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CRECIMIENTO Y DESARROLLO II

MALOCLUSIÓN CLASE III

PRESENTADO POR:

• ADRIANA ARIAS

• THALIA ARIZA

• LUIS MANUEL BARRIOS

• LORENA GARCIA

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

VIII Semestre
MALOCLUSIÓN CLASE III

Las maloclusiones de clase III según la clasificación de Angle se caracterizan por una posición mesial
de la arcada inferior con respecto a la superior; debido a esta mesialización hay una relación anómala
de los incisivos con una mordida cruzada anterior, o en casos más ligeros, contacto borde a borde de
los incisivos. Dentro de las clases III o mesio-oclusión se incluyen variedad de tipos cualitativa y
cuantitativamente distintos que tienen en común el adelantamiento relativo de la arcada inferior con la
superior.

Junto a la denominación de clase III, hay otros términos que se aplican a estas maloclusiones; se habla
de prognatismos mandibulares ya que la mandíbula puede estar más avanzada y desarrollada de lo
normal. En la literatura germana se usa el término “progenie” para expresar este tipo de anomalías,
aunque etimológicamente signifique un desarrollo excesivo del mentón. Clínicamente mesio-oclusión,
prognatismo mandibular y progenie son términos similares que expresan una desproporción en
relación sagital de ambos maxilares.

Dentro de la variedad en estas maloclusiones, Bimler hablo de “circulo de formas progénicas”, donde
incluye toda la variedad morfológica, incluso la mordida cruzada anterior sin mesio-oclusión posterior
(lo cual no corresponde como tal a una maloclusión clase III) entra en este grupo.

En la mayoría de los estudios epidemiológicos la maloclusión clase III aparece como la menos
frecuente con cifras inferiores al 5%, en comparación con otros tipos de maloclusiones.

CLASIFICACIÓN

Es posible distinguir tres tipos de maloclusión clase III:

● Clase III verdaderas: que responden a una displasia ósea, la mandíbula es grande y el maxilar
pequeño; la desproporción de las bases óseas es el origen topográfico de la maloclusión.
● Clase III falsas o pseudoprogenies: caracterizadas por un adelantamiento funcional de la
mandíbula en el cierre oclusal. La retroinclinación de los incisivos superiores y la proinclinación
de los incisivos inferiores interfieren en el contacto oclusal fisiológico y fuerza a los cóndilos a
mesializarse para lograr establecer una oclusión máxima o habitual. La clasificación de “falsa”
proviene de que no es originada por una displasia ósea si no de la función.
● Mordida cruzada anterior: la anomalía está circunscrita a la oclusión invertida de los incisivos
por palatoversión de los incisivos superiores con vestibuloversión de los anteriores o sin ella.
Woodside las clasifica desde una perspectiva similar en:

● Dentales: donde los incisivos superiores se encuentran retruidos y los inferiores protruidos
produciendo una mordida cruzada anterior, las bases óseas están bien relacionadas, es decir,
el origen de la maloclusión es exclusivamente dentario.
● Esqueléticas: el maxilar superior es pequeño, la mandíbula es grande, o existe una
combinación de ambas, es una verdadera displasia ósea que condiciona la mala relación
dentaria.
● Funcionales: la mandíbula esta forzada a una posición adelantada por una interferencia oclusal
que obliga a la musculatura a desviar el patrón de cierre mandibular, corresponde a una
mesialización postural del hueso mandibular.
En clínica no existen formas puras, en la mayoría de las clases III coexisten una desviación dentaria
de incisivos, displasia esquelética y adaptación funcional de la musculatura masticatoria, las cuales
constituyes una cadena continuada de adaptaciones que evolucionan y dan como resultado una
mesioclusión.

