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Represión (psicoanálisis)

La represión es un concepto central del psicoanálisis que designa el mecanismo o proceso psíquico del
cual se sirve un sujeto para rechazar representaciones, ideas, pensamientos, recuerdos o deseos y
mantenerlos en el inconsciente. De acuerdo con la teoría de Sigmund Freud, los contenidos rechazados,
lejos de ser destruidos u olvidados definitivamente por la represión, al hallarse ligados a
la pulsión mantienen su efectividad psíquica desde el inconsciente. Lo reprimido constituye para Freud
el componente central del inconsciente. Como decía Freud: "Lo reprimido se sintomatiza".

Es Freud quien logra describirlo como mecanismo esencial de la escisión originaria entre los sistemas
consciente e inconsciente en el aparato psíquico.

Para Freud la represión opera porque la satisfacción directa de la moción pulsional, que en realidad está
destinada a causar placer, podría causar displacer por entrar en disonancia con las exigencias
provenientes de otras estructuras psíquicas o que llegan directamente desde el medio exterior.

Mecanismo de acción de la represión:


La represión en la teoría freudiana no recae sobre la pulsión misma porque en la hipótesis freudiana esta
última tiene una base orgánica y escapa a las categorías inconsciente y consciente. Tampoco pueden
reprimirse los afectos en sentido estricto (aunque los afectos al menos, al revés que las pulsiones, sí
pueden experimentar otras transformaciones). La represión opera entonces sobre los “representantes”
representativos de la pulsión.
La energía libidinal en el proceso de represión se conserva y queda fijada a la representación ahora
reprimida. Es esa energía la que funciona atrayendo nuevas representaciones en contrapunto con la
tendencia del yo a expulsar y reprimir contenidos de naturaleza penosa, agresiva o dolorosa que con
frecuencia van acompañados de afectos angustiosos no compatibles con el yo. En el texto “La
represión” (1915)
Freud distingue tres tiempos o momentos de la represión:
 La represión originaria: la que al expulsar de la conciencia las primeras representaciones
intolerables asociadas a la pulsión marca una escisión de la vida anímica delimitando las áreas
consciente e inconsciente y posibilita la represión posterior. El postulado hipotético de Freud es que
toda representación, para poder ser reprimida, requiere de ser atraída por estas representaciones
originariamente reprimidas.
 La represión secundaria: que se desplaza hacia el inconsciente y mantiene allí las
representaciones intolerables para la consciencia, magnetizadas por el polo de atracción del núcleo
del inconsciente constituido por la represión originaria.
 El retorno de lo reprimido: donde lo reprimido expresa su efectividad psíquica, puesto que
mantiene una tendencia a acceder de algún modo a la consciencia, a obtener algún tipo de
satisfacción a través de las formaciones del inconsciente, como los sueños, los actos fallidos,
los síntomas neuróticos.

REPRESIÓN

Freud indica en varios lugares que el psicoanálisis es fundamentalmente una teoría de la represión.
Su estudio le llevó a Freud a postular la existencia de lo inconsciente y a comprender los trastornos
histéricos. La represión es el mecanismo de defensa más importante; por él experiencias y apetitos que
el sujeto considera inaceptables y que no consigue integrar adecuadamente en su personalidad se
proyectan o empujan hacia las zonas inconscientes de la mente. La eficacia de la represión puede ser tal
que el sujeto ignore lo que ha reprimido pero también que ha reprimido. De ahí que el terapeuta deba
luchar para que el paciente sea consciente también de su responsabilidad en la represión. La represión
no anula la energía psíquica reprimida; ésta pugnará por manifestarse en la vida del sujeto, bien en los
sueños, los "lapsus linguae", o los actos fallidos, bien de modo más espectacular o traumático
produciendo trastornos orgánicos o somatizaciones.

ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOSEXUAL SEGÚN


FREUD
ETAPA ORAL
Según Freud, la etapa oral es el primer momento en la evolución de la personalidad del individuo.
Corresponde al primer y segundo año de vida y se caracteriza por dirigir la libido hacia la boca y buscar
la satisfacción gracias a la actividad de succión.

