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CONVECCIÓN
En el capítulo 1 hemos visto que en la mayoría de los problemas de conducción aparecen uno o
más coeficientes de convección. Hasta ahora hemos considerado que estos coeficientes tienen
valores conocidos. El “problema de convección” es, precisamente, encontrar dichos valores.
Vemos inmediatamente que esta tabla no es muy útil, pues (particularmente en agua) el rango de
variación de ℎ es demasiado amplio. Los mayores valores son siempre para flujo turbulento, que
es el régimen que más frecuentemente se da en la práctica.
Sin embargo, en esta tabla se destacan las dos grandes categorías de convección: natural (o libre)
y forzada. En la primera el movimiento del fluido se produce por las diferencias de densidad que
ocurren debido a cambios de temperatura. En la segunda, en cambio, el movimiento del fluido es
impuesto por un agente externo, sea artificial (como una bomba o un ventilador) o natural (el
viento, diferencias de altura, etc.). Veamos algunos ejemplos.
2.2 CONVECCIÓN
1
𝑇m = ∫ 𝜌 𝑉 𝑇 d𝐴
𝑚̇
Esto se ha hecho para numerosas situaciones “típicas” (como por ejemplo las recién
descritas: flujo sobre un cilindro, dentro de un tubo o adyacente a una pared vertical). Los
resultados se presentan en la literatura en forma de correlaciones que relacionan entre sí
magnitudes adimensionales. Debe destacarse que estas correlaciones son experimentales,
y por lo tanto los valores de ℎ obtenidos con ellas pueden presentar diferencias con
respecto a los valores que efectivamente aplican. No obstante, seguiremos precisamente
este tercer camino para obtener el coeficiente de convección.
Kelvin: fracción 1/273,16 de la temperatura termodinámica del punto triple del agua.
Ejemplo 2.3 : Mediante razonamientos físicos se sabe que el radio 𝑅 de una onda de detonación
después de un tiempo 𝑡 de ocurrida la explosión depende primordialmente de la densidad 𝜌 del
fluido en el cual viaja la onda y de la energía 𝐸 liberada por el explosivo. El fenómeno queda
1
Sir Geoffrey Ingram Taylor (1886 – 1975) físico y matemático británico,
con importantes contribuciones en dinámica de fluidos y teoría de
ondas. Es interesante mencionar que, estudiando películas
desclasificadas de ensayos de las primeras bombas atómicas, Taylor
pudo estimar la energía liberada por ellas, véase
http://www3.nd.edu/~powers/ame.90931/taylor.blast.wave.II.pdf. Este
dato era, obviamente, top secret. Fue una desagradable sorpresa para la
inteligencia norteamericana que el dato estuviera disponible para quien
dominara los elementos del análisis dimensional.
Observación: 𝑧 = 𝑓(𝑥, 𝑦) es una superficie sobre el plano (𝑥, 𝑦) . Cuando 𝑧 es cero la superficie se
intercepta con dicho plano, formando una curva 𝑦 = 𝑓(𝑥) . En otras palabras, 𝑓(𝑥, 𝑦) = 0 es
equivalente tanto a 𝑦 = 𝑓(𝑥) como a 𝑥 = 𝑓(𝑦) .
Sin embargo, no todas estas magnitudes son independientes. Si el globo es esférico, tanto el
volumen 𝑣 como la superficie 𝐴 dependen solamente del diámetro 𝐷 . Por otra parte, si la
temperatura y la presión del aire dentro del globo no son muy diferentes de las mismas
propiedades del aire externo, la masa 𝑚a es proporcional al producto de 𝜌 y 𝐷 3 . Queda entonces
𝑓(𝑉, 𝑚L , 𝑔 , 𝜌 , 𝐷, 𝜇) = 0
Para obtener la dimensión de la viscosidad podemos emplear su unidad (Pa s) o su definición a
través de
d𝑉
𝜏= 𝜇
d𝑥
donde 𝜏 es el esfuerzo de corte en una pared sobre la cual se mueve un fluido cuyo gradiente de
velocidad en la pared es d𝑉/d𝑥. Cualquiera de los dos métodos da dim 𝜇 = M/(L T). Las
dimensiones de las otras magnitudes son triviales.
Seleccionamos ahora cualquiera de las tres dimensiones básicas L, M o T y seleccionamos también
cualquiera de las magnitudes que contiene la dimensión elegida para ser eliminada. Por ejemplo,
eligiendo L y 𝐷 da
𝑉 𝑔
𝑓 ( , 𝑚L , , 𝜌𝐷 3 , 𝐷𝜇) = 0
𝐷 𝐷
Continuamos eliminando M con 𝑚g , con lo cual obtenemos
𝑉 𝑔 𝜌𝐷 3 𝐷𝜇
𝑓( , , , )=0
𝐷 𝐷 𝑚L 𝑚L
Por último, solo resta eliminar T. Usando 𝐷𝜇/𝑚L , queda finalmente
𝑓(Π1 , Π2 , Π3 ) = 0
donde
𝑉𝑚L 𝑚L 2 𝑔 𝜌𝐷 3
Π1 = , Π2 = , Π3 =
𝐷2𝜇 𝐷 3 𝜇2 𝑚L
Este resultado se obtuvo siguiendo un determinado camino de eliminación. Otros caminos
pueden conducir a otras magnitudes adimensionales, por ejemplo
𝑓(Π1 ′ , Π2 ′ , Π3 ′ ) = 0
donde
𝑉𝐷𝜌 𝑚L 𝑔 𝜌 𝑔 𝜌2 𝐷3
Π1 ′ = Π1 Π3 = , Π2 ′ = Π2 Π3 = , Π3
′
= Π Π
2 3
2
=
𝜇 𝜇2 𝜇2
De hecho, como el producto de magnitudes adimensionales elevadas a cualquier exponente es
también adimensional, la función (desconocida) de seis magnitudes 𝑓(𝑉, 𝑚L , 𝑔 , 𝜌 , 𝐷, 𝜇) = 0 es
completamente equivalente a una infinita variedad de otras funciones (también desconocidas) de
solamente tres magnitudes adimensionales.
