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UNIVERSIDAD

TÉCNICA DE
COTOPAXI

Facultad de Ciencias Agropecuarias y


Recursos Naturales

Carrera de Medicina Veterinaria y


Zootecnia

Bioética y Legislación Pecuaria

Nombre: Madril Orozco Karina Fernanda


Curso: Primero “B”

Tema: Ensayos
Docente: Dr. Xavier Quishpe
ENSAYO # 1
BIOÉTICA PRINCIPIOS Y REGLAS
La bioética es con frecuencia asunto de discusión política, lo que genera enfrentamientos
entre aquellos que defienden el progreso tecnológico y aquellos que consideran que la
tecnología debe estar al servicio de las personas y bajo el control de criterios éticos. Se
trata de una disciplina relativamente nueva. Está fundamentada en los principios, aunque
no sean jerarquizables si debe establecerse para su aplicación algún tipo de ordenación,
pero esta ordenación no tiene lugar propiamente en el nivel de los principios, sino en el
de las reglas que son pautas específicas, que tienen la gran ventaja que su aplicación se
realiza automáticamente, se memorizan, la gente no tiene que ponerse a pensar para
aplicarlas.
La bioética es la rama de la ética dedicada a proveer los principios para la conducta más
apropiada del ser humano con respecto a la vida, tanto de la vida humana como del resto
de seres vivos, así como al ambiente en el que pueden darse condiciones aceptables para
la misma.
Se trata de una disciplina relativamente nueva, y el origen del término corresponde al
pastor protestante, teólogo, filósofo y educador alemán Fritz Jahr, quien en 1927 usó el
término Bio-Ethik en un artículo sobre la relación ética del ser humano con las plantas y
los animales. Más adelante, en 1970, el bioquímico estadounidense dedicado a
la oncología Van Rensselaer Potter utilizó el término bio-ethics en un artículo sobre «la
ciencia de la supervivencia» y posteriormente en 1971 en su libro Bioética un puente
hacia el futuro.

Los Principios en ética son las normas básicas que deben guiar la investigación con seres
humanos en las ciencias del comportamiento y en biomedicina. Los principios se
jerarquizan a la vista de la situación concreta. Los principios pueden ser de dos clases:
unos son enunciados que establecen objetivos, metas, propósitos sociales, económicos,
políticos, ... que viene a establecer razones de tipo estratégico o utilitaria, los segundos
establecen exigencias de justicia, equidad y moral positivas, expresan razones de
corrección. Aunque los principios no sean jerarquizables si debe establecerse para su
aplicación algún tipo de ordenación, pero esta ordenación no tiene lugar propiamente en
el nivel de los principios, sino en el de las reglas. Podemos poner un ejemplo práctico, en
el que veremos más claramente la diferencia entre principio y regla, referido al tráfico y
la circulación de vehículos, los principios son: establecer un orden en la circulación, evitar
accidentes, disminuir ruidos, y disminuir el consumo de carburante, las reglas en este caso
en concreto serán las normas establecidas para llevar a cabo los principios enumerados,
en este ejemplo serán: circular por la derecha, parar al llegar al stop, adelantar por la
derecha, etc. Las reglas no pueden separarse de los principios, si se separan no tienen
sentido.
En la bioética tenemos cuatro principios fundamentales:
1.- El principio de la beneficencia
Este principio consiste en hacer el bien en cada acción que se realice, pues dañar no
puede estar presente, de manera consciente, ni en la idea, de un profesional de la salud.
Es la obligación de actuar en beneficio de otros, promoviendo sus legítimos intereses y
suprimiendo prejuicios. La medicina actual tiene un énfasis a veces exagerado en la
tecnología y ciencia, y ello lleva sutilmente a la deshumanización. Es por ello que se hace
más necesaria que nunca la formación humanista de los profesionales de la salud. Un
ejemplo sería esforzarse por establecer diagnósticos correctos pues de la identificación
clara y precisa de las respuestas humanas del paciente a su problema de salud/enfermedad
dependerá la eficacia de las acciones independientes del médico.
2.- El principio de no maleficencia
Este principio de basa en no hacer daño. Es obvio que es necesario hacer el bien y no el
mal. La pregunta que debemos hacernos es ¿cuál es el bien y cuál el mal?, pues de esa
manera estaremos mejor encaminados en la práctica humana de nuestra profesión. Un
ejemplo sería evitar hacer procedimientos innecesarios y costosos para el paciente.
3. El principio de la autonomía
Este es uno de los principios que la bioética moderna incorpora a la ética tradicional.
Podemos definirlo como la aceptación del otro como ser moral, responsable y libre para
tomar decisiones y la capacidad para darse normas o reglas a uno mismo sin influencia
de presiones externas o internas. La mayor expresión de este principio lo tendríamos con
el uso del consentimiento informado.
4.- El principio de la justicia
Este principio se basa en tratar a cada uno como corresponda, para disminuir las
situaciones de desigualdad (ideológica, social, cultural, económica, etc.), justicia
significa, a fin de cuentas, dar a cada quien lo suyo, lo merecido, lo propio, lo necesario.
También lo podemos definir como no derrochar escasos recursos en pacientes en quienes
no variará su calidad de vida o curso de enfermedad y dejar sin tratamiento a pacientes
con posibilidad de recuperación.

