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Los términos aquí citados corresponden a la terminología descriptiva de las plantas, que

sirve para comprender las secciones de Descripción que aparecen en los artículos
sobre taxones de plantas.
La terminología normalmente comienza a conocerse con la morfología, de lo que tratará éste,
el primer artículo. La morfología de las plantas es un campo de estudio que trata sobre las
estructuras normalmente visibles a ojo desnudo o con herramientas sencillas, como una lupa
de mano, de los órganos de las plantas.1 Los términos invocan las estructuras presentes en
las plantas vasculares (helechos, gimnospermas y angiospermas), y la terminología es muy
extensa en lo que respecta a la flor de angiosperma, que es el grupo más diverso de plantas.
Normalmente los briófitos (musgos y afines), que son plantas (son embriofitas) pero con una
morfología de origen evolutivo diferente, están descriptos en un glosario aparte, como también
tienen su propio glosario las estructuras relacionadas con la reproducción y otras más
específicas de los helechosy de las gimnospermas. La morfología de alguna manera se
intergrada (se va indiferenciando a medida que se achica la escala) con la anatomía1 (o
histología2) de las plantas, que es el estudio de los tejidos y órganos a nivel celular, para lo
cual se hace uso principalmente de preparados que se visualizan en un microscopio, para los
que diseccionar el órgano idealmente embebido en un micrótomo, montarlo en un portaobjetos
y teñirlo puede ser muy consumidor de tiempo (la definición de "anatomía" es diferente en
plantas y animales3). La morfología forma la base de las descripciones taxonómicas y en
general constituye el conjunto de datos más importante en la construcción de claves de
identificación, ya que son los datos más rápidos y económicos de tomar y requieren de poca o
ninguna técnica.1 Una lectura introductoria sobre la ciencia de la morfología de las plantas se
puede encontrar en el artículo, La ciencia de la morfología de las plantas.
Los términos citados aquí son en gran parte descendientes de aquéllos usados
por botánicos y herboristas en el pasado, empezando quizás por el antiguo griego Teofrasto,
uno de los primeros en usar terminología técnica.1 Muchos términos fueron heredados de la
época del latín clásico o del griego antiguo latinizado, pero han evolucionado tremendamente
con los años: algunos fueron redefinidos, muchos fueron inventados —muchas veces en esos
mismos idiomas—, y algunos descartados con el tiempo.1 Especialmente desde la invención
del microscopio se ha modificado la terminología en forma significativa.1 El problema más
grande que puede encontrar un usuario es que no hay consenso entre autores acerca de la
definición precisa de muchos términos, por lo que, al utilizar una flora particular, debe ser
chequeado el glosario de esa flora para corroborar el uso de los términos aquí aprendidos.1
Los términos citados aquí son en gran medida derivados y clasificados, con algunas
excepciones, de Radford et al. (19744), ver también Bell (19915), citados en el capítulo de
morfología de Simpson (20051) que es la base de este artículo (ver también las
recomendaciones de Judd et al. 20076 en la sección de bibliografía).
La variabilidad es formalizada por los taxónomos en forma de caracteres "tipológicos"7 que
son puntos de anclaje del continuum de variación8 -una simplificación de la
apreciación gestalt9 del taxónomo que los utiliza, por lo que una descripción en palabras
nunca será suficiente para abarcar la variabilidad del carácter en una especie o los detalles de
cada carácter en la misma, de los que la única manera de aprenderlo es observando
ejemplares de la misma especie; pero si la descripción dispone de un glosario con los límites
de cada término morfológico claramente expresados, es importante repasarlo y extraer del
texto toda la información que se haya racionalizado sobre el taxón, porque de los atributos que
lo delimitan, los que son caracteres son una unidad evolutiva que puede tener una función o
ser una restricción que explique una parte del plan corporal del taxón.
Una aproximación morfológica normalmente visualiza a la planta como estructurada en
órganos altamente correlacionados con funciones específicas,1 de forma que a partir de la
función se establecen los límites del órgano,1 y se dividen en secciones que describen la
variabilidad encontrada en cada uno de ellos. Este artículo está dividido en tres secciones, la
introducción a los órganos de las plantas, «Estructura de la planta» y «Terminología general».
La sección de «Estructura de la planta» incluye caracteres y sus estados del carácter de
órganos y partes de la planta específicos. Sigue una sección de «Terminología general» que
lista caracteres y sus estados que pueden ser usados para describir una variedad de órganos
de las plantas. La introducción a los órganos de las plantas fue ampliada sólo en su sentido
morfológico, al estilo de Bell (19915) luego de la enumeración de los mismos, del resto, los
agregados tomados de una fuente diferente de Simpson (20051) son citados en línea, o en
letra pequeña. Los agregados provienen principalmente de Judd et al. (20076).

Índice
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 1Introducción: los órganos de la planta


o 1.1Introducción a los órganos de la planta
 2Estructura de la planta
o 2.1Hábito, duración, hábitat y distribución
o 2.2Hábito
o 2.3Raíces
o 2.4Tallos y vástagos
 2.4.1Yemas
 2.4.2Corteza (morfología)
o 2.5Hojas
 2.5.1Tipos de hojas según su patrón de división
 2.5.2Inserción de la hoja en el tallo
 2.5.3Venación de las hojas
 2.5.4Forma y márgenes de las hojas
o 2.6Flores
 2.6.1Nectarios florales y otras recompensas
 2.6.2Brácteas de la flor e inflorescencia
 2.6.3Otras definiciones de la flor
o 2.7Perianto
o 2.8Androceo
o 2.9Gineceo, carpelos, pistilos
o 2.10Inflorescencias
o 2.11Frutos
o 2.12Semillas
 2.12.1Tipo de endosperma de la semilla
 2.12.2Tipo de germinación de la semilla
 3Terminología general
o 3.1Color
o 3.2Tamaño
o 3.3Número
o 3.4Textura
o 3.5Fusión
o 3.6Forma
 3.6.1Formas tridimensionales
 3.6.2Formas bidimensionales
 3.6.3Márgenes
 3.6.4División
o 3.7Disposición
 3.7.1Posición
 3.7.2Arreglo
 3.7.3Orientación
 3.7.4Postura y prefoliación
o 3.8Superficie
 3.8.1Configuración
 3.8.2Excrecencia de la epidermis
 3.8.3Vestitura/indumento
 3.8.4Tipos de tricomas y cerdas
o 3.9Simetría
o 3.10Fenómenos temporales
 4Glosario de Cactaceae
 5Glosario de Poaceae
 6Glosario de Asteraceae
 7Glosario de Fabaceae
 8Glosario de Cucurbitaceae
 9Glosario de Arecaceae
 10Glosario de Brassicaceae
 11Glosario de Apiaceae
 12Véase también
 13Citas
 14Bibliografía
o 14.1Referencias citadas