ETIOPATOGENIA

● Herencia: en la etiología, la herencia interviene sobre todo en la maloclusión clase III que en
otras maloclusiones. Afecta más a ciertas razas: la hipoplasia del tercio medio facial, tan típica
de la raza oriental, provoca un alto porcentaje de maloclusiones clase III, al igual que a los
escandinavos y muy bajos en la población negra. Parece existir un factor genético de
predisposición a maloclusión clase III, aunque influyen otros factores funcionales y ambientales.
Hay una transmisión poligénica y ligada al sexo.
● Patrón oclusal dentario: las desviaciones en el patrón eruptivo son causa de mordida cruzada
anterior, que puede ser el inicio de una maloclusión completa de clase III. La presencia de una
oclusión invertida implica previsibles consecuencias a nivel funcional y estructural; si el contacto
incisal no es firme, la mandíbula se adapta a la mal posición dentaria mediante una
mesialización y desviación en la trayectoria de cierre. La mandíbula se adelanta para establecer
una oclusión habitual estable resultando en una maloclusión clase III funcional.
La persistencia de un entrecruzamiento a nivel incisal repercute sobre el desarrollo maxilar, ya que al
quedar bloqueado en su desarrollo sagital, no tiene las mismas posibilidades de desarrollo que si el
resalte fuese normal, la mandíbula sin embargo, puede desarrollar al máximo su crecimiento. La
consecuencia de lo anterior será la inhibición de crecimiento del maxilar superior y el estímulo del
desarrollo mandibular, de esta forma, se establece el tránsito entre una clase III falsa en un niño y una
clase III verdadera en el adulto.

● Papel de la lengua: es hipótesis propuesta por Frankel sobre la importancia del factor lingual
en la patogénesis de la clase III. Una lengua baja y aplanada (ya sea por anquiloglosia o
pacientes con hipertrofia amigdalar o adenoidea), al estar situada en la arcada mandibular es
considerada un factor epigenético de la maloclusión clase III que provoca: un componente
funcional favorable al crecimiento mandibular y además, debido la falta de contacto de la lengua
con la bóveda palatina y la arcada dentaria superior condiciona a una hipoplasia progresiva del
maxilar superior que se comprime sagital y transversalmente.
ANALISIS INTRAORAL

En la evaluación clínica y sobre modelos es necesario explorar seis aspectos de la oclusión que son
importante por su interés pronóstico:

1. Oclusión céntrica y habitual: el punto más importante que hay que valorar ante una
maloclusión clase III con mordida cruzada anterior es la capacidad funcional para contactar los
bordes incisales. Si el paciente es capaz de establecer contacto borde a borde de incisivos
partiendo de la mordida cruzada, se trata de una pseudoprogenie por adelantamiento funcional
de la mandíbula, el pronóstico es más favorable. Si por el contrario la oclusión habitual o máxima
intercuspidación coincide con la oclusión céntrica, es decir el paciente no logra establecer
oclusión borde a borde y el entrecruzamiento es grande, hablamos de una maloclusión clase III
verdadera y el pronóstico es desfavorable.

2. Inclinación incisal y resalte: la inclinación axial de los incisivos inferiores marca las
posibilidades de corregir el resalte manteniendo la relación adecuada entre dientes y las bases
óseas de soporte. En un caso de mordida cruzada dentoalveolar en que los incisivos inferiores
están en protrusión y los incisivos superiores rectos en la base de la maxila, mediante cualquier
tipo de acción que vuelque los incisivos inferiores hacia lingual y los superiores hacia vestibular
es posible corregir la mordida cruzada, es de buen pronóstico porque el problema es más dental
que esquelético. En un caso de mordida cruzada esquelética en que exista una
retroinclinación de los incisivos inferiores en esfuerzo compensatorio dentoalveolar para
mantener el contacto incisal y la base mandibular esté más adelantada que el maxilar, no es
aconsejable trabajar en la parte dentoalveolar si no una acción ortopédica de los maxilares.

3. Relación intermaxilar: aquí se evalúa la discrepancia que exista en milímetro de la relación


molar (cúspide MV del 6 superior con surco MV del 6 inferior) y la canina, el canino superior
ocluye entre el canino inferior y primer premolar. La cuantía de la mesioclusión marca la
gravedad de la maloclusión junto con el resalte negativo en incisivos.

