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Una estrategia eficiente para

prevenir y manejar el riesgo de


desastres en México
Noviembre 20, 2012

TITULARES

 México es uno de los países más expuestos a los desastres naturales.

 Un bono de catástrofe por US$315 millones creado recientemente, provee un


seguro contra terremotos y huracanes.

 El departamento del Tesoro del Banco Mundial asesoró al gobierno mexicano y


facilitó esta transacción.

La mesa tiembla, uno se sienta mareado y las lámparas empiezan a moverse: otro
temblor en México. Suceden con regularidad con diferentes intensidades.

Escuelas, oficinas y hogares han sido capacitados para seguir ciertas instrucciones
ante estos fenómenos naturales. “No corro, no empujo, no grito”, repiten los niños
mexicanos.

Con más de 90 sismos al año con magnitudes de 4.0 grados o más en la escala de
Richter, México es uno de los países en el mundo más expuestos a riesgos
naturales de todo tipo.

El país tuvo que aprender una muy dura lección con el terremoto de 1985, que
dejó miles de personas muertas y pérdidas estimadas en US$11,400 millones.

La destrucción que dejó aquella catástrofe forzó al gobierno a usar sus recursos
para la reconstrucción, en lugar de, por ejemplo, expandir la infraestructura del
país.

Con tanta vulnerabilidad frente a los desastres, México ha tenido que prepararse
para proteger los ciudadanos y la economía. Por eso, México y el Banco Mundial
tienen una larga historia de cooperación en financiamiento y manejo de riesgo, así
como resiliencia al clima, que va más allá que los tradicionales servicios de
préstamos.

A través de los años, el Banco Mundial ha dado máxima prioridad a este asunto,
ofreciéndole a México un paquete integrado de servicios que incluye asesoría
técnica, convocar a actores claves nacionales e internacionales y preparar reportes
relevantes sobre el tema.

" Cuando occure un desastre, todos sabemos que los pobres


son las principales víctimas. Por eso, cualquier esfuerzo para
generar más resiliencia a los desastres tiene que ser parte de
la agenda de desarrollo "

Gloria Grandolini
Directora del Banco Mundial para México y Colombia

Prevenir desastres para un mejor desarrollo

“Cuando occure un desastre, todos sabemos que los pobres son las principales
víctimas. Por eso, cualquier esfuerzo para generar más resiliencia a los desastres
tiene que ser parte de la agenda de desarrollo”, dice Gloria Grandolini, Directora
del Banco Mundial para México y Colombia.

Para responder rápidamente a los desastres, México lanzó recientemente un nuevo


bono de catástrofe por US$315 millones, llamado MultiCat Mexico 2012 – un
instrumento financiero flexible que provee un seguro rápido contra terremotos y
huracanes.
El MultiCat Mexico 2012 es el tercer bono de catástrofe emitido por México, y el
segundo bajo el programa MultiCat del Banco Mundial. Gracias a la sólida
reputación de México en el mercado de bonos de catástrofe y una base creciente
de inversionistas, este nuevo bono logró términos muy competitivos.

“La colocación del MultiCat Mexico 2012 fue extremadamente buena”, dijo Doris
Herrera-Pol, Directora del Departamento de Mercado de capital del Tesoro del
Banco Mundial.

“Estamos muy contentos que nuestra asociación con el gobierno de México haya
contribuido en su éxito en transferir eficientemente un grupo de riesgos
catastróficos al mercado”, agregó.

“El seguro se activa según ciertos parámetros. Si el terremoto es de una cierta


magnitud, o la velocidad del viento es mayor que un cierto punto de referencia,
entonces se paga el monto del bono” dice Luis de la Plaza, Oficial Financiero
Principal del Banco Mundial.
No esperemos hasta el próximo
desastre
Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas

Ningún país se puede permitir no tener en cuenta la experiencia de los terremotos de


Chile y Haití. No podemos impedir que desastres como ésos se produzcan, pero sí
podemos reducir enormemente su impacto tomando de antemano medidas adecuadas de
reducción del riesgo.

Hace una semana visité en Chile la zona afectada por el terremoto y vi cuántas personas
habían salvado la vida porque los gobernantes chilenos habían aprendido las lecciones del
pasado y prestado atención a las advertencias sobre crisis futuras.

