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El impacto ambiental es sin duda alguna un problema que nos concierne a todos los seres
humanos, ya que somos nosotros los causantes de este desgaste. Somos capaces de
transformar el ambiente para satisfacer nuestras necesidades como ninguna otra especia
en la tierra ha podido. La capacidad de solucionar problemas es la inteligencia, sin
embargo no hemos considerado los daños ocasionados a la naturaleza. En vista de todo
esto estamos sufriendo las consecuencias del egoísmo y no vemos que respiramos aire
impuro; totalmente contaminado, que han dejado de existir especies animales.
Los componentes del ambiente han sufrido un serio impacto en la medida en que el
proceso tecnológico ha avanzado y se han aplicado en las actividades industriales
mineras y agropecuarias.
CALENTAMIENTO GLOBAL
Los científicos han dedicado décadas a entender lo que causa el calentamiento global.
Han examinado los ciclos naturales y los eventos que tienen influencia sobre el clima. Sin
embargo, la cantidad y patrón de calentamiento que se ha medido no puede explicarse
únicamente mediante estos factores. La única forma de explicar este patrón es incluir el
efecto de los gases de invernadero (GEI) emitidos por los humanos.
Para recopilar toda esta información, las Naciones Unidas formaron un grupo de
científicos llamados el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
(IPCC). El IPCC se reúne cada varios años para revisar los últimos hallazgos científicos y
escribir un informe que resuma todo lo que se conoce sobre el calentamiento global. Cada
informe representa un consenso o acuerdo, entre cientos de científicos destacados.
Una de las primeras cosas que aprendieron los científicos es que existen varios gases de
invernadero responsables del calentamiento y los humanos los emiten en una variedad de
formas. La mayoría provienen de la combustión de combustibles fósiles de coches,
fábricas y producción de electricidad. El gas responsable de la mayoría del calentamiento
es el dióxido de carbono, también conocido como CO2. Otros gases que contribuyen a
este efecto son el metano que liberan los vertederos y la actividad agrícola
(especialmente los sistemas digestivos de animales de pastoreo), óxido nitroso de los
fertilizantes, gases utilizados para la refrigeración y los procesos industriales y la pérdida
de bosques que, de lo contrario, podrían almacenar el CO2.
Para comprender los efectos de todos estos gases juntos, los científicos tienden a hablar
sobre todos los gases de invernadero en términos de la cantidad equivalente de CO2.
Desde 1990, las emisiones anuales han aumentado unos 6 billones de toneladas métricas
de “dióxido de carbono equivalente” en todo el mundo, un aumento de más del 20%.
Consecuencias
CLIMA
Efectos en el clima
Expansión de enfermedades
El calentamiento global puede
extender las zonas de acción de
los vectores víricos, propiciando la
transmisión de enfermedades de
carácter infeccioso como el dengue y
la malaria. En los países menos
desarrollados, esto sencillamente
potenciará todavía más las elevadas
tasas de incidencia de estos males,
mientras que en los países más desarrollados, en los cuales estas enfermedades habían
sido erradicadas, o se controlaban mediante la vacunación, o simplemente con medidas
higiénicas o con pesticidas, las consecuencias se sentirán más en la economía que en la
salud. La Organización mundial de la salud (OMS-WHO), ha alertado de que el
calentamiento global podría incrementar el número de enfermedades causadas por
parásitos, en toda Europa, principalmente, debido a un aumento en las poblaciones
de garrapatas, mosquitos, moscas y parásitos intestinales. También otras enfermedades,
como la malaria podrían reaparecer en zonas que comprendan a países desarrollados,
como Europa, cuya última epidemia tuvo lugar en los países bajos en 1950, y los Estados
Unidos, en los cuales la malaria ha sido endémica en al menos 36 estados hasta1940.
Calidad de aguas superficiales
A pesar de que incrementa la magnitud y frecuencia de los eventos de lluvia, el nivel de
agua en los lagos y ríos disminuirá debido a la evaporación adicional causada por el
aumento en la temperatura.
