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Demóstenes (Sobre la Corona, 210) - La defensa que hace el orador del honor
del tribunal contrastaba con las acciones impropias que Esquines le imputaba
en el juicio.
Al finalizar los pleitos contra sus tutores y como forma de ganarse la vida,
Demóstenes se dedicó a redactar discursos para su utilización en pleitos
privados de terceras personas. Destacó mucho en su trabajo, y fue
consiguiendo una cartera de clientes ricos y poderosos.
Demóstenes dirigió sus energías contra el creciente poder del rey Filipo II de
Macedonia, a quien veía como una amenaza no sólo para Atenas sino para
todas las ciudades-estado griegas.
Gran parte de sus mejores discursos se dirigieron contra el poder creciente del
rey Filipo II de Macedonia. Desde el año 357 a. C., cuando Filipo
asedió Anfípolisy Pidna, Atenas y Macedonia habían estado formalmente en
guerra.[50] En el 352 a. C. Demóstenes describió a Filipo como el mayor y el
peor enemigo de su ciudad. El discurso sería un avance de los fieros ataques
que Demóstenes lanzaría contra el rey macedonio durante los años que
siguieron.[51] Un año después criticó a aquellos que subestimaban el poder de
Filipo y avisaba de que era tan peligroso como el propio rey de Persia.[52]
En el 352 a. C. las tropas atenienses lograron con éxito enfrentarse a Filipo en
las Termópilas,[53] pero la victoria macedonia sobre los focios en la batalla del
Campo de Azafrán supuso un duro golpe para Demóstenes.
Su primer discurso contra Filipo, conocido como la Primera Filípica (351-
350 a. C.), tenía como tema la preparación y la reforma del fondo social de
Atenas,[54] el pilar principal de las políticas de Eubulo.[46] Exhortó a los
atenienses a que despertaran de su falsa seguridad y pidió que la guerra se
extendiera a Tracia, pero no tuvo éxito.
"Necesitamos dinero, seguro, atenienses, y sin dinero nada de lo que debería
ser hecho podrá hacerse".
Demóstenes (Primera Olíntica, 20) - El orador se empleó con esfuerzo para
convencer a sus conciudadanos de que la reforma del fondo social era
necesaria para financiar los preparativos militares de la ciudad.
Desde ese momento y hasta el 341 a. C., todos los discursos de Demóstenes
se referían al mismo asunto: la lucha contra Filipo. En el 349 a. C., para
completar su dominio del mar EgeoFilipo marchó contra Olinto, aliado de
Atenas y la última ciudad de la Calcídicaque le quedaba por dominar. Olinto
pidió ayuda a Atenas, y Demóstenes pronunció con tal motivo las tres Olínticas,
en las que solicitó a Atenas ayuda para su aliado. En los tres discursos,
Demóstenes criticaba a sus compatriotas por no hacer nada, y urgía a Atenas a
ayudar a Olinto contra el "bárbaro"[55] macedonio.[56][57]
A pesar de los avisos de Demóstenes, los atenienses se enzarzaron en una
guerra inútil en Eubea y no ofrecieron apoyo militar a Olinto.[58] El tratado
subsiguiente, la paz de Filócrates, resultaba insoportable para él, que no lo
consideró más que un respiro entre dos batallas.
El caso de Meidias (348 a. C.)Editar
"Sólo pensad: en el momento en que este tribunal se levante, cada uno de
ustedes andará a casa, unos más rápido, otros con más calma, sin ansiedad,
sin mirar por encima del hombro, sin miedo a que él vaya a ir corriendo contra
un amigo o enemigo, un hombre grande o uno pequeño, fuerte o débil, o nada
por el estilo. ¿Y por qué? Porque en su corazón conoce y confía, y ha aprendido
a confiar en el Estado, en que nadie le acosará o insultará o agredirá".
La Cuarta Filípica (340 a. C.), fue en realidad una declaración de guerra que
condujo a otra derrota griega a manos de los macedonios: En gran parte
gracias a los esfuerzos de Demóstenes, el intento de Filipo, en el 340 a. C., de
capturar Bizancio (actual Estambul) se retrasó.
