea 367 plazas
Regimiento Cazadores a caballo 373 plazas
Regimiento Granaderos a caballo 271 plazas
Regimiento de artillería 661 plazas
Total 3.143 plazas

Debiendo ser 3.516 las plazas, de acuerdo con la ley res-


pectiva, faltaban para el completo 373 plazas.
Las tropas estaban distribuidas así:
Batallón Buin 1° de línea.

En Chiguaihue 252
En Cancura 21
En Lolenco 17
En Lumaco 58
En las torres o fortines Las Heras,
Maipú y 5 de Enero 15 Total: 363
Batallón 2o de línea.

En Angol 290
En Nacimiento 54
En Rucapillán 12
En Figueras 21
En Chiguaihue 1 Total: 378

Batallón 3° de línea.

En Collipulli 201
En Los Angeles 51
En Curaco 41
En Mulchén 27
En Perasco 16
En Mariluán . . . 12
En fortín Granaderos 7
En fortín Esperanza 7
En Angol 3 Total: 386
102 MEMORIAL DEL EJERCITO

Batallón 4° de línea.
En Cañete ... 14o
En Lumaco 45
En Purén 56
En Lebu 25
En Queuli 25
En Toltén 25
En Quidico 23
En Collico 12 Total: 354
Batallón 7° de línea.
En Santiago ... 303
En Valparaíso 54 Total: 357
Regimiento Cazadores a caballo.
En Santiago 250
En Chiguaihue 64
En Collipulli 58
En Angol 1 Total: 373
Regimiento Granaderos a caballo.
En Angol 125
En Huequén 66
En Lumaco 54
En Mulchén 12
En Chiguaihue 13
En Los Angeles 1 Total: 271
Regimiento de artillería.
En Santiago 169
En Valparaíso 235
En Angol 102
En Toltén 81
En Lumaco 29
En Chiguaihue 12
En Purén 11
En Collipulli 6
En Los Angeles 3
En Lolenco 2
En Curaco 1
En Mariluán 1
En Perasco 1
La Torre 5 de Enero 1
En Quidico 4 Total: 661
EL EJERCITO DURANTE LA ERA . .. 103

La memoria de Guerra de 1876 presenta un cuadro sobre


el estado de los cuarteles de las unidades de Santiago, Valpa-
raíso y la frontera.
Batallón 7° de línea. Cuartel de Cañete en estado satis-
factorio; calabozo sumamente estrecho. Cuartel de Purén con
techo en regular estado.
Batallón 3° de línea. Cuartel de Chiguaihue en mal estado.
Regimiento Granaderos a caballo. Cuartel de Angol en
estado casi ruinoso. Fué preciso repararlo casi integramente.
Por escasez de habitaciones los oficiales deben alojar afuera.
Cuartel de Lumaco: cuadra de techo de paja y sin comodidad
alguna. Cuatro piezas de oficiales estrechas y con techo de pa-
ja. Cuerpo de guardia con techo de paja.
El cuartel de la compañía de Huequén, muy frío en invier-
no y muy caluroso en verano, a causa de su techumbre de zinc.
Por escasez de piezas, los oficiales deben alojar afuera.
Batallón 4° de línea. Cuadra del cuartel de Santiago (Re-
coleta) demasiado estrecha e insalubre. Parte de la tropa duer-
me, en verano, en el patio y en invierno, en el suelo de la cua-
dra. Escasez de piezas para oficiales.
Regimiento Cazadores a caballo. Cuartel de Santiago muy
estrecho y antihigiénico. Caballada en un patio de la calle San
Ignacio, en local en muy mal estado.
Regimiento de artillería. Cuartel de Santiago en estado
relativamente satisfactorio. Los de Valparaíso y Angol, en es-
tado regular.
Regimiento Buin. Cuartel de Collipulli de ningún valer
habitacional.
En resumen, los cuarteles y edificios militares de la fron-
tera, en gran parte en mal estado, a causa de humedad cons-
tante que reciben las maderas o por haber sido empleadas éstas
en verde. Las construcciones de adobes se desploman con fre-
cuencia, a causa de la poca solidez del terreno y, principalmen-
te, a causa del empleo de materiales húmedos. Esto último,
como consecuencia de la corta estación veraniega y las fuertes
lluvias del año, aún en esta estación.
La Memoria de Guerra de 1878 se refiere, en sus primeras
páginas, a la construcción de vías de comunicación en territo-
rio araucano. El cuerpo de Zapadores —organizado el año an-
terior— ha dado un gran impulso a esta clase de trabajos,
reportando al Fisco no sólo ventajas económicas, sino también
de carácter cualitativo. Caminos como el de Lumaco a Purén,
Purén a Cañete, Angol a Lumaco, fueron atendidos de prefe-
rencia, por ser las principales vías de abastecimiento para las
plazas del interior. Zapadores comenzó a abrir, asimismo, una
carretera en dirección a Adencul, de 35 Km. de longitud.
Respecto de la gran reducción de tropas efectuadas el año
anterior, advierte que la reforma de los 4 batallones de línea,
dejándolos en el pie de sólo 4 compañías, ha obtenido una dis-
104 MEMORIAL DEL EJERCITO

minución de 8 capitanes, 8 tenientes, 16 subtenientes, 8 sar-


gentos 1°, 32 sargentos 2°, 30 cabos 1° y 32 cabos 2°.
La disolución de 1 batería de artillería (14. III. 1878) ha
reducido la fuerza en 1 sargento mayor, 3 capitanes, 1 ayu-
dante mayor, 2 tenientes, 4 alféreces, 2 sargentos 1", 8 sar-
gentos 2°, 8 cabos 1° 8 cabos 2° y 174 soldados. Se redujeron,
igualmente, 500 infantes y 200 jinetes de caballería, dismi-
nuyendo proporcionalmente las fuerzas de cada cuerpo en una
y otra arma.
A consecuencia de lo cual, la fuerza efectiva de los cuerpos
quedó así:
Infantería :
Plazas
4 batallones de línea y 1 de Zapadores, con 300
hombres cada uno 1.500
Ca b a l Ier ía :
2 regimientos, con 5 escuadrones 530
A r t i I I e ría :
1 regimiento de 2 baterías 410
Total: 2:440
Lo que hace una reducción de 867 plazas, sobre el número
de 3.316 fijado por ley de 3 de enero de 1878. El Inspector Ge-
neral del Ejército comentaba, con fecha 30 de abril del año
citado, sobre el particular: "En efecto, la fuerza con que contaban
los cuerpos de infantería, bajo la base de cuatrocientos hombres con la
antigua dotación de oficiales que tenían antes de las disminuciones acor-
dadas en las últimas épocas, apenas si podía alcanzarse a desempeñar
medianamente todos los actos que reclaman el servicio militar".
"De modo, pues, que si en tales condiciones el descanso que debe te-
ner una tropa que pasa continuamente en trasnochadas interminables
que destruyen a la vez que matan el organismo físico, casi impedía
prestar toda la atención que exije la instrucción militar que ha de poseer
un ejército regularmente constituido y organizado, es fácil llegar a la
siguiente conclusión: ¿cómo se realizará el aprendizaje militar, que ha
de ser correcto y arreglado a los principios modernos que son su escuela,
para que nuestro ejército mantenga, no diré las tradiciones del pasado,
que debe conservar a toda costa con justo orgullo, sino siquiera la uni-
dad de la instrucción que es su complemento?".
Algo más abajo agrega: "Aún cuando lo que dejo dicho no deja
de ser un tanto alarmante. . . no obstante, gracias a un sistema ejem
plar seguido felizmente hasta aquí por, los jefes de cuerpo, nuestra or-
ganización militar apenas si se resiente de pequeños lunares. . . que de
EL EJERCITO DURANTE LA ERA . . . 105

ninguna manera han debilitado en gran modo la unidad de fuerza que


ha sido la constitución predominante de nuestro ejército".
Otro problema que inquietaba a los jefes y oficiales del
Ejército era el relativo a la dispersión de las unidades de tro-
pa en la frontera. A riesgo de alargar el trabajo más de lo
conveniente, nos permitimos transcribir parte del informe del
comandante del batallón 2o de línea (teniente coronel D. Eleu-
terio Ramírez), elevado a la Superioridad con fecha 25 de
marzo de 1878. "La instrucción militar, que da la fuerza mayor en
todo ejército medianamente organizado —dice— está siendo ent re
nosotros, señor Inspector, materia muy difícil de ser atendida con la asi-
duidad que conviene...".
"El fraccionamiento en que se mantienen de ordinario a los cuerpos.
del ejército es contrario a su moral y disciplina, y si ésta llega a faltar
alguna vez por desgracia, desaparecerá también esa garantía que oficie
a un país un ejército bien organizado y solidamente instruido".
"El cuerpo de mi mando ha permanecido y permanece fraccionado
aún, desde el 14 de septiembre de 1865 en que, por circunstancias de la
declaración de guerra a España, fué preciso dejar la guarnición de
Valparaíso, para pasar a cubrir las de las provincias de Coquimbo y
Atacama".
'"U. S., el honorable jefe de este batallón en esa época, sabe muy
bien que el 2" de línea no pudo reunir su fuerza durante los tres años,
que, desde aquella época, continuó U. S. al mando del batallón, y que
obligado más tarde por las necesidades del servicio, tuvo que pasar a
cubrir con él las guarniciones de Valparaíso y Santiago, y luego des-
pués la alta y baja frontera".
"Desde el mes de julio de 1868 en que me cupo el honor de pasar
a ser su segundo jefe y el sucesor más tarde, el 2° ha continuado siem-
pre en el mismo fraccionamiento en que U. S. lo dejó, y en él permanece
hasta hoy día, repartido en dos provincias...".
Efectivamente, el 2° de línea tenía fracciones destacadas
en Valparaíso y departamento de Lebu, Cañete e Imperial
(Toltén, Collico y Queuli). En el mismo caso se encontraban
los demás cuerpos de tropa del Ejército, conforme lo hemos
visto en las páginas 12 y 13 del presente capítulo.

VI

Damos a conocer, a continuación, los decretos supremos


más interesantes del período 1861/1878:
Con fecha 11 de mayo de 1861 queda disuelto el escuadrón
Carabineros de los Andes, siendo el personal de tropa no li-
cenciado repartido en los otros cuerpos de caballería y los jefes
y oficiales, enviados al Estado Mayor de plaza.
Con la misma fecha es disuelto el batallón de infantería
106 MEMORIAL DEL EJERCITO

5° de línea, pasando sus oficiales al Estado Mayor de plaza y


la tropa no licenciada, a los demás cuerpos de infantería.
El 11 de junio se fija la siguiente dotación a las unidades:
—batallones de infantería: 400 plazas
—escuadrones de caballería: 2 escuadrones de 143 pla-
zas c/u.
—regimiento de artillería: 484 plazas.
1865.—El 7 de septiembre se organiza una brigada de in-
genieros, a 2 compañías, que "será en lo sucesivo la encargada de
la construcción, reparación y conservación de todas las obras militares;
de manera que formará un verdadero cuerpo de artesanos, que a las
órdenes de nuestros buenos jefes y oficiales del actual cuerpo de Inge-
nieros, prestará en el ramo de guerra importantes servicios al país".
El 15 de septiembre el Ministro de Guerra oficia al Ins-
pector General del Ejército que queda suspendido el cumpli-
miento del decreto de fecha 7 último.
El 24 de septiembre el Congreso aprueba la declaración
de guerra a España. Ello dió origen a los siguientes D|S. de
carácter militar:
25 de septiembre. Los batallones de infantería aumentan
su fuerza a 800 plazas cada uno.
26 de septiembre. El regimiento de artillería es aumen-
tado a 8 compañías y 1 P. M.
Id. Se organiza el batallón 8° de línea, a base del cuerpo
de Gendarmes de Santiago y es puesto bajo las órdenes del
coronel graduado D. Vibiano Antonio Carvallo.
Id. Se organiza el batallón 9° de línea, a las órdenes del
teniente coronel D. José M. Silva Chávez.
6 de octubre. Se constituyen en estado de asamblea las
provincias de Chiloé y Llanquihue y todos los departamentos
del litoral de la República.
11 de octubre. Se decreta que todos los cuerpos cívicos
puestos sobre las armas gozarán del mismo sueldo y gratifi-
caciones que los cuerpos del Ejército.
16 de octubre. El batallón 2° de línea es aumentado en tres
compañías.
21 de octubre. Se organiza en Valdivia el batallón 10° de
línea, a base de 400 plazas y bajo las órdenes del teniente co-
ronel graduado D. José A. Bustamante.
22 de noviembre. El batallón 10° de línea es elevado a 884
plazas.
1866.—El 1° de agosto los batallones Buin 1°, 2°, 3° y 4°
de línea quedan reducidos a su antigua dotación de 400 plazas.
El 27 de agosto quedan reducidos a 400 plazas los batallo-
nes 7°, 8°, 9° y 10°.
Con fecha 10 de noviembre es aprobado el nuevo regla-
mento y plan de estudios de la Escuela Militar. El artículo 12
enumera las prendas del uniforme:
EL EJERCITO DURANTE LA ERA . .. 107

De parada.—Un pantalón de paño fino color garance.


Una levita de solapa de paño azul fino, con vivos garance
y el forro de la solapa lacre.
Un morrión de paño garance, con vivos azules, pompón
de forma elipsoide azul y blanco. Funda de hule.
Un florete con tahalí de charol.
Dos caponas de metal amarillo con palas de paño azul y
una estrella de seda blanca.
De cuartel.—Pantalón de paño burdo, color garance.
Chaqueta gris, con una botonadura.
Capote de paño burdo, gris.
Kepí de paño grueso, color garance y vivos azules.
1867.—Con fecha 13 de mayo queda disuelto el batallón 9"
de línea.
El 17 de junio queda disuelto el batallón 11° de línea. Dos
de sus compañías pasan agregadas al 8° de línea, en las plazas
de Toltén y Quidico, para ser disueltas tan pronto sean innece-
sarios sus servicios. (Ello ocurrió con fecha 23 de marzo de
1868).
El 27 de junio es disuelto el batallón-10° de línea, pasando
su personal a llenar las vacantes del regimiento de artillería y
del batallón de Marina.
1868.—El 23 de abril el batallón 8° de línea queda reducido
a 1 brigada (Brigada de Toltén) a 3 compañías, a las órdenes
de un sargento mayor o teniente coronel. Es puesta bajo las
órdenes del sargento mayor D. Orocimbo Barbosa.
1869.—El 5 de noviembre la brigada de infantería de línea
de Toltén es elevada a batallón, con la denominación de 8°
de línea.
8 de noviembre.—Quedan eximidos del servicio compulsivo
en la Guardia Nacional:
1.—Los chilenos menores de 16 años y mayores de 50.
2.—Los Senadores, Diputados y Secretarios de ambas Cámaras.
3.—Los Ministros de las Cortes de Justicia, jueces letrados, jueces de
primera instancia, subdelegados, inspectores, relatores y secretarios de
las Cortes y juzgados, procuradores y receptores de menor cuantía, al-
guaciles y notarios públicos, los alcaides y demás empleados en las cárce-
les, presidios y otros lugares de detención.
4.—Los Ministros de Estado, Intendentes, Gobernadores y Secreta-
rios de las Intendencias.
5.—Los alcaldes y regidores.
6.—Los eclesiásticos seculares y regulares.
7.—Los médicos, cirujanos, flebotomistas y farmacéuticos.
8.—Los rectores, vice-rectores, inspectores y alumnos internos de los
institutos y liceos.
9.—Los enrolados en el Ejército, Marina o guardia municipal y los
licenciados con premios de constancia.
10.—Los empleados en los resguardos.
108 MEMORIAL DEL EJERCITO

11.—Los celadores en el número que se designe pava cada departa-


mento.
12.--Los bomberos, según decreto especial.
Lo.—Los empleados de la renta de tabacos, de correo y telégrafos, los
del tráfico de los ferrocarriles, los camineros y los empleados en la ela-
boración de gas.
14.—Los sirvientes domésticos e individuos son empleos similares en
la ciudad o en el campo.
15.—Por regla general, los que están al frente de establecimientos
industriales o comerciales que funcionen legalmente los domingos.
Con fecha 1° de septiembre se decreta el reglamento para
el Estado Mayor de un Ejército de Operaciones. El título IX,
artículos 42, 43 y 44 se refiere al uniforme de los ayudantes del
Estado Mayor y lo describe así:
De pajada: casaca azul obscuro asolapada, con vivos ga-
rance en el collarín, solapa, bocamangas y pirámides. Pantalón
garance o azul. Pluma del sombrero y faja lacre. Botonadura
de metal amarillo y con el escudo nacional.
De cuartel: levita azul obscuro asolapada con vivos garance
y pantalón azul.
En los casos de formación, los ayudantes con bota grana-
dera y espolines amarillos.
Silla de montar con mandil garance circunvalado con una
franja azul obscuro de 4 cm. de ancho y en las extremidades
posteriores, estrella de metal amarillo de 10 cm. de diámetro.
Pistoleras de charol con tubos amarillos y sobre las tapas una
estrella pequeña de bronce, de 5 cm. de diámetro. Balija ga-
rance y con estrella igual a la de las pistoleras en cada extremo.
Con fecha 24 de noviembre el Ministro de Guerra autoriza
el uso del siguiente uniforme a los oficiales destacados en la
Araucanía:
1.—Levita, blusa o saco de paño, con las insignias y boto-
nadura respectivas. Con levita abierta, chaleco de paño azul
(o blanco, según la estación) con botones dorados.
2.—Sombrero de paja, hule o paño obscuro, con la insignia
de la unidad.
3.—Uniforme de parada, de acuerdo con el reglamento.
Por D|S. de 18 de diciembre se autoriza a los jefes y oficia-
les el uso del siguiente uniforme:
1.—De diario: levita abierta de paño azul, con cuello vuel-
to. Botonaduras y distintivos de grados respectivos. Los gene-
rales pueden usar también gorra azul con galón de seda. Al
frente de la visera un laurel bordado de oro de 45 mm. de alto
y 55 de ancho y en el centro, estrella de 20 mm. de diámetro.
2.—Con levita abierta, corbata negra, chaleco blanco de
paño o brin con cuello recto o cerrado completamente. Botona-
dura militar. Autorización para usar pantalón blanco de brin
en verano.
EL EJERCITO DURANTE LA ERA . . . 109

