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El impacto de la innovación abierta


en el rendimiento de la innovación:
El caso de las empresas
agroalimentarias Españolas.
C. Bayona-Sáez, T. García-Marco and M. Sanchez-García,
Universidad Pública de Navarra, España and C. Cruz-Càzares,
Universidad de Barcelona, España

DOI: 10.1533/9780857097248.1.74

Resumen: Este capítulo examina el nivel de innovación y el grado de apertura de las


empresas agroalimentarias españolas y cómo la apertura de las empresas afecta su
desempeño de innovación. Con una muestra de firmas agroalimentarias españolas y
utilizando tres dimensiones de apertura: amplitud y profundidad de las fuentes de
información, amplitud de acuerdos de cooperación y gastos externos de I + D,
encontramos un efecto positivo para la amplitud del acuerdo de amplitud y cooperación
para lograr innovaciones radicales, pero no afectan las innovaciones incrementales. Las
innovaciones incrementales no parecen verse afectadas por la apertura de las
empresas, sino que dependen de la capacidad interna de las empresas. La profundidad
de la información externa y la I + D externa no mejoran ningún tipo de innovación. Para
el resto de las empresas españolas, observamos que el nivel de apertura afecta tanto el
logro de innovación incremental como radical.

Palabras clave: empresas agroalimentarias españolas, innovación abierta,


rendimiento de innovación.

5.1 Introducción: el sector agroalimentario y la innovación

El sector agroalimentario en el mundo y particularmente en Europa se enfrenta a una


