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El desarrollo del calvinismo y

su impacto en las misiones


mundiales

Un intento de ser coherentes con la Escritura y lo que


creemos es verdad para vivir a la luz de la Escritura y cumplir
los propósitos de Dios para la iglesia y los creyentes

Don Fanning M.A.,


M.Div., D.Min
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El desarrollo del calvinismo y su impacto


en las misiones mundiales
Muchos cristianos hoy piensan ó declaran abiertamente que la teología no es importante ó
necesaria, ó peor, creen que la teología mata el espíritu de la iglesia. Se dice que todo lo que
necesitamos hacer es amar ó adorar a Jesús. Sin embargo, la mayoría de los problemas importantes
en la iglesia de hoy son resultado de la desaparición de la doctrina en el púlpito y los bancos, y su
reemplazo por lo que “nos hace sentir bien” ó lo que sentimos necesario. No obstante, nuestra
cosmovisión, perspectiva de Dios y fortaleza interior se edifican sobre nuestra teología, no
nuestras emociones. Cada uno tiene una teología. La pregunta es: ¿nuestra teología se deriva de las
Escrituras, ó de nuestra propia imaginación o filosofía?
El calvinismo es principalmente una discusión sobre la naturaleza de Dios y Su salvación
ofrecida a la humanidad. De todos los temas del mundo, estos dos temas piden ser entendidos
correctamente por todos los hombres. Un error aquí puede ser más que fatal.
Cuando una persona dice que es calvinista, esto puede tener una variedad de significados.
“Popular”: El calvinismo significaría que la persona cree en la seguridad eterna ("una vez salvo
siempre salvo") a diferencia de los arminianos que creen que una persona salva puede perder su
salvación.
“Amplio”1 : Va un poco más profundo y puede expresar el supuesto significado del “TULIPÁN o
TULIP”, por lo general siendo capaces de declarar cuantos de los 5 puntos del calvinismo ellos
creen. Es amplio porque las interpretaciones de los puntos del calvinismo son estiradas para
acomodarse a diferentes teologías o interpretaciones. Por ejemplo, la Depravación Total es vista
como la perdición del hombre, antes que que la incapacidad total de hombre de responder al
Evangelio o de buscar a Dios. La perseverancia de los santos es interpretada como preservación o
seguridad de los santos. Esto permite a la persona declarar que él es calvinista de 2 puntos o de 3
puntos, sin perder su credibilidad como un no calvinista, o no arminiano. Sin embargo, estos
puntos enseñan una doctrina completamente diferente de la que los calvinistas moderados quieren
creer. Charles Hodge da este resumen introductorio del calvinismo:

“Tal es el gran esquema de doctrina conocido en la historia como paulino, agustiniano, o calvinista,
enseñado, como creemos, en las Escrituras, desarrollado por Agustín, formalmente sancionado por
la Iglesia Latina, adherido por los testigos de la verdad durante la Edad Media, repudiado por la
iglesia de Roma en el Concilio de Trento, revivido en la iglesia por los jansenistas, adoptado por
todos los reformadores, incorporado a los credos protestantes de las iglesias de Suiza, del
Palatinado, de Francia, Holanda, Inglaterra, Escocia, y desplegado en los Estándares enmarcados
por la Asamblea de Westminster, representante común de los presbiterianos en Europa y Estados
Unidos. Es un hecho histórico que este esquema de doctrina ha sido el poder movilizador en la
iglesia; que en gran parte a el debe ser atribuído el vigor intelectual y la vida espiritual de los
héroes y confesores que se levantaron en el curso de los años; y que ha sido la fructífera fuente de
buenas obras, de libertad civil y religiosa, y de progreso humano”. (Hodge, 1992, pág. 333).

1
Otros términos pueden ser “Moderado” (excepto que esto tiene una connotación “liberal” en los círculos de los
Bautistas del Sur) o “neo-calvinistas,” calvinistas modificados,” o “populares” (aunque yo usé este término para
significar lo más y lo menos usado).
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Primero veremos el trasfondo histórico del calvinismo y del arminianismo y como ellos se
desarrollaron en movimientos modernos; en segundo lugar, definiremos el significado de los
términos usados en el calvinismo con una crítica bíblica; en tercer lugar, veremos la amplia gama
de visiones variantes del calvinismo; y en cuarto lugar, describiremos el impacto en los
movimientos contemporáneos y en las misiones.

Trasfondo histórico
Agustín y Pelagio

Agustín de Hipona (354-430 AC) fue Obispo de Hipona en la costa de Argelia. Él fue un
filósofo y teólogo, que formuló la mayor parte de las doctrinas católicas, sobre todo el concepto de
la Iglesia Católica como la Ciudad de Dios y una teología determinista. Agustín fue Maniqueo
antes de hacerse cristiano. Esto era una religión gnóstica dualista que pudo haber afectado algo de
la teología posterior de Agustín: es decir, la separación de grupos en elegidos, oyentes y pecadores,
y los conceptos ascéticos contra la carne y la actividad sexual. Su opinión sobre el pecado original
contra el concepto de los pelagianos2 acerca de la libre elección del hombre fue bruscamente
impugnado por La Iglesia Oriental, de forma tal que las opiniones de Agustín fueron la clave de la
división teológica entre la Iglesia Católica Oriental y la Occidental.
El pelagianismo renació como el humanismo en el Renacimiento e influyó en el
arminianismo y el liberalismo moderno. Aunque condenado por la Iglesia Primitiva, sus
pensamientos seminales continúan. El semipelagianismo aceptó la depravación del hombre a partir
de la caída de Adán, pero cree que el hombre retuvo su libre albedrío como portador de la imagen de
su Creador. Los pecadores sólo pueden venir a Dios si la gracia de Dios obra en sus vidas, pero
aquella gracia no siempre es eficaz. La voluntad del hombre ejercida en fe debe cooperar con la
gracia de Dios para traer salvación.
La disputa se encarniza en los círculos teológicos. El lado agustino/calvinista afirma que los
puntos de vista de Pelagio son abrazados por el evangelicalismo moderno el cual denuncia al
humanismo como el enemigo del cristianismo, pero a la vez se adhiere a una visión "humanista"
del libre albedrío del hombre.
Los distintivos doctrinales católicos que vienen de los escritos de Agustín incluyen lo
siguiente:
• Sexualidad suprimida en el matrimonio limitando las relaciones sexuales al mínimo
• Negación de la salvación a cualquiera que no esté en la Iglesia Católica
• Criminalización y represión estatal de aquellos que no estén en la Iglesia Católica
• Persecución para obligar a la gente a unirse a la Iglesia Católica
• Condenación eterna de infantes no bautizados
• Regeneración bautismal, limitando la salvación a los bautizados en la Iglesia Católica
• Veneración de reliquias
• Impecabilidad y virginidad perpetua de María
• Sacerdotalismo (atribución de poderes sobrenaturales al sacerdocio)
• Sacramentalismo (ritos religiosos considerados como canales de gracia, y
necesarios para la salvación) (Bentley-Taylor:1998, pág.232)
2
Pelagio creyó que el pecado original no afectó la naturaleza humana y que la voluntad del hombre puede todavía
elegir el bien ó el mal sin ayuda divina. El pecado de Adán fue un mal ejemplo pero no hubo pecado imputado a sus
descendientes. Jesús fué un “buen ejemplo” así como Adán fue un mal ejemplo. Así, el hombre tiene pleno control y
consecuentemente plena responsibilidad por su propia salvación y sus propios pecados. Puesto que el hombre debe
llegar a ser lo suficientemente bueno para salvarse, entonces no hay capacidad redentora atribuida a la crucifixión de
Jesús.
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La integración por parte de Agustín de la filosofía griega en el cristianismo moldearía el


pensamiento de la Iglesia Occidental durante los siguientes mil de años hasta que Tomás de
Aquino la llevaría a otro nivel. Su influencia en Lutero, Calvino y el mundo protestante no tiene
par.

La Reforma y el desarrollo del calvinismo

Martín Lutero (1483-1546) fue un monje agustino alemán, teólogo y profesor universitario
que vino a ser un reformador de la iglesia y fundador de la iglesia protestante que tomó su nombre.
Dos factores motivaron la necesidad de Lutero de una reforma: (1) su estudio en el libro de
Romanos para una serie de predicaciones le llevó a la convicción de que la justicia de Dios es
otorgada por Dios gratuitamente por la fe y (2) la corrupción que resultó de la venta de
indulgencias para levantar el dinero para construcción de la Basílica de San Pedro en Roma.
La Iglesia Romana enseñó que la fe sola no podía justificar a una persona, pero que la caridad
y las buenas obras juntas eran necesarias para justificar al pecador. Estas buenas obras podrían ser
obtenidas por la donación de dinero a la iglesia. La ofensiva del sacerdote dominicano Johann
Tetzel que era encargado de recaudar fondos para la Basílica, dijo: “Tan pronto como la moneda
en el cofre suena, el alma del purgatorio sale”, esto incitó a Lutero a escribir una protesta formal en
la forma de 95 Tesis.
Éstas fueron audazmente clavadas en la puerta de la iglesia en Wittenberg. Dentro de unos
pocos meses en 1517 las 95 Tesis de Lutero habían sido reproducidas por la imprenta recién
inventada y distribuidas en todas partes Europa. La Reforma protestante había estallado.
Lutero había llegado a descubrir en cuanto a la referencia bíblica de la justicia de Dios, que si
bien era el estándar de Dios para la aceptación y que el hombre pecador no podía obtenerla en toda
su pureza, no había una ira severa y castigadora esperando al pecador. Antes bien, Dios ofrecía
gratuitamente Su propia justicia al pecador que no la merece, si éste la recibía como un regalo por la
fe y sin ninguna dependencia en méritos personales. Esta verdad cambiaría para siempre al
Cristianismo.
Martin Lutero hizo su gran descubrimiento de que la justificación era sólo por fe. Mientras
que Agustín había sostenido que la justificación era un proceso que continuaba a lo largo de la vida
del creyente, Lutero se dio cuenta que la justificación era un evento antes que un proceso. Para
Lutero el pecador era declarado justo por Dios en el momento en que ponía su fe en Cristo. El
Concilio de Trento, formado en 1545, reafirmó la idea agustiniana de que la justificación era un
proceso de renovación dentro de la naturaleza humana, una regeneración en curso. “Para Lutero, la
verdad central del evangelio era la realidad de la salvación personal como una posesión presente y
segura a partir del momento de creer. El estado del creyente ante Dios había cambiado de ser
'condenado' a ser 'justificado'. Esta justificación era completamente por Su gracia y apropiada por
la fe, sin la mediación de la iglesia o los sacramentos. Lutero continuó desafiando la validez entera
de la teología sacramental” (Parkinson, 1999, p. 46).
Juan Calvino (1509-1564 d. C.) fue un teólogo protestante francés que estudió Derecho
graduándose en 1532 y es considerado un reformador de la segunda generación aunque la
sistematización de sus creencias, Los Institutos de la Religión Cristiana, fueron publicados por
primera vez en Basilea en 1536, apenas 20 años después que las 95 Tesis de Lutero fueron
clavadas en la puerta de la iglesia en Wittenberg. “El axioma del evangelio para Lutero fue que la
justificación era por gracia; el tema dominante para los reformadores posteriores fue que la
elección era por gracia. Este cambio de énfasis comenzó con Juan Calvino de Ginebra” (Parkinson,
1999, pág. 47).
Calvino enseñó que era la doctrina de la predestinación la que explica por qué unos responden
al evangelio y otros no. Sólo Dios podía ser la causa de la respuesta humana. Sin embargo,
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La Biblia no da la respuesta a aquella pregunta. Debemos reconocer que la cuestión nos lleva más
allá de lo que las Escrituras revelan y ciertamente más allá de la imaginación humana. “Nosotros no
podemos explicar por qué ciertos individuos creen mientras que otros no lo hacen, y tampoco lo
necesitamos. Debemos dejar la respuesta a Dios. La salvación es del Señor, y hay profundidades
que no podemos comprender. Calvino estaba equivocado al enseñar que era la función de la
doctrina de la predestinación explicar el misterio de las diferentes respuestas de los hombres.... Las
opiniones de Calvino sobre la predestinación y elección eran mas bien agustinianas que bíblicas”
(Parkinson, 1999, pág. 48).
Ejemplos de ideas de Calvino que estaban en gran parte bajo la influencia de Agustín:
• Doble predestinación absoluta de todos los hombres desde la eternidad (unos para salvación
y otros para reprobación y condenación).
• Elección, con el significado de ser la selección de los pecadores para salvación o perdición.
• Gracia, con el significado de ser el regalo irresistible para el pecador electo de la
regeneración y luego la fe.
• Amilenialismo, una espiritualización/alegorización y negación del reinado literal, terrenal y
milenial de Cristo en Su segunda venida.

Bautismo Infantil y Teología del Pacto

Quizás uno de los contribuyentes principales a la creación de un cristianismo nominal era el


concepto de Pacto. A causa del fracaso de distinguir entre Israel y la Iglesia y de igualar la
circuncisión con el bautismo, Calvino interpretó que el pacto del Antiguo Testamento con Israel se
continuaba con la iglesia. Así Dios hizo un pacto o promesa a los nuevos creyentes de que sus
familias serían salvas, tomando Hechos 16:31 como una promesa clave: “serás salvo tú y tu casa”.
Para Calvino esto fue la doctrina fundacional para el bautismo infantil, y así su principal
argumento contra los anabautistas.3 Los Niños son bautizados en el momento del nacimiento para
hacerlos parte del Pacto, tal como los judíos circuncidaron a sus varones para hacerlos parte del
pueblo del Pacto. Sin embargo, Calvino enseñó que esta promesa era una obligación para que
Dios traiga a los hijos de los creyentes a la salvación, así como los padres.
Calvino dedujo que, dado que el Pacto es esencialmente el mismo en el Antiguo y el Nuevo
Testamento, si sigue, entonces los hijos del Nuevo Testamento, así como aquellos en el Antiguo
Testamento deberían recibir el sacramento que marca su aceptación en ese pacto. Para Calvino, la
excepción de la regla es la conversión de una persona no alcanzada, como los tres mil en el Día
de Pentecostés o el Etíope. Estos fueron considerados excepciones como los prosélitos al
judaísmo en el Antiguo Testamento. Juan Parkinson cita de “Tratados contra los Anabautistas y
los Libertinos" de Calvino (pág.46):
“Pero debemos notar ahora esto, cuando un hombre es recibido por Dios en la comunión de
los fieles, la promesa de la salvación que se da a él no es para él solo sino también para sus
hijos. Porque se le dice a él: Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después
de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia
después de ti.” (Gn. 17:7). Por lo tanto el hombre que no ha sido recibido en el pacto de Dios
desde su infancia es como un extraño para la iglesia hasta cuando él sea llevado a la fe y
arrepentimiento por la doctrina de la salvación. Pero entonces su posteridad también es hecha
parte de la familia de la iglesia. Y por esta razón, los niños de los creyentes son bautizados en
virtud de este pacto hecho con los padres en su nombre y a beneficio de ellos" (Parkinson,
1999, pág. 49).
3
Los anabautistas ó “rebautizadores”, creyeron que el bautismo debe ser practicado recién después que una persona
viene a ser creyente. Para ese momento cada uno había sido rociado ó vertido poco después de nacer, entonces cada
uno había sido “bautizado” una vez.
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Calvino siguió a Agustín en su fracaso de distinguir entre Israel y la iglesia, entre la circuncisión y
el bautismo. El resultado de esta enseñanza dejó una incontable cantidad de gente presumiendo que
son salvos porque les dijeron que ellos eran parte de la promesa del pacto hecha a algún antepasado
que supuestamente aceptó a Cristo y se integró a la iglesia. Muchos países del mundo tienen
poblaciones "cristianas" grandes, pero ellos generalmente tienen poco o ningún entendimiento del
Evangelio en el día de hoy.

