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2.2.

Materiales y Equipos de uso en el laboratorio

Es muy importante que los materiales y equipos de uso común en el laboratorio se


identifiquen por su nombre correcto y uso específico que tiene cada uno, pero más
importante es saber manejarlo correctamente en el momento oportuno, teniendo en cuenta
los cuidados y normas especiales para el uso de aquellos que así lo requieran.
(Ángel, 2012)

1. MATERIAL DE VIDRIO

El instrumental de vidrio usado para realizar investigaciones o reacciones químicas debe ser
fabricado con materiales resistentes a la acción de los agentes químicos. El vidrio corriente
no sirve para la fabricación de instrumentos de laboratorio por ser muy frágil y vulnerable a
los agentes químicos y físicos. Por tal razón se construyen de cristal de vidrio, pudiendo ser
este de vidrio grueso o delgado. (Ascencio, 2009)

2. MATERIAL DE PORCELANA

También se fabrican instrumentos de porcelana por ser más resistentes que el vidrio y se
usan por lo general, cuando se van a someter sustancias a elevadas temperaturas, cuando
es necesario triturarlas o evaporarlas completamente.

3. MATERIAL DE PLASTICO

Así como los materiales se fabrican de vidrio y porcelana también se encuentran de plástico
elaborados con polímeros resistentes a ácidos, solventes orgánicos e hidróxidos.

4. MATERIAL DE METAL Y MADERA

Se usan generalmente como medio de soporte y para manipular con facilidad otros objetos.

Principales materiales equipos usados en el laboratorio


Nombre Uso Instrumento

Se utiliza para disolver sustancias,


Vaso de calentar líquidos y recoger filtrados
precipitación

Se utiliza para calentar líquidos,


con poca perdida de evaporación,
Matraz Erlenmeyer hacer titulaciones y recristalizar un
sólido.

Se utilizan principalmente para


realizar síntesis orgánicas. Por su
forma producen corrientes de
Balón esférico convección del líquido y esto hace
que el calentamiento sea más
controlado
Se utiliza para filtraciones al vacío
Matraz Kitazato con bomba de succión. Principal
uso es separar sustancias

Se utiliza para calentar líquidos


Balón fondo plano con poca perdida de evaporación y
para construir generadores de
gases.

Nos permite medir una cantidad


determinada. Se emplean en
Fiola o matraz operaciones de análisis químico
aforado cuantitativo, para preparar
soluciones de concentraciones
definidas

Es un instrumento volumétrico que


consiste en un cilindro graduado
Probeta de vidrio que permite contener
líquidos y sirve para medir
volúmenes de forma aproximada

Se emplea para titular soluciones,


Bureta añadiendo volúmenes regulados
se llena y se enrasa manualmente.

Pipeta Mide con precisión volúmenes


variables de líquidos

Sirve para condensar líquidos.


Aparatos formados por dos tubos
Refrigerantes concéntricos entre los cuales
circula una corriente de agua fría
que provoca la condensación de
los vapores que circulan por el
interior del tubo

Embudo de vidrio Se utilizan para filtrados y


trasvasar líquidos de un recipiente
a otro
Embudo de
decantación o Se utiliza para separar líquidos
separación Inmiscibles de sustancias

Sirve para separar sustancias por


Balón de destilación su punto de ebullición

Nos permite contener sustancias


Luna de reloj para poder pesarlas o para
convertirlas en polvo o en
partículas más pequeñas

Se utilizan para calentar pequeñas


Tubos de ensayo cantidades de líquidos, y hacer
ensayos a pequeña escala

Nos permite medir la


Alcoholímetro concentración de alcohol de una
solución

Densímetro Nos permite determinar la


densidad de un líquido al
sumergirse en una solución dada

Equipo de Consta de un soporte universal, un


decantación aro con una nuez que sostiene la
pera de decantación. Nos permite
filtrar sin la necesidad de tenerlo
en las manos

Sirve para evitar quemaduras, nos


Tenaza permite sostener los matraces,
vasos de precipitación que pueden
estar calientes
Sujetador o Se anexa a la varilla del soporte
agarradera universal para sostén las vasos o
matraces respectivos

Se emplea para triturar, pulverizar


Mortero de sólidos
porcelana

Se inserta a la varilla del soporte


Nuez universal para poder insertar una
tenaza o un aro

Sirven para colocar embudos y


Aro balones de separación.

