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NOCIONES GENERALES
1. Sujetos: Son todas las personas físicas o morales que intervienen, ya sea como
sujetos principales o en carácter de terceros durante la tramitación del proceso.
El actor es quien tiene un interés jurídico al ejercer la acción, ya que tiene
una pretensión en contra de otra;
El demandado, es contra quien se ejerce la acción, es del que se
pretende obtener algo y éste a la vez también tiene un interés jurídico;
El juzgador, es el órgano del estado al que se le está pidiendo su
intervención para resolver el litigio que existe entre el actor y el
demandado.
La teoría del proceso como Relación Jurídica aparece en la segunda mitad del siglo XIX,
en Alemania, y fue expuesta magistralmente por el Oscar Von Bulow, en su obra "Teoría
de las excepciones dilatorias y los presupuestos procesales" (1868). Esta teoría concibe el
proceso como una Relación Jurídica, producida entre el Estado (El Juez) y las partes
(demandante y demandado); señala Couture2 que estos sujetos procesales (Juez y las
partes) investidos de poderes determinados por la ley, actúan en vista de la obtención de
un fin. Esta relación es de carácter público y aparece desde que la persona, ejercitando su
derecho de acción, interpone una demanda solicitando se le atiendan las pretensiones
contenidas en ella (derechos subjetivos). Es también autónoma, en la medida que tiene vida
propia, y si bien debe tener correspondencia con la relación material preexistente, sin
embargo es independiente de ella, pues para que la relación jurídica procesal genere un
proceso válido deben cumplirse determinados presupuestos procesales (capacidad,
competencia, etc.). Es compleja, como bien lo refiere Alsina3 , porque comprende un
conjunto indefinido de derechos y obligaciones para cada uno de los que intervienen,
pero tendiendo todos ellos al mismo fin común: la actuación de la ley. Constituida la relación
jurídica procesal con la demanda y su notificación, es deber del juez proveer la demanda y,
de ser el caso, resolver el conflicto de intereses declarando el derecho de las partes, y el
de las partes a prestar toda la colaboración indispensable y a someterse a la actividad
común. Esta teoría fue duramente criticada, entre otros, por el procesalista alemán de
nombre James Goldschmidt, quien a través de Teoría a la que denominó de la Situación
Jurídica4 , sostuvo que dicha teoría -de la relación jurídica- era falsa. Dando sustento a su
teoría, Goldschmidt, sostuvo que el origen de las obligaciones y derechos respectivos del
juez y las partes, no puede encontrarse en la "relación jurídica procesal", pues allí donde
se indica que nacen las obligaciones de la referida relación jurídica, deberá hablarse con
exactitud de cargas procesales5 , y que la "obligación de fallar" que se atribuye al Tribunal
(juez) es como tal el deber de administrar justicia, y es una manifestación de la "relación
política" del ciudadano con el Estado. Precisa Goldschmidt6 que los presupuestos
procesales no son en realidad del proceso, son, simplemente, presupuestos, requisitos
previos de la sentencia de La teoría de Goldschmidt agregó, en mi opinión, un enfoque
relevante a la razón de la unidad del proceso; por ello es fácil advertir que la unidad del
proceso no se encuentra determinada sólo en la relación procesal, es decir, al interior del
proceso; sino que para ello, además, debe dirigirse la mirada hacia fuera y conectar dicha
relación procesal con la relación sustantiva que es su fuente y subyace al origen del
proceso; la identidad entre la relación material y la relación procesal constituye un elemento
importante que asegura al integridad del proceso y los sujetos que deben intervenir en el
mismo. Con tal elemento se puede apreciar con más nitidez y vigor la figura del
litisconsorcio, la de sustitución procesal, la de sucesión procesal, etc. Por otro lado, toma
fuerza la teoría de las cargas procesales en general, que habían permanecido solo
vinculados a la prueba; así también, el enfoque de Goldschmidt ha permitido, en mi opinión,
apreciar de un modo más amplio y claro, no solo la intervención de terceros legitimados,
sino además las exigencias que corresponden ser impuestas al demandante para asegurar
que la relación material guarde identidad con la procesal a efecto de obtener un
pronunciamiento de fondo, como es el caso de la legitimación, el interés y la posibilidad
jurídica de la pretensión del demandante (voluntad de ley), que los seguidores de Bulow
denominaron los presupuestos materiales o condiciones de la acción. Chiovenda8 expuso,
