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Consideremos un cuerpo que se mueve en línea recta, apoyado sobre un piso y unido al extremo de un resorte,
cuyo otro extremo se fija en una pared, como indica la Figura 1. Suponemos que toda fricción es despreciable.
El resorte tiene masa despreciable, su constante elástica es k 0 , y su longitud propia o longitud natural es l 0 .
Consideramos un sistema de referencia con origen en la posición en que el resorte no ejerce fuerza sobre el cuerpo. En tal
caso, la fuerza elástica se puede escribir en la forma F k x . Teniendo en cuenta el diagrama de cuerpo libre, mostra-
do a la derecha en la Figura 1, aplicando la Segunda Ley de Newton según el eje x, F
x m ax , y escribiendo la
d vx d 2 x d 2x
aceleración del cuerpo en la forma ax 2 , se obtiene: k x m 2 , o en forma equivalente:
dt dt dt
d 2x k
x0 1
dt 2 m
Es una ecuación diferencial ordinaria: relaciona una función de una única variable, x x t , con una o más
sus derivadas.
Es una ecuación de segundo orden: la derivada más alta que aparece es la segunda.
Es una ecuación lineal homogénea con coeficientes constantes: la función y sus derivadas se relacionan median-
te una combinación lineal con coeficientes constantes igualada a cero.
Resolver una ecuación diferencial significa determinar la función que la satisface. Un método para resolver ecuacio-
nes diferenciales como la anterior consiste en proponer como solución una función de la forma: x t e , siendo
t
dx d 2x
En este caso, como e t y 2 e t , remplazando en (1) queda:
dt dt 2
e 0 2 t
k t k
2 e t e 0
m m
La condición anterior debe cumplirse en todo instante de tiempo y como la función exponencial no tiene raíces, se re-
k
quiere que: 2 0 , lo que implica que k m .
m
Dado que k m 0 , los valores posibles de la constante son: j k m . Por razones que quedarán
en claro más adelante, conviene definir k m 0 , resultando: j . Esto significa que la ecuación
diferencial del oscilador tiene dos soluciones linealmente independientes: e j t y e j t .
Como la ecuación es lineal, es fácil demostrar que si se tiene distintas soluciones de la misma, la combinación
lineal de ellas es también solución. Por lo tanto, la solución general de la ecuación del oscilador armónico se puede ex-
presar como la combinación lineal:
x t e j t e j t (2.a)
donde las constantes de integración, y , se determinan a partir de condiciones adicionales como se discutirá en el
punto siguiente.
Teniendo en cuenta la relación entre las exponenciales complejas y las funciones trigonométricas, es fácil de-
mostrar que la solución general de la ecuación del oscilador se puede escribir en las formas alternativas:
Las constantes de integración , , que aparecen en una expresión no necesariamente son iguales a las que apare-
cen en las otras expresiones.
Las constantes de integración que surgen al buscar la forma general de la solución de una ecuación diferencial
deben calcularse a partir de ciertas condiciones adicionales determinadas por el problema particular en cuestión. Estas
pueden ser condiciones iniciales, condiciones de contorno o condiciones de continuidad.
En el caso del movimiento del cuerpo vinculado al resorte, estas condiciones pueden estar dadas por el valor de
la posición y de la velocidad en un instante de tiempo, llamémoslo t 0 (condiciones iniciales):
x t 0 x0 v t 0 v0 (3)
Si trabajamos a partir de la solución escrita en la forma 2.a (se puede trabajar con las otras expresiones), resulta:
x t e j t e j t v t j e j t e j t
v0 v
x0 j 0
j
Sumando y restando miembro a miembro resulta:
1 v 1 v
x0 j 0 x0 j 0
2 2
Observamos que las constantes de integración pueden tomar valores complejos. La constante tiene módulo igual a
1 2
x0 v0 y su fase verifica la relación: tan x0 v0 . Como la constante es el complejo
2
2
conjugado de , resulta:
1 2 1 2
x0 v0 e j x0 v0 e j
2 2
2 2
Remplazando en la expresión (2.a) se obtiene:
x t
1 2
2
x0 v0 e j e j t
2 1 2
2
x0 v0 e j e j t
2 1 2
2
x0 v0 e j t e j t
2
que también puede escribirse en la forma:
La constante que caracteriza a un oscilador armónico simple se denomina frecuencia angular. A partir de la expresión
anterior es fácil ver que el movimiento es periódico con período T 2 . El movimiento del sistema en un intervalo
de tiempo t T se denomina ciclo. La frecuencia mide la cantidad de ciclos que se realizan en un intervalo de tiempo
unitario y resulta: 1 T 2 . El argumento de la función sinusoidal es la fase de la oscilación:
oscilación.
Figura 2: Posición y velocidad en función del tiempo para fase inicial nula.
Cuando se tiene que tratar problemas de cierta dificultad que involucran funciones sinusoidales como la (4),
suele ser conveniente utilizar el llamado formalismo complejo, por razones de comodidad matemática que se apreciarán a
medida que se avance en el tema.
Supongamos que tenemos la función: x t A cos t . Podemos definir una función compleja:
de la cual nuestra función original es la parte real: x t Re t . Esta función compleja también puede escribirse
en la forma:
t e jt , (6)
j
siendo Ae la llamada amplitud compleja.
Ciertos cálculos que deberían efectuarse sobre la función trigonométrica pueden efectuarse con más simplicidad
sobre la función compleja y, finalmente, quedarse con la parte real del resultado. Por ejemplo, derivando respecto al
tiempo obtenemos la expresión compleja para la velocidad:
d t
V t j e j t j t . (7)
dt
Si, ahora, queremos la expresión real de la velocidad, tomamos la parte real del resultado anterior:
Cuando se tienen magnitudes que varían en el tiempo, f f t , a veces interesa conocer el valor medio de
A partir, por ejemplo, de la expresión x t A cos t y teniendo en cuenta que T 2 , es sen-
T T
1 A2 A2
cillo demostrar que: x 2
x t dt
2
cos t dt
2
.
T 0
T 0
2
1 A2
Usando la expresión compleja es fácil verificar que: x2 t * t (11)
2 2
Obsérvese, entonces, que el promedio que se obtiene mediante una integral si se usa la expresión sinusoidal, se
puede obtener simplemente mediante un producto si se emplea el formalismo complejo. Esto también resulta aplicable
para la velocidad:
v 2 V t V* t j e j t j * e j t 2 2 A2
1 1 1 2 1
(12)
2 2 2 2
En el sistema que estamos considerando, no hay trabajo de fuerzas no conservativas, por lo tanto, la energía me-
cánica EM es constante. Pero a lo largo de la oscilación, este contenido energético va alternado entre las formas de
energía cinética EC y potencial elástica EP , de manera que muchas veces interesan los valores medios de estas
energías. Es fácil demostrar que estos dos valores medios son iguales, es decir, que en promedio, la energía mecánica está
igualmente repartida entre cinética y potencial elástica (ver ejercicio 4):
Figura 3: Energías elástica y cinética en función del tiempo, como fracción de la energía mecánica, para
la misma situación representada en la Figura 2.
1.5. Ejercicios
5. Considere el movimiento rectilíneo de una partícula de masa m sometida a una fuerza resultante que depende
de la velocidad, f v v , donde es una constante positiva. Si la posición y la velocidad inicial de la
partícula son x0 y v0 , hallar las ecuaciones horarias de posición y de velocidad y representarlas gráficamente
en función del tiempo.
6. Considere el movimiento rectilíneo de una partícula de masa m y carga eléctrica q , dentro de un campo eléc-
trico E , uniforme y constante, y sometida, además, a una fuerza f v v , donde es una constante
positiva. Si la posición y la velocidad inicial de la partícula son x0 0 y v0 0 , hallar las ecuaciones horarias
de posición y de velocidad y representarlas gráficamente en función del tiempo.
2.1. Introducción
Considérese un medio material en equilibrio, como una cuerda tensa o el gas contenido en una habita-
ción. La experiencia muestra que si se produce una perturbación en una región localizada del medio (como el
desplazamiento de una parte de la cuerda respecto de su posición de equilibrio o el aumento de la presión en
una parte del gas) y se deja evolucionar al sistema, la perturbación se propaga con cierta velocidad a lo largo
del medio material. Decimos que se ha propagado una onda. Este tipo de ondas se denominan ondas mecáni-
cas ya que describen la propagación de una perturbación dentro de un medio material.
Cuando en el siglo XIX se estableció la existencia de las hoy llamadas ondas electromagnéticas, sien-
do las ondas lumínicas un caso particular, se pensó que debía existir un medio material que era el soporte para
la propagación de estas ondas. Se denominó éter a este hipotético medio material. Los intentos teóricos que
procuraban describir las propiedades del éter terminaban en fracasos y los resultados de experiencias que in-
tentaban detectar su existencia terminaron por convencer a los científicos que este medio no tenía existencia
real, que las ondas electromagnéticas se propagaban incluso en el vacío y, en particular, condujeron a Einstein
a formular la teoría especial de la relatividad.
En lo que sigue se entenderá por medio de propagación tanto medios materiales, en los que se pueden
propagar ondas mecánicas y electromagnéticas, como el vacío en el que solamente se propagan estas últimas.
La propagación del sonido en un medio gaseoso se puede describir estudiando la evolución temporal
de la presión a lo largo del medio: p = p ( x, y, z , t ) . Es decir que alcanza con describir la evolución de una
magnitud escalar. En cambio, la propagación de ondas electromagnéticas requiere describir magnitudes vecto-
riales como el campo eléctrico: E = E ( x, y, z , t ) .
Los puntos del medio de propagación que poseen en un instante de tiempo el mismo estado de pertur-
bación definen superficies denominadas frentes de onda. Una lamparita eléctrica genera ondas cuyos frentes
son aproximadamente esféricos (ondas esféricas), concéntricos con la fuente. Al propagarse, estos frentes
aumentan su radio. Cuando se trabaja con porciones de frente curvos de tamaño mucho menor que el corres-
pondiente radio de curvatura, se puede suponer que los frentes son aproximadamente planos (ondas planas).
