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I. INTRODUCCIÓN
Las Empresas de Actividad Económica Privada son las que se han venido
constituyendo en el principal grupo de interés pilar de desarrollo de la Economía
Peruana, ya que son el motor para el crecimiento y sostenibilidad del desarrollo
económico – comercial del país, al generarse ingresos y divisas económicas
notables para el país, principalmente en cuanto a las relacionadas con el
comercio exterior, que realizan las exportaciones de productos peruanos de
mayor demanda internacional (sobre recursos minerales, y de productos
agroindustriales), y a la vez de realizarse las importaciones que también se
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efectúan en sí, todo ello como parte de un ciclo de desarrollo operativo tanto
económico como comercial que ha venido manteniendo un Producto Bruto
Interno solventable del hasta el momento, al ser de 2.81% a marzo del 2018, lo
que representa que la capacidad de desarrollo económico del Perú se encuentra
en situación estabilizada y con una proyección de recuperación económica frente
a un determinado problema actual de recesión comercial, y a pesar asimismo de
algunas reducciones en las cantidades o ingresos económicos de algunas de
nuestras exportaciones principales.
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globales; trascendiendo fundamentalmente en contarse con elementos externos
primordiales como proveedores, así como de nuevos accionistas, y el
establecimiento de relaciones interactivas y mecanismos de integración con
aliados empresariales estratégicos, para efectos de poderse garantizar los logros
y objetivos esperados en torno a la consagración y posicionamiento competitivo
de las empresas en su sector económico de competencia y acode a sus fines de
expansión económica – empresarial en sí.
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cara a cara; d) Qué se espera de ellos; e) Cuáles son los aspectos sobre los que
desean vigilancia. El stakeholder quiere conocer cómo van las cosas y revisar
costos, calendarios, calidades, etc.
Una vez identificados los stakeholders es necesario avanzar con la
Estrategia de Administración de los interesados. En ella se debe definir el
enfoque para obtener el apoyo y reducir los impactos negativos en los
stakeholders. Tanto el registro como la estrategia de administración de los
interesados son aspectos esenciales del plan de comunicación del proyecto y
del manejo de las expectativas.
Uno de los efectos del concepto de partes interesadas en la irrupción de
la responsabilidad social, como nuevo modelo de pensamiento en la gestión de
las organizaciones, especialmente de las empresas, se basa en el tránsito desde
un modelo de empresa dominado por un grupo único que proveía el capital
necesario para el funcionamiento de la organización (stockholders), así como los
grupos o personas que invierten dinero para adquirir parte de la propiedad de la
misma denominados accionistas (shareholders), transitando hacia un modelo en
donde diversas partes interesadas (stakeholders) adquieren un peso importante
en las decisiones de la organización en la actualidad. Este cambio de modelo ha
provocado dos efectos fundamentales: 1) La empresa deja de ser
exclusivamente una institución económica, y adquiere una gran incidencia en el
desarrollo social y en la atención del medio ambiente. 2) Se amplían
considerablemente los grupos de interés para las organizaciones empresariales.
Probablemente, son muchas otras diferencias más las que separan a
estos dos modelos de organización, llegándose incluso a plantear que no sólo
los hace diferente únicamente el modelo económico que los inspira, sino que
también se orientan hacia un modelo diferente de sociedad, lo que sin dudas
repercutirá en diferentes formas de expresión de las acciones enmarcadas en la
responsabilidad social. Esto se puede resumir en dos grandes tendencias que
orientan la aplicación de la responsabilidad social en una organización, que
tienen como sus extremos por un lado los planteamientos de Friedman (1970), y
por el otro los postulados de Bowen (1953). Ambas perspectivas tienen
consecuencias directas en la identificación de los stakeholders de una
organización, debido a que con el primero de los autores, las partes interesadas
de una organización se concentran básicamente en los accionistas o dueños de
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la empresa como principal expresión del concepto, en la perspectiva de Bowen,
la cantidad y variedad de stakeholders aumenta significativamente. Sin embargo,
la identificación de los stakeholders de una organización a la hora de gestionar
su responsabilidad social, adquiere simultáneamente una gran importancia y
complejidad, debido a que muchas veces no se tiene claro quiénes son las partes
interesadas de la organización, debido a las múltiples formas, características y
definiciones que estos grupos pueden adquirir.
Esta identificación dependerá de los diferentes ámbitos o sectores al cual
pertenezca cada organización, el parámetro o característica con el cual se
pretenda identificar a los actores involucrados y muy especialmente,
dependiendo del grado de compromiso con el cual cada institución procure
asumir su comportamiento socialmente responsable. Este último aspecto puede
ser determinante en la identificación de las partes interesadas, debido a que este
compromiso institucional puede oscilar en un baremo que va desde el
cumplimiento cosmético o estético en función del marketing, hasta la asunción
de un compromiso real y sincero por establecer un diálogo fluido y permanente
con todos sus stakeholders, para acrecentar su capital social o relacional,
estableciendo una comunidad de aprendizaje y participación permanente.
Además, es habitual encontrarse con que las organizaciones identifican
como sus stakeholders, únicamente a aquellos grupos que se encuentran
organizados como un sindicato por ejemplo, o aquellos grupos con los cuales la
organización mantiene algún tipo de relación contractual. De esta manera,
cuando una organización sólo aplica el criterio contractual para identificar a sus
partes interesadas, inevitablemente provocará como consecuencia y efecto de
esa disposición, el que las políticas y decisiones de la organización ignorarán
sus impactos sobre una serie de otras partes interesadas, lo que sin duda más
tarde o más temprano le generará algún tipo de conflicto a la organización que
aplica estos criterios más excluyentes.
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tipo global o transnacional; extendiéndose también hacia una forma de ejecución
de alianza estratégica empresarial cuando con fines de cooperación dos o más
entidades empresariales llegan a cooperar y unirse entre sí, a efectos de poder
realizarse actividades empresariales complejas y operaciones económicas de
gran magnitud en varios países o a nivel internacional.
Desde una concepción más directa y utilitaria sobre la Integración
Empresarial, se tiene lo sostenido por el autor español Rodrigo Uría (2006), quien
sostiene que una Integración Empresarial consiste en un proceso por el que se
somete a un grupo de sociedades a una dirección única o coordinada, pudiendo
manifestarse tanto mediante el crecimiento empresarial externo, resultante de la
participación o adquisición de empresas de igual o diferente ramo de actividad;
o mediante las asociaciones o agrupaciones empresariales en las que las
diferentes empresas siguen manteniendo su personalidad jurídica
independientemente1, en forma de Consorcio, aunque en la práctica se
encuentre limitada por las reglas ordenadas de una dirección unitaria o por los
compromisos derivados de la consecución de unos objetivos comunes. Se tiene
así un concepto más utilitario sobre Integración de las Grandes Empresas, como
aquel proceso en que se da con la asociación de participación entre empresas o
de colaboración entre unidades de negocio empresarial, con la finalidad concreta
de desarrollar fines económicos comunes y de repartición de las utilidades entre
socios primarios y empresas asociadas.
El concepto de Integración Empresarial también se fundamenta en
elementos extra – jurídicos que definen y determinan acerca de las modalidades
de integración entre sí; teniéndose elementos importantes y decisivos al
respecto, tales como económicos, comerciales y financieros; que orientan y
predeterminan fundamentalmente el tipo de integración empresarial a
efectuarse; siendo en muchos casos muy influyente que por intereses y
condiciones económicas prioritarias, las legislaciones de los Estados deben
orientarse a promover y facilitar los tipos de integración de grandes empresas,
por ser motor fundamental en el mismo desarrollo y crecimiento económico –
comercial de las naciones, sobretodo para las legislaciones y situación
económica de los países en desarrollo.
1 Uría, R., Curso de Derecho Mercantil, Ed. Civitas, 2006. Pág. 117.
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Como alianza estratégica habría que considerar, que la Integración de
Grandes Empresas se basa en un conjunto de modalidades de asociación entre
empresas por participación de accionariado o por colaboración empresarial,
entre las que se tienen a las empresas transnacionales, multinacionales, las
empresas internacionales, las organizaciones supra-estatales, y por otra parte
en lo que corresponde a los Consorcios.
Al tratar acerca de la Integración de Empresas desde el enfoque como
Alianzas Estratégicas, se refiere a la opción de crecimiento para las empresas
que aspiran a fomentar las relaciones con los socios y los elementos necesarios
para afrontar los cambios del entorno económico – comercial; teniéndose que es
complejo encontrar empresas con culturas semejantes, especialmente si los
socios son de distintas nacionalidades, lo que resulta bastante difícil. No
obstante, para conseguir que la alianza estratégica (AE) sea efectiva basta que
exista una actitud de entendimiento y se preste atención al diseño de la alianza.
