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LOS PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN LA NUEVA LEY GENERAL DE

ADUANAS

I. INTRODUCCION
El Congreso de la República mediante Ley N° 29157 delegó en el Poder
Ejecutivo la facultad de legislar por un plazo de ciento ochenta días calendario,
sobre materias específicas con la finalidad de facilitar la implementación del
Acuerdo de Promoción Comercial Perú – Estados Unidos y su Protocolo de
Enmienda, así como el apoyo de la competitividad económica para su
aprovechamiento, entre las que se encontraba la materia de facilitación del
comercio.
Es así que en pleno ejercicio de las facultades delegadas, el Poder Ejecutivo
publicó el 27 de junio de 2008 el texto completo del Decreto Legislativo N° 1053
que aprueba la nueva Ley General de Aduanas[i], dando inicio a una nueva
etapa dentro del proceso de modernización y simplificación de los trámites
aduaneros, que venimos observando desde inicios de los años noventa.
Dicha Ley General de Aduanas presente un cuerpo normativo con variantes
muy significativas en relación a su antecesora, por lo que en esta oportunidad
conviene destacar los principios generales que la inspiran.

II. PRINCIPIOS GENERALES

Facilitación del comercio exterior.- “Los servicios aduaneros son esenciales


y están destinados a facilitar el comercio exterior, al aseguramiento de la
cadena logística, a contribuir al desarrollo nacional y a velar por el control
aduanero y el interés fiscal.

Para el desarrollo y facilitación de las actividades aduaneras, la administración


aduanera deberá expedir normas que regulen la emisión, transferencia, uso y
control de documentos e información, relacionados con tales actividades, sea
ésta soportada por medios documentales o electrónicos, las que gozan de
plena validez legal”.[ii]

Entendemos como facilitación del comercio exterior a la eliminación de trabas,


barreras arancelarias o para arancelarias y cualquier otro tipo de restricciones
burocráticas o administrativas en el desarrollo y gestión de los diferentes
regímenes y trámites aduaneros. La tendencia es a la eliminación del uso del
papel para dar nacimiento y prevalencia a los documentos electrónicos y con
ello lograremos el surgimiento definitivo de la anhelada Aduana Virtual.[iii]

Desde mediados de los años noventa felizmente nos encontramos sumergidos


en un proceso de mejoramiento continuo de los procesos aduaneros, lo cual
involucra en gran medida el uso del Sistema Integrado de Gestión Aduanera
(SIGAD) tanto para gestionar los regímenes aduaneros, así como para la toma
de decisiones por parte de los diferentes operadores de comercio exterior.

Incluso debemos mencionar que las Aduanas del mundo están marcando una
notoria tendencia: han dejado de ser entes meramente recaudadores de
impuestos para llegar a posicionarse como organismos públicos facilitadores
del comercio exterior, logrando con ello que los procesos de integración
económica de nuestras naciones se haga más fluida y armónica, y
coadyuvando desde su área de competencia al crecimiento orgánico de la
economía, opinión que por cierto también es compartida por Roberto Zagal [iv].

Merece una mención aparte la ley de Facilitación del Comercio Exterior – Ley
N° 28977 que constituyó una primera aproximación a los cambios normativos
en materia aduanera que debíamos asumir como parte de los compromisos
adoptados con ocasión del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.
Aunque esta Ley tuvo una vigencia muy corta, dado que fue derogada en gran
medida por el Decreto legislativo N° 1053; sin embargo, nos permitió conocer la
firme voluntad del legislador por consolidar el principio de facilitación del
comercio exterior y ordenó de manera expresa a la Administración Aduanera
que en el trámite aduanero de mercancías, los procedimientos de control se
ejecuten sin ocasionar demora más allá de la necesaria.

Cooperación e intercambio de información.- “Para el desarrollo de sus


actividades la administración aduanera procurará el intercambio de información
y/o la interoperabilidad con los sistemas de otras administraciones aduaneras o
ventanillas únicas del mundo de manera electrónica o la integración de los
procesos interinstitucionales, así como la cooperación con empresas privadas y
entidades públicas nacionales y extranjeras.