Un aumento en la temperatura regional provocaría un aumento en los procesos de
evaporación y evapotranspiración; lo que a su vez provocaría una disminución en el
recurso agua. Ello redundará en un aumento en la humedad relativa y la disminución en la
capacidad de almacenaje de agua en los lagos y embalses. Esto hará vulnerable a
algunas especies de árboles e insectos, haciendo que se muevan a alturas mayores. Un
aumento previsto de temperatura aumentaría la descomposición de la materia orgánica
posiblemente alterando el balance entre los hongos, termitas y bacterias, entre otros. La
pérdida de una especie alteraría las cadenas alimenticias y/o las relaciones entre presa y
depredador creando inestabilidad en el sistema ecológico como unidad.
La pérdida de hielo en las regiones polares repercute en la subida del nivel del mar,
concretamente es responsable del aumento de 11 milímetros desde 1992 hasta ahora,
según concluye un segundo equipo, liderado por Ian Joughin (Universidad de
Washington). Esos 11 milímetros suponen un 20% del total de subida del nivel de los
océanos registrada, y del resto es responsable, sobre todo, la expansión térmica del agua,
con una pequeña aportación del deshielo de glaciares de montaña.
Efecto invernadero
Aunque la atmósfera seca está compuesta prácticamente por nitrógeno (78,1%), oxígeno
(20,9%) y argón (0,93%), son gases muy minoritarios en su composición como el dióxido
de carbono (0,035%: 350 ppm), el ozono y otros los que desarrollan esta actividad
radiativa. Además, la atmósfera contiene vapor de agua (1%: 10.000 ppm) que también es
un gas radiativamente activo, siendo con diferencia el gas natural invernadero más
importante. El dióxido de carbono ocupa el segundo lugar en importancia.
El efecto invernadero es
esencial para la vida del
planeta: sin CO2 ni vapor
de agua (sin el efecto
invernadero) la
temperatura media de la
Tierra sería unos 33 °C
menos, del orden de 18 °C
bajo cero, lo que haría
inviable la vida.[1
Actualmente el CO2
presente en la atmósfera
está creciendo de modo
no natural por las
actividades humanas,
principalmente por la combustión de carbón, petróleo y gas natural que está liberando el
carbono almacenado en estos combustibles fósiles. Por tanto es preciso diferenciar entre
el efecto invernadero natural del originado por las actividades de los hombres
(oantropogénico).
Los gases invernadero permanecen activos en la atmósfera mucho tiempo, por eso se les
denomina de larga permanencia. Eso significa que los gases que se emiten hoy
permanecerán durante muchas generaciones produciendo el efecto invernadero. Así del
CO2 emitido a la atmósfera: sobre el 50% tardará 30 años en desaparecer, un 30%
permanecerá varios siglos y el 20% restante durará varios millares de años.
La concentración de CO2 atmosférico se ha incrementado desde la época preindustrial
(año 1.750) desde un valor de 280 ppm a 379 ppm en 2005. Se estima que 2/3 de las
emisiones procedían de la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón)
mientras un 1/3 procede del cambio en la utilización del suelo (Incluida la deforestación).
Del total emitido solo el 45% permanece en la atmósfera, sobre el 30% es absorbido por
los océanos y el restante 25% pasa a la biosfera terrestre. Por tanto no solo la atmósfera
está aumentando su concentración de CO2, también está ocurriendo en los océanos y en
la biosfera.
Si bien todos ellos (salvo los CFC) son naturales, en tanto que ya existían en la atmósfera
antes de la aparición del hombre, desde la Revolución industrial y debido principalmente
al uso intensivo de los combustibles fósiles en las actividades industriales y el transporte,
se han producido sensibles incrementos en las cantidades de óxido de nitrógeno y dióxido
de carbono emitidas a la atmósfera, con el agravante de que otras actividades humanas,
como la deforestación, han limitado la capacidad regenerativa de la atmósfera para
eliminar el dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero.