en la década del 30, el concepto de las llamadas condiciones de la acción –que algunos
autores denominan presupuestos materiales- señalando que se trata de condiciones
necesarias para que el juez tenga que declarar existente y actuar la voluntad concreta de
la ley invocada por el actor, es decir las condiciones necesarias para obtener una resolución
favorable. Agrega el citado autor –quien fuera Prof. de la U. de Roma- que si lo que se pide
es una sentencia de condena, las condiciones para obtenerla son: 1.- La existencia de una
voluntad de ley que garantice a alguien un bien, obligando al demandado a una prestación;
2.- La cualidad, es decir, la identidad de la persona del actor con la persona favorecida por
la ley y la persona del demandado con la persona obligada; 3.- el interés en conseguir el
bien por medio de los órganos públicos. Con relación a los presupuestos procesales9 , el
citado autor italiano señaló que para que pueda nacer la obligación del juez de proceder
sobre las demandas, se requieren algunas condiciones que se llaman presupuestos
procesales; ello significa no sólo que deben existir tres sujetos, esto es, uno de ellos
revestido de jurisdicción ordinaria y dos partes reconocidos por el derecho o sujetos de
derecho (capacidad para ser parte), sino que éstos, además, deben tener ciertos requisitos
de capacidad, expresados como competencia de los órganos jurisdiccionales, capacidad
procesal de las partes, capacidad para representar a otro, o de quienes acuden haciendo
uso de la figura de la sustitución procesal. La presencia de los presupuestos procesales
asegura un pronunciamiento sobre el fondo, favorable o desfavorable sobre la demanda.
Agrega Chiovenda que las condiciones de la acción son condiciones para una resolución
favorable al actor. Se puede decir entonces que, para que exista un pronunciamiento de
mérito –resolviendo el conflicto y declarando el derecho a quien corresponda-, es preciso
que concurran ambos, esto es, tanto los presupuestos procesales como las condiciones de
la acción o presupuestos materiales, verificándose con ello la existencia de una relación
jurídica procesal válida.
Los presupuestos procesales tienen que ver con la naturaleza que se le da al proceso,
entendida ésta como la relación jurídica procesal. En nuestros días la relación jurídica
procesal tiene que ver no solo con la presencia de las partes en el proceso, sino también
con la incorporación de quienes no habiendo sido emplazados como demandados, su
ausencia privaría de eficacia práctica la sentencia que se dicte, nos referimos a lo que en
la doctrina se conoce como los litisconsortes necesarios; tal figura solo es posible apreciar
de modo idóneo, observando en todo momento la identidad que debe existir entre la relación
material y la procesal, que constituye uno de los fundamentos de la teoría expuesta
magistralmente por Goldschmidt. La incorporación de otros presupuestos –adicionales a
los procesales- a efecto de asegurar la validez de la relación jurídica procesal, que se
conectan de modo directo con la relación material y que se denominan los “presupuestos
materiales”, constituye, en mi opinión, otro avance en la evolución de la teoría del proceso
como relación jurídica.
Acción.- Es el que le corresponde a toda persona, para acudir ante el órgano Jurisdiccional
a efecto de que se le atienda las pretensiones contenidas en la demanda. Este derecho
tiene que ver con el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, referida al derecho de acceso
a los órganos jurisdiccionales. - Pretensión.
La pretensión contiene o expresa el derecho subjetivo invocado por el demandante y
dirigida contra el demandado (en realidad es el derecho reconocido en la Ley, que según el
demandante le corresponde; es decir que se encuentre descrito en el derecho objetivo)
5. LITISCONSORCIO.
5.1. Noción de litisconsorcio.
La pluralidad de partes puede originarse en un litisconsorcio, de manera inicial (cuando
demandan varias o se demanda a varias personas), o posteriormente (cuando intervienen
terceros principales, pero con pretensiones comunes a las de algunas de las partes y con un
interés jurídico en los resultados de la sentencia, que podrá beneficiarlos o perjudicarlos
jurídicam ente, es decir, en cuanto a la existencia o modalidades del derecho o la relación
jurídica que reclaman, por lo cual el interviniente aporta al proceso su propio litigio para que allí
sea también resuelto) y cuando se produce una acumulación de procesos y entre algunas de las
partes de ellos existe esa misma comunidad de intereses.