ETAPA ANAL
Freud sitúa esta segunda etapa del desarrollo de la personalidad entre los dos y tres años del niño; la
libido se dirige hacia el ano y la satisfacción sobreviene por la expulsión o retención de las heces.

ETAPA FÁLICA
Para Freud la etapa fálica es fundamental para el desarrollo del psiquismo, porque en ella se produce
el Complejo de Edipo y el Complejo de Electra. Entre los cuatro y los seis años el niño dirige el
impulso erótico hacia sus genitales y consigue la satisfacción el varón mediante el juego con su pene y
la niña con su clítoris, o mediante la masturbación.

ETAPA DE LATENCIA
Para el psicoanálisis, etapa del desarrollo psicosexual situada entre los cinco o seis años y la
pubertad. En esta fase y como consecuencia de la aparición del superyó el niño reprime sus
sentimientos edípicos e inhibe sus apetitos erótico-sexuales.
ETAPA GENITAL
Según Freud, a partir de la pubertad se produce la etapa genital o segunda etapa de interés genital.
En esta etapa, el niño, tras la superación del complejo de Edipo, orienta su deseo sexual fuera de la
familia, hacia personas del sexo opuesto y convierte la relación genital reproductora en el objetivo
del instinto sexual.

Libido: concepto descrito por el psicoanalista Sigmund Freud. 2


Se refiere a la energía de la pulsión,
o más propiamente, al afecto ligado a la transformación energética de las pulsiones, cuya meta
original es siempre sexual (si bien puede ser «desexualizada» secundariamente, lo que implicaría
siempre una renuncia o compromiso y un esfuerzo para canalizarla de manera diversa). La mente
es un sistema cuyo equilibrio resulta del conflicto entre tendencias o instancias opuestas: se trata
de fuerzas o pulsiones (‘energía psíquica profunda que orienta el comportamiento hacia un fin y se
descarga al conseguirlo’). Esta energía que opera en la dialéctica interna de la psique se la
llama libido.

ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOSEXUAL (Sigmund Freud)


Postula que un persona tiene que llevar acabo una serie de tareas desde la infancia hasta la edad adulta,
con el fin de alcanzar la salud psicológica. Freud asociaba cada una de las etepas del desarrollo
psicosexual, con una parte de la anatomía, así como las funciones psicológicas y fisiológicas.

LIBIDO: energía o impulso psíquico relacionado con el instinto sexual.

Etapa oral (del nacimiento a los 12 o 18 meses)

Los bebés en la etapa oral son "todo boca". En esta etapa, la alimentación principal fuente de placer,
debido a que estimula la boca, los labios y la lengua. Esta estimulación puede provenir también de los
dedos, de los chupes de entretención y de cualquier cosa que los bebés puedan meter en la boca. Los
infantes obtienen primero gratificación al chupar y tragar y luego, después de que sus dientes brotan, al
morder y masticar.

Los recién nacidos están gobernados por esa parte de la personalidad presente en el nacimiento
que Freud llamó el ello; el ello contiene impulsos instintivos y funciona sobre la base del principio del
placer, que procura inmediata. El yo, que se desarrolla más tarde, funciona sobre la base de la realidad,
descubriendo formas aceptables y realistas para obtener gratificación. El yo ayuda a los bebés a manejar
las demoras inevitables de la vida en darles lo que desean.

Freud sostenía que los bebés que recibían muy poca o demasiada gratificación durante cualquier etapa
del desarrollopsicosexual pueden fijarse o estancarse en tal etapa; luego continuarán intentando resolver
tal etapa en el la vida. Así, las personas cuyas necesidades orales no fueron satisfechas pueden comerse
las uñas y pueden desarrollar personalidades mordazmente criticas. Aquellos que reciben mucha
satisfacción en la etapa oral no desean pasar a la siguiente etapa, pueden volverse comedores o
fumadores compulsivos o simples "glotones" de todo lo que ven.

Debido a que el bebé en la etapa oral es totalmente dependiente de la madre Freud creía que un cuidado
maternal no apropiado en este momento podría conducir a una personalidad dependiente. En los
momentos de tensión, una persona así anhelaría regresar a la cuna o al vientre para obtener cuidados.

