Marco Referencial

La nueva sociedad globalizada y cambiante cada día busca dar grandes pasos y encontrar una

educación pertinente y de calidad que supla las necesidades de cada individuo y le permita

avanzar hacia el futuro convirtiéndose en una persona útil a la nueva sociedad, sin importar las

diferencias de cada individuo; la cual permita también a los sistemas educativos evolucionar y

llegar a encontrar el punto de equilibrio donde se brinde una educación acorde a cada cultura y se

atienda a cualquier clase de individuo, incluyendo prácticas pedagógicas altamente potenciales e

integrales en las aulas de clase.

La educación inclusiva es una estrategia central para construir y conseguir la

inclusión social, la cual permite pensar en modelo educativo abierto y generoso,

que entiende la diversidad como una característica inherente en la vida y

atenderla de manera adecuada. Se ha cambiado el concepto, que la redujo

simplemente a atender personas categorizadas como necesitadas y marginadas,

ahora debe cambiar y ver cómo atender todas las necesidades de las poblaciones

de los sistemas educativos. (Acevedo Zapata, 2014).

El tema de la educación inclusiva posee unos antecedentes los cuales serán evaluados para

comprender de manera importante la evolución de dicho término.

Así mismo el primer autor en referirse con sus palabras acerca de la educación inclusiva o un

preámbulo significativo fue Vigotsky quien afirma que:

 “Toda función en el desarrollo cultural del niño aparece en acción dos veces, en

dos planos: primero en el plano social y después en el psicológico; al principio

entre los hombres como categoría interpsíquica y luego en el interior del niño

como una categoría intrapsíquica” (Vygotsky, 2000)

Según esta idea se puede decir que los estudiantes observan y adaptan su personalidad en

interacción con otros y con actividades de su cultura. Luego en las instituciones educativas se

conciben relaciones en intercambio comunicativo entre los diferentes actores sociales que la

componen.

Más adelante y en la búsqueda de la verdadera educación para hoy y para todos como derecho

fundamental de todo ser humano se encuentra que:

En los comienzos del siglo XXI, la sociedad española tiene la convicción de que

es necesario mejorar la calidad de la educación, pero también de que ese

beneficio debe llegar a todos los jóvenes, sin exclusiones. Como se ha subrayado

muchas veces, hoy en día se considera que la calidad y la equidad son dos

principios indisociables. Algunas evaluaciones internacionales recientes han

puesto claramente de manifiesto que es posible combinar calidad y equidad y que

no deben considerarse objetivos contrapuestos (BOE núm.106, 2006, pág. 6)

En Colombia, la educación inclusiva busca ser un modelo educativo el cual se implementa y

complementa día a día en todas las instituciones educativas donde se demuestre una educación
de calidad para todos sin vulnerabilidad del derecho fundamental al acceso a la educación con

igualdad de condiciones.

Finalmente lo que se busca es encontrar y crear una educación real que atienda a la

diversidad, que haya igualdad de condiciones, es decir, todas las instituciones educativas posean

además de buenas aulas, también los diferentes recursos tecnológicos que faciliten el acceso a la

información y el aprendizaje sean más significativo para todos y cada uno de los estudiantes sin

ninguna exclusión; sino que por el contrario, se creen estrategias pedagógicas basadas en la

atención integral de todos los estudiantes y además se usen las TIC para que estos aprendizajes

se enriquezcan aún más. El integrar las nuevas tecnologías puede potenciar la manera de enseñar

y aprender, logrando cambio en la innovación para la modificación de paradigmas de las

estrategias de enseñanza, ya que las tecnologías pueden ser un gran herramienta para el cambio

pedagógico (Lugo, 2012).

Y, por último, el objetivo principal de la educación inclusiva según lo afirma Moriña es:

El objetivo de la educación inclusiva no es, por tanto, homogeneizar las

diferencias, sino el reconocimiento de esas diferencias y la construcción de la

escuela como comunidad para que se trabaje con esas diferencias, de forma que

cada persona se sienta en algún sentido conectado con lo que se está haciendo en

esa aula (2004).