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Universidad Especializada de las Américas

Facultad de Educación Especial y Pedagogía


Licenciatura en Educación Especial

Verano I

Asignatura:
Lingüística general

Estudiante:
Deirys Cisneros

Profesor:
Arístides Alba

Fecha de entrega:
Jueves 15 de ene. de 2018.
¿Qué es lo normal? Entender el Comportamiento “Normal”,
“Habitual” y “Común” en las Personas con Síndrome de Down

El Comportamiento “Normal”, “Habitual” y “Común” en las Personas con


Síndrome de Down es un tema del cual se habla mucho, pero de todo esto
debemos saber cómo está siendo tratado en esta sociedad y la manera en la que
es tratada las personas que padecen del síndrome de Down he llegado a entender
que se ven conductas con el síndrome como la es la normal y anormal en la que
con mis palabras pude entender que las definiciones de las mismas son las
siguientes:
si se trata de la conducta normal entendí que esta es aquella donde se le da el
término a una persona la cual no cuenta con ninguna discapacidad.
Y si hablamos de la conducta anormal es aquella que viola las normas sociales y
constituye una amenaza o produce ansiedad en quienes la observan y se considera
que algo es anormal porque sucede de manera poco frecuente.
Muy especialmente, y en vista de la necesidad de interpretar la conducta cuando
se trata de aplicar los criterios para determinar la que es anormal, el
comportamiento deberá contemplarse como algo que se produce en un
continuum que va desde lo normal hasta lo anormal. En un extremo del espectro
está la conducta que es claramente anormal y en el otro extremo, la conducta que
es claramente normal, pero entre ambos extremos existe un vasto espacio
intermedio. El mismo comportamiento puede ser normal en un contexto, y ser
anormal en otro. Por ejemplo, es normal que un adulto llore y se sienta muy triste
después de la muerte de un ser querido, pero no es normal que un adulto se pase
todo el día llorando, simplemente porque no le estén saliendo bien las cosas sin
importancia.
La edad mental

