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ESTEREOTIPOS

DEFINICIÓN RASGOS FUNDAMENTALES


Los estereotipos se pueden definir de - son compartidos por mucha gente, no son
diferentes formas: imágenes mentales de una persona
- rasgos que se atribuyen a un grupo; solamente
- imagen mental simplificada de los - se atribuyen a una persona como miembro
miembros de un grupo compartida de un grupo y no como persona individual.
socialmente;
- creencias que atribuyen características a
los miembros de un grupo.
CARACTERÍSTICAS ¿POR QUÉ SON PERJUDICIALES?
- pueden ser positivos, neutros o negativos. - Impiden que se trate a cada miembro del
- son muy resistentes al cambio, se grupo individualmente.
mantienen aun cuando existan evidencias - Derivan en expectativas cerradas sobre la
en su contra. conducta.
- por el contrario, son recordados con más - Hacen que se espere que los miembros del
facilidad cuando la información es grupo estereotipado se comporten de una
congruente con el estereotipo que se tiene. manera determinada.
- simplifican la realidad, generalizan y - Llevan a hacer suposiciones erróneas que
completan la información cuando esta es refuerzan los prejuicios
ambigua,
- orientan las expectativas que se tienen
sobre una persona, grupo o cultura.

PREJUICIOS

DEFINICIÓN ¿CÓMO EVITARLOS?


Actitudes negativas que se mantienen hacia - Admitiendo el prejuicio. La mayoría de
las personas por su pertenencia a algún las personas creen que no los tiene. Es
grupo, sin conocerlas personalmente. importante adquirir conciencia de ellos y de
sus razones.
Son generalizaciones incorrectas - Controlando las reacciones que provocan.
(estereotipos) sobre un grupo de personas - Fomentando la cooperación.
por motivos de raza, religión, sexo, edad, - Favoreciendo la convivencia.
deficiencia física o psíquica, condición
social, defensa de modos de pensar o de
vida diferentes, nacionalidad o cualquier
otra diferencia significativa.

DISCRIMINACIÓN

Hace referencia al componente comportamental de los prejuicios negativos, de


hostilidad hacia otras personas. Puede ser directa y manifestarse en agresiones físicas o
verbales, o indirecta y manifestarse a través de la legislación, el lenguaje, el currículo
oculto, las actitudes, etc.

Muchas personas son discriminadas por motivos de raza, sexo,


orientación sexual, discapacidad o por padecer enfermedades como
el SIDA o trastornos mentales. Para que se produzca la
discriminación, por tanto, es necesario ver a la persona
discriminada como formando parte de un grupo o colectivo
por el que se siente rechazo o desagrado.

La base de la discriminación suele encontrarse casi siempre en los


estereotipos, que son creencias, ideas y sentimientos
negativos o positivos hacia ciertas personas pertenecientes a
un grupo determinado. Cuando se realiza una valoración
negativa de un grupo en base al estereotipo, el resultado es
el prejuicio. Cuando los prejuicios llevan a una persona a
actuar de un modo determinado respecto al grupo o individuo
prejuzgado, el resultado es la discriminación (por ejemplo,
impedir que alguien de raza negra o gitana entre en un
determinado local).

¿Cuál es el proceso que lleva a una persona a despreciar o


maltratar a otras por ser diferentes?

1. Categorización. Todos los seres humanos tendemos a categorizar


el mundo que nos rodea para poder manejarlo y entenderlo mejor.
Por ejemplo, si entramos en un centro comercial y necesitamos
información sobre un producto, buscamos una persona que encaje
dentro de la categoría de dependiente y la encontramos fácilmente
consiguiendo así, de forma rápida, aquello que deseábamos.

El problema es que la clasificación social hace que se exageren las


diferencias entre grupos y que los veamos como muy homogéneos,
de manera que todos sus miembros nos parecen iguales. Por ejemplo,
¿qué imagen viene a tu mente cuando piensas en un contable, un
abogado o un albañil?

2. Estereotipos. Esta tendencia a establecer categorías y a agrupar a


las personas dentro de ellas es lo que da lugar a los estereotipos, que
van más allá de la mera categorización e incluyen rasgos de
personalidad, emociones, aficiones, gustos, etc. que se cree que
comparten los miembros de un grupo. Así, alguien puede pensar que
un contable es aburrido y que no le gustará ir de escalada.

