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ANTECEDENTES

Intifada ‫( انتفاضة‬en hebreo: ‫— אינתיפאדה‬también conocida como Intefadah o Intifadah—. Del árabe :‫" انتفض‬agitación;
levantamiento") es el nombre popular de dos rebeliones de los palestinos de Cisjordania y la franja de Gaza contra Israel.
Los objetivos de estos levantamientos están sujetos a debate: mientras unos sectores señalan que tienen como objetivo
combatir la ocupación de los territorios palestinos ocupados por Israel, otros sectores opinan que el objetivo de fondo sigue
siendo la destrucción de Israel y con ello su fe dada la pugna judeo-islámica, aunque esto último se encuentra en plena
discusión ya que a contraparte se plantea que Israel no fue un estado hasta 1948, y es quien invadió y expulsó violentamente
a los Palestinos que habitaban y eran verdaderos dueños de ese territorio. Estos alzamientos se encuentran entre los aspectos
que más han influido el desarrollo del conflicto árabe-israelí en las últimas décadas.
Ambas intifadas empezaron como campañas de agitación palestinas, en respuesta al constante hostigamiento israelí,
generándose así un ciclo de violencia inercial de difícil solución.1 En Diciembre de 2017, la organización Hamás instó a los palestinos a
comenzar una Tercera Intifada, en protesta de las decisiones pro-israelíes de Estados Unidos.
La gerontocracia (del griego gerontos, "anciano" y, kratos, "poder") es una forma oligárquica de gobierno en la que una
institución o gobierno es gobernado por una pequeña cantidad de líderes, donde los más ancianos mantienen el control.1

La oligarquía, (del griego ὀλιγαρχία (oligarkía); derivado de ὀλίγος (olígos), que significa "pocos", y ἄρχω (arko), que
significa "regular o comandar")1 2 3 en la ciencia política es una forma de gobierno en la que el poder supremo está en manos
de unas pocas personas, generalmente de la misma clase social.

POBREZA
DESIGUALDAD
ALSA DE ALIMENTOS

Teoría del dominó o también llamado secuencia efecto bola de nieve aplicado a la política
internacional según la cual, si un país entra en un determinado sistema político, arrastraría a otros
de su área hacia esa misma ideología.