Para ello, una vez elegido el socio potencial, es el momento de iniciar las
negociaciones que culminarán en el diseño de la AE.
Para el analista financiero español Lapiedra (1999) en la configuración de
una alianza estratégica se debería de definir: “el tipo de cooperación escogida
(horizontal, vertical o simbiótica); la intensidad de la cooperación que se verá
influida por la duración de la alianza; es importante que se especifique al inicio
del establecimiento de la cooperación si se trata de una alianza a corto o a largo
plazo; la ubicación de los recursos, ya sean agrupados para un uso común o
utilizándolos de forma separada en la realización de las distintas actividades” 2.
De esta manera la Integración de Grandes Empresas implica siempre un
alto nivel de compromiso y de responsabilidad económica entre las empresas
que deciden asociarse y formar alianzas decisivas para el logro de objetivos
económicos comunes.
En base al tipo de desarrollo de las Integraciones Empresariales, se puede
determinar acerca sobre su grado de operatividad económica acorde al tipo de
gestión administrativa como financiera – comercial, así como por la forma de
administración que se dea entre la dirección central sobre sus sucursales o del
control gerencial – administrativo sobre entidades empresariales asociadas; por
2Citado por Concha, A. y A. Ariño, "Selección del socio en una alianza estratégica", IESE
Business School, Universidad de Navarra, España, 2001. Pág. 34.
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lo que se pueden diferenciar tres grados de integración empresarial; máxima,
mínima e intermedia:
• Integración total: En que la asociación entre empresas se efectúa de
manera integrada, y con una gestión asociativa entre sí, por parte de la
entidad empresarial dominante o central que acumula el mayor
accionariado participativo, con respecto a los socios u otras empresas
también participativas en la modalidad de asociación o de colaboración
empresarial; efectuándose el debido gerenciamiento y control
administrativo y de gestión económica - financiera de la empresa
principal con sus asociados en la actividad empresarial que se lleve a
cabo en otro país o en diversos Estados. Otra característica de este tipo
de grado de integración empresarial, es en cuanto que se produce una
interacción financiera, y una gestión unitaria que llevan a unos resultados
económicos que afectan a todo el grupo. Esencialmente bajo este grado
empresarial se trata de los casos conocidos acerca de empresas
transnacionales y multinacionales, como también de los grandes
consorcios asociados.
• Integración reducida: La entidad integradora no ejerce control sobre
las asociadas, aunque suelen existir relaciones de dependencia
generalmente de carácter comercial. Se trata en cuanto al modo de
integración empresarial entre una empresa matriz central ubicada en
determinado país de su procedencia, y sus sucursales comerciales que
operan en otros países y que tienen su propia administración gerencial
acorde a la forma de organización empresarial determinada por las
normas de cada país respectivo en que se opera, y al modo de desarrollo
de la actividad empresarial que corresponda. Un caso concreto al
respecto se tienen sobre empresas multinacionales que poseen diversas
sucursales de negocio en varios países, y que estas sucursales tienen
su propia administración gerencial y gestión económica, pero a la vez
ciñéndose a reglas de mercado y condiciones económicas básicas que
la matriz central pueda establecer, resultando que los casos a considerar
se tienen sobre los grandes negocios de super e hipermercados; así
como de los conocidos negocios de comida rápida.
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• Integración intermedia: Se trata de una situación intermedia entre los
dos tipos de grados de integración empresarial señalados anteriormente,
en que las entidades integradas mantienen su capacidad de gestión, y
además se benefician de sinergias mediante la coordinación en el modo
de actuación.
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en que se opere, y que se asocien para la ejecución de las actividades de
producción económica transnacional o transfronteriza que llegue a implicar el
desarrollo económico y comercial que corresponda.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
sostiene que los países latinoamericanos deben mantener el criterio de que las
empresas transnacionales deben ajustarse a los siguientes criterios4:
- De que las empresas transnacionales deben someterse a las leyes y
reglamentos del país receptor, y en caso de litigio, someterse a la
jurisdicción exclusiva de los tribunales del país donde operen.
- Deben abstenerse de toda injerencia en los asuntos internos de los
Estados donde operen.
- Deben suministrar al gobierno del país anfitrión la información pertinente
sobre sus actividades a fin de asegurar que ellas estén de acuerdo con
las políticas, objetivos y prioridades nacionales de desarrollo del país que
las recibe.
- Deben contribuir al desarrollo de la capacidad científica y tecnológica
interna de los países receptores.
- Deben abstenerse de prácticas comerciales restrictivas.
4 KERNER, Daniel (2003). “La CEPAL, las empresas transnacionales y la búsqueda de una
estrategia de desarrollo latinoamericana”. Revista de la CEPAL. Pág. 96.
http://www.un.org/esa/desa/ousg/articles/pdf/lcg2200e_Kerner2.pdf
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empresarial específicamente en el mismo país de ejercicio de la actividad de
desarrollo económico - empresarial que corresponda, predominando
esencialmente el accionariado del empresariado extranjero aunque en
compartimiento de las utilidades con los socios accionistas locales o nacionales.
Como casos reconocidos de empresas transnacionales se tienen esencialmente
a las grandes empresas de la actividad de rubro de Minería principalmente en
que los principales asociantes son empresas extranjeras que para ejecutar
grandes operaciones económicas, están en la necesidad de convocar o hacer
participar a empresas locales del país en donde se efectuarán las operaciones
exigidas, por lo que se asocian en participación entre sí y funcionarán como
entidades empresariales de carácter transnacional, teniendo un control gerencial
predeterminante y esencial, la organización empresarial asociante sobre sus
asociados, y un control directo de administración de la Gerencia Central sobre
los asociados, y en la repartición de utilidades dependiendo del grado de
acciones de capital que cada integrante haya aportado respectivamente.
También habría que considerar desde la concepción de empresa
transnacional, para los casos de grandes empresas peruanas que tienen su
principal capital de accionariado y control de dirección en el Perú y que poseen
inversiones esenciales en otros países para el desarrollo de actividades
económicas de explotación y producción, participando con socios locales del
país en donde se invierte y participa económicamente, teniéndose así los casos
de las empresas mineras transnacionales y entre otras grandes corporaciones
mineras peruanas que han podido extender sus capitales de inversión en
proyectos mineros importantes dentro de la región de América del Sur.
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empresariales que están constituidas por capital de varios Estados o Nación, y
por extensión se llega a contemplar sobre aquellas grandes empresas
conformadas por empresarios particulares de distintas nacionalidades; y que
originalmente este tipo de empresas se dio sobretodo en los mercados comunes
de integración, admitiéndose muchas veces no sólo la formación de entidades
empresariales con capital de los estados integrantes, sino también la
participación extranjera en un porcentaje minoritario de las acciones. Se tiene
una concepción completa y de relevancia de como surgieron las primeras
empresas multinacionales en el mundo como organizaciones construidas con
grandes aportes de capitales de los Estados, y que proliferaron a nivel mundial
abriendo sucursales y negocios operativos en diversos países, teniéndose así
los casos de las grandes corporaciones empresariales de EE.UU. desde
comienzos del Siglo XX que contando con apoyo decisivo de capitales del
Estado Norteamericano pudieron participar en el ámbito económico internacional
en otros países, aperturando centros o sucursales de negocio, teniéndose así
los casos de las grandes corporaciones norteamericanas de servicio de
telecomunicaciones y de Energía Eléctrica (General Electric Company - NYSE)
que extendieron sus operaciones de servicio principalmente en el continente
latinoamericano y de Europa, y otro caso de consideración en sí, fue al respecto
la compañía española de Telecomunicaciones Telefónica que en sus orígenes
contaban con un mayor aporte de capital de inversión del Estado Español.
Pero continuando con la definición aportada por la autora Seijas Rengifo,
sobre las Multinacionales, en que complementa que también consisten en
grandes organizaciones corporativas constituidas por fuertes capitales de
inversión privada, lo que da a entender sobre el predominio actual que llegan a
tener en las Multinacionales, las inversiones aportadas por empresarios
privados, y funcionando como grandes empresas de envergadura internacional
que operan en varios países a escala mundial, y dentro del desarrollo de una
cadena de valor integrada de mecanismos y operaciones no solo económicas y
comerciales sino que también incluyen mecanismos de desarrollo financiero,
bursátil y de inversiones de operatividad a nivel internacional.