La aplicación de códigos estrictos de edificación antisísmica aseguró que el número de


víctimas no fuese mucho mayor. El entrenamiento y el suministro de equipo por
anticipado a los servicios de primeros auxilios permitió contar con socorro minutos
después del temblor. La aceptación del principio de que los gobiernos tienen la
responsabilidad de prepararse para los desafíos del futuro además de hacer frente a los
actuales contribuyó a prevenir víctimas más que cualquier posible medida de socorro.

En Chile, el número de muertos ascendió a varios centenares, en un terremoto de gran


magnitud, 8,8 en la escala de Richter, el quinto en intensidad desde que se empezaron a
hacer estos registros. En Haití, un terremoto menos fuerte causó cientos de miles de
muertos. En Haití no había códigos de edificación o, si los había, no se hacían cumplir, y el
estado de preparación era muy deficiente.

La experiencia es de aplicación universal. Ningún país es inmune a los desastres,


terremotos o inundaciones, tormentas y olas de calor. Los cinco continentes son afectados
por desastres naturales cada vez más intensos, creemos que como resultado del cambio
climático. Muchas de las personas más pobres del mundo viven en ciudades densamente
pobladas y sometidas a altos riesgos en zonas expuestas a inundaciones o a terremotos o a
ambas cosas.

Hay que difundir la cultura de la reducción del riesgo de los desastres. Es alentador ver que
ya hemos emprendido ese camino.

En 2005, 168 gobiernos aprobaron el Marco de Acción de Hyogo, un plan decenal


destinado a proteger mejor al mundo de los desastres producidos por peligros naturales.

El Marco de Acción de Hyogo pone a disposición de las autoridades nacionales un


programa para evaluar y reducir los riesgos con medidas de planificación, capacitación y
educación del público. Un ejemplo es garantizar que las escuelas, los hospitales y otros
componentes básicos de la infraestructura pública cumplan determinadas normas de
seguridad.

De acuerdo con el Marco de Acción de Hyogo, las Naciones Unidas han asignado prioridad
a la reducción del riesgo de desastres. He nombrado a un Representante Especial para la
aplicación del Marco de Acción de Hyogo y el año pasado presidí la ceremonia de
presentación del primer informe de evaluación global sobre la reducción del riesgo de
desastres en Bahrein.

Ya se han hecho progresos en este campo. En Bangladesh murieron más de 500.000


personas durante el ciclón Bhola en 1970. Después se construyeron 2.500 refugios contra
ciclones en plataformas de hormigón elevadas y se capacitó a más de 32.000 voluntarios
para ayudar en evacuaciones. Cuando el ciclón Sidr azotó el país en 2007 con mareas
enormes, el número de víctimas mortales no llegó a 4.000. El ciclón Nargis, un fenómeno
similar que se produjo en mayo de 2008 en Myanmar, donde no se habían tomado
medidas de preparación, costó la vida a 140.000 personas.

Cuba padeció cuatro huracanes en 2008. Sufrió daños físicos por valor de 9.000 millones
de dólares pero hubo muy pocas víctimas mortales.

Las pruebas son abrumadoras, pero las lecciones que dejan desastres como éstos se
olvidan con lamentable rapidez. Muchos gobiernos no han tomado las medidas prácticas
que se proponen en el Marco de Acción de Hyogo.

Algunos países aducen que no pueden permitirse usar los recursos que el modelo de
prevención requiere. A mi juicio, ningún país puede permitirse no adoptar ese modelo.

Sabemos que, tomando medidas de prevención, en realidad a largo plazo los gobiernos
tienen que hacer frente a menos gastos. Cuando China destinó 3.150 millones de dólares a
reducir el impacto de las inundaciones entre 1960 y 2000, evitó pérdidas estimadas en
unos 12.000 millones de dólares.

Se han hecho economías parecidas en el Brasil, la India, Viet Nam y otros países.

Todos tenemos una función que cumplir.

Los gobiernos, nacionales y locales, deben tomar todas las disposiciones necesarias para
que las comunidades puedan superar tanto las dificultades cotidianas como las
perturbaciones súbitas.