¿Cuál es la importancia de todo esto? Deducir expresiones analíticas para las funciones
𝑓(𝑉, 𝑚L , 𝑔 , 𝜌 , 𝐷, 𝜇) = 0 y 𝑓(Π1 , Π2 , Π3 ) = 0 puede ser muy difícil, o incluso imposible. Sin
embargo, en principio siempre será posible obtener ambas funciones de manera experimental.
Pero es mucho más sencillo hacerlo para la segunda función, pues ella involucra solamente tres
argumentos en vez de seis. Por ejemplo, es posible medir las velocidades terminales 𝑉 de varios
globos esféricos de diferentes masas y diámetros manteniendo 𝜇 y 𝜌 constantes. Esto permitirá
construir una tabla con los valores de las tres magnitudes adimensionales elegidas. Como tal tabla
será de validez universal, la misma podría ser usada para predecir la velocidad terminal de un
globo de cualquier diámetro cayendo en aire a diferentes temperaturas (o sea, con otros valores
de 𝜇 y 𝜌 ). Naturalmente, la tabla será mejor mientras más cercanos estén entre sí los valores de
las magnitudes adimensionales, es decir, cuanto más “apretados” estén los datos experimentales.
Naturalmente, entonces, el esfuerzo experimental será menor mientras menos sean las
magnitudes adimensionales a calcular. El problema es que una función de seis magnitudes que
involucren las tres dimensiones L, M y T conducirá siempre a otra función de tres magnitudes
adimensionales. ¿Es posible reducir el número de las magnitudes originales?
En el caso del globo, la respuesta es afirmativa. Para ello notamos que el equilibrio de fuerzas
implica que la fuerza de roce es balanceada por la fuerza de gravedad neta, 𝑚L 𝑔. Es decir, la
masa del globo desinflado y la aceleración de gravedad ocurrirán siempre como un producto. Por
lo tanto, la función original puede reescribirse como 𝑓(𝑉, 𝑚L 𝑔 , 𝜌 , 𝐷, 𝜇) = 0 , o sea cinco
magnitudes. Su adimensionalización conducirá a una función de solamente dos números
adimensionales, 𝑓(Π1 , Π2 ) = 0 , o, equivalentemente, Π1 = 𝑓(Π2 ) , donde nuevamente infinitas
posibilidades para Π1 y Π2 son posibles. Dos de éstas se emplean frecuentemente y reciben
nombres y símbolos especiales:
𝑉𝐷𝜌
Re =
𝜇
𝑚L 𝑔 𝜌
Gr =
𝜇2
El primero es el número de Reynolds 2 y el segundo es el número de Grashof 3.
Otra manera de reducir el número de magnitudes originales es explorar posibles
conductas asintóticas. En el caso del globo, podría pensarse en despreciar el
efecto del movimiento del aire a su alrededor, de modo que el globo cayera bajo
el llamado régimen de Stokes, donde para la fuerza de roce solo influye la
viscosidad. En tal caso la densidad 𝜌 quedaría excluida de la lista de magnitudes
originales. Es fácil deducir, entonces, que la función 𝑓(𝑉, 𝑚L 𝑔 , 𝐷, 𝜇) = 0 es
equivalente a otra función de solo una magnitud adimensional. Al igual que en
2
Osborne Reynolds (1842 –1912): Físico inglés, hizo importantes contribuciones a la mecánica de
fluidos.
3
Franz Grashof (1826 –1893): Ingeniero alemán, trabajó en problemas de convección natural.
los ejemplos 2.2 y 2.3, dicha magnitud debe ser igual a una constante numérica, o sea,
𝑉𝐷𝜇
=𝐶
𝑚L 𝑔
Ahora bien, para una partícula esférica, en el régimen de Stokes se sabe que 𝐶 = 1/(3𝜋) . ¿Cae el
globo en este régimen? Para el aire a temperatura atmosférica, 𝜇 ≈ 18 × 10−6 Pa s, por lo tanto
si el diámetro del globo es 34 cm y su masa es 15,5 g, la velocidad terminal sería del orden de
2600 m/s, lo cual claramente es incorrecto. (En aire, solamente partículas de polvo caen en el
régimen de Stokes).
El caso opuesto es cuando el globo cae en el régimen de Newton, donde solo la densidad del aire
es relevante, mientras que el efecto de su viscosidad es despreciable. En tal caso la función
𝑓(𝑉, 𝑚L 𝑔 , 𝐷, 𝜌) = 0 es equivalente a otra función de solo una magnitud adimensional. Llegamos
así a
𝜌
𝑉 𝐷√ =𝐶
𝑚L 𝑔
4
Edgar Buckingham (1867–1940): Físico estadounidense. Buckingham
escribió un artículo en 1914 cuyo título es “On Physically Similar Systems;
Illustrations of the Use of Dimensional Equations”. En este artículo se
establecen las bases del análisis dimensional, pero en él no se formula un
“teorema” propiamente tal.
Resumiendo lo anterior, podemos decir que la técnica del análisis dimensional consiste en tomar
una función desconocida de magnitudes dimensionales 𝑓(𝑀1 , 𝑀2 , … , 𝑀𝑛 ) = 0 y expresarla como
otra función equivalente, también desconocida, de la forma 𝑓(Π1 , Π2 , … , Π𝑚 ) = 0 , donde las
magnitudes Π𝑖 son combinaciones adimensionales de las magnitudes 𝑀𝑗 y 𝑚 es (normalmente) la
diferencia entre 𝑛 y el número de dimensiones básicas de las magnitudes 𝑀𝑗 .
El análisis dimensional llega hasta este punto. Lo que viene a continuación es la realización de
experimentos que conduzcan a obtener la función 𝑓(Π1 , Π2 , … , Π𝑚 ) = 0 de manera
estrictamente numérica y, en lo posible, ajustar los puntos experimentales a una función analítica
con constantes numéricas aproximadas. Tal función analítica recibe el nombre de correlación
experimental. Insistamos en que, como su nombre lo indica, las correlaciones experimentales no
se obtienen de la teoría.
