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En un mundo diverso y plural la necesidad de

encontrar referencias comunes para la toma de


decisiones se transforma en algo
impostergable; en este sentido, el consenso
necesario se va construyendo con base en el
ordenamiento normativo que rige una
determinada sociedad.

En la búsqueda
del consenso
bioético
Extractos de instrumentos
morales y jurídicos útiles en
Bioética

Dr. José A., Santeliz G.

0
Normas morales

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), de 10 de
diciembre de 1948
Preámbulo
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos
los miembros de la familia humana,
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han
originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha
proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en
que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de
palabra y de la libertad de creencias,

1
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de
Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión
contra la tiranía y la opresión,
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las
naciones,
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en
los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y
en la igualdad de derechos de hombres y mujeres; y se han declarado resueltos a promover
el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la
libertad,
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación
con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y
libertades fundamentales del hombre, y
Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor
importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso,
La Asamblea General
Proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por
el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos
como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la
enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas
progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales
y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los
territorios colocados bajo su jurisdicción.

Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como
están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. *
Artículo 2
Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o
internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata
de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónoma
o sometida a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. *
Artículo 4
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos
están prohibidas en todas sus formas.
Artículo 5
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad
jurídica.
Artículo 7

2
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Artículo 8
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley.
Artículo 9
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Artículo 10
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y
con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus
derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal.
Artículo 11
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no
se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron
delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave
que la aplicable en el momento de la comisión del delito.
Artículo 12
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
Artículo 13
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio
de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su
país.
Artículo 14
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en
cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por
delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 15
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de
nacionalidad.
Artículo 16
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción
alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y
disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso
de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el
matrimonio.

3
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.
Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
Artículo 18
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este
derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de
manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en
privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye
el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y
opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Artículo 20
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por
medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones
públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se
expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por
sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice
la libertad del voto.
Artículo 22
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a
obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la
organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos,
sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Artículo 23
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones
equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que
le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será
completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus
intereses.
Artículo 24
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación
razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros
4
en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus
medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los
niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección
social.
Artículo 26
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en
lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será
obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los
estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse
a sus hijos.
Artículo 27
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad,
a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él
resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le
correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea
autora.
Artículo 28
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
Artículo 29
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede
desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará
solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el
reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las
justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad
democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en oposición a los
propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 30
Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho
alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o
realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades
proclamados en esta Declaración.

5
DECLARACION DE HELSINKI DE LA ASOCIACION MÉDICA MUNDIAL
Principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos

Adoptada por la 18ª Asamblea Médica Mundial, Helsinki, Finlandia, junio 1964 y
enmendada por la 29ª Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón, octubre 1975
35ª Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, octubre 1983
41ª Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, septiembre 1989
48ª Asamblea GeneralSomerset West, Sudáfrica, octubre 1996
52ª Asamblea General, Edimburgo, Escocia, octubre 2000
Nota de Clarificación del Párrafo 29, agregada por la Asamblea General de la AMM,
Washington 2002
Nota de Clarificación del Párrafo 30, agregada por la Asamblea General de la AMM,
Tokio 2004
59ª Asamblea General, Seúl, Corea, octubre 2008

A. INTRODUCCION
1. La Asociación Médica Mundial (AMM) ha promulgado la Declaración de Helsinki como
una propuesta de principios éticos para investigación médica en seres humanos, incluida la
6
investigación del material humano y de información identificables. La Declaración debe ser
considerada como un todo y un párrafo no debe ser aplicado sin considerar todos los otros
párrafos pertinentes.
2. Aunque la Declaración está destinada principalmente a los médicos, la AMM insta a
otros participantes en la investigación médica en seres humanos a adoptar estos principios.
3. El deber del médico es promover y velar por la salud de los pacientes, incluidos los que
participan en investigación médica. Los conocimientos y la conciencia del médico han de
subordinarse al cumplimiento de ese deber.
4. La Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial vincula al médico con la
fórmula "velar solícitamente y ante todo por la salud de mi paciente”, y el Código
Internacional de Ética Médica afirma que: "El médico debe considerar lo mejor para el
paciente cuando preste atención médica”.
5. El progreso de la medicina se basa en la investigación que, en último término, debe
incluir estudios en seres humanos. Las poblaciones que están subrepresentadas en la
investigación médica deben tener un acceso apropiado a la participación en la
investigación.
6. En investigación médica en seres humanos, el bienestar de la persona que participa en la
investigación debe tener siempre primacía sobre todos los otros intereses.
7. El propósito principal de la investigación médica en seres humanos es comprender las
causas, evolución y efectos de las enfermedades y mejorar las intervenciones preventivas,
diagnósticas y terapéuticas (métodos, procedimientos y tratamientos). Incluso, las mejores
intervenciones actuales deben ser evaluadas continuamente a través de la investigación para
que sean seguras, eficaces, efectivas, accesibles y de calidad.
8. En la práctica de la medicina y de la investigación médica, la mayoría de las
intervenciones implican algunos riesgos y costos.
9. La investigación médica está sujeta a normas éticas que sirven para promover el respeto
a todos los seres humanos y para proteger su salud y sus derechos individuales. Algunas
poblaciones sometidas a la investigación son particularmente vulnerables y necesitan
protección especial. Estas incluyen a los que no pueden otorgar o rechazar el
consentimiento por sí mismos y a los que pueden ser vulnerables a coerción o influencia
indebida.
10. Los médicos deben considerar las normas y estándares éticos, legales y jurídicos para la
investigación en seres humanos en sus propios países, al igual que las normas y estándares
internacionales vigentes. No se debe permitir que un requisito ético, legal o jurídico
nacional o internacional disminuya o elimine cualquiera medida de protección para las
personas que participan en la investigación establecida en esta Declaración.
B. PRINCIPIOS PARA TODA INVESTIGACION MÉDICA
11. En la investigación médica, es deber del médico proteger la vida, la salud, la dignidad,
la integridad, el derecho a la autodeterminación, la intimidad y la confidencialidad de la
información personal de las personas que participan en investigación.
12. La investigación médica en seres humanos debe conformarse con los principios
científicos generalmente aceptados y debe apoyarse en un profundo conocimiento de la
bibliografía científica, en otras fuentes de información pertinentes, así como en
experimentos de laboratorio correctamente realizados y en animales, cuando sea oportuno.
Se debe cuidar también del bienestar de los animales utilizados en los experimentos.
13. Al realizar una investigación médica, hay que prestar atención adecuada a los factores
que puedan dañar el medio ambiente.
7
14. El proyecto y el método de todo estudio en seres humanos debe describirse claramente
en un protocolo de investigación. Este debe hacer referencia siempre a las consideraciones
éticas que fueran del caso y debe indicar cómo se han considerado los principios
enunciados en esta Declaración. El protocolo debe incluir información sobre
financiamiento, patrocinadores, afiliaciones institucionales, otros posibles conflictos de
interés e incentivos para las personas del estudio y estipulaciones para tratar o compensar a
las personas que han sufrido daños como consecuencia de su participación en la
investigación. El protocolo debe describir los arreglos para el acceso después del ensayo a
intervenciones identificadas como beneficiosas en el estudio o el acceso a otra atención o
beneficios apropiados.
15. El protocolo de la investigación debe enviarse, para consideración, comentario, consejo
y aprobación, a un comité de ética de investigación antes de comenzar el estudio. Este
comité debe ser independiente del investigador, del patrocinador o de cualquier otro tipo de
influencia indebida. El comité debe considerar las leyes y reglamentos vigentes en el país
donde se realiza la investigación, como también las normas internacionales vigentes, pero
no se debe permitir que éstas disminuyan o eliminen ninguna de las protecciones para las
personas que participan en la investigación establecidas en esta Declaración. El comité
tiene el derecho de controlar los ensayos en curso. El investigador tiene la obligación de
proporcionar información del control al comité, en especial sobre todo incidente adverso
grave. No se debe hacer ningún cambio en el protocolo sin la consideración y aprobación
del comité.
16. La investigación médica en seres humanos debe ser llevada a cabo sólo por personas
con la formación y calificaciones científicas apropiadas. La investigación en pacientes o
voluntarios sanos necesita la supervisión de un médico u otro profesional de la salud
competente y calificado apropiadamente. La responsabilidad de la protección de las
personas que toman parte en la investigación debe recaer siempre en un médico u otro
profesional de la salud y nunca en los participantes en la investigación, aunque hayan
otorgado su consentimiento.
17. La investigación médica en una población o comunidad con desventajas o vulnerable
sólo se justifica si la investigación responde a las necesidades y prioridades de salud de esta
población o comunidad y si existen posibilidades razonables de que la población o
comunidad, sobre la que la investigación se realiza, podrá beneficiarse de sus resultados.
18. Todo proyecto de investigación médica en seres humanos debe ser precedido de una
cuidadosa comparación de los riesgos y los costos para las personas y las comunidades que
participan en la investigación, en comparación con los beneficios previsibles para ellos y
para otras personas o comunidades afectadas por la enfermedad que se investiga.
19. Todo ensayo clínico debe ser inscrito en una base de datos disponible al público antes
de aceptar a la primera persona.
20. Los médicos no deben participar en estudios de investigación en seres humanos a
menos de que estén seguros de que los riesgos inherentes han sido adecuadamente
evaluados y de que es posible hacerles frente de manera satisfactoria. Deben suspender
inmediatamente el experimento en marcha si observan que los riesgos que implican son
más importantes que los beneficios esperados o si existen pruebas concluyentes de
resultados positivos o beneficiosos.
21. La investigación médica en seres humanos sólo debe realizarse cuando la importancia
de su objetivo es mayor que el riesgo inherente y los costos para la persona que participa en
la investigación.
8
22. La participación de personas competentes en la investigación médica debe ser
voluntaria. Aunque puede ser apropiado consultar a familiares o líderes de la comunidad,
ninguna persona competente debe ser incluida en un estudio, a menos que ella acepte
libremente.
23. Deben tomarse toda clase de precauciones para resguardar la intimidad de la persona
que participa en la investigación y la confidencialidad de su información personal y para
reducir al mínimo las consecuencias de la investigación sobre su integridad física, mental y
social.
24. En la investigación médica en seres humanos competentes, cada individuo potencial
debe recibir información adecuada acerca de los objetivos, métodos, fuentes de
financiamiento, posible conflictos de intereses, afiliaciones institucionales del investigador,
beneficios calculados, riesgos previsibles e incomodidades derivadas del experimento y
todo otro aspecto pertinente de la investigación. La persona potencial debe ser informada
del derecho de participar o no en la investigación y de retirar su consentimiento en
cualquier momento, sin exponerse a represalias. Se debe prestar especial atención a las
necesidades específicas de información de cada individuo potencial, como también a los
métodos utilizados para entregar la información. Después de asegurarse de que el individuo
ha comprendido la información, el médico u otra persona calificada apropiadamente debe
pedir entonces, preferiblemente por escrito, el consentimiento informado y voluntario de la
persona. Si el consentimiento no se puede otorgar por escrito, el proceso para lograrlo debe
ser documentado y atestiguado formalmente.
25. Para la investigación médica en que se utilice material o datos humanos identificables,
el médico debe pedir normalmente el consentimiento para la recolección, análisis,
almacenamiento y reutilización. Podrá haber situaciones en las que será imposible o
impracticable obtener el consentimiento para dicha investigación o podría ser una amenaza
para su validez. En esta situación, la investigación sólo puede ser realizada después de ser
considerada y aprobada por un comité de ética de investigación.
26. Al pedir el consentimiento informado para la participación en la investigación, el
médico debe poner especial cuidado cuando el individuo potencial está vinculado con él
por una relación de dependencia o si consiente bajo presión. En una situación así, el
consentimiento informado debe ser pedido por una persona calificada adecuadamente y que
nada tenga que ver con aquella relación.
27. Cuando el individuo potencial sea incapaz, el médico debe pedir el consentimiento
informado del representante legal. Estas personas no deben ser incluidas en la investigación
que no tenga posibilidades de beneficio para ellas, a menos que ésta tenga como objetivo
promover la salud de la población representada por el individuo potencial y esta
investigación no puede realizarse en personas competentes y la investigación implica sólo
un riesgo y costo mínimos.
28. Si un individuo potencial que participa en la investigación considerado incompetente es
capaz de dar su asentimiento a participar o no en la investigación, el médico debe pedirlo,
además del consentimiento del representante legal. El desacuerdo del individuo potencial
debe ser respetado.
29. La investigación en individuos que no son capaces física o mentalmente de otorgar
consentimiento, por ejemplo los pacientes inconscientes, se puede realizar sólo si la
condición física/mental que impide otorgar el consentimiento informado es una
característica necesaria de la población investigada. En estas circunstancias, el médico debe
pedir el consentimiento informado al representante legal. Si dicho representante no está
9
disponible y si no se puede retrasar la investigación, el estudio puede llevarse a cabo sin
consentimiento informado, siempre que las razones específicas para incluir a individuos
con una enfermedad que no les permite otorgar consentimiento informado hayan sido
estipuladas en el protocolo de la investigación y el estudio haya sido aprobado por un
comité de ética de investigación. El consentimiento para mantenerse en la investigación
debe obtenerse a la brevedad posible del individuo o de un representante legal.
30. Los autores, directores y editores todos tienen obligaciones éticas con respecto a la
publicación de los resultados de su investigación. Los autores tienen el deber de tener a la
disposición del público los resultados de su investigación en seres humanos y son
responsables de la integridad y exactitud de sus informes. Deben aceptar las normas éticas
de entrega de información. Se deben publicar tanto los resultados negativos e inconclusos
como los positivos o de lo contrario deben estar a la disposición del público. En la
publicación se debe citar la fuente de financiamiento, afiliaciones institucionales y
conflictos de intereses. Los informes sobre investigaciones que no se ciñan a los principios
descritos en esta Declaración no deben ser aceptados para su publicación.
C. PRINCIPIOS APLICABLES CUANDO LA INVESTIGACION MEDICA SE
COMBINA CON LA ATENCION MEDICA
31. El médico puede combinar la investigación médica con la atención médica, sólo en la
medida en que tal investigación acredite un justificado valor potencial preventivo,
diagnóstico o terapéutico y si el médico tiene buenas razones para creer que la participación
en el estudio no afectará de manera adversa la salud de los pacientes que toman parte en la
investigación.
32. Los posibles beneficios, riesgos, costos y eficacia de toda intervención nueva deben ser
evaluados mediante su comparación con la mejor intervención probada existente, excepto
en las siguientes circunstancias:
- El uso de un placebo, o ningún tratamiento, es aceptable en estudios para los que no hay
una intervención probada existente.
- Cuando por razones metodológicas, científicas y apremiantes, el uso de un placebo es
necesario para determinar la eficacia y la seguridad de una intervención que no implique un
riesgo, efectos adversos graves o daño irreversible para los pacientes que reciben el placebo
o ningún tratamiento. Se debe tener muchísimo cuidado para evitar abusar de esta opción.
33. Al final de la investigación, todos los pacientes que participan en el estudio tienen
derecho a ser informados sobre sus resultados y compartir cualquier beneficio, por ejemplo,
acceso a intervenciones identificadas como beneficiosas en el estudio o a otra atención
apropiada o beneficios.
34. El médico debe informar cabalmente al paciente los aspectos de la atención que tienen
relación con la investigación. La negativa del paciente a participar en una investigación o
su decisión de retirarse nunca debe perturbar la relación médico-paciente.
35. Cuando en la atención de un enfermo las intervenciones probadas han resultado
ineficaces o no existen, el médico, después de pedir consejo de experto, con el
consentimiento informado del paciente o de un representante legal autorizado, puede
permitirse usar intervenciones no comprobadas, si, a su juicio, ello da alguna esperanza de
salvar la vida, restituir la salud o aliviar el sufrimiento. Siempre que sea posible, tales
intervenciones deben ser investigadas a fin de evaluar su seguridad y eficacia. En todos los
casos, esa información nueva debe ser registrada y, cuando sea oportuno, puesta a
disposición del público.

10
DECLARACIÓN UNIVERSAL SOBRE EL GENOMA HUMANO Y LOS
DERECHOS HUMANOS
UNESCO, noviembre 11 de 1997

La Conferencia General,
Recordando, que en el Preámbulo de la Constitución de la UNESCO se invocan “los
principios democráticos de la dignidad, la igualdad y el respeto mutuo de los hombres” y se
impugna “el dogma de la desigualdad de los hombres y de las razas”, se indica “que la
amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la
paz son indispensables a la dignidad del hombre y constituyen un deber sagrado que todas
las naciones han de cumplir con un espíritu de responsabilidad y de ayuda mutua”, se
proclama que “esa paz debe basarse en la solidaridad intelectual y moral de la humanidad”
y se declara que la Organización se propone alcanzar “mediante la cooperación de las
naciones del mundo en las esferas de la educación, de la ciencia y de la cultura, los
objetivos de paz internacional y de bienestar general de la humanidad, para el logro de los
cuales se han establecido las Naciones Unidas, como proclama su Carta”,
Recordando solemnemente, su adhesión a los principios universales de los derechos
humanos afirmados, en particular, en la Declaración Universal de Derechos Humanos del
10 de diciembre de 1948 y los dos Pactos Internacionales de las Naciones Unidas de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales y de Derechos Civiles y Políticos del 16 de
diciembre de 1966, la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio del 9 de diciembre de 1948, la Convención Internacional de las
Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial del 21
de diciembre de 1965, la Declaración de las Naciones Unidas de los Derechos del
Retrasado Mental del 20 de diciembre de 1971, la Declaración de las Naciones Unidas de
los Derechos de los Impedidos del 9 de diciembre de 1975, la Convención de las Naciones
11
Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer del 18
de diciembre de 1979, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Principios
Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder del 29 de
noviembre de 1985, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño del
20 de noviembre de 1989, las Normas Uniformes de las Naciones Unidas sobre la Igualdad
de Oportunidades para las Personas con Discapacidad del 20 de diciembre de 1993, la
Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de
armas bacteriológicas (biológicas) y toxínicas y sobre su destrucción del 16 de diciembre
de 1971, la Convención de la UNESCO relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en
la Esfera de la Enseñanza del 14 de diciembre de 1960, la Declaración de Principios de la
Cooperación Cultural Internacional de la UNESCO del 4 de noviembre de 1966, la
Recomendación de la UNESCO relativa a la situación de los investigadores científicos del
20 de noviembre de 1974, la Declaración de la UNESCO sobre la Raza y los Prejuicios
Raciales del 27 de noviembre de 1978, el Convenio de la OIT (Nº 111) relativo a la
discriminación en materia de empleo y ocupación del 25 de junio de 1958 y el Convenio de
la OIT (Nº 169) sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes del 27 de junio
de 1989,
Teniendo presentes, , y sin perjuicio de lo que dispongan, los instrumentos internacionales
que pueden concernir a las aplicaciones de la genética en la esfera de la propiedad
intelectual, en particular la Convención de Berna para la Protección de las Obras Literarias
y Artísticas del 9 de septiembre de 1886 y la Convención Universal de la UNESCO sobre
Derecho de Autor del 6 de septiembre de 1952, revisadas por última vez en París el 24 de
julio de 1971, el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial del 20 de
marzo de 1883, revisado por última vez en Estocolmo el 14 de julio de 1967, el Tratado de
Budapest de la OMPI sobre el Reconocimiento Internacional del Depósito de
Microorganismos a los fines del Procedimiento en materia de Patentes del 28 de abril de
1977, el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados
con el Comercio (ADPIC) anexado al Acuerdo por el que se establece la Organización
Mundial del Comercio que entró en vigor el 1º de enero de 1995, Teniendo presente
también el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica del 5 de junio
de 1992 y destacando a este respecto que el reconocimiento de la diversidad genética de la
humanidad no debe dar lugar a ninguna interpretación de tipo social o político que
cuestione “la dignidad intrínseca y (...) los derechos iguales e inalienables de todos los
miembros de la familia humana”, de conformidad con el Preámbulo de la Declaración
Universal de Derechos Humanos,
Recordando, sus Resoluciones 22 C/13.1, 23 C/13.1, 24 C/13.1, 25 C/5.2, 25 C/7.3. 27
C/5.15, 28 C/0.12, 28 C/2.1 y 28 C/2.2 en las cuales se instaba a la UNESCO a promover y
desarrollar la reflexión ética y las actividades conexas en lo referente a las consecuencias de
los progresos científicos y técnicos en el campo de la biología y la genética, respetando los
derechos y las libertades fundamentales del ser humano,
Reconociendo, que las investigaciones sobre el genoma humano y sus aplicaciones abren
inmensas perspectivas de mejoramiento de la salud de los individuos y de toda la
humanidad, pero destacando que deben al mismo tiempo respetar plenamente la dignidad,
la libertad y los derechos de la persona humana, así como la prohibición de toda forma de
discriminación fundada en las características genéticas,
Proclama los principios siguientes y aprueba la presente Declaración:
A. La dignidad humana y el genoma humano
12
Artículo 1
El genoma humano es la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia
humana y del reconocimiento de su dignidad intrínseca y su diversidad. En sentido
simbólico, el genoma humano es el patrimonio de la humanidad.
Artículo 2
(a) Cada individuo tiene derecho al respeto de su dignidad y derechos, cualesquiera que
sean sus características genéticas.
(b) Esta dignidad impone que no se reduzca a los individuos a sus características genéticas
y que se respete el carácter único de cada uno y su diversidad.
Artículo 3
El genoma humano, por naturaleza evolutivo, está sometido a mutaciones. Entraña
posibilidades que se expresan de distintos modos en función del entorno natural y social de
cada persona, que comprende su estado de salud individual, sus condiciones de vida, su
alimentación y su educación.
Artículo 4
El genoma humano en su estado natural no puede dar lugar a beneficios pecuniarios.
B. Derechos de las personas interesadas
Artículo 5
(a) Una investigación, un tratamiento o un diagnóstico en relación con el genoma de un
individuo, sólo podrá efectuarse previa evaluación rigurosa de los riesgos y las ventajas que
entrañe y de conformidad con cualquier otra exigencia de la legislación nacional.
(b) En todos los casos, se recabará el consentimiento previo, libre e informado de la
persona interesada. Si ésta no está en condiciones de manifestarlo, el consentimiento o
autorización habrán de obtenerse de conformidad con lo que estipule la ley, teniendo en
cuenta el interés superior del interesado.
(c) Se debe respetar el derecho de toda persona a decidir que se le informe o no de los
resultados de un examen genético y de sus consecuencias.
(d) En el caso de la investigación, los protocolos de investigaciones deberán someterse,
además, a una evaluación previa, de conformidad con las normas o directrices nacionales e
internacionales aplicables en la materia.
(e) Si en conformidad con la ley una persona no estuviese en condiciones de expresar su
consentimiento, sólo se podrá efectuar una investigación sobre su genoma a condición de
que represente un beneficio directo para su salud, y a reserva de las autorizaciones y
medidas de protección estipuladas por la ley. Una investigación que no represente un
beneficio directo previsible para la salud sólo podrá efectuarse a título excepcional, con la
mayor prudencia y procurando no exponer al interesado sino a un riesgo y una coerción
mínimos, y si la investigación está encaminada a redundar en beneficio de la salud de otras
personas pertenecientes al mismo grupo de edad o que se encuentren en las mismas
condiciones genéticas, a reserva de que dicha investigación se efectúe en las condiciones
previstas por la ley y sea compatible con la protección de los derechos humanos
individuales.
Artículo 6
Nadie podrá ser objeto de discriminaciones fundadas en sus características genéticas, cuyo
objeto o efecto sería atentar contra sus derechos humanos y libertades fundamentales y el
reconocimiento de su dignidad.
Artículo 7

13
Se deberá proteger en las condiciones estipuladas por la ley la confidencialidad de los datos
genéticos asociados con una persona identificable, conservados o tratados con fines de
investigación o cualquier otra finalidad.
Artículo 8
Toda persona tendrá derecho, de conformidad con el derecho internacional y el derecho
nacional, a una reparación equitativa de un daño del que pueda haber sido víctima, cuya
causa directa y determinante pueda haber sido una intervención en su genoma.
Artículo 9
Para proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales, sólo la legislación
podrá limitar los principios de consentimiento y confidencialidad, de haber razones
imperiosas para ello, y a reserva del estricto respeto del derecho internacional público y del
derecho internacional relativo a los derechos humanos.
C. Investigaciones sobre el genoma humano
Artículo 10
Ninguna investigación relativa al genoma humano ni ninguna de sus aplicaciones, en
particular en las esferas de la biología, la genética y la medicina, podrá prevalecer sobre el
respeto de los derechos humanos, de las libertades fundamentales y de la dignidad humana
de los individuos o, si procede, de grupos de individuos.
Artículo 11
No deben permitirse las prácticas que sean contrarias a la dignidad humana, como la
clonación con fines de reproducción de seres humanos. Se invita a los Estados y a las
organizaciones internacionales competentes a que cooperen para identificar estas prácticas
y a que adopten en el plano nacional o internacional las medidas que corresponda, para
asegurarse de que se respetan los principios enunciados en la presente Declaración.
Artículo 12
(a) Toda persona debe tener acceso a los progresos de la biología, la genética y la medicina
en materia de genoma humano, respetándose su dignidad y derechos.
(b) La libertad de investigación, que es necesaria para el progreso del saber, procede de la
libertad de pensamiento. Las aplicaciones de la investigación sobre el genoma humano,
sobre todo en el campo de la biología, la genética y la medicina, deben orientarse a aliviar
el sufrimiento y mejorar la salud del individuo y de toda la humanidad.
D. Condiciones de ejercicio de la actividad científica
Artículo 13
Las consecuencias éticas y sociales de las investigaciones sobre el genoma humano
imponen a los investigadores responsabilidades especiales de rigor, prudencia, probidad
intelectual e integridad, tanto en la realización de sus investigaciones como en la
presentación y utilización de los resultados de éstas. Los responsables de la formulación de
políticas científicas públicas y privadas tienen también responsabilidades especiales al
respecto.
Artículo 14
Los Estados tomarán las medidas apropiadas para favorecer las condiciones intelectuales y
materiales propicias para el libre ejercicio de las actividades de investigación sobre el
genoma humano y para tener en cuenta las consecuencias éticas, legales, sociales y
económicas de dicha investigación, basándose en los principios establecidos en la presente
Declaración.
Artículo 15

14
Los Estados tomarán las medidas apropiadas para fijar el marco del libre ejercicio de las
actividades de investigación sobre el genoma humano respetando los principios
establecidos en la presente Declaración, a fin de garantizar el respeto de los derechos
humanos, las libertades fundamentales y la dignidad humana y proteger la salud pública.
Velarán por que los resultados de esas investigaciones no puedan utilizarse con fines no
pacíficos.
Artículo 16
Los Estados reconocerán el interés de promover, en los distintos niveles apropiados, la
creación de comités de ética independientes, pluridisciplinarios y pluralistas, encargados de
apreciar las cuestiones éticas, jurídicas y sociales planteadas por las investigaciones sobre
el genoma humano y sus aplicaciones.
E. Solidaridad y cooperación internacional
Artículo 17
Los Estados deberán respetar y promover la práctica de la solidaridad para con los
individuos, familias o poblaciones particularmente expuestos a las enfermedades o
discapacidades de índole genética o afectados por éstas. Deberían fomentar, entre otras
cosas, las investigaciones encaminadas a identificar, prevenir y tratar las enfermedades
genéticas o aquellas en las que interviene la genética, sobre todo las enfermedades raras y
las enfermedades endémicas que afectan a una parte considerable de la población mundial.
Artículo 18
Los Estados deberán hacer todo lo posible, teniendo debidamente en cuenta los principios
establecidos en la presente Declaración, para seguir fomentando la difusión internacional de
los conocimientos científicos sobre el genoma humano, la diversidad humana y la
investigación genética, y a este respecto favorecerán la cooperación científica y cultural, en
particular entre países industrializados y países en desarrollo.
Artículo 19
(a) En el marco de la cooperación internacional con los países en desarrollo, los Estados
deberán esforzarse por fomentar medidas destinadas a:
(i) evaluar los riesgos y ventajas de la investigación sobre el genoma humano y prevenir los
abusos;
(ii) desarrollar y fortalecer la capacidad de los países en desarrollo para realizar
investigaciones sobre biología y genética humanas, tomando en consideración sus
problemas específicos;
(iii) permitir a los países en desarrollo sacar provecho de los resultados de las
investigaciones científicas y tecnológicas a fin de que su utilización en pro del progreso
económico y social pueda redundar en beneficio de todos;
(iv) fomentar el libre intercambio de conocimientos e información científicos en los campos
de la biología, la genética y la medicina.
(b) Las organizaciones internacionales competentes deben apoyar y promover las
iniciativas que tomen los Estados con los fines enumerados más arriba.
F. Fomento de los principios de la Declaración
Artículo 20
Los Estados tomarán las medidas adecuadas para fomentar los principios establecidos en la
Declaración, a través de la educación y otros medios pertinentes, y en particular, entre otras
cosas, la investigación y formación en campos interdisciplinarios y el fomento de la
educación en materia de bioética, en todos los niveles, particularmente para los
responsables de las políticas científicas.
15
Artículo 21
Los Estados tomarán las medidas adecuadas para fomentar otras formas de investigación,
formación y difusión de la información que permitan a la sociedad y a cada uno de sus
miembros cobrar mayor conciencia de sus responsabilidades ante las cuestiones
fundamentales relacionadas con la defensa de la dignidad humana que puedan plantear la
investigación en biología, genética y medicina y las correspondientes aplicaciones. Se
deberían comprometer, además, a favorecer al respecto un debate abierto en el plano
internacional que garantice la libre expresión de las distintas corrientes de pensamiento
socioculturales, religiosas y filosóficas.
G. Aplicación de la Declaración
Artículo 22
Los Estados intentarán garantizar el respeto de los principios enunciados en la presente
Declaración y facilitar su aplicación por cuantas medidas resulten apropiadas.
Artículo 23
Los Estados tomarán las medidas adecuadas para fomentar mediante la educación, la
formación y la información, el respeto de los principios antes enunciados y favorecer su
reconocimiento y su aplicación efectiva. Los Estados deberán fomentar también los
intercambios y las redes entre comités de ética independientes, según se establezcan, para
favorecer su plena colaboración.
Artículo 24
El Comité Internacional de Bioética de la UNESCO contribuirá a difundir los principios
enunciados en la presente Declaración y a profundizar el examen de las cuestiones
planteadas por su aplicación y por la evolución de las tecnologías en cuestión. Deberá
organizar consultas apropiadas con las partes interesadas, como por ejemplo los grupos
vulnerables. Presentará, de conformidad con los procedimientos reglamentarios de la
UNESCO, recomendaciones a la Conferencia General y prestará asesoramiento en lo
referente al seguimiento de la presente Declaración, en particular por lo que se refiere a la
identificación de prácticas que pueden ir en contra de la dignidad humana, como las
intervenciones en la línea germinal.
Artículo 25
Ninguna disposición de la presente Declaración podrá interpretarse como si confiriera a un
Estado, un grupo o un individuo, un derecho cualquiera a ejercer una actividad o a realizar
un acto que vaya en contra de los derechos humanos y las libertades fundamentales, y en
particular los principios establecidos en la presente Declaración.

