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INTRODUCCION amor or su amblatiadal a veel ain peer,» ler Tiealigces dca peatlogta se eben precisamente 9 0:2 Corrientemente empleamos la sin alate sin preoc- cconfusién. Me parece que, si En un primer sentide ~que es Hoy, en el uso comtin, el nis evidente y central—, relaro design ele héroe ante los feacios en los eal 2 XII de la Odisen ¥, por tanto, esos cuatro cantos mismos, es decir, el segmento el texto homérico que asegura se su transcripeién Fel. En-un segundo sentido, menos difundido, pero hoy co- iviente entre los analistas y tedricds del contenido narrati= isis del relato» significa entonces estudio de un conjunto de acciones y situaciones consiceradas en sf mismas, dia- ciendo abstraceién del medio, lingtfstico 0 de otra (ndole, ue nos permite conacerias: en este caso son las aventuras Ins nor Ulises desde Ia ealels dé Trova hasta su llegada 4 Inv isla de Calis, at En un tercer sentido, que es al parecer el més‘antiguo, relato desigha también un acontecimiento: pero no ya el que se fen cuente algo: st dirernos gue fos fieados al r= {ito de Ulises, como decimos que et canto XXIT eta dedi- Gedo's J hatancs de low pretendentn cant a sven ‘as es una pecion igual que matar los pretendientes€e 50 Tmujer 9, ff bien & evidente que la exiatencia de diches ventures Teuponiendo us tas consideremos, como Ulises Feales) no| epende en nada de dicha sceton, ipualmente tnidente de que el dicurso nartativo, por su parte (relate de Ulises en'el sentido 1), depende de ella absolutamente, Ja que exfeu prosicto, como todo enanciado es el prodcto BE dn aco de enunclacion, Si por el contrari, considera tos menficoso a Ulises, Getiias las aventuras que cxen- ta, la importancia de ese acto narrative no hace sino au- tmenta, fa que de el dependen no lola existencia del dis: Curso eife tar la Becton de existencia de laa noclones uc arsleren. Lo mismo diremos, evidentemente, del acto farrativo del propio Homero en todos los casos en que éste indie lnrelacion de las aventuras de Ulises ‘Ast, puek, sin acto narrativa no hay enunciado y, a veces, nl siquiéra contenido narrativo. Por eso, es sorprendente que ia feorfa del relato se haya preocupado hasta: ahora poco dg los problemas de Ia enunciacion norrativa y haya Centrado easi toda si atencion en el enuincindo y su conte: nido, cbmo si fuese totalmente secundario, -por ejemplo, que iaslaventuras de Ulises fuveran contadas unas veces por Homerp y. otras por el propio Ulises. Sabemos, sin embar- go, y yolveremos a hablar de ello mas adelante, que ys Plaién|no le habla parecido ese tema indigno de su aten- cién. 5 ‘Como su titulo indica, o casi, nuestro estudio versa esen- seta sobre el relato en el sentido més corriente, es de- Gir, lfdiscurso parativo, que resulta ser en Ieratura,y particular en el caso que nos interesa, un texto narrativo. Pero, omo veremos, el anflisis del discurso narrativo, tal comd| yo lo entiendo, entrafia constantemente el estudio de t las relaciones, porana parte, entte ese discureoy ls acon- tecimientor eu relate (ato en el setioo 2s, por stra ttre ene mismo-discursa vel aeto gue To produce real frerel 6 fleticomente (Ulises relate ene sentido 3. Ast fue, pera evilar toda confoston toda tran lingatticon Jevenfor detignar desde ahora mismo mediante térnnos tnfvoos coun de so en apocon don raid ne ration Propengay sin insist en ne roeones: por lo dems Evidenton ek aveleccién de los términos, lamar hist el Sanflendo conenide narratvo (aun cuando dicho conte milo reulte secrete aso, de pocn densided dramaties Sreontenido de acontecmtcnion- ear propiamente deh Si significant enuncindo o texto narrative mismo name: inal seta narrative productor 9. por extension, ef cone foro de fa ruacion real o fcticin en que se produce. Nuestro objet es, puts, en este caso el relafa, en