Vous êtes sur la page 1sur 87

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Tratamiento psicológico en mujeres mexicanas


adultas víctimas de abuso sexual durante la infancia.

Dennis Yvette Meade Gaudry

Doctorado en Psicología

Abril 2017
AGRADECIMIENTOS

Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a las personas que me brindaron todo su
apoyo para que esta tesis fuera posible.

A mi familia, Toño, Alfonso, Paola y Juan Pablo por su amor y apoyo incondicional, pues
han sido un gran motor para seguir adelante.

A mis maestros. A la Dra. Blanca García, quien con su guía y profesionalismo, a través de
sus consejos, regaños y comentarios, me ayudó a crecer en la calidad de mi trabajo y como
persona. Agradezco su amistad y su paciencia.

A la Dra. María Lozano, le agradezco su dedicación, calidad humana y también su paciencia.

Al Dr. Ismael Díaz, mi agradecimiento a sus comentarios y sugerencias y sobre todo, a sus
palabras de aliento. Extrañaré esas comidas entre clases en su oficina para asesoría.

A mis compañeros y amigos, Verónica, Diana, Claudia, Francisco, Alejandra y Geraldo


muchas gracias por su amistad y por la retroalimentación a mi trabajo, ya que sus comentarios
ayudaron a enriquecerlo. Han sido uno de los grupos más lindos con los que he convivido.

Gracias al Dr. Enrique Echeburúa por su generosidad al compartirme su trabajo y su


experiencia. Gracias por responder tan puntualmente y permitirme replicar su trabajo en
México. Un gran ejemplo de profesionalismo y de calidad humana.

Mi agradecimiento infinito a las mujeres que me han permitido trabajar en el ámbito más
íntimo de su dolor y por confiar en mí.

Por último, este trabajo lo dedico a los millones de personas que hoy están sufriendo las
consecuencias de la víctimización sexual que sufrieron en la infancia y que no han podido
encontrar la paz.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Índice.

Página

Resumen / Abstract ..................................................................................................................1

1. Introducción. .......................................................................................................................2

2. Revisión de la literatura. ....................................................................................................7

Impacto del abuso sexual infantil en las víctimas a largo plazo. ..................................10

Trastorno de estrés postraumático (TEPT) y abuso sexual infantil. .............................14

Factores de riesgo y de protección en el abuso sexual infantil .....................................20

Tratamiento psicoterapéutico para víctimas de abuso sexual en la infancia.................22

3. Tratamiento psicológico de mujeres adultas víctimas de abuso sexual en la infancia:

resultados a largo plazo. ...................................................................................................29

4. Objetivos de la investigación. ...........................................................................................41

Objetivos específicos. ..................................................................................................41

5. Método. ...............................................................................................................................42

Participantes. .................................................................................................................42

Instrumentos. .................................................................................................................42

Procedimiento. .............................................................................................................45

Resultados. ...................................................................................................................48

6. Discusión. ............................................................................................................................69

Referencias. ............................................................................................................................80
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Resumen
El tema del abuso sexual infantil (ASI) es complejo y requiere la sensibilización de quien lo trata.
Constituye uno de los traumas psicológicos más intensos y sus consecuencias pueden afectar al
funcionamiento, físico, psicológico y social y generar alteraciones psicopatológicas en la víctima.
El objetivo de este estudio fue replicar el Tratamiento psicológico de mujeres adultas víctimas de
abuso sexual en la infancia: resultados a largo plazo, llevado a cabo en España, por Sarasua, Zubizarreta,
Corral & Echeburúa (2013), cognitivo-conductual, de 12 sesiones.
Las participantes fueron 8 mujeres adultas víctimas de abuso sexual durante la infancia, quienes
participaron voluntariamente en el estudio: 4 en la modalidad psicoterapeútica grupal y 4 en la modalidad
individual.
A través de la escala de Autoestima, Inventario de Depresión de Beck, Escala de Medición de
Gravedad de Síntomas de TEPT, la escala de Inadaptación y el Inventario de Ansiedad de Beck, se midieron
en las participantes tanto pre como post tratamiento, los niveles de autoestima, depresión trastorno de estrés
prostraumático (TEPT), inadaptabilidad y ansiedad. Este estudio utilizó un diseño de medidas repetidas con
seguimientos de 1, 3, y 6 meses. Los resultados indican una considerable disminución del 88.1% de la
depresión, 84.4% del TEPT, 88.7% de la inadaptación y el 88.7% de la ansiedad. Estos resultados se
mantuvieron en las pacientes evaluadas en los cuatro periodos establecidos. De la misma manera, no se
encontró diferencia significativa entre las dos modalidades terapéuticas, lo que significa que este
tratamiento puede ser utilizado tanto para grupos como de forma individual, obteniendo los mismos
resultados en el bienestar de las participantes, reduciendo recursos económicos y humanos.

Palabras clave: Abuso sexual infantil; mujeres adultas víctimas de ASI; tratamiento psicológico;
seguimiento a largo plazo.

Abstract
The issue of child sexual abuse (CSA) is complex and requires the sensitization of the person who
treats it. It is one of the most intense psychological traumas and its consequences can affect the physical,
psychological and social functioning and generate psychopathological alterations in the victim.
The objective of this study was to replicate the Psychological treatment of adult female victims of
sexual abuse in childhood: long-term results, carried out in Spain, by Sarasua, Zubizarreta, Corral &
Echeburúa (2013), cognitive-behavioral, in 12 Sessions.
The participants were 8 adult women victims of CSA, who participated voluntarily in the study: 4
in the group psychotherapeutic modality and 4 in the individual modality.
Through the Self-Esteem Scale, Beck Depression Inventory, PTSD Symptom Severity Rating Scale,
Inadaptation Scale and Beck Anxiety Inventory, the participants were measured both in pre- and post-
treatment levels of Self-esteem, depression prostraumatic stress disorder (PTSD), maladaptability and
anxiety. This study used a repeated measures design with follow-up of 1, 3, and 6 months. The results
indicate a significant decrease of 88.1% of depression, 84.4% of PTSD, 88.7% of maladaptation and 88.7%
of anxiety. These results were maintained by the patients evaluated in the four established periods.
Likewise, no significant difference was found between the two therapeutic modalities, which means that
this treatment can be used both for groups and individually, obtaining the same results in the well-being of
the participants, while reducing economic and human resources.

Keywords: Child sexual abuse; Adult female victims of ASI; psychological treatment; Long-term follow-
up.

1
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

1. Introducción.

El abuso sexual infantil (ASI) constituye uno de los traumas psicológicos más intensos y

de consecuencias devastadoras para la estructuración de la personalidad de quien lo sufrió siendo

considerado un problema complejo que requiere de la sensibilización de quien lo trata (Pereda,

2010).

Si bien cualquier persona puede ser víctima de una agresión sexual, son las mujeres quienes

padecen en mayor medida esta conducta violenta. De hecho cerca de un 20% de la población

femenina sufre alguna agresión sexual a lo largo de su vida (Campbell & Wasco, 2005; Vickerman

& Margolin, 2009). Las mujeres adultas víctimas de abuso sexual en la infancia pueden presentar

a largo plazo repercusiones psicológicas negativas relacionadas con la estabilidad emocional

(Sarasua, Zubizarreta, De Corral & Echeburúa, 2012).

Datos proporcionados por Martínez Moya (2016), del Instituto de Investigaciones Jurídicas

de la Universidad Nacional Autónoma de México, muestran que dentro del país se registran altos

índices de abuso sexual infantil, en los cuales el 77% de las víctimas son niñas y el promedio de

edad de los afectados es de 5 a 7 años, aunado a que en la mayoría de estos casos la víctima conocía

al agresor, siendo éste desde un familiar cercano como el padre biológico, hasta el hermano, el tío,

el primo, el abuelo, el padrastro o un amigo cercano de la familia, cuyo vínculo de confianza

aminora la posibilidad de realizar cualquier tipo de denuncia, ya que además continúan

conviviendo con él hasta la vida adulta (Ramírez, 2006).

La gravedad del problema radica en las múltiples secuelas que desarrollan las víctimas de

abuso sexual durante la infancia, las cuales pueden ser muy diversas y su aparición muy incierta,

haciendo imposible establecer un síndrome o conjunto de síntomas específicos para estas víctimas

(Beltran, 2009). Se ha observado que a largo plazo, pueden desarrollar ciertas alteraciones

2
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

emocionales o comportamientos sexuales inadaptados en la vida adulta, así como también,

síntomas de ansiedad, de depresión, de desvalorización, de hipersensibilidad, conductas

autodestructivas, vergüenza, disociación, compulsividad, necesidad de aceptación, control y de

perfección, sentimientos de culpa, inquietud con determinados adultos, baja autoestima, pérdida

de la integridad física, psicológica y biológica (Lameiras, 2002). En los casos más graves, ideación

suicida, conductas de alto riesgo que pueden comprometer su integridad física y algo muy común

de observar en estas víctimas, es la escisión de su cuerpo desarrollada como un mecanismo de

defensa que ayudó en la infancia a sobrevivir al abuso sexual, pero que en su vida adulta se ha

transformado en asco por su cuerpo al considerarlo dañado o sucio. Otra de las secuelas es el abuso

de sustancias tóxicas o la pérdida de contacto con la realidad. Además, el trauma psicológico del

abuso sexual puede manifestarse también por indicadores de estrés post traumático que la víctima

experimenta como un estado alterado de sobrevivencia, percibiendo la vida como si estuviera en

constante amenaza y en la cual puede quedar atrapada, provocando la activación de respuestas de

adaptación defensivas en el corto plazo, que pueden llegar a desarrollarse en forma de síntomas en

la vida adulta, coincidiendo con los criterios diagnósticos del trastorno de estrés post traumático

(Velázquez, Guzmán & Villanueva, 2013).

Es así como el desarrollo del trastorno de estrés postraumático (TEPT) que se observa como

consecuencia de haber sufrido cualquier conducta violenta, lo experimentan el 25% de todas las

víctimas, pero este porcentaje puede ascender hasta el 50-60% en el caso de las mujeres agredidas

sexualmente (Sarasua, Zubizarreta, Corral & Echeburúa, 2013).

A veces se considera que el simple paso del tiempo alivia los síntomas derivados del trauma

de abuso sexual sufrido durante la infancia, sin embargo, diferentes investigaciones demuestran

que la ausencia de intervención terapéutica temprana, puede incrementar los efectos negativos del

3
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

evento incidiendo en el desarrollo de TEPT. De ahí la necesidad de desarrollar tratamientos

validados científicamente, confiables y eficaces que contribuyan y garanticen la mejoría de los

sobrevivientes (Vallejo & Córdoba, 2012)

Lo anterior es de gran importancia, pues encontramos que hay abundante documentación

sobre la epidemiología del abuso sexual en menores (Pereda, Guilera, Forns & Gómez-Benito,

2009), sobre las repercusiones psicológicas de este suceso traumático en la estabilidad emocional

de las víctimas (Cortés, Cantón-Cortés & Cantón, 2011) e incluso sobre la credibilidad del

testimonio en casos de peritaje psicológico a víctimas (Echeburúa & Subijana, 2008), pero todavía

resultan insuficientes las investigaciones existentes sobre los aspectos clínicos de la intervención

psicológica (Taylor & Harvey, 2010). Lo mismo sucede en cuanto a la falta de apoyo profesional,

particularmente en trauma relacionado con el abuso sexual sufrido en la infancia, hay pocos

especialistas y se desconoce si sus protocolos de atención ayudan a la disminución del malestar

emocional del TEPT o garantizan la no re-victimización, ya que no se realizan mediciones de sus

intervenciones. Las fallas en este tipo de apoyo o la inexistencia de éste, pueden generar (Vallejo

Samudio & Córdoba Arévalo, 2012):

 baja adhesión a los tratamientos psicoterapéuticos y/o a los tratamientos


farmacológicos
 el desarrollo de síntomas debido a la no elaboración del trauma
 pueden ser causa de re-victimización
 en el peor de los casos, el tratamiento puede ser un elemento iatrogénico
que agrave el estado emocional de la víctima

Aunado a lo anterior, existe aún una importante población adulta que consulta

recurrentemente por diferentes problemas de salud, sin relacionar directamente los síntomas que

hoy presentan con el abuso sexual que sufrieron en la infancia. Por tanto, el proceso terapéutico

4
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

puede resultar no resolutivo, al no detectar ni enfrentar directamente el tema de la traumatización

temprana, llegando incluso a la posibilidad de implementar acciones que lejos de ayudar a la

persona, produzcan una re-victimización o la exacerbación de su sintomatología. Encontramos que

los errores por parte de los profesionales que brindan la atención, abarcan desde el primer contacto

en la tramitación de los casos, hasta la falta de reconocimiento del estado emocional de las personas

afectadas y en muchos casos ausencia de conocimientos específicos para implementar

herramientas terapéuticas que ayuden a la mejoría de la persona (Ibaceta, 2007).

En países como México, donde los altos índices de violencia contra las mujeres son una

realidad, el abuso sexual que sufren miles de niños, niñas y adolescentes, debe ser asumido por los

servicios de sanidad, como un asunto de seguridad y de salud pública, con el objetivo de brindar

atención psicológica de calidad en los centros de salud, con protocolos de atención que realmente

garanticen la no re-victimización, el alivio del malestar emocional, del TEPT y la adaptación a la

vida cotidiana de las víctimas, lo cual repercutirá positivamente en la adhesión a los tratamientos,

la continuidad y lo más importante, al bienestar psicológico y emocional de la persona. Por tal

motivo, el primer acercamiento y la calidad de la atención primaria en los centros de salud son

determinantes en la recuperación de la víctima (Vallejo & Córdoba, 2012).

En México, aunque se pueden encontrar grandes esfuerzos por tratar y trabajar

terapéuticamente el problema por parte de organizaciones de la sociedad civil e instituciones

gubernamentales, no existe una medición sistemática de los tratamientos por lo tanto, no se puede

corroborar su eficacia ni saber si reducen el malestar emocional o si garantizan la no re-

victimización. Tampoco se conoce cuál es el impacto que tienen en la recuperación del trauma, si

ayudan en el incremento de la autoestima o a la adaptación de la víctima a la vida cotidiana. Es

importante hacer hincapié en este último punto, ya que la re-victimización también incluye la mala

5
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

intervención psicológica terapéutica o médica, que brindan profesionales inescrupulosos y mal

entrenados para atender a personas con características psicológicas particulares (Gutiérrez de

Piñeres Botero, Coronel & Andrés, 2009).

Por lo anterior ya mencionado, y con la necesidad de contar en nuestro país con un

tratamiento sistematizado que garantice la reducción del malestar emocional, la recuperación

traumática, el incremento de la autoestima, la adaptación a la vida cotidiana y la no revictimización

de las personas sobrevivientes de abuso sexual durante la infancia, el objetivo de esta investigación

fue el de evaluar la efectividad de la réplica en México, del Tratamiento psicológico de mujeres

adultas víctimas de abuso sexual en la infancia: resultados a largo plazo, llevado a cabo en España,

por Sarasua, Zubizarreta, Corral & Echeburúa (2013), cuya tasa de éxitos en el tratamiento del

trastorno de estrés postraumático es del 90.7% en las víctimas que completaron el tratamiento,

donde los resultados se mantuvieron en las pacientes evaluadas en los cuatro periodos establecidos

de evaluación post tratamiento (un 74.42% al cabo de 12 meses), con una alta reducción en las

recaídas.

En la presente investigación, se observaron los mismos resultados con la réplica del

tratamiento aplicado a 8 mujeres mexicanas sobrevivientes de abuso sexual durante la infancia.

Por ser un tratamiento que ha demostrado empíricamente ser eficiente, los resultados obtenidos

nos permitirán fundamentar y justificar el compartir éste tratamiento con profesionales de la salud

mental y con las instituciones gubernamentales que atienden a víctimas, pues además de ser de

fácil aplicación y de corta duración, al llevarse a cabo en la modalidad grupal, puede ayudar a que

se apliqué a más personas al mismo tiempo, impactando en la reducción de recursos económicos

y humanos.

6
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

2. Revisión de la literatura.

Los casos de abuso sexual a niños, niñas y adolescentes, son atendidos por diferentes

profesionales (médicos, trabajadores sociales, psicólogos, policías, abogados, forenses y jueces),

y de acuerdo a su disciplina, cada uno de ellos utiliza un nombre específico para referirse al mismo

hecho. Algunos lo consideran ataques al pudor, estupro, violación, sodomía, pedofilia, pederastia,

incesto, etc., motivo por el cual, el abuso sexual infantil cuenta con una gran variedad de

denominaciones, lo que provoca una falta de precisión, de inexactitud y de incertidumbre en el

diagnóstico, que puede provocar la incorrecta identificación del hecho y la deficiencia en la

imputabilidad (Figuero & Otero, 2005). Por tal motivo, la definición más difundida y utilizada, es

la que proporciona la National Center for Child Abuse and Neglect, que define el abuso sexual

infantil, como:

[…] “los contactos o interacciones entre niño y un adulto, cuando el primero


se utiliza para estimulación sexual del segundo o de otra persona. También puede
cometerse por un menor de 18 años, cuando es mayor que la víctima o cuando está
en situación de poder o control sobre la víctima. Además, el abuso sexual infantil
comprende la violación (penetración en vagina, boca o ano con el pene, dedo o con
cualquier objeto, sin el consentimiento de la persona), el contacto genital-oral, las
caricias (tocar o acariciar los genitales del otro, incluyendo la masturbación forzada
para cualquier contacto sexual sin penetración, el obligar a que el niños se involucre
en contactos sexuales con animales), el obligar al niños a ver actividades sexuales
de otras personas, las peticiones sexuales, el voyeurismo, el exhibicionismo (mostrar
los genitales de manera inapropiada), y también incluye la explotación sexual
infantil (implicar a menores en conductas o actividades que tengan que ver con la
producción de pornografía o promover la prostitución infantil o el tráfico sexual).
En ocasiones se habla de agresión sexual cuando se añade un componente de
violencia al abuso sexual” (Redondo & Ortiz, 2005, pag. 307).

Son pocos casos donde el abuso sexual infantil (ASI) se da de forma aislada, es decir,

generalmente se puede encontrar en comorbilidad con otros tipos de maltrato, como puede ser el

psicológico, el emocional o el físico. Sin embargo, por sí solo, se considera un tipo más de maltrato

durante la infancia. Es importante diferenciarlo de la violencia sexual, pues el abuso sexual infantil

7
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

se considera una conducta reiterada en el tiempo, sostenida, repetitiva, persistente e

inapropiada, que daña o reduce sustancialmente tanto el potencial creativo como el desarrollo

de facultades y procesos mentales del niño (inteligencia, memoria, reconocimiento,

percepción, atención, imaginación y moral). Estamos hablando de un atrapamiento psicológico

en el cual el menor va quedando preso de las demandas abusador y donde le es imposible

entender lo sucedido o manejar su medio ambiente, por la confusión y el temor que la situación

le produce. La repercusión del impacto se observa en su conducta, en su malestar emocional y

psicológico, así como en su vida social y en ocasiones en su cuerpo (Aguilar, 2009).

