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Recarga Natural de Acuíferos

La tierra es como una esponja en donde el agua subterránea va llenando los espacios entre la tierra
y rocas. El fluido se mueve lentamente, por lo general en centímetros al año. Un acuífero está
constituido por una capa de arena, grava o roca porosa con agua para necesaria para suministrar
una cantidad útil. La recarga natural de los acuíferos se origina generalmente del agua de lluvia
que a lo largo del suelo se infiltra a los acuíferos. Dicha recarga varía con el tiempo y fue el génesis
de los acuíferos.

El agua del suelo se renueva en general por procesos activos de recarga desde la superficie. La
renovación se produce lentamente cuando la comparamos con la de los depósitos superficiales,
como los lagos, y los cursos de agua. El tiempo de residencia (el periodo necesario para renovar por
completo un depósito a su tasa de renovación normal) es muy largo.
Por otra parte la recarga natural tiene el límite de la capacidad de almacenamiento del acuífero de
forma que en un momento determinado el agua que llega al acuífero no puede ser ya almacenada y
pasa a otra área, superficie terrestre, río, lago, mar o incluso o otro acuífero.
En algunos casos la renovación está interrumpida por la impermeabilidad de las formaciones
geológicas superiores (acuitardos), o por circunstancias climáticas sobrevenidas de aridez. En
ciertos casos se habla de acuíferos fósiles, estos son bolsones de agua subterránea, formados en
épocas geológicas pasadas, y que, a causa de variaciones climáticas ya no tienen actualmente
recarga.
El agua de las precipitaciones (lluvia, nieve,…) puede tener distintos destinos una vez alcanza el
suelo. Se reparte en tres fracciones. Se llama escorrentía a la parte que se desliza por la superficie
del terreno, primero como arroyada difusa y luego como agua encauzada, formando arroyos y ríos.
Otra parte del agua se evapora desde las capas superficiales del suelo o pasa a la atmósfera con la
transpiración de los organismos, especialmente las plantas; nos referimos a esta parte como
evapotranspiración. Por último, otra parte se infiltra en el terreno y pasa a ser agua subterránea.
Que actividades afectan a la recarga de los acuíferos
Existen varias causas potenciales del deterioro de la calidad de un acuífero y/o las fuentes de agua
subterránea. Estas se clasifican por su génesis y se explican más adelante en la Tabla. En la
presente Guía se aborda la protección contra la contaminación de acuíferos y cabeceras de pozos,
pero es necesario tener presente que también pueden operarse otros procesos
¿De qué manera se contaminan los acuíferos?
Las aguas subterráneas se originan principalmente por exceso de precipitación que se infiltra directa
o indirectamente en la superficie del suelo. Como consecuencia, las actividades humanas en la
superficie pueden constituir una amenaza a la calidad del agua subterránea. La contaminación de los
acuíferos ocurre cuando la carga de contaminantes sobre el subsuelo generados por descargas o
lixiviados de actividades urbanas, industriales, agrícolas o mineras no es controlada adecuadamente,
y en ciertos componentes excede la capacidad natural de atenuación del subsuelo y estratos
suprayacentes (Figura A.1).
●Los perfiles naturales del subsuelo atenúan muchos contaminantes en forma activa, e
históricamente han sido considerados potencialmente eficaces para la disposición segura de excretas
humanas y aguas residuales domésticas. La autoeliminación de contaminantes durante el transporte
subterráneo en la zona vadosa (no saturada) es resultado de la degradación bioquímica y de la
reacción química, pero los procesos de retardo de contaminantes por fenómenos de adsorción son
igualmente importantes, ya que aumentan el tiempo disponible para los procesos que conducen a su
eliminación.
●Sin embargo, no todos los perfiles del subsuelo y estratos subyacentes son igualmente eficaces en
la atenuación de contaminantes, y los acuíferos son particularmente vulnerables a la contaminación
cuando, por ejemplo, se encuentran rocas consolidadas altamente fisuradas. El grado de atenuación
también variará ampliamente según el tipo de contaminante y el proceso de contaminación en un
ambiente determinado.
●La preocupación sobre la contaminación del agua subterránea se refiere principalmente a los
acuíferos no confinados o freáticos, especialmente donde su zona no saturada es delgada y el nivel
freático es poco profundo, pero un peligro de contaminación significativo puede estar presente
también en los acuíferos semiconfinados, si las capas acuitardas confinantes son relativamente
delgadas y permeables.
●La Tabla A.2 presenta un resumen de los tipos más comunes de actividades capaces de ocasionar
contaminación del agua subterránea significativa y los componentes contaminantes encontrados con
mayor frecuencia. Es importante reconocer que éstos difieren de los que generalmente contaminan
las aguas superficiales, consecuencia de los diferentes controles que gobiernan la movilidad y
persistencia de los contaminantes en los respectivos sistemas hídricos.
●Es igualmente importante resaltar que a menudo determinadas actividades (y procesos específicos
o prácticas adicionales dentro de tales actividades) representan amenazas desproporcionadas a la
calidad del agua subterránea. Por ello la adopción de una serie de medidas de control de la
contaminación claramente enfocadas y bien afinadas puede resultar en grandes beneficios a un
costo relativamente modesto.
●La actividad humana en la superficie del terreno modifica los mecanismos de recarga de los
acuíferos e introduce otros nuevos, cambiando la distribución, frecuencia, tasa y calidad de la
recarga del agua subterránea. Esto se da especialmente en climas áridos pero también ocurre en
regiones más húmedas. La comprensión de estos mecanismos y el diagnóstico de tales cambios
resultan críticos para la evaluación del peligro de contaminación del agua subterránea.

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