Por consiguiente, existirá litisconsorcio en tres casos:
a. Cuando en un proceso hay varias personas como demandantes o demandadas.
b. Cuando concurren al proceso terceros que reúnen los requisitos indicados.
c. Cuando existe acumulación de procesos con partes distintas y exista comunidad de
pretensiones entre algunas de ellas.
En el proceso penal todos los litisconsorcios son voluntarios o facultativos, en el sentido que
acabamos de explicar, aunque pueden ser litisconsorcios forzosos y no espontáneos, en el
sentido de que no importa el factor voluntad o consentimiento de los sindicados y
procesados para verse reunidos en una misma investigación sumarial y en un mismo
proceso, sino que basta con la providencia del juez que así lo ordene (autos de detención,
llam amientos a indagatoria, auto de proceder y acumulación de procesos). Por
consiguiente, el litisconsorcio voluntario o facultativo (en el sentido que hemos explicado)
tiene perfecta aplicación en el proceso penal: varios denunciantes o querellantes del mismo
delito; varias personas que comparezcan como parte civil: varios sindicados y procesados.
La suerte de cada cual en el proceso puede ser diferente; en cuanto a los efectos de los
actos procesales que ejecuten, se aplica lo expuesto para el litisconsorcio facultativo en los
procesos civiles y laborales (véase núm. 185). No existe litisconsorcio, ni siquiera facultativo,
entre el sindicado y el ministerio público, o entre éste y la parte civil. Entre ellos existe una
relación sui generis, pues tampoco se trata de “tercerista” o de “interviniente ad
excludendum”, ni de coadyuvante (como sí ocurre en los demás procesos); el segundo es
una parte principal, imparcial y autónoma, que obra independientemente en
representación de la sociedad y como el único fin de que se haga justicia en el caso concreto.
CAPITULO II
Concepto de sujetos de la relación jurídica procesal y del proceso. Hay que distinguir los
sujetos de la relación jurídica sustancial que deba ser discutida o simplemente declarada
en el proceso (en el primer caso se tratará de los mismos sujetos del litigio), y los sujetos
de la relación jurídica procesal y del proceso. Los primeros son los sujetos titulares, activos
y pasivos, del derecho sustancial o de la situación jurídica sustancial que debe ventilarse
en el proceso (por ejemplo: el acreedor y su deudor; el propietario y el tercero poseedor del
bien reivindicado; el hijo extramatrimonial y el supuesto padre; el autor del hecho ilícito y la
víctima del mismo, etc.). Los segundos son las personas que intervienen en el proceso
como funcionarios encargados de dirigirlo y dirimirlo (jueces y magistrados como órganos
del Estado) o como partes (demandantes, demandados, terceros intervinientes, ministerio
público, sindicado o imputado). Puede ocurrir que al proceso no comparezcan todos los
sujetos de la relación jurídica sustancial, y que cuando aquél sea contencioso no
comparezcan todos los sujetos en litigio; entonces, si es jurídicamente posible dictar
sentencia de fondo (esto ocurrirá cuando se trate de litisconsorcio facultativo), ésta obligará
únicamente a quienes concurrieron al proceso; pero si se trata de un litisconsorcio
necesario, el juez no podrá decidir en el fondo por falta de integración del contradictorio y
deberá proferir sentencia inhibitoria (es un caso de incompleta legitimación en la causa).
