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ALCOHOLISMO

1. DEFINICIÓN: ¿QUÉ ES EL ALCOHOLISMO?


El alcoholismo se refiere al consumo excesivo de
alcohol, de forma prolongada y continúa en el tiempo,
generando por tanto una dependencia a dicha sustancia.
El alcoholismo se contempla como una enfermedad
crónica, en la que el paciente no es capaz de controlar la
ingesta de bebidas alcohólicas. Esta adicción afecta a la
persona tanto en su salud física como psicológica,
dañando sus relaciones sociales y/o familiares.
2. DEFINICIÓN: ¿QUÉ ES EL ALCOHOL?
El alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central que inhibe los
centros cerebrales del autocontrol. No es una droga estimulante, como se cree.
La euforia inicial que provoca es debida precisamente al efecto de inhibir
dichos centros responsables del autocontrol.
El alcohol es la droga más aceptada socialmente y la más usada, y también la
que más problemas sociales y sanitarios causa.
El componente principal de las bebidas alcohólicas es el alcohol etílico o
etanol. Las bebidas tienen diferente concentración de etanol en función de su
elaboración. Según esta elaboración tenemos bebidas alcohólicas fermentadas
(cerveza, vino) o bebidas alcohólicas destiladas (vodka, whisky, ginebra, etc)
Según la cantidad de etanol que tengan, las bebidas alcohólicas tienen una
diferente graduación, siendo más elevada en bebidas destiladas en las que
puede llegar a 40º y 50º.
3. CAUSAS DEL ALCOHOLISMO: Los motivos de consumo de alcohol son
variados en función de la finalidad de los consumos, pero la mayoría de
personas que consumen bebidas alcohólicas plantean hacerlo por:

Sentirse aceptados por un grupo.


Buscando efectos de bienestar.
Para divertirse.
Como facilitador de las relaciones sociales, para vencer la timidez.
Como vía de escape a los problemas.
Factores internos de la persona, como miedos personales, traumas,
situaciones de estrés prolongadas, bajo nivel de autoestima o situaciones
personales similares que provocan que la persona busque en el alcohol una
forma de evadirse de estas realidades y caiga en el alcoholismo.
El estilo de vida y el entorno que rodea a la persona, si la persona lleva
unos hábitos y rutinas poco saludables y poco beneficiosas en su vida que
le incitan a beber, es fácil que caiga en el alcoholismo.
La falta de habilidad para socializarse y encontrarse a gusto con el
entorno y el mundo que le rodea, y la falta de habilidades sociales para
desenvolverse en el trato diario con los demás también pueden provocar la
búsqueda de dichas habilidades a través del alcohol. Este es una causa
común del abuso del alcohol y del alcoholismo.
Otro motivo por el que la persona puede verse con una adicción al alcohol y
un grave problema de alcoholismo es una mala situación familiar.
Situaciones de violencia dentro de la familia, o una mala situación
sentimental con la pareja llevan a la persona al consumo de alcohol y al
alcoholismo, en vez de afrontar las situaciones.
Los problemas de salud provocados por el consumo de alcohol o por el
estilo de vida asociado hacen que la persona tenga que cambiar sus hábitos
y conductas para superar las enfermedades asociadas, pero no querer
afrontar estos problemas puede provocar que precisamente se "refugie" en
el consumo de alcohol para no tener que hacer frente a su realidad en
materia de salud.
4. ¿CUÁNTO ALCOHOL TOLERA EL ORGANISMO?
El alcohol que se consume es absorbido mediante el proceso de la digestión,
una pequeña parte a través del estómago, otra por medio del intestino delgado
siendo este el que absorbe la mayor parte del alcohol ingerido. De ahí pasa al
torrente sanguíneo que trasporta el alcohol a todo el cuerpo, disminuyendo el
funcionamiento del sistema nervioso central y afectando entre otras a las
funciones cerebrales Después el hígado es el encargado de eliminar esta
sustancia de nuestro cuerpo.
Las cantidades que tolera el organismo variaran en función del sexo, la
edad, o el peso corporal. Para poder ofrecer una idea en condiciones de
buena salud una persona que ingiere alcohol de forma masiva no tolera un
nivel de más de 3 gr. por cada litro en sangre, ya que sufriría coma, e
incluso podría llegar a la muerte.
También es importante destacar que el hígado humano no es capaz de
metabolizar más de 9 grs. de alcohol por hora, por lo que, las ingestas de
grandes cantidades en periodos cortos de tiempo aumentan el riesgo de sufrir
intoxicación aguda con graves consecuencias para la salud, inclusive coma y
fallecimiento.