El abuso sexual infantil se ha caracterizado por ser un fenómeno que en la mayoría de los

casos se mantiene oculto por parte de la víctima o de la familia, lo cual dificulta que el menor

pueda acceder a un programa de salud mental que aminore o disminuya la posibilidad de

desarrollar secuelas en la vida adulta (Echeburúa & Guerricaechevarría, 2006); por otro lado, la

persona adulta víctima de abuso sexual infantil difícilmente relaciona la vivencia traumática con

la sintomatología que presenta en la actualidad u omiten el hecho, ya sea por vergüenza o porque

debido a la propia sintomatología traumática, particularmente la evitación por el malestar

emocional que les produce, no les es posible hablar de ello (Almerge & Gutiérrez, 2015).

Por lo anterior y debido a la falta de denuncia de los casos de ASI, es difícil conocer las

cifras de la incidencia y de la prevalencia real en la población (Echeburúa & Guerricaechevarría,

2006).

Al no ser posible realizar una encuesta a los menores para conocer cuántos casos de abuso

sexual se presentan en el tiempo y forma en el que suceden, para conocer un estimado de la

incidencia y de la prevalencia de este crimen contra la infancia, se han realizado diferentes

investigaciones a mujeres y a hombres adultos, y según el informe de Finkelhor, Hotaling, Lewis

8
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

& Smith (1990), un 27% de las mujeres y un 16% de los hombres, reconocían retrospectivamente

haber sido víctimas de abusos sexuales durante su infancia. Además, en cuanto a la prevalencia, al

ser una conducta reiterada en el tiempo, sostenida, repetitiva y persistente (Aguilar Cárceles,

2009), se encontró que en el 44% de estos casos, no se limitó a un hecho aislado (López, 1997).

De estas investigaciones se desprende que, aunque es menor el número de casos donde el abuso

sexual que se realiza es con contacto físico, con una cronicidad considerable y de consecuencias

negativas para el desarrollo emocional del menor, no deja de ser un problema grave (Echeburúa &

Guerricaechevarría, 2011).

Por ser un fenómeno de difícil acceso a las víctimas para su investigación, lo que más

dificulta el estudio y el conocimiento de la incidencia y la prevalencia real del ASI, dependerá de

la metodología de investigación empleada (Soriano Faura, 2009), ya que no es lo mismo recoger

los datos tras entrevistar a niños, que realizar encuestas a los padres o preguntar a adultos sobre

recuerdos de su infancia, las cifras varían considerablemente (Figuero & Otero, 2005).

A pesar de que no es posible conocer con exactitud los casos de víctimas de ASI, Ramírez

(2005) advierte de la gran diferencia porcentual por género y reporta que ser niña y ser menor de

edad es un riesgo mayor, a diferencia de ser niño menor de edad. Por su parte Putman (2003)

coincide, al reportar desde su análisis, que de 7% a 36% de las mujeres y de 3% a 29% de los

hombres, habían sido objeto de abuso sexual en la infancia. En conclusión, se ha observado que

las víctimas suelen ser más frecuentemente mujeres situadas en un rango de edad entre los 6 y 12

años, siendo esto un factor de riesgo para ser víctima de ASI. También en cuanto al tipo de abuso

sexual se encontró que, existe un mayor número de niñas donde el abuso es intrafamiliar

relacionado con el incesto, con una edad de inicio entre los 7 y los 8 años, y un mayor número de

niños en el abuso extrafamiliar o pedofilia, con una edad de inicio entre los 11 y los 12 años. En

9
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

relación a las características del agresor sexual, se ha encontrado que generalmente son hombres

de mediana edad y frecuentemente familiares o conocidos de la víctima (Echeburúa &

Guerricaechevarría, 2006)

Impacto del abuso sexual infantil en las víctimas a largo plazo.

El menor que ha sido víctima de ASI, suele sufrir consecuencias muy negativas para su

funcionamiento psicológico, particularmente cuando el agresor es un miembro de la familia y

cuando se ha cometido una violación. Aunque se ha observado una cierta correlación entre el abuso

sexual sufrido durante la infancia y la aparición de alteraciones emocionales y/o de

comportamientos sexuales inadaptados en la vida adulta, las consecuencias a largo plazo son más

inciertas y de difícil detección (Echeburúa & Echevarría (2011).

El malestar emocional es la sintomatología que con mayor frecuencia se puede observar en

las víctimas de ASI y el que puede persistir hasta la vida adulta de no recibir el tratamiento

psicológico adecuado y el apoyo familiar y social para su recuperación. Existen casos donde el

impacto psicológico del abuso sexual a largo plazo puede ser pequeño (a menos de que se trate de

un abuso sexual grave con penetración), sin embargo si la víctima sufre otras adversidades

adicionales, como el abandono emocional, el maltrato físico, el divorcio de los padres, una

patología familiar grave, etc. se pueden agravar las consecuencias derivadas del hecho (Echeburúa

& Corral, 2006).

Para determinar qué es corto plazo para el desarrollo de secuelas derivadas del ASI, se

consideran los efectos que se presentaron en los dos años siguientes al abuso, y posterior a éste

periodo ya se puede empezar a hablar de efectos de largo plazo (Merrill, Stander, Thomsen, Crouch

10
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

& Milner, 2004). Se ha observado que los efectos a largo plazo se presentan en aproximadamente

el 20% de las víctimas (Beltrán, 2010).

La reacción frente a la experiencia de victimización y las características de la misma no es

igual en todas las personas (Echeburúa & Corral, 2006). Portillo (2001), sostiene que las

consecuencias del abuso sexual dependen de:

La etapa evolutiva: Antes se pensaba que si ocurría en el preescolar el recuerdo era menor

que si ocurría en la etapa escolar o puberal, pero se ha comprobado que no es así, a menor edad es

más profundo el daño en la construcción del sí mismo.

La relación con el abusador: Siempre es más dañino cuando el abusador es conocido,

porque se produce un conflicto de lealtades, mientras que si el agresor es desconocido, el niño se

puede visualizar claramente como víctima.

La frecuencia con que ocurra: es más grave cuando ocurre frecuentemente.

El tipo de develamiento: Corresponde a cuando se descubre el abuso, resulta más protector

cuando el niño está y se siente apoyado en el proceso de develar el secreto. Esta etapa no siempre

ocurre.

La reacción del entorno: Tiene un mejor pronóstico un niño que es validado o que su

testimonio es creído, en comparación a uno que es catalogado de mentiroso o donde la madre está

en complicidad con el abusador. Es justamente a la reacción del entorno a lo que más teme la

víctima, por tal motivo, las consecuencias de revelar el abuso y la intensidad de los síntomas

experimentados, depende de la reacción del mismo, el cual desempeña un papel fundamental,

especialmente de la madre, y sobre todo, que ésta no asuma una actitud ambivalente, de evitación

o complicidad, ya que su postura es un elemento clave para que la víctima mantenga o recupere su

nivel de adaptación. En este proceso, algo que es muy importante, es el saberse creídos, que lo que

11
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

dicen será tomado en cuenta. Sin embargo, en ocasiones la respuesta de los padres ante la

revelación del abuso, puede ser más intensa que la del propio niño, es decir, puede afectar a los

padres de tal manera, que se muestran incapaces de proteger al niño adecuadamente y en los casos

más graves pueden llegar incluso a culparlo de lo sucedido. Aunado a todo esto, es importante

también considerar las consecuencias legales, familiares y sociales que conlleva la revelación del

abuso. Tal es el caso donde la madre se percata del abuso sexual a su hijo protagonizado por su

propia pareja. Los sentimientos de vergüenza y culpa, de cólera y pena, de miedo y ansiedad,

pueden afectar a los padres de tal manera que se muestran incapaces de proteger al niño

adecuadamente y, en los casos más graves, pueden llegar incluso a culparlo de lo sucedido.

En ocasiones la víctima no desarrolla problemas aparentes durante la infancia, pero pueden

aparecer como problemas nuevos en la vida adulta y no considerar la relación (Beltran, 2010).

En algunos casos, el impacto psicológico a largo plazo del abuso sexual puede resultar

mínimo o nulo (a menos que se trate de un abuso sexual grave con penetración). En ocasiones, los

problemas de una víctima en la vida adulta, en un contexto de vulnerabilidad (conflictos de pareja,

aislamiento social, problemas en el trabajo, etc.) son el detonante para el desarrollo de depresión,

ansiedad, abuso de alcohol, etc, sin que pueda percatarse que están relacionados con el abuso

sexual sufrido durante la infancia. Además, lo que predice una peor evolución a largo plazo es la

existencia de sucesos traumáticos diversos, la duración prolongada de la exposición a los estímulos

traumáticos y la vinculación familiar con el agresor. Aunado a lo anterior, se ha observado una

tasa mayor del 2.4% del desarrollo de trastornos mentales en sobrevivientes de ASI, en relación a

las personas que no lo sufrieron (Echeburúa & Corral, 2006).

En conclusión Portillo (2001) sostiene que el impacto psicológico del abuso sexual

dependerá de la frecuencia, de la duración, de la gravedad del abuso, de la relación con el agresor,

12
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

de la fase del desarrollo psicológico de la víctima cuando tuvo lugar el suceso, de los recursos

personales de afrontamiento y de los factores amortiguadores con los que cuente la víctima, tales

como las relaciones familiares cohesionadas, la red de apoyo social o la autoestima positiva. Estos

factores amortiguadores ayudarán a la víctima en la reducción del impacto psicológico, aunque

todavía son incipientes los estudios relacionados (Sarasua, Zubizarreta, Corral & Echeburúa,

2013).

Las consecuencias a largo plazo en las víctimas de ASI varían de unos casos a otros, pero

se observa que sí existe una estrecha relación entre este fenómeno y la aparición de alteraciones

emocionales en la juventud y en la vida adulta. Las víctimas adultas pueden experimentar trastorno

de estrés postraumático crónico, sintomatología ansioso-depresiva, comportamiento sexual

insatisfactorio, trastornos de personalidad (especialmente el trastorno antisocial de la personalidad

y el trastorno límite de la personalidad), alteraciones de la conducta alimentaria, abuso de alcohol

o drogas o una adaptación inadecuada a la vida cotidiana. En otros casos, pueden aparecer

alteraciones psicosomáticas (por ejemplo, problemas respiratorios o gastrointestinales, sobrepeso,

dolores de cabeza persistentes, consultas frecuentes a los Centros de Salud, etcétera), como

resultado directo o indirecto de un abuso sexual continuado en la infancia (Sarasua, Zubizarreta,

Corral & Echeburúa, 2013). Sin embargo, Los síntomas más frecuentemente encontrados en esta

población son los referidos a la "conducta sexualizada", considerada como el síntoma más

característico del abuso sexual infantil, además lo relacionado con las alteraciones en la esfera

sexual, ya sean disfunciones sexuales o menor capacidad de disfrute. Esta característica se

encuentra en el 35 a 40% de los casos de agresiones; seguida por el trastorno de estrés

postraumático (TEPT) en el 21 a 48% y a veces, en combinación con depresión y ansiedad

(Echeburúa & Corral, 2006). En cuanto al control inadecuado de la ira que puede presentarse en

13
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

las víctimas, existe diferencia por género; en el caso de los hombres se manifiesta al exterior en

forma de violencia y en el de las mujeres es canalizada en forma de conductas autodestructivas.

En conclusión y como lo hemos planteado con anterioridad, la sintomatología

internalizada que se encuentra con mayor frecuencia en los sobrevivientes de abuso sexual en

la infancia, son los problemas de ansiedad, depresión, baja autoestima, sentimiento de culpa y

estigmatización; sin embargo debido a la complejidad del fenómeno, de las variables que

intervienen en el desarrollo de las secuelas y a las características personales de cada individuo,

no se puede determinar la existencia de un único síndrome específico ligado a la experiencia de

abusos sexuales en la infancia y adolescencia (Pereda, 2009).

Trastorno de estrés post traumático (TEPT) y abuso sexual infantil.

El TEPT se define como un trastorno que se presenta cuando la persona ha sufrido

agresión física o algún acontecimiento que representa una amenaza para su vida o su integridad

física, o cuando ha sido testigo o ha sabido por personas cercanas de la existencia de este tipo

de acontecimientos en otras personas. La reacción emocional experimentada debe implicar una

respuesta de temor, desesperanza u horror intensos. Los grupos sintomáticos son:

reexperimentación, evitación e hiperactivación. Estos deben prolongarse por más de un mes

desde el suceso traumático y provocar malestar clínico o deterioro en áreas importantes de la

actividad de la persona (American Psychological Association, 2000).

De hecho las víctimas de abuso sexual infantil son diagnosticadas con TEPT a partir de

una serie de criterios que se enumeran en la siguiente tabla:

14
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Tabla 1. Criterios para diagnosticar el TEPT de acuerdo al manual DSM-IV-TR


(2001, págs 90 y 91).

Criterio A.

Exposición a un acontecimiento traumático, en el que:

 La persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más)


acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad
física o la de los demás.

 La persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos.


Nota: En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos
desestructurados o agitados.

Criterio B.

Reexperimentación persistente del acontecimiento traumático, a través de una (o


más) de las siguientes formas:

 Recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusivos que provocan malestar


y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones.

 Sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar.

 El individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático


está ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia,
ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que
aparecen al despertarse o al intoxicarse).

 Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que


simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.

 Respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que


simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.

15
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Criterio C.

Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la


reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican
tres (o más) de los siguientes síntomas:

 Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el


suceso traumático.

 Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos


del trauma.

 Incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma.

 Reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas.

 Sensación de desapego o enajenación frente a los demás.

 Restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de


amor).

 Sensación de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse,


formar una familia o, en definitiva, llevar una vida normal).

Criterio D.

Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausente antes del


trauma), tal y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas:

 Dificultades para conciliar o mantener el sueño.

 Irritabilidad o ataques de ira.

 Dificultades para concentrarse.

 Hipervigilancia.

 Respuestas exageradas de sobresalto.

Criterio E.

Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.

16
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Criterio F.

Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social,


laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

Echeburúa & Corral (1995), señalan que entre las características propias del

acontecimiento facilitador para el inicio del TEPT en el ASI están, la elevada intensidad del

acontecimiento, su alta frecuencia, la exposición al acontecimiento en edades tempranas, y que

el agente causante del acontecimiento sea el ser humano. La intensidad del acontecimiento está

relacionada con el tipo de abuso y con la relación con el abusador. A mayor cercanía emocional

con el abusador, mayor será el impacto o la posibilidad del desarrollo de secuelas. También,

dependerá de la fragilidad emocional de la víctima causada por una historia previa de abusos, de

sucesos traumáticos, así como de la presencia de patología en la familia y de la aparición de

reacciones disociativas durante el proceso traumático.

El TEPT suele ser más grave y duradero cuando el suceso sufrido es muy intenso o cuando

la víctima es vulnerable psicológicamente y no cuenta con un apoyo familiar y social adecuado

(Resnick, Acierno, Amstadter, Self-Brown & Kilpatrick, 2007).

A través de las investigaciones se ha relacionado el trauma del abuso sexual como

potenciador de síntomas de TEPT (Bustos, Rincón & Aedo, 2009). Lo grave es que de las

mujeres adultas víctimas de agresiones sexuales, en más de un 50% desarrollan el TEPT y un

30% de mujeres que han sufrido particularmente ASI, llegarán a la edad adulta con el

diagnóstico (Guerrero, 2004). Estas supervivientes coinciden en historias de abusos sexuales

severos, abusos físicos y familias caóticas. Presentan, además, comorbilidad con depresión,

con abuso de sustancias, con problemas somáticos, y con el trastorno de personalidad límite.

17
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Las víctimas de agresiones sexuales pueden sufrir un malestar emocional profundo y conductas de

evitación sexual pero los estudios disponibles hasta la fecha se han centrado fundamentalmente en

el tratamiento del TEPT, sin prestar atención específicamente a otros problemas existentes como

la sintomatología ansioso-depresiva o los problemas sexuales (Echeburúa, Sarasua, Zubizarreta &

de Corral, 2013).

Los efectos del abuso sexual se han intentado explicar desde el modelo del trastorno de

estrés postraumático ya que cumplen con los requisitos de trauma exigidos por el DSM-IV R para

el diagnóstico de este cuadro clínico y genera, al menos en una mayoría de las víctimas, los

síntomas característicos de dicho trastorno: pensamientos intrusivos, evitación de estímulos

relacionados con la agresión, trastornos del sueño, irritabilidad y dificultades en la concentración

(Echeburúa & Guerricaechevarría, 2005)

Generalmente el TEPT no se presenta sólo, tiene comorbilidad con miedo, ansiedad,

depresión y sentimientos de culpa. A diferencia de los adultos, en la infancia este cuadro clínico

puede adoptar la forma de un comportamiento desestructurado o agitado y presentarse con

síntomas físicos (dolores de estómago, jaquecas, etc.) La ventaja que este modelo ofrece, es una

descripción operativa de los síntomas derivados del abuso con lenguaje de fácil comprensión, lo

cual facilita a los profesionales involucrados, su uso para el diagnóstico (Echeburúa &

Guerricaechevarría, 2005).

Las investigaciones han demostrado que la falta temprana de intervención psicoterapéutica

en personas víctimas de ASI y que han desarrollado TEPT, puede ocasionar el incremento de los

efectos negativos resultado de la victimización, tanto a corto como a largo plazo (Vallejo &

Córdoba, 2012). Por tanto, es importante considerar que el menor tiempo entre evento de la

agresión sexual y el inicio de la terapia, puede favorecer los resultados del tratamiento y aminorar

18
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

la aparición de síntomas relacionados con el malestar emocional, la disociación y el aislamiento;

de lo contrario, el paso del tiempo sin intervención psicoterapéutica, puede provocar que se

incremente el riesgo de presentar sintomatología más grave.

Gracias a que se empieza a visualizar socialmente el problema del ASI, se tiene acceso a

más información sobre los abusos y la violencia sexual cometida contra niños, niñas y adolescentes

(NNA). Hay víctimas que empiezan a sentirse con mayor seguridad para relatar sus vivencias de

agresiones sexuales, ya sean actuales o pasadas, y con la confianza de solicitar psicoterapia. Es por

ello que se observa un incremento en el número de pacientes con traumatizaciones sexuales

asociadas al motivo de consulta, que solicitan atención psicológica para su recuperación

(Ibaceta, 2007).

Antes de hablar de los procesos psicoterapéuticos para víctimas de ASI, es importante

considerar que no todas las personas que lo han sufrido requieren de un tratamiento psicológico o

farmacológico. Esto dependerá de que la persona presente o no, síntomas que le impidan ser

funcional en la vida cotidiana. En ocasiones, el simple paso del tiempo, el apoyo familiar y social,

el no estar expuesto a otros tipos de victimización, el ambiente familiar resiliente que permite la

expresión de emociones y el regreso a la vida cotidiana, pueden contribuir a digerir el trauma.

Sin dejar de considerar que, aunque presente altibajos emocionales y recuerdos dolorosos, es

capaz de relacionarse y continuar con sus actividades cotidianas, de relacionarse con otras

personas y de disfrutar su vida (Echeburúa & Corral, 2007). Por el contrario, existen otras

personas que les es más complicado sobreponerse a la situación traumática y se encuentran

atrapadas por este suceso, presentan problemas biológicos relacionados con el sueño y el

apetito, constantemente viven atormentadas por el sufrimiento, con la dificultad para controlar

sus emociones y sus pensamientos, conductas inadaptativas y en ocasiones contraproducentes,

19
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

pues se sienten incapaces de hacer frente a la vida cotidiana y se aíslan socialmente (Echeburúa,

2007b).