4. Relación transversal: las mordidas cruzadas son muy frecuentes en maloclusión clase III
debido a dos circunstancias:

● La desviación y mesialización funcional de la arcada inferior, resultando más ancha


transversalmente por estar adelantada.
● La presencia de una lengua baja propicia la dilatación de la arcada mandibular y a su vez
provoca un colapso del maxilar por ausencia de contacto lengua- bóveda palatina. Esto
provoca mordidas cruzadas que pueden ser uni o bilaterales, con falta de espacio para
erupción sobre todo del canino.

5. Relación vertical: a nivel incisal la relación vertical varia ampliamente según los casos: en las
clase III falsas hay aumento de la sobremordida invertida, es de origen funcional porque los
cóndilos se desplazan hacia delante girando hacia delante y hacia arriba produciendo un
solapamiento vertical excesivo. En las clases III verdaderas podemos encontrar relación de
borde a borde, solapamiento de uno o dos milímetros o inoclusion incisiva.
6. Discrepancia volumétrica: dos tipos de discrepancia volumétrica están presentes en las
clases III: en la arcada inferior por ser amplio, es frecuente la existencia de diastemas y raro el
apiñamiento, entre más grandes sean los diastemas es de mal pronóstico porque son
prognatismos graves. En la arcada superior suele haber apiñamiento y suele ser afectado los
caninos permanentes por ser los últimos dientes que hacen erupción.
ANALISIS CEFALOMÉTRICO

En la mayoría de estudios que se han realizado sobre clase III lo más afectado es la proporción e
integración de las estructuras, más que el tamaño aislado del maxilar o de la mandibula.
• Base de cráneo: No parece comprobarse una morfología o tamaño craneal característico.
Aunque parece tener un ángulo basocraneal mayor y una fosa glenoidea más adelantada dentro
del cráneo.

• Características dentofaciales: la principal anomalía cefalométrica es la retrusión de incisivos


superiores con excesiva inclinación de la corona hacia lingual (respecto A-Pg) los incisivos
inferiores tienen ligera protrusión. El ángulo interincisivo, formado por los ejes mayores del
incisivo superior e inferior está abierto y aumentado. En el análisis de los puntos ANB se llegó
a la conclusión que en un 64% de los casos responden más a un retrognatismo maxilar que a
un prognatismo mandibular; y que solo en una tercera parte de las clases III verdaderas
corresponden a mandíbulas más grandes presentando una mayor longitud del cuerpo en
comparación con la rama.

• Características faciales: no se ha constatado de que exista un tipo facial predominante entre


las clases III verdaderas pero existe una tendencia braquiocefálica en los que tienen mandíbula
aumentada de tamaño y en protrusión.

CLASIFICACIÓN CEFALOMÉTRICA

De acuerdo con los valores cefalométricos que presentan las estructuras craneofaciales se han
propuesto tentativas de clasificación de las clases III por Hogeman y Sanborn. Las distingue en cuatro
grupos principales: 1. Maxilar normal y mandíbula protruida 2. Maxilar retruido y mandíbula normal 3.
Maxilar y mandíbula normal 4. Maxilar en retrusión y mandíbula en protrusión.

OBJETIVOS TERAPÉUTICOS: los objetivos de la corrección de la clase III están vinculados a las
consecuencias derivadas de una mordida cruzada anterior.