Etapa anal (12-18 meses a los 3 años)


Durante la etapa anal, la principal zona de gratificación cambia de la boca al ano y al recto. Los niños
que empiezan a caminar encuentran placentero el movimiento de sus intestinos y la forma como se
maneje el entrenamiento determina la solución de esta etapa. Es la primera vez que los niños demoran la
gratificación mediante la regulación de una necesidad instintiva.

La personalidad "anal", según Freud, se moldea por las actitudes de la madre y por las prácticas de ir al
baño. Si éstas son muy estrictas y severas el niño puede retener las heces, sufrir de estreñimiento y
eventualmente volverse una persona pedante, obsesivamente precisa y atada a cumplir horarios y
rutinas. O un niño que considera las heces como un regalo para los padres, puede crecer y volverse
acaparador de posesiones o puede identificar el amor con el hecho de otorgar objetos materiales.

Etapa fálica (o genital temprana) (de los 3 y medio a los 5 o 6 años)


Las diferencias corporales entre niños y niñas, y adultos y niños fascina a los pequeños. Ellos quieren
averiguar de dónde vienen los bebés y aprender sobre el acto sexual de los adultos. Freudexplica
diciendo que el lugar de] placer biológico o de la boca y el ano al área genital; llamó a la primera
infancia etapa fálica ( de la palabra phallo, que significa pene), y planteó que en esta etapa los niños
están influidos por un vínculo sexual a su madre, y las niñas a su padre.

*El complejo de Edipo

Este apego de un niño a su madre es paralelo al complejo de Electra, el apego de una niña a su padre
(que se trata más adelante). Las dos situaciones producen una angustia notable, la cual, creía Freud, se
debía tratar. Para resolver estos conflictos, sostenía, los niños llegan a identificarse con el padre del
mismo sexo, promoviendo el desarrollo de sus identidades como hombres o mujeres.
Freud basaba el término complejo de Edipo en un antiguo mito griego. De acuerdo con este mito,
cuando Edipo nació un oráculo profetizó que el niño crecería para matar a su padre y casarse con su
madre. El padre de Edipo, el rey, ordenó que lo mataran pero, en vez de eso, Edipo fue llevado a un
campo lejano y posteriormente encontrado y criado por un pastor. Edipo creció sin saber su origen, y
realmente mató a un hombre sin darse cuenta de que era su padre; después se casó con la reina viuda sin
imaginar nunca que era su madre. Al saber la verdad, Edipo se quitó los ojos y se exilio. Freud dio el
nombre de este trágico héroe a su concepto de que cada niño pequeño se enamora de su madre y tiene
pensamientos asesinos hacia su padre.

De acuerdo con la teoría freudiana, el amor de un niño de tres a seis años por su madre es enorme y,
decididamente, tiene insinuaciones sexuales, lo cual pone así al niño en competencia con su padre. De
manera inconsciente, el niño quiere tomar el lugar de su padre, pero reconoce el poder de éste. El niño
está atrapado entre sentimientos conflictivos -por un lado, afecto genuino por su padre y, por el otro,
hostilidad, rivalidad y miedo de lo que él le pueda hacer-. Cuando se da cuenta de que las niñas no
tienen pene, imagina que algo les ha pasado, y su angustia sobre los sentimientos por su madre y su
padre lohacen temer que será castrado por éste. Esta es la angustia de la castración. Temeroso, reprime
los sentimientos sexuales por su madre y la hostilidad hacia su padre, cesa de tratar de rivalizar con este
último y empieza a identificarse con él.

*El complejo de Electra

Otro mito griego narra la historia del asesinato de un rey por su esposa, infiel y su amante, y la de
Electra, la hija del rey quien, con su hermano, mata a la madre para vengarse de la muerte del padre. El
complejo de Electra es el deseo de una niña por su padre y el miedo a su madre. Debido a que está
situación vuelve ansiosa a la niña, ella finalmente alcanza en forma indirecta la relación deseada con su
padre, identificándose con su madre.

