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EL ACTOR CIVIL

1. DEFINICION DE ACTOR CIVIL:

El actor civil es la persona, física o jurídica que dentro del proceso penal
ejercita únicamente la acción civil, es decir, quien pretende la restitución
de la cosa, la reparación del daño o la indemnización de daños y
perjuicios, materiales y morales, causados por el hecho punible.

2. QUIEN SE CONSTITUYE COMO ACTOR CIVIL:

El artículo 98 del Código Procesal Penal señala “la acción reparatoria


en el proceso penal solo podrá ser ejercitada por quien resulte
perjudicado por el delito, es decir, por quien según la ley civil este
legitimado para reclamar la reparación y, es su caso, los daños y
perjuicios producidos por el delito”; por tanto podemos decir que este
artículo establece como premisa inicial que el actor civil es el titular de
la acción reparatoria, luego precisa que esta acción sólo podrá ser
ejercitada por quien resulte perjudicado del delito. Recuérdese que la
naturaleza de la acción reparatoria es fundamentalmente patrimonial y
es por ello la denominación del titular de ella: “actor civil.” Dicho actor
civil deberá, en primer término, sustentar en el proceso cómo es que ha
sido perjudicado por la conducta imputada al investigado y cómo es que
este daño sufrido puede ser resarcido.

Por ejemplo en el caso de lesiones graves, el agraviado será aquél que


efectivamente recibió las lesiones y el daño sufrido se acredita mediante
el certificado médico correspondiente. Será entonces facultad de aquél
que sufrió las lesiones constituirse en actor civil.

Diferente será en el caso de un homicidio, donde el agraviado es sin lugar


a dudas la víctima. Pero este agraviado como persona humana dejó de
existir, subsiste sin embargo la relación sucesoria hacia sus
descendientes o ascendientes de ser el caso. Dada la naturaleza
patrimonial de la acción reparatoria, tendrán derecho a ejercerla quienes
acrediten precisamente su vínculo sucesorio con la víctima o agraviado
directo, ya que ellos son los afectados con la vulneración (o destrucción)
del proyecto de vida de éste.

Existen delitos donde se afectan derechos reales patrimoniales, en


aquellos casos se deberá acreditar la titularidad del derecho. En la
mayoría de casos eso se hace mediante prueba documental o haciendo
uso de las presunciones que al respecto concede el derecho civil. Se debe
incidir en el mecanismo de prueba para cada derecho. Por ejemplo es
frecuente que los agraviados en delitos de usurpación, en los casos de
los incisos 2 y 3 del artículo 202 del Código Penal, pretendan acreditar
su condición con el título de propiedad, olvidando que lo que se debe
acreditar es la posesión del bien y no la propiedad.

Si los agraviados son los accionistas, socios, asociados o miembros


(artículo 94.3 del Código) de una persona jurídica, estos podrán también
constituirse en actores civiles, adelantándonos al cómo, se debe recordar
que las asociaciones pueden ser también asociaciones de hecho. En el
caso de las inscritas deberán adjuntar sus respectivas fichas registrales,
ya que como se sabe los derechos de estos agraviados solo serán
oponibles a terceros a partir de su inscripción en los registros públicos.
En el caso de las asociaciones de hecho o no inscritas, deberán acreditar
su condición mediante la presentación de los libros correspondientes o
las copias de estos debidamente certificadas.

El artículo 94.4 del Código también atribuye a las asociaciones (por


medio de sus representantes legales) la facultad de ser agraviado en
proceso donde se afectan intereses difusos. Se entiende asociaciones que
tienen en sus fines (conforme al estatuto correspondiente) la defensa de
los intereses difusos afectados mediante la comisión del delito en
investigación. Cuando estas asociaciones intervienen como actor civil, se
debe tener cuidado en el sentido de que su principal facultad es la de
colaborar con el esclarecimiento de los hechos y la investigación, la
capacidad de reclamar una reparación civil tiene que estar siempre en
relación a beneficiar con esta a los directamente afectados con los delitos
cometidos.
3. OPORTUNIDAD DE LA CONSTITUCIÓN EN ACTOR CIVIL:

De acuerdo al artículo 101 del Código, la constitución en actor civil


deberá efectuarse antes de la culminación de la investigación
preparatoria.