La edad mental en el artículo está basada en el síndrome de Down, pero una


breve definición de lo que este concepto significa en general seria lo siguiente que
es un concepto relacionado con la inteligencia. Se trata de cómo un determinado
niño, a una determinada edad, rinde intelectualmente comparado con el
rendimiento intelectual medio para su edad física, medida en años. La edad
mental varía dependiendo del nivel de inteligencia del individuo. Es la medida de
un hito intelectual o desarrollo mental de un individuo basado en la edad
cronológica en la cual un individuo promedio alcanza el mismo tipo de hito
intelectual o del desarrollo.
Ya basado en el síndrome de Down este concepto se ve de una forma podría decir
que un poco de similitud ya que está orientado a estas características que les diré.
Cuando se intenta interpretar el comportamiento a lo largo de este continuum, la
primera tarea consiste en definir lo que es normal (o típico). Cuando se define lo
normal, hay una serie de cuestiones que deben tenerse en cuenta. Contemplar el
nivel de desarrollo de la persona es de particular importancia.
Los test psicológicos (incluido el coeficiente intelectual, CI), se realizan a menudo
como parte de la evaluación de una persona con síndrome de Down. Con
frecuencia, al final del informe escrito, consta una edad mental (por ejemplo, 6
años y 7 meses). Esta edad mental significa que las habilidades de la persona,
tomadas en su conjunto, corresponden aproximadamente a lo que cabría esperar
de una persona con un desarrollo típico que tuviera esa edad cronológica. Este
sería un punto de partida razonable, cuando se trate de evaluar lo que podría
considerarse normal para la persona con síndrome de Down.
existen conductas que son normales en la persona con síndrome de Down, en
cada una de las fases de su desarrollo. Estas características no serían normales en
una persona de la misma edad cronológica sin discapacidad intelectual (que
tendría una edad mental equivalente, o más próxima, a su edad cronológica).
Una advertencia importante para cuando contemplemos las edades mentales de
las personas con síndrome de Down: No debemos olvidar que esta puntuación es,
en cierto sentido, un promedio de los diferentes aspectos de la personalidad de la
persona. Si ponemos nuestra cabeza en el congelador y los pies en el horno, puede
que el promedio de nuestra temperatura corporal sea el normal. Sin embargo, no
nos estaremos sintiendo precisamente muy a gusto.
Es todo un desafío conseguir la comprensión de los múltiples aspectos de su
personalidad, y ayudar a la persona con síndrome de Down a desarrollar de forma
óptima cada uno de ellos. Sin embargo, nuestras posibilidades de éxito serán
mucho menores si sólo consideramos a la persona con síndrome de Down como
a alguien que tiene destrezas y capacidades en el nivel del “promedio” de su edad
mental. Comprender lo que significa la edad mental constituye una parte
importante del proceso de ayudar a la persona con síndrome de Down a
desarrollar de forma óptima sus capacidades.
Los test psicológicos proporcionan información sobre la edad mental. Sin
embargo, hemos de ser muy cautelosos y considerar a la persona en su totalidad,
así como comprender las conductas y las características que se observan
comúnmente en cada una de las edades mentales.
La edad mental con los niños con síndrome de Down haciendo una investigación
mención que Realmente es algo muy variable, muchos y muchas con deficiencia
mental llegan a realizar labores como mecánicos, pintores entre otros, llegan a
entender que son adultos e incluso quieren hacer vida como adultos, sin embargo
los que tienen deficiencia mental grave no llegan a sobrepasar el CI de un niño de
4 o 5 años, esto se debe a que muchos son más entrañables que otros, también
depende mucho del ambiente familiar y si recibieron algún tipo de instrucción.
Pienso que la clave que se debería tener para definir la edad mental de estos
individuos tiene que ser de forma completa ya que creo que debe ser considerada
en no enfocar únicamente la edad mental, sino en considerar a la persona en su
totalidad. Mientras que sus habilidades sociales pueden estar más cerca de la
edad de 4 años, sus aspiraciones sociales pueden ser similares a las de otra
persona que tenga 22 años. Si bien puede que muchas de sus habilidades se hallen
en un nivel comparable al de los 13 años, tal vez la capacidad de juicio de la
persona con síndrome de Down esté más próxima a los 7 años.
Las características comunes del síndrome de Down son otro punto
importante ya que son lo que define lo que este tipo de personas presentan y como
ser más fácil de comprenderlas, ya que hemos mencionado lo de la edad mental
las características son de suma importancia por igual cuando se trata de
establecer si una determinada conducta es normal para una persona con
síndrome de Down deben tenerse en cuenta, igualmente, muchos otros aspectos
de su personalidad.
Una de las primeras preguntas que deberíamos hacernos seria estas (¿Cuáles son
las conductas comunes o típicas de una persona con síndrome de Down?).
parecen simples, pero pienso que serían las más necesarias para que la sociedad
se vaya familiarizándose con esas preguntas.
En estas personas que presentan síndrome de Down existen conductas que se
pueden llegar a observar de forma común. Este tipo de conductas se llegan a
considerar normales dependiendo del tipo de persona o mejor dicho su contexto,
unas de tantas características que son muy comunes en el síndrome de Down y
que no son considerada como pruebas de existencia. Las características son las
siguientes en los problemas mentales:
• Diferencias en la respuesta emocional y en el desarrollo emocional

• Retrasos en el lenguaje
• Velocidad de procesamiento más lenta
• Pensamiento concreto
• Dificultad para comprender el concepto del tiempo
• Soliloquio (hablar solo, o lo que algunos investigadores denominan el habla
privada)
• Tendencia a la monotonía o a la repetición
• Falta de flexibilidad
• Puntos débiles y puntos fuertes de la memoria

Estas características deben ser tomadas en cuanta siempre para las personas con
síndrome de Down y debemos tomar consideración con estas características e
incluso pienso que debemos tener paciencia con los niños o individuos que tengan
estos problemas.
DIFERENCIAS EN LA RESPUESTA Y EN EL DESARROLLO
EMOCIONAL

