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HISTORIA E HISTORICIDAD EN LA MUSICA ARABE

Por Habib Hassam Touma

RESUMEN PARA LA CATEDRA DE SISTEMAS MUSICALES NO OCCIDENTALES


Por Orlando Duque, C.I. 9338606. Mérida abril, 2018

El presente escrito tiene como finalidad resumir los elementos más importantes contenidos en el artículo
Historia e historicidad en la música árabe, de Habib Hassam Touma, publicado en la Revista Musical Chilena,
tomado del Instituto Internacional de Estudios Comparativos y Documentación Musicológica, en Berlín,
Alemania. No comprende el escrito entonces, ejercer algún tipo de juicio crítico sobre la opinión del autor,
limitándose solo a condensar los elementos esenciales que permitan de manera rápida, facilitar el abordaje
de la historia de la música árabe, para la materia de Sistemas Musicales No Occidentales, en la Licenciatura
en Música de la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.

La época islámica va desde el siglo VII al XVII, y tiene su apogeo en el siglo XIII. Durante
este período se encuentran diversas maneras de enfocar los hechos históricos. Tal es el caso de la
época preislámica, en que los cronistas transmitían los acontecimientos importantes oralmente a
través de la poesía, lo que constituye una importante fuente para la musicología.
A partir del siglo VII, la historia árabe es abordada de manera más estructurada y precisa,
basada en biografías, genealogías, leyendas y narraciones, entre otros. A partir del cronista Al-
Tabari, alrededor del siglo IX, la historia comienza a documentarse cronológicamente por años. En
el siglo X, Al Mas Udi, incluye anécdotas históricas en las crónicas, y se basa cronológicamente
alrededor de un rey o una dinastía.
En el siglo XIV, Ibn Khaldun, con una dilatada vivencia, escribe su visión de la historia en el
Libro de los ejemplos, lo que le valió fama de sociólogo por sus aportes desde la filosofía-
materialista, en el estudio de los “fenómenos de la sociedad humana”.
A comienzo del siglo IX, el mundo árabe era muy extenso, y siendo el árabe la lengua de
los eruditos, la crónica histórica gana categoría de ciencia. En este momento se escriben
numerosos tratados musicales que son conservados y traducidos a lenguas occidentales hoy día.
Tal es el caso, de El Gran libro de la música, de Al Farabi, escrito en el siglo X, y traducido al francés
entre 1930 y 1935.
La musicología estudia la trascendencia histórica y cultural de 15 siglos de música árabe,
eso facilita la comprensión de su historia musical. Un factor fundamental es que en la música
árabe “la elaboración de las ideas musicales se subordinan a parámetros tonales”, que dominan el
proceso creativo, tanto para la música improvisada como la de ejecución estricta. A este
fenómeno se le conoce como maqam, que es una sucesión de formas expresivas sonoras, desde lo
sencillo a lo complejo, y que en occidente se asemeja a nuestras formas expresivas de la música
popular. Cada maqam está identificado con una jerarquía y cualidad tonal, y cada uno de los 70
maqamat existentes, tiene una estructura tonal propia.
Dado que la estructura tonal está por encima de la rítmica, no es posible interpretar y
repetir un maqam de la misma manera, ya que esta última es secundaria o “incluso se puede
prescindir de ella”. Es posible que lo anterior haya contribuido a que los cronistas no
documentaran su música.
El Gran libro de los cánticos de Al-Isfahani, del siglo X, con 20 tomos de datos desde el siglo
VII al X, incluye información biográfica, ritmos y modos, pero nunca melodías. Igualmente El gran
libro de la música, de Al-Farabi, del mismo siglo, llega a mencionar posiciones de los dedos sobre
los trastes del laúd, escalas, patrones rítmicos, pero igualmente nunca melodías.
Mas adelante en el siglo XIII, Safi Al-din, escribe El libro de los modos, dedicado a los
tonos, modos, ritmos y la composición. Aborda breve y de manera incompleta una canción.
Igualmente en otras de sus publicaciones teoriza sobre las estructuras de escalas, su división en