Las manifestaciones del mundo árabe de 2010-2013, conocidas como Primavera Árabe,2 correspondieron a una
serie de
manifestaciones populares en clamor de, según los manifestantes, la democracia y los derechos
sociales organizada por la población árabe y, en muchos casos, financiadas por potencias occidentales.
El comienzo de estas manifestaciones ocurrió el 17 de diciembre de 2010 en la Ciudad de Túnez, cuando un
vendedor ambulante (Mohamed Bouazizi) fue despojado por la policía de sus mercancías y cuentas de
ahorros y en respuesta, se inmoló (inmolarse) Dar la vida o sacrificarse por un ideal, por una causa
o por el bien de otras personas.en forma de protesta. Durante su agonía miles de tunecinos se rebelaron
contra las malas condiciones a las que el país estaba sometido, causando un efecto dominó en el resto de las
naciones árabes. Desde 1987 Zine el Abidine Ben Ali gobernaba Túnez con un Gobierno considerado
autoritario. Los tunecinos, ante la situación Bouazizi, salieron a protestar contra Ben Ali. Mohamed
Bouazizi falleció el 4 de enero de 2011. Diez días después, el presidente Ben Ali dimitió. El ejemplo de
Túnez fue imitado en el resto del mundo árabe. En Egipto, salieron a manifestarse millones de personas
contra Hosni Mubarak quien llevaba 30 años en el poder; los libios contra Muamar Gadafi (42 años en el
poder); en Siria contra Bashar Al Assad (15 años entonces); en Yemen contra Ali Abdullah Saleh (21 años
entonces); en Argelia contra Abdelaziz Buteflika (12 años entonces). El sultán de Omán Qabus bin Said al
Said y el rey Hamad bin Isa Al Jalifa de Barhéin incrementaron el poder de los parlamentos y prometieron
mejores condiciones de vida en ambos países;3 4 5 6 en Jordania fue destituido el primer ministro Samir Rifai.7 Mientras en Egipto
Hosni Mubarak fue derrocado el 11 de febrero tras una cruenta represión. En Libia, el gobierno de Gadafi
acudió presuntamente al uso de la fuerza aérea para reprimir a los manifestantes y, en respuesta, la OTAN
lideró una coalición aérea para frenarlo. Los rebeldes libios, ayudados por la OTAN, expulsaron a Gadafi de
Trípoli, la capital, y tomaron el control del gobierno. El 20 de octubre de 2011, Gadafi fue encontrado
huyendo y fue ejecutado, dando fin a la guerra. En Yemen, el país más pobre del mundo árabe, las protestas
contra Ali Abdullah Saleh duraron más de un año, hasta que en febrero de 2012 fue expulsado del poder. En
Siria se produjo otra guerra civil que actualmente sigue sin solución.
Calificados como revoluciones por la prensa internacional,8 la cadena de conflictos comenzó con la revolución tunecina,
en diciembre de 2010. Sin embargo, Noam Chomsky, célebre filósofo y activista estadounidense, considera
que las protestas de octubre de 2010 en el Sahara Occidental fueron el punto de partida de las revueltas.9 En un
primer momento, la prensa occidental la denominó también como
revolución democrática árabe.10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
Por otro lado han sido denunciadas las numerosas especulaciones y maniobras que las potencias occidentales
han ejercido en los países árabes aprovechando la inestabilidad política traída en las revueltas populares. El
creciente caos en los Estados árabes fue escenario suficiente para la aparición del Estado Islámico.20 21 22 Sin
embargo, estas revueltas no tienen precedentes en el
mundo árabe,23 ya que si bien en la historia de éste ha habido numerosas revoluciones laicas y
republicanas, hasta ahora éstas se habían caracterizado por nacer a partir de golpes de Estado militares y dar
paso a gobiernos en cierta medida autoritarios con o sin apoyo popular,Nota 1 en tanto que los acontecimientos actuales se
caracterizan por un reclamo
democrático,24 y de una mejora sustancial de las condiciones de vida. Por la naturaleza de sus protestas (libertades
democráticas, cambios políticos, económicos y sociales), algunos observadores europeos las asocian con las
revoluciones europeas de 1830 y de 184825 y de 1989 en el este europeo, a partir de la caída del muro de
Berlín en 1989.26
Causas y consecuencias[editar]
Túnez experimentó una serie de conflictos durante los tres años previos a la primavera árabe, el más notable
se produce en la zona minera de Gafsa en 2008, donde las protestas continuaron durante muchos meses. El
catalizador para la escalada de protestas fue la autoinmolación Mohamed Bouazizi en Túnez. Las protestas
siguieron hasta la revolución demócrata.
La revolución democrática árabe es considerada la primera gran oleada de protestas laicas y democráticas
del mundo árabe en el siglo XXI. Las protestas, de índole social y en el caso de Túnez, apoyada por el
ejército, estuvieron causadas por factores estructurales y demográficos,27 unas condiciones de vida duras arraigadas en el
desempleo, a lo que se añadían regímenes corruptos y autoritarios. Según explica Pedro Fuentes desde el
PSOL estos regímenes, nacidos de los nacionalismos árabes de entre las décadas de 1950 y 1970, se fueron
convirtiendo en gobiernos represores que impedían una oposición política creíble que dio lugar a un vacío
