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AGUAS.

AGUA PARA AGREGADOS.

El agua es un elemento esencial dentro del hormigón, por lo que necesita un cuidado especial debido al
papel que desempeña, como agua de amasado y principalmente como agua de curado.

 El Agua de Amasado, cumple una doble función en el hormigón, por un lado interviene en la
reacción de hidratación del cemento, y por otro confiere al hormigón el grado de trabajabilidad
necesaria para una correcta puesta en obra. Esta cantidad de agua para el amasado debe limitarse
al mínimo estrictamente necesario para conferirle a la pasta de hormigón la trabajabilidad
requerida, según las condiciones en obra.
 El Agua de Curado, esta es la más importante durante la etapa del fraguado y el primer
endurecimiento. Su objetivo es evitar la desecación, aumentar la hidratación del cemento y evitar
la retracción prematura.

En relación, el Agua de Curado tiene una actuación más duradera que el Agua de Amasado, por lo que se
corre más riesgos al aportar sustancias perjudiciales con el Agua de Curado que con el Agua de Amasado.

CALIDAD DEL AGUA.

En general se puede usar para mezclado y curado del hormigón, sin necesidad de realizar análisis, agua
clara que no tenga sabor ni olor notorio, con excepción, casi exclusivamente, a las aguas de alta montaña
ya que su gran pureza les confiere carácter agresivo para el hormigón.

El agua de ciénagas o de lagos estancados puede contener ácido tánico, el cual puede causar retardo en
el fraguado y desarrollo de la resistencia. No obstante, algunas aguas visiblemente insalubres pueden
también ser utilizadas, previo análisis de estas: aguas bombeadas de minas (que no sean de carbón ya que
el agua mineral intensamente carbonatada puede producir reducciones apreciables en la resistencia),
algunas de residuos industriales, aguas pantanosas, etc.

Libro básico sobre tecnología del concreto

Deberán rechazarse las que no cumplan una o varias de las siguientes condiciones:

REQUISITOS LIMITES METODO DE ENSAYO


Exponente de hidrogeno pll ≥5 NB 518-85
Substancias disueltas ≤ 15 g/L NB 587-91
Sulfatos expresados en ión ≤ 1 g/L NB 523-85
(sulfato SO4)
Cloruros expresados en ión ≤ 6 g/L NB 520-85
Cloruro (CL)
Hidratos de carbono 0 NB 588-91
Solubles en éter ≤ 15 g/L NB 638-94
FUENTE: NB 637

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EFECTO DE LAS IMPUREZAS EN EL AGUA DE MEZCLA

Cuando el agua para una obra proviene de un pozo, es conveniente analizarla periódica y
sistemáticamente para comprobar que no varía el p.H. o las impurezas a través del tiempo. Las impurezas
pueden interferir con el fraguado del cemento, afectar adversamente la resistencia del hormigón o causar
manchas en la superficie y provocar, además, la corrosión de los aceros de refuerzo.

Las siguientes aguas se aceptan para elaborar hormigón, sobre la base de alcanzar más del 85% de las
resistencias respecto a un agua destilada: aguas con un contenido máximo de 1 % de Sulfatos; agua de
mar pero no para hormigón armado, aguas alcalinas con un contenido máximo del 0.15 % de Na2S04 o
NaCL, aguas provenientes de minas de carbón y yeso y aguas de desecho de fábricas como por ejemplo:
cerveza, plantas de gas, pinturas y jabón.

Las provenientes de abastecimientos desconocidos, frecuentemente se usan en la elaboración de


morteros o hormigones en obra o construcción. Por lo cual es necesario plantear los riesgos que se
afrontan, respecto a conseguir hormigones técnica y económicamente aceptables, al utilizar aguas
desconocidas que puedan aportar, substancias nocivas disueltas o en suspensión, tales como, materia
orgánica, azúcares, sulfatos o cloruros.

El agua que se emplea para lavado de las ollas mezcladoras o cubas hormigoneras se puede utilizar para
elaborar hormigón, siempre y cuando antes del lavado cumpla con los requisitos para ser empleada en el
amasado.

 PARTICULAS EN SUSPENSION.

El agua que contiene muchos sólidos en suspensión debe dejarse asentar antes de ser utilizada, debido a
que no es conveniente añadir cantidades grandes de limo o partículas de menor tamaño. Para el agua de
mezcla se tiene un límite de 2.000 partes por millón de sedimentos o arcillas suspendidas, porque
contenidos superiores pueden incrementar la demanda de agua, la contracción por secado o causar
eflorescencias. Las aguas con lodos deberán dejarse sedimentar en tanques de decantación antes de su
uso.

 SOLIDOS DISUELTOS.