Se suele denominar rayo a cada una de las direcciones en que la onda se propaga. Las ondas esféricas
se propagan en todas direcciones que pasan por la fuente. Es decir que los rayos salen en todas las direcciones
radiales cortando perpendicularmente a los frentes de onda. En el caso de una onda plana la dirección de pro-
pagación es única: la perpendicular a los frentes planos que son todos paralelos entre sí.
Consideremos medios de propagación sin disipación o atenuación, es decir que la onda se propaga sin
perder su contenido energético. En el caso de ondas esféricas, la potencia que se transmite a lo largo de cual-
quier frente completo es igual a la potencia emitida por la fuente. Pero la intensidad de la onda disminuye al
aumentar el radio del frente, es decir, al alejarse de la fuente, ya que la misma potencia está repartida en una
mayor superficie. Si se tuvieran ondas perfectamente planas, los frentes se propagarían sin deformación, por
lo que la potencia siempre se repartiría en una misma área. Así, la intensidad de la onda no cambiaría al ale-
jarse se la fuente.
Consideremos una onda plana. Podemos elegir la dirección y sentido positivo del eje x del sistema de
referencia de manera que coincidan con la dirección y sentido de propagación de la onda. Para describir esta
onda plana alcanzará con una función ψ = ψ ( x, t ) .
Para fijar ideas, podemos pensar que el medio es una cuerda muy larga que se mantiene tensada en
posición horizontal, con un extremo en x = 0 y el otro extremo en x = ∞ . Desplazando rápidamente el ex-
tremo de la cuerda en x = 0 hacia arriba y hacia abajo, es posible lograr una perturbación de manera que la
forma de la cuerda en cierto instante sea como la que se observa en la Figura 1 con línea continua. Esta per-
turbación inicial se puede describir por una función f = f ( x ) , que nos da el desplazamiento de cada punto
de la cuerda en relación a su posición de equilibrio. La experiencia muestra que la perturbación se propagará a
lo largo de la cuerda, de manera que para describir esta onda podemos emplear una función ψ = ψ ( x, t ) que
nos muestre el desplazamiento de cada punto de la cuerda en cualquier instante de tiempo. En particular, debe-
rá cumplirse la condición inicial: ψ ( x,= ) f ( x) .
t 0=
Supongamos que la cuerda se comporte como un medio de propagación sin atenuación ni dispersión.
Ya mencionamos que la ausencia de atenuación o disipación significa la conservación del contenido energéti-
co de la onda. El concepto de dispersión se tratará con más rigor más adelante. Por ahora lo definimos dicien-
do que todas las ondas en el medio se propagarán con velocidades de igual módulo: v = p vp > 0 .
, t ) f ( x − vp t )
ψ ( x= (2.3.1)
En ciertas condiciones se puede tener en el medio la propagación simultánea de ondas en ambos sen-
tidos, de manera que la función de onda será de la forma:
ψ ( x, t ) = f ( x − v p t ) + g ( x + v p t ) (2.3.3)
Consideremos una onda plana que se propaga en la dirección y sentido positivo del eje x . Su función
de onda será de la forma: ψ ( x=
,t) f ( x − vp t ) . Definiendo la variable auxiliar ξ= x − vp t , resultan las si-
guientes relaciones para las derivadas parciales:
∂ψ d f ∂ξ d f ∂ 2ψ d 2 f
=( x, t ) = , =
∂x dξ ∂ x dξ ∂ x2 d ξ 2
∂ψ d f ∂ξ df ∂ 2ψ 2
2 d f
= = −vp , = v
∂t d ξ ∂t dξ ∂t 2 dξ 2
p
1 ∂ 2ψ d 2 f ∂ 2ψ 1 ∂ 2ψ
De estas relaciones resulta que = ó, lo que es lo mismo: − =
0 (2.4.1)
vp2 ∂t 2 dξ 2 ∂ x 2 vp2 ∂t 2
La anterior es una ecuación diferencial en derivadas parciales que se conoce como ecuación diferen-
cial de ondas. Cualquier magnitud física ψ que evolucione en el espacio y en el tiempo verificando la ecua-
ción anterior corresponde a un fenómeno de tipo ondulatorio.
Supongamos una onda que se propaga en varias direcciones y que se puede describir mediante un
campo escalar ψ = ψ ( x, y, z , t ) . Por ejemplo, podemos pensar en una onda sonora propagándose en el aire
de manera que la función ψ describe la variación de la presión en relación al valor de equilibrio. Se puede
demostrar que la función de onda será solución de la ecuación diferencial:
∂ 2ψ ∂ 2ψ ∂ 2ψ 1 ∂ 2ψ
+ + − =
0 (2.4.2.1a)
∂ x 2 ∂ y 2 ∂ z 2 vp2 ∂t 2
∂ 2ψ ∂ 2ψ ∂ 2ψ
donde la cantidad ∇ 2ψ ≡ + + se denomina laplaciano del campo escalar, de manera que la
∂ x2 ∂ y 2 ∂ z 2
ecuación diferencial adopta la forma compacta:
1 ∂ 2ψ
∇ 2ψ − =
0 (2.4.2.1b)
vp2 ∂t 2
∂ψ ∂ 2ψ
vy = ( x, t ) ay = ( x, t )
∂t ∂t 2
Aplicando la Segunda Ley de Newton, y como el elemento no se desplaza según la dirección del eje
x , resulta:
∑F x =0 ⇒ T ( x + dx ) cos (θ + dθ ) =T ( x ) cos (θ ) ≅ T0
Las componentes horizontales de la tensión se deben mantener igualadas y suponemos que, si el des-
plazamiento ψ ( x, t ) es pequeño, este valor se mantiene próximo al valor en equilibrio T0 .
∂ 2ψ
∑ Fy= m a y ⇒ T ( x + dx ) sen (θ + dθ ) − T ( x ) sen (θ )= µ dx
∂t 2
( x, t )
∂ 2ψ
Teniendo en cuenta (5.1) resulta: ∑ Fy= m a y ⇒ T0 tan (θ + dθ ) − tan (θ ) = µ dx 2 ( x, t ) .
∂t
∂ψ ∂ψ ∂ψ ∂ 2ψ
Pero como tan (θ ) = ( x, t ) , podemos escribir que: T0 ( x + dx, t ) − ( x, t ) =
µ dx 2 ( x, t ) ,
∂x ∂x ∂x ∂t
∂ 2ψ ∂ 2ψ
de donde resulta: T0 = µ . Comparando esta ecuación con la forma general de la ecuación de ondas
∂x 2 ∂t 2
(2.4.1), resulta que la velocidad de propagación está dada por la expresión: vP = T0 µ .
A partir de las ecuaciones de Maxwell, se demuestra que en ciertas circunstancias los campos eléctri-
cos y magnéticos verifican una ecuación de ondas. Este tema se trata en detalle en un apéndice cuya lectura, si
bien no es obligatoria, es altamente recomendable.
La onda plana armónica simple, que se propaga en el sentido de las x positivas, está definida por la
función de onda:
( x, t ) A sen k ( x − vpt ) + ϕ
ψ= o ( x, t ) A sen ( k x − ω t + ϕ ) , donde
ψ=
La función que describe la onda armónica simple también puede escribirse, entre otras posibilidades,
en la forma: ψ (=x, t ) A cos [ k x − ω t + ϕ ] .
El análisis temporal de una onda consiste en estudiar la evolución de la perturbación que provoca en
un punto fijo del medio 𝑥 = 𝑥0 . Para las ondas armónicas simples, la perturbación en un punto dado varía en
forma sinusoidal y, por lo tanto, periódica; es decir, existe un intervalo de tiempo mínimo T, denominado pe-
ríodo, para el cual 𝜓(𝑥, 𝑡 + 𝑇) = 𝜓(𝑥, 𝑡) ∀ 𝑡. Es sencillo demostrar que 𝑇 = 2𝜋⁄𝜔 . La frecuencia de la
onda armónica se define como 𝜈 = 1⁄𝑇, de donde resulta que 𝜔 = 2𝜋 𝜈.
En el Sistema Internacional (S.I), las unidades de algunas de las magnitudes mencionadas son:
Obsérvese que al quedarnos con la parte real o con la imaginaria, las funciones
conducen a ondas planas que se propagan en el sentido de las x positivas. La onda plana que se pro-
paga en el sentido de las x negativas se podrá escribir en cualquiera de las siguientes formas:
Como se verá a medida que se avance en el curso, y como ya fue mencionado al estudiar las oscila-
ciones armónicas, el formalismo complejo facilita el tratamiento matemático, tanto a nivel teórico como prác-
tico, en muchas situaciones importantes.
2.8. Ejercicios
( ) ( )
2. Demostrar que una función de la forma ψ ( x, t ) = f x − vp t + g x + vp t , es solución de la ecua-
ción diferencial de ondas (2.4.1).
Para los medios lineales, vale el principio de superposición: Si se propaga una onda 𝜓�⃗1 y luego otra
onda 𝜓�⃗2 , la onda resultante cuando las dos anteriores se propaguen simultáneamente será:
Obsérvese que hemos considerado el caso más general en el cual la onda se describe a través de una magnitud
vectorial, debiendo sumar vectorialmente ambas funciones. En el caso particular en el que las ondas se puedan
describir a través de magnitudes escalares, como las ondas de presión en la propagación del sonido en un gas,
el principio de superposición se podrá expresar en forma escalar.
Si la magnitud que describe las ondas es vectorial, pero ambas ondas tienen solamente una componen-
te no nula en la misma dirección (ondas linealmente polarizadas en la misma dirección), que por ejemplo po-
demos hacer coincidir con el eje y, el tratamiento vectorial se reduce en la práctica a una ecuación escalar en
las componentes correspondientes: 𝜓𝑅𝑦 = 𝜓1𝑦 + 𝜓2𝑦 .