Las entidades públicas que registran datos en medios electrónicos, se


encuentran obligadas, salvo las excepciones previstas en la Constitución y la
Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, a poner a disposición
de la Administración Aduanera dicha información de manera electrónica.
La Administración Aduanera deberá disponer medidas para que el intercambio
de datos y documentos que sean necesarios entre la autoridad aduanera y los
operadores de comercio exterior se realicen por medios electrónicos”. [v]

La Ley General de Aduanas define a los medios electrónicos como aquel


conjunto de bienes y elementos técnicos computacionales que se aplican en
unión con las telecomunicaciones y permiten la generación, procesamiento,
transmisión, comunicación y archivo de datos e información. Bajo esta óptica
consideramos que nos aproximamos a una nueva era tecnológica y digital que
debe contagiar a toda la Administración Pública en su conjunto, para el
beneficio del Estado y especialmente de los ciudadanos que solicitan que se
les brinde todos los servicios públicos con mayor eficiencia y oportunidad.

Merece un comentario aparte la novísima concepción de la declaración


aduanera contenida en el artículo 134° de la precitada Ley, donde el legislador
anuncia que los documentos justificativos exigidos para la aplicación de las
disposiciones que regulen el régimen aduanero para el que se declaren las
mercancías, podrán ser presentados o puestos a disposición por medios
electrónicos en la forma, condiciones y plazos establecidos por la autoridad
aduanera. Sin dejar de mencionar que el mismo articulado consagra que los
datos transmitidos por medios electrónicos para la formulación de las
declaraciones gozan de plena validez legal; con lo cual queda totalmente
cerrado aquel pasado lleno de papeles y copias de documentos por doquier,
que tarde o temprano iban a terminar por colapsar la máxima capacidad de los
archivos documentales que ostenta la Administración Pública.

Participación de agentes económicos.- “El Estado promueve la participación


de los agentes económicos en la prestación de los servicios aduaneros,
mediante la delegación de funciones al sector privado.

Por Decreto Supremo refrendado por el Titular de Economía y Finanzas, previa


coordinación con la administración aduanera, se dictarán las normas
necesarias para que, progresivamente se permita a través de delegación de
funciones, la participación del sector privado en la prestación de los diversos
servicios aduaneros en toda la República bajo la permanente supervisión de la
administración aduanera”.[vi]
Al respecto debemos esperar con suma curiosidad la dación de las normas
complementarias, habida cuenta que existen determinados servicios sensibles
que la Administración Aduanera no podría delegar al sector privado por ser
inherentes a su función primigenia de fiscalización y control.
Sin embargo, no podemos ser ajenos a la tendencia de la administración
moderna que permite a las empresas subcontratar algunos servicios para ser
mucho más eficientes en su propio desarrollo mediante la aplicación efectiva
del outsourcing. Esta nueva práctica puede traducirse en el mejoramiento de
los servicios aduaneros, aportando a nuestra economía que se orienta a la
búsqueda del progreso dentro del proceso de apertura económica actual y
tratando de ser competentes en el comercio internacional.
Esta es la óptica que debiera inspirar al Consejo Consultivo en Temas
Aduaneros creada por la Sétima Disposición Complementaria Final de la Ley
General de Aduanas para aplicar de manera responsable y objetiva este
principio en el mediano plazo.[vii]

Gestión de la calidad y uso de estándares internacionales.- “La prestación


de los servicios aduaneros deberá tender a alcanzar los niveles establecidos en
las normas internacionales sobre sistemas de gestión de la calidad, con énfasis
en los procesos, y a aplicar estándares internacionales elaborados por
organismos internacionales vinculados al comercio exterior”.[viii]
La Administración Aduanera ha renovado en el mes de Abril del año 2007 la
Certificación ISO 9001 versión 2000, reconocimiento otorgado por la empresa
certificadora BUREAU VERITAS CERTIFICATION que posee reconocimiento
internacional, así como por el acreditador UKAS (United Kingdom Accreditation
Service- Servicio de Acreditacion del Reino Unido) miembro del Foro
Internacional de Acreditación – IAF.

