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La Naturaleza del Conocimiento Científico

Parece absurdo para nosotros hoy en día que la gente una vez pensaba que la tierra era plana. ¿Quién
fue posible de pensar de que nuestro planeta era un disco grande con estrellas y los cielos arriba y
piedras, raíces y otras cosas abajo? Pero esto era la vista dominante de la tierra en gran parte del
mundo antes del Sigo II AEC (Antes de la Era Común), a pesar de que los detalles se diferenciaban
de cultura a cultura. Y no fueron los exploradores que navegaron alrededor del mundo que finalmente
abandonaron esa idea, pero la acumulación de evidencia mucho mas antes que esto.
Filósofos griegos se referían a una tierra esférica tan temprano como el siglo VI AEC: observaron de
que la luna aparecía como una esfera y por ende infirieron de que la tierra podría ser también esférica.
Doscientos años después, el siglo IV AEC, el filosofo griego Aristóteles observó de que la sombra de
la tierra en la luna durante un eclipse lunar siempre es curveado, y así mismo proveyendo la primer
evidencia de que la tierra era esférica. En el siglo III AEC, el matemático Eratóstenes observó de que
al mediodía en el solsticio de verano en la ciudad antigua en Egipto llamada Syene, el sol estaba
directamente arriba ya que objetos no tenían sombra. Eratóstenes era de Alejandría, Egipto, unas 500
millas (800 kilómetros) al norte y sabia de que una torre alta dejaba una sombra en la ciudad al mismo
tiempo durante el solsticio de verano. Utilizando estas observaciones y medidas de longitud de sombra
y distancia, infirió de que la superficie de la tierra es curveada y calculó una estimación casi exacta de
la circunferencia de la tierra (Figura 1). Algunos años después, el geógrafo griego Strabo agregó a
esta evidencia cuando observo que marineros vieron objetos distantes moverse hacia abajo en el
horizonte y desaparecer al alejarse de ellos. El propuso de que esto era porque la tierra era curveada
y esos marineros no solamente se desplazaban mas lejos de esos objetos, pero también siguiendo
una trayectoria curveada alrededor del planeta que navegaban.
Aristóteles, Eratóstenes y Strabo no se llamaban científicos, pero sin embargo utilizaban el proceso de
la ciencia al realizar observaciones y proveyendo explicaciones de esas observaciones. Por ende,
sabíamos de que la tierra era esférica mucho antes de que los hombres de Fernando de Magallanes
navegaran alrededor de todo su contorno en el año 1522 o antes de que los astronautas del Apollo 8
enviaran fotos de la tierra desde el espacio en 1968 (Figura 2), documentando su forma esférica. De
hecho, esos astronautas tenían que estar absolutamente seguros de que la tierra era una esfera que
rotaba, orbitando el Sol, o si no, no hubiesen sido capaces de entrar en órbita. Es la naturaleza de la
ciencia y el conocimiento científico que les dio esa seguridad y entender la diferencia entre
conocimiento científico y otros tipos de conocimientos es crítico para entender la ciencia en si.
Objetividad del conocimiento científico
En este trabajo nos hemos propuesto indagar lo que se ha considerado manifiestamente objetivo en el
conocimiento científico. Como cuestión previa, nos parece conveniente aclarar cuanto al término objetivo se
refiere. En primer lugar, y es cosa del lenguaje común, objetivo es la calidad que corresponde al objeto, luego es
a éste al que hay que mirar para esclarecer cuanto a lo objetivo se refiere.

La cuestión no es tan fácil porque, no sólo el vocablo objeto tiene diferentes acepciones en la actualidad, sino
que ha cambiado radicalmente a lo largo de la historia del pensamiento occidental. Hoy se estima de cuatro
modos distintos la palabra objeto: primero, como aquello que se percibe con los sentidos; en segundo lugar,
como lo que sirve de asunto al ejercicio de las facultades mentales; en tercero, como fin o intento de nuestras
actividades; y en cuarto, como materia y sujeto de una ciencia.

Podemos percatamos claramente de que al referirse tanto a lo que perciben los sentidos como a lo que sirve de
asunto al ejercicio de las facultades mentales, la palabra objeto está indicando algo independiente de la
conciencia, que en un caso pertenece al mundo real, puesto que los sentidos lo recogen; y en el otro puede
corresponder al ideal, ya que las llamadas facultades –pensar, sentir y querer– actúan apuntando lo mismo para
una esfera que para la otra. En ambos modos, sin embargo, la dirección de la relación cognoscitiva se establece
del objeto al sujeto. Pero cuando el objeto es considerado como el fin o intento de nuestras actividades, así
como cuando se le estima como materia y sujeto de una ciencia, la trayectoria de aquella relación es inversa, y
va del sujeto al objeto.