5. FACTORES DE RIESGO RELACIONADO CON EL ALCOHOLISMO


Existen factores que pueden favorecer que las personas lleguen a desarrollar
una adicción al alcohol. Es necesario entender que estos factores no son
determinantes por sí mismos de desarrollar la enfermedad, si no que influyen
aumentando la posibilidad de abusar o depender de esta sustancia. Destacan
como más importantes:
FACTORES RELACIONADOS CON LA HERENCIA: Se plantea una
relación entre el riesgo de padecer problemas con el alcohol y tener
antecedentes familiares con el alcoholismo, esto se apoyan en teorías de
aprendizaje o educación.
FACTORES RELACIONADOS CON LA EDAD DE INICIO: El riesgo de
desarrollar tolerancia y una adicción al alcohol, en la edad adulta, aumenta
cuando la edad en el inicio de consumo es menor.
FACTORES PSICOLÓGICOS: El riesgo es mayor en personas, que de
forma regular, utilizan el alcohol para huir de emociones negativas como la
ansiedad, soledad, o personas con baja estima personal. Encuentran en el
alcohol efectos placenteros que mantienen este comportamiento
agravándolo con el tiempo.
FACTORES SOCIALES: problemas sociales como el desempleo, los
conflictos en la pareja o familia, la presión entre los amigos, la facilidad de
acceso del alcohol, pueden favorecer y mantener patrones de consumo
que precipiten a la dependencia. Por otro lado, tanto el empleo del alcohol
en acontecimientos de celebración como la tolerancia social ante el
consumo abusivo del alcohol refuerzan y sirven de apoyo para el
mantenimiento del consumo.
6. SINTOMAS: ¿CÓMO DETECTAR UN PROBLEMA DE ALCOHOLISMO?
Los síntomas son posibles indicadores y no
señales directas de la adicción, es decir, no
porque observemos alguno de ellos de forma
aislada debemos deducir que exista un
problema de alcoholismo, es necesario que
se observen de forma continuada y
conjunta varios signos para poder
mantener nuestras sospechas.
De los signos o señales más
importantes que podemos observar
destacarían:
Aumento del deseo de beber
alcohol, se emplea más tiempo en el
consumo y en recuperarse de sus
efectos.
Cambio en hábitos respecto al consumo, bebe en solitario,
generalmente ocultando su conducta a las personas que le rodean.
Falta de control en la ingesta de alcohol, tanto de la necesidad de beber,
como del control de la cantidad de ingesta o de la suspensión del consumo.
Falta de interés: la persona muestra una falta de interés por todo aquello
que no sea conseguir lo necesario para el consumo, todo lo que parecía
motivarle antes, carece de importancia, llevando a desvincularle de las
relaciones afectivas y de sus responsabilidades.
Aparición de tolerancia hacia la sustancia, se refiere a que la persona
necesita beber más cantidad de alcohol para alcanzar los mismos efectos.
Cambios significativos en el estilo de vida: en los ritmos del sueño y
vigilia; cambio de horarios, de hábitos de comida…etc.
Cambios en la forma de comunicarse caracterizados por un aumento de la
agresividad, lo que trae repercusiones tanto en el entorno familiar como
laboral.
A pesar de las consecuencias y repercusiones negativas en su salud y a
nivel social la conducta de consumo persiste.
Lagunas o lapsus de memoria.
Aparece el Síndrome de abstinencia cuando no se consume. este
síndrome se caracteriza por un cuadro de malestar físico que se alivia con
el consumo.
Deterioro del estado de salud: empeoramiento del estado de salud
general, provocado por los hábitos de consumo y el estilo de vida.
7. CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO
Está demostrado que el consumo excesivo de alcohol (Alcoholismo)
provoca consecuencias graves a corto y a largo plazo. El riesgo de padecer
estos trastornos, psicológicos, físicos, o sociales aumenta a medida de que el
inicio en el consumo es más cercano a la adolescencia.
CONSECUENCIAS FÍSICAS DEL ALCOHOLISMO
• Como consecuencia del alcoholismo a corto
plazo, una intoxicación aguda de alcohol puede
provocar el coma y la muerte.
• A largo plazo, el consumo de alcohol afecta
seriamente la salud, provocando y aumentando
la posibilidad de desarrollar enfermedades. Se
relaciona con trastornos cardiológicos ; con
aumento de padecer cáncer bucal, de garganta y
esófago ; cirrosis hepática; problemas de
hipertensión arterial; enfermedades del aparato
digestivo como gastritis o úlcera gastroduodenal,
también inflamación del páncreas; encefalopatías;
disfunciones sexuales, como impotencia, perdida
de la fertilidad y trastornos menstruales; aumento
de infecciones; problemas de la piel, musculares y óseos.
CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL ALCOHOLISMO
• A corto plazo, el alcohol, por su efecto
desinhibidor genera una falsa sensación de seguridad
y de control, por lo que aumentan conductas de
riesgo como prácticas sexuales sin protección o
conducir bajo los efectos del alcohol.
• A largo plazo el consumo favorece la aparición
de trastornos como la depresión; psicosis;
alteraciones del sueño como el insomnio; sus efectos
en el sistema neurológico pueden ser permanentes,
apareciendo demencias y trastornos de la memoria; el aumento de la
agresividad es otra de las consecuencias con todas las implicaciones que ello
puede tener; síndrome Wernicke-Korsakoff o demencia alcohólica.
CONSECUENCIAS SOCIALES DEL ALCOHOLISMO
El abuso y la dependencia del alcohol
generan problemas en las relaciones
sociales; conflictos de pareja y familiares, que
pueden llevar al aislamiento y a situaciones de
desestructuración familiar; problemas laborales o la
pérdida de trabajo; problemas económicos;
además el consumo está relacionado directamente
con los accidentes de tráfico y en gran parte de
los accidentes laborales, así como en situaciones de a maltrato físico y
psicológico.

