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1.

Resumen del argumento

Primera parte: La traición.

En siete años Carlomagno ha conquistado toda España excepto Zaragoza,


ciudad que rige el rey Marsil. Para su tranquilidad Marsil ofrece a Carlomagno
riquezas y tesoros para que vuelva a Francia y le promete seguirle para
hacerse cristiano.
Roldán, sobrino de Carlomagno, rechaza la propuesta pero Ganelón, padrastro
de Roldán expone que hay que acceder a la proposición de Marsil. Entonces se
decide mandar una embajada hasta Zaragoza; Roldán propone a Ganelón y
Carlomagno acepta.
La osadía de Roldán y el peligro de la misión enfurecen a Ganelón, quien
decide tramar junto a Blancandrin y Marsil la muerte del joven Roldán. De
esta forma, se determina que Marsil envíe –junto al embajador– valiosos
presentes a Carlomagno y rehenes para garantizar su lealtad. Complacido, el
emperador volvería a Francia con sus huestes, dejando a Roldán, Oliveros y a
los doce pares en la retaguardia, blanco fácil de los moros. Esa misma noche,
Carlomagno tiene dos sueños que pronostican el desastre de la campaña de
retorno.

Segunda Parte: La batalla de Roncesvalles.


Marsil reúne en Zaragoza un ejército de cuatrocientos mil hombres
comandados por doce pares que proclaman bravatas contra Roldán y los
franceses, a los que esperan atacar en Roncesvalles. Oliveros oye el estruendo
y ve como los sarracenos se aproximan, comprendiendo así que Ganelón los
ha traicionado; pide a Roldán que haga sonar su olifante, para que lo oiga
Carlomagno y acuda a socorrerlos.
Roldán se niega, porque hacerlo sería una cobardía, en su lugar prepara a los
suyos para la batalla exhortándolos a resistir. El primer ataque finaliza con la
muerte de los pares sarracenos y de muchos guerreros francés. Ante este
panorama, Roldán hace sonar el olifante y al reprochárselo Oliveros, le dice
que lo hace para que Carlomagno pueda admirar su heroísmo.
Ya en Francia, Carlomagno oye el sonido del olifante y retrocede hacia
Roncesvalles tras aprehender a Ganelón, que debe esperar a ser juzgado.
Entretanto, Roldán lucha contra Marsil, le corta la mano y mata a su hijo;
Oliveros es herido mortalmente y muere en los brazos de Roldán y el
arzobispo Turpín, que ha luchado contra cuatrocientos sarracenos, bendice los
cuerpos de los doce pares y muere a los pies de un árbol. Solo y consciente de
una muerte cercana, Roldán intenta romper su espada Durandarte pero solo
consigue esconderla.
Tras hacer su confesión y con el rostro vuelto hacia España, ofrece su guante a
Dios y muere.
Carlomagno llega a Roncesvalles y al ver el gran desastre emprende la
persecución del resto del ejército de Marsil, tras solicitar al cielo que se
alargue la noche para alcanzar a los sarracenos que huyen hacia Zaragoza.
Una vez derrotadas las tropas de Marsil y de vuelta en Roncesvalles, informan
a Carlomagno que debe enfrentarse a las huestes del rey Baligán. La gran
batalla acaba con un combate singular entre el emir y el emperador;
Carlomagno, animado por la aparición de San Gabriel mata a Baligán, para
luego destruir los ídolos y templos paganos de Zaragoza y ahorcar a todos los
sarracenos que no quieren recibir el bautismo.
Después de la campaña, Carlomagno decide retornar a Francia con los restos
de Turpin, Roldán y Oliveros para juzgar a Ganelón. Tras una larga
deliberación, los barones del imperio deciden que Ganelón es inocente. Sin
embargo, una acusación particular deriva en un combate en el que el campeón
de Ganelón, Pinabel de Sorenza es derrotado por Terrín de Anjou partidario de
Roldán. En el acto Ganelón es descuartizado por cuatro caballos.
Cuando ha acabado todo, a Carlomagno se le aparece el ángel Gabriel que le
ordena, en nombre de Dios, socorrer al rey Iván, en Infa, sitiado por los
paganos. El emperador que no quiere ir, exclama, llora y se mesa las barbas,
acabando así la gesta.

2. Idea central de la obra

La obra busca exaltar la figura del héroe en sus distintas etapas, ya sea como
rey o guerrero, vasallo o señor, religioso o seglar trascendiendo los límites de
la historia para convertirse en un símbolo nacional. Roldán es presentado
como el ideal del caballero francés de la época, que en las puertas de la muerte
sigue guardando fidelidad a su rey, a su patria y a su religión.
Mientras que Carlomagno es presentado como el ideal del señor medieval,
preocupado por el bienestar de sus siervos, por la expansión de su nación y de
su cultura.
3. Temas

Principal.
El autor de la Chanson de Roland desarrolla las virtudes de un héroe nacional
(sobriedad, desinterés, confraternidad, religiosidad, valentía, actitud justiciera,
respeto por el vínculo del vasallaje, honradez y búsqueda de gloria) a partir de
los distintos personajes del poema y de las decisiones que estos toman ante
situaciones extremas.

Secundarios.
Los versos del poema describen la guerra santa, los conflictos internos en el
seno del poder y las relaciones en la corte. Además dan un preámbulo bastante
detallado de lo que posteriormente vendría a ser la caballería.