Por tanto el Código Procesal Penal contempla que la investigación


preparatoria culmina mediante una disposición fiscal ya sea por propia
decisión fiscal o en cumplimiento de mandato judicial consecuencia de
una audiencia de control de plazos. Aunque el Código no lo establece
expresamente, el Fiscal comunica normalmente esta disposición al
Juzgado y luego de quince días decide si sobresee la causa, acusa o hace
un requerimiento mixto.

La norma no establece un punto de inicio, es decir a partir de qué


momento puede el agraviado constituirse como actor civil, sin embargo
resulta claro que siendo la declaración de actor civil un acto
eminentemente jurisdiccional, no podría realizarse antes de que el
Juzgado de Investigación preparatoria haya asumido competencia
material, por tanto puede decirse que el momento sólo puede ser a partir
de que el Juzgado haya tomado conocimiento de – y admitido – la
disposición de formalización y continuación de la investigación
preparatoria expedida por el fiscal a cargo de la investigación

4. BENEFICIO DE CONSTITUIRSE EN ACTOR CIVIL:

El agraviado o agraviados de ser el caso, se constituyen como actor civil


para, de acuerdo a los artículos 104 y 105 del código, ejercer las
siguientes facultades:

a) Deducir nulidad de actuados.

b) Ofrecer medios de investigación durante la etapa de investigación


preparatoria.

c) Ofrecer medios de prueba en la etapa intermedia.

d) Participar en los actos de investigación y de prueba.


e) Intervenir en el juicio oral, por intermedio de su abogado.

f) Interponer los recursos impugnatorios que la Ley prevé.

g) Intervenir en el procedimiento para la imposición de medidas


limitativa de derecho, cuando corresponda.

h) Formular solicitudes en salvaguarde de su derecho


Colaborar con el esclarecimiento del hecho delictivo, de la
intervención del autor o partícipe.

i) Acreditar la reparación civil que pretende.

En el caso del punto g) evidentemente el Código no se está refiriendo a la


prisión preventiva ni ninguna de las medidas similares, como la
comparecencia restrictiva por ejemplo, ya que en esos casos, como
establece el artículo 271.1, el actor civil no interviene en la audiencia
correspondiente. Este punto se refiere a las llamadas “otras medidas
reales” o la incautación y cuyo fin es garantizar precisamente el pago de
la reparación civil, entre las “otras medidas reales” tenemos: la orden de
inhibición (que impide al imputado o tercero civil disponer o gravar sus
bienes); el desalojo preventivo, las medidas anticipadas, las medidas
preventivas contra personas jurídicas y la pensión anticipada de
alimentos.

Respecto a la acreditación del quantum de la reparación civil que


pretende, el actor civil debe utilizar las mismas reglas de la
responsabilidad civil extracontractual, es decir deberá acreditar daño
emergente, lucro cesante y daño a la persona de ser el caso o
corresponder.

Adicionalmente a los descritos, el actor civil no pierde los derechos que


le asisten como agraviado y que están descritos en el artículo 95 del
Código;Si bien al parecer la intervención del actor civil no sería
exclusivamente patrimonial, se puede ver que todas las facultades que se
le otorgan no tienen otro fin que garantizar una resolución condenatoria,
la misma que a la larga generará el pago de la reparación correspondiente
(pago que también puede buscar garantizar con estas facultades), para sí
o para otros agraviados también.

No se debe olvidar que la constitución civil del agraviado genera su


renuncia tácita a acudir a la demanda en la vía civil pura, llamada extra
penal. Solo puede recuperar esa capacidad el actor civil que se desiste de
tal condición hasta antes de la acusación fiscal. De la misma manera, el
demandante civil (extra penal) renuncia tácitamente a constituirse en
actor civil en el proceso penal derivado de los mismos hechos.

Ahora bien, para poder constituirse en actor civil (el agraviado que actúa
procesalmente para hacer valer su derecho a la reparación civil por el
daño causado con el delito) deben reunirse los requisitos puntualizados
en el artículo 100º del Código Procesal Penal. En efecto, ocurre que el
citado cuerpo de leyes ha establecido lo siguiente:

La solicitud de constitución en actor civil se presentará por escrito ante


el Juez de la Investigación Preparatoria.