Al respecto, cabe considerar sobre las grandes empresas multinacionales
que originalmente surgieron por grandes aportes de inversión de los Estados de
su origen; pero que por implicancias del fenómeno de la privatización
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internacional de empresas estatales durante los años noventa del Siglo XX; estas
empresas corporativas se privatizaron y pudieron constituirse en grandes
multinacionales con operaciones a escala mundial, teniéndose así el caso
significativo de la Compañía de Telecomunicaciones Telefónica que al ser
adquirida por capitales privados empresariales en 1999, pudieron diversificar sus
productos de servicio de telefonía celular y extender su mercado en toda la
región latinoamericana y hasta en otros continentes.
Bajo la concepción complementaria que aporta la autora sobre las
Multinacionales, se trata acerca así de grandes empresas corporativas con
fuertes capitales de inversión privada, que operan a nivel internacional o a escala
mundial mediante sus sucursales o centros de operaciones económicas
diversificadas en varios países; para efectos de tenerse un control de dirección
empresarial estratégica y gerencial desde la corporación central en su sede de
procedencia original, a efectos de tener control sobre el desarrollo y rendimiento
económico de sucursales que tienen en todo el mundo.
Entre las principales características a considerar sobre las empresas
multinacionales, se tiene en sí, en lo que corresponde en primer lugar, sobre la
existencia de entidades o sucursales operativas de las empresas corporativas
principales, para que puedan operar en dos o más países, sean cuales fueren
las formas jurídicas y las esferas de actividades de esas entidades, teniéndose
principalmente acorde a la experiencia de las Multinacionales que operan en el
Perú, sobre las sucursales, centros de negocios y servicios, y de cadenas de
super e hipermercados, como entidades representativas del conglomerado
empresarial que tienen las multinacionales en el sector económico – comercial
de venta mayorista, de servicios de telecomunicaciones y hasta de comida
rápida, y que las empresas principales poseen similarmente estas sucursales de
negocio de manera análoga en otros países de la Región Latinoamericana como
Argentina, Ecuador, Colombia, Chile y Brasil.
Como segunda característica de las Multinacionales que operan a nivel
internacional y en varios países, se tiene sobre el sistema de adopción de
decisiones que adopta la empresa central o principal matriz que gestiona desde
su sede central de procedencia, y en lo que concierne sobre la operatividad de
sus sucursales en los diversos países donde operan; implicando así el grado de
desarrollo altamente especializado y competente de las decisiones a adoptarse
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por la empresa central para establecer políticas coherentes y una estrategia
común de cómo operarán sus sucursales o centros representativos en los
diversos países de actividad económica.
Otra característica de consideración sobre las Multinacionales es que se
basan en estructuras de conglomerados empresariales basadas en firmas que
controlan múltiples actividades productivas no relacionadas; y que están
compuestas por accionistas de diferentes países y extienden sus actividades a
otros Estados, que además de la integración horizontal y vertical de las
economías han logrado una mayor concentración de capital por medio del
holding5, que resulta de la fusión en grandes conglomerados, incrementando su
influencia en las políticas nacionales e internacionales.
5 ROMANO, Silvina María (2009). El papel del capital multinacional en los procesos de
integración regional (ALALC y Mercosur). Revista Sociedad y Territorio, vol. Economía, Sociedad
y Territorio IX, núm. 31, vol. IX, núm. 31. Pág. 584.
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nuestro país con potencias económicas como EE.UU, Canadá y otros países
desarrollados; condicionándose al sector microempresarial a cumplir diversas
reglas y requisitos exacerbados para competir en el mercado internacional, y
hasta no teniendo acceso facilitable a los beneficios requeridos para asegurar su
propio desarrollo. Asimismo se tienen los casos problemáticos en torno a
empresas que llegan a cuestionar y omitir el cumplimiento de normas legales y
reglamentarias para su formalización y autorización de poder ejecutar sus
actividades de negocio correspondiente; y que por otro lado autoridades públicas
al exceder sus funciones de fiscalización promulgan dispositivos legales que
restringen indebidamente en muchos casos la libertad de empresa, teniéndose
principalmente casos de Municipalidades que han emitido ordenanzas para
prohibir actividades de empresas de rubro de comunicaciones y prensa.
Mediante un análisis más conciso y detallado de la problemática en torno
al ejercicio del derecho constitucional de la libertad de empresa y las limitaciones
que se vienen dando al respecto, cabe considerar los siguientes:
A. Principalmente se ha venido dando una constante incidencia de empresas
transnacionales que operan en el país, dedicadas mayormente a la
explotación de recursos naturales, tratándose de empresas y grandes
consorcios mineros que han venido desarrollando sus actividades
prósperamente y fomentando la inversión extranjera en el Perú;
representando un amplio ejercicio de la libertad de empresa; pero que tal
derecho se ha visto restringido en determinados casos sobre ciertas empresas
mineras que han venido causando daños a la salud pública de las zonas
donde operan, como afectación del medio ambiente y riesgos para la misma
salud humana de las comunidades poblacionales alrededor de las áreas de
explotación; que tales empresas conociendo y teniendo la obligación de
adecuar sus actividades mineras a las máximas condiciones ambientales y de
seguridad que el propio Estado Peruano ha establecido en la legislación
pertinente y en los contratos suscritos con los consorcios, al incumplirse por
las empresas tales disposiciones que garanticen el desarrollo de sus
actividades sin afectar la salud y seguridad pública, incurriendo a la vez en
afectar el orden público económico del país, tras seguir realizando sus
operaciones y no sujetándose a las condiciones para el desarrollo de una
minería responsable y de desarrollo social; se han venido adoptando las
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medidas necesarias por parte de las autoridades estatales para sancionar a
estas empresas o industrias mineras, básicamente con el cierre y clausura de
sus operaciones, que más de considerarse como una restricción a la libertad
de empresa está justificadamente aplicada dichas medidas como acciones
justas y drásticas para persuadir a estas empresas a que no sigan
contaminando y se adecúen a los controles necesarios de impacto ambiental;
y en los casos de haberse determinado cierre temporal o permanente hasta
que la empresa responsable asuma sus obligaciones de revertir y reparar los
daños que ha ocasionado y de formalizar sus actividades para que tenga
nuevamente la opción de volver a operar, se propicia así de esta manera por
parte del Estado de garantizarse un buen ejercicio de la libertad de empresa
conforme a las disposiciones constitucionales y en resguardo del bien común
público; tal como se ha venido dando con el caso de la empresa metalúrgica
– minera del Consorcio Doe Run, que por incumplir disposiciones de garantía
ambiental conforme a las cláusulas de contrato suscrito con el Estado
Peruano, fueron clausuradas sus operaciones en Mayo del 2010, y
actualmente está bajo proceso de liquidación, teniéndose aún la opción de
que la empresa pueda restablecer sus operaciones, haciendo un debido
ejercicio del derecho constitucional referido y sujetándose a lo dispuesto por
la normatividad constitucional de garantizar la salud y seguridad pública,
obligándose por lo tanto a generar el menor impacto ambiental en La Oroya y
asumiendo la responsabilidad social por los daños ocasionados a la población
local.
B. Otro aspecto de una determinada problemática que también viene afectando
hasta cierto grado la libertad de empresa, es en relación a las implicancias y
efectos que viene teniendo la actual aplicación de los Tratados de Libre
Comercio suscritos por nuestro país, principalmente con los EE.UU. en el
2008; donde bajo las condiciones de dicho tratado de efectuarse las
operaciones de exportación e importación de bienes, libre de aranceles, ha
venido causando un impacto directo en la economía, desarrollo y
productividad mayormente de las Pequeñas y Medianas Empresas de los
sectores de manufactura, metal-mecánica y calzado, que han visto reducidas
sus ventas e ingresos, cuando se ha venido acrecentando la importación de
bienes o productos extranjeros a menores precios, y mucho más negativo en
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el caso del ingreso masivo de productos de procedencia china, de muy baja
calidad y a precios baratos; lo que ha venido afectando el desarrollo o la
actividad de negocio de las PYMES que por el bajo nivel de ventas que ha
venido obteniendo, un 43% de estas empresas según datos de Consultorías
de Análisis Empresarial, han tendido a disminuir su productividad, y han
devenido en despido de trabajadores, endeudamiento y hasta en situarse en
estado de quiebra; a causa propiamente de una indiscriminada importación de
productos extranjeros sin restricciones ni control alguno por parte del Estado
Peruano, y extendiéndose el problema considerando que se tienen TLC’s
suscritos con Canadá, China, Singapur y Panamá. Las diferencias de
exportaciones entre PYMES Peruanas y empresas asiáticas viene siendo
abismal, ya que según fuentes informativas de las asociaciones gremiales de
MYPES, sostienen que durante el año 2011 ingresaron al país 120 millones
de prendas chinas subvaluadas, lo que significó una pérdida de 32 mil
empleos, afectando directamente al mismo número de familias. Se tuvo así
que mientras que el Perú sólo exportó 100 mil dólares en confecciones a
China, en los últimos cuatro años ingresaron al país 16 mil toneladas de tejidos
chinos.