situación en la que el mayor nivel de competitividad de los productos de los países
emergentes, debido principalmente a los menores costos laborales, se combinan con la
mayor capacidad de penetración al mercado de productos de los otros países
avanzados, basados principalmente en una estructura de producción y comercialización
más eficiente (Capitanio et al., 2009). Además, la estructura del sector se caracteriza
por un gran número de micro, pequeñas y medianas empresas (PYME) (Kühne et al.,
2010). En España, el sector agroalimentario juega un papel importante en
la economía, aportando el 8,7% de su PIB y más del 13,5% del empleo total
(www.fiab.es). Su facturación anual es de € 81 369 millones, representando el 16% de
toda la industria. Este hecho lo convierte en el sector industrial más grande de la
economía española y el quinto más grande de Europa. En relación con el número de
empresas, el sector agroalimentario comprende un total de 30261 empresas, el 96% de
las cuales son pequeñas y medianas empresas (PYME) que emplean 445475
trabajadores, que representan el 17% del empleo industrial.
Aunque estas empresas agroalimentarias han superado muchos problemas y ahora
se parecen a las empresas industriales (Serrano y Alonso, 2008), este sector tiene una
serie de características especiales que afectan su comportamiento en el mercado, con
una alta proporción de PYMES y una dependencia significativa de estrategias de la
cadena alimentaria, especialmente aquellas dominadas por el sector minorista de
alimentos. Por lo tanto, en un estudio exhaustivo del sector minorista europeo,
Dobson et al. (2001) argumentan que la mayor potencia de los minoristas puede reducir
los precios, pero también reduce la variedad de productos y los esfuerzos de innovación
de las empresas agroalimentarias (Weiss y Wittkopp, 2005). Por lo tanto, las empresas
agroalimentarias exhiben características marcadas que las hacen más vulnerables a un
entorno global, cambiante e inestable, entre otros factores, por la dependencia del
proceso de producción de factores incontrolables, producción perecedera o materia
prima y la existencia de políticas gubernamentales que puede limitar los procesos de
producción rentables (Fayos et al., 2009).
En este contexto, la capacidad de innovación del sector agroalimentario se considera
uno de los factores más importantes para que una empresa desafíe a los principales
competidores en los mercados nacionales e internacionales (Rama, 1996, 2008; Grunert
et al., 1997; Traill y Meulenberg, 2002; Capitanio et al., 2009). Sin embargo, a pesar de
la importancia creciente de las actividades de innovación en el sector agroalimentario,
los datos han revelado una baja intensidad de I + D en general en el sector (García
Martínez y Burns, 1999; Capitanio et al., 2009). En opinión de estos autores, las
empresas agroalimentarias están principalmente orientadas a la innovación de procesos
(Archibugi y Pianta, 1996) y utilizan nuevas tecnologías desarrolladas por las industrias
de exploración y producción. Además, los procesos de innovación en el sector
agroalimentario están impulsados por la oferta (García Martínez y Burns, 1999). Esto es
particularmente claro si comparamos el gasto interno de I + D por sector de producción
con el del sector de destino. Entre las otras características que definen el
comportamiento del sector agroalimentario está el hecho de que las innovaciones en la
industria agroalimentaria son incrementales más que radicales (Galizzi y Venturini,
1996; Grunert et al., 1997). Estas innovaciones incrementales son buenos instrumentos
para el desarrollo del mercado si estas acciones obtienen buenos resultados. Sin
embargo, es necesario asegurar el máximo éxito de las decisiones de estas
organizaciones, ya que las empresas podrían perder oportunidades relevantes de
crecimiento, convirtiéndolas en un desperdicio de recursos organizativos limitados. La
prevalencia de las innovaciones incrementales están relacionadas con las limitaciones
de la demanda y el comportamiento conservador del consumidor (Capitanio et al., 2009).
Desde una perspectiva más estratégica, se ha observado que las empresas
agroalimentarias se ven impulsadas a innovar y diferenciar sus productos por la
necesidad de mantener sus ventajas competitivas frente a cadenas minoristas cada vez
más poderosas que utilizan sus propias marcas (García Martínez y Briz, 2000).
Además, en relación con la autonomía tecnológica, García Martínez y Burns (1999)
señalan que la mayor parte del sector agroalimentario exhibe un mayor nivel de
autonomía tecnológica en los productos que en los procesos, y que existe un grado
restringido de autonomía tecnológica en algunos subsectores agroalimentarios.
Además, siguiendo a estos autores, las grandes empresas son tecnológicamente menos
dependientes en términos de tecnología de productos que las PYMES, mientras que, en
términos de tecnología de procesos, las empresas medianas muestran un mayor nivel
de autonomía tecnológica. Por el mismo argumento, hay un pequeño núcleo de patentes
persistentes que contribuyen alrededor del 80% del número total de patentes otorgadas
al sector agroalimentario multinacional (Alfranca et al., 2004), y estas no son
particularmente grandes empresas.
Por otro lado, estudios recientes muestran un crecimiento significativo en el sector
agroalimentario orientado al mercado hacia la innovación. El reciente trabajo empírico
sobre innovación en la industria agroalimentaria realizado por Batterink et al. (2006)
indica que las empresas agroalimentarias procesadoras exitosas tienen una fuerte
orientación hacia el mercado (Fortuin y Omta, 2009). Este esfuerzo por una mayor
orientación al mercado se refleja en el paso de una industria dominada por proveedores
a otra situación en la que la industria puede generar nuevas innovaciones, que incluyen
el aprendizaje bidireccional y el aprendizaje mediante el uso (Rama y Alfranca, 2003).
Además, esta situación favorable para el crecimiento de la innovación se ve reforzada
por el impacto significativo de la revolución biotecnológica en el sector agroalimentario,
las presiones derivadas de la globalización para que las empresas mantengan un mejor
control del proceso y exploten las economías de escala, la necesidad de garantizar la
agri- seguridad alimentaria, calidad nutricional y proporcionar una nueva generación de
alimentos funcionales, y la demanda de los consumidores de conveniencia, variedad y
calidad. Todos estos factores aumentan las demandas de investigación en la industria
(Traill y Meulenberg, 2002). Por lo tanto, las nuevas tecnologías disponibles y el alto
nivel de negocios internacionales del sector agroalimentario pueden llevarlo a tener un
nuevo estatus tecnológico como una industria de alta intensidad de I + D cuando
tradicionalmente se ha clasificado como sector de baja intensidad de I + D
(Filippaios et al., 2009).
Como ya se observó, las empresas agroalimentarias no están exentas de la
necesidad de lograr innovaciones para crear una ventaja competitiva y competir con
éxito en el mercado. García Martínez y Burns (1999) mencionaron que la mayoría de
estas empresas tienen la capacidad de desarrollar internamente innovaciones de
productos, es decir, la estrategia tradicional de innovación cerrada. Sin embargo, ¿esta
estrategia es la correcta para las empresas agroalimentarias?
Chesbrough et al. (2006) acuñaron el término innovación abierta, que es un enfoque
más nuevo para concebir la estrategia de innovación. Mencionan que las empresas
deben abrir sus fronteras y buscar conocimientos más allá de sus fronteras. De acuerdo
con este enfoque, las empresas también deberían buscar canales externos para
comercializar las innovaciones y / o invenciones que no estén en línea con la actividad
principal de las empresas. En este sentido, este interés de cooperación es estudiado
por Acosta et al. (2011), cuando indican que no se considera que la industria
agroalimentaria dependa solo de la I + D, sino que aprenda e interactúe con diversos
factores. La innovación abierta ha recibido mucha atención en los estudios de gestión
empresarial, pero, hasta ahora, se ha prestado poca atención al sector agroalimentario.
Por lo tanto, el objetivo de este capítulo es llenar este vacío.
Algunos estudios empíricos han demostrado el efecto positivo de la
innovación abierta, medida como la amplitud y la profundidad de las fuentes externas
de información, sobre el rendimiento innovador de la empresa (Laursen y Salter, 2006;
Mol y Birkinshaw, 2009). Siguiendo con esto, pero además añadiendo dos dimensiones
más de apertura, la amplitud de los acuerdos de cooperación y el I + D externos , nuestro
objetivo es evaluar si las empresas que persiguen prácticas de innovación abierta
funcionan mejor que sus contrapartes en términos del logro de innovaciones radicales
e incrementales.
Para poder alcanzar nuestro objetivo, estructuramos el resto del capítulo de la
siguiente manera. El perfil innovador de las empresas agroalimentarias españolas se
presenta en la Sección 5.2. Las diferentes mediciones de la innovación abierta en las
empresas agroalimentarias españolas se explican en la Sección 5.3, mientras que la
cuarta sección proporciona los resultados de la apertura al comportamiento innovador
firme. La última parte del estudio está reservada para las conclusiones, contribuciones
e implicaciones y señala las limitaciones.

5.2. ¿Qué tan innovadoras son las empresas agroalimentarias Españolas?

En esta sección nuestro objetivo es describir las características del comportamiento de