Hay un mito llamado la felicidad perpetua


Las personas que tienen síndrome de Down por lo general siempre las encuentras
de forma feliz, ósea contenta. Aunque éste es un estereotipo comúnmente
aceptado, no por ello deja de ser un mito. El corolario de ese mito, que es
igualmente falso, es que las personas con síndrome de Down no tienen tensiones
en sus vidas (de ahí la razón por la que pueden estar siempre contentas). En
realidad, las personas con síndrome de Down tienen una amplia gama de
emociones. Sus emociones pueden ser reflejo de sus sentimientos íntimos, y
también del estado de ánimo del entorno circundante. A veces, la emoción es el
resultado de las tensiones que la persona con síndrome de Down está
experimentando.
La idea de que estas personas que tiene síndrome de Down siempre estén de
forma alegre me da entender una idea muy positiva acerca de las mismas
personas que la padecen. Esta idea es de forma beneficiosas, pero incluso hay en
vista de todos los estereotipos negativos, también establece expectativas poco
realistas con respecto a su conducta. Esto puede dar lugar a interpretaciones
equivocadas de la conducta, puesto que las personas con síndrome de Down
tienen con frecuencia dificultades para expresar sus sentimientos verbalmente.
Hemos oído a muchas personas manifestar su preocupación cuando una persona
con síndrome de Down no está contenta. Con el trasfondo de que todas las
personas con síndrome de Down están siempre contentas, se presupone que algo
va “mal” cuando una de ellas no lo está.
Los sentimientos de las personas con síndrome de Down pienso que es muy
amplia en muchos aspectos y lejos de la misma de ser restringida para ellos en lo
absoluto ya que las personas con síndrome de Down como una persona normal
tienen sentimientos como nosotros no son distintos para mí son iguales todos ya
que estos ciertamente expresan tristeza, alegría, enfado, indiferencia y otras
emociones normales. Por lo general, nosotros hemos constatado que nuestros
pacientes tienen un alto grado de sinceridad en lo que atañe a sus emociones.
Tienden a mostrar, o incluso a exagerar, la emoción que están sintiendo.

Sensibilidad y empatía
Cuando hablamos de la sensibilidad y empatía con las personas con síndrome de
Down es de forma diferente o al menos así lo vi yo en este artículo ya que Pude
notar que hay algunos aspectos positivos en la sinceridad de la expresión de las
emociones. Esto es particularmente cierto cuando va acompañado por el sentido
real de empatía que poseen muchos adultos con síndrome de Down.
A veces, el fuerte sentimiento de empatía y la sincera expresión de las emociones
son como un espejo. Las emociones de una persona con síndrome de Down
pueden ser un reflejo de lo que está sucediendo a su alrededor. Específicamente,
la emoción expresada puede reflejar la emoción del otro individuo con quien esté
la persona con síndrome de Down. En un entorno de individuos que traten
amablemente a la persona con síndrome de Down, esta peculiaridad puede
resultar muy positiva. Sin embargo, cuando los que rodean a la persona con
síndrome de Down expresan emociones negativas, puede expresar emociones
negativas semejantes.
Si hablamos de este concepto Sensibilidad ante los conflictos ajenos
He comprobado con esta información del enunciado es que las personas con
síndrome de Down pueden llegar hacer sumamente sensibles ante los conflictos
que se le pueda presentar o incluso tensiones existentes entre otras personas que
sean importantes para ellas. Dependiendo del tipo y del grado de los conflictos,
las personas con síndrome de Down pueden verse gravemente afectadas. La
tensión que esto crea produce invariablemente cambios en el humor y en la
conducta de la persona. En teoría, la solución a estos problemas sería muy
sencilla. Hay que quitar a la persona con síndrome de Down del medio del asunto
pienso que esta es la forma más natural de la persona no se llegue a encontrar en
la situación de sensibilidad.
Retraso en la maduración
A lo largo de esta vida hay muchos periodos en los que ciertas emociones tienden
a ser más predominantes. Esto es tan cierto para las personas con síndrome de
Down, como lo es para el resto de los mortales. Un aspecto que sí es diferente
para las personas con síndrome de Down es el tiempo. Por ejemplo, muchas
familias refieren que su hijo o hija de veinte y pocos años quieren que se les deje
solos, y se reafirman más en sí mismos. Esta conducta puede considerarse
negativamente como un comportamiento agitado o deprimido
Retraso en la respuesta de duelo
Puede entender que la persona con síndrome de Down tiene un retraso en la
respuesta del duelo un ejemplo que se mencionaba era cuando muere un
miembro de la familia, puede parecer al principio que esa muerte no ha afectado
a la persona con síndrome de Down. De forma típica, su duelo comenzará
alrededor de seis meses más tarde y se mencionaba que no era del todo clara
razón de este suceso, pero pienso que esto se debe tratar por el motivo de su
lentitud de proceso cognitivo ya que este es muy bajo siento que debe ser esa
definición de lo que padece.
El retraso en el lenguaje
En este retraso logre entender que el lenguaje en personas adultas con el
síndrome de Down puede llegar a dar un lugar a incluso interpretaciones que son
muy erróneas con respecto a la conducta del individuo ya que muchas personas
con síndrome de Down tienen mucho déficit de lenguaje Con frecuencia, sus
capacidades de lenguaje expresivo son inferiores a sus capacidades de lenguaje
receptivo. Es decir, muchas personas con síndrome de Down entienden lo que
está pasando a su alrededor, pero son incapaces de expresar lo que les concierne.
VELOCIDAD DE PROCESAMIENTO

