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6 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008.

UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


1. Ética y política
en las prácticas
de la investigación
CASTILLEJO-CUÉLLAR, A.: DE LA NOSTALGIA, LA VIOLENCIA Y LA PALABRA: TRES VIÑETAS ETNOGRÁFICAS SOBRE EL RECUERDO N ÓMADAS 7
De la nostalgia,
la violencia y la palabra:
tres viñetas etnográficas
sobre el recuerdo nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 8-19

Alejandro Castillejo-Cuéllar*

En este texto se presenta una experiencia de investigación originada en el trabajo con el Centro de Acción Directa
para la Paz y la Memoria y el Instituto para la Justicia y la Reconciliación, ambos en Sudáfrica, mediante una serie de
viñetas etnográficas que permiten adentrarse en la manera como un antiguo excombatiente del Congreso Nacional Africa-
no, en Sudáfrica, reconstituye el sentido del mundo mediante su articulación en el lenguaje. La pregunta que se plantea es
por el espacio que se constituye en esta configuración y los problemas que emergen para el investigador en el intento de
entenderlo.
Palabras clave: recorridos etnográficos, palabra y escritura, espacio-apartheid, memoria, transiciones políticas.

Neste texto apresenta-se uma experiência de pesquisa originada no trabalho feito pelo Centro de Ação Direta para a
Paz e a Memória e pelo Instituto para a Justiça e a Reconciliação, ambos na África do Sul, mediante una série de vinhetas
etnográficas que permitem entrar mais a fundo na maneira como um antigo ex-combatente do Congresso Nacional Africano,
na África do Sul, reconstitui o sentido do mundo mediante sua articulação na linguagem. A pergunta que se da é pelo espaço
que se constitui nesta configuração e os problemas que emergem para o pesquisador o intento de entendê-lo.
Palavras-chaves: percursos etmográficos, palavra e escritura, espaço-apartheid, memória, transições políticas.

This text is about a research experience based on the work with the Direct Action Centre for Peace and Memory and
the Institute for Justice and Reconciliation, placed in South Africa. Through a series of ethnographic vignettes one can learn
the way in which a former African National Congress combatant gives meaning of the world, through language articulation.
The question unfolds on the space constituted in this configuration and the problems the researcher faces when trying to
understand it.
Keywords: ethnographic journeys, word and writing, space-apartheid, memory, political transitions.

ORIGINAL RECIBIDO: 02-IX-2008 – ACEPTADO: 20-IX-2008

* PhD en Antropología de la New Scholl for Social Sciences, New York. Pro-
fesor visitante de Zayed University, Dubai (Emiratos Árabes). Profesor Aso-
ciado de la Universidad de los Andes, Bogotá (Colombia). Coordinador del
Comite Internacional de Estudios sobre Violencia, Subjetividad y Cultura.
E-mail: acastill@uniandes.edu.co

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“Mami, ¿y es que acaso ese llegaría hasta nosotros en el idioma mos sometido en la academia (Stan-
señor [Pol Pot] no tenía mamá?” español. La palabra, en consecuen- ley, 2006). Así, hablar de aquello que
cia, habita una cierta ambigüedad de es catastrófico implica pensar aspec-
Prisión “Toul Sleng” o “S-21”,
Phnom Penh, Cambodia, julio del 2008. la que no quiero despojarme. tos de la experiencia que se “resis-
A mi Hija Sarah ten a los conceptos”, en la medida
Este texto aborda la unidad in- en que habitan lugares simultánea-
herente a la idea de catástrofe como mente familiares y extraños. Para
Catástrofe1 caída y como retorno o epílogo, inten- realizar este ejercicio quiero concen-
trarme en la palabra, como
La palabra “catástrofe” mediación de la experien-
habita simultáneamente un cia, ya que ella se teje, o
doble lugar. Por un lado, nos su propia ausencia, con la
habla de eventos o instancias, idea misma de catástrofe.
no siempre repentinas, de
destrucción masiva, cós- Para ello, este trabajo se
mica, que hunden a la concentra en las lacónicas
persona en la oscuridad palabras de Mandla, un an-
existencial y metafísica. Sin tiguo miembro del ala mili-
embargo, en la antigüedad tar del Congreso Nacional
clásica, catástrofe era tam- Africano, extraídas de una
bién la parte final de la tra- presentación pública de su
gedia, su epílogo, para ser poema “El vientre” (hacien-
más preciso. La música de do referencia al vientre ma-
la época, por otro lado, nos terno), una noche fría en
da una clave adicional, aun- Ciudad del Cabo hacia fi-
que en otro sentido: catás- nales del año 2003: “Soy
trofe era entendida como “el [dice Mandla para descri-
retorno al punto de descan- bir su existencia] un squatter
so y equilibrio axial de la dentro de un squatter”. El
cuerda de una lira luego de término inglés squatter es de
haber cesado de vibrar” por sí difícil de traducir: por
(Comotti, 2006; Martin, un lado, hace referencia a
1953; Paniagua, 1979). La los habitantes de barridas
palabra no hacía referencia, miserables, ocupadas ilegal-
pues, a la caída del ser hu- mente y diseñadas por el
mano en la oscuridad me- apartheid en todo su masi-
tafísica o existencial (que vo programa de ingeniaría
tantos pensadores tratarían racial. Simultáneamente, el
de explicar en sus teodiceas término hace referencia al
seculares), sino lo contrario, “lugar” ocupado por estos
al retorno del equilibrio, al Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), Sobre la mesa. “invasores”. “Asentamiento
instante en donde el presen- Museo Nacional de Colombia.
ilegal”, “invasión”, podrían
te perdido, y en el caso de la música, tando comprender la manera como ser unas posibles traducciones.
el silencio, se recuperan. Sería im- seres humanos específicos, luego de
posible, sin embargo, localizar el mo- destierros y guerras –marcados por Aquí el sujeto, en tanto locus de
mento epistémico en el que la todo tipo de calamidades–, tratan de experiencia, se confunde o se entre-
vibración se trasformó, semántica- reconstruir un sentido en el mun- laza con el espacio de la dominación:
mente, en la fuente del caos. Es esa do. Esto con la intención de “extraer de ahí la doble connotación del tér-
vibración en tanto destrucción la que las palabras del exilio” al que las he- mino sujeto (Smith, 1988). Hay en

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este verso una cadena que lo lleva más primitivas son las personas, mismas que figuran en muchas
desde la madre, pasando por su cuer- menos son capaces de controlar tarjetas postales representando el
po –por sus contenidos fenomeno- sus emociones. A la menor provo- “África tribal”.
lógicos–, para terminar en el lugar cación, se tornan violentas. No
que los contiene a todos juntos, el pueden distinguir entre los asun- Me pareció sorprendente hasta
espacio social. La palabra “soy” es tos serios y los menos serios. Son qué punto estos personajes, mu-
una articulación de la experiencia menos auto-controladas y más chos de los cuales –como me en-
que habla de sí mismo en relación impulsivas (Bell y Buhle, 2001). teré después– habían estado
con una comunidad moral más am- involucrados en operaciones de
plia. Es una frase paradójica, sin Ahora, un extracto de mis no- contrainsurgencia y guerras fron-
duda, donde lo íntimo, el lugar de tas de campo, en un intento por terizas, “administraban” el circui-
la simbiosis con la madre, y lo extra- darle continuidad histórica al pá- to de “reservas de animales
ño se confunden, donde el retorno y rrafo anterior. salvajes”, la industria que mane-
la caída se entretejen. ¿Qué quiere ja el acceso a “lo salvaje”, a lo
decir entonces retornar al lugar en el En el verano africano del 2003 “peligroso” y a la experiencia de
que nunca se ha estado pero que se tuve la oportunidad de realizar la sabana africana. Al conocer-
reconoce con la intimidad de haberlo una larga entrevista con V. J. los, no pude evitar preguntarme
vivido? ¿Cómo se entretejen las pala- Cronje, miembro de la Afrikaner si habría alguna suerte de conti-
bras y los cuerpos en este retorno? Broederbond, veterano de la Gue- nuidad histórica y profesional
rra de Rodesia y ex-oficial de in- entre sus vidas “anteriores” en
A la traducibilidad (Steiner, teligencia militar trasladado al tanto soldados y sus negocios ac-
1998), como problema metodológico, Cabo durante la crisis de me- tuales: cazadores de bestias que
a los ecos que deja la palabra en su diados de los años ochenta. Lo co- habían cambiado el rifle por la cá-
camino, como señalaría Walter nocí en Maun, una pequeña mara; conexiones no sólo en rela-
Benjamin, y a su densidad semántica, población de Botsuana, entrada ción con habilidades específicas
que en estos extractos se encuentra al Delta del Okavango. Para pes- aprendidas a lo largo de los años
esparcida en diferentes lugares e carlo tuve que hacer una reser- en el frente, como la destreza para
idiomas, dedico las siguientes vación en una empresa particular sobrevivir o el conocimiento de “lo
viñetas2 . que ofrecía en Johannesburgo salvaje” (incluyendo “los negros”),
paquetes turísticos para avezados sino otras, quizás más sutiles, como
viajeros. Varios conocidos me ha- la adicción a la adrenalina.
Primera viñeta: bían confiado que este particular
el color de la piel grupo de administradores turísti- El encuentro con Cronje estuvo
como uniforme cos tenía entre sus filas antiguos precedido por conversaciones
soldados del apartheid. Final- que, estimuladas por la mono-
En un manual de ciencia poli- mente, una madrugada, partí ha- tonía del paisaje semiárido de
cial citado extensamente por el cia Botsuana y Zimbabue desde Botsuana, se desarrollaron alre-
ministro de la ley y el orden, Adrian Johannesburgo para experimentar dedor de narraciones presenta-
Vlok, durante los años críticos del “la emoción y la adrenalina de das como historias de despojo,
apartheid, cuando imperaba el es- una aventura en Sudáfrica”. Una maltrato físico y frustración de
tado total de emergencia en 1988, noche, luego de más de diez ho- los blancos en “la nueva Su-
se encuentra el siguiente párrafo ras de un incómodo recorrido en dáfrica, una letanía de quejas
que de entrada afianza, como ejer- un microbús a lo largo del borde que escuché en tantas ocasio-
cicio cartográfico del Estado, al hom- del Kalahari, en pleno verano, nes: historias de robos, asesinatos
bre negro en el orden de lo salvaje, con una temperatura que alcan- y violaciones, que supuestamen-
la fuente de todo terrorismo: zaba los cincuenta grados centí- te reflejaban la ‘barbarie’ de la
grados, llegamos por fin a un población negra en oposición a
Los bantúes [un término despec- refugio elegante, casi lujoso: una ‘la amorosa y pacífica comuni-
tivo] son menos civilizados. Entre hilera de chozas estilizadas, las dad blanca’”.

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La atmósfera de la conversación Fue un vocablo ampliamente usa- pacífico, siempre haciendo gala
fue calma, casi amistosa, mientras do durante los años del apartheid, de una paciencia estoica frente a
que el calor del día se atemperaba en un tono secularizado aunque mis enojosos interrogantes y
y la luna brillaba con las primeras de matices cristianos, pero con un comentarios.
luces de la noche. Poco a poco, largo historial de circulación du-
los guías turísticos que se cono- rante los tiempos coloniales a tra- Quizá la más perturbadora de to-
cían entre sí se fueron congregan- vés de las crónicas de viajeros das las declaraciones de Cronje
do a medida que cobró fuerza la durante aquella noche –lo re-
discusión sobre política con los co- cuerdo con una brutal cla-
merciantes de diamantes. El re- ridad– fue la siguiente:
fugio era un lugar seguro para su “usted puede sacar a un
conversación, ya que se trajeron kaffir del bush, pero no pue-
a colación tópicos prohibidos, de sacarle el bush al kaffir”.
como la situación política de La frase misma era, en apa-
Zimbabue y la polémica reforma riencia, un locus clasicus,
agraria del presidente Robert dado que todos los que es-
Mugabe. Fue este último tema, la taban alrededor de la mesa
posibilidad de que Sudáfrica se asintieron con respeto mien-
convirtiera en Zimbabue, el que tras él la repetía varias veces
desencadenó la desinhibida inter- en afrikáans, como si a fuer-
pelación de Cronje: “Escuché que za de repetirla estuviera
usted está escribiendo un libro so- asegurándose de que ésta per-
bre Sudáfrica. Yo tengo algo que durara en mi memoria. Difícil
contarle”. de traducir, sin duda: enun-
ciada en afrikáans, un idioma
En retrospectiva, el discurso de cuya base es el holandés y que
Cronje esa noche fue, en una se mezcla en los siglos XVII y
frase, un recuerdo nostálgico XVIII con el malasio y otros idio-
de la época en que “el salvaje”, mas traídos del sur de la India,
o el “hombre negro”, estaban Ceilán y el Sudeste Asiático a
política y militarmente redu- través del comercio global de es-
cidos a las “localidades” asig- clavos. La frase se entrelaza con
nadas por los ingenieros de la el swahili a través del árabe y la
segregación. En su opinión, palabra kafr. Y la palabra bush, fi-
uno de los problemas de la nalmente, proviene del inglés:
Sudáfrica contemporánea matorral, arbusto. Pero en el Áfri-
era el hecho de que “los ne- Peregrino Rive
ca del colonialismo británico, bush
ra Arce: Recu
gros” hubiesen excedido los Bon “Libres de
Ocaña”. Una
erdos de campa
ña (1900), tiene una fuerte genealogía que
carga al machete
territorios ideados original- Museo Nacion
al de Colombia
- Palonegro. la emparenta con la penetración
.
mente para ellos. Al referirse a “los de la civilización, cristalizada en
negros”, Cronje usaba el despec- europeos en África. En español el cuerpo de los héroes-explora-
tivo y denigrante término kaffir: la palabra cafre proviene de kafir. dores, a la feminizada tierra incóg-
una palabra de origen árabe que Con tono casi de pontífice, bene- nita. Ese lugar de encuentros con
significa “infiel” y que entra al volente y condescendiente, Cron- ese otro mundo, de lucha entre la
swahili, lengua transnacional del je se identificaba a sí mismo como razón y el caos, es lo que se deno-
África, a través de traficantes un “pensador”. Frases cortas, casi mina bush. Los blancos, especial-
musulmanes de esclavos durante meditativas, encapsulaban las mente aquellos que tuvieron
el siglo XIX. En el mundo islámi- ideas de este hombre sobre filoso- contacto con la sabana, crecen es-
co no hay peor epíteto que éste. fía racial. Me impactó su carácter cuchando historias del bush, de la

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misma manera que en otras lati- en un punto remoto de la granja. que el orden natural de las cosas y
tudes circulan historias de fantas- Fue precisamente en este espacio las leyes de la naturaleza habían
mas y espíritus. liminal, donde el león reaccionó sido, literalmente, re-establecidas.
atacando y matando a un antílope. Los animales salvajes y las perso-
Cronje naturalizó un orden del nas pertenecen a dos órdenes se-
mundo en el cual cada criatura El narrador, de alguna manera parados en la naturaleza y no tiene
tenía un lugar específico, asigna- desilusionado con aquello que sentido mezclarlos, pues tienen
do según una singular cartografía acababa de ver inesperadamen- formas de vida diferentes e in-
de la diferencia. La frase alterables: un animal salva-
encapsula el miedo al inma- je siempre será un animal
nejable “salvaje” que habita salvaje, imposible de domes-
en los confines de los es- ticar, que anda suelto, do-
pacios humanos. Ilustra su minando la sabana africana,
teoría rememorando una viviendo a campo abierto y,
“experiencia en el bush” ocu- sobre todo, usando la violen-
rrida en su infancia: cuan- cia como medio para sobre-
do él era chico, su padre vivir, para imponerse. La
encontró un cachorro de intención de Cronje era, por
león pedido. Al darse cuen- supuesto, explicar lo que a
ta de que el animal había su parecer era una analogía
sido abandonado por su ma- evidente entre “el hombre
dre, el benevolente padre negro” y “el animal salvaje”.
decidió llevarlo a la granja y Al igual que el león, “el
conservarlo como mascota. hombre negro” podría cre-
El león creció en cautiverio, cer y vivir entre “los blan-
se hizo grande y fuerte y pa- cos” y, sin embargo, nunca
reció adaptarse, coexistir e sería capaz de dejar atrás las
incluso desarrollar cierto tipo costumbres del bush porque,
de afecto hacia los seres hu- según Cronje, está indele-
manos. Cronje evoca con blemente definido por un
nostalgia la reciprocidad de sentido de conexión ances-
esos sentimientos. Como tral, primitiva, desde tiem-
todo niño, él había cimenta- pos inmemoriales, con lo
do una cercanía especial y salvaje, con un salvajismo
una “amistad” con un ani- que está marcado en su
mal conocido por su fuerza y cuerpo con el color de su piel.
su poder. Un día, a varios
metros del límite de la que Cronje, experto rastreador
Cronje recuerda como “la in- de animales que creció es-
mensa propiedad familiar”, Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), Palo-Negro. Croquis cuchando a su padre narrar
de un soldado... muerto al machete. Museo Nacional de Colombia.
pasó una pequeña manada cuentos del bush, y veterano
de antílopes. De repente, “instinti- te, un arranque de agresión e ins- soldado del apartheid en las gue-
vamente”, el león se agachó, a tinto asesino por parte de su rras fronterizas, afirmaba haber
hurtadillas, escondiéndose, mien- amada mascota, recordaba este aprendido sobre “los negros” por
tras observaba e inspeccionaba la incidente casi como una epifanía, medio del “conocimiento” direc-
manada. Esto sucedió a varios ki- una instancia del despertar de la to, producto de las batallas entre
lómetros de distancia del principal conciencia y la claridad, un en- la vida y la muerte que encaró en
espacio habitado de la estancia, cuentro con las verdades peren- la sabana salvaje. Fue precisamen-
donde solía vivir toda la familia, nes y un momento ritual en el te esta íntima relación adquirida

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con lo salvaje, este interés por mente los cuerpos negros a las gar de culturas ininteligibles entre
diseccionar la otredad del Otro, “localidades”– y el mantenimien- sí: el relativismo posmoderno hubiera
el que le dio elementos para com- to del orden de las cosas y los caído como anillo al dedo: la idea
prender “la mente negra”. Fuen- usos de la violencia para produ- de autodeterminación cultural, tan
te tanto de desconcierto como de cir y reforzar fronteras. Esto, par- central para movimientos de resisten-
terror. Como lo establecía sin ro- cialmente, explica por qué el cia en América Latina, constituyó,
deos el manual de entrenamien- apartheid desplazo millones de junto con la idea de inconmensura-
to, él estaba convencido que “a la personas a las localidades negras bilidad, el sumo conceptual del ra-
menor provocación, ellos [los en un programa de dislocaciones cismo. Hizo del destierro el hogar de
bantú] recurrirían a la violencia”. masivas que los expropiaba de muchos y del control de lo salvaje y
todo. En el centro de todo esto lo exótico, el presupuesto para la
Al igual que un viejo patriarca estaba la idea de “lo negro” como tortura. Claro, en el marco de una
sermoneando en un tono seudo- “exótico”, como ininteligible, acelerada expansión capitalista.
filosófico y meditativo, Cronje in- como encarnación del caos y de Pero ese “exótico” de las décadas
sistía: “Escuche cuidadosamente, la violencia destructiva. De ahí el precedentes, en esencia, no había
usted debe escribir esto en su li- llamado proyecto civilizador del cambiado. En la Sudáfrica de la
bro, esto es verdad”. Y así lo hice. colonialismo (notas de campo, transición, las localidades seguían
Su deseo de exponer “la verdad” cuaderno segundo, 2003). siendo el locus del caos: por un lado,
funcionaba como una armadura producto de la violencia endémica
contra preguntas inquisitivas. Su Cuando Mandla nació a media- luego de centurias de colonialismo,
tarea no consistía en legitimar su dos de la década de 1960, había na- expresada en el maltrato corporal,
visión de la palabra, “la verdad”, cido, paradójicamente, en el seno de el hambre y el sida; y en segundo
y el orden particular del mundo este desarraigo. Cuando creció, de- lugar, de la violencia epistémica que
que a su parecer había colapsado cidió tomar las armas, primero para circunscribe ese lugar como lugar de
durante y después del proceso sacar a los blancos de África (su tío lo otro. En ese mundo, la guerra de
político de Sudáfrica, sino en ex- había sido miembro del Congreso la liberación, la versión oficial, se
ponerlo, presentarlo, develarlo, Pan-africanista), pero luego para había convertido en artículo de con-
con el fin de iluminar, de sacar de buscarse un lugar en un mundo en sumo, mientras que sus minucias
la ignorancia. Era precisamente el el que había sido forzado a conver- existenciales se habían hecho invi-
fracaso del orden, o en otras pala- tirse en extraño. En cierta forma, la sibles. Fue a este tercer exilio al que
bras, el derrumbe de la manera lucha de liberación encarnaba la Mandla vuelve con profunda espe-
como se asignan ciertas categorías idea de un retorno. Pero para lograr ranza para re-comenzar su vida. En
de personas a espacios específicos, este retorno, Mandla tuvo que él descubre, contrariamente a lo es-
lo que él ponía en evidencia. Ha- exiliarse, esta vez por decisión pro- perado, relaciones de continuidad
ber desmontado el orden legal lla- pia, para luego volver como guerri- con el pasado en esta nueva enti-
mado apartheid era ir contra las llero, con el fusil. dad llamada la “nueva Sudáfrica”.
leyes naturales. Era debido a esto Pero lo más aterrador, en un momen-
que él tenía una visión apocalíp- to dado, era que Mandla había des-
tica del futuro: un apartheid a la Segunda viñeta: exilios cubierto que había sido expropiado
inversa, blancos segregados, ro- por el mercado de su propia historia
deados por los mismos negros vo- El apartheid fue esencialmente y de su propia experiencia como par-
races, deseosos de engullir y un régimen de dislocación forzada, te de la lucha por liberación. Él era
atiborrarse con el dinero, la tierra donde la violencia, que no era leí- contado por otros: su hogar se había
y la riqueza del país. da como derrumbe sino como res- convertido en un lugar extraño.
tauración, era la violencia de la Regreso de nuevo a mis notas de
La conversación con Cronje evi- asignación del cuerpo a un espacio campo:
denció una serie de relaciones en- creado por la racionalidad técnica:
tre la asignación de cuerpos a el gueto. El “color de la piel como En una ocasión, mientras tomaba
lugares específicos –particular- uniforme” hizo de Sudáfrica un lu- notas sobre la industria del ocio y

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el entretenimiento en Ciudad del potencialmente explosiva de his- “Territorio de pandillas”, dijo en-
Cabo, me decidí a explorar la ciu- toria y política. fática e impacientemente, después
dad, esta vez, con un operador de de inhalar una larga y casi medi-
turismo que atendía visitantes ex- Fue complicado comprender los tativa bocanada de un chesterfield
tranjeros, en su mayoría europeos. matices semánticos de la palabra light. Luego continuó con una in-
En mi diario de campo anoté los “desafortunadas” en ese contexto terminable letanía de estadísticas
muchos silencios del guía; los lar- particular. Un mar de ambigüedad sobre el crimen en Sudáfrica y una
gos y ambivalentes suspiros que la devoró. ¿Era la genealogía del explicación poco convincente de
salpicaban, con previsible mono- concepto la que resultaba tan “des- los orígenes de esta violencia: no
tonía, su idea de la ciudad, de lo afortunada” o era la historia de su de los orígenes históricos de este fe-
que consideraba digno de men- legislada producción en Sudá- nómeno (de la colonización o el
cionar o de hacer invisible y de la frica? ¿O quizás él se refería a las apartheid), con los cuales él, como
manera en que debían ser reco- insoportables condiciones de vida ciudadano, no hallaba ningún tipo
nocidos ciertos rastros y señales en de los residentes y a la tristeza de conexión; sino de los que supo-
el espacio social: “Aquí vemos arquitectónica de esta masiva es- nía los orígenes geográficos, lugares
Table Mountain”, dijo en un obvio tética de la desolación: una inter- donde la violencia se multiplicaba
intento por trazar un mapa del minable masa de chozas, letrinas y como mosquitos después de una
área, “el verdadero centro de la polvo con vista a la carretera? ¿Sen- lluvia tropical. En su opinión,
Ciudad Madre”. Literalmente, tía alguna culpa o era consciente Soweto, Mitchell’s Plains, Tho-
estábamos siendo conducidos por del hecho de que su favorable po- koza o cualquier otra localidad del
una serie de itinerarios que eran sición en la jerarquía social de país eran, simultáneamente, me-
una amalgama entre las rutas es- Sudáfrica estaba correlacionada – táforas de la violencia así como su
tablecidas por las autoridades tu- en intrincadas y complejas for- principio explicativo. La violencia
rísticas durante los programas de mas– con la pobreza extrema de empezaba allí, fue su veredicto
entrenamiento para estandarizar otras personas? ¿O se refería al he- tácito mientras detuvo su mirada
el servicio y la versión personal del cho de que –a pesar de todo– el algunos segundos en ese inagota-
guía sobre el significado histórico amor, la compasión y la belleza flo- ble océano de pobreza. La frase
y social de tales rutas. recen en medio de semejante su- “territorio de pandillas” me sonó
frimiento histórico? Por supuesto, como los letreros tipo “prohibido el
“¿Qué es eso a nuestra izquierda?”, se me cruzó por la mente que el paso” que los propietarios blancos
preguntó un inquisitivo viajero con guía era de aquellos que opinaban –o las elites de otras latitudes–
un marcado acento alemán. Se –como escuché en muchas oca- cuelgan a la entrada de sus casas
refería a los asentamientos infor- siones– que el apartheid había sido en los barrios opulentos, sólo que –
males y a las localidades que apa- una buena idea mal implemen- en esta ocasión– la Ciudad Madre
recían junto a la autopista a tada, un experimento que salió era “el hogar”, la entidad que abri-
medida que pasábamos por las To- mal. ¿Fue “desafortunado” que no gaba, el espacio de la seguridad y
rres de Refrigeración, uno de los hubiera funcionado? o ¿podría ser el afecto, en tanto que la locali-
hitos “periféricos” de la ciudad, un otro ejemplo de una enunciación dad era el exterior irracional, un
punto tanto de convergencia como políticamente correcta, una espe- lugar de la guerra, el sida y la vio-
de división en la cartografía racial cie de respuesta automática, a la lación de niños y bebés. Era el
de Ciudad del Cabo. que son forzados a exhibir los guías squatter. Resultó asombroso darse
turísticos con el fin de mostrarle al cuenta cómo las conexiones entre
“¡Ah, sí, las localidades segrega- visitante extranjero que Sudáfrica “negritud”, crimen y espacio eran
das! ¿Muy desafortunadas, no?”, está “dejando atrás su pasado”? La aún tan persistentes. La única di-
respondió el guía en tono indi- palabra fue arrojada en la conver- ferencia era el contenido del dis-
ferente y con una rigidez y una sación para que todos la interpre- curso.
indolencia casi quirúrgicas, eva- táramos como quisiéramos, como
diendo cualquier comentario que un comodín en manos de un juga- No hicieron falta más palabras
pudiera conducir a una mezcla dor de cartas. aquella tarde. Luego, mientras

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rondaba por el Cabo de Buena Es- los drenajes industriales y la proxi- ros, techos y puertas): la implaca-
peranza, en el extremo más aus- midad incestual de los desechos ble yuxtaposición de una vida he-
tral de la península que sobresale humanos). cha de fragmentos, de huellas de
del continente africano, fue in- distintas épocas y diversos luga-
evitable que la reflexión se volca- Si la mirada está adiestrada para res. Sin embrago, si el visitante se
ra sobre la producción social de la leer entre líneas, puede incluso aventura a transformar las rela-
invisibilidad y la ininteligibili- ciones de cercanía y distan-
dad. “Territorio de pandillas” cia con este lugar, al mirar con
es una manera de reactua- detenimiento la esquina de
lizar viejos terrores, lugares a alguno de estos espacios ha-
los que hace veinte años se bitados, emerge una serie de
denominaba “zonas de des- reliquias: estático cuelga, de
orden” y con los que se aso- una pared de plástico, un
cian determinado tipo de anuncio de la campaña elec-
cuerpos. De alguna manera, toral de 1999, en que el Con-
el guía exiliaba aún más esos greso Nacional Africano
lugares: una masa infinita de promete un cambio radical en
zonas de invasión y de áreas la calidad de vida. Y en otra
informales. Muchas de ellas esquina veo rastros de la his-
no pueden verse desde nin- toria: efigies de camaradas
guna autopista. Uno sólo per- caídos y asesinados, Chris
cibe la punta del iceberg. Para Hani y Steve Biko, retratos
verlas hay que calibrar la per- de Nelson Mandela, recortes
cepción. Al observar, la mira- de periódicos de momentos
da del pasajero es rápida, icónicos durante la guerra de
superficial, vertiginosa e inca- liberación y viejas y borrosas
paz de localizar, discernir, imágenes de cuerpos de mu-
identificar claramente, o fi- jeres desnudas tomadas de
jarse en detalles específicos en diarios amarillentos y pegadas
este mar de uniformidad vi- a las paredes (notas de cam-
sual. Pocas cosas pueden po, cuaderno tercero, 2003).
atraer la mirada del viajero a
100 kilómetros por hora: el Aquí abandono el texto
tamaño reducido de las cho- un instante sólo para anotar
zas; el imaginado hacinamien- que mientras cruzábamos por
to de los espacios habitables; aquella larga autopista, imá-
la falta de color; el paisaje pol- genes de Mandla en su camu-
voriento, grisáceo y sin árbo- che asaltaban mi memoria. El
les, “infestado de grafitis y poder mágico de los objetos y
pandillas”, que parece vivir, el pasado, lo que los lugares
como un artefacto habitual en dicen de aquellos quienes los
un espacio familiar, adyacen- Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), habitan. Su historia como
Retrato del coronel P. Rivera Arce - Primer jefe del Bon “Libres de Ocaña”.
te a un caño de desechos (en Tomado en el campamento de La Quebrada. Museo Nacional de Colombia. sujeto político se entrelazaba
Ciudad del Cabo, como en con su espacio íntimo, inin-
otros lugares, la “pobreza” –como percatarse de “extraños” materia- teligible desde la mediación del guía
una experiencia sensible del mun- les de construcción, como cajas turístico. En ese contexto específico,
do– ha sido frecuentemente aso- de cartón, trozos de madera, plás- los procesos históricos globales no se
ciada con la suciedad de las aguas tico y trapos (todos sirviendo al conectaban con los personales, con
residuales, los peligros químicos de simultáneo propósito de ser mu- el sujeto como agente histórico. Unos

CASTILLEJO-CUÉLLAR, A.: DE LA NOSTALGIA, LA VIOLENCIA Y LA PALABRA: TRES VIÑETAS ETNOGRÁFICAS SOBRE EL RECUERDO N ÓMADAS 15
años dentro la transición, cuando la que llevó a una sociedad de la os- por más fragmentada y fantasmal
idea de la lucha anti-apartheid se curidad del racismo a la posibilidad que sea. La transición, el retorno,
había ya tornado en mercancía, la in- del presente. La visión del mundo le trajo otro exilio, el de su voz, el
dustria del turismo había expropiado que Cronje habitaba parecía estar de su experiencia. Es precisamente
a Mandla de sí mismo, incluso de su desterrada. De un momento a otro, en la institucionalización de esta
propia voz, de su propio dolor para Sudáfrica se había convertido en el historia y de los sacrificios hechos
reducirlo nuevamente al orden de lo centro del mundo. Y en ese momen- por algunos, donde se crean vacíos;
exótico. to, Mandla fue recibido como héroe vacíos que sólo pueden ser llenados
por su familia cercana. Pero esa na- desde las comunidades de base. En
Ahora sí, concluyo esta parte de rrativa de la nueva Sudáfrica tiene este punto, continuo con mis notas
la narración. sus múltiples clivajes, donde la ima- de campo, en sus entradas del mes
gen especular y pulimentada de la de diciembre del año 2003:
Después de un rato, de lejos –desde transición se craquela como cuadro
el asiento del conductor y desde el renacentista ante la mirada cerca- [P]ara confrontar el silencio so-
mundo para el que sirve de inter- na e intimista. Mandla era la fisura cial, Mandla solía, junto con otros
mediario, desde los suburbios del dentro de la nueva nación. Para fi- antiguos guerrilleros, llevar visi-
sur, donde apretadas pinceladas nales de la década, muchos antiguos tantes a los lugares que lo vieron
de luz crepuscular se esconden combatientes habían sido abandona- nacer y combatir. A esta práctica
detrás del bosque– las barriadas dos o relegados a la desolación de le llamé, en su momento, “memo-
se tornan familiares y naturales la pobreza y el trauma de la tortura: rialización peripatética”: una for-
y, sin embargo, tan alejadas, recuerdo con pavor las historias de ma incorporada del pasado, en
como un estante oxidado en el choques eléctricos en el ano y de donde Mandla se convertía en un
rincón olvidado de una sala de confinamiento solitario sin fin que “guía testimonial”, donde las pa-
visitas. De alguna forma, y a pe- Nkhule solía contarme, una y otra labras se amalgaman con el espa-
sar de su magnitud, las localida- vez, voz en cuello, cuando violába- cio , y a través del cuerpo, en un
des, su historia, se han vuelto mos la etiqueta racial en algunos de intento por reconocerlo, por reco-
invisibles (notas de campo, cua- los restaurantes más exclusivos de la nocerse, por llamarle “hogar”. El
derno tercero, 2003). ciudad, como tratando de gritar, en objetivo principal era pues leer el
medio de la indiferencia, “miren lo paisaje urbano, localizar entre los
que los Boers [los nacionalistas] me intersticios de su organización las
Tercera viñeta: la han hecho”. Hace poco murió de claves de un pasado que aún con-
localización del dolor cáncer del sistema intestinal y el vive con el presente. Él hablaba
estómago, resentido con la vida. Él extensamente de las autopistas,
Al volver al país a comienzos de comenzó a morir hace más de quin- los lotes baldíos, las líneas férreas,
los años noventa, Mandla se encon- ce años, en la celda. Aquí lo recuer- como mojones espaciales, como
tró con otro mundo, con un país do con mucho afecto. A los ojos de fronteras perfectamente estable-
ebrio de expectativas ante las trans- muchos, las localidades seguían cidas por la ingeniería racial. Su
formaciones por venir. Creyeron, por siendo ese impenetrable mundo de visión del presente invitaba a am-
ejemplo, que hacer filas frente a las lo otro, donde la violencia y el sida pliar el marco de referencia de la
cabinas de votación cada cinco años se replicaba como la metástasis en ciudad, de tal manera que las dis-
traería justicia social, incluso rique- el cuerpo ya sin destino. Con un tinciones artificiales entre grupos
za a la basta mayoría miserable. Co- agravante para jóvenes como Man- humanos se veían íntimamente
nocí historias de mujeres que habían dla: su historia política, su experien- relacionadas a través de un siste-
renunciado a su trabajo como cia como soldado, como parte de un ma que se encargó de distribuir la
empleadas domésticas ante las pro- proceso global, había sido absorbi- pobreza.
mesas de empleo que Mandela da, esfumada en medio de la nebli-
anunciaba en las propagandas polí- na, por la historia oficial de la lucha Durante el recorrido, Mandla
ticas televisivas. Y al comienzo fue de liberación: y no hay peor cosa que hace una parada importante: en
así, sin duda, un cambio dramático ser sustraído de la propia historia, el lugar donde el 15 de Octubre

16 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


de 1985 varios jóvenes fueron ase- tradicciones y asume responsabili- de un faro: para hallar claridad y
sinados por la policía. En ese pun- dad de sus actos, un acto de digni- sentido de continuidad y perte-
to, su narración se convierte en dad personal y valor: “en ese nencia, el sujeto moldea la histo-
un espacio testimonial y en un momento, yo no sólo estaba dis- ria, centrándose él mismo en ella,
lugar de apropiación del pasado puesto a dar mi vida por la causa, en parte ampliándola. En este
como parte integral del sujeto. En sino a matar por ella”. Era eviden- punto, la historia canónica se
la voz de Mandla, una voz que ha te que esa no era la historia de diversifica, extendiéndola, ha-
requerido años para leerse y reco- verdaderos torturadores, desde ciéndola más compleja, incluso
nocerse a sí misma dentro de este Cambodia hasta Colombia, que se más contradictoria. En este con-
territorio, la narrativa histó- texto, el ejercicio de la enun-
rica es la narrativa de la pri- ciación en el lenguaje, de la
mera persona. En este punto cristalización de la palabra, es
de la geografía del tiempo vital: paradójicamente, no
emerge, en letras amarillas hay voz propia si no es en
evanescentes, un grafiti que compañía de otros; así como
testarudamente se ha ama- no habría ni creatividad ni
rrado a esa pared por varios independencia sino hubiera
años: “recuerda la masacre una comunidad de diálogo.
del caballo de Troya”, se lee, La interacción que el visitan-
mientras el guía testimonian- te tiene es con las palabras y
te hace referencia al papel de las vidas de quienes las articu-
las protestas populares de las lan. En este sentido, el trase-
que fue parte, para contex- gar esos lugares –metafóricos
tualizar lo sucedido en esta y literales– es un ejercicio que
esquina. requiere de paciencia, ya que
demanda concentración, y
Un conocimiento profundo de sobre todo, intención de com-
estos procesos, de sus alcan- prender. En esto instante de
ces y limitaciones, comple- palabras nómadas y de em-
mentan su narración. Sin patías pasajeras, es cuando
embargo, lo más importante Mandla surge del anonimato
en este momento es la rela- histórico convirtiéndose en un
ción que él establece con el actor del proceso histórico a
pasado, como parte del proce- través del acto mismo de
so histórico “revolucionario”. recordar, de caminar. Su
En este momento, la saga he- testimonio, una modalidad de
roica se extiende, para bien o articular de la experiencia y
Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), Vigilando un
para mal, más allá de los con- prisionero... Museo Nacional de Colombia. la verdad, no es extraído –re-
fines de los sacrificios realiza- cordemos que la antropología
dos por Nelson Mandela y los autoproclaman “víctimas”, en un es un disciplina extractiva–, sino
líderes del Congreso Nacional verdadero “acto de escapismo”, en que es la base sobre la que se fun-
Africano. Pero a medida que esto todo el sentido Haudini del térmi- damenta todo este encuentro pe-
sucede, paradójicamente, la mis- no, para deslizarse sospechosamen- dagógico, esta fenomenología del
ma narración histórica se fragmen- te en el tobogán de la llamada otro, en lo peripatético. Aquí la
ta, se hace más compleja y, por transición y su economía política. palabra es el evento en tanto tal.
supuesto, menos canónica. Y es en
estos planos de clivaje donde ad- Desde esta y otras esquinas se di- En estos encuentros no hay inte-
quiere un valor particular, ya que visa el recuerdo como cuando el rés en diseccionar la alteridad del
el sujeto enfrenta sus propias con- océano se observa desde la punta otro. El universo discursivo que

CASTILLEJO-CUÉLLAR, A.: DE LA NOSTALGIA, LA VIOLENCIA Y LA PALABRA: TRES VIÑETAS ETNOGRÁFICAS SOBRE EL RECUERDO N ÓMADAS 17
Mandla construye sencillamente nuinamente antropológico, donde del confinamiento solitario. Desde
tiene en el escucha, un testigo de “el 'otro’ (como dijera el filósofo la luz, la oscuridad se hace más os-
segundo orden, un efecto desfa- Levinas) es un destello de posibili- cura, más intensa, confundiéndose
miliarizador, incluso perturbador. dades”. Con esto, Mandla trata de incluso con la ceguera, o quizás, vi-
Quien escucha está forzado de al- desterrar y deconstruir a Cronje, en ceversa. Sin embargo, desde esta
guna manera a interpelar, incluso su elemental patetismo, para poder encrucijada se vislumbran tenue-
en silencio, lo que él dice. Un volver él mismo. Estos “itinerarios de mente los pasos que nos han traído
desencuentro en ese instante, sentido”, como les denominé en un hasta aquí, hasta este punto de no
una mirada de indiferencia téc- momento crucial de pérdida exis- retorno, crítico, en el sentido clási-
nica y lo único que emerge es el tencial durante los años de trabajo co del término. Estos itinerarios son,
fracaso, quizás mi fracaso, para de campo, y haciendo referencia a en alguna medida, fragmentos de esa
entender el dolor de otros. Es por la textura semántica y a la genealo- teleología personal que busca recons-
eso que en ese ámbito, en el uni- gía de la frase, plantean, por un lado, tituir lo disperso, lo fracturado, lo des-
verso que se construye por unas el problema de los recorridos que los plazado. Pero, entonces, ¿no es la vida,
cuantas horas, la relación entre el seres humanos realizan para articu- desde cierto punto de vista, una su-
escucha y el testimoniante es ínti- lar sentido en el mundo de cara a la cesión de puntos de no retorno que
ma. Mandla, no sólo le abre la calamidad y a la catástrofe. Itinera- disfrazamos con los ornamentos de la
puerta al otro para que indague, rios que emergen como articuladores certidumbre y el mito del eterno re-
ya que él es quien se convierte en entre el pasado y el presente, greso, devorando incluso, y sin que-
el hilo conductor del recorrido por moldeándose mutuamente y confi- rer, nuestras propias entrañas?
el espacio urbano, sino que lo hace gurando una gramática de la expe-
partícipe de este retorno. En este riencia en el que el “sacrificio”, el Finalmente, estos itinerarios
sentido, el espacio de interacción “dolor”, el “reconocimiento históri- involucran también, y fundamen-
e interlocución se hace más den- co” y el “retorno como posibilidad” talmente, la integralidad de los sen-
so en la medida que lo lleva del negocian –en el ámbito de lo social– tidos. Mandla recorre y menciona
espacio a la experiencia (notas de el significado de la vida en general. los lugares y las personas donde
campo, cuaderno tercero, 2003). En Sudáfrica, como en otros luga- habita el dolor, y las experiencias
res, el futuro se habla en el idioma visuales, táctiles y olfativas asocia-
La combinación de estos dife- del pasado. De ahí la nostalgia, una das con estos espacios. Sin embar-
rentes registros de la experiencia de las formas como nos relacionamos go, esta sensorialidad, la experiencia
con los que “el escucha” interactúa con la ausencia. de lo que denominamos las cuali-
en relación con los territorios que dades de lo bello o lo grotesco, de
recorre, tiene el efecto de crear un Por otro lado, hay varias direccio- lo agradable y lo repugnante, por
espacio de interlocución dinámica, nalidades en estos itinerarios. No ejemplo, emergen no de una expe-
de relativa intimidad, de cercanía solamente geográficas, en la medi- riencia trascendental sino de la
cognitiva, o lo que llamo “re-cali- da en que el recorrido nos lleva de economía política de dicha expe-
bración”: un momento de reconoci- un lugar a otro en la ciudad, de los riencia, una experiencia situada
miento histórico que permite que “la suburbios a los guetos, a través de entre la contingencia y el determi-
mirada” y el orden del mundo una paulatina inmersión histórica, nismo del poder, entre la domina-
perceptual sobre el que descansa, sino que, por razones generacionales ción cotidiana y las posibilidades de
logre encontrar “lo mismo” en lo que (Mandla tenía quince años cuando la resistencia.
aparentemente es “lo otro”, uno de fue guerrillero), es un trasegar por
los rostros, como escribió Freud, de una época: la década del ochenta,
lo unheimlich: la palabra, hecha “cor- los “años difíciles” y “oscuros”, a los Epílogo
pórea” en el ejercicio de deambular cuales no todos sobrevivieron. Ca-
y re-habitar, en eternos instantes, los minar esa década es como ver des- Cuando Mandla se sentaba a
espacios familiares y a la vez ajenos, de la entrada la profundidad oscura vislumbrar el recorrido de alguno de
se convierte, al mismo tiempo, en un y silenciosa de la celda donde se aquellos días, en una tienda donde
lugar de lo pedagógico, como lo ge- recluyó al individuo en el universo la dueña lo conocía desde la infan-

18 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


cia, parecía percibirse –entre ráfa- memoria y violencia en el contexto de
gas de aire tibio, silencio y cielo organizaciones de sobrevivientes y Bibliografía
excombatientes del Congreso Nacional
terrenalmente azul– que la lira ha- Africano en Sudáfrica. Estoy en deuda
con el Solomon Asch Center for CASTILLEJO-CUÉLLAR, Alejandro, 2003,
bía por fin dejado de vibrar, que ha- “Notas de Campo, Botsuana”, en: cua-
Ethnopolicical Conflict, la Fundación
bía vuelto “al punto de equilibrio Mellon, la New School for Social derno segundo, inédito.
axial”. Sin embargo, la última vez Research, la Fundación Wenner-Gren, ________, 2003, “Notas de Campo, Ciudad
que supe de él me contaron que es- la British Academy y la University of del Cabo”, en: cuaderno tercero, inédito.
London, la Comisión Fulbright, el Direct
taba en la cárcel, debido a un pro- Action Center for Peace and Memory y ________, 2007, “The Courage of Despair.
blema que tuvo con una pistola. No el Instituto Colombiano para el Desa- Fragments of an Intellectual Project”, en:
era claro si era por no reportarla rrollo de la Ciencia y la Técnica, por su Roy Eidelson (ed.), Peacemakers 101:
ayuda financiera en momentos cruciales Confronting Careers with Conflict, Philadel-
durante el periodo de desmovili- phia, University of Pennsylvania Press.
de esta investigación.
zación (siendo encontrada en su
2 Algunos de estos conceptos los he desa- ________, 2008, Los archivos del dolor: ensayos
poder por la policía en alguna reda- rrollado en los siguientes textos: Los ar- sobre la violencia y el recuerdo colectivo en
da callejera), o si, por el contrario, chivos del dolor: ensayos sobre la violencia la Sudáfrica contemporánea, Bogotá, Uni-
la había usado contra alguien: final- y el recuerdo colectivo en la Sudáfrica con- versidad de los Andes, (en prensa).
temporánea, Bogotá, Universidad de los
mente la guerra arrastra enemigos ________, “Knowledge, Experience and
Andes, 2008 (en prensa); “The Courage
hasta la tumba, cuando sus efluvios of Despair. Fragments of an Intellectual South Africa’s Scenarios of Forgiveness”,
en: Radical History Review, No. 97,
y emanaciones nos hacen indefecti- Project”, en: Roy Eidelson (ed), Peace-
winter.
blemente habitantes del mundo de makers 101: Confronting Careers with
Conflict, Philadelphia: University of ________, “Unraveling Silence: Violence,
los muertos. Pennsylvania Press, pp. 231-331, 2007; Memory and the Limits of Anthro-
“Knowledge, Experience and South pology’s Craft”, en: Dialectical Anthro-
En todo caso, en ese instante, Africa’s Scenarios of Forgiveness”, en: pology, No. 29.
Radical History Review No. 97, winter,
pensé en el carácter histórico de al- pp. 1-32; “Unraveling Silence: Violence, CAVELL, Stanley, 2006, “The Wittgens-
gunas calamidades y las condicio- Memory and the Limits of Anthro- tienian Event”, en: Alice Crary and
nes materiales que las determinan, pology’s Craft”, en: Dialectical Anthro- Sanford Sheih (eds.), Reading Cavell,
pology, No. 29, pp. 1-22. Londres/Nueva York, Routledge.
en la manera en que algunas per-
sonas son forzadas a habitar exilios 3 Sobre el tema de la ambivalencia de la COMOTTI, Giovanni, 1999, La música en
idea de retorno puede consultarse a la cultura griega y romana, Madrid, Turner
una y otra vez, como cuando, re- Stanley Rosen, The Elusivness of the Libros.
cordando el poema de Mandla, se Ordinary: Studies in the Possibility of
HODGKISS, Philip, 2001, The Making of the
está extraviado en medio de la in- Philosophy, New Heaven y Londres, Yale
Modern Mind: The Surfacing of Conscious-
timidad de lo familiar o se siente University Press, 2002; Philip Hodgkiss,
The Making of the Modern Mind: The ness in Social Thought, Londres/Nueva
augusto en la interminable extra- Surfacing of Consciousness in Social York, The Athlone Press.
ñeza del mundo (Royle, 2003). Me Thought, Londres y Nueva York, The MARTIN, Emile, 1953, Trois Documents de
pregunté entonces, ¿es a esta im- Athlone Press, 2001. Musique Grecque: Transcriptions Com-
posibilidad de reconciliar estos mentées de Deuxième Hymne Delphique à
Apollon, Épitaphe de Sikilos (II s. après J.
mundos, a su conciencia, lo que
C.) et Fragment d’un Chœur d’Euripide.
llamamos “retorno”? Y ¿no es la Études et Commentaires, París, Librairie C.
“nostalgia”, una manera de relacio- Klincksieck.
narnos con la ausencia, el lugar PANIAGUA, Gregorio, 1979, Notas para
histórico de esa imposibilidad?3 Musique de la Grèce Antique, Atrium
Musicae, Madrid, Arles/Armonía Mundi.
ROYLE, Nicholas, 2003, The Uncanny,
Manchester, Manchester University Press.
Citas SMITH, Paul, 1988, “Discerning the
Subject”, en: Theory and History of
Literature, Vol. 55, Minneapolis, Univer-
1 Todos los extractos aquí presentados son
sity of Minnesota Press.
extraídos de mis diarios de campo y en-
trevistas realizadas entre el 2001 y el 2004 STEINER, George, 1988, After Babel: Aspects
en Sudáfrica y Botsuana. Hacen parte de of Language and Translation, Oxford,
una investigación más amplia sobre Oxford University Press.

CASTILLEJO-CUÉLLAR, A.: DE LA NOSTALGIA, LA VIOLENCIA Y LA PALABRA: TRES VIÑETAS ETNOGRÁFICAS SOBRE EL RECUERDO N ÓMADAS 19
El investigador
ante lo indecible
y lo inenarrable
(una ética de la escucha)* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 20-33

Juan Pablo Aranguren Romero**

El artículo desarrolla un análisis acerca de las cuestiones ético-metodológicas que subyacen a la investigación en
ciencias sociales en torno a situaciones límite que han degradado y atentado contra la dignidad humana. Sitúa una serie de
consideraciones teóricas en torno a la escucha, el silencio, la rememoración y la posibilidad de resignificación de los hechos
de violencia, a partir de una deconstrucción de la noción de entrevista, de una puesta en tensión de los lugares de poder que
guían el conocimiento social y del reconocimiento del lugar político del investigador.
Palabras clave: violencia, sufrimiento, ética en la investigación, lenguaje.

O artigo desenvolve uma análise sobre as questões éticas metodológicas que subjazem à pesquisa em ciências sociais
em torno de situações de limite que tem degradado e atentado contra a dignidade humana. Situa uma série de considerações
teóricas em torno da escuta, do silêncio, da rememoração e da possibilidade de resignificação dos acontecimentos de
violência, a partir de uma desconstrução da noção de entrevista, dos lugares de poder tensionados que guiam o conhecimento
social e de reconhecimento do lugar político do pesquisador.
Palavras-chaves: violência, sofrimento, ética na pesquisa, linguagem.

This article analyses the underlying ethical-methodological questions in social sciences investigation, specifically around
some extreme situations that have diminished human dignity. It states some theoretical considerations about listening, silence,
memory and the change of meaning of violence acts, starting from a deconstruction of the interview notion, a questioning to the
power positions which are leading social knowledge, and the acknowledgement of the researcher political posture.
Keywords: violence, suffering, ethics in investigation, language.

ORIGINAL RECIBIDO: 21-VII-2008 – ACEPTADO: 09-IX-2008

* El artículo hace parte de la propuesta metodológica de mi tesis doctoral:


“Inscripciones significantes de la violencia en el cuerpo: tortura, subjetivi-
dad y memoria en el contexto de violencia política en Colombia (1977 –
1985)”, la cual realizo gracias a una beca del Consejo Nacional de Investiga-
ción, Ciencia y Tecnología (Conicet).
* * Psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia e Historiador de la Uni-
versidad Javeriana. Candidato a Doctor en Ciencias Sociales de la FLACSO–
Argentina y becario del Conicet. E-mail: arangurenjuanpablo@gmail.com

20 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Introducción tiva diluida en menor o mayor grado perspectiva ética y re-descubra su
en los regímenes del discurso cien- lugar político, es decir, cuando el in-
tífico; del otro, la ruptura de las vestigador ha sido sacudido por la
Una palabra sin presencia no logra ningún condiciones de posibilidad de la com- indecibilidad de lo siniestro1 . Con-
efecto concreto ante el oyente sin rostro. prensión de hechos de degradación frontado con el silencio del “testi-
David Le Breton y muerte, la necesidad de hablar, la moniante”, enfrentado a las rupturas
urgencia de ser escuchado, la emer- de las disposiciones mismas de lo

E nfrentado al terreno
ignoto de descifrar el horror
narrable, el investigador
también empieza a ser inva-
dido por el dolor de los de-
con una suerte de valentía más. Tendrá que pensar en
y arrojo, dispuesto a entre- cómo describir con pudor y
ver el padecimiento con la dignidad los actos que han
prudente distancia de un degradado y humillado a mi-
supuesto objetivismo, de una les de personas, porque ha-
asepsia metodológica, de brá podido entrever que las
una congruencia concep- narraciones del otro, con sus
tual; curtido en la indagación silencios, sus huecos y sus
de experiencias que bordean vacíos, irrumpen también en
los límites de la humanidad, la conciencia ética de quien
de algunas franqueadas por la los escucha.
ignominia y la crueldad, y de
otras que sólo lo son en una Esta escucha que se
pequeña medida; cargado de des-centra y se re-sitúa, no
trizas de afecto, de trozos de podrá ser más una reflexión
sufrimiento, de agonías e crítica surgida de la revi-
impunidades, fragmentos de sión de la investigación
narraciones incipientes, silen- acabada, sino un punto de
cios y silenciamientos, huecos partida, una condición de
y vacíos de una memoria ca- posibilidad del encuentro
prichosa, de un lenguaje in- con el/la otro/a. Tampoco
suficiente. Enfrentado así. seguirá siendo una suerte
de “toma de conciencia”
Situar la pregunta de in- del investigador quien, tras
vestigación en torno a las un giro retórico, descubri-
formas subjetivas de reme- ría su lugar ético y político,
moración de experiencias de sino la gestión abierta y de-
dolor y sufrimiento, supone liberante de dicho lugar,
que el investigador se en- capaz de confrontar los efec-
Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), General Cruz.
frente a la fractura del len- Museo Nacional de Colombia. tos de poder y verdad de un
guaje, a la ruptura de las cientificisismo que sostiene
disposiciones del enunciado, a inten- gencia del silencio para preservar la los estatutos de lo universal a través
tos fallidos por gestionar lo indecible, intimidad o el anonimato, el hueco, de exclusiones y silenciamientos. No
a todo eso que de incomunicable tie- el vacío, el mismo dolor. La pregun- será más, el grupo de lecciones
ne el horror. Este enfrentamiento pone, ta, por lo tanto, no puede abrirse aprendidas, ni el despertar epistemo-
de un lado, al investigador con sus camino en el trasegar de una inves- lógico a una evidencia empírica.
marcos de interpretación, sus nece- tigación en ciencias sociales sin an- Será más bien un descentramiento
sidades de indagación, sus urgencias tes haberse considerado la necesidad de dicha episteme, surgido desde la
de producción académica y su narra- de que el investigador re-sitúe su base de la investigación misma, des-

ARANGUREN ROMERO, J. P.: EL INVESTIGADOR ANTE LO INDECIBLE Y LO INENARRABLE (UNA ÉTICA DE LA ESCUCHA) N ÓMADAS 21
de los postulados que sostienen el ta a situar la necesidad de recono- porque quien testimonia no puede
quehacer del investigador, condi- cer los rasgos de subjetivad del de- hacerlo en representación de los que
ción que obliga a partir desde otras venir histórico. Este “enfoque no sobrevivieron. Enfrenta, por el
metodologías. biográfico” ha dado pie a diferentes contrario, la desesperación para dar
indagaciones sobre la identidad, cuenta de ello, tal como lo narra
Intento proponer en este artículo2 que han tomado como referencia Primo Levi al hacer referencia a los
algunas consideraciones metodoló- aquellas situaciones que ponen a los hundidos y los salvados en el caso
gicas para un abordaje de situaciones individuos en situación de ruptura del exterminio judío (Levi, 2005), o
límite vinculadas con el testimonio con su mundo habitual. Sin embar- como lo expresa Catela cuando ha-
de personas que han padecido expe- go, este escenario de investigacio- bla de los ex detenidos-desapareci-
riencias de dolor y sufrimiento en con- nes sobre la identidad en situaciones dos en Argentina:
textos de violencia política. Recurro límite ha planteado que son estas
para ello, en la primera parte, a la condiciones de ruptura las que, jus- Ellos cargan sobre sus espaldas el
discusión sobre las condiciones de tamente, les impediría a las víctimas hecho de haber “sobrevivido”, es-
enunciabilidad de tales testimonios, dar cuenta de su experiencia (Pollak, tigma que moviliza ideas ambiguas
reflexionando sobre sobre la “suerte” o
la relación entre las la sospecha de “por
formas de “acceso” al algo será”. Están
pasado y los estatutos vivos para relatar
de verdad, así como aquello de lo cual
sobre los silencios y “es mejor no ha-
silenciamientos que blar”: por un lado
subyacen a estas ex- la lucha armada y
periencias. En la se- la militancia de los
gunda parte, discuto setenta, por otro,
sobre los límites que las aberraciones
traza la indecibilidad de la tortura, la
de estos hechos, en deshumanización
virtud de las fractu- de los centros clan-
ras del lenguaje y de Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), Un abanderado mal herido.
destinos de deten-
las condiciones éti- Museo Nacional de Colombia. ción, las respuestas
cas, sociales y políti- individuales ante
cas de quien testimonia y de quien 2006: 55). Los límites de posibilidad una situación límite (Catela, 2000:
escucha. Así, en la parte final pro- y de enunciabilidad estarían dados, 73-74)
pongo un esbozo para construir una por lo tanto, por esta situación de
ética de la escucha que convoque la quiebre y, en consecuencia, en los En segundo lugar, y justamente
experiencia corporal en tanto reso- diferentes enunciados y narraciones, por lo dicho hasta aquí, porque no
nancia del(os) sentido(s). testimonios escritos, biografías e his- es la selección del investigador la
torias de vida u otras situaciones en que ha de determinar quiénes se-
las que distintas personas planteen rán sus “testimoniantes”, ni la con-
Lo inenarrable su interés o necesidad de “contar su dición de investigador audaz, ni otro
historia”, el investigador se hallará tipo de características propias son
Al proponer la oralidad como ante silencios, huecos y vacíos. condiciones suficientes para el tes-
puerta de entrada a las experiencias timonio. Ello da cuenta de que el
de dolor y sufrimiento, ya sea desde Estos límites de la enuncia- enfoque del modelo cientificista,
el testimonio, o desde otra de las po- bilidad remiten al hecho de que no según el cual, sería necesario impo-
sibilidades dentro de la gama que puede haber una suerte de muestra ner un distanciamiento ante el “ob-
ofrecen las fuentes orales, la inves- representativa cuando de situacio- jeto de investigación” como si el
tigación en ciencias sociales apun- nes límite se trata. En primer lugar, investigador pudiera operar a la dis-

22 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


tancia ante hechos que, por el con- cientista social a la hora de reflexio- jetivas y sociales tanto del “testimo-
trario, suscitan todo tipo de afectos nar sobre la actividad que desarro- niante” como de su escucha.
y convocan su cercanía y su involu- lla. Esta responsabilidad será mucho
cramiento, no responde a las deman- más demandante donde el dolor y Esto plantea la necesidad de re-
das y retos de la escucha. el sufrimiento se han instalado por flexionar sobre las relaciones que
años, a través de impunidades per- cada sociedad establece con su pa-
Ahora bien, es importante con- petuas y con permanentes afrentas sado, interrogando además el lugar
trastar este lugar de cercanía e contra la dignidad humana. En esa mismo de la oralidad en dichas re-
involucramiento al que convoca la medida, es una extrañeza que no laciones (Joutard, 1999: 14). Como
escucha, con lo que supondría fa- emerge del distanciamiento en re- se sabe, ya desde el siglo XIX esta
miliarizar un pasado traumático. lación con una pretendida objetivi- relación ha estado mediada por el
Como han señalado Izquierdo y dad, sino del reconocimiento del relato “oficial” que apunta a la cons-
Cruz, las prácticas de familiarización lugar ético y político del investiga- trucción de homogeneidad y unidad
con el pasado traumático “poco con- dor, posible a través de su invo- alrededor de la historia nacional. La
tribuyen a que las víctimas se lucramiento y cercanía con la oficialidad del relato de nación y la
apoderen del horror no sólo recor- alteridad. Si la invitación de Izquier- presunción de cientificisismo que lo
dándolo sino también entendiéndo- do es a avivar el malentendido y a validaba, funcionaban en un esque-
lo” (Izquierdo, 2008: 200; Cruz, no enterrar el pasado bajo la lápida ma de valoraciones de los relatos
2005). Y es que Izquierdo invita a de una interpretación definitiva, sobre el pasado en el cuál éstos eran
la extrañeza y al distanciamiento, habrá que reconocer que esto será considerados o excluidos por ser o
no frente a la víctima, sino respecto posible, siempre y cuando se pueda no funcionales a los intereses de las
al pasado como condición para una entrever que el dolor y el sufrimien- elites decimonónicas o a las presun-
elaboración de los traumas preceden- to del otro también impactan a ciones del objetivismo historio-
tes3 , postura que va de la mano con quien lo escucha4 . gráfico. Si bien ahora, terminando
una deconstrucción tanto de la fun- la primera década del siglo XXI, los
ción de legislador del historiador, Este panorama remite así a una relatos sobre el pasado son un poco
como de la concepción de la identi- reflexión sobre las condiciones de más heterogéneos, el esquema de
dad como a-histórica: posibilidad de lo testimonial, y abre valoración perdura junto con los
la pregunta por los factores que in- anhelos de una verdad más incólu-
Concebir el pasado como un lu- tervienen en la enunciabilidad, en me, más real, más verdadera.
gar habitado por interlocutores general, y por aquellos que materia-
implica abrirse a la otredad, es lizan la disposición de las víctimas Esta lógica de valoración queda
decir, reconocer la alteridad del de hechos de situaciones límite para en evidencia en el largo trayecto de
antecesor […] Incentivar esa hablar, en particular. Tal como ha discusiones en torno a los usos de
alteridad es un primer paso para señalado Pollak, el carácter del los testimonios de víctimas de vio-
que la víctima pueda hacerse car- enunciado varía según las distintas lencia política en América Latina en
go de la dimensión temporal de formas de lo testimonial: “desde la la investigación en ciencias socia-
su identidad […] Desde esta po- exposición judicial hasta el relato de les. La discusión se expresa bien en
sición que niega la existencia de vida solicitado, pasando por la obra los avatares de la publicación en
un sujeto unificado en el tiempo o el artículo autobiográfico, o aún 1983 de la entrevista de Elizabeth
es plausible que la víctima histo- las entrevistas recabadas en el mar- Burgos Debray, Me llamo Rigoberta
rice su dolorosa experiencia y co- co de una investigación cualitativa” Menchú, las polémicas suscitadas por
mience a capturar reflexivamente (Pollak, 2006: 55) plantean escena- David Stoll (1999), quien acusara a
su pasado (Izquierdo, 2008: 204). rios de encuentro entre la disposi- Menchú de tergiversar la verdad, y
ción de la víctima a hablar y sus las revelaciones que hiciera el his-
La invitación a entablar una re- posibilidades de ser escuchado. Es toriador guatemalteco Arturo Tara-
lación de extrañeza con el pasado, así que este marco de narrabilidad cena (1999) sobre las omisiones que
supone el reconocimiento de la de las experiencias límite estaría habría efectuado Burgos Debray en
responsabilidad del historiador y del constituido por las condiciones sub- la entrevista a Menchú. Evidente-

ARANGUREN ROMERO, J. P.: EL INVESTIGADOR ANTE LO INDECIBLE Y LO INENARRABLE (UNA ÉTICA DE LA ESCUCHA) N ÓMADAS 23
mente, las polémicas sobre el testi- posibilidad de enterarse de su ocu- del discurso, articulándose, por lo
monio de Menchú han dado pie a rrencia, pero a partir del cual, sin tanto, como entramados históricos.
consideraciones de orden teórico embargo, en el “hombre común” El discurso histórico tradicional su-
sobre la verdad, de orden metodo- quedaría el recuerdo de que había pondría que, sigue White, “hay una
lógico sobre la entrevista, e incluso ocurrido algo indefinido. Al respec- diferencia crucial entre una ‘inter-
de orden ético sobre el lugar del to Friedlander considera que: pretación’ de los ‘hechos’ y un ‘rela-
entrevistador (Burgos, 2002). Sin to’ sobre los mismos, una diferencia
embargo, poco se ha ahondado so- […] por un lado, nuestras tradi- que se aprecia en la recurrencia de
bre aquello que estaría en el fondo cionales categorías de conceptua- las nociones de relato ‘real’ (opuesto
de la episteme moderna y que pon- lización y representación bien a ‘imaginario’) y relato ‘auténtico’
dría en debate el lugar de las cien- pueden ser insuficientes, y nues- (opuesto a ‘falso’)” (Ibíd., 72). En ese
cias sociales como legitimadoras de tro lenguaje mismo bien puede sentido, desde el punto de vista de
un cierto régimen de verdad. Se tra- ser problemático. Y por otro lado, White, y al reflexionar sobre el
ta, sin duda, de un punto que con- frente a estos sucesos sentimos la negacionismo del holocausto Nazi, la
voca más a una reflexión de orden necesidad de contar con algún condición para entender un relato
político sobre la gestión del conoci- relato estable; un campo infinito como inaceptable es justamente en-
miento, y que atañe a las responsa- de discursos posibles plantea la tenderlo en sus tramas de lenguaje.
bilidades del investigador como cuestión de los límites con mar-
legislador y experto (Bauman, cada severidad (Friedlander, Ello lleva a entender además
1997). 2007: 27). que “lo inaceptable” aparece como
tal en una valoración ética o moral
No se trataría ya más de seguir Sin embargo, esta necesidad de y, no necesariamente, como un pro-
sosteniendo la diferencia entre lo un relato estable opaca la posibili- blema de verdad. Así, un relato so-
verídico y lo verdadero, sino justa- dad de una crítica a las formas au- bre una experiencia límite contado
mente de la ruptura de este esque- toritarias de conocimiento sobre el en forma “cómica” puede ser empe-
ma de juzgamiento y de la supuesta pasado (y que reclaman dentro de zado a considerarse como “válido” o
autoridad que dispondría de los cri- esa estabilidad una verdad hege- ser rechazado, si el sistema de valo-
terios para calificar el grado de ver- mónica y un pasado al cual sería res morales de la sociedad en la que
dad que entraña cada testimonio. posible acceder a través de ciertos se inscribe dicho relato lo permite.
La mirada crítica a este esquema “métodos”) y niega con ello la posi- De igual forma, un relato contado
del juez supremo puede permitir que bilidad de la multiplicidad de sen- en forma solemne pero que atente
el acercamiento al testimonio de las tidos y de la interpretación 6 . Al contra la dignidad de las víctimas
víctimas sea considerado no por ser respecto, Hayden White (2007), en puede ser rechazado o validado.
la versión más fiel al pasado5 , sino la misma compilación hecha por
por la relevancia ética que plantea Friedlander, plantea algunas cues- Empero, justamente por lo dicho
su escucha. tiones que amplían la discusión. hasta aquí, es posible pensar que no
son las tramas de lenguaje subraya-
Saúl Friedlander, en la introduc- White parte de la idea de que das por White (2007) lo esencial
ción a una compilación de textos “en toda representación de fenóme- para que un relato sea “aceptable”
sobre los límites de la representación nos históricos hay una relatividad en una sociedad, sino las valoracio-
(publicada en inglés en 1992 y lue- irreductible. Dicha relatividad es nes que dicha sociedad hace sobre
go en español tan sólo hasta 2007), una función del lenguaje que se usa el relato, el lugar que ocupa el rela-
analiza el clásico y discutido texto para describir –y por ende para cons- tor y la postura ética y política que
de Lyotard (1988). Lyotard reflexio- truir– sucesos del pasado en tanto guía su actividad. Acaso se podría
na sobre el Holocausto judío como posibles objetos de explicación y de pensar que dependería en mucho,
si este hubiese sido un terremoto comprensión” (2007: 69). Arguye del poder de persuasión de cada re-
capaz de destruir todos los elemen- que, al igual que las afirmaciones lato para posicionarse en ese régi-
tos de medición, por lo que los in- objetivas, los relatos son entidades men de aceptabilidad (Aranguren,
vestigadores no habrían tenido lingüísticas y pertenecen al orden 2007); pero acaso se podría también

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suponer que no depende plenamen- plantea Lang (Ibíd.) es que sólo una lla una problemática que elabora
te de este entramado discursivo, crónica de los hechos tendría la au- un “saber decir” todo lo que el otro
sino de lo que “el relator” considera toridad para narrar este tipo de calla, y que garantiza el trabajo
que debe ser puesto en esa trama de acontecimientos, pues de lo contra- interpretativo de una ciencia (“hu-
discurso. La postura ética y política rio, se caería en los peligros de la mana”) al establecer una frontera
del constructor de ese relato, será narrativización y la relativización de que la separa de la región donde
significativa en la definición de la la narración. Sin embargo, Lang se- la espera para darse a conocer
trama y el contenido de su narra- ñala una suerte de tercera vía, e (1993: 17).
ción. La capacidad de persuasión es invocando el concepto de escritura
posterior a la elección del lugar des- intransitiva de Roland Barthés8 , pro- Ahora bien, la problematización
de donde se elige narrar –escribir– pone que el autor no escriba para de esta inteligibilidad que “sabe
esta historia. Aunque no por ello es dar acceso a algo que es indepen- decir” lo que el otro calla, es parti-
irrelevante. diente tanto del autor mismo como cularmente significativa cuando se
del lector, sino que “se escriba a sí analizan las condiciones de posibili-
Michel de Certeau, en las pri- mismo”: dad de lo narrable en torno a situa-
meras páginas de La Escritura de la ciones límite. Está vinculado con el
Historia (1993), plantea justamente En la visión tradicional se piensa hecho de que la eventualidad del
que esta escritura y esta historia –la que el escritor primero mira un enunciado testimonial acerca de la
historiografía– se construyen y se objeto con ojos ya expectantes y experiencia en torno a situaciones
sostienen en las inscripciones de un estructurados, y luego de haber límite está cargada de silencio. La
discurso de poder que hace del otro mirado, representa lo que vio en emergencia del silencio, lejos de
–lo narra como si fuera– terreno su propia escritura. Para el escrito entenderse como el olvido, conlle-
colonizado. Lo que subraya De que se escribe a sí mismo, en cam- va una forma de representación de
Certeau es, por lo tanto, el proble- bio, el hecho de escribir se vuelve lo traumático ante la insuficiencia
ma político que entraña la escritura en sí el medio del mirar o del com- de las palabras para dar cuenta de
de la historia en tanto silencia- prender, no un espejo de algo la magnitud de una situación lími-
miento, rechazo, exclusión y ficcio- autónomo, sino un acto y un com- te. Al mismo tiempo, puede ser ex-
nalización del sujeto, de su cuerpo promiso, una actividad y una ac- presión de las formas de inscripción
y de la enunciación de su palabra. ción antes que un reflejo o una de los hechos violentos, y reflejo así
descripción (cit. White, 2007: 83)9 . del poder de las intenciones delibe-
Con todo, los planteamientos de radas de los perpetradores de tales
White (2007) remiten a varios Sin embargo, las perspectivas de hechos, en cuyo caso, se podría ex-
niveles de discusión sobre la posibi- White y Lang pierden de vista lo plicar como el éxito del silen-
lidad de representatividad del Ho- que Michel de Certeau subraya con ciamiento a través de las prácticas
locausto en particular, y de las vehemencia, y es que la escritura de dolor, muerte y desaparición. En
experiencias límite en general. Así, está aunada al silenciamiento de un sentido similar a este, el silencio
White reflexiona en torno a la pos- otras formas de sentido, paradójica- puede ser el resultado de la vigen-
tura según la cual, las experiencias mente como forma de hacer enun- cia de las situaciones de violencia,
como el Holocausto son irrepresen- ciable “el mundo” del “otro”: ante lo cual entrará a reflejar mie-
tables en el lenguaje. Ello lo lleva a do y la necesidad de preservar la
analizar ampliamente los plantea- Una estructura propia de la cultu- propia vida. También, y aunado a las
mientos desarrollados por Berel ra occidental moderna se indica situaciones ya descritas, el silencio
Lang (cit. White, 2007), quien se- sin duda en este tipo de histo- será una forma de protección, ya
ñala que en lo que respecta al riografía: la inteligibilidad se esta- ante las amenazas de una violencia
genocidio, habría que contar sola- blece en relación al “otro” [sic], se vigente, ya ante la necesidad de pre-
mente los hechos, pues de lo con- desplaza (o “progresa”) al modifi- servar unas condiciones psíquicas,
trario se caería en un discurso car lo que constituye su “otro” […] morales o sociales alcanzadas a tra-
figurativo y en una estilización o A través de variantes, heteró- vés de una historia personal que se
esteticisismo del suceso 7 . Lo que nomas entre ellas […] se desarro- narra sin hacer necesariamente

ARANGUREN ROMERO, J. P.: EL INVESTIGADOR ANTE LO INDECIBLE Y LO INENARRABLE (UNA ÉTICA DE LA ESCUCHA) N ÓMADAS 25
referencia a episodios relacionados te, importante tan sólo en su forma: estás ahí, existes porque me oyes, y
con la situación límite. su presencia incesante nos recuer- yo existo porque te hablo’” (Ibíd.: 4).
da que el mundo sigue y seguirá exis-
tiendo” (Le Breton, 2006: 4). Inserta Sin embargo, la palabra también
Lo indecible en la comunicación en tanto que puede constituir un poderoso antídoto
contra el autoritarismo y la
El silencio puede cons- represión que busca imponer
tituirse como expresión de el silencio –el silenciamien-
un límite para acceder a to– de voces disidentes. Un
una supuesta necesidad del recurso ante las intenciones
investigador social que an- de los totalitarismos que res-
hela la comunicabilidad de tringen la circulación co-
sus entrevistados, justamen- lectiva de significados y
te porque parte de que el pensamientos. Es este otro
silencio es nada, vacío. silencio, el impuesto con
Evidentemente, con ello el violencia y terror, el inscrito
imperativo de comunicar con dolor y sufrimiento, el
cuestiona la legitimidad del que impone límites a lo de-
silencio, y erradica cual- cible; su emergencia es tam-
quier posibilidad de recono- bién diciente de las barreras
cer allí una interioridad. Tal impuestas a la palabra. La
imperativo presencia de este silencio
igualmente testimonia. De
no deja tiempo para la re- ahí que el silencio no sea el
flexión ni permite divagar sobrante del testimonio, el
[…] reclama urgencia, trans- vacío incómodo de la entre-
forma al individuo en un vista por llenar, sino conte-
medio de tránsito y lo despo- nido de las condiciones de
ja de todas las cualidades producción del relato.
que no responden a sus exi-
gencias […] La ideología de Tales condiciones de
la comunicación asimila el producción incluyen tan-
silencio al vacío, a un abis- to la liberación del “ruido
mo en el discurso y no com- de la comunicación mo-
prende que, en ocasiones, la derna”, la restauración de
palabra es la laguna del silen- la palabra silenciada y la
cio (Le Breton, 2006: 2). restauración del silencio
en la disposición de una
De ahí que perfecta- escucha abierta, como las
mente la palabra pueda condiciones personales
emerger una y otra vez en del testimoniante. El su-
Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900),
un ciclo monótono y repeti- Don Eloy - Proveedor del Ejército Liberal. Museo Nacional de Colombia. jeto que testimonia bien
tivo sin tener la posibilidad puede retener su palabra
de ser escuchada, asimilada y res- “ideología moderna”, se convierte en también como una forma de man-
pondida, pues ante el ruido del mun- “ratificación de las posiciones –emi- tener ciertas condiciones psíquicas
do, la palabra se torna incluso, sores y receptores– de los individuos, o morales o como una manera de
insuficiente. La palabra se convier- delimita, como si de un servicio pú- mantener el control de la inter-
te así en monotonía: “un murmullo blico se tratara, los espacios en los acción con el otro que escucha.
permanente y sin contenido relevan- que pueden sentirse seguros: ‘Tú Como bien lo expresa Le Breton,

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esta retención “concede un cierto ciencias sociales, si bien fractura las Puede entonces emerger el si-
distanciamiento a la espera del barreras de los silencios, puede ter- lencio o miles de palabras, pero am-
momento más favorable, sin tener minar recolonizado, desfigurado y bos pueden ser insignificantes por la
que exteriorizar la eventual vul- desterrado, haciendo del “recono- ausencia de oyentes, por el ruido del
nerabilidad o las propias dudas” cimiento” de las víctimas y de su mundo, por no encontrar nada que
(2006: 59). De igual manera pue- dolor “una realidad vaga, una se- autorice social y moralmente a tes-
de constituir la protesta, la timoniar. Las vibraciones de
resistencia a entrar en un la palabra del testimoniante
orden comunicacional que chocan ante la imposibili-
lo violenta, lo burla o lo dad de resonar en el otro su
humilla y, por lo tanto, es silencio tampoco hace eco
diciente de otro orden sim- en la escucha. La buena vo-
bólico 10 a través del cual luntad de la escucha, en
se gestiona lo indecible. todo caso, no es suficiente
para hacer inteligible lo ini-
Indudablemente, el lu- maginable: “El silencio en-
gar del otro que escucha se sordecedor que rodea el
torna determinante para escenario del suceso y su
comprender lo que el silen- memoria supone una con-
cio estaría expresando: bien frontación con lo indecible,
puede dar cuenta de la im- con la retorsión de la pala-
posibilidad del testimo - bra, que se va diluyendo en
niante de encontrar en ese un silencio que no es más
otro un interlocutor válido que la forma extrema del
para su narración, o bien grito” (Le Breton, 2006: 82).
puede reflejar la resisten-
cia a ser usado en la extrac- Si las condiciones que
11
ción de historias de vida, hacen posible el sentido han
de relatos de dolor y sufri- sido destruidas por lo que
miento para beneplácito supone esta experiencia lí-
del recolector y para la mite, es decir, si justamen-
construcción de un saber12 . te por ser una experiencia
En un escenario donde pre- que traspasa los límites de
domina esta perversa lógi- la comprensión, se fracturan
ca de la sustracción, pero las posibilidades de lo narra-
donde a la vez existe una ble y la viabilidad de una
necesidad de la palabra, se lengua inteligible, no emer-
crea, como bien retrata gerá otra cosa sino “el abis-
Castillejo para el caso de mo insondable que compele
Suráfrica, “una profunda al hombre al mutismo ante
ironía y una tragedia: la de Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), Una trinchera
tal cantidad de horror”
querer hablar para sanar y tomada - Bucaramanga. Museo Nacional de Colombia. (Ibíd.: 82), es decir, el vacío.
al mismo tiempo evitarlo, la Ya Blanchot (1969) había he-
de querer ser reconocido mante- rie de dispositivos inventados por el cho referencia al hecho de que, dado
niéndose en la invisibilidad” (2005: experto para legitimarse, en la cual que en este tipo de casos lo único que
55). En este tipo de casos, poco aje- las voces de los sobrevivientes –a entra en el marco de la narrabilidad
nos a las situaciones latinoamericanas, menudo fuera de contexto– llenan es del orden de lo incomprensible, es-
el testimonio que se “recolecta” co- los ‘vacíos’ dejados en sus textos” tas experiencias sólo pueden ser cap-
mo parte de la investigación en (Ibíd.: 55). tadas en su indecibilidad.

ARANGUREN ROMERO, J. P.: EL INVESTIGADOR ANTE LO INDECIBLE Y LO INENARRABLE (UNA ÉTICA DE LA ESCUCHA) N ÓMADAS 27
Gabriel Gatti, poniendo en ten- Gatti opta por recurrir entonces análisis: “ah, ya entiendo” 13 . Esta
sión la posibilidad de captar el sen- a la noción de vacío: “algo que es puesta en cuestionamiento de la in-
tido de la desaparición forzada de pero no se puede ver, algo que exis- teligibilidad, convoca a la emergen-
personas y analizando lo que impli- te, en donde hay cosas, pero cosas cia de una ética de la escucha que
caría pensar en que esta captación que siempre escapan del estatuto que deja de enfrentarse a lo indecible y
de sentido fuera atribuida al lugar le damos a las cosas y que siempre lo siniestro, explorando a tientas una
del “ex detenido- desaparecido” escapan de los instrumentos que in- oscuridad que se iluminaría de pron-
como una forma de hacer visible lo ventamos para pensar las cosas. Un to con una nueva representación,
invisible, señala que en esa atribu- espacio habitable; pero a todas lu- con un nuevo juego de lenguaje, y
ción de sentido al no-sentido, el ces irrepresentable” (Ibíd.: 31). Este más bien se pone ante el otro, ante
rasgo distintivo de la experiencia lí- lugar del vacío, existe pero es su dolor, reconociendo los límites de
mite –su no sentido– se pierde: irrepresentable; no es la inexisten- lo inteligible. Invadido en su con-
cia de sentidos, sino “la existencia ciencia ética, podrá situar la impo-
Si los subalternos se centran; si los de cosas que rehúyen del sentido” sibilidad de hacer comprensible
balbucientes empiezan a hablar (Ibíd.: 32). El lugar del vacío invoca tanto dolor y muerte. La inconmen-
claro; si los deslenguados hablan no la imposibilidad de narrar, sino surabilidad será la puerta de entra-
en lenguas oficiales; si los dese- la posibilidad de dar cuenta de la da de su análisis, el conjuro contra
xiliados o los insiliados se hacen incomunicabilidad. Las palabras sólo el olvido. Es, con ello, también la
ciudadanos o, en fin, si las tensio- podrán dar cuenta del borde, del lí- dirección para dejar de enfrentar al
nes que rodean a la figura del mite; una frontera que puede ser testimoniante a la reiteración del pa-
detenido-desaparecido se resuel- transitada pero no traspasada por lo decimiento ante el fracaso del len-
ven, estas peculiares y (desde el narrable, que bordea las costas de guaje; es, por lo tanto, otro diálogo,
punto de vista sociológico) mons- ese inaprehensible mar de horrores sostenido en otras formas de pregun-
truosas entidades serán, es cierto, y de lugares imposibles. Tendrán tar e incluso en otros contenidos del
más fácilmente entendidas, pero, que ser dicientes de esa imposibili- interrogante: nuevas pausas para el
también lo es, serán entendidas dad, porque no hay una inteligibili- silencio, nuevo lugar para abrir ca-
con menos rigor: dejarán de ser lo dad capaz de dar sentido al horror, mino al vacío.
que son (Gatti, 2006: 31). no hay palabras con tal “virulencia
expresiva”: “Hasta las palabras más Con todo, tal como hemos dicho,
En ese sentido, Gatti plantea duras no alcanzan esos límites, ex- el silencio no es, estrictamente, va-
que, si bien hacer visible lo invisi- presan una realidad a la medida del cío, nada. El silencio también es la
ble es un acto de “justicia política”, hombre, en los confines de su en- respiración entre las palabras, la con-
no será tanto de “justicia episté- tendimiento” (Le Breton, 2006: 83). dición de posibilidad de entablar un
mica”, pues vínculo comunicativo, la apertura
Al dar cuenta de esta “catástrofe momentánea de una mirilla que per-
lleva el fenómeno más allá –o lo lingüística”, en consonancia con los mite entrever la indecibilidad. El
deja más acá– de la lógica que le planteamientos de Gatti, el testimo- silencio, de tal forma, es como el lap-
corresponde; visibiliza lo que no nio no estaría renunciando a su uti- sus del lenguaje, la emergencia de
puede serlo. Al eliminar de la fi- lidad jurídica, política y social. Al una pequeña ventana al inconscien-
gura del detenido-desaparecido contrario, justamente por ello, por te (Nasio, 1996). Pero en este caso,
uno de sus datos característicos – su vacilación y su límite, sería ex- emergencia del intersticio, límite de
las tensiones que introduce en la presivo de la fuerza misma del he- la palabra y, a su vez, condición de
representación– no sólo se los con- cho violento, reflejo de la magnitud posibilidad de lo narrable. Un enun-
vierte en otra cosa, sino que, y de una ruptura efectuada en el te- ciado que “nace del silencio inte-
sobre todo, se obvia que en esa rreno mismo de lo representable; rior del individuo, de su diálogo
tensión, en esa pelea con los dis- puesta en cuestión de la razón, pues- permanente consigo mismo” (Le
positivos hechos para representar ta en evidencia de la incapacidad Breton, 2006: 7), completado por los
las cosas, está buena parte de su para que el otro en su escucha pue- ritmos del intercambio conversa-
naturaleza (Ibíd.: 31). da proferir desde la atalaya de su cional, “la voz, las miradas, los gestos

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y la distancia que se mantiene con incorporados en el proceso de inves- suena para intentar hacer enun-
el otro también contribuyen al fluir tigación mismo” (Jelin y Kaufman, ciables los límites de lo decible.
de los significados” (Ibíd.: 14). 2006: 187).
Jelin y Kaufman dan cuenta de
La necesidad de una ética de Una incorporación tal, como se ello cuando señalan que el grupo de
la escucha no es pues un punto ha señalado hasta aquí, supone una investigadores, ya desde el inicio de
menor en este escenario. Es real- reflexión sobre las dinámicas –las su trabajo, empezaban a entrever el
mente el punto de partida “reto” de “cómo describir y
de una propuesta de inves- transmitir el sufrimiento,
tigación que persigue refle- cómo reconocerlo y hacerlo
xionar sobre las experiencias visible, tratando de transfor-
subjetivas en torno a situa- mar algo de lo ‘indecible’ en
ciones límite. Esta ética re- palabras y sentidos” (Ibíd.:
sitúa los lugares comunes de 187). Entre las opciones y
las entrevistas y abre la re- reflexiones que propone el
flexión sobre la necesidad de grupo liderado por Jelin, se
decolonizar epistémica y considera la observación, el
metodológicamente14 el “tra- análisis y la narración en
bajo de campo”. primera persona, como una
forma de incluir la subjeti-
vidad del investigador.
Ante la escucha
de sí o de la Con lo dicho en este tex-
resonancia de to, hablar de una inclusión de
(los) sentido(s) la subjetividad del investi-
gador connota de por sí una
En la reflexión que brin- cierta contradicción, o aca-
dan Elizabeth Jelin y Susa- so una cierta imposibilidad,
na Kaufman acerca del ya que esta no puede ser
trabajo realizado en el mar- excluida o desprendida de
co del proyecto de investi- todo el proceso de investi-
gación “Memorias de la gación, por lo que, realmen-
represión”, en relación con te, no habría nada que
la forma en que se involucra incluir. Sin embargo, a lo
el lugar de la subjetividad que hacen referencia Jelin
de los investigadores que y Kaufman –y de por sí este
participaron en el proyecto texto– es a la propuesta ante
sobre la memoria en escena- dicha imposibilidad de estar
rios de terrorismo de Esta- fuera o en frente del otro
do, las autoras subrayan que cuando de situaciones lími-
Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), El morretón donde
frente a temas como la re- hospedó el B. Bogotá. Museo Nacional de Colombia.
te se trata (y tal vez también
presión y la violencia políti- en todas las situaciones), de
ca, las pérdidas y las experiencias posibilidades y los límites– del profundizar en la reflexión sobre el
dolorosas, esta “subjetividad” no involucramiento. El sujeto ante la lugar que esta subjetividad juega
puede ser omitida: “Estamos en pre- escucha, también queda expuesto en allí. Y no sólo entendiendo dicho
sencia de investigaciones ancladas ese encuentro con el otro, algo de sí lugar como el memorial de las
en el compromiso político y afectivo se ofrece para entablar ese diálogo metodologías y los conceptos emplea-
[…] Los sentimientos, los límites per- y, en la palabra o en el silencio de dos, sino también como la reflexión
sonales y la involucración debían ser quien testimonia, su propio ser re- sobre los afectos involucrados, sobre

ARANGUREN ROMERO, J. P.: EL INVESTIGADOR ANTE LO INDECIBLE Y LO INENARRABLE (UNA ÉTICA DE LA ESCUCHA) N ÓMADAS 29
las posturas éticas y políticas que cia es, como la aisthesis de Aristóteles, nancia de una remisión” (Ibíd.: 30).
guían las reflexiones del investiga- un sentirse sentir: Estar a la escucha es una “presen-
dor, sobre el lugar de poder que lo cia de sí”, no en tanto que acceso al
constituye como “legislador”, “exper- Un sujeto se siente: esa es su pro- sí mismo, sino como la realidad de
to” o “traductor”. Y sobre todo, so- piedad y su definición. Es decir ese acceso, “una realidad, por lo tan-
bre la reflexión crítica que pueda que se oye, se ve, se toca, se gus- to, indisociablemente ‘mía’ y ‘otra’,
hacer en relación con todo lo ante- ta, etc., y se piensa o se represen- ‘singular’ y ‘plural’, así como ‘mate-
rior, considerando los límites y limi- ta, se acerca y se aleja de sí, y de rial’ y ‘espiritual’ y ‘significante’ y
taciones que trazan los significantes tal modo, siempre se siente sentir ‘asignificante’” (Ibíd.: 31).
que, como lugares comunes, se ins- un “sí mismo” que se escapa o se
criben y se escriben a lo largo de parapeta, así como resuena en
informes de investigación o artícu- otra parte al igual que en sí, en Conclusiones
los académicos.
Escuchar supo-
La considera- ne, en consecuen-
ción de estas fronte- cia, ingresar a una
ras implica entonces suerte de espacio
que el investigador, del otro y al mismo
ante la escucha, tiempo ser invadido
descubra que no es y penetrado, abier-
posible decirlo todo to, por dicho espa-
de sí mismo, ni sa- cio. El silencio 15
ber todo del otro, hace de sí una vi-
que hay una intimi- bración y una reso-
dad que se reclama nancia, y dispone
siempre. Secretos, la posibilidad de la
dignidades y memo- invasión y la aper-
Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), Cadáver de un revolucionario en la trocha
rias que no son “co- de Ocaña - Bon “Libres de Ocaña”. Museo Nacional de Colombia. tura, como en el
municadas” por la encuentro de un
necesidad de ofrecer la posibilidad un mundo y en otro (Nancy, diapasón ante otro. La resonancia
de un mundo distinto al que vemos. 2007: 24). de (los) sentido(s), cuando se está
El sujeto ante la escucha, descubre a la escucha, es la del propio
en la resonancia de su(s) sentido(s) De ahí que, y siguiendo con cuerpo (los sentidos) ante la vibra-
–en su cuerpo y su comprensión– los Nancy, estar a la escucha sea siem- ción de otro cuerpo, y el del senti-
límites de lo inteligible. No sólo en pre estar tendido hacia un acceso do de sí ante la vibración del otro
el relato del otro, sino en eso que al sí mismo o en él. Lo que resuena, (el sentido).
en sí resuena para sí como doloroso en este sí mismo, es también un sen-
y sufriente o como intimidad y se- tido en relación con el cuerpo que Una ética de la escucha podrá
creto, o como silenciamiento impune. vibra y en relación con el régimen erigirse en el reconocimiento de una
de lo inteligible. En esta última resonancia tal; condición de posibi-
Esta puesta en resonancia, acaso acepción –la del sentido como lo in- lidad para empezar a pensar en el(los)
emerja del lado de la escucha como teligible– es también necesario re- sentido(s) de la escucha y en la for-
preferible a la puesta en evidencia que conocer su resonancia; su marco de ma en la que el otro también vibra y
emerge en la mirada (la clínica, la posibilidad viene dado por el reso- resuena en mí16 . Es pues, una puesta
científica, la colonial), aunque “cada nar de sí en el otro. Sin embargo, el en vibración de todo el cuerpo, de
uno de esos lados también toca al otro “sí mismo” (el del otro y el de sí) no todo(s) (los) sentido(s) y, por lo tan-
y, al tocar, pone en juego todo el régi- es algo “disponible (sustancial y sub- to, una posibilidad de reclamar para
men de los sentidos” (Nancy, 2007: sistente) en el que se pueda estar esos momentos en los que se está ante
13). Es así que el sentir de la resonan- ‘presente’, sino justamente la reso- la escucha, una experiencia que

30 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


pone en cuestionamiento nuestra finales. Al profesor Grosso y a los/as com- pasa por alto que Barthes la empleó para
pañeros/as del seminario les hago extensi- caracterizar las diferencias entre el esti-
propia corporeidad. vo este agradecimiento. lo dominante de la escritura modernista
y el estilo del realismo clásico, de allí
3 En relación con este tema ver el intere- que White plantee que las falencias que
Esta ética de la escucha se sitúa sante trabajo de Beatriz Sarlo (2005). se encuentran al intentar analizar la re-
también como una postura delibe- presentación de experiencias límite
4 Nathan Wachtel, al comentar un libro
rante y crítica frente a un cienti- de una escritora francesa que recolecta como el Holocausto, son el producto de
ficismo que ha colocado al cuerpo relatos autobiográficos de mujeres y hom- “una concepción del discurso demasia-
en el silenciamiento, y que opera en bres que durante su infancia habían per- do apegada a un realismo que resulta
dido a sus padres en los campos de exter- inadecuado para representar sucesos que
la narración y en la escritura de la minio, se pregunta “Un libro escrito con son en sí de carácter ‘modernistas’ como
historia. Entra en tensión con la lágrimas que sólo se puede leer a través el Holocausto” (2007: 86) Evidente-
entrevista, pues descentra el en- de las lágrimas, ¿es un libro de historia? mente, con ello White omite dar res-
¿Lo vivido, lo puro y trágico vivido, se puesta al debate sobre los límites de la
cuentro con el otro del ver y el de- puede (y se debe) conceptualizar?” representación.
cir, para situarse en una experiencia (Wachtel, citado por Joutard, 1999: 10 El lugar de lo simbólico y su imposibili-
corporal, ya como una semiología 184). Philipe Joutard comenta a Wachtel dad de ser gestionado, es desarrollado,
práctica (Grosso, 2007), ya como el y señala que dicho libro “nos propone para el caso Colombiano, por María Vic-
una lección de método: por medio de la toria Uribe (2004), en especial en el ca-
retorno de lo rechazado, “de todo encuesta oral, hace comprender un fe- pítulo: “Las masacres como síntoma so-
aquello que en un momento dado nómeno que ciertamente conocíamos, cial”. De igual manera, pero en relación
se ha convertido en impensable para pero que ningún documento escrito per- con el arraigo del dolor en el terreno sim-
mitía hasta el presente analizar: el trau- bólico y la consecuente potencia de la
que una nueva identidad pueda ser matismo infligido a una generación e in- acción simbólica en el “debilitamiento”
pensable” (De Certeau, 1993:18). cluso a varias generaciones”, y agrega que del dolor, es trabajado por Le Breton
“ninguna historia de vida puede ser leída (1999: 90).
como un simple libro de historia”
Las reflexiones sobre las condi- (Joutard, 1999: 184) 11 Al respecto, es importante considerar los
ciones de posibilidad de la escucha planteamientos desarrollados por Alejan-
5 Tal como subraya Joutard, el desinterés dro Castillejo en relación con el papel
en resonancia, han sido puestas en en la historización de las memorias se del antropólogo cuando se enfrenta al
consideración en este texto como mueve en la misma lógica que la de aque- silencio y al dolor de los demás. Las re-
significativas para una entrada a las llos que niegan las torturas, las desapari- flexiones de Castillejo, desarrolladas en
ciones y los genocidios (1999: 10). Al el marco de su experiencia de trabajo en
investigaciones que abordan expe- respecto, Lyotard también dirá que una Suráfrica, apuntan a señalar la necesidad
riencias en situaciones límite. Estas búsqueda de totalidad y consenso al esti- de reflexionar éticamente sobre el lugar
reflexiones no pueden ser más las lo de una verdad termina siendo el fun- que ocupa como académico en este esce-
damento mismo de los emprendimientos nario y sobre las prácticas extractivas de
evaluaciones de una investigación fascistas (Lyotard, 1988). voces, historias y testimonios que han
acabada, sino los cuestionamientos enmarcado el escenario contemporáneo
6 En ese sentido, es interesante analizar la
que surgen en el punto de partida posición de Jenkins quien señala que lo surafricano. La propuesta de Castillejo
de ésta. que en último extremo determina la in- apunta a una ética de la colaboración
(Castillejo, 2005: 55). Ludmila da Silva
terpretación va más allá del método y la
Catela, por su parte, recuerda la impor-
evidencia, y descansa en la ideología
tancia de “devolver” el relato de las en-
(Jenkins, 1991).
trevistas a los entrevistados (Catela,
7 Sontag, reflexionando sobre la fotogra- 2004).
Citas fía de hechos de violencia, subraya como
12 Bien lo señala Michel de Certeau: “En
ésta ofrece señales encontradas, pues dice
Occidente, el grupo (o el individuo) se
1 Sobre lo siniestro puede analizarse el con- a un tiempo: “Paremos esto, nos insta.
da autoridad con lo que excluye (en esto
cepto de haecceidad abordado por Deleuze Pero también exclama: ¡Qué espectácu-
consiste la creación de un lugar propio)
y Guattari (2000). lo!” (2003: 90).
y encuentra su seguridad en las confesio-
2 Agradezco los valiosos comentarios de Elsa 8 Barthes ofrece una tercera posibilidad nes que obtiene de los dominados (cons-
Blair y Ludmila da Silva Catela, así como frente a las voces activa y pasiva: la voz tituyendo así el saber de otro o sobre otro,
las recomendaciones de lecturas de Gabriel media del griego antiguo: mientras que o sea la ciencia humana)” (1993: 19).
Gatti y Pablo de Marinis. Las discusiones en la voz activa y la pasiva se supone que
13 Algo similar es señalado por Sontag en
teóricas surgidas en el seminario “Semio- el sujeto del verbo es externo a la acción,
relación con la fotografía cuando dice:
praxis y discurso de los cuerpos: moderni- ya sea como actuante o como objeto de
“Las fotografías objetivan: convierten un
dad social, relaciones interculturales y po- la acción, en la voz media se supone que
hecho o una persona en algo que puede
líticas del conocimiento” de la Facultad de es interno a la acción (Barthes, cit. White,
ser poseído. Y las fotografías son un gé-
Filosofía y Letras de la Universidad de Bue- 2007: 84)
nero de alquimia, por cuanto se las valo-
nos Aires, dictado por José Luis Grosso, 9 La lectura que Lang hace de la escritura ra como relato transparente de la reali-
fueron de gran ayuda para las reflexiones intransitiva, como bien recuerda White, dad” (2003: 94).

ARANGUREN ROMERO, J. P.: EL INVESTIGADOR ANTE LO INDECIBLE Y LO INENARRABLE (UNA ÉTICA DE LA ESCUCHA) N ÓMADAS 31
14 En ese sentido vale la pena reflexionar lismo global”, ponencia presentada en las GATTI, Gabriel, 2006, “Las narrativas del
sobre los planteamientos de Susan Jornadas internacionales biopolíticas des- detenido-desaparecido (o de los pro-
Sontag en relación con la fotografía que pués de Foucault, Buenos Aires, Univer- blemas de la representación ante las
expone y ofrece el dolor de los demás. Al sidad Nacional de San Martín/Centro catástrofes sociales)”, en: CONfines de
respecto dice: “la exhibición fotográfica Franco Argentino de Altos Estudios. Relaciones Internacionales y Ciencia Po-
de las crueldades infligidas a los indivi- lítica, Monterrey, Tecnológico de Mon-
BAUMAN, Zigmunt, 1997, Legisladores e in- terrey - Departamento de Relaciones In-
duos de piel más oscura en países exóti-
térpretes, Buenos Aires, Universidad Na- ternacionales y Ciencia Política, Vol. 2,
cos continúa con esta ofrenda, olvidan-
cional de Quilmes. No. 4, agosto-diciembre, pp. 27-38.
do las consideraciones que nos disuaden
de semejante presentación de nuestras BLANCHOT, Maurice, 1969, L’entretien GROSSO, José, 2007, “El revés de la trama.
propias víctimas de la violencia; pues al infini, París, Gallimard. Cuerpos, semiopraxis e interculturalidad
otro, incluso cuando no es un enemigo,
BURGOS, Elizabeth, 1983, Me llamo Rigo- en contextos poscoloniales”, en: Arqueo-
se le tiene por alguien que ha de ser vis- logía Suramericana/Arqueologia Sul-Ame-
to, no alguien (como nosotros) que tam- berta Menchú, La Habana, Casa de las
Américas. ricana, Popayán y Catamarca, Universi-
bién ve” (Sontag, 2003: 86) Ello va en dad del Cauca - Departamento de An-
consonancia con lo que hemos reseñado ________, 2002, “Memoria, transmisión tropología y Universidad Nacional de
de Castillejo (2005) para el caso e imagen del cuerpo”, en: Nuevo Mun- Catamarca - Doctorado en Ciencias So-
surafricano. do Mundos nuevos, No. 2, disponible ciales, Vol. 3, No. 2, 184-212.
15 El silencio para Nancy, se entiende no en: <http://nuevomundo.revues.org/
document537.html>. IZQUIERDO, Jesús, 2008, “La memoria del
sólo como una privación, sino como una historiador y los olvidos de la historia”,
disposición de resonancia: “un poco –y CASTILLEJO, Alejandro, 2005, “Las textu- en: Jesús Izquierdo y Pablo Sánchez
hasta exactamente– como cuando, en ras del silencio: violencia, memoria y los (eds.), El fin de los historiadores. Pensar
una condición de silencio perfecto, uno límites del quehacer antropológico”, en: históricamente en el siglo XXI, Madrid,
oye resonar su propio cuerpo, su aliento, Empiria. Revista de Metodología de Cien- Siglo XXI, pp. 179-208.
su corazón y toda su caverna retumban- cias Sociales, Madrid, Universidad Na-
te” (Nancy, 2007: 46). En un sentido cional de Educación a Distancia - Facul- JELIN, Elizabeth y Susana Kaufman, 2006,
similar, ver: Agamben (2003). El mismo tad de Ciencias Políticas y Sociología, “Diálogos intergeneracionales en un gru-
Agamben proclama como problema po- Departamento de Sociología, No. 9, ene- po de investigación sobre memorias: al-
lítico esencial, cómo es que se hace posi- ro-junio, pp. 39-59. gunas reflexiones”, en: Elizabeth Jelin y
ble cierto hablante, cómo es que éste lle- Susana Kaufman (comps.), Subjetividad
ga a emerger bajo los imperativos norma- CATELA, Ludmila, 2000, “De eso no se ha- y figuras de la memoria, Buenos Aires y
tivos de un Otro que está en constante bla. Cuestiones metodológicas sobre los Nueva York, Siglo XXI/Editora Ibero-
cambio, según el devenir histórico. límites y el silencio en entrevistas a fami- americana/Social Science Research
Agamben considera que el testimonio liares de desaparecidos políticos”, en: Council, pp. 183-197.
puede ser pensado entonces por sus efec- Historia, Antropología y Fuentes Orales,
Barcelona, Departamento de Historia JENKINS, Keith, 1991, Re-thinking History,
tos políticos en virtud de la relación con Londres, Nueva York, Routledge.
ese Otro. El testimonio será pensado Contemporánea de la Universidad de
como el “sistema de las relaciones entre Barcelona, Arxiu Històric de la Ciutat de JOUTARD, Philippe, 1999, Esas voces que
el dentro y el fuera de la langue, entre lo Barcelona y Universidad de Granada, nos llegan del pasado, Buenos Aires, Fon-
decible y lo no decible en toda lengua; o Vol. 2, No. 24, pp. 69-75. do de Cultura Económica de Argentina.
sea, entre una potencia de decir y su exis- ________, 2004, “Conocer el silencio. En- LA CAPRA, Dominick, 2007, “Represen-
tencia, entre una posibilidad y una im- trevistas y estrategias de conocimiento tar el Holocausto, reflexiones sobre el
posibilidad de decir” (2000: 151-152). de situaciones límite”, en: Oficios Terres- debate de los historiadores”, en:
16 Al respecto, es interesante confrontar al- tres, La Plata, Universidad Nacional de Friedlander, Saúl (comp.), En torno a
gunos de los planeamientos de La Capra la Plata - Facultad de Periodismo y Co- los límites de la representación, Buenos
(2007) en relación con el concepto de municación Social, Vol. X, Nos. 15-16. Aires, Universidad Nacional de Quilmes,
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32 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


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ARANGUREN ROMERO, J. P.: EL INVESTIGADOR ANTE LO INDECIBLE Y LO INENARRABLE (UNA ÉTICA DE LA ESCUCHA) N ÓMADAS 33
Etnografía y crisis:
algunos debates y una
práctica de investigación
en contextos de violencia* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 34-49

Sandro Jiménez-Ocampo**
Este artículo presenta un revisión cruzada entre el debate contemporáneo sobre la guerra y la violencia en tanto objetos de
investigación empírica y una práctica particular que se ha apoyado en la etnografía para abordar escenarios de crisis, específicamente
los relacionados con el trabajo con víctimas de la violencia en Colombia y con el seguimiento a la respuesta del Estado desde sus
mecanismos de intervención política de la guerra en este país. El texto parte de una contextualización de la violencia política en
tanto campo de saber y poder, para luego adentrarse en un diálogo cruzado entre las apuestas éticas y metodológicas en diversos
enfoques y mis conjeturas frente a los retos identificados desde mi propia experiencia de investigación.
Palabras clave: guerras contemporáneas, violencia política, etnografía de la crisis, antropología política.

Este artigo apresenta uma revisão entre o debate contemporâneo sobre a guerra e a violência em tantos objetos de
pesquisa empírica e uma prática particular que se apoia na etnografia para abordar cenários de crise, especificamente os
relacionados com o trabalho com vítimas da violência na Colômbia e com o surgimento à resposta do Estado desde seus
mecanismos de intervenção política da guerra neste país. O texto parte de uma contextualização da violência política tanto
no campo do saber e poder, para logo adiantar-se no diálogo entre as apostas éticas e metodológicas em diversos enfoques
e as conjeturas do autor frente aos retos identificados desde sua própria experiência de investigação.
Palavras-chaves: guerras contemporâneas, violência política, etnografia da crise, antropológica política.

This article presents a review between the contemporary debate about war and violence as an empirical research
topics, and a research practice which have use the ethnography in crisis environments, specifically those related with victims
of political violence in Colombia and the monitoring of state responses in terms of its political management of war. The text
starts with a conceptualization of political violence as a knowledge-power field to get in a crossed dialogue between the
ethical and methodological proposals in diverse approaches and the author’s conjectures about the challenges identified
during his own research experience.
Keywords: contemporary wars, political violence, crisis ethnography, political anthropology.

ORIGINAL RECIBIDO: 22-IX-2008 – ACEPTADO: 02-X-2008

* Las reflexiones y el trabajo académico que soportan este texto son una com-
binación del trabajo empírico en varias investigaciones sobre la gestión del
conflicto armado en Colombia y en el desarrollo de mi disertación doctoral
para la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.
* * Candidato a Doctor en Ciencias Sociales, opción Estudios Políticos, de la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Ecuador. Docen-
te/investigador del Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos, IESCO -
Universidad Central. E-mail: sjimenezo@ucentral.edu.co

34 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Preámbulo nalidad desde mi propia experien- cia y las tensiones en la construc-
cia de investigación (meta-texto). ción de una red conceptual y la
Es importante aclarar al lector Este último estará marcado como capacidad o incapacidad de mi
que las reflexiones aquí recogidas las “enlace” y con estilo “itálico” en dis- experiencia de investigación concre-
realizo desde una condición de tintos lugares dentro de la secuen- ta para conectar el trabajo etnográ-
enunciación del tipo insider/out- cia discursiva del documento. fico cercano y comprensivo con
sider, pues si bien mi trabajo no debates más globales y generales
puede asumirse como una voz en las ciencias sociales.
de la antropología, ya que no
soy antropólogo (outsider), sí es
claro que gracias a varios años Contexto
de trabajo sistemático con del debate
fuerte influencia etnográfica
(insider) asumo esta entrada Después de ciento
metodológica como parte del cincuenta años de teo-
patrimonio general de las rización e investigación
ciencias sociales y no sólo de sobre la guerra (Balibar,
aquella que se constituyó 2006), este campo de sa-
como nicho original y natu- ber pareciera haberse con-
ral para el trabajo etnográ- solidado como una especie
fico, la antropología. de “lugar común” no sólo
en el mundo de la reflexión
Otra precisión es la de teórica, sino en el ámbito
una delimitación que pone de la acción política. A pe-
distancia de aquella visión sar de la normalización que
que simplifica la lectura de un horizonte de tiempo tan
los procesos de la guerra y significativo supone, al lado
la paz como simples trán- de la abundante historia de
sitos por el reformismo ins- experiencias de guerra, nos
titucional en el marco del encontramos en un momen-
discurso de la paz como to revelador en términos de
“bien supremo” y del de- los alcances y las limitaciones
recho internacional hu- de las redes conceptuales has-
manitario como “fuente ta ahora usadas para dar cuen-
única de legitimación”, ta de uno de los fenómenos
para ir más allá y obser- que mayor atención acarrea en
var la historicidad en nuestra historia.
que ocurren tales acon-
Peregrino Rive
tecimientos, así como ra Ar
El habilitado de ce: Recuerdos de campaña
Después del fin de la Segun-
l Bon “Libres de (1900), Hacien
las formas de apropia- Ocaña”. Museo
Nacional de Co
do el vale. da Guerra Mundial y la creación
lombia.
ción/resistencia que tales discursos del sistema internacional de na-
generan. ciones para el sostenimiento de
Finalmente, si bien en este artí- la paz, que hoy conocemos como Na-
La forma narrativa del texto se culo se presenta un recorrido biblio- ciones Unidas, dos temas en las
plantea desde una presentación do- gráfico importante, este no pretende agendas de seguridad mundial han
ble entre un texto y un meta-texto, ser exhaustivo, pues no se trata de ocupado la atención de esta organi-
en donde se podrá apreciar el lugar inscribir el trabajo como un “estado zación: la primera fue la contención
del debate de los temas planteados del arte”, sino como una apuesta re- de conflictos o la intervención so-
(texto) al tiempo que la posicio- flexiva para mostrar la convergen- bre los mismos durante el período de

JIMÉNEZ-OCAMPO, S.: ETNOGRAFÍA Y CRISIS: ALGUNOS DEBATES Y UNA PRÁCTICA DE INVESTIGACIÓN EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA N ÓMADAS 35
la guerra fría; y en segundo lugar, asistencia y protección de víctimas Latinoamérica y África. Para nues-
las gestiones humanitarias para aten- sobrevivientes, refugiados y despla- tra región sobresalen los casos de El
der la proliferación de conflictos ar- zados internos), y por otro, los me- Salvador (entre 1980 y 1992), Gua-
mados internos, en adelante CAI, canismos de justicia transicional temala (entre 1960 y 1996), Perú
desde finales de los años ochenta (que definen los caminos legitima- (entre 1980 y 2000) y Colombia (con-
hasta nuestros días. dos internacionalmente para las flicto vigente y el de más larga
transiciones del conflicto hacia el duración de la historia contempo-
De esta manera, los CAI se con- post-conflicto). ránea). Todos ellos unidos por la pro-
virtieron en la razón permanente fundidad de los daños asociados con
para que la comunidad de naciones, Estos dos sub-campos, muchos la confrontación y por la compleji-
y las agencias especializadas para tal de los cuales se articulan alrededor dad para el abordaje de salidas
fin, realizaran permanentes llamados de casos históricos y sociedades ob- sostenibles hacia procesos de paz de
para aminorar los daños, mediar o jetos de la intervención (casi todos estirpe social.
apoyar en la resolución de este tipo geopolíticamente clasificados como
de confrontaciones que generalmen- del Tercer Mundo, con excepción de Cada uno de estos casos ha sido
te son catalogadas como “emergen- la experiencia de los Balcanes), objeto de aplicación de los distintos
cias complejas”. De hecho, las entran y salen del horizonte de visi- mecanismos de intervención de con-
Naciones Unidas, para el período de bilidad de la comunidad internacio- flictos, disponibles para su época, en
tiempo de referencia, han tenido nal, tanto por lo hecho como por lo tal sentido, es claro que no son
que realizar sesenta y cuatro llama- dejado de hacer. Con lo hecho hago equiparables entre sí, pues las
mientos para recaudar 11.000 millo- referencia al tipo de mecanismos de especificidades de los actores en con-
nes de dólares para programas de intervención humanitaria desplega- tienda y el tipo de víctimas no son
socorro, y han obtenido 7.000 millo- dos o el nivel de profundidad en la irreductibles a una categoría común;
nes (Fisas, 2004: 65). aplicación de los dispositivos para pero lo que sí ha sido punto de en-
dar cuenta de la verdad, la justicia cuentro, es que cada uno fue lugar
En este sentido, este tipo de fe- y la reparación durante las transi- de experimentación de los disposi-
nómenos se han convertido en un ciones; y con lo dejado de hacer, tra- tivos de intervención humanitaria y
campo de conocimiento especializa- to de señalar los debates sobre la de los procesos de negociación del
do y en un ámbito de intervención intervención tardía o incompleta conflicto bajo la perspectiva de la
política altamente institucionalizado, respecto a los estándares del dere- justicia transicional. De hecho, en to-
pues alrededor de él se articulan cen- cho internacional humanitario y los dos ellos se planteó una comisión de
tros de investigación, agencias derechos humanos. transición o de verdad.
multilaterales y un sinnúmero de sis-
temas de regulación, tanto de tipo De lo que poco se establecen Como en todo campo de saber,
político (como el poder de sanción registros son de las condiciones existe una distribución de objetos,
del Consejo de Seguridad de las Na- internas de tales sociedades vincu- categorías y abordajes metodoló-
ciones Unidas), como de orden jurí- ladas con los procesos de trasfor- gicos que asumen determinadas
dico (por ejemplo, el establecimiento mación política y social que supone convergencias y divergencias de
del Estatuto de Roma y la Corte Pe- plegarse al discurso y las institucio- acuerdo con el peso específico de
nal Internacional). nes internacionales para la gestión cada disciplina. En este trabajo se
de los CAI, y al tiempo, reconocer presenta cómo en dicha distribución
Dentro de este desarrollo insti- las transformaciones endógenas existe un lugar ambiguo y apenas
tucional, han surgido dos sub-cam- que se esperaría complementen la en constitución desde la etnografía
pos especializados en los distintos aplicación de los mecanismos de en escenarios de violencia política,
frentes de lo que aquí llamaremos transición. pues según lo plantea Scheper-
la gestión o la administración de los Hughes y Bourgois (2004: 5) la ma-
CAI: por un lado, las intervencio- Las dos áreas más afectadas del yor cantidad de teorías sobre las
nes sobre crisis humanitarias por vio- planeta por el desarrollo de conflic- causas, significados y consecuen-
lencia política (dedicadas a la tos armados internos han sido cias de la violencia masiva y de los

36 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


genocidios viene de disciplinas lo singular y lo particular a cada La guerra
como la historia, la psicología, la experiencia de guerra y violencia; y la violencia política
psiquiatría, el derecho comparado, incluyendo en dicha crítica la propia como preocupación
los derechos humanos y la ciencia apuesta de la antropología política, en las ciencias sociales
política. pues como plantearon Scheper-
Hughes y Bourgois: “los antropólogos La decisión de usar las dos ca-
En tal sentido, es mi propósito han sido muy lentos, muy ambiguos, tegorías enunciadas busca dar
compartir algunas exploraciones en muy reflexivos y el saber etnográfico cuenta de la manera en que las
donde una perspectiva etnográfica producido muy local” (2004: 4), ciencias sociales abordan el con-
se enfrenta a las formas dominan- cuando de dar cuenta de los con- flicto armado moderno, sin pre-
tes de dar explicaciones y realizar textos de guerra y violencia política tender hacer de ellas un símil,
intervención sobre estos fenómenos. se trata. pues la consolidación de los tér-
Este ejercicio también implica re- minos en la comunidad científica
visar críticamente la guerra y la vio- Pero reconociendo lo anterior, la y en la vida política obedece a
lencia política como objetos de decisión del énfasis propuesto bus- que cada uno de ellos ha tomado
estudio plagados de ideas norma- ca explorar lo que Mertz observa res- un camino explicativo distinto
lizadoras y moralizantes que inhiben pecto a que dentro de una especie de sentido
la discusión crítica y reflexiva so- práctico aceptado tácitamente en
bre los límites conceptuales de di- los antropólogos que trabajan los ámbitos mencionados. Por un
cho campo y, al tiempo, explorar la asuntos relacionados con la vio- lado, el término “guerra” ha sido
manera en que la etnografía de las lencia, han planteado lo inade- convencionalmente aplicado a
crisis políticas puede aportar de ma- cuado de lo estándares y las casos donde el sujeto histórico de
nera diferencial a esta discusión, convenciones de la ciencia la confrontación estaba claramen-
para desde ella recuperar la rela- social, cuando tratan de repre- te definido como un Estado o una
ción con lo particular, en lo que sentar el desorden y la emo- nación, que según Balibar (2006),
Greenhouse denomina la relación cionalidad involucrada en el representa el modelo clausewitzea-
entre inestabilidad política y vida proceso; pues para el momento no puro, es el “sujeto” de la estra-
social (2002: 1); todo para presen- en que contamos una historia, tegia defensiva que al final se
tar cómo el trabajo etnográfico sobre hemos a su vez removido la voz asume victorioso. Para usar una ca-
escenarios de conflictos marcados original a través de la narrativa tegoría filosófica, puede ser identi-
por la aplicación sistemática de vio- de las ciencias sociales, al tiem- ficado con cierta figura típica de
lencia, conduce al replanteamien- po que hemos domesticado y una unidad moderna militar, pue-
to mismo de las nociones con las obliterado gran parte de la inme- blo o Estado, ya sea preexistente, o
que definimos lo político y la pro- diatez y la falta de estructura que construida durante el proceso mis-
pia vida en sociedad. caracteriza tales eventos. (2002: mo de la guerra.
361, traducción mía).
De esta manera, la crisis de la Por su parte, el término “vio-
guerra como sujeto y objeto de co- En otras palabras, el tipo de es- lencia política” ha sido aplicado
nocimiento en las ciencias sociales, cenarios aludidos por Mertz, impli- fundamentalmente en el sentido
justifica este intento de observar la can lo que Mac C. Lewin (2002) de Nieburg (cit. Braud, 2006: 16),
forma en que la aproximación presenta como los límites y la opaci- según el cual, ésta se caracteriza
etnográfica puede ayudar a zanjar dad de nuestro entendimiento, que por un conjunto de actos de des-
esa separación entre lo universal y es a su vez el reto de la etnografía organización y de destrucción y le-
lo singular, lo público y lo privado, para delinear la relación entre cam- siones cuyo objetivo, elección de
lo visible y lo invisible, lo legítimo y pos sociales y estructuras. Condicio- blancos y de víctimas, circunstan-
lo ilegítimo. Este intento no supone nes ambas que nos enfrentan a los cias, ejecución y/o efectos adquie-
en ningún caso abandonar la lectu- límites del lenguaje y a nuestra am- ren un significado político, es decir,
ra crítica ante la tradición totali- bigua forma de representar este tipo tienden a modificar el comporta-
zante o la emergente presencia de de realidades. miento ajeno en una situación de

JIMÉNEZ-OCAMPO, S.: ETNOGRAFÍA Y CRISIS: ALGUNOS DEBATES Y UNA PRÁCTICA DE INVESTIGACIÓN EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA N ÓMADAS 37
negociación con repercusiones paz, en lo que Bobbio (1982), Alliez tecimiento y de los eventos (en este
sociales. y Negri (2003), Scheper-Hughes y sentido, son importantes los traba-
Bourgois (2004), Richmond (2006) y jos de Nagengast (1994), Richani
En tal sentido, la primera dife- Paris (2006), se asume como el con- (2002) y Braud (2006)).
renciación en el uso de uno y otro tinuo guerra-paz-guerra. Achille
término se ha derivado de una con- Mbembe en “Necropolitics” (2003) y Enlace 1: esta secuencia genealó-
dición de escala, donde se advierte Michel Foucault en Society Must be gica de la consanguinidad al tiempo que
que lo que se pone en juego es el Defended (2003) realizan adverten- la diferencia entre las formas de posi-
alcance de la confrontación, lo que cias igualmente dramáticas sobre la cionamiento y la utilización de las no-
comporta una preocupación ciones de guerra y violencia
en la cual la guerra debe ser política, dejan de ser un pro-
un estado transitorio (en tér- blema discursivo y se tornan
minos clausewitzianos, la en un problema material para
política por otros medios), un programa de investigación
mientras que la violencia que apunte a establecer des-
política puede ser una ma- de la etnografía una relación
nifestación naturalizada de con la compresión cercana de
la conformación del sujeto los casos de estudio, al lado
histórico que legítimamente de la crítica conceptual y con-
puede llegar a hacer la gue- siderando las implicaciones de
rra, es decir, el Estado-na- la historicidad propia de cada
ción; pero esta vez no frente caso. En mi experiencia de in-
a otro Estado sino frente a su vestigación sobre las formas
“enemigo interno”. de gestión del conflicto arma-
do colombiano y de la política
Alrededor de estas dos de respuesta al daño asocia-
miradas se han desarrolla- do con la violencia política, los
do múltiples entradas y des- lugares desde donde se lee la
plegado variados esfuerzos guerra, la violencia y la paz,
por capturar analíticamen- han sido parte integral de la
te la guerra y sustituirla por disputa y la confrontación.
la paz. Para el caso colom- En tal sentido, el investigador
biano, Zuleta (2006) afirma debe enfrentarse a un conjun-
que estos esfuerzos fraca- to de lugares comunes y de lu-
saron: la guerra creció y gares prohibidos, unos y otros
junto con ella, los estudios asociados con el momento do-
basados en la moral de la minante del debate público,
soberanía imperialista que sea este en la dirección del pén-
en virtud de una pretendi- dulo hacia la consolidación de
Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), Un veterano de la
da justicia universal divi- revolución. Museo Nacional de Colombia.
la confrontación armada. O
niza la paz, su propia paz sea en el sentido de la pacifi-
como marco de referencia científi- artificialidad de la línea que separa cación. El reto de una perspectiva de
ca de la guerra. la guerra y la paz (Richards, 2005). investigación como la mencionada es
superar la trampa del acontecimiento
Dada esta matriz analítica de Es justo en este movimiento que dicta siempre respuestas sobre la
corte moral, al lado de la evolución y donde la polemología gira su aten- coyuntura y la emergencia de dicho mo-
la mutación de las formas y el senti- ción hacia la violencia política, no vimiento pendular y superar los luga-
do de la guerra, lo que terminó por ya en las causas, ni tampoco en las res comunes en la interpretación desde
convertirse en la excepción fue la salidas, sino en las formas del acon- las ciencias sociales que terminan por

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sumarse a la naturalización de cierta desde las discusiones que le dan a agentes internacionales y agentes lo-
forma ser-estar en escenarios de excep- cada caso un carácter no equipara- cales en el mapeo de los conflictos
ción continua y, en tal sentido, resig- ble a otro y, en esa medida, se busca intestinos o encajonados en el do-
narse a respuestas siempre parciales, dar cuenta no de las cercanía o di- minio del discurso de la soberanía
sustancialistas y esencializantes de la ferencias entre los casos, sino de la del Estado-nación (Fisas, 2004;
violencia. manera en que ellos son interveni- Minn, 2007; Frost, 2001).
dos y valorados; de allí los trabajos
En este contexto, la dis- Finalmente, la tercera
tribución del interés de las perspectiva refiere a aque-
distintas ciencias sociales llos trabajos que intentan
frente a la guerra y la violen- dar cuenta de cómo se cons-
cia política como objetos de tituye y se resuelve la rela-
conocimiento no es acciden- ción víctima-victimario
tal. La tensión entre totali- (Zuleta, 2006; Castillejo,
zación y particularización 2007; Theidon, 2006), o
(Zuleta, 2006), estructura y cómo se afrontan los cam-
proceso (Richani, 2002; Ho- bios dramáticos en el orden
ward-Ross, 1993), política y político producto de la vio-
vida social (Greenhouse, lencia (Greenhouse, Mertz,
2002) y entre lo local y lo 2002) y con ellos cómo se
global (Scheper-Hughes y transforman las subjetivida-
Bourgois, 2004), ha sido des en escenarios de guerra
asumida desde varias pers- y violencia prolongadas
pectivas: la primera de ellas, (Das, 2000; Comarrof y
la estructural. Zuleta (2006) Comarrof, 2006). Frente a
–volviendo al caso colombia- todos ellos aparece un caso
no– argumenta que ello ha fuerte sobre lo que ofrece la
supuesto el derrocamiento de especificidad de la etnogra-
la sociología como conoci- fía como antídoto efectivo
miento imperante para la ex- contra este imaginario epi-
plicación de la violencia y, en demiológico de la violencia,
cambio, entronizó al de la a través del cambio de én-
historia, en alianza con la fasis que mira más allá de
economía y la ciencia políti- la respuesta sobre lo que dis-
ca y el derecho comparado. para la guerra, para pregun-
Se dio por sentado una juri- tarse por los énfasis que
dicidad entendida “como la permiten explorar cómo la
tendencia o criterio favora- gente hace la guerra y la paz
ble al predominio de las so- (Richards, 2005).
luciones de estricto derecho
en los asuntos políticos y so- Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900),
Enlace 2: ¿una trayecto-
ciales” (Diccionario de la Capitán Gaitán - Mirando al enemigo. Museo Nacional de Colombia. ria de investigación con un sen-
Real Academia, II, 1984: tido etnográfico en el marco
805)1 . sobre los conflictos internos y las de relaciones complejas, como las aca-
guerras civiles (Fajen y Yudelman, badas de presentar, debe tratar de res-
La segunda perspectiva, la di- 2001) los análisis socio-históricos so- ponder si es posible una etnografía de
mensión de lo particular, lo local y bre los efectos de la violencia en la la crisis que no quede atrapada en el
la experiencia diferenciada de la sociedad (Pecaut, 2001) y las consi- acontecimiento y pueda dar cuenta de
violencia política, ha sido asumida deraciones sobre la relación entre las condiciones de enunciación desde

JIMÉNEZ-OCAMPO, S.: ETNOGRAFÍA Y CRISIS: ALGUNOS DEBATES Y UNA PRÁCTICA DE INVESTIGACIÓN EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA N ÓMADAS 39
donde construye sus interpretaciones? ra el campo de los llamados “conflict justicia del liberalismo clásico, en
Con condiciones de enunciación trato studies”, pues muchos de ellos no desmedro del reconocimiento a los
de invitar a explicitar las implicaciones necesariamente profundizan los daños de corte masivo y al resarci-
de asumir una y otra de las posiciona- asuntos de violencia política y los miento de carácter colectivo, que no
lidades presentadas, es decir: ¿qué im- que sí lo hacen se concentran en el han sido adecuadamente teorizados
plica una postura de corte estructural comportamiento de los actores, la y que son la condición general en
en términos de su posibilidad de reco- economía política de la confronta- todas las sociedades afectadas por
nocer los puntos ciegos sobre los que ción y la demografía de las víctimas conflictos armados internos de lar-
un enfoque de este tipo se construye, no sobrevivientes. Esta segunda par- ga duración (Colombia) o de alta
todo cuando de generalizar una expli- te de la discusión prioriza la manera intensidad (Ruanda).
cación se trata? ¿Qué aporta el énfasis en que se interviene el conflicto ar-
sobre lo local mas allá de una mirada mado en la perspectiva de su trans- Otra preocupación fuerte en
comprensiva que además establezca re- formación hacia el post-conflicto. esta primera entrada referenciada,
laciones entre los discursivo y lo extra- Más concretamente, se interesa por gira alrededor de las implicaciones
discursivo?, en otras palabras, ¿cómo pensar el “más allá” del conflicto, éticas y las formas de legitimación
la mirada sobre lo cercano, particular en tanto cambio político. que se construyen alrededor de los
y diferencial permite que la etnografía mecanismos de gestión de los con-
pueda ayudar a llevar al límite nues- Dentro de este campo destaco flictos y de su transición, es decir,
tros conceptos (lo discursivo) y cómo cuatro entradas pertinentes para sobre los alcances de la verdad y las
lo emergente en la convergencia de lo esta reflexión en donde se expre- implicaciones de la reparación. A
históricocultural presenta formas alter- san distintos lugares no sólo en el este respecto encontramos los plan-
nativas de enunciación (lo extra- debate teórico, sino en la investi- teamientos de Brooks (1999), Frost
discursivo)? Finalmente, ¿cómo lograr gación empírica. Estos recogen los (2001) y Rotberg y Thompson.
que la entrada privilegiada de la etno- trabajos más significativos para deli- (2000). El punto central en esta dis-
grafía a las subjetividades, y para el mitar el campo de reflexión y acción cusión es el cuestionamiento de has-
caso en discusión, a las subjetividades aquí propuesto. Estas entradas son: la ta dónde las medidas indirectas de
de experiencias de crisis, no se quede teoría política, el análisis jurídico y del la verdad, el otorgamiento de dis-
en las crónicas que con gran sentido derecho internacional humanitario, el culpas y el reconocimiento del daño,
empático y gran riqueza fenome- análisis comparado y las aproximacio- pueden garantizar efectivamente
nológica, sean incapaces de conectar nes histórico-etnográficas. movimientos hacia el sostenimiento
la historicidad y las grandes trayecto- de la paz.
rias co-constitutivas de dichas experien- En primera instancia, abordamos
cias subjetivas? algunas de las discusiones en teoría Finalmente, una de las discusio-
política. Allí se destacan los debates nes más importantes en este primer
sobre los alcances y limitaciones de ámbito de análisis –que al tiempo es
Las nuevas guerras: la noción liberal de la justicia cuan- uno de los puntos menos tratados
sub-campos de saber y do ésta se trata de aplicar en esce- sistemáticamente–, es la crítica a la
poder dentro del narios de guerra o de daños masivos noción liberal de la paz. En este sen-
abordaje de conflictos y generalizados. Los trabajos de tido, Paris (2006) y Richmond
armados internos Barkan (2000 y 2006) y Allen (1999) (2006), critican el carácter episte-
son buenos ejemplos de tales reflexio- mológico no cuestionado otorgado a
La discusión teórica para enmar- nes. El elemento más importante por una idea de paz que sólo da cuenta
car el debate del manejo de conflic- destacar en esta discusión gira de las necesidades de ampliación de
tos armados internos es de tal alrededor de la incapacidad de la los principios básicos del liberalismo:
amplitud que desborda las posibili- perspectiva moderna-liberal para re- el mercado, las instituciones y el
dades de un único texto de reflexión; conocer la necesidad de trascender discurso universalita de los derechos
por tal motivo, esta lectura paralela las lógicas de retribución-compen- humanos. Estos autores ayudan a
del debate internacional y de mi ex- sación individual de los daños, ar- comprender el carácter restrictivo
periencia investigativa no conside- gumento de base en la idea de de las transiciones cuando la paz es

40 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


reducida sólo a las reformas hacia (2004), Nash (2000). De otro lado, de los primeros intentos está en las
democracias electorales, la apertu- están las discusiones sobre cada uno comparaciones en el nivel teórico,
ra económica y el privilegio de de- de los componentes específicos de los entre los sistemas de contención de
rechos individuales. mecanismos especializados en la jus- conflictos o los dispositivos de jus-
ticia transicional, con gran atención ticia transicional, frente a otros
La segunda entrada importante sobre las comisiones de verdad y re- mecanismos de intervención en es-
de producción frente a los mencio- conciliación; aquí se destacan los tra- cenarios de violación de derechos
nados sub-campos de saber dentro de bajos de Teitel (2003), Hayner (2001), humanos de corte más local y me-
las nuevas guerras contemporáneas Espinoza y Ortiz (2001), Ally (1999). nos verticalista –en el sentido de
es el análisis jurídico y del DIH. Este También hay desarrollos sobre el com- la comunidad internacional hacia
ámbito es el más prolífico de todos, ponente de las reparaciones a las víc- sociedades nacionales–; al respec-
ventaja cuantitativa que es muy in- timas de los conflictos, que de hecho to se encuentran los textos de De
dicativa de la centralidad otorgada es el aspecto menos tratado con pro- Greiff y Cronin (2002), Orozco
a esta dimensión en los debates so- fundidad, si se considera la amplitud (2003), Van de Merwe, Dewhirst y
bre la violencia política organizada y en el tratamiento de la tipificación Hamber (1998).
las transiciones conflicto/post-con- de violaciones elegibles y a la discu-
flicto. Cabe preguntarse si la judiali- sión sobre los estándares aceptados El siguiente criterio de compara-
zación de asuntos de alto raigambre en justicia y perdón. Estos debates son ción utilizado es el regional o multi-
político resulta una salida sostenible tratados en Colson (1998), Galaway caso, que da cuenta de manera muy
a problemas tan complejos. En cual- y Hudson (1996), De Greiff (2004). descriptiva y casuística de las formas
quier caso, en este campo encontra- de unos y otros frente a la aplicación
mos trabajos referidos en primer lugar La tercera entrada de desarro- y la cercanía o la distancia del
a la descripción de la batería de dere- llo que es pertinente destacar es la estándar esperado de los acuerdos
chos y disposiciones internacionales del análisis comparado –histórico y internacionales o de los señala-
que se ponen en juego en cualquier político–. Aquí los esfuerzos por mientos de los grandes poderes de la
proceso de intervención sobre con- comparación son diversos, aunque geopolítica global. Se destacan los
flictos armados y en los intentos de no es muy claro el nivel de siste- trabajos de Arnson (1997), Harper,
transición, Call (2004), Lekha Sriram maticidad de estos esfuerzos. Uno (1996), Kritz (1995). Con esta misma

Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900), Escorzos de revolucionarios enfermos.


Museo Nacional de Colombia.

JIMÉNEZ-OCAMPO, S.: ETNOGRAFÍA Y CRISIS: ALGUNOS DEBATES Y UNA PRÁCTICA DE INVESTIGACIÓN EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA N ÓMADAS 41
lógica son varias las comparaciones allanar caminos hacia la paz. Muy estudios sobre violencia política, ha
entre la comisiones de la verdad y poca discusión se encuentra sobre el sido el esfuerzo metodológico para
reparación, como se puede ver en tipo de paz de la que hablamos, no en dar cuenta de la diversidad de los
Andrews (2003) y Steiner (1997). tanto anhelo de escenario post-con- frentes que se presentan para la dis-
flicto, sino respecto a las implicaciones cusión en este campo. Estas entra-
La cuarta entrada importante a de la presunción teleológica donde la das metodológicas van desde el
destacar es la de corte histórico-etno- paz se asume indistinta y homogé- interés por acceder a los relatos y
gráfica. Es importante regresar a la neamente para todos los actores so- narrativas de los sujetos afectados
precisión inicial, cuando demarcaba ciales que la anhelan o se disputan el por la violencia política –aunque el
esta propuesta del campo de “conflict derecho a definirla. En este contexto, sujeto de la experiencia siempre ha
studies”, pues allí es probable encon- las discusiones internacionales sobre sido del interés de la antropología–,
trar una gran cantidad de trabajo los límites del liberalismo moderno, particularmente en lo relacionado
sobre la historia política de los con- para dar cuenta de conflictos de una con las formas de seguimiento, a las
flictos y sobre la etnografía de casos fuerte base y afectación colectiva, son transformaciones políticas de gran
emblemáticos de victimización. En la de gran pertinencia para el caso co- dimensión y la exploración de los
perspectiva de mi reflexión interesa lombiano. El problema para el inves- intersticios del Estado sobre los que
la relación entre historia política de tigador es cómo introducir el debate se construyen nuevas formas de
la transición y la etnografía de la ac- sobre lo inimaginado o lo inimagina- subjetivación (Greenhouse, 2002).
ción política asociada con tal proce- ble; me refiero a que la noción de un Así mismo, se intentan comprender
so. En tal sentido, destaco los trabajos Estado liberal (en alguna versión de las formas emergentes de organiza-
de Beristain (1999), Boraine (2000), democracia o de poder popular repre- ción social para dar cuenta de la
Elster (2003 y 2004), Lira y Morales sentado en un soberano, sea presiden- capacidad de agencia de los sujetos
(2005), Molina (2005), Castillejo- te, parlamento o partido único) en contextos de profundas crisis
Cuellar (2007). Pero dado que el pro- pareciera ser lo único posible. Así, una institucionales y sociales (Howard-
pósito de este texto no es el de una crítica académica a la clave liberal (de Ross, 2003).
revisión bibliográfica exhaustiva, este reformismo institucional, libre merca-
último componente quisiera desarro- do y discurso universalista del dere- Frente a las maneras de abor-
llarlo desde una discusión meto- cho) para la gestión de conflictos dar la crisis asociadas con la vio-
dológica un poco más detallada, que armados y la construcción de transi- lencia de carácter sistémico, Mertz
considere límites y posibilidades, as- ciones hacia escenarios de paz o paci- (2002: 352) nos ofrece una idea del
pecto que se presenta en el siguiente ficados, es una empresa que nace reto metodológico que implica el
punto. fracasada y, en consecuencia, pare- trabajo etnográfico en estos cam-
ciera confirmar el fin de la historia en pos, cuando se pregunta por ¿cómo
Enlace 3: en mi experiencia de in- términos de Fukuyama. Pero como no configurar un acto cercano de com-
vestigación sobre el conflicto armado nos hemos enfrentado al fin de lo real, prensión de fenómenos donde las
en Colombia con sus peculiares ma- una ciencia social crítica sí debería asu- condiciones básicas de certeza so-
nifestaciones de violencia política, es mir la aventura abismal de adentrarse bre alguna conexión social desapa-
curioso y altamente problemático la en lo inimaginable. recen, o donde la propia fibra de
paradójica centralidad de los discur- la condición humana ha sido
sos sobre la guerra y la paz, al tiem- trastocada?
po que el vaciamiento que se ha hecho Consideraciones
sobre los contenidos del debate en es- metodológicas en el Este reto metodológico y ético se
tos conceptos. De este modo, las prác- abordaje etnográfico ha venido resolviendo sobre la prác-
ticas académicas y socio-políticas de la guerra y la tica de diversas maneras. En primer
parten de esa continua guerra-paz violencia política lugar, frente a los procesos de
como una condición dada, en donde subjetivación construidos alrededor
el trabajo académico define su perti- Lo primero por aclarar es que de la experiencia de crisis extrema y
nencia por su capacidad de dar cuen- uno de los aportes más importantes violencia, una primera entrada que
ta de cómo acontece la guerra o por de las perspectivas etnográficas a los presentan distintos investigadores, es

42 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


el análisis de narrativas que les per- Otro elemento altamente pro- lencia, Herman (1992: 7) plantea la
mite evidenciar las diferentes formas blemático en la aproximación et- tensión entre el deseo del victimario
de racionalizar y de registrar emo- nográfica a estos contextos gira de no hablar del daño, mientras que
cionalmente la experiencia límite del alrededor del lugar de la voz de los las víctimas demandan el reconoci-
sufrir. Un ejemplo de ello es la entra- actores. Aquí caben las preguntas por miento del dolor y de sus pérdidas
da de Warren (2002: 385), quien quién habla, quién silencia, quién (Mertz, 2002: 361).
enfatiza en la necesidad de
identificar en dichas narra- En este sentido, vale la
tivas las estrategias de pena mencionar uno de los
borramiento de víctimas por efectos más importantes so-
parte de victimarios, cuan- bre el lugar de la narrativa
do se ponen en circulación de las víctimas en estas dis-
discursos de una realidad putas por el reconocimiento.
dividida en donde la narra- Me refiero al llamado de Cas-
tiva que se legitima es la del tillejo-Cuellar (2007) por in-
sujeto que produce el daño. corporar a las víctimas como
agentes en la historia, en
Mertz (2002: 357) des- donde la restitución de su voz
taca como Greenhouse se entienda desde la valora-
(2002) va más allá de este ción epistemológica y políti-
choque de ámbitos de la ca del testimonio en tanto
verdad, para explorar experiencia y narrativa en
nuevas concepciones de ejercicio dentro del proceso
la agencia de los sujetos, de restitución de la dignidad
frente a sus formas de res- humana; distanciándose así
puesta a la sujeción de un de las prácticas dominantes
lado o de subjetivación en los procesos de transición
movilizadora del otro. En de la violencia política que
la visión de Greenhouse privilegian el discurso factual
(2002), estas experiencias y forense de datos y hechos
se deben observar como de víctimas anónimas, en
un proceso de desacopla- donde sólo aparecen traduc-
miento entre la agencia y ciones pálidas de la realidad,
la estructura, lo que a su representadas en vocabulario
vez ofrece mayores posibi- controlado y respuestas sin
lidades de superar la ilu- significado histórico y ca-
sión de la concreción en rentes de sentido y valor po-
sociedades que permanen- Peregrino Rivera Arce: Recuerdos de campaña (1900),
lítico en el reconocimiento
temente se están rehacien- Amadeo Revolucionario. Museo Nacional de Colombia. del daño.
do desde la interacción
(Mertz, 2002: 358). Esta posición nos traduce. A este respecto, Das (2000) También es importante destacar
previene sobre la clásica relación y Poole (2004), exponen cómo el ha- las advertencias de Greenhouse
agencia-estructura versus cambio blante es el administrador privado de (2002) y Richani (2002). La primera
social, pues en procesos donde el poblaciones –que en sus trabajos está se refiere a las dificultades y comple-
cambio deviene de experiencias pro- documentado en la figura del repre- jidades entre actuar en el contexto de
fundas de violencia, las dos prime- sentante de la casta dominante o el violencia y tomar medidas sobre los
ras pierden conexión en un complejo gamonal, en uno y otro caso respec- efectos de la misma, hecho que impli-
e incierto proceso de recreación y tivamente–. Mientras que por el lado ca asumir los retos de la relación
adaptación. del reconocimiento del daño por vio- insider-outsider (Greenhouse, 2002: 8).

JIMÉNEZ-OCAMPO, S.: ETNOGRAFÍA Y CRISIS: ALGUNOS DEBATES Y UNA PRÁCTICA DE INVESTIGACIÓN EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA N ÓMADAS 43
Enlace 4: esta relación es parti- tes– la agencia y la estructura pierden lucha histórica de la antropología
cularmente problemática si se consi- su relación vinculante y además, las política contemporánea, al tratar de
dera la sociología política de muchos manifestaciones de la agencia están no caer en los enfoques monolíticos
de los académicos de las llamadas profundamente marcadas por la suje- y generalizantes de la interpretación
economías emergentes, en donde las ción violenta o autoritaria, al tiempo en la distancia.
agendas de investigación están con- que la estructura se hace inenteligible
dicionadas no sólo por las visiones estratégicamente para garantizar el Otra entrada metodológica in-
restringidas e instrumentales de los desarrollo de determinadas estrategias teresante por destacar es la de la
gobiernos en el Tercer Mundo, sino de control social y de legitimación del antropología de los eventos. La estra-
también por los términos de referen- poder. Frente a este escenario el énfa- tegia la plantea Hoffman y Lubke-
cia y las condiciones de finan- sis en la etnografía de lo extraordinario mann (2005), quienes parten de
ciamiento de agencias internacionales en lo ordinario, permite romper esos precisar que los eventos son difíci-
y del mundo de las ONG huma- circuitos cerrados en los que agentes y les de reconocer, pues ellos tienen
nitraristas o del aparato de desarrollo. estructuras se manifiestan en escena- cierta ininteligibilidad. ¿Es un even-
En este escenario se torna inestable rios de crisis institucional por violencia to, un ejemplo o una excepción?
la posición del académico y borrosa política. ¿Manifiesta la estructura, un proce-
su relación entre “estar adentro” y so, una situación o los invalida a
“discutir desde afuera”, sobre todo Los énfasis de Das (2004) so- todos ellos? Un evento es por defi-
cuando los dispositivos de financiación bre las firmas del Estado en la In- nición un momento singular (Hoff-
y control de los resultados comuni- dia o de Poole (2004) sobre los man y Lubkemann, 2005: 316).
cables de la investigación condicionan procedimientos y los movimientos
el desarrollo de agendas de largo de la administración de justicia en La referencia a lo particular po-
aliento y el espíritu crítico frentes a los márgenes del Estado peruano, dría llevar a cierta sustancialización
los agentes de un lado –los guberna- son perfectos ejemplos de este tipo de la explicación de las experiencias
mentales– o hacia el otro –los no gu- de abordajes, en donde a través de asociadas con la guerra y la violen-
bernamentales–. la identificación de los intersticios cia política. Para evitar esta tenden-
del Estado, se hace posible acer- cia, Hoffman y Lubkemann afirman
Por su parte, Richani (2002: 4) carse a la materialidad que asume que “podemos plantear con seguri-
hace un importante llamado a no el mismo frente a los más diversos dad que lo que constituye un even-
minimizar el análisis de las relacio- problemas en la relación agente- to, lo que lo diferencia de un
nes de poder entre los actores des- estructura, al tiempo que permite momento o de otro, frente a su sig-
de una lógica que sólo mira la develar cuando esta última se pre- nificado particular, es que siempre
causas de las disputas y los efectos senta como un borramiento de la es socialmente construido y local-
de las mismas sin tener en cuenta la primera. mente significativo” (2005: 317, tra-
manera en que estas relaciones se ducción mía).
articulan con procesos de más largo De esta forma, Das (2000) re-
aliento y escala, que a su vez pue- cuerda la importancia de estas en- Ante estas dificultades que pre-
den influenciar la posicionalidad de tradas metodológicas que permiten senta el trabajo etnográfico en zonas
los mismos. En síntesis, se plantea plantear debates por las disputas so- en conflicto, cabe preguntarse: ¿cómo
un importante llamado a no hacer bre lo real en la presencia o influen- podemos entonces hacer una etno-
del proceso y la historicidad de los cia del Estado, además de poder grafía de eventos tan complejos?
mismos una caja negra, como ha su- interrogar la vida diaria como lugar ¿Qué tipo de regularidades, si exis-
cedido en muchos de los abordajes de lo ordinario donde acontece los ten, pueden estructurar las irregula-
que planteamos inicialmente sobre extraordinario. Estas posturas son ridades que caracterizan las zonas de
los campos del derecho y la política éticas al tiempo que metodológicas, guerra? y ¿dónde y cómo las podemos
comparada. pues como lo plantea Mertz (2002: encontrar? (Hoffman y Lubkemann:
367), establecen una difícil línea de 2005: 319). Pero tal vez la pregunta
Enlace 5: el reto metodológico sur- separación entre etnografía y acción que comporta mayor complejidad es
ge cuando –como lo mencionaba an- social, lo que en el fondo ha sido la ¿cómo desde un evento se puede ar-

44 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


ticular un comprensión global de lo Enlace 6: una aproximación am- mas de resistir y adaptar los distintos
que acontece y toma lugar en lo lo- plia a los “eventos” que disuelva la dispositivos políticos desde los actores
cal y lo cercano? división entre aquellas definiciones que sociales diversos que cada vez más re-
enfatizan la ruptura, asociadas co- quieren enfrentar los conflictos arma-
Para responder a estas pregun- múnmente con la historia social, y el dos y la violencia política como regímenes
tas, Hoffman plantea con clari- significado de las prácticas sociales, excepcionales, donde los estados de
dad que los eventos ganan su emergencia y transición permanente
fuerza de las imágenes amplias, “guerra-paz-guerra”, se
globales, y de la potencia de las vuelven fuente de legiti-
yuxtaposiciones creativas con mación para los regímenes
las cuales los narradores ofre- autoritarios o pseudos popu-
cen o iluminan las circunstan- lares que se conforman o
cias específicas y las audiencias usan estratégicamente la ad-
con las cuales ellos hablan ministración regulada del
(Hoffman y Lubkemann, 2005: “desorden”.
320). Importante destacar
que estas audiencias en el
contexto de la geopolítica de Conclusiones:
la guerra y los conflictos ar- las fronteras
mados contemporáneos son y los lindes
de carácter trasnacional. De emergentes sobre
nuevo, no sólo desde el diá- los que se inserta
logo o la influencia de los la etnografía de
actores globales macro es- la violencia
tructurantes, sino desde las política
propias redes de actores so-
ciales y de circulación no Mertz plantea una frase
hegemónica de discursos. que parece más una premisa
que tenemos que aprender a
De allí se deriva la asumir como base del trabajo
necesidad de tener en en el mundo académico con-
cuenta que entre las es- temporáneo: “la ciencia social
trategias analíticas más es incapaz de confrontar el do-
importantes compartidas lor, la incertidumbre y la inca-
entre los etnógrafos de pacidad de cierre” (2002: 360,
las zonas de guerra, se traducción mía).
encuentran la manera
en que ellos exploran el Con esta afirmación pode-
inter-juego de la histo- Peregrino Rive
ra Arce: Recu
erdos de campa
mos rastrear a lo largo de la so-
General Uribe ña (1900),
ria y la biografía; sea en Uribe. Museo ciología, la antropología, la
Nacional de Co
lombia.
términos de memoria o narrativa, ciencia política y la historia, ám-
de rituales o representaciones; cada que son características desde el pun- bitos y lugares comunes donde se
una de estas contribuciones, ofre- to de vista etnográfico, se constituye presume la presencia de regularida-
cen indicios teóricos sobre cómo la en una fuente central de proble - des que permiten la articulación de
inmediatez de un evento es en gran matización, no sólo en el sentido y múltiples experiencias en una narra-
medida una pregunta por el en- las formas en que se despliegan rela- tiva totalizante. Por el contrario, los
cuentro del sujeto con su pasado tos y discursos que pretenden totali- ejemplos aquí discutidos presentan
(Hoffman y Lubkemann, 2005: zar la memoria colectiva, sino desde esos intentos de dar cuenta de lo no
321). la manera en que se construyen for- totalizable, sin perder de vista la re-

JIMÉNEZ-OCAMPO, S.: ETNOGRAFÍA Y CRISIS: ALGUNOS DEBATES Y UNA PRÁCTICA DE INVESTIGACIÓN EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA N ÓMADAS 45
lación con una totalidad, que en del conflicto y de la mediación vio- En conclusión, la etnografía de
muchos casos se presenta opaca e lenta en muchas de las sociedades la crisis y las experiencias límite,
inenteligible. objeto de estudios similares, la úni- permite balancear el peso episte-
ca explicación posible es que se ha mológico y político de muchas de las
Esta entrada permite tensionar construido una cultura de la vio- historias sociales y de las trayecto-
los límites explicativos de diversas lencia. Para justificar tal argumen- rias de vida, que en otras perspecti-
nociones centrales para las ciencias to abundan los estudios de caso vas no pasarían de meras anomalías,
sociales; por ejemplo: nociones como esencializados a través de crónicas reducidas al mundo concreto del día
identidad, donde el movimiento va de y biografías que terminan legiti- a día ordinario, para ser entonces
lo estable a lo mutante; la ley, don- mando la idea de que la violencia resituadas como fuentes fundamen-
de el foco se mueve de la enuncia- es de carácter ontológico y que de tales de saber para la comprensión
ción abstracta a la materialidad de allí surge la capacidad de coexis- de los mecanismos de respuesta y de
su constitución y desarrollo; el Esta- tencia con tan “anómalas” condi- transformación de los escenarios
do, que pasa de la mera abstracción ciones de vida. más desestructurantes de la acción
o fetiche a la concreción desde sus y entendimiento humanos.
mecanismos de sujeción o de legiti- Este argumento se asume desde
mación; los márgenes, que dejan de el tipo de análisis que Palti (2007) cri-
ser el límite no alcanzado por el pro- tica como “tipos culturales ideales”,
greso, para convertirse en el dispo- que para él no son en definitiva sino Cita
sitivo sobre el cual administrar las la contraparte necesaria de los “tipos
1
estrategias de inclusión-exclusión; ideales” de la historiografía de las Esta posición se inspira en el caso de la
violencia en Colombia, la cual en una
los procesos de subjetivación, que ya ideas políticas. De ahí que Palti afir- lectura del autor de este texto hace evi-
no son la mera incorporación del ma que no es suficiente con cues- dente que el argumento responde a una
acervo histórico cultural, sino que tionar las aproximaciones culturalistas tendencia en las ciencias sociales y no
sólo o una manifestación sui generis del
se convierten en el lugar de entra- para desprenderse efectivamente de caso en mención.
da y de salida de determinados dis- las apelaciones escencialistas a la
positivos de poder. tradición y a las culturas locales como
principio explicativo último. Con-
Estos aportes nos ubican frente tinuando con Palti, es necesario
a una reflexión obligada respecto a penetrar y minar los supuestos episte- Bibliografía
las formas de tratamiento de las ex- mológicos en que tales apelaciones se
ALLEN, Jonathan, 1999, “Balancing Justice
periencias límite asociadas con la fundan, es decir, estructurar de ma- and Social Unity: Political Theory and
violencia política y la crisis institu- nera crítica aquellos “modelos” que The Idea of a Truth and Reconciliation
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ciencia social no dominada por la simplemente como una premisa, como Law Journal, Vol. 49, No. 3, Toronto,
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normalización, implica evitar la na- algo dado (Palti, 2007: 39).
turalización hecha del discurso de ALLIEZ, E. y Antonio Negri, 2003, “Paz y
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las crisis, al tiempo que nos pone Así, la etnografía, en un sentido Universidad Central - IESCO.
en la necesidad de dislocar las pos- relacional, permite que los casos y
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turas que justifican lo incierto, frag- las experiencias particulares den ciliation Commission: Legislation, Process
mentado y desestructurado, bajo cuenta no sólo de su inscripción o and Evaluation of Impact, Pretoria,
supuestos culturalistas de una es- distanciamiento de determinados University of Pretoria - Centre for
pecie de lugares endógenamente tipos ideales, si no que se convier- Human Rights.
caóticos. ten en la evidencia de los límites ANDREWS, Molly, 2003, “Grand National
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Cuando hablo de los supuestos les de los tipos ideales con los que en: Media, Culture & Society, Vol. 25,
culturalistas, me refiero a la gene- esperamos establecer las conexiones No. 1.
ralizada y simplista explicación de entre Estado y sujeto, o entre agen- ARNSON, Cynthia (ed.), 1997, Comparative
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46 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


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JIMÉNEZ-OCAMPO, S.: ETNOGRAFÍA Y CRISIS: ALGUNOS DEBATES Y UNA PRÁCTICA DE INVESTIGACIÓN EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA N ÓMADAS 49
Limitantes del
investigador académico:
financiamiento y políticas
científicas*
nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 50-63

María Fernanda Juarros**


y Alejandra Beatriz Martinetto***

Este artículo parte de un estudio en profundidad realizado en dos facultades de la Universidad de Buenos Aires
(UBA), con el que se pretendió identificar los cambios en los patrones de producción y difusión del conocimiento y sus
efectos en la gestión de las universidades, a partir de la forma en que se establecen las agendas de investigación y de las
condiciones de acceso a los resultados en función del origen de los fondos para dichas actividades.
Palabras clave: producción de conocimiento, política científica, investigadores, modelos de investigación, financiamiento, Estado.

Este artigo parte de um estudo em profundidade realizado em duas faculdades da Universidade de Buenos Aires
(UBA), com que pretende-se identificar as mudanças entre os padrões de produção e a difusão do conhecimento e seus
efeitos na gestão das universidades, a partir da forma em que se estabelece as agendas de pesquisa e das condições de
acesso aos resultados em função da origem dos fundos para tais atividades.
Palavras-chaves: produção do conhecimento, política científica, investigadores, modelos de investigação, financiamento, Estado.

This article is based on a study carried out in two faculties of Buenos Aires University (UBA in Spanish) that attempted
to identify the current changes on knowledge production and dissemination due to the new universities management orientation,
taking into account the way in which research agendas are established and how access to findings its granted, following the
funds origin conditioning for these activities.
Keywords: knowledge production, scientific policy, researchers, research models, funding, State.
ORIGINAL RECIBIDO: 19-VII-2008 – ACEPTADO: 07-X-2008

* La investigación se llevó a cabo en el marco del programa “Aportes al campo


de la sociología de la educación crítica en Argentina hoy: dimensiones del
vínculo emergente entre la Universidad y la sociedad”, dirigido por Silvia
Llomovatte y financiado por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Uni-
versidad de Buenos Aires (2003-2007).
* * Licenciada en Ciencias de la Educación (UBA). Magíster en Política y Ges-
tión de la Ciencia y la Tecnología (Centro de Estudios Avanzados de la UBA).
Investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación de
la UBA, Ciudad de Buenos Aires (Argentina). E-mail: fjuarros@clacso.edu.ar
*** Licenciada en Ciencias de la Educación (UBA). Magíster en Políticas Sociales
(Facultad de Ciencias Sociales, UBA). Investigadora del Instituto de Investigacio-
nes en Ciencias de la Educación de la UBA, Ciudad de Buenos Aires (Argentina). E-
mail: alemartinetto@arnet.com.ar

50 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Introducción citando efectos distintos en cada una de Farmacia y Bioquímica de la
de ellas en función de su composi- Universidad de Buenos Aires (UBA),
Las nuevas condiciones con- ción de fuerzas y de las historias par- pretende entender la naturaleza e
textuales en el campo de la produc- ticulares que las determinan. intensidad de los cambios señalados.
ción de conocimiento remiten al Se focaliza en: 1) las formas en que
acercamiento, cada vez mayor, en- El presente trabajo parte de un se da la organización del trabajo
tre el conocimiento teórico y el co- abordaje crítico de las actuales ten- académico en el proceso de investi-
nocimiento aplicado y a la creciente dencias del sistema de conocimien- gación, cada vez más influenciado
valoración de éste último, de modo to que en la región, históricamente por características y exigencias pro-
que redefinen los modelos institu- fue generado y sostenido desde las pias del ámbito empresarial, es de-
cionales por los cuales se produce y universidades públicas. Se centra en cir, nuestro interés se centra en las
reproduce el conocimiento científi- los nuevos dispositivos de dichas transformaciones de la labor de los
co (Vessuri, 1994). universidades en función de su do- grupos de investigación, a través del
ble condición de creadoras de co- desarrollo de procesos de vinculación
El origen de la enunciación de nocimiento científico y emisoras de con el sector productivo; y 2) los
estas nuevas orientaciones se en- aportes significativos a la sociedad, dispositivos que se organizan en las
cuentra en el sector económico de- a partir del análisis de las percep- instituciones académicas para el de-
bido a la codificación mercantil del ciones y valoraciones generadas por sarrollo de la investigación a partir
conocimiento. En otras palabras, a los actores universitarios en torno a de las nuevas políticas científicas.
partir de la creciente notabilidad que las actividades de investigación.
para la economía adquiere el cono- Existen tres maneras de entender
cimiento científico-tecnológico, estos cambios: a) la perspectiva de-
constituyéndose en un bien rentable, Acerca de este estudio terminista que pretende interpretar
se operan cambios en las políticas dichas transformaciones en la vida
universitarias. Estas políticas han Este estudio en profundidad, rea- académica a partir de la implemen-
impactado las prácticas y formas de lizado en la Facultad de Ciencias tación de mecanismos de estímulos
organización de cada institución, sus- Exactas y Naturales y en la Facultad o “premios” como la generación de

1901, “La Guerra de los Mil Días”. Tomado del libro Siglo XX a través de El Tiempo (1999).

JUARROS, M. F. Y MARTINETTO, A. B.: LIMITANTES DEL INVESTIGADOR ACADÉMICO: FINANCIAMIENTO Y POLÍTICAS CIENTÍFICAS N ÓMADAS 51
conocimientos con valor comercial, median, condicionando la conforma- sociales (susceptibles de ser carac-
o los salarios diferenciales a partir ción de las relaciones en la tarea de terizadas por nombres de catego-
de la comercialización de éstos, b) investigación, a la vez que son con- rías profesionales definidas), que
la perspectiva voluntarista: explica dicionados por ésta, dejando de lado se expresa, se retraduce, se mani-
que cada investigador académico li- la visión ingenua del universo fiesta, se proyecta, en un espacio
bremente toma la determinación de “puro” del ámbito académico y su de diferencias, de distinciones
hacer que sus conocimientos sean concepción ocultadora de los con- simbólicas, que hacen que la “so-
más vendibles o no y c) la perspecti- flictos que se dan en la “comunidad ciedad” en su conjunto funcione
va dialéctica: donde se acepta el jue- científica”. como un lenguaje (Bourdieu,
go entre las presiones externas 1997: 30).
provenientes de las políticas imple- El análisis de los investigadores
mentadas y las decisiones individua- en tanto actor social se aborda des- Esto significa que la topología
les, dejando de lado el social, que describe la
intento de establecer un estructura del espacio,
vínculo directo o co- es una semiología so-
rrespondencia entre la cial que explica el
investigación académi- mundo social como un
ca y las condiciones sistema de signos, un
económicas, sociales o lenguaje que podemos
políticas del momento, leer prácticamente, a
en tanto se omite la través de las intuicio-
mediación esencial, nes del habitus, como
configurada por un sistema de esquemas
microcosmos social re- de percepción y de
lativamente autónomo apreciación, que nos
que tiene su propia ló- permite relacionar in-
gica. Sin duda, la facul- mediatamente ciertos
tad como ámbito de elementos con una po-
producción científica sición social, y, al mis-
recibe coacciones ex- mo tiempo, conferirle
ternas del mundo social un cierto valor, positi-
que la engloba, pero vo o negativo.
Embarcación «Wisconsin» de la armada norteamericana en Panamá, c. 1902.
también existen re- Museo Nacional de Colombia.
sistencias que carac- A su vez, la com-
terizan su autonomía relativa. de la teoría sociológica de Pierre petencia profesional se ejerce en un
Cualquiera que sea la naturaleza de Bourdieu, una perspectiva de aná- marco que hace referencia a varios
las coacciones externas (la política lisis que debe entenderse en rela- contextos: el primero es el microcon-
científica, la política universitaria y ción con el concepto de habitus. Es texto determinado por el espacio de
la política institucional), éstas son decir, maneras de ser permanentes la cátedra en la que el docente in-
mediadas y retraducidas por los ac- y duraderas, producto de la historia vestigador se encuentra adscrito, el
tores. En este sentido, desde la pers- que pueden llevar a los actores a re- segundo es el área departamental en
pectiva dialéctica, la interacción de accionar (resistiendo, aceptando, la que está integrado, encuadrados
los actores del trabajo académico im- oponiendo) a los condicionamientos estos dos en un tercer contexto
plicados merece ser indagada en la del propio ámbito, definido en tér- organizativo e institucional, la uni-
línea de considerar los intereses, minos del autor como un “espacio dad académica, cuyo funcionamien-
valoraciones y motivaciones de los social”: to se explica por los contextos
investigadores. E igualmente, cómo anteriores contenidos en ella y por
los arquetipos de acción que expre- como un espacio de diferencias, sus relaciones con el contexto más
san aquellos motivos intervienen y de distinciones entre posiciones amplio de la comunidad académi-

52 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


ca. Un campo como un subespacio guientemente sobre la actividad según el Programa Nacional de In-
social relativamente autónomo, un científica? centivos a Docentes Investigado-
microcosmos en el interior del ma- res1 , y del relevamiento y posterior
crocosmos social, que puede ser de- Las conclusiones del estudio se categorización de experiencias lle-
finido, según Bourdieu, como un circunscriben al caso específico es- vadas a cabo en el marco de con-
campo de fuerzas (en el sentido es- tudiado que no representa necesa- tratos de vinculación con propósitos
tricto de la física einsteniana), y un riamente la pluralidad de prácticas de transferencia o trabajo conjun-
campo de luchas para conservar o y culturas universitarias; sin embar- to de investigación y desarrollo,
transformar dicha relación de fuer- go, el conocimiento de lo singular asistencia técnica y prestación de
zas. El análisis de este proceso de in- genera aportes importantes, ya que servicios que efectuó la Dirección
tercambio y conflicto en el cual se posibilita la reflexión sobre el fun- de Convenios de la UBA en el pe-
involucran los investiga- ríodo 1995 a 2005.
dores académicos cons-
tituye una dimensión
esencial para la com- La concepción
prensión de un escenario aristotélica
que guarda la compleji- versus la
dad del tramado de mo- concepción
tivaciones, intereses, baconiana
representaciones y ac-
tuaciones, objeto de La Universidad de
nuestro estudio. Buenos Aires posee
casi el 14% del perso-
En el marco de las nal que realiza activi-
nuevas condiciones dades de investigación
contextuales en las en el país, y concentra
que, a diferencia del el 25% del personal
investigador académico científico del conjun-
que producía conoci- to de universidades
miento sin presiones de nacionales 2 . Fue una
temas ni restricciones de las primeras univer-
de tiempos, se produce sidades que institucio-
conocimiento que po- Victoriano Endara: Firmantes del Tratado de Paz de Wisconsin: Víctor M. Salazar, nalizó la investigación
Alfredo Vásquez Cobo, Eusebio A. Morales, Benjamín Herrera y Lucas Caballero, 1902.
see utilidad “inmedia- Museo Nacional de Colombia.
científica en el país,
ta”, orientado a un ocupando un lugar
destinatario en particular y sujeto a cionamiento social a partir de casos central en el campo científico hasta
plazos de entrega de resultados, nos particulares, susceptibles de ser com- la década de los cincuenta cuando
preguntamos: ¿cómo se traducen parados. surgieron otras instituciones no
esas motivaciones e intereses en la universitarias que comenzaron a tra-
cotidianidad de la vida académica? Además de la investigación do- bajar en áreas específicas de investi-
¿En qué medida el contexto insti- cumental a partir del material exis- gación ligadas a los sectores agrícola
tucional favorece o dificulta las tente en la Secretaría de Ciencia y e industrial3 , al tiempo que se creó
acciones de vinculación de la Uni- Técnica de la UBA, el trabajo de el Consejo Nacional de Investigacio-
versidad con el ámbito extra aca- campo consistió en la realización de nes Científicas y Técnicas (Conicet).
démico? ¿Cuál es la relevancia entrevistas en profundidad a infor-
social que los distintos actores mantes claves, y de entrevistas El ethos dominante de la Univer-
involucrados le adjudican a las mis- semiestructuradas a docentes-in- sidad de Buenos Aires desde sus
mas? ¿De qué modo éstas inciden vestigadores de ambas unidades inicios, fue una cultura de la investi-
sobre la vida académica y consi- académicas con categorías I y II gación universitaria apartada de la

JUARROS, M. F. Y MARTINETTO, A. B.: LIMITANTES DEL INVESTIGADOR ACADÉMICO: FINANCIAMIENTO Y POLÍTICAS CIENTÍFICAS N ÓMADAS 53
colaboración con el sector de la pro- investigación universitaria. Sin em- cada vez más inmediata, y se trans-
ducción. Esta idea hegemónica es bargo, en el modelo reformista de la formen de este modo los conocimien-
hereditaria de la dicotomía acerca UBA, además de la investigación y tos básicos en fronterizos y se
de la concepción del desarrollo cien- la docencia, se contempló una ter- convierta a la ciencia en ciencia
tífico que escindió a la comunidad cera función: la de extensión como “industrializada” (Vessuri, 1994).
académica a partir del siglo XVII. aquella instancia que canaliza las
Las dos posiciones a las que nos re- relaciones con el entorno social. En La complejidad de demandas e
ferimos, están definidas en nuestra esta dirección, es decir, asociada con intereses internos y externos a la
cultura académica por aquellos que la extensión universitaria, apareció comunidad científica, la multiplici-
consideran que la ciencia no tiene la transferencia tecnológica. No obs- dad de fuentes de financiamiento
intencionalidad productiva directa, tante, la transferencia de resultados por los cuales se compite, la diversi-
sino que se mueve por el afán de de investigación al sector producti- dad en cuanto a la trayectoria de
conocer y enriquecer a la humani- vo no apareció completamente in- investigadores y grupos, construye
dad (concepción aristotélica), y por cluida dentro de las actividades de un perfil adaptativo de la actividad
los que estiman la ciencia como una extensión. Desde el punto de vista investigativa cuya definición está
fuerza productiva y que, por lo tan- histórico, el concepto de vinculación dada por la determinación del apoyo
to, posee un interés económico por tecnológica se ha sumado reciente- económico destinado a esta activi-
su capacidad de transformar la na- mente al conjunto de acciones pro- dad. El aumento de la investigación
turaleza y ponerla al servicio del pias de la tarea académica, aunque aplicada, de la investigación tecno-
hombre (concepción baconiana). algunos actores, como veníamos di- lógica o desarrollo experimental, y
Estas posturas están aún presentes y ciendo, ponen en tela de juicio la el incremento de la participación del
son representativas de lo que Burton pertenencia de este concepto al área financiamiento proveniente del sec-
Clark concibe como “creencias com- científica. tor privado, representó un estímulo
partidas que llevan a que los miem- para la adopción de medidas y ac-
bros definan quiénes son, qué En este marco, cabe advertir el ciones de interés práctico o razona-
hacen, por qué lo hacen”. Estas peligro de restringir los espacios de blemente inmediato para el uso de
creencias tienen su fuente tanto en investigación a aquellos con orien- los resultados de las investigaciones
las instituciones como en las disci- taciones dependientes de las deman- por parte de los sectores de la pro-
plinas y están influidas por el das externas y de corto plazo del ducción. De este modo, el desplaza-
contexto. De esta forma, “las uni- sector productivo. Las lógicas y los miento del equilibrio entre los
versidades se convierten en un mo- tiempos del sector científico y el sec- sectores público y privado, instaló un
saico de concepciones, posiciones y tor productivo son absolutamente controvertido debate en el ámbito
valores diversos, derivado de la pre- diferentes y muy difíciles de conci- de la investigación académica.
sencia de percepciones y filosofías liar. El factor tiempo es percibido de
distintas que hacen imposible un manera diferente en el ámbito aca- Cada investigación conlleva un
orden cultural” (Clark, 1998: 25). démico y en el ámbito de la empre- presupuesto de condicionamiento
sa o de los laboratorios; el sentido económico y cultural, lo que desmi-
En el modelo clásico de Univer- de urgencia y de oportunidad, son tifica la ciencia en tanto universal,
sidad predominaban las funciones diferentes en uno y otro sector. Las absoluta y objetiva y, en consecuen-
de docencia; en el modelo humbol- empresas generalmente carecen de cia, libre de valoración. Muchas
tiano prevalecían la investigación y perspectiva de largo plazo respecto veces se ha señalado que los inves-
la docencia asociadas, y la investi- tanto de las necesidades sociales tigadores académicos están separa-
gación era concebida como libre de como de las posibilidades tecnoló- dos del mundo por las paredes de sus
presiones externas, movida única- gicas. Por otro lado, el tiempo que laboratorios, lo que limita sus posi-
mente por el afán de conocimiento, se necesita para transformar un co- bilidades de acción sobre el mismo,
regida por las reglas propias de la nocimiento básico en ciencia apli- y se ha expresado la necesidad de
generación de conocimiento nuevo cada y luego en tecnología cada vez un cambio de mentalidad por parte
en cada disciplina, y no se conside- es menor, esto permite que la inci- de los actores universitarios para
raba la perspectiva utilitarista de la dencia de la ciencia sea a su vez, incorporar las actividades de vincu-

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lación tecnológica en la tarea aca- que tenía en sus empresas para rea- este sentido, se observa que lo pú-
démica. La importancia concedida lizar actividades de investigación y blico y lo privado, en relación con
a la búsqueda de soluciones de ín- desarrollo en las mismas4. La ideo- el campo de la educación superior,
dole tecnológica ha hecho que al- logía tradicional de la universidad ya no se examina ni considera sim-
gunos grupos de investigación pública implicaba ofrecer todo ser- plemente desde la perspectiva del
incluyan en sus agendas, además de vicio a la comunidad. En este senti- origen del financiamiento. Esto se
proyectos orientados a la investiga- do, los miembros de la comunidad, debe a que lo público está siendo
ción básica, proyectos de desarrollo también el sector empresario, se sen- forzado a obtener recursos privados
tecnológico. Para los investigadores tían con derecho a acercarse a ésta y también porque lo privado está
de algunas disciplinas, orientar su a requerir datos, consultoría o asis- compitiendo por recursos públicos6 .
capacidad científica a la resolución tencia técnica sin pagar por ello o Pero más importante aún, lo priva-
de problemas concretos, entrar en pagando sólo por los materiales do y lo público están siendo someti-
contacto con el sector de la produc- (Juarros, 2006: 57). dos a análisis en cuanto a lo que
ción y establecer convenios de trans- significan como “bien privado” y
ferencia de conocimiento no es una A partir de los ochenta, con el como “servicio público”. Estas cate-
práctica ajena, en cambio ésta situa- cambio de modelo de Estado, los gorías están presentes en los nuevos
ción sí lo es para los investigadores vértices del emblemático triángulo discursos que se estructuran a par-
de las ciencias básicas. Sin embar- de Sábato adoptaron otras connota- tir del valor mercantil asignado a los
go, la aceptación del desarrollo de ciones, y la Universidad dejó de ac- conocimientos. Tanto los servicios
conocimientos orientados a las ne- tuar como proveedor gratuito de de asistencia técnica como de
cesidades de la demanda, pareciera conocimiento a través del paten- consultoría o asesoramiento consti-
depender del grupo generacional. tamiento y el cobro de derechos por tuyen el ámbito de la vinculación
Aunque no avanzaremos sobre este el resultado de la investigación rea- que ha recibido más demanda en los
punto, podríamos postular como hi- lizada. El cambio de normas que se últimos años. Se plantean como res-
pótesis para futuros trabajos la exis- estructuró en función de la activi- puestas a los requerimientos solici-
tencia de una visión pragmática de dad científica-tecnológica fue vivi- tados por las empresas y laboratorios
la investigación por parte de los jó- do por muchos investigadores como en función de poder resolver proble-
venes investigadores que pone más “la privatización del conocimiento”. mas técnicos, que necesitan del co-
atención en las potenciales tasas de La merma de las fuentes tradiciona- nocimiento de tipo tácito que se
retorno de su inversión. les de financiamiento y el papel cada encuentra incorporado en la exper-
vez más importante que adquirió el ticia de los académicos.
sector privado como fuente alterna-
La nueva relación tiva, cobró singular importancia a Este es uno de los principales
Universidad-Estado partir de la forma en que comenza- elementos de la tensión entre lo
ron a establecerse las agendas de público y lo privado, puesto que por
Las interrelaciones entre la investigación y las condiciones de medio de estos servicios, el sector
Universidad como productora de acceso a los resultados en función privado busca el usufructo de la in-
conocimiento y la empresa, como del origen de los fondos para dichas fraestructura de la Universidad: son
consumidora del mismo, están me- actividades. La intensificación de escasos los laboratorios que cuentan
diadas por el Estado en una cues- los vínculos de la Universidad con con un departamento de I&D, y re-
tión central, el financiamiento. En la empresa, generó una serie de cam- presenta un beneficio económico
el modelo económico sustitutivo bios en la propiedad intelectual de para éstos utilizar los equipos de alta
dominante en los países de la región los productos de investigación5 . tecnología con los que cuenta la
en la década del sesenta, cuando los Universidad. Es decir, las empresas
autores latinoamericanos desarrolla- Por otro lado, podemos señalar privadas generalmente no tienen
ron su pensamiento en Ciencia y que los conceptos de lo público y lo áreas de I&D y gastan poco, en con-
Tecnología para el desarrollo, el Es- privado están cambiando hacia sig- junto, en ese renglón, y los bajos
tado era empresario y era importante nificados más amplios y extendien- costos que implica el servicio en la
entonces, aprovechar la capacidad do los límites de su definición. En Universidad y el prestigio que ésta

JUARROS, M. F. Y MARTINETTO, A. B.: LIMITANTES DEL INVESTIGADOR ACADÉMICO: FINANCIAMIENTO Y POLÍTICAS CIENTÍFICAS N ÓMADAS 55
reviste, la convierten en una posibi- para el sector7. A partir de esta re- ques de organización de los sistemas
lidad óptima para las empresas que estructuración se creó el Gabinete de ciencia y tecnología de los países
buscan confianza en la calidad de Científico-Tecnológico (GACTEC) desarrollados y de industrialización
la certificación; la Universidad de para la coordinación de las diversas reciente, que consideraban conve-
Buenos Aires resulta, entonces, un áreas de conducción de actividades niente la separación institucional de
sello prestigioso. científicas y tecnológicas que se lle- las funciones de: 1) formulación de
varon a cabo en distintos ámbitos del políticas, 2) promoción de activida-
Al situar la privatización como poder ejecutivo nacional. Se creó, des científico-tecnológicas y 3) eje-
uno de los ejes centrales de las re- además, la Agencia Nacional de cución de actividades científicas y
formas de las universidades en Promoción Científica y Tecnológica tecnológicas. Este enfoque sostiene
América Latina, es posible evaluar (ANPCYT)8 para otorgar subsidios que cuando los órganos de promoción
las tensiones que se presentan en- a la investigación y a la transferen- están extremadamente subordinados
tre lo público y lo privado, sobre todo cia tecnológica a través de partidas al ámbito de las decisiones políticas,
a partir del propósito de hacer cada destinadas al Fondo para la Investi- tiende a desatenderse las actividades
vez más difusos e indefinidos sus lí- gación Científica y Tecnológica de investigación básica y cuando los
mites, posibilitando de este modo, (FONCYT) y Fondo Tecnológico organismos de promoción cuentan con
que los fondos destinados a la inves- Argentino (FONTAR). De este unidades de ejecución (institutos e in-
tigación manejados por el Estado, se modo, la SECyT se constituyó en el vestigadores), tiende a perderse la ob-
distribuyan de manera directa o in- organismo encargado de la elabora- jetividad, y a descuidarse el conjunto
directa entre las instituciones pri- ción e implementación de las políti- de los restantes organismos ejecutores
vadas. El argumento que respalda cas públicas en materia de ciencia y del sistema9.
esta nueva orientación del finan- tecnología, mientras que el Conicet
ciamiento estatal se basa en un cri- quedó a cargo de llevar a cabo esas En suma, los cambios presenta-
terio de asignación que no depende políticas de investigación y desarro- dos en la configuración de lo públi-
de la naturaleza de la propiedad de llo mediante unidades ejecutoras, y co y de lo privado en la educación,
la institución, sino de la calidad de de mantener la carrera del investi- y particularmente en el sistema uni-
sus servicios expresada en indica- gador científico y tecnológico, la versitario en los últimos años son
dores de desempeño. carrera del personal de apoyo y los concluyentes. Este cambio radical
programas de becas. En los conside- que tiene lugar en el marco de las
Las políticas en materia de I&D randos del decreto, se menciona transformaciones sufridas por el ca-
que entonces fueron tomando cuer- que: pitalismo en los países centrales y
po, suscitaron distintos cambios en periféricos, presenta efectos consi-
la administración pública en lo que [...] la situación financiera por la derables para las políticas públicas
respecta al sistema científico-tecno- que atraviesa el CONICET y la y, consecuentemente, para la gestión
lógico en el marco de la Reforma del excesiva atomización e incorrec- de las instituciones científicas.
Estado Argentino. En 1996, se em- ta distribución de sus funciones,
prendió la tarea de la reorganización exigen la adopción de medidas
del sector de ciencia y técnica esta- drásticas a fin de optimizar resul- Condicionamientos del
bleciendo dos líneas de trabajo: las tados, reagrupando funciones en trabajo académico en
cuestiones de mediano y largo plazo términos de la misión esencial del el caso estudiado
y las exigencias del corto plazo. Los organismo y dotando a la conduc-
cambios fueron muy significativos: la ción de un enfoque gerencial de La organización del trabajo aca-
Secretaría de Ciencia y Técnica grandes organizaciones (Decreto démico está definida por las parti-
(SECyT) se transformó en el orga- 1207/96 del Poder Ejecutivo Na- cularidades de cada institución y por
nismo de formulación de la política cional, 12 de noviembre de 1996). los rasgos propios de cada disciplina
científica y tecnológica, cuya fun- científica (Clark, 1998: 17). Si bien
ción consistía en elaborar el plan La reorganización del Conicet y la mayor influencia procede de las
nacional plurianual de ciencia y tec- la redefinición del papel de la disciplinas, ya que los investigado-
nología y el presupuesto del Estado SECyT, se enmarcaron en los enfo- res se incorporan a una comunidad

56 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


científica que se encuentra más allá tivas correspondientes, como las ofi- manteniendo un relativo dominio
de los límites de la Universidad y lo cinas de transferencia, implicó la sobre su agenda de investigación,
hacen dentro de un paradigma que decisión de los docentes investiga- también es indudable que parte de
ejerce una significativa influencia dores de buscar articular de alguna la designación de dicha agenda está
en las formas de investigación, en manera, los objetivos del trabajo siendo conducida por las agencias
la selección de objetos de estudio, docente con las obligaciones propias financiadoras que fijan áreas priori-
en el uso de teorías y metodologías, de las actividades de vinculación, tarias en las cuales los resultados de
etc.; el ámbito institucional ejerce lo que llevó a una reformulación de la investigación puedan ser transfor-
también una influencia sustantiva la rutina con la que venían traba- mados en innovaciones tecnológi-
sobre el trabajo académico a través jando los grupos de investigadores. cas10 . A partir de estos cambios en
de la implementación de políticas y También supuso que esta nueva or- las formas de realizar las tareas de
programas. La adopción de estas po- ganización del espacio académico investigación, los criterios de eva-
líticas por parte de la Universidad ajustara y coordinara los requeri- luación de ésta también se modifi-
no puede ser entendi- caron y se generaron
da al margen de los pautas complementa-
contextos mundiales, rias a la tradicional
en donde existe un pro- basada en la calidad
ceso de transmisión de científica. Surgieron
modelos universitarios criterios construidos
“dinámicos y exitosos” sobre la base de la per-
por seguir. tinencia, la relevancia,
la transferibilidad y el
Uno de los supues- impacto, que respon-
tos del que se parte en den casi unívocamente
el presente trabajo, es a las determinaciones
que las políticas de vin- económicas del merca-
culación de la Univer- do y su valoración de
sidad con el sector de las demandas.
la producción de bienes
y servicios generan mo- En suma, parecie-
dificaciones en la co- ra que la adopción de
munidad académica, los nuevos dispositivos
producto de la fusión de Marines estadounidenses defendiendo contra Colombia el Ferrocarril de Panamá, 1902. institucionales está im-
la cultura científica poniendo cambios 11 .
internacional y la cultura institu- mientos de los dos sectores impli- Tales cambios implican la modifica-
cional. En este sentido, las presio- cados en el vínculo: el ámbito ex- ción del contenido y la organización
nes externas y la adopción de nuevas traacadémico en función de los del trabajo que se realiza en la Uni-
políticas fueron generando cambios convenios negociados, y el ámbito versidad. Es decir, las modificaciones
en la Universidad de Buenos Aires académico en función de las solici- en los patrones de financiamiento de
que siempre privilegió el desarrollo tudes del trabajo docente: dar cla- los sistemas de investigación conlle-
científico. Dichas políticas influye- se, realizar el seguimiento de los van a su vez modificaciones en la co-
ron en la distribución de los tiem- alumnos tesistas y cumplir con la munidad académica, que se revelan
pos adjudicados a las diferentes presentación de proyectos a los or- en la producción y utilización de los
tareas. Los tiempos destinados a ganismos de financiamiento para conocimientos científicos con fines
realizar tareas de investigación, dis- concursar por subsidios para las ac- productivos, en nuevas líneas de in-
minuyeron en función de las activi- tividades de investigación. vestigación según el origen de los fon-
dades adelantadas a través de dos, en el entrenamiento para el
contratos firmados. La puesta en Si bien es evidente que los in- mercado de trabajo y la búsqueda
marcha de las instancias administra- vestigadores académicos continúan de valor agregado de los productos

JUARROS, M. F. Y MARTINETTO, A. B.: LIMITANTES DEL INVESTIGADOR ACADÉMICO: FINANCIAMIENTO Y POLÍTICAS CIENTÍFICAS N ÓMADAS 57
de investigación, entre otros. De al- gadores a vincularse con el sector tica de investigación aún cuando en
guna forma, los investigadores están de la producción de bienes y servi- muchos casos, también se aspira a
pasando de una condición de auto- cios; existe una amalgama de inte- sumar a tal reconocimiento cientí-
nomía a partir de las prácticas de in- reses que intentaremos describir. En fico, desarrollos que implican cierta
vestigación académica con libertad primer lugar, la adquisición de re- notabilidad económica.
de elección de temas, a una situa- cursos económicos genera la capa-
ción en la que las prioridades de in- cidad para incrementar el capital de Otra variable en cuestión es la re-
vestigación resultan cada vez más de recursos materiales disponible en la compensa simbólica. Una caracterís-
intereses extracientíficos y respon- unidad académica. La actual situa- tica importante de cualquier trabajo
den a otros criterios como la renta- ción de desfinanciamiento es un fac- profesional es el valor que le dan quie-
bilidad, la determinación del tiempo tor crítico que lleva a los docentes nes lo desarrollan. En general, un alto
de ejecución, etc. investigadores a la búsqueda alter- grado de valoración implica igual nivel
nativa de fondos para subvencionar de satisfacción, que puede derivarse
En los casos estudiados, este sus actividades. La búsqueda de re- de factores intrínsecos o extrínsecos
proceso de transición al trabajo mismo como
pareciera estar ocu- la necesidad de acer-
rriendo en forma camiento con la socie-
relativamente más dad, de dejar de ser
lenta que en otras ins- “torres de marfil”, de
tituciones debido la sentir que la labor que
larga tradición de desarrollan tiene una
una cultura universi- aplicación a corto pla-
taria que valora la zo y que existe una uti-
autonomía institu- lidad social concreta
cional, la libertad de sus conocimientos.
académica y la misión Sin embargo, en rela-
social de la Universi- ción con el aprovecha-
dad. Los condicio - miento por parte de la
namientos del trabajo Universidad de los co-
académico no sólo nocimientos desarro-
provienen del contex- Amado and Co.: “Aunque pequeña, Panamá ha sido Estado Soberano desde 1821”. llados en el marco de
(Postal con la cual Estados Unidos difundió la independencia de Panamá, 1903).
to; no podemos dejar Museo Nacional de Colombia. los convenios con em-
de mencionar el pa- presas, es necesario
pel que juega la cultura académica cursos para la investigación cientí- aclarar que entre el nivel de parti-
en la construcción y legitimación de fica es una de las principales moti- cipación en un convenio de asisten-
significados, configuraciones y vaciones para efectuar actividades cia técnica o en un convenio de alta
creencias acerca de las actividades de transferencia. Esta variable eco- complejidad existen diferencias con-
de docencia e investigación. nómica es uno de los argumentos siderables en términos de las posibili-
más frecuentes para la aceptación de dades de desarrollo de conocimiento
vínculos con la industria; efectuar y en términos del ejercicio profesio-
El entramado de acciones de transferencia le impli- nal. En cada una de las modalidades
motivaciones e ca al académico un tiempo adicio- de vinculación, el tipo de conocimien-
intereses de los nal a su tarea habitual, que acepta tos es diferente: en el caso de los pro-
investigadores en la realizar esencialmente por el bene- yectos de alta tecnología, predomina
dinámica de la vida ficio económico que éstas conllevan. la generación y aplicación de cono-
universitaria Sin embargo, en la mayoría de los cimientos nuevos, mientras que en
grupos de investigación se observó las experiencias de asistencia técni-
No es posible suponer una moti- que la búsqueda de prestigio aca- cas, en cambio, se impone únicamen-
vación única que lleva a los investi- démico continúa orientando la prác- te la transmisión de conocimientos.

58 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


La realización de tareas de rutina no científica en la que se está inserto entramadas con las propias. Muchos
implica un verdadero aprendizaje es otro motivo de aceptación de las de los entrevistados señalaron que in-
para los investigadores que intervie- actividades de vinculación. Éste tentan establecer una combinación
nen y puede suscitar inconvenientes también se obtiene en la medida en entre su carrera como investigador
con los consejos profesionales. La cre- que se logran fondos para la investi- académico y la realización de accio-
ciente desindustrialización que ha gación, siendo considerado por los nes de transferencia, y consiguieron
sufrido el país a lo largo de la década actores como elemento significativo de alguna manera, organizar una
del noventa y las mencionadas ca- a la hora de direccionar su conduc- agenda apropiada para la resolución
racterísticas del sector industrial en ta. La orientación hacia la solución de esta tensión, recurriendo a una
un país periférico como Argentina, práctica de problemas reales resulta división práctica entre la asignación
con dificultades en lo que respecta a ser una fuente de reconocimiento de tiempos a ambas tareas.
la innovación tecnológica, explica el dentro de ciertas comunidades dis-
hecho de que se realicen más pres- ciplinarias, ya que un porcentaje im-
taciones de servicios que desarrollos portante de la investigación está La dimensión
experimentales. asociado con la aplicación de los re- económica de la
sultados en proyectos de I&D en vin- investigación
Otra motivación vincula la culación con la industria. Sin académica
práctica profesional,
dado que el oficio de En la medida en
investigador es igno- que los conocimientos
rado y casi descono- científicos tienen va-
cido en nuestro país lor económico, co-
donde, por una parte, mienzan a generarse
las oportunidades de tensiones asociadas
desempeñarlo en el con las formas de dis-
ámbito privado son tribución de los bene-
muy reducidas, y por ficios monetarios que
otra, contamos con un los mismos pueden ori-
mercado de trabajo ginar; el tema cobra
muy restringido en las mayor relevancia si se
áreas científicas. Es trata de conocimien-
sabido y denunciado tos que al tener valor
por muchos investiga- Fusilamiento de Victoriano Lorenzo, gobernador indígena panameño que colaboró
comercial se convier-
dores que el sistema con el ejército liberal contra la separación de Panamá, 15, V, 1903. ten en tecnología. En
científico local no les otros términos, mien-
brinda posibilidades para el desarro- embargo, no es la motivación más ex- tras más se acerca el interés por los
llo de actividades de I&D; el merca- presada por los investigadores aca- conocimientos generados a la esfera
do de trabajo de la investigación démicos, ya que, como se señaló, la económica, mayores son los temas
científica está casi exclusivamente en capacidad innovadora de nuestra in- asociados con la asignación de la uti-
las universidades públicas. De este dustria es baja. lidad monetaria. Ello plantea, ade-
modo, el ámbito académico se cons- más, una serie de inquietudes
tituye en uno de los pocos espacios Más allá de las condiciones referidas a la forma de coordinación
de inserción ocupacional, fundamen- contextuales que precipitaron el de las unidades académicas con el
talmente en el desarrollo de las cien- acercamiento entre la investigación entorno productivo, ya que el traba-
cias básicas, donde el único posible académica y la producción de bienes jo de los académicos con este sector
“empleador” es el Estado. y servicios, desde una perspectiva de varía según el campo de estudio. Por
análisis individual de los investi- lo general, los equipos que se orien-
El reconocimiento del investiga- gadores, las consideraciones de be- tan a la investigación básica tienen
dor en el ámbito de la comunidad neficio económico se encuentran menos posibilidades y menos interés

JUARROS, M. F. Y MARTINETTO, A. B.: LIMITANTES DEL INVESTIGADOR ACADÉMICO: FINANCIAMIENTO Y POLÍTICAS CIENTÍFICAS N ÓMADAS 59
en desarrollar estas acciones que los son posibles de sustentar sin recur- profesionales, esto lleva a contrade-
grupos que cuentan con programas sos económicos. Desde la propia cir algunos principios de incumben-
de investigación más vinculados a dinámica académica, se exige incre- cia en la confrontación entre la
aplicaciones, estos últimos son los que mentar los subsidios para continuar profesión académica y la actividad
efectivamente realizan actividades siendo un centro de excelencia y profesional; por ejemplo, la realiza-
de transferencia tales como presta- estar a la par de otros centros de ción de consultorías suele originar
ción de servicios y asesorías. Se plan- investigación y desarrollo de los paí- conflictos con los consejos profesio-
tea en la institución un dilema difícil ses centrales. nales12, ya que en estas acciones, los
de resolver con respecto a “cómo le académicos estarían compitiendo
va cada uno en el mercado”. Existen Aún cuando las actividades de con ventaja respecto de los profe-
grupos de investigación abocados a transferencia se suscriben a áreas sionales externos y, por lo tanto, no
áreas que pueden producir conoci- que potencialmente tienen mayor subsidiados por la academia.
mientos valiosos económicamente y contacto con las empresas, es decir,
otros que no están interesados o no aquellos campos del conocimiento Otro de los puntos centrales del
pueden producir en el mercado. en los cuales es difícil establecer el debate se ubica en el tema de los
límite que separa la investigación derechos de propiedad intelectual
En el discurso de muchos inves- básica de la aplicada, todavía se relacionados con la producción de
tigadores, la sustentabilidad econó- observan ciertos conflictos entre conocimiento. El acuerdo de la
mica no constituye un objetivo en sí aquellos que piensan que la Univer- OMC sobre la propiedad intelectual
mismo, pero es un requisito en el sidad sólo debe ocuparse de la (ADPIC) firmado en 2003, consiste
que se edifican y sostienen las posi- producción y transmisión de cono- en una serie de normas que rigen el
bilidades del desarrollo científico- cimientos, y los que consideran que comercio y las inversiones en la es-
tecnológico. El acelerado ritmo de también es correcto transferirlos y fera de las ideas y de la creatividad
producción de conocimiento y los percibir haberes por esta actividad. y constituye un punto altamente
cada vez más crecientes requeri- Algunos investigadores advierten controvertido. Antes de su existen-
mientos del mercado profesional no que en términos de los mercados cia, la propiedad intelectual estaba

El Tiempo, 1904, “Reanudan obras en el Canal”. Tomado del libro Siglo XX a través del El Tiempo (1999).

60 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


regulada por acuerdos establecidos en el contexto contemporáneo de La universidad pública es el ám-
en el marco de la Organización globalización y segmentación que bito de la producción rigurosa y sis-
Mundial de la Propiedad Intelectual atraviesan los países de la región. temática de conocimiento, pero es
(OMPI), organismo especializado de también el ámbito de la formación
la ONU; sin embargo, en la Ronda En este escenario se ha ido ins- profesional y ciudadana. No se pue-
de Uruguay (1994) se firmó este talando el concepto de universidades de negar la relevancia que tiene su
nuevo acuerdo inscripto en la OMC, innovadoras señalando el carácter contribución al desarrollo económi-
que daba comienzo a sanciones efec- emprendedor como una opción per- co del país en función del fortaleci-
tivas con respecto a la propiedad in- tinente para que las instituciones de miento de las capacidades científicas
telectual. Con dicho acuerdo, se educación superior posean una base y tecnológicas; pero ésta, no sólo de-
favorece a los países desarrollados al diversificada de financiamiento para be colaborar con el desarrollo eco-
obligar al pago de patentes a los paí- sus actividades y un núcleo acadé- nómico, también debe intervenir en
ses en desarrollo que se ven perju- mico estimulado. Desde una mira- el proyecto histórico y en el conteni-
dicados, ya que, como es sabido, la da crítica, otros autores en el do ideológico de ese desarrollo. La
mayor parte de la investigación se contexto de la región (Vessuri, 1993; capacidad de una sociedad para in-
radica en los primeros. Arocena y Sutz, 1998; Shugurensky, tegrar la ciencia y la tecnología como
2003 y Llomovatte, 2006) conside- elementos dinámicos para su progre-
ran que los nuevos dispositivos so responde a condiciones políticas,
Reflexiones finales enmarcados en la definición de pro- económicas y sociales. Emerge enton-
yectos concursables para obtener ces, la necesidad de un Estado pro-
La Universidad refleja una cons- financiamiento, responden esencial- motor de la investigación en un marco
telación de estrategias e iniciativas mente a necesidades económicas, general de políticas con perspectiva
cuyas motivaciones y objetivos bási- mientras que el fomento de la vin- latinoamericana.
cos están lejos de ser unívocos culación estaría dado primariamen-
(Ferné, 1985: 22-30). Las cuestiones te como una manera de obtener
se van entrelazando a partir de las ingresos extra frente a la reducción
viejas prácticas que sobreviven en del presupuesto público. Citas
la vida académica, atravesadas por
las nuevas, derivadas principalmente Las políticas universitarias com- 1 El Programa Nacional de Incentivos a
Docentes Investigadores se crea en 1993
de las políticas científicas implemen- prometidas con una mayor transfe- en el ámbito de la Secretaría de Políti-
tadas en los últimos treinta años; ribilidad de los resultados de la cas Universitarias del Ministerio de
muchas de éstas provenientes de las producción científica al sector pro- Cultura y Educación, como un sistema
de estímulo a los investigadores de las
recomendaciones de los organismos ductivo, parecieran precisar de un universidades.
internacionales de crédito. estudio de la vinculación en cada
2 Ministerio de Cultura y Educación. Se-
escenario regional atendiendo a sus cretaría de Políticas Universitarias, 2005.
Este trabajo intentó conceptuali- particularidades; de un análisis de
3 Nos referimos al Instituto Nacional de
zar las relaciones entre investigadores los mecanismos que favorecen esta Tecnología Agropecuaria (INTA), el Ins-
universitarios y agentes económicos articulación encuadrándola en una tituto Nacional de Tecnología Industrial
como procesos de interacción entre política de transferencia tecnológi- (INTI) y la Comisión Nacional de Ener-
gía Atómica (CNEA).
actores dentro y fuera del medio aca- ca y científica; y especialmente del
démico; procesos que modificaron consenso de todos los actores invo- 4 Mirando hacia atrás, al principal perío-
do de crecimiento, desde el punto de vis-
notablemente las condiciones de tra- lucrados. Un cambio de énfasis ha- ta del triángulo de Sábato: empresarios,
bajo del investigador académico y los cia mayores conexiones con las gobierno y academia, podemos concluir
postulados sobre los cuales ha estado necesidades de la industria debería que sólo el “segmento” Estado-sector in-
dustrial existió realmente, siendo la co-
fundada la libre divulgación de los respetar la división del trabajo en- nexión entre éstos y la academia básica-
resultados de la investigación a través tre ésta y las universidades, en lu- mente virtual. En cierto sentido, las
de la publicación. Dichos procesos se gar de arrastrarlas a un ámbito en el interacciones entre el Estado y los em-
presarios industriales eran “sistémicas”,
enmarcan en las transformaciones de cual las decisiones se toman de e indudablemente tenían un foco
la idea de “lo público” y “lo privado” acuerdo con criterios comerciales. “nacional”. El Estado era visto como el

JUARROS, M. F. Y MARTINETTO, A. B.: LIMITANTES DEL INVESTIGADOR ACADÉMICO: FINANCIAMIENTO Y POLÍTICAS CIENTÍFICAS N ÓMADAS 61
principal actor involucrado en el desa- tarias planeadas en colaboración con el
rrollo nacional, y desarrollo era identifi- sector privado.
cado con industrialización; se construyó
infraestructura pública y la industria pri- 11 Según plantea Schugurensky, una de las
vada nacional fue altamente protegida; principales tendencias que están tenien-
do lugar en la educación superior es la
en ese contexto los empresarios incor-
transición de un modelo centrado en la
poraron nueva tecnología principalmente
autonomía a un modelo heterónomo. En
a través de la compra de maquinaria al
el modelo heterónomo, el poder para de-
exterior y reclamaron todavía más pro-
finir la misión, la agenda y los productos
tección al Estado. La relación entre este
de las universidades reside cada vez más
último y el sector industrial fue impor-
en agencias externas y cada vez menos
tante, pero no estuvo focalizada en la
en sus propios órganos de gobierno.
innovación.
Mientras el principio de la autonomía
5 A partir de los noventa, en la mayoría de sugiere capacidad, independencia y liber-
los casos sobre propiedad intelectual, ésta tad, el concepto de heteronomía sugiere
pasó a ser propiedad del contratista. Mien- al subordinación a un orden impuesto
tras la investigación académica se susten- por agentes externos. El modelo heteró-
taba en el libre flujo de información a ssnomo no significa que la Universidad
través de congresos, publicaciones, etc., pasa a ser súbitamente gobernada por
los laboratorios o empresas privadas re- actores extra-universitarios, sino que su
querían de la investigación que patroci- práctica cotidiana (funciones, priorida-
naban altos niveles de confidencialidad. des, organización interna, actividades,
Esta demanda se debe a que la empresa estructura de premios y castigos) está cada
busca claramente un retorno de la inver- vez más supeditada a la lógica del merca-
sión realizada y si los resultados produci- do (Schugurensky, 2003).
dos se difunden libremente antes de que 12 Es una entidad de derecho público no
se conviertan en productos, la competen- estatal para regir el ejercicio de la profe-
cia también se beneficiaría de éstos. sión. La pertenencia al Colegio está
6 Un ejemplo de esto es la Ley 23.877 de abierta a todos los profesionales univer-
Promoción y Fomento de la Innovación sitarios que posean el título de la profe-
sión otorgado por Universidad Nacional,
Tecnológica que constituye el marco
Provincial o Privada. La misión de esta
institucional administrador de incenti-
Institución consiste en el control de la
vos promocionales a la innovación en
matrícula profesional y en la generación
el sector privado y a la vinculación de
de toda actividad que propenda por el
centros de I&D y universidades con las perfeccionamiento.
empresas.
7 Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nª
660/96.
8 Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nª
1273/96. Bibliografía
9 Con el cambio de gestión de gobierno
nacional en 1999, la nueva Secretaría de AROCENA, R. y J. Sutz, 1998, La innova-
Tecnología, Ciencia e Innovación Produc- ción y las políticas en ciencia y tecnología
tiva (Setceip) cambió nuevamente de ju- para el Uruguay, Agenda 1, Montevi-
risdicción y pasó a depender de la Presi- deo, CIESU/Trilce.
dencia de la Nación (Decreto PEN 20/ BOURDIEU, P., 1997, Campo de poder, cam-
99). A comienzos del 2000, todos los blo- po intelectual, Buenos Aires, Quadrata.
ques parlamentarios acordaron tratar el
sistema de tecnología, ciencia e innova- CLARK, B., 1998, “Crecimiento sustantivo
ción productiva como cuestión de Esta- y organización innovadora: nuevas cate-
do, y sancionaron la Ley Marco de Cien- gorías para la investigación en educación
cia y Tecnología y el Plan Nacional de superior”, en: Perfiles Educativos, No. 70,
Ciencia y Tecnología. Luego de la crisis México.
por la que atravesó el país en 2001, pasó FERNE, G., 1985, “Contracting for science
a depender del Ministerio de Educación, in Universities and Industry”, en:
y recién en 2007, adquirió el rango de European Journal of Higher Education,
Ministerio de Ciencia, Tecnología e In- Vol. 20, No. 1.
novación Productiva.
GARCÍA, A., 1993, “La articulación de la
10 En este sentido, cabe mencionar al UBA con el sector productivo: la expe-
FONCYT como una fuente importante riencia reciente”, en: Documento CE-
de financiación de actividades universi- DES/96, Buenos Aires.

62 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


JUARROS, F., 2006, “La vinculación entre MARTINETTO, A., 2008, Universidad pú- VESSURI, H., 1993, “Desafíos de la educa-
el sector universitario público y el sector blica actual: ¿modelo en crisis o espacio ción superior en relación con la forma-
de la producción de bienes y servicios. El social en pugna hacia una nueva confor- ción y la investigación ante los procesos
caso de la Facultad de Farmacia y mación?, Valencia, Mimeo. económicos actuales y los nuevos desa-
Bioquímica de la UBA”, en: S. Llomo- rrollos tecnológicos”, en: Revista Ibero-
vatte et al., Vinculación de la Universidad SHUGURENSKY, D., 2003, “University- americana de Educación, No. 2, mayo-
con la empresa: debates, políticas y estu- industry partnerships and changes in agosto.
dios de casos, Buenos Aires, Miño y academic culture: A comparative analysis
Dávila. of Argentina and Canada”, ponencia ____________, 1994, “¿Académicos empresa-
presentada en el International collo- rios? ó ¿Por qué algunos profesores escogen
LLOMOVATE, S. et al, 2006, Vinculación quium, Transformation of Academic trabajar con el sector productivo desde el
de la Universidad con la Empresa: debates, Culture: Capital Accumulation and medio académico?”, en: Revista Espacios,
políticas y estudios de casos, Buenos Aires, International Competitiveness, Con- Caracas, Decitec, Vol. 15, No. 1, disponi-
Miño y Dávila. gress of the Humanities and Social ble en: <http://www.revistaespacios.com/
Sciences, Dalhousie University, Halifax, a94v15n01/42941501.html>, consultado
Nueva Escocia, mayo 29. en julio 12 de 2008.

JUARROS, M. F. Y MARTINETTO, A. B.: LIMITANTES DEL INVESTIGADOR ACADÉMICO: FINANCIAMIENTO Y POLÍTICAS CIENTÍFICAS N ÓMADAS 63
Relaciones pre-capitalistas
en las prácticas científicas
*
en Argentina nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 64-78

Leandro Rodríguez Medina**


Este artículo, resultado de un estudio con enfoque cualitativo que se basó en el desarrollo de entrevistas en profundidad,
analiza las relaciones entre quienes ocupan plazas institucionales y quienes realizan trabajo no remunerado en las carreras
de ciencia política de Argentina. Al final se evidenciará que los actores que no obtienen salarios por sus actividades
profesionales requieren del establecimiento de relaciones pre-capitalistas basadas en principios alternativos al lucro, y
sugieren que la idea de “campo académico” debe ser reemplazada por la de “red”.
Palabras clave: investigación, América Latina, capitalismo cognitivo, trabajo ad honorem, Universidad, ciencia política.

Este artigo, resulta de um estudo com enfoque qualitativo que se baseou no desenvolvimento de entrevistas a profundidade,
analisa as relaciones entre quem ocupam praças institucionais e os que realizam trabalho remunerado em carreiras de
ciência política da Argentina. Afinal evidencia-se que os atores que não obtêm salários por suas atividades profissionais
requerem o estabelecimento de relações pré-capitalistas baseadas em princípios alternativos ao lucro, e sugerem que a idéia
de “campo acadêmico” deve ser substituído pela “rede”.
Palavras-chaves: pesquisa, América Latina, capitalismo cognitivo, trabalho ad honorem, Universidade, ciência política.

As a result of a qualitative approach study based on interviews, this article analyzes the relationships between fulltime officials
and those people who work on a nonremunerative basis in the political science careers in Argentina, showing that those actors
who don’t receive a salary for their professional activities need the establishment of some pre-capitalist relationships based on
alternative lucrative principles, and suggests that the concept of “academic field” should be replaced by that of “network”.
Keywords: research, Latin America, cognitive capitalism, ad honorem work, university, political science.

ORIGINAL RECIBIDO: 22-VII-2008 – ACEPTADO: 18-IX-2008

* Este artículo es parte de la investigación doctoral “Relaciones entre los cam-


pos científicos en las ciencias sociales” que se encuentra en elaboración (2006-
2009), Departamento de Sociología-Universidad de Cambridge (Reino Uni-
do). El proyecto ha recibido apoyos financieros del Saint Catharine’s College,
Cambridge; la Universidad de las Américas-Puebla (México); y la Society for
Latin American Studies (SLAS) (Reino Unido). Agradezco los comentarios de
Tania Pérez Bustos, de Mercedes Kerz y de los revisores anónimos que han
permitido dejar más en claro el aporte específico que se propone este artículo.
* * Estudiante de doctorado en Sociología, Universidad de Cambridge. Jefe de
Trabajos Prácticos, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales-Universidad de
Belgrano (Argentina) y profesor visitante, Escuela de Ciencias Sociales, Ar-
tes y Humanidades-Universidad de las Américas, Puebla (México). E-mail:
lr291@cam.ac.uk

64 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Problema de estudio para aumentar la productividad del de pequeños emprendimientos
trabajo académico, principalmente orientados sobre todo a la docencia
Hacer investigación científica es medido en términos de publicacio- (Barsky et al., 2004)
siempre difícil. Desde el punto de nes en revistas extranjeras, subsidios
vista institucional, la ciencia deman- externos a la investigación y patentes Para la mayor parte de los aca-
da enormes inversiones en personal, (Galcerán, 2007); c) internacionali- démicos en países en desarrollo, el
equipos e infraestructura, además de zación del aprendizaje, con un au- actual contexto en el que se cruzan
requerir plazos prolongados para que mento sostenido de la movilidad tendencias globales del capitalismo
dichas inversiones comiencen a estudiantil que, en algunos casos, con las exigencias propias de la vida
arrojar frutos en términos de publi- favorece la diversidad en el aula académica es complejo. Las actua-
caciones, patentes y soluciones a pro- (Pérez, 2003); d) internacionalización les tendencias del management
blemas puntuales. Desde el punto de de la investigación, con presiones universitario presentan a los acadé-
vista individual, la in- micos “como un grupo, o
vestigación científica elite, que se ha dedica-
requiere de habilidad do a defender sus privi-
para permanecer dentro legios, fueros y favores”
de un marco de tensión (Sisto, 2007: 14). Así, las
entre la creatividad y la condiciones básicas para
disciplina, entre el de- la realización de activi-
seo de extender el cono- dades intelectualmente
cimiento y la rigurosidad demandantes como la
en la forma de hacerlo enseñanza y la investiga-
(Whitley, 2006; Fortes y ción (Altbach, 2007) son
Lomnitz, 2005). fuertemente atacadas
por los administradores
La articulación entre que buscan racionalizar
la dimensión institu- económicamente las
cional y la individual se instituciones. Al hacer-
ha visto recientemente lo, “se apela a la acción
afectada a partir de los de hacer insignificante
cambios globales y loca- algo, de restarle impor-
les que resumidamente La colonización antioqueña hacia el sur tuvo las minas y las guacas como primer objetivo. tancia, de banalizarlo” (Sis-
Revista El Gráfico, Bogotá, s.f.
pueden denominarse glo- to, 2007: 16), entonces, la
balización. La aparición de un capi- internas y externas para formar equi- vida académica es concebida des-
talismo cognitivo (Slaughter y Leslie, pos de trabajo multinacionales de el marco de la productividad, de
1997; Thrift, 2005) ha modificado no (Becher y Trowler, 2001); e) masifica- la eficiencia, del mercado y final-
sólo las estructuras globales de pro- ción de la educación superior que mente se trivializa. Los propios do-
ducción (Stiglitz, 2003) sino también no ha sido acompañada por un in- centes, en definitiva, terminan por
las prácticas locales (Sennet, 1998). cremento de los fondos públicos, lo aceptar el discurso y comienzan a
En ambos casos, la idea central pare- que ha generado déficit de infraes- desacreditar su propia actividad,
ce ser la flexibilidad. tructura y de personal (García, como Sisto Campos (2005 y 2007)
2007), y f) control externo de la ac- ha mostrado.
En lo que respecta a la vida aca- tividad académica mediante la eva-
démica, la globalización ha tenido luación de pares (Fernández, 2007) En este contexto, las prácticas
efectos que pueden sintetizarse en: y el mercado (Baert y Shipman, académicas quedan enmarcadas en
a) nuevas formas de vinculación 2005). Para los países en desarrollo, criterios impuestos por las agencias
laboral entre los docentes e investi- la cuestión se agrava debido a la públicas y privadas de evaluación, que
gadores y las casas de estudios escasa participación del sector pri- presionan para formar equipos de in-
(Sisto, 2005 y 2007); b) presiones vado en la investigación, más allá vestigación, promover la transferencia

RODRIGUEZ MEDINA, L.: RELACIONES PRE-CAPITALISTAS EN LAS PRÁCTICAS CIENTÍFICAS EN ARGENTINA N ÓMADAS 65
intergeneracional de habilidades y caos, de reducir la incertidumbre de de su planta) estarían en condicio-
conocimientos mediante la docencia pocos recursos y alta demanda, ha nes de trabajo no rentado, mientras
y la dirección de tesis, y para publicar sido el trabajo ad honorem (San que en la Universidad Nacional de
en revistas locales o preferentemente Martín, 2008). Rosario el número se reduciría a 600
internacionales. La falta de recursos (San Martín, 2008), pero éste corres-
financieros para la investigación, la Desde el punto de vista cuanti- ponde al 10% de su planta. En gene-
desactualización de casi todas las bi- tativo, el problema es mayúsculo1. ral, se reconoce que en la actualidad
bliotecas públicas y privadas, la reti- Según el censo de 2004 de la Uni- hay alrededor de 30000 académicos
cencia a dar espacios físicos (oficinas, versidad de Buenos Aires, el 37% de no remunerados por su trabajo, según
salas de reuniones) a los equipos de su plantel docente es ad honorem, lo informa la Federación de Docentes
investigación, la escasez de revistas que representa 11003 académicos2. El Universitarios (San Martín, 2008) y
académicas con sistemas de la mayoría se concentra en
referato y el escaso o nulo re- las instituciones de mayor ta-
conocimiento simbólico a la maño, donde los recursos
tarea docente y de investi- públicos no cubren la deman-
gación por parte de las auto- da estudiantil. Un dato que
ridades (Barsky et al., 2004; muestra hasta qué punto
Buchbinder, 2004; Krotsch, se ha vuelto común está
2001) casi nunca se tienen práctica para el sistema de
en cuenta en la evaluación educación superior en Ar-
de la vida académica. gentina es que el 55% de
los académicos no rentados
En cada contexto, las ha cursado o estaba cur-
tensiones enumeradas más sando (en el momento del
arriba dan lugar a diferen- censo en 2004) estudios de
tes prácticas. La falta de re- postgrado (San Martín,
cursos bibliográficos en las 2008). Es decir, la falta de
universidades argentinas, incentivos materiales y la
por ejemplo, ha generado necesidad de recurrir a
una industria de la foto- otras fuentes de ingreso no
copia y ha obligado a los impiden que los profesores
profesores a socializar sus reconozcan la importancia
bibliotecas personales. La y los pasos que requiere la
falta de espacio físico ha lle- carrera académica y conti-
vado a los investigadores a La numerosa familia antioqueña de la colonización, con veinte y más hijos. núen invirtiendo su tiempo
Revista El Gráfico, Bogotá, s.f.
desarrollar sus actividades y recursos en su propia
de manera particular, adaptando par- 70% de esos docentes, como es de formación. Por otro lado, parece evi-
te de sus hogares como estudios para esperar, debe obtener fondos de otras dente que las instituciones han
poder investigar. La ausencia de fuentes (familiares, trabajos no aca- implementado esta práctica como
revistas ha forzado a un diálogo per- démicos, trabajos académicos en otras acceso a la vida académica institu-
sonal que simultáneamente ha car- instituciones), lo que atenta fuerte- cional –si puede llamarse así– si se
comido la posibilidad de organizar mente contra su posibilidad de per- observa que del total de académicos
un campo académico (Fernández, manencia en la institución y contra no remunerados, el 83% correspon-
2002) y ha favorecido el predominio la realización de una adecuada ca- de a la categoría “auxiliares”, que es
de una cultura de oralidad sobre rrera académica. Las otras grandes la primera en el escalafón docente.
una de escritura (Canagarajah, universidades públicas nacionales
2002). Sin embargo, la más original parecen no tener una realidad dife- Esta investigación no ahonda
de las formas en que la academia rente. En la Universidad Nacional de cuantitativamente en este problema,
argentina ha tratado de organizar el La Plata, unos 2500 docentes (30% ya que ha sido bastante explorado

66 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


en este sentido (García, 2005 y ciones personales y/o emocionales construyeron historias de vida de 63
2007; Barsky et al., 2004; Coraggio que por las características específi- politólogos argentinos (40 trabajan
y Vispo, 2001). Más bien, el enfoque cas de los puestos de trabajo y sus en el área metropolitana de Buenos
presente es cualitativo (historias de beneficios simbólicos y materiales. En Aires y 23 lo hacen en el interior del
vida), con el fin de incorporar los pocas palabras, o entendemos que país) y que fueron realizadas entre
significados que estas prácticas hay un campo y dos lógicas simultá- diciembre de 2006 y diciembre de
generalizadas tienen para los acto- neas actuando, o concebimos el 2007 en el marco de una investiga-
res involucrados. Se busca así co- campo como una configuración de ción doctoral en la Universidad de
nocer las razones que mueven a los actores y materialidad que forman Cambridge que todavía está en
académicos a aceptar estas relacio- una red por la que fluye no sólo ca- curso.
nes laborales que son claramente pital (Bourdieu, 2004) sino todo tipo
precapitalistas en tanto El estudio se llevó a cabo
desmercantilizadas. Por con los programas de grado
pre-capitalista, siguiendo a de ciencia política cuyo lis-
Clark (2006), se entiende tado arrojó un total de 33
una relación laboral aca- programas (Leiras et al.,
démica no basada en el sa- 2005) de los cuales final-
lario, que impide o atenta mente se relevaron 27 y se
contra la profesionalidad agregó una institución que
de la actividad, y que tiene el posgrado más anti-
mezcla lo público y lo pri- guo en ciencias sociales con
vado en forma de redes de orientación a la ciencia po-
contacto que se superpo- lítica, FLACSO-Buenos Ai-
nen –o suplantan– a las res, totalizando de esta
reglas institucionales y de manera, 28 instituciones.
ausencia de espacios físi-
cos en los cuales la inves- El criterio de selección de
tigación pueda realizarse. entrevistados obedeció a tres
principios metodológicos: a)
El objetivo de esta in- muestreo intencional (Marra-
vestigación es mostrar que di et al., 2007), b) efecto bola
los datos cualitativos en- de nieve (Bertaux, 1981) y
contrados ponen en evi- c) principio de saturación
dencia la existencia de dos (Glaser y Strauss, 1967) por
planos simultáneos inter- el cual “se alcanza la certeza
actuando dentro del cam- práctica de que nuevos con-
De las trochas y los cargadores y silleteros se pasó a los “caminos”
po académico. En un nivel y a la arriería, con bueyes y mulas. Revista El Gráfico, Bogotá, s.f. tactos no aportan elementos
–el de los profesores con desconocidos con respecto al
plazas institucionales– se establecen de relaciones, algunas de ellas no tema de investigación” (Marradi et
relaciones académicas como las des- científicas, estrictamente hablando al., 2007: 223). La utilización de his-
critas más arriba y que Slaughter y (Latour y Woolgar, 1986; Knorr- torias de vida permitió abordar
Rhoades (1997) han llamado ca- Cetina, 1981). cualitativamente las particularidades
pitalismo cognitivo. En otro nivel, de la vida académica de los entre-
inferior, los aspirantes a ocupar po- vistados para observar los sentidos que
siciones en el campo académico es- Metodología los académicos/as dan a los diferentes
grimen estrategias pre-capitalistas, factores estructurales (Kohli, 1981).
conformando un no-mercado acadé- Los datos contenidos en este ar- Por ello, la tarea del investigador es
mico donde los flujos de personas e tículo han sido obtenidos mediante recolectar esa narración y triangu-
ideas están más influidos por evalua- entrevistas en profundidad que re- larla con información estadística,

RODRIGUEZ MEDINA, L.: RELACIONES PRE-CAPITALISTAS EN LAS PRÁCTICAS CIENTÍFICAS EN ARGENTINA N ÓMADAS 67
otros relatos, documentos oficiales y insertarse en la vida académica. El públicas de todo el país no parecen
demás objetos que conforman la red caso particular de Argentina es ser actores irracionales. Ellos asig-
(Bertaux, 1981: 40; Latour y Woolgar, iluminador en lo que se refiere a las nan, por lo general retrospectiva-
1986). prácticas de docencia e investiga- mente, significados precisos a su
ción no rentadas3. Es generalizada participación no remunerada.
El abordaje del tema mediante la aceptación de que el comienzo de
historias de vida permitió encontrar la vida académica en Argentina En muchos casos, especialmen-
una regularidad que había sido requiere una primera etapa carac- te en las grandes universidades pú-
planteada, con matices, en previos terizada por el trabajo docente e blicas, la pertenencia a las cátedras
estudios empíricos (Hobert, 2007; investigativo ad honorem, es decir, está filtrada por la participación po-
García, 2005): el comienzo de la sin recibir a cambio un salario. Sin lítica o gremial estudiantil. Una jo-
vida académica en Argentina está embargo, como bien ha señalado ven ayudante en una universidad
marcado por una etapa de trabajo Hobert, “la imposición del volunta- pública en Mendoza menciona esta
ad honorem que no sólo responde a rismo redefine el concepto. Ya no es razón.
cuestiones macro como
la falta de presupuesto y Uno tiene una relación
las escasas estructuras personal con el docente
de formación de futuros por eso […] quiero tra-
docentes, sino también bajar en esta cátedra,
a aspectos micro como también hay motivos po-
lealtades profesionales y líticos, estar presente en
políticas y estrategias una cátedra, sobre todo
individuales en relación en las de primer año, de
con senderos profesio- estar ahí con los chicos y
nales proyectados. Este que te conozcan, y mili-
estudio presenta los tarlos, entre comillas. Y
principales hallazgos. en cuarto en esta mate-
ria con Amelia me ano-
té también para estar con
Hallazgos ella, para ver como inves-
empíricos tiga ella, es el primer
contacto que uno siem-
1. Significados del Buque del río Magdalena. Foto anónima, c. 1940. pre tiene con el docen-
trabajo no te, como un gesto de
remunerado posible hablar de voluntad cuando buena voluntad de decir yo me
no existen otros caminos. La entre- anoto en la cátedra, que es que
La iniciación de la vida acadé- ga, el desinterés, lo honorable poco vos elegís una cátedra, hablas con
mica en los países desarrollados di- tienen que ver con los imperativos” el docente, el docente te firma
fiere de aquella encontrada en los (2007: 7). una carta que te dice que te
países en vías de desarrollo. Mien- acepta como ayudante, y listo. P:
tras en los primeros se puede observar Quitar el carácter “honorable” ¿Qué te toca hacer como ayudan-
un alto grado de institucionalización es el primer paso para observar que te? R: Lo que el docente diga.
de dichas prácticas (desde la obten- el trabajo no remunerado es una Hay cátedras en las que vas todos
ción del grado terminal hasta la bús- práctica que sostiene, en la actuali- los días a las clases y nada más,
queda del primer empleo), en los dad, una buena parte del sistema hay otros que te dan la posibili-
segundos la ausencia de espacios universitario argentino (Kladko, dad de dar clases, preparar un
institucionales deviene en la nece- 2008). Sin embargo, los jóvenes aca- tema y dar una clase. En general
sidad de pensar y articular estrate- démicos que se vuelcan a las cáte- es asistir al docente […] Pero es
gias diferentes para quienes desean dras de universidades privadas y bien informal, no es que hay una

68 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


ordenanza que dice que los ayu- sacado a colación por parte de los caracterizado por académicos de cla-
dantes alumnos tienen que bla, entrevistados en esta investigación: ses media y alta. Esto se vuelve pa-
bla, bla, […] P: ¿Te pagan algo? la vocación. El interés en lo acadé- tente en los siguientes pasajes de dos
R: No, no. Es ad honorem. Es el mico sumado a la generalizada idea académicos jóvenes que confrontan
contacto con el docente, lo más de que la docencia es una vocación, dos visiones sobre cuál es la razón y
importante. actúa como un factor que contribu- el efecto del trabajo no remunerado
ye a la aceptación de esta realidad en el comienzo de la vida académica.
El pasaje ilustra varias de las laboral. Un académico consagrado
habituales razones detrás de la de- asocia directamente la ausencia de Vos tenés […] que ir ganándote
cisión de trabajar sin remuneración salario con la vocación cuando re- tu lugar. O sea que es en base a
material. La primera es el contacto cuerda los comienzos de su vida aca- […] la persistencia que vos te
con los estudiantes a partir de las démica, “Yo había comenzado a quedás. Porque hay gente que por
necesidades políticas impuestas por trabajar en el Instituto de Finanzas ahí le ofrecen pero no puede que-
la militancia. Para esta académica, de la facultad, gratuitamente, tam- darse porque necesita encontrar
“militar a los jóvenes” es un trabajo o dice que eso
hacerlos partícipes de las no es lo suyo, no le gusta.
actividades del centro de Persistencia, seriedad y el
estudiantes, sumarlos a respeto que te vas ganan-
dichos proyectos y hacer do con los alumnos.
conocer las ideologías
detrás de esos proyectos. Veía que era una carrera
La tarea docente está, en donde gran parte de mis
principio, subordinada al compañeros pertenecían a
imperativo político, lo que otro estrato social. […]
también implica que el Tenían más margen para
ayudante y el titular deben, definir su futuro profesio-
de alguna manera, compar- nal con autonomía y con
tir espacios políticos. libertad. Yo sabía que te-
nía que ganar tanta guita
Sin embargo, la parti- por mes porque tenía res-
cipación de la joven profe- ponsabilidades de diversa
sora en otra cátedra, del índole y era como que no
cuarto año de la carrera, sí Ferrocarriles Nacionales de Colombia, Estación de Manizales, c. 1940.
podía pensar en un futuro
Tomado del libro Colgados de las nubes - Fondo Cultural Cafetero.
está vinculada a sus aspi- profesional. Sobre todo
raciones académicas, pero en térmi- bién, por supuesto. Es decir, tenía porque veía que estos chicos, es-
nos personales. “Un gesto de buena una vocación muy fuerte por la ma- tos compañeros […] empezaban
voluntad” o “el contacto con el do- teria impositiva”. laburando, dando clases en el
cente” hacen referencia a la primacía CBC, en la UB, en el Salvador,
de lo personal, a que la tarea docente Pero lo que puede ser vocación ganando $ 100 por mes o no ga-
y de investigación está mediada por individual, en el nivel colectivo se nando nada digamos.
las relaciones personales que el titu- transforma en la reproducción del
lar establece con los otros miembros cuerpo docente y de investigación Es interesante notar que en el
de la cátedra. Esto se refuerza, como en función de estrictas pautas cla- primer pasaje, el trabajo no remu-
puede inferirse, por la debilidad de los sistas (Bourdieu, 1988). En otras nerado es justificado en función de
reglamentos, en tanto el ayudante palabras, la falta de remuneración la persistencia y seriedad que el
hace “lo que el docente diga”. opera como un elemento que exclu- joven académico debe mostrar al
ye a los jóvenes académicos prove- aceptar las “reglas del juego”. Al re-
El trabajo no remunerado apro- nientes de familias de los sectores conocer que la oportunidad puede
vecha un aspecto frecuentemente populares y refuerza un profesorado habérsele ofrecido a alguien que no

RODRIGUEZ MEDINA, L.: RELACIONES PRE-CAPITALISTAS EN LAS PRÁCTICAS CIENTÍFICAS EN ARGENTINA N ÓMADAS 69
puede aceptarla porque “necesita ne que aprender más para poder trabajando el tema de la región
encontrar un trabajo”, esta acadé- enseñar. Era una forma de releer centro. Me incorporaron, nunca
mica está implicando dos cosas di- y preparar las clases, y aparte lo me pagaron […]. Yo hacía el se-
ferentes. Primero, está naturalizando que se llama el derecho de piso, guimiento periodístico y el ficha-
la reproducción clasista del cuerpo como empezar a insertarse en una je de toda la cuestión que habían
docente al aceptar que quien no cátedra. recolectado tres años de diario.
puede trabajar sin cobrar, sencilla- […] Yo de todo eso nunca vi un
mente deberá declinar la oportuni- La expresión “derecho de piso” dinero. Sí, por supuesto, me hice
dad y salirse del campo. Segundo, involucra inherentemente un des- el certificado correspondiente.
está reconociendo que la docencia equilibrio o incluso una injusticia.
y la investigación, al menos en esa Pagar un derecho de piso es cumpli- Durante los últimos dos años yo
etapa, no son un trabajo en el senti- mentar un requerimiento cuya úni- estaba trabajando como asisten-
do completo del término. No sólo ca justificación no es la falta de te de investigación de un proyec-
quitarle el estatus de trabajo es fun- mérito o capacitación, sino general- to en forma ad honorem y había
cional a los intereses de dirigentes mente el ser el más joven, el último conversado con algunos pro-
de instituciones públicas y privadas, en llegar. El sistema de cátedra, en fesores, pero en particular con C,
sino que también lo es considerar lugar de asemejarse a un equipo que sobre la posibilidad de irme a es-
que esas actividades pueden reali- busca a los mejores integrantes, se tudiar fuera. Y entre que las cir-
zarse sin estar totalmente profesiona- acerca más al pequeño batallón cu- cunstancias del país no eran
lizadas. Sin profesionalización, el yos escalafones están bien determi- particularmente acogedoras y
acceso a una posición académica nados y cuyas jerarquías no pueden que yo tenía intereses académi-
estaría mediado por un sistema de cuestionarse (Clark, 1977). Más cos, apenas pude me fui.
conexiones (para sostener la activi- aún, esos escalafones suelen ser de-
dad mientras no se tiene salario) que fendidos por quienes, una vez supe- El primer pasaje es el que tal
recuerda al de las universidades tra- rada la etapa no remunerativa, se vez resume mejor la opinión más
dicionales características del pre- han ubicado entre los que sí pue- encontrada en este estudio. La ma-
capitalismo (Clark, 2006: 11) y que den sostener su vida profesional y yoría de los académicos jóvenes en-
el joven académico del segundo pa- personal a partir de los ingresos pro- trevistados –y varios maduros que
saje hace evidente. vistos por la academia (Scott, 2008). recordaban sus primeros pasos– re-
conoció que la decisión de realizar
Otros académicos han visto su Desde la óptica de los jóvenes algún trabajo académico antes de
etapa de trabajo no remunerado académicos, el trabajo no remune- graduarse o inmediatamente des-
como un desafío –a sus habilidades rado también puede ser percibido pués, sin recibir remuneración, es-
docentes y de investigación– pero como una inversión de recursos no tuvo basada en la necesidad de ir
fundamentalmente como un “dere- tangibles, principalmente su tiempo. “armando un currículum”. Lo inte-
cho de piso”. Los siguientes pasajes de tres aca- resante es que casi todos los aca-
démicos diferentes dejan en claro démicos parecen aceptar que la
Hacia casi final de la carrera, el esta posición. capacitación específica durante los
Profesor A me propuso […] ser primeros años de la práctica aca-
su auxiliar en lo que se llama ayu- P: Cuando participaste en esta démica debe ser no rentada y/o que
dante de segunda en Ciencia Po- investigación sobre ciclos […] ello parece no tener mayores con-
lítica en el Ciclo Básico. P: ¿Eso ¿era una actividad rentada, o era secuencias 4. Casualmente –o no
era con designación? R: Sí, ha- también…? R: No, ad honorem. tanto– las observaciones hechas a
bía una designación, pero era ab- Yo fui como investigador ad partir de mi participación en un
solutamente ad honorem. Creo honorem, pero me servía, porque equipo de investigación en una uni-
que estuve dos años ad honorem era currículum. versidad privada de Buenos Aires
pero es algo habitual que existe sugieren que al mantener no renta-
aún hoy, y que uno lo hace […] Había un instituto de investiga- das ciertas actividades, el resulta-
como desafío. El que enseña tie- ción […] en la Católica. Estaban do puede ser, precisamente, que no

70 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


se produzca el aprendizaje que se un certificado que nutre un currí- que puede dar el profesor/a con
destaca. Luego de un año de re- culum incipiente. Sin caer en este quien el joven graduado estuvo tra-
uniones periódicas para la realiza- extremo, los dos primeros pasajes bajando desde los últimos años de
ción de un libro teórico, uno de los dejan en claro que los jóvenes aca- la carrera? Y, además, al haber sido
integrantes hizo saber que por ra- démicos que se enfrentan al trabajo ese trabajo ad honorem se ha gene-
zones de tiempo no podría escribir no remunerado intentan convertir rado una suerte de deuda por parte
el capítulo sobre el que había esta- dicha situación adversa en un be- del académico que ha empleado al
do trabajando. Ajustados por el neficio a más largo plazo. Así, su pro- joven graduado.
tiempo, por supuesto, los académi- pio futuro profesional reemplaza el
cos deben priorizar aquellas activi- salario en la evaluación personal so- El éxito del trabajo no rentado
dades de las cuales dependen sus bre los beneficios de trabajar sin re- como práctica iniciática en la cien-
ingresos y se relegan las que no (aún muneración. cia política argentina –práctica que,
contra la voluntad de quien debe to- por lo demás, puede extenderse por
mar la decisión). De esta forma, el En el último pasaje se puede ad- varios años– se ve reflejado en la
trabajo no remunerado termina por vertir una de las posibles capitaliza- lealtad que los jóvenes académicos
cuestionar el principio básico que lo ciones del tiempo invertido: apoyo mantienen hacia quienes les dieron
sostiene: la necesidad de “hacer para estudiar afuera. En la mayoría la oportunidad de dar sus primeros
experiencia”. de las universidades el proceso de pasos. Una joven graduada, traba-
aplicación a un postgrado exige la jando sin remuneración en una uni-
En el segundo pasaje lo que se presentación de cartas de recomen- versidad pública en Buenos Aires,
observa es la capitalización vía la dación. Dichas cartas, se pide, de- ejemplifica esta situación.
certificación. La experiencia de la ben ser escritas por personas que
investigación, aunque se reconoce conozcan el trabajo realizado por el Pero me llegó la oportunidad y
como aprendizaje, es convertida en aplicante. ¿Qué mejor carta que la dije: “Voy a ver qué me pasa, si

Nereo López: Palmira, Valle, 1962. Los nuevos “caminos”.

RODRIGUEZ MEDINA, L.: RELACIONES PRE-CAPITALISTAS EN LAS PRÁCTICAS CIENTÍFICAS EN ARGENTINA N ÓMADAS 71
me gusta”. Además yo ya entré nidad (no rentada) de trabajo aca- tre los miembros de la cátedra, como
pensando en hacer una maestría démico es una razón suficiente para forma de aportar mínimamente a los
y saber que está Santiago como trabajar en dichas condiciones. La gastos de transporte o adquisición
referente para preguntar, para lealtad es dirigida hacia una per- de material. En otros casos, cuando
consultar [es muy importante]. Y sona –en este caso, la profesora ti- la masividad de las instituciones lo
me parece que estaba bueno apro- tular– pero indirectamente hacia permiten, surgen prácticas que
vechar la oportunidad. También una institución que garantiza de- apuntan a maximizar los escasos re-
en agradecimiento a Santiago por terminado entorno laboral. De este cursos disponibles.
haberme tenido en cuenta, incluir- modo, una relación personal se con-
me en la materia, a Alberto lo mis- vierte en la base de una relación [En] Introducción a la Ciencia
mo (cursivas mías). institucional, lo que indica más un Política [yo] era un ayudante de
tipo de organización tradicional y segunda. P: ¿Tuviste designación
En la universidad privada la si- menos una forma burocratizada y de la Universidad? R: No, en ese
tuación, aunque bajo otros rótulos moderna de estructuración de la momento no. Yo tenía un papel
administrativos, tam- que me había hecho
poco es diferente. [otro miembro de la
Aunque en muchas cátedra] para que yo
instituciones sólo los cobrara. Me decía:
académicos con cier- “Yo no puedo ir, pero
ta designación (de para que vos no estés
jefe de trabajos prác- sin un mango yo te
ticos hacia arriba) hago una autoriza-
pueden dar clases, la ción”. Es una prácti-
existencia de las fi- ca muy frecuente.
guras de ayudantes, Por ahí el que no
auxiliares o la mera podía te hacía una
demora en las desig- autorización para co-
naciones dan lugar a brar en nombre de él.
prácticas docentes no Yo firmaba, como na-
rentadas. Una acadé- die preguntaba na-
mica joven de una uni- da, como si fuera [el
versidad privada del otro profesor].
conurbano de Buenos El Tiempo, 1911. Tomado del libro Siglo XX a través de El Tiempo (1999).

Aires relata su expe- 2. Espacialidad


riencia de tener que decirle a la ti- vida académica (Clark, 2006; del trabajo no remunerado
tular de la cátedra que dejaría su Vessuri, 1997).
cargo no rentado para asumir el dic- Una dimensión poco explorada
tado de otra materia en la misma casa Presionados por la precarización de las condiciones de trabajo aca-
de estudios.“Me parece que cuando de su labor (Sisto, 2005 y 2007) y por démico en ciencias sociales ha sido
alguien te da una oportunidad, las limitaciones materiales impues- la del lugar de trabajo. Al estar
digamos, uno tiene que responderle tas por un trabajo no remunerado, orientado hacia la enseñanza (Kent,
de una manera. O sea, no sé si decir los académicos se ven envueltos en 2002), el sistema universitario ar-
‘fidelidad absoluta’, pero bueno… yo relaciones económicas complejas gentino ubica al docente-investiga-
sentía […] que estaba dejando que pueden llegar a ser flagrantes dor en el aula, como el lugar natural
colgada a alguien que me dio una irregularidades. Algunos académi- de trabajo. Sin embargo, por obvias
oportunidad”. cos entrevistados se han visto más razones, la tarea de investigación no
de una vez en situaciones en las puede desarrollarse allí, lo que de-
Como muestra el pasaje, la leal- cuales sólo el profesor titular cobra- manda, en teoría, espacios específi-
tad hacia quien otorga una oportu- ba, pero éste distribuía su salario en- cos para los académicos. Aunque

72 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


esta carencia afecta a todo el siste- fructífero. Los profesores reciben de recursos y cuando existe un en-
ma universitario argentino, es más alumnos, por ejemplo, para supervi- torno institucional para que dicha
marcada en los jóvenes, ya que al sar sus aplicaciones a posgrados en el actividad se pueda llevar a cabo, la
no tener designaciones formales y extranjero o para revisar trabajos consecuencia es una acentuación de
mucho menos cargos jerárquicos prácticos en elaboración. De esta for- la mercantilización académica, tan-
(jefe de departamento, decano, di- ma es más fácil que el alumno conci- to de los investigadores como de sus
rector de carrera) no pueden con- ba al profesor no sólo en su papel productos. Estos cambios en la pro-
tar con espacios para la realización pedagógico sino también como mo- fesión académica han sido descritos
de su tarea profesional. Como sos- delo de las relaciones que se esta- por Slaughter y Rhoades en los si-
tiene Clark (2006: 7), blecen entre investigadores y jóvenes guientes términos: primero, es una
investigadores. profesión cada vez más de tiempo
[…] la moderna distinción bu- parcial. Segundo, es una profesión
rocrática que permitió la forma- Sin embargo, la ausencia de espa- cada vez más administrada (es de-
ción del profesional público, el cios de trabajo es una característica cir, supervisada y controlada). Ter-
sujeto experto, y su separación de tan imbricada en las universidades cero, es una profesión cada vez más
los intereses y hobbies del ama- argentinas que un entrevistado capitalizada y productivista, orien-
teur, el sujeto privado, radica en respondió lo siguiente ante una tada a la producción tanto de re-
la distinción entre la oficina y la pregunta sobre si aceptaría ser un cursos humanos como al outsourcing
casa. Esta distinción esta amplia- docente-investigador de tiempo com- de conocimientos y proyectos. Y, fi-
mente ausente en sociedades o pleto en una institución. “Me costa- nalmente, es una profesión que tien-
grupos tradicionales, en los cua- ría, porque me ahogo. Yo necesito de a producir una relación cada vez
les nepotismo, soborno, engaño, tiempo, para ir en colectivo, porque más mercantil entre estudiantes y
y otras violaciones del espacio la- perdés y ganás tiempo también… es- profesores. (1997: 9-11).
boral [office space], detestables tar en mi casa, mi estudio (precioso,
para los regímenes académicos y con ventanales, biblioteca, todo), En los países en desarrollo, la
burocráticos modernos, son un donde esté cómodo”. débil institucionalidad de la cien-
modo de vida. cia y la tecnología (Vessuri, 1997) y
La práctica de investigación en la la falta de recursos públicos y priva-
De este modo, la ausencia de ciencia política argentina ha forzado dos llevan a que los miembros del
ámbitos físicos de trabajo no sólo a los académicos a recluirse en su campo que participan en el juego
atenta contra la formación de una ámbito privado (su estudio, su biblio- académico no puedan contar con
comunidad de académicos –algo teca). Esta consecuencia ha llevado todos los elementos necesarios. En-
que ha sido comúnmente mencio- a numerosos académicos a valorar esto tre otras estrategias, y al menos para
nado por los entrevistados– sino que como una “libertad” que la precarie- la ciencia política argentina, los aca-
atenta contra la división entre pú- dad laboral permite y fomenta. Socia- démicos han establecido relaciones
blico y privado y entre conocimien- lizados en un campo académico donde no mercantilizadas que quiebran el
to experto y conocimiento amateur. la investigación es, generalmente, un campo en dos partes interconec-
esfuerzo privado, los investigadores su- tadas. De un lado quedan aquellos
Asimismo, la falta de un lugar de brayan la apropiación del espacio, la que ocupan las pocas posiciones
trabajo en la institución representa capacidad de adaptarlo a sus necesi- institucionales y que se someten a
un quiebre en la relación entre el dades y deseos y, finalmente, el placer la lógica del campo (Bourdieu,
estudiante y el profesor. Las observa- que esa situación produce en térmi- 1988) y de otro están aquellos que
ciones realizadas en el marco de esta nos laborales. sostienen –materialmente– la prác-
investigación en las pocas institucio- tica de investigación y docencia a
nes donde los profesores tienen ofici- partir del trabajo no remunerado.
nas, indican que el intercambio entre Discusión teórica Este quiebre conlleva, en el nivel
docentes y alumnos es más complejo, teórico, la dificultad de utilizar la
ya que excede la situación de clase y Cuando la presión por la produc- idea de campo de Bourdieu (1988,
permite un contacto más estrecho y tividad académica es acompañada 2004) y de confiar en metáforas

RODRIGUEZ MEDINA, L.: RELACIONES PRE-CAPITALISTAS EN LAS PRÁCTICAS CIENTÍFICAS EN ARGENTINA N ÓMADAS 73
economicistas para estudiar la pro- piso es una alteración de las reglas torno institucional fuerte y estable
ducción académica en contextos del juego académico, ya que la se- que de las redes académicas y ex-
como el argentino. lección de talentos para las posicio- tra-académicas que los actores son
nes depende menos de habilidades capaces de construir y solidificar.
La primera razón para superar la y conocimientos adquiridos (capital Un directivo de una universidad
metáfora del mercado es que, en no académico) que de la posibilidad de privada de la ciudad de Córdoba
pocas ocasiones, hay una suerte de sobrellevar materialmente el tiem- ha expuesto esta lógica organizativa
apropiación patrimonialista del po de pago del derecho de piso (que claramente:
cargo. Como muestra el primer tes- puede durar varios años). Esto ha
timonio de la sección previa, los ayu- llevado a Gambetta (1998) a hablar [En Córdoba] no hay recursos es-
dantes muchas veces se someten a de sistemas sub-óptimos de eficien- pecializados y si los hay el costo es
la voluntad del titular y terminan cia y calidad, donde sólo sobreviven muy alto. Hay un fuerte desin-
realizando actividades que no co- quienes aceptan las normas impues- centivo para que se sume gente.
rresponden a sus conocimientos pre- tas por los “barones” académicos. ¿Entonces cómo se hace? En al-
vios ni a sus destrezas (Clark, 1977; guna medida uno se aprovecha
Gambetta, 1998). Este patrimonia- Antes que pensar en dos cam- de la gente que necesita estar por
lismo, todavía vigente en muchas pos (los profesores y los ingresantes) otros motivos, que es progresar
instituciones, se asemeja a la estruc- con reglas diferentes y con relacio- profesionalmente, que tiene una
tura universitaria tradicional, en la nes ocasionales, creemos que es pre- fuerte vocación. Es así, suena cí-
que una cátedra llegaba a heredarse ferible modificar la idea de campo nico lo que te estoy diciendo. […]
de padres a hijos (Clark, 2006). La y ampliar el espectro de posibles re- Es, en alguna medida, aprove-
segunda razón es que los nuevos laciones entre los miembros del mis- charse del prójimo. Lo que yo he
ingresantes al ámbito académico no mo. En primer lugar, los miembros hecho, es [haber] tenido la habi-
tienen capital académico o simbó- del campo no buscan solamente lidad de encontrar un punto de
lico para intercambiar, lo cual los maximizar sus beneficios académi- contacto, generar un espacio en
excluiría, en la práctica, como miem- cos para convertirse en actores do- el que todos ganemos.
bros del campo5. Más aún, la falta minantes (Bourdieu, 2004), aún
de capital académico sumada al tra- cuando se puede considerar que Lo que el directivo expresa con
bajo no remunerado lleva a los jó- actúan racionalmente. En segundo crudeza es lo que Callon (1986) y
venes profesores a conseguir otros lugar, la referencia a la espaciali- Latour (1987) han llamado enrola-
trabajos fuera del ámbito universi- dad del trabajo académico se debe miento. Por enrolamiento se entiende
tario que se superponen a la labor tomar como una mayor sensibilidad la incorporación de un actor a una
académica. Tarde o temprano estos hacia la materialidad y su influen- red a partir de la traducción correc-
académicos se ven obligados a to- cia en las prácticas humanas (Law, ta de sus intereses por otro actor.
mar una decisión de volcarse com- 2006). En ese sentido, el campo de- Cuando el directivo dice que tuvo
pletamente a la investigación y la be contener actores humanos –aca- “la habilidad de encontrar un pun-
docencia o salirse definitivamente démicos, personal administrativo– to de contacto” no hace sino mani-
del campo. Una tercera es la apela- y elementos no humanos –computa- festar cómo él fue capaz de enrolar
ción a la lealtad y al derecho de piso doras, oficinas, bibliotecas– (Latour, para su interés (dirigir un programa
como formas de justificar el trabajo 1987) y sus múltiples y no reduci- universitario) a otros actores (pro-
no remunerado. La lealtad es un bles vínculos. La ausencia de un fesores) cuyos intereses específicos
valor que, tomado seriamente por los salario puede ser tan condicionante (necesidad de progresar, vocación)
jóvenes académicos, distorsiona una para la producción de conocimien- quedan traducidos en los términos
situación de mercado. Varios recha- to como la ausencia de una biblio- del actor principal.
zan ofertas laborales rentadas con el teca actualizada o de una oficina
fin de mantener un vínculo con un con conexión a Internet. Finalmen- La idea de “interés” ha sido cla-
profesor o investigador para con te, al menos en países en desarrollo, ve en el desarrollo de los estudios
quien ellos sienten una deuda mo- la estructura del campo depende de la ciencia y la tecnología para en-
ral. En igual sentido, el derecho de menos de la existencia de un en- tender el proceder científico (Callon

74 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


y Law, 1998; Barnes, 1981) y es un para actuar de la manera en que los po como un espacio con reglas de
concepto más amplio que el que per- otros actores lo esperan. Si no, el acceso y de juego (Bourdieu, 2004)
mite capturar la idea de Bourdieu actor quedará excluido de las redes hacia conceptos como los de red
(1988, 2004) de capital y capitaliza- que dan forma y sostén al campo y (Latour, 1987, 2005) o arena transe-
ción. Detrás del interés de un actor no habrá lugar para él en la prácti- pistémica (Knorr-Cetina, 1982), para
puede haber cuestiones extra-aca- ca científica. tratar de enfatizar en la naturaleza
démicas (política, lealtad, vocación) endeble de la barrera entre lo cien-
como académicas (mejores puestos En esta perspectiva teórica, tífico y lo académico y otras áreas
de trabajo, publicaciones, premios). cuestiones tales como la lealtad, la de las prácticas humanas.
Incluso, la idea de “interés” en el política, la vocación y demás razo-
marco de lo que se conoce como teo- nes esgrimidas por los entrevistados
rías del actor-red da lugar a cade- son un vínculo entre el campo aca- Conclusión
nas de traducciones, donde los démico y otros campos, donde los
intereses de un actor son traduci- actores también se desempeñan y Los hallazgos empíricos de este
dos en términos de los del otro y así tratan de enrolar a otros. Por ejem- trabajo sugieren la existencia, de-
sucesivamente, hasta formar redes plo, la joven académica que es mili- bajo de una capa de relaciones
sólidas y estables. De este modo, la tante política es un nexo entre el mercantilizadas (Baert y Shipman,
lealtad del joven recién graduado campo académico y el campo políti- 2005; Slaughter y Leslie, 1997), de
no es diferente de la necesidad de co. El joven profesor que trabaja en complejas relaciones entre académi-
un asistente de investigación para un laboratorio farmacéutico para cos consolidados y los recién arriba-
un académico consolidado. Ambos obtener ingresos que le permitan dar dos a la vida universitaria que se
son una y la misma cosa porque am- clases sin salario es un vínculo en- sostienen en vínculos personales
bos (intereses) se pueden traducir. tre el campo económico y el campo más que en relaciones laborales tí-
Si la traducción es exitosa, cada académico. Y la lista puede seguir. picas. Esos vínculos se materializan
actor considerará que sus intereses De este modo, algunos autores han en el trabajo no remunerado que ca-
están satisfechos y tendrá razones buscado alejarse de la idea de cam- racteriza los primeros años de la vida

El caucho, progreso para unos, genocidio para otros, comenzó su bonanza con el automóvil y la Casa Arana, fundada por peruanos
en territorio colombiano en 1903. Mujer bora, condenada a morir de hambre. Fuente: Hardenburg.

RODRIGUEZ MEDINA, L.: RELACIONES PRE-CAPITALISTAS EN LAS PRÁCTICAS CIENTÍFICAS EN ARGENTINA N ÓMADAS 75
académica en la ciencia política ar- privado, las prácticas académicas
gentina. Al estudiar estas relacio- podrían institucionalizarse más y las Citas
nes se observa que los jóvenes condiciones de trabajo, aunque
académicos suelen pensarlas en tér- bajo los vaivenes propios de la fase 1 El problema es doble. Por una parte, el
Estado nacional carece de estadísticas
minos de proyectos de vida (futuro), actual del capitalismo, podrían ga- sobre este fenómeno. Por otra, las esta-
de lealtades individuales con acadé- rantizar un desempeño académico dísticas son elaboradas por actores
micos que les han dado oportunida- de mayor calidad y producción. No involucrados directamente en la proble-
mática, como sindicatos o autoridades
des laborales, de simpatías políticas obstante, el artículo sugiere que allí universitarias. Consecuentemente, es sólo
y de vocación. En todos los casos, donde las exigencias de un cierto a través de la prensa y de declaraciones de
las relaciones ilustran lo que Clark modo de producción –académica o dirigentes universitarios y sindicales que
es posible tener una idea aproximada de
(2006) llama una universidad tradi- de otro tipo– no puedan ser cubier- la situación.
cional, donde la autoridad es ejer- tas por trabajo asalariado, la pre-
2 Los datos referentes al personal no renta-
cida casi patrimonialmente y donde sión tenderá a generar mecanismos do se obtuvieron del cibersitio de la Uni-
las reglas son subordinadas a los que reemplacen la remuneración versidad de Buenos Aires <http://
contactos personales, familiares y como medio de intercambio. Esto www.uba.ar/institucional/censos/Docen-
te2004/censo_docente.pdf>, de San Mar-
profesionales. hace patente lo endeble de las fron- tín (2008), Simeoni (2006) y Lora (2004).
teras entre el trabajo académico y 3 El sistema de cátedra de la mayoría de las
Si bien todos los profesores e in- otras formas laborales, pero también instituciones educativas argentinas hace
vestigadores se han visto sujetos a indica que los intereses de los que la docencia y la investigación no pue-
dan separarse tajantemente. Según García
una precarización de su situación miembros de un campo pueden de Fanelli (2007) la designación en una
laboral (Sisto, 2005) y a un incre- articularse de forma que todos los cátedra involucra tres tipos de activida-
mento en la presión por controles actores se perciban, al menos tem- des: docencia, investigación y extensión,
tareas que la cátedra debe desarrollar en
estatales y del mercado (Fernández, poralmente, como beneficiados. A forma de equipo. Asimismo, la existencia
2007), los más jóvenes han sido los su vez, estos mecanismos pueden de un organismo orientado claramente a
actores que, en parte, más han su- afectar la dinámica propia del que- la investigación, Conicet (Consejo Na-
cional de Investigaciones Científicas y
frido dichas tendencias. A la vez, sin hacer académico y cuestionar la Técnicas), no cambia radicalmente esta
embargo, ellos son los que hacen idea de un “capitalismo cognitivo”. situación, ya que éste exige a sus acadé-
viable el desarrollo de la vida aca- micos una filiación institucional –a uni-
versidades o centros de investigación– que
démica, al menos en aquellas insti- Entre las preguntas que esta in- tiende a reforzar la superposición de los
tuciones donde la masividad ha vestigación deja abiertas están: ¿cuál sistemas de educación superior, por un
superado la capacidad de respuesta es la percepción que otros actores lado, y de ciencia y tecnología, por el otro
(Villanueva, 2002).
institucional. tienen de este fenómeno?, especial-
mente las autoridades políticas y uni- 4 Sólo como ejemplo contrario basta men-
cionar el complejo sistema de research y
El caso de la ciencia política versitarias, y, también, ¿de qué teaching assistanships que las universida-
argentina, aunque en muchos sen- maneras específicas los jóvenes gra- des estadounidenses ponen en circulación
tidos es único, también puede pre- duados compatibilizan su actividad para que los doctorandos den clases y se
sumen a equipos de investigación.
sentar evidencia común a otras académica con las otras periféricas
disciplinas y a otros países. Lo que permiten su sostén material? Se- 5 Piénsese que, en ocasiones, alumnos en la
mitad de sus carreras ya están dando clase
específico de éste radica, probable- ría interesante, asimismo, observar el a los recién ingresados o cumpliendo el
mente, en su reciente consolida- impacto que esta situación tiene para papel de asistentes de investigación. En
ción como disciplina académica en la producción académica (libros, ar- estos casos habría miembros del campo
que no tendrían ni el mínimo capital aca-
Argentina (Fernandez, 2002), en la tículos de revista y manuales). En démico: el título universitario de grado.
aceptación en ese país del trabajo suma, queda indagar la posición de
docente no remunerado (San Mar- otros actores importantes del campo,
tín, 2008) y en las limitaciones pre- el conjunto de prácticas que permi-
supuestarias para las ciencias ten el fenómeno particular del tra- Bibliografía
sociales (García, 2005). En contex- bajo académico no rentado en la
tos más dinámicos, con inversión ciencia política argentina y su impac- ALTBACH, P., 2007, “Empires of Knowledge
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78 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


2. Prácticas y compromisos
de investigación: La
demanda por lo múltiple
RODRIGUEZ MEDINA, L.: RELACIONES PRE-CAPITALISTAS EN LAS PRÁCTICAS CIENTÍFICAS EN ARGENTINA N ÓMADAS 79
Decir verdades acalladas
y rebatir invisibilidades
subalternas:
investigación académica en
casos legales
nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 80-95

Roddy Brett* y Frederic I. Solop**


Traducción del inglés: Ana Rita Romero***
Este texto compara las experiencias de dos investigadores que trabajaron en casos legales: Roddy Brett en un proceso
contra antiguos miembros del alto comando del ejército de Guatemala acusados de genocidio, crímenes de guerra y
crímenes contra la humanidad, y Frederic Solop en una serie de casos que involucran cuestiones de discriminación racial en
Arizona. El artículo examina igualmente los dilemas del investigador como investigador de caso legal en un contexto en el
cual es probable que la investigación sea atacada y el investigador pueda de hecho encontrar serias tensiones y límites en lo
personal y en lo profesional.
Palabras clave: investigación legal, genocidio maya, discriminación racial, derechos humanos.
Este texto compara as experiências dos investigadores que trabalharam em casos legais: Roddy Brett em um processo
contra antigos membros de alto comando do exército de Guatemala acusados de genocídio, crimes de guerra e crimes
contra a humanidade, e Frederic Solop em uma serie de casos que involvem questões de descriminação racial na Arizona.
O artigo examina igualmente os dilemas do investigador como investigador de caso legal em um contexto no qual é provável
que a pesquisa seja atacada e o investigador possa de fato encontrar sérias tensões e limites no pessoal e no profissional.
Palavras-chaves: investigação legal, genocídio Maia, descriminação racial, direitos humanos.
This text compares the experiences of two researchers working in legal cases: Roddy Brett’s in a trial against former
Guatemalan Army high command charged with genocide, war crimes, and crimes against humanity, and Frederic Solop’s,
as a researcher in a series of cases involving racial profiling in Arizona. The article also examines the researcher’s dilemmas
as a legal case researcher in a context where the investigation might be questioned and the researcher might in fact find
serious tensions and limits between the personal and the professional.
Keywords: legal research, Mayan genocide, racial profiling, human rights.
ORIGINAL RECIBIDO: 29-IX-2008 – ACEPTADO: 08-X-2008

* PhD Politics, University of London; M.PHIL Social Anthropology, University


of Cambridge; M.PHIL (Research) Cultural Studies, Kent University. Profe-
sor, Department of Political Science, Northern Arizona University (EE.UU.).
E-mail: roddy.brett@nau.edu
* * PhD, Department of Political Science, Northern Arizona University; Director,
Social Research Laboratory, Northern Arizona University (EE.UU.). E-mail:
fred.solop@nau.edu
* * *Licenciada en Filología e Idiomas de la Universidad Nacional de Colombia.

80 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Introducción dad de la investigación académica: gación inicialmente llevada a cabo
una investigación realizada dentro con estrictos propósitos académicos,
La investigación académica trae de parámetros de objetividad y ri- puede terminar siendo parte del jui-
consigo una serie de responsabilida- gurosidad y una metodología de in- cio en un caso legal. Por el contra-
des específicas que obligan a los in- vestigación clara, sistemática y rio, una investigación académica
vestigadores a cumplir con un balanceada que busque fortalecer encargada para ser más tarde utili-
código profesional y moral cuyos ob- dicha rigurosidad. En este mismo zada en una investigación de caso
jetivos son preservar los principios orden de ideas, tales parámetros tam- legal puede convertirse en la colum-
éticos y los estándares profesionales, bién deberían caracterizar la inves- na vertebral de una sección en una
y legitimar la investigación dentro tigación de un caso legal, donde la publicación convencional de inves-
de los cánones aceptados en cada investigación se presenta como par- tigación académica. En ambos ca-
una de las disciplinas científicas. te de evidencia especializada que a sos, cuando tal investigación se
Para el mundo académico la inves- su vez forma parte del caso mismo, y relaciona con dar voz legítima a los
tigación es en sí misma un producto más tarde del juicio. Sin embargo, miembros de grupos sociales margi-
clave, pero ello no la hace exclusi- como veremos en el presente artí- nados y excluidos –para este caso se
va de este tipo de ámbitos; también culo, es importante preguntarse en enfatizará en pueblos indígenas y
es un componente importante para qué medida tales aspiraciones de minorías raciales– el investigador
ciertas profesiones en los campos objetividad y distanciamiento, de- con frecuencia enfrentará una pro-
jurídico, político y social (como en terminadas por el rigor científico, blemática seria: el posicionamiento
el caso del presente artículo) en la son alcanzables y representan metas de la investigación sobre tales gru-
construcción de casos legales en y criterios profesionales que van más pos subalternos dentro del orden
defensa de los derechos de ciuda- allá de la autolegitimación del dis- académico institucional tradicional.
danos subalternos. curso y caen dentro de la práctica
real de la investigación. Un ejemplo de ello son las difi-
En teoría, el rigor de la investi- cultades enfrentadas por la ciencia
gación debería estar guiado por los Con frecuencia, la investigación política para incorporar la investi-
principios generalmente aceptados cruza los límites de las disciplinas y gación sobre grupos indígenas o mi-
que legitiman y determinan la cali- funciones. Por ejemplo, una investi- norías raciales. Reconociendo que

El Tiempo, 1914. Tomado del libro Siglo XX a través de El Tiempo (1999).

BRETT, R. Y SOLOP, F. I.: DECIR VERDADES ACALLADAS Y REBATIR INVISIBILIDADES SUBALTERNAS N ÓMADAS 81
Trabajo arqueológico de Roberto Pineda en San Agustín. Instituto Etnográfico Nacional
(dir.: Luis Duque Gómez), después Instituto Colombiano de Antropología, c. 1946.

estos han adquirido un espacio cada cuestionamientos y dudas, particu- en sí misma está ligada a preguntas
vez más legítimo dentro de los inte- larmente en el contexto del acom- a priori definidas por las demandas
reses convencionales de esta disci- pañamiento a estas poblaciones enfocadas en favor de grupos sub-
plina, aún no gozan de la misma subalternas en el desarrollo de casos alternos, como los mencionados
financiación, importancia y credibi- legales controversiales. arriba, aun antes de que tales in-
lidad que otros temas dentro de la vestigaciones contribuyan a solu-
jerarquía de los asuntos de mayor Estos factores tienen importan- cionar sensibles casos legales. En
relevancia académica, como por cia en la medida en que el investi- este contexto la credibilidad y la
ejemplo, la investigación sobre ins- gador desarrolla sus actividades y imparcialidad del académico inevi-
tituciones o partidos políticos. Mas participa como tal en diferentes es- tablemente estarán sujetas a cuestio-
aún, y lógicamente, parecería que feras de la vida profesional, por ejem- namientos posteriores.
el investigador (y la investigación plo, en la investigación académica
resultante) podrían de hecho termi- convencional o en investigación En consecuencia, el presente
nar ocupando una posición margi- para organizaciones gubernamenta- artículo examina estos aspectos y los
nal dentro del establecimiento les, no-gubernamentales o intergu- dilemas del académico como investi-
académico, precisamente debido a bernamentales, o en investigación gador de caso legal en un contexto
la naturaleza de la investigación rea- de casos legales, como se discutirá en el cual, dado el alto costo (per-
lizada. A este respecto, la voz aca- en este artículo. Con mucha fre- cibido) y los riesgos de la investiga-
démica subalterna, dirigida a los cuencia, durante el desarrollo de un ción, particularmente lo que tiene
actores sociales subalternos, habiendo proyecto profesional el investigador que ver con el impacto (percibido),
abandonado los temas sagrados de afrontará dilemas muy humanos, es probable que sea atacada y el in-
la ciencia política, se encuentra confrontando lo personal con lo pro- vestigador, en lo personal y en lo pro-
desafiada en términos de su impar- fesional en una dinámica que pro- fesional, pueda de hecho encontrar
cialidad y credibilidad. Así que la ducirá tensión y desconcierto. serias tensiones y límites.
misma empresa o el papel de la in-
vestigación académica en tales áreas Estos problemas son evidentes en El presente estudio compara las
temáticas siguen sujetos a fuertes los casos en los que la investigación experiencias de dos investigadores

82 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


participantes en casos legales: La primera sección diagrama la personas reconocidas internacional-
Roddy Brett, quien trabajó en un experiencia de Brett sobre el caso mente encargadas de preparar infor-
caso legal contra antiguos miembros de genocidio en Guatemala, segui- mes sobre aspectos clave para los
del alto comando del ejército de do por la experiencia de Solop en asuntos legales del crimen de geno-
Guatemala acusado de genocidio, casos que tienen que ver con dis- cidio 1 . Los informes preparados –
crímenes de guerra y crímenes con- criminación racial en Estados Uni- Brett contribuyó con dos diferentes
tra la humanidad, y Frederic Solop dos. La presentación del los estudios informes de contexto específico que
quien ha trabajado en una serie de de caso está seguida por comenta- más tarde fueron publicados– iban
casos legales que involucran cues- rios concluyentes que reúnen las ex- a ser usados como evidencia en el
tiones de discriminación racial en periencias de dichos estudios. juicio. Los puntos de referencia usa-
Arizona, Estados Unidos. dos para evaluar cada conjunto de
informes apuntaban a si estos repre-
Aunque los contextos son total- Estudio de caso de sentaban una investigación objetiva
mente diferentes, la investigación Guatemala: Roddy Brett y rigurosa, basada en una metodo-
comparativa es pertinente y rele- logía de investigación estricta y
vante aquí dadas las significativas El papel del investigador en un cuantificable como contribución a la
similitudes y diferencias que los in- caso legal altamente politizado im- discusión legal en la corte.
vestigadores encontraron con res- pone una serie de retos complejos,
pecto a sus experiencias en tales particularmente en un contexto tras-
casos legales, en los que se confron- tornado por las heridas y cicatrices Contexto
ta lo profesional con lo personal, el del conflicto armado reciente y don-
posicionamiento de sus propias in- de la lucha por la verdad histórica y En los años 2000 y 2001, la Aso-
vestigaciones dentro de la academia legal trae consigo posibles amenazas ciación de Justicia y Reconciliación
institucional, y las cuestiones que a las vidas de los involucrados. En (AJR), una asociación de víctimas
reglamentan los límites profesiona- el caso del genocidio en Guatema- del conflicto armado interno en Gua-
les de la intervención y la objetivi- la, se empleó a un conjunto de in- temala (1960-1996), acusó formal-
dad percibidas. vestigadores, o peritos especiales, mente en cortes internas al Estado

Colombia, 1950. Foto cortesía de la familia Pineda Gutiérrez.

BRETT, R. Y SOLOP, F. I.: DECIR VERDADES ACALLADAS Y REBATIR INVISIBILIDADES SUBALTERNAS N ÓMADAS 83
de Guatemala de haber llevado a fue uno de los más largos y brutales racterizada por la perpetración sis-
cabo un genocidio contra la pobla- en la región. En medio de una crisis temática de atrocidades, fue ejecu-
ción indígena maya y de crímenes de política y económica, durante la cual tada contra ambos, la URNG,
guerra durante el conflicto armado, los militares temieron un posible de- particularmente en la capital y áreas
específicamente entre 1981 y 1983. rrocamiento del Estado por parte de urbanas, y enérgicamente contra su
Cabe anotar que la Comisión de Es- la guerrilla –la Unidad Revoluciona- base social civil, principalmente in-
clarecimiento Histórico (CEH), pa- ria Guatemalteca (URNG)– el go- dígena, sobre todo en la Guatemala
trocinada por las Naciones Unidas, bierno militar del general Romeo rural. Bajo la subsecuente dictadu-
previamente había concluido en su Lucas García (1978-1982) inició su ra del general Efraín Río Montt
informe final, “Guatemala: memo- política contrainsurgente de “tierra (1982-1983), se disminuyeron las
ria del silencio”, que el Estado gua- arrasada”. La campaña militar, ca- operaciones militares en áreas urba-
temalteco había sido responsable de nas al tiempo que la dictadura bus-
actos de genocidio, en por lo menos caba ganar nuevamente valioso
cuatro regiones del país (CEH, Vol. apoyo internacional, que incluía so-
III, 1999: 423-424)2 . Sin embargo, porte económico y militar de los Es-
el Estado guatemalteco no ha asu- tados Unidos.
mido su responsabilidad por estas
atrocidades, y durante la presenta- Sin embargo, simultáneamente
ción final del CEH el entonces pre- las violaciones a los derechos huma-
sidente Álvaro Arzú no participó en nos se intensificaron en el campo en
la entrega pública del informe. la medida en que los militares bus-
caban eliminar la base de apoyo de
Aunque la naturaleza de algu- la insurgencia como una forma de
na manera débil del acuerdo firma- combatir a la guerrilla. En el proceso
do entre los militares guatemaltecos, se usó una extraordinaria violencia
el gobierno y la guerrilla para crear para destruir cientos de comunida-
la Comisión, prohibió su uso directo des indígenas completas, que se su-
como evidencia en juicios legales, ponía eran la base social insurgente.
el reporte de la CEH estableció un Pueblos enteros fueron quemados
precedente importante en Guatema- hasta los cimientos y sus habitantes
la al proponer una perspectiva de masacrados. La violación de muje-
verdad histórica, que hasta cierto res y niñas y la tortura generalizada
punto, fortaleció la legitimidad de se utilizaron sistemáticamente como
aquellas acusaciones que posterior- estrategias con el objetivo de ate-
mente fueron formuladas por AJR3 . rrorizar a la población y someterla.
El caso en sí mismo representaba sin La estrategia dio como resultado la
lugar a dudas un intento por esta- derrota de la guerrilla y la completa
blecer la verdad legal del conflicto desarticulación de su base social a
armado en Guatemala. El consenso mediados de los ochenta.
sobre esta presunta verdad, el acuer-
do sobre la veracidad de tales even- El relato de esas verdades se
tos históricos y las implicaciones institucionalizó a través del CEH y
políticas de tales hechos fueron los se convirtió en el factor central en
factores clave que caracterizaron el los casos legales que más tarde fue-
debate sobre el caso de genocidio y ron presentados por AJR. Como
la ruta por seguir. investigadores, los académicos inter-
nacionales buscaban construir una
El Tiempo, 1915. Tomado del libro Siglo XX
El conflicto armado interno fra- a través de El Tiempo (1999). imagen clara de estos eventos con
tricida en Guatemala (1960-1996) el expreso propósito de presentar

84 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


evidencia objetiva en el juicio. Mien- (MP). De hecho, la Ley de Recon- experiencia como académico cen-
tras que el hecho de ser extranjero en ciliación Nacional o Ley de Amnis- trado en Guatemala y en la produc-
este caso proporcionó un cierto gra- tía, firmada en 1996, limitaba ción de investigación rigurosa. Sin
do de protección y una supuesta ob- severamente la posibilidad de iniciar embargo, la decisión de aceptar el
jetividad, también trajo consigo procedimientos legales contra los cargo de perito especial sobre el caso
acusaciones de interferencia extran- responsables de lo que se definió vino de un profundo sentido de com-
jera en los asuntos internos de Gua- como crímenes políticos, con la ex- promiso con los temas de la justicia
temala, el cínico despliegue de la cepción de crímenes contra la social en Guatemala y la convicción
carta de la soberanía, que histórica- humanidad, que no podían ser de la importancia de establecer pre-
mente ha precipitado reacciones pa- amnistiados. En el inicio del proce- cedentes legales relacionados con la
trioteras en Guatemala en casos so de paz no se llevaron a cabo ini- violencia del conflicto armado. El
donde ciudadanos extranjeros se ciativas lideradas por el Estado, no debate concerniente al genocidio
atreven a contar la historia guatemal- obstante, las obligaciones asumidas en esa época era incipiente y no
teca de manera diferente a como la en los acuerdos de paz. Así, la so- había sido difundido ampliamente
han contado los militares, los políti- ciedad civil nacional se convirtió en en el nivel nacional. Más aún, a
cos y las elites económicas. un actor clave del proceso para ga- pesar de las conclusiones del CEH y
rantizar justicia transicional. Sin amplios y eruditos trabajos académi-
Entre 1980 y 1986, los militares embargo, a pesar de los valerosos cos sobre genocidio en el plano in-
controlaron y mantuvieron como re- esfuerzos realizados, en el año 2008 ternacional, el compromiso mundial
henes a las instituciones del Esta- el caso de genocidio aún no ha sido con la historia del genocidio en
do. Durante este periodo no hubo llevado a juicio y permanece en la Guatemala era extremadamente es-
espacio para la movilización de la fase investigativa. Las razones de caso; hasta hoy permanece como el
sociedad civil o para ejercer la opo- esta situación incluyen obstáculos genocidio invisible del siglo XX.
sición organizada a los sucesivos re- generados por el Estado, continua-
gímenes y el sistema de justicia fue ción de una cultura de la violencia Al asumir una posición en la fase
efectivamente clausurado. El siste- y falta de acceso a la justicia por investigativa del caso y trabajar des-
ma legal como tal fue castrado y su- parte de los pueblos indígenas de la organización El Centro para la
bordinado a los procedimientos (Minugua 2004). Acción Legal en Derechos Huma-
violentos y arbitrarios de la justicia nos (CALDH), el autor inmediata-
militar4 . La violencia, facilitada por Los múltiples roles del mente se vio rodeado por personas
el racismo institucional, interperso- investigador con sus mismas ideas, activistas y
nal y estructural contra los indíge- académicos que trabajaban por un
nas guatemaltecos, se perpetró por Uno de los primeros asuntos con fin común: la persecución exitosa de
los autores materiales e intelectua- los que el investigador se compro- antiguos miembros del alto mando
les con la presunción, y el posterior mete es la cuestión de la imparciali- del ejército de Guatemala por una
goce de impunidad (Brett 2007). dad. La investigación de Brett serie de crímenes internacionales
comenzó en 1992, abarcando dos que incluían el genocidio. Los
maestrías y un doctorado, y hoy, die- funcionarios de CALDH estaban
El caso de genocidio: ciséis años más tarde, cuatro impor- convencidos de la existencia del ge-
experiencias y retos tantes libros. Las preguntas clave que nocidio dado lo que ellos percibían
han guiado la investigación hasta como evidencia abrumadora. No
En un contexto caracterizado este punto han sido cómo los indí- obstante, una vez en el campo, mien-
por la ausencia de apoyo o voluntad genas y la lucha por los derechos tras la búsqueda de justicia conti-
del Estado para investigar las atro- humanos en América Latina se en- nuaba siendo el factor central de
ces violaciones perpetradas duran- frentaron a la dictadura y a la vio- motivación, se presentó una prime-
te el conflicto, cuatro años después lencia política y buscaron influir en ra tensión entre lo personal y lo pro-
de la firma de la paz, la AJR presen- la democratización. Para el momen- fesional. La relación institucional con
tó sus casos legales ante la Oficina to en el que el autor trabajaba en el CALDH fue crítica. No obstante, el
del Fiscal Público Guatemalteco caso del genocidio ya tenía vasta papel de perito especial era extra-

BRETT, R. Y SOLOP, F. I.: DECIR VERDADES ACALLADAS Y REBATIR INVISIBILIDADES SUBALTERNAS N ÓMADAS 85
institucional, no ligado directamen- llamado la base social de la guerri- militares –con mucha frecuencia
te con la organización. lla. ¿Cómo podía encuadrarse esto esta colaboración era producto del
en un informe que inevitablemente miedo por sus vidas o como resulta-
Hospedarse en las casas de los estaba dirigido a documentar las do de amenazas de muerte–. Estos
testigos y sobrevivientes de las atrocidades patrocinadas por el Esta- abusos incluían masacres, desapari-
masacres, los testigos en esta acción do? ¿Esto no implicaría a la pobla- ciones y tortura.
de clase, y recibir su extraordinaria ción civil en actividades ilegales,
hospitalidad, generó un fuerte sen- justificando así la lógica militar? En la década del noventa el aca-
tido de responsabilidad y solidaridad Afortunadamente la Convención de démico de los Estados Unidos David
con estas personas y comunidades. Ginebra es clara sobre este asunto: Stoll había llegado a una conclusión
La investigación involucraba escu- la definición de población civil sig- similar en su libro Between Two
char sus historias y documentar sus nifica que los ataques contra la mis- Armies in the Ixil Towns of Guatema-
experiencias para entender el con- ma eran y siguen siendo ilegales. la (1994). En seguida fue tajante-
texto de la violencia política: la eje- Además, el principio de proporcio- mente rechazado por la comunidad
cución de miembros de las familias, nalidad expresado en lenguaje bus- internacional solidaria, por miembros
desaparición, violación masiva, tor- ca proteger a esta población de tales de los movimientos sociales guate-
tura, canibalismo forzado o comida ataques brutales. Relatar estas his- maltecos y por la misma guerrilla.
envenenada que los militares deja- torias, dar voz a estas acciones no Según los contradictores de Stoll, la
ban para que luego los pobladores implicaba legalmente a las comuni- participación en la guerrilla había
la encontraran. ¿Es posible que un dades y, especialmente, no exone- sido siempre y únicamente de forma
investigador mantenga su distancia raba al Estado de la responsabilidad voluntaria sin coerción alguna: el
frente a estos relatos? ¿La objetivi- legal por las atrocidades cometidas. movimiento guerrillero fue precisa-
dad aquí es una ficción? ¿Aún más, A pesar de ello, se sentía un claro mente eso, un movimiento insurgen-
es deseable? Lo humano, lo perso- malestar al identificar y documen- te revolucionario voluntario. Hablar
nal entran en conflicto con el ne- tar tales acciones. Sin embargo, la de abusos de la guerrilla era tabú y
cesario y auto impuesto aislamiento formación del investigador prevale- sin duda provocó fuertes reacciones
del investigador académico. La idea ció y los detalles, en forma anóni- en un amplio sector de las partes
de la investigación era entender el ma, se incorporaron al texto de los interesadas, lo miso que documen-
contexto en el cual la violencia tuvo informes y posteriormente a los li- tar las violaciones perpetradas por
lugar y las formas a través de las bros publicados. las fuerzas armadas podía provocar
cuales la población civil fue impli- la ira militar. Además, muchos de
cada en ella. En consecuencia, se Un segundo hecho controversial quienes apoyaban a los movimien-
llevaron a cabo entrevistas con víc- fue develado durante el trabajo de tos indígenas habían reaccionado
timas sobrevivientes, perpetradores, campo; un detalle que inicialmente fuertemente al cargo de que la po-
testigos, actores importantes en la precipitó serias dudas y cuestiona- blación indígena había sido obliga-
violencia que tuvo lugar. mientos. En las entrevistas, fue cla- da a la actividad revolucionaria,
ro que la violación sistemática de los contradiciendo tal cargo con la afir-
Es muy importante resaltar que derechos humanos perpetrados por mación de que el movimiento había
en el detalle de los crímenes come- los militares, aunque eran cierta- representado la expresión espontá-
tidos contra estas personas, inevita- mente los más numerosos y brutales nea de la insurgencia indígena popu-
blemente se revelaban verdades en su absoluta crueldad, no fueron lar. Aquellos que sugirieron o
incómodas, como por ejemplo, que las únicas violaciones que sufrió la declararon lo contrario fueron acu-
ciertas personas habían colaborado población civil. Las violaciones de sados de restarle poder de decisión
con la guerrilla, preparando comida los derechos humanos por parte de a la población indígena, lo cual es
o dando soporte logístico para ope- la guerrilla eran sobresalientes en una seria acusación. Es claro que
raciones, compartiendo información, algunas regiones, cometidas contra entonces la atmósfera en la que se
precisamente las razones dadas por aquellas comunidades que no que- desarrolló la investigación estaba
el ejército para llevar a cabo las ope- rían colaborar con la insurgencia o altamente polarizada, sensible y, al-
raciones militares: destruir lo que fue que ya estaban colaborando con los gunas veces, era peligrosa.

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Sin embargo, asumir con rigor la Fred Solop ha llamado a los investi- intimidación, precisamente en los
construcción de una verdad con pro- gadores académicos en juicios lega- momentos en los que se esperaban
pósitos académicos o legales exige les, es en últimas difícil de hacer a avances positivos o se hicieron efec-
decisiones difíciles frente a las un lado: es inevitable que uno no tivamente.
disputas por lo real, al igual que la sea fiable para aquellos contra quie-
responsabilidad de las voces de quie- nes testifica, particularmente si uno El contexto de la transición en
nes comparten sus historias. En este no está recibiendo remuneración y, Guatemala contradictoriamente ha
contexto, ¿qué tan objetivo podría por lo tanto, puede ser visto como facilitado el espacio para que la so-
aparecer un informe legal si inclu- simpatizante; y si ha sido pagado, ciedad civil (no el Estado en sí mis-
yera ciertos hechos y excluyera otros entonces será posiblemente que mo, no obstante sus obligaciones)
que hablan a gritos de brutalidad, nuestra imparcialidad ya ha sido formule y elabore un caso de geno-
injusticia o violencia? Tal ausencia comprada. ¿Y si uno descubriera ele- cidio, mientras simultáneamente sir-
podría claramente haber agravado la mentos que pudieran poner en peli- ve para limitar de hecho sus posibles
ya intensa sospecha de los opositores gro el caso con el cual uno está consecuencias: los militares no ten-
al caso legal sobre falta de impar- comprometido? El uniforme de trai- drán que responder formalmente por
cialidad de parte de los investiga- dor a la causa es algo que no se pue- sus crímenes ni la sociedad intentará
dores involucrados. de quitar fácilmente. Una verdad romper esta norma. Entonces el im-
no se descubre o se esconde sin cos- pacto de la investigación en este
La cuestión está claramente re- to, sin poner en duda otras. contexto está sujeto a influencias
lacionada con el poder. Desacredi- que van mucho más allá de la efica-
tar una fuerza insurgente en el El impacto y las limitaciones de cia y la rigurosidad del documento
proceso de documentar las atrocida- la investigación en un caso legal en sí mismo o de las habilidades pro-
des militares sin duda daría más fesionales y oratorias del investiga-
reconocimiento y causaría más im- En el caso del juicio por genoci- dor y, por lo tanto, ese impacto debe
pacto e inevitablemente podría ser dio en Guatemala, el impacto con ser analizado y evaluado de una for-
usado para desviar la atención pues- mayúsculas ha sido difícil de alcan- ma más holística.
ta en los militares que apoyaron las zar. El contexto de una transición
violaciones. De hecho, cuando el parcial y frágil dentro de una demo- No obstante lo que se ha con-
libro de Brett, Una guerra sin bata- cracia cada vez más violenta, el ac- vertido en una montaña de abruma-
llas: del odio, la violencia y el miedo en tual poder militar, por lo menos como dora evidencia, los acusados aún no
el Ixcán y el Ixil, 1972-1983 se publi- se ejerce tras bambalinas, desde las han tenido que enfrentar un juicio
có en 2007, esta sospecha se confirmó barracas, una sociedad civil gene- interno ni los militares han sido
cuando los periodistas enfatizaron lo ralmente indiferente y un clima de profundamente manchados por las
primero sobre lo segundo. Otra for- temor que experimentan quienes atrocidades que cometieron. Sin
ma de pagar las consecuencias de buscan justicia, ha impedido avan- embargo, se han precipitado otros
permitir que las voces de las vícti- ces claros en los casos. La debilidad procesos que pueden indicar el lo-
mas hablaran, fueron los ataques sistémica del sistema judicial, la gro de una serie de impactos, en
verbales recibidos por parte de estu- corrupción interna y el miedo de los minúscula y sugieren que las limita-
diantes que apoyaban a la guerrilla funcionarios de la justicia que son ciones contextuales son, hasta cier-
en una conferencia internacional, intimidados si hacen avanzar los to grado, maleables. Mientras el
aun frente a la evidencia de inequí- casos, ha significado que el proceso antiguo Alto Comando permanece
vocos testimonios de las atrocidades. haya sido sobrepasado por las difi- libre, está ocurriendo otro fenóme-
cultades; durante el año 2006, por no que señala importantes avances
Los informes y Una guerra sin aproximadamente seis meses al caso en la generación de una cultura po-
batallas dieron un análisis balancea- no fue asignado fiscal, debido a im- lítica democrática de respeto por los
do y riguroso de la violencia sufrida pedimentos institucionales. Y más derechos humanos y el conocimien-
por la población civil aunque se hi- aún, los abogados y trabajadores del to del derecho a tener derechos, lo
cieron pocos amigos en el proceso. mismo también recibieron constan- cual es un importante impacto en
La imagen del mercenario, como tes amenazas de muerte, ataques e los movimientos sociales según un

BRETT, R. Y SOLOP, F. I.: DECIR VERDADES ACALLADAS Y REBATIR INVISIBILIDADES SUBALTERNAS N ÓMADAS 87
importante grupo de analistas más humanos y la ley humanitaria como El estudio de caso en
amplio (Foweraker, 1995, 1998; resultado del caso documentado. Arizona: Frederick I.
Foweraker y Landman, 1997; Brett, Además, algunos de ellos están re- Solop
2006, 2008). cibiendo capacitación sobre estos as-
pectos por parte de operadores de Aunque no hay acuerdo sobre la
En una reunión entre testigos y justicia internacional. El sistema le- definición de “discriminación racial”,
sobrevivientes de las masacres en gal cerrado de Guatemala ha sido la Unión Norteamericana de Liber-
2003, una mujer indígena testigo del forzado a comprometerse con el tades Civiles (ACLU) la define como:
caso de masacres confrontó verbal- caso por el más atroz de los críme- “la práctica discriminatoria por par-
mente a la fiscalía, o ministerio pú- nes contra los derechos humanos: te de los agentes de ejecución de la
blico (MP), directa y públicamente el genocidio. Esta ya no es una pa- ley al hacer a un individuo objeto de
preguntando por qué no había habi- labra muda en los corredores del sospecha de haber cometido delitos
do avances notables en el caso y por sistema de justicia del país. Inter- basándose en su raza, etnia, religión
qué ellos no estaban cumpliendo con nacionalmente se notará un impac- u origen nacional”5 .
sus funciones. El extraordinario to cada vez más profundo y amplio
empoderamiento experimentado y una vez que esos grandes tomos so- De la misma forma que las pre-
ejercido por las víctimas de viola- bre los genocidios del siglo XX men- ocupaciones expresadas en el estu-
ciones ejecutadas por el Estado, ha cionen a Guatemala: ¿será más dio de caso de la investigación legal
sido una profunda consecuencia del contundente una acusación legal en Guatemala, la segregación racial
efecto acumulador de la investiga- exitosa que las fosas comunes en los Estados Unidos es en el fondo
ción relacionada con el caso y otros exhumadas y los nombres de las víc- un asunto de derechos humanos
procesos que han acompañado el timas? ¿El genocidio existe solamen- (Withrow, 2006). La investigación
caso del genocidio en Guatemala. te si se prueba legalmente? legal busca saber si existe persecu-
De igual manera, las víctimas han ción selectiva y discriminación con-
formado redes críticas y alianzas y Pasamos ahora a la discusión so- tra los grupos minoritarios en los
han emprendido un aprendizaje co- bre otro caso de investigación aca- Estados Unidos y en qué medida.
lectivo (y posiblemente sanador) en démica con propósitos judiciales
la medida en que se ha hecho claro desde un tipo de subalternidad di- Al igual que el trabajo de Brett,
que las experiencias de brutalidad ferente, la de la discriminación ra- la investigación de Solop tiene el
e injusticia sufridas en sus comuni- cial en Estados Unidos. Es casi potencial para dirigirse a múltiples
dades no fueron aisladas sino que imposible estudiar el sistema de jus- audiencias: a las víctimas poten-
formaban parte de un patrón más ticia penal en los Estados Unidos sin ciales de actos perpetrados contra
amplio de violencia contrainsur- tener en cuenta el impacto de la raza comunidades por causa de su iden-
gente que más comunidades indíge- y la procedencia étnica. Cuando se tidad, a los perpetradores de tales
nas sufrieron en otras partes del país. habla de tratamiento diferencial, de actos, a los sistemas legales respec-
ejecución selectiva de la ley o del tivos y a las comunidades más am-
Finalmente y con gran significa- número desproporcionado de afro- plias no ligadas directamente a las
do, ahora es posible publicar lo americanos, latinoamericanos e in- actividades que se investigan. Aun-
impublicable: sí, hubo genocidio. Se dígenas norteamericanos que son que el trabajo de Brett examina
podría decir que se ha generado un sujetos de todos los niveles del sis- ejemplos más atroces de violencia y
debate aunque dentro de un círcu- tema de justicia penal, la compren- violaciones, tanto Brett como Solop
lo muy estrecho y con posibilidades sión de los conceptos de raza y origen confrontaron tensiones similares en
legales muy limitadas. Sin embargo, étnico en los Estados Unidos define sus papeles como investigadores aca-
el debate nacional sobre el genoci- en parte la naturaleza del sistema démicos e investigadores trabajan-
dio en Guatemala ahora es legítimo. que se está estudiando. La discrimi- do en el contexto de sistemas legales
Más aún, abogados y jueces (opera- nación racial es un asunto que ilus- poco liberales.
dores de justicia) han tenido que ser tra la relación entre la raza y el
entrenados y tomar con seriedad las sistema de justicia penal en el país Este investigador luchó constan-
leyes internacionales de derechos del norte. temente dentro de un sistema de

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oportunidades y limitaciones concu- Las implicaciones de esta percepción en el tratamiento dado por los ofi-
rrentes, en el contexto de una in- son amplias. Además, el 53% de los ciales a los conductores de las mi-
vestigación sobre discriminación hombres afroamericanos entre los 18 norías étnicas (Departamento de
racial. El apoyo a la investigación le- y los 34 años dijo haber sido tratado Justicia de Estados Unidos, 2002,
gal fue suministrado por casos lega- injustamente por la policía local. 2005). Ambos informes concluyeron
les activos que se estaban tramitando Mientras el 85% de los blancos ma- que los conductores afroamericanos
en el sistema de justicia de los Esta- nifestó tener una percepción favo- e hispanos son obligados a detener-
dos Unidos. Estos casos impusieron rable de aquella, sólo el 58% de los se aproximadamente en la misma
serias limitaciones al tipo de inves- afroamericanos expresó un punto de proporción que los conductores
tigación que se podía llevar a cabo, vista similar. blancos (alrededor del 9%), pero
a la forma en que los hallaz- una vez se detienen, hay más
gos de la investigación re- probabilidad que los afro-
querían ser manejados para americanos y los hispanos
su uso en la corte, y al marco sean investigados. En 2002,
temporal dentro del cual se el 11.4% de los hispanos y el
requería terminar la investi- 10.2% de los afroamericanos
gación. Solop vivió un pro- que fueron obligados a dete-
ceso de aprendizaje para nerse por la policía fueron in-
adaptarse a este nuevo con- vestigados, comparado con
texto de investigación y sólo el 3.5% de los blancos.
experimentó algún recelo De la misma manera, en
frente a lo que pasa por ver- 2005 el 8.8% de los hispanos
dad y justicia en un mundo y el 9.5% de los afroameri-
marcado por los procedi- canos fueron investigados,
mientos contenciosos. frente a sólo el 3.6% de los
blancos. Los reportes de 2002
y 2005 concluyeron también
Antecedentes/ que los afroamericanos e his-
descripción del panos tuvieron más probabi-
trabajo lidad de ser investigados y
arrestados que los blancos.
La encuesta Gallup inte-
rrogó en 1999 a una muestra La segregación racial en
nacional de norteamericanos las autopistas interestatales de
acerca de sus opiniones so- los Estados Unidos se convir-
bre la discriminación racial. El Tiempo, 1924. Tomado del libro Siglo XX a través tió en el centro de atención
El 59% de los encuestados de El Tiempo (1999). para este investigador cuan-
seleccionado al azar respondió que “Manejar siendo negro” tiene do a comienzos del 2000 fue con-
dicha práctica estaba ampliamente consecuencias hoy en los Estados tactado por un abogado en Arizona
difundida. Gallup encontró resul- Unidos, más de una década después quien le pidió colaborar en un caso
tados similares en 2001. El 55% de de que algunos policías fueron en- que se adelantaba en la Corte Su-
los blancos y el 83% de los afro- contrados culpables de ejecutar las perior del Condado de Coconino
americanos dijo que era una prácti- leyes selectivamente contra los con- (Arizona). El autor ha construido su
ca generalizada. En el estudio de ductores afroamericanos en las carrera examinando el comporta-
1999, el 42% de los afroamericanos autopistas del peaje de New Jersey. miento político de los grupos mino-
que respondieron (incluyendo un El Departamento de Justicia de los ritarios que sobreviven en un mundo
72% de hombres entre los 18 y los Estados Unidos (DOJ) presentó in- de opresión y discriminación. La in-
34 años) dijo haber sido intercepta- formes nacionales en 2002 y 2005 vestigación sobre segregación racial
do por la policía debido a su raza. que documentan las desigualdades fue una extensión natural del enfoque

BRETT, R. Y SOLOP, F. I.: DECIR VERDADES ACALLADAS Y REBATIR INVISIBILIDADES SUBALTERNAS N ÓMADAS 89
de su carrera. Lo que fue nuevo para so y otras estadísticas de población. Impactos y
este investigador fue cambiar de Los precedentes de la Corte esta- limitaciones de la
contexto al pasar de desarrollar una blecidos en New Jersey vs. Soto investigación
investigación dentro del ámbito aca- identificaron un estudio de infrac-
démico al ámbito legal, definido por tores en la vía como el mejor pun- Algunos cambios decisivos en la
los procedimientos contenciosos, las to de referencia que podía usarse política surgieron de la investigación
maniobras de los abogados, los pla- en estudios de discriminación ra- sobre discriminación racial. Ahora,
zos cortos y los testimonios. El tra- cial de este tipo. ocho años después de iniciar la pri-
bajo en la corte, realizado durante mera investigación, hay cambios
un período de ocho años, condujo El análisis consistió en compa- sustantivos en la forma como se com-
tanto a una gran frustración como a rar sistemáticamente los datos de portan los agentes de policía del Es-
una enorme satisfacción con algunas los oficiales sobre paradas, inclu- tado, lo que está influyendo en las
consecuencias que vidas de todos los via-
afectarán probable- jeros que manejan por
mente las vidas de mu- las autopistas interes-
chas personas durante tatales en Arizona. Es-
mucho tiempo en el tos cambios específicos
futuro. incluyen la revisión de
los procedimientos de
recolección de datos del
Contexto de la DPS, el control regular
investigación de la actividad de los
agentes estatales de po-
La cuestión cen- licía, un acuerdo fede-
tral que condujo esta ral donde el DPS acepta
investigación sobre revisar los procedi-
discriminación racial mientos de entrena-
en los Estados Unidos miento de sus agentes,
ha sido bastante sen- así como mejorar los pro-
cilla: ¿están involu- cedimientos de notifica-
crados los agentes del ción a los ciudadanos y
Departamento de Se- El Tiempo, 1926. Tomado del libro Siglo XX a través de El Tiempo (1999). de trámite de quejas, y
guridad Pública (agen- la formación de una co-
tes de la policía estatal) en prácticas yendo los registros de los oficiales misión gubernamental para revisar la
policiales étnica o racialmente de interceptación de drogas, con actividad del DPS relacionada con
sesgadas en las autopistas interes- los datos de referencia. El análisis las paradas de conductores en las
tatales de Arizona? mostró consistentemente que los autopistas.
blancos estaban proporcionalmente
El problema al analizar la com- representados por debajo de lo nor- Los resultados incluyen los si-
posición étnica y racial de los con- mal en las paradas de los agentes guientes: se estableció la discrimi-
ductores interceptados por los del DPS y que los afroamericanos nación racial como un tema de
agentes de la policía estatal es la e hispanos estaban proporcional- discusión legítimo en Arizona y se
falta de un marco de referencia mente representados por encima sentaron las bases para continuar el
objetivo contra el cual comparar de lo normal. Además, los conduc- debate público, se han revisado los
los datos de las paradas. Las cor- tores afroamericanos e hispanos procedimientos de recolección de
tes y los científicos sociales han re- fueron investigados con mayor fre- datos del DPS, los procedimientos
chazado algunos de los marcos de cuencia y detenidos por períodos de reporte de información del DPS
referencia más fácilmente accesi- más largos que los conductores han cambiado, los procedimientos
bles, tales como los datos del cen- blancos. del DPS han cambiado, el DPS ha

90 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


instituido procedimientos para tra- tendido en una apelación posterior, detener a determinados conducto-
mitar quejas. cuando el testimonio previo define res en un momento específico. La
por sí solo el caso y el investigador información disponible no permite
En resumen, esta investigación ya no está disponible para responder a los investigadores entrar en la
es reconocida por haber contribui- nuevas preguntas. mente de los agentes y entender sus
do en forma significativa al debate procesos sicológicos en un momen-
sobre la discriminación racial en El autor trabajó generalmente to determinado.
Arizona. El proceso para llegar a este para abogados defensores que trata-
punto, sin embargo, ha sido compli- ban de llevar casos abandonados En un sentido realmente muy
cado y frustrante para un investiga- contra clientes indigentes, proban- estrecho, la Dra. Engel argumentó
dor entrenado en analizar los temas do la aplicación selectiva de las le- su caso dentro del contexto de los
dentro de un marco académico. El yes, una violación constitucional a precedentes legales más que dentro
investigador presentó los resultados la cláusula de protección igualitaria del contexto académico. En un caso
de las investigaciones ante las cor- de la Constitución de los Estados reciente de la Corte Suprema de
tes en muchas ocasiones. Estos tes- Unidos. El abogado principal, para Arizona (Jones vs. Sterling), la Cor-
timonios acerca de la discriminación quien trabajaba generalmente este te confirmó que la discriminación
racial fueron seguidos de interroga- investigador, tomaba estos casos de racial es una defensa legítima para
torios hechos por un abogado que indigentes en forma gratuita. Al alguien que ha sido detenido en una
actuaba en defensa del Estado y tra- mismo tiempo, el abogado recusaba parada de tráfico y acusado de un
taba de desacreditar los reportes so- consistentemente al Estado, un delito. En el mismo caso, la corte
bre mala conducta de los agentes. Goliat que disponía de una canti- estableció tres condiciones requeri-
Las recusaciones fueron dirigidas por dad de recursos aparentemente ili- das para presentar exitosamente un
alguien a quien le faltaba entrena- mitada para usarla en su defensa. reclamo, dentro de un estándar apa-
miento como investigador y sola- rentemente válido pero engañoso.
mente trataba de convencer a una En algunos casos, el Estado con- Estas condiciones son: 1) existencia
sola persona –el juez– de que los trató sus propios testigos expertos, de disparidad; 2) prueba de que di-
estudios presentados eran de algu- quienes hicieron un análisis secun- ferentes personas en situación simi-
na manera defectuosos. La investi- dario comprensible de la actividad lar son tratadas en forma diferente;
gación no fue remitida a un panel de los policías estatales, usando los 3) evidencia de intención. Es esta
de árbitros pares. datos recolectados por el DPS. La tercera condición, la evidencia de
Dra. Robin Engel de la Universidad intención, o la falta de la misma, la
Este investigador trabajó mucho de Cincinatti fue financiada por el que permite a los consultores del
para adaptarse al nuevo contexto y estado de Arizona para dar una res- Estado argumentar que el análisis de
presentar los resultados de la inves- puesta a mi informe. Este proceso de los datos no permite llegar a una
tigación. El testigo experto necesita confrontar un informe de investiga- conclusión de discriminación racial.
presentar información en términos ción con otro es típico de las cortes En este sentido, el marco legal limi-
muy básicos para asegurar la com- de los Estados Unidos. Significativa- ta el alcance del problema y fomen-
prensión por parte de una audien- mente, los resultados de Engel ta la despreocupación por este tema.
cia de legos; no puede exponer los (2004) son paralelos a los hallazgos Esta estrecha reglamentación defi-
hallazgos de la investigación como de este investigador. ne lo que debe constituir la verdad
lo haría en una conferencia en el sobre si ha ocurrido o no discrimi-
aula de clase, sino que debe ser con- A pesar de la certeza de las con- nación racial. Este investigador
ducido por un abogado a través del clusiones de Engel, ella testificó aprendió a partir de ello que el um-
testimonio. Al mismo tiempo, la cor- que era incapaz de concluir que los bral de determinación de la verdad
te determina que el investigador agentes del DPS de Arizona esta- probablemente no se alcance nunca
debe presentar un cuadro compren- ban involucrados en discriminación en un entorno legal. Así, la resolu-
sible que anticipe las preguntas hos- racial. Evitó dar esta conclusión ar- ción del problema de discriminación
tiles de la contraparte, así como un guyendo que muchos factores ex- racial nunca tendrá lugar únicamen-
registro completo que pueda ser en- plicaban por qué los agentes hacían te dentro del ámbito de las cortes.

BRETT, R. Y SOLOP, F. I.: DECIR VERDADES ACALLADAS Y REBATIR INVISIBILIDADES SUBALTERNAS N ÓMADAS 91
Su resolución tendrá que ocurrir en ceso contencioso donde los bolsillos de vida y etiquetado como “servi-
otra parte. del Estado son más pródigos que los cio”. El autor eligió seguir realizan-
de la defensa. Y aún así, si un in- do el trabajo legal y encontrar una
Aunque el camino legal tuvo vestigador decide trabajar gratuita- tregua creativa entre las exigencias
impactos específicos, este camino mente, se expone a las acusaciones concurrentes. Otros investigadores
está también definido por limitacio- de parcialidad, con la consecuencia que buscan tener éxito en la aca-
nes en la forma en que se pueden de que los adversarios podrían dar demia se apartan por lo general del
argumentar los casos y, en conse- vuelta a los resultados de la investi- trabajo en la Corte pues les consu-
cuencia, por las conclusiones adop- gación para apoyar su propia causa. me tiempo que podrían ocupar en
tadas por la Corte sobre lo que es o El investigador camina sobre una lí- hacer avanzar sus carreras académi-
no es realmente verdad. La activi- nea muy fina entre ser percibido cas. Para muchos ésta es una deci-
dad en la Corte puede ser gratifi- como parcial y hacer concesiones en sión razonable y racional.
cante cuando uno es el ganador, y el diseño perfecto de la investiga-
frustrante cuando uno pierde frente ción para lograr algunos resultados Elegir entre investigar para una
a oponentes con mejores recursos en útiles. audiencia legal o una académica es
el proceso contencioso. un lujo que pocos se pueden dar. El
El autor también enfrentó la ten- investigador privilegiado puede es-
Aunque las recompensas pueden sión entre hacer avanzar su carrera coger dentro de qué ámbito operar.
ser algunas veces más inmediatas en dentro de los estrechos márgenes del Al mismo tiempo, y como pasa con
la Corte, el investigador académico sistema de recompensas de la aca- los asuntos tratados en la experien-
aprende pronto y debe comprender demia e involucrarse en la investi- cia de Brett, las personas intercep-
que este ámbito no está estructura- gación generada principalmente tadas por la policía por lo general
do para dar la oportunidad de des- para un contexto judicial, un con- no tienen la opción de hacer esco-
cubrir honestamente “la verdad”. Lo junto diferente de límites estrechos gencias similares. No tienen acceso
que viene a pasar como “verdad” es definido por un sistema único de al ambiente académico ni al am-
el producto de otras fuerzas, inclu- recompensas y castigos. Afortunada- biente legal y no pueden contar sus
yendo los recursos. La habilidad de mente, el trabajo en la Corte se historias de forma que la gente los
llevar a cabo los procedimientos, la traslapó en cierto grado con la in- escuche. En cierta forma, el inves-
capacidad oratoria, la jurispruden- vestigación anterior. El investigador tigador es privilegiado al poder con-
cia, la precedencia legal y la expe- estaba también dirigiendo el Labo- tar las historias de las víctimas y, al
riencia tienen mucha más influencia ratorio de Investigación Social de su mismo tiempo, maldecido con la
sobre quién logra prevalecer en un universidad en la época de este oportunidad de poder escapar en
proceso contencioso que el hecho de trabajo, y algunos componentes cualquier momento. Dado este con-
que determinada parte esté más cer- particulares de la investigación junto de condiciones, ¿puede el in-
ca de la verdad. Los contextos lega- involucraron directamente al labo- vestigador entender realmente la
les y de la Corte le permiten al poder ratorio y a los empleados del mismo. verdad por sí mismo? ¿Puede contar
determinar la verdad mientras que Sin este traslapo, las exigencias de la historia sin vivirla realmente?
los académicos con mayor frecuen- servir a dos sistemas de recompensa ¿Cómo podemos reestructurar la con-
cia se precian de decirle la verdad y restricción pueden ser muy difíci- versación para permitir a nuestras
al poder. les de manejar. Esto es particular- víctimas contar sus propias historias
mente cierto, ya que un informe de de forma que sean escuchadas... y
Los investigadores son siempre investigación escrito para el ambien- que puedan producir cambios?
conocedores de las limitaciones en te de la Corte y la producción de
los recursos y de los múltiples im- testimonios para la misma podrían no
pactos que estas limitaciones tienen ser valorados dentro del sistema aca- Observaciones
sobre la calidad del diseño de su démico de evaluación. Este trabajo concluyentes
propia investigación. En ninguna no contó ni como investigación ni
parte se notan más estas limitacio- como enseñanza. Será a menudo re- Este artículo ha examinado dos
nes que en el contexto de un pro- legado a la sección amorfa de la hoja contextos totalmente diferentes don-

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de los investigadores académicos se cia de la comunidad internacional a prueba su capacitación profesio-
han comprometido como investiga- han aumentado esta exclusión. nal, particularmente a medida que
dores en casos legales: en el poscon- ¿Comprometerse políticamente a tra- ejercieron múltiples funciones. Sea
flicto de Guatemala y en temas vés de canales académicos cierra que el contexto de investigación
raciales contemporáneos en Estados entonces las puertas de las sagradas haya sido definido por los horrores
Unidos. Aunque los contextos y los instituciones académicas? del genocidio o por la discriminación
temas de investigación desarrollados, racial, los estudios de caso de este
así como los marcos normativos lega- Podría parecer que en los casos artículo demuestran cómo las cues-
les que apoyan los casos difieren pro- de ambos países, este importante tiones de investigación aparente-
fundamente, es importante examinar impacto acumulativo ha sobrepasa- mente frías y distantes no lo son tanto
en perspectiva las similitudes de las do las percepciones de impacto de y de qué manera la búsqueda y el
experiencias encontradas por los in- su trabajo académico convencional ímpetu por mantener la objetividad
vestigadores y reflexionar sobre las llevado a cabo en el espacio de con- es sometido a prueba constantemen-
relaciones entre el investigador y su ferencias y, tal vez, de formas tradi- te en el contexto de la investigación
trabajo. cionales de publicación. En el en Guatemala, los hallazgos inespe-
contexto de la presentación de los rados, desconcertantes y tremenda-
El impacto del trabajo de ambos hallazgos de la investigación a au- mente aflictivos, y la experiencia de
investigadores ha contribuido a una diencias académicas, otro conjunto la graciosa hospitalidad recibida por
transformación, aunque más leve en de marcos estructura el envío de parte de las víctimas del terror
el caso de Guatemala, ejerciendo información. Los hallazgos de la in- genocida, crearon tensión entre lo
una influencia sin precedentes so- vestigación en este escenario se juz- personal y lo profesional, y quizá
bre la cultura legal y política en el gan y evalúan por la forma en que pusieron a prueba la ficción de la
respectivo contexto. Es posible que edifican sobre la literatura teórica objetividad.
el impacto, con minúscula, al que con- existente y reflejan la compresión
tribuyó el investigador del caso le- personal de la realidad. Aunque el En el contexto de Estados Uni-
gal/académico de Guatemala no sea ambiente académico parece ser algo dos, la neutralidad de la propuesta
tan pequeño después de todo. La más “puro” que el legal, es al mismo del análisis de un conjunto de da-
capacidad de levantarse y elevar tiempo menos efectivo. El mundo tos impersonales entró en tensión
nuestra voz contra las falsedades e rara vez se conmueve frente a una con un patrón consistente de victi-
injusticias de la historia es un dere- reunión de viejos investigadores con mización de las minorías evidencia-
cho fundamental y una obligación títulos doctorales. do durante un largo período de
de las víctimas brutalizadas y del tiempo. Los estudios de caso presen-
investigador académico. En el contexto del caso legal, el tados aquí personalizan las luchas
trabajo de los investigadores se de- que los investigadores tienen al ba-
En este contexto, la subalter- sarrolló en un ambiente definido por lancear papeles múltiples y a veces
nación del investigador en el caso de las leyes, la precedencia, los proce- conflictivos: el profesionalismo con
genocidio ha sido inevitable. El Es- dimientos contenciosos, los recursos el interés personal y el compromiso
tado, los militares y los grupos elites inequitativos y el conflicto ideoló- político; la neutralidad y la objeti-
han ignorado y rechazado la inves- gico y político. El contexto externo vidad con la proximidad a la injus-
tigación. La corriente mayoritaria jugó un papel determinante en am- ticia, a la espantosa violencia y al
de la sociedad, aterrorizada y sumi- bos casos; en el caso de los Estados terror. En ambos casos, el rigor de la
sa, conforme con la verdad de los Unidos produciendo importantes investigación y sus códigos profesio-
militares tampoco ha asumido la res- transformaciones legales y, en el de nales se usaron como línea de base
ponsabilidad de demoler los mitos de Guatemala, restringiendo severa- para mostrar cómo se deben llevar a
la historia de Guatemala. El inves- mente el posible impacto legal que cabo tales actividades.
tigador ha permanecido excluido, podría tener.
desacreditado, visto como un actor Así que, ¿en qué medida la ver-
politizado que cuenta la historia Ambos investigadores encontra- dad (con minúscula)? ¿Los hallazgos
parcialmente. El silencio y la ausen- ron también situaciones que pusieron de estos dos investigadores llevan

BRETT, R. Y SOLOP, F. I.: DECIR VERDADES ACALLADAS Y REBATIR INVISIBILIDADES SUBALTERNAS N ÓMADAS 93
realmente a la sociedad algo más que producen esta investigación. las instituciones y los prejuicios his-
cerca de la verdad? Ambos estudios Así, los investigadores lucharon para tóricos, para que dichas institucio-
de caso hablan de cómo el contexto sencillamente ganar legitimidad nes se vuelvan menos impermeables
da forma a la metodología, a las per- para los problemas de investigación a las voces, verdades e historias de
cepciones y conclusiones, y moldea que decidieron tratar, mientras tra- los actores subalternos. Sin embar-
las ambiciones de los investigadores. bajaban simultáneamente para reco- go, al hacer esto el investigador
Es difícil incluso saber si podemos lectar e interpretar información de desafía una de las premisas funda-
discutir lo que es verdad sin enten- la mejor forma que sus habilidades mentales que apoyan la construc-
der primero el ámbito dentro del les permitieron. ción del poder, el pretendido monopolio
cual operan los investigadores. Dado irreversible de la verdad legal, histórica
que estos investigadores han inves- El trabajo académico con las po- y política ejercida por los actores
tigado y se han comprometido con blaciones subalternas (y no sobre hegemónicos. Es aquí pues, donde
las experiencias de otros, más que ellas), particularmente en ciencia hacer oír lo impronunciable es una
vivir ellos mismos dichas experien- política, lucha en contra de ser tarea crítica, urgente e irrefutable
cias, el proceso de investigación ne- subalternizado, teniendo que defen- del investigador.
cesariamente lleva al investigador der la credibilidad y legitimidad de
ligeramente más cerca de estas ver- su investigación frente a quienes
dades, aunque le permiten mante- continúan trabajando sobre los con-
ner distancia en relación con cómo vencionalmente sagrados temas de la Citas
es vivir esta verdad. ciencia política y desprestigiando el
compromiso político del académico 1 La Convención para la Prevención y el
Este es un camino no conven- con tales poblaciones. Sin embargo, Castigo del Crimen de Genocidio fue
ratificada por el Estado de Guaetmala en
cional para el investigador académi- el rigor y la investigación académi- 1950.
co. A los académicos se les enseña ca rigurosa no excluyen el compro-
2 Para posteriores análisis del genocidio en
a observar desde la distancia, a no miso político. De hecho, lo que se Guatemala, ver Arias (1984), Falla (1988;
interferir, a no ir demasiado cerca ha visto en los casos presentados aquí 1992), URNG (1983), Jonas (1991),
de sus sujetos por miedo a perder una es que el rigor en sí mismo puede ODHA 1998), Schirmer (1998), Taylor
(1998), Comisión de Esclarecimiento His-
perspectiva objetiva. Los post- fortalecer el impacto de la investi- tórico (1999), Sanford (2003) Brett (2007,
conductistas hablan de la imposibi- gación académica en los casos lega- 2009 inédito), Casaus Arzú (2008).
lidad de mantener los valores les y la falta de rigor disminuir su 3 El caso interno no ha sido el único cami-
personales y las emociones lejos del impacto. La objetividad de un inves- no legal abierto para aclarar el genocidio
proceso de investigación; el investi- tigador, sin embargo, es y debe ser en Guatemala. En 2003, la Corte Na-
cional Española dictaminó en favor de la
gador debe cuestionar siempre los sistemáticamente abierta a esta competencia para investigar el caso pre-
lugares a donde lo lleva su trabajo, cuestión: el investigador es, sobre sentado ante la Corte Nacional Españo-
dando lugar a una reflexividad que todo, un ser humano, un actor so- la por la guatemalteca premio Nobel, lí-
der indígena, ex embajadora de buena
ayude a asegurar que los hallazgos cial. En otras palabras, la investiga- voluntad para los Acuerdos de Paz,
de la investigación son fieles al me- ción objetiva no se contradice con Rigoberta Menchú Tum. El caso acusa-
jor entendimiento del investigador; el ejercicio de la subjetividad del ba a los anteriores presidentes general
Fernando Romeo Lucas García (1978-
al tiempo que permite resistir los investigador: su derecho a escoger 1982) y general Humberto Mejía Victores
mensajes de las corrientes predomi- escenarios para la lucha, a decir (1983-1985), ex presidente de facto ge-
nantes frente a las poblaciones otras verdades, es fundamental e neral Efraín Rios Mont (1982-1983), al
anterior ministro de defensa Angel
subalternas y marginadas. Los inves- incuestionable. Aníbal Guevara, al anterior ministro del
tigadores que abordan las cuestio- interior Donaldo Álvarez, y al exdirector
nes tratadas en este artículo han Así pues, el reto clave y la res- de la antigua Policía Nacional (ahora
Policía Nacional Cívica, PNC), Germán
tenido que resistir activamente la ponsabilidad para los académicos Chapina Barahona, y a Pedro García
tendencia académica a estigmatizar sigue siendo el empoderamiento de Arredondo, jefe del Comando Seis du-
y marginar la investigación que los actores, de tal manera que ellos rante el gobierno del general Lucas
García, por actos de genocidio, tortura,
involucra a poblaciones desconten- mismos puedan asumir el papel de terrorismo de Estado, asesinato y arres-
tas y, en consecuencia, a las personas hablar por sí mismos y de reformar to ilegal.

94 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


4 Para estudios sobre la violencia, ver Barry FALLA, R., 1992, Masacres de la Selva, Ixcán, SANFORD, V., 2003, Violencia y Genocidio
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BRETT, R. Y SOLOP, F. I.: DECIR VERDADES ACALLADAS Y REBATIR INVISIBILIDADES SUBALTERNAS N ÓMADAS 95
Producción de conocimiento,
prácticas intelectuales
y reflexividad* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 96-111

Uriel Ignacio Espitia Vásquez**

Con base en los resultados del proyecto “Gestión cultural y políticas de lugar: enfoques de desarrollo alternativo en San
Cristóbal y Los Montes de María”***, se enuncian algunas relaciones analíticas sobre lo que significa producir conoci-
miento, desde prácticas intelectuales conjuntadas en una experiencia de coinvestigación con colectivos sociales y las posibles
influencias de los procesos de reflexividad dinamizados para el fortalecimiento y la ampliación de las políticas de lugar
desarrolladas por estas organizaciones culturales.
Palabras clave: producción de conocimiento, prácticas intelectuales, reflexividad, políticas de lugar.

Com base nos resultados do projeto “Gestão cultural e políticas de lugar: enfoques de desenvolvimento alternativo em
São Cristóvão e Os Montes de Maria”, enunciam-se algumas relaciones analíticas sobre o que significa produzir conhecimento,
desde práticas intelectuais conjuntadas em uma experiência de co investigação com coletivos sociais e as possíveis influências
dos processos de refletividade dinamizados para o fortalecimento e a ampliação das políticas de lugar desenvolvidos por
estas organizações culturais.
Palavras-chaves: produção de conhecimento, práticas intelectuais, refletividade, políticas de lugar.
Based on the findings of the project “Gestión cultural y políticas de lugar: enfoques de desarrollo alternativo en San
Cristóbal y Los Montes de María”, some analytic relationships are stated between the significance of producing knowledge
when intellectual practices are getting together with some social collectives in a co-investigation experience, and the possible
influences of invigorated reflexivity processes in the strengthening and extension of the local policies developed by these
cultural organizations.
Keywords: knowledge production, intellectual practices, reflexivity, local policy.

ORIGINAL RECIBIDO: 08-VIII-2008 – ACEPTADO: 10-X-2008

* Este texto se compone tanto de los análisis propios del autor, como de apartes
del informe de investigación no publicado, presentado a Colciencias, en el
cual participaron Juliana Flórez, Uriel Espitia y María Angélica Garzón.
** Psicólogo, Especialista en Comunicación-Educación. Candidato a Magíster
en Investigación en Problemas Sociales Contemporáneos, IESCO-Universi-
dad Central. Docente-investigador de la línea de Comunicación-Educación
del IESCO-Universidad Central. E-mail: uespitiav@ucentral.edu.co
***Realizado entre febrero de 2007 y marzo de 2008 por tres nodos de
coinvestigación: a) el Colectivo de Comunicaciones Montes de María Línea
21 de El Carmen de Bolívar - departamento de Bolívar; b) la Corporación
Promotora Cívico Cultural Zuro-Riente y la Asociación Vecinos Solidarios
(AVESOL) (miembros de la Red de Eventos Culturales de la localidad Cuar-
ta de San Cristóbal - Bogotá); y c) la línea de Comunicación-Educación del
Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos-IESCO. El estudio contó con
el auspicio del Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la
Tecnología Francisco José de Caldas-Colciencias y la Universidad Central.

96 NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Antecedentes del poder y la desigualdad social. Al locales, promueve cambios sociales
proyecto tiempo, se han mitificado los disposi- colectivos y procesos de participa-
tivos tecnológicos, los lenguajes y ción ante las condiciones de discri-
Desde mediados de los años saberes propios de la comunicación, minación y exclusión, y frente a
noventa, la línea de Comunicación- encumbrando un mediacentrismo que distintos tipos de violencias, apro-
Educación de la Universidad Cen- reduce lo comunicativo a los medios, piándose de las propias capacidades
tral intuyó el carácter “estratégico” por lo que desde el punto de vista de para hacer contar sus voces, sus pro-
y no instrumental de la comunica- las prácticas sociales en comunica- cesos de gestión social, la preocu-
ción 1 , que durante la década los ción se vuelve necesario rebasar todo pación por entretejer la cultura con
sesenta fue la vía predilecta para la lo anterior y también aquel margin- las tradiciones comunitarias y la va-
difusión de innovaciones tecnológi- alismo de lo alternativo que cree que loración de los saberes locales3 .
cas por parte del discurso de la mo- una auténtica comunicación pueda
dernización desarrollista de las hacerse por fuera de la contamina- Con base en algunos de estos
agencias de cooperación internacio- ción tecnológica/mercantil de los desarrollos, Armando Durán y Car-
nal, lo que fue analizado y denun- grandes medios o que debería cir- los Eduardo Valenzuela decidieron
ciado críticamente por Freire en cunscribirse a experiencias microgru- estructurar un futuro proyecto de in-
19732 . pales escondidas en el mundo popular vestigación que permita averiguar si
(218-221). las prácticas locales de comunica-
Martín-Barbero (2003) ha mos- ción y cultura preocupadas por el de-
trado cómo los intereses hegemónicos Con el desarrollo del programa sarrollo territorial pueden generar
de la “sociedad de la información” de especialización en Comunica- alternativas críticas localmente si-
hoy avalan un comunicacionismo que ción-Educación desde 1998 hasta tuadas al espacio discursivo del de-
ontologiza la comunicación como el 2006, esta línea de investigación sarrollo (tanto como “desarrollos
motor y el contenido último de la pudo conocer muchos trabajos sig- alternativos”, “alternativas al de-
interacción social, al deponer a un nificativos donde la comunicación sarrollo” o quizá encontrando cami-
registro secundario la cuestión del producida desde las comunidades nos para pensar un postdesarrollo

“Huelga bananera terminó en masacre”. El Tiempo, 1928. Tomado del libro Siglo XX a través de
El Tiempo (1999). Caricatura de Ricardo Rendón (1894-1931).

ESPITIA V ÁSQUEZ, U. I.: PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO, PRÁCTICAS INTELECTUALES Y REFLEXIVIDAD N Ó M A D A S 97


(Escobar, 2005a: 20)). A este esfuer- Como conclusión parcial del tra- ante una videocámara, nos permitió
zo le sumamos luego los intereses de bajo de acercamiento realizado en- comprender que la reflexividad no
la política de interacción social del tre los años 2006 y 2007 a algunas es algo privativo de las prácticas
IESCO, que vio en la formulación de estas organizaciones, editamos en “académicas” o una prerrogativa de
de un proyecto de investigación una enero de ese año el video: “Hilos y la institución universitaria, sino que
de las formas de construir y fortale- enredos de lo cultural en el sur- tales capacidades ya están instala-
cer una relación de doble vía entre oriente bogotano”, donde los direc- das como parte de las prácticas in-
el Instituto y algunas comunidades tivos de la Promotora Cultural telectuales instituidas en lugares.
que desarrollan activamente el cam- examinaron de manera autocrítica
po comunicación-educación (C-E). las vicisitudes de la realización del Hay que aclarar que la propues-
Así inscribíamos parte de nuestra in- “XVII Festival del viento y las co- ta de coinvestigación realizada,
quietud por esa política buscando metas” debido tanto al sinfín de guarda cercanías con la Investiga-
superar el imaginario de la “exten- trámites, impuestos y restricciones ción-Acción-Participativa, en la me-
sión” o la “proyección social”, puesto que las políticas de gobierno fueron dida en que el proyecto se propuso:
que a mediados de 2005 a) articular la produc-
discutimos la reiterada ción de un conoci-
definición de la Univer- miento investigativo
sidad como un ámbito con la acción social
solidario de tres funcio- realizada por los invo-
nes académicas, que se lucrados, buscando
saben consustanciales a descubrir relaciones
su institucionalización para co-producir cam-
como organización fun- bios a partir de proble-
damental de la moderni- matizar sus prácticas
dad, caracterización pero atendiendo a que
interrogable desde el los colectivos desearan
equívoco que existe en- realizarlos; b) no pre-
tre función y actividades tendió una observa-
de la Universidad. De ción distante como la
este modo, la forma- Puerta 25 de agosto - entrada principal a la Refinería de Barrancabermeja, Santander. observación-partici-
Foto cortesía de Ecopetrol.
ción, la investigación y pante etnográfica, sino
la extensión, sólo serían tres tipos engendrando sobre las prácticas participación e involucramiento con
de actividades con las que la Uni- culturales de los colectivos sociales, los problemas tratados (pues el de-
versidad cumple su función verte- como a los desencuentros y conflic- safío actual para decolonizar el
bralqueeslade generar conocimiento tos experimentados con las propias pensamiento y la Universidad es
y volverlo accesible a la sociedad comunidades y otras organizaciones establecer una ruptura con ese “pathos
(Botomé, 1996). locales para el desarrollo del festival. de la distancia”, no siendo el aleja-
miento objetivista o la neutralidad
También coadyuvó a la cimenta- En ese audiovisual la cuestión de valorativa la que debe guiar la inves-
ción de este proyecto, la participa- la reflexividad sobre las prácticas tigación, sino un ideal contrapuesto de
ción en las experiencias de formación culturales en San Cristóbal hizo pre- contaminación y acercamiento, porque
docente realizadas por la línea de in- sencia como una táctica de interro- cualquier observación nos involucra
vestigación en el Programa Sectorial gación que supone un trabajo de como parte del experimento, (Cas-
de Educación Ciudad-Escuela-Ciu- explicitación y una puesta en cuestión tro-Gómez, 2007: 88-89)), en ese
dad, que permitió entablar relacio- de la propia experiencia individual sentido, inquirimos cómo construir
nes con algunos miembros de las y colectiva ejecutada en un lugar. teoría a partir de una práctica re-
organizaciones que integran la Red Ese proceso apalabrante, mediado flexionada críticamente y a través de
de Eventos Culturales de la locali- por una entrevista de recapitulación relaciones lo más horizontales posibles;
dad de San Cristóbal. de la historia de esta colectividad c) quiso relacionar conocimiento y

98 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


poder buscando incrementar la lectivos, en aras de que se constru- luchar contra las formas de poder allí
capacidad de decisión e interven- yeran como estructuras hegemó- donde es a la vez su objeto e instru-
ción de los actores con lo compren- nicas 4 ; b) en ningún sentido se mento: en el orden del “saber”, de
dido desde sus propias prácticas suscribió una propuesta de investi- la “verdad”, de la “conciencia”, del
culturales; d) más que divulgación gación militante que asumiría como “discurso” (Deleuze y Foucault,
–como trasposición al vulgo de propios los intereses de los actores 2000: 8-9).
conocimientos y técnicas (Huergo, sociales, ya que está claro que la
2001)–, se propuso una socializa- gente debe y puede hablar y actuar
ción, uso y apropiación de los sabe- por su cuenta, en razón de que las Prácticas culturales
res y conocimientos a través de prácticas intelectuales ya no son una
mediaciones comunicativo-educati- conciencia representante o repre- Contemporáneamente, la no-
vas; e) su estrategia de coinvestiga- sentativa y porque los sectores so- ción de cultura es comprendida como
ción puso en relación investigadores ciales no nos necesitan para saber. recurso, lo que implica su gestión, un
internos y externos or- enfoque que no era ca-
ganizados alrededor racterístico ni de idea
de tres nodos de pro- de la alta cultura ni de
ducción de conoci- la cultura cotidiana.
miento, donde los Este cambio cultural se
actores sociales son ha complejizado aún
interlocutores válidos más, cuando la cultura
en tanto que poseedo- recurso circula global-
res de experiencias y mente, con creciente
saberes sobre sus pro- velocidad. Su manejo
pias organizaciones y hasta ahora, administra-
sobre los contextos do a escala nacional,
donde intervienen. aparece coordinado tan-
to local como suprana-
No obstante, el cionalmente por las
proyecto se alejó de la corporaciones y por el
perspectiva de la IAP sector no gubernamen-
principalmente por- tal internacional. Esto
Construcción de un gasoducto tumbando bosque. Sogamoso-Cib. Agosto 1982.
que: a) la definición Foto cortesía de Ecopetrol. genera una nueva divi-
del problema de inves- sión internacional del
tigación debió ser resuelta en muy Sin embargo, existe un sistema trabajo cultural, yuxtaponiendo la di-
corto tiempo por la Universidad y de poder que intercepta, prohíbe, ferencia local a la administración y la
procurando hacer coincidir el in- invalida ese discurso y ese saber. inversión trasnacionales (Yúdice y
terés investigativo con los términos Poder que no está tan sólo en las ins- Miller, 2004: 16).
de la convocatoria de Colciencias; tancias superiores de la censura, sino
en ese sentido, los actores sociales que penetra de un modo profundo, Dada la injerencia cada vez más
y sus preocupaciones tuvieron un muy sutilmente, en toda la red de habitual y profunda de los actores
estatuto subrogado, lo que intentó la sociedad. Ellos mismos, los inte- trasnacionales en lo local, la ca-
subvertirse, no descifrando de an- lectuales, forman parte de ese siste- pacidad de agencia de los actores
temano los conceptos claves del ma de poder, la propia idea de que locales comporta una práctica refle-
proyecto (prácticas, políticas de lu- son los agentes de la “conciencia” y xiva de auto-gestión frente a los mo-
gar, reflexividad, producto multimedial, del discurso forma parte de ese sis- delos impuestos por una sociedad o
etc.), sino que fueron puestos a fun- tema. El papel del intelectual ya no formación cultural determinada,
cionar como un significante vacío que consiste en colocarse “un poco ade- para que en medio de las voces de
convocara el deseo y la potencia de lante o al lado” para decir la verdad otros, su apropiación consista en
lucha por la significación de los co- muda de todos; más bien consiste en poblarlas con sus propias intenciones

ESPITIA V ÁSQUEZ, U. I.: PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO, PRÁCTICAS INTELECTUALES Y REFLEXIVIDAD N Ó M A D A S 99


y acentos, pero a la vez trabajando, mental y por la reconstrucción de los compleja en los procesos políticos y
en el entrecruzamiento de las ma- relatos cruzados de vida que narraron de producción (Escobar, 1997: 135-
trices culturales de los grupos socia- la trayectoria de los colectivos. Con 172). De ahí que haya sido crucial
les y sociedades donde tienen lugar base en esa información, las propias seguir otra tendencia de los estudios
sus prácticas (Ibíd.). organizaciones nominaron sus prác- culturales latinoamericanos que le
ticas de gestión cultural sin seguir un apuesta a aterrizar la discusión en
A partir de tal propuesta, esta patrón homogéneo, ya que algunas campos de lucha concretos donde se
investigación se centró en la noción definiciones identificaron con cer- evidencie el “vínculo entre cultu-
de prácticas de gestión cultural. Tras teza el momento en el que emergió ra, poder e identidad” sin que tales
la revisión de la literatura pertinen- la práctica cultural, mientras que políticas culturales puedan res-
te y la discusión con los nodos de otras se preocuparon más por desta- tringirse a aquellos movimientos que
co-investigación, nos interesó no car cuál es la apuesta política de la son más evidentemente culturales,
tanto una definición estricta y pura organización con el desarrollo de ya que: “la cultura es política por-
de qué es una práctica de gestión una práctica dada. Asimismo, hubo que los significados son elementos
cultural, sino más bien, delimitar al- heterogeneidad en el carácter más constitutivos de procesos que, implí-
gunos criterios claves para identifi- prescriptivo o descriptivo con el que cita o explícitamente, buscan dar
carlas: a) son formas de hacer, pensar se explicaron las prácticas; mientras nuevas significaciones del poder so-
y relacionarnos; b) dan regularidad que algunas de ellas aludieron so- cial” (Álvarez, Dagnino y Escobar,
y mayor estabilidad al campo de lo bre todo al deber-ser de la organiza- 2002: 24-26). Concretamente se es-
social: c) están desarrolladas en el ción, otras se centraron en mostrar cogieron dos ámbitos para anclar el
ámbito de lo cotidiano y micro pero las dinámicas concretas de trabajo análisis de las prácticas de gestión
pueden reproducir funcionamien- que reflejan dichas prácticas. Esta cultural: las políticas de lugar y el
tos abstractos y macro; d) son heterogeneidad, lejos de ser una fal- desarrollismo (Informe Técnico Fi-
configuradoras de relaciones de po- ta, muestra que el momento de la nal a Colciencias, IESCO, abril de
der y, a su vez, están configuradas trayectoria que viven las organiza- 2008: 6-7).
por ellas; e) las caracteriza un fin, ciones marca de maneras distintas
un sentido, una intención; f) tie- el ejercicio de reflexividad sobre las
nen un carácter relacional y afec- prácticas que articulan sus maneras Políticas de lugar
tivo; g) son productoras de saberes; de hacer o agenciar lo cultural.
y, finalmente, h) poseen un trasfon- Como el estudio procuró articu-
do histórico. Pese a esta definición de las lar tres ámbitos de estudio: cultura,
prácticas, no quedaba claro cómo poder y el campo comunicación-edu-
Obtuvimos una aproximación operaban las contradicciones inhe- cación, se desplegó una propuesta de
histórica a dichas prácticas mediante rentes al modo como la cultura y la co-producción de conocimiento al-
la metodología de la revisión docu- ideología se insertan de manera rededor de caracterizar las prácticas

ORGANIZACIONES
Colectivo de
Corporación Promotora
Asociación Vecinos Comunicaciones
Cultural
Solidarios, AVESOL Montes de María Línea
PRÁCTICAS Zuro Riente
21
Pedagogía para la Generación de espacios de Formación de
DE
solidaridad encuentro Formadores
Alfabetización para la
GESTIÓN Arte en clave formativa Cineclub itinerante
ciudadanía
Corresponsabilidad
CULTURAL Alfabetización para la vida Consejos de redacción
comunitaria
Colaboración festiva por Prácticas de
Narración cultural local
la vida investigación

100 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


culturales con las que cotidiana- miríada de prácticas culturales, nar sus experiencias a través de prác-
mente estos actores de base han ve- comunicativas, ambientales, educa- ticas sugestivas como el trueque de
nido negociando, agenciando y tivas y de otro tipo, que procuran saberes mediante “visitancias” entre
resistiendo distintos modos de pre- hacer del lugar espacio de vida y proyectos –para el caso de lo que
sentación hegemónicos del discurso encuentro, un proyecto con vigen- aprendimos entre el Colectivo de Los
desarrollista en lo local. Una prime- cia intelectual y política que es Montes de María y la Escuela de
ra dificultad para su ejecución es muestra de una puja desde lo co- Comunicación “Minga del Sol” de la
que tendría lugar en dos contextos munitario, lo solidario y lo convi- comuna 10 de Neiva–.
dispares: la región de Los Montes de vencial más poético y vitalizante que
María, escenario de guerra abierta, prosaico y necrófilo5 . Estas organizaciones también
masacres selectivas, desapariciones, ejecutan alianzas variopintas para la
secuestros y desplazamiento forzado; Supusimos igualmente que su ejecución de proyectos de asisten-
y el sur de Bogotá, que también for- capacidad de agencia sociocultural cia, protección, promoción, preven-
ma parte de una geografía del mie- comporta una práctica reflexiva que ción, comunicación, investigación e
do que lo circunscribe al imaginario puebla con sus propias intenciones intervención con las poblaciones lo-
geopolítico de la “zona roja” donde y acentos, y desde el entrecruza- cales, donde los colectivos se juegan
predominan otras violencias asocia- miento de las matrices culturales de no sólo su pervivencia y desarrollo
das con las condiciones de pobreza, los grupos sociales, una lucha con- como organizaciones, sino también
la exclusión y la marginalidad social tinua por lugares que en medio de la posibilidad de resultar cooptados
y lugar privilegiado de emigración la globalización no desaparecen o se para los también persistentes inte-
para las poblaciones forzadas a des- desvitalizan a secas para las gentes, reses de sus financiadores, entre
plazarse. en parte, porque ciertas prácticas ellos, los aparatos del Estado, las
locales de las organizaciones socia- agencias internacionales de coope-
A esta condición habría que su- les se empeñan no sólo en resistir de ración o las políticas imperiales que
marle a estas regiones, la reciedum- manera negativa sino en crear otros también avizoran estas mismas loca-
bre de los efectos de la globalización pensamientos, formas organizadas y lidades para sus proyectos estratégi-
neoliberal sobre la explotación de los perdurables, tiempos y sentidos para cos de desarrollo, control militar y
recursos naturales como la univer- la vida; “políticas de lugar”, basa- tráficos capitalistas de toda natura-
salización de la miseria y la pobreza das en saberes y prácticas experien- leza. En tal sentido resulta muy sig-
para vastos sectores sociales, fenó- ciales situadas o concretadas en “sus nificativo la pervivencia, tras más de
menos inseparables de estas irregu- localidades sociales, económicas y diecisiete años, de la Red de
lares guerras regionales contra culturales específicas” (Escobar y Eventos Culturales, conformada por
poblaciones inermes que son prove- Hartcourt, 2002: 5-13). una veintena de organizaciones
chosas para los calculados terrores sociales que así decantan públi-
de las facciones en pugna y que bus- Aunque muchas de estas experi- camente sus invisibles procesos de
can desarticular todo lazo social, con mentaciones sean contingentes, frá- construcción de tejido social, con-
el fin de movilizar gentes, territo- giles, complejas y contradictorias, lo vivencialidad sin precio (Illich,
rios y recursos de manera estratégica común a ellas es que se trata de tác- 1985), formación, educación, comu-
y en pro de todo tipo de dinámicas ticas de producción del mundo para nicación y cultura, junto con la aten-
de acumulación capitalista, que- la generación de nuevos imaginarios ción de las necesidades de varios tipos
brantando la tenacidad de los po- de vida socioculturales que incluyen de poblaciones, que otrora fueran la
bladores o logrando incluso su luchas sistemáticas por la significa- responsabilidad de nuestro precario
exterminio. Como analiza Escobar ción y la reorganización en el lugar, Estado de bienestar.
(2005b), pese a que tal globalidad lo que comporta luchas de poder y
imperial aparentemente prevalece y formas emergentes de política que Tras estos procesos creativos era
avasalla lo local, un reconocimiento afirman una multiplicidad de acto- clave comprender hasta dónde las
de los movimientos y organizaciones res y acciones que operan en el pla- prácticas de gestión cultural des-
que luchan contra la globalización no de la vida diaria (Escobar, 2005b: plegadas por las organizaciones im-
en lo local, permite descubrir una 41), y donde resulta factible herma- plican [sic] un mayor o menor

ESPITIA V ÁSQUEZ, U. I.: PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO, PRÁCTICAS INTELECTUALES Y REFLEXIVIDAD N Ó M A D A S 101


distanciamiento de los modelos de betización de adultos con la Uni- visitancia entendida como una prác-
cambios instituidos. Partiendo de versidad Nacional Abierta y a tica de gestión cultural dirigida a la
este interés e intentando ir más allá Distancia, UNAD, que exige meto- formación a partir del continuo e in-
del dilema en el que ha caído la aca- dologías flexibles y activadoras de tensivo intercambio de saberes, ilu-
demia de optar de manera excluyen- resiliencia como dispositivos para la siones y apuestas políticas con otras
te por los modelos de desarrollo inclusión social focalizada sobre po- organizaciones. Se caracteriza por no
alternativo o por las alternativas a blación vulnerable de los estratos mediar el intercambio de dinero, ni
los modelos de desarrollo, se anali- 1, 2 y 3. La organización realiza una el reconocimiento formal de la for-
zaron algunas adhesiones, bifurcacio- negociación de este sentido funda- mación impartida/recibida siendo
nes y oposiciones de las prácticas de mentándose en un proceso de for- una de las experiencias más valorada
gestión cultural frente a los discursos mación pedagógica de educación por las organizaciones.
del desarrollo, lo que puntualmente popular con énfasis en los derechos
permitió identificar tres lógicas que humanos pero que, localmente, Entendemos que estas tres ló-
están re/creando las gicas desarrollistas no
prácticas culturales de son excluyentes. Por el
las organizaciones con contrario, se superpo-
respecto a esta forma- nen de manera comple-
ción discursiva: ja y contradictoria en la
vida de las organiza-
a) Lógica desarro- ciones. Sin embargo, sí
llista institucionalizada: podemos identificar
reproduce los discursos con claridad su pre-
hegemónicos del desa- sencia en dichas orga-
rrollo promovidos por nizaciones. Las más
los organismos multila- frecuentes suelen ser
terales y las agencias de las “lógicas desarro-
cooperación interna- llistas negociadas” que
cional y las teorías aca- por un lado, amplían el
démicas desarrollistas, margen de maniobra
en cualquiera de sus de las organizaciones
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
sucesivas versiones: Foto cortesía Archivo Central e Histórico, c. 1955. al acceder a los recur-
crecimiento económico sos existentes y por
(años sesenta), necesidades básicas busca establecer nexos entre las otro, ofrecen la oportunidad de
(años setenta), desarrollo humano historias de vida de las personas de rediseñar las intervenciones aten-
(años ochenta), desarrollo sosteni- la tercera edad del barrio San Vi- diendo a las demandas, los códigos
ble (años noventa) o, el más recien- cente y sectores aledaños y sus sen- y las formas de funcionamiento y
te, desarrollo participativo (2000). tidos de pertenencia barriales, en relación propias de la localidad. En
En el foro de socialización de resul- pro de una participación más deci- ese sentido, garantizan la permanen-
tados fueron las organizaciones dida en los Encuentros Ciudadanos cia de la organización sin perder de
quienes plantearon los riesgos de re- locales donde las comunidades or- vista su horizonte político. Menos ve-
producir este tipo de lógicas. ganizadas presentan proyectos de ces nos topamos con la lógica desa-
interés social como alternativas de rrollista institucionalizada que busca
b) Lógicas desarrollistas negocia- inversión prioritarias. a corto plazo la permanencia de la
das: resignifican los discursos del organización olvidando, no obstante,
desarrollo a partir de los sentidos c) Lógicas alternativas al desarro- que está corriendo el riesgo de ser
locales atribuidos a la transforma- llo: exigen una ruptura con la visión cooptada por los agentes del desa-
ción social. Por ejemplo: la Promo- decimonónica del progreso como un rrollo (Estado, Agencias de Coo-
tora Cívico Cultural subcontrata la proceso de cambio lineal, ascenden- peración, etc.) y en consecuencia,
ejecución de proyectos de alfa - te y acumulativo. Por ejemplo: la pueden pasar de ser una organiza-

102 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


ción local a ser simplemente otro riencias, cuyo saber y arraigo sobre territorios devienen en un aconte-
“contratista”. Por último, son muy lo local, precisamente les permite cimiento político. Enriquecimos esta
poco frecuentes las lógicas alterna- subsistir y desarrollarse en medio de noción tomando la propuesta de
tivas al desarrollo que apuntan más situaciones opresivas o de “geogra- Oslender (2000) de analizar la es-
hacia la multiplicidad epistémica; es fías del terror” (Garzón, 2008). pacialidad de la resistencia con base
decir, hacia la existencia simultánea en tres categorías propuestas por
y compleja de diversas formas de co- Producir conocimiento bajo es- Agnew (cit. Oslender, ob. cit.): lo-
nocer y estar en el mundo (Informe tas coordenadas de interrelación calidad, ubicación y sentido de per-
Técnico, 2008: 8-9). con organizaciones locales afanadas tenencia. A partir de ahí y de aplicar
por la constitución de identidades la metodología de cartografía social
Por esto, no vemos una “nueva colectivas e institucionales, implica profundizamos en el análisis de las
política en todas partes”, nuevas for- hacer presencia en esos no-lugares prácticas de gestión cultural de las
mas de lucha en mínimos procesos para la investigación tradicional, organizaciones, así identificamos
reformistas, que nos inducirían a dimensionando por qué razones cuatro vías a través de las cuales es-
creer erróneamente que la resisten- para poder realizar este proyecto, tas prácticas de gestión cultural de-
cia es el reverso inevitable del debimos hacer una antesala de rivan en políticas de lugar:
desarrollismo o que no hay más que construcción de confianzas con las
una fuerza vital, donde la política organizaciones sociales, de explo- a) Prácticas de gestión cultural aso-
sería la vida, o las “nuevas formas ración y conciliación de intereses y ciadas a localidades: implican la
de vida”, nunca globalizables o de apuestas institucionales, inter- reapropiación de un escenario coti-
universalizables, sino siempre situa- mediación con amigos mutuos, diano y de uso público cuya existen-
das en lo local (Badiou, 2004), sien- familiarización con la propuesta de cia precede al desarrollo de la
do preciso reconocer que algunas de la Red de Eventos Culturales de práctica de gestión cultural. Por
estas prácticas se han tornado –o tie- San Cristóbal y el modo de funcio- ejemplo, el muro de una de las en-
nen la potencia experimental– para namiento igualmente reticular del tradas principales a San Cristóbal
constituirse en invenciones políti- Colectivo Línea 21 con la Red de (intervenido artísticamente por di-
cas, en pensamientos o en rupturas Comunicadores Populares adscrita versas organizaciones culturales de
subjetivas, que tal vez pueden ter- al Programa de Desarrollo y Paz de la localidad en distintas ocasiones)
minar en procesos organizativos los Montes de María, que conllevó establece un referente espacial de
significativos, con efectos “glocaliza- casi dos años de trabajo previo a los “entrada” en el que se advierte a los
dos” más allá del lugar, en tanto que gestores del proyecto, y donde pese visitantes sobre su historia, luchas y
progresivamente se interrelacionan a toda esta búsqueda de un lugar sueños de la localidad. En Los Mon-
a modo de redes. propicio para anidarlo y de una eje- tes de María encontramos otro ejem-
cución investigativa orientada por plo: el Cineclub Itinerante la Rosa
Pero para saber de ellas, una in- una perspectiva de trabajo cola- Púrpura del Cairo y sus funciones
vestigación interesada en la gene- borativo, de entre-aprendizaje y, gratuitas “bajo las estrellas”, se rea-
ración de “mundos y conocimientos en general, de mucha horizonta- lizan en plazas públicas o parques de
de otro modo” o “globalizaciones al- lidad en las decisiones6 , a la pos- distintos municipios, se dirigen a la
ternativas”, debe comprender lo li- tre, seguimos y seguiremos siendo comunidad en general y buscan que
mitado de estas fugaces estancias extraños para sus intereses y pre- la población recobre la confianza, el
nuestras en lo local posibilitadas por ocupaciones por estos “lugares encuentro y la noche.
proyectos de investigación de un practicados”.
año de duración. También, que el b) Prácticas de gestión cultural
desarrollo de tales espacios investi- Puntualmente, por políticas de lu- constitutivas de localidades: configu-
gativos entraña riesgos imprevisibles gar nos referimos a prácticas que re- ran escenarios cotidianos tanto for-
para los equipos, siendo improbable tan la validación epistemológica y males como informales donde se
para una investigación críticamente política del lugar (Garzón, ob. cit.), desarrollan las relaciones sociales;
comprometida poder sustraerse de que implican un proceso por el cual implican llevar la gestión cultural de
las propias condiciones de las expe- las prácticas culturales ancladas a la esfera privada a la pública. Por

ESPITIA V ÁSQUEZ, U. I.: PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO, PRÁCTICAS INTELECTUALES Y REFLEXIVIDAD N Ó M A D A S 103


ejemplo, el “Festival del viento y las (en el sentido de Anderson, 1993) de las organizaciones. Entendemos
cometas” que realiza la organización asentadas en lugares. En el caso de que dicho campo busca recobrar la
Promotora Cultural en la localidad San Cristóbal las organizaciones se articulación densa de la cultura con
de San Cristóbal, implica una serie refieren a la localidad como “nace- lo político, tomando en cuenta los
de talleres, conversatorios, presen- dero de organizaciones sociales y siguientes aspectos: a) un reordena-
taciones artísticas, etc., que se lle- culturales” que trabajan lo cultural miento cultural con las transforma-
van a cabo en escenarios relevantes en aras a cambiar el imaginario de ciones en los sistemas y procesos de
para la comunidad (cerro de las co- la localidad como “zona roja” y “mar- comunicación de la sociedad occi-
mentas) poniendo en juego la pro- ginal” de la ciudad de Bogotá. dental en general y en la relación
moción del territorio como una entre comunicación e información;
construcción social y cultural. Es relevante especificar que la b) la generación de nuevas modali-
potencia de las prácticas de gestión dades, escenarios y prácticas de par-
c) Prácticas de gestión cultural cultural para suscitar políticas de ticipación en lo político y social; c)
enraizadas al lugar: recogen la histo- lugar está condicionada por la crea- la aparición de múltiples referentes
ria de una localidad específica con tividad de las organizaciones frente identitarios, y d) cambios en las ins-
algún grado de enraizamiento; tam- a las lógicas desarrollistas institui- tituciones y en los procesos de so-
bién hacen referencia a la ubicación das. Por ejemplo, cuando predomi- cialización y educación.
(por ejemplo, linderos) y la conexión na la adhesión a la lógica desarrollista
con la vida diaria. Aquí resulta institucionalizada, esta potencia prác- En las tres experiencias comu-
ilustrativa la práctica de formación ticamente se anula puesto que las nicativo-educativas persiste, ade-
de formadores con niños y niñas de prácticas de gestión cultural niegan más de un interés sistemático por
los colectivos barriales ubicados en la validez epistemológica del lugar transformar los imaginarios históri-
los barrios Nuevo Porvenir, Lluvia de como una fuente de saber. En el se- co-sociales y los lugares donde tie-
Estrellas y Florecitas del Mañana, gundo caso, cuando se privilegian las nen influencia, una voluntad de
con población desplazada, vulnera- lógicas desarrollistas negociadas, las inserción en la cotidianidad de las
ble y que intenta retornar a sus te- prácticas de gestión cultural ganan gentes mediante múltiples estrate-
rritorios. El trabajo allí realizado por potencia para derivar en políticas de gias y formas de trabajo para gene-
el Colectivo articula a dichos barrios lugar puesto que exigen una conti- rar desde relaciones de covecindad
al municipio de El Carmen de Bolí- nua revisión de cuál es su sentido y prácticas de convivencialidad una
var, convirtiéndolo en el epicentro en y para el contexto particular en restauración y fortalecimiento de los
cultural donde convergen las poten- el que emergieron. Por último, cuan- lazos sociales trastocados por los pro-
cialidades y los problemas de la re- do la organización logra producir ló- cesos de pobreza, exclusión y margi-
gión de Los Montes de María. gicas alternativas al desarrollo estamos nalidad social, y por varios modos de
frente a prácticas de gestión cultu- violencia.
d) Prácticas de gestión cultural ral con un gran potencial para con-
generadoras de sentido de lugar: vin- figurar políticas de lugar puesto que La forma como estas tres orga-
culan identidad y territorio. Hacen dichas prácticas necesariamente es- nizaciones desarrollan estrategias
referencia a la experiencia de ha- tán ancladas a un lugar concreto de C-E, muestra que las prácticas
ber vivido un lugar concreto y/o a la que llegó a ser tal porque se le ha culturales que ellas se afanan en
experiencia de vivenciar el lugar. Por reconocido su estatus epistémico; o desarrollar,resultanenunaforma-
ejemplo, el sentido de ser “monte- sea, porque se lo considera un espa- ciónsocialarticuladoradeproduc-
mariano” que suscitan la presenta- cio donde se produce saber válido e ción de sentidos y de formación
ción de los cortometrajes en los indispensable políticamente. alternativadesujetosalrededorde
municipios de Los Montes de María. loculturalylopolítico,quetermi-
En este sentido, la práctica de Otro propósito de la investiga- nanplasm ándoseensusterritorios
itinerancia del Cineclub, cuando está ción fue analizar e interpretar las arti- com opolíticasculturalesempeña-
articulada a un proceso de formación culaciones que pueden establecerse das en lograr que la comunidadse
audiovisual, le apuesta a la genera- entre el campo de la Comunicación- congregue “alrededor de la vida
ción de “comunidades imaginadas” Educación y la gestión cultural local- mism a”.

104 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Por tanto, es en el campo de las económicas e incluso bajo las con- través de este dispositivo occiden-
mediaciones culturales, que entra- diciones de la calculada guerra con- tal de intentar “escribir el mundo”,
ña una confrontación permanente tra la sociedad civil y sus valiosos que Michel de Certeau plantea
por la significación en lo local, y no territorios, puede juntarse con quie- como la matriz fundamental de la
en el mayor o menor uso o apropia- nes hasta ahora comienzan a apos- constitución de las ciencias socia-
ción de los dispositivos técnicos, tarle a producir audiovisualmente les (1999: 203-204).
donde mejor se podría ubicar sus para dar cuenta de sus políticas de
prácticas culturales social-comuni- lugar y de cómo pueden remozar sus Desde nuestras apuestas, las
tarias, ya que esta cuestión cultural prácticas culturales (Informe Téc- prácticas sociales son estructuras
del reconocimiento social encuen- nico: 2008: 9-12). simbólicas de significación de la
tra vías de expresión y pro- agencia social que con-
ducción en términos de juntan representaciones,
comunicación y lo edu- afectos y deseos organi-
cativo, a través de prácti- zados como modos situa-
cas formativas, artísticas y dos de producción de
lúdico-creativas que saber que no son, ni to-
atienden y buscan resolver talmente reflexivos, ni for-
problemas prioritarios de malmente racionales, ni
las gentes, tales como la arraigados en “mentes in-
atención preescolar, la al- dividuales”, por tanto,
fabetización de adultos, la son difícilmente textua-
cualificación artística de lizables, incluso con ayu-
niños y jóvenes, la produc- da de los dispositivos de
ción audiovisual y la bús- registro audiovisual. ¿En-
queda de alternativas al tonces qué sentido tiene
desplazamiento forzado, esta investigación sobre
desde discursos tan di- las prácticas culturales
símiles como los derechos con colectivos sociales?
humanos, la participación
y la corresponsabilidad Retomando esa re-
ciudadana, celebraciones flexión de Certeau, Or-
festivas por la vida, la tega (2004) indaga por la
recuperación del espacio razón de ser de la inves-
La violencia en Colombia. Foto Universidad Nacional de Colombia,
público, la formación de Fondo Jorge Eliécer Gaitán, Archivo Central e Histórico.
tigación social en el país:
públicos y la apreciación por la relación de las ins-
cinematográfica. Al plantear que este tipo de tituciones que la albergan y la sus-
prácticas intelectuales ya existían, tentan con sus resultados –¿por
De otra parte, el estudio puso de y lo siguen haciendo, con dinámicas qué, por ejemplo, ciertos sujetos so-
presente, que la formación audio- propias, afirmamos que investiga- ciales (mujeres, niños, grupos
visual que demandan los colectivos tivamente no quisimos operar des- étnicos) pocas veces ocupan un
sociales para desarrollar el campo C- de el imaginario universitario que lugar protagónico en las investiga-
E, puede no sólo ser surtida por los inicia con un desconocimiento de ta- ciones sociales?–; por los temas ge-
saberes universitarios y las especia- les prácticas, historias y contextos nerales que se proponen –¿qué
lidades técnico-disciplinares, sino de desenvolvimiento, continúa consecuencias tiene enfocar casi
que los desarrollos comunicativo- con un re-conocimiento mediante exclusivamente las maneras como
educativos de numerosas experien- estas interacciones entre la Uni- la sociedad se degrada en ciclos de
cias locales, alcanzados en muy versidad y los colectivos sociales y violencia cada vez más complejos y
distintos lugares de la geografía na- finaliza con la validación de su co- ponerle tan poca atención a los
cional, en medio de las dificultades nocimiento como “decantado”, a modos como cotidianamente el

ESPITIA V ÁSQUEZ, U. I.: PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO, PRÁCTICAS INTELECTUALES Y REFLEXIVIDAD N Ó M A D A S 105


colombiano establece lazos de soli- mente discriminadas, etc., donde yor sea la brecha entre sujeto y
daridad?– y por la autoridad y fun- también se produce un trabajo re- objeto, mayor será la neutralidad
ción social que ésta tiene –¿qué flexivo, de conceptualización, de y la objetividad.
tipo de autoridad interpretativa re- análisis para la intervención pero
tiene al sujeto estudiado (por ejem- sin que necesariamente estén Castro-Gómez (2007) muestra
plo, los desplazados) en relación con orientadas a producir escritos, sino que en realidad se trata de una he-
el científico social que lleva a cabo a otras formas de acción impulsoras rencia colonial arrastrada por la Uni-
la investigación? ¿Cómo determina del cambio social. Tales prácticas versidad latinoamericana con la que
esa relación las políticas recomen- de cultura y poder articulan lo cul- reproduce una mirada de mundo que
dadas por los investigadores e tural (simbólico social) con lo po- contribuye a reforzar la hegemonía
implementadas por los administra- lítico, y lo político (las relaciones del modelo epistémico desplegado por
dores?... (Ortega, 2004: 29)–. de poder) con lo cultural, sin asu- la modernidad occidental, donde la
mir la forma de “estudios”, pero certeza del conocimiento científico
desarrollando formas de produc- sólo es posible en la medida en que
Prácticas intelectuales ción de conocimientos y saberes se asienta en una mirada panóptica,
que, o bien lo hacen “dentro y fue- en un punto de observación inobser-
Estos interrogantes por el sen- ra” de las prácticas académicas, o vado, previo a la experiencia, que pre-
tido de la investigación social nos bien transgrediendo esas fronteras tende hacerse un punto de vista sobre
condujeron a la idea de prácticas sin ceder tampoco a sus trazados los demás puntos de vista y que se
intelectuales propuesta por Mato interdisciplinarios o a los que de- materializó en la institucionalización
(2002), con la que critica y cues- sarrollan otros contextos institu- de dos modelos de Universidad y de
tiona el lugar común que equipara cionales distintos a la academia. función social del conocimiento hoy
la intelectualidad con lo académi- en crisis: las ciencias y las humani-
co, la investigación, el saber o el Es una separación academi - dades y la afirmación de la educa-
periodismo, y que se cimenta so- cista entre intelectuales y practi- ción superior como el lugar privilegiado
bre la hegemonía de la institución cantes la que sugiere que los de producción de conocimientos que fa-
universitaria, la industria editorial académicos funcionarían reflexiva- vorece el progreso moral de la huma-
y la producción escrita indexada mente mientras los no-académicos nidad entera y la realización empírica
bajo los cánones de la productivi- sólo en términos de prácticas, y la detalmoralidad7 .
dad de la bibliometría, donde se que permitiría distinguir entre un
traducen, en parte, las políticas “adentro” y un “afuera” universi- Mato también reconoce que la
modernizantes y de internacio - tario. Así se profundiza una divi- teorización de Bourdieu influyó so-
nalización de la ciencia y de sión del trabajo sobre las prácticas bre su noción de prácticas, en la
normalización de la investigación intelectuales, deslegitimando e medida en que cualquier actor
agenciadas a través de redes socio- invisibilizando las de los movimien- (académico o no) es consciente
técnicas. Lo que busca resaltar tos y organizaciones sociales y las sólo a medias de lo que hace, sien-
este concepto es la multiplicidad prácticas universitarias interesadas do otra característica relevante,
de prácticas de cultura y poder en ensayar formas de mutua cola- haber aprendido a hacer lo permiti-
que no se circunscriben o relacio- boración intercultural con los ac- do por las instituciones y transgredir
nan con la Universidad, como las tores sociales. Subyace a esa con cautela los límites establecidos.
que desarrollan las agencias guber- pretensión una presunción cientifi- Así resalta “la asociación ‘automá-
namentales, ONG y movimientos cista que busca perseverar no sólo tica’ (inconsciente, acríticamente
sociales feministas, indígenas, en la disciplinarización y profesio- reflexionada) de la idea de ‘inte-
afros, artísticos, culturales, de nalización del conocimiento, sino lectual’ asimilada a la de investiga-
creación y comunicación, de de- en la prerrogativa moderna de la ción y/o de escritura ensayística,
rechos humanos; asociadas con el fiscalización de la legitimidad de aconsejando la reflexividad acerca
diseño de políticas públicas, de de- tal conocimiento, distinguiendo de la existencia e importancia de
fensa de los derechos de personas tajantemente entre la episteme y la una gran variedad de formas que
con orientaciones sexuales social- doxa, y suponiendo que entre ma- asumen las ‘prácticas intelectuales’,

106 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


es decir aquello que los intelectua- Reflexividad Tampoco es una simple conciencia
les hacen/mos” (Mato, ob. cit.: 25). o actividad calculante y razonante
Para concluir, abordaremos de para producir adaptaciones más fi-
Creemos que estos procesos manera más amplia esta noción con nas a la realidad, porque esa vía re-
interpelantes de la reflexividad la que abrimos una cierta manera presentaría solamente un medio
puestos a operar en una lógica de de analizar el fenómeno de las prác- para la expansión de los mecanis-
co-investigación con colectivos ticas culturales. Apoyados en Cas- mos de control que encadenan a los
sociales interesados en sujetos a los modos de
constituir políticas de gobierno, a la individua-
lugar, puede producir un lización y a la normaliza-
trabajo de mutua in - ción, sino la posibilidad de
tervención entre prac- que la propia actividad
ticantes intelectuales del sujeto se vuelva obje-
universitarios y comuni- to de explicitación para
tarios, lo que no excluye captarse como actividad
que haya practicantes actuante.
endurecidamente irre-
flexivos, o meros teóricos Todo esto presupone
o meros activistas, en una imaginación radi-
ambos lugares. Este tipo cal como fuente de crea-
de trabajo está fuerte- ción, donde la puesta
mente atravesado por la en cuestión de sí mismo
presencia de lo femeni- y de lo inventado como
no, las distancias ét- forma, determinaciones
nicas, la experiencia, y lógicas que organizan
trayectoria y posiciones las acciones colectivas,
políticas diferenciales de sólo es posible por pro-
los miembros y organi- cesos de escisión y de
zaciones, sus modos de oposición frente a lo ins-
funcionamiento –por tituido, por tanto, de la
momentos–, las expec- puesta en cuestión de
tativas e intereses dis- las instituciones en tan-
pares puestos en juego, to que significaciones
los desencuentros y lu- imaginarias histórico-
chas de poder entre sociales. Esto implica
Desplazados por la violencia en Colombia. Foto Universidad Nacional de Colombia,
personas y círculos, la Fondo Jorge Eliécer Gaitán, Archivo Central e Histórico. que el saber relaciona-
vacilación y la caída do con el hacer siem-
del deseo ante las dificultades de toriadis (2004), entendemos que la pre es fragmentario y por elucidar,
ejecución, el papel central y mar- reflexividad no se reduce a una lo que demanda una capacidad de
ginal a la vez de las nuevas genera- autorreferencialidad del pensa- acción deliberada y de la imagi-
ciones, los líos con la gestión miento y de la subjetividad que nos nación como fuente de creación
administrativa universitaria, etc. permitiría mayores procesos de de otros mundos y sentidos, que
Todos problemas y situaciones difí- explicitación de los saberes que ya tras ciertos periodos, deberán ser
cilmente comprensibles, conci- se saben y, por lo tanto, procesos de demolidos por renovados procesos
liables o re solubles en el corto acompañamiento y co-construcción de problematización e instituciona-
tiempo, y menos explicables única- de los saberes o de reducción de las lización, es decir, una generación
mente desde los sistemas contin- ambigüedades características del permanente de conocimientos,
gentes de interpre tación de los lenguaje como se lo han propuesto subjetividades y sentido de los
actores universitarios. las perspectivas hermenéuticas. lugares.

ESPITIA V ÁSQUEZ, U. I.: PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO, PRÁCTICAS INTELECTUALES Y REFLEXIVIDAD N Ó M A D A S 107


Otros principios relevantes luchas entre los efectos del poder como el de la Red de comunicadores
identificados en el trabajo de Mu- social y el individualismo que sirven sociales en la región de Los Montes de
névar (2004) en este modo crítico de límites y limitaciones para aque- María (de los departamentos de Bo-
de interrogación de la reflexi - llos sectores sociales que se oponen lívar y Sucre) que no olvidan que el
vidad, es que posee dos polos de a las formas de dominación étnica, esclavo negro Benkos (Domingo)
significación complejos relacio - social, religiosa, de género, ante la Biojó encabezó la insurrección cima-
nados con el orden simbólico- jerarquización o burocratización, la rrona contra los españoles en Colom-
creativo: para representar acciones disciplinariedad del conocimiento, bia en 1600 estableciendo en esta
y formular valores, intereses y de- la explotación colectiva; o para pos- región el palenque La Matuna como
seos, y una capacidad de aprehen- turas conscientes donde encontrar el “primer pueblo libre de América”
der la realidad a través de la un arraigo para la propia identidad (Arrázola, 1970); o las apuestas de
sensibilidad y la experiencia a par- (Munévar, 2004: 43-45). la Red de Eventos Culturales de San
tir de historiar las interacciones Cristóbal por resignificar la localidad
asépticas sujeto-objeto en pro de Además de las vertientes teóri- en función de la actividad cultural
reconocer la diversidad (42-43). cas cognitiva, estética y hermenéu- –y más recientemente por un sector
tica que dan cuenta de manera de esa Red–, por resaltar la impor-
La vocación crítica de la refle- abstracta de la reflexividad, Muné- tancia del río Fucha que atraviesa
xividad permite entender cómo las var reseña una cuarta vertiente es- once localidades de Bogotá, por lo
prácticas intelectuales puestas a fun- tético-expresiva que yendo más allá que su contaminación constituye un
cionar como estrategias de coinves- de lo meramente cognitivo, racio- gran riesgo para la estructura
tigación llevan a una redefinición de nal-ilustrado y de lo estrictamente ecológica de la capital.
los modos de conocer y de vivir el normativo, y de construir ciertas for-
conocimiento, al tiempo que inte- mas interpretativas tanto del mun- Hay mucho por hacer a través
rrogan a quienes investigan como do social como del self, ¿puede de experiencias de co-investigación
parte de tal proceso. Cuando se exa- constituir un momento de la estéti- entre la Universidad y los colecti-
mina la propia experiencia se incita ca o de las fuentes estéticas del self vos sociales, otro país para pensar y
a los actores a la retrospección, y a “reflexivas”? que: todo un campo de proyectos man-
que en las actividades de atención, comunados que emprender. Tal vez
percepción imaginación, razona- Aunque suelen aparecer activa- por la manera cuidadosa y respetuosa
miento y emoción que subyacen a mente en la producción y en el con- con que procedimos con las prácti-
las prácticas, emerjan aspectos ana- sumo, sirven para enarbolar su cas y formas de organización del
líticos activadores de lo individual poder de crítica en cuanto fun- Colectivo de Comunicaciones es
y lo colectivo que encaminan subsi- damento de espacios posibles de que ellos decidieron instituir un se-
guientes prácticas sociales. transformación histórica, social y millero de investigación con los jó-
personal” (Ibíd.: 48). venes responsables del trabajo con
La consecuencia inmediata de niños y niñas en comunicación-edu-
la reflexividad en la acción social Este útil panorama nos acerca a cación de los barrios de El Carmen
es un acto de interrogación cuestio- comprender que la trayectoria de las de Bolívar; que AVESOL empren-
nador de los sistemas de interpreta- apuestas culturales en los colectivos dió una sistematización institucional
ción que brinda apertura hacia la de coinvestigación además de mos- del impacto social de sus últimos 18
presencia y matices de la otredad, trar una preocupación por la crea- años de trabajo educativo-cultural
sin que pueda olvidarse que la ción de nuevas formas de vida en el barrio Atenas; y que Promotora
reflexividad también se torna resis- social, implican también un desarro- Cultural decidió replantear su ac-
tencia para dejar escuchar las voces llo de procesos de lo sensible-esté- cionar de veinticuatro años en el
transgresoras de las interacciones tico que actúan políticamente por barrio San Vicente involucrando la
sociales cuando se trata de culturas vías artísticas. Y que su afianzamien- perspectiva del campo comunica-
atravesadas por lógicas sostenidas en to-en-lugares, por un trabajo reticu- ción-educación como forma de ar-
principios estáticos, pero esas expre- lar con otras organizaciones, también ticular sus prácticas políticas y
siones de resistencia constituyen busca fraguar imaginarios culturales culturales; y que además, estos dos

108 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


colectivos, junto con otras tres or- presencia curiosa, por lo que “reclama tivos en el Carnaval Soloriental, 2000) y
la reflexión crítica de cada uno sobre el Ruby Stella García Mateus (El Carna-
ganizaciones de la Red de Eventos
acto mismo de conocer, por el cual se val Soloriental, un proyecto de transver-
Culturales estén formulando el pro- reconoce conociendo y, al reconocerse salidad curricular, 2004), permitió saber
yecto colectivo de investigación así, percibe el ‘cómo’ de su conocer y del proyecto Carnaval Soloriental. Una
“Identidad territorial del Fucha” los condicionamientos a que está so- apuesta por la vida nacido en el marco
como forma de ampliar su trabajo de metido su acto” (1973: 28) y la del Movimiento Pedagógico impulsado
potenciación de sus capacidades de in- por FECODE en la década del ochenta,
gestión cultural a otros barrios de la
vención y reinvención sobre lo apren- y que se realiza en varias escuelas de la
localidad de San Cristóbal. dido-aprehendido para producir trans- parte alta de las localidades de Usme y
formaciones sociales realmente nece- San Cristóbal. La interacción sosteni-
Esto muestra que las prácticas sarias y significativas para sus contex- da con esa experiencia nos llevó a inte-
intelectuales interesadas en imagi- tos histórico-sociales. La invasión cul- resarnos por saber de la Red de Eventos
tural de tales programas respecto de fe- Culturales, de la cual forma parte esta
nar y crear otros mundos y conoci- nómenos como la siembra, cosecha, propuesta de construir anualmente una
mientos afianzados en lugar, también erosión o reforestación involucran una parte del currículo alrededor de un tema
precisan de un trabajo investigativo colonización del pensamiento, com- que terminará estructurando el carna-
sistemático sobre lo local como par- puesto de actitudes, valores, saberes, val de cada año.
te de sus prácticas socioculturales y percepciones mágicas y cosmovisiones
respecto de la naturaleza, la religión, la Gracias al trabajo de Clara Victoria Meza
donde la reflexividad , entendida sociedad, etc. Maya y Pilar Marín (Recuperación de la
como capacidad de actividad críti- memoria oral como dinámica de fortaleci-
3 Sin ser exhaustivos, pueden citarse aquí
ca, deliberante e instituyente, sirva miento de la identidad local. Caso resguar-
los trabajos de grado de la Especializa- do indígena de Chía, 2003), estableci-
para reinventar el accionar de las ción en Comunicación-Educación de mos contacto y negociamos un posible
organizaciones y el propio oficio ar- Diana Díaz Soto y Aura Patricia Orozco trabajo conjunto con el Resguardo Indí-
tesano de investigar con el otro. (“Madres comunitarias y televisión: una gena de Fonquetá y Cerca de la Piedra
aproximación a las mediaciones”, 2000) (comunidad muisca del municipio de
integrantes del Proyecto de Comunica- Chía). Junto con esta organización y
ción para la Infancia (PCIN), quienes con la Corporación Centro de Promoción
acompañaron el fortalecimiento de un y Cultura (CPC) del barrio Britalia,
Citas sinnúmero de experiencias de comuni- AVESOL del barrio Atenas y Promotora
cación, especialmente de programas ra- Cultural del barrio San Vicente, se
1 Cfr. el editorial de la revista Nómadas No. diales dirigidos a la población infantil estructuró la propuesta de investigación
5, y el artículo de Humberto Cubides y en el país, y organizaron el Movimiento “Saberes, prácticas y políticas de lugar, en
Carlos Valderrama (1996) “Comunica- Nacional de Niñez y Comunicación para tres experiencias de Bogotá y Cundina-
ción-Educación: algunas propuestas promover el desarrollo social, cultural y marca” que fue presentado a la convo-
investigativas”. educativo de la infancia dando a cono- catoria de Colciencias de 2006, pero no
cer nuestras diferencias étnicas y cultu-
2 Freire analizó cómo la “extensión edu- resultó aprobada.
rales. Por ellas se conocieron las apues-
cativa” agenciada por los técnicos agrí- tas del Colectivo de Comunicaciones, 4 Para Laclau (1996), es un significante
colas que realizaban programas de “re- que desde 1994 desarrolla un proyecto sin significado, simplemente una secuen-
forma agraria” entre el campesinado la- de periodismo social en medio del con- cia de sonidos, pero que continúa siendo
tinoamericano se convirtió en una flicto armado en El Carmen de Bolívar parte integral de un sistema de significa-
forma de agenciar el imaginario moder- y algunos municipios de los departamen- ción; lo que pone en evidencia la con-
nizante del desarrollo a través de pro- tos de Bolívar y Sucre, con el fin de tingencia de toda identidad y la imposi-
cesos de dominación y domesticación, posicionar a niños, niñas y mujeres como bilidad de su constitución plena, o que
transmisionistas, mesiánicos, meca - protagonistas activos de los proyectos cualquier identidad pueda vaciarse de
nicistas y manipuladores puesto que de desarrollo comunitario, recuperar las contenido manteniendo su continuidad
obran como una estrategia para nor- como puro nombre por operaciones
identidades locales y culturales y des-
malizar una parte del mundo conside- pertar una conciencia del entorno local hegemónicas que clausuran los espacios
rada inferior a partir de la cosificación desarrollando y legitimando medios al- sociales de significación, siendo tal cierre
del otro. Tal persuasión propagandísti- ternativos, como la prensa, la radio, los provisorio, hasta que una nueva articu-
ca es antagónica a los procesos de co- altoparlantes o la televisión ( Rodríguez, lación hegemónica la subvierta.
municación y educación liberadores, en 2008: 23-24).
la medida en que el conocimiento no 5 Como aclara Clemencia Rodríguez (ob.
es un acto donde el sujeto pueda ser Las tesis de las maestras del CED Nueva cit.): “Aceptar que estas iniciativas son
convertido en objeto para recibir pasi- Delhi e integrantes del Colectivo Tertu- para contrarrestar la guerra querría decir
vamente los contenidos impuestos por lia Pedagógica, zona 4E, Luz Ángela de que su razón de ser es la guerra misma.
el saber experto, si no es negando su Castro de los Ríos (Procesos comunica- Por el contrario, es mucho más significa-

ESPITIA V ÁSQUEZ, U. I.: PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO, PRÁCTICAS INTELECTUALES Y REFLEXIVIDAD N Ó M A D A S 109


tivo abrir un espacio social y cultural don- una nueva mirada sobre los movimien- ________, 2005a, “El ‘postdesarrollo’ como
de las cosas pasan y la gente se encuentra tos sociales latinoamericanos, Bogotá, concepto y práctica social”, en: Daniel
a pesar de la guerra, al margen de la gue- Taurus. Mato (coord.), Políticas de economía, am-
rra, a espaldas de la guerra” (10). biente y sociedad en tiempos de globali-
ANDERSON, Benedict, 1993, Comunidades zación, Caracas, Universidad Central de
6 “Con relación a eso también [la pro- imaginadas. Reflexiones sobre el origen y Venezuela - Facultad de Ciencias Eco-
ducción de conocimiento], nosotros la difusión del nacionalismo, México, Fon- nómicas y Sociales.
desde nuestras apuestas estábamos muy do de Cultura Económica.
escépticos frente a lo académico, por- _________, 2005b, Más allá del Tercer
que siempre en muchas investigaciones ARRÁZOLA, Roberto, 1970, Palenque, pri- Mundo. Globalización y diferencia, Bo-
que hicieron, siempre llegaba el investi- mer pueblo libre de América, Cartagena, gotá, Instituto Colombiano de Antro-
gador hacía su trabajo y a nosotros no Hernández. pología e Historia, ICANH/Universi-
nos quedaba nada. Un caso particular dad del Cauca.
BADIOU, Alain, 2004, “Entrevista de Héctor
fue una investigación que hicieron, o
Pavón”, en: Revista Ñ, Buenos Aires, El GARZÓN, María Juliana, 2008, “Retando las
están haciendo, no sé, sobre “inteligen-
Clarín, 23 de octubre, disponible en: geografías de terror: estrategias culturales
cias múltiples” con nosotros, y todavía <http://www.revistaenie.clarin.com/no- para la construcción del lugar”, en: Nó-
no hemos conocido ni la primera línea tas/2007/12/04/01556708.html>, consul- madas, No. 28, Bogotá, Universidad Cen-
de lo que pasó, los resultados o lo que tado en mayo de 2008. tral - IESCO.
vieron. O sea, que está investigación nos
permitió acercarnos a lo que dice Leo, a BOTOMÉ, Silvio, 1996, Pesquisa alienada e FREIRE, Paulo, 1973 [1998], ¿Extensión o
lo académico, pero desde otro lente, des- ensino alienante: o equívoco da extensão comunicación?: la concientización en el
de otro punto, y eso es una ganancia universitária, Petrópolis, Vozes. medio rural, Buenos Aires, Siglo XXI.
tanto para la academia como para noso-
tros como grupo social”. (Intervención CASTORIADIS, Cornelius, 2004, Sujeto y HUERGO, Jorge, 2001, “La popularización
de José Luis Oviedo, realizador audio- verdad en el mundo histórico-social. Semi- de la ciencia y la tecnología: interpela-
visual del Colectivo de Comunicacio- narios 1986-1987, Buenos Aires, Fondo ciones desde la comunicación”, en: Se-
nes en el “Seminario interno del de Cultura Económica. minario Latinoamericano Estrategias para
IESCO”, 28 de marzo de 2008). la Formación de Popularizadores en Cien-
CASTRO-GÓMEZ, Santiago, 2007, “Deco-
cia y Tecnología, Red-POP 11años 1990-
7 Este panorama puede complejizarse más lonizar la universidad. La hybris del pun-
2001. Cono Sur. La Plata, 14-17 de mayo,
aún si se tiene en cuenta que la crisis de to cero y el diálogo de saberes”, en: San-
disponible en: <www.redpop.org/publi-
la Universidad tras la mundialización ca- tiago Castro-Gómez, y Ramón Grosfoguel
caciones/lapopularizacion.html>, con-
pitalista, entroncó la producción de (eds.), El giro decolonial: reflexiones para
sultado en octubre de 2006.
conocimiento con los imperativos una diversidad epistémica más allá del capi-
neoliberales del libre mercado, extravian- talismo global, Bogotá, Universidad Cen- ILLICH, Iván, 1985, La convivencialidad,
do la condición reflexiva de la academia tral – IESCO/Siglo del Hombre. México, Joaquín Mortiz/Planeta.
sobre sus métodos, pero ante todo, so- CUBIDES, H. y C. Valderrama, 1996, “Co- LACLAU, Ernesto, 1996, Emancipación y di-
bre la elucidación crítica y deliberante municación-Educación: algunas pro- ferencia, Buenos Aires, Ariel.
de sus elecciones epistémicas y ético- puestas investigativas”, en: Nómadas, No.
políticas, como por el tipo de formas y 5, Bogotá, Universidad Central – DIUC. MARTÍN-BARBERO, Jesús, 2003, Oficio de
productos empleados para la socializa- cartógrafo. Travesías latinoamericanas de
ción de resultados de la investigación, DE CERTEAU, Michel, 1999, La escritura de la comunicación en la cultura, México,
en nada separables del tipo de inter- la historia, México, Universidad Ibero- Fondo de Cultura Económica.
acción social que sostiene o aspirarían a americana -Departamento de Historia.
sostener las universidades con los acto- MATO, Daniel (comp.), 2002, Estudios y otras
DELEUZE, Gilles y Michel Foucault, 2000, prácticas intelectuales latinoamericanas en
res sociales y con los problemas sociales
“Un diálogo sobre el poder”, en: Michel cultura y poder, Caracas, Consejo Latino-
contemporáneos.
Foucault, Un diálogo sobre el poder, Ma- americano de Ciencias Sociales,
drid, Alianza. CLACSO.
ESCOBAR, Arturo, 1997, “Imaginando un MUNÉVAR, Dora, 2004, Poder y género en
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ÁLVAREZ, Sonia; Evelina Dagnino y
Arturo Escobar, 2001, “Introducción: ________ y Wendy Hartcourt, 2002, “Muje- ORTEGA, Francisco, 2004, “Aventuras de
lo cultural y lo político en los movi- res y política de lugar”, en: Desarrollo, una heterología fantasmal”, en: La irrup-
mientos sociales latinoamericanos”, Roma, Sociedad Internacional para el ción de lo impensado: Cátedra de estudios
en: Política cultural & cultura política: Desarrollo-SID, No. 45, marzo. culturales Michel de Certeau, Bogotá,

110 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Pontificia Universidad Javeriana - Insti- tituto Colombiano de Antropología e María”, en: Lo que le vamos quitando a la
tuto Pensar. Historia, ICANH, disponible en: guerra (medios ciudadanos en contextos de
<http://www.lablaa.org/blaavirtual/ conflicto armado en Colombia), Bogotá,
OSLENDER, Ulrich, 2000. “Especializan- geografia/osle/3.htm>, consultado en Centro de Competencia en Comunica-
do resistencia: perspectivas de ‘espa- marzo de 2008. ción para América Latina/Fundación
cio’ y ‘lugar’ en las investigaciones de Friedrich Ebert Stiftung (FESCOL).
movimientos sociales”, en: Eduardo RODRÍGUEZ, Clemencia (ed.), 2008,
Restrepo y María Victoria Uribe (eds.)., “Construyendo país desde lo pequeñito. YÚDICE, George y Toby Miller, 2004, Políti-
Antropologías transeúntes, Bogotá, Ins- Comunicación ciudadana en Montes de ca cultural, Barcelona, Gedisa.

ESPITIA V ÁSQUEZ, U. I.: PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO, PRÁCTICAS INTELECTUALES Y REFLEXIVIDAD N Ó M A D A S 111


Coinvestigación:
organizaciones populares y
nuevas prácticas de saber* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 112-127

Carlos Eduardo Valenzuela Echeverri**

El presente artículo es la sistematización de una serie de reflexiones en relación con el conjunto de retos, desafíos,
responsabilidades y compromisos que supone para el investigador social hoy asumir un enfoque epistemológico que propende
esencialmente por aceptar al “otro” de la investigación como a un igual, lo cual conlleva hablar de procesos de “coinvestigación”
en los que tienen un papel preponderante el diálogo de saberes y el campo de la Comunicación-Educación.
Palabras clave: coinvestigación, diálogo de saberes, etnografía, comunicación-educación, organizaciones sociales, prácticas
intelectuales.

O presente artigo é a sistematização de uma série de reflexões em relação ao conjunto de retos, desafios, responsabi-
lidades e compromissos que supõe para o pesquisador social hoje assumir um enfoque epistemológico que sugere
essencialmente aceitar o “outro” da pesquisa como igual, no qual convém falar dos processos de “co pesquisa” nos que têm
um papel preponderante no diálogo dos saberes e no campo da Comunicação-Educacional.
Palavras-chaves: co pesquisa, diálogo dos saberes, etnografia, comunicação-educacional, organizações sociais, práticas
intelectuais.

This article gathers systematically reflections concerning the challenges, duties and commitments that social researchers
face, in order to acknowledge in their epistemologically approach the “other” as a peer. This leads to talk about “co-
investigation” processes in which the “dialog with others’ knowledge” and the Communication-Education field have outstanding
roles.
Keywords: co-investigation, knowledge dialog, ethnography, communication-education, social organizations, intellectual
praxis.

ORIGINAL RECIBIDO: 11-VII-2008 – ACEPTADO:18-IX-2008

* Este artículo se deriva de la investigación “Gestión cultural y políticas de


lugar: enfoques alternativos al desarrollo”, llevada a cabo por el Instituto de
Estudios Sociales Contemporáneos de la Universidad Central, IESCO, y
cofinanciada por Colciencias.
** Psicopedagogo, Especialista en Comunicación-Educación. Docente de la
Universidad Pedagógica Nacional. Premio Nacional de Educación Francis-
ca Radke 2007-2008, Bogotá, Colombia. E-mail: duardoco@yahoo.com

112 NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


E l primer obstáculo que tuve
que zanjar para producir el presen-
nocí, dialogué y trabajé con tres or-
ganizaciones populares de reco-
para explicar su objeto, acude a otra
fuente para tratar de comprender-lo:
te artículo fue una molesta línea nocida trayectoria cultural en la narrativa.
roja que aparecía debajo de la pa- Bogotá (Corporación Promotora
labra “coinvestigación” cada vez Cultural Zuro-Riente, Asociación Así, podríamos decir que, si-
que la escribía en el computador, Vecinos Solidarios, AVESOL y la guiendo a Morin (1998), el carác-
indicando vaguedad, anomalía, región de Los Montes de María en ter de algunos de los planteamientos
error. Sabía de antemano que agre- el departamento de Bolívar, Co- aquí esgrimidos es, en muy buena
gar la palabreja al diccionario, pese lectivo de Comunicación de medida, “poético”, pues, recurro
a solucionarme el fastidioso asunto Montes de María Línea 21 –en ocasionalmente a la narración para
de la rayita carmesí, no resolvería adelante CCMMa–). hablar acerca de mi experiencia en
la ansiedad que me empezó a sus- el ámbito de la investigación social,
citar el hecho. No obstante, lo hice. Si bien no es objeto de este artí- un campo que suele describirse des-
Terminé por convertir en indicio la culo reseñar lo que fue el desarrollo de el “prosaísmo” de la racionalidad,
ausencia. cuyo lenguaje empírico-
técnico tiende a obje-
Aunque el término tivar aquello de lo cual
en cuestión de allí en da cuenta.
adelante apareció sin
mácula, la sospecha Por lo tanto, si, como
nunca cesó. Creo más decía Pessoa (Pessoa cit.
bien que fue agudi- Morin, 1998), somos ha-
zándose. Pude haber in- bitados por dos seres: el
corporado fácilmente la lógico y el ilógico, proba-
palabra coinvestigación blemente este último es
al glosario de mi orde- quien lleva la voz cantan-
nador pero lejos estaba te en este escrito, mien-
yo de haberla apropiado. tras el primero sólo hace
las veces de coro, un coro
Poco a poco fui advir- atravesado por muy diver-
tiendo la magnitud de sas voces que van desde el
esta anécdota, pues, gra- socio-construccionismo
cias a ella, no sólo obtuve Levantados en Fondo
armas en el campo colombiano. Foto Universidad Nacional de Colombia,
Jorge Eliécer Gaitán, Archivo Central e Histórico.
(Ibáñez) y la Comunica-
un pretexto para comen- ción-Educación (Martín-
zar a escribir, cuestión nada baladí, general de dicha investigación, sí se Barbero; Huergo) hasta los estudios
sino que además me sirvió para intro- sirve de ella con el propósito funda- culturales latinoamericanos (Mato;
ducir la discusión sobre el tema de la mental de ofrecer algunos elementos Castro-Gómez) y la epistemología si-
coinvestigación, partiendo justamente de juicio que contribuyan a pro- tuada del feminismo (Haraway; Fox-
de las inquietudes que dicho concepto blematizar el campo de la coin- Keller), pasando por la etnografía
genera en quienes lo escuchan por vestigación a nivel ontológico, (Guber) y el psicoanálisis (Bustamante;
primera vez. epistemológico y metodológico. Su- Beillerot).
mado a ello, el presente escrito deri-
Así pues, hallará el lector que va también del deseo de hacer En ese orden de ideas, el escri-
lo restante no es más que un inten- explícita una mirada respecto de la to alude, en primer lugar, a la com-
to por familiarizarle con algunas práctica de la investigación social que plejidad que reviste todo ejercicio
consideraciones acerca de lo que no colinda con pretensiones totaliza- investigativo cuando de observar la
significó para mí coinvestigar en el doras y academicistas. Una mirada realidad se trata. Asunto cuyas
marco de un proyecto de investiga- que, en vez de hurgar con anteojeras tensiones se hacen aún más eviden-
ción social en virtud del cual co- en los anaqueles del cientificismo1 tes en un trabajo etnográfico que

V ALENZUELA ECHEVERRI , C. E.: COINVESTIGACIÓN: ORGANIZACIONES POPULARES Y NUEVAS PRÁCTICAS DE SABER N Ó M A D A S 113
asume al otro de la investigación men Pacheco y Soraya Bayuelo acer- quien investiga es un desahuciado
como igual y, en consecuencia, bus- ca de la realización audiovisual y sus que anhela en vano “ver” el mun-
ca definir con él lo que es la reali- complejidades, me condujo a pen- do. Un ser que hace de todo cuanto
dad y el conocimiento. En segundo sar súbitamente en las singularida- observa un misterio, como el rey
lugar, destaca los aportes hechos por des del ejercicio investigativo. Midas, que convertía en oro todo
el campo de la Comunicación-Edu- aquello que tocaba. Así las cosas, el
cación tanto a las prácticas de las La reflexión de aquel momento hombre sólo puede pensar el mun-
organizaciones populares como al giró alrededor del grado de objetivi- do, imaginarlo. No puede más que
ejercicio coinvestigativo, en la dad necesario en la producción de traducirlo a partir siempre de una
medida en que encausó su desa- un audiovisual cuyo propósito estri- interpretación que le sirva de ceda-
rrollo y tradujo en la práctica su baba en “representar” la realidad. Fin zo para aprehenderlo, sea ésta de la
potencial metodológico. Y, final- que no pocas veces, solapadamente, naturaleza que sea. Aprehende de
mente, como corolario de lo ante- dicho sea de paso, se le atribuye tam- la realidad lo que sus preconceptos
rior, en el tercer apartado expone bién a la investigación social. le permiten (Bustamante, 2007). En
una serie de puntos de discusión consecuencia, pensar en el sentido
alrededor de lo que entraña la ac- Pese a no hacerlas explícitas, último de las cosas, desde esta pers-
ción de investigar con otro/s en varias preguntas me rondaron esa pectiva, no sería más que un agre-
clave dialógica. mañana muy de cerca: ¿cómo das a gado, “como pensar en la salud o
conocer algo sin que en ello medie llevar un vaso de agua a las fuen-
Ahora bien, en la medida en tu juicio o tu prejuicio, el cual, se- tes” (Pessoa, 2000: 107).
que la investigación de corte etno- gún Bufalino (1995), a veces tiene
gráfico, como afirma Alejandro más sustancia que el juicio mismo? En ese orden de ideas, el pade-
Grimson (2002: 71), “implica esta- ¿Qué garantía puedes ofrecer de cimiento de Midas ejemplifica muy
blecer diálogos entre conceptos y objetividad hoy, cuando sabes que bien aquello a lo que el investiga-
sucesos”, continuaré empleando el describir una situación es práctica- dor, y todo “sujeto”, irremediable-
relato para plasmar mis reflexiones mente construirla y definirla? Defi- mente, se enfrenta cuando pretende
sobre la coinvestigación. nitivamente qué difícil es ser uno conocer el mundo4. Un mundo que,
mismo y no ver sino lo visible, con- a pesar del dominio que sobre él ejer-
cluí en medio de la agitada charla cemos desde nuestra subjetividad,
Del observar, una recordando en silencio el bello poe- no nos es posible captar. Somos in-
acción mediada por la ma de Pessoa “Cuidador de reba- capaces, especialmente en nuestra
subjetividad ños”, que nunca olvido incluir en contemporaneidad, aun con todo lo
mis clases sobre etnografía. que sabemos acerca de nosotros mis-
Me dirás, acaso: mos (o quizá por ello), de “ver”, de
“¿Estás seguro de que esa leyenda A medida que una de las coin- “saber ver”, como diría Pessoa (2000:
es la verdadera?” Pero, ¿qué importa
lo que pueda ser la realidad fuera de
vestigadoras del colectivo de co- 131), “sin estar pensando, saber ver
mí, si esa leyenda me ayuda a vivir, municación, Carmen Pacheco, cuando se ve, y no pensar cuando
a sentir que existo, a sentir lo que soy? refería al equipo del IESCO sus se ve ni ver cuando se piensa”. Nos
Charles Baudelaire valiosas consideraciones sobre el es imposible abrirnos, siguiendo a
asunto de la objetividad, no pude Trías (1996: 133),
En los Montes de María2, una evitar hacer una breve digresión,
mañana de marzo del 2007, el a partir del socio-construccionis- a la comprensión de aquello que
municipio de El Carmen de Bolívar mo3, acerca del tortuoso sino al proviene de fuera de la subjetivi-
atestiguó un encuentro entre los que nos sometemos todos los allí dad, de aquellos mensajes, signos,
investigadores del IESCO y el reunidos como investigadores. señales o portentos que proceden
CCMMa. Rememoro dicha reunión del fuego del cielo y que no pue-
en primera instancia, por cuanto lo “¡Pensar es estar enfermo de los den ser anticipados, previstos, ni
conversado aquel día con las coin- ojos, es no comprender!” dice Pessoa. programados por nuestro dominio
vestigadoras monte-marianas Car- En tal sentido, podríamos decir que subjetivo del mundo.

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Perdimos aquella familiaridad tarlo…?” (Popper-Eccles cit. Martí- ras montemarianas para el final de
con la cual los antiguos y los orien- nez, sf: 23). Difícil renunciar a pen- la reunión. Y ello sí que resultaba
tales “descifraban” el mundo5. Seres sar, difícil entregarse a la eterna de una contundencia pasmosa.
cuya comprensión de aquello que novedad del mundo cuando en ello
provenía de “fuera” era fecunda pero media lo que somos y pensamos. Durante el almuerzo, aprecié
inversamente proporcional a la que Durante mucho tiempo se nos instó pensativo la magnitud del reto al cual
tenían de sí mismos: a prescindir de lo sensual en función nos enfrentábamos como investiga-
de lo racional. A morar en el signi- dores. Desafío que se triplicaba al
Podría decirse que en ellos la ficado que le atribuíamos a las co- considerar la perspectiva metodoló-
gracia dominaba sobre la volun- sas, insuflándoles personalidad. gica refrendada desde un principio
tad, imponiendo su oscura ley, o Gracias a ello nos hemos habituado por el estudio: la “coinvestigación”.
el arcano de sus designios. En ahora a “nombrar para creer”. Olvi- Erradicada la objetividad (entendi-
cambio, el sujeto no se había damos que “las cosas son el único da en términos de suponer una reali-
constituido todavía como suje- sentido oculto de las cosas” (Pessoa, dad “real”, independiente de la
to capaz de captarse a sí mismo 2000: 143), en tanto no poseen actividad racional y ajena al lengua-
y de fundar, a partir de esa significado, sólo existencia, y, en je simbólico humano). Supeditados,
autocaptación (como la que, de consecuencia, nos la pasamos bau- por lo tanto, al relativismo que de ello
Descartes a Fichte, se instaura tizándolas para adjudicarles uno, derivaba, ¿quién podría arrogarse
como fundamento filosófico), la pero, ¿cuál?, ¿en virtud de qué cri- ahora el derecho de negar o afirmar
expansión de esa unidad ori - terio?, ¿sobre la base de qué princi- algo acerca de lo investigado? Sufi-
ginaria del Yo consigo en la pio?, de hecho, ¿quién o qué nos dijo ciente ilustración al respecto venía
Voluntad transformadora del que había que advertirlo?, ¿a cuen- ofreciendo ya lo discutido alrededor
mundo (Trías, 1996: 134). ta de qué?, ¿qué nos autorizó? Estas del campo de la producción audiovi-
preguntas resultan ética, filosófica sual, terreno en el que la objetividad
Por eso, “tristes de nosotros que y políticamente insoslayables para resulta imposible de obtener cuando
traemos el alma vestida”, ataviada de aquellos que, como nosotros, nos se pretende “dar cuenta” de la reali-
convenciones, teorías e ideas a par- disponemos a “nombrar” una reali- dad, dado que son múltiples y diver-
tir de las cuales intentamos discernir dad desde nuestras propias refle- sos los aspectos que intervienen en
el mundo, verlo. Pero verlo implica, xividades, es decir, a investigar. dicho propósito, empezando por los
según señala Pessoa (2000: 131), propios sujetos involucrados.
No sé si fue a causa del intenso
un estudio profundo, un apren- calor o el apetito que azuzaba ya mi No obstante, a pesar de estar ad-
dizaje de desaprender y un se- estómago, pero en ese momento una vertidos del relativismo al que arroja
cuestro en la libertad de aquel extraña sensación de vacío me em- el socio-construccionismo, optamos
convento del que los poetas dicen bargó. Lo expuesto para muchos, paradójicamente por acudir a la pro-
que las estrellas son las monjas aparentemente, no produjo mayores ducción audiovisual y las nuevas tec-
eternas y las flores las penitentes preocupaciones a juzgar por las idas nologías para asumir, desde el campo
convencidas de un sólo día, pero y venidas constantes de buena par- de la Comunicación-Educación, el
donde finalmente las estrellas no te de los convocados. Pensar en algo reto metodológico de la coinvesti-
son sino estrellas y las flores sino así, supuse, era “como pensar en ra- gación y sus implicaciones.
flores. Y es por eso que les llama- zones y fines cuando el principio de
mos estrellas y flores. la mañana está rayando, y por los
lados de los árboles un vago oro lus- Lectura de las
¿Qué hacer entonces? ¿Cómo troso va perdiendo la oscuridad” organizaciones y la co-
enfrentarnos, en tanto investigado- (Pessoa, 2000: 107). Hablar sobre investigación en clave
res, a ese desafío que llega de “fue- qué es la realidad y qué tan objeti- comunicativo-educativa
ra”, del mundo sentido, y nos pone, vos podemos ser al acceder a ella,
revestidos de cuanto somos, “a tra- atraía menos que el delicioso suero Fueron esencialmente tres orga-
bajar sobre ello, a tratar de interpre- costeño dispuesto por las compañe- nizaciones populares las que, como

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Clase del escultor Gustavo Arcila en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia, 1936.
Foto cortesía de Eduardo Arcila.

producto del carácter comunicati- De allí que en la actualidad, los está pensando como en un escuela
vo-educativo que éstas le imprimen Montes de María sean reconocidos de perdón y reconciliación, y pa-
a sus prácticas de gestión cultural, más, según Garzón, “por las cifras de ralelo como a todo el proceso pe-
atrajeron poderosamente la atención desplazamientos, asesinatos, secues- dagógico con ellos se está también
de los investigadores del IESCO, a tros y acciones de guerra que se pro- trabajando todo eso (entrevista
saber: Colectivo de Comunicaciones ducen en ellos [que] por las acciones con Carmen Pacheco, CCMMa,
Montes de María Línea 21 (CCMMa), que cuestionan y retan las lógicas 2007).
Asociación de Vecinos Solidarios del conflicto armado”, como aque-
(AVESOL) y Promotora Cultural llas realizadas justamente por el Así pues, esta organización po-
Zuro-Riente. CCMMa6. pular se ha interesado fundamental-
mente por “reavivar” su territorio
La primera organización, CCMMa, En el colectivo se está conforman- “desde adentro”, lo cual la ha lleva-
surge ya hace más de una década en do una escuela de perdón y re- do a trabajar sistemáticamente, des-
medio de una geografía de conflic- conciliación porque se ha notado de hace doce años, en función de
to, la región de los Montes de Ma- que, hay una cosa tenaz que pro- su comunidad, forjando tejido social
ría. Pese a estar rodeada de paisajes voca todo esto de la guerra, que a través de proyectos de Comunica-
exuberantes y gente “bacana”, esta es como, échele guerra a la gue- ción-Educación diversos que van
zona colombiana ha sido una de las rra, échele más violencia a la vio- desde el uso del tiempo libre, la al-
que más ha sufrido el fragor de la lencia, que lo que se genera es un fabetización para adultos, la parti-
guerra interna. Desde hace veinte odio creciente, o sea, si a mí me cipación comunitaria y los colectivos
años, diversos grupos de terror vie- mataron a alguien yo tengo que infantiles hasta el campo de la co-
nen disputándose dicho territorio buscar a los que me mataron ese municación popular y la cinemato-
por cuanto resulta estratégico “para alguien pa matarlos también, o grafía, ámbito este del que, dicho sea
la movilización desde el centro del pues es cuestión de venganza, de paso, se ha derivado un valioso
país hasta su Costa Caribe” (Garzón, entonces pensando como en todo proyecto de cinetrashumante titula-
2008: 184). eso, lo que se hace es como, se do “Cineclub Itinerante La Rosa

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Púrpura del Cairo”, iniciativa peda- mográficos de la población urbana y comunicación alternativa” (Torres,
gógica que surge como fuente “de la experiencia sociocultural y políti- 2007: 117).
opciones lúdicas y educativas para ca de los habitantes de los asenta-
los jóvenes de la región de los Mon- mientos populares que surgen desde Sentíamos que era necesario pro-
tes de María, extendiendo sus alter- mediados de los setenta” (Torres, vocar el encuentro entre la gen-
nativas de vida por un lado y por 2007: 114). te, que la gente viera cosas
otro, recuperando la calle como es- estéticas y como no las había en-
cenario para construir lo público con Esta atmósfera social e ideoló- tonces nos pusimos a hacerlas y
la participación de toda la comuni- gica, no sólo sirvió de telón de fon- nos pusimos a hacer teatro y a
dad” (Vega y Bayuelo cit. Garzón, do para el surgimiento de las dos hacer poesía y surgió la idea de
2008: 184). organizaciones mencionadas, sino hacer El Tizón. En ese deseo de
que además fue su principal acica- hacer cosas, de leer, de escribir,
De otro lado, de entre la multi- te en tanto configuró el espíritu de de hablar, nació también un dis-
plicidad de organizaciones populares su lucha popular. AVESOL, por curso que nos permitía una forma
que se concentra en San Cristóbal, ejemplo, obtuvo el apoyo de religio- diferente de ver el mundo. Había
localidad cuarta de la ciudad de sas partidarias de la teología de la una necesidad de encontrarnos,
Bogotá, en favor del desarrollo cul- liberación, mientras que Promotora pero era de encontrarnos a noso-
tural de sus habitantes, se destacan Cultural, agenciada por artistas, se tros mismos. Todas las actividades
dos: Promotora Cultural Zuro-Riente ideó en el seno de un movimiento que ha desarrollado la Promotora
y AVESOL7. Estas organizaciones de izquierda. Así, en las dos ha sido nunca surgieron por un motivo
nacen, en compañía de otras mu- siempre explicita “su identifica- externo a nosotros. Ese proceso
chas, hacia finales de la década de ción, en sentido amplio, con el pro- iniciativo de la Promotora es como
los setenta y principios de los ochen- yecto e imaginario de izquierda, e cuando uno tiene la posibilidad
ta. Época convulsa social y política- independientemente de sus áreas de estarse inventando el mundo
mente hablando, caracterizada por de trabajo, han empleado estrate- y esa gestación empieza a tener
“el ascenso y radicalización de los gias provenientes de la educación vida y uno empieza a inventarse
movimientos populares y de izquier- popular, la investigación partici- las cosas que quiere hacer para
da del país, los cambios sociode- pativa, el arte comprometido y la acercarse a la gente (Entrevista

Museo de Arte de la Universidad Nacional. En primer plano: obras de Edgar Negret y Marta Combariza.
147 maestros - Exposición conmemorativa - 120 años - Escuela de Artes Plásticas (curador: David Lozano).

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con Vicente Bernal Galvis, Pro- do a la gente a re-conocerse entre ta de los Niños, por eso está la bi-
motora Cultural, realizada por sí y a sí mismos, a través del arte y la blioteca, por eso la revista, por eso
Anadelina Amado, 2007). cultura. Por supuesto, más allá del muchas cosas (La Promotora cit.
interés por aculturizar territorios con Torres, 2007: 145).
Así pues, al dialogar durante arreglo a criterios hegemónicos, fue
mucho tiempo con estas tres orga- más bien claro que en estas organi- Su iniciativa finalmente dio fru-
nizaciones sobre su quehacer cultu- zaciones se imponía el deseo de “ac- tos y posibilitó la emergencia de
ral en general, siempre causó en mí tivar lo que en el público hay de muchos proyectos comunicativo-
un gran interés el arduo trabajo co- pueblo” (Martín-Barbero, 2003: educativos que hoy configuran su
municativo-educativo que vienen 309), de suerte que el encuentro por razón de ser como organizaciones
realizando año tras año con sus co- el cual empezaron a propender sus populares que propenden por el bien-
munidades, destinado esencialmen- múltiples acciones se convertía en estar de sus comunidades.
te a, por una parte, recuperar el un “lugar” que posibilitaba “la ex-
derecho a la movilización, “a ocu- perimentación cultural, la experien- La presentación de los espectá-
par y vivir los espacios públicos, a cia de apropiación y de invención, culos infantiles tenía dos propó-
compartir con el otro y sitos. De una parte,
la otra en un mismo es- llevar recreación a los
cenario” (Carmen Pa- niños carentes de estos
checo cit. Garzón, 2008: espacios; de otra parte,
189) y, por otra, a buscaba despertar un
“transformar las condi- sentido cultural y peda-
ciones de exclusión ur- gógico, en la medida
bana, propias del modo que la observación de
de dominación del pro- las distintas manifesta-
ceso globalizador […] y ciones artísticas dejan
las condiciones de priva- un aprendizaje implíci-
tización del espacio ur- to que se memoriza y
bano, en beneficio de los tiene un impacto que
intereses que constitu- difícilmente se olvida.
yen la estructura de va- (AVESOL cit. Torres,
lores de quienes habitan 2007: 145).
el espacio local” (Cubi-
des, Durán, Valderrama El objetivo fue entonces
y Valenzuela, 2006: 251), Manifestación gaitanista en Bogotá. Foto Universidad Nacional de
Fondo Jorge Eliécer Gaitán, Archivo Central e Histórico.
Colombia, construir identidad en-
posibilitando formas re- tre los vecinos a partir de
novadas de interacción, de acción el movimiento de recreación perma- la recuperación de la historia lo-
política tendientes a acrecentar las nente de su identidad”. (Martín- cal y de la memoria de los abuelos
dinámicas de resistencia y partici- Barbero, 2003: 309) y de las abuelas, pasando por la
pación colectiva de la comunidad. reconstrucción escrita de las his-
Nosotros nacimos como un grupo torias de los barrios, de los mitos y
Movidos por la necesidad de que buscaba la integración de la de las leyendas que a lo largo de
generar espacios para el encuentro, comunidad, la integración a tra- la vida en la ciudad ha producido
la integración y el diálogo, de cons- vés de lo artístico, a través de lo nuestra gente alrededor del frío,
truir una apuesta permanente en de- cultural, que buscábamos gene- el viento y las borrascas, o de una
fensa de la vida ante tanta violencia rar espacios de encuentro entre laguna encantada en medio de
en sus territorios, estas organizacio- los vecinos para que nos encon- la montaña (Promotora).
nes un día eligen “tomarse” las ca- tráramos, para que nos conocié-
lles del barrio y el municipio con un ramos, por eso nace el Festival de Al principio era sólo con mujeres,
megáfono debajo del brazo, invitan- las Cometas, por eso nace la Fies- porque el colectivo inicia un

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proceso de…, se conforma un Es decir, a un modelo de comu- identidades culturales que bullen en
colectivo de mujeres, en uno de nicación, denominado por Martín- el presente. Elemento a partir del
los barrios […] donde tenemos Barbero “paradigma informacional”, cual, se empieza a subrayar el esta-
colectivo infantil, entonces las favorecedor del flujo, “entendido tuto de la subjetividad, la cual nos
madres al ver que se estaba traba- como el tráfico in-interrumpido, la lleva a interpretar el mundo como
jando como con los niños y todo interconexión transparente y la cir- universo de sentidos. He allí uno de
eso entonces dijeron: “ay porqué culación constante de vehículos, los principales aportes del campo en
todo eso tan bacano que hacen personas e informaciones” estas or- relación con la dimensión de lo cul-
con los niños no lo hacen con no- ganizaciones oponen uno dialógico, tural que pone en movimiento.
sotras” entonces se conforma un proclive al “‘lugar’, comprendido
colectivo de comunicación con como la experiencia de la localidad Afirmar dicho ámbito de lo cul-
mujeres, resulta que se empieza a específica con algún grado de tural como escenario de lucha por
trabajar radio con ellas, pero no enraizamiento, linderos y conexión el significado en sintonía con las
sabían leer ni escribir, entonces las con la vida” (Escobar cit. Cubides nuevas rutas e incertezas políticas y
mujeres venían, cómo una perso- et al., 2006: 253). sociales que impone el cambio de
na hace radio, cómo hacen los paradigmas epistemológicos en la
guiones sin saber leer ni escribir, Así, el sentido de aquello por lo sociedad contemporánea, constitu-
pues se los aprendían de memo- cual se hace resistencia desde órde- ye una directriz decisiva en el mo-
ria, y salían ahí y echaban toda su nes diversos: desde salir a la calle o mento de asumir la empresa de
parla de memoria, pero aprendie- a la vereda, interrumpiendo la flui- trabajar por un sujeto político, con
ron a hacer radio (entrevista con da circulación en la que se mate- juicio crítico y al tanto de las trans-
Carmen Pacheco, 2007). rializa la concepción hegemónica formaciones por las que atraviesa
que asume la comunicación como local y globalmente, lo que requie-
De este modo, la incursión de mera transmisión, hasta la creación re dinamizar e interrogar, no sólo el
AVESOL, Promotora y CCMMa en de espacios de formación artística, concepto de cultura, sino todos
la Comunicación-Educación, no ha radial o audiovisual donde es posi- aquellos que insospechadamente,
resultado gratuita, aunque quizás no ble nombrar-se y, en consecuencia, como en el caso de Barbero, desde
del todo consciente, pues se han transformar-se a la luz de nuevos la comunicación, inciden en su con-
servido del campo para consolidar su procesos de subjetivación enlazados figuración.
accionar en favor de sus prácticas con el redescubrimiento del territo-
de gestión cultural. En ese orden de rio y su apropiación, presenta un Desde esta perspectiva, se lee
ideas, como afirma Martín-Barbero carácter eminentemente comunica- cómo la Comunicación-Educación
(2003: 310-311): tivo-educativo, en tanto interpela lo ha constituido para las tres organi-
que comúnmente se entiende por zaciones populares, quizás de forma
Nos es extraño entonces que los “cultura” y, en esa vía, posibilita más implícita que lo contrario, un
nuevos movimientos sociales maneras de comprender el mundo importante dispositivo de reconoci-
asuman como una dimensión distintas, posibles y próximas. miento social y cultural (Martín-
fundamental de su lucha la Barbero, 2003), por cuanto ha
cuestión cultural, y que ésta se Tal concepto de cultura, resigni- contribuido a reconceptualizar y en-
halle formulada en términos de ficado en el marco del campo Co- riquecer el sentido que éstas le han
comunicación: a una comuni- municación-Educación a la luz de atribuido a sus prácticas comuni-
cación hecha de meros flujos in- los postulados de las escuelas antro- cativas, educativas y de gestión cul-
formativos y a una cultura sin pológicas de los sesenta, adquiere tural, lo que, en relación con la
formas espaciales los movimien- pues múltiples connotaciones que co-investigación, dada la experien-
tos sociales oponen “la localiza- dan apertura a la diferencia, los cia de las organizaciones, facilitó la
ción de redes de comunicación contrastes, las relativizaciones, las realización de un proyecto comuni-
basadas en comunidades cultu- distinciones, aspectos que en su con- cativo-educativo conjunto, en el
rales y redes sociales enraizadas junto, permiten, más que prefigurar, marco de la investigación general,
en el territorio”. una “cultura”, reconocer el flujo de gracias al cual fue posible establecer

V ALENZUELA ECHEVERRI , C. E.: COINVESTIGACIÓN: ORGANIZACIONES POPULARES Y NUEVAS PRÁCTICAS DE SABER N Ó M A D A S 119
un proceso de negociación cultural capitalinas y el Colectivo de Comu- vez más tramitar múltiples expectati-
no sub-alternizado, complejo y nun- nicación Montes de María Línea 21, vas y zanjar diversas tensiones alrede-
ca exento de conflictos y tensiones. no sólo dieron a conocer sus prácti- dor del papel de la co-investigación
cas, sino que además, fueron progre- dentro del proyecto. Sin embargo, el
Dicho proyecto, que posibilitó sivamente advirtiendo el poder que relativismo del que venía hablando en
materializar metodológicamente el la construcción de dicho dispositivo el primer apartado, derivado del
enfoque co-investigativo en tanto entrañaba tanto para potenciar la co- desdibujamiento de la objetividad y
nos abocó a un diálogo de saberes, investigación, como para visibilizar el elemento de la reflexividad, no ha-
más parecido, pensándolo bien, a un ampliamente el trabajo cultural que llaba precisamente consuelo en estos
encuentro de icebergs (Rey, 2000) realizan por sus comunidades. parajes. Todo lo contrario, pues, re-
que a otro asunto (pues permitió la cordemos, fue precisamente el campo
interlocución de las temporalidades De esta forma, dichas organiza- de la producción audiovisual el deto-
largas y los meta-discursos ilustra- ciones toman conciencia y terminan nante de mis reflexiones sobre la di-
dos, con énfasis en lo ra- ficultad del ejercicio
cional; de la academia, coinvestigativo.
con la celeridad tempo-
ral y fragmentaria, con De este modo, los
énfasis en los sentidos y puntos de tensión que
lo emocional; de la co- me atribularon en El
municación y las organi- Carmen de Bolívar no
zaciones populares), se aminoraron en San Cris-
orientó a la elaboración tóbal. A medida que los
de un artefacto hiper- actores sociales de las or-
textual a través del cual ganizaciones populares
fuese posible no sólo in- discutían con nosotros y
tegrar multiplicidad de entre ellos mismos, sobre
textos, sonidos, imágenes qué mostrar en el hiper-
y videos en un solo am- texto, cómo mostrarlo y
biente virtual (Rueda y para qué mostrarlo, no
Martínez, 2000), sino, podía evitar formularme
además, y quizás en las mismas preguntas en
mayor medida, nuestras 9 de abril de 1948 en Bogotá. Foto Universidad Nacional de Colombia,
relación con qué decir
propias subjetividades, Fondo Jorge Eliécer Gaitán, Archivo Central e Histórico. en la investigación sobre
nuestros pensamientos, ellos y su quehacer. Sa-
deseos y visiones respecto de la rea- por redescubrir de nuevo la riqueza bía que a pesar de contar con sus his-
lidad en un mismo escenario dialó- comunicativo/educativa de sus prác- torias de vida y discutir ampliamente
gico, rompiendo con la linealidad ticas de gestión cultural, en la me- con ellos y ellas durante algunos años
del discurso lógico-reflexivo que dida en que saben de la importancia acerca de su accionar, no veía las
congela lo que intenta describir que reviste el medio en virtud, no mismas cosas. No podía. Menos como
(Pérgolis cit. Arcila, 1995) y adop- solamente del nivel tecnológico que investigador8.
tando la polifonía de la narrativa que éste supone, sino además, del grado
hace estallar lo que le es legado, de representatividad social de quie- Pero, ¿habría de verlas así? ¿Ha-
pues, mientras el discurso afirma: nes hacen uso de él. bría de plegarme a su perspectiva? El
“van a oír”, la narración, en cam- hecho de asumir la coinvestigación
bio, señala: “he oído decir”. Fue así como el campo de la Co- como método, ¿obligaba acaso a no
municación-Educación, además de su controvertir el saber proferido por el
De manera que, a través del sistemática contribución a las apues- “otro” de la investigación? ¿Obliga-
hipertexto, convertido en apuesta tas culturales de las organizaciones ba a asumirlo como propio? Además,
co-investigativa, las organizaciones populares durante años, permitió una ¿desde qué lugar se controvierte?

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¿Desde la “academia”? ¿Qué rela- respecto de la elección epistémica mal de conocimientos, la investiga-
ciones de poder podría suscitar tal hecha. Lo cual, sin embargo, no me ción de las formas de saber en jue-
estado de cosas? ¿También de sub-al- impedía deconstruir la propia expe- go, me detuvo.
ternancia quizás? ¿En qué medida la riencia de co-investigación y, en
declaración inicial de una perspec- consecuencia, capitalizarla en bene- De tal decisión derivaron irreme-
tiva de coinvestigación puede cons- ficio del proceso, las organizaciones diablemente tres preguntas: ¿por qué,
treñir el desarrollo del trabajo y los actores involucrados. para qué y para quiénes investigar?
investigativo mismo, tornándolo, per Sabía que las respuestas a dichas
se, funcional a tal principio? interrogantes, como afirma Mato
Tensiones de la (2002), determinan en gran medida
La naturaleza de las anteriores coinvestigación: qué investigar, cómo hacerlo, con
preguntas conllevaba un cuestio- balances, debates y quiénes, con qué objetivos y en el
namiento respecto de la opción perspectivas marco de qué tipo de relaciones, as-
epistemológica, y los posi- pectos que, no obstante,
cionamientos éticos y po- se hallaban epistémica-
líticos adoptados por la mente condi cionados
investigación que no po- por la perspectiva de la
día eludir. De hacerlo, co-investigación, pues
estaría incurriendo en la ésta, de entrada, al me-
miopía atribuida por Mato nos discursivamente,
a las concepciones acade - hacía del objeto de in-
micistas que no han lo- vestigación simultánea-
grado comprender que mente un sujeto de
investigación (Fox-Ke -
tanto las propias pre- ller, 1994), es decir,
guntas de investiga- avalaba el paradigma
ción, como los modos sujeto-sujeto. En pocas
de producción de las palabras, tenía claro
investigaciones (lo que que, de acuerdo con lo
usualmente se llama anterior, difícilmente
métodos), dependen podría llegar a conjugar
9 de abril de 1948 en Bogotá. Foto Universidad Nacional de Colombia,
en última instancia de
Fondo Jorge Eliécer Gaitán, Archivo Central e Histórico.
el verbo “investigar” en
opciones epistemoló- primera persona del sin-
gicas, las cuales están asociadas Al principio de las charlas con gular, al menos, exclusivamente.
a posiciones éticas y políticas las organizaciones populares, recuer-
que dependen entre otros fac- do, me sentí sumamente tentado por Pero bien, en tanto comprendía
tores del tipo de relaciones que designar, amparado en la academia, que el sentido de la investigación
se sostiene o se aspira sostener la realidad que me describían los no auspiciaba una tendencia a des-
con actores sociales extra aca- actores sociales a través de una cribir, en el sentido de “hablar en
démicos. Las posiciones éticas y meta-narrativa cuidadosamente ela- nombre de”, las prácticas de los ac-
políticas son constitutivas del borada. No obstante, mi pretensión tores sociales de modo que se co-
piso epistemológico y de las pers- co-investigativa, cuyas implicacio- rriese el riesgo de distorsionar “el
pectivas teóricas de nuestras in- nes me hicieron recordar la impor- conocimiento acerca de los modos
vestigaciones; y así también de tancia de no ejercer una “ofensiva” en que ellos han surgido de las con-
las preguntas y de los métodos. epistémica sobre el otro, con el fin diciones materiales de vida de las
(Mato, 2002: 23). de construir un diálogo experiencial sociedades depredadoras” (Huergo,
(Huergo, 2002) y fomentar así un 2002: 37). Y entendía igualmente
Definitivamente debía hacerme proceso de negociación tendiente a que no nos obsesionaba como
responsable ética y políticamente facilitar, sin arreglo a un sistema for- equipo investigador promover una

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“comunicación prístina” entre ellos que ocupan los interlocutores en di- paso importante para lograr una co-
y nosotros con el fin de contribuir cho diálogo, con el objetivo de po- investigación ética. En este sentido,
desinteresadamente con su “toma der establecer sus posibles lugares considero que el método de la
de decisiones”, acepté la alternati- de enunciación. Es decir, es distin- coinvestigación
va esgrimida desde un principio por to conversar con los actores de las
el proyecto de investigar “con” organizaciones culturales sobre su implica una investigación que
ellos, de modo que pudieran seguir- trabajo comunitario, incluso, ates- garantice poner en diálogo expe-
se, no sólo agendas teóricas, sino tiguar sus prácticas y contribuir en riencial (y no sólo “mental”) las
también, agendas locales y particu- un pequeño porcentaje con su significaciones de los otros con las
lares dirigidas a producir funda- operacionalización, que pertenecer nuestras (lo que debería ponerse
mentalmente saberes útiles tanto a sus filas. en acto mediante prácticas de
para los actores involucrados como participación o militancia con
para los investigadores. Opté por De hecho, recuerdo cuan difícil movimientos sociales transforma-
hacer co-investigación. fue para mí, pese a la confianza que dores). Cuestión que permite
problematizar “con” los
actores y organizaciones
La co- la situación de crisis, in-
investigación: certidumbre y conflicto,
una pregunta abriendo instancias de
por resolver producción social de co-
nocimientos vinculadas
Co-investigar o inves- con la transformación
tigar “con”. Proposición (Huergo, 2002: 43, cur-
que supone un posicio- sivas mías).
namiento singular de
aquel que investiga en Por lo tanto, “habi-
relación con su objeto de tar” un mundo común
estudio, el cual es for- con quienes se investiga,
malmente concebido contribuyendo con su
dentro del proceso de in- transformación, es nece-
vestigación como un in- sario para hacer del in-
Guerrilleros comandados por Juan de la Cruz Varela, formados en la plaza de Cabrera, Cundi-
terlocutor más. En otras namarca, momentos antes de deponer las armas el 31 de octubre de 1953. Archivo familia Varela. vestigador otro actor
palabras, más que inves- social con maneras de
reinaba entre los sujetos de las or-
tigar en nombre del “otro”, lo que representar el mundo y actuar en él,
ganizaciones y nosotros –“los inves-
se hace es investigar con él, de distintas y particulares, permeadas
tigadores”–, escuchar y comprender
suerte que se posibilite un diálogo las duras vivencias que dieron ori- por su idiosincrasia y su cultura, lo
de saberes no subordinado a campos gen paradójicamente a experiencias que permitiría compartirlas con los
de significación rígidos y episté- tan ricas como las generadas por sus demás actores sociales haciendo po-
micamente jerarquizados. No obs- prácticas. De igual modo, tampoco sible una identidad colectiva.
tante, la emergencia de dicho fue fácil poner de relieve a las orga-
“diálogo” se encuentra mediada por nizaciones mis intenciones, mis mo- La identidad colectiva tiene tres
cuestionamientos epistemológicos tivaciones y propósitos al respecto de elementos constitutivos. En pri-
de gran envergadura que quisiera la investigación, pues temía que, al mer lugar, supone la presencia de
destacar, pues hablamos de una in- hacer demasiado evidentes mis pre- aspectos cognitivos que se refie-
vestigación en la que se pretende juicios y reticencias sobre el proce- ren a una definición sobre los fi-
que el “otro” sea, ante todo, un igual. so, terminara enrareciéndolo al nes, medios y el ámbito de la
punto de causar su disolución. Pero, acción colectiva. En segundo lu-
En primer lugar, vale la pena de otra parte, bien sabía que dicha gar, hace referencia a una red de
preguntarse respecto de la posición a-“puesta” en común constituía un relaciones entre actores que

122 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


comunican, influencian, interac- “saber” que le endilga el “otro”? Pro- de argumentación en los que exis-
túan, negocian entre sí y adoptan bablemente, deviniendo en pregun- ta la oportunidad para los diver-
decisiones. En tercer lugar, re- ta. Es decir, contribuyendo, no desde sos actores de utilizar recursos
quiere cierto grado de implicación la respuesta, a que el “otro” se cons- acordes a sus propios valores, sin
emocional, posibilitando a los ac- tituya en pregunta para sí, a partir que se impida su uso por parte de
tores sentirse parte de un “noso- de su hacer mismo, a partir de su otros, la investigación puede con-
tros” (Tejerina cit. Cubides y propia cotidianidad, universo del vertirse en un factor importante
Durán, 2002: 17). cual empieza a tomar “distancia” de transformación (Cubides y
con el fin de acercarse a él por pri- Durán, 2002: 16).
En segundo lugar, me parece mera vez, con ojos foráneos.
necesario preguntarse sobre el es- De acuerdo con lo anterior, el
tatuto de saber que le otorga el inves- Mirada crítica que deviene en “otro”, en virtud del punto de vista
tigador, considerando el poder de los postura reflexiva frente a lo visto y reflexivo que asume en relación con
discursos modernizadores9, al “sujeto dicho en el pasado. Mirada que dia- la investigación, deja por momen-
de estudio” con quien dia- tos de ser su objeto y se
loga. Dado que, tradi- torna su protagonista,
cionalmente, se cree definiendo los cauces de
que el investigador, indagación y analizando
quien suele asociarse aquello a lo cual condu-
con intelectualismo, es cen. Lo cual subvierte
el que conoce y posee en términos políticos
la responsabilidad de aquel discurso positivis-
informar al “otro” que ta de investigación que
no sabe. suele sobre-estimar el
saber experto y sus mé-
Claramente dicha todos científicos a-polí-
pregunta está mediada ticos y neutrales en
por la posición de saber perjuicio del sentido co-
desde la cual se sitúa al mún que esgrimen los
“otro” en relación con el actores sociales y que no
problema de estudio pro- Juan de la Cruz Varela, en Cabrera, Cundinamarca. 1953. Archivo familia Varela. puede ser considerado
puesto por el investiga- rígido e inamovible, sino
dor, en tanto, por ejemplo, dicha loga con otras miradas, igual de in- en continua transformación “enri-
posición puede devenir en deman- quietas, constituyendo relaciones de queciéndose con las ideas científi-
da de saber, en la medida en que es interlocución cuyas voces pregun- cas y con las opiniones filosóficas
el investigador, sin pretenderlo, tan, no sólo por aquello que la in- que han entrado en la vida ordina-
quien viene ofertando un saber no vestigación busca, sino también, por ria” (Gramsci cit. Cubides et al.,
explícito, al hablar de entrada de la la forma en que lo hace, pues allí 2002: 17).
necesidad de problematizar un “fe- reside toda una dimensión ético-po-
nómeno” que, según premisa de par- lítica, por cuanto es, justamente la De allí la importancia de adver-
tida, es experimentado por el “otro” interlocución, la que dinamiza el tir cómo el “conocimiento” ya no es
como esencialmente a-problemático, proceso investigativo, encausándo- sólo privativo de los académicos o
lo que conllevaría justamente a otor- lo desde la diferencia y el disenso. científicos sociales, pues su produc-
garle un lugar de saber a quien pre- ción ahora también se juega en los
gunta por el problema. Ante el interrogante de cómo márgenes y la periferia, posibilitan-
puede ser apoyado el cambio do que las sociedades se apresten a
En tal caso, ¿cómo elude el in- social desde la investigación, pue- los cambios generados por los nue-
vestigador, en el escenario metodo- de afirmarse que siempre y cuan- vos contextos históricos y se adap-
lógico y epistémico, el lugar de do se disponga de medios fiables ten. Por supuesto, consentir tal

V ALENZUELA ECHEVERRI , C. E.: COINVESTIGACIÓN: ORGANIZACIONES POPULARES Y NUEVAS PRÁCTICAS DE SABER N Ó M A D A S 123
estado de cosas desde lógicas de in- ron expuestos a través de artículos se traducen en una perspectiva
vestigación partidarias de la disyun- académicos. Fueron parte constitu- relativista desde donde se anula ra-
ción sujeto/objeto: tiva de procesos sociales y formati- dicalmente la frontera moderna que
vos, como el vivenciado a través del separaba al sujeto cognoscente del
implica abandonar la posición de producto hipertextual10, cuya reali- objeto conocido, también es cierto,
que sean superiores los objetivos zación involucró diversos talleres de de acuerdo con la perspectiva de la
del investigador externo frente a formación audiovisual, radial y de epistemología situada (Haraway,
los objetivos internos y de admi- cartografía social. Talleres tendien- 1992), que dicha construcción está
tir un diálogo entre los dos. Tal tes en su mayoría a la reapropiación situada en un lugar específico, una
diálogo de objetivos significa del territorio donde tuvieron y aún temporalidad concreta y un espacio
transformar una investigación tienen lugar las prácticas de las or- particular, lo que limita no sólo nues-
unidireccional en una investiga- ganizaciones populares. Esta moda- tra comprensión sino además, nues-
ción/interlocución mediante la lidad comunicativo-educativa de troaccionar.
producción de documentos de difusión de saber fue además una
trabajo que crucen fronteras, tan- estrategia de resistencia política que Efectivamente, según la episte-
to la frontera externo/interno buscó oponerse a aquellos discursos mología situada del feminismo, para
como las fronteras internas que a-valorativos, objetivistas y acade- no caer (Haraway, 1992; Castro-
existen tangiblemente. (Rappa- micistas de la ciencia y las universi- Gómez, s/f) en la desmesura de ob-
port, 2005: 49). dades que, de acuerdo con Mato, servar las cosas desde un único
procuran reglar y fiscalizar las prác- punto inobservado (el del positivis-
Así pues, ese imaginario subal- ticas intelectuales a través exclusi- mo) no resulta suficiente acudir a
ternizante de la investigación cada vamente de indicadores asociados la propuesta socio-construccionista
vez más hegemónico, según Mato, con números de revistas indexadas en virtud de la cual se hace plausi-
en las universidades latinoameri- y eventos científicos formales. ble observar desde cualquier lugar.
canas, induce de entrada a des- Pues, justamente, lo que Haraway
legitimar la producción intelectual En tercer y último lugar, no quie- advierte es que no existe un “lugar
de los actores sociales con quienes ro cerrar sin referirme, en lo que cualquiera”, indistinto o anónimo
se investiga. Reduciendo su saber a resta del artículo, a las complejida- desde donde observar neutralmente
simple doxa de la cual hay que ex- des que comprende asumir una in- la realidad. Por consiguiente, la des-
purgarlos con el objeto de mejorar vestigación donde investigadores e cripción que de ésta realicemos será
su práctica. investigado/as dialogan como “sujetos”. siempre localizada, circunscrita por
Planteamiento que inevitablemen- nuestras reflexividades, limitada por
Por lo tanto, en el marco de la te nos transporta a la discusión so- nosotros. De ahí que no sea posible
investigación “con” actores sociales, bre la realidad y la manera que observar las cosas sin ponerles nom-
considero que el saber no puede ser tenemos de conocerla, dada líneas bre primero.
reductible a lo estipulado por la aca- atrás, y cuyo saldo fue el advenimien-
demia como tal, más aún cuando el to del relativismo en la investigación En consecuencia, sólo hemos de
saber del “otro”, según mi perspec- social. aspirar a obtener un conocimiento
tiva, “se halla próximo al saber ha- situado (Haraway, 1992). “Un saber
cer porque sólo existe a través de la Si bien es cierto que, de acuer- que, aún asumiendo la naturaleza
acción que él hace posible” (Bei- do con el socioconstruccionismo, la socialmente construida de la reali-
llerot, 1989: 58), por consiguiente, realidad es una construcción social dad, entiende que sólo puede mirar
lo esencial para las organizaciones mediada por nuestra subjetividad, desde un lugar particular” (Florez,
no es almacenar conocimiento sino razón por la cual cada quien puede 2007: 93). En ese orden de ideas, la
desplegarlo en la práctica. “verla” desde múltiples ángulos acción de emitir juicios al respecto
(Ibáñez, 1996), aunque anclados, lo de lo que se pretende conocer, en-
De ahí que muchos de los que conlleva consecuentemente el traña consecuentemente la acción
saberes producidos en el desarrollo descenso de la objetividad en bene- de hacerse responsable de aquello
de esta investigación, no sólo fue- ficio de miradas intersubjetivas que que se dice. Ello, en el marco de un

124 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


diálogo de saberes, supone induda- que ello obedece al interés del in- decíamos, de lo que hacíamos e,
blemente un ejercicio político y éti- vestigador de “someter el mundo incluso, de nosotros mismos, era
co, en la medida en que se reconoce propio al mismo análisis que el mun- posible llegar al consenso. De allí
lo limitado del punto de vista profe- do ajeno” (Guber, 2001: 126), de que el prurito de querer hallar la
rido. Máxime cuando en investiga- suerte que lo nombrado por él, no “verdad” a través del lenguaje ra-
ción muchas veces se tiende a sólo sea leído por el “otro” en clave cional, asumido como espejo de la
considerar que el sujeto contamina informativa, sino, y quizás en mayor realidad, caracterizará el desarro-
el “conocimiento”, lo que acarrea su medida, en clave crítica y propo- llo a veces infructuoso de muchos
arrasamiento en pos de una visión sitiva. Esto es algo que constituyó de nuestros diálogos.
objetiva. En tal sentido, investigar una constante en este proyecto gra-
“con” es una invitación a dialogar11 cias a la co-investigación. Advertir dichas lógicas cuando
con el otro, desde las limitaciones se está haciendo co-investigación,
de sus/nuestras diferencias, lo que Por supuesto, vale la pena decir- es importante, no obstante, no hay
implica el reconocimiento del saber lo, ésta no fue fácil, reportó más pre- garantía de que éstas no operen en
del otro y del propio como constitu- guntas y problemas que respuestas y los procesos metodológicos. Por tan-
tivo de sí. Por lo tanto, soluciones, lo que no dejó de indu- to, ¿cómo decirle al otro y a noso-
cir, sin embargo, a la reflexión. tros mismos que la investigación no
asumir el paradigma S-S que… Muchas veces el diálogo que enta- es posible, que el misterio de las co-
(propone)… Evelyn Fox Keller blamos con los actores sociales no sas reside en que haya quienes pien-
no equivale a desdibujar las re- supo dar cuenta de nuestras diferen- sen en el misterio de las cosas, que
laciones de poder entre quien cias, siendo imposible llegar a con- investigar, aunque imposible, resul-
investiga y es investigado/a. Más sensos. Lo que dio lugar a diversos ta necesario para crear un significa-
bien, es una apuesta por su con- procesos de confrontación, cuyo sal- do, un sentido? Ese es, parafraseando
tinua desestabilización. Esto es, do político y epistémico muchas a Bustamante (2007: 20), el espacio
aceptar que nuestro conoci- veces favoreció a la “academia del investigador, del hombre: “inmer-
miento está instalado en la pa- reificada” y no a los “sujetos de car- so en lo real, no frente a él; despren-
radoja, en las zonas grises del ne y hueso”, quienes asumíamos la dido de los mandatos naturales; de
saber (Nidza Correa, 2001) y, investigación desde coordenadas de espaldas a la objetividad para tener
que en ese sentido, la posibili- pensamiento muy distintas. Ponernos que crear el sentido inexistente: la
dad de imprimirle un carácter de acuerdo pues, siempre supuso un cultura; y girando alrededor de esa
relacional al saber (S-S) siem- plegamiento, una economía, una nada, convencido de que hay algo”.
pre será temporal. Es una con- renuncia al significado privilegiado
dición que se alcanza en por cada quien. Éramos, siguiendo
momentos puntuales de las in- a Pessoa, como recelosos cuidadores
vestigaciones. Algunas veces, de rebaños, siendo los rebaños nues- Citas
éstas son instrumentalizadas tros pensamientos.
para el beneficio de la acade- 1 Referido, de acuerdo con la “idea de
mia. […] Otras veces, son los Probablemente, ahora que lo que la ciencia es desinteresada y
extrasocial, que sus enunciados de ver-
movimientos los que instru - pienso en retrospectiva, varias de dad se sostienen por sí mismos sin apo-
mentalizan a la academia tales tensiones metodológicas de- yarse en afirmaciones filosóficas más
(Flórez, 2007: 108). rivaron de una idea implícita de in- generales y que la ciencia representa la
vestigación de acuerdo con la cual, única forma legítima del saber” (Wa-
llerstein, 2005:19).
Si bien es cierto que los textos inconscientemente, se creía posible
producidos en el marco de investi- “conocer” la realidad. Por tanto, la 2 Región ubicada entre los departamentos
de Bolívar y Sucre, Colombia.
gaciones como la referida en este idea de que la “realidad” resulta-
artículo, suelen privilegiar la subje- ba cognoscible mediante refinadí- 3 Perspectiva que nace en los años ochen-
ta, producto de la confluencia de distin-
tividad del autor, soslayando a ve- simos razonamientos, presupuso tas tradiciones teóricas, como una de las
ces en demasía la del “otro” de la para algunos que, en tanto existía salidas a la crisis de los paradigmas
investigación, también es verdad un saber independiente de lo que positivistas de las ciencias sociales de los

V ALENZUELA ECHEVERRI , C. E.: COINVESTIGACIÓN: ORGANIZACIONES POPULARES Y NUEVAS PRÁCTICAS DE SABER N Ó M A D A S 125
años setenta. Su presupuesto básico par- desde el campo de la Comunicación-Edu- los movimientos sociales. Relaciones de
te de que la realidad, al igual que el suje- cación”. Tesis de grado para optar al títu- género en la red ‘Proceso de comunida-
to, son construcciones sociales. lo de Comunicadora Social, Facultad de des negras del Pacífico colombiano’”. Te-
Comunicación Social – Universidad Cen- sis de doctorado, España, Universidad
4 Es lo que podríamos denominar, siguiendo
tral, Bogotá (tesis de grado realizada en el Autónoma de Barcelona.
a Guber (2001), “reflexividad”, una pro-
marco de esta investigación).
piedad de toda descripción de la realidad. FOX-KELLER, E., 1994, “Las paradojas de la
11 En el entendido de “instituir cada vez el subjetividad científica”, en: D. Schnit-
5 Fenómeno que Castro-Gómez denomi- lugar del otro, el lugar propio e instituir man, Nuevos paradigmas, cultura y subje-
na “colonialidad del ser”, teoría de acuer- el código, las reglas según las cuales se tividad, Barcelona, Paidós.
do con la cual, dicha comprensión orgá- van a organizar las significaciones. Y este
nica del mundo empezaría su ocaso con GARZÓN, María, 2008, “Retando las geo-
trabajo obliga a pensar, ya que el que crea
la instauración, después de 1492, del sis- grafías de terror: estrategias culturales para
las condiciones se está constituyendo en
tema mundo capitalista y la expansión la construcción del lugar”, en: Nómadas,
las reglas de la situación. Esto es consti-
colonial de Europa. Es en ese momento No. 28, Bogotá, Universidad Central -
tuirse en una situación de diálogo” (Corea
justamente que empieza progresivamen- IESCO.
y Lewkowicz, 2005: 54).
te a inocularse la idea según la cual, “la
naturaleza y el hombre son ámbitos GRIMSON, Alejandro, 2002, “Paradojas del
ontológicamente separados (pues) la fun- conocimiento: valores pluralistas como
ción del conocimiento es ejercer un con- obstáculo epistemológico”, en: Nómadas,
trol racional sobre el mundo.” (Castro- No. 17, Bogotá, Universidad Central-
Gómez, s.f.: 73) Bibliografía IESCO.

6 Entre sus reconocimientos se destacan: GUBER, Rosana, 2001, La etnografía. Méto-


Quinto Premio Nacional de Paz (2003) do, campo y reflexividad, Bogotá, Norma.
ARCILA, Claudia, 1995, “Planos de la ciu-
por sus aportes a la reconciliación y la dad deseada”, en: Magazín Dominical, No. HARAWAY, D., 1992, “Las promesas de los
convivencia pacífica. 636, Bogotá, El Espectador. monstruos: una política regeneradora para
7 Con el fin de conocer más ampliamente otros inapropiados/bles”, en: Política y So-
BEILLEROT, Jacky, 1989, “Los saberes, sus
el origen y consolidación del trabajo cul- ciedad, No. 30.
concepciones y su naturaleza”, en: Jacky
tural de estas organizaciones, recomien- Beillerot, Saber y relación con el saber, HUERGO, Jorge, 2002, “Nuevas aventuras
do consultar Alfonso Torres (2007). Buenos Aires, Paidós. de la perspectiva crítica: la investigación
8 “En las Humanidades y Ciencias Sociales ‘con’ la transformación social”, en: Nó-
BUFALINO, Gesualdo, 1995, El Malpensante,
que se practican en las universidades lati- madas, No. 17, Bogotá, Universidad Cen-
Bogotá, Norma.
noamericanas cada vez parecen hacerse tral - IESCO.
más hegemónicas las representaciones de BUSTAMANTE, Guillermo, 2007, “El espa- IBÁÑEZ, T., 1996, “Construccionismo y psi-
la idea de “intelectual” que asocian ésta a cio del hombre”, en: Materiales del labo- cología”, en: A. Gordo y J. Linaza
la idea de “investigación”, y que en mu- ratorio de psicoanálisis y educación, No. 1, (comps.), Psicología, discursos y poder
chos casos “imaginan” a esta última como Bogotá, Nueva Escuela Lacaniana de Psi- (PDP), Madrid, Visor.
algo que sólo se hace en la “academia” coanálisis.
(Mato, 2002: 22). JEREZ, Marianna, 2007, “Del producto al pro-
CASTRO-GÓMEZ, Santiago, s.f., Decolo-
ceso. Del instrumento a los lenguajes. Una
9 De acuerdo con Mato (2002: 22), los nizar la universidad. La hybris del punto
aproximación a lo multimedial desde el cam-
sistemas en los que se encarnan los dis- cero, Documento inédito.
po de la Comunicación-Educación”, Tesis
cursos modernizadores por él señalados,
COREA, Cristina e Ignacio Lewkowicz, 2005, de grado realizada en el marco de esta inves-
“tienden a deslegitimar las prácticas in-
telectuales que no estén orientadas a la Pedagogía del aburrido, Buenos Aires, tigación para optar al título de Comuni-
producción de publicaciones arbitradas; Paidós. cadora Social, facultad de Comunicación
es decir, que no se estructuren desde una Social - Universidad Central, Bogotá.
CUBIDES, Humberto y Armando Durán,
cierta lógica de una ‘supuesta excelencia 2002, “Epistemología, ética y política de MARTÍN-BARBERO, Jesús, 2003, Oficio de
académica’ que se construye a imagen y la relación entre investigación y forma- cartógrafo. Travesías latinoamericanas de
semejanza de la de las llamadas ‘ciencias ción social”, en: Nómadas, No. 17, Bogo- la comunicación en la cultura, Chile, Fon-
físico-naturales’, y así pretendidamente tá, Universidad Central - IESCO. do de Cultura Económica.
‘neutral’, ‘objetiva’, etc. Así, estos dis-
cursos ‘modernizadores’ tienden a CUBIDES, Humberto, Armando Durán, Car- MARTÍNEZ, Miguel, s.f., La investigación
deslegitimar ideas tales como las de sos- los Valderrama y Carlos Valenzuela, cualitativa etnográfica en educación, Bo-
tener algún tipo de relaciones con acto- 2006, “Ciudad educadora, desde la rela- gotá, Círculo de lectura Alternativa.
res sociales extraacadémicos, y a desvin- ción educación, ciudad y comunicación”,
MATO, Daniel, 2002, “Estudios y otras prácti-
cular el trabajo intelectual de la re- en: Travesías y sentidos locales. Memorias
cas intelectuales latinoamericanas en cul-
flexión ética y política”. de maestros y maestras 2005, Bogotá, Se-
tura y poder”, en: Daniel Mato (coord.),
cretaría de Educación-IDEP.
10 Ver Marianna Jerez, 2007, “Del producto Estudios y otras prácticas intelectuales lati-
al proceso. Del instrumento a los lengua- FLÓREZ, Juliana, 2007, “Tácticas de des-su- noamericanas en cultura y poder, Caracas,
jes. Una aproximación a lo multimedial jeción: disenso, subjetividad y deseo en Consejo latinoamericano de Ciencias

126 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Sociales (CLACSO)/CEAP/FACES/ REY, Germán, 2000, “El encuentro de los TORRES, Alfonso, 2007, Identidad y política
Universidad Central de Venezuela. Icebergs, una mirada desde los medios”, de la acción colectiva. Organizaciones po-
en: Informe final del estudio de segui- pulares y luchas urbanas en Bogotá 1980-
MORIN, Edgar, 1998, Amor, poesía y sabi-
miento y evaluación del impacto de los 2000, Bogotá, Universidad Pedagógica
duría, Bogotá, Cooperativa Editorial
materiales de la Caja de Herramientas Nacional.
Magisterio.
Vida de Maestro para la formación de
TRÍAS, Eugenio, 1996, Diccionario del espí-
PESSOA, Fernando, 2000, Drama en gente, docentes en Bogotá, Tomo II, Bogotá,
1ª ed., México, Fondo de Cultura ritu, Colombia, Planeta.
Programa RED.
Económica. WALLERSTEIN, Immanuel, 2005, Las in-
RUEDA, Rocío y Juan Carlos Martínez,
RAPPAPORT, Joane, 2005, Retornando la certidumbres del saber, Buenos Aires,
2000, “Ambientes educativos hiper-
mirada: una investigación colaborativa textuales”, Informe final de investiga- Gedisa.
interétnica sobre el cauca a la entrada del ción, Bogotá, IDEP/Universidad
milenio, Bogotá, Universidad del Cauca. Central.

V ALENZUELA ECHEVERRI , C. E.: COINVESTIGACIÓN: ORGANIZACIONES POPULARES Y NUEVAS PRÁCTICAS DE SABER N Ó M A D A S 127
Reflexividad en la
investigación cualitativa:
narrar, visualizar y dialogar*
nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 128-141

Humberto Cubides C.** y Patricia Guerrero R.***


El artículo analiza dos talleres reflexivos desarrollados con grupos de jóvenes de la ciudad de Bogotá vinculados a un
estudio sobre participación política: en el primero se produjeron relatos biográficos sobre las dinámicas de integración de cada
miembro a su colectivo y el segundo versó sobre procesos de expresión y comunicación de los grupos, cuyo punto de partida fue
la presentación de un video realizado por el equipo de investigación. El análisis presenta, simultáneamente, las contingencias de
la reflexividad en investigados e investigadores. Al final se introducen elementos para la discusión sobre las relaciones entre los
aspectos abordados, y el significado de esta propuesta para la investigación cualitativa de corte reflexivo.
Palabras clave: investigación cualitativa, reflexividad, expresión, comunicación, reconocimiento, diálogo, producción audiovisual.

O artigo analisa duas oficinas reflexivas desenvolvidas com grupos de jovens da cidade de Bogotá vinculados a um
estudo sobre participação política: na primeira produziram-se relatos biográficos sobre as dinâmicas de integração de cada
membro a seu coletivo e a segunda é sobre os processos de expressão e comunicação dos grupos, cujo ponto de partida foi
a apresentação de um vídeo realizado pela equipe da pesquisa. A análise apresenta, simultaneamente, as contingências da
refletividade em pesquisado e pesquisadores. Afinal introduzem-se elementos para a discussão sobre as relaciones entre os
aspectos abordados, e o significado de esta proposta para a pesquisa qualitativa de corte reflexivo.
Palavras-chaves: pesquisa qualitativa, refletividade, expressão, comunicação, reconhecimento, diálogo, produção audiovisual.

The article analyzes two reflexive workshops developed with youth groups from Bogotá, linked to a study about
political participation. The first workshop was developed around the biographical narratives regarding the integration
process of the youngsters to their group. The second one dialed with the group processes of expression and communication,
starting from the screening of a video recorded by the research team. Simultaneously, the analysis shows the contingency of
reflexivity in the target group and in the researchers. Finally, some aspects to debate the relationship between the tackled
issues and the significance of this proposal to the reflexive qualitative research were introduced.
Keywords: qualitative investigation, reflexivity, expression, communication, recognition, dialogue, audiovisual.
ORIGINAL RECIBIDO: 08-IX-2008 – ACEPTADO: 15-X-2008

* Se presentan aquí los resultados parciales de la investigación “Jóvenes, partici-


pación política y formación democrática”, desarrollada en Bogotá por el IESCO
de la Universidad Central, con la cofinanciación de Colciencias. El equipo de
investigación está integrado por Humberto Cubides (investigador principal),
Patricia Guerrero y José A. Salinas (coinvestigadores) y Catherine Peña, Yenny
Vargas, Mónica Vargas, Arley Daza y Francy Moncada (auxiliares). Un estudio
paralelo se realiza en Medellín con el concurso de un grupo de investigadores
pertenecientes al Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia.
** Coordinador de la línea de Comunicación-Educación y docente-investiga-
dor del IESCO - Universidad Central. E-mail: hjcubides@hotmail.com
*** Psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia y Magíster en Español como
segunda lengua de la Universidad de León - Funiber (España). Investigadora de
la línea de Comunicación-Educación del IESCO - Universidad Central. E-mail:
pmaromera@hotmail.com

128 NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Introducción reconocimiento en las mismas por valorativos que la encauzaran con
parte de los investigadores, referi- miras a distanciarse de la modeli-
Este texto presenta una parte de das ambas a las figuras del recuer- zación capitalista o institucional,
la construcción analítica con la cual do, del presente y del porvenir. La así ocasionalmente adquirieran
se realiza la investigación en la que primera de ellas, estuvo relaciona- denotaciones convencionales. Fi-
participan un conjunto de agrupa- da con el recuerdo sobre el origen nalmente, las vías de reconoci-
ciones de jóvenes que despliegan de la vinculación o surgimiento del miento de los integrantes de los
sus modos de relación y de actuar grupo. Esta comprensión de la gé- colectivos transitaron hasta perca-
en la ciudad de Bogotá, tarse de las modalidades
generando distintas pro- de articulación y de las re-
puestas (estéticas, ético- des construidas en la ac-
ecológicas y comunitarias) ción conjunta.
parcialmente distantes del
control del Estado, de las El reconocimiento de
instituciones y de los parti- las prácticas por parte de
dos políticos1 . Dicha cons- los mismos jóvenes que las
trucción apeló a una serie desarrollan, mostró que el
de operaciones mediante tiempo puede dejar de ser
las cuales el equipo de padecido por los sujetos, y,
investigación buscó esta- más bien, aflora como una
blecer vínculos con tales dimensión en la cual los
grupos en donde la sensi- recuerdos y los sueños re-
bilidad y la intuición se in- sultan efectuables. Allí, el
tegraran al necesario rigor narrar tomó el lugar central
metodológico2 . de la acción investigativa,
pero se complementó, como
En primer lugar se rea- era presumible, con un pro-
lizó un ejercicio destinado cedimiento dialógico.
a producir relatos biográ-
ficos de las dinámicas de La segunda operación
integración de cada joven metodológica tuvo que ver
a su colectivo, el cual par- con la realización de un ta-
tió del supuesto de que el ller sobre procesos de ex-
poder-narrar está sometido presión y comunicación de
a las mismas condiciones los grupos estudiados, as-
de la acción, cuya estruc- pectos que no están desli-
tura en trama constituye la El Tiempo 1931. Tomado del libro Siglo XX a través de El Tiempo (1999). gados del trabajo de
mímesis, es decir, combina reconocimiento. Su punto
al tiempo personajes y aconteci- nesis del colectivo evidentemente de partida fue la presentación de
mientos (Ricoeur, 2006: 316) 3 . Los no se separó de lo que éste signifi- un corto video que mostró la ma-
resultados de este ejercicio se des- ca para los sujetos; aparecieron en- nera en que el equipo de investi-
plegaron en cinco líneas de senti- tonces ideas que tendían a referirse gación se vio afectado por la
do obtenidas mediante una lectura al presente de la actuación. Unido actuación de cada colectivo, así
pragmática4 de las memorias de la a lo anterior, emergieron respues- como su comprensión inicial de ta-
discusión y de los escritos genera- tas referidas al devenir de la acción les procesos. El desarrollo del taller
dos por los jóvenes en el mismo ta- colectiva, es decir, lo que ella pro- se sustentó en un diálogo estableci-
ller, en una doble operación de duce. La acción de los colectivos do entre dos agrupaciones similares,
reconstrucción de la historia y la se encontró también ligada a un es- mediado por los investigadores a tra-
experiencia en los investigados y de fuerzo por crear otros principios vés de comentarios o preguntas re-

CUBIDES C., H. Y GUERRERO R., P.: REFLEXIVIDAD EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA: NARRAR, VISU ALIZAR Y DIALOG AR N Ó M A D A S 129
lacionadas con las particularidades nera separada en la segunda parte zación con las dinámicas de expre-
de los grupos plasmadas en el vi- de este artículo. sión, comunicación y reflexividad.
deo, en el diálogo se contrastó el
decir sobre aquellos con el decir No obstante, podemos decir
sobre sí mismos. que la preocupación central de Los talleres de
este ensayo está conformada por el expresión y
En la dimensión dialógica en- problema de la reflexividad en la comunicación
tre grupos, se trataba de que cada investigación. Debido a esto, al
uno de ellos produjera una imagen tiempo que damos cuenta de los Un ejercicio se enfocó en otros
global del modo de ser del otro y temas de reconocimiento, expre- dos aspectos centrales relacionados
de la impresión que había dejado sión y comunicación, exponemos con la idea de reconocimiento: los
en quienes los habíamos estado las contingencias reflexivas del modos de expresión y los procesos de
acompañando durante algunos estudio, implicándonos directa- relación intersubjetiva o de comuni-
meses, proceso que entendimos mente como investigadores. En tér- cación. El taller, visto como un re-
como la conformación de una es- minos generales, la reflexividad curso para confrontar unas primeras
tructura en permanente flujo y consiste en el conocimiento que descripciones forjadas a través del
cambio, en tanto portadora de sin- tengamos de la capacidad de com- trabajo de campo, se diseñó como
gularidades y de rasgos de expre- prensión acerca de nuestro modo un escenario de reconstrucción en-
sión; igualmente, que interrogara de ser singular y de la forma en tre investigadores y grupos, de
las formas de relación y el sentido que este se expresa. Ahora bien, retoma de fragmentos personificados
de las acciones del grupo par y res- si aceptamos la existencia de dis- de los grupos –en su mayoría con fo-
pondiera a las inquietudes de tintos niveles de conocimiento en tografías de sus propios actos y even-
aquel, de modo que resultaran más relación con los planos de la indi- tos–, con base en la elaboración de
comprensibles para todos. vidualidad (Spinoza, 2005), así un video que condensaba los reper-
como la presencia de distintos gra- torios expresivos y comunicativos
Vale aclarar que para el análi- dos de aprendizaje (Bateson, 1998), más sobresalientes de cada experien-
sis hacemos una separación un existirían dos niveles auténticos de ciagrupal5 .
tanto artificial frente a la particu- reflexividad: primero, conocimien-
laridad de lo expresivo y lo comu- to acerca de las causas, es decir, No se trataba de que los sujetos
nicativo; en consecuencia, las de las relaciones en las que se ve fueran “descubiertos” por otros –los
definiciones asumidas distinguen involucrado el individuo, de su investigadores–, quienes, por otra
también entre uno y otro fenóme- modo de afectarse, y en otro sen- parte, tampoco se descubrirían ante
no. En cuanto a la expresión, de tido, de su capacidad de conoci- los sujetos investigados. Por el con-
acuerdo con Spinoza (2005), en- miento; y, segundo, conocimiento trario, las organizaciones “volvieron
tendemos que cada sujeto, indivi- de la esencia o del modo de ser sin- a ver”, gracias a la observación par-
dual o colectivo, tiene una forma gular, es decir, de los grados de ticipante de cada auxiliar, diversos
de vibrar, un manera de ser afec- potencia que expresan esas rela- momentos de la experiencia narra-
tado y unas relaciones que lo ca- ciones, al cual correspondería el dos en libretos e imágenes, que bus-
racterizan. En lo que hace y dice conocimiento del contexto que caban comunicar el sensorium y la
expresa su modo de ser singular. permite al individuo ajustar su coordinación de acciones de los gru-
De otra parte, siguiendo la inter- conducta, para definir los propósi- pos juveniles.
pretación que Capra (2002) hace tos de su acción sobre el mundo.
de Bateson, la comunicación se re- De acuerdo con lo anterior, a lo El dispositivo de visualización
fiere a los procesos de coordinación largo del texto aludiremos a estos se construyó con material produci-
de las acciones de un organismo dos planos de la reflexividad, mien- do por los mismos grupos y/o por un
que conllevan ajustes o cambios tras que en el apartado de conclu- observador participante del equipo
tanto en su conducta, como en la siones intentaremos relacionar durante diversos momentos del
de otros. Los resultados de nues- sintéticamente los procedimientos acompañamiento en campo. Un
tro análisis son expuestos de ma- narrativos, dialógicos y de visuali- poco tomados por sorpresa al verse

130 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


captados por otro, y a la vez, cons- elementos, dará cuenta en cada mo- Teniendo en cuenta lo anterior,
tatando la resonancia con la ex- mento de la relación característica, luego de la visualización correspon-
presividad de sus acciones, las de las afecciones y de la singulari- diente nos propusimos componer pro-
coordinaciones y comunicaciones dad del individuo. cesos dialógicos con los grupos de
entre sus miembros y entre el con- jóvenes estudiados, de tal manera
torno de grupo y su entorno lejano, Ahora bien, puesto que la singu- que se produjera la expresión de su
el taller convocó a organizaciones laridad no es una esencia inmutable singularidad y diferencia en encuen-
afines a un diálogo que les permi- (una substancia idéntica), la confi- tros en los que se congregaran gru-
tiera entrar en el campo de percep- guración que tome depende de que pos afines que pudieran indagar las
ción del otro, para que a través del un agenciamiento de enunciación la posibilidades de sus actuaciones7 . En
cuerpo vibrátil –de lo que se es produzca o no; en consecuencia, se este proceder, valoramos la hipóte-
capaz de percibir más allá de lo di- hace necesario identificar los proce- sis de Spinoza sobre el carácter
cho–,como de sus herramientas sos reales de subjetivación. Siguien- transitivo del afecto, es decir, el he-
reflexivas, cada grupo cooperara en do esta perspectiva, puede afirmarse cho de que es imposible represen-
el proceso de descubrir tarse la afección de
y generar la comprensión un ser semejante sin
sensible. A su vez, quie- sentir nosotros mis-
nes ejercían la escucha mos esa afección8 .
por parte del grupo inves-
tigador promovieron un La expresión
re-acceso a la experien- mediada por la
cia, una reorganización creación artística
de la misma, para contri-
buir en ocasiones en las En ambos casos,
que el grupo realizó las producciones de
tomas de contexto sobre estos grupos recono-
las situaciones expresivas cen poseer un len-
y comunicativas, me- guaje particular, más
diante preguntas que Entrega de Guadalupe Salcedo: oficial y periodista anónimos, general Alfredo Duarte, Salcedo, dirigido a quienes
buscaban que los inter- reporteros Guillermo Sánchez, Guillermo Karty y Carlos Caicedo, 1953. comparten su cultura
Salcedo fue asesinado en 1957. Museo Nacional de Colombia.
locutores se plantearan: que hacia el público
“¿Esos somos? ¿El video da cuenta de que de manera contemporánea la en general. Si bien aceptan que esta
nuestra particularidad? ¿Hay algo de expresión de una singularidad está es una manera de buscar reconoci-
lo que no se tiene aún conciencia?” relacionada con alternativas que miento, consideran que su expresión
O, igualmente, les fuera posible ex- se desprenden de la subjetividad no está orientada contra ninguna
plorar otros conjuntos de alternati- capitalística, cuando se es capaz de clase de opresor, y, más bien, inten-
vas sobre las cuales mostrarse “como proliferar nuevos procesos (secuen- ta ser fiel a su propia sensibilidad9 .
lo que son”. cias de hechos o de acciones). Suele En un ejemplo, dibujar el nombre
estar asociada con flujos materiales y acudiendo a ciertos códigos estilís-
semióticos que engendran transfor- ticos es una especie de protección
Expresión y maciones reales y producen nuevos ante la sociedad, a la cual se le de-
reflexividad agenciamientos. Estos modos de jan los elementos estéticos de la pin-
subjetivación singulares se auto- tura sobre los muros de la ciudad;
En coherencia con la definición modelan, es decir, operan su propio en el otro, se busca “contagiar” a
de expresión mencionada en el pri- trabajo de semiotización y de inci- sujetos específicos que escuchan
mer apartado, asumimos que los atri- dencia en el nivel de relaciones de una canción y logran capturar su
butos o cualidades de un sujeto se fuerza local, como en el hacer y des- mensaje, y a través de él, compartir
explican por su modo de ser; la com- hacer de alianzas (Rolnik y Guatttari, experiencias vividas por quienes las
prensión que se alcance de ambos 2006: 61) 6 . escenifican 10 . En ello consiste el

CUBIDES C., H. Y GUERRERO R., P.: REFLEXIVIDAD EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA: NARRAR, VISU ALIZAR Y DIALOG AR N Ó M A D A S 131
estilo: mostrar la fuerza propia en el Lo que sí resulta evidente es la medios de difusión de estas corrien-
tono de voz, los movimientos, el flow, necesidad de apartarse de la cap- tes, se entienden como pretensiones
el ritmo, etc. tación de que adolecen estas ex- para conducir sus realizaciones ha-
presiones cuando las iniciativas cia determinados fines, volverlas fá-
Parte de esa fuerza parece estar institucionales, la publicidad o el cilmente comprensibles o hacerlas
asociada con el tinte de ilegalidad de mercantilismo intentan apropiárse- rentables. Todo lo cual, según sus
donde provienen los dos tipos de ma- las. El programa Muros Libres y el creadores, hace que se extravíe su
nifestación a los que hacemos esencia, se agote su sensibili-
referencia. A pesar de su difu- dad y pierdan parte de su po-
sión, el rap conserva algo de tencial de inventiva 13 .
marginalidad, de discrimina-
ción y persecución que los Otra clase de escollo, del
verdaderos escritores de can- que no está exento el grupo
ciones saben traducir en mayor responsable de la investiga-
calidad. De la misma manera, ción, es el que tiene que ver
el encanto del “bombardeo” a con la producción académica.
través del tag (el sobrenombre Emerge cuando, amparados
adoptado) se debe a que pre- en clasificaciones o tipifica-
serva la antigua ilegalidad del ciones hechas a priori, los es-
grafiti, esto le da un especial tudios no dan cuenta de lo
sentido a su creador en el mo- propio de estas manifestacio-
mento de hacerlo. nes, no logran descifrar su
“código”, o mejor, no alcan-
No obstante, ambas ten- zan a comprender la vibración
dencias padecen cierta fas- presente en estas prácticas y
cinación miedosa por la cómo afectan los contextos en
aceptación del gran público. los cuales se inscriben.
Dibujar el propio nombre, in-
comprensible para la mayo- La expresión ético-
ría, se siente como un acto ecológica
de puro egocentrismo que in-
tenta ser compensado por lo El diálogo entre las dos
que se supone es el don en- agrupaciones pertenecientes
tregado a la ciudad: el aspec- al ámbito de la lucha ecoló-
to pictórico del grafiti, la gica llevó a cada una a con-
expresividad del color, la clusiones particulares. En el
exaltación de la forma, su tex- primer caso se reiteró el sen-
tura . De manera similar,
11
tido que tiene encontrarse a
nuestros raperos buscan lla- sí mismo desde el corazón y el
mar la atención de grandes sentimiento, ligando a ello el
audiencias: “sonar” para mu- pensamiento y la valoración
cha gente, pero mantenien- El antropólogo Gerardo Reichel - Dolmatoff en la Sierra Nevada de Santa del territorio; se trata de un
do su autenticidad. Aquí Marta con dos indios Kogi. Foto: Alicia Dussán. proceso de resignificación
surge la inquietud sobre el que implica primero desnudar-
riesgo que implica asumir una acti- festival “Rock al parque”, entre se espiritualmente para sentir la tie-
tud políticamente correcta, es decir, otras propuestas de la Alcaldía en rra, sin lo cual es imposible apreciar
valerse del potencial comunicativo Bogotá; las campañas de gaseosas, la importancia de su recuperación y
de sus producciones para lograr ma- cigarrillos u otros productos de con- reconstrucción14 . Unido a ello, pro-
yor reconocimiento12 . sumo masivo; y la multiplicación de piciar un conocimiento más escla-

132 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


recido implica también respetar las miento que comienza por sensibili- cialidades con que se hace uso de
costumbres de origen, comprender zar desde la arenga y el perfomance estos medios en la acción cotidiana
el significado de armonizar los dis- callejero, en una búsqueda constan- de cada agrupación.
tintos elementos naturales, rescatar te por llamar la atención sobre una
la riqueza e integridad del lenguaje problemática compleja, pero que no Un primer ejemplo resalta cómo
ancestral desvirtuado por el trascurso se queda allí16 . Entonces acude al el valor de las presentaciones que
de los distintos sometimientos y re- convencimiento personal, a la expli- ellos realizan se empeña en dar
novar el alcance de modos de rela- cación sobre el uso despiadado de muestra de posiciones políticas cuyo
ción, que a partir del respeto a los los recursos y a la promoción del fin está orientado al servicio de la
antepasados, a los mayores y a las cambio de algunas costumbres a tra- comunidad. Por tanto, la política
mujeres crean vínculos de afecto y vés del cuestionamiento y de la de- resulta ser un contenido que requie-
generan mayor fuerza al actuar. Lo mostración mediante el ejemplo re múltiples formas de trasmisión y
anterior explica por qué la represen- propio. Se trata de quebrar memo- difusión; al mismo tiempo, se entien-
tación de este grupo producida a rias instaladas en el pensamiento, de como habilidad para establecer
través de un video, a pesar de que pero también en los hábitos y en los alianzas, desarrollar estrategias y
insistió en el “tacto histórico” con cuerpos. En consonancia con esto, aprovechar oportunidades. Quizás
que vincula pasado y vida actual, no el video de presentación usado para por eso no resulta inadecuado jun-
atrajo del todo a sus miembros: sus el taller, pareció a los participantes tarse con instituciones que facilitan
prácticas están basadas en una de este grupo muy “puntual”, pues la gestión: se intenta hacer viable
integración afectiva y corporal, no registró otras acciones ya men- aquello que parece convenir a los
mediante rituales que afectan prin- cionadas. Su potencia expresiva se propósitos del grupo17 . Igualmente,
cipalmente la memoria15 . Desde allí, relaciona más con crear inquietudes dado que la formación de líderes se
se avala la importancia de vincular sobre las costumbres y tipos de edu- asume como uno de los propósitos,
a los más jóvenes en las tareas de cación convencional que en reali- se aceptan las propuestas mediante
recuperación del territorio local y de zar manifestaciones callejeras, así las cuales algunos miembros, con
ampliar el impacto de la acción con- estas sean espectaculares. mayor ascendencia y experiencia,
junta con aquellos colectivos que buscan consolidar esta actitud en
comparten visiones parecidas, siem- Diversas formas de expresión del aras de hacer perdurar el grupo. No
pre y cuando no se incurra en con- vínculo comunitario obstante, ello no contraviene el en-
cesiones ni se pierda autonomía. tusiasmo y dinamismo con el que los
Resumimos aquí distintas moda- más chicos despliegan sus habilida-
Desde el otro lugar, se insiste en lidades de manifestación de lo sin- des creativas18 .
involucrar en la labor la parte ética gular que configuran formas también
y personal, con miras a hacer con- diferentes de integración con comu- Desde otra visión, se apuesta por
ciencia sobre el origen y destino de nidades locales. Si bien algunas de el poder de cambio de la gente; de-
lo humano, desechando las “malas ellas acuden más explícitamente al bido a ello, se gestionan espacios
costumbres” que han llevado a los uso de recursos expresivos para plan- para la acción conjunta dentro de
jóvenes a caer en un vano consu- tear demandas y reivindicaciones la propia comunidad, sin que ello
mismo. Pero no se trata de un intento (títeres, zanqueros, payasos, lanza- desdiga del poder educativo de
de búsqueda por el reconocimiento fuegos, etc.), en su gran mayoría campañas como las de reciclaje y el
propio, sino de aunar distintas ca- centran su acción en propuestas autosostenimiento, para las cuales se
pacidades y conocimientos para ac- educativas que, igualmente, se di- acude a la dramatización con títeres
tuar conjuntamente en aras de una rigen al desarrollo de competencias y a la construcción de un dispositi-
educación dirigida individualmen- asociadas con lo expresivo (danza, vo-modelo destinado a la recolec-
te para comprender el significado artes manuales, música, literatura, ción de desechos. Lo anterior
del “veganismo”: la igualdad entre periodismo, taekuondo, dibujo y pin- explica por qué la presentación que
“animales humanos y no humanos”, tura, entre otros). El taller buscó el equipo de investigadores realizó
el abolicionismo, el antisexismo, entonces entender conjuntamente de esta agrupación, se consideró por
entre otros aspectos. Un conoci- la perspectiva, los límites y poten- sus representantes “muy general”, no

CUBIDES C., H. Y GUERRERO R., P.: REFLEXIVIDAD EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA: NARRAR, VISU ALIZAR Y DIALOG AR N Ó M A D A S 133
mostró otros espacios de su trabajo: construida desde el hacer, aunque llevado a constituir un modo de
las campañas de reciclaje, los gru- ligada a valores compartidos, el ejer- relación característico se altere por
pos de estudio, la labor educativa cicio de reflexión provocado rompe la inclusión de fuerzas disonantes?
con los “Genesitos”, etc. Al parecer, las dinámicas usuales y lleva al Quizás lo más importante de la dis-
el video no captó con suficiencia sus cuestionamiento sobre la validez de cusión fue el conjunto de aprecia-
dimensiones expresivas singulares. acuerdos tácitos respecto de temas ciones dirigidas a lograr que el
De otra parte, la necesidad de ofre- cruciales. En esa perspectiva, a pe- grupo extendiera al máximo sus
cer a cada integrante del colectivo sar de que la presentación a través potencialidades hacia otras accio-
un espacio de vinculación genera un del video del colectivo Thimos se nes ya proyectadas pero no efectua-
riesgo de dispersión que se asume consideró un buen aporte por parte das aún en su comunidad local.
inevitable. Puesto que la política es del equipo investigador, se hizo no-
comprendida por el grupo como pug- tar por algunos de sus integrantes Finalmente, a un colectivo cuya
na y disentimiento, se proyecta un que no abordó los problemas y debi- labor se enfoca, primordialmente, en
tipo de liderazgo que no acude a la lidades del grupo. Por último, si lo generar cambios en los sujetos con
imposición sino a la toma de deci- que se puso en debate hace parte los que se relaciona (específica-
siones por consenso; de este mane- de un compromiso vital de cada mente en el descubrimiento de sus
ra, se tramitan diversas propuestas miembro del grupo, quedó la inquie- capacidades, en el cuestionamiento
que son abanderadas por quienes en- tud de por qué no abordarlo en for- de sus condiciones de vida, en la
cuentran allí la forma de desplegar ma directa20 . transformación de sus relaciones
su gusto y pasión19 . habituales, etc.), le pareció muy li-
Bien distintas son las prácticas mitado que se le presentara a través
Probablemente, la potencia re- reflexivas de quienes se juntan al- de las expresiones de sus integran-
flexiva del ejercicio de análisis de rededor de la producción de un tes y no en las de aquellos con los
los procesos de expresión, quedó un medio de comunicación. La discu- cuales trabaja22 . Si bien conjunta-
poco más patente en otro de los co- sión no solamente es la materia pri- mente, y mediando las distintas pers-
lectivos comunitarios con el cual el ma del quehacer conjunto, sino que pectivas, puede elaborarse un
diálogo fluyó hasta instaurar una para la mayoría se constituye en el discurso consistente, en este caso
discusión en la que cada quien se verdadero sentido de su reunión. sobre el significado de la educación
sintió comprometido al examen de Por ello, pretender que a través de popular, la comprensión cabal de sus
sus relaciones con el colectivo de un ejercicio reflexivo se aporten prácticas sólo puede darse median-
acuerdo con las disposiciones pues- meras indicaciones para mejorar el te la indagación acerca de lo que
tas en juego a través de la práctica medio es una empresa limitada; el aporta cada actividad individual-
cotidiana dentro del mismo. Allí se análisis transitó por el carácter mis- mente, esto es, cómo afecta su vida.
identificaron tanto la falta de con- mo de las relaciones entre sus in- Esto incluye, por supuesto, dar cuen-
fianza en las posibilidades de creci- tegrantes, que, paradójicamente, ta de la transformación de los
miento y cualificación individual en ha llevado a que con el tiempo se responsables de la formación: su
el grupo, como la disonancia de torne homogéneo aquello que en “realización profesional”, la reela-
quien no se atiene a la sensibilidad principio era diverso: por algún boración de sus saberes y cómo se
de este último, y al intentar impo- motivo la práctica de años ha pro- articula lo educativo con las otras
ner su fuerza, afecta el exterior de vocado eliminar contradicciones, dimensiones de su cotidianidad,
modo distinto al habitual. Entonces acercar posiciones y atenuar el sen- entre otros aspectos. No obstante,
se produce una especie de vacío y tido crítico 21 ¿Cómo rescatar tal desde la perspectiva de la gestión de
extrañamiento que resuena en am- diversidad? Como solución se pro- recursos y de las relaciones institu-
bos sentidos: hacia adentro, se las- puso introducir una medida de in- cionales se aprecia la importancia de
timan los sólidos lazos de amistad y tervención externa: ampliar el mostrarse integralmente a otros me-
el mutuo apoyo; hacia fuera, se de- colectivo con el fin de rescatar ma- diante un dispositivo comunicativo;
bilita la capacidad de solidaridad y tices, incluir otras perspectivas e, para ello, el registro sistemático de
de concertación con otros distintos. incluso, otras competencias. Pre- las acciones, su evaluación perma-
Debido a que la política se concibe guntamos, ¿qué haría que lo que ha nente y, sobre todo, la capacidad de

134 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


ofrecer sin artificios la sensibilidad A ello respondió el segundo ejer- pante, en los procesos de reflexi-
propia del grupo, fueron aspectos cicio metodológico llevado a cabo, vidad entra a jugar su propia posi-
ineludibles en el diálogo. Por este diseñado como un dispositivo reflexi- ción desde esos mismos niveles:
motivo, el video de presentación vo audiovisual y dialógico, en el que productor, receptor o evaluador.
para el taller se recibió como un los grupos tenían la posibilidad de
cuestionamiento a la falta de agen- examinar la comunicación produci- Tres interrogantes nos ayudaron
cia del grupo para producir este tipo da entre sus acciones y las de otros a desplegar tanto la visualización
de comunicaciones, pero, al mismo como respuesta a estas últimas, a como el diálogo en los talleres de
tiempo, se sintió como una especie través de diferentes niveles comu- expresión y comunicación. El prime-
de impulso para realizar una elabo- nicativos. Indudablemente esta ope- ro de ellos se relacionó con lo pro-
ración propia. ración reflexiva buscaba el propósito pio de una comunicación intra e
interpersonal en las ex-
periencias, que no pasa
Los procesos de por los mecanismos de
comunicación producción redundan-
te23 producidos en otros
Partimos de la idea niveles de la comuni-
de que los grupos se cación de carácter cul-
componen de relaciones tural abstracto. Nos
en continua organiza- referimos a las comuni-
ción y disolución, cuyos caciones hechas bajo for-
modos de comunicación mas artísticas, como la
tienden permanente- música y la danza, entre
mente a la autocorrec- otras, y basadas funda-
ción. De manera que, si mentalmente en explo-
no responden a con- raciones propias como el
ductas codificadas o in- percibir y producir ritmos
alterables, actúan en sonoros, o el dar forma a
intercambio de posturas, imágenes visuales, en las
acciones, enunciaciones que interviene tanto el
y son afectados por to- universo de la cinética
Hernán Díaz: Alejandro Obregón, Enrique Grau, Fernando Botero, Armando Villegas
dos los que entran en el y (adelante) Eduardo Ramírez Villamizar y Guillermo Wiedermann, Bogotá, 1960. (la expresión de la mano,
marco de su relación del cuerpo, etc.) como el
(Ruesch y Bateson, 1965). Pero consciente de relacionar a los suje- del paralenguaje (tonos de voz, en-
igualmente el conjunto de inter- tos con su ambiente para establecer tonación, entre otros).
cambios de los grupos marca su distintos planos de comunicación
manera de puntuar los aconteci- según el campo de visión: en el nivel En vista de que estas comunica-
mientos, que una vez incorporados intrapersonal o limitado a la perso- ciones se convierten en actos de pro-
tenderán a la repetición o al cam- na misma; interpersonal u ocupado ducción de lo singular, operan, entre
bio. Por tanto, en medio de estas por dos personas; grupal o constitui- otras formas, como señales analógicas
dos dinámicas (estable y cambian- do por varias personas; y, por últi- productoras de valores de magnitud
te), los colectivos formularon o mo, el cultural conformado por que se desean transmitir, como su-
contestaron preguntas sobre las se- muchos grupos (Ruesch y Bateson, cede a partir de los indicios o mar-
cuencias de sus relaciones comuni- 1965). Ahora bien, dado que toda cas del grafiti que pinta el nombre
cativas en las que están inmersas persona o colectividad tiene sus pro- de su “escritor”, o en los giros y
sus acciones y sobre la inclusión o pios puntos de vista en lo que se re- acentos de la voz en el cantante de
exclusión de intercambios y men- fiere a la calificación de la situación rap ante el escenario. En la expe-
sajes en cada uno de los niveles o social, a la percepción de otros, así riencia de quien las crea, el momen-
secuencias en las que participan. como a la posición de cada partici- to de su producción es fuertemente

CUBIDES C., H. Y GUERRERO R., P.: REFLEXIVIDAD EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA: NARRAR, VISU ALIZAR Y DIALOG AR N Ó M A D A S 135
intrapersonal en concordancia con nos ha permitido esta experiencia tistas e investigadores? Provoca de
la exploración personal en la que se metodológica. primera mano, la emoción estética
apoyan. que incita la obra representada en
La Reflexividad que se agita en escenarios musicales y en los
En la experiencia de comunica- lo artístico murales de la ciudad. Como recep-
ción interpersonal de colectivos co- tores vinculados con los creadores,
munitarios y éticos, que se transvasan Los grupos de grafiti y de rap for- establecemos atajos para volver a la
o no en lo grupal, se establece una man parte de los colectivos más producción y hallar cortes acerca
comunicación que incluye las involucrados en producir una obra de su origen y su fin, reduciendo
microdimensiones de señales de re- cuya trama involucra códigos, seña- de esta forma algunas restricciones
conocimiento, aprobación, admira- les y proposiciones intercambiadas que redes amplias de transmisión
ción, o también de encuentro entre estos y sus públicos, entre ellos de estos objetos culturales suelen
intencional. A través de estas seña- y los grupos de identificación conti- generar respecto de su novedad y
les se generan contrastes con otras guos, y entre los propios creadores, su sentido singular.
situaciones sociales abstractas tales en un proceso reflexivo que hace
como los dispositivos educativos, fa- conciente las reglas implícitas y ex- A partir de esta primera emoti-
miliares y culturales, con los que, por plícitas en dichos intercambios, en vidad acoplada, instauramos una
contraste, se generan compensacio- esas distintas redes. Las imágenes relación cognoscitiva. Aunque algu-
nes que dichos niveles interpersonal cantadas o pintadas provienen de nas de sus codificaciones estuvieran
y grupal, no producen en estos otros sus propias agencias personales y fuera de nuestro alcance, conside-
ámbitos de mayor proliferación de colectivas, y gracias a un examen y ramos sus formas de codificación y sus
subjetividad. reexamen de los niveles con los que efectos sobre las diferentes redes: el
participan escritores y cantantes ur- grafiti de escritura, el mensaje del
Muchas de estas dimensiones banos, grafiteros y raperos, cazdos o rap; los niveles restringidos o amplia-
comunicativas se viven en forma linzo25 . dos de sentido del código pictórico
intrapersonal o interpersonal, sin que y sonoro; el equilibrio subjetivo in-
el grupo actúe como instancia pro- Estos actores de objetos cultu- transferible que brindan estas formas
ductora de una sola lógica de afec- rales se ponen en juego transva- de comunicar; los gestos corporales
tación, ni ofrezca a sus asociados lorando los valores en sus obras. Son de su trazo y su desciframiento.
formas de comunicación con el ex- realizadores de momentos de baldeo
terior que abarquen otros niveles. social, mientras la sociedad parecie- En el intercambio dialógico,
No se descarta que, al mismo tiem- ra dormir. Ellos consideran su acción los creadores puntualizan sus con-
po, estas comunicaciones se crucen una salida a lo incómodo de la orga- textos de comunicación: desde los
con otros niveles de lo intrapersonal nización capitalista y, sin embargo, niveles más íntimos de su crea-
grupal y entren, entonces, en una se desarrollan dentro de ella. Sólo ción, pasando por el de la confron-
existencia paradójica en la cual una entonces, quienes han sido motor tación con colectivos del grafiti y
puede aparecer inserta en la otra24 . afectivo y efectivo en estas creacio- del rap26 en los que la comunica-
nes son invitados a presenciarlas. El ción se define como una califica-
¿De qué mecanismos se valen tiempo de la exposición y el tiempo ción de calidad alcanzada, hasta
los agrupamientos comunitarios que de la obra como creación no coinci- su pretensión de impactar a un
realizan el tránsito entre un todo den, aunque esta relación sea en público global. A través del diálo-
colectivo y constelaciones amplias ocasiones simultánea, el hecho co- go comparten restricciones y dis-
de otros colectivos, e incluso, ha- municativo se realiza al fin de un torsiones similares en los códigos y
cia una totalidad social mayor? trayecto que ha tenido origen antes buscan otros puntos de la red de
¿Qué dispositivos permiten que es- de “saltar a la vista” (Barthes, comunicación donde el potencial
tas situaciones se planteen simul- 2001). del grafiti y del rap comunique jus-
táneamente? ¿Con qué recursos se tamente la intención de sus accio-
aborda este acople? Veamos enton- ¿Cómo interviene esta proble- nes a partir de los significados que
ces algunas de las reflexiones que mática en la reflexividad entre ar- ya transitan en la sociedad27 .

136 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Reflexividad que toca el lazo como puntos de la red con capaci- El cúmulo de aspectos vitales
comunitario dad para modificar la circularidad explorados por estos colectivos,
en el espacio-tiempo de sus funcio- abarca dimensiones más allá del
Cuando la acción transforma a nes especializadas. espacio y del tiempo. Así, algunos
quienes hacen juntos, se toca el lazo vuelven atrás, hacia las culturas
comunitario. Un lazo que muchas Al volver sobre estas restriccio- materiales del pasado, pues consi-
veces se origina allí donde la cohe- nes, los investigadores preguntan deran estas tradiciones “mensajes
sión comunitaria viene perdiendo por su relación con estos contextos de muchos hacia muchos temporal-
fuerza y función. Entre todas las ac- y secuencias y por las posibilidades mente ligados” (Ruesch y Bateson,
ciones que provoca en respuesta esta de un movimiento simultáneo en- 1965: 229); en consecuencia, ac-
distorsión, algunas retornan produ- tre las varias instancias. Algunas túan como grupos especializados en
ciendo efectos nuevos de firmeza, configuraciones interesantes mues- la recepción e interpretación de
persistencia o tesón, a partir del can- tran reestructuración en las líneas mensajes lejanos, interconectando
je de capacidades ya aprendidas que y pautas de relación de su ejercicio de esta manera a muchos grupos y
se ofrecen como intercambio inter- comunicativo28 . a miembros más jóvenes en relación
subjetivo. Un intercambio con otros con quienes dieron origen históri-
diferentes en edad, aficiones, des- Con respecto a la capacidad co a dichos mensajes31 .
trezas o talentos, con los cuales se dialógica, estos colectivos movilizan
da vuelta a la lógica de la pérdida interrogantes sobre las rupturas de En otra dirección, los colectivos
del recurso pero se gana en realiza- la comunicación de los colectivos éticos difunden entre gente del co-
ción directa, sin mediación. presentes con otros grupos29 y sobre mún –usualmente transeúntes o pú-
su manera de codificar las diferen- blico de un lugar o institución–
Así, y teniendo como soporte una cias de su visión de mundo30 . opiniones morales sobre costumbres
comunidad de amigos, parejas o pa- transmitidas por el contacto inter-
rientes, esta fuerza organizada se Reflexividad pulsada a través de personal, generalmente implícito en
prolonga hacia otras: niños, jóvenes una ética la acción, que usualmente requie-
y/o familias con los cuales de nuevo ren de un mediador que interprete
se activa la vida social: conocer co- Cuando lo que se pone en jue- y revele su origen o sus formas de
lectivamente, aprender en conjun- go es una ética, el proceso reflexi- transmisión. Así aspiran a reestruc-
to un arte, formarse como personas vo es un constante verse a través turar la percepción de muchos, y a
sociales. de todo lo que se hace y lo que se dejar impresión sobre sus respuestas
dice. Siendo así, la reflexividad no ya aprendidas frente al daño y sobre
En este llegar a otros a través del parece requerir otro mediador, más cómo estas se transforman median-
nosotros, la comunicación se estable- allá del sujeto que se interroga a te otras elecciones32 .
ce entre los propios miembros, entre través de un conjunto de generali-
estos y las redes y comunidades, con zaciones sobre los actos propios y los Bien a través de la escenificación
flujos entrecortados. Generalmente de los otros. Sucede como parte del del daño mediante actos de reflexi-
el paso de uno a otro nivel es com- flujo del devenir vital de una agru- vidad provocados por visualización
plejo: el encuentro con lo social se pación, y de su necesidad de gene- en performance, o bien a través de
desvanece cuando la intensidad del rar indagación permanente como imágenes y palabras construidas de
encuentro grupal se retrotrae a las vía de construcción de consisten- memoria, identidad y territorio, es-
formas de vida social segregada. En cia personal y social. En este caso, tando allí, en forma directa e inten-
otros casos, las exigencias de inter- la fuerza de este cuestionamiento cional, y no representativa, se
comunicación de las redes debilitan está centrada en el daño hacia otro establecen como pequeños circuitos
la intensidad de los lazos interper- animal, humano o no humano, con de personalización de comunicacio-
sonales en los grupos. Y a su vez, aguda observación de las direccio- nes más amplias.
otras dinámicas donde muchas per- nes de vida humana y social donde
sonas y grupos están interconec- el daño se oculta y se reproduce La exploración entre los colec-
tadas, en ocasiones no se consideran por automatismo social. tivos éticos y los investigadores ad-

CUBIDES C., H. Y GUERRERO R., P.: REFLEXIVIDAD EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA: NARRAR, VISU ALIZAR Y DIALOG AR N Ó M A D A S 137
mite preguntas no tanto acerca de los objetivos adquieren validez en el Desde nuestro entender, el he-
la relación entre los miembros del aquí y en el ahora, sea mediante una cho de que en esta experiencia
colectivo y sus estilos de vida perso- acción de grupo o en asociación con investigativa hayan emergido distin-
nales, sino en torno a las relaciones otras agrupaciones o redes; por ello, tos planos de comprensión acerca de
comunicativas creadas por su inter- más que aludir a la promesa del fu- la constitución singular de los gru-
acción, acerca de su capacidad para turo, quizá se requiera dar mayor pos, muestra que asociada con la
conocer las redes a escalas amplias significado a la idea de duración des- propuesta narrativa y dialógica,
con las cuales se involucran, y sobre de una orientación principalmente emerge la función de existencia-
cómo movilizar los recursos entre imaginativa. lización (Guatttari, 2000) o de
éstas y el nivel del colectivo. Como autopoiesis (Varela y Shear, 2005).
se trata de grupos que producen, Interrogados sobre la visualiza- Aceptar que el afecto es un proceso
transmiten y evalúan por autoco- ción, uno de sus alcances, se puede de apropiación existencial hecho a
rrección, la acción colectiva usual- decir, es el abrir los sentidos y la sen- través de la creación continua de
mente libera información imposible sibilidad en el conocimiento de sí duraciones de ser heterogéneas
de obtener antes de que la acción mismo, por tanto, aporta alto valor (Guattari, 2000), permitió abordarlo
se realice33 . impresivo. Aún no podemos decir no desde una mirada cientificista,
que esté clara la manera en que las objetivadora o reificante de la
Otra interesante pregunta se imágenes generan conocimiento so- subjetividad, sino desde una perspec-
centró en indagar si su papel en la bre los atributos de los grupos, o so- tiva ético-estética como la que in-
reducción de la distancia entre re- bre las relaciones en que se ven tentamos hacer con la presentación
des amplias y redes interpersonales involucrados. Ciertamente este ma- de videos destinados a mostrar la
o intrapersonales no se pierde en la terial, al atraer el ánimo de los in- sensibilidad propia de cada colecti-
comunicación estereotipada con vestigadores, dio impulso a su vo. Más que integraciones simbólicas
otros grupos de activistas de la des- intuición y sensibilidad, pero se hace hechas con base en interpretacio-
igualdad animal y no animal am- necesario continuar explorando las nes discursivas, lo que buscamos fue
biental, o si resulta empobrecida por prácticas de hacer, experimentar y un impulso extrínseco del modo ha-
las rígidas percepciones sobre lo que mirar (Barthes, 1990) el recurso y el bitual de afección de los grupos, y
otros colectivos producen. saber fotográfico en investigaciones desde allí, provocar una compren-
cualitativas de mayor especificidad. sión conjunta del sentido de su
acción y sobre las maneras de
Conclusiones Por su parte, la relación dialó- relacionarse con otros para llevarla
gica, indudablemente, permitió a cabo. Queda claro que las limita-
Con respecto a la reflexividad aperturas importantes. Podemos afir- ciones que tuvo este ejercicio se
del narrar, encontramos que la pers- mar que dialogar fructificó ideas y explican por una evidente des-sin-
pectiva de pasado-presente recibió afectos que rondaban ya en la ac- cronía entre la capacidad de com-
mayor consideración en el ejercicio ción de los colectivos. Es bueno de- prensión del equipo investigador y
de dimensionar la propia actuación cir que el tipo de escucha entre los las formas de vibrar de los grupos en
de los colectivos, pero hay que des- grupos y los investigadores se rela- estudio.
tacar que el pasado se vive de ma- cionaba con el interés por la vida de
nera difusa y ambigua, y más que los grupos y sus eventualidades, y Por último, pensamos que no es
propiciar la comprensión del presen- que en su manera de explicar las usual que la investigación cualita-
te, adquiere sentido a partir de la cosas, ya se veía lo que nuestra aten- tiva dé oportunidad al sujeto inves-
valoración de este último como mo- ción provocaba. Ante la necesidad tigado de colocar ante sí las propias
mento de disfrute, encuentro, apren- de ahondar sobre los impalpables y circunstancias temporales y espacia-
dizaje y construcción vital, en donde las atmósferas engendradas en las les en que se desenvuelve, para pre-
compartir con otros es un factor de- organizaciones, se iba haciendo evi- guntarse y explorar los dispositivos
cisivo. Por su parte, narrar a partir dente lo escasos que son en la vida del expresar y del comunicar con los
del porvenir es una tarea mucho más social estos intercambios con colec- que agencia su existencia. La
compleja: el futuro, los “sueños” o tivos de jóvenes. reflexividad se revela entonces como

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un enriquecido proceso en el que se 3 Respecto del tema de la reflexividad, en- 7 Partimos de la idea planteada inicial-
contramos un buen complemento entre mente por Bajtin (1982) de que el ser se
gestan y se liberan ideas y afectos, la idea del reconocimiento expuesta por constituye como respuesta a las fuerzas
que finalmente se ponen en juego Ricoeur y la comprensión de la expre- del mundo, a sus distintas formas de
en la vida social de los sujetos. sión según la entienden Spinoza y sus valorar, percibir y comprender; ámbitos
seguidores. Lo importante en este caso en los que se presenta una lucha cons-
Habiéndolos deseado o sentido, es qué produjo la aproximación que in- tante por la creación y partición de lo
muchos de estos procesos no alcan- tentamos realizar. sensible y por los dispositivos de expre-
zan a compactarse en imágenes o en 4 Para la pragmática la función-lenguaje es
sión que lo efectúan.
palabras, como tampoco en actua- la transmisión de consignas que aluden a 8 En palabras de Spinoza “nos resulta im-
ciones. Quizá la reflexividad sea el la relación de una palabra o enunciado posible representarnos un ser semejante
con presupuestos explícitos, con actos que siente cierta afección sin sentir no-
proceso de colocarse justo entre lo de palabra que se realizan en el enuncia- sotros mismos esa afección, [...] es impo-
que ha sido dicho y lo que está por do y remiten a agenciamientos colecti- sible que nos representemos el odio ha-
decirse; entre lo que ha sido senti- vos de enunciación, los cuales, a su vez, cia nosotros, en nuestro semejante, sin
envían a las transformaciones incorporales odiarlo a su vez; y este odio no puede
do y lo que está por sentirse. En ese (que se dicen de los cuerpos pero son in- existir sin un deseo de destrucción que
doblez de la experiencia que no se ternas a la enunciación). Así, existen “va- se manifiesta mediante la cólera y la cruel-
agota en su realización. riables de expresión que ponen a la lengua dad” (cit. Guattari, 2000: 229).
en relación con el afuera, pero precisamen-
9 Un integrante de OKC afirma: “En cier-
te porque son inmanentes a la lengua”. De
este modo, no existe ningún paralelismo, to modo sí, o sea, finalmente digamos, a
mi el grafiti me equilibra, porque diga-
y tampoco ninguna representación, entre
mos es más personalmente que frente a
Citas la forma de expresión y la forma de conte-
un opresor, porque así esté Pastrana,
nido (mezcla de cuerpos), constantemen-
Uribe… ciertamente me da igual, odio a
te se pasa de un registro a otro: la enun-
Uribe y el problema no es de Uribe, no
1 Durante aproximadamente diez meses, se ciación “no habla ‘de las’ cosas, sino que
habla desde los mismos estados de cosas o me equilibra nada, por lo menos yo no
ha hecho el acompañamiento de nueve
protesto contra el terrorismo de Estado
agrupaciones de distintas localidades de estados de contenidos”. En consecuen-
de Uribe.” Taller entre OKC y Retórica,
la ciudad de Bogotá, las cuales, con algún cia, “Ni el contenido es un significado, ni
la expresión es un significante, sino que julio de 2008.
grado de simplicidad, hemos clasificado
de la siguiente manera. Estético expresi- las dos son las variables del agencia- 10 “Entonces ahí es donde ya empieza a ju-
vas: Retórica (agrupación de rap) y OKC miento”; así mismo, la lingüística (y sus gar el estilo, la fuerza con que uno entra,
(graffiteros); Ético-ecológicas: Casa funciones semántica, sintáctica y fonéti- cómo empieza a llamar la atención del
Asdoas y Activegan; Comunitarias: Esta- ca) no puede verse al margen de la prag- público, los movimientos, porque si yo
do Joven, Fundación Vida y Liderazgo, mática “que define la efectuación de la subo, y si mi voz es fuerte y tiene todo el
Génesis Rades, Sentido Opuesto y Thimos. condición del lenguaje y el uso de los ele- flow y tiene todo el son, tiene toda la
No obstante, algunas de estas últimas uti- mentos de la lengua” (Deluze y Guattari, sazón, los guisantes y todo esto, pero si
lizan distintos medios estéticos (títeres, 1994: 81-95). yo me subo a cantar ahí quieto, la gente
danzas, lanzafuegos, payasos, etc.) o se va a aburrir… ” Afirmación de un
5 Este producto fue construido a partir de
comunicativos (un periódico, por ejem- la sensibilidad y capacidades de los auxi- integrante de Retórica durante el mismo
plo) para realizar su labor. taller.
liares de investigación, quienes se vie-
2 Cabe destacar que aquí damos cuenta ron afectados directamente por la rela- 11 “yo puedo poner mi nombre, no me inte-
solamente de la última fase del trabajo de ción con los colectivos. Esbozado el resa si lo leen o no lo leen [...] le deja esa
campo. En los meses anteriores, un equi- guión y la propuesta de imagen, los in- textura pictórica, eso es lo que empieza a
vestigadores principales sugirieron re-ela- salirse del código, eso es lo que empieza a
po de cinco auxiliares de investigación
boraciones, complementos o preguntas salirse ya del rollo sectáreo, del rollo ensi-
(graduandos de la carrera de Comunica-
para ser incorporadas. Se tuvo de pre- mismado, del yo”. Expresión de uno de
ción Social y Periodismo) ha hecho el
sente mostrar una imagen comprensible los grafiteros.
acompañamiento in situ de las agrupacio-
del grupo para el grupo par con miras a
nes, actuando en calidad de participantes 12 Lo dice de manera precisa el líder de OKC
facilitar el diálogo y la indagación de los
observadores, proceso a través del cual “A eso era a lo que yo iba, o sea, uno
aspectos abordados.
lograron una muy buena aceptación por quiere sonar, porque quiere sonar, si yo
parte de aquellos. Los tres investigadores 6 Adicionalmente, Rolnik y Guattari afir- hago música y me mato la cabeza hacien-
principales, han actuado como observa- man que la “revolución molecular” pro- do música y todo eso, es porque quiero
dores participantes, teniendo vínculos pia de los procesos de singularización sonar, el problema y la pregunta del mi-
esporádicos con los colectivos de jóve- opera en los distintos niveles: infra- llón es cómo logro sonar, cómo logro lle-
nes. En consecuencia, el análisis presen- personal (lo propio del sueño o la crea- gar a la gente, sin dejar de perder la esen-
tado se centra en el decir de los grupos, ción), en el personal (las relaciones de cia, sin ya tener que fusionarme con
pues sobre el hacer está por desarrollar el autodominio) y en el interpersonal, es regaetton, con tropi-pop, esa es la pre-
estudio de los diarios de campo elabora- decir, a través de nuevas formas de gunta del millón, cómo lo hago. Enton-
dos por el equipo de investigación, así socialidad de la vida doméstica, amorosa, ces, ahí es donde uno se mata la cabeza,
como el de las producciones y documen- profesional, y en las relaciones con los yo quisiera subirme y cantar ante miles de
tos de los propios grupos. vecinos, la ciudad y las instituciones. personas, pero poder seguir siendo el que

CUBIDES C., H. Y GUERRERO R., P.: REFLEXIVIDAD EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA: NARRAR, VISU ALIZAR Y DIALOG AR N Ó M A D A S 139
yo soy, seguirle cantando a la esquina, al enfocamos en el especismo como tal, en 21 “Entonces es muy difícil, y aunque se te-
parche, sería bueno, lo que pasa es que el antiespecismo, porque esto no abarca jen opiniones muy diversas, lo que pasa
aquí desafortunadamente para llegar a esos sólo una dieta, por eso nosotros somos es que a medida de que se ha ido decan-
miles, toca prostituirse.” veganos, no vegetarianos, [...] pero el tando el grupo, porque hay mucha gente
veganismo abarca muchas más cosas, y que se ha ido, se ha perdido como esa
13 Veamos al respecto algunas de las opinio- no es simplemente una dieta, sino ya me- discusión y esa diversidad, entonces ya
nes de los participantes en el taller: “en
ternos en la parte ética y en la parte moral no todos discutimos eso, entonces deci-
octubre de 2006 fue que se logró que de de cada persona como ser humano; en mos temas que para muchos son polé-
pronto la Alcaldía viera el grafiti como
cuanto a problemáticas abarca muchísi- micos, el aborto por ejemplo, muchos
una manifestación y entonces crearon un mas cosas, porque no más con la utiliza- tenemos pensamientos más o menos cer-
programa que se llamó Muros libres, en-
ción de animales no humanos, tenemos la canos, entonces en ese punto, sí se pierde
tonces ese proyecto era muy raro porque alimentación, la vestimenta, la explota- un poquito esa discusión y sí pasa lo que
te decían tienes que pintar el maltrato,
ción de recursos, [...] básicamente es re- sumercé decía, nos hemos vuelto un po-
cuanto hemos trabajado en la educación, gresar a las personas a que piensen de quito homogéneos”. Expresión de uno de
entonces cinco mil escuelas nuevas, en- dónde venimos y para dónde vamos.” los líderes del grupo Sentido Opuesto du-
tonces vamos a hablar sobre la educación
rante el taller sobre expresión y comuni-
muchachos [...] Es decir, si tú revisas el 17 En esa perspectiva, el video con el cual cación, julio de 2008.
historial de Muros libres, no se reconoce a quisimos expresar nuestro sentir acerca
ningún autor del grafiti, es decir, no se le de la actuación de Estado Joven fue, se- 22 Como lo afirma un joven educador que
da reconocimiento a ningún autor, pero gún ellos, apenas bonito, causó un poco trabaja con la Fundación Vida y Liderazgo:
el reconocimiento si se lo lleva la Alcal- de diversión. La posición política que los “Cada grupo tiene un objetivo. De lo que
día en todos los medios”. “Se pierde la impulsa parece trascender sus propias ela- yo llevo acá [...] qué queremos con la
esencia, ya pasa a ser prostitución cultu- boraciones dramáticas o artísticas; en este música andina, a qué punto queremos lle-
ral, cuando yo dejo de hacer lo que hago caso el contenido “invade” la expresión. gar, los que están en deportes, qué objeti-
por esencia, por pasión, por sentimiento, vo tienen ellos, preguntarle al niño: qué
y lo hago por buscar un comercio o algo 18 “Queremos trasmitir, [...] que los mu- le parece, qué le aporta para su vida, igual
chachos no solamente se la pasan en la en música, igual en lo de artes manuales,
así, ya pasa a ser prostitución”. “… al
principio si era crear, era poner grafiti en calle jugando fútbol [...] o las demás per- ¿qué expresión le llega al niño? nosotros
sonas, sino que ocupan su tiempo libre. estamos en una labor comunitaria. De lo
la marca, poner grafiti en el medio, des-
pués era: ‘tengo este logo de Brisa, por Las presentaciones más que todo es para que nosotros sabemos [...] el niño tam-
favor hágalo allá’, [...] lo hicimos un par mostrar a las demás personas que somos bién tiene capacidades para desarrollarse,
de veces y ya dijimos ¡no más! Y ahorita un grupo unido que trabajamos en co- entonces en el video creo que eso debería
se sigue haciendo eso como tal, la publi- munidad, [...] nos gusta demostrar qué ir un poco más a los niños, que ellos mis-
es lo que hacemos y más que todo para mos se expresen, llegar a ellos, pues ellos
cidad del grafiti que se ve es eso, es Pielroja
y el indio de Pielroja, es el ícono de eso”. Opinión de un chico integrante de tienen la respuesta completa a un proyec-
Estado Joven, durante el taller realizado to”. Taller realizado con la mencionada
Pielroja, todo Pielroja y no es esa sensibi-
lidad del grafiti”. conjuntamente con el grupo Génesis agrupación en julio de 2008.
Rades, junio de 2008.
14 Uno de los orientadores de la agrupación 23 Por redundancia se explica la relación
19 En opinión de una joven integrante de parte-todo implícita en todo mensaje
Casa Asdoas afirma: “Entonces, [...] lo que
inicialmente hicimos fue hacer un proceso Génesis Rades: “yo creo que dentro de cuando se trata de predecir el universo
Génesis cada uno tiene un rol por decirlo del discurso dentro del que se estaría pro-
con nosotros mismos, de reconocernos y
de sentirnos, y de valorar, y de quitar uno así, [...] que se siente bien. Lo que pasa es duciendo significado. Allí el observador
que hay muchachos que a veces no les puede conjeturar con éxito si lo que está
de los cinco ropajes que tenemos, y de las
gusta [...] digamos mucho la actividad de de un lado de una marca de corte contie-
cinco pieles que nos han colocado [...],
títeres, de campañas, ellos son los del gru- ne información acerca de lo que se en-
entonces es mirar desde ahí que estas co-
po de lectura [...] aunque ellos nos acom- cuentra del otro lado de la marca.
munidades dejaron un legado cultural muy
importante, y de ahí entonces retomamos pañan. [...] dentro de Génesis, no, podría
24 Así se expresa un miembro de Estado Jo-
muchas cosas de ellos, volver a retomar atreverme a decir, no hay nadie que no se ven en el Taller de comunicación y ex-
todo su pensamiento, pensamiento puro, sienta, que no se ha llenado la expectati-
presión: “Las presentaciones más que
va, ¿sí? Todos están ahí porque de cierta
en el sentido de usos y costumbres de vol- todo es para mostrar a los demás que so-
ver a mirar la tierra como hay que verla”. forma encuentran ese espacio”. mos un grupo unido, que trabajamos en
Taller de expresión y comunicación con 20 Precisamente a este tema se refiere la in- comunidad”.
integrantes de Casa Asdoas y Activegan, tervención de uno de los participantes en 25 Los niveles culturales o generales, los
junio de 2008. el taller con el grupo Thimos: “Esto rom- grupales y los intrapersonales.
pe definitivamente nuestras dinámicas.
15 Probablemente, como lo sugirió un auxi-
liar del equipo de investigación, lo más Muy bacano. Es muy bacano porque nos 26 “El mayor juez son los amigos que pin-
encontramos. Lo que yo les decía, nos tan. Cuando me están viendo toda la
acertado como presentación hubiera sido
encontramos en otras situaciones de vida gente de abajo, como son raperos, enton-
crear un mecanismo similar a un “círculo
que no hemos compartido en otros espa- ces están pensando: no yo hago mejor pis-
de la palabra”, en donde investigados e
cios y explorar cosas que no vamos, que tas que el man, yo escribo mejor que el
investigadores compartieran sus mutuas
de pronto no nos hemos dado una opor- man, no anima la gente como yo la ani-
percepciones y experiencias.
tunidad de hacerlo y creo que aquí el es- mo”. Intervenciones de los colectivos
16 Como lo mencionó uno de los miembros pacio es muy, muy enriquecedor, muy OKC y Retórica en el Taller de expresión
del grupo Activegan: “pero nosotros nos bacano y nos da muchas posibilidades”. y comunicación.

140 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


27 “El rollo en nuestro caso, hacer murales acompañándonos con su presencia y DELEUZE, G. y F. GUATTARI, 1994, Mil
comprensibles o tan tangibles a la socie- cuando ponemos fuego es mejor, por- Mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, 2ª
dad, ese punto es cómo hacerlo [...] cómo que es lo que nos da fuerza”. Interven- ed., Valencia, Pretextos.
mezclar lo de nosotros para no llegar a ción de Casaasoas en el Taller de expre-
hacer un muralismo mexicano [...] Para sión y comunicación. GUATTARI, F., 2000, Cartografías Esquizo-
mí ese es el reto, cómo lograr ese recono- analíticas, Buenos Aires, Manantial.
32 Como lo ejemplifica la nota número 19.
cimiento social”. Integrante de OKC en ________, 1996, Caosmosis, Buenos Aires,
el taller de comunicación y expresión. 33 Estos colectivos ejercen un constante Manantial.
aprendizaje que les permite la percepción
28 Así interviene un integrante de la agru- GUATTARI, F. y S. ROLNIK, 2006, Micro-
pación Fundación Vida y Liderazgo a pro- de sus actos y de sus efectos.
política. Cartografías del deseo, Madrid,
pósito de un texto del video en el que se Traficantes de Sueños.
menciona la situación precaria en la que
la agrupación trabaja: “hablar otro tipo GUBER, R., 2004, El salvaje metropolitano.
de conceptos es más apropiado, es rom- Reconstrucción del conocimiento social en
per esa filosofía sobre lo precario, lo peri- el trabajo de campo, Buenos Aires, Paidós.
férico, sobre el pobre, sobre la miseria,
Bibliografía
________, 2001, La Etnografía. Método, cam-
porque es seguir en ese discurso que con- po y reflexividad, Buenos Aires, Norma.
diciona las cosas”. Intervención durante BAJTIN, M., 1982, Estética de la creación ver-
el Taller de comunicación y expresión. bal, México, Siglo XXI. LAZZARATO, M., 2006, “Expresión vs.
Comunicación”, en: Políticas del aconte-
29 “Yo tenía la duda de si ustedes habían BATESON, G., 1998, Pasos hacia una ecología cimiento, Buenos Aires, Tinta Limón.
participado, y pues yo había escuchado de la mente, Buenos Aires, Lohlé-Lumen.
algo así [...] que son fuertes las rivalida- LEÓN, E., 1995, “El magma constitutivo
des con XXXXX (referencia a otro gru- BARTHES, R., 1990, La cámara lúcida. Nota de la historicidad”, en: H. Zemelmann
po juvenil de la localidad), que de he- sobre la fotografía, Barcelona, Paidós. y E. León, Subjetividad: umbrales del
cho son demasiado grandes”. Interven- ________, 2001, La torre Eiffel. Textos sobre pensamiento social, Buenos Aires, La
ción de un miembro de la agrupación la imagen, Barcelona, Paidós. Aurora.
Génesis Rades en el Taller de comuni-
CAPRA, F., 2002, Las conexiones ocultas. RICOEUR, 2006, Del texto a la acción, Bue-
cación y expresión.
Implicaciones sociales, medioambientales, nos Aires, Fondo de Cultura Económi-
30 Durante el taller de comunicación y ex- económicas y biológicas de una nueva vi- ca.
presión, pregunta un miembro de Casa sión del mundo, Barcelona, Anagrama. RUESCH, J. y G. BATESON, 1965, “Indi-
Asdoas a un miembro de Activegan: “yo
DELEUZE, G., 1975, Spinoza y el problema viduo, grupo y cultura: una reseña de la
tengo una pregunta: ¿cómo hacen uste-
de la expresión, Madrid, Muchnick. teoría de la comunicación humana”, en:
des para que la sociedad no se sienta
Comunicación, la matriz social de la psi-
culpable?”. ________, 2006, En medio de Spinoza, Bue- quiatría, Buenos Aires, Paidós.
31 “Cuando nosotros entramos con nues- nos Aires, Cactus.
SPINOZA, B., 2005, Ética demostrada según
tra apuesta en la Mesa Juvenil, y deci-
el orden geométrico, Atilano Domínguez
mos hagamos un círculo, es ya una pre-
(trad.), Madrid, Trotta.
sencia de lo que se puede hacer, una con-
tinuidad del espacio, entonces no es todo VARELA, F. y J. SHEAR, 2005, Metodología
el mundo mirando al que está hablando en primera persona: Qué, Por Qué, Cómo,
[...] ¿Qué significa el círculo? No hay je- publicado originalmente en 1999 como
rarquías ahí, aquí cabe el abuelo, el jo- Journal of consciousness Studies, Vol. 6,
ven, el abuelo es guía espiritual, estamos Nos. 2-3, pp.1-14.

CUBIDES C., H. Y GUERRERO R., P.: REFLEXIVIDAD EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA: NARRAR, VISU ALIZAR Y DIALOG AR N Ó M A D A S 141
Ciencia social
performativa:
alcances de una alternativa
metodológica* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 142-154

Edgar Giovanni Rodríguez Cuberos**

El artículo aborda elementos teóricos y metodológicos que intentan describir la estructura de lo que sería un modelo de
prácticas ligadas a la concepción de ciencia social performativa en el contexto local. La ciencia social performativa involucra
no solo diferentes discursos y tradiciones del conocimiento, sino prácticas sociales y saberes que, a través de la significación
del “carácter de la obra”, manifiestan la emergencia del sujeto en múltiples formas.
Palabras clave: ciencia social performativa, educación, prácticas y formación en investigación, artes e investigación.

O artigo aborda elementos tanto teóricos como metodológicos que tentam descrever a estrutura do que seria o modelo
de práticas unidas à concepção de ciência social performativa no contexto local. A Ciência Social Performativa envolve
não só diferentes discursos e tradições do conhecimento, senão práticas sociais e saberes que através da significação do -
caráter da obra- manifesta a emergência do sujeito em múltiplas formas.
Palavras-chaves: ciência social performativa, educação, formação em investigação, artes e investigação.

This article enters upon some theoretical and methodological elements that intend to describe the structure of what
would be a model of practices linked to the concept of performative social science in the local context. This involves
various discourses and traditions of knowledge as well as social practices and know how that are carring out the emergence
of the subject in multiple ways, through the importance of the “art expression caracter”.
Keywords: performative social science, education, investigation practices and formation, arts and investigation.

ORIGINAL RECIBIDO: 10-VII-2008 – ACEPTADO: 15-IX-2008

* Este texto hace parte de la reflexión derivada de la práctica docente en la


carrera de Licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad Pedagógica
Nacional durante 2007 y 2008. Agradezco al profesor Wilson Alfonso Penilla
Medina de la misma Universidad, por sus valiosos aportes, ya que desde su
investigación “Cultura ciudadana en Bogotá. Una mirada desde la sociolo-
gía cultural”, actualmente en ejecución, se inició el interés por esta perspec-
tiva. Dedicado al maestro Fernando Lozano Bonilla.
** Estudiante de la Maestría en Problemas Sociales Contemporáneos de la Uni-
versidad Central-IESCO. Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional y
la Universidad de la Salle. E-mail: e-rodriguez@javeriana.edu.co

142 NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Proemio cultura, entendida como práctica ideas emergen y se resisten a las
social y como muestra de los pro- condiciones que tratan de captu-
Todo espíritu creador está obligado a cesos históricos; una posibilidad rarlas desde el mercado. Pero lejos
entrar en lucha con su demonio, y es siempre cierta de análisis tanto en los nive- de plantear aquí un debate sobre
un combate apasionado, heroico. Algunos
sucumben a la presión fogosa del adversa- les micro como macro. Dentro de lo que implica esta comprensión,
rio, ceden a su fuerza y se abandonan, estas nuevas posibilidades, los pro- las reflexiones actuales proponen
felices, al elemento fecundo que los penetra. blemas y debates típicamente mo- precisamente una toma de distan-
Cuando un artista se encuentra en ese caso, dernos, objetivismo/subjetivismo, cia renovada metodológica y con-
nace de allí un arte particular que brota
como una llama: arte hecho de borrachera,
real/virtual, certeza/mito, etc., co- ceptualmente, para poder pensar la
exaltación, fiebre, furor, de impulsos bran interesantes resignificaciones época de la neu roglobalización 1
espasmódicos del espíritu, y que pertenece que involucran, entre otros aspec- mediante una sospecha aguzada
por lo general a lo profético. El primer tos, una imagen de la sociedad que que bajo las reglas del arte nos
índice de este arte es siempre la exageración, no se legitima exclusivamente des- permita negar-nos a un tipo de
la desmesura, el deseo eterno de superarse,
de alcanzar lo infinito. de las estructuras, sino desde las entendimiento prefabricado y
Stefan Zweig singularidades y sus efectos concre- homogenizante.

Como se sabe, duran- Pero, ¿qué significa re-


te las últimas décadas el cuperar lo que la tradición
debate dentro de los estu- epistémica ha degradado al
dios sociales ha puesto de orden de la asistematici-
manifiesto la necesidad de dad y la fragmentariedad,
nuevas prácticas de inves- y/o la poca objetividad y va-
tigación que respondan a lidez dentro de la comu-
las transformaciones con- nidad académica? ¿Qué
temporáneas de las diná- implicaciones tendría este
micas humanas, que a su movimiento? ¿Cómo supe-
vez, desbordan en muchas rar las objeciones y dificul-
ocasiones las miradas epis- tades inmediatas frente al
témicas, sus normas y mé- contexto y las condiciones
todos. La emergencia de de producción del cono-
nuevas formas de inter- cimiento y el saber? En
acción y la multiplicidad efecto, la radicalidad sin-
de lenguajes que deter- José Vicente Piñeros: Manuel Quintín Lame, Bogotá, 1962. gular de la obra artística
minan dichas prácticas y siempre es subversiva, ori-
relaciones de saber y de poder, así tos como consecuencia de dichas ginal y novedosa; luego, por dichas
como de administración del deseo y acciones. En este sentido, las ca- características, sería prácticamente
las pasiones, alertan sobre la capa- pas de lo social ya no solamente imposible vincularla a un sistema de
cidad actual de los sistemas interpre- están determinadas por aspectos legitimación que pretende dentro
tativos derivados de los modos y socioeconómicos, históricos o cul- de sus paradigmas la posibilidad de
mecanismos de investigación tradi- turales, en cambio se reconoce una réplica y reproducibilidad experi-
cional y sus aportes concretos de esfera de potencias representativas mental, entre otros aspectos. Es im-
transformación o de implicación po- y expresivas que tienden a ubicar- portante clarificar el sentido de esta
lítica dentro de los fenómenos de se dentro del campo de lo imagina- idea y su relación con lo perfor-
estudio. rio y lo creativo. Efectivamente mativo, con lo que, al respecto del
(como sucede en diferentes épocas) arte, afirma Tarkovski:
De la misma forma, los tiempos se caracteriza ésta como la sociedad
recientes han provisto de diferen- de la información y el conocimien- Al contrario de lo que se suele
tes herramientas y perspectivas que to, en el sentido de comprender las suponer, la determinación fun-
“enmiendan” el papel actual de la formas en que el pensamiento y las cional del arte no se da en des-

RODRÍGUEZ CUBEROS , E. G.: CIENCIA SOCIAL PERFORMAT I VA: ALCANCES DE UNA ALTERNAT I VA METODOLÓGICA N Ó M A D A S 143
pertar de pensamientos, trans- bilidad de mantener como constan- subyacen al impulso y dinámicas in-
mitir ideas o servir de ejemplo. te el sentido del por qué y para qué herentes al sentir/razonar artístico.
La finalidad del arte consiste investigar, y el protagonismo de
más bien en preparar al hombre quienes se ven involucrados en las La polisemia de “lo performa-
para la muerte, conmoverle en investigaciones. Es decir, un estilo tivo”, en efecto, está relacionada
su interioridad más profunda. de reflexividad que se apoya en el con el ámbito histórico de la cultu-
Cuando el hombre se topa con carácter de los procesos y los pro- ra, por lo que es posible contemplar
una obra maestra, comienza a ductos desde lo que el espíritu del una idea de performatividad anglo-
escuchar dentro de sí la voz que arte ofrece. sajona o continental; de la misma
también inspiró al artista. En manera que desde dicha im-
contacto con una obra de bricación es posible dar-nos a
arte así, el observador expe- la tarea de proponer una idea
rimenta una conmoción pro- de performatividad local.
funda, purificadora. En Sedgwick (1999) ofrece un
aquella tensión específica rastreo del término ligado a
que surge entre una obra su origen teatral que se va
maestra de arte y quien la desplazando poco a poco des-
contempla, las personas to- de el trabajo de perspectivas
man conciencia de sus mejo- feministas (Butler) y desde
res aspectos de su ser, que los estudios narrativos clásicos
ahora exigen liberarse. Nos (Gergen, Bruner, Ricoeur),
recogemos y descubrimos a hacia su potencial como con-
nosotros mismos: en ese mo- cepto clave en la interpreta-
mento, en la inagotabilidad ción de hechos sociales en
de nuestros propios senti- donde se pone en juego la
mientos (2003: 19). dialéctica de los procesos de
pensamiento colectivos e in-
dividuales y la función del
Ciencia social lenguaje como dramaturgia
performativa o constante de la experiencia
performatividad de humana. Para el caso de
las ciencias Denzin,
sociales
lo performativo como método
Hablar de una función o Abdu Eljaiek: Villa de Leyva, 1967. puede retomar la promesa de
implicaciones novedosas y la investigación cualitativa
alternativas a partir de la perspec- En ello, la multiplicidad de sig- como una forma de práctica de-
tiva de la performatividad dentro nificaciones de “lo performativo” mocrática radical. La narrativa,
de la lógica de la investigación, ofrece, más que una dificultad, una interpretada en el contexto de las
debe iniciar, a mi juicio, por una oportunidad para construir localmen- ciencias sociales, ha sido ocupa-
toma de distancia en relación con te y bajo los contextos y problemas da. Hasta ahora hemos explicado
los métodos tradicionalmente usa- específicos de la investigación en los relatos tomados del campo.
dos y los paradigmas cuantitativo y América Latina, un espacio de pro- Hoy sabemos que lo que escribi-
cualitativo. En otras palabras, sig- ducción de pensamiento alterno y mos es cultura, y que esos escritos
nifica un replanteamiento episte- unas redes propiamente hetero- no son prácticas inocentes. Por-
mológico que facilite y oriente una disciplinares que converjan en la que solo conocemos el mundo a
axiología completa de investigación experiencia de producción y socia- través de las representaciones que
para configurar un propósito y unas lización de conocimiento/saber des- nosotros mismos hacemos de él
acciones con una variante: la posi- de las funciones y/o aperturas que (2001: 25).

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Miradas e interpretaciones rela- mismos de lo que se desea frente a completamente neutrales. Luego,
cionadas con el hecho performativo, su propio objeto de investigación y desde la conceptualización de la in-
así como con sus posibles niveles de las relaciones que establece con los vestigación social performativa, la
aplicación, son objeto de diversos in- otros constitutivos del fenómeno que actividad investigativa es la capa de
vestigadores en el número mono- investiga. Es decir, la investigación la experiencia humana que conecta
gráfico de Focus Qualitative Social social performativa supone horizon- de forma concreta los saberes con lo
Research2 , en las que se admite, en- tes interesantes para redefinir el cotidiano, con la presunción de in-
tre otros aspectos, que la perfor- papel de las investigaciones socia- terpretar el mundo como una suce-
matividad es un espacio académico les en términos de sus consecuen- sión de hechos en los que no existe
que ofrece la posibilidad de una separación entre lo in-
emplazar producciones artísti- terno y lo externo, sino que
cas de diferente orden (cine, complementa la percepción
teatro, videos, poesía, pintura, y amplía los horizontes des-
danza, etc.) en diferentes de los cuales nuevos mun-
niveles (narrativo-reflexivo- dos pueden ser vividos. Esta
creativo), para ofrecer media- conexión de capas de la ex-
ciones analíticas de fenómenos periencia que no distancian
sociales en diferentes campos los conocimientos y las ideas
y contextos y derivar acciones de lo espiritual (porque na-
concretas tanto individuales cen y se relacionan con el
como colectivas. La dispersión hecho artístico) hacen del
de experiencias que en estos devenir humano una fuen-
trabajos se muestra, podría, en te permanente de situacio-
apariencia, desvirtuar esta nes pre/auto reflexivas. Un
tendencia como una suma de movimiento del pensamien-
intencionalidades que no to que asume la singulari-
muestran un soporte teórico dad como fuente primordial
convergente o, por el contra- de multiplicidades y de diá-
rio, visibilizar el amplio rango logos entre lo heterogéneo,
de aplicación de sus metódi- lo colectivo y lo diverso.
cas, es decir, contemplarlas
como mediaciones efectivas en Se ofrece, de esta ma-
ámbitos diferenciados y suges- nera, lo llamado “perfor-
tivos despliegues de potencias. mativo”, como instancia
metodológica, una forma en
Así, la relación entre cien- Fernando Urbina: Indio Embera, Chocó, 1973. que pudiera resolverse la
cia social y performatividad dificultad primordial de lo
desde el lugar del arte, no sólo ofre- cias, pero sobre todo, de los cambios humano en el lenguaje: la dispari-
ce un campo de discusión sobre las que supondrían para aquellos que se dad de los discursos, sus matices y
nuevas funciones del investigador y lanzan, en riesgo total, a su estructu- diferencias derivadas de la experien-
sus prácticas ético-políticas, sino ración, desarrollo y evaluación des- cia singular que establecen puntos
también la concreción de las rela- de un campo por explorar. de acuerdo parciales, pero que sin
ciones entre disciplinas anterior- estar vinculados necesariamente a
mente opuestas e irreconciliables. Como apuesta, el primer riesgo voluntades de poder, generan mayor
De tal suerte, la pregunta ética por consiste en aceptar que la investi- diversidad y creatividad; es decir,
el quién de la investigación en esta gación no es una acción humana que en otro lugar de origen de los
perspectiva, coloca al investigador separada de los intereses particula- discursos, en el sentimiento de pro-
como referente principal, en el que res y colectivos, por lo que su admi- ducción y recepción del arte, se su-
se delegan los propósitos y alcances nistración y desarrollo nunca son bliman dichas tensiones que desde

RODRÍGUEZ CUBEROS , E. G.: CIENCIA SOCIAL PERFORMAT I VA: ALCANCES DE UNA ALTERNAT I VA METODOLÓGICA N Ó M A D A S 145
lo tradicional siempre se manifies- vestigador entre en conflicto al dar- des de construcción del conocimien-
tan y terminan por problematizar las se cuenta de que sus objetivos, mé- to y observación del entorno de exis-
presunciones de la investigación. todos y objetos de investigación no tencia y sus diferentes capas o
necesariamente están alineados con esferas. Por supuesto, aparece aquí
Es claro, entonces, que el prin- sus propósitos y necesidades existen- una objeción fundamental frente a
cipio performativo basa su esperan- ciales. De tal suerte, la investigación esta intención performativa: puede
za de interconexiones en lo artístico, se instrumentaliza y hace máquina to- quedarse cualquier experiencia
no como una disciplina regulada en tal con las lógicas de mercado y la investigativa como una serie de
la que se juegan las capacidades re- regulación social... muchas veces no “activismos desarticulados, frag-
tóricas, por ejemplo, sino como una se investiga lo que se quiere sino lo mentarios y asistemáticos” o como
potencia natural de cualquier ser que se puede. algunos lo han llamado “puros
humano, una sensibilidad que anecdotarios con pretensio-
independientemente del con- nes de cientificidad“. Es en
texto histórico, siempre per- dichas condiciones que se
mite la puesta en distancia de puede performativizar la
lo que establecen las deter- ciencia social: bajo un even-
minaciones y las certezas con tual radicalismo frente al
las que en las distintas épo- método, subvirtiéndolo, para
cas se regulan los comporta- generar fisuras que de-
mientos de las sociedades. El muestren en resultados de
arte y su sensibilidad particu- mediano y largo alcance la
lar es la condición del hecho viabilidad y efectividad de
performativo, es siempre gene- su ejercicio.
rativo, en tanto modula nue-
vas percepciones de lo que se
considera en primera instan- El núcleo artístico
cia lo único, lo válido, lo esta- de lo performativo
blecido. Es o goza de un en ciencias
carácter subversivo frente a las sociales
disciplinas como también a la
forma en que abordan sus ob- La discusión filosófica so-
jetos de investigación. bre el arte en general, la
belleza, lo bello, nos lanza casi
Así, una epistemología independientemente de la
que sustente esta perspectiva, postura que se asuma desde
Nereo López: Gabriel García Márquez, Estocolmo, 1982.
no se centra en una historia lo estético, a comprender
de las ideas o del desarrollo cientí- Luego, la investigación como que ella, la filosofía, se entiende, se
fico-técnico, o en una filosofía de actividad humana se transforma en hace vívida en su sentido espiritual,
las ciencias, sino en una antropolo- producto comercial y no en experien- casi místico, ya que comprende no
gía filosófica y en una estética de la cia vital con capacidad transfor- sólo la percepción y el goce, sino tam-
experiencia humana. Rescata la po- madora. La figura del investigador bién un contacto muy íntimo entre
sibilidad de comprender-nos desde en la actualidad y con pocas excep- el hombre y la naturaleza como en-
la emoción y el apasionamiento y no ciones, corresponde más a una carnación de aquello que conside-
desde la preeminencia de la razón, tecnificación de un oficio que des- ramos bello y bueno. Esta afirmación
es decir, desde una reivindicación pliega (según el avance tecnológi- implica en este punto, realizar la
de lo emocional como campo en don- co), sofisticaciones del discurso diferenciación entre la realidad ar-
de lo racional cobra sentido. El tra- construido en torno a la cientificidad tística de la percepción y la produc-
dicional afán de objetividad ha y la legitimidad del saber. Discurso ción, que resulta fundamental para
hecho que quien se narre como in- que tiende a negar otras posibilida- nuestro propósito, pues adelantán-

146 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


donos a cualquier conclusión, la fe- es ciertamente reciente y significa miento sensible e inteligible racio-
licidad del hombre estará imbricada para el arte mismo un cambio, por nal, los que nos demarquen nues-
en su capacidad de mediación, re- decirlo así, de paradigma; para al- tros horizontes en el mundo? Si nos
gulación y ejercitación de su dimen- gunos, la idea del museo, más que detenemos por un segundo en este
sión artística, creadora y perceptiva. una posibilidad de cultura, consti- nivel del análisis, es posible que las
Siendo más tajantes, en su posibili- tuye una cárcel para las obras. El tradicionales preguntas e inquietu-
dad de filosofar sobre el sentido de terrible resultado de estas situacio- des por saber o tipificar ¿qué es el
la condición creadora e imaginati- nes se perpetúa con disimulo gracias arte? puedan replantearse por otras:
va, de indagar por su alcance, de a la posibilidad que tienen algunos ¿cuándo y cómo el arte existe? Y,
sostener con gallardía su posibilidad pocos de sobreponerse a la realidad, sobre todo, el para qué de sí mismo.
plástica, de responder estéticamen- asumiendo cierto tipo de solipsismo Cuando se ponen en evidencia di-
te a lo que el mundo del ahí y el extravagante que en algunos casos chas cuestiones, se pone en marcha
ahora le demandan. sólo busca la justificación a una so- también, el aparato sobre el cual una
ledad vacía y excéntrica que, creo estructura filosófica puede comen-
Esto será útil para establecer que yo, nada tiene que ver con la esen- zar el proceso de indagación. Pero
en la relación arte/filosofía se desci- cia del arte. De tal forma, el esno- de nuevo, es fundamental llevar el
fra un mínimo de acuerdo indepen- bismo y el afán de comercialización nivel de la reflexión un paso más allá,
dientemente de la complejización de lo que acordamos en llamar “pro- para que lo que se diga sobre el tema
de sus problemas (la naturaleza de ducción artística” termina por de- pueda a su vez contener nuevas po-
la obra, el juicio estético, etc.), y éste formar el espíritu de la obra y luego sibilidades de indagación producti-
consiste en que tanto la filosofía determina un factor excluyente en va. Ya que es muy frecuente que las
como el arte exigen la posibilidad de la sociedad (expertos y críticos vs. cuestiones de fondo se dejen aho-
“exhibición”, no por el juicio en sí espectadores). gar en la tremenda complejidad de
mismo que sobre esta “postración” se las definiciones y las tendencias de
pueda hacer, sino por su valor co- Pues bien, tanto el arte como la pensamiento que pueden pretender
municativo implícito. filosofía, una vez concebidos como una exclusividad. El asunto del arte
interdependientes, se nos presentan no debe en este momento reducirse
Con esta última afirmación, se en un ahora, un cotidiano que día a la cuestión del oficio sino al pro-
atisba el giro de nuestra reflexión, tras día devela las apreciaciones sub- blema de la existencia, a la preocu-
que nos ocupará precisamente en jetivas que realizamos frente a nues- pación de las sociedades por rescatar
tratar de resolver la pregunta por la tra propia realidad, y que de alguna lo que de artista cada uno tiene y
posibilidad de pensar el arte desde manera vamos estructurando y con- ponerlo en evidencia en la vida mis-
una arista socio-cultural para nues- figurando como un posible futuro. ma, es decir, en anticiparse a la
tro presente, estableciendo tanto Las diferentes decisiones de nues- muerte viviendo poéticamente.
para el arte como para la filosofía, tro ahora atraviesan la complicada
una necesidad de reflexión antropo- trama de nuestros juicios y se deba- Podemos aceptar para nuestros
lógica, pero a su vez, la recupera- ten entre la sensibilidad, las pasio- fines que el arte es y depende en
ción de su vinculación necesaria. nes y la razón, por lo que de nuestras gran parte de la intuición, tal como
obras se deriva no sólo lo que el arte lo explica Croce (1938). No es un
Hoy en día y de manera lamen- es como aparente neutralidad en el fenómeno físico (no responde a cá-
table, la idea de arte atraviesa por goce, sino como experiencia prácti- nones de precisión o de medida)
una situación difícil dentro del ima- ca por el mismo hecho de ser huma- porque lo físico es, en últimas, pro-
ginario de las personas. Para la gente nos. “Por sus obras los conoceréis”, ducto de una serie de fenómenos
del común, lo artístico se relaciona establece la posibilidad de consti- que escapan a nuestra experiencia
con una serie de actividades, hábi- tuirnos como sujetos estéticos que (los átomos, las moléculas, etc.). El
tos y/o producciones que pueden construyan realidades a través de ac- arte se realiza y tenemos fe de su
incluso determinar una posición ciones justas, ecuánimes, y si esto existencia pero no podemos cuanti-
social. En el contexto mundial, por puede pensarse así, entonces ¿no ficarlo físicamente. Lo percibimos,
ejemplo, la aparición de los museos serán el arte y la filosofía, el pensa- tenemos conciencia de él a través

RODRÍGUEZ CUBEROS , E. G.: CIENCIA SOCIAL PERFORMAT I VA: ALCANCES DE UNA ALTERNAT I VA METODOLÓGICA N Ó M A D A S 147
de otros mecanismos y de otro nivel tes y nos reta una y otra vez. Esta da como obra de arte. El primer paso
de operación de nuestros sentidos. dinámica implica que al hablar de es entonces tratar de recorrer en
La percepción del arte requiere de arte, necesariamente pensemos en sentido pleno las obras. Tarkovski
una demanda profunda a nuestro la recepción del mismo. (Ibíd.: 13) advierte en este sentido:
pensamiento que indaga no sólo por “El arte no quiere proponer inexo-
nuestra cultura, sino por nuestra Hasta aquí, podemos distinguir rables argumentos racionales a las
sensibilidad hacia la obra misma de que en el arte, como en cualquier personas, sino trasmitirles una ener-
lo que nos identifica como humanos. comunicación, existen dos caras de gía espiritual. Y en vez de una base
De esta forma, el nivel de percep- la moneda, dos formas de tener de formación, lo que exige es una
ción no involucra al arte con el sen- una experiencia artística: como experiencia espiritual”.
tido de placer de manera estricta, creador y como receptor. Para el
pues la intuición nos lleva a sobre- creador, la experiencia del arte La creación artística y la recep-
ponernos frente a la obra y validarla puede tener unas significaciones ción de la obra implican desde la
como resultado de alguien que se subjetivas, plagadas generalmente perspectiva que abordamos una en-
atrevió a tener una vivencia artísti- de legitimidades y beneficios per- trega de sí mismo. El núcleo de la
ca, sin que tenga ésta que procurar- sonales (místicas o a veces ególa- condición “sí mismo” está definido
nos o no placer. Por otro lado, la obra tras). Para quien recibe la obra, sus en gran parte por la llamada capa-
nos puede suscitar toda una serie de niveles de significancia lo llevan cidad de atestación. Es decir, en la
sensaciones (odio, pasión, repulsión, a encontrarse con el autor de la capacidad expresada en la confian-
etc.) y ubicarnos en un plano don- misma en ciertos aspectos o, inclu- za y la creencia con la que el suje-
de sólo lo humano es posible. so, a tomar posición frente a la to se autoafirma: yo soy (doy cuenta
producción por la falta de esta co- de mis acciones). En términos de
Según Tarkovski (2003), el sen- nexión, de esta intuición compar- la relación arte-filosofía, esto se
tido de cualquier arte que no tida sobre la realidad. traduce en la capacidad que poda-
quiera ser “consumido” como una mos desarrollar en tanto seamos
mercancía, consiste en explicar por Una libre posición frente al he- aptos para crear/percibir la obra res-
sí mismo y a su entorno el sentido cho artístico, le permite al sujeto ge- ponsablemente y, derivado de ello,
de la vida y de la existencia huma- nerar todo tipo de movimientos, de para argumentar desde la acción
na. Tal vez esto pueda sonar dema- rupturas emocionales y cognoscitivas que cognitivamente estas otras nos
siado utópico, pero es la síntesis y, como producto, genera la más di- dictan (se dice algo sobre la obra; se
misma de la búsqueda esencial que fícil de las obras de arte: una perso- narra algo sobre la obra; se hace algo
hay detrás de cualquier arte y de nalidad clara, crítica, creativa; en desde la obra). A la par, estas ca-
cualquier filosofía. Enfrentar al últimas, y de forma por lo menos su- pacidades estarán en gran medida
hombre a sí mismo a través de la gestiva, lo que persigue cualquier sis- determinadas por las formas en que
representación, sugiere que la tema educativo. La génesis del valor en adelante, las sociedades esta-
problematización lo lleva a niveles y la configuración de la ética son blezcan lineamientos ideológicos
de pensamiento diferentes de los entonces productos del trabajo so- renovados sobre los parámetros es-
habituales, le impone otros ritmos, bre sí mismo, de la poética sobre la téticos de formación de sus ciuda-
otros escenarios, otras fuentes y dis- tragedia humana; el arte, mediante danos, es decir, dentro de un ámbito
tintas alternativas de comprensión; el cual, la obra artística pasa a con- claramente político.
por lo que a su vez, despliega sus vertirse en vivencia y, por lo tanto,
capacidades al máximo. Este des- se presenta como expresión de la En parte, la responsabilidad ac-
pliegue, en últimas, será el reflejo vida del hombre. tual sobre estos cambios estará con-
de nuestra condición y nuestro de- dicionada por las formas en que nos
seo permanente por abarcar la com- El arte entonces, se dirige a to- aproximemos a los productos del arte
prensión de la totalidad frente a lo dos. El arte es parte de todos. Y to- tanto propios como ajenos. Esta de-
cual, el arte se nos muestra (inclu- dos podemos de alguna manera, cisión demarca para el sujeto el paso
so como obra propia) mucho más trabajar por una poética personal de reiterativo de la potencia al acto, es
poderoso, pues le somos insuficien- existencia. Una vida hecha y senti- decir, condiciona y posibilita un

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efecto, una multiplicidad de conse- mueve los aspectos sensibles del es- más riesgosas, y que en coherencia
cuencias. Así, el “sí mismo” decide píritu y que orienta la dinámica del con fenómenos creativos suspenda la
arriesgarse en el fenómeno artístico ipse frente a diferentes cosmovi- necesidad de certeza por parte de
y se debate entonces entre el movi- siones, en últimas, en la ejecución quienes transmiten y reciben edu-
miento que le sugieren las obras e de una investigación continua so- cación institucionalizada. Por ello,
incluso también el reposo al que lo bre sí mismo. un enfoque conceptual basado en la
pueden llevar. idea de ciencia social performativa,
En consecuencia, la validez de puede abrir espacios a nuevas formas
Generar mecanismos de acción la creación de valores a través del de representación y de procedimien-
que propicien la reflexión de los in- arte, tal como se plantea en esta pro- tos didácticos centrados en la ac-
dividuos sobre sus formas de actuar y puesta, reside precisamente en el ción, que determina en cada sujeto
ser en el mundo, se constituye en una análisis fenoménico reflexivo sobre la instancia de formación y, en este
labor evidentemente educativa y per- la propia producción, en el deseo sentido, la constitución de nuevas for-
tinente, ya que es la educación el eje entendido como filosofía del existir, mas de conocimiento con sentido de
mediador que los grupos sociales del ser en el mundo. La realización la realidad donde se existe.
legitiman como ca-
talizadores de pro-
cesos culturales. Autoreferencia
y actitud
Ética-estética fenoménica:
en el contexto de otra mirada
una filosofía educa- performativa
tiva (Rodríguez, sobre la
2005), es pues una educación
nueva conceptuali-
zación del devenir Hablar sobre
ontológico de los “actitudes” en tér-
llamados sujetos. minos de investiga-
Implica la estruc- ción clásica, suele
turación de hombres Anónima: Pablo Escobar, Bogotá, 1993. llevar a diversas
llamados a re-cono- oposiciones y obje-
cerse, a conciliar con los demás, en de la misma permitiría generar ciones, debido principalmente a que
la posibilidad de disfrutar su pro- nuevas tendencias dentro de la in- nos enfrentamos necesariamente a
ducción humana, su interacción, de vestigación en el área de trabajo, “su falta de objetividad y rigor”, si
promover el sentido de justicia y la propiciar nuevas metodologías y acaso quieren considerarse como
convivencia en la creación y desa- medios de evaluación, en síntesis, elementos esenciales en cualquier
rrollo de su propia potencia (Spi- comenzaría a redefinir otro tipo de análisis 3 . No obstante, podemos
noza, 1980), articulada con la de pedagogía de lo ético desde el estu- aceptar que la actitud está ligada
los demás (encuentros y afecciones dio de los mecanismos y la natura- necesariamente a una emoción, a
alegres). leza estética del hombre. una afectación. Usualmente consi-
deramos actitudes “positivas” aque-
Por lo tanto, la creación artísti- A pesar de que diversos discur- llos comportamientos que confieren
ca, la expresión, el arte entendido sos tratan de encontrar en la forma- usos del lenguaje y conductas que
no como la obra del erudito sino ción artística alternativas para nos dan evidencia de armonías con
como la posibilidad de expresar-se afrontar problemáticas sociales como otros o con el ambiente. Resulta in-
en un contexto como una forma de el desplazamiento forzado, la violen- teresante anotar que las actitudes
reconocimiento, se convierte en una cia intrafamiliar, entre otros, no exis- son percibidas en primera instancia
herramienta eficaz para promover los te una línea teórica que le dé por un otro. Es decir, se habla de una
valores, en un mecanismo que pro- fundamento a prácticas educativas actitud de, en referencia con, frente

RODRÍGUEZ CUBEROS , E. G.: CIENCIA SOCIAL PERFORMAT I VA: ALCANCES DE UNA ALTERNAT I VA METODOLÓGICA N Ó M A D A S 149
a, etc., precisamente porque nos es Pero para que este camino “tenga co- de actitudes que dan cuenta de
más fácil identificarla como fruto de razón” –segundo orden–, es necesa- racionalidades, estéticas y éticas
la interacción que sostenemos con rio darse el lugar en el tiempo para (usos de poder/saber particulares).
otras personas, circunstancias o lu- habitar la actitud (Merlau-Ponty, Luego, podríamos aceptar que un
gares. El asunto está en que es pre- 1984), reconocer que ésta se cons- estudio de las actitudes puede
cisamente bajo estas interacciones truye como desarrollo de las poten- conducir (dentro de un campo de
en donde se establece la actitud cias (Spinoza, 1980), y que devienen investigación) a reconocer el mag-
como parte del fenómeno de la vida éstas en una acción particular. La ma fundamental donde los sujetos
social. Una vía probable para cohabitan, el cual determi-
estudiar la vida social la cons- na en suma otros niveles de
tituye la autorreferencia, la interacción de lo social (po-
posibilidad de generar inves- lítico/cultural/económico).
tigaciones de segundo orden
que de alguna forma puedan Esta última idea, lejos de
dar cuenta, entre otros aspec- ser un determinismo o un
tos, de las actitudes que se afán por “desconocer” las di-
movilizan. námicas de diferenciación o
los esquemas de repetición
En ello, la actitud defini- que persiguen el manteni-
rá las formas para determinar miento del statu quo y la
la posición, la extensión y la “seguridad del establecimien-
perdurabilidad (nótese el to”, entre otros, plantea pre-
carácter fisicalista de las cisamente el “camino de
palabras utilizadas). Esta vuelta” sobre el reconocimien-
emergencia de la afectación to de lo esencial antropológico
individual y social, le otorga antes del surgimiento u opre-
sentido último al elemento sión de cualquier estructura
instrumental, técnico del técnica-artefacto (producto
asunto (registros, procedi- de las relaciones de poder y
mientos). Esta última idea es dominación). Pues éstas per-
fundamental, si tenemos en duran precisamente gracias al
cuenta que como producto de alejamiento que mantiene el
la preocupación de las cien- sujeto de su propia condición
cias humanas y sociales por como humano (la estructura,
alcanzar el carácter de cien- los artefactos, las mímesis del
cia, el peso y las intenciones Jesús Abad Colorado: Serranía de San Lucas, Sur de Bolívar, 2000. lenguaje, etc. son apariencias
se han volcado sobre las for- que desdibujan la composición
mas correctas de hacer registros o actitud entonces tendrá un sinnú- natural, si se quiere, divina de lo hu-
diseños de procedimiento. mero de expresiones, de manifesta- mano), la tendencia a complacer sus
ciones, que se terminarán por necesidades exclusivamente desde lo
Estaría apareciendo aquí, otra confrontar en el campo de la inter- básico (en términos de pervivencia)
posibilidad metodológica de una subjetividad. Es finalmente en este construido artificialmente y no des-
alta complejidad que no se confor- campo donde tenemos indicadores de lo existencial.
ma con la “linealidad” de la estruc- sobre la naturaleza de nuestra acti-
tura formal: pregunta/objetivos/ tud, cada vez que ella aflora ante la La objeción inmediata a esta
metodología/resultados, sino con posibilidad concreta de la alteridad. idea podría ser esgrimida como si-
una forma de racionalidad distinta gue: “el hombre con hambre, con
para asumir la investigación, un ca- Así, las tensiones humanas se frío y esclavizado no da constancia
mino diferente (Castaneda, 1990). ponen en juego en un intercambio de sí, pues en estas condiciones

150 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


¿qué identidad digna cabría?” En- finalidad, incluso si esta es la pro- ría esta la concepción de ciencia so-
tonces, ¿cómo puede esto resolver pia sumisión (De la Boetie, 1576). cial performativa utilizada aquí).
el problema? Primero, es necesario
reconocer en la objeción misma un De tal manera, el debate pro-
criterio lógico y tratar de descom- puesto y descrito a manera de Agenciar la actitud:
poner lo que implícitamente propo- ejemplo, entre unos estilos de pen- una forma de
ne o predica de la desigualdad y samiento u otro, y la filiación a cier- “embriaguez didáctica”
asimetría en términos de la compo- tas ideologías de base o la sincronía
sición de la sociedad: con autores, devienen en últimas Pero ¿cómo se articula dicha ac-
formas de desencuentro de las po- titud fenoménica en un cuerpo
a. El ser humano es incapaz has- tencias (que en términos de cons- metodológico? Aquí es importante
ta tanto no se le ofrece la po- trucción terminan por agotarse en involucrar la concepción de agencia-
sibilidad de pensarse en malas abstracciones y negación del miento. Un agenciamiento es una
comodidad. discurso otro), es decir, en la mani- invención (Deleuze, 1996). La in-
festación de encuentros tristes y la vención como artefacto, supone una
b. A la condición de equidad falta de encuentros alegres. manera de darle un cuerpo, ese cuer-
y libertad se llega luego de po puede, vibra, confiere potencia a
haber logrado la comodidad. Nótese aquí que frente a la ob- través de una actitud. La actitud
jeción, el papel del intelectual, del está dotada en este sentido de con-
c. La preocupación por el otro docente, del investigador, cambia, tenidos, expresiones y de territoria-
(núcleo en que se predica la pues no es un pensamiento/acción lidad. Gran parte de estos elementos
objeción) es ajena, luego se descontextualizado, sino todo lo con- se producen en el inconsciente, pero
habla de la experiencia des- trario. Un reconocimiento de la hu- no por ello estas producciones ne-
de afuera de ella, porque el mildad del saber y de la potencia cesariamente tienen un objeto o una
que está esclavizado no da imbricada en la formación, de la explicación psicoanalíticas. La pro-
constancia de ella. capacidad del acontecimiento como puesta de Deleuze precisamente
elemento trasgresor en las relacio- apunta a superar la mirada clínica
Estos elementos presuponen un nes constituidas dentro de los siste- de la pulsión deseante que busca
camino de no retorno, en la discu- mas sociales ya integrados en las asignar a estos contenidos de la ac-
sión acerca del horizonte actual de estructuras, porque lo que imprime titud, motivaciones ocultas y/o per-
las ciencias sociales. De un lado del la relación en el otro (que al igual versas como fruto de los desórdenes
debate estaría quien estima que los que uno experimenta sumisión de producidos por miedo a castracio-
cambios y transformaciones socia- diferentes órdenes) es la apertura nes o a instancias sexuales diver-
les deben ser de tipo estructural y posible a un espacio donde migrar, sas, entendidas exclusivamente
que, por el contrario, las visiones un mejoramiento de la potencia que como patológicas.
de pensamiento que recuperan o lo promueva, lo revolucione, a la bús-
proponen el protagonismo de las queda de un posible bien-estar, uno Por el contrario, el agencia-
personas en sus propias reivindica- que supla tanto las necesidades miento se enmarca dentro del reco-
ciones son de corte “posmoderno” existenciales como las elementales nocimiento de nuestra condición de
o derivadas de un pensamiento o básicas, un camino metodológico “máquinas deseantes”. El deseo, afir-
“light”; como si en torno a la bús- que se transita en diálogo consigo ma Deleuze (2005: 298), “es revolu-
queda de soluciones solo unas fue- mismo, con los demás... siempre cionario por naturaleza, porque
ran las más (y sospechosamente) acompañado. He aquí el carácter y construye otras máquinas que in-
adecuadas y totalmente neutrales. objeto de una disciplina social, con sertadas en el campo social, son
Y es precisamente en este aspecto, lo que superaríamos la tensión capaces de hacer saltar algo, de des-
neutralidad, que retornamos como planteada, otorgándole gran impor- plazar tejido social”. Es por ello que
el Ouroborus4 al origen de la ten- tancia a la actitud-acción como el ser deseante, el “conocer nues-
sión: las actitudes humanas no son mediación en un proceso de auto- tras formas maquínicas” puede fácil-
neutrales, buscan o tienen ya una rreferencia en dicha disciplina (se- mente suponernos en el umbral de

RODRÍGUEZ CUBEROS , E. G.: CIENCIA SOCIAL PERFORMAT I VA: ALCANCES DE UNA ALTERNAT I VA METODOLÓGICA N Ó M A D A S 151
la locura pues precisamente es “el Se antoja aquí la esencia de No obstante, en esa búsqueda de
loco” el que socialmente se sustrae una labor o función educativo-po- reconocimiento, las apuestas de va-
de la ley, el contrato y la institución lítica, pues es en la acción que lidación de los discursos sociales se
(Ibíd.). damos cuenta del logro de la dife- han centrado en tratar de emular el
renciación puesta en marcha. Su saber de lo científico natural en sus
Los diferentes agenciamientos evidencia, la forma en que notamos prácticas específicas: métodos, re-
son pasionales, son composiciones el ejercicio puesto en marcha, debe sultados, divulgación de los cono-
del desear, por lo tanto, en la ser algo muy parecido a la embria- cimientos, relaciones entre los
asignación de agenciamientos es po- guez, pues articulando con el pun- científicos y efectos de estas relacio-
sible “determinar los rasgos diferen- to anterior, la relación que debe nes sobre la sociedad, entre otros.
ciales bajo los cuales un elemento existir en la investigación en cuan-
pertenece formalmente a tal agen- to al objeto es de orden estético. Si De esto último podría decirse,
ciamiento más bien que a tal otro” esto lo aceptamos así, “la locura” ha resultado una amalgama de nue-
(Deleuze, 2000: 404). Valga la pena (Zwieg, 1996) constituye una entra- vos conocimientos que aún no en-
resaltar, como sabemos, que tanto el da, un agenciamiento, una crisis, cuentran la forma para, a mi juicio,
estudioso de lo social, como el resto un padecer propio del filosofar, que encajar en el espíritu de las disci-
de la sociedad, están actualmente termina por desplazar o permitir plinas humanas en el sentido total
inmersos, por decir lo menos, en la desplazamientos ulteriores en lo de la palabra. Es decir, se asiste a
lógica del establecimiento y el orden personal y lo social. una tecnificación constante del dis-
del modelo económico, este sí pato- curso y las prácticas y nos alejamos
lógicamente cínico. ¿Puede este ejercicio de agen- más de la connotación que tendrían
ciamiento funcionar como otro tipo esos saberes en la vida cotidiana,
Dentro de la lógica impuesta por de máquina que regule la fluctua- que incluye a unos “otros” huma-
el orden del capital, se dan “fugas” ción de estas “fugas”, que trate de nos y las relaciones que estos sus-
de diferentes agenciamientos que unificarlas en un todo parcial que criben con sus mundos naturales y
promueven las máquinas de guerra dé cuenta de la posibilidad de habi- artificiales.
individuales e institucionales. Este tar el mundo?
complejo de “esquizofrenias”, de Luego, la pregunta por el hori-
actitudes diversas, pero aún ajenas zonte metodológico se coloca, o se
a sí mismas, establecen el núcleo del Ciencias sociales en nos muestra, en un plano existencial.
conflicto social, y suponen el núcleo tensión, la salida La dificultad en el análisis social, en
del problema político. performativa su realización concreta, en las
miradas de “segundo orden”, en la
Es decir, parece que lo que está Podemos aceptar que tradicional- relación objeto/sujeto/objeto de es-
en juego es precisamente la eman- mente las ciencias sociales se han de- tudio, en la posibilidad de transfor-
cipación de las máquinas que por batido en la búsqueda de su estatuto mación de nuevas realidades, de
defecto constituimos como sujetos. a la luz de su sentido como ciencias. cambios sociales y todo lo demás,
Esta emancipación dada por la po- Los temas y problemas que trabajan o reposa en gran parte en la supera-
sibilidad de discernir en la “maqui- pretenden identificar con ánimos des- ción de un principio griego “cono-
naria propia y ajena” nos supone criptivos y transformadores cruzan lí- cerse a sí mismo”.
armas o herramientas (es éste un neas disciplinares; luego, ese conjunto
proceso de diferenciación) en tor- de saberes pasan y configuran al in- El hecho de que filósofos como
no a reconocer su sentido (proyec- vestigador social desde varios frentes: Merlau-Ponty, Spinoza, Nietzsche o
ción/introspección), sus vectores sociología, psicología, antropología, Bergson recuperaran la subjetivi-
(velocidad y gravedad), sus mode- filosofía, historia, etc. Hoy más que dad supone, creo, dejar de mani-
los (acciones libres/trabajo), sus ex- nunca, este cuerpo de conocimientos fiesto la angustia por conocer la
presiones (joyas, signos) y sus parece ofrecer herramientas para acer- amalgama, el lodoso encuentro con
afectos (finalidad, pasión deseante) carse a los objetos o a la realidad con el magma de lo humano, del sí mis-
(Ibíd.). otros sentidos. mo. El encuentro final, sin más

152 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


fabulaciones, sin fantasmas, sin El análisis, el procedimiento, el violencia. El sometimiento es, de tal
nada más que la conciencia del in- método si se quiere, en ciencias suerte, perfecto.
consciente, de ese otro (acaso otros) sociales a partir de la apuesta por
que habita(n) en mí: subterfugios, conocer, tal vez no se dé fuera de Pero volvamos a caer de nuevo
placeres, pasiones, pulsiones, ale- sí, sino todo lo contrario. El pri- en la otra opción. El camino del mís-
grías y tristezas... un encuentro que mer nivel tendría que ver con la tico, fenoménico, el ejercicio de la
desequilibra, por supuesto, y que capacidad desarrollada individual- segunda forma de religión que pro-
apela al desarrollo de mis potencias mente para romper o atravesar las mueve al hombre a la libertad. Si se
para estructurar la economía ideal formas de pensamiento que han entiende que hay una materia, que
del yo que supondría a su vez la ar- hecho de cada quien lo que expre- manifiesta un tipo de energía tota-
monía con el mundo interior y sa. El ejercicio de introspección lizadora, el trabajo invita a recocer-
exterior... llevaría al abandono total de lo ya se en ella misma; aumentar la vitalidad
creído ¿con qué finalidad?, diría yo y tener conciencia de qué es aque-
Y en ello, los filó- llo, qué afecciones me
sofos y los artistas se lo hacen notar. Luego
juegan la misma exis- las acciones concretas y
tencia. Curiosamente, específicas procurarían
su experiencia cobra la experiencia de di-
el precio más alto: chas afecciones. Y bien,
trabajar, pensar y pro- ¿qué resulta probable-
poner en pro de otro mente de ello para la
tipo de humanidad, forma en que se “inves-
de otra conciencia, tiga” lo social? Pues di-
que al final “triste- ría que nada en sí
mente” los deja morir mismo como saber de la
en la soledad. inteligencia, más bien,
la afirmación de quien
La gran contradic- en su cotidiano logra
ción aquí expuesta, generar afectaciones y
implica precisamente Movilización indígena en reclamación de sus tierras, entrando a Bogotá, octubre 2008.
Cortesía de Juan Carlos Domínguez, El Tiempo.
experiencia de afeccio-
que en un acto de nes en otras personas.
“amor a la humanidad” se ofrezca en que para “alumbrar de nuevo” la
amor lo que se ha experimentado en experiencia de vida, superando lo “Todo conspira”, dice Bergson,
amor, ¿la muerte misma? ¿El sacrifi- que sembrado está en la concien- para alentar la interpretación falsa,
cio? ¿Éste es acaso el punto máximo cia, que en últimas, es voluntad las abstracciones inadecuadas de la
del místico? Ni renuncias, ni dia- de otros. realidad en el amor propio mal apli-
lécticas, ¿Sólo la muerte sin más? ¿La cado, el optimismo superficial, el
muerte sin afanes, sin nada que de- Afirmarse, entonces, es un reto desconocimiento de la verdadera
ber? ¿La muerte como pináculo fi- inmenso que a lo largo de las épo- naturaleza del progreso, y la tenden-
nal de todo lo hasta ahora cas ha sido el fundamento de todos cia a olvidar el principio que ya de
“revelado”? ¿Es esto signo de una ho- los conflictos, pues bien dice entrada nos mueve.
nestidad máxima, divina, no “salvar” Bergson (1962) que las sociedades
a nadie más que a mí? ¿Es egoísta solo pueden “verse con ánimo de Aquí de nuevo, se va abriendo
este sentimiento o, por el contrario, estudio” cuando están preparadas camino la mirada performativa que
es la summa expresiva del cuerpo para la guerra. El hombre, en con- se debería tener sobre lo social. La
que yace finalmente libre? ¿Testimo- sideración a la inteligencia, com- distinción entre lo abierto y lo
nio final, sin fatalidad, solamente la pleta la sociedad técnicamente, se cerrado, lo estático y lo dinámico,
tranquilidad de una vida vivida sin hace parte de ella y está listo “polí- la función fabuladora y la inteli-
remordimientos? ticamente” para el ejercicio de la gencia fabricadora, el temor y la

RODRÍGUEZ CUBEROS , E. G.: CIENCIA SOCIAL PERFORMAT I VA: ALCANCES DE UNA ALTERNAT I VA METODOLÓGICA N Ó M A D A S 153
vida mística, el frenesí y la dico- en: Santiago Castro-Gómez (ed.), La rees-
tomía, está dada por el camino de Bibliografía tructuración de las ciencias sociales en Amé-
rica Latina, Bogotá, Instituto Pensar.
la intuición. BEGUÉ, M., 2003, Paul Ricoeur: la poética REYES, O., 1999, La idea de conatus en
del sí mismo, Buenos Aires, Biblos. Spinoza, Lima, Carpe Diem.
Pues bien, el signo está por CASTANEDA, C., 1990, Las enseñanzas de RICOEUR, P., 2003, El conflicto de las inter-
develar-se5 . Este es pues el reto para Don Juan, México, Fondo de Cultura pretaciones, México, Fondo de cultura
una “investigación social performa- Económica. Económica.
tiva”. La emoción es personal, la CROCE, B., 1938, “¿Qué es el arte?”, en: RODRÍGUEZ, E., 2004, “FilosofArte. Un
Benedetto Croce, Breviario de estética,
acción es en relación, la relación es Lección primera, Madrid, Colección
ejemplo de interpretación coadyudada des-
en uno, pero también genera emo- de Bergson y Magritte”, en: Arte, Indivi-
Austral. duo y Sociedad, No. 6, Madrid, Universi-
ción: una ética de la acción que BERGSON, H., 1962, Las dos fuentes de la dad Complutense de Madrid, pp. 197-208,
parte de una experiencia interior y moral y de la religión, Buenos Aires, Sud- disponible en: <http://revistas.sim.
la expresión de singularidad. americana. ucm.es:2004/bba/ 11315598/articulos/
aris0404110197a.pdf>.
BUTLER, J., 2002, Cuerpos que importan,
Buenos Aires, Paidós. ________, 2005, “Experiencia afectiva desde
el texto: ficción, suspenso y misterio en
________, 2006, Actos de significado, Madrid, la recepción vista como acontecimien-
Citas Alianza. to”, en: revista electrónica de estudios
DE LA BOETIE, E., 1980 (1576), Discurso literarios Espéculo, No. 29, Universidad
de la servidumbre voluntaria, Barcelona, Complutense de Madrid, marzo-junio,
1 Cfr. en extenso el artículo de Peter
Tusquets. disponible en: <http://www.ucm.es/info/
Sloterdijk (2008), publicado en Nóma- especulo/numero29/afectiva.html>.
das, No. 28. DELEUZE, G., 2005, La isla desierta y otros
textos, Valencia, Pretextos. ________, 2008, “Estética práctica en John
2 Las experiencias recolectadas en este Martin: una mirada desde la filosofía ex-
monográfico acerca de métodos de ________, 1996, Conversaciones, disponible presiva”, en: Arte, Individuo y Sociedad,
performatividad, Vol. 9, No. 2 (2008), en: <http//www.philosophia.cl>. No. 20, Madrid, Universidad Complu-
pasan por definir su contexto y propósi- tense de Madrid, pp. 129-136, disponi-
DELEUZE, G. y F. GUATTARI, 2000, Mil
to (Roberts), caracterizar enfoques ble en: <http://www.ucm.es/BUCM/re-
mesetas, Valencia, Pretextos.
(Battisti y Tanja), y sus condiciones vistas/bba/11315598/articulos/ARIS0
DENZIN, N., 2001, “The reflexive interview 808110129A.PDF>.
prácticas de análisis en la literatura
and a performative social science”, en:
(González), fotografía (Gunilla), teatro SCHWEIKER, W., 1990, Mimetic reflections:
Qualitative Research, Vol. 1, No. 1, pp. a study in hermeneutics, theology, and ethics,
(Warren, Elinor ), política (Escobar y 23-46. Nueva York, Fordham University Press.
Fernández), entre otros. Disponible en:
<http://www.qualitative-research.net/ GERGEN,K.,2006,El yo saturado, Buenos SEDGWICK, E., 1999, “Performatividad
index.php/fqs>. Aires, Paidós. queer”, en: Nómadas, No. 10, Bogotá,
MERLAU-PONTY, M., 1984, Fenomelogía Universidad Central – IESCO.
3 Este aspecto se profundiza en el texto
de la percepción, Madrid, Planeta. SLOTERDIJK, P., 2008, “Actio in distans.
de Zandra Pedraza (2000) “La educa-
Sobre los modos de formación telera-
ción sentimental y el descubrimiento de PEDRAZA, Zandra, 2000, “La educación sen- cional del mundo”, en: Nómadas, No. 28,
sí mismo”. timental y el descubrimiento de sí mismo”, Bogotá, Universidad Central – IESCO.
4 La mítica representación medieval de la SONTAG, S., 1966, Aproximación a Artaud,
serpiente que se devora a sí misma. Barcelona, Lumen.
5 Podría decirse que esto corresponde pre- SPINOZA, B., 1980, Ética demostrada según
cisamente a la duración en tanto esta nos orden geométrico, Barcelona, Orbis.
advierte de la posibilidad de “divinizar” TARKOVSKI, A., 2005, El arte como ansia
el trabajo social preparatorio del lengua- de lo ideal. Señal que cabalgamos, Bogotá,
je y el trabajo individual de fabricación Universidad Nacional de Colombia.
de patrones y modelos. Obrar sobre lo
ZWIEG, S., 1996, La lucha contra el demonio,
real requiere de “reposos” que dan cuen- París, La Pochotéque.
ta de lo esencial.

154 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


LAS
ILUSTRACIONES
A G R A D E C I M I E N T O S

• Nereo López
• Sandra Patricia Fernández
• Universidad Nacional de Colombia,
Fondo Jorge Eliécer Gaitán,
Archivo Central e Histórico
• Periódico El Tiempo
• Museo Nacional de Colombia
• Hernán Díaz
• Abdu Eljaiek
• Jesús Abad Colorado
• José Vicente Piñeros
• Fernando Urbina
• Juan de Dios Varela
• José Fernando Pineda
• Mario Lewis Morgan
• David Lozano
• Eduardo Arcila
• Ecopetrol
• Fondo Cultural Cafetero

RODRÍGUEZ CUBEROS , E. G.: CIENCIA SOCIAL PERFORMAT I VA: ALCANCES DE UNA ALTERNAT I VA METODOLÓGICA N Ó M A D A S 155
156 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA
LOS PROCESOS
DE CREACIÓN
ZABALA, V.; MEJÍA VANEGAS, A. H.; ZABALA CASTAÑEDA, S. N. Y MENJURA, F. E.: GERMÁN ZABALA. N ÓMADAS 157
TRAVESÍAS DE UN PENSAMIENTO POLÍTICO HUMANISTA
158 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA
Germán Zabala.
Travesías de un pensamiento
político humanista* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 158-169

Vladimir Zabala Archila**, Álvaro Hugo Mejía Vanegas***,


Sonia Nadiesda Zabala Castañeda**** y Francy Elena Menjura*****
Este artículo es el resultado de un trabajo historiográfico sobre el devenir social, educativo y político de Colombia y
América Latina, en donde la obra de Germán Zabala se destaca por sus aportes en esta región. El texto muestra cómo, a
partir de la influencia del método marxista de conocimiento y de categorías topológicas, Germán Zabala logra integrar la
enseñanza de las matemáticas, la comprensión de las ciencias sociales y el accionar político en una propuesta de formación
popular política. Un investigador, un educador, un político y un revolucionario que desde las márgenes deja un legado
importante al país y a Latinoamérica.
Palabras clave: educación, política, Golconda, revolución, matemáticas, investigación pedagógica, marxismo, topología.

Este artigo é o resultado de um trabalho historiográfico sobre o aspecto social, educativo e político da Colômbia e
América Latina, onde a obra de Germán Zabala se destaca por seus aportes nesta região. O texto mostra como a partir
da influência do método marxista de conhecimento e das categorias topológicas, Germán Zabala consegue integrar o
ensino da matemática, a compreensão das ciências sociais e o acionar político em uma proposta de formação popular
política. Um pesquisador, um educador, um político e um revolucionário que desde as margens deixa um legado importante
ao país e a Latino América.
Palavras-chaves: educação, política, Golconda, revolução, matemática, pesquisa pedagógica, marxismo, topologia.

This article is the result of an historiographic essay about the Colombian and Latin American social, educational and
political development, supported by the influence of the Marxist learning method and some topological categories, from
which Germán Zabala is able to integrate mathematics teaching, social sciences understanding, and political practices into
a popular politics educational program. Zabala is a researcher, educator, politician and a revolutionary who, from the
margins, has left an important legacy to Colombia and Latin America.
Keywords: education, politics, Golconda, revolution, mathematics, pedagogical investigation, Marxism, topology.

ORIGINAL RECIBIDO: 10-VIII-2008 – ACEPTADO: 22-X-2008

* Este artículo es producto del trabajo de un grupo de reflexión que viene


recuperando la vida y obra de Germán Zabala y en el que se han ido
sumando las personas que aparecen como autores. Dicho trabajo se ha
convertido en tesis de grado para optar por el título de Sociología.
** Historiador y Magíster en Política Social de la Universidad Externado.
E-mail: vladimirzabalaarchila@yahoo.es
* * * Comunicador y periodista, director de los periódicos Mayorías y Frente
Unido. E-mail: alvarohmejia@hotmail.com
**** Socióloga, posgraduada en Gestión Ambiental de la UIS, Magíster en
Género de la Universidad Nacional. E-mail: zanadja@gmail.com
***** Estudiante de sociología de la Universidad Nacional. E-mail: frelmen@
yahoo.com.mx

ZABALA, V.; MEJÍA VANEGAS, A. H.; ZABALA CASTAÑEDA, S. N. Y MENJURA, F. E.: GERMÁN ZABALA. N ÓMADAS 159
TRAVESÍAS DE UN PENSAMIENTO POLÍTICO HUMANISTA
El pensamiento, es un pensamiento formándose; formación. Esta experiencia de vida, simultáneamente
la posibilidad de aporte de los pensadores corresponde a personal y colectiva, no se encuentra plasmada en un
determinada dinámica y momento, a un contexto de desarrollo, obra escrita extensa, pues supone otra relación entre
a una época en la que se mueven unas concepciones, en las que conocimiento y política que ha atravesado el ámbito
hay puntos de acumulación; hay referencias en cada época, académico universitario y ha establecido otra relación
pero esas referencias ni son el inicio, ni son el final… con la escritura, los circuitos hegemónicos de publica-
Germán Zabala ción y el ámbito letrado.

A. Apertura
B. Trayectoria vital
Germán Zabala, en su trasegar de ochenta y un años,
representa un pensamiento, una forma específica de Germán Zabala crece en un hogar de pedagogos,
abordar la transformación y la vida. Nacido en Bogotá donde a través de la línea materna (María Luisa
en octubre de 1926, su esfuerzo intelectual ha estado Cubillos de Zabala) se introducen los desarrollos mo-
volcado a la lectura de la dinámica político-popular y a dernos de Decroly y Montessori, implementados por pri-
la clarificación de procesos de innovación, orientados mera vez en el país por Agustín Nieto Caballero en el
hacia la conformación de una sociedad ética, compro- Gimnasio Moderno, y generalizados en el momento de
metida con la humanidad. la transformación pedagógica que surge con la termi-
nación de la Hegemonía Conservadora (1930).
Una de las preocupaciones centrales de su pensa-
miento, ha sido investigar y comprometerse con la rea- Antes que una orientación política, recibe la influen-
lidad en donde se generan las concreciones, apartándose cia cultural de la Escuela Normal Superior (1936-1951),
de la concepción historicista que plantea los problemas a través de su hermano Cesar Julio (1919-1942), quien al
en el transcurrir utópico. En cambio, asume que la his- terminar Derecho en la Universidad Nacional, había
toria se forja a partir de las contradicciones y el avance entrado a estudiar Filología e Idiomas en la Normal para
de los pueblos en la búsqueda de autonomía y libertad, darle fundamentación a su vocación lingüística; de Julio
donde como sujeto pensante se tiene la posibilidad de Cesar Cubillos, primo de Germán, quien estudiaba So-
ser crítico, reflexionar, aportar e interpretar el devenir ciales en la misma Escuela; y del Instituto Central Co-
que evidencia la propia existencia social. lombiano (1940-1985), creado por María Luisa Cubillos,
que se convirtió en el Colegio Femenino de formación
Por ello, el pensamiento de Zabala no es un corpus de normalistas donde experimentaban los alumnos de la
teórico acabado, ya que en la confrontación con lo real Escuela Normal Superior, experiencia pedagógica para
tiene la actitud permanente de confirmar o revalidar formación de docentes que abrió otras conexiones entre
sus tesis, reconstruirlas a partir del desarrollo de la vida teoría y práctica, experimentación y conocimiento, se-
cotidiana, de los acontecimientos mundiales y de las ñalando el umbral de la cristalización de la modernidad
múltiples posiciones que surgen, siempre con una vi- en el país en el campo educativo.
sión optimista del porvenir, con la certeza de que a pe-
sar de los obstáculos, los siglos transcurridos de historia En su juventud (1942-1951), en búsqueda del de-
de la humanidad no han sido en vano. sarrollo comunitario, encuentra una primera salida
política, al ingresar como militante del Partido So-
Las constantes que caracterizan su pensamiento cialista Democrático al lado de Augusto Durán, quien
desde sus primeras etapas de creación teórica son el representaba una posición proletaria caribe, en con-
método marxista de conocimiento de la realidad, las traste con la posición agraria cafetera de Gilberto Viei-
categorías topológicas aplicadas al análisis de lo social ra. Zabala es expulsado del partido, al entrar en
y la investigación pedagógica. Las lecturas de la reali- contradicción con el centralismo democrático, mé-
dad se han re-significado como resultado de su expe- todo organizativo del PC, situación que lo lleva a
riencia, de un diálogo constante con personas y buscar en la formación científica y el conocimiento
colectivos que tienen una práctica concreta y una re- teórico del marxismo una explicación a su retiro de
flexión, y han llevado a término un compromiso de trans- la militancia partidista.

160 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


De esta manera se acerca a una comprensión más de la ciencia y una sólida formación pedagógica, como
clara de la dinámica política en la que se encuentra, resultado de la orientación generada por María Luisa
entendiendo que no es un problema individual, sino Cubillos. Su interés en ese momento consistió en propi-
que es una dinámica propia de este tipo de estructuras, ciar que la educación sirviera para que los estudiantes
distanciándose de la postura anticomunista asumida por tuvieran una mayor facilidad para comprender los pro-
la mayor parte de los exmilitantes. Cabe anotar que las cesos personales en la transformación social.
relaciones de Zabala con la tendencia comunista, se
verán compuestas por un elemento fundamental en parte Zabala contribuye a formar las bases científicas de
del proceso insumiso de Colombia y América Latina, y la Fundación Universidad de América (1957-1960),
su propia trayectoria: el lugar del cristianismo como eje apoyando el proyecto universitario de modernización y
articulador de la relación entre conocimiento y praxis reforma de la educación en el país promovido por su
política radical. rector y fundador Jaime Posada, ministro de Educación
y fundador de la Asociación Colombiana de Universi-
En la década del cincuenta (1949-1956) se compro- dades (ASCUN). También está presente con su pensa-
mete seriamente con la ciencia, al encontrar en el ma- miento, junto con Diego Montaña Cuellar, Gerardo
temático Carlo Federici Casa (1906-2005) su maestro de Molina, Jorge Zalamea, Eduardo Umaña Luna,
pensamiento El aporte de Federici al pensamiento mate- Estanislao Zuleta2 en el momento en el que la Univer-
mático en Colombia fue básico; inicialmente generó un sidad Libre (1960-1966) promueve una posición revolu-
proceso de modernización, introduciendo la visión desa- cionaria en lo académico, y es uno de los focos
rrollada por Russel, Padua y Peano a comienzos del siglo generadores de los grupos políticos alternativos de los
XX, sobre el papel de la teoría de conjuntos en la inter- años sesenta.
pretación de la matemática y
de la lógica relacional en la su- Zabala obtiene una Beca
peración de la concepción de Estado para estudios de
algorítmica generalizada des- doctorado en Topología en el
de la estadística1 . Instituto Henri Poincaré de la
Universidad de la Sorbona,
Bajo la orientación de donde tiene la oportunidad
Federici, se forma entonces el de trabajar con el grupo de los
primer grupo de matemáticos Bourbaki en el estructu-
de la Universidad Nacional de ralismo matemático, bajo la
Colombia, de la cual Zabala dirección de Gustave Cho-
hace parte junto con Pablo quet y departir en torno al
Casas Santofimio, Luciano pensamiento marxista en la
Mora, José Nieto y Erwin Von Escuela de Altos Estudios y
Der Walde, quienes tienen la en la dinámica política de Pa-
posibilidad de profundizar y rís, previo a la revolución de
conocer a los principales expo- Mayo del 68.
nentes del pensamiento mate-
mático de ese momento: Marc Posteriormente, a su lle-
Krasner, Jean Dieudonne, J. gada de Europa, se vincula
Von Neumann y Laurent nuevamente a la docencia
Schwartz. universitaria, participando en
la creación y fundamentación
Esta trayectoria le permi- de la Universidad INCCA
tió a Zabala desempeñarse en (1965-1969) junto con Jorge y
la docencia universitaria, es- Jaime Zabala, Carlos Federici,
cenario donde se destacó por 1952: Yolanda Archila (esposa), María Luisa Zabala Manuel Quevedo y Jaime
de Cubillos (madre), Germán Zabala, César Zabala (hijo).
tener una buena apropiación Álbum familiar familia Zabala Archila. Quijano. Además se integra a

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TRAVESÍAS DE UN PENSAMIENTO POLÍTICO HUMANISTA
la dinámica universitaria nacional al ser designado coor- política que expresara la identidad cultural, respondiera
dinador de matemáticas por ASCUN, lo cual le permite a los intereses revolucionarios y que se ligara a la in-
ver el panorama político estudiantil del país en epicentros conformidad que las masas populares venían desarro-
como la Universidad Industrial de Santander (UIS). llando con respecto al Frente Nacional7 . En sus palabras,

El encuentro con Camilo Torres Restrepo El esfuerzo de investigación con los Sacerdotes, las Monjas
y los Compañeros Revolucionarios del Frente Unido que
… muchos tienen a Camilo por un mártir, por un hé- conformaron el Movimiento de Golconda, permitieron
roe, por un Santo, pero realmente su mayor aporte a la recoger el aporte teórico del Movimiento revolucionario,
Revolución es el enriquecimiento metodológico que dio a la que desde 1920 se había producido en Colombia, la con-
Teoría Revolucionaria en América Latina, en el sentido de tribución teológica que el ecumenismo cristiano produjo
encontrar los pasos reales para acercarse a las masas po- en su práctica social y la modernización científica que la
pulares en una inconfundible posición táctica, de realizacio- lucha española y la segunda guerra mundial desplazaron a
nes completas y nivelizadas. Por eso, fue sobre todo un teórico la Universidad en la Escuela Normal Superior (Zabala,
en el verdadero sentido del contexto revolucionario “La metodología multiversal”, manuscrito, s/f).
Germán Zabala
La salida política de Golconda al escenario nacio-
En 1965, Zabala adhiere al Frente Unido, solución nal (1968) y su proyección continental, está ligada a la
política planteada por Camilo Torres para recoger la ex- visita que hizo el papa Pablo VI a Colombia. A nivel
presión popular contra el Frente Nacional. Desde la llega- orgánico, los sacerdotes de Golconda prepararon un
da de Camilo a la capellanía de la Universidad Nacional documento para tal visita y en la acción política de
en 1959, las diferencias con Germán empezaron a superar- masas, se participó en las Asambleas Familiares convo-
se poco a poco, al coincidir en la práctica social3 . cadas por la jerarquía católica colombiana para el Con-
greso Eucarístico. La investigación que realizaron los
Camilo Torres concluye que la toma del poder exi- distintos grupos de acción y reflexión de los barrios po-
ge la formación de los cuadros revolucionarios para cons- pulares, permitieron que Zabala ubicara la fuerza y el
tituir un nuevo régimen, por lo cual le plantea a Germán desarrollo creciente de la Alianza Nacional Popular
Zabala la necesidad de generar la Universidad militante. (ANAPO)8 como expresión de la clase popular, catego-
Ambos coinciden en que es a través de la política que ría que había sido concebida por el sociólogo Camilo
se genera el escenario principal para derrotar la injusti- Torres en contraposición a la noción de clase restringi-
cia social, y desde el máximo rigor científico que puede da al ámbito obrero. En palabras de Camilo Torres:
construir una propuesta humanista y social adecuada a
las condiciones del país. con la palabra clase popular yo quiero dar a entender los
pobres de Colombia. Naturalmente que desde el punto
Zabala empieza a hacer el diseño de la Universidad de vista estrictamente sociológico yo comprendo que es
militante, cuando viene la muerte de Torres. Este diseño una expresión bastante vaga, pero es la expresión que el
es la base para integrar la metódica nueva de los mode- pueblo entiende. Yo no creo que en Colombia los pobres
los educacionales integrados (MEI) que se crean y se tengan una conciencia de clase. Y en mi concepto, te-
implementan en las parroquias populares, en respuesta ner la conciencia de clase es uno de los elementos impor-
a las inquietudes surgidas en la Iglesia4 . tantes para constituir una clase, pero para designar a los
pobres, y para no referirnos únicamente a los obreros,
Germán plantea una síntesis entre cristianismo y sino también a los campesinos, he utilizado esa expresión
revolución, desarrollando Golconda5 como continuación de clase popular (Torres, 1971: 426).
de la afirmación de Camilo “mi muerte abrirá cami-
nos”. Hacían parte de este proyecto político-cultural el Esta orientación, transversal a distintos sectores so-
obispo de Buenaventura, Gerardo Valencia Cano, los ciales, decantó la pregunta por el margen, en contextos
padres René García, Noel Olaya, y una red de sacerdo- de desempleo, baja inserción en el circuito industrial y
tes, religiosas y jóvenes revolucionarias/os de todo el escasa conformación de masa obrera. De esta manera,
país6 . En Golconda se propuso generar una experiencia la preocupación por la marginalidad que rebasaba el

162 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Conmemoración de los ochenta años de Germán Zabala, octu-
bre de 2006. Con Orlando Fals. Álbum familia Zabala Archila.

Octubre de 2006. Con Joe Broderick.


Álbum familia Zabala Archila.

Octubre de 2006. Hermanos Zabala Cubillos.


De izquierda a derecha: Jorge, Germán, Jaime
y Manuel. Álbum familia Zabala Archila.

Germán Zabala y Yolanda Archila, 1960.


Álbum familia Zabala Archila.

1954.
Selección baloncesto Caquetá.
Hermanos Zabala Cubillos
en el equipo del Central colombiano.
Álbum familia Zabala Archila.
Octubre de 2006. Yolanda Archila y Germán
Zabala. Álbum familia Zabala Archila.

ZABALA, V.; MEJÍA VANEGAS, A. H.; ZABALA CASTAÑEDA, S. N. Y MENJURA, F. E.: GERMÁN ZABALA. N ÓMADAS 163
TRAVESÍAS DE UN PENSAMIENTO POLÍTICO HUMANISTA
ámbito obrero se encontraba movilizada por el cristia- llando el monopolio de la psicología sobre el estudio de
nismo, entendido como fuerza social que situaba esta los procesos mentales.
apuesta a una distancia crítica de la práctica comunis-
ta prevaleciente en el continente. Zabala se vincula con México desde 1960, pero a me-
diados de la década del setenta participa de manera más
Simultáneamente, el desplazamiento se realizó con permanente en ese país cuando Política Popular, un movi-
respecto a posturas “anticomunistas” esgrimidas desde al- miento construido de abajo hacia arriba, propone una alian-
gunos sectores eclesiales, a partir de una “actitud pastoral za entre cristianismo y revolución, como repercusión de lo
militante” entendida como una “conversión”, es decir, como sucedido en Colombia y Sudamérica. El trabajo se articu-
“el paso de una vivencia individualista a una vivencia la con don Sergio Méndez Arceo, obispo de Cuernavaca,
comunitaria”, que provocaría otros modos de lo común. Ivan Ilich, director del Centro Intercultural de Documen-
“La conversión misma es un acontecimiento comunitario. tación, CIDOC, el padre Lemercier, Prior de los benedic-
No es posible sin la acción de los hermanos. Acaece cuan- tinos, y don Samuel Ruiz, obispo de Chiapas.
do dejamos de actuar, de vivir, de pensar como un ‘yo’,
para hacerlo como un ‘nosotros’, en función de la comuni- En 1979 se compromete con el cristianismo nicara-
dad, no del individuo” (Golconda, 1969). güense de la revolución sandinista. Inicialmente llega
al trabajo de las parroquias con el sacerdote Uriel
Finalmente, la CELAM (Conferencia Episcopal La- Molina en el barrio Riguero de Managua, desde donde
tinoamericana) fue la conclusión de la venida del Papa se une al Frente Sandinista para coordinar la Escuela
a Colombia, orientando toda la acción ecuménica del de Cuadros, a través del puente promovido por sectores
cristianismo en el continente latinoamericano y de los cristianos (el obispo de Cuernavaca, Sergio Méndez, y
movimientos sociales ligados al cristianismo en la épo- el obispo de Chiapas), para realizar un proceso de acom-
ca, dentro de la cual se sitúa la apuesta de Golconda pañamiento al obispo de Nicaragua, Obando y Bravo.
(García et al., 1968; Gutiérrez, 1972: 142, 153, 156; De nuevo, entonces, es el mecanismo cristiano el que
Dussel, 1974): Iglesia Joven en Chile, grupo Onix en potencia la travesía de Zabala.
Perú, Cristianismo y Revolución en Argentina, Izquier-
da Cristiana en Venezuela y múltiples trabajos locales Nuestro personaje retorna a México, para plantear
en los barrios populares del continente que animaron el la discusión sobre la pedagogía política de lo popular con
movimiento de masas9 . las Escuelas de Trabajo Social. También diseña mode-
los de gestión productiva de las soluciones autónomas
Revolución latinoamericana: búsqueda de un latinoamericanas, con base en la crítica de las expe-
modelo de gestión productivo riencias chilena y nicaragüense, donde se desarrollan
modelos productivos de bajo rendimiento, por no tener
Para la década de los setenta, Germán Zabala ac- criterios de distribución económica dentro de los dise-
túa en Chile de la Unidad Popular de Allende. Allí ños revolucionarios.
comprende que la práctica social del trabajo es la máxi-
ma expresión de la política 10 , fundamento del grupo Desde la experiencia de las parroquias en Colombia
Ranquil conducido por Daniel Palma11 . Entre 1968 y y sus respectivos modelos educacionales se había demos-
1973 participa en un equipo promotor de la idea de trado que era posible producir cambio social con recur-
reformular el pensamiento revolucionario desde una sos propios, ya que era a través de los excedentes de
práctica científica y social latinoamericana, que des- exuberancia que generaban los pobres (limosna) que se
pués del golpe militar de Pinochet se desarrolla como sostenían los trabajos de transformación política en cada
estrategia empresarial y comunicativa, con la difusión parroquia. Este modelo se truncó cuando las jerarquías
desde México del periódico Le monde Diplomatique, en eclesiales redujeron al estado laical o sancionaron y
español (bajo la conducción de José María Bulnes y cambiaron a los sacerdotes que participaban en esta
Pedro Vuskovic), y como pensamiento científico en los práctica (Restrepo, 1995).
planteamientos de Francisco Varela, que atravesando
el saber disciplinario cruzaba la teoría de sistemas, la En México, Zabala lidera las investigaciones para au-
neuropsicología y la reflexión sobre lo viviente, esta- mentar las ganancias en la Fábrica Libra, en el Ejido de

164 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Batopilas y en la empresa de reciclaje de Torreón, objetivo (1993-1994) acorde con la nueva Constitución, donde
que se logra exponencialmente al acoplar la manera cultu- se buscaba que la transformación se implementara en
ral (contrapuesta críticamente a la noción de modo de pro- todo el territorio nacional. En este escenario, el equipo
ducción) a la gestión productiva, estimulando las relaciones de trabajo de Germán Zabala diseñó el “Proyecto Aso-
sociales de los equipos de trabajo desde la búsqueda de los ciativo Empresarial Agroindustrial” en la Provincia de
excedentes de la producción solidaria. Márquez (1994-1995), que recoge la experiencia de
México y del Magdalena Medio (1995).
De regreso a Colombia, participa en la investigación
para la formulación del “Plan Agroindustrial de Magda- En el desarrollo del trabajo municipal, Zabala se en-
lena Medio”, en el contexto del proceso de paz del go- cuentra con un proyecto en Santander de Quilichao, don-
bierno de Belisario Betancourt entre l984 y 1986. El Plan de se propone además de pasar de lo local a lo regional,
partía de una visión global de la economía del sector ver las contradicciones educativas que se generan desde
agropecuario, recogiendo toda la cuenca del Magdalena las distintas posiciones étnicas; así se logra un plan triétnico,
y sus posibilidades agroindustriales, en un diseño con- a partir del estudio comparado de la educación en los sec-
junto con el profesor Jean Louis Serree, quien pertene- tores de indígenas, campesinos y negritudes, que tiene
cía al grupo Economía y Humanismo del padre Louis resonancia y es visualizado por la Universidad del Valle,
Joseph Lebret. Sin embargo, debido a la presión de los de lo cual surge la propuesta desde la rectoría de Jaime
organismos multilaterales de crédito, el plan finalmente Galarza de otorgar un doctorado Honoris Causa en Cien-
resulta bloqueado fundamentalmente porque su desa- cias Sociales a Germán Zabala (1997).
rrollo no se instala en el circuito de préstamo de los Esta-
dos Unidos sino en Europa (específicamente en Francia).
C. El pensamiento de Germán Zabala
La caída del muro de Berlín (1989) coincide en
Colombia con la etapa que se inicia con la toma y des- La teoría marxista y el pos-estructuralismo
trucción del Palacio de Justicia (1986), que culmina
con el replanteamiento de la Constitución colombiana El esfuerzo de Zabala por profundizar en los plan-
(1991) en una alianza entre un sector del partido libe- teamientos de Marx, lo lleva a hacer la lectura de una
ral, el Movimiento de Salvación Nacional y la AD-M19. dinámica social distinta en el tránsito del mundo al
Al entender de Zabala, este cambio político modifica capital social, que da cuenta de los cambios que se es-
sustancialmente el trabajo de campo en las zonas tán dando, como las crisis del capitalismo financiero, el
periféricas de la economía colombiana, centrándose aumento creciente del desempleo, el crecimiento de
fundamentalmente en la conformación de un nuevo los procesos automatizados, la sociedad del conocimien-
espacio donde por primera vez en la historia del país el to, el surgimiento de la China moderna, así como la
movimiento insurreccional tenía vigencia en el proyec- nueva situación en que se coloca Latinoamérica con la
to político de la nación. continentalización y el voto participativo.

Los grupos guerrilleros que establecieron la paz con Para Zabala, todas estas dinámicas exigen una
el gobierno, hicieron un proceso político de reinserción, reinterpretación socioeconómica y política, pues el mundo
a través de un modelo educacional que partía de todas ha cambiado con la cibernética, independientemente del
las experiencias que Golconda había desarrollado en el marxismo, y marxistas y no marxistas siguen en el pasado
pasado. Dicho proceso, vehiculado a través de la Uni- con sus interpretaciones y respuestas, cuando el Grupo
versidad Pedagógica en el proyecto “Aprovechando el de los Ocho está imponiendo transformaciones que van
Sol”, se desarrolló en cinco ciudades del país con inte- más allá de la monopolización y del desarrollo desigual y
grantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores combinado propio del capitalismo financiero.
(PRT), el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el
Movimiento 19 de Abril, M-19. Esta postura teórica revela en el pensamiento de
Zabala una fuerte cimentación en la obra de Marx, en
Posteriormente vino la promulgación de decretos una constante reinterpretación, retroalimentando la
para desarrollar la participación y la descentralización reflexión con la dinámica que se mueve en un contexto

ZABALA, V.; MEJÍA VANEGAS, A. H.; ZABALA CASTAÑEDA, S. N. Y MENJURA, F. E.: GERMÁN ZABALA. N ÓMADAS 165
TRAVESÍAS DE UN PENSAMIENTO POLÍTICO HUMANISTA
único. El otro componente es su construcción desde una miento porque es lo que permanece, lo que siempre se
práctica militante en relación con el pensamiento cien- encuentra alrededor de la vida posibilitándola.
tífico, que logra a partir de la formación matemática,
teniendo como preocupación acercar lo científico a lo La cibernética, que encarna cualquier proceso de
cotidiano. Ha pretendido desarrollar una reflexión retroalimentación, ha sido igualmente un concepto
contextual siempre ligada a la acción con pensamiento central en la visión teórica de Germán Zabala: los
y a un pensamiento para la acción, provocando relacio- procesos de producción que funcionan con estructu-
nes creativas entre conocimiento y experiencia. ras automatizadas dirigidas por unos pocos ingenie-
ros y técnicos son una tendencia creciente. Se
En 1965, Zabala presenta en la Sorbona la tesis “Es- generan dos posiciones para enfrentar el momento:
tructuras matemáticas en El capital de Marx” y “Las el planteamiento cibernético de Muler (la cibernéti-
partículas elementales en la enseñanza de la matemáti- ca en el desarrollo de la posguerra) y la reproduc-
ca preescolar”, donde el marxismo, el pensamiento ma- ción del capitalismo financiero que el Plan Marshall
temático y la pedagogía están presentes, trabajados de terminó imponiendo.
manera creativa y puestos en función de los procesos
sociales, teniendo como interés central el método de En 1969, cuando el centralismo democrático de los
conocimiento de la realidad. partidos comunistas ya estaba en crisis, Zabala plantea
como alternativa de modelo de organización política una
A continuación se presenta la visión teórica de “organización cibernética” para coordinar los cuadros for-
Germán Zabala a lo largo de sesenta años, que pueden mados alrededor de Golconda, que optaron por la ANAPO,
ser valorados como aportes a las ciencias sociales. cuando aún no existía el computador personal. Luego vie-
ne la cibernética en la planificación de los procesos pro-
De la concepción interna de la matemática hacia la ductivos en la aplicación del modelo de Stanford Bear,
ciencia en todo su contexto “coordinación de lo económico desde una analogía del
Sistema Gran Simpático (cerebelo y columna vertebral)
El aporte específico de Zabala al pensamiento, con- del cuerpo humano”, en el Chile de Allende.
siste en ver la matemática desde el marxismo, postura
que se plasma en el texto “Ensoñación de los saberes”, Posteriormente, se evidencia la importancia del ca-
que también se constituye en una propuesta pedagógi- pital tecnológico, la informática y las comunicaciones, en
ca. Este texto se fundamenta en dos conceptos: las for- la reunión de la resistencia chilena promovida por
mas equivalenciales y la invariancia. Ranquil en Mendoza (Argentina) en 1974. Otro desa-
rrollo del pensamiento cibernético se da con la vincu-
El pensador colombiano hace una síntesis del méto- lación a la producción social de los Ejidos en la frontera
do marxista explícito en la tercera parte de la “Intro- México-Estados Unidos, y el trabajo del grupo Ciber-
ducción general a la crítica de la economía política” y nética Social (1978-1981) compuesto por Rafael Segu-
una lectura de la Teoría del valor de Marx, tomando la ra, Eduardo Lizarazo, Alberto Ariza.
visión epistémica sobre los valores de uso, cambio y real,
más allá del planteamiento económico. A través de las Para la década de los ochenta la discusión sobre la
formas equivalenciales (propiedad simétrica, reflexiva cibernética se había generalizado a través de la con-
y transitiva), es decir, las relaciones de equivalencia, cepción de la sociedad informática. También se empieza
Zabala abstrae y conceptualiza la práctica de uso del a concebir la idea de la sociedad del conocimiento, don-
mundo. de se vuelve determinante la dinámica de la innova-
ción-obsolescencia, que le permite a Zabala acercarse
En la dinámica de pensamiento, el ser humano se a las nuevas filiales de producción (empresas que trans-
percata de lo que varía y para captar el mundo discre- fieren la obsolescencia a mercados más atrasados) y fi-
to-objetual encuentra “lo común en lo distinto”, en los liales de relevo (empresas que aportan la tecnología de
usos que se generan (relación de equivalencia). La innovación a los mercados avanzados), en el tránsito
invariancia por su parte es una relación que está inmersa del mundo monopólico del imperialismo, al mundo
en la continuidad, no se ve, no la distingue el pensa- trasnacional de la globalización12 .

166 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Zabala, como hombre de ciencia dedicado a repen- námica entre las transnacionales y las multinacionales, como
sar las relaciones entre lo científico y lo popular, entrevé estructuras que actúan dentro de la globalización y la
que la matemática con su crecimiento está enrique- regionalización: las primeras generando la dinámica del
ciendo la visión teórica de la sociedad, permitiendo mercado atravesando los Estados y las segundas integran-
interpretar fenómenos que antes no se podían compren- do las regiones a la concreción del mercado mundial.
der. En la matemática se ha abierto un nuevo capítulo
con el desarrollo de las categorías y las alegorías13 , su- De la contradicción entre las regiones (formas cul-
perando la visión estructuralista de la escuela Bourbaki, turales de apropiación de las regiones naturales) y el
que desde mediados del siglo XX había sido el paradig- capital trasnacional globalizador, emerge el capital so-
ma de esta ciencia. La escuela Bourbaki está ligada al cial que generaliza el concepto de continuidad de los pue-
álgebra moderna, donde las estructuras operacionales blos (globalización de la solidaridad) y supera la visión
determinan no solamente el conocimiento de la mate- estructural de lo reticular (las articulaciones que utili-
mática en sí, sino que afrontan el desarrollo científico za el capital financiero).
de las formas equivalenciales y su proyección en la cons-
trucción de la cartografía en todos sus aspectos. Desde En cuanto a los conceptos cerebro individual y cere-
este avance de la matemática, Zabala afirma: bro social14 , para explicar dos tipos distintos de compor-
tamiento del ser humano, el primero desde lo individual
Existe una visión estructural y una visión continúa. La y el segundo desde lo social, el paso del uno al otro
estructural es el mundo objetivo, discreto, de la dinámi- constituye la acción pedagógica y política que se re-
ca de los equivalentes, donde cada hombre debe coinci- quiere para encontrar el camino de la humanización en
dir con el otro [...] La visión continua no es equivalencia,
el cambio global actual:
sino una realidad diferenciada, es la multiplicidad de
[...] tanto el cerebro social, como el individual no están implí-
miles de formas distintas. Puntos de red de diferentes, de
citos en la estructura orgánica del cerebro, sino en lo que
distintos. Gente que en la pluralidad encuentra la rique-
producen. El cerebro individual produce un pensamiento
za. La visión estructural hace crisis con el muro de Ber-
individual, personal, y el cerebro social produce un ser huma-
lín; entra en escena América Latina. El reto hoy es superar
no político-social, colectivo y participativo, donde la pedago-
la sociedad del conocimiento con el humanismo integral; es
gía tiene un papel trascendente (Zabala: 2008, en prensa).
la gran salida transformadora a través de la invariancia
de las representaciones topológicas (Zabala, 2006: s/p).
La caída del Muro de Berlín generó un gran inte-
rrogante para Zabala: ¿por qué la sociedad soviética no
La visión topológica de la realidad social había defendido la continuidad del proyecto político
socialista, a través del cual se había resuelto para las
Como resultado de más de una década de traduc- mayorías las necesidades básicas? En esa búsqueda em-
ción de categorías topológicas al análisis de la realidad pieza a aclarar el problema del continuo, al darse cuenta
social y de su conocimiento de la teoría marxista, Zabala de que se había avanzado en una serie de valores par-
genera en 1974 un diseño espacial del modo de produc- ciales, pero la visión generalizada de lo humano, en
ción capitalista basado en el tercer tomo de El capital. So- valores como la libertad, no estaba resuelta.
bre un plano cartesiano y polar (visión matemática
discreta), se ubican las instancias (puntos) que generan Pasar de lo reticular (las redes) a lo continuo, es un
en su articulación las formaciones ideológica, social, eco- avance en la concepción epistemológica de la interpre-
nómica y política. La visión topológica del modo de pro- tación de la realidad. Zabala encuentra que Marx, a tra-
ducción permite diseñar estrategias de acción política vés de la visión infinitesimal, había hecho un gran aporte
en una formación específica. en este sentido, al reinterpretar el concepto de plusvalía
como una dinámica continua, que expresa en un solo
En la década de los noventa genera un nuevo diseño acto la inversión, el costo de los salarios y la ganancia
que se expresa fundamentalmente con esquices y bucles del capital financiero, y que había superado el carácter
(elementos tomados de Deleuze y Hostfater), para tratar ideológico que Smith y Ricardo habían introducido en
de interpretar la nueva lógica de relación (visión mate- el lenguaje económico, al afirmar que la plusvalía era la
mática continua) que ayuda a comprender la actual di- parte que el capitalista le robaba al trabajador.

ZABALA, V.; MEJÍA VANEGAS, A. H.; ZABALA CASTAÑEDA, S. N. Y MENJURA, F. E.: GERMÁN ZABALA. N ÓMADAS 167
TRAVESÍAS DE UN PENSAMIENTO POLÍTICO HUMANISTA
Marx ve que hay un salto de pensamiento, al en- fundo que el problema de la lucha de clases. Uno de los
contrar una nueva visión epistémica en la dinámica de aportes de esta revolución al socialismo, es haber de-
reproducción del capital, pero su momento histórico solo mostrado que el problema no radica en la toma del po-
le permite llegar a una interpretación parcial del conti- der para una clase, sino en la conquista de lo humano
nuo en un aspecto particular, en el infinitesimal econó- para todos/as. Lo decisivo no resulta ser una clase sino
mico como la expresión de tres variables (salario, un conjunto de seres que son capaces de distinguir la
ganancia e inversión), donde el infinitesimal explica la otredad y a través de ellos construir la mismidad, que
acumulación en un proceso continuo. se produce cuando lo que reúne a los seres humanos
está fundamentado en la existencia individual de cada
El infinitesimal humano es una generalización que su- ser en su humanismo.
giere Zabala para el avance teórico que Marx introdujo
con el concepto de plusvalía, en el tratamiento práctico En síntesis, Germán Zabala pretende generar un pen-
de uno de los fenómenos económicos más importantes samiento constitutivo de lo elemental (lo humano), lo sim-
del capital financiero. Zabala considera que esta con- ple (tratar de ser más humanos, luchando por el humanar,
cepción es válida no solo para la plusvalía como factor como afirmaba Federici), lo sencillo (ser impecable y ex-
económico, sino para todos los factores del desarrollo plicarse por sí mismo) y lo fácil (lo que cualquiera puede
conceptual de la humanidad ante las transformaciones hacer posible para la humanidad frente a la política: la
que impone el capital social. Del lado del desarrollo del libertad y la autonomía). Esto nos sitúa, finalmente, en
infinitesimal humano, surge la posibilidad práctica del hu- el ámbito alegre y paradójico de la diferencia.
manismo en la capacidad que tienen hombres y mujeres
de reproducir en cualquier situación la condición hu-
mana contra las lógicas de destrucción.
Citas
Para Zabala, el problema no es ser solamente huma-
nistas, sino ser capaces de llevar a término esta posición, 1 Solo hasta la década del cincuenta la matemática en Colombia
que es realizable en la interpretación de los procesos so- adquiere una fundamentación teórica de la que carecía hasta el
momento, a partir de tres visiones distintas: la de Federici, la de
ciales conducentes a la construcción del pensamiento Takeuchi y la de Juan Horváth. Takeuchi introdujo un criterio
del cerebro social, donde todos los participantes de la teórico a la visión operativa y técnica de la matemática propagada
desde las ingenierías, Horváth introduce la visión estructuralista
sociedad superen definitivamente el individualismo. En que la matemática recogía del desarrollo emergente de la ciencia
el caso de Allende, que sostuvo una posición humanista como estructura. Con el tiempo, Federici contribuye en gran
el 3 se septiembre de 1973, ante los capitanes que produ- medida a romper con la concepción operativa que se tenía del
modelo algebraico en la aplicación de los procesos industriales y a
cen el “tanquetazo”, no se contaba con la visión teórica ubicar la necesidad de aclarar desde la matemática las bases con-
y la posibilidad práctica de realizar esta posición, que ceptuales de los procesos relacionales para interpretar el capital
colapsa con el levantamiento del ejército y el retiro del social. Aporte básico para Germán Zabala, quien continúa pro-
fundizando y aclarando este tema. Para un fragmento de estos
apoyo de los cordones industriales a Salvador Allende. procesos y desarrollos en nuestro país, ver Horváth (1993).
2 Zabala es uno de los que propone el nombre de Estanislao Zuleta
Germán Zabala encuentra que se requiere una po- como docente de la Universidad, quien formalmente no contaba
sición universal, una crítica general de la sociedad que con títulos académicos que acreditaran su conocimiento.
supere el economicismo que paraliza la posibilidad de 3 Torres, impulsado por la doctrina cristiana generada a partir de la
entender los problemas epistemológicos. La salida es el visión teológica de Juan XXIII, y Zabala por el pensamiento mar-
xista, en el nudo de la polémica entre idealismo y materialismo. La
cerebro social que el ser humano elabora en la medida primera compilación de escritos, entrevistas, discursos y confe-
en que su diferencia (razón de la individualidad) lo lle- rencias de Camilo Torres Restrepo, fue realizada por Germán
va a encontrar la otredad para superar la soledad en el Zabala en compañía de Guitemie Olivieri y Oscar Maldonado.
Fue publicada en México en 1970, a través de la Editorial ERA.
diálogo (Zabala, 2004).
4 En sectores como el de las religiosas del Sacre Care de Marie (que
dirigían el Colegio Mary Mounth), quienes siguieron el ejemplo
Clarifica así, la ruptura filosófica con el marxismo, de Camilo Torres (Restrepo, 1995). El MEI se concibió en todo
que se produjo con la práctica política de Allende y de el proceso de discusión pedagógica con el Profesor Federicci y la
experiencia de docencia universitaria de Germán Zabala; en sus
algunos revolucionarios que comprendieron que en la orígenes fue un proyecto popular, que se proyectó como la pro-
revolución socialista de Chile había un proceso más pro- puesta de Golconda para los colegios parroquiales. Este modelo se

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aplica por primera vez en Bogotá en un colegio del barrio Galán, 14 Esta visión la viene trabajando aproximadamente desde 1985 y
administrado por la Comunidad de los Consolatos, a través de la constituye su principal preocupación teórica en el momento, al-
relación establecida con las religiosas del Sacre Care de Marie. rededor de la cual ha escrito una gran cantidad de artículos. Está
Posteriormente se implementó en Venezuela en el primer gobier- próximo a publicarse un libro sobre el cerebro social, en la Uni-
no de Carlos Andrés Pérez a través del Quinto Plan de la Nación; versidad Libre del Valle, resultado de un trabajo de consolidación
en México se desarrolló en las Escuelas de Trabajo Social en el conceptual desarrollado en el año 2007.
proceso de reconceptualización.
5 La reunión de sacerdotes se realizó en una finca cercana a Viotá
(Cundinamarca) que tenía el nombre de Golconda, motivo por
el cual el grupo se denominó así. Parte de la historia de Golconda
se encuentra en la serie de entrevistas compiladas en Restrepo
(1995), el libro Golconda. El libro rojo de los curas rebeldes Bibliografía
(Muniproc, 1969), así como su inscripción en el proceso de trans-
formación clerical en el plano latinoamericano en Enrique Dussel DUSSEL, Enrique, 1974, Historia de la Iglesia en América Latina. Medio
(1974) y Gustavo Gutiérrez (1972). milenio de coloniaje y liberación (1492-1992), Barcelona, Nova Terra.
6 El proceso de Golconda, cuya declaración final fue redactada en GARCIA René, 1971, De la crítica de la teología a la crítica de la
diciembre de 1968 (Golconda, 1973), se desencadena en un prin- política, Bogotá, Frente Unido.
cipio en condiciones de marginalidad, debido a que Germán es
juzgado en un Consejo de Guerra y es detenido. GARCIA René, Domingo Laín, Germán Zabala, Carmelo Gracia y
Pilar Gómez (Golconda), s/f, Comentarios en torno al documento
7 Camilo Torres se opuso a la acción cívico militar de Guillermo de trabajo de la II conferencia del CELAM-1968, disponible en:
León Valencia (1962-1966), creando como escenario político el <http://es.geocities.com/memoriacolombia/ren-doc.htm>.
Frente Unido. Al incorporarse al ELN se acopla al marco de la
GOLCONDA, 1973, “II encuentro del grupo sacerdotal de Golconda.
Guerra Fría. Golconda se opone a la estrategia de modernización
Documento final. Buenaventura, 9 a 13 de diciembre de 1968”,
capitalista de Carlos Lleras Restrepo por ser excluyente y
en: INDAL, No. 8, julio, Chile, Mimeo, disponible en:
devastadora de lo popular y como propuesta desata el apoyo a la
<es.geocities.com/archivorene/DeclaracionGolconda-1268.doc>.
modernidad cultural de la obra Cien años de soledad, y genera una
estrategia educativa desde la ciencia y la tecnología que se expresa ________, 1969, “Documento para la discusión interna de Golconda.
en los MEI y la Universidad Popular. Elaborado por Germán Zabala, Noel Olaya y René García”.
8 En el campo colombiano surge la Asociación Nacional de Usua- GUTIERREZ, Gustavo, 1972, Teología de la liberación: perspectivas,
rios Campesinos (ANUC) y en las ciudades la ANAPO, creán- Salamanca, Sígueme.
dose un escenario político de convergencia de fuerzas sociales HORVÁTH, Juan, 1993, “Recuerdo de mis años en Bogotá”, en:
populares contra el Frente Nacional. Después del fraude electoral Lecturas Matemáticas, Vol. 14, No. 1-3, Sociedad Colombiana de
del 19 de abril de 1970, se coordina la acción política del M-19 Matemáticas, Bogotá.
que usa la lucha armada en su máxima intensidad para agotarla,
buscando paz y democracia y no guerra y socialismo. Este hecho MUNIPROC, 1969, Golconda. El libro rojo de los curas rebeldes, Bogo-
cambia para Zabala la estructura política de Colombia, pues se tá, Cosmos.
abandona la tesis de “la combinación de todas las formas de lu- RESTREPO, Javier, 1995, La revolución de las sotanas: Golconda 25
cha”, desarrollada e impuesta por el régimen político dominante a años después, Bogotá, Planeta.
partir del gobierno conservador de Laureano Gómez. TORRES, Camilo, 1970, Cristianismo y revolución, Oscar Maldonado,
9 De toda esta movilización, quien logró mayor incidencia teológica Guitemie Oliviéri y Germán Zabala (prólogo, selección y notas),
fue el Padre Gustavo Gutiérrez del Perú, con la Teología de la México, Era.
Liberación, praxis que reubicó socialmente el papel de la Iglesia, ________, 1970, “Reportaje de Armin HIndrichs y Fernando
el sacerdote y la creencia en América Latina. Foncilla”, en: Camilo Torres, Cristianismo y revolución, Oscar
10 Zabala encuentra que esta tesis es válida para la situación que Maldonado, Guitemie Oliviéri y Germán Zabala (prólogo, selec-
vive Chile en el momento del gobierno de Allende, pero en ción y notas), México, Era.
otros contextos la práctica social puede ser cooptada por las ZABALA, Germán, s/f, El cerebro social, Cali, Universidad Libre del
estructuras que detentan el poder, por ello se requiere un análi- Valle-Colombia, (en prensa).
sis de cada caso.
________, Ensoñación de los saberes, Cali, Universidad Libre del Va-
11 Daniel Palma, minero chileno, fue secretario de organización del lle-Colombia, (en prensa).
Partido Socialista y del Partido Comunista chileno, brigadista ________, 2006, “El Camilo de nuestro tiempo”, conferencia realiza-
internacional en la Guerra Civil Española y creador del grupo da en la Universidad Cooperativa de Colombia.
Ranquil de Chile. Fue contertulio de Germán Zabala y Paulo
Freire por iniciativa de Iván Ilich en CIDOC, en Cuernavaca ________, 1995, Proyecto asociativo empresarial agroindustrial en la
(México). Provincia de Márquez (Boyacá), Bogotá, Corpes Centro Oriente.
12 Todos estos términos son propios del análisis económico del Gru- ________, s/f, La metodología multiversal, manuscrito.
po de los Ocho. ZABALA, Germán et al., 2004, Ética: la paradoja de la diferencia,
Bogotá, Corporación de Trabajo Regional de Emergencia y Soli-
13 La matemática plantea enfrentar el conocimiento más allá de lo
daridad.
visible para la comprensión humana, enfrentándose a problemas
por fuera de la experimentación sensorial y perceptiva. Introduce ZABALA, Manuel, 1961, Tesis de grado de Maestría en Antropolo-
el concepto morfismo como la dinámica que al actuar sobre la gía, UNAM, Ocoxingo, Chiapas.
realidad produce cambios no registrados por la ciencia, elaborán- Portal virtual: <germanzabala.com>, contiene artículos, cartas, entre-
dose un nuevo mundo sobre el espacio invisible. vistas, audio y video.

ZABALA, V.; MEJÍA VANEGAS, A. H.; ZABALA CASTAÑEDA, S. N. Y MENJURA, F. E.: GERMÁN ZABALA. N ÓMADAS 169
TRAVESÍAS DE UN PENSAMIENTO POLÍTICO HUMANISTA
170 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA
NUEVOS
NÓMADAS
ARLEY DAZA CÁRDENAS, A.: RESISTENCIA JUVENIL COMO MANIFESTACIÓN DE LA POLÍTICA NO TRADICIONAL N ÓMADAS 171
MARÍA ESTHER GALVIS: New York, 2005.

172 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Resistencia juvenil
como manifestación de
la política no tradicional* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 173-184

Arley Daza Cárdenas**

Este artículo aplica el concepto de resistencia –entendido como el tipo de acciones que tienen primacía respecto al
poder dominante– a dos agrupaciones juveniles de Bogotá, que hicieron parte de una investigación social sobre participa-
ción política. En él se analizan las maneras en que, en la práctica, se manifiestan las distintas formas a través de las cuales
las agrupaciones juveniles expresan sus particularidades. Teniendo en cuenta las características distintivas de cada agrupa-
ción –como su estructura organizativa, medios de expresión o movilidad territorial–, el artículo pone en evidencia el
surgimiento, fortalecimiento y distribución de nuevas formas de poder que escapan a las esferas políticas habituales.
Palabras clave: política tradicional, resistencia juvenil, poder, organización, Estado Joven, Activegan.

Este artigo toma o conceito de resistência –entendida como o tipo de ações que têm primazia sobre a potência
dominante– , aplicando-a para dois jovens da população em Bogotá, que faziam parte de uma investigação social sobre a
participação política. Discute-se as formas em que, na prática, demonstra as diversas formas através das quais os jovens
da população expressa suas particularidades. Tendo em conta as especificidades de cada agrupamento –como a sua
estrutura organizacional, os meios de expressão territorial ou mobilidade–, o artigo destaca o surgimento, fortalecimento e
divulgação de novas formas de poder político para além da habituais particularidades.
Palavras-chaves: política tradicional, resistência juvenil, poder, organização, Estado Jovem, Activegan.

The concept of resistance –understood as a sort of actions having relevance against the dominant power– is applied
in this article to two juvenile groups in Bogotá, which took part in a social research on political participation. Considering
their distinctive characteristics –organizational structure, means of expression, territorial mobility– the author analyzes the
different ways in which, in practice, these juvenile groups express their particularities and makes evident the emergence,
strengthening and distribution of new forms of power beyond the usual political sphere.
Keywords: traditional policy, juvenile resistance, power, organization, young state, Activegan.

ORIGINAL RECIBIDO: 22-VII-2008 – ACEPTADO: 28-VIII-2008

* El artículo surge como producto de la investigación “Jóvenes, participación


política y formación democrática. Estudio comparativo en Bogotá y Medellín”,
asumida por el Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos, IESCO - Univer-
sidad Central y el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia.
* * Estudiante de pregrado de Comunicación Social–Periodismo en la Universi-
dad Central y auxiliar de investigación del Instituto de Estudios Sociales Con-
temporáneos, IESCO, de la misma universidad. E-mail: samporf@hotmail.com

ARLEY DAZA CÁRDENAS, A.: RESISTENCIA JUVENIL COMO MANIFESTACIÓN DE LA POLÍTICA NO TRADICIONAL N ÓMADAS 173
Hay en las expresiones culturales contemporáneas poder tradicional, lo que se refleja, por ejemplo, en la
indicios titubeantes, pero signos al fin, alta tasa de abstencionismo electoral.
de que, tras las prácticas cotidianas y poco estridentes
están configurándose pequeños micropoderes Fuera de dicha esfera democrática y de los meca-
que se enfrentan de forma chapucera nismos institucionalizados de acción ciudadana y des-
a la intención normalizadora y excluyente obediencia civil, surgen nuevos dispositivos de
de los poderes institucionalizados participación –a través de movimientos, organizaciones
Rossana Reguillo o acciones particulares–, que se desligan de las prácti-
cas políticas comunes y que han encontrado diferentes
formas de hacerse visibles, convirtiéndose en espacios
Teóricos como Maffesoli (2004), Guattari (1994), de participación en ocasiones mucho más eficaces y sig-
Raúl Zarzuri (2005), Ulrich Beck (2001), entre otros, nificativos que los propios partidos políticos legitima-
coinciden en que la crisis de la modernidad –o su dos. Lo que está en cuestión entonces, es el manejo,
radicalización, en el caso de Beck–, trajo consigo dis- distribución y emergencia de nuevas formas de poder.
tintos e importantes cambios sociales cuyos efectos son
posibles identificar –entre otros espacios– en el accio- Al respecto, los estudios de Foucault identifican esta
nar de los jóvenes y las culturas juveniles. Una de las dinámica como “la emergencia de una potencia múlti-
manifestaciones más visibles del nuevo “rumbo social” ple y heterogénea de resistencia y creación” (cit.
que estamos viviendo, surge a partir del renacimiento Lazzarato, 2006: 1), es decir, el surgimiento de una
no institucional de lo político. neopolítica identificada como una forma de gobierno
de una nueva dinámica de las fuerzas que expresan entre
Para Maffesoli (2004), por ejemplo, la vuelta a la ellas relaciones de poder que antes no se conocían.
tribalización en los jóvenes representa una expresión
de la política no tradicional –es decir, una política no Para el presente artículo, dicha dinámica de poder
partidista ni vinculada de manera directa con las ins- aplicada a dos agrupaciones juveniles de Bogotá –Esta-
tituciones usualmente encargadas del manejo del po- do Joven y Activegan–, será llamada resistencia en la
der–, que cada vez toma más fuerza en las sociedades medida en que representa una oposición –no necesa-
del mundo posmoderno. Si bien es cierto que algunas riamente consciente– a los mecanismos tradicionales
de estas manifestaciones neopolíticas han surgido por ini- de participación y acción ciudadanas. Por otra parte,
ciativa propia y con la intención directa de generar constituye formas de subjetivación y formas de vida que
oposición a las tradiciones políticas globales, otras tan- escapan a lo que Lazzarato (2006) identifica como
tas aparecen en la esfera social sin la pretensión explí- biopoderes, evidenciando el surgimiento de nuevos fe-
cita de convertirse en alternativa política para los nómenos de comportamiento social que no están liga-
ciudadanos, aunque, a pesar de ello, lo sean al estable- dos a la concepción tradicional de la oposición política,
cer a través de sus actividades particulares, espacios de a través de partidos o movimientos con tendencias re-
participación y acción populares. volucionarias.

Pero ¿es posible desobedecer a un gobierno legítimo Pero ¿de qué manera se visibiliza la resistencia en las
bajo el contexto de las nuevas formas de participación? organizaciones juveniles de Bogotá? ¿Cómo y por qué se
El sistema democrático moderno contempla la posibili- resiste? El término resistencia en este artículo no hace
dad de ejercer cierta desobediencia por parte de la ciu- alusión “a la mera reacción o negación absoluta sino a
dadanía a través de mecanismos como el referéndum, las múltiples acciones que tienen primacía respecto al
el plebiscito e incluso el mismo voto en blanco, aunque poder [dominante]” (Cubides, Zuleta y Escobar, 2007:
éstos no surjan como resultado de la creación autóno- 15). Las formas de expresión estéticas, las manifesta-
ma de los representados, sino que se encuentren con- ciones directas, la búsqueda de alternativas de visibiliza-
templados dentro del mismo sistema democrático que ción y las causas adquiridas, serán analizadas en este
les dio origen. Por esta razón, no cuentan con la sufi- documento como formas de política no tradicional que
ciente credibilidad por parte de quienes ven en ellos escapan al ejercicio político convencional y, por tanto,
mecanismos institucionalizados de reproducción del como formas de resistencia.

174 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


La pregunta más obvia que surge respecto a este expresan un conflicto estético y enuncian nuevos ejerci-
tema tiene que ver precisamente con el ¿contra qué se cios de “ciudadanía”, expresa la vivencia de una nueva
resiste?: ¿contra un Estado tiránico y opresor? ¿Contra ética correspondiente a una dimensión estética (Quin-
las manifestaciones cada vez más radicales del capita- tero, 2005: 115).
lismo salvaje? ¿Contra una cultura dominante? ¿Contra
el “sistema”? ¿Contra lo que Negri y Hardt denomina- Es la lucha micropolítica juvenil la que me interesa.
ron sociedad disciplinaria y de control? (2002: 36); en rea- En la práctica, estas formas de asociación juvenil se
lidad, y esa es una de las tesis fundamentales del examinarán a partir de la Organización Sociocultural
presente texto, no es necesario focalizar consciente y/o Estado Joven y del Colectivo Activegan1 , cuyas activi-
totalmente la resistencia hacia una problemática espe- dades se llevan a cabo en la capital colombiana. Los
cífica de la cotidianidad social para crear o promover integrantes de ambas agrupaciones son jóvenes que no
espacios en los que se presenten acciones que “tienen sobrepasan los veinticinco años de edad. Por un lado,
primacía respecto al poder” dominante. En general, se Estado Joven manifiesta un enfoque artístico y cultural
resiste, aunque parezca difuso, a un estado de cosas a través de sus actividades que, por lo general, son rea-
que “tocan” de alguna manera sensibilidades particu- lizadas en la localidad de Bosa al sur de la capital, con
lares en el accionar juvenil. carácter comunitario y local.

Lo que sostengo es que, como resultado del devenir Por su parte, Activegan tiene como uno de sus prin-
cotidiano de la sociedad –en el que el accionar estatal cipales objetivos la formación de activistas veganos que
juega un papel importante–, surgen nuevas formas de propendan por la abolición de cualquier tipo de explo-
asociación ciudadanas, construidas a través de la so- tación hacia los animales humanos y no humanos; sus
cialización de intereses subjetivos-compartidos, desde actividades no se realizan en un punto fijo de la ciu-
las cuales se promueven otras acciones colectivas de dad, por lo que una de sus formas de acción –que des-
participación y construcción social –micropoderes–, que pués examinaré con mayor detenimiento– es el
escapan a las formas de participación y construcción nomadismo.
tradicionales –macropoderes–, y que, por tanto, se eri-
gen como opción alternativa ante el panorama social
que se nos ofrece. Modo de ser

No se trata de una relación directa entre carencia Conformada por trece jóvenes –grupo base–, la Or-
estatal versus reemplazo colectivo juvenil, aunque sí es ganización Sociocultural Estado Joven surge en julio
preciso afirmar que muchas de las iniciativas por parte del 2007 como producto de la antigua Red Juvenil
de las agrupaciones surgen como respuesta no sólo a sus Damawha, que agrupaba ocho organizaciones juveni-
propias necesidades expresivas, sino también a las ca- les del sector de Metrovivienda –localidad de Bosa–,
rencias sociales existentes que son relacionadas por al- hasta el momento de su desintegración hace dos años.
gunos de los integrantes de las agrupaciones con la Su principal objetivo es el de la formación de líderes
insuficiencia estatal como institución de poder legíti- juveniles a través de actividades culturales y artísticas
ma benefactora. –zanqueros, lanza-fuegos, danzas y payasos, principal-
mente–, que se llevan a cabo en el ámbito comunitario
Para Fernando Quintero, existen tres corrientes prin- de su localidad.
cipales que caracterizan las manifestaciones políticas
de los jóvenes en Bogotá: la lucha estudiantil y el surgi- A través de charlas y talleres esporádicos, el líder
miento de movimientos políticos, la lucha cívico-co- más visible de la Organización forma a sus integrantes
munitaria y, finalmente, la lucha micropolítica juvenil, en la formulación y presentación de proyectos, al igual
que en el funcionamiento de instituciones de poder lo-
relacionada con aquellos procesos que expresan el con- cal como el Consejo Local de Juventud o los Encuen-
flicto desde escenarios poco conocidos en el debate polí- tros Ciudadanos, con el fin de hacerlos partícipes activos
tico tradicional, como la apropiación del espacio público, de tales organismos en beneficio de su comunidad2 . Su
la producción artística, ejercicios de diferenciación que campo de acción lo constituye el trabajo comunitario a

ARLEY DAZA CÁRDENAS, A.: RESISTENCIA JUVENIL COMO MANIFESTACIÓN DE LA POLÍTICA NO TRADICIONAL N ÓMADAS 175
través de presentaciones en los colegios del sector, y, son o, en otras palabras, existe un metalenguaje del
esporádicamente, en colegios ubicados fuera de la accionar juvenil ajeno a cualquier agente externo a su
localidad. propia dinámica. Lo que vemos y analizamos no es lo
único que hay… la forma de una organización “sólo
Activegan es un colectivo vegano3 abolicionista y existe para esa forma y sus sujetos” (Deleuze y Guattari,
antiespecista, creado hace un año y cuatro meses aproxi- 1994: 268-275).
madamente. Busca la igualdad entre seres humanos y
no humanos a través de la creación de activistas veganos Paralelo a ello, existe un plan –plan de consistencia o
cuya vida sea un ejemplo de auténtica liberación e igual- de composición en oposición al plan de desarrollo y or-
dad. Mediante campañas informativas y educativas, se ganización que se enfoca en la visión estructural-rígida
proponen dar a conocer la problemática de la explota- de los agrupamientos–, que no contempla formación,
ción y el maltrato animal a la ciudadanía en distintos desarrollo de sujetos o estructura alguna. Este plan da
sectores de Bogotá. primacía a las relaciones de reposo y movimiento –ve-
locidades y lentitudes–, que surgen entre elementos no
El núcleo base del Colectivo está conformado por formados ni organizados. Para este nivel de plan, no
doce personas. Además, cuentan con participaciones existe unión de subjetividades que devienen en desa-
intermitentes de otros jóvenes que apoyan la causa rrollo o que se estructuren en una forma –organización–,
vegana, llegando a convocar en una sola manifestación, sino moléculas o partículas individuales que tienden a
protesta u otra actividad, hasta sesenta o más personas. atraerse a través de afectaciones compartidas no
El calificativo “colectivo” tiene una razón de ser para subjetivadas que tarde o temprano devienen en algo
sus integrantes: a diferencia del concepto de organiza- nuevo: agenciamientos colectivos.
ción, colectivo no implica una estructura jerárquica, rí-
gida, en la que se pueda identificar a un líder único Los agenciamientos colectivos, según Deleuze, son
que “lleve las riendas” de la agrupación. multiplicidades enmarañadas que se manifiestan como
acontecimientos. Representan la unidad mínima en el
Realizar una presentación “formal” de los dos gru- mundo social, y resultan de la unión de devenires que
pos juveniles en cuyo accionar se soporta el presente no finaliza en lo uno sino en lo múltiple que constante-
artículo es necesario, aunque, tal como lo sostienen mente cambia; no tienen objeto ni sujeto sino solamen-
Deleuze y Guattari (1994) con su tesis respecto “al plan”, te determinaciones, tamaños, dimensiones que no
concederle demasiada importancia al “plan estructural pueden aumentar sin que ella –la unión–, cambie de
de las organizaciones” o al desarrollo evolutivo de las naturaleza. En los agenciamientos –que siempre son
mismas como si su existencia y creación ya estuviesen colectivos, según Deleuze–, no existen unidades de
rígidamente dadas, nos impediría tener en cuenta algo medida mediante las cuales se pueda definir las multi-
más significativo: la trascendencia de las organizaciones plicidades que los componen, sino intensidades indefi-
juveniles. Con el “plan de trascendencia” Deleuze y nibles en constante transformación.
Guattari hacen referencia a aquello que no está dado
en lo que da, es decir, un principio oculto que dispone El acontecimiento resulta del choque entre multi-
las condiciones que darán origen a las grupalidades en plicidades. El acontecimiento, entonces, es inherente
contradicción con aquello que está rígidamente deter- al agenciamiento en el que confluyen distintos tipos y
minado. “Las formas y sus desarrollos, los sujetos y sus niveles de heterogeneidad que establecen lo que
formaciones remiten a un plan que actúa como unidad Deleuze y Guattari denominan conexiones por simpatía,
trascendente o principio oculto” (Deleuze y Guattari, en las que la transmisión de afectos ocupa un lugar
1994: 269). importante. Esta instancia es nombrada por ellos como
agenciamientos maquínicos de efectuación que “no remi-
De acuerdo con lo anterior, los análisis que se reali- ten a un objeto sino a un estado de mezcla de los cuer-
cen de las agrupaciones juveniles y, por tanto, el análi- pos de una sociedad (sus atracciones, repulsiones,
sis realizado de Activegan y Estado Joven, sólo pueden simpatías, rechazos, etc.) que afectan los cuerpos unos
ser posibles a través de la inferencia, pues lo que se ve en relación con los otros” (Deleuze y Guattari cit.
de ellas es tan solo una parte de lo que hay y de lo que Fernández, 2007: 185).

176 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


MARÍA ESTHER GALVIS: New York, 2005.

ARLEY DAZA CÁRDENAS, A.: RESISTENCIA JUVENIL COMO MANIFESTACIÓN DE LA POLÍTICA NO TRADICIONAL N ÓMADAS 177
MARÍA ESTHER GALVIS: París, 1981.

178 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


En adelante, se adoptará el concepto de agencia- conexión ideológica, una conexión afectiva entre sus
miento para hacer referencia a la Organización Estado integrantes, que fortalece el accionar mismo de la agru-
Joven y al Colectivo Activegan –sin olvidar que ambos pación y constituye, hasta cierto punto, uno de los prin-
calificativos (organización y colectivo) son los asumi- cipales engranajes que permite su continua fluidez. Su
dos y adoptados positivamente por los integrantes de resistencia está mucho más focalizada, pues más impor-
ambas agrupaciones4 – teniendo en cuenta los constan- tante que el “estar juntos” es el objetivo de divulgar el
tes cambios e intensidades que caracterizan a ambos estilo de vida vegano como ideal social, promoviendo,
tipos de agrupación juvenil. a partir de subjetividades compartidas, su propia pro-
puesta política para la comunidad sin dejar de lado el
lazo emocional que los une.
Emocionalidades compartidas
El “estar juntos” a partir de la compatibilidad emo-
Maffesoli (2004: 28) afirma que la tendencia a la cional e ideológica, implica para los integrantes de los
tribalización juvenil y a la superación del individualis- agenciamientos colectivos juveniles dos posibilidades
mo no se logra únicamente mediante mecanismos continuamente presentes: por un lado, la interacción
racionales de afinidad, sino también mediante emocio- directa con el grupo de pares con los que se comparten
nalidades compartidas. De esta manera, aplicando la ideologías y emocionalidades –que es lo que permite la
teoría a la práctica sin forzar la realidad, Estado Joven creación y supervivencia de los agenciamientos–; y, por
representa el tipo de agenciamiento en el que más im- otro, el rechazo parcial o total hacia la otredad diferen-
portante que el fin común es el “estar con” y el “hacer te, es decir, el “no estar juntos”. Esta permanente afir-
parte de algo” como característica sobresaliente. mación-negación del otro, provoca constantes rupturas
y transformaciones relacionales tanto hacia dentro como
Conjuntamente con las “emocionalidades compar- hacia fuera de los agenciamientos, que en mayor o me-
tidas”, se comparten ideales, formas de ser y estar en el nor grado influyen en su accionar cotidiano.
mundo y objetivos colectivos que impulsan a las dife-
rentes subjetividades a permanecer juntas, establecien- Activegan toma distancia de todos aquellos otros
do la diferencia con otros grupos de pares a través de la agenciamientos que no comparten su ideología vegana
instauración de sus propias actividades y de sus propios abolicionista, reduciendo casi completamente su
referentes de resistencia que, en el caso concreto de interacción a las relaciones internas de los integrantes
Estado Joven, surgen como deseo colectivo de que lo conforman. Su relación externa con otras agru-
reapropiarse de los espacios de acción ciudadana den- paciones que comparten parcialmente su preocupación
tro de su comunidad –Bosa (Metrovivienda)–, a través por los derechos de los animales es frágil, debido a la
de actividades artísticas. divergencia de opiniones y prácticas que “los otros” rea-
lizan, lo que constituye una fortaleza particular respec-
Dichas actividades convocan a la participación co- to al reafirmamiento de sus convicciones colectivas y a
munitaria y al desligue personal de las problemáticas sus prácticas de resistencia, pero a la vez, una debili-
sociales –drogadicción, violencia, delincuencia–, que dad respecto al aislamiento generado. Aunque si bien
caracterizan el sector, constituyéndose como alternati- existe tal aislamiento físico e inmediato, éste tiende a
vas posibles para los jóvenes de la localidad. Así, a tra- relativizarse en el ámbito virtual, debido a las conexio-
vés de su acción comunitaria, los integrantes de este nes ideológicas con otras agrupaciones veganas a nivel
agenciamiento están permanentemente ligados a la mundial, con las que se renuevan constantemente re-
construcción del sentido de lo público desde un ámbito laciones de parte y parte a través de Internet.
local que trasciende la mera realización de actividades
particulares, y que les brinda cierta autonomía al esta- Ulrich Beck, junto con Giddens y Lash (2001),
blecer fluctuantes quiebres con las instituciones públi- evidencian el enfoque político que están tomando
cas y privadas de la localidad. temas que antes no eran tenidos en cuenta desde
esa perspectiva. “Así [dice Beck], el tema ecológico
De la misma manera, aunque no con igual intensi- y medioambientalista en general, constituye, bajo el
dad, Activegan refleja internamente, además de una marco de la modernización reflexiva, un importante

ARLEY DAZA CÁRDENAS, A.: RESISTENCIA JUVENIL COMO MANIFESTACIÓN DE LA POLÍTICA NO TRADICIONAL N ÓMADAS 179
elemento de debate político” (Beck, Giddens y Lash, El performance consistió en que una de las inte-
2001: 13-73). grantes del Colectivo –disfrazada de animal– se encon-
traba encerrada por una cerca. Fuera de la cerca se
Retomando lo dicho por Beck, Activegan ha con- pegó un letrero que decía “Venta de carne. Contenido
vertido la problemática del maltrato a los animales en ‘nutricional’: sufrimiento 100%; dolor 100%; agonía
un tema netamente político: construyen iniciativas y 100%”. Junto a la cerca se ubicó un platón ensangren-
proyectos tendientes a abolir la explotación animal; se tado en el que otro de los jóvenes veganos se acostó sin
manifiestan en contra de las leyes aprobadas por el Con- camiseta cubriendo su cuerpo con un plástico transpa-
greso que permiten, por ejemplo, la entrada a las corri- rente, dando la sensación de que hubiese un muerto
das de toros a niños a partir de los siete años de edad; real debajo. En el plástico se colocó un letrero con la
gritan arengas en contra de la explotación animal y el frase “Carne es asesinato”.
especismo5 en lugares en los que se permite ese tipo de
hechos; e invitan a la ciudadanía, a través de la reco- La fuerza del performance radica en lo que Diana
lección de firmas, a apoyar iniciativas veganas ante el Taylor identifica como “la transmisión de una memoria
Congreso Nacional y demás instituciones de poder. social, que extrae o transforma imágenes culturales co-
munes de un ‘archivo’ colectivo” (Taylor, s/f: 2), y en el
De forma indirecta, la existencia de ambas agrupa- impacto visual inmediato que provoca la utilización de
ciones evidencia deficiencias estatales que promueven materiales icónicos que resignifican y visibilizan una
el surgimiento de nuevas formas de asociación juvenil, problemática particular, tal como la explotación de los
al igual que de poderes emergentes como respuesta a animales no humanos.
las carencias sociales existentes. Es, en resumen, la pues-
ta en práctica de una neopolítica creativa que está en No se trata simplemente de la dramatización artís-
permanente construcción. Por un lado, las actividades tica de algún acontecimiento, sino también la utiliza-
estético-comunitarias como alternativa a un contexto ción y apropiación de herramientas espacio-temporales
delincuencial y de drogadicción y, por el otro, una pre- que entran en juego con la puesta en escena de la
ocupación medioambiental por la que el Estado no se acción estética, constituyéndose en epicentro de todo
ha inquietado lo suficiente. “Estos movimientos socia- tipo de sensibilidades. Así, el hecho de realizar un per-
les se han convertido en verdaderos agentes de formance con máscaras de toros en temporada taurina
trasformación social en la medida en que ellos tienden justo en frente de la plaza de toros “La Santa María”
a ocupar espacios donde no existen instituciones o donde con una periodicidad estable 7 , entra en juego y
éstas han dejado de responder –según la percepción de (re)significa –en este caso la plaza de toros se con-
la gente– a las necesidades y demandas de la sociedad” vierte para el veganismo en un epicentro de maltrato
(Reguillo, 2000: 71). y explotación animal–, respecto a la totalidad de la
propuesta estética utilizada por los integrantes del
agenciamiento, quienes confrontan de manera direc-
Prácticas estéticas y artísticas como ta, a través de la estética, a los que identifican como
resistencia ejecutores y reproductores de parte de la conducta
especista presentada en la sociedad.
El viernes 21 de diciembre del 2007 a las 7 p. m.6 ,
los integrantes de Activegan decidieron realizar un per- Pero ¿qué es lo que hace de este tipo de manifesta-
formance en plena carrera Séptima con avenida Jiménez ciones estéticas o artísticas aquel “lugar en el que se
en Bogotá. La intención fue mostrar a los transeúntes privilegian las nuevas formas de activismo político”?
del “septimazo” su inconformismo con las prácticas (Deleuze y Guattari cit. Zepke, 2007: 56-57). Según
especistas, además de divulgar el estilo de vida vegano Rancière, “la estética apareció […] como una reac-
entre las personas del común. Si bien es cierto que ción en contra de aquello que normalmente se consi-
Activegan no es una agrupación artística, sus integran- deraba el reino de la política, es decir, como una
tes se apropian constantemente de herramientas de ese ‘metapolítica’ en la que el arte se convirtió en la condi-
tipo para hacer visible su inconformismo respecto a la ción de la libertad y de la igualdad de una comunidad
problemática particular que los vincula. sensorial nueva” (cit. Zepke, 2007: 57).

180 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


La estética de la política escapa –desde el punto Activegan manifiestan una evidente apatía hacia la
de vista de Rancière–, al ejercicio tradicional del po- institucionalidad que se refleja –con mayor intensidad
der o a la lucha por obtenerlo, constituyéndose en un en Activegan–, en una casi nula relación con cualquier
mundo particular y una forma específica de experien- tipo de entidad que represente la continuidad estatal,
cia, a través de la cual, se materializan subjetividades. lo que no significa que esporádicamente no se generen
Además, las manifestaciones estéticas –tales como el ciertos vínculos indirectos con alguna institución gu-
performance, la danza o el teatro– evidencian la emer- bernamental o no gubernamental.
gencia de nuevas formas de poder –nuevas en el senti-
do de que antes no habían sido tenidas en cuenta a
pesar de que existieran–, que se producen y reprodu- “Resistencia” contra la resistencia
cen en contextos no institucionalizados, mediante me-
canismos de visibilización de sentidos fundamentados Raúl Zarzuri (2005) afirma que pese a los brotes ju-
y, en el caso del performance, en la observación directa. veniles de resistencia, de micropoderes que emergen y
que se constituyen en las sociedades, surgen estrate-
“Las expresiones artísticas –no todas, por supuesto–, gias que directa o indirectamente tienden a anular di-
al ‘retirarse’ de la esfera tradicional de lo público, confi- chas manifestaciones; el autor identifica dos de estas
guran órdenes alternos y su alcance es un principio de estrategias: la antropofágica y la autopoémetica.
resistencia; por lo tanto, tienen un carácter político en
cuanto plantean un conflicto de poder, cuestionan la Así, La estrategia antropofágica –o estrategia de
hegemonía” (Restrepo, 2006: 54). Las expresiones esté- asimilación/aniquilamiento– consiste en “devorar” lo
ticas y artísticas son tomadas tanto por Activegan como que es extraño en un intento por hacer semejante lo
por Estado Joven como medios para transmitir sus pun- que es diferente. En palabras del autor, significa “aho-
tos de vista respecto a las realidades que los afectan gar las distinciones culturales o lingüísticas; fomentar
particularmente; se apropian de este tipo de métodos al e imponer una y solo una medida de la conformidad”
reconocer el poder de persuasión que tiene una obra de (Zarzuri, 2005: 23).
teatro, un disfraz o una máscara en un contexto público
y social determinado. El sábado 19 de enero, un funcionario de la Alcal-
día Mayor de Bogotá se acercó a los activistas veganos
En ese sentido, Nixon Molina, el líder más visible que se encontraban realizando una manifestación pací-
de Estado Joven, afirma que fica en la carrera Séptima frente a la plaza de toros La
Santa María para preguntar por el permiso expedido
la cuestión cultural y artística dentro de la Organización por la Alcaldía que debería tenerse para poder protes-
–dentro del agenciamiento– es una excusa para que los tar en un lugar público. Al no obtener el permiso –que
muchachos se formen políticamente. Es como un pulpo: ninguno de los activistas veganos se había preocupado
los tentáculos del pulpo son las actividades artísticas que por sacar–, solicitó hablar con el líder o representante
realizamos, pero todo eso lleva a la cabeza del pulpo que de la organización.
es la formación en liderazgo y participación política8 .
Se le explicó que Activegan no era una organización
La formación política a la que hace alusión Nixon, sino un colectivo y que, por lo tanto, no existían líderes
es una formación política contestataria en la medida sino que todos los integrantes actuaban como represen-
en que no pretende reproducir las tradiciones constitu- tantes y voceros de la agrupación a lo que el funcionario
cionales establecidas, sino informar a los jóvenes sobre contestó –contrariado– que debería existir un líder que
los derechos que tienen como ciudadanos y como jóve- pudiese asumir las responsabilidades de la ¡organización!
nes para poder reclamarlos, pues, en palabras de Nixon, Este tipo de conductas por parte de la institucionalidad
“los derechos no se mendigan sino que se exigen”. pretenden reglamentar a través de la formalidad buro-
crática el accionar de los agenciamientos que desean
Paralelo a este tipo de afirmaciones que reflejan un mantenerse al margen de estructuras jerárquicas y tradi-
ideal de cambio en las tradiciones políticas de la socie- cionales. La “antropofagia”, en este caso, radica en la
dad, los integrantes tanto de Estado Joven como de imposición de que cualquier tipo de manifestación pú-

ARLEY DAZA CÁRDENAS, A.: RESISTENCIA JUVENIL COMO MANIFESTACIÓN DE LA POLÍTICA NO TRADICIONAL N ÓMADAS 181
blica paradójicamente debe contar con la aprobación de partir con” o “situarse en”. Es lo que Alberto Corsín
la institución contra la cual, muchas veces, se quiere identifica como la construcción del procomún, partien-
protestar. do de la relación entre sujetos iguales.

La segunda estrategia de anulación –la autopoéme- El carácter comunitario de Estado Joven en el sec-
tica–, es diametralmente opuesta a la anterior. En ella, tor de Metrovivienda, lejos de representar un localismo
“se vomita a los extraños” expulsándolos de los espacios estático que se contrapone a la movilidad creativa del
del orden, excluyéndolos e incomunicándolos. Cuando nomadismo, constituye la emergencia fluctuante de
ninguna de las anteriores estrategias da resultado, se micropoderes que intentan mantenerse vigentes ante
acude, según Zarzuri, al aniquilamiento físico (2005: 23). la presión ejercida por los macropoderes tradicionales.

El primer paso que evidencia la utilización de la Ante falencias estatales, los integrantes de Estado
estrategia autopoémetica se presenta en el tipo de in- Joven se erigen como alternativa entre su comunidad.
formación que los medios de comunicación transmiten Que algún joven del sector prefiera aprender a hacer
sobre los jóvenes y el lenguaje que es utilizado para re- acrobacias en zancos o a montar un baile típico para
ferirse a ellos. Los medios de comunicación continua- presentar en público en lugar de insertarse en los gru-
mente relacionan el concepto de joven con palabras como pos de barras bravas existentes en el sector, en el consu-
“delincuente”, “drogadicto”, “desviado”, “anómico”, etc. mo de drogas o en la delincuencia, aporta más que lo
fomentando de esta manera, la aceptación de estereo- realizado por algunas críticas sociales –cuyas hipotéti-
tipos negativos en relación con ellos. cas soluciones muchas veces no llegan a ser aplicadas
en la práctica–, que se realizan desde la academia a
Para Zarzuri (2005), el tipo de resistencia generado “fenómenos” como la violencia, la pobreza, e incluso, a
por los jóvenes y las agrupaciones juveniles consiste en las ya satanizadas culturas juveniles.
pequeñas y constantes rupturas ante el poder dominan-
te, que no llegan a ser tan grandes y contundentes como
una revolución. Por su parte, Guattari y Deleuze afir- Nomadismo
man que las culturas juveniles pueden ser vistas como
“pequeñas máquinas de guerra” que se contraponen a El nomadismo es totalmente antitético a la forma del
la gran máquina de dominación estatal (cit. Zarzuri, Estado moderno. Y éste trabaja con constancia para su-
2005: 24). primir aquello que considera supervivencia de un modo
de vida arcaico. Sólo sedentarizando se puede dominar.
Sin embargo, por más estrategias utilizadas para Nos encontramos aquí ante un buen ejemplo de ese “fan-
anular las manifestaciones de resistencia, dice Zarzuri, tasma de lo uno” que es característico de la violencia
éstas no podrán ser eliminadas por completo debido a totalitaria moderna (Maffesoli, 2004: 23).
que la hegemonía no controla la totalidad de procesos
sociales. Un ejemplo de ello es el consumismo. La he- “Vagar” por la ciudad, apropiarse del espacio públi-
gemonía puede controlar el consumismo pero no lo que co en cualquier lugar, evitar la inmovilidad abriendo
las personas hagan con lo que consumen. espacios de acción política a través de expresiones par-
ticulares, es la manera en que los integrantes de
Activegan manifiestan el estilo de acción nómada que
Acción comunitaria los caracteriza.

La resignificación de lo público a través de lo co- Cada calle de la ciudad se convierte para Activegan
munitario que caracteriza a Estado Joven tiene ciertas en espacio político, en espacio de resistencia y, por tan-
peculiaridades: primero, el hecho de que lo comunita- to, cada calle o espacio público (re)significa en un con-
rio, lo común, es algo construido a partir de las texto determinado al cambiarse las relaciones simbólicas
emocionalidades compartidas. Aunque no es simplemen- que se han construido antes respecto a él. Así, la Plaza
te compartir con otros, o situarse en medio de otros, de Bolívar, epicentro del poder de la nación, deja de
sino ser conscientes de la acción que produce ese “com- ser aquel lugar que representa el sitio en el que “las

182 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


leyes nos darán la libertad”, para convertirse en un es- dicho por Maffesoli: “solo sedentarizando se puede do-
pacio de legitimación de la explotación y las políticas minar” (1997: 16).
bienestaristas contra las que se ha de resistir. De igual
manera, la plaza de toros o el circo, sitios que se presen- Quisiera culminar con una pregunta: ¿tiene algún
tan tradicionalmente como centros de cultura y entre- sentido resistir? Fuera de una concepción romántica en
tenimiento para la sociedad, se convierten en lugares la que se enaltecería la importancia de la diferencia
de sadismo y barbarie que propagan el maltrato hacia por la diferencia sin que interesen los resultados, debo
los no humanos, según el pensamiento vegano. señalar aquí que el sentido de la resistencia radica jus-
tamente en los “resultados” que alcanzan aquellas ac-
Como lo afirma Rossana Reguillo en su análisis de ciones que tienen primacía respecto al poder dominante, ya
los taggers9 mexicanos (2000: 120), el comportamiento que son dichas acciones las que gradualmente genera-
nómada “señala de entrada que [los jóvenes] no están rán grandes cambios a partir de pequeñas manifesta-
dispuestos a renunciar a la ciudad en su conjunto, que ciones. Recordemos una frase escrita ya en líneas
no hay fronteras ni aduanas simbólicas suficientes para anteriores: las culturas juveniles –y los agenciamientos
contenerlos dentro de un espacio delimitado”. ¿Por qué juveniles en general–, pueden ser vistas como “peque-
delimitar la problemática del especismo a un barrio o a ñas máquinas de guerra” que se contraponen a la gran
una localidad cuando ésta se presenta en todos los es- máquina de dominación estatal. La constante emergen-
pacios públicos y privados de la sociedad?, sería la pre- cia de esas “pequeñas máquinas” que una y otra vez
gunta con la que la comunidad vegana respondería vulneran desde distintos frentes el devenir del statu quo,
hipotéticamente al ser cuestionada sobre su constante reafirmando así la fuerza de la multiplicidad que des-
movilidad y apropiación ciudadanas. borda lo instituido en oposición a lo instituido que as-
fixia las diferencias, asegura la transformación de las
El nomadismo, entendido como perpetua movilidad viejas costumbres de reproducción social que pasaron a
que escapa al estado de vigilancia y de control dispues- ser obsoletas, aunque aún se sigan reproduciendo.
to por la sociedad, es esencialmente un asunto de fuer-
zas de poder que se contraponen. “Lo móvil, por su No podemos olvidar que alguna vez iniciativas como
propia esencia, queda fuera del alcance de la cámara la de abolir la esclavitud eran subversivas, atacaban las
sofisticada del ‘panóptico’ siendo la inmovilidad abso- estructuras sociales y políticas tradicionales, surgiendo
luta el ideal del poder”, dice Maffesoli (1997: 15). De en la forma de micropoderes crecientes que tuvieron la
allí que surjan distintos mecanismos de vigilancia y de suficiente prevalencia para convertirse en acción, y que
control –uno de ellos a través del video–, que intentan no sólo tuvieron primacía respecto al poder dominante,
anular, o por lo menos registrar, la vida errante que es- sino que alcanzaron el nivel de lo instituido. Sin em-
capa a las miradas. En Maffesoli esa vida errante “ex- bargo, tampoco se puede olvidar que algunos de los
presa también la revuelta, violenta o discreta, contra el micropoderes que históricamente lograron fortalecer-
orden establecido, y da una buena clave para compren- se, expandirse y establecerse como macropoder, han re-
der el estado de rebelión latente en las jóvenes genera- producido, a su manera, las formas contra las cuales
ciones” (Ibíd.: 15). alguna vez se revelaron, tal como ocurrió con el sueño
comunista en la antigua Unión Soviética o con algunas
En la jornada antitaurina del domingo 27 de enero, de las pseudoguerrillas existentes en ciertos países.
los activistas veganos notaron dos camionetas con vi-
drios polarizados que permanecieron estacionadas a es- Por tanto, ¿tiene sentido resistir? Es la pregunta –
casos 12 metros de la protesta. En las camionetas, dos o aún para mí en construcción–, sobre la que se tendría
tres personas vestidas con uniformes de la policía se que reflexionar sin caer en pensamientos “rosa” sobre
encontraban tomando fotografías a los activistas que lo diferente, ni en negaciones absolutas de la movili-
inicialmente no lo notaron. Según los integrantes de dad social. Evidentemente, existen fuerzas que emergen
Activegan, este tipo de conductas por parte de la fuer- y aportan desde la diferencia una reconstrucción de lo
za pública son realizadas frecuentemente para tener un juvenil, sin embargo, no puedo evitar la sensación me-
registro de los “revoltosos” y así poder tomar las medi- lancólica que imprime el paso del tiempo en la poten-
das “pertinentes”. Con este ejemplo toma más fuerza lo cia creativa y la multiplicidad joven. Los años se

ARLEY DAZA CÁRDENAS, A.: RESISTENCIA JUVENIL COMO MANIFESTACIÓN DE LA POLÍTICA NO TRADICIONAL N ÓMADAS 183
convierten en un sedante contra la potencia y la multi-
plicidad expresiva. Considero que la potencia múltiple Bibliografía
de la juventud es cuestionada en la etapa adulta y ani-
quilada por la vejez, en cuya fase, se hace aún más evi- BECK, Ulrich; Anthony Giddens y Scott Lash, 2001, “La reinvención
de la política: hacia una teoría de la modernización reflexiva”, en:
dente el regreso hacia lo uno indiferenciado. Ulrich Beck, Anthony Giddens y Scott Lash, Modernización re-
flexiva, política, tradición y estética en el orden social moderno, 2ª
Estados de movimiento y de reposo, de velocidades edición, Madrid, Alianza.
y lentitudes que fluctúan, permanecen y flotan por la CUBIDES, Humberto; Mónica Zuleta y Manuel Roberto Esco-
ciudad atrayéndose, repeliéndose, apagándose y rena- bar, 2007, Uno solo o varios mundos. Diferencia, subjetividad y
ciendo; eso son las colectividades juveniles. Un cons- conocimientos en las ciencias sociales contemporáneas, 1ª ed.,
tante devenir de emocionalidades compartidas y de Bogotá, Universidad Central – IESCO/Siglo del Hombre
Editores.
micropoderes emergentes. Una contradicción y cohe-
rencia a la vez, una eterna lucha por su visibilización y DELEUZE, Gilles y Félix Guattari, 1994, Mil mesetas: capitalismo y
esquizofrenia, 2ª ed., Valencia, Pretextos.
prevalencia, siendo todos estos matices los que enri-
quecen su existencia. Son, finalmente, resistencias. ESCOBAR, Manuel Roberto, et al., 2005, “Agrupaciones, culturas
juveniles y escuela en Bogotá”, Informe Final, Bogotá, Instituto
de Estudios Sociales Contemporáneos (IESCO), línea de inves-
tigación en Jóvenes y Culturas Juveniles – Universidad Central/
Secretaría de Educación Distrital.
Citas FERNÁNDEZ, Ana María, 2007, Las lógicas colectivas, imaginarios,
cuerpos y multiplicidades, 1ª ed., Buenos Aires, Biblos.
1 Acompañamiento de siete meses a ambos agenciamientos juveni- LAZZARATO, Maurizio, 2006, “Del biopoder a la biopolítica”, en:
les, mediante la metodología participante-observador y observa-
Revista Brumaria, No. 7, Madrid, diciembre.
dor-participante.
MAFFESOLI, Michel, 2004, El nomadismo, vagabundeos iniciáticos,
2 La relación entre Estado Joven y la institucionalidad fluctúa cons-
tantemente entre distanciamientos radicales y acercamientos tem- 1ª. ed., México, Fondo de Cultura Económica.
porales que determinan, hasta cierto punto, las formas de expresión NEGRI, Antonio y Michael Hardt, 2004, Imperio, Buenos Aires,
del agrupamiento, pues influyen en el devenir “natural” del mismo. Paidós.
3 Estilo de vida que propende por la no explotación animal en QUINTERO, Fernando, 2005, “De jóvenes y juventud. Una
ninguna de sus formas –alimentación, entretenimiento, vestua- aproximación sociológica a la producción de la juventud en
rio, experimentación y domesticación–, y que busca el respeto y la
Colombia”, Monografía, Bogotá, Universidad Nacional de
igualdad entre animales humanos y no humanos.
Colombia - Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de
4 A diferencia de organización o colectivo, utilizo el término de agru- Sociología.
pamiento de manera indistinta para referirme a las formas de
tribalización juvenil como alternativa esporádica del concepto REGUILLO, Rossana, 2000, Emergencia de las culturas juveniles. Es-
agenciamiento. trategias del desencanto, Bogotá, Norma.
5 Cualquier tipo de infravaloración de un individuo en función de su RESTREPO, Adrián, 2006, “Aproximación teórica a las prácticas
especie. artísticas de los jóvenes como expresión política”, en: Revista
Trabajo Social, No. 3, Medellín, enero-junio.
6 Diario de campo: viernes 21 de diciembre de 2007. Jornada
vegan en contra del consumo especista generado por la tempo- TAYLOR, Diana, s/f, “El espectáculo de la memoria: trauma, perfor-
rada navideña. mance y política”, disponible en: <http://performancelogia.
7 Diarios de campo: sábado 19 de enero de 2008 y domingo 27 de blogspot.com/2007/08/el-espectculo-de-la-memoria-trauma.
enero de 2008. Jornada vegan antitaurina frente a la plaza de toros html>, consultado el 17 de enero de 2008.
La Santa María en Bogotá, en contra de la tauromaquia. ZARZURI, Raúl, 2005, “Culturas juveniles y ciencias sociales: itine-
8 Entrevista realizada a Nixon Molina, líder de la agrupación Esta- rarios interpretativos transdisciplinares”, en: Jóvenes: la diferen-
do Joven. cia como consigna, ensayo sobre la diversidad cultural juvenil, San-
tiago de Chile, CESC.
9 Los taggers o rayadores aparecen en México hacia la década de los
noventa. Andan por la ciudad dejando tras su paso la huella de su ZEPKE, Stephen, 2007, “El ataque a la representación: la estética
presencia en muros, puertas, postes y banquetas, haciendo osten- como política”, en: Uno solo o varios mundos. Diferencia, subjeti-
tación de que no existe reglamento, lugar ni vigilancia que no vidad y conocimientos en las ciencias sociales contemporáneas, 1ª
puedan burlar para dejar estampada su marca identitaria. ed., Bogotá, Siglo del Hombre.

184 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


M ARÍA E STHER G ALVIS : New York, 2005.

ARLEY DAZA CÁRDENAS, A.: RESISTENCIA JUVENIL COMO MANIFESTACIÓN DE LA POLÍTICA NO TRADICIONAL N ÓMADAS 185
MARÍA E STHER G ALVIS : New York, 2005.

186 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


El lugar de la
autenticidad y de lo
*
underground en el rock nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 187-199

David García**

Este artículo propone una discusión en torno al lugar que ocupan “la autenticidad” y “lo underground” en el discurso
que múltiples actores sociales han construido sobre el rock, al tiempo que da cuenta de la manera como ambos fenómenos
son negociados y redefinidos permanentemente en el mercado musical y en la industria cultural.
Palabras clave: rock, culturas juveniles, autenticidad, underground, industria cultural.

Este artigo propõe uma discussão em torno ao lugar que ocupam “a autenticidade” e “o underground” no discurso que
múltiplos atores sociais hão construído sobre o rock, ao mesmo tempo que da conta da maneira como ambos fenômenos
são negociados e redefinidos permanentemente no mercado musical e na indústria cultural.
Palavras-chaves: rock, culturas juvenis, autenticidade, underground, indústria cultural.

This article proposes a discussion about the role that “authenticity” and “underground” plays in the discourse that
various social actors have built about rock, giving account of the ways in which these phenomena are negotiated and
permanently redefined in the musical market and in the cultural industry.
Keywords: rock, juvenile culture, authenticity, underground, cultural industry.

ORIGINAL RECIBIDO: 11-XI-2007 – ACEPTADO: 24-IX-2008

* Este artículo recoge algunos elementos del marco teórico de la investigación


titulada “Rock en Bogotá: la música que busca y que resiste ser industria”
(2005-2007), con la que obtuve el título de Magíster en Estudios Culturales
en la Universidad Nacional de Colombia. Allí se (re)construye el campo del
rock en Bogotá, a partir de dar cuenta de la manera como diversas bandas han
aprehendido las reglas del campo, negociando incesantemente con la lógica
del mercado.
* * Sociólogo graduado con tesis meritoria de la Universidad Nacional de Colom-
bia y Magíster en Estudios Culturales de la misma universidad. Actualmente se
desempeña como docente universitario. E-mail: davidfgarcia@gmail.com

GARCÍA, D. : EL LUGAR DE LA AUTENTICIDAD Y DE LO UNDERGROUND EN EL ROCK N ÓMADAS 187


D esde la década de 1960, el rock se ha consti-
tuido como un espacio discursivo y performativo que se
dos Unidos e Inglaterra, rastreando, en su proceso dialéc-
tico de configuración, la estrecha relación que en un
supone en estrecha relación con ciertas formaciones cul- primer momento guardó con ciertos aspectos y valores de
turales de “sujetos jóvenes”, al tiempo que ha configu- un grupo social subalterno que con el tiempo fue ganando
rado tipos característicos de consumo cultural. Se trata en protagonismo: la comunidad negra. Posteriormente,
de bienes simbólicos a partir de los cuales se constru- abordaré la relación de lo underground y la “autenticidad”
yen y configuran identidades atendiendo a la lógica de con algunos elementos constitutivos del romanticismo y
la diferencia, de la distinción; de donde se desprende ciertos valores cristianos, particularmente la exaltación
la necesidad de reconocerse en ciertos géneros musica- de la pobreza y de la humildad; finalmente, sostendré
les cuya propuesta estética y discursiva reivindica lo que la relación que se puede establecer entre las
underground y “lo auténtico”, lo cual suele ser entendi- “subculturas juveniles espectaculares” y su reivindica-
do como sinónimo de “lo no-comercial” o “lo-no masi- ción de lo underground y de lo auténtico, corresponde a
vo”. No sorprende, entonces, que uno de los preceptos las nuevas formas de distinción social propias de las so-
más importantes del rock sea “subvertir la lógica co- ciedades urbanas contemporáneas.
mercial por medio de la creación de un producto con
un valor estético fundamental: la autenticidad” (Zapa-
ta, et al., 2002: 85), a partir del cual ciertas prácticas de El origen histórico del underground:
producción y difusión –prácticas alternativas en el con- “lo negro”, “lo joven” y el rock´n roll
texto del campo musical global– legitiman en la medi-
da que prefiguran procesos de consagración signados En la primera mitad del siglo XX, el proceso me-
por el sacrificio, la austeridad y/o el “desinterés” eco- diante el cual “lo negro” llega a cobrar un protagonismo
nómico. notable en Estados Unidos y en Inglaterra, es divergen-
te. El jazz, por ejemplo, en Estados Unidos, puede ser
Estos elementos han contribuido a la edificación definido a partir de toda una tradición de mestizaje e
de una representación de esta forma musical, según la intercambios, y así se erige como un punto de encuen-
cual el éxito es sospechoso y sugiere una concesión mer- tro entre blancos y negros; de hecho, es con arreglo al
cantil; precisamente, la “autenticidad” y lo underground jazz que se van a configurar dos de las primeras
se erigen en pilares de ese conjunto de valores e imagi- “subculturas” juveniles en Estados Unidos (el hipster y
narios que se ha definido como la “ideología del rock” el beat), que desde la música y el estilo van a crear
(Frith, 1980). La “autenticidad”1 es susceptible de ser lazos simbólicos con la cultura negra. De esta manera,
entendida como un conjunto de espacios y prácticas alter- se ponen en evidencia ciertos aspectos que permitirán
nativas (conciertos pequeños, fanzines, disqueras inde- la identificación de “lo negro” con lo underground, y,
pendientes) que se enfrentan a la lógica homogeneizante casi simultáneamente, como veremos, con “lo joven” y
de la industria cultural. En consonancia, el underground con el rock. Por otra parte, puede decirse que si bien
o “movimiento subterráneo, como su mismo nombre lo en un principio Inglaterra experimentó una dinámica
indica, es algo que se debe desarrollar al margen del diferente a la de Estados Unidos, con la aparición y
gran comercio discográfico y al margen también de la popularización del rock´n roll empezarán a tener con-
gran industria publicitaria que convierte todo en un mero notaciones similares. En este caso habría que empezar
producto de consumo” (Citado en Urán, 1997: 21-22). con la relación entre el rastafarianismo, el reggae y la
En este sentido, el objetivo principal de mi acercamiento reivindicación de la identidad étnica de la comunidad
a la forma como históricamente se ha definido lo negra. Será en Jamaica donde dicha identidad empe-
underground, es intentar hallar claves explicativas de la zará a tomar una forma más consistente valiéndose de
manera como ciertas manifestaciones culturas y estéti- reinterpretaciones de la Biblia articuladas con la cul-
cas lo han tomado, renovándolo incesantemente, como tura oral, la forma como se apropian del “lenguaje del
su bandera, como el argumento fundamental desde el amo” y una manifestación expresiva cuya forma debe
cual se busca reivindicar su legitimidad. ser entendida a partir de la experiencia histórica de los
negros: la música. Así, el rastafarianismo, en tanto for-
La ruta que se seguirá en este texto parte por ubi- ma religiosa, implicará un cuestionamiento profundo a
car el origen histórico de la noción underground en Esta- la posición subordinada que ocupa el sujeto negro en la

188 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


sociedad blanca, desnaturalizando el orden social y pro- mún denominador: lo underground = lo marginal = lo
tagonizando formas alternativas de ser, hacer y pensar. subordinado. A esta múltiple relación subyace la “mi-
El reggae se va a erigir como el medio más idóneo de tología del hombre negro y su cultura”, es decir, la
masificación de la ideología rastafaria, que “apuntaba total idealización de la cultura negra, que sería reco-
a la más oscura de las rebeliones: la celebración de la gida, esencializada y casi fetichizada por la generación
Negritud” (Hebdige, 2004: 51). beat al erigir “lo negro” como símbolo de libertad, de
lo natural, en suma, de la diferencia: “el Hombre Ne-
Los primeros inmigrantes negros en Inglaterra ven- gro era una constante que ejercía el simbólico papel
drán, precisamente, de Jamaica; sin embargo, la pro- de túnel oscuro en dirección a un imaginario submundo
mesa de un nuevo país y una nueva sociedad en donde afloraba otro orden: un sistema maravillosamen-
apariencia más incluyente, llevó a este primer grupo te intrincado donde los valores, las normas y las con-
a buscar la manera de integrarse a la sociedad nor- venciones del mundo «normal» eran invertidos”
malizada. De ahí que sean los jóvenes inmigrantes (Hebdige, 2004: 78).
de segunda generación quienes jueguen un papel fun-
damental en la introducción de las formas culturales
negras en la sociedad inglesa de mediados de la dé- La generación beat
cada de 1950. Para ellos, más significativo que el
rastafarianismo –que aparece despojado de sus refe- De las dos primeras subculturas que en Estados
rentes religiosos–, es el reggae, pues “decía en voz Unidos tejieron una relación estrecha con las formas
alta la alienación experimentada por muchos jóve- culturales de la comunidad negra, hipster y beat, esta
nes negros británicos. La alienación apenas podía última es la que logra hacer la transición hacia Ingla-
evitarse: estaba inscrita en las vidas de los jóvenes terra a mediados de 1950; y es que, tras la Segunda
antillanos de clase obrera en forma de viviendas po- Guerra Mundial, una generación se descubre en un
bres, desempleo y acoso policial” (Hebdige, 2004: 56). mundo signado por el miedo, el vacío y una ausencia
Esta segunda generación de inmigrantes, apostada notable de seguridad ontológica, toda una experien-
en los barrios marginales, va a crecer y a estar más cia vital que dará forma a un sentimiento de
cerca de los jóvenes blancos de clase obrera, con los desafiliación hacia aquella sociedad dirigida por una
que establecerán algunos lazos simbólicos con arre- clase política ante la cual crece la desconfianza y la
glo a la situación estructural desfavorable que com- incredulidad. Para Mario Maffi (1975), este clima lle-
parten. Y este es el punto de encuentro entre el vará a los jóvenes a cuestionar un orden social carac-
proceso en Estados Unidos y en Inglaterra: la mane- terizado por las tensiones sociales, raciales y
ra como desde ciertos sectores blancos también mar- generacionales, lo que traerá consigo la gestación de
ginales o subordinados, una “nueva sensibilidad” que irá adoptando la forma
de una “cultura alternativa” y, posteriormente, para
[…] caracterizaron al negro como quintaesencia de lo los protagonistas de los años sesenta, de una
subterráneo, encarnación de todos aquellos valores (la “contracultura”.
búsqueda de aventura y emociones) que coexisten, mi-
nándolos, con los aspectos formales y positivos de la socie- Lo que Maffi ha denominado “cultura under-
dad mayoritaria (rutina, seguridad, etc.), en este contexto, ground” es, ante todo, un producto histórico, síntesis
a menudo las posiciones “joven” y “negro” quedan herma- de una serie de condiciones sociales, políticas y cul-
nadas por la mitología dominante (Hebdige, 2004: 66). turales específicas, que, además, en sus orígenes, ten-
drá un determinante generacional muy marcado: la
Será precisamente en este contexto, donde se ges- generación beat, misma que tiene, aparentemente, una
ta la identificación “explosiva” entre “joven” y “ne- particular conexión con los negros y lo que ellos, se
gro”, en el que va a surgir el rock´n roll bajo el supone, representan. “El beat vivía una relación ima-
imaginario de una manifestación surgida casi por ge- ginaria con el Negro-como-buen-salvaje, con ese
neración espontánea en el seno de la juventud. Van negro heroico situado, según la mitología, entre una
apareciendo así los diferentes términos de una suerte ‘vida de perenne humildad’ y un ‘peligro siempre
de ecuación: negro = joven = rock´n roll, y como co- amenazante’, entre la servidumbre y la libertad”

GARCÍA, D. : EL LUGAR DE LA AUTENTICIDAD Y DE LO UNDERGROUND EN EL ROCK N ÓMADAS 189


(Hebdige, 2004: 72). Esta visión romántica ya deno- los subculturales cuya esencia es una performatividad
ta un cierto matiz cristiano en la medida que la que ha sido leída como una forma de resistencia simbó-
pobreza se presenta como la oportunidad para con- lica. Sin embargo, lo underground no es exclusivamente
quistar el mundo de lo espiritual y la pureza. “lo joven”, y tampoco es todo “lo joven”; de la misma
manera que no todos los jóvenes pertenecen a una
Pareciera entontes que la emergencia de la cultura subcultura. El punto de encuentro fundamental entre
underground está asociada con la formación de una “cul- lo underground y las subculturas juveniles ha sido el es-
tura joven” que se supone antítesis del mundo adulto2 tilo y, fundamentalmente, la música: el jazz, el blues, el
en muchos aspectos, y que, además, al asumir la forma reggae, el rock, etc.
de “subculturas”, está llamada a resistirlo. La cultura
underground aparece asociada con una suerte de utopía
a la cual dieron forma determinados procesos socio- Los valores románticos y cristianos
culturales (la entronización de la razón, el progreso y la constitutivos de lo underground y
tecnología), que negarían la posibilidad de una felici- de la “autenticidad”
dad verdadera en donde el individuo pueda desplegar
su instinto creativo, sus emociones puras y tenga lugar para Son muy cercanas las condiciones históricas que
vivir plenamente la experiencia de libertad (característi- dan lugar a la cultura underground con aquellas que,
cas asociadas con “lo negro”, que también, aunque desde en el contexto de los preceptos racionalistas de la Ilus-
otra perspectiva, estarán presentes en los preceptos del tración, perfilarán el surgimiento del movimiento ro-
movimiento romántico). mántico. En los albores del proyecto moderno, prima
la entronización y la fe absoluta en la razón, en nom-
Así, parece claro que el carácter contestatario no bre de la cual se irá alienando y deshumanizando de
es un valor ahistórico de la juventud; por el contrario, manera progresiva al hombre, al tiempo que se teje
da cuenta de los esfuerzos por dar sentido a un mundo una relación marcadamente instrumental con la na-
que se presenta como caótico y contradictorio en un turaleza. Con el movimiento romántico se buscará un
momento determinado. De manera esquemática, se cambio de valores, un retorno a la autenticidad y la
puede pensar que se trata del enfrentamiento entre dos pureza por la vía de los sentidos y la espiritualidad; se
bandos: por un lado, la sociedad normalizada adulta, trata, si se quiere, de una búsqueda secular de Dios
conservadora y conformista; por el otro, la juventud, caracterizada por el rechazo del racionalismo occiden-
que aparece como el actor social “revolucionario” por tal. Para Isaiah Berlin (2000), dos de los aspectos más
antonomasia, de allí que la forma de clasificarla se relevantes que configuran la sensibilidad romántica
moviera entre los dos extremos de una dicotomía rígi- son la nostalgia y la paranoia, mismos que, sin grandes
damente definida que no conoce puntos medios: con- dificultades, son susceptibles de rastrearse, dependien-
formistas e inconformistas –estos últimos los llamados a do el momento histórico, en el grueso del “universo
integrar las primeras “subculturas” juveniles–. del rock”.

Los miembros de las primeras subculturas tenían un Por tanto, desde el romanticismo podemos empezar
origen de clase relativamente homogéneo: clase obre- a perfilar la relación entre lo underground y la autenti-
ra, sectores marginales y subalternos, que encarnan en cidad, pues “ya que debemos ser libres, y ser nosotros
su estilo de vida el rechazo a ciertos valores tradiciona- mismos del modo más completo, la gran virtud –la más
les, una resistencia simbólica al orden que los subordi- importante de todas– es lo que los existencialistas lla-
na. Se puede hablar, para dichas “subculturas”, de una man la autenticidad, y lo que los románticos llaman
conciencia de clase articulada con una conciencia sinceridad” (Berlin, 2000: 184). Diferencialmente, la
generacional. Por tanto, el cambio en los estilos autenticidad será uno de los principales valores reivin-
subculturales debe analizarse a la luz de la experiencia dicados por los románticos y por el underground3 . Se ha
de clase como un hecho histórico y con las relaciones señalado que la autenticidad denota lo original, lo que
que en cada momento establecen con la industria cul- no es susceptible de reproducirse ni de comercializarse;
tural y el mercado. Se pone de manifiesto, entonces, de ahí que sea uno de los valores más importantes aso-
cierta afinidad electiva entre lo underground y los esti- ciados a la música popular y que el relato de la autenti-

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MARÍA ESTHER GALVIS: Arles, Francia, 1981.

GARCÍA, D. : EL LUGAR DE LA AUTENTICIDAD Y DE LO UNDERGROUND EN EL ROCK N ÓMADAS 191


MARÍA ESTHER G ALVIS : Barcelona, España, 1981.

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cidad haya estado ligado históricamente a las músicas Auténtico, verdadero, Lo vacío, lo
folclóricas y eruditas. emociones puras, intrascendente, lo light,
desinterés, sinceros, lo comercial, el
En el libro Rebelarse vende (2005), además de seña- desinhibidos, no mercado,
lar cómo desde el siglo XVIII se popularizó la idea de artificiosos.
que los artistas debían enfrentarse a los valores lo pobre
Expresión musical (estéticamente),
hegemónicos de la sociedad tradicional, los autores
fundamental, auténtica,
hacen referencia a la clasificación de Norman Mailer a lo prefabricado, lo
significativa,
propósito de la distinción (oposición) entre “lo auténti- artificioso
Trascendental, profunda
co” y “lo burgués”:

Auténtico-bohemio Conformista-burgués En la “ideología del rock”, encontramos entonces


Raza negra, nihilista, Raza blanca, algunos cruces significativos entre los elementos cons-
individuo, cuerpo, autoritario, sociedad, titutivos del romanticismo y ciertos valores cristianos:
prostitutas, pecado mente, psicoanálisis, la exaltación de la pobreza4 , el sacrificio, la supremacía
salvación de los juicios éticos y, por último, la figura del mártir.
Así, se entiende el porqué muchos artistas reivindican
Si bien esta clasificación en sí misma es interesante todo el tiempo en su discurso el que “siguen siendo los
de deconstruir, resulta más pertinente para nuestros mismos”, e incluso, como parte de su puesta en escena
intereses analizarla a la luz de la siguiente cita de Maffi y de su performance, pueden mantener, a pesar de su
(1975), en donde se hace una evaluación moral resal- éxito y reconocimiento, o a propósito de él, su “aspecto
tando valores –típicamente románticos– como el idea- auténtico de pobres”; esta actitud
lismo, la sinceridad, la dedicación y la pureza, en
contraposición al cálculo, el egoísmo, etc.: tiene el matiz romántico de la filosofía del guetto y la banda
callejera, los raperos de éxito, por ejemplo, tienen que man-
[…] antes de que la industria musical se apoderase del tener su credo callejero, tienen que seguir siendo ‘auténti-
rock, antes de llegar a aquel Jano bifronte que es Elvis cos’. Van armados, procuran acabar en la cárcel, hasta se
Presley (ídolo del rock y del mercado, provocador-res- meten en algún tiroteo, con tal de demostrar que no son
petable) antes de aquellos años de vaciamiento y empo- ‘delincuentes prefabricados’ (Heath y Potter, 2005: 26).
brecimiento casi totales […] hubo un denso período en
el que aparecieron los grandes del género, personajes au- En una entrevista, una banda de rock bogotana afir-
ténticos, inmediatos, verdaderos artistas […] Sus “fenó- ma: “a pesar de lo que mucha gente piensa, que somos
menos” nunca fueron prefabricados, la carga emotiva y el unos gomelos o que tenemos mucha plata, por el con-
entusiasmo de sus exhibiciones eran auténticos, no estu- trario no andamos sino con lo del bus”5 . Esta aclara-
diados y rebuscados, en la más pura tradición del blues y ción en otros contextos no sólo no sería necesaria sino
del jazz más desinteresados […] los grandes del rock que ni siquiera sería deseable; pero es con arreglo a la
eran extremadamente sinceros y desinhibidos, exentos de posición que ocupan en el campo del rock, y a la estra-
cualquier artificiosidad […] y produjeron una auténtica tegia con que han procurado mejorar su situación den-
y fundamental expresión musical (Maffi, 1975: 289, cursi- tro de éste, que se debe entender esta toma de posición
vas mías). discursiva. Dentro del campo es manifiesta la noción
de “sacrificio”, entendiendo que los circuitos de consa-
A partir de la visión sobre el rock de Maffi (1975), gración son más poderosos cuanto más largos y más com-
se desprende otra clasificación que podemos enfrentar plejos, esto es, en tanto implican más esfuerzo, lo que
a la citada en Rebelarse vende, de donde se colige que de alguna manera comprende la ética del trabajo duro,
la visión romántica sobre la juventud y sobre el rock del “nadie nos regaló nada”; en efecto.
comparte los mismos valores: creatividad, espirituali-
dad, libertad, inconformismo, y, sobre todo, sinceridad, la auténtica ideología del mundo del espectáculo se apo-
elementos que son susceptibles de entenderse como los ya en la ética protestante del trabajo duro y la dedica-
valores donde descansa la autenticidad y lo underground: ción –los elegidos alcanzan su status de star a base de

GARCÍA, D. : EL LUGAR DE LA AUTENTICIDAD Y DE LO UNDERGROUND EN EL ROCK N ÓMADAS 193


años de buena labor–: el héroe del negocio del espectá- turales hegemónicos, que se constituyen en prácticas
culo es profesional (Frith, 1980: 96). distintivas respecto a otras construcciones identitarias
(Marín y Muñoz, 2002). Siguiendo la propuesta con-
Como resultado de la confluencia de múltiples fac- ceptual de Martín-Barbero, el universo de símbolos y
tores tales como “la ideología del rock” y su compleja valores asociado con el rock puede ser concebido como
articulación con el relato de “lo joven” y con ciertas cons- una instancia mediadora entre las más diversas subjeti-
trucciones identitarias, las estrategias de los actores del vidades y el mundo social; así, el rock, como espacio de
campo del rock son susceptibles de ser entendidas –des- configuración de prácticas e imaginarios, contribuye a
de adentro, por los músicos; o desde afuera, por el públi- la formación de universos de sentido y significados para
co–, como tomas de posición estéticas y éticas, muchas veces la vida. Aquí descansa el papel que desempeña el rock
reivindicadas discursivamente, de acuerdo con las de- como fenómeno músico-cultural (tanto desde la crea-
mandas o expectativas inscritas en el músico y/o en su ción como desde el consumo), generador de prácticas
posición dentro del campo. Siguiendo con la caracteri- que socializan, integran y diferencian desde lo simbólico.
zación del rock como producción cultural y objeto de
significaciones, hay que reconocer que éste suele ser leí- Ahora bien, si concedemos que el consumo y la apro-
do, simultáneamente, desde dos dimensiones (una esté- piación de bienes simbólicos puede comprenderse en
tica y una ética), que guardan correspondencia con las dos niveles: (1) por el placer que proporcionan en sí
diferentes representaciones sociales que se construyen mismos y (2) por su capacidad de distinguir simbólica-
del rock y en él, desde las cuales muchas veces se idea- mente, es este último el contexto desde donde deben
lizan tanto a los músicos como a su público, es decir, al leerse las cambiantes relaciones entre identidad y for-
“rockero”. Así, se supone que el “buen” rock (juicio es- mas musicales, con arreglo a la incesante búsqueda de
tético-musical) es, también, el rock “verdadero” (juicio “representaciones honestas” de las construcciones
ético-discursivo). Desde esta perspectiva, se suele legi- identitarias, de aquí la defensa a ultranza de la auten-
timar el gusto por el rock como “superior” respecto a las ticidad y esa suerte de “relación de propiedad” que
otras músicas que son consideradas como estéticamente muchos individuos pueden establecer con la música.
poco elaboradas y éticamente poco comprometidas. Com-
binando valores estéticos y funciones sociales, el rock se Para Mario Maffi (1975), los ámbitos artísticos en
constituye en un medio de comunicación, un medio que los cuales se perfiló la forma primigenia del underground
siempre tiene que decir “algo”. Por último, está la figura fueron el cine, el teatro y, fundamentalmente, la músi-
del “mártir”, que no escasea en el santuario de la mito- ca; en contraposición a las artes más “selectas” y tradi-
logía del rock´n roll (Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Jim
cionales: la literatura, la escultura y la pintura, que
Morrison, Kurt Cobain, etc.), ¿héroes románticos?,
daban lugar a una experiencia casi exclusivamente in-
dividual y pasiva, en donde la relación entre el artista y
[…] que creían en la necesidad de luchar por sus creen-
cias aun con el último suspiro de sus cuerpos, en el valor el público era indirecta y escasa, si no nula. Sin embar-
del martirio como tal […] Consideraban a las minorías go, el teatro y el cine también contarán con una asis-
más sagradas que las mayorías, que el fracaso era más tencia reducida y hasta cierto punto pasiva, que
noble que el éxito, pues este último tenía algo de imitati- contrasta con la intensidad de la experiencia musical
vo y vulgar […] Lo importante es que la gente se empe- que, a partir de múltiples mediaciones como la radio,
ñe en esos valores con todo sus ser. Si así lo hacen son los conciertos o los discos, permite la vivencia de la
héroes adecuados para la tragedia. Y si no lo hacen, son
música en diversos espacios –desde la intimidad del
filisteos, miembros de la burguesía (Berlin, 2000: 28-29).
dormitorio hasta el concierto multitudinario–, dando
lugar a la experiencia individual y colectiva, con lo cual
Lo underground’ y lo “auténtico”: la música se erige como un espacio de encuentro en el
nuevas formas de distinción social que es latente la constitución de un “nosotros” (comu-
en las sociedades urbanas nidades emocionales y de gusto). Además, en la
contemporáneas emblemática situación de concierto no sólo hay una
relación mucho más directa entre el artista y el públi-
A partir de los “objetos del rock” se pueden estable- co, sino que hay una mayor inmediatez corpórea; ¡la
cer relaciones de controversia frente a los patrones cul- música se baila!, se inscribe en el cuerpo, relación en la

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que descansa la performancia entendida como una Como resultado del diálogo entre técnica y formas
modalidad discursiva, como la puesta en escena de guio- culturales-estéticas, los modos y procesos de producir y
nes, códigos, símbolos y valores. Se entiende, entonces, apropiar los bienes simbólicos cambiaron. Siguiendo a
que “[…] la presentación de un grupo o de un cantan- Benjamín (1989), la experiencia estética perceptiva en
te se desarrolla a varios niveles comunicativos, del ver- la modernidad está signada por el valor exhibitivo, por
bal al visual, del musical al emotivo-visceral” (Maffi, tanto, la obra de arte “moderna” comprende la condi-
1975: 319), así, la experiencia musical se vive simultá- ción de ser reproducida mecánicamente brindando la
neamente desde lo racional, lo emotivo y lo corporal. posibilidad de ser apropiada masivamente, aspecto que
es constitutivo de su “aura”. Ahora bien, la industria
De suyo, el rock se constituye en una forma musi- cultural, entendida como un “sistema” totalizante a
cal y comunicacional de índole social, y, por tanto, partir de la homogeneización de la oferta, niega el esti-
relacional, en un medio de (re)conocimiento de la in- lo y absolutiza la imitación, su propia lógica niega la
dividualidad y la singularidad; de allí que Hebdige posibilidad de una verdadera innovación: “el ritmo de
identifique su relación con las formas de expresión de producción y reproducción mecánica garantiza que nada
las subculturas juveniles espectaculares, pues en la cambie, que no surja nada sorprendente” (Adorno y
música articulan y se juegan el estilo, la ideología y la Horkheimer, 2005: 179). Se enfrenta así a la paradoja
estética. La música, entonces, no sólo filtra la expe- de suponerse estandarizada pero a la vez obligada a re-
riencia de clase sino que es un medio de distinción novarse permanentemente, lo cual se lograría sólo en
social. apariencia, pues no es más que un cambio exterior de
la misma cosa, y termina por ser una propuesta
Lo “comercial” versus lo “auténtico” minimalista tanto en su discurso como en sus conteni-
dos. La estrategia parece responder más al cómo se ofrece
La sociedad de masas será el escenario en donde se y menos al qué se ofrece.
va a librar el “enfrentamiento” entre lo “comercial” y lo
“auténtico”, o toda clase de términos y adjetivos que se En este contexto, la obra de arte “en sí” es anulada
quieran emplear para denotar una y otra parte que no por la función social que se le asigna: la de distinguir
son más que las dos caras de una moneda, dos estadios simbólicamente. Será a partir de este argumento que se
diferentes de un proceso, aunque no por ello necesaria- hace la crítica a Adorno por una suerte de teoría elitista
mente contradictorios y sí relacionales. En este punto y romántica, sostenible, por ejemplo, a partir de los ca-
es necesario hacer explícita la perspectiva de las indus- lificativos con que se refiere a la cultura de masas: “sis-
trias culturales6 y comprender cómo el sello de distin- tema de la no-cultura”, “una barbarie estilizada” o el
ción de lo underground emana, se supone, de la negación “culto de lo barato”, de donde subyace, además, la dis-
u oposición a la lógica comercial que les es inherente. cusión por lo que denomina arte “ligero o inferior” ver-
sus arte “superior”, otorgando al primero una cierta
La industria cultural se inserta en el proceso his- naturaleza resistente y ruda, y entendiendo el segundo
tórico del capitalismo en la medida en que sus lógicas como el arte serio. Se desprende así la necesidad de
y prácticas se orientan hacia las reglas de la acumula- diferenciar entre “lo masivo” y “lo popular”, entre los
ción de capital; es, por tanto, un “sistema” ligado a la productos culturales que se ofrecen para el consumo de
sociedad de masas, a los modos de (re)producción las masas y aquellas expresiones que surgen en el seno
orientados al consumo por parte de un público masi- mismo de ésta, y que se nutren de múltiples matrices
vo. Producto de la “industrialización de la cultura”, culturales de orden local y global.
los bienes simbólicos devienen en objetos de consu-
mo, mercancías que se insertan en la dinámica de pro- Quisiera poner en consideración dos citas donde se
ducción “en serie” y, al mismo tiempo, gozan de altos referencian y definen la “autenticidad” y lo underground
niveles de sofisticación técnica. A este planteamiento o movimiento subterráneo, esto con el fin de eviden-
subyace la cuestión de la pérdida de autenticidad y ciar las cercanías y la congruencia (¿a despecho de
originalidad de los objetos estético-expresivos, la pér- Adorno?) entre las críticas que desde Francfort se ha-
dida o la transformación del “aura” de la obra de arte cían a la sociedad moderna y su emblemática industria
(Benjamín, 1989). cultural, y la manera como desde las formas del rock se

GARCÍA, D. : EL LUGAR DE LA AUTENTICIDAD Y DE LO UNDERGROUND EN EL ROCK N ÓMADAS 195


ha intentado reivindicar un sello de distinción frente a de vista las maneras, muchas veces contradictorias, por
la lógica de la industria musical: las cuales esas mismas formas “puras y auténticas” se con-
figuran. Ahora bien, los procesos de popularización –cuan-
Como lo explica Marín y Muñoz (2002) cuando encuen- do algo adquiere “popularidad”– se dan desde arriba (lo
tran que los jóvenes adolescentes bogotanos tienen, como “erudito”) o desde abajo (lo “popular”) y, por lo general,
denominador común, esa sensación de relación conflic- terminan en la mitad (lo “comercial”).
tiva entre las metamorfosis juveniles y el consumo cultu-
ral: ‘la tensión entre la conservación de una supuesta Volvamos sobre lo underground. ¿Cómo se va a confi-
esencia de identidad, por un lado, y la capitulación de gurar en esta dinámica? Lo underground, que original-
esta esencia al aceptar ofertas provenientes de la moda y mente se definía como el resultado de una búsqueda,
la música, por el otro’. Los adolescentes, los rebeldes, los posteriormente va a centrar su valor intrínseco en su
reaccionarios y contestatarios están dentro del sistema y “sino alternativo”, de ahí que no “gusten” de los cana-
no pueden asumir otra posición que la de sentir tensión y les oficiales (se perfila así una de las características de
preocupación por vivir dentro de un mundo donde no lo underground: su definición por negación: es más fácil
pueden negar lo comercial ni lo masivo. Esa tensión de decir qué no es underground, que señalar qué sí lo es).
convivir con el mercado, con lo comercial, busca resolu-
ción por medio de la autenticidad como una distinción de
calidad, como símbolo de un trabajo que va más allá de lo Homología entre la lógica del
comercial. La autenticidad se refiere entonces al poder de underground y la del arte erudito
resistir o subvertir la lógica comercial (Zapata et al., 2002: o arte “superior”
96-97, cursivas mías).
Pierre Bourdieu (1990) identifica dos instancias en
El marginalismo se da como expresión de una actitud el mercado de los bienes simbólicos, por una parte, el
radical y contestataria ante todos los aspectos de la campo de la gran producción, y por otra, el campo de la
cotidianidad. Además en el campo del rock se expresará producción restringida. El campo de la producción res-
en un populismo muy fuerte que hace suponer que los tringida ofrece bienes cuyo consumo, posesión o cono-
grupos auténticos deben ser pobres, sin educación musical, cimiento otorgan distinción y exclusividad, de la misma
sin sentido profesional, sin dinero de por medio, sin apela- manera, afirmo, pasa con el rock (no hay que olvidar
ción a los medios masivos de comunicación [...] (Urán, 1997: que, al menos en el principio, el rock, como el arte eru-
21-22, cursivas mías). dito, fue de minorías, sin embargo, progresivamente ha
ido dejando su carácter marginal y su adscripción a cier-
La capacidad de distinción del rock se va a jugar y tos grupos minoritarios). Ahora bien, al igual que en el
negociar constantemente en las relaciones que en cada ámbito del arte erudito, en el campo del rock,
momento establece con las estructuras de la industria y
el mercado. Por ello se plantea la necesidad de distin- “cuando un estilo artístico se populariza [...] los árbitros
guir entre lo masivo y lo popular, que para el caso es lo de la elegancia estética inmediatamente lo bajan de ca-
mismo que distinguir entre lo comercial y lo popular, en- tegoría. Precisamente porque se ha masificado, saber
tendiendo que lo popular no es lo mismo que “populari- apreciarlo ya no sirve como símbolo de distinción. Cuan-
zación” o “popularidad” (esta ambigüedad estaba ya do esto sucede, el «buen gusto» se orienta hacia estilos
latente en el discurso del romanticismo donde las con- más inaccesibles, menos conocidos” (Heath y Potter,
notaciones negativas recaen más en lo “popularizado” 2005: 144).
que en lo popular). Para entender las nociones de popu-
larización y popularidad es conveniente analizar el papel El valor de distinción de un bien proviene en buena
de las clases medias en el mercado de los bienes simbóli- medida de su exclusividad y rareza. En cuanto un bien
cos. En los extremos la cuestión es relativamente clara, se populariza, su capacidad de distinguir se empieza a
las formas estético-expresivas eruditas y populares son erosionar, por eso mismo, las más enconadas defensas
vistas como las formas más “puras y auténticas”, sin em- de lo underground y la “autenticidad” suelen darse des-
bargo, esta forma de concebir el mercado de los bienes de espacios especializados (“los árbitros” de lo
simbólicos no sólo es muy reduccionista sino que pierde underground suelen ser especialistas). Este afán de dis-

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tinción va a asegurar la rotación permanente de diver- tencialmente puede llegar a revestir “verdaderos ma-
sos artistas siguiendo el principio de la obsolescencia. tices contraculturales”, en la medida que propone
Esta dinámica se puede entender como un movimiento nuevos modos de hacer, y, en este sentido, pueden cons-
permanente de relevos, es entonces cuando “los espe- tituirse vanguardias estéticas (¿la “cantera” de la in-
cialistas” hablan de períodos, lo cual responde a la lógi- dustria musical?). Así, lo contracultural en este caso
ca dialéctica del cambio permanente en el campo: “[...] estaría en la subversión de los valores estéticos del
un continuo cambio de marcha, un borrar lo que antes campo musical mismo.
había existido, un romper con lo que precede: una es-
pecie de refinadísimo juego destructivo” (Maffi, 1975: Esta dinámica deja claro que el movimiento es per-
329). Cuando una propuesta se masifica o es reconoci- manente dentro del campo, por tanto, si algo se vuelve
da se erige en una suerte de canon, en la posición do- reconocido (se populariza), cambia de lugar. El antes y
minante ante la cual se perfilarán las nuevas estrategias el después de una banda, del que tanto suelen hablar
de subversión del campo (lo underground), que provie- los “especialistas”, hace referencia a la lógica específi-
nen de aquellos actores que ocupan una posición su- ca del campo, en el cual la trayectoria de un artista
bordinada. puede iniciarse en diferentes puntos y hacerse en va-
rias direcciones (desplazamientos verticales, de ascen-
Con el crecimiento y la institucionalización del cam- so o descenso, u horizontales, de permanencia y
po del rock, hay más miembros compitiendo por la he- consolidación). Sin embargo, después de un tiempo, el
gemonía, por tanto, hay más actores reivindicando su único lugar que le queda a algo que es underground es
propuesta desde “abajo” como underground y auténtica, arriba, salir a la luz; o permanecer y pagar el precio. El
algunos de los cuales, potencialmente, harán la transi- “submarino”, tarde o temprano, tiene que subir, dejar a
ción hacia el mainstream. Así, su reivindicación como algunos en la superficie para, una vez más, sumergirse.
underground es susceptible de leerse como una estrate-
gia para dotarse del capital simbólico relevante dentro
del campo. Ahora bien, los actores dominantes en un Algunos apuntes finales…
momento dado, no siempre fueron tales, antes ocupa-
ban una posición subordinada desde donde luchaban En los últimos años he estado cerca de un “peque-
por el reconocimiento y la legitimidad. Lo underground ño” festival de rock en Bogotá; algunos de los músicos
puede referir, entonces, a la tensión constante entre que han participado, a pesar de ser desconocidos
quienes, en diferentes momentos, ocupan las posicio- (¿underground?), no empuñan la bandera de “querer re-
nes dominantes y los que están emplazados en las posi- sistir la industria musical”, por el contrario, buscan la
ciones subordinadas en el campo: manera de integrarse, pues reconocen en ésta la única
posibilidad de profesionalizarse y así poder vivir de y para
[...] la oposición entre los jóvenes, es decir, los recién la música. ¿Se puede pensar que son estructuralmente
llegados, los que acaban de entrar, y los viejos, los que underground pero que no tienen la actitud “tradicional”
están establecidos, el “establishment”: oscuro/claro, difí- que se asocia con el underground?
cil/fácil, profundo/superficial [...] estas oposiciones mar-
can finalmente la oposición entre edades y generaciones Está claro que hay actores desconocidos en el cam-
artísticas, es decir, entre posiciones diferentes dentro del po que ocupan una posición dominada y que nunca
campo artístico (Bourdieu, 1990: 187). han tenido “la actitud” de resistencia, sólo quieren,
como los primeros inmigrantes negros en Inglaterra,
En este proceso dialéctico de relevos, la reivindi- integrarse, normalizarse. Puede hablarse, entonces, de
cación de ciertos valores subversivos ya conocidos, casi dos maneras diferentes de “ser underground” que co-
tradicionales, se revela tan obvia como reaccionaria, rresponden a dos tendencias estratégicas por buscar
de esta manera, el discurso de lo underground se ve posicionarse dentro del campo: por una parte, aque-
obligado a desanclarse de sus contenidos exclusiva- llos actores que se presentan con una actitud contes-
mente políticos o “comprometidos” y empieza a des- tataria, desde lo discursivo o lo estético, y que buscan
plazarse al terreno de lo estético. Y puede pensarse subvertir las reglas del campo; por otra, aquellos que
que es en el plano estético donde lo underground po- no son reconocidos pero que buscan integrarse siguien-

GARCÍA, D. : EL LUGAR DE LA AUTENTICIDAD Y DE LO UNDERGROUND EN EL ROCK N ÓMADAS 197


do todo el proceso de consagración que éste impone que no todos a una escala masiva; (2) no todo lo que
(jugar con las reglas), así, no toda posición dominada está “abajo” es contestatario o de resistencia, o tradicio-
necesariamente es contestataria. nal o folclórico, y (3) no todo lo que no es hegemónico es
subalterno y viceversa. Se abre entonces todo un pano-
Reconozcamos que la ideología dominante y legíti- rama epistemológico de donde deberán desprenderse múl-
ma en el rock es la del underground (lo alternativo, lo tiples iniciativas investigativas que apunten a analizar y
no-comercial), de allí que existan tensiones manifies- desentramar la naturaleza de los objetos culturales que
tas entre esta representación del rock y el proceso de usan personas de diferentes grupos y clases sociales para
promoción del mismo, que trata de explotar las posibili- hacer y expresar «resistencia», en el entendido de que
dades económicas del negocio discográfico, donde cada ya es tiempo de dejar de pensar que necesariamente toda
producto cultural se ve obligado a lanzarse a la búsque- diferencia es resistencia, y que toda cultura juvenil, en
da o constitución de un mercado en el que se tanto diferente, underground o marginal, es dada a “ha-
escenificará el enfrentamiento entre “idealismo estéti- cer resistencia”.
co” y “realidad comercial”, esto es, las tensiones entre
las prácticas de creación, las lógicas de la industria
musical y las formas de circulación y valoración social
de los productos culturales. Citas
En conclusión, a partir de los lineamientos de la 1 “authenticity is a value, a quality we ascribe to perceived
“ideología del rock”, las propuestas musicales legítimas relationships between music, socio-industrial practices, and
deben caracterizarse por un sino auténtico y contesta- listeners or audiences. Thus, what we feel to be ‘really rock’ might
be ‘authentic rock’ for us, but not necessarily for everybody, nor
tario, todo lo cual, según se ha señalado, aparece casi for all time [...] Authenticity is a complex phenomenon, and
intrínsecamente contrapuesto a los criterios comercia- involves more than personal preferences. It requires a sense of
les de la gran industria musical7 . Y según la represen- music’s external contexts, and judgement of the ‘objective’ effect
tación más generalizada del campo cultural, la cultura on music of such factors as record company marketing strategies,
music-making technologies, or the ongoing history of music’s
de masas –el terreno de lo comercial, de lo que se broader stylistics changes” (Keightley, 2001: 131).
masifica y se populariza– carece de autenticidad y ori-
2 A la aparición de los beats en Inglaterra sucederá la de los teddy
ginalidad, principios básicos para “revolucionar” per- boys, y, posteriormente –a mediados de 1960–, la de los mods,
manentemente el mercado, de ahí su intención primeros en crecer cerca de los antillanos, y quienes en su univer-
manifiesta de explotar comercialmente gran parte de so de valores van a empezar a hacer manifiesto el antagonismo
los ámbitos minoritarios de producción cultural, pues con la vida adulta y la importancia del tiempo de ocio como
patrimonio casi exclusivo de los jóvenes. Llamo la atención sobre
es en aquellas propuestas “novedosas” donde descansa este aspecto pues hace referencia a un aspecto central: el capital
la posibilidad de que el mercado se renueve (con lo temporal y su “monopolio” por parte de un grupo social determi-
cual las vanguardias son funcionales para la dinámica nado.
de la industria). 3 Aunque lo underground y lo “auténtico” se pueden equiparar, son
susceptibles de ser empleados de manera divergente dependiendo
Finalmente, el carácter comercial de una obra se pone del contexto, así, un artista puede no ser underground pero sí, para
algunos, original y auténtico.
de manifiesto cuando el artista emplea, en su realiza-
ción, elementos que ya han sido probados en el mercado; 4 “[...] la tradición cristiana es muy anticonsumista, empezando por
el propio Jesucristo que dijo aquello de que es más fácil que un
sin embargo, no se puede ser radicalmente original, ya camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino
que toda propuesta es construida a partir del conocimiento de los cielos [...] el reino material siempre se ha considerado un
que su creador tenga de la historia del campo. Hay que reino de corrupción y pecado. El verdadero cristiano debe alzar
superar el pensamiento dicotómico como paso previo para los ojos y procurar hallar la felicidad en lo espiritual” (Heath y
Potter, 2005: 123).
una síntesis en donde se conciba la cultura popular sin el
halo de una cultura “natural” y “original” (y sólo por ello 5 Disponible en: <www.colombia.com>, consultado en septiembre
de 2004.
auténtica), y la cultura masiva sin la perspectiva pesi-
mista, las más de las veces acrítica. En la actualidad, 6 Una vez más resulta ilustrativa la homología propuesta entre las
subculturas juveniles y lo underground: “La relación entre una
dicha síntesis debe comprender algunos postulados como: subcultura espectacular y las diversas industrias que la sirven y
(1) todos los productos culturales se comercializan, aun- explotan es ejemplarmente ambigua. Al fin y al cabo, una

198 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


subcultura de este tipo se preocupa ante y sobre todo por el con- ________, “¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popu-
sumo” (Hebdige, 2004: 131). Además, en tanto el underground lar?”, disponible en: <http://trabajaen.conaculta.gob.mx/convo-
revindica la diversión, el ocio y la lúdica, está estrechamente ca/anexos/De%20que%20estamos.PDF>.
relacionado con la industria cultural. HALL, Stuart. “Notas sobra la deconstrucción de lo popular”, dispo-
7 “One of the great ironies of the second half of the twentieth nible en: <http://www.nombrefalso.com.ar/index.php?pag=70>.
century is that while rock has involved millions of people buying HALL, Stuart y Tony Jefferson (eds.), 1976, Resistance Through Ri-
mass-marketed, standardised commodity (CD, cassette, LP) that tual, Nueva York, Holmes y Meier.
is available virtually everywhere, these purchases have produced
intense feelings of freedom, rebellion, marginality, oppositionality, HEBDIGE, Dick, 2004, Subcultura. El significado del estilo, Barcelona,
uniqueness and authenticity” (Keightley, 2001: 109). Paidós.
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GARCÍA, D. : EL LUGAR DE LA AUTENTICIDAD Y DE LO UNDERGROUND EN EL ROCK N ÓMADAS 199


200 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA
ECHEVERRI DE F., L.: ROBERTO PINEDA GIRALDO (AGOSTO 16 DE 1919-JULIO 27 DE 2008) N ÓMADAS 201
ROBERTO PINEDA
GIRALDO
(16 de agosto 1919-
27 de julio de 2008)

Ligia Echeverri de F.*

El proceso que hoy se conoce con el nombre de aculturación, supera


los umbrales estrechos de préstamos y adopciones simples que, de ser así,
definirían la cultura como una miscelánea de instituciones,
rasgos, elementos sin cohesión interna, sin correlación armónica
ni interdependencia, en la cual un agregado o una supresión
no alterarían su contenido esencial sino solo su inventario,
en forma cuantitativa; y ésta es una pobre concepción de cultura.

(Coautoría con Virginia Gutiérrez de Pineda.


Tomado de Criaturas de Caragabí,
editorial Universidad de Antioquia, p. 375, 1999).

* Socióloga especializada en Antropología Social. Fue alumna de Roberto


Pineda Giraldo y Virginia Gutiérrez de Pineda. Trabajó con sus Maestros
como profesora investigadora del CINVA, organismo dirigido por el primero,
y en la investigación “Estructura, función y cambio de la familia”, con la
segunda. E-mail: ligiaecheverri123@cable.net.co
Con datos proporcionados por José Fernando Pineda, hijo mayor de Roberto,
la autora elaboró esta síntesis biográfica como homenaje de la Facultad de
Ciencias Sociales, Humanidades y Arte de la Universidad Central a quien
donara en el 2005 su biblioteca personal y la de su esposa, como apoyo a la
gestión de sus alumnos Guillermo Páramo, Rector, y Ligia Echeverri como la
entonces Decana de dicha Facultad.

202 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


E l aporte y la trayectoria académica y profesional
del antropólogo Roberto Pineda Giraldo, recientemen-
maria en Medellín y, para apuntalar el presupuesto
del hogar, ayudaba a sus hermanos en pequeñas em-
te fallecido, se enmarcan en el espíritu positivista de la presas familiares.
política educativa y cultural de la República Liberal de
los años treinta y cuarenta. También en el esfuerzo ex- Terminada la primaria, a principios de los años
traordinario propio y de su generación. Con estos dos treinta, se matriculó en el Liceo Antioqueño para ade-
elementos, él cierra la brecha de conocimiento que en lantar su bachillerato. El Liceo, un anexo de la Uni-
la época separaba al país de sus homólogos del exterior. versidad de Antioquia, era una institución educativa
Su empeño en develar la realidad del país, impulsó a sui generis en el país y en la época. Disponía de la ex-
muchas generaciones de estudiantes a pensarla. Asi- celente biblioteca de la Universidad, profesores de
mismo, permitió que una gran cantidad de personas se cátedra y amplio local. No tenía cerradas las puertas
beneficiara con las políticas y acciones públicas que im- de entrada, ni portero, de manera que los estudiantes
pulsó, mediante sus investigaciones pioneras y sus des- podían entrar y salir cuando quisieran. No se llamaba
trezas profesionales. a lista y, por sobre todo, el origen social de los escola-
res, como lo atestiguan varias
Roberto Pineda Giraldo descripciones de la época,
nació en Abejorral (Antio- cubría la totalidad de ocupa-
quia). Su padre, Cayetano ciones y trabajos, además en
Pineda, era zapatero y du- una sociedad con tonos ra-
rante muchos años, funciona- cistas, estudiantes de dife-
rio del Estanco, institución rentes mezclas étnicas se
adscrita a las Rentas Depar- encontraban. Este espíritu
tamentales de Antioquia. Su igualitario en la educación,
madre, María Luisa Giraldo, contrario al de otras provin-
natural de Sonsón, venía de cias y regiones del país de en-
una familia vinculada a la tonces y de hoy, marcó y
arriería y a la agricultura. Él modeló su manera de ser y de
liberal y ella conservadora, interpretar el mundo.
debieron esperar hasta cuan-
do el padre de ella falleció Al terminar el bachille-
para casarse, dado que la fi- rato, y con un interés mar-
liación política de Cayetano cado por la geografía, la
era un obstáculo insalva- historia y la literatura (es-
ble para su imprescindible pañola y francesa que leía en
anuencia. textos originales en la biblio-
teca de la Universidad),
Roberto Pineda... Ernesto Guhl..., alumno y profesor
El sexto y último hijo de la Escuela Normal Superior. optó por la carrera de Dere-
vivo del matrimonio, Rober- cho en la Universidad de
to, cursó sus primeros años de primaria en la única Antioquia pero no sólo por ser una opción cercana a
escuela pública del municipio; cuando su familia cam- sus intereses, sino porque la podía financiar dentro
bió de residencia en busca de mejores oportunidades de sus limitaciones.
de trabajo y educación, fue llevado en caballo hasta
la entonces poco poblada Villa de Medellín. En la ca- Una oportuna conversación con Antonio Panesso
rrera Sucre, entre Ayacucho y Pichincha, cerca del Robledo, entonces su amigo de barrio, sobre el progra-
Teatro Bolívar, estaba su nueva casa. Y así, mientras ma de becas que ofrecía la Escuela Normal Superior en
su padre trabajaba todo el año en el pueblo de Cam- Bogotá bajo la dirección del médico costeño José Fran-
pamento, cerca de Yarumal, lugar al cual había sido cisco Socarrás, lo convenció de cambiar de idea. Así,
trasladado por las Rentas Departamentales de en 1940, se matriculó en el programa de la ENS de Cien-
Antioquia, Roberto continuaba sus estudios de pri- cias Sociales y Económicas y se graduó en 1944.

ECHEVERRI DE F., L.: ROBERTO PINEDA GIRALDO (AGOSTO 16 DE 1919-JULIO 27 DE 2008) N ÓMADAS 203
Su presencia en la ENS, que contaba con excelen- rativo de estratificación y clases sociales en Popayán
tes catedráticos del viejo continente llegados al país (Cauca) y Querétaro (México) junto con otros investi-
después de la conflagración europea y de muchos gadores, como Raymond Christ y James J. Parsons. Los
analistas nacionales que adquirieron renombre poste- programas de apoyo del gobierno y la academia norte-
riormente, posibilitaron que Roberto adquiriera una americana a la investigación científica, facilitaron la
formación de primer orden, como etnólogo y experto en difusión del saber y el contacto de los estudiosos norte-
temas sociales. Desde Paul Rivet hasta Rudolff Hommes americanos con sus colegas en Latinoamérica.
(padre), pasando por Urbano de la Calle, Francisco Sirre,
Pablo Vila, José de Recasens, el vasco Abrizqueta, Er- La persecución gubernamental de los años cincuen-
nesto Guhl, Antonio García, el sacerdote jesuita Félix ta, llevó a Roberto a buscar trabajo en la revista Sema-
de Bedout, entre otros, le proporcionaron una educa- na como redactor internacional. La opción de una beca
ción con estándares europeos, hasta entonces ausente de la Fundación Guggengheim, para él y para Virginia,
en nuestro medio. También le proporcionaron contacto les permitió romper el cerco económico y ocupacional y
de carácter universal con la literatura sobre temas so- viajar, en 1953, a la Universidad de California en Berke-
ciales. La biblioteca de la ENS, celosamente apoyada ley. Allí, Roberto tomó clases con figuras emblemáticas
por su director, facilitó igualmente esta tarea. de la antropología norteamericana como Alfred Kroeber,
Goerge Foster, Robert Lowie y maestros de la geografía
Sus compañeros de promoción seguirán siendo figuras cultural como Carl Ottin Sauer y su discípulo, James
decisivas en el desarrollo de las ciencias sociales en el Parsons. El acceso directo a estos autores le representó
país, personas como Darío Mesa, Alicia de Reichel, Blan- un cambio en su perspectiva antropológica, que se re-
ca de Molina, Jaime Jaramillo Uribe, Miguel Fornaguera, flejó en los trabajos posteriores.
Edith Jiménez de Muñoz, Carlos Trujillo Latorre, Milciades
Chaves, Luis Duque Gómez y Aristóbulo Pardo, con quie- A su regreso al país, en 1954, se vinculó al equipo
nes Roberto mantuvo –hasta el final de sus días– una her- de Ernesto Guhl en el Instituto de Seguridad Social
mosa amistad y un cariño fraternal. Campesina. De ese período de tres años, data su estu-
dio sobre El tabaco en Santander, uno de los mejores es-
Pero lo más relevante en su vida, fue la presencia tudios sobre la economía tabacalera del departamento
entre sus condiscípulos de la socorrana Virginia y del sistema de aparcería que la sustentaba. Producto
Gutiérrez Cancino, quien venía del Instituto Pedagógi- de sus trabajos, fue la modificación del régimen
co Nacional. Fue su amor de toda la vida, la conoció en prestacional en la región, introducida por el gobierno
1940 y en 1945 contrajo matrimonio con ella en una del General Rojas Pinilla y, de paso, ser declarado per-
relación que duró más de 54 años, hasta su muerte en sona non grata por compañías tabacaleras y algunos gre-
1999. Virginia fue también su par profesional, su crítica mios de la región.
más profunda y su fuente de apoyo en las empresas per-
sonales y en su carrera académica. Los estudios y atlas históricos de los departamentos
de Caldas, Nariño y Cauca son también resultado de su
Ambos realizaron viajes y expediciones, apoyados por aporte como miembro del equipo de Ernesto Guhl. Fue
el profesor Paul Rivet y el director de la ENS, bajo el entonces llamado por la Corporación de Servicios Públi-
imperativo de conocer y explicar la realidad social, cum- cos. Allí adelantó, entre otros, el trabajo sobre la situa-
pliendo el principio de que se debían atener a los he- ción laboral y social en el departamento de Córdoba y
chos. Sus trabajos etnográficos incluyeron diversas del ingenio de Berástegui, estudio aún sin publicar pero
travesías y visitas a la Guajira, al Chocó, al territorio del que hay copias manuscritas bajo el título “Berástegui”.
del Opón, de las cuales quedan varios trabajos ahora
publicados: Aspectos de la magia en la Guajira, Criaturas Al dividirse la Corporación en tres entes y surgir el
de Caragabí, Los motilones, y Vocabulario Opón Carare, Instituto de Crédito Territorial (ICT), Roberto fue nom-
en coautoría con Miguel Fornaguera. brado, en 1957, jefe de planeación, responsable de las
operaciones y programas de vivienda de interés social,
Incorporados al Instituto Etnológico Nacional, co- cargo en el que permaneció hasta 1960, cuando aceptó
laboraron con Andrew Whiteford en el estudio compa- ser asesor de la OEA, en temas de vivienda.

204 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Es posible que su desempeño en el ICT sea uno de recursos en América Latina no era la carencia de per-
los aspectos menos conocidos de su trayectoria, pero sonal calificado, sino los problemas del desarrollo urba-
desde la óptica de su familia y sus allegados, el más no y el acceso a información relevante en la región,
relevante y con mayores repercusiones para su fértil y transformó el CINVA en el SINDU (Servicio Intera-
creativa trayectoria como antropólogo. Bajo la direc- mericano de Información sobre Desarrollo Urbano) del
ción de dos gerentes del ICT, Robledo Jaramillo y López que fuera director hasta 1977. En 1978 fue nombrado
Trujillo, su oficina multiplicó por algo más de 14 el nú- por la OEA como especialista del Programa de Desa-
mero de soluciones de vivienda originales y de bajo costo, rrollo Rural en Áreas Prioritarias, dentro de las secre-
ofrecidas en propiedad a hogares de escasos ingresos en tarías de Asentamientos Humanos, Programación y
varias ciudades del país, utilizando solamente recursos Presupuesto en México, cargo en que se desempeñó
del presupuesto, capitalizados y con una cartera sin hasta 1981.
morosidad. Las viviendas públicas contribuyeron a dis-
minuir el déficit habitacional y a proporcionar orden y A su regreso al país, fue nombrado en 1982 director
estructura al desarrollo urbano. del Instituto Colombiano de Antropología (hoy
ICANH), donde estuvo hasta 1986. Desde entonces,
Con el equipo del ICT, conformado por figuras como trabajó durante un año en el Proyecto Urbanístico Ciu-
Rafael Machado, Carlos Varona, Ernesto Merlano, Lu- dad Salitre, en Bogotá, con la firma Arturo Londoño y
cio Cabal y René Caballero, Roberto logró, por otro lado, Cía. y con el Banco Central Hipotecario.
introducir nuevos criterios de diseño (en altura y una
mayor escala) para cada proyecto, como lo atestiguan, En los dos años siguientes, regresó por segunda y
entre otros, los arquitectos del Centro Urbano Antonio última vez en su vida a trabajar en una investigación
Nariño y Ciudad Techo (posteriormente Ciudad conjunta con su esposa y colega, denominada Miscegina-
Kennedy) en Bogotá. ción y cultura en la Nueva Granada: 1750-1810 y publica-
da en dos volúmenes en 1989. Entre 1988 y 2005, fue
En una de sus visitas al departamento del Tolima miembro de la Junta Directiva de la Comisión para el
para diseñar programas de vivienda, adelantó investi- Intercambio Educativo, Programa Fulbright del gobier-
gaciones en el municipio de El Líbano, situado sobre las no norteamericano en Colombia y dio asesoría informal
estribaciones de la cordillera oriental, y víctima de la a varias instituciones no gubernamentales, interesadas
violencia política. Su ensayo “El impacto de la violen- en la vivienda popular.
cia: el caso de El Líbano”, publicado por el Departa-
mento de Sociología de la Universidad Nacional bajo Además de su labor directiva y docente en el
la dirección de Orlando Fals Borda, sirvió de base para CINVA, en varias oportunidades fue profesor de los
indagaciones posteriores sobre el tema. departamentos de Sociología y de Antropología de las
universidades Nacional, Gran Colombia, Externado y
Bajo la dirección del antropólogo Ángel Palerm en de la Escuela de Historia de la Universidad Industrial
la división de asuntos sociales de la OEA, Roberto fue de Santander.
asesor de varios gobiernos latinoamericanos en temas
de vivienda, antes de ser nombrado director del Centro He ahí, pues, la trayectoria silenciosa de un valor
Interamericano de Vivienda (CINVA) de la misma or- nacional. Quizás muchos no alcancen a darle la dimen-
ganización, con sede en Bogotá. Entre 1964 y 1972 fue sión social a sus aportes. Pero si ahondan en la validez
su coordinador. Allí se formaron varias generaciones de de sus investigaciones, tendrán que reconocer que en
viviendistas latinomericanos que trabajaron en sus paí- la Colombia de hoy, aún ondea sobre el asta de sus es-
ses en el diseño, planeación y aplicación de programas critos esa “llama al viento” que fue Roberto Pineda
de vivienda popular. Giraldo. Por ello, y en honor a su esfuerzo y a su capaci-
dad de penetración en los fenómenos sociales, nos he-
En 1972, convencido de que la limitante principal mos permitido hacerle este homenaje al iluminante
de los programas de vivienda para grupos de escasos profesor y al amigo entrañable.

ECHEVERRI DE F., L.: ROBERTO PINEDA GIRALDO (AGOSTO 16 DE 1919-JULIO 27 DE 2008) N ÓMADAS 205
ORLANDO FALS BORDA.
Aporías de un
pensamiento sin
desilusión
(11 de julio de 1925-
12 de agosto de 2008)

Alejandro Sánchez Lopera*

Ahora urge traducir lo teórico a lo real

(Comentario final de Orlando Fals Borda al Seminario sobre


“Clases sociales y crisis política en América Latina”,
Oxaca (México), junio de 1973).

* Politólogo. Candidato a Magíster en Investigación en Problemas Sociales


Contemporáneos e investigador de la línea de Socialización y Violencia
del IESCO - Universidad Central. Agradezco a Dairo y a Maria Gissele.
E-mail: marroco4@yahoo.com

206 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


L ejos de un homenaje, pero también de la nos-
talgia, esta reseña rastrea sólo un fragmento de aquello
rio Camilo Torres, a quien Fals entendió como un
“subversor moral” y no como un “apóstol desolado” o
que es capaz de provocar la pasión por un oficio, y la “profeta desoído”, afirma que “lejos de admitirla como
persistencia de una experiencia política. Describir la algo inmoral y destructivo de la sociedad, se veía la
fuerza de un nombre propio que, como el de Orlando subversión como algo positivo, moral y reconstructor
Fals, procede no por enseñanza o prédica sino por con- de la sociedad, como una condición necesaria para
tagio, nos lleva a su desvanecimiento, a la desfigura- el desarrollo de ésta” (Fals, 1967: 183). Esta revalo-
ción de los prestigios del intelectual y el ocaso de la ración de lo insumiso, insertó continuamente su ex-
figura del “maestro”, para entrever cómo una sociedad periencia en una serie de relaciones y distancias con
se configura a sí misma a través de las formas en que proyectos políticos (Frente Unido, Movimiento Po-
conoce. No se trata entonces del reclamo de una he- pular, Alianza Democrática, Polo Democrático), co-
rencia o un legado, pues “no son los signos de poder lo lectivos eclesiales (Golconda) y proyectos editoriales
que importa, ni las vidas ejemplares, sino aquello de lo (la Revista Alternativa).
que es capaz una convic-
ción, aquí, ahora, y para A lo largo de ese
siempre”. recorrido “personal”, la
obscena concentración
Barranquillero, nacido económica, el despojo ma-
en 1925, a través suyo flu- terial interminable de los
ye la sombra del Caribe colectivos y la infamia
hacia Bogotá, el centro, como normalidad en nues-
cuyo ridículo sobrenombre tro país, lastimaron nues-
de “Atenas Suramericana” tra vida, nos inundaron de
simulaba todo lo que pro- un dolor inconfesable.
fesaba de segregación y de Pero Orlando no se plegó,
desprecio hacia las re- ni se sumió en la melan-
giones, y hacia vastos sec- colía, o en la comodidad
tores de la población del buen juicio del pensa-
ubicados por fuera del me- dor. “Nadie que no haya
canismo ilustrado. Relator vivido antes de la revolu-
de la insurgencia de la pro- ción, conoce la dulzura de
vincia, de la multitud que vivir”, parecen ser las pa-
no habita los centros del poder, la apuesta movilizada labras que avivan el recorrido de los pocos que, como
por Orlando logró generar lo que muy pocas en nuestro él, no devinieron funcionarios de la burocracia, o pro-
país: polémica. Discutible, para muchos, por su “falta” fetas del liberalismo parlamentario.
de rigor teórico; para otros, por su cercanía a la prédi-
ca, que generó prácticas políticas y de conocimiento De esta manera, la persistencia de Fals Borda lo lle-
colindantes con el sacerdocio; y para algunos, por su vó a enfrentarse con las prácticas de diferentes perso-
ambivalencia frente a la violencia como práctica posi- najes que pueblan nuestra historia: el censor de las ideas
ble de transformación de lo real. Quizás sea más fecun- (su salida de la Universidad Nacional acusado de ser
do intentar rastrear los efectos sociales de su travesía agente del imperialismo, y promotor de una orientación
de pensamiento, entendiendo éste no como el saber del técnica y no científica de la sociología), la brutalidad del
filósofo, sino como aquel conocimiento capaz de trans- centinela (torturado junto con su compañera María Cris-
formar la experiencia. tina Salazar bajo el Estatuto de Seguridad), finalmen-
te, el dogmatismo del pastor, y la negativa de la jerarquía
Esa travesía lo llevó a lo que él denominó “dile- eclesiástica a dar el permiso a tres sacerdotes para acom-
ma ontológico”, a saber, la localización social como pañar la Comisión de “diálogo” en Marquetalia en 1964.
práctica posible de la subversión en Colombia. En su La Comisión, de la cual hacía parte Orlando, desistió
reseña del libro dedicado al sacerdote revoluciona- de su intento luego de negado ese permiso –a pesar del

SÁNCHEZ LOPERA, A.: ORLANDO FALS BORDA. APORÍAS DE UN PENSAMIENTO SIN DESILUSIÓN N ÓMADAS 207
(11 DE JULIO DE 1925-12 DE AGOSTO DE 2008)
visto bueno de las Fuerzas Armadas–. Días después, se que dejara de ser lo que fue: experto, investigador, co-
desplegó la Operación Marquetalia, a partir de la cual munidad “aislada” o atávica.
se produjo el estallido de las FARC. Colombia, ya lo
dijeron, es una cosa impenetrable. Sin embargo, el conservadurismo reiterado de la
Universidad en Colombia, que asemeja la academia a
En ese sentido, está por hacer la reconstrucción una sacristía, juzgó dicha apuesta –y muchas otras–
de la producción social del libro La violencia en Co- como exterior a la “ciencia”. Al igual que sobre muchas
lombia (1962), no tanto como hito nacional de las cien- otras personas en nuestro país, sobre Orlando recayó la
cias sociales, sino como síntoma que provocó una triste tradición de la academia colombiana que, inde-
conmoción desmesurada en la sociedad, cuya trama pendientemente de la vertiente ideológica, obliga a la
está por escribirse por fuera de la “historia de la cien- crítica a instalarse en el exilio. En ese sentido, puede
cia”, de la “profesionalización” del saber. ¿Qué verdad entenderse la carta escrita desde Ginebra (Suiza), fir-
social se hizo presente en ese libro? ¿Qué sujeto lo mada por Orlando y su compañera María Cristina
pobló? Preguntas inquietantes, al analizar la escasa Salazar, en julio de 1969:
producción investigativa de esa envergadura y de ese
efecto social en los años que vinieron, y que son hoy Habiendo decidido regresar a Colombia durante el pri-
los nuestros. mer semestre de 1970, queremos hacerlo en la forma
más útil posible para una causa que todos comparta-
Creemos que a través de los escritos de Fals es posi- mos… se trata de saber si es realista o no constituir un
ble entrever la formación de un pueblo, donde la voz Centro Colombiano de Estudios Aplicados, en el que
del autor se disuelve para que emerja el murmullo y el podamos actuar según nuestras convicciones, divulgar
anonimato. La crítica ilustrada, por su parte, detectó el resultado de nuestras investigaciones e irradiar nues-
allí una “contaminación del material primario precioso tras ideas y justificadas preocupaciones…. En primer
para los historiadores, al hacer imposible distinguir lo lugar, está la Universidad Nacional y el Departamento
que pertenece a Fals de lo que pertenece a sus infor- de Sociología. ¿Hallaremos allí las oportunidades de
mantes” (Bergquist, 1990: 168). Elegimos, sin embargo, creación y avance intelectual que buscamos, y tendre-
otro camino. En ese sentido, la investigación “Campe- mos allí todo a la mano para realizar una labor fecunda?
sinos de los Andes”, realizada en la vereda de Saucío O en vista del marco inflexible de la entidad, que sigue
(1955), dejará de ser el emblema de los inicios de la lerda en cambiar, ¿no nos veríamos abocados a otras
sociología “moderna” en Colombia, o la expresión de la frustraciones, como aquellas de 1967? ¿No habremos
orientación funcionalista de la sociología en nuestro país. ya ensayado suficientemente la fórmula desarrollista
Desplegada en la encrucijada del positivismo y el en la Universidad para saber que ella no funciona en
desarrollismo que conformó la época, Fals afirma en el las circunstancias actuales? ¿No sería más adecuado
prólogo de 1961 del estudio de Saucío “quería consta- actuar sobre ella desde fuera creando nuevos y respeta-
tar si lo que se decía del hombre rural colombiano era bles grupos de referencia para los estudiantes y profeso-
cierto, si merecía su suerte como despreciable siervo de res del Alma Máter?
la gleba, si su estupidez aparente o ‘melancolía indíge-
na’ era atávica, si su destino como ente sub-humano
era inevitable” (1978: IX). La necesidad de un uso social del conocimiento
útil para la transformación radical de lo dado, generó
Antes que “un trabajo de campo encaminado ge- su abandono de la institución universitaria, lejos de
neralmente a poner a prueba algunas hipótesis precon- un conocimiento que propicia servidumbres. De esta
cebidas”, de acuerdo con Fals Borda “Saucío fue propuesta inicialmente planteada en Ginebra, surgió
estudiado sin ánimo de poner a prueba teorías concre- entonces una de las primeras Organizaciones No Gu-
tas”, intentando “construir puentes afectivos y sociales bernamentales que existieron en Colombia, la Funda-
entre el investigador y la comunidad” (Ibíd.: XX, 307). ción Rosca de Investigación y Acción Social (1970).
A través de cierta relación del conocimiento con la Después de fundar el primer programa de Sociología
experiencia, se apuntaba a un desequilibrio entre las en América Latina, de ser director general del Minis-
relaciones de fuerza y jerarquía, forzando al sujeto a terio de Agricultura, promotor de la Acción Comunal

208 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


y de la Reforma Agraria, la Fundación Rosca cristali- de las luchas de liberación periféricas, entre otras, y de
za para Fals Borda la distancia con el Estado, con las resonancia de modos divergentes de saber acerca de
convenciones del conocimiento universitario, y la rup- nosotros mismos, perfilando, entre otros acercamientos,
tura definitiva con la subordinación existente. De la Investigación Acción Participativa (IAP). Prácticas
acuerdo con La Rosca, el método y la orientación del como la “inserción”, la “restitución” o la “devolución
conocimiento, sistemática” del conocimiento, adquieren relevancia en
un momento en el que se retó no sólo la verdad del
ya no serían objeto de simple curiosidad erudita –lo científico, sino la verdad construida socialmente. “La
cual implica una actitud ingenua de parte del cientí- verdad muere, y grito que la verdad miente”, parece
fico social–; ni serían más trompetas apocalípticas para ser la apuesta de Orlando, confrontando siempre el ci-
despertar a las clases dirigentes e inducirlas a ser más nismo de quienes creen nombrar nuestra supuesta “ver-
responsables –una actitud moralista–; ni permitirían dad colectiva”.
su utilización para que las clases dirigentes se perpe-
tuaran en el poder mediante cambios dosificados y Ya en 1959, se interroga acerca de las implicaciones
virajes calculados ‘científicamente’… ahora estas cien- de que “nuestra búsqueda de la verdad y el estudio de
cias se pondrían al servicio de la causa popular (Fals y nuestras realidades hayan tenido como punto de parti-
otros, 1972: 20-21) da las filosofías y los conceptos de pensadores y científi-
cos extranjeros”,
A partir de este apuntando hacia un
empeño de la Rosca conocimiento propio
se publicaron por pri- que tome distancia de
mera vez trabajos del la costumbre latinoa-
líder indígena Ma- mericana de “sumar
nuel Quintín Lame, aparentes verdades
de Ignacio Torres Gi- encontradas en dife-
raldo, además de una rentes escuelas, presu-
serie de estudios y miendo que en esta
experiencias pedagó- forma perfecciona la
gicas en el litoral explicación de los fe-
pacífico, la Costa nómenos observados”
Atlántica, Cauca, (Fals, 1959: 1, 6). En
Antioquia, y Valle del suma, se pretendía
Cauca. Por un lado, la “formar una verdade-
Rosca, fundada por ra sociología nacional,
tres presbiterianos in- Con el colectivo de latinoamericanistas, Asociación de Estudios Latinoamericanos, una sociología colom-
LASA. Montreal, septiembre de 2007.
cluyendo a Orlando, biana, basada en nues-
como muestra de las reiteradas relaciones entre cien- tros propios hechos, nutrida de nuestra propia tierra,
cia y religión, movilizaba una crítica al positivismo como enfocada hacia nuestras sencillas ‘veredas’ y ciudades,
modo de vida, como intento de gobierno de lo real; por dirigida hacia nuestros problemas y dilemas”(Ibid.: 6).
el otro, expresaba la tensión entre “trabajo manual y
trabajo intelectual”, oscilando entre el lema de “las Este tipo de apuesta, según sus críticos, produjo
masas nunca se equivocan”, y la creación de “grupos de un modo de conocimiento particular, no universa-
referencia” populares para que “los obreros, campesinos lizable. Incluso a finales de la década del ochenta, el
e indígenas no siguieran subyugados espiritualmente a pensamiento ilustrado criticó por un lado su “dimen-
los intelectuales” (Fals, 1979: 41). sión romántica” y “altruismo”, e “indiferencia a la teo-
ría”; por el otro, historiadores como Charles Bergquist
Posteriormente, viene el Congreso Mundial sobre señalaron que en la escritura de los cuatro volúmenes
“Investigación Activa” en Cartagena en 1977, espacio de la Historia doble de la Costa, “como muchos cientí-
de convergencia de los procesos de descolonización y ficos sociales que se embarcan en la tarea de escribir

SÁNCHEZ LOPERA, A.: ORLANDO FALS BORDA. APORÍAS DE UN PENSAMIENTO SIN DESILUSIÓN N ÓMADAS 209
(11 DE JULIO DE 1925-12 DE AGOSTO DE 2008)
acerca del pasado, Fals ignora o viola cada uno de los incluso la Acción Comunal). Lo común, en definiti-
principios del método histórico” e “involuntariamente va, como una forma ascendente de conformación co-
subvierte el intento democrático de su historia” (1990: lectiva, es decir, de devenir Estado.
161, 173).
Lo anterior permite demarcar entonces parte de la
Este tipo de críticas son expresión de un juicio acer- actualidad de su pensamiento. Por una parte, están las
ca de discursos incómodos para la academia, que eva- conexiones no siempre reconocidas, con apuestas inte-
lúa la experiencia a partir de aquello de lo cual carece. lectuales críticas (como los estudios poscoloniales), en
Algo más fructífero sería analizar ese discurso en térmi- el marco de una apuesta “colectiva” que llevó a Rodolfo
nos de su propia potencia, antes que un agravio al his- Stavenhagen en 1971 a escribir un artículo titulado,
toriador, al canon, debido a que no se trata de un juicio justamente, “Cómo descolonizar las ciencias sociales”.
a la cosa en sí (Fals y su escritura), sino un análisis de Por el otro, poder seguir el rastro de los múltiples cami-
las relaciones en las que se insertó y las posibilidades nos en que diversas apuestas periféricas (no sólo la IAP),
que provocó. Es decir, no se trata del grado de produjeron un “contraefecto” en los saberes y la acade-
sistematicidad de su “obra”, sino sus efectos sociales y mia del norte global. Independientemente de las críti-
las relaciones que hizo posibles con el mundo. cas, el poder de contaminación y diseminación de su
apuesta es difícilmente alcanzable. Largos son los cami-
Porque de lo que se trata en la apuesta de Orlando nos abiertos por la IAP en el trazado de puntos de en-
Fals es de instaurar otra relación con el mundo. Las cuentro con otras geografías, esfuerzo presente desde
críticas esgrimidas desde el conocimiento ilustrado, tiempo atrás en la labor de Orlando como cofundador
obsesionado por lo universal, olvidan que lo universal en 1967 de CLACSO, siempre buscando construir “un
es una coordenada, o como ha sido dicho por tantos discurso alterno entendible en nuestros propios térmi-
otros, un proceso singular de unificación y totalización. nos, que son los que deben contar en última instancia”
“El eurocentrismo umbilical [comenta Fals] es inexpli- (Fals, 1998:11).
cable, porque la sociedad y la ciencia europea son en sí
mismas el fruto histórico del encuentro de culturas di- Simultáneo a la diseminación de la IAP en y desde
ferentes incluyendo las del actual mundo subdesarro- distintas regiones periféricas del mundo, y a su entron-
llado” (2007: 106). En ese sentido, en el intento de que con enfoques críticos (teoría de la dependencia,
algunos grupos que “han tratado de corregir aquella educación popular), encontramos un modo concreto de
tendencia narcisista y parroquial”, lo que se devela poblamiento de la vida, un posicionamiento, unas coor-
como parroquial quizás sea el anhelo del universo. denadas específicas; ya en 1959 Fals Borda abogaba por
un conocimiento que nos permitiera “conocernos me-
El anclaje promulgado por la IAP, parejo a su dise- jor, saber dónde estamos, a dónde vamos y qué está su-
minación global, se puede leer no tanto como un re- cediendo realmente en nuestro derredor” (Fals, 1959,
greso al origen, sino como un intento de confrontar Op. Cit.) De allí, quizá, la reiterada inquietud por el
aquello a lo que nos ha llevado el enunciado de la lugar de la tierra en su recorrido vital.
Conquista: a separarnos de nuestra experiencia. En
efecto, si el mecanismo social que históricamente nos En esa misma dirección, en el marco de su retorno a
ha ligado es la guerra, ante el sistemático desarraigo la academia a través del IEPRI en 1987, Fals sigue re-
que viene desde la Colonia no se propone un romanti- clamando “la construcción de contrapoderes popula-
cismo del arraigo, sino la confrontación entre la crea- res, la proclamación de regiones autónomas y el ensayo
ción de un mundo y la obsesión universal por lo abierto de un federalismo libertario”. Por eso el rescate
totalizante. Enfrentando un mundo al universo, no asis- de la historia de personajes como Juana Julia Guzmán y
timos ya al universo de la razón, sino al mundo del Vicente Adamo, efectuado en Retorno a la tierra, el
margen, que emerge a partir de una peculiar relación cuarto volumen de la Historia doble, no constituye sola-
entre la ciencia y lo popular. Campesinos, indígenas y mente una afrenta a la historia universitaria, sino el
obreros conformando lo “común”, a través de expe- relato de una ética libertaria que “requiere menos de
riencias no exentas de reveses, en las que la apuesta Maquiavelo y Locke y más de Kropotkin y Althusius,
de Fals Borda tuvo papel decisivo (como la ANUC e con remozado interés en venerables premisas anarquistas

210 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


(en sentido filosófico) para equilibrar o combatir los raizal o radical” capaz de descomponer las jerarquías
poderes autocráticos de gobiernos y organismos centra- políticas y económicas vigentes de tiempo atrás, y su
les, y de hombres de Estado y dirigentes despóticos” espesa moral. Orlando repitió en dicho prólogo lo que
(Fals, 1986: 222). había afirmado toda su vida: “Por ahí es la cosa, a
pesar de transitorias derrotas”.
Orlando, entonces, mantendrá su convicción en la
persistencia, mientras la mayoría de quienes hicieron
parte de ese modo ético de praxis y conocimiento, su-
cumbían a la insinuación del Estado, o recurrían a la Bibliografía
práctica del arrepentimiento para habitar el abismo cre-
ciente entre el conocimiento y la política, el discurso y BERGQUIST, Charles, 1990, “In the Name of History: A Disciplinary
la experiencia, en estos tiempos de sequía de la volun- Critique of Orlando Fals Borda’s Historia Doble de la Costa”, en:
Latin American Research Review, Vol. 25, No. 3, pp. 156-176.
tad. Mientras tanto, en el Manifiesto para “la supera-
FALS BORDA, Orlando, 2007, “Por un Conocimiento Vivencial”,
ción del eurocentrismo”, Fals seguía abogando por en: Revista Aquelarre, No. 11, Ibagué, Centro Cultural de la
“sustituir las definiciones discriminatorias entre lo aca- Universidad del Tolima, pp. 103-114, (conferencia inaugural
démico y lo popular y entre lo científico y lo político, de abril 7 de 1987, auspiciada por el IEPRI de la Universidad
Nacional)
sobre todo en la medida en que se haga énfasis en las
relaciones complementarias” (Fals y Mora-Osejo, ________, 1999, “Orígenes Universales y Retos Actuales de la IAP”,
en: Análisis Político, Sept/Dic. Bogotá, Universidad Nacional de
2003:107). Colombia - IEPRI, pp. 71-88 .
________, 1998, Prólogo, en: Arturo Escobar, La Invención del Tercer
Para terminar, algunos riesgos a la vista. Por un Mundo, Bogotá, Norma.
lado, habría que preguntarse acerca de la reciente ________, 1986, Historia Doble de la Costa: Retorno a la Tierra, Vol.
acogida de la IAP en la Universidad, y el posible de- IV, Bogotá, Carlos Valencia Editores.
bilitamiento de su potencia crítica: su conversión en ________, 1979, Por la praxis: El problema de cómo investigar la reali-
cátedra, en el marco del pluralismo de asimilación y dad para transformarla, Bogotá, Tercer Mundo.
captura que profesa la Universidad. Por el otro, el can- ________, 1978, Prólogo de 1961, Campesinos de los Andes, Bogotá,
sancio. Muchos años después, en el cambio de siglo, Punta de Lanza (Publicado primero en inglés en 1955).
Fals Borda señalaría cómo de manera paradójica de ________, 1967, “Ciencia y Compromiso”, en: ECO Revista de la
“la obtención de conocimientos útiles para adelantar Cultura de Occidente, Tomo XVI/2, No. 92, Bogotá, diciembre,
pp. 181-200.
causas justas… provino la dolorosa confirmación de
________, 1959, Discurso. Archivo Satélite Ciencias Humanas -
nuestra propia incapacidad para adelantar estas ta- Universidad Nacional de Colombia, Carpeta: Conferencias. Fa-
reas” (1999:75). cultad de Sociología.
FALS BORDA Orlando y Luis Eduardo Mora-Osejo, 2003,
Pero la persistencia siempre sonríe ante la vigen- “Eurocentrism and its effects: a manifesto from Colombia”, en:
cia de lo por venir. Recientemente, en la Universi- Globalisation, Societies and Education, Vol. 1, No.1. pp. 103-107
(Publicado en español en el 2007 en la Revista Aquelarre No 11)
dad de Antioquia, en su conferencia “Entre los
FALS BORDA, Orlando, Víctor Daniel Bonilla, Augusto Libreros,
paisas”, insistió en seguir “buscando una paz que no Gonzalo Castillo, 1972, Ciencia Popular, Causa Popular, Bogotá,
sea la del cementerio, ni la paz de los pudientes ni la La Rosca.
Pax Americana”. Así mismo, en el prólogo a la FALS BORDA Orlando, Germán Guzmán Campos, Eduardo Umaña,
reedición de La subversión en Colombia, realizada este 1962, La Violencia en Colombia: Estudio de un Procesos Social,
año, señalaba la actualidad del pluralismo presente Tomo I, No. 12, Bogotá, Serie monografías Sociológicas, Bogotá,
Universidad Nacional - Facultad de Sociología/Iqueima (La se-
en la experiencia del Frente Unido y de Camilo To- gunda edición, con el II Tomo, fue publicada por Tercer Mundo
rres, vislumbrando la posibilidad de un “socialismo en 1964).

SÁNCHEZ LOPERA, A.: ORLANDO FALS BORDA. APORÍAS DE UN PENSAMIENTO SIN DESILUSIÓN N ÓMADAS 211
(11 DE JULIO DE 1925-12 DE AGOSTO DE 2008)
MARÍA ESTHER GALVIS: Arles, Francia, 1981.

212 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Competencias
en ciencias:
los ambientes digitales
Simas y Coolmodes* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 213-225

Mauricio Vergara Nieto**


y Jairo Ernesto Castillo Hernández***

El presente artículo tiene como objetivo describir los resultados del proyecto de investigación “Simas y Coolmodes en el
desarrollo de competencias básicas” en lo concerniente al área de física. Se describe la construcción de una comunidad de
aprendizaje bajo un modelo pedagógico colaborativo y significativo. Algunos resultados son la conformación de una red de
aprendizaje, la representación del conocimiento por categorías ontológicas y el desarrollo de competencias básicas.
Palabras clave: ambientes digitales, Simas, Coolmodes, aprendizaje de la física.

O presente artigo tem como objetivo descrever os resultados do projeto de pesquisa “Simas e Coolmodes no desenvolvimento
de competências básicas”. Neste trabalho descrevemos a construção de uma comunidade de aprendizagem baseado em um
modelo pedagógico colaborativo e significativo. Os resultados obtidos foram a conformação de uma rede de aprendizagem, a
representação do conhecimento por categorias ontológicas e o desenvolvimento de competências básicas.
Palavras-chaves: ambientes digitais, Simas, Coolmodes, aprendizagem da física.

The purpose of this article is to describe the findings of the investigation project “Simas and Cool Modes in developing
basic competences” in physics. It describes the construction of a learning community under a meaningful collaborative
pedagogical model. The conformation of a learning network, the representation of knowledge trough ontological categories
and the development of basic competences are some of the results.
Keywords: digital environments, Simas, Coolmodes, physics learning.

ORIGINAL RECIBIDO: 21-VII-2008 – ACEPTADO: 25-IX-2008

* Artículo resultado del proyecto “Simas y Coolmodes en el desarrollo de compe-


tencias básicas: una experiencia de comunidad de aprendizaje mediada tecnoló-
gicamente” cofinanciado por el Ministerio de Educación Nacional, a través de
Colciencias y las universidades Central, Cundinamarca y Universidad Abierta y
a Distancia (UNAD); en alianza entre los grupos de investigación Tecnice, Collide
(Universidad de Duisburg-Essen de Alemania), Tecnimat, Temas y Remas y Guane.
Proyecto dirigido por Luis Facundo Maldonado Granados.
* * Profesor-investigador del grupo Tecnimat de la Universidad Central. Licen-
ciado en Ciencias de la Educación con especialidad en Física, Bogotá (Co-
lombia). E-mail: maurover34@gmail.com
*** Profesor e investigador del grupo Tecnimat de la Universidad Central. Físico,
Magíster en Ciencias Físico-matemáticas, Bogotá (Colombia). E-mail:
jairocastillo63@yahoo.es

VERGARA N., M. Y CASTILLO HERNÁNDEZ J. E.: COMPETENCIAS EN CIENCIAS: LOS AMBIENTES DIGITALES SIMAS Y COOLMODES N ÓMADAS 213
s1. Introducción 3. Competencias en el área
de la física
En las siguientes páginas haremos una descripción
detallada y mostraremos los resultados de nuestra parti- La historia del saber hacer en pedagogía data de
cipación como investigadores del área de física en el varios siglos atrás, sin embargo, en el proceso de desa-
desarrollo del proyecto: “Simas y Coolmodes en el desa- rrollo del proyecto “Simas y Coolmodes” se abordarán
rrollo de las competencias básicas”. Una de nuestras pre- solo algunos aspectos básicos de la evolución teórica de
ocupaciones fue la de ayudar a resolver algunas la pedagogía en los últimos cincuenta años, apoyándo-
dificultades conceptuales en el aprendizaje de la física nos en la propuesta de modelos pedagógicos expuesta
de estudiantes de escuela secundaria. El medio acadé- por el maestro De Zubiría.
mico cuenta con gran cantidad de trabajos que mues-
tran la existencia de numerosas dificultades conceptuales La pedagogía tradicional centra su atención primor-
en el aprendizaje de la física persistentes incluso por años, dialmente en la transmisión de conocimientos y normas,
desde la escuela secundaria, hasta los primeros semes- en la cual el maestro reproduce lo que los expertos han
tres de la universidad. Así, por ejemplo, los alumnos uti- diseñando. El proceso de enseñanza-aprendizaje se limita
lizan muy poco el término “energía” en sus explicaciones, unidireccionalmente a la acción transmisión-recepción.
y cuando lo hacen introducen ideas erróneas y no en-
cuentran diferencias entre conceptos como fuerza, trabajo En la escuela nueva, el niño, tomado como sujeto
y energía. La dificultad para comprender los fenómenos de derechos, reemplazó al receptor de conocimientos.
de la naturaleza en sus procesos, como resultado de las El aprendizaje pasivo, memorístico y alejado de la reali-
continuas interacciones dentro de un sistema, se encuen- dad, fue replanteado por un nuevo tipo de aprendizaje
tran tanto en estudiantes de bachillerato como en uni- más próximo al contexto; es la experiencia el funda-
versitarios de los primeros semestres de carrera. mento del conocimiento, allí se hace dinámico. El
“aprender haciendo” propuesto por Decroly toma en ese
En el curso de la investigación se pretendieron desa- espacio su máxima expresión.
rrollar algunas competencias básicas que están muy rela-
cionadas con los procesos de aprendizaje, ellas son la A comienzos de la década del ochenta, Gardner da
capacidad de seleccionar, organizar, elaborar, aplicar y eva- a conocer al mundo de la investigación psico-educati-
luar. Para tal fin se diseñó una serie de talleres que tenían va su teoría de las inteligencias múltiples. Básicamen-
como objetivo potenciar y afianzar tales competencias. te, Gardner propone que no existe una única manera
Adicionalmente, bajo un modelo dinámico de comunica- de aprendizaje, que este depende de las aptitudes y
ción, apoyado por el portal Colombia Aprende, se consoli- actitudes que posea un individuo. Según las aptitudes,
dó la evolución de una comunidad de aprendizaje. y las habilidades individuales, Gardner clasifica las in-
teligencias de la siguiente manera: lógico matemática,
lingüística, musical, naturalista, visual-espacial, corpo-
2. Objetivos ral-kinestésica, interpersonal, e intrapersonal. Sin em-
bargo, esta clasificación no es la única ni la definitiva,
Desde el área de física nuestros objetivos fueron: por esta razón, enérgicamente asevera que “no existe, y
jamás puede existir una sola lista irrefutable y aceptada
• Proponer una alternativa pedagógica para re- en forma universal de las inteligencias humanas”
solver algunas dificultades conceptuales en el (Gardner, 2002: 37).
aprendizaje de la física en la escuela secundaria.
Preguntar por las posibles interpretaciones del en-
• Desarrollar competencias básicas tales como se- torno, como posibilidad para construir mundos, signi-
leccionar, organizar, elaborar, aplicar y evaluar. fica indagar por la manera como se ha aprehendido y
apropiado la realidad. Tales reflexiones nos introdu-
• Bajo un modelo dinámico de comunicación, apo- cen en el ámbito de la comprensión. Nadie está en
yado por el portal Colombia Aprende, consoli- condiciones de transformar lo que no comprende. La
dar la evolución de una comunidad de aprendizaje. comprensión es en sí misma algo más que un desem-

214 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


peño, o una serie de actividades; decir que se com- Teniendo en cuenta los enfoques de los modelos
prende algo, desborda los campos del conocimiento, pedagógicos esbozados, se observan algunos elementos
conocer no es lo mismo que comprender: “El conoci- comunes con la teoría de las competencias:
miento es un estado de posesión, de modo que es fácil
averiguar si los alumnos tienen o no un determinado • Las nuevas pedagogías centran sus análisis en la
conocimiento. La comprensión, en cambio, va más allá forma en que se construye, procesa y utiliza la
de la posesión. La persona que comprende es capaz de información.
‘ir más allá de la información suministrada’” (Perkins,
1995: 125). Ir más allá de la información significa pen- • La construcción significativa de pensamiento y
sar, imaginar, crear. conocimiento se da en el marco de las posibili-
dades de que estos sean aplicables a la solución
La enseñanza para la comprensión concebida como de problemas contextuales, tanto específicos
un lugar pedagógico se concreta en la propuesta de la como generales.
escuela inteligente. En ese contexto específico se aplican
las actividades, y se tienen en cuenta los niveles de • La solución de problemas está unida a las com-
comprensión. Tanto las actividades como los niveles de petencias en el sentido del saber hacer y el ha-
comprensión, obedecen a una labor cuyo principal res- cer sabiendo.
ponsable es el maestro, de ahí que la preocupación cen-
tral de este enfoque es la capacitación del docente, En general, los exponentes de las competencias des-
pues en últimas él es quien organiza el proceso. De su de Chomski, pasando por Bogoyá, Torrado y Jurado, se
habilidad y capacidad intelectual dependerá en gran han puesto de acuerdo en concebirlas como un saber
parte el éxito de la aplicación de esta experiencia. El hacer en contexto, este saber hacer está directamente
desarrollo de la capacidad comprensiva de los estudian- relacionado con el desarrollo cognitivo conceptual del
tes está en el tipo de cosas que el maestro enseñe, lo sujeto. El conocimiento por sí solo carece de significa-
cual facilita la consecución de la meta fundamental de tividad en tanto no sea comprendido para ser aplicado
la pedagogía de la comprensión: “Capacitar a los alum- a la solución y generación de problemas en un determi-
nos para que realicen una variedad de actividades de nado contexto. La inteligencia en este aspecto consiste
comprensión vinculadas con el contenido que están en la capacidad para situar el problema, y la forma de
aprendiendo” (Ibíd.) solucionarlo. Se es competente en la medida en que
nuestras actuaciones en los contextos sean producto de
En el marco de las nuevas pedagogías emergen dos la idoneidad y compresión de los mismos.
propuestas que están en apogeo: el aprendizaje signifi-
cativo y la enseñanza para la comprensión. La primera Saber hacer, entendido como conocimiento apli-
propuesta, tal vez por la prevención hacia el concepto cado en una realidad; hacer sabiendo entendido como
de enseñar, hace énfasis en una parte del proceso: el apropiación-comprensión de la realidad. Ambos pro-
aprendizaje. Para sustentar su propuesta, desarrolla el cesos conforman la significatividad del conocimiento
aspecto cognitivo particularmente en la formación y de- y del pensamiento en donde tiene sustento la pedago-
sarrollo de la inteligencia. Privilegia el aprendizaje adu- gía significativa.
ciendo que es el estudiante quien debe ubicar qué
quiere aprender y cuáles de los conocimientos son sig- Teniendo como base lo anterior, ahora deberíamos
nificativos para la vida. Al igual que en la propuesta preguntarnos, cuáles son las competencias que debe
activa, el maestro es un orientador de este proceso. La desarrollar un individuo y qué es lo significativo para
enseñanza para la comprensión, recupera el concepto él. Como docentes creemos que las competencias se
de enseñanza, propone una interrelación maestro-estu- determinan con base en el significado de aprender.
diante, en donde el maestro sin ser transmisor, Después de muchos años de investigación, no se tiene
direcciona el proceso. Por ser la pedagogía el ámbito una definición de aprendizaje que sea aceptada por to-
del proceso enseñanza-aprendizaje, y que se reconcep- dos. Los elementos que debe tener el proceso de apren-
tualiza en lo significativo, planteamos el concepto de dizaje, son muy bien descritos por Beltrán (2003) en los
pedagogía significativa. siguientes términos:

VERGARA N., M. Y CASTILLO HERNÁNDEZ J. E.: COMPETENCIAS EN CIENCIAS: LOS AMBIENTES DIGITALES SIMAS Y COOLMODES N ÓMADAS 215
a) Seleccionar: en la sociedad actual conseguir in- asegurarán un buen proceso de aprendizaje. Los talleres
formación se ha vuelto una tarea muy fácil; lo y demás actividades planteadas siempre apuntarán a
difícil es ser capaz de seleccionar la informa- desarrollar y fortalecer estas cinco competencias.
ción importante que conlleve a lograr el éxito
en la solución de problemas propuestos y que
interesen al estudiante. Dentro del proyecto 4. Características de la población
Simas y Coolmodes los procesos de búsqueda estudiantil y docente
en la red son importantes y el estudiante debe
ser capaz de seleccionar los contenidos impor- Nuestro trabajo se realizó con 93 estudiantes en gra-
tantes para estructurar sus ontologías. do décimo durante el segundo semestre de 2006 y grado
once durante el primer semestre de 2007, de tres cole-
b) Organizar: después de conseguir la mejor infor- gios diferentes: 32 estudiantes de un colegio oficial de
mación para sus investigaciones, el estudiante Bogotá, 37 un colegio rural de Cundinamarca y 24 estu-
debe desarrollar la capacidad de organizarla, en- diantes de un colegio oficial de Bucaramanga. Cada uno
lazando adecuadamente unos conceptos con de los colegios dispuso de un aula con computadores co-
otros. Esta capacidad, desde el punto de vista nectados a Internet para una sesión de trabajo semanal
del proyecto Simas y Coolmodes, se ve reflejada de cuatro horas. En los colegios de Bucaramanga y Bo-
en las ontologías desarrolladas con el software gotá la conexión a Internet se podía hacer desde todos
Simas. Posteriormente haremos una presentación
los computadores; en el colegio de Cundinamarca sólo
de la evaluación de los productos obtenidos por
se dispuso de cuatro terminales conectadas, sin embar-
los estudiantes con tal herramienta.
go, el ancho de banda, por sus limitaciones sólo permitió
el acceso simultáneo de cuatro o cinco computadores.
c) Elaborar: la selección y organización de la infor-
Los estudiantes de Bucaramanga y Cundinamarca tra-
mación, genera conocimiento. A partir de esta
bajaron de manera regular los días sábados en la mañana
etapa se puede contrastar los conocimientos ac-
y el colegio de Bogotá en horarios distribuidos en las tar-
tuales con los que se tenían antes de iniciar un
proceso de aprendizaje e integrarlos de tal ma- des y con una intensidad similar. Estas sesiones de traba-
nera que se pruebe como conocimiento válido jo se distribuyeron entre las áreas de física, matemática,
de los referentes. español y vida ciudadana.

d) Aplicar: los conocimientos adquiridos se afianzan En el caso de los estudiantes de Bogotá y Bucara-
sin lugar a dudas en la medida en que se aplican. manga, aun siendo ciudades grandes donde se supone
Si no se es capaz de aplicar lo aprendido quedan hay pocos problemas de conectividad, el trabajo se rea-
muchas dudas sobre lo realmente adquirido. La lizó en su mayoría en las instalaciones de los colegios.
forma más eficaz de consolidar lo aprendido es Para lograr una mayor cobertura en cuanto a tiempo de
mediante su aplicación a nuevos problemas. En trabajo, se involucró a los profesores de las áreas de in-
el proyecto de Simas y Coolmodes, esta etapa se formática de tal manera que se trabajaba tanto en el
desarrolla con la elaboración de un proyecto área de ciencias como en la de informática, logrando
colaborativo, del cual trataremos más adelante. así un trabajo interdisciplinario. Al igual que con el
colegio San Patricio, en el colegio INEM de Bucara-
e) Evaluar: finalmente es importante conocer has- manga también se programaron actividades extras los
ta que nivel han llegado los conocimientos días sábados. El proyecto contó con la colaboración de
adquiridos. Debemos evaluar si tales conoci- un docente de física en cada colegio, que aceptó la
mientos están bien cimentados, poder asumir invitación a formar parte del proyecto y participó en un
los errores que se presenten en el proceso de proceso de inducción con encuentros previos durante
aprendizaje y tenerlos presente para mejorar el un período de dos meses. Los investigadores del área de
proceso siguiente. física negociaron con los docentes los contenidos y los
objetivos del curso de tal manera que la actividad del
Estos cinco elementos son los que nosotros queremos proyecto se integrara completamente al desarrollo
desarrollar como competencias en los estudiantes, ya que curricular regular de la asignatura.

216 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


MARÍA ESTHER GALVIS: Berna, Suiza, 1993.

VERGARA N., M. Y CASTILLO HERNÁNDEZ J. E.: COMPETENCIAS EN CIENCIAS: LOS AMBIENTES DIGITALES SIMAS Y COOLMODES N ÓMADAS 217
MARÍA E STHER G ALVIS : París, 1981.

218 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


5. Metodología de trabajo
y resultados

Para ayudar a resolver las dificultades conceptuales


en el aprendizaje de la física, la organización de la in-
formación en bloques estructurados y el desarrollo de
las competencias básicas de estudiantes de educación
media en el área de física, nos dimos a la tarea de in-
corporar, con métodos colaborativos, los ambientes
digitales Simas y Coolmodes. Usamos el portal Colombia
Aprende como escenario de comunicación entre los
participantes de los tres colegios, con la intención de
consolidar una comunidad de aprendizaje en la asigna-
tura de física en paralelo con las áreas de matemáticas, Ilustración 1. Cuadro explicativo de la metodología del trabajo
con los ambientes Simas y Coolmodes
español y vida ciudadana y con algunas actividades de
integración entre áreas.
te un gran impacto tecnológico, tardaron menos tiem-
Usamos el ambiente Simas1, como dispositivo didácti- po que sus profesores en aprender el manejo de Si-
co para generar una representación hipermedial de las mas y aprovechar todas sus posibilidades. Como parte
categorías y relaciones básicas de las unidades temáticas del desarrollo se programó una feria hipermedial so-
del curso. A dicha representación del conocimiento la bre el átomo en la cual los estudiantes mostraron sus
denominamos “ontología”. El ambiente digital Coolmodes2 productos y los socializaron con la comunidad. De los
se empleó como dispositivo digital para la solución de pro- productos obtenidos se observó que un porcentaje acep-
blemas con la ayuda de simuladores generados por los es- table de estudiantes presentan una buena capacidad para
tudiantes, con la intencionalidad de lograr una mejor seleccionar, organizar y presentar la información. La
comprensión de los procesos y fenómenos de la naturaleza ilustración 2 muestra una ontología realizada de forma
que son resultado de las continuas interacciones dentro colaborativa por un grupo de estudiantes. Se observa una
de un sistema. A este proceso lo denominamos “simula- gran densidad de información, propia de una búsqueda
ción de sistemas dinámicos”. La metodología de trabajo se inicial, con poca organización por categorías y bloques
puede visualizar en la ilustración 1. estructurados de información, que para ser un primer
intento de ontología fue bueno. Poco a poco durante el
Como pretexto para consolidar la comunidad de proceso formativo tal manejo de categorías y bloques de
aprendizaje se eligieron los sistemas mecánicos clási- información se fue depurando y mejorando.
cos que son parte del contenido temático para los
estudiantes de décimo grado. En una primera fase, En esta primera fase lo que se quería era que los estu-
se identificaron las competencias que debían desa- diantes aprendieran el manejo de Simas y se beneficiaran
rrollar los estudiantes en el área de física y se inició de todos sus recursos para seleccionar y presentar la infor-
una fase de capacitación con los profesores y los es- mación sobre un concepto. La ilustración 3 muestra una
tudiantes en el manejo de los ambientes digitales para ontología que realizó un profesor sobre los sistemas diná-
la representación del conocimiento. Inicialmente el micos; en ésta, a pesar de la gran densidad de informa-
trabajo se enfocó más en el ambiente digital Simas. ción, se observan las categorías y las relaciones entre los
No tardó mucho tiempo para que los docentes se die- bloques estructurados de información.
ran cuenta de las ventajas de incorporar este sistema
como herramienta didáctica en sus prácticas peda- El ambiente Simas estableció condiciones efectivas
gógicas, ya que la representación del conocimiento para la representación estructurada del conocimiento
por categorías ontológicas sirven de base para hacer desde perspectivas definidas por la clase de relaciones
observaciones que permitan inferir el nivel cognitivo usadas en dicho proceso representativo. La investiga-
y metacognitivo del alumno. Los estudiantes, tal vez ción analiza el enfoque a partir de las relaciones, la
por pertenecer a una generación que vive actualmen- comprensión con base en el número de nodos utiliza-

VERGARA N., M. Y CASTILLO HERNÁNDEZ J. E.: COMPETENCIAS EN CIENCIAS: LOS AMBIENTES DIGITALES SIMAS Y COOLMODES N ÓMADAS 219
Ilustración 2. Ontología sobre el concepto de átomo desarrollada colaborativamente por estudiantes y presentada en la feria hipermedial

Ilustración 3. Representación ontológica del concepto de sistemas dinámicos presentada por un profesor

220 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


dos, la profundidad evaluada a partir de los niveles con- Primer momento: presentar a los estudiantes una si-
siderados y los formatos verbal, gráfico, de audio y vi- tuación problémica y en reunión plenaria, escuchar to-
deo. En los estudiantes domina la perspectiva de la das las posibles explicaciones formuladas por los
representación sistémica, otras perspectivas requieren participantes, generar una lista de los conceptos utili-
inducción de parte del docente. El estudio de represen- zados por ellos para la explicación de la situación, e
taciones hechas por otros y la experiencia individual y identificar sus diferentes preconceptos o preteorías.
colaborativa inciden en la formación de la calidad de
las representaciones. Las representaciones colaborativas Segundo momento: invitar a los estudiantes a leer los
muestran más riqueza que las individuales. contenidos de la unidad de aprendizaje, los cuales están
disponibles en el portal Colombia Aprende. Se solicita
En una segunda fase se comenzó a trabajar en el que hagan la lectura tratando de identificar una solu-
desarrollo de unidades de aprendizaje sobre cada uno ción posible para el problema planteado, de tal manera
de los temas que se abordan en la asignatura de Física que la lectura sea enriquecedora y provechosa. La in-
y se observaron los progresos en el desarrollo de las com- tención allí es asegurar un buen grado de significación
petencias básicas. La estructura de la unidad de apren- de la lectura y afianzar las competencias de selección y
dizaje se muestra en el gráfico (ver ilustración 4). organización.

Teniendo en cuenta esta estructura se desarrolló Tercer momento: con los conceptos afianzados y uti-
un grupo de talleres que presentaban una serie de pa- lizándolos para la solución del problema, se solicita a
sos, y que daban razón de la estructura de la unidad de los estudiantes generar su propia ontología sobre el tema
aprendizaje y de las competencias propuestas. A conti- en estudio y alimentarla con los correspondientes
nuación se presenta la estructura general de los talle- hipertextos; para ello se trabaja con el software Simas.
res por trabajar:
Cuarto momento: asistir al laboratorio y llevar a cabo
Objetivo: analizar una situación física y a partir de un montaje de la situación problema. Tomar datos y
ella construir una estructura conceptual con las nocio- realizar las gráficas convenientes para la solución. La
nes necesarias para su desarrollo. intencionalidad de este momento es afianzar la compe-

Ilustración 4. Proceso de desarrollo de una unidad didáctica

VERGARA N., M. Y CASTILLO HERNÁNDEZ J. E.: COMPETENCIAS EN CIENCIAS: LOS AMBIENTES DIGITALES SIMAS Y COOLMODES N ÓMADAS 221
tencia de aplicación, ya que en el laboratorio el estu- responsabilidad por parte del maestro; es decir, si el es-
diante debe realizar montajes que le permitan dar solu- tudiante no identifica los diferentes objetos del siste-
ción al problema planteado. ma, sus interacciones, no evalúa los valores instantáneos
de las variables físicas que intervienen, entonces ve la
Quinto momento: ingresar a los foros y de manera simulación como una caja negra. Desde nuestra óptica,
colaborativa plantear las soluciones finales a la situa- la simulación de un sistema dinámico no es mostrarle al
ción problema. La ayuda del profesor y de sus compañe- alumno una animación de un conjunto de objetos en
ros es importante a esta altura del proceso, ya que en movimiento, como generalmente se presenta, ocultán-
esta etapa se evidencia el trabajo de cada uno y sus dole lo que yace detrás de ese movimiento, el modelo
aportes a la solución del problema. físico y las interacciones dentro del sistema.

Sexto momento: en esta etapa se busca una idea cla- En esta tercera fase, los alumnos de forma colabora-
ra sobre la solución a la situación problema. Este fue el tiva simularon el comportamiento de la energía mecá-
momento de simular el problema, para lo cual se utilizó nica en una montaña rusa con la ayuda de Coolmodes.
el modulo System Dynamics que hace parte del ambien- Este ambiente de simulación le permite al estudiante
te Coolmodes. de forma sencilla, definir los objetos de un sistema me-
cánico, asignarle sus atributos y colocar estos objetos
Séptimo momento: Finalmente, se ingresa a la en interacción dentro de un sistema: se constituye un
autoevaluación de la unidad de aprendizaje ubicada flujo de información que varía en el tiempo. En el pro-
en la página de Colombia Aprende en la sección de ceso el estudiante da cuenta de lo aprendido, de las
redes de aprendizaje. Allí, con ayuda del software competencias adquiridas con el fin de desarrollar este
Moodle, el estudiante realiza su autoevaluación y se proyecto.
hace una idea clara de lo aprendido hasta ese momen-
to. Igualmente, reconoce los errores cometidos y los tiene La ilustración 5 muestra la simulación de la ener-
presentes al abordar el siguiente proceso de aprendiza- gía mecánica de un cuerpo en caída libre que realizó
je, es decir, pone en juego la competencia evaluativa. un grupo de estudiantes como ejercicio de entrena-
miento y cuyo producto fue socializado en un semina-
En la tercera fase, se desarrolló un proyecto colabora- rio internacional llevado a cabo en la ciudad de Bogotá
tivo con la situación problema de “la montaña rusa” vista y en una feria multimedial donde se presentó a do-
desde la matemática, la física, el español y las competen- centes de diferentes colegios del Distrito Capital.
cias ciudadanas. Alrededor del proyecto colaborativo se Como se observa, inicialmente los alumnos identifi-
potenció la construcción de la comunidad de aprendiza- can las condiciones iniciales de la situación física,
je, ya que los alumnos de diferentes colegios ubicados en luego asocian las leyes para la solución del problema y
diferentes ciudades compartieron, compararon y evalua- con la ayuda de Coolmodes simulan el sistema mecá-
ron sus productos. nico. El ambiente digital Coolmodes no les muestra
una animación de un cuerpo en caída libre, pero si los
En esta fase el ambiente Coolmodes desde la óptica obliga a identificar cada uno de los objetos del siste-
de la física jugó un papel de vital importancia, ya que ma, asignarle unos atributos, como su inercia, rapidez
uno de sus componentes “Dinamics System” es una po- inicial, etc., y colocarlos en interacción con los demás
tente herramienta, de fácil uso, para modelar y simular objetos del sistema, del cual se conoce su estado me-
las interacciones dentro de un sistema dinámico. Ac- diante el valor instantáneo de cada una de las varia-
tualmente, como es bien sabido, los ambientes de bles que se definen previamente. De esta manera, el
simulación son de amplio uso en la enseñanza de la físi- alumno da sus primeros pasos hacia una verdadera
ca y existe una gran cantidad de simulaciones en la red concepción científica de la naturaleza comprendien-
y de software orientado en esta dirección. Pero, si bien do los diferentes fenómenos naturales, no sólo como
la simulación es una potente herramienta para la com- procesos, sino como el resultado de las continuas
prensión de los fenómenos físicos, también puede ser interacciones dentro de un sistema. Igualmente se lo-
un elemento desorientador para el alumno, si su gra con estos simuladores evidenciar una asimilación
implementación en el aula no se hace con la suficiente de las competencias de aplicación y evaluación.

222 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Ilustración 5. Modelo de caída libre desarrollado por un grupo de estudiantes usando el plug in System Dynamics de Coolmodes

6. Evolución de la comunidad La incorporación de los estudiantes de bachillerato


de aprendizaje a la red constituyó un hito en el desarrollo del proyec-
to. Efectivamente, sólo con ellos podíamos desarrollar,
Los primeros actores de la red fueron los grupos de con propiedad, competencias en ciencias. La novedad
investigación Tecnice y Collide, quienes tenían una del planeamiento y el uso de programas de computador
experiencia de colaboración alrededor del ambiente en el escenario, se convirtieron en atractivo. Más de
Coolmodes. Los grupos Tecnice, Tecnimat, Temas y las dos terceras partes de los estudiantes invitados acep-
Remas, Eductec y Guane iniciaron su vinculación a esta taron participar y mantuvieron su vinculación durante
red con este proyecto. el desarrollo del proyecto.

La primera tarea emprendida por la red fue la de Las condiciones de acceso a Internet en las tres insti-
construir un marco conceptual y metodológico. Se tomó tuciones fueron insuficientes para mantener comunica-
como base las producciones de los grupos Collide y ción simultánea de un curso con el portal. Se requiere
Tecnice. Este fue un proceso dinámico que llevó a pen- todavía una evolución y madurez de nuestra estructura
sar tanto las competencias como los escenarios desde la nacional de redes y del ancho de banda para que podamos
perspectiva de la generación de construcciones que se hacer uso efectivo en condiciones normales de desarrollo
cristalizaron en artículos, documentos para lectura de curricular de ambientes como Moodle a través de Internet.
los estudiantes y guías de trabajo. La consolidación de
la red de investigadores integró con facilidad a los do- La estrategia seguida fue la disponer en el escenario
centes como miembros con todos los derechos, quienes Moodle las producciones de los actores y de habilitar
asumieron desde el inicio su función de construir co- wikis, foros y chats de comunicación entre pequeños
nocimiento conjuntamente y mantuvieron un alto gra- subgrupos. Esto facilitó que los recursos generados por
do de comunicación con los investigadores que estaban toda la red estuvieran a la mano. Pero el acceso al siste-
más cercanos. ma fue bastante bajo, dadas las condiciones de los estu-

VERGARA N., M. Y CASTILLO HERNÁNDEZ J. E.: COMPETENCIAS EN CIENCIAS: LOS AMBIENTES DIGITALES SIMAS Y COOLMODES N ÓMADAS 223
diantes y de los docentes cuya disponibilidad de Internet Se debe mantener, consolidar y ampliar redes de apren-
estuvo circunscrita a las condiciones de los colegios. Fi- dizaje como la que se generó con este proyecto, para
nalmente, un estudio minucioso de la evolución de la que, de esta forma, los miembros de la sociedad acce-
red de aprendizaje del proyecto se presenta en el artícu- dan a los beneficios de los desarrollos científicos y tec-
lo “Construcción de una red de aprendizaje”, que es uno nológicos. Esto implica llevar esta clase de proyectos a
de los productos del proyecto “Simas y Coolmodes en el mayor escala en cuanto a cobertura en el número de
desarrollo de competencias básicas: una experiencia de colegios, en el mejoramiento de acceso a Internet y en
comunidad de aprendizaje mediada tecnológicamente”. la inclusión de más áreas del conocimiento.

7. Análisis y discusión de resultados 8. Conclusiones generales

El proyecto “Simas y Coolmodes en el desarrollo de • Los métodos de simulación son de gran impor-
competencias básicas” ayudó a potenciar la comunidad tancia en los procesos de aprendizaje de la física
de aprendizaje bajo el concepto de nosotros. Se dio la opor- y el ambiente digital Coolmodes obliga al alum-
tunidad de que los diferentes actores del proceso educati- no a relacionar todos los objetos del sistema bajo
vo: estudiantes, profesores e investigadores, participaran un modelo matemático de una forma dinámica.
de forma dinámica y colaborativa en la construcción de
una comunidad de aprendizaje y compartieran sus resul- • Hacia la construcción de una comunidad de apren-
tados y experiencias por medio del portal Colombia Apren- dizaje, la negociación entre los diferentes actores
es de fundamental importancia, ya que se tienen
de. A la luz de los resultados presentados en el análisis de
que negociar desde tiempos hasta espacios.
las encuestas, puede decirse que se esperaba un mayor
efecto y participación. A pesar de que sólo el 46% se sintió • El trabajo con Simas actúa como potente orga-
competente, creemos que para un trabajo inicial es una nizador de información que, al decir de los es-
buena cantidad, si se tienen en cuenta las dificultades tudiantes, “permite relacionar los conocimientos
logísticas en cuanto a intensidad horaria, falta de buenos anteriores con nuevos conocimientos y presen-
laboratorios y de accesibilidad a Internet. tarlos de manera estructurada” y “organizar mu-
cha información que de otra manera queda
El trabajo colaborativo de los actores del proceso dispersa y es difícil de manejar” (expresión de
educativo, apoyado por los ambientes Simas y estudiantes en la feria hipermedial).
Coolmodes, habilita el desarrollo de competencias
cognitivas, la metacognición individual, la metacog- • Los estudiantes con poca información usan po-
nición social y la consolidación de comunidad. La ne- cas categorías y tienen niveles bajos de profun-
gociación de metas, estrategias pedagógicas, espacios y didad, en contraste con los alumnos avanzados,
tiempos jugó un papel importante en la construcción por lo que las categorías ontológicas sirven de
de la comunidad de aprendizaje bajo el concepto de base para hacer observaciones que permitan in-
nosotros. Es claro que la generación de competencias ferir el nivel cognitivo y metacognitivo de estos.
necesita de un arduo trabajo por parte del docente y
• Los subgrupos de trabajo estuvieron de acuer-
del estudiante, para lo cual se necesitaría un mayor tiem-
do en que sus conocimientos aumentaron en
po de trabajo bajo la tutoría del docente. Esto implica-
todos los aspectos, sobre todo el aprendizaje de
ría un manejo diferente de franjas, intensidades horarias nuevas tecnologías, en particular los ambientes
y políticas gubernamentales para darle un papel pre- de software utilizados y el manejo de Internet.
ponderante a las áreas de las ciencias básicas. El trabajo con el programa informático exigía
mucha investigación y análisis debido al mane-
Dado que uno de los grandes retos educativos que jo de conceptos, por lo cual todos los integran-
enfrenta el país es la cobertura con calidad, el proyecto tes de la red tuvieron que utilizar herramientas
“Simas y Coolmodes en el desarrollo de competencias que les permitieran encontrar los significados
básicas”, es una gran contribución en el sentido de que de los temas correspondientes para interpretar-
se generó una red social alrededor del conocimiento. los y hacer un mejor análisis en cada actividad.

224 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


• El 94.2% de los 91 participantes están dispues-
tos a continuar en una experiencia como ésta Citas
pues la ven valiosa para el progreso académi-
co, para adquirir nuevos conocimientos, para 1 Ambiente digital para la representación ontológica hipertextual,
manejar nuevas tecnologías que son inno- desarrollado por el grupo de tecnologías de la información y la
comunicación para la educación (Tecnice), dirigido por Luis Fa-
vadoras y sirven como herramientas didácticas cundo Maldonado y conformado por docentes de la Universidad
para la enseñanza en todos los niveles educati- Pedagógica Nacional, Bogotá (Colombia).
vos, y finalmente crecer en su desarrollo perso-
2 Coolmodes (Collaborative Open Learning and Modelling
nal, viviendo nuevas experiencias que les
System) es un ambiente digital para la solución colaborativa de
pueden servir en el futuro. Por otro lado, el 5.8% problemas, desarrollado por el grupo Colaborative Learning in
de los encuestados argumentan que no partici- Intelligent Distributed Environments (Collide) del Institute for
parían en otra experiencia similar, ya que les Computer Science and Interactive Systems de la Facultad de
parece muy monótono o simplemente les pare- ingeniería de la Universidad de Duisburg (Alemania) y dirigido
ce una pérdida de tiempo. por H. Ulrich Hoppe.
3 Las encuestas fueron elaboradas por la investigadora Astrid
• Con base en una serie de encuestas3 llevadas a Wichmann del grupo Collide y traducidas al español de la
cabo a los estudiantes participantes en el pro- versión en inglés por Freddy Quevedo del Grupo Temas y Re-
yecto, se estableció entre otras cosas que el mas. Constan de 17 preguntas, las cuales fueron aplicadas a 91
34.7% de ellos prefiere hacer experimentos para estudiantes (42 mujeres y 49 hombres) participantes en el
proyecto.
encontrar las respuestas a los problemas en lugar
de consultar a docentes, expertos o discutir so-
bre ello, en consecuencia domina la preferencia
por actividades discursivas con profesores. Igual-
mente el 78.5% (72 estudiantes) de las respues- Bibliografía
tas dadas a las 5 preguntas relacionadas con la
utilidad del PC para el futuro, lo presentan como
BELTRÁN, J., 1996, “Estrategias de aprendizaje”, en: J. A. Beltrán et
una herramienta que facilita su trabajo estudiantil al., Psicología de la Educación, Madrid, Alianza.
(fácil de manejar, ayuda a aprender cosas nue-
vas, etc.), y como un elemento clave para posi- ________, 2003, “Las TIC: Mitos, promesas y realidades”, en:
Congreso sobre la Novedad Pedagógica de Internet, Madrid,
bles empleos. Finalmente el 46% de los Educared.
estudiantes se sintieron competentes, satisfechos
BELTRÁN, J. y L. Pérez, 2003, “Cómo aprender con tecnología”, en:
y habilidosos en el desarrollo de las actividades. J. M. Patino, J. A. Beltrán y L. F. Pérez (eds.), Cómo aprender con
Internet, Madrid, Foro Pedagógico de Internet.
• Con la ayuda de Coolmodes y Simas un buen
DE ZUBIRÍA, J., 1994, Tratado de pedagogía conceptual. “Los modelos
número de estudiantes afianzó los conceptos tra- pedagógicos”, Bogotá, Fundación Alberto Merani.
bajados, ya que los pudo aplicar a la solución de
GARDNER, H., 2002, “Estructuras de la mente. La teoría de las
una situación problémica. El saber hacer en con- Inteligencias Múltiples”, en: Nuevos Aportes de la investigación
texto como premisa de la teoría de las compe- sobre el desarrollo intelectual para mejorar la comprensión de lec-
tencias se ve reflejado en ello y permite ver la tura en los estudiantes, Bogotá, Centro de Investigación Sobre la
bondad de la alternativa pedagógica presenta- Lectura.
da. Ya que con Simas el estudiante tiene clari- MALDONADO, L., 2001, Razonamiento especial y aprendizaje signi-
dad sobre la forma en que se encadenan o ficativo, Bogotá, Universidad Pedagógica Nacional.
categorizan los conceptos, se vuelve hábil en la MALDONADO, L.; O. López, J. Ibáñez, H. Rojas y L. Sarmiento,
búsqueda, selección y organización de la infor- 2002, Desarrollo de competencias en las áreas de tecnología y mate-
mación, afianzando así las tres primeras compe- máticas a través de marcos conceptuales, Bogotá, Tecné/Episteme y
Didaxis, No. 12.
tencias propuestas. Con Coolmodes el estudiante
tiene claridad en las interrelaciones existentes MALDONADO, L. y E. Serrano, 2008, “Construcción de una red de apren-
entre las variables que describen un fenómeno dizaje”, en: Nómadas, No. 28, Bogotá, Universidad Central - IESCO.
físico y logra aplicar y evaluar lo aprendido en la PERKINS, D., 1995, La escuela inteligente: del adiestramiento de la
medida en que puede llevar a cabo simulaciones memoria a la educación de la mente, Barcelona, Gedisa.
de procesos físicos, con lo cual se afianzan las Colombia Aprende: portal educativo del Ministerio de Educación
dos últimas competencias propuestas. Nacional, disponible en: <http://www.colombiaaprende.edu.co>.

VERGARA N., M. Y CASTILLO HERNÁNDEZ J. E.: COMPETENCIAS EN CIENCIAS: LOS AMBIENTES DIGITALES SIMAS Y COOLMODES N ÓMADAS 225
MARÍA ESTHER GALVIS: Bogotá, 1982.

226 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


La emergencia en
el currículo social.
La práctica de la ingeniería*
nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 227-238

Aliex Trujillo García**

El presente artículo intenta rehacer un mapa del diseño y el proyecto como intereses de las prácticas de ingeniería y
describe una pedagogía del sentido en dos espacios académicos. Pretende arrojar nuevas luces sobre el tipo de sujeto que se
configura en los currículos sociales y qué formas tienen las emergencias que en estos se narran. Es un avance también de lo
que se ha estado haciendo para pensar la ingeniería desde sus prácticas, reflexionando sobre el saber práctico como las
acciones que le dan forma a las políticas y a la política; en los aprendizajes de la ingeniería.
Palabras clave: saber práctico, bitátora, metáforas, intuición, propiedades emergentes, currículo social.

O artigo tenta reconstruir o plano do desenho e o projeto como interesse das práticas de engenharia e descreve uma
pedagogia do sentido, em dois espaços acadêmicos que pertencem a uma série curricular que tenta construir a partir de um
enfoque complexo. Procura aportar novas luzes sobre o tipo de sujeito que se configura nos currículos sociais e quais são as
formas que apresentam as emergências que nestes se narram. É também um avanço do que se está fazendo para pensar
a Engenharia a partir de suas práticas, considerando o saber prático como as ações de lhe dão forma as políticas, nos
aprendizagens da engenharia.
Palavras-chaves: saber prático, bitácora, metáforas, intuição, propriedades emergentes, currículo social.

This article reconstructs a map of designing and projecting as issues of engineering praxis and describes pedagogy of
meaning in two academic environments. It intends to enlighten us about the kind and form of the emerging subjects
configured and narrated by the new social curricula. It is also an advancement of what is been doing to analyze engineering,
taking into account its practices, defining practicsal knowledge as those actions that give form to policies and politics.
Finally, it is a way of thinking about engineering learning.
Keywords: practical knowledge, binnacle, metaphors, intuition, emergent features, social curriculum.

ORIGINAL RECIBIDO: 22-VII-2008 – ACEPTADO: 22-IX-2008

* Este documento es uno de los resultados que dan cuenta del proyecto “Construc-
ción colectiva de los espacios académicos. Práctica de Ingeniería en el currículo
de Ingeniería Mecánica”, investigación en curso con profesores y estudiantes del
Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Central.
* * Ingeniero Mecánico, Magíster en Educación y Desarrollo Humano, CINDE-
UPN. Profesor de la Universidad Central y de la Universidad Pedagógica
Nacional, Bogotá. Investigador del grupo Complexus, Universidad Central-
Universidad Nacional de Colombia. E-mail: aliextru@gmail.com

TRUJILLO GARCÍA, A.: LA EMERGENCIA EN EL CURRÍCULO SOCIAL. LA PRÁCTICA DE LA INGENIERÍA N ÓMADAS 227
Contexto de enunciación El registro de las sesiones del grupo de discusión
Algo me late y no es mi corazón. se llevó a cabo a través de grabaciones digitales y de
Indio Solaris la bitácora, instrumento que acompañó al investiga-

L os intereses de este artículo responden a las


tres racionalidades que ya el primer Habermas (1997:
dor en todo el proceso. Al final de las sesiones del
grupo de discusión, los docentes mantuvieron las re-
uniones para continuar el proceso de ajuste a los es-
33-47) reconoce, o sea, el interés técnico, el interés pacios académicos; justamente es en estas reuniones
práctico y el interés crítico. El interés técnico por las en donde se presenta la bitácora como un dispositivo
preguntas que se le van haciendo al currículo de In- discursivo que permite la transformación de las prác-
geniería Mecánica, preguntas que pretenden arrojar ticas de ingeniería. Así, se define implementar el de-
otras luces sobre este dispositivo y su eficiencia en la sarrollo de bitácoras en cada una de las prácticas de
producción de sentido. El interés práctico presente en ingeniería mecánica como un proyecto de escritura
otras interpretaciones del dispositivo, donde se reco- colectiva para el relato del diseño y las prácticas en la
noce la diversidad cultural e histórica de los sujetos emergencia social, donde participan los profesores coor-
al discurso de la ingeniería, que pasa por ir compren- dinadores y los estudiantes adscritos a los espacios
diendo, a su vez, las prácticas de investigación situa- académicos.
da donde cuenta el fortalecimiento de la propuesta
académica. Y por último, el interés crítico que visibiliza Para provocar la discusión en el seno del grupo, se
los conflictos que habitan en el currículo, poniendo el presentaron, en un nuevo sentido, los ocho espacios
acento en la vigilancia de la exclusión y la inequidad académicos cuya denominación ya estaba incluida en
en el acceso a la cultura que supone la formalización el plan de estudio vigente. Los ocho espacios acadé-
institucional de este dispositivo. Estos intereses debe- micos se denominan Prácticas de Ingeniería Mecánica
rán ser suficientes para dar cuenta de una investiga- (PIM), desde ahí se pretendió tensionar el dispositivo
ción que se realiza con algunos de los actores en el curricular para movilizar nuevas formas del saber en
escenario educativo donde se forman los futuros inge- esta materia. Los sentidos que se plantearon para las
nieros mecánicos. sesiones de trabajo aparecen a continuación e inten-
tan construir una imagen general de los desarrollos
La investigación tuvo un enfoque etnográfico que siguen:
(Vinck, 2003: 26), que privilegia dos técnicas: un gru-
po de discusión formado por todos los profesores del Sentido global de la Práctica de Ingeniería Mecánica
Departamento de Ingeniería Mecánica1 de la Univer- (PIM). Los estudiantes, con la participación de los agen-
sidad Central, aprovechando las reuniones semanales tes educativos, construyen su autonomía reconociendo
del Departamento durante poco más de diez horas dis- las relaciones que se tejen entre la tecnología y la
tribuidas en bloques de dos a lo largo de cinco sema- cultura.
nas de trabajo; y tres sesiones de entrevista abierta
con la ingeniera y Magíster en Ingeniería Mecánica, Sentido de la PIM I. Los estudiantes, con la participación
Yolanda Torres2. En estas dos metodologías el tema de del profesor, encuentran un espacio académico donde
reflexión y debate fueron los actuales sentidos que el ponen a prueba sus intuiciones. Utilizan el sentido co-
grupo de docentes ha construido en torno a la prácti- mún, documentando las descripciones y expresiones que
ca de ingeniería. Los resultados obtenidos de la han formado parte del proceso de diseño.
triangulación de la información fueron discutidos por
el cuerpo docente y guiaron el diseño de una serie Sentido de la PIM II. Los estudiantes, con la participa-
completa de espacios académicos, a partir de un mé- ción del profesor, sistematizan el proceso de diseño regis-
todo deductivo que definió un derrotero de activida- trado en la Práctica de Ingeniería Mecánica I, para
des y responsables. Los resultados de la investigación construir una metodología y ponerla a prueba para un
permitieron tomar decisiones puntuales que están con- nuevo diseño.
tribuyendo a la transformación curricular, algunas de
las cuales se describirán más adelante, en el presente Sentido de la PIM III. Los estudiantes, con la participa-
texto. ción de los profesores, ponen a prueba la metodología

228 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


propia frente a las metodologías del diseño que recoge la sor va comprando los libros, las corporaciones garan-
literatura especializada más reciente. tizan de esta forma las ventas. El mecanismo, como
se sabe, no ha sido inocuo; gran parte de los espacios
Sentido de la PIM IV. Los estudiantes, con la partici- académicos universitarios son organizados con las
pación de los profesores y profesionales de la salud, temáticas que estos libros enuncian ya desde su ín-
hacen un levantamiento tecnológico en un sector vul- dice. Estas dinámicas son responsables, en parte, de
nerable. Este levantamiento tecnológico tendrá su ob- la insistencia de los profesores en la tematización de
jeto en la rehabilitación de la discapacidad con base los contenidos de las materias del currículo. Hasta
en la comunidad. el momento de esta investigación, las corporaciones
editoriales mencionadas no distribuyen libros de tex-
Sentido de la PIM V. Los estudiantes, con la participa- to con los supuestos contenidos de una asignatura
ción de los profesores, instalan un debate sobre las que lleve el nombre de Práctica de Ingeniería Mecá-
problemáticas energéticas globales y construyen una nica. Esto ha representado un obstáculo para los pro-
posición propia sobre algún estudio técnico energéti- fesores vinculados con este tipo de espacio curricular.
co. Se prueban estudios técnicos con combustibles re- Para los profesores de ingeniería mecánica ha sido
novables. una dificultad diseñar un proceso pedagógico donde
todo está por enunciar. Se le suma las exigencias de
Sentido de la PIM VI. Los estudiantes, con la participa- la Facultad cuando define lo que no quiere que sean
ción de profesores, hacen un recorrido histórico por los las prácticas de ingeniería 3 .
automatismos. El sesgo es mecánico. Hacen un acerca-
miento lógico y topológico de la experiencia con estos La dificultad para pensar lo nuevo ha tenido su
dispositivos. origen en lo que Giroux llama la dimensión funcio-
nalista en el modelo de la transmisión (Giroux, 2004:
Sentido de la PIM VII. Los estudiantes, con la participa- 228), una idea-fuerza que supone la práctica escindida
ción de los profesores, hacen etnografía industrial en las de la teoría y reducida a la habilidad de repetir movi-
empresas que visitan. Construyen un conocimiento so- mientos y conceptos. En el modelo así descrito, la prác-
bre estas relaciones acercándose a un diseño de las orga- tica es una “aplicación” de un supuesto corpus
nizaciones industriales. disciplinar y profesional. El diseño de nuevos espacios
académicos indocumentados en el discurso de la dis-
Sentido de la PIM VIII. Los estudiantes, con la participa- ciplina de la ingeniería, demanda propuestas que to-
ción de profesores, profesionales y empresarios, generan men distancia de los esteriotipos de pensamiento
relaciones con el sector productivo y las instituciones de estático y lineal, precisamente porque aquí se define
investigación, a partir del diseño de máquinas, dispositi- un pensamiento distante de las formas repetitivas. Lo
vos, planes de mantenimiento y automatización de pro- nuevo demanda pensar una práctica que se ocupe de
cesos industriales. los asuntos humanos en general y, siendo modificada
por la ingeniería, se vaya ocupando en lo específico,
de la relación de lo humano con la técnica. Pensar la
La práctica de la ingeniería práctica de ingeniería implica, en la experiencia de la
investigación, abordar la técnica en sus problemas
Una práctica muy extendida en la llamada do- performáticos, lo que se hace con lo que se hace. En
cencia en ingeniería ha sido el uso especulativo que este orden de asuntos, la práctica de ingeniería no
se le da al libro de texto. Especulativo porque en este puede separarse de la dimensión política de la prácti-
uso domina la simetría de la imagen. Los libros de ca, esto es, la participación de los estudiantes en su
texto que proceden de corporaciones editoriales aprendizaje, la consulta continua y la rendición de los
trasnacionales, llegan a los profesores a través de es- resultados en procesos de socialización inherentes a
trategias de mercadeo donde se les obsequia ejem- las propias construcciones en las que se ocupan los
plares de evaluación con el pretexto de que dicha sujetos en el dispositivo curricular. El interés práctico
evaluación sea realizada en las materias que el pro- de las prácticas de ingeniería se orienta hacia la com-
fesor imparte. El estudiante conminado por el profe- prensión de la anticipación, la intuición y la interven-

TRUJILLO GARCÍA, A.: LA EMERGENCIA EN EL CURRÍCULO SOCIAL. LA PRÁCTICA DE LA INGENIERÍA N ÓMADAS 229
ción de los estudiantes en los problemas con los que la a. Visibilización de los agentes educativos. El es-
ingeniería satisface las relaciones a través de procesos pacio académico no sólo es permeable para in-
de diseño y fabricación. teresados: demanda la participación de los
sujetos que afectan y son afectados por el pro-
Las emergencias en un currículo social son visi- blema de la ingeniería.
bles en, al menos, tres ámbitos que serán ampliados en
este texto: el reconocimiento de los saberes de los es- b. La sistematización con la que se construye el
tudiantes, de lo que el constructivismo radical llama sistema, es un registro continuo y participativo.
organización del mundo experiencial del sujeto (Von En los espacios académicos están dispuestas las
Glasersfeld, 2001: 37); la participación de los profeso- estrategias de registro que garantizan pensar
res del departamento en el diseño de estos espacios lo que se piensa.
académicos; y la consulta y participación de la comu-
nidad en los espacios de intervención técnica para la c. La autonomía es una emergencia. Es una pro-
rehabilitación. piedad que se cualifica con la diversificación y
multiplicidad de las referencias culturales.
La pregunta por la práctica de ingeniería como
emergencia 4 (Morin, 2006: 231) del currículo social d. La práctica de ingeniería es una metáfora cuya
ofrece la posibilidad de considerar otro tipo de currí- semejanza sucede en las relaciones entre la téc-
culo, un currículo que reconozca que la Universidad nica y la cultura. Es pensada desde el diseño,
es una institución de la cultura y que impone un co- esto comporta una anticipación de las muta-
nocimiento en y sobre la sociedad. Para iluminar esta ciones de la metáfora y el uso de estas muta-
metáfora, se sugiere la relación con la noción de cam- ciones para transformar el estar en el mundo.
po de manera isomorfa, reconociendo unas formas se-
mejantes, las formas del interés, similares en los campos
productores de luchas.
La participación de los estudiantes
en su aprendizaje. El paso de la
investigación a la acción pragmática
Esta primera metáfora se estabiliza en la investiga-
ción, con la semejanza en las relaciones entre los cam-
Se encuentran en la discusión con los profesores
pos curricular y social. El intercambio entre los campos
dos espacios (PIM I y PIM IV) con dinámicas
supone la semejanza en la diferencia que la metáfora vinculantes y experiencias que podían ser replicadas
problematiza como modelo (Ricoeur, 2001: 317). Esto en el resto de las prácticas de ingeniería en el currí-
supone unas reglas de intercambio, unas luchas en el culo. En el debate que se hizo en el grupo de discu-
intercambio, unos recursos y una narrativa de las re- sión, aparecen elementos que son usados para los
laciones en juego. Las reglas se encuentran distribui- nuevos diseños de estas asignaturas, es el caso del uso
das en el debate del grupo de discusión, en el de la intuición como método y de la construcción de
empoderamiento del estudiante para el diseño y en la problemas en la reformulación de la planeación
consulta y participación de la comunidad sobre la re- curricular que más adelante será abordado. En la
habilitación que aparece en la conversación con la enunciación misma del sentido de este anterior lugar
ingeniera Yolanda. Con estas mismas formas se distri- del currículo, se insiste en la participación de los pro-
buyen los recursos, las luchas y las narrativas. Las na- fesores. Esta función vital de los profesores releva el
rrativas construidas a partir de los registros físicos de papel heterónomo, exigiendo un desplazamiento de las
las grabaciones y las bitácoras que acompañaron el relaciones de poder. Ha sido un reto porque en su nueva
proceso de aproximación. función, el profesor instala un dispositivo de aprendi-
zaje con unos problemas que disocian las jerarquías.
En el sentido global de las prácticas de ingeniería La participación como lugar de lo político le ha resti-
que se enuncia más arriba, se pueden leer varios ele- tuido al saber práctico su estatus de discurso sobre la
mentos que contribuyen a la politización de los conoci- acción moral, o sea, alcanzar el bien común y la felici-
mientos (Giroux, 2004: 248): dad de la comunidad (Ferrater, 2004) y viene descu-

230 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


MARÍA ESTHER GALVIS: Bogotá, 1982.

TRUJILLO GARCÍA, A.: LA EMERGENCIA EN EL CURRÍCULO SOCIAL. LA PRÁCTICA DE LA INGENIERÍA N ÓMADAS 231
MARÍA ESTHER GALVIS: Zurich, Suiza, 1993.

232 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


briendo que el diseño es mucho más que unas fases de El Oscilador Bípedo Gravitatorio
actividades en un libro de diseño mecánico. (OBG), el juego en la Práctica de
Ingeniería Mecánica I
El diseño, como se estaba entendiendo, corrompía
su rigor; se le llamaba diseño a unas rutinas perfecta- Y cuando le explico aritmética
mente engranadas que copiaban una realidad tras otra, le resulta tan abstracta
en un simulacro (Baudrillard, 1984: 47) hasta el infini- que de flores y banderas
to. El uso de la intuición retorna oxigenando los pre- me llena toda la página.
[...]
dios del diseño después de haber sido expulsada, muy
y cuentan los que la vieron
cerca del sentido común. La ciencia la fue haciendo que en aquella tarde amarga
cada vez más común, la intuición degradada se está en que no vino el maestro
reivindicando en un enfoque diferente del diseño, re- era la que más lloraba.
torna y, con ella, aparece el problema, el rigor del pro- Raúl Ferrer
blema como dispositivo.
Los juegos se van construyendo en PIM I en su rela-
La intuición y el problema emergen como construc- ción con el enunciado, en este caso se relacionan con
ciones teóricas que sirven de dispositivo para la discu- la oscilación, con la condición de dos apoyos para la
sión en el grupo, como categorías conceptuales para estabilidad de la oscilación y la referencia al trabajo de
analizar, interpretar y discutir los hallazgos del trabajo la gravedad para mantener el dispositivo en dichas con-
de investigación. Actualmente, son los presupuestos con diciones, siendo todas estas gramáticas del enunciado.
los que funciona la nueva Práctica de Ingeniería Me- Hay numerosos juegos en la cultura cuyo signo ha sido
cánica y el acento en el seguimiento del registro con- la oscilación, por ejemplo, los juegos con cuerdas. Re-
signado en las bitácoras. habilitando estos juegos, enriqueciéndolos con nuevas
reglas, el estudiante reconoce el saber práctico de los
En este espacio académico se actúa emulando la juegos y participa de la multiplicidad de posibilidades
autonomía de pensar un problema de diseño. Como que inauguran en el diseño. Muchos otros juegos com-
la intuición es una razón de la autonomía, plantear portan equilibrio estático y dinámico, la rayuela, verbi-
el problema del diseño pasa por el descubrimiento, gracia. Gran cantidad de ellos, requieren del favor de
pero fundamentalmente por el invento (Delueze, la gravedad para que unos jugadores puedan sacar ven-
1987: 12). Inventar el problema del diseño es ir usan- taja sobre los otros, tal como ocurre con todos los jue-
do la intuición como método. El primer problema de gos en la red. Además de jugar con el enunciado y
esta serie ha sido determinar si la intuición como precisamente por esto, aparecen las primeras imágenes
método filosófico (expresión) puede ser usada (apro- del futuro dispositivo. Este dispositivo se entiende como
piación) en el diseño (lenguaje) (Trujillo, 2008: 22). una materialidad y lo que se esperaba en ingeniería me-
El segundo problema es determinar si inventar el pro- cánica se desbordaba en exposiciones de fotografías,
blema que Deleuze propone con la intuición como cuentos de ciencia-ficción, esculturas, etcétera.
método, favorece el diseño como práctica de inge-
niería. La pregunta de cómo ha sido usada la intui- La sugerencia de diseño para el trabajo que se hace
ción como método no es un problema, porque al estar tiene unos campos intuitivos. El uso de la bitácora
planteada con una serie suficiente de experiencias (Trujillo y Rojas, 2007: 91) como campo habitual pone
ya tiene una solución implícita. Para el bergsonismo el acento en el imperativo cultural del uso (Baudrillard,
esta autonomía recaería en el poder de tomar las 2004: 31). La bitácora es el registro de lo que se dice y
decisiones, en construir los problemas propios. La res- hace, de lo que se piensa. El profesor que participa del
puesta ya ha sido descrita: en el juego, una combina- proceso lo hace también con su bitácora donde registra
ción de alea y agon5 (Caillois, 1997: 131-146). El juego en igualdad de oportunidades y considerando siempre
reúne en una metáfora dimensiones lejanas de la ra- público el acceso a todos los registros que se producen.
cionalidad, de las racionalidades. El juego es una El registro que se habitúa en el soporte material se usa
provocación para usar la intuición como método de para el planteamiento del problema de diseño. La bitá-
diseño. cora es una palabra-metáfora (Borges, 2001: 37), similar

TRUJILLO GARCÍA, A.: LA EMERGENCIA EN EL CURRÍCULO SOCIAL. LA PRÁCTICA DE LA INGENIERÍA N ÓMADAS 233
al mueble de la rosa de los vientos, donde se deposita- lidad para conseguir estos movimientos, es suficiente
ban la brújula y el registro de las incidencias de la na- para el conocimiento de la profesión y la disciplina de
vegación. Con el diario del navegante, se trazaron los la ingeniería. Apartando el falso problema, es posible,
mapas de la expansión geográfica moderna y pudieron con el método de la intuición de Bergson-Deleuze,
regresar a casa los adelantados colonizadores, a iniciar recoger la discusión en torno a si la intuición es el
la noción de Occidente. problema que inicia a los estudiantes en las Prácticas
de Ingeniería Mecánica, y si tres semestres más ade-
Es el enunciado el que desata la acción. Para un lante los estudiantes pueden usar estas herramientas
momento puede detener la relación inefable entre dis- en la intervención en la comunidad con las suficien-
curso y acción, ese remolino de relaciones dinámicas. tes competencias.
La insistencia en estas organizaciones de redes de enun-
ciados configura un tipo de subjetividad en un horizon- Actuando desde el enunciado-acertijo se confi-
te de sentido. Las derivadas del enunciado, los sujetos gura una imaginación, una ampliación en el acceso a
que emergen de ahí, son habituales a los desplazamien- la cultura. El OBG demanda, en la instancia más visi-
tos epistemológicos periódicos, el uso con imperativo ble que ha rescatado esta indagación, una pregunta
cultural de la bitácora desplaza estas habitaciones. Del por el cuerpo humano, por la fisiología del equilibrio y
enunciado, el sujeto se deriva para satisfacer las rela- la estabilidad, por las proporciones de los segmentos,
ciones en que se inscribe. Esta derivación maquínica por los mecanismos de articulación, por la actuación
hace emerger un sujeto de la vida, el trabajo y el len- de los músculos para restituir el equilibrio y la estabi-
guaje (Foucault, 1984: 245-294); la vida del ingeniero, lidad en la marcha. La necesidad de pensar la oscila-
el trabajo del ingeniero y el lenguaje de la ingeniería. ción bípeda demanda del conocimiento el conocimiento
El OBG no es solamente un facto imaginado, no es sólo mismo, esta dimensión a donde lleva el pensar. El enun-
eso el diseño. Es, por lo menos, una relación en esta ciado desata nuevos intereses para la ingeniería. El
derivación de los enunciados, que desata en el pensa- interés por la bioingeniería, pero también el interés
miento el problema 6 de la creación. Esta es la idea- existente por la danza, por la expresión corporal y por
fuerza de este dispositivo. Un dispositivo que parte de el deporte. La bioingeniería es una línea-fuerza, una
un enunciado, un enunciado-acertijo, un enunciado línea de poder en el currículo formal que se le presen-
provocador. Este acertijo provocador moviliza pensar la ta al estudiante como un interés explícito de la insti-
vida del ingeniero, el trabajo del ingeniero y su lengua- tución educativa. En el marco de “las Prácticas de
je. El lenguaje del ingeniero, que se construye como Ingeniería Mecánica IV”, se plasma este interés con
discurso con el grupo de profesores del Departamento un espacio de intervención que se fortalece con el
de Ingeniería Mecánica. El movimiento más amplio convenio de la Secretaría de Salud y que se desarrolla
cubre el enunciado-acertijo y las discusiones sobre la en Vista Hermosa –barrio de Ciudad Bolívar–. Esta
intuición que se dan en las reuniones con los profesores práctica hace parte de los ajustes curriculares que
y viceversa, es decir, cómo usar las emergencias del gru- permiten definir el problema en torno a las disposicio-
po de discusión para definir estrategias educativas en nes de salud en territorios vulnerados, propuesto por
el salón de clase. Comprender esto es vital para el sen- el convenio con la Secretaría; por lo tanto, el proble-
tido con que se construye esta narrativa en la investi- ma de pensar la práctica de ingeniería se complemen-
gación y para legitimar el uso de la reunión de ta con un nuevo enfoque que recupera el sentido
Departamento y la entrevista como técnicas e instru- político y social, presente en toda práctica.
mentos de investigación cualitativa.
La observación participativa es parte esencial de la
De la discusión sobre la intuición en el grupo de metodología de diseño con el OBG, porque con este
profesores emerge el rescate del texto sobre Bergson mecanismo se consolida el diseño como una emergen-
que escribe Deleuze (1987: 9). La intuición como cia de las disposiciones sociales y enlaza con el futuro
método es el problema que se formula en el proceso y trabajo de intervención que se realiza en PIM IV. Las
en relación con los falsos problemas. Específicamente dinámicas de taller en el espacio académico PIM I es-
el falso problema de la instrumentalidad, o sea, que la tán soportadas por la idea-fuerza de que la enunciación
repetición de movimientos musculares y de una habi- colectiva de los resultados del diseño configura

234 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


agenciamientos disponibles en cualquier momento. Con Con el OBG, con ese enunciado, se moviliza la pre-
el agenciamiento en construcción, el estudiante inter- gunta por lo otro en relación con lo propio aproximado
viene en la localidad, en el curso del espacio académi- al conocimiento fisiológico de las geometrías y la mecá-
co que tiene ese acento, PIM IV, el cual está vinculado nica del movimiento, de la gravedad como metáfora de
directamente con el convenio con la Secretaría de Sa- la subjetivación y de una episteme. La visibilización de
lud. Convenio que, como se ha dicho, ha estado coor- la semejanza entre estas relaciones, el mapa de la gra-
dinando la ingeniera Yolanda Torres. El agenciamiento vedad en las leyes que comandan la mecánica clásica,
que se logra con la socialización y la consulta de otros formando una metáfora con el agenciamiento. Las dis-
saberes, es el que en PIM IV construye un inventario posiciones para el aprovechamiento técnico de la gra-
sobre la técnica en el uso de dispositivos biomédicos vedad tienen semejanza en sus diferencias. Diferencias
para la rehabilitación de la discapacidad. La interven- porque pertenecen a lenguajes entendidos como dis-
ción parte de PIM IV, un espacio donde se visibiliza el tintos, la gravedad y el agenciamiento. El lenguaje de
campo de lo social (Bourdieu y Wacquant, 1995: 63- la física se ha ocupado de construir una narrativa sobre
99) y los saberes que sobre el enunciado la comunidad esa aceleración y el lenguaje de la filosofía, del deseo
de interés tiene. El enunciado del levantamiento tec- que otorga al sujeto un cuerpo enunciativo. El proble-
nológico está precedido por una observación participa- ma como se enuncia se refiere a si una expresión de un
tiva y por la construcción de una red de enunciados lenguaje puede pertenecer al otro. Esta noción de pro-
que en la bitácora los estudiantes registran. La relación blema, es una noción semiológica que aporta luces so-
con el registro configura en los estudiantes una posibi- bre cómo ir formulando los problemas con la intuición
lidad para el pensamiento en el estudio de las propias como método.
prácticas: pensar cómo se conoce y no sólo un pensar
como conocimiento. Pensar como conocimiento le ha El OBG es un dispositivo posible que surge del in-
dado cierta linealidad a la acción-discurso en la homo- terés por empoderar la creación, reconocer la relación
logación que se enuncia con ese símil. Aquí se ha tra- que los estudiantes tienen en la experiencia de diseño
tado de comprender la diferencia entre el conocimiento y disponer un escenario para trazar las redes de víncu-
y el pensar, insistiendo en que hacer esta separación los que posee la cultura. El escenario social tiene for-
analítica es afirmar un sentido discursivo, no sólo por- mas semejantes con el enfoque etnográfico de las
que se trata de una cuestión semántica, sino porque es prácticas de ingeniería. Los estudiantes dicen en públi-
reconocer que hay movimientos entre el conocimiento co haber comprendido cuáles son algunas de las rela-
y el pensamiento que nos interesan en este estudio. Es- ciones que favorecen la realización con un posible.
tos movimientos son los que se inauguran en la PIM I,
movimientos hacia otras disciplinas y profesiones. Los La red que se presenta es una red de sentidos, la
movimientos de este tipo oscilan entre las posibilidades descripción de esta red se ha llevado a cabo a través de
de la existencia misma, la relación con la vida, el tra- la descripción de los procesos académicos en un currí-
bajo y el lenguaje; la relación consigo mismo, con el culo que se sabe social. La relación que se encuentra
cuidado de sí (Foucault, 1990: 50). El desplazamiento entre estos dos espacios académicos de práctica de in-
hacia la fisiología y la filosofía no sólo ha sido un capri- geniería ha dado pistas para comprender las relaciones
cho del profesor-investigador, también ha sido una posi- que configuran el tipo de sujeto que queremos como
bilidad de relación con la futura intervención en otros educadores, como sujetos visibles de la educación.
escenarios. El sentido que se ha ido inaugurando hacia
el futuro tiene la forma de un devenir donde el futuro
actualiza el presente. Son las variables que están en La consulta y participación de la
juego en el modelo (Black, 1966: 231), el diseño y el comunidad en los espacios de
proyecto. El discurso que trata de construir es el de un intervención técnica para la
metadiseño, diseñar el diseño. Esta imagen tiene un rehabilitación
uso, el uso que se le ha dado en la investigación sobre
las prácticas de ingeniería. Diseñar como se diseña. El El otro instrumento etnográfico utilizado para esta
diseño sesgado por el proyecto ha declarado los intere- indagación fue la entrevista hecha a la ingeniera
ses técnicos, pero también los prácticos y los críticos. Yolanda Torres. La escogencia fue determinada por la

TRUJILLO GARCÍA, A.: LA EMERGENCIA EN EL CURRÍCULO SOCIAL. LA PRÁCTICA DE LA INGENIERÍA N ÓMADAS 235
conveniencia de la marginación de la ingeniera del gru- una metáfora que proviene de la comprensión de lo vivo
po de discusión, y se hizo necesario el correlato de la y de los mecanismos autopoiéticos. La pregunta es un
coordinadora del convenio donde participan activamen- desplazamiento de la satisfacción de las necesidades a
te los estudiantes que cursan PIM IV. Esta indagación la satisfacción de las relaciones7 , la pregunta por la sa-
tiene múltiples facetas de las cuales aquí hay espacio tisfacción de las relaciones es una pregunta política. La
para describir sólo algunas. política entendida como lo hace Hannah Arendt8 (1993:
47), en la forma del zoon politikon, a partir de las rela-
La profesora Yolanda está construyendo su pregun- ciones entre los hombres como categoría perteneciente
ta de investigación para el Doctorado en Ingeniería al género de las ciencias políticas.
Biomédica, y las tres conversaciones sobre rehabilita-
ción y ciencias de la complejidad que se sostuvieron, se La potencia de esta propuesta está en la afectividad
convirtieron en material de análisis. de la intervención. Afectividad que está dada por la
red de metáforas que se producen con la rehabilitación
El foco de atención de estas conversaciones fue el y el uso de la técnica. Bajo esta perspectiva, un grado
trabajo de bioingeniría que se llevó a cabo en Ciudad de satisfacción recogido con instrumentos reduccionistas
Bolívar. Esta intervención fue mediada por un conve- no puede considerar las variables políticas porque estas
nio suscrito entre la Universidad Central y la Secreta- sólo pueden ser invisibilizadas a través de las relaciones
ría de Salud del Distrito Capital. El objeto de la de poder que se tensionan con la intervención del in-
intervención era la discapacidad y el servicio de reha- vestigador en la comunidad. Es aquí donde adquiere
bilitación hospitalaria y comunitaria. Se presentó el tra- relieve la consulta que se hace en el territorio, el reco-
bajo de la profesora Yolanda como una cartografía de la nocimiento de los sujetos que son afectados por la re-
técnica, un trazado de las relaciones tejidas en el terri- habilitación de la discapacidad en las decisiones para
torio, relaciones de comunicación, deseo, poder y sa- el diseño de dispositivos biomédicos. La participación,
ber. Este mapa es usado por la ingeniera para visibilizar la consulta y la rendición transforman las relaciones con
las relaciones en la intervención que se pueden satisfa- la técnica de rehabilitación de forma que se pueda trans-
cer en la técnica, relaciones que favorezcan la transfor- formar a su vez el uso de la técnica. La discusión se
mación de las condiciones de marginalización presentes desplaza entre los sistemas asistencialistas que trans-
por efecto de una exclusión social sistemática. La reha- fieren técnica y los sistemas constructivistas radicales9
bilitación con base en la comunidad (RBC) interviene (Von Glasersfeld, 2001), que desde la relación con el
el territorio con el convenio e introduce una perturba- territorio participan de estas relaciones, reconociendo
ción que puede desarrollar una respuesta favorable en los saberes y las prácticas en la rehabilitación de la
la transformación de las condiciones de marginalización discapacidad.
y heteronomía. La ingeniera Yolanda señaló que traza-
ba un mapa donde la comunidad recibía los dispositivos El espacio académico Prácticas de Ingeniería parti-
diseñados por los estudiantes que hacían efectivo el cipa de estas relaciones, trazando el territorio de la con-
convenio. sulta, el de las relaciones de poder, deseo, saber y
comunicación, el de los signos de la cultura en la co-
El sistema es mirado y dicho con dos categorías: munidad intervenida. La cartografía social que los es-
ambiente y colocación. Estas categorías responden al uso tudiantes configuran con la participación de los
de la técnica de rehabilitación para la discapacidad. interesados en el uso de la técnica para la rehabilita-
La colocación es el imperativo técnico de este uso, sus ción de la discapacidad, es un material importante para
funciones; el ambiente es el imperativo cultural, los sig- la investigación sobre estos usos. El espacio curricular
nos de las líneas de relación georeferenciadas en el uso se relaciona con las emergencias sociales, construyen-
de las técnicas de rehabilitación. do un marco de referencia para pensar el territorio
interviniéndolo.
La pregunta pareciera ser en estos momentos la si-
guiente ¿Cuáles son las relaciones que hay que satisfa- Esta construcción por emergencia ha comenzado con
cer con la intervención biomédica del territorio para el desplazamiento de la pregunta sobre la transforma-
favorecer el tipo de sociedad que queremos? Esta es ción, continúa con la intuición de unas categorías que

236 N ÓMADAS NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


dinamizan el relato de la investigación, y concluye por asignatura convencional con temas, no es un taller o un laborato-
rio, no es una pasantía, no es visita industrial”.
reconocer la complejidad y las propias emergencias que
no pueden ser visibles sin una continua mirada sobre el 4 Las emergencias son propiedades o cualidades surgidas de la orga-
nización de elementos o constituyentes diversos asociados a un
territorio. todo, no deducibles a partir de las cualidades o propiedades de los
constituyentes aislados, e irreductibles a estos constituyentes. Las
El detenimiento en esta conversación con la inge- emergencias no son epifenómenos, ni superestructuras, sino las
cualidades superiores surgidas de la complejidad organizadora.
niera Yolanda se debe a que se considera vital para
Pueden retroactuar sobre los constituyentes confiriéndoles las cua-
comprender la práctica de ingeniería que están ha- lidades del todo.
ciendo los estudiantes y cómo esta afecta un currículo 5 Las combinaciones del alea y del agon son un libre juego de la
que tiene la pretensión de estar en construcción so- voluntad a partir de la satisfacción que se siente al vencer una
cial. La emergencia (Rodríguez, 2008: 33) a la que se dificultad concebida de manera arbitraria y aceptada por voluntad
refiere este texto es una producción del dispositivo propia. El agon y el alea, es decir, en este caso, el mérito y el
nacimiento, aparecen como elementos primordiales y, por demás,
hegemónico, una grieta por donde se ordena una dis- complementarios del juego social.
posición nueva, una disposición política que configu- 6 Gran parte de la idea de problema que se presenta aquí es tomada
ra a un sujeto político. El estudiante de ingeniería de conversaciones con el profesor Carlos Reynoso, de la Universi-
mecánica se configura en una subjetividad que teje, dad de Buenos Aires, Doctor en Antropológica y unos de los
desde la participación, la consulta y la rendición, una pensadores de la complejidad que más crítico es con la misma.
posibilidad de intervenir el territorio social y afectar 7 Las necesidades son relaciones de poder y deseo, siempre quedan
por fuera las relaciones de comunicación y saber
el currículo; intervenir y afectar a su vez al sujeto po-
lítico que se configura con el dispositivo curricular en 8 La política nace en el entre-los hombres, por lo tanto completa-
mente fuera del hombre. De ahí que no haya ninguna substancia
la línea de investigación en bioingeniería. ¿Cuál es propiamente política. La política surge en el entre y se establece
entonces esta emergencia? La emergencia es una ra- como relación.
cionalidad crítica donde se visibilizan las formaciones 9 El conocimiento no se recibe pasivamente, ni a través de los senti-
de exclusión e inequidad en los dispositivos de acceso dos, ni por medio de la comunicación, sino que es construido activa-
a la técnica, una crítica que afecta el cuerpo curricular, mente por el sujeto cognoscente. La función de la cognición es
adaptativa y sirve a la organización del mundo experiencial del
el campo de estas relaciones. La emergencia es el re- sujeto, no al descubrimiento de una realidad ontológica objetiva.
conocimiento del imperativo cultural en el uso de la
técnica, el interés emancipatorio, la metáfora como
posibilidad de la semejanza en las relaciones de poder,
deseo, saber y comunicación (Trujillo, 2008: 25). La
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MARÍA
ESTHER
GALVIS Ambalema, Colombia, 1982.

Nació en Santander y expone desde 1982. Es Magíster en Artes Plásticas y Visuales, y estudió fotografía
con Crhistian Miloranoff, Arnaud Class, Bruno Jarret, Dennis Briht, Brigitte Langevin, entre otros. Ha
sido docente especial en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional y directora del Departamento
de Bellas Artes y profesora de audiovisuales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

En 1995 recibió el Premio ILFORD al mejor portafolio en blanco y negro en América Latina. Coleccionan
obra suya el Museo Nacional de Colombia, el Museo de Arte Moderno de Bogotá y Casa de las Américas
de La Habana, Cuba.

Bogotá, 2000. Bogotá, 1985.

TRUJILLO GARCÍA, A.: LA EMERGENCIA EN EL CURRÍCULO SOCIAL. LA PRÁCTICA DE LA INGENIERÍA N ÓMADAS 239

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