*La envidia del pene

Freud creía que una fuerza motivante principal en la mujer es la envidia del pene, el deseo de una niña por
ese órgano tan visible que ella no tiene. Según Freud, una niña no puede ganar. Si ella sucumbe a la envidia
del pene, de manera inconsciente guardará la espera de tener uno para sí misma y volverse un hombre; si
rechaza su envidia, esa negación puede causar neurosis en la edad adulta. De cualquier manera, el1a se siente
inferior y es probable que se torne celosa y se vuelva en contra de su madre quien culpa por su falta de pene.
Finalmente, una muchacha normal cambia su deseo de un pene por el deseo de un niño y está más satisfecha
con el de un hijo, cuya llegada garantiza en forma indirecta, su deseo por un pene.

*Desarrollo del superyó

Con una solución exitosa del complejo de Electra y de Edipo a cinco o seis años, los niños desarrollan
el superyó el aspecto de la personalidad que representa los valores e ideales sostenidos por sus padres y
otros consejeros sociales. El desarrollo delsuperyó ocurre a través de la introyección, el cual un niño se
identifica con el padre del mismo sexo e integra lo morales de ese padre.

El superyó tiene dos aspectos: (1) el yo ideal (los "debo": comportamiento al que aspiramos, por el que
somos recompensados y nos sentimos orgullosos y (2) la conciencia (los "no debo": comportamiento por
el que somos castigados, por el que nos sentimos culpables y del que nos avergonzamos).
El superyó busca la perfección, trata de prevenir al ello de actuar de acuerdo con sus impulsos,
particularmente cuando son sexuales o agresivos. El yo, entonces, tiene que mediar entre los dos para
encontrar placer para el ello mientras se acomoda a las demandas morales del superyó.

A través del superyó, el cual opera en forma inconsciente, los niños incorporan conceptos de correcto e
incorrecto de manera que pueden controlar sus comportamientos en vez de valerse del control de otras
personas, principalmente sus padres. Freud creía que las niñas no podían ser tan morales ya que, debido
a que no tienen miedo de la castración, no desarrollan un superyó tan firme.

En la primera infancia, el superyó es rígido. La hija de padres que valoran la limpieza, por ejemplo,
puede desear cambiarse la ropa seis veces, para complacerlos. Con la madurez el superyó se vuelve más
realista y flexible, y le permite a la gente funcionar de acuerdo con principios más elevados mientras
considera, también, su propio interés.

ETAPA PSICOSEXUAL LATENTE (de los 6 a los 12 años)


Se considera a ésta, un periodo de descanso entre la etapa fálica y la genital.
No hay zona de cuerpo erógena.

ETAPA PSICOSEXUAL GENITAL ( de los 12 años en adelante)


La última de las etapas psicosexuales de Freud, que tiene su comienzo en la pubertad y en
cuyo transcurso madura la sexualidad y predispondría a la persona a buscar placer a través del contacto
sexual con otros.

Etapas psicosexuales de Freud: desarrollo de la sexualidad


Pulsiones y libido
Un concepto psicoanalítico de gran importancia es el de pulsión. Este concepto hace referencia a las
fuerzas internas e innatas de las personas que dirigen los pensamientos y conductas.

Las pulsiones pueden ser de autopreservación, que comprenden la respiración, alimentación y excreción,
entre otras. Y las pulsiones sexuales, en cuyo caso, las denomina, libido.

Zonas erógenas en la teoría psicoanalítica


Las zonas erógenas son aquellas zonas especialmente sensibles a la estimulación erótica. En esta teoría
son zonas erógenas, los genitales, la boca y el ano.
La teoría de la sexualidad de Freud es mucho más extensa, pero podría resumirse en que los seres
humanos desarrollan su sexualidad a través de unas etapas. Cada una de estas etapas debe superarse para
pasar a la siguiente de la forma más sana posible. Para ello, habrá que superar un conflicto.

Las personas que no consiguen superar algunos de los conflictos desarrollarán una sexualidad inmadura.
Cada una de estas etapas marcará también el desarrollo de la personalidad adulta.

