Vous êtes sur la page 1sur 6

2 Timoteo 2:19; Conoce (Ginosko, conoce el Señor absolutamente), apartese( afistemi,

estar apartado o apostatar), iniquidad (adikia de la maldad, de todo lo que no es recto o


correcto), que invoca (que se hace llamar, que se nombra)

¿Qué más Él pudiera decir si ya todo lo ha dicho?, Deje que esta frase resuene en su
mente. Uno pudiera hacerse muchas otras preguntas acerca de la Biblia como por
ejemplo hebreos, Jonás, adolescencia de Jesús, el mal de Pablo, año de su venida, que
música utilizar. La suficiencia e inerrancia de las escrituras, confiamos en la
providencia del Señor.

Todo está relacionado con lo que uno busca cuando lee y escucha, ¿acaso Dios debió
darle más detalle sobre la traición de alguien que usted confiaba?, ¿sobre una
enfermedad o un cáncer agresivo o incurable?, ¿Su pecado más persistente?, ¿una
discapacidad?, ¿el propósito de su vida?, ¿la injusticia, lo violento del estado?, ¿su
situación familiar?, ¿su matrimonio?, ¿su trabajo?. Él no necesitaba decir nada más-

Conoce el Señor a los que son suyos, a los santos, esclavos, apartados del mal. Dios nos
dice: “Ustedes son míos”, ustedes me pertenecen”. Dios ve personas comunes y
corrientes santas, el ser santo no tiene que ver con un logro espiritual, con una racha de
lectura y oración, tiene que ver con que tú sepas tu posición en Cristo.

Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
para posesión de Dios , a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable; 1 Pedro 2:9

Nuestro redentor es él que logra esa santidad, no es por nuestras obras, el logra todo lo
extraordinario. Dios lo llama a usted “santo” no para que lo tenga como una medalla de
honor que usted se ha ganado, sino que Dios nos llama santos para identificar su
posesión. Cuando nosotros comprendemos la realidad de nuestra posición en Cristo,
podemos tomar decisiones diferentes, cuando nosotros comprendemos nuestra
pertenencia, nuestra esclavitud y a la vez libertad en Él nosotros podemos comprender
que en Él podemos tomar decisiones guiadas por principios bíblicos. Cuando nosotros
estamos viviendo en Él, podemos comprender que los sufrimientos son el contexto
donde se despiertan las más genuinas esperanzas y se llevan a su culminación. Él estar
tomando decisiones guiadas por principios Bíblicos no nos garantiza felicidad, sino que
nos garantiza frutos de honra para nuestro Señor y una relación que esté en el centro de
su voluntad.

Lo contrario de depender del señor es la autosuficiencia que nos lleva a tomar


decisiones guiadas por nuestros sentimientos. Cuando hablamos de dependencia
hablamos de decir “Señor, yo necesito ayuda”, como ser humanos no somos dados a
pedir ayuda porqué eso nos hace sentir vulnerables, se refiere a una persona que se
encuentra en una condición de vulnerabilidad, es decir, que esa persona es susceptible
de sufrir un daño físico, sufrimiento emocional, una pérdida material o incluso la
muerte.1

1
Lee todo en: Significado de Vulnerable
http://significado.net/vulnerable/#ixzz4stYkdvNG
El salmista declara en Salmo 28:1

A ti clamaré, oh Jehová.

Roca mía, no te desentiendas de mí,

Para que no sea yo, dejándome tú,

Semejante a los que descienden al sepulcro.

Esta no es una sensación agradable, nos sentimos amenazados, golpeados o


violentados. Al sentirnos vulnerables nos sentimos indefensos, sin poder depender de
mi y sin tener donde acudir. Jesús declara en Mateo 5:3

“Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.”

Pobre de Espíritu, significa ser como un mendigo, tener conciencia total de la necesidad
desesperada y apremiante de la ayuda que Dios da tan libre y generosamente. Lucas
12:32 Jesús dice:

“No temáis manada pequeña”

Generalmente no aprendemos a necesitar ayuda, dentro de la autosuficiencia tuya y


mía en el día a día queda poco tiempo para pedir ayuda. Hermano, necesitamos saber
que no podemos sólo en este tema de tomar decisiones por principios bíblicos. Si
pudiéramos estaríamos siendo autosuficientes y eso no es depender del Señor

Isaías 41:10 nos dice: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy
tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia.