Pero en los procesos penales nunca opera el litisconsorcio necesario, ni la sentencia
inhibitoria. Igualmente puede ocurrir que comparezcan al proceso personas que de existir
la relación jurídica sustancial o el derecho sustancial pretendido, no sean los sujetos de
éstos, porque corres penderían a otras personas, y entonces se tendrá el caso de que son
partes del proceso o relación jurídica procesal, personas que no son partes del litigio (si el
proceso es contencioso) ni titulares de la relación sustancial de cuya declaración o de cuyo
ejercicio se trata (si el proceso es de jurisdicción voluntaria). Esto puede ocurrir, por
ejemplo: cuando una persona pide que se declare que un bien pertenece a la herencia de
otra, sin que aquélla tenga el carácter de heredero; cuando se pretende la condena de una
persona a que cumpla cierta obligación, a favor de un tercero, sin representar a éste;
cuando se demanda a un tercero para que se declare al actor hijo de otra persona, en vida
del presunto padre (porque el litigio es necesariamente entre éste y el supuesto hijo), o
después de muerto el padre se pide la declaración de filiación extramatrimonial frente a un
tercero no heredero (porque la ley exige que el punto se discuta solamente con los
herederos del supuesto padre). También en los procesos penales es posible que por razón
de aparentes pruebas o de incorrecta apreciación de ellas por los funcionarios
investigadores o por los fiscales acusadores o por el juez de la causa, algunas personas
que sean totalmente ajenas a los hechos que constituyen el ilícito penal objeto de la
investigación y del proceso o juicio, resulten incorporadas como partes procesales a la
investigación previa o sumarial y al proceso o juicio; entonces ellas serán partes procesales
y sujetos pasivos de la pretensión punitiva que se les formula, pero deberá decidirse en el
fondo sobre su responsabilidad o inocencia. Y puede ocurrir que los verdaderos sujetos del
ilícito investigado (como autores o cómplices o encubridores) y que por tanto son, junto con
la víctima del ilícito o sus herederos, los sujetos de la relación jurídica sustancial penal, no
sean sujetos de la relación jurídica procesal, en ese proceso. Es decir, el concepto de
sujetos de la relación jurídica procesal o del proceso es rigurosamente formal, tanto desde
el punto de vista de jueces y magistrados como de las partes e intervinientes; son las
personas que conocen el proceso (los primeros) y que han concurrido a él (los segundos).
En cambio, el concepto de sujetos del litigio es rigurosamente sustancial.
Quiénes son tales sujetos. De lo expuesto en el número anterior se concluye que los sujetos
de la relación jurídica procesal del proceso son: a) En los procesos civiles y laborales
contenciosos: el juez o magistrado (como órgano del Estado), el demandante y el
demandado; además pueden adquirir tal carácter, los terceros que sean aceptados como
intervinientes principales o secundarios (aquéllos serán sucesores de una parte,
litisconsortes o terceristas; éstos, coadyuvantes); el primero cambia al producirse la
segunda instancia y en las apelaciones interlocutorias, y más tarde en el recurso de
casación; b) En los procesos de jurisdicción voluntaria: el juez o magistrado (como órgano
del Estado) y el peticionario o demandante (tomando este concepto en sentido amplio) y
los intervinientes; el primero cambia al producirse la segunda instancia y en las apelaciones
interlocutorias; c) En los procesos contencioso-administrativos: el juez (magistrados del
Tribunal Administrativo seccional o del Consejo de Estado), el demandante y el ministerio
público y los intervinientes, en todos los procesos; en los que se reclame indemnización a
cargo de una entidad pública, tendrá también tal carácter el representante que dicha entidad
constituya en el respectivo proceso; el primero cambia al producirse la segunda instancia;
d) En los procesos penales: el juez (como órgano del Estado), que inicialmente puede ser
el de instrucción en la etapa del sumario y el de la causa en la primera instancia del proceso
(éste cambia al producirse la segunda instancia y luego en el recurso de casación; también
puede ocurrir que el juez de la causa adelante total o parcialmente la instrucción), el
sindicado o imputado, quien es parte en el sumario, a partir de la iniciación de la indagatoria,
o antes si ha sido capturado; el ministerio público (también desde el sumario) y el ofendido
por el delito que se constituya en parte civil.
Los actos procesales de las partes se ejecutan por un motivo especial que su autor tiene o
con un fin concreto y subjetivo que persigue (que no es el fin general del proceso,
naturalmente); es decir, las partes obran impulsadas por su propio interés. En cambio, el
juez representa únicamente el interés del Estado o de la sociedad en la realización normal
de la justicia; es decir, el fin que el juez persigue (salvo que obre con mala fe o colusión) es
el mismo del proceso. Sin embargo, existe una parte que debe perseguir también el fin de
que se haga justicia en el caso concreto; es el ministerio público, en toda clase de procesos.