8. TRATAMIENTO DE ALCOHOLISMO
Como cualquier enfermedad, la recuperación de una persona dependiente de
alcohol necesita de un tratamiento adecuado. A diferencia de otras
enfermedades no basta con seguir una pauta de fármacos o someterse a una
intervención quirúrgica. En el caso del alcoholismo se requiere de una
intervención multidisciplinar de diversos profesionales que atiendan los
aspectos físicos, psíquicos y sociales de la dependencia.
8.1. TIPOS DE TRATAMIENTOS PARA DEJAR EL CONSUMO DEL ALCOHOL
Debido a que el alcoholismo es una enfermedad multicausal, su tratamiento debe
seguir un enfoque multidisciplinar en el que se integre el trabajo de varios
profesionales especializados en la adicción al alcohol. Los tratamientos actuales para
alcohólicos no inciden sobre la dependencia, sino sobre el consumo y la decisión de
consumir.

Hay varias fases en el tratamiento del alcoholismo y la primera estriba en


el reconocimiento de la adicción por parte del paciente. Cuando este deja de
beber manifiesta el síndrome de abstinencia, que debe ser tratado adecuadamente y
que, dependiendo del grado de dependencia, puede hacer necesario el ingreso
hospitalario del paciente. Esta fase se conoce como desintoxicación. En la última
etapa del tratamiento, la deshabituación, el objetivo es que el paciente permanezca
abstemio durante el resto de su vida.

Todo el proceso terapéutico se basa en intervenciones psicoterapéuticas,


psicofarmacológicas y psicosociales, que incluyen: terapia individual o de grupo,
programa de prevención de recaídas, farmacoterapia (Acomprosato, ayudar a
prevenir una recaída, Disulfiram produce efectos secundarios muy desagradables,
incluso si usted toma una cantidad pequeña de alcohol, lo que hace frenar estos
consumos y ayudar a mantener la abstinencia. Naltrexona, efecto de reducción sobre
el deseo de consumir alcohol.), psicoterapia familiar o de pareja, coordinación con
grupos de autoayuda, seguimiento desde atención primaria, atención especializada,
servicios sociales, y unidades de internamiento generales, y específicas para la
dependencia (UDA).

Los tratamientos conductuales se basan en que la dependencia alcohólica es


una conducta adquirida, consecuencia directa de una serie de factores que
motivaron el inicio del consumo de alcohol, que en muchos casos también están
relacionados con la permanencia del hábito. Por tanto, su objetivo es modificar esta
conducta actuando sobre el individuo, con la colaboración de familiares y amigos. La
influencia de las redes sociales de apoyo del paciente tendrá un papel crucial en la
rehabilitación del alcoholismo.

9. PREVENCION DEL ALCOHOLISMO


Como en el caso de otras adicciones a sustancias, la prevención es la mejor
herramienta para fortalecer factores que eviten el consumo de alcohol.
Este papel preventivo es necesario en la adolescencia e incluso con
anterioridad, aquí la familia tiene un papel fundamental, apoyando en la
educación, trasmitiendo un estilo de vida saludable y ofreciendo información
veraz, ajustada a su edad, sobre los efectos negativos que provocan estas
conductas de riesgo.
Servir de modelo como referente es fundamental, para esto se recomienda
evitar consumir bebidas alcohólicas delante de los hijos o prescindir de
comentarios que generen la conducta del consumo como un ideal a imitar.
En la adolescencia no solo la información sobre las consecuencias del
consumo es suficiente, es necesario favorecer un clima de comunicación fluido,
potenciar su autoestima y sus habilidades sociales, generar seguridad en la
toma de decisiones para soportar las presiones que pueda recibir del exterior.
Todo ello ofreciendo alternativas de ocio más adecuadas a un estilo de vida
saludable.
DROGADICCIÓN
1. DEFINICIÓN: La drogadicción es una enfermedad que
consiste en la dependencia de sustancias que afectan el
sistema nervioso central y las funciones cerebrales,
produciendo alteraciones en el comportamiento, la
percepción, el juicio y las emociones. Los efectos de las
drogas son diversos, dependiendo del tipo de droga y la
cantidad o frecuencia con la que se consume. Pueden
producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los
sentidos, provocar sensaciones de euforia o
desesperación. Algunas drogas pueden incluso llevar a la
locura o la muerte.