Esta solicitud debe contener, bajo sanción de inadmisibilidad:

a) Las generales de Ley de la persona física o la denominación de la


persona jurídica con las generales de Ley de su representante legal;

b) La indicación del nombre del imputado y, en su caso, el tercero


civilmente responsable, contra quien se va a proceder;

c) El relato circunstanciado del delito en su agravio y exposición de las


razones que justifican su pretensión; y

d) La prueba documental que acredita su derecho conforme al artículo


98º.

Como se advierte del parágrafo precedente, si bien se está frente a una


pretensión de índole resarcitoria, la Ley procesal exige que el perjudicado
-que ejerce su derecho de acción civil- precise específicamente
el quantum indemnizatorio que pretende. Ello conlleva a que
individualice el tipo y alcance de los daños cuyo resarcimiento pretende
y cuánto corresponde a cada tipo de daño que afirma haber sufrido. Con
esta medida la norma procesal persigue dar solución a un problema
sumamente grave en nuestro ordenamiento judicial pues con el
transcurrir del tiempo la práctica tribunalicia revela que los montos
dinerarios que se establecen por concepto de reparación civil en sede
penal son relativamente menores y no guardan relación ni proporción con
el hecho que forma parte del objeto procesa.

PASO PARA LA CONSITUCION EN ACTOR CIVIL

Primero se tiene el trámite establecido en el artículo 102 del Código que


establece la obligación del Juez de recabar información de los sujetos
procesales apersonados y correr traslado de la petición, a fin de resolver
dentro del tercer día, es el hecho de analizar si este procedimiento debe
hacerse siempre con la celebración de audiencia.

El artículo 102.1 en su última parte pareciera indicar que se dicta la


resolución sin mayor trámite que el haber recabado la información y la
notificación de la solicitud:

“El Juez de la Investigación Preparatoria, una vez que ha recabado


información del Fiscal acerca de los sujetos procesales
apersonados en la causa y luego de notificarles la solicitud de
constitución en actor civil resolverá dentro del tercer día.”

Sin embargo, el segundo punto del indicado artículo precisa que para
efectos del trámite, rige lo dispuesto en el artículo 8 del Código Procesal
Penal.

El artículo 8 del Código, que establece el procedimiento para el trámite


de los medios de defensa (cuestión previa, cuestión prejudicial y
excepciones) establece que dentro del tercer día de notificar la admisión
del medio de defensa, el juez llevará a cabo una audiencia con la
intervención obligatoria del fiscal y, debe entenderse así, facultativa de
los otros sujetos procesales.
Resulta entonces que el trámite de la constitución en actor civil tendría
que hacerse necesariamente mediante audiencia. Los defensores de esta
posición señalan que es necesaria la audiencia en cumplimiento del
principio de proceso público, oral y contradictorio establecido en el
artículo I.2 del Título Preliminar del Código Procesal Penal, y que una
resolución expedida sin “contradictorio” en audiencia no tiene validez y
atenta contra el modelo garantista.

En este orden de ideas, debe tenerse en cuenta que en la audiencia de


medios de defensa regulada por el artículo 8, la naturaleza de la
audiencia implica que el fiscal defienda su posición de titular de la acción
penal frente a la cuestión previa, cuestión prejudicial o excepciones
defensa que haya deducido la parte legitimada. No sucede lo mismo en la
solicitud de constitución en actor civil, salvo que el fiscal u otro sujeto
procesal haya expresado oposición. Si en el plazo del traslado, algún
sujeto procesal o el propio fiscal expresan oposición, o por la complejidad
del pedido se amerita una audiencia (como en el caso del ejemplo del
punto 2.1), se debe realizar esta a fin de que el Juez tenga elementos
suficientes como para expedir la resolución del caso. De no ser así, el
Juez deberá resolver sin mayor trámite, dejando expresa mención en la
resolución que no hubo oposición en el plazo de Ley. Un mecanismo
recomendable sería formar cuaderno aparte, como dispone el reglamento
aprobado mediante la Resolución Administrativa 096-2006-CE-PJ, para
un mejor control, en los casos donde efectivamente hubo oposición y
audiencia y en los otros casos mantener el trámite en el principal, por
cuanto no se justificaría un cuaderno independiente para ese caso, por
lo mínimo de las actuaciones.