Este funcionario debe ser imparcial, como el juez, o violará la moral profesional y abusará
de sus funciones (lo cual es un acto ilícito sancionable, similar al del juez en los mismos
casos). Lo mismo debe decirse respecto de los fiscales instructores y acusadores; pero en
la práctica creemos que éstos actuarán con parcialidad en defensa de su acusación. El
sujeto principal de la relación jurídica procesal y del proceso, es el juez. En los procesos
civiles dominados por el criterio privatístico, que los consideraba un asunto entre
particulares y les negaba a los jueces las facultades para impulsarlo, para investigar
oficiosamente la verdad de los hechos alegados y para valorar el material probatorio
conforme a las reglas de la sana crítica, la función del juez se encontraba muy disminuida;
pero en los modernos procesos civiles (como el colombiano) se puso fin a esa situación y
se ha recuperado para el juez la posición de verdadero director del proceso y dispensador
de justicia (no de simple juez espectador, como antes ocurría). Esta posición le ha sido
reconocida y otorgada, siempre en los procesos penales; con igual razón debe serle
otorgada en los laborales, fiscales y contencioso-administrativos. De ahí que
indudablemente la justicia “es un problema de hombres, más que de leyes”, pues si fallan
los jueces se tendrá mala justicia
EL JUEZ
Funcionario público que tiene como misión juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.
Juez es una persona que esta investida por el Estado de la potestad de administrar justicia;
desde otro punto de vista, es un servidor público que desempeña una de las funciones
del Estado moderno.
El juez no puede dejar de juzgar, sea bajo el pretexto de silencio, oscuridad o insuficiencia
de las leyes, sea porque le faltan
elementos de juicio para condenar o para absolver: está prohibida la absolución de
la instancia
al juez le corresponde dirigir efectivamente e impulsarlo en formas de que pase por sus
distintas etapas con la mayor celeridad y sin estancamientos, controlar la conducta de las
partes para evitar investigar y sancionar la mala fe, el fraude procesal la temeridad y
cualquier otro acto contrario a la dignidad de la justicia o a la lealtad y probidad , procurar
la real igualdad de las partes en el proceso, rechazar las peticiones notoriamente
improcedentes o que impliquen dilaciones manifiestas ,sancionar con multas a sus
empleados a los demás empleados públicos y a los particulares que sin justa causa
incumplan sus órdenes y con pena de arresto a quienes le faltan el debido respeto en el
ejercicio de sus funciones o por razón de ellas, expulsar de las audiencias a quienes
perturben su curso como decretar oficiosamente toda clase de pruebas que estimen
convenientes para el esclarecimiento de los hechos que interesen al proceso, apreciar esas
pruebas y las promovidas por las partes , de acuerdo con su libre3 criterio ,conforme a las
reglas de la zona critica ,por último ,proferir las decisiones interlocutorias por autos y las
definitivas por sentencia.
El juez no es simple espectador del debate judicial, ni siquiera en el proceso civil y mucho
menos en los demás, sino el verdadero director del proceso y el dispensador de la justicia
de acuerdo con el derecho positivo y a nombre de la república.
En el ejercicio de su función, los jueces actúan con desinterés objetivo respecto a los
asuntos que se les planteen y han de ser imparciales e independientes.
El juez no solamente administra justicia cuando dicta sentencia (poder de decisión), sino en
todo momento del proceso en que se le pida o se le exija una resolución judicial; se
confunde, pues, este deber, con el deber de proveer, y al respecto la ley conjuga este deber,
señalando al juez cuando debe proveer, como debe proveer
y sobre que debe proveer.
Por el aspecto propiamente jurisdiccional los poderes del juez se identifican con los poderes
de la jurisdicción.
- le permite sancionar con multas a sus empleados , alos demás empleados públicos
y a los particulares que sin justa causa incumplan las ordenes que les imparta en
ejercicio de sus funciones,
-o demoren su ejecución y sancionar con pena de arresto inconmutable hasta por
5 días a quienes le falten el debido respeto en el ejercicio de sus funciones o por
razón de ellas
-ordenar la devolución de los escritos irrespetuosos para con los funcionarios ,las
partes y terceros
-expulsar de las audiencias y diligencias a quienes perturben su curso
-sancionar con multas a los empleados y representantes legales que impidan la
comparencia al despacho judicial de sus trabajadores o representantes, cuando
estos deban rendir declaración o atender cualquier otra citación que el juez les haga.