innovación de las empresas agroalimentarias. Para alcanzar este objetivo, y entender
los efectos de las prácticas de innovación abierta en la siguiente sección, utilizamos la
encuesta española del Panel de Innovación Tecnológica (PITEC), la cual es un panel
de datos que recopila información desde el 2003 hasta el 2009. Esto se lleva a cabo por
el Instituto Nacional de Estadística (INE), en colaboración con la Fundación Española
de Ciencia y Tecnología (FECYT) y la Fundación para la Innovación Tecnológica
(COTEC). PITEC está diseñado como un panel de encuesta (disponible como una base
de datos en el sitio FECYT, http: // icono. Fecyt.es/) y recopila información proporcionada
por la Encuesta de Innovación de la Comunidad Española (CIS), que sigue las
directrices del Manual de Oslo (OCDE, 1997). Incluye datos firmes individualizados
sobre actividades de innovación tecnológica, como los principales obstáculos para
lograr innovaciones, las principales fuentes de información tecnológica, innovación y
gastos de I + D, calificaciones del personal de I + D, cooperación en actividades de
I + D clasificadas por origen y tipo de socios y los efectos de los logros de la innovación.
PITEC comenzó en 2003 con dos submuestras, la primera incluye empresas con 200
o más empleados (28.19% de la muestra total en 2009) y la segunda, empresas con
gastos de I + D intramuros (70.32% de la muestra total en 2009). En 2004 se incluyeron
dos nuevas muestras: empresas con menos de 200 empleados, gastos externos de I +
D y gastos de I + D intramuros (3,46% en 2009) y una muestra representativa con menos
de 200 empleados y sin gasto de innovación (7,76% en 2009) (COTEC, 2010).
El conjunto de datos PITEC incluye empresas extractivas, agroalimentarias,
manufactureras y de servicios. Las empresas dedicadas a la agricultura, la ganadería,
la silvicultura y la pesca -CNAE-2009 código 0000-, alimentos, bebidas y tabaco
-CNAE-2009 código 0003- se consideran empresas agroalimentarias a los efectos de
esta investigación. La muestra total del conjunto de datos PITEC abarca 80 372
observaciones que corresponden a 12.817 empresas españolas. Del total de la muestra,
el 7,17% corresponde a empresas agroalimentarias: 1052 empresas con 5759
observaciones en todo el panel.
Español Agroalimentaria

Porcentaje de empresas Intensidad Número de


logrando I + D de la Innovación personal I + D

Figura 5.1 Insumos de innovación. Fuente: autores con conjunto de datos PITEC

La estructura interna de nuestra muestra agroalimentaria es la siguiente: El 15.87% de


la muestra corresponde a la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, el 83.73%
restante corresponde a empresas de la industria de alimentos, bebidas y tabaco.
Para medir el carácter innovador de las empresas agroalimentarias y no
agroalimentarias en España, analizamos dos perspectivas: aportación de la innovación
y producción de la innovación. El primero incluye los gastos de innovación, los
empleados I + D y la intensidad de la innovación, y el segundo tiene en cuenta las
innovaciones de productos, las innovaciones de procesos y las patentes. Si analizamos
la capacidad de innovación de las empresas agroalimentarias y su evolución a lo largo
del tiempo, encontraremos una cantidad importante de empresas innovadoras en ambas
perspectivas.
La Figura 5.1 muestra las tres dimensiones de medidas de entradas de la innovación.
Como se observó, la primera medida representa el porcentaje de empresas involucradas
en actividades I + D. Este gráfico muestra que el 60,28% de la muestra española en su
conjunto está llevando a cabo estas actividades y este porcentaje aumenta al 62,79%
para las empresas agroalimentarias. Aunque hay más empresas agroalimentarias
implicadas en I + D, en promedio tienen una menor intensidad de innovación1 (6,62%)
en comparación con las empresas españolas (12,74%) en general. Del mismo modo,
las empresas agroalimentarias tienen en promedio la mitad del personal I + D que
poseen las empresas españolas: 7,28 y 13,1, respectivamente.
En conclusión, podemos observar que hay más empresas agroalimentarias
involucradas en I + D, pero emplean menos personal de I + D y son menos intensivas
en innovación que las empresas españolas en general.
Sin embargo, desde la perspectiva de los productos de innovación, cuando
analizamos el porcentaje de empresas que logran innovaciones de procesos y productos
(figura 5.2), encontramos que el porcentaje es más alto para las empresas
agroalimentarias que para el total de las empresas españolas. Como se observa, hay
alrededor de 10% más de empresas agroalimentarias que logran el proceso de

1Medido como: gastos / ventas innovadoras. Los gastos innovadores incluyen I + D interna y
externa, adquisición de maquinaria avanzada, equipos, hardware y software destinados a la
producción de nuevos productos o procesos, adquisición de otros conocimientos externos para
innovación, capacitación, introducción de innovaciones al mercado y diseño, otras preparaciones
para producciones y distribuciones.
Porcentaje

Año

Procesos innovadores de empresas Españolas Procesos innovadores de empresas Agroalimentarias


Productos innovadores de empresas Españolas Productos innovadores de empresas Agroalimentarias

Fig. 5.2 Porcentaje de empresas de innovación; producto y proceso. Fuente: autores con
conjunto de datos PITEC.

innovaciones que las empresas españolas en general; esta tendencia es constante en


todo el panel y el porcentaje de empresas que innovan supera el 60%. Este hecho está
de acuerdo con la idea de que las empresas agroalimentarias están orientadas a la
innovación de procesos (Archibugi y Pianta, 1996). En ambas submuestras podemos
observar que el número de empresas innovadoras creció del 2004 al 2006, pero del
2006 al 2007, se registró una ligera reducción en el número de empresas innovadoras.
Desde 2007, el porcentaje de empresas que logran innovaciones de productos y/o
procesos han aumentado constantemente.
En la figura 5.2, también se pueden observar las tendencias en el desarrollo de la
innovación del producto. Las empresas agroalimentarias han registrado niveles más
altos de innovación de productos en relación con la empresa española en general,
aunque esta diferencia no es tan alta como en el caso de las innovaciones de procesos.
La mayor diferencia se observa en el 2004 y 2005, esta diferencia se redujo y, en el
2007, las empresas españolas en general superaron ligeramente a las empresas
agroalimentarias. Después de este año, las diferencias en el porcentaje de empresas
innovadoras han aumentado para ambas muestras, pero con un porcentaje más alto
para las empresas agroalimentarias. En resumen, podemos decir que las empresas
agroalimentarias están más involucradas en lograr innovaciones de productos y
procesos que las empresas españolas en general, pero la principal diferencia entre las
submuestras se registra para las innovaciones de procesos. Por lo tanto, valdría la pena
observar en esta base de datos cómo el sector agroalimentario también avanza con un
gran interés en las actividades de innovación en los últimos años. Además, se observa
una tendencia a concentrar esfuerzos importantes en el proceso de innovación,
asumiendo un cambio en los patrones de innovación en el sector (Capitanio et al., 2009;
Traill y Meulenberg, 2002) y un mejor rendimiento de las innovaciones puede alentar
mayores resultados de las empresas.
La muestra PITEC nos permite diferenciar entre dos tipos de innovadores productos;
en bienes y servicios. La aplicación de patentes es otro producto de innovación
Tabla 5.1 Producción Innovadora