Si nosotros consideramos el conocimiento científico como un saber buscado y metódico, no espontáneo y


menos caprichoso e improvisado, podemos convenir que son las acepciones tercera y cuarta las que se ajustan
mejor a lo que ha de ser el objeto de la ciencia. En efecto, el conocimiento científico es marcadamente finalista,
y a su fin –que es su objeto– se dirigen nuestras actividades, constituyendo ese contenido objetivo la materia o
sujeto de la ciencia.

Por eso hablar de la objetividad del conocimiento científico pudiera parecer redundante, puesto que si es
científico, es obvio que debe ser objetivo, [22] es decir, que debe buscar un fin, para lo que desarrolla las
actividades mentales, y que el conocimiento de ese fin constituye su materia o contenido.

Hay algo, pues, que categoriza al conocimiento científico: su fin u objeto. Y, lo que es de suma importancia, del
esclarecimiento de este fin, y de su contenido en la materia del conocimiento, depende la validez objetiva de la
ciencia, y por ello, su aceptación pública.

Un problema a plantear inmediatamente sería el de si ese fin u objeto de la ciencia posee caracteres propios, que
lo hacen inaprehendible a un conocimiento que no sea científico, o si es mera cuestión metodológica y el objeto
de la ciencia no posee caracteres peculiares.

Antes de tratar de resolver este problema, que nos parece fundamentaldentro del tema que estamos tratando,
insistiremos en decir que, indagar por la objetividad del conocimiento científico, es preguntarnos por la ciencia
misma, por lo que esta cuestión está enraizada con los problemas fudamentales de la filosofía desde los tiempos
más prematuros, desde los tiempos en que aparece, en un período antropológico la distinción entre el objeto y la
percepción. La madurez de los pensadores sofistas puso de manifiesto su diferencia, y trajo como consecuencia
el subjetivismo y relativismo epistemológico.A partir de entonces se tuvo que pensar, necesariamente, en qué
consistía lo objetivo dentro del conocimiento; es decir, cuáles eran los contenidos que realmente le
correspondían al objeto en el saber de ese objeto. Si no existían esos contenidos, o si no era posible
establecerlos, como pretendían los sofistas, el conocimiento científico, como válido por el objeto mismo,
resultaba inalcanzable. Llevada esta imposibilidad al plano de los conceptos éticos, se concluía, necesariamente,
que ciencia y moral resultaban nulas.
*LA CONSISTENCIA DE LA LÓGICA:

Siendo la Lógica una ciencia aplicable a todas las ciencias, la primera aplicación de la Lógica debiera ser sobre
si misma. Y así, si se afirma que mediante la Lógica es posible alcanzar el conocimiento de la verdad o realidad,
entonces mediante la Lógica debe ser posible demostrar que tal aseveración es verdadera...

Razonamiento: Sobre la consistencia de la Lógica


I. El primer paso: Lo iniciamos a partir de la siguiente implicación lógica válida: {SI(If) [Existen dos
conclusiones lógicas válidas con sentidos opuestos ó contrarios], entonces [La ciencia Lógica No es consistente
con la "verdad" ó "realidad"]}. Luego, comprobamos que ambas premisas son "equivalentes", y entonces resulta
que obtenemos como segunda implicación lógica válida la siguiente: {SI(If) [La ciencia Lógica No es
consistente con la "verdad" ó "realidad"], entonces [Existen dos conclusiones lógicas válidas con sentidos
opuestos ó contrarios]}.
II. El segundo paso: Como las premisas {Si(Yes)[P]} y {No[Q]} de ambas implicaciones lógicas son
"hipotéticas" (no observadas ni demostradas), no son de aplicación las inferencias de este paso, y en
consecuencia se pasa al siguiente.
III. El tercer paso: Este paso consiste en comprobar las cuatro posibilidades prescriptas, que en cada caso
conduce a su definición.
1. Caso de falsedad de la afirmación del consecuente: No es del caso, pues ninguna de las afirmaciones de las
premisas consecuentes se demostró falsa.
2. Caso de falsedad de la negación del consecuente: No es del caso, pues ninguna de las negaciones de las
premisas consecuentes se demostró falsa.
3. Caso del absurdo de la negación del consecuente: No es del caso, pues ninguna de las negaciones de las
premisas consecuentes, resultó un absurdo.
4. Caso final: Dado que ninguna de las dos negaciones de las premisas consecuente resultó un absurdo, ni se
demostró falsa por un razonamiento válido anterior, entonces la negación de ambas premisas antecedentes
{No[P]} resultan ser indefectiblemente verdaderas. Luego, las conclusiones obtenidas del presente
razonamiento son: Es indefectible "verdad" que [No existen dos conclusiones lógicas válidas con sentidos
opuestos o contrarios]. Y es indefectible "verdad" que [La ciencia Lógica es consistente con la "verdad"
ó "realidad"].

