17/5/2018 Plantación de alta densidad en bolsas, una opción para los productores de arándanos
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Plantación de alta densidad en bolsas, una
opción para los productores de arándanos
Este sistema, entre otras cosas, permite aumentar la producción y la precocidad de la
fruta.
Lunes, 07 de septiembre de 2015 a las 8:30
Cuidado con el clima
Independiente del sistema de plantación que
se escoja, en el diseño de un huerto es
necesario considerar las características
climáticas del lugar. Y es que el arándano es
sensible a varias condiciones ambientales que,
dependiendo de su intensidad, pueden incluso
reducir el crecimiento de las plantas y, por
ende, el rendimiento del huerto.
En ese contexto, una de las recomendaciones
de los expertos es privilegiar la orientación de
las hileras de norte a sur para favorecer el
desarrollo más homogéneo de la planta y
propiciar que la parte aérea de la misma
reciba buena circulación de aire.
“La orientación de plantación debe permitir
una buena aireación, es decir que la
plantación permita la circulación del viento.
Uno de los principales problemas en este
cultivo es la botritys en flor, enfermedad que
se puede ver favorecida por una mala
aireación”, explica Angélica Salvatierra.
Pero todo exceso es malo. Cabe destacar que
este frutal menor es sensible a vientos
fuertes, por lo que se debe considerar la
velocidad, orientación y frecuencia del viento.
“Vientos superiores a 10 Km/hr permanentes
en el tiempo, reducen el crecimiento de las
plantas, por lo que en esos casos lo ideal es
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Daniela San Martín N.
La plantación de arándanos de alta densidad se ha
transformado en una interesante opción para aquellos
productores que buscan aumentar la producción y la
eficiencia de su huerto. Este sistema de plantación, que
llegó al país hace algunos años, tiene la particularidad
de que utiliza macetas o bolsas —muy similares a las
que se utilizan en los viveros—, las que contienen toda
la estructura de la planta y son distribuidas sobre el
suelo del huerto.
Más y menos
Así como cualquier sistema, la plantación de alta
densidad en macetas o bolsas posee ventajas y
desventajas, las que deben ser conocidas por los
productores que deseen implementarla:
1-Ventajas:
-Proporciona condiciones ideales de suelo para el
cultivo:
A diferencia del sistema tradicional, el cultivo del
arándano en macetas se basa en la utilización de bolsas
que aíslan la raíz de la planta del resto del suelo. Las
bolsas se rellenan con sustrato, lo que le permite al
productor brindarle a la planta las condiciones ideales
para su desarrollo e incluso establecer el huerto en
zonas que no tienen las condiciones para este cultivo.
Asimismo le permitirá establecer el cultivo en terrenos
que posean plagas, como la del gusano blanco —una de
las que más ataca al arándano—, o tengan una alta
presencia de malezas que puedan perjudicar su
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instalar cortinas cortavientos”, indica Pilar
Bañados.
Otro factor que determinará el éxito del
cultivo será la temperatura. Estos frutales se
caracterizan por crecer dentro de una amplia
gama de climas, dependiendo de la variedad.
Si bien pueden tolerar temperaturas mínimas
y máximas de 7 y 33° C, respectivamente, la
óptima para su desarrollo se mueve entre los
16 y 25° C. “Además se deben considerar las
precipitaciones, el riesgo de heladas y la
posibilidad de granizo, todos muy dañinos
para el desarrollo adecuado del arándano”,
afirma Bañados.
El arándano, además, es sensible a la alta
