30 ELPAIS
GULTURA
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MAHie KüpAMA Profesora y escritora argentina
ooMe
gusta la descripción
del Aleph. El resto
del cuento es muybanal"
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de literatura cayó en manos de
María Kodama (Buenos Aires,
1937). Un cuento. Una frase: No-
die lo uio desembarcar en la undni-
me noche. "Me quedé sin aire. Di-
je: ¿Pero esto qué es?". Fueron las
primeras palabras que leyó de
quien con el tiempo se converti-
ría en su esposo y en uno de los
escritores más importantes de la
historia de literatura, Jorge Luis
Borges. Kodama presentó esta se-
mana La biblioteca de Borges (Pa-
ripé Books), ur libro de F'ernando
de Flores en el que se fotografian
y escudriñan los apuntes del ar-
gentino sobre sus obras favoritas.
En Casa de América, Kodama
recuerda estar con Borges en el
cercano museo del Prado. Y una
figura de dos meffos que se les
acerca. "Borges, es Cortázaf', le
düo. 'Y usted querrá saludarlo",
le reprochó Borges, que por cues-
tiones políticas le había'puesto la
cruz al autor de Rayuelo, que se
acercó, Ie aSradeció que Borges
hubiera criticado Casq tomada y
le abrazo llamándole maestro.
"Fue frente al Perro semihundido
de Goya. Nunca olvidaré esa es-
tampa", recuerda Kodama.
Dígame un sitio que le inspire.
El desierto.
¿Cuándo fue la úlüma vezque
lloró?
Nunca.
¿Cuál es el mejor regalo que
ha recibido?
Borges (sonríe).
¿Qué signifrca ser escritor?
Para mí es como bailar. La libe-
ración.
Borges üene un texto, Borges
! !o;a caballo entre el cuento y el
poemq en el que se describe:
"Me gpstan los relojes de arena,
los mapas, la üpografra del siglo
X\III, las etimologías, el sabor del
café...". ¿Qué sabor le gusta a Ma-
ría Kodama?
El del café,sí (ríe). Me encanta.
¿Y qué tacto?
Acariciar un gato.
Dígame un libro que le haya
hecho reír a carcajadas.
El amante de la psicodnalista,
de Mario Mactas. Tenía que ser
María Kodama./B P der las cosas, te pueden hackear...
"Con todo guardado erótico, pero nunca me reí tanto
como con ese libro.
en la nube, temo que Si yo le digo "Borges", áeué le
viene a la mente?
algún día quedemos Los üajes, la diversión.
sin nada" ¿Cuál es su cuento favorito de
Borges?
"Cuando pienso El más importante, si no pue-
diera salvar más que uno, es Las
en Borges pienso ruinas circulares. El inmortal tam-
en los viajes, bién está bien. De El Alephme gus-
ta Ia descripción del Aleph, pero
en la diversión..." el resto del cuento es muy banal,
como yo le decía a Borges.
¿Le decía que El Aleph era ba-
nal? Suena osado.
Ah, sí. Pero yo le decía lo que
pensaba. Si me gustaba, me gusta-
ba. Si no me gustaba, pues no. Por
eso funcionábamos tan bien.
Presenta un libro que se aden-
Viernes 18 de mayo de 201b
tra en la bibHoteca de Borges.
Una curiosidad: ¿qué relación te-
nía él con sus propios libros?
¿Los de é1, los escritos por él?
No los quería, ro los tenía en su
biblioteca. Cuando publicó la
obra completa le dijo.a la madre,
estaba presente-: "Madre,
-yo
aquí te traigo mi obra completa.
Que no salga de tu cuarüo. Si lo
veo fuera de tu cuarto, lo tiraÍé".
Con esa relación telúrica, casi
mágica, que tenía Borges con los
libros, es curioso. ¿Qué piensa
del desapego que se üve hoy con
el libro como objeto?
Es una pena. Al fin y al cabo,
los libros son un placer. En la pan-
talla del ordenador se pueden per-
Con todo guardado en esa nube,
temo que en algún momento nos
quedemos... sin nada.
¿Dónde no querría vivir ja-
más?
Donde haga frío.
¿Qué siente cuando ve su foto
en los diarios?
Horror.
¿Una hoticia que siempre ha-
ya querido leer?
Que el hombre llegue pronto a
Marte.
¿Y cómo ve el fuhrro de Argen-
tina?
Si no dejan de estar "o conmi-
go o contra mí", como en toda
América Latina, de terror. Lo posi-
tivo de ahora es Que se reconocen
los errores, cosa importante, y
hay como un diálogo que no exis-
tía. Veremos adónde nos lleva.