La Certificación internacional otorgada al servicio aduanero de SUNAT en los


procesos de manifiesto de carga, importación y exportación definitiva de las
Intendencias de Aduana Marítima y Aérea del Callao, desde el 28 de mayo del
2007 hasta el 26 de abril del 2010, representa el reconocimiento nacional e
internacional a la labor desarrollada en beneficio de la calidad de los servicios.
Cabe destacar que la Administración Aduanera asumió con absoluta
responsabilidad este reto de certificar sus procesos más importantes, lo cual le
ha permitido posicionarse como una entidad pública que se encuentra en
camino a la excelencia, para lo cual debe seguir desarrollando el mejoramiento
continuo de todos sus servicios de manera permanente.

Buena fe y presunción de veracidad.- “Los principios de buena fe y de


presunción de veracidad son base para todo trámite y procedimiento
administrativo aduanero de comercio exterior”.[ix]

Haciendo un poco de historia diremos que el principio de presunción de


veracidad quizás surgió por vez primera en nuestro país con la dación del
memorable Decreto Legislativo N° 668 que dictó las medidas destinadas a
garantizar la libertad de comercio exterior e interior como condición
fundamental para el desarrollo del país desde el año 1991.
En cuanto al principio de buena fe o bonefine podemos mencionar que su
ingreso a nuestra legislación fue utilizando como vehículo transportador al
Decreto legislativo N° 722 que aprobó la antigua Ley General de Aduanas que
rigió durante los años 1992 a 1996. En aquella oportunidad se establecieron
estos dos principios rectores que rigen hasta el día de hoy todos los trámites y
regímenes aduaneros.
Con el paso del tiempo podemos afirmar que fue un acierto del legislador
incorporar estos dos principios en la legislación aduanera. Ahora vemos que le
permite a la autoridad aduanera ejercer su control de manera selectiva y
aleatoria en estricta aplicación del principio de presunción de veracidad. Vale
decir que resulta aplicable incluso para aquellas declaraciones que no han sido
sometidas a las acciones de control ordinario o extraordinario.
Un ejemplo de la aplicación del principio de buena fe lo podemos encontrar en
el Régimen de Incentivos. En este caso se permite al infractor que pueda
acogerse al beneficio de rebaja del 90% de la multa, siempre que subsane la
infracción y se presente a la Administración Aduanera de manera libre y
voluntaria a pagar esta multa rebajada incluido sus intereses moratorios, pero
antes de haber sido notificado con la Resolución respectiva. Se entiende en
este caso que la Administración Aduanera aún no ha detectado la infracción,
por lo que premia la buena fe del infractor al reconocer su error, subsanar la
infracción y pagar al fisco el monto de la multa rebajada.
Dentro de este mismo enfoque se encuentra la opinión de Roberto Zagal
cuando señalar que el principio de buena fe ha sido complementado con el
principio de presunción de veracidad. [x]
Publicidad.- “Todo documento emitido por la SUNAT, cualquiera sea su
denominación que constituya una norma exigible a los operadores de comercio
exterior debe cumplir con el requisito de publicidad.

Las resoluciones que determina la clasificación arancelaria y las resoluciones


anticipadas se publican en el portal de la SUNAT.

En la medida de lo posible, la SUNAT publicará por adelantado cualesquiera


regulaciones de aplicación general que rijan asuntos aduaneros que proponga
adoptar, y brindará a las personas interesadas la oportunidad de hacer
comentarios previamente a su adopción”.[xi]

Este principio se encuentra también recogido en el Tratado de Libre Comercio


celebrado por nuestro país con Los Estados Unidos y por ende reviste especial
importancia, no sólo porque obliga a publicar todo documento emitido por la
Administración Aduanera que constituya norma exigible a los operadores del
comercio exterior; sino también porque va a permitir la mayor participación de
la sociedad civil en el proceso de formulación de las normas aduaneras.

Los conflictos sociales que se han venido presentando recientemente en las


diversas regiones de nuestro amado suelo patrio, nos dejan también como
lección que no existe otra forma mejor de legislar; que aquella donde se
permita la amplia participación de todos los sectores involucrados en la
aplicación de las normas. Es innegable que la aplicación de este principio
permitirá recoger de los operadores de comercio exterior, la diversa gama de
propuestas legislativas, las mismas que debieran ser debatidas y analizadas
para lograr que continuemos experimentando cifras favorables en nuestra
Balanza Comercial y demás indicadores económicos.