La información que contienen los estereotipos es la siguiente:


1. Información acertada pero exagerada. Por ejemplo, los
hombres son, efectivamente, más agresivos que las mujeres, pero
estas diferencias son bastante pequeñas, aunque tiendan a verse
como mayores y sólo se dan en la agresividad física, no habiendo
diferencia en la verbal.

2. Información errónea. Los estereotipos sobre homosexuales, por


ejemplo, definen a los hombres como afeminados y a las mujeres
como masculinas y consideran que los gays se sienten más atraídos
por niños. La realidad es que hombres afeminados y mujeres
masculinas se dan por igual tanto entre homosexuales como entre
heterosexuales y que el acoso de homosexuales a niños es menos
frecuente que entre heterosexuales.

¿Cómo se forman los estereotipos?

1. Experiencia personal. ¿Cómo puede la propia experiencia


llevar a desarrollar creencias erróneas?

a) Correlación ilusoria.

Este verano caminaba por una calle céntrica cuando me encontré


con una mujer de unos sesenta años. Llevaba un vestido estampado,
de colores llamativos y con muchos volantes, un sombrero de flores,
un paraguas multicolor abierto bajo un sol radiante y un puro
humeando en la comisura de sus labios. Si la recuerdo a ella, entre
toda la gente que se movía por las calles esa mañana, es debido a
que lo inusual, inesperado o sobresaliente llama nuestra atención de
forma especial. Supongamos ahora que sabemos que esa mujer
procede de un lugar lejano llamado Z (o Zetania) y que es la única
persona que conocemos procedente de ese lugar. Entonces nos
llamará la atención por dos motivos: su aspecto inusual y su lugar de
origen. Cuando dos características distintivas se dan juntas, tienden a
asociarse, de modo que tendremos tendencia a percibir a los
habitantes de "Zetania" como algo extravagantes. Del mismo modo,
si observamos algunos inmigrantes de raza negra cometer actos
delictivos, prestaremos más atención a esta información y podremos
concluir que la delincuencia es mayor entre los inmigrantes negros.
Mientras que prestaremos menos atención a otra información que
contradiga esta idea pero que no sea tan llamativa como un hecho
delictivo.

b) Los roles sociales.

La mayoría de la gente se forma una impresión de los demás al


observar su comportamiento y su ocupación. A veces esa ocupación
está asignada por la sociedad. Por ejemplo, en la Edad Media, los
judíos apenas podían dedicarse a otra cosa que no fuese la
manipulación del dinero. Esto hizo que fuesen vistos como personas
cuyas características de personalidad eran ideales para esta tarea.
Igualmente, durante mucho tiempo, la sociedad ha empujado a las
mujeres al cuidado de otras personas o del hogar o a posiciones
subordinadas. Esto hizo que fuesen percibidas como maternales,
sensibles a las necesidades y sumisas, cualidades requeridas por el
rol de ama de casa o subordinada. Así , si muchas mujeres actúan
según el rol tradicional de madre sin trabajo remunerado, serán vistas
según la imagen tradicional (sensibilidad, calidez, suavidad,
sumisión). Esta visión podría perjudicar a una ejecutiva que trata de
abrirse camino en una empresa competitiva, creándole ansiedad o
conflicto ante la idea de la maternidad, pues incluso ella misma
podría empezar a verse de un modo que no encaja con su identidad
de ejecutiva.

c) El miedo a lo desconocido.

Cuando las personas salen de su grupo, entran en una zona


desconocida formada por grupos que desconocen. Esto puede hacer
que sientan incertidumbre, preocupación e incluso desagrado. No
saber qué hacer, qué decir o cómo reaccionará la otra persona a
menudo genera torpeza y frustración. A su vez, estas emociones
pueden influir en la formación de estereotipos. De hecho, muchas
veces el estereotipo refleja la emoción que siente el grupo
prejuicioso. Por ejemplo, quien siente repulsión puede ver al grupo
como desagradable; quien siente miedo puede verlo como hostil. Así,
si una persona siente varias veces miedo, disgusto u odio en varios
encuentros con miembros de un grupo, verá a todos sus miembros
como desagradables, detestables y amenazadores.