Para que lo anterior tenga utilidad práctica, es esencial que las magnitudes 𝑀𝑗 sean todas las
relevantes para un problema determinado. Si se deja fuera alguna de ellas, por olvido o
desconocimiento, los resultados del análisis dimensional serán completamente inútiles. En esta
sección veremos cuáles son las magnitudes dimensionales aplicables a problemas de convección
natural y convección forzada. Las magnitudes adimensionales correspondientes reciben nombres
símbolos especiales, y nos referiremos a ellas como números adimensionales.
Hasta ahora han surgido cuatro de estos números:
- Biot: Bi𝐿 = ℎ 𝐿/𝑘
- Péclet: Pe𝐿 = 𝑉𝜌 𝑐𝑝 𝐿/𝑘
Ejemplo 2.6 : cuando una olla con agua se coloca al fuego, las diferencias
de densidad producen fuerzas de empuje que a su vez provocan
corrientes de convección natural, como las que se muestran en la figura.
La velocidad de las corrientes resulta de un balance entre la gravedad, la
fricción y la potencia del fuego. La gravedad depende del producto 𝑔 ∆𝜌,
donde ∆𝜌 es la diferencia entre la densidad de la parte más fría (la
superficie) y más caliente (el fondo). La fricción depende de una longitud
característica 𝐿 (que tiene que ver con la forma de la olla y la altura del
líquido) y – como en los ejemplos del globo y del ventilador – de 𝜌 y 𝜇.
La potencia del fuego determina el coeficiente de convección ℎ, el cual depende además de la
conductividad del fluido 𝑘 y de su capacidad calórica 𝑐𝑝 . De todo esto resulta
ℎ = 𝑓(𝑔 Δ𝜌 , 𝐿 , 𝜌 , 𝜇 , 𝑘 , 𝑐𝑝 )
o sea 7 magnitudes y 4 dimensiones (las tres de la mecánica, M, L y T , más la temperatura Θ), por
lo tanto el problema queda descrito por 3 números adimensionales.
Queda propuesto encontrar las dimensiones de estas 7 magnitudes (algunas ya las tenemos) y
realizar el proceso de eliminación. De esta manera se llega a
ℎ𝐿 𝑔 Δ𝜌 𝐿3 𝜌 𝜇 𝑐𝑝
= 𝑓( , )
𝑘 𝜇2 𝑘
aunque naturalmente existen infinitas posibilidades de obtener tres números a partir de las siete
magnitudes.
El primer número tiene la forma del número de Biot. Sin embargo, aquí 𝑘 es la conductividad del
agua, no la de la olla. Para que la diferencia quede más clara, cuando 𝑘 se refiere a un fluido el
número
ℎ𝐿
Nu𝐿 =
𝑘
𝑔 Δ𝜌 𝐿3 𝜌
Gr𝐿 =
𝜇2
(El producto de una diferencia de densidad Δ𝜌 por un volumen 𝐿3 es igual una masa 𝑚 .) En
ambos casos el subíndice 𝐿 puede omitirse, dejando implícita la longitud característica.
El tercer número recibe el nombre de número de Prandtl 6, el cual no tiene longitud característica.
Su expresión es
𝜇 𝑐𝑝
Pr =
𝑘
𝑔 Δ𝜌 𝐷 3
Gr𝐿 =
𝜌 𝜈2
5
Wilhelm Nusselt (1882 – 1957): Ingeniero alemán. Desarrolló el
análisis dimensional para la transferencia de calor antes de la
contribución de Buckingham.
6
Ludwig Prandtl (1875 –1953): Físico alemán, considerado el padre
de la aerodinámica.
- En vez del número de Grashof, es frecuente usar el número de Rayleigh 8, definido como
𝑔 Δ𝜌 𝐿3 𝜌 𝑐𝑝 𝑔 Δ𝜌 𝐿3
Ra𝐿 = Gr𝐿 Pr = =
𝑘𝜇 𝜌𝜈𝛼
𝑔 𝛽 𝛥𝑇 𝐿3 𝑔 𝛽 Δ𝑇 𝐿3
Gr𝐿 = RaL =
𝜈2 𝜈𝛼
7
En el capítulo 1 definimos la difusividad térmica como 𝛼 = 𝑘/(𝜌 𝑐𝑉 ). La
definición usando 𝑐𝑝 en vez de 𝑐𝑉 es la más aceptada. En sólidos y líquidos ambas
capacidades calóricas son prácticamente iguales.
8
John William Strutt, 3rd Baron Rayleigh (1842 –1919): Físico inglés, ganador del
premio Nobel en 1904 (en conjunto con William Ramsay) por su descubrimiento
del argón. En 1915 publicó un importante artículo sobre análisis dimensional.
coeficiente 𝛽 está tabulado para la mayoría de los líquidos de interés y para gases es
aproximadamente igual a 1/𝑇 .
- Una expresión alternativa para el número de Nusselt en términos del flujo de calor se
obtiene de la igualdad 𝑞 = ℎ 𝐴 ∆𝑇 donde, en el caso de la olla, 𝑞 es el flujo de calor que
pasa al agua, 𝐴 es la superficie del fondo de la olla y ∆𝑇 es la diferencia de temperatura
entre dicha superficie y el agua lejos de la superficie. De este modo, queda
𝑞𝐿
Nu𝐿 =
𝑘 𝐴 ∆𝑇
Ejemplo 2.7 : cuando soplamos sobre una taza de té, ocurre algo
similar a lo explicado en la sección 2.1.3: lejos de la superficie el aire
se mueve con velocidad 𝑉 y su temperatura es 𝑇∞ < 𝑇s , donde 𝑇s es
la temperatura en la superficie del líquido. Al acercarnos a la
superficie la temperatura aumenta, y la velocidad disminuye a cero
por efecto de la viscosidad. Entonces hay aquí dos capas límite: una
para la velocidad y otra para la temperatura; en general sus
espesores son delgados, aunque diferentes.