16
DECLARACIÓN BIOÉTICA DE GIJÓN

Al final del Congreso Mundial de Bioética (Gijón, España, 20-24 Junio), el Comité
Científico de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), insiste en que la ciencia y la
tecnología deben tomar en consideración el interés general.
Considerando
- la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la Asamblea General
de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948,
- la Declaración Universal de la UNESCO sobre el Genoma Humano y los Derechos del
Hombre del 11 de noviembre de 1997,
- la Convención de Asturias de los Derechos Humanos y la Biomedicina del Consejo de
Europa del 4 de abril de 1997.
Conscientes de los rápidos progresos de la biología y la medicina, de la imperiosa
necesidad de asegurar el respeto de los derechos humanos y del peligro que las
desviaciones de estos progresos podrían significar para los derechos humanos.
Afirmando que corresponde a la bioética aclarar la opinión sobre las consecuencias de todo
tipo de los avances científicos y técnicos,
El COMITE CIENTIFICO hace las siguientes observaciones y recomendaciones:
1. Las biociencias y sus tecnologías deben servir al bienestar de la Humanidad, al desarrollo
sostenible de todos los países, a la paz mundial y a la protección y conservación de la
naturaleza. Ello implica que los países desarrollados deben compartir los beneficios de las
biociencias y de sus tecnologías con los habitantes de las zonas menos favorecidas del
planeta y servir al bienestar de cada ser humano.
2. Una importante tarea de la Bioética, que constituye una actividad pluridisciplinar, es
armonizar el uso de las ciencias biomédicas y sus tecnologías con los derechos humanos, en
relación con los valores y principios éticos proclamados en las Declaraciones y la
Convención antes mencionadas, en cuanto que constituyen un importante primer paso para
la protección del ser humano.
3. La enseñanza de la Bioética debería incorporarse al sistema educativo y ser objeto de
textos comprensibles y rigurosos.
4. Todos los miembros de la sociedad han de recibir una información, adecuada y accesible
sobre la utilización de los avances científicos, las biotecnologías y sus productos.
17
5. Se debe propiciar y estimular el debate especializado y público a fin de orientar las
opiniones, las actitudes y las propuestas. El debate implicará de manera interactiva a los
expertos de las distintas disciplinas y a los ciudadanos de diversos ámbitos, así como a los
profesionales de los medios de comunicación.
6. Debe garantizarse el ejercicio de la autonomía de la persona, así como fomentarse los
principios y solidaridad. Asimismo debe respetarse la identidad y especificidad del ser
humano.
7. Todos tienen derecho a la mejor asistencia médica posible. El paciente y su médico
deben establecer conjuntamente el marco del tratamiento. El paciente deberá expresar su
consentimiento libre después de haber sido informado de forma adecuada.
8. El genoma humano es patrimonio de la Humanidad, y como tal no es patentable.
9. Una finalidad fundamental de las técnicas de reproducción asistida es el tratamiento
médico de los efectos de la esterilidad humana y facilitar la procreación si otras terapéuticas
se han descartado por inadecuadas o ineficaces. Estas técnicas podrán utilizarse también
para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de origen hereditario, así como en la
investigación autorizada.
10. La creación de individuos humanos genéticamente idénticos por clonación de
prohibirse. La utilización de células troncales con fines terapéuticos debe permitirse
siempre que la obtención de esas células no implique la destrucción de embriones.
11. La investigación y experimentación en seres humanos deben ser realizadas
armonizando la libertad de la ciencia y el respeto de la dignidad humana, previa aprobación
por parte de comités éticos independientes. Los sujetos de los ensayos deberán otorgar su
consentimiento libre y plenamente informado.
12. Los productos alimenticios genéticamente transformados deben comportar la prueba, de
acuerdo con el conocimiento científico del momento, de que no son perjudiciales para la
salud humana y la naturaleza, y se elaborarán y ofertarán en el mercado con los requisitos
previos de información, precaución, seguridad y calidad. Las biotecnologías deben
inspirarse en el principio de precaución.
13. Debe prohibirse el comercio de órganos humanos. Debe continuarse la investigación
sobre los xenotrasplantes antes de que se inicien ensayos clínicos con humanos.
14. El debate ético sobre el final de la vida debe proseguir, con el fin de profundizar en el
análisis de las diferentes concepciones éticas y culturales en este ámbito y de analizar las
vías para su armonización
15. A fin de promover el lenguaje universal para la Bioética, deberá hacerse un esfuerzo por
armonizar y unificar los conceptos que tienen actualmente terminologías diferentes. El
acuerdo en este ámbito se hace indispensable desde respeto a las identidades
socioculturales.

En Gijón (España), 24 de junio de 2000

18
DECLARACIÓN UNIVERSAL SOBRE BIOÉTICA Y DERECHOS HUMANOS
Adoptada por aclamación en la 33ª Asamblea General de la UNESCO, realizada el 19 de
octubre de 2005
La Conferencia General,
Consciente de la excepcional capacidad que posee el ser humano para reflexionar sobre su
propia existencia y su entorno, así como para percibir la injusticia, evitar el peligro, asumir
responsabilidades, buscar la cooperación y dar muestras de un sentido moral que dé
expresión a principios éticos,
Teniendo en cuenta los rápidos adelantos de la ciencia y la tecnología, que afectan cada vez
más a nuestra concepción de la vida y a la vida propiamente dicha, y que han traído consigo
una fuerte demanda para que se dé una respuesta universal a los problemas éticos que
plantean esos adelantos,
Reconociendo que los problemas éticos suscitados por los rápidos adelantos de la ciencia y
de sus aplicaciones tecnológicas deben examinarse teniendo en cuenta no sólo el respeto
debido a la dignidad de la persona humana, sino también el respeto universal y la
observancia de los derechos humanos y las libertades fundamentales,
Resolviendo que es necesario y conveniente que la comunidad internacional establezca
principios universales que sirvan de fundamento para una respuesta de la humanidad a los
dilemas y controversias cada vez numerosos que la ciencia y la tecnología plantean a la
especie humana y al medio ambiente,
Recordando la Declaración Universal de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948,
la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos aprobada por
la Conferencia General de la UNESCO el 11 de noviembre de 1997 y la Declaración
Internacional sobre los Datos Genéticos Humanos aprobada por la Conferencia General de
la UNESCO el 16 de octubre de 2003,
Tomando nota del Pacto International de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos adoptados el 16 de diciembre de 1966,
la Convención Internacional de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial del 21 de diciembre de 1965, la Convención de las
Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
del 18 de diciembre de 1979, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del
Niño del 20 de noviembre de 1989, el Convenio de las Naciones Unidas sobre la
Diversidad Biológica del 5 de junio de 1992, las Normas uniformes de las Naciones Unidas
sobre la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad aprobadas por la
19
Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, la Recomendación de la UNESCO
relativa a la situación de los investigadores científicos del 20 de noviembre de 1974, la
Declaración de la UNESCO sobre la Raza y los Prejuicios Raciales del 27 de noviembre de
1978, la Declaración de la UNESCO sobre las Responsabilidades de las Generaciones
Actuales para con las Generaciones Futuras del 12 de noviembre de 1997, la Declaración
Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural del 2 de noviembre de 2001, el
Convenio de la OIT (Nº 169) sobre pueblos indígenas.
Tomando nota asimismo de los instrumentos internacionales y regionales relativos a la
bioética, comprendida la Convención para la protección de los derechos humanos y la
dignidad del ser humano con respecto a la aplicación de la medicina y la biología –
Convención sobre los derechos humanos y la biomedicina del Consejo de Europa, aprobada
en 1997 y vigente desde 1999, junto con sus protocolos adicionales, así como las
legislaciones y reglamentaciones nacionales en materia de bioética, los códigos de
conducta, directrices y otros textos internacionales y regionales sobre bioética, como la
Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial relativa a los trabajos de
investigación biomédica con sujetos humanos, aprobada en 1964 y enmendada
sucesivamente en 1975, 1983, 1989, 1996 y 2000, y las Guías éticas internacionales para
investigación biomédica que involucra a seres humanos del Consejo de Organizaciones
Internacionales de Ciencias Médicas, aprobadas en 1982 y enmendadas en 1993 y 2002,
Reconociendo que esta Declaración se habrá de entender de modo compatible con el
derecho internacional y las legislaciones nacionales de conformidad con el derecho relativo
a los derechos humanos,
Recordando la Constitución de la UNESCO aprobada el 16 de noviembre de 1945,
Considerando que la UNESCO ha de desempeñar un papel en la definición de principios
universales basados en valores éticos comunes que orienten los adelantos científicos y el
desarrollo tecnológico y la transformación social, a fin de determinar los desafíos que
surgen en el ámbito de la ciencia y la tecnología teniendo en cuenta la responsabilidad de
las generaciones actuales para con las generaciones venideras, y que las cuestiones de
bioética, que forzosamente tienen una dimensión internacional, se deben tratar como un
todo, basándose en los principios ya establecidos en la Declaración Universal sobre el
Genoma Humano y los Derechos Humanos y la Declaración Internacional sobre los Datos
Genéticos Humanos, y teniendo en cuenta no sólo el contexto científico actual, sino
también su evolución futura,
Consciente de que los seres humanos forman parte integrante de la biosfera y de que
desempeñan un importante papel en la protección del prójimo y de otras formas de vida, en
particular los animales,
Reconociendo que, gracias a la libertad de la ciencia y la investigación, los adelantos
científicos y tecnológicos han reportado, y pueden reportar, grandes beneficios a la especie
humana, por ejemplo aumentando la esperanza de vida y mejorando la calidad de vida, y
destacando que esos adelantos deben procurar siempre promover el bienestar de cada
individuo, familia, grupo o comunidad y de la especie humana en su conjunto, en el
reconocimiento de la dignidad de la persona humana y en el respeto universal y la
observancia de los derechos humanos y las libertades fundamentales,
Reconociendo que la salud no depende únicamente de los progresos de la investigación
científica y tecnológica sino también de factores psicosociales y culturales,

20
Reconociendo asimismo que las decisiones relativas a las cuestiones éticas relacionadas con
la medicina, las ciencias de la vida y las tecnologías conexas pueden tener repercusiones en
los individuos, familias, grupos o comunidades y en la especie humana en su conjunto,
Teniendo presente que la diversidad cultural, fuente de intercambios, innovación y
creatividad, es necesaria para la especie humana y, en este sentido, constituye un
patrimonio común de la humanidad, pero destacando a la vez que no se debe invocar a
expensas de los derechos humanos y las libertades fundamentales,
Teniendo presente también que la identidad de una persona comprende dimensiones
biológicas, psicológicas, sociales, culturales y espirituales,
Reconociendo que la conducta científica y tecnológica poco ética ha tenido repercusiones
especiales en las comunidades indígenas y locales,
Convencida de que la sensibilidad moral y la reflexión ética deberían ser parte integrante
del proceso de desarrollo científico y tecnológico y de que la bioética debería desempeñar
un papel predominante en las decisiones que han de tomarse ante los problemas que suscita
ese desarrollo,
Considerando que es conveniente elaborar nuevos enfoques de la responsabilidad social
para garantizar que el progreso de la ciencia y la tecnología contribuye a la justicia y la
equidad y sirve el interés de la humanidad,
Reconociendo que una manera importante de evaluar las realidades sociales y lograr la
equidad es prestando atención a la situación de la mujer,
Destacando la necesidad de reforzar la cooperación internacional en el ámbito de la
bioética, teniendo en cuenta en particular las necesidades específicas de los países en
desarrollo, las comunidades indígenas y las poblaciones vulnerables,
Considerando que todos los seres humanos, sin distinción alguna, deberían disfrutar de las
mismas normas éticas elevadas en la investigación relativa a la medicina y las ciencias de la
vida,
Proclama los siguientes principios y aprueba la presente Declaración.

Disposiciones generales
Artículo 1 Alcance
1. La Declaración trata de las cuestiones éticas relacionadas con la medicina, las ciencias de
la vida y las tecnologías conexas aplicadas a los seres humanos, teniendo en cuenta sus
dimensiones sociales, jurídicas y ambientales.
2. La Declaración va dirigida a los Estados. Imparte también orientación, cuando procede,
para las decisiones o prácticas de individuos, grupos, comunidades, instituciones y
empresas, públicas y privadas.
Artículo 2 Objetivos
Los objetivos de la presente Declaración son:
a) proporcionar un marco universal de principios y procedimientos que sirvan de guía a los
Estados en la formulación de legislaciones, políticas u otros instrumentos en el ámbito de la
bioética;
b) orientar la acción de individuos, grupos, comunidades, instituciones y empresas, públicas
y privadas;
c) promover el respeto de la dignidad humana y proteger los derechos humanos, velando
por el respeto de la vida de los seres humanos y las libertades fundamentales, de
conformidad con el derecho internacional relativo a los derechos humanos;

21
d) reconocer la importancia de la libertad de investigación científica y las repercusiones
beneficiosas del desarrollo científico y tecnológico, destacando al mismo tiempo la
necesidad de que esa investigación y los consiguientes adelantos se realicen en el marco de
los principios éticos enunciados en esta Declaración y respeten la dignidad humana, los
derechos humanos y las libertades fundamentales;
e) fomentar un diálogo multidisciplinario y pluralista sobre las cuestiones de bioética entre
todas las partes interesadas y dentro de la sociedad en su conjunto;
f) promover un acceso equitativo a los adelantos de la medicina, la ciencia y la tecnología,
así como la más amplia circulación posible y un rápido aprovechamiento compartido de los
conocimientos relativos a esos adelantos y de sus correspondientes beneficios, prestando
una especial atención a las necesidades de los países en desarrollo;
g) salvaguardar y promover los intereses de las generaciones presentes y venideras;
h) destacar la importancia de la biodiversidad y su conservación como preocupación común
de la especie humana.

Principios
En el ámbito de la presente Declaración, tratándose de decisiones adoptadas o de prácticas
ejecutadas por aquellos a quienes va dirigida, se habrán de respetar los principios
siguientes.
Artículo 3 Dignidad humana y derechos humanos
1. Se habrán de respetar plenamente la dignidad humana, los derechos humanos y las
libertades fundamentales.
2. Los intereses y el bienestar de la persona deberían tener prioridad con respecto al interés
exclusivo de la ciencia o la sociedad.
Artículo 4 Beneficios y efectos nocivos
Al aplicar y fomentar el conocimiento científico, la práctica médica y las tecnologías
conexas, se deberían potenciar al máximo los beneficios directos e indirectos para los
pacientes, los participantes en las actividades de investigación y otras personas concernidas,
y se deberían reducir al máximo los posibles efectos nocivos para dichas personas.
Artículo 5 Autonomía y responsabilidad individual
Se habrá de respetar la autonomía de la persona en lo que se refiere a la facultad de adoptar
decisiones, asumiendo la responsabilidad de éstas y respetando la autonomía de los demás.
Para las personas que carecen de la capacidad de ejercer su autonomía, se habrán de tomar
medidas especiales para proteger sus derechos e intereses.
Artículo 6 Consentimiento
1. Toda intervención médica preventiva, diagnóstica y terapéutica sólo habrá de llevarse a
cabo previo consentimiento libre e informado de la persona interesada, basado en la
información adecuada. Cuando proceda, el consentimiento debería ser expreso y la persona
interesada podrá revocarlo en todo momento y por cualquier motivo, sin que esto entrañe
para ella desventaja o perjuicio alguno.
2. La investigación científica sólo se debería llevar a cabo previo consentimiento libre,
expreso e informado de la persona interesada. La información debería ser adecuada,
facilitarse de forma comprensible e incluir las modalidades para la revocación del
consentimiento. La persona interesada podrá revocar su consentimiento en todo momento y
por cualquier motivo, sin que esto entrañe para ella desventaja o perjuicio alguno. Las
excepciones a este principio deberían hacerse únicamente de conformidad con las normas
éticas y jurídicas aprobadas por los Estados, de forma compatible con los principios y
22
disposiciones enunciados en la presente Declaración, en particular en el Artículo 27, y con
el derecho internacional relativo a los derechos humanos.
3. En los casos correspondientes a investigaciones llevadas a cabo en un grupo de personas
o una comunidad, se podrá pedir además el acuerdo de los representantes legales del grupo
o la comunidad en cuestión. El acuerdo colectivo de una comunidad o el consentimiento de
un dirigente comunitario u otra autoridad no deberían sustituir en caso alguno el
consentimiento informado de una persona.
Artículo 7 Personas carentes de la capacidad de dar su consentimiento
De conformidad con la legislación nacional, se habrá de conceder protección especial a las
personas que carecen de la capacidad de dar su consentimiento:
a) la autorización para proceder a investigaciones y prácticas médicas debería obtenerse
conforme a los intereses de la persona interesada y de conformidad con la legislación
nacional. Sin embargo, la persona interesada debería estar asociada en la mayor medida
posible al proceso de adopción de la decisión de consentimiento, así como al de su
revocación;
b) se deberían llevar a cabo únicamente actividades de investigación que redunden
directamente en provecho de la salud de la persona interesada, una vez obtenida la
autorización y reunidas las condiciones de protección prescritas por la ley, y si no existe
una alternativa de investigación de eficacia comparable con participantes en la
investigación capaces de dar su consentimiento. Las actividades de investigación que no
entrañen un posible beneficio directo para la salud se deberían llevar a cabo únicamente de
modo excepcional, con las mayores restricciones, exponiendo a la persona únicamente a un
riesgo y una coerción mínimos y, si se espera que la investigación redunde en provecho de
la salud de otras personas de la misma categoría, a reserva de las condiciones prescritas por
la ley y de forma compatible con la protección de los derechos humanos de la persona. Se
debería respetar la negativa de esas personas a tomar parte en actividades de investigación.
Artículo 8 Respeto de la vulnerabilidad humana y la integridad personal
Al aplicar y fomentar el conocimiento científico, la práctica médica y las tecnologías
conexas, se debería tener en cuenta la vulnerabilidad humana. Los individuos y grupos
especialmente vulnerables deberían ser protegidos y se debería respetar la integridad
personal de dichos individuos.
Artículo 9 Privacidad y confidencialidad
La privacidad de las personas interesadas y la confidencialidad de la información que les
atañe deberían respetarse. En la mayor medida posible, esa información no debería
utilizarse o revelarse para fines distintos de los que determinaron su acopio o para los que
se obtuvo el consentimiento, de conformidad con el derecho internacional, en particular el
relativo a los derechos humanos.
Artículo 10 Igualdad, justicia y equidad
Se habrá de respetar la igualdad fundamental de todos los seres humanos en dignidad y
derechos, de tal modo que sean tratados con justicia y equidad.
Artículo 11 No discriminación y no estigmatización
Ningún individuo o grupo debería ser sometido por ningún motivo, en violación de la
dignidad humana, los derechos humanos y las libertades fundamentales, a discriminación o
estigmatización alguna.
Artículo 12 Respeto de la diversidad cultural y del pluralismo
Se debería tener debidamente en cuenta la importancia de la diversidad cultural y del
pluralismo. No obstante, estas consideraciones no habrán de invocarse para atentar contra la
23
dignidad humana, los derechos humanos y las libertades fundamentales o los principios
enunciados en la presente Declaración, ni tampoco para limitar su alcance.
Artículo 13 Solidaridad y cooperación
Se habrá de fomentar la solidaridad entre los seres humanos y la cooperación internacional
a este efecto.
Artículo 14 Responsabilidad social y salud
1. La promoción de la salud y el desarrollo social para sus pueblos es un cometido esencial
de los gobiernos, que comparten todos los sectores de la sociedad.
2. Teniendo en cuenta que el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de
los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología
política o condición económica o social, los progresos de la ciencia y la tecnología deberían
fomentar:
a) el acceso a una atención médica de calidad y a los medicamentos esenciales,
especialmente para la salud de las mujeres y los niños, ya que la salud es esencial para la
vida misma y debe considerarse un bien social y humano;
b) el acceso a una alimentación y un agua adecuadas;
c) la mejora de las condiciones de vida y del medio ambiente;
d) la supresión de la marginación y exclusión de personas por cualquier motivo; y
e) la reducción de la pobreza y el analfabetismo.
Artículo 15 Aprovechamiento compartido de los beneficios
1. Los beneficios resultantes de toda investigación científica y sus aplicaciones deberían
compartirse con la sociedad en su conjunto y en el seno de la comunidad internacional, en
particular con los países en desarrollo. Los beneficios que se deriven de la aplicación de
este principio podrán revestir las siguientes formas:
a) asistencia especial y duradera a las personas y los grupos que hayan tomado parte en la
actividad de investigación y reconocimiento de los mismos;
b) acceso a una atención médica de calidad;
c) suministro de nuevas modalidades o productos de diagnóstico y terapia obtenidos gracias
a la investigación;
d) apoyo a los servicios de salud;
e) acceso a los conocimientos científicos y tecnológicos;
f) instalaciones y servicios destinados a crear capacidades en materia de investigación;
g) otras formas de beneficio compatibles con los principios enunciados en la presente
Declaración.
2. Los beneficios no deberían constituir incentivos indebidos para participar en actividades
de investigación.
Artículo 16 Protección de las generaciones futuras
Se deberían tener debidamente en cuenta las repercusiones de las ciencias de la vida en las
generaciones futuras, en particular en su constitución genética.
Artículo 17 Protección del medio ambiente, la biosfera y la biodiversidad
Se habrán de tener debidamente en cuenta la interconexión entre los seres humanos y las
demás formas de vida, la importancia de un acceso apropiado a los recursos biológicos y
genéticos y su utilización, el respeto del saber tradicional y el papel de los seres humanos
en la protección del medio ambiente, la biosfera y la biodiversidad.
Aplicación de los principios
Artículo 18 Adopción de decisiones y tratamiento de las cuestiones bioéticas

24
1. Se debería promover el profesionalismo, la honestidad, la integridad y la transparencia en
la adopción de decisiones, en particular las declaraciones de todos los conflictos de interés
y el aprovechamiento compartido de conocimientos. Se debería procurar utilizar los
mejores conocimientos y métodos científicos disponibles para tratar y examinar
periódicamente las cuestiones de bioética.
2. Se debería entablar un diálogo permanente entre las personas y los profesionales
interesados y la sociedad en su conjunto.
3. Se deberían promover las posibilidades de un debate público pluralista e informado, en el
que se expresen todas las opiniones pertinentes.
Artículo 19 Comités de ética
Se deberían crear, promover y apoyar, al nivel que corresponda, comités de ética
independientes, pluridisciplinarios y pluralistas con miras a:
a) evaluar los problemas éticos, jurídicos, científicos y sociales pertinentes suscitados por
los proyectos de investigación relativos a los seres humanos;
b) prestar asesoramiento sobre problemas éticos en contextos clínicos;
c) evaluar los adelantos de la ciencia y la tecnología, formular recomendaciones y
contribuir a la preparación de orientaciones sobre las cuestiones que entren en el ámbito de
la presente Declaración;
d) fomentar el debate, la educación y la sensibilización del público sobre la bioética, así
como su participación al respecto.
Artículo 20 Evaluación y gestión de riesgos
Se deberían promover una evaluación y una gestión apropiadas de los riesgos relacionados
con la medicina, las ciencias de la vida y las tecnologías conexas.
Artículo 21 Prácticas transnacionales
1. Los Estados, las instituciones públicas y privadas y los profesionales asociados a
actividades transnacionales deberían procurar velar por que sea conforme a los principios
enunciados en la presente Declaración toda actividad que entre en el ámbito de ésta y haya
sido realizada, financiada o llevada a cabo de cualquier otra manera, en su totalidad o en
parte, en distintos Estados.
2. Cuando una actividad de investigación se realice o se lleve a cabo de cualquier otra
manera en un Estado o en varios (el Estado anfitrión o los Estados anfitriones) y sea
financiada por una fuente ubicada en otro Estado, esa actividad debería someterse a un
nivel apropiado de examen ético en el Estado anfitrión o los Estados anfitriones, así como
en el Estado donde esté ubicada la fuente de financiación. Ese examen debería basarse en
normas éticas y jurídicas que sean compatibles con los principios enunciados en la presente
Declaración.
3. Las actividades de investigación transnacionales en materia de salud deberían responder
a las necesidades de los países anfitriones y se debería reconocer que es importante que la
investigación contribuya a la paliación de los problemas urgentes de salud a escala mundial.
4. Al negociar un acuerdo de investigación, se deberían establecer las condiciones de
colaboración y el acuerdo sobre los beneficios de la investigación con la participación
equitativa de las partes en la negociación.
5. Los Estados deberían tomar las medidas adecuadas en los planos nacional e internacional
para luchar contra el bioterrorismo, así como contra el tráfico ilícito de órganos, tejidos,
muestras, recursos genéticos y materiales relacionados con la genética.
Promoción de la Declaración
Artículo 22 Función de los Estados
25
1. Los Estados deberían adoptar todas las disposiciones adecuadas, tanto de carácter
legislativo como administrativo o de otra índole, para poner en práctica los principios
enunciados en la presente Declaración, conforme al derecho internacional relativo a los
derechos humanos. Esas medidas deberían ser secundadas por otras en los terrenos de la
educación, la formación y la información pública.
2. Los Estados deberían alentar la creación de comités de ética independientes,
pluridisciplinarios y pluralistas, tal como se dispone en el Artículo 19.
Artículo 23 Educación, formación e información en materia de bioética
1. Para promover los principios enunciados en la presente Declaración y entender mejor los
problemas planteados en el plano de la ética por los adelantos de la ciencia y la tecnología,
en particular para los jóvenes, los Estados deberían esforzarse no sólo por fomentar la
educación y formación relativas a la bioética en todos los planos, sino también por
estimular los programas de información y difusión de conocimientos sobre la bioética.
2. Los Estados deberían alentar a las organizaciones intergubernamentales internacionales y
regionales, así como a las organizaciones no gubernamentales internacionales, regionales y
nacionales, a que participen en esta tarea.
Artículo 24 Cooperación internacional
1. Los Estados deberían fomentar la difusión de información científica a nivel internacional
y estimular la libre circulación y el aprovechamiento compartido de los conocimientos
científicos y tecnológicos.
2. En el contexto de la cooperación internacional, los Estados deberían promover la
cooperación científica y cultural y llegar a acuerdos bilaterales y multilaterales que
permitan a los países en desarrollo crear las capacidades necesarias para participar en la
creación y el intercambio de conocimientos científicos y de las correspondientes
competencias técnicas, así como en el aprovechamiento compartido de sus beneficios.
3. Los Estados deberían respetar y fomentar la solidaridad entre ellos y deberían también
promoverla con y entre individuos, familias, grupos y comunidades, en particular con los
que son más vulnerables a causa de enfermedades, discapacidades u otros factores
personales, sociales o ambientales, y con los que poseen recursos más limitados.
Artículo 25 Actividades de seguimiento de la UNESCO
1. La UNESCO deberá promover y difundir los principios enunciados en la presente
Declaración. Para ello, la UNESCO solicitará la ayuda y la asistencia del Comité
Intergubernamental de Bioética (CIGB) y del Comité Internacional de Bioética (CIB).
2. La UNESCO deberá reiterar su voluntad de tratar la bioética y de promover la
colaboración entre el CIGB y el CIB.
Disposiciones finales
Artículo 26 Interrelación y complementariedad de los principios
La presente Declaración debe entenderse como un todo y los principios deben entenderse
como complementarios y relacionados unos con otros. Cada principio debe considerarse en
el contexto de los demás principios, según proceda y corresponda a las circunstancias.
Artículo 27 Limitaciones a la aplicación de los principios
Si se han de imponer limitaciones a la aplicación de los principios enunciados en la
presente Declaración, se debería hacer por ley, en particular las leyes relativas a la
seguridad pública para investigar, descubrir y enjuiciar delitos, proteger la salud pública y
salvaguardar los derechos y libertades de los demás. Dicha ley deberá ser compatible con el
derecho internacional relativo a los derechos humanos.

26
Artículo 28 Salvedad en cuanto a la interpretación: actos que vayan en contra de los
derechos humanos, las libertades fundamentales y la dignidad humana
Ninguna disposición de la presente Declaración podrá interpretarse como si confiriera a un
Estado, grupo o individuo derecho alguno a emprender actividades o realizar actos que
vayan en contra de los derechos humanos, las libertades fundamentales y la dignidad
humana.

27
DECLARACIÓN BIOÉTICA DE CARACAS 2008
II Congreso Venezolano de Bioética y II Congreso Iberoamericano de Bioética del viernes
primero de agosto de 2008.

Teniendo en cuenta:
 La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.
 La Declaración de Helsinki (1964 y sucesivas revisiones).
 La Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969.
 Las Declaraciones de la Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro de 1992.
 El Convenio de Asturias sobre Derechos Humanos en relación con la Biomedicina del
Consejo de Europa de 1997.
 La Declaración del Genoma Humano y los Derechos Humanos de 1997.
 La Declaración de Manzanillo de 1996 (Buenos Aires de 1998).
 La Declaración del Milenio de 2000.
 La Declaración Bioética de Gijón de 2000 (I Congreso Mundial de Bioética).
 La Declaración de Caracas Bioética 2001.
 La Declaración Compromiso sobre la Dignidad de 2002 (II Congreso Mundial de
Bioética)
 Normas del Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas
(CIOMS) 2002
 La Declaración de Bioética sobre Derechos Humanos de 2005.
 El 1er y 2° Protocolo de Kyoto de 2001 y 2008.
 Las diversas normas de Buena Práctica Clínica, de Investigación y Producción.

Ratificamos:
 Nuestro compromiso con los principios enunciados en los documentos anteriores.
 Nuestro compromiso en la defensa de la vida y su calidad con las generaciones presentes
y futuras.
 Nuestro compromiso con la defensa de la dignidad y las libertades humanas, el respeto
de los Derechos Humanos en todo el planeta, particularmente de las personas más
vulnerables.
 Nuestro compromiso con la búsqueda de la justicia y la solidaridad.

Solicitamos:
1. Que se promueva la enseñanza de la bioética en todos los niveles de la educación.
2. Que se incorpore la bioética como un eje transversal del currículo en las diversas carreras
universitarias.
3. Que se desarrolle una red de investigación y docencia en bioética a nivel nacional e
internacional.

28
4. Que se propicie la interacción y el dialogo entre ciudadanos, profesionales y
responsables políticos para la toma de decisiones bioéticas en los lineamientos estratégicos
del Estado.
5. Que los Estados favorezcan la creación y continuidad de las Comisiones Autónomas
Nacionales de Bioética.
6. Que se incrementen los Comités de Bioética acreditados en las diversas instituciones de
asistencia, educación superior e investigación.
7. Que los miembros de los comités de bioética reúnan competencias en bioética
acreditadas formalmente.
8. Que la aplicación de las ciencias y las tecnologías tenga en cuenta sus implicaciones
éticas sobre la biodiversidad y la bioseguridad.
9. Que se eleve a la Secretaria General de las Naciones Unidas, la propuesta de instituir el
Día Internacional de la Bioética; por tratarse ésta, de una reflexión fundamental que tiene
incidencia sobre toda la humanidad.

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CÓDIGO DE ÉTICA EN MEDICINA
(Artículos seleccionados para los fines de la asignatura)
Aprobado originariamente durante la CXXXIX reunión extraordinaria de la Asamblea de la
Federación Médica Venezolana, realizada en Barquisimeto, 18 y 19 de octubre de 2003.
Aprobada finalmente durante la CXL reunión extraordinaria de la Asamblea de la
Federación Médica Venezolana, realizada en Cumana, 24-26 de octubre de 2004.