3.—Esta autorización no altera en nada al reglamento de


uniformes vigente y rije para los oficiales de la frontera lo dis-
puesto con fecha 24 de noviembre.
1871.—El 31 de octubre queda disuelto el batallón 8°
de línea.
1873.—El 9 de enero es creada la Escuela teórico-práctica
de militar, nombrándose profesor de ella a D. Pedro J. Quinta-
valla.
1874.—El 11 de mayo se crea una comisión enganchadora
para llenar las bajas de los cuerpos de tropa, con residencia en
la ciudad de Chillan, compuesta de un sargento mayor o capi-
tán, un teniente, un subteniente, un sargento 1° ó 2° dos cabos
y un tambor o corneta. Dicha comisión, perteneciente al E. M.
de Plaza, depende de la Inspección General del Ejército.
1875.—El 23 de abril se decreta el uniforme para los jefes
y oficiales del Cuerpo de Ingenieros.
1876.—El 2 de noviembre es disuelta la Escuela Militar,
como consecuencia del "sumario instruido para esclarecer los
sucesos ocurridos el 23 de octubre pasado".
1877.—El 24 de abril es disuelto el batallón 7° de línea y
sobre su base es organizado el Cuerpo de Zapadores, con miras
"al desarrollo de la agricultura, industria y comercio".
1878.—Con fecha 3 de enero la ley fija al Ejército una do-
tación de 3.316 plazas.
El 14 de marzo es reorganizado el regimiento de artillería,
quedando compuesto de 2 baterías a 2 compañías cada una.
El 12 de septiembre se fijan los requisitos para el ascenso
de los oficiales y personal de tropa del Ejército.
Tropa.—De soldado a sargento 1°: haber servido cuatro
meses, a lo menos, en el empleo inmediatamente inferior. Pa-
ra ser sargento, además, saber leer y escribir.
Oficiales.—"Pueden obtener el empleo de Subteniente:
"1.—Los Cadetes que hubieren rendido satisfactoriamente los exáme-
nes prescritos por el Reglamento de la Escuela Militar, y que tuvieren
dieziséis años de edad";
"2.—Los Sargentos que hayan servido en el Ejército cuatro años a
lo menos";
"3.—Los paisanos mayores de dieziocho años que hayan rendido exá-
menes legalmente válidos de geografía, gramática castellana, aritmética,
áljebra, geometría, francés y dibujo lineal".
Para ascender hasta el grado de general de división, se requiere ha-
ber servido por lo menos 2 años en el grado de subteniente, 2 en el de
teniente, 3 en el de capitán, 4 en el de sargento mayor, 5 en el de te-
. niente coronel, 3 en el de coronel y 2 en el de general de brigada, tiempo
que podría reducirse a la mitad en tiempo de guerra.
Con fecha 12 de septiembre el Congreso Nacional acuerda
una fuerza de 3.122 plazas para el Ejército permanente, du-
rante el año 1879.
110 MEMORIAL DEL EJERCITO

Con fecha 9 de octubre es aprobado el nuevo regla-


mento para la Escuela Militar. En su artículo 10, al referirse a
las prendas de vestuario, de cuartel y de aseo que debé tener el
alumno al presentarse al establecimiento, cita las siguientes
partes del uniforme:
De parada.—Levita de paño azul, vivos lacres. Una boto-
nadura.
Pantalón de paño azul.
Kepí paño azul con trencilla de oro.
Florete con tahalí y cinturón de charol.
De cuartel.—Levita de paño azul ordinario.
Pantalón de paño ordinario color garance.
Capote de paño azul ordinario.
Kepí de paño azul.
Pantalones brin blanco.
Botines de cuero.
Con fecha 19 de octubre se decreta el nuevo uniforme para
el Ejército de línea. No entraremos en sus disposiciones de
detalle vista su larga extensión y sólo nos limitaremos a recor-
dar que con este uniforme fué el Ejército de Chile a la guerra
del Pacífico o del 79.
El decreto de 27 de noviembre dispone la organización de
la Escuela Militar "para que funcione el año próximo entrante,
en conformidad a lo que dispone el Reglamento de 9 de octubre
próximo" y se nombra Director al coronel D. Emilio Sotomayor,
UN ESTUDIO SOBRE LA PERSONALIDAD DE
NAPOLEON
Mayor Aníbal Salvatierra L.

ASI siempre que se habla o se hace referencia a un hom-


C bre notable en la vida de la humanidad, se le relaciona
con sus hechos, sus obras, sus hazañas, en fin, con to-
do aquello que guarda relación con su persona o se le investi-
ga introspectivamente en forma exhaustiva en un aventurado
intento de analizar su "yo" o su "ello", para establecer la ra-
zón final de los móviles que le guiaron, deshumanizando total-
mente al héroe. Ambas formas de abordar el tema, que encie-
rran un inegable interés histórico, psicológico, social y de va-
rios otros órdenes, la mayoría de las veces no logran identifi-
car al personaje con el lector que busca comprenderlo en su al-
cance esencialmente humano, en sus emociones, sus temores,
sus dudas, y todos aquellos problemas que atenazan la diaria
existencia de los individuos en el grupo social.
Sin pretender un logro acabado en la presente obra y más
aún, muy lejos de ello, estos estudios constituyen un simple
ensayo sobre el tema propuesto, delinear a grandes rasgos el
contenido humano de nuestro personaje, en un esfuerzo de ex-
traer su figura de los terrenos del olvido y de la lejanía, en ba-
112 MEMORIAL DEL EJERCITO

se a la única huella que su paso dejó: la expresión escrita cíe


quienes le conocieron, le admiraron, le amaron o le aborrecieron.
¿Como era Napoleón?
Físicamente, Napoleón era un hombre de aproximadamen-
te un metro sesenta y cinco de estatura, que se puede estimar
un tanto reducida; su cuerpo, que fue esbelto cuando joven, ya
hacia 1815 había llegado a la corpulencia, con cierta propen-
sión a la gordura y a la proyección de su barriga; su cabeza
era grande, particularmente cuadrada y llena alrededor de la
mandíbula; cuello corto y más tarde, con doble barba; era cal-
vo alrededor de las sienes y el pelo de la parte superior de su
cabeza era muy delgado, color castaño oscuro, sin canas, lar-
go y desordenado, dando la impresión de que era rara vez esco-
billado. Tenía poca gracia para mover sus miembros; pero
acostumbraba a hacer muy pocos gestos y el porte de su cabeza
era lleno de dignidad. Sus ojos eran ligeramente azules con un
tenue tinte amarillo en el iris; sus dientes eran malos; las pu-
pilas grandes, su complexión cetrina y pálida. Su nariz era
fina y bien formada; sus labio superior era muy corto y su bo-
ca, en general, hermosa.
La expresión de su rostro era versátil y expresaba más allá
de la medida las rápidas y variadas fases de su mente. Su ros-
tro, en un instante era la estampa del buen humor y repenti-
namente cambiaba a un oscuro, penetrante y sombrío pensa-
miento que revela el carácter de la idea que lo exhaltaba. Su
aspecto general era de gravedad y de melancolía; pero sin tra-
za de severidad o de pasiones violentas, que por lo demás ja-
más permitió asomaran a su rostro. Las manos eran pequeñas,
con dedos puntiagudos y hermosas uñas; piernas un tanto cor-
tas pero bien formadas, a igual que su pie.
Su figura era muy fuera de lo común para sus contempo-
ráneos. De su extrema juventud, pasó por todos los períodos
normales del hombre en forma apresurada: cuando joven, era
ya un hombre maduro; cuando esta época, ya lucía un aspecto
de mayor edad que la que realmente tenía.
Sus maneras eran extremadamente gentiles, agradables y
atables; le gustaba incorporarse a cualquier grupo donde se
conversara o se debatiere algún asunto de interés; era un ex-
célente narrador de anécdotas y se esforzaba, en todas las for-
mas, de promover el buen humor. Con sus servidores inmedia-
tos siempre admitió una gran familiaridad, e incluso le era
perfectamente normal que le discutieran sus ideas y propósitos
en forma directa y sin ambages, no obstante lo cual siempre le
guardaban un enorme respeto, producto más que nada de su
admiración y cariño.
Sin esforzarse, Napoleón poseía, en alto grado, una enor-
me facilidad para causar una impresión en extremo favorable
UN ESTUDIO SOBRE NAPOLEON 113

con aquellos que entablaba conversaciones siempre interesan-


tes y llenas de sugerencias, y sobre temas en los cuales suponía
que su interlocutor estaba bien informado y podía obtener an-
tecedentes útiles.
¿Como era Napoleón como conversador?
Para quienes lo oyeron, y así lo atestiguaron, hay que consi-
derar la actitud de Napoleón en público y en privado.
No hay duda de que en público Napoleón era un formidable
charlador, pero las ideas que su conversación reflejaba como
la de todo hombre público, no exponían su verdadero pensa-
miento, sino lo que él deseaba que fueran considerados como
sus ideas. La exposición se caracterizaba por su claridad, elo-
cuencia y la mordacidad con que sus palabras eran vertidas en
los oídos del auditorio. No es condenable la ausencia de plena
sinceridad de su contenido porque en estos casos la palabra es
un instrumento más de la política para conducir el destino de
los pueblos, conforme a la concepción general del gobernante;
pero en privado, nuestro héroe era extraordinariamente conciso
en sus frases, franco, a veces de una franqueza chocante; pe-
ro siempre llena de interés. Su atractivo inevitable era su des-
lumbrante rapidez para volcar instantáneamente todo su po-
derío intelectual en el juego del tema controvertido que logra
ba aclarar de manera fulgurante en un momento con recuer-
dos, paralelismos históricos, con su sagacidad nativa, su cono-
cimento de la humanidad y de los hombres en particular, y de
manera especial con los cuales había tenido contacto, todo lo
cual lo resumía en un haz de conceptos, producto de su deslum-
brante capacidad de síntesis y de instantánea asociación men-
tal.
Referirse a los temas preferidos de su conversación es
elaborar un estudio aparte de los hasta aquí escritos, porque
reflejan su pensamiento sobre los tópicos abordados.
Así por ejemplo ¿cuál es la idea de Napoleón sobre reli-
gión? Para el Emperador, este siempre fue un tema de pro-
fundo significado y sus conceptos conforman en buena parte
su actitud ante la vida.
Uno de los libros cuya lectura era preferida por Napo-
león era la Biblia, aun cuando la lectura no fuese motivada por
solemnes razones, sino por otros mucho más prácticos, tal co-
mo la parte correspondiente al libro de Samuel, para tomar
nota de sus testimonios en favor de una monarquía legítima.
Otras veces su lectura tenía un fin menos utilitario, como el
hecho de declararse un gran admirador de San Pablo. Ya ha-
cia la época de Santa Helena, sus pensamientos en esas os-
curas horas derivaron en gran manera a los problemas de
M. del E. 8
114 MEMORIAL DEL EJERCITO

la fe, pero más bien en el aspecto de interrogante solemne


que en el .sentido de comenzar a construir la propia.
Existen algunas anécdotas que representan a Napoleón
indicando hacia el firmamento arengando a una vaga deidad.
Otros le atribuyen diversos comentarios y frases sobre su
conversión final al cristianismo, pero la mayor parte de la
verdad parece estar contenidad en la idea de las inclinacio-
nes de Napoleón hacia el mahometanismo. Napoleón objeta-
ba ai cristianismo como una religión de no suficiente antigüe-
dad. "Si hubiese existido desde el principio del mundo", ra-
zonaba, "podía haber creído en ella, y que no habría podido
sostenerse hasta ahora sin la concepción y la corona de tor-
mentos, por lo que esto significa a la humanidad". Agrega-
ba que "él no podía aceptar aquel tipo de religión que
condenaba a Sócrates y a Platón". Se preguntaba además
"¿Por qué, en cualquier caso, el castigo había de ser eterno?"
Solía declarar también que había sido muy perturbado por los
argumentos del sheyck de Egipto, quien le había expresado
que aquellos que adoraban tres divinidades debían ser nece-
sariamente paganos.
Por otra parte, él consideraba al mahometanismo mucho
más simple y superior al cristianismo por el hecho de ha-
ber conquistado medio mundo en 10 años, mientras el cristia-
nismo empleó trescientos en establecerse. Una vez expresó
"Nosotros, los mahometanos".
Entre el ritual romano y el anglicano, prefería el prime-
ro de ellos dando como razón que en la Iglesia Romana la gen-
te no entendía a los predicadores y no era sabio tratar y ha-
cer esas materias demasiado entendibles al auditorio.
Tal como muchos, pensaba que los clérigos debían casar-
se, aun cuando dudaba de confesarse a un cura casado por el
temor de que éste repitiera todo a su esposa. No era tan par-
tidario de la jerarquía como del ritual de Roma. Era hostil al
Papa. Solía expresar que solamente Gran Bretaña y el Norte
de Europa se habían emancipado de ese yugo, porque era ri-
dículo que el Jefe de un Estado no fuera el Jefe de la Iglesia
de ese Estado.
Este pensamiento lo mantuvo inalterable y en Santa He-
lena se arrepentía de los antiguos tiempos, cuando preocupado
con una desastrosa lucha contra el Papado, en lugar de con-
cluir con el Concordato no se había declarado protestante; la
nación le habría seguido y se habrían librado de! yugo de Ro-
ma.
Pero tal como procedió, cada vez se volvió más hostil al
cristianismo, hasta llegar a decir una vez que su opinión era
que Cristo nunca existió como tal y que se dejó morir tal co-
mo cualquier otro fanático que se las daba de profeta o de
UN ESTUDIO SOBRE NAPOLEON 115

mesías, como tantos otros de este tipo que constantemente


aparecen sobre la faz de la tierra.
Napoleón se proclamó abiertamente materialista; algunas
veces él creyó que el hombre fue creado en una particular
temperatura del aire, otras veces sostenía que era producto
de la arcilla, añadiendo textualmente: "Tal como Heródoto na-
rra que el barro del Nilo se transformaba en ratas, o que era
calentado por el sol y combinado con flúidos eléctricos".
"Vea lo que Ud. guste", agregaba, "toda cosa es mate-
ria, más o menos organizada. Cuando salgo a cazar y abro un
ciervo con el cuchillo, observo que su interior es semejante al
de un hombre. Un hombre es solamente más perfecto que un
perro o un árbol, y vive mejor. Las plantas son el primer es-
labón en una cadena en la cual el hombre es la última. Yo sé
que esto es contrario a la religión; pero mi opinión es que to-
dos somos materia".
Agregaba:
"¿Qué son la electricidad, el magnetismo, el galvanismo?
En eso yace el gran misterio de la naturaleza. Galvanismo tra-
baja en silencio. Personalmente creo que el hombre es pro-
ducto de estos flúidos y de la atmósfera, que el cerebro bom-
bea estos flúidos e imparte la vida y que el alma está com-
puesta de estos flúidos, los que después de la muerte regre-
san a la atmósfera, donde ellos son bombeados dentro de otros
cerebros".
"Si yo fuese obligado a tener una religión yo adoraría al
sol, la fuente de toda la vida, el real Dios de la tierra. Yo no
puedo creer en un Dios justo castigando y recompensando, por-
que la gente buena es siempre infortunada y los canallas siem-
pre tienen suerte. Miren a Talleyrand decía, estoy seguro de que
morirá en su cama". Sin embargo, al final, en Santa Helena,
expresó que sólo un tonto podría decir que desearía morir sin
un confesor. "Hay tantas cosas que uno no conoce y tantas que
no se pueden explicar".
Pero dejemos por un instante estos graves problemas y va-
mos a otras materias más vanales y simples; pero no desprovis-
tas de interés. ¿Cómo eran los domingos de Napoleón?
Para Napoleón todos los días de la semana eran de
trabajo y sólo circunstancias excepcionales lograban que uno
que otro domingo el Emperador rompiese la continuidad de su
trabajo y se permitiese distracciones, que, sin embargo, bien
analizadas, formaban parte de sus obligaciones generales como
gobernante.
De ordinario, la vida de Napoleón era sumamente sedenta-
ria, especialmente durante los largos períodos en que permane-
ce en las Tullerías, tras su gabinete de trabajo, donde las horas
pasan al galope bajo la fusta de los correos que traen comuni-
caciones de todas partes de Europa. Sólo la necesidad extrema
116 MEMORIAL DEL EJERCITO