Introducción: los órganos de la planta[editar]


Los artículos complementarios son Tracheophyta (las plantas vasculares) y sus
derivados, como Pteridophyta (helechos y afines), Spermatophyta (las plantas con
semilla) y Angiospermae (las "plantas con fruto", mal llamadas "plantas con flores").
Introducción a los órganos de la planta[editar]
Órganos de los helechos y afines: en el esporofito, raíces, tallo, hojas, y los órganos
encargados de la reproducción, en estas plantas siempre originados en las hojas, llamados
esporangios. En helechos el tallo es ancestralmente postrado, y las hojas no tienen zona
de abscisión, la intemperie eventualmente las destruye quedando los restos de su inserción al
tallo. Las raíces se originan todo a lo largo del tallo plagiótropo. El esporofito es recorrido por
sistemas de órganos, particularmente el sistema de haces vasculares. De las esporas germina
un gametofito que cuando maduro se reproduce sexualmente formando un nuevo esporofito,
que en su primer estadio (el "embrión") se desarrolla nutrido por el gametofito donde ocurrió la
fecundación.
Órganos de las gimnospermas: en el esporofito maduro, además de lo anterior, las hojas
portadoras de esporangios se encuentran en ramas especializadas llamadas flor (o
inflorescencia, rama portadora de flores), tanto si están estructurados en flores como en
inflorescencias en gimnospermas son conos, también llamados estróbilos. El gametofito
masculino se desarrolla dentro de la espora masculina en el grano de polen, que se libera del
esporangio masculino en su hoja portadora o estambre en su cono masculino, y llega al cono
femenino, a la hoja portadora del esporangio femenino llamada carpelo, donde está el
gametofito femenino dentro de la espora femenina inmóvil en el esporangio femenino encerrado
en el óvulo. Al encontrarse los gametofitos (pequeños pero multicelulares y maduros) ocurre la
fecundación y posterior formación del embrión que se desarrolla nutrido por el gametofito
femenino, hasta que entra en un estadio del desarrollo en el que entra en latencia, listo para
dispersarse, en ese momento encerrado dentro de los tejidos del óvulo que se desarrollaron
hasta formar el resto de la semilla.

Órganos de las angiospermas: en la flor evolucionaron órganos que la adaptaron a síndromes


de polinización animales y a la formación del fruto, el nuevo órgano de dispersión (ver texto).