NOTA: Visto el razonamiento efectuado y las implicancias de sus conclusiones, se comprenderá el por qué de
la afirmación que la ciencia Lógica es el mayor logro intelectual alcanzado por el hombre... Y quien esto lea,
primero se preguntará por el motivo o la causa que hizo que el mayor logro intelectual que el hombre pudo
alcanzar hace más de veintitrés siglos, sea desconocido en la actualidad por la gran mayoría de la gente.
Después, seguramente pondrá en duda la veracidad de los conocimientos a los que ahora accede, y también
intentará demostrar, aplicando la misma "medicina" del razonamiento, que la ciencia Lógica resulta
inconsistente con la verdad o realidad. Eso, sería un saludable ejercicio mental, y sencillo de realizar, ya que
para derrumbar el mayor logro intelectual que se mantiene en pie desde hace más de veintitrés siglos, bastaría
con encontrar dos conclusiones lógicas válidas con sentidos opuestos, o bien una conclusión válida que se
demuestre falsa ante una realidad observada.
Claro que a poco que se indague, se comprobará que la ciencia Lógica y otros conocimientos "sensibles", se
mantienen ocultos evitando que la Humanidad acceda al conocimiento de la verdad. Y si se oculta información
"sensible" (desde hace tanto tiempo), es porque quienes la ocultan (desde hace tanto tiempo), no pudieron
refutarla (desde hace tanto tiempo); ya que si alguien hubiese conseguido refutarla (después de tanto tiempo),
entonces lo habría anunciado (... de inmediato).
VALIDEZ ACORDE A LA EVIDENCIA

Con este título nos referimos a la relación que existe entre las teorías científicas y el mundo real
que tratan de explicar. ¿Qué relación existe entre estas dos esferas?.

Distinción entre realismo vs. Instrumentalismo.

El realismo sostiene que las teorías explican lo que es realmente el mundo. Conlleva la idea de
verdad, ya que la ciencia aspira a dar descripciones verdaderas de lo que realmente es el mundo.
En este sentido el mundo es independiente de nuestro conocimiento teórico sobre él. La verdad es
entendida como una correcta definición de la realidad. Parten de la teoría de la verdad como
correspondencia con los hechos –una frase sería verdad si se corresponde con los hechos,
por ejemplo el bolígrafo esta encima de la mesa-.

El instrumentalismo sostiene que las teorías son meros instrumentos que nos permiten
relacionar un conjunto de cosas observables con otro conjuntos de cosas observables. Para ellos
el componente teórico no describe la realidad. No parten del concepto de realidad, sino de
utilidad. Se les critican dos aspectos (a) la distinción que hacen entre entidades teóricas y
observables, y (b) si piensan que las entidades son ficticias, ¿cómo explican que conduzcan a la
predicción de fenómenos nuevos reales?
Solución de Problemas

Diariamente es necesario enfrentar problemas y conflictos a los cuales se les deben encontrar
soluciones aceptables de acuerdo al contexto. El proceso de solucionar problemas implica una
serie de capacidades y habilidades del pensamiento que es importante desarrollar y evaluar en la
preparación académica.

La resolución de problemas es una actividad cognitiva que consiste en proporcionar una


respuesta-producto a partir de un objeto o de una situación.

Una de las capacidades más importantes en la resolución de problemas es la de hacer preguntas


que permitan surgir de un conflicto y sortear la dificultad, algunas preguntas pueden servir para
identificar el problema, otras para buscar alternativas, etc. Es posible preguntarse: ¿qué es lo
que hace problemática esta situación? ¿qué me falta por saber? ¿cuántos problemas están
involucrados? ¿cuál voy a intentar resolver? ¿qué es lo que no funciona? ¿cuáles son las
alternativas que se pueden tomar? ¿qué conozco sobre este tema? ¿por dónde puedo empezar
para que sea más fácil? etc.

Capacidades de los alumnos que son susceptibles de evaluarse:

• Capacidad para identificar problemas.

• Definición y representación de los problemas con precisión. Es posible que propongan


diversas definiciones de problemas, y en consecuencia, que se ofrezcan soluciones diferentes.