Nos muestra el soporte universal


Equipo de titulación con el dispositivo plástico
determinado para sujetar la pureta,
nos permite analizar junto con un
matraz la operación de titulación

Pisetas Se emplean para lavar


precipitados y transferirlos a otro
recipiente.

Es utilizado sobre el mechero de


Trípode y rejilla alcohol o gas para calentar
metálica sustancias

Sirve para medir las temperaturas,


Termómetro formados por un tubo de vidrio
capilar cerrado, en la parte inferior
a modo de pequeño deposito que
contiene un líquido (alcohol
coloreado o mercurio) que permite
medir en una escala los grados de
temperatura
Balanza digital Es un instrumento usado en el
análisis cuantitativo, para
determinar la masa de sólidos y
líquidos

Papel filtro Para la filtración

Cambia de color al detectar una


Papel tornasol sustancia ácida o base

Determinan si es acido o básica,


Papel indicador indican el pH, aportan el valor
cuantitativo de una solución

Sirve para calentar sin llama, evitando


Cocina eléctrica la combustión espontánea de
compuestos gaseosos inflamables

Balanza de triple Es la que se utiliza para medir una


brazo masa con medidas exactas
13. CUESTIONARIO

13.1 Consultar la norma NTP 478 y NTP 479.

NTP 478: Prevención del riesgo en el laboratorio químico: reactividad de los


productos químicos (I)

Redactor: Xavier Guardino Solá

Doctor en Ciencias Químicas

CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO

Una manipulación característica a la que se someten los productos químicos en el


laboratorio es su transformación mediante una reacción química que se suele llevar a cabo
en base al control de una serie de parámetros que afectan su desarrollo: concentración de
los reactivos, presión, temperatura, disolventes, catalizadores, etc. No hay que olvidar, sin
embargo, que hay casos en los cuales no se conocen los parámetros adecuados a aplicar o
bien existe la posibilidad de la aparición de reacciones secundarias no previstas. En la
presente NTP se exponen resumidamente las bases para el establecimiento de la
reactividad de un producto químico y del desarrollo de una reacción.

Reacción química

Una reacción química es una rotura de enlaces entre átomos o iones, seguida de una
reorganización de enlaces diferentes dando lugar a nuevas especies químicas.

En las condiciones propias en que se realiza la reacción, el cambio de enlaces del sistema
químico conduce siempre a un sistema más estable. Una reacción no es posible si no va
acompañada de una variación de entalpía libre negativa, lo que en principio permite estimar
las características de la reacción.

Factores fisicoquímicos que afectan a las reacciones químicas

Enlaces químicos

La estabilidad de un compuesto químico en unas condiciones determinadas depende


únicamente de la resistencia de los enlaces químicos entre los átomos o los iones de los
que está formado.

En el caso de la unión de átomos (enlace covalente), ésta tiene lugar por intercambio o
compartición de un par de electrones (enlaces); si se trata de dos pares, el segundo será un
enlace de tipo π. Las moléculas con enlaces tipo πson más rígidas y más reactivas por ser
estos más frágiles que los σ. Lo mismo ocurre con los triples enlaces (enlace δ). Si existen
enlaces dobles separados por enlaces simples se produce el fenómeno de resonancia, lo
que hace aumentar la estabilidad de la molécula.

Es el caso del benceno y de los compuestos aromáticos en general.

