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Apellidos, Nombre del alumno

Asignatura: Nombre de la Asignatura


Curso: Xº / Año Académico: 20XX
Profesor: Nombre y apellidos del profesor

Nombre y APELLIDOS DEL AUTOR: Título de la obra analizada, Editorial, Lugar de edición,
Año de edición, número total de páginas o páginas donde comienza y termina el trabajo a
analizar. Ejemplos:
Carlo GINZBURG: El queso y los gusanos. El cosmos según un molinero del siglo XVI,
Muchnik Editores, Barcelona, 1996, 254 pp.
Enrique DUSSEL: “Europa, modernidad y eurocentrismo”, en Edgardo LANDER
(comp.), La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas
latinoamericanas, CLACSO, Buenos Aires, 1993, pp. 41-53.

IDEAS PRINCIPALES
Se expondrán en esta sección (máximo tres páginas) las ideas principales del texto. Ello se
puede hacer, bien exponiendo cada idea en un párrafo independiente como en este caso o con la ayuda
de los guiones o de viñetas.
Ejemplos:
 Primera Idea principal y se desarrolla aquí (recuérdese que no es un esquema de flechas y
palabras clave, sino que hay que explicarlo).
─ Idea secundaria y se desarrolla aquí.
 Segunda Idea principal y se desarrolla aquí.
─ Idea secundaria y se desarrolla aquí.
 Etc.
No es necesario poner eso de Primera/Segunda/etc. Idea principal, sino que se expone
directamente en su lugar. Cuando se quieran destacar conceptos clave o expresiones se debe usar
negrita, no cursiva.
A la hora de obtener estas ideas (se recomienda un mínimo de 6 y un máximo de 12) se
aconseja echar un primer vistazo general al texto y ver el número de apartados o subapartados de que
consta (pues normalmente la cantidad de éstos puede ser similar al número de ideas principales que
podemos obtener). Después se realiza una lectura atenta, subrayando en el texto y/o tomando notas
aparte para hacer un esquema o borrador con anotaciones que luego servirán para formular las ideas
principales. Estas últimas se pueden obtener a partir del método lineal, que consiste en anotar ideas a
medida que aparecen en el texto (a medida que se lee se va resumiendo o esquematizando apartado por
apartado) y después resulta aconsejable ver las ideas que se repiten en cada apartado para refundirlas
en una sola cuando sea posible y, con ello, simplificar el número de ideas, en lo que se denomina
método mixto. Otra opción, llamada método analítico, pasa por formular directamente un esquema
propio de las ideas que uno ve que aparecen en la obra, independientemente del orden en que
aparecen. En todo caso, se trata de operaciones previas que ayudan a redactar finalmente este apartado.
Es recomendable que el alumno exponga con sus propias palabras las ideas, pero en la
explicación puede apoyarse en citas del texto que se analiza. Estas últimas deben copiarse de manera
literal y exacta, entrecomillando lo extraído del libro, mediante comillas dobles normales “” o