el sen- sido limitode que ssignamos en adelante ese tésmino. Es fastant: evident, me paree, que, de fos res nvelesdstn= uldos al instant, dl Sscarso narrative ese nico ue otter direcamnte nanslsi tewtuah que es 5 ven i anico irtyumento de ertudio de que diapontemes en fo Stern dl rela literovo, on particular, del reno ce fe Gin. St quisietamos eatudior for st misinos, digamos lox Scontecinientos contados por’ Michelet en bu Hltora a trameie.podriamos ecurrit a iada clase de documentos oe terorar # eta obra relativos'n ta histcria Se Francie Hl {uistormon estodior por st mama’ ia Fedsscion de esa Sora, podrianoe altar otros dosumentos: puctrente terres al texto de Michelet, relativos ssa vide ¢ su trebeo Girante los anos que le Geaico, Tal noes el veeuvse Se quien sx teresa, por ns pare, por ioe acontecimfents contador Dorel relate que conetive En buseu del lempo pert Bor otra parte por el acto narrative del gue precede nig Socamento exterior aE busca del tempo perdi, mt espe, ciaimente una buena biografia de Marcel Prout seuste- ta! podria informarte sobre esos weomtccntenton nt sobre tae Beto, qus unos yoiren ton fcticlory ponen on esceva ovn Marcel Proust, sine 9 supuesto protagonists ¥ na dor de su novsl. No cs desde luogo, que cl conten 83 tative de Ex husew del rempo perdido earezea para mi de relacion con la vida de st autor sino simplemente que cea relacién no es tal. que se pueda utilizar fa segunda para un andlisisriguroso del primero (como tampoce Ta inverse). En cuanto’a la narracion productora de ene feloto, ends sihora hemos de guntdarnos de confandir ef neto de Maree!" de contar su vida pasada con el acto de Proust al eseribir En busca del tiempo perio: mas adelante velveremava ha- blar de este tera, de momento basta con recordar que las sqinientas veintuna paginas de Por ef canna ae Svan iedicign de Grasset), publicadas en noviembre de 1913,y Te dactadas por Prousi durante algunos anos antes de ett fe cha, sé supone (en el estado actual de In elon) que en rrador lax eseribe mucho después de la guerta. As, PUCS, es el relato, y s5lo dl el que ns informa aqul, por una par- te, sobre los acontecimientor que relata Y, por otra, sobre {actividad que, segin re nupone, lo eréar dicho de otro modo, nuestro eonacimiento le unos y de ln otra no puele ser sing indirecto, mevitablemente medliatizado por él ds- curso del relato, en la medida en que unos son el objeto intsmo de ese discursa yl otro deja en i vestigios, marear o indieios reconocibles'e interpretables, tales como la pre- seria den pronombre pana en primera paona ie denora In idemticnd Gel personajey del narradaro fa de un verbo en pando que denota Ia sinterioried de ln acci6n contada sobre la accion narrativa, sin perjuico de indica ones més directas ¥ mAs explicit. ‘As, pues, historia y nartacion no existen para nosotros sino por mediacion del relato, Pero, recfprocamente, el re lato, e! diseurso navrativo no puede ser tal sino en ia me didn en que exente una histori sn lo cual no seria narra. tivo (como, digamos, {a Etier Ge Spincra),y en in medida en que alguien lo profera, sin fo eval (como, por elemplo, tina colection de documentos arqueclogicos) ne seria en a ‘mismo un dicurso, Como narrativo, vive de su Felscion con In historia que cuenta: como discurso, vive de su rclacion con ia tarason ave Yo profes. andlisis del discurso sarrativo ser, pues, para noso- tros,exencialonents, el estudio de las relaciones entre velato a4 historia, entre relato y narracién y (én la medida en que Sz vciben aml cur el lato) entre istoria y nvr én, Esta posicion me condice a proponer una nueva par- ticidn del campo de estudio, Tomaré como punto de partida Ia division formulada en 1966 por Trvetan Todorov." Esa dlvisign clasifica los problemas del relato en tres catego fas: In del rim, sen que se express la relacios. entre