En las zonas expuestas a inundaciones y terremotos, la solución es promulgar y hacer


cumplir reglamentos de edificación. En las zonas donde las inundaciones son frecuentes, la
solución es trasladar o mejorar los asentamientos precarios, restaurar las barreras
costeras naturales, como los manglares, suministrar tierras de mejor calidad y mejor
infraestructura a los grupos pobres de las zonas urbanas e instalar sistemas eficaces de
alerta temprana.

Medidas como éstas salvarán a muchos miles de personas que de otra forma morirán. Las
Naciones Unidas están dispuestas a ayudar a los gobiernos a crear capacidad de
preparación a nivel nacional y regional. Las naciones donantes deben financiar medidas de
reducción del riesgo de desastres y de preparación. La adaptación al cambio climático, en
particular, implica hacer inversiones en sistemas de reducción de daños, preparación y
gestión para casos de desastre.

Los terremotos de Chile y Haití nos demostraron una vez más por qué las medidas que se
toman antes de los desastres son decisivas. Para impedir que los peligros naturales se
conviertan en desastres, todos debemos actuar más pronto y actuar con más eficacia
La tecnología avanza ante grandes
costos por desastres naturales
Teniendo en cuenta las grandes pérdidas a nivel social y económico que han
generado los desastres naturales, existe una gran urgencia por aprovechar e
innovar en materia tecnológica que permita la prevención de dichos
acontecimientos.

Los desastres naturales se pueden presentar en cualquier momento, amenazando las


economías y las vidas de millones de personas alrededor del mundo.

Según datos del Banco Mundial, las pérdidas monetarias causadas por los desastres
naturales se han multiplicado en los últimos años subiendo de un promedio de
US$50.000 millones al año en la década de 1980 a cerca de US$200.000 millones
anuales en el último decenio.

En estos casos, la población pobre es la más damnificada. De acuerdo con las


estadísticas, en los últimos 20 años, en los países más pobres se produjeron
alrededor del 25% de las inundaciones y, sin embargo, se registró casi el 90% de
las víctimas relacionadas con dichos eventos.

El riesgo de desastres no es estático y evoluciona de forma rápida. El aumento de la


población y de la urbanización dan razón de lo mencionado.

Por nombrar un ejemplo, uno de los acontecimientos más recientes de desastres


naturales se observó en Ecuador, donde un terremoto de magnitud de 7,8 provocó más
de 600 vidas y casi 30.000 heridos. Los daños en materia económica se estimaron en
más de US$3.000 millones.

¿Por qué se necesita la utilización de la tecnología?

Según información del Banco Mundial, cada vez más los gobiernos y las
organizaciones internacionales están adoptando y aprendiendo que las inversiones
tecnológicas inteligentes en preparación y capacidad de adaptación pueden evitar
que los peligros naturales se conviertan en catástrofes para la humanidad.

Es importante mencionar, que además de los beneficios de estas inversiones en materia


social, también se evidencian grandes beneficios a nivel macroeconómico, tales como:

 Estimular la creación de nuevos empleos


 Proteger el medio ambiente
 Aumentar las oportunidades educativas
 Impulsar el crecimiento económico
El eje de las inversiones eficaces consiste en la información precisa y confiable sobre
los riesgos de desastres.

Según el Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación


(GFDRR), (una alianza de 34 países y nueve organizaciones internacionales
administrada por el Banco Mundial), convencer a los gobiernos de que inviertan
antes de que se produzca un desastre, requiere un proceso de identificación de
riesgos rápido, riguroso y sistemático.

En la medida en que se tenga información confiable, las personas y los gobiernos de


todo el mundo mejorarían su capacidad de identificar los riesgos.

En el foro sobre ‘Comprensión de los riesgos 2016’, realizado por el GFDRR, se dio el
espacio a diferentes delegados para presentar tecnologías de avanzada e
investigación de vanguardia en diferentes áreas de la gestión del riesgo de
desastres.

Estos fueron algunos de los materiales emblemáticos del GFDRR en el campo de la


identificación de riesgos de desastres:

 ThinkHazard: es la primera herramienta en línea y gratuita que permite a los


usuarios entender cómo ocho diferentes tipos de peligros (terremotos,
inundaciones, deslizamientos de tierra, vientos, mareas de tormenta, sequías,
erupciones volcánicas y tsunamis) podrían afectar a un área geográfica
específica en cada país del mundo.