III. CONCLUSIONES

Seguiremos expectantes frente al desafío que nos impone la novísima


legislación aduanera a partir del 01 de Enero del 2010; la cual se debe traducir
necesariamente en la aplicación de cada uno de los principios generales que
hemos comentado en esta oportunidad. No obstante, debemos precisar que
estos principios no son los únicos que se aplican en el Derecho Aduanero.
Dado que siendo por definición una rama del Derecho Administrativo y del
Derecho Tributario que se encarga de regular el tráfico de mercancías ya sea
tratándose de importación o exportación, además de imponer sanciones a los
operadores de comercio exterior y dueños o consignatarios que incurran en
infracciones aduaneras; evidentemente requiere también de la aplicación de
aquellos otros principios que rigen las disciplinas jurídicas de la cual proviene.
Ahora bien, si nos dieran a elegir con cuál de estos principios nos quedamos,
en el supuesto que debiera prevalecer sólo uno de ellos, opinamos desde
nuestro singular y modesto punto de vista, que debiera ser la facilitación del
comercio exterior. Para ello sólo basta mencionar que en lo que va de este año,
el listado global del Foro Económico Mundial es liderado por economías del
este asiático. El primer puesto lo ocupa Singapur, seguido de Hong Kong,
Suiza, Dinamarca y Suecia. Chile ocupó el puesto 19 en el ranking de
facilitación de comercio 2009 y detrás de Chile siguen en Latinoamérica;
Uruguay (51), Panamá (53), El Salvador (56), Guatemala (58) y Perú (65). En
la región, el último lugar lo ocupa Venezuela, en el puesto (119).
Es importante mencionar que dicho listado proviene del Informe Global de
Facilitación del Comercio 2009 emitido por el Foro Económico Mundial, donde
se mide a las instituciones, las políticas y los servicios que facilitan la libre
circulación de mercaderías, a través de las fronteras, hacia su destino.
Además, clasifica los facilitadores en cuatro áreas: acceso al mercado,
administración de las fronteras, infraestructura de transporte y comunicaciones,
y entorno empresarial. Por lo que su trascendencia resulta muy significativa, no
sólo para medir nuestra situación actual en materia de facilitación del comercio,
sino también para convencernos una vez más de que requerimos una alianza
estratégica entre el Estado y todos los operadores de comercio exterior para
lograr alcanzar los resultados obtenidos por nuestro vecino país del sur.
DEPÓSITOS TEMPORALES Y DEPÓSITOS ADUANEROS
I. DEPÓSITO TEMPORAL.
Al revisar las definiciones en materia de almacenes aduaneros para
identificar los cambios normativos más saltantes que nos trajo el
Decreto Legislativo N° 1053, podemos encontrar en su artículo 2°
referido lo siguiente:

“Depósito temporal.- Local donde se ingresan y/o almacenan


temporalmente mercancías pendientes de la autorización de levante
por la autoridad aduanera”.

Tenemos entonces que los anteriormente denominados Terminales


de Almacenamiento han pasado a llamarse ahora depósitos
temporales, manteniendo en esencia las misma naturaleza y
características; pero esta vez sujeto a nuevas y rigurosas
obligaciones establecidas en el artículo 31° de la actual Ley General
de Aduanas concordado con los artículos 38° y 39° de su
Reglamento.

Dentro de esta obligaciones específicas de estos almacenes


aduaneros, tenemos que deben estar localizados a una distancia
máxima razonable del terminal portuario, aeroportuario o terrestre
internacional de ingreso de la mercancía, la misma que será
determinada en cada caso por el Ministerio de Economía y Finanzas
a propuesta de la Administración Aduanera y en coordinación con el
Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

Otra de las obligaciones es aquella que obliga a los almacenes a


disponer de un sistema de monitoreo por cámaras de televisión que
permitan a la aduana visualizar en línea las operaciones que puedan
realizarse en el mismo. Asimismo, poner a disposición de la aduana
las instalaciones, equipos y medios que permitan satisfacer las
exigencias de funcionalidad, seguridad e higiene para el ejercicio del
control aduanero.

En caso de verificarse objetivamente que dichos recintos no prestan


la logística necesaria, impidan u obstaculicen la realización de las
labores de reconocimiento, inspección o fiscalización dispuestas por
la autoridad aduanera, así como el acceso a sus sistemas
informáticos, serán pasibles de la aplicación de una multa que
asciende a 3 UIT,[1] la misma que se encuentra excluida del
beneficio tributario denominado Régimen de Incentivos.

