Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Intifada ( انتفاضةen hebreo: — אינתיפאדהtambién conocida como Intefadah o Intifadah—. Del árabe :" انتفضagitación;
levantamiento") es el nombre popular de dos rebeliones de los palestinos de Cisjordania y la franja de Gaza contra Israel.
Los objetivos de estos levantamientos están sujetos a debate: mientras unos sectores señalan que tienen como objetivo
combatir la ocupación de los territorios palestinos ocupados por Israel, otros sectores opinan que el objetivo de fondo sigue
siendo la destrucción de Israel y con ello su fe dada la pugna judeo-islámica, aunque esto último se encuentra en plena
discusión ya que a contraparte se plantea que Israel no fue un estado hasta 1948, y es quien invadió y expulsó violentamente
a los Palestinos que habitaban y eran verdaderos dueños de ese territorio. Estos alzamientos se encuentran entre los aspectos
que más han influido el desarrollo del conflicto árabe-israelí en las últimas décadas.
Ambas intifadas empezaron como campañas de agitación palestinas, en respuesta al constante hostigamiento israelí,
generándose así un ciclo de violencia inercial de difícil solución.1 En Diciembre de 2017, la organización Hamás instó a los palestinos a
comenzar una Tercera Intifada, en protesta de las decisiones pro-israelíes de Estados Unidos.
La gerontocracia (del griego gerontos, "anciano" y, kratos, "poder") es una forma oligárquica de gobierno en la que una
institución o gobierno es gobernado por una pequeña cantidad de líderes, donde los más ancianos mantienen el control.1
La oligarquía, (del griego ὀλιγαρχία (oligarkía); derivado de ὀλίγος (olígos), que significa "pocos", y ἄρχω (arko), que
significa "regular o comandar")1 2 3 en la ciencia política es una forma de gobierno en la que el poder supremo está en manos
de unas pocas personas, generalmente de la misma clase social.
POBREZA
DESIGUALDAD
ALSA DE ALIMENTOS
Teoría del dominó o también llamado secuencia efecto bola de nieve aplicado a la política
internacional según la cual, si un país entra en un determinado sistema político, arrastraría a otros
de su área hacia esa misma ideología.
Las manifestaciones del mundo árabe de 2010-2013, conocidas como Primavera Árabe,2 correspondieron a una
serie de
manifestaciones populares en clamor de, según los manifestantes, la democracia y los derechos
sociales organizada por la población árabe y, en muchos casos, financiadas por potencias occidentales.
El comienzo de estas manifestaciones ocurrió el 17 de diciembre de 2010 en la Ciudad de Túnez, cuando un
vendedor ambulante (Mohamed Bouazizi) fue despojado por la policía de sus mercancías y cuentas de
ahorros y en respuesta, se inmoló (inmolarse) Dar la vida o sacrificarse por un ideal, por una causa
o por el bien de otras personas.en forma de protesta. Durante su agonía miles de tunecinos se rebelaron
contra las malas condiciones a las que el país estaba sometido, causando un efecto dominó en el resto de las
naciones árabes. Desde 1987 Zine el Abidine Ben Ali gobernaba Túnez con un Gobierno considerado
autoritario. Los tunecinos, ante la situación Bouazizi, salieron a protestar contra Ben Ali. Mohamed
Bouazizi falleció el 4 de enero de 2011. Diez días después, el presidente Ben Ali dimitió. El ejemplo de
Túnez fue imitado en el resto del mundo árabe. En Egipto, salieron a manifestarse millones de personas
contra Hosni Mubarak quien llevaba 30 años en el poder; los libios contra Muamar Gadafi (42 años en el
poder); en Siria contra Bashar Al Assad (15 años entonces); en Yemen contra Ali Abdullah Saleh (21 años
entonces); en Argelia contra Abdelaziz Buteflika (12 años entonces). El sultán de Omán Qabus bin Said al
Said y el rey Hamad bin Isa Al Jalifa de Barhéin incrementaron el poder de los parlamentos y prometieron
mejores condiciones de vida en ambos países;3 4 5 6 en Jordania fue destituido el primer ministro Samir Rifai.7 Mientras en Egipto
Hosni Mubarak fue derrocado el 11 de febrero tras una cruenta represión. En Libia, el gobierno de Gadafi
acudió presuntamente al uso de la fuerza aérea para reprimir a los manifestantes y, en respuesta, la OTAN
lideró una coalición aérea para frenarlo. Los rebeldes libios, ayudados por la OTAN, expulsaron a Gadafi de
Trípoli, la capital, y tomaron el control del gobierno. El 20 de octubre de 2011, Gadafi fue encontrado
huyendo y fue ejecutado, dando fin a la guerra. En Yemen, el país más pobre del mundo árabe, las protestas
contra Ali Abdullah Saleh duraron más de un año, hasta que en febrero de 2012 fue expulsado del poder. En
Siria se produjo otra guerra civil que actualmente sigue sin solución.