Todos estos principios sin más, no permiten resolver la diversidad de casos difíciles que
pueden surgir en la bioética, porque existen otros conjuntos de circunstancias que llevan
a la formulación de nuevos principios y porque necesitan ser precisados o concretados en
forma de reglas. Las reglas deben precisar y concretar los principios, por ejemplo, hasta
dónde ha de llegar el riesgo para una persona y el beneficio para otra.

Las reglas en cambio son pautas específicas, que tienen la gran ventaja que su aplicación
se realiza automáticamente, se memorizan, la gente no tiene que ponerse a pensar para
aplicarlas. En bioética, se distinguen estas reglas fundamentales:

Confidencialidad. - que consiste en no revelar información de naturaleza personal, en


respetar La privacidad que es un derecho, para ello es menester tener fijo el juramento
hipocrático en cuya parte pertinente de dice: Guardaré silencio sobre todo aquello que,
en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deba ser
público, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas. Es decir,
Callaré lo que corresponda.
Veracidad. - es decir anteponer la verdad y no mentir autenticidad fundamentarse en
criterios. La mentira es una falta al respeto de las personas
Consentimiento informado cuya práctica presupone libertad. En muchos países no solo
es regla moral sino autorización escrita.
En conclusión, la observancia de los principios y reglas de la bioética, conllevan a un
ejercicio profesional más comprometido con la consecución de una sociedad mejor. Y
quizá podría resumirse en acciones concretas como: Cambio de rol profesional y social,
Cambio de la relación médico-paciente, emprendimiento de acciones que culminarían con
la creación de comités de ética asistencial en hospitales.