Mientras que la amplitud de las ondas se mantenga suficientemente pequeña (en relación a algún valor
característico propio de cada medio) la mayoría de los medios de propagación se comportan aproximadamente
como medios lineales, siendo aplicable el principio de superposición.
Como primer ejemplo de superposición de ondas, consideremos el caso de dos ondas planas armóni-
cas simples, de igual amplitud y frecuencia, que se propagan simultáneamente en el mismo medio y en la
misma dirección y sentido.
( x, t ) A sen ( k x − ω t + ϕ1 )
ψ1 = , ( x, t ) A sen ( k x − ω t + ϕ2 )
ψ2=
ψ ( x=
, t ) ψ 1 ( x, t ) +ψ 2 ( x=
, t ) A sen ( k x − ω t + ϕ1 ) + A sen ( k x − ω t + ϕ 2 )
( x, t ) A {sen ( k x − ω t + ϕ1 ) + sen ( k x − ω t + ϕ2 )}
ψ=
ϕ1 + ϕ 2 ∆ϕ
Definiendo ϕ = y ∆ϕ = ϕ 2 − ϕ1 , resulta:=ψ ( x, t ) 2 A cos sen ( k x − ω t + ϕ )
2 2
La onda resultante será armónica simple, de la misma frecuencia que las ondas componentes y con
una amplitud igual a:
=AR 2 A cos ( ∆ϕ 2 )
3.2 Dispersión
Habíamos visto que la función que describe una onda que se propaga en el sentido positivo del eje x,
trasladándose sin atenuación ni dispersión, es de la forma ψ ( x= ( )
, t ) f x − vp t , que es solución de la ecua-
ción diferencial:
∂ 2ψ 1 ∂ 2ψ
− =
0 (2.4.1)
∂ x 2 vp2 ∂t 2
La velocidad de propagación está determinada por las características del medio en el que la onda se
propaga y, en general, no es la misma para las diferentes ondas.
La ecuación (2.4.1) admite solución del tipo onda plana armónica simple:
La velocidad de propagación de una onda armónica simple suele denominarse velocidad de fase y ve-
rifica la relación: vF = ω k . Esta velocidad de fase puede depender, entonces, de las propiedades de la onda
armónica simple y se la puede expresar como una función de la frecuencia, de la longitud de onda o del núme-
ro de propagación: vF = vF ( k ) . La forma funcional concreta la impone el medio de propagación. Por lo tanto,
en un medio de propagación, la frecuencia angular de una onda armónica simple dependerá del número de
propagación (o de la longitud de onda):
ω ( k ) = k vF ( k ) (3.2.1)
La ecuación anterior se conoce como relación de dispersión. La forma funcional concreta está deter-
minada por las propiedades del medio de propagación. Una vez determinada esta relación para un medio en
particular, se deducen de la misma distintas propiedades importantes.
La función de la onda armónica simple la escribiremos en la forma Ψ(𝑥, 𝑡) = Α 𝑒 𝑗(𝑘 𝑥−𝜔(𝑘)𝑡) , para re-
saltar la dependencia de la frecuencia angular con el número de propagación.
El carácter lineal de la ecuación de ondas (2.4.1) determina que si un conjunto de ondas armónicas
simples son soluciones de la ecuación para el medio en cuestión, es decir que satisfacen la relación (3.2.1), la
combinación lineal de estas ondas armónicas simples será también una solución de la ecuación. Por lo tanto,
una cantidad importante de soluciones se puede escribir en la forma:
𝑁
De esta manera podemos construir ondas espacialmente periódicas de distintas forma de onda: cua-
drada, triangular, diente de sierra, etc.
A veces es necesario considerar ondas espacialmente limitadas, que suelen denominarse pulsos. Mu-
chos pulsos pueden considerarse como la superposición de ondas armónicas simples donde las frecuencias,
longitudes de onda o números de propagación varían en un rango continuo de valores:
En este caso el medio es no dispersivo. Todas las componentes armónicas se propagan con la misma
velocidad y, entonces, en ausencia de atenuación, la forma de la onda se conserva.
Como otra aplicación de la superposición de ondas consideramos el caso de dos ondas armónicas
simples, de la misma amplitud, longitud de onda y frecuencia, que se propagan en sentidos opuestos. Eligien-
do convenientemente el origen de tiempos (instante al que se le asigna el valor 𝑡 = 0) la fase de la onda que se
propaga en el sentido positivo puede hacerse igual a cero. La otra onda podrá tener una diferencia de fase
respecto de la anterior. Por lo tanto podemos escribir que:
Mientras que para las ondas propagantes las variables x y t se combinan para formar el argumento de
una función, 𝜓(𝑥, 𝑡) = 𝑓�𝑥 − 𝑣𝑝 𝑡� o 𝜓(𝑥, 𝑡) = 𝑓�𝑥 + 𝑣𝑝 𝑡�, es importante notar que en este caso, para la
onda resultante esas variables se separan, formando argumentos de funciones diferentes: 𝜓(𝑥, 𝑡) = 𝑓(𝑥) 𝑔(𝑡).
Como se puede apreciar con la ayuda de la Figura 1, la onda resultante describe una perturbación lo-
calizada, donde la magnitud física oscila en forma armónica simple con distinta amplitud en los distintos pun-
tos del medio, en lugar de tratarse de una perturbación que se propaga. Este tipo de ondas se denominan esta-
cionarias.
• Hay puntos del medio en que la perturbación resultante es nula. Estos puntos se denominan nodos.
• Hay puntos en que la perturbación oscila con una amplitud máxima, igual a 2A. Estos puntos se de-
nominan vientres o antinodos.
• La distancia entre dos nodos consecutivos o entre dos vientres consecutivos es igual a media longitud
de onda.
• En la posición media entre dos nodos consecutivos se ubica un vientre.
En una cuerda tensa de longitud 𝐿, cuyos extremos se mantienen fijos, se pueden generar ondas estacio-
narias. Como los extremos fijos determinan nodos forzosos de la onda, la longitud de la cuerda deberá ser un
múltiplo de media longitud de onda: 𝐿 = 𝑛 𝜆𝑛 ⁄2 , 𝑛 = 1,2,3, …
Las longitudes de onda posibles para las ondas estacionarias serán, entonces: 𝜆𝑛 = 2 𝐿⁄𝑛.
𝜈𝑛 = 𝑣𝑃 ⁄𝜆𝑛
𝑣𝑃
𝜈𝑛 = 𝑛 2𝐿
, 𝑛 = 1,2,3, …
Ejercicios
1) Considerar una onda estacionaria en una cuerda definida por la ecuación (3.3.1).
ϕ λ
a) Demostrar que la posición de los nodos está dada por la expresión x= n− , donde n ∈ .
2π
n
2
¿Cuál es la distancia entre dos nodos consecutivos?
1 ϕ λ
b) Demostrar que la posición de los vientres está dada por la expresión xm = m + − , donde
2 2π 2
m ∈ . ¿Cuál es la distancia entre dos vientres consecutivos?
e) Demostrar que existen instantes de tiempo, tm , para los cuales todos los puntos de la cuerda están en
∂ψ
reposo: ( x, tm ) = 0 , ∀x .
∂t
Una magnitud importante al tratar la interferencia es la intensidad de la onda. Consideremos una por-
ción de un frente de onda de área S . La propagación de la onda implica la transmisión de una cantidad de
energía E , en un intervalo de tiempo ∆t , a través de la porción del frente. La intensidad de la onda ( I ) se
E ∆t
define como la densidad superficial de potencia transmitida: I = . En el sistema internacional, la unidad
S
de intensidad es [ I ] = W m 2 .
Para ondas armónicas simples es posible demostrar que la intensidad es directamente proporcional al
cuadrado de su amplitud: I ∝ A2 .
Consideremos dos ondas armónicas simples, que se diferencian solamente en el valor de su fase ini-
cial, propagándose simultáneamente por el mismo medio. La Figura 1 muestra las perturbaciones a lo largo
del medio, en un instante de tiempo, que provocan cada onda por separado.
Figura 1: Análisis espacial de dos ondas armónicas que solamente se diferencian en la fase inicial.
( x, t ) A sen ( k x − ω t + ϕ1 )
ψ1 = ( x, t ) A sen ( k x − ω t + ϕ2 )
ψ2=
( x, t ) A {sen ( k x − ω t + ϕ1 ) + sen ( k x − ω t + ϕ2 )}
ψ=
ϕ1 + ϕ 2
definiendo ϕ = , ∆ϕ = ϕ 2 − ϕ1 y usando una conocida identidad trigonométrica, resulta:
2
∆ϕ
=ψ ( x, t ) 2 A cos sen ( k x − ω t + ϕ )
2
Suponiendo que las ondas ψ 1 y ψ 2 son coherentes, es decir que la diferencia de fase entre ellas se
mantiene constante, ∆ϕ = ϕ 2 − ϕ1 = cte , resulta que:
• La onda resultante es también armónica simple, con la misma longitud de onda, frecuencia y velocidad de
propagación que las ondas constituyentes y una amplitud que depende de la diferencia de fase en la forma:
∆ϕ
AR = 2 A cos 0 ≤ AR ≤ 2 A
2
• ∆ϕ 2nπ=
Si = n 0,1, 2, , se dice que las ondas están en fase y que interfieren constructivamente.
En este caso resulta AR = 2 A .
• Si ∆ϕ = ( 2n + 1) π n = 0,1, 2, , se dice que las ondas están en contrafase y que interfieren destruc-
tivamente. En este caso resulta AR = 0 .
• Si las dos ondas que se superponen son coherentes, la intensidad resultante es constante y directamente
∆ϕ
proporcional al cuadrado de la amplitud resultante. Como AR2 = 4 A2 cos 2 , resulta que
2
∆ϕ
I R = 4 I cos 2 . Por lo tanto 0 ≤ I R ≤ 4 I . Los casos extremos corresponden a las ondas en contra-
2
fase o en fase.