Calificados como revoluciones por la prensa internacional,8 la cadena de conflictos comenzó con la revolución tunecina,
en diciembre de 2010. Sin embargo, Noam Chomsky, célebre filósofo y activista estadounidense, considera
que las protestas de octubre de 2010 en el Sahara Occidental fueron el punto de partida de las revueltas.9 En un
primer momento, la prensa occidental la denominó también como
revolución democrática árabe.10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
Por otro lado han sido denunciadas las numerosas especulaciones y maniobras que las potencias occidentales
han ejercido en los países árabes aprovechando la inestabilidad política traída en las revueltas populares. El
creciente caos en los Estados árabes fue escenario suficiente para la aparición del Estado Islámico.20 21 22 Sin
embargo, estas revueltas no tienen precedentes en el
mundo árabe,23 ya que si bien en la historia de éste ha habido numerosas revoluciones laicas y
republicanas, hasta ahora éstas se habían caracterizado por nacer a partir de golpes de Estado militares y dar
paso a gobiernos en cierta medida autoritarios con o sin apoyo popular,Nota 1 en tanto que los acontecimientos actuales se
caracterizan por un reclamo
democrático,24 y de una mejora sustancial de las condiciones de vida. Por la naturaleza de sus protestas (libertades
democráticas, cambios políticos, económicos y sociales), algunos observadores europeos las asocian con las
revoluciones europeas de 1830 y de 184825 y de 1989 en el este europeo, a partir de la caída del muro de
Berlín en 1989.26
Causas y consecuencias[editar]
Túnez experimentó una serie de conflictos durante los tres años previos a la primavera árabe, el más notable
se produce en la zona minera de Gafsa en 2008, donde las protestas continuaron durante muchos meses. El
catalizador para la escalada de protestas fue la autoinmolación Mohamed Bouazizi en Túnez. Las protestas
siguieron hasta la revolución demócrata.
