Interpretación de los puntajes Técnicas Psicométricas II Prof.

Miguel Fernández

Medición de constructos

Como ya se ha discutido en la asignatura, la medición de las propiedades psicológicas de los

individuos se realiza mediante el uso de instrumentos que sean capaces de cuantificar las
manifestaciones conductuales del constructo que interesa medir. Los constructos, según
Magnusson (2005), son una propiedad que poseen diferentes sujetos en cantidades distintas.

De acuerdo con Anastasi y Urbina (1998) para poder medir un constructo se necesita de una
prueba o test psicológico “que sirva de medida objetiva y estandarizada de una muestra de
conducta” (p.4). De igual forma, Martínez, et al. (2006) proponen que un test “es un instrumento
evaluativo o procedimiento en el que se obtiene una muestra de conducta de los examinados en un
dominio específico y posteriormente es evaluada y puntuada usando un procedimiento
estandarizado” (p.3). Existen cuatro escalas de medición, estas difieren en la cantidad de
información que proporcionan los números que representan las magnitudes del atributo a medir.
Los números pueden brindar estas magnitudes sobre una escala nominal, ordinal, una escala de
intervalo y una de proporción o razón (Magnusson, 2005). Las variables psicológicas se expresan en
escalas de intervalo.

Interpretación de los resultados obtenidos

Magnusson (2005) sugiere que medir rasgos humanos en la escala de intervalo ha sido un
problema que no se ha resuelto, puesto que si una persona obtiene un puntaje cero en un
instrumento de medición no puede concluirse que esta carece por completo de la capacidad que se
esté midiendo. Elosua (2011) y Magnusson (2005) establecen que es imposible realizar
interpretaciones de medidas absolutas, es decir, el resultado obtenido por este sistema de medida
no puede interpretarse en términos absolutos puesto que no posee un cero racional que indique la
ausencia del atributo. Lo que se puede hacer son comparaciones entre individuos utilizando la
variación de ellos como puntajes de medida y esto puede darse como se dijo anteriormente través
de una la escala de intervalo.

Por lo tanto, para poder hacer comparaciones entre los puntajes obtenidos se necesita un
conjunto de sujetos, esto es importante ya que resultados dados por un instrumento de medida no
poseen significado alguno por si solo por lo que la interpretación de los mismos únicamente puede
darse cuando son comparados con un grupo representativo de personas (Anastasi, 1985; Fischer y
Milfont, 2010).

Entonces, si los puntajes obtenidos por un sujeto se comparan con un grupo relevante y
comparable, el instrumento de medida puede ser utilizado para consejo, tomar decisiones o realizar
diagnósticos. Esto se encuentra asociado con lo expresado por Montero (2008) donde sugiere que
las escalas de medida de un constructo teórico pueden ser útiles para propósitos de diagnóstico.

Finalmente, en evaluación psicológica, para poder administrar un test de manera adecuada,

eficiente y ética, se debe conocer los fundamentos psicométricos que la conforman, tanto para
seleccionar los instrumentos que se van a utilizar en la evaluación de un sujeto según el propósito

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que se persiga con su aplicación, como para poder interpretar apropiadamente los resultados de su
ejecución (Aragón, 2011), es decir, es necesario determinar su confiabilidad, validez, análisis de
ítems y normas en la muestra en la cual va a ser utilizado el instrumento.

Tipos de interpretación
Por lo tanto, al aplicar un test a un sujeto y obtener un resultado numérico, se debe tener un
criterio de evaluación con el cual comparar esa magnitud. Por lo general se hace con baremos o
condiciones cuyo objetivo es asignar una calificación particular a cada número. Son las herramientas
que nos permiten saber si un resultado es alto, bajo, deficiente, óptimo, leve, severo, normal,
promedio, adecuado, desadaptativo, relevante, que requiere atención psicológica urgente,
etcétera.