Si además dos grupos se amenazan mutuamente, compiten por los


mismos recursos o consideran que el otro grupo viola sus valores, las
emociones negativas serán mucho más intensas, pudiendo llegar a un
odio extremo.

2. Aprendizaje.

Muchas veces, los estereotipos se aprenden sin ningún contacto con


miembros del grupo estereotipado. En un estudio realizado en
Estados Unidos se vio que a los cinco años la mayoría de los niños ya
tienen actitudes racistas que han aprendido de sus padres,
profesores, compañeros, medios de comunicación, etc. No es
necesario que los padres enseñen a odiar de forma directa; a menudo
basta con comentarios peyorativos o bromas desagradables sobre un
determinado colectivo que provocan risas de complicidad y
aprobación, como los chistes sobre negros o homosexuales.

¿Cuál es la función de los estereotipos? ¿Por qué se


mantienen?
1. Aumentar la autoestima. Una de sus funciones es hacer que las
personas se sientan bien al compararse con un grupo al que
consideran inferior o menos competente. Tendemos a pensar que
nuestro grupo es único y sobreestimamos sus cualidades positivas
(somos los más inteligentes, los más limpios, los más honestos, etc.),
mientras que las características negativas las compartimos con los
demás y las vemos como algo que todo el mundo tiene o hace (si
robamos y pensamos que todo el mundo roba, nos parece que somos
menos ladrones).

2. La discriminación puede beneficiar al grupo que discrimina.


Por ejemplo, impedir a las mujeres el acceso a un trabajo remunerado
deja libres para los hombres más puestos de trabajo y les da el poder
de ser quienes ganan el dinero.

3. Prestamos más atención a aquello que corrobora nuestros


puntos de vista. Cuanto más intensamente mantengamos un
estereotipo, más tendremos a fijarnos y a recordar la información que
lo apoya, la cual, a su vez, los hace más fuertes. Por ejemplo, la
persona que piensa que los gays son afeminados, tenderá a fijarse
sólo en aquellos cuyo aspecto avale su teoría mientras que no
prestará atención al resto.

4. Desechamos o racionalizamos la información que es


contradictoria con nuestros puntos de vista. Las personas que
piensan que los musulmanes son agresivos considerarán que los
atentados perpetrados por musulmanes corroboran su punto de vista.
Si ven a musulmanes que no se muestran agresivos, los considerarán
excepciones o los categorizarán dentro de un subgrupo aparte no
agresivo (por ejemplo, empresarios musulmanes), o bien pensarán
que están fingiendo y no se están mostrando como realmente son. De
este modo pueden mantener sus prejuicios incluso ante la evidencia
que los contradiga.

5. La hipótesis del mundo justo: cada uno tiene lo que se


merece. Mucha gente piensa que si un país está sumido en la
pobreza es porque sus habitantes son unos vagos indolentes. Este
tipo de pensamiento permite que persista la discriminación
institucionalizada. Por ejemplo, podría tolerarse el maltrato policial a
los inmigrantes si se piensa: "si la policía los trata así será porque son
unos delincuentes agresivos que se lo merecen". La persona que cree
esto puede quedarse tranquila sintiendo que vive en un mundo justo
donde las malas personas obtienen cosas malas y las buenas
personas obtienen cosas buenas.

6. La profecía autorrealizada. La gente no sólo selecciona la


conducta que está de acuerdo con el estereotipo, sino que también
puede provocarla. El profesor de autoescuela que piensa que las
mujeres son malas conductoras podría comportarse con ellas de un
modo que mermara su rendimiento. Por ejemplo, ante un fallo, podría
hacer un gesto de desaprobación si se trata de una mujer (o decirle
"tú tendrás problemas conduciendo") pero restarle importancia si se
trata de un hombre.

Cuando regalamos una muñeca a una niña y un coche de bomberos a


un niño, estaremos provocando en ellos respuestas que estén de
acuerdo con el estereotipo y luego podremos pensar fácilmente que
las niñas prefieren las muñecas y los niños los coches.

El prejuicio moderno.