Desarrollo temprano del calvinismo

Calvino estuvo involucrado en el movimiento protestante francés hasta que fue amenazado
por la persecución, entonces él huyó a Ginebra, Suiza. El entusiasmo por este enfoque intelectual
para explicar el evangelio llevó a un instituto en Ginebra que también sirvió de refugio para los
reformadores perseguidos de Francia, Inglaterra, Italia, Escocia, etc. Una vez entrenados en el
enfoque del silogismo lógico-deductivo para explicar el calvinismo, el cual era difícil de derrotar,
los graduados estaban ansiosos por volver a sus países para conducir los movimientos calvinistas y
plantar iglesias. La apelación a la razón encontró un buen recibimiento en contra de la religión
mística tradicional basada en obras del Catolicismo.
Cuando Calvino murió en 1564 su sucesor como el director de la Academia de Genova fue
Theodore Beza (1519-1605), un teólogo protestante francés y profesor de griego. “Fue Beza el
responsable de reposicionar la predestinación en el centro del sistema teológico más tarde
conocido como calvinismo. De particular interés es la nueva metodología que Beza adoptó para
formular y defender su sistema... Por su nueva metodología ellos se volvieron, no a las Escrituras,
sino a Aristóteles” (Parkinson, 1999, pág. 50).
Alister McGrath en La Vida de Juan Calvino, describió las cuatro características del nuevo
enfoque de Calvino: "Primero, la teología cristiana es presentada como un sistema racionalmente
coherente y defendible, derivado de deducciones silogísticas basadas en axiomas conocidos. En
segundo lugar, se le adjudica a la razón humana un papel fundamental en la exploración y defensa
de la teología cristiana. En tercer lugar, se considera a la teología como fundada sobre la base de la
filosofía aristotélica, y particularmente sobre las perspectivas aristotélicas en la naturaleza del
método; más tarde los escritores reformados son mejor descriptos como filósofos, más que teólogos
bíblicos. En cuarto lugar, la teología está preocupada con preguntas metafísicas y especulativas,
sobre todo relacionadas con la naturaleza de Dios, su voluntad para la humanidad y la creación, y
sobre todo la doctrina de la predestinación" (McGrath, 1993, pág. 213). Esta adopción de lógica
deductiva y razonamiento encadenado resultó en conclusiones que fueron más allá lo que las
Escrituras realmente dicen.

Misiones tempranas de los calvinistas

Algunos han objetado la comprensión que Calvino tenía de las misiones diciendo que
Calvino creía que la Gran Comisión (Mt.28:18-20) estaba ligada solo a los apóstoles del primer
siglo, haciendo las misiones, innecesarias para las generaciones futuras (Tucker, 1983, p. 67).
J. Van den Berg explicó este punto de vista desde el debate histórico en el que Calvino estaba
implicado en contra de la doctrina católica de la sucesión apostólica. Él quiso mostrar que el
Apostolado terminó con los doce apóstoles, pero no la actividad misionera (Van den Berg, 1950, p.
178). Ruth Tucker escribe en su historia de las misiones cristianas que la doctrina de la
predestinación enseñada por los calvinistas "hizo de las misiones algo extraño si Dios había ya
elegido a aquellos a quienes él salvaría." Sin embargo, según Calvino, esta objeción olvida la
doctrina de la palabra predicada. Calvino insistió que Dios usa la predicación del evangelio por
medio de hombres para traer a la gente a la fe (Tucker, 1983, p. 67). Un área donde las misiones de
los calvinistas sobrevivieron estaba en Hungría.
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Charles Edwards describió la persecución contra la reforma calvinista durante el siglo diecisiete por
la Contra reforma, pero ellos sobrevivieron hasta hoy, dos tercios de las iglesias evangélicas son
calvinistas en su origen (Edwards, 1936, p. 47).
En 1544, Calvino envió al primer misionero reformado a los Países Bajos. Pierre Brully
trabajó para establecer una iglesia Reformada allí, pero fue martirizado después de sólo tres meses.
luteranos y anabautistas habían visto a algunos conversos entre1520 y 1530, pero los calvinistas
prevalecieron, posiblemente debido a la forma calvinista de gobierno y disciplina de la iglesia
(Laman, 1989, p. 59). En una era de política de iglesia-estado, el “trabajo misionero” era ganar el
poder político para tener la autoridad para el control interno, y poder externo para evitar las
represalias del catolicismo. La traducción de la Biblia por los Protestantes en varias lenguas
nacionales fue un factor clave, porque la Iglesia Católica siguió insistiendo que todo en la iglesia
debía estar en latín. Gordon Laman en Reform Review describió el trabajo temprano de Adriano
Saravia (1513-1613) quién escribió una perspectiva reformada en misionología. Él habló en contra
del concepto prevaleciente de que la Gran Comisión había terminado con los Apóstoles. Según
Laman, misioneros fueron enviados a la India desde los Países Bajos casi doscientos años antes de
que Carey escribiera su Indagación en 1792, aunque tengamos pocas evidencias de estos
misioneros. El trabajo de Saravia también influyó en los primeros puritanos en Estados Unidos,
como John Eliot, quién ministró a los indios norteamericanos en Nueva Inglaterra durante el siglo
diecisiete (Laman, 1989, pps 62-63).
Kenneth Scott Latourette describe a Juan Lasco que volvió a Polonia en 1557, donde él pasó
los últimos tres a cuatro años finales de su vida “en una campaña evangélica para crear una iglesia
evangélica adecuada en Polonia. Lasco fue el reformador principal en Polonia. Él era
originalmente un sacerdote y amigo de Erasmo antes de emprender la tarea de fomentar la
Reforma en varios países, incluso Inglaterra y Alemania. Después de su regreso, él se ocupó en
"predicando, manteniendo sínodos, estimulando la traducción de la Biblia al polaco, y buscando
traer las variedades del protestantismo a una estructura eclesiástica." (Latourette, 1975, pps
793-794).
Mucho se ha hecho de la misión de los primeros calvinistas en Sudamérica, pero fue breve,
mal planeada, aunque una noble tentativa en las misiones mundiales. Los protestantes fueron
enormemente estorbados en todo intento de llevar el evangelio al extranjero. Antes de 1588
(cuando la Armada Española fue derrotada) los españoles y los portugueses (países católicos)
controlaron las rutas marítimas (Edwards, 1936, p. 47). Un grupo de hugonotes franceses 4 (la
Iglesia Reformada Protestante de Francia) el 10 de noviembre de 1555, alzó velas y después de
cuatro meses, llegaron a Río de Janeiro. Después de la llegada del almirante francés Villegagnon a
Brasil, él devolvió la palabra a la petición de Coligny de refuerzos para protección contra los
portugueses y por ministros para evangelizar a los indios Tupinamba. Coligny estaba demasiado
contento de responder a su solicitud. Él escribió a Calvino sobre el asunto, y según Baez-Camargo,
Calvino "vio una maravillosa oportunidad aquí para la extensión de La Iglesia de Ginebra, y
entonces él tomó medidas inmediatamente para organizar una fuerza misionera." Dos pastores y
once laicos se ofrecieron para la misión. Ellos salieron de Ginebra en septiembre de 1556 y
desembarcaron en el Fuerte Coligny (en Río de Janeiro) en marzo de 1557 (Beaver, 1967, p.14).
El Papa había dividido el Nuevo Mundo entre españoles y portugueses. Los franceses
desafiaron al Papa en este asunto enviando barcos ellos mismos al Nuevo Mundo. Puesto que

4
“Hugonote” fue probablemente un apodo del alemán significando “Confederado.” Fue un título político para el
intento de conseguir que la ciudad-estado de Ginebra se alinee con la Confederación Suiza. En Francia, los calvinistas
aristócratas intentaron destituír los poderes que estaban alineados con los suizos. Tales diferencias políticas y
religiosas combinadas, eventualmente provocaron dos centurias de persecución.
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estos países eran católicos, no permitieron a misioneros Protestantes navegar al extranjero con
el evangelio (Beaver, 1967, p. 15).
Después de menos de un año en Brasil, en enero de 1558, los misioneros se hicieron a la mar
para regresar a casa. Cuando el barco comenzó a zarpar, entonces cinco de los hombres de Ginebra
decidieron volver a la misión. El Almirante Villegagnon al principio les dio la bienvenida, pero
después tuvo sospechas. Él exigió una declaración de fe de los calvinistas Genoveses. Cuando él
recibió la declaración, tres de los cinco hombres fueron estrangulados y lanzados al océano (los
otros dos fueron perdonados porque Villegagnon necesitó a un sastre y un cuchillero). Villegagnon
más tarde volvió a Francia por refuerzos, y en 1560, los portugueses atacaron y destruyeron la
fortaleza, y la colonia francesa fue terminada (Beaver, 1967, p. 20). Una isla cerca de la Bahía
Guanabara en Río de Janeiro, Brasil, es llamada Isla Villegagnon.
Surge una pregunta en cuanto a los motivos de estos primeros esfuerzos "misioneros". ¿En
verdad ellos buscaban evangelizar a la gente perdida o querían convencer intelectualmente a la
gente con el nuevo pensamiento del calvinismo?. "El Registro de la Compañía de Pastores
menciona a 88 hombres a quienes enviaron desde Ginebra entre 1555 y 1562 …Ha sido
determinado de otras fuentes que no menos de142 misioneros fueron enviados desde Ginebra (una
ciudad de 20.000 habitantes) solo en 1561." (Hughes, 1966, p. 20). En general ellos eran
refugiados que habían huido de la persecución cuando vinieron a Ginebra. Entonces después de
recibir capacitación en el calvinismo en el Instituto de Ginebra, ellos quisieron regresar con esta
enseñanza, a pesar de los riesgos implicados.
Después de que las primeras iglesias bautistas comenzaron a extenderse desde los Países
Bajos de nuevo a Inglaterra y a las Nuevas Colonias, los conflictos con los calvinistas reformados
fueron inevitables. El calvinismo clásico del siglo dieciséis abogó por doctrinas inaceptables para
los bautistas: el bautismo de bebés, sacramentos como medios para obtener gracia y una visión
amilenial del fin del mundo, entre otras doctrinas. Yarnell dijo en Calvinismo: Una Causa de
Alegría, una Causa de Preocupación que el calvinismo del siglo dieciseis rechazaría el énfasis de
los Bautistas en el bautismo de adultos y ser nacido de nuevo, y estaría incómodo con los
evangélicos que hablan de una "relación personal" con Jesucristo (Dockery, 2007). Desde el
principio había una definición diferente del evangelismo misionero .
En primer lugar, es peligroso lo que el calvinismo puede hacer al evangelismo y a las
misiones. El calvinismo ha debilitado los esfuerzos misioneros y evangelísticos, sobre todo el
hipercalvinismo, que es simplemente la implicación lógica de esta teología. En última instancia
fue desafiado y vencido a finales del siglo dieciocho por Andrew Fuller, William Carey, John
Suttcliffe y otros. Estos hombres y sus colegas rechazaron lo que ellos llamaron "el falso
calvinismo" y regresaron al calvinismo evangélico (lo que ellos llamaron "calvinismo verdadero o
estricto") de sus antepasados Bautistas Particulares. Esta teología reformada revitalizada dió a luz
al movimiento misionero moderno con la formación de la Sociedad Misionera Bautista Particular
en 1792 (Ascol, 2007).
Históricamente, en Inglaterra alrededor de 1790, Dios había puesto en el corazón de un
zapatero joven, el intentar cumplir la Gran Comisión. Su nombre, por supuesto era Guillermo
Carey. Y Guillermo Carey propuso en una reunión de una asociación pastoral que ellos debían
llevar el evangelio a los paganos. Él quería ir a la India pero un bautista prominente llamado John
Rylands Sr., le dijo: “Joven usted es sólo un entusiasta juvenil, siéntese. Si Dios quiere convertir a
los paganos, Él lo hará sin usted y sin mí.”
John Rylands fue un calvinista, y esto era principalmente el calvinismo tradicional tal como
existía en los presbiterianos, congregacionalistas, reformados, y algo infiltrado también en las
iglesias bautistas a finales del siglo 18 en Europa. Roy Fish escribió, “el movimiento misionero
moderno entero podría haberse echado a perder si Carey hubiese escuchado a John Rylands.
Pero Carey rechazó quedarse sentado, porque se dio cuenta que Dios no convertiría al pagano
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sin usted y sin mí, que ellos tienen que oír el evangelio, y que alguien tiene que llevarles el mensaje”
(Fish, 1997).

Wesley y el arminianismo

Como a menudo sucede en la Historia de la Iglesia, puntos de vista extremos provocan


respuestas extremas. Beza, con la renovación de las opiniones agustinas sobre predestinación y
expiación limitada causó divisiones dentro del calvinismo. Jacobo Arminio (1560-1609) se opuso
al enfoque de Beza de la teología. El calvinista declaró que Dios arbitrariamente eligió a ciertos
pecadores para la salvación, preconociéndolos en el sentido de preordenar irresistiblemente su
arrepentimiento y fe. Arminio tomó el punto de vista que declara que Dios previó quién se
arrepentiría y creería libremente, entonces eligiéndolos consiguientemente.
Tanto calvinistas como arminianos igualaron la elección con la salvación: los calvinistas
vieron la elección para salvación como algo incondicional y proveniente de la elección soberana
de Dios en su totalidad; mientras que Arminio vió la elección de Dios para salvación condicionada
a la decisión del individuo. La elección, tan crítica para la comprensión de ambos sistemas
teológicos y soteriológicos fue mal entendida, ya que tiene un objetivo completamente diferente en
la Escritura, como será mostrado más tarde.
La crítica de Arminio al calvinismo era principalmente sobre la base de la hermenéutica, el
método calvinista de interpretar la Biblia era defectuoso en que fue principalmente una
metodología deductiva basada en silogismos.

"Para Arminio, la aproximación de Beza a la teología por medio de la predestinación es el


resultado de la aplicación del método deductivo y sintético; el método teológico correcto,
él dice, es el inductivo y analítico... Bajo la influencia de Beza, la lógica silogística
aristotélica vino a ser un componente esencial en el plan de estudios de la Academia de
Genova" (McGrath,1993, p. 216)

Lamentablemente, Arminio exageró su concepto del libre albedrío del hombre resultando en al
menos dos errores principales: en primer lugar, él declaró que el libre albedrío del hombre no está
afectado por el pecado de Adán, por lo tanto él es libre de elegir a Cristo completamente en su
propia voluntad o bajo la gracia provista que trabaja para atraer el pecador a Cristo; en segundo
lugar, este libre albedrío de alguien para elegir tener a Cristo en su vida, sigue siendo libre para
elegir abandonar a Cristo después de la salvación, resultando de este modo en la pérdida de la
salvación de alguien. La controversia se hizo tan grande que el Sínodo de Dort fue convocado en
1618-1619 para conciliar las diferencias. La decisión final fue una confirmación de la posición de
los calvinistas sobre los seguidores de Arminio ¡a quienes nunca se les permitió tomar asientos en el
Sínodo! La defensa del calvinismo fue con cinco puntos de argumentación o axiomas, que se harían
conocidos como las “doctrinas de la gracia,” “soberanía agustiniana de Dios”, o el “TULIP”
[acrónimo en Inglés para tulipán]:

Total depravity (Depravación total)


Unconditional election (Elección incondicional)
Limited atonement (Expiación limitada)
Irresistible grace (Gracia irresistible)
Perseverance of the saints (Perseverancia de los santos)

Después de Sínodo de Dort el calvinismo de cinco puntos definió los Canones de Dort, y vino a
ser la línea divisoria de aguas de la ortodoxia. Algo menos o diferente fue sospechado de herejía.
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La Confesión de Fe de Westminster (1648) vino a ser la doctrina autoritativa para los


presbiterianos, Bautistas y Anglicanos.5
La teología agustiniana de los decretos de Dios se convirtió en el corazón de la Reforma
protestante como se citó en la Confesión de Westminster, capítulo 3, párrafos III y IV: “Según el
decreto de Dios, para la manifestación de Su gloria, algunos hombres y ángeles son predestinados a
la vida eterna y otros preordenados a muerte eterna. Estos ángeles y hombres, así designados, y su
número tan cierto y definido, que no puede ser aumentado ó disminuido.”