de un ejercicio físico que le permita desentumedecer sus ateridos


miembros, o el requerimiento de su presencia ante el alma del
pueblo para reavivar sus sentimientos de lealtad y amor tan da-
dos a enfriarse paulatinamente a medida que pasa el tiempo, y
que él capta con su fina sensibilidad política, o la obligación im-
puesta a sí mismo de controlar personalmente la ejecución de
obras de adelanto en las cuales ha volcado toda su preocupación,
constituyen incentivos para cambiar su esfera de trabajo ha-
bitual.
Por una terminante disposición emanada de él mismo, el
jardín de las Tullerías es público y esta circunstancia le priva
de hacer uso de él, ya que su presencia provoca la incontenible
entusiasta efervecencia ciudadana y cortejo de admiradores le
acompaña a todas partes. Sólo cuando María Luisa hacia los úl-
timos meses de 1810 se encuentra grávida, le reserva la terraza
Borde l'Eau; pero desde que la Emperatriz abandona las Tulle-
rías y parte a Saint Cloud, la terraza es abierta al público. Si
se tarda en abrir las rejas del jardín, el Emperador tiene una
forma de hacer recordar sus órdenes que no admite réplica.
Pero ha llegado un domingo en que Napoleón ha resuelto
reservar para una sola jornada todas las cargas de la realeza.
Habitualmente, su trabajo semanal se realiza con ausencia ab-
soluta de protocolo, del cual abomina; pero para este día las
cosas cambian fundamentalmente y él debe cumplir con su pa-
pel de soberano ante la Corte, ante el pueblo, ante el Ejército,
ante las potencias extranjeras, ante todos, pese al hastío y al
intenso aburrimiento que ello le produce.
Ese domingo en !a mañana, todo se desarrolla como de cos-
tumbre. "La toilette es la misma de todos los días y su vestimen-
ta casi idéntica". Este casi significa que el gran cordón de la
cruz de honor en lugar de llevarlo dentro de sus ropas, va pren-
dido sobre ella y en que su uniforme usual de cazador se troca
en el de granadero. El resto de la mañana, hasta la hora de al-
muerzo, sus actividades también se desarrollan a semejanza de
los días de semana, concede audiencias y estudia los asuntos
más urgentes. Después, comienza el ceremonial.
Primero, es la Emperatriz la que abandona los departamen-
tos y se dirige a la capilla, a misa ¡y qué misa!, seguida de su
cortejo. Adelante van sus pajes, siguen los escuderos y los cham-
belanes de las princesas, más atrás sus escuderos personales y
los chambelanes de servicio usual y de servicio extraordinario;
a su derecha, y un tanto atrás, el primer escudero y el primer
acólito, a su izquierda, la dama de honor y detrás de ella, las
damas de palacio y las damas para acompañar a las princesas.
Algunos minutos después, el Emperador, advertido, toma el
mismo camino y su cortejo es más numeroso aún. Este es enca-
bezado por los pajes y su gobernante, el ayuda de cámara y el
maestro de ceremonia, los escuderos y los prefectos de palacios,
UN ESTUDIO SOBRE NAPOLEON 117

los chambelanes, el chambelán y el escudero del día, el ayudante


de campo de servicio y por fin, detrás de cinco granaderos ofi-
ciales de la corona, el Emperador, seguido de inmediato por el
coronel general de la guardia de servicio y por el gran acólito.
Después vienen los príncipes de la familia imperial, los ayudan-
tes de campo, el primer acólito y los oficiales de los príncipes.
A la salida de la sala del trono, el cortejo se despliega en
la gran escala, rodeada por la guardia, atraviesa la sala de la
guardia, pasa entre las dos estatuas del silencio y de la medita-
ción, sube la escala de la sala del Consejo de Estado, entra a ella,
observa de paso su techo decorado por el cuadro de la batalla de
Austerlitz, de Gerard, y de allí llegan finalmente a la tribuna im-
perial que está contigua. Esta sala, que fuera reservada al Em-
perador, solamente es usada por éste los domingos, cuando con
su corte viene a misa y en la semana cuando con el chambelán
de servicio viene a presidir al Consejo de Estado.
A veces, los dos cortejos se confunden, entonces el Empera-
dpr, la emperatriz, los príncipes, las princesas, se reúnen en la
sala del trono. En la primera antecámara que precede esta an-
tesala aguardan las personas agregadas a las personas de los
príncipes, en la segunda, los diputados, los tribunos, los jueces
y los oficiales que tienen acceso a la Corte. Cuando el Empera-
dor da la mano a la Emperatriz, sale de la sala del trono, los ofi-
ciales de la Emperatriz caminan delante de los oficiales del Em-
perador ; pero la ruta es la misma, con esas grandes escalas
tan aptas a los despliegues imperiales suntuosos; pero en los
cuales, por desgracia, el Emperador, siempre apurado, cami-
no demasiado rápido y le quita a esta pompa un poco de su
dignidad.
Al paso de la Emperatriz, cuando ella viene sola, los tambo-
res redoblan, y una segunda batería anuncia la llegada del so-
berano, delante del cual, el húsar, abriendo las dos hojas pro-
nuncia solemnemente: "El Emperador".
La capilla está llena. Abajo, a cada lado del altar, hay un
granadero de servicio con su fusil al costado. La nave está lle-
na con el pueblo que ha llegado por la galería del jardín. El em-
perador no ha querido permitir jamás que se dieran entradas
para su capilla. Los lugares son para los que llegan primero.
Napoleón sostiene que "todo culto debe ser gratuito, y para el
pueblo, decía él, la obligación de pagar en la puerta o de pagar
las sillas es algo que subleva; no se debe privar a los pobres,
por ser pobres, de lo que les consuela de su pobreza".
La tribuna imperial ocupa todo el fondo frente al altar.
A la izquierda están las tribunas reservadas a las damas de
palacio y a las presentadas a la Corte, a la derecha, están abier-
tas las grandes ventanas del Consejo, donde se reúnen todos
118 MEMORIAL DEL EJERCITO

aquellos que asistirían luego a la gran audiencia, todos en el


uniforme de sus grados o en la vestimenta de sus funciones.
Todo es resplandeciente y solemne.
Mientras se suceden las alternativas de la pompa, Napoleón
habrá recordado más de una vez el diálogo que sostuviera tiem-
po atrás, todavía cónsul con Girardín, cuando iba a restablecer
la religión católica.
—"Estaréis obligado a ir a misa", le dijo Girardín.
—"Puede ser" replicó Napoleón.
—"Pero obligaréis también a todos los funcionarios públi-
cos asistir".
—"Qué locura" exclamó Napoleón.
—"No ciudadano cónsul, eso sucederá en forma inevitable,
porque a Ud. le parecerá necesario, y es por ello que desde ya
le solicito que agregue excelentes músicos a nuestra capilla, por-
que una buena música es un remedio contra el aburrimiento y
la misa que ya no tenemos costumbre de oir nos parecerá algo
sumamente aburrido".
Ninguna capilla en el mundo es comparable a la de Napo-
león. Cuenta con un director a cargo, dos directores de orques-
ta, dos primeros cantantes, cuatro primeras cantantes, tenores,
bajos, contraltos, mezzo sopranos. La orquesta está encabezada
por el primer violín del Emperador, Kreutzer, siguen ocho pri-
meros violines, nueve segundos violines, cuatro altos, ocho bajos,
cuatro contrabajos, dos pianistas, flautas, oboes, clarinetes, cor-
nos, tubas, etc., todos ellos los primeros artistas de París
que el Emperador ha hecho buscar uno a uno por el director en
el momento más oportuno, ya que Querubini y el Conservato-
rio les habían cerrado la puerta. Entre todos se reparten 133.800
francos; pero fuera de ello gozan de la tutela imperial que igual-
mente es reportadora de beneficios.
Apenas el tambor ha anunciado la llegada del Emperador y
el maestro de ceremonias de la iglesia lo confirma, aparece el
celebrante rodeado de sus ayudantes desde la sacristía. Después
de haber saludado al altar, se vuelve a sus majestades, las salu-
da y en seguida comienza la misa. Esta no es larga, dura más o
menos veinte minutos y todo el tiempo se hace oír la música. La
Emperatriz Josefina, arrodillada en un reclinatorio guarnecido-
de terciopelo y oro, conserva una actitud recogida. A su lado,
un poco más atrás, se encuentra el Emperador, en apostura mi-
litar, con los brazos cruzados y la vista errante e inquieta, va-
ga por aquí y por allá. Repentinamente se inclina hacia Josefi-
na y le habla, ella le responde en forma lacónica y apresurada
para volver a su actitud de recogimiento. Napoleón sigue en-
hiesto, grave, inmóvil, y son muchos los artistas que aprove-
chan la ocasión para dibujarlo al natural.
Terminada la misa, el celebrante saludaba de nuevo al Em-
perador y el cortejo se formaba otra vez para retornar a los.
UN ESTUDIO SOBRE NAPOLEON 119

grandes departamentos. La multitud se apretujaba y todos los


que estaban allí hasta los más grandes, se sienten emocionados
ante la idea de pasar bajo la mirada del Emperador. Algún tes-
tigo dejó expresada su siguiente impresión sobre esta escena :
"El domingo, en la gran galería donde lo esperábamos, desde
que se pronunciaban las palabras de "el Emperador", palidecía-
mos todos y sé incluso de algunos que temblaban. Cada uno sue-
ña que por un segundo atraerá su atención. Este tiene bajo su
brazo un volumen que ofrecerá si se lo piden, este otro trata
de pasar desapercibido ya que tuvo un cambio de palabras con.
el Emperador en el Consejo de Estado y quiere saber si real-
mente ha incurrido en su cólera o si se le distingue aun".
Una palabra que pronuncien sus labios será una alegría
sin igual y un motivo de vanidad para todo el día. Napoleón
avanza, ya sea con pasos bruscos y cortados, o balanceándose,
como se ha dicho, no para imitar a los Borbones, sino porque
esta forma estima él, le da dignidad a su puesto y porque es
un invencible sentimiento de inhibición natural en todos aquellos
que por su posición pasan a constituir el centro de todas las mi-
radas.
Mientras avanza, Napoleón dirige sus miradas a derecha e
izquierda, con un aire que desea ser sonriente, ya sea a una ca-
ra desconocida, al personal con quien debe hablar, al hombre útil
y esperado, o con quien mantenía asuntos pendientes.
El se dirige directamente al hombre que despierta su in-
terés, con dos o tres frases concisas, a las cuales es necesario
dar una respuesta inmediata y breve. El las recibe, las analiza,
toma nota de su capacidad y la guarda en su memoria.
Primero es un documento que se le presenta y que él hace
llegar al ayudante de campa más próximo, para estudiarlo más
tarde, después es un libro que divisa bajo un brazo y que él to-
ma, más allá, a derecha e izquierda, pequeños saludos, frases
cortas dirigida a funcionarios que desea distinguir. "¿Cómo so
encuentra el señor Senador?". "¿Qué dice el señor consejero de
Estado?". Emplea preferentemente el título oficial, que el nom-
bre de la persona, título que es fácil adivinarlo por la vestimen-
ta de la persona. Más de alguna vez ha intentado memorizar el
nombre de su interlocutor. Al respecto, más de alguna anécdota
se cuenta, tal como ésta, por ejemplo:
"¿Ah, Ud. es el señor Ancillon?".
"Sí, Sire, Ameilhon".
"Ah, si Ameilhtm. Ud. ha continuado la historia romana
de Lebón?".
"Sí, Sire, de Lebeau".
"Si, si, de Lebeau, justamente hasta la toma de Constanti-
nopia por los árabes?".
"Sí, Sire, por los turcos".
"Sin duda por los turcos en 1449".
120 MEMORIAL DEL EJERCITO

"Sí Sire, en 1453".


"En 1453, está bien, entonces, está bien".
No obstante lo anterior, ello no fué impedimento para
que Ameilhon quedara encantado y le exclamara a su vecino:
"Es increíble, lo sabe todo, lo recuerda todo, no se le puede
enseñar nada".
El efecto está logrado, porque si bien puede equivocarse
en el dominio de la historia, de la literatura, o de la ciencia
pura, no hay peligro de que sufra una equivocación, ni si-
quiera de una sílaba, cuando se trata de sus asuntos.
Aquí hay otro concurrente de Hamburgo, de Amsterdan,
o de otros lugares, le interroga, le averigua lo que necesita
y pasa. Llama a un prefecto, no está. ¿Por qué? Necesita de
una respuesta precisa, y si le satisface, el prosigue. Ahora es
un oficial el que en cortas palabras le presenta su problema,
el Emperador le escucha y le promete justicia.
Si un viejo soldado, un veterano que ha visto las guerras
pasadas y sobrevive a su generación, desea conocer al Empe-
rador, Napoleón ordena que se lo presenten. El caso de Vil-
cot, anciano de ciento dos años, que él recibe en septiembre
de 1806, y al cual fuera de los 2.400 francos para sus gastos
de viaje, le asigna una pensión de 600 francos. Que no se
tenga la osadía, para hacerse notar, de llevar un uniforme,
que ya no se tiene el derecho de usar, o que no está dentro
del reglamento. A la mañana siguiente, una carta del Gran
Mariscal llega para recordar al usurpador, que lleva insig-
nias, que un general en retiro no tiene derecho a usar, y es
el Emperador que ha dictado la carta: ya que de una mirada
de sus.claros ojos, ha visto todo, y a todos, notado los ausen-
tes, comprobando los trajes, inspeccionado las tenidas, juzgado
hasta las expresiones de la gente.
Esta audiencia del domingo que mantiene el contacto en-
tre él y los hombres que emplea y de personas en todos los
grados, es una de las solas instituciones del Directorio que
ha subsistido; y todo el mundo, comenzando por Napoleón,
está conforme con ella;
A la salida, delante toda la concurrencia, en la escala.
Napoleón toma el juramento de honor a los diputados que se
incorporan por primera vez a sus tareas, a los nuevos funcio-
narios y autoridades, mediante el cual se establece su prome-
sa de fidelidad a la patria y a su persona.
Después viene el desfile. La infantería está alineada en
el patio, la caballería en la plaza. Napoleón pasa primero al
galope entre las filas, después baja a tierra y comienzan las
maniobras de las unidades que él hace repetir varias veces.
Después inspecciona hombre por hombre en cada regimiento.
Algunas veces les hace abrir las mochilas, otras veces, una
pieza de cada batería de artillería, informándose de todo y
UN ESTUDIO SOBRE NAPOLEON 121

de cada una en particular, ya que según él, la suerte de las


batallas depende en numerosas oportunidades de los detalles
más insignificantes. .
Terminado el desfile, el Emperador subía en seguida a los
grandes departamentos, desde los cuales el cuerpo diplomáti-
co, esperando su audiencia, había contemplado a través de las
ventanas el espectáculo antes citado y que Napoleón juzgaba
instructivo tanto para sus amigos como para sus enemigos.
Sus conversaciones con el cuerpo diplomático eran sim-
ples, vanales; pero cada vez que sabía que se estaba gestando
una guerra en su contra, se dirigía directamente al interesa-
do, le increpaba violentamente, aun cuando conservaba en su
fuero interno, un total dominio de sí mismo. Su violencia lle-
gaba hasta donde él deseaba conducirla.
Después, Napoleón saludaba y se retiraba y, mientras los
embajadores eran invitados a comer en las Tullerías por los
altos oficiales del Imperio, él se dirigía a comer con su fami-
lia, donde el único protocolo de precedencia en la mesa, era
el correspondiente a cualquier familia, según las edades de
sus. componentes.
Después de la comida, él departía con sus familiares en
los grandes salones interiores, sin que nadie ajeno a la fami-
lia rompiera esta intimidad que le era sagrada.
¿Cuáles eran los sentimientos de Napoleón con respecto
a la revolución?
Napoleón fué testigo absoluto de los dramáticos y temi-
bles días de la revolución y de esa testificación derivó un
profundo sentido de repugnancia a todo lo que significara
anarquía, pillaje, desorden y matanza. La revolución dejó en
su espíritu un horror a los excesos y una pasión sostenida por
el orden. Esta forma de pensar fué conocida por muchos, el
menor descontento popular, el más pequeño disturbio, el más
leve levantamiento le apesadumbraba mucho más que la pér-
dida de una batalla. Su preocupación permanente fué que el
pueblo tuviese suficiente trabajo, que los artesanos no pres-
taran oídos a los agitadores, y sostenía que tenía más temor
a un levantamiento popular por la falta de pan, que una ba-
talla contra 200.000 hombres. En esos casos ordenaba adelan-
tar dinero a los fabricantes para solucionar las crisis, algu-
nos de los cuales, a la época, llegaron a costarle millones de
libras esterlinas. Cada vez que un Ministro le aconsejaba al-
guna medida fuerte contra los ciudadanos, Napoleón, dueño
absoluto de la fuerza, preguntaba: "¿me garantiza Ud. que
la gente no se levantará contra ella?".
Cuando conversaba de las emociones experimentadas en
las batallas, denotaba profundo agrado; pero empalidecía re-
cordando los excesos de la revolución. Es curioso observar
este hecho antagónico: Napoleón representaba y había incor-
122 MEMORIAL DEL EJERCITO

porado definitivamente la revolución; pero era silencioso con-


tendor de ella en una batalla sin esperanza que sabía perdida
de antemano. Solía decir: "Yo, y yo sólo me mantengo entre
la sociedad y la revolución. Yo puedo gobernar como quiero,
pero mi hijo deberá ser liberal", y tanta razón tenía este
aserto que durante los diez meses de Elba la revolución irguió
su cabeza una vez más. El fué un hijo de la revolución, pero
un hijo que no había dudado en ser parricida.
Temía se presentase la ocasión de tener que luchar con-
tra el pueblo. Guardó durante largo tiempo el temor que su
acción del Brumario no fuese olvidada.
No obstante el odio a la revolución y sus métodos, él no
la había tocado ni siquiera para salvar su corona. Su hosti-
lidad hacia la revolución no podía ir más allá de esto. El ha-
bía visto,con amargo y silencioso desprecio a Luis XVI Sa-
ludar a las,multitudes desde el balcón de las Tullerías con el
gorro de la libertad en su cabeza. El, Napoleón, ni para pre-
servar su libertad o su dinastía asumiría tan triste y desme-
drado papel.
Después de Waterloo, la canalla, la multitud, rodeó el
palacio y le rogó los dirigiera porque lo consideraban la úni-
ca barrera contra el feudalismo, la devolución de las propie-
dades conquistadas y contra la dominación extranjera. Uno
de los oradores alude al 18 Brumario. Napoleón replica que
las circunstancias han cambiado, que dar satisfacción al de-
seo unánime de la gente requeriría un océano de sangre fran-
cesa y que él no derramaría ninguna por una causa personal.
Y cuando la multitud ya se había dispersado, explica a los
presentes: "si yo pusiera en acción la fuerza bruta de las
masas, sin duda que salvaría a París y me aseguraría la co-
rona sin recurrir a los horrores de una guerra civil, pero
también arriesgo un diluvio de sangre francesa". A continua-
ción se pregunta. "¿Qué poder se necesitaría para dominar
las pasiones, el odio y la venganza que se despertarían?".
Como todo ser superior, Napoleón era un hombre de
grande y viva imaginación y empleó esta capacidad imagina-
tivativa para rodear su persona de un efecto escénico. Así,
por ejemplo, siempre empleó el recurso de anunciar sus vic-
torias desde el palacio del monarca vencido, otras veces lo-
graba fingir un enojo extraordinario frente a un grupo de
amedrentados embajadores. En ciertas ocasiones deleitaba a
una fila de veteranos con el personal conocimiento que de-
mostraba poseer de cada uno de ellos, previo estudio minu-
cioso de sus biografías. Metternich dijo que preparaba el
anuncio de sus victorias con un extraordinario cuidado. Ru-
mores de derrota eran sediciosamente expandidos, los minis-
tros aparecían ante la audiencia, serios v graves, casi con-
UN ESTUDIO SOBRE NAPOLEON 123