Cuando se hacen estudios en los que se realizan diversas preguntas


relacionadas con el tema del prejuicio y la discriminación se observa
una gran diferencia con respecto a décadas pasadas. La gente dice
no tener prejuicios y ser mucho más tolerante. Por desgracia, las
cosas no son tan simples como parecen y los cambios no han sido tan
grandes como nosotros mismos tendemos a pensar. Si se utilizan
métodos más sofisticados para medir los prejuicios, en los que no se
pregunta a las personas directamente, sino que se analiza su
respuesta afectiva (mucho más difícil de controlar) los resultados
contradicen lo anterior. ¿A qué se debe esto? Tener prejuicios está
mal visto socialmente, es "políticamente incorrecto" y la mayoría de
la gente está de acuerdo en que prejuzgar y discriminar está mal y no
desea ser esa clase de personas. El problema es que muchos
estereotipos se aprendieron en la infancia, están muy arraigados en
la sociedad y forman parte de nuestros procesos mentales
automáticos. Los prejuicios pueden afectar el comportamiento de una
persona incluso cuando están tratando de ser justos. Por ejemplo, en
un estudio se pidió a un grupo de personas que juzgaran el logro
académico de una niña de la cual sólo conocían su pertenencia a un
nivel socioeconómico alto o bajo. En este caso eran plenamente
conscientes de que sería injusto juzgarla en base a su estatus
socioeconómico y evitaban hacerlo. Pero cuando la observaban en un
vídeo realizando diversas tareas, de manera que creen estar
juzgándola sólo por su conducta, se dejan influir por el nivel
socioeconómico que creen que tiene, expresando un mayor logro
cuando les dicen que éste es alto.

Por tanto, lo que ha sucedió en los últimos años, no es que el


prejuicio haya disminuido tanto como parece, sino que se ha vuelto
más sutil y silencioso e incluso, en muchos casos inconsciente,
mientras que antes, la gente los expresaba abiertamente sin
remordimientos. Y el caso es que los efectos de este tipo de prejuicio
son más graves que los prejuicios expresados sin tapujos. Uno de los
motivos es el siguiente:
Muchas personas consideran, por ejemplo, que el machismo ya no
existe, que es algo del pasado e incluso decir que existe machismo
empieza a estar mal visto y a las feministas se las considera como
pasadas de moda. Una vez negado el machismo, si no hay más
mujeres en puestos de poder no es debido a la discriminación, sino a
que no quieren o no son lo bastante capaces para lograrlo. Si a esto le
unimos el prejuicio inconsciente la cosa se complica. Veamos un
ejemplo. Supongamos una gran empresa con cientos de trabajadores.
Todos comienzan ganando el mismo sueldo, independientemente de
su sexo. Conforme pasa el tiempo, van consiguiendo aumentos,
premios y ascensos. Estos aumentos son negociados anualmente de
manera individual entre el empleado y su superior, que aumenta el
salario "en función de los resultados de su trabajo exclusivamente".

Pero la realidad es que al cabo de unos años las mujeres están


cobrando un 30% menos que sus compañeros varones mientras sus
superiores afirman (y puede que hasta lo crean sinceramente) no
haber discriminado a nadie. Luchar contra este tipo de prejuicio sutil
puede ser difícil, pero tiene la ventaja de que estas personas desean
y están dispuestas a cambiar, siempre y cuando lleguen a ser
conscientes de sus prejuicios.

Del desagrado al fanatismo

A finales de 1998, dos chicos se acercaron a un estudiante


homosexual de la universidad de Wyoming, le mintieron diciéndole
que también eran gays y se fueron con él a dar una vuelta. Poco
después le dieron una paliza, lo llevaron a las afueras de la ciudad, lo
ataron a una valla con los brazos en cruz y lo dejaron allí,
inconsciente, a una temperatura muy baja. Seis días después moría
sin haber recobrado el conocimiento. Durante su funeral aparecieron
grupos con pancartas que decían "No hay lágrimas para los maricas".

En España la violencia contra los homosexuales ha aumentado en


los últimos años, generalmente perpetrada por bandas de grupos
neonazis, mientras el colectivo homosexual se queja de que la policía
no actúa tan rápido como debería.

El terrorismo, un fenómeno de sobra conocido en nuestro país, es


otro ejemplo de cómo los prejuicios, los estereotipos y la
discriminación pueden acabar en un odio ciego y destructivo.

Cómo se llega hasta estos extremos?