Los portadores de la imagen de Dios no somos seres imperturbables, el problema es


que nuestras decisiones pueden ir en contra del carácter de Dios. Cuando tomamos
decisiones nos enfrentamos a diversas alternativas, cuando estamos sumergidos en
diversos problemas o afanes del día a día estos se instalan en nosotros y nuestro
corazón, reclaman su pensamiento, sus conversaciones, sus sentimientos, su futuro y
fe. Ocupan horas de sueño, y al acostarse con ellas se despiertan con usted a primera
hora de la mañana. Usted se siente abatido, esto abarca una gama de actitudes no
santas y tentadoras, se siente apesadumbrado, desilusionado muchas veces, hasta
desesperanzado, frustrado o enfurecido. Su corazón se enfría y endurece. Hermanos, yo
quiero apelar a tu corazón. Temes y aborreces cualquier cosa que te haga no tener
dominio de la situación, aborrecemos cualquier debilidad de otro. En realidad
hermanos, vivimos deshumanizados. El entretenimiento, la recreación y diversas
adicciones parecen buenos escondites.

Hermano, te invito esta mañana a que seamos honestos, ser honesto significa ser capaz
de sentir el peso de las cosas que están produciendo día a día que tomemos decisiones
basadas en sentimientos y en nuestra propia autosuficiencia. El problema de seguir una
vida así, no es que nos sintamos mal, ni que estemos tristes ni que tengamos
remordimiento. El problema es que Dios cae en irrelevancia cuando nos enfrentamos
en el día a día, mira tus acciones de esta semana, cuantas fueron pensando en la gloria
de Dios y basadas en su dependencia. Dios se convierte en una idea vaga y sin peso, o
nuestras mentes se llenan de frases divinas que en momentos difíciles salen de nuestros
labios convirtiendo al dios que aclamamos en alguien que hará que todo sea mejor de
forma mágica si tan solo logramos captar su atención-.

El verdadero Dios está ocupado en cosas mejores. Él dice y hace cosas de peso e
inmediatas que establecen una relación con lo que está enfrentando. Dios persigue
propósito eternos que son mejores que lo que podemos imaginar. Él se niega a ser su
amuleto de la suerte. Estas mismas razones estuvieron presentes y moldearon la
conciencia de Jesús, sus motivos, emociones, palabras y acciones cuando inclusive tuvo
que enfrentar y tomar decisiones que le llevaban a sufrimiento. Isaías 41:10 no da seis
promesas, hermanos dejate ser vulnerable ante Dios:

1. Yo estoy contigo
2. Yo soy tu Dios
3. No te desalientes
4. Te fortaleceré
5. Te ayudaré
6. Te sostendré con la diestra de mi justicia
7. ¿Por qué nos resulta tan difícil tomar decisiones pensando en Dios?.

Hay momentos en que nos cuesta trabajar tomar todo en calma para escuchar.
Estamos escuchando miles de voces más la de nosotros y simplemente ya no
queremos escuchar y tomamos la primera decisión que nos de bienestar propio.
Hermano, Dios sigue hablando, el dado de la vida sigue aún prestando oído.

Diapositiva 8

Video

Diapositiva 10

Las demandas constantes desgastan el cuerpo, vacían las emociones, agotan el espíritu y
estresan el alma. Vemos que Jesús se apartaba y aislaba en medio de esas demandas, porque
necesitaba ser renovado, restaurado y recargado. Frecuentemente, Jesús se toma tiempo para
retirarse de la gente, de las presiones y de los ruidos de la vida cotidiana. Aunque nunca fue
una persona solitaria, sintió la necesidad de estar solo para refrescarse espiritual y
emocionalmente. Tanto como ser humano y verdadero Dios, necesitaba recargar sus baterias
espirituales y emocionales

“No son seguidores de Cristo los que no pueden disfrutar el estar a solas con Dios y sus
corazones. En ocasiones especiales, y cuando hayamos ensanchados nuestros corazones, es
bueno continuar orando secretamente por largo tiempo, y derramar nuestros corazones ante
el Señor”. Comentario de Mathew Henry

Diapositiva 11

No es probable que usted disponga de esta clase de escenarios todos los días. El agua habla de
la vida, y aun de las tormentas de la vida, pero pasar tiempo con Dios puede sobrepasar esas
tormentas. Las montanas hablan de fortaleza para seguir adelante. Pasar tiempo con Dios nos
da la fuerza necesaria para tratar con cualquier cosa que sobrevenga en nuestro camino.

Diapositiva 12

Diapositiva 13
La oración y yo

La oración es un modelo: La oración fue dada para mostrar a los discípulos como orar, cómo
proceder para orar, no las palabras que debían pronunciar. El mismo contexto lo habla Mateo
6:5-8.