Factores de riesgo y de protección en el abuso sexual infantil

La finalidad de hablar de situaciones o factores de riesgo de ser víctima de ASI, se debe a

la necesidad de buscar una asociación probabilística, más que una relación directa de causa-efecto,

pues al conocer la situación de alto riesgo, se podrá incidir para establecer programas de

prevención (Ponce, 2012). Justamente, se ha observado que el simple hecho de ser niña (mujer)

es ya un factor de riesgo. Diferentes estudios coinciden en señalar que hay de 2 a 3 que son víctimas

por cada varón, especialmente en los casos de abuso sexual intrafamiliar. Esta asociación se debe

principalmente al hecho de que la mayoría de los agresores son varones predominantemente

heterosexuales

Otro factor de riesgo es la edad de las víctimas. Por un lado, las edades de mayor riesgo son

las comprendidas entre los seis y siete años, y entre los diez y doce, por otro. Por ser una etapa

donde empieza el desarrollo sexual, es en la pubertad donde al parecer aumentan a más del doble

los casos de abusos sexuales a menores.

En cuanto a las características particulares de los menores víctimas de abuso sexual, el

factor de mayor riesgo lo constituyen aquellos con una capacidad reducida para resistirse o

revelarlo, como los que todavía no hablan y los que muestran retrasos del desarrollo, tienen algún

tipo de discapacidad, minusvalías físicas o psíquicas, sin dejar de lado a los niños emocionalmente

y psicológicamente vulnerables, debido a que se encuentran carentes de afecto o son víctimas de

algún otro tipo de violencia o abusos (Echeburúa & Guerricaechevarría, 2005).

20
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Los malos tratos en la infancia –en cualquiera de sus formas- son otro de los factores de

riesgo para el abuso sexual infantil, porque pueden producir en los menores vulnerabilidad

emocional, sentimiento de indefensión, baja autoestima o falta de recursos de afrontamiento,

causados por la falta de cuidados básicos, el abandono, el rechazo físico y emocional por parte de

sus padres o cuidadores, lo cual propicia que el menor pueda ser presa al ser manipulado más

fácilmente con ofrecimientos de afecto, atención y recompensas a cambio de sexo y secreto

(Vázquez Mezquita, 1995). Se sienten atraídos no sólo por la atención, sino también por el placer

que les brinda la relación anómala con el propio abusador, aunque con el tiempo acabe produciendo

en ellos un sentimiento de culpa (Echeburúa & Guerricaechevarría, 2005).

La ausencia física o emocional de los padres biológicos, la incapacidad o enfermedad de la

madre, el trabajo de ésta fuera del hogar y los problemas de la pareja (peleas, malos tratos,

separaciones o divorcios), sobre todo cuando vienen acompañados de interrupción de la relación

sexual, constituyen factores de riesgo que aumentan las posibilidades de victimización. Las

familias constituidas por padres dominantes y violentos, representan un alto riesgo para la

ocurrencía del ASI, así como las conformadas por madres maltratadas (Echeburúa &

Guerricaechevarría, 2005).

En contraposición, los factores que pueden ayudar a prevenir y a proteger a los menores de

la posibilidad de ASI, lo constituyen los programas de prevención que incluyen, el conocimiento

sobre la sexualidad y el cuidado del cuerpo, así como el desarrollo de habilidades de afrontamiento,

una buena adaptación escolar (en el ámbito académico, social o deportivo), relaciones adecuadas

y cercanas con los padres en la infancia o con sus pares en la adolescencia, así como el apoyo de

amigos íntimos, pues tienen un efecto positivo sobre la autoestima y por tanto, contribuyen a

21
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

amortiguar el impacto de la victimización o prevenir la ocurrencia del abuso sexual (Echeburúa &

Guerricaechevarría, 2005).

Tratamiento psicoterapéutico para víctimas de abuso sexual en la infancia.

El gran impacto que representa la presencia de TEPT en mujeres víctimas de agresiones

sexuales durante la infancia, ha impulsado el desarrollo y aplicación de diversas técnicas de

modificación de la conducta. Entre las más utilizadas destacan las técnicas de exposición en

vivo, de exposición en la imaginación, de relajación y de reestructuración cognitiva (Guerrero,

2004) Aunque el tratamiento cognitivo-conductual ha resultado ser el más eficaz, existe un

porcentaje de pacientes (aproximadamente el 25%) que, según Foa & Rothbaum (1998) siguen

presentando el diagnóstico de TEPT después del tratamiento.

Aunque en general se cuenta con terapias empíricamente validadas para el trastorno de

estrés postraumático (Foa, Keane & Friedman, 2003), el apoyo empírico a los tratamientos

psicológicos para el ASI es aún escaso (Taylor & Harvey, 2010). Más escasos aún, incluso

inexistentes, son los estudios controlados en esta área, con muestras bien definidas, grupos de

control adecuados y un seguimiento a largo plazo. Lo que las víctimas adultas de abuso sexual

infantil comparten es un suceso traumático común, no un diagnóstico clínico (Maniglio, 2009).

Las propuestas terapéuticas son muy diversas y corresponden a la misma diversidad de los

efectos del ASI a largo plazo, los cuales son muy variados e inespecíficos. Si bien la terapia

psicológica para las víctimas adultas del ASI parece beneficiosa para mejorar el malestar

emocional, hasta la fecha ningún tratamiento ha mostrado una clara superioridad ni tampoco

ningún formato (individual o grupal) o duración específicos (breve o prolongado) han probado

ser superiores a otros (Martsolf & Draucker, 2005; Taylor & Harvey, 2010). El carácter poco

22
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

concluyente de los resultados obtenidos hasta la fecha hace aconsejable la presentación de

nuevos estudios.

Diversos autores coinciden en la necesidad de un grupo de apoyo multidisciplinar, para el

tratamiento de las víctimas de violencia sexual (Bernik, Laranjeiras & Corregiari, 2003; Menicucci,

Machin, Aibal, Valverde, Kossel, Morelli, Fernández, et al., 2005). La integralidad de las

disciplinas se hace más evidente para el diagnóstico de TEPT en las víctimas, ya que requiere de

tratamientos de alta calidad por la complejidad y la gravedad de sus manifestaciones, que genera

fuertes alteraciones en la salud mental de las personas (Vallejo & Terranova, 2009). Además, se

recomienda la combinación de técnicas como la relajación para reducir el nivel de estrés

psicofisiológico, la reestructuración cognitiva, la psicoterapia psicodinámica, el uso de

psicofármacos, la hipnosis, entre otras. Los autores aconsejan en los casos leves de TEPT el uso

de psicoterapia, y en los casos moderados y graves el uso de tratamiento farmacológico y

psicoterapéutico combinados por lo menos durante un período de doce meses, y con un

seguimiento posterior (Foa, Davidson & Frances, 1999).

En un estudio de Stevens-Simon & Reichert (1994), se presenta un modelo de tratamiento

grupal para adultos sobrevivientes de ASI y, aunque también plantea las reacciones de estrés

postraumático, en esta ocasión se discuten las intervenciones para el desarrollo de factores de

protección. El modelo también hace hincapié en las distintas formas de ayudar a los sobrevivientes

para contar sus historias, volver a experimentar la experiencia y procesar la experiencia traumática.

Además, debido a que es importante para la recuperación de la memoria y el trabajo a través del

afecto asociado en la resolución de ASI, Courtois (2008), nos proporciona información acerca de

la amnesia, la represión y la disociación en las secuelas de trauma infantil, así como sobre el

almacenamiento y la recuperación de la memoria.

23
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Autores como Valker & Nash (1981), han contraindicado el psicoanálisis para los pacientes

con TEPT, pero no así las psicoterapias dinámicas derivadas del psicoanálisis. En todas ellas,

coinciden que es esencial el trabajo de construir una buena alianza terapéutica a través del cuidado

del encuadre y de la interpretación de las resistencias derivadas de una predominante transferencia

negativa. La defensa hostil-paranoide se configura como baluarte protector de una intensa

fragilidad personal. En general, el sufrimiento del paciente es el principal factor motivador del

cambio interno, una verdadera rehabilitación emocional, en la que lo fundamental es el aprendizaje.

La psicoterapia interpersonal-psicodinámica ha sido definida por Callahan, Price &

Hilsenrothe (2004) como la serie de tratamientos que hacen un énfasis particular en la expresión

de afectos y la exploración de patrones de relaciones, sentimientos o ideas en el presente y pasado

de la persona, que han contribuido a la etiología y mantenimiento de los conflictos psicológicos.

Una investigación desarrollada por estos autores indagó la efectividad de la terapia interpersonal-

psicodinámica en personas abusadas sexualmente y concluyó que este tipo de tratamiento reduce

la sintomatología e incrementa los aspectos relacionados con el ajuste social y el funcionamiento

interpersonal saludable en las personas.

Otros tratamientos que han mostrado ser útiles para hacer frente al trastorno de estrés

postraumático en víctimas adultas de abuso sexual en la infancia, son la terapia de exposición,

la reestructuración cognitiva, el entrenamiento en inoculación de estrés y la terapia de

procesamiento cognitivo.

En otra investigación comparativa entre la psicoterapia analítica de grupo y la psicoterapia

sistémica, se asignó al azar 151 mujeres abusadas sexualmente, de las cuales 82 completaron las

terapias de grupo. Para la evaluación de la efectividad de cada terapia, se aplicaron cuestionarios

antes y después del tratamiento, como el Cuestionario de Personalidad DIP-Q, el Cuestionario de

24
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Abuso Sexual Infantil, el registro de Flashback diseñado para el estudio, la Evaluación Global de

Funcionamiento (Global Assessment of Functioning/GAF), la lista de chequeo de síntomas

(Symptom Checklist-90-R), entre otros. Sin embargo, aunque ambos tipos de terapia alivian los

síntomas del evento traumático, al mejorar la calidad de vida, el funcionamiento global y la

disminución de los síntomas, la respuesta al tratamiento sistémico fue dos veces mejor que la de

la terapia psicoanalítica en casi todas las medidas (Vallejo & Córdoba, 2012).

Las guías de práctica clínica elaboradas por la Sociedad Internacional de Estudios sobre el

Estrés Post Traumático, sugieren que la terapia de exposición es un apoyo efectivo para el TEPT,

si se trabaja desde un tratamiento cognitivo y con psicoterapia interpersonal. También, los

investigadores concluyen que la terapia cognitivo-conductual logra cambios positivos a nivel

cualitativo en la sintomatología, y permite modificar cognitivamente las creencias respecto a la

experiencia de abuso, pues se enfoca en la reestructuración de la memoria traumática, lo cual

produce la reducción de síntomas de ansiedad y depresión, mediante técnicas cognitivas y

comportamentales, y en la modalidad grupal, contribuye con cambios positivos a nivel de la

percepción de culpa, confianza y relación con pares, y presentan reducciones significativas en los

síntomas del TEPT, sobre todo en la re-vivencia del trauma, en la evitación e hipervigilancia.

Además, en este modelo terapéutico, la psicoeducación que se le brinda a la persona durante el

proceso, le ayuda a la comprensión de su funcionamiento psicológico y a desarrollar un nuevo

repertorio cognitivo y conductual (Vallejo & Córdoba, 2012).

En mujeres víctimas de abuso sexual durante la infancia en las que se ha utilizado la terapia

enfocada en el trauma, se ha encontrado que les ayuda en la reducción del aislamiento, de la

disociación, de los pensamientos intrusivos, de la desconfianza generalizada y de la autoculpa;

además, también en el incremento de habilidades sociales, de la autoconfianza y en la confianza

25
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

hacia otros; logrando una mejor capacidad para reconocer en ellas mismas, los síntomas comunes

y la integración de sentimientos con el evento traumático (Vandensen & Carr, 2003).

En el año 2005 se realizó una investigación sobre los efectos de la escritura expresiva en

mujeres que sufrieron violencia íntima de su pareja y que presentaban síntomas depresivos y de

TEPT, y se encontró que resultó ser curativa para la ansiedad y la depresión en estados patológicos;

generó procesamientos cognitivos que beneficiaron el incremento de reflexión sobre el significado,

el sentido y la coherencia del evento traumático logrando la reducción de los síntomas depresivos

en mujeres que han experimentado violencia familiar.

En otra investigación se observó que las personas que padecen trastornos postraumáticos,

tienen una mayor respuesta a la sugestión, lo cual permite que las técnicas hipnóticas funcionen

mejor, siendo más factible inducir experiencias disociativas en forma controlada y estructurada.

En estos casos hay un beneficio en términos de la re-experimentación del trauma, para nuevas

interacciones adaptativas con el mismo. Por tanto, se concluyó que la hipnosis puede incrementar

la eficacia de otras terapias con las que se integre. De la misma manera, los grupos de apoyo

constituyen una buena alternativa para el trabajo con sobrevivientes de abuso sexual durante la

infancia, ya que ofrecen información y educan a los sobrevivientes en materia de violencia sexual,

derechos humanos, sexualidad, violencia intrafamiliar, abuso en el noviazgo, entre otras. Sin

embargo tienen desventajas respecto a la cohesión grupal y la continuidad de los temas por ser

grupos de participación abierta. Cuando se trabaja con terapia grupal una de las metas más

importantes a lograr es la recuperación de los sentimientos de control y estabilidad que se vieron

afectados tras la violación. Cuando una persona que ha sufrido una situación traumática asiste a

una psicoterapia de grupo, es necesario que recupere la confianza básica en el otro como ser

humano y confíe en un proceso que le permita re-experimentar el sentimiento de seguridad hacia

26
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

los demás como parte de la reconstrucción de su vida y de la elaboración del hecho traumático

(Vallejo & Córdoba, 2012).

Existen propuestas de tratamiento que parten del enfoque de los derechos humanos y tienen

perspectiva de género. La terapia de sobrevivencia propuesta por Walker (1995) es una de ellas y

se basa en la teoría del trauma y la teoría feminista. Su propuesta radica en resaltar las fuerzas y

capacidades antes que las debilidades de las mujeres, la auto-revelación, el poder compartido, la

aproximación holística y la salud mental positiva (Vallejo & Córdoba, 2012).

Respecto a las modalidades terapéuticas, los tratamientos cognitivo conductuales son los

que cuentan con un mayor apoyo empírico. Algunos tratamientos cognitivos-conductuales han

mostrado ser útiles para hacer frente al trastorno de estrés postraumático en víctimas adultas de

abuso sexual en la infancia. Como es el caso de Ehlers y Clark (2000), que proponen potenciar

el cambio terapéutico utilizando después de la exposición en imaginación, reestructuración

cognitiva para cambiar las emociones disfuncionales manifestadas durante dicha exposición.

Por lo que respecta a nuestro país, México, se pueden encontrar diferentes esfuerzos

relacionados con la atención terapéutica para víctimas de ASI, pero no existe un instrumento o

psicoterapia desarrollada y validada particularmente para población mexicana, ya que buena parte

de ellos están editados únicamente en inglés o en el mejor de los casos, simplemente traducidos al

castellano.

La atención psicoterapéutica que recibe esta población no es suficiente considerando que

este tipo de maltrato infantil está pobremente documentado en las áreas de la medicina, en lo social

y en lo legal, aunado a la poca estadística e información y además, que no se cuenta con un sistema

que permita identificar el número real de los abusos.

27
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Aunque en México existen instancias donde se les da atención a nivel legal y psicológico,

estas no tienen la capacidad para atender la demanda y los profesionales, no están capacitados

particularmente para trabajo con trauma. Esto se complica en virtud de que todavía existen

perjuicios alrededor de este tipo de delitos y por la falta de psicoeducación de las víctimas, lo que

dificulta que soliciten ayuda profesional. Tampoco se conoce la cantidad de niñas y niños que han

sido atendidos y puestos a disposición de las autoridades del país, ya que no todos los casos son

denunciados y como resultado, es difícil que puedan ser reconocidos para su atención (Ramírez,

2006). Aunado a lo anterior, son pocos los especialistas que se han adentrado en el estudio y uso

de técnicas específicas para trabajo con víctimas de delitos sexuales. (Velazquéz, Delgadillo &

González, 2013).

28
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

3. Tratamiento psicológico de mujeres adultas víctimas de abuso sexual en la


infancia: resultados a largo plazo.
Por lo expuesto en los párrafos anteriores y reconociendo la necesidad de tratamientos

empíricamente validados en población mexicana, la intención del presente estudio es replicar

el Tratamiento psicológico de mujeres adultas víctimas de abuso sexual en la infancia:

resultados a largo plazo, de Sarasua, Zubizarreta, Corral & Echeburúa (2013), pues existe una

vasta investigación científica que muestra su eficacia, comprobando que ayuda en la reducción

de la sintomatología, la comprensión del significado de la experiencia vivida y a que la persona

pueda expresar sus sentimientos en relación al tema, siendo una opción de tratamiento que

puede ser utilizado en nuestro país para trabajar psicoterapéuticamente con personas que

sufrieron abuso sexual en la infancia.

Este tratamiento fue diseñado y validado empíricamente en España con 121 sujetos que

participaron voluntariamente y mostró una tasa de éxitos en el tratamiento del trastorno de

estrés postraumático del 90.7% en las víctimas que completaron el tratamiento. A pesar de la

pérdida de pacientes en el tratamiento implementado por Sarasua, Zubizarreta, Corral &

Echeburúa (2013), en los seguimientos los resultados se mantuvieron (25.58%) en las pacientes

evaluadas en los cuatro periodos establecidos (un 74.42% al cabo de 12 meses), con una alta

reducción de las recaídas.

El tratamiento propuesto consta de las siguientes fases:

Fase terapéutica

La fase terapéutica debe abarcar tanto el desahogo emocional y la expresión de los

sentimientos experimentados como la intervención específica sobre las secuelas cognitivas,

emocionales, conductuales y sexuales sufridas.

29
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Se realiza en primer lugar, la entrevista de diagnóstico y la de evaluación conductual. La

intervención motivacional es orientada a transmitir empatía, el establecimiento de la relación

terapéutica y el apoyo emocional a la víctima; y comprende las dos primeras sesiones. La segunda

parte está dedicada específicamente al tratamiento de los síntomas psicopatológicos detectados,

con tres niveles de intervención de 2, 3 y 5 sesiones cada uno. Los componentes del programa

inicial, con la distribución de sesiones correspondiente y su articulación en el conjunto del

tratamiento, figuran descritos en el marco teórico (Echeburúa et al., 1995) y están resumidos en la

figura 1.

Motivación Síntomas psicopatológicos

1er. nivel de
2o. Nivel de intervención 3er. Nivel de intervención
intervención

Percepción Intervención
de seguridad Catarsis psicoeducativa Entrenamiento en habilidades de
Apoyo emocional Revaluación cognitiva y afrontamiento
emocional emocional del abuso

1ª-2ª sesión 3ª-4ª sesión 5ª-7ª sesión 8ª-12ª sesión

Figura 1. Programa de tratamiento tomado de Sarasua, Zubizarreta,


Corral & Echeburúa (2013)

Fase I. Aspectos motivacionales o de Motivación.