Por otra parte la generalización de los efectos negativos de la
aplicación de los TLC’s, también ha afectado a determinadas medianas
empresas y de mayor capital, por causa de la inequidad en las tasas de
derechos arancelarios, donde mayormente se ha venido constatando que por
efectos de aplicación de las cláusulas del TLC con los EE.UU. se ha venido
dando preferencia a aplicar cero aranceles a los productos de exportación
mientras que a los insumos no se aplica dicho criterio arancelario; lo que ha
venido resultando perjudicial para empresas de elaboración masiva de
productos metal-mecánicos, que al tener que vender sus productos en el
mercado extranjero sin protección arancelaria, ven afectados sus ingresos
para los gastos de provisión de insumos que resultan elevados, ya que estos
aún mantienen altas tasas arancelarias, generándose gastos excesivos y baja
en la productividad mientras que las empresas industriales extranjeras que
exportan al Perú se benefician de productos e insumos con tasas arancelarias
de 0%. Al respecto cabe considerar el caso de la empresa Corporación Rey
S.A. que había interpuesto demanda de amparo, en el 2007 contra la
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Presidencia del Consejo de Ministros y el Ministerio de Economía y Finanzas
con el objeto de que se inaplique el artículo 2º del Decreto Supremo 158-2007-
EF en el extremo que aprobó la tasa de derechos arancelarios ad valorem CIF
de 0% para las siguientes subpartidas nacionales (comprendidas en el Anexo
I de la mencionada normativa): 9607110000 (cierres con dientes de metal),
9607190000 (los demás cierres) y 9607200000 (partes de cierres);
sosteniendo la empresa demandante que la eliminación de derechos
arancelarios ad valorem CIF para productos (y no para insumos) de la
industria del cierre, que por dicho decreto se habían aprobado, amenazaba y
vulneraba sus derechos constitucionales a la libertad de empresa, de
comercio, de industria, de contratar y a la igualdad tributaria. Asimismo, la
demandante manifiesta que con la entrada en vigencia del mencionado
decreto se eliminó toda protección arancelaria a su industria, manteniéndose
arbitrariamente dicha protección para los mercados de sus principales
insumos, lo que amenazaba la estructura de costos de dicha empresa con
consecuencias negativas en la política de precios de sus productos finales; y
que generaría grandes pérdidas económicas, y en el cierre y quiebra de tal
empresa.
19
grandes empresas extranjeras para exportar sus productos e insumos a
nuestro país, mientras que las empresas peruanas ven afectadas sus costos
y gastos al tener que importar insumos con altas tasas arancelarias de otros
países, resultando más excesivos los gastos en producción, por lo que no
pueden tener un mejor desarrollo productivo, limitándose a cantidades de
productos menores a los esperados, y que por lo tanto no llegarán a obtener
los ingresos requeridos, que desembocará finalmente en las consecuencias
negativas de despido de trabajadores y de empresas en quiebra.
20
la vez el impacto que han generado los TLC’S sobre el país, también ha
devenido en una serie de efectos y consecuencias negativas que han afectado
directamente a gran parte de los sectores vulnerables de la sociedad civil
ordinaria, principalmente a las comunidades o pueblos originarios, y asimismo a
diversos sectores productivos importantes de micros y pequeñas empresas;
teniéndose como problemas específicos a detallar los siguientes al respecto:
21
A pesar de que en los TLC’s suscritos por el Estado Peruano, se
establecen condiciones o cláusulas esenciales sobre el régimen laboral a
contemplarse y promoverse entre las empresas de las partes de dichos
acuerdos comerciales, de garantizarse plenamente el reconocimiento y
ejercicio de los derechos laborales fundamentales de los trabajadores de
empresas de producción y servicio, potencialmente relacionados con las
operaciones de comercio exterior (de exportaciones e importaciones), y
de poderse ejecutar los mecanismos necesarios de tratamiento y
resolución de controversias laborales que correspondan y se establezcan
consecuentemente entre los países parte del tratado; pese a ello, la
situación de los trabajadores peruanos en diversas MYPES es de suma
consideración muy crítica por cuanto que aún se mantiene un régimen
laboral muy limitado y poco incentivador para mejorar las condiciones y
beneficios laborales de los trabajadores en microempresas y talleres de
producción de rubro artesanal, textil y metal - mecánico;
22
Gamarra por ejemplo, han experimentado una disminución progresiva en
las cantidades totales de sus ingresos de ventas y exportaciones, frente a
la masiva comercialización de productos textiles chinos que penetraron el
mercado peruano, libre de aranceles, y que en base a la adquisición de
insumos textiles de procedencia china que también coparon el sector de
la industria textil peruana, ha venido implicando una mayor producción en
la cantidad de fabricación de prendas y en base a ventas a precios
baratos, perdiéndose la calidad de competitividad que caracterizaban a
los productos textiles peruanos en el mercado nacional y a nivel
internacional.
Se debe discutir a fondo cuáles son las ventajas y sobre todo las
desventajas que tendría este tipo de acuerdos comerciales para nuestro
país. Es por ello que se ha debido formular y establecer con China, un
acuerdo parcial, pero no un TLC. La preocupación se observa
23
principalmente en los industriales metalmecánicos y hasta la industria
zapatera.
24
Desarrollo Social del año 2000, y a lo contemplado tácitamente en el
Convenio N° 169 de 1989 de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), acerca de que la justicia social es el desarrollo equitativo de todos
los ciudadanos y grupos humanos en cuanto al ejercicio igualitario de
derechos y oportunidades entre sí, y de facilitamiento de acceso a los
servicios esenciales de justicia y de desarrollo económico como
promoción social y económica para el mejoramiento de la calidad de vida,
garantía de los derechos humanos y la subsistencia en forma democrática
de los ciudadanos y pueblos originarios dentro de los Estados; pero en
torno a la realidad actual de las minorías o comunidades étnicas andinas
y amazónicas en el Perú, se tienen fuertes desafíos en el cumplimiento de
los fines de justicia social y esencialmente en materia por controversias
de conflicto socio – ambiental, lo que se puede analizar en base a los
siguientes:
25
afectados muy gravemente por los efectos contaminantes
excesivos de las actividades de explotación minera o petrolera de
empresas transnacionales o consorcios industriales.
26
3. A pesar de la vigencia de la denominada Ley de Consulta Previa a
las Comunidades Campesinas y Nativas (Ley N° 29785 –
31/08/2011) para el consentimiento o acuerdo de desarrollo de
actividades de explotación económica de recursos naturales en
tierras comunales o aproximadas a ellas; también se han dado
situaciones controversiales de la falta de aplicación de mecanismos
más facilitadores y promotores para un debido debate consensual
entre las partes de controversia (minorías étnicas y empresas
industriales mineras o petroleras), sin igualdad de una participación
decisiva de los representantes de las comunidades étnicas, y de
falta de promoción activa de parte del Estado mediante sus
autoridades competentes (Oficina de Diálogo Social y de solución
de conflictos sociales de la Presidencia del Consejo de Ministros, y
de Gobiernos Regionales) en conllevar a realizarse las audiencias
pertinentes y efectivas que se requieran para el tratamiento de las
actividades económicas de explotación a efectuarse. Asimismo
también se han tenido casos negativos de posiciones
intransigentes de malos representantes comuneros de las minorías
étnicas reclamantes que manipulan las demandas para obtener
réditos políticos y exigir demandas económicas indebidas y hasta
excesivas al sector empresarial privado, estando fuera del alcance
de los acuerdos formales al que se debería llegar razonablemente.
4. La falta de reparaciones económicas efectivas para el
resarcimiento a las comunidades o minorías étnicas andinas y
amazónicas por los daños ambientales ocasionados por empresas
transnacionales; también se constituyen en un problema
frecuentemente constatable ya que a pesar de que se han emitido
sentencias judiciales para que malas empresas contaminadoras
indemnicen a las comunidades étnicas afectadas por graves daños
ambientales, hasta el momento el pago de estas reparaciones no
se hace efectiva totalmente sino en modo parcial, y que las
indemnizaciones que han percibido determinadas comunidades
étnicas son insuficientes y no proporcionales a los daños
27
generados en perjuicio del medio ambiente y la salud de los
pobladores de las minorías afectadas.
