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Función poética

Función poética del lenguaje es el término con el que el lingüista Roman Jakobson designó en 1959, en el contexto de
su explicación de cuáles son los factores involucrados en la comunicación verbal, la cualidad que tienen aquellos
mensajes lingüísticos cuando se orientan de forma relevante, pero no única, hacia su misma forma. En este sentido, la
«función poética» sería la función característica de la lengua literaria, en la que el factor dominante es la propia forma
del mensaje.
Jakobson, siguiendo una vieja tesis también suya formulada en su obra de 1919 Lengua poética de Xlebnikov, había
esbozado ya su idea en distintos ensayos anteriores. En 1921, por ejemplo, había definido la poesía como el lenguaje
utilizado en su función estética, en tanto que se caracteriza por que su enunciado presta atención a la expresión del
mismo. Luego, en 1934, en su ensayo «Qu'est-ce que la poésie?», indicaba que, tratándose de la lengua literaria, la
palabra se sentía también como tal palabra y no solo como elemento para designar lo nombrado.
Finalmente, durante la clausura de un Congreso celebrado en Indiana en 1959 sobre «Estilo del lenguaje», pronunció
una conferencia titulada «Lingüística y Poética», de singular importancia teórica para la poética lingüística, pues
convirtió su tesis de la «función poética» del lenguaje en un concepto central para la misma. Jakobson pretendía
diferenciar el mensaje verbal literario de otros tipos de mensajes verbales, y siempre con el horizonte más amplio de
insertar la Poética literaria en la Lingüística. En dicha conferencia, tras repasar los seis factores que intervienen en
cualquier acto de comunicación verbal, Jakobson los asocia con sendas funciones, que vienen determinadas por los
mismos (según un orden jerárquico), pero que no son exclusivos de cada uno de ellos. Para completar el esquema,
añade el factor del «mensaje» e indica que la tendencia hacia el mismo como tal es lo que hace aparecer la «función
poética».
Según , el medio del que hace uso la lengua literaria para atraer la atención sobre la forma del mensaje es la
«recurrencia», esto es, la insistencia en lo ya dado a través de recursos como el paralelismo gramatical.
Se utiliza preferentemente en la literatura. El acto de comunicación está centrado en el mensaje mismo, en su
disposición, en la forma como éste se trasmite. Entre los recursos expresivos utilizados están la rima, la aliteración, etc.
Ejemplos:
Bien vestido, bien recibido - Casa Zabala, la que al vender, regala - Amar es cuando la proteges de la lluvia y el viento.
Amar es cuando la abrazas y te olvidas del tiempo.
Se utiliza preferentemente en la literatura. El acto de comunicación está centrado en el mensaje mismo, en su
disposición, en la forma como éste se trasmite. Entre los recursos expresivos utilizados están la rima, la aliteración, etc.
Ejemplos :
- “Bien vestido, bien recibido,bien violado"
- “Casa Zabala, la que al vender, regala"

Función referencial, representativa o informativa[editar]


Artículo principal: Función referencial

La función referencial (también llamada representativa o informativa) se centra en el contenido del mensaje y
la situación. Aparece en aquellos mensajes en los que se informa de algo de manera objetiva. Por ejemplo: Son las tres
de la tarde.

Función emotiva, expresiva o sintomática[editar]


Artículo principal: Función expresiva

La función emotiva (también llamada expresiva o sintomática) se centra en el emisor. Esta aparece en aquellos
mensajes en los que predomina la subjetividad y, por lo tanto, el hablante expresa sus sentimientos, emociones,
estados de ánimo, etc. Por ejemplo: Soy muy feliz.

Función apelativa o conativa[editar]


Artículo principal: Función apelativa

La función apelativa o conativa se centra en el receptor. Está presente en aquellos mensajes en los que el emisor tiene
como objetivo condicionar o alterar la conducta del receptor. Esta función se manifiesta, sobre todo, en oraciones
imperativas, exhortativas e interrogativas. Por ejemplo: Tómate la sopa y vete a la cama.