1. Desequilibrio de las fuerzas masticatorias: La oclusión invertida de los incisivos altera la


dinámica mandibular bloqueando los movimientos de lateralidad. El prognata se convierte en
un masticador con movimientos de apertura y cierre, pero sin protección incisal ni apenas
deslizamiento transversal de la mandíbula. Las cargas oclusales que soportan los dientes
quedan trastocados y el periodonto recibe impactos oclusales en direcciones e intensidades no
fisiológicas.
2. Disfunción masticatoria y fonatoria: La restricción de la movilidad mandibular afecta también
a otras funciones estomatognáticas tan importantes como la masticación y la fonación. La
capacidad triturante queda reducida al efecto de aplastamiento de los movimientos de apertura
con una grave limitación de la acción de cizalla proveniente del deslizamiento de los planos
inclinados cuspídeos. La fonación y la propia sensación de bienestar en el funcionalismo
estomatognático arrastran un déficit articular de un aparato dentario malocluido y bloqueado.
3. Estética facial y dentaria: la prominencia de la mandíbula y el retrognatismo maxilar crean un
perfil cóncavo, la zona subsanal aparece hundida y resalta el labio inferior y la barbilla. La
deformidad va acompañada de cierta agresividad del gesto facial con una movilidad forzada y
adaptada a la oclusión invertida. No siempre se altera la estética dentaria, ya que los dientes
superiores relevan un normal alineamiento, solo en los casos en que la comprensión maxilar
acorta el habitáculo aparece un apiñamiento que se traduce en unos caninos altos y sin espacio
para la total erupción.
El tratamiento ortodóntico de clases III será, sobre todo, de carácter rehabilitador de la función
estomatognática seriamente mermada en la mayoría de los casos, y tendrá como puntos específicos
de acción terapéutica los siguientes objetivos:

Corrección del resalte invertido: El tratamiento de la mordida cruzada anterior está condicionado
por la posición de los incisivos y la relación sagital y vertical de las bases maxilares. La relación incisal
se corrige, en las clases III dentarias y en los seudoprognatismos, mediante el movimiento labial de
los incisivos superiores y el movimiento lingual de los inferiores , sin embargo, en las clases III
esqueléticas, los incisivos no pueden desplazarse lo suficiente para llegar a compensar la posición
distante de las bases óseas de soporte, incluso en el caso de que se forzara la inclinación de los
incisivos para cruzar la mordida, estos dientes no se mantendrán estables en su posición al menos
que se logre suficiente entrecruzamiento vertical (fig 29-26).

La corrección de la oclusión esta en relación con la posición del maxilar superior y de la mandíbula,
será necesario aplicar medidas ortopédicas para promover el avance del maxilar superior si los
incisivos superiores están en retrusión, o a nivel de la base apical inferior, inhibir el crecimiento
mandibular para detener el adelantamiento de los incisivos inferiores.

En resumen, disponemos de dos posibilidades para corregir el resalte invertido: el movimiento


ortodóntico de los dientes superiores e inferiores o la acción ortopédica sobre los maxilares que
aproxime sagitalmente ambos frentes incisivos. En las clases III de origen dentoalveolar y en los
seudoprognatismos, será suficiente la terapia ortodóntica convencional, en las clases III esqueléticas
habrá que recurrir a la aparatología ortopédica si la displasia no es muy acentuada y el paciente está
aún en periodo de crecimiento activo, en otros casos habrá que recurrir a extracciones compensatorias
y, en los más graves, al tratamiento quirúrgico.

Corrección de la relación intermaxilar de clase III: El resalte incisal invertido suele ir acompañado
de una mesioclusión de los segmentos bucales. Para corregir la clase III será necesario mesializar la
arcada superior o distalar la arcada inferior. El intento correctivo se centrara como hemos descrito,
bien en la acción ortodóntica o bien en el intento ortopédico de estimular el avance del maxilar o inhibir
el crecimiento de la mandíbula, por razones estratégicas y mecánicas, el tratamiento debe comenzar
por la corrección del resalte invertido, pero la corrección de la anomalía incisal y de la relación de los
segmentos bucales forma parte de un mismo objetivo terapéutico que es tratamiento de la maloclusión
en el plano sagital.