6 CANOSA DSERA, Raúl. Constitución y medio ambiente. Jurista Editores, Lima, 2004. Pág. 83.
28
frecuencia y connotancia social de actividades mineras que se realizan
principalmente en la región andina del país, en torno a los suelos y
terrenos de zonas habitables por dichas comunidades, y que deben
compartir parte de sus tierras dentro del marco de un desarrollo mutuo y
bajo el acuerdo consensual de autorización a la actividad minera previa
consulta y diálogo competente con las empresas intervinientes y
representantes del Estado; conforme se exige actualmente bajo los
lineamientos de la Ley de Consulta Previa y a lo exigido por el mismo
Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT);
donde como resultado final se debe dar la autorización correspondiente
para el desarrollo de la actividad económica en tierras de las comunidades
siempre y cuando las empresas asuman un auténtico rol en materia de
minería responsable y de coadyuvamiento al desarrollo social de los
pobladores comunales, como de reducir el impacto ambiental negativo en
los niveles permisibles acorde a lo exigido por la legislación ambiental.
También se debe contemplar la posibilidad de los casos en que la
actividad minera no resulte propicia ni compatible para ser implementada
en zonas territoriales de las comunidades campesinas donde estas a su
vez desarrollan sus actividades tradicionales como de agricultura y
ganadería que son el sustento económico principal para su propia
existencia7.
Se tiene así una correlación fundamental entre los derechos
económicos que implica el ejercicio constitucional de la Libertad de
Empresa en torno al sector empresarial minero y los beneficios que deben
generar para las comunidades rurales que se sitúen en las zonas de
explotación minera; teniéndose en cuenta que tales beneficios también
ahondan en la salvaguarda y promoción de derechos constitucionales de
tales comunidades como el de cuidado y preservación del medio ambiente
sano y de los recursos naturales; y en cuanto al derecho de las mismas
comunidades según las leyes actuales de Minería y de reconocimiento de
los derechos de los pueblos indígenas en normas nacionales y convenios
internacionales (Convenio Nº 169 - OIT) en concordancia además con la
29
actual Política de Estado de la promoción de la Minería Responsable o
con competencia de responsabilidad social; en cuanto a que se pueda
promover y asegurar la calidad de vida y de progreso de las comunidades
rurales conforme la actividad empresarial minera avanza y asume una
explotación con las garantías requeridas de conservación ambiental y
desarrollo sostenible en las zonas de actividad industrial8. El derecho
fundamental de las comunidades rurales a recibir los beneficios de la
actividad minera, tiene su amparo en lo normado por la Convención Nº
169 y hasta por la misma legislación minera del país; bajo el criterio de
que explotándose zonas o tierras pertenecientes por derecho y tradición
a comunidades indígenas, previa consulta a las mismas y con su
autorización; dando permiso para la ejecución de las actividades de
explotación que la minería implica, a la vez las empresas mineras por
obligación de responsabilidad social debe compensar a las comunidades
por la concesión autorizada de sus tierras y recursos habientes que
faciliten la misma actividad minera; siendo en sí un derecho que deben
exigir y hasta reclamar las mismas comunidades rurales al respecto, e
incluso que puede considerarse hasta el status de derecho constitucional
en cuanto a su derecho al desarrollo social mediante beneficios a
otorgárseles por las empresas del sector minero que vengan
aprovechando sus tierras y recursos propiamente bajo respeto de las
normas ambientales y de otros leyes conexas en salvaguarda de otros
derechos constitucionales de las Comunidades.
La problemática sobre situaciones en que se han restringido e
impedido indebidamente el ejercicio de la libertad constitucional de
empresa para el sector industrial minero; ha venido teniendo
repercusiones muy negativas en nuestro país, conforme a casos recientes
en la actualidad, donde por razones sociales, económicas y hasta de
coyuntura política, determinadas comunidades rurales bajo el pretexto de
que las industrias mineras contaminan frecuente e impunemente sus
tierras y recursos naturales, y de que no reciben beneficio alguno en el
8
OXFAM INTERNACIONAL & SOCIAL CAPITAL. (2007). Reporte sobre responsabilidad social
empresarial en el sector minero en el Perú. Pág. 44.
30
supuesto de que las empresas mineras no asumen su responsabilidad
social; ha dado por repercusión negativa que los miembros delegados y
manifestantes de comunidades rurales procedan a obstruir y protestar
mediante protestas públicas exacerbadas que comprende bloqueo de
carreteras, actos violentos de vandalismo sobre instalaciones mineras, y
permanente coacción para impedir el normal desarrollo de la actividad
minera; resultando muy negativo cuando las causas y demandas de estas
comunidades y de sus organizaciones o gremios representativos, no
tienen una debida justificación sustentable en materia ambiental y social;
sino que por motivos económicos y hasta políticos se ha venido azuzando
a las comunidades para proteger y obstaculizar el desarrollo minero en
sus zonas. Cabe considerar los casos siguientes:
a. En el caso de Cajamarca en torno al Proyecto Minero Conga, entre
noviembre del 2011 a junio del 2012, las protestas encabezadas por el
gobernante regional Gregorio Santos y representantes de las
comunidades rurales de las zonas posiblemente afectadas por dicho
proyecto; han demostrando un afán mayormente de carácter político
para impedir el desarrollo de dicha actividad minera, pese a que los
resultados de peritajes nacionales e internacionales confirman que la
Compañía Minera Yanacocha y sus socios transnacionales, generarán
un menor impacto ambiental en las zonas de cuestión y asimismo
propiciarán mayor beneficio de desarrollo socio-económico para las
poblaciones de comunidades rurales; mientras que la posición en
contra se ha amparado en sostener de graves daños al medio
ambiente y recursos de agua de las zonas comprometidas, acusando
supuesta responsabilidad en el Gobierno Central de permitir la
inversión en la minería y las actividades de explotación en
desconsideración de los derechos fundamentales de los pobladores
comunales de Cajamarca en torno al proyecto minero referido. Esta
situación de conflicto de intereses surgido, ha devenido en las
indebidas pretensiones políticas de representantes que están en
contra del Proyecto Conga, como el caso del gobernador Gregorio
Santos con actitudes políticas presidenciales, y de manera más
negativa de diversos representantes de comunidades indígenas que
31
tienen antecedentes de terrorismo, y que manifiestan actitudes
proseletistas contra el Estado Peruano, impidiendo el desarrollo de la
actividad minera formal y escudándose bajo la supuesta defensa de
los derechos al medio ambiente y recursos naturales de las
comunidades rurales.
b. En el caso del conflicto entre Comunidades Rurales del Cusco y la
empresa minera Tintaya entre agosto y octubre del presente año; se
denotó una pretensión económica indebida por parte de los
representantes de las comunidades que exigían a dicha compañía
minera incrementar excesivamente el pago de beneficio social que
anualmente concedía a las zonas poblacionales y comunales
aproximadas a la actividad minera; poniéndose como argumentos
demandantes en cuanto al supuesto incremento de la contaminación
de los ríos de la zona, lo que fue posteriormente desvirtuado por
estudios de peritaje realizados en forma conjunta por el Estado,
expertos internacionales y con la constatación de parte de las
autoridades regional y provinciales; habiendo desconsiderado los
movimientos de defensa y sus representantes, que la empresa Tintaya
se encontraba entre las diez empresas más garantizables que operan
en el país, que generaba menor impacto ambiental y aplica
mecanismos de explotación de acuerdo a las normas internacionales
de protección ambiental y desarrollo minero; y que incluso venía
efectuando extensos e importantes programas de desarrollo y
beneficio social para las comunidades, como programas educativos,
de actividades económicas locales, etc9.
9
GONZALES, EDMUNDO. (2004). BHP Billinton Tintaya. En María Matilde Schwalb & Emilio García
(compiladores). Buenas prácticas de responsabilidad social empresarial. Lima: Universidad del
Pacífico / Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Pág. 57.
32
ingentes ingresos económicos por las exportaciones y la actividad
industrial derivada principalmente de la Minería, que en reconocimiento
del incremento de empresas y consorcios transnacionales que han venido
invirtiendo y ejecutando proyectos mineros, han venido constituyendo el
soporte principal del actual desarrollo económico que tiene el Perú, de
generar importantes divisas en Canon Minero para beneficio del Estado
en cuanto a cobro de impuestos y para los Gobiernos Regionales, y hasta
incluso de tenerse casos significativos de empresas mineras que vienen
siendo reconocidas por su aporte al desarrollo social de las comunidades
poblacionales existentes alrededor de las zonas de explotación minera.