Función metalingüística[editar]
Esta función se centra en el propio código de la lengua. Se utiliza para hablar del propio lenguaje; aclara el mensaje. Se
manifiesta en declaraciones y definiciones y en la lengua escrita se percibe señalándola con comillas o
cursivas: "Pedro tiene 5 letras". En la lengua oral, la palabra destacada recibe una entonación especial o se destaca
con el acento de intensidad: "El es un artículo". De esta función emana el archigénero literario didáctico.

Función poética o estética[editar]


Artículo principal: Función poética

Esta función está orientada al mensaje. Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su forma, en
cualquier manifestación en la que se utilice el lenguaje con propósito estético. Abundan, puesto que su objetivo es
llamar la atención por el uso especial del código, las figuras estilísticas. Esta función se encuentra especialmente,
aunque no exclusivamente, en los textos literarios.
Ejemplo: En el silencio solo se escuchaba / un susurro de abejas que sonaba.

Función fática o relacional[editar]


La función fática o función relacional está orientada al canal de comunicación entre el emisor y el receptor. Su propósito
es iniciar, prolongar, interrumpir o finalizar una conversación o bien sencillamente comprobar si existe algún tipo
de contacto. Su contenido informativo es nulo o escaso y se utiliza como forma o manera de saludo.
La finalidad de la función fática no es principalmente informar, sino facilitar el contacto social para poder transmitir y
optimizar posteriormente mensajes de mayor contenido.
Constituyen esta función todas las unidades que utilizamos para iniciar, mantener o finalizar la conversación.
Ejemplos: Por supuesto, claro, escucho, naturalmente, entiendo, cómo no, OK, perfecto, bien, ya, de acuerdo, etc.
Está presente en los mensajes que sirven para garantizar que el canal funciona correctamente y que el mensaje llega
sin interrupción.

SEP

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EL VIEJO Y EL MAR
El viejo y el mar
Especie narrativo
Genero novela
PERSONAJES 
PRIMARIOS
 El Viejo
 Santiago
 El muchacho –
 Mandolín
SECUNDARIOS
 Rogelio
 El patrón 
 Martín –
 el dueño 
 Perico 
 Los guardacostas 
 El camarero
 Los beisbolistas D” Maggio, los Yankees, Indios de cleveband, T
 tigres de Detroit, Rojos de Cincinnati, los White Sox de Chicago.
COMENTRARIO
Me gusta tu análisis. Hace un momento acabo de encontrar otro en el que solo se decía que "el libro trata sobre
pescadores, me ha parecido un poco aburrido y no me ha gustado nada" (ver
http://html.rincondelvago.com/el-viejo-y-el-mar_ernest-hemingway_1.html). En fin, por supuesto tu análisis
es mucho mas acertado. Sobre el otro análisis no pude opinar porque la página no lo posibilitaba, asi es que
aprovecharé aqui, por si el listillo de turno se digna a dejarse caer por estos lares. Si hubiera podido, le hubiera
dicho que si no le ha gustado este libro y sólo encontró referencias a pescadores, mejor que lea Harry Potter
o el codigo da vinci, que seguro que le encantarán, son mucho más fáciles de entender y no requieren madurez
alguna para disfrutarlos (que sí para criticarlos, pero ese es otro tema). Volviendo a tu análisis y tus referencias
a Hemnigway, me alegro mucho también de que tu resumen general sea tan directo, escueto y claro.