tritos, entonces, en medio de la general ansiedad provocada,


el cañón anunciaba un nuevo triunfo, y el efecto perseguido
era ampliamente logrado. Otro caso: en la campaña de Rusia,
en el medio de la terrible incertidumbre y ansiedad de su es-
tada en Moscú, con el fuego y el hambre, cercándolo, con el
invierno y el desastre amenazando su retirada, él dictó y re-
mitió a Francia un elaborado plan de reorganización del tea-
tro franees, con lo cual quería significar a su cuartel general
la facilidad y capacidad de detalle de su mente y, a Francia,
que la administración de su Imperio era llevada desde Moscú,
con la misma universal y vital energía que en París. Más tar-
de, cuando tuvo que confesar las abrumadoras calamidades so-
brevenidas, anunciaba que "la salud del Emperador nunca ha-
bía estado mejor", calculando que esta frase le haría apare-
cer como una semi-divinidad superior a las calamidades y
manteniendo a Francia en la fe que, después de todo, su buen
estado era una de las cosas más importantes que podía su-
ceder ¿Egocentrismo? No, señores, simplemente conocimien-
to del pueblo. Tomar nota, aunque aparezca extraño, muchos
atestiguan que la primera ansiedad, la primera de todas las
preguntas de los que llegaban de Rusia era: "¿ Cómo está el
Emperador? ¿Se mantiene en buen estado de salud?".
Cuando ya en Santa Elena, el habitual espíritu de eco-
nomía inglés provoca restricciones en el presupuesto domés-
tico de Napoleón, ordena que su servicio de plata sea roto y
vendido. Montholon niega en vano y desobedece en parte. Tres
lotes de plata son vendidos conforme al precio fijado por Lowe.
La cena siguiente es servida por Montholon en servicio co-
mún. Napoleón se avergüenza, y como un niño, aleja la taza
en que se le ha servido diciendo: 'Después de todo, no somos
sino unos grandes niños" y al día siguiente, su regocijo es casi
infantil cuando Montholon confiesa su desobediencia y restitu-
ye las piezas de plata que le son más queridas.
Pero la última venta de plata ha sojuzgado a Lowe, quien
experimenta grave arrepentimiento por su tacañería y tiene
gran temor al escándalo que pueden producir estos hechos.
Napoleón queda dueño del campo y ya no tiene más proble-
mas. Por supuesto que todo ello no ha sido más que una simple
comedia, Napoleón no tenía necesidad ni tan siquiera de ven-
der ni una sola cuchara, porque tenía fondos más que sufi-
cientes ; pero él sostenía una lucha sin armas sobre estos asun-
tos con el gobernador y sabía que todo ello sería público en
Europa. Una vez que en Longwood hubo escasez de combus-
tible, ordenó a su sirviente Noverraz romper su cama y que-
marla. Después ya no hubo tantas dificultades y nunca falló
el combustible.
124 MEMORIAL DEL EJERCITO

Napoleón tenía un extraordinario ascendiente sobre las


personas. A las escenas ya narradas en las audiencias, en la
ceremonia de la misa, podrían sumarse cientos de otras, cul-
minando con su dramático retorno de la isla de Elba y su
desembarco en Francia. Esta fascinación ejercida por la per-
sona no era lograda solamente en los franceses, sino en todos
los que lo conocieron. Justamente, ya en Santa Elena, uno de
los principales peligros que encerraba la custodia de su per-
sona era este hecho. El comisionado francés, Montchenu, con-
fiesa que todos dejan la presencia de Napoleón con un entu-
siasmo fervoroso. "Si yo fuera Ud.", le decía al gobernador,
"no dejaría a ningún extranjero visitar Longwood, porque
cuando se van, quedan transportados de manera fantástica
hacia la devoción napoleónica, que la llevan para toda Euro-
pa": Por -una parte, el comisionado ruso expresaba: "Que lo
más- asombroso es el ascendiente de este hombre, destronado,
un prisionero, rodeado por guardias y cuidadores, ejerce so-
bre todos los que están cerca de él. Todas las cosas en Santa
Elena soportan la impresión de su superioridad. Los fran-
ceses se estremecen ante su aspecto y se encuentran ex-
traordinariamente felices de servirlo. Los ingleses se aproxi-
man a él no sin cierto respeto y temor, incluso sus guardia-
nes buscan ansiosamente una palabra o una mirada de él. Na-
die se atreve a tratarlo de igual a igual".
Sin embargo, este ser humano se dirigía a las casas de
la gente, quienes lo recibían como el señor Emperador y con
imponente alegría. Luego se dirigía a los esclavos y les daba
dinero. Trataba de todo corazón de conquistar el afecto de
sus forzados vecinos.
Finalmente, hasta el mismo comisionado ruso llegó a in-
formar a su gobierno algo que era de estricta verdad: "Nada
puede ser más absurdo, más contrario a la política, menos
generoso y delicado que la conducta de los ingleses con Na-
poleón".
Este notable ascendiente de Napoleón no es solamente in-
dividual, sino que alcanza a países y a la Europa entera. Sin
exagerar, remitámonos a las palabras de uno de los tantos
testigos de la época: "En Inglaterra, el entusiasmo por Bo-
naparte no es solamente general, sino llevado a un exceso del
que es difícil formarse idea. La Corte y la ciudad, la capital
y las provincias, todas las clases de ciudadanos, en fin, desde
los ministros hasta los simples artesanos. Se rivaliza en pú-
blico sus alabanzas y cuentan a porfía sus victorias y la gran-
deza de su poder. Este entusiasmo no es sólo peculiar de la
Inglaterra; la Europa entera está, por decirlo así, infectada
de lo mismo. De todas partes acuden a París para ver al
grande hombre siquiera una vez en la vida, y la policía se
UN ESTUDIO SOBRE NAPOLEON 125

ha visto precisada a amenazar con arresto a muchos daneses


que siempre que le veían en público, doblaban ante él la ro-
dilla".
Así fascinó a Maitland y a la tripulación del "Bellero-
phon", fascinación que fue condensada en las siguientes pa-
labras del Comandante de la nave: "Ellos pueden abusar de
ese hombre tanto como lo deseen; pero si Inglaterra lo co-
nociera tan bien como yo le conozco, no le tocarían un cabello
de su cabeza". Cuando abandonó el Northumberland la tri-
pulación quedó con una impresión semejante: "Es un gran
camarada, que no merece su destino".
Otra: "Cuando la tripulación de uno de los barcos que con-
voyara el suyo hasta la isla de Elba, tocó tierra, le desearon
todos larga .vida y prosperidad en la isla y mejor suerte para
el futuro".
Hay otra más importante aún, de Lord Keith: "Condena-
do el camarada, si hubiese obtenido una entrevista con su
Real Majestad, en media hora ellos habrían sido los mejores
amigos en Inglaterra".
Una última: "mientras Napoleón esperaba su destino,
embarcado en Calais, todos los días, una inmensa muchedum-
bre bullanguera se reunía en los malecones y en medios flo-
tantes cerca del barco, para verlo y apabullarlo con sus gri-
tos. Al tercer día, Napoleón decide salir a cubierta y ahí se
queda, en su clásica postura, mirando a la multitud. Repen-
tinamente, violentamente, el bullicio se ha convertido en si-
lencio sepulcral, interrumpido sólo por el golpear de las pe-
queñas olas contra los costados de los barcos, y quedamente
la multitud se va poniendo de pie y después, poco a poco, se
van descubriendo, y así quedan largo rato hasta que el Em-
perador lentamente, regresa a su camarote.
Pero la mejor demostración de la grandeza, del concepto
de la sublime dignidad de Napoleón, queda palmariamente de-
mostrada en la última escena del drama de su augusta vida.
Podemos resumir la impresión general de la vida del héroe,
del enorme poderío que tuvo en sus manos, del vasallaje ab-
soluto de millares de hombres al poder formidable de su vo-
luntad, a su capacidad sobrehumana, inagotable de trabajar
jornadas de más de cuarenta horas continuadas y cuyo único
descanso consistía en el cambio de la actividad que desarrolla-
ba, la presencia de millares y millares de ciudadanos que lo
vitoreaban, el cálido afecto de sus soldados, que lo envolvía
con sentimental varonilidad, el estruendo de las batallas, las
grandes discusiones de Estado, cabezas coronadas a sus pies,
y de repente, todo ese inmenso mundo bullente desaparece y
queda el vacío, el silencio espantoso, la soledad más cruel, la
vigilancia más persistente, día y noche, y la fría estulticia de
126 MEMORIAL DEL EJERCITO

sus guardianes. ¿Cómo llevar los días sin esperanza de retor-


no, después.de tanta gloria? ¿Cómo huir de ese sentimiento
desesperante de que todo ha terminado? ¿Cómo no trástor-
narse ante mudanza tan fatal de su destino?
Sin embargo, no hay quejas ni arrepentimiento, sólo hay
reflexiones, análisis de lo que pudo haber sido, recuerdos de
sus batallas, de sus horas de grandeza, escribe sus memorias
y se mantiene al tanto de todos los acontecimientos europeos.
La pequeña corte que permaneció en Santa Elena era
caballerosamente observante de las estrictas formas para con
su destronado emperador. Ninguno de ellos iba a su pieza sin
ser llamado. Si había algo de importancia, se le debe comu-
nicar, se le debe pedir audiencia. Nadie que no sea invitado
puede reunirse en un paseo y todos en su presencia permane-
cen descubiertos. Nadie le habla a él primero, a menos, que
la conversación ya esté entablada.
Ahora, todas las cosas que pudo pasar por alto en París,
tenían importancia en Santa Elena y observaba a todos aque-
llos que no mantenían las reglas usuales. En la comida, Na-
poleón era servido con toda ceremonia, en platos de oro y
plata y atendido por sus sirvientes franceses vestidos en rica
librea de verde y dorado. En la mesa había siempre un, sitio
reservado próximo a él, para la Emperatriz, el que era algu-
nas veces ocupado por una dama favorecida.
La etiqueta no era menos severa dentro de la casa. Sus
asistentes debían permanecer ,de pie por horas, frente a él.
Si Bertrand tiene la mala idea de no contener un irresistible
bostezo, es severamente reprendido.
Antommarchi, para visitar a su paciente, debía ponerse
traje de corte y estar de pie ante su presencia hasta llegar a
las proximidades del desmayo. . .
Toda esta pompa, que para espíritus de frivolo juzgar
podría parecer vana y torpe, traen a la luz el gallardo señorío
de quien deseaba demostrar que dónde quiera que esté, Na-
poleón era, para los demás, el soberano que siempre ha sido
Sus días se componen de largas horas de lectura, de re-
cepción a sus visitantes, a quienes deslumhra sin esfuerzo, de
recuerdos de sus batallas, de sus hechos políticos, y en pensar
en la transcendencia de las resoluciones adoptadas, y en so-
ñar cómo habían devenido las cosas si tal o cual aconteci-
miento se hubiese producido de otra manera.
Pero siempre, como regla general, es calmo y estoico. Al-
gunas veces se consuela con una clase de grandeza abstracta,
otras, a su alma inundada de melancolía se le escapa una su-
blime queja: "la adversidad estaba esperando en mi carrera".
Otras añade: "Era un hermoso Imperio, yo goberné 83 millo-
nes de seres humanos, más de la mitad de la población de
UN ESTUDIO SOBRE NAPOLEON 127

Europa". Después, trata de refrenar sus emociones, vuelve a


su libro, hasta tatarea una melodía, pero es fácil advertir
que está sensiblemente afectado.
Por otra parte, su incansable energía se volvía contra el
mismo y lo iba devorando por dentro. "El trabajo", exclama,
"es mi elemento, yo nací para trabajar. Yo sé hasta dónde
puedo ver o puedo caminar, pero nunca he estado seguro de
los límites de mi poder de trabajo", y al decir de muchos, era
un hombre incapaz de sentir fatiga. Sus jornadas de trabajo
se extendían a veces a más de 40 horas continuadas de labor,
en las cuales sus secretarios se relevaban repetidamente. A
menudo, trataba simultáneamente cuatro o cinco asuntos to-
talmente diferentes que resolvía sin titubeos y lúcidamente.
Quince o veinte minutos de sueño, y su mente se encontraba
otra vez en condiciones de afrontar una jornada similar. ¿En
qué podría emplearse esta formidable máquina en Longwood?
El poder de su cerebro, de sus nervios y de su cuerpo, de todo
ese conjunto que había manejado al mundo se tornaba contra
él y lo desgarraba interiormente. Aprender suficiente inglés,
leer los diarios europeos, dictar sus memorias, hacer comen-
tarios sobre sus guardianes, mantener el orden y la armonía
en su casa, eran las migajas de existencia que debía sobrelle-
var. Y para Europa misma fue una agotadora tarea la de
amordazar y paralizar una inteligencia y un fuerza que era
demasiado gigantesca para tranquilidad y seguridad del mun-
do. Y esta extraña situación, fuera de sobrecogernos profun-
da y penosamente el espíritu, nos lo llena de una extraña
fascinación por la persona de su principal actor que, en me-
dio de estos trágicos avatares, supo mantener su estatura
moral en el minúsculo mundo a que se confinó.
Uno de los puntos más controvertidos sobre la personali-
dad de Napoleón fué su índole interna. La gama de los con-
ceptos varía desde "Bribonzuelo, jamás criatura humana reu-
nió en sí tanta crueldad, tanta tiranía, tanta avaricia, petu-
lancia como ese Napoleón", tantas otras que lo llevaban a la
altura de una semi-divinidad. Subsiste, entonces, la interro-
gante, y para contestarla, nada mejor que el testimonio de
quienes le conocieran de cerca.
Así, el barón Fain, uno de sus secretarios, declaró que
lejos de ser malo, Napoleón era naturalmente bueno; Bou-
rrienne, quien nunca experimentara grandes simpatías por él,
dijo que "Napoleón, fuera del campo de la política, era sen-
sible, bueno, accesible a la piedad".
¿Quién mejor conoce a un hombre que su ayuda de cá-
mara? Constant ha dejado escrito: "yo sólo puedo hablar del
héroe en traje de casa, y entonces, era casi siempre bueno".
Agregaba: "después de la victoria, ya no existían enemigos,
sino hombres".
128 MEMORIAL DEL EJERCITO

Estando en el pináculo de su gloria, jamás se le ocurrió


sustraer a su madre al contacto de las clases dirigentes, no
obstante previendo de antemano los exhabruptos que forzo-
samente originaría la escasa cultura y la avaricia que le eran
propias. Y esto tiene un calificativo cierto: hombría de bien.
La historia familiar de Napoleón está cuajada de preo-
cupaciones por sus hermanas y hermanos, de sus ingratitu-
des, cuando no deslealtades de que fuera objeto muchas ve-
ces, a las cuales respondió siempre con bondad, no sin reco-
nocer: "No soy más que un pollo mojado delante los míos.
Y ellos lo sabían bien. Pasada la primera borrasca, su perseve-
rancia, su obstinación les hacía salir con la suya".
Una escena: Napoleón, camino a Italia, para hacerse car-
go del Comando en Jefe del Ejército, pasa a Marsella a visitar
a su madre y sus tres hermanos. Napoleón debe esperar que
ellas lleguen del lavandero público donde han ido a lavar sus
ropas. Luego, sentados a la mesa, las vé comiendo huevos, sin
pan, con burdos cubiertos de estaño. El futuro Emperador que-
da estupefacto y tomando la mano de su madre, le dice: "Un
porvenir diferente se presenta, mi madre. Tenga el coraje de es-
perar. Yo sabré apresurarlo". Pocos años después, sus herma-
nas se han convertido en la Gran Duquesa de Toscana, la otra
en Reina de Nápoles. El cambio comienza desde el mismo mo-
mento en que es nombrado Jefe del Ejército del Interior. A su
hermano Luciano le nombra comisario de guerra; a su hermano
Luis, que ya es teniente, le designa ayudante, a su íntimo ami-
go Junot, le asciende a comandante de batallón, en cuanto a Jo-
sé, le advierte su nombramiento de cónsul para un futuro inmen-
diato, y así a todos los que tuvieron relaciones amistosas con
él. Finalmente le escribe a su madre anunciándole el envío de 50
a 60 mil francos para la familia, agregándole: "No temas por
ella, está provista de todo".
¿Qué móviles guiaron a Napoleón en su asombrosa epope-
ya? Podría decirse con certeza que Napoleón ambicionó el do-
minio universal; pero que esta concepción general de su vida
fue producto logrado por diversas aproximaciones sobre los po-
sibles objetivos próximos a alcanzar, tal como el mismo lo con-
fiesa : "Vendimiario y aún Montenotte no me indujeron a creer-
me un hombre superior y hasta después de Lodi, no me pasó
por el pensamiento la idea de que podía llegar a ser después de
todo, un actor decisivo en nuestro escenario político. Entonces
nació en mí la chispa de la elevada ambición".
Más tarde, él mismo se justifica "¿Quién en mi lugar no
habría deseado el dominio universal? El mundo se me ofrecía
para que lo rigiera. Soberanos y súbditos se precipitaban a por-
fía bajo mi cetro".
Su concepción final queda escrita en Santa Helena: "Uno
de mis grandes pensamientos había sido la conglomeración, la
UN ESTUDIO SOBRE NAPOLEON 129