Si bien la actividad industrial minera se constituye en el motor
indiscutible y base del progreso económico de nuestro país; también se
debe tener en cuenta las implicancias negativas que generan cierto sector
de empresas mineras que basadas en el modelo explotador de extracción
indiscriminada de minerales, sin considerar los graves daños ambientales
que causa sus actividades operativas y de los impactos negativos que han
venido ocasionando contra la misma subsistencia de comunidades
campesinas y nativas, al dañarse el patrimonio ecológico – ambiental de
las zonas en que habitan dichas comunidades, al afectarse los recursos
naturales de agua y suelo, de depredarse los árboles por deforestación, y
por los mismos efectos contaminantes de los relaves mineros que atentan
contra la salud humana de los pobladores; esta problemática ha venido
causando que las comunidades exijan al Estado Peruano, las garantías
de reconocimiento de sus derechos constitucionales a un medio ambiente
sano y equilibrado como de conservación del medio ambiente y sus
recursos, además de basarse justamente a lo establecido en cuantos a
sus derechos como pueblos indígenas conforme al Convenio Nº 169 de la
OIT. Ante la falta de una mayor intervención responsable y eficaz por parte
de las autoridades del Estado para solucionar los conflictos que han
surgido entre comunidades rurales y empresas mineras; los pobladores
comunales han venido optando por los medios de protesta masiva pública
para exigir al Estado de que adopte y aplique las medidas necesarias para
controlar, sancionar y en lo posible de clausurar las operaciones de
aquellas industrias mineras que se exceden en sus operaciones y no
33
protegen el medio ambiente; habiéndose suscitado en muchos casos
sucedidos entre el 2007 – 2011 sobre estallidos de conflictos sociales que
han devenido en saldos consecuentes muy negativos como daños a la
propiedad privada de las industrias mineras, y muertes como heridos en
los manifestantes, manifestándose en situaciones caóticas que no
deberían darse en un Estado Democrático de Derecho que nuestro país
practica y prioriza en sus políticas de Estado y Ordenamiento Jurídico. Al
respecto cabe considerar dos casos significativos que se dieron al
respecto sobre protestas por parte de las comunidades campesinas y
nativas contra proyectos mineros que podían atentar supuestamente
contra sus derechos fundamentales al ambiente sano y protección de los
recursos naturales:
- Caso de Bagua (4 y 5 de Junio del 2009): El Conflicto Social de
Bagua ocurrido entre el 4 y 5 de Junio del 2009, se constituyó en
uno de los acontecimientos sociales con consecuencias y
repercusiones muy negativas para nuestro país, a causa de la
falta de solución adecuada al problema de reclamo de los Grupos
o Comunidades Nativas de la Región de Amazonas, por la
aprobación de parte del Estado Peruano en la promulgación de
los Decretos Legislativos Nº 1064, y Nº 1090, sobre
aprovechamiento de las tierras de uso agrario en general de la
Región Amazónica, como de los recursos naturales existentes, a
favor de la explotación industrial, minera o petrolera de empresas
o consorcios extranjeros; sin considerar el Gobierno, en aquel
entonces presidido por Alan García Pérez, de haberse realizado
las reuniones y debates requeridos en forma concertada con los
representantes de las Comunidades Nativas del Amazonas en
todas las instancias políticas – legales competentes como a nivel
del Congreso durante el debate en el Pleno Legislativo sobre la
aprobación de los cuestionados decretos, así como bajo gestión
del Presidente del Concejo de Ministros y desde la misma sede
del Gobierno Regional de Amazonas en que debió promoverse el
diálogo consensuado entre el Estado y representantes del
AIDESEP, esto a fin así de haberse prevenido y evitado que los
34
manifestantes exacerbaran sus medidas de protesta que
previamente antes del estallido del conflicto ya venían ejecutando
con la paralización de carreteras principales de la Región de
Amazonas que afectó críticamente el desarrollo económico en
dicha región en cuanto al comercio, el transporte público, el
turismo y el abastecimiento de los productos agrícolas de la Selva
a los mercados de consumo.
Durante el proceso de diálogo que se llegó a promover por
parte del Congreso de la República entre abril y mayo del 2009,
ante la presión y medidas de fuerza que las Comunidades Nativas
Amazónicas venían imponiendo para que el Estado atendiera sus
demandas y principalmente derogara inmediatamente los
Decretos Legislativos Nº 1064, y Nº 1090; y que ante la inefectiva
gestión de la Comisión Multisectorial conformada para el debate
de la derogatoria de los Decretos mencionados, como de la
deficitaria posición de los representantes de Gobierno en haber
seguido manteniendo una actitud de prórroga en el debate y hasta
de haberse asegurado a los representantes nativos de una
posible derogatoria de los decretos, lo que finalmente no se llegó
a dar, resultando improductivas las reuniones que se organizaron,
y que generó que los dirigentes en conflicto tomaran las
decisiones de iniciar el paro regional, como de propiciar el suceso
de graves actos vandálicos, como daños a la propiedad pública y
privada, toma de locales del Gobierno (Municipios, de Partidos
Políticos, de autoridades públicas), como hasta de ataques
directos a Comisarías Policiales, lo que a posterioridad dio por
consecuencia que ante la intervención de la Fuerza Policial por
orden del Estado tras haber declarado en Estado de Emergencia
a la Región de Amazonas, se suscitaran finalmente los
enfrentamientos violentos entre fuerzas del orden y manifestantes
nativos con los lamentables saldos ya conocidos.
Los sucesos ocurridos en las provincias de Bagua y
Utcubamba en junio del 2009 surgieron en el contexto de
tensiones crecientes que se centraban, principalmente, en la
35
promulgación de varios decretos legislativos por parte del Poder
Ejecutivo que fueron cuestionados por organizaciones y
representantes indígenas. Entre marzo y junio de 2008, el Poder
Ejecutivo promulgó 101 decretos legislativos con base en la Ley
Nº 29157 del Congreso de la República, la cual delegó facultades
legislativas al Poder Ejecutivo para la adopción de medidas
relacionadas con la política de desarrollo del Gobierno y la
implementación del Acuerdo de Promoción Comercial (conocido
como el Tratado de Libre Comercio) suscrito entre el Perú y los
Estados Unidos de América. Organizaciones Indígenas, en
particular la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva
Peruana (AIDESEP), protestaron en contra de 38 y
posteriormente 11 de estos decretos legislativos, tanto por
razones de contenido como por el hecho de que no se habían
realizado consultas directamente con los pueblos indígenas con
anterioridad a la promulgación de los decretos cuestionados,
incumpliéndose así por parte del Estado Peruano el Art. 6 del
Convenio OIT Nº 169, en que se exige a los Gobiernos a consultar
a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y
en particular a través de sus instituciones representativas, cada
vez que se prevean medidas legislativas o administrativas
susceptibles de afectarles directamente.
Los 11 decretos que fueron objetos de protesta por las
organizaciones indígenas fueron los siguientes: 994 (que
promueve la inversión privada en proyectos de irrigación para la
ampliación de la frontera agrícola); 995 (que modifica la Ley de
Relanzamiento del Banco Agropecuario); 1015 (que unifica los
procedimientos administrativos de las comunidades campesinas
y nativas de la sierra y de la selva con los de la costa para mejorar
su producción comercial y su competitividad agropecuaria); 1020
(que promueve los productos agrarios y la consolidación de la
propiedad rural para el crédito); 1060 (que regula el Sistema
Nacional de Innovación Agraria); 1064 (que estable una régimen
jurídico para el aprovechamiento de las tierras de uso
36
agrario); 1080 (que modifica la Ley General de Semillas); 1081
(que crea el sistema nacional de recursos hídricos); 1083 (que
promueve el aprovechamiento y la conservación de los recursos
hídricos); 1089 (que establece el régimen temporal extraordinario
de formalización y titulación de predios rurales); y 1090 (que
aprueba la ley forestal y de fauna silvestre); y la Ley Nº 29338
Ley de Recursos Hídricos (31 de marzo de 2009), derogó los
decretos legislativos 1081 y 1083, mientras que los demás
permanecían vigentes. Se alegaba que los 11 decretos facilitaban
pautas de actividad comercial, privatización y explotación de
tierras y recursos naturales que atentaban contra los derechos de
los pueblos indígenas sobre las mismas tierras y recursos.