el tiempo dle fa historia y el del discursos; Ia del aspecto so Jn manera como pevelbe Ja historia él narradors; Ia del ‘modo, es decir, vel tipo de discurso wtlizado por el narra dors: Adopto sin enmienda la primera|eategoria en su deli- nielén qute acabo de citar v que Todorov flustraba con ob scrvaciones sobre las wleforntsciones iemporaless, es deelt ine infdelidades respecto. del orden] cronologico de loe scontecimientos, y sobre Ins relaciones de concatenacién, alternaneia © narratives fasienladas por él algs tiempos de fa eser ‘ura yee Ia lect) que, sewn me parece, exceden Ios tmi- tes de su propia definieién s que vo reservaré, por ml parte, para otra ortcn de problemas, cvidentemente referentes a Ins relaciones entre Felnto ¥ narvaciony La eategoria del as- ecto’ abareaba esenciamente las eestiones del spunto le Mista» narrative ¥ la del modo agrupaba fos problemas de “distancia que la critica americana de tradici6n jame- siona trata generalmente en funcidn de [a oposicién entre Slowing (erepresentacién> en el vocatulario de Todorov) ¥ telling (enarracién), resurgirtento de las eatogorias piaté nicas de miesis (imitaeiom perfects) y de diegenis (relat puro), los divcrsos tipos we representacion del discurso de personaje, los moulor de presencia explicita 9 implicita del farrador v del lector en el Telato, Caino antes en el ca%0 del etiempo de Ia enunelaciéne, creo necesarfo digociar esta aitima serie de problemas, en la medida en que se refien: sl acto de narration y asus protagonistas: en cambio, hay {que rounir en una sola categoria, que es In —digamos pro- Mislonalmente-de Ins modalidades Ide representacian © rados de mimests, todo el resto de fo gute Todorov repart 8s entre aspecto y {nado Esa redistribucion conduce, pues, « tina division seqsiblemente diferente de aquella nla cur se inspira y qud ahora vow a formular cn sl msm, recy ‘lence para la lecclon de los terminos a una eapcce de ‘neiaforalingUstica que ruego nose tome en senido deren. Rado literals | ‘Come todo rlsto ~aunque sea tan extenso y complejo conto En busca del tiempo perdido" es una produccion Hie iain ave dy por frag Ia tlcn de uno var) fcontecimientos), tal ver sea legitimo ttataro compo el e+ Sarrollo, todo Ip monstruoso que se quiet, dace A van forma verbal, ef el sentido gramatical el termine: la ex pansion de un verbo. Yo camino, Peme ha verido son para Int formas minimas de relato e,inversamente, la Odinca 0 Ex busca del timpo perdido no hacen sino amplisear en cierto modo (en si sentido ret6res)enunciedos tales come Ul Ses miele a Tiaca 0 Marcel se hace egritor, Tal vex esto 10s autorie © organtaato, af menos, a formular los problemes de andlisis del discurso narrative de acucrdo con cateporias tomadae de la gramatica del verbo y que agu se reducirén a tres clases fundamentales de deterrninaciones: Tas que s° Teliepn las relaciones temporales entre relato y Aegess, Y ae nosotros colocaremoe desire dea categora del lent jot las que se refieren alas modalidades (formas ¥ gradon) Be la erepresentaciOns narvativa, por tantbr 8 los fmodos! del relato; por altrmo, las que se reficren a la forma como Se encuentva implicada en el relato in propia narracién en €l sentido en que ta hemos definido, es decir, la situacién © instancie® parrativa, ycon ella sus dos protagonists: el harrador y su destinatario, real 0 virtual: podriamos sentir th tentgcign_de-colocar esta fercera determinaclon baie eh titulo dela »personan, pero. porrazones que quedarancla- ras ms adelante, me parece preferible adoptar un término {fon ‘connotacinnes pstcologieas un poco (muy. poco, por desgracie) menos marcadas y al que daremos una exten: sion coneeptud) sensiblements mds amplia, del que la «per- fonas (ave rejnite a la oposicion tradicional entre relato vem primera |p relato sen tarcera personas) na serd ino tn aspecto