TÍTULO I
Capítulo Primero
Declaración de Principios
Los Conceptos de Ethos médico, Código de Ética y Ley de Ejercicio de la Medicina se
hallan íntimamente vinculados, no obstante se justifica hacer algunos señalamientos.
1. El Ethos comprende aquellas actitudes distintivas que caracterizan a una cultura o a un
grupo profesional en cuanto a que esta cultura o profesión sostienen una postura que
demuestra la dedicación a ciertos "valores" y a la jerarquía de los mismos. El Ethos médico
traduce la calidad de miembro de una profesión entendida como una vocación en el sentido
de un servicio irrevocable a la comunidad y una dedicación de "valores" más que "ganancia
financiera".
2. El código de ética en medicina obedece a un esfuerzo premeditado de fortalecer el Ethos
médico, sirviendo de ayuda a los médicos -individual o colectivamente- en el
mantenimiento de un alto nivel de conducta ética. Las orientaciones del mismo determinan
lo que debe considerarse conducta apropiada en relación con los pacientes, con colegas, con
los miembros de profesiones afines y con la sociedad.
3. Las pautas contenidas en el código de ética deben distinguirse de las imposiciones
descritas en la Ley de Ejercicio de la Medicina, y es obvio que el estricto cumplimiento del
primero evita o aminora la interferencia del Estado en cuestiones intrínsecas del ejercicio
profesional médico.
4. La ética de los médicos se fundamenta en un código de comportamiento aceptado por los
miembros de nuestra profesión y de obligatorio cumplimiento, pero no por ello dejan de
observarse singulares coincidencias entre las normas éticas y las disposiciones legales
aunque su origen sea diferente. Así, una conducta infame constituye una ofensa que cae
bajo ambas jurisdicciones y aunque numerosos aspectos de la praxis médica quedan fuera
de lo contemplado por el ordenamiento legal, no por ello pierden relevancia ya que
constituyen un comportamiento impropio merecedor de la desaprobación del gremio
médico. El comportamiento ético es un deber autoimpuesto por el médico honesto,
orgulloso de no ceder a ciertas tentaciones y cuyo efecto pudiera no someterle a medidas
punitivas legales, pero cuya práctica no por ello dejaría de constituir acciones repugnantes y
por lo mismo indeseables. La desaprobación por los demás miembros de la profesión, la
sanción de orden moral, involucra mayor castigo que la aplicación de medidas legales, e
inclusive no actúa como atenuante para la pena de orden de orden moral, la ausencia de
sanciones de carácter jurídico.
5. En nuestra profesión algunos principios pueden calificarse de inmanentes porque son
inseparables de la esencia misma de la medicina. El respeto a la dignidad de la persona
humana constituye en todo momento deber primordial del médico. La responsabilidad

30
médica es eminentemente personal. Va más allá de la responsabilidad penal y reposa en un
concepto moral que se llama conciencia individual.
Los ideales de la profesión médica exigen que la responsabilidad del médico se extienda no
sólo al individuo sino también a toda la comunidad. Por ello aparte de su responsabilidad
individual en el cuido del paciente el médico debe cumplir con la responsabilidad social de
promover la salud de la colectividad.
Los deberes del médico hacia sus pacientes deben prevalecer sobre sus derechos tantos
individuales como en función gremial.
6. Los principios éticos que guían la conducta del médico, se diferencian sustancialmente
de los que rigen a otros miembros de la sociedad, por el singular compromiso que tiene el
médico con la vida de la persona humana y por la proyección social del acto médico.
7. El presente Código se declara de aceptación obligatoria para todo médico que ejerza
legalmente la profesión en territorio venezolano, y sus infracciones serán conocidas y
sancionadas en primera instancia por los Tribunales Disciplinarios de los Colegios de
Médicos de la República y en segunda instancia o de alzada por el Tribunal Disciplinario de
la Federación Médica Venezolana, salvo lo establecido en las leyes vigentes.
8. Ningún Colegio de Médicos, Asociación Médica o Sociedad Científica Médica, podrá
promulgar por sí mismo disposiciones deontológicas.

TÍTULO II
Capítulo Primero
Deberes Generales de los Médicos
Artículo 1°.- El respeto a la vida, dignidad, y a la integridad de la persona humana,
constituyen en todas las circunstancias el deber primordial del médico.
Artículo 2°.- El médico debe considerar como una de sus obligaciones fundamentales el
procurar estar informado de los avances del conocimiento médico. La actitud contraria no
es ética, ya que limita en alto grado su capacidad para suministrar al paciente la ayuda
requerida.
Artículo 3°.- En el ejercicio de sus obligaciones profesionales, el médico no hará distinción
por razones de religión, nacionalidad o raza, ni por adhesión a partido o posición social.
Artículo 4°.- Los deberes del médico hacia sus enfermos, deberán ser observados siempre
con el mismo celo y la elevada preocupación que el profesional otorga al ejercicio de sus
propios derechos individuales, sociales y gremiales.
Artículo 5°.- En todo momento, inclusive durante situaciones conflictivas, el médico deberá
asegurar la atención de los enfermos graves o en condiciones de urgencia.
Artículo 6°.- Es deber ineludible de todo médico acatar los principios de la fraternidad,
libertad, justicia e igualdad, y los derechos inherentes a ellos consagrados en la Carta de los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas y en la Declaración de Principios de los
Colegios Profesionales Universitarios de Venezuela. En consecuencia, ante situaciones de
fuerza determinantes de regímenes que desconozcan el ejercicio de la libertad y la dignidad
de hombre, los médicos se limitarán al cumplimiento del deber profesional.
Artículo 7°.- El Médico a quien se solicite para examinar una persona privada de la
libertad, o para prestarle atención médica, no puede directa o indirectamente así sea por su
sola presencia, favorecer un ataque a la integridad física o mental de esta persona o de su
dignidad. Si el médico comprueba que esta persona ha sido víctima de sevicia o de
tratamientos inadecuados debe informar a la autoridad judicial y a los organismos gremiales
respectivos.
31
Artículo 8°.- Constituye una violación patente a la ética en medicina así como un delito con
arreglo a los instrumentos internacionales aplicables la participación activa o pasiva del
personal de salud, en particular de los médicos, en actos que constituyan colaboración o
complicidad en torturas u otros tratos crueles inhumanos o degradantes, incitación a ello o
intento de cometerlos.
Artículo 9°.- Es contrario a la ética en medicina el hecho de que el personal de salud, en
particular los médicos:
a) Contribuyan con sus conocimientos y presencia a interrogatorios de personas presas o
detenidas en una forma que pueda afectar la condición o salud física o mental de dichos
presos o detenidos y que no esté conforme con los instrumentos nacionales pertinentes.
b) Certifiquen o participen en la certificación de que la persona presa o detenida se
encuentra en condiciones de recibir cualquier forma de tratamiento o castigo que pueda
influir desfavorablemente en su salud física y mental, o participen de cualquier manera en
la administración de todo tratamiento o castigo que no se ajuste a lo dispuesto en los
instrumentos internacionales pertinentes.
Artículo 10.- La participación del personal de salud, en particular de los médicos, en la
aplicación de cualquier procedimiento coercitivo a personas presas o detenidas es contrario
a la ética médica, a menos que se determine según criterios puramente médicos, que dicho
procedimiento es necesario para la protección de la salud física o mental o la seguridad del
propio preso o detenido, de los demás presos o detenidos, o de sus guardianes y no
represente peligro para la salud del preso o detenido.
Artículo 11.- El médico en su ejercicio profesional público o privado deberá actuar de
acuerdo con las normas y condiciones morales y materiales que rigen la realización del acto
médico, basado en el respeto a la dignidad de la persona, en la relación médico/paciente, en
la responsabilidad individual y en el secreto profesional.
Artículo 12.- El médico debe gozar de libertad para decidir acerca de la atención médica
requerida por el enfermo dentro de las normas y criterios científicos prevalecientes.
Artículo 13.- El papel fundamental del médico es aliviar el sufrimiento humano, sin que
motivo alguno, ya sea personal, colectivo, religioso o político, lo separen de este noble
objetivo.
Artículo 14.- El médico se halla autorizado para emitir diagnóstico e indicar tratamientos;
pero un médico no debe, salvo en circunstancias excepcionales, formular diagnósticos o
aplicar procedimientos terapéuticos que excedan su competencia o sus posibilidades.
Artículo 15.- El médico no expondrá a su paciente a riesgos injustificados para aplicar los
procedimientos diagnósticos o terapéuticos que considere indispensables y que puedan
afectarlos física y psíquicamente. El médico le pedirá su consentimiento informado por
escrito. En caso de presentar enfermedad física o mental, la autorización de un familiar
inmediato; en caso de menores de edad, la autorización escrita de su representante legal. La
autorización debe consignarse en la historia clínica.
Se entiende por riesgos injustificados, aquellos a los cuales sea sometido el paciente y que
no correspondan a las condiciones clínico-patológicas del mismo.
Artículo 16.- La responsabilidad del médico por reacciones adversas, inmediatas o tardías,
producidas por efecto de la aplicación de procedimientos diagnósticos o terapéuticos no
irán más allá del riesgo previsto. El médico advertirá de él al paciente a sus familiares o
allegados.
El salvaguardar la vida del paciente será un acto ético jerárquico superior de la práctica
médica.
32
El médico cumple con la advertencia del riesgo previsto con el aviso que en forma prudente
haga a su paciente o a sus familiares o allegados con respecto a los efectos adversos que, en
su concepto, dentro del campo de la práctica médica, puedan llegar a producirse como
consecuencia del procedimiento diagnóstico o terapéutico.
Artículo 17.- Teniendo en cuenta que el procedimiento diagnóstico o terapéutico puede
comportar efectos adversos o de carácter imprevisible, el médico no será responsable por
resultados desfavorables, inmediatos o tardíos, de imposible o difícil previsión dentro del
campo de la práctica médica.
Artículo 18.- Como regla general el médico debe evitar en lo posible tratarse a si mismo o a
sus familiares inmediatos.
Articulo 19.- La Medicina es una profesión noble y elevada y no un simple comercio. La
conducta del médico debe ajustarse siempre y por encima de toda consideración, a las
normas morales de justicia, probidad y dignidad.
El médico no debe ejercer, al mismo tiempo que la Medicina, otra actividad incompatible
con la dignidad profesional.
Artículo 20.- Son contrarios a la moral médica:
a) Cualquier publicidad encaminada a atraer la atención del público profano hacia la acción
profesional, con excepción de los avisos en la prensa autorizados por el respectivo Colegio
de Médicos.
b) La publicación de artículos de índole médica de carácter científico o divulgativo que no
se ajusten a las disposiciones establecidas al efecto en el Código. Las Sociedades
Científicas, al igual que cualquiera otra institución, o Asociación de Médicos, podrá avalar
la promoción publicitaria de medicamentos o productos de consumo masivo, que gocen del
respaldo de estudios científicos, la autorización debe contar, igualmente con la aquiescencia
del Colegio de Médicos o de la Federación Médica Venezolana, según el caso.
c) La participación del médico, con carácter de tal, en programas, entrevistas o
publicaciones de radio, televisión y prensa que violen las disposiciones contenidas en el
presente Código.
d) Las declaraciones sobre asuntos gremiales en la prensa, radio, televisión u otros medios
de información, que no se ajusten a las disposiciones de este Código, el Estatuto de la
Federación Médica Venezolana y a los Reglamentos que dicte esta última, de conformidad
con el numeral 2 del artículo 70 de la Ley de Ejercicio de la Medicina.
e) Firmar certificaciones, dar declaraciones o escribir artículos recomendando, explícita o
implícitamente, especialidades farmacéuticas u otros medios terapéuticos.
f) Permitir a personas extrañas al acto médico, presenciarlos innecesariamente.
g) Permitir la exhibición al público profano de actos médicos, quirúrgicos u obstétricos que
hayan sido fotografiados o filmados. En caso de que se considere conveniente con fines
educativos, debe obtenerse la aprobación del Colegio de Médico respectivo.
h) Derivar enfermos del Hospital u otras dependencias de atención médica a los servicios
privados de esas instituciones o a clínicas o consultorios particulares con fines de lucro,
salvo mandato expreso del paciente o sus familiares.
i) Aprovechar las situaciones de privilegio para la compra con fines de lucro, de productos
médicos, farmacéuticos u otros artículos en las instituciones que dirijan, si éstas son de
carácter público.
j) Participar como comisionista en compañías encargadas de la elaboración o venta de
productos farmacéuticos o biológicos, mientras esté en ejercicio activo de la profesión.

33
Artículo 21.- La información gremial será suministrada por el Comité Ejecutivo de la
Federación Médica Venezolana y las Juntas Directivas de los Colegios de Médicos, a través
de sus voceros autorizados. Cualquier otro médico podrá expresar sus opiniones gremiales,
estando obligado a admitir que lo hace a título personal y no institucional.
En el campo científico, los médicos en forma particular o las organizaciones científicas
médicas o académicas, informarán y orientarán sobre las nuevas técnicas y procedimientos
diagnósticos y terapéuticos, que hayan sido aprobados por la Federación Médica
Venezolana; aquellas instituciones que cuenten con oficina de prensa , deberán utilizar las
mismas para hacer llegar a la opinión pública, la información deseada dentro de los
principios éticos que han motivado su creación, con el objeto de propiciar e incentivar la
libertad de expresión.
Artículo 22.- Intrusismo es el ejercicio de la Medicina por personas no autorizadas
legalmente para ello. Se entiende por ejercicio de la medicina la prestación de servicios
encaminados a la conservación, fomento, restitución de la salud y rehabilitación física o
psico-social de los individuos y de la colectividad; la prevención diagnóstico y
asesoramiento médico-forense así como la investigación y docencia clínicas en seres
humanos, de acuerdo a los establecido en el artículo 2 de la Ley de Ejercicio de la
Medicina.
Artículo 23.- La Federación Médica Venezolana y los Colegios de Médicos de la República
deberán mantener una permanente campaña en contra del instrusismo médico, y utilizar
todos los medios legales y gremiales que tenga a su disposición para combatir a los
intrusos.
Todo médico tiene la obligación de denunciar cualquier caso de intrusismo, del cual tenga
conocimiento, por ante el respectivo Colegios de Médicos o por ante Federación Médica
Venezolana.
Se describen las siguientes variedades de Intrusismo:
1 Intrusismo médico propiamente dicho.
1.1 Intrusismo académico: Es el médico que pretende ejercer académicamente sin estar
capacitado y reconocido para ello.
1.2 Intrusismo dentro del ejercicio médico: Es el médico que intenta ejercer una
especialidad para la cual no está debidamente preparado ni reconocido.
1.3 Intrusismo del médico no revalidado: Es el médico graduado de universidades
extranjeras y que sin haber realizado la respectiva revalidación o convalidación de su título
con Universidad Venezolana, pretende ejercer la Medicina en nuestro país y aquel médico
venezolano que trayendo un título de especialidad de una Universidad Extranjera, ejerza en
el país sin el reconocimiento de la Federación Médica Venezolana.
2. Intrusismo de Médicos en otras especialidades no médicas: son aquellos que invaden
campos consagrados legalmente a otras profesiones.
3. Intrusismo Paramédico: profesionales no médicos que realizan actos médicos.
4. Intrusismo Empírico
4.1 Medicina Tradicional o Popular: son personas no médicos que realizan el acto médico
(Brujos, Chamanes, Curanderos, etc.,)
4.2 Uso de criterios diagnósticos y métodos terapéuticos pseudo científicos
4.3 Personas no profesionales que realizan actos médicos: son personas no médicas quienes
realizan métodos invasivos o no, los cuales deben ser realizados por el especialista
respectivo.
5. Intrusismo Político-Administrativo.
34
Uso de personal no médico en la administración de programas médico-asistenciales y
sanitarios que deben estar bajo la coordinación de personal médico.
Artículo 24.- Para la prestación idónea de sus servicios profesionales, el médico debe
encontrarse en condiciones psíquicas y somáticas satisfactorias, y además, mantenerse
informado de los avances del conocimiento médico y mostrar una conducta moral
irreprochable.
Artículo 25.- Debe proscribirse la práctica de la polifarmacia, consistente en la indicación
simultánea de numerosas drogas sin tomar en cuenta el riesgo grave derivado de las
interferencias farmacológicas. El médico tiene la obligación moral y legal de procurar la
información de los avances del conocimiento científico, nada justifica el empleo de nuevos
medicamentos sin el estudio adecuado de su modo de acción, consciente de que la
administración simultánea de varias drogas incrementa el riesgo de los efectos adversos.
Artículo 26.- El médico debe evitar la indicación de exámenes injustificados, así como las
hospitalizaciones innecesarias para la realización de exámenes paraclínicos que, por su
misma naturaleza, pudieran muy bien efectuarse en condiciones ambulatorias. Evitará
también la reclusión en las Unidades de Cuidado Intensivo para el tratamiento de
afecciones susceptibles de ser atendidas en Unidades de Cuido Intermedio y para la
atención de enfermos en la fase final de una afección irreversible.
Las hospitalizaciones innecesarias, aparte de los problemas emocionales que acarrean,
contribuyen al incremento injustificado del costo de los servicios médicos.
Artículo 27.- Para ofrecer sus servicios profesionales, el médico debe observar las
siguientes reglas:
a) Al elaborar un aviso para la prensa sólo hará constar su nombre, apellido, especialidad
inscrita en el Colegio de Médicos respectivo, teléfono del consultorio y de la habitación y
los días y las horas de consulta.
b) Someter este aviso al visto bueno del Colegio de Médicos respectivo, y debajo de él
colocar en título pequeño la siguiente leyenda "Este aviso tiene el visto bueno del Colegio
de Médicos del..."
c) En los casos en que la especialidad esté expresada por términos científicos de difícil
comprensión para el público profano, podrán ser utilizados algunos términos explicativos
los cuales se colocarán entre paréntesis ------- con la autorización previa del Colegio de
Médicos respectivo.
d) No permitir que este aviso sea radiado, televisado o proyectado en pantallas
cinematográficas.
e) Las placas exteriores de los médicos en consultorios y clínicas, indicarán solamente los
datos establecidos y no podrán exceder las dimensiones de 20 x 60 centímetros.
f) Las placas para anunciar Clínicas, Sanatorios, Consultorios o cualquier establecimiento
de índole médica, nunca podrán alcanzar un tamaño mayor de un metro de alto por dos de
largo. Las mismas contendrán solamente el nombre del establecimiento, debiendo ser
confeccionadas sin artificios luminosos y dentro de la mayor sencillez.
g) Los avisos de prensa para anunciar Clínicas. Sanatorios y otros establecimientos médicos
estarán sometidos a las mismas estipulaciones que rigen para el aviso individual de los
profesionales.
h) Las tarjetas y los récipes de presentación del médico deberán estar ajustados a las
estipulaciones del presente Código, no excediendo la información indicada en el literal de
este Artículo.

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Artículo 28.- Están expresamente reñidos con las normas de ética, los anuncios que tengan
las características siguientes:
a) Los que den información sobre viajes al exterior en funciones profesionales privadas o
sobre la asistencia a Congresos Médicos, que involucren propaganda o realcen ante el
público su prestigio profesional.
b) Los que ofrezcan la curación de determinadas enfermedades a plazo fijo o infalible.
c) Los que prometan la prestación de servicios gratuitos, o los que, explícitamente,
mencionen tarifas de honorarios.
d) Los que por su particular redacción o ambigüedad, induzcan a error o confusión respecto
a la identidad o título profesional del anunciante.
e) Los que mencionen, bien sea en uno o más avisos, diversas ramas o especialidades de la
medicina, sin conexión o afinidad entre ellas.
f) Los que llamen la atención sobre sistemas, o procedimientos especiales, exclusivos o
secretos.
g) Los que involucren el fin preconcebido de atraer clientela mediante la aplicación de
nuevos sistemas o procedimientos especiales, curas o modificaciones aún en discusión y
respecto a cuya eficacia no haya todavía aprobación definitiva por parte de instituciones
científicas públicas o privadas.
h) Los que impliquen propaganda mediante tarjetas públicas u otras formas de
agradecimiento de los pacientes.
i) Los repartidos en forma de volantes o tarjetas, o el suministro a los pacientes de separatas
de artículos científicos públicos por el médico con el fin aparente de informar al mismo.
j) Los que aun cuando no infrinjan alguno de los apartes del presente Artículo, sean
exhibidos en lugares inadecuados o sitios que comprometan la seriedad de la profesión, o
los que adquieran el tamaño y forma de los carteles y los avisos luminosos.
Artículo 29.- Las entrevistas de prensa, radio, televisión y otras permitidas por el presente
Código, deben ajustarse siempre a los principios de la ética profesional, a fin de evitar las
propagandas o referencias de carácter individual sobre la profesión del entrevistado, con
miras al beneficio profesional.
Artículo 30.- Los médicos no podrán contratar servicios profesionales con personas
naturales o jurídicas que exploten el ejercicio individual o colectivo de la profesión médica
en condiciones tales que violen el ordenamiento legal, que rige la materia y los principios
éticos contenidos en este Código.
Artículo 31.- Los médicos en ejercicio de su profesión no podrán asociarse con fines de
lucro con los integrantes de profesiones afines o auxiliares de la medicina.
Artículo 32.- Ninguna persona legalmente autorizada para ejercer la medicina podrá ofrecer
en venta medicamentos u otros productos de uso terapéutico o sugerir a sus pacientes que
los adquieran en determinadas farmacias o establecimientos.
Artículo 33.- Son actos contrarios a la ética médica ejercer más de dos cargos públicos
remunerados, en horario similar excediendo la jornada máxima que establece la ley,
excepto en poblaciones menores de cinco mil habitantes; reemplazar en sus puestos a los
médicos de Hospitales, Sanatorios, Dispensarios, Institutos Docentes de índole médica, etc.,
si fuesen separados sin causa justificada y sin sumario previo con derecho a descargo. En
todo caso debe obtenerse la aprobación del Colegio de Médicos respectivo.
Artículo 34.- Ningún médico prestará su nombre a persona alguna para ejercer la profesión.
Tampoco podrá practicarlas través de otros médicos ni ceder su consultorio a quien no esté
legalmente autorizado.
36
Artículo 35.- No podrá ejercerse la Medicina en forma regular y permanente en una Entidad
Federal distinta a aquella donde habitualmente se ejerce la profesión, sin la previa
inscripción en el respectivo Colegio de Médicos.
Artículo 36.- El médico que por cualquier circunstancia deje de ejercer la profesión o
cambie de jurisdicción, está en el deber de participarle al Colegio de Médicos de la
localidad donde ejercía.
Artículo 37.- Todo médico en funciones gremiales, administrativas, docente y/0 médico-
asistencial está obligado a acatar las disposiciones contenidas en los Estatutos y
Reglamentos de la Federación Médica Venezolana y en los de su respectivo Colegio de
Médicos. Asimismo, los Acuerdos y Resoluciones emanados de las Asambleas de la
Federación Médica Venezolana y los del Colegio de Médicos al cual pertenezca.
Artículo 38.- Los médicos que desempeñan cargos ejecutivos o disciplinarios en la
Federación Médica Venezolana o en los Colegios de Médicos deberán acatar las decisiones
tomadas por mayoría de votos dentro de los organismos gremiales nacionales o regionales,
quedando sobreentendido que, como integrantes de un cuerpo colegiado, están obligados a
cumplir dichas disposiciones.
Parágrafo Único: El disentimiento de cualquiera de los integrantes podrá hacerlos saber en
los medios de comunicación internos o públicos del organismo al cual pertenezca. Si no se
dispone de dichos medios, el organismo de referencia tiene la obligación de hacer público
el disentimiento en cualquier medio de comunicación existente.
Artículo 39.- Cuando el médico se considere lesionado en sus derechos gremiales deberá
ocurrir a los organismos Gremiales correspondientes para que conozcan y den su veredicto
al respecto. Estos organismos están en la obligación de adoptar, a la brevedad posible, las
medidas conducentes en caso de que consideren que han sido lesionados tales derechos.
Por vía de excepción y sólo después de haber agotado todos los recursos gremiales el
médico podrá hacer uso de los otros recursos que le conceden las leyes.
Artículo 40.- Es absolutamente contrario a la ética el que los médicos funcionarios
públicos, o que ocupen cargos directivos gremiales, se valgan de estas posiciones para
obtener ventajas o canonjías de carácter profesional.
Artículo 41.- Todo médico debe procurar su afiliación a alguna sociedad científica que
tenga relación con las ciencias médicas y contribuir con sus conocimientos, tiempo y
energía a que estos organismos representen los ideales de la profesión.
Artículo 42.- Los Colegios de Médicos a través de sus órganos competentes están en la
obligación de velar por el estricto cumplimiento de las normas establecidas en este
Capítulo.

Capítulo Segundo
De los Deberes de los Médicos hacia los Enfermos
Artículo 43.- El médico debe prestar debida atención a la elaboración del diagnóstico,
consagrándole el tiempo requerido y ocurriendo - cuando ello es posible - a los
procedimientos científicos apropiados a su alcance, solicitando la colaboración de otros
colegas cuando lo considere necesario y procurando por todos los medios posibles que las
indicaciones terapéuticas se cumplan.

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Artículo 44.- Cuando se trate de menores de edad siempre que no fuera posible localizar de
inmediato a sus representantes legales y cuando la gravedad del caso o la preservación de la
salud pública lo requiera, los profesionales de la medicina podrán practicar exámenes
clínicos: tomar en caso de excepción, o de hacer tomar y analizar muestras, ejecutar
pruebas con fines de diagnóstico o de indicación o comprobación de la terapéutica que
consideren necesaria y realizar intervenciones quirúrgicas, sin autorización previa de sus
representantes legales. A la mayor brevedad, tratarán de localizar a los representantes
legales a quienes informarán detalladamente sobre su actuación y sobre los motivos de la
misma.
Artículo 45.- Aceptar el establecimiento de la relación médico/ paciente, salvo en
situaciones de emergencia, es decisión enteramente a discreción del médico. Una vez
establecida la relación la obligación es absoluta, exceptuando las circunstancias siguientes:
a) El consentimiento del paciente para su ruptura.
b) Por enfermedad del médico tratante.
c) c) Cuando el médico notifica su decisión de interrumpir la relación con suficiente
antelación.
Obviamente no podrá aplicarse esta excepción en las localidades donde el médico actúa
como médico solitario.
d) Cuando la condición del paciente ya no requiere continuar prestando asistencia médica.
Artículo 46.- El concepto de abandono -práctica condenable- implica la ruptura unilateral,
llevada a cabo por el médico, de sus relaciones profesionales con enfermo, no precedida de
la notificación razonable que permita la búsqueda de un sustituto, cuando aún existía la
necesidad de atención médica.
Artículo 47.- El médico puede negarse a prestar asistencia cuando se halla convencido de
que no existen las relaciones de confianza indispensables entre él y el paciente a condición
de advertir de ello al enfermo a sus familiares o allegados y asegurar la continuidad de los
cuidados y proporcionar todos los datos útiles al médico que le sustituya.
Artículo 48.- Si el enfermo debidamente informado se negare a un examen o al tratamiento
propuesto, el médico puede declinar su actuación en las mismas condiciones previstas en
Artículo anterior.
Artículo 49.- El médico en su actuación personal deberá conducirse con la mayor dignidad
y tolerancia para con el enfermo y sus familiares, siempre que su actitud no redunde en
perjuicio de la misión especial que ha sido confiada.
Artículo 50.- El médico evitará los actos profesionales innecesarios y deberá participar al
enfermo o a sus familiares que sus servicios ya no son necesarios en el momento en que así
lo considere.
Artículo 51.- El paciente tiene derecho a conocer la verdad de su padecimiento. El médico
tratante escogerá el momento oportuno para dicha revelación y la forma adecuada de
hacerlo.
Artículo 52.- Es deber del médico decir siempre la verdad a los familiares del paciente a
menos que éste haya prohibido previamente esta revelación o haya designado las personas a
las que debe hacerse.
Artículo 53.- Cuando el médico efectúa visitas por razones de amistad a un paciente
asistido por otro colega, deberá abstenerse de hacer comentarios sobre la enfermedad o su
tratamiento y de emitir juicios críticos públicos o privados o insinuaciones capaces de
afectar el veredicto del médico de cabecera y la confianza en él depositada.

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Artículo 54.- El médico, al aceptar el llamado de un paciente, o por intermedio de una
tercera persona, se obliga a:
a) Tener como objetivo primordial la promoción y conservación de la salud del paciente.
b) Asegurarle todos los cuidados que estén a su alcance personalmente o con la ayuda de
terceros y,
c) Actuar con la seriedad y delicadeza a que obliga la dignidad profesional.
Artículo 55.- La anticoncepción quirúrgica permanente es permitida cuando se produce
como consecuencia inevitable de una terapéutica encaminada a tratar o prevenir un estado
patológico grave. En particular es necesario:
a) Que se haya demostrado su necesidad.
b) Que otros medios convencionales no puedan resolver correctamente el problema; y
c) Que, salvo circunstancias especiales, los dos cónyuges hayan sido debidamente
informados sobre la irreversibilidad de la operación y sus consecuencias.
Artículo 56.- Las circunstancias que ponen los intereses vitales de la madre en conflicto con
los intereses vitales de la criatura por nacer, crean un dilema y hacen surgir la interrogante
respecto a si el embarazo debe o no debe ser deliberadamente interrumpido. La diversidad
de respuestas a esta situación es producida por la diversidad de respuestas a esta situación
es producida por la variedad de actitudes hacia la vida de la criatura por nacer. Es ésta, una
materia de convicción y conciencia individuales la cual debe ser respetada.
Artículo 57.- Al médico le es permitido indicar la interrupción del embarazo con un fin
terapéutico, y en todo caso, siguiendo las normas establecidas por la ciencia y las
disposiciones legales vigentes.
Artículo 58.- La interrupción del embarazo deberá practicarse en ambiente adecuado, con
todos los recursos de la ciencia, previo consentimiento de la paciente de su esposo, o del
representante legal.
La certificación de la interrupción del embarazo deberá hacerla una Junta Médica, uno de
cuyos participantes, por lo menos, deberá tener conocimientos especializados relativos a la
afección padecida por la enferma.
Parágrafo Único: Si el caso fuere de extrema urgencia podrá bastar la opinión de otro
médico si esto fuera posible.
Artículo 59.- Si el médico estima que sus convicciones no le permiten aconsejar o practicar
la interrupción del embarazo puede retirarse siempre que garantice que un colega calificado
continuará prestando la asistencia médica.
Artículo 60.- El médico está obligado a informar a los padres el resultado de las pruebas
diagnósticas prenatales indicadoras de anormalidades fetales. Los padres tienen derecho a
conocer la existencia de la verdad. Sólo a partir de ese momento podrán tomar la decisión
que consideren válida.
Si luego de un conocimiento pleno de la situación los padres experimentan dificultades para
tomar una decisión, no debe vacilar el médico en utilizar el derecho que tiene de ayudarles
activamente en la toma de decisiones que, a su juicio, y sobre la base de experiencia
acumulada, le luzcan razonables.
Artículo 61.- Las relaciones entre los padres de un "recién nacido con patología grave" y el
médico responsable de la atención del mismo son sumamente complejas. Los padres tienen
derecho a conocer los problemas médicos del recién nacido. En consecuencia, el médico se
halla obligado a explicarles el problema en forma adecuada.
Artículo 62.- Si el estado del niño es de grado tal que el tratamiento ocasionará la
prolongación precaria de la vida de un ser con profundo deterioro mental o físico, los
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padres deben ser informados de su autoridad para suprimir el consentimiento para el
tratamiento y de su autoridad para exigir al médico la suspensión del que haya iniciado.
Artículo 63.- Cualquier intento de coerción procedente del médico o del personal
hospitalario, para obtener el consentimiento de tratar un niño con graves anormalidades, y
en oposición a los deseos de los padres, debe considerarse como una desviación a las
normas de la ética profesional.
Artículo 64.- Si los principios religiosos del médico - en oposición a los deseos de los
padres consignados por escrito le demandan la preservación de la vida del niño,
independientemente de la calidad de la misma, debe transferir la atención de éste a otros
médicos o, en su defecto, a otra institución.
Artículo 65.- Si los padres exigen el tratamiento luego de obtenida información cabal de su
inutilidad, éste debe ser administrado.
Artículo 66.- Si el médico cree que el niño puede ser capaz de alcanzar mediante el
tratamiento una vida normal y los padres expresan su desacuerdo, debe solicitar la
intervención del tribunal correspondiente. La posibilidad de infringir los principios
religiosos de los padres, si es que existe ese factor, es responsabilidad de la Ley, no del
médico.