concentración de los mismos pueblos geográficos que las revolu-


ciones y la política han disuelto, fragmentado, para llegar final-
mente a la Asociación Europea, para fundar una sociedad nue-
va y evitar grandes calamidades".
Aun cuando estos estudios sólo pretenden constituir un re-
trato estrictamente objetivo del héroe, se hace irresistible el de-
seo de meditar sobre esta concepción napoleónica: la comuni-
dad europea. Casi siglo y medio después, la humanidad estudia
con ahínco esta fórmula como único medio de supervivencia de
las naciones que conforman ese continente.
Sobre Napoleón se han escrito cerca de un cuarto de millón
de citas, escritos, estudios, ensayos, etc., y casi cincuenta mil vo-
lúmenes, analizando su figura en sus múltiples y variadas face-
tas. Sobre su vida amorosa, ya hay larga literatura desarrolla-
da, que abarca de sus amoríos de muchachito allá en Ajaceio,
con una muchacha cuyo nombre permitía la rima burlona e irri-
tante de sus compañeros: "Napoleón que usa media calceta, ha-
ce el amor a Giacominetta", hasta aquellos otros, de cónsul y
Emperador, que sin ser numerosos, tampoco fueron escasos.
Podría hablarse de Napoleón anecdótico, como por ejemplo,
cuando tropezó en una calle de París, siendo ya general, con una
cola de público en espera de su tarjeta de racionamiento, desde
la cual, una muy voluminosa mujer le interpelaba en voz alta:
"Siempre es así, estos engalonados, con tal de engordar ellos,
poco les importa que el pueblo se muera de hambre". Palabras
ante las cuales, Napoleón se volvió rápidamente y le replicó:
"Decidme, buena mujer, ¿cuál de los dos creéis está más gordo,
vos o yo? y el público, al contemplar al entonces flaco general
y a la opulenta mujer, comenzó a reir alegremente.
Podemos también imaginarnos cuando el 26 de marzo de
1796 apareció ante el Cuartel General del Ejército de Italia, del-
gado, cetrino, extraordinariamente joven, descuidado y de an-
dar inseguro, y sólo con sus ojos brillando con el terrible fuego
de la decisión que domina su espíritu, con el cual hace exclamar
al mismo Massena: "El. . . ese del general me había metido mie-
do. No puedo comprender el ascendiente bajo cuyo peso me sen-
tí aplastado al primer golpe de vista". Marmont: "La actitud de
Bonaparte fue desde su llegada, la de un hombre nacido para el
poder. Era evidente, a los ojos de los menos perspicaces, que
sabría hacerse obedecer". Y a Duroc: "en aquella época ya sabía
Napoleón mantener su séquito a distancia, como habría de su-
ceder más tarde en París, en medio de su guardia".
O, más tarde, Bourrienne: "todo lo que hizo Napoleón mien-
tras fue emperador, no era más que la ejecución de proyectos
concebidos mucho antes, cuando su encumbramiento no era más
M. del E. 9
130 MEMORIAL DEL EJERCITO

que un sueño o, con más propiedad, una necesidad de su imagi-


nación".
Finalmente, para dar término a estos ligeros ensayos sobre
la personalidad de Napoleón, que constituye de por sí una fuen-
te de inagotable inspiración, cabe hacer referencia al significa-
do de la presencia de nuestro personaje en el devenir de la huma-
nidad; resulta tan extraordinariamente difícil concretar en un
número limitado de conceptos la tarea propuesta, que es más
hacedero remitirse al artista, al ser humano ultra sensible, que
en cortas frases resuma la impresión general lograda:
Entre ellos está el poeta Béranger, que condensa la concep-
ción popular del héroe en la narración de una anciana campesi-
na, sin mencionar ni tan sólo una de sus victorias:
"Por muy largo, larguísimo tiempo, mientras ellos hablen
de sus glorias bajo los techos cubiertos de paja, en cincuenta
años la humilde cabaña no conocerá otra historia". Agrega:
"Hijos, a través de esta villa, yo lo vi cabalgar, seguido por
reyes".
Goethe: "La vida de Napoleón es la de un semidiós. Puede
decirse que para él no se apagó ni un instante la luz que ilumi-
na el espíritu. De ahí que su destino haya tenido el esplendor
que nunca había visto el mundo y acaso no vuelva a ver jamás.
Es un resumen del mundo".
Y de su pueblo recibió el más sublime y singular honor que
puede ser concedido al ser humano: porque él en Francia era
conocido no como general o cónsul o emperador, y aún tampoco
por su nombre, sino por el apelativo El Hombre y su hijo era
el Hijo del Hombre ante la imaginación popular. Y para Euro-
pa entera, en razón de su intensa individualidad, de su horror
a la anarquía, de su triunfo ante los Borbones y su lucha con-
tra los jefes de la Santa Alianza, su imagen llegó a ser el ído-
lo del liberalismo continental.
Y para nosotros, que contemplamos su paso por la historia;
al referirnos a su valor humano, nos queda la sensación de su
inigualado coraje, de su orgulloso sentido de la dignidad, de lo
que un hombre puede alcanzar por la conciencia de sí mismo,
por el valor, por el ardimiento y la imaginación, por el trabajo
y la voluntad y más que nada, por su abrumadora entereza mo-
ral. Y cuando pensamos en estas geniales características de es-
te ser humano, llegamos al convencimiento absoluto de que na-
die aún, ser humano ciento por ciento, ha alcanzado las alturas
a las que llegó, y por ello, su existencia es el más legítimo orgu-
llo de la humanidad porque marca el nivel de perfección a que
pueden llegar sus creaciones más sublimes.
EXPERIENCIAS DE UN VIAJE A EE. UU. DE
NORTEAMERICA
Mayor SERGIO ARELLANO S.

(Continuación)

X.—FORT BLISS

N pequeño D. C. 3 de la Continental Air Lines nos tras-


E lada a El Paso, en la frontera con México, donde queda
Fort Bliss. Hacemos escala en Wichita Falls, que es la
primera ciudad del gran Estado de Texas; tiene una bandera
muy parecida a la chilena. El edificio del aeropuerto es chico,
pero, como todos, dispone de largas pistas para todo tipo de
aviones y, como en los demás, también hay aquí una guarni-
ción aérea.
En Lubbock sufrimos los efectos del mal tiempo y de
un fuerte viento. Hobbs y Carlsbad son otras ciudades donde
hacemos escala, para llegar a El Paso después de cinco horas
de vuelo. Se trata de una ciudad que está muy extendida y
que dispone de un moderno aeródromo. El Fuerte empieza
aquí mismo. La impresión es grata a la vista; la construcción
se observa moderna, amplia y cómoda. Grandes radares ja-
lonaban nuestro camino.
Como se trataba de aprovechar el tiempo al máximo, en
la mitad del trayecto hacia nuestros alojamientos nos detu-
vimos para asistir a una conferencia sobre la organización de
este fuerte que es la Escuela Antiaérea y de Proyectiles Di-
rigidos.
Hay aquí una característica diferencial con las demás
ciudades norteamericanas y ello es lógico, se habla mucho
132 MEMORIAL DEL EJERCITO

castellano, por lo que los problemas con el idioma se ven dis-


minuidos. Por donde uno vaya se encuentra con mejicanos.
En este Fuerte, como en los anteriores, nos dieron detalles
sobre la misión y organización de la Escuela.
Las siguientes son las misiones:
a) Instruir sobre conducta que se debe observar en la
defensa antiaérea.
b) Instrucción técnica especializada para oficiales y tropa.
c) Entrenamiento para mantenimiento de proyectiles tie-
rra - aire.
d) Desarrollar doctrinas.
La organización es similar a la de los otros fuertes.
Los proyectiles dirigidos están considerados como arti-
llería convencional. .
Dentro de la organización hay un batallón aliado que se
preocupa de solucionar los problemas habitacionales, de ali-
mentación y administrativos de los oficiales y tropa de los
países aliados que se encuentran haciendo cursos.
En 1958 había 426 alumnos aliados de 24 países en toda
la Escuela. Esta tiene un total de 6.000 alumnos.
En la facultad de la Escuela, o sea en el cuerpo de pro-
fesores, instructores y auxiliares, hay 5.000 oficiales y tropa.
125 amplios y cómodos edificios están destinados para
la enseñanza de los diferentes cursos.
El equipo y material de la Escuela está avaluado en
100.000.000 de dólares.
En la Escuela hay alumnos brasileros, venezolanos, pe-
ruanos, ecuatorianos, argentinos y colombianos.
El asistente del comandante es el 2° jefe del fuerte y es
un brigadier general. El ayudante de éste tiene a su cargo:
—Los programas de instrucción para los cursos.
—La división de operaciones, que planifica los cursos, es-
tablece los alumnos que debe tener cada uno, confecciona ho-
rarios, reparte instrucciones, fija textos y se precoupa del
orden y régimen en que se deben desarrollar los cursos. Esta
última es una tarea ardua, ya que en la Escuela funcionan
80 cursos diferentes.
—Evaluación de la instrucción que dan los profesores.
—Evaluación del alumno antes del curso para verificar
si cumple con los requisitos exigidos.
—Elabora estadísticas para verificar el rendimiento en
los exámenes.
—Dispone el funcionamiento de cursos para preparar ins-
tructores.
Todos los programas de instrucción se basan en la orien-
tación del Comando del Ejército Continental, que supervigila
todas las instrucciones de las Escuelas.
EXPERIENCIAS DE UN VIAJE A . . . 133

Cursos que se realizan en la Escuela


En la Escuela funcionan los siguientes cursos:
—De oficiales:
. Nivel básico:
.. De Cñs, AA. (de tubo). Está en vías de des-
aparecer.
. . De Art. AA. a base de proyectiles dirigidos.
. Nivel batería:
. . Para oficiales de proyectiles dirigidos AAA. y
. . Para instrucción nike - ajax.
. Nivel avanzado:
. . Artillería.
. . Curso asociado.

Otros cursos:

—Mantenimiento de Art. A. A. de tubo.


—Mantenimiento de Nike - Ajax.
—El más largo de estos cursos dura 49 semanas.
—Curso de orientación de proyectiles dirigidos, para ge-
nerales y coroneles. Duración: 2 semanas.
—Curso de orientación de 2 semanas, para generales y
coroneles, sobre empleo atómico.
—Curso para personal de reserva, de 3 semanas de du-
ración y que se realiza en verano. Abarca la Art. A. A.
Liv., mediana y la pesada o barredor de cielo. (75 mm.).
—Curso de una semana, sobre armas atómicas y proyec-
tiles dirigidos, para civiles y militares. Es una orien-
tación a la que asisten parlamentarios, políticos y civi-
les de diferentes esferas.

Cursos de las tropas

—De entrenamiento de suboficiales en operaciones e in-


formaciones.
—Tres cursos para mecánicos de armas:
. Barredor de cielo.
. Armas atómicas.
. Mantenimiento de piezas livianas y pesadas.
—Curso para operadores y mantenimiento de blancos del
aire.
—Curso para mantenimiento del centro de fuego.
—Curso para mantenimiento de proyectiles dirigidos.
134 MEMORIAL DEL EJERCITO

Algunos aspectos regionales


Conjuntamente con nuestra delegación visitaba el Fuerte
el comandante en jefe de la Fuerza Aérea Alemana y varios
altos oficiales. En un cocktail que se nos ofreció pudimos apre-
ciar alguna diferencia con la comida norteamericana que ha-
bíamos extrañado en más de alguna oportunidad. Es induda-
ble que en esta ciudad fronteriza, se deja sentir la influencia
mejicana en la alimentación y las costumbres. Fue así como
pudimos saborear en dicha manifestación los exquisitos tamales,
que no son otra cosa que humitas picantes con carne.
Muy conveniente es la práctica del Ejército norteameri-
cano de usar una tarjeta con el apellido sobre el bolsillo dere-
cho. También facilitaría la identificación el que los oficiales,
cuando estén en el extranjero, usen en la parte superior de la
manga izquierda una franja de género de 1,5 cm. con la pa-
labra "CHILE".
Algo que nos agradó sobremanera en este Fuerte fue que
presenciamos prácticamente ejercicios que indudablemente
fueron de mucho mayor provecho que largas sesiones teóricas.

Algo sobre West Point

El campo de pruebas y de lanzamiento de proyectiles di-


rigidos queda en Oro Grande, en el Estado de Nuevo Méjico,
a 30 kilómetros del Fuerte. A fin de aprovechar los 55 minutos
que nos demoramos en el recorrido, conversé detenidamente
con uno de los intérpretes que nos acompañó durante toda la
gira, el teniente Bernardo Loeffke, sobre el régimen de la Es-
cuela Militar de West Point. Me pude imponer de labios de
este oficial, que había egresado de ese Instituto hacía sólo 6
meses, de la rigurosidad del régimen de la Escuela, de la férrea
disciplina y de la práctica permanente del Código del Honor
Faltar a este último, en cualquiera de sus formas, significa
la inmediata separación del establecimiento.
Para ingresar a West Point es necesario pasar, previa-
mente, por escuelas preparatorias. Durante el I. Año no se
sale. La "plebe" no tiene acceso a las dependencias o lugares
que frecuentan los demás cursos. Los cadetes del I Año no
pueden hablar ni en la mesa ni en los recreos. En el patio
deben pasearse en rígida posición militar. Los superiores no
los pueden tocar, pero a veces ellos preferirían cualquier cosa
antes de la tortura que puede significar un plantón u otro
castigo similar. La plebe sólo habla cuando es interrogada y
únicamente puede responder: "sí señor", "no señor" y "no
tengo motivo señor". El último año de West Point tiene pro-
gramados 6 meses de práctica en Fort Benning, donde está
la Escuela de Infantería, de aerotransportados y de rangers.
EXPERIENCIAS DE UN VIAJE A . . . 135

Como sabemos, dentro de los requisitos del teniente 2° para


ascender a teniente 1°, está el de ser paracaidista o ranger.
Nuestro intérprete, el teniente Loeffke, que es un hombre de
un espíritu de superación envidiable, posee ambos títulos.

Campo de pruebas

Llegamos al término de nuestro recorrido, al campo de


pruebas. El terreno es arenoso y la vegetación muy escasa.
Afortunadamente tuvimos un día despejado, pero excesiva-
mente fresco. Así nos preparamos para el lanzamiento de un
proyectil dirigido "Corporal". En el campo hay una caseta
de control y radares.
El proyectil es propulsado con ácido nítrico. La distancia
a que se desea enviar el proyectil se controla según la cantidad
de combustible. El radar controla el proyectil una vez lanzado.
El computador da la información al radar y éste puede cortar
el combustible, siguiendo el proyectil como una bala corriente
hasta llegar, al objetivo. Pero el radar puede seguir al proyec-
til, computar los datos y corregir algún error que se produzca.
Cuando el proyectil está fuera de la atmósfera densa el
radar pierde su influencia para efectuar correcciones, pero
puede hacerlo cuando vuelve a ella.
El Corporal es un proyectil 95% seguro. Esta vez se
disparó a un objetivo ubicado a 83 kilómetros. El proyectil se
eleva a 33 kilómetros. Fort Sill trabaja en proyectiles diri-
gidos tierra a tierra y Fort Bliss con proyectiles tierra-aire.
El Corporal puede ir con carga de cemento, para ejerci-
cio como el que presenciamos, carga de T. N. T. o carga atómica.
Esa mañana a las 10.30 horas se nos previno que estaba
a punto de ser disparado el Corporal. Se nos advirtió que
podríamos tomar fotografías, pero en caso de fallar el lanza-
miento deberíamos entregar los rollos.
Repentinamente empezó la cuenta desde diez, descendien-
do hasta llegar a cero. Se oyó una fuerte explosión, permane-
ció un instante en suspenso como tratando de vencer la inercia,
para finalmente elevarse produciendo un fuerte zumbido. Al
cortársele el paso de combustible dejó una estela. Demoró
tres minutos en recorrer los 83 kilómetros que lo separaban
del objetivo, o sea, se desplazó a una velocidad de 1.680 kiló-
metros por hora.
De regreso pasamos por los suburbios de El Paso. Algo
característico en EE. UU. son los cementerios; están arregla-
dos como parques, con las lápidas a ras del suelo; no presentan
aspecto fúnebre.
Al igual que en otras partes, en esta ciudad podemos
apreciar pequeñas poblaciones de casas rodantes. En los buses
136 MEMORIAL DEL EJERCITO

la propaganda se usa interior y exteriormente. En los caminos


también se hace un gran derroche de letreros comerciales, mu-
chos de ellos luminosos.
La iluminación de cualquiera ciudad, por chica que sea,
es considerable.

Unidades de Defensa del aire

Después de la bella mañana de experiencias pasada en


compañía del Corporal seguimos nuestro programa y nos im-
pusimos de las misiones de las unidades de defensa del aire,
que, en general, son muy amplias: "atacar y destruir objetivos
adversarios en aire, mar y tierra". La misión particular es
"neutralizar o disminuir ataques aéreos adversarios o con
proyectiles dirigidos".
Afecta a la misión los tipos de aviones adversarios, las
tácticas que emplean, el número de máquinas, el entrenamien-
to de los pilotos y armamento de los aviones. Todo esto deter-
mina la aptitud de los propios proyectiles dirigidos que se
deben construir. .
Limitaciones de las armas de defensa aérea:
1) Alcance.
2) Ocupar posiciones que aumenten las capacidades de
las armas.
El cañón 40 mm. puede seguir un objetivo que se mueva
a 1.000 Kms. por hora, el de 75 mm. a uno que se desplace a
1.500 Kms. por hora y el de 90 mm. a un objetivo que lo haga
a una velocidad de 1.650 Kms.
Area vital es la que se defiende. Su tamaño determina
la cantidad de unidades de defensa AA. que son necesarias.
3) Elemento humano. Requiere un eficiente entrenamien-
to, especialmente en unidades de 40 mm., porque ca-
recen de radar.
4) El terreno muchas veces determinará la ubicación de
las unidades.
5) El clima, especialmente en el tiro directo.
En la defensa aérea se considera la defensa pasiva y la
activa. La pasiva consiste en camouflage, dispersión, mime-
tismo y oportuna alarma.
La defensa activa: oportuna alarma, interferencia, crear
figuras irreales en los radares adversarios, mantener una de-
fensa fuerte en todas direcciones para que el adversario no
penetre, continuidad en la acción y apoyo mutuo de las armas
para eliminar los ángulos muertos, destrucción de los objeti-
vos ubicando los cañones en las mejores posiciones, estudio de
las direcciones de aproximación: la probable y la forzada y,
finalmente, selección de posiciones.
EXPERIENCIAS DE UN VIAJE A . . . 137

Estudiamos posteriormente, el analizador de la unidad


de fuego de 90 mm. Está representado por varios círculos
concéntricos, el menor de ellos comprende el área muerta y el
más grande el máximo radio de acción a 25.000 pies. Se es-
tudian las diferentes direcciones de ataque del adversario y
las contramedidas que debe tomar la defensa aérea. Todos los
valores obtenidos de la línea de lanzamiento se registran en
un formulario, seleccionando, como consecuencia de ello, la
ubicación de las piezas para que la defensa sea balanceada.