2. TIPOS DE DROGAS
La existencia de diferentes tipos de Drogas y la variabilidad en sus efectos, el daño
integral siempre es el mismo. Existen drogas usadas con fines médicos y otras que su
abuso en su consumo, provocan adicciones o dependencia tanto física como
psicológica.
Hay diferentes tipos de drogas y aunque sus efectos pueden variar, el daño integral
siempre es el mismo.
Existen varios tipos de drogas y es necesario destacar entre ellas el uso de sustancias
químicas con fines médicos y el abuso en su consumo, con fines adictivos. Hay drogas
legales y socialmente admitidas y promovidas y otras ilegales. Entre las legales están
el Tabaco, el Café, las bebidas Alcohólicas, los Solventes industriales y los Fármacos.
Entre las ilegales están la Marihuana, la Cocaína, la Heroína, las Anfetaminas, etc.
Según los efectos en el organismo, las sustancias adictivas pueden ser estimulantes,
depresivas, narcóticas o alucinógenas.
 DROGAS ESTIMULANTES: Cocaína, las Anfetaminas, las Methilfenidas,
la Fenometrazina y otras que, ya sean inhaladas, fumadas o inyectadas, producen
incremento en la alerta, excitación, euforia, aumento del pulso cardíaco y la presión
sanguínea, insomnio e inapetencia.
 SUSTANCIAS DEPRESIVAS: como los Barbitúricos, las Benzodiacepinas,
el Alcohol y las Methaqualona, provocan dificultad al hablar, desorientación, tambaleo
al caminar y embriaguez.
 LOS NARCÓTICOS: son utilizados en la medicina, entre ellos están el Opio,
la Morfina, la Codeína, la Heroína, la Metadona y otros más y entre sus efectos, están
la euforia, el mareo, la disminución del ritmo respiratorio y las náuseas.
 LOS ALUCINÓGENOS: son sustancias que producen espejismos, alucinaciones,
percepciones alteradas del cuerpo y de la realidad y mucha excitación emocional.
Entre los más utilizados están el LSD, los Hongos, la Mezcalina, el Peyote y otros
más. Otro tipo de sustancias adictivas son los cannabinoides, como la Marihuana o
el Hashis, que ocasionan euforia, desinhibición, incremento del apetito, deterioro de la
memoria y de la atención.

3. TIPOS DE DEPENDENCIA PRODUCIDA POR LAS DROGAS:


La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:
- Dependencia física: El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que
cuando se interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se
conoce como síndrome de abstinencia.
- Dependencia psíquica: Es el estado de euforia que se siente cuando se consume
droga, y que lleva a buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener
placer. El individuo siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y experimenta
un desplome emocional cuando no la consigue.
Algunas drogas producen tolerancia, que lleva al drogadicto a consumir mayor
cantidad de droga cada vez, puesto que el organismo se adapta al consumo y necesita
una mayor cantidad de sustancia para conseguir el mismo efecto.
La dependencia, psíquica o física, producida por las drogas puede llegar a ser muy
fuerte, esclavizando la voluntad y desplazando otras necesidades básicas, como
comer o dormir. La necesidad de droga es más fuerte. La persona pierde todo
concepto de moralidad y hace cosas que, de no estar bajo el influjo de la droga, no
haría, como mentir, robar, prostituirse e incluso matar. La droga se convierte en el
centro de la vida del drogadicto, llegando a afectarla en todos los aspectos: en el
trabajo, en las relaciones familiares e interpersonales, en los estudios, etc.

4. SÍNTOMAS
Los síntomas o las conductas de la drogadicción incluyen los siguientes:
 Sentir que tienes que consumir la droga con frecuencia, ya sea diariamente o
incluso varias veces al día
 Tener una necesidad tan intensa de consumir la droga que no puedes pensar en
otra cosa
 Con el tiempo, necesitar una dosis mayor de la droga para obtener el mismo
efecto
 Consumir mayores cantidades de la droga durante un período de tiempo más
largo del que tenías pensado
 Asegurarte de tener droga disponible
 Gastar dinero en la droga, incluso cuando no puedes pagarla
 No cumplir con las obligaciones y responsabilidades laborales, o reducir el
tiempo que dedicas a actividades sociales o recreativas debido al consumo de la
droga
 Continuar con el consumo de la droga a pesar de que sabes que te está
provocando problemas en tu vida o daños físicos o psicológicos
 Hacer cosas que normalmente no harías para conseguir la droga, como robar
 Conducir o hacer otras actividades peligrosas cuanto estás bajo los efectos de la
droga
 Dedicar mucho tiempo a intentar obtener la droga, a consumirla o a recuperarte
de sus efectos
 Fracasar en tus intentos de suspender el consumo de la droga
 Experimentar síntomas de abstinencia cuando intentas suspender el consumo de
la droga.