La revolución democrática árabe es considerada la primera gran oleada de protestas laicas y democráticas
del mundo árabe en el siglo XXI. Las protestas, de índole social y en el caso de Túnez, apoyada por el
ejército, estuvieron causadas por factores estructurales y demográficos,27 unas condiciones de vida duras arraigadas en el
desempleo, a lo que se añadían regímenes corruptos y autoritarios. Según explica Pedro Fuentes desde el
PSOL estos regímenes, nacidos de los nacionalismos árabes de entre las décadas de 1950 y 1970, se fueron
convirtiendo en gobiernos represores que impedían una oposición política creíble que dio lugar a un vacío
llenado por movimientos islamistas de diversa índole. Juan Goytisolo lista otras causas de las malas
condiciones de vida, además del desempleo y de la injusticia política y social de sus gobiernos; éstas radican
en la falta de libertades, la alta militarización de los países y la falta de infraestructuras en lugares donde
todo el beneficio de economías crecientes va a parar a manos de unos pocos corruptos.28 Manuel Castells las
amplía con los encarcelamientos oscuros.29
Algunos habían analizado por qué estas revoluciones no pudieron ocurrir antes en el mundo árabe. Se ha
dicho que hasta la Guerra Fría los países árabes supeditaban sus intereses nacionales a los de las
superpotencias estadounidense y soviética, enfrentadas por la hegemonía global. No es hasta el fin de la
Guerra Fría cuando, salvo excepciones, se permite a estos países mayor libertad política, coincidiendo con
un amplio proceso de globalización que difundió las ideas de Occidente y que a finales de la primera década
del segundo milenio terminó por tener una gran presencia de las redes sociales, que en 2008 se impusieron
en Internet. La Red, a su vez, implementó su presencia en la década de los 2000 gracias a los planes de
desarrollo de la Unión Europea.30 La mayoría de los manifestantes fueron jóvenes (no en vano las protestas de Egipto han recibido el
nombre de revolución de los jóvenes),31 32 cercanos a Internet y cuya principal diferencia con sus generaciones predecesoras es que cuentan
con estudios básicos, e incluso a veces superiores y universitarios.33
Immanuel Wallerstein considera la Primavera Árabe actual
como una segunda rebelión árabe, heredera de lo que denomina espíritu o corriente de 1968
anticolonialista -frente al exterior- y antiautoritaria -frente al interior- que no llegó a triunfar en su día y
que ahora vuelve a resurgir -aunque con contradicciones-, y que debe entenderse como parte fundamental
de los movimientos mundiales de protestas (Protestas en Grecia de 2010-2011, Movimiento 15-M,
Movilización estudiantil en Chile de 2011-2013, Movimiento #Yosoy132 en México Movilizaciones
estudiantiles en Colombia de 2011 y 2012, Occupy Wall Street, huelgas en China en 2011).34 35
Por último, la profunda crisis económica que sumió a los países del norte de África, junto con casi todo el
resto del mundo, en una pobreza más acuciante, fue un detonante al producir la elevación del precio de los
alimentos y otros productos básicos, provocando la hambruna en la población más pobre.30 36
La Primavera Árabe, si bien había empezado como protestas populares, en varios países el asunto creció
sistemáticamente y el alzamiento civil tomó un protagonismo generalizadamente. En Túnez y en Egipto —
donde tras celebrarse elecciones se instauró un gobierno de corte islamista más tarde derrocado con un golpe
de estado militar en 2013— las rebeliones derrocaron a los respectivos gobiernos en pocas semanas, pero en
países como Libia o Siria, el gobierno respondió y se negó a abandonar el poder, lo que llevó a parte de la
población a armarse y a comenzar guerras civiles en ambos países. En Libia, los rebeldes insurgentes
derrocaron a las fuerzas gubernamentales seis meses después del inicio de la revolución con ayuda de la
OTAN. Sin embargo, en Siria, la guerra se ha prolongado y el impacto bélico intensificado, sin visualizarse
un fin cercano y con registros que estiman en cientos de miles la cifra de muertos; muchos ven en la
situación de Siria el lado más oscuro de la Primavera Árabe, debido al surgimiento de, por ejemplo, el
Estado Islámico, que ha tomado vastas extensiones tanto en Siria como en Irak –explosión yihadista que
también se está dando en Libia desde el fin del gobierno de Gadafi. En cambio, en los restantes países, la
rebelión solo se ha visto plasmada en pequeñas protestas y manifestaciones.