llenado por movimientos islamistas de diversa índole. Juan Goytisolo lista otras causas de las malas
condiciones de vida, además del desempleo y de la injusticia política y social de sus gobiernos; éstas radican
en la falta de libertades, la alta militarización de los países y la falta de infraestructuras en lugares donde
todo el beneficio de economías crecientes va a parar a manos de unos pocos corruptos.28 Manuel Castells las
amplía con los encarcelamientos oscuros.29
Algunos habían analizado por qué estas revoluciones no pudieron ocurrir antes en el mundo árabe. Se ha
dicho que hasta la Guerra Fría los países árabes supeditaban sus intereses nacionales a los de las
superpotencias estadounidense y soviética, enfrentadas por la hegemonía global. No es hasta el fin de la
Guerra Fría cuando, salvo excepciones, se permite a estos países mayor libertad política, coincidiendo con
un amplio proceso de globalización que difundió las ideas de Occidente y que a finales de la primera década
del segundo milenio terminó por tener una gran presencia de las redes sociales, que en 2008 se impusieron
en Internet. La Red, a su vez, implementó su presencia en la década de los 2000 gracias a los planes de
desarrollo de la Unión Europea.30 La mayoría de los manifestantes fueron jóvenes (no en vano las protestas de Egipto han recibido el
nombre de revolución de los jóvenes),31 32 cercanos a Internet y cuya principal diferencia con sus generaciones predecesoras es que cuentan
con estudios básicos, e incluso a veces superiores y universitarios.33
Immanuel Wallerstein considera la Primavera Árabe actual
como una segunda rebelión árabe, heredera de lo que denomina espíritu o corriente de 1968
anticolonialista -frente al exterior- y antiautoritaria -frente al interior- que no llegó a triunfar en su día y
que ahora vuelve a resurgir -aunque con contradicciones-, y que debe entenderse como parte fundamental
de los movimientos mundiales de protestas (Protestas en Grecia de 2010-2011, Movimiento 15-M,
Movilización estudiantil en Chile de 2011-2013, Movimiento #Yosoy132 en México Movilizaciones
estudiantiles en Colombia de 2011 y 2012, Occupy Wall Street, huelgas en China en 2011).34 35
Por último, la profunda crisis económica que sumió a los países del norte de África, junto con casi todo el
resto del mundo, en una pobreza más acuciante, fue un detonante al producir la elevación del precio de los
alimentos y otros productos básicos, provocando la hambruna en la población más pobre.30 36
La Primavera Árabe, si bien había empezado como protestas populares, en varios países el asunto creció
sistemáticamente y el alzamiento civil tomó un protagonismo generalizadamente. En Túnez y en Egipto —
donde tras celebrarse elecciones se instauró un gobierno de corte islamista más tarde derrocado con un golpe
de estado militar en 2013— las rebeliones derrocaron a los respectivos gobiernos en pocas semanas, pero en
países como Libia o Siria, el gobierno respondió y se negó a abandonar el poder, lo que llevó a parte de la
población a armarse y a comenzar guerras civiles en ambos países. En Libia, los rebeldes insurgentes
derrocaron a las fuerzas gubernamentales seis meses después del inicio de la revolución con ayuda de la
OTAN. Sin embargo, en Siria, la guerra se ha prolongado y el impacto bélico intensificado, sin visualizarse
un fin cercano y con registros que estiman en cientos de miles la cifra de muertos; muchos ven en la
situación de Siria el lado más oscuro de la Primavera Árabe, debido al surgimiento de, por ejemplo, el
Estado Islámico, que ha tomado vastas extensiones tanto en Siria como en Irak –explosión yihadista que
también se está dando en Libia desde el fin del gobierno de Gadafi. En cambio, en los restantes países, la
rebelión solo se ha visto plasmada en pequeñas protestas y manifestaciones.
Esta serie de protestas a favor de la democracia o un cambio de régimen o de gobierno contrastó
inicialmente con el silencio de la Unión Europea y con un apoyo relativamente grande desde Estados
Unidos.11 El ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Franco Frattini, explicó la falta de respuesta europea aduciendo que
eran Estados independientes y no colonias de Europa. La Unión Europea se reunió el 31 de enero de 2011
para decidir si apoyaba o no las revueltas populares en Túnez y Egipto;37 si bien endureció su postura frente a Hosni
Mubarak, presidente de Egipto, abogó por una solución pacífica y no condenó su gobierno.26
Las primeras opiniones sobre la propagación de esta revolución desde Túnez a sus vecinos árabes no se
deciden sobre su éxito, pero anuncian ciertas generalidades en los países tales como la autocracia y la actual
capacidad de movilización del pueblo, según intelectuales y académicos como Azzedine Laayachi y
Abdennour Benantar.38
Las protestas han llegado a causar la convocatoria de manifestaciones democráticas en China, donde han
sido rápidamente sofocadas.39 La Primavera costó a los países de la región casi U$S800.000 millones de dólares hasta 2014
Principales conflictos
Túnez: la Revolución de los Jazmines[editar]
Artículo principal: Revolución tunecina

