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Presentado por:
Laura Rosa
Matrícula:
16-2744
Facilitadora:
Mareny Montán
Los Poderes Del Estado y su Composición
La División de Poderes.
Desde siempre el ser humano a sufrido abusos de personas consideradas con mayor
poder politico lo cual esta mal y atraves de generaciones y generaciones las diferentes
sociedades han propuesto la idea de que una persona o un grupo de personas no es
conveniente que tengan el poder, hubieron muchos ilustrados que trataron sobre este
tema como Jhon Locke y Montesquieu que fue el que hizo una obra en la que
manifesto las ideas de Jhon Locke acerca de la division de poderes llamada "El espiritu
de las leyes" este ilustrado fue el que hizo la teoria de la "Separacion de poderes"
Esto se divide en 3:
1) Poder Legislativo
2) Poder Ejecutivo
3) Poder Judiicial
Los debates posteriores que dieron vida a las constituciones modernas -debates
reconocidamente deudores de la teoría de Montesquieu- se centraron exclusivamente
en el principio de distribución jurídica, transformándolo en un pilar fundamental en la
organización de los Estados. Por más de dos siglos los expertos del derecho
polemizaron sobre los alcances de este principio, en un debate en el que se
enfrentaron los defensores de la autonomía absoluta de cada poder con aquellos que
abogaban por su separación relativa.1 En uno y otro caso se trataba de interpretar
adecuadamente lo que Madison llamó "El oráculo de Montesquieu" (1994: 205). 2
Una suerte muy distinta corrió el principio de distribución social: bajo el supuesto de
que este principio sólo es apropiado para un modelo de la sociedad estamental, se
pensó que superando las jerarquías del antiguo régimen se superaba también el
principio. Sólo faltaba encontrar las razones que hicieran comprensible el "error" de su
autor. Los más suspicaces creyeron estar en presencia de un pensador interesado -el
Barón de La Bréde y Montesquieu- que promovía la repartición social del poder político
para devolver a la nobleza a la que pertenecía sus antiguas prerrogativas de clase
(Althusser, 1968: 91-101). Para otros, en tanto, Montesquieu sería un autor de
transición en cuya teoría se confunden estrategias modernas y premodernas de "frenos
y contrapesos" del poder. El principio de distribución jurídica correspondería a una
forma de organización moderna en la que las funciones del Estado se relacionan con
instituciones y no con clases sociales. El principio de distribución social, en tanto,
representaría el momento de "lo antiguo", basado en el modelo de gobierno mixto de la
tradición republicana3(Solozabal, 1981: 221-224).4
5.4 La Legislatura.
Una legislatura1 es el periodo de funcionamiento de los órganos legislativos –
Parlamento o Congreso– o de sus respectivas cámaras –Senado, Cámara de
Diputados, de Representantes, etc.–, es decir, es el lapso durante el cual sesionan
dichas instituciones. Corresponde, asimismo, al periodo en que los miembros del
Congreso o Parlamento pueden ejercer las funciones o atribuciones que les otorga
la Constitución, hasta la siguiente elección general.
Por lo anterior, una legislatura corresponde al periodo de vida de las cámaras
parlamentarias, cuya duración –regular o especial– fijan los textos constitucionales, y
que se extiende desde el momento de su formal constitución o instalación hasta el de
su efectiva disolución. En otros términos, equivale al mandato de
un Parlamento o Congreso, e igualmente corresponde a la duración de ese mandato,
que abarca desde la instalación de una determinada asamblea legislativa, y hasta la
disolución definitiva de la misma junto con la expiración de todos sus poderes.
En ocasiones, también, esta denominación es utilizada para referirse de modo general
al órgano en que se deposita o que ejerce el poder legislativo, esto es, a
los Congresos o Parlamentos, o para designar a los cuerpos legislativos de forma
conjunta.
El Poder Judicial es uno de los tres poderes del Estado que conforman el gobierno de
la nación. Su función consiste en administrar justicia, de manera gratuita, para decidir
sobre los conflictos entre personas físicas o morales, en derecho privado o público, en
todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado. Su ejercicio
corresponde a los tribunales y juzgados determinados por la ley.
Por consiguiente, la interpretación de la ley siempre será necesaria cuando ella sea
insuficiente, oscura o contradictoria. Todos los legisladores están consientes de que la
ley no está en capacidad de prever la diversidad de situaciones que la vida en sociedad
es creadora.
Igualmente, Josserand al justificar la interpretación de la ley dice “La ley está destinada
a ser aplicada y por consiguiente, a ser interpretada. El texto más limpio no podría prever
todas las dificultades que pueden presentarse en la práctica: la vida es más ingeniosa
que el legislador y que el mejor de los juristas”.
Concepto
En este sentido, la pretensión de que la letra de la Ley era suficiente para fijar el derecho
y para su conocimiento está ligada a la Ilustración y sus efectos, especialmente la
codificación de las normas que regían el actuar de pueblo.