Bautistas generales, regulares ó particulares

Algunas definiciones de distintos movimientos dentro del movimiento bautista general se


distinguen en gran parte por su visión del calvinismo.
Los Bautistas Generales creen en una expiación general. Este punto de vista sostiene que la
muerte de Cristo hizo la salvación disponible para cualquiera que voluntariamente ejerciese fe en
Cristo. Muchas de estas iglesias eran arminianas en teología y enseñaron que una persona puede
caer de la gracia. Algunos de los primeros bautistas ingleses bajo Thomas Helwys y John Smyth
siguieron esta teología. Después de huir de la persecución a los Países Bajos en 1607 se
encontraron con algunos anabaptistas que los convencieron de bautizar a los creyentes, por lo que
en 1609 se formó la primera iglesia bautista. En 1611 Helwys y Smyth llevaron a un grupo
pequeño de vuelta a Inglaterra para iniciar la primera iglesia bautista general en Inglaterra.
Algunas de estas iglesias se movieron hacia el liberalismo y el unitarianismo. El Gran Despertar de
mediados del siglo 18 trajo un avivamiento a los bautistas generales, mientras que la mayoría de
los bautistas particulares (calvinistas) se mostraron escépticos del arminianismo de Wesley. En los
Estados Unidos los bautistas generales fueron absorbidos por los bautistas regulares, con algunos
remanentes que formaron los bautistas del libre albedrío en Carolina del Norte.

Los Bautistas Regulares o Particulares se unieron en la Asociación Bautista Filadelfia en 1707.


Hacia 1932 la influencia liberal en muchos de los principales grupos confesionales Bautistas llegó
a ser tan agresiva que los grupos fundamentalistas se separaron para formar la Asociación General
de Iglesias Bautistas Regulares (GARBC). Esta iba a ser una asociación o comunidad de iglesias
en lugar de una denominación para mantener la autonomía de las iglesias locales. Durante el Gran
Despertar de mediados de 1700 un número de iglesias se separó de sus denominaciones y formó
las iglesias Bautistas Separadas. Estas se conectaron a la predicación de Jonathan Edwards
(1703-1758) y George Whitfield (1714-1770). El entusiasmo y la llegada de nuevos convertidos
en estas iglesias dejaron a muchos de los calvinistas escépticos y críticos de los avivamientos. Los
bautistas separados practicaron nueve ordenanzas6 en lugar de las dos ordenanzas practicadas
habitualmente por los bautistas. Estos grupos se unieron alrededor del 1800 para formar los
bautistas de la unión que más tarde se convertirían en los Bautistas del sur y los Bautistas
estadounidenses. Las diferencias fueron mayormente en cuestiones de autonomía, las prácticas de
las ordenanzas y a veces cuestiones teológicas como el calvinismo. Sin embargo, muchos se
adhirieron a un calvinismo "moderado", sosteniendo 3 puntos (del TULIPÁN), mayormente el
enfoque calvinista percibido sobre la seguridad eterna.

5
La Segunda Confesión de Londres (1677) sólo se diferenciaba de la Confesión de Westminster en la eclesiología.
6
Estas incluyeron el bautismo, la cena del Señor, fiestas de amor, la imposición de manos, lavar los pies, la unción de
los enfermos, la mano derecha de la comunión, el beso de la caridad, y la dedicación de niños. Aunque la mayor parte
de éstos son prácticas habituales de las iglesias bautistas no son consideradas ordenanza.
Calvinismo y Misiones Página | 11

Descripciones Generales

Semejanzas entre los diferentes puntos de vista

Algunas semejanzas entre el calvinismo y el arminianismo, aunque en polos opuestos del


espectro, es que ambos se equivocan al considerar la verdad bíblica. En primer lugar, ninguna
escuela discierne ninguna diferencia entre la elección de Israel como el pueblo terrenal de Dios, y
la elección de la iglesia como el pueblo celestial de Dios. En segundo lugar, ambas escuelas no
pasan por alto el hecho esencial de que la elección de la Escritura nada tiene que ver con la
elección de individuos pecadores para la salvación, sino que tiene que ver exclusivamente con la
elección de los santos para las bendiciones celestiales (Parkinson, 1999, p. 52).
Los reprochantes, partidarios de Arminio, creyeron en la muerte de Cristo como el pago
suficiente por los pecados de toda la humanidad. Para un reprochante cada individuo tenía la
opción de responder “sí” o “no” al llamado de Dios; pero para el calvinista, era Dios que dijo “sí”
o “no” a cada individuo, y Cristo sólo murió para aquellos a quien Él dijo "sí".

Implicaciones filosóficas o lógicas


El escolasticismo7 fue introducido en la fundación del catolicismo medieval por Agustín, pero fue
Tomás de Aquino el diseñador principal de la formación del clero católico a través del siglo veinte.
Durante el siglo diecisiete esta metodología filosófica fue adoptada en el escolasticismo
protestante para producir teologías sistemáticas. "Teólogos protestantes, sobre todo calvinistas,
usarían métodos escolásticos para inquirir más allá de los textos bíblicos en las intrincaciones y las
implicaciones de la teología protestante, sobre todo cuando la elección divina y la voluntad de
Dios fueron consideradas" (de la entrada para “Escolasticismo Protestante” de The Concise
Evangelical Dictionary of Theology) (Diccionario Evangélico Conciso de Teología, 1986).

Distintivos Doctrinales

Hermenéutica Deductiva o Inductiva

El enfoque típico para explicar y defender las doctrinas del calvinismo agustiniano se fue el
uso de silogismos, que se utilizan para silenciar cualquier oposición, a pesar de que el resultado
final puede o no estar de acuerdo con la Escritura. La figura central de la lógica aristotélica fue el
silogismo, que según la definición de Aristóteles es: «un discurso (logos) en el cual, establecidas
ciertas cosas, resulta necesariamente de ellas, por ser lo que son, otra cosa diferente». La fuerza del
argumento es “por virtud del hecho de que no sería posible afirmar las premisas y negar la
conclusión sin contradecirse a sí mismo” (Enciclopedia Británica, “silogismo”). Típicamente, un
silogismo consta de tres proposiciones, una premisa mayor y una premisa menor seguida por la
conclusión de un argumento:

7
Un método y un sistema que pretendía reconciliar la teología cristiana, los padres de la iglesia con la filosofía griega
de Aristóteles. Se utilizaron los métodos de razonamiento deductivo y métodos a priori para construir sistemas de
pensamiento y teología. Los desacuerdos se examinan a través de una serie de dialécticas, unificando los dos lados de
un argumento a través de análisis filológico (examen del significado de las palabras) y de análisis lógico (aplicando las
reglas de la lógica), para llegar a una conclusión irrefutable.
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Todos los hombres son mortales.


Sócrates es un hombre.
Sócrates es mortal.

Si las premisas en un silogismo son verdaderas y si su forma o patrón, es válido, entonces la


conclusión del silogismo es y debe ser verdad. Sin embargo, no todas las combinaciones posibles
de las premisas en esta estructura producen silogismos válidos. Surge la pregunta: ¿Es éste un
instrumento válido para la hermenéutica, para la interpretación de la exégesis bíblica? La siguiente
es una lógica silogística católica romana:

María es la madre de Jesús.


Jesús es Dios.
Por lo tanto, María es la madre de Dios.

Observe que ambas premisas pueden ser válidas, pero la conclusión resulta en una noción
falsa o herejía. Esto debería advertirnos que el silogismo deductivo NO es una herramienta
adecuada para discernir y determinar la doctrina bíblica. Por lejos, el enfoque correcto siempre
debería ser primero discernir inductivamente lo que dicen las Escrituras acerca de cualquier cosa, y
luego formular la doctrina a partir de estas verdades claramente definidas, como Johnson declara
en su Hermenéutica Expositiva:

"El estudio inductivo establece un objetivo necesario porque queremos conocer la Biblia.
Un proceso de aprendizaje inductivo es aquel en el que se utilizan los datos de un pasaje
para extraer un significado general. Esto es lo opuesto a un proceso deductivo, en el cual
comenzamos con una premisa o una declaración universal y seguimos hasta sus
conclusiones lógicas de acuerdo con la evidencia ofrecida en el texto"(Johnson,1990, p.18

En resumen, el enfoque deductivo trae algunas suposiciones generales o presuposiciones al estudio


de las Escrituras, no tanto para ver si son verdad, sino para demostrar que son verdad, las cuales la
lógica dicta que deben ser. Estas suposiciones se convierten en los principios que rigen en la
decisión de los significados de los particulares de las Escrituras o doctrinas. Esto se suele hacer a
través de una serie de silogismos aristotélicos. Mucho mejor es el método inductivo que tiene por
objeto examinar todas las referencias sobre un tema o asunto específico y luego llega a la
enseñanza general, únicamente sobre la base de lo que dice la Biblia acerca de lo detalles. Estos
dos enfoques de la hermenéutica han dado lugar a las grandes diferencias dentro de la cristiandad.

La Gracia soberana y los decretos de Dios

Como fue expuesto, el calvinismo de cinco puntos fue desarrollado a partir de la lógica
deductiva y los silogismos Aristotélicos. Es un argumento con fuerza, difícil de romper cuando
intentamos analizarlo lógicamente. La premisa maestra es la enseñanza agustiniana de los decretos
inmutables de Dios o soberanía de Dios. El argumento es este: según Agustín, Dios ha decretado
inalterablemente desde la eternidad toda la historia de la humanidad, los acontecimientos,
decisiones y destinos. Ya que Dios es soberano, cualquier acto o elección que es independiente de
Dios, comprometería Su soberanía.
Calvinismo y Misiones Página | 13

Entonces, cuando un pecador rechaza el evangelio no es porque el pecador ha rechazado la gracia


de Dios, sino porque Dios ha rechazado al pecador. De otra manera, según Agustín, Dios no sería
soberano.8

"Así que, ¿qué principio general usa Beza como un punto de partida lógico? La respuesta es
que él basa su sistema en los decretos divinos de la elección, es decir la decisión divina de
elegir a cierta gente para salvación y a otra para condenación. Todo el resto de la teología se
ocupa de la exploración de las consecuencias de estas decisiones. La doctrina de la
predestinación asume por consiguiente la categoría de un principio controlador" (McGrath,
1994, p. 398).

Se dice que los decretos de la elección divina para la salvación son inmutables. Lewis Sperry
Chafer sostiene que la elección "no puede cambiar en la historia de la raza humana. Dios no se
adapta a la voluntad del hombre, y de hecho Él sabía todo lo que los hombres harían aún antes de
que Él los creara" (Chafer, 1949, p. 10).
¿Podemos decir que las Escrituras hacen una declaración tan indiscriminada? ¿Acaso Jonás
creía en los decretos inmutables de Dios, o era su principal problema el hecho de que Dios podía
cambiar o posponer su ira contra Nínive? (Jonás 3:10). El hecho de que Dios cambiaría y tendría
misericordia era la única razón por la que Jonás no quería predicar a Nínive: " porque sabía yo que
tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes
del mal. " ( Jonás 4:2). La perspectiva que Jonás tenía de Dios no era agustiniana.
En los comentarios introductorios de Edwin Palmer a sus Cinco Puntos del Calvinismo, él
describe la premisa fundacional del sistema calvinista: "Para enfatizar la soberanía de Dios aún
más, es necesario señalar que todo está preordenado por Dios ... Es incluso bíblico decir que Dios
ha preordenado el pecado. Si el pecado estaba fuera del plan de Dios, entonces ningún asunto
importante de la vida sería gobernado por Dios. ¿Por cuál acción el hombre es perfectamente
bueno?... Así, una vez más, confesamos firmemente la soberanía absoluta de Dios. Él predestina,
elige, y preordena "(Palmer, 1979, págs. 82-83).

Cinco puntos del calvinismo

Ahora que está claro lo que es la premisa o fundamento del sistema calvinista a partit de la cual se
deducirán los cinco puntos, vamos a verlos uno por uno. Lógicamente, la aceptación del primer
principio, la depravación total, como se define, requerirá la aceptación de al menos los primeros tres
puntos en una cadena lógica. Ellos se alzan o y caen juntos. Muchos dicen que los cinco están
inseparablemente unidos entre sí.

Depravación Total

Todos los creyentes en la Biblia sostienen que el pecado ha arruinado totalmente al


hombre como portador de la imagen de Dios. Él tiene una naturaleza depravada heredada,
innata e ineludible que es propensa al egocentrismo, egoísmo y rebeldía.

8
Muy preocupante es la similitud del concepto agustiniano de la soberanía absoluta con el concepto musulmán de la
predestinación absoluta de Alá tal como se expresa en la canción, "Lo que será, será." Por lo tanto, "lo que será" es lo
que sucede y es la voluntad de Dios ya que Él determinó que iba a suceder y luego hizo que sucediera.
Calvinismo y Misiones Página | 14

Nada en el hombre es aceptable para Dios y no hay excepciones.9 Pero, ¿"significa" para todo el
mundo lo mismo cuando decimos esto? Para el calvinista esta verdad significa mucho más que
depravación y pecaminosidad: se la toma para significar la doctrina de la incapacidad total. El Dr.
Robert Ketchum, pastor GARB en Waterloo, IA, solía predicar que el hombre está "muerto como
un orejón",10 es decir, todos los hombres son espiritualmente idénticos a un cadáver. A partir de esta
analogía nos preguntamos las siguientes preguntas: ¿Tiene el predicar el evangelio a un cadáver
alguna esperanza de éxito? ¿Puede la mejor música, ilustraciones impactantes, predicación
entusiasta, conseguir algo de un cadáver? Lo único que necesita un cadáver es una nueva vida, y
luego la predicación tendrá sentido. Utilizando el silogismo, se nos pide que creamos lo siguiente:

El hombre es totalmente depravado.


Un hombre totalmente depravado es incapaz de hacer algo bueno.
Por lo tanto, el hombre es incapaz de arrepentirse y creer en el evangelio.11

Las dos premisas no conducen necesariamente a esa conclusión, y lo peor ¡no es bíblica! Las
Escrituras no enseñan que el hombre es incapaz de creer en el evangelio, en efecto, ¿cómo podría
Dios mandar a todos los hombres en todas partes que se arrepientan y crean en el evangelio
(Hechos 17:30), si Él hubiera decretado que era imposible para ellos hacerlo? Eso es absurdo e
irracional, y lo peor, es un insulto al carácter de Dios. Otro silogismo común es:

Los hombres no regenerados están muertos.