Multitud de manifestantes frente al Ministerio del Interior, el 14 de enero de 2011.


Efecto dominó de la revolución de Túnez: el próxima será Hosni Mubarak.
A estas causas compartidas por los países de la región se añaden otras particulares. En el caso de Túnez, la
cantidad de turismo internacional y en especial europeo que recibía consiguió un mayor arraigo de los
planteamientos típicos de la democracia liberal; Túnez poseía, además, un gobierno menos restrictivo.30 Su
economía estaba en manos de unas pocas familias oligarcas que asumían muchas de las
filiales de grandes empresas extranjeras,
especialmente francesas, que copaban los sectores turístico, financiero, distribución comercial,
telecomunicaciones, seguros e industria. El gobierno de Ben Ali estaba además bien visto por la Unión
Europea, con quien firmó un tratado de libre comercio en 2008, desplazando su industria allí debido a los
bajos salarios tunecinos.41
El régimen de Ben Ali había logrado un crecimiento sostenido pero concentrado en unas pocas clases ricas
situadas en las costas norte y noreste, en tanto que el resto del país era pobre. Esta pobreza se acentuó a
partir de la crisis económica de 2008, que redujo el empleo y los salarios. Los parados llegaron (en cifras
oficiales, probablemente a la baja) a situarse entre el 20% y el 30% de la población del país, pero con un
porcentaje del 60% entre los menores de 30 años, donde cerca del 75% de la población no supera esa edad;
es importante contar aquí a las mujeres, que en Túnez no sufren la represión islámica de otros Estados.41 Así,
probablemente la falta de expectativas de una vida decente para la juventud fue un detonante mayor que la carestía de los productos básicos.42

Todo ello terminó desembocando en la inmolación a lo bonzo, el 17 de diciembre de 2010, de un joven de


26 años, Mohamed Bouazizi, debido a sus problemas económicos, desatando una ola de manifestaciones en
Sidi Bouzid que se extendió desde las periferias de Túnez hasta su misma capital y terminó por derrocar al
gobierno. Otra particularidad de Túnez es que, al contrario que por ejemplo en Libia y Siria, su gobierno no
había otorgado privilegios empresariales y cargos gubernamentales sistemáticamente al ejército. Éste se
puso del lado del pueblo tunecino, desobedeciendo las órdenes de Ben Ali.43
Egipto: la Revolución Blanca[editar]
Artículo principal: Revolución egipcia de 2011

Manifestaciones civiles (enero 2011).


Siguiendo a lo ocurrido en Túnez, el candidato a la presidencia de Egipto, Mohamed ElBaradei advirtió de
que habría una explosión política similar en Egipto a la de Túnez.44
Las protestas en Egipto comenzaron el 25 de enero de 2011 y se prolongaron durante 18 días. A partir de
medianoche del 28 de enero el gobierno egipcio decidió cortar completamente el acceso a Internet para
impedir que los manifestantes se organizaran a través de las redes sociales.45 Al día siguiente, decenas de miles de personas
protestaban por las calles de las principales ciudades de Egipto. El presidente Mubarak cesó formalmente al gobierno y declaró que crearía uno nuevo. Mubarak
también depuso a su primer vicepresidente, el cual llevaba en el cargo más de 30 años. El
2 de febrero activistas pro-Mubarak lideraron
una anti-protesta contra los manifestantes, y estos mismos violentos atacaron a periodistas internacionales,
asesinando a uno de ellos.
El 10 de febrero Mubarak cedió todo el poder presidencial al vicepresidente Omar Suleiman, pero
anunciando que permanecería como Presidente, al menos hasta que acabara la legislatura.46 Sin embargo, las
protestas continuaron hasta que Omar Suleiman anunció que Mubarak dimitía de la presidencia y cedía el poder al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.47
Inmediatamente después la junta militar disolvió el Parlamento, suspendió la Constitución de Egipto y prometió levantar el estado de emergencia en el país, que
llevaba en vigor desde hacía 30 años. También declaró que habría elecciones libres en un plazo de 6 meses, o al acabar el año.