Percepción de seguridad en un marco terapéutico empático, donde la base de la relación

terapéutica es el buen trato, puesto que el mismo vínculo establecido con el terapeuta opera como

30
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

reparador en la medida en que éste sirve como contraste respecto de la relación abusiva que

conllevan las agresiones sexuales.

La intervención motivacional orientada a transmitir empatía y apoyo emocional a la víctima

comprende las dos primeras sesiones. La segunda parte está dedicada específicamente al

tratamiento de los síntomas psicopatológicos detectados, con tres niveles de intervención de 2, 3

y 5 sesiones cada uno. Se trabaja, desde el principio, a través de las habilidades del terapeuta la

creación de una buena alianza terapéutica cuyo objetivo principal es la aceptación incondicional

de la paciente de manera que ésta llegue a reconciliarse consigo misma, independientemente de lo

que haga, piense o sienta.

La expresión emocional, que tiene como objetivo proporcionar comprensión y apoyo a la

víctima, consiste en alentarla a que cuente lo ocurrido y refiera todo lo que ha pensado y sentido.

Se trata de facilitarle el desahogo emocional de la irritabilidad y de las humillaciones sufridas.

Fase II. Síntomas psicopatológicos:

1. Primer nivel de intervención.

Catarsis y ventilación emocional.

Desahogo emocional y la expresión de los sentimientos experimentados

Consiste en facilitar el desahogo de sentimientos y emociones relacionados con la

experiencia traumática vivida, con el propósito de reordenarla cognitivamente de una forma más

adaptativa. Se narran los hechos y se describen sus pensamientos e ideas acerca del mismo,

promoviendo la liberación de emociones asociadas a la experiencia vivida. En esta fase, se busca

reducir los síntomas existentes y así, evitar que se conviertan en problemas crónicos, realizando

reevaluación cognitiva, buscando identificar las respuestas normales de las anormales.

31
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

2. Segundo nivel de intervención.

a) Intervención psicoeducativa.

El objetivo inicial en esta fase con la víctima es poner nombre a lo sucedido. Asimismo, el

terapeuta debe tratar de clarificarle, en la medida de lo posible, la confusión psicológica y el

proceso psicosocial/judicial complejo en el que se encuentra, así como proporcionarle habilidades

específicas que le ayuden a recorrer dicho proceso con eficacia y sin perder su autoestima.

Se le explica a la paciente cómo los síntomas que presenta son reacciones normales a una

situación anormal de abusos sexuales en su infancia. Debido a lo impactante de la situación, no lo

pudo procesar adecuadamente, con lo que los recuerdos y sensaciones vuelven repetidamente. Una

analogía que sirve para una mejor comprensión, es decirle a la persona que su mente es como un

cajón de ropa que está tan lleno y desordenado, que ya no cabe nada más y las prendas se

desbordan. Es necesario vaciarlo, limpiarlo y ordenarlo para que se pueda cerrar. Se discute con

ella el folleto de síntomas ante el trauma adaptado de Foa & Rothbaum (1998). Resulta

fundamental recalcar que lo vivido se trata de una experiencia impuesta, bien sea por la fuerza o,

en la mayoría de las ocasiones, por el abuso de poder y el engaño.

El terapeuta debe explicar a la víctima, de forma tranquila y sin dramatismos, el proceso

abusivo y las causas del mismo, así como los factores que han hecho posible que lo mantenga en

silencio durante un tiempo prolongado. Se debe reforzar a la víctima en todo momento, el hecho

de haberlo revelado, así como eliminar cualquier sentimiento de culpa o responsabilidad por las

consecuencias derivadas de esa revelación.

Asimismo, es importante que la víctima atribuya la responsabilidad de lo ocurrido al

agresor (Echeburúa & Guerricaechevarría (2011).

b) Revaluación cognitiva y emocional del abuso.

32
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

La reevaluación cognitiva está enfocada, en primer lugar, a la explicación de las reacciones

normales ante la agresión sexual y del proceso de adquisición y mantenimiento de miedos (Foa,

Steketee & Rothbaum, 1989). Se trata, en segundo lugar de modificar los pensamientos negativos

asociados a la violación, así como el posible sentimiento de culpa en la relación con lo que la

víctima pudo haber hecho y no hizo y de sustituirlos por pensamientos más adaptativos. Y por

último, se reposiciona el acontecimiento traumático en sus justas dimensiones y se señalan los

aspectos positivos existentes en la nueva situación.

 Desconfianza en las relaciones afectivas e interpersonales.

La víctima de una experiencia traumática pierde confianza en sí misma, pero también en

los demás. La víctima puede llegar a considerar al resto de personas, en unos casos, como

potencialmente peligrosas y, en otros, como ajenas o insolidarias con su dolor (Echeburúa, 2004).

Por ello, la superación de la desconfianza de la víctima hacia los demás requiere, en primer lugar,

que aprenda a discriminar en quién puede confiar, sin llegar a establecer generalizaciones erróneas.

La propia relación terapéutica con una persona no abusador constituye una oportunidad para el

modelado de una relación sana. La reevaluación cognitiva desempeña un papel muy importante en

este contexto. Una vez más, se trata de normalizar los esquemas cognitivos que se producen tras

los abusos sexuales, lo que se debe llevar a cabo mediante técnicas diversas, la capacidad y los

recursos personales de la persona. Además de la discusión racional de estos pensamientos

distorsionados, pueden utilizarse técnicas de representación de papeles (role playing), fichas y

materiales específicos orientados a desarrollar sus habilidades sociales a fin de facilitar el éxito de

la persona en sus contactos interpersonales. Si la víctima es una adolescente e inicia una relación

de pareja, puede mostrar pensamientos disfuncionales, como ser utilizada, por su pareja, a nivel

sexual o ser engañada, algo que el terapeuta debe identificar y eliminar.

33
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

 Hostilidad, rabia y agresividad.

Puede desarrollar reacciones de ira como resultado de la decepción, la frustración y la

impotencia. Estas emociones pueden dar lugar a una personalidad hostil y negativa y se pueden

manifestar hacia el exterior, con conductas agresivas y antisociales, o hacia el interior, mediante

comportamientos autodestructivos, tales como consumir drogas o comer en exceso.

El entrenamiento en habilidades específicas de afrontamientos, implica la relación muscular

progresiva (según el método propuesto por Bernstein & Borkovec, 1973), la parada de

pensamiento y la distracción cognitiva (como técnicas reductoras de pensamientos intrusivos) y,

por último, instrucciones de exposición gradual a los estímulos temidos para recuperar las

actividades habituales de la paciente (De Corral, Echeburúa & Sarasúa, 1995).

 Alteraciones en el área sexual

La sexualización traumática puede manifestarse en forma de inhibición sexual, que podría

llegar hasta una fobia o a la aversión al sexo, de dificultades de identidad sexual y de

hipersexualidad, que se refleja en diversas conductas disfuncionales: sexualidad precoz,

masturbación compulsiva, excesiva curiosidad sexual, promiscuidad sexual e incluso aparición de

comportamientos abusivos hacia otros menores. En estos casos se ha aprendido a disociar el sexo

del afecto y a utilizarlo de una forma instrumental. La intervención terapéutica requiere modificar

actitudes negativas e ideas distorsionadas sobre la sexualidad, así como abordar mitos y falsas

creencias sobre las enfermedades de transmisión sexual o la homosexualidad. Asimismo, el

terapeuta debe incluir, también en los casos precisos, el entrenamiento en habilidades de

comunicación con las personas del sexo opuesto. Si en mujeres con relaciones de pareja aparecen

determinadas disfunciones sexuales (falta de deseo sexual, anorgasmia o vaginismo) que no

remiten con la actuación terapéutica señalada anteriormente, será necesario intervenir

34
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

específicamente sobre ellas a través de técnicas concretas, tales como el incremento de la propia

conciencia sensorial, la focalización sensorial con la pareja o el incremento de las fantasías eróticas

(Carrasco, 2002).

Las personas víctimas de abuso sexual en la infancia tienden a utilizar la disociación o la

negación de la experiencia como mecanismos inapropiados de superación del trauma. Una y otra

protegen a la víctima de un trauma que no puede ser procesado adecuadamente en la conciencia.

Mediante la disociación, las emociones se separan del recuerdo de lo ocurrido: la persona no niega

la agresión, pero se muestra incapaz de sentir malestar o, en todo caso, lo atribuye a una causa

distinta. En otras ocasiones, la víctima niega incluso la existencia de lo sucedido (negación total)

o rebaja su importancia o gravedad (negación parcial) y actúa como si nada hubiera ocurrido. Esta

respuesta se encuentra claramente influida por la reacción del entorno ante el descubrimiento del

abuso y se acentúa en función de las consecuencias que de ello se hayan derivado (Daigneault,

Hébert & Tourigny, 2006; Macfie, Cicchetti & Toth, 2001).

Se trata de enseñar a la persona estrategias adecuadas para superar el malestar emocional.

Relatar los abusos y, lo que es más importante, expresar los sentimientos y pensamientos

experimentados permite el desahogo emocional, lo que supone romper con el secreto y el

sentimiento de aislamiento que lo acompaña.

Por ello, en estos casos, es necesario ayudar a la persona a reexperimentar las emociones

habidas, a reconocer la intensidad de las mismas y a discriminarlas adecuadamente. Se trata de

enseñarle que son reacciones normales a una situación fuera de lo normal. El objetivo último es

facilitar que digiera adecuadamente el atracón emocional que ha experimentado y que es

responsable de los síntomas existentes (Echeburúa & Guerricaechevarría, 2000).

35
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

A este respecto, el terapeuta puede recurrir a técnicas como la escucha activa, la narración

dirigida y/o cualquier estrategia que facilite la expresión emocional.

La sintomatología ansioso-depresiva es la más habitual en estos casos y tiene como

consecuencia un cambio en la autoestima, que conlleva una percepción más negativa de sus propias

capacidades y cualidades. El clínico debe considerar todas estas variables y abordarlas a nivel

terapéutico mediante técnicas de relajación y reestructuración cognitiva, así como mediante

estrategias orientadas a reforzar la autoestima en la vida cotidiana y a recuperar un ritmo de vida

adaptativo y gratificante.

i. Sentimientos de culpa y vergüenza.

La culpa puede referirse a cuestiones diversas: la asunción de la responsabilidad de los

abusos (“algo malo habré hecho yo”), la ocultación y el mantenimiento del secreto respecto a algo

malo, cierto disfrute de una relación clandestina o la obtención de algún tipo de privilegios (mayor

atención o regalos).

La eliminación de los sentimientos de culpa y de vergüenza se aborda mediante técnicas

cognitivas encaminadas a reevaluar y modificar las ideas distorsionadas que los producen para

ajustarlas a la realidad de los hechos. La persona debe comprender que el único responsable de lo

sucedido es el agresor y ser consciente de los motivos que le han llevado a permanecer en silencio

hasta ahora. Todo ello puede llevarse a cabo mediante la discusión racional, la exposición a

ejemplos o relatos representativos y la lectura de materiales.

ii) Sentimiento de estigmatización, tristeza y baja autoestima.

La baja autoestima deriva de los sentimientos de estigmatización y de indefensión

vinculados al abuso sexual, así como de la tristeza sufrida por la decepción habida con el abusador.

36
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Al haber vivido una situación fuera de lo normal, se puede sentir diferente al resto, mala o sucia y

con una mancha que nunca va a poder borrar.

Se trata de mejorar esta visión negativa la persona, resultado de la distorsión de la imagen

de sí misma. En primer lugar, el terapeuta debe hacer consciente a la persona de que el abuso

sufrido constituye una experiencia negativa de su pasado y de que, sin embargo, puede recuperarse

y lograr una vida normal, y en segundo lugar, hay que modificar los pensamientos distorsionados

y favorecer una imagen personal positiva y no estigmatizada de la víctima. El objetivo es integrar

los aspectos positivos y negativos que forman parte de su forma de ser, así como potenciar la

atención selectiva a las cualidades mientras se abordan las debilidades o defectos que puedan

solucionarse. Se trata, en definitiva, de ayudar a la víctima a continuar adelante con su vida

(estudios, relaciones interpersonales, vida familiar, etcétera), proyectándola hacia el futuro con

una visión positiva (Echeburúa, 2004).

iii) Reexperimentación emocional y evitación cognitiva.

Más allá de un mero recuerdo, la persona puede revivir las situaciones abusivas sufridas

intensa y frecuentemente. Esta reexperimentación, acompañada de una reacción psicofisiológica

de sobresalto, puede presentarse en forma de pesadillas o de pensamientos o imágenes recurrentes

e invasivos. El malestar emocional generado puede llevar a la víctima a tratar de eludir y a enterrar

en el olvido sus vivencias traumáticas como un mecanismo protector. Sin embargo, lo conveniente

en estos casos no es la evitación, sino lograr la integración emocional de las experiencias vividas

en la historia vital de una forma gradual (Echeburúa, 2004).

En muchos casos el relato de las experiencias dolorosas, por parte la víctima, y la expresión

de los sentimientos suele interrumpir los mecanismos de negación o evitación, así como facilitar

la digestión de la situación abusiva. Sin embargo, cuando los síntomas de re-experimentación

37
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

persisten, es necesario acompañar este desahogo emocional con técnicas específicas de exposición

en imaginación, de manera que la víctima consiga ordenar y mantener cierto control sobre los

recuerdos e imágenes. Para ello se elaboran jerarquías de secuencias que se exponen a la persona

de manera gradual y segura en la compañía tranquilizadora del terapeuta.

iv) Ansiedad, miedos y conductas de evitación.

La mayoría de las víctimas reaccionan con miedo y ansiedad tras una situación de abuso

sexual. Aunque estas emociones pueden considerarse como una reacción adaptativa normal en una

situación de estrés, pueden ser también la base de futuros comportamientos inadecuados si se

generalizan a otras personas o situaciones no peligrosas e interfieren gravemente en la vida

cotidiana de la víctima.

La autoexposición gradual y en vivo a los estímulos evocadores de ansiedad, es la

modalidad más eficaz para hacer frente a las respuestas de evitación. Las técnicas de exposición,

en el caso de ser necesarias, consistirán en exponer a la víctima a estímulos adaptativos y no

peligrosos que provocan respuestas de ansiedad y de evitación en la vida cotidiana. El terapeuta

elaborará junto a la persona, la graduación de las situaciones a las que este se expondrá

paulatinamente, a veces con ciertas ayudas (la distracción cognitiva o llamar por celular al

psicoterapeuta, por ejemplo) y contará con la colaboración de sus familiares para el desarrollo

gradual de las tareas de exposición.

En cuanto a la reducción del nivel de ansiedad, se puede incluir una técnica de relajación,

debido, principalmente, a que, además de disminuir la ansiedad y facilitar el sueño, favorece la

sensación de control en las víctimas y propicia una autovaloración más positiva.

3. Tercer nivel de intervención.

38
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Entrenamiento en habilidades de afrontamiento

El entrenamiento en habilidades específicas de afrontamiento implica, entrenamiento en

relajación muscular progresiva y respiración profunda. Enseñar habilidades de solución de

problemas (Dutton, 1992). Ayudar en la recuperación gradual de actividades reforzantes (redes

sociales, fomento de conductas de independencia y de autonomía). Enseñar el afrontamiento de

las conductas evitadas usando las técnicas de exposición, y/o preocupaciones reiterativas por

medio de las técnicas de distracción cognitiva. Enseñar habilidades que le permitan tener un

proyecto de vida buscando la autonomía personal y la recuperación emocional (Dutton, 1992;

Walker, 1991).

El estudio del “Tratamiento psicológico de mujeres adultas víctimas de abuso sexual en la

infancia: resultados a largo plazo”, realizado por Belén Sarasua, Irene Zubizarreta, Paz de Corral

& Enrique Echeburúa, se llevó a cabo con 131 víctimas adultas de abuso sexual en la infancia que

han buscaron ayuda terapéutica, más de 15 años después de haber sufrido unos abusos sexuales

graves y repetidos a manos de un familiar. Se trata, por tanto, de una muestra amplia y

representativa de mujeres jóvenes (en torno a 25-30 años) que presentaban un malestar emocional

crónico que desbordaba sus recursos psicológicos de afrontamiento y que interfería negativamente

en su vida cotidiana.

Respecto al éxito en la evaluación postratamiento en relación con el TEPT, es del 90.7%

(es decir, de las 43 víctimas que sufrían TEPT al comienzo de la terapia 39 lo superaron). Si bien

hay una pérdida de 11 sujetos (el 25.58% sobre el total de los casos tratados con TEPT) en los

diversos controles de seguimiento, la tasa de éxitos se mantiene relativamente constante en los

diferentes momentos de la evaluación y llega hasta un 74.42% (n=32) en el último seguimiento de

los 12 meses.

39
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

A su vez, la tasa de éxitos en la evaluación postratamiento respecto al malestar emocional

es del 64.52%, es decir, de las 62 víctimas que sufrían malestar emocional al comienzo de la terapia

40 lo superaron. Estos resultados se consolidan e incluso aumentan ligeramente en los distintos

controles de seguimiento, una tasa del 70.97% a los 12 meses, a pesar de los 15 casos del 24.19%

perdidos en los seguimientos.

40
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

4. Objetivos de la investigación.

Objetivos específicos:

1. Comparar la efectividad de los resultados de pre y post intervención en las variables de

autoestima, depresión, TEPT, inadaptación y ansiedad, en las mujeres sobrevivientes de abuso

sexual en la modalidad de terapia grupal.

2. Comparar la efectividad de los resultados de pre y post intervención en las variables de

autoestimas, depresión TEPT Inadaptación y ansiedad, en las mujeres sobrevivientes de abuso

sexual en la modalidad de terapia individual.

3. Comparar si existen diferencias entre los resultados de la modalidad de terapia grupal y

los resultados de la modalidad de terapia individual.

41
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

5. Método.

Participantes

Se seleccionó una muestra de 8 participantes que cumplieron con los criterios para poder

participar en la investigación, es decir mujeres que sufrieron abuso sexual durante la infancia, que

actualmente no están sufriendo algún tipo de violencia y que no padecen trastorno grave. De estas

víctimas de ASI que iniciaron el programa de intervención (N=8) y de evaluación post tratamiento,

el 100% lo completaron. Cuatro de ellas participaron en la modalidad psicoterapéutica grupal y

otras cuatro, en la modalidad psicoterapéutica individual.

Las mujeres de la muestra se encuentran en un rango de edad de entre 26 y 50 años de edad,

con una edad media de 35.67 años (DE= 7.59). Las mujeres acudieron a la solicitud del tratamiento

psicológico por el ofrecimiento de participar en la investigación de la tesis doctoral y otras,

solicitaban ayuda a la Fundación RenaSer, A. C.

Primero se les explicaron los requisitos y después de que las participantes confirmaron que

cumplían con los criterios de selección, firmaron el consentimiento informado. Finalmente se logró

contar con un total de 9 mujeres.

La atención psicoterapéutica en modalidad grupal, se le brindó a 4 mujeres en un salón de

una escuela primaria y en la modalidad individual a otras 5 mujeres, en consultorio privado.

Instrumentos

Escala de Autoestima (EAE) (Rosenberg, 1965; versión española de Fernández-Montalvo

y Echeburúa, 1997)

Tiene por objetivo evaluar el grado de satisfacción que tiene una persona consigo misma.