Cuando se trata de una unión de iones (enlace iónico), cada ión está rodeado de otros iones
de signo contrario, formando un entorno que es rígido en los sólidos y móvil en los líquidos y
soluciones. Los átomos susceptibles de transformarse en iones dan lugar a reacciones
muchas veces violentas (sodio o flúor con agua), al igual que soluciones acuosas de
compuestos iónicos de cargas contrarias, como ácidos fuertes frente a bases fuertes.
La mayoría de compuestos están formados por enlaces mixtos, siendo raras las uniones
puramente covalentes o puramente iónicas.

El HF, por ejemplo es iónico en un 60%, mientras que el HI lo es solamente en un 5%. El


porcentaje depende de las cargas de los iones, del tamaño del catión y del anión y, en
consecuencia, de la polarización de la molécula, lo que afectará a la reactividad de la
misma. Si es un disolvente, afectará también a la reactividad de diferentes compuestos que
se hallen en solución

Otro aspecto a considerar es la longitud de los enlaces, que disminuye con el número de los
mismos. La fragilidad aumenta con la longitud. Si tiene lugar una excitación aumenta la
longitud y la fragilidad. En la tabla 1 se dan las longitudes de algunos enlaces característicos

Otra cuestión a considerar en este aspecto es el tamaño del átomo que también influye en la
longitud del enlace y en consecuencia en su fragilidad. En los halógenos, la solidez de sus
enlaces con el carbono disminuye con el tamaño del átomo:

C - F > C - Cl > C - Br > C - I

La rotura del enlace iónico tiene lugar de distintas maneras: por fusión, por disolución o por
reacción entre compuestos iónicos. Las dos últimas pueden dar lugar a reacciones violentas,
como la solubilización de hidróxido sódico en agua y la neutralización de un ácido por una
base. La rotura del enlace covalente puede ser heterolítica (el par de electrones va a parar a
uno de los dos átomos obteniéndose iones de signos opuestos muy reactivos) u homolítica
(cada uno de los átomos recupera uno de los dos electrones del par), obteniéndose dos
radicales también muy reactivos. Tanto los iones como los radicales formados reaccionan
con las diferentes especies químicas presentes.

Energía de activación

Se llama energía de activación a la cantidad mínima de energía capaz de iniciar una


reacción. Sin esta energía la reacción no tiene lugar. La energía de activación es débil para
las reacciones de tipo iónico y mucho más elevada para las reacciones covalentes. Ello
explica que la mayor parte de las reacciones iónicas transcurran a baja temperatura y
velocidad elevada.
Desarrollo de las reacciones químicas

Una reacción química tiene lugar a través de una serie de etapas intermedias, con formación
de especies químicas de vida muy corta (10-10 segundos). Algunas de estas etapas son
reacciones de equilibrio que pueden frenar el desarrollo de la reacción.

Los mecanismos de las reacciones suelen ser complicados. El de las iónicas es una
transferencia de electrones seguida de la aparición de nuevos iones o de la formación de un
compuesto insoluble. En el de las covalentes, intervienen productos intermedios muy
inestables y reactivos, correspondiendo el máximo de la energía de activación a la formación
de asociaciones de moléculas en forma de complejos transitorios. Un ejemplo de reacción
aparentemente simple, que es muy compleja, es la del oxígeno con el hidrógeno para formar
agua. Esta reacción implica muchas etapas con formación de diferentes radicales.

Los catalizadores, los inhibidores y el propio disolvente de la reacción, como se comentará


más adelante, se utilizan para facilitar o controlar el desarrollo de las reacciones químicas.

Los catalizadores son compuestos que contienen átomos con centros activos que participan
en el ciclo de la reacción, aunque permanecen inalterados. Hacen más rápido el desarrollo
de la reacción química y disminuyen la energía de activación. Aunque normalmente la
presencia de un catalizador en una reacción química corresponde a una acción voluntaria,
hay muchos casos descritos en los que han ocurrido reacciones violentas por la presencia
de pequeñas impurezas que han actuado como catalizador, o porque los propios productos
de la reacción actúan como tales.