PODER DE DOCUMENTACIÓN: -
-faculta al juez para adoptar las medidas conducentes
-verificar los hechos que interesen al proceso decretando y practicando pruebas, o
llevando directamente documentos, no solo a instancia de parte sino oficiosamente
a toda clase de procesos
PODER DE EJECUCIÓN:
-permite que el proceda a cumplir coercitivamente las condenas impuestas en
sentencias y en otras providencias judiciales, para la restitución o entrega de bienes
, para la guarda de personas ,para demolición de cosas o su construcción ,para el
remate en pública subasta de bienes embargados y secuestrados , con el fin de
pagar el valor de esas condenas y también el de obligaciones emanadas de manera
clara expresa y exigible de documentos públicos o privados auténticos emanados
de ejecutar o de su causante y sin que medie providencia judicial previa de condena.
1. administrar la justicia que se les solicita sin que les valga la excusa de no encontrar ley
para el caso
3. otorgar los recursos que la ley consagra y que les sean interpuestos oportunamente
4 respetar los procedimientos y la ley sustancial.
7 actuar en todos sus actos con ética estricta e imparcialidad absoluta en el sentido de
buscar únicamente la recta justicia
8 dirigir el proceso, velar por su rápida solución, adoptando las mediad conducentes para
impedir su paralización y procurar la mayor economía ´procesal
10. Prevenir, remediar, sancionar o denunciar por los medios autorizados en la ley procesal,
los actos contrarios a la dignidad de la justicia, lealtad, probidad y buena fe que deben
observarse en el proceso, lo mismo que toda tentativa de fraude procesal
11. emplear los poderes que la ley procesal otorga para evitar nulidades y providencias
inhibitorias
12 guardar reserva sobre las decisiones que deban dictarse en los procesos
Para los simples errores de los jueces existe el principio de las dos instancias, con los
recursos ante el superior, y el muy especial de casación, dentro del mismo proceso, y el
más extraordinario de revisión con posterioridad a su terminación
-Contra la posibilidad de que el juez obre con parcialidad o mala fe, de que se exceda en
sus facultades para aplicar sanciones o de que incumpla sus deberes y se abstenga de
proveer, la ley consagra la vigilancia judicial a cargo del ministerio público, sanciones y
medidas de carácter penal y disciplinario y otras de naturaleza civil, además de las
incompatibilidades e impedimentos
También existe el Tribunal Disciplinario que juzga sus faltas que no constituyen delitos
Las faltas disciplinarias cometidas por los Jueces y Magistrados en el ejercicio de sus
cargos podrán ser muy graves, graves y leves.
Las faltas muy graves prescribirán a los dos años, las graves al año y las leves a los seis
meses.
El plazo de prescripción de las faltas disciplinarias comenzará a contarse desde que la falta
se hubiera cometido. No obstante,el plazo de prescripción se iniciará a partir de la firmeza
de la sentencia o de la resolución dictada por el Consejo General del Poder Judicial que
declare la responsabilidad civil del Juez o Magistrado.
La prescripción se interrumpirá desde la fecha de notificación del acuerdo de iniciación del
procedimiento disciplinario o, en su caso, de las diligencias informativas relacionadas con
la conducta investigada del Juez o Magistrado.
5. Las acciones y omisiones que hayan dado lugar, en sentencia firme o en resolución firme
dictada por el Consejo General del Poder Judicial, a una declaración de responsabilidad
civil contraída en el ejercicio de la función por dolo o culpa grave
10. El abandono de servicio o la ausencia injustificada y continuada, por siete días naturales
o más, de la sede del órgano judicial en que el juez o magistrado se halle destinado.
16. La comisión de una falta grave cuando el juez o magistrado hubiere sido anteriormente
sancionado por otras dos graves, que hayan adquirido firmeza, sin que hubieran sido
canceladas o procedido la cancelación de las correspondientes anotaciones, conforme a lo
establecido en el artículo 427 de la LOPJ.
4. Corregir la aplicación o interpretación del ordenamiento jurídico hecha por los inferiores
en el orden jurisdiccional, salvo cuando actúen en el ejercicio de la jurisdicción.
9. El abandono del servicio o la ausencia injustificada y continuada por más de tres días
naturales y menos de siete de la sede del órgano judicial en que el juez o magistrado se
halle destinado.
15. La abstención injustificada, cuando así sea declarada por la Sala de Gobierno, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 221.3 de la LOPJ.