La mayoría de los estados y los ciudadanos mostraron su apoyo a la revolución, y muy pocos países,
apoyaron a Mubarak.
En las primeras elecciones Mohamed Morsi resultó vencedor con un 51,9% de los votos frente Ahmed
Shafik que obtuvo el 48,1% de votos. Tras estas elecciones el presidente elegido de Egipto dio a conocer que
se promulgarían cambios constitucionales, lo cual ocasionó nuevas protestas populares y caos en las calles
debido a que este cambio en la constitución le daba poderes ilimitados a fuerzas militares, que incluían la
posibilidad de arrestar civiles por la fuerza entre otras prerrogativas; además, suponía un evidente retroceso
en materias como laicismo y separación religión-Estado, con el aumento del peso de la religión islámica y de
la ley islámica o sharía en la vida pública.
Como consecuencia de la creciente represión gubernamental a las protestas y de una serie de políticas
económicas regresivas que afectan a la clase trabajadora así como a las capas populares, tiene lugar a partir
del sábado 29 de junio, un nuevo movimiento de protestas masivas, que llegan a registrar una afluencia de
30 millones de personas por todo el país.
Como reacción a esta oleada de protestas, el presidente del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas,
Abdul Fatah al-Sisi, lidera, con ayuda del Ejército un golpe de Estado que derroca, el 3 de julio de 2013, a
Mohamed Morsi.
Libia: primer conflicto a gran escala[editar]
Artículo principal: Guerra de Libia de 2011
Véase también: Guerra de Libia de 2014-2015
En Libia, la población civil también comenzó a exigir cambios en sus gobierno, quienes se inspiraron en las
revoluciones en Túnez y Egipto para protestar en manifestaciones masivas en contra de su presidente,
Muamar el Gadafi. Las primeras manifestaciones fueron entre enero y febrero de 2011, provocando la
inmediata reacción del gobierno; represión y violencia. Las fuerzas leales del gobierno comenzaron a luchar
contra los opositores, quienes habían creado el Frente de Liberación de Libia. Tras fuertes combates, lo que
había iniciado como una manifestación terminó en una guerra civil; la primera en la Primavera Árabe, ya
que ni en Túnez ni en Egipto había ocurrido algo semejante. Al comienzo, los manifestantes tomaron la
ciudad de Bengasi e iniciaron la lucha en esa ciudad. Bengasi era continuamente atacada por el gobierno.
Rápidamente, la violencia se propagó por todo el país, y en la mayoría de las ciudades se desarrollaban
combates entre los rebeldes y el ejército libio de Gadafi. La comunidad internacional comenzó a intervenir
en el país y la mayoría de los países mostraron su apoyo a la oposición, ayudándola en distintas operaciones
militares.
Desde el mes agosto, las fuerzas rebeldes comenzaron a avanzar muy rápido y para finales de ese mes ya
habían tomado la capital Trípoli, estableciéndose como grandes vencedores. Después de eso, el ejército del
gobierno comenzó a perder su poder, sobre todo por los continuos ataques de la OTAN y de países como
Estados Unidos y Europa, que apoyaban totalmente a los rebeldes. Los bombardeos en contra del gobierno y
de sus funcionarios colapsaron al estado e hicieron que Gadafi perdiera el control del país y se vio en la
necesidad de huir. Los rebeldes, en tanto, habían avanzado por todo el país y lo habían logrado dominar en
totalidad. El 20 de octubre de 2011, Gadafi fue encontrado oculto en una guarida, tomado prisionero y
ejecutado; ese mismo día la guerra civil acabó.
Luego de la muerte de Gadafi, los rebeldes iniciaron un proceso de transición en el gobierno.
Sin embargo, algunos de los problemas ocasionados tras la muerte de Gaddafi y con el nuevo gobierno son
la pérdida de autonomía económica del país, una mayor presencia del sector privado en la industria del
petróleo, la existencia de milicias integristas yihadistas que disputan al gobierno el control de áreas del país,
y la contratación de empresas de seguridad privada como Blackwater para hacer el equivalente a las
funciones de control del fronteras. Todo esto es interpretado por muchos analistas como síntomas del fracaso
de las instituciones del Estado para ser capaces de regular importantes esferas de la vida pública, en un
fenómeno que califican como de Estado fallido o Estado roto.
Yemen: las cintas rosas[editar]
Artículo principal: Rebelión en Yemen de 2011-2012
En enero de 2011 los ciudadanos yemeníes se rebelaron contra el régimen de Ali Abdullah Saleh, mediante
una serie de manifestaciones pacíficas que fueron reprimidas violentamente por el gobierno.48 A pesar de la
promesa de una transición de poder ordenada y progresiva, para finales de marzo del 2012, muchos grupos aún continuaban con las protestas en el Estado.