El inhibidor se añade a ciertos productos químicos o a mezcla de ellos para evitar que tenga
lugar una reacción química o una aceleración de la misma. Es habitual la adición de un
inhibidor a los compuestos autooxidables para impedir la reacción de descomposición.

Concentración de los reactivos

La velocidad de una reacción está también en función de las concentraciones o presiones


parciales de los reactivos, aumentando al hacerlo éstas.

Cuando se trata de reacciones entre gases se puede aumentar la seguridad del sistema
trabajando a presión atmosférica o, incluso, a vacío parcial, y también reduciendo la presión
parcial de los reactivos mediante la introducción de un gas inerte sin variar la presión total.

En medio líquido es muy conocido el efecto de la concentración de los reactivos.


Reacciones entre ácido y base, o de ácidos frente a ciertos compuestos orgánicos,
presentan una evolución totalmente ligada a la concentración de los reactivos. En medio
acuoso, el efecto de la dilución en la velocidad de reacción no presenta alteraciones
significativas. En medio no acuoso, aparte del efecto de la dilución en la velocidad de
reacción, hay que considerar también el producido por el cambio de disolvente. La velocidad
de reacción de la trietilamina con el ioduro de etilo, por ejemplo, varía en la proporción
1/1000/50000 según se emplee como disolvente ciclohexano, benceno o nitrobenceno. Este
aspecto debe ser tenido en consideración al cambiar el disolvente o al cambiar uno de los
reactivos para realizar una reacción equivalente (con los mismos grupos químicos, por
ejemplo). También existe la posibilidad decontrolar la reacción adicionando productos
capaces de aumentar la viscosidad del medio, dificultando así los intercambios moleculares.
En el caso de los reactivos sólidos se puede equiparar la concentración al estado de división
de los mismos, aumentando con éste su reactividad. Los catalizadores e, incluso, los
metales finamente divididos son capaces de generar reacciones especialmente violentas,
incluyendo inflamaciones y explosiones. No hay que olvidar, por otra parte, que polvos de
sustancias orgánicas combustibles pueden formar mezclas peligrosas con el aire. La
manipulación y almacenamiento de estas sustancias pulverulentas en atmósferas inertes y
en suspensión en líquidos también inertes es la técnica habitual empleada para prevenir
reacciones inesperadas

Temperatura

La temperatura juega un papel muy importante en la velocidad de las reacciones. La


constante de la velocidad de reacción sigue una ley exponencial:

k = A e-E/RT (ley de Arrhenius) donde:

A: factor de potencia

E: energía de activación

R: constante de los gases perfectos

Aproximadamente, una elevación de temperatura de 10 °C aumenta la velocidad de


reacción en 2 ó 3 veces. Tanto en los laboratorios como en las plantas piloto, no debe
olvidarse que las reacciones exotérmicas efectuadas bajo control, pero a temperaturas
demasiado bajas, pueden iniciarse de manera retardada, acelerándose peligrosamente. Es
deseable que una reacción exotérmica libere rápidamente su energía térmica de manera
que ésta pueda ser absorbida inmediatamente por un dispositivo de refrigeración apropiado.

Energías electromagnéticas

También las energías electromagnéticas, en función de su longitud de onda, pueden excitar


los electrones y modificar el estado de una molécula. Los rayos infrarrojos sólo se emplean
normalmente como calefactores; la longitud de onda visible, ya suele ser más activa,
mientras que la ultravioleta se emplea ya directamente como activador de reacciones siendo
capaz de roturas de enlaces y los rayos X y γ son aún mucho más energéticos.

Golpes y rozaduras

Los golpes y rozaduras, finalmente, también provocan la compresión de los átomos y


aumentos de temperatura que pueden iniciar de forma violenta una reacción. En este
sentido, las substancias cristalizadas son, en general, más sensibles que en solución.