En 341 a. C. Demóstenes fue enviado a Bizancio, en donde buscó la
renovación de la alianza con Atenas. Gracias a sus maniobras
diplomáticas, Abidostambién se unió a la causa. Por otra parte, estos
acontecimientos preocuparon a Filipo e incrementaron su animadversión contra
Demóstenes. La asamblea ateniense, sin embargo, no tuvo en cuenta las
quejas de Filipo contra la conducta de Demóstenes y denunció el tratado de
paz, lo que de hecho significaba una declaración de guerra.
En 339 a. C. Filipo hizo su último y mayor movimiento en busca de la conquista
del sur de Grecia, asistido por el apoyo de Esquines en el marco de la
Anfictonía.[82] Durante la reunión del Consejo, Filipo acusó a la ciudad
de Anfisa, en la Lócrida, de haber invadido suelo consagrado.[83] El oficial que
presidía el Consejo, un tesalio llamado Cotifo, propuso la convocatoria del
Congreso de la Anfictonía para que impusiese un castigo ejemplar.[84] Esquines
estaba de acuerdo con esta propuesta y mantenía que los atenienses deberían
participar en el Congreso,[84] si bien Demóstenes revirtió las iniciativas de
Esquines y Atenas finalmente se abstuvo.[85] Tras el fracaso de la primera
excursión militar a la Lócrida, la sesión de verano de la Anfictonía dio el mando
de las fuerzas de la liga a Filipo, y le pidió que dirigiese una segunda
excursión.[86]
Filipo decidió actuar de inmediato. El invierno de 339-338 a. C. atravesó las
Termópilas y entró en Anfisa, en donde venció rápidamente a la población de la
ciudad. Tras esta significativa victoria, Filipo entró en la Fócida en 338 a. C. y
luego se dirigió al sudeste, bajando el valle del río Cefiso, para asediar y
capturar la ciudad de Elateia, en donde restauró las fortificaciones.[86]
Mientras tanto, Atenas se dedicó a forjar una alianza con las ciudades de
Eubea, Megara, Acaya, Corinto, Acarnania, así como con otros estados menos
importantes del Peloponeso. En cualquier caso, la alianza más deseada para
Atenas era con la ciudad-estado de Tebas.
Con el objetivo de conseguir dicha alianza, Atenas envió a Demóstenes a la
ciudad de Beocia. Filipo, por su parte, también envió su propia delegación con
la finalidad contraria, pero no logró evitar que Demóstenes adhiriese a Tebas a
su causa.[87] No ha llegado a nuestros días el discurso completo de
Demóstenes ante el pueblo tebano, por lo que las argumentaciones que utilizó
para convencer a Tebas para unirse a la alianza las desconocemos. En
cualquier caso, la alianza se produjo a cambio de un precio: Políticamente, el
control de Beocia por parte de Tebas fue reconocido de forma oficial.
Militarmente, Tebas consiguió el mando supremo de las tropas aliadas de
tierra, y el mando conjunto con Atenas de la armada en el mar. Además,
Atenas pagaría dos tercios del coste militar total de la campaña.[88]
Mientras que los atenienses y los tebanos se preparaban para la guerra, Filipo
hizo un último intento para apaciguar a sus enemigos, proponiendo un nuevo
tratado de paz que no fue aceptado.[89] Tras esto, y tras una serie de pequeños
enfrentamientos entre los dos bandos que terminaron con victorias menores del
bando ateniense, Filipo logró llevar a las falangesconfederadas a un
enfrentamiento en campo abierto en una llanura cercana a la ciudad
de Queronea. A pesar de la alianza entre Tebas y Atenas, Filipo derrotó a los
ejércitos aliados en la batalla del año 338 a. C. Durante la batalla Demóstenes
participó como un mero hoplita más, e incluso algunas fuentes hablan de un
comportamiento poco honorable. Según Plutarco, Demóstenes desertó
del campo de batalla y "no hizo nada honorable, ni su comportamiento estuvo a
la altura de sus discursos".
Tal era el odio de Filipo contra Demóstenes que, según relata Diodoro Sículo,
el rey se burló tras la batalla de los infortunios del político ateniense. Sin
embargo, el también orador y político ateniense Démades se dice que hizo el
siguiente comentario al rey:
El caso de HárpaloEditar
En el año 324 a. C. la influencia política de Demóstenes comenzó a decaer por
culpa de un nuevo caso en el que se le acusó de corrupción.