Los manifestantes yemeníes llevaban cintas rosas que simbolizan la Revolución de los Jazmines e indicaban
su intención de no violencia.49 El legislador opositor Shawki al-Qadi dijo que el color rosa fue elegido para representar el amor y que las protestas
serán pacíficas.50 La abundancia de cintas rosas en las manifestaciones mostraron el nivel de planificación que existía en las protestas.50

La situación política y social del país empeoró a lo largo del 2012, hasta que se logró la destitución de Saleh
con la llegada al poder de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, quien participaba en el gobierno del anterior
dictador. Cuando Saleh volvió a intentar recuperar el poder del país al-Hadi se negó y este se unió a los
rebeldes huzíes, que inicialmente se habían levantado en armas contra él.
Actualmente Yemen está sufriendo una de las peores catástrofes humanitarias de Oriente Medio por la falta
de alimentos y los civiles están atrapados a causa del control que Arabia Saudí ejerce de los puertos y los
aeropuertos. La guerra continúa, donde combaten por un lado la coalición liderada por Arabia Saudí en
defensa de Al-Hadi (sunní) y los rebeldes huzíes con ayuda de Irán (chíi). 51 52
Siria: la lucha continúa[editar]
Artículo principal: Guerra Civil Siria

Bombardeos del ejército sobre la ciudad de Homs.


Mientras la democracia había triunfado en Túnez y en Egipto, y la victoria rebelde en Libia estaba cada vez
más cerca, hubo otro país en que se produjeron grandes manifestaciones contra el gobierno: Siria.
El conflicto inició en el año 2011 con una serie de protestas pacíficas en contra del gobierno y en especial
del presidente Bashar al-Asad, las cuales se fueron intensificando a lo largo del mismo año. La represión
violenta de las manifestaciones provocó que una parte de la sociedad civil y sectores del ejército se alzaran
en armas formando el llamado Ejército Libre de Siria. Para finales de año, los rebeldes —como se comenzó
a denominar en los medios internacionales a quienes se enfrentan con el gobierno—, habían formado una
guerrilla en el norte del país en donde intentaban tomar o minar localidades y que posteriormente se
extendería a lo largo del territorio sirio.
A inicios de 2012, los rebeldes habían logrado dominar muchas localidades del norte del país, pese a los
contraataques diarios del ejército. La rebelión popular fue dando pie a enfrentamientos armados hasta
desembocar en lo que se ha considerado una guerra civil. En 2012 se intensificaron de manera creciente los
combates, así como la dureza de los ataques del ejército sirio a las ciudades parcial o completamente
ocupadas por los rebeldes, destacando la ofensiva sobre Homs, que convirtió la antigua Emesa en la ciudad
más dañada de la guerra hasta entonces. La guerra tomó un curso más serio y decisivo cuando entre junio y
agosto los rebeldes tomaron el control del este de Alepo y mantuvieron numerosos frentes en la capital,
Damasco. La primera continúa con enfrentamientos diarios que han devastado la ciudad, con la mayoría del
territorio en manos de los rebeldes en mayo de 2013. En Damasco, el ejército sirio logró hacer retroceder a
los rebeldes, aunque persisten combates y atentados con frecuencia e intensidad irregulares.
Para 2013, la violencia en el país aumentó y los combates se vivían con mayor crueldad. Las batallas en
Damasco y Alepo tenían a ambas ciudades devastadas y con un gran número de muertos, en su mayoría
civiles. Los rebeldes lograron dominar la ciudad de Raqqa en marzo, convirtiéndola en la primera capital de
provincia en caer completamente. Pero en junio, la oposición sufrió una trascendental derrota en la ciudad de
Al-Qusayr, batalla en la que intervino la organización libanesa Hezbolá. Por otro lado, el 2013 en la guerra
se ha caracterizado por la creciente internacionalización que ha tenido el conflicto, sobre todo en sus vecinos
de Oriente Medio; en Turquía persisten ataques incendiarios, en El Líbano hay lanzamiento de misiles y en
Israel se mantiene un conflicto bélico que va en escalada, sobre todo desde el bombardeo que efectuó el país
judío en Damasco. La globalización del conflicto ha dado lugar a diferentes apoyos en cada bando:
Occidente, liderado por Estados Unidos, la Unión Europea y la Liga árabe, respalda a los rebeldes y apoya la
salida de Asad; Por su parte, Irán, Rusia, China y Cuba, apoyan fielmente al gobierno y las dos primeras han
proporcionado al estado grandes cantidades de armamento y aporte financiero.
El conflicto ya ha dejado más de 300000 muertos, lo que lo convierte en la guerra más grande de la última
década, la crisis humanitaria más brutal del Siglo XXI y el conflicto más sangriento de la Primavera Árabe.