Energía liberada por las reacciones

La energía de enlace es la energía necesaria para romper un enlace químico entre dos
átomos, por lo que la consideración de las energías de enlace de un compuesto puede dar
una idea de la estabilidad. En la tabla 2 se dan las energías de algunos enlaces
característicos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la energía total de una molécula
no es exactamente la suma de las energías de todos los enlaces a causa de las
interacciones atómicas debidas al carácter parcialmente iónico de los enlaces.
Previsión de las reacciones químicas

La previsión de las reacciones químicas es una tarea difícil por la cantidad de parámetros
que se ponen en juego. El conocimiento previo de la reacción es el primer paso, aunque
muchas veces no sea posible por tratarse de una nueva síntesis. Aspectos complementarios
a las consideraciones de tipo fisicoquímico realizadas en el apartado anterior son el
conocimiento del nivel de reactividad de los grupos químicos, el balance de oxígeno y el
cálculo termodinámico del nivel de riesgo.

Examen de los grupos químicos de las moléculas

Cuando se conoce la fórmula química de un compuesto, el examen de los grupos químicos


que lo constituyen puede dar una idea bastante aproximada de su reactividad.

En la tabla 3 se citan grupos químicos de manifiesto carácter inestable


Balance de oxígeno

Ciertas sustancias pueden sufrir una combustión completa o parcial incluso en ausencia de
aire, si su contenido en oxígeno es elevado. El carbono y el hidrógeno de la molécula se
transforman en dióxido de carbono y agua. Si la molécula contiene además nitrógeno, este
se libera en forma de N2. Si contiene un halógeno, este se libera en forma de halogenuro de
hidrógeno. Si se supone una molécula CxHyOzNpXq, el balance de oxígeno viene dado por:

Si B0 < 0, hay defecto de oxígeno y combustión incompleta; si B0 ≥ 0, la combustión puede


ser completa. El dinitrato de etilenglicol, por ejemplo, tiene un balance de oxígeno igual a 0,
mientras que el de la trinitroglicerina es 0,5. El cálculo del balance de oxígeno permite, pues,
conocer el comportamiento de un compuesto durante su combustión, en un incendio, por
ejemplo. Una sustancia con un B0 nulo no podrá ser apagada con dióxido de carbono. Sólo
un extintor de agua será efectivo.

Cálculo termodinámico del nivel de riesgo

Puede establecerse un nivel de riesgo relativo al carácter inestable de un producto o de una


reacción a partir de datos termodinámicos conocidos o medidos de los elementos, grupos
químicos o moléculas que constituyen el producto o los reactivos (ver la NTP-302). La
entalpía libre de formación (δGf) se calcula mediante la fórmula:

δGf = δHf -T δSf

Donde δSf es la entropía de formación y δHf es la entalpía de formación. Un valor muy


negativo de δGf revela un producto muy estable o una reacción muy exotérmica. En la tabla
4 se dan algunos ejemplos.

Otros parámetros termodinámicos a tener en cuenta son: la entalpía de descomposición


(δHd), utilizable para los compuestos de los que se sospecha que pueden descomponerse
espontáneamente bajo el efecto de un choque o del calor, la entalpía de combustión (δHc),
que es interesante compararla con la anterior en el caso de las sustancias explosivas y el
calor específico a presión constante (Cp), que se emplea para calcular las entalpías o las
entropías a diferentes temperaturas.

La diferencia negativa entre la entalpía libre de formación de dos sustancias (-δGf) mide su
afinidad química. Debe recordarse, sin embargo, que no existe relación entre la afinidad y la
velocidad de reacción. Una reacción muy exotérmica (∆G << 0) puede ser metaestable y en
consecuencia no tener lugar si la energía de activación no se alcanza. Ya se han comentado
los factores capaces de aportar esta energía: elevación de la temperatura, de la presión o la
concentración, choque, rozamiento, radiaciones electromagnéticas, acción de un catalizador
o de un solvente.