Los hombres muertos son incapaces de responder a nada.
Por lo tanto, los hombres son incapaces de responder al evangelio.

Aquí, la primera premisa es verdadera, dependiendo de la definición de "muerto" En el


momento en que Adán pecó en el Jardín, él murió a Dios, su espíritu fue separado de Dios (Efesios
2:1; Isaías 59:2), pero esto no quiere decir que él se convirtió en un cadáver o en un portador de la
imagen de Dios no receptivo, no pensante, no comunicativo o poco inteligente. Más bien, significa
que él no tenía comunión o parte con Dios, y por lo tanto ninguna comprensión intuitiva de Dios
porque está conectada con el Espíritu (1 Corintios 2:10). Tenga en cuenta sin embargo, que su
espíritu está muy vivo ya que puede entender claramente a otros seres humanos. Numerosas veces
en la Biblia hombres no salvos pudieron comunicarse claramente con Dios. El espíritu del hombre
no es un cadáver. Del mismo modo, hasta que el Espíritu de Dios no comienza a comunicarse con
el espíritu del hombre, no se entenderán el uno con el otro. Dejado solo el hombre siempre
malinterpretará a Dios (Romanos 1). El "poder del evangelio" (Romanos 1:16) es evidente cuando
el evangelio es predicado, porque el Espíritu de Dios "reprobará o convencerá" a los no creyentes,
“por cuanto no creen en mí” (Juan 16:8-9). Esta obra del Espíritu es preregeneración y es un
trabajo de Dios previo a la fe que es necesario para traer a una persona a Cristo (nuestro "ayo para
llevarnos a Cristo" – Gálatas 3:24). Se conviene en que, aparte de la predicación del evangelio y la
obra del Espíritu, los hombres no serán salvos, pero no hay límite en las Escrituras para convencer
al "mundo" de pecado a causa de su incredulidad y esto no requiere de una regeneración previa de
la persona para traerla a la fe en Cristo.
9
Bastó un solo pecado de Adán para que Dios lo condene y coloque a todos sus descendientes y al universo
bajo la maldición del pecado. Santiago declaró que si alguien es culpable de violar uno de los mandamientos es tan
culpable como si los hubiese violado todos (Santiago 2:10).
10
Derivado de Efesios 2:1,5; Col. 2:15, que describen el estar "muerto en pecados."
11
En las páginas que siguen estos silogismos fueron utilizados por John Parkinson en La fe de los Escogidos de Dios,
pág. 66 - 89, en su excelente presentación de las herramientas que se utilizan para convencer a los lectores del
TULIPÁN.
Calvinismo y Misiones Página | 15

Debido a que el calvinista ha sobreimpuesto la doctrina agustiniana de la predestinación


absoluta a todos los temas de la Biblia, por lo cual Dios ha decidido por decretos incambiables ó
immutables quien será salvo y quien se perderá, entonces usted no puede aceptar que el evangelio
sea una invitación genuina a todos los hombres, o incluso que el Espíritu "repruebe o convenza" a
todos los hombres que escuchan el mensaje del evangelio. Para el sistema calvinista funcione se
requiere una doctrina de la inhabilidad total, no sólo de la depravación total. Otro silogismo se
edifica sobre este último silogismo:

Los hombres depravados son incapaces de creer en el evangelio


Pero los elegidos creen en el evangelio.
Por lo tanto, a los elegidos se les debe dar la fe para que crean.

Estos postulados crean otro problema de su propia creación: ¿cómo se le puede mandar a una
persona que crea, cuando Dios sabe que es imposible que lo haga? Palmer intenta ocuparse de este
problema innecesario: "Esto significa que aunque el hombre es totalmente depravado e incapaz de
creer, y que aunque la fe es un don de Dios producido por el trabajo irresistible del Espíritu Santo,
sin embargo, le corresponde al hombre el creer. Él tiene el deber de obedecer a Dios y creer"
(Palmer, 1979, p. 87). Así, un hombre tiene que creer, ¡a pesar de que Dios ha hecho imposible
que lo haga!
Es cierto que el hombre está condenado por su propio fracaso o negativa a creer (Juan
3:18). Uno debe salir del ámbito de la justicia y la experiencia humana para entender cómo
alguien podría ser condenado por algo que era imposible que haya hecho, es decir, el hombre debe
ser capaz de creer, si Dios lo hubiese hecho creer, de modo que él podría elegir hacer tal cosa. Por
otra parte, la condenación (3:19) es sólo porque "la luz vino al mundo, y los hombres
amaron (eligieron amar) más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas”. Su elección
personal ó deseo fue no creer, porque ellos amaron ó eligieron quedarse en la "oscuridad" más que
la luz ó verdad. No es que ellos no pueden, es porque no quisieron.

La fe es un don de Dios

Sea cual sea la perspectiva de uno acerca de Dios, se deben entender los pasajes claves. Por
ejemplo, en el sistema calvinista, ya que nadie puede creer, se utiliza Efesios 2:8-9 para explicar
que la "fe" es también un don de Dios. Así es como Palmer explica este pasaje:

"La pregunta es: ¿Es Dios el autor, sólo de la redención o también de la fe? ¿Contribuye
Dios con el sacrificio expiatorio de Cristo y el hombre con su fe? ¿O es la fe también un
regalo de Dios? ¿Depende la salvación parcialmente de Dios (la entrega de Cristo en la
cruz) o totalmente de Dios (la entrega de Cristo para morir por nosotros, más el don de la
fe)? ¿Puede el hombre guardarse un poco de gloria para sí mismo - la capacidad de creer?"
(Palmer, 1979, p87.)

Palmer descuida uno de los puntos principales de la enseñanza: al basar nuestra salvación sobre
nuestra fe en Sus promesas solamente, sin obras, Pablo declara que no puede haber
ninguna jactancia, orgullo o auto-justicia, debido a cualquier cosa que hicimos. El calvinista insiste
en equiparar la "fe" con una "obra" y puesto que los pecadores no pueden hacer ninguna
"obra" para la salvación, entonces Dios tiene que dar al pecador "fe" o este nunca podría creer.
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El pasaje debe ser examinado primero.12 Somos “salvos por medio de la fe [Gr. género
femenino], y esto [Gr. género neutro] no de vosotros, pues es don [Gr. género neutro] de
Dios.” Puesto que “fe” es femenino y "esto" es neutro, ellos no pueden referirse el uno al
otro gramaticalmente. Por lo tanto, “esto” se refiere a la idea o concepto de todo el pasaje, es decir
la salvación, la cual es el “don de Dios”.
En la Biblia ninguna vez hay una declaración clara y dogmática de que la fe salvadora sea un
don de Dios. Por otra parte, la Biblia establece claramente la forma en que se obtiene la fe: "La fe es
por el oír, y el oír, por la palabra de Dios " (Ro.10:17). Esta no es un regalo místico, subjetivo que
de repente aparece como una epifanía. Las Escrituras hablan de la fe salvadora, como “tu fe”
(Lucas 7:50), “su fe” (Ro.4:5), y “la fe de ellos” (Mt. 9:2); pero nunca como “la fe de Dios”.
Aun cuando la exégesis de Efesios 2:8-9 se entiende que se refiere a la salvación como el
don que es ofrecido, los calvinistas siguen haciendo referencia al don de la fe, ya que es esencial
para su sistema, aunque la Biblia no lo enseña. El argumento se vuelve un poco “débil”
desacreditando el valor de una fe personal como si fuera imposible o peor, algo carnal! La
siguiente es una larga cita de la defensa de Lewis Chafer del calvinismo:
“Ahora bien, esta es la cuestión: ¿quién hace que aquellos que han pasado de muerte a
vida, y que ahora están caminando hacia el cielo, difieran de aquellos que todavía están
caminando en el camino ancho? ¿Es Dios? ¿o se trata de ellos mismos? Los calvinistas
sostienen que es Dios quien hace esta diferencia, los arminianos sin embargo, pueden tratar
de ocultar esto, por las declaraciones generales acerca de la gracia de Dios y la ayuda del
Espíritu por lo que virtual y prácticamente le atribuyen la diferencia a los creyentes
mismos. Dios ha dado suficiente gracia, todo lo necesario para efectuar el mismo resultado en
otros, así como en ellos. No hay diferencia en el llamado dirigido a ellos, o en la gracia
concedida a ellos. Esto es igual y por igual. Hay una diferencia en el resultado, y de la
suficiente y consiguiente igualdad sustancial de la gracia universal concedida, esta
diferencia en el resultado necesariamente debe ser atribuída, en cuanto a su causa real
adecuada, a algo en ellos mismos, no a la gracia de Dios, no a lo que El les confirió por
gracia, sino a lo que ellos por sí mismos fueron capaces de hacer, en mejorar positivamente lo
que Dios les comunicó a ellos. Si la gracia suficiente se ha comunicado a todos los que
han sido en apariencia llamados, entonces no más de lo que es suficiente es comunicado a
los que realmente se arrepienten y creen, pues, afirmar esto, es virtualmente negar o
retractarse de la posición que fue comunicada a los que continúan incrédulos y sin
arrepentirse, que haya sido suficiente o adecuada contradiciendo así su doctrina fundamental
sobre todo este tema. Y cuando la verdadera condición del asunto, y las alternativas reales
implicadas, son puestas de manifiesto, no hay dificultad en ver y probar que la doctrina
arminiana es inconsecuente con la clara enseñanza de la Escritura, en cuanto a los grandes
principios que regulan ó determinan el carácter espiritual y el destino eterno de los
hombres, -la verdadera fuente y origen de todo lo que es espiritualmente bueno en ellos-, la
real naturaleza de la fe y la regeneración, implicando cambios que los hombres son
totalmente incapaces de producir, o aún cooperar, en primera instancia, en, originarlos; son
de origen divino, y siendo no sólo la obra de Dios en los hombres, -el don de Dios a los
hombres-, -sino también, y más específicamente, como siendo en cada caso el resultado de
una operación especial del Espíritu Santo, -una operación representada como algo
absolutamente peculiar y distintivo, otorgado a unos y no a los demás, de acuerdo

12
Un punto importante a menudo pasado por alto en este versículo es el artículo griego antes de "gracia" en la frase:
"Porque por [la] gracia sois salvos" (Ef. 2:8). Pablo no se está refiriendo a una actitud general de gracia, sino a una
gracia específica en este contexto, que se refiere de nuevo a las riquezas de su misericordia y la muerte sustitutiva de
Jesucristo (2:4-7).
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al consejo de la propia voluntad de Dios, y ciertamente o infaliblemente efectiva, doquiera


que es conferida, todas esas cosas que acompañan la salvación” (Chafer: 1949, p. 274).

Parkinson señala una gran falacia en este tipo de secuencia lógica: "El calvinista nos dice que
aunque el Evangelio hace un llamamiento a todos los hombres a creer, sin embargo, los hombres
son incapaces de creer. Esto reduce el Evangelio al mismo nivel que la ley, que ordena a un
hombre “no codiciarás”, pero no puede librarlo de codiciar. Debido a la debilidad de la carne,
la ley no tiene poder para salvar (Romanos 8:3); pero por el contrario, el evangelio es poder
de Dios para salvación a todo aquel que cree (Romanos 1:16). El mismo hecho de que el evangelio
sea ofrecido a través de la fe, hace que la salvación esté al alcance de todos por Su gracia "
(Parkinson, 1999, p. 69).
Una "fe" válida se basa sobre un conocimiento seguro de algo verdadero, luego en una
decisión conciente de depender ó confiar en esa verdad porque esto implica el entendimiento y la
disposición a confiar en la Palabra de Dios. Ahora ¿cuál parte de este concepto bíblico es el
especial "don de la fe?" ¿Es el oír (iluminación, esclarecimiento, comprensión de la Palabra de
Dios) o la confianza (manipulando la mente del hombre para que confíe en lo que nunca
confiaría por su propia cuenta?) Totalmente librado a su suerte, no hay quien entienda, no
hay quien busque a Dios (Romanos 3:11), pero Pablo concluye con la promesa: “Aquellos a
quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán”
(Romanos 15:21) . Cuando se les explica el evangelio el Espíritu obra en Su poder.
De acuerdo con el calvinismo, al incrédulo que indaga se le anima a pedirle a Dios la fe
para creer. ¿Cómo puede alguien pedirle a Dios algo sin ya tener fe, al menos la fe para
confiar en que Él le va a dar la fe para creer? ¿Resulta esto confuso para usted como lo es para
mí? En ninguna parte de la Escritura es alguien alguna vez animado a orar a Dios por la fe
para creer. Simplemente se le presenta la verdad y se le pide que crea en ella.
Parkinson, señala las contradicciones inevitables al dilema del calvinista en el
comentario del Dr. H. Bonar sobre la idea de pedir a Dios por la fe para creer:

En el mantenimiento de la obligación de orar antes de creer, seguramente no se puede


afirmar que es su deber ir a Dios en incredulidad. No se puede decir que usted deba ir a Dios
creyendo que Él no está dispuesto a bendecirlo, a fin de que, al orar, pueda persuadirlo a que
lo haga creer que Él está dispuesto. ¿Ha usted de a persistir en la incredulidad hasta que
en algún momento la fe le cae en forma milagrosa, y entonces Dios lo fuerza a
creer? Entendiendo la oración en el sentido escritural, yo le diría a cada hombre que ore así
como le diría a cada hombre que crea; porque la oración incluye y presupone la fe. "Todo
aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Pero entonces, el apóstol añade:
"¿Cómo invocarán a Aquel en quien no han creído?” (El Camino de Dios a la Paz)
(Parkinson, 1999, p. 69).

C. Gordon Olson hace ocho preguntas relativas a la concesión obligatoria de una fe especial solo a
los pocos a quienes Dios elige:
1) ¿Por qué Cristo se molestó en dar testimonio y persuadir a los no elegidos? Desde luego, Él
tendría que saber quienes eran los no elegidos y eso sería un esfuerzo inútil ya que Él mismo
antes había decidido que nunca tendrían el don de la fe para creer.
2) ¿Por qué Pablo se molestaría en utilizar persuasión después de todo? Lucas enfatizó
la persuasión y la confrontación de Pablo predicando con frecuencia en Hechos (17:3-4,
17; 18:04; 19:8-9). Si todo fuera de la concesión milagrosa de la fe por Dios, esta sería
concedida meramente por escuchar el evangelio como quiera que es proclamado, en todo
caso.
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3) ¿Por qué Cristo se maravilló de la incredulidad? Si Cristo sabía que la fe no le había sido
dada a esa gente de Nazaret (Mr. 6:6) ¿por qué Él se asombró por su incredulidad?
4) ¿Cómo se puede juzgar la incredulidad? ¿Cómo podría la incredulidad o la falta de fe ser
juzgada como pecado, si Dios intencionalmente no otorgó el don de la fe al incrédulo? ¿Es
la voluntad de Dios que no tengan fe?
5) ¿Cómo podemos explicar los grados de incredulidad que serán juzgados con mayor
severidad? Si Dios decide dar fe a algunos de los no elegidos, pero no a otros, ¿cómo
podría juzgar con justicia a unos con más dureza que a otros? (Mateo 11:20 y ss.)
6) ¿Cómo puede la actividad demoníaca impedir una obra directa del Espíritu? En la parábola
del sembrador Satanás puede intervenir en el proceso de los pecadores viniendo a la fe
(Lucas 8:12; también 2 Corintios 4:4). Si Satanás puede impedir la obra irresistible del
Espíritu, ¿lo hace esto más poderoso que el Espíritu?
7) ¿Por qué algunas clases de personas son más difíciles de ganar que otras? Pablo identificó
a los cretenses como un pueblo más difícil (Tito 1:12-13). Hoy en día podríamos identificar
a los musulmanes y las castas superiores hindúes como gente difícil. Si el Espíritu produce
inmediatamente la fe en el corazón de cualquier elegido, sin importar su condición
(un hombre muerto es un hombre muerto) entonces, ¿debería haber diferencia entre
un musulmán y un cristiano profesante no salvo?
8) ¿Por qué Dios da el don de la fe a tantos estadounidenses pero a tan pocos libios,
mongoles, tibetanos, afganos, iraquíes, iraníes, turcos, etc.? ¿Es Dios parcial, dando un
trato preferencial a los estadounidenses y menospreciando a los demás grupos? Si la fe y la
regeneración no tienen nada que ver con la instrumentalidad humana sino que son una obra
de Dios, ¿por qué no otorga arbitrariamente este regalo a lo ancho de la población mundial,
ya que se supone que todos están muertos por igual? (Olson, 2005, p.228-229)

La cadena de razonamiento utilizada por el calvinista unida a su lógica le mueve más allá de
la verdad de las Escrituras. Partiendo de la premisa de la depravación total él deduce la
incapacidad total; desde la incapacidad total él argumenta que el hombre no puede creer, que por la
incapacidad de creer es imperativo que la fe deba ser un don especial; y que porque la fe es un don
especial, el pecador es urgido a pedir a Dios la fe para creer.