5. EFECTOS DE LAS DROGAS


Algunas drogas producen tolerancia, que lleva al drogadicto a consumir mayor
cantidad de droga cada vez, puesto que el organismo se adapta al consumo y necesita
una mayor cantidad de sustancia para conseguir el mismo efecto. La dependencia
psíquica o física, producida por las drogas puede llegar a ser muy fuerte, esclavizando
la voluntad y desplazando otras necesidades básicas, como comer o dormir. La
necesidad de droga es más fuerte.
La persona pierde todo concepto de moralidad y hace cosas que, de no estar bajo el
influjo de la droga, no haría, como mentir, robar, prostituirse e incluso matar. La droga
se convierte en el centro de la vida del drogadicto, llegando a afectarla en todos los
aspectos: en el trabajo, en las relaciones familiares e interpersonales, en los estudios,
etc.
6. FACTORES QUE FAVORECEN EL CONSUMO DE DROGAS

Existen muchas causas y muchos factores. Lo primero que hay que tener en cuenta es
que el fenómeno de la drogadicción no es exclusivo de un grupo o estrato social,
económico o cultural determinado. El consumo de drogas afecta a toda la sociedad en
su conjunto. En general, el uso de drogas corresponde a un afán de huir de la realidad.
Las drogas proporcionan una vía de escape, un alivio temporal a los problemas
personales, familiares o sociales. También son una puerta de salida frente al vacío
existencial presente en el interior de la persona, el cual la lleva a volcarse en
búsqueda de salidas ilusorias que llenen dicho vacío. Estos factores se clasifican:

 Factores de tipo social: En la actualidad, existe una amplia disponibilidad de


drogas, legales e ilegales, lo que hace mucho más fácil el acceso y el consumo de
las mismas. Tranquilizantes, somníferos, hipnóticos, etc., se pueden conseguir en
las farmacias sin receta médica. Asimismo el amplio tráfico y distribución de
drogas ilegales hace que sea fácil obtenerlas. Algunas drogas, como el Éxtasis,
están "de moda", y prácticamente se puede obtener en cualquier discoteca. Niños
y jóvenes que viven en las calles pueden obtener pegamentos, tales como el
Terokal, para inhalar. También existe mucha desinformación en el tema de las
drogas. Algunos sectores proponen la despenalización e incluso la legalización del
uso de drogas tales como la Marihuana y la Cocaína, argumentando que no son
peligrosas, al menos no más que el Tabaco o el Alcohol, que son legales; o que al
legalizar la droga el tráfico ilícito y las mafias cesarán de existir. Los medios de
comunicación y sistemas educativos favorecen también el consumo de drogas al
promover valores distorsionados (el placer y la satisfacción como meta última de la
vida, el consumismo, el sentirse bien a cualquier precio, el vivir el momento, etc.)
El ansia del joven de pertenecer a un grupo, de sentirse parte de un círculo social
determinado, y las presiones por parte de los "amigos", pueden hacer también que
el joven se vea iniciado en el consumo de drogas. El consumo puede ser el
requisito para la pertenencia a dicho grupo, y una vez dentro se facilita la
adquisición y el consumo de sustancias tóxicas.

 Factores de tipo familiar: Los hijos de padres fumadores, bebedores o toxico


dependientes son más proclives a tomar drogas que los hijos de padres que no lo
son. Un ambiente familiar demasiado permisivo, donde no exista disciplina o
control sobre los hijos; o demasiado rígido, donde los hijos se encuentren
sometidos a un régimen demasiado autoritario o se encuentren sobreprotegidos,
puede también fomentar el consumo de drogas. La desatención de los hijos por
parte de los padres, las familias divididas o destruidas, las continuas peleas de los
cónyuges frente a los hijos, la falta de Comunicación entre hijos y padres, todos
éstos son factores que contribuyen a crear un clima de riesgo, donde la droga
puede convertirse fácilmente en una válvula de escape. Se ha comprobado que el
uso de drogas por parte de los jóvenes es menos frecuente cuando las relaciones
familiares son satisfactorias.