Producción Innovadora (%)


2004 2005 2006 2007 2008 2009
Innovaciones Empresas Españolas 39.19 43.31 42.6 41.29 42.01 43.23
de bienes Empresas Españolas 50.16 50.58 50.74 45.86 48.31 50.12
Agroalimentarias

Innovaciones Empresas Españolas 22.56 24.11 23 21.6 22.43 23.13


de servicio Empresas Españolas 19.16 19.52 18.59 14.21 15.84 15.78
Agroalimentarias

Solicitud de Empresas Españolas 14.86 11.94 10.82 10.29 9.97 9.46


patente Empresas Españolas 13.08 8.29 7.25 7.43 6.52 5.88
Agroalimentarias
Fuente: Autores con el conjunto de datos PITEC

importante que consideramos en este capítulo. En la Tabla 5.1, presentamos el


porcentaje de empresas que logran estas innovaciones y aquellas que solicitaron una
patente. El número de empresas que completan las innovaciones de bienes es estable
en todo el panel tanto para las empresas agroalimentarias como para el resto de las
empresas. sin embargo, existe un mayor porcentaje de empresas innovadoras de bienes
entre las empresas agroalimentarias. El porcentaje de empresas innovadoras de
servicios también son estables en todo el panel, pero los porcentajes son mucho más
bajos que los de las empresas innovadoras de bienes. A diferencia del caso de
innovación de bienes, esta vez hay un porcentaje mayor de empresas innovadoras para
la muestra completa en comparación con las empresas agroalimentarias. Este resultado
está de acuerdo con el hecho de que la muestra completa incluye empresas de los
sectores de servicios. Finalmente, el porcentaje de empresas que producen patentes es
mucho más bajo que el que las que producen innovaciones de productos, procesos,
bienes y servicios según las características de la economía española. En este caso,
también la industria agroalimentaria tiene un porcentaje menor de empresas que
producen patentes en comparación con el resto de las empresas. Curiosamente, en esta
muestra se puede observar un pico de patentamiento de empresas en el año 2004 y,
posteriormente, hay una tendencia decreciente tanto para las empresas
agroalimentarias como para el resto de las empresas. Este resultado confirma los
resultados obtenidos por Alfranca et al., (2004) y Rama (2008) quienes detectaron que
un pequeño núcleo de empresas agroalimentarias realizó el 80% de las innovaciones
en las áreas analizadas.

5.3 Medición de la innovación abierta en las empresas Españolas


agroalimentarias
La apertura de las actividades de innovación no es una de las mejores prácticas, más
bien la firme apertura implica un conjunto de prácticas diferentes que pueden ser
empíricamente diferenciables. A partir de otros estudios (Ebersberger et al., 2011,
Laursen y Salter,2006), en este capítulo, identificamos tres dimensiones diferentes de
la innovación abierta. El primero es la existencia de fuentes externas de información
para desarrollar la innovación y la importancia de cada fuente de innovación. La segunda
dimensión explica los acuerdos de cooperación que una empresa tiene para desarrollar
innovaciones. Finalmente, la tercera dimensión representa el compromiso con la
externalización de actividades de I + D.
En las siguientes subsecciones, procederemos a describir los diferentes niveles de
apertura relacionados con cada una de las tres dimensiones principales.

5.3.1 Las fuentes de ideas innovadoras


Como explican Laursen y Salter (2006), un componente muy importante del movimiento
hacia los modelos de innovación abierta es un cambio en la forma en que las empresas
buscan nuevas ideas y tecnologías para la innovación. Por eso, nuestra primera
dimensión de innovación abierta implica mecanismos que exponen a las empresas a
nuevas informaciónes e ideas novedosas de fuentes externas. Utilizamos los conceptos
definidos por Laursen y Salter (2006) denominados amplitud y profundidad porque las
organizaciones que invierten en una investigación más amplia y profunda pueden tener
una mayor capacidad para adaptarse al cambio y, por lo tanto, para innovar. El primer
concepto, amplitud, se refiere a la amplitud de la búsqueda externa, que se define como
la cantidad de fuentes externas de información o canales de búsqueda en los que las
empresas confían en sus actividades innovadoras. El segundo concepto, profundidad,
se refiere a la profundidad de la búsqueda externa y se define en términos de la medida
en que las empresas extraen profundamente de las diferentes fuentes externas de
información.
Nuestra base de datos contiene elementos que capturan las fuentes de información
utilizadas durante las actividades de innovación de las empresas. Se proporcionan diez
fuentes diferentes donde los encuestados clasifican la importancia de estas fuentes en
una escala de Likert de cuatro niveles que van desde "no utilizado" hasta "gran
importancia". Estas fuentes se pueden agrupar en tres categorías: mercado, institucional
y otros. Las fuentes contenidas en el mercado son clientes, proveedores, competidores
y laboratorios y consultores privados. Las fuentes de información provenientes de
universidades, centros públicos de investigación y centros tecnológicos representan la
categoría institucional. Finalmente, las otras fuentes incluyen conferencias y ferias,
revistas y artículos científicos y asociaciones industriales.
La variable amplitud se construye como una combinación de las 10 fuentes de
información para la innovación. Cada una de las fuentes está codificada como una
variable binaria: 0 no se usa y 1 se usa. Posteriormente, las fuentes utilizadas por una
empresa se suman para que los valores variables varíen de 0 a 10, donde 0 representa
que no se utilizan fuentes externas y 10 representa el uso de todas las fuentes de
información externas. Se supone que las empresas que utilizan un mayor número de
fuentes son más "abiertas", con respecto a la amplitud de búsqueda, que las empresas
que no lo hacen.
La segunda variable, profundidad, se construye utilizando las mismas fuentes de
conocimiento que las utilizadas para construir amplitud. En este caso, cada una de las
10 fuentes está codificada con 1 cuando la empresa informa que utiliza la fuente en un
alto grado y 0 en caso contrario. Las 10 fuentes diferentes se suman posteriormente
para que los valores variables varíen, de nuevo, de 0 a 10. La variable de profundidad
toma el valor de 0 cuando no se usan fuentes de conocimiento externas en un alto grado
y 10 cuando todas las fuentes de información se usan para un alto grado Siguiendo la
misma lógica que en la primera variable, suponemos que las empresas que utilizan más
fuentes de información en un alto grado son más "abiertas" con respecto a la
profundidad de búsqueda que las empresas que no lo son.
En la Fig.5.3, mostramos las variables de amplitud y profundidad. Como en la sección
anterior, comparamos las empresas agroalimentarias con la muestra total española. Las
Año