En esta sección se introducen los órganos de las plantas y hasta qué nivel de detalle los
describe el campo de la morfología.
Entre las plantas terrestres, la morfología del organismo multicelular, tanto de la
generación gametofítica como de la generación esporofítica, divergió tempranamente
en briofitos en sentido amplio (musgos y afines) y plantas vasculares (helechos y afines,
gimnospermas y angiospermas); los briofitos normalmente tienen un glosario aparte y en
éste no serán tratados. De las plantas vasculares, en helechos y afines los gametofitos, si
bien visibles a ojo desnudo, son poco importantes en su correlación morfología/taxonomía,
y no serán tratados tampoco en este glosario, los de las gimnospermas y angiospermas
son demasiado pequeños para ser tratados en morfología, y lo único que se observa de
ellos son las estructuras del esporofito de la generación anterior que los encierran: el
grano de polen (que encierra al gametofito masculino) y el óvulo (que encierra al
gametofito femenino). El esporofito de estos grupos en cambio se desarrolla hasta ser
conspicuo y nutricionalmente independiente del gametofito, y puede verse como una
modificación del mismo esporofito ancestral "generalizado", que consta de sólo unos
pocos órganos que a lo largo de la evolución fueron ricamente modificados en cada grupo.
Los órganos del esporofito al nivel más ancestral en plantas vasculares vivientes son
la raíz1 subterránea, el vástago1 aéreo, y un sistema de haces vasculares que los
vincula. El vástago a su vez está subdividido en tallo,1 hojas1 (megafilos o microfilos)
(que a su vez contienen venas1 continuas con el sistema vascular de la planta), más los
órganos encargados de la reproducción, llamados esporangios.1 En plantas vasculares
(exceptuando el grupo basal, las licofitas, que por practicidad también suelen tener su
propio glosario), los esporangios siempre se encuentran en las hojas. La función del tallo
es sostener y elevar hojas y esporangios, la de su sistema vascular, el transporte entre
raíces y los órganos que eleva;1 la función de las hojas es la fotosíntesis, lo que las vuelve
también el sitio principal de intercambio gaseoso y transpiración; la función de la raíz es la
absorción de agua y sales, y nitrógeno y fósforo asimilables en estados disponibles,
disueltos en ella.1 Raíz y tallo crecen a partir de un meristema apical (en su punta), que
dejan los tejidos en formación detrás de ellos. Los extremos de raíz y vástago se
especializan en proteger ese meristema, el órgano que protege el extremo de la raíz
(la caliptra) es muy pequeño para ser visto en morfología, el que protege el extremo del
vástago es la yema1. Los vástagos se ramifican en nuevos módulos, los módulos nuevos
pueden especializarse, y reciben nombres nuevos de órganos. En helechos no (no hay
ramificación), pero en espermatofitas los módulos o ramas portadoras de hojas fértiles
(con esporangios) siempre están especializados, son ramas con las hojas dispuestas muy
apretadamente a lo largo del tallo (de entrenudos cortos), es decir son braquiblastos, que
se agotan después de dar la última hoja (de crecimiento determinado), que reciben el
nombre de flor1 (en castellano, la definición del inglés flower es diferente), a su vez la
rama portadora de flores puede estar especializada en una inflorescencia.1 En
espermatofitas, el esporangio femenino está encerrado por uno o dos tegumentos
protectores en conjunto formando un óvulo1 que después de la fecundación al madurar se
vuelve una semilla, ya que la única espora y gametofito femenino formados en él nunca lo
abandonan.1 La semilla, o un órgano que la contiene, tiene la función de dispersión en
gimnospermas. En angiospermas, las semillas al madurar se encuentran encerradas en
el fruto, formado al mismo tiempo que ellas después de la fecundación a partir de tejidos
que las rodean (principalmente los de la hoja fértil femenina o carpelo, que en este grupo
las "envasan" como un tejido extra de protección y las ocultan de la herbivoría), y es el
fruto, o una unidad que lo contiene o es parte de él, el que tiene la función de dispersión.1
En helechos no está dividida la sexualidad del gametofito, los gametofitos son todos
bisexuales, por lo que no ocurre polinización, las gametas masculinas y femeninas se
encuentran en el mismo gametofito; en espermatofitas, la polinización es el transporte del
gametofito masculino hasta el óvulo o sus cercanías de manera de facilitar el encuentro
entre los gametofitos y la fecundación. "Polinización" proviene de "polen", el grano de
polen es el gametofito masculino encerrado en la espora que le dio origen, a la que
todavía no ha abandonado. En las angiospermas algunas hojas y partes de la flor se
especializaron en órganos nuevos, que la adaptan a síndromes de polinización animales:
los pétalos con función de atracción, los sépalos protectores, las partes de los carpelos:
estigma (con función de recibir el polen y hacerlo germinar), estilo (con función de ser
penetrado haustorialmente, alimentándose de él a medida que avanza, por el gametofito
masculino) el ovario que contiene los óvulos, y partes de los estambres (la hoja fértil
masculina): la antera (el conjunto de los esporangios masculinos, con la función de abrirse
y exponer el polen al madurar), y normalmente un filamento que la eleva. Ésta es la lista
de órganos como dada en Simpson (20051) y traducida al castellano. Debido a que
algunos grupos evolucionaron de forma más espectacular que otros, muchas veces
cambiando drásticamente la forma y función de sus órganos, a veces es dificultoso
diferenciar su origen sin un análisis detallado de los tejidos y la ontogenia y sin una
comparación con grupos emparentados, muchas veces no podemos afirmar que un
carácter que observamos en una planta es una "hoja" modificada si no nos lo indica un
estudio previo.10 En ese sentido es útil la distinción que hace la terminología entre las
estructuras según su origen ancestral, y las estructuras que poseen esa función pero
tienen otro origen del desarrollo (por ejemplo, la diferencia entre un "pétalo", que puede
parecerlo o no, y un órgano "petaloideo" con función de pétalo, siendo virtualmente
cualquier otra pieza capaz de evolucionar a petaloidea).
Las plantas vasculares vivientes, originadas en el ambiente terrestre, desarrollan
un vástago aéreo y una raíz subterránea, los dos a partir de un meristema apical, un grupo
de células indiferenciadas que se dividen por mitosis dejando los tejidos en formación
detrás de ellas. Los dos meristemas están orientados a desarrollarse hacia arriba y hacia
abajo respectivamente (poseen geotropismo negativo y positivo respectivamente). Esta
especialización entre una parte aérea, que se desarrolla en busca del sol y el aire, y una
parte subterránea, que se adentra en la tierra en busca de agua y sales, es lograda
gracias a la comunicación entre ellas provista por los haces vasculares, los que le dan el
nombre al grupo. Los haces vasculares son haces de apilamientos de células que
recorren todo el largo de tallo y raíz, muchas veces están muertas a la madurez (cuando
son funcionales), a través del interior de las cuales se transportan líquidos y solutos en
solución (minerales, nutrientes como carbohidratos, hormonas...), y cuando es necesario
los haces se ramifican de forma cada vez más fina hasta llegar a las inmediaciones de las
células de todas las partes vivas de la planta, como se observa en la venación de las
hojas. El xilema está formado por células muertas, de las que sólo quedan las paredes
celulares formando un tubo que transporta el agua con sales minerales y otros solutos
disueltos absorbida por las raíces (está asociado a células vivas que lo rellenan cuando se
accidenta o envejece). El más delicado floema está formado por células vivas, que
transportan la "savia elaborada" a través de su citoplasma, y se destruye después de
envejecer y dejar de ser funcional. Las plantas, descendientes de algas que no contaban
con ese impedimento, necesitan el intercambio gaseoso con el aire, ya que realizan
fotosíntesis y respiración celular, pero son los momentos en que más agua pierden
por transpiración. El agua transportada por el xilema desde las raíces se evapora al
llegar a la superficie en contacto con el aire cercana a los extremos de los tubos de
conducción. Una planta terrestre sin protección se desecaría en pocos minutos al Sol. Las
plantas terrestres evitan la desecación en todas sus partes verdes gracias a que
su epidermis, de una célula de espesor, es secretora de una capa cerosa que la
impermeabiliza, la cutícula. La cutícula sólo es interrumpida por los ostíolos (poros)
delimitados por las células especializadas de los estomas, que dan a una cámara
subestomática en la que el intercambio de gases ocurre sin la barrera de una cutícula
gruesa. Los estomas están formados por dos células de la epidermis (células oclusivas)
que cuando se modifican abren o cierran el ostíolo de forma acoplada con la situación
metabólica de la planta en relación al ambiente. En el interior de tallo y raíz pueden haber
quedado todo a su largo tejidos meristemáticos, o con el potencial de volver a serlo,
llamados en conjunto meristemas laterales, responsables de un crecimiento posterior en
grosor, llamado crecimiento secundario. Durante el crecimiento secundario, que puede
presentarse en espermatofitas, la epidermis se rompe y es reemplazada por tejido
formado debajo de ella, cuyas paredes en las capas celulares externas, en general
muertas a la madurez, están impregnadas por compuestos complejos con una alta
cantidad de ceras que lo impermeabilizan llamados suberina. En el contexto de las
descripciones morfológicas, por corteza se hace referencia al aspecto externo de las
partes leñosas (de textura dura) de las plantas, en general coinciden con las protegidas
por tejido de algún tipo de crecimiento secundario, sea éste anómalo o no, pero también
pueden volverse leñosas (de textura dura) las partes externas de los tallos por
engrosamiento (lignificación, depósitos de lignina) de las paredes celulares al final de un
crecimiento primario, como sucede en palmeras. El súber del crecimiento secundario
respira por lenticelas, zonas con aspecto de verrugas6 en la corteza en las que las
células poco suberificadas presentan grandes espacios intercelulares que funcionalmente
son poros, que permiten el intercambio gaseoso entre el exterior y las partes vivas
internas que en esas partes de la planta es necesario principalmente para
la respiración celular. Los meristemas laterales del crecimiento secundario también
forman, en las capas más internas, nuevos haces vasculares de conducción que
aumentan el tamaño de la copa y del sistema radical. Los haces vasculares de conducción
de agua y sales (xilema primario, y después secundario), y las fibras a las que están
asociados, son de por sí leñosos (endurecidos) y pueden formar una parte importante de
la dureza del tallo interior a la corteza. Las fibras son células alargadas de paredes
gruesas, paralelas al haz vascular, que crecen de forma intrusiva alcanzando hasta varios
centímetros de largo, y son de hecho un componente principal de la fibra comercial. A
medida que continúa el crecimiento secundario y los meristemas de los haces vasculares
avanzan, formando una circunferencia de diámetro cada vez mayor, normalmente los
tejidos más antiguos de conducción van dejando de ser funcionales y el xilema antiguo y
relleno junto con sus tejidos asociados se van abandonando hacia el interior del tallo,
quedando como tejidos de sostén y evidenciando su doble función. El más
delicado floema conductor de azúcares se encuentra del lado externo de los meristemas,
también está asociado a fibras, pero cuando envejece es comprimido por la presión que
ejercen el xilema y el nuevo floema en formación más internos y por la resistencia que le
oponen los tejidos corticales más externos, de manera que va dejando de ser funcional, y
eventualmente se pierde junto con la corteza. Los meristemas laterales formadores de la
corteza suberificada se regeneran en tejidos más internos, cercanos al floema funcional.
Meristemas y haces vasculares, epidermis, estomas, el resto de los tejidos de la dermis,
las diferentes formas de crecimiento secundario y engrosamientos del tallo, las texturas
(leñosidad) y los tipos celulares de sostén se estudian a nivel celular en la Anatomía
Vegetal,3 también llamada Histología Vegetal en castellano. Las hormonas vegetales y
los solutos y compuestos transportados por xilema y floema son parte de lo que se estudia
en Fisiología Vegetal.
El tallo