ENSAYO # 2
BIOÉTICA Y SUS PRINCIPIOS

En primer lugar, hay que definir que la bioética es la rama de la ética que se dedica a
proveer los principios para la correcta conducta humana respecto a la vida. La bioética no
se limita al ámbito médico, sino que incluye todos los problemas éticos que tienen que
ver con la vida en general, extendiendo de esta manera su campo a cuestiones que
procuran un ejercicio profesional probo. El criterio ético fundamental que regula esta
disciplina es el respeto al ser.
La bioética abarca las cuestiones éticas acerca de la vida que surgen en las relaciones
entre biología, nutrición, medicina, química, política (no debe confundirse con la
"biopolítica”), derecho, filosofía, sociología, antropología, teología, etc.
En el año 1979, los bioeticistas T. L. Beauchamp y J. F. Childress, definieron los cuatro
principios de la bioética que son: Principio de autonomía, Principio de beneficencia,
Principio de no maleficencia. Principio de justicia.
PRINCIPIO DE AUTONOMÍA. - El principio de autonomía tiene un carácter
imperativo y debe respetarse como una norma que tiene como objeto respetar con
autonomía la salud del paciente.
PRINCIPIO DE BENEFICENCIA. - Promueve el mejor interés del paciente, pero sin
tener en cuenta la opinión de éste.
PRINCIPIO DE NO MALEFICENCIA. - El análisis de este principio va de la mano
con el de beneficencia, para que prevalezca el beneficio sobre el perjuicio. “no perjudicar
innecesariamente a otros”.
PRINCIPIO DE JUSTICIA. -Tratar a cada uno de los pacientes como corresponda,
con la finalidad de disminuir las situaciones de desigualdad (ideológica, social, cultural,
económica, etc.).
Aunque la bioética está muy relacionada con la ética no son lo mismo. En el caso dela
medicina, la ética médica no es idéntica a la bioética médica: la ética médica trata los
problemas planteados por la práctica de la medicina mientras que la bioética es un tema
más amplio que aborda los problemas morales derivados de los avances en las ciencias
biológicas en general. La bioética se diferencia de la ética.
CÓDIGO DE NÚREMBERG. -El Código de Núremberg fue publicado el20 de agosto
de 1947, tras la celebración de los Juicios de Núremberg (entre agosto de 1945 y octubre
de 1946). El Código de Núremberg recoge una serie de principios que rigen la
experimentación con seres humanos, que resultó de las deliberaciones de los Juicios de
Núremberg, al final de la Segunda Guerra.
DECLARACIÓN DE HELSINKI. - La declaración de Helsinki es considerada como
el documento más importante en la ética de la investigación con seres humanos, a pesar
de que no es un instrumento legal que vincule internacionalmente. La Declaración
especifica más detalladamente la investigación clínica, reflejando cambios en la práctica
médica desde el término" experimentación humana" usado en el Código de Núremberg.
DECLARACIÓN DE TOKIO. - La Declaración de Tokio fue adoptada en octubre de
1975 durante la Asamblea General número 29 de la Asociación Médica Mundial La
declaración de Tokio señala que la tortura es "contraria a las leyes de la humanidad" y
antitética a la misión superior del médico, que es "aliviar y socorrer el dolor de las
personas humanas" Los médicos deben rechazar participar, perdonar, o permitir la tortura,
la degradación, o el tratamiento cruel de presos o prisioneros.
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS. - La Declaración
Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento declarativo adoptado por
la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de
diciembre de 1948 en París, que recoge en sus 30 artículos los derechos humanos
considerados básicos. Aunque no es un documento obligatorio o vinculante para los
Estados Unidos.
INFORME BELMONT. - El Informe Belmont es un informe creado por el
Departamento de Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos, titulado
"Principios éticos y pautas para la protección de los seres humanos en la investigación",
y es un importante documento histórico en el campo de la ética médica.
PRINCIPIOS DEL INFORME BELMONT. - Los tres principios éticos
fundamentales para usar sujetos humanos en la investigación son:
- Respeto a las personas: protegiendo la autonomía de todas las personas y tratándolas
con cortesía, respeto y teniendo en cuenta el consentimiento informado.
- Beneficencia: maximizar los beneficios para el proyecto de investigación mientras se
minimizan los riesgos para los sujetos de la investigación, y
- Justicia: usar procedimientos razonables, no explotadores y bien considerados para
disminuir la desigualdad.
Para concluir se puede manifestar que la bioética está fundamentada en principios,
derechos y declaraciones generadas en diversas reuniones de carácter universal en busca
proteger al género humano, conseguir que se maximicen los beneficios y, que se acorten
distancias a través del respeto de sus derechos, además que en el ejercicio profesional sea
imperativo el precautelar la vida con una actuación ética.

ENSAYO # 3
PROBLEMAS ACTUALES FRENTE A LA VIDA

Cada individuo tiene una percepción de lo que está bien y lo que está mal. Lo que para
unos resulta ser bueno o hasta mejor para otros puede ser malo. Todo depende de la
perspectiva con la que se miren los hechos. Hay la concepción de derechos que se ampara
en valores y exigencias derivadas de la naturaleza humana que nunca y en ninguna
circunstancia pueden ser negados. Como parte de la ética general, La Bioética considera
y promulga el uso de las ciencias biológicas para mejorar la calidad de vida, partiendo del
comportamiento humano en el marco de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud
al amparo de la claridad de los principios morales.

La bioética es una ciencia nueva, que se ha convertido en un gran dilema de discusión


social ya que implica la importancia de la moralidad en la vida del ser humano.
Es una nueva disciplina que está constituida por varias áreas de estudio, medicina,
biotécnica, pero que puede afectar la convivencia ya la conducta humana, por ende, está
regula las normas de intervención en la ciencia y la medicina en los seres humanos. Se
está convirtiendo en un problema ético en la sociedad, ya que va en contra de la vida del
individuo. hoy en día el ser humano quiere vivir en un mundo donde no haya dolor por
ente le tiene miedo al sufrimiento.

El respeto de la vida debe ser lo esencial del hombre en la tierra, la vida es lo más
importante, por tanto, no se debe interrumpir, porque se estaría faltando a unos principios
tanto éticos como morales e iría en contra de la naturaleza y condición humana.

