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Dicha unidad destruye toda posibilidad de independencia absoluta entre sus ramas. Los
distintos sectores en que se divide el derecho conforman en su esencia, el carácter de partes de
una única unidad científica. Así, la relación jurídica tributaria es sólo una especie de relación
jurídica existente en todos los ámbitos del derecho y a cuyos principios generales debe recurrir.
AUTONOMÍA
Villegas (2002) "El concepto de autonomía dentro del campo de las ciencias jurídicas es
equívoco y adolece de una vaguedad que dificulta la valoración de las diferentes
posiciones".
Por eso nunca la autonomía de un sector jurídico puede significar total libertad para regularse
íntegramente por sí solo. La autonomía no puede concebirse de manera absoluta, sino que cada
rama del derecho forma parte de un conjunto del cual es porción solidaria.
Examinar la autonomía del Derecho financiero supone preguntarse si existe un aspecto jurídico
de la actividad financiera y un método jurídico para acceder al conocimiento de la Hacienda
pública, caso contrario se buscará respuestas en el derecho administrativo, derecho
constitucional o en alguna otra rama del derecho público o privado.
DIDÁCTICA
Requiere el estudio del Derecho Financiero en forma separada e independiente
de otras ramas jurídicas para que se tome conocimiento de su complejidad y de
ahí se parta a su aprendizaje.
FUNCIONAL
Cuando el conjunto de normas de una rama del derecho está dotado de
homogeneidad, y funciona como un grupo orgánico y singularizado.
CIENTÍFICA
CORRIENTE ADMINISTRATIVISTA
Niegan la autonomía científica del derecho financiero, afirman que la actividad del Estado
(obtener los medios económicos para cumplir sus fines), así como la administración y el uso de
ellos, es una función administrativa típica y no difiere en su naturaleza de las demás actividades
públicas del Estado regidas por el Derecho Administrativo.
Pérez de Ayala, Mayer, y Giorgio del Vecchio "El Derecho Financiero no tiene
autonomía científica y forma parte del Derecho Administrativo, siendo su objeto una
mera función administrativa que se sintetiza en la actividad que despliega el Estado para
conseguir recursos, gastarlos y balancearlos".
Espeche (2014) "El Derecho Financiero no es científicamente autónomo, debido que en
su dinamismo y vivencia diaria debemos aplicarlo teniendo en cuenta la totalidad del
Derecho, y obviamente sus particulares especialidades, para así arribar a la solución más
justa posible que nos presente la realidad en un espacio y tiempo determinado.
Recordamos que el Estado es una ficción jurídica que tiene su manifestación visible el gobierno,
diremos que este no puede existir sin lo que es hoy en día el derecho administrativo lo cual no
convierte al derecho financiero en una apéndice del derecho administrativo, sino que estas se
relacionan para lograr fines comunes como: la justicia y el funcionamiento del aparato estatal.
De otro lado, es necesario recordar que no debe confundirse la actividad administrativa del
Estado con el derecho financiero, pues el derecho financiero se ocupa de la creación del tributo
en tanto que la actividad administrativa no tiene capacidad para hacerlo sino que se limita a
administrar el tributo.
Tampoco podemos afirmar que el hecho de gastar los recursos públicos convierte al derecho
financiero en una mera actividad de la Administración ya que para ejecutar el gasto se necesita
tener cobertura presupuestal, y contar con los recursos públicos, sin lo cual no es posible
disponer del erario público, y esta no es una actividad propia de la Administración sino del
derecho administrativo30.
CORRIENTE AUTONÓMICA
Rheinfeld Pugliese, afirma que existe una necesidad científica en estudiar el derecho
con criterios uniformes y reconoce que la parte más importante del derecho financiero
es el derecho tributario, pero sostiene que no solamente el fenómeno impositivo sino
que problemas jurídicos que emergen de la actividad financiera del Estado se resuelvan
mediante principios propios, de carácter unitario.
El Estado, como cualquier grupo social busca satisfacer sus necesidades (defensa,
seguridad interior, justicia y diplomacia) por ello, busca obtener ingresos mediante
la explotación de su patrimonio, ejercicio de actividades mercantiles,
endeudamiento interno y externo o por su imperium a través de la tributación.
EL Estado debe administrar esos ingresos para finalmente emplear sus escasos
recursos con la máxima eficiencia. Todo lo descrito es conocido como la actividad
financiera el Estado, y es esta manifestación del Estado la que precisamente
pretende estudiar el Derecho Financiero. Dentro de la clásica concepción de la
división de funciones u órganos del Estado, corresponde a la Administración ser el
actor, el que ejercita diariamente la actividad financiera. Por eso, no debe
sorprendernos que se quiera encuadrar al derecho financiero como parte
del derecho administrativo. Sin embargo, existen sustanciales diferencias:
El derecho financiero tiene normas propias, y hasta particulares respecto del resto
del ordenamiento como son las referidas a los tributos, ley de presupuesto que se
aprueba todos los años o la de financiamiento. Incluso el trámite presupuestal está
detallado a nivel constitucional, legal y reglamentario de la cámara legislativa. Goza
además, de una comisión al interior del Congreso, dedicada exclusivamente al
estudio del proyecto del presupuesto y la cuenta general. El código tributario es
una muestra de la codificación del derecho financiero.
Niega que el derecho financiero tenga autonomía científica, admitiendo sólo su autonomía
didáctica. Reconoce que un sector del derecho tributario material goza de esa autonomía
científica de que carece el financiero.
La generalidad de la doctrina que niega autonomía al Derecho Financiero, así como la que le
reconoce autonomía didáctica, parte del hecho indiscutido de que la mayoría de las instituciones
propias de esta ciencia jurídica se encuentran dispersas entre diversas disciplinas jurídicas como
los conceptos de tributo, presupuesto, empréstito, moneda, control; cuyas normas jurídicas son
de naturaleza complementaria distinta entre sí, impidiendo esta heterogeneidad la presencia de
principios propios. En nuestro país estas instituciones se encuentran reguladas por diferentes
leyes orgánicas, como por ejemplo, Código Tributario y Leyes Específicas sobre Tributos, cuyos
principios son absolutamente distintos a la Ley General del Presupuesto, a las Leyes sobre la
Deuda Externa e Interna, Ley de Bancos, Ley del Sistema Nacional de Control, Ley General de
Contabilidad Gubernamental Integrada y Plan Contable General, Ley Normativa de la Actividad
Empresarial del Estado. Esta heterogeneidad en la temática propia del Derecho Financiero es el
principal obstáculo para reconocerle autonomía como ciencia jurídica, pero ello no impide que
se reconozca la necesidad de estudiarlo bajo una concepción unitaria, como acota Valdez Costa,
quien por ello sostiene que el Derecho Financiero es uno de los más vivos ejemplos de las
grandes transformaciones del Derecho en el siglo XX.
Ossorio, M. (2006). Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Buenos Aires: Heliasta.
Villegas, H. (2002). Curso de Finanzas, Derecho Financiero y Tributario. Buenos Aires: Astrea.