• Si las ondas son incoherentes, es decir, ∆ϕ varía rápidamente de manera aleatoria el tiempo, y
tomando todos los valores posibles ( −π ≤ ∆ϕ ≤ π ) , la intensidad resultante es rápidamente variable con
∆ϕ
el tiempo y lo que importan son los promedios temporales: I R = 4 I cos 2 , y como se verifica
2
∆ϕ 1
que cos 2 = , en estas condiciones se obtiene que I R = 2 I .
2 2
Consideremos dos ondas armónicas simples que se propagan en el mismo medio. Una onda es emitida
por una fuente ubicada en el origen de coordenadas, tal que la función que la describe es de la forma:
( x, t ) A sen ( k x − ω t + ϕ1 )
y1 = (4.2.1)
Si en el origen de coordenadas tuviéramos una segunda fuente que emite una onda idéntica a la ante-
( x, t ) A sen ( k x − ω t + ϕ2 ) . Pero si a esta
rior salvo la fase inicial, la función correspondiente sería: y2 =
fuente la desplazamos a lo largo del eje x hasta una posición x0 > 0 , la función de la onda que genera será:
( x, t ) A sen ( k ( x − x0 ) − ω t +=
y2 = ϕ2 ) A sen ( k x − ω t + ϕ2 − k x0 ) (4.2.2)
Si superponemos las ondas (4.2.1) y (4.2.2) como se hizo en la sección anterior, en un punto x > x0 ,
∆φ
obtenemos que la amplitud resultante es de la forma: AR = 2 A cos , siendo
2
∆φ =ϕ 2 − k x0 − ϕ1 =∆ϕ − k x0
la diferencia de fase total, que depende de la diferencia entre las fases iniciales de cada onda, pero también de
la diferente ubicación de las fuentes que las generan.
Figura 2: Las dos ondas son idénticas y se propagan en el sentido de las x positivas.
Una se genera en x=0 y la otra en la posición xo>0.
Esta última contribución al desfasaje de las ondas en el punto de observación conviene expresarla en
términos de la distancia recorrida por cada onda desde su fuente hasta el punto de observación. En el ejemplo
considerado en la Figura 2, la primera onda recorre una longitud de camino l1 = x , mientras que la segunda
recorre l2= x − x0 . La diferencia de camino recorrido es, entonces, ∆l =l2 − l1 =− x0 . La diferencia de fase
total en el punto de observación se puede escribir en la forma: ∆φ =∆ϕ + k ∆l .
En el punto anterior tuvimos en cuenta el desfasaje que se produce en el punto de observación debido
a la diferente distancia geométrica que cada onda recorre, dentro del mismo medio, desde su fuente hasta el
punto de observación.
Pero es muy común, como cuando se trabaja con ondas electromagnéticas en el rango óptico, que las
dos ondas, o al menos una de ellas, se propague por distintos medios en su propagación desde la fuente hasta
el punto de observación. Veremos que iguales distancias geométricas pueden producir desfasajes diferentes,
dependiendo de las propiedades del medio en que esa distancia es recorrida.
Cuando una onda cambia de medio de propagación, como en el caso en que la luz pasa del aire a un
vidrio, se deben cumplir ciertas condiciones de contorno en la superficie de separación de los medios. Para el
caso de ondas electromagnéticas, las condiciones de contorno son las condiciones que deben cumplir los cam-
pos eléctricos y magnéticos en las superficies de separación. Como estas condiciones de contorno se deben
cumplir en todo instante de tiempo, la frecuencia (ν ) de la onda, y por lo tanto la frecuencia angular (ω ) , se
conserva al cambiar de medio.
En el rango óptico los medios dieléctricos transparentes se caracterizan por su índice de refracción
( n ) , que es igual la relación entre la velocidad de propagación de la luz en el vacío ( c ) y la velocidad de
( )
propagación en el medio v p : n = c v p . Como la velocidad de propagación en un medio es menor o igual
( )
que en el vacío v p ≤ c , resulta n ≥ 1 . La igualdad vale para el vacío y aproximadamente para el aire.
Para una onda electromagnética que en el vacío ( n = 1) tiene longitud de onda λ0 , resulta
k0 = 2π λ0 y ν = c λ0 . Al pasar a un medio de índice de refracción n > 1 , como varía la velocidad de pro-
pagación, debe cambiar la longitud de onda para que la frecuencia se mantenga la frecuencia: ν = v p λ . Por
lo tanto, la longitud de onda en el medio será: λ = λ0 n .
Consideremos ahora dos ondas que están originalmente en fase y que en el vacío tienen la misma lon-
gitud de onda λ0 . Supongamos que la primera recorre hasta el punto de observación una distancia l1 dentro
de un medio de índice n1 mientras que, la segunda, recorre una distancia l2 dentro de un medio de índice n2 .
La fase de la primera onda aumentó en la cantidad k1 l1 y la de la segunda aumentó en k2 l2 . Por lo tanto la
diferencia de fase es:
2π 2π 2π 2π 2π
∆φ= k2 l2 − k1 l= l2 − l= n2l2 − n1l= ( n2l2 − n1l1 =) k0 ( n2l2 − n1l1 )
1
λ2 λ1 1
λ0 λ0 1
λ0
∆φ = k0 ∆L = k0 ( L2 − L1 )
Si una onda recorre varios medios desde la fuente hasta el punto de observación, el camino óptico se
define como: L = ∑ i
ni li , donde li son las longitudes recorridas en cada medio y ni los correspondientes
índices de refracción.
Si las ondas se generan en las fuentes con una diferencia de fase inicial ∆ϕ , la diferencia de fase total
al llegar al punto de observación es:
∆φ =∆ϕ + k0 ∆L
donde se supone que las dos ondas tienen la misma longitud de onda λ0 en el vacío.
En los análisis anteriores se consideró el caso de la superposición de dos ondas de igual amplitud.
Cuando se quiere analizar la superposición de varias ondas o de ondas de distinta amplitud, suele ser más
eficiente trabajar con el formalismo complejo.
Consideremos dos ondas armónicas simples, de igual frecuencia, que se propagan en el mismo
medio de manera que están representadas por las funciones:
Ψ1 ( x, t ) =
A1 e ( Ψ 2 ( x, t ) =
j k x −ω t )
A2 e (
j k x −ω t +ϕ )
Sin pérdida de generalidad podemos suponer que la fase inicial de una de las ondas es nula, sien-
do la fase de la otra igual a la diferencia de fase inicial. La onda resultante está dada por la función:
Ψ ( x, t ) = Ψ1 ( x, t ) + Ψ 2 ( x, t ) = A1 e
j ( k x −ω t ) j ( k x −ω t +ϕ )
+ A2 e
Ψ ( x, t ) =( A1 + A2 e j ϕ ) e j( k x
−ω t )
que puede escribirse como:
Por lo tanto, la onda resultante es armónica simple, de la misma frecuencia, con una amplitud compleja
resultante Α R = A1 + A2 e j ϕ , cuyo módulo al cuadrado es:
Α R = Ψ Ψ ∗ = ( A1 + A2 ei ϕ )( A1 + A2 e − i ϕ ) ⇒ Α R = A12 + A22 + A1 A2 ( ei ϕ + e − i ϕ ) ⇒
2 2
Entonces:
• ϕ
Si= ( 2m + 1) π , con m ∈ , resulta cos (ϕ ) = −1 : las ondas están en contrafase, la interferencia es
destructiva y, entonces: Α R = A12 + A22 − 2 A1 A2 = ( A1 − A2 ) , de donde Α R = A1 − A2 .
2 2
• ϕ
Si= ( 2m + 1) π 2 , con m ∈ , resulta cos (ϕ ) = 0 , las ondas están en cuadratura y, entonces:
Α R = A12 + A22 , de donde Α R= A12 + A22 .
2
Podemos hacer un análisis similar en términos de la intensidad de las ondas. Dado que
resulta:
I R = I1 + I 2 + 2 I1 I 2 cos (ϕ )
Si las ondas:
Pero si las ranuras se iluminan con frentes de ondas planos que in-
ciden formando un ángulo 0 , como los indicados en la Figura 2 mediante
líneas punteadas, las ranuras, en un mismo instante, son iluminadas por
frentes diferentes y actuarán como fuentes con un desfasaje inicial ,
equivalente a una diferencia de camino óptico igual a l d sen 0 ,
donde suponemos que las ondas se propagan en aire o vacío. Entonces:
k d sen 0 , siendo k 2 .
A partir de las ranuras, los rayos 1 y 2, mostrados en la Figura 1, sufrirán un desfasaje adicional equi-
valente a una diferencia de camino óptico igual a l d sen , es decir, k d sen . En el punto de
interferencia, la diferencia de camino óptico total entre los rayos será:
l1 D 2 y d 2 l2 D 2 y d 2
2 2
Los rayos forman ángulos con la horizontal que serán tanto más próximos al ángulo conforme la
distancia D sea más grande. Se verifica que sen y l0 , siendo l0 D2 y 2 .
l1 l02 y d d 2 l2 l02 y d d 2
2 2
No es difícil ver que:
1 y d 1 d 2 1 y d 1 d 2
l1 l0 1 l2 l0 1
2 l0 2 2l0 2 l0 2 2l0
2 2
yd
Por lo tanto: l l2 l1 d sen , que es lo que en definitiva queríamos demostrar.
l0
Mientras nos restrinjamos a puntos de la pantalla para los cuales, l0 D y , lo que equivale a decir que
y
es pequeño 1rad vale que l0 D y, por lo tanto, sen tg .
D
Si las ranuras trabajan como fuentes con un desfasaje inicial , la diferencia de fase en el punto de
observación es k d sen . Este desfasaje se puede expresar en términos de una diferencia de
camino óptico equivalente: L k k d sen d sen .