Capítulo Tercero
Diceología o Derechos del médico
Artículo 67.- El médico puede ejercer el libre de derecho de elección de sus enfermos,
limitado solamente por lo prescrito en el artículo 46 de este Código.
Artículo 68.- El médico tiene derecho a transferir la atención del enfermo, salvo los casos
de fuerza mayor y los ya previstos en este Código, cuando medie algún de las
circunstancias siguientes:
a. Si se entera que el enfermo es atendido simultáneamente por otro médico.
b. Cuando, en beneficio de una mayor atención, considere necesario hacer intervenir a un
especialista u otro médico más capacitado para atender el proceso patológico en cuestión.
c. Si el enfermo, voluntariamente, no cumple con las prescripciones.
Artículo 69. El médico, como funcionario del Estado o de organismos asistenciales de
cualquier naturaleza, tiene el derecho de rehusar aquellas atenciones que no encuadran
dentro de las obligaciones inherentes al cargo que desempeña.
Artículo 70.- El médico puede y debe prestar su adhesión activa a los reclamos colectivos
de mejoras o defensa proporcional y las medidas que para el logro de su efectividad
disponga la entidad a que pertenece.
Artículo 71.- Cuando el médico ejerce el derecho señalado en el artículo anterior, es
indispensable hacerlo por intermedio de la entidad gremial correspondiente, debiendo
quedar perfectamente asegurada la atención indispensable de los enfermos bajo tratamiento
y los nuevos en caso de urgencia.

Capítulo Cuarto
De los Derechos y Deberes de los enfermos
Artículo 72.- El enfermo tiene derecho a:
1) Exigir de los médicos que lo asisten y de los demás integrantes del equipo de salud, un
elevado grado de competencia profesional y a esperar de los mismos una conducta moral
irreprochable.

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2) Ser atendido en forma respetuosa y cordial por el médico y por los demás integrantes del
equipo de salud.
3) Ser informado de la naturaleza de su padecimiento oportunamente, de los riesgos
inherentes a la aplicación de los procedimientos diagnósticos y a conocer las posibles
opciones.
4) Recibir la información necesaria para dar un consentimiento válido (libre), previo a la
aplicación de cualquier procedimiento diagnóstico o terapéutico.
5) Que se respete su intimidad durante la realización del acto médico.
6) Que se respeten sus confidencias y a que las discusiones concernientes a la información
que ha suministrado, exámenes practicados y estado de salud, se conduzcan con discreción
y carácter confidencial.
7) Exigir honorarios justos y a examinar y pedir información adecuada del monto de los
mismos, no pudiendo el médico tratante negarse a suministrar las explicaciones que el
primero considere convenientes.
8) Rehusar determinadas indicaciones diagnosticas o terapéuticas siempre que se trate de un
adulto mentalmente competente. El derecho a la autodeterminación no puede ser abrogado
por la sociedad a menos que el ejercicio del mismo interfiera los derechos de los demás. Si
tal decisión pone en peligro la vida del enfermo, debe el médico exigir la presencia de
testigos que den fe de la decisión del mismo y anotar la información pertinente en la
correspondiente historia clínica.
9) Rechazar en determinadas circunstancias su participación en procedimientos de
investigación en seres humanos y a conocer el reglamento de la institución donde se halla,
incluyendo las regulaciones concernientes a sus limitaciones personales.
10) El derecho del enfermo de disponer de su cuerpo, luego de su muerte, mediante la
autorización de que sus órganos puedan ser utilizados con fines humanitarios: trasplantes,
procedimientos de investigación, estudios de disección anatómica, es de obligatorio
cumplimiento sobre bases estrictamente morales. Igual conducta deberá aportarse cuando el
enfermo no desea la inhumación tradicional sino otro procedimiento de disposición de su
cuerpo: cremación, embalsamamiento.
Artículo 73.- El enfermo debe:
1) Cumplir obedientemente las prescripciones del médico y no permitir se le persuada a
tomar medicamentos sugeridos por profanos.
2) Abstenerse de solicitar otra opinión profesional sin el consentimiento expreso de su
médico tratante, ya que si los médicos no actúan concertadamente pueden producirse
efectos indeseables.
3) Comunicar en forma cortés su decisión al médico tratante cuando decide prescindir de
sus servicios profesionales.
4) Tener presente, en sus relaciones con el médico, que la pura retribución pecuniaria nunca
compensará la acción profesional del mismo.

Capítulo Quinto
Del Enfermo Terminal
Artículo 74.- Enfermedad terminal es la condición clínica que inexorablemente causa la
muerte a quien la padezca, casi siempre porque ha progresado tanto o invadido de tal modo
el organismo que ningún tratamiento puede ya desarraigarla, sin que sea determinable el
lapso de vida restante.

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Artículo 75.- Enfermo terminal es la persona que como consecuencia de una enfermedad o
lesión grave, con diagnósticos médicos ciertos y sin posibilidad de tratamiento curativo,
tiene expectativa de vida reducida entre pocas horas y tres meses.
Artículo 76.- La persona que sufre de una enfermedad fatal tiene legítimo derecho a que se
le preste atención, a que se le dedique el tiempo necesario y a que se le siga considerando
un ser humano.
Artículo 77.- El paciente con una enfermedad fatal tiene derecho a ser informado de la
verdad de su padecimiento, si es que realmente desea conocerla. El médico debe efectuar la
evaluación previa de estos enfermos para decidir el momento oportuno en que habrá de
suministrar la información requerida y poder así auxiliarle ante reacciones impredecibles.
Artículo 78.- Los enfermos en condición Terminal y que se encuentran mentalmente
competentes, tienen el derecho a participar en las decisiones referentes a su padecimiento,
para lo cual se les debe informar debidamente sobre las opciones existentes y los eventuales
beneficios o efectos indeseables que puedan derivarse de cada una de ellas.
Podrán rehusar cualquier procedimiento diagnóstico o terapéutico y su determinación debe
ser respetada por el médico aunque colida con lo que se considere como lo mejor.
Artículo 79.- Los objetivos fundamentales en el tratamiento de un paciente terminal son el
alivio del sufrimiento, propiciar la mayor comodidad posible, facilitar el contacto con los
seres queridos, recibir la ayuda espiritual del ministro o sacerdote de su religión si la tiene y
si así lo desea, y finalmente, ayudarlo a enfrentar la muerte con dignidad.
Artículo 80.- El enfermo terminal tiene derecho a ser atendido por profesionales
competentes no sólo por su paciencia, sino también por las actitudes que desarrollan en la
aplicación de tratamientos paliativos, los cuales idealmente deben ser administrados por los
integrantes de un equipo interdisciplinario dirigido por el médico, entendiendo que los
enfermos terminales no deben ser en ningún momento abandonados ni descuidados y para
quienes la atención que se les ofrece es considerada de igual importancia que la de quienes
sobrevivan.
Artículo 81.- El enfermo terminal tiene derecho a decidir el tipo de información que el
médico podrá revelar luego de su muerte. Es, en suma, garantizar el derecho del fallecido a
que se respete su intimidad.
Artículo 82.- El enfermo terminal no debe ser sometido a la aplicación de medidas de
soporte vital derivadas de la tecnología, las cuales sólo servirán para prolongar la agonía y
no para preservar la vida.
Parágrafo Uno: Distanasia: es la utilización de medidas terapéuticas de soporte vital que
conllevan a posponer la muerte, en forma artificial. Es equivalente a ensañamiento
terapéutico, encarnizamiento terapéutico o hiperterapéutico.
Parágrafo Dos: en aquel paciente críticamente enfermo cuya evaluación por consenso de los
médicos tratantes sea considerado como enfermo terminal, la conducta se regirá por lo
contemplado en este artículo.
Artículo 83.- Cuando un enfermo terminal padezca de dolor, el médico debe auspiciar el
empleo de analgésicos en dosis suficientes con el fin de aliviar el sufrimiento. De ser
posible se deben llevar a cabo medidas terapéuticas especializadas para calmar el dolor. En
ocasiones en las cuales se teme que con el aumento progresivo de la dosis de analgésicos
potentes, se pueda acortar el proceso vital por la depresión de los centros nerviosos que
regulan la respiración, se debe proceder dando prioridad al objetivo de la analgesia como
efecto primario buscado, por sobre el eventual efecto indeseado.

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Artículo 84.- Es obligación fundamental del médico el alivio del sufrimiento humano. No
puede, en ninguna circunstancia, provocar deliberadamente la muerte del enfermo aún
cuando éste o sus familiares lo soliciten, como tampoco deberá colaborar o asistir al
suicidio del paciente instruyéndolo y/o procurándole un medicamento en una dosis letal.

TÍTULO III
Capítulo Primero
Del Ejercicio Institucional de la Medicina y de los Deberes del Médico en Materia de
Medicina Social
Artículo 85.- Se entiende por ejercicio institucional de la Medicina la prestación de
servicios por medio de médicos contratados por instituciones oficiales o privadas, a la
población en general o grupos definidos de la misma.
Artículo 86.- Los médicos al servicio de organizaciones dedicadas al ejercicio institucional
de la Medicina deberán cumplir su trabajo profesional de acuerdo con las normas
tradicionales del acto médico. Este se basará, por tanto, en el respeto a la dignidad de la
persona, en la relación médico-paciente, en la responsabilidad individual y en el secreto
profesional.
Artículo 87.- Los médicos que realicen la prestación de servicios con compañías de
seguros, administradoras de planes de salud, u otras organizaciones de servicios de salud,
deberán ceñir su actuación a lo pautado en el Artículo anterior, debiendo además respetar y
hacer respetar, cuando sea posible, la libertad de escogencia del médico y clínica por parte
del paciente.
Artículo 88.- Los médicos deben exigir que en el seno de las instituciones donde presten
sus servicios se establezcan las Comisiones Técnicas, Científicas, Asistenciales, Gremiales,
etc. que se estimen necesarias para garantizar la buena marcha de aquellas, así como la
defensa de su independencia profesional.
Artículo 89.- El médico está obligado a velar por el prestigio de la institución donde trabaja
cumpliendo fielmente las disposiciones reglamentarias de la misma. Estas disposiciones
reglamentarias no podrán colidir con lo dispuesto en la Ley de Ejercicio de la Medicina, en
su Reglamento y en el presente Código.
Artículo 90.- Es deber del médico que ejerce en instituciones hospitalarias, recabar en
beneficio del enfermo información del médico de cabecera. Este último deberá remitir al
hospital la correspondiente historia clínica. Es deseable a su vez, que el equipo médico
hospitalario y el médico de cabecera mantengan comunicación durante la hospitalización
del enfermo. Esta relación debe cumplir con las normas de confraternidad y de respeto de
las competencias respectivas.
Artículo 91.- Al ser dado de alta el paciente, debe entregársele un informe contentivo del
resumen de los datos de mayor significación: diagnóstico clínico, hallazgos operatorios,
informes histopatológicos y otros que se juzguen convenientes.
Artículo 92.- La prestación de servicios con una entidad pública o privada no limita en
modo alguna el ejercicio, por parte del médico, de sus deberes profesionales, en particular
sus obligaciones concernientes a la adecuada preservación del secreto médico.
En ninguna circunstancia puede el médico aceptar limitaciones a su independencia
profesional por parte del organismo empleador, concediéndole prioridad fundamental a la
preservación de la salud física y espiritual de las personas que el médico examina y trata.
Artículo 93.- Los médicos contratados especialmente para prestar sus servicios en
instituciones estatales tienen derecho de exigir al empleador que en el respectivo contrato
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se fije el monto de la remuneración, el tipo de servicio que se prestarán y los derechos
sociales que beneficien. En ningún caso deben ser inferiores a los establecidos por la
Federación Médica Venezolana, según sean de instituciones nacionales o regionales. Estos
contratos deberán ser previamente aprobados por el respectivo Colegio de Médicos y la
Federación Médica Venezolana.
Artículo 94.- Los reglamentos internos de Hospitales y Clínicas, tanto públicos como
privados, deben ser elaborados y aprobados por las instituciones y la Federación Médica
Venezolana, cuando sean de índole nacional, y por los Colegio de Médicos cuando sean
regionales, en un todo de acuerdo con la Doctrina Federativa.
Artículo 95.- El médico que presta sus servicios a empresas o instituciones públicas y
privadas, debe abstenerse de recibir en su consultorio particular, o prestar atención
domiciliaria con carácter de médico privado, a trabajadores o familiares de éstos a quienes
tiene obligación de atender en las dependencias de las instituciones mencionadas, salvo en
condiciones especiales requeridas por el paciente.
Artículo 96.- Sin perjuicio de lo que establezcan las disposiciones legales vigentes, los
profesionales que ejerzan la medicina están obligados a prestar su colaboración a las
autoridades en casos de epidemias, desastres, y otras emergencias de carácter colectivo y a
suministrar oportunamente los datos o informaciones que por su condición de funcionarios
o médicos, de acuerdo con disposiciones legales, les sean requeridas por las autoridades.
Parágrafo Único: También se hallan los médicos obligados a denunciar ante las autoridades
competentes las condiciones de insalubridad o de inseguridad que observen en los
ambientes de trabajo, así como aquellas que noten en lugares públicos o privados que
constituyan riesgos para la salud o la vida de quienes a ellos concurran.
Artículo 97.- Las campañas públicas de carácter preventivo o curativo, no deben utilizarse
para proselitismo profesional, valerse de esta función para realizar propagandas, para
incrementar su clientela particular.
Artículo 98.- Los médicos al servicio de las instrucciones dedicadas a la prestación de la
medicina institucional, no deben aceptar que ninguna persona o grupos de la sociedad
gocen de fuero especial para su atención en dichos servicios, tanto en las consultas externas
como en la hospitalización.
Artículo 99.- El total del tiempo contratado por un médico con entidades o empresas
públicas o privadas para el desempeño de cargos de carácter profesional no podrá exceder
de la Jornada máxima de Trabajo diario o semanal señalado por la Ley. Incurre igualmente
en violación de este Código el médico que ejerciendo funciones administrativas, permita a
otro médico el cabalgamiento de horarios, el incumplimiento de su trabajo y la violación de
la Jornada Máxima de trabajo.
Artículo 100.- Los médicos que prestan sus servicios en instituciones públicas, deberán
cumplir fielmente con el horario de trabajo médico que les ha sido asignado. La violación
injustificada de este importante deber puede ocasionarle al médico la aplicación de las
sanciones contempladas en las leyes vigentes.
Artículo 101.- El salario o sueldo devengado por el médico en instituciones públicas o
privadas debe estar sustentado en el principio del "Salario Justo". Por tanto deberá tomar en
consideración el alto costo de la vida y sus constantes aumentos, la importancia de la
profesión médica, el papel que el médico juega en la sociedad, sus deberes familiares y
todos aquellos otros elementos contenidos en la doctrina laboral en materia de salario.
Artículo 102.- En el cumplimento de los deberes y derechos que consagra la Ley de
Ejercicio de la Medicina a la Federación Médica Venezolana y a los Colegios de Médicos
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de la República, estas Instituciones tienen el deber de luchar por la conquista de mejores
condiciones de vida y de trabajo para los médicos y muy especialmente lo relacionado con
el concepto salario, a que se refiere el Artículo anterior.
Artículo 103.- Cuando la Federación Médica Venezolana o los Colegios de Médicos de la
República, fundamentados en justificadas razones de carácter gremial, ético o deontológico,
mediante decisión dictada al efecto, declaren que un cargo médico no debe ser ocupado por
otro médico (congelación de cargos), hasta tanto no se cumplan determinadas condiciones,
ningún médico deberá ocupar dicho cargo.
Artículo 104.- Se considera como absolutamente violatorio de las normas legales y de los
principios éticos y deontológicos contenidos en este documento, la contratación, por parte
de los médicos, con entidades públicas o privadas de jornadas de trabajo que coincidan total
o parcialmente. (Cabalgamiento de horarios). En tal caso la Federación Médica Venezolana
como los Colegios de Médicos están en la obligación de intentar todas las acciones legales
o disciplinarias establecidas en la Ley de Ejercicio de la Medicina o en su Reglamento.
Artículo 105.- Los médicos están en la obligación de cumplir con los deberes establecidos
en los Reglamentos Internos de la Federación Médica Venezolana y de los Colegios de
Médicos de la República, que dicten de conformidad con la Legislación vigente.

Capítulo Segundo
Deberes de Confraternidad
Artículo 106.- La Confraternidad Profesional se refiere a la comunidad de intereses entre
quienes ejercen una misma profesión, siempre que se fundamente en la aceptación
consciente de que forman parte de una institución disciplinada, cuya unidad corporativa
depende del cumplimiento por parte de sus integrantes, de los deberes que los mismos se
han impuesto en forma voluntaria, y no propiamente de hermandad para justificar
desafueros o cualquier modalidad de actuación reprochable en aras de una mal entendida
solidaridad profesional.
Artículo 107.- En buena confraternidad profesional, los médicos están en la obligación de
mantener recíproca colaboración. Está prohibido desacreditar a un colega y hacerse eco de
manifestaciones u opiniones capaces de perjudicarlo moralmente y en el ejercicio de la
profesión. Está así mismo prohibido expedir certificaciones que puedan acarrearle el mismo
daño.
Parágrafo Único: No está reñida con la buena confraternidad profesional la actitud del
médico que rechaza o denuncia los vicios, en los cuales incurren algunos médicos, dañinos
a los intereses del enfermo y al prestigio de nuestra profesión.
Artículo 108.- El médico, independientemente de su especialidad, tiene el deber de prestar
atención gratuita a sus colegas. Gozan de igual derecho el cónyuge, la viuda mientras no
contraiga nuevas nupcias, el padre y la madre. Los hijos menores de 18 años gozarán de
este privilegio mientras dependan económicamente del médico. Este servicio se realizará:
a) Previo acuerdo entre el médico beneficiario o referente y el médico tratante en cuanto a
fecha, lugar y hora.
b) El médico y sus familiares señalados en este artículo podrían ser identificados por el
médico tratante, mediante documento (carnet u otro) debidamente expedido por su
respectivo Colegio de Médicos o por el IMPRES, el cual tendrá validez en todo el territorio
nacional.

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Parágrafo Único: El coste del material de examen empleado o en el diagnóstico o
tratamiento de un colega o de los familiares antes mencionados, deberá ser pagado por el
beneficiario.
Artículo 109.- Cuando el médico o los familiares a que se refiere el Artículo anterior, gocen
de los beneficios de un seguro, planes de salud, u otros similares de prestación de servicios
médicos, el médico tratante tiene derecho a percibir, de las organizaciones antes
mencionadas de servicios de salud y administradoras de salud, los pagos por honorarios
profesionales sin que ello constituya una violación a lo estipulado en el Artículo 108 del
presente Código.
Parágrafo Único: Cuando estas organizaciones o empresas de salud sean creadas por la
Federación Médica Venezolana, Colegios de Médicos, Impres, o Sociedades Científicas,
dichos honorarios deberán ser tasados, mediante tarifa especial convenida entre las partes y
basados en el baremo de referencia de la Federación Médica Venezolana
Artículo 110.- Se entiende por médico habitual de la familia o del enfermo, aquel a quien
frecuentemente consultan los nombrados. Médico de cabecera es aquel que asiste al
paciente en su dolencia actual.
Artículo 111.- El médico que atiende un caso de urgencia por encontrarse imposibilitado el
médico habitual o el de cabecera, deberá retirarse a la llegada de éste, a menos que este
último le pida acompañarlo en la asistencia del paciente.
En caso de ausencia del médico habitual de una familia, el que hubiera sido llamado para
atender un paciente de aquel se halla en el deber de retirarse a su regreso, a menos que
medie una disposición expresa del paciente o sus familiares.
Artículo 112.- Los médicos en funciones directivas, sean estas gremiales, administrativas,
docentes, sanitarias o asistenciales deberán mantener con sus colegas una actitud
respetuosa. Igualmente todo médico está obligado a guardar la debida consideración hacia
sus superiores jerárquicos.
Artículo 113.- Normas elementales de Cortesía profesional deben regir la referencia de los
pacientes, debiendo cumplirse con el suministro de la necesaria información que sirva al
médico consultado para la buena continuidad del acto médico.
En igual forma debe proceder el médico consultado, al indicarle el regreso del paciente al
médico tratante.
Artículo 114: se llama Interconsulta la opinión de uno o más médicos individualmente, para
intercambiar conocimientos respecto al diagnóstico y tratamiento de un paciente.
Parágrafo Único: Las interconsultas serán promovidas por el médico tratante.
Artículo 115: El médico tratante está en la obligación de promover interconsulta en las
siguientes situaciones:
a. Cuando no ha logrado establecer un diagnóstico preciso.
b. Cuando no ha obtenido resultados satisfactorios con los tratamientos instituidos.
c. Cuando se impongan los servicios de un médico especialista.
d. Cuando por gravedad o pronóstico incierto desea compartir la responsabilidad con uno o
más colegas.
e. Cuando aprecia dudas acerca de su actuación en el paciente o sus familiares.
Artículo 116.- Se llama Junta Médica la reunión de dos o más médicos simultáneamente
para intercambiar opiniones respecto al diagnóstico y tratamiento de un enfermo. El
enfermo o sus familiares tienen el derecho de solicitar una Junta Médica, cuando no estén
satisfechos de los resultados de los tratamientos empleados por el médico tratante o en el
caso de que deseen confirmar la opinión de éste. Tal solicitud debe ser precedida de la
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información suministrada al médico tratante. El uso por parte del paciente de este derecho,
no debe ser considerado por el médico tratante como demostración de desconfianza en su
acción profesional y debe solicitarse a través de éste.
Parágrafo Único: Las Juntas Médicas serán promovidas por el médico tratante, el enfermo o
sus familiares.
Artículo 117.- En caso de que sea el médico de cabecera quien promueva la interconsulta o
Junta médica, corresponde a él la designación del colega o colegas que juzgue capaces de
ayudarle en la solución del problema, y en el caso de junta médica, el paciente o sus
familiares podrán exigir la presencia de uno o más médicos de su elección.
Artículo 118.- Al realizarse una Junta Médica, el médico tratante hará la exposición
correspondiente y emitirá el diagnóstico presunto, poniendo a disposición de los colegas
toda la documentación pertinente.
Las deliberaciones de la Junta no deberán desarrollarse ante el enfermo o sus familiares y
no se permitirá opinión alguna en lo que respecta al diagnóstico, pronóstico y tratamiento
que no sea el resultado de las conclusiones de la Junta.
Artículo 119.- Ningún médico deberá concurrir a interconsulta que han sido promovidas sin
el consentimiento del médico tratante. Tampoco está autorizado para promover
interconsulta el médico llamado accidentalmente en reemplazo del médico tratante, salvo
en situaciones de urgencia.
Artículo 120.- El médico consultor no deberá convertirse en médico tratante durante el
proceso de la enfermedad para la cual fue consultado. Sin embargo, existen las siguientes
excepciones:
a) Cuando el médico tratante cede al consultor, voluntariamente, la dirección, del caso;
b) Cuando se trata de un especialista a quien el médico tratante deba ceder la dirección de
la asistencia ulterior del enfermo.
c) Cuando así lo decidan el enfermo o sus familiares y lo expresen al médico interesado,
dejando constancia por escrito en la historia clínica.
Articulo 121.- El especialista que se encargue de un paciente asume de hecho la dirección
del tratamiento en lo que respecta a su especialidad, pero actuará siempre de acuerdo con el
médico tratante y deberá suspender su intervención tan pronto cesen las causas que
ameritaron sus servicios.
Parágrafo Único: En caso de que sean dos o más especialistas consultados, corresponde al
médico tratante señalar quien debe ser el encargado del tratamiento, acordándose antes con
el enfermo o sus familiares.

Capítulo Tercero
De los Deberes y Derechos de los Médicos hacia otros Profesionales de la Salud.
Artículo 122.- En sus relaciones con los miembros de otras profesiones de la salud, los
médicos deben observar una actitud decorosa y honorable, dispensándoles la cortesía que
impone su condición profesional y respetando las normas señaladas por la técnica y por las
respectivas leyes de ejercicio profesional.
Artículo 123.- A los médicos les está prohibido:
a) Asociarse con farmacéuticos para la instalación y explotación del negocio de farmacias.
b) Vender medicamentos y también prescribir fórmulas secretas solo conocidas por
determinado farmacéutico de la localidad.

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c) Si se hallan en ejercicio, recibir beneficios comerciales de farmacias, laboratorios,
ópticas, establecimientos ortopédicos y demás organizaciones similares encargadas del
suministro de elementos susceptibles de prescripción médica.
En consecuencia: está obligado a observar absoluta imparcialidad en lo concerniente a la
utilización de las farmacias y laboratorios, absteniéndose de hacer recomendaciones
preferenciales.
Artículo 124.- No es lícito dejar bajo la responsabilidad del personal auxiliar la toma de
iniciativas y la solución de problemas relativos al diagnóstico y la terapéutica, los cuales
exigen siempre el juicio y la participación activa de los profesionales de la Medicina.
Artículo 125.- Los médicos en ejercicio de su profesión no podrán asociarse con fines de
lucro con profesionales afines o con auxiliares de la medicina. Tampoco podrán efectuar
partición de honorarios con otros colegas o con profesionales técnicos o auxiliares, ni
retribuir a intermediarios o percibir porcentajes o comisiones por actividades del ejercicio
profesional.

TÍTULO IV
Capítulo Primero
Del Secreto Profesional y del Uso de las Computadoras en Medicina
Artículo 126.- Todo aquello que llegue a conocimiento del médico con motivo o en razón
de su ejercicio, no podrá darse a conocer y constituye el Secreto Médico. El secreto médico
es inherente al ejercicio de la medicina y se impone para la protección del paciente; el
amparo y salvaguarda del honor del médico la dignidad de la ciencia. El secreto médico es
inviolable y el profesional está en la obligación de guardarlo.
Artículo 127.- El Secreto Profesional Médico constituye una modalidad de secreto comiso
basado en la comunicación privilegiada derivada de la relación médico-paciente.
Comunicación privilegiada se refiere al privilegio de hallarse protegido de tener que revelar
información confidencial transmitida a una persona en virtud de su capacidad profesional.
El objeto de este privilegio, en cuanto se aplica a información médica es asegurar al
individuo que los que ha revelado al médico no será divulgado a otros, estimulando por
consiguiente una franca discusión, necesaria para establecimiento del diagnóstico,
tratamiento o cualquier otra forma de consejo. Realmente el privilegio es del paciente, el
cual puede exonerar al médico del mismo, si así lo desea.
Artículo 128.- Al personal auxiliar que colabora con la realización del acto médico se
extiende, así fuere por el simple hecho de ejercer una actividad en la cual maneja una forma
de comunicación privilegiada, la obligación de mantener el secreto profesional médico.
Parágrafo Único: La solución aceptable descansa en la aplicación del siguiente principio,
todos aquellos que están ligados a la profesión médica y comparten alguno o algunos de los
deberes que incumben a la profesión, se hallan obligados a guardar el secreto profesional.
Artículo 129.- El médico velará porque sus colaboradores guarden el secreto profesional,
pero no será responsable de la revelación que ellos hagan.
Artículo 130.- El secreto médico es un derecho del enfermo, pero el médico no incurre en
violación cuando lo revela de conformidad con lo establecido en el Artículo 47 de la Ley de
Ejercicio de la Medicina, cuyo texto se transcribe a continuación: "No hay violación del
secreto médico en los siguientes casos":
1) Cuando la revelación se hace por mandato de la Ley.
2) Cuando el paciente autoriza al médico para que lo revele.

48
3) Cuando el médico, en su calidad de experto de una empresa o institución y previo
consentimiento por escrito del paciente, rinde su informe sobre las personas sometidas a
exámenes al Departamento Médico de aquella.
4) Cuando el médico ha sido encargado por la autoridad competente para dictaminar sobre
el estado físico o mental de una persona.
5) Cuando actúa en el desempeño de sus funciones como médico forense o médico legista.
6) Cuando hace la denuncia de los casos de enfermedades notificables de que tenga
conocimiento ante las autoridades sanitarias.
7) Cuando expide un certificado de nacimiento o de defunción o cualquiera otro
relacionado con un hecho vital, destinado a las autoridades judiciales, sanitarias, de
estadísticas o del registro civil.
8) Cuando los representantes legales del menor exijan por escrito al médico la revelación
del secreto. Sin embargo el médico podrá, en interés del menor, abstenerse de dicha
revelación.
9) Cuando se trate de salvar la vida o el honor de las personas.
10) Cuando se trate de impedir la condena de un inocente.
11) Cuando se informe a los organismos gremiales médicos de asuntos relacionados con la
salud de la comunidad en cuanto atañe al ejercicio de la medicina. Esta información no
releva de la obligación a que se refiere el ordinal 10 del artículo 25 de esta Ley".
Artículo 131.- Debe distinguirse entre pacientes con capacidad jurídica y aquellos que son
incapaces, bien por minoridad o por defectos mentales. En el primer caso el secreto es un
derecho del paciente que puede ejercerlo manifestando su voluntad en contrario únicamente
limitada por prescripciones legales que obligan al médico a la revelación del secreto. En el
segundo caso el médico puede informar a los familiares del incapaz, siempre que aquellos
ejerzan la representación legal del mismo.
Artículo 132.- El consentimiento del enfermo para que se revele el secreto médico no
confiere al médico el derecho a revelarlo ni le exime de las acciones penales que pudieran
surgir de tal hecho.
Artículo 133.- El secreto profesional médico se extiende no sólo a los hechos de carácter
médico, sino a todo aquello que llegare a conocimiento del médico con motivo o en razón
de su ejercicio profesional.
Artículo 134.- El médico puede eximirse de contestar preguntas relacionadas con
enfermedades de sus pacientes pero está autorizado para revelar el pronóstico y también el
diagnóstico, cuando lo considere necesario en resguardo de su respetabilidad o para mejor
conducción del tratamiento.
Artículo 135.- El médico sólo puede suministrar informes respecto al diagnóstico,
pronóstico o tratamiento de un enfermo a los allegados más inmediatos de éste. Sólo
procederá en otra forma con la autorización expresa del paciente.
Artículo 136.- El médico puede compartir su secreto con los otros médicos que intervienen
en la elaboración del diagnóstico y en el tratamiento del enfermo, obligándose éstos a su
vez a mantener el secreto profesional. Aun así solo la información necesaria debe ser
revelada a menos que dicha revelación se considere esencial para los intereses del enfermo.
Artículo 137- El médico debe respetar los secretos que se le confíen o de los cuales tenga
conocimiento por su actuación profesional, aún después de la muerte del enfermo.
Cualquiera que sea el tiempo transcurrido después de la muerte el deber no disminuye
porque en este respecto no hay prescripción y la divulgación de determinados hechos puede

49
causar perjuicios no solamente a la memoria y al buen nombre de una persona fallecida
sino también a su familia.
Parágrafo Único: Algo diferente es lo concerniente a la posibilidad de informar
confidencias luego de la muerte del paciente en beneficio de los intereses del Estado y de la
comunidad en general. La divulgación de esta información en caso de que sea necesaria,
debe hacerse en su debida oportunidad, respetando la veracidad, sin entrar en intimidades
morbosas y sin dañar la reputación del muerto. La pulcritud y pureza de la descripción
deben ser paralelas a sus elevadas finalidades.
Artículo 138.- La profesión médica debe rechazar cualquier intento destinado a imponer
una legislación sobre el procesamiento electrónico de datos que pueda poner en peligro el
carácter confidencial de la información recogida. Debe lograrse protección efectiva contra
el uso de retransmisiones de los registros de cualquier información personal antes de que
entre a la computadora.
Artículo 139.- Los bancos de datos médicos, sólo deben hallarse disponibles para la
profesión médica y, por tanto, no debe permitirse su vinculación a otros bancos centrales de
datos.
Artículo 140.- Tanto el paciente como el médico deben ser informados de la existencia en la
respectiva institución de sistemas de procesamientos de datos obtenidos de las historias
depositadas en el archivo médico. Dicha información debe suministrarse al médico y al
paciente antes de proceder a su utilización.
Artículo 141.- Debe obtenerse la autorización del médico y del paciente previo al
suministro de la información a individuos y organizaciones extraños a la institución.