En el tronco de las palmeras se pueden apreciar los nudos, las cicatrices foliares o las vainas
persistentes de las hojas antiguas, debido a que se vuelven leñosas (de textura dura) al final del
crecimiento primario. El tronco de las palmeras no vuelve a aumentar de grosor luego de
volverse leñoso.

Detalle del vástago durante el crecimiento primario en espermatofitas. La ramificación es axilar


(todas las ramas se originan en la axila de una hoja).

En la rama de un árbol de crecimiento estacional pueden observarse las cicatrices foliares (1),
las cicatrices de las hojas protectoras de la yema apical que entró en dormición al inicio de la
época desfavorable (2), y las hojas —en este caso compuestas— y la yema que acompaña a
cada una en su axila (3). El sector antiguo de la rama presenta corteza, en este caso debido a
algún tipo de crecimiento secundario, como puede observarse en sectores más antiguos del
árbol donde las cicatrices foliares con el tiempo quedaron enmascaradas por éste.

El tallo se volvió postrado en las pteridofitas ancestrales, a lo largo del que se originan las
hojas y las raíces adventicias. En los demás grupos (gimnospermas y angiospermas) el
tallo es ancestralmente erguido.
Las ramas se forman en plantas vasculares ancestrales por división del meristema apical
del tallo en dos (división dicotómica); en helechos y afines no se observa ramificación, y
en espermatofitas, la ramificación es axilar, esto es que el meristema apical del vástago
deja detrás de él zonas meristemáticas hacia el lado externo, justo debajo de la epidermis,
observables al principio como abultamientos en el cilindro del tallo, llamadas primordios
foliares —que se diferenciarán en hojas con los caracteres anatómicos de las eufilofitas—
y los primordios de la yema en su axila (en el ángulo entre la hoja y el tallo).11 Las hojas
se desarrollan inmediatamente, las yemas pueden presentar un período de dormición. La
sección del tallo en la que se inserta una o más hojas se llama nudo, y todo el largo del
tallo comprendido entre dos nudos es un entrenudo. Las hojas programadas para tener
una vida más corta que la rama que las porta, poseen en su base una zona
de abscisión de forma que al caer la hoja deja una cicatriz en el tallo llamada cicatriz
foliar cuyo aspecto puede ser parte de las descripciones morfológicas. La raíz primaria
también se ramifica, pero no se ven primordios desde el exterior, ni posee los nudos con
las yemas y hojas o cicatrices foliares que caracterizan al vástago. Los primordios de las
raíces laterales se originan en tejidos interiores a la dermis y son visibles recién cuando
rompen los tejidos de protección para abrirse paso a través de ellos. Los órganos que no
se originan en los sectores mencionados se llaman adventicios. Son adventicias por
ejemplo, las raíces que se originan en los nudos del tallo de las plantas rastreras, las
estoloníferas y las rizomatosas.
La hoja

Licofilos en una licofita, la planta vascular basal.

Bases foliares envainadoras

Base foliar envainadora en palmeras, el sector basal del pecíolo se ensancha en la inserción al
tallo.

Base foliar envainadora en poáceas, la vaina termina abruptamente al comenzar la lámina, no


tienen pecíolo (salvo bambusóideas). En la foto la vaina es abierta (no cerrada), sus márgenes
no están fusionados del otro lado del tallo, aunque lo rodeen completamente.
Estípulas foliosas y adnatas al pecíolo en la hoja de Rosa, una hoja compuesta con 5 folíolos.
Nótese la yema en su axila.

Los licofilos de las licofitas (el grupo basal) se diferencian morfológicamente de


los eufilos ("hojas verdaderas") del resto de las plantas vasculares por su tamaño y porque
los inerva un único haz vascular, además de poseer diferencias anatómicas que aquí no
serán expuestas; este glosario tratará sobre la diversidad de los eufilos, megafilos (de
lámina amplia y venación ramificada) cuya lámina puede originarse de meristemas
diferentes dentro de las eufilofitas. En algunos grupos se perdieron los megafilos
secundariamente (después de haberlos adquirido), convergiendo con las licofitas en la
morfología de un microfilo.
Normalmente los megafilos, de los que tratará este glosario, están compuestos
por pecíolo y lámina o limbo, el pecíolo con la función de alejar la lámina del tallo y a
veces torcerse y girar para orientarla de cara al sol; la lámina con la función de
fotosíntesis, respiración y transpiración. Las hojas pueden ser envainadoras, de manera
que las inervan más haces vasculares en su inserción al tallo. La vaina puede ser abierta
o cerrada, cerrada es que sus extremos están fusionados del otro lado del tallo, pero una
vaina puede rodear todo el tallo y ser abierta. Las hojas pueden presentar un par de
apéndices a los lados de la base llamados estípulas, que pueden estar ricamente
modificadas. La yema en su axila permite diferenciar una hoja simple de una compuesta
en espermatofitas, los folíolos de las hojas compuestas pueden ser muy parecidos a las
hojas simples, pueden hasta poseer peciolulos. Como el resto de las partes vivas de la
planta, las hojas son inervadas por haces vasculares de transporte que en el caso de las
hojas, por su grosor en relación a las mismas protruyen de la lámina o son observables a
simple vista, por eso los patrones que forman entran dentro del campo de la morfología y
son llamados venas o nervios.
La mayoría de las hojas son bifaciales6: tienen dos caras bien definidas y diferentes,
normalmente una adaxial (ontogenéticamente ante el tallo) y una abaxial
(ontogenéticamente alejada del tallo), que si la hoja no se resupina (no gira sobre su eje)
coinciden con la faz anterior y la posterior respectivamente, y en un tallo perpendicular al
suelo (ortótropo), con la faz dorsal y la ventral de una hoja aplanada dorsoventralmente,
en relación al cielo y al suelo ("ventral" es ante el suelo).
Los esporangios
Los esporangios pueden ser muy variados en los glosarios de helechos donde su
morfología y los patrones con los que se distribuyen en la hoja portadora son
relativamente económicos de tomar y su uso enfatizado taxonómicamente,11 pero no se
tratarán en este glosario; las ramas especializadas en portar los esporangios de las
gimnospermas, como los conos de las coníferas, poseen una morfología muy diferente de
las de angiospermas y tampoco se tratarán en este glosario.

