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El documento describe diferentes tipos de ladrillos y tejas, incluyendo sus especificaciones y usos. Describe ladrillos perforados, de tejar o manuales, huecos, cara vista o a la vista, y refractarios. También describe tejas de asfalto, fibrocemento, madera, arcilla, pizarra, acero y cobre, detallando sus materiales, ventajas, desventajas y usos.
El documento describe diferentes tipos de ladrillos y tejas, incluyendo sus especificaciones y usos. Describe ladrillos perforados, de tejar o manuales, huecos, cara vista o a la vista, y refractarios. También describe tejas de asfalto, fibrocemento, madera, arcilla, pizarra, acero y cobre, detallando sus materiales, ventajas, desventajas y usos.
El documento describe diferentes tipos de ladrillos y tejas, incluyendo sus especificaciones y usos. Describe ladrillos perforados, de tejar o manuales, huecos, cara vista o a la vista, y refractarios. También describe tejas de asfalto, fibrocemento, madera, arcilla, pizarra, acero y cobre, detallando sus materiales, ventajas, desventajas y usos.
perforaciones verticales en la tabla, de volumen superior al 10 %. Se utilizan en albañilería interior y exterior revestida. Las medidas más habituales son la castellana o métrica y la catalana, con una longitud de 24 y 28 centímetros, respectivamente. Ladrillos de tejar o manual: Es un tipo de ladrillo de apariencia tosca que imita a los de fabricación tradicional. Suelen tener un tamaño aproximado, pero no igual unos a otros.
Ladrillos huecos: Son aquellos que tienen
perforaciones horizontales en el canto. Se utilizan tanto en albañilería interior como revestida. Hay ladrillo hueco de formato tradicional, y ladrillo hueco de gran formato, con una longitud superior a 30 centímetros, un grosor igual o superior a 40 centímetros y una dimensión inferior a 14 centímetros. Además, según el grueso, se distinguen ladrillos huecos sencillos, dobles o triples. Ladrillos cara vista o a la vista: Son aquellos que, por carecer de poros, tienen una elevada resistencia al agua y las heladas, por lo que se utilizan en exteriores con un acabado especial. Esto se logra con la cocción del material a una temperatura de 1200ºC. Ladrillo refractario: Son piezas cerámicas de textura lisa y homogénea, y de alta densidad, que se colocan en lugares donde deben soportar altas temperaturas, como hornos o chimeneas.
Tipos de tejas: Especificaciones
Tejas de asfalto: son, de todos los tipos mencionados, las más
económicas. Se fabrican en base a una mezcla de asfalto, arena y fibra de vidrio. El asfalto es lo que las convierte en aislantes de la humedad. También las hay orgánicas, que no contienen fibra de vidrio. Una de las contras de estas tejas es que no son resistentes a las algas, por eso algunos fabricantes les hacen un tratamiento especial. Por otro lado, la fibra de vidrio se torna quebradiza cuando hay temperaturas bajas extremas. La gran ventaja de las tejas de asfalto es su fácil colocación y reemplazo. Tejas de fibrocemento: son muy económicas y de poco peso; además, requieren de menor cantidad de madera para su instalación. Actualmente son mucho más resistentes que en otros tiempos, debido a los materiales usados para su fabricación: cemento y fibras mineralizadas. En realidad, más que de tejas como las conocemos, se trata de planchas onduladas. Podemos elegir entre diversos modelos, colores y texturas de planchas de fibrocemento, algunos de los cuales imitan en forma y color a las tejas tradicionales. Tejas de madera: son muy estéticas y livianas, aunque tienen una contra: en casi todos los países se ha prohibido su tratamiento con conservantes que las protegía de insectos y moho, por lo que pueden tener mayor necesidad de reemplazo que las de otros materiales. Por ese mismo motivo, debemos elegir las fabricadas en maderas duras y resistentes, como cedro, roble, castaño o acacia, protegidas por sus taninos naturales. El corte también influye en su resistencia a la humedad. Las tejas de madera son de 3 tipos: Shake, Shingle y Tapersawn shake. Tejas de arcilla: son resistentes (aunque el granizo puede romperlas), impermeables (cada vez más, a medida que pasa el tiempo, pues sus poros se van cerrando), ignífugas, casi no necesitan mantenimiento y son de fácil colocación y reemplazo. Sus distintos modelos (mencionados más arriba) permiten dar a una cubierta distintos estilos. No tan económicas como las de fibrocemento, son, de todos modos, de las más accesibles entre los distintos materiales posibles. Tejas de pizarra: si bien bastante más caras que las de arcilla, tienen una durabilidad mucho mayor y son estéticamente superiores a las de otros materiales. Las tejas de pizarra son siempre planas, pero pueden tener bordes curvos o rectos. Requieren de personal especializado para su colocación. Las hay de muchas calidades, por lo que conviene asesorarse bien antes de comprar. Tejas de acero: tienen varias ventajas: son livianas (necesitan menos estructura de soporte), económicas, resistentes a la humedad, el fuego, los cambios de temperatura, al granizo, la lluvia y el peso de la nieve; tampoco las afecta la sal del ambiente en locaciones costeras. Vienen con acabados (pintado o gravillado) que imitan la arcilla y la pizarra y son fáciles de colocar y reemplazar. Las uniones son herméticas impidiendo filtraciones. Eso sí, la base requiere de una excelente aislación térmica. Tejas de cobre: se usan particularmente en cubiertas de formas complejas y/o irregulares. Fabricadas en cobre casi puro, son durables, livianas, inoxidables, no se degradan y son reciclables. Sus características son casi idénticas a las de las tejas de acero, aunque estéticamente son superiores. ¿La contra?: el costo, claro, aunque sí tiene una excelente relación entre calidad y precio.