Cuando nos referimos a esto no es nada más que la habilidad para procesar datos
con rapidez es una demanda creciente en un mundo cuyo ritmo de actividad se
acelera. Las personas con síndrome de Down llegan a tener una capacidad muy
limitada para procesar los datos de forma celeridad, con lo leído me di cuenta de
aparte de su capacidad limitada también se le tiende a dificultar tienen una
capacidad limitada para cambiar la velocidad de procesamiento en situaciones
diferentes, lo cual puede resultar aún más problemático.
La mayoría de las personas con el síndrome de Down se llegan a encontrar con
muchas dificultades penosas cuando unas de las situaciones tienden a requerir
una aceleración repentina en el ritmo de la actividad. Responder ante una
situación apremiante puede resultar muy perturbador. Esta característica limita
la adaptación a diferentes entornos.
Acomodarse a la velocidad de procesamiento
En vista de estas cuestiones que atañen a la mayor lentitud de procesamiento,
¿cómo podrían los demás optimizar su interacción con una persona con síndrome
de Down?
Las formas de optimizar la interacción serían las siguientes:
• Dándole el tiempo que necesite para poder procesar la petición.
• Captando su atención. Esperando una respuesta, como un “¿qué?”, o como un
“sí”, que nos indique que reconoce que está prestando atención.
• Teniendo cuidado de no considerar esta actitud como un problema
“conductual”. Posiblemente se deba a que la persona con síndrome de Down sea
más lenta al procesar la información, y no a que sea insolente.
• Teniendo en cuenta que muchas personas con síndrome de Down simplemente
dejarán de esforzarse en el cumplimiento de una tarea si existe algún
impedimento, en vez de hacer un intento alternativo o de pedir ayuda.
• Comprendiendo que es un problema potencial. El primer paso sería estar
preparado para ajustar la propia actuación.
La referencia temporal
La comprensión de los conceptos de pasado, presente y futuro es algo que la
mayoría de la gente da por sentado. A menudo hallamos una línea de distinción
entre el pasado y el presente mucho menos clara de lo que cabría esperar en las
personas que no tienen síndrome de Down. Para el individuo con síndrome de
Down, la comprensión de numerosos conceptos es mucho más concreta, y el
concepto del tiempo resulta demasiado abstracto.
En le referencia temporal llegue a comprender que este sentido pobre y reducido
de la diferencia entre el pasado y el presente puede generar mucha confusión en
las conversaciones con otras personas.
También llegue a comprender o más bien identificar que cuando el mayor
problema para las personas con síndrome de Down se produce cuando alguien da
por supuesto que estas personas entienden el tiempo y las referencias temporales
de forma “típica” o “habitual”. Esto conduce a interpretaciones erróneas sobre lo
que están diciendo y, en ocasiones, a desacuerdos o a malentendidos, y puede
ocasionar que los médicos hagan diagnósticos incorrectos, pues se han basado en
un proceso de aparente alteración de las ideas.
Si hablamos acerca de este concepto PENSAMIENTO CONCRETO
La mayoría de los niños que tienden a tener más de 12 años estos tienden a pensar
de forma más rápida y más concreta como de forma abstracta como se menciona
en este artículo, Las personas con síndrome de Down suelen pensar de una forma
muy concreta, y es frecuente que no puedan pensar bien de forma abstracta.
Determine que el individuo con síndrome de Down puede llegar a realizar su
trabajo de manera ordenada y bien y suele ser un empleado ejemplar puesto que
su propia naturaleza concreta le ayuda a hacer las cosas bien de forma reiterada.
En cambio la dificultad para muchas de las personas con síndrome de Down se
presenta cuando estas le tienden o le produce un cambio en sus tareas, y cuando
tienen que echar mano de lo que han aprendido para aplicarlo a una nueva
situación. Se le dificulta al momento de realizar una tarea a la cual no está
acostumbrado eso fue lo que llegue a comprender de lo que significa el
pensamiento concreto en el individuo que presenta el síndrome de Down.