Partes de la flor de angiosperma. El pedicelo y el receptáculo pertenecen a un tallo de


crecimiento determinado (que se agota después de dar la última hoja), las piezas florales
(sépalos, pétalos, estambres y carpelos) son hojas modificadas, insertas en el receptáculo. En
este ejemplo los carpelos están reunidos en un único pistilo (una unidad funcional).

En las angiospermas los carpelos encierran los óvulos (en negro) en el ovario de un pistilo
(verde-cian).

En angiospermas, el momento de la apertura floral o antesis suele coincidir con el de la


dehiscencia (apertura por desgarro espontáneo de sus tejidos) de las anteras, que expone el
polen, y el de la receptividad de los estigmas (ya están listos para recibir polen de su propia
especie y hacerlo germinar). Pero los tiempos de una y otra pueden variar, de forma de facilitar
la polinización cruzada. En Cucurbita(foto) los estambres de la flor masculina están conados
(fusionados entre sí) por sus anteras y sus filamentos. Unas horas antes de la apertura floral y
si se arrancan sus pétalos y sépalos es cuando mejor se pueden observar las líneas de
dehiscencia, que ya están empezando a ceder.

Marcado el estigma, la región del pistilo preparada para recibir el grano de polen y hacerlo
germinar.
Marcado el estilo con la función de ser recorrido por el gametofito masculino haustorialmente
(alimentándose de él a medida que avanza), que se coopta para la función de exponer el
estigma a los polinizadores. El estilo es masivo (macizo, no hueco), si el lóculo (cavidad) del
ovario llega hasta él no es un estilo, es parte del ovario con un sector apical estipitado.

Detalle de flor femenina (presenta sólo el verticilo de carpelos, le faltan los estambres, o están
presentes pero no son funcionales, son estaminodios como en este caso) de Cucurbita. Se
observan los 3 estigmas bilobados (que se corresponden con el sector apical libre, sin fusionar
entre sí, de los 3 carpelos), y el estilo que termina en un ovario ínfero, hundido en el
receptáculo. También se observa una estructura en este caso proveniente del receptáculo que
secreta néctar, el disco nectarífero (en este caso en realidad con forma de anillo, rodeando el
verticilo de carpelos), que funciona como recompensa de la polinización animal. Los animales
pueden ser atraídos por los pétalos y la fragancia con la creencia de que hay néctar y pueden
ser engañados por la falta de recompensa, pero si esto pasa, no vuelven a visitar las flores de
la misma especie.

Flor del arce o maple (Acer), vista bajo la lupa (la flor es de sólo unos milímetros de tamaño). El
ovario tiene la morfología del que será el futuro fruto inmaduro justo después de la fecundación,
en este caso al madurar será un fruto seco con dos alas. En el número de estigmas se puede
calcular el número más probable de carpelos que conforman el ovario, en este caso está
formado por dos carpelos con el sector apical libre. En los verticilos externos los estambres y
los tépalos (pétalos y sépalos, indiferenciados).

Relación entre gineceo ("el sector de la casa de las mujeres", el conjunto de todos los carpelos
de la flor) y pistilos. A la derecha arriba un ovario ínfero, como si estuviera hundido en el
receptáculo (el receptáculo está expandido y adnato -fusionado- al ovario); es ínfero a las
demás piezas florales en relación a las coordenadas del observador, porque en relación al
receptáculo siguen estando siempre en el mismo orden, el gineceo sigue siendo el último
verticilo de piezas florales. A la derecha abajo en un receptáculo expandido en una concavidad
en la que están insertos los pistilos libres, como en la rosa (Rosa).