NTP 479: Prevención del riesgo en el laboratorio químico: reactividad de los


productos químicos (II)

Redactor: Xavier Guardino Solá

Doctor en Ciencias Químicas

CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO

En la presente NTP, continuación de la 478, se resumen diferentes aspectos relacionados


con la inestabilidad y la reactividad de los productos químicos desde el punto de vista de su
utilización y almacenamiento en los laboratorios; se exponen ejemplos de cada uno de ellos
y se efectúan unas recomendaciones generales, desde el punto de vista preventivo, para la
preparación y el desarrollo en el laboratorio de aquellas reacciones consideradas como
peligrosas.

Introducción

La reactividad de los productos químicos es un concepto relacionado tanto con sus


características intrínsecas de peligrosidad como con las de sus condiciones de
manipulación.

En este sentido, se relacionan una serie de características de peligrosidad de los productos


químicos y se comentan desde el punto de vista de su manipulación y almacenamiento. La
reactividad se contempla desde las siguientes perspectivas:

● Compuestos que reaccionan violentamente con el agua

● Compuestos que reaccionan violentamente con el aire

● Incompatibilidad

● Reacciones peligrosas con los ácidos

● Formación de peróxidos

● Reacciones de polimerización

● Reacciones de descomposición
Compuestos que reaccionan violentamente con el agua

Debe procederse con especial cuidado con las substancias que presentan reacciones
violentas con el agua, tanto por aumento de temperatura como por desprendimiento de
gases o vapores inflamables o tóxicos, ya que ello implica una manipulación,
almacenamiento y eliminación diferenciada. En la NTP-237 se estudian detalladamente este
tipo de reacciones peligrosas. Ejemplos de substancias que reaccionan violentamente con el
agua se dan en la tabla 1.

Compuestos que reaccionan violentamente con el aire

Se trata de substancias cuyo mero contacto con el oxígeno del aire genera o puede generar
al cabo del tiempo su inflamación espontánea. En algunos casos puede influir también el
nivel de la humedad del aire. En la tabla 2 se dan algunos ejemplos.
Incompatibilidad

Otro aspecto a señalar es el de aquellas substancias de elevada afinidad cuya mezcla


provoca reacciones violentas, tanto por calentamiento, como por emisión de gases
inflamables o tóxicos. Este aspecto es especialmente importante considerarlo en su
almacenamiento, que se ha de realizar separadamente (ver NTP-432). En la tabla 3 se dan
casos generales y en la tabla 4 se presentan ejemplos específicos.
Reacciones peligrosas con los ácidos

La adición de ácidos a efectos de reducir el pH de un medio o simplemente para limpieza,


debe realizarse conociendo previamente si existe incompatibilidad entre los componentes
del medio y el ácido adicionado. En la tabla 5 se relacionan una serie de ejemplos de
reacciones peligrosas de los ácidos

Formación de peróxidos

Dentro del grupo de sustancias que pueden sufrir una evolución, es un ejemplo la formación
de peróxidos, que en ciertos casos pueden explosionar violentamente. Su presencia se
puede detectar de una manera muy sencilla mediante la aplicación del test de detección de
peróxidos: a 10 ml de la muestra, añadir 1 ml de una solución acuosa al 10% de KI
recientemente preparada. Si aparece una coloración amarilla estable, debida a la liberación
de yodo, se puede dar por confirmada la presencia de peróxidos. La adición de algunas
gotas de ácido favorece la reacción. En caso de resultado positivo, es necesario eliminar los
peróxidos columnando el producto a través de alúmina activada, tratándolo con solución
acuosa ácida de sulfato ferroso o con hidruro de litio y aluminio. En la tabla 6 se presenta
una lista de grupos de substancias que forman fácilmente peróxidos. Aunque la mayoría
suelen comercializarse con estabilizantes, debe tenerse en cuenta que si han sido
manipuladas (destilación, extracción) puede haberse eliminado el estabilizante.
Reacciones de polimerización

Algunos monómeros pueden polimerizarse rápidamente provocando una explosión o rotura


de los frascos: acetato de vinilo, acroleína, acrilonitrilo, 1,3-butadieno, óxido de etileno,
estireno, etc. La polimerización puede tener lugar por calentamiento, exposición a la luz,
impurezas ácidas o metálicas, choques, etc. El almacenamiento de monómeros debe
realizarse en pequeñas cantidades, conteniendo estabilizadores o inhibidores de
polimerización y lejos de productos susceptibles de liberar trazas de ácidos y bases.