Defensa del barredor de cielo de 75 mm.

Este cañón tiene un radar de 22.000 yardas de alcance,


que puede seguir un objetivo a 1.500 Kms. por hora. Tiene
un alcance horizontal de 7.200 yardas. La dotación de la pieza
es de 22 proyectiles. El batallón de Cñs. AA. 75 mm. está
compuesto por 18 piezas. Hay tres batallones en cada cuerpo de
defensa aérea y 13 por cada ejército. Dispara 50 proyectiles
por minuto.
Para el despliegue de estas armas no debe haber más
de 2.200 metros entre cañón y cañón a fin de que haya un
permanente apoyo mutuo. La distancia mínima entre cada
pieza se recomienda que no sea inferior a 700 metros.
Las unidades AA. protegen los objetivos más importantes
y se despliegan para no presentar un objetivo para armas
atómicas del adversario.

Defensa del cañón de 40 mm.

Es diferente al anterior, ya que todas las armas están


distribuidas en profundidad. El alcance terrestre de este cañón
es de 1.800 yardas.
Para el apoyo mutuo la separación máxima debe ser de
1.200 yardas a 100 como mínimo.
Este cañón es el más agresivo y es el más apropiado para
la defensa del aire en apoyo de las operaciones de la división.
Constitución de un Cuerpo de Defensa Aérea:
—2 batallones de 90 mm.
—3 batallones de 75 mm.
—6 batallones de 40 mm.
Estos batallones son asignados a las divisiones y así la
defensa del aire tiene más flexibilidad.
El oficial de defensa aérea de la división es el comanante
del batallón asignado y actúa bajo la supervisión del coman-
dante de la artillería divisionaria.
138 MEMORIAL DEL EJERCITO

Cuando está en acción la defensa aérea, se dejan túneles


sin batir para facilitar el desplazamienxo de los propios aviones.
El sistema de alarma es establecido por el Cdte. de la
división y no por el Cdte. del batallón.
Esta Art. AA. es sólo para campaña. Los objetivos per-
manentes son defendidos por proyectiles dirigidos.

Departamento de correspondencia
Este tiene 45 oficiales y las siguientes divisiones:
—División administrativa.
—División de literatura.
—División de producción de manuales de Def. aérea.
( Incluso de proyectiles dirigidos).
—División de ayuda visual. Produce películas.
—División programa de la reserva. Prepara programas
sobre instrucción de defensa aérea para todas las uni-
versidades de EE. UU.
Este departamento tiene 35.000 alumnos por correspon-
dencia al año, incluyendo los cursos de reserva y los que dan
las universidades.

Departamento de electrónica e ingeniería

El departamento de electrónica e ingeniería está organi-


zado a base de 6 divisiones; de éstas, 4 administrativas y de
instrucción, una división de operaciones y una división aná-
lisis e investigaciones.
Aquí también se enseña mantenimiento y escrituras téc-
nicas y se practica lo estudiado teóricamente en ciase. Hay 14
laboratorios para este efecto.
A este curso llega el alumno sin saber nada de electrónica.
Se le enseña radio y electricidad. Aprende a respetar la elec-
tricidad, pero no a tenerle miedo. También se recibe instruc-
ción sobre radar.
XI—CIUDAD JUAREZ

Como una atención más de nuestros anfitriones se nos


preparó un viaje a la vecina ciudad fronteriza mejicana de
Juárez. Para ello tuvimos que atravesar gran parte de El Paso,
& la cual me referiré posteriormente. Al llegar a la frontera
se empieza a observar un paulatino cambio en el comercio y
la gente. Cada vez se observan más letreros en castellano, o
en inglés y castellano al mismo tiempo. Para ir a Ciudad Juá-
rez hay que atravesar el Río Grande, para los norteamericanos
o Río Bravo para los mejicanos. Este es un río de un cauce
EXPERIENCIAS DE UN VIAJE A . . . 139

más o menos grande, pero en esta oportunidad traía menos


agua que el Mapocho. El puente tiene dos cuadras aproxima-
damente. Parece que las 18.00 no era la hora más apropiada
para efectuar esta visita, porque era tal la afluencia de vehícu-
los que en pasar por el puente, donde están las aduanas, nos
demoramos media hora.
Juárez se ve una ciudad bastante grande. Tiene 170.000
habitantes, la construcción es sólida, pero las calles son mucho
más estrechas. Ya nos habíamos acostumbrado a la manera de
ser de los automovilistas norteamericanos que son absoluta
mente respetuosos con el peatón aunque éste no cumpla con
lo que le corresponde. Ahora empezamos a ver brotar el espí-
ritu latino por todas partes; autos que no respetan los semá-
foros o los letreros "PARE", los bocinazos por todas partes.
El contraste de ambas ciudades es bastante grande. Juárez
se ve más oscura, pavimentos no bien terminados y algunas
calles sucias.
El dólar y el peso mejicano corren indistintamente. El
comercio es abundante y vive especialmente del turismo, pero
no es barato. Otra diferencia en el comercio es que normal-
mente hay que pedir rebaja y ésta a veces se obtiene hasta en
un 50%.
La Plaza de los Pajaritos es el terminal de los buses.
Frente a ella está la Catedral, que es una iglesia moderna y
muy bonita. En los alrededores de la plaza encontramos algu-
nas indias con sus guaguas. En las calles también se ven perros
vagos y pordioseros. Todos, hasta los suplementeros, ofrecen
sus mercaderías en inglés y castellano.
Una característica especial de su comercio es que todas
las tiendas tienen un empleado en la puerta que está invitando
insistentemente a pasar a los transeúntes.
Las calles principales son Juárez y 16 de Septiembre.
Hay 6 u 8 teatros, estadio para box (arena, como le Ma-
man allá) y plaza de toros.
Comimos en un restaurante donde pudimos saborear una
comida similar a la nuestra. Se usa mucho el chile (ají). La
cerveza mejicana es buena, pero inferior a la nuestra.
Las mujeres en general son dijes e, indudablemente, más
latinas.
La gente saca pasaportes para efectuar compras en El
Paso, donde el comercio es considerablemente más barato. Las
tiendas de Juárez tienen cosas típicas, pero la calidad es. en
general, muy inferior.
Hay gran catidad de clubes, cabarets y restaurantes y los
precios son similares a los de EE. UU. La diferencia está en
que en U. S. A. los cabarets son escasos, por lo menos fuera
de las grandes ciudades, y los mismos norteamericanos pasan
continuamente a Juárez a "botar" unos dólares y tener sus
140 MEMORIAL DEL EJERCITO

momentos de esparcimiento en un ambiente netamente latino,


que les agrada mucho.
Después de cuatro horas de curiosa visita regresamos al
Fuerte. La Aduana norteamericana es Ja única que controla,
pero se preocupa únicamente de no dejar pasar licores.

XII.—FORT BLISS

(2° parte)

Después de estos momentos de distracción seguimos con


el programa de nuestra gira. Es así como visitamos el Depar-
tamento del Material. La misión de éste es la enseñanza sobre
la destrucción de aviones adversarios y proyectiles dirigidos,
radares, mantenimiento, entrenamiento de pequeños aviones
dirigidos por radio, meteorología, etc.
La organización es similar a la de los demás departamen-
tos : sección administración, sección instrucción, sección ope-
raciones, sección mantenimiento y sección fuego.

Rifle sin retroceso de 106 mm. desmontado. Es lo más destructor contra


blindados hasta una distancia de 1,000 metros.

Esta última sección da instrucción sobre cañones, material


radares y fuego terrestre.
La sección de instrucción, lo hace en motores, generadores
y aviones pequeños controlados por radio.
Tabla de distribución de personal: 159 oficiales, 392 de
tropa y 32 civiles. Además hay 147 instructores civiles con-
tratados.
Este departamento tuvo en 1957, 2.440 alumnos.
EXPERIENCIAS DE UN VIAJE A . . . 14 1

Ejercicio de tiro antiaéreo


Nos preparamos para asistir a otra de las interesantes
demostraciones prácticas que nos presentaron en Fort Bliss
Después de 40 minutos de viaje en bus llegamos al campo de
tiro antiaéreo. La atmósfera estaba despejada, pero hacía frío
Presenciamos un ejercicio preparatorio de una demostra-
ción que se efectuaría al día siguiente.
En el campo se apreciaba una torre de control, radar;...
piezas de todos los calibres y amplias tribunas para especta-
dores.
Por todas partes divisamos unos pequeños aviones que,
posteriormente, guiados por radio, serían los blancos de los
cañones antiaéreos.
Tuvimos frente a nosotros una batería de 75 mm. "El
barredor de cielo". Está compuesta de 4 piezas automáticas.
Estas se encontraban en posición, apoyadas en sus lanzas.
Cada cañón dispone de un gran generador.
Al lado de la batería de 75, había una de 90 mm. y otra
de 40 mm. Estos últimos montados en orugas.
La munición estaba colocada en gran cantidad en arma-
rios de madera.
Cada sección tiene un oficial de control de tiro.
Hay un gabinete especial con equipo para controlar los
aviones que servirán de blanco.
Antes de comenzar el ejercicio se averiguan las condicio-
nes atmosféricas mediante un radiosonda. Los blancos se lan-
zan mediante catapultas o bien, mediante la ayuda de un tren
de aterrizaje que queda en tierra, después que el pequeño avión
ha efectuado varias vueltas en círculo hasta elevarse.
En un momento el cielo estaba plagado de estos avion-
citos que parecían imposibles de controlar por la gran veloci-
dad a que se desplazaban. Sin embargo, no hubo choques y
por lo general, el control era efectivo. Cuando un avión se
salía de la pantalla de radar y, por lo tanto, quedaba sin con-
trol, descendía ayudado por un paracaídas que se abría auto-
máticamente. Esto mismo ocurría cuando uno de los blancos
era tocado por un proyectil; así se pueden emplear en otra
oportunidad efectuándoles pequeñas reparaciones. Claro que
esto no ocurre normalmente cuando es el cañón de 40 mm.
el que lo derriba, porque esta arma es tan efectiva y de una
rapidez de tiro tan grande, que por lo general el avión se
incendia. .
Hay dos tipos de blanco, uno de 2 metros y otro de aproxi-
madamente 2,50 m. Este puede desarrollar una velocidad de
600 Kms. por hora y el más chico 1.600 Kms. por hora. Este
último será empleado para lanzar proyectiles guiados.
142 MEMORIAL DEL EJERCITO

A fin de no agotar su combustible el blanco chico se eleva


pegado al grande. Una vez arriba, cuando se ha alcanzado una
velocidad de 600 K. P. H. se desprende y sigue utilizando su
propio combustible. Uno de los aviones sin piloto se elevó con
una manga. La actividad era enorme, los blancos se movían a
gran velocidad en todas direcciones. Los radares trabajaban
intensamente. Las baterías de 40, 75 y 90 vomitaban fuego
sin preocuparse del gasto de munición y, especialmente, los
cañones de 40 mm. hacían estragos en los blancos.
El cañón de 90 mm. es tractado por un gran oruga. Tiene
un generador y una ametralladora . 50. Su tripulación es de
10 hombres.
Estos aviones sin piloto son muy maniobreros, poseen un
motor radial de 4 cilindros, 500 H. P. y refrigeración por aire.
Con el combustible pueden estar aproximadamente una hora
en el aire.
Vimos un tiro, sin desenganchar, del cañón 91, contra
un blanco terrestre; prácticamente no hubo demora.
El de 75 mm. es tractado por un oruga. Tiene 8 tripulan-
tes. También es muy rápido y efectivo contra blancos terres-
tres.
El cañón de 40 mm. autopropulsado. M. 42 es un verda-
dero tanque de 24 Ton. Tiene 5 tripulantes y dispara 240 tiros
por minuto. Demora 15 segundos en romper el fuego contra
un blanco terrestre imprevisto.
Para facilitar la demostración las piezas estaban a una
distancia inferior a la estipulada.
El control de los aviones se hace más sencillo debido a
unas luces que llevan en las alas.
A veces, radares vecinos interfieren la propia zona y hacen
caer a algunos de los blancos, pero no se destruyen, porque
normalmente los paracaídas se abren en forma oportuna.
En los cañones de 40 mm. se usa la espoleta de percusión,
ya que la de aproximación puede ser destruida en el aire por
los radares adversarios. El de 75 tiene de aproximación y
percusión y el de 90 de percusión, aproximación y tiempo.
Esta funciona un segundo antes para evitar la interferencia
de radares adversarios. La espoleta de tiempo es un seguro
para la de aproximación.
Acostumbrados a la economía empezamos a calcular cuán-
to costaría un ejercicio como el que presenciamos. Para em-
pezar había que saber el valor de cada avión sin piloto, 2.800
dólares cada uno. Considerando 10 blancos destruidos, la mu-
nición disparada, el combustible empleado, repuestos y acce-
sorios, este ejercicio debe haber tenido un costo de US$ 50.000.
En este país se gasta en defensa nacional todo lo que sea
necesario.
EXPERIENCIAS DE UN VIAJE A . . . 143

Todas estas meditaciones se producían en el trayecto de


regreso al Fuerte, durante el cual también vimos un gran
bombardero a chorro que utilizaba un paracaídas de cola para
disminuir su velocidad en el momento de aterrizar.
Después del ejercicio nos impusimos, en el gabinete, del
detalle de la instrucción de los cañones AA., arme, desarme,
nomenclatura, servicio de las piezas, etc.
También vimos prácticamente el trabajo del radar, desde
la búsqueda del objetivo, la ubicación y el cálculo de la, distan-
cia a que se encuentra, hasta el trabajo del computador me-
cánico y eléctrico que apunta el cañón y lo dispara cuando
está a distancia de tiro.
El cañón 75 tiene, además, un selector de blancos que
ubica al objetivo, si son varios, selecciona el más favorable
y lo indica al operador del radar.

Departamento de control de fuego


Enseña a oficiales y soldados el radar M. 33. Está orga-
nizado a base de 243 instructores. Tiene una Secc. operaciones
y una Secc. programas y materias de estudios.
Dispone de 41 radares M. 33 y de 4 oficiales y 66 soldados
para su mantenimiento.
Los cursos de mantenimiento, que son cuatro, dos de ofi-
ciales y dos de tropa, tienen un total de 352 alumnos.
El ubicar, seguir y destruir un blanco, es cuestión de
segundos. Avión que no se identifica se le considera adversario
y es destruido.

Departamento de proyectiles guiados


En este departamento se entrenan oficiales y técnicos
que se encargan de la defensa de poblaciones y puntos impor-
tantes y del proyectil Hércules. También se instruye a perso-
nal de la NU y a universitarios. Hay más de 3.000 alumnos.
Se nos indicó que el proyectil guiado desarrolla una alta
velocidad y es muy maniobrable, es difícil de derribarlo, de
gran precisión, de gran alcance y puede llevar cargas de alto
poder explosivo.
Partes de un proyectil:
—Pulmones (propulsión).
—Cerebro (guía al proyectil).
—Carga explosiva (destruye).
Mediante un sistema de Guía Honing, el proyectil manda
energía electrónica al blanco, el que refracta las ondas y per-
mite guiarlo. Estas ondas pueden volver a un control de tierra
y desde éste guiar al proyectil. .
Se nos presentan tres tipos de radares:
144 MEMORIAL DEL EJERCITO

—Radar de adquisición, de 68 millas de alcance.


—Radar perseguidor de blancos, de 56 millas.
—Radar guía del proyectil, de 28 millas.
Hay un cerebro electrónico que recibe los datos de los dos
primeros radares y resuelve el problema.
La batería del Nike puede disparar un proyectil por mi-
nuto. Su velocidad es dos y media veces la del sonido.
El adversario puede descubrir nuestra posición y eludirla,
pero una vez en nuestra zona es difícil, porque el proyectil
llega muy rápidamente a su objetivo. El avión adversario po-
dría interferir nuestro radar, pero hay algunas contramedidas
como, por ejemplo, efectuar cambios de frecuencia.
Si el proyectil no da en el blanco o el avión era propio y
el proyectil ya iba en el aire, es posible destruirlo.
Vimos a continuación un "Nike" en corte y se nos dío
una breve explicación sobre su funcionamiento. Los balines
salen disparados a 12.000 Kms. por hora al hacer explosión
el proyectil.
Hay un proyectil de experimentación, el "Hawk", que
podrá ser disparado a aviones que vuelan a baja altura.
El proyectil "Hércules" lleva cargas explosivas atómicas.
Su alcance es tres veces superior al Nike, su velocidad el doble
y se eleva tres y media veces más. Por sus cargas atómicas
es una garantía de destrucción. Entrará en servicio en el
presente año (1958).
Está en trabajo el "Zeus", el cual estará capacitado para
destruir el proyectil intercontinental del adversario.
En nuestra gira, muchos oficiales, en diferentes Fuertes,
hacían sus exposiciones en castellano, pero la relacionada con
los proyectiles guiados, que estuvo a cargo del teniente Salas,
fue realmente interesante y con una gran claridad. Este oficial
es hijo de padres chilenos, nacido en Nicaragua y nacionali-
zado norteamericano. Su exposición fue completa. Tal como
lo apreciamos en la mayor parte de las charlas, se notaba un
especial interés en mostrar y exponer en forma completa y
amena lo que se había preparado. La seriedad con que se abor-
dan estas presentaciones pueden dar una pauta de la forma
de ser y de la mentalidad del soldado americano. Nada se deja
a la improvisación. El teniente Salas nos manifestó que desde
hacía cuatro semanas estaba preparando su espléndida expo-
sición, la cual fue objetiva al máximo.
Es indudable que Fort Bliss y Fort Benning fueron los
que nos proporcionaron experiencias más interesantes, pro-
ducto de demostraciones esencialmente prácticas y novedosas.
Algo que nos llamó la atención en este Fuerte fue el hecho
que nos encontramos con más oficiales negros que en otras
partes. Policías no vimos ni en Ciudad Juárez, ni en El Paso,
ni en Fort Bliss.
EXPERIENCIAS DE UN VIAJE A . . . 145

El Paso
Al término de una de nuestras jornadas de trabajo visi-
tamos El Paso, que es una ciudad bastante grande, de edifi-
cios altos. Resalta, entre otros, el Hotel Hilton, de 17 pisos y el
Hotel Paso del Norte. Como todas las ciudades norteamerica-
nas es muy limpia, de calles amplias, pero se nota algo la
influencia mejicana, especialmente cuando nos acercamos a
la zona fronteriza. Claro que la influencia norteamericana en
Ciudad Juárez es mucho mayor. Vimos grandes tiendas y las
características de casi todas las ciudades norteamericanas.
Algo que nos hizo acordarnos que estábamos en un "pueblo
chico" fue el hecho que después de las 19.00 horas se veía muy
poca gente en la calle. El comercio cierra temprano, lo que
no ocurría en Juárez, donde gran parte de las tiendas estaban
abiertas hasta las 24.00 horas y se veía un permanente mo-
vimiento de gente.
Hay una gran cantidad de teatros y, lógicamente, uno
destinado para películas en castellano.
Terminamos nuestra rápida visita a El Paso y a Fort
Bliss, quedando gratamente impresionados por el provecho
que sacamos en este Fuerte y por haber tenido todas las f,°
ciudades para conocer las ciudades de El Paso y Juárez.
{Continuará).