Esta serie de protestas a favor de la democracia o un cambio de régimen o de gobierno contrastó
inicialmente con el silencio de la Unión Europea y con un apoyo relativamente grande desde Estados
Unidos.11 El ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Franco Frattini, explicó la falta de respuesta europea aduciendo que
eran Estados independientes y no colonias de Europa. La Unión Europea se reunió el 31 de enero de 2011
para decidir si apoyaba o no las revueltas populares en Túnez y Egipto;37 si bien endureció su postura frente a Hosni
Mubarak, presidente de Egipto, abogó por una solución pacífica y no condenó su gobierno.26
Las primeras opiniones sobre la propagación de esta revolución desde Túnez a sus vecinos árabes no se
deciden sobre su éxito, pero anuncian ciertas generalidades en los países tales como la autocracia y la actual
capacidad de movilización del pueblo, según intelectuales y académicos como Azzedine Laayachi y
Abdennour Benantar.38
Las protestas han llegado a causar la convocatoria de manifestaciones democráticas en China, donde han
sido rápidamente sofocadas.39 La Primavera costó a los países de la región casi U$S800.000 millones de dólares hasta 2014
Principales conflictos
Túnez: la Revolución de los Jazmines[editar]
Artículo principal: Revolución tunecina
La mayoría de los estados y los ciudadanos mostraron su apoyo a la revolución, y muy pocos países,
apoyaron a Mubarak.
En las primeras elecciones Mohamed Morsi resultó vencedor con un 51,9% de los votos frente Ahmed
Shafik que obtuvo el 48,1% de votos. Tras estas elecciones el presidente elegido de Egipto dio a conocer que
se promulgarían cambios constitucionales, lo cual ocasionó nuevas protestas populares y caos en las calles
debido a que este cambio en la constitución le daba poderes ilimitados a fuerzas militares, que incluían la
posibilidad de arrestar civiles por la fuerza entre otras prerrogativas; además, suponía un evidente retroceso
en materias como laicismo y separación religión-Estado, con el aumento del peso de la religión islámica y de
la ley islámica o sharía en la vida pública.
Como consecuencia de la creciente represión gubernamental a las protestas y de una serie de políticas
económicas regresivas que afectan a la clase trabajadora así como a las capas populares, tiene lugar a partir
del sábado 29 de junio, un nuevo movimiento de protestas masivas, que llegan a registrar una afluencia de
30 millones de personas por todo el país.
Como reacción a esta oleada de protestas, el presidente del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas,
Abdul Fatah al-Sisi, lidera, con ayuda del Ejército un golpe de Estado que derroca, el 3 de julio de 2013, a
Mohamed Morsi.
Libia: primer conflicto a gran escala[editar]
Artículo principal: Guerra de Libia de 2011
Véase también: Guerra de Libia de 2014-2015
En Libia, la población civil también comenzó a exigir cambios en sus gobierno, quienes se inspiraron en las
revoluciones en Túnez y Egipto para protestar en manifestaciones masivas en contra de su presidente,
Muamar el Gadafi. Las primeras manifestaciones fueron entre enero y febrero de 2011, provocando la
inmediata reacción del gobierno; represión y violencia. Las fuerzas leales del gobierno comenzaron a luchar
contra los opositores, quienes habían creado el Frente de Liberación de Libia. Tras fuertes combates, lo que
había iniciado como una manifestación terminó en una guerra civil; la primera en la Primavera Árabe, ya
que ni en Túnez ni en Egipto había ocurrido algo semejante. Al comienzo, los manifestantes tomaron la
ciudad de Bengasi e iniciaron la lucha en esa ciudad. Bengasi era continuamente atacada por el gobierno.
Rápidamente, la violencia se propagó por todo el país, y en la mayoría de las ciudades se desarrollaban
combates entre los rebeldes y el ejército libio de Gadafi. La comunidad internacional comenzó a intervenir
en el país y la mayoría de los países mostraron su apoyo a la oposición, ayudándola en distintas operaciones
militares.