Desde el tratado de Belmont se podrá aplicar los principios de:


Autonomía del paciente con una determinación clara de querer terminar con su vida y
apoyados en el pleno uso de la conciencia y facultades de la persona.
El de beneficencia con el propósito de hacer el bien al otro y para este caso el individuo
considera que eso es lo mejor para sí mismo. En este sentido el juicio moral cobra mucha
importancia porque lo que puede ser bueno para unos, puede ser malo para otros pues
todos tienen distinto modo de percibir y asimilar las dificultades que se presentan ejemplo
claro en otras personas en la misma situación que nunca se les pasa por la mente quitarse
la vida considerando este hecho como aberrante. También se puede tener en cuenta el
principio de tolerancia en donde se admite algo que uno considera malo, pero por la
dignidad del otro se admite.
El de justicia: en este sentido se respeta el derecho del individuo a la vida y cómo él
mismo lo manifiesta en el vídeo que graba uno de los amigos que le ayudó a quitarle la
vida, “pienso que vivir es un derecho, no una obligación”. Palabras que cuestionan porque
según los derechos humanos la vida prevalece por encima de todo tipo de intereses y en
este caso se trata del interés de la misma persona de acabar con lo que el mismo denomina
no es vida para nadie. La filosofía de los derechos se ampara en que valores y exigencias
derivadas de la naturaleza humana nunca y en ninguna circunstancia pueden ser negados.
Al abordar temas delicados como la eutanasia, Según Peter Singer, puede considerarse
que dicha decisión se puede sujetar al juicio tanto de los médicos como de la sociedad en
este caso los amigos de Ramón Sampedro, lo que se vería bien desde la parte ética incluso
de aplicar la eutanasia en niños nacidos con malformaciones genéticas o síndrome de
Down. En este sentido se da un choque de convicciones porque cambia totalmente el
punto de vista, sería un homicidio sin lugar a duda que la mayoría rechazaría.
Habiéndose observado Abusos como aquel que en EEUU se experimentó con personas
afro descendientes con sífilis, negándoles tratamientos con antibióticos para observar la
evolución de la enfermedad y con alrededor de 400 niños en situación de discapacidad
menores de 5 años a los que se les infectaba con hepatitis vírica y la aplicación de células
tumorales vivas en ancianos.

Es a partir de entonces que se hace uso de las ciencias biológicas para mejorar la calidad
de vida. Se propende la Combinación de conocimientos científicos y filosóficos
Surge entonces en EE. UU de América 1971 con la obra del oncólogo Van Rensselaer
Potter quien la define en su obra titulada "Bioethics: bridge to the future" como "el estudio
sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y del cuidado
de la salud, examinada a la luz de los valores y de los principios morales"
Bio: para representar conocimiento Biológico. La ciencia de los sistemas vivos y
Etica que representa el conocimiento de los sistemas de valores humanos, Cuyo objetivo
fue enriquecer y prolongar la especie humana y la supervivencia. Con una visión
Antropocéntrica, centrada en la supervivencia humana.
Lo anterior es según Reich el “legado de Potter” Nace por el abuso a los pacientes y los
progresos de la medicina.

Como parte de la Ética general, la Bioética considera el comportamiento humano en el


marco de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud a la claridad de los principios
morales, pero no busca responder a: ¿Qué podemos obtener con el método? O ¿Hasta
dónde podemos arribar? Tal vez ¿Qué es adecuado para la sociedad?

Hay cuestiones que influyen en la bioética tales como: Religión, Ideología, Principios
morales, Experiencias vividas.

La Bioética debería responder a aspectos tendientes a emplear los avances tecnológicos


para el bien de las personas de manera integral. Armonía entre ciencia y ética.