Asimismo, la regulación de algunos de los decretos y/o su
incompatibilidad con el Convenio Nº 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales,
que ha sido ratificado por el Perú; fueron criticados por varios
actores, incluyendo la Defensoría del Pueblo; la Comisión
Multipartidaria encargada de estudiar y recomendar la solución a
la problemática de los pueblos indígenas, del Congreso de la
República; por el Sub-Grupo de Trabajo de la Comisión Agraria
encargado del estudio de los Decretos Legislativos referidos al
Sector Agrario del Congreso de la República; y la Comisión de
Constitución del Congreso así como por varias organizaciones
no-gubernamentales. El decreto más cuestionado fue el 1015,
que fue modificado por el 1073, el cual, según se alegaba,
facilitaba la venta de tierras comunales indígenas por rebajar el
quórum necesario para acordar la enajenación de tierras, desde
dos tercios a cincuenta por ciento de los votos de los comuneros
reunidos en asamblea. Mientras que fue de preocupación el caso
de los decretos 1064 y 1090, que facilitaban el cambio del uso de
las tierras. En cuanto a la inconstitucionalidad del Decreto
Legislativo Nº 1064, dicha norma aprobaba un nuevo régimen
jurídico para variar las condiciones de la tierra agraria; siendo
inconstitucional por razones de forma y de fondo. Cabe indicar
37
que el decreto no respetaba los derechos a la identidad cultural,
de propiedad de la tierra y de la consulta previa a los pueblos
indígenas, previstos en la Constitución y en el Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo. Se debe tener en cuenta
que los pueblos indígenas tienen un régimen constitucional que
incluye la protección reforzada de las tierras y el derecho
fundamental a ser consultados acerca de todas las decisiones
que les afecten; siendo que el referido decreto legislativo
desconocía dichos derechos de las comunidades nativas. La
Constitución, en el artículo 89 y siguientes, establece que los
terrenos comunales no se pierden; sin embargo, dicho decreto
legislativo normó una serie de supuestos que podían generar que
las tierras comunales se perdieran, lo que contradecía a la
Constitución.
En lo que respecta a la inconstitucionalidad del Decreto
Legislativo Nº 1090, se tiene que se pretendía legislar sobre
recursos naturales forestales y de fauna a través de un decreto
legislativo, lo cual va en contra del artículo 66 de la Constitución
que establece que solo mediante ley orgánica se regula la
utilización, distribución y otorgamiento a particulares de los
recursos naturales.
38
las provincias de Cajamarca y Celendín y los distritos Huasmín,
La Encañada y Sorochuco, que constituye el área de influencia de
la aplicación de dicho proyecto.
La causa central de este conflicto radica en cuanto a la falta
de credibilidad y dudosa calificación viable del Estudio de Impacto
Ambiental (EIA) presentado por la Compañía Yanacocha en
Octubre del 2010, que tuvo altos favorecimientos por el Ministerio
de Energía y Minas (MEM) desde la anterior gestión
gubernamental, cuestionándose el proceso de elaboración de
dicho proyecto y de los trámites para su aprobación, que
finalmente implicó su aprobación final siendo ratificado por el
mismo Gobierno de Turno actualmente vigente, lo que devino en
inmediatas consecuencias de protestas sociales que paralizarían
críticamente a la Región de Cajamarca.
El referido EIA venía teniendo muchas objeciones por parte
de los sectores reclamantes y organizaciones ambientalistas de
la Región, de que no se había efectuado el estudio sobre todo el
área geográfica de impacto como de haberse omitido reales
efectos o daños ambientales graves en los recursos de agua y
tierra de la zona de influencia; cuya omisión principal de los daños
ambientales que se causarían a la cuenca de los ríos Jadibamba,
Chirimayo, Chugurmayo, Quengorio y Rejo; al trasladarse el agua
de las lagunas Perol, Cortada o Mala, Azul y Chica a reservorios
artificiales, y de utilizarse el espacio de las lagunas para
perforaciones, extracción de minerales y depósito de relaves,
llegaría a atentar contra la vida ambiental en la zona y sobre la
salud de las comunidades campesinas, al contaminarse
negativamente el agua de la cuenca y ante el peligro de su
desaparición por las actividades mineras a realizarse, lo que
repercutiría con efectos muy negativos para la agricultura y
ganadería de los pobladores comunales que consideran al agua
como recurso vital para su subsistencia.
Las medidas drásticas de los sectores reclamantes por la
aprobación del Estudio presentado por la Compañía Yanacocha,
39
en plena gestión del vigente Gobierno, llegó a afectar
severamente el orden público hasta causar la paralización de
toda actividad económica en la Región; obligando al Estado
mediante sus autoridades ministeriales competentes a convocar
a las partes del conflicto a un proceso de diálogo y negociación,
como a la reevaluación del cuestionado estudio de impacto
ambiental, que posteriormente fue declarado objetable y se ha
establecido el desarrollo de un peritaje internacional sobre dicho
estudio que confirme definitivamente su viabilidad, lo que también
se ha cuestionado dicha medida por los actores con las
posiciones más radicales que vienen a ser las representaciones
campesinas y supuestos miembros protectores del Medio
Ambiente de la Región Cajamarquina liderados por el dirigente
Wilfredo Saavedra Marreros, muy criticado por ser ex - miembro
terrorista del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.
40
requerimientos técnicos necesarios para recuperar la calidad de vida
ambiental y atender a las poblaciones afectadas por la contaminación; y
con el reciente caso de la Minera Extracta y Tintaya en la Provincia de
Espinar en Cusco se viene haciendo prevalecer la política estatal de que
estas industrias mineras asuman su debida responsabilidad y adapten a
sus operaciones y actividades, las condiciones ambientales necesarias
para no afectar los derechos fundamentales de las comunidades rurales
– locales.
41
CONCLUSIONES
42
lugar sobre en cuanto a lo que exigen reclamos frente a abusos y
pretensiones de las empresas transnacionales, que podrían afectar la
calidad y seguridad del medio ambiente y en torno a las zonas de
operaciones donde se proyecten efectuar actividades mineras formales, sin
que se midan los impactos ambientales negativos que se puedan generar;
así como también de efectuarse los reclamos laborales que los sindicatos
puedan hacer para reclamar mayormente garantías y más beneficios
laborales a las empresas privadas donde laboran, más sobretodo por parte
de aquellos grupos de interés de trabajadores que realizan actividades y
operaciones de explotación de recursos, en que pueden denunciar abusos
y maltratos laborales; y asimismo en reclamar por justicia mejores seguros
médicos y mejoras de las condiciones laborales para realizar operaciones de
explotación de recursos de alto riesgo.
3. Un aspecto característico esencial en las empresas transnacionales como
grupos de interés, es en cuanto a que los socios nacionales participantes
llegan a tener acceso y compartimiento de las utilidades de la actividad
económica realizada; donde si bien predomina el accionariado de la empresa
extranjera sobre las acciones de las empresas o socios nacionales, pero
también se puede llegar a dar un compartimiento equitativo de las acciones
y utilidades entre sí.
4. Las empresas multinacionales son aquellas que tienen una matriz
empresarial en el país principal de procedencia, contando a la vez con
sucursales operativas en los diferentes países donde extiende el desarrollo
de sus actividades económicas ofrecidas; y en que predomina de manera
equitativa tanto las acciones de la empresa matriz principal con las del
accionariado de las sucursales de cada país en donde se opera; obteniendo
la empresa matriz las mayores utilidades y cada sucursal la utilidad rentable
que le corresponda; resultando que las empresas multinacionales
generalmente se regulan en base a lo determinado en el Artículo 440 de la
LGS como forma derivada de contrato de asociación en participación y de
conformidad a lo regulado entre los Arts. 396 al 406 de dicha ley sobre las
Sucursales.
5. En lo que corresponde a las empresas internacionales se trata en sí de
grandes empresas que operan también con la colocación de sus utilidades y
43
capitales en los medios del mercado internacional – bursátil como en Bolsas
de Valores, para obtener mayor beneficio rentable de sus capitales valores;
pudiendo así constituirse en empresas internacionales, tanto las
organizaciones empresariales transnacionales y multinacionales, y teniendo
una regulación normativa promotora al respecto, en base a lo determinado
en la Ley del Mercado de Valores – Texto Único Ordenado del Decreto
Legislativo Nº 861, y de normas conexas al respecto.
6. Las empresas supraestatales son aquellas grandes organizaciones
promovidas por un mayor accionariado interventivo de los Estados y con una
determinada participación de socios particulares o privados; cuyo ejercicio
operativo – económico puede ser de índole a nivel internacional o mundial,
y asimismo de operar en organizaciones dentro de una región continental
respectiva, teniéndose los casos del Banco Interamericano, del Banco
Europeo de Inversiones y hasta de casos como el Fondo Monetario
Internacional y entre otros; además de los casos de grandes empresas con
fuerte capital del Estado procedente como en el caso de las empresas
mineras de China donde el Estado Chino posee un fuerte accionariado sobre
dichas empresas.