Capítulo Segundo
De las Historias Médicas
Artículo 180.- Para los efectos de este Código la historia médica comprende:
a) Los elementos (subjetivos y objetivos) suministrados por el enfermo.
b) Las aportaciones del médico tratante (identificación de los hallazgos, interpretaciones y
correlaciones).
c) Las contribuciones (anotaciones correspondientes) si es que existieren, de los médicos
que colaboran en el diagnóstico y tratamiento del enfermo.
d) La documentación relativa a las exploraciones complementarias realizadas exámenes de
laboratorio, radiografías, trazados gráficos, estudios isotópicos, estudios histopatológicos,
informe necrópsico, etc.
Artículo 181.- El médico tiene derecho de propiedad intelectual sobre la historia médica y
sobre todo documento elaborado sobre la base de sus conocimientos profesionales.
Artículo 182.- Las historias médicas deben ser elaboradas bajo la responsabilidad de un
médico, quien aplica sus conocimientos y los completa con todos los recursos disponibles a
fin de que constituyan documentos que además de orientar la conducción de un caso clínico
puedan servir para estudiar la patología respectiva en cualquier momento.
Parágrafo Primero: Para garantizar su buena confección y efectos la historia médica debe
estar elaborada en forma clara, legible, precisa, concisa, cronológica, veraz, sin abreviaturas
no reconocidas ni enmiendas.
Parágrafo Segundo: Para garantizar su buena confección y efectos la Dirección del Instituto
Asistencial, en colaboración con el Cuerpo Médico debe ordenar un sistema de Auditoría
Médica permanente, el cual servirá para evaluar la eficiencia de la atención médica y la
corrección de los efectos anotados.
50
Artículo 183.- La documentación relativa a las exploraciones complementarias y todo
documento que sea aportado por el paciente, bien en consultorio privado o en
establecimientos públicos le deberán ser devueltos cuando éste lo solicite. Es falta retener
alguno contra la voluntad del paciente.
Artículo 184.- Debe calificarse de práctica altamente reprochable la anotación en las
historias médicas de comentarios peyorativos y en ocasiones de carácter ofensivo - bien
para el enfermo o relativos a las opiniones o recomendaciones hechas por otros colegas que
también intervienen en el manejo de los problemas del paciente - justificándose la
aplicación a sus autores, de sanciones proporcionales al grado de la falta cometida.
Es también condenable la inclusión de datos falsos, enmendaduras o sustracción de hojas de
la historia por no estar de acuerdo con lo allí descrito, o para ocultar errores cometidos.
Artículo 185.- El médico que desea hacer un trabajo de investigación comunicación o
cualquier tipo de publicación relativo a historias médicas de pacientes, procedimientos o
regímenes médicos o administrativos en una dependencia universitaria, sanitaria o
asistencial, deberá presentar su plan de trabajo al jefe médico, Comité de Ética o en su
defecto a otras instancias responsables de dicha dependencia y solicitar su autorización.
Artículo 186.- El médico que ejerce en un centro asistencial puede utilizar el Archivo de
Historias Clínicas de la institución con fines de estudio o de investigación. En el informe,
presentación o publicación de su trabajo debe mencionar el servicio a que corresponde y el
nombre del médico-jefe responsable.
Cuando la documentación pertenece a otro centro asistencial debe solicitar previamente la
autorización escrita de la Dirección y del jefe del Departamento o Servicio a quienes
pertenece la propiedad intelectual.
Artículo 187.- A petición de otro colega y siempre con la conformidad del paciente el
médico está obligado a suministrar la información requerida con fines diagnósticos o
terapéuticos.
En ningún caso debe permitir el médico el examen directo de la historia clínica por el
paciente o sus allegados. Solo puede hacerlo el médico especialmente autorizado por éstos.
Artículo 188.- Si el paciente expresa su deseo de obtener los servicios de otro profesional
con carácter permanente, cambia su residencia a otro lugar del país o abandona éste en
forma definitiva, podrá el médico tratante invocar la propiedad intelectual y su interés en
conservar todos los elementos mediante los cuales certifica su experiencia y que,
necesariamente, deberá utilizar con fines estadísticos de publicación u otros. En cualquiera
de estas situaciones el médico está obligado a permitir el suministro, al médico autorizado
por el enfermo, de copias fidedignas donde conste la información requerida.
Parágrafo Uno: Si el paciente ha fallecido la solicitud puede proceder de los familiares,
debiendo el médico actuar en igual forma con el médico por éstos autorizado.
Parágrafo Dos: En el caso de los hospitales la conducta es similar debiendo las autoridades
del mismo permitir al médico previamente autorizado por el enfermo o sus familiares, el
examen directo de toda la documentación existente.
Artículo 189- Cuando en un Instituto Público se presenta un Tribunal competente con el fin
de practicar una inspección ocular o una averiguación en los archivos de las historias
médicas en relación con un paciente determinado o con la existencia de prácticas
irregulares, las autoridades hospitalarias se hallan obligadas a cooperar aportando toda la
información exigida por el juez designado al efecto.
Artículo 190.- Las historias de los establecimientos asistenciales públicos y privados, son
propiedad institucional y no de los médicos, pero continúan conservando su carácter de
51
documento confidencial. El hecho de que sean elaborados por funcionarios médicos en un
servicio público, no les confiere el carácter de documento público, porque entonces se
desvirtuaría el espíritu de la Ley de Ejercicio de l Medicina sobre el secreto profesional
médico.
Artículo 191.- El carácter de documento confidencial y de la necesaria preservación del
secreto médico obliga a su uso cauteloso y discreto, de manera que se respete la propiedad
y no se divulgue aquello que debe mantenerse en secreto. Al tratarse de averiguaciones
judiciales, debe utilizarse de la historia médica para su incorporación al expediente, sólo
aquello que tenga relación con el juicio, procurando así que la restante información quede
excluida.
Artículo 192.- Las historias clínicas no pueden en circunstancia alguna, ser entregadas a las
compañías aseguradoras. Para conciliar los intereses en juego la información extraída de las
mismas debe ser suministrada directamente por el médico tratante al médico designado por
la compañía aseguradora, información ésta cuya pertinencia queda al buen juicio y
responsabilidad del primero.
Artículo 193.- Cuando el médico ha fallecido, los familiares del mismo, por ningún
respecto se hallan obligados a entregar directamente a los pacientes las historias médicas
correspondientes, pudiendo transferir éstas a entidades responsables obligadas por el
secreto profesional.
Artículo 194.- El médico en su ejercicio privado y en igual forma las autoridades
hospitalarias, deben tomar todas las precauciones posibles destinadas a preservar el carácter
confidencial de la información contenida en las historias médicas, tal como se señala en el
capítulo relativo al Secreto Profesional Médico.

Capítulo Cuarto
De la Investigación en los Seres Humanos y en los animales
Artículo 204.- La investigación clínica debe inspirarse en los más elevados principios éticos
y científicos, y no debe realizarse si no está precedida de suficientes pruebas de laboratorio
y del correspondiente ensayo en animales de experimentación.
La investigación clínica es permisible cuando es realizada y supervisada por personas
científicamente calificadas y sólo puede efectuarse cuando la importancia del objetivo
guarda proporción con los riesgos a los cuales sea expuesta la persona.
Artículo 205.- El médico responsable de la investigación clínica debe tomar precauciones
especiales cuando la personalidad del sujeto pueda alterarse por el empleo de drogas o por
cualquier otro factor implícito en la experimentación.
Artículo 206.- En el tratamiento del paciente, el médico puede emplear nuevos
procedimientos terapéuticos si después de un juicio cuidadoso, considera probable el
restablecimiento de la salud o el alivio del sufrimiento.
Artículo 207.- El sujeto debe hallarse bien informado de la finalidad del experimento y de
sus riesgos y dar su libre consentimiento. En caso de incapacidad legal o física el
consentimiento debe obtenerse por escrito del representante ilegal del paciente y a falta de
éste, de su familiar más cercano y responsable.
Artículo 208.- Sólo cuando involucra valor terapéutico para el paciente es válida la
utilización del método que, simultáneamente, implique investigación clínica y
procedimiento terapéutico con la finalidad de adquirir nuevos conocimientos.
Artículo 209.- En casos de investigación clínica con fines científicos en sujetos sanos es
deber de primordial del médico:
52
1) Ejercer todas las medidas tendentes a proteger la vida y la salud de la persona sometida
al experimento.
2) Explicar al sujeto bajo experimentación, la naturaleza, propósito y riesgos del
experimento y obtener de éste, por escrito, el libre consentimiento.
3) Asumir, no obstante el libre consentimiento del sujeto, la responsabilidad plena del
experimento que debe ser interrumpido en cualquier momento en que el sujeto lo solicite.
4) Deben establecerse procedimientos que permitan compensarle por los riesgos que se
deriven de la experiencia efectuada, lo cual incluye el derecho a recibir asistencia financiera
o de cualquier otro tipo, que constituya una compensación por discapacidad temporal o
permanente.
Artículo 210.- Las embarazadas o en período de lactancia, no deben ser sujetas a
investigación que implique la posibilidad de riesgos para el feto o para el neonato, a menos
que esté dirigida a elucidar problemas del embarazo o de la lactancia. La investigación
"terapéutica" sólo es permisible cuando se destina a mejorar la viabilidad del feto o como
ayuda para aumentar la capacidad de amamantar de la madre.
Artículo 211.- Nunca deberá considerarse la participación de mujeres embarazadas o
madres lactantes en investigaciones no terapéuticas, que puedan exponer al feto, al recién
nacido, o lactante a riesgos, a menos que éstas tengan por objeto explicar problemas
relativos al embarazo o la lactancia.
Las investigaciones terapéuticas sólo se admiten, cuando tienden al estado de salud de la
madre sin perjudicar al feto recién nacido, o lactante a mejorar la viabilidad del feto a
promover el desarrollo saludable del lactante y la capacidad de la madre de alimentarlo
debidamente.
Artículo 212.- Los niños no deben ser sometidos a investigaciones que pueden, igualmente,
ser realizadas en personas adultas. De cualquier manera su participación es indispensable
para la investigación de las enfermedades propias de la infancia y de aquellas condiciones a
las cuales los niños son particularmente susceptibles.
Se considera imprescindible el consentimiento de los padres o del representante legal, dado
por escrito, luego de pormenorizada explicación de los objetivos del experimento y de los
riegos o molestias.
Artículo 213.- Las personas con enfermedades o defectos mentales no deben ser sometidas
a investigaciones que pueden realizarse en adultos en plena posesión de sus facultades
intelectuales. También es evidente que son las únicas personas disponibles para la
investigación del origen y tratamiento de las enfermedades o incapacidades mentales. Debe
solicitarse la autorización, dada por escrito, del familiar inmediato (esposa o paciente,
descendiente de edad adulta, hermano).
Artículo 214.- La investigación en sujetos subordinados a un grupo jerárquicamente
estructurado, exige muy cuidadosa consideración, ya que la "buena voluntad" del sujeto
puede hallarse influida por determinadas expectaciones, justificadas o no, de beneficios
adicionales. (Ejemplos de tales grupos son los estudiantes de medicina y de enfermería o
personal subordinado de laboratorio, personal hospitalario, empleados de la industria
farmacéutica, miembros de las fuerzas armadas y prisioneros.)
Artículo 215.- La responsabilidad por las investigaciones de carácter epidemiológico, al no
ser posible la obtención del consentimiento individual, será de la entera responsabilidad de
las autoridades oficiales en el campo de la salud. No obstante, deben emplearse todos los
medios posibles para informar a la comunidad los objetivos de la investigación, las ventajas
esperadas y los posibles riesgos e inconveniencias.
53
Artículo 216.- La revisión de los protocolos de investigación y la autorización para su
ejecución debe ser realizada por los Comités de Ética de Investigación Clínica, sometidos a
las normas elaboradas por la Institución de Bioética del Gobierno.
Artículo 217.- Cuidadosa consideración merece la investigación patrocinada desde el
exterior, o sea la investigación llevada a cabo en un país anfitrión, financiada y ejecutada
parcialmente o en su totalidad por una agencia externa, nacional o internacional, con la
colaboración o con el acuerdo de las autoridades competentes del país en cuestión.
Este tipo de investigación exige el cumplimiento de dos imperativos éticos:
1. El protocolo de investigación deberá ser sometido a revisión ética por la agencia
iniciadora del proyecto. Las normas éticas aplicadas no deberán ser menos rigurosas, que
las que se aplicarán en el país de origen de la propuesta.
2. Una vez que la agencia iniciadora del proyecto ha dado su aprobación, las autoridades
competentes en el país anfitrión deberán establecer mediante una comisión de revisión
ética, que la investigación propuesta cumple con sus propios requisitos éticos.
Artículo 218.- Se prohíbe la experimentación fetal, utilizando fetos obtenidos mediante la
interrupción deliberada del embarazo.
Artículo 219.- Se prohíbe la producción de embriones humanos con fines de
experimentación y la donación en seres humanos con fines de reproducción. (esto fue
tomado sic; entiendo que debe ser prohibida la clonación y no la donación).
Artículo 220.- no podrá realizarse intervención alguna sobre el genoma humano, sino es
con fines preventivos, terapéuticos o diagnóstico germinal.
Artículo 221.- No se podrá realizar intervención en el genoma de una persona,
independientemente de que la misma tenga una finalidad científica, terapéutica o
diagnóstica terapéutica, sin el consentimiento previo, libre y basado en una información
suficiente del interesado, o si procede, de sus representantes habilitados.
Artículo 222.- Los análisis predictivos de enfermedades genéticas o susceptibles de
identificar la predisposición genética de una persona, podrá ser llevada a cabo únicamente
por motivos de salud o de investigación científica relacionada con los mismos.
Artículo 223.- Debe diferenciarse el empleo del Placebo con fines "terapéuticos" y con
fines "diagnósticos".
En el primer caso se trata de cualquier procedimiento terapéutico o algún componente del
mismo, administrado deliberadamente para obtener un efecto o que inesperadamente, lo
produce, pero que objetivamente carece de actividad específica para la condición que se
pretende tratar. El Placebo con fines diagnósticos es aquel que se utiliza para lograr un
control adecuado de los procedimientos de investigación biomédica.
Artículo 224.- No deben administrarse Placebos cuando el enfermo rehúsa su aplicación,
cuando existe un tratamiento definitivo para la afección que presenta, o cuando todas las
opciones posibles no han sido ensayadas.
Artículo 225.- Es licita la realización de la prueba "doble ciega" con el previo
consentimiento del enfermo. En esta situación no puede hablarse de engaño y el
experimento es éticamente inobjetable.
Artículo 226.- Se reconoce la contribución especial del uso de animales en los
procedimientos de investigación, destinados a mejorar la salud y el bienestar de os seres
humanos y de otros animales.
Artículo 227.- Los investigadores y el resto del personal deben tratar en todo momento a los
animales como seres sensibles y han de cumplir los imperativos éticos de cuidarlos y

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emplearlos debidamente, evitando o minimizando su incomodidad, el sufrimiento y el
dolor.
Artículo 228.- Los animales empleados con fines biomédicos se deben mantener en las
mejores condiciones posibles. De ser ordinario hay que cuidarlos bajo la supervisión de
veterinarios con experiencia en zootecnia de laboratorio.
Artículo 229.- Debe evitarse el empleo innecesario de un número elevado de animales y
cuando sea posible debe recurrirse al uso de modelos matemáticos, simulacros en
computador y sistemas biológicos in Vitro.
Artículo 230.- El diseño y la ejecución de cada procedimiento experimental debe
formularse claramente en un protocolo que se someterá para su consideración, comentarios,
asesoramiento, aprobación o rechazo por el comité especialmente designado a tal efecto,
independiente del investigador y de otras fuentes de patrocinio, con la condición que se
ajuste a las disposiciones éticas y legales vigentes en el país.

Capítulo Quinto
Del Trasplante de Órganos
Artículo 231.- La profesión de médica reconoce que el trasplante de órganos implica un
significativo avance del conocimiento científico en pro de la salud y el bienestar de la
humanidad.
Artículo 232.- Como en toda relación profesional entre el médico y el paciente, el objetivo
fundamental de la misma deber ser la salud de este último, extremando todas las medidas
tendentes a proteger los derechos del donante y del receptor. Si ello no es posible, ningún
médico debe aceptar la responsabilidad de participar en las intervenciones destinadas al
trasplante de órganos.
Artículo 233.- La perspectiva de un trasplante de órganos no justifica el rebajar los niveles
del cuido médico actualmente aceptados con carácter universal.
Artículo 234.- Cuando un órgano único, vital, va a ser trasplantado, la muerte del donante
debe haber sido certificada por tres médicos distintos a él o los médicos del receptor. La
certificación de la muerte del donante debe contener evidencia escrita de las funciones
cerebrales, del cese de las funciones del tallo cerebral incluyendo apnea, de la
irreversibilidad de dicho proceso, dada por las evidencias de una lesión estructural del
sistema nervioso central, en ausencia de hipotermia, shock, bloqueo neuromuscular o
intoxicación por drogas sedantes. Igualmente debe constar el protocolo contentivo de estos
hallazgos durante lapsos de observación cada tres horas, hasta llegar al diagnóstico de
muerte encefálica y los exámenes complementarios (confirmatorios) si fueron realizados en
caso necesario, debe ser agregado a la historia clínica.
Artículo 235.- En el caso que se trate de de una donación de persona viva, el equipo de
trasplante dirigido por un médico debe ofrecer toda la información necesaria al donante
voluntario e inmunocompetente y a sus familiares, dejando claramente establecido los
riesgos implícitos y los beneficios esperados.
Artículo 236.- Es imprescindible discutir todos los pormenores envueltos con el donante, el
receptor y los familiares responsables. El médico debe ser eminentemente objetivo en esta
discusión, revelando claramente los beneficios y los riesgos implicados.
Artículo 237.- Los procedimientos de trasplantes de órganos sólo pueden llevar a cabo:
a) Después de la evaluación cuidadosa de la efectividad o inefectividad de otras medidas
terapéuticas.

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b) Por médicos con conocimientos especializados y competencia técnica como
consecuencia de un entrenamiento intensivo en el Laboratorio, por el ensayo en animales de
experimentación y, de ser posible, por el aprendizaje directo a través de la participación
previa en dichos procedimientos.
c) En institutos médicos con facilidades adecuadas que garanticen una óptima atención de
los sujetos sometidos a estos procedimientos.
Artículo 238.- La población tiene derecho a ser informado, correctamente, acerca de la
trascendencia y resultados del trasplante de órganos. Como es norma de nuestra profesión,
todo informe científico de dichos procedimientos debe someterse primero a los organismos
médicos acreditados para su revisión y evaluación. Aspectos tan dramáticos del progreso
médico sólo podrán ser informados al público en forma objetiva y que no impliquen:
a) Desarrollo de ansiedad y de falsas concepciones.
b) Propaganda médica interesada
c) Cualquier otro objetivo que no sea el informe escueto con miras a obtener la
colaboración pública requerida.
Artículo 239.- Los procedimientos envueltos en el trasplante de órganos deben respetar el
derecho del sujeto enfermo a que se mantenga el carácter confidencial de la relación
médico/paciente, no debiendo revelarse su identidad sin autorización expresa de éste.
Artículo 240.- Comete grave falta contra la ética profesional, el médico que propicie o
ejecute tráfico de órganos o tejidos de origen humano con propósito de lucro, sin perjuicio
de las responsabilidades civil y penal que puedan corresponderle.

TÍTULO VI
Capítulo Primero
De las Normas Disciplinarias
Artículo 241.- El incumplimiento a los artículos precedentes cometidos por ignorancia,
negligencia, impericia o mala fe debidamente comprobadas, serán objeto de sanciones por
parte de los Tribunales Disciplinarios de los Colegios de Médicos y por la Federación
Médica Venezolana, los cuales podrán recomendar y tramitar la suspensión del ejercicio
profesional ante los organismos competentes, sin perjuicio de las sanciones establecidas en
la Ley de Ejercicio de la Medicina y en el Colegio Penal. En los casos de impericia, que por
su repetición significaren ignorancia de la materia, se participará a la Universidad que
confirió el título, a fin de que conozca el caso.
Parágrafo Único: En cada jurisdicción, los Colegios de Médicos vigilarán el cumplimiento
de estas normas y aplicarán las sanciones correspondientes a que hubiere lugar.
Artículo 242.- Constituye infracción del Código de Ética y será sancionado conforme a las
normas disciplinarias del mismo, sin perjuicio de las sanciones señaladas en la Ley de
Ejercicio de la Medicina.
1º La persona que ostenta un título de médico expedido por una Universidad extranjera, no
revalidado en Venezuela o no registrado en la forma establecida para los títulos
provenientes de países con los cuales existen tratados específicos sobre la materia, para
títulos.
2º Todo médico con título legal Pero no matriculado en el Colegio de Médicos de la
jurisdicción donde ejerce.

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Artículo 243.- Es grave contra la ética profesional, sin perjuicio de la responsabilidad penal
correspondiente, que un médico permita que bajo su dependencia, bajo la garantía de su
nombre, en su consultorio o fuera de éste, ejerza funciones médicas quien no tiene la
calificación para ser miembro del Colegio de Médicos de la localidad.
Artículo 244.- Los médicos extranjeros visitantes en el país, invitados a congresos o
reuniones de cualquier índole médica o no médica, no están autorizados para ejercer la
profesión. Su colaboración será altamente apreciada dentro del ambiente médico, cuando
sea consultado por las entidades médicas responsables y el Colegio de Médicos respectivo,
quien otorgará la autorización. En tal caso, sus opiniones quedarán dentro del ambiente
médico y no serán motivo de remuneración económica.

Capítulo Segundo
Disposiciones Generales
Artículo 245.- Ante los casos de violación de la ética profesional, todo médico está
obligado a denunciar al colega que ha incurrido en tales violaciones ante el Tribunal
Disciplinario correspondiente. De la misma manera, los Tribunales Disciplinarios de los
Colegios de Médicos, ante las presuntas violaciones del presente Código, podrán actuar
como Tribunales de Oficio, y tanto éstos como el de la Federación podrán tomar las
medidas pertinentes, a fin de elevar cada vez más la dignidad profesional. A tal efecto,
cuando advirtieren que algún acto profesional manifiestamente contrario a los principios
éticos no estuviere previsto como tal en este Código, recomendarán a la Asamblea su
incorporación, para lo cual bastará un Acuerdo de Adición.
Artículo 246.- Los Colegios de Médicos están obligados a entregar un ejemplar del presente
Código a todo sus miembros que se encuentren en ejercicio legal de la profesión,
encareciéndoles el más estricto cumplimiento de las disposiciones del referido instrumento.

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Normas jurídicas

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CONSTITUCION DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Gaceta Oficial Extraordinaria N° 36.860 de fecha 30 de diciembre de 1.999
Asamblea Nacional Constituyente

PREÁMBULO
El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de
Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio
de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y
soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad
democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de
justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la
independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia
y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al
trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni
subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y
consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y
autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos
humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio
ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la
humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional
Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático, decreta la siguiente
CONSTITUCIÓN

TÍTULO I
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

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Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de
Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su
actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la
responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el
pluralismo político.

TÍTULO III
DE LOS DERECHOS HUMANOS Y GARANTÍAS, Y DE LOS DEBERES
Capítulo I
Disposiciones Generales

Artículo 19. El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de progresividad y


sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente
de los derechos humanos. Su respeto y garantía son obligatorios para los órganos del Poder
Público de conformidad con esta Constitución, con los tratados sobre derechos humanos
suscritos y ratificados por la República y con las leyes que los desarrollen.
Artículo 20. Toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad, sin
más limitaciones que las que derivan del derecho de las demás y del orden público y social.
Artículo 21. Todas las personas son iguales ante la ley; en consecuencia:
1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición
social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades
de toda persona.
2. La ley garantizará las condiciones jurídicas y administrativas para que la igualdad ante la
ley sea real y efectiva; adoptará medidas positivas a favor de personas o grupos que puedan
ser discriminados, marginados o vulnerables; protegerá especialmente a aquellas personas
que por alguna de las condiciones antes especificadas, se encuentren en circunstancia de
debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.
3. Sólo se dará el trato oficial de ciudadano o ciudadana; salvo las fórmulas diplomáticas.
4. No se reconocen títulos nobiliarios ni distinciones hereditarias.
Artículo 22. La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta Constitución y
en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos no debe entenderse como
negación de otros que, siendo inherentes a la persona, no figuren expresamente en ellos. La
falta de ley reglamentaria de estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos.
Artículo 23. Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y
ratificados por Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno,
en la medida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las
establecidas por esta Constitución y en las leyes de la República, y son de aplicación
inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder Público.
Artículo 24. Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto cuando
imponga menor pena. Las leyes de procedimiento se aplicarán desde el momento mismo de
entrar en vigencia, aun en los procesos que se hallaren en curso; pero en los procesos
penales, las pruebas ya evacuadas se estimarán en cuanto beneficien al reo o rea, conforme
a la ley vigente para la fecha en que se promovieron. Cuando haya dudas se aplicará la
norma que beneficie al reo o a la rea.
Artículo 25. Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los
derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los funcionarios públicos y
60
funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y
administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores.
Artículo 26. Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de
justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela
efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente. El Estado
garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma,
independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos
o reposiciones inútiles.
Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y
ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aun de aquellos inherentes a la
persona que no figuren expresamente en esta Constitución o en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos. El procedimiento de la acción de amparo
constitucional será oral, público, breve, gratuito y no sujeto a formalidad, y la autoridad
judicial competente tendrá potestad para restablecer inmediatamente la situación jurídica
infringida o la situación que más se asemeje a ella. Todo tiempo será hábil y el tribunal lo
tramitará con preferencia a cualquier otro asunto. La acción de amparo a la libertad o
seguridad podrá ser interpuesta por cualquier persona, y el detenido o detenida será puesto
o puesta bajo la custodia del tribunal de manera inmediata, sin dilación alguna. El ejercicio
de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la declaración del estado de
excepción o de la restricción de garantías constitucionales.
Artículo 28. Toda persona tiene el derecho de acceder a la información y a los datos que
sobre sí misma o sobre sus bienes consten en registros oficiales o privados, con las
excepciones que establezca la ley, así como de conocer el uso que se haga de los mismos y
su finalidad, y de solicitar ante el tribunal competente la actualización, la rectificación o la
destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos.
Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier naturaleza que contengan
información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o grupos de personas.
Queda a salvo el secreto de las fuentes de información periodística y de otras profesiones
que determine la ley.
Artículo 29. El Estado estará obligado a investigar y sancionar legalmente los delitos
contra los derechos humanos cometidos por sus autoridades. Las acciones para sancionar
los delitos de lesa humanidad, violaciones graves a los derechos humanos y los crímenes de
guerra son imprescriptibles. Las violaciones de derechos humanos y los delitos de lesa
humanidad serán investigados y juzgados por los tribunales ordinarios. Dichos delitos
quedan excluidos de los beneficios que puedan conllevar su impunidad, incluidos el indulto
y la amnistía.
Artículo 30. El Estado tendrá la obligación de indemnizar integralmente a las víctimas de
violaciones de los derechos humanos que le sean imputables, o a su derechohabientes,
incluido el pago de daños y perjuicios. El Estado adoptará las medidas legislativas y de otra
naturaleza, para hacer efectivas las indemnizaciones establecidas en este artículo. El Estado
protegerá a las víctimas de delitos comunes y procurará que los culpables reparen los daños
causados.
Artículo 31. Toda persona tiene derecho, en los términos establecidos por los tratados,
pactos y convenciones sobre derechos humanos ratificados por la República, a dirigir
peticiones o quejas ante los órganos internacionales creados para tales fines, con el objeto
de solicitar el amparo a sus derechos humanos. El Estado adoptará, conforme a
procedimientos establecidos en esta Constitución y la ley, las medidas que sean necesarias
61
para dar cumplimiento a las decisiones emanadas de los órganos internacionales previstos
en este artículo.

Capítulo III
De los Derechos Civiles

Artículo 43. El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de
muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida de las personas que se
encuentren privadas de su libertad, prestando el servicio militar o civil, o sometidas a su
autoridad en cualquier otra forma.
Artículo 45. Se prohíbe a la autoridad pública, sea civil o militar, aun en estado de
emergencia, excepción o restricción de garantías, practicar, permitir o tolerar la
desaparición forzada de personas. El funcionario o funcionaria que reciba orden o
instrucción para practicarla, tiene la obligación de no obedecerla y denunciarla a las
autoridades competentes. Los autores o autoras intelectuales y materiales, cómplices y
encubridores o encubridoras del delito de desaparición forzada de personas, así como la
tentativa de comisión del mismo, serán sancionados o sancionados de conformidad con la
ley.
Artículo 46. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y
moral, en consecuencia:
1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Toda víctima de tortura o trato cruel, inhumano o degradante practicado o
tolerado por parte de agentes del Estado, tiene derecho a la rehabilitación.
2. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad
inherente al ser humano.
3. Ninguna persona será sometida sin su libre consentimiento a experimentos científicos, o
a exámenes médicos o de laboratorio, excepto cuando se encontrare en peligro su vida o por
otras circunstancias que determine la ley.
4. Todo funcionario público o funcionaria pública que, en razón de su cargo, infiera
maltratos o sufrimientos físicos o mentales a cualquier persona, o que instigue o tolere este
tipo de tratos, será sancionado o sancionada de acuerdo con la ley.
Artículo 47. El hogar doméstico y todo recinto privado de persona son inviolables. No
podrán ser allanados, sino mediante orden judicial, para impedir la perpetración de un
delito o para cumplir de acuerdo con la ley, las decisiones que dicten los tribunales,
respetando siempre la dignidad del ser humano. Las visitas sanitarias que se practiquen, de
conformidad con la ley, sólo podrán hacerse previo aviso de los funcionarios o funcionarias
que las ordenen o hayan de practicarlas.
Artículo 48. Se garantiza el secreto e inviolabilidad de las comunicaciones privadas en
todas sus formas. No podrán ser interferidas sino por orden de un tribunal competente, con
el cumplimiento de las disposiciones legales y preservándose el secreto de lo privado que
no guarde relación con el correspondiente proceso.
Artículo 55. Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a través de los
órganos de seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan
amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades,
el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes…
Artículo 56. Toda persona tiene derecho a un nombre propio, al apellido del padre y al de
la madre, y a conocer la identidad de los mismos. El Estado garantizará el derecho a
62
investigar la maternidad y la paternidad. Toda persona tiene derecho a ser inscrita
gratuitamente en el registro civil después de su nacimiento y a obtener documentos
públicos que comprueben su identidad biológica, de conformidad con la ley. Éstos no
contendrán mención alguna que califique la filiación.
Artículo 57. Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas
u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de
hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda
establecerse censura. Quien haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo
lo expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes
discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa. Se prohíbe la censura a los
funcionarios públicos o funcionarias públicas para dar cuenta de los asuntos bajo sus
responsabilidades.
Artículo 58. La comunicación es libre y plural, y comporta los deberes y responsabilidades
que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial,
sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así como a la réplica y
rectificación cuando se vea afectada directamente por informaciones inexactas o
agraviantes. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información adecuada
para su desarrollo integral.
Artículo 59. El Estado garantizará la libertad de religión y de culto. Toda persona tiene
derecho a profesar su fe religiosa y cultos y a manifestar sus creencias en privado o en
público, mediante la enseñanza u otras prácticas, siempre que no se opongan a la moral, a
las buenas costumbres y al orden público. Se garantiza, así mismo, la independencia y la
autonomía de las iglesias y confesiones religiosas, sin más limitaciones que las derivadas de
esta Constitución y de la ley. El padre y la madre tienen derecho a que sus hijos o hijas
reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus convicciones. Nadie podrá
invocar creencias o disciplinas religiosas para eludir el cumplimiento de la ley ni para
impedir a otro u otra el ejercicio de sus derechos.
Artículo 60. Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada,
intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará el uso de la
informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y
ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos.
Artículo 61. Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y a manifestarla, salvo
que su práctica afecte su personalidad o constituya delito. La objeción de conciencia no
puede invocarse para eludir el cumplimiento de la ley o impedir a otros su cumplimiento o
el ejercicio de sus derechos.

