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Problemas de Chrome y Firefox con los SSD

CUIDADO CON CHROME SI TU PC USA UN


DISCO DURO SSD, PUEDE ACABAR CON ÉL

Respecto a los discos duros mecánicos, aunque las unidades de estado sólido garantizan unas
prestaciones y fiabilidad mayores, también existen ciertas limitaciones. Y una de ellas tiene que ver con
la media de ciclos de lectura y escritura, que mantiene una cifra máxima recomendada por el fabricante
para mantener la garantía de fiabilidad. Y aunque estos máximos son siempre holgados para un uso
normal, resulta que los navegadores web como Google Chrome o Mozilla Firefox lo exceden con creces,
lo que supone un importante riesgo para este componente de hardware y su vida útil.
Google Chrome y Mozilla Firefox están configurados para exceder el rendimiento máximo recomendado de
los discos duros de estado sólido, los SSD

Tanto Google Chrome como Mozilla Firefox, que ostentan los primeros puestos entre los navegadores
web más utilizados a nivel internacional, mantienen tasas diarias de entre 10 y 30 GB de escritura. Estas
cifras exceden de manera notable las recomendadas por los fabricantes, y es lo que puede provocar que
la vida útil del disco duro de estado sólido quede recortada de forma preocupante para el usuario y
consumidor. Y es algo que en Mozilla Firefox se puede corregir, pero que Google Chrome no ofrece la
posibilidad de modificar en los ajustes de usuario.
Según explican en SoftZone, estas exageradas cifras medias de escritura diaria tienen que ver con la
constante creación del 'archivos recovery.js'. Estos archivos sirven para recuperar la sesión en caso de
que el navegador se ciere de forma inesperada, y el ritmo en que se crean este tipo de archivos es
mayor en función del uso que hagamos. Es decir, que mayor cantidad de páginas web visitemos y
pestañas tengamos abiertas en primer plano, con mayor frecuencia se crearán estos ficheros.
En el caso de Mozilla Firefox podemos corregir el problema accediendo a la configuración avanzada con
la ruta “about: config” y localizando la entrada “browser.sessionstore.interval“. Una vez aquí, entonces
habrá que cambiar el valor 15000 que viene configurado por defecto a 300000. De esta forma se reducirá
el ritmo en un 50%, aunque podemos multiplicar tal valor de nuevo por dos para reducir las exigencias
hasta un 75%, con intervalos de cada hora.
Consejos para optimizar un disco duro SSD

CUÁNTO TIEMPO FUNCIONA UN DISCO


DURO SSD AL 100% Y CÓMO EXTENDER SU
VIDA ÚTIL
Los discos duros SSD o Solid State Drive, han supuesto una revolución en el mundo de la informática ya
que han llevado la tecnología flash drive, la de los pendrive USB, un paso más allá. Aunque aún los de 1
TB son muy caros, ya empiezan a alcanzar capacidades importantes algo que se añade a sus otras
cualidades como que permiten acelerar el rendimiento del ordenador siendo más silenciosos al no contar
con piezas móviles, consumen menos energía. Aunque tienen una vida útil de unos 7 años, un par de
ellos más que un disco duro normal, se pueden ir degradando con el tiempo - los HDD tienen el problema
de desgaste de sus piezas móviles pero no el de degradación de sus componentes de memoria -.
Aproximadamente, según un experimento de Tech Report, podemos llegar a guardar dos petabytes (que
son más de 2.000 terabytes) de datos sin empezar a notar fallos en un SSD.

Reducir el número de grabados y borrados de datos


Este es el primer consejo para alargar la vida útil de un SSD. Y es que SSD los datos se agrupan en
páginas que se recogen en bloques. El problema es que para meter más páginas en un bloque que está
medio lleno, haya que vaciarlo para volver a llenarlo. Esto hace, además de intentar reducir el número de
veces que borramos y grabamos algo, si queremos que el disco duro siga funcionando a pleno
rendimiento, hay que tener libre un 20% del espacio para esta función que se llama "recolección de
basura".

