EL PASTOR

Fui pastor
en una tierra
donde abundaban
la digital y el beleño
y escaseaba la hierba.
Así las cosas
las cabras y yo
pasábamos hambre.
La dueña de las cabras
era muy pobre
y tampoco se nutría
demasiado bien,
menos algunas madrugadas
que al ordeñarme
se bebía el fruto del ordeño
mientras decía
que yo tenía algo
que la hacía dormir,
y no era el hyoscyamus
que consumía contra el dolor de espalda
producido al ponerse de rodillas
para que yo,
no cabra sino burro la cubriese.
Y por último decir
que no soy burro del todo
pues sé leer y escribir
y hasta inventar historias
sobre un cabrero
que tenía algo de burro
aunque sabía escribir y leer.
Eladio Parreño Elías
14-Enero-2018