En el caso de la oposición, está deberá estar basada en el


cuestionamiento precisamente a la prueba documental que acredita el
derecho del solicitante. Existen casos, donde no hay mayor trámite que
presentar el documento de identidad, como por ejemplo el del agraviado
en el caso de lesiones, donde además el certificado médico
correspondiente seguramente estará en la carpeta fiscal. Adicionalmente,
en estos casos suele haber una identidad entre el denunciante y el
agraviado, que no necesariamente se produce en todos los casos.

En los casos de delitos en perjuicio del Estado, será el procurador quien


deba acreditar en primer lugar, no su calidad de agraviado, si no de
representante del agraviado que es el Estado, adicionalmente como
cualquier otro sujeto procesal, deberá acreditar también su pretensión.
También será potestad a criterio del procurado limitarse al
apersonamiento como parte procesal si así lo considera. Como ya se
indicó en líneas previas, el titular de un derecho real en los casos de los
delitos contra el patrimonio, deberá acreditar de la mejor manera posible
la titularidad del derecho o facultad que afirme ostentar, igualmente se
deberá acreditar documentalmente el entroncamiento en el caso de
pretender una calidad sucesoria o el certificado correspondiente de
vigencia de poderes expedido de los registros públicos en el caso de
atribuirse la representación de una persona jurídica inscrita. La
representación de personas jurídicas no inscritas o de hecho, se hará
conforme las reglas civiles del caso. El Juez deberá en todos los casos
analizar la documentación necesaria para determinar la validez o no de
la solicitud y, de ser el caso, resolver la oposición presentada.

Finalmente, se ha tenido noticia de algunos casos en los que se ha


declarado de oficio la constitución de actor civil del agraviado por parte
del Juez de Investigación Preparatoria. Es necesario afirmar
categóricamente que la petición de constitución en actor civil sólo puede
ser a pedido e iniciativa de parte.

Veamos: En primer lugar los actos oficiosos del Juez, por regla general,
deben ser respaldados por norma permisiva expresa. En este caso no
existe norma alguna que autorice al Juez a proceder de oficio.

Segundo: La calidad de procesal de actor civil lleva implícita una serie de


responsabilidades derivadas de las facultades inherentes a dicha calidad,
el Juez no puede atribuirle arbitrariamente dichas responsabilidades a
un agraviado si este no las ha solicitado expresamente.
Tercero, y más importante: La constitución en actor civil implica por
mandato legal el impedimento del agraviado a recurrir a la vía extra
penal. Imagínese a un agraviado que decide litigar en la vía civil, presenta
una demanda por daños y perjuicios y finalmente pierde la capacidad de
continuar dicho proceso por una excepción deducida por la otra parte, la
que se declara fundada debido a que en el proceso penal originado en los
mismos hechos, tiene la calidad de actor civil. Súmese a esa hipótesis
que a ese momento la causa penal ya esté en acusación fiscal,
imposibilitando el desistimiento. ¿Incurriría en responsabilidad el Juez
que constituyó en actor civil a este agraviado de oficio? A todas luces la
respuesta es positiva, y no solo incurriría en responsabilidad funcional,
sino también en responsabilidad civil.
CONCLUSION

 Como se ha visto, se ha intentado abordar las principales


dificultades que podrían derivarse de la constitución del agraviado
como actor civil. Si bien el procedimiento parece sencillo, como se
ha demostrado, en el trámite de los procesos, se pueden advertir
variables mucho más complejas que requieren soluciones no
contempladas por el Código. Es necesario afirmar que cualquier
solución tiene que estar ajustada a derecho, a los principios
generales del proceso y a las reglas del Código Civil en cuanto sean
pertinentes.

 Se deben evitar excesos como por ejemplo la realización de


audiencias innecesarias cuando no hay oposición, so pretexto de
resguardar un “contradictorio” que como ya se ha explicado, es una
garantía del juicio oral, y es aplicable a la investigación
preparatoria siempre que no afecte la eficiencia del sistema.

 Finalmente se debe recomendar de manera tajante proscribir la


errónea práctica de constitución de oficio de actor civil de los
agraviados.

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