La invocación: Debe ir dirigida a nuestro Padre celestial. Al invocar a Dios como Padre
deberíamos pensar en la trascendencia de estas dos palabras y hacer una pausa para recordar
que vamos a relacionarnos con Dios de manera consciente y no empezar a hablar a la ligera.

Dice Lloyd-Jones: “si uno quiere establecer contacto con Dios y sentir sus brazos alrededor, hay
que ponerse la mano en la boca unos instantes ¡Recogimiento!”. En realidad sólo pueden decir
“Padre nuestro” aquellos que son sus hijos, los bienaventurados del capítulo 5, por eso es una
invocación para los cristianos. Fijémonos también que los discípulos en público debemos orar
en plural porque ora uno como portavoz de todos y nos dirigimos a Dios el Padre y no a otras
personas de la Deidad.

A veces, hay creyentes poco versados en la oración que pasan de una persona a otra de la
Trinidad indistintamente y eso no es lo que enseñó Jesús. Oramos al Padre en nombre del Hijo
y en el Espíritu Santo. Esta es la forma correcta según la enseñanza general de las Escrituras. La
frase siguiente “que estás en los cielos” deba tomarse juntamente con la primera porque
indica la clase de Padre que tenemos. El apóstol Pablo empieza algunas de sus cartas con la
frase “el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”, un Padre maravilloso que está en los cielos,
frase que indica que está ahí con toda su majestad, su grandeza y poder absoluto.

Las peticiones (6:9c-13):

Las peticiones referentes a Dios y su gloria. Son las tres primeras. Notemos que en estas
peticiones Dios ocupa el primer lugar y no nosotros. La proporción es digna de tener en
cuenta: la primera mitad se refieren a Dios y la otra mitad se ocupa de nuestras necesidades y
problemas personales.

Las peticiones referentes a nuestras necesidades.

Las tres peticiones reflejan toda nuestra vida: necesidades físicas, mentales y espirituales que
afectan al cuerpo, el alma y el espíritu.

La primera, “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy”, es pedir todo lo suficiente y necesario
para cada día. El pan es el sostén del día y no deberíamos limitarlo a la alimentación. Tiene
como fin abarcar todas nuestras necesidades materiales, todo lo que precisamos para vivir en
este mundo.

Lo más maravilloso que se desprende de esta frase es que el Dios Creador y Señor del universo
está dispuesto a atender nuestras necesidades incluso en los detalles más pequeños como el
pan cotidiano. Debemos pedir solamente por las necesidades absolutas, quedando excluidos
los lujos y la superabundancia. Si Dios nos lo diera de golpe, nos olvidaríamos de él porque ya
estarían cubiertas nuestras necesidades, por eso hay que pedirle cada día, ya que nos recuerda
nuestra dependencia de él.
La segunda petición “perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado
a nuestros deudores” requiere todo un sermón. Como en el original el verbo está en aoristo
(pretérito indefinido) es mejor traducir “hemos perdonado” que “perdonamos”.

Debemos confesar nuestros pecados y esto no se refiere a los inconversos, sino a los que
tienen a Dios por Padre. Fijémonos que el texto NO dice: “perdónanos porque nosotros
perdonamos”. El perdón de Dios siempre es por gracia, pero como ocurre con la parábola de
los dos deudores (Mt. 18:23-35) significa que la prueba de que hemos recibido el perdón es
que hemos perdonado a otros. ¿Cómo podemos negar el perdón a otro cuando a nosotros se
nos ha perdonado tanto?

La tercera petición, “no nos metas en prueba, mas líbranos del mal”, es preferible leer “en
prueba” porque “tentar”en castellano tiene sentido negativo, mientras que πειραξω peirazo
(probar) implica el propósito de fortalecer la virtud. Además, según Santiago, Dios no tienta a
nadie, sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido
(Stg. 1:13). En el caso de Job, Dios permitió la tentación de Satanás para probar al patriarca.
Por eso añade Jesús. “líbranos del mal o del maligno”.

Las palabras con que se cierra la oración, “porque tuyo es el reino, el poder y la gloria” nos han
sido transmitidas de diversas formas, pero están ausentes de los manuscritos más antiguos y
fidedignos (‫ א‬y β) y quizás fueron añadidas sobre la base de 1 Cr. 29:11-13 para adaptar la
oración a la liturgia de la iglesia primitiva y luego fueron introducidas en algunas copias

Vous aimerez peut-être aussi