Este autoinforme consta de 10 ítems generales que puntúan de 1 a 4 en una escala de tipo Likert

42
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

(rango: 10-40 puntos). El punto de corte en la población adulta es de 29, con una puntuación tanto

mayor cuanto mayor es la autoestima. La fiabilidad test-retest es de 0,85 y el coeficiente alfa de

consistencia interna es de 0,92. La validez convergente y la validez discriminante son, asimismo,

satisfactorias (véase Zubizarreta, Sarasua, Echeburúa, Corral, Sauca, y Emparanza, 1994).

Inventario de Depresión de Beck (Beck, Rush, Shaw, y Emery, 1979)

Es un autoinforme de 21 ítems (rango: 0-63 puntos) que mide la intensidad de los síntomas

depresivos y da más importancia a los componentes cognitivos de la depresión que a los

conductuales y somáticos. El punto de corte más utilizado para discriminar entre población sana y

aquejada de sintomatología depresiva es de 18 (Beck, Brown, y Steer, 1996). El coeficiente de

fiabilidad por el método de las dos mitades es de 0,93. Desde la perspectiva de la validez

convergente, la correlación con la evaluación clínica de la depresión oscila de 0,62 a 0,66.

Escala de Medición de Gravedad de Síntomas de Trastorno de Estrés Post Traumático

(EGS).

La Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático (Echeburúa,

Corral, Amor, Zubizarreta, y Sarasua, 1997) evalúa la gravedad e intensidad de los síntomas de

este trastorno según los criterios diagnósticos del DSM-IV-TR (APA, 2000) en víctimas de

diferentes sucesos traumáticos. Esta escala está estructurada en un formato tipo Likert de 0 a 3

según la frecuencia e intensidad de los síntomas y consta de 17 ítems que corresponden a los

criterios diagnósticos (5 hacen referencia a los síntomas de reexperimentación, 7 a los de evitación

y 5 a los de activación). El rango oscila de 0 a 51 en la escala global; de 0 a 15, en la subescala de

reexperimentación; de 0 a 21, en la de evitación; y de 0 a 15, en la de activación. Es una escala

con una eficacia diagnóstica muy alta (95,45%) si se establece un punto de corte global de 15 y

unos puntos de corte parciales de 5, 6 y 4 en las subescalas de reexperimentación, evitación y

43
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

activación, respectivamente. Las propiedades psicométricas son muy satisfactorias (Echeburúa et

al., 1997)

Escala de Inadaptación (Echeburúa, Corral y Fernández-Montalvo (2000)

Es un autoinforme que consta de 6 items (rango: 0-30 puntos) y mide el grado en que el

maltrato doméstico afecta a diferentes áreas de la vida cotidiana: trabajo, vida social, tiempo libre,

relación de pareja y relación familiar. El punto de corte establecido es de 12 en la escala total y de

2 en cada uno de los items. Cuanto mayor es la puntuación, mayor es la inadaptación. En esta

investigación se ha utilizado el ítem que refleja el grado de inadaptación global a la vida cotidiana,

con un rango que oscila de 0 a 5 puntos. La prueba, así como la descripción de sus propiedades

psicométricas de fiabilidad y validez, que han resultado ser satisfactorias, puede encontrarse en

Echeburúa, Corral y Fernández Montalvo (2000).

Inventario de Ansiedad de Beck (BAI).

Fue diseñado para evaluar la intensidad de la sintomatología ansiosa presente en un

individuo. El BAI es una escala autoaplicable que consta de 21 reactivos que determinan la

severidad con que se presentan las categorías sintomáticas y conductuales que evalúan. Estas

categorías corresponden a los síntomas que generalmente se incluyen para hacer el diagnóstico de

algún trastorno de ansiedad. La evaluación de la severidad de los síntomas se hace mediante una

escala de 0 a 3 puntos, en la que 0 indica la ausencia del síntoma, y 3 la severidad máxima del

mismo. Los estudios de las propiedades psicométricas del BAI en población clínica y normal de

adolescentes y adultos, han demostrado que la escala se caracteriza por una alta congruencia

interna (alphas superiores a .90), validez divergente moderada (correlaciones menores a .60), y

validez convergente adecuada (correlaciones mayores a .50) (3, 14, 18, 24, 26). Los análisis

44
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

factoriales han extraído cuatro factores principales, que se han denominado: subjetivo,

neurofisiológico, autonómico y pánico (19, 25).

Procedimiento.

A las 8 participantes se les realizó la entrevista clínica, donde se estableció que habían sido

víctimas de abuso sexual en la infancia y para determinar formalmente si no padecían de algún

trastorno grave, se utilizó el SCL-90. De la misma manera, para la medición de las variables de

esta investigación, se usó la escala de Autoestima, Inventario de Depresión de Beck, Escala de

Medición de Gravedad de Síntomas de TEPT, la escala de Inadaptación y el Inventario de

Ansiedad de Beck, con el objetivo de confirmar que las participantes cumplieran con los criterios

establecidos. Aunque sí se encontró que tres de ellas padecían de depresión y ansiedad severa, no

se encontraban bajo medicación o en cualquier tipo de tratamiento terapéutico o consejería durante

la intervención terapéutica de este estudio.

La modalidad terapéutica aplicada en esta investigación ha sido un tratamiento en formato

con modalidad psicoterapéutica individual para 4 mujeres y otro de modalidad psicoterapéutica

grupal para otras 4 mujeres. En ambos casos se trabajó durante 12 sesiones con duración de una

hora para el formato individual y de una hora y media para el formato grupal, con periodicidad

semanal durante aproximadamente de tres meses.

Se trata de un programa que consta de dos partes. La primera se centra en los aspectos

motivacionales y la segunda está más referida a las consecuencias psicopatológicas derivadas de

los sucesos traumáticos vividos.

Las mujeres participantes en esta investigación fueron evaluadas en dos sesiones.

Asimismo, se les explicó el contenido del programa y se les solicitó que firmaran el consentimiento

45
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

informado. En la primera sesión se obtuvieron los datos relacionados con las características y las

circunstancias de la agresión sexual y del apoyo social y familiar. En la segunda se evaluaron los

síntomas psicopatológicos. Las siguientes evaluaciones se realizaron en el post tratamiento y en

los seguimientos de 1, 3 y 6 meses.

Desde el pre-test, así como en los subsecuentes con seguimiento de post-test al mes 1, a los

3 y a los 6 meses, se aplicaron las escalas de evaluación, siempre en el mismo orden, la escala de

Autoestima, Inventarios de Depresión de Beck, Escala de Medición de Gravedad de Síntomas de

TEPT, la escala de Inadaptación y el Inventario de Ansiedad de Beck. La aplicación fue

directamente en la escuela y en el consultorio. Ambos espacios contaron con los insumos

necesarios para el llenado de los instrumentos.

Para saber si las participantes cumplían con los criterios de selección establecidos para

participar en la investigación, fueron evaluadas en dos primeras sesiones, anteriores al inicio del

tratamiento. Asimismo, se les explicó el contenido del programa y se les solicitó, de estar de

acuerdo, que firmaran el consentimiento informado. En la primera sesión se obtuvieron los datos

relacionados con las características biográficas y las circunstancias del proceso de victimización

sexual y del apoyo familiar y en la segunda sesión se aplicaron las escalas de evaluación

anteriormente mencionadas para conocer los síntomas psicopatológicos.

En esta investigación, particularmente para el trabajo en la modalidad grupal, la duración

de las sesiones del tratamiento psicológico propuesto por Sarasua et al., (2003) se adaptó a una

hora y media por sesión, respetando las 12 sesiones propuestas por sus autores. En la modalidad

psicoterapéutica individual, cada una de las sesiones duró una hora. En ambas modalidades

psicoterapéuticas se implementó la evaluación pre-tratamiento y post-tratamiento y se mantuvo el

seguimiento a 3 y 6 meses posteriores a la finalización del mismo.

46
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

1ª. Sesión pre-tratamiento. Entrevista inicial y diagnóstico confirmatorio.

En la entrevista inicial se aplicó la Entrevista estructurada (anexo 1.) para confirmar el

primer y segundo criterios requeridos para la participación en este estudio: haber sido víctima de

abuso sexual en la infancia y no estar sufriendo algún tipo de violencia. También se les aplicó el

SCL-90 para descartar el padecimiento de algún tipo de trastorno grave.

Esta evaluación se llevó a cabo de forma personal e individual con cada una de las

participantes, tanto en la escuela como en consultorio.

2ª. Sesión pre-tratamiento. Aplicación de escalas de evaluación.

Una vez recabada la información de la historia clínica a través de la Entrevista estructurada,

con la finalidad de conocer el estado emocional y psicológico (variables a considerar de esta

investigación) de las participantes, se procedió a la aplicación de las escalas de evaluación siempre

en el mismo orden: la escala de Autoestima, Inventarios de Depresión de Beck, Escala de

Medición de Gravedad de Síntomas de TEPT, la escala de Inadaptación y el Inventario de

Ansiedad de Beck. De la misma manera, al término de a aplicación de las escalas, se les solicitó

que firmaran el consentimiento informado para aceptar su participación en el estudio y acordar el

lugar y horario de las sesiones. Asimismo, se les explicó el formato de las sesiones y un contrato

especificando el número total de sesiones terapéuticas, seguido de un periodo de evaluación post-

intervención de 1, 3 y 6 meses.

1ª. Sesión post-tratamiento. Aplicación de las escalas de evaluación.

Después de un mes de terminación del tratamiento, se citó a las participantes en el lugar

donde se llevó a cabo el tratamiento y se les aplicaron las escalas de evaluación, siempre en el

mismo orden y con la misma instrucción que se les dio desde la primera vez: la escala de

Autoestima, Inventarios de Depresión de Beck, Escala de Medición de Gravedad de Síntomas de

47
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

TEPT, la escala de Inadaptación y el Inventario de Ansiedad de Beck. El llenado de los

instrumentos por parte de las participantes se realizó de forma presencial.

2ª. Sesión post-tratamiento. Aplicación de las escalas de evaluación.

Después de tres meses de terminación del tratamiento, se citó nuevamente a las

participantes en el lugar donde se llevó a cabo el tratamiento y se les aplicaron las mismas escalas

de evaluación que en el post-tratamiento. El llenado de los instrumentos por parte de las

participantes se realizó de forma presencial.

3ª. Sesión post-tratamiento. Aplicación de las escalas de evaluación.

Después de seis meses de terminación del tratamiento, se citó nuevamente a las

participantes en el lugar donde se llevó a cabo el tratamiento y se les aplicaron las mismas escalas

de evaluación que en el post-tratamiento. El llenado de los instrumentos por parte de las

participantes se realizó de forma presencial.

Resultados

El tratamiento se llevó a cabo en dos modalidades, grupal e individual para conocer si

existían diferencias significativas entre una modalidad y la otra, pues debido a la alta incidencia

del ASI en nuestro país y al incremento en la demanda de atención terapéutica, se requiere brindar

el tratamiento a un mayor grupo de personas al mismo tiempo.

Modalidad terapéutica grupal.

Compara la efectividad de los resultados de pre y post intervención en las variables de

autoestima, depresión, TEPT, inadaptación y ansiedad, en las mujeres sobrevivientes de abuso

sexual en la modalidad de terapia grupal.

48
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Las variables psicopatológicas medidas en la evaluación pre-tratamiento, que abarcó a 4

víctimas en la modalidad psicoterapéutica grupal, son el trastorno de estrés postraumático (M =

10.25) y el malestar emocional, traducido en sintomatología ansioso-depresiva e inadaptación a la

vida cotidiana (M = 15.75, M = 17.25 y M = 12.25).

Las víctimas de abuso sexual en la infancia padecían TEPT en 4 de los casos evaluados y

presentaron un nivel medio de gravedad, con una puntuación global (M = 10.25; DT = 2.63).

Desde la primera evaluación hasta la cuarta, en los resultados de la medición de las variables

de depresión, de TEPT, de inadaptación y de ansiedad en la modalidad de terapia grupal, se puede

observó de forma general, diferencia estadísticamente significativa, así como un nivel alto en el

efecto del tratamiento, el cual se mantuvo con el paso del tiempo. A su vez, la tasa de éxitos en la

evaluación post tratamiento respecto al malestar emocional es del 100%, es decir, de las 4 víctimas

que sufrían malestar emocional al comienzo de la terapia, lo superaron. Estos resultados se

consolidan e incluso aumentan ligeramente en las evaluaciones post tratamiento (6 meses). Sin

embargo, en la variable de autoestima no se observa diferencia significativa en cuanto al impacto

del tratamiento, pero sí en el efecto del tratamiento al terminar las evaluaciones, situación que se

revirtió en la última evaluación post tratamiento, pues se observó un incremento en esta variable

(Tabla 2).

Tabla 2
Resultados de la intervención en modalidad grupal

Grupo
Pre tratamiento 1 mes 3 meses 6 meses

Variables M DE M DE M DE M DE M DE χ² gl p d

Autoestima 31.25 5.56 33.25 4.35 33.50 5.57 38.25 2.36 33.25 4.35 6.63 3 0.08 -1.64

Depresión 15.75 6.80 3.75 5.68 3.75 2.22 2.5 2.65 3.75 5.68 7.92 3 0.04 2.56

TEPT 10.25 2.63 1.00 1.15 3.50 2.38 2.50 2.38 1.00 1.15 10.9 3 0.01 3.08
Inadaptación 12.25 3.59 6.00 10.10 3.00 2.45 1.25 1.89 6.00 10.10 6.2 3 0.01 3.83
Ansiedad 17.25 7.04 8.00 5.72 7.25 3.59 3.25 0.96 8 5.72 7.97 3 0.04 2.78

49
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Autoestima.

En la modalidad terapéutica grupal, en cuanto al análisis comparativo de la efectividad de

los resultados de pre y post intervención en la variable de autoestima, los resultados de las medias

mostrados en la tabla 2, no expresan magnitud en las diferencias entre los puntajes de pre-test y

post-test con una p = 0.08. El nivel de autoestima que se observa con estas medias en el primer

registro pre-tratamiento, marcó un puntaje de la media de M = 31.25, al finalizar el tratamiento,

refleja un pequeño aumento y en la 3ª. evaluación a los 6 meses, continúa subiendo hasta alcanzar

una media de M = 38.25, lo cual expresa que la efectividad del tratamiento se mantuvo a lo largo

del tiempo, porque continuaron subiendo los niveles de autoestima de las participantes. Sin

embargo, este aumento estadísticamente no representa diferencia significativa.

Asimismo, aunque no existe diferencia significativa en el cambio de la autoestima, la d de

Cohen sí muestra efecto del tratamiento de d = -1.64. Esto indica una magnitud o relevancia del

tratamiento muy grande sobre es esta variable, es decir, que el tratamiento tuvo un alto impacto en

la mejoría de la autoestima que presentaban las participantes.

40
Puntaje de autoestima

Participante 1
30
Participante 2

20 Participante 3

Participante 4
10

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 2. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 de la variable de autoestima en


modalidad grupal.

50
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Lo que se observa en la figura 2, donde se muestra el impacto del tratamiento por

participante, es un incremento gradual de la autoestima, posterior al tratamiento y conforme van

pasando los meses, va aumentado. Al principio el cambio no fue tan impactante en ésta variable,

como lo fue en las demás, pero particularmente en las participantes 2 y 4, es más notorio y

significativo con el paso del tiempo.

Depresión.

En cuanto al nivel de depresión se observa con estas medias, que en el primer registro pre-

tratamiento, marcó un puntaje con la media de M = 15.75. Este puntaje expresa que las

participantes llegaron manifestando niveles medios de depresión, excepto la participante 4, como

se observa en la figura 3.

Al finalizar el tratamiento, en la primera evaluación post-tratamiento se refleja una gran

disminución en los niveles de depresión de las participantes, mostrando una media de M = 3.75 en

el primer mes de seguimiento y posteriormente continúa esta tendencia, que se muestra en la 4ª.

evaluación con una media de M = 2.5, lo que significa que la efectividad del tratamiento se

mantuvo a lo largo de 6 meses.

La efectividad del tratamiento para la disminución de la depresión, se puede observar desde

la primera evaluación post tratamiento y se logró mantener a través del paso del tiempo, como lo

muestran las siguientes evaluaciones post tratamiento 2 y 3.

En el análisis comparativo de la efectividad de los resultados de pre y post intervención en

la variable de depresión, los resultados de las medias mostrados en la tabla 2, expresan una fuerte

magnitud de las diferencias estadísticamente significativas y del efecto del tratamiento, ya que el

valor p muestra un gran impacto de p = 0.04, posteriores a la intervención psicoterapéutica. De la

51
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

misma manera, la d de Cohen muestra un alto tamaño del efecto del tratamiento de d = 2.56. Esto

indica una magnitud o relevancia del tratamiento muy grande sobre la variable de depresión, es

decir, que el tratamiento tuvo un alto impacto en la mejoría de la variable de depresión que

presentaban las participantes.

30

25
Puntaje de depresión

Participante 1
20
Participante 2
15
Participante 3

10
Participante 4

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 3. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 de la variable de depresión en la


modalidad grupal.

En la figura 3, donde se muestra el impacto del tratamiento por participante, se puede ver

que llegaron con un alto nivel de depresión, pero desde la primera evaluación post tratamiento se

refleja una fuerte disminución y conforme continuaron las evaluaciones post tratamiento (6 meses),

el resultado se mantuvo. Lo anterior reafirma que el efecto y el impacto del tratamiento en las

pacientes sobrevivientes de abuso sexual durante la infancia, es significativo para la variable de

depresión.

52
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Trastorno de Estrés Post Traumático.

Se observa en la tabla 2 que el primer registro pre-tratamiento, marcó un puntaje de la media

de M = 10.25, lo cual expresa que las participantes llegaron manifestando moderados niveles de

TEPT.

Al finalizar el tratamiento, en la primera evaluación post-tratamiento las medias de M =

1.00, reflejan una gran disminución del TEPT entre las participantes en el primer mes de

seguimiento y posteriormente en la 3ª. evaluación, aunque se mostró un leve incremento en el

TEPT presentando una media en el nivel de M = 3.50, finalmente, en la 4ª. evaluación se redujo,

quedando en una media de M = 2.50, lo que expresa que la efectividad del tratamiento se mantuvo

a lo largo de 6 meses.

En el análisis comparativo de la efectividad de los resultados de pre y post intervención,

los resultados de las medias mostrados en la tabla 2, afirman una fuerte diferencia estadísticamente

significativa del efecto del tratamiento, ya que el valor de p muestra un gran impacto de p = 0.01,

posteriores a la intervención psicoterapéutica. De la misma manera, la d de Cohen confirma que

el tamaño del efecto del tratamiento es alto de d = 3.08. Esto indica una magnitud o relevancia del

tratamiento muy grande sobre la variable de TEPT, es decir, que tuvo un alto impacto en la mejoría

de la variable de TEPT que presentaban las participantes.

53
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

25

Puntaje de TEPT 20
Participante 1

15
Participante 2

Participante 3
10

Participante 4

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 4. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 de la variable de TEPT en la


modalidad grupal.

