La voluntad de Dios

¿Es relevante?

¿Quién realmente hace la voluntad de Dios? Somos llamados a hacer su voluntad,

pero ¿quién cumple tal mandamiento? ¿Quién es capaz de estar a la altura de tal exigencia?
Miramos a nuestro alrededor y parece que nadie. Es más, aquellos que estamos dedicados a
la enseñanza hasta nos invade un sentimiento de gran culpa y frustración porque en realidad
no cumplimos aquellos que exigimos de los demás. En otras palabras buscamos que nuestros
feligreses vivan de acuerdo a la voluntad mediante la exhortación de la Palabra, más al mismo
tiempo estamos siendo amonestados por la misma Palabra que usamos para respaldar nuestra
exhortación.

Quizás debamos reflexionar sobre las debilidades que aquejan a la grey del Señor.
Porque si para los que son instruidos les es difícil siquiera persistir en la voluntad de aquel
que es todopoderoso, que les queda a las pobres ovejas que les toca sobrevivir el día a día
con sus diversos achaques y problemas y más aún en intentar ser fieles y cumplir con la
voluntad de Dios.

En realidad es fácil pedir para las ovejas que sean fieles, que sean comprometidos con
el Señor y su obra. Pero creo que debemos también pensar que no es un asunto fácil. No es
fácil porque el pecado esta presente y la vida se torna pesada.