La Naturaleza juega un papel primordial y prioritario en el que se promueva una ética del
medio ambiente como condición indispensable para la supervivencia del hombre en el
mundo. Vivir en armonía con el medio aspecto contraproducente al actual
comportamiento del hombre ajeno a ello por los empresarios que solo busca el poder
económico a costa de cualquier sacrificio; del consumismo y la indiferencia de los
participantes de una comunidad, considerando al hombre como un agresor del ambiente
que lo rodea.
La Bioética abarca los espacios como la Biomedicina que se sustenta en el uso de los
avances científicos para mejorar la calidad de vida de los individuos que requieren de
trasplantes, equipos, tratamientos entre otros, de una manera adecuada y con el
consentimiento del paciente primeramente por ser el implicado en ello. En donde el
aspecto moral cobra una gran importancia. Éticamente los recursos deberían favorecer a
todos sin distinción de la capacidad económica de las personas. Por otra parte, se utiliza
dichos avances a través de la manipulación genética para la procreación humana en donde
se tratan a los fetos como viables o no viables, condición que afecta la identidad de las
personas, se desvaloriza la naturalidad humana y se discrimina a los individuos por sus
dificultades.
Desde este punto de vista social, la bioética delega la toma de decisiones a la comunidad,
como la de trasplantes de corazón, utilización de aparatos (respiradores artificiales),
fecundación in vitro, la eutanasia, entre otros procedimientos desde los principios
contemplados en el tratado de Belmont, de autonomía, beneficencia y justicia. En este
sentido la bioética considera a la persona en su globalidad como persona y más todavía
como parte de una familia y de una sociedad determinada. Esto quiere decir que se
interesa por la correlación entre médico y paciente. Pero predomina más las estructuras
sociales y las leyes que una sociedad debe imponerse a sí misma. La salud es más para el
bien público que para el personal.

Los factores que dieron origen a la bioética son: Desarrollo de la ingeniería genética,
Técnicas de reproducción humana en laboratorios, Técnicas de trasplante de órganos,
Técnicas de intervención sobre las estructuras biológicas de la sexualidad. Técnicas de
rehabilitación. Técnicas de prolongación de la vida. Técnicas de acortar la vida
dulcemente.
Hay varios temas susceptibles de ser tratados por la bioética: aborto, eutanasia, donación
de órganos, clonación.
En conclusión, la bioética es la rama de la ética que se dedica a proveer los principios
para la correcta conducta humana respecto a la vida. La bioética no se limita al ámbito
médico, sino que incluye todos los problemas éticos que tienen que ver con la vida en
general, extendiendo de esta manera su campo a cuestiones de mejoramiento de la calidad
de vida del género humano.