Las angiospermas comparten con las gimnospermas que poseen estambres y carpelos,
las hojas fértiles, portadoras de los esporangios masculinos y femeninos respectivamente
(en castellano), y en ambos grupos están tan modificados que normalmente no son
reconocibles como hojas sin el conocimiento previo; ambos se presentan en ramas de
entrenudos cortos de crecimiento determinado llamadas flor (en castellano), las que se
especializan en algún "síndrome floral" (adaptación a una estrategia particular de
reproducción). En espermatofitas, por "reproducción" se implica polinización (transporte
por agentes externos del grano de polen, que porta al gametofito masculino, hasta las
inmediaciones del óvulo que porta al gametofito femenino), el encuentro entre los dos
gametofitos, fecundación y formación del embrión nutrido por el gametofito femenino y su
esporofito madre hasta la formación de la semilla madura (lista para germinar), por lo que
en angiospermas, en el síndrome floral también se encuentra la morfología del fruto al
comenzar su formación, se puede decir que el ovario y las partes accesorias que formarán
el fruto son un "fruto inmaduro" ya justo después de la fecundación, que al madurar está
listo para dispersión, o lo está una unidad que lo contiene o es parte de él.
En la flor de angiosperma, las hojas del síndrome floral o "piezas" se disponen alrededor
del tallo especializado en este orden: los sépalos (piezas protectoras, verdes) que en
conjunto forman el cáliz, los pétalos (piezas llamativas de atracción de polinizadores
animales) que en conjunto forman la corola (ambos grupos en conjunto son el perianto),
los estambres que en conjunto forman el androceo, y los carpelos que en conjunto forman
el gineceo, éste a su vez conformado por una o varias unidades funcionales
llamadas pistilos —cada pistilo formado por uno o más carpelos—. La región del tallo en
la que están insertas las piezas es llamada receptáculo, o eje floral o tálamo. El
receptáculo puede ser una continuación del tallo en su morfología o puede ser expandido,
puede tener forma de plato o cabezuela, o puede volverse una concavidad, como en las
flores de ovario ínfero, etc. El orden en que se disponen las piezas en el eje nunca varía
—alguna puede faltar—, y el eje floral nunca deja de ser determinado (nunca deja de
agotarse después de dar la última pieza), pero es común que varíe la forma y función de
las piezas florales y que su morfología sea una parte importante de las descripciones
taxonómicas. La forma del receptáculo, la posición y número de las piezas florales en él y
cómo se relacionan entre ellas (las diferencias relativas en tamaño, forma, si hay piezas
florales fusionadas o faltantes) forman síndromes florales "generalizados" que suelen ser
parte de las descripciones taxonómicas de grupos que se ubican en la categoría de
familia,cita 1 otra forma de decirlo es que típicamente definen familias de plantas
(véase fórmula floral y diagrama floral).
En el estambre, en el interior de cada esporangio masculino, se forman granos de polen,
es la espora masculina cubierta de material proveniente del esporofito, en el interior de la
cual se desarrolla el gametofito masculino hasta el momento en que el grano de polen ya
está "maduro", listo para ser liberado —el gametofito masculino es "endospórico"—
(Simpson 20051 lo llama gametofito inmaduro, porque en el momento de su liberación aún
no fue diferenciado). En el carpelo a su vez se forma el o los óvulos (en la figura en
negro), un esporangio femenino rodeado de un (gimnospermas) o dos (angiospermas)
tegumentos protectores provenientes del esporofito, que en su interior forma una única
espora femenina, la que a su vez en su interior forma un único gametofito femenino -
también endospórico. Los nombres de género "masculino" y "femenino" fueron asignados
debido a que la gameta femenina nunca abandona el gametofito femenino, y es la que
está rodeada de tejidos nutricios. En cambio las células espermáticas nadan hasta la
gameta femenina en grupos primitivos, y también en espermatofitas son acercadas hasta
las proximidades de la gameta femenina primero por agentes externos que transportan el
gametofito masculino (proceso llamado polinización), y en angiospermas el gametofito
masculino se termina de acercar activamente por crecimiento haustorial (adentrándose y
alimentándose de los tejidos que atraviesa) en el carpelo hasta el gametofito femenino y
su gameta.
En angiospermas, el carpelo está plegado encerrando el óvulo dentro de él y ofrece en su
lado externo una superficie especializada en recibir el polen llamada estigma o superficie
estigmática, el polen que se deposita en el estigma "germina", esto es, el gametofito
masculino emite un "tubo polínico" —se desarrolla por elongación de sus células hacia
afuera de la pared del polen penetrando por el estigma en los tejidos del estilo macizo (no
hueco) que es atravesado haustorialmente (alimentándose de él a medida que avanza)
hasta el ovario y uno de sus óvulos, en el que penetra y encuentra el gametofito
femenino—. Al emitir dentro de él un juego de cromosomas ocurre la fecundación, que
en angiospermas es "doble", debido a que también debe fecundar —agregar un juego de
cromosomas— al tejido del gametofito femenino que se desarrollará en un tejido de
reserva que proporcionará los nutrientes al nuevo esporofito cuando se desarrolle:
el endosperma. También los restos del esporangio pueden desarrollarse formando otro
tejido de reserva: el perisperma. El mismo gametofito femenino es un tejido de reserva,
relativamente significativo en gimnospermas. Formación de granos de polen y óvulos, el
recorrido del tubo polínico y lo que ocurre después de la fecundación hasta la formación
de la semilla madura (lista para la dispersión) son tratados fundamentalmente al
microscopio en el campo de la embriología de las plantas13, y en particular el polen
maduro (liberado para la polinización), como se presenta en forma ubicua en la Tierra y
sus capas externas persistentes son muy ornamentadas, dan información taxonómica
(que puede separar grupos claramente) y se mantienen durante muchos años sin
degradarse, ofrece mucha información utilizada en campos como filogenia, paleontología,
biogeografía, identificación (determinación) de especies y hasta biología forense; el campo
que describe el polen de cada especie es llamado palinología14.
Una rama que porta más de una flor es una inflorescencia, el tallo en su origen es
el pedúnculo (no confundir con el pedicelo de cada flor individual). El "síndrome floral"
adaptado a una estrategia particular de polinización no siempre involucra a una flor
individual, a veces puede ser una inflorescencia que funciona como una única flor, como
en las flores compuestas (llamadas así desde antiguo porque son "flores compuestas por
flores") o asteráceas, como el girasol, la margarita y el panadero; en los que cada
"semilla" deriva de una única flor, o en las aráceas, como la cala, en la que el "pétalo" de
la cala es en realidad una bráctea que da inicio a la inflorescencia protegida por ella. A
veces el síndrome floral es sólo un sector radial de una flor simétrica, como en el lirio (Iris),
donde una única flor da lugar a 3 construcciones florales bilabiadas" (con "dos labios", dos
piezas petaloideas, una dorsal y una ventral) que encierran un estambre y un estigma
cada una, pareciendo toda la flor una inflorescencia.
La semilla
Señalado el hilo (?rafe?) de una semilla de Cucurbita maxima.

En helechos y afines el nuevo esporofito se desarrolla directamente sobre el gametofito en


el que ocurrió la fecundación, al principio nutrido por éste —es un embrión— pero
enseguida se independiza, sin entrar en dormición. En las "plantas con semilla"
(gimnospermas y angiospermas) una vez formado el cigoto en el carpelo, el nuevo
esporofito al desarrollarse protegido y alimentado por el gametofito que lo originó es
correctamente llamado embrión, los tegumentos del óvulo provenientes de su esporofito
madre maduran en tegumentos de protección en la semilla, y pueden madurar también los
tejidos de reserva —endosperma y perisperma—; hasta que en un momento se detiene su
desarrollo y el nuevo esporofito entra en latencia dentro de sus tegumentos y tejidos de
reserva: es la semillamadura, lista para la dispersión. En morfología sólo se detallan
algunos caracteres del óvulo y la semilla, en general los visibles sin ayuda del microscopio
—por ejemplo, la ubicación y forma del hilo, que es la cicatriz que dejó al caer el funículo,
el cordón que unía la semilla a la placenta en la pared del carpelo—, y el aspecto a ojo
desnudo del embrión al abrir los tegumentos, en el que ya se pueden apreciar
morfológicamente el primer vástago y la primera raíz, el primero con hojas llamadas
cotiledones, típicamente engrosados y reservantes. La semilla es el órgano de dispersión
y colonización de nuevos ambientes en gimnospermas, en angiospermas es el fruto.
El fruto

Frutilla o fresa (polifruto de Fragaria). El receptáculo como parte accesoria, derivado de una flor
de ovario súpero, de pistilos libres. Cada pistilo fructifica como un único fruto (seco,
indehiscente), el conjunto derivado de una única flor es el polifruto (carnoso, debido al
receptáculo carnoso). Pericarpio: pared del fruto, derivado de la pared del ovario. Se observan
un estilo y estigma marcescentes (que se marchitan pero perduran en el fruto). Marcado en el
receptáculo (rojo) el recorrido de los haces vasculares (amarillentos) que inervan las piezas
florales (los carpelos). En la frutilla los sépalos de la flor son persistentes en el fruto (abajo,
verdes), también inervados por haces vasculares no dibujados. Nótese que no se puede
diferenciar un polifruto de una infrutescencia sin observar su desarrollo desde el estadio de flor.