Corrección de la mordida cruzada posterior: El objetivo de la corrección transversal es facilitar, por


un lado, el engranaje intercuspídeo adecuado en que las cúspides palatinas superiores ocluyan en las
fosas centrales de los dientes inferiores. Además, la mordida cruzada suele llevar emparejada una
desviación de la posición mandibular

✓ Mesializada en casos de seudoprognatismos creando una mordida cruzada transversal


adaptiva, el adelantamiento funcional de la arcada inferior provoca la mordida cruzada
transversal en oclusión habitual, aunque no en céntrica. No existe en estos casos una
comprensión morfológica del maxilar superior, sino una posición adelantada de la arcada
mandibular en oclusión habitual.
✓ Lateralizada en clases III esqueléticas por la posición baja de la lengua, que deja sin soporte a
la bóveda palatina, lo que provoca la comprensión y colapsa la arcada, la mandíbula se
lateraliza frecuentemente para lograr un contacto oclusal compensatorio de la diferencia de
anchura entre la arcada superior e inferior.

Alineamiento dentario: Las desviaciones dentarias siguen el mismo patrón que en cualquier otro tipo
de maloclusión, y la macrodoncia o microdoncia relativa pueden estar presentes sobreañadiéndose a
la clase III. El apiñamiento o los diastemas serán, en este supuesto, consecuencia de un problema
volumétrico entre el tamaño dentario y el de las bases óseas.

La arcada inferior presenta en ciertos casos diastemas por el excesivo crecimiento de la base
mandibular, el objetivo correctivo estará limitado por la capacidad de crecimiento mandibular que
imposibilita a veces, el cierre de espacios. Aunque poco frecuente, no es excepcional el apiñamiento
que es secundario en ciertas clases III al mecanismo de adaptación incisal, la lingualización de los
incisivos mandibulares buscando el contacto dentario y empujado por la musculatura labial provoca en
el paciente la exfoliación precoz del canino, y el cierre del espacio para el canino permanente.

La arcada superior si presenta problemas de apiñamiento debido a la falta de desarrollo del maxilar
superior transversalmente comprimido, se sobreañade también una falta de desarrollo sagital de la
zona premaxilar por la oclusión invertida que impide el avance de los incisivos. Son frecuentes los
casos de apiñamiento superior, que deberán ser resueltos mediante la expansión maxilar, o, en casos
limite, con la extracción de piezas permanentes.

CLASE III DENTOALVEOLAR

 El problema está circunscrito a la dentición

 La arcada dentaria inferior está excesivamente en protrusión, o la superior en retrusión, pero


condicionan a una mordida cruzada anterior.

 Los valores esqueléticos se encuentran dentro de la norma.

 Aquí resulta prioritario el tratamiento temprano

TRATAMIENTOS

 PLANOS GUÍAS ANTERIORES INCLINADOS EN ACRÍLICO: Para la intercepción temprana


de mordidas cruzadas anteriores que afectan a uno o dos dientes se aplica un plano de acrílico
que se modela sobre los incisivos inferiores. Queda cementado a los dientes mandibulares
durante unos días o semanas y su efecto es muy rápido por interferir en el contacto incisal y
obligar al incisivo superior a deslizarse hacia vestibular. Solo es aplicable a casos incipientes
de mordida cruzada sobre incisivos que aún no han completado la erupción, pero en los que se
observa una tendencia a inclinarse hacia lingual y entrar en oclusión invertida. El mismo diseño
puede construirse sobre una placa inferior removible sujeta a los molares por medio de ganchos
que le prestan fijeza y estabilidad.
 PLACAS ACRÍLICAS ACTIVAS CON ARCO DE PROGENIE: La placa superior de progenie
consta de 4 partes.

1. Ganchos de sujeción (Adams) o de estabilización (en bola).


2. Plano posterior de mordida consistente en un bloque de acrílico adaptado al espacio libre que
queda cuando contactan los bordes incisales, tiene como objetivo abrir la mordida y liberar la
oclusión cruzada de los incisivos, su acción es pasiva y dirigida a facilitar la función de los
elementos activos.
3. Arco de progenie incrustado en el acrílico de la bóveda palatina y que cubre la cara vestibular
de los incisivos inferiores, puede quedar pasivo, como anclaje y prevención de la protrusión de
la arcada mandibular, o activarse con el fin de lingualizar los incisivos inferiores.
4. Resortes digitales adaptados a la cara lingual de los incisivos superiores para inclinar la corona
hacia labial y corregir la oclusión invertida.