Amplias empresas Españolas Amplitud Agroalimentaria Profundidad de empresas Españolas

Profundidad Agroalimentaria

Fig. 5.3 Búsqueda de información externa: amplitud y profundidad. Fuente: autores con
conjunto de datos PITEC.

dos primeras columnas representan la amplitud de la muestra española en general y las


empresas agroalimentarias, respectivamente. Como se observa, las empresas
agroalimentarias tienen un grado ligeramente mayor de apertura en los años analizados.
A lo largo de todos los años, tienen un grado de amplitud de aproximadamente seis
fuentes de información diferentes para realizar innovaciones. Entre 2004 y 2006,
registraron un ligero aumento en el número de fuentes de información, pero esta
disminuyó un poco en 2007. Para la muestra completa, la media de las fuentes de
información es inferior a seis y, aunque ha sido más constante que las empresas
agroalimentarias, casi no se detectó diferencia entre las dos muestras.
Cuando movemos nuestra atención a la profundidad, aparecen resultados
interesantes. A pesar de que el sector agroalimentario y la muestra completa parecen
recopilar información de diferentes fuentes externas, el grado en que usan o consideran
que las fuentes son importantes es muy bajo. Como se observa en la figura 5.3, la media
para la profundidad en las empresas agroalimentarias es de alrededor de 1,2, lo que
significa que de las seis fuentes diferentes utilizadas, solo una de ellas se utiliza de
forma extensa o profunda. De nuevo, como en el caso de la amplitud, la apertura de la
muestra completa es un poco menor que la de las empresas agroalimentarias. Para
ambas muestras, podemos observar que el grado de apertura relacionado con la
profundidad es bastante constante.

5.3.2 Cooperación en innovación


La segunda dimensión para medir la apertura son los acuerdos de cooperación para
desarrollar innovaciones. La naturaleza compleja del proceso de innovación hace que
sea cada vez más necesario para las empresas cooperar con otras organizaciones para
llevar a cabo sus iniciativas de investigación y desarrollo. Como se explicó
anteriormente, las fuentes de innovación no se encuentran exclusivamente en la
empresa, también están presentes en otras organizaciones que están dotadas de
recursos complementarios. Por lo tanto, cuanto más intensamente la compañía
Tabla 5.2 Grado de cooperación en empresas españolas en general y en empresas
agroalimentarias

Cooperación Empresas Españolas Empresas Agroalimentarias

Empresas cooperadoras (%) 36.37 40.22


Empresas no cooperadoras (%) 63.63 59.78

Fuente: Elaborado por autores con el conjunto de datos PITEC

interactúa con estos actores externos, al participar en acuerdos de cooperación, más


aprenderá sobre nuevas oportunidades.
Antes de entrar en detalles acerca de con cuántos agentes cooperan generalmente
las empresas agroalimentarias, en la Tabla 5.2 primero presentamos el porcentaje de
empresas que persiguen acuerdos de cooperación con otros agentes. Como se observó,
el 40.22% de las empresas agroalimentarias en nuestra muestra están involucradas en
actividades de cooperación. La muestra general española tiene un porcentaje menor de
empresas dedicadas a la cooperación, 36,37%. Este resultado confirma la necesidad de
cooperación en el sector agroalimentario y en el contexto español en general.
Para medir esta segunda dimensión, la colaboración se captura utilizando la pregunta
de colaboración en la encuesta. La pregunta en particular pregunta si los proyectos de
innovación se han llevado a cabo en colaboración con otros actores y, de ser así, con
qué tipo de agente. El tipo de colaboradores incluye:
• Otras empresas dentro del grupo empresarial de la empresa;
• Proveedores de equipos, materiales, componentes o software;
• Clientes o clientes;
• Competidores u otras empresas en el sector de la empresa;
• Consultores, laboratorios comerciales o institutos privados de I + D;
• Universidades u otras instituciones de educación superior;
• Organizaciones públicas de investigación; y
• Centros tecnológicos.