Manzana (fruto de Malus). El receptáculo como parte accesoria, derivado de una flor de ovario
ínfero. Marcado en el receptáculo el recorrido de los haces vasculares que inervan las piezas
florales. En la manzana los sépalos son persistentes en el fruto, los pétalos y estambres caen y
el crecimiento del fruto enmascara las cicatrices, y los estilos y estigmas son marcescentes (se
marchitan, pero persisten marchitos en el fruto).

En angiospermas el fruto (el "carpio") se desarrolla después de la fecundación a partir de


un ovario. Pueden sumarse partes de las cercanías en la misma flor llamadas "partes
accesorias", como el receptáculo en frutillas y manzanas.
El pericarpio es la pared del fruto maduro (listo para dispersión), es un término de la
morfología del fruto, no de los tejidos de los que proviene. Por lo que el pericarpio podría
incluir partes accesorias si las hubiera. Tradicionalmente se identifican en él 3 capas con
funciones diferentes: el exocarpio externo de protección (la "cáscara"), el mesocarpio y
el endocarpio interno de protección de la semilla. No siempre se diferencian las 3 capas.
Nótese que el fruto no necesariamente se corresponde con todo el gineceo de una flor
individual, los frutos podrían derivar de cada pistilo individual de una flor de pistilos libres.
Nótese también que "fruto" no es la "unidad de dispersión" como en el lenguaje coloquial.
La unidad de dispersión podría ser un polifruto, un fruto o polifruto con partes accesorias
provenientes de partes externas a la flor (como en Juglans regia, la nuez en lenguaje
coloquial), o una infrutescencia, como en el ananá (Ananas comosus), cuyo tallo se
continúa después de dar la infrutescencia en un "penacho" (una roseta) de hojas
fotosintéticas. Las unidades de dispersión que mejor conocemos son las que están
adaptadas a la estrategia ecológica de recompensar con alimento a los mamíferos que en
consecuencia transportan y depositan las semillas en sitios alejados de la planta original.
El síndrome floral que permite la reproducción de la planta (polinización, fecundación y
dispersión) es parte de lo que se estudia en la biología reproductiva de las plantas15
(Judd et al. 20076 en cambio menciona el campo más estricto de la "biología de la
polinización" o biología floral).
La plántula
La semilla dispersada puede necesitar de condiciones particulares que pueden ser que un
animal la quite de su fruto, la escarificación (degradación de los tejidos del exocarpio) por
el paso por el sistema digestivo de un animal herbívoro, o un período de frío, etc. antes de
germinar. La germinación normalmente comienza con la absorción de agua. Los
cotiledones juegan un rol crucial en este período, pueden mantenerse dentro de los
tegumentos y funcionar como órgano de absorción del endosperma y otros tejidos
nutritivos durante la germinación, o pueden volverse epígeos (ser elongados por sobre
tierra) y fotosintéticos, o ser ellos mismos reservantes de nutrientes, o combinaciones de
estas funciones. Desde la germinación hasta que termina de absorber las reservas que
trajo consigo en la semilla y se marchitan sus hojas cotiledonares, el esporofito se
encuentra en el estadio de "plántula". Si al finalizar este estadio la planta ya es
independiente, seguirá desarrollándose hasta madurar (portar hojas fértiles) y reiniciar el
ciclo: ya es una planta establecida.
La planta establecida es una planta juvenil, si llega a desarrollarse hasta tener la
posibilidad de portar hojas fértiles (aunque todavía no lo haya hecho) es una
planta adulta. Las plantas pueden ser adultas y no madurar nunca, como las que se crían
fuera de su nicho ecológico en ambientes donde nunca encontrarán las condiciones para
portar hojas fértiles. Las plantas en condiciones diferentes también pueden mantenerse
juveniles por el resto de su vida, como los potus de interior, que nunca llegan a desarrollar
los caracteres de la especie adulta. La planta madura es la que fructificó y dio unidades
de dispersión viables al menos una vez.
La sucesión de hojas
Commelina, una monocotiledónea. Rama en la axila de una hoja mostrando una sucesión foliar.
La única hoja por nudo envaina todo el tallo (es una monocotiledónea) y en esta familia la vaina
es al principio cerrada, pero se rompe longitudinalmente a medida que el tallo sigue
aumentando en grosor durante su crecimiento primario. El aumento de número de haces
vasculares se ve reflejado en el aumento del tamaño del limbo de las hojas sucesivas.

Las hojas primordiales son las primeras hojas que nacen por encima de los cotiledones
de la planta joven, en angiospermas tienen una forma diferente de las hojas de la planta
adulta, son más pequeñas y en general más simples (por ejemplo en plantas de hojas
compuestas, tienen menor número de folíolos que las hojas que aparecerán después).
Una vez que el tallo aumentó de grosor y cuenta con el número de haces vasculares como
para poder inervarlas, y por todo el resto de la vida de la planta, aparecen las hojas
vegetativas o nomófilos, las hojas fotosintéticas de la planta adulta, características de
cada especie.
La sucesión a hojas más grandes y complejas también puede darse en las ramas
individuales a medida que aumentan de grosor.
Los profilos son las hojas del primer nudo sobre un eje lateral (más estrictamente un eje
axilar, originado en la axila de una hoja, ya que a veces un eje lateral es el mismo tallo
que se geniculó -se torció-, como en los ejes simpodiales), no tienen yema en su axila,
son dos en dicotiledóneas y uno en monocotiledóneas, y también son diferentes de los
nomófilos, normalmente más pequeños (muchos autores los llaman "bracteolas"). Sobre el
eje axilar después de los profilos pueden desarrollarse nomófilos con la respectiva yema
en su axila u otras hojas; si aparecen los antofilos (las piezas florales), entonces es un
"eje floral". Cuando el mismo eje pasa del estado vegetativo al estado floral, a menudo el
cambio es anunciado por una modificación en la forma de las hojas. Por ejemplo el limbo
puede reducirse, la hoja volverse sésil (sin pecíolo), y la coloración puede cambiar. La
palabra general para las hojas que no son nomófilos es brácteas, muchas brácteas no
tienen yema en su axila.16

Estructura de la planta[editar]
Hábito, duración, hábitat y distribución[editar]
Hábito[editar]
El hábito o hábito de crecimiento, o a veces porte de la planta se refiere a la forma
general de la planta, lo cual abarca una serie de componentes como la duración del tallo
(si es estacional, perenne), el patrón de ramificación, el desarrollo, la textura —si alguna
de sus partes está endurecida, leñosa—, mediante qué estrategia sobrevive la época
desfavorable, y cuál es su estrategia de establecimiento. La mayoría de las plantas puede
ser claramente designada como hierba, guiadora, arbusto o árbol (con algunas
subcategorías), sin embargo algunas especies son difíciles de acomodar en alguna
categoría.
Algunos tipos de hábito de la planta y tallo son los siguientes:

Pastos cespitosos en una banquina pampeana, a su alrededor pastos no cespitosos.