En 2014, las tropas califales de Estado Islámico se suman a la contienda, empeorando el panorama. Además
de los problemas como crisis humanitaria y salida de los habitantes a países como Turquía, Líbano o
Jordania, la guerra civil en Siria está causando la destrución del rico patrimonio de Siria, como los cascos
antiguos de Damasco, Bosra y Alepo; las ruinas de la ciudad de Palmira, el Krak de los Caballeros, la
Ciudadela de Saladino o las Aldeas antiguas del norte de Siria.
Impacto internacional[editar]
El 12 de febrero, el secretario de Relaciones Exteriores británico, William Hague pidió a los gobiernos
afectados que se abstuvieran de utilizar la fuerza contra los manifestantes, y también mayores reformas
democráticas en la región.104 105 106 El 21 de febrero, el primer ministro británico, David Cameron se convirtió en el primer
líder mundial en visitar Egipto después del derrocamiento de Mubarak, 10 días antes. Un apagón de noticias
se levantó cuando el primer ministro aterrizó en El Cairo para una parada de cinco horas que se ha añadido a
toda prisa en el inicio de su gira prevista por Oriente Medio.107
La economía mundial[editar]
Como muchos de los principales productores mundiales de petróleo son países del Oriente Medio, los
disturbios habrían causado un aumento en los precios del petróleo. Por ello, el Fondo Monetario
Internacional en consecuencia, ha revisado su pronóstico para 2011 previendo un precio más alto, y también
informó que los precios de los alimentos podrían aumentar.108 Además, la preocupación por el Canal de Suez de Egipto
han subido los precios de envío del petróleo y el aceite.109
El papel de Internet[editar]
El papel que Internet110 juega en estas revoluciones y las redes sociales está siendo ampliamente discutido
entre quienes lo defienden como gran causa de las revueltas y quienes lo citan simplemente como un cambio
en los medios de comunicación y nunca como una causa profunda. En cualquier caso, la rápida
comunicación a través de la Red ha servido para que tengan unas características propias, como la
espontaneidad y la ausencia clara de liderazgo. En el caso egipcio, además, Internet se reveló tan importante
que fue prohibido por el gobierno junto a los teléfonos móviles y, días después, a la cadena televisiva Al
Jazeera, que justamente emitía 24 horas las revueltas en Internet.29 No obstante, los egipcios han sabido comunicarse a través de
ardides y tecnologías
antiguas como el fax.111
Una postura intermedia entre ambos extremos es la de Manuel Castells, que aunque reconoce que Internet
no ha sido causa principal de las revoluciones (señala la miseria, la exclusión social, la falsa democracia, la
falta de información y el encarcelamiento como tales), llama a la revolución de Túnez Wikirevolución del
jazmín, porque según él su funcionamiento recuerda a una wiki.29
La crítica y las reacciones internacionales[editar]
Algunos estudiosos y expertos, incluyendo Slavoj Zizek y Robert Fisk, han argumentado que la gama de
reacciones internacionales a las diversas protestas, revueltas y revoluciones asociadas a las revoluciones
Árabes demuestra la hipocresía de parte de los gobiernos en el mundo occidental y en otros lugares. Žižek
denunció que la "reacción liberal occidental a los levantamientos en Egipto y Túnez, con frecuencia
demuestran la hipocresía y el cinismo".112 Cuando se le preguntó si consideraba que Hosni Mubarak, el presidente egipcio, era un "gobernante
autoritario" antes de que el movimiento popular lo derrocara del poder, El presidente Barack Obama dijo que él tiende a "no utilizar etiquetas para la gente", lo
llamó un "aliado incondicional en muchos aspectos a los Estados Unidos", y afirmó que Mubarak "ha sido una fuerza para la estabilidad en la región ".113

Las protestas en muchos países afectados han suscitado un amplio apoyo de la comunidad internacional,
mientras que las duras respuestas de los gobiernos en general han cumplido con condena.114 115 116 117 En el caso
de las protestas en Baréin, Marruecos y Siria, la respuesta internacional ha sido mucho más matizada.118 119 120 121

Algunos críticos han acusado a los gobiernos occidentales, entre ellos los de Francia, el Reino Unido, y los
Estados Unidos, de hipócritas en la manera en que han reaccionado a las protestas.122 123 Noam Chomsky
acusó al gobierno de Obama de tratar de amortiguar la oleada revolucionaria y sofocar los esfuerzos
populares de democratización en el Medio Oriente.124 También el papel cumplido por países que han discrepado de las actitudes
asumidas por las potencias occidentales, como Rusia y China, ha sido denunciado como inspirado por intereses y objetivos propios.125

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