En la figura 4, que muestra el impacto del tratamiento por participante, se refleja un nivel

medio de TEPT con el que empezaron el tratamiento y desde la primera evaluación post

tratamiento, se observa una fuerte disminución, lo cual se mantuvo con el paso del tiempo y

confirma que el tratamiento tuvo un alto impacto en la mejoría de esta variable en las víctimas. Lo

anterior reafirma que el efecto y el impacto del tratamiento en las pacientes sobrevivientes de abuso

sexual durante la infancia, es significativo para la variable de TEPT.

Inadaptación.

La primera evaluación de la media de los niveles de inadaptación de las participantes que

se expresa en la tabla 2, muestra que llegaron manifestando altos niveles con un puntaje de M =

12.25. Al finalizar el tratamiento, en la primera evaluación post-tratamiento, se observa una gran

disminución de M = 6.00, y así continúo esta tendencia, ya que en el tercer mes de seguimiento

54
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

presentaban una media en el nivel de M = 3.00. La efectividad del tratamiento se mantuvo a lo

largo de 6 meses, pues continúo bajando el nivel de inadaptación de las participantes, llegando a

una media de M = 1.25.

En el análisis comparativo de la efectividad de los resultados de pre y post intervención,

los resultados de las medias mostrados en la tabla 2, afirman una fuerte diferencia estadísticamente

significativa del efecto del tratamiento, ya que el valor de p muestra un gran impacto de p = 0.01,

posteriores a la intervención psicoterapéutica. De la misma manera, la d de Cohen confirma que

el tamaño del efecto del tratamiento es alto de d = 3.83. Esto indica una magnitud o relevancia del

tratamiento muy grande sobre la variable de inadaptación, es decir, que el tratamiento tuvo un alto

impacto en la mejoría en la inadaptación que presentaban las participantes.

25
Puntaje de inadaptación

20
Participante 1

15
Participante 2

Participante 3
10

Participante 4

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 5. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 de la variable de inadaptación en la

modalidad grupal.

55
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

En la figura 5, donde se muestra el impacto del tratamiento por participante, se observa un

nivel alto de inadaptación con el que empezaron el tratamiento y desde la primera evaluación post

tratamiento, se presenta una fuerte disminución en 3 de las mujeres. La participante 4 sufrió un

aumento en esta variable al terminar el tratamiento, sin embargo, con el paso del tiempo en la 3ª.

evaluación, empezó a disminuir su nivel de inadaptación, logrando que en la 4ª. evaluación, llegará

a un nivel muy bajo.

Finalmente, en las 4 participantes el tratamiento tuvo un alto impacto en la mejoría de la

inadaptación y reafirma que el efecto y el impacto del tratamiento, son significativos para la

variable de inadaptación.

Ansiedad.

En el análisis comparativo de la efectividad de los resultados de pre y post intervención en

la variable de ansiedad, los resultados de las medias mostrados en la tabla 2, expresan la magnitud

de las diferencias entre los puntajes de pre-test y post-test. Se observa que el primer registro pre-

tratamiento de M = 17.25, las participantes llegaron manifestando niveles altos de ansiedad. Al

finalizar el tratamiento, en la primera evaluación se denota una gran disminución en esta variable

con una media M = 8.00 y posteriormente con el paso del tiempo en la 3ª. evaluación post

tratamiento, nuevamente se refleja una gran disminución de la media M = 3.25, lo cual expresa

que la efectividad del tratamiento se mantuvo a lo largo de 6 meses, pues continúo bajando el nivel

de ansiedad en las participantes.

La efectividad de los resultados de pre y post intervención en la variable de ansiedad que

se mencionan en el párrafo anterior, se refleja en los resultados de las medias mostrados en la tabla

2. Estas expresan una fuerte magnitud de las diferencias estadísticamente significativas y del efecto

56
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

del tratamiento, ya que el valor p muestra un gran impacto de p = 0.04, posteriores a la intervención

psicoterapéutica. De la misma manera, la d de Cohen muestra un alto tamaño del efecto del

tratamiento de d = 2.78. Esto indica una magnitud o relevancia del tratamiento muy grande sobre

la variable de ansiedad, es decir, que el tratamiento tuvo un alto impacto en la mejoría de las

participantes en cuanto al malestar emocional.

30

25
Puntaje de ansiedad

Pariticpante 1
20
Pariticpante 2
15
Pariticpante 3

10
Pariticpante 4

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 6. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 por sujeto de la variable de ansiedad en

la modalidad grupal.

En la figura 6, donde se muestra el impacto del tratamiento por participante, se puede ver

que llegaron con un alto nivel de ansiedad, pero desde la primera evaluación post tratamiento se

refleja una fuerte disminución en esta variables en 3 de las 4 participantes, y conforme se llevaron

a cabo las siguientes evaluaciones post tratamiento (6 meses), esta tendencia a la baja continúo y

se mantuvo con el paso del tiempo en las 4 mujeres. Lo anterior reafirma que el efecto y el impacto

57
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

del tratamiento en las pacientes sobrevivientes de abuso sexual durante la infancia, es significativo

para la variable de ansiedad.

Modalidad terapéutica individual.

Comparar la efectividad de los resultados de pre y post intervención en las variables de

autoestima, depresión TEPT, Inadaptación y ansiedad, en las mujeres sobrevivientes de abuso

sexual en la modalidad de terapia individual.

Las variables psicopatológicas medidas en la evaluación pretratamiento, que abarcó a 4

víctimas en la modalidad psicoterapéutica individual, son el trastorno de estrés postraumático

(M=23.50) y el malestar emocional, traducido en sintomatología ansioso-depresiva e inadaptación

a la vida cotidiana (M=20.00, M=29.25 y M=10.25).

Las víctimas de abuso sexual en la infancia padecían TEPT en 4 de los casos evaluados y,

desde una perspectiva dimensional, presentaron un alto nivel de gravedad, con una puntuación

global (M=23.50; DT=12.37).

El análisis de los resultados de las participantes en la modalidad individual, serán

considerados en su conjunto como si fueran un grupo.

Como se muestra en la tabla 3, en los resultados de la medición de las variables de

depresión, TEPT, inadaptación y ansiedad en la modalidad de terapia individual, se puede observar

de forma general, diferencia estadísticamente significativa en la disminución en los niveles de estas

variables y, en el caso de la variable de autoestima, se expresa en el incremento de los niveles de

las participantes. Refleja en las cinco variables un alto nivel en el efecto del tratamiento. La tasa

de éxitos en la evaluación post tratamiento respecto al malestar emocional es del 100% (es decir,

de las 4 mujeres que sufrían malestar emocional al comienzo de la terapia, lo superaron). Estos

58
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

resultados se consolidan e incluso aumentan ligeramente en los distintos controles de seguimiento

(6 meses).

Tabla 3

Resultados de la intervención en modalidad individual

Individual
Pre tratamiento 1 mes 3 meses 6 meses

M DE M DE M DE M DE M DE χ² gl p d

Autoestima 28.00 8.29 32.75 3.77 34.75 2.63 38.00 4.00 32.75 3.77 9.51 3 0.02 -1.53
Depresión 20.00 12.83 1.00 1.41 2.25 1.00 1.75 1.53 1.00 1.41 8.3 3 0.04 1.99
TEPT 23.50 12.37 4.75 4.50 5.50 6.14 2.75 3.20 4.75 4.50 9.2 3 0.03 2.29

Inadaptación 10.25 7.93 2.50 4.36 3.50 4.51 3.25 4.72 2.50 4.36 9.3 3 0.02 1.07
Ansiedad 29.25 17.46 4.25 4.92 3.75 3.86 2.00 3.37 4.25 4.92 10.1 3 0.01 2.16

Autoestima.

En la tabla 3, en cuanto a la variable de autoestima se observa en el primer registro pre-

tratamiento un puntaje en la media de M = 28.00, lo cual expresa que las participantes llegaron

manifestando niveles bajos de autoestima.

Al finalizar el tratamiento, en la primera evaluación post-tratamiento, se observa un leve

aumento en esta variable entre las participantes, mostrando una media con un puntaje de M = 32.75

en el primer mes de seguimiento. En el segundo seguimiento a los 3 meses, volvió a aumentar

levemente mostrando un resultado en la media de M = 34.75. Al finalizar la evaluación post

tratamiento la media de la variable de autoestima continúo aumentando hasta llegar a M = 38, lo

cual refleja que la efectividad del tratamiento se mantuvo a lo largo de 6 meses, pues continúo

subiendo el nivel de autoestima de las participantes.

59
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

En el análisis comparativo de la efectividad de los resultados de pre y post intervención en

la variable de autoestima, los resultados de las medias mostrados en la tabla 3, sí expresan

magnitud en las diferencias entre los puntajes de pre-test y post-test con una p = 0.02.

Asimismo, la d de Cohen muestra que el tamaño del efecto del tratamiento es alto con d =

-1.53. Esto indica una magnitud o relevancia del tratamiento muy grande sobre la variable de

autoestima, es decir, que el tratamiento tuvo un alto impacto en la mejoría de la autoestima de las

participantes.

40
Puntaje de autoestima

Participante 1
30
Participante 2

20 Participante 3

Participante 4

10

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 7. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 de la variable de autoestima en la


modalidad individual.

Al igual que en el grupo de tratamiento modalidad grupal, se observó que al principio el

cambio no fue tan impactante en ésta variable, lo que se observa en la figura 7, donde se muestra

el impacto del tratamiento por participante. Se puede ver un incremento gradual posterior al

tratamiento y conforme van pasando los meses, va aumentado. Con el paso del tiempo,

60
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

particularmente en las participantes 1 y 4, es más notorio y significativo el incremento en la

autoestima.

Depresión.

En cuanto al nivel de depresión se observa con estas medias, que en el primer registro pre-

tratamiento marcó un puntaje con la media de M = 20.00, lo que expresa que las participantes

llegaron manifestando niveles altos de depresión, excepto la participante 3, como se observa en la

figura 8.

Al finalizar el tratamiento, en la primera evaluación post-tratamiento disminuyeron los

niveles de depresión de las participantes, mostrando una media de M = 1.00 en el primer mes de

seguimiento y posteriormente, en la tercera evaluación tiene un ligero incremento de M= 2.25,

para finalmente en la 4ª. evaluación se da una ligera disminución en ésta variable con una media

de M = 1.75, lo cual expresa que la efectividad del tratamiento se mantuvo a lo largo de 6 meses,

pues continúo bajando.

La efectividad del tratamiento para la disminución de la depresión, se puede observar desde

la primera evaluación post tratamiento y se logró mantener a través del paso del tiempo, como lo

muestran las siguientes evaluaciones post tratamiento 2 y 3.

El análisis comparativo de la efectividad de los resultados de pre y post intervención en la

variable de depresión, los resultados de las medias mostrados en la tabla 3, expresan una fuerte

magnitud de las diferencias estadísticamente significativas y del efecto del tratamiento, ya que el

valor p muestra un gran impacto de p = 0.04, posteriores a la intervención psicoterapéutica. De la

misma manera, la d de Cohen muestra un alto tamaño del efecto del tratamiento de d = 1.56. Esto

indica una magnitud o relevancia del tratamiento muy grande sobre la variable de depresión, es

61
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

decir, que el tratamiento tuvo un alto impacto en la mejoría en los niveles de la variable de

depresión que presentaban las participantes.

40
Puntaje de depresión

Participante 1
30
Participante 2

20 Participante 3

Participante 4
10

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 8. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 de la variable de depresión en la


modalidad individual.

En la figura 8, donde se muestra el impacto del tratamiento por participante, se puede ver

que llegaron con un alto nivel de depresión, especialmente la participante número 4, logró quien

fue la que presentaba los niveles más altos, al final del tratamiento, se muestra una considerable

reducción, incluso llegando a desaparecer por completo a niveles de 0.

En las 4 participantes desde la primera evaluación post tratamiento, se refleja una fuerte

disminución en esta variable y conforme continuaron las evaluaciones post tratamiento (6 meses),

el resultado se mantuvo con el paso del tiempo. Lo anterior reafirma que el efecto y el impacto del

tratamiento en las pacientes sobrevivientes de abuso sexual durante la infancia, es significativo

para la variable de depresión.

62
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Trastorno de Estrés Post Traumático.

Se observa en la tabla 3 en la modalidad terapéutica individual, que el primer registro pre-

tratamiento marcó un puntaje de la media de M = 23.50, lo cual expresa que las participantes

llegaron manifestando altos niveles de TEPT.

Al finalizar el tratamiento, en la primera evaluación post-tratamiento, se refleja en las

medias una gran disminución del TEPT entre las participantes con una media de M = 4.75 en el

primer mes de seguimiento y posteriormente, aunque se mostró un leve incremento en el TEPT de

dos participantes, presentando una media en el nivel de M = 5.50, finalmente en la 4ª. evaluación

se redujeron los niveles quedando en una media de M = 2.75, lo cual expresa que la efectividad

del tratamiento se mantuvo a lo largo de 6 meses, pues continúo bajando los niveles de TEPT de

las participantes.

En el análisis comparativo de la efectividad de los resultados de pre y post intervención,

los resultados de las medias mostrados en la tabla 3, afirman una fuerte diferencia estadísticamente

significativa del efecto del tratamiento, ya que el valor de p muestra un gran impacto de p = 0.03,

posteriores a la intervención psicoterapéutica. De la misma manera, la d de Cohen confirma que

el tamaño del efecto del tratamiento es alto de d = 2.29. Esto indica una magnitud o relevancia del

tratamiento muy grande sobre la variable de TEPT, es decir, que el tratamiento tuvo un alto

impacto en la mejoría de la variable de TEPT que presentaban las participantes.

63
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

40
Puntaje de TEPT

Participante 1
30
Participante 2

20 Participante 3

Participante 4
10

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 9. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 por sujeto de la variable de TEPT
en la modalidad individual.

La figura 4, donde se muestra el impacto del tratamiento por participante, refleja un nivel

alto de TEPT en 3 de las 4 participantes al momento de empezar el tratamiento y desde la primera

evaluación post tratamiento, se observa una fuerte disminución en las 4 mujeres, lo cual se

mantuvo con el paso del tiempo y confirma que el tratamiento tuvo un alto impacto en la mejoría

en esta variable. Lo anterior reafirma que el efecto y el impacto del tratamiento en las pacientes

sobrevivientes de abuso sexual durante la infancia, es significativo para la variable de TEPT.

Inadaptación.

La primera evaluación de la media de los niveles de inadaptación de las participantes que

se expresa en la tabla 3, muestra que llegaron manifestando niveles medios con un puntaje de M =

10.25. Al finalizar el tratamiento, en la primera evaluación post-tratamiento, se observa una gran

disminución de M = 2.50, aunque hubo un ligero incremento en la 3ª. evaluación presentando una

64
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

media de M = 3.50, para la 4ª. evaluación, la media refleja una leve disminución M = 3.25. La

efectividad del tratamiento se mantuvo a lo largo de 6 meses, pues continúo bajando el nivel de

inadaptación de las participantes, llegando a una media de M = 1.25.

En el análisis comparativo de la efectividad de los resultados de pre y post intervención,

los resultados de las medias mostrados en la tabla 3, confirman una diferencia estadísticamente

significativa del efecto del tratamiento, ya que el valor de p muestra un gran impacto de p = 0.02,

posterior a la intervención psicoterapéutica. De la misma manera, la d de Cohen confirma que el

tamaño del efecto del tratamiento es alto de d = 1.07. Esto indica una magnitud o relevancia del

tratamiento muy grande sobre la variable de inadaptación, es decir, que el tratamiento tuvo un alto

impacto en la mejoría en la inadaptación que presentaban las participantes.

30

25
Puntaje de inadaptación

Participante 1
20
Participante 2
15
Participante 3

10
Participante 4

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 10. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 por sujeto de la variable de
inadaptación en la modalidad individual.

65
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

En la figura 10, donde se muestra el impacto del tratamiento por participante, se observa

un nivel alto de inadaptación en una de las participantes al empezar el tratamiento, las otras 3

empezaron con un nivel medio. Finalmente, en las 4 participantes el tratamiento tuvo un alto

impacto en la mejoría de la inadaptación y reafirma que el efecto y el impacto del tratamiento, son

significativos para la variable de inadaptación.

Ansiedad.

En el análisis comparativo de la efectividad de los resultados de pre y post intervención en

la variable de ansiedad, los resultados de las medias mostrados en la tabla 3, expresan la magnitud

de las diferencias entre los puntajes de pre-test y post-test. Se observa que el primer registro pre-

tratamiento de M = 29.25, las participantes llegaron manifestando niveles altos de ansiedad. Al

finalizar el tratamiento, en la primera evaluación se denota una gran disminución en esta variable

con una media M = 4.25 y posteriormente con el paso del tiempo en la 3ª. evaluación post

tratamiento, nuevamente se refleja una gran disminución de la media M = 2.00, lo cual expresa

que la efectividad del tratamiento se mantuvo a lo largo de 6 meses, pues continúo bajando el nivel

de ansiedad en las participantes.

La efectividad de los resultados de pre y post intervención para la variable de ansiedad que

se mencionan en el párrafo anterior, se refleja en los resultados de las medias mostrados en la tabla

3. Estas expresan una fuerte magnitud de las diferencias estadísticamente significativas y del efecto

del tratamiento ya que el valor p muestra un gran impacto de p = 0.01, posteriores a la intervención

psicoterapéutica. De la misma manera, la d de Cohen muestra un alto tamaño del efecto del

tratamiento de d = 2.16. Esto indica una magnitud o relevancia del tratamiento muy grande sobre

66
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

la variable de ansiedad, es decir, que el tratamiento tuvo un alto impacto en la mejoría de las

participantes en cuanto al malestar emocional.

60

50
Puntaje de ansiedad

Participante 1
40
Participante 2
30
Participante 3

20
Participante 4

10

0
1a. 1 mes 3 meses 6 meses
Evaluaciones

Figura 11. Resultados del pre y post tratamiento 1, 2 y 3 de la variable de ansiedad en la


modalidad individual.

En la figura 11, donde se muestra el impacto del tratamiento por participante, se puede ver

que llegaron con un alto nivel de ansiedad, pero desde la primera evaluación post tratamiento se

refleja una fuerte disminución en esta variables en las 4 participantes y conforme se llevaron a

cabo las siguientes evaluaciones post tratamiento (6 meses), esta tendencia a la baja continúo y se

mantuvo con el paso del tiempo. Lo anterior reafirma que el efecto y el impacto del tratamiento en

las pacientes sobrevivientes de abuso sexual durante la infancia, es significativo para la variable

de ansiedad.

67
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Comparación modalidad terapéutica grupal vs. modalidad terapéutica individual.

Comparar si existe diferencias entre los resultados de la modalidad de terapia grupal y los

resultados de la modalidad de terapia individual, cuando se consideran como grupo.

Tabla 4.

Comparación de la modalidad terapéutica grupal vs. individual.

Comparación modalidad terapéutica


Grupo Individual
M DE M DE p U

Autoestima 33.25 4.35 32.75 3.77 0.53 9.50


Depresión 3.75 5.68 1.00 1.41
TEPT 1.00 1.15 4.75 4.50
Inadaptación 6.00 10.10 2.50 4.36
Ansiedad 8.00 5.72 4.25 4.92

En la tabla 4 que corresponde a la comparación de la modalidad terapéutica grupal vs. la

modalidad terapéutica individual, se observan niveles de p = 0.53, lo cual representa que no existe

diferencia significativa en las modalidades para el tratamiento psicológico de mujeres víctimas de

abuso sexual en la infancia.