2
Los puntos de la pantalla en los cuales se producirá interferencia constructiva (iluminación máxima)
cumplen la condición d sen m m sen m m
2 2 d
La ubicación de cada máximo de interferencia queda determinada por el índice entero m que fija el
valor del desfasaje correspondiente a ese máximo, indicando a qué múltiplo de la longitud de onda correspon-
de. El valor del índice m suele denominarse orden de interferencia.
Si nos restringimos a la zona 1 rad , vale la aproximación sen m tg m ym D . Enton-
ces, las posiciones de los máximos de interferencia medidos sobre la pantalla son, aproximadamente:
ymax m m D , m
2 d
Dentro de esta aproximación, resulta sencillo verificar que la distancia en la pantalla entre dos órdenes
de interferencia consecutivos es:
ymax m 1 ymax m D
d
En los puntos de la pantalla en que la diferencia de camino óptico sea un múltiplo impar de media
longitud de onda, la interferencia es destructiva y la iluminación será mínima. Resulta sencillo verificar que
1
los mínimos se ubican en las posiciones angulares: sen m m , m .
2 2 d
En la aproximación de ángulos pequeños se obtiene:
1
ymin m m D , m
2 2 d
Dentro de esta aproximación, distancia en la pantalla entre dos mínimos consecutivos es la misma que
entre dos máximos consecutivos: ymax m 1 ymax m D
d
Definiendo la recta normal a la dioptra en el punto de incidencia, los tres rayos y la normal pertenecen
a un mismo plano, llamado plano de incidencia.
Definiendo a partir de la recta normal el ángulo de refracción r , como se indica en la Figura 5, resulta
la llamada ley de Snell: n sen i n sen r .
Si n n , la onda reflejada sufre un salto de fase igual a , en relación a la onda incidente, que equi-
vale a un camino óptico igual a 2 .
Todas estas propiedades son consecuencia de las condiciones de contorno que deben verificar los campos
eléctricos y magnéticos en las dioptras.
A partir de los puntos s y q ambos rayos recorren la misma distancia hasta el infinito. El camino óptico del
rayo 1 desde o hasta s es: l1 d 2 , teniendo en cuenta el salto de fase en la reflexión a través de un ca-
mino óptico equivalente. El camino óptico del rayo 2 en el trayecto opq es: l 2 2 n h . Como se verifican las
relaciones:
sen i n sen r , e h cos r , D 2 h sen r , d D sen i ,
Resulta:
e e e ne
h h
cos r 1 sen 2 r sen i
2
n sen 2 i
2
1
n
2 n 2e sen 2 i
l2 d 2 h sen r sen i 2 h
n 2 sen 2 i n
ne sen 2 i 2e sen 2 i
d 2
n 2 sen 2 i n n 2 sen 2 i
Entonces:
2 n2e 2 e sen 2 i 2 e n 2 sen 2 i
l l 2 l 1 , l
n sen i
2 2
n sen i
2 2 2 n sen i
2 2 2
l 2 e n2 sen 2 i
2
Para obtener interferencia constructiva debe ser: l 2 e n sen i m , donde, en principio,
2 2
2
1
m
m . De la expresión anterior resulta que: e 2
2
. Como el espesor debe ser positivo, los
2 n sen 2 i
valores de índice m quedan restringidos a m 0 .
Vemos que dada una cierta longitud de onda, para que sea posible la interferencia constructiva por refle-
xión, la lámina debe tener un espesor mínimo: eMIN .
4 n sen i
2 2 4 n cos r
No es difícil demostrar que cuando hay interferencia constructiva por reflexión, hay interferencia destruc-
tiva por transmisión.
5.3 Cuñas
Pero ahora hay que tener en cuenta que el espesor depende de la posición de incidencia, la que se
puede especificar mediante la coordenada x : e x x tg .
e x
Dado que 1: tg sen e x x , donde el ángulo debe expresarse
x
en radianes. Por lo tanto: l 2 ne x 2 l 2 n x 2
l 2 n xmax m 2 m
m 1 2
m xmax m
2 n
xmax m
m 1 2
m
2 n
Con el sistema de referencia elegido es x 0 ; los valores del índice m deberán ser m 0 .
El espacio intermedio se comporta como una cuña cuyo espesor, e , depende de la distancia r entre en
punto de incidencia y el eje de la lente.
1R
Entonces, los radios de los anillos brillantes son: rmax m m , donde los valores del índice
2 n
deberán ser m 1 .
Cada anillo se identifica con un valor de la diferencia de fase o, de manera equivalente, con un valor de la
diferencia de camino óptico. Es decir, cada anillo
está identificado con un valor del orden de interfe-
rencia m.
Sobre este tema nos remitimos al trabajo práctico de laboratorio y a la bibliografía general.
Terminamos este tema haciendo un estudio algo más detallado de la intensidad de la iluminación en el
patrón de interferencia en la experiencia de Young. Nos referimos nuevamente a la Figura 4.
Como las ondas emitidas por las ranura son cilíndricas, perderán intensidad y, por tanto, amplitud, al
propagarse. Como las distancias recorridas por cada onda hasta la pantalla son, en general, distintas, en el
punto de observación tendrán un desfasaje y una pequeña diferencia en sus amplitudes las que, además, de-
penden del punto de observación en la pantalla. En el caso en que la amplitud de cada onda al llegar a cual-
quier punto de la pantalla puede considerarse igual a A, las ondas en el punto de observación pueden escribirse
como:
1 y, t Ae 2 y, t Ae
j k l 1 t j k l1 j t j k l 2 t o j k l 2 o
Ae e , Ae e j t
y, t Ae
j k l1 1 e j k l 2 l 1 o e j t
Como k l 2 l1 o k l o k d sen o
Resulta y, t Ae
j k l1
1 e e
j j t
Entonces
j 2
j 2 j t
j k l 1 j 2 j t
y, t Ae
j
j k l1
2
e e e e 2 A cos e e e
2
4 A2 cos 2
2
La amplitud resultante al cuadrado es:
2
MAX 4 A
2 2
cuyo valor máximo es:
Para independizarse de la amplitud de las ondas emitidas por las ranuras, se define la intensidad rela-
tiva como la intensidad en cada punto dividida la intensidad máxima. Como las intensidades son directamente
proporcionales al cuadrado de la amplitud, resulta:
2
I REL cos 2
MAX 2
2
En esta aproximación, todas las franjas están igualmente iluminadas. El ancho de las franjas brillantes
suele definirse usando el criterio de altura mitad, es decir, el ancho de las franjas brillantes está dado por el
tamaño de los intervalos en que se cumple I REL 1 2 . No es difícil verificar que resulta igual a la mitad de la
distancia entre dos máximos consecutivos: D 2d .
Dos franjas brillantes consecutivas está separadas por una franja oscura o interfranja, cuyo ancho
queda definido por la condición I REL 1 2 , resultando que el ancho de las interfranjas es igual al ancho de las
franjas: D 2d .
Hasta hora, al tratar la experiencia de Young no hemos tenido en cuenta el ancho de las ranuras. Estu-
diaremos primero el caso en que hay una única ranura de ancho a , como se muestra en la Figura 1, y luego
veremos cómo influye el resultado en la experiencia de Young.
Cuando se desprecia el ancho de la ranura, esta se supone como una fuente filamentaria que emite “un
rayo” en cada dirección. Cuando se considera el ancho de la ranura, tenemos para cada dirección “un rayo”
proveniente de cada punto a lo ancho de la ranura.
Consideramos la difracción de
campo lejano o de Fraunhofer. La ra-
nura se ilumina mediante ondas planas
monocromáticas que supondremos in-
ciden normalmente, por lo que los pun-
tos de la ranura se comportarán como
fuentes de la misma intensidad y fase
inicial, la que se considera nula. Analiza-
remos el patrón de difracción que produ-
ce la ranura en el infinito, donde en cada
punto interfieren los infinitos rayos que
desde la ranura salieron formando un
mismo ángulo.
Figura 1: Sistema de una ranura rectangular infinitamente larga.
El cálculo lo haremos pensando que ponemos una pantalla a una distancia D , suficientemente gran-
de, de la ranura. En la Figura 1 se definieron dos ejes paralelos. El eje z sirve para ubicar los distintos puntos
a lo ancho de la ranura. El eje y se emplea para ubicar los distintos puntos en la pantalla de observación. Los
orígenes de ambos ejes están enfrentados a la altura del punto medio de la ranura.
Consideremos una porción de la ranura ubicada en la posición z y de ancho dz . La onda que emerge
de esta porción de tamaño diferencial provoca en la posición de la pantalla una perturbación:
d z j ( k l ( z ) −ω t ) dz
=dΨ A
= e Ae j ( k l ( z ) −ω t )
a a
cuya amplitud se considera independiente de las posiciones z e y , pero directamente proporcional al ancho
relativo de la porción: dz a . Haciendo un análisis similar al visto para la experiencia de Young, se demuestra
que si D z resulta:
l ( z ) ≅ l 0 − z sen (θ )
A j ( k l − k z sen (θ )−ω t )
Por lo tanto: dΨ= e 0 dz
a
a
2
A j( k l 0 −k z sen(θ )−ω t )
Integrando para todas las porciones de la ranura: Ψ = ∫ a
e dz
−a
2
a a
2 2
A jk l 0 − jω t − jk z sen (θ ) A jk l − jk z sen (θ )
Ψ=∫ e e e dz , Ψ = e 0 e − jω t ∫e dz
−a
a a −a
2 2
a a −a
e− j k z ( ) e− j k z ( )
sen (θ ) /2
− e− j k a ( )
sen θ 2 sen θ 2 sen θ /2
2
− j k z sen (θ ) e jka
La integral resulta: ∫a=e d z
− j
=
k sen (θ ) −a
=
j k sen (θ ) a
=
j k sen (θ )
−
2 2 2
A jk l 0 − jω t sen ( β ) sen ( β )
= es, entonces: Ψ = Ae 0 e − jω t
jk l
La perturbación resultante e e a
a β β
sen ( β )
2
sen ( β )
2
Ψ
2
I
Por lo tanto, la intensidad relativa a su valor máximo es: =
I REL = = .