Elección incondicional

De acuerdo con la mayoría de los teólogos, los cinco puntos del calvinismo están vinculados
y son inseparables, a pesar de que los tres primeros están imperativamente vinculados por la lógica.
Por deducción la elección incondicional es la única solución a la depravación total, o más bien,
incapacidad total. Palmer lo describe así:

"Si los hombres son totalmente depravados y si algunos se salvan, entonces es obvio que la
razón de que algunos se salvan y algunos se pierden es responsabilidad exclusiva de Dios...
Y la decisión de en cuales personas Dios obrará, dependerá cien por ciento de Dios, ya que el
hombre, estando espiritualmente muerto, no puede pedir ayuda. Esta es entonces la elección
incondicional: la elección de Dios no se basa en algo que el hombre haga" (Palmer,1979, p.
25).
El silogismo que explica este concepto es el siguiente:

Todos los hombres son depravados y totalmente incapaces de creer el evangelio.


Sin embargo, algunos hombres son regenerados y creen el evangelio.
Calvinismo y Misiones Página| 19

Por lo tanto, Dios debe elegir a cuales hombres regenerar.

Palmer introduce la elección a sus lectores con estas palabras: "preordenación significa el
plan soberano de Dios, por el cual Él decide todo lo que va a suceder en el universo entero ... Él ha
preordenado todo por el consejo de su voluntad: el movimiento de un dedo, el latido de un corazón,
la risa de una niña, el error de una mecanógrafa e incluso el pecado." Palmer continúa para dar la
descripción agustiniana de la predestinación: "Mientras que la preordenación se refiere al plan
soberano de Dios para todo lo que alguna vez sucede, la predestinación es la parte de la
preordenación que se refiere al destino eterno del hombre: el cielo o el infierno. La predestinación
se compone de dos partes: elección y reprobación" (Palmer, 1979, p. 24-25).
Parkinson crítica a Jonathan Edwards en su tratado de predestinación llamado La libertad de
la voluntad (1754) y sostiene que la doctrina del decreto universal y absoluto de Dios, lógicamente
lleva a una elección absoluta, eterna y personal. "Estos términos sombríos pueden sonar como
música en los oídos de los elegidos, ¡pero sin duda traen las más oscuras noticias para todos los
demás! La creencia en este sistema tiene graves consecuencias para el evangelio. El calvinista le
dice al predicador del evangelio que él no puede saber cuales pecadores en la congregación son
elegidos y por lo tanto es libre de rogar a todos. El ha de predicar el evangelio en un lenguaje
inclusivo y universal, como si cualquier pecador podría venir, aunque sabiendo en secreto que esto
no puede ser así. ¡Pero este no es el glorioso evangelio del Dios bendito!" (Parkinson, 1999, pág.
70).
Esta situación crea un dilema para armonizar las contradicciones inherentes a esta teología.
Una vez que una persona acepta la definición agustiniana de la soberanía, que dice que Dios ha
predeterminado de forma eterna e inmutable las decisiones y destinos individuales de los hombres,
los conflictos entre la soberanía y la responsabilidad humana se vuelven irresolubles, moviendo al
expositor más allá de la clara evidencia en las Escrituras hacia la especulación y a la imaginación
lógica. Cuando uno lee las Escrituras, no existe tal tensión, ¡porque las Escrituras no aplican la
elección a la salvación de los pecadores, sino a los creyentes y sus bendiciones futuras!
Las Escrituras enseñan que el evangelista debe rogar a los pecadores en nombre de Cristo
que ser reconcilien con Dios (2ª Corintios 5:20). La doctrina de la elección incondicional insiste en
que Dios tiene decretado desde la eternidad pasada quien se salvará y quien será pasado por alto
(arbitrariamente). El mensaje del evangelio de la gracia ilimitada de Dios y el perdón completo de
todos los pecados a todo aquel que escucha y cree, es hecho impotente para salvar a los no elegidos.
La crueldad inevitable de la burla de una oferta aparentemente sincera, cuando en realidad no hay
ninguna oferta en absoluto, es más que un engaño. Este conflicto es a menudo pasado por alto
como una "antinomia", es decir, una contradicción entre conclusiones que parecen igualmente
lógicas. Sin embargo, en las Escrituras no hay tales contradicciones.
En un esfuerzo por resolver este conflicto el enfoque común es el de las "líneas paralelas" o
teoría de “las vías del ferrocarril”, es decir, tanto la soberanía de Dios (de acuerdo a Agustín) y la
responsabilidad del hombre coexisten en la Biblia, uniéndose sólo en el horizonte lejano de la
mente de Dios. Una vía nos dice que Dios, por un decreto irreversible, eterno, e inmutable ha
elegido cuales individuos salvar y cuales dejar de lado. En la otra vía, es evidente que Dios, en
Su invitación universal del evangelio, ruega a todos los hombres a venir a la salvación y los
responsabilizará por su respuesta. Se nos pide aceptar ambas ideas a pesar de que son
incompatibles y están permanentemente en tensión. Todo esto es puesto a un costado invocando la
incapacidad de lo finito (el hombre) para entender lo infinito (Dios). Sin embargo, el problema no
se origina en las Escrituras sino más bien en la teología del hombre.
Calvinismo y Misiones Página | 20

La doctrina agustiniana de la elección está en conflicto con la esperanza del evangelio


bíblico de la gracia.... Es habitual que los escritores calvinistas, cuando son confrontados con
las contradicciones inherentes a su teología, recurran a Romanos 9:20, "Mas antes, oh
hombre, ¿quién eres tú para que alterques con Dios?" Pero esta réplica de Pablo fue dada en
respuesta a la autojusticia del judío que estaba esperando que Dios le diera un trato
preferencial. Pablo no quiso decir que Dios podría hacer una oferta sin sentido e insincera de
perdón a hombres no elegidos, y que tal acción de parte de Dios sería soberana e indiscutible.
Si se piensa que Dios tiene el derecho a hacer tratos de mala fe con pecadores no elegidos,
sería tergiversar seriamente el carácter de Dios (Parkinson, 1999, p. 73).

La mayoría de los argumentos calvinistas para la defensa de la elección incondicional fueron


dirigidos contra el pelagianismo y el arminianismo, como si fueran las únicas teologías opositoras,
cuando en realidad, hay varios puntos de vista opuestos al calvinismo y al arminianismo. Por
ejemplo: (1) Que la elección se aplica exclusivamente a los santos y no a los pecadores, al
referirse a su increíble futuro con Cristo. (2) La posición amiraldiana, iniciada por Juan Cameron
(1580-1625) y Moisés Amyraut (1569-1664) que enseñó una expiación universal o general y una
aplicación particular a través de la elección divina. Este punto de vista sostiene que la muerte de
Cristo fue por todos los hombres por igual, haciendo a todos los hombres elegibles para salvación,
pero la salvación propiamente dicha esta condicionada a la fe individual. Entonces, viendo que
nadie iba a creer a causa de su depravación, El eligió ó escogió a algunos para recibir la gracia de
creer. Este punto de vista es básicamente, una perspectiva calvinista de 4 puntos, omitiendo la
expiación limitada. (3) La posición mediadora ó biblicista (inductiva) que está de acuerdo con la
muerte espiritual de los hombres perdidos, pero no con que la primera operación del Espíritu en la
vida de una persona no salva sea la regeneración (totalmente basada en la metáfora exagerada de
una persona muerta como cadáver, cuando en realidad, el espíritu de una persona perdida esta
todavía muy vivo, capaz de comunicarse, razonar y entender) ; sino que esa primera operación es
la obra de convicción, iluminación y atracción del Espíritu sobre el no salvo y que va hacia la fe y
la regeneración.13 Este punto de vista permite el libre albedrío, pero no un libre albedrío
independiente (es decir, independiente del Espíritu de Dios). Decir que el Espíritu de Dios no
puede comunicarse con el espíritu del hombre, a menos que primero sea regenerado es limitar
injustificadamente la capacidad de Dios para comunicarse. Numerosas veces en la Biblia, Dios se
ha comunicado sin ningún tipo de problema con gente no salva, por ejemplo, Adán después de la
caída (Génesis 3) y Caín (Génesis 4).
La salvación sólo puede ocurrir en la presencia de la proclamación del poderoso mensaje del
evangelio, porque es ahí entonces que el Espíritu obra (el poder del evangelio) en el pecador,
dando convicción de pecado y la comprensión de las promesas bíblicas de la salvación y del
perdón. Thiessen lo puso de esta manera: "¿Es la elección el acto soberano de Dios por el cual
eligió a unos para salvación sólo sobre la base de la gracia soberana aparte de méritos o acciones
del individuo, ó es el acto soberano de Dios por el cual eligió a aquellos que sabía de antemano que
habrían de responder a su invitación de gracia? ¿Cuál sería la definición funcional?
(Thiessen,1979, p. 257). El sistema calvinista se basa en la lógica deductiva, y cualquiera con la
perspectiva de deducir la verdad desde una presunta soberanía absoluta, sólo puede ver un tipo de
elección individual, arbitraria e incondicional, como la definición de gracia y el medio de
salvación. Cualquier mínimo desvío de este punto de vista se considera un error o prácticamente
herejía. Si nos fijamos en algunos de los pasajes claves que se usan para defender el calvinismo
podemos ver este punto de vista arbitrario.
13
El Espíritu usa la ley como un “ayo” o “tutor” para enseñar a las personas no salvas su culpa delante de Dios de
modo que ellos busquen al Señor (“para llevarnos a Cristo”, Gá.3:24)
Calvinismo y Misiones Página | 21

Romanos9

En la epístola de Pablo a los Romanos él escribe de los siete privilegios dados a Israel
(9:1-5). Teniendo tales privilegios él no podía aceptar que Israel no creyese. Entonces Pablo
explica por qué Dios ha tomado decisiones soberanas (ninguna de las cuales tuvo nada que ver con
la salvación de individuos) para elegir a Israel sobre las demás naciones de esa época (como lo
hizo con Agar [árabes] y Esaú [moabitas] ) para ser el pueblo escogido (la elección) y para a través
de ellos traer el Mesías para el mundo entero (9:6-13).
En 9:14-18 la intervención de Dios en la nación de Israel para protegerlos y llevarlos a la
Tierra Prometida no tuvo nada que ver con la salvación de individuos. Señaló en cambio como
Dios obra a través de las debilidades humanas para lograr su objetivo final de proporcionar al
Mesías a través de Israel. Dios tuvo misericordia de Israel (9:16), no porque ellos lo merecían, sino
porque Dios eligió bendecir a la nación. Esta misericordia no se extendió a individuos ya que sólo
2 de los originalmente 2 millones de judíos pudieron entrar en la Tierra Prometida, pero la nación
entró. Este es el derecho soberano de Dios de elegir a Israel para bendecir al mundo con el Mesías.
A Faraón o Egipto, se le ofreció la opción de ayudar a Israel, pero se negó (note que el
endurecimiento fue mutuo: una vez que comenzó el rechazo, Dios magnificó sus decisiones
endureciéndolo aún más). Esta es la razón por la que el autor de Hebreos nos advierte: "No
endurezcáis vuestros corazones..." (3:8, 15).
En 9:19-21 Pablo describe el derecho de Dios para tomar decisiones en cuanto a quienes será
dirigido el mensaje del Mesías. Los que serían hallados "culpables ante Dios" (9:19) son los judíos
de aquellos días. ¿Podría Israel revertir el plan de Dios para los gentiles? No. En 9:21, el alfarero es
Dios y la "arcilla" es Israel (no individuos pecadores, ver Jer.18:4 para un tratamiento similar en el
que Dios eligió destruir a la nación en la cautividad).
La "paciencia" o "longanimidad" (9:22) de Dios en este contexto es en el ámbito nacional.
Dios ha soportado su rebelión por cientos de años para llevar a cabo su propósito final de proveer
la salvación para el mundo. Los "vasos de ira" (9:22) están en contraste con los "vasos de
misericordia"(9:23). Esto se refiere a las naciones que "han sido preparadas o equipadas" para
"destrucción" o "ruina", en contraposición a las naciones a las que Dios elige para hacer notorias
"las riquezas de su gloria" (es decir, los gentiles,"el que no era mi pueblo" en 9:25). Esta verdad es
aún más amplificada en 11:25. Note que las referencias al remanente que "será salvo" en 9:27-29
son también temporales y nacionales, una referencia a los sobrevivientes que pasan a través del
tiempo horrible de la ira de Dios.
Finalmente, la aplicación del capítulo se da en 9:30-31, que describe la oferta de la justicia de
Dios a los gentiles ("vasos de misericordia") por medio de la "fe", mientras que aquellos (Israel)
que trataron de alcanzar esta justicia por las obras nunca la alcanzarían. Esto fue la elección
soberana de Dios, pero siempre es global, y en ninguna parte se aplica a la salvación de individuos,
excepto cuando Dios está ofreciendo Su misericordia a las naciones gentiles por la fe. En ninguna
parte de este capítulo se encuentra la noción de elección y reprobación de individuos.
Sin embargo, dentro de las naciones rechazadas (a saber, Israel), "vasos de ira", hay muchas
personas que son salvas, mientras que en las naciones elegidas, escogidas para bendición (es decir,
los gentiles) o "vasos de misericordia", hay muchos no salvos. Estos son los pecadores a quienes la
bendición prometida debe ser llevada.

Otros pasajes

Otro de los pasajes centrales de los calvinistas se encuentra en Efesios 1:4-5. Al lector se le
dice que "nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él, en amor.”
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Este "nos escogió” (eklegomai, tiempo aoristo medio, "escoger para uno mismo ") tiene el
objetivo de hacernos aceptables ("santos y sin mancha") delante de Él. Luego, en 1:5-6 dice "en
amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en
el Amado.” Dios nos ha “predestinado” (proorisen, aoristo, “predeterminar, decidir de
antemano;” de orizo," determinar, señalar, fijar, designar, declarar una cosa”), es decir, el fin de la
vida del creyente está determinado y predeclarado de ser hechos "conformes a la imagen de su
Hijo" (ver también 1 Juan 3:2). El término teológico "predestinación" es uno que más bien surge
de la traducción de la palabra en latín [predestinavit] que de la palabra griega original. Dios
declaró que cada creyente estaría absolutamente seguro de que su fin sería “ser adoptados hijos
suyos” y “para alabanza de la gloria de su gracia”. Estos propósitos sucederán con seguridad o la
Palabra de Dios falló. La predestinación tiene que ver con la declaración de Dios de bendiciones
futuras que El propone para los santos.