Etapa oral (0-1 año)


Esta etapa es característica por la vivencia del placer a través de la boca. Es a través de la succión donde
el bebé encuentra su satisfacción. Cuando no succiona se frustrará y será este el conflicto que tendrá que
superar.

El final de esta etapa estará marcado por el destete, donde el bebé pasará su centro de placer al ano.

Etapa anal (2-3 años)


Esta etapa comprende el periodo entre el segundo y cuarto año de vida. Está marcada por el desarrollo
del placer a través de la expulsión de los excrementos y la orina. Este placer se obtiene al eliminar la
tensión que produce la retención.

Aprender a controlar los esfínteres urinarios y rectal, será necesario para superar esta etapa. La teoría
psicoanalítica relaciona estos conceptos con los de autoridad y rebeldía. Cuando el niño no desea
aprender a controlar los esfínteres, dejándose llevar así por el placer inmediato, será rebelde.

El control de esfínteres supondrá el final de la etapa y el niño alcanzará así, el autocontrol.

Etapa fálica (4-5 años)


Esta etapa comprende el cuarto y quinto año de vida. Es en esta edad cuando los niños comienzan
a explorar sus genitales, tocándose y obteniendo placer con ello (nada tiene que ver con el placer sexual
adulto). Es en esta edad cuando descubren que existen dos sexos diferentes (los papás tienen pene y las
mamás no tienen) y cuando surgen las preguntas sobre el origen de la vida.

Durante esta etapa, quizás la más importante de la teoría, los niños deben superar dos grandes
complejos: el complejo de Edipo y el Complejo de Electra.

Estos complejos suponen que los niños en esta edad se “enamoran” del progenitor de distinto sexo,
desarrollando cierta competencia con el otro progenitor para conseguir la mayor atención por parte de la
persona amada.

El complejo de Edipo proviene de la mitología griega, en la cual Edipo mata a su padre, para poseer así
el amor de su madre.

En este caso, el niño centra como primer objeto de amor a su madre, y su padre se interpone en su
camino. El niño sentirá deseos de eliminarle pero el miedo que eso le produce, hace que supere dicho
complejo, cesando así la necesidad de poseer a su madre. Este miedo le viene, de la interpretación que
hace el niño de los genitales masculinos y femeninos. El niño supone que su madre no tiene pene porque
ha sido castigada por su padre. Siente miedo de enfrentarse a él porque no quiere que le ocurra lo
mismo.

Superar esta etapa supondrá que el niño sea capaz de reprimir ciertos deseos incestuosos y que pueda
identificarse con su padre.
El complejo de Electra es la versión femenina del complejo de Edipo. En este caso, las niñas también se
enamoran primeramente de su madre. Pero las niñas descubren que ni ellas ni las madres tienen pene,
pero su padre sí. La interpretación que hacen las niñas de esto, es que su madre la castigó sin tener pene,
lo cual hará que comience a rivalizar con ella, y aumente el amor por su padre.

El miedo a perder el amor de la madre debe ser superior a la ansiedad de castración (así se llama en
teoría psicoanalítica a la ansiedad que sienten las niñas cuando descubren que no tienen pene). Si este
miedo es mayor, la niña se acabará identificando con la madre y se resolverá el conflicto.

La superación de esta etapa tiene que ver con la adquisición de valores morales que provienen de la
identificación con el progenitor del mismo sexo.

Etapa de latencia (6 años – pubertad)


Durante esta etapa, la pulsión sexual queda latente o dormida. Esto significa que durante este período los
niños y las niñas se centrarán en otros aspectos de su desarrollo, como puede ser el aprendizaje de
destrezas y las relaciones personales con niños del mismo sexo principalmente.

Etapa genital (a partir de la pubertad)


En esta etapa, el preadolescente comenzará a sentir impulsos sexuales hacia su zona genital. En este
caso, estará centrado hacia la satisfacción de un placer heterosexual.

La teoría psicoanalítica dice que cuanta menos pulsión sexual se haya quedado fijada en etapas
anteriores, mejor se vivirá la vida sexual adulta.

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