7. Las corporaciones en sí, son una denominación de las grandes empresas
transnacionales o multinacionales, que se reconocen bajo ejecución de la
normatividad de derecho empresarial que corresponda; haciéndose más
enfatizable sobre el modo de organización de las empresas de tamaño
grande corporativo, de su organización laboral y los modos de contratación
laboral y del funcionamiento de las sucursales que llegue a poseer en el país
y en el mercado extranjero; teniéndose una regulación normativa nacional
propicia para el fomento y desarrollo de las grandes entidades corporativas,
considerándose lo normado general y básicamente en la Constitución
Política vigente que promueve la libertad empresarial, y de manera
específica en torno a la Ley General de Sociedades sobre los contratos de
asociación empresarial y de consorcios, y en complemento con las normas
de promoción de la inversión privada (Decreto Legislativo N° 757 de 1991 y
la Ley de Promoción de las Inversiones Extranjeras - Decreto Legislativo N°
662).
44
8. Los modelos de las grandes corporaciones se han extendido gracias a lo
promovido por la normatividad empresarial competente, tanto en base a la
participación de empresas transnacionales y multinacionales que han
acrecentado y potenciado el mercado empresarial y el desarrollo mismo de
la economía peruana en los últimos doce años, y que a la vez también se ha
promovido un creciente desarrollo de grandes empresas peruanas con
capitales e inversiones importantes en el extranjero.
9. Los Consorcios son una forma o modalidad de Contrato de colaboración de
empresas entre sí relacionadas con un determinado negocio y finalidad
económica - comercial específica, para la obtención de beneficios/utilidades
por esa actividad en conjunto, asumiendo cada parte las obligaciones propias
que se le encargan y responder por los compromisos establecidos entre
todos los consorciantes. Este modelo responde a los retos y exigencias del
comercio internacional de nuestro tiempo donde es necesario la integración
de empresas para hacer frente a grandes requerimientos y demandas.
10. Si bien el Estado Peruano y la normatividad vigente de Derecho
Constitucional y Empresarial, como de normas conexas, han venido
promoviendo desde 1990 y con mayor énfasis prioritario desde el año 2002
la promoción de desarrollo de la actividad empresarial – corporativa de
Consorcios y Empresas Transnacionales, promoviéndose de manera
intensificada y estratégica el ejercicio de la libertad de empresa y de
derechos económicos constitucionales conexos; pero que a falta de un
mayor control fiscalizador por parte de las Autoridades Estatales
competentes y ante el compromiso irregular de diversas empresas
transnacionales esencialmente en materia de responsabilidad social, se han
producido casos negativos de los excesos en daños ambientales por
contaminación producto de las actividades de explotación de recursos
naturales, siendo el caso mayormente controversial de las empresas
transnacionales mineras y petroleras que operan en zonas aproximadas a
las tierras comunales de las comunidades étnicas nativas o campesinas, o
inclusive llegando a ocupar espacios vitales de tierras comunales, afectando
los derechos fundamentales y constitucionales de los grupos étnicos
nacionales.
45
11. De conformidad ante los últimos casos en que se han venido sancionando
con multas administrativas, suspensiones temporales y al pago de
indemnizaciones por parte de determinadas empresas transnacionales
mineras y petroleras que han ocasionado daños negativos de impacto
ambiental a las comunidades étnicas; estas sanciones son meramente
cumplidas por las empresas responsables y las indemnizaciones no se
llegan a pagar en su totalidad, y que a pesar de la gravedad de los daños
producidos por contaminación ambiental; además de tenerse una limitada
jurisprudencia del Tribunal Constitucional que reconoce la obligatoriedad de
las empresas demandadas a indemnizar a las comunidades afectadas;
finalmente numerosas empresas transnacionales y consorcios no vienen
cumpliendo con reparar económicamente los daños ambientales
ocasionados y siguen operando con total normalidad pese a sus faltas o
delitos y perjuicios graves a las comunidades indígenas y a su medio
ambiente como recursos naturales en sus tierras.
12. En cuanto a la Comunidad o Sociedad Civil como grupo de interés se tiene
que los sectores de la sociedad civil referentes a las comunidades locales o
rurales, o pueblos originarios (comunidades campesinas y nativas) vienen
manifestando una situación de oposición y tendencia de conflicto con
respecto a la ejecución de los TLC’s, ya que estos acuerdos comerciales han
venido resultando mayormente favorables a los intereses de las empresas
transnacionales como principales favorecedores de estos tratados, y que
ante la inoperancia por parte de las mismas autoridades competentes del
Estado Peruano se ha ocasionado que el desarrollo de las actividades de
explotación industrial de las grandes transnacionales se tornen altamente
contaminadoras o vulneradoras del medio ambiente y recursos naturales de
los territorios o zonas de las comunidades campesinas y/o nativas al interior
del territorio peruano, provocándose conflictos sociales – ambientales al
respecto, pese a que en los TLC’S suscritos se hace referencia a aplicarse
mecanismos de consulta y de acuerdos para poderse establecer actividades
de explotación de recursos en forma equilibrada, conservándose el medio
ambiente y fomentándose la responsabilidad social con las comunidades
oriundas,, pero que en sí en muchos casos y en torno a la experiencia
negativa que vienen teniendo las comunidades nativas se han visto
46
afectadas por una explotación indiscriminada y contaminante de las
empresas petroleras transnacionales en la selva amazónica peruana.
13. Pese a tenerse una constante controversia sobre los derechos
fundamentales de las comunidades étnicas que son vulnerados por el
excesivo ejercicio de la libertad económica de las empresas
transnacionales; y en que los derechos de los pueblos originarios deben
prevalecer, pero se hace caso omiso generalmente ante la prioridad política
del Estado Peruano de fomentar y promover masivamente en cuanto al
desarrollo de las actividades empresariales de explotación industrial de
recursos naturales como recursos minerales y petrolíferos, promulgándose
leyes para que cada vez más las empresas o consorcios transnacionales
operen en tierras cada vez más cercanas de las comunidades étnicas, sin
tenerse en cuenta de los daños ambientales que se pueden ocasionar en
perjuicio de nuestros pueblos originarios.
14. Los desafíos de la justicia social para las comunidades o minorías étnicas
andinas y amazónicas son constantemente frecuentes, y a pesar de que se
han aprobado normas como la Ley de Consulta Previa (Ley N° 29785 del
2011) y se han venido sancionando a determinadas empresas mineras
como petroleras por graves daños de contaminación ambiental, pero aún se
mantienen las limitaciones de acceso de las comunidades étnicas a servicios
y medios oportunos de justicia y de mecanismos para la solución efectiva de
conflictos y reclamos contra empresas transnacionales que generan daños
ambientales; por cuanto que el acceso a los tribunales o juzgados en las
zonas departamentales de las comunidades afectadas, resultan finalmente
muy obstaculizables e inefectivas al no atenderse debidamente las
demandas o denuncias que presenten las minorías afectadas en sus
derechos fundamentales, y que a pesar de sancionarse administrativamente
a ciertas empresas por contaminación ambiental, estas no cumplen con el
pago total de las reparaciones económicas exigidas.
15. La falta de acceso a un debido ejercicio de la justicia social para las
comunidades étnicas andinas y amazónicas, también se llega a reflejar en
cuanto a la falta de una oportuna promoción activa del Estado Peruano en
garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales de las minorías
étnicas, considerando la inoperante labor de las entidades de control
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administrativo fiscalizador que no actúan preventivamente ni disuade a las
empresas industriales a asumir debidamente la responsabilidad socio –
ambiental exigida, de reducir los daños ambientales que genera o de
repararlos por indemnización; y asimismo la falta de efectividad de las
autoridades estatales competentes para promover el diálogo y conllevarse a
soluciones eficaces de los conflictos socio-ambientales entre comunidades
étnicas afectadas y empresas industriales mineras o petroleras, ha venido
poniendo en cuestionamiento si el Estado Peruano en realidad promueve
una verdadera política de justicia social para las minorías étnicas andinas y
amazónicas en cuanto a la equidad de las oportunidades y de acceso a los
servicios de justicia requeridos para su atención de demandas, así como si
se garantiza un verdadero desarrollo e inclusión social de nuestras
comunidades oriundas, que aún se encuentran en estado de abandono
mayormente, con escasos servicios públicos, y en estado mayormente de
pobreza extrema.
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RECOMENDACIONES
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BIBLIOGRAFIA
Gonzales, Edmundo. (2004). BHP Billinton Tintaya. En María Matilde Schwalb &
Emilio García (compiladores). Buenas prácticas de responsabilidad social
empresarial. Lima: Universidad del Pacífico / Universidad Peruana de Ciencias
Aplicadas. Pág. 57.
Romano, Silvina María (2009). El papel del capital multinacional en los procesos
de integración regional (ALALC y Mercosur). Revista Sociedad y Territorio, vol.
Economía, Sociedad y Territorio IX, núm. 31, vol. IX, núm. 31. Pág. 584.
Uría, R., Curso de Derecho Mercantil, Ed. Civitas, 2006. Pág. 117.
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