En las dos modalidades terapéuticas se logró la disminución del malestar psicológico y del

estrés postraumático, así como el aumento de la autoestima en las participantes. De la misma

manera, también se mantuvo la efectividad del tratamiento con el paso del tiempo en ambos

grupos.

68
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

6. Discusión

El objetivo de esta investigación fue el de replicar en problación mexicana, un tratamiento

que ha sido validado empíricamente en población española, y al igual que en el original, lograr

aumentar la autoestima, disminuir el malestar emocional y los niveles de inadaptación en las

víctimas de ASI tal y como se ha manifestado también en otros estudios (Martsolf & Draucker,

2005; Pearson, 1994; Peleikis & Dahl, 2005; Taylor & Harvey, 2010).

El programa de tratamiento expuesto, se llevó a cabo en la modalidad grupal en una escuela

primaria, y en la modalidad individual en consultorio privado, a donde en ambos casos, acudieron

las víctimas por iniciativa propia. Participaron 8 víctimas adultas de abuso sexual en la infancia,

las cuales buscaron ayuda psicoterapéutica más de 15 años después de haber sufrido abusos

sexuales graves y repetidos a manos de un familiar. La muestra de mujeres (entre los 26-50 años)

presentó un malestar emocional crónico que desbordaba sus recursos psicológicos de

afrontamiento y que interfería negativamente en su vida cotidiana. Como lo plantean las

investigaciones, la cronicidad de los síntomas y la inadaptación a la vida cotidiana, se debía a la

búsqueda tardía de tratamiento (Echeburúa et al., 1997; Lanktree & Briere, 1995). En el 100% de

los casos de la muestra en las dos modalidades terapéutica, el agresor fue un miembro de la familia

(padre biológico, tío o abuelo), lo que resultó en una peor evolución a largo plazo por la

vinculación familiar (Finkelhor, 1999).

La intervención propuesta de 12 sesiones fue estructurada en cuatro módulos (aspectos

motivacionales y de empatía, psicoeducación, reevaluación cognitiva y habilidades de

afrontamiento), en concordancia con el Tratamiento psicológico de mujeres adultas víctimas de

abuso sexual en la infancia: resultados a largo plazo, propuesto por Sarasua, Zubizarreta, Corral,

& Echeburúa, (2013). Se aplicó en formato grupal (4 mujeres) y en formato individual (4 mujeres)

69
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

y se llevaron a cabo 4 evaluaciones a las participantes, una pre tratamiento y 3 seguimientos de

post tratamiento al mes, a los 3 meses y a los 6 meses.

Debido a que el abuso sexual es un suceso traumático y no un diagnóstico clínico, las

características psicopatológicas que se observaron en las víctimas (en ambas modalidades)

mostraron la presencia de cuadros clínicos diversos (Maniglio, 2009). Los trastornos más

frecuentes en la muestra estudiada, eran el malestar emocional y el TEPT. En los cuadros clínicos

que presentaban, se pudo considerar una relación con los efectos del abuso sexual, pues 6 de las 8

pacientes no presentaban otra vía de victimización ni las víctimas eran consumidoras abusivas de

alcohol o drogas.

Al finalizar la investigación, estadísticamente se observó una gran magnitud o relevancia

del tratamiento, es decir, que éste tuvo un alto impacto en el malestar emocional, en el TEPT, en

la inadaptación y en la autoestima de las participantes. Resultando en una considerable

disminución del malestar emocional y de inadaptación (88.1% de la depresión, el 84.4% del TEPT,

el 80% de la inadaptación y el 88.7% de la ansiedad). Esta respuesta favorable al tratamiento

coincide con lo reportado en las revisiones de Peleikis y Dahl (2005) y de Taylor y Harvey (2010).

En el 100% de las víctimas existía un factor de agravamiento de los síntomas, pues 7 de

ellas nunca revelaron el abuso, y aunque una sí se reveló, no se sintió creída por la familia. De

hecho, 7 de las víctimas revelaron que en la terapia, fue la primera vez que lo hablaban. El malestar

emocional generado las había llevado a tratar de eludir y a enterrar en el olvido sus vivencias

traumáticas como un mecanismo protector (Echeburúa, 2004). Sin embargo todas ellas

descubrieron que no lo habían podido dejar atrás, ya que los sentimientos de tristeza, de enojo, la

idea de estigmatización y de repudio por su cuerpo habían continuado a partir del abuso sexual

que vivieron durante su infancia hasta su vida adulta. A pesar de la dureza de una terapia que

70
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

obliga a la víctima a confrontar cogniciones y emociones negativas y dolorosas (vergüenza, culpa,

odio o repugnancia) que, además están relacionadas con personas de su propia familia, se logró

una tasa de éxito en la asistencia del 100%.

Si bien al terminó de la terapia, las participantes no presentaron modificación en la variable

de autoestima, conforme transcurrieron los meses, se observó un incremento en ésta variable en

las evaluaciones post tratamiento. Los resultados satisfactorios obtenidos en la modificación de

esta variable podrían deberse a que en el 3er. nivel de intervención en el tratamiento el

entrenamiento en habilidades específicas de afrontamiento ayudó en la recuperación gradual de

actividades reforzantes (redes sociales, fomento de conductas de independencia y de autonomía),

así como el aprendizaje de habilidades que les permitieron tener un proyecto de vida, buscar la

autonomía personal y la recuperación emocional. En el mismo sentido, se puede considerar la

posibilidad de que debido a que en el segundo nivel de intervención se utilizaron técnicas de

evaluación cognitiva, la víctima haya logrado recuperar la confianza perdida, tanto en sí misma,

como en los demás, al discriminar en quién sí puede confiar y en quién no, sin llegar a establecer

generalizaciones.

Se podría relacionar que como consecuencia de la implementación de técnicas de relajación

y de reestructuración cognitiva, así́ como, mediante las estrategias orientadas a reforzar la

autoestima en la vida cotidiana y con el trabajo con técnicas para la reducción de la sintomatología

ansioso-depresiva, se logró un cambio en la autoestima que conllevó a la percepción más positiva

de capacidades propias y de las cualidades de las participantes. Además, lo anterior también podría

haber ayudado a que las mujeres lograron recuperar un ritmo de vida más adaptativo y gratificante.

Estas técnicas también se utilizaron para trabajar los sentimientos de estigmatización y de

indefensión vinculados al abuso sexual, así como de la tristeza sufrida por la decepción por el

71
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

abusador. Se trabajó para mejorar la visión negativa que la paciente tenía de su persona, resultado

de la distorsión de la imagen de sí misma, por una imagen personal positiva. El objetivo fue el

integrar los aspectos positivos y negativos que forman parte de su forma de ser, así como potenciar

la atención selectiva a las cualidades, mientras se abordaron las debilidades o defectos que puedían

solucionarse. Finalmente, se buscó clarificar la confusión psicológica en la que se encontraba la

paciente, así como también, se trabajó en habilidades específicas y en sus capacidades, lo cual

pudo también tener impacto en el aumento de la variable de autoestima.

Al finalizar las sesiones de tratamiento 4 de las 8 participantes, reportaron haber obtenido

empleo por primera vez, lo cual puede haber sido motivado por el trabajo en el reforzamiento de

conductas de independencia y de autonomía en la 3ª. fase del tratamiento.

La disminución en los niveles de la variable de depresión podrían atribuirse a que se trabajó

con técnicas que favorecieron el desahogo emocional y la nominación de lo sucedido durante la

infancia. También, porque se le explicó a la paciente, a través de psicoeducación, que sus síntomas

fueron reacciones normales ante una situación anormal. La disminución del malestar emocional a

través de la expresión y re-experimentación de las emociones y el reconocimiento de la intensidad

de las mismas para lograr una discriminación adecuada y el control de estas emociones en su

beneficio, podría ser la causa de que la persona pudiera expresar en algunos casos por primera vez,

las emociones contenidas durante muchos años, ayudándole a que digiriera adecuadamente el

atracón emocional que había experimentado y que podría ser la causa de los síntomas existentes.

Las participantes del grupo en modalidad psicoterapéutica individual, llegaron presentando

un alto nivel de TEPT, el cual señalan haber sentido coincidentemente desde pequeñas a partir de

que sufrieron los abusos (Kilpatrick, Saunders, Amick-McMullan, Best, Veronen y Resnick, 1989).

Sin embargo, hasta el momento las 8 participantes, no habían relacionado su sintomatología actual

72
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

con la experiencia traumática del abuso sexual en la infancia, pues consideraban que esa vivencia

había quedado en el pasado (Tupler, Saur, Krishnan y Davidson,1997).

Para trabajar con la variable de TEPT, se utilizaron técnicas de reexperimentación

cognitiva que habrían ayudado a que la paciente fuera acomodando la información que no había

sido asimilada a raíz del abuso sexual sufrido y que pudiera comprender que el ASI se trató de una

experiencia impuesta, bien sea por la fuerza, por el abuso de poder y el engaño. También,

posiblemente el cambio se debió a que se llevaron a cabo técnicas para la reevaluación cognitiva

(Guerrero, 2004), enfocadas a la explicación de las reacciones normales ante la agresión sexual y

del proceso de adquisición y mantenimiento de miedos, con la finalidad de modificar los

pensamientos negativos asociados al abuso sexual, a través de la la discusión racional de éste, así

como el posible sentimiento de culpa en relación con lo que la víctima pudo haber hecho y no hizo,

y así, ellas lograran sustituir estos pensamientos por otros más adaptativos. De esta manera, el

objetivo buscó que pudieran reposicionar el acontecimiento traumático en sus justas dimensiones

y los aspectos positivos existentes en su nueva situación de vida.

Además se promovió el relato libre de las experiencias dolorosas y la expresión de los

sentimientos relacionados a la experiencia abusiva con la finalidad de interrumpir los mecanismos

de negación o evitación y facilitar la digestión de los sentimientos y emociones que mantenían

desde la situación abusiva. Asimismo, se acompañó el desahogo emocional con técnicas

específicas de exposición en imaginación, buscando que la víctima pudiera ordenar y mantener

cierto control sobre los recuerdos e imágenes.

En el trabajo de la variable de inadaptación, se buscó modificar actitudes negativas e ideas

distorsionadas sobre su persona, al enfrentar las conductas evitadas y/o preocupaciones reiterativas

por medio de las técnicas de distracción cognitiva y al establecimiento de una relación terapéutica

73
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

de respeto y de confianza, contraria a la relación con el abusador, lo cual se pretendió que ayudara

al desarrollo de la auto confianza y contribuyera a la oportunidad del establecimiento de una

relación terapéutica sana. Además, también se trabajó en el desarrollo de habilidades sociales, de

afrontamiento, de inteligencia emocional y de solución de problemas con la finalidad de facilitar

el éxito de la paciente en sus contactos interpersonales y de adaptación a la vida cotidiana, que le

permitiera tener un proyecto de vida, autonomía personal, recuperación emocional y buscando se

proyectara hacia el futuro con una visión positiva. También a través de psicoeducación, se

pretendió que lograran comprender mejor su funcionamiento psicológico y desarrollaran un nuevo

repertorio cognitivo y conductual.

La disminución de la ansiedad puede estar relacionada con las técnicas específicas

reductoras de pensamientos intrusivos y con técnicas de distracción cognitiva que se aplicaron

buscando que las participantes pararan dichos pensamientos y así, disminuir la ansiedad provocada

por los mismos.

Otra condición que posiblemente ayudó a la disminución de la ansiedad fue el explicar a la

víctima, de forma tranquila y sin dramatismos, el proceso abusivo y las causas del mismo, así como

los factores que hicieron posible que lo mantuviera en silencio durante un tiempo prolongado.

Además se reforzó en la víctima, el beneficio de haberlo revelado y se trabajó con los sentimientos

de culpa o responsabilidad, por las consecuencias derivadas de esa revelación, a través de técnicas

de reevaluación cognitiva y de deshago emocional.

Un factor que pudo haber influido en que los niveles de malestar emocional de las

participantes se redujeran, fue el utilizar técnicas de autoexposición gradual y en vivo, a los

estímulos evocadores de ansiedad. Como parte del respeto al ritmo de cada paciente, se elaboró

junto con ellas, la graduación de las situaciones traumáticas a las que se les expuso paulatinamente.

74
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Con el objetivo de no exponer a la paciente a una situación de revictimización que

incrementara la ansiedad, siempre se respetó su ritmo de trabajo y sus necesidades. Este respeto

ayudó también, a establecer un vínculo de confianza y fortalecer la relación terapéutica.

Se utilizaron técnicas de relajación, no solo para disminuir la ansiedad, sino también, para

facilitar el sueño, favorecer la sensación de control y propiciar una autovaloración más positiva.

El trabajo en la modalidad de grupo contribuyó a cambios positivos a nivel de la percepción

de culpa, la confianza y la relación entre ellas, que repercutió positivamente en la reducción

significativa de los síntomas del TEPT, sobre todo en re-vivencia del trauma, evitación e

hipervigilancia. Como parte de las secuelas generadas por el abuso sexual sufrido en la infancia,

las participantes habían desarrollado el sentimiento de desconfianza de forma generalizada, por

tanto, en las primeras sesiones se trabajó la confianza básica entre las compañeras del grupo, con

la finalidad de que se sintieran en un ambiente seguro que les permitiera re-experimentar el

sentimiento de seguridad hacia los demás, como parte de la reconstrucción de su vida y de la

elaboración del hecho traumático (Vallejo & Córdoba, 2012).

Por todo lo anterior, se concluye que el “Tratamiento psicológico de mujeres adultas

víctimas de abuso sexual en la infancia: resultados a largo plazo”, de Sarasua, Zubizarreta, De

Corral y Echeburúa (2013), sí es aplicable a población mexicana, pues se obtuvieron resultados

muy positivos y favorables en la mejoría de las víctimas de abuso sexual en la infancia, tanto en

su bienestar, como en la adaptación a la vida cotidiana y el aumento de su autoestima.

Es importante tomar en cuenta en los tratamientos el estilo de personal del terapeuta (EPT),

ya que es un factor predictor del éxito o fracaso de la psicoterapia. Es una variable que influye en

el establecimiento del vínculo y la alianza terapéutica (Corbella, Balmaña, Fernández-Álvarez,

Saúl, Botella & García, 2009). Por lo anterior, la psicoterapeuta que ha realizado esta

75
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

investigación, buscó mantener una actitud que favoreciera un clima terapéutico facilitador del

cambio, basada en el respeto, la calidez, la autenticidad, la congruencia, la aceptación

incondicional de la paciente, la comprensión y la empatía, con la finalidad de establecer el vínculo

terapéutico en un ambiente de confianza y seguridad. Además, procuró generar un clima donde no

exista la crítica y el juicio debido a que una de las secuelas que pueden desarrollar las personas

que sufrieron abuso sexual durante la infancia es la desconfianza generalizada y el miedo a no ser

creídas. De la misma manera, en el momento en que las pacientes relataron su experiencia

traumática, se buscó no reaccionar exageradamente, lo cual ayudó a crear un marco y una

atmósfera positiva y segura, así como una adecuada alianza terapéutica (Santibáñez Fernández,

Román Mella, Lucero Chenevard, Espinoza García, Irribarra Cáceres & Müller Vergara, 2008).

Lo anterior coincide con la propuesta de Sarasua, Zubizarreta, Corral & Echeburúa (2013), pues

ellos consideran en la primera fase del tratamiento, la necesidad de establecer un ambiente de

seguridad en un marco terapéutico empático, donde la base de la relación terapéutica es el buen

trato, puesto que el mismo vínculo establecido con el terapeuta opera como reparador en la medida

en que éste sirve como contraste respecto de la relación abusiva que conllevan las agresiones

sexuales.

Como sobrevivientes de abuso sexual durante la infancia algunas de las pacientes habían

perdido la esperanza de obtener ayuda y dejar de sufrir, el vínculo terapéutico también se centró

en cultivar la esperanza al momento en que las pacientes expusieron sus sentimientos de abandono

y desesperanza. El vínculo terapéutico podría haberles servido para volver a confiar (Szmulewicz,

2013)

En el tratamiento original a víctimas de abusos sexuales en la infancia, Sarasua,

Zubizarreta, De Corral y Echeburúa (2013), proponen poner a prueba en investigaciones futuras,

76
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

el formato de tratamiento individual vs. grupal y en esta investigación se ha encontrado que no

existe diferencia significativa en la implementación entre la modalidad terapéutica individual y la

modalidad terapéutica grupal, es decir, es posible aplicar cualquiera de las dos modalidades según

sea la necesidad y las mujeres obtienen el mismo beneficio. Además se ha confirmado no sólo

que se trata de un tratamiento efectivo, sino también eficiente, que se puede implementar en la

práctica habitual en el trabajo con víctimas. En cuanto a la modalidad terapéutica, las víctimas de

un trauma pueden beneficiarse de la actuación conjunta de un tratamiento en modalidad individual,

orientado a las necesidades específicas de cada una de ellas o de una modalidad grupal, generadora

de una cohesión social y de unas estrategias adecuadas de solución de problemas (Echeburúa,

2004; Wainrib & Bloch, 2001).

El tratamiento en modalidad individual es necesario, pero puede resultar insuficiente para

hacer frente a los problemas interpersonales planteados. Los beneficios obtenidos con un enfoque

grupal pueden ser los siguientes: a) superar la resistencia de las víctimas a hablar del suceso

traumático o la tendencia a hacerlo con una desconexión emocional entre lo ocurrido y lo sentido;

b) explicar y comentar las consecuencias psicológicas de un hecho traumático, así como señalar la

normalidad de las reacciones experimentadas ante un hecho anormal; c) romper el aislamiento a

nivel familiar y social, que es consecuencia, a su vez, de la incapacidad para hablar

emocionalmente del acontecimiento traumático; d) aprender estrategias de afrontamiento a partir

de la experiencia de personas que sufren el mismo tipo de dificultades; e) adquirir una motivación

para el cambio y un aumento de confianza en los propios recursos a través de los logros de los

demás; y f) ayudar a los demás miembros del grupo, lo cual contribuye a la recuperación de la

autoestima. Por otra parte, la pertenencia al grupo puede contribuir a reducir el victimismo o la

rabia por el sentimiento de abandono que aparece con frecuencia en este tipo de víctimas.

77
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

En concreto, el tratamiento en modalidad grupal puede estar especialmente indicado cuando

una persona es víctima de un trauma complejo y resistente al cambio. Estos casos suelen ser más

frecuentes cuando el suceso ha sido extraordinariamente cruel, cuando ha supuesto una

revictimización o cuando viene precedido de una exposición precoz a la violencia en la infancia.

Como el tema de abuso sexual infantil se ha empezado a visualizar y a sensibilizar a la

población, se ha generado un mayor interés en buscar tratamiento psicoterapéutico por las personas

que lo sufrieron, resultando como consecuencia, el incremento en la demanda de atención

psicoterapéutica para esta población. Al compartirlo con profesionales de la salud mental y con las

instituciones que hoy realizan grandes esfuerzos para la prevención y la atención del abuso sexual

infantil, pero que no cuentan con un tratamiento validado científicamente para el trabajo con

víctimas, se puede garantizar la no revictimización, así como la efectividad en el aumento del

bienestar emocional, el reprodesamiento del trauma, el aumento de la autoestima y de la adaptación

a la vida cotidiana de las víctimas. Además, ya que con éste tratamiento se puede atender a un

grupo mayor de víctimas de abuso sexual infantil al mismo tiempo, se estará realizando un gran

aporte, no solo en la reducción de recursos humanos y económicos, sino en lo más importante, en

el beneficio de las víctimas, quienes en la actualidad, reciben tratamientos no especializados y por

tanto, no perciben un cambio o una mejoría real en su sintomatología y en su bienestar psicológico,

resultando en desesperanza y perpetuando su dolor.