Ψ MAX β
2
I MAX
Por lo tanto, los ceros se dan en las posiciones angulares que verifican: a sen (θ ) = mλ , m ∈ .
(
Los máximos secundarios de la función sen ( β ) β )
2
se originan en
Máximos secundarios
los máximos secundarios y en los mínimos de la función sen ( β ) β . β π
d sen ( β )
0 ⇒ tan ( β ) = β .
1,4303…
Estos se verifican cuando: =
dβ β 2,4590…
Esta es una ecuación trascendente, que se debe resolver numéricamente, obte- 3,4707…
niéndose para los tres primeros máximos secundarios los valores indicados en la tabla.
Según la óptica geométrica, donde la luz se puede asimilar a un flujo de partículas, la imagen de la ra-
nura en la pantalla debería ser una franja iluminada del mismo ancho que la ranura. La naturaleza ondulatoria
de la radiación genera en la pantalla una franja central de máxima intensidad, con una sucesión de franjas
laterales de intensidad decreciente. Definiendo el ancho de la franja central, ∆yc , como la distancia entre los
λD
dos ceros aledaños, y aproximando sen (θ ) ≅ y D , es fácil ver que resulta ∆yc =
2 .
a
Es decir el ancho de la campana principal de difracción es inversamente proporcional al ancho de la ranura.
Toda vez que mediante un obstáculo como una ranura se limita un frente de ondas se producen efectos
de difracción. Todo sistema óptico formador de imágenes provoca limitaciones en los frentes de onda que
provienen de los objetos (fuentes) de manera que en la imagen estarán presentes en mayor o menor medida los
efectos de la difracción. Por lo tanto, la imagen de un punto, que según la óptica geométrica sería un punto,
resulta un patrón de difracción con una campana principal de cierto ancho. Dos puntos luminosos de una fuen-
te provocan campanas de difracción que pueden superponerse de manera que el efecto final no permita dife-
renciar, o resolver, si el efecto observado se debe a un punto luminoso o a dos (o más) puntos próximos. El
criterio de resolución de Rayleigh establece un límite a partir del cual dos puntos de un objeto pueden consi-
derarse distinguibles o resueltos en la imagen que producen.
x k a sen (θ ) a
Entonces: = tan (θ ) ≅ sen (θ ) =, β = π sen (θ )
d 2 λ
β a
Para el primer cero de la campana: = = sen (θ ) 1
π λ
a xMin λd
Reemplazando: ≅1 , xMin ≅
λ d a
Sin tener en cuenta el ancho de las ranuras, definiendo α = k d sen (θ ) 2 , que puede interpretarse
como la mitad del desfasaje en el infinito entre dos rayos provenientes (de los centros) de las ranuras, la inten-
sidad resultante en la pantalla está dada por el término de interferencia: I Rel = cos (α ) .
Int 2
= ( sen ( β ) β ) .
Dif 2
talla estaría dada por el término de difracción: I Rel
sen ( β )
2
= cos (α )
2
I Rel
β
Figura 5: Sistema de doble ranura.
En la Figura 6 se grafican por separado los términos de interferencia y difracción, en función del
sen (θ ) , para el caso: a = 2 λ , =d 2= a 4λ .
La intensidad resultante en la pantalla está dada por el producto de las funciones anteriores, que se re-
presenta en la Figura 7, donde nuevamente se grafica el término de difracción, para mostrar que actúa como
envolvente o función moduladora de la intensidad de las franjas.
Figura 7: La intensidad de las franjas en el sistema de dos ranuras está modulada por la difracción.
Los máximos de interferencia fácilmente observables son los que se ubican dentro de la campana
principal de difracción. Los máximos que se ubiquen en la primera campana secundaria son de intensidad
mucho menor.
Obsérvese que para el caso representado es d a = 2 . Entonces, los máximos de interferencia corres-
pondientes a los órdenes m = ±2 se ubicarían en las posiciones en las que caen los ceros de la campana
principal de difracción; la intensidad resultante es nula y se dice que el orden está omitido.
Es sencillo comprobar que resultarán omitidos, también, todos los órdenes que sean múltiplos del
primero que resultare omitido.
N N
=Ψ ∑=
Ae
n 1 =j 1
j ( k rn −ω t )
Ae j ( k r1 −ω t )
∑e j k ( rn − r1 )
⇒
N n −1
Ψ = Ae
j ( k r1 −ω t )
∑
n =1
e j k d sen(θ )
Figura 1: Sistema de N fuentes alineadas. Los
rayos que salen paralelos interfieren en el infinito.
j ( k r1 −ω t ) e
j Nα
e j Nα − e − j Nα sen ( Nα )
= Ψ Ae
= Ae ( 1 −ω ) e ( − )α
j kr t j N 1
Entonces:
e jα jα
e −e − jα
sen (α )
sen 2 ( Nα )
Ψ = Ψ Ψ* = A
2 2
El cuadrado de la amplitud resultante es:
sen 2 (α )
sen ( N α )
Teniendo en cuenta que: lim = N , el cuadrado de la amplitud resultante tiene un valor máximo
α →0 sen (α )
igual a: Ψ MAX =
2 2
N2 A , Por lo tanto, la intensidad relativa del patrón de interferencia resultante es:
sen ( Nα )
2
I rel =Ψ Ψ MAX =
2 2
(7.1)
N sen (α )
Para obtener el resultado anterior, se puede recurrir también a un método gráfico, sumándolas las amplitu-
des complejas (fasores) por el método de la poligonal.
de donde se obtiene:
sen ( Nα )
AR = A (7.2)
sen (α )
Teniendo en cuenta la expresión (1.1) de la intensidad relativa, se observa que existen máximos principa-
les ( I rel = 1) cuando:
sen ( N α ) sen ( N α ) = 0
= N ⇒ ⇒ α= m π , m ∈ ⊕
sen (α ) sen (α ) = 0
2π d
d sen (θ ) = 2m π ⇒ sen (θ ) = m ⇒ d sen (θ ) = m λ , m ∈ . (7.3)
λ λ
Cabe destacar que la ubicación de estos máximos principales no depende del número N de fuentes o
de ranuras.
Considerando nuevamente la expresión (7.1) de la intensidad relativa, es posible demostrar que los míni-
mos de la función están dados sólo por los puntos donde se localizan sus ceros o raíces. Entonces:
sen ( N α ) sen ( N α ) = 0
=
0 ⇒ ⇒ Nα =
n π , con n ∈ , n ≠ 0 y n ≠ múltiplo de N .
sen (α ) sen (α ) ≠ 0
Es decir, los mínimos de la intensidad relativa se localizan en las posiciones angulares que verifican:
n n
α=π ⇒ k d sen (θ ) =2π ⇒
N N
d sen (θ ) n
= , n≠0 y n ≠ múltiplo de N . (7.4.a)
λ N
d 1 2 N −1
sen (θ ) =
m+ , m + , , m + (7.4.b)
λ N N N
d m N +1 m N + 2 m N + N −1
sen (θ ) = , , , (7.4.c)
λ N N N
Por lo tanto, entre dos máximos principales consecutivos existen N − 1 ceros que, además, son míni-
mos de la función. La cantidad de ceros y su ubicación dependen del número N de fuentes o ranuras.
Lo anterior implica que en alguna posición intermedia, que no calcularemos, entre dos ceros consecu-
tivos, se localizará otro máximo, que resulta de intensidad menor a la correspondiente a los máximos principa-
les, por lo que se denominará máximo secundario. Entre dos máximos principales, se encontrarán siempre
N − 2 máximos secundarios. Como la posición de los ceros depende de N , lo mismo sucederá con la posi-
ción de los máximos secundarios. Es posible demostrar que la intensidad de los máximos secundarios se redu-
ce al aumentar N .
Otra característica importante del sistema de fuentes es el ancho espacial de cada máximo principal. El
semiancho se puede definir como la diferencia entre la posición del máximo y la del cero aledaño:
d d 1
sen (θ1 ) = m , sen (θ 2 =
) m+
λ λ N
1 λ
Entonces: sen (θ 2 ) − sen (θ1 ) =
Nd
Si el patrón de interferencia se recoge en una pantalla ubicada a una distancia D de las fuentes, sufi-
cientemente grande, con las aproximaciones usuales discutidas para la experiencia de Young, podemos escri-
y2 y1 1 λ 1 λD
bir: −= ⇒ =
∆y
D D Nd N d
Las relaciones anteriores muestran claramente que el ancho espacial de los máximos principales se re-
duce conforme aumenta el número de fuentes.
Si las fuentes tienen un ancho a , el patrón de interferencia quedará modulado por la campana de
difracción. Definiendo β = k a sen (θ ) 2 , la intensidad relativa resulta:
sen ( β ) 1 sen ( Nα )
2 2
I rel = (7.5)
β N sen (α )
La intensidad relativa está dada por el producto de ambas funciones, que se representa gráficamente
en la Figura 6, donde nuevamente se grafica el término de difracción, que actúa como modulante.
Vemos que en el caso considerado, en la posición del orden de interferencia m = ±2 , se ubica el cero
de la campana principal de difracción. Por lo tanto, ese orden queda omitido en el patrón de interferencia-
difracción resultante. Lo mismo ocurre con el orden de interferencia m = ±4 (¿y con cuáles otros?).
Si bien el orden de interferencia m = ±3 no está omitido por ubicarse dentro de la primera campana
secundaria de difracción, su intensidad queda muy disminuida en relación a la de los órdenes m = ±1 que son
los que, en este caso, quedan dentro de la campana principal de difracción.