En el té hay corrientes de convección natural similares a las del
ejemplo 2.7, pero el calor que pasa al aire lo hace por convección
forzada. Las magnitudes que intervienen en este problema son
casi las mismas que las de convección natural, con la diferencia
que ahora el movimiento del aire no se produce por diferencias de
densidad, sino que es impuesto. Por lo tanto la magnitud 𝑔 Δ𝜌 se
remplaza por la velocidad 𝑉, quedando
ℎ = 𝑓(𝑉 , 𝐿 , 𝜌 , 𝜇 , 𝑘 , 𝑐𝑝 )
donde la longitud característica 𝐿 es en este caso la extensión horizontal del líquido, o sea el
diámetro de la taza.
La adimensionalización conduce a
ℎ𝐿 𝑉 𝐿 𝜌 𝜇 𝑐𝑝
= 𝑓( , )
𝑘 𝜇 𝑘
o bien
Nu𝐿 = 𝑓(Re𝐿 , Pr )
Si la velocidad es cero, el se té enfriará por convección natural, apareciendo el número de
Rayleigh en vez del número de Reynolds. Se deduce entonces que, para velocidades leves hay
convección mixta, descrita por los números
Nu𝐿 = 𝑓(Re𝐿 , Ra𝐿 , Pr)
Según lo visto en la sección 2.3, en problemas de convección aparecen al menos tres números.
Esto implica que para encontrar la función que los relaciona deben variarse dos de ellos y estudiar
el cambio en el tercero. Naturalmente esto dificulta el establecimiento de las correlaciones, pero
el principio es el mismo: una vez formulada la correlación, ella puede usarse en situaciones
prácticas similares a la usada para obtenerla.
En la literatura existen correlaciones experimentales para las más diversas configuraciones,
debiendo buscarse la que mejor aplica a cada caso particular. Los fundamentos, manera de
obtención y rango de error de estas correlaciones no serán materia del presente texto: ellas se
tomarán simplemente como “recetas”.
Los problemas de convección pueden dividirse en dos grandes grupos: convección forzada y
convección natural. En la primera, el movimiento del fluido está impuesto, mientras que en la
segunda el movimiento se produce por diferencias de densidad causada por las mismas
diferencias de temperatura que producen el flujo de calor. También existen problemas donde es
necesario combinar ambas formas de movimiento.
A su vez, la convección forzada se divide generalmente en interna y externa. En la primera el
fluido va por dentro de ductos o tuberías, mientras que en la segunda el fluido pasa por sobre una
superficie de modo que existe una zona más allá de la cual la temperatura del fluido no se ve
afectada por la de la superficie. Similarmente, la convección natural se divide entre aquella sin
restricciones y la que queda confinada a cavidades o espacios cerrados.
Una vez encontrada la correlación aplicable a la situación particular del problema, el coeficiente
de convección se obtiene simplemente multiplicando el valor del número de Nusselt resultante
por la conductividad del fluido y dividiendo por la longitud característica que aplique. No
obstante, se presenta una complicación en el hecho de que las propiedades que intervienen
(𝜌, 𝜇, Pr, etc.) son función de la temperatura. A veces dicha temperatura es desconocida, y debe
encontrarse como parte de la solución del problema, lo cual implica que será necesario realizar
iteraciones.
Hay complicaciones adicionales. Por ejemplo, algunas correlaciones permiten encontrar el
coeficiente de convección local, es decir, en determinado punto de la superficie. Otras
correlaciones, en cambio, aplican al coeficiente de convección promedio (véase el punto 2.1.1).
Similarmente, en convección dentro de tubos la forma de las correlaciones dependerá del largo
del tubo, pues esto determina el que el flujo esté en desarrollo o sea completamente
desarrollado. Estos términos se refieren a si estamos cerca o lejos de la entrada del tubo,
respectivamente. Los detalles pueden consultarse en la literatura.
En este texto adoptaremos como regla simplificada el evaluar las propiedades termodinámicas al
promedio 𝑇p (a veces llamado temperatura de película) entre la temperatura de la superficie 𝑇s y
la temperatura lejos de ella:
AGUA
3
𝜌 / (kg m ) 1000,7 − 0,070 73 𝑇 − 0,003 61 𝑇 2
AIRE
3
𝜌 / (kg m ) 352,977 𝑝atm⁄[(273,15 + 𝑇) 𝑝]
Los libros sobre transferencia de calor transcriben varias correlaciones propuestas por los
experimentalistas. El valor de ℎ resultante tendrá siempre un margen de error que, esperamos,
no debiera ser mayor a aproximadamente 25%. Nuestras fuentes son:
- A. F. Mills “Basic Heat and Mass Transfer”, Prentice-Hall, 1999.
- F. Incropera y D. de Witt “Fundamentals of Heat Transfer”, John Wiley, 1981.
Nu𝐷 = 0,023 Re𝐷 0,8 Pr 𝑛 donde 𝑛 = 0,4 si el fluido se está calentando o 𝑛 = 0,3 si el
fluido se está enfriando. Esta correlación fue desarrollada
por Dittus y Boelter, y es válida cuando Re𝐷 > 104 .
Alternativamente, mejores resultados se alcanzan usando la correlación de
Gnielinski:
(𝑓/8)(Re𝐷 − 1000)Pr
Nu𝐷 = 3000 < Re𝐷 < 106
1 + 12,7(𝑓/8)1/2 (Pr 2/3 − 1)
donde
1 2300 < Re𝐷 < 104
Re𝐷 1/2
1+( ) 2 × 104 < Re𝐷 < 4 × 105
𝐾= 282 000
4/5
Re𝐷 5/8
[1 + ( ) ] 4 × 105 < Re𝐷 < 5 × 106
282 000
- Flujo sobre esfera de diámetro 𝐷 cuando 0,7 < Pr < 380 (Mills)
Nu𝐷 = 2 + (0,4 Re𝐷 1/2 + 0,06 Re𝐷 2/3 )Pr 0,4 3,5 < Re𝐷 < 8 × 104
- Placa vertical de altura 𝐿 o cilindro vertical de diámetro 𝐷 para el cual 𝐷/𝐿 > 35 Gr𝐿 −1/4
(Mills)
Nu𝐿 = 0,68 + 0,670 (Ra𝐿 𝜓)1/4 × 𝐾
−16/9
0,492 9/16
𝜓 = [1 + ( ) ]
Pr
- Placa caliente horizontal con fluido por encima o placa fría con fluido por debajo, todo Pr
(Incropera)
- Placa fría horizontal con fluido por encima o placa caliente con fluido por debajo, todo Pr
(Incropera)
Nu𝐿 = 0,27 Ra𝐿 1/4 105 < Ra𝐿 < 1010 área
𝐿=
perímetro
Ejemplo 2.8 : consideremos una larga manguera de goma horizontal con agua caliente en su
interior, expuesta al aire a 𝑇∞ = 20 oC. El diámetro interno es 𝐷i = 20 mm y el espesor es 𝑒 = 2
mm. El flujo de agua es 𝑚̇ = 0,3 kg/s. En determinado punto (lejos de la entrada) el agua está a
𝑇m = 87 oC. ¿Cuáles son las temperaturas de las superficies interna y externa en ese punto? ¿Cuál
es la temperatura 300 m aguas abajo?