Lenguaje abstracto y lenguaje concreto

Este tipo de lenguajes en el síndrome de Down tienen su función de distintas


formas en las cuales yo he entendido de cómo cada una trabaja en personas que
tienen este problema si nos referimos a el lenguaje abstracto en forma general
este seria De esta manera se le llama al uso de la lengua que se hace para expresar
conceptos que envuelven una serie de ideas y significados que sólo pueden ser
entendidos cuando se examinan más profundamente los conceptos abstractos.
son aquellos que se refieren a elementos que no se pueden experimentar o sentir
sólo usando los cinco sentidos cuando usamos el lenguaje abstracto siempre nos
referimos a cosas intangibles que solamente pueden ser entendidas, no sentidas.
Cada quien puede tener ideas u opiniones diferentes acerca de los conceptos
abstractos.
Si es de lenguaje concreto por otra parte, se habla de lenguaje concreto cuando se
expresan conceptos que en la realidad pueden ser experimentados; es decir, que
puedan ser captados por medio de los sentidos. Normalmente cuando se hace uso
del lenguaje concreto no se suelen presentar problemas al momento de definir los
conceptos, porque los mismos tienen siempre la misma definición y no dependen
de qué entienda cada quien.
Habilidades para la generalización
La tendencia de las personas con síndrome de Down a tener sus puntos fuertes
en el pensamiento concreto y sus puntos débiles en el pensamiento abstracto,
también hace más difícil para ellas el poder recurrir a lo que se ha aprendido en
un marco determinado, y aplicarlo en otro distinto —esto es, generalizar las
habilidades. A menudo, esto constituye un problema cuando se trata del dinero o
de otros conocimientos matemáticos.

SOLILOQUIO
Esta entendí que es otra conducta que es muy notable es un fenómeno muy
común entre las personas con síndrome de Down. Parece ser que el soliloquio es
la principal causa en el que las personas tengan diagnósticos equivocados Si bien
es cierto que el soliloquio puede formar parte de los criterios diagnósticos
establecidos para los trastornos psicóticos, estos graves trastornos psiquiátricos
se caracterizan por delirios, alucinaciones, retraimiento de la realidad, paranoia,
estados emocionales inusuales, y alteración del proceso mental. Una conducta
similar, que resulta con frecuencia adecuada en relación con el desarrollo mental
del adulto con síndrome de Down en esta investigue y me dice que en muchos de
los casos se presentan en la utilización de los amigos imaginarios.