Unos turistas que vieron los restos se preguntaban qué clase de pez pudo ser aquely uno de los pobladores incautos
les respondió que un tiburón, luego se admiró una damaturista y exclamó no sabía que los tiburones tenían una cola
tan preciosa .Manolo visitó al viejo y le dio los ánimos de siempre sólo que esta vez le hizo la promesaque a partir de
ese día pescaría junto a él sin importar que dijeran sus padres pues a su juicio, ya era un hombre.
A
nálisis de la obra:
El mensaje principal de la obra en mi concepto es la perseverancia y la fe que sedebe tener cuando se está
desarrollando un plan. Santiago puede representar nuestraspropias historias, creemos a veces que sabemos todo
o que nuestra experiencia essuficiente para vencer casi cualquier obstáculo que se nos presenta. Santiago
unhombre de avanzada edad, aguerrido, que no admite la derrota se enfrasca en una pescaque a la postre se
convertiría en su más dura batalla contra un pez, está desesperado porobtener una victoria a cualquier precio de
manera que lo lleva a poner en riesgo su propiavida con tal de no saborear una vez más el amargo de la derrota.
Durante el proceso sesiente muy confiado en un principio, pero al percibir el grado de complicación que se
estápresentando, cambia a un tono más humilde y sensato. Entonces recurre a sus recuerdos,triunfos del pasado,
personas que le animan a seguir luchando, orgullo que le será demucha ayuda para lograr su meta matar al pez .
Cuando se está sólo, la conciencia esnuestra única consejera y en el caso de Santiago, esta le hizo saber que pagaría
un preciopor alejarse tanto de la costa en busca de aquel preciado pez. También recordó laspalabras de su pequeño
amigo Manolo quien antes de partir le ofreció su ayuda en esedía 85 de pesca que sería de buena suerte y el la
rechazó. Era muy cierto también que lospadres no estaban de acuerdo y que eso debía respetarse. Pero como
Santiago sabía queestaba solo, no cabía posibilidad de aquellos lamentos. Es nuestro caso de la mismaforma, no
podemos esperanzarnos en lo que no tenemos o no hicimos, al contrario, como Santiago debemos olvidar nuestros
pesares y enfrentar el problema con lasherramientas que contamos. Quizás el momento cumbre de humildad en
Santiago escuando se ve obligado a reconocer que por sus propias fuerzas no será suficiente paraatrapar a el pez y
decide realizar plegarias al Creador, aunque él no es hombre muyreligioso. Santiago encontró fuente de motivación
en su oración, en sus victorias delpasado y todo lo que más quería para poder lograr capturar al pez espada.
Tambiénreconoció el esfuerzo de los demás, las aves que tanto trabajan para conseguir un puñadode alimento, las
aves en su arriesgada y larguísima travesía por el mar, el mismo pezespada que con fortaleza y perseverancia, le
estaba robando de a poco la calma, fueron