Este problema fue resuelto en los ejemplos 1.13, 1.14 y 1.15. Como se recordará, si Pe𝜉 ≫ 1 la
conducción en el fluido puede despreciarse. Queda entonces (sin generación de energía)
𝑥
𝜃 = 𝜃0 exp (− )
𝜒
donde
𝜃 = 𝑇 − 𝑇∞ 𝑉
Pe𝜉 = 𝑉 𝜉/𝛼w = 𝑉 𝜉 𝜌𝑤 𝑐w /𝑘w
𝑈, 𝑇∞
𝜉 = √𝑘w 𝐴r / 𝑈 𝑥
𝜒 = 𝑚̇ 𝑐w /𝑈
𝑈 = ( 𝑅ci + 𝑅k + 𝑅ce )−1
𝑅ci = (𝜋 𝐷i ℎi )−1
𝑅k = ln (𝐷e / 𝐷i )/(2 𝜋 𝑘g ), siendo 𝑘g la conductividad de la goma
𝑅ce = (𝜋 𝐷e ℎe )−1
y donde el subíndice w se refiere al agua.
Lo primero entonces sería verificar si Pe𝜉 ≫ 1. Pero para esto necesitamos el coeficiente global
de transferencia de calor, el cual depende los dos coeficientes de convección. En consecuencia,
procedamos a calcularlos.
a) Cálculo de ℎi .
Aquí tenemos convección forzada interna, para la cual podemos ocupar la correlación de Dittus-
Boelter :
donde 𝑛 = 0,3 si el fluido está más caliente que el tubo y 𝑛 = 0,4 en caso contrario. En este caso
usamos 𝑛 = 0,3 pues el agua se está enfriando. Primero calculamos la velocidad
4 𝑚̇
𝑉= = 0,987 m/s
𝜌w (𝑇m ) 𝜋 𝐷i2
Ahora podemos calcular Re𝐷 = 𝑉𝐷i / 𝜈w , pero para esto necesitamos el valor de la viscosidad
cinemática. Esta debe evaluarse a 𝑇p = (𝑇m + 𝑇si )/2. Sin embargo, no conocemos la temperatura
de la superficie interna, 𝑇si . Por lo tanto el procedimiento es iterativo: suponemos un valor de 𝑇si ,
calculamos los dos coeficientes de convección, obtenemos un nuevo 𝑇si y volvemos a calcular los
coeficientes hasta lograr la convergencia. Como punto de partida ocupamos 𝑇si = 𝑇m = 87 oC, ya
que, de la tabla en página 2.1 esperamos ℎe ≫ ℎi y por lo tanto 𝑅ci ≪ 𝑅ce , de modo que la
temperatura de la superficie interna debiera ser muy cercana a 𝑇m , por lo tanto 𝑇p = 𝑇m .
la cual da 𝑓 = 0,0203 , Nu𝐷 = 219 y ℎi = 7321 W/(m2 K). Como este valor se considera más
exacto que el obtenido con la correlación de Dittus-Boelter, será el que usaremos en lo que sigue.
b) Cálculo de ℎe
Las correlaciones experimentales para convección natural sobre un tubo horizontal suponen que
la convección ocurre en todo el contorno del tubo. Aquí es más razonable suponer que la
manguera se apoya en tierra, pero lamentablemente en la literatura no se encuentra fácilmente
una correlación para este caso. Sin embargo, la mayor parte de la transferencia de calor ocurrirá
por la parte superior de la manguera, que efectivamente podemos suponerla despejada. En
consecuencia, el ocupar las correlaciones disponibles para un tubo no apoyado debiera conducir a
valores razonables para ℎe .
En este caso usamos
En esta correlación las propiedades del aire deben evaluarse a 𝑇p = (𝑇se + 𝑇∞ )/2 , donde
nuevamente, como primera iteración, podemos suponer 𝑇se = 𝑇m = 87 oC para la temperatura
de la superficie externa. De este modo, de los polinomios para el aire a𝑇p = 53,5 oC obtenemos
𝑔 𝛽/(𝜈 𝛼) = 6,36 × 107 (K m3)1 y Pra (𝑇p ) = 0,702, luego Ra𝐷 = 58 942 . De aquí Nu𝐷 = 6,46
y, con 𝑘a (𝑇p ) = 0,028 W/(m K)), llegamos a ℎe = 7,58 W/(m2 K).
Ahora podemos evaluar las tres resistencias y las temperaturas de superficie. Obtenemos 𝑅ci =
0,0022 , 𝑅k = 0,207 y 𝑅ce = 1,75 , donde para el segundo valor usamos 𝑘g = 0,14 W/(m K)
(http://www.electronics-cooling.com/2001/11/the-thermal-conductivity-of-rubbers-elastomers/).
Las unidades de las tres resistencias son m K/W.
El coeficiente global resulta entonces 𝑈 = 0,510 W/(m K) y en ese punto el flujo de calor es 𝑞 =
𝑈(𝑇m − 𝑇∞ ) = 34,2 W/m. Por lo tanto, 𝑇si = 𝑇m − 𝑞 𝑅ci = 86,9 oC y 𝑇se = 𝑞 𝑅ce + 𝑇∞ = 79,8 oC.
