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Características radiculares

En lo referente al conducto radicular así como la cámara pulpar, la anatomía


interna sigue la anatomía externa. De esta forma en una raíz achatada, el
conducto también se presenta achatado. Por lo tanto es importante destacar
que existe una tendencia a la circularidad apical, es decir en una raíz achatada,
el conducto tiende a presentarse circular en la medida que seguimos en
dirección apical.

Histológicamente es posible dividir el conducto en dos conos truncados unidos


en su vértice. Uno de ellos es largo con diámetro mayor hacia la cámara pulpar,
denominado cono dentinario. El otro es corto y mide 0.5 a 3 mm, abriéndose
hacia la región apical, denominado cono cementario. La unión de los dos conos
yuxtapuestos recibe el nombre de limite cemento-dentina-conducto (CDC) y se
encuentra en un promedio de 0,5 a 0,75 mmm del ápice anatómico dental.
El conducto dentinario representa la casi totalidad del ducto radicular y abriga
el tejido pulpar. Esta dentro de los límites en los que el endodoncista debe
trabajar.
Su diámetro tiende a disminuir con la edad debido a la constante disposición de
dentina.
El conducto cementario aumenta de diámetro con el transcurrir del tiempo,
debido a la continua deposición de nuevas capas que respetan el trayecto del
eje vascular nervioso, es decir, que se depositan en abanico. Abriga en su
interior un tejido conjuntivo denominado erróneamente muñon pulpar que
posee características tanto del ligamento periodontal como del tejido pulpar,
razón por la cual está exento de odontoblastos.
En la terapia endodontica, el profesional no debe intervenir en el conducto
cementario, ya que es a partir del tejido que lo recubre que tendremos el inicio
de tan ansiada reparación fisiológica pos tratamiento endondontica, que es
constatada microscópicamente por la deposición del cemento en torno forma
apical.
El conducto radicular puede presentar ramificaciones que son vías de
comunicación entre la pulpa y el ligamento periodontal. Se forman cuando un
área localizada en la vaina radicular se fragmenta antes de la formación
dentinario y es entonces cuando los vasos sanguíneos se quedan aprisionados
en la vaina epitelial.
Las ramificaciones pueden ser grandes o pequeñas, únicas o múltiples y
pueden producirse en cualquier punto de la raíz, pudiendo ser observadas en
cortes histológicos o en dientes que se vuelven diáfanos pero con mayor
dificultad, a través de radiografías.
Dependiendo de las ramificaciones reciben diferentes denominaciones:
Conducto principal: aloja a la pulpa radicular desde el tercio apical
Conducto lateral: ramificación que va desde el conducto principal hasta la
superficie externa del diente
Conducto secundario: salen directamente del conducto principal en dirección
del periodonto apical y se ubican siempre en el tercio apical.
Interconducto: pequeño conducto que comunica los conductos principales
entre si o uno principal y uno bifurcado.
Recurrente: salen del conducto principal, sigue un trayecto independiente y
llega a desembocar en el conducto principal antes de alcanzar el tercio apical.
Accesorio: se deriva del conducto secundario y alcanza el cemento radicular.
Colateral o bifurcado: corre paralelamente al conducto principal pudiendo
alcanzar independientemente el ápice.
Delta apical: terminaciones múltiples del conducto principal determinado la
aparición de múltiples foraminas en sustitución del foramen único. Estas
ramificaciones son más frecuentes en el tercio apical, menos numerosas en el
tercio medio y más raras en el tercio cervical.

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