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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN I

RAMOS MEDINA JESUS

LÓPEZ ESPINOZA DANIEL ABRAHAM

MATRÍCULA: 1140486

GRUPO: 05

Mexicali, Baja California a lunes 13 de Marzo del 2017.


El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los
acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del
pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones
políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho
diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el
menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto.
Bertolt Brecht, Escritos políticos

Introducción

El abstencionismo electoral es un tema muy delicado y de gran preocupación para


las bases de la democracia, este corresponde a distintas situaciones las cuales la
sociedad presenta, por lo cual ha sido en los últimos años un tema de mucha
controversia e inquietud ya que crea muchos pensamientos de la manera en saber
quién es quién nos gobierna y a mi parecer es muy importante el poder votar ya
que entre más participación ciudadana las elecciones son mejores.
El abstencionismo se calcula a partir de la diferencia entre el número de electores
inscritos en la lista nominal y el número efectivo de votantes, con respecto a estas
dos categorías el profesor Alejandro Moreno (2003, pag.140) propone:

La diferencia conceptual que haremos entre un elector y un votante es simple: un


elector cumple con todos los requisitos de ciudadanía y edad para ser elegible a
votar; además, podemos añadir que está registrado en el padrón electoral, lo cual
lo hace un votante de jure. El votante de facto no sólo cumple con esos requisitos,
sino que además asiste a emitir su sufragio el día de la elección, es decir, hace su
voto válido.

Lamentablemente las personas en nuestro país no tienen esa conciencia sobre la


importancia del voto, ya que es un deber como ciudadano el realizarlo, pero no se
castiga el no hacerlo, en cambio otros países cuentan con esta medida de
precaución la cual funciona correctamente, por ejemplo: “como sucede en
Australia el voto es forzoso, en donde el no votar hace acreedor al ciudadano a
una multa de 20 dólares, razón por la que tal vez ese país ocupe el lugar número 4
de la lista de influencia de votantes con una participación de más del 95% de
electores.” (Oñate, 2010, pag. 256).

Pero la interrogante es ¿Qué motivos lleva a la ciudadanía a votar o a abstenerse


de hacerlo? Hay distintas maneras de conceptualizar las formas por las cuales las
personas se niegan a ejercer este derecho establecido en los artículos 35 y 36 de
la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos que especifica, que votar
en las elecciones populares es una prerrogativa y una obligación; pero esto a su
vez se desencadena en varias aristas las cuales forman parte de un pensamiento
muy complejo y que en general engloba el descontento ciudadano.

Los escándalos de corrupción que envuelven a hombres políticos, el


estancamiento económico y la inseguridad, son factores importantes a tomar en
cuenta debido a que la mayoría de la sociedad cuenta con un conocimiento básico
sobre las situaciones del país en el que habita, pero aun así lo ignoran y no lo
toman muy en cuenta para su vida diaria, el investigador crespo (1997, pag. 51)
menciona que:

El abstencionismo es hasta cierto punto natural. En realidad, la mayoría de los


ciudadanos en las democracias tiene pocas motivaciones para asistir a las urnas,
incluso cuando el costo de hacerlo es menor. Por un lado, a la gran mayoría de los
ciudadanos no les interesa la política como prioridad; otras actividades e intereses
ocupan su atención antes que la política.

Como antes se había mencionado, la ciudadanía no toma muy en cuenta quienes


son sus representantes, se enfocan más en su vida, en sus propios intereses, ya
que en la mayoría hay conformidad y esto hace que se cree un poco valor moral
por la participación ciudadana y de esta forma seguir con sus respectiva vidas sin
importar que es lo que suceda en su ciudad, estado, país.

De aquí parte la comprobación de que la mayoría del promedio de abstencionismo


electoral se dé a nivel local en las elecciones para diputados y senadores, a
comparación que en las elecciones para presidentes, tal vez porque éstos no
tienen la misma publicidad política que el presidente de la república, ni tampoco la
cercanía que tienen con la ciudadanía los gobernantes locales.
Es muy arriesgado el poder explicar correctamente cual es la situación por la cual
se da este tipo de geografía del abstencionismo, reagrupando a los estados por el
nivel general o tradicional de abstencionismo designando a través de los estados
tradicionalmente abstencionistas: Aguascalientes, Baja California, Oaxaca,
Coahuila, Guerrero, Morelos, y a los estados muy participativos: Campeche,
Nuevo León, Baja California Sur, Distrito Federal y Querétaro (Tamayo, 1999).

El abstencionismo electoral no baja de 25% en los comicios más concurridos pero


puede alcanzar casi 70% en elecciones para legisladores (Lutz, 2005, pag, 10).
Por lo tanto es muy importante el poder estudiar de manera radical a una localidad
de una entidad federativa en un momento dado para poder así predecir
correctamente que es lo que sucede.

Un tema importante a ver es el de los votos nulos el cual se da principalmente en


las zonas rurales, esto es algo relativamente normal. el poder ver que el número
de votos anulados sea superior a la votación total emitida para los pequeños
partidos. Se podría pensar que existe una relación entre el analfabetismo y el
abstencionismo y los votos nulos.
Por lo cual en estas zonas rurales marginadas, donde hay gran necesidad de sus
habitantes, un bajo nivel educativo y poca presencia del INE, se pueden dar con
mayor facilidad la manipulación de los votantes.

También puede haber ciertos factores por los cuales no se puede llegar a votar,
estos se pueden dividir en 3 categorías (Lutz, 2005, pag. 25):

La primera categoría de abstencionistas se centra en las personas que tienen una


percepción mala de la política y por fuertes razones son que no participan, estos
abstencionistas convencidos convirtieron su percepción en un principio y este
principio en una costumbre.