M. del E. 10
AEROLOGIA, FRONTOLOGIA
Y
PREVISION DEL TIEMPO
Por VICTOR BRAVARI LAZO

(Continuación)

Hay varios caminos para trazar un tefigrama, el más


conveniente depende de las cantidades que se tenga a la mano.
Pueden emplearse, por ejemplo, las coordenadas rectangula-
res : temperatura potencial y temperatura; después nuevamen-
te se puede trazar la temperatura y presión usando como co-
ordenadas las isobaras inclinadas y las isotermas verticales.
En la fig. 53 se ha trazado un sondaje efectuado en la ciudad
de Oklahoma en junio 20 de 1935, representado por la línea
que va de A a H cuyos puntos más importantes van encerra-
dos en círculos pequeños. Junto con el tefigrama es muy útil
construir la curva que señala la variación del punto de rocío,
y por lo tanto de la variación de la humedad con la altura.
Piste se construye trazando las humedades específicas en pun-
tos a niveles importantes con las correspondientes presiones
lo que es más conveniente que calcular los puntos de rocío y se
obtienen los mismos resultados. Para el sondaje de Oklahoma
está indicada en Fig. 53 por una línea de elementos que une
los puntos señalados con cruces A', B', a H'. Del tefigrama
se puede fácilmente determinar la estabilidad de cualquiera
capa dada, porque las líneas horizontales, siendo líneas de tem-
peratura potencial constante son adiabáticas secas; las líneas
verticales isotermas y las curvas inclinadas hacia arriba, de
izquierda a derecha son adiabáticas saturadas. Así la capa E
F posee un gradiente adiabático seco, AD contiene una inver-
sión de temperatura (probablemente una inversión de radia-
ción de suelo) y la capa DE está en equilibrio condicional por-
AEROLOGIA, FRONTOLOGIA Y . . . 147

que el gradiente queda entre el adiabático seco y el adiabáti-


co saturado. La curva de puntos de rocío habilita para obte-
ner un cuadro de la sequedad relativa de las diversas capas.
Por ejemplo, la capa de superficie en A está casi saturada,
porque aquí el punto de rocío está casi igual a la temperatura.
Sobre el punto E' el aire está muy seco hecho señalado por i a
distancia comparativamente grande entre las temperaturas
en E, F y de los puntos de rocío en estos niveles señalados
en E, F y encima, y los puntos de rocío en estos niveles seña-
lados E', F etc.
El uso más importante del tefigrama consiste en indicar
la cantidad de energía potencial, en las columnas de aire, que
puede convertirse en la energía cinética de una tempestad
eléctrica o tormenta. Para este fin es necesario elegir algu-
nas partículas de aire y seguir por medio del diagrama el ca-
mino que tome si está sujeta a desplazamiento vertical a tra-
vés de toda la columna de aire. Se supone que el aire envol-
vente permanece quieto mientras tiene lugar el desplazamiento
de una unidad de aire Se puede suponer, por ejemplo, que
el punto A es llevado hacia arriba. En este evento la par-
tícula de aire representada por el punto A al principio se
enfría a lo largo de la adiabática seca; esto es, trazará en el
tefigrama una línea horizontal. Pero esto puede ir sólo hasta
que ocurre la saturación, porque más allá de este punto esta
partícula de aire ascendente no se enfriará más a una razón
o gradiente adiabático seco sino a una razón o gradiente de
expansión de enfriamiento para aire saturado dada para el
pseudo-adiabático. Con la ayuda del diagrama este punto de
saturación se determina rápidamente. En tanto la partícula
o parcela sube la masa de vapor de agua por unidad de masa
de aire (humedad específica) permanece constante hasta que
empiece la condensación. Cuando se alcanza la saturación la
humedad específica de la partícula ascendente representa la
cantidad máxima de humedad posible a esa temperatura y pre-
sión. Estas líneas de máxima humedad específica (o satura-
ción) están dadas en el tefigrama por líneas quebradas o de
elementos que se inclinan hacia arriba ligeramente a la de-
recha de la vertical. Consecuentemente para encontrar el pun-
to de saturación hay que trazar una línea horizontal desde el
punto originalmente elegido en el tefigrama hasta que inter-
cepte la línea de humedad específica de saturación qué pasa
por el correspondiente punto en la curva de puntos de rocío
(esto es, por la humedad específica de la partícula original).
Así la línea horizontal desde A continuará hacia la derecha
hasta que encuentre una línea trazada por A' paralela a la
línea de 15 g/Kg. de humedad específica de saturación. Más
allá de este punto la partícula ascendente sigue la curva pseudo-
148 MEMORIAL DEL EJERCITO

adiabática. Este procedimiento puede aclararse seleccionando


otros puntos desde los cuales una partícula de aire lógicamen-
te sena más apta para subir a través de la columna de aire.
El ascenso trazado en la Fig. 53 fué hecho temprano en
la mañana, de esta manera la inversión en las capas de super-
ficie en su mayor parte es una inversión de radiación. Bajo
el efecto de la insolación en tanto se desarrolla el día se
puede esperar que el aire cerca del suelo se caliente conside-
rablemente. Por consiguiente el punto A será transferido ha-
cia temperaturas más y más altas mientras la presión per-
manece esencialmente la misma. Así A se mueve a lo largo
de la isobara de 270 mm. hasta que la temperatura máxima
sea alcanzada. Corresponde al previsionista decidir cuál es el
valor más probable a que llegará aquella máxima temperatura
En este caso digamos que la temperatura subirá a 35° C
(95° F ) . Por consiguiente A cambiará a lo largo de la isobara
hasta J. Consideramos que no hay adición ni sustracción de
humedad de modo que la humedad específica permanezca cons-
tante con un valor alrededor de 14 g/Kg. Entonces como J
sube su camino está dado por la línea quebrada o de rayas;
sigue la adiabática seca hasta que su temperatura cae al va-
lor donde la humedad específica (14 g/Kg.) es la cantidad de
saturación. Así J se mueve horizontal mente hasta que inter-
cepta la línea de humedad de 14 g/Kg. en L. Más allá de L
el camino de una partícula ascendente está dado por la pseudo
adiabática L N.
El gradiente en la capa de su superficie ha sido mate-
rialmente cambiado puesto que en las horas de la mañana, y
en vista de la mezcla convectiva es seguro suponer que el gra-
diente adiabático seco ha sido establecido arriba en el punto
K. A lo largo de J K hay equilibrio neutral (indiferente) con
Respecto al aire seco. Esto es una partícula de aire a lo largo
de J K que ha sido desplazado verticalmente no es ni ayudada
ni resistida por la distribución de la densidad. Pero mientras
este gradiente adiabático se ha formado, la estructura del aire
superior, excepto cualquier cambio en las propiedades de la
masa de aire, permanece esencialmente inalterable. De esta
manera sobre K, el punto de intersección de la línea isentrópi-
cay el sonda je original, se supone que no hay mayor cambio
en las propiedades de las masas de aire. Consecuentemente
allí permanece en la capa K D una porción de la inversión ori-
ginal de suelo. Ahora si una partícula en J es forzada a su-
bir, siguiendo el camino K L, su temperatura a cada nivel
(definido por una isóbara particular) será más baja que la
de sus alrededores. En el hecho, aún después de la saturación
en L la partícula ascendente permanecerá más fría que sus
alrededores hasta el punto M cuando la temperatura del aire
AEROLOGIA, FRONTOLOGIA Y . . . 149

ascendente y sus alrededores se hacen casi igual. En todas


partes en la capa de K a M se requiere trabajo para elevar
una partícula forzada hacia arriba desde K. La cantidad de
energía requerida para este propósito puede señalarse igual
al área archurada L L M E D K. En lo escala original del
diagrama reproducido en la Fig. 53, un centímetro cuadrado
equivale a 2 x 10° ergs por gramo; y en la propia Fig. 53 un
cm.2 equivale a 3,3 x 101 ergs por gramo.
Más allá de M una partícula ascendente, siguiendo la
línea pseuclo-adiabático M N, en cada etapa o fase en su ascen-
so, estará más caliente que el aire envolvente. Da esta ma-
nera, después de alcanzar M, subirá con su propia ayuda por
así decirlo, porque ahora está menos denso que el aire que
compone sus alrededores. De las consideraciones de energía
puede señalarse que la energía liberada por una unidad del
elemento aire que se eleva de M a N está dada por el área
horizontal archurada M F G H N M. En la práctica se acos-
tumbra colorear en rojo el archurado del área horizontal y en
azul el archurado del área vertical.
Para generalizar. Donde el camino de una partícula de
aire ascendente queda sobre el tefigrama del sondaje, la ener-
gía es útil para producir un trastorno y volcamiento, del que
puede resultar una tempestad eléctrica o tormenta, y el monto
de esta energía est á dada por el área (en este caso llamada
área positiva) encerrada entre el camino de la partícula as-
cendente y el tefigrama.
Cuando el camino de una partícula ascendente queda ba
jo el tefigrama del sondaje, la estabilidad está indicada, y el
área (llamada área negativa) encerrada entre el camino de la
partícula ascendente y el tefigrama representa la cantidad de
energía que debe ser superada si la partícula ha de penetrar
en la capa.
De estas consideraciones aparece claro que las grandes
áreas positivas y las pequeñas áreas negativas son más favo-
rables para el desarrollo de una tempestad eléctrica o tormenta.
El Diagrama Russby.— El Diagrama Rossby es bas-
tante diferente de los otros que hemos estudiado consistiendo
esta difeerncia en que el área en este diagrama no representa
energía. Este diagrama ha sido concebido principalmente para
estudiar la estabilidad de las columnas de aire y el efecto de
elevación de éstas en la estabilidad. También es particular-
mente útil en el estudio de las masas de aire y especialmente
en su identificación.
Las coordenadas del diagrama Rossby son la temperatura
potencial parcial como ordendas trazadas según una escala lo-
garítmica vertical ln 0d y la razón de mezcla (w) como abscisas
trazadas en una escala lineal como puede verse en Fig. 54.
150 MEMORIAL DEL EJERCITO

En este diagrama —un punto— no determina presión ni


temperatura como en los diagramas ya estudiados. Un punto
que en este diagrama representa una partícula de aire, per-
manece fijo mientras la partícula ejecuta cambios adiabáticos
secos. Las adiabáticas secas en este diagrama de Rossby son
líneas rectas horizontales y las adiabáticas húmedas son líneas
AEROLOGIA, FRONTOLOGIA y... 151

das son líneas de temperatura potencial pseudo-equivalente


constante y se trazan de la expresión:

En esta fórmula: e = base de los logaritmos naturales


en el Handbook of Meteorology esta e se reemplaza por "exp".
También se trazan en este diagrama las líneas de presión
de condensación constante y temperatura de condensación. La
temperatura de saturación o condensación T,. y la presión de
saturación Ped se pueden encontrar en función de 0d y w co-
mo sigue:

que puede ser resuelta con ayuda de una tabla con em como
función de T. Una vez que se ha determinado Tc el correspon-
diente valor de Ped se puede encontrar bien sea de la ecua-
ción (8) ó (9). Puesto que las coordenadas básicas de este
diagrama son 0d y w, vemos que una capa totalmente agitada
sin que en ella ocurra condensación ni evaporación aparece
representada por un punto en el diagrama Rossby, sin con-
siderar su espesor. Esto es así porque ni la temperatura po-
tencial parcial (0d) ni la razón de mezcla (w) cambian en
los procesos adiabáticos secos. Cuando se alcanza la satu-
ración no obstante, la razón de mezcla y la temperatura po-
tencial cambian por cualquier ulterior ascenso. De este modo
152 MEMORIAL DEL EJERCITO

un estrato o capa de aire muy delgado en que w cambie rápi-


damente ocupará una línea en el diagrama mientras que una
capa gruesa de aire húmedo agitado ocupará sólo un punto. (1)
Si bien en el diagrama Rossby no se pueden determinar
las alturas, éstas se hallan comúnmente marcadas en los son-
dajes en puntos característicos, que casi siempre son 0,5 Km.,
1 Km., 25 Km., etc. Para capas más o menos mezcladas com-
pletamente los puntos característicos están casi juntos. La.
estratificación de temperatura está indicada por una gran
distancia vertical entre puntos característicos y las disconti-
nuidades húmedas quedan de manifiesto por una gran distan-
cia horizontal entre los puntos característicos.
En tanto una capa se eleva adiabáticamente no ocurren
cambios en el sondaje trazado en el diagrama Rossby hasta
que la presión de saturación es alcanzada. Después de la sa-
turación los puntos característicos siguen una línea de cons-
tante 0...
En general el gradiente y de una columna de aire no se
puede determinar en el diagrama Rossby. Sin embargo, si la
curva es una línea horizontal (0d = constante) el gradiente
de la capa es adiabático seco yd. Similarmente si 0d disminuye
con la altura el gradiente es mayor que yd y si 0d aumenta con
la altura entonces el gradiente es menor que yd.
La magnitud de la diferencia entre el gradiente de la ca-
pa y yd no puede ser determinada en el diagrama Rossby.
Como las líneas de constante 0Se son adiabáticas húmedas tam-
bién es posible determinar si el gradiente de la capa saturada
es mayor o menor que ym.
Si el declive o pendiente de la curva característica es me-
nor que el de las líneas 0Se,, 0se disminuye con la elevación y la
capa es convectivamente inestable. Inversamente la estabili-
dad convectiva está indicada por una curva característica te-
niendo un declive mayor que las líneas 0se.
Sobre la capa friccional o da influencia friccional —que
es aquella capa atmosférica de 500 a 1000 metros de espesor
(1) inmediata a la superficie de la tierra en que los movimien-
tos del aire son afectados por aquélla— los valores 0d y w y
su variación vertical son razonablemente propiedades conser-
vativas de una masa de aire. Las curvas carácterístcas en
un diagrama de Rossby destacan diferencias en las masas de
aire de una manera gráfica y tales curvas se usan frecuente-
mente como una ayuda en su identificación. Las curvas carac-
terísticas típicas para distintas masas de aire están traza-

(1) Berry, Bollay and Beers; ob. cit. pág. 391.


(2) Petterssen; ob. cit. pág. 213.
AEROLOGIA, FRONTOLOGIA Y... 153

das en la Fig. 54. Nótese la gran estabilidad convectiva de


la masa de aire cP. (Polar Continental), Boston, Invierno y
la inestabilidad convectiva en las capas bajas de la masa de
aire y mP (Polar Marítimo), Royal Center, Verano, Seatle
Invierno.
El diagrama también es muy útil para distinguir los di-
ferentes tipos de inversión en la atmósfera alta. Asi una in-
versión frontal en que la razón de mezcla puede aumentar
con la altura sobresaldrá de una inversión de subsidencia en
que la razón de mezcla disminuya rápidamente con la altura
(1).
Los distinguidos meteorólogos brasileros ingenieros Serra
y Ratisbonna han empleado este diagrama en su estudio de
masas de aire del Brasil, mediante sondajes efectuados en las
estaciones de Alegrote, Florianapolis y Rio de Janeiro, en In-
vierno y Verano, como también las tablas de los valores ter-
modinámicos de las masas de aire referidas y que correspon-
den a las Tc. Tk. Pw. y Pk. (Invierno y Verano) para altu-
ras que van del suelo a 5.000 metros con un intervalo de 500
metros.
(Continuará).

1) Beny, Bollay and Beers; Ob. Cit. Pág. 391.