II. DEPÓSITO ADUANERO.


En lo que respecta al depósito aduanero el artículo 2° de la actual
Ley General de Aduanas aprobada por el Decreto Legislativo N°
1053, lo define en los siguientes términos:

“Depósito aduanero.- Local donde se ingresan y almacenan


mercancías solicitadas al régimen de depósito aduanero. Pueden ser
privados o públicos”.

En esta definición se establece claramente que los depósitos


aduaneros sólo admiten mercancías que ingresan a nuestro país
bajo el régimen de depósito, vale decir con la condición de tener los
derechos de aduana y demás tributos suspendidos en el pago por el
plazo máximo de doce meses. A diferencia de los depósitos
temporales que pueden recibir mercancías que se van a destinar a
cualquier régimen aduanero pendiente de levante.

Pero se ha omitido establecer la diferencia entre el depósito


aduanero privado y público, tal como ocurría en la anterior Ley
General de Aduanas, por lo que debemos recurrir a la Decisión N°
671 de la Comunidad Andina referida a la armonización de los
regímenes aduaneros, donde se establecen las siguientes
definiciones:

“a) Depósito Aduanero público, un depósito aduanero que pueda


utilizar cualquier persona que tenga derecho a disponer de las
mercancías, debidamente autorizado por la autoridad aduanera.
b)Depósito aduanero privado, un depósito aduanero reservado al uso
exclusivo de determinadas personas cuando las necesidades
particulares del comercio lo justifiquen, debidamente autorizado por
la autoridad aduanera”.

En consecuencia, si tomamos en cuenta que la Decisión N° 671 se


encuentra vigente y está incorporado en nuestro ordenamiento
jurídico nacional, podemos utilizarla para cubrir este vacío legal en
nuestra actual Ley General de Aduanas, habida cuenta que dicha
norma comunitaria resulta aplicable en todos los países que
conforman la Comunidad Andina en la medida que entre otros
supuestos, no exista norma nacional que se oponga a estas
definiciones.
Otro aspecto que debemos mencionar es que los recintos o
almacenes aduaneros son considerados como zona primaria dado
que son locales destinados a la custodia temporal de las mercancías
cuya administración puede estar a cargo de la autoridad aduanera,
de otras dependencias públicas o de personas naturales o jurídicas;
en cuyo supuesto se incluyen a los depósitos temporales y depósitos
aduaneros[2]

En ese sentido, tenemos que los artículos 113° y 114° de la actual


Ley General de Aduanas regulan la posibilidad que las mercancías
puedan ser entregadas directamente a un depósito aduanero elegido
como punto de llegada, siempre que se haya numerado una
declaración que destine las mismas al régimen de depósito
aduanero, suponemos que en este supuesto se trata de una
destinación aduanera solicitada bajo la modalidad de despacho
anticipado.
III. A MANERA DE CONCLUSIÓN.
La actual Ley General de Aduanas denomina Depósito Temporal a
aquellos recintos autorizados para custodiar mercancías nacionales
y/o extranjeras que se encuentran pendientes de levante aduanero.
En cambio, se considera como depósito aduanero a los recintos que
están facultados para recibir mercancías destinadas solamente para
el régimen de depósito.

Ambos recintos tienen sus propias obligaciones y responsabilidades


específicas frente a la Administración Aduanera, teniendo como
denominador común el que puedan constituirse en puntos de llegada.
Asimismo, las diferencias entre el depósito aduanero público y
privado se encuentran reguladas en la Decisión N° 671 de la
Comunidad Andina.
.......................................................................................
[1] Sanción cuantificada en la Tabla de Sanciones Aduanera
aprobada por el Decreto Supremo N° 031-2009-EF.
[2]El artículo 2° de la Ley General de Aduanas cuando define a los
almacenes aduaneros incluye en dicha definición a los depósitos
aduaneros de manera expresa.
II.
LOS REGIMENES ADUANEROS EN EL DECRETO LEGISLATIVO N° 1053