Capítulo V
De los Derechos Sociales y de las Familias

Artículo 75. El Estado protegerá a las familias como asociación natural de la sociedad y
como el espacio fundamental para el desarrollo integral de las personas. Las relaciones
familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes, la solidaridad, el esfuerzo común,
la comprensión mutua y el respeto recíproco entre sus integrantes. El Estado garantizará
protección a la madre, al padre o a quienes ejerzan la jefatura de la familia. Los niños, niñas
y adolescentes tienen derecho a vivir, ser criados o criadas y a desarrollarse en el seno de su
familia de origen. Cuando ello sea imposible o contrario a su interés superior, tendrán
63
derecho a una familia sustituta, de conformidad con la ley. La adopción tiene efectos
similares a la filiación y se establece siempre en beneficio del adoptado o la adoptada, de
conformidad con la ley. La adopción internacional es subsidiaria de la nacional.
Artículo 76. La maternidad y la paternidad son protegidas integralmente, sea cual fuere el
estado civil de la madre o del padre. Las parejas tienen derecho a decidir libre y
responsablemente el número de hijos o hijas que deseen concebir y a disponer de la
información y de los medios que les aseguren el ejercicio de este derecho. El Estado
garantizará asistencia y protección integral a la maternidad, en general a partir del momento
de la concepción, durante el embarazo, el parto y el puerperio, y asegurará servicios de
planificación familiar integral basados en valores éticos y científicos. El padre y la madre
tienen el deber compartido e irrenunciable de criar, formar, educar, mantener y asistir a sus
hijos o hijas, y éstos o éstas tienen el deber de asistirlos o asistirlas cuando aquel o aquella
no puedan hacerlo por sí mismos o por si mismas. La ley establecerá las medidas necesarias
y adecuadas para garantizar la efectividad de la obligación alimentaria.
Artículo 77. Se protege el matrimonio entre un hombre y una mujer, fundado en el libre
consentimiento y en la igualdad absoluta de los derechos y deberes de los cónyuges. Las
uniones estables de hecho entre un hombre y una mujer que cumplan los requisitos
establecidos en la ley producirán los mismos efectos que el matrimonio.
Artículo 78. Los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán
protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales respetarán,
garantizarán y desarrollarán los contenidos de esta Constitución, la Convención sobre los
Derechos del Niño y demás tratados internacionales que en esta materia haya suscrito y
ratificado la República. El Estado, las familias y la sociedad asegurarán, con prioridad
absoluta, protección integral, para lo cual se tomará en cuenta su interés superior en las
decisiones y acciones que les conciernan. El Estado promoverá su incorporación progresiva
a la ciudadanía activa, y creará un sistema rector nacional para la protección integral de los
niños, niñas y adolescentes.
Artículo 80. El Estado garantizará a los ancianos y ancianas el pleno ejercicio de sus
derechos y garantías. El Estado, con la participación solidaria de las familias y la sociedad,
está obligado a respetar su dignidad humana, su autonomía y les garantizará atención
integral y los beneficios de la seguridad social que eleven y aseguren su calidad de vida.
Las pensiones y jubilaciones otorgadas mediante el sistema de Seguridad Social no podrán
ser inferiores al salario mínimo urbano. A los ancianos y ancianas se les garantizará el
derecho a un trabajo acorde con aquellos y aquellas que manifiesten su deseo y estén en
capacidad para ello.
Artículo 81. Toda persona con discapacidad o necesidades especiales tiene derecho al
ejercicio pleno y autónomo de sus capacidades y a su integración familiar y comunitaria. El
Estado, con la participación solidaria de las familias y la sociedad, le garantizará el respeto
a su dignidad humana, la equiparación de oportunidades, condiciones laborales
satisfactorias, y promoverá su formación, capacitación y acceso al empleo acorde con sus
condiciones, de conformidad con la ley. Se les reconoce a las personas sordas o mudas el
derecho a expresarse y comunicarse a través de la lengua de señas venezolana.
Artículo 83. La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo
garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas
orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios.
Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de
participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas
64
sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y
convenios internacionales suscritos y ratificados por la República.
Artículo 84. Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y
gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado
y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de
gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El sistema
público nacional de salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las
enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad. Los bienes y
servicios públicos de salud son propiedad del Estado y no podrán ser privatizados. La
comunidad organizada tiene el derecho y el deber de participar en la toma de decisiones
sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones
públicas de salud.
Artículo 85. El financiamiento del sistema público nacional de salud es obligación del
Estado, que integrará los recursos fiscales, las cotizaciones obligatorias de la seguridad
social y cualquier otra fuente de financiamiento que determine la ley. El Estado garantizará
un presupuesto para la salud que permita cumplir con los objetivos de la política sanitaria.
En coordinación con las universidades y los centros de investigación, se promoverá y
desarrollará una política nacional de formación de profesionales, técnicos y técnicas y una
industria nacional de producción de insumos para la salud. El Estado regulará las
instituciones públicas y privadas de salud.
Artículo 86. Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de
carácter no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en contingencias de
maternidad, paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas, discapacidad,
necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de empleo, desempleo, vejez, viudedad,
orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida familiar y cualquier otra circunstancia de
previsión social. El Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de este derecho,
creando un sistema de seguridad social universal, integral, de financiamiento solidario,
unitario, eficiente y participativo, de contribuciones directas o indirectas. La ausencia de
capacidad contributiva no será motivo para excluir a las personas de su protección. Los
recursos financieros de la seguridad social no podrán ser destinados a otros fines. Las
cotizaciones obligatorias que realicen los trabajadores y las trabajadoras para cubrir los
servicios médicos y asistenciales y demás beneficios de la seguridad social podrán ser
administrados sólo con fines sociales bajo la rectoría del Estado. Los remanentes netos del
capital destinado a la salud, la educación y la seguridad social se acumularán a los fines de
su distribución y contribución en esos servicios. El sistema de seguridad social será
regulado por una ley orgánica especial.
Artículo 87. Toda persona tiene derecho al trabajo y el deber de trabajar. El Estado
garantizará la adopción de las medidas necesarias a los fines de que toda persona puede
obtener ocupación productiva, que le proporcione una existencia digna y decorosa y le
garantice el pleno ejercicio de este derecho. Es fin del Estado fomentar el empleo. La ley
adoptará medidas tendentes a garantizar el ejercicio de los derechos laborales de los
trabajadores y trabajadoras no dependientes. La libertad de trabajo no será sometida a otras
restricciones que las que la ley establezca. Todo patrono o patrona garantizará a sus
trabajadores y trabajadoras condiciones de seguridad, higiene y ambiente de trabajo
adecuados. El Estado adoptará medidas y creará instituciones que permitan el control y la
promoción de estas condiciones.

65
Artículo 90. La jornada de trabajo diurna no excederá de ocho horas diarias ni de cuarenta
y cuatro horas semanales. En los casos en que la ley lo permita, la jornada de trabajo
nocturna no excederá de siete horas diarias ni de treinta y cinco semanales. Ningún patrono
o patrona podrá obligar a los trabajadores o trabajadoras a laborar horas extraordinarias. Se
propenderá a la progresiva disminución de la jornada de trabajo dentro del interés social y
del ámbito que se determine y se dispondrá lo conveniente para la mejor utilización del
tiempo libre en beneficio del desarrollo físico, espiritual y cultural de los trabajadores y
trabajadoras. Los trabajadores y trabajadoras tienen derecho al descanso semanal y
vacaciones remunerados en las mismas condiciones que las jornadas efectivamente
laboradas.
Artículo 97. Todos los trabajadores y trabajadoras del sector público y del privado tienen
derecho a la huelga, dentro de las condiciones que establezca la ley.

Capítulo VI
De los Derechos Culturales y Educativos

Artículo 105. La ley determinará las profesiones que requieren título y las condiciones que
deben cumplirse para ejercerlas, incluyendo la colegiación.

Capítulo VII
De los Derechos Económicos

Artículo 112. Todas las personas pueden dedicarse libremente a la actividad económica de
su preferencia, sin más limitaciones que las previstas en esta Constitución y las que
establezcan las leyes, por razones de desarrollo humano, seguridad, sanidad, protección del
ambiente u otras de interés social. El Estado promoverá la iniciativa privada, garantizando
la creación y justa distribución de la riqueza, así como la producción de bienes y servicios
que satisfagan las necesidades de la población, la libertad de trabajo, empresa, comercio,
industria, sin perjuicio de su facultad para dictar medidas para planificar, racionalizar y
regular la economía e impulsar el desarrollo integral del país.
Artículo 117. Todas las personas tendrán derecho a disponer de bienes y servicios de
calidad, así como a una información adecuada y no engañosa sobre el contenido y
características de los productos y servicios que consumen, a la libertad de elección y a un
trato equitativo y digno. La ley establecerá los mecanismos necesarios para garantizar esos
derechos, las normas de control de calidad y cantidad de bienes y servicios, los
procedimientos de defensa del público consumidor, el resarcimiento de los daños
ocasionados y las sanciones correspondientes por la violación de estos derechos.
Artículo 118. Se reconoce el derecho de los trabajadores y trabajadoras, así como de la
comunidad para desarrollar asociaciones de carácter social y participativo, como las
cooperativas, cajas de ahorro, mutuales y otras formas asociativas. Estas asociaciones
podrán desarrollar cualquier tipo de actividad económica, de conformidad con la ley. La ley
reconocerá las especificidades de estas organizaciones, en especial, las relativas al acto
cooperativo, al trabajo asociado y su carácter generador de beneficios colectivos. El estado
promoverá y protegerá estas asociaciones destinadas a mejorar la economía popular y
alternativa.

Capítulo VIII
66
De los Derechos de los pueblos indígenas

Artículo 119. El Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas,


su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y
religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y
tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de
vida. Corresponderá al Ejecutivo Nacional, con la participación de los pueblos indígenas,
demarcar y garantizar el derecho a la propiedad colectiva de sus tierras, las cuales serán
inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles de acuerdo con lo establecido
en esta Constitución y en la ley.
Artículo 121. Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar su identidad
étnica y cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto. El
Estado fomentará la valoración y difusión de las manifestaciones culturales de los pueblos
indígenas, los cuales tienen derecho a una educación propia y a un régimen educativo de
carácter intercultural y bilingüe, atendiendo a sus particularidades socioculturales, valores y
tradiciones.
Artículo 122. Los pueblos indígenas tienen derecho a una salud integral que considere sus
prácticas y culturas. El Estado reconocerá su medicina tradicional y las terapias
complementarias, con sujeción a principios bioéticos.
Artículo 124. Se garantiza y protege la propiedad intelectual colectiva de los
conocimientos, tecnologías e innovaciones de los pueblos indígenas. Toda actividad
relacionada con los recursos genéticos y los conocimientos asociados a los mismos
perseguirán beneficios colectivos. Se prohíbe el registro de patentes sobre estos recursos y
conocimientos ancestrales.

Capítulo IX
De los Derechos Ambientales

Artículo 127. Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el


ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho
individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y
ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, los
recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales
y demás áreas de especial importancia ecológica. El genoma de los seres vivos no podrá ser
patentado, y la ley que se refiera a los principios bioéticos regulará la materia. Es una
obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar
que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el
agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean
especialmente protegidos, de conformidad con la ley.
Artículo 128. El Estado desarrollará una política de ordenación del territorio atendiendo a
las realidades ecológicas, geográficas, poblacionales, sociales, culturales, económicas,
políticas, de acuerdo con las premisas del desarrollo sustentable, que incluya la
información, consulta y participación ciudadana. Una ley orgánica desarrollará los
principios y criterios para este ordenamiento.
Artículo 129. Todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben
ser previamente acompañadas de estudios de impacto ambiental y socio cultural. El Estado
impedirá la entrada al país de desechos tóxicos y peligrosos, así como la fabricación y uso
67
de armas nucleares, químicas y biológicas. Una ley especial regulará el uso, manejo,
transporte y almacenamiento de las sustancias tóxicas y peligrosas. En los contratos que la
República celebre con personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, o en los
permisos que se otorguen, que afecten los recursos naturales, se considerará incluida aun
cuando no estuviera expresa, la obligación de conservar el equilibrio ecológico, de permitir
el acceso a la tecnología y la transferencia de la misma en condiciones mutuamente
convenidas y de restablecer el ambiente a su estado natural si éste resultara alterado, en los
términos que fije la ley.

Capítulo X
De los Deberes

Artículo 131. Toda persona tiene el deber de cumplir y acatar esta Constitución, las leyes y
los demás actos que en ejercicio de sus funciones dicten los órganos del Poder Público.

68
LEY ORGÁNICA DE SALUD
(Artículos seleccionados para los fines de la asignatura)
Gaceta Oficial Nº 36.579 de fecha 11 de noviembre de 1998
EL CONGRESO DE LA REPUBLICA DE VENEZUELA Decreta la siguiente,

LEY ORGANICA DE SALUD

TITULO I
Disposiciones Preliminares
Artículo 1°.- Esta Ley regirá todo lo relacionado con la salud en el territorio de la
República. Establecerá las directrices y bases de salud como proceso integral, determinará
la organización, funcionamiento, financiamiento y control de la prestación de los servicios
de salud de acuerdo con los principios de adaptación científico-tecnológica, de conformidad
y de gratuidad, este último en los términos establecidos en la Constitución de la República.
Regulará igualmente los deberes y derechos de los beneficiarios, el régimen cautelar sobre
las garantías en la prestación de dichos servicios, las actividades de los profesionales y
técnicos en ciencias de la salud, y la relación entre los establecimientos de atención médica
de carácter privado y los servicios públicos de salud contemplados en esta Ley.
Artículo 2º.- Se entiende por salud no sólo la ausencia de enfermedades sino el completo
estado de bienestar físico, mental, social y ambiental.
Artículo 3°.- Los servicios de salud garantizarán la protección de la salud a todos los
habitantes del país y funcionarán de conformidad con los siguientes principios:
Principio de Universalidad: Todos tienen el derecho de acceder y recibir los servicios para
la salud, sin discriminación de ninguna naturaleza.
Principio de Participación: Los ciudadanos individualmente o en sus organizaciones
comunitarias deben preservar su salud, participar en la programación de los servicios de
promoción y saneamiento ambiental y en la gestión y financiamiento de los
establecimientos de salud a través de aportes voluntarios.
Principio de Complementariedad: Los organismos públicos territoriales nacionales,
estatales y municipales, así como los distintos niveles de atención se complementarán entre
sí, de acuerdo a la capacidad científica, tecnológica, financiera y administrativa de los
mismos.
Principio de Coordinación: Las administraciones públicas y los establecimientos de
atención médica cooperarán y concurrirán armónicamente entre sí, en el ejercicio de sus
funciones, acciones y utilización de sus recursos.
Principio de Calidad: En los establecimientos de atención médica se desarrollarán
mecanismos de control para garantizar a los usuarios la calidad en la prestación de los
servicios, la cual deberá observar criterios de integridad, personalización, continuidad,

69
suficiencia, oportunidad y adecuación a las normas, procedimientos administrativos y
prácticas profesionales.

TITULO VI
Del Personal en Ciencias de la Salud
CAPITULO I
Régimen Común del Personal en Ciencias de la Salud
Artículo 58.- El ejercicio de las ciencias de la salud estará a cargo de personas de
reconocida moralidad, idoneidad comprobada y, provistas del título profesional
correspondiente en dicha ciencia.
Artículo 62.- Los trabajadores de la Administración Pública en salud deberán asegurar en
todo momento, inclusive durante situaciones conflictivas, la atención a los enfermos graves
o en condiciones de urgencia, la vigilancia y control epidemiológico y el mantenimiento de
los establecimientos, instalaciones, instrumentos, materiales y de cualesquiera otros
recursos precisos para la realización de sus tareas de conformidad con lo establecido en el
artículo 498 de la Ley Orgánica del Trabajo.

CAPITULO II
Del Procedimiento Disciplinario
Artículo 63.- Para la asignación y determinación de las faltas cometidas por las personas a
que se refiere esta Ley, a los fines de la decisión correspondiente, la autoridad competente
instruirá el expediente respectivo, en el que hará constar todas las circunstancias y pruebas
que permitan la formación de un concepto preciso de la naturaleza del hecho. Todo afectado
tiene derecho a ser oído y ejercer plenamente su defensa conforme con las disposiciones
legales. Las faltas en que incurrieren los profesionales y técnicos en ciencias de la salud, al
servicio de las administraciones públicas en salud, serán sancionadas por el superior
jerárquico, quien actuará de oficio o en virtud de denuncia por cualquier ciudadano.
Artículo 64.- El personal en ciencias de la salud al servicio de las administraciones públicas
en salud, queda sujeto a las siguientes sanciones disciplinarias:
Amonestación verbal.
Amonestación escrita.
Suspensión del cargo.
Destitución.
Las causales que determinan la aplicación de dichas sanciones son las establecidas en la
Ley de Carrera Administrativa y en las leyes de Carrera Administrativa de las
administraciones estatales y municipales.

TITULO VIII
De los Derechos y Garantías de los Beneficiarios
Artículo 68.- Todo sujeto a quien le sean lesionados sus derechos subjetivos o intereses
legítimos en los términos establecidos en esta Ley, podrá recurrir ante la vía administrativa
o ante la jurisdicción administrativa de conformidad con lo establecido en la Ley Orgánica
de Procedimientos Administrativos y en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia.
Artículo 69.- Los pacientes tendrán los siguientes derechos:
1. El respeto a su dignidad e intimidad, sin que pueda ser discriminado por razones de tipo
geográfico, racial, social, sexual, económico, ideológico, político o religioso.

70
2. Aceptar o rehusar su participación, previa información, en proyectos de investigación
experimental en seres humanos.
3. Recibir explicación en términos comprensibles en lo que concierne a salud y al
tratamiento de su enfermedad, a fin de que pueda dar su consentimiento informado ante
las opciones diagnósticas y terapéuticas, a menos que se trate de intervención que
suponga riesgo epidémico, de contagio de enfermedad severa, y en caso de extrema
urgencia.
4. Negarse a medidas extraordinarias de prolongación de su vida, cuando se encuentre en
condiciones vitales irrecuperables debidamente constatadas a la luz de los
consentimientos de la ciencia médica del momento.
5. Recibir el representante del paciente, su cónyuge, hijos mayores de edad u otro familiar,
explicaciones sobre las opciones diagnósticas del paciente cuando éste se encuentre en
estado de alteración mental que le impida entender y decidir.
6. Una historia médica donde conste por escrito, y certificados por el médico tratante o
quien haga sus veces, todos los datos pertinentes a su enfermedad, motivo de consulta,
antecedentes, historia de la enfermedad actual, diagnóstico principal y diagnósticos
secundarios, terapéuticas y la evolución clínica. Igualmente, se harán constar las
condiciones de salud del paciente al egreso, la terapéutica a seguir y las consultas
sucesivas a cumplir. Cuando el paciente deba continuar su tratamiento en otro
establecimiento de atención médica o cuando el paciente lo exija se le entregará un
resumen escrito y certificado de su historia médica.
7. Un trato confidencial en relación con la información médica sobre su persona.
8. Ser asistido en establecimientos de atención médica donde exista la dotación adecuada
de recursos humanos y equipos a sus necesidades de salud, aun en situación de
conflictos laborales.
9. Exigir ante la administración del establecimiento público o privado de atención médica,
los soportes de los costos institucionales, servicios y honorarios a pagar, si este fuera el
caso.
Artículo 70.- Los pacientes tendrán los siguientes deberes:
1. Preservar y conservar su propia salud y la de sus familiares, y cumplir las instrucciones
e indicaciones que conduzcan a ello.
2. Contribuir al cuidado físico, al mantenimiento y al cumplimiento de las normas de
orden y disciplina de los establecimientos de atención médica.
3. Cumplir las disposiciones legales, reglamentos, resoluciones y órdenes que adopten las
autoridades públicas competentes, en beneficio de su salud y la salud de los demás.
4. Retribuir los costos generados por la atención médica cuando su capacidad económica
se lo permita.

71
Código Civil de Venezuela
(Artículos seleccionados para los fines de la asignatura)
Gaceta Nº 2.990 Extraordinaria del 26 de julio de 1982

EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA DECRETA el siguiente,


CÓDIGO CIVIL

TÍTULO PRELIMINAR
DE LAS LEYES Y SUS EFECTOS, Y DE LAS REGLAS GENERALES PARA SU
APLICACIÓN
Artículo 2.- La ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento.
Artículo 3.- La Ley no tiene efecto retroactivo.
Artículo 4.- A la Ley debe atribuírsele el sentido que aparece evidente del significado
propio de las palabras, según la conexión de ellas entre sí y la intención del legislador.
Cuando no hubiere disposición precisa de la Ley, se tendrán en consideración las
disposiciones que regulan casos semejantes o materias análogas; y, si hubiere todavía
dudas, se aplicarán los principios generales del derecho.
Artículo 5.- La renuncia de las leyes en general no surte efecto.
Artículo 6.- No pueden renunciarse ni relajarse por convenios particulares las leyes en cuya
observancia están interesados el orden público o las buenas costumbres.
Artículo 7.- Las leyes no pueden derogarse sino por otras leyes; y no vale alegar contra su
observancia el desuso, ni la costumbre o práctica en contrario, por antiguos y universales
que sean.
Artículo 8.- La autoridad de la Ley se extiende a todas las personas nacionales o extranjeras
que se encuentren en la República.

LIBRO PRIMERO
DE LAS PERSONAS
TÍTULO I
DE LAS PERSONAS EN GENERAL Y DE LAS PERSONAS EN CUANTO A SU
NACIONALIDAD
Capítulo I
De las Personas en General
Artículo 15.- Las personas son naturales o jurídicas.
Sección I
De las Personas Naturales
Artículo 16.- Todos los individuos de la especie humana son personas naturales.
Artículo 17.- El feto se tendrá como nacido cuando se trate de su bien; y para que sea
reputado como persona, basta que haya nacido vivo.

TÍTULO III
DEL PARENTESCO
Artículo 37
72
El parentesco puede ser por consanguinidad o por afinidad. El parentesco por
consanguinidad es la relación que existe entre las personas unidas por los vínculos de la
sangre. La proximidad del parentesco se determina por el número de generaciones. Cada
generación forma un grado.
Artículo 38.- La serie de grados forma la línea. Es línea recta la serie de grados entre
personas que descienden una de otra. Es línea colateral la serie de grados entre personas
que tienen un autor común, sin descender una de otra. La línea recta es descendente o
ascendente. La descendente liga al autor con los que descienden de él. La ascendente liga a
una persona con aquéllas de quienes desciende.
Artículo 40.- La afinidad es el vínculo entre un cónyuge y los parientes consanguíneos del
otro. En la misma línea y en el mismo grado en que una persona es pariente consanguíneo
de uno de los cónyuges, es afín del otro. La afinidad no se acaba por la disolución del
matrimonio, aunque no existan hijos, excepto para ciertos efectos y en los casos
especialmente determinados por la Ley.

TÍTULO IV
DEL MATRIMONIO
Capítulo I
De los Esponsales, del Matrimonio y de su Celebración, y de los Requisitos necesarios
para Contraerlo
Sección II
Del Matrimonio y de su Celebración
Artículo 44.- El matrimonio no puede contraerse sino entre un solo hombre y una sola
mujer. La Ley no reconoce otro matrimonio contraído en Venezuela sino el que se
reglamenta por el presente Título, siendo el único que producirá efectos legales, tanto
respecto de las personas como respecto de los bienes.
Sección III
De los Requisitos Necesarios para Contraer Matrimonio
Artículo 46.- No pueden contraer válidamente matrimonio la mujer que no haya cumplido
catorce (14) años de edad y el varón que no haya cumplido dieciséis (16) años.
Artículo 47.- No puede contraer válidamente matrimonio el que adolece de impotencia
manifiesta y permanente.
Artículo 48.- Tampoco puede contraer válidamente matrimonio el entredicho por causa de
demencia ni el que no se halle en su juicio. Si la interdicción ha sido únicamente
promovida, se suspenderá la celebración del matrimonio hasta que la autoridad judicial
haya decidido definitivamente.
Artículo 49.- Para que el consentimiento sea válido debe ser libre. En el caso de rapto no
será válido el consentimiento si no se presta o ratifica después de devuelta la persona a su
plena libertad. Se reputa que no hay consentimiento cuando existe error respecto de la
identidad de la persona.
Artículo 51.- No se permite ni es válido el matrimonio entre ascendientes y descendientes
ni entre afines en línea recta.
Artículo 52.- Tampoco se permite ni es válido el matrimonio entre hermanos.
Artículo 53.- No se permite el matrimonio entre tíos y sobrinos, ni entre tíos y los
descendientes de los sobrinos. Tampoco se permite el matrimonio entre cuñados cuando el
que produjo la afinidad quedó disuelto por divorcio.

73
Artículo 54.- No es permitido ni válido el matrimonio del adoptante con el adoptado y sus
descendientes, entre el adoptante y el cónyuge del adoptado, ni entre el adoptado y el
cónyuge del adoptante, mientras dure la adopción.
Artículo 59.- El menor de edad no puede contraer matrimonio sin el consentimiento de sus
padres. En caso de desacuerdo entre los padres, o de imposibilidad de manifestarlo,
corresponderá al Juez de Menores del domicilio del menor autorizar o no el matrimonio,
oída la opinión de los padres si fuere posible. Contra estas decisiones no habrá recurso
alguno.
Artículo 60.- A falta del padre y de la madre se necesita el consentimiento de los abuelos y
abuelas del menor. En caso de desacuerdo bastará que consientan en el matrimonio dos de
ellos. Si esto no fuere posible, corresponderá al Juez de Menores del domicilio del menor
autorizar o no el matrimonio, oída la opinión de los abuelos y abuelas. Contra esta decisión
no habrá recurso alguno.
Artículo 61.- A falta de padres, abuelos y abuelas, se necesita el consentimiento del tutor; si
éste no existe, se pedirá la autorización del Juez de Menores del domicilio del menor.
Capítulo III
De las Oposiciones al Matrimonio
Artículo 79.- Cuando el funcionario encargado de la sustanciación del expediente de
esponsales o el escogido para celebrar el matrimonio, tuviere noticia fundada de que existe
algún impedimento que obste legalmente a su celebración, procederá sin pérdida de tiempo
a hacer la averiguación del caso, y hecha que sea, remitirá todo lo actuado al Juez de
Primera Instancia, procediéndose como en el caso de oposición.
Capítulo IX
De la Anulación del Matrimonio
Artículo 119.- La nulidad por impotencia manifiesta y permanente anterior al matrimonio
sólo puede demandarse por el otro cónyuge.
Capítulo XI
De los Efectos del Matrimonio
Sección I
De los Deberes y Derechos de los Cónyuges
Artículo 137.- Con el matrimonio el marido y la mujer adquieren los mismos derechos y
asumen los mismos deberes. Del matrimonio deriva la obligación de los cónyuges de vivir
juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. La mujer casada podrá usar el
apellido del marido. Este derecho subsiste aún después de la disolución del matrimonio por
causa de muerte, mientras no contraiga nuevas nupcias. La negativa de la mujer casada a
usar el apellido del marido no se considerará, en ningún caso, como falta a los deberes que
la Ley impone por efecto del matrimonio.
Artículo 139.- El marido y la mujer están obligados a contribuir en la medida de los
recursos de cada uno, al cuidado y mantenimiento del hogar común, y a las cargas y demás
gastos matrimoniales. En esta misma forma ambos cónyuges deben asistirse
recíprocamente en la satisfacción de sus necesidades. Esta obligación cesa para con el
cónyuge que se separe del hogar sin justa causa. El cónyuge que dejare de cumplir, sin
causa justificada, con estas obligaciones, podrá ser obligado judicialmente a ello, a solicitud
del otro.
Capítulo XII
De la Disolución del Matrimonio y de la Separación de Cuerpos

74
Artículo 184.- Todo matrimonio válido se disuelve por la muerte de uno de los cónyuges y
por divorcio.

TÍTULO V
DE LA FILIACIÓN
Capítulo I
De la Determinación y Prueba de la Filiación Materna
Artículo 197.- La filiación materna resulta del nacimiento, y se prueba con el acta de la
declaración de nacimiento inscrita en los libros del Registro Civil, con identificación de la
madre.
Capítulo II
De la Determinación y Prueba de la Filiación Paterna
Artículo 201.- El marido se tiene como padre del hijo nacido durante el matrimonio o
dentro de los trescientos (300) días siguientes a su disolución o anulación. Sin embargo, el
marido puede desconocer al hijo, probando en juicio que le ha sido físicamente imposible
tener acceso a su mujer durante el período de la concepción de aquel, o que en ese mismo
período vivía separado de ella.
Artículo 202.- Si el hijo nació antes de que hubiesen transcurrido ciento ochenta (180) días
después de la celebración del matrimonio, el marido y después de su muerte, sus herederos,
podrán desconocerlo con la simple prueba de la fecha del matrimonio y la del parto, salvo
en los casos siguientes:
1º Si el marido supo antes de casarse el embarazo de su futura esposa.
2º Si después del nacimiento el marido ha admitido al hijo como suyo, asistiendo
personalmente o por medio de mandatario especial a la formación del acta del nacimiento,
o comportándose como padre de cualquier otra manera.
3º Cuando el hijo no nació vivo.
Artículo 204.- El marido no puede desconocer al hijo alegando su impotencia, a menos que
sea manifiesta y permanente. El desconocimiento no se admitirá, aun en ese caso, cuando la
concepción ha tenido lugar por la inseminación artificial de la mujer con autorización del
marido.
Sección III
Del Establecimiento Judicial de la Filiación
Artículo 226.- Toda persona tiene acción para reclamar el reconocimiento de su filiación
materna o paterna, en las condiciones que prevé el presente Código.
Artículo 228.- Las acciones de inquisición de la paternidad y la maternidad son
imprescriptibles frente al padre y a la madre, pero la acción contra los herederos del padre o
de la madre, no podrá intentarse sino dentro de los cinco (5) años siguientes a su muerte.
Sección IV
Determinación del Apellido
Artículo 235.- El primer apellido del padre y de la madre forman, en ese orden, los
apellidos de los hijos. El hijo concebido y nacido fuera del matrimonio cuya filiación haya
sido establecida en relación con ambos progenitores, tomará los apellidos de éstos en el
mismo orden que los hijos concebidos o nacidos durante el matrimonio.
Artículo 238.- Si la filiación solo se ha determinado en relación con uno de los
progenitores, el hijo tiene derecho a llevar los apellidos de éste, si el progenitor tuviere un
solo apellido, el hijo tendrá derecho a repetirlo.