La segunda categoría de abstencionistas agrupa a las personas las cuales no


tienen una conducta de participación predeterminada, solo acuden cuando creen
que el valor de su voto es el esperado, se podría decir que son participantes
ocasionales.

La tercera categoría de abstencionistas junta a las personas que por una fuerza
mayor fue que no pudieron asistir el día en cuestión, ya sea porque no
actualizaron su credencial del elector, porque están de viaje o porque migran;
también los ciudadanos que están enfermos y no pueden acudir a las urnas, estas
personas conforman la categoría de abstencionistas involuntarios.

Además de estas, se puede agregar una cuarta categoría que es la de los


abstencionistas invisibles, estos últimos son ciudadanos que, por una razón u otra,
no están registrados ni en el padrón electoral ni en la lista nominal y, por lo tanto,
no están contabilizados al momento de evaluar la participación ciudadana en los
comicios. Son mexicanos y mexicanas que gozan plenamente de sus derechos
políticos pero que no poseen su credencial de elector. Por lo consecuente es muy
difícil el poder tener una aproximación de las personas que son abstencionistas
invisibles.

¿Qué es lo que ocurre en la actualidad? En cierto modo hay un desprecio


ciudadano hacia las instituciones políticas, una decepción del pueblo ante el
modelo democrático implantado, hay un vacío espiritual que se traduce en falta de
participación hacia cualquier asunto que tenga que ver con alguna relación
política.

La democracia encierra una paradoja: es el gobierno de las mayorías, pero


cuando selecciona a los mejores para legitimar las aspiraciones del pueblo
conforme a arreglos institucionales (Held, 2002 pag.205) pierde esa esencia
democrática y se convierte, en una aristocracia (gobierno de los mejores), la cual
puede degenerar en una oligarquía (gobierno de unos cuantos).

La mayoría de la población coincide en que los partidos políticos son en la


actualidad un mal necesario el cual nos afecta en muchos aspectos,
principalmente en este momento en lo económico. Desde el nacimiento del Estado
liberal, las agrupaciones políticas, y en especial los partidos políticos, se
convirtieron en las instancias legitimadoras de aspiraciones sociales. Para este
propósito, estas instituciones se encargan de transformar las exigencias y
demandas de la colectividad en plataformas políticas (De Andrea, 2002 pag.64).

El poder mexicano es una oligarquía, lo que significa que el poder es de unos


solos cuantos. A mi parecer, en México hay muchas personas las cuales son
oligárquicas debido a que cuentan con un gran poder económico para poder así
obtener los mejores beneficios propios y no los de los demás. Personas que son
compradas por este poder económico y que al final solo se hacen más rico viendo
en claro la diferencia de las clases sociales.

El modelo actual de toma de decisiones es plural, pero no plenamente


democrático; es deliberativo, pero no protege a las minorías políticas; es abierto,
pero tiene limitantes para quienes no tengan mayores recursos económicos.
(López, 2013, pag. 64)

Así, de esta manera es como el pueblo no puede crecer debido a los malos tratos
por los gobernantes y esto a su vez crea el descontento en el mismo.

En la mente del ciudadano prevalece la desconfianza en lugar de la certeza


democrática, debido a una clase política en la que prevalece la oscuridad en las
decisiones en lugar de la transparencia, la concentración del poder en lugar de la
distribución horizontal y vertical del mismo. (López, 2013, pag. 63)

Conclusión

Ciertamente el abstencionismo electoral es un gran problema para la sociedad por


todos los problemas que lleva consigo por lo cual es importante el implantar una
reforma para el mejoramiento de los instrumentos legales del juego político y de su
control; también sobre la sanción oportuna y apegada al derecho de los servidores
públicos, responsables políticos y gobernantes que incurrieron en algún delito y los
responsables de los partidos políticos deben no solo mostrar sino demostrar de
manera pública y permanente su dedicación, su profesionalismo y honradez en la
representación de los intereses ciudadanos.
"Para que la democracia tenga bases sociales muy sólidas", escribe Alain
Touraine (1995, pag. 79), "habría que [...] lograr una correspondencia entre
demandas sociales y partidos políticos". En este sentido, el abstencionismo
electoral es quizá también la esperanza silenciosa de una profunda renovación del
actuar político.
Bibliografía

Brecht, B., Escritos políticos, Futura, Buenos Aires, 1976.

Crespo, José Antonio. Elecciones y democracia. México: Instituto Federal Electoral


(Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, núm. 5), 1997.

De Andrea Sánchez, F. J., Los partidos políticos (su marco teórico-jurídico y las
finanzas de la política), IIJ-UNAM, México, 2002.

Held, D., Modelos de democracia, Alianza, Madrid, 2002.

Lutz, Bruno. "El poder circunscrito: reflexión sobre los usos del tiempo en la vida
parlamentaria mexicana". Quórum 70 (enero-febrero, 2000): pp. 75-87.

Moreno, Alejandro. El votante mexicano. Democracia, actitudes políticas y


conducta electoral. México: Fondo de Cultura Económica, 2003.

López Sánchez, Rogelio. (Enero/junio, 2013). El abstencionismo como fenómeno


político en la sociedad contemporánea. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/pdf/694/69429860003.pdf

Oñate Garza, Tatyanna. (enero/abril, 2010). El abstencionismo en México.


Recuperado de http://www.azc.uam.mx/publicaciones/alegatos/pdfs/67/74-12.pdf

Tamayo Laris, Laura. "El abstencionismo en México". Tesis de licenciatura en


Ciencias Políticas y Administración Pública. México: Universidad Iberoamericana,
1999.

Touraine, Alain. ¿Qué es la democracia? México: Fondo de Cultura Económica,


1995.

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