I. INTRODUCCION
Queremos empezar recordando que durante más de una década expusimos en
el ejercicio de la docencia universitaria que los regímenes aduaneros se
clasificaban en cuatro grandes grupos:
a) Regímenes Definitivos: Importación y Exportación
b) Regímenes Temporales: Importación y Exportación
c) Regímenes Suspensivos: Tránsito, Transbordo y Depósito; y
d) Regímenes de Perfeccionamiento: Admisión Temporal para
perfeccionamiento activo, Reposición de mercancías en franquicia y Drawback
Quedando finalmente considerada la operación aduanera del Reembarque.
Esta clasificación forma parte del recuerdo, toda vez que la nueva Ley General
de Aduanas aprobada por el Decreto Legislativo N° 1053, nos presenta una
nueva forma de clasificar a los regímenes aduaneros y en algunos casos ha
decidido rebautizarlos; por lo que dedicaremos las siguientes líneas a analizar
esta interesante temática.

II. NUEVAS DENOMINACIONES


Los Regímenes Aduaneros son las diferentes destinaciones a que pueden
someterse las mercancías que se encuentran bajo control aduanero, de
acuerdo con los términos y formalidades de la declaración presentada ante la
Administración Aduanera. Y sus nuevas denominaciones se encuentran
claramente diferenciadas en la cuarta disposición complementaria y final de la
nueva Ley General de Aduanas. (Ver Anexo I)

Suponemos que el legislador eligió estas nuevas denominaciones de los


regímenes aduaneros, inspirado en la Decisión N° 618 de la Comunidad
Andina (CAN) que resolvió la incorporación progresiva del Anexo General y
referencia de los Anexos Específicos del Convenio Internacional para la
Simplificación y Armonización de los Regímenes Aduaneros del Convenio de
Kyoto; habida cuenta que nuestro país se encuentra participando activamente
en diversos procesos de integración económica y comercial.

Otro aspecto que resulta necesario resaltar en la citada Decisión N° 618 de la


CAN, es que tiene como uno de sus antecedentes a la Decisión N° 478 que
regula la asistencia mutua y cooperación entre las Administraciones Aduaneras
de los países miembros de la Comunidad Andina. A lo cual se suma
indudablemente todos los compromisos asumidos por nuestro país en el marco
del Acuerdo de Promoción Comercial Perú – Estados Unidos y su Protocolo de
Enmienda. Razones más que suficientes para llegar a la conclusión de que era
necesario armonizar el lenguaje jurídico aduanero aplicado en la actualidad en
materia de regímenes aduaneros.

Otro aspecto que es necesario precisar es que las denominaciones de los


regímenes y operación aduanera contenidas en las normas aduaneras,
tributarias y conexas aprobadas con anterioridad a la nueva Ley General de
Aduanas, deben ser correlacionadas con las nuevas denominaciones
contenidas en ésta; para evitar que pudiera originar algún vacío legal con la
entrada en vigencia del Decreto Legislativo N° 1053.

III. NUEVA CLASIFICACION DE LOS REGIMENES ADUANEROS

Los regímenes aduaneros constituyen instituciones jurídicas que permiten al


operador de comercio exterior escoger el tratamiento al que va a someter a las
mercancías que ingresan o salen del territorio aduanero, lo cual también
permitirá a la autoridad aduanera realizar el control respectivo. De manera que
presentamos a continuación la nueva clasificación de los regímenes aduaneros
que resultan aplicables a partir de la entrada en vigencia de la nueva Ley
General de Aduanas:

REGÍMENES DE IMPORTACIÓN: Dentro de este grupo se encuentran


aquellos regímenes aduaneros que permitirán el ingreso legal de las
mercancías a nuestro país, previo cumplimiento de aquellas formalidades
aduaneras previstas en las normas aduaneras, para cada caso en particular.
Así tenemos que dentro de este grupo se han considerado a tres regímenes:
Importación para el Consumo: Permite el ingreso de mercancías al territorio
aduanero para su consumo, luego del pago o garantía según corresponda, de
los derechos arancelarios y demás impuestos aplicables, así como el pago de
los recargos y multas que hubieren y del cumplimiento de las formalidades y
otras obligaciones aduaneras.
Reimportación en el mismo estado: Permite el ingreso al territorio aduanero de
mercancías exportadas con carácter definitivo sin el pago de los derechos
arancelarios y demás impuestos aplicables a la importación para el consumo y
recargos de corresponder, con la condición de que no hayan sido sometidas a
ninguna transformación, elaboración o reparación en el extranjero, perdiéndose
los beneficios que se hubieren otorgado a la exportación.
Admisión Temporal para reexportación en el mismo estado: Permite el ingreso
al territorio aduanero de ciertas mercancías, con la suspensión del pago de los
derechos arancelarios y demás impuestos aplicables a la importación para el
consumo y recargos de corresponder, siempre que sean identificables y estén
destinadas a cumplir un fin determinado en un lugar específico para ser
reexportadas en un plazo determinado sin experimentar modificación alguna,
con excepción de la depreciación normal originada por el uso que se haya
hecho de las mismas.

REGÍMENES DE EXPORTACIÓN: El legislador dedica una buena parte de la


Ley a desarrollar los principales cambios en materia de exportaciones debido a
la enorme importancia que este régimen aduanero tiene para el desarrollo de
nuestro país. Surge así dentro de este grupo dos regímenes:
Exportación Definitiva: Permite la salida del territorio aduanero de las
mercancías nacionales o nacionalizadas para su uso o consumo definitivo en el
exterior.
Exportación Temporal para reimportación en el mismo estado: Permite la salida
temporal del territorio aduanero de mercancías nacionales o nacionalizadas
con la finalidad de reimportarlas en un plazo determinado, sin haber
experimentado modificación alguna, con excepción del deterioro normal por su
uso.

REGÍMENES DE PERFECCIONAMIENTO: A este grupo también suele


denominarse como Regímenes Promotores de la Exportación, toda vez que
están orientados a facilitar el ingreso de materias primas o insumos a nuestro
país libre del pago de los derechos arancelarios y demás tributos que gravan
su importación, en la medida que se transformen para su posterior
reexportación en un nuevo producto transformado (producto compensador).
Dentro de este grupo se consideran a los siguientes regímenes:
Admisión Temporal para Perfeccionamiento Activo: Permite el ingreso al
territorio aduanero de ciertas mercancías extranjeras con la suspensión del
pago de los derechos arancelarios y demás impuestos aplicables a la
importación para el consumo y recargos de corresponder, con el fin de ser
exportadas dentro de un plazo determinado, luego de haber sido sometidas a
una operación de perfeccionamiento, bajo la forma de productos
compensadores.
Exportación Temporal para Perfeccionamiento Pasivo: Permite la salida
temporal del territorio aduanero de mercancías nacionales o nacionalizadas
para su transformación, elaboración o reparación y luego reimportarlas como
productos compensadores en un plazo determinado.
Drawback: Permite como consecuencia de la exportación de mercancías,
obtener la restitución total o parcial de los derechos arancelarios, que hayan
gravado la importación para el consumo de las mercancías contenidas en los
bienes exportados o consumidos durante su producción.
Reposición de Mercancías en Franquicia Arancelaria: Permite la importación
para el consumo de mercancías equivalentes a las que habiendo sido
nacionalizadas, han sido utilizadas para obtener las mercancías exportadas
previamente con carácter definitivo, sin el pago de los derechos arancelarios y
demás impuestos aplicables a la importación para el consumo.

RÉGIMEN DE DEPÓSITO ADUANERO: El Título V de la Ley General de


Aduanas se aboca a desarrollar únicamente este régimen que permite
almacenar las mercancías en un depósito aduanero autorizado por el periodo
de doce meses y bajo control de la aduana, sin el pago de los derechos
arancelarios y demás tributos aplicables a la importación para el consumo.