Si la red es iluminada con incidencia normal, la diferencia de camino óptico (en el infinito) entre dos ra-
yos consecutivos es d sen (θ ) . Por lo tanto los máximos principales se obtienen cuando esta diferencia es
igual a un múltiplo de la longitud de onda:
d sen (θ ) = m λ ( m∈ ) (7.6)
Esta relación es la (7.3) que vimos anteriormente y se conoce como ecuación de la red para incidencia nor-
mal. Si la red se ilumina en forma oblicua, como se muestra en la Figura 7, la diferencia de camino óptico
entre dos rayos consecutivos es d sen (θ ) + d sen (θ 0 ) = d sen (θ ) + sen (θ 0 ) . Por lo tanto, los máximos
principales se obtienen cuando:
d sen (θ ) + sen (θ 0 ) =
mλ ( m∈ ) (7.7)
Como el ángulo de observación debe cumplir la condición θ < π 2 , quedarán limitados los posibles va-
lores de m , es decir, serán limitados los órdenes de interferencia observables. (Si el ancho de las líneas no
fuera suficientemente pequeño, la difracción modularía la interferencia y podrían omitirse órdenes adiciona-
les).
Otra propiedad importante de la red de difracción es que el ancho espacial de los máximos principales es
muy pequeño, lo que posibilita medir su ubicación con precisión elevada, haciendo que la red sea un instru-
mento importante para la espectroscopia.
La mayoría de las fuentes emiten radiación policromática, es decir, que consiste en una superposición de
ondas de distintas longitudes de onda. Conocer el espectro de emisión de una fuente significa determinar cuá-
les son las distintas longitudes de onda emitidas. (También deberían conocerse las intensidades correspondien-
tes.)
Si las longitudes de onda emitidas forman un intervalo continuo de valores, se dice que el espectro es con-
tinuo. Si forman un conjunto de valores discretos, se dice que el espectro es discreto. Muchas veces el espec-
tro es continuo pero con un conjunto de valores discretos de longitudes de onda que son emitidas con mayor
intensidad.
Consideremos el caso de una fuente que emite un conjunto discreto de longitudes de onda, {λ1 , λ2 ,} ,
como es el caso de la radiación emitida por átomos en estado gaseoso que han sido excitados. Si la radiación
emitida se hace incidir normalmente sobre una red de difracción, de constante 1 d , obtendremos distintos
órdenes de interferencia para las distintas longitudes de onda, cumpliéndose la relación:
Para el orden de interferencia m = 0 , el ángulo de desviación θi es el mismo para todas las longitudes de
onda, que siguen superpuestas como en el haz de radiación incidente. Pero para los demás órdenes ( m ≠ 0 ) el
ángulo de desviación es diferente para cada longitud de onda, pudiéndose, entonces, determinar qué longitu-
des de onda están presentes en la radiación.
El conjunto de los máximos de interferencia que se obtiene para m = 1 se denomina espectro de pri-
mer orden, los que se obtienen para m = 2 se denomina espectro de segundo orden, y así sucesivamente.
De la expresión (7.8) es fácil ver que para un dado orden m , si λ j > λ i , es, entonces θ j > θ i .
Además ∆θ = θ j − θ i es mayor cuanto mayor sean ∆λ = λ j − λ i y m .
Si la radiación original posee longitudes de onda muy próximas entre sí, es necesario establecer en
qué condiciones estas dos longitudes de onda cercanas podrán ser diferenciadas o resueltas. Llamemos λ1 y
λ 2 a dos longitudes de ondas muy próximas y supongamos que λ 2 > λ1 . Si trabajamos con una red que po-
see N líneas con una separación d , el máximo de interferencia en el orden m para λ1 se ubicará para una
d
desviación θ 1 , siendo: sen (θ1 ) = m . Esta línea tiene un semiancho de manera que el patrón de interferen-
λ1
d 1
cia correspondiente tendrá un cero en θ ′ > θ 1 tal que: sen (θ1 =
) m+ . Para el mismo orden m , habrá
λ1 N
d
un máximo de interferencia para λ 2 en un ángulo θ 2 > θ 1 tal que: sen (θ 2 ) = m .
λ2
λ2 1 λ
Entonces m ≥ m+ 1
d Nd
λ1
lo que implica la condición: =
R mN ≥
λ 2 − λ1
En el apunte sobre las Ecuaciones de Maxwell se demuestra que los campos eléctrico y magnético en
∂ B ∂E
el vacío verifican las ecuaciones: ∇ ⋅ E =0 ∇ ⋅ B =0 , ∇ ∧ E + = 0 , ∇ ∧ B = µ0 ε 0 .
∂t ∂t
También se demuestra que estas ecuaciones implican que el campo eléctrico verifica la ecuación de
1 ∂ 2 E 1
ondas ∇ E − 2
2
0 , siendo c =
= la velocidad de propagación. Lo mismo ocurre con el campo
c ∂t 2 µ0 ε 0
magnético.
Mostraremos, ahora, que las ecuaciones anteriores admiten una solución del tipo onda plana armónica
simple. Para esta onda, los frentes de onda son planos paralelos; es decir que la onda se propaga en una única
dirección.
Figura 1: Los frentes de onda Que la onda sea armónica simple significa que se caracteriza por una
son paralelos al plano x-y.
única frecuencia angular ω y un único número de onda k , que verifican la
relación c = ω k . Entonces, las componentes del campo eléctrico se pueden escribir en la forma:
E= ( z, t ) Ax sen ( k z − ω t ) x + A y sen ( k z − ω t + ϕ ) y + Az sen ( k z − ω t + θ ) z
Pero como la divergencia de este campo debe ser nula, resulta que:
∂ E ∂ E y ∂ E ∂ E
0 = ∇⋅E = x
+ + z = z
= k A z cos ( k z − ω t + θ ) ,
∂x ∂y ∂z ∂z
de donde Az = 0 , lo que equivale a que Ez = 0 . Por lo tanto, para las ondas electromagnéticas que estamos
( z, t ) Ax sen ( k z − ω t ) x + A y sen ( k z − ω t + ϕ ) y , por lo que el campo eléctrico
considerando, resulta: E=
es perpendicular a la dirección de propagación. Se trata de una onda transversal.
Teniendo en cuenta que las componentes del campo eléctrico no dependen de las coordenadas x e y ,
resulta que:
x y z x y z
∂ ∂ ∂ ∂ ∂E ∂E
∇∧E = = 0 0 = − y x + x y
∂x ∂y ∂z ∂z ∂z ∂z
Ex Ey Ez Ex Ey 0
∇ ∧ E =− A y k cos ( k z − ω t + ϕ ) x + A x k cos ( k z − ω t ) y
∂B
= −∇ ∧ E = k A y cos ( k z − ω t + ϕ ) x − A x cos ( k z − ω t ) y
∂t
B=
k
ω ω
k
(
− A y sen ( k z − ω t + ϕ ) x − A x sen ( k z − ω t ) y = − E y x + E x y )
El campo magnético es también perpendicular a la dirección de propagación. Verificando que
E B = 0 , se prueba que los dos campos son perpendiculares entre sí. Pero también es fácil ver que:
k k z
B=
ω
(
E y z ∧ y + E x z ∧ x =
ω
)∧E.
1
Definiendo el vector de propagación k = k z , resulta: =
B k ∧ E . Como el vector propagación es
ω
k 1
perpendicular al campo eléctrico, de la relación anterior obtenemos que: =
B = E E.
ω c
Se puede demostrar que el flujo de energía (potencia por unidad de área) asociado a la radiación elec-
( )
tromagnética está dado por el vector de Poynting S , que para el caso de una onda propagándose en el vacío
1 1
resulta=S E ∧ B . Para el caso de una onda armónica plana, =
B k ∧ E , por lo que resulta
µ0 ω
1
=
S
µ 0ω
( )
E ∧ k ∧ E . Recordando que para tres vectores cualesquiera se verifica la relación
1 2
(
A ∧ B ∧= ) ( ) ( )
C B A C − C A B , el flujo de energía de la onda armónica plana queda: S =
µ 0c
E z . La
1 2
intensidad de la onda es, entonces, I = E , por lo que será suficiente analizar el comportamiento de
µ 0c
2 2
E , que es igual a: E= ( z, t ) A2x sen 2 ( k z − ω t ) + A2y sen 2 ( k z − ω t + ϕ )
=
E2 A2x sen 2 ( k z − ω t ) + A2y sen 2 ( k z − ω t + ϕ ) ,
Como sen 2 ( k z − ω=
t) sen 2 ( k z − ω t +=
ϕ ) 1 2 , resulta:
=I
2µ0
1
c
(A 2
x + A2y )
Si bien nos interesan principalmente las ondas electromagnéticas, el concepto de polarización es apli-
cable a ondas transversales en general. Por eso, en esta parte, denotaremos la onda en la forma:
Ψ ( z , t ) = Ψ x ( z , t ) x + Ψ y ( z , t ) y
Seguimos considerando una onda armónica simple que se propaga según el eje z , por lo que:
Ψ x ( z ,=
t ) Ax sen ( k z − ω t ) ,
( z, t ) Ay sen ( k z − ω t + ϕ )
Ψ y=
Si consideramos un plano z = cte , el vector Ψ tendrá, en
un cierto instante, un módulo y una dirección (definida, por
ejemplo, mediante el ángulo α que forma con el eje x ), como
se muestra en la figura.
Si las amplitudes de ambas componentes son iguales, =A A= x A y , la dirección y el módulo del vec-
tor Ψ varían de manera aleatoria, de manera que, si pensamos en una representación gráfica como la de la
Figura 2, el extremo del vector barrerá en el tiempo el área cuadrada definida por las relaciones Ψ x ≤ A ,
Ψ y ≤ A . En estas condiciones se dice que la onda es no polarizada.
La luz natural y la proveniente de lámparas incandescentes son no polarizadas.