Como 𝑅ci resultó muy pequeña, 𝑇si ≈ 𝑇m y por lo tanto no es necesario iterar para obtener un
nuevo valor de ℎi . Como esto no es tan cierto para 𝑇se , conviene hacer una segunda iteración con
𝑇p = (79,8 + 20)/2 = 49,9 oC. Los nuevos valores son Ra𝐷 = 55 339 , Nu𝐷 = 6,36 , ℎe = 7,40
W/(m2 K), 𝑈 = 0,511 W/(m K), 𝑞 = 34,2 W/m, 𝑇si = 86,9 oC y 𝑇se = 81,3 oC. Encontramos
entonces que la nueva iteración no era estrictamente necesaria, pero fue conveniente asegurarse.
Podemos ahora calcular el número de Péclet
𝑘w 𝐴r 𝑘w 𝜋 𝐷i2
𝜉= √ = √ = 0,02 m
𝑈 4𝑈
𝑉 𝜉 𝜌𝑤 𝑐w
Pe𝜉 = ≈ 121 000 ≫ 1
𝑘w
(con propiedades a 87 oC) con lo cual ignorar la conducción en el agua es absolutamente
razonable.
Finalmente calculamos la temperatura 300 m aguas abajo. Para esto necesitamos χ = 𝑚̇ 𝑐w /𝑈 .
Aquí se presenta el problema que el valor 𝑈 = 0,510 W/(m K) es válido solo para el punto inicial.
Lo que podemos hacer es usar este valor para obtener un valor aproximado de la temperatura
requerida. Así, con 𝑐w (𝑇m ) = 4204 J/(kg K) obtenemos 𝜒 = 2470 m. Entonces, con 𝐿 = 300 m,
𝑇𝐿 = 𝑇∞ + (𝑇0 − 𝑇∞ ) exp(−𝐿/𝜒) = 79,3 oC.
En principio sería ahora necesario calcular un nuevo valor de 𝑈 repitiendo todo el procedimiento
con 𝑇m = (87 + 79,3)/2 oC. Sin embargo, puede preverse que el cambio en 𝑇𝐿 será mínimo pues
la resistencia dominante, 𝑅ce , depende muy débilmente de 𝑇m .
Ejemplo 2.9 : Consideremos un globo atado al suelo por una cuerda. El ángulo 𝜃 que hace la
cuerda con la horizontal puede suponerse función sólo de 𝑔(𝜌𝑎 − 𝜌𝑔 ) , 𝜌𝑎 , 𝐷 y 𝑉 , donde 𝑔 es la
aceleración de gravedad, 𝜌𝑎 es la densidad del aire, g es la densidad del gas dentro del globo, 𝐷
es el diámetro del globo y 𝑉 es la velocidad del viento.
Si 𝑉 aumenta al doble y se mantienen constantes ambas densidades, ¿en cuánto debiera
aumentar o disminuir el diámetro del globo para mantener el mismo ángulo de inclinación?
Solución:
Eliminando dimensiones llegamos a
𝑉
𝑔∆𝜌 𝐷
𝜃 = 𝑓( )
𝜌𝑎 𝑉 2
Para 𝜃 = 𝜃 ′ se debe cumplir
𝐷 𝐷′ 𝐷′ 𝑉 ′ 2 4 𝑉 2 𝜃
= ⇒ = 2 = 2 =4
𝑉2 𝑉′ 2 𝐷 𝑉 𝑉
El diámetro debe aumentar 4 veces.
Ejemplo 2.10 : Obtengamos los números adimensionales que controlan el ascenso de una burbuja
de gas en un líquido. Los parámetros involucrados son los mismos de un globo (ejemplo 2.5), pero
ahora se añade la tensión superficial del líquido con el gas.
Solución:
Las magnitudes que intervienen en este problema son la velocidad de ascenso 𝑉 , el
producto 𝑔Δ𝜌 , el diámetro 𝐷 de la burbuja, la densidad del líquido 𝜌 , su viscosidad 𝜇 y la
tensión superficial 𝜎 . Son 6 magnitudes y 3 dimensiones (L, M y T), luego esperamos 3
números adimensionales.
Del ejemplo 2.5 tenemos todas las dimensiones, excepto la de tensión superficial. Esta es
fuerza por unidad de longitud, por lo tanto su dimensión es F/L = M L/(T 2 L) = M/T 2 .
L M M M M
𝑓(𝑉, 𝑔Δ𝜌, 𝐷, 𝜌, 𝜇, 𝜎) → 𝑓 ( , 2 2 , L, 3 , , )
T L T L L T T2
Eliminado dimensiones se obtienen (por ejemplo) los siguientes números adimensionales
𝑣𝐷𝜌 𝑔 Δ𝜌 𝐷 3 𝜌 𝑔 Δ𝜌 𝐷 2
Re𝐷 = Gr𝐷 = Eo 𝐷 =
𝜇 𝜇2 𝜎
donde Eo𝐷 es el número de Eötvös9. Se conoce también como número de Bond (Bo𝐷 )10.
9
Baron Loránd Eötvös de Vásárosnamény (1848 – 1919): Físico húngaro,
conocido por sus trabajos en gravitación y tensión superficial.
Ejemplo 2.11 : Experimentalmente se sabe que el torque 𝜏 necesario para hacer rotar un cilindro
de diámetro 𝐷 a velocidad angular 𝜔 inmerso en un fluido de viscosidad 𝜇 y densidad 𝜌 es
proporcional a 𝜇𝑛 . ¿Qué valores de 𝑛 son razonables?
Solución:
Postulamos que el torque depende solamente de 𝐷 , 𝜔 , 𝜇 y 𝜌 . Son 5 magnitudes y 3
dimensiones (L, M y T ), luego esperamos 2 números adimensionales. Estos pueden ser
(entre muchas posibilidades)
𝜏 𝜇
= 𝑓( )
𝜌 𝐷5 𝜔2 𝜌 𝐷2 𝜔
Entonces
𝜇 𝜇 𝜇 𝑛
𝜏 = 𝜌 𝐷 5 𝜔2 𝑓 ( ) ∝ 𝜇 𝑛
⇒ 𝑓 ( ) ∝ ( )
𝜌 𝐷2 𝜔 𝜌 𝐷2 𝜔 𝜌 𝐷2 𝜔
de donde
𝜇 𝑛
𝜏 ∝ 𝜌 𝐷 5 𝜔2 ( ) ∝ 𝜌1−𝑛 𝐷5−2𝑛 𝜔2−𝑛 𝜇𝑛
𝜌 𝐷2 𝜔
Intuitivamente, el torque debe aumentar con todas las magnitudes de las cuales depende,
por lo cual todos los exponentes deben ser positivos. Esto implica que 𝑛 debe estar entre
cero y uno.