REGÍMENES DE TRÁNSITO: Debemos mencionar que la principal novedad en


este grupo consiste en permitir la aplicación del tránsito aduanero interno por
vía marítima, aérea y terrestre para que el operador de comercio exterior pueda
elegir libremente por cual Intendencia de Aduana va solicitar la destinación
aduanera correspondiente. La otra novedad es haber elevado a la categoría de
régimen aduanero al reembarque, que en la anterior legislación era
considerado sólo una operación aduanera. Este grupo comprende a los
siguientes regímenes:
Tránsito aduanero: Permite que las mercancías provenientes del exterior que
no hayan sido destinadas sean transportadas bajo control aduanero, de una
aduana a otra, dentro del territorio aduanero, o con destino al exterior, con
suspensión del pago de los derechos arancelarios y demás tributos aplicables a
la importación para el consumo y recargos de corresponder, previa
presentación de garantía y el cumplimiento de los demás requisitos y
condiciones establecidas en el Reglamento.
Transbordo: Permite la transferencia de mercancías, las que son descargadas
del medio de transporte utilizado para el arribo al territorio aduanero y cargadas
en el medio de transporte utilizado para la salida del territorio aduanero, bajo
control aduanero y de acuerdo a los requisitos y condiciones establecidas en el
Reglamento.
Reembarque: Permite que las mercancías que se encuentran en un punto de
llegada en la espera de la asignación de un régimen aduanero puedan ser
reembarcadas desde el territorio aduanero con destino al exterior, siempre que
no se encuentre en situación de abandono.

OTROS REGÍMENES ADUANEROS O DE EXCEPCIÓN: Los regímenes


aduaneros especiales o trámites aduaneros especiales o de excepción, se
orientan dentro de la óptica de la facilitación del comercio exterior; por lo que su
desarrollo se sujeta a otra normatividad específica, la misma que en muchos
casos resulta distinta a la establecida en la propia Ley General de Aduanas y
su Reglamento. Son considerados por lo tanto en este grupo:
· El tráfico fronterizo.
· El tráfico de envíos o paquetes postales.
· El ingreso o salida de envíos de entrega rápida.
· El ingreso, salida y permanencia de vehículos para turismo.
· El almacén libre (Duty Free).
· Las mercancías destinadas para el uso y consumo de los pasajeros y
miembros de la tripulación a bordo de los medios de transporte de tráfico
internacional.
· El material especial para la carga, descarga, manipulación y protección de las
mercancías en el Tráfico Internacional Acuático o Terrestre.
· Material para uso aeronáutico destinado para la reparación o mantenimiento,
los equipos para la recepción de pasajeros, manipuleo de la carga y demás
mercancías necesarios para la operatividad de las aeronaves nacionales o
internacionales.
· El ingreso y salida de contenedores para el transporte internacional de
mercancías.
· El ingreso, permanencia y salida de los muestrarios para exhibirse en
exposiciones o ferias internacionales.
· El ingreso y salida del equipaje y menaje de casa se rigen por las
disposiciones que se establezcan por Reglamento, en el cual se determinarán
los casos en que corresponderá aplicar un tributo único de catorce (14%) sobre
el valor en aduana, porcentaje que podrá ser modificado por Decreto Supremo.
· La modalidad de Transporte Multimodal Internacional, así como el
funcionamiento y control de los Terminales Interiores de Carga (TIC).
· Las mercancías sin fines comerciales destinadas a personas naturales y cuyo
valor FOB no exceda de un mil y 00/00 dólares de los Estados Unidos de
América (US $ 1 000,00) se someten al Régimen Simplificado de Importación.
· El ingreso y salida del material de guerra que se rige por sus propias normas.

IV. CONCLUSIONES

El desarrollo de los nuevos regímenes aduaneros no ha terminado con la


publicación de la Ley General de Aduanas y su Reglamento. Falta todavía por
actualizar todos los procedimientos generales y específicos adecuados al
Sistema de la Calidad. Sobre el particular, debemos elogiar la infatigable labor
que viene desarrollando la Administración Aduanera al pre publicar los citados
proyectos de nuevos procedimientos en su Portal; permitiendo de esa manera
que se abran mayores espacios de debate entre los operadores de comercio
exterior y la sociedad civil. Esta buena práctica legislativa servirá para lograr
normas consensuadas y de aplicación inmediata en la realidad actual del
comercio exterior peruano.
Finalmente, debemos mencionar que los regímenes aduaneros comentados en
el presente artículo tendrán mecanismos de agilización del levante, tales como
el levante en 48 horas; levante de envíos de entrega rápida, los despachos
urgentes, el reconocimiento físico de oficio, el levante en el punto de llegada y
el levante con garantía previa a la numeración. Dichas instituciones jurídicas
empezarán a regir a partir del próximo año dentro del conjunto de medidas
destinadas a facilitar el comercio exterior.

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