tonos y comas, unidades y patrones rítmicos, entre otros.
La ausencia de música árabe hace difícil comprender su evolución histórica. En esta cultura
desde el siglo VI la música se transmite de manera oral. Ningún músico entrega partituras, y se
paga para que se enseñe determinada melodía, por ello no se cuenta con libros u otro material
didáctico. Existe la libertad de aprender la melodía de su maestro y luego darle un carácter propio,
respetando las tradiciones musicales de la música árabe, caracterizadas por el sistema tonal, la
organización rítmico-temporal o subdivisión de tiempos, los elementos melódicos, el instrumento
musical, la forma de la composición, su improvisación, y la ocasión social para su ejecución.
La propuesta de una suerte de segunda escuela en el siglo IX por Ibrahim Ibn Al Mahdi,
aun sigue vigente. Desde los años 50, se tiende a innovar, pero luchando por no perder la esencia
de la vieja música árabe. Tal es el caso de Munir Bashir, quien propone música árabe renovada,
evitando elementos ajenos; esto le valió el repudio de muchos críticos, sin embargo, logró
imponer su escuela, finalmente.
En este orden Henry George Farmer, publica en 1929 su libro, Historia de la música árabe
hasta el siglo XIII. Mantiene la tradición de no escribir canciones ni melodías, pero analiza
profundamente la música entre el siglo VI y el siglo XIII. En otra de sus publicaciones Las fuentes de
la música árabe, escrita en 1965, se basa en tratados del siglo VIII al XVII.
Todas estas publicaciones datadas desde el siglo IX al XIII han permitido escribir la historia
de la teoría musical árabe, concentradas en la organización rítmico-temporal, conocida como iqa,
los instrumentos, los sentimientos producto de su ejecución, “las ocasiones en que se ejecuta y el
texto de las canciones”, entre otros. En éstas encontramos con gran precisión el término maqam,
que se acuña en el siglo XVI, y se corresponde con una forma de composición y de improvisación,
poco abordada teóricamente, lo que pudiera indicar que los compositores o no tenían disposición
de revelar sus trabajos o sabían que no podían representar la música escrita; también, cabe pensar
que no tenían la claridad para representar una expresión musical no verbal, que permitiera
madurar una teoría musical. En otra reflexión el autor se plantea la posibilidad de la inexistencia
de fuentes documentales que expliquen, la ausencia de escritura musical árabe.
Lo anterior, es posible debido a la destrucción de documentos durante el siglo XIII y XIV en
los que la cotidianidad de las guerras era devastadora. Sin embargo, subsisten textos como el de Al
kindi, Tratado sobre conocimientos espirituales de la composición de melodías. Igualmente el
escrito de Al Farabi, El gran libro de la música.
Finalmente, señala el autor que desde su perspectiva la finalidad de la historia de la
música árabe es “proporcionarle al lector una comprensión estética de gran amplitud”. Por ello, su
estudio debe acompañarse con herramientas audiovisuales, y organizarse “cronológicamente por
países”, de esta manera se puede analizar según Hassan, discursiva, pragmática y
comparativamente, de acuerdo a las fuentes, su cultura y su tiempo.
Como guía para su comprensión Hassan señala en su artículo las fuentes de la historia de
la música árabe, que van desde la música misma, sus ejecutantes, constructores de instrumentos,
textos y manuscritos dispersos por toda Europa, Oriente Medio, Asia y África. De igual forma la
documentación analítica de la música árabe debe contener: su contexto cultural, sus
características musicales esenciales, formas musicales, estructuras modales, contexto secular o
religioso, instrumentos musicales y constructores, el músico y su función sociocultural, y los
objetivos del hecho musical, entre otros. Todos estos elementos darán una visión crítica de la
música árabe en un contexto cultural y temporal, en ausencia de la escritura musical, tal como se
conoce en Occidente.

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