1. Percibir al grupo como una amenaza. Para grupos como los


talibanes, el hecho de ser islámicos es un aspecto muy importante de
quienes son, de su identidad personal. Por tanto, la amenaza que
perciben en el poder económico y militar de Estados Unidos es visto
como una amenaza contra su identidad personal. Es decir, como un
intento de ser destruidos como personas, por ser quienes son, lo cual
supone una amenaza extrema. Cuando la gente cree que sus grupos
están amenazados, responde de dos maneras: a) exaltando los
símbolos y valores de su propio grupo, lo que puede hacer que se
vuelvan cada vez más extremistas y fanáticos, considerándose muy
superiores al otro grupo. Sacan sus banderas, recuerdan a sus
mártires del pasado y glorifican sus logros, tal y como hicieron los
serbios siguiendo a Milosevic al sentirse amenazados por croatas y
musulmanes cuando la antigua Yugoslavia comenzó a desmoronarse;
y b) odian y atacan al grupo que ven como amenazador, del cual
creen estar defendiéndose legítimamente. Los serbios lanzaron una
campaña de "limpieza étnica" que acabó con más de dos millones de
personas sin hogar.

2. La inhibición moral. Para llevar la discriminación hasta sus


consecuencias más atroces hace falta algo más que odio. Estos
grupos perciben a los colectivos discriminados como inferiores, no
humanos y fuera del contexto donde se aplican las leyes morales. La
persona percibida así no despierta ningún tipo de compasión cuando
está siendo maltratada, como haría un miembro del propio grupo. En
los campos de concentración alemanes, algunas oficiales nazis se
hacían cargo de niños pequeños judíos a los que trataban bien, pero
no de forma diferente a como tratarían a un animal. A pesar de no
sentir odio hacia ellos ni deseos de hacerles daño, eran incapaces de
verlos como seres humanos, pues eso habría sido incompatible con
las atrocidades que estaban cometiendo con los padres y madres de
esos niños.

3. La exclusión moral. Si la inhibición moral es una conducta más


pasiva, que nos hace volver la cabeza indiferentes ante el maltrato, la
exclusión moral es una postura más extrema que puede llegar a la
masacre o el genocidio. Los miembros del grupo excluido son vistos
como despreciables, gérmenes que infectan al propio grupo, seres
inferiores incapaces de tener sentimientos humanos como compasión
y dolor. A pesar de cometer atrocidades contra ellos, rechazan la
responsabilidad de tales actos ya que dicen hacerlo por el bienestar
de su propio grupo o porque se consideran una autoridad moral
superior. Con los suyos, en cambio, pueden ser amables y altruistas.

Las consecuencias de la discriminación.

Pertenecer a un grupo que está mal considerado puede tener una


gran repercusión sobre las personas. Algunos llegarán a dudar de su
propia valía y puede que incluso hayan sido educados desde niños en
los mismos estereotipos que otros utilizan para discriminarlos. A
pesar de esto, muchas personas pertenecientes a estos colectivos
tienen una autoestima tal alta como cualquier otra persona. Para
conseguirlo, la gente suele utilizar diversas estrategias:

1. Compararse solamente con los miembros de su propio grupo.


2. Distanciarse psicológicamente del grupo. Estas personas evitan
mostrarse como miembros de ese grupo. A veces se consideran como
una excepción. Por ejemplo, algunas mujeres afirman que la
discriminación a la mujer existe pero que ellas nunca han sido
discriminadas, como si ese hecho no las afectara personalmente. Esta
creencia suele mantenerse por personas que se identifican
débilmente con su grupo. No ayuda a combatir los estereotipos.

3. Ocultar la filiación grupal. Muchos homosexuales no han hablado


con nadie acerca de su orientación sexual, de modo que son
considerados heterosexuales por sus amigos y familiares. El resultado
suele ser una sensación de soledad, no pertenencia o falsedad.

4. Resaltar los aspectos en los que el propio grupo es superior. Se


suele dar entre personas que se sienten muy identificadas con su
grupo. Así, algunas mujeres resaltan y valoran aquellas
características en las que se sienten superiores a los hombres, como
mayor empatía o mayor capacidad verbal y de comunicación. El
movimiento del orgullo gay se centra en la difusión de obras
culturales y artísticas realizadas por homosexuales.

5. Separatismo. Consiste en despreciar al grupo que les discrimina y


mantenerse lo más alejados de ellos posible. Esta conducta no
favorece la posibilidad de cambio del estereotipo y mantiene los
rencores entre ambos grupos.