16. Adoptar decisiones que, con manifiesto abuso procesal, generen ficticios incrementos
del volumen de trabajo en relación con los sistemas de medición fijados por el Consejo
General del Poder Judicial.
18. La comisión de una falta de carácter leve habiendo sido sancionado anteriormente por
resolución firme por otras dos leves sin que hubieran sido canceladas o procedido la
cancelación de las correspondientes anotaciones, conforme a lo establecido en el artículo
427 (sobre cancelación anotación falta).
4. Corregir la aplicación o interpretación del ordenamiento jurídico hecha por los inferiores
en el orden jurisdiccional, salvo cuando actúen en el ejercicio de la jurisdicción.
9. El abandono del servicio o la ausencia injustificada y continuada por más de tres días
naturales y menos de siete de la sede del órgano judicial en que el juez o magistrado se
halle destinado.
15. La abstención injustificada, cuando así sea declarada por la Sala de Gobierno, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 221.3 de la ley Orgánica del Poder Judicial.
16. Adoptar decisiones que, con manifiesto abuso procesal, generen ficticios incrementos
del volumen de trabajo en relación con los sistemas de medición fijados por el Consejo
General del Poder Judicial.
18. La comisión de una falta de carácter leve habiendo sido sancionado anteriormente por
resolución firme por otras dos leves sin que hubieran sido canceladas o procedido la
cancelación de las correspondientes anotaciones, conforme a lo establecido en el artículo
427 (sobre cancelación de anotación).
Marco legal
Artículo 143.- Órganos Jurisdiccionales El Poder Judicial está integrado por órganos
jurisdiccionales que administran justicia en nombre de la Nación, y por órganos que ejercen
su gobierno y administración.
Artículo 158.- Ministerio Público (…) Los miembros del Ministerio Público tienen los mismos
derechos y prerrogativas y están sujetos a las mismas obligaciones que los del Poder
Judicial en la categoría respectiva. Les afectan las mismas
ROF de la OCMA
LA OCMA
La Oficina de Control de la Magistratura (OCMA), tiene como una de sus principales
funciones, realizar de oficio, por mandato de la Sala Plena de la Corte Suprema, del Consejo
Ejecutivo o del Presidente de la Corte Suprema, inspecciones e investigaciones en la Corte
Suprema, Cortes Superiores, Salas, Juzgados Especializados y Mixtos, del mismo modo
en relación con la conducta funcional de Magistrado. (art. 105 LOPJ). Detectar
irregularidades que atenten contra la eficacia y correcta prestación del servicio de justicia
(ROF)
ESTRUCTURA DE LA OCMA:
Jefe de la OCMA, vocal supremo titular, es elegido para un período de tres años. Tiene la
función de abrir proceso disciplinario a los jueces de todos los niveles (excepto los jueces
supremos). Puede imponer sanciones de amonestación, multa, suspensión y pedir al CNM
la destitución de un magistrado encontrado responsable de una inconducta funcional.
También existen las ODECMAS, a cargo de un juez superior de un Distrito Judicial, que
tiene funciones para abrir procesos e iniciar investigaciones sobre quejas y denuncias.
QUEJA VERBAL: Es la efectuada cuando se requiere una acción inmediata, en ese caso
se realiza personalmente ante la Oficina de Quejas Verbales de la OCMA (Lima) o ante el
personal encargado de las quejas verbales en las ODECMAs en provincias.
RESPONSABILIDAD PENAL
La responsabilidad penal de los jueces está contemplada expresamente por los Códigos
Penales para los casos de:
peculado,
concusión
cohecho
negociaciones incompatibles con el ejercicio de las funciones públicas
prevaricato,
abuso de autoridad
ejercicio de la profesión como mandatarios, aunque se hallen en uso de licencia,
asesoramiento de las partes litigantes
intervención en directorios políticos,
violación de la reserva del sumario,
abstención de dar noticia de delitos perseguibles de oficio,
utilización en provecho propio o ajeno de inventos o descubrimientos científicos que
conozcan en razón de su cargo después de haberse posesionado el reemplazo.
RESPONSABILIDAD CIVIL:
Pero nos parece indiscutible que no hace falta ley que la consagre y que la jurisprudencia
debe reconocerla, mediante proceso ordinario seguido ante los jueces civiles, pues la
jurisdicción contencioso-administrativa no conoce de tales demandas.