Esto, puede ser de gran utilidad a la hora de saber cómo las carreteras,
edificaciones y otras obras de infraestructura pueden tener mayor capacidad de
adaptación a los desastres naturales y el cambio climático.

 “Making a Riskier Future”: es un informe publicado por GFDRR,


consecuencia de la necesidad de cambiar el paradigma en materia de desastres
naturales. Mediante una serie de ejemplos claros de todo el mundo, esta
publicación busca transformar el debate mundial sobre los riesgos de desastres y
orientar mejor a los responsables de tomar decisiones.
¿Está preparada tu
casa ante un desastre
natural?

Planificar y practicar específicamente cómo y dónde se refugiará ante una amenaza de


tornado, puede salvarle la vida.

Aunque prevenir un desastre natural esté fuera de nuestras


manos, asegurarnos de que nuestro hogar y nuestra familia estén
preparados nos ayudará a mitigar sus efectos y a disminuir los daños tanto
humanos como materiales.
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5 reglas de oro para cualquier emergencia


El tipo de desastre al que puedes verte expuesto, dependerá de la zona del
país en la que vivas. Seguir ciertas normas generales, sin embargo, te ayudará
a estar en mejores condiciones para afrontar toda una variedad de situaciones
de emergencia con las que pueda sorprenderte la madre naturaleza.
1. Ten preparado un botiquín de emergencia casero
Aunque todos hemos oído hablar de la necesidad de tener preparada una bolsa
o maleta con todo lo que necesitemos si tenemos que abandonar la casa a la
carrera, no siempre la tenemos lista y a la mano. Así que, ¡hoy es el día! ...
verás cómo lo agradecerás si de repente te ves cara a cara con un desastre
natural y tienes que recurrir a tus propios recursos para sobrevivir dentro o
fuera de tu hogar hasta que tengas acceso a ayuda. En general es buena idea
escoger una de las bolsas o maletas que uses para viajar ya que tienen
subdivisiones que te ayudarán a organizar el contenido y son más fáciles de
transportar al tener ruedas (si tienes auto, escoje una que quepa fácilmente en
el maletero). Qué poner en su interior depende de tus necesidades específicas
y las de tu familia. Aquí tienes una guía orientativa de lo que no debe faltar:

 Comida no perecedera y bebida (un galón de agua por persona al día) para
tres días. Si tu botiquín casero contiene comida enlatada, asegúrate de incluir
un abrelatas.
 Una radio portátil y una linterna, ambas con pilas extras.
 Un botiquín de primeros auxilios más provisiones de los medicamentos que
tomes a diario. Asegúrate también de incluir un par de anteojos o lentes de
contacto extra y aquellos dispositivos médicos que utilices habitualmente, como
oxígeno, catéteres o pilas extra si usas un aparato para la sordera.
 Un silbato y un par de herramientas útiles como una llave inglesa o alicates
para cerrar los servicios públicos si fuera necesario.
 Un cargador extra para tu teléfono celular
 Un cambio de ropa para cada miembro de la familia
 Dinero en efectivo (sin electricidad no funcionan los cajeros automáticos ni las
registradoras en los mercados o gasolineras).