6. Luchar por la igualdad y el cambio de los estereotipos. Se trata de


luchar activamente por la igualdad de derechos. Los grupos
feministas han logrado echar abajo las leyes discriminatorias
(empezando por la prohibición de votar) y los activistas
homosexuales aún en estos tiempos tratan de conseguir la igualdad
ante la ley, (como el matrimonio homosexual) y combaten
activamente el prejuicio. Lo mismo puede decirse de asociaciones de
gitanos que luchan activamente por la plena integración de los suyos
en una sociedad que no los discrimine.

Cambiar los estereotipos

¿Qué puedes hacer para combatir los prejuicios?

- Descubre y reconoce tus propios prejuicios. Habla con otras


personas para descubrirlos. ¿Qué beneficios has obtenido al
discriminar a otros? Si te han discriminado alguna vez, ¿qué has
sentido?

- Combate activamente estas creencias prejuiciosas. ¿En qué te basas


para pensar así? ¿A cuantas personas pertenecientes al grupo
prejuzgado conoces? Puedes descubrirte pensando que los
inmigrantes marroquíes son delincuentes y agresivos, pero sólo
podrías considerar cierta esa información si vieras un estudio que
demostrase que el porcentaje de delincuentes es mayor en este
grupo que en el tuyo. Recuerda que la mayoría de los estereotipos
son falsos o exagerados. Busca información que te demuestre que
son insostenibles o erróneos.

- Mantén contacto con miembros del grupo discriminado. Busca lo


que tenéis en común, participad en proyectos comunes, infórmate
sobre dicho grupo y sobre las falsas creencias que hay sobre él.

- Comprométete a cambiar.

- Sé consciente de lo que te dices a ti mismo acerca de otros grupos.


¿Qué piensas de los gitanos, los gays, las lesbianas, los negros, los
inmigrantes, los enfermos de SIDA, los discapacitados, los
marroquíes, los enfermos mentales...?

- Hazte la siguiente pregunta: ¿Cómo reaccionarías si, siendo de raza


blanca, alguien te dijera que quiere saber cómo es la gene de tu raza?
Probablemente dirías que eso es absurdo, ya que entre los blancos
hay de todo. ¿Por qué entonces no piensas lo mismo de la gente de
otra raza, religión, orientación sexual, etc.? ¿Ellos son todos iguales
pero vosotros no?

- Sentirse bien con uno mismo es importante a la hora de aceptar a


los que son diferentes, pues no tendrás que utilizarlos para aumentar
tu autoestima. Muchas veces se proyecta la culpa en aquellos que
son diferentes.

- La necesidad de saber actuar y responder rápidamente en una


situación dada (como en encuentros con miembros del grupo
prejuzgado) y la incapacidad de aceptar la incertidumbre está
asociada con la conducta prejuiciosa. Si tienes miedo a estar indeciso
es posible que te dejes llevar por lo primero que aparezca en tu
mente, es decir, el estereotipo aprendido en la infancia y
automatizado.

- Desarrolla la empatía. Significa ser capaz de ponerse en el lugar del


otro y saber qué está sintiendo.

- Valora la diversidad en todos los sentidos. Piensa que cuánto más


variado sea tu ambiente, mayor será tu creatividad; tendrás la
posibilidad de ampliar tus conocimientos y puntos de vista,
enriqueciendo así tu personalidad; posibilidad de aprender de la
sabiduría de otras culturas; aumento de la libertad al no tener que
someterse a roles estrechos acordes con estereotipos...

- Acepta que no lo vas a entender todo ni lo vas a compartir todo.


Cada grupo tiene sus costumbres. Piensa que puede que haya alguien
por ahí que no entienda que tú (o personas muy cercanas a ti) te
hayas hecho voluntariamente agujeros en las orejas para ponerte un
adorno. No necesita entenderlo, sólo aceptarlo.

- No te calles ante un comentario o chiste prejuicioso. Dile a esta


persona que entiendes que no trataba de hacer daño a nadie pero
que ese tipo de bromas son dañinas para mucha gente. Demuestra
que no te hacen gracia ese tipo de comentarios.

- No des tu apoyo ni tu dinero a organizaciones que no respetan los


derechos humanos o la acción afirmativa.

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