Para enfatizar que la colaboración en innovación es un esfuerzo mutuamente interactivo,


el cuestionario establece explícitamente que "la cooperación para la innovación es la
participación activa con otras empresas o instituciones no comerciales en actividades
de innovación". Esto excluye la contratación pura del trabajo sin cooperación activa.
La variable, amplitud de cooperación, se formó siguiendo la misma estrategia que
para las fuentes de información externas, es decir, sumamos las variables dicotómicas
que capturan las actividades de cooperación con cada uno de los agentes. Si una
empresa coopera con ocho actores diferentes, obtiene un valor de ocho en la variable
de amplitud de cooperación. Una empresa sin acuerdos de cooperación obtendría un
valor de cero en las mismas variables. En la figura 5.4, presentamos la amplitud de la
cooperación.
Como se observa, los valores medios de esta variable son muy bajos, lo que muestra
que, en promedio, las empresas españolas en su conjunto y las empresas
agroalimentarias cooperan con menos de un agente. Recordando los resultados de la
Tabla 5.2, observamos que alrededor del 40% de las empresas agroalimentarias y las
Grados (0-8)

Año

Empresas Españolas Agroalimentaria

Fig. 5.4 Amplitud de cooperación. Fuente: autores con datos PITEC.

empresas españolas en general cooperan, pero parece ser que cooperan


exclusivamente con uno o dos agentes, lo que indica que el español y las empresas
agroalimentarias no han desarrollado la estrategia de cooperación en todo su potencial.
Esta segunda dimensión del grado de apertura de las empresas parece captar una
dimensión realmente diferente a la de la amplitud de las fuentes externas de
información. Las empresas agroalimentarias parecen abiertas en términos de vínculos
informales con agentes externos, pero cuando se trata de vínculos formales, como los
acuerdos de cooperación, parecen estar muy cerradas.
Lamentablemente, debido a la falta de datos, no podemos capturar la profundidad de
la cooperación, es decir, el grado en que las empresas se comprometen con las
actividades de colaboración.

5.3.3 Gastos en innovación interna/externa


La tercera dimensión de la innovación abierta es que a lo que llamaremos “gasto
interno/externo de innovación”. Incluimos un porcentaje de los gatos en innovación que
corresponden al desarrollo de las actividades I + D ya sea interna o externa. Los gastos
de I + D interno incluye gastos corrientes y de capital. Los gastos de I + D externo
representa el servicio de tercerización de I + D y no incluye la compra de maquinarias y
equipamiento, ni de entrenamiento. Está variable mide el grado de franqueza de las
actividades de I + D, una de las actividades de innovación más relevantes. A través de
ello, podemos ver la importancia que la firma le da a la adquisición de conocimiento en
contrastes con la I + D interna. Como sea, es necesario notar que los conceptos de
innovación abierta no son empleados principalmente como una justificación para
reducción de costos o subcontratación de la función de I + D, porque I + D interno,
basado en la importancia de la capacidad absorbente, es mantenido o incluso
incrementado.
En la tabla 5.3, mostramos el porcentaje de los gastos en innovación dedicados a
actividades de I + D interna y externa. Sorprendentemente, ambas firmas de España en
general y agroalimentarias han registrado un decrecimiento en el porcentaje de inversión
en I + D sobre los gastos de innovación desde el 2004. En 2004, firmas agroalimentarias
dedicaron casi el 50% de sus gastos de innovación a I + D interno, pero para el 2009 su
inversión fue de 15% menos. Está misma tendencia ser observa en las firmas de España
en general, indicando que las firmas concentran sus esfuerzos en menos actividades de
innovación inciertas.
Nosotros también podemos asumir que en términos de esta dimensión de innovación
abierta, firmas agroindustriales y firmas de España son similares ya que ambas invierten
casi 30% más en I + D interna que, en externa, eso ya que ellos confían más en sus
capacidades internas que en las capacidades de otras firmas, centros tecnológicos o
instituciones fuera de la firma. Sin embargo, esto puede ser lo opuesto a las practica de
innovación abierta, la alta dependencia en I + D interna puede explicarse por la teoría
de capacidad absorbente (Cohen y Levinthal, 1990). Estresa que la firma tenga que
implementar actividades de I + D interna para ganar la capacidad de monitorear e
integrar el conocimiento externo y que sin estás capacidades la firma no pueda
aprovechar los conocimientos fuera de sus límites.
En conclusión, con estás tres dimensiones de innovación abierta podemos observar que
las firmas agroindustriales son ligeramente más abiertas las firmas de España en
general. Está mayor apertura de las firmas agroindustriales puede ser explicado en
términos establecidos por Chesbrough et al., Dahlander y Grann (2010) y Acosta et al.
(2011), indican que la red e innovación abierta están bien adaptadas a este sector
económico. La principal razón se enfoca en la definición del sector, como cadena de
comida y la necesidad de la colaboración de la dimensión estructural dominante.