IMPACTO AMBIENTAL
Se define impacto ambiental como la “Modificación del ambiente ocasionada por la acción
del hombre o de la naturaleza”. Un huracán o un sismo pueden provocar impactos
ambientales, sin embargo el instrumento Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) se
orienta a los impactos ambientales que eventualmente podrían ser provocados por obras
o actividades que se encuentran en etapa de proyecto (impactos potenciales), o sea que
no han sido iniciadas. De aquí el carácter preventivo del instrumento.
Otra definición se entiende que el impacto ambiental es el efecto producido por una
acción humana sobre el medio ambiente en sus distintos aspectos. El concepto puede
extenderse con poca utilidad, a los efectos de un fenómeno natural. Las acciones
humanas, motivadas por la consecución de diversos fines, provocan efectos colaterales
sobre el medio natural o social. Mientras los efectos perseguidos suelen ser positivos, al
menos para quienes promueven la actuación, los efectos secundarios pueden ser
positivos y, más a menudo, negativos. La evaluación de impacto ambiental (EIA) es el
análisis de las consecuencias predecibles de la acción; y la declaración de impacto
ambiental (DIA) es la comunicación previa, que las leyes ambientales exigen bajo ciertos
supuestos, de las consecuencias ambientales predichas por la evaluación.
Tipos de impactos ambientales
Se puede definirla como un conjunto de técnicas que buscan como propósito fundamental
un manejo de los asuntos humanos de forma que sea posible un sistema de vida en
armonía con la naturaleza.
La evaluación del impacto ambiental surge en el fin de los años 60 en Estados Unidos con
el nombre de “environmental impact assessment” (E.I.A.), en algunos casos en lugar de
“Assessment” se puede encontrar Analysis o Statement.
El EIA introduce las primeras formas de control de las interacciones de las intervenciones
humanas con el ambiente (ya sea en forma directa o indirecta), mediante instrumentos y
procedimientos dirigidos a prever y evaluar las consecuencias de determinadas
intervenciones. Todo esto con la intención de reducir y mitigar los impactos.
En 1968 se da un paso adelante, en los Estados Unidos, con la aprobación del “National
Environmental Policy Act” (N.E.P.A.). Esta normativa dispone la introducción del EIA, el
refuerzo del “Environmental Protection Agency” (con un rol administrativo de control), y
dispone la creación del “Council on Environmental Quality” (con un rol consultivo para la
presidencia).
En 1976 en Francia se aprueba la ley N. 76-629 (del 10 de julio del 1976), relativa a la
protección de la naturaleza.
Esta ley introduce tres niveles diferentes de evaluación:
Estudios ambientales
Noticias de impactos
Estudios de impactos.
Obras hidráulicas
Vías generales de comunicación
Oleoductos
Gasoductos
Carboductos
Poliductos
Industria del petróleo
Petroquímica
Química
Siderúrgica
Papelera
Azucarera
Del cemento
Eléctrica
Exploración
Explotación
Beneficio de minerales
La gestión del medio ambiente implica la interrelación con múltiples ciencias, debiendo
existir una inter y transdisciplinariedad para poder abordar las problemáticas, ya que la
gestión del ambiente, tiene que ver con las ciencias sociales (economía, sociología,
geografía, etc.) con el ámbito de las ciencias naturales (geología, biología, química, etc.),
con la gestión de empresas (management), etc.
Finalmente, es posible decir que la
gestión del medio ambiente tiene dos
áreas de aplicación básicas:
a) Un área preventiva: las
Evaluaciones de Impacto
Ambiental constituyen una
herramienta eficaz.
b) Un área correctiva: las
Auditorías Ambientales
conforman la metodología de
análisis y acción para
subsanar los problemas
existentes.