ENSAYO # 4
FINES DE LA BIOÉTICA

Admirando flores, los mamíferos se piensa, quien quiere o puede destruirlos. Día a día
la prensa horroriza con reportajes sobre sufrimiento animal. Esto de generar horror frente
a las atrocidades cometidas sobre seres indefensos y la toma de conciencia de infinidad
de grupos de gente cuyas acciones repudian los hechos condenables, indica que ha
triunfado mentalidad ecológica. El mundo animal, vegetal ha sido creado para satisfacer
al hombre. Y solo el hombre es capaz de destruir su perfecta armonía. Este mismo hombre
es capaz de matar, saber mentir, e inventar falsos y poderosos motivos para atentar contra
seres de su especie.
Un punto relativamente descuidado del debate bioético, pero esencial a la hora de discutir
los aspectos de justicia en el acceso a los servicios biomédicos, es el de la conexión entre
los fines de la biomedicina y los medios técnicos disponibles. Para Daniel Callahan hay
dos factores que inciden sobre esta cuestión:
 Tendencia de la medicina a introducir nuevas tecnologías, a menudo muy caras, y
previstas para el beneficio individual y no tanto para el beneficio de la población general.
 Las tecnologías biomédicas están modificando continuamente la imagen tradicional de
lo que es "funcionamiento normal de nuestra especie".
Se está redefiniendo la noción estadística de "normalidad", de modo que nos estamos
deslizando hacia unos fines de optimización e incluso "mejora" de nuestra naturaleza. ¿Es
legítimo emplear inmensos recursos económicos del entramado clínico e investigador en
seguir ampliando los límites normales sobre todo si esto es a costa de descuidar la
atención más básica para un mayor número de personas? A estos interrogantes no se
puede responder si previamente no se ha discutido cuales son los fines y los bienes que
pretendemos obtener de la Medicina. Esta falta de planteamiento explica en parte la vieja
dificultad para:
1. Definir lo que debe ser un "paquete básico" de servicios sanitarios para todos (un
problema sobre todo en los EEUU, que, a diferencia de Europa, carece de un sistema
público universal y gratuito de salud)
2. Incapacidad de llegar a un acuerdo sobre la "futilidad" de ciertos tratamientos médicos
(sobre todo en enfermos terminales)
3. Determinar qué clase de salud debemos y queremos lograr para los ancianos, y cómo
llevarlo a cabo.
4. Definir la clase de cuidados sanitarios que se han de proporcionar a aquellos pacientes
en los que las únicas opciones aplicables son extraordinariamente costosas. La bioética
ha oscilado entre la insistencia en criterios formales a menudo inflexibles pero carentes
de contenido, y los criterios de procedimiento, pero no ha encarado la cuestión central
sobre lo que entendemos como bienes humanos o los fines de la medicina. Y mientras
esto no se haga, corremos el riesgo de no llegar a ninguna solución significativa en
muchos de los debates abiertos.
Norman Daniels ha intentado responder a este desafío conectando su teoría de la justicia
con el interés por los fines. Aboga por procedimientos públicos y justos que establezcan
la legitimidad de crear límites para ciertos servicios médicos. Pero hay que salvar la
tentación de pretender realizar esto meramente por agregación de preferencias en un
proceso formalmente democrático. No se trata solamente (ni principalmente) de
maximizar la satisfacción de preferencias, sino que la clave es la deliberación sobre
buenos razonamientos, al menos sobre razones que todos los ciudadanos puedan aceptar
(a pesar del legítimo pluralismo de intereses). El proceso deliberativo debería dar razones
aceptables por todos como base para hacer decisiones sobre cómo proteger la
funcionalidad biológica normal de la población, habida cuenta de los límites
presupuestarios. Esto es muy importante en relación con nuevas tecnologías (de soporte
vital, de trasplantes, servicios reproductivos y genéticos). Si se hacen explícitas las
razones para adoptar ciertas tecnologías, entonces habría una base para un diálogo social
más amplio y para una deliberación sobre los fines de la medicina. Con el tiempo las
entidades de servicios sanitarios podrían articular una concepción más calibrada de cómo
proporcionar servicios de alta calidad a la población con presupuestos que
irremediablemente son limitados.
Evandro Agazzi, en su libro El bien, el mal y la ciencia (Madrid: Ed. Tecnos, 1996) ha
escrito profundas páginas sobre los conflictos que el sistema de ciencia-tecnología plantea
a las exigencias de la vida, conectando con la cuestión de los fines. La extensión de las
categorías del discurso científico ligadas a su carácter empírico y anti metafísico a todas
las áreas de la vida ha cortado la posibilidad de atribuir sentidos precisos a conceptos
como bien, mal y deber. La primera consecuencia es que la esfera de lo moral se relegó a
la intimidad de la persona (juicios subjetivos), pero enseguida esa esfera dejó de ser
respetada y fue directamente atacada con los criterios de la ciencia (tendencia al
cientifismo). Ello ha derivado en un vaciamiento del contenido ético y la falta de
responsabilidad del hombre contemporáneo. Pero, aunque el sistema tecnológico no
tuviera fines en sí mismos, en la práctica, al ser el entorno en que vivimos, nos impone
continuamente modificar nuestros fines para adaptarlos a la técnica. El hombre
contemporáneo acaba aceptando los criterios tecnológicos como patrones de
admisibilidad de sus propias acciones, vaciando con ello el ámbito de competencias de la
moral respecto de sus propias acciones. La tecnología no sólo no se detiene ante el juicio
moral, sino que pretende en cierta manera juzgar a la moral, invalidando propuestas
morales que no concuerden y se amolden al sistema tecnológico. El sistema tecno-
científico modifica todas las formas de vida, crea nuevas creencias, comportamientos,
ideologías, etc., y en este sentido no es neutral. Como máximo podríamos permanecer
neutrales nosotros, cerrando los ojos a la realidad, pensando que tal estado de cosas es
bueno. Aunque el sistema tecno-científico tiende a seguir su propio curso, se puede y se
debe emitir un juicio de valor sobre él, y podemos influir (si queremos y nos dotamos de
las instituciones adecuadas) en cambiar su estructura y dirección. El problema es que para
hacer tal cosa hacen falta referencias externas fuertes. Pero en una sociedad
postmodernista y altamente relativista, incapaz de dialogar sobre fines (más allá de la
sacrosanta autonomía personal), esto va a ser extremadamente difícil.
Para concluir, más que acusar a la ciencia y a la tecnología, deberíamos preguntarnos si
este estado de cosas se ha debido al abandono del compromiso e investigación en valores
que guiarán los fines. La bioética, no ha encarado la cuestión central sobre lo que
entendemos como bienes humanos o los fines de la medicina. Y mientras esto no se haga,
corremos el riesgo de no llegar a ninguna solución significativa en muchos de los debates
abiertos. Y solamente seguiremos viendo con horror la práctica de actividades diarias que
conllevan a la degeneración ética del ejercicio profesional.

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