Desde el mes agosto, las fuerzas rebeldes comenzaron a avanzar muy rápido y para finales de ese mes ya
habían tomado la capital Trípoli, estableciéndose como grandes vencedores. Después de eso, el ejército del
gobierno comenzó a perder su poder, sobre todo por los continuos ataques de la OTAN y de países como
Estados Unidos y Europa, que apoyaban totalmente a los rebeldes. Los bombardeos en contra del gobierno y
de sus funcionarios colapsaron al estado e hicieron que Gadafi perdiera el control del país y se vio en la
necesidad de huir. Los rebeldes, en tanto, habían avanzado por todo el país y lo habían logrado dominar en
totalidad. El 20 de octubre de 2011, Gadafi fue encontrado oculto en una guarida, tomado prisionero y
ejecutado; ese mismo día la guerra civil acabó.
Luego de la muerte de Gadafi, los rebeldes iniciaron un proceso de transición en el gobierno.
Sin embargo, algunos de los problemas ocasionados tras la muerte de Gaddafi y con el nuevo gobierno son
la pérdida de autonomía económica del país, una mayor presencia del sector privado en la industria del
petróleo, la existencia de milicias integristas yihadistas que disputan al gobierno el control de áreas del país,
y la contratación de empresas de seguridad privada como Blackwater para hacer el equivalente a las
funciones de control del fronteras. Todo esto es interpretado por muchos analistas como síntomas del fracaso
de las instituciones del Estado para ser capaces de regular importantes esferas de la vida pública, en un
fenómeno que califican como de Estado fallido o Estado roto.
Yemen: las cintas rosas[editar]
Artículo principal: Rebelión en Yemen de 2011-2012
En enero de 2011 los ciudadanos yemeníes se rebelaron contra el régimen de Ali Abdullah Saleh, mediante
una serie de manifestaciones pacíficas que fueron reprimidas violentamente por el gobierno.48 A pesar de la
promesa de una transición de poder ordenada y progresiva, para finales de marzo del 2012, muchos grupos aún continuaban con las protestas en el Estado.
Los manifestantes yemeníes llevaban cintas rosas que simbolizan la Revolución de los Jazmines e indicaban
su intención de no violencia.49 El legislador opositor Shawki al-Qadi dijo que el color rosa fue elegido para representar el amor y que las protestas
serán pacíficas.50 La abundancia de cintas rosas en las manifestaciones mostraron el nivel de planificación que existía en las protestas.50
La situación política y social del país empeoró a lo largo del 2012, hasta que se logró la destitución de Saleh
con la llegada al poder de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, quien participaba en el gobierno del anterior
dictador. Cuando Saleh volvió a intentar recuperar el poder del país al-Hadi se negó y este se unió a los
rebeldes huzíes, que inicialmente se habían levantado en armas contra él.
Actualmente Yemen está sufriendo una de las peores catástrofes humanitarias de Oriente Medio por la falta
de alimentos y los civiles están atrapados a causa del control que Arabia Saudí ejerce de los puertos y los
aeropuertos. La guerra continúa, donde combaten por un lado la coalición liderada por Arabia Saudí en
defensa de Al-Hadi (sunní) y los rebeldes huzíes con ayuda de Irán (chíi). 51 52
Siria: la lucha continúa[editar]
Artículo principal: Guerra Civil Siria
Las protestas en muchos países afectados han suscitado un amplio apoyo de la comunidad internacional,
mientras que las duras respuestas de los gobiernos en general han cumplido con condena.114 115 116 117 En el caso
de las protestas en Baréin, Marruecos y Siria, la respuesta internacional ha sido mucho más matizada.118 119 120 121
Algunos críticos han acusado a los gobiernos occidentales, entre ellos los de Francia, el Reino Unido, y los
Estados Unidos, de hipócritas en la manera en que han reaccionado a las protestas.122 123 Noam Chomsky
acusó al gobierno de Obama de tratar de amortiguar la oleada revolucionaria y sofocar los esfuerzos
populares de democratización en el Medio Oriente.124 También el papel cumplido por países que han discrepado de las actitudes
asumidas por las potencias occidentales, como Rusia y China, ha sido denunciado como inspirado por intereses y objetivos propios.125