75
TÍTULO VI
DE LA ADOPCIÓN
Artículo 246.- Las personas que hayan cumplido la edad de cuarenta años pueden adoptar.
El adoptante, si es varón, ha de tener por lo menos diez y ocho años más que el adoptado, y
quince si es hembra. Los esposos que tengan más de seis años de casados y no hayan tenido
hijos podrán también adoptar siempre que sean mayores de treinta años. El adoptado
tomará el apellido del adoptante, y sus derechos en la herencia del adoptante se
determinarán en el Título de las Sucesiones. La adopción no puede hacerse bajo condición
o a término.
Artículo 249.- Los hijos nacidos fuera de matrimonio no pueden ser adoptados por sus
padres.
Artículo 250.- Nadie puede ser adoptado por más de una persona, a no ser que la adopción
la hagan marido y mujer; pero, si sólo uno de éstos hace la adopción, el consentimiento del
otro es necesario. Sin embargo, dicho consentimiento no se requerirá cuando el cónyuge
esté en la imposibilidad permanente de prestarlo, o su residencia fuere desconocida, o
cuando exista entre los cónyuges separación legal de cuerpos.

Gaceta Oficial N° 39.823 del 19 de diciembre de 2011


ASAMBLEA NACIONAL
76
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Decreta
la siguiente,
LEY DEL EJERCICIO DE LA MEDICINA
(Artículos seleccionados para los fines de la asignatura)

TÍTULO I
Capítulo I
Disposiciones Generales
Artículo 2
A los efectos de esta Ley, se entiende por ejercicio de la medicina la prestación de atención
médica preventivo-curativa a la población, por parte de los profesionales médicos y
médicas, mediante acciones encaminadas a la promoción de la salud, prevención de
enfermedades, reducción de los factores de riesgo, diagnóstico precoz, tratamiento
oportuno, restitución de la salud y rehabilitación física o psico-social de las personas y de la
colectividad en los ámbitos familiar, comunitario, laboral y escolar; la determinación de las
causas de muerte; el peritaje y asesoramiento médico-forense, así como la investigación y
docencia en las ciencias médicas.
Artículo 3
Los y las profesionales legalmente autorizados y autorizadas para el ejercicio de la
medicina son los Doctores y Doctoras en Ciencias Médicas, los Médicos Cirujanos,
Médicas Cirujanas, Médicos Integrales Comunitarios y Médicas Integrales Comunitarias.
Las acciones relacionadas con la atención médica, que por su naturaleza no tuvieren
necesariamente que ser realizadas por los médicos o médicas, deberán ser supervisadas por
éstos o éstas y se determinarán en el Reglamento de esta Ley. Los y las profesionales
universitarios y universitarias de otras ciencias de la salud, legalmente calificados,
calificadas, autorizados y autorizadas por los órganos competentes para ello, realizarán sus
actividades de acuerdo con las normas contenidas en sus respectivas leyes de ejercicio
profesional.
Capítulo II
Del Ejercicio de la Profesión
Artículo 4
Para ejercer la profesión médica en la República, se requiere:
1. Poseer el Título de Doctor o Doctora en Ciencias Médicas, Médico Cirujano, Médica
Cirujana, Médico Integral Comunitario o Médica Integral, Comunitaria, expedido por una
universidad venezolana de acuerdo con las leyes que rigen la materia.
2. Inscribir el Título correspondiente en un Registro Principal, de conformidad con la ley.
3. Estar inscrito en el Colegio de Médicos u otra Organización Médico-Gremial.
4. Cumplir las demás disposiciones contenidas al efecto en esta Ley y su Reglamento.
Artículo 5
Los médicos extranjeros o médicas extranjeras podrán ejercer la profesión en territorio
venezolano cuando sean nacionales de países donde los venezolanos tengan las mismas
prerrogativas, debiendo llenar, para ejercer, los requisitos exigidos en el artículo anterior, en
el artículo 8 y los que exigen a los venezolanos y venezolanas en el respectivo país de
origen para ejercer la profesión.
Artículo 6
77
Podrán desempeñar cargos de investigación o docencia, siempre que hayan sido propuestos
por las respectivas Facultades de Medicina, o por los Institutos Nacionales de
Investigaciones Científicas, los y las profesionales de la medicina graduados y graduadas
en universidades extranjeras que sean notoriamente reconocidos y reconocidas por haber
servido a la educación médica, o los y las que con su ciencia hayan prestado destacados
servicios a la humanidad, o los y las que se hayan hecho acreedores o acreedoras de
renombre universal. Dicha propuesta deberá notificarse al Ministerio del Poder Popular con
competencia en materia de salud y a las organizaciones médico-gremiales nacionales. Estos
y estas profesionales no están obligados u obligadas a cumplir con lo establecido en los
artículos 4, 5 y 8 de la presente Ley.
Artículo 7
Los médicos extranjeros o médicas extranjeras que hayan sido contratados o contratadas
por el Ejecutivo Nacional para funciones de investigación, de docencia o sanitarias, sólo
podrán dedicarse a las actividades para las cuales fueron contratados o contratadas.
Artículo 13
Para la prestación idónea de sus servicios profesionales, el médico o médica debe
encontrarse en condiciones psíquicas y somáticas satisfactorias, así como mantenerse
informado o informada de los avances del conocimiento médico.
La calificación de una incapacidad para el ejercicio profesional será determinada por una
Comisión Tripartita altamente calificada, integrada por un médico o médica representante
del Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de salud; uno por la
organización-médico gremial nacional a la que pertenezca, y otro escogido de mutuo
acuerdo entre ambos. La convocatoria para constituir la Comisión será hecha por el
Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de salud, de oficio o a petición
del Colegio de Médicos u otra Organización-Médico Gremial, o por familiares del
profesional presuntamente afectado. En caso de que cesen las causas que determinaron la
incapacidad, el médico, médica, o sus familiares más próximos podrán solicitar una nueva
evaluación y, si el dictamen de la Comisión Tripartita es favorable, tendrá derecho a
reintegrarse al ejercicio profesional.
El Reglamento de esta Ley establecerá los requisitos para la actuación de la Comisión
Tripartita.
Artículo 15
Ninguna institución de asistencia médica, pública o privada, podrá funcionar sin
autorización del Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de salud. Todas
las instituciones dedicadas a la prestación de servicios de asistencia médica, se regirán por
los Reglamentos y normas que dicte el Ministerio del Poder Popular con competencia en
materia de salud. Estas instituciones deberán contar con los edificios y ambientes
apropiados; con personal capacitado; con materiales y suministros adecuados y en general
con los elementos indispensables para la clase de servicios que ofrezcan. Las medicaturas
rurales deberán disponer de viviendas debidamente equipadas, para los médicos o médicas
que allí presten sus servicios.
Artículo 16
El total del tiempo contratado por un médico o médica con entidades, empresas públicas o
privadas, para el desempeño de cargos de carácter profesional, no podrá exceder de la
jornada máxima de trabajo diario o semanal señalado por la ley. Ningún médico o médica
podrá ejercer más de dos cargos públicos remunerados, de carácter sanitario-asistencial. En
ningún caso se permitirá la simultaneidad de horarios en la prestación de servicio…
78
Artículo 17
En las poblaciones donde no existan servicios asistenciales públicos de emergencia y donde
haya más de un médico o médica en ejercicio, se deberá establecer, en los domingos y días
feriados, el servicio médico de turno diurno y nocturno, de acuerdo con lo que al respecto
disponga el Reglamento de la presente Ley.
Artículo 18
Los médicos o médicas no podrán contratar servicios profesionales con personas naturales
o jurídicas que pretendan explotar el ejercicio individual o colectivo de la profesión médica
con fines especulativos.
Artículo 19
Ninguna persona legalmente autorizada para ejercer la medicina podrá ofrecer en venta
medicamentos u otros productos de uso terapéutico o sugerir a sus pacientes que los
adquieran en determinadas farmacias o establecimientos.
Artículo 20
Los médicos o médicas en ejercicio de su profesión no podrán asociarse con fines de lucro
con profesionales afines a con auxiliares de la medicina. Los médicos o médicas no podrán
efectuar partición de honorarios con otros colegas o profesionales para-médicos, técnicos o
auxiliares; retribuir a intermediarios o percibir porcentajes o comisiones por actividades de
ejercicio profesional.

Capítulo IV
De los Deberes Generales de los Médicos y Médicas
Artículo 24
La conducta del médico o médica se regirá siempre por normas de probidad, justicia y
dignidad. El respeto a la vida y a la persona humana constituirá, en toda circunstancia, el
deber principal del médico y médica: por tanto, asistirá a sus pacientes atendiendo sólo a las
exigencias de su salud, cualesquiera que sean las ideas religiosas o políticas y la situación
social y económica de ellos o ellas.
Artículo 25
Sin perjuicio de lo que establezcan las disposiciones legales vigentes, los y las
profesionales que ejerzan la medicina están obligados a:
1. Prestar su colaboración a las autoridades en caso de epidemias, desastres y otras
emergencias; suministrar oportunamente los datos o informaciones que por su condición de
funcionarios o funcionarias, médicos o médicas, de acuerdo con disposiciones legales, les
sean requeridos por las autoridades.
2. Respetar la voluntad del paciente o de su representante manifestada por escrito, cuando
éste o ésta decida no someterse al tratamiento y hospitalización que se le hubiere indicado.
Esta circunstancia deja a salvo la responsabilidad del médico o médica. Sin embargo, la
voluntad del paciente no podrá prevalecer en casos en que estén interesados la salud y el
orden públicos conforme a la Ley.
3. Actuar en forma acorde con las circunstancias y los conocimientos científicos que posean
en los casos de pacientes en estado de inconsciencia y de urgencias médicas que puedan
constituir evidente peligro para la vida de éstos o éstas.
4. Promover el internamiento en establecimientos hospitalarios, públicos o privados, de
pacientes que por su estado somático, psíquico o por trastornos de conducta signifiquen
peligro para si mismo o para terceros.

79
5. Denunciar ante las autoridades competentes las condiciones de insalubridad o de
inseguridad que observen en los ambientes de trabajo, así como aquellas que noten en
lugares públicos o privados que constituyan riesgos para la salud o la vida de quienes a
ellos concurran.
6. Otorgar certificados de las defunciones de los pacientes que hayan estado bajo su
cuidado y las de aquellos que por impedimento del médico o médica tratante, o por no
haber recibido el paciente atención médica, les sean requeridos por la autoridad
competente.
Artículo 26
Es obligatorio para todo médico o médica, excepto en los casos de comprobada
imposibilidad, prestar sus servicios en las siguientes situaciones:
1. Cuando se trate de un accidente o de cualquiera otra emergencia.
2. Cuando no hubiere otro profesional en la localidad.
3. Cuando la solicitud de servicios provenga de un enfermo o enferma que está bajo su
cuidado.
Artículo 27
Si el médico o médica tuviere motivo justificado para no continuar asistiendo a un enfermo
o enferma, podrá hacerlo a condición de:
1. Que ello no acarree perjuicio a la salud del paciente.
2. Que comunique su decisión con suficiente anticipación.
3. Que suministre la información necesaria para que otro médico o médica continúe la
asistencia.
Artículo 28
El médico o médica que atienda a enfermos o enfermas irrecuperables no está obligado al
empleo de medidas extraordinarias de mantenimiento artificial de la vida. En estos casos de
ser posible, oirá la opinión de otro u otros profesionales de la medicina. El Reglamento
desarrollará el contenido de esta disposición.
Artículo 29
El ingreso y la permanencia de los enfermos o enfermas, en las unidades de cuidado
intensivo deberán someterse a normas estrictas de evaluación, destinadas a evitar el uso
injustificado, inútil y dispendioso de estos servicios en afecciones que no las necesiten y en
la asistencia de enfermos o enfermas irrecuperables en la etapa final de su padecimiento.
Artículo 31
La ejecución de actos médicos relacionados con trasplantes de órganos, tejidos y células, se
regirá por lo dispuesto en la ley que regula la materia.
Artículo 32
La certificación de la muerte del donante para fines del trasplante de órganos, tejidos y
células con fines terapéuticos, exigirá que los criterios prevalecientes en la profesión
médica demuestren que aquel ha sufrido muerte encefálica, según lo establecido en la Ley
que regula la materia.
Artículo 33
Cuando se trate de menores de edad, siempre que no fuere posible localizar de inmediato a
sus representantes legales y cuando la gravedad del caso o la preservación de la salud
pública lo requiera, los o las profesionales de la medicina podrán practicar exámenes
clínicos; tomar, en caso de excepción, o hacer tomar y analizar muestras, ejecutar pruebas
con fines de diagnóstico o de indicación o comprobación de la terapéutica que consideren
necesaria y realizar intervenciones quirúrgicas, sin autorización previa de sus representantes
80
legales. A la mayor brevedad, tratará de localizar a los representantes legales a quienes
informarán detalladamente sobre su actuación y sobre los motivos de la misma.
Artículo 34
Los actos y procedimientos médicos realizados con fines diagnósticos o terapéuticos que
produzcan el acondicionamiento o la pérdida transitoria de las facultades mentales,
requieren la autorización por escrito del paciente o de quien tenga su representación legal.
En caso de extrema urgencia, si no existiese posibilidad inmediata de obtener el parecer o el
criterio del paciente o de su representante, se podrá realizar el procedimiento previa
consulta y opinión de otro facultativo. De todo lo actuado se levantará un Acta en la cual
deberá constar la opinión del médico o médica que llevó a cabo el procedimiento y de quien
compartió la toma de la decisión. Se deberá notificar al representante legal o al interesado o
la interesada, a la mayor brevedad. Los procedimientos a que se contrae el presente artículo
se emplearán exclusivamente para fines de la salud y del bienestar del paciente.
Artículo 35
Los Doctores o Doctoras en Ciencias Médicas, los Médicos Cirujanos, Médicas Cirujanas,
Médicos Integrales Comunitarios o Médicas Integrales Comunitarias, están autorizados o
autorizadas para certificar aquellos hechos que comprueben en el ejercicio de su profesión.
En el Reglamento de la presente Ley se determinarán la forma y condiciones de dichas
certificaciones.

Capítulo VI
Del Secreto Médico
Artículo 46
Todo aquello que llegare a conocimiento del médico o médica con motivo o en razón de su
ejercicio, no podrá darse a conocer y constituye el secreto médico. El secreto médico es
inherente al servicio de la medicina y se impone para la protección del paciente, el amparo
y salvaguarda del honor del médico o médica y de la dignidad de la ciencia. El secreto
médico es inviolable y el profesional está en la obligación de guardarlo. Igual obligación y
en las mismas condiciones se impone a los y las estudiantes de medicina y a los miembros
de profesiones y oficios para médicos y auxiliares de la medicina.
Artículo 47
No hay violación del secreto médico en los casos siguientes:
1. Cuando la revelación se hace por mandato de ley.
2. Cuando el paciente autoriza al médico o médica para que lo revele.
3. Cuando el médico o médica, en su calidad de experto o experta de una empresa o
institución y, previo consentimiento por escrito del paciente, rinde su informe sobre las
personas sometidas a exámenes al departamento médico de aquella.
4. Cuando el médico o médica ha sido encargado o encargada, por la autoridad competente,
para dictaminar sobre el estado físico o mental de una persona.
5. Cuando actúa en el desempeño de sus funciones como médico o médica forense, o
médico o médica legista.
6. Cuando denuncia ante las autoridades sanitarias los casos de enfermedades de
notificación obligatoria de que tenga conocimiento.
7. Cuando expide un certificado de nacimiento o de defunción, o cualquiera otro
relacionado con un hecho vital, destinado a las autoridades judiciales, sanitarias, de
estadísticas o del registro civil.

81
8. Cuando los representantes legales del niño, niña y adolescente exijan por escrito al
médico o médica la revelación del secreto. Sin embargo, el médico o médica podrá, en
interés del niño, niña y adolescente, abstenerse de dicha revelación.
9. Cuando se trate de salvar la vida o el honor de las personas.
10. Cuando se trate de impedir la condena de un o una inocente.
11. Cuando se informe a los órganos gremiales médicos de asuntos relacionados con la
salud de la comunidad, en cuanto atañe al ejercicio de la medicina.
Artículo 48
Cuando lo considere necesario, el médico o médica podrá suministrar información sobre la
salud del paciente a los familiares o representantes de éste o ésta.
Artículo 49
El pronóstico grave puede ser mantenido en reserva, pero si el médico o médica teme una
evolución incapacitante o un desenlace fatal deberá notificarlo oportunamente, según su
prudente arbitrio, a los familiares o a sus representantes.
Artículo 50
El médico o médica puede compartir el secreto con cualquier otro médico o médica que
intervenga en el caso, quien, a su vez queda obligado a no revelarlo.
Artículo 51
El paciente tiene derecho a conocer la verdad de su padecimiento. El médico o médica
tratante escogerá el momento oportuno para dicha revelación y la forma adecuada de
hacerla.
Artículo 52
El médico o médica debe respetar los secretos que se le confíen o de que tenga
conocimiento por su actuación profesional, aún después de la muerte del enfermo o
enferma.
Artículo 53
En los procedimientos relativos al trasplante de órganos, el médico o médica se sujetará
estrictamente al principio del secreto profesional, sin perjuicio de lo dispuesto en el
Artículo 31 de la presente Ley.

TÍTULO III
Capítulo I
De la Medicina Institucional
Artículo 90
Se entiende por ejercicio de la Medicina Institucional la relacionada con las funciones de
atención a la salud, a la docencia y a la investigación cumplidas por los médicos o médicas
al servicio de las instituciones oficiales o privadas, con objeto de atender los problemas de
salud de la comunidad.

Artículo 91
Los médicos o médicas de instituciones dedicadas al servicio de la Medicina Institucional
deberán ejecutar su trabajo profesional de acuerdo con las normas y condiciones que rigen
la realización del acto médico, basado en el respeto a la dignidad de la persona, en la
relación médico-paciente, en la responsabilidad individual y en el secreto profesional.

Capítulo II
De la Investigación en Seres Humanos
82
Artículo 92
La investigación clínica debe inspirarse en los más elevados principios éticos y científicos,
y no debe realizarse si no está precedida de suficientes pruebas de laboratorio y del
correspondiente ensayo en animales de experimentación.
Artículo 93
La investigación clínica sólo es permisible cuando es realizada y supervisada por personas
científicamente calificadas.
Artículo 94
La investigación clínica sólo puede realizarse cuando la importancia del objetivo guarda
proporción con los riesgos a los cuales sea expuesta la persona.
Artículo 95
El médico o médica responsable de la investigación clínica debe tomar precauciones
especiales cuando la personalidad del sujeto pueda alterarse por el empleo de drogas o por
cualquier otro factor implícito en la experimentación.
Artículo 96
En el tratamiento del paciente, el médico o médica puede emplear nuevos procedimientos
terapéuticos si después de un juicio cuidadoso, considera probable el restablecimiento de la
salud o el alivio del sufrimiento.
Artículo 97
La persona debe hallarse bien informada de la finalidad del experimento y de sus riesgos y
dar su libre consentimiento. En caso de incapacidad legal o física, el consentimiento debe
obtenerse por escrito del representante legal del paciente y a falta de éste, de su familiar
más cercano y responsable.
Artículo 98
El método que simultáneamente implica investigación clínica y procedimiento terapéutico,
con la finalidad de adquirir nuevos conocimientos médicos, sólo puede justificarse cuando
involucra valor terapéutico para el paciente.
Artículo 99
En casos de investigación clínica con fines científicos en sujetos sanos es deber primordial
del médico o médica:
1. Ejercer todas las medidas tendientes a proteger la vida y la salud de la persona sometida
al experimento.
2. Explicar al sujeto bajo experimentación, la naturaleza, propósito y riesgos del
experimento y obtener de éste, por escrito, el libre consentimiento.
3. Asumir, no obstante el libre consentimiento del sujeto, la responsabilidad plena del
experimento que debe ser interrumpido en cualquier momento en que el sujeto lo solicite.

Artículo 100
La investigación epidemiológica en seres humanos se regirá por los mismos principios
establecidos en la presente Ley.
Artículo 101
Es ilícita cualquier intervención mutilante que se practique con fines experimentales, aún
cuando se haya obtenido el consentimiento de la persona afectada.

TÍTULO IV
Capítulo I
83
De las Infracciones y del Ejercicio Ilegal de la Medicina
Artículo 102
Infringen la presente Ley:
1. Los médicos o médicas que ejerzan la profesión en contravención a las disposiciones de
esta Ley y de su Reglamento.
2. Los médicos o médicas que ejerzan la profesión durante la vigencia de medidas de
suspensión impuestas de acuerdo con esta Ley o por inhabilitación declarada legalmente.
3. Los médicos o médicas que ejecuten o colaboren en experimentación o investigación no
autorizadas en seres humanos, o realicen intervenciones mutilantes con fines
experimentales, aun cuando se haya obtenido el consentimiento de la persona afectada.
4. Los médicos o médicas que presten su concurso profesional, encubran o patrocinen a
personas naturales o jurídicas o a establecimientos donde se ejerza ilegalmente la medicina.
5. Los médicos o médicas que firmen récipes en blanco, o expidan certificaciones falsas
con el propósito de burlar las leyes o para favorecer el incumplimiento de las obligaciones
laborales.
6. Los médicos o médicas que se anuncien como especialistas sin haber cumplido los
requisitos previstos en esta Ley.
7. Los médicos o médicas que anuncien u ofrezcan por cualquier medio servicios de
atención a la salud, alivio o curaciones mediante el uso de medicamentos, métodos o
procedimientos cuya eficacia no haya sido comprobada científicamente.
8. Los médicos o médicas que comercien con medicamentos o induzcan a los pacientes a
adquirir los productos o servicios prescritos en determinados establecimientos.
9. Los médicos o médicas que efectúen partición de honorarios con otros profesionales
médicos o para-médicos, o con técnicos auxiliares, o que retribuyan a intermediarios o
perciban comisiones por actividades de ejercicio profesional.
Artículo 103
Ejercen ilegalmente:
1. Quienes habiendo obtenido el título de médico realicen actos o gestiones profesionales
sin haber cumplido los requisitos para ejercer legalmente la profesión o lo hagan
encontrándose impedidos, impedidas, inhabilitados o inhabilitadas por las autoridades
competentes.
2. Quienes sin poseer el título requerido por la presente Ley, se anuncien como médicos o
médicas; se atribuyan ese carácter; exhiban o usen placas, insignias, emblemas o
membretes de uso privativo o exclusivo para los médicos o médicas; practiquen exámenes
o tratamientos médicos sin la indicación emanada del profesional médico correspondiente;
y los que realicen actos reservados a los y las profesionales de la medicina, según los
artículos 2 y 3 de la presente Ley.
3. Los miembros de otras profesiones y oficios relacionados con la atención médica no
regidos por sus correspondientes leyes de ejercicio profesional, que prescriban drogas o
preparados medicinales y otros medios auxiliares de terapéutica, de carácter médico,
quirúrgico o farmacéutico, o que sin haber recibido las instrucciones de un médico o
médica tratante o sin su supervisión, asuman el tratamiento de personas que estén o deban
estar bajo atención médica.
4. Los y las profesionales universitarios y universitarias que sin estar legalmente
autorizados por las leyes de ejercicio de su profesión, indiquen, interpreten o califiquen
exámenes de laboratorios y otras exploraciones de carácter médico o quirúrgico con fines
de diagnóstico.
84
5. Quienes inciten a la automedicación cualquiera sea el medio de comunicación que
utilicen para tales fines.
Se exceptúan:
a. La intervención de los farmacéuticos en los casos previstos en el Parágrafo Único del
artículo 6º de la Ley de Ejercicio de la Farmacia y según lo dispuesto en los artículos 25 y
26 del Reglamento de dicha Ley.
b. Las personas no autorizadas por esta Ley que en situaciones de urgencia, realicen
ocasionalmente actos encaminados a proteger la vida de una persona mientras llegare un o
una profesional autorizado o autorizada.
c. La práctica o actuación del personal auxiliar, técnico-sanitario o para-médico dentro de
los límites de sus funciones, de conformidad con las instrucciones del médico o médicas y
con normas específicas de los organismos de salud del Estado.

Capítulo II
De las Sanciones
Artículo 104
Sin perjuicio de lo dispuesto en el Código penal las sanciones establecidas en la presente
Ley son de tres tipos:
1. De carácter disciplinario.
2. De carácter administrativo.
3. De carácter penal.
Artículo 105
Las sanciones disciplinarias son las siguientes:
1. Amonestación oral o privada.
2. Amonestación escrita y privada.
3. Amonestación escrita y pública.
4. Exclusión o privación de honores, derechos y privilegios de carácter gremial o
profesional.
Artículo 106
Las sanciones administrativas son las siguientes:
1. Multa de trece Unidades Tributarias (13 U.T.) a sesenta y seis Unidades Tributarias (66
U.T.).
2. Suspensión del ejercicio profesional hasta por dos años.

Artículo 107
Las sanciones disciplinarias y las administrativas se aplicarán sin perjuicio de la
responsabilidad civil o penal a que haya lugar como consecuencia de la acción, omisión,
impericia, imprudencia o negligencia en el ejercicio profesional.
Artículo 108
Los componentes para la aplicación de las sanciones disciplinarias, los Tribunales
Disciplinarios de los colegios de médicos u otras organizaciones médico-gremiales, y en
alzada, el Tribunal Disciplinario de la Federación Médica, de acuerdo con las disposiciones
previstas en la presente Ley y en sus Reglamentos
Artículo 109

85
Son competentes para la aplicación de las sanciones administrativas el Ministro del Poder
Popular con competencia en materia de salud o los funcionarios o funcionarias a quien el
Ministro o Ministra del Poder Popular autorice expresamente por Resolución.
Artículo 110
Cuando el Tribunal Disciplinario de un Colegio de Médicos o de una Organización
Médico-Gremial, o el Tribunal Disciplinario de la Federación Médica, según el caso,
consideren que a un médico o médica debe aplicársele las sanciones de multa o suspensión
del ejercicio profesional a que se contraen los numerales 1 y 2 del artículo 106 de esta Ley,
pasará el expediente al Ministro o Ministra del Poder Popular con competencia en materia
de salud, quien decidirá mediante Resolución motivada.
Artículo 111
Las sanciones que impongan las autoridades sanitarias se dictarán previa Resolución
motivada del funcionario o funcionaria competente, y la misma se notificará al
contraventor; en caso de multa se expedirá planilla de liquidación por triplicado que deberá
ser cancelada en una oficina receptora de fondos nacionales en el lapso de diez días hábiles
contados desde la fecha de la notificación. El funcionario o funcionaria que imponga la
multa, enviará con oficio al Ministro o Ministra del Poder Popular con competencia en
materia de salud copia de todas las actuaciones, acompañando un ejemplar de la planilla de
liquidación, debidamente cancelada.
Artículo 112
A los reincidentes podrá imponérseles hasta el doble de la sanción prevista en el artículo
106 de esta Ley.
Artículo 113
Al tener conocimiento los tribunales disciplinarios respectivos sobre infracciones de las
contempladas en esta Ley, o de violaciones a las normas de ética profesional, o iniciada que
sea la causa por denuncia o acusación, practicará las diligencias conducentes a la
averiguación y comprobación del hecho y de la culpabilidad del autor. Si de la
investigación existieren fundados indicios de responsabilidad penal, el caso deberá ser
remitido a las autoridades competentes. El proceso se tramitará de acuerdo con el
reglamento que, sobre los tribunales disciplinarios, dicten los órganos competentes.
Artículo 114
En todos los casos de ejercicio ilegal de la medicina, el Tribunal Disciplinario en cuya
jurisdicción se haya cometido el hecho, abrirá la averiguación de oficio o a instancia del
interesado o interesada, levantará el expediente respectivo y remitirá copia del mismo al o
la Fiscal del Ministerio Público, sin perjuicio de la sanción disciplinaria contra el médico o
médica responsable, si fuere el caso.
Artículo 115
Quien esté en mora con las contribuciones reglamentarias de la organización médico-
gremial a la cual pertenece, será sancionado o sancionada de acuerdo a las normas y
reglamentos internos de cada una de ellas. Los médicos o médicas que incurran en
infracciones al Código de Deontología Médica, en cuanto a la ética, al honor, a la verdad o
a la disciplina profesional, serán sancionados o sancionadas con suspensión del ejercicio
profesional por el lapso de uno a doce meses, según la gravedad de la falta. Esta sanción
será aplicada por órgano del Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de
salud. De esta decisión podrá apelarse ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
Artículo 116

86
El médico o médica que incumpla con el deber de comunicar al Ministerio del Poder
Popular con competencia en materia de salud, al Colegio de Médicos u otra Organización
Médico-Gremial, la aceptación de un cargo o el retiro del que desempeña, dentro del mes
siguiente a dicha decisión, previsto en el artículo 16 de esta Ley, será sancionado o
sancionada administrativamente con amonestación privada y escrita si la omisión de la
información no excede de tres meses. No obstante la amonestación, si el médico o médica
no suministrare la información a que está obligado u obligada, se le sancionará con multa
de trece Unidades Tributarias (13 U.T.) a sesenta y seis Unidades Tributarias (66 U.T.) que
le impondrá la autoridad competente.
Artículo 117
El incumplimiento por el médico o médica de las disposiciones de los artículos 17 y 26 será
sancionado disciplinariamente de acuerdo con lo establecido en la presente Ley.
Artículo 118
Las infracciones de las disposiciones previstas en los artículos 19 y 20 de esta Ley serán
sancionadas disciplinariamente; y en caso de renuencia o reincidencia, con sanciones
administrativas de veintiséis Unidades Tributarias (26 U.T.) a sesenta y seis Unidades
Tributarias (66 U.T.).
Artículo 119
La infracción de los artículos 99 y 101 serán sancionadas administrativamente con
suspensión del ejercicio profesional por un lapso de tres a seis meses, sin perjuicio de las
demás responsabilidades legales aplicables.
Artículo 120
La infracción del numeral 6 del artículo 102 será sancionada disciplinariamente y en caso
de renuencia, con multa de trece Unidades Tributarias (13 U.T.) a treinta y nueve Unidades
Tributarias (39 U.T.). La infracción del numeral 7 del mismo artículo 102 será sancionada
disciplinariamente y en caso de reincidencia con suspensión del ejercicio profesional por un
lapso de tres a seis meses.
Artículo 121
Incurren en hechos punibles y serán sancionados o sancionadas conforme a la Ley:
1. Las personas que sin cumplir los requisitos establecidos en esta Ley forjen total o
parcialmente los títulos profesionales de la medicina o alteren uno verdadero, suplanten a
personas legalmente autorizadas para ejercer dicha profesión, y ofrezcan o presten servicios
de atención médica, serán castigadas con prisión de dieciocho meses a cinco años.
2. Quienes actúen como cómplices, cooperadores o cooperadoras, encubridores o
encubridoras de personas naturales o jurídicas o de establecimientos donde se ejerza
ilegalmente la medicina, serán castigados o castigadas con prisión de seis meses a doce
meses.
3. Los médicos o médicas que ejerzan la profesión sin haber dado cumplimiento a los
requisitos legales o durante la vigencia de medidas de suspensión o inhabilitación
impuestas por las autoridades competentes, serán castigados con prisión de un mes a seis
meses.
4. Los y las profesionales de la medicina, que ejerzan su profesión en instituciones oficiales
y de manera encubierta o explícita refieran sus pacientes a instituciones privadas, con el fin
de obtener algún beneficio económico, serán castigados o castigadas con prisión de seis
meses a dieciocho meses.