Ahora bien, la interpretación que puede hacerse de un puntaje puede hacerse de dos maneras:
una basada en un contexto estadístico, tal como se explicó anteriormente, estableciendo un criterio
normativo según lo que se determina como “más frecuente” en la población donde se estandariza
el instrumento; o basada en un contexto teórico, es decir, el autor del instrumento, desde su criterio
y juicio clínico basado en la experiencia y su conocimiento con el fenómeno estudiado, puede
establecer cualitativa y arbitrariamente los puntos de corte para establecer los diagnósticos según
las puntuaciones del test. A continuación se explican estos tipos de interpretación a detalle:

a) Interpretación referida a las normas. Las puntuaciones directas o escalas a menudo son
interpretadas con respecto a distribuciones de uno o más grupos de comparación. Los percentiles,
promedios y otros estadísticos derivados en los grupos de referencia, se denominan normas. Es la
comparación con estas normas la que da sentido a las puntuaciones, ayudando a la descripción o
clasificación de los examinados.

Aragón (2011) comenta que las pruebas referidas a normas son aquellas donde una vez obtenido
un puntaje natural, crudo o bruto se transforma en puntaje típico, percentil, escalar u otro. Estos
permiten comparar la ejecución de una persona con el rendimiento de un grupo de individuos
llamado grupo normativo. Las normas es la medida de ejecución de un grupo normativo en un test
de habilidades. Generalmente es una muestra representativa de individuos con características
demográficas similares.

b) La interpretación referida a un criterio. Este tipo de interpretación es de carácter absoluto,

no requiriendo de la existencia de normas derivadas de un grupo normativo. Aunque
colectivamente se denominan referidas a criterio, pueden tomar diversas formas: pueden indicar la
proporción de respuestas correctas de un dominio, o la probabilidad de que un examinado responda
correctamente a cierto tipos de ítems; en aplicaciones con finalidad de diagnóstico, pueden indicar
la presencia de debilidades concretas en el examinado o, a veces, pueden indicar la probabilidad de
que un sujeto alcance un nivel adecuado de rendimiento en un momento futuro.

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Tipos de puntuaciones (escalas de interpretación)

Es importante señalar que los resultados de los instrumentos pueden representarse en
diferentes tipos de puntuaciones. Esto no es exactamente hablar sobre escalas nominales, ordinales
o intervalo sino que en este apartado nos referimos enteramente del número que resulta de la
aplicación del test. Este número dependerá, además de las respuestas del evaluado en sí, de la
longitud del test (cantidad de ítems) y las opciones de respuesta que tenga cada enunciado o
pregunta.

Por ejemplo, en un test de 10 ítems en donde cada uno tiene 5 opciones de respuestas que van
desde nunca (1 punto) a siempre (5 puntos), la puntuación máxima que se puede obtener si una
persona responde a todas los ítems con “siempre” es de 50 puntos, pero si el test hubiese tenido 11
ítems, la puntuación total sería de 55 puntos. Existen muchas posibilidades de puntuaciones según
el número de ítems que tenga la prueba y su cantidad de opciones, y esto hace que dichas
puntuaciones sean difícil de interpretar en un sentido macro.

Estas puntuaciones que obtenemos al sumar las respuestas del evaluado se denominan
puntuaciones crudas o brutas, que se refieren a puntuaciones que no se han procesado, es decir,
no se han convertido a otro tipo de número en el cual sea más fácil su interpretación. En otras
palabras, al obtener las puntuaciones crudas, se deben transformar a otro tipo de escala que facilite
el análisis de este resultado de manera global. Este nuevo número que obtenemos se denomina
puntuaciones derivadas que se refieren a escalas mejor conocidas, como puntuaciones z
(estándares) o puntuaciones T, CEEB, CI y percentiles, entre otros, que brindan una mejor
comprensión de los datos y permiten comparar las puntuaciones de diferentes individuos en
diferentes pruebas que midan varios constructos.