 BIONATOR PARA CLASE III:- Mantiene la posición de la mandíbula o la retruye.

-Estimula el crecimiento del maxilar superior, permitiendo el adelantamiento de la pre-maxila


por medio de empujes linguales.
Se necesita una mordida constructiva que no se debe modificar. La indicación de esta es que
debe coincidir la línea media y los milímetros de este registro los determina el odontólogo.
➢ Componentes

1. Arco vestibular: Es elaborado en alambre calibre 0.36, va por gingival de los dientes antero
inferiores hasta mesial del 6 donde hace un dobles buccinador y se dirige al modelo superior
recorriendo las caras vestibulares de los posteriores superiores entre tercio medio y gingival, y
haciendo el paso oclusal entre 3 y 4 superiores.
2. Guía lingual: Se elabora en alambre 0.40, sus límites son mesial del 4 y distal del 6, abierto
hacia distal.
3. Acrílico: Es similar al del bionator estándar pero su diferencia es que lleva planos de mordida
posterior que van hasta los vértices cuspídeos tanto en superior como en inferior, y un plano
anterior inferior que va de lateral a lateral sobrepasando 2mm del borde incisal en vestibular
dejando libres los caninos.

CLASE III FUNCIONAL: Caracterizadas por un adelantamiento funcional de la mandíbula en el cierre oclusal.
La retroinclinación de los incisivos superiores o la proinclinación de los inferiores interfieren en el contacto
oclusal fisiológico y fuerza a los cóndilos a mesializarse para lograr establecer la oclusión máxima o habitual.

TRATAMIENTO:
FRANKEL 3

 Escudos vestibulares almohadillas labiales superiores

-Contrarrestan las fuerzas de los músculos alrededor que restringen el crecimiento y


desarrollo del maxilar en sentidoanterior
-Retruyen la posición de los dientes superiores
Almohadilla vestibular alejada del proceso alveolar del maxilar se asienta cerca de la mandíbula,
estimulando así el desarrollo alveolar del maxilar superior

BLOQUES GEMELOS INVERTIDOS


 Los bloques oclusales del aparato superior se sitúan sobre los molares deciduos para que
ocluyan distalmente con unos bloques colocados sobre los primeros molares inferiores
permanentes.
 Objetivo: Potenciar el desplazamiento anterior del segmento labial superior.

CLASE III ESQUELETICA:

 POR PROGNATISMO MANDIBULAR: El sobrecrecimiento esquelético mandibular, se debe


tratar de forma temprana.
TRATAMIENTOS:
MENTONERA TRASVERSAL U OCCIPITAL: Se apoya en el occipital y el vector resultante
de la fuerza es transversal
-El éxito es mayor en aquellos pacientes cuyos bordes de los incisivos se aproximan en
relación céntrica
-Este tratamiento es muy útil, sobre todo en pacientes con poca altura facial anteroinferior, ya
que el uso de esta mentonera ayuda a aumentar la dimensión vertical.

MENTONERA VERTICAL:- Se apoya en los parietales y el vector resultante de la fuerza es


vertical
-Está indicada en aquellos casos que no queremos aumentar la altura facial anteroinferior,
además de aquellos pacientes que presenten una tendencia de mordida abierta anterior.
-El uso de esta mentonera puede disminuir el ángulo del plano mandibular y el ángulo
goniaco; y aumentar la altura facial posterior

 POR HIPOPLASIA DEL MAXILAR SUPERIOR: La disminución del crecimiento nasomaxilar,


en sentido anteroposterior, es otro problema diferente de crecimiento y desarrollo que produce
una relación maxilo-mandibular anormal de clase III

TRAMIENTO

 Máscara facial: Partiendo de la misma idea de la mentonera, pero en sentido inverso,