En 324 a. C. un aristócrata macedonio llamado Hárpalo, a quien Alejandro
había nombrado gobernador de Babilonia y había confiado una cuantiosa
cantidad de tesoros, se fugó de Macedonia, huyendo con el botín, y buscando
refugio en Atenas. Demóstenes exigió que Hárpalo fuese capturado[99] y,
finalmente, Hárpalo fue encarcelado a pesar de la oposición de Hipérides, un
político de la facción anti-macedonia que era un antiguo aliado de
Demóstenes.[100] La ekklesía, tras una propuesta de Demóstenes, decidió
confiscar el dinero de Hárpalo, que fue confiado a un comité presidido por
Demóstenes.[100] Cuando el comité contó el tesoro encontró que sólo había la
mitad del dinero que Hárpalo había declarado que tenía,[100] pero no revelaron
públicamente el déficit. Más tarde, cuando Hárpalo escapó, el Areópago llevó a
cabo una auditoría al final de la cual acusó a Demóstenes de haber malversado
20 talentos (570.000 dólares estadounidenses de 2008). Durante el juicio
contra él, Hiperides argumentó que no había revelado el enorme déficit porque
había sido sobornado por Hárpalo.[100]
Demóstenes fue condenado a pagar una multa de 50 talentos (1,4 millones de
dólares estadounidenses de 2008), que no pudo reunir, por lo que fue
condenado a prisión, aunque escapó en poco tiempo.[101] Todavía no está claro
si las acusaciones contra él tenían o no fundamento[102] aunque, en cualquier
caso, los atenienses pronto revocaron la sentencia.[103] Demóstenes huyó
a Eginahasta la muerte de Alejandro.
"Tomemos el caso de una casa, una nave o algo parecido, que debe basar su
fuerza en su estructura; y así es también en el caso de asuntos de estado, en
los que los principios y los cimientos deben ser la verdad y la justicia".
Un año más tarde, la muerte de Alejandro Magno provocó en toda Grecia una
rebelión contra Antípatro, sucesor a Alejandro como gobernador macedonio de
Grecia, hecho que Demóstenes aprovechó para terminar su exilio y entrar
triunfalmente en Atenas, a la vez que reclamaba una nueva guerra contra
Macedonia. Demóstenes vuelve a insistir a los atenienses en la persecución de
su independencia de Macedonia, que se convertiría en la llamada Guerra
Lamiaca. Sin embargo, Antípatro sofocó la rebelión y acabó con la oposición a
su poder, tras lo cual exigió que los atenienses entregasen a Demóstenes y a
Hipérides, junto con otros políticos antimacedonios. Démades, jefe en ese
momento del partido promacedonio, consiguió que la ekklesía se plegara a las
exigencias a Antípatro votara y aprobara un decreto con la condena a
muerte de los agitadores políticos.
Demóstenes escapó a un santuario de la isla de Calauria, en donde finalmente
fue descubierto por Arquias, un confidente de Antípatro. Demóstenes se suicidó
en el templo de Poseidón de Calauria antes de ser capturado mediante un
engaño a Arquias: pretendiendo ir a escribir una carta a su familia, aprovechó
para tomar veneno escondido en una caña.[104] Cuando notó que el veneno
comenzaba a surtir efecto le dijo a Arquias: "Ahora, cuando te parezca, puedes
comenzar a jugar el papel de Creonte en la tragedia, y llevarte de aquí este
cuerpo mío sin enterrar. Pero yo, gracias a Neptuno, por mi parte, mientras
todavía estoy vivo, me levanto y dejó este sagrado lugar; aunque Antípatro y
los macedonios casi no han dejado nada, salvo el templo, sin contaminar". Tras
decir estas palabras, cayó al lado del altar y falleció.[104]
ValoracionesEditar
Carrera políticaEditar
La figura histórica de Demóstenes ha sido objeto de opiniones encontradas y
de distintas valoraciones a lo largo de los siglos.
Si hubieras sido para Grecia tan fuerte como sabio, los macedonios no la
habrían conquistado
Plutarco, Demóstenes, 3