Consideramos, ahora, el caso en que la diferencia de fase entre las componentes Ψ x y Ψ y se man-
tiene constante: ϕ = cte . En estas condiciones, el módulo y la dirección de vector Ψ varían en el tiempo de
manera que su extremo describe una trayectoria contenida en el área delimitada por las relaciones Ψ x ≤ Ax ,
Ψ y ≤ Ay .
La forma de las distintas trayectorias posibles determina los distintos tipos de polarización. Estas for-
mas dependen fundamentalmente del valor de la diferencia de fase. La ecuación de la trayectoria se obtiene
relacionando las componentes de la onda, eliminando el tiempo:
Ψ x ( z ,=
t ) Ax sen ( k z − ω t ) , ( z, t ) Ay sen ( k z − ω t + ϕ )
Ψ y=
Ψy Ψx
= cos (ϕ ) + cos ( k z − ω t ) sen (ϕ )
Ay Ax
2
Ψ y Ψ x
− cos (ϕ ) = {
cos 2 ( k z − ω t ) sen 2 (ϕ ) =1 − sen 2 ( k z − ω t )} sen 2 (ϕ )
Ay Ax
Ψ x
2
Ψ y Ψ x
2
− cos (ϕ ) = 1 − sen (ϕ )
2
Ay Ax Ax
2
Ψ y Ψx
2 2
Ψx Ψ y Ψ
+ cos (ϕ ) − 2 sen 2 (ϕ ) − x sen 2 (ϕ )
cos (ϕ ) =
2
Ay Ax Ax Ay Ax
2
Ψy Ψx
2
Ψx Ψ y
+ −2 cos (ϕ ) =
sen 2 (ϕ ) (8.1)
Ay Ax Ax Ay
cos (ϕ ) 1,=
Si ambas componentes están en fase: ϕ = 2 n π , n ∈ , = sen (ϕ ) 0 y a partir de (1)
2 2
Ψy Ψx Ψ Ψ Ψ y Ay
2
Ψx Ψ y
resulta: + −2 0 ⇒ y− x =
= 0 ⇒ = = tg (α=
) cte > 0 .
A Ψ x Ax
Ay Ax Ax Ay y Ax
La trayectoria es una recta de pendiente positiva que pasa por el origen.
ϕ
Si las dos componentes están en contrafase: = ( 2 n + 1) π , n ∈ , cos (ϕ ) = −1 , sen (ϕ ) = 0 y,
2 2
Ψy Ψx Ψ y Ψx
2
Ψx Ψy
a partir de la ecuación (1) resulta: + +2 =
0 ⇒ + 0 ⇒
=
Ay Ax Ax Ay Ay Ax
Ψy A
= tg (α ) =
− y = cte < 0 . La trayectoria es una recta de pendiente negativa que pasa por el origen.
Ψx Ax
ϕ
Si las dos componentes están en cuadratura: = ( 2 n + 1) π 2 , n ∈ , cos (ϕ ) = 0 , sen 2 (ϕ ) = 1 y
2
Ψy Ψx
2
Si Ax ≠ Ay , la trayectoria es una elipse cuyos ejes coinciden con los ejes coordenados x − y . En el
caso particular en que Ax = Ay , la polarización es circular.
Para otro valor de la diferencia de fase, de la ecuación (1) resulta que la trayectoria es una elipse cu-
yos ejes no coinciden con los ejes coordenados. Lo anterior se cumple aun en el caso particular en que
Ax = Ay .
La velocidad de una onda plan armónica simple en el vacío es c = 1 µ0ε 0 . Si la onda penetra en un
medio material, como por ejemplo un vidrio, su velocidad de propagación será v = 1 µ ε , por lo que el
c µε
índice de refracción del material es n= = . En el rango óptico ( 400 nm ≤ λ ≤ 700 nm ) , la per-
v µ0ε 0
meabilidad de los medios materiales típicos verifica µ ≅ µ0 , por lo puede considerarse n = ε ε 0 .
Si una onda plana linealmente polarizada incide sobre una dioptra de manera que el campo eléctrico es parale-
lo al plano de incidencia, como muestra la Figura 3, el campo magnético es perpendicular al plano de inciden-
cia. Esta situación se conoce como modo E paralelo o modo TM (transverso magnético).
n1 cos ( r ) − n2 cos ( i )
RTM = ,
n1 cos ( r ) + n2 cos ( i )
2 n1 cos ( i )
TTM =
n1 cos ( r ) + n2 cos ( i )
Estas expresiones son también llamadas coeficientes de Fresnel para el modo TM.
n1 cos ( i ) − n2 cos ( r )
RT E =
n1 cos ( i ) + n2 cos ( r )
2 n1 cos ( i )
TT E =
n1 cos ( i ) + n2 cos ( r )
Si el ángulo de incidencia no es demasiado grande, en el caso n2 > n1 los coeficientes de reflexión son
negativos lo que implica un salto de fase de 180° de la onda reflejada con relación a la onda incidente.
En el modo TM existe un valor del ángulo de incidencia, llamado ángulo de polarización o ángu-
lo de Brewster, para el cual RTM = 0 y, por lo tanto, no habrá onda reflejada. Si RTM = 0 debe cumplirse
que: n1 cos ( r ) = n2 cos ( i ) . Como n1 ≠ n2 , entonces debe ser r ≠ i . Como además se cumple la ley de
Snell: n1 sen ( i ) = n2 sen ( r ) . Dividiendo miembro a miembro las expresiones anteriores resulta:
cos ( r ) cos ( i )
= ⇒ sen ( r ) cos ( r ) = sen ( i ) cos ( i ) ⇒ sen ( 2r ) = sen ( 2i )
sen ( i ) sen ( r )
Sin importar su estado de polarización, si la onda incidente incide justo con el ángulo de polarización,
la onda reflejada será linealmente polarizada con el campo eléctrico perpendicular al plano de incidencia (TE)
o paralelo a la dioptra.
Si el ángulo de incidencia de una onda, con cualquier estado de polarización, es diferente al ángulo de
polarización, como los coeficientes de reflexión toman valores diferentes, la componente paralela la plano de
incidencia del campo eléctrico no se refleja igual que la componente perpendicular, por lo que el estado de
polarización se modifica al relejarse.
Por ejemplo, si la onda incidente es no polarizada, al reflejarse sale favorecida una de las componen-
tes del campo eléctrico y la onda reflejada es parcialmente polarizada. Si la onda incidente fuera circularmente
polarizada, la reflejada será elípticamente polarizada.
Una lámina polarizadora ideal permite el paso de la onda con el 100% de su amplitud cuando está
linealmente polarizada en una dirección, determinada por la lámina, que llamaremos eje de transmisión.
Si la onda está linealmente polariza perpendicularmente al eje, la onda es completamente atenuada.
Ψ x ( z − , t=
) Ax sen ( k z − ω t ) ,
Ψ y (=
z − , t ) Ay sen ( k z − ω t + ϕ )
A la salida de la lámina se obtiene una onda polarizada linealmente, que es igual a la suma se las pro-
yecciones de las componentes de la onda incidente, según la dirección del eje de transmisión:
Ψ eje (=
z + , t ) Ax sen ( k z − ω t ) sen ( β ) + Ay sen ( k z − ω t + ϕ ) cos ( β ) ,
1 2 1
I∝ Ax sen 2 ( β ) + A2y cos 2 ( β ) + 2 Ax Ay sen ( k z − ω t ) sen ( k z − ω t + ϕ ) sen ( β ) cos ( β )
2 2
1 2 1
Ax sen 2 ( β ) + A2y cos 2 ( β )
I∝
2 2
I ∝ A2 ( sen 2 ( β ) + cos 2 ( β ) ) =
1 1 2
Si la onda es no polarizada: =
A A=
x Ay , I 0 ∝ A2 , A
2 2
⇒ I = I0 2
1 1 1 1
I Max ∝ Max Ax2 , Ay2 , I Min ∝ Min Ax2 , Ay2 , I Min ≤ I ≤ I Max
2 2 2 2
1 2 ϕ =0
Si la onda está linealmente polarizada: sen ( k z − ω t ) sen ( k z − ω t + ϕ ) =
−1 2 ϕ =
ρ
1 2 1
Entonces: I∝ Ax sen 2 ( β ) + A2y cos 2 ( β ) ± Ax Ay sen ( β ) cos ( β ) (8.2)
2 2
2
cuya dirección es la de polarización de la onda incidente, y el versor e = ( sen ( β ) ,cos ( β ) ) , cuya direc-
ción es la del eje de transmisión de la lámina, la intensidad a la salida es:
1 1 2
( )
2
I∝ A⋅e =A cos 2 (θ ) ,
2 2
donde θ es el ángulo formado por la dirección de polarización de la onda y la dirección del eje de la lá-
mina. Incorporando la constante de proporcionalidad que venimos omitiendo, resulta:
I (θ ) = I 0 cos 2 (θ ) ,
Consisten en materiales cuyas propiedades no son isótropas, es decir, que dependen de las direc-
ciones espaciales. En muchas situaciones de interés se trata de sustancias cristalinas, dónde el ordena-
miento de los átomos o moléculas define direcciones preferenciales o con propiedades diferentes.
Básicamente, la componente de la onda polarizada en una cierta dirección (fijada por la lámina)
se propaga con un índice de refracción nO (ordinario). La componente polarizada en la dirección perpen-
dicular a la anterior, se propaga con un índice de refracción nE (extraordinario).
Se cumple que nO > nE . Si las dos componentes tienen un desfasaje inicial ∆ϕo = ϕO − ϕ E , luego
de recorrer en la lámina un espesor e , el desfasaje será:
∆ϕ =∆ϕo + k ( nO e − nE e ) =∆ϕo + k ( nO − nE ) e
Para una dada longitud de onda, una lámina se llama de cuarto de onda si ( nO − nE ) e =λ 4 + mλ ,
m ∈ , o se llama de media onda si ( nO − nE ) e =λ 2 + mλ .