Evita las temperaturas extremas


Aunque los SSD son más resistentes que los HHD (los discos duros normales) a las temperaturas
extremas, si evitamos éstas funcionarán mucho mejor. La temperatura ambiente puede afectar a los
datos guardados en un SSD, al fin y al cabo están alojadas en una memoria electrónica, y especialmente
si están en una temperatura muy alta sin estar funcionando pueden perderse los datos. Así que es mejor
alejarlos de la luz directa del sol.
Evita dejarlo sin energía
Si tenemos un disco duro SSD en un portátil, no es muy buena idea quitar la batería del equipo o dejarle
a cero de energía. Sobre todo, los "apagones" les sientan muy mal si están ejecutando en ese momento
un ciclo de escritura y lectura, lo que puede causar una pérdida de datos y reducir la capacidad del
dispositivo.
En un portátil simplemente hay que contar con batería en el portátil y si tenemos un PC de sobremesa, lo
mejor es hacernos con un UPS (Uninterruptible Power Suply), que es un dispositivo que nos dará
energía durante unos minutos más para actuar a tiempo y cerrar los procesos en nuestro ordenador.
Usa las herramientas adecuadas para mantenerlo optimizado
Existen una serie de herramientas que, periódicamente hay que utilizar para mantener el SSD al 100%
evitando algunos de los problemas antes mencionados. Por ejemplo SSD Tweaker permite evitar el
problema de degradamiento intrínseco por el borrado y lectura de los dados, Intel Solid-State Drive
Toolbox, que nos permitirá cosas como limpiar el proceso de "recogida de basura" y automatizarlo para
no tener que dejar siempre ese 20% vacío, Samsung Magician, lleno de herramientas de optimización y
análisis, o AHOMEI Partitition Assistant, que hace mucho más fácil y segura la partición en varias
unidades el SSD.
DISCO DURO HDD O SSD, QUÉ
DIFERENCIAS HAY Y CUÁL DEBERÍAS
COMPRARTE
Ahora mismo, cuando nos hace falta cambiar de disco duro, y también si estamos pensando en mejorar
el rendimiento de nuestro ordenador, la pregunta que nos solemos hacer suele ser ¿HDD o SSD? Para
quien no esté familiarizado con las siglas, HDD significa Hard Disk Drive y son los disco duros
mecánicos, los "de toda la vida" que han llevado los ordenadores, frente a los nuevos Solid State Drive,
aquellos que en lugar de llevar un disco magnético y una aguja utilizan lo que se llama memoria flash, la
misma en la que se basa cualquier pendrive USB.
SSD: velocidad, eficiencia y mayor vida útil
La primera diferencia entre ambas tecnologías es la velocidad. Y es que este es el principal baluarte de
los SSD, son casi 10 veces más rápidos escribiendo y leyendo datos que los HDD. Esto también significa
que aceleran el rendimiento del ordenador de forma parecida, con tiempos de carga mucho más cortos
que con los HDD.
Por otra parte, al no contar con partes móviles, no tienen el desgaste de los mecánicos HDD. Eso hace
que mientras un disco duro "tradicional" tiene una expectativa de vida de unos 5 años, los SSD logren
hasta 7 años de vida útil.

Finalmente, también derivado de que no son mecánicos necesitan menos energía, además de que son
totalmente silenciosos.

Fiabilidad: luces y sombras en los dos


En los SSD los datos se agrupan en páginas que se recogen en bloques. El problema es que para meter
más páginas en un bloque que está medio lleno, haya que vaciarlo para volver a llenarlo. Esto hace que
si queremos que el disco duro siga funcionando a pleno rendimiento, hay que tener libre un 20% del
espacio para esta función que se llama "recolección de basura".
Con el tiempo, eso si a partir al menos de 7 años, los SSD se pueden ir degradando algo que no ocurre
con un HDD. Pero estos últimos tienen su particular Talón de Aquiles. Primero que si no tenemos
cuidado, un disco duro de marca de dudosa procedencia puede fallar en 6 meses o desmagnetizarse,
corromperse o que sus partes mecánicas dejen de funcionar.
HDD: capacidad y precio
Por otra parte, los puntos fuertes que aún tienen los HDD empiezan por su capacidad. Los HDD suelen
venir en dos formatos de 3,5 pulgadas (destinados a ordenadores de sobremesa) o de 2,5 pulgadas
(para portátiles), con capacidades máximas de unso 4 TB y 2 TB respectivamente. Ahora bien, los SSD,
dado que es más cara su tecnología, han llegado hace poco hasta los 2 TB de máxima capacidad en la
actualidad, siendo los más populares los de 512 GB además de que ya vienen en formatos de 2,5
pulgadas (por lo que para usarlos en una bahía de 3,5 pulgadas hay que adquirir un adaptador).
Unos y otros vienen con conectores SATA, por lo que no hay problema en este sentido pero si de algo
pueden presumir los HDD es de más fiabilidad a la hora de que no se pierdan los datos por la propia
tecnología de los SSD.
Finalmente, lo cierto es que el GB de datos en un HDD es sensiblemente más barato que el de los SSD.
Estamos hablando que un disco duro de 4 TB ronda los 200 euros, lo que es apenas 0,05 euros por GB.
Por estos 200 euros, en el bando de los SSD se accede a capacidades de 512 GB, por lo estamos
hablando de un precio cercano de cerca de 0,40 céntimos por GB. Antes hemos dicho que existen SSD
de 2 TB, presentados por Samsung este mismo año, pero sus precios son de hasta 900 euros - eso si,
con hasta 10 años de vida garantizados - pero que los deja al alcance de pocos bolsillos y aún más lejos
en esta comparativa de precio por GB.
¿Cuál es la decisión acertada?
La primera es la que nos permita el bolsillo, pero si repetimos el ejemplo anterior, con 200 euros en la
mesa y un SSD o un HDD en cada una habría que preguntarse:
- ¿Necesito mucho espacio de almacenamiento y no me importa el rendimiento? Sí -> HDD ; No -> SSD.
- ¿Quiero mejor rendimiento y velocidad y no me importa tanto el espacio? Sí -> SSD; No -> HDD.

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