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castellanas «». Estas últimas se obtienen en el programa Office de Word en la función
“Insertar/Símbolo”. Cuando hay que entrecomillar una palabra o grupo de ellas en un texto
entrecomillado, se han de usar comillas simples ‘’; y, en el caso de las castellanas, se emplean las
dobles. Una vez que acaba la cita, si es pertinente, se pone entre paréntesis la página del trabajo que se
analiza en la que aparece aquélla. Si deseamos insertar un comentario propio o algún dato aclaratorio
dentro del texto citado, se debe hacer usando corchetes [ ] y, cuando se trata de abreviar el texto citado
suprimiendo un pasaje, se utilizan puntos suspensivos dentro de los corchetes [...] Ejemplos: “La
acusación [dice Ginzburg] era haber pronunciado palabras ‘heréticas e impías’ sobre Cristo. [...] Con
ello, su situación era grave” (p. 30). / «La acusación [dice Ginzburg] era haber pronunciado palabras
“heréticas e impías” sobre Cristo. [...] Con ello, su situación era grave» (p. 30). Si se trata de otra obra
que no es la analizada (libro, artículo, etc.), se pondrá entonces nota a pie de página para ubicar
exactamente la cita que se menciona.
Cuando se decida usar paréntesis ( ) o guión largo —, se debe optar por una u otra modalidad
en el trabajo. Solamente se deben emplear las dos modalidades en un mismo texto de acuerdo con una
regla fija. Ejemplo: uso normal de guiones largos —estos que aquí se ven— para todos los
comentarios aparte en el trabajo y solamente los paréntesis si ponemos una fecha cronológica (1492),
(14-VII-1789), un porcentaje (38%) o una cita bibliográfica según el modelo anglosajón
(CHALMERS: 1990, 32-43).
Para destacar las ideas principales y ciertos términos importantes se puede usar la negrita.
Asimismo, las palabras en otra lengua (inglés, francés, latín, etc.) se deben poner en cursiva.

ANÁLISIS Y COMENTARIO CRÍTICO


El presente apartado debe ser una conclusión del trabajo en una-dos página que, partiendo de
las ideas antes expuestas, exponga una serie de comentarios relativos a la temática de la obra y el
aporte historiográfico que supone. Se debe atender a criterios como la importancia de la obra para el
campo de estudio en que se inscribe y explicar lo que pueda haber de trascendente y novedoso (o lo
contrario), posibles errores u omisiones, veracidad y exactitud de lo que se expone, la claridad en la
construcción del relato y exposición de las ideas, dominio del tema, uso de fuentes y bibliografía
empleada, etc. Para ello, resulta de utilidad informarse sobre el autor y la obra analizada a través de las
referencias que puedan encontrarse, referencias que no es necesario reproducir aquí, sino que hay que
emplearlas para redactar esta sección en una reflexión, no en un “recortado y pegado”.
En cuanto al estilo, aquí como en el resto del trabajo conviene huir de la repetición excesiva de
una misma palabra (para corregir eso están los sinónimos) y evitar el uso de clichés (“ejemplo
antológico”, “marco incomparable”), expresiones incorrectas (“en base a”, “por sobre”), coloquiales y
modismos (“guay”, “bacán”, etc., a no ser que resulte pertinente y, en ese caso, se deben
entrecomillar). No se olvide que el trabajo a realizar debe mostrar ecuanimidad y rigor académico,
manifestados en un estilo que rechace, tanto las posturas acríticas, como el hipercriticismo que
solamente busque la polémica fácil y no el conocimiento científico.
Por lo demás, se recomienda en el proceso de escritura de este trabajo o de cualquiera de ellos
tener a mano obras de consulta básicas (en formato papel o electrónico), como un diccionario
(aconsejables el de la Real Academia Española o DRAE y el María Moliner) o enciclopedia (se
recomiendan la Larousse, Británica... para historia específicamente obras de vocabulario básico,
diccionarios, enciclopedias temáticas y/o atlas), manual de ortografía o normas de estilo. El cuidado de
la ortografía y la sintaxis son factores de gran importancia para lograr un nivel de corrección en la
expresión escrita de un profesional, en cualquier campo del conocimiento. Para ello, se deben revisar
los trabajos antes de entregarlos, utilizando como ayuda los recursos arriba mencionados.
Algunas obras de consulta que pueden servir al alumno:
ARTOLA, M. (dir.): Enciclopedia de Historia de España, Madrid, 1993, 7 vols.
BLEIBERG, G. (dir.), Diccionario de historia de España, Madrid, 1962, 3 vols.
BONNASSIE, P.: Vocabulario básico de historia medieval, Crítica, 1999.
KINDER, H. y W. HILGEMANN: Atlas histórico mundial, Madrid, 1996, 2 vols.
VILAR, P.: Iniciación al vocabulario de análisis histórico, Barcelona, 1982.

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