Reacciones de descomposición

El almacenamiento prolongado de productos inestables entraña la posibilidad de su


descomposición que, en ciertas circunstancias, como choque, calentamiento o
desplazamiento simple, puede generar una explosión. Los amiduros alcalinos y ciertas sales
de diazonio se pueden incluir dentro de este grupo de productos. El cloruro de aluminio, por
otra parte, acumula el ácido formado por descomposición a causa de la humedad absorbida
a lo largo del tiempo. Cuando se abre el recipiente, puede ocurrir la rotura del mismo y la
proyección de su contenido.

La apertura de un recipiente que ha permanecido largo tiempo cerrado sin usarse es una
operación que debe realizarse con precauciones, especialmente, la apertura de frascos
esmerilados cuyo tapón haya quedado trabado. Los productos líquidos inestables es
recomendable guardarlos en ampollas selladas.

Medidas preventivas para llevar a cabo reacciones químicas peligrosas

Si la reacción que se va a llevar a cabo reviste características de peligrosidad, se trata de


una reacción no descrita previamente, existe la posibilidad de la aparición de reacciones
secundarias peligrosas o los parámetros para su control deben ser fijados de manera muy
precisa, debe procederse de manera cuidadosa con la preparación y desarrollo de la misma,
tomando las medidas preventivas adecuadas entre las que cabe citar:
No realizarla nunca sin autorización del responsable del laboratorio o del proyecto y sin
recabar información al técnico de prevención del laboratorio sobre las medidas preventivas a
aplicar.

● Emplear las mínimas cantidades posibles de reactivos.

● Los procedimientos a escala micro o semimicro están hoy en día disponibles y la


sensibilidad de los métodos analíticos de separación y confirmación suele ser elevada.

● Recoger toda la información disponible sobre la reactividad y características de


peligrosidad de los reactivos y productos esperados de la misma.

● Disponer del material adecuado y suficiente para su realización, que cumpla los requisitos
técnicos necesarios.

● Llevar a cabo la reacción en una vitrina o instalación específica adecuada a los riesgos
esperables de aquella.

● Disponer de ropa de trabajo y equipos de protección personal adecuados al riesgo y de los


elementos de actuación suficientes (extintores adecuados, mantas ignífugas,
neutralizadores, adsorbentes, equipos de ventilación y respiración de emergencia, duchas y
lavaojos) en relación a los posibles incidentes y accidentes.

● Avisar al resto del personal del laboratorio de la realización de la reacción y organizar el


trabajo de tal manera que el número de personas expuestas a los riesgos ocasionados por
el desarrollo de la reacción sea el mínimo posible.

Bibliografía

BESTRATÉN, M.Reactividad e inestabilidad química: análisis termodinámico preliminar.


NTP-302 INSHT, Madrid, 1993

GUARDINO, X. et al. Seguridad y condiciones de trabajo en el laboratorio INSHT,


Barcelona, 1992

PICOT, A. Y GRENOUILLET, P. La Securité en laboratoires de Chimie et Biochimie. 2ª


Ed.Technique et Documentation Lavoisier. Paris, 1992

Ángel, M. (junio de 2012). El blog de un quimico. Recuperado el 19 de octubre de 2014, de


http://www.unquimico.com/about/

Ascencio, A. (2009). Slideshare. Recuperado el Abril de 2015, de Linkedln corporation:


http://es.slideshare.net/Shockpier/instrumentos-de-laboratorio?related=1

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