Ejemplo 2.12 : En experiencias de laboratorio se mide el flujo de calor 𝑞 ′′ desde una superficie
cuadrada de lado 𝐿 = 40 cm mantenida a 40 oC mediante una resistencia eléctrica. El fluido sobre
la placa es aire o agua y está a 𝑇∞ . Los datos experimentales son:
𝑞 ′′ (W/m2) 𝑇∞ (oC)
En aire 140 14
En agua 8200 24
Solución:
ℎ𝐿 𝑞 ′′ 𝐿
Nu𝐿 = , pero 𝑞 ′′ = ℎ ∆𝑇 ⇒ Nu𝐿 =
𝑘 𝑘 (𝑇s − 𝑇∞ )
Con 𝑇p = (40 + 14)/2 = 27 oC, para el aire 𝑘(𝑇p ) = 0,0262 W/(m K). Reemplazando los
valores de 𝑞 ′′ , 𝐿, 𝑘, 𝑇s y 𝑇∞ obtenemos (Nu𝐿 )a = 82,3.
10
Wilfrid Noel Bond (1897 – 1937): Físico inglés, desarrolló de un método para medir la
tensión superficial.
Ejemplo 2.13 : Consideremos una placa metálica cuadrada de lado 𝑎 calentada eléctricamente y
sumergida en agua quieta a 𝑇∞ . a) Si la placa está vertical, calculemos la potencia para mantenerla
a temperatura 𝑇s . b) Si la placa está horizontal y disipa una potencia 𝑞 , determinemos la
temperatura que alcanza. Resolvamos numéricamente para 𝑎 = 40 cm, 𝑇∞ = 5 oC, 𝑇s = 50 oC, 𝑞 =
10 kW.
Solución:
El calor de la placa se libera por ambos lados, luego 𝑞 = (ℎ1 + ℎ2 )𝑎2 (𝑇s − 𝑇∞ ) .
a) Si la placa está vertical ℎ1 = ℎ2 = ℎ . Para encontrar ℎ ocupamos la siguiente correlación,
válida para convección natural contigua a la placa
Nu𝑎 = 0,68 + 0,670 (Ra𝑎 𝜓)1/4 × 𝐾
donde
−16/9
𝜓 = [1 + (0,492/Pr)9/16 ]
y 𝐾 = 1 si Ra𝑎 < 109 o 𝐾 = (1 + 1,6 × 10−8 Ra𝐿 𝜓)1/12 si 109 <Ra𝑎 < 1012 para
cualquier valor de Pr . Las propiedades se evalúan a 𝑇p = (𝑇∞ + 𝑇s )/2 = 27,5 oC. Con los
valores del polinomio para 𝑔 𝛽/(𝜈 𝛼) obtenemos Ra𝑎 = 6,52 × 1010 , 𝜓 = 0,672 y 𝐾 =
1,727 . Luego Nu𝑎 = 530 , ℎ = 809 W/(m2 K) y 𝑞 = 11,6 kW.
b) Si la placa está horizontal, las correlaciones son
para el lado inferior. Nuevamente las propiedades se evalúan a 𝑇p = (𝑇∞ + 𝑇s )/2 , pero
ahora no conocemos 𝑇s . Partimos suponiendo 𝑇s = 50 oC, luego 𝑇p = 27,5oC. Esto da
Ra𝑎 = 6,52 × 1010 , Nu𝑎1 = 604 , Nu𝑎2 = 136 , ℎ1 = 921 W/(m2 K) y ℎ2 = 208 W/(m2 K).
Ahora evaluamos la temperatura de la superficie usando
𝑞
𝑇s = 𝑇∞ + = 60,3 oC
(ℎ1 + ℎ2 )𝑎2
con lo cual obtenemos un nuevo valor de 𝑇 . Después de varias iteraciones llegamos a un
valor convergente 𝑇s = 55,7 oC.
Ejemplo 2.14 : Un tubo de cobre diámetro externo 𝐷e y pequeño espesor conduce vapor saturado
a temperatura 𝑇i . El tubo está expuesto al aire quieto a 𝑇∞ . Calculemos la tasa de condensación
del vapor para 𝐷e = 3 cm, 𝑇i = 120 oC, 𝑇∞ = 20 oC.
Solución:
El coeficiente de convección en condensación es extremadamente alto, por lo tanto
supondremos ℎi ≫ ℎe , lo que equivale a despreciar la resistencia convectiva interna. Como
el tubo es de cobre, también podemos despreciar la resistencia conductiva. Entonces la
temperatura de la superficie externa del tubo es 𝑇s ≈ 𝑇i , lo cual nos permite evaluar las
propiedades a (𝑇∞ + 𝑇s )/2 = 70 oC. Empleamos la correlación
Con 𝑔 𝛽/(𝜈 𝛼) = 5,12 × 107 (K m3)1 , Pra = 0,699, Ra𝐷 = 138 270 , Nu𝐷 = 7,90 y con
𝑘a = 0,0294 W/(m K)), llegamos a ℎe = 7,75 W/(m2 K).
El balance de energía para un VC de longitud 𝐿 es
ℎe 𝜋 𝐷e 𝐿 (𝑇s − 𝑇∞ ) = 𝑚̇ ℎ𝑓𝑔
donde ℎ𝑓𝑔 = 2202 kJ/kg es el calor latente de condensación del vapor a 120 oC. La tasa de
condensación es entonces
𝑚̇ ℎe 𝜋 𝐷e (𝑇s − 𝑇∞ ) kg
= = 33,2 × 10−6
𝐿 ℎ𝑓𝑔 sm
Ejemplo 2.15 : Una bola de acero de diámetro 𝐷 cae con velocidad terminal 𝑉 en una piscina de
agua de gran volumen que está a 𝑇∞ . Si en determinado punto la temperatura de la bola es 𝑇0 ,
calculemos la temperatura a una profundidad 𝐿 más abajo, con 𝐷 = 1 cm, 𝑉 = 1 m/s, 𝑇∞ = 17 oC,
𝑇0 = 100 oC, 𝐿 = 1 m.