radiación ultra violeta, factor que en Chile ha
cobrado especial importancia debido a la
disminución de la capa de ozono. “Si la
radiación total y UV son muy altas en una
determinada zona se recomienda el uso de
mallas sombra que reduzcan este problema”,
dice Pilar Bañados.
La importancia del pH
El arándano necesita un pH bajo —4,5 a 5—
tanto en suelo como en agua. Este es un
requisito indispensable para que el cultivo
tenga éxito. “Ya sea en suelo o en bolsa, el
pH debe ser bajo. No basta con acidular el
agua de riego; el pH a nivel de la raíz debe
ser ácido en suelo o sustrato”, indica Bañados.
El suelo naturalmente presenta un pH entre 7
y 8 por lo que debe ser acidificado. El azufre y
el sulfato de aluminio son las alternativas
disponibles para este fin, aunque el azufre es
el más utilizado por ser más económico. “En la
zona norte, donde existen naturalmente
suelos con pH altos y presencia de
bicarbonatos, el uso de azufre preplantación
en grandes cantidades es clave”, añade Pilar
Bañados.
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desarrollo. Esto no asegurará la absoluta protección del
cultivo, aunque sí disminuirá la incidencia de cualquier
problema relacionado con este tema.
Si bien esta característica aparece como una excelente
herramienta para establecer un huerto en las
condiciones óptimas de suelo, hay que ser cuidadosos
para entregar a la planta todos sus requerimientos.
Por lo mismo, los expertos hacen hincapié en que una
de las claves para el éxito del sistema es poner especial
atención en el tamaño de la bolsa y el llenado de ésta
con los compuestos adecuados (ver “Requerimientos
para establecer un huerto con bolsas).
-Aumenta la producción y la eficiencia en el uso
del espacio:
En sus inicios, las plantaciones de arándanos en Chile
se diseñaban con un marco de plantación de 1,5 x 3
metros, lo que en la práctica significaba tener una
densidad de 2.200 plantas por hectárea. Con los años,
esta distribución ha ido disminuyendo hasta llegar a
marcos de 1 x 3 metros con 3.333 plantas por hectárea.
Sin embargo, con la utilización del sistema de bolsas, la
separación sobre hileras se minimiza a 0.6 cm y a 2,5
metros entre hilera, lo que genera una superficie con al
menos 5.000 plantas por hectárea.
Esto en la práctica genera que la hilera se utilice casi en
un 100%, lo que, al mejorar el rendimiento, le permitirá
al productor recuperar su inversión en menor tiempo.
Pero eso no es todo. La utilización de esta técnica
propicia, además, que parte de la fruta sea más precoz
en su maduración. Y es que la mayoría de los frutales
poseen una respuesta biológica a la alta densidad, que
les permite adelantar su madurez. Esto en la práctica
significará que el productor pueda poner su fruta en el
mercado antes y eventualmente ganar espacios de
venta, obteniendo mejores retornos.
2-Desventaja:
-Genera residuos medioambientales:
Hay que considerar que este sistema utiliza bolsas
plásticas que no son reutilizables. La vida útil de éstas
dependerá, en gran medida, del cuidado que le brinde
el productor a la planta durante su plantación y
desarrollo. Por ello, la recomendación de los expertos
apunta especialmente a evitar que se acerquen al
huerto animales que puedan botar o dañar las macetas.
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Pese que genera residuos, el sistema de bolsas no es impedimento para establecer, por ejemplo, un
huerto de arándanos orgánicos. No obstante, los expertos no descartan que en el futuro puedan surgir
restricciones para su uso. De todas formas es importante retirar del campo las bolsas en desuso.