Lo que hay que tener en cuenta es el hecho de que "predestinación" no significa la


redeterminación de Dios desde épocas pasadas de quien será salvo y quien no. La
Escritura no enseña esto. Lo que sí enseña es que esta doctrina de la predestinación se
refiere al futuro de los creyentes. Predestinación es la determinación divina de la gloriosa
consumación de todos los que través de la fe, se rindieron para venir a ser del Señor. El ha
determinado de antemano que cada hijo de Su voluntad alcance la "adopción" o "o el
posicionamiento como hijos” en su resurrección, cuando Cristo regrese. Se ha
determinado de antemano que todos los que son de Cristo, sean conformados a Su imagen
Romanos 8:29, Efesios 1:5) "(Lockyer, 1977, p.153.)

Palmer considera Juan 6:37-39 como "nada más que elección incondicional." Cuando los Judíos
vieron el milagro de la alimentación de los cinco mil, quisieron hacer rey a Jesús por la fuerza
(6:15). Estos hombres no mostraron ni arrepentimiento ni fe, en realidad, estaban interesados solo
en el alimento físico (v. 26). Jesús les dice la única manera en que pueden ser aceptados: “Esta es
la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado” (v. 29). Los que vienen de esta manera pueden
reclamar las palabras del Señor para sí mismos: "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que
a mí viene, no le echo fuera." (v. 37).
¿Cómo llegaron estos hombres a ser "lo que el Padre me da"? Jesús dijo: "De cierto, de
cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”. La razón por la que se estaban perdiendo la
bendición fue: "Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis"(v. 36). Su problema fue
incredulidad, no el ser reprobados desde la eternidad o excluidos de la promesa por un decreto
eterno. De acuerdo con los calvinistas, el Señor estaba reprendiendo su incredulidad, ¡mientras que
a sabiendas, les negó el don de la fe, y eso debido a su decreto eterno! Esto es como condenar a una
persona por ser ciega, pero que en primer lugar fue creada ciega.
Otro pasaje que supuestamente da soporte a la posición calvinista es Juan 10. Jesús
como el pastor dijo, "las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca."
(10:3). Cuando Jesús vino al mundo nadie lo conoció . Cuando vino a su propio pueblo, no lo
recibieron. Pero ya había algunos en Israel que eran fieles creyentes en Dios, antes de saber nada
acerca de Jesús. Pero cuando lo vieron y lo escucharon, lo reconocieron y le siguieron.14
La enseñanza del pasaje no es que las ovejas aquí eran "pecadores elegidos", sino más bien,
que ellos ya creían en Dios, quienes, al oír a Jesús, lo reconocieron como el Cristo y le siguieron.

14
Ejemplos podrían incluir a Zacarías, Elisabet, José, María, Simeón, Ana, Andrés, Pedro, Felipe y Natanael –
quizá los discipulos restantes de los 12, los 70 discípulos, y los 120 discípulos al final de Su ministerio
Calvinismo y Misiones Página | 23

Jesús no estaba insinuando que el resto nunca podría llegar a ser de sus ovejas, porque, dijo:
"pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz,
y yo las conozco, y me siguen"(10:26-27). Él inició esta conversación con una invitación abierta:
"Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo..."(10:9). El no excluyó la posibilidad de que
pudiesen llegar a ser de sus ovejas, de hecho, Juan pasó a narrar el hecho de que algunos siguieron
a Jesús hasta Perea y allí creyeron en él (10:40-42). Ellos no llegaron a ser Sus ovejas hasta más
tarde, por lo tanto en algún punto en el tiempo aquellos que son de sus ovejas no eran todos
elegidos de Dios.
Parkinson hace una distinción entre aquellos que ya eran creyentes en Dios y los que todavía
eran incrédulos en Juan 17. Jesús dijo que ellos ya eran creyentes en Dios ("tuyos eran, y me los
diste", v. 6) y el Padre le dio estos primeros creyentes a Jesús. Luego él oró por aquellos que
vendrían a ser Sus seguidores: "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de
creer en mí por la palabra de ellos" (17:20).
No hay un paralelo entre Cristo no orando por el mundo y la supuesta idea de que Él no murió
por el mundo entero. No era porque no quiso que el mundo se salve. De hecho, El lloró por la
incredulidad de Israel (Mateo 23:37) ¿Fue Él, la causa de su incredulidad? En la cruz oró por los no
creyentes (Lc. 23:34) que su Padre no los juzgue inmediatamente. Él dijo en Juan 17:9 "no ruego
por el mundo" que llegaría ser una gran cantidad de personas, porque él estaba orando por sus
actuales discípulos para que sean protegidos, guardados de Satanás, para que sean santificados,
unificados y eventualmente glorificados. Más adelante en el capítulo Él oró por los que más tarde
iban a creer a través de su testimonio (17:20).
Dado que todo el sistema calvinista se basa en la lógica aristotélica en lugar de la
investigación bíblica inductiva, entonces lo contrario de la elección para salvación debe ser una
elección para reprobación, o doble elección / predestinación. Berkhof declara, "La doctrina de la
reprobación naturalmente sigue a partir de la lógica de la situación. El decreto de elección,
inevitablemente implica el decreto de reprobación. Si el Dios infinitamente sabio, poseedor de
conocimiento infinito, eternamente ha propuesto salvar a algunos, entonces Él también ipso facto
se propuso no salvar a otros. Si Él ha escogido o elegido a algunos, entonces él ha por ese mismo
hecho también rechazado a otros"(Berkhof, 1994, p. 117).
Lógicamente no hay refutación, pero escrituralmente hay problemas. Si uno parte de la
suposición agustina (Dios predetermina el destino inmutable de todos los hombres por decreto)
entonces muchas Escrituras tienen que ser torcidas de su significado. Sin embargo, la elección y
la predestinación en las Escrituras se refieren a los santos en Cristo y a los propósitos que
siguen a su salvación, no se refiere a como los pecadores vienen a Cristo para salvación. La
voluntad de Dios es clara en 1 Timoteo 2:3-6, "... Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos
los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por
todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo."
La doctrina calvinista de la elección se basa en estrechas presunciones agustinas
apoyadas por silogismos aristotélicos, los cuales han conducido a una limitación lógica del
sacrificio de Cristo.

Expiación Limitada

La lógica deductiva continúa con la hipótesis que se atribuye a un monje benedictino


del siglo IX: Godescalc de Orbais. Su silogismo de la expiación limitada es como sigue:

Dios ha predestinado a los no elegidos a la condenación eterna.


Calvinismo y Misiones Página | 24

Si Cristo murió por ellos, Su muerte habría sido en vano.


Por lo tanto, Cristo no pudo haber muerto por los no elegidos.

Como es típico en una teología basada en la lógica, es fácil suponer que algo es verdadero o
añadir a la revelación dada un concepto que se deduce pero que el texto no dice . En ninguna parte,
las Escrituras declaran que Cristo murió solamente por los elegidos. En el Antiguo Testamento, la
sangre del cordero fue derramada sobre el propiciatorio, que cubría el Arca del Testimonio (Ex.
25:22) para toda la nación de Israel. Dios estaba satisfecho, de modo que los reclamos de justicia
que reclama su santidad habían sido suplidos (en símbolo, que apunta al perfecto sacrificio del
Cordero de Dios). Es Cristo mismo quien vino a ser el propiciatorio, o la propiciación. Juan
escribió: "Y él es la propiciación [sacrificio expiatorio] por nuestros pecados; y no solamente por
los nuestros, sino también por los de todo el mundo"(1 Juan 2:2). En el léxico de Vine, en la
entrada "propiciación", él escribe: "Lo que se indica es que se ha efectuado una provisión para
todo el mundo, de manera que nadie queda, por predeterminación divina, excluido de la esfera
de la misericordia de Dios; sin embargo, la eficacia de la propiciación se hace real para aquellos
que creen".
La oferta ilimitada de la muerte de Cristo es evidente en el uso del NT de la palabra "rescate".
1 Timoteo 2:5-6 declara que "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por (a favor de) todos, de lo cual
se dio testimonio a su debido tiempo".
Cuando Cristo fue introducido al mundo por Juan el Bautista en Juan 1:29 Él fue llamado,
"El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo".
Parkinson cita el Comentario de David Gilliland, en 1Timoteo 2: "El sacrificio de Cristo es
tal, que Él ha colocado en el santuario de la justicia eterna un pago infinito que deja en el banco del
cielo un crédito eterno que deja a Dios en posición de, con sinceridad y al mismo tiempo con
justicia, ofrecer el perdón y la libertad a todos los prisioneros del pecado, sin excepción o
limitación". (Revista del Creyente, febrero, 1999) (Parkinson, 1999, p. 82).
¿Por qué hay tanta oposición al concepto de que Cristo murió por los pecados de todo el
mundo? La lógica de Berkhof lo lleva lejos de una comprensión bíblica cuando afirmó: "cabe
señalar que la doctrina de que Cristo murió con el propósito de salvar a todos los hombres, como es
lógico, lleva a un universalismo absoluto, es decir, a la doctrina de que todos los hombres son
salvos. Es imposible que aquellos por quienes Cristo pagó el precio, cuya culpabilidad fue quitada,
se pierdan debido a esa culpa" (Berkhof, 1994, p. 395).
Una vez más, Parkinson da una cita útil de J.R. Baker en la Revista del Creyente (abril 1998):

“En la Escritura no todo es compatible con la presunta doctrina de la expiación limitada. El error
surge del hecho de que aquellos que defienden esto, tratan con el alcance de la obra expiatoria de
Cristo por medio de la lógica humana, argumentando que el Señor Jesús sólo sufrió por los
elegidos y que entonces sólo cargó la pena de muchos pecados, siendo éstos los pecados de
aquellos que han creído, siendo esos creyentes predestinados desde la eternidad pasada. Ellos
argumentan que si el Señor sufrió por los pecados de los demás, entonces Dios, estaría
lógicamente privado del derecho de castigarlos, ya que supondría un doble castigo, el substitutorio
de Cristo y el meritorio de la persona, del no creyente. Pero aplicar la lógica humana a las cosas
divinas es muy peligroso. Tales pensamientos naturales produjeron herejías como "la madre de
Dios" y otros errores de ese tipo. Los sufrimientos del Señor Jesús, no deberían ser considerados
matemáticamente” (Berkhof 1994).
Calvinismo y Misiones Página | 25

Lo inapropiado de la metodología filosófica o lógica utilizada en el calvinismo de cinco puntos


para tratar de explicar más de lo que está revelado ó torcer lo que está revelado en la Escritura, de
modo que encaje en un sistema hecho por el hombre, es que lleva a la gente lejos de la verdad
bíblica hacia la especulación y la filosofía. A pesar de estar preocupados de que Dios malgaste su
sacrificio en personas que no les importa o que no puedan responder, los calvinistas han buscado
limitar el sacrificio perfecto de un Dios infinito . Sin embargo, la lógica del hombre no tiene poder
para limitar un sacrificio infinito. El don de la salvación debe ser pagado en su totalidad antes de
que pueda ser ofrecido. Es un regalo totalmente pagado, que se ofrece gratuitamente a cualquier
persona que lo quiera.
La idea de que el sacrificio infinito de Cristo sólo tiene el mismo valor, pero no más, que
sólo la deuda del pecado de los elegidos, no coincide con la definición bíblica del sacrificio de
Cristo. La lógica dictaría que un sacrificio infinitamente valioso nunca podría ser limitado por los
pecados del hombre finito. En Romanos 5:15 Pablo escribió que la "gracia de Dios" no es igual o
equivalente al pecado del hombre; luego en 5:20 él afirma que cuando el pecado abundó,
“sobreabundó la gracia". Nunca pretendió ser, ni nunca podría ser limitada, a sólo a los pecados
de los elegidos. De hecho, en la cruz se pagó mucho más que la pecaminosidad del hombre, de
acuerdo a Romanos 5:20. Así como nosotros esperamos el cumplimiento final de su muerte en la
cruz, nuestra redención física, así también espera toda la creación. Su muerte también cubrió la
maldición puesta sobre el universo.
Entonces, si no se pagaba en la cruz, la oferta del regalo sería ilegítima. La redención del
hombre, de todo hombre, de cualquier hombre, está totalmente pagada, en espera de su aceptación
inmerecida. Es absurdo decir que la aceptación de un regalo que ya fue pagado en su totalidad, es
una obra de la justicia humana o que tiene algún mérito que puede hacer enorgullecer a una
persona.

Gracia Irresistible

De toda la secuencia de la cadena de doctrinas del calvinismo, ésta es la que tiene la


menor base bíblica que la apoye. El silogismo del argumento es el siguiente:

Los hombres son totalmente depravados.


Los hombres totalmente depravados resistirán la gracia.
Por lo tanto, los hombres deben ser atraidos por una gracia irresistible.

Uno de los textos de prueba es Hechos 16:14, que describe a Lidia "... y el Señor abrió el
corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía." Este texto se utiliza para defender
la enseñanza de la elección incondicional y la gracia irresistible como si fuera selectiva y exclusiva.
Sin embargo, un examen de las referencias a Lidia revelan que ella ya "adoraba a Dios" (v. 14). En
lugar de su supuesta "incapacidad total", ella estaba buscando a Dios, como también lo hizo
Cornelio y su familia (Hechos 10:2). Cualquier persona que busca a Dios lo encontrará. De hecho,
toda la familia de Lidia creyó y fueron bautizados, así como lo hizo la de Cornelio.
En ambos casos tenemos una ilustración de un pecador que respondió positivamente a la
verdad que le fue expuesta y Dios trajo más luz, hasta que él entendió completamente el evangelio,
y creyó. La obra del Espíritu en su vida comenzó mucho antes de que él entendió el evangelio y
respondió positivamente a cada verdad, pero no hay ningún indicio en las Escrituras que esto
comenzó con la regeneración. En cada caso, un testigo dispuesto fue guiado por Dios para ir a esa
persona con el evangelio. Esto ha sido el modelo del misionero – Dios moviéndose en el corazón
de un creyente dispuesto a llevar el evangelio a personas que nunca han escuchado el evangelio,
pero que Dios sabe que están respondiendo a la luz que tienen y están abiertos a más verdad del
evangelio. A medida que un misionero responde a la dirección de Dios,
Calvinismo y Misiones Página | 26

Él lo guiará a la gente que sabe que está abierta al evangelio. Esta es la respuesta a la pregunta
"¿qué pasa con aquellos que nunca han oído?"
Berkhof lógicamente hace una diferencia entre los diferentes tipos de gracia y llamado. Él
habla de una gracia universal común, la gracia común general, la gracia común del pacto, y la
gracia especial (que es vista como irresistible y es solamente para los elegidos), un llamado
externo o general y el llamado interno y eficaz (este es especialmente para los elegidos). ¿Llama
Dios a todos aquellos que escuchan el evangelio? En el esquema calvinista hay diferentes tipos de
llamados emitidos por Dios. Un lector se pregunta de dónde salió todo esto, ya que no aparece en
el texto bíblico. El problema es que si Dios está extendiendo un llamado común, no es una oferta
genuina de salvación en absoluto. Esto parece arrojar una plaga seria sobre la integridad de Dios en
la proclamación de Su evangelio.
En la parábola del sembrador (Mateo 13:1-23) las diferentes respuestas son atribuídas a los
diferentes tipos de terreno [ó personas], no dependen de la semilla o el sembrador. A veces las
diferentes respuestas se deben a la preparación del suelo antes de la siembra ("buena tierra " es
receptiva a la semilla-13:23), la claridad del mensaje del evangelio ("no lo entiende" - 13:19), al
medio ambiente ("aflicción o persecución" - 13:21) o de los deseos personales ("el afán de este
siglo y el engaño de las riquezas "- 13:22). La idea central de la parábola es que el oyente se
pregunte: "¿Qué clase de oyente soy yo?"