Tabla 5.3 Gastos de innovación en I+D interna e I + D externa

Fuente: autores con panel de datos PITEC

5.4 El efecto de la apertura en el desempeño de la innovación de las firmas


En esta sección, apuntamos a analizar el efecto de las tres dimensiones de apertura en
el desempeño de la innovación de la firma. Con la información disponible en nuestra
muestra y seguidamente Laursen y Salter (2006), usamos dos proxies que apuntan a
reflejar varios tipos de desempeño en innovación. Primero, usamos una variable
midiendo la fracción del volumen de negocios de la empresa relacionado con productos
nuevos en el mercado. En adición, incluimos una variable que expresa la fracción del
volumen de negocios pertenecientes a productos nuevos de la empresa. El porcentaje
de ventas propias de los nuevos productos en el mercado es considerado como
innovación radical mientras el porcentaje de ventas debido a productos nuevos para la
empresa se considera como innovaciones incrementales. Como se observa en las
tablas 5.5 y 5.6 incluimos en el modelo de información externa amplitud y profundidad,
la amplitud del número de acuerdos de cooperación (amplitud_coop) así como el
porcentaje de gastos de innovación dedicados a las actividades de I + D interna y
externa. También lo consideramos necesario controlar por la importancia dada a las
fuentes de información interna, las cuales en cierta manera representan que tan cercana
la innovación podría ser. Esto es capturado por la variable de información interna la cual
es medida como la importancia dada a esta fuente por alcanzar innovaciones y es
calificado de 1 a 4, donde 1 es irrelevante y 4 es muy alto. Adicionalmente, nosotros
controlamos el gasto en innovación, relativo a las ventas totales, tamaño de la empresa,
medido por el logaritmo natural de número de empleados. En la tabla 5.4 presentamos
la tabla de correlación de las variables usadas en el modelo.
La tabla 5.5 muestra los resultados del uso de los modelos de Tobit, de innovaciones
radicales e incrementales para las empresas de España. Para aumentar la confiabilidad
de nuestros resultados y para capturar los cambios a lo largo del tiempo calculamos tres
modelos para los años 2007, 2008 y 2009. Nosotros empezamos la interpretación de
nuestros resultados con las innovaciones radicales y el efecto de la apertura informal.
La variable de amplitud, que representa la apertura basada en el número de fuentes
externas de información muestra un efecto positivo significativo en la innovación
empresarial para los tres años de análisis. La variable de profundidad, representa que
tan fuertemente las empresas confían en las fuentes de información externa, tuvo un
impacto positivo en la innovación empresarial para los años 2007 y 2008, pero perdió
su significancia en el año 2009.
La apertura formal representada por el número de acuerdos de cooperación mostrados
en la tabla 5.5, también indica que hay un efecto positivo en la innovación empresarial
durante los tres años de análisis. Desde el tamaño del coeficiente, podemos asumir que
está dimensión de apertura tiene un efecto más fuerte que la apertura informal. En
cuanto a la tercera dimensión de la apertura, podemos observar que el compromiso con
las actividades externas de I + D no es significativamente positivo para aumentar el
rendimiento innovador de la empresa. Esto indica que la misma adquisición de I + D no
incrementa el porcentaje de ventas debido a nuevos productos en el mercado. Sin
embargo, este resultado no es el esperado, la literatura ha mostrado que, para algunas
industrias altas en tecnología, tercerizando las actividades de I + D no incrementa el
desempeño de la empresa (Cruz-Cázares et al., 2010).
Cuando giramos nuestra atención a la importancia dada a la información interna y
actividades de I + D interna, observamos que ambas tienen un impacto positivo en el
desempeño de innovación y sin duda la información interna tiene un impacto mayor que
el alcanzado por la I + D interna. Este comportamiento es constante para año de análisis.
Todos estos resultados indican que, para los innovadores radicales de España, es
importante tener una estrategia combinada, tanto para mantener un compromiso activo
con la actividad interna de I + D y convertirse en un innovador abierto.
Para las variables de control, observamos que el gasto en innovaciones ejerce
un alto impacto en el rendimiento innovador de la empresa y que hay un negativo
efecto del tamaño de la empresa en el rendimiento innovador, esto es, pequeñas
empresas tienden a alcanzar más innovaciones radicales que las grandes.
En la tabla 5.5, nos movemos al efecto de las prácticas de innovación abierta en las
innovaciones incrementales y los resultados muestran que las amplitudes de las fuentes
de información tienen un efecto positivo y significativo en el logro de nuevos productos
por la empresa a lo largo de los tres años de análisis. Para la profundidad de las fuentes
de información se puede observar que en 2007 no tuvo un efecto significativo, pero
luego, en 2008 y 2009, el efecto se volvió significativo.
La dimensión formal de apertura, amplitud de acuerdos de cooperación, también tienen
un efecto positivo y significativo en innovaciones incrementales, pero esto sólo ocurrió
en 2007 y 2008. Por otro lado, a tercerización de las actividades de I + D muestran no
aumentar la realización de innovaciones incrementales, más bien parecen estar
dirigidos a la realización de innovaciones radicales.
Finalmente, para el control de variables, los gastos de innovación tuvieron un efecto
significativo en la innovación empresarial solo para el año 2007 y el efecto negativo del
tamaño de la empresa sólo se puede observar en el año 2008.
En general, las practicas abiertas o cerradas de innovación son menos importantes para
alcanzar innovaciones incrementales que para las radicales. Esto puede ser visto como
un resultado predecible porque siendo un innovador radical se requiere más esfuerzo
para obtener un resultado en la innovación sólo para la empresa.
En la tabla 5.6, se presentan los estimados para el modelo de Tobit para empresas
agroalimentarias. Como en la tabla 5.5, hay tres modelos para la innovación radical con
variable dependientes y tres modelos para la innovación incremental con variable
dependiente.
Los resultados muestran que las amplitudes de las fuentes de información tienen un
efecto positivo la realización de innovaciones radicales para las empresas
agroindustriales. Este efecto es constante para los tres años de análisis. Sin embargo,
el número de fuentes ejerce un efecto, la profundidad de estás fuentes de información
no tiene un efecto significativo en la realización de innovaciones radicales. La segunda
dimensión de la apertura, acuerdos de colaboración, tiene un efecto más fuerte y
significativo en la innovación empresarial que la dimensión de amplitud informal. Este
efecto es también constante a través de los tres años de análisis. En línea con los
resultados obtenidos por las empresas de España, la tercera dimensión de apertura,
aproximado por la externalización de actividades de I + D, no produce ningún efecto
positivo en el logro de innovaciones radicales.
De la misma forma que con las empresas de España, en general, la importancia dada a
la información interna tiene un efecto positivo y significativo en el desempeño de la
innovación en las empresas. También, su efecto parece ser mayor que sus fuentes de
amplitud y profundidad externa. Sin embargo, en contraste con el caso de las empresas
en España, como un todo, el desarrollo de actividades de I + D interna parece no tener
efecto significativo en el aumento del porcentaje de ventas debido a las innovaciones
radicales en la agroindustria.
En cuanto a las variables de control, los gastos dedicados a actividades de innovación
produjeron un efecto positivo en las innovaciones radicales de los años 2007 y 2008,
pero tuvo un efecto ausente en el 2009. El efecto negativo del tamaño de la empresa se
observó para las de España que en general no presentaron para las agroalimentarias.
Estos resultados muestran que, para empresas agroalimentarias, al igual que para el
resto de compañías, las prácticas de innovaciones abierta pueden ser beneficiosas, pero
necesitan una cultura de innovación dentro de la organización para tener un efecto
positivo en los resultados.
Respecto a los modelos existentes para las innovaciones incrementales, podemos
observar que la amplitud, profundidad de fuentes de información y la amplitud de
acuerdos de cooperación pierden mucha significancia comparados con sus efectos para
alcanzar innovaciones radicales. El efecto singular de la amplitud de información externa
puede apenas observarse en el 2007; la variable de profundidad no es significativa en
ningún modelo, tampoco lo son los acuerdos de cooperación. La tercera dimensión de
la apertura, I + D externa, no incrementa la probabilidad de aumentar las ventas por los
nuevos productos para la empresa.
Lo correspondiente a las variables internas, la importancia dada a la información interna,
es significativa sólo para los años 2008 y 2009. Para las actividades de I + D interna,
ningún efecto se observa en la tabla 5.6.
Finalmente, el gasto dedicado a actividad de innovación tiene efectos positivos
exclusivamente para el año 2009, lo mismo es cierto para el tamaño de la empresa.
Cuando comparamos los resultados obtenido en la totalidad de la muestra de España y
la muestra agroalimentarias, observamos que las diferencia actividades de innovación
de las empresas son más importantes para las innovaciones radicales que para las
incrementales. Este hecho puede ser interesante para los gerentes de las empresas.
Ellos pueden considerar los distintos impactos de actividades de innovación abiertas o
cerradas en el desempeño y, en consecuencia, establecer el deseado compromiso con
uno u otra actividad. Las empresas agroalimentarias muestran más variables
significantes en el contexto de innovación radical que en las actuaciones incrementales.
Este resultado puede indicar diferencias en las estrategias empleadas por las empresas
cuando ellos deciden usar la apertura. Por lo tanto, la empresa puede buscar más
alianzas cuando el objetivo son resultados radicales y menos para contextos
incrementales. Finalmente, es posible que las compañías agroalimentarias hayan
seleccionado las actividades abiertas principalmente por su enfoque radical.