 Factores de tipo individual: Muchos factores personales pueden influir en la


decisión de consumir drogas. Éstas pueden ser vistas como una vía de escape a
los problemas cotidianos; algunas personas las usan como medio para
compensar Frustración, soledad, baja autoestima o Problemas afectivos. En
efecto, bajo el efecto de las drogas la persona experimenta un estado de euforia
que le hace olvidar los problemas o las limitaciones que tenga. Lo malo es que es
una ilusión, y luego de ese estado de euforia viene una frustración incluso mayor
que la inicial, lo que lleva a la persona a recurrir nuevamente a la droga. Otros se
inician en la droga por curiosidad, o para experimentar sensaciones nuevas ante
una cierta apatía, hastío, aburrimiento o incluso sin sentido de la vida. Ante el
vacío que experimentan, la droga se presenta como una posibilidad,
aparentemente atractiva, de llenar ese vacío.

7. POBLACION MÁS VULNERABLE:


Cada individuo posee rasgos, cualidades, particularidades, características propias que
los hacen vulnerables ante determinadas situaciones de la vida y pueden constituir en
algún momento factores de riesgo que favorecen el consumo de droga.
 Las personas tímidas: Con más dificultades para el contacto social, pueden
recurrir al alcohol o a otras drogas para lograr disminuir o romper la sensación de
bloqueo intelectual y afectivo, que a menudo experimentan en sus relaciones con
los demás, especialmente cuando se trata de amplias reuniones sociales.
 Las personas muy influenciables: Tienen también mayor riesgo de establecer
una dependencia, en razón del tipo de personas con las que tratan y a las que
admiran, caso de que éstos abusen del alcohol y las drogas, por un efecto de
imitación y participación. Esto es particularmente frecuente durante la
adolescencia y la primera juventud, ya que la personalidad aún no se ha
configurado, siendo más sensible a este tipo de influencia.
 Los apáticos: Aquellos que no parecen mostrar interés por casi nada, cansados y
desmotivados, pueden encontrar en el consumo de drogas un aliciente que lo
saque de su apatía, ya que las nuevas sensaciones y vivencias que a éstos le
pueden proporcionar hacen que, en un principio, se sientan mejor, entran
fácilmente en un círculo vicioso propio de la dependencia de drogas.
 Los que tienen un gran interés por tener continuamente sensaciones nuevas
e intensas: Pueden caer también en la drogadicción. Esta actitud, típica del
adolescente que quiere descubrir rápidamente la vida y conocerse a si mismo en
el sentido de saber cómo es capaz de reaccionar y hasta dónde es capaz de llegar
puede llevarle al abuso de drogas, especialmente si se añade la curiosidad y un
cierto afán por el riesgo o por experimentar vivencias peligrosas.
 Una dificultad superior a la normal para soportar el sufrimiento y las
frustraciones: Facilitan el abuso del alcohol o de otras drogas, ya que se puede
recurrir a éstas para aliviar estas vivencias, o para intentar olvidarlas o
transformarlas. Si además se trata de personas abúlicas, con poca fuerza de
voluntad, va a ser más difícil que logren controlar el consumo, y caen con gran
facilidad en la dependencia.
 Los solitarios: tienen también un alto riesgo de caer en el alcoholismo o en las
toxicomanías. La soledad y la incomunicación pueden facilitar el camino a
la toxicomanía, al igual que las actitudes antisociales.
 Las personas antisociales o con escaso sentido de la integración social: Corren
mayor riesgo de convertirse en drogadictos, debido a la falta de interés y el
respeto por las normas sociales elementales y a su actitud egocéntrica, que les
hace volcarse completamente sobre sí mismos. Generalmente tienen también una
actitud hedonista de mera búsqueda del propio placer, y terminan en el abuso de
este tipo de sustancia.
De igual manera existen rasgos de la personalidad que favorecen la toxicomanía y
desarrollen con más facilidad que otras una dependencia respecto de las drogas o el
alcohol. A continuación se relacionan los mismos:
1. Fácilmente influenciables por los demás.
2. Timidez o dificultades en el contacto social.
3. Falta de seguridad en uno mismo.
4. Tendencia a la apatía.
5. Abulia o falta de fuerza de voluntad.
6. Tendencia a la soledad o al aislamiento.
7. Dificultades de integración social y rasgos antisociales.
8. Rechazo de todo sufrimiento, frustración.
9. Curiosidad excesiva.
10.Alto interés por experimentar sensaciones nuevas e intensas.
11.Alto afán por el riesgo y las conductas arriesgadas o peligrosas.

