Descripción y contextualización de la institución. La escuela que habito.

La escuela en la que me desempeño como Asesora Pedagógica, es la ESJA N°5 “ Presbí-

tero Luis N. Palma”;está emplazada en la zona céntrica de la ciudad de Gualeguaychu. Funciona
en el turno vespertino compartiendo las instalaciones con la Escuela Primaria de Adultos N° “Ger-
vasio Méndez”

La orientación académica de nuestra escuela es: Bachiller con Orientación en Humanida-

des y Ciencias Sociales y en los tres niveles de trayectoria se han asignado: tres divisiones en el
1er año y dos divisiones en 2do y 3er año.

Su población estudiantil, que asiste de distintos puntos de la ciudad, es heterogénea en

cuanto a edades y trayectorias escolares, concurriendo en este ciclo lectivo 2018 estudiantes
desde los 16 hasta 80 años.

Un gran porcentaje de nuestros estudiantes provienen de contextos de una gran vulne-

rabilidad socioeconómica,(muchos son padres y madres jóvenes, que necesitan sostenerse eco-
nómicamente y sostener a sus familias, son subempleados, realizan changas y muchos viven so-
los ) y se caracterizan por biografías escolares donde el fracaso escolar fue la protagonista
principal, particularidades que inciden en las representaciones que los estudiantes poseen acer-
ca de sí mismos, en su trayectoria escolar y en lo que los docentes esperan de ellos.

Teniendo en cuenta estas particularidades quienes habitamos nuestra escuela en su gran

mayoría, consideramos como prioritario romper con esta historia de fracasos, generando nuevas
formas de transitar la escuela. Apuntamos a promover la confianza, fortalecer la autoestima de
nuestros estudiantes y habilitar nuevas identidades de “ser alumno”, una identidad que implique
el reconocimiento de ellos mismos como sujetos capaces de transformar su propia realidad, lo
cual abre un abanico de posibilidades en el que la idea de un futuro distinto, es lo que motoriza
el cambio.

Más allá de lo narrado, cada uno de los integrantes de nuestra escuela, porta un
guión sobre la historicidad y el presente de nuestra institución. Es en ese entramado de sig-
nificados y sentidos que mi labor de asesora busca hacerse lugar desde inicios del 2017 y
desde allí apunta a promover otras miradas, otras preguntas y otras maneras de hacer en el tra-
bajo escolar. En este trabajo escolar que hacemos todos lo que integramos la Escuela “ LUIS
N. PALMA” , considero que no sólo implica una manera de llevar adelante una acción, resolver
una situación, o dar determinada respuesta sino que significa además tener en cuenta maneras
de relacionarse, vincularse y posicionarse con otros y requiere para su desarrollo, de un conjunto
de estipulaciones y reglas que deben ajustarse, revisarse, en definitiva implica volver a mirar lo ya
conocido, con diferente grado de regularidad.

Concepciones sobre el rol y labor en asesoría pedagógica

En cuanto los sentidos, imaginarios, prejuicios, miradas y los posicionamientos que circu-
lan en relación a la tarea y rol pedagógico-didáctico del Asesor Pedagógico de ESJA me gusta-
ría narrar primeramente el/los significados, los sentidos o el posicionamiento que he cons-
truido en cuanto al quehacer del asesoramiento pedagógico, en tanto qué es un asesor/ra, a
como debería o qué es asesorar , el para qué asesorar y a quienes asesorar. Luego dentro
de las posibilidades o más bien “ imposibilidades” que implica hablar de lo que otros piensan
,creen y esperan pasaría a detallar otras concepciones a partir de algunos episodios escolares
en los cuales se me ha demandado tareas que considero implican otros sentidos o posicio-
namientos en cuanto al rol y accionar del asesoramiento pedagógico.

Asesoramiento pedagógico

En cuanto a la tarea del asesoramiento pedagógico me he encontrado en el trascurso

de mi formación y mi práctica tantos calificativos como profesionales que se ocupan de ella, tales
como orientar, facilitar, mediar, apoyar, colaborar, guiar, etc. Más allá de los sentidos que puede
asumir la tarea de asesoramiento pedagógico se me presenta personalmente como una prácti-
ca compleja, versátil y erigida institucionalmente cuyo campo de acción no es estructura-
do sin más bien dinámico . En general, como asesora se me ha llamados a intervenir en distin-
tas situaciones tales como: procesos de inclusión de estudiantes con discapacidad, en distintas
problemáticas de aprendizaje, por inasistencias reiteradas, en situaciones de convivencia escolar y
en la atención de distintos emergentes que surgen en nuestra institución. Estas múltiples de-
mandas muestran y develan el particular entramado que constituye objeto de trabajo y la com-
plejidad de las relaciones puestas en juego.

La asesoría pedagógica la significo como una profesión que apunta a la ayuda, co-
laboración, acompañamiento y intervención en los contextos escolares para obtener la mejora
de los fines educativos, así como, la operatividad de diversos programas y proyectos pedagógi-
cos; donde sus prácticas de intervención se orientan a lograr cambios que afectan a la insti-
tución como un todo y al aula en particular, es decir se busca apoyar a los docentes en sus
esfuerzos para aumentar la calidad de la enseñanza (mejora de la actividad pedagógica) y
poner en práctica nuevas propuestas curriculares (innovación). De allí que entiendo al aseso-
ramiento como enfocado en los procedimientos de cooperación para prevenir posibles pro-
blemas, participar y ayudar en la solución de los que puedan existir y acompañar colaborativa-
mente en la consecución de una mejora educativa.