• Explorar posibles estrategias. Entre mayor sea el número de alternativas propuestas, hay más
posibilidades de encontrar la más adecuada. Descomponer un problema complejo en varios
problemas que sean más manejables.

• El profesor-facilitador también podrá evaluar las inconsistencias en los argumentos de las


propuestas.

• Actuar con esas estrategias. Llevar a cabo las estrategias para así conocer sus consecuencias.

• Observar los efectos de la o las estrategias utilizadas: Se trata de poner atención a las
consecuencias o efectos favorables o desfavorables que pudo haber sucedido según las
estrategias utilizadas en la solución del problema.
El hallazgo
Llevó más de cuarenta años dar con el famoso bosón de Higgs. Durante casi medio siglo nadie logró
detectarlo, pero muchos físicos estaban convencidos de que, o bien esta partícula existía, o bien la
Física estaba equivocada y había que tirar los libros a la basura. El motivo es que esta partícula era lo
que la ciencia necesitaba para explicar cómo y por qué la materia tiene masa, y que, si no existía,
era porque la Física tenía un problema en los mismísimos cimientos. Una vez descubierta, y quizás
recordando los miles de quebraderos de cabeza y las horas de sueño que robó el bosón de Higgs, el
físico Leon Lederman la bautizó como la «Goddam particle» (la partícula puñetera). Pero su editor
prefirió abreviar el nombre a «God particle». Y así el bosón de Higgs pasó a ser, nada menos, la
partícula de Dios.

Pero lo cierto es que si Dios fuera el creador de la Física, seguramente no solo se quedaría con una
partícula. Actualmente tiene un amplio repertorio de partículas para explicar cuatro interacciones o
fuerzas fundamentales de la Naturaleza: la interacción nuclear fuerte, la nuclear débil, la
electromagnética y la gravitacional. Todas ellas bastan y sobran para explicar el comportamiento de la
Naturaleza visible, y constituyen el Modelo Estándar de la Física. Sin embargo, dos recientes
investigaciones, y un cada vez más animado debate entre los físicos de partículas, indican que la
ciencia podría estar acercándose al descubrimiento de una quinta fuerza de la naturaleza. Ella podría
ser la pieza que falta para explicar una de las cosas que los físicos aún no saben cómo funciona: la
materia oscura.

«Descubrir la quinta interacción sería uno de los mayores descubrimientos de la Física en los
últimos 50 años» ha explicado Antonio Delgado, profesor de Física en la Universidad de Notre Dame
(Indiana, EE.UU.) y profesor asociado del Instituto de Física Teórica (UAM-CSIC). «Esto cambiaría
nuestra forma de entender la física de partículas».

Al igual que ocurrió con el bosón de Higgs al principio, los científicos sospechan de la existencia de
una nueva partícula, cuyo hallazgo, no solo se traduciría en un Premio Nobel, en opinión de Delgado,
sino también en la posible comprensión de la materia oscura: «La materia oscura es algo que no
podemos explicar dentro del Modelo Estándar. Por observaciones gravitacionales pensamos que en
el Universo hay más materia de la que en realidad vemos. Así que pensamos que tiene que haber una
partícula o varias partículas que no hemos podido producir en el LHC y que explicarían la materia
oscura».

La historia de esta nueva partícula comenzó en enero de este año, cuando un artículo publicado en la
revista «Physical Review Letters» por científicos de Debrecen, Hungría, informó de una rara
anomalía en una reacción nuclear. Después de repetir los experimentos varias veces y de tomar
todo tipo de precauciones, sugirieron que detrás de ese raro fenómeno podía estar un nuevo tipo de
partícula: el bosón ligero.
Proyecto científico

El conjunto de planes, ideas y acciones que deben desarrollarse de forma coordinada para alcanzar
una meta recibe el nombre de proyecto. Científico, por otra parte, es un adjetivo que menciona lo
vinculado a la ciencia (la agrupación de métodos, procedimientos y técnicas para generar
conocimientos objetivos).

Estas dos definiciones nos aproximan a la noción de proyecto científico, que supone una
organización de pautas para la producción de conocimientos de tipo científico. Cuando un
especialista en una determinada ciencia planea desarrollar una investigación, genera un proyecto
científico.

Es importante saber que cuando hablamos de proyecto científico tenemos que tener en cuenta que
este puede ser de varios tipos. Así, los expertos en la materia establecen que este se divide en las
siguientes modalidades:
-Proyecto de evaluación.
-Proyecto de desarrollo tecnológico.
-Proyecto de investigación-acción.
-Proyecto de intervención.
-Proyecto de investigación.