Solución:
Suponiendo que la temperatura de la bola es uniforme, aplica la expresión de la sección 1.5
𝑇 = 𝑇∞ + (𝑇0 − 𝑇∞ ) e−𝑡/𝜏
donde
𝜌𝑉𝑐
𝜏=
ℎ𝐴
𝑉 = 𝜋 𝐷 3 /6 es el volumen de la bola y 𝐴 = 𝜋 𝐷 2 es su área. Para el acero, 𝜌 = 7850 kg/m3
y 𝑐 = 435 J/(kg K). Para evaluar el tiempo característico necesitamos el coeficiente ℎ. Este
se obtiene de
Ejemplo 2.16 : Energía 𝑢′′′ por unidad de volumen se genera en una esfera sólida de diámetro 𝐷 .
El calor se disipa al aire quieto a 𝑇∞ . Calculemos la temperatura de la superficie de la esfera en
estado de régimen para 𝑢′′′ = 100 kW/m3, 𝐷 = 4 cm, 𝑇∞ = 16 oC.
Solución:
Haciendo un balance de energía para un VC que cubre toda la bola (ejemplo 1.10)
4𝜋 𝐷 3 𝐷 2
𝑢′′′ ( ) = ℎ 4𝜋 ( ) (𝑇s − 𝑇∞ )
3 2 2
de donde
𝑢′′′ 𝐷
𝑇s = 𝑇∞ +
6ℎ
𝜆 / mm 𝜈 / Hz
2.1 En aguas profundas, la frecuencia 𝜈 de las ondas de gravedad en un
líquido depende de su longitud de onda 𝜆 , de la aceleración de 10 24,7
gravedad 𝑔 , de la densidad 𝜌 del líquido y de su tensión superficial 𝜎 .
15 15.4
En agua a 20 oC, la frecuencia medida de las ondas se muestra en la
tabla al costado. (No confunda 𝜈 con la frecuencia angular, 𝜔 = 2𝜋 𝜈.) 20 11.6
25 9,6
De acuerdo a estos resultados, ¿cuál sería la frecuencia de las ondas
para 𝜆 = 15 mm a la misma temperatura en mercurio y en etanol? 30 8,3
Compare con la expresión teórica, que deberá buscar en la literatura.
2.2 Se amarra una masa 𝑚 al extremo de una cuerda de longitud 𝑙 . El otro extremo se amarra a
una varilla vertical, la cual se hace girar con velocidad angular 𝜔 y se mide la distancia horizontal 𝑑
entre la masa y la varilla. Para 𝑚 = 200 g y 𝑙 = 0,5 m los resultados son
𝜔 / s1 𝑑/m
4,5 0,124 𝑙
5 0,310
6 0,419 𝑚
7 0,458 𝑑
2.3 En 1958, L. J. Van der Pauw inventó una técnica para medir la resistencia eléctrica de láminas
semiconductoras delgadas de forma arbitraria.
Sin embargo, la resistencia 𝑅 puede también obtenerse mediante análisis dimensional usando
únicamente información experimental y sabiendo que el valor de 𝑅 depende solamente de 𝑅1 y
𝑅2 . Suponga que, usando cuatro láminas con valores conocidos de 𝑅, se miden las resistencias 𝑅1
y 𝑅2 indicadas en la tabla (todos los valores en omhs). ¿Cuál sería el valor de la resistencia de otra
lámina para la cual se miden 𝑅1 = 0,557 Ω y 𝑅2 = 0,032 Ω? Compare con el valor obtenido
usando la ecuación de Van der Pauw.
𝐹
𝑅 𝑅1 𝑅2
0,115 0,040 0,015
0,341 0,151 0,031
0,846 0,483 0,049
1,250 0,817 0,055
𝑅1 /𝑅2
2.4 La deflexión máxima 𝛿 de una viga cargada como en la figura depende únicamente de la
longitud 𝐿, de la carga uniforme 𝑤 y del producto 𝐸𝐼 entre el módulo de Young del material y el
momento de inercia. De un experimento con una viga de acero de ancho 𝑎 = 1 cm y alto 𝑏 = 2 cm
sometida a una carga 𝑤 = 300 N/m se obtienen los valores indicados en la tabla. Utilizando
únicamente esta información, ¿cuál sería la deflexión máxima de una viga de cobre de ancho 𝑎 =
1,2 cm, alto 𝑏 = 1,5 cm y longitud 𝐿 = 1 m con carga 𝑤 = 420 N/m? Compruebe su resultado con
la fórmula exacta, que deberá deducir u obtener de la literatura.
𝐿/m 𝛿 / mm 𝑤
𝑎
0,9 0,8 𝑏
1,1 1,9
1,4 4,1 𝐿
1,8 12,7
Respuesta: 24 cm, 75 m
𝑉, 𝑇0
𝑞 ′′ (𝑥)
𝐷e
𝐷i
𝑥 Combustión
𝑉, 𝑇0
2𝐿
Ignacio Lira Elementos de Transferencia de Calor
2.34 CONVECCIÓN
La pared externa del anillo de agua puede suponerse aislada y el espesor de las paredes puede
considerarse muy pequeño. Obtenga expresiones para las temperaturas del agua y de la
superficie en contacto con la llama en función de 𝑥 y resuelva numéricamente para 𝑥 = 𝐿 y 𝑥 =
′′
2𝐿 con los siguientes datos 𝐿 = 3,2 m, 𝐷i = 95 cm, 𝐷e = 100 cm, 𝑇0 = 50 oC, 𝑉 = 2 m/s, 𝑞m =
300 kW/m . Verifique que la conducción en el agua puede despreciarse.
2