Ordo salutis

¿Hay una secuencia de eventos necesaria para traer a una persona a la salvación? ¿Puede la
lógica determinar la secuencia correcta? ¿Qué viene primero? El concepto de la gracia irresistible
lógicamente produjo otra suposición sobre la Escritura: “la regeneración precede a la fe”. En
este silogismo tanto la premisa como la conclusión son erróneas:

Las personas depravadas son incapaces de creer el evangelio.


Sólo una persona regenerada puede creer el evangelio.
Por lo tanto, una persona debe ser regenerada antes de que él o ella crean.

Este punto de vista, aunque tal vez sea dictado por la lógica, está lejos de tener base
bíblica. Sin embargo, este es el elemento esencial de la posición de los hiper-calvinistas que tiene
muchas ramificaciones en el evangelismo mundial. En cada referencia a la salvación, el nuevo
nacimiento (la regeneración) está supeditado a la fe o confianza personal. No hay posibilidad de
que el Espíritu Santo sea dado a un no creyente que más tarde se convertirá en creyente. La idea de
una regeneración inicial del Espíritu Santo antes de que la fe sea ejercitada es totalmente contraria
a Efesios 1:13: "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa".
El elemento cronológico es simple y claro en este pasaje: primero escuchar el Evangelio, entonces
la fe y la confianza en el evangelio son seguidas por la recepción del Espíritu Santo prometido (en
la regeneración, sello, morada, etc.).

Si la posición calvinista es correcta, ¿debe entonces la regeneración preceder a la fe y el


oír?. Así es como un teólogo calvinista describe la conversión: William Shedd escribe en su
Teología Dogmática que el pecador no está llamado a creer en el Señor Jesucristo, sino a llevar a
cabo las siguientes obligaciones: "(1) Leer y escuchar la palabra divina. (2) Dar aplicación seria de
la mente a la verdad. (3) Orar por el don del Espíritu Santo para convicción y regeneración "(Shedd,
1980, pp. 472, 512, 513).
Calvinismo y Misiones Página | 27

¡Así al pecador se le dice que ore en vez de creer! Este es un evangelio totalmente diferente.
En ninguna parte se manda a los pecadores a orar en la incredulidad y pedirle a Dios por el don de
la fe. La fe viene del oír la Palabra de Dios (Romanos 10:17), y la comprensión de esas palabras
(Mateo 13:23), después, se cree con el corazón (Romanos 10:10) y así el pecador recibe la justicia
de la salvación por la fe (Efesios 2:8-9).
Por otro lado, Mark Snoeberger, del Seminario Bautista de Detroit, intenta definir el
significado de la regeneración, la vida nueva, la vida eterna, la nueva creación y la
salvación, equiparando básicamente todas las obras del Espíritu a la regeneración, poniendo a
ésta primero en el orden en el cual somos salvos:

La única solución que sobrevive al escrutinio teológico es que la iluminación es la


regeneración de la mente, y como tal, la regeneración y la iluminación ocurren
simultáneamente. La ubicación de la fe, lógicamente antes de la regeneración en el ordo
salutis (el orden de la salvación) ha sido una posición prominente sino dominante entre los
evangélicos desde los inicios del fundamentalismo. Y, ciertamente, una lectura superficial
de algunos textos lleva a esta conclusión. ….En vista de estas dos líneas de evidencia, ubicar
lógicamente la regeneración antes de la salvación por fe emerge como la mejor solución en el
establecimiento de una teología coherente con el ordo salutis (Snoeberger, 2002, p. 93).

Al redefinir el término “iluminación” haciéndolo igual a la regeneración, él mueve la regeneración


posicionándola como el primer acto de Dios en la salvación del pecador "muerto". El hecho es
que una serie de transformaciones ocurren instantaneamente en el pecador, la persona
que reconoce sus pecados ("la ley ha sido nuestro ayo para llevarnos a Cristo" - Gálatas 3:24), lo
cual es seguido por la fe ("pero venida la fe" - Gal 3:25), lo que resulta en convertirse en "hijos de
Dios por la fe en Cristo Jesús" (3:26).
La intensa especulación para apoyar un sistema teológico determinista que depende más de la
especulación que de una buena exégesis es un error, especialmente uno que ha creado tal
controversia desde que empezó, y que ha sido un juego mental para excusarnos a nosotros
mismos de la responsabilidad de alcanzar el último grupo de personas no alcanzadas en la tierra. Si
Dios puede regenerarlos sin nuestra participación ("para que Él reciba toda la gloria") entonces
llega a ser un desafío encontrar la motivación para hacer los sacrificios necesarios para llevarles el
evangelio .

Perseverancia de los santos

El impacto más importante del enfoque de la teología calvinista ha sido el énfasis en la


"seguridad eterna", que supuestamente se ve en la Perseverancia de los santos. El tema
fundamental ha sido "una vez salvo, siempre salvo". Sin embargo, el concepto no es la
Preservación de los santos, sino la Perseverancia de los santos. El significado es que "el creyente
perseverará en confiar en Cristo como Salvador... De modo que siempre será salvo "(Palmer, 1979,
p. 68). Un texto común para probar este concepto es Mateo 24:13, "Mas el que persevere hasta el
fin, éste será salvo." En el contexto, este pasaje se está refiriendo a soportar hasta el fin de los
tiempos cuando Cristo volverá para ser “librado” (“salvado”) de los días de ira que caerá sobre la
tierra.
Cuando uno mira de cerca a esta doctrina se hace evidente que no es lo que parece ser. Decir
que un verdadero cristiano debe perseverar en su fe hasta el final de su vida crea una serie de
problemas. John Murray declara que la posición reformada está determinada por los pensamientos
y las acciones del creyente y sostiene que: "Es absolutamente falso decir que un creyente está
totalmente seguro sin consideración de una vida subsiguiente de pecado e infidelidad. La verdad es
que la fe en Jesucristo es siempre respectiva de la santidad y la fidelidad " (Murray: 1955, p.154).
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Un número de calvinistas (Charles Horne, Bushwell) afirman que 1 Pedro 1:5 apoya esta
idea de perseverar hasta el final de la vida, pero parecen perder el punto de que “la salvación
está lista para ser revelada en el último tiempo” en su lugar dicen que "depende de la
continuación de la fe y tiene que ver con el juicio de los cristianos con respecto a las
recompensas futuras por la obediencia. El pasaje de ninguna manera tiene que ver con la
determinación del lugar de destino eterno final de un creyente. Cuando el calvinista o el
arminiano fallan en distinguir perseverancia de preservación o cuando equiparan la posesión
de la vida eterna con éxito en seguir al Señor, el lector (u oyente) es llevado a la conclusión
de que el uno depende del otro, y que por lo tanto, para terminar con éxito a lo largo de la
vida es un requisito necesario de un proceso continuo que determina la salvación eterna del
creyente. Por lo tanto, si nosotros no perseveramos ahora, Dios no nos preservará
eternamente. Y si Dios no nos preserva eternamente, no perseveraremos ahora. Esto es
simplemente una inclusión de esfuerzo humano en la fórmula con base bíblica que sostiene
la salvación por sola gracia, a través de sola fe, en solo Cristo. (Badger, 2003, p. 32).

Puede parecer una cuestión inocente, pero cuando todas las Escrituras no son tenidas en cuenta,
entonces todo cae en saco roto. Por ejemplo, Dios podría dar una disciplina a creyentes, que podría
resultar en su muerte prematura ("hay pecado de muerte" en 1 Juan 5:16), como en el caso de
Ananías y Safira (Hechos 5:1-11). El verdadero fundamento de la seguridad, es la obra terminada
de Cristo en la cruz como se revela en la Palabra de Dios y apropiada por la fe personal. Parkinson,
lo resumió de esta manera: "La sangre de Cristo me hace salvo y la Palabra de Dios me hace
seguro”. pero el calvinista, en lugar de descansar sobre esta roca sólida, insta a mirar a su propia
perseverancia como la base de su seguridad" (Parkinson, 1999, p. 88).
G.R. Elton, en la Reforma de Europa 1517-1559 es citado por Parkinson al decir, "Calvino no
considera a los elegidos, como los santos en la tierra, o piensa que la convicción de elección es una
prueba de ello, sólo Dios sabe a quienes Él ha elegido, aunque el decreto es irreversible y los
elegidos no pueden caer de la gracia. Sin embargo, puesto que nadie sabe de qué lado de la moneda
está, todos los hombres deben vivir en esperanza antes que con certeza de salvación "(p. 88). Él va a
declarar que Calvino estaba siguiendo a Agustín en este punto, quien había enseñado que nadie
sabía a ciencia cierta si se le había dado el don de la perseverancia hasta que había perseverado
hasta el final de su vida.
El silogismo que se aplica a este concepto es el siguiente:

Los elegidos exhiben ciertos signos que acompañan a la salvación.


En este momento, yo muestro estas señales.
Por lo tanto, siempre que persevere, yo estoy entre los elegidos.

Las implicaciones de este punto de vista llevan rápidamente a un camino oscuro de


introspección, auto-justificación, legalismo y una esperanza basada en obras para la salvación
eterna. El arminiano enseña que una persona puede ser salva, y luego caer y perderse. Los
calvinistas refutan esto con la enseñanza de que un verdadero cristiano no puede perder su
salvación, pero debe, inevitablemente o necesariamente, perseverar en su fe hasta el final de su
vida, o es evidente que nunca tuvo una salvación genuina. La conclusión es que hay muy poca
diferencia en la práctica entre estos dos puntos de vista. Un punto de vista dice que usted puede
perder la salvación, el otro dice que nunca la tuvo. En lugar de confiar en las promesas de Dios que
generaron su fe, el calvinista busca signos en su vida para indicar a sí mismo y a los demás que es
uno es de los elegidos. Sin embargo, se mire por donde se mire, esto hace que la salvación final
esté condicionalmente basada en la perseverancia.
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Como resultado de esta doctrina nadie puede realmente saber quién es elegido, llamado,
justificado. Parkinson cita a Michael Eaton, en Una Teología de Estímulo en la que describe a
muchos sinceros cristianos calvinistas que se ven atormentados por las dudas.

"Ya he instado a que la introspección está implícita en muchos aspectos de la doctrina


reformada de la gracia en el calvinismo tardío. Ahora quiero subrayar el hecho de que sigue
la más intensa introspección, donde todos o muchos de estos énfasis se combinan. Si Cristo
no murió por todos, y si es posible tener un dolor por el pecado que no es verdadero
arrepentimiento, una fe que no es verdadera fe, una posesión del Espíritu, que no está a la
altura de la verdadera regeneración, si a pesar de todas y cada una de las "experiencias" del
evangelio hay un camino al infierno aun desde las puertas del Cielo, si Pablo mismo temió
perder la salvación, entonces ¿qué queda de la seguridad del calvinista? Ha muerto la muerte
de un millar de requisitos" (p. 23).

John Murray defiende la posición de la perseverancia de los santos en contra del abuso del
concepto “una vez salvo siempre salvo” en los días de los antinomianos:

“Decir que un creyente está seguro sea cual fuere el grado de su adicción al pecado en su
vida subsiguiente, es abstraer la fe en Cristo de su misma definición, y sirve a ese abuso, que
convierte la gracia de Dios en libertinaje. La doctrina de la perseverancia es la doctrina de
que los creyentes perseveran.... No es en absoluto que se salvarán independientemente de su
perseverancia y su continuidad, sino que ellos perseverarán con seguridad. En consecuencia,
su seguridad de la salvación es inseparable de su perseverancia. ¿No es esto lo que dijo
Jesús? "El que persevere hasta el fin será salvo." No nos amparemos entonces en nuestra
pereza o nos estimulemos en nuestra lujuria, a partir de la abusada doctrina de la seguridad
del creyente. Pero apreciemos la doctrina de la perseverancia de los santos y reconozcamos
que nosotros podemos considerar tener la confianza de nuestra seguridad en Cristo sólo en
tanto perseveremos en fe y santidad hasta el fin” (Murray, 1955, pp. 154-155).

¿Quién puede argumentar en contra de estos objetivos, sin razonar que el único creyente realmente
salvo es aquel que llega al fin de su vida siendo fiel y obediente? Desafortunadamente esta no es
siempre la forma en que los cristianos terminan en las Escrituras. El mismo hecho de que hay varios
cientos de mandatos y exhortaciones en el Nuevo Testamento implica que no hay una marcha
automática que pone a todos los creyentes en una única ruta instantánea de santidad. La Biblia sitúa
la responsabilidad para el crecimiento, la obediencia y el discipulado en el creyente y no depende de
ninguna intervención sobrenatural o mística de parte de Dios para asegurarse de que el creyente
persevere. La fusión del Espíritu Santo en nuestro ser proporciona el poder para la victoria sobre el
pecado pero requiere de nuestra rendición, sumisión y disciplina (Romanos 8, y 12). Los pasajes de
juicio dirigidos al creyente, le advierten de disciplina en el tiempo presente (Hebreos 12:6-8), la
promesa de un nivel especial de recepción en el cielo (2 Pedro 1:11) y la rendición de cuentas ante
el Tribunal de Cristo (1 Corintios 4:5, 2 Corintios 5:10). Esto afectará de alguna manera la posición
eterna en el cielo, pero en ninguna forma es el fracaso en la vida cristiana una indicación de no
haber sido salvados.
Hay una línea delgada entre la perseverancia en la santidad para estar seguro de la salvación y
el esforzarse por lograr santidad para ser digno de la salvación como una forma de ganarla. El
mensaje del evangelio (que la vida eterna se obtiene gratuitamente, en forma segura e inmediata por
medio de la fe en Cristo) se vuelve confuso y poco claro, creando miedo al infierno, antes que paz
con Dios y la creencia de que si uno es suficientemente bueno hasta el fin lo logrará.
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Un entendimiento no claro del Evangelio motiva una adoración superficial y un culto religioso con
la falsa esperanza de impresionar a Dios con la devoción de uno.
El creyente calvinista vive en un estado de incertidumbre: ¿perseverará fiel hasta el fin? El
calvinista que goza de la plena certeza de su salvación lo hace a pesar de su sistema de teología. Si
la salvación es todo un proceso que no se completa hasta el fin de la vida, no puede haber seguridad
inmediata, sino sólo un pensamiento de esperanza

Resumen

El calvinismo contiene abundantes verdades que apuntan en la dirección correcta, pero


lamentablemente, el principio gobernante del sistema no es la exégesis cuidadosa del estudio
inductivo. Más bien el pensamiento conductor del calvinismo es la injustificada lógica
aristotélica deductiva que tergiversa las verdades de la Palabra de Dios en algo
diferente, combinado con la teología determinista de Agustín. La Biblia enseña que el
hombre está corrompido y separado de Dios debido a la culpa de su pecado personal y la
naturaleza pecaminosa, pero no enseña que el hombre sea incapaz de creer en el evangelio cuando
lo oye. La Biblia enseña que el hombre se salva por la gracia de Dios mediante la fe, pero no
enseña que la fe es un don concedido a unos pocos elegidos y negado a los demás. La elección es
la posición especial y segura de los santos para bendiciones celestiales, pero nunca se refiere a la
selección arbitraria de unos pocos pecadores para vida y el abandono de la mayoría para el
infierno. La Biblia enseña que Cristo murió una muerte sacrificial perfecta que no tiene
límites en su oferta de los beneficios de Su justicia para todo pecador que confíe en ella. La Biblia
enseña que Dios ofrece una salvación perfecta para todos los que escuchan y luego, El trabaja
en sus mentes y corazones para traerlos a sí mismo. Debido a que el hombre fue creado a imagen
de Dios, aún siendo una criatura caída, Dios le permitió al hombre mantener un libre albedrío, por
lo que hace él una oferta genuina de Su gracia a "todo aquel que quiera." En ninguna parte Dios
fuerza o coacciona al hombre a creer irresistiblemente. Por último, la seguridad del creyente es
una promesa de Su Palabra, pero nunca dependiente de la perseverancia de los creyentes en la
santidad.