Lo que hace el proyecto científico es establecer las pautas de trabajo. En él, el científico planteará
su hipótesis y detallará qué pasos seguirá para demostrarla. A medida que avanza con su trabajo,
deberá registrar sus conclusiones para que otros especialistas estén en condiciones de cotejar y
validar sus conclusiones.

Tomemos el caso de un investigador que, ante la contaminación del medio ambiente, se propone
desarrollar un nuevo tipo de vehículo que no utilice combustibles fósiles y que, por lo tanto, resulte
amistoso con el planeta. Este investigador, de este modo, desarrolla un proyecto científico para
diseñar un automóvil que se desplace gracias a la energía solar.

Los proyectos científicos se desarrollan a partir de la aplicación del método científico, que señala
los pasos a seguir para producir conocimientos de tipo científico. El experto debe identificar un
problema (en nuestro ejemplo anterior, la contaminación que producen los vehículos tradicionales),
proponer una solución (la creación de un nuevo vehículo que no contamine), comprobar la validez de
su propuesta (si el vehículo que ideó funciona, no contamina, es seguro, etc.) y presentar sus
conclusiones.

Dentro del ámbito educativo, cobra especial importancia el término proyecto científico. Y es que,
debido a que cada vez se fomenta más en las aulas la participación y la acción frente al estudio
memorístico, muchos son los profesores que apuestan porque sus alumnos desarrollen trabajos de
ese tipo para así aprender, mediante la práctica, una asignatura o temática en cuestión.
Cómo hacer un árbol de problemas:

Hay muchos métodos y metodologías que toman como base la analogía hacia el árbol. El árbol de
problemas y el árbol de objetivos son ejemplo de ello. En esta ocasión tratamos el primero de ellos.
Es el tema de hoy para la gestión del negocio con Ingenio Empresa.
Otros post de la metodología de marco lógico:
Qué es el árbol de problemas
También conocido como método del árbol, técnica del árbol de problemas, análisis situacional o
análisis de problemas, esta herramienta nos permite mapear o diagramar el problema. La estructura
de un árbol de problemas es:
 En las raíces se encuentran las causas del problema
 El tronco representa el problema principal
 En las hojas y ramas están los efectos o consecuencias
Es una forma de representar el problema logrando de un vistazo entender qué es lo que está
ocurriendo (problema principal), por qué está ocurriendo (causas) y que es lo que esto está
ocasionando (los efectos o consecuencias), lo que nos permite hacer diversas cosas en la
planificación del proyecto, como verás a continuación en las ventajas.

CAUSAS Y EFECTOS

Uno de los temas importantes en la formulación de los proyectos es la definición del problema y los
objetivos del mismo; pero en nuestro medio es poco tratado, dado que no se cuenta con una metodología
estandarizada. Para ello, el árbol causa y efectos se presenta como una técnica apropiada en esta labor.
Utilizada, mayormente, en los proyectos de carácter social, la cual recogemos para adaptarlo a los
proyectos de carácter privado por su facilidad en su elaboración y por la lógica que podemos encontrar
para la inversión.

Para una mejor comprensión de la metodología lo analizaremos mediante un ejemplo:

DEFINIR EL PROBLEMA

Lo primero que debemos establecer es el problema que el proyecto pretende solucionar, expresado en
necesidades insatisfechas y/o oportunidades no aprovechadas. Es recomendable que el problema no se
exprese como la falta de una solución, ya que no se contaría con otras alternativas para su análisis. Por
ejemplo, no es correcto definir el problema siguiente: "Falta de equipos de cómputo en el departamento
de personal de la empresa", ya que los equipos son una alternativa de solución a un problema distinto,
que puede ser: "limitado manejo de la información del personal de la empresa".

Así mismo, es importante usar verbos adecuados en la definición de problema y tener mucho cuidado en
términos como carencia, falta, etc.

CAUSA DEL PROBLEMA

Una vez definido el problema, se procederá a identificar las causas directas e indirectas que lo generan,
eliminándose aquellas que están fuera del alcance del proyecto, por ejemplo algunos sucesos externos
que pueden estar presentes.
en caso de no ejecutarse el proyecto. En forma similar, se tiene que identificar los efectos directos e
indirectos según su relación con el problema.

Si se superponen ambos esquemas obtenemos el árbol causas y efectos, donde se muestra de una
manera lógica lo que se pretende modifica (Véase fig. N° 1)

EL ÁRBOL DE MEDIOS Y FINES

En base del árbol causa y efectos, se construye el árbol de medios y fines de una manera opuesta y
positiva, obteniéndose a partir de ello los objetivos del proyecto (Veáse fig. N° 2)

Los objetivos específicos son lo opuesto de las causas directas.

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