Entidades involucradas en el estudio de impacto ambiental
Causas
La mayor parte de la energía utilizada en los diferentes países proviene del petróleo y del
gas natural. La contaminación de los mares con petróleo es un problema que preocupa
desde hace muchos años a los países marítimos, sean o no productores de petróleo, así
como a las empresas industriales vinculadas a la explotación y comercio de este
producto. Desde entonces, se han tomado enormes previsiones técnicas y legales
internacionales para evitar o disminuir la ocurrencia de estos problemas.
Los derrames de petróleo en los mares, ríos y
lagos producen contaminación ambiental:
daños a la fauna marina y aves, vegetación y
aguas. Además, perjudican la pesca y las
actividades recreativas de las playas. Se ha
descubierto que pese a la volatilidad de los
hidrocarburos, sus características de
persistencia y toxicidad continúan teniendo
efectos fatales debajo del agua. Pero, no son
los derrames por accidentes en los tanqueros
o barcos que transportan el petróleo, en alta
mar o cercanía de las costas, los únicos
causantes de la contaminación oceánica con hidrocarburos. La mayor proporción de la
contaminación proviene del petróleo industrial y motriz, el aceite quemado que llega hasta
los océanos a través de los ríos y quebradas. Se estima que en escala mundial, 3.500
millones de litros de petróleo usado entran en ríos y océanos y 5.000 millones de litros de
petróleo crudo o de sus derivados son derramados. Los productos de desechos gaseosos
expulsados en las refinerías ocasionan la alteración, no sólo de la atmósfera, sino también
de las aguas, tierra, vegetación, aves y otros animales. Uno de los contaminantes
gaseosos más nocivo es el dióxido de azufre, daña los pulmones y otras partes del
sistema respiratorio. Es un irritante de los ojos y de la piel, e incluso llega a destruir el
esmalte de los dientes.
Otras de las fuentes alternativas de energía
desarrollada es la radioactiva que genera
muchos desechos o contaminantes
radioactivos, provenientes de las reacciones
nucleares, o de yacimientos de minerales
radioactivos, de las plantas donde se refinan o
transforman estos minerales, y de las
generadoras de electricidad que funcionan con
materia radiactiva. Todavía no se conoce un
método para eliminar estos desechos sin riesgo
para el hombre.
Otro de los impactos que genera la explotación de los recursos energéticos es la
contaminación acústica, pues el ruido producido por la industria, disminuye la capacidad
auditiva y puede afectar el sistema circulatorio, y aún, cuando los trabajadores de estas
industrias ya están acostumbrados al ruido por escucharlos en forma prolongada, les
genera daños mentales.
La minería y el procesamiento de minerales a menudo producen impactos ambientales
negativos sobre el aire, suelos, aguas, cultivos, flora y fauna, y salud humana. Además
pueden impactar, tanto positiva como negativamente, en varios aspectos de la economía
local, tales como el turismo, la radicación de nuevas poblaciones, la inflación, etc. En el
pasado, las empresas no siempre fueron obligadas a remediar los impactos de estos
recursos. Como resultado, mucho de los costos de limpieza han debido ser subsidiados
por los contribuyentes y los ciudadanos locales. Este papel presenta los costos
representativos de numerosas actividades de remediación. Con frecuencia, el ítem más
costoso a largo plazo es el tratamiento del agua. El uso de garantías financieras o
seguros ambientales puede asegurar que el que contamina, paga por la mayoría de los
costos.
Otra cuestión a tener en cuenta con respecto al impacto medioambiental de la obtención y
consumo energéticos es la emisión de gases de efecto invernadero, como el CO2, que
están provocando el cambio climático. Se trata no sólo de las emisiones producidas por la
combustión durante el consumo como por ejemplo al quemar gasolina al utilizar un coche
para el trasporte de personas y mercancías, sino también de la obtención de energía en
centrales térmicas en las que se genera electricidad por la combustión fundamentalmente
de carbón. El uso cada vez más generalizado de energías renovables sustitutivas es la
mejor forma de reducir este impacto negativo.