TRASTORNOS MENTALES Y DE PERSONALIDAD QUE PUEDEN


FAVORECER LA DROGADICCIÓN.
 Depresión: Es uno de los trastornos psicopatológicos que más pueden facilitar
que una persona se convierta en un drogadicto. De hecho, en un primer momento,
los síntomas depresivos se suelen aliviar con el consumo de algunas drogas como
la Heroína, Cocaína o la Anfetaminas; también con el Alcohol. Estas sustancias
actúan y causan unos efectos euforizantes capaces de enmarcar la depresión, ya
que atenúan los síntomas depresivos. Sin embargo, a medio plazo, acentúan
estas manifestaciones, con lo cual incitan a mantener un consumo habitual de
drogas, y se llega a la dependencia.
 Las fases maníacas de las depresiones bipolares o maniacodepresivas: Es muy
frecuente que tienda a abusar del alcohol o de las drogas con el fin de potenciar
los síntomas eufóricos con que se manifiesta la enfermedad. En estos casos se
recurren a estas sustancias, especialmente al alcohol, para incrementar esta
alegría enfermiza, algo parecido a la costumbre social de celebrar con alcohol un
éxito o un acontecimiento agradable.
 Esquizofrenia: Es un trastorno mental grave, es frecuente que se recurra al abuso
del alcohol o de otras drogas, como consecuencia directa de la propia
enfermedad.
 Ansiedad: A veces los trastornos, por ansiedad también favorecen el consumo de
drogas, ya que en un principio, muchas de éstas, al igual que el alcohol, tienden a
tranquilizar, si bien suelen producir un efecto rebote, que hace que una vez
pasado los efectos de las drogas consumida, los síntomas ansiosos retornen con
fuerza, e inducen a estas personas a consumir nueva dosis, y así sucesivamente
hasta cerrar un importante circulo vicioso que termina en la dependencia.
 El insomnio: Especialmente si se debe a ciertos trastornos psicopatológicos como
depresión, psicosis o trastornos por ansiedad, puede inducir al abuso del alcohol o
de otras drogas, ya que algunas de estas pueden producir somnolencia y, por
tanto, mejorar la dificultad para conciliar el sueño aunque trae como resultado
dependencia.
 Las personalidades psicopáticas y neuróticas: también tienen un mayor riesgo
de crear dependencia de ciertas drogas. Destaca especialmente, por su
frecuencia, el trastorno antisocial de la personalidad, el cual se caracteriza por
todo tipo de conducta antisocial, especialmente por una marcada tendencia a la
delincuencia, la agresividad, la vagancia, el rechazo de las normas y convenciones
sociales y, precisamente, el abuso del alcohol y de otras drogas.
8. SINTOMAS
Cada droga tiene sus manifestaciones características, pero hay unas indicaciones
generales de que una persona está usando drogas:
 Cambio repentino de su comportamiento
 Cambios de humor – irritable y gruñón y luego de repente feliz y brillante
 Alejado de los miembros de la familia
 Descuidado con su presentación personal
 Pérdida de interés en sus aficciones, sus deportes y otras actividades favoritas
 Cambio en su patrón de dormir; despierto de noche y duerme durante el día
 Ojos rojos o vidriosos
 Nariz que sorbe o que moquea
9. TRATAMIENTO
El tratamiento para la drogadicción tiene como finalidad ayudar al adicto a dejar la
búsqueda y el consumo compulsivos de la droga. El tratamiento puede darse en una
variedad de entornos, de muchas formas distintas y por diferentes periodos de tiempo.
Puesto que la drogadicción suele ser un trastorno crónico caracterizado por recaídas
ocasionales, por lo general no basta con un solo ciclo de tratamiento a corto plazo.
Para muchas personas, el tratamiento es un
proceso a largo plazo que implica varias
intervenciones y supervisión constante. Existen
varios enfoques con base científica para tratar la
drogadicción. El tratamiento para la
drogadicción puede incluir terapia de la
conducta (como terapia individual o de grupo,
terapia cognitiva o manejo de contingencias), medicamentos o una combinación de
ellos. El tipo Los mejores programas de tratamiento ofrecen una combinación de
terapias y otros servicios para satisfacer las necesidades individuales de cada
paciente. Componentes de un tratamiento integral para el abuso de drogas Servicios
para el VIH/SIDA Servicios educativos Servicios para el cuidado de niños Servicios
financieros Servicios médicos Servicios de vivienda/ transporte Servicios de salud
mental Servicios para la familia Servicios vocacionales Servicios legales Servicios de
entrada/ evaluación Plan de tratamiento Farmacoterapia Continuación de cuidados
clínicos y manejo de casos Terapia de la conducta y consejería Monitoreo del uso
indebido de sustancias Grupos de autoayuda con personas con problemas similares
10 11 específico de tratamiento o la combinación de tratamientos varía según las
necesidades individuales del paciente y, con frecuencia, según el tipo o los tipos de
drogas que use. La gravedad de la adicción y los intentos anteriores para dejar de
consumir drogas también pueden influir en el enfoque del tratamiento. Finalmente, los
adictos suelen sufrir de otros problemas de salud (incluyendo otros trastornos
mentales), ocupacionales, legales, familiares y sociales, los cuales deben tratarse de
forma concurrente. Los mejores programas de tratamiento ofrecen una combinación
de terapias y otros servicios para satisfacer las necesidades individuales de cada
paciente. Las necesidades específicas pueden relacionarse con aspectos como la
edad, raza, cultura, orientación sexual, sexo, embarazo, consumo de otras drogas,
problemas de salud concurrentes (p. ej., depresión, VIH), crianza de hijos, vivienda y
trabajo, además de antecedentes de abuso físico y sexual. El tratamiento para la
drogadicción puede incluir terapia de la conducta, medicamentos o una combinación
de ellos. Hay medicamentos, como la metadona, la buprenorfina y la naltrexona, que
se usan para tratar a personas adictas a las sustancias opioides, mientras que para los
adictos al tabaco existen preparados de nicotina (parches, chicles, pastillas y
vaporizador nasal) además de los medicamentos vareniclina y bupropión. El disulfiram,
el acamprosato y la naltrexona son medicamentos usados para tratar la dependencia
al alcohol, la cual se presenta comúnmente junto con otras drogadicciones. De hecho,
la mayoría de las personas con adicción severa son consumidores de diversas drogas
y requieren tratamiento para todas las sustancias que abusan. Incluso se ha
comprobado que las personas que tienen problemas con el alcoholismo y el
tabaquismo pueden recibir tratamiento simultáneamente para ambos problemas. Los
medicamentos psicoactivos, como los antidepresivos, los ansiolíticos, los
estabilizadores del estado de ánimo o los antipsicóticos pueden ser críticos para el
éxito del 12 tratamiento cuando los pacientes tienen trastornos mentales simultáneos,
tales como depresión, trastorno de ansiedad (incluyendo el trastorno de estrés
postraumático), trastorno bipolar o esquizofrenia. Las terapias de la conducta pueden
ayudar a motivar a los toxicómanos a participar en el tratamiento para las drogas,
ofrecen estrategias para afrontar el deseo de consumirlas, enseñan maneras de evitar
las drogas y prevenir las recaídas, y ayudan en el manejo de las recaídas en caso de
que éstas ocurran. Las terapias de la conducta también pueden ayudar a mejorar las
destrezas de comunicación, las relaciones interpersonales y la crianza de hijos, así
como la dinámica familiar. Muchos programas de tratamiento emplean terapias tanto
individuales como de grupo. La terapia de grupo puede brindar refuerzo social y
ayudar a fomentar la abstinencia y un estilo de vida sin drogas. Algunos de los
tratamientos conductuales más establecidos, como el manejo de contingencias y la
terapia cognitiva conductual también se están adaptando para uso con grupos a fin de
mejorar la eficacia y el ahorro de costos. Sin embargo, sobre todo en adolescentes,
puede haber un peligro de efectos iatrogénicos o involuntarios del tratamiento en
grupo; es por ello que los terapeutas capacitados deben estar al tanto de tales efectos
y monitorearlos. Puesto que trabajan en distintos aspectos de la adicción, las
combinaciones de terapias de la conducta y medicamentos (cuando los hay) por lo
general parecen ser más eficaces que cualquier enfoque usado por sí solo.