TENDENCIA A LA MONOTONÍA Y A LA REPETICIÓN


Otro aspecto que considero que es fascinante en este aspecto de lo que es la
monotonía y a la repetición es que las personas con síndrome de Down su
preferencia está ligada a la monotonía o la repetición, en personas normales la
multitud las llamarían la costumbre, pero la costumbre pienso que tiene muchas
ventajas como la de ayudar al individuo a mantener un orden en su vida, y a
optimizar la utilización de sus habilidades. Sin embargo, la falta de flexibilidad
puede dificultar el afrontamiento de la realidad cambiante e imprevisible de la
vida. Por otra parte, si los demás no comprenden esta tendencia, se
desencadenarán conflictos fácilmente, puesto que el tener que vérselas con una
aparente inflexibilidad puede resultar muy perturbador para las personas que
tienen menos “costumbre”.
NO PERDER DE VISTA EL CONTINUUM
En este caso lo que es normal o típico para las personas con síndrome de Down
ayuda a definir el continuum que va desde el comportamiento normal hasta el
anormal. Este entendimiento proporciona un punto de referencia para la
comprensión del comportamiento de los adolescentes y de los adultos con
síndrome de Down.
Las costumbres o rituales pueden resultar muy útiles, si las demás personas del
entorno reconocen esta tendencia y aceptan de buen grado esa conducta. Sin
embargo, si la tendencia obstaculiza el funcionamiento de la vida cotidiana bien
a causa del grado de la compulsión, o bien a causa de la incapacidad de los demás
para tolerar esta tendencia—, puede ser que se diagnostique un trastorno
obsesivo-compulsivo. Otro aspecto del continuum que es preciso comprender
consiste en que la ausencia total de un comportamiento particular no es
necesariamente más saludable que la presencia de esa conducta.
En otras palabras, el que “el exceso” de un comportamiento particular cumpla
con los criterios requeridos para diagnosticar un problema psicológico específico
(por ejemplo, un trastorno psicótico), no significa que el objetivo a alcanzar sea
necesariamente la ausencia absoluta de dicho comportamiento. Por poner un
caso, las familias y los cuidadores preguntan a menudo si debería suprimirse el
soliloquio.
Las personas con síndrome de Down utilizan con frecuencia el soliloquio como
un medio para dilucidar sus problemas. Por lo tanto, la supresión del soliloquio
podría obstaculizar, de hecho, el proceso de curación. En estas circunstancias, la
eliminación del soliloquio no sería saludable, ni formaría parte del objetivo
terapéutico que se pretende conseguir.
Si bien es importante considerar estas conductas “típicas” a la luz del continuum,
no lo es menos evitar caer en la trampa de “echar toda la culpa al síndrome de
Down”. Una conducta típica que se haya convertido en problemática no puede
seguir considerándose solamente como una “conducta típica del síndrome de
Down”.
Como opinión acerca de las personas con síndrome de Down y de lo que es normal
en ellas es que tienen diferentes características y conceptos en los cuales influyen
de forma muy interesante y en la cual se debe desarrollar y tratar cada una de
ellas pienso que la integración social para las personas que tienen el síndrome de
Down es importante el articulo habla de todos los aspectos y características pero
si lo vemos más general en el mundo esto debe ser considerado de forma normal
ya que todos somos iguales.
como cualquier otra persona, estos niños deben tener la oportunidad de aprender
y enriquecerse de lo que la sociedad y su entorno le ofrecen.
Uno de los objetivos que debe seguir la educación de los niños con síndrome de
Down
El colegio es el lugar donde se inicia más ampliamente la integración: allí estudian
con niños que no padecen el síndrome de Down, comparten las mismas aulas,
juegan juntos, participan de las mismas actividades extraescolares... es donde
aprenden a socializarse y a relacionarse.

Nuestro sistema educativo y, por tanto, los colegios deben crear y facilitar las
condiciones necesarias para que el niño pueda recibir la ayuda necesaria y tener
las mismas oportunidades que los demás niños.

El colegio tiene que estar preparado para atender a los niños que necesiten
atención especializada para poder cumplimentar sus estudios. En este sentido, no
nos estamos refiriendo sólo a las necesidades especiales de los niños con
síndrome de Down, sino a todos los niños que por cualquier motivo tienen
especiales dificultades para aprender. Estas necesidades pueden ser intelectuales,
déficit de atención, físicas, lingüísticas...

Los niños con síndrome de Down tienen los mismos sentimientos que cualquier
otro niño: cuando alguien se mete con ellos porque tienen un aspecto físico
diferente y se burlan, son conscientes de ello y se sienten heridos; desean ser
aceptados, sentirse como otro niño más y tener amigos; desean hacer todo lo que
hacen los demás niños, jugar, ir al colegio, ser invitado a los cumpleaños...

Lo que más anhelan es sentirse como los demás niños, ir al colegio y realizar las
mismas actividades que otros niños. Cuando forman parten de un grupo de
amigos, aprenden a decidir por sí solos y empiezan a separarse poco a poco de la
familia.

Pienso que eso debe ser lo más importante para vivir en una sociedad igualitaria
para cada uno a pesar de las discapacidades que puedan tener otras personas sea
cual sea su discapacidad tomos somos y seremos iguales siempre, ante todo.

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