Para ver una lista con artículos adicionales haz clic aquí.
2. Designa puntos de encuentro y una persona de contacto
Los nervios y la confusión suelen acompañar a cualquier desastre natural, así
que es crucial que todos los miembros de tu familia sepan cómo y dónde
reencontrarse si llegaran a separarse o no están juntos cuando ocurra el
desastre. Designa hoy mismo dos puntos de encuentro, uno cerca de tu casa y
otro más alejado, por si los daños en el vecindario fueran más extensos.
Designa también una persona de contacto a la que todos puedan llamar en
caso de emergencia. Si tienes la opción, escoje a alguien que viva en un
estado diferente al tuyo ya que en una emergencia los teléfonos locales suelen
colapsarse rápidamente y es más fácil hacer una llamada de larga distancia o
incluso internacional.
3. No te deshagas del teléfono fijo
Los teléfonos inalámbricos son más cómodos en la vida diaria, pero recuerda
que si no hay electricidad, no funcionan. Manten en casa un teléfono fijo con
una toma conectada a la pared.
4. ¿Es tu casa claramente visible desde la carretera?
Este es un detalle que con frecuencia pasamos por alto, pero que puede
resultar crucial durante una emergencia. Asegúrate de que el número de tu
casa se vea fácilmente desde la carretera y de que contenga un material
reflectante para que sea visible tanto de día como de noche. Considera
también cambiar el interruptor de la luz que tengas en el porche, por otro que
incluya la opción de hacer brillar la luz intermitentemente. Encuentra estos
interruptores con activador de luces intermitentes de emergencia (pida por
un Emergency Switch Flashing Light Activator, en inglés) en tu ferretería
favorita y por lo general cuestan menos de $15.
Si tienes que llamar a los servicios de emergencia, ¡querrás que encuentren tu
casa rápidamente!
5. Prepara un inventario de tu vivienda
Hacer un inventario de tus posesiones puede parecerte un proyecto
abrumador, pero te facilitará enormemente la vida si tienes que presentar una
reclamación al seguro tras un desastre natural. Si tienes acceso a una cámara
de video (hoy en día muchos teléfonos celulares incluyen cámara de fotos y de
video), te resultará todavía más fácil. Simplemente ve cuarto por cuarto
grabando con la cámara y documentando en voz alta todos los detalles que
recuerdes de tus objetos de valor. Puedes mencionar, por ejemplo, cuándo y
dónde compraste ese objeto, cuánto pagaste y si usaste una tarjeta de crédito
o si lo pagaste en efectivo. Di también en voz alta la marca, el modelo y los
números de serie asociados con ese aparato. Si no tienes acceso a una
cámara de video, usa una cámara de fotos para documentar cada objeto de
valor y apunta la información asociada con ese objeto. Dedica a continuación
una tarde a juntar todos los recibos que tengas guardados e indica claramente
a qué objetos pertenecen.
Tanto si haces el inventario electrónicamente como manualmente, guarda los
discos o los papeles junto al resto de tus documentos importantes. Asegúrate
de que la carpeta o caja (podría ser una pequeña caja fuerte) donde los guarde
sea resistente al agua y al fuego.

Cómo y dónde preparar un refugio o "cuarto


seguro"
Aunque tu casa esté construida siguiendo las normas de seguridad vigentes,
no quiere decir que pueda resistir, por ejemplo, los fuertes vientos asociados
con huracanes y tornados. El objetivo de un "cuarto seguro" es proporcionarte
ese nivel de protección adicional en caso de emergencia. De acuerdo a la
información proporcionada por la Agencia Federal para el Manejo de
Emergencias (FEMA), los cuartos seguros o refugios pueden construirse en el
sótano, encima de una losa de concreto a nivel de los cimientos o del piso del
garaje o en un cuarto interior en el primer piso.
A la hora de construir un cuarto seguro, ten en cuenta estos puntos
importantes:

 El refugio debe estar adecuadamente anclado para evitar que se vuelque o se


levante.
 Las paredes, el techo y la puerta del refugio deben estar construidos de modo
que resistan la presión del viento, la penetración de objetos arrastrados por el
viento y la caída de escombros.
 Las conexiones entre todas las partes del refugio deben ser lo suficientemente
fuertes como para resistir la fuerza del viento.
 Las secciones de las paredes interiores o exteriores de la residencia que se
utilicen también como paredes del refugio, deben estar separadas de la
estructura de la residencia de tal modo que los daños causados a tu hogar no
causen daños al refugio.
 Tu "cuarto seguro" no tiene por qué ser usado exclusivamente como refugio en
caso de emergencia. Mientras lo mantengas ordenado y accesible, puedes
usarlo también como clóset, como cuarto de baño o simplemente como espacio
adicional de almacenamiento, e incluso aprovecharlo como para guardar ahí tu
botiquín casero.

Para más información visita FEMA (en inglés)


Huracanes, tornados, inundaciones e incendios
forestales
Sea cual sea la emergencia o el desastre natural que se cruce en tu camino, te
ayudará enormemente haber puesto a salvo con antelación todos tus papeles y
documentos importantes. La mejor opción para conservar las partidas de
nacimiento, licencias de matrimonio, títulos de propiedad, pasaportes, tarjetas
de residencia, pólizas de seguros, etc. es hacer copias y tener guardados los
originales en una caja fuerte en el banco o en tu hogar (a prueba de agua y
fuego). Si tienes acceso a un escáner, considera también escanearlos para
tener una copia digital en tu computadora.

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