Oppenheim describió un aparato que permitía ejercer una tracción anterior del maxilar
superior añadiendo unos vástagos al apoyo mentoniano, se insertan unos elásticos que hacen
tracción desde los molares y ejercen una firme acción de protrusión sobre la arcada maxilar.
Posteriormente modificó el diseño del arco, quien suprime el casquete occipital y lo sustituye
por un apoyo frontal, el cual queda conectado al casquete mediante una estructura metálica.
El objetivo terapéutico en ambos diseños es el mismo: hacer tracción anterior del maxilar
superior tratando de estimular su avance, ferulizando previamente
-Estas se apoyan en la frente y en el mentón del paciente.
-En algunas ocasiones la protracción se hace de forma simultánea con la disyunción de la
sutura media palatina con tornillos de expansión tipo Hyrax, con ganchos incluidos en la zona
anterior, que sirven como mecanismo de anclaje para enganchar elásticos pesados, que se
conectan en la máscara.
TRACCION CERVICAL MANDIBULAR:
 Clases III dentales leves y moderadas con crecimiento horizontal mandibular.
 Clases III esqueléticas moderadas que requieren distalización de molares
 Clases III esqueléticas leves y moderadas en pacientes en crecimiento
 Clases III con deficiencias del crecimiento maxilar.

Elásticos intermaxilares de clases III: Dentro de la aparatología multibandas para el control radicular
(tipo técnica de arco de canto). Se usan gomas intermaxilares para el tratamiento:

● Clases III dentoalveolares con protrusión de la arcada inferior y retrusión de la superior.


● Clases II esqueléticas en que se compensa la relación basal con extracción de dientes (p ej.
Primeros bicúspides inferiores)

Cirugía Ortognática

La Clase III esquelética se define como una discrepancia anteroposterior entre los maxilares
donde la mandíbula ocluye por delante del maxilar. Puede deberse a un defecto del maxilar
superior (hipoplasia maxilar), a un exceso del hueso de la mandíbula (prognatismo mandibular) o
a una combinación de ambos. El tratamiento de elección será realizar un avance maxilar aunque
en determinadas ocasiones hay que retrasar la mandíbula y operar ambos maxilares. En algunos
casos excepcionales, cuando el defecto del maxilar es muy pronunciado existiendo una
compresión severa, habrá que realizar en primer lugar un SARPE para corregir el problema
transversal y posteriormente corregir el problema anteroposterior en otra cirugía.

Avance Maxilar

Cuando la discrepancia esquelética anteroposterior de los maxilares en la Clase III puede


solucionarse mediante un avance maxilar este será el tratamiento de elección. Las ventajas de
operar únicamente el maxilar superior serán una cirugía menos invasiva, menor tiempo de cirugía
y mejor postoperatorio. El algunos pacientes se podrá realizar el Surgery First, es decir, primero
la cirugía y después la ortodoncia (en lugar de ortodoncia-cirugía-ortodoncia). Para ello es
necesario que no exista un apiñamiento severo, que no sea necesario realizar extracciones, que
no existan unas discrepancias severas transversales y ausencia de asimétricas. Este tratamiento
puede combinarse con una mentoplastia, generalmente de reducción (hacer el mentón más
pequeño).
Cirugía Bixamilar

La cirugía bimaxilar, del maxilar superior y de la mandíbula, se realizará cuando:

El maxilar es pequeño y la mandíbula es grande

Existe demasiada discrepancia entre ambos maxilares y no puede operarse únicamente el


maxilar con el problema.

La secuencia normal es comenzar con ortodoncia, realizar el tratamiento de cirugía y terminar


con ortodoncia. Si a nivel transversal, el maxilar superior es demasiado pequeño, habrá que
hacer un SARPE antes de la cirugía de ambos maxilares. En muchas ocasiones este tipo de
intervención se acompaña de una mentoplastia. En casos muy severos será necesario el uso de
distractores maxilares, afeitado mandibular, etc.

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