Otros puntos de vista


Hipercalvinismo

A pesar de que existe una variedad de diferentes formas de calvinismo desde el


moderado hasta el hipercalvinismo, estos se deben a la incapacidad de aceptar las consecuencias
de su sistema basado en la lógica. La idea de la doble predestinación es que Dios, por
decreto eterno, optaría por salvar a unos pocos, pero de la misma manera predestinaría a la
mayoría a ser condenada para siempre. Si uno se aferra a la predestinación como la forma en que
Dios elige pecadores para salvación por decreto eterno, entonces por deducción lógica Él ha
predestinado al resto para ser reprobado desde la eternidad pasada para la eternidad futura. El
desinterés de Dios por los no elegidos solo puede reflejarse en aquellos que vienen a ser como Él.

Calvinismo de cuatro puntos

Una variante del calvinismo es una reacción al aspecto de la expiación limitada, el cual es
visto como contrario a las Escrituras, a pesar de que pueda tener un sentido lógico en el sistema
agustiniano. Sin embargo, si no hay una oferta genuina de salvación para los no elegidos,
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¿que posible sentido habría para Cristo en haber malgastado Su muerte en los no elegidos, a los
cuales El no tuvo intención alguna vez de salvar? De hecho, todo lo contrario, si Él
hubiese decretado desde la eternidad pasada que los no elegidos no tendrían la posibilidad de creer,
sino que fueron condenados eternamente, entonces Dios no envió a su Hijo a morir por una
oferta sin sentido. Estos problemas son resueltos supuestamente por negar este elemento central
de la doctrina calvinista. El problema no está en las Escrituras, sino en el sistema teológico
impuesto a las Escrituras. Rara vez los expositores de estas posiciones se basan en alguna
exposición del texto bíblico, sino que más bien los textos de prueba provienen de la Confesión de
Westminster y de los Institutos de Calvino.

Lapsarianismo

En la lógica escolástica, hay dos escuelas de pensamiento respecto a cuando y a quien Dios
predestina. Supralapsarianismo (del latín: supra, "antes de" + lapsare,"caer") se refiere a la idea
de que la caída ocurrió para facilitar la elección de Dios donde predestinó a algunos
individuos para salvación y otros para condenación. En este sistema se cree que Dios ha elegido a
quienes salvaría, antes de que Él permitió a la raza humana caer en pecado, y que la caída fue, de
hecho, la elaboración de una decisión previa de enviar a algunas personas al infierno (los que
Él decidió que vendrían a ser los reprobados) y otros al cielo (los que Él decidió que vendrían a ser
los elegidos).
Infralapsarianismo (infra "después de" + lapsare "caer") se refiere al hecho de que la caída
fue planeada, pero no con referencia a quienes serían salvos. En este sistema, Dios planeó que la
raza caiga en pecado previamente a Su decisión de salvar o condenar a cualquier persona, porque,
lógicamente, es necesario primero precisar ser salvo de algo antes de que uno pueda ser
salvo. Luego el decreto de la caída debe preceder Su predestinación a la salvación o la
condenación.
Aunque esta fue la decisión principal del Sínodo de Dort (1618) con la decisión final de
apoyar el punto de vista infralapsario (Primer punto de doctrina, artículo 7), y reforzado en la
Confesión de Fe de Westminster (1646), pocos hoy parecen dar a este asunto mucha atención.

Neocalvinismo

Entre los varios movimientos dentro de las iglesias reformadas conservadoras, el


neocalvinismo o el "movimiento reformacional" se desarrolló a partir de las teorías del teólogo
holandés Abraham Kuyper, quien fue el primer ministro de los Países Bajos entre 1901
y 1905. Luchó por la separación de iglesia y estado, y otras reformas dentro de la sociedad. Él fue
parte de una "escisión" de la Iglesia Reformada Holandesa Liberal, que formó la Iglesia
Cristiana Reformada en Norteamérica.
Una de las objeciones de Kuyper fue el tema de la gracia divina (habilitación de la gracia de
Dios de personas selectas para ser salvas) y el papel del Estado. Él fue el primero en desarrollar el
concepto de la "gracia común" desde un punto de vista reformado. Esta fue una gracia
que era "común" o destinada para toda la raza humana sin distinción a fin de que
puedan controlar relativamente su naturaleza pecaminosa en la sociedad, pero que no mejora la
capacidad del pecador de cambiar su posición moral delante de Dios. Esto se convertiría en
la "gracia preveniente" en el sistema teológico wesleyano.
Este clase de calvinistas va más allá de la teología y debates abstractos de la Reforma protestante
concernientes a la expiación y la vida de la iglesia, tratando de llevar a cabo un cambio cultural y
transformación social. Ellos reconocen que la única reforma duradera de los presupuestos
filosóficos que están erosionando cada esfera de la cultura deben ser repensada,
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y que se debe hacer una evaluación integral y una restructuración de todas las disciplinas
académicas. Los temas especiales de justicia, protección ambiental, la decencia y la justicia
internacionales en lo que se llama "soberanía de las esferas", son las prioridades.

Implicancias para las misiones

¿Hay esperanza para el hombre que está más allá del alcance del evangelio?
La teología que tenga alguien acerca de Dios, el hombre y el destino eterno tendrá un
poderoso efecto sobre su comportamiento y motivación. Las Escrituras son muy claras y simples:
el hombre ya está perdido y condenado al infierno porque él nunca escuchó y/o creyó en la obra
redentora de Cristo en la Cruz; la única esperanza para estas personas es que alguien que conoce el
evangelio esté dispuesto a ir, encontrarlos y compartirles las "buenas noticias" para que todo aquel
que quiera pueda creer y ser salvo. Dios tendría a cada grupo de personas sobre la tierra con esta
opción concedida, si su pueblo tuviera una preocupación por los perdidos como la que tiene Él.
(Mateo 24:14). ¿Qué pasa con aquellos que nunca han oído? El Dr.Todd Magnum, Decano de la
Facultad y Profesor Asociado de Teología en el Seminario Teológico de la Biblia, está convencido
que de acuerdo a la fe reformada hay esperanza para las personas más allá del alcance del
evangelio en el día de hoy. Él escribió:

“Yo sostendré que la plena seguridad de la salvación en la presente dispensación está


reservada para aquellos que, por el poder divino, se abrazan totalmente a Jesucristo
(cognitiva, afectiva y volitivamente), habiendo llegado a una comprensión de la relación
salvífica con Dios hecha accesible a ellos a través de la obra expiatoria de Jesucristo en la
cruz, los cuales son plenamente asimilados a la comunidad del pacto del pueblo de
Dios. Debido a que la plena seguridad de la salvación está reservada para estas personas, los
esfuerzos misioneros deberían continuar con el pleno apoyo de la comunidad del pacto con
el fin de llevar el evangelio a aquellos que nunca han escuchado su mensaje único. Sin
embargo, también sostendré que la Escritura no impide nuestra especulación ni
desalienta completamente nuestra esperanza de salvación de algunos que nunca han
sido confrontados con las demandas explícitas del Evangelio. Dios puede, a través de
medios extraordinarios, aunque plenamente sobre la base de la cruz expiatoria de Cristo
hacer el trabajo, conseguir la salvación de algunos que se les niega (epistemológicamente) la
plena seguridad de su salvación. Concretamente, afirmaré que Dios puede alcanzar a
algunos de ellos: (1) a través de la revelación general (acompañada de una capacidad
extraordinaria para discernir sus verdades, que sólo el Espíritu Santo podría proporcionar)
y/o (2) a través de una expansión extraordinaria de los parámetros de la comunidad del
pacto.” (Mangum, 2004, p. 125).

Si uno se aferra a la doctrina de una gracia irresistible por la cual Dios arbitrariamente puede
regenerar a gente que nunca ha escuchado, o tal vez nunca pueda escuchar el mensaje del
evangelio, entonces Dios "a través de medios extraordinarios " podría regenerarlos y hacer que
ellos pasen a formar parte de los elegidos. Ya que este pensamiento es deducir de una situación
hipotética a otra para construir algo de esperanza donde no hay ninguna, es lógico para Mangum
decir: "Yo creo que hay una manera reformada de plantear la cuestión con la que los inclusivistas
han estado tan preocupados... podríamos hacer la pregunta de esta manera: "Si Dios tiene a sus
elegidos en las partes más remotas del mundo, ¿podría utilizar la revelación general para llegar a
ellos?” Dicho así, me parece que la respuesta de un pensador Reformado tendría que ser más
ambivalente. " (Mangum, 2004, pp 126-27)
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A medida que el argumento especulativo sigue con la lógica entrenada de un teólogo, Mangum
prosigue a construir su caso para la salvación de los no alcanzados:

“Por supuesto, la gente en las partes remotas del mundo no va a responder a la revelación a la
cual están expuestos a menos que el Espíritu Santo obre en su mente y corazón en una
manera extraordinaria. ¿Pero no es esto verdad en cualquier caso? Todos los pensadores
reformados reconocen que, a menos que el Espíritu Santo invalide, sustituya y transforme
la voluntad humana depravada, ni uno responderá. La verdadera cuestión es si Dios necesita
revelación especial para hacer esta obra. Teniendo en cuenta la cantidad de "información"
suficiente dada en la revelación general, no es inverosímil pensar que, dada una obra
milagrosa en la mente y corazón de una persona en una zona remota del mundo, esa persona
podría responder a la información que tiene” (Mangum, 2004, p. 127).

Si la revelación general de la naturaleza y la observación humana llevan a una persona a la


conclusión de que hay un Dios que es todopoderoso y personal, ¿podría el Espíritu Santo tomar esa
conciencia como el primer paso en la regeneración? Así es como Mangum especula sobre esta
posibilidad:

“¿Qué pasa si una persona nunca escucha el evangelio, pero, por un actividad especial del
Espíritu Santo (sin saberlo, por supuesto) en su mente, corazón y voluntad, se da causa a lo
largo de su vida a estar más y más inquieto con las presuposiciones paganas y las
suposiciones de la falsa religión que dominan la cultura en la que nació? ¿Y que si él, quizá
en privado, quizá a tientas, con el conocimiento limitado y falible que tiene, empieza a
buscar y adorar a Dios detrás de su malestar, su incomodidad y sus preguntas? ¿Es posible
que él pueda encontrar, al morir, que el Dios que él ha buscado y adorado, no obstante torpe
e inadecuadamente, no era otro que Jehová, que, por el poder de una expiación provista en un
plan Trinitario de reconciliación acerca del cual él era completamente ajeno durante su vida,
ha establecido una relación con él, una relación que ahora continuará en la eternidad como la
de hijo a Padre? ¿Es esto posible? Quizá. No lo sabemos, es la respuesta bíblica correcta.”
(Mangum, 2004, p. 130).

Otro rayo de esperanza para los perdidos aparte de ir a ellos con el mensaje del evangelio sería
defender o "dar fe" de algunos que estaban fuera de la iglesia. Una vez más notemos cuán fácil que
es para el filósofo que deduce lógicamente ahondar en la especulación, donde las Escrituras no dan
en absoluto tal revelación:

“Sabemos que los creyentes participan en los juicios (1Co. 6:2, Ap. 2:26 27; 3:21; 20:4).
¿Qué pasa si nuestro papel en estos juicios es mayor de lo que hemos imaginado? ¿Es
posible que los creyentes tendrán la oportunidad de "responder por" algunos de aquellos
que no se unieron de forma explícita a la comunidad del pacto mientras estaban en la
tierra, pero que son recibidos en la comunidad del pacto en la eternidad por los
miembros del pacto hacia quienes ellos mostraron afiliación por sus favores hacia ellos? Si
tal es el caso realmente se ajustaría muy bien al patrón de cómo Dios ha operado en el
pasado. Tal extraordinaria expansión de los parámetros de los márgenes de la comunidad
del pacto sería coherente con el tipo de extensiones de su gracia que Dios ha aprobado
antes.
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Por lo tanto, no sería demasiado sorprendente que Dios esté complacido en el juicio para
otorgar su gracia indirectamente a aquellos "que no eran su pueblo " a través de aquellos de
su pueblo a quienes Él, en esta vida, manifestó su gracia directamente. Dicha extensión no
sería algo no planeado por Dios; como Mateo 25:34 deja en claro, los receptores de tal
"gracia indirecta" estarían heredando "el reino preparado para [vosotros] antes de
la fundación del mundo”. Tal ampliación de gracia podría muy bien sorprender a
muchos del pueblo de Dios.” (Mangum, 2004, p. 134)

Algunos autores son demasiado rápidos para ir mas allá de la revelación, especulando sobre lo
que ellos piensan que Dios va a hacer en lo que concierne a los perdidos de entre los pueblos no
alcanzados del mundo, sin embargo pocos son críticos al respecto ya que estos teólogos son
supuestos de estar en lo correcto. Es impresionante hasta qué punto llegan algunos para evitar el
problema de nuestra obligación de entregar nuestras vidas para ir a ganar a los perdidos del mundo
para Cristo. En lugar de evangelizar a los perdidos, ahora "daremos fe" por ellos en el juicio que se
supone que está a nuestro cargo.

“Nosotros no sabemos acerca de aquellos que nunca fueron expuestos a una


presentación explícita del mensaje del evangelio. Dios nos ha dado cierto margen para
especular aquí. Nosotros no sabemos lo que Él hará, aunque se nos ha dado algunos
motivos para tener expectativas tanto pesimistas como optimistas. Él nos llama
simplemente a confiar en Él; y no está pidiendo demasiado de nosotros, sea lo que sea que
Él decida”. (Mangum, 2004,p. 136).

¿Qué es lo que no “sabemos”? Las Escrituras son asombrosamente claras: “el que no cree, ya ha
sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18). No
hay tal cosa para el incrédulo como el pasar por alto la regeneración, o que somos más compasivos
que Dios de modo que podemos “responder o dar fe por” los que no son salvos. Su única esperanza
es un predicador que vaya a ellos con el claro mensaje del evangelio y los desafíe a creer en el
poder del Espíritu invitándolos a que invoquen a Dios para que sea su Señor y Salvador
(Romanos 10:14).
Calvinismo y Misiones Página | 35

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