10. PREVENCIÓN
La mejor manera de evitar volverse adicto a una
sustancia es ni siquiera probarla una vez. Si el
médico te receta un medicamento que puede causar
adicción, ten cuidado cuando lo tomes y sigue las
indicaciones que te dio.
Los médicos deben recetar estos medicamentos en
dosis y cantidades seguras, y controlar su consumo
para que no recibas una dosis demasiado alta o por
demasiado tiempo. Si sientes que tienes que tomar
más de la dosis recetada de un medicamento,
comunícate con tu médico.
 Cómo prevenir el consumo inapropiado de drogas en niños y adolescentes
 Toma estas medidas para ayudar a prevenir el consumo inapropiado de drogas en
tus niños y adolescentes:
 Comunícate. Habla con tus hijos sobre los riesgos del consumo y el consumo
inapropiado de drogas.
 Escucha. Presta atención cuando tus hijos hablen sobre la presión de pares y
muéstrale tu apoyo a sus esfuerzos por resistirla.
 Da un buen ejemplo. No consumas alcohol ni drogas adictivas de manera
inapropiada. Los niños de padres que consumen drogas de manera inapropiada
tienen un riesgo mayor de adicción a las drogas.
 Fortalece el vínculo. Trabaja en la relación con tus hijos. Un vínculo fuerte y
estable entre tú y tu hijo reducirá el riesgo de que tu hijo consuma drogas o tenga
un consumo inapropiado de drogas.

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