Una mirada en cuanto al trabajo del asesor a la que adscribo ,es la plasmada por Ni-
castro S. y Aandreozzi M en su libro: “ Asesoramiento pedagógico en acción. La novela del
asesor”. la cual parafraseo, el de pensar al asesoramiento como una intervención de un
tercero, un extranjero, que colabora y acompaña en la producción de conocimiento y el desa-
rrollo de cambios ( personales , grupales u organizacionales) en los contextos de incertidumbre
e imprevisibilidad. Un acto que en un juego de entrada y salida de la situación, de presencia o
ausencia, apunta a volver a mirar la cotidianidad del trabajo proponiéndose como recurso para
interrogar, pensar, dilucidar y acompañar.

En este sentido pensar al asesor como tercero, en el papel de intermediario, me supo-

ne considerarlo también como un provocador, que promueve a través de un dispositivo o en-
cuadre de trabajo determinado, el surgimiento de aquel material que se convertirá en objeto
de análisis. En la escucha de relatos y evocaciones el asesor ponen al o los asesorado /s en
situación de hacer memoria en un intento de objetivar su situación de trabajo presente. En rela-
ción a ello NICASTRO en esta misma obra, menciona que el asesor ocuparía el lugar de un
testigo de segundo orden o testigo de alguien que testimonia y en ese sentido escucha y
participa de la construcción conjunta de un relato.

En esta intervención el asesor vendría a habilitar un doble movimiento, de escucha y de

(re)construcción de los relatos de los sujetos-docentes, estudiantes, padres, etc.-, a la luz de las
herramientas con las que el asesor cuenta. El objetivo de la intervención resulta entonces cons-
truir conjuntamente una nueva mirada, que incluya elementos que, en un primer momento, habían
sido pasados por alto. Una mirada que más que mirada es, potencialmente, una intervención, en la
medida en que podrá abrir camino al diseño de nuevas herramientas: instrumentos mediadores
antes no considerados; redistribución de espacios y tareas -reglas- en el aula; armado de proyec-
tos y programas novedosos; inclusión de la comunidad; etc.

Concepciones que circulan en mi escuela.

En cuanto a las otras concepciones sobre el asesoramiento que difieren con lo narrado hasta
aquí y que vislumbro a partir de las demandas exigidas en mi tarea como asesora, podría
sintetizarlas a grandes rasgos en las siguientes afirmaciones .

1. Ofrecer ayuda técnica mediante una serie de procedimientos que responderían a una
“receta disponible para actuar ante situaciones determinadas”
2. Ofrecer la palabra justa, la mejor estrategia, la mejor solución.
3. Ofrecer resultados, respuestas de un día para otro.
 4. Ser un instrumento y pieza de control, inspección y supervisión.
5. Actuar urgentemente, exigiendo un ofrecimiento de ayuda donde no hay demanda lo
cual se vive como imposición o afrenta a la autonomía.

Para cerrar, mí practica.

Teniendo en cuenta lo dicho hasta aquí, en mi practica de asesoramiento me propongo día a

día como modelo de intervención, un abordaje institucional relacional que implique los si-
guientes aspectos: Una relación de colaboración y no de imposición frente a las decisiones
educativas y que la consideración del cambio o mejora en la institución debe ser planificada y
accionada por todos los profesionales implicados los cuales están dotados de ciertos conoci-
mientos, capacidades y habilidades con los que pueden contribuir en la resolución de problemas
y en la mejora desde su contexto de trabajo. Otra cuestión a considerar que debe estar
siempre presente es la demanda, el estar atento al motivo de la/s consultas, a la situación que
origina el pedido de ayuda, el reconociendo de las necesidades de los asesorados. Y por ulti-
mo tener presente que el asesoramiento como acto de intervención no implica atender úni-
camente a lo que no sale bien, tampoco implica entender la dificultad como problema, como si
esos términos fuesen sinónimos, implicaría problematizar entiendo como problema el perseguir
como propósito una nueva mirada sobre la situación que se atraviesa, generar nuevas pre-
guntas pero fundamentalmente preguntarse si es un problema y tomando a DELEUZE tratar
de no caer en FALSOS PROBLEMAS ya que los mismos “ no impulsarían ningún tipo de
invención o intervención que sume nuevas cualidades, nuevos, modos de expresión, solo remi-
ten a juzgar hechos, categorizarlos a partir de valores preestablecidos procurando restituir paraí-
sos perdidos o insistiendo en que se cumplan expectativas prolijamente diseñadas”
(DUSCHATZKY 210)

BIBLIOGRAFIA.

NICASTRO S; ANDREOZZI M. (2003): El asesoramiento pedagógico en acción. La novela del

asesor . Paidos. Barcelona

NICASTRO, Revisar la mirada sobre la escuela. Exploraciones acerca de lo ya sabido. CAP 2

DUSCHATZKY S. FARRAN G. AGUIRRE E. (2010). Escuelas en escena. Una experiencia de

pensamiento colectivo. Paidos Buenos Aires CAP. 4 Pag. 75
resoluciones