para él claras señales que existían otros que padecían más que él y seguían luchando.Todo esto le llevó a concluir que
debía permanecer fiel a su causa.Cuando por fin atrapa al pez siente el sabor de la victoria, le hace olvidar todo
elsuplicio que ha tenido que atravesar para llegar a tal punto. Luego, los tiburones le hacenrecordar que está muy
lejos de la costa y que para poder llevar su premio a casa tendráque pelear ferozmente con ellos en vista que no le
van a permitir regresar fácilmente,después de todo, los tiburones están hambrientos y en su territorio. Aquí es
donde cadauno de nosotros debe medir la relación causa-efecto de nuestras acciones ¿qué estamosdispuestos a
pagar por algo que añoramos? El viejo Santiago sin duda no esperabatrabajar tan duro para regalarle su premio a los
tiburones y es por esta razón que otrabatalla se liberó, ahora para reclamar su recompensa.Como individuos se nos
presentan a lo largo de nuestras vidas grandes desafíosque van ligados a otros que no somos capaces de ver sino
hasta cuando los tenemos enfrente y es entonces cuando entra en juego la motivación para no permitir que
unimprevisto de tal índole nos aleje de nuestro curso. El viejo Santiago tenía fuente demotivación que le llevó a pelear
con los escualos y pudo así defender por un tiempo su pezespada pero conforme el agotamiento, la valentía de los
tiburones y la distancia semezclaron, resultó en una serie de factores que pesaron a la hora de regresar con supremio
a casa. Como se sabe, Santiago perdió el pez espada y se desilusiono muchísimopero a su vez reconoció su coraje al
enfrentar tal desavenencia. Lo más destacado de lalucha de Santiago es que no sólo el pudo ver su esfuerzo sino que
el resto del pueblo,incluso forasteros se maravillaron con tal acontecimiento.Aquí tenemos otro mensaje y es que
aunque no hayamos logrado a cabalidad elobjetivo, es decir, obtengamos un nuevo fracaso, no significa que todo se
ha perdido yaque algo de seguro ganamos en este tropiezo, porque así como Santiago recuperó elrespeto que había
perdido en el pueblo en sus constantes desaciertos, nosotros ganamosexperiencia en el camino al éxito. Por último
un pequeño pero gran personaje Manolo representa en mi concepto aquellas personas que por alguna razón no vemos
o nosabemos que nos tienen tanta fe que a pesar de lo que se dice en multitud no es favorablepara nosotros,
están ahí dándonos animo y motivación incalculable y debemos sercapaces de verla para poder así aprovechar al
máximo nuestros recursos como individuo.
Santiago: el protagonista de la obra, se nos presenta como un viejo pescador flaco y desgarbado, con
arrugas profundas y piel quemada por el sol. A pesar de su vejez, se nos muestra como un hombre fuerte
y valiente aunque se siente solo y su única compañía es la de un muchacho al que enseñó el oficio de la
pesca. Este sentimiento de soledad se acentúa cuando se encuentra mar adentro en su bote, pues alude
constantemente a su añoranza del chico y, por ello, aunque piensa que lo pueden considerar loco,
dialoga consigo mismo. Es un hombre austero y humilde, el cual está marcado por la mala suerte, puesto
que lleva 84 días sin pescar ningún pez y sobrevive gracias a la ayuda del muchacho, que le proporciona
comida y cebo para pescar. Sólo tiene dos pasatiempos: uno es el béisbol y por ello, siempre se preocupa
de estar al tanto de los resultados de la liga (a través de periódicos viejos), los cuales comenta con
Manolín. El otro son sus recuerdos de juventud, cuando viajó en un gran barco a África y vio los leones, o
cuando era fuerte y ganó un duelo de pulso. También destaca el amor y el respeto de Santiago hacia la
naturaleza, su admiración hacia las aves, los peces, las tortugas y el mar en general, a los que trata
siempre de hermanos. A pesar de ser un viejo solitario y pobre, es querido y respetado por los demás
pescadores y cuando lleva dos días sin volver de pescar todos se preocupan por él. Su necesidad de
acabar esa mala racha sin pescar le hace pensar en varias ocasiones en el fracaso, obsesión constante a lo
largo del relato.
Manolín: es el joven que ya desde pequeño acompaña a Santiago en sus jornadas de pesca para
aprender el oficio. Sin embargo, después de cuarenta días sin que el viejo cogiese ningún pez, sus padres
deciden que salga a faenar en otro bote más productivo. A pesar de ello, sigue visitando a Santiago todos
los días y, como se siente preocupado por la situación casi precaria, por la que está pasando su amigo, le
proporciona comida, toallas y agua para que se asee y acude a visitarlo para hablar sobre béisbol o
aventuras que Santiago vivió en África durante su juventud. El muchacho también echa de menos faenar
con Santiago y promete acompañarle alguna vez. Es él quien ayuda al viejo al principio del relato y quien
lo vela al final; es la única persona que se preocupa por él.
El pez: puede ser considerado como un personaje más, pues es personificado, en cierto modo, por
Santiago cuando habla con él. Todo comienza como una jornada normal en la rutina del viejo, salvo que
lleva ochenta y cuatro días sin pescar un pez, y para él el número de la suerte es el ochenta y cinco, por lo
que confía en que esa racha de mala suerte terminara ese día. En efecto, al cabo de unas horas nota que
algo pica en el cebo; desde ese momento se desarrolla una lucha, lenta, reflexiva y pausada, que durados
días hasta que puede matar al pez. A lo largo de ese tiempo, Santiago imagina cuáles pueden ser los
movimientos del pez y habla con él, tratándolo siempre como hermano, hablando de su nobleza y
dignidad, e incluso pidiéndole perdón por pescarlo y matarlo. Serán las acciones del pez, al arrastrar la
barca de Santiago mar adentro y agotarlo, las que desencadenarán de alguna manera el desenlace: los
tiburones, al olor de la sangre del pez, lo devorarán, pese a los intentos de Santiago de evitarlo.

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