87
5. Los médicos o médicas que firmen récipes en blanco, o expidan certificaciones falsas
con el propósito de burlar las leyes o para favorecer el incumplimiento de las obligaciones
laborales, serán castigados o castigadas con prisión de seis meses a dos años.
Artículo 122
Los médicos o médicas que presten su concurso a personas que ejerzan la medicina en
contravención con lo dispuesto en la presente Ley, además de la sanción prevista en el
numeral 2 del artículo 121, serán suspendidos o suspendidas en el ejercicio de su profesión
por un término de seis meses a un año.
Artículo 123
Quien sin ser médico o médica se anuncie como tal o se atribuya ese carácter será castigado
o castigada con pena de seis meses a dos años de prisión. El enjuiciamiento será de oficio y
por ante la jurisdicción penal ordinaria.
Artículo 124
La negligencia, la impericia, la imprudencia, serán investigadas por los Tribunales
Disciplinarios en los colegios de médicos u otras organizaciones médico-gremiales, los
cuales podrán recomendar al Ministro o Ministra del Poder Popular con competencia en
materia de salud, la suspensión del ejercicio profesional, sin perjuicio de las sanciones
establecidas en el Código Penal. Para la investigación mencionada los tribunales
disciplinarios de los colegios de médicos u otras organizaciones médico-gremiales, podrán
asesorarse con expertos médicos o médicas debidamente calificados o calificadas.

ASAMBLEA NACIONAL
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Decreta
la siguiente,
LEY SOBRE DONACIÓN Y TRASPLANTE DE ÓRGANOS,
TEJIDOS Y CÉLULAS EN SERES HUMANOS

Capítulo I
De las Disposiciones Generales
Objeto

88
Artículo 1. El objeto de la presente Ley es la regulación de los procedimientos con fines
terapéuticos, de investigación o de docencia para la donación y trasplante de órganos,
tejidos y células en seres humanos, en el ámbito del territorio nacional y con base al
derecho a la salud previsto en la Constitución, las leyes, los tratados, pactos y convenios
internacionales suscritos y ratificados por la República Bolivariana de Venezuela.
Se excluyen del objeto de esta Ley, las células madre embrionarias, ovarios, óvulos y
esperma, así como la sangre y sus componentes, excepto células progenitoras
hematopoyéticas.
Principios
Artículo 2. La presente Ley se rige por los principios de universalidad, solidaridad,
equidad, ética, probidad, altruismo, gratuidad, integralidad, no discriminación, no lucrativo,
responsabilidad integración social y progresividad.
Definiciones
Artículo 3. Para los efectos de esta Ley se entiende por:
1. Ablación: eliminación o extirpación de un órgano, tejido o célula.
2. Banco de Tejidos y Células: Establecimiento o unidad de un centro público o privado
donde se lleven a cabo actividades de promoción, obtención, procesamiento, manipulación,
preservación, almacenamiento, transporte o distribución de células y tejidos, para su
utilización o aplicación en seres humanos, con el fin de satisfacer las demandas a nivel
nacional
3. Cadáver: Los restos integrados de un ser humano en el que ha ocurrido la muerte.
4. Célula: Unidad morfológica y funcional del ser vivo.
5. Células Progenitoras Hematopoyéticas: Células potenciales capaces de reproducir las
tres series de células sanguíneas: la serie roja (de donde provienen los glóbulos rojos), la
serie blanca (de donde provienen los glóbulos blancos) y la serie plaquetaria (de donde
provienen las plaquetas).
6. Células Madre: Son células que dan origen a los diferentes tipos celulares que
conforman los tejidos y órganos del organismo. Se denominan “células madre
embrionarias” las que se encuentran durante las primeras etapas del desarrollo embrionario
del individuo y “células madre adultas” las que se encuentran en los tejidos y órganos desde
la etapa fetal y durante toda la vida.
7. Disposición: El acto o conjunto de actos relativos a la obtención, preservación,
preparación, utilización, suministro y destino final de órganos, tejidos y células.
8. Donante: El ser humano quien durante su vida haya manifestado su voluntad de donar, o
aquél que no haya manifestado su voluntad en contrario, se le extraen órganos, tejidos y
células después de su muerte, con el fin de utilizarlos para trasplante en otros seres
humanos, con objetivos terapéuticos, de investigación o de docencia, según corresponda.
9. Investigación y docencia: Son los actos realizados por profesionales médicos, médicas o
asociados a éstos, en instituciones educativas científicas debidamente autorizadas por el
órgano rector en materia de salud del país, en donde se utilizan órganos, tejidos y células,
con propósito de enseñanza o búsqueda de conocimientos que no puedan obtenerse por
otros métodos fundamentados en la experimentación previa, o mediante la verificación de
otros hechos científicos.
10. Lista de espera: es la relación de pacientes con indicación médica y en espera de
trasplante, que permite determinar el orden de distribución y asignación de órganos, tejidos
y células, de acuerdo a los criterios establecidos en esta Ley.

89
11. Muerte encefálica: Pérdida absoluta e irreversible de todas las funciones encefálicas y
del tallo cerebral.
12. Muerte violenta: Aquella muerte que ocurre a consecuencia de accidentes, suicidios u
homicidios.
13. Órgano: Entidad morfológica compuesta por la agrupación de tejidos diferentes que
concurren al desempeño de la misma función.
14. Receptor: El ser humano en cuyo cuerpo podrá implantarse órganos, tejidos y células
con fines terapéuticos.
15. Ser humano: Todos los individuos de la especie humana.
16. Sistema de Procura de Órganos, Tejidos y Células: Es una red de instituciones
públicas y privadas interdependientes e interactuantes, capacitadas y articuladas
armónicamente para acometer un proceso sistemático y sostenido de detección, obtención,
mantenimiento, asignación y transporte de órganos, tejidos y células de seres humanos,
provenientes de donante cadáver con fines de trasplante, para dar atención efectiva a la
demanda de pacientes en espera, en todo el territorio nacional.
17. Tejido: Entidad morfológica compuesta por la agrupación de células de la misma
naturaleza y con una misma función.
18. Trasplante: La sustitución, con fines terapéuticos, de órganos, tejidos o células por
otros, provenientes de un ser humano.
19. Trasplante cruzado: Modalidad de trasplante de donante vivo que consiste en ceder un
órgano cuando una pareja de donante-receptor no es compatible entre sí, a otra pareja en
igual circunstancia y viceversa.
Indicación de trasplante
Artículo 9. Los procedimientos de trasplante, sólo podrán ser practicados una vez que los
métodos terapéuticos usuales hayan sido agotados, no exista otra solución para devolver la
salud, mantener la vida y que la expectativa de rehabilitación del o de la paciente alcance
niveles aceptables de supervivencia y calidad de vida.
Prohibición de transacción, compensación o retribución
Artículo 10. Está prohibida cualquier transacción comercial, compensación monetaria o
retribución material, directa o indirecta por los órganos, tejidos y células a ser usados con
fines terapéuticos, de investigación o docencia. La donación de órganos, tejidos y células,
solamente deberá realizarse a título gratuito. Se prohíbe, en consecuencia, y será nulo de
nulidad absoluta y no tendrá valor jurídico alguno, el acto o contrato distinto a la donación,
pura y simple, que a título oneroso o a cualquier otro tipo de compensación, contenga la
promesa de entrega de uno o más órganos, tejidos y células para efectuar un trasplante.
Garantías para los pueblos indígenas
Artículo 12. Se prohíbe la utilización de personas indígenas como donantes de órganos,
tejidos y células, salvo que se trate de familiares, conforme a las reglas previstas en el
artículo 18 de la presente Ley.
Los y las indígenas quedan excluidos y excluidas de la aplicación prevista en los artículos
27 y 31 de esta Ley, en virtud al respeto a su cultura, cosmovisión, práctica, espiritualidad,
usos y costumbres.
Capítulo III
De los trasplantes entre personas vivas
Condiciones para trasplante entre personas vivas

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Artículo 17. Está prohibido el trasplante total de órganos únicos o vitales, tejidos y células
entre personas vivas, cuya separación pueda causar la muerte o la discapacidad total o
parcial del o de la donante.
El Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de salud determinará los
órganos, tejidos y células susceptibles de ser objeto de trasplantes entre seres vivos.
Parientes donantes
Artículo 18. Serán admitidos como donantes de órganos, tejidos y células con fines
terapéuticos, los parientes hasta el quinto grado de consanguinidad, el o la cónyuge, el
concubino o concubina en unión estable de hecho durante los dos últimos años como
mínimo, entre quienes se hubiere comprobado el nexo por una autoridad civil y además la
compatibilidad entre donante y receptor mediante las pruebas médicas correspondientes. La
misma regla se aplicará para los casos de filiación por adopción. La realización de
trasplantes cruzados debe contar con autorización previa del órgano rector en materia de
salud en el país.
En el caso de pacientes que requieran trasplantes de células progenitoras hematopoyéticas
que no dispongan de donantes compatibles entre sus hermanos o hermanas, el Estado
facilitará la gestión y la obtención de la misma de donantes no emparentados dentro o fuera
del país, a través de las instituciones nacionales e internacionales de donantes de células No
podrá realizarse trasplante entre donantes vivos cuyo nexo no corresponda a alguna de las
categorías mencionadas.
Los médicos o médicas, a cuyo cargo esté la operación de trasplante, informarán
suficientemente al o a la donante y al receptor o receptora, sobre posibles complicaciones y
responsabilidades que deriven de la operación y sus secuelas.
Requisitos para trasplantes de donante vivo o viva
Artículo 19. Cuando se trate de trasplantes provenientes de un donante vivo o viva, éste o
ésta deberá:
1. Ser mayor de edad, a menos que se trate de parientes donantes de células progenitoras
hematopoyéticas, con el consentimiento escrito de sus padres o representante legal.
2. Contar con informe médico actualizado y favorable sobre su estado de salud, incluyendo
el aspecto psiquiátrico, de modo de garantizar la seguridad del procedimiento tanto para el
o la donante como para el receptor o receptora.
3. Tener compatibilidad con el receptor o receptora, de conformidad con las pruebas
médicas correspondientes practicadas, en los casos que se requiera.
4. Firmar consentimiento, luego de haber recibido información completa en los términos de
su comprensión, sobre los riesgos del procedimiento y las consecuencias de la donación del
órgano, tejidos o células, así como las probabilidades de éxito para el receptor o receptora.
5. Haber expresado su voluntad por escrito, libre de incentivos materiales, coacción física o
moral, otorgada ante dos testigos idóneos.
6. En el caso de una mujer en edad fértil, debe verificarse previamente la inexistencia de
embarazo en curso.
Las mujeres embarazadas y las personas con discapacidad intelectual, no pueden ser
donantes.
Consentimiento para donantes vivos o vivas
Artículo 20. El consentimiento de un donante vivo o una donante viva para el retiro de
órganos, tejidos y células, será comunicado por éste o ésta a la comisión de profesionales
encargada de dirigir el programa de trasplante de órganos, tejidos y células en la institución,

91
establecimiento o centro de salud donde se practicará la operación de trasplante, y dejará
constancia escrita del acto en su propia historia clínica con la firma de dos testigos idóneos.
Revocabilidad del acto
Artículo 21. La disposición de donación de órganos, tejidos y células es voluntaria y, en tal
sentido, es siempre revocable hasta el momento de la intervención quirúrgica. Dado el
carácter altruista de la donación, ésta no debe generar derechos a favor o en contra del o de
la donante.
Requisitos para el uso de células madre en seres humanos con fines de investigación
Artículo 22. La promoción, obtención, procesamiento, manipulación, preservación,
almacenamiento, transporte, distribución y uso de células madre en seres humanos, con
fines de investigación, hasta tanto sea aprobado para uso terapéutico, estará permitida
siempre y cuando se cumpla con los siguientes requisitos:
1. Exista la autorización expresa, supervisión y vigilancia del Ministerio del Poder Popular
con competencia en materia de salud.
2. Sea realizada en un centro público o privado autorizado por el Ministerio del Poder
Popular con competencia en materia de salud, bajo la responsabilidad de especialistas con
experiencia suficiente y comprobada en terapias celulares.
3. Sea aprobada por el Comité de Bioética del Ministerio del Poder Popular con
competencia en materia de salud.
4. No represente ningún costo para el o la paciente.
5. El o la paciente o la paciente no reciba remuneración por participar en la investigación.
6. Exista el consentimiento informado del o de la donante y el receptor o receptora.
7. No se trate de células madre embrionarias y fetales, salvo autorización específica del
Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de salud.
Bancos de sangre de cordón umbilical
Artículo 23. El Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de salud
garantizará la creación, el establecimiento y la operación de bancos de sangre públicos de
cordón umbilical, para ofrecer fuentes de células madre dirigidas al tratamiento
comprobado y aceptado científicamente de pacientes con patologías susceptibles de ser
tratadas o curadas con trasplante de este tipo de células y para el desarrollo de la
investigación básica o aplicada.
Obligatoriedad de registro
Artículo 24. Las unidades de células madre que sean criopreservadas en bancos de sangre
de cordón umbilical para uso autólogo, donde no exista una indicación médica establecida,
deben ser incluidas en el Registro Nacional Centralizado de Células Progenitoras
Hematopoyéticas, para su posible uso en receptores o receptoras de trasplante que no
dispongan de donante relacionado o relacionada compatible.
Capítulo IV
De los trasplantes de órganos, tejidos o células retirados de cadáveres
Criterios de muerte encefálica
Artículo 25. Para los efectos de esta Ley, la muerte según criterios neurológicos, podrá ser
establecida en alguna de las siguientes formas:
1. La presencia del conjunto de los siguientes signos clínicos:
a. Coma o pérdida permanente e irreversible del estado de conciencia.
b. Ausencia de respuesta motora y de reflejos a la estimulación externa.
12
c. Ausencia de reflejos propios del tallo cerebral.
92
d. Apnea.
Previa a la certificación clínica de la muerte, según criterios neurológicos, deben
descartarse casos de:
a. Hipotermia.
b. Intoxicaciones irreversibles.
c. Alteraciones metabólicas graves.
d. Shock.
e. Uso de sedantes o bloqueadores neuromusculares.
2. La realización de pruebas instrumentales, se considerará en aquellos casos donde haya
imposibilidad de realizar el examen neurológico y para acortar los tiempos de observación
entre diferentes evaluaciones clínicas; su objetivo es valorar tanto el flujo sanguíneo
cerebral como la funciones electrofisiológicas del encéfalo y el tallo cerebral. Son pruebas
instrumentales:
a. Las que valoran la función electrofisiológica encefálica y del tallo cerebral:
i. Electroencefalograma.
ii. Potenciales evocados de tallo cerebral.
b. Las que valoran la circulación cerebral:
i. Sonografía Doppler Transcraneal.
ii. Arteriografía cerebral de 4 vasos.
La muerte encefálica, según criterios clínicos neurológicos, se establece legalmente, cuando
así conste en declaración certificada por tres médicos o médicas que no formen parte del
equipo de trasplante.
Procedimiento para la ablación de órganos, tejidos y células
Artículo 26. La ablación de los órganos, tejidos y células de cadáveres con fines
terapéuticos, procederá sólo cuando la muerte encefálica sea diagnosticada por un equipo
médico especializado, diferente al equipo de trasplantes según lo establecido en el artículo
25 de esta Ley, cuando se trate de personas cuya funciones vitales se estén manteniendo
mediante el uso de medios artificiales de soporte.
Donación presunta
Artículo 27. Toda persona mayor de edad, civilmente hábil, a quien se le haya
diagnosticado la muerte, se presumirá donante de órganos, tejidos y células con fines
terapéuticos, salvo que existiese una manifestación de voluntad en contrario.
La constancia de voluntad contraria de la persona a la donación total o parcial de sus
órganos, tejidos y células, se evidenciará en el Sistema Nacional de Información Sobre
Donación y Transplante de Órganos, Tejidos y Células, que dispondrá de los instrumentos y
mecanismos necesarios para ello.
Protocolo a seguir en caso de donante cadáver
Artículo 28. Se levantará un acta con dos copias, denominada “Acta de Retiro de Órganos,
Tejidos y Células”, que suscribirá el personal profesional autorizado para ejecutar el
proceso de verificación y extracción, y dos testigos debidamente identificados, donde se
dejará constancia de los órganos, tejidos o células retirados, del destino que habrá de
dárseles, del nombre del difunto o difunta, de su edad, estado civil, fecha y hora del
fallecimiento, así como las circunstancias en que hubiere acaecido, de los medios
empleados para comprobar la muerte y cualquiera otra información que se señale en el
Reglamento de esta Ley.
Criterios de selección

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Artículo 29. Los criterios de selección del receptor o receptora deben ser objetivos,
verificables y de carácter público. Estos criterios serán revisables para que puedan ser
actualizados de acuerdo a los progresos y avances médicos.
Serán criterios aceptables a considerar en el proceso de selección de receptores o receptoras
de órganos, tejidos y células los siguientes: urgencia médica, territorialidad, características
médicas del receptor o la receptora, antigüedad en la lista de espera y reciprocidad,
entendida como el otorgamiento de prioridad a quien ha donado con anterioridad.
Protocolo en caso de muerte violenta
Artículo 30. En los casos de muerte violenta o cuando existan fundadas sospechas que la
muerte es consecuencia de la perpetración de un hecho punible, es imprescindible que el
médico o médica responsable de comprobar las condiciones del occiso u occisa, certifique
formalmente la causa de la muerte y determine que los órganos, tejidos y células a ser
retirados, con fines de trasplante, no se encuentren vinculados con la causa de la muerte, ni
puedan presentar relevancia en las diligencias técnicas de la investigación penal a ser
adelantada.
Respeto a la dignidad
Artículo 31. Las instituciones, establecimientos o centros de salud donde se realice la
ablación de órganos, tejidos y células para trasplante, están obligados a:
1. Disponer por todos los medios a su alcance, la restauración estética del cadáver, sin cargo
alguno a los sucesores del fallecido o fallecida.
2. Realizar todas las intervenciones autorizadas dentro del menor plazo posible, para
garantizar la devolución del cadáver a los familiares del fallecido o fallecida.
3. Conferir en todo momento al cadáver del o de la donante un trato digno y respetuoso.
Conservación de los tejidos y células
Artículo 32. Los tejidos y células que se obtengan de conformidad con la presente Ley y
puedan ser conservados, sólo podrán ser destinados a bancos de tejidos y células,
debidamente autorizados por el ente rector en materia de salud del país.
Responsabilidad social de las clínicas
Artículo 33. Conforme a los principios de solidaridad y corresponsabilidad social previstos
en la Constitución de la República y en esta Ley, las clínicas privadas autorizadas para
retirar y trasplantar órganos, tejidos y células con fines terapéuticos, deberán realizar al año,
al menos una intervención gratuita de esta índole a pacientes sin recursos, y hasta un diez
por ciento con base a las intervenciones de trasplante pagas realizadas. A estos fines, se
coordinará con el Sistema Nacional de Información Sobre Donación y Trasplante en base a
la lista de pacientes en espera de trasplante. El Ministerio del Poder Popular con
competencia en materia de salud, regulará esta materia y velará en todo caso por el
cumplimiento de esta disposición.
Capítulo V
De los niños, niñas y adolescentes
Excepciones en la donación
Artículo 34. Sólo en caso de niños, niñas y adolescentes fallecidos o fallecidas, el padre y
la madre o representante legal podrán autorizar la disposición de órganos, tejidos y células
para fines terapéuticos.
La donación en vida de órganos, tejidos y células de niños, niñas y adolescentes sólo puede
estar dirigida a salvaguardar la vida de la madre, padre, hermanos, hermanas y
descendientes directos, siempre que exista el consentimiento de la madre, padre y la

94
autorización de un tribunal de protección de niños, niñas y adolescentes y sea escuchada la
opinión del niño, niña o adolescente.
Prioridad absoluta
Artículo 35. El Sistema de Procura de Órganos, Tejidos y Células debe dar prioridad a los
niños, niñas y adolescentes con necesidad de trasplante, tomando en cuenta su interés
superior, para garantizar su bienestar y derecho a la salud.
Garantía de permanencia
Artículo 36. Las instituciones, establecimientos o centros de salud públicos y privados,
deben garantizar condiciones idóneas de permanencia a los padres, madres o representantes
legales durante la hospitalización de sus niños, niñas y adolescentes para trasplante de
órganos, tejidos y células.
Derecho a la educación
Artículo 37. Las instituciones, establecimientos o centros de salud públicos y privados,
deben garantizar a los niños, niñas y adolescentes hospitalizados u hospitalizadas para
trasplante de órganos, tejidos o células, el derecho a la educación por mecanismos formales
o no formales.
A tal fin, se articularán con los centros educativos de procedencia, para la continuación de
los estudios de los niños, niñas y adolescentes hospitalizados u hospitalizadas.
En aquellos casos que ingresen a hospitalización, niños, niñas y adolescentes no insertados
o no insertadas en el sistema educativo, se crearán los servicios de apoyo para establecer los
enlaces institucionales que correspondan para la atención directa.
Prohibición de investigaciones y pruebas diagnósticas
Artículo 38. Los niños, niñas y adolescentes no podrán ser objeto de investigaciones,
pruebas diagnósticas o ensayos clínicos para trasplante de órganos, tejidos y células.
Hospitalización por edades similares
Artículo 39. Debe procurarse que los niños, niñas y adolescentes hospitalizados u
hospitalizadas para trasplante de órganos, tejidos o células, compartan áreas o espacios
donde estén con otros de edades similares.
Derecho a la recreación
Artículo 40. Todo niño, niña y adolescente tiene derecho a la recreación, el descanso, el
esparcimiento y el juego en los espacios de hospitalización por trasplante de órganos,
tejidos o células, en la medida que las evaluaciones médicas lo permitan.
Capítulo VI
De los derechos, deberes y garantías de donantes, receptores, receptoras
y sus familiares acompañantes
Derechos de donantes, receptores y receptoras
Artículo 41. Además de los derechos establecidos en la Constitución de la República, así
como en los tratados, pactos y convenios internacionales vigentes sobre la materia, y en
esta Ley, los y las donantes, los receptores y receptoras, gozarán de los siguientes derechos:
1. Ser informados e informadas de manera suficiente, clara y adaptada a su edad, nivel
cultural y desarrollo emocional sobre los riesgos de la operación de ablación y trasplante
terapéutico, según sea el caso, sus secuelas físicas y psíquicas ciertas o posibles, la
evolución previsible y las limitaciones resultantes, así como las posibilidades de mejoría
que, verosímilmente, puedan resultar para el receptor o receptora.
2. Resguardo y respeto al carácter confidencial de su identidad.

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3. Recibir oportuna y gratuitamente todo lo necesario para preservar su salud, garantizando
la asistencia precisa para su restablecimiento, sin perjuicio del lugar donde se realice el
proceso de donación y trasplante.
4. Cumplimiento de todos los requisitos legales y técnicos en cada una de las etapas del
proceso, previo a la disposición de los órganos, tejidos y células.
5. Garantía de todos los recursos necesarios en las instituciones, establecimientos y centros
de salud públicos y privados, autorizados para el tratamiento del o de la paciente y el
alojamiento de sus acompañantes en condiciones adecuadas para una evolución favorable y
satisfactoria.
6. Recibir en las unidades de diálisis tanto públicas como privadas, orientación,
información y educación sobre donación y trasplantes, así como también facilitar las
evaluaciones pre-trasplante, de acuerdo a su disponibilidad.
7. Medicación necesaria en forma gratuita, oportuna y permanente por parte del Estado,
para el mantenimiento del órgano trasplantado y preservar la salud del o de la donante bajo
los más altos estándares que garanticen su calidad y efectividad.
8. Trato preferencial en la atención médica vinculada a la conservación del órgano
trasplantado y al éxito de la intervención.
Donación condicionada
Artículo 42. Toda persona podrá en forma expresa:
1. Manifestar su voluntad negativa a la ablación de los órganos, tejidos y células de su
propio cuerpo.
2. Restringir de un modo específico su voluntad afirmativa de ablación a determinados
órganos y tejidos.
3. Condicionar la finalidad de la voluntad afirmativa de ablación de uno o más órganos, a
los fines previstos en esta Ley.
Derecho al trabajo
Artículo 43. Las personas trasplantadas o que se encuentren en lista de espera para
trasplante de órganos, tejidos y células, tienen derecho a ingresar o continuar en una
relación laboral, tanto en el ámbito público como en el privado.
El desconocimiento de este derecho, será sancionado y considerado acto discriminatorio en
los términos establecidos en la Constitución de la República.
Se garantiza el derecho a la estabilidad laboral al familiar acompañante de la persona
trasplantada o con indicación de trasplante, en los términos que fije la reglamentación.
Deberes de los receptores y receptoras
Artículo 44. Son deberes de los receptores y receptoras, los siguientes:
1. Cumplir con el control médico y el tratamiento inmunosupresor.
2. Mantener hábitos saludables de vida.
Capítulo VII
De los delitos, infracciones y sanciones
Delito de donación con propósito de lucro
Artículo 45. Quien pague, medie o transe con propósito de lucro en la procura de órganos,
tejidos y células para fines terapéuticos, será sancionado con penas de prisión entre cuatro a
ocho años.
Delito sobre la donación y trasplante ilegal
Artículo 46. El profesional de la salud y otros que participen en la ablación y trasplante de
órganos, tejidos y células de un donante vivo o muerto, con conocimiento de que los

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mismos han sido o serán objeto de una transacción comercial, serán sancionados con
prisión de cuatro años a ocho años.
Delitos contra la fe pública
Artículo 47. Incurre en delitos contra la fe pública, previstos en el Código Penal, quien:
1. Ofrezca trasplantes sin contar con el otorgamiento de la certificación correspondiente por
parte del Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de salud.
2. Conserve tejidos y células, sin contar con la autorización correspondiente.
Sujeción a las sanciones que correspondan
Artículo 48. Las infracciones a lo establecido en esta Ley están sujetas a sanciones
administrativas, sin perjuicio de las responsabilidades penales, civiles y disciplinarias que
se deriven, aplicadas por el órgano competente y mediante los procedimientos establecidos
en las leyes que rigen cada ámbito.
Competencias en sanciones administrativas
Artículo 49. El Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de salud aplicará
las sanciones administrativas previstas en esta Ley, de conformidad con los procedimientos
administrativos establecidos en la ley que rige la materia.
Nulidad y suspensión de la autorización
Artículo 50. Será sancionado administrativamente con la nulidad o suspensión
de autorización para realizar trasplante entre cinco años y diez años, el
establecimiento o centro de salud que:
1. Incumpla con el mantenimiento de una adecuada infraestructura física,
instrumental idóneo y personal necesario, capacitado y certificado para
realizar trasplantes.
2. Omitan los registros, actos médicos y estadísticas que establece esta Ley.
Multas
Artículo 51. Serán sancionadas con multas las siguientes infracciones:
1. Con multas de doscientos cincuenta Unidades Tributarias (250 U.T.) a mil
Unidades Tributarias (1.000 U.T.) a los funcionarios o funcionarias
responsables de los entes gubernamentales con servicio de transporte, que
no colaboren, faciliten y den prioridad a la solicitud de traslado del equipo
humano, órganos, tejidos y células; pacientes receptores o receptoras,
donantes vivos o vivas y familiar en condición de acompañantes.
2. Con multa de cinco mil Unidades Tributarias (5.000 U.T.) a diez mil
Unidades Tributarias (10.000 U.T.):
a. Las empresas públicas y privadas de transporte, que no colaboren,
faciliten y den prioridad a la solicitud de traslado del equipo humano,
órganos, tejidos y células, pacientes receptores o receptoras, donantes
vivos o vivas y familiares en condición de acompañantes.
b. Los bancos de sangre de cordón umbilical que incumplan con el deber de
registrar en el Sistema Nacional Centralizado de Células Progenitoras
Hematopoyéticas, las unidades de células madre criopreservadas, para
uso autólogo donde no exista prescripción médica establecida.
3. Con multa de quinientas Unidades Tributarias (500 U.T.) a dos mil
Unidades Tributarias (2.000 U.T.) a los empleadores públicos y privados
que incumplan con el deber de garantizar la continuidad laboral de las
personas trasplantadas o que se encuentren en lista de espera de órganos
para trasplante; así como de su familiar acompañante.
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4. Con multa de diez mil Unidades Tributarias (10.000 U.T.) a veinte mil
Unidades Tributarias (20.000 U.T.) a las clínicas privadas que incumplan
con la obligación de solidaridad y responsabilidad social establecida en esta
Ley.
La reincidencia se sancionará con el doble de la multa prevista en el presente
artículo.
Suspensión del ejercicio de la profesión
Artículo 52. Sin perjuicio de las responsabilidades penales, civiles y
disciplinarias que se deriven, será sancionado administrativamente con
suspensión del ejercicio de la profesión entre dos años y cinco años, quien:
1. Realice trasplantes cruzados sin contar con la autorización del órgano rector
en materia de salud.
2. Realice en niños, niñas y adolescentes investigaciones, pruebas diagnósticas
o ensayos clínicos para trasplante de órganos, tejidos y células.
3. Incumpla los requisitos de trasplante entre vivos establecidos en esta Ley.
4. Incumpla los requisitos exigidos para el diagnóstico de muerte encefálica.
5. Incumpla con el protocolo en caso de presumir muerte violenta.
6. Incumpla el protocolo a seguir en caso de donante cadáver.
7. Incumpla con la obligación de respetar la dignidad del donante cadáver,
establecida en esta Ley.
8. Incumpla los requisitos establecidos en esta Ley para la donación y
trasplante de órganos, tejidos y células de niños, niñas y adolescentes.
9. Incumpla el deber de prioridad en trasplante de niños, niñas y adolescentes.
10. Incumpla con el resguardo y confidencialidad en la identidad de los
receptores y receptoras, así como de los y las donantes.
11. Incumpla el deber de informar suficientemente al o a la donante y al
receptor o receptora, sobre posibles complicaciones y responsabilidades que
deriven de la operación y sus secuelas.
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Colaboración en campañas informativas
o de trabajo comunitario
Artículo 53. Serán sancionados administrativamente con colaboración en
campañas informativas o de trabajo comunitario vinculado a la donación y
trasplante de órganos, tejidos y células, quienes incurran en las siguientes
infracciones:
1. Las unidades de diálisis que incumplan con la obligación de informar y
promover la donación y trasplante.
2. Las unidades de diálisis que incumplan con el deber de facilitar las
evaluaciones pre-trasplante.
3. Quien incumpla con la obligación de garantizar las condiciones idóneas de
permanencia y hospitalización de niños, niñas y adolescentes.
4. Quien incumpla con la obligación de garantizar la educación de los niños,
niñas y adolescentes hospitalizados u hospitalizadas por razones de
trasplante.
5. Quien incumpla con la obligación de disponer de espacios para la recreación
de los niños, niñas y adolescentes hospitalizados u hospitalizadas por
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trasplante.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA
Única. Dentro del primer año de entrada en vigencia de esta Ley, el Ejecutivo
Nacional por medio de los órganos correspondientes, dispondrá de los
mecanismos e instrumentos para que las personas expresen su voluntad en
contrario o selectiva para donar órganos, tejidos y células.
DISPOSICIÓN DEROGATORIA
Única. Se deroga la Ley sobre Transplante de Órganos y Materiales Anatómicos
en Seres Humanos, publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela,
N° 4.497, Extraordinario, de fecha 3 de diciembre de 1992.
DISPOSICIONES FINALES
Primera. A partir de la entrada en vigencia de esta Ley, se incluirá
obligatoriamente en las materias atinentes de los programas de estudio de
educación básica y universitaria, información sobre los beneficios de la donación
de órganos, tejidos y células, así como de las obligaciones y derechos que esta
Ley establece.
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Segunda. El Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de salud
promoverá, estimulará y motivará la formación, actualización y entrenamiento
del recurso humano del área de trasplante, mediante incentivos, becas o cualquier
otro medio necesario, con la finalidad de dar respuesta a la demanda requerida de
profesionales de esta área; así como también los recursos necesarios para
fortalecer esta necesidad tan importante en la actividad de transplante.
Tercera. Esta Ley entrará en vigencia a partir de su publicación en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, salvo lo establecido en el
artículo 27 de esta Ley de conformidad con la disposición transitoria única.
Dada, firmada y sellada en el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea
Nacional, en Caracas, a los ocho días del mes de noviembre de dos mil once.
Año 201º de la Independencia y 152º de la Federación.

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