El agua que contiene menos que 2.000 partes por millón de sólidos disueltos puede en muchos casos ser
utilizada, sin embargo, esto depende de la naturaleza del material disuelto. Es así, que sulfito de sodio en
cantidades superiores a 100 partes por millón, cloruro en más 500 partes por millón, carbonatos en más
de 1.000 partes por millón, pueden causar problemas al hormigón. La cantidad de partículas en
suspensión y sólidos disueltos presentes, causan diferentes efectos sobre el hormigón y son función de la
fuente de donde provienen, razón por la cual, es importante tener presente los efectos de las aguas que
a continuación se mencionan:

Agua de Mar.

El agua de mar está principalmente compuesta de sulfatos y cloruros de sulfato y magnesio. Tiene una
salinidad de 3.5 % (34.000 partes por millón de sales disueltas), lo cual hace que se afecten los tiempos
de fraguado y que se produzca una resistencia temprana mayor, pero a largo plazo menor. Por lo general
no son importantes los efectos sobre el fraguado, siempre y cuando la pérdida de resistencia sea inferior
al 15 %. El agua con grandes cantidades de cloruro tiende a causar humedad persistente, eflorescencia y
descascaramientos en la superficie del hormigón.

En el hormigón reforzado, el agua de mar aumenta el riesgo de corrosión del acero de refuerzo, por lo
que en la práctica no es recomendable utilizarla en la mezcla. Sin embargo, en los casos en que sea
imposible evitar su utilización es necesario proteger la armadura con recubrimientos y utilizar hormigones
densos para evitar los problemas de corrosión.

Aguas con impurezas orgánicas o algas.

Aguas coloreadas generalmente indican la presencia de material orgánico disuelto, el cual, al igual que la
presencia de algas en el agua de mezcla, tiende a generar una gran inclusión de aire y reducción de
adherencia, con Ia consecuente pérdida de las resistencias mecánicas.

Aguas con azúcar.

La presencia de azúcar en pequeñas cantidades 0,03 % - 0,15 %, por masa de cemento, en el agua de
mezcla generalmente retarda el fraguado del cemento. Cuando la concentración se incrementa al 0,2 %
por masa de cemento, el fraguado generalmente se acelera y si se incrementa a 0,25 % o más, puede
causar fraguado rápido y una sustancial reducción de resistencia a 28 días. Cuando es menos de 500 partes
por millón de azúcar en la mezcla, generalmente no tiene efecto adverso sobre la resistencia del
hormigón, pero al exceder esa cantidad, deberá probarse el tiempo de fraguado y la resistencia.

Aguas ácidas.

Las aguas que contengan ácidos inorgánicos comunes, tales como el clorhídrico o el sulfúrico, en
concentraciones inferiores a 10 000 partes por millón no tienen efectos adversos en la resistencia
del hormigón. Sin embargo aguas naturales que contengan ácidos orgánicos, tales como, el
húmico, son peligrosas para su elaboración, ya que pueden atrapar grandes cantidades de aire y
ejercer efectos adversos sobre el endurecimiento.

Aguas alcalinas.

Aguas que tengan concentraciones de hidróxido de sodio de 0.5% en masa de cemento, no afectan las
resistencia, siempre que no aceleren el fraguado; pero mayores concentraciones pueden reducir la
resistencia. Para algunos cementos pueden permitirse aguas con concentración de hidróxido de potasio
hasta de 1.2 % de la masa del cemento, valor que puede ser peligroso para otros cementos.

ENSAYOS SOBRE EL AGUA.

Con el objeto de evaluar la calidad del agua para la producción de hormigón, se debe efectuar ensayos
que permitan verificar que no se modifican ni el tiempo de fraguado ni la resistencia.

La verificación del tiempo de fraguado se realiza de acuerdo con el procedimiento descrito en la norma
ASTM C191, empleando la aguja de Vicat y el criterio de aceptación es que éste no difiera en más de 30
minutos en relación a una muestra elaborada con agua destilada. La resistencia se evalúa con unos cubos
de mortero mezclados con agua destilada y otros elaborados con el agua en cuestión, siguiendo el
procedimiento descrito en la norma ASTM C109, la resistencia mínima de los cubos hechos con el agua
problema, debe ser el 90 % de la resistencia de los cubos elaborados con el agua destilada.
Si los valores obtenidos con el agua en prueba están por fuera de los límites, es posible que se cause
perjuicio al hormigón y por lo tanto se debe buscar otra fuente de suministro.

Si la resistencia es menor al 90 %, pero superior al 80 % de la resistencia de los cubos de mortero testigo,


se debe contemplar la modificación de las proporciones de la mezcla.

También se acostumbra efectuar ensayos directamente sobre el agua para saber si es o no apta para la
fabricación de hormigón. Algunos ensayos normalmente especificados son los que se indican en la
siguiente tabla:

TEMA NORMA
ASTM
Acidez y alcalinidad D1067
Calcio y magnesio D511
Cloruros D512
Definición de términos relativos de agua D1129
Partículas y materia disuelta en el agua D1888
pH D1293
Sulfatos D516

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