4. Personajes

Existen varias interpretaciones sobre la representatividad de los personajes y


personalidades que componen el Cantar. La tradición cristiana precisa la
identificación de los doce pares con los doce apóstoles, de Ganelón con Judas
y a comparar Roldán con Cristo al convertir su muerte en un acto simbólico de
sacrificio, valor y compromiso. Al mismo tiempo se puede contrastar a
Roldán, Oliveros y Carlomagno con los grandes héroes de la épica clásica
como Eneas, Aquiles o Hércules, por el valor demostrado en las tareas que son
forzados a cumplir y sobre todo porque ejemplifican al guerrero ideal. (Varios
estudios desarrollan la hipótesis de que en conjunto, los tres personajes e
incluso Ganelón, componen la imagen universal de héroe medieval). El
contexto social del autor, es decir, el mundo feudal también se ve reflejado en
Carlomagno, Roldán y el Arzobispo Turpín como representaciones de la
monarquía, la milicia y el clero, así como las relaciones que existen entre
estos. De esta forma se puede describir a cada uno de los personajes del
Cantar como:

Carlomagno (Carlos) es el gobernante de la cristiandad y de los francos. Su


posición le proporciona una relación especial con Dios, manifiesta en
milagros, sueños premonitorios y enviados especiales que lo protegen y sirven
en la lucha. Carlomagno es un rey feudal tipo, atento a los consejos de sus
compañeros y amoroso con sus vasallos.
Roldan personifica la lealtad, la fidelidad y la dedicación a la causa. Se le
atribuyen todas las cualidades de un buen vasallo como el honor, el coraje y el
sacrificio. Es el héroe indiscutible de la canción, pero a menudo se critica su
orgullo y exceso de confianza.
Oliveros es el compañero, el hermano en armas de Roldán que encarna la
sabiduría.
Arzobispo Turpin representa la religión cristiana. Es un prelado guerrero que
prefigura los monjes soldados cuyas órdenes se crearán en la primera mitad
del siglo XII. Como clérigo es sabio, caritativo y compasivo, asumiendo
plenamente sus funciones eclesiásticas: da sepultura cristiana a los muertos,
predica, bendice y absuelve a sus compañeros antes de la batalla. Como
caballero es uno de los mejores del ejército franco. Turpin es una figura
histórica que no tuvo ninguna relación con la expedición española. Turpin (o
Tilpin) fue un monje de Saint-Denis y obispo de Reims (756 d. C.) que murió
diez años después de la catástrofe de Roncesvalles
Ganelón es el traidor, a través de sus acciones suceden las desgracias. Para
algunos autores representa la paz, al contrario que Roldán, que representa la
guerra; para otros ejemplifica al vasallo dispuesto a olvidar la causa de su
señor por seguir sus intereses personales. Este terrible error le costara la vida,
pues la falta de solidaridad hacia su señor y compañeros es una contradicción
en el mundo feudal y épico.
Los 12 pares. Carlomagno está rodeado por doce compañeros como Jesús y
sus apóstoles. En la tradición épica los doce que acompañan al rey varían en
cada texto. Se logra identificar a Roldan, Oliveros, Gerin y Gérier, Berenger y
Oton, Sansón y Anseïs y Ivoire e Ivon como los hombres que murieron en
Roncesvalles. Originalmente los doce pares fueron los condes del palacio y
seguidores del rey. El término pares ha llegado a significar los nobles del
reino, iguales entre sí por sus títulos de nobleza, que estaban unidos por el rey
sin servicio de enlace en particular. En el bando opuesto -el de los sarracenos-,
también gobiernan 12 pares guerreros.
Marsil. El personaje se usa para resaltar las cualidades del emperador franco.
A pesar de que en el Cantar se reconoce su astucia en el campo de batalla, es
herido en la mano derecha –la que sostiene la espada– como símbolo de
cobardía. Ante todo, Marsil representa el mal y para corroborar esta idea, al
morir, su alma reencarna en demonios.
Baligant es una figura mítica que representa la amenaza pagana a los reinos
fabulosos y ricos del Este y es el opuesto de Carlomagno en la lucha. Aunque
se le reconoce sus capacidades como gobernante, astucia y lealtad, también se
resalta su soberbia al gobernar.
Blancandrin es el embajador sarraceno dotado de una imagen negativa y
cínica. Es quien convence a Ganelón para que cometa la traición.

5. Estructura interna

Para describir la autoría de un único poeta y la originalidad de la versión de


Oxford, Riquer en 2009 demostró que la Chanson de Roland se divide en
cuatro partes inter-relacionadas.
La primer parte (versos 1 - 847) narra la traición de Ganelón;
la segunda (versos 848 - 2396) relata la derrota de la retaguardia franca
infringida por los sarracenos en Roncesvalles, como consecuencia de la
traición anterior;
la tercera parte (versos 2387 – 3674) cuenta cómo Carlomagno vence al
ejército musulmán y da muerte a Baligant en represalia de lo ocurrido en
Roncesvalles;
la cuarta parte (versos 3675 – 40002) narra el juicio y castigo de Ganelón.

Así, la composición del Cantar surge del encadenamiento de sucesos y de las


consecuencias producidas por las acciones de sus protagonistas. El delito de
Ganelón en la primera parte, se castiga en la última parte y a la derrota militar
de la segunda parte, corresponde la victoria de la tercera parte. La batalla de
Roncesvalles marca la mitad del relato y, hasta este punto, solo hay desdichas
para el bando franco: Para perder a Roldán, Ganelón traicionará a su rey y los
sarracenos matarán a Roldán en Roncesvalles”, pero desde este momento la
suerte se invierte: Para vengar a Roldán, Carlomagno derrotará a los
sarracenos y para hacerle justicia hará juzgar y condenar a Ganelón

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