Una limitación que se observó en esta investigación es el tiempo, pues se contó sólo con un

psicoterapeuta y un año de investigación, a esto se debe la muestra de 8 personas en la

investigación. Se propone capacitar a especialistas en este modelo de Tratamiento psicológico,

para que puedan replicarlo en su trabajo con pacientes víctimas de abuso sexual en la infancia, en

78
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

donde se lleve a cabo las mediciones pre y post tratamiento pertinentes y así, lograr su

estandarización en México.

Otra propuesta de investigación a futuro, es la realización de estudios que cuenten con un

grupo de control y aunque es difícil de obtener en este tipo de investigaciones, gracias a que el

tema ya empieza a visualizarse más y las víctimas están más proclives a buscar ayuda, será posible

contar con este grupo. Además, es de gran interés proponer por el bien de las víctimas, estudios

posteriores con una muestra más amplia, donde se midan los resultados de estas intervenciones y

se les dé seguimiento en el tiempo, para lograr la estandarización del tratamiento en población

mexicana y así las víctimas puedan tener acceso a un tratamiento que garantice su recuperación.

De la misma manera, proponer la coordinación intersectorial entre la ley, las ciencias médicas y la

ciencias forenses, la academia y el sistema de justicia, ya que la discriminación, la culpabilización

de la víctima, el desconocimiento de las consecuencias que deja el hecho traumático, los vínculos

terapéuticos negativos, entre muchos más factores, pueden hacer que el sobreviviente pierda la

posibilidad de acceder a intervenciones que podrían disminuir las consecuencias físicas y/o

psicológicas, prevenir que el trauma se perpetúe y la violencia continúe.

Para erradicar el crimen que representa el abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes,

es de vital importancia seguir pugnando por una Ley integral para combatir la violencia contra la

infancia que, entre otras cosas, identifique las distintas formas de violencia y promueva políticas

de prevención.

79
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Referencias

Aguilar Cárceles, M. M., (2009). Abuso sexual en la infancia. Murcia: Universidad.


Almerge, J. C., & Gutiérrez, L. C., (2015). Trastornos de ansiedad relacionados con traumas y
otros factores de estrés. Medicine-Programa de Formación Médica Continuada
Acreditado, 11(84), 4999-5007.
Beltran, N. P., (2009). Consecuencias psicológicas iniciales del abuso sexual infantil. Papeles del
Psicólogo, 30(2), 135-144.
Beltran, N. P., (2010). Consecuencias psicológicas a largo plazo del abuso sexual infantil. Papeles
del psicólogo, 31(2), 191-201
Bernik, M., Laranjeiras, M. & Corregiari, F., (2003). Tratamiento farmacológico do trastorno de
estresse pos-traumatico. Revista Brasileira de Psiquiatria, 25, 46-50
Bernstein, D. A., & Borkovec, T. D., (1973). Progressive relaxation training: A manual for the
helping professions.
Bustos, P., Rincón, P., & Aedo, J., (2009). Validación preliminar de la escala infantil de síntomas
del trastorno de estrés postraumático (child PTSD symptom Scale, CPSS) en niños/as y
adolescentes víctimas de violencia sexual. Psykhe (Santiago), 18(2), 113-126.
Callahan, K., Price, J. & Hilsenrothe, M., (2004). A review of interpersonal- psychodynamic group
psychotherapy outcomes for adult survivors of childhood sexual abuse. International
Journal of Group Psychotherapy, 54(4), 491-519
Campbell, R. & Wasco, S. M., (2005). Understanding rape and sexual assault. Journal of
Interpersonal Violence, 20, 127-131.
Cárdenas, R. P., (2001). Tratamiento psicológico de niños víctimas de abuso sexual. Psiquiatria.
com, 5(3).
Carrasco, M.J., (2002). Disfunciones sexuales femeninas. Madrid: Síntesis.
Corbella, S., Balmaña, N., Fernández-Álvarez, H., Saúl, L. A., Botella, L., & García, F., (2009).
estilo personal del terapeuta. Revista Argentina de clínica psicológica, 18, 125-133.
Cortés, M.R., Cantón-Cortés, D. & Cantón, J., (2011). Consecuencias a largo plazo del abuso
sexual infantil: papel de la naturaleza y continuidad del abuso y del ambiente familiar.
Behavioral Psychology/Psicología Conductual, 19, 41-56.
Courtois, C. A., (2008). Complex trauma, complex reactions: Assessment and treatment.
Chambless, D.L. y Hollon, S.D., (1998). Defining empirically supported therapies. Journal of
Consulting and Clinical Psychology, 66, 3-18.
Daigneault, I., Hébert, M., & Tourigny, M., (2006). Attributions and coping in sexually abused
adolescents referred for group treatment. Journal of Child Sexual Abuse, 15(3), 35-59.
De Corral, P., Echeburúa, E., & Sarasúa, B., (1995). Tratamiento cognitivo-conductual del
trastorino por estrés postraumático agudo en cíctimas de agresiones sexuales: Un estudio
piloto. Psicología Conductual 3(2), 195-210.
Dutton, M.A., (1992). Post-traumatic therapy with violence survivors. En M.B. Williams y J.F.
Sommer, Jr., (Eds), Handbook of post-traumatic therapy: A practical guide to intervenrion
treatment, and researche. Westport Connectivur: Greenwood Publishing.
Echeburrúa, E y Guerriceaechavarría, C., (2000). Abuso sexual en la Infancia: víctimas y
agresores. Barcelona: Ariel.
Echeburrúa, E y Guerriceaechavarría, C., (2005). Concepto, factores de riesgo y efectos
psicopatológicos del abuso sexual infantil. Violencia contra los niños, 86-112.
Echeburúa, E., (2007b). A tres años del 11-M. Criterios de actuación en el tratamiento

80
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

psicológico de las víctimas de terrorismo. Papeles del Colegio de Psicólogos (Infocop),


32, 24-27.
Echeburúa, E. & Guerricaechevarría, C., (2006). Abuso sexual de menores. En E. Baca, E.
Echeburúa y J.M. Tamarit (dirs.). Manual de victimología, 129-148. Valencia: Tirant lo
Blanch.
Echeburúa, E. & Guerricaechevarría, C., (2011). Tratamiento psicológico de las víctimas de abuso
sexual infantil intrafamiliar: Un enfoque integrador. Behavioral Psychology/Psicología
Conductual, 19(2), 469-486.
Echeburúa, E. & Subijana, I.J., (2008). Guía de buena práctica psicológica en el tratamiento
judicial de los niños abusados sexualmente. International Journal of Clinical and Health
Psychology, 8, 733-749.
Echeburúa, E., & Corral, P. D., (2006). Secuelas emocionales en víctimas de abuso sexual en la
infancia. Cuadernos de Medicina Forense, (43-44), 75-82
Echeburúa, E., & Corral, P. D., (2007). Intervención en crisis en víctimas de sucesos traumáticos:
¿cuándo, cómo y para qué. Psicología Conductual, 15(3), 373-387.
Echeburúa, E., Corral, P. & Amor, P.J., (2002). Evaluación del daño psicológico en las víctimas
de delitos violentos. Psicothema, 14, 139-146.
Echeburúa, E., Corral, P., Amor, P.J., Zubizarreta, I. & Sarasua, B., (1997). Escala de gravedad de
síntomas del trastorno de estrés postraumático: Propiedades psicométricas. Análisis y
Modificación de Conducta, 23, 503-526.
Echeburúa, E., Sarasua, B., Zubizarreta, I., & de Corral, P., (2013). Tratamiento psicológico de
mujeres víctimas de agresiones sexuales recientes y no recientes en la vida
adulta. Psicología Conductual, 21(2), 249.
Echeburúa, E.; Guerricaechevarría, C. & Vega-Osés, A., (1998, en prensa). Evaluación de la
validez del testimonio de víctimas de abuso sexual en la infancia. Revista Española de
Psiquiatría Forense, Psicología Forense y Criminología. faltan datos y muy vieja para
estar en prensa.
Ehlers, A., & Clark, D. M., (2000). A cognitive model of posttraumatic stress disorder. Behaviour
research and therapy, 38(4), 319-345.
Figuero, C. R., & Otero, M. O., (2005). El abuso sexual infantil. Bol Pediatr, 45, 3-16.
Finkelhor, D., (1999). Victimología infantil (Child victimology). Violencia contra nińos, 147-218.
Finkelhor, D., Hotaling, G., Lewis, I., & Smith, C., (1990). Sexual abuse in a national survey of
adult men and women: Prevalence, characteristics, and risk factors. Child abuse &
neglect, 14(1), 19-28.
Foa, E. B., Davidson, J. R., & Frances, A., (1999). Treatment of posttraumatic stress disorder. The
Journal of Clinical Psychiatry, 66(16), 1-76.
Foa, E. B., Keane, T. M., Friedman, M. J., & Cohen, J. A., (Eds.)., (2008). Effective treatments for
PTSD: practice guidelines from the International Society for Traumatic Stress Studies.
Guilford Press.
Foa, E.B. & Rothbaum, B.O., (1998). Treating the trauma of rape: Cognitive-behavioral therapy
for PTSD. New York: Guilford Press.
Foa, E.B., Keane, T.M. & Friedman, M.J., (2003). Tratamiento del estrés pos-traumático.
Barcelona: Ariel.
Freire, M., Guimares, L., Ribeiro, C. & Macedo, V., (2007). Mulheres vitimas de vilolencia sexual:
Adesao a quimioprofilaxia do HIV. Revista Latino-Americana de Enfermagem, 25(1), 1-7.
Guerrero, V., (2004). Tratamiento cognitivo-conductual del trastorno de estrés postraumático

81
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

crónico en una víctima de abusos sexuales en la infancia. Avances en Psicología


Latinoamericana, 22(1), 89-103.
Gutiérrez de Piñeres Botero, C., Coronel, E., & Andrés Pérez, C., (2009). Revisión teórica del
concepto de victimización secundaria. Liberabit, 15(1), 49-58.
Habigzang, L., Stroelor, F., Hatzenberg, R., Cunha, R., Ramos, M. & Koller, S., (2009).
Grupoterapia comportamental para criancas adolescentes vitimas de abuso sexual. Revista
de Saúde Pública, 43, 70-78.
Ibaceta Watson, F., (2007). Agresión Sexual en la Infancia y Viaje al Futuro: Clínica y Psicoterapia
en la Edad Adulta. Terapia psicológica, 25(2), 189-198.
Khanna, R., (2008). Communal violence in Gujarat India: Impact of sexual violence and
responsibilities of the health care system. Reproductive Health Matters, 16(31), 142-152.
Kingston, S., y Raghavan, C., (2009). The relationship of sexual abuse, early initiation of substance
use and adolescent trauma to PTSD. Journal of Traumatic Stress, 22, 65-68.
Lameiras, M., (Ed.) (2002). Abusos sexuales en la infancia. Abordaje psicológico y jurídico.
Madrid: Biblioteca Nueva
Lanktree, C. B., & Briere, J., (1995). Outcome of therapy for sexually abused children: A repeated
measures study. Child abuse & neglect, 19(9), 1145-1155.
Lau, M. & Kristensen, E., (2007). Outcome of systemic and analytic group psychotherapy for adult
women with history of intrafamilial childhood sexual abuse: A randomized controlled
study. Acta Psychiatrica Scandinavica, 116, 96-104.
López, F., (1997). Abuso sexual. Un problema desconocido. En J. Casado, J. Díaz y C. Martínez
(Comp.), Niños maltratados. Madrid: Díaz de Santos.
Macfie, J., Cicchetti, D., & Toth, S. L., (2001). The development of dissociation in maltreated
preschool-aged children. Development and Psychopathology, 13(02), 233-254.
Maniglio, R., (2009). The impact of child sexual abuse on health: A systematic review of reviews.
Clinical Psychology Review, 29, 647-657.
Martínez Moya L. B., (2016). El abuso sexual infantil en México: limitaciones de la intervención
estatal. INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS,
UNAM. Serie PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS (14)
Martsolf, D.F. & Draucker, C.B., (2005). Psychotherapy approaches for adult survivors of
childhood sexual abuse: An integrative review of outcomes research. Issues in Mental
Health Nursing, 26, 801-825.
Menicucci, E., Machin, R., Aibal Valverde, A., Kossel, K., Morelli, K., Fernández, L. et al.,
(2005). Atendimiento as mulheres vitimas de violencia sexual: um estudo qualitativo.
Saúde Pública, 39, 376-382.
Merrill, L. L., Stander, V. A., Thomsen, C. J., Crouch, J. L., & Milner, J. S., (2004). Childhood
exposure to family violence and attrition in the Navy (No. NHRC-03-07). Naval Health
Research Center: San Diego, Cal.
Milner, J.S. & J.L. Crouch (2004). El perfil del niño víctima de violencia. En J. Sanmartín (Ed.).
EL LABERINTO DE LA VIOLENCIA, CAUSAS, TIPOS Y EFECTOS. Barcelona. Ariel,
195-203.
Peleikis, D. E., & Dahl, A. A., (2005). A systematic review of empirical studies of psychotherapy
with women who were sexually abused as children. Psychotherapy Research, 15(3), 304-
315.
Pereda, N., (2009). Consecuencias psicológicas iniciales del abuso sexual infantil. Papeles del
Psicólogo, 30(2), 135-144.

82
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Pereda, N., (2010). Consecuencias psicológicas a largo plazo del abuso sexual infantil. Papeles
del Psicólogo, 31(2), 191-201.
Pereda, N., Gallardo-Pujol & Jiménez Padilla, R., (2011). Trastornos de personalidad en víctimas
de abuso sexual infantil. Actas Españolas de Psiquiatría, 39, 131-139.
Pereda, N., Guilera, G., Forns, M. & Gómez-Benito, J., (2009). The prevalence of child sexual
abuse in community and students samples: A meta-analysis. Clinical Psycholology Review,
29, 328-338.
Pico-Alfonso, M. A., Echeburúa, E. & Martínez, M., (2008). Personality disorder symptoms in
women as a result of chronic intimate male partner violence. Journal of Family Violence,
23, 577-588.
Ponce Zambrano, M. C., (2012). Programa para Prevenir el Abuso Sexual Infantil, con Aplicación
en Niños y Niñas de Quinto y Séptimo Año de Educación Básica de la escuela Los Laureles
de Marianza (Bachelor's thesis, Universidad del Azuay).
Putnam, F., (2003). Ten-year research update review: Child sexual abuse. Journal of the American
Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 42, 269-278.
Ramírez, N., (2006). “La infancia cuenta en México”. México: Red por los Derechos de la
Infancia.
Redondo, C. & Ortiz, M., (2005). Abuso sexual. Editorial Universidad de Cantabria. 307
Resnick, H. S., Acierno, R., Amstadter, A. B., Self-Brown, S., & Kilpatrick, D. G., (2007). An
acute post-sexual assault intervention to prevent drug abuse: Updated findings. Addictive
behaviors, 32(10), 2032-2045.
Rothbaum, B. O., Astin, M. C. y Marsteller, F., (2005). Prolonged exposure versus eye movement
desensitization and reprocessing (EMDR) for PTSD rape victims. Journal of Traumatic
Stress, 18, 607-616
Santibáñez Fernández, P. M., Román Mella, M. F., Lucero Chenevard, C., Espinoza García, A. E.,
Irribarra Cáceres, D. E., & Müller Vergara, P. A., (2008). Variables inespecíficas en
psicoterapia. Terapia psicológica, 26(1), 89-98.
Sarasua, B., Zubizarreta, I., Corral, PD, y Echeburúa, E., (2013). Tratamiento psicológico de
Mujeres Adultas Víctimas de Abuso sexual en la infancia: Resultados Largo Plazo. Anales
de Psicología, 29 (1), 29-37.
Sarasua, B., Zubizarreta, I., de Corral, P., & Echeburúa, E., (2012). Factores de vulnerabilidad y
de protección del impacto emocional en mujeres adultas víctimas de agresiones
sexuales. Terapia psicológica, 30(3), 7-18.
Soriano Faura, F. J., (2009). Promoción del buen trato y prevención del maltrato en la infancia en
el ámbito de la Atención Primaria. Pediatría Atención Primaria, 11(41), 121-144.
Stevens-Simon, C., & Reichert, S., (1994). Sexual abuse, adolescent pregnancy, and child abuse:
a developmental approach to an intergenerational cycle. Archives of pediatrics &
adolescent medicine, 148(1), 23-27.
Szmulewicz, T., (2013). La persona del terapeuta: eje fundamental de todo proceso
terapéutico. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 51(1), 61-69.
Taylor, J.E. & Harvey, S.T., (2010). A meta-analysis of the effects of psychotherapy with adults
sexually abused in childhood. Clinical Psychology Review, 30, 749-767.
Vallejo Samudio, Á. R., & Córdoba Arévalo, M. I., (2012). Abuso sexual: tratamientos y
atención. Revista de Psicología (PUCP), 30(1), 19-46.
Vallejo, Á. & Terranova, L., (2009). Estrés postraumático y psicoterapia de grupo en militares.
Terapia Psicológica, 27(1), 103-112.

83
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO EN MUJERES MEXICANAS ADULTAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL DURANTE LA INFANCIA.

Vandensen, M. & Carr, J., (2003). Recovery from sexual assault: An innovative two group therapy
model. International Journal of Group Psychotherapy, 53(2), 201-223.
Vázquez Mezquita, B., (1995). Agresión sexual. Evaluación y tratamiento en menores, Madrid,
Siglo XXI.
Vázquez Mezquita, B., (dir.) (2004). Abuso sexual infantil. Evaluación de la credibilidad del
testimonio. Valencia: Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.
Velázquez, M. V., Guzmán, L. G. D., & Villanueva, L. G., (2013). Abuso sexual infantil, técnicas
básicas para su atención. Reflexiones, 92(1), 131-139.
Velázquez, M., González, L. & Delgadillo, L., (2013). Abuso sexual infantil, Técnicas básicas
para su atención. Reflexiones, Sin mes, 131-139.
Vickerman, K. A. y Margolin, G., (2009). Rape treatment outcome research: empirical findings
and state of the literature. Clinical Psychology Review, 29, 431-448.
Wainrib, B. R. y Bloch, E. L., (2001). Intervención en crisis y respuesta al trauma. Bilbao: Desclée
de Brouwer.
Walker, J. I., & Nash, J. L., (1981). Group therapy in the treatment of Vietnam combat
veterans. International Journal of Group Psychotherapy, 31(3), 379-389.
Walker, L., (1995). Abused women and survivor therapy. Washington D. C.: American
Psychological Association.
Walker, L.E.A., (1991). Posttraumatic stress disorder in women: Diagnosis and trarment of batered
women síndrome. Psychoterapy, 18 (1), 21-29.

84

Vous aimerez peut-être aussi