CRONICA

DIA DE SANTA BARBARA

El "MEMORIAL DEL EJERCITO DE


CHILE" tiene el agrado de presentar
a sus lectores el discurso pronuncia-
do por el Sr. General de Brigada
don RODOLFO OTTO MULLER, el
Día de Santa Bárbara en el cuartel
del G. A. C 2 "Maturana" (4 de di-
ciembre de 1958):

Es un día de particular, de muy honda emoción y alto honor


para mí, poder tener el privilegio de dirigirme —en nombre de
los artilleros en servicio activo— a tan altas e ilustres autori-
dades, junto a los artilleros en retiro y de la reserva, que hoy
se han reunido en derredor del símbolo de nuestra patrona, de
Santa Bárbara.
Con los brazos muy abiertos vamos hacia vosotros, para
daros nuestro más cordial saludo, y me apresuraré en expre-
sarles —ya en el prólogo mismo de mi peroración— los agrade-
cimientos más sentidos por vuestra presencia en esta mesa
artillera.
Cúmpleme, asimismo, el alto honor de traer a todos los pre-
sentes el cariñoso saludo del señor Ministro de Defensa Nacio-
DIA DE SANTA BARBARA 155

nal, don Carlos Vial Infante, y del señor Cdte. en Jefe del Ejér-
cito, General don Oscar Izurieta Molina, y ser el portavoz de
sus sinceros sentimientos por no poder asistir a esta reunión de
camaradería, condicionado por impostergables razones de ser-
vicio, que —muy a su pesar y ajenos a su voluntad— los han ale-
jado de la guarnición.
Queridos compañeros artilleros:
Esta mañana, el clarín —una vez más— os llamó para
formar el Cuadro de Honor; habéis escuchado el martirio do esa
doncella que lo sacrificó todo por su fe, de esa joven de Nico-
media que con singular espíritu no trepidó en dar su vida; de
esa santa que los artilleros del mundo hicieron su patrona, San-
ta Bárbara; a la que, cuando en el horizonte del mundo apunta-
ba, en sus albores, tenuemente en sus comienzos, un vestigio de
técnica —la pólvora—, los artilleros encomendaron su protec-
ción, ayuda, fuerza de progreso y sus almas!
¡ Santa Bárbara, doncella, líbranos de la centella!
Fué un grito elevado al cielo con fervor, profundamente se-
ñero y decidor, arrancado de las almas de esos cruzados; grito
que presagiaba infinita necesidad de superación espiritual, in-
telectual y material!
¡Nació una tarea; se concretó en forma nítida una respon-
sabilidad !
¡ Nació una bandera que abarcó a toda la Humanidad'.
Se pusieron en marcha naciones y se perfilaron los contor-
nos de la fisonomía estructural del orbe, de cuyas resultas aún
hoy somos influenciados en el orden espiritual, político, técnico-
industrial y, sobre todo, económico!
Esta mañana evocasteis las glorias y tradiciones de nues-
tra Arma. Lo hicisteis con el orgullo de sentiros depositarios de
una preciosa herencia de valor, heroísmo y saber, que llenó de
rutilancia imperecedera las páginas de nuestra historia!
Habéis recordado y pasado lista a los grandes artilleros de
la guerra y de la paz!
¡ Pero —por sobre todo— habréis templado vuestras almas
y habréis reconocido en la fuerza de la tradición el sólido punto
de apoyo para la aplicación de la palanca de ese gigantesco mo-
mento de fuerza, generador de nuevos impulsos, de renovadas
energías para halar el pesado fardo de vuestra responsabilidad
presente y del futuro!
Queridos compañeros artilleros:
Ahora nos hemos reunido en esta mesa, en que quebramos
fraternalmente el pan con nuestras armas hermanas, con las
ramas de la Fuerza Armada; sí, señores, con toda la nación y
pueblo de Chile, nuestra Patria.
En esta mesa, junto a los compañeros en retiro y de la re-
serva, en quienes vemos esa fuerza de la tradición, en un in-
menso cariño y respeto; en esta mesa de la amistad y del com-
pañerismo, en que las almas y corazones se estrechan y enlazan,
156 MEMORIAL DEL EJERCITO

llenos de júbilo y fervor, alegría y sana predisposición —de eso


estoy seguro—, para derivar de ello nuevas y promisorias capa-
cidades de rendimiento
Santa Bárbara, doncella, tus caballeros, los de parche ne-
gro, han oído tu llamado y por tí, en tu venerada memoria, en
ese surco fecundo y fértil dé mancomunión de espíritus y de
almas del más estrecho enlace, sienten el vivo y vehemente im-
pulso de urdir pensamientos, de cosecha, de fruto, que nos unan
más aún, en un deseo infinito de que seamos útiles, útiles al
Ejército, a la Fuerza Armada, a Chile.
En la ocasión en que las mareas del más puro y patriótico
entusiasmo golpean tan alto, en que la artillería se ha dado cita
en este acto de fe, quiero invitar a todos a hacer un alto en nues-
tro camino; sí, a abrir el libro de las experimentaciones de
nuestra vida; señores, a hacer un balance, a hacer una rendición
de cuentas, a fin de abrillantar la luz de los principios que ha
de informar el camino honroso de nuestra marcha presente y
futura, codo a codo con los hermanos del Ejército, de la Fuerza
Armada y de todas las beneméritas instituciones de nuestra Re-
pública, que hoy se debate en gigantesca lucha, y decisiva por
el porvenir de nuestra Patria, batalla de contornos históricos
en procura de un producido social macizo, conjunto desde donde
arrancar no un bienestar efímero, ilusorio, y falso, sino real,
efectivo y permanente, forjado por el trabajo, el rendimiento,
la iniciativa y amor a la responsabilidad de todos los chilenos.
En una batalla —por un empuje científico, universitario,
educacional—, donde el maestro, el profesor, el sacerdote se
han de dar la mano por la consecución de una aurora de inteli-
gencia, de la técnica y de las artes; en que de los yunques, el
acero, el metal escriba Patria; en que desde los mantos subma-
rinos de carbón se eleve el testimonio del tesón y temple de una
raza; en que de los ricos veneros minerales fluya copioso con-
tingente capital; en que del bosque, madera, celulosa, papel,
arranque la luz de las letras, cobija y hogar para el niño; la
familia, esa célula que deseamos granítica para bien de nues-
tro pueblo y sociedad; en que los tejidos derramen provisión
de abrigo, multicolor en abigarrada masa de niño, mujer y
hombre, colocada sobre un común camino de progreso; en que
en sus centros industriales se operen transformaciones básicas
fundamentales; en que la energía, pródigamente entregada por
nuestras gradientes cordilleranas, las entrañas de nuestra tie-
rra, dé hálito vivificante y se multiplique la potencia de los
brazos de nuestros esforzados obreros para producir; hacienda,
contingente estable a la Nación y hogar chilenos; en que el
empresario busque conexión y ámbitos por sobre las fronte-
ras, alcanzando, en multilateral sistema, dar brillo a nuestra
Patria en los mercados de todo el mundo.
DIA DE SANTA BARBARA 157

Esto logrado, y recién entonces, como un ave fénix, sur-


girá fulgurante, y en todo su esplendor, la libertad de espíritu
plena, condición más excelsa de una auténtica democracia.
Y sólo así cobrará cuerpo y tangibilidad plena nuestra so-
beranía ; será sostenida, real, flexible y diestra nuestra defensa
y seguridad nacionales.
Así, artilleros, nuestros cañones no enmudecerán jamás,
hasta tronar victoria.

Ahora, artilleros, podemos volver nuestra vista al presente


y al futuro, sostenidos por la infinitamente gloriosa tradición
de nuestra noble arma, con conciencia de nuestras responsa-
bilidades específicas en el marco nacional e institucional.
Os digo, pues, con la voz más emocionada, queridos arti-
lleros, señor Cdte. del Regto. Simbólico Santa Bárbara, Gene-
ral don Oscar Novoa Fuentes, señores Cdtes. de Regtos. Sim-
bólicos de las diferentes armas, así exponemos ante vuestras
almas, a vosotros, queridos Jefes en retiro, con profundo afec-
to a la vez que con la más sincera convicción, los artilleros en
servicio activo, el cuadro maravilloso de un orden de batalla
conjunto, macizo, polícromo de las ramas de la Fuerza Arma-
da, estrechando filas con toda la ciudadanía.

Os expongo las conclusiones, las previsiones para el futu-


ro, para nosotros.
Artilleros:
No quiero enviaros a casa, en vuestro camino hacia vues-
tros hogares, con este cuadro rector, con este "leitmotiv" pa-
ra vuestro trabajo.
Siento la necesidad de simplificar; que, al revolcar en
vuestras mentes estos pensamientos, encontréis un denomina-
dor común, simple.
Les pido, sencillamente, grabar en vuestras mentes un le-
ma que no dice de fogonazos, no huele a pólvora ni dice de
triunfos y glorias. Es sencillamente éste:
¡HACER UN POCO MAS!
¡ Hacer un poco más! Tan sencillo que vuestro último cons-
cripto no podrá olvidar.
¡Hacer un poco más hoy que ayer; un poco más mañana
que hoy!
¡ Lema tan sencillo que puede estar coronando los pórticos
de nuestras escuelas, de nuestras fábricas, nuestras empresas,
nuestros cuarteles, nuestros templos, nuestros hogares!
158 MEMORIAL DEL EJERCITO

Sí, artilleros, abrazad al obrero que escribe Patria en ace-


ro, al que de entrañas submarinas extrae energía y bienestar:
dad la mano al profesor, al sacerdote, al maestro; abrid las
puertas de vuestro cuarteles al estudiante pobre, que busca la
luz de la ciencia, cobijadlo, su saber será un paso adelante por
Chile; sobre todo velad por vuestros hombres que os entrega
la República por breve tiempo; sí, para hacer buenos soldados
do ellos: pero —y eso es importante— devolvedlos al campo,
a la industria, al comercio, a todos los sectores nacionales, co-
mo HOMBRES.
Hombres; hombres enteros necesita el país. Hombres en-
teros: esa es vuestra responsabilidad máxima. Utiles, eficien-
tes, honrados, de concepto real de responsabilidad, acrisolados
elementos y positivos. Mensajeros de buena nueva en donde se
dirijan; hijos sanos, espejos de virtud para sus familias.
No deberemos, ni podremos, ni querremos estar fuera de
esas cohortes, que veo inmensas, con los más sagrados propó-
sitos de ir a un saneamiento moral, espiritual y económico y
lograr que el buen nombre de Chile se acreciente; sea más ru-
tilante su prestigio, se borre para siempre la nominación de
"subdesarrollada".
Ha llegado el momento histórico para Chile —y eso debe
tenerlo presente todo buen artillero— que, caminando sobre el
filo de una navaja, veamos la grave responsabilidad de las pre-
sentes generaciones de decidir si integramos el bloque de na-
ciones rectoras, o si condenamos para siempre a esos niños
chilenos, a esa juventud, a ese capital y esperanza de la Patria,
a cubrir jornadas anodinas en el concierto de los pueblos.
Que alumbre y penetre en nuestros espíritus muy nítida-
mente la visión clara y precisa de la necesidad imperiosa de
multiplicar las capacidades de rendimiento con una dedicación
profunda y preferencial a las disciplinas matemáticas, a la téc-
nica, a la máquina.
Y aquí rindo un homenaje de eterna gratitud para aque-
llos preclaros artilleros que hace treinta años levantaron su
brazo muy alto, indicando en forma visionaria el rumbo por
seguir; los señores Generales don Marcial Urrutia y Pérez, y
muchos otros más.
Porque, a traves de la superación técnica, vayamos a en-
contrar, con performances reales, un camino hacia la quebran-
tada Humanidad.
Se cumpla lo que Santa Bárbara quiere, cuando hoy —por
sobre todas las fronteras de las naciones del orbe— se abrazan
todos los caballeros de la metralla; por Santa Bárbara, también
los artilleros chilenos deberán ser nombres de buena voluntad,
por la paz y la libertad.
Y, artillero, puede que te sientes en tu mesa de trabajo,
y ante el perfilamiento de tu noble tarea y el reconocimiento de
tu responsabilidad, procedas a estudiar, delinear nuevos pro-
DIA DE SANTA BARBARA 159

pósitos con los hombres y el equipo que el mando militar ha en-


tregado a tu custodia.
Te ayudaré a pisar firme en tu camino de superación:
a) Recuerda que el valor de un proyectil 105 mm., obus
Krupp es de US$ 40, o sea $ 40.000.
¿Sabéis, artilleros, que ese proyectil es el producto termi-
nado de empresas de decenas de millones de dólares, que sola-
mente la producción masiva hace rentable, que emplean milla-
res de hombres, y que el país no cuenta?
He ahí una razón por la cual les he pedido comprensión por
el desarrollo de esa infraestructura industrial y económica ge-
neral sana que procure las divisas necesarias para la adquisi-
ción directa, o el racional y rentable desarrollo de algo propio.
b) Artillero, debes dar en el blanco, siempre. ¿Has hecho
todo por ello?
Tu batería es una empresa, que cuenta máquinas; ¿has he-
cho un balance, capitán? ¿Cuánto por ciento de tiros has te-
nido en el blanco? ¿Ubicó tu observación y tu reconocimiento
los objetivos tácticamente, realmente más decisivos?
c) ¿Sabes, artillero, que el valor de 1 dotaciones de muni-
ción, que puedes disparar en pocas horas, eso solo equivale al
valor de tu cañón?
d) Esto y mucho más te llevará a revisar tu tabla de orga-
nización y equipo. Tú ocupas una dotación de unos 130 hom-
bres en la batería, lo que corresponde, ya, a la dotación de una
fábrica industrial de cierta consideración. Revisen esa tabla,
marquen los hombres-claves: preocupaos preferencialmente de
su idoneidad, eficiencia y seguridad de manipulación.
Sabéis que la equivocación de una sola graduación en el
micrométrico de elevación, que escasamente es un milímetro,
equivale a un error de tiro de hasta 2.000 metros.
Perfeccionad, perfeccionad, en seguridad, rapidez y mo-
vilidad. Por eso os hablé de las disciplinas matemáticas y de la
técnica y de la necesidad de superarse en este sentido.
Y no quiero olvidar a vuestros hijos, vuestras amadas es-
posas, vuestro hogar.
Llevadles mi mensaje, de cariño lleno, de un viejo Gene-
ral. Y cuando vuestras manos acaricien los rizos de vuestros
pequeños, mirad al cielo, a esa Cruz del Meridio, símbolo de
paz; recordad a Santa Bárbara. Pensad que ahí en la cuna hay
un ser del que vosotros debéis esperar algo, la Patria reclama,
en el futuro, su acción positiva, que es parte de esa esperanza
del futuro. Vuestras palabras de amor para con él, sólo serán
sinceras, no quedarán bagatelizadas si desde temprano lo lle-
váis por el camino útil.
¡ Eso es querer a vuestros hijos!
Para vuestras esposas, esa mujer magnífica chilena, mi-
radla en sus ojos: Tú eres una mujer chilena, haz alcanzado
tus derechos; votas en las elecciones, estudias en la Universi-
160 MEMORIAL DEL EJERCITO

dad, trabajas en las usinas, las faenas y el comercio; ocupas


cargos públicos y administrativos; todo eso que también hace
el hombre.
Pero, tú, mujer, has sido proveída por Dios de algo que
te da un extraordinario potencial y muy propio que los hom-
bres no iguala tu maravilloso trabajo de amor; trabajo de
amor, que te destina a ser la creadora, la custodia de la juven-
tud, de esa esperanza y capital tan precioso, tesoro no misible
sino cuando ya entre en la vida y tú, mujer, ya no existas.
Es esa la más excelsa tarea de una madre.
¡ Los pueblos que se han hundido, es por que sus madres
no han sabido cumplir con su deber!

Así es, señores, como el cuadro de superación nacional se


proyecta en forma nítida también sobre la Fuerza Armada, el
Ejército, la Artillería.
Y no podría ser de otra manera. Los principios —y que
por ser tales, son de validez general— nos alcanzan por igual;
no escapamos —o no debemos escapar— a las leyes que rigen
el origen y desarrollo de los fenómenos, que aparecen inexora-
bles y condicionan inexorablemente a su sometimiento. No es
posible circunvalarlas, so pena de pisar en terreno falso y sin
poder escapar a los desastres que por ello devienen. Resulta-
dos ilusorios y grave castigo son sus consecuencias; retroceso
seguro, pronto; visibles sus manifestaciones.
Evitémoslo; me es demasiado cara y querida nuestra ar-
tillería, demasiado grande el peso de las tradiciones gloriosas
de nuestra arma, que tantas veces en la Historia de nuestra
Patria —junto con las armas hermanas— sellara la victoria
en los campos de batalla; demasiado nítida la tarea y respon-
sabilidad de que la mantengamos sobre el camino del futuro,
con la más amplia previsión, en el mejor deseo de que sirva a
los nobles propósitos que el futuro pudiera reservarle para no
haber formulado en esta sentida manifestación, lo que —como
General y ciudadano— me inspirara este torneo, en que se ha
hecho gala de compañerismo, de lealtad, de alegría y del más
puro espíritu, por Santa Bárbara, a cuya recordación he que-
rido prender pensamientos para esa caravana que constituye
el Cuerpo de Artillería de nuestro Ejército.
Finalmente, deseo, en forma reiterada, agradecer a las
autoridades el alto honor que significa su concurrencia y pre-
sencia en esta mesa artillera de amor, y el estímulo e impulso
para todos nosotros de ella derivadas.
Ruego a mis compañeros artilleros a brindar de pie por
nuestro cuerpo de Artillería, nuestra santa patrona; a las au-
toridades presentes, por Chile grande y respetado.
Salud.
1.-SUBSCRIPCION AL "MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE".

Las subscripciones al "MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE" pueden


obtenerse directamente en la Dirección de la Revista, Departamento
de Instrucción (Sección "Historia, Biblioteca y Revistas Militares").—
Estado Mayor del Ejército. Ministerio de Defensa Nacional. Alonso
Ovalle 1187, Santiago de Chile.

2.-TARIFA DE SUBSCRIPCIONES.

Subscripción anual para miembros de las Fuerzas


Armadas $ 1.200
Subscripción anual para el extranjero US$. 10
Ejemplar atrasado $ 100
Ejemplar suelto del año $ 200

El pago deberá hacerse por cheque o letra bancada a nombre del


Estado Mayor del Ejército.

3.-CAMBIO DE GUARNICION O UNIDAD.

A fin de evitar entorpecimiento en la distribución del "MEMORIAL DEL


EJERCITO DE CHILE", se ruega a los señores subscriptores se sirvan
comunicar a esta Dirección cualquier cambio de unidad, repartición
o guarnición que experimenten durante el transcurso del año militar.
IMPRESO EN EL INSTITUTO GEOGRAFICO MI LITAR - 5TGO.

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