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APROVECHAMIENTO DE RECURSOS

De acuerdo al artículo 66° de la Constitución Política del Perú de 1993, los recursos
naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación y el Estado tiene la
soberanía respecto de su aprovechamiento, esto se traduce en la competencia que
tiene para legislar y ejercer funciones ejecutivas y jurisdiccionales sobre ellos.

En la Ley de aprovechamiento sostenible de los recursos naturales se señala que un


recurso natural es todo componente de la naturaleza, susceptible de ser aprovechado
por el ser humano para la satisfacción de sus necesidades y que tiene un valor actual o
potencial en el mercado, asimismo, se indica – al igual que en el texto constitucional -
que los recursos naturales mantenidos en su fuente, sean éstos renovables o no
renovables, son Patrimonio de la Nación, mientras que los frutos y productos de los
recursos naturales, obtenidos conforme a las condiciones legales respectivas, son del
dominio de los titulares de los derechos concedidos sobre ellos.

La legislación nacional establece que los recursos naturales son todos aquellos
componentes de la naturaleza susceptibles de ser aprovechados para la
satisfacción de las necesidades de los seres humanos y que tienen un valor —
actual o potencial— en el mercado.

Esta definición permite establecer 4 características básicas de lo que constituye


un recurso natural: (a) es un componente de la naturaleza que cumple
determinadas condiciones para ser reconocido como tal; (b) puede ser
aprovechado porque se lo conoce; (c) su aprovechamiento se orienta a la
satisfacción de necesidades, lo que implica un nivel de valoración que se refleja
en (d) su valor actual o potencial.

Estas características evidencian lo que es la esencia de un recurso natural, su


valoración económica, en tanto capacidad o potencial de satisfacer
necesidades, y es este grado de valoración el que determina su desarrollo
normativo. Por ello no existe una receta legislativa para la regulación de lo que
«positivamente» constituyen los recursos naturales. Para la norma peruana,
algo tan subjetivo como el paisaje natural constituye un recurso natural en tanto
sea objeto de aprovechamiento económico y, por lo tanto, su explotación como
recurso se sujeta a la obtención del título de autorización para tal fin.

Andaluz8 señala que los recursos naturales se diferencian de los elementos


naturales en que estos últimos conforman todas aquellas cosas que la
naturaleza brinda, independientemente de su utilidad. A manera de ejemplo,
agrega que una erupción volcánica constituye un elemento natural, pero si
usamos la energía geotérmica del volcán para satisfacer alguna necesidad
material, la erupción se vuelve un recurso natural.
Este nivel de satisfacción de necesidades es el que determina el nivel de
valoración y sobre ello Andaluz9 precisa que las necesidades pueden ser
materiales o espirituales, de lo que deriva el hecho de reconocer que no es
correcto vincular a los recursos naturales solo con el valor en el mercado
(precio).

En el ordenamiento legal peruano se consideran como recursos naturales:

a. Las aguas superficiales y subterráneas.


b. El suelo, subsuelo, sobresuelo y las tierras por su capacidad de uso mayor:
agrícolas, pecuarias, forestales y de protección.
c. La diversidad biológica, como las especies de flora, fauna y microorganismos
o protistos; los recursos genéticos y los ecosistemas que dan soporte a la vida.
d. Los recursos hidrocarburíferos, hidroenergéticos, eólicos, solares y
geotérmicos.
e. La atmósfera y el espectro radio eléctrico.
f. Los minerales.
g. El paisaje natural, en tanto sea objeto de aprovechamiento económico.
h. Los demás considerados como tales.

EL APROVECHAMIENTO DE RR.NN

Como ya se adelantó, los particulares pueden llevar a cabo el aprovechamiento de los recursos naturales
mediante las distintas modalidades contenidas en la legislación de cada sector.

Las concesiones otorgan a su titular el derecho de uso y disfrute del recurso natural objeto de la
concesión y, adicionalmente, la propiedad de los frutos y productos que se derivan de él. Es importante
mencionar que el titular de la concesión no tiene derechos de propiedad sobre los recursos naturales sino
simplemente tiene el derecho de usar y disfrutar de ellos, como objeto de la concesión. La concesión es
irrevocable, en tanto su titular cumpla las obligaciones que la legislación especial exija para mantener su
vigencia, y se otorga a plazo fijo o indefinido. Adicionalmente, la legislación dispone que las concesiones
sean bienes incorporales registrables, pudiendo ser objeto de disposición, hipoteca, cesión y
reivindicación conforme a las leyes especiales. El tercer adquirente de una concesión deberá sujetarse a
las condiciones en que la concesión fue otorgada originariamente. La concesión, su disposición y la
constitución de derechos reales sobre ella se deben inscribir en el registro correspondiente.

Asimismo, se ha establecido que las licencias, autorizaciones, permisos, contratos de accesos, contratos
de explotaciones y otras modalidades de otorgamiento de derechos sobre recursos naturales contenidos
en las leyes especiales, tienen los mismos alcances que la figura de la concesión, en lo que le sea
aplicable.

De otro lado, para el aprovechamiento de los recursos naturales, la legislación exige que este sea
«sostenible». Esto implica el manejo racional de los recursos naturales teniendo en cuenta su capacidad
de renovación, evitando su sobreexplotación y reponiéndolos cualitativa y cuantitativamente, cuando ello
sea posible. En el caso específico de los recursos naturales no renovables (como por ejemplo, los
minerales e hidrocarburos), el aprovechamiento debe considerar una explotación eficiente de los mismos,
evitando o reduciendo el impacto negativo sobre los recursos del entorno y sobre el ambiente en general.

En términos generales, el aprovechamiento de los recursos naturales por parte de los particulares está
sujeto a ciertas condiciones, distintas a las estipuladas en las legislaciones sectoriales, que entre otros,
incluyen los siguientes aspectos:

a. Utilizar el recurso natural de acuerdo al título del derecho conferido y para los fines que fue otorgado,
garantizando el mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales.
b. Cumplir con las obligaciones dispuestas por la legislación especial de cada sector.
c. Cumplir con los procedimientos de evaluación de impacto ambiental y con los planes de manejo de los
recursos naturales establecidos por la legislación sobre la materia.
d. Cumplir con la retribución económica correspondiente, de acuerdo a las modalidades establecidas en
las leyes especiales de cada sector.
e. Mantener al día el derecho de vigencia, definido de acuerdo a las normas de cada sector.

Además, se tiene que tener en cuenta que la legislación vigente contempla una serie de límites al
otorgamiento de derechos para el aprovechamiento de los recursos naturales. En ese sentido, el Estado
tiene la obligación de observar las siguientes consideraciones respecto del aprovechamiento:

a. Debe realizarse de manera sostenible.


b. Debe efectuarse en armonía con el interés de la nación y el bien común.
c. Debe respetar los límites y principios establecidos en la legislación sobre la materia.

De esta manera, el Estado debe regir su actuación principalmente bajo los principios de sustentabilidad,
interés de la nación y bien común.

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