En cuanto a la interpretación de la ley, se afirmaba que las palabras y proposiciones no
eran sino medios o instrumentos que servían para traducir un pensamiento o voluntad,
el cual no podía ser otro sino el del legislador, es decir, el de los autores de la ley.
A los interpretes no debía interesarle lo que el texto legal en sí decía, o el sentido en que
ellos lo podían entender, sino que debían averiguar lo que el legislador quiso decir al
elaborar el texto, los fines que persiguió y las necesidades que pretendió satisfacer, pues
sostenían que el contenido del código civil en sí mismo era letra muerta; pues su valor
dependía del pensamiento de su autor.
Esta teoría supone en la norma una parte rígida y otra mudable. Iniciada la vigencia de
la ley, ella se incorpora al medio social, comienza su vida propia, autónoma. Al
modificarse las condiciones sociales, el interprete debe aplicarla consultando la realidad
social entonces existente, dándole el sentido que mas se ajuste a la solución de los
problemas que el legislador pudo prever cuando se promulgó, pues la ley es un producto
del medio social vigente para la época en que se dictó y como ella se dicta no sólo para
el presente sino para el futuro, deben consultarse, al momento de aplicarla, las
circunstancias imperantes, prueba de ello es lo que al respecto se afirma en el sentido
de decir que “lo que se reputa como jurídicamente válido y vigente, es el resultado de
una evolución cuya raíz está en el pasado y su término en el futuro”
Ante lo cual podemos decir que trata de plantear unas consecuencias originadas en la
jerarquía de un orden jurídico, que esta jerarquía presentan una situación operativa que
generalmente, acompaña los procesos de creación del derecho al ser legislados, y que
este proceso será a través del paso de una norma superior a una norma inferior
planteando de esta manera una fórmula deductiva.
Podremos decir entonces que la interpretación de una ley según Hans es básicamente
saber cómo el órgano competente, que es aquél que está legitimado para aplicar una
determinada norma, aplicando una norma general a un hecho concreto nos da como
resultado óseo tiene una norma individual que debe aplicarle a ese hecho concreto.
Ante lo anterior se explicaría entonces que toda norma, debe ser interpretada por su
aplicación, cuando el proceso de creación y aplicación del derecho desciende un grado
en la jerarquía del orden jurídico. En éste caso, la norma superior regularía el acto por el
cual la norma inferior fue creada, pero que al mismo tiempo esta menor regularía el acto
por el cual debe ser ejecutada. Es decir que la norma superior actúa de manera parcial
determinando el contenido de la norma inferior, pero que no lo determina de una manera
completa, sin que pueda regular todos los detalles del acto por el cual debe ser aplicada,
ese espacio o margen de apreciación, llamado marco que debe ser llenado por el órgano
encargado de aplicar la norma.
Hans, plantea a manera de ejemplo: que un órgano competente, como el juez, da una
orden para detener malhechores, y que el es el único que debe decir cuándo y cómo
ejecutar la orden, y que esa orden depende de circunstancias imprevistas que no puede
prevenir en la mayoría de los casos, en este proceso el órgano creador de la norma
superior, deja que la norma inferior continué el proceso que determina el derecho, en el
sentido jerárquico de la estructura del orden jurídico.
Ante, lo anterior nos dice Hans, que nos encontramos con significaciones que por su
variedad encuentran dificultad de interpretación y en este caso, sólo está presente lo
meramente subjetivo y la voluntad de lograr una verdadera comprensión. Esta posición
considera, la posibilidad de desacuerdo entre la voluntad del legislador, de las partes
contratantes y el texto de la ley, es decir, que la no determinación de un acto jurídico, es
el resultado de una determinación total o parcial entre dos normas que pretende ser
válidas concurrentemente, Hans, nos plantea la situación de conflicto, entre una norma
superior e inferior, por lo anterior vemos que no afecta la unidad del orden jerárquico.
Es claro que cuando no existe determinación voluntaria de un acto jurídico, estamos
hablando de un marco abierto a varias posibilidades de interpretación.
En este orden de ideas, interpretación será la determinación del sentido de la norma por
aplicar y no será otro que el sentido para esa determinación del marcó establecido por la
norma, y que existe la comprobación que la determinación tiene varias maneras de llenar
el marco jurídico y que por tal razón podrá dar margen a pensar que es justa o injusta,
pero que al interpretarlas la parte contraria considera que son válidas conforme a la
norma superior, aplicada por un órgano legalmente constituido es decir con competencia,
quien escogerá la aplicación más apropiada convirtiéndola en el derecho positivo, en un
caso concreto, estará entonces fundamentada esa decisión en el derecho con varias
posibilidades y que no fue la única dentro del marco jurídico.
COMENTARIO PERSONAL.
Hans; nos plantea que la única diferencia entre la interpretación auténtica y la teórica es
la persona o sea la del intérprete, porque la misma interpretación que realiza el juez la
realiza el abogado litigante la diferencia es que este último no se encuentra facultado,
como si lo está el juez, este es uno de los puntos sustentados con debilidad de la teoría
de Hans kelsen.