Un subarbusto: una lavanda, Lavandula, en este caso podado.


Un estípite es un tronco cuyas ramificaciones son sólo reproductivas, originadas en la axila de
una hoja. En la foto el estípite con hojas e inflorescencais de la palmera datilera, Phoenix
dactylifera.

 Una hierba (planta herbácea) es una planta en la cual todos los vástagos sobre la
superficie de la tierra, sean vegetativos o reproductivos, se mueren al final de la
estación de crecimiento anual, y nunca llegan a ser leñosos. Si bien los vástagos
sobre la superficie son anuales, la hierba en sí misma puede ser anual, bienal (que
vive por dos años), o perenne. Las hierbas que sobreviven por más de una estación
de crecimiento poseen órganos subterráneos reservantes, cuando es así persisten
mediante yemas que permanecen debajo de la superficie del suelo y son
llamadas geófitas. Puede también haber hierbas siempreverdes.
 Se llama cespitosa la hierba que tiene múltiples tallos aéreos y muy cortos, originados
en la base (cerca del suelo), las plantas cespitosas poseen un aspecto de cojín muy
ramificado. Son comunes los pastos cespitosos (familia Poaceae). Los pastos
cespitosos se ramifican muy densamente por macollos (ramificaciones de los pastos,
con el primer nudo de diámetro muy pequeño) intravaginales (que se mantienen
protegidos dentro de la vaina de la hoja en cuya axila se originaron), a diferencia de
los que ramifican extravaginalmente (escapándose de la vaina) y son aptos para
cobertura del suelo.5:182
 Un arbusto (planta arbustiva o fruticosa, frútice, frutescente, tallo frutescente) es
una planta perenne, leñosa con muchos tallos principales que se elevan sobre el nivel
del suelo, y ninguno especialmente engrosado.
 Un árbol (planta arborescente o arbórea, tallo arborescente) es una planta perenne,
leñosa, con un tallo principal (el tronco) que se eleva sobre el nivel del suelo, el
tronco puede ser ramificado o no. Si no se ramifica, o si se ramifica sólo para dar una
inflorescencia como en el caso de las palmeras cuyas inflorescencias son axilares
(originadas en la axila de una hoja), se llama estípite.17 En general el árbol es más
alto que el arbusto. No todos utilizan estas definiciones de arbusto y árbol, por
ejemplo algunos ecólogos diferencian entre arbusto y árbol sólo por su altura,
entonces es útil diferenciar el hábito de la planta y el del tallo.
 Un subarbusto (sufrútice, sufrutescente, planta sufruticosa, tallo sufrutescente), es
un arbusto corto que es leñoso sólo en la base, los primeros centímetros por encima
del suelo, siendo el resto de la planta compuesta por ramas herbáceas, la planta
nunca demasiado alta.

Un Agave (el ágave) y su inflorescencia, una planta en roseta, acaulescente, y de hojas


suculentas. El tallo desde la última hoja fotosintética o nomofilo hasta la primera ramificación de
la inflorescencia se llama escapo.

 Una planta acaulescente (un tallo de hábito acaulescente), a diferencia de las


caulescentes, no poseen tallo ("caule") sobre el nivel del suelo más que el de la
inflorescencia en el momento de la floración. Pueden poseer hojas fotosintéticas pero
sólo al ras del suelo, usualmente en una roseta basal, cuando es así son plantas en
roseta. Las plantas acaulescentes son muchas veces hierbas bienales, en las cuales
una raíz de almacenamiento se desarrolla en el primer año y la floración ocurre en el
segundo; o hierbas perennes, en las cuales el tallo persistente en el que se insertan
las hojas fotosintéticas se mantiene bajo tierra y protegido durante las condiciones
ambientales desfavorables. El pedúnculo de la inflorescencia de una planta
acaulescente se llama escapo, el escapo puede tener hojas pero no bien
desarrolladas, no son nomofilos, la planta en este caso se llama "escaposa".

 Escapos

Escapo, señalado con flecha. En amarillo claro el tallo (escapo), en rojo y amarillo fuerte la
inflorescencia, en verde las hojas, en marrón las raíces.

Escapos en Allium tuberosum.

 Una planta de guía o guiadora es una planta con tallos elongados y débiles, con la
estrategia ecológica de buscar el Sol lejos de su sitio de germinación sin necesidad de
sostenerse por sí misma. En general se encaraman a un sustrato (son trepadoras) y
se fijan mediante órganos de fijación (son enredaderas), pero no necesariamente son
una ni la otra. También hay trepadoras no guiadoras, como en los ejemplos de hábitos
vistos más adelante. Ver la terminología de la planta y sus órganos de fijación
(guiadora herbácea, leñosa, liana, escandente, trepadora, guiadora rastrera, órganos
de fijación: enredadera, voluble, zarcillo caulinar, zarcillo foliar, raíces adventicias de
tipo padadhesivo) en Planta de guía.
Tallo decumbente en una cucurbitácea. Las cucurbitáceas son guiadoras rastreras (enraizan en
todos los nudos en contacto con suelo húmedo) y trepadoras por órganos de fijación llamados
zarcillos. En la foto un zapallo (género Cucurbita).

 Las plantas cuyas partes aéreas se apoyan en el sustrato cuando adultas se


llaman postradas o de "tallo postrado", y se asume que si se las llama postradas no
se está refiriendo a plantas guiadoras ni rastreras.1 Si se apoyan en el sustrato pero el
ápice se eleva verticalmente, se llaman decumbentes o de tallo decumbente1. Una
planta guiadora también puede tener tallo decumbente. Si no son postradas ni
decumbentes, son erguidas (no confundir con tallo ortótropo y tallo plagiótropo, que
significan perpendicular al suelo y paralelo al suelo respectivamente). Son
plantas rastreras las que enraizan en los nudos en contacto con suelo húmedo. Son
pastos rastreros la gramilla y el gramón (no confundir con los pastos rizomatosos, los
rizomas se ven similares pero están bajo tierra y son reservantes, son pastos
tipo césped). Las guiadoras también pueden ser además rastreras (enraizar en los
nudos). Los estolones son un tallo al ras del suelo y alargado de propagación
vegetativa, una planta estolonífera no se llama por eso postrada ni rastrera, son
plantas (erguidas o no) con estolones. La nueva plántula al final de un estolón
eventualmente se independiza de la planta madre, como en las "cintas" y
en Fragaria (la frutilla o fresa/fresón). Como los estolones pueden crecer bajo tierra, a
veces son llamados tallos subterráneos y parecen rizomas delgados y elongados,
pero no son reservantes, y la planta terminal termina separada de la planta principal.
Esto también los diferencia de las plantas rastreras, aunque hay una

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