5.5 Conclusiones

En años recientes, hemos estado viendo un interés creciente en conocer el grado de


implementación de practica de innovaciones abiertas en empresas. Los estudios se han
enfocado en bastantes países como sectores. Este estudio se concentra en una muestra
de empresas de España con especial énfasis en el sector agroalimentario. La industria
agroalimentaria está en transición de un sector tradicional y pobre en innovación a una
situación donde la innovación juega un papel clave. Opciones de innovación, incluyendo
acciones relacionadas a innovación abierta y colaboración, encaja bastante bien en este
sector caracterizado por una estructura en cadena (cadena alimentaria) y una
predominancia de las PYME.
El mayor esfuerzo en innovación se ha observado en el ingreso y salida
respectivamente. De una fuente de datos de empresas de España encontramos que hay
más empresas agroalimentarias envueltas en I + D, pero emplean menos personal para
I + D y son menos intensivas respecto a innovaciones que el resto de empresas en
España. Como sea, son más eficientes en transformar su fuente de innovación limitada
porque el número de empresas alcanzando un proceso de innovación es mucho mayor
para empresas agroalimentarias que en el resto de empresas. Sin embargo, no
observamos una diferencia significativa entre el comportamiento de las empresas
agroalimentarias y el resto respecto a la innovación de producto.
La apertura de actividades de innovación no es una sola practica excelente y en este
capítulo hemos identificado tres diferentes dimensiones de innovación abierta. Cuando
nosotros analizamos los mecanismos que expone a las empresas a nueva información
e ideas recientes de fuentes externas como una medida de apertura, encontramos que
el sector agroalimentario un ligero grado de apertura mayor que el resto de la muestra
de empresas. Por otro lado, en este estudio las empresas agroalimentarias parecen
abrirse en términos de vínculos informales con agentes externos, pero, cuando se trata
de vinculaciones formales, como acuerdos de cooperación, parecen ser muy cerrados,
pero no tienen un patrón de comportamiento distinto al resto de empresas en España.
Finalmente, las empresas agroalimentarias gastan un poco más en I + D externa que el
resto de empresas. En conclusión, en este estudio podemos observar que las empresas
agroalimentarias tienen un fuerte compromiso a practica de innovación abierta, contrario
a la visión tradicional de ella como una industria pobre en innovación. La forma en que
las empresas agroalimentarias siguen las tres dimensiones consideradas como
prácticas de innovación abierta, i.e. amplitud y profundidad de información externa,
acuerdos de colaboración e I + D externo, encaja con la estructura de la industria
caracterizada por una alta concentración de PYME y la estructura de la cadena
alimentaria.
Este ligero mayor grado de apertura de las empresas agroalimentarias tiene un efecto
solo en innovaciones radicales, no en innovaciones incrementales como en el resto de
empresas en España donde el efecto de apertura tiene efecto sobre ambas
innovaciones. La complejidad de crecimiento del mercado y las nuevas tecnologías
fuerzan a las empresas a usar colaboración y el sector agroalimentario está listo para
eso (Weaver, 2008). Las decisiones de estas empresas tienen que basarse en un
análisis para poder escoger si la innovación radical o incremental es la más apropiado
para ellas.
Este capítulo tiene ciertas limitaciones. La principal limitación es que, como se discutió
en la revisión de literatura y como se señala en la descripción de la muestra, las
empresas agroalimentarias están orientadas a procesos de innovación, pero, por una
falta de información, tuvimos que analizar los efectos de prácticas de innovación abierta
en el porcentaje de ventas resultantes de nuevos productos. Habría sido muy
interesante estudiar el efecto de innovación abierta en las principales salidas de
innovación de las empresas agroalimentarias, pero investigaciones más extensas se
necesitan respecto a este campo.

5.6 Referencias

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