ene otron: exe termina es el de wos, que Ven. ae ( drys, por ejemplo," Befinia asf en su sentido gramattcal: ‘eAspecto de la accién verbal en sus relaciones con el suje~ to,,» Naturalmente, el sujeto de que aqui se trata es el del enunciado, mientras que para nosotros la voz designaré ‘una relacién eon cl sujeto (y, de forma mas general, Ia ins. tanefa) de Ia enuneiacién: una vez mds, no se trata ‘sino de préstamos de términos, que no pretenden basarse en homo: logias rigurosas." Como vernos, las tres clases aqui propuestas, que desig- nan campos de estudio y determinan In disposicion de los eapttulas que siguen," no cubren, sino que se superponen de forma compleja, # las tres categorias definidas mas arri tba, que designaban niveles de uefinicién del relato: el tiempo v el modo Tuncionan. los dos, en el nivel de tas rela- clones entre hrisraria y relain mientras que la voz designa a la vez las relaciones entro narvacion y relato y entre narra idn © historia. No obstante, nos guardaremos de hiposta- Siar estos términos v de convertir en substancia lo que no es en cada caso sino un orden de relaciones. {. Relaio_y nemaciny 0 necsitan jusificacion, Respecto & buistorias pete un inconveniente evigente, imvocare ef uso ce: jente (se dice: scontar una historias) ¥ un dso teenteo, mas li rio, cierto ts, peru bastante bien admnitida desde que Tevetar Te rov propuse distingu el relate como diecurson (sentido 1) el lato como hisiorins(sertica 2), Emplearé tambien en #1 IMIeto entide el termine divgesis: que has viene de los tedricos Gel elst0 cinematogratica, _ Lar mala ao presentan aqut ningin inconveniente, va que ‘gy principal delocte Consiste en siibute finmente a Prout To give Proust dige de Marcela tilere to que dice ee Combrayn Cahours raue dics de Blinc ua raceniarnenic: procetgent cena je'en si, pero sin peligro para nosotros: Aparte de los nombn oS ec ee per 3 Conscrvamoe nga para cesignar 9 in vex al protagonista v alga de Er ced en pei, exe nore contro iido: Enel slime capitulo me explieare al respect 4. abes eatcporiet du rect literaircs, Conmnnmications 8, ' Reboutinalo svisidne en Litéramre et Siemfiention (1967) © cen Onestace que Je smtterlisme? (1968, S Rehauifzado erepistros en 1967 ¥ 1968, a7 cls ender SS a mas oa hse epee mses ende ee a ee ate acne syt ee vg ey “fon rene cr see Ree ane 3 lado arene habla de ea fd ih Snel ev Mf Sign seen seg "es tga ne rain, rer) tn vet ESSE oe ey nS del empicg de Be 1. Orden eTiempo det relate? sEl relato es una secuencia dos Yeces temporal..: hay el tiempo de Ia cosa-contada y el tienipo del relato (iieimpo diel significado y tiempo del significante), Esta dualidad no os s6lo lo que hace posibles todas Ins distorsiones smporn- les cuya observacién en fos relatos (tyes afios de ta vida de! héroe resumiclys en dos frases de und novela, 0 en algunos planos de un montaje “frecuentativo} de eine, etc.) consti- tuye una trivialidad; mas fundamentalmente, nos invita 2 comprabar que ve de Ins funciones del relato es Ia de transformar un tigmpo en otro timp. {La dualidad temporal, tan vivamente acentunda aqut. » que los tedricos alemanes designan thediante In oposte entie ersahlie Zit (tienypo eke ta Nistorla) y° Ersdilceit Wer cs Un raga earetertstiee no sole del relate cin “illco, sino también tle! relato oval. en to dos sus iiveles de elaboracidn estétjen, inchtiela el nivel plenamente «iteration que ex el del peeitade tpieg a ele Th narvaclén cramativa (relate cle Tergmenes.. Tal ver $0 menos pertinente en otras Torimas dd expresion nacrativa tales como In «fotonovela o In historieta (0 Ia representa: cidn pietorlea, como In predela de Urbito, © bordada, coma el tapiz de Ia roina Matilde), que, al tiempo que constituyen sccuencias de imagenes ¥, por tanto, ceigen una Teetura st 89

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