Requerimientos para establecer un huerto con bolsas

Si bien existen consideraciones generales para el establecimiento de un huerto de arándanos que

trascienden el sistema de plantación, a continuación nos centraremos en aquellas que se refieren o que
dependen exclusivamente del tratamiento que se le dé a las macetas o bolsas.

-Superficie de plantación

Para establecer un huerto de arándanos en alta densidad en macetas se requiere de un suelo lo más
parejo posible, con el fin de que las bolsas puedan ser ubicadas una al lado de otra sin estorbarse.

-El sustrato de macetas

El cultivo en bolsa tiene como principal limitante el poco espacio que tienen las raíces para formar su
masa radicular, por lo que es imprescindible entregarles un sustrato que cubra todos sus
requerimientos.

“Hay que tener claro que este sistema permite que la planta centre su masa radicular en un volumen
en el cual se asegura que podrá obtener todos los nutrientes y agua necesaria, por lo que si bien se
reduce el volumen radicular, no necesariamente será menos eficiente”, explica la Dra. Angélica
Salvatierra, agrónoma investigadora de INIA Intihuasi.

Un aspecto esencial es el volumen de la bolsa que utilizará. “Lo ideal es que usen bolsas de 25 a 35
litros con sustratos permeables y homogéneos”, afirma Pilar Bañados, ingeniero agrónomo, PhD, y
profesora de fisiología y producción de berries de la Universidad Católica.

El sustrato que se utilice, determinará la capacidad de oxigenación, la retención de humedad y la

humedad fácilmente aprovechable por la planta. Todos estos aspectos serán fundamentales para el
buen establecimiento del cultivo.

De acuerdo a los especialistas, los arándanos requieren sustratos básicos que posean:

-Alta retención de humedad fácilmente aprovechable.

-Alta porosidad, mayor a 50%. -Textura arcilla + limo inferiores a 40%.

-Baja salinidad, con una conductividad eléctrica menor a 1,5 dS/m.

-pH entre 4,5 y 5. Sobre 6 disminuye considerablemente la producción.

Lo ideal será que el sustrato orgánico tenga un tamaño de partículas homogéneo con el fin de evitar la
sedimentación del material fino (acumulación de partículas al fondo de la bolsa).

Así también, debe ser estable para impedir la contracción o expansión del medio y asegurar una
mínima velocidad de descomposición de la materia orgánica.

-La mezcla

Tal como se señaló anteriormente, uno de los desafíos de este método de cultivo es llenar la bolsa con
una mezcla adecuada. Para lograr este objetivo se pueden utilizar materiales como corteza de pino,
turba y aserrín de pino.

Cada componente cumple una función específica:

La corteza de pino entrega espacios porosos al sustrato, los que permiten que el agua, los nutrientes
y el oxígeno sean retenidos. Además, ayuda a bajar el pH del sustrato, al presentar un pH entre 4 y 5.
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La turba aumenta la densidad aparente del sustrato, mejorando la retención de agua y nutrientes; la
aireación y el drenaje, lo que facilita el desarrollo radicular. Además, aumenta el efecto buffer por lo
que equilibra el pH y las sales solubles, y es una fuente de nitrógeno de liberación lenta.

El aserrín es ideal para este cultivo, gracias a su pH ácido. Este ayuda a disminuir el ataque de
hongos y su baja fertilidad permite manejar la nutrición de las plantas de manera más precisa. Por su
tamaño de partículas mejora la condición física del sustrato y con su alta concentración de lignina es
una fuente durable de materia orgánica.

Cabe destacar que la cantidad a utilizar de cada uno de estos sustratos dependerá del pH de cada
componente. Lo importante, dicen los expertos, es que al final del proceso la mezcla final corresponda
al pH que requiere la planta.

-El riego

Cuando las plantas se encuentran en un espacio confinado en el que sus raíces han proliferado y
utilizado todo el espacio, el área que tiene el sustrato para poder captar y retener agua se reduce. Por
lo general los sistemas de riego por goteo son considerados como ideales para este cultivo. Esto se
debe a que el arándano posee raíces sensibles a la asfixia radicular generada por exceso de agua o por
falta de aireación por compactación del suelo.

Al combinar esta reducción en la capacidad del suelo para retener agua, junto a una variedad vigorosa,
como Misty, se hace difícil mantener un buen estado hídrico. Las variedades vigorosas, que poseen una
gran cantidad de follaje, tienen una elevada tasa de evapotranspiración por lo que al no ser capaces de
reponer el agua que pierden, tienden a deshidratarse. Ante este fenómeno, se recomienda aumentar la
frecuencia de riego. “Con una mayor frecuencia de riego puedes mantener la demanda hídrica
cubierta”, indica Angélica Salvatierra.

El manejo clave: La poda En ese contexto, resulta importante destacar que la parte
aérea y la raíz de la planta deben estar en proporción.
Para ello será importantísimo llevar a cabo un adecuado programa de podas